Ámbito

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Agosto de 1934 Rio Piedras

f

lio)\. JoaC ViKVin 1 I lMi^ill||illl<l iK- Iiislnifcjon \ I'rrsiiU-iiti- di- In .hnita do SShi.lici.s do nuestra rnivoi'siiliid.


ALCOHOLADO BARNES 1865 UNICO PREMIADO CON

MEDA-

LLAS DE ORO Y PLATA EN PUERTO RICO

No se parece a ningun otro. Fragancia especial,

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dama que usa el Perfume Gemey lleva en si toda la grata combinacion de aromas de un jardfn en primavera.

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"fQu6 seductora!"—es la exclamacion que provoca la mujer perfumada con Gemey. CrdacI6n de

RICHARD

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1934

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RIG PIEDRAS

SOBRINOS DE VILLAMIL Acabamos de recibir por el vapor JUAN SEBASTIAN ELCANO, el mas variado surtido de licores fines de las ac reditadas marcas "GONZALEZ BYAS

& CO. y MANUEL SANCHEZ ROMATE de JEREZ de la FRONTERA, Espana.

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obtendra los mejores. MUSOZ RIVERA 71 y 73

RIO PIEDRAS, P. R.

Tels. 11-154 y 187 directo con San Juan.


A MBITO

Notds de Editor

La Revista que difunde el pensamiento actual Afio I

No. VIII.

Rio Pic'lvHs. P. R. Auro-sto (^e 1934.

Ultimamente el Ateneo de Puerto Rico ha venido lievando a cabo una eampaha de aquilatamicnto de yalores

Directorio

que es digna de que .se reconozea. Hoinena.ie al Gran Lu-

Director: Lui.^ Adam Nazario Sub-director: Rafael Lasa Diaz

chador cle las Liborlacles Sudamericana.s, CAsar Au^isto

Adniinistrador: M. Tore Aquiles

Sandino. pesadilla <^0 los marines yanquis on Nicaragua; homenaje a las poeti.^a.s joveues de la isLa: Srtas. Carmen

Consultores y Colaboradorcs Prof. Jose A. Balseiro

Alicia Cadilla. Haydee Ramirez de Arellano y Svas. Ame lia Cei-^e de Bonet y CarmeUna Vizcarron'o de Quihones; debate robre el tan imnortante tema. Sitio cle^ desemharco de Cohm en Punio Pico y el homenaje a los artistas nativoP .Jesiis Maria Sanroma y Jose y Kachiro Figueroa, qu=enes millas fuera de su lar han connnistado lauveles para

Dra. Concb.ita Melendez Prof. R. W. Ramfrez

Dr. An'op.'o S. Pedreira Dr. Luis M. Morales

Dr. Ruben del Rosario

Prof. Clemente Pereda

Dra. Margot Arce

Encargado de Anuncios: M. Toro Aquiles

Nos reservamop el privilegio de solicitar

venir a engarzarlos en la corona ya bastante famosa de su

colaboracion.

Patria Aetos todos que dan a la nienciouada casa un gran

realce y I sus directores los mas calurosos reconocimientos.

AMBITO se edita mensualmente

Precio de suscripcion para Puerto Rico:

Leyendo el Vmhral de nuestro colega "Alma Batina" de este mes que termina, el editorialista se lamenta de la falta de publico en el homenaje al Libertador Nicaraguense. No se per que un acto de esta indole no pudo atraer la

$1,00 anual. — Para el extranjero: $1.50 anual, ore americano.

Dirija toda la correspondencia a: AMBITO

atencion de los puertorriquenos porque no puedo pensar ni

Universldad de Puerto Rico

per un solo instante que el sentimiento de independencia

Rio Piedras, P. R.

este atrofiado en este pais.

En Este Numero Xotas del Editor

El Agua, por i\ Bucso Sanllelil

To'ios los otros actos del Ateneo estuvieron mas que

b=en eoncuiTicJos. En toclos reino la devocion per el arte, la 3 historia, la literatnra. Pasos conio este ,se clcben estar dan^

do cotidianamente para que las personas vayan interesandose en los valores de nuestro pais y eii sas problemas.

El Depurtc IHpicu y la Cultura, por el Dr. Autonio S.

jMagnifica oportunidail brinda la I nivcrsidad a los esl'rimr\era. por Amelia Ceide — — — — — — — —

6

lls'iia unr. GramfltLa Xiieva, por el Dr. Ruben del Rosario

7

^cnet'ja de Ton Fcidinand R. Cestero — — — — —

0

Lc; Icrj Motis'os de U Cvitica, (Colovido eii el Arte), por 1. Becerra Aguirro — — — — — — — — — I'nivr.vHiila'l para Puerto Rieo, Tapia y Riviaa — —• —

por

doii

•^udiantes de verano para apreciar buena musica. E\ ve-

iano pasado imporfo varies artistas de rcnombre. Este arc lepite el mismo hecbo y como «i no se shitie e satisfeeha de su labor nasada. aniueuta e numero de los artistas

impor'ados. EMos son: Jean LeCraiic, primer violista de la Sinfdnica do Ijoston, flean Bedeiti, clieiista, bien conocido

10

en uucstra ^ucieda 1 por la maestria ciue demostrq el aho pasado en sus ronci' ilos on la Escuola Superior Central, Je.sus Mai .a Banionia. ol \aiOi musical mas gvande en la

Alejandro

cpoiH pie. onto on la Isla, y los he: mauoo Fignoroa, que se han ."Hbi o coiiqiiistar aplau os no solo d.- s.'os eompatrio-

Kamdu P^rez ilc Ayala, por Jorge Luis Porras Cruz

12

Infortunios de Alouso Ramirez

15

tas sino lie los mejove.^ pnblicos del Viejo (•outinente. hoiicitamos ai iSr. Gueils, por su labor en este sentido.


:a. M B I T o

Lv AOU A Por F. Bueso Sanllehi

— ""Water, -water everywhere And not a drop to drink'."

MUY propio es de nuestro pueblo el oir este voeablo y tanto mas cuanto que hasta en las javana.s la gritan a voz en euello los que no la han iiigerido en

abundaneia, para dediearse eon fervor a terpsicorear descabellad amente.

El agua se encuentva en todas partes, y notablemente en el vino. Cuatro quintas partes de la f'az terrestre se encuentra sometida a un remojo perenne, que les pone la

su vaje inaugural el ''Titanic" choco con un iceberg y se Uevo al fondo a un bato de personalidades, entre las cuales se contaba el multiiiiillonario Astor. El capitan pare-

ce ignoraba que el bielo fiota eon un decimo de su volumen fuera del agua, pero tiene nueve deeimas partes debajo de )a. superOeie. Asi pues, un iceberg aparcnteniente iuofeusivo. putde no serlo. Ho alii la causa del desastre. Si alguna vez se liubiese bafiado el cajjitan como lo liizo Arquimedes, Astor liubiera segiiido acnmulando dinero. La propiedad de convertirse en solido de menos densi-

es excei)cional en los ]ii|uidos, y el agua con ser el mas tez anugada. El agna feta, que difleulta a un nivel casi dad abuiidaiite es el mas excentidco de todos. Si no fiiese por msuperable la emigraeion tan neeesaria a nuestra apehus- ello, al helarse un lago, lo liaria liasta el I'ondo, y perecepeso aproxiniado de 1,250000,

I

riaii todos los jjeces a menos que pudiesen resistir la pre-

000000,000000 toneladas. Casi nada: un millon doscientos sioii del hielo y una temporada larga como enlatados. cuicuenta mil millones de millones de toneladas... Y hay Connmmente se dice que la.s nubes son vapor de agua, quien se queja de sequia. La atmosfera misma tiene contipero no lo son. Las nubes consisten de un gran numero de nuamente suftciente agua para producir un diluvio univer- gotitais de agua en suspension. De no serlo, no las veria-

^ come el do nuestro querido padre de Noe, quien, dicho mM ^

porque salvo a tanto anin^alejo. Cada

^

nuestra atmosfera contiene entre diez y

mos, como no se ven los ahorros de los maestros, pues el va

por de agua es invisible. Cuando la luz del sol o la luna brilla a traves o se refieja en una cortina de gotas de agua

nn Sramos de vapor, de suerte que con el agua que tiel^abitacidn podriamos qalmar la sed de un or«dor poh.tico antes de las elecolones. de "^iiugado un papel importante en todas clases

se obtienen los fenomenos meteorologicos como el arco iris

-somn la

eineo variedades distintas de hielo. Nos eonvendria poner-

Tales de Mileto la consideraba

nias AriTt^t^r

formaba. todo lo de-

sus "'-eWnto«'^'%^^ prestada para haceria uno de go V p1 flfri ^^"^^^^ntales: el aire, la tierra, el fuesemilla en ^ ^ larde van Helmont sembro una diariaTnA«+

el due

luaceta previamente pesada. Regandola

^

varies anos un arbolito como

la mar de ^ a la conclusion^

tabula de AYashington, y que pesaba von Helmont llego

earia a la vid

agna era la uniea substaneia nece-

didxido dp ^ rentementp'^^^

ignoraba la asimilaeion del Eonclusionas todas &tas apa-

.irr:r:p~~i'5r' de eran

^

"•

y. los halos o coronas.

nos al habla con el para obtener una de esas variedades que por fuerza habria de ser mejor que el que hos venden en este sufrido pais.

La composicion quimica del agua ha side objeto de se- r

rias investigaciones. Un vaso de agua consiste de millones y millones de moleculas, las cuales son particulas pequenisimas compuestas de otras aun mas pequenas llamadas atoraos.

Cada moleeula consiste normalraente de dos 6to-

mos de hidrogeno y una de oxigeno, los cuales viven en amable camaraderia, siendo dificil ecnseguir su divorcio a menos que no se utilicen medios drastieos. El hidrbgeno e.s el atomo mas pequeho, pero se han eneontrado atomos de- hidrogeno mas pesados que otros, y por eonsiguiente

las moleculas que estos forman son mas pesadas tambi^. El agua asi formada tiene propiedades peregrinas si se eonsigue aislar del agua normal, al extremo que es vene-

estaba banan^en^ ^^traordinaria— un filosofo griego se

no.sa y no pueden subsistir en ella los micro-organismos. Lo que nos hace pensar en la conveniencia de qne hubiese en abundaneia de esta agua pesada en la que toraamos.

contacto con el ainm

lavado de ma-

^

fuerayatr^yes61ascaneTL menores, clamando ,Eureka' r''''i"f''''''' T

cho como probar si la Tor. ' ,f mrtvoi del dai cuento 4. moial

1 'Corona del rey oro solido. La es la siguiente: uno era debedebanarse de rez

en euando, y especialmente cuando Le ban dado una eorona.

Bstos eonoennientos de Arqujmedes no los oompartia el capitan del "Titanic", segun se alega posteriormente.' En

(

L~n tal mister Bridgman que ve las cosas de fisiea tan Claras como el agua, ha conseguido fabriear bajo presion.

pr&s'tado parn.-Ptros'hechos

nos deUeTor^lat^^^

r

tan abarrotada como esta de bacterias.

Las moleculas son tan pequenas que un vaso de agua contiene alrededor de 10,000000,000000. 000000,000000) diez millones de millones de millones de millones de moleculas. Si a cada una de alias le hiciesemos una marquita, o le fijasemos en una pata un cor.'oneito co mo a las paloinas mensajeras, podriamos hacer una prueba


AMBI'TO

El deporte hiptco y la cultura For Antonio 3. Pedreira

REEFLEXIONAXDO sobre el desbordado entusiasmo que nuestro pueblo ha sentido siempre per el deporte hipieo, me he pr'^^untado muchas veees si esa aficion centeriaria no e.s acaso una de las sehales ex-

presivas de nuestra psieologia. ilas que la tendencia al

jnego de azar, a la nerviosa emocion del envite. y a la esperanza de resolver nuestro problema pereonal en un domingo, hay en el fondo de ese deporte un elemento hist6-

de ella que es "mucho potro". En el ano 1849, el gobernador don Juan de la Pezuela se lo oeurrio prohibir las carreras de San Pedro y San Juan y la coiitraricdad fue unanime. El pueblo protesto por to;^s los medics a su alcance, y hasta en la Plaza de Armas de nuestra capital, aparecid una botijuela, con un letrero por fuera que decia:

rico que sirve para aclarar nuestro gesto. El jibaro —raiz

Abranme que reviento Que viene Pezuela dentro.

central de nuestra cultura— pareee un honibre cosido a su

caballo, testigo siempre inudo de sus faenas, de sus fiestas y de sus raptos.

Al repasar las escasas colecciones de peri6dicos que vieron luz en el pasado siglo, suele uno tropezar muy a menudo con anuncios deseribinnclo algun caballo desapareeido. Estas notns extensas no oniiten ningun dotalle y algunas parecen tiernas Inmontaciones por la perclida de un familiar amado. En lodas las ferias y exposiciones eele-

bradas en Puerto Rico los caballos no faltaron nimca por Ber atracoion principal de las mismas. Constituian indefectiblemente los ejemplares m^ importautes de las see-

Al abriria se encontraron un pliego con unos enfurecidos

vemos que ponian nuevo al gobernador. No era para menos. El gobernante habia amputado caprichosamente uno de los miembros mas sensibles de nuestras eostumbres insu-

lares. La prohibicion duro poeo. |De donde nos nace esa aficion tan cara, que hasta cuaja en la copla populai- que dice:

Mi mujer y mi caballo se me murieron a un tiempo;

ciones de zootecnia. Hubo esposicion, como la muy nomi que mujer ni que demonio I brada de Ponce, (1882) en que de 51 animales presentados, mi oaballo ^ lo que siento! 46 eran caballos. Les premiaban las formas, la alzada, -el I paso fino, el de viaje, la andadura del pais, el trote y soEn el primer'periodo de nuestra historia, y en los eobretrote, el escape. . . Premiaban tambien ameses, apare- mienzos del segundo, la poblacion de Puerto Rico vivia disjos, sillas de montar. En la Exposicion Peria de 1855 se ofrecia como premio "un caballo de las mejores razas de

persa en una extension geografica que se earacterizaba por los pantanos, los canos, los rios, la falta de eaminos y la Europa o de Africa para el poseedor del mejor potrero.*' separacion de las viviendas. La neeesidad de .un simple El ganado vaouno y caballar fue durante mucho tiempo una de las mas florecientes industrias de Puerto Rico.

Una triple dedicacion le aseguraba el exito: la fuerza, la eonio'^'ida'l y el lujo. "Desde fecha que se oculta en las oscuras brumas de remotes tiempos —escribe Jose G. del Valle en 1896

en Puerto Rico se celebraban carreras de

caballos por las que los habitaiites de la isla tenian mucho

entusiasmo y en las que mostraban gran destreza." y ese entusiasmo llevo a los puertorriquenos a bautizar eon el nombrs de cabayo un genero de coplas y hasta un baile que logro gran popularidad en cierta 6poca. En nuestros dias, para ponderar los meritos de una persona, se dice

sorprendente: ncs iriemos a Isla Verde y eehariamos nues tro vaso de agua con sus moleculas previamente marcadas

medio de comunicacion nos hizo recurrir al caballo, que

Ilegamos a dominar con asombro de espanoles y extranjeros. Y no s61o los hombrcs, sine hasta las mujeres se distinguian por su pericia en montar, "lo que ejecutan —segun testimonio de Fray Inigo, siglo XVIII,-r— con des treza y desembarazo extraordinario". Anos mas tar<..e el viajero franc^ Pierre Ledru nos hara la misma afirmaciou: "Dufo que nuestras bellas de Paris, puedan disputar con las amazonas de Puerto Rico, el arte de manejar un caba

llo con tanta gracia como atrevimiento." El primer histoliador que apareee en el siguiente siglo (XIX), Pedro Tomas de Cdrdoba, afirma tambien que "Las diversiones mas

sitio. Y ;eiiantas moleculas encontrariamos con la

cintita en la pata? —jNada menos que unas dos mil! y ca-

en el mai. Despues agitariamos bien el mar antes de usar-

da vaso de agua de toda la Tierra tendria otras tantas.

lo, y has^.a po.'.riamos esperar unos anos en nuestras casas en lo que se esparcian bien todas las moleculas del vase de

Pero esta experieneia no la podemos lievar a cabo por faita de tiempo para marcar las moleculas. T-Iarcandolas a ra-

agua por to.'os los mares y rios del niundo. Imcgo avi-

zdn de mil por segundo, necesitanamos tr.^sc"eetos miiloues

Bariamos a un amigo en el rincon m4s remoto del mundo

de ijiuUones (300,000000,000000) de anos para completar uh \iiso., i no creo que naaie tenga tanta paeieucia^

— Cabo Rojo o las Isias Sandwich, o preferiblement© cafe

con tostadas— para que cogiese un vaso de agua del mar


'A M B I T 0

PRIM AVER A.

YO eseuche el roee suave de una mano, llamando en el eristal de una puerta y experimcnte la sensacion de una diclia suprema, al cereiorarme de Que

era el ''Sol de tu Amor" que proyectaba su hannonioso silencio cle oro, sobre la puerta de mi corazon.

peri'ume que destapa la brisa, al pasar sobre las ramas florecidas. Ahora es primavera en nuestras almas y, la rosa del sol deja caer un deshojar cle jnilalos dc oro sobre nues tras frentes.

del largo silencio, una rosa blanea abrio en el rosal de mi

Aspiro en mis inanos la esencia infinita que en ellas derramo el I'rasco pert'umado de tu boca... Siento el ave caprichosa de un beso tuyo, acun'ucandose sobre mi cora

corazon porque vibro tu voz pava decinne al oido: to:las

zon, bajo la froncla de encajes del corpiilo que me cine

Mi vida era un largo silencio. .. Y tras la amargura

las inquietudes de tus suenos y la infinita amargura de tus "Soledades".

En esa bora suprema, entrelazamos nuestras almas y, perdi6ndonos en el extasis de la noche, nos bebimos to las .as estrellas que, desde el panal de los eielos, como gotas

el pecho. Un ritmo nuevo canta su salve de gloria en mi interior.,. Y el risuenor de nuestro sueno, bate sus alas

y abre su pico, para entonar una cancion festive, celebrando la Ventura de nuestras almas.

Tii eres arpa de oro y vertiste las armonias de tu alma por el ambito augusto del templo de mi corazon. Yo soy ' esparciovidas sus espigas de soldela nuestros manana,suenos, ya era la noche, y tu, rayo de luna, salpicaste mis alas soinbnas ej aK 6D nuestras y los pajaros con tu fuigor de plata. .. Yo soy la Irisleza de un lago ona an una alegre cancion de primavera, sobre la torre azul, y tii, miisica festiva, despertaste sobre la mansedumde un limonero florecido. bre de mis aguas. Yo soy un cielo gris, y tii, noche pia-

de miel, eaian sobre nuestros labios sedientos de luz.

t-n siento embriagada con esa felicidad que solo Iai>rA ^ ''indarme. Eres el sol generador que hizo el misamentp

dosa, encendiste en mi frente las estrellas perfumadas-de tus besos.

Ahora estan mis senderos interiores bordeados de Ii-

I'osa fragante, el brote que tan lar-

te te ae de m" mi corazon ^ 'en

Marehemns^i corazon v

^la sombria del rosal tris- rios porque el sol de tu amor fulge sobre la era de mi co razon. Yo te alargo las manos de mi espiritu, portadoras plena de la luz infinita que derramo del lirio inmaculado de un pensamiento mio... Mi pen^estra vida es un parque lleno de sol. samiento, brio de nieve, salpicado con el ore del sol de tus senderos que nos los abrefrascos nuestro la esencia que sahuman de

el juego de gallir^^'^ baile, las corridas a caballo y y son Unas excelentes gine^U

Parttu^rfoHg^^^

ojos.

Amelia Ceide

tinguian los natives con una gracia inimitable y unica; "No obstante la confusion y el tropel de la corrida —dice luigo Abbad— rara vez sucede desgracia alguna, y si ocurve algun azar es a d'gi'in espanol que encontranclose eon el

miinatodosIosnuebLo^.. expresa claramente la afi

ejereicio tan coprivativa y linica que

peloton de corredores al volver alguiia esquina, no sabe evitar los encuentros con la destreza que los criollos". jLa

Todos los pueblos del tv.

^

nuestra personalidad.

de.slrcza de los criollo.s!

.0, un Pultorrfqul* observadore.s, pone en

^

animal tan peculiare ^ brir finamente una cional. En e<?fl dccion j-'ii i-sd

^

Esa destreza tan callaclamente es-

cOndida eii las paginas cle la historia, afirma un princi-

europeos pio cle autonomia etniea que empieza a clefinirnos.

rnontar y de conducir el

Cierto es que los nuevos medics de comunicacioii y de recreo van ai-rinconando cada vez mas en nuestros dias la

o^tacion iluminada del alma na-

npfiiior;,.

el ritmo y el imputso d

y ese impulso que empieL'^r'^^'^ tonciencia. Y ese ritmo del ritmo y del imnnU.. i ,

terabie en'otraVSt^t

antigua prcocupacion ecjulna, que no por merraada deja de

mconsciente va envuelto ser tan expresiva. Nuestro caballo ha clegeiierado mucho "^ostro, .se diferencia

'"''I-

La.s earreras de phKuU^

>■ - ■»— •— ,CKS"i~jrr'r

y casi se ha relegado a las centrales y a los hipodromos. A pesar de ([ue cstos liltimos fomentan la criauza, se siguen importando caba'los del pais. i Senin las consideraeiones que acabamos de hacer las responsables del desbordado entusiasmo que nuestro pueblo ha sentido siempre por el deportf In'pico /

Av


A M BI T0

HaCIA UNA GRAMATICA NUEVA Por Ruhcn del Rosario

MI cleseo primoro era dUeutir al detalle oual debe ser la gramatiea que se adminislre a los ninos. Pero eomo no me ha sido posible ordenar esto en una

conferencia formal, voy solamente a eseoger unas cuantas ideas que en cierto niodo resumen mi sentimiento sobre la ensenanza del leiiguaje en nuestro sistema de instruction publica.

a la eonversaeion ciilta de fines del siglo XIX y principles

del XX. Por eso yo requeriria un espeso tamiz para eliiiiinar autores, obras, frases y hasta palabras que disuenan en medio de la epoea actual. Yo no pondria como ejemplo de correccion lingiiistiea a un Rieardo Leon, cuyas novelas seiiau impecables de haber sido escrita^ en el Siglo de Oro, peio que hoy se nos autojan perfeetamenie a^alas a pesar

Un problema previo que se le plantea al maestro de es- de todo su easticismo de forma. Al decir cslo -o liago en pahol es el de la lengua en si. i Coucibe el maestro su idio- la conviceion firme de que hay ciertas cosas y personas que ma como una instiiucion estable, sujetas a leyes eternas, son en realidad palabras sinonimas. Se puede ser correeto .enunciadas por los grandes clasieos de la literatura? ;La sin ser castizo, como se'puede ser castizo sin liegar nunca

concibe, por el contrario, como un algo huidizo y capriehoso, susceptible de cambio en todo moniento ? En el primer caso la situacion del maestro es bastante sencilla. Como

a la correccion.

A los muchaehos de e.icuela superior se les podria en

senar una gramatiea de tipo nuevo, recortada como recien

la lengua para este buen sehor no es mas que un cuerpo fijo, le basta con tomar uno de los textos que andau por

salida de la barberia.

ahi y ensenar su gramatiea, acuaiendo entre ratos a una

mueble heredado de sus mayores, sino un automovil efi-

Nada de reglas superfluas. Solo

lo esencial para que el alumno vea en el idioma no un in-

cita de Cervantes o Lope de Vega. El trabajo del alum- eiente amigable que se deja conducir. En otras pala DO estriba en aprender reglas y mas reglas, vengan o no bras; pido una gramatiea nueva, eon una ancba ventana yengan a euento. Pero si el maestro adopta la postura con- que de al eampo de la filologia, purificada diariaznente poi' tiar-ia, su .situacion es comprometida en extreme. Al pen- el contacto eon la historia dei lenguaje y de la cultura. sar la lengua eomo un organismo vivo que nace, se desarro- en esta gramatiea, un solo axioma irrevocable; el de que lla y muere, el proi'esor tieue que estudiar una serie de oir- la lengua hay que erearia hora por liora. • . uunstancias que en otro ca.so desdenaria. Son estas cir-

>;o es que yo confunda la gramatiea con la filologia

eunstancias las que analizaremos ahora, ya que mi objeto u piense que ia una deba ser sustituida por la otra en la es e.s aj udar a lo.s que cargan la grave responsabilidad de ver cuela superior. Es clara la frontera entre ellas y mas clavida y moviiniento en el lenguaje. fh la neeesidad de mantener la liiiea divisoria en la euseEn realidad la gramatiea no es siempre la misma. La iianza. Adem^ de la diterencia de edad, hay otra que sin gramatiea espanola aitiere mucho de la latiiia, easi tanto Juda es la fundamental entre filologia y gramMica. Una como la gramatiea inglesa difiere de la espanola. Ann rieja clasifieacion coloca las ciencias en dos grupos: las mas: e.s muy clistinta la gramatiea latina segiin tomemos com,o punto de vista el latin primitivo, el latin clasico o el

deseriptivas y las prescriptivas. Unas que se dneii a sehalar hechos y otras que se permiten aconsejar ciertas

latin ae ia Edad Media. Caso identico el de Espaiia. Por practicas. Pues bien, la filologia es una ciencia deseriptiva ciebajo cte un nucleo de cosas en eomun, el espauol medio- en su base: recoge datos minuciosos, los organiza y llega vai tiene particularidaues de lexico, morl'ologia y sintaxis a coiiclusiones mas o meno.s generales sobre la vida del len que no lialiamos entre los escritores de los siglos XVI y guaje. La gramatiea en cambio es preseriptiva, puesto que XVll; e.stos, a su vez, se ajustan a uormas que boy en apiuita eamiuos, seCala direcciones para el mejor use del te rechazamos por arcaieas. Con lo que ies quiero ciecir iciioma. Reduciendo esto a formula: filologia —ciencia que la ensenauza de esta materio es mas revsbalosa que pa- pura, gramatiea ciencia apUcada. La filologia bospeda rece. lodas las formas del lenguaje, sean correctas o ineorrectas, El maestro se obligu, i>ues, a elegir entre las grama- do este tiempo o del oiro; ia gramatiea agrupa las formas ticas e.spanoias: la de la lengua lueaieval, la de la lengua correctas dc un momeiito detcrminado y las rcconiienda a clasiea y ia del espahol moaeruo. La eleccion es iacii, sin (a juventud para que no se afloje la tradieion literaria. embargo, si el pedagogo tiene couciencia de su papel. bien- Metiia la misma distancia entre una y otra que entre la do la funcion ue la escuela xn-imaria y secundaria poner a quimica como ciencia de investigacion desiiiteresada y la los ra ucliacJios en coiulieiones tie vivir liouestamente, se les quimiea practica que se ensefia en alguuas facultades prodebe dar la unica gramatiea provechosa para el niimero fesionales. ma>or, ia oe la lengua eonlemponinea. El aprendizaje Pensemos que el idioma es un automovil, un aeroplane de la lengua clasica y me^iievai resulta iiiutil para una gran u otra maquma cualquiera. Para conocer el automdvil parte de los estudiautes preuniversitarios.

Los cursos Ue espauol deben ensenar bien la lengua moderna, es decir, la gramatiea aplieable a la literatura y

puede uno asumir tres poaiciones distintas: primera, tratar de aplicarle las reglas que gobernaban en epoca pasada el

uso de los eocbes de cabalios; segunda, estudiarlo eon es-


t-

A MBIT0

piritu modemo pai-o aetenainar los principios cientificos mos corrientemente de las diferentes partes de la oracidn; que informal! sns iversas partes; tereera, fijar la atencion 'ensenar los variadisinios recurso.s que poseemos para la exen su funelonamiento eon el deseo de aprender a condu- presion de nuestro sentir y pensar; ensenar los tipos de eirlo de la manera mas eficiente y diestra posible. En el oiacion y la arnionia intima que debe pre.sidir el parrafo, primer case seguimos el metodo de la gramatica tradicio- tanto escrito eomo de la lengua hablada. Hacer ver el nal, eonsistente en querer ver un eoclie donde hay nn auto- papel que desempenan los morfemas y el peligro solapado movil, actitud absurda y hasta pernidosa. En el sigundo en el uso inniodesto del aill.jetivo. Ln esto no es obligatocaso seguimos el camino de la filologia pura: el alumno co- rio acostarse del lado de la tradicion clasica; que mas de noeera el automovil en sus detalles y en su fundamento; una vez ha querido decir rutina. No son pocos los giros pero ello no quiere deeir que si trata de manejarlo este 0 frases de tiempo de Cervantes que hoy se califican de esento de chocar contra un poste o atrcpellar a una pobre anticuados, es decir, de incorrectos. A falta de otro apoanciana. Queda, pues, el tercer mdodo eomo el unico al yo acuda el maestro al uso que hacen del idioma las perso

alcanee de todas las inteligeneias. Con nnas poeas reglas y un mucho de euidado se lograra que el muchacho lleve su auto alegremente por la Carretera Central.

Supongo que ahora se vera mejor la neeesidad de una

nas de cultura esmerada; en sintaxis, eomo en los demas

aspectos del lengua,je, es este uso el que da la norma selecta.

De.io para el final la morfologia, porque su estudio

renovaeion de los estudios gramaticales. El estudio de la

no es tan necesario en la segunda ensenanza eomo en los

cue as primaria y superior, eomo que su bianco ultimo no

hablar do las partes del discurso, de la conjugacion, la declinaeion, el genero, la !0z, etc. Pero muehas de cstas cosas ya, las trat-n sabiclas de antes, y no urge ni repetirlas ni profundizai' en ellas. Kecuerdese que un 80% del odio

len^a eon finalidad utilitaria debe radicar solo en las es-

sera otro qug mostrar al educando loi medios de que se

vaien el orador y el eseritor modemo para expresarse con acento de siuceridad. Una gramatica escolar sencilla y redueida.

iQue inelumamos en esta gramatica? En primer ludicho, mucha ortologia. Hay

es ^

^ hablar a los alumnos. Pareee mentira pero

fia

cierta que nuestro sistema educativo no ense-

aboLrt ' pronunT*' eorrie/f.

es que tenemos miles de personas, ^'^Pleados, etc., que a eada momento uvular o dicen nojotro, indeccion,

que se tiene comunmente a la gramatica proviene del excesivo eelo eon quo la escuela ha abordado la morfologia, exigiendo saber de coro una serie muy complicada de paradigmas de uso limitado en la vida diaria. Respecto del proeeso mismo de la ensenanza ya saben nstedes el poco beneficio que dejan las confereneias y las leeturas fuera de clase.

Pareceria lo mejor suministrar

la gramatica en closis pequehas y bien espaeiadas en el tiempo, despues de despertar un cierto interes entre el

uecesario poner un poco de orden, alumnado. Mas importaiite, sin embargo, que la teoria

^ocae;6u"e°

^^I'oi'es de elocucion e insistiendo en la co-

siva Le 1 ^ eoniir-Ti7rs^'i

^<^®utos y en la entonacion exacta y expreUna buena base ortologica seria el essenanza gi-anv^ical.

eomo la pronunciacion es para mi la

'ar famili ^ocial de

'a, le ira en^

^cuela secundaria. El alumno debe esla ortografia, significacion y estado

La lectura, si es verdadera lectu-

■ iciones de ■j'fse la i

al vocabulario hasta ponerlo en conpensamiento con precision. Ineul-

al. emplear

estudiante no se sienta cohibido

Icxico propio

Igual inT

bria que

primeros grades .Desde luego a los miichachos se les debe

hombre y eada epoea tienen su

nuevo ante sus eondiscipulos. 7 &

fonaica ha-

^ la sintaxis. Ensenar el uso que hace-

e,s la composicion oral y escrita, unico medio de que el educaii 'o mantenga firme su relacion con el lenguaje y encuentre poco a poco la propia expresion personal. En conclusion, creo que la gramatica escolar puede muy bien rediicirse a un minimum eon el fin de alcanzar la maxima eficacia en el manejo de la lengua.

Conven-

dria pensar en la posibilidad de echar toda o parte de la morfologia a la escuela elemental, con vistas a ofrecer hueco mayor al estudiante de escuela secundaria para perfeccionar su pronunciacion, agrandar y flexibilizar su voca bulario y aumentar los recursos de su sintaxis. Si al eabo

de esta gramatica remozada salen los alumnos eonveneidos de que lo eseneial en el acto de hablar o escribir es la brevedad, habran ustedes conseguido mucho.

ARREGLE su radio viejo en la

Dentista

UNIVERSITY RADIO SERVICE

Munoz Rivera, No. 31

Jose de Diego 8 — Rio Piedras. P. R.

Rio Piedras, P. R. mi


A M E1 X0

0oncto4 dc

2). vi*e?4luuA.nÂŁl 5R. (Sc^tc-ta iEN LA CITA!

ALPASAR...

iEra en iiora solemnei Tu tardanza. por un instantC; me agoto la vida.

Pase frente a tu alcoba; la manana

eon sus tunicas albas se vestia;

mi aima esiaba esa noche suspendida de los hilos de luz de una esperanza.

y el Sol, para besarte, parecia que escalaba el dintel de tu ventana.

i\Ii pupila i'ebi'il y en acechanza, fatigaba la noche adormeeida,

el aire suaveraente se dormia,

inquiriendo tn imagen. eseondida alia de la sombra en lontananza.

reina un sopor de ensonacion temprana,

En el reposo de la paz aldeana

porque despues que se despierta el dia

iLlcgaste! y, al cehir tu talle belle,

Lo mismo que hizo el Sol, mi pensamiento

se eolgaron t us biazos de mi cucllo, y en tu rostro liu])o iucendio de carmines;

la ventana esealo de tu aposento, revoloteando cual leve mariposa.,

y el espasmo gvntil de tu erotismo,

Y aquel 'ambiente plaeido y tranqullo, me trajo de tu sabana de hilo un perfume de sandalo y de rosa.

fue un jiupremo sopor de sensualisrao con un suave desraayo de jazmines, la QUBIEBA

TROVA DE AIMOR

jDonde estu ? No lo se; vaga en la bruma con su peplo de luz. Pasa inocente,

sonadora y fugaz, tras de la frente, bajo el arinino de un airon de espuma.

Ella todo lo ensalma y lo perfuma, eon el efluvio, vago y persistente,

de un sedante j*osaI, mago y silente,

No Divide aquella noche sileneiosa

que embozado en mi capa zamorana, noctivago, rondaba tu ventana

esperando tu cit.a misteriosa. Tu mano leve, fina y temblorosa, trazo en la sombra una seual lejana,

y, en el deiirio de mi fiebre insana,

que mana del espiritu a la pluma.

llegue a escalar tu camarin de rosa.

Palidece, cual raudo ineteoro, entre la urdimbre de un cendal de ore que ve el Poeta, con fulgor de astro:

que para protegernos se vestia

y al tocar los destellos de su llama,

La noelie aletargada parecia

con brujo manto de un azul-zafiro;

Confundiste tu aliento con mi aliento,

en la flor del ensueno se derrama,

y eehamos a wlar en tu aposento

eomo un iirico vaso de alabastro.

una palabra, un beso y un suspiro. CAMPANAS DE ORO

Cuando voy caminando por la aeera

de la calle, sin rumbo y abstraido, todo andar de mujer pone en mi oido el compas de una musica ligera.

Todo and'arde mujer, menudo y breve desata un ritmo cadeneioso y leve sin que nada lo altere, ni avasalle.

'

Todo andar de mujer, pone un sonoro Miro hacia atras, donde el tic-tac impera del fino taconear que voy seguido, y le abro plaza ai zapatito ungido

que ha calzado una Musa en la quimera.

repique mago de campanas de oro sobre ei trafago burdo de la caUe


A 3M B I T 0

10

DE LOS MOTIVOS DB LA CRITICA COLORIDO EN EL ARTE Por Francinco A. Becerra Aguirre

(Al Profesor Jose A. Balseiro, mii}' afecUiosamente) INSPIItACIO.\

Ell csa evoluclun y colorido del arte, volvenios a lo de ayer: a la eonteinplacion. Ei arte en si y de por si co-

Elel profesor ilanuel A. Martinez Davila, abordando colorido en el arte argiive que —el arte evolu-

nio un elemento puro y conteinplativo. La frase inano.^eada de Eclesiastes o El Predicador-"nada iinevo hay debajo

landeras tejeran el telar azul del ensneno'' (1). Estos

gar. Para el otro es arte un ariseo imperative de belleza integral eon lo que se situan auiomaticamente en dos ran

del sol", seria congruc-nte en este easo en la lotahdad de sus faeetas. Copiando literalmente de Ortega y Gasset. ciona eomo parte del organismo de uue.slra ciiUura hacia un e.spiritualismo puro—. "Y no sera en adelante dice este, y dice bien, "que se trata de dos estilos que exfruto del huerto dp los sentidos eorporales." admite, "sine presan estra os de senlimientos muy ilistantes entre si. Pa flor eristalina de los jardines aereos del espiritu. .. Sns hi- ra el uno es arte la bella envoUura qiie se endosa a lo vul coneeptos del qiierido maestro nos sirvieron a mode de ins-

piraeion para e^eribir algnnas ideas a vuelo sobre los fue- ges distintos de la jerarquia estetica'' (6). ros del arte. Corno diria R. Cansinos Asseus, correspondiente de la Real Sevi lana de Bnenas Letras —no nos mue- IBVLLICIO i liEPERCCSlOA )^ ve a exponer una teoria, el ritmo de cnya dinamiea sera

snfioiente a inforrnarnos de su sentido fundamental, per-

mitiendo apreciai el desplazaraiento de artistas, y, lo que no es menos interesante, del eritico— (2). El profesor An

Lo arlisLieo du antailo esiaba impregnado de ima lui-

Luialeza buliieio.sa, por asi dccirio. Importaba al estilLsta

detalle comunion con el sumo Axtasis personal, de tonio S. Pedreira a mite la ingratitud de esta o pareeida eici.o lai manei-a que perturbaba a fete repercutir, arrebatur, s or en una de sns muy acertadas aseveraciones. Oiga\ io.entament e en Ins sujolus. Lu ubra tie un inos sus ajustadas palabuis: '"Ingrata labor esla de querer ])enetrar guel Angel y de un Liulwig Von Leellioven iias produeen

c imr las obras (,o los denuis. Jamas preteudo que las ob- en niiestro intimo ser una repereu.sidn intcnsa, exla^is de bvienas lo sean para los de-

conmocione.s puias, admiracion total. Atentiiendo el iiiijo de emociones que su.scita eu no-o-

eifl. " londian jnieios diferentes y pimtos de apretio.s nos ponemo.s en aliuidad eon el artisla euando oimos a .inzgai *1170 las obras •' desde niios, Tenemos que acostumbrarnos diversos angnlos: vo eseojo uno; ei .\linuelo en Sol tie Beethoven, preseneiumos un emuh-o In' restantes v digau sin apasionamiento dt.> Rubens, o .e. nios an pasaje de lo mas selecio de Cervan ^0 que piensan"(3). ' tes, El Quijote. No es quo nos iuterese la! o t-ual obra pfr se, sine que tios iniporla nuis su meeauiea iepti«.u.,,oa ^RTE Y E8TETICA c,n nosotros alemiiendo la polvoreda .sentiineulal que el son pasajero levanta en nue.stro interior eon su leton fugitivo, Ei por cleciiio eon una metafora tie 13. Jose. Lajo psta ^'sl^tica pareeen cousolilarse de eonsnrao. de su

eoniun el arte de hoy tiende a deslin-

Oil- el final de una 6ptn-a de Verdi e.s estableeer lum

fruicion de sonoridades puras que emergen poique si de

intimar en ^b ^ 'i^ftistieo sin e-^ttHiea, lo que viene a nuestia urdimbro cerebral. Todo es eonmociou, siacailo.^ inexorableineiV^ ^nogrm;neia con que "el arte evolueiona iotzaiido en aUeareitos, buIUcio, penelracion. Gozgnms ci6n"soirini ^ontido de una progresiva purificaAsi vemos

Jo^e Ortega y Gasset (4-).

eacion todo lo

e imlna en e.sa aseeneion de purifi-

tetica el puntoT^'^''^"

arlisticas, e.s nat.rr'' no tienda en sn

o^tetica. yiendo la jmreza es-

^""vergen todas las t<-n smeias desheche y elimine todo lo que

hacia at>iitro en esa conmocioii de fnerte eiupnjVTendiendo a liacer una eritiea global y a haeer un p,,,

CO de iiistoria, diremos que la mayor parle de his teiuleucias elasieo-renaeenlistas y barroeas (en su pui'a e.sencia)^ son el clamor a nue.stro die.lanieu tie la expresion artisiii.,, a la mancra extatiea por funeiones eoercil ivas, el brdio os

tal natiiraleza ai aeabado completo de del asiniiiamlento sentinieiilal eoino la lesij abismado pop la mimrt ^-P'uplo de Oi'tega. Egberlo |;lendoroso lante del monumentalismo, de la progresion, de las subUobra ce arle, Eo-bei-to 1 fspnsa, prodii.iera alguiia midades superlativas—.

aJgo que no e.s ZutJo .'1,

espresion artistica a

tud eontemplativa modular«\T

de esos7 jhechos. tendrtm s sntonces un tipo de e"^eacion j .^

de verdadera expresion estetiea y artistica (5).

CONTEMPLACION PVBA

Chocante desproporcidn, artificialidad, violeneia y toi-


11

A M B I T0

UNIVERSIDAD PARA PUERTO RICO (Copiado de la Revista "Hiapano-Americana) Madrid. 30 de Bnero de 1867. 11.

olra de las diez provincias que poseen aquella elase de eslableeimientos en la Peninsula, tiene uu^a poblaeion tan nu-

ICMUS e.\iiiie.>^lo la neeesidad en que esta la isla de t'lieno

merosa como la de Puerto Rico.

Hieo dtr cuioiiar. eon la adicion de una

Y no se nos diga que las dichas diez Universidade.3

L'iii\L'li-idad, el editieio de instruceion pnblica que

cuentan, no solo con los habitantes de las provincias en que

be anheiri por a\.|uelio.-5 liabitanUi ilustrados, y que vendria a iiiipe :ir I'lit.ieu inl'«;-cunclo.s todos los esfuerzos que se in-

vaoiean-, sino que por caiecer de aquel centre literjario las denias, el radio de su enserianza se extiende fuera de las

untn.sfu ;i esit- it-sprcto. I'omo no se oompletasen con aquellf. inst il iieidii.

mismas, sirviendo a la necesidad intelectual de un numero de habiianles mueho mayor; pues esto probari^. solo que

Aquel pais ha deinostvado en mas de una oeasion sus bp.etio>. d«='seos vii e-ia niaieiia, .si hien con la iniperfeecioii y liiuidez quo t-N propla en quien. si conoce el clerecho iiinegable tpie le usisie. no osu exponerlo con la perseverancia

las provincias que oarecen de semejante institueion en la PeniiLSula, son iiuis afortunadas que Puerto Rico, puesto que pueden facilmente enconlrar en su vecindad o sin grandes ni eostosas distaneias, los medios de adquirir aquel

qne debieia. auasu por £uUa de habito en la inieiativa, o por falla de i'e en que sus queja-s I'uesen oidas y sus demandas

cion insular y la inniensa distanci a que se eneuentra de

otoigadas.

lleiiu's iuuidiuf nt«' pnesto ante la eousideracion de nuestros Icclores Ui disiniridad que existe entre nue.slra cit'ra de pobiacion. u st-a la oreciente importaucia estadistica de aquul pais. y tu e.viguidad de sus medios cle instruceion, nunca colnia 'os. iiilerin no .se coniplcteii eon el estableeimicnlo uniNeisitario que eon toda ju.sticia pretcndeino.s; piu-5 bic u. .seniejanlo I'alla se ofrece mas visible, cuando se eousiilera cjuo aciuelln cifra estadistiea es, con mny po-

ca.s excppcioues. mayor rpie la de las provincias que en Espana. eiientan con I uiivorsidad. En d'eeto, fnera de Barcelona y Valencia, ninguna

jnmilo iios i)ciicee poreibir el impresionismo de Strawinsky y Del.iissy. Les iniporta a elio.s el espiritii de expresion. Y ante cslas aUenuili\'as <110 es que gozamos del arle en pura eontem]dacidn' No nos eonmiieve crsta t'accion del arte eoereitivamente.

pro\echo; en tanto que la meneionada Antilla, por su posi-

toda L'niversidad, esta privada de uu bien que solo pued.en juzgar inuecesario la mala fe, o los espiritus apocados y Obcui antistas.

Algunos, mal ini'ormacios, o nada eonoeedores de las ii-spectivas circunstancias locales, pretenderan tal vez conte.staiiios que Puerto Rico podria ocurrir a la Haban^a, cuya riiiversidad, no tau distante corao las de Espaiia, estaI ill en aptilud de propovcionar a -aquella isla la instruc eion aulielada ; pero nosotros que, sin pecar de inmodes-

to.s, nos preciamos de enterados en la materia, paramos su replica anticipandonos a ella con la fuerza que da el exanien cle las re.spectivas circunstancias.

to Spanish Literature, que "we are approching a period 0} trannifion for the prevailing mood is one of discouragement ivhich recent military U7id political events have ac cent uated" (.7). Con c.stas fra.ses vaticino a priori, el no table escritor noi'teamericano, un nuevo trato en el arte a

Nos sentimo.s atontos e.spcctadores en fina contemplaciou

la mancra rooseveltiana.

del panorama artistieo musical. Es fticil eiitonces que la ..onmceion brole del ser eomo eosa e.spontanea. natural y

Crremos humildemente que el senor Nortbup, a lo militar y politico, debio liaber hecho partieipe el factor eco-

positiva.

nomieo.. .

Si rin'-ramos a medir el arte por su capaeidad

de arndialar iiu'urriidamo.s en un error ya qne el arte se

Juide por .su efeeto eiego, |)or servirnos por ultima vez de la tilosolia aguda de Ortega y Gasset. MIBAH VISIOXAL'IAS

(1) Martmcz Dnvila. M. A., T.o Azul en ol Arte, pags. 1.57-158, primera eiliciaii, Editorial PoUedro MCMXXIX, Sail .Tuan, P. R(2) Caiisiiios Assena, R., i_.a Xiieva Literatvirn, Tomo 3, p^grii, Editorial Piicz, Madrid, 1927.

(3). Pedreira, Antonio K., Aelaraeionea y Cr!tiL'a,"El Mundo",

De lo rpie .siu-eda eii el arte, es dififil aveutnrarse a hipotel izar. Wi hieii la hipotesLs no es sino una suposici'on

lo de ortubrc de 1933, pAg. 3.

paia saeai' una (•onsecuencia, Jio es menos cierto qua 11^^'^ en si harto elemenlo peregvino. Pqdria.se aseverar, sin embargo, (pie el resurgimienio de tendencias evoluciouarias en el arte modeniista, no deberia sorpreDdernos. Opinaba en 1925 Nortbup, autor de An Introdu^ction

Madrid, 1928.

(4) Ortega y Gasset, Jos^, Notaa, pke. 112, T^leres (5) Ibidem, pfig. 112.

•• ••'

(6) lb., pfig. 113.

(7) Nortbup, George Tyler, An Introduction to Spanish Lit

erature, p&ga. 440-441, The University of Chicago Press, 1926.


12

A M B-1 1 O

RAMON PEREZ DE AYALA EL SENTTMIENTO ANFIBIO

EN "LA PAZ DEl^

SEXDERO" Y "EL SEXDERO INNUMERABLE

Por dorse Luis.Porras Cruz. Umhral

Bienvenida.

RA3I0N Perez de Ayala, romero de la vida, se refu-

Cuando regresa de su incursidn per la vida, su tierra

gia en "la paz de im sendero". Marco: paisaje patriarcal^ "paz horaciana". Se bosqueja el sentiiniento do la tierra: identificacion eon la Naturaleza, sim-

nativa le recibe como a bijo prodigo: carinosa, comprensiva. Logra que florezca esta sensacion animaudo lo ina nimado. Asi, su casa de eampo le aguarda.

patia haeia lo inanimado. PanteismOj estatismo. ..."como a la vuelta de un viaje tin amigo fiel".. .(1)

TrayectoiHa.

El poeta reanuda la vuelta a la vida sosegada del eam

Aeogida mudamente expresiva. i Donde est^ la comi-

po, de aneja tradicion iiteraria. Pero en el no es fin de ruta.

Kjon pueblorina — e.striflenle, histrionica— que de la bien-

sino estacion en sti viaje espiritual.

venida al peregrine poeta ? No haj' que buscarla. Este romeio lirieo es la priuiera gloria de aUlea que se e.scapa de

Mas tarde qnerra

asomarse al "sendero innumerable", el mar.

La Habana es una poblaeion en donde las subsisten-

En Puerto Rico, en donde por estar muy repartida la

cias son raucho raas eostosas que en Puerto R-ieo, existien-

riqueza o por otras eausas, no exist en, o son raros los giande.s capitales, y en donde la maj'oria o casi todos los que so Hainan alH pudientes no pasan de personas regular-

do, por la afhiencia de forasteros que alii coneurren, un gran desnivel re.specto de dicha Antilla con los precios de

hospedaje y habitaciones, pues raya en la Capital de Cuba este artieulo, o sea el inquilinato, en lo estupendo. Pucde asegunarse que un estudiante forastero alH, tiene que gas-

ar forzosamente por vivienda, manuteneion y demas dispen los indispensables y proporeionados a aquellos en lo exiiorbitante, el doble o easi el doble de lo que gastaria en por la proximidad de su farailia,

nes Anaa" poniendo ^

cases a disminuirse aquellas atenciocostos de Ida y regreso, aun su-

ar:::: ZnZzrr entre nosotros y L vpv'

oarreras faeultativas

las familias hLuan hov^ hijos a la Universidad'H!'!

la eonveniencia que todas ^

do por la experieneia v

i ^

comproba-

en razon de tan extrVtv.!^ aetitalidad puede decirse que, rriqueno que haya ido pv^^. vcrsidad de la isia de Cuba ^ ctu-sar en la Unifiriendo todos los que dupHp!/ venir a la Peninsula o ir , como en America, por el m

mente acomodadas, con relacion a las cortas necesidades

materiales de un pueblo que careee del boato inherente a la adelantacla eivilizacion de otros; semejantes gastos pa ra adquirir la instruccion fuera del pais, son verdaderos sacrifieios imposibles jjara la mayor parte, hasta pnnto de truer que renunoiar dolorosamente mucho.s padres a ver cdiicados y en carrera a todos .siis hijos. Vese alii eon frecuencia que los hijos mayores son los que logran una carrera, no aleanzando a los menores .semejante benefieio, por haberse agotado en la edueaeion de los primeros todos Jos recursos disponibles de la familia. j Y que males, y que ji^tisimo descontento no provienen de esta indebida y forzosa preferencia, de esta triste y pernieiosa desheredacion!

Si la ley moderna, al establecer la igualdad de los hijos ante los padres, lia tratado de favorecer equitativamente la

felieidad de la familia, si ha tratado de sobreponerse a

tierapo; pre- otias anejas qne hoy se proelaman injustas, eontrarias al del pais, bien social y fomentadoras del descontento y inalquerentanto en Europe eia entre los hermanos, gserd conveniente que continue,

giones se impone u la vida^"°^ ^ispendio qua en tales re-

ante el benclito pan de la instruccion completa, una des-

De suerte, que la mencionadi

igualdad que se condena por nuestros codigos, y quiere bonrarse respecto de la herencia materi|al o de la fortnnaf i Tristfeima inconsecuencia! ; Doloroqo y funesto espec-

es eompletamente infitil para los

estudiante. Habana

y ahora bien; ^aon iarw?-""®"' Rico pueden liacer los saerifie.os consiguirtU al stste mmiento de uno o mfe de s-os hijos en la Penins-ola dnrat te eiete afios por lo menos, con mas los costos de ida v vuelta; naa^i jTJt>aera<i9? ^jeriajaente?

taculo que puede verse con frecuencia en un pais, en don

de por tener -qiie ir a buscar a remotas playas la instruc cion superior y prof-esionai de las carreras mas frecuenta-

das, se ven privados unos hijos a costa de los otros!


■ i"

A M B I T O-

un ruidoso recibimiento. ^Sahidos! iDiseursos? jVivas de lamultitud? No. El emparrado, las viejas estancias, las cosas familiares, son los unices que le reciben: *'A1 entrar, el emparrado que extiende sus brazc» tremulo

a lo largo del dintel granitico y plateresco, con .sus cien lenguas que hablan

13

La vision de la Naturaleza esta iimitada por c^nones

ra ver integralmente, sino suficiencia. P^rez de Ayala as esteticos personales. No es exclusion ni incapaeidad pa-

poeta eonsciente del valor de los recursos, pero jam^ degenera en taumaturgo de lo adjetivo. No aprovecha los aspeetos desagradables, violentos, feos, de la vida rural, por inservibles para sus propositos artisticos. Su ideal es de armonia: acoplar el yo a la realidad en que se muCve. Pa ra lograrlo cabalmente le basta una naturaleza que res-

por lo bajo cual el viento

ponda afinada a su tono espiritual. Constraye su mundo

parece que me saiuda

externo sobre puntales de ponderada seleccion, se acomoda en el y ambos marehan aeompasados. En "la Paz del Sen-

afablo"... (2)

dero" la naturaleza es estatica. Paisaje de egloga: "camLo Inanimado.

pos azules del celestial zaflro", "dulees colinas", praderas lunadas, arroyos, noches apacibles, ganados, esquilas. At-

En el tinglado de "La Paz del Sendero" lo huniano

mosfera elara, diafana. Horizontes grises, a voces, de me-

—fuera del propio poeta— se mantiene en segundo ter- laneolia. Pero defraudando la.s reminiscencias que pumino. En frente olieian la Naturaleza y lo inanimado. Con dieran trazarse, una posieion muy personal frente a la Na el soplo de la personificacion Perez de Ayala ha elevado turaleza. La gran dosis humana que hay en esa aetitud las eosa.s al piano rational. "Almas paraliticas" o "vale- aisla a Perez de Ayala de la poesia nueva. tudmarios". pevo almas y cuerpos. Las jerarquiza hasta Puga. individualizarla.s:

El espiritu dinamico del poeta quiere huir hacia el mar. Le horadan nuevas ansias. La "paz del sendero"

"Cada mansion respire un peculiar aliento" (3) "La voz del convenlo, el que habito mi hermana era una voz gemela, pero mas transparente, m^s

femenina, mas amable, m^ humane". (4) "Esta case de campo es una viejeeita"... (5)

—la tierra— no puede reternerle ya porque no ha resuelto su problema intimo. Y en una tarde de oetubre —oto no otra vez— el poeta reemprende su ruta espiritual. La sensacion de la Naturaleza —ahora dolorida— mesurada,

Prefiere la eompania de lo inanimado a la del hom-

bre. ^ Asi dialoga con una "vieja butaca de gutapereha" y

aearicia al tocador de eaoba. Auseulta con amor franeis-

La elegancia unida a

eano el dolor de las cosas. Y llega a venerarlas.

La intuicion poetiea de Perez de Ayala sorprende angulos invisibles de la vida inanimada. Aetitud casi des-

conoeida en la poesla espanola. Y su sensibilidad —^placa sutil — al aprisionar las ondas irradladas por los objetos familires, le actualiza el pasado: la easa de eampo le recuerda, con todos sus detalles, la mahana de otono en que partio de la aldea. El recuerdo no se diluye en sentimentalismo epidermieo. Se queda en discreta emoci6n inteleetual. Mesura, aristocraeia espiritual, castellanidad. El Poeta y la Realidad.

No hay pugna entre el poeta y la realidad eireundante. Ni el viene a conquistarla ni ella pretende impon^rsele. El poeta busca un oasis de paz en su roaar por los desier-

la utilidad y duracion Hoy Ud. pue.le amueblar su easa eon muebles solidos de caoba, de estilos atraetivos.

por S425.00 solamente Yea nuestra exhlbicion en

tos del mundo y el area nativa se lo ofreee generosa. La realidad es el Sancho de este Quijote llrico. La individiialidad del pota se desvaneee paiilatinamente. dentro del ritmo universal. Su auhelo de quietud interior se mitiga en el reposo y la armonia que ie rodean. Se siente numero en la totalidad de los seres creados. Y en esa fusi6n pan-

teista asoma tambien alguna vez la aspiraci^u mistica. La Naturaleza.

R. MARGARIDA & CO. (Fabricantes de.b-aejios auebies)


14

A M B I T O

pero cabal.

ni la de un Alberti o un Salinas.

Camino del mar, el tragico dilema Kamletiano— ''ser .0 no ser '

asalta al poeta. En el "aurea mediocritas"

de su zona nativa no pudo ser. ^S'erd ante la inmensidad del marl La poesia "Anela", al final de' ".a Paz del Sendero , es uu heraldo qne anuneia uua naeva diseonformidad.

Libre de vmculos. Solo

en su poesia y .solo ante el mar. "El Allegro" resume el emoeionario ayalino frente al "sender© innumerable". El

poeta de.scubre la .sonrLsa del mar y reeuerda que Esquilo "al mar llamaba la innumerable sonrisa". (11)

Entonces justifica el contenido espiritual y el titulo del libro;

"antes bien se dijera sender© innumerable"...

Paralelo.

(12)

si

ano.s. Un transfuga de la tierra llega

innumerable". Ramon Perez de Ayala, coino

scndero bifurcado en las sendas de Venus —amor profa

poeta asturiano viene de

ne— y de Cristo, amor divine. El mar erigido en simbolo

lento. El andaluz parte del mar

de la vida con .su dieotomia de came y espiritu. El problema de la conformidad interior del poeta eon

tn

PnPT-tn 1

Justificacion plena porque el ve eu el mar luia riita para cada peregrine, una melodia para cada bombre, un gran

iTa ^y el 11a asoma alTCantabrieo. ""Udad-barco"- craza Casti-

lino de los dos elementos —tierra o mar— vuelve a plan-

El Sentiniiento del Mar.

icaise

El rest© del libro sera una pugna

entre ambos.

Con interveneion casi absoluta de la.s fuerzas que se opo-

"Boce Anos PTs"

nen: el hombre maeilento y el hombre robusto, don Cuervo

i

y el mar Ca t • Avala ha

pnente tendido entre la tierra ^^^i^Tnaeion personal. Perez de

dero innumerable^

sen-

vidasde dolor R,..

a-

,.

torno a la aidea p1

de su espiritu estan gri

Porno la tierra euando el

e-

preocupacicnes ha roT

aimeible. El radio de sus

didaeticLsnio ■

Encarna en gesto de noble

liende ya haeia ot

^

Intima. Se ex-

'^ ili

*

y dona Gaviota, la tierra y el mar. El poeta ser^ solo espectador. En "La Polemica entre la Tierra y el Mar" e.stos se enfrentan, pero no venee ni la una ni el ctro: "Oh, si fuera posible el trueco de un instante (13) ser yo tierra y ser tu mar"... "Oh, Mar! Oh, Mar! Siquiera por un .solo instante!" (14) Tierra o Mar?

f-.Sentimiento de la tierra o sonliinionto del mar? El

poeta*!"^(6*^*'^' niar, ,ama el mar. j Oh Resbala hac^'^l'^ niuerte con majestuoso eterno depaso". las cosa.s ..

pioblema intimo de un poeta no rcsnelto aim. Pero es que no tendra mas que una solueion. Solucion equilibrada que climina la preferencia. (Ortega y Gasset ha dicho que preTerir e.s abrir una oquedad en el alma). Solucion de hom-

'Que haya en tn '■ 0 tns ob't-as seran^T"'" an obras en fai-fora". (8)

bre que esta realizando su unidad y su armonia. El poeta

mar se paralelo proyectaentre aim 1el

Oerra y el poeta frente al

^bandoiiado estimul-, reeuerdos:

'

sentimental. Un barco

'

memoria. Abre el album de sus

aban-'ona el "sender© inniimprable" y toma rumbo haeia

la tierra porque ya siente dentro, .iunto a la una, el otrq. Y para equilibrar el momento espiritual, en su viielta a la tierra encuentra a un mozo —^su yo de hace doce anos— que viene haeia el mar...

"La Paz del Sender©" y "El Sender© Innumerable": y.entimiento anfibio de nn hombre-poeta que quiere ser

invade,

integralmenfe.

del aC «e me abren 1

Pero las eselusas

(1) Ramon Peroz de Ayala: "La Paz del Sendero", Rciia-

^'^olnsa.s del recuerdo". (9)

Li so. Eas dama.s tiernr. g-ar. El oeeano colma

fiitre sentimiento

^^"dran lagrimas que enju-

(nra rez e| anhelo pantek "'V'" de lo creado.

el melo se cerrase.

a de perderse en la totalidad

'

sieiuiJi e ep ..' solo entre e| niar v'

La vision del mar se em, elemenlos piiramente ob

que forman el mar y

^'nbito (10) al sol"... S^'adualmente de los

ciinieiito, Madrid, 3924, pag. 21. (2)

Ob. cit., p;ig. 27.

(3) Ob. cit., png. 3.5.

(4) Ob. cit., pdg, 37. (5) Ob, eit., pAg. .34.

(fi) Ramtin PArez de Ayala: "El Sendero Innumerable", R®" nacLniicnto, Madrid, 1924, pfig- 12. (7)

Oh. cit., p:1g, 14.

(8J

Ob. cit., pag. 20.

(9)

Ob. cit., pag. 30.

(10) Ob. cit., pAg. 56.

a ios seiit idos de todos.',Se

(11) Oh, cit., pAg. 7.5.

roJverse eu niebia ni reducir^jr^ •'^nbjeiiva, liriea. Sin en-

(12) Ob. eit., pag. 76.

Jo para eJ poeta. Ni la interp,etaei6rrr Pieiaoion clasica o romantica,

(13) Ob. cit., pig. 180. (14) Ob. eit., pAg. 197,

.1


i

48

bian hecho, y quedo en guarda mi eselavo Pedro.

adentro a busear comida, me recogi a un ranelio, que eon una manfa que llevabamos, al abrigo de una pena me ia-

mejor decir, eon salud perfecta. Hecha mansion, y micntras entraban en el monte

ya ontonee.s estaban notablcmente recobrados todos, 6 per

punta d(v piedra, de donde me parccia imposible pasar con vida poi' lo muclto que me habia postrado la calentura, y

Despues de cinco dias de este succso llegamos a una

de largo.

y las suyas muclias, a no aciidir a ayudarme mi compaue-' ro, me hubiera rauerto; dejamoslo alii tendido, y se paso

con el mocbo como mejor podia, siendo pocas mis fuerzas

con la eseopeta se vino para mi y aunque me defendia yo

baroos un disiiorme oso, y no obstante el haberlo herido

Al segnndo dia que alH salimos, yendo y Juan de Ca ses precediendo a. todos, atraveso por el eamuio que llevA

esta ocasion con calentura me fuese estorbo.

le bizo puente y se fue adelante, sin que el hallarme en

de sondarlo faltarJe vado, con palmas que se cortaron, se

un manglar muy espeso el llcgar a el, reconocido dcspues

cho y en extreme hondo, y aunque retardo por todo un dia

las hinchazones y se nos aumentaban las fuerzas. Hallose aqui un rio de agua salada muy poeo an-

siguientes se grangearon quince y fiie la causa que con el ejercicio del caminar al paso quo se sudaba se revolvian

Anduvieronse aquel dia eomo tres leguas y en los tres

solo ae aalvanan las vidas.

mma.seraos euanto mas piuUesemos, persuadidos a que asi

Dimosle sepidtura entre todos el siguieute dm, y tomando por asunto nna y otra muerte, los exhorte a que ca-

el cuidado a muy breve rato, lo Jialie difunto.

triste. 6 de cansado, me quede dormido, y dispertandome

cina algnna con que est'orzarlo. estandolo consolando, 6 de

otra legua, y a Antouio Gonzalez, el otro Sangley, casi moribundo, y no liabiendo regalo que podyr Ijacerle ni medi-

41

agua era tan poea quo so reducia a un barril pequefio y a dos tinajas, desearuio dar en euaiqiiiera tierra para (aun-

no comiaitjos sino lo que pescabainos, y la provision do

DO ijaeer caso en lo venidero de sus sollozos, supuesto que

Despechado entonces de mi rnismo y deierminado a

enaitdo al itislanfe les faltaba el e.spiritu y se qiiedaban co mo azogados por largo rato.

c(>mpaneros. a qiiienes ajxnias viaii cosa que tocasc a ingles

ea.so. No liaber llegado a esta Lsla, ni arrojadome al puer to do la anteeedente era a iiistaiicias y lagrimas de mis

otro motivo que eilos tendrian, no fjtrevieudose a llegar cerca, se retiraron al puerto. Frosegui mi camino, y para niontar una punta que salia por la proa gobcrne al Sur, y montada muy para afiiera volvi al Oeste y al Oesnoroeste, hasta que a los dos dias y medio llegue a una isla como de cinco 6 seis legua.s de largo, pern de poea altura, de donde salio para mi una balandra eon bandera inglesa. A punto eargue el pano y me atravese, pero desimes de baberme cogido el bavlovento, rceonocietidome por la popa, y luii.v desj)acio se volvio a la isla. Llamela disparando una pieza sin bala, pero no bizo

Apenas vide que salian de entre ellas dos balandras con bandcra inglesa para recouocerme, carganclo todo el pailo me atravese a esperarlas, pero por esta accidn 6 por

embareaciones adentro.

distaucla, un puerto con aiguiios cayiieio.s fuera y muehas

que a una isla grunde; vide en ella, a euanto perinitio la

Al seguiido dia de esta derrota. descubri y me acer*

dia sin notar cosa alguiia iii avistar tierra, para grangcar lo perdido volvi al N'oroeste.

reeonocidos dos islotes eehe ai Sudoeste, y despues de un

Gastados poco mas de ofros tres dias sin rcmataria,

Noroestc.

mar y viento que hacia y corriendo con solo el trinquete para el Oeste, despues de tres dias descidiri una isla grandisima, alta y montuosa; pero habieiido fimanceido cft'ia de seis legiias sotaventando dc eJla para la parte del Sur, mmca me did lugar el riempo para eogeria, aunque guine al

'Costomo notable cuidado saliv de aqui por el mucho


que fueso poblada de ingleses) varar en ella, navegue ocho d\as al Ocste y al Oesudoe.ste, y a las ocho de la manana

de aqi](;l en ((uo a nuestra ini'ruetnosa y vaga navegaeion ol snsto que ine causo su visita, orillandonie a el coino

NO l'> [lit,SO lormitio (i)or estar ya casi sobre el), i'(^onocI nn inuy prolongado bajo de areiia y piedra, no manifestando

mcjor so piulo, por inia quebrada que haeia, lo atravese, aid quo has1,a las eineo de la tarde se descubriese tierra.

Viendo su cereaiiia, (jiie por ser en extreme baja, y no liaberla por eso divisado, era ya mucha, antes que se llegasc la noche hiee subir al tope por si se descubria otro

bajo do (pie guardarnos y manteniiuidome a bordo lo que quedo del dia, poeo despues de anochecer di fondo en cuatro bra?5as, y sobre pieclras.

Fu(j esto eon solo un anelote por no haber mas, y eon un pe. azo de cable de eanamo de hasta diez brazas ajustado a otro bejuco (y t'ue el que eoleliamos en Poliubi) que tenia sesenta, y por ser el anelote (mejor io llamara re-

ayude con una pieza de artilleria entalingada con un cable

zon) tan pequeno que solo podria servir para una chata, lo de guamutil de cincuenta brazas.

Crocia el viento al peso de la noche y con gran pujanza y por esto y por las piedras del fondo poeo despu(3S de las cinco de la manana se rompieron los cables. Viendome perdido mare6 todo el pano luego al instantc, por vcr si podia montar una punta que tenia a la vis ta ; pero era la eorrlente tan en extroino furiosa, que no no;": ( i6 ingar ni tiempo para poder orzar, con que arribando inti.s y mas y .sin resistencia, qiiedamo.s barados entre Era tanta la mar y los golp(^s que daba el navio tan

mueaias on la misma punta.

expantosos, que no solo a mis eompafieros, sino aun i mi arisiosamente de.seaba aquel suceso para saiir a tierra, me

dcjo eonfuso, y m^s hallandome sin laneba para eseaparios.

Qucbrabanse las olas, no solo en la punta sobre que cstabamos, sino en lo que se veia de la costa eon grandes daba ei navio, pensabamos que se abn'a y nos tragaba el

golpes, y a eada uuo de los que a correspondeiicia 42

tierno del coraziin en mayor raudal.

Abrazandose de mi, me pedian con mil amores y ter-

nuras que no les. desamparase, y que, parecieiido imposible

en lo natural poder vivir el mfe robusto, ni aun cuatro dias, siendo la Jemora tan corta, quisiese, como padre que

era de todos, darles mi bendicion en sus postreras boqueadas y que despues prosiguiese, muy enhorabuena, a -busear el descanso que a ellos les negaba su infelicidad y desventura en tan extranos eliinas.

Conveneieronme sus lagrimas a que asi lo hieiese; pe

ro pasados seis dias sin que mejorasen, reconociendo el que

yo me iba binehando, y que mi faJta les acelerarla la muertemiendo, ante todas eosas la mia, consegui el que aunque fuese muy poeo a poeo se prosiguiese el viaje. i Iba yo y Juan de Casas descubriendo lo que habian de eaminar los que me seguian, y era el ultimo, como mas enfermo Francisco de la Cruz, sangley, a quien desde el trato de cuerda que lo dieron los ingleses antes de llegar a Caponiz, le sobrevinieron mil males, siendo el que ahora lo quito la vida dos hinehazones en los pechos y otra en el medio de las espaldas que le llegaba al cerebro. HabienJo caminado como una iegua liieimos alto, y siendo la llegada de eada uno s^un .sus fuerzas; a mis de

las nucve de la noeho no estaban juntos, porque e.ste Fran cisco de la Cruz aun no babia llegado.

En espera suya se pas6 la noche, y dandoJe orden a Juari de Casas que prasiguiera el camino &ntes que amaneciese, volvi en su busea; hallelo a cosa de me.lia Jegua,

ya casi boqucanoo, pero en su sentido.

Desiiecdio en J^rimas, y eon maJ articuJadas razones,

porque me las embargafaa cl seutimiento, le dije Jo que pai'a que mui'iese eonformaodose con la voJuntad de Dies y on gracia suya me parecici i propdsito y poeo antes del medio dia rindi(5 el aspiritu.

Pasados como das fioi-as hice un profundo hoyo en la

misma arena, y pididtidole & la divina majestad eJ descan

so de su alma lo sepultd, y Jevantando una eruz (hecha de dos to.scos maderos) en aquel lugar, me volvi a los mios. HaUdlos alpjados delante de donde habian-salido eomp 47


tierra firme de Yucatan en la Septentrional Amfirlca. VI

'iJienos, de esto metal, cincuenta barras de estano, sesenta , arrobas de hierro, ochenta barras de cobte del Japon, mu-

•chas tinajas de la China, • siete colmillos de elefante,

'

suavos palabras que me dicto

46

. Eespondieron a esta proposicion con tan lastimeras voces y copiosas lagrimas, que me las saearon- de lo mas

'los de alli.

don.de profcestaba voJveria cargado de refresco para sacar-

;de Juan de Casas, me adelanfcfise hasta hallar poblado, de

-el agua, y como viamos aeodia alli mucha volateria que les aseguraba el sustento, tuviesen 4 bicn el que, acompanado

el carirlo, les propusiese el que pues ya no los podia faltar

que, valivTidome de las

^pahei'os, y en llegar a uri arroyo de agua dulce, pero berm.eja, que dLstaria del })rimer sitio mc.nos de cuatro leguas, se pastii'on clos dias. La consideracidn de que a este paso solo i)odi'amds acercarno.s a la iriiierte, y con mucha priesa me obligo a

caminar per la misnia marina^ la vuelta del Norte, pe^o con n.iicho espacio por la debilidad y fiaqueza de los com-

'casa, y (^a .a uno de nosctros con escopeta, comenzamos a

. ... Bien provisionados de polvora y muhicioaes y no otra

do cirujacLO.

•diez Haves, una caja de medicinaa y muchas herramientas

.tres barriles de polvora, cuarenta canoiles de escopetas,

43

Bstando todos miiertos de .sed y no habiendo agua en. cnanto so pudo jceoiiocer en aigim cspacio, posporiiendo mi riesgo al alivio y conveniencia de aqiiellos miseros, de termine ir a bordo, y cneomoridiindomc coii todo afecto k Maria Santi.sima de Guadaiupe, me arroje al mar y llegue al navio, de donde saque un hacha para cortar y cuanto

moH a tierra firme, que distaida de nosotros como cien pa ses, y no pasaba de la cint.iira e! agua dondc mas horido.

de haber amanecido, rccoiiocicmlo su eercania nos cambia-

e! mar hasta do alli a tres dia.s; pero no. ob.stante, despues

Perscvero el viento, y por el consiguiente no se sosego

ino.s repararnos (jontra el vieiilo, quo soplaba vchementisimo y destcmjilado; pero haeiendolo a Dios nuestro Scnor repetidas suplicas y [)rome!sas, y porsuadidos a que estabainos en parie dondc jamas .saldj iamos, se paso la noche.

No tcnia arbol ni cosa algiuia a cuyo abrigo pudiese-

y aim ta! voz jior la violencia can qne la herla se derramaba por toda ella con grande I'nipctu.

como dosciento.s pa.sas y por todas partes la cercaba el mar,

Tendria de ambito la pefia quo terminaba esta punta

esta costa: hallan inopinadamciitc gcntc catdliea y sabcn estJir on

a seis y de a diez, y todas de plomo, cien quintales, per lo

lleria do hierro con

Sed, hambrc, eiifeniiodades, imierU's con que fueron atribuladon ca

tuviscn salvos.

de dos mil balas de a cuatro, de

dose, dij?o, la fragata, que en pa^o de lo muclio que yo y ;[os mios servimos a los in^leses nos dierori graciosaraente. Era (y no so si todavia lo es) de treinta y tres codos de quilla y oon tres aforros, los palas y vergas de excelen•tisimo pino, la fabrica toda de Undo galibo, y tanto, que coi'J'ia ochenta leguas per singladura con viento fresco; quedaronse en ella y en las playas niieve piezas de arti-

Inrgaudo. me arroje al agna. Qiiiso coiicpiierme su picdad ol que llegase il tierra dondc lo hice firme, y sirvicndo de andaribo) a los que no .sabpm iiadar, eoiiveiicidos de no ser tan dificil el trausito como se lo pintaba el iniedo, consegui el que (no sin peli gro maniflesto de aliogarse dos} a inas de media tarde cs-

pobros. cifiondomc lui eabo delgado para que lo fuesen,

su miserieordia sacrificandole mi vida por la de aquello.s

de alli.

Quedose (ojala la pudieraraos haber traido con noso•tros, aiinque fuera acuestas, per lo que adelante dire), que

Consideraiido el peligro en la dilacidn, haciendo fervorosos actos de eontriccion y quoriondo merecerle a Dios

abismo.

eii la caja de mediciiia qiie me dejo el condestable se habia ihallado, y a ia subsecuente semana; dandoles a los compaifieros el aJiento, de que yo que ellos necesitaba, sail


*5*

y 'ry.

mios eliaivos

de ajyua

inc paii'cio neeesario pnra luu-cr frK-i;o. Ilicr so^'umln viajj-, y a C'jnjK^llmie.s, 6 por inr-jar doi'ir. ii:i a^'.f MiK'uli'. piiM :m li.imleTP (!(• af;:na en la misiria pisiya. y no a1 i-evi«'nil("nie a a(jnei dia a tereer viaje. desi)U.'s <pu' apMji'aiTKN lodos imestra anlinite «ed, hiee quc eoliicn/asni los mas fueites a destrozar palmas de muehas ipic aill liabia [ami (•oiiier los co^oilos. y cnr.eiuiiendo ean• ilria >•(' !)asd la mn-iie. llallaionse el (Ha ^ifi•uie^te

(aiiiKjite al^o ^Hlol.ln') eutre aqiieilas palmas. y mieiitras se (•oniiiarulahaii los conipaficros })or e.sle hallazg'o. aeom-

pafian onie Juan tie Casas. pase al navio, de domic en el Cuyiico (jne alH Traiamos (siein)H'e eon riesgo por el nmclio itiar y la velienkMieia del vieiito) saeainos a tierra el velaciio. las dos v(das del Triiujiiete y gmvia y pedazos de otras. yaeamos tanil)ien es(a)pelas. polvora y nninieiones y quier aeeidenle.

eiianlo nos jiaircid ]ior eiiKmees mas nee(^sario )>ara eual-

Dispuesta nna barraea en qnc eoniodamente cabiamos todos, no sabiendo a qne parte de la costa^se liabia de caniinar para Inisear j^ente. eb^gi sin motivo especial la que covre ai yur. Yendo conmigo Jiian de Casas. y despues de tiaher eainiiuulo a(|Uel dia eoino eiiatro leguas inatainos

dos iniereos inontesi's y esenipulizando el quo se perdiese •aipieila eanie en tanta necesidad, eargainos eon ellos para que los logra.sen los coinpaneros.

R.epet.im(\s !o aiidado A. la inafiana signiente hasta Hegar a un rio de agna salaila. eiiya aneha y profiinda boea :iH>s alajd los pasos. y aiimjtie |)or haber desenbierto iinos

porqno Jus eharcos de donde se

raiK'lios antitinisiiiios Iteelios de imja, eslabaiuos pcrsiiadi• lia; a ()i.e deiilro de breve s(^ liallan'a geiite. eon la impoaibiiidad de |)asar adelanle. desiiiies de enati-o di'as de tra•bujo nos volvimos fj-istes. JIalle a los eonipaiieros eon mneho mayores afliceio-

nes, qiie las (pie yo

pro'vei'an de agmi se iban secando, y todos estaban tan bin-

A] segundo dia de mi Hegada so aeab6 el agaa, y aun-

eliadus (pu* paieeian hidrdpicos.

qne por (d termino de cineo se bieieroji euantas diligen44

eias nos dicto la necesi iad j»ara eonseguirla, exeedia a la

do la mar en la amargura la que se liallaba. A. la iioelie del (piinto dia. postrados to.los en tierra, y mas con los efectos qne con las voces, por sernos imposible el articnlarias, le p(^ilimas a la Saiitisima Virgen de Gnadalupe el qne pnes era Ibiente de aguas vivas para sns devolos compadeeieiuloso de lo qne ya casi agonizabamos

apailar jamas oe niu^stra immoria, para agradecerselo,

eon la nincrle. nos socorriese como a hijos, protcstando no

bcncficio taiito. Bien sabeis, madre y sejiora luia ainantisima el qne asi paso.

Antes qne se aeabase la suplica, viniendo por el Sueste

la tnrbonada, cayo iin aguacero tan copiaso sobre nosotros,

qne rei'rigerando los ciierj)os y dejiindonos en el cayiic.o y en cnantas vasijas alii teniamos provision bastante, nos dio las vidas.

Era aqiiol sitio, no solo estAril y falto de agua, sino mny cnL'ermo, y aiinque as'i lo reconoeian los companeros,

cerlos para que lo dejaseinos: pero quiso Dies qne lo que

temiendo morir en el camino, no liabia mode de couven-

no recabarou mis siiplieas. lo consiguicron los mosqiiitos

(qne tambicn alH Imbia) con sii molestia y ellos eran-, sin dnda algniia, los qnc en parte les liabian eansado las hin-

chazones que lie dicho con sns picadas.

Treinta (Has se pasaron en aqiiel pnesto eoraiendo

ehalacas, paliiiitos y algnn mariseo, y antes de salir de el

por no oiiiitir dili-eneia pase al nax-!o pue liasta entonees no se IiaWa esefitimado, earjrando con bala toda la ai-tiile-

ir,„t n,i iulento el pne si aeaso liabia gente la tierra

ria la dispare dos -veei-s.

adenfro podia ser que les moi-iese el estruendo a saber la'eausa. y que aendiendo aili se aeabasen nuestros traba-

, • • .

Con esta esperanza me muntnve basta el siguiente dia

jos con SII venida.

en cuya nocJie (no se como) fomando fnego un cartueho de a diez ((ue tenfa en la mano, no solo me la abrasd, sino que me maltrato un mus/o, parte del peeho, toda la eara

y me volo el cabeiJo. Ciirado como mejor se pudo con migiiento bianco, qne 45


EL NUEVO EDIFICIO DE LA CLINICA PEREIRA LEAL Frente a la Universidad y en \\n

magnifico edificio preparado expresamente, ha sido instalada la CLINICA PEREIRA LEAL Este edificio cuenta con dos am-

plias plantas, bellas terrazas y magnfficos jardines. Esta es iina cle las clinicas mejor equipadas de

la isla, para cases de cirugia, medicina y maternidad.

A la izquierda, el doctor Pereira Leal y a la dereclia, el doctor Davila, directores de la misma.

^Hii II


luces para Nuestros Amigos Cdda Una tie ia.s giYfiguas qiie haceir el recorritlo entro las linctJ.s SAX dt'AX — SAXTUKCli RIO PIEDRAS, C'ontando las baiTiadas ancxas a SAXTUKCE, y viee-vcrsa, liova iina hiz

distintiva que anuneia a nuestros amigos la ruta que lia de toniar y es de absoluta imiiortancia, el fijarse en las luces de las guaguas, pues eon ellD se evitan equivoeaeioiies y se rinde mejor servicio al publico. ,

lai-a faeilrtar la eooperacion del ju'iblieo, nos itenniliiuos repetii* (|iie las guaguas del PAR-

QUE llevan una luz roja; las de PARQUE-LOIZA, uiia liiz mja y verdc ; las de MARTIN PE>;^A, Una verdc y las de lUO PIEDRAS, una in/, blanea. poquito de euidado y bondad de parte de nuestros tiueridos amigos se traducira en eficiencia y prontitud.

SU AMIGA EN LA CARRETERA HATO REY

PUERTO RICO

r-^F=J|^F^f===^r--^f==^f=a^Flr=ISpqn=Jr=l,=Jr=Jr=ai^Ii=lf^r=Jr==Jr=Jn=J.=Jr=:d,=Jn=i,^n=nA


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