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AQUELLA NUBE
Contempla, Delia mía, aquella nube hermosa rico joyel de encantos y poesía que tiñe el cielo de color de rosa.
¡Cuán gallarda se mece a al tibio aliento de la brisa suave!
¡Salve, nuncio del dia que amanece y al que saluda desde el nido el ave!
¡Salve. viajera errante que pasas silenciosa por la esfera; paloma mensajera de algún suspiro amante, ó queja lastimera qué contigo dirige el emigrante como un recuerdo á su natal ribera!
Navecilla velera que dando al aire el vagoroso lino desafía en su carrera la incontrastable fuerza del destino.
Ave de ricas galas que se sostiene en la sidérea cumbre, para bañar la punta de sus alas de un sol divino en la potente lumbre.
Espléndido palacio de gótica estructura: gala de la natura suspendida en los lindes del espacio.
Ligera nubecilla que en tu viaje ya fiñges un paisaje, ya del mar la onda inquieta, va del bosque el follaje, va voltárea veleta,
Mar tranquilo
Rompe el barco la onda oscura
Con magestad silencíosa, Dando á los cielos el humo
De sus chimeneas roncas, Y sobre cubierta, triste
Como el perfil de una sombra, El angel carnal de de un sueño
Agita un pañuelo y llora
La bruma pesada y fría
Envuelve horizonte y costas, La brisa pasa gimiendo, Grazna imbécil la gaviota, Y frente al barco que cruza
La extensión cruel de las olas, Enlaarenadelasplayas va una ana blonda, un encaje, ya el alcázar dorado del poeta. ¿Que fuerza mnsferu¡sa impele tu carrera= por la azulada esferaº A ¿Quién te da vida nubecilla hermosa? ¿Qué ser inteligente, qué espíritu te guía á la mansión dorada de Occidente?
Un hombre de pié que llora.
¿Y cuál será tu presente, y Cuál será tu venidero día?....
¿Comoces hacedor? ¿Hay una causa a que te da movimiento, Ó eres cendal que pasa llevado siempre á la merced del viento?....
Cuando era niño, Delia. pretendía = detener con la mano la nube que en el éter se extendia: idelirios de la infancia no sabia £ que tódp era ¡lusión, empeño vano!
Del monte á la alta cima, del llano á la colina iba en pos de mi anhelo, Mientras la nube, errante peregrina, atravesaba indiferente el cielo!
Pero,.. mira, mi bien, que ya la tarde hacia el Ocaso avanza y con que el Sol en Occidente arde, la nube se disipa en lontananza.
Se pierde el barco en la bruma, La noche rompe sus toldas Las estrellas vagamente Se esfuman, huyen, se borran: Y mientras almas amantes
Se unen, al través del onda, El mar con férvida saña
Habla de: amor á la Aurora -
Al pasar
e¿Qué le parece de esta sntuacmu. amigo don Tomás?
Que es la más bochornosa 1¡gorqm: hemcs = atravesado.
¿Lo dirfa por el calor? : EZ q 7 u