J
APEKDICE ^ Xj
' RELATO INCREIBLE que don Policai-po 'Eclievam'a tenido la audania de titular fiel resena de la actitud
que eltoraara d, fines del ano 1887,-en los escandalos,
desverquenzas y orfmenes cometidos en aquella epooa de baldon y oprobio, sieudo alcalde delegado JUANA-DIAZ roR
)
Don Pedro Carreras y Piiiliau
Eiliridinle Ires mil ejcm|ilares Cosleada y ri'parrMlii gratis por varies vcclnos.
r
'^ ' ;'V
PONCil
, Tip. de la "Eevista do Pacrto-Eiooi" 1889
"• ' iV •
'• . ''f
■■ ■V
X. ' ' V ,■■ ■ ' ■ . V : 4 .
. i
-
- V- . . /
v;--
• '/
■ '- '■ ' ■ ■
>!- '
;
;
••
,
• ^
•
v-i.
^
'. ' r,
.V
\rt
< ••
f ■ : ' , I
V
'•
v V ".-y »
f y ■
■ V'iy:^:y'
.; '
•va
'
'
. '■
•lA'i; , •
"yV ^
'
.
''.it)
■ ■• r'-l ■: ,
-V '
■
••
■
,
I
t
n.af^
iv. .
' 4,
■m '■ I.,
t
L;
■>'iif-
I,
^
,
, • V
»
f-;
■/
i v
Z'
I,'. V, .Z VV,..
. .u-«iJat
»
1 . ' ■
■.y- ■
.r.
•
' ■
'V.V-' ,1
APENDICE -A- L
RELATO INCREIBLE que don Policarpo Eohevarria lia tenido la audacia de titular fiel resena de la aotitud que 61 toraara a fines
del aSo 1887, en los escandalos, desverguenzas y crimenes cometidos en aquella 6poca de baldon y oprobio, siendo alcalde delegado 13 E
J U A N A- D I A Z
For Don Pedro Carreras y Rubau ÂŁdici<>u (le Ires mil pjcniplarcs Cosleada y repartida gritls per varios rccinos
PONCt
Tip. de la "Eevista de Pnerto-Eioo." 2.
1880
I
A*.
t^y f\}y
1 kfxro.
J
i
' ; I,
EI8IZ.C ' I' ■
'Ti,d 'r,' ',)■
,1 mK ■' 1
. ,
■ . "r. ".A
.;
H'l
T»1
(
. I
LA ARAUCANA CANTO
♦
XXXI
La mis fea maldad y condenada
'
Que mas afrenia i la bandad divina, Es la traicidn , sobre apiistad forjada Queal cielo , ticrra y ai infierno indina. Que, aunque el senor d.e la trair.idn se agrada , Quiere mal al traidor y le abomina; Tal es este nefario maleficio
Que indigna al que recibe el beneficio. Raras veces vereis que el alevoso
En estado seguro permanece ,
»
De nadie amado , i todo el mundo odioso ,
^
Que el mismo interesado le aborrece ; Amigo en todo tiempo sospechcso , Aunque trate verdad no lo parece, Y,al cabo, no se escapa del castigo
^
Que la misma maldad lieva consign.
?
Alfonso de Ercilla v ZuNict.
CO N
vS
- . ,
In
■
0=-
rEGALO
OCT
"f*
' .
i
i
- i.l" - . " .''J ■
l''
. '
u.
■
> ,
Ail.
.o ,
M V'VWi '4^ ■
L ..
K ■ ■ '.•''• ^'1;
■. ,, i-'
f -V
,i < I
■ > "l
>
'
u. ■ ■
./■. ,
r
■ iv a
*
•»". h
i" *
\
',;.
''
V '4 iM
Por
<le este folleto
Alld por los afins mil, habfa en Bagur, pueblo de la provincia de Gerona, donde naci y corrieron
, los primerrs anos de mi infancia, un idiota, objeto de las mofas de los muchachos del pueblo; los que, cansados de sus muclias majaden'as i im'pertinencias, le abandonaron al desprecio a que por ellas se hacfa acreedor; mas no conforme dicho
sujeto con el silencio de los chicos callejeros, linicos que podfan ocuparse de un ente seraejante inventaba nuevas bufonadas para llamar con ellas la atencidn publica y hacerse objeto nuevamente
de los dicterios que en tales ocasiones y d tales indivlduos suelen prodigarse.
Estoy no otra cosa as lo que pasa en la actua-
lidad con el tristemente cdlebre don Policarpo
Echevarria, individuo al que la mayorTa de la prensa de este pafs y la voz publica ban sabido colocar en el lugar que verdaderamente le corresponde, acusdndole de irregularizador de caudales publicos y otras acciones iinpropias de caba-
lleros, de cuyas acusaciones no ha podido jamas vindicarse.
Enemigo por principio de gue mi nombre aparezca en letras de molde, hab'ia, hace mucho tiempo, formado la resolucidn de no ocuparme de un
hombre de tan mezqiiinos m^ritos y que tantos perjuicios me ha irrogado como el autor del folleto titulado Reseiia que hace don Policarpo de Echevarriapero habiendo visto que en el mencionado folleto se me hacen acusaciones enteramente inexactas
v6ome precisado d abandonar la linea de conducta
-6â&#x20AC;&#x201D;
que me habfa trazado, para dar un solemne mentis 4 quien con tan poco respeto d la verdad me lanza acusaciones como las contenidas en el mencionado folleto.
Falsedad de EclicraiTla
Dice el senoi Echevarria que, en una conferen-
cia que tuvo con el senor Patino, dstelereveld que habia sabido por conducto mio que en casa del senor don Pedro Descartes, de Santa Isabel, hubo una reunidn cn la que algo grave debia haberse tratado.
Es inexacto; es enteramente falso que tal revelaci6n iiiciera yo 'â&#x2013; 1 senor Patino, ni k nadie ; y para comprobi-rlo r e remito k la declaracidn que preste ante . 1 jrnor Juez Garcia Paredes y Escribano senor S-in Juan, de la cual supongo bien enterado al senor Echevarria porque el major que nadie co-^ noce la causa incoada en la epoca k que se refiere el referido folleto.
Tambidn debo suponer, como supongo, por la honradez y caballerosidad que distinguen 4 mi amigo el comerciante don Espartano Fransceschi que Sun inciertas las acusaciones lanzadas contra dicho
senor, quier, por encontrarse ausente en Europa,
no puede hoy defenderse ; pero que de seguro lo hara cuando legrese y se impongadel tiro 4 queraa-ropa que ha querido descargarle el senor Eche
varria pagando de este modo la generosa accidn lie haberle levantauo del suelo, cuando, 4 ])oco de haber cesado en sus funciones de Alcalde, recibio
en el atrio de ia Iglesia unabofetada que le derrib6, dejandole mal parado. i Este es el pago que debe esperarse de ho.mbres que carecen de gratitud I
Se me hace precise hacer alguna historia para demostrar la inquina que me tiene el tan nombra-
â&#x2013; 'y -7â&#x20AC;&#x201D;
do don Polo, y poresfa causa me veo en la prerisi6n da tocar algunos puntos en justo derecho de defensa.
Lo que entieude Echevai-rfa por aetos bciK'flcos
For el ano de 1875 me encontraha afiliado al
cuerpo de voluntarios de esta poblacidn y se acord6 Una colecta en las plazas y clTes con objeto, segun se nos hizo entender, deutilizar lo que serecaudase en actos bendficos para aliviar cualquier
desgracia que pudiese ocuriiri individuos pertenecientes al instituto.
Pero he aqul que al c^lebre Capitan don Polo Echevarria, se le ocurre un paseo militar i uno ile
los barrios de esta poblacidn denominado Pastillo, acompandndose al efecto de toda su numerosa fa-
milia, y, por su sola cuenta y sin explorar la voâ&#x20AC;&#x201D; luntad* de los asociados, invierte la cantidad existente en cerveza y otros artlculos para obsequiar d. los que le acompababan.
Debo hacer constar que en su mayorfa todos ha-
blamos pagado el septimo mes de la cuota que se nos tenfa irapuesta, excepcion del mencionado Ca pitan que no habia aportado ni un rdntimo d dichos
fondos, segun fuimos cnterados por el entdnces sargento primero de la companla don Antonio Fiol.
i Ese es uno de los actos que pone de relieve la
tan decantada honradez y sentimientos patrios del senor Echevarria !
j Ese es el espanol inmaculado, prodigador de patentes de espanolismo, tanto d insulares como d peninsulares, sierapre quedstos se plieguen d ser-
vir de instrumento para sus maquiavdlicos planes!
j Ese es el hombre que se gloria vistiendo el que
dl llama honroso uniforme de Voluntarios!
i flse es el Inclito don Polo, el que, estoy hien se-
guro de que si no fuese por gajes como este y otros
â&#x20AC;&#x201D;8â&#x20AC;&#x201D;
por el estilo, ha tiempo habiese cesado eu su tenaz empeho de querer aparecer como el iinico bueno, como el mas patriota y el mas hoiirado entre todos los espanoles!
La honradez y probidad de Ecbevarria
^
La citada malversacion dc los fondos menciona-
dos fue uno de los mdviles que me impulsaron, en unibn de otros muchos, a separarme de dicho instituto, lo que me valid el desagrado del Jupiter touantCj que desde entdnces no desperdicid medios
de perseguirrae abusando de la autoridad de que estabainvestido.
Fero entdnres varid la decoracidn, cayendo del pedestal el hombre que se consideraba inexpugna ble, y entramos § tomar parte en el Ayuntamiento varios de los que no comulgdbamos en su iglesia y tuvimos necesidad de conocer una vez mis gran honradez y probidad de dicho senor Echevarria,
por el hecho que se le imputd de haberse apoderado de varios postes destinados al teldgrafo, que utihzd en la construccidn de una cocina; uniendose a esto la fabricacidn de un pantedn en el centrodel
cementerio, con materiales pertenecieotes al pue blo y en cuyo pantedn colocd la cruz de piedra que ostentaba en su frontis la Iglesia de esta poblacidn.
Para ambas fabricaciones utilizd los penados que se hallaban extinguiendo condena en esta circel ^municipal, y por tales conceptos le fud seguida una causa criminal que did lugar, por set muy rui-
dosa, k que el asunto ocupara por mucho tiempo la atencidn piiblica. Y ya que de esto me he ocupado agradecerfa al senor Echevarria que me dijese si pudo vindicar-
se de las antedichas acusaciones y cual fue el re-
sultado de la mencionada causa; pues siendo yo
'-mmt '
■ ;,
'
■ ■
—9—
en aquellaepoca el Concejal qua df cuenta de estos
Jiechos al Ayuntamiento, todavia no he f)odido conocer el resultado qua tuvo la meucionada causa. Liimeutos de Eclievarrla
Sedamenta don Prdo de la triste c(?ndicwu d que se le vino d colocar por habcr cuniplido con su deber— .
El seiior Echevarria creera que ha cumplidocon
su deber y lo dira muy alto; pero es el caso que ^1 entiende el deber de modo muy diferente a co-
mo los demas lo eutienden, como ha sido siempre su empeho en meterse en libros de caballeifa y en
traer revueltos todos estos pueblos y tener siempre sobrescitadas d las autoridades superiores para que le tuviesen por un gran vigilante de los enemigos de Espana. Enemigos que iiadie ha visto ni han existido mas que en su premeditado plan de hacerse siempre el necesario d indispensable. Inveuciones de Eelievarrfa
El sefior Echevarrfa ha equivocado la carrera, pues en lugar de haber comenzado por salvaguardia municipal hasta llegar a dictator del pueblo de Juana-Diaz, ha debido meterse a compaginador de comedias de mdgia, en las quenadie le hubiera aventajado para inventar duendes, fantasmas y aparecidos.
Di'galo sin6 la alarma que tratd de producir en
la opinidn piiblica alia por los anos del por siem pre memorable general Sanz en este pals, tratando de hacer creer k los incautos que existia un
entierro de armas en la isla Caja de Muerto, sdlo por el hecho de haber sabido que en dicha isla se
habian practicado varies excavaciones, cuyo objeto no era otro que el de buscar los imaginarios
tesoros que se dice existen enterrados en nuestras costas e islotes vecinos, que en realidad son una
pTeocupacidn de nuestros antepasados y gran niimero de nuestros coetanecs.
Si fuera esto solo ]iodn'a totnarse i risa ; pe-
ro desgraciadamente el unico resultado que se obtuvo fu6 el haber conseguido que el citado Gober-
nador Sauz irrogando graves peijuicios a don Jos6 R. Alomar, le hiciera destruir una casa recreo que en dicha isla tenia y abandonar per completo uua nuinetosa crianza de ganado lanar y cabrio, que alii poseia. Adnladoues de Et-bevarrla
* I No recuerda don Policarpo las arbitrariedades S todas luces cometidas contra el pacifico ciudadano don Melitdn Munoz, sdlo porque se dijo ha ber oido decir el mencionado senor Munoz que creia estaba declarada la cesantia 6 relevo del Ge
neral Sanz en el mando de esta provincia ?
; No recuerda, repito, que por solo atraerse 6 granjearse las sinipatias de dicho gobernador hizo objeto de todas sus iras al mencionado Munoz, incoandole una causa criminal y remitidndolo procesado 4 la carcel de Ponce donde estuvo una infi-
nidad de tiempo, saliendo, por fin, absuelto por ha berse conTcncido las autoridades de que solaraen-
te un exceso de celo y mala voluntad de parte del senor Echevarria contra el senor Munoz habia
producido la por demas arbitraria causa ? Irrupcioiies do Edievarrfa
,1 No recordara don Policarpo las diferentes excursiones hechas a la costa del pueblo de Santa Isabel, cometiendo con esto el delito de allanamien-
to, pues por mas excitaciones (jue hiciera al por
enton'ces alcalde de dicho pueblo don Froilan Santana, este Qunca quiso prestarse a secundar sus planes ? Eclievarria buscaudo el Tcllocino de oro
ft
^
V6ome precisado d dirijir otras preguntas al senor Echevarrla y empiezo con las siguientes : i Tendria noticias don Policarpo de quien fu^ el
celebre
qua alia por los anos de 18S7,
* cuando este pueblo gemia bajo el yugo de im sa-
gundo Torquemada, sufriendo las horroMsas cruelX
.J ir>n'iiciVi/^n â&#x20AC;˘ fpnrlrf-a dades de una renacida inquisicidn; tendrfa noti
cias, repito, de quien fu6 ese caballero andante que montado en brioso corcel, lanza en ristre, derriban-
do todo lo que & su paso encontraba, pisoteando su propia dignidad, arrogandose facultades indebidas, invadiendo extranas jurisdicciones y rcomâ&#x2013; lanado de ruatro 6 cinco adlSteres, sdlo por el
deseo de coronar su desdichada bbra empezada, fub 4 terminar su.expedicidn 4 la Hacienda dennminada Mtihiz sita camino de la playa de Ponce, huscando, segun dicen las crdnicas, un entierro de armas que sdlo pudo suponer su extraviado cere-
bro que existfa a veinte pasos de distancia del sitio que ocupaba la chimenea ? ,1 Podrla decirme don Policarpo Echevari I'a, si de ello tuvo conocimiento, cual fue el result? do de
dicha expedicion y qu6 fud lo que se eiicontrd en dicho lugar ? Conteste don Policarpo. Ecliev.n"ida
pesct <lc fllibnstcros
Digame, senor Echevarria : j^Tuvo usted co nocimiento 6 sabe quien fue el inventor de una
expedicidn formada en este pueblo, que se dirigid i las costas de esta jurisdiccidn, con el objeto de
sorprender cargamentos de armas que supusieron
exlraviados caletres habian de desembarcar desd-
nadoH A 'os conspiradores juanadinos, y qnien fue, entre los tpie componian la comidva e' que pistola en inano y cual otro Pepino el breve (en cuanto 4 lo V diente) recorria las orillas del mar cual cendnela
avanzado y al ver atravesar las olas d unbuque ((ue salia del puerto de Ponce cargado de azucar,con direccion a los Estados Unidos, did el grito de alarma mamfestando a sus companeros que se aproximaba la presa esperada ? Voime 4 complacer en recordarle el resultado,
que, sefiin la voz publica, obtuvo dicha expedicidn.
El buque siguiendo su rumbo fijo, atravesd tras la isla Caja dt-Muerto y contin"6 su camino dejando con un palmo de uarices a los que tantas iasias tenian de sorprender un contrabando, cuyo
hecho d'6 lugar , ([ue el que haci'a de segundo jefe en la expedicidn tuvicse que raanifestar d sus coaligados que, habiendoles divisado la tripulacidn da dicho buque (era de noche, a nueve millas de
distanci?-) y hab'endo cnbrado miedo de ser apresado, habia tenido per conveniente ocultarse; con cuya manifestacion que fue aceptadapor la media
docena de expedicionarios, todos quedaron conformes y se retiraron d sus respectivos domicilios. Elievarrfii cazaudo moehos
I Estara en autos don Policarpo de quienes fue-
ron los individuos de esta poblacidn que alld por el mes de Agosto del 87, por mas senas un liines
y dia feriado, hicieron unaexcursidn por el barrio de Arus y hacienda Potala, registrando el cuartel de esta y recojieudo mochos viejos que tendrian de uso para sus faenas domesticas las mujeres de los jornaleros y quitando varios machetes d algunos trabajadores que salian de sus ocupaciones, pues d
—13—
pesar de ser dfa de fiesta, se trabajd en las hacien das, portAndolo toclo i esta poblacidn y que supone el que suscribe fueran los mistnos que vi6 trasladar de un cuarto de su casa junto d la escalera,
por un'^uardia urbano, d la sala donde estaba constituido el Tribunal que entendia en la causa en esta fecha ?
Conteste don Policarpo. Esciiela <le delatores
j Podria decirme el sehor Echevarria por quidn fud llamado el vecino don Jo vino Torres, y pri-
mero asonsejado, y luegO amenazado, querienJole
obligar d que elelatase como conspiradores a vecinos paci'ficos y honrados de esta poblacidn ? Conteste don Policarpo.
EoheviU-rfii cnpataz de sicario.s
I No rccuerda don Policarpo cuando fue detenido el jdven, casi nino, don Jpsd Zambrana para
que declarase en la causa que se seguia, y, por haberse negado dicho jdven d mentir, le aplicaron los palillus y el mismo don Policarpo que se hallaba ]>resente a ese acto dijo d los guardias que le apretasen pues era de los btic7io% ? Conteste don Policarpo.
Eiibriea dc pasqulues
£ Conocerd por ventura don Policarpo quien fud el autor 6 autores de las cdlebres proclamas
que decian fueron halladas en las casas de los dig.
nos vecinos don Francisco Zayas y don Juan P-
Ortiz, y que dice la voz publica fueron confeccionadas en esta poblacidn por empleados d sus drdenes ?
Conteste don Policarpo.
â&#x20AC;&#x201D;14â&#x20AC;&#x201D;
Los esbirros de Eclievarria f
I No 63 verdad, don Policarpo, que la mayor p:;rte de las denuncias hechas a caballeros de esta poblacion y fuera de ella fueron sostenidas^- sfirmadas por empleados de su mas compl-jta confianza ?
Conieste don Policarpo. Eelievarrfa alcaide, ciiartaloro y algiiacil
,1 No es verdad, don Policarpo, que en ladpoca d que vengo reflriendome se hallaba su casa convertida en una verdadera BastiUa, siendo a un
tiempo prision provisional de veinte y tantos procesados, Juzgado municipal, cuerpo nurneroso de
Guardia civil, cuartel y de()6sito de annas y muuiciones de voluntarios, morada del Juez especial Garcia Pareiles y otros jefes, oficinas donde se instruia el proceso menciotuido, y vivienda al mistiempo de su nurnerosa familia ? Conteste don Policarpo. lusligacionos tie Echevarria
I Digame, don Policarpo : ha podido usted vindicarse de las infinitas acusadones de muchos ve-
cinos que le ban delatado publicameate en la prensa como constante in itigador que les obligaba
d confesar la existencia de sociedades sccretas y a delatar d infinidad de caballeros ?
Conteste don Policarpo. I'rovocriciones dc Eehevarrii
^ No recuerda, don Policarpo, las provocaciones que hizo al vecino don Jose Ortiz Rivera, incodndole unsumario y remitiendolo d la carcel porque
dicho senor se negaba d pagar contribuciones que
â&#x20AC;&#x201D;li
en ningun concepto debfa, como lo comprueba el hecho de haber salido absuelto en dicha causa y pretendi6ndo fuese conducido i pie a la ciudad de Ponce ?
Conteste el senor Echevarria. Be como Eclicvarida no dabade Ijcbcr al scdieulo
I Digame, don Polo: ^ Per que el pueblo venia sufriendo iuceaantemente la falca de agua en el
acueducto, hasta los casos de que por mas de dos meses careciamos de ella teniendo que hacer gastos extraordinarios para poder proporcionirnosla ? Conteste el senor Echevarria. luccndios gobemando Eclievarn'a
Digame, don Policarpo : ^ Por qu6 en la noche
que dieron fuego en la calle de la Trinidad, por efecto del cual quedaron reducidas a escombros cuatro casas pertenecientes a varios autouomistas
y entre ellas la ruuy valiosa del portantos conceptos digno vecino don Acacio Torres, donde se celebraban publicamente las reunioues pollticas,
por qu6, y usted lo sabe perfectamente, no pudo extinguirse a su debido tiempo el voraz eleinento ? I Por qu6 no habia ni se encontro agua en la poblacidn ? Conteste don Policarpo.
Scgarra, crtmplicc de Echevarria
I Cual fue la casa incendiada en la calle de la Esperanza, segtin dice usted en su folleto en la no che en que recibid usted el telegrama del senor
Gobernador general don J uan Contreras en que le encargaba "no ocurriese nada en el pueblo ni sonase tanto Juana-Diaz" ?
^ No serla la casa i que usted â&#x2013; se contrae la que
â&#x2013; ' I
â&#x20AC;&#x201D;16â&#x20AC;&#x201D;
habitaba en aquella ^poca el empleado a sus drdenes don Wenceslao Segaria, sita en la calle de la Trinidad ?
Si mal no recuerdo, es del dominio publioo qua cier^a nochs se encontraba el tnencionado Segarra en el Casino, jugando en unidn de varios senores, de los que se despidid a altas boras de la noche, diciendo que se retiraba a dorniir; pero volviendo a aparecer como al cuarto de bora, muy alarmado, dando cuenta a los mismos de quienes se babia despedido de que le babian incendiado la cocina de-sucasa; pero que afortunadamente, babia lle-
gado d tiempo de poder sofocar el incendio, como asilo babfa becbo, y, sentandose nuevamente entre los alU congregados, continud jugando con la ma yor tranquilidad, demostrando con dicba aptitud la entera seguridad que tenia de que no se repetiria semejante conato. ^ No seria, repito, esta la casa d que usted se refi ere ?
jActos como este y otros tales y en distintas epocas, riurante su mando, estamos cansados de presenciarlos!
ProTcehosa deslitncidn de Echevarrla
Ea fi n, senor Echevarn'a, per no bacerme inter minable, voy d dirigirle la ultima pregunta. ,1 Sabe usted los motivos porque se acabaron re-
pentinamente eu esta localidad los fuegos frecuentes, las asonadas, los robos d mano armada y otros excesos que tenian atribulado d este vecindario al sustituir d usted en la alcaldia de este pueblo el
comandante don Rafael Iturriaga y al ser cainbiada parte de la policia que entonces babia? Conteste, si puede, el sefior Ecbevarria.
1
â&#x20AC;&#x201D;17â&#x20AC;&#x201D;
Lo que es el folleto de Eclicvarrfa.
Cotno quiera que es mi norte la franqueza, no
puedo menos que decide que su folleto es un cumulo de falsedades 6 inexactitudes; y que usted ha
querido tapar con un mal escrito los escandalos y las desazones que produjo entre estos humildes vecinos y los de los pueblos cercanos.
Hechos que, por ser tan punibles, estan palpitando en la conciencia de todos y que obligaron al Excelentfsiino sehor Gobernador General don Juan
Contreras a separarlo, con razdn sobrada, por los muchos desatinos de usted, del puesto que ocupa-
ba contra la voluntad de estos pacificos habitantes.
Desfiilco, adniiiiisti iunlo Eclievarrta.
Otro dato que pone de relieve una vez mis la
gran honradez de que tanto blasona y alardea el senor Echevarria.
Al hacer entrega este senor de la recaudacion
subsidiaria y deraas fondos pertenecientes al Estado,(el senor don Francisco Rom era bien debe rec'ordarlo) el desfalco que en dichos fondos existfa montaba 4 unos dos milpesos. Es digna de men-
ci6n la generosidad de que don Polo fue objeto
por parte del caballero senor Romera, al permitirle este que buscase la suma indicada y la ingresase en dichos fondos (como asf lo hizo mds tarde) sin
que hiciese constar en acta dicho desfalco, como muy bien pudo haberlo hecho, evidenciando y manchando de este modo la reputacion del sehor Echevarrla.
Ejecucitfn contra EcheTarrfa.
Tambi6n debe saber don Policarpo que, cuando
61 se hallaba pretendi6ndo en la Peninsula,se cons-
â&#x20AC;&#x201D;iSâ&#x20AC;&#x201D;
tituy6 en este pueblo un comisionado dela Diputaci6n provincial con objeto de hacer efectivo, per la via de apremio, el solveiito de una cantidaJ de importancia que el mismo don Policarpo, en su calidad de Presidente del Ayuntamiento, habla ex-
traido del iondo municipal, para abonarla al tesoro de la Diputacidn por deuda que tenla contralda este pueblo con aquel centro y, habi^ndose mar-
chado dicho senor sindejar cubierta esa erogacidn, se tratd de embargarle la casa que posee en este pueblo ; lo cual no se realizd por la intervencidn directa que tomd en el asunto el senor Romera, consiguiendo con su influencia que don Pascasio Alvarado, cunado de don Policarpo, hiciese frente
al asunto, arregldndose con el ejecutor, para evitar el escandalo que habla de producir en la opi nion publica un hecho seniejanle. Gratitud de Eclievarria.
Este y otros muchos actos de generosidad del sefior Romera obtuvieron por parte de Echevarrla
la compensacidn de ocuparse con insistencia en llevar al descredito publico la probervial honradez del hombre que por sus instintos naturales, procu re, por todos los medios i su alcance, evitarle acaso un proceso criminal. Echevarrla luetido ii literate.
No parece sia6 que don Policarpo cansado de
escribir artlculos nauseabundos en los periddicos incotidicionales, ddndoles noticias de cosas baladles
y de ninguna importancia y al ver la indiferencia con que se miran tantos disparates, tratd de ocu
parse de literatura y lanz6 k la publicidad un folleto tan plagado de inexactitudes y tan falto de verdad que no solamente causa hastlo su lectura,
â&#x20AC;&#x201D;19â&#x20AC;&#x201D;
si,n6.que sirve al mismo tiempo para comprobar que el literato en incubaci6n as incapaz de redactar cuatro Hneas sin estampar en ellas otras tantas barbaridades.
j Cese, por Dios, el senor Echevarfa, en la senda emprendida, pues que la empresa es demasiado drdua para meollos tan pobres corao el suyo ! Don Juan Perez de Montalvau.
Fue tanto el engreimiento que llegd &, tomar este personaje que, parecieiidole plebeyo llamarse como se llamaron sus abuelos y su padre y como sus hermanos, de Policarpo Echevarrfa que era, se pu-
so Policarpo de Echevarria, preposicidn que pone la sangre azul, segun decia la gente de otro tiem po, y que le ha costado oir mds de una vez el conocido cantar:
"El don Juan tii te lo pones; El Montalvan no lo tienes;
Conque, en quitandote el don, Vienes 6. quedar Juan Perez." De cdmo Eeliyarrfa fuC d la Cdrte
y lo que de allf lia traido.
Tambien me atreveria a aconsejarle que cese en su tenaz empeno de recobrar el puesto perdido h causa de sus muchos desaciertos, pues al mas estupido no se le escondc que si don Policarpo, en su
viaje d la Madre patria, en donde se arrastro por todos los centres oficiales, pordioseando un gran destino, que al decir de sus congeneres no podia set m^nos que el de Intendente 6 Administrador
de una de nuestras principales Aduanas, presentando ante los hombres del gobierno como unicos meritos para obtener tan elevado cargo el haber
prestado grandes seivicios a la pdtria (a su decir)
por esp3.cio dc cu3.rGntii aiioSj scKvicios cjuc a la vcrdad todos ignoramos, pues, si bien es cierto que estuvo al frente de varias administraciones de esta
provincia ya como guardia municipal, ya como secretario y alcalde, no es menos cierto que esos servicios le fueron espleudidaniente retribuidos por los
pueblos donde Ics prestd, especialmente por 6ste que tuvo que soportar por mas de 20 anos su despotico mando, carcciendo en absoluto de dotes de
gobierno y contabilidad admiuistrativa, como le ha probado ultimamente la prensa de este pals, al mas
^
estapido, repito, no se le escondera que si nada
pudo obteiier k pesar de su argucia y de las infini- . tas gestiones que practicd por espacio de ocho me sas, ante los representantes de nuestro gobierno, ^ debido es sin duda alguna, primero : porque es pa ra todos un hombre enteramente definido; segun-
do : por estar nuestro gobierno plenamente convencido de su completa nulidad para administrar
nuestras leyes, y tercero, por la activisima partici-
pacidn 6 ingerencia que tuvo en los memorables compo?ites, comprometiendo el honor de Espj.na. Pedro Carreras.
(
i
V
;
â&#x20AC;˘