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o CANON DE VIDA -
r= ;,
% Oh! alma mía altiva! suena los ritornelos de tu flauta. d z P 2 0 no pongas atención á la diatriba en los bosques de Armida, :_:¡f3
© que sus ortigas ásperas depara que á su-eco sonoro (
© al surco en donde arrojas tu simiente: igual que el de las cítaras éolicas: a
© i si quieres perfumes del ambiente forecerá en los cármenes de oro a
© entre esa oscura Mmultitud ignara una eclosión de nardos ¡ magnolias e Q discurre indiferente! G A T G
© Distiende tu cordaje sensitivo , Ella en su caravana, - e E- 1 bajo el umbelo de la noche zarca. a mno imajina un instante que mañana E - -
O : i arcoirizando luego el emotivo G
0 se volverán la oruga mariposa E E -
© [ buincdaadas ráfmyrol Gento: ensueño que en tu lírica se anarca. x(_y
6 i que del turbio sueño en que reposa preséntales á todos el olivo
© su inútil elemento, de la paloma bíblica del Arca. ¿
E como el cóndor que al éter va escendiendo %
% á fuerza de aletazo, I así cuando proclames como ha sido e al fin despertará con el estruendo el blasón de las artes tu bandera. O
% de los palafreneros de Pegaso. gozarás una eterna primavera %J -
© i romperás el hielo del olvido! e e Entanto con la pauta %
O invariable ¡ austera de tu vida, +emtrvo HERRERA ierde con este gallo , uién s preparados para ganar en y estamo r algún tiempo, conccí á un jven que. frisaba ent-e los diez y seis y diez y siete años. -
2ra de la capit amos en la gall an ( la de Aguadilla.
Su mirada, denotaba perspicacia é inteligencia.
Se distinguía de sus demás amiguitos. por sus gustos y munaa POTSUS tendencias de,» é <Ingenua.» sonetos son bien burilad: s: y sus páginas blancas. nos hablan de amores tiernos al principio, dejando caer hálitos de escarcha á su fin. lás Blanco para que algún dardo haya herido su corazón!....
Unicamente esas ligeras observaciones tenía hechas yo del tal rapazuelo.
Lievan esos versos, la vida amable del joven y dejos de psicología senil.
A su mente llegan leyendas de griegos maestres y pasages impresionistas de la vida actual.
Da
Dejé de verlo, y supe que se había ausentado del país.
Durante esa ausencia._ no tuve más noticias de él.
Pocos meses ha, regresó de su excursión por tierra quisqueyana y me sorprendió volverle á ver hecho un homibre con aspecto de formal-
Coincindio su regreso, con la públicación de algunos sonetos en varias revistas literarias de este país, sonetos, de corte clásico y firmados por A. Nicolás Blanco.
En mi vida literaria, no había conocido esa firma, que me parecía la de un maestro en el Gay Saber; y era de extrañarme, pues raro es el eacritor que yo no haya leido.
Hube pues de preguntar, ya que se trataba de un poeta de excepcionales condiciones y gustos, y se me informó que era aquel niño de mirada inteligente y aspecto bondadoso que yo conocí en otras épocas, cuando frisa- ba entre sus diez y seis y diez y siete años.
En el poeta, no debe mirarse exclusivamen- te su buen decir, debe uno preocuparse tam- bién del pensamiento filosófico y científico de ese buen decir.
No debe buscarse el árbol por sus bonitas flores, ni por sus gallardas hojás, sino también por la bondad de su savia.
Los versos de Nicolás Blanco son bien es- critos, bien pensados y bien claros.
Son hijos del alma, con la savia de un ce- rebro joven. bien organizado.
Nicolás Blanco, es joven si, bien joven, pero lleva en su alma, además de flores y amores de la juventud, pensamientos y filosofía de la edad madura. ,
Por eso su arte y exposición de ideas, guar- dan grandes dósis didácticas.
«Rojo,» <Azul,» «Yokanan,» <Apocalipsis,» «Baile Carnavelesco,» «La Muerte de la Tar-
Por eso admiramcs en Yokanan y en Baile Carnabalesco, inspiraciones de idilios griegcs y de bacanales neronianas en el troquel de Ruben Dario.
Y nos encanta á ratos la suavidad del verso escanciando el alma sublime de Mousset, Lamartine y Verlaine.
<Rojo» y <Azulx son el erotismo de un joven que vive en la nitidez de la vida. por mas que <Rojo» delatá desengaño en sus tercetos finales.
Leamos:
»Cogidos de la mano cruzamos la vereda Y sobre el cesped blando de idílica arbeleda Cayeron nuestros cuerpos en luco frent <í. Y el último crepúsculo como una burla erótica. Trazó en el infinito una gran rosa exótica Regada levemente con polvos de rubí »
Ese:
<«Trazó en el infinito una gran rosa exótica> Regada levemente con polvos de rubí...» ¿no es acaso la nieve de algún desengaño?
De ahí porque yo descubro en los versos de Blanco, la experiencia y filosofía de los viejcs poetas. i
Unida á esa experiencia, su dicción, su corrección en todo y su- amable estro. nos re- sulta de cuerpo entero un poeta de porvenir, quien marcha hoy á-la vanguardia de nuestros jóvenes vates
No es dado solamente, Blanco, al soneto: <Rima Galante» es una rima que en vigoroscs tetrasílabos. canta á la amada del alma y nos infiltra el sentimiento de lo galante y tierno. Es poeta varonil que no debe concretarse exclusivamente á los catorce versos y á «Ri mas Galantes.» Debe afrontar otras compo siciones de mayor empeño y gastar sus salvas. á la par que en honor de mujer, en honor e la patria.
Para entonces, será más vehemente nuestro batir de palmas.
No es de aimas ungidas, quedarse en la sima sino subir á la cima.
Jose Calderon Aponte
Abrí amoroso la entornada puerta y penetré en la sala de improviso, do la- amada arrancaba á su piano dulces y melancólicos sonidos.
Allí estaba, cual siempre, delicada, garzos los ojos, blanco su vestido, ostentando su hermosa cabellera que caía á su espalda en negros rizos.
Quedo, muy quedo me acerqué hacía ella, temblando de emoción, sintiendo el ritmo de mi amoroso corazón; que daba dentro del pecho acelerados brincos.
El amor atrofiaba mi cerebro; la pasión embargaba mis sentidos; tan cerca estaba de la dulce amada, en aquel bello y místico recinto, que podía muy bien llegar á ella, y de amor en el loco parosismo, hasta las heces apurar el Cáliz de la dulce pasión en el delirio.
Satán velaba á mi alredor travieso conduciéndome al borde del abismo, mientras la deseada. continuaba arrancando al piano dulces trinos. No pude contenerme. al dulce influjo de la pasión, sentime enloquecido; llegué anhelante hasta la bien amada y al contemplar su cuello alabastrino, do caían, en un bello de:crden. de su cabello, los fragantes rizos, negros, como la noche de mis dudas y cual mi pena y mi dolor negrísimos, temblando de emoción, posé mis labios sobre la seda de su cuello límpido y un beso ardiente. apasionado beso,
Plumas amigas
Con igual presentación, igual número de páginas y tan buena colaboración como el primero, ha salido.el segundo fascículo de esta importante obra, honra y prez de la intelectualidad puertorriqueña contemporánea. y demostración palpable de lo que es y puede la voluntad, cuando esa voluntad se pone en acción.
Nuestro ilustre amigo, el doctor Coll y Tos- lleno de amor, en él, grabé atrevido. Mas súbito volvió ella la cabeza y la ví estremecerse de improviso, huyendo de mi lado, cual la corza que el diestro cazadorha sorprendido, fijando en mi sus asustados ojos en los que había la pasión ardido. Temblante, emocionada, sugestiva, dejó entreabir sus labios purpurinos en los que el alm: del amor brillaba, y fijando sus ojos en los mios, parecía pedirme muchos besos.... en extasis de amor indefinido, dulce, como la musa de mis sueños. bella, como una virgen de Murillo, en un deliquio vago y misterioso con mezcla de pasión y parosismo; y por era vez ¡ay! en n.i vida, sentí duro reproche de mi mismo y Cruel remordimiento de aquel beso primero, que en su cuello alabastrino, en instantes de amor voluptuoso fuera de mi, tal vez, posé atrevido.... Manchar quise los blancos azahares de aquella virgen, que no había sentido jamás un beso en sus fragantes carnes, siendo de su alma, el seductor, yo mismo por haber provocado el dulce espasmo, por haber iniciado en sus sentidos, la dulce placidéz que nos produce del amor, el instante fugitivo, que pasa como un sueño vago y dulce y deja el corazón adormecido!
P. ARNALDO SEVILLA.
te, puede estar completamente satisfecho de su obra, pues él. como Presidente de la Asociación de Escritores y Artistas, es el que la dirige, y fué también el autor de la idea de su publicación.
Nuestra felicitación más entusiasta al ilustre doctor y nuestra recomendación á todos los amantesde las letras y á todos los intelectuales en general de que se apresuren á la adquisión, de este segundo fascículo de Plumas Amizas," 3
Si triunfa Rooselvet, como da á entender Roberto, yo no creo que Mr. Colton pretenda que nuestros delegados vayan á votar por Taft.
Sinembargo icómo este Gobernador es tan raro!
Raul Benedicto
Hemos sido enterados de que, en la terna propuesta al Hon" Gobernador,por el Tribunal de oposiciones para cubrir la plaza de Registrador de la Propiedad de Caguas, que se encuentra vacante, va en primer término el nombre de este distinguido amigo nuestro, joven de vasta llustración, grandes conocimientos y extensa práctica en asuntos de Registros de la Propiedad.
Personas que presenciaron las oposiciones, nos informan del exámen brillantísimo que dió el señor Benedicto, al que indiscutiblemente le corresponde la plaza vacante en estión, que ya el viene dempeñando interinamente, y el que, con seguridad. será nombrado para cubrirla en propiedad dentro de breve; por lo cual mos permitimos felicitarle con anticipación.
Concepoi N Ramirez De Asenjo
El viernes por la noche de la pasada semana falieció, tras una larga y penosa enfermedad, en el barrio de Santurce, esta distinguida y joven señora, esposa amantísima de nuestro querido amigo el señor Guillermo Asenjo.
El sepelio del cádaver llevóse a efecto en el Cementerio de esta ciudad en la tarde del sábado.
Son muestros deseos que estas líneas sean la expresión de nuestra condolencia para el desventurado amigo, así como para todos sus familiares de la-que ya no existe.Paz á sus restos.
En el album de la señorita Encarnita Cestero.
Nunca vieron mis ojos otra héñnos_ura que igualarse pueda a la hermostra olímpica de Leda de tu cuerpo gallardo, que de hinojos habré de celebrar con la más leda música de mis tiernos madrigales, ya que imponen sus formas d.vinales el homenaje azul de los elojios! l es así como pasas por la vida suave. dulce, manífica i sagmda. poniendo en el dolor de toda herida - el lenitivo azul de tu mirada ó el bálsamo ideal de tu sonrisa!
Hai en tu rostro perfumadoi terso, encantos inmortales que no ha podido celebrar el verso, ¡ atesoran tus ojos siderales lumbre para alumbrar el universo!
GUSTAVO XULIO HENRIQUEZ.
EL PRIMER BESO * . PAÑA ELLA
Es de noche. Tu casa se levanta magestuosa en medio del silencio. Frente á tu morada hay un hermoso jardín invadidopor fragantes flores, allí la violeta aromatizada, la azucena exhalando perfumesdi- vinos,la davia denotandosu gentil belleza, - el lirio,-las rosas ya blancas como'la virtud, ya rojas como las pasiones. Todo aquello es un conjunto admirable, augusto, que forma la estética.
En medio de tanto idealismo veo aparecer un rostro de mujer bella. Eres tú. Me llamas. Avanzo, Estoy frente á tí. Te contémplo. Me miras. Tus ojos lánguidos poseen una expresión que jamás han tenido. Tus mejillasse sonrojan. Tús labiios sé contraen. -Dejas deslizarse súavemente tus torneados brazos sobre mis espaldas. La laxitud de tu cuerpo me cof e. Un estremecimiento convul-
- sivo ita muestros- nervios. Se juntan nuestros labios y resuena en lo infinito del espacio, ardordso, sonoro, un Óstulo- subli- me; Euyo eco lleno de armon¡cas d . des de amor, sepuedeuenl .
Fué tu primer beso.-
La luna fué el único taugo de ágnel
- ¡d¡ho de dichas y alegrías P Mayo de MCMXIL , E . - S -P Avnmo 1 ltxu $EM!P&Ce,P.R. = A
MÍ retiro lusitano + Cansnabo
Al mirar a la altura que domina Vedle! Robusto, musculoso: ágil.:el llano en que sombrea mi morada de un árbol primoroso la enramada. mi espíritu a A/osteiro se enc +mina.
épico el gesto,-los cabellos lacios; -la f ente.rguida «ndurecido el caño, la faz surcada de viriles rasgos.
Dijérase que tengo en la retina - Vedle! Bronc¡neo en desnudez compietz,í mi mansión portuguesa, ataviada con brochetes de oro en cada brazo, de pámpanos y flores. y animada con argollas de oro en-cada muslo, por fados de vihuela campesina.- con ani'los de oro en cada mano.
Discurriendo de Pías por la vega, donde siempre reboso de contento, al placer de vivir mi alma se entrega
Hosco. bravío, la pupila rojacomo la luz de un hacho, inmóvil, fija, cual si así pudiera, rompiendo brumas, incendiar los barcos.. El rústico retiro en que cimento la dicha porque el hombre en vano brega
BIENVENIDO S. NOUEL, atrae sin cesar mi pensamiento.
MANUEL ALVAREZ.
Sobre esto de escribir notas biográficas en vida de la persona, no andan muy de acuerdo las opiniones. La mía es que puede y debe hacerse. A qué esperar su muerte para tributarle honores á quien los tiene merecidos? .A qué privar á esta generación que sube de las experiencias y utiles enseñanzas que, aceptando que pudieran ser pro vechosas para generaciozes futuras, se perderían para la actual que es la que mas debería interesarnos? Vivamos la vida del presente. y dejemos que los que nos han de suceder vivan la suya.
Justificado ó no justificado, escribiré algo acerca de uno' -de -nuestros jóvenes puertorriqueños cuya labor de abnegación y desinterés pro patria ocupa ya una página de gloria en los anales de nuestra historia; y lo haré antes que la muerte, siempre caprichosa y siempre impiacable, corte el hilo de su preciosa vida.
La presentación está en el epígrafe de estas notas y en el fotograbado que ias acompaña, dándotes la vida y la exprnsión que no podría hacer el que escribe con sus pobres ideas y con su lé- xico pobre, Le conotí en circunsfancias es- peciales, en esa época de la vida en que las impresiones que recibe nuestrá úálma se gra- ban en ella intensamente para perdurar tento como perdura la. vida misma. -Eramos estu= diantes en aquella famosa escuela de bachilleres que se llamó El Licio de Mayagiiez, er cuya fuente de enseñanz?s bebieron muchos de los que hoy forman en las filas de vanguardia enmel movimiento intelectual de nuestro país. Distinguióse tanto por sus dotes de inteligencia como por la bóndad de su carácter franco y abierto siempre á las acciones nobles y generosas. Qué dificil es encontrar hermanadas estas dos cualidades en un sólo individuo!
Terminados sus estudios, y en posesión de un título de bachiller; allá ror el año de 1897 su espíritu inquieto y emprendedor lo llevó á los Estados Unidos, de donde-más tarde regresó con el firme propésito de ronsagrarse al servicio de la patria. Desoyendo los consejos de familiares y amigos que le sugerían la idea de acogerse á la po'ít'ca que prometía enton ces tanto como prom -te hoy: y que realizó en- tontes poco más 6 menos lo que realiza hoy. y rebeide, puede decirse, al reclamo de su amañte padre quien pretendía signiera el estudio de las leyes, pasando por alto todo, eligió decididamente uno de los puestos más difíci. les y menos recompensados, peró en donde él sabía que habría de ser más útil á su pueblo: se hizo maestro de escuela. Empezó su no- ble tarea en Rincóa, aldea vercana al pueblo de su nacimiento: de aquí pasó á Mayagiiez á desempeñar una plaza de maestro graducdo, en uno de los grupos escolares. de aque lla ciudad. Era entorces, cuando el Superinten dente Mellowes, de los amigosde origen inglés más fieles que hava tenido Puerto Rico, 'y del cual apenas si existe yael recnerdo, impiataba allí los nuevos métodos de enseñanza moderna. Hombre recto é imparcial, prento re conoc:ó ed'¿1 joven macstro sus bridamtes disposiciones. paral¡úel¡cada misión de preparar ála miñez para la -vida: -depositanco en «al t dasu confianza -¡qué es mucho decir' Híslo primer, director db uno de los grupos «scula: res y luegn su ayudante Dejó Urrutu ¡ gra-. tas memorias. arraigadas <¡mpanas en el corz-
(¿w¡ de aquel puebto-que supo apreciar su T bor. De agñí, como -recompensa á sts esfuerzos. elgabternopremió sus desvelos y =u hdelndad áda causa de la ¡nstmcc¡¿ n, llevándolo á ocnp ir ún puesto de gran responsabilidad, puesto que requeriía: talento y d¡screc1un
- fué nombrádo catedrático de Ciencias Yaturales en¿la Alta Escueta de San Juan Sus Éxitos en-el desempenade este delicadísimo cargo ya los conoce el país. bnste decir que se le reeligió En años Consécutivos. A- pesar de su )uthud logróinspirar confianza y respeto á sus educan&oe, Nevándolos pur l camino de la Ciencia 4 a)tanzar los mayores tfiuntos. Respondiendo más bien á un- llamamiento del alma, Urmua _que muchas reces 'sabe acallar los anl¡sus de ta razón- para -rendir vasallaje á los mandatos del- corazón. abandá. nó el a¡to sitial de la Catédi'¡ de C1eúe¡as para ocupar un pu5to tácmb¡én de - m;$ponsa bilidad en el Depnrta¡'hento de Educnc16n Inspector de las escuelas del distrito de Añasco, su pueblo natal. ¿Qué 16 llevaba 4 aceptar un puesto de menos caátegoría? -Porqué abandonaba los encantos de la vida de la ciudad y los honores y distinciones, Que aparejaba su delicado puesto de profesor de ciencias, para trocarlos por la monotonía de la vida del campo y las asperezas que trae consigo el arriesgado puesto de inspector? El anciano padre reclamaba su presencia en el hogar, necesitaba tener á su lado enlos días que le r:staban de vida al hijo en quien cifró sus más lejítimas esperanzas, y el hijo volvía al seno de la familia á prodigar sus cuidados, á volver con su presencia el calor que faltaba á su alma, en una palibra á infundir con su vida joven nueva vida en aquel organismo debilitado ya por los años y por los achaques que trae consigo la vejez.
Su misión reparadora no estaba cumplida aún. Era preciso por todos los medios conseguir la felicidad del venerabhle anci:no que declinaba día tras día, que los últinos mómentos de su existencia se deslizaran en medio de la mayor satisfacción, que en el mo mento supremo de abandenar la vida dejamio tras sí todo-lo que le era más querido, nada hubiera que pudiera aumentar su doler. Fué entonces que, recordando- Carlos que era la voluntad del padre que se hiciera abogaco, emprendió con verdadero ahinco el estudio ¿e la ciencia del derecho. ¡Cuántas veces ¿n mis correríaspor el simpático pueblo de s:: residercia, me lo encontré encerrado en s estudio, alejado de los encantos del hogur y del bullicio, engolfado en s intricadcs pro blemas de la jurisprudenc a! Triunfó en «stc=empv. ños como triunfó siempre. y ciEó el honroso birrete del abogado... desgraciadamente cuaado ya el anciano pádre había caido rend¡do por el peso de los años y de las enfermedad&,si lograr ver realizados sus sueños dorados:
- Nuevos horizontes se presentan hey al joven educador. El que tan - galiardamente Fa . sabido apropiarse del éxito en el estrecho lí mite del salón de clase, y en el no menos reducido rádio de acción de la imspección Ce escuelas del gobierno, sabrá, ¡á que dudarlo! conquistarlo en el dilatado campo del <recho. en- donde no encontrará trabas que coarten sus facultades y debiliten su fuerza de acción: Desgraciadamente para la escuela x mu) $pecialmente para la niñez que busca en ella las armas que necesita para el combate que ha de librar enla lucha por la existencia, Urrum abandonará, tendrá que abandonar el que debería ser glorioso campo de acción de las iniciativas humanas, pero que la falta de tacto de los encargados de dirigir el movi miento va convirtiendo cada día más y más en campo estéril menguado en donde no caben los espíritus del temple del que inspira estas líveas.
Hoy que nuestro pueblo atraviesa por un periodo doloroso. en que el descreimiento en todos los órdenes de la vida social y - política es un peligro constante que amenaza destruir su personalidady arrastrarlo insensiblementá una total anulación, la juventud que se levanta tiene en Carlos V. Urrutia un ejemplo que seguir, un carácter que emular, Pero aun sigue Carlos Urrutia apesar de su título de abogado al frente de la inspección de escuelas pudiendo tener uno de los mejores bufetes del distriso.
¡Tan grande es cariño que profesa á la enseñanza!
Ponce. P. K., Mayo de 1912