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. Agradecimiento a la Escuela de Comunicación Pública
Victoria para los periodistas La sentencia del j~ez s~peri~r Gilberto Gierbolini, que reconoce al mensuano Dralogo mdependencia editorial de l~ Universida~_d: Puerto Rico (UPR) y las mismas garantías ~e los penodi.cos :n la comunid~d general, representa una t~portante VIctona para los penodistas de este país. El juez Gierbolini ha confirmado que la comunidad u~versitaria y los periodistas hemos ganado un espacio de ~talogo ~ comunicación, y que la sociedad puertorriqueña tiene un Importante medio de información pública. Fr~nte a la politización extrema de los partidos políticos, ha triunfado el respeto a un periódico que ha demostrado con hechos su independencia informativa . . El juez Gierbolini ha dicho lo que los periodistas defendtmos: que no pueden tecnócratas políticos determinar qué es o no periodismo independiente. Nuestra felicitación a toda la comunidad universitaria con la esperanza de que se mantenga el diálogo periodístlco en la UPR y en todo el país.
Apenas dos días antes de comenzar con el c ierre de esta edición. el personal de 0 /ó/ogo tuvo que abandonar la ·casita• porque había un alto grado de contaminación de murcielaguina. Ante la emergencia. tocamos a varias puertas en busca de un taller alterno. De inmediato. la Esc uela de Comunicación Público del recinto riopedrense de lo Universidad de Puerto Rico solió al rescate. El salón 102 nos sirvió de redacción y sala de producción. Fue allí donde logramos instalar cinco computadoras. Impresora. scanner. sillas. mesa de dibujo y una mesita abarrotada de diccionarios que nos prestó la Biblioteca. cuyo salón de audiovisual también teníamos ocupado. A nombre de todo el personal de Olólogo, queremos darle los gracias al profesor Federico Iglesias. director de la Escuela; a Magaly Gordo Romis. ayudante del Director; a Evelyn, Gina. María y Pedro; al personal de la biblioteca, los profesores y estudiantes de COPU .... Gracias por habernos hecho sentir tan a gusto.
Laura Candelas Presidenta de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico
El personal de D/6/ogo
INSTITUTO DE CuLTURA INFORMA Guias para solicitar fondos culturales El Instituto de Cuhura Puertorriqueña (ICP) informa al público que, a partir del1 de marzo de 1993, se distribuirán tas guías para solic~ar fondos al Programa de Subvención Básica para las Artes (PSBA) en la Oficina de Afx:Yo¡o a las Artes y al Quehacer Cuhural de la institución. Dicha oficina se encuentra en el primer nivel del Antiguo Edificio de Beneficencia, en el Viejo San Juan. La misma estará abierta al público de lunes a viernes, de 8:00 a 12:00 del mediodía y de 1 :00 a 4:30p.m. El PSBA se nutre de una asignación federal que otorga la National Endowment for 1he Arts al ICP, que permite ofrecer apoyo a las actividades artísticas y cuhurales del país. Estas guías pueden ser solicita· das por las entidades C\Jhurales sin fines de lucro que tengan más de 3 años de incorporadas, los centros C\Jiturales y los programas deiiCP que interesen realizar proyectos en diferentes disciplinas de las artes. También podrán solicitar los artistas individuales de probada excelencia y reconocida labor artística en los campos de la artesanía y la fotografía.
Otra buena altematlvs El Fondo Nadonal para el Financiamiento del Quehacer Cultural (FNFQC) es otra opción que eiiCP ofrece a los artistas del país para su desarrollo profesional y para la presentación de nuevos proyectos artísticos. El FNFOC es un organismo autónomo creado por la Ley 1115 del 20 de julio de 1988 con el propósito de
fortalecer la labor cuhural en la isla. Mediante el estaMo se creó también un Consejo de Administración que dirige el Fondo con faC\Jitades de autorizar subsidios, extender ayudas y garantías de préstamos para los propósitos establecidos por la ley. EIICP, mediante su Director Ejecutivo, tiene a su cargo la administración del Fondo. Las personas elegibles para solic~ar estos fondos son los artistas individuales, destacados en las distintas áreas del quehacer C\Jitural, que deseen obtener Becas de Crecimiento Profesional; y entidades sin fines de lucro, incorporadas al Departamento de Estado, interesadas en realizar actividades culturales en beneficio del pueblo puertorriqueño. El alcance de la obra C\Jhural del Fondo Nacional ha sido abarcador, productivo y de gran accesibilidad a los artistas. Para este año, el Fondo Nacional distribuyó un total de $441 ,000.00, de los C\Jales se beneficiaron 61 entidades culturales con $273,500.00 y 63 artistas individuales con $167,500.00. Entre las organizaciones y artistas que se beneficiaron de esta aportación económica se enC\Jentran la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, el Festival Casals, Ballets de San Juan, la Orquesta San Juan Pops, la compañía de teatro Virazón, el violinista Christian
Colberg y los centroS culturales deiiCP, una importante extensión del lnstiMo en los pueblos del país. Las personas y entidades interesadas en recibir información sobre el Fondo Nacional par~ el Financiamiento del Quehacer Cultural pueden comunicarse con la oficina del Fondo a los teléfonos 724-0700, extensiones 4250, 4255, y 4256. Auspicio del lnslituto de Cultura Puertorriqueña.
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ANALISIS
portada
ARTE .
¿Cuál debe ser la agenda de una reforma?
Una serie de textos realizados especialmente para ~sta edición, constituyen, en su conju nto, una propuesta para uurar ~on nll:evos 'al enfoques el llamado problema de la criminalidad y la Vl~lenaa SOO que sacude a nuestro pafs. El problema es grave: ya cas1los días no son suficientes para cargar con tanto muerto y tantas desgracias asociadas generalmente a este fenómeno.
la reforma universitaria vuelve a ser el centro de atención pública. El presidente de la UPR, doctor José Manuel Saldaña, hace una reflexión al respecto y somete a la consideración de la comunidad una propuesta dirigida a establecer un orden de prioridades en la =--.llliiii~ proyectada reestructuración universitaria. Por su parte, el profesor del Colegio Regional de Aguadilla,-José L. Arbona, con maestrías en Física e Ingeniería, ofrece un comentario sobre el tema de la autonomía y la relación de la Universidad con la sociedad.(7)
La obra de Don Teodoro 11 Vidah riqueza \~y peligro
MUSICA
Entrevista con Héctor Campos Pars• El infatigable compositor puertorriqueño abre las puertas de su intimidad en una interesante entrevista realizada por la profesora de Periodismo, Norma Valle. Allí nos enteramos que se describe a sí mismo como un • nacionalista cultural". El d estacado compositor revela además su gusto por la vida estudiantil y el Colegio Universitario de Cayey.[47]
La extraordinaria, original y voluminosa colección de don Teodoro Vida! en la que se incluyen obras de arte, utensilios y
objetos comunes o rituales de nuestras tradiciones, es el punto de partida de un reportaje sobre la riqueza y los • peligros• de este tesoro artístico. En los próximos días el Banco Popular auspicia una muestra de la colección que todo buen puertorriqueño debería disfrutar y proteger.(42 y 43)
Frente a las ideologías que proponen la histeria, el análisis superficial o la . . . renuncia de nuestra sensibilidad, Jos articulas a continuación nos revelan, no ya ideas nuevas, sino más bien la pertinencia de un esfuerzo intelectual que merece promoverse, multiplicarse y profundizarse. Colaboran aquí: el padre y profesor Fernando Picó, los periodistas Ramón López y Mario E. Roche, la profesora Madeline Román, y el profesor de Derecho, Carlos Rivera Lugo junto a la estudiante de Planificación, Paola Gutiérrez. De la distancia corta entre la bestia y el hombre nos habla también Julio Cortúar en el Periolibro de esta edición. La portada es un diseño de Néstor Otero.
Antonio Martorelh las carpetas del pintor Relata su experiencia con la persecución política y las carpetas de fichar independentistas.
El Tratado entre México y EEUU Sus implicaciones para Puerto Rico y el Caribe, por el profesor Angel Israel Rivera, director del Departamento de Ciencia Política.
La erudición, según Luce Lópe1 Baralt Los caminos por la investigación, el mundo cultural español y su influencia árabe.
Sobre el pionero investigador del SIDA El profesor José Miguel Garda Castro narra su experiencia con el doctor Luc Montagnier.
esllléliantes La sexualidad entre los jóvenes; notas sobre el amor y el horóscopo de Wally.
UNIVERSIDAD c:olallor8CiOOI D/MogO se compromete a examinal1as. pero no .-;.mente a plÜC31181. ,. acorteslar ~~laS (X)IalloradoneS deben IIIMat1aS a maquinill. a doble espacio y no- exceder 11111111 Qllltillal (plptl a • D/Mof10 • ,..,... "do!8ChO de haCer 111 COITICCÍOfl8l de IISiilo""" _, ~112 1 111
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DE
PUERTO
RICO
El español: un idioma en pleno desarrollo Por Ramón López ESPECIAL
PARA
DI ALO C O
E
n la discusión sobre el idioma, es común que los defensores y detractores del español como único idioma oficial coincidan en el carácter histórico, vernáculo y tradicional del español en la cultura puertorriqueña. Esa función de depositario de nuestra memoria cultural que • • • • se le reconoce al español, sin dejar de ser verdadera, ha dominado tanto el contenido del debate que muy pocos han advertido su importancia internadona!. En pocas palabras: el español es uno de los idiomas de mayor crecimiento en el mundo actual. En el recién celebrado In Congreso de la Asociación Asiática de Hispanistas, con la partidpadón de 300 expertos, se ha confirmado "el vigoroso avance del e.spañol en Asia". En Filipinas, los hispanismos constituyen el25% del tagalo hablado, idioma oficial, y el 20% de la prensa escrita. En este país, hay dos millones de personas cuyo idioma materno es el español y otros dos millones que hablan el ciUlbaa mo, lenguaje criollo que en un 93% es español y el resto está compuesto por lenguas indígenas. Esto es así a pesar de la violenta persecución de que fue objeto el español a partir de 1898, cuando Filipinas pasó a ser controlada por Estados Unidos. Por otro lado, en Japón hay 13 universidades con departamentos de español en los que trabajan mas de 300 profesores. Aunque en la actualidad el inglés, el francés y el alemán cuentan con más alumnos que el español, los estudiantes de francés y alemán han ido
Unidos es leída no sólo por los que no saben inglés sino también por los que lo dominan perfectamente. Esto es así entre la gente adulta y además entre los jóvenes, que demuestran cada vez más un gran interés en aprender, mejorar o preservar el idioma de sus mayores. En la actualidad, hay cinco diarios en español en Estados Unidos: La Opinión de Los Angeles, El Diario La Prensa de Nueva York. Diario Las Américas de Miami, Noticias del Mundo de Nueva York y El Nuevo Herald, suplemento d el Miami Heraid. La influencia de estos p eriódteos es amplia: abarca los ámbitos comerciaFoto por Ricardo .AJcaraz les, laborales y políticos, contribuyendo a la formación de la opinión pública d e los hispadisminuyendo, mientras los de español aumentan. nos. La población de habla española d e Estados UniLa vitalidad del español se nota también en Estados dos es de más d e 22 millones de personas, y se espera Unidos. De todos los idiomas extranjeros, la Prensa en que crezca aceleradamente en el futuro cercano. Se ha que tiene más importancia y vigencia es la escrita en dicho que en ningún otro país d el mundo hay una español, según Horado Aguirre,directordel Diario Las Prensa en idioma extranjero de la calidad y cantidad Américas de Florida. como la hispana en Estados Unidos. Desde fines del siglo XIX ha habido periódicos en Todo lo anterior sugiere que es falsa la imagen del español en Estados Unidos. Hoy día, casi todas las español sólo como idioma poético y h ermoso de ciudades en las que hay una numerosa población de tiempos presentes y pasados. El español es también habla española cuentan con periódicos, diarios o seidioma del futuro, no sólo en términos literarios, sino manarios, que recogen los intereses e inquietudes profesionales, comerciales y tecnológicos: el idioma culturales y sociales de los hispanos. de una de las poblaciones más numerosas del mundo. La prensa en español que se publica en Estados
RECINTO DE RÍO PIEDRAS, UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO
ACTIVIDADES CULTURALES ¡A L S O N DE LA C U L TU R A! CARTELERA DE CINE COLOMBIANO
viemes26
22 al 26 de febrero
El embajador de la India (1986) director: Mario Ribero
lunes22 El día que me quieras (1986) director: Sergio Oow
martes23 Cristóbal Colón (1983) director: Fernando Laverde
miércoles 24 Con su música a otra parte (1983) directora: Camila Loboguerrero
jueves25 Caín (1984)
Ant #1 Estudios Generales, UPR 7:30p.m.
SERIE: VIRTUOSOS DEL JAZZ. TaniaMaríaen "Bela VISta" 20 de febrero 8:00p.m. Teatro Universitario Distribución de boletos para socios y estudiantes del recinto con f.O.
director: Gustavo Nieto Roa
Tanla Maril
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Bajo lupa universitaria la reestructuración gubernamental Por Odalys Rivera
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DJAtoco
ambiosdecontenidomásquede forma tendrán qu~ realizar los reformadores del gobierno si qweren que sea exitosa la actual gestión de reorganización gubernamental, según expresó a Diálogo Mario Negrón Portillo, director de la Escuela Graduada de Administración Pública ...- - • de la Universidad de Puerto Rico ~Eljroblema no es de estructura na<b más, es de calida de ~dos, de compromiso, de disposición para el trabaJO, de falta de productividad y de ausencia de capacitación para el trabajo. Si le vamos a cambiar las funcionesynotocasesootronoresuelvesabsolutamente nada•, afirmó Negrón. El profesor Leonardo Santana, tambiénde la Facultad de Administración, señalóquedeacuerdoconlasteorías de gerencia moderna, la estructura está perdiendo reJe. vancia con relación a la realidad de la administración. Pero, ¿cuál es la realidad? •La realidad es recursos humanos, la motivación, cómo trabajaren equipo, y la participación enla toma de decisiones•, señaló Santana Rabell y apuntó que todos estos son criterios de conducta que no aparecen como elementos fundamentales en el propuesto plan de reorganización.
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Los profesores Wormaron que todos los esfuerzos por crear comisiones abarcadoras de reorganización de la rama ejecutiva han fracasado en la mayoría de los países del mundo con excepción de Japón. De hecho, en la isla ha habido cinco intentos de reestructuración, lográndose sólo uno en 1949. Para que Puerto Rico logre imitar la experiencia japonesa ambos profesores recomendaron que los miembros de la comisión supervisora de la reorganización sean de gran excelencia académica y de prestigio social; que se identifiquen los asuntos prioritarios, y se hagan recomendacionesespecíficas para estas áreas. Recalcaron, sobre todo, que las decisiones que se tomen deben emerger del consenso de los diferentes sectores de la población. Por otro lado, calificaron como esencial la participación de la Universidad en este proceso. Sugirieron que miembros de la docencia podrían participar como miembros de la comisión o comisiones que se nombren finalmente. Además indicaron que podría identificarse personal universitario para que actúen como asesores del proceso.
Marto Negrón Portillo,dlnc:tor dela Escuela GtaduacladeAdministración Pública. [Foto por Ricardo Alcaraz)
Vistas públicas en la UPR "Más participación, menos burocracia" Por Mirerza González Vélez DE
DIÁLOG
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os principales recintos de la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras y Mayagüez, iniciaron consultas en tomo a la elaboración de una nueva ley universitaria. El Comité de Ley y Reglamento del Senado Académi~ de Río Piedras comenzó un proceso de viStas • • • • públicas para auscultar el sentir de ~a comunidad universitaria sobre la ley de 1966, DUentras el Comité Ad Hoc de Recinto Universitario de Mayagüez 1úzo lo propio, pero más bien orientado a buscar un consenso para la otorgación de mayor autonomía a ese recinto. . . E).consenso entre varias de las ~rgaruzaoo!'es y ersonas que testificaron en Río Pi~dras, amlJÓ_un ~poyo a la permanencia del Conse¡o d~ Educaaón Su rior (CES) como estructura fiscalizadora del est~o, aunque coincidieron_en qu~ éste debe~~ mir una estructura democrática~ ab1e~a ~la parbaaáón de todos Jos sectores uruvers1tanos: . P El doctor Efrain González Tejera, rector mtenno del recinto riopedrense, manifestó q~~ •¡as le~ tienden a crear ilusiones cuando son utilizadas p atender problemas extrajuridicos, p~blemas de ctitud deficiencias de recursos, ausenaa devolun:ad p~a -enfrentar los ver~ad~ros problemas ron soluciones realmente efectivas . 1 GonzálezTejerasugirióquelamayorpartede os problem~s u~versitarios no se resuelven ron una
pie~~To:~:~o especificó que un mejor ap~ve fisca}esyffsicosdel reonto chamientodelosrecuJ505 "dad es una Jni.sión que le compete a la comuru uru-
versitaria. ·Estos problemas no se solucionan legislando.... Se solucionan en los departamentos y en las facultades, como producto de la discusión intensa de los claustrales; se canalizan a través de un liderato institucional que esté consciente de su función; la generación d e diálogo firme, honesto y la loma de decisiones responsables, cómodas o incómodas· , concluyó el Rector. Por otro lado, el profesor Angel G. Quintero Rivera, decano de Estudios Graduados e Investigación, declaró ante el comité que realiza las vistas que se debe legislar para descentralizar la universidad y agilizar sus procedimientos. El recién nombrado decano presentó la necesidad de que se reordenen las funciones de los cuerpos del CES, la Junta Universitaria y la Presidencia. Además, pidió que se reexamine la composición del CES y recomendó que se enmendase el artículo 3A de la ley que prohíbe que un empleado gubernamental sea nombrado al Consejo de Educación Superior. Del mismo modo sugirió que miembros de la comunidad, como algún miembro de un centro cultural o un líder sindical, sean considerados para ser parte del CES. •Entiendo que el CES debe salvaguadar el interés público (ya que se trata de un sistema universitario estatal), pero no dirigir la universidad, función que le corresponde a la misma institución, a su comunidad académica•. •En casos normalesw, continúa Quintero, • toda decisión académica debe ser prerrogativa de los recintos•. Sin embargo, aquéllas que puedan afectar el sistema debería atenderse por la Junta Universitaria, aclaró el destacado profesor de Ciencias Sociales.
Sugirió además que cuatro de los nueve integrantes del CES, deberían ser personas activas en ia comunidad universitaria: un estudiante y tres académicos electos por el claustro. Entre las personas que han desfilado ante el Senado Académico, se encuentran el profesor Ramón Nenadich, Hiram Guadalupe, presidente de la Federación de Universitarios Pro Independencia; Luis Vega, presidente de Juventud Autonomista Universitaria; representantes de la guardia univeristaria y otros miembros de la comunidad universitaria. Por otro lado, entre las personas que testificaron en el Recinto Universitario de Mayagüez se destacó la participación del exrector Rafael Pielri Oms quien sometió un extenso documento en donde evidenció cómo el CES ha violado la otorgación de a u tonomia plena que hace la ley universitaria al RUM. ~etri Oms condenó, además, que el CES haya cedido poderes a la Presidencia de la UPR y sometió información oficial que comprueba cómo se ha estado violando la ley que proveyó la descentralizaci~n d e los ~deres en el sistema universitario público del paiS. El exrector se refirió a una reciente iniciativa de cen_traliz~ción de ~ecursos fiscales que ha hecho la Pres1denoa, sometiendo a los recintos a una cantidad fija de presupuesto. Además, Pietri Oms presentó una certificación del CES que revela 1~ utilización_ de fo~~os de las ayudas suplementanas para ml')Oras fís1ca en la Administración Central. ~ cierre d~ est_a edición aún faltaba la comparecenaa de vanas figuras y organizaciones universitarias en ambos procesos de vistas públicas.
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Intervención política en la Universidad ¿legítima o censurable? Por José L. Arbona ESPECIAL
PARA
DIALOGO
P
oco después de haber logrado el favor público en las elecciones del pasado 3 de noviembre, el doctor Pedro Rosselló ha indicado, claramente y sin ambages, su intención de dirigir el rumbo de la Universidad de Puerto Rico. Conforme a ello, ha solicitado la renuncia voluntaria de todos los ejecutivos principales de la institución. Fue una petición poco juiciosa. Inmediatamente levanta la sospecha de que la nueva administración del Partido Nuevo Progresista (PNP) visualiza a la Universidad como una agenda pública más. Conforme a esa concepción, debería quedar supeditada al poder administrativo y político del partis:Io gobernante. Esto no es nada nuevo en el escenario político puertorriqueño. Pero no por ser común deja de levantar fuertes y justificados resentimientos en la comunidad universitaria.
CO\IENT ARlO El problema es que el interés por dominar las estructuras administrativas
Adaptan Prueba de Inteligencia Algo inteligente ha pasado: por primera vez, una prueba de inteligencia ha sido adaptada y validada para nuestra cultura por un equipo de reputados psicólogos puertorriqueños. Tras años de trabajo, la Escala Wechsler para niños - Revisada para Puerto Rico ya está disponible para los profesionales de la p~cologfa en Puerto RICO.
Normalizada con sobre 2,200 niños y adolescentes entre las edades de 6 a 16 años, es la prueba de inteligencia adecuada P.ara nuestra poblaetón escolar. Publicada por HBJ lnternational,la EIWN-R de Puerto Rico puede ser adquirida a través de Panamétrika, lnc. Para más información llame ahora.
Justo lo que ahora se quiere evitar que de la Universidad denota falta de comcontinúe con la nueva administración prensión de la función universitaria. del PNP. Por su propia naturaleza como centro En segundo término, una cosa es de investigación social y foro de libre defender a la Universidad de la interdiscusión de las ideas, la Universidad vención partidista en sus quehaceres adquiere el rol de critico de la cosa internos y otra es caer en el gravísimo pública. En el desempeño de este papel, error de pretender que la intervención la Universidad, o algunos de sus cons- U-~~ política en la universid~d es siempre tituyentes, podría en un momento dado impropia o moralmente unprocedente. asumir posiciones que no resulten del Esto es empujar el concepto de la auagrado del poder gobernante. Y si la tonomía universitaria más allá de sus Universidad no está protegida, el poder límites. se ejercerá para acallada. Esto significa que la Universidad no No se trata de una suposición abspuede reclamare! derecho de responder tracta. El reciente caso del doctor Mca la sociedad conforme a sus propias y Cann, profesor de geología del RUM y exclusivas d eliberaciones y d ecisiones. director de la red sísmica de Puerto Por el contrario, como toda instrumenRico, es ilustrativo de lo que decimos. talidad pública, la Unive rsidad es susLa sociedad necesita de una Uniceptible a revisiones perióC:Ucas del poversidad donde la critica y las nuevas der público, para garantizar que su ideas se puedan desenvolver en un rumbo es cónsono con los intereses del ambiente d e tolerancia y sin miedo al grado de autonomía a las universidapueblo que la creó y la sostiene. Eslo des públicas. La autonomía universitaperjuicio personal cuando el debate protege a la insti~ución del ostra~smo transcurre con respeto. Así la sociedad ria es pues esencial a su misión y merece social involuntano y evtta su enaJenase concede a sí misma la oportunidad d efenderse con vigor ciudadano. ción de la realidad del pu eblo. Además, de evolucionar y mejorarse por medios La autonomía que la actual Ley de la la protege de ser víctima de los interepaáficos y d emocráticos y no por la Universidad le concede a la UPR se ses de grupos internos que de tiempo fuerza del resentimiento rebelde o relogra por dos medios principales. El en tiempo pretenden escudarse en falvolucionario. Es en reconocimiento a primer medio es concederle un presusos reclamos de autonomía universitaesta conveniencia social que las socie- puesto automático (9.33 por ciento del ria con el solo y real propósito de adedades democráticas le conceden cierto Fondo General) de modo que no se la lantar sus propias causas. pueda doblegar políticamente por la En su campaña preeleccionaria, el vía financiera. El segundo medio es PNP planteó su compromiso de hacer disponiendo que los ejecutivos princi1 Adaptada por psicólogos cambios e n el sistema educativo puerpales de la institución sean de nomtorriqueño, incluyendo el nivel univerpuertorriqueños bramiento directo del Consejo de Edusitario. Parte de ese compromiso concación Superior (CES), y no del gober1 Validada en Puerto Rico templa la creación de una Junta de nador de tumo. Desde luego que los Síndicos, que sustituiría al CES en su 1 Normalizada con nuestra población miembros del CES son nombrados por función de junta de gobierno de la UPR. el gobernador, pero son nombramien1 Disponible ;Ya! De modo que su intención fue transtos escalonados, de modo que al ocurrir parente desde el principio. En este un cambio de gobierno la constitución del cuerpo no se altera de inmediato. De · sentido, no hubo engaño. Pero, si reesta manera se crea un • cojín de amorsultare que el verdadero y fundamental tiguamiento" para proteger a la Unipropósito de la junta de Síndicos es versidad del voraz apetito político que viabilizar la remoción del Presidente y surge inmediatamente después de una los rectores y decanos de la Universidad, victoria electoral. el PNP habrá mostrado su incapacidad Cuando el gobernador electo, Pedro para superar la!!_ viejas mañas partidisRosselló, solicitó la renuncia de los tas. Su intervención será, entonces, principales funcionarios de la Univerjustamente censurable. sidad, inclusive la de los concejales, Todoloquenecesitamoseslaocasión puso en entredich o la protección que la para participar de manera activa y Ley le concede a la Universidad contra efectiva. Para eso tenemos la capacidad el "asalto" político. Por eso, dentro de la organizativa, la inteligencia colectiva y Para Información Técnica comunidad universitaria, la indignación el compromiso con la Universidad. general con sus expresiones no se hizo y Órdenes de Compras Existe el temor de que cualquier deesperar. //ame ahora a: bate público respecto a reforma o camPero no hay que caer en la exagerabios en la Universidad resultará inútil, ción. Ni se debe perder la perspectiva. por cuanto el PNP tendrá poder polítiEn primer término, hay que evitar el co absoluto y lo ejercerá sin importar lo error de que en aras de defender la que convenga a la Universidad. Esto es autonomía universitaria se termine posible. Pero entonces el PNP habrá '!f (809) 751.0609/ 0644 Fax 2~7 convalidando los nombramientos de los demostrado que no aprendió nada del Ed. La Electrónica 01.211 Río Piedras altos dirigentes universitarios del preperiodo político precedente. La aplica" . , ;.,;r sente. Aunque algunos de los actuales ción desnuda del poder, la arrogancia directivos de la UPR son ciertamente política y la desatención a la opinión profesionales y universitarios de pro~ública, tienen un enorme precio políbada capacidad, bien sabemos que, en tico. Por eso perdió el PPD. Y para el la mayoría de los casos, los funcionarios PNP no hay fórmulas de inmunidad. fueron designados conforme a criterios PO BOX 2096 Halo Rey, PR 00919 de lealtades políticas o personales, y no El auto< es Catedrilitico Asociado de la UPR en 1r (&09) 751 -2122 Fax 250-6&9& Aguadilla. n...,., maesbús en Flsica elngenieria necesariamente por sus particulares del RUM y la Universidad d e Amherst, méritos administrativos o académicos.
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PANAMEfRIKA, INC.
HBJ lnternationallBI~]
Psychological Corporation
respectivamente.
¿Cuál debe ser la agenda de una reforma? Por José M. Saldaña ESPECIAL
PARA
DIÁL OGO
L
a .Universidad de Puerto Rico existe para ser~le al país;. no existe para servirle al gobierno, ru para servuse a sí misma. Cualquier reforma que~ proponga para la Universidad tiene que P~ d~ la realidad de que la nuestra es una • • • •uruvers•d.ad operada con fondos públicos con 11! el propósito de ayudar al país a alcanzar el más alto grado de desarrollo social y económico que seamos capaces de lograr dentro del marco de una sana y paófica convivencia democráti~
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Con todo el respeto que se merecen los distintos sectores de la comunidad universitaria -estudiantes, docer:'tes, ~mpleados no docentes y administrativosla uruvers1dad no existe para servirle a todos y cada uno de los múltiples intereses particulares de cada uno de estos sectores. Intereses y agendas constanteme~te están en choque y conflicto entre sí, como es lóg.co esperar que ocurra en una universidad de una sociedad pluralista y democrática. La universidad no existe para proveer a los miembros de la comunidad universitaria de un escenario de trabajo seguro que satisfaga todos nuestros gustos y caprichos, en contraposición con las aspiraciones reales y legítimas de ésta, ni existe para proveemos una guardería agradable hasta que llegue el momento de trabajar. Tam¡>oco existe la universidad para proveemos un escenario para discursar y hacer gala de nuestra erudición sin importar si se nos entiende o no. Como ya he expresado en ocasiones anteriores, nuestra institución, la Universidad de Puerto Rico, es una que existe y opera en un delicado balance enlre servirle al pueblo y a sus más elevados y nobles intereses, servirle al pueblo en sus intereses más cotidianos y servirle a los estudiantes, a la facultad y a los empleados, es decir, a todos los componentes de la comunidad universitaria en el logro de sus metas de desarrollo intelectual y profesional. Cada uno de estos públicos posee distintas percepciones y expectativas de lo que para ellos es la universidad . Es responsabilidad de Jos que en un momento dado dirigímos las riendas de la institución proveer el ambiente adecuado para que de toda esta ~ultip~cidad de ex~ectativas e intereses en choque sul)a, mediante la ensenanza y la búsqueda de la verdad, la acción transformadora a través de la cual le sirve la universidad al desarrollo del país. Tarea muy difícil, compleja y a veces ingrata. Esta realidad tiene que estar presente en to~o momento en nuestras mentes com~ J.>unto de partida, ya que cualquier propuesta de reVJs~ón a .la ~ctual Ley o cualquier intento de reforma uruvers1ta~a. d~be .enmarcarse dentro de este contexto de seTVI?O rnstitucional al país. Servicio al país significa se~rle .a todos los colores, azul, rojo y verde. No es srnórumo de . . d servicio al gobierno. Cuando hablamos de reforma a la uruvers•da o a la Ley que le da vida y sustento, tenemos necesanamente que preguntamos, ¿reforma_ para.qué? ¿Cuál es el fin que se persigue? ¿Es para se=:rle al país, a nuestra sociedad o para se~le al gobierno? ¿Es tal . le a uno 0 a vanos de los sectores de la vez para servu · ¡ ¡ dmi comunidad universitaria? ¿Espara~TVIT ea osa nistradores 0 es para servirle a !~s rntereses de otras 7 instituciones de educación supenor del país .. Estas son preguntas muy importantes y pertinentes
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que debemos hacemos, de manera que tengamos claro cuál ese! fin que debe perseguir y hacia dónde debe orientarse una reforma universitaria o los cambios a la Ley que se estime deben hacerse. Consterna ver sectores de la comunidad universitaria proponiendo de entrada y exclusivamente cambios estructurales en la organización que van encaminados únicamente a conquistar poderes para esos sectores. Reducir la llamada reforma universitaria a luchas de poderes internas es hacerle un flaco servicio a la Universidad y, por ende, al país. Es poner la institución en precario ante el pueblo. Reducir la reforma a si el Recinto Universitario de Mayagüez debe ser una universidad independiente, a si debe existir o no el Consejo de Educación Superior, la Administración Cenlral o la Administración de Colegios Regionales, o tal o cual colegio regional o dependencia, a si el poder supremo en cada unidad debe residir en el claustro o en el Senado Académico, o si los decanos, rectores y presidentes deben ser electos por la comunidad universitaria; reducir la llamada reforma a estas luchas de poder es un enfoque limitado y es perder de vista la realidad de que la universidad no existe para satisfacerse a sí misma ni para satisfacer las ansias de poder, de liderato o de conquista de algunos de los miembros de los distintos sectores. La reforma universitaria que se proponga debe encaminarse a determinar: cómo por medio de la enseñanza, investigación y servicio le proveemos al país el mejor instrumento de que seamos capaces para insertamos efectiva y eficientemente en el mundo del presente y del futuro. Espedficamente, debemos hacemos una serie de pregunfas básicas que guíen nuestra acción, como lo son: l. ¿Qué cambios en el contenido y programación curricular tenemos que efectuar para que éste sea más pertinente para enfrentar la realidad actual y del futuro? 2. ¿Qué actividades de las que llevamos a cabo debemos revisar para actualizarlas? ¿Cuáles debemos reducir, consolidar o eliminar? ¿Cuáles debemos for-
talecer? 3. ¿Qué cambios en la metodología de enseñanza d ebemos efectuar para lograr transmit~r efectivamente el conterodo curricular? 4. ¿Qué tipo de investigación debemos enfatizar, conscientes de que no tenemos recursos para investigar todo lo que se nos ocurra? Un ejercicio para contestar éstas y otras importantes interrogantes debe ser el paso inicial para llevar a cabo una verdadera reforma universitaria. A la contestación a estas interrogantes le debe seguir un análisis de 1 OJf.J....'/1.Í la. est~ctura org~ / ruzaoonal y adnunistrativa y sus procesos, que debe a su vez generar recomendaciones concretas de cambios a instituir en éstas para apoyar y facilitar las acciones de enseñanza e investigación; es decir, la docencia. La organización y la administración deben exislir para apoyar y servirle a la docencia; por consiguiente, primero es necesario definir claramente y llegar al mayor grado de consenso posible sobre los cambios que deben producirse en la docencia para tomar luego las decisiones más apropiadas sobre la estructura organizacional y administrativa y las relaciones de poder en éstas. Una vez definido todo esto, procede entonces hacer los cambios a los estatutos para facilitar lo anterior. Es necesario hacer constar que, sin que haya de por medio proyecto de reforma alguno o de revisión a la actual Ley, ya se han tomado en la Universidad una serie ~e i.nicia~ivas que representan pasos iniciales, pero s•gmftcahvos, para una reforma curricular. Durante los pasados ocho años se han llevado a cabo actividades de gran importancia encaminadas a fortalecer la capacidad docente de la facultad, a apoyar la renovaoón en los programas académicos, a desarrollar. infraestructura para la investigación, así como a meJOrar ac~ualizar los ~ecursos bibliográficos y a la ~utomahzac1ón de los Sistemas de información. De 1gual ma~era se ha llevado a cabo un intenso proceso de refleXIón e~ todas las. unidades del s istema para r~pensar y defimr las v1s1ones de sus respectivas miSJO~es. Se trazaron también los planes para operacionalizar éstas. De la misma forma, podemos expresar que se encuentran bien adelantados los estudios diseñados para -median!~ encuestas a los egresados- deten_n~nar la pertmenaa de la educación universitaria reob1da para desempeñarse en sus trabajos. Estas encuestas mcluyen, además de los egresados, a los patronos.r los hogares de los egresados. Invertir el orden que he señalado es poner la carreta al fr~nte de los bueyes y perder valioso tiempo en estériles y prematura~ luchas internas de poder que en nada a?elantan los mtereses institucionales. Por el contrano, los retrasan.
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El Jardín Botánico posee una abundante y dlvei'$1
vegetación propicia pan~ diferentes lnvestlgaelones.
para la ciencia yla en~~~~~.=~··-
Por Odalys Rivera DE
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l Jardín Botánico de la Universidad de Puerto Rico (UPR), único en su clase en el país, se convertirá próximamente en un laboratorio nacional para la investigación científica y la
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enseñanza. • • • EJ plan d el desarrollo del Jardín en esa dirección, presentado al Presidente de la UPR por un comité representativo del sistema universitario, presenta entre sus objetivos principales propiciar el estudio, la investigación, la preservación y la divulgación del conocimiento de nuestra flora; promover el estudio de los ecosistemas naturales tropicales para concientizar a la ciudadanía sobre su importancia para el bienestar humano y desarrollar investigación ecológica relevante para el manejo de los ecosistemas naturales tropicales. Además, se propone promover el desarrollo de estrategias d e restauración de los ecosistemas degradados. Así lo informó a DiállJ80 Ida Nilsa Guzmán, ayudante especial del presidente de la UPR, José Manuel Saldaña. En el aspecto de la docencia se perseguirá estimular a todos los centros universitarios de la Isla, incluyendo los privados, para que utilicen el Jardín como laboratorio vivo para la enseñanza. según la profesora Alida Ortiz, directora del comité evaluador. Tanto Guzmán como Ortiz explicaron a Diálogo que no se creará un departamento académico M aparte•. Lo que se pretende es que el Jardín pres!e más . • efectivamente sus actuales y futuras instalaciones asa como sus recursos humanos especializados a profesores y estudiantes universitarios y pre universitarios. EJ proyecto, que comenzará este verano, costará alrededor de 400 mil dólares. Parte de la inversión la descagarán dos importantes programas de investigación: EPSCOR y el Centro de Recursos para Ciencias e IngenieiÍl!. Por otro lado, se informó que la acción tomada por la UPR colocará • al jardín naáonal del pars• al nivel de otros jardines botánicos del mundo como lo son el
Fotos por Ricardo Alcaraz
Comell Plantations, de la Universidad de ComeD. el Amold Arboretum de la Universidad de Harvard. el Missouri Botanical Carden. de la Universidad de Missouri. el Melboume Royal Gardens de la Universidad de Londres y el jardín botánico de la Universidad de Australia. Los propulsores del proyecto no descartan la posibilidad de que el jardín botánico puertonriqueño se convierta a largo plazo en el más importante centro de investigación de la cuenca del Caribe, permitiendo así la interacción con otros programas científicos de la regióiL
Mientras tanto, la administración universitaria ya aprobó la incorporación al Jardín de la División de Ecología Terrestre del extinto Centro de Estudios Energéticos (CEE). Esta División traerá consigo los fondos de pareo que la UPR asigna a uno de los proyectos de investigación de la Fundación Nacional de las Ciencias en el que trabaja esta unidad.
Isla y el Jardín ahí tiene tremendo potendal", afirmó Ortiz. En ese sentido la profesora de biología marina
del Colegio Universitario de Humac:ao se mostró muy optimista de conseguir el apoyo de agendas federales y la Organización de la Naciones Unidas. Ortiz se mostró esperanzada en que se recupere nuevamente el estudio de la Biología Tropical, que se había estancado al punto que algunos estudios se haóan con plantas que se compran por catálagos. Por su parte, el doctor Robert Waide, director de la División, se mostró complacido con el cambio. Waide señaló que confía en que el proyecto ayude a fomentar la investigación y la interacción entre los científicos de todas las unidades. Otra de las ventajas que tendrá el traslado para Waide será la oportunidad de contar con importantes recursos que tenía el Jardín y no se estaban utilizando al máximo. Entre ellos mencionó el herbario del Jardín que contiene una colección de alrededor de 36 mil ejemplares de plantas nativas y exóticas. A este inventario se le agrega una colección de 25 mil orquídeas, considerada como la más grande del Caribe; la colección de palmas que cuenta con 75 especies diferentes de palmas del mundo tropical; la de árboles frutales de alrededor de 10 especies provenientes de Asia Tropical; una colección de árboles aromáticos, entre los que figuran la Nuez moscada, la Canela, el Ancanflor y tres especies de Eucaliptus; y la colección de plantas medicinales y venenosas compu esta por 40 especies diferentes. EJ científico comentó que su División trabaja importantes proyectos investigativos. Entre estos mencionó un estudio ecológico a largo plazo conocido por sus siglas en inglés LTER
El Botánico cuenta con una colección de palmas de 75 especies diferentes.
~! :~ trarába1JJo d.tta Dlvtsl6n dt E~ología Terrestrt -·"""· • ard~n Botánl~o.
d?nde ~ estudia la relación de los diferentes disturbios en el bosque y los cambios climáticos.
Un salón al aire libre ~aralelo al desarrollo de la investigación, la UPR
estimulará el uso del jardín como un gran aula na~ral ~o~de estudiantes universitarios y pre uruvel'Sltanos de todas las disciplinas puedan tener una experiencia académica directa. . Ida Nilsa G~án explicó que esa dinámica ya se dio durante el Sunposio de Esculturas celebrado el semestre pasado cuando estudiantes de artes plásticas estuvieron en el Jardín aplicando sus conocimientos académicos al servir de auxiliares de reconocidos escultores internacionales. Por su parte, la doctora Ortiz señaló que podrían desarrollarse programas para que los viajes recreativos que realizan los grupos de estudiantes de escuela superior que visitan el Jardin se conviertan en ricas experiencias académicas, proveyéndole herramientas al maestro que los acompañe para convertir esa visita en un trabajo pedagógico. En cuanto a los recintos universitarios se espera que los rectores de las diferentes unidades presenten durante este semestre propuestas de cursos académicos que incorporen el uso del Jardín. También figuran entre las recomendaciones establecer un programa de ·sabáticas especiales" para atraer profesores e investigadores a trabajar en el Jardín por un periodo de terminado. Ortiz r ecalcó la importancia del desarrollo del Jardín pues éste constituye uno de lo~ ~os lugares donde se d eposita en forma de matena VIVa toda la flora de un país. De ahí que se podría desarrollar conciencia para la conservación de los recursos naturales de la Isla y hasta p ara el desarrollo socioeconómico del país al descubrir productos que toman como base las plantas naturales. , Con ella coincidió el taxónomo ?eiJardín,.el doctor Henry A. üogie r quien destacó la unportanaa del estudio de las plantas para la. i~entificación d e plantas con potencial agrícola y medicinal. Además ello podría incrementar el número de t~ónomos que son las rsonas que se dedican a esta.Importante rama de la dencia. En la actualidad sólo exiSten cuatro en la isla.
Un poco de historia El Jardín Botánico de la Universidad ~e Puerto Rico fue propuesto en ell959 con d~s propósitos ación rirnordiales: proveer un espaao para la Pasiva servir como un importante laboratono. . ~ tífiy articularmente en el área de la botánica. Sm aenbar co ahora sólo se había podido desarrollar em go,
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la primera fase de la propuesta, debido a las limitaciones de recursos económicos y falta de impulso de diferentes administraciones universitarias de tumo. "Nuestro jardín botánico estuvo por mucho tiempo como si fuera el jardín bonito de la casa del presidente, quedando trasbastidores su verdadera función", comentó Alida Ortiz. A pesar de la propuesta sometida en el'SO, el Jardín no fue abierto al público sino hasta ellm ofreciendo desde entonces, en sus 175 cuerdas compuesta por lagunas, paseos y veredas, un espacio más para la recreación en el área metropolitana. En el1989 se presentó una propuesta para dar paso a la reorganización del mismo, pero ésta no progresó. En el1991 el presidente José Manuel Saldaña nombró a un grupo de respetables científicos y académicos de la comunidad universitaria para que evaluara las posibilidades de desarrollar el Jardín plenamente. Y pronto se verán los frutos de esa gestión.
Continuar.i su función social Ortiz aclaró que esta renovación no significarán restricciones para los visitantes del Jardín. El énfasis, no obstante, debe ser en la investigación y la enseñanza. También Juan E. Munoz. administrador del Jardín, apuntó que éste continuará ejerciendo su función de servicios a la comunidad. Destacó en ese aspecto la próxima construcción del Café-Jardín, que m ás adelante describimos. Existen otros planes para el desarrollo total del jardín que incluyen la creación de una jardín Taíno con plantas de la época precolombina y uno Japonés donde se reproducirá el estilo único de la cultura
nipona relativas a la ornamentación. Tamb~én se contempla la creación del Arboretum Trop•cal . internacional donde se plantarán 150 árboles exóhcos de los 15 países tropicales que poseen represen tacón consular en la isla. Entre los integrantes del comité evaluador estuvieron Muñoz; Manuel Porcell, director d el Programa de Tecnologia Educativa Agricola del Colegio Regional de la Montaña; James Acherman, director del Departamento de Biología del Recinto de Rlo Piedras; Robert Waide, director de la División de Ecología Terrestre; Angel Custodio, decano asociado y subdirector de la Estación Experimental; y Arturo Martí, decano auxiliar para asuntos graduados de la Escuela de Farmacia del Recinto de Ciencias Médicas.
Pronto un café jardín Ya se colocó la primera piedra del proyecto Café Jardín, del Jardín Botánico de la Universidad de Puerto Rico, edificio que servirá como punto de reuniones y esparcimiento para los visitantes y empleados de ese importante patrimonio ecológico. El lugar, diseñado por el arquitecto Jorge Rigau, incluirá un pequeño restaurante, terrazas y un salón para reuniones, conferencias y exhibiciones que estará disponible para la celebración de actividades privadas. Al presentar el proyecto recientemente, Rigau explicó cómo el diseño de la nueva estruct ura ha sido planificado d e modo que ejerza un impacto mínimo en sus alrededores y garantice el mejor disfrute del medio ambiente natural del Jardín. Concreto, madera, acero y barro se combinarán con amplios segmentos de cristal para crear la impresión de un invernade ro tropical. Por su parte, el preside nte de la Universidad de Puerto Rico, doctor José M . Saldaña, recordó que este espado había sido soñado por los e mpleados universitarios d e !a Administración Central y destacó que el Café Jardín es uno de varios proyectos de provecho para toda la comunidad. De estos proyectos, ya fue inaugurado el Jardín d e Esculturas de Puerto Rico y el Caribe. Se comenzó a desarrollar el Jardín Taíno y el Arboretum Tropical Internacional, diseñados por el arquitecto paisajista del Jardín, Angel Rodríguez. Por último, se planifica la construcción de u n centro d e información para visitantes y un teatro al aire libre, diseñados por el arquitecto Jorge Rigau.{OD}
El arquhKto Jorge Rlgau muestra la maqueta dtl Clfé.Jardin que 11 construlrá tn ti Botánico.
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Urge reforma educativa en la Po!iría Por Mario Edgardo Roche DE
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1apremiante reclamo de nuevos polióas para • enfrentar" la aiminalidad ha causado que la Academia de Ciencias Policiales no pueda ofrecer a los nuevos cadetes un mejor entrenamiento, a tono con el Puerto Rico moderno, . . . . según expresó a Diálogo el superintendente • auxiliar en educación y entrenamiento, el coronel Juan Negrón. 1 En entrevista exclusiva el coronel Negrón explicó ' que la preparación ideal para un cadete de la policía sería de ocho meses a un año, en vez de los seis meses de entrenamiento que recibenactu~ente. "Luego de esos ocho meses se podría realizar una práctica supervizada y luego regresar a la Academia para trabajar en
cos vehículos que tiene la uniformada para fomentar unas buenas relaciones Un buen con la comunidad. ejemplo de una dinámica saludable entre el policía y la comunidad surgió recientemente en el barrio Caimito de Río Piedras. Allí se llevó a feliz reali· zación el concepto "Koban", tomado de la policía de Japón, que establece que el policía resida en la comunidad, loquepermiteunamejorrelaciónentre el oficial policiaco y las familias de la comunidad. El problema no está en la preparación que reciben Jos cadetes de la poli· da, según el coronel. •El enfoque en la Academia es uno hacia el respeto de
mujeres. • Ante la crisis de desempleo que hay en el país la mayoría ve esto (a la policía) como una alternativa de trabajo. No es que todos tengan la vocación. Y para esto hay que tener la vocación", comentó el coronel Los que no tienen esa vocación son los que tienen tropiezos en el desempeño de sus funciones. "Son los que eventual. mente caen en casos de corrupción, abuso policiaco o personas que sencillamente tienen problemas psicológicos, como problemas de complejos de inferioridad y necesitan tener un revólver y un uniforme para s¿ntirse bien• . La motivación y la base moral del polida también influye mucho en su labor,
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las deficiencias y corregirlas. Pero la necesidad de nuevos polidas no permite que eso se pueda hacer", lamentó. El coronel Negrón, quien lleva cerca de dos añ~s a cargo de la Academia, expresó que una preparao~n más extensa brindaría al polióa un mayor espaoo para mejorar en áreas como las de procesamiento criminal y en el entendimiento real de cúal es su función social. "Es difícil romper con la fantasía 9ue tienen muchos de los que entran a la Acaderrua de lo que es realmente la función de la políóa. Muchos se creen que esto es un show, influenciados por los programas policiales de televisiónN. ., Explicó que también hay muchos casos ~e polioas que cometen ".e~rores• debido a la f:n:istraoón con ~1 sistema de jushoa crunmal, las cond!oones de tra?aJO y la ;.ercepdón en la calle de la funoón de un po.lid~. "Muchas veces piensan que pueden tomar la JUSh· da entre sus manos. O quizás, que ellos son la ley. H~y q11P añadir también las difíciles condiciones de trabaJO que t>nfrenta un polida", dijo el coronel Negrón . . La t ..,stilidad que recibe el polida en la ~alle, qu~s por ver.oe al cuerpo como un ente represtvo, sug¡ere que ese cuerpo debería regresar al concepto de policía de la comunidad. •Ese eraelenfoqueanterior.Perociertamente hay un dis•. nciamiento. Ahora buscamos act'rca nns. Pero se hace difícil por la sobrL'Cal'ga de trabajo que tien~ un polid~. que no permite q~e és!e se mte· rrel..tcione con la comurudad . Dijo que entidades tales ~mola liga Atlética Policíaca y la Ofiana de Relaciones con la Comunidad son los úni-
particularmente al momento los derechos humade detemúnar lo que es un de· nos y los derechos lito, independientementede las civiles. Hacer servir consideraciones legales. Unas la ley, pero respetan· mejores condiciones de trabado a la ciudadanía". jo, procesos de selección más Añadió que se les rigurosos y quizás una junta enseña el uso de las de acreditación que se encargue armas "pero con étide brindarle una licencia para ca". "Sabemos que en permitir a las personas ejercer la calle algunos se como poliáas serian pasos que desvían, pero para según Negrón ayudarían a eso están los reglamejorar la calidad del polióa Y mentos". el respaldo y solidaridad de la El reclutamiento de candidatos a forcomunidad. •podrfamosnutrimosdemás mar parte de la uni- La Academia tsti localizada en 11 pueblo dt Gur1bo. formada es realizado gente brillante, con nuevas por las oficinas centr~es de ese orga~smo. Luego del ideas, y la comunidad y la pomismo, los nuevosmtembros son enVIados a la Acade- licia ya no serian entes apartes•. mia de Ciencias Policiales, donde por espado de seis Una mayor "humanizadón" del cuerpo policiaco meses son acuartelados de domingo a viernes. Su ~a aY_Udar también a cambiar la percepción negapreparaóón incluye cursos de derecho penal, dere- tiva que tiene el pueblo. El coronel Negrón indicó que chos civiles, psicología policial, criminología, justicia ~ser beneficioso que la uniformada tenga modi· juvenil, derecho penal, liderazgo, investigación crimi- fica_oon~ d.e.modo que no se vea ala misma como una nal, procedimiento de patrullaje e inves- entidad militar-represiva•. •Quizássepodríaempe· tigación y uso y manejo de armas de zar con los rangos de tenientes , coroneles, etc...• fuego, entre otros. "Cada cierto tiempo El policía enfrenta la presión de resolver un probleactualizamos el currículo", afirmó el ma qu~ no termina con el arresto o enjuiciamiento de coronel Negrón. un.áelin~ent~. El asunto es más complejo. El perfil regular de los cadetes que . La po~cía mterviene cuando ya el delito se comeingresan a la academia es de jóvenes de tió. El policía es un instrumento, no es lo único que 20 a 22 años • con más educación que el puede ayudar a combatir la criminalidad. Se le está cuarto año de escuela superior". La ma- echando toda la presión del problema del aimen a la yoría proviene de sectores fuera del área poli~. También hay que usar la educación. NuestrO metropolitana y cerca de un 30 % son logro 1deal sería la prevención••
. ····1Mliálogoofeble!O 1993 : .. : : ::. ~ :: : • • .
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Universitarios proponen nuevos enfoques Por Mario Edgardo Roche D
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1 pr'?blema de la criminalidad en Puerto Rico ha ~~~o uno de los temas que más atención ha reab1do por parte de los investigadores sociales de las universidades del país. En los análisis re:wzados I_>Or estos se repite un planteamien. . . . . to: 1~ neces~dad de reinterpretar el problema .. cnmmal de¡ando a un lado las soluciones *su~erfiaales", tales como aumentar las fórmulas punihv~s.o aumentar el número y equipo de las fuerzas poliaacas. ~a profesora jubilada Awilda Palau con más de h'e1~\ta a ños de servicios a la Facultad de Ciencias Soaales del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Ríco, plantea que profesionales expertos como Pedro Vale y Mercedes Otero de Ramos, entre muchos otros, han realizado esfuerzos por buscar alternativas ante el problema. De los estudios realizados se desprende que *el problema de la delincuencia hay que tratarlo en dos frentes. U~a vez realizado el acto criminal, trabajando ~o~ los ¡óv enes para que no reincidan en los actos delictivos, y en las comunidades, para que no surjan
Profesora Mad&llne Romén (Foto por Ricardo Alcaraz)
nuevos crinúnales", sostuvo la experimentada educadora, quien ha encabezado varias investigaciones sobre el tema. La doctora Madeline Román, cuyo tema principal de estudio es este asunto, apuntó que las investigaciones más recientes de~u~stran_ que *n? se p~ede asumir el fenómeno cnmmal sm asumu al mismo tiempo los proyectos político~ el'! e~ fenómeno". La autora del libro Estado y mrmn~h~ad en Pu~rto Rico explicó que el fenómeno. cnmmal ~n la ISla plantea las contradicciones del s~stem~ S?Oal e~ que vivimos pero las mismas están mediatiZadas por Jos intereses políticos. . "Cuando se aborda este tema no se ~ebe 1f a las sas del delito obviando lo que se define como tal. ~uel estado (g~biemo) el que _define e} _delito. El · es una categoría ideológ¡ca y política creada mmen • _aló orlas tácticas estatales , sen · p La roximidad entre criminalidad y pobreza, es, a 'uicio ~e las investigadoras, ~no de los errores más ~ríos que se cometen al reflexJOn~r sobre el p_ro~lema del crimen en el país. Palau entiende que lim1tar el roblema a • atacar" las comu~~ades pob~ por ser supuestas áreas d e alta madenoa mrmnal es
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buscar soluciones fácile s a un asunto más complejo, de injusticia social. "De nada valen las redadas en los caseríos porque los niñitos que viven allí ya tienen unos modelos negativos que les sirven de ejemplo. Además para muchos de los residentes en esas comunidades la violencia se convierte en una opción para sobrevivir y descollar en la comunidad". Para Román los bloqueos de sectores populares y otras tácticas son ejemplos de una aproximación* clasista, sexista y discriminatoria" por parte del estado. Apuntó ·que la ecuación entre p obreza y delito ha sido una constante dentro de los procesos capitalistas, obviando que la posibilidad del delito se expande por toda la sociedad, tanto a ricos como a pobres". Destacó que esa • ecuación" se repite y se perpetúa en el sistema de justicia criminal donde es diferente el trato que reciben pobres y ricos. Este hecho se dramatiza en el caso de personas acusadas por crímenes de cuello blanco, cuyas condenas -cuando son declarados culpables- son mucho menores a las de los delincuentes comunes. "El que se roba u na gallina en la plaza del mercado no tiene la posibilidad de cometer un desfalco. Y el que comete un desfalco no tiene necesidad de robarse una gallina. Pero posiblementeel que se robó la gallina reciba una mayor condena", dijo la profesora para simplific3r el asunto en cuestión. Añadió que ese detalle se percibe también con el asunto de los sobrenombres o epítetos a los • criminales", elementos que se destacan en la cobertura noticiosa de los temas criminales por parte de los medios de comunicación. Los d elicuentes comunes son "Moncha la grilla", "Toño Bicicleta" o el"Negro Tanco". Sin embargo, los acusados de crímenes de • cuello blanco" están "saturados de respetabilidad". "No es que ahora se le pongan epítetos a todos, es que eso es un ejemplo de como el fenómeno criminal está exacerbado por la representación que de éste hacen los medios de comunicación. Es la industria de los excesos, que generan su ganancia de eso". Las educadoras sostienen que, ante todo, el tema de la criminalidad es uno muy ligado al asunto del poder social y económico. Las estructuras hegemónicas son las que determinan lo que es crimen y como combatirlo. " Los niños de las comunidades pobres no tienen el poder. Las armas no se producen en los caseríos, se compran en los Estados Unidos. La cocaína no se hace en el caserío, sólo se vende allí. La gente que vende las alarmas, los carros, los chalecos son los que tienen el poder en la comunidad. Requiere mucha madurez para entender que la injusticia social es el verdadero problema", dijo Palau. En la definición de lo que es el delito es donde radica uno de los puntos más importantes sobre este asunto, reiteró Román. Plantea que esa definición varía de acuerdo al punto de vista de cada sector ~- ;p~ ej~: o, Jas luchas que se Diálogo-febrero 1993•11
configuraron alrededor de la nueva propuesta de Código Penal demuestra que no todos los s~ctores sociales coinciden en lo que es delictivo. Las disputa~ entre los grupos religiosos y de homosex~ales por e asunto de la sodomía y de grupos fem1rustas con respecto a los crímenes contra la mujer demuestra que 0 hay múltiples legalidades que correspon~en a c?~ los diversos sectores sociales asumen su VIda cohdia-
~. áfi Ofreció de ejemplo el discutido caso del narcotr co. "Es la criminalización de la droga lo que hace posible el negocio más lucrativ? del mundo. En.ese sentido el narcotráfico es una cnatura del estado · Dentro de un enfoque más democrático del pr<>?lema criminal el proceso de rehabilitació~ adqUiere mucha relevancia. Los investi gadores sooales resaltan la necesidad de promover verdaderos ¡;>rocesos de rehabilitación. La profesora Román marufiesta que la rehabilitación en Puerto Rico se da ~a pesar" de las cárceles siendo éstas en muchos casos la fábrica de más cri~inales. "Varios criminólogos latinoamericanos plantean que la solución al problema de las cárceles se encuentra dentro de la sociedad". Muchos abogan por la eventual abolición de las cárce~es, demostrándose en varias investigaciones que m1entras más años se le imponen a un reo, mayor es la reincid~ncia. • Contrario al discurso político", argumentó la ¡oven profesora. Ante el complejo problema, los universitarios deben mantenerse al tanto, vigilantes ante las propuestas de solución. Pala u declaró que las universidades deben ser centros de reflexión y • portadores de la voz de las clases desfavorecidas, para que se comprenda cúal es el problema real con respecto a la criminalidad". Román por su parte señala en las consideraciones finales de Estado y criminalidad en Puerto Ríco que "las soluciones al fenómeno criminal no emanan desde las voces de los estudiosos de estos fenómenos, sino desde las prácticas de los diversos sectores sociales(. .. ) Dar cuenta de esos desenvolvimientos, darle sentido a los mismos desde los saberes académicos, desplegar las racionalidades políticas que p ersigu en y s us contradicciones, son algunas de las tareas que, como intelectuales, nos corresponden" . La criminalidad convoca a la mayoría de los sectores de nuestra isla. Voces diversas y preocupadas de donde pueden y deben surgir alternativas democráticas al problema d e la violencia en el país.
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CRIMINALIDAD YVIOLENCIA Mano dura contra la mano dura Por Fernando Picó ESPECIAL
PARA
DIÁLOGO
N
o es con discursitos a los clubés de Leones que esto se resuelve. Lo que se necesita es mano dura contra el crimen. Uno oye esas expresiones. Pero también uno oye estas otras: -Eso de la mano dura es una forma de egradar las garantías constitucionales. Pronto estaremos andando con tarjetas de identificación y permisos por todos lados; hasta para ir a la iglesia t~ndremos que presentar una credencial. Mano dura, es decir, no la mano blanda que se le tiende al amigo, la mano tierna con que se acaricia a la persona amada, la mano ágil del artista, la mano capaz del obrero y del oficinista, sino la mano trinca del karateca, del que empuña un arma, del que se apresta a golpear, a rechazar, a empujar, a odiar. En Puerto Rico algunos gobernantes se han valido de metáforas para expresar sus visiones programáticas del país: el violín y ellátigo de Miguel de la Torre, las Manos a la Obra y Operaóón Sereni- . dad de Muñoz Marín, y ahora la Mano Dura de Rosselló. Aquí gobernar siempre ha sido cuestión de salsa y control, de crear un orden y ordenar cierta creatividad, pero rara vez se ha destacado tan descarnadamente como en estos meses la represión como objeto primordial del ejercicio de la autoridad. -Pero es que estamos viviendo una época terrible de violencia. Mira las estadísticas del crimen. Esto no se puede tolerar más. Se pretende representar al que repare por la mano dura como tolerante de la violencia callejera. Ese tipo de caricatura es en sí una forma de violencia, el tipo de argumento que el líder cívico que ha tomado un trago de más esgrime aiando se le objeta que la constitución no se puede violentar: -Pero lo que pasa es que tú eres blandito con el crimen. Ahora me vienes con los derechos. Pero qué derecho tiene un títere para quitarme el carro, entrar a mi casa...
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Pasteurizar la lucha contra el crimen
carentes de servicios, la prensa sensacionalista, los religiosos represivos, los abogados pusilánimes, y la ciudadanía abúlica. Ante crasas violaciones de la dignidad humana la retórica de la mano dura ha sido condescendiente. Por eso la confianza de los puertorriqueños en los tribunales, las leyes, los agentes del orden público y los legisladores está por el piso. Todo el mundo conoce a alguien que está preso injustamente. Nadie quiere ser testigo de nada, porque acaba siendochantajeado por la propia policía. Como no se confía en la justicia del estado, prevalecen la venganza y los ajustes personales de cuentas. No es porque no ha habido mano dura contra el crimen que agobia hoy la violencia, sino porque lo único que ha habido en los últimos quince años ha sido la mano dura. · Si la cámara televisiva no hubiese captado fortuitamente aquella ejecución en el Paseo de Diego este verano, ¿a quién se le hubiera adjudicado ese crimen? ¿Cuántas otras ejecuciones por supuestos agentes del orden público no han aparecido camuflajeadas como resultado de las guerras de pandillas? Nos enteramos ahora de las muertes de la mafia policiaca en tiempos de Alejo Maldonado; ¿cuánto tenemos que esperar para enteramos de lo que pasa ahora, con armas requisadas, como en el caso de la muerte del hijo de Manuel Maldonado Denis? Se le ha dado impunidad a la violencia de agentes del orden público; se ha permitido que se veje a ciudadanos pobres restringiendo su circulación por vías públicas; se pretende excluir a los confinados con ' sentencias largas de la oportunidad de ' rehacer sus vidas. Los ~ desempleados no tienen 1 ¿ oportunidades reales de /.1( trabajo; los desertores · ~~~i'ij~ escolares no tienen alter,¡·*l¡Jililiii!l nativas educativas; la pu...;,_;~,~~.,¡y blicidad se encarga de crear ne- · ~·~fi~~~~~~g: cesidades que la mayoría no puede satisfacer, ¿y se supone ...... · entonces que la violencia no au· mente en el país? .. .. ::'i-5.'t!fiJ:I. ~ · ·· -·
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En 1993 hay dos veces el número de confinados en nuestras cárceles que en 1980. El afán de mano dura de la década de 1980 que llevó a extender las condenas y las penalizaciones no resultó en una reducción, s~o en un aumento de la criminalidad. Pasa en Puerto Rico con las cárceles y las instituciones juveniles de encierro lo que pasaba en Europa con los hospitales antes de los descubrimientos de Pasteur. Mientras más gran1des y más numerosos eran los hospitales en las capita'les europeas del siglo 19, más epidemias había. No fue hasta después de Pasteur que se entendió que los La historia tapada hospitales eran los focos de infección. ~~.. · ~. Ha sido la lucha misma contra la criminalidad la que ha infectado a este país. En esa lucha han sido De suyo Puerto Rico siempre ha sido vio...,.........,··..,"','~~.'.l>'!•~:¡¡¡¡it$:~~~~ nefastos los policías corruptos, los tribunales perezo- . lento. El pasado violento de nuestra sociedad ha sido disfrazado y ocultado por nuestros folcloristas sos e indiferentes, los legisladores caprichosos, los e historiadores. El afán por presentar el cuadro de la líderes cívicos histéricos, los programas inadecuados de atención a los drogadictos, las cárceles hacinadas y gran familia puei!~r&~ut~~~~~~'?~~.~~ ,hecho olvidar
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12•0iálogoofebrero 1993
n uestros conflictos pasados. Se ha tratado de endulzar e1 recuerdo de la esclavitud y del agrego, amortiguar 1 ~ memona de la desposesión, del abuso, de la n ega~ón de d erechos fundamentales, de la explotación de a muJ~r por el hombre, de los niños por los viejos, de los VIeJos por las generaciones jóvenes Por un lado la p~ensa nos presenta crudamente los ~tropellos cotidianos; _por otro lado las instituciones culturales y educactivas Idealizan y endulzan nuestro pasado colectivo, para q~e creamos que todo fue paz y armonía en el agro perd1do. Ese pasado rural idealizado no nos ayuda a ~ntender el presente abrumador. Pero un país que ha Sido teatro de grandes desposesiones y atropellos no puede pretender que los patrones de violencia entonce~ establecidos desaparezcan en el curso de una generaaón. Nuestra recuperación social exige que reconozcamos que nunca hemos tenido una sociedad completamente justa. Es interesante constatar que cuando se busca desenterrar la raíz de la violencia en Puerto Rico siempre se le trata de echar la culpa a un elemento foráneo. De esa manera siempre ha sido lo de afuera lo que es respo~sable por las muertes y los atrasos, sean los extranJeros, las películas, la televisión norteamericana, los neorricans, la droga colombiana, la subversión cubana, o el mal ejemplo de los turistas. Pero no nos damos cuenta que nosotros mismos hemos fomentado la violencia con la glorificación d el macho, del machetero, del boxeador que alardea de su brutalidad y del uniforme que blasona el militarismo. Se cita a Betances cuando d ijo que no se puede hacer una tortilla sin romper huevos, pero se olvida que Betan-
ces tomó esas palabras de Napoleón, el depredador de Europa. En Puerto Rico se recompensa continuamente a los violentos y las consignas comerciales más exitosas son las que rezuman violencia. Llevar armas, en vez de significar incapacidad de asegurar el respeto con la inteligencia, pasa por señal de hombría. El lenguaje deportivo está purulento de términos de subyugación y depredación. La agresividad se manifiesta continuamente en el tráfico de nuestras carreteras. Hasta la oratoria religiosa está impregnada de venganza divina y destrucción apocalíptica. El lenguaje cotidiano es habitualmente violento. Todo esto quizás explique por qué, cuando se trata de buscar términos apropiados para manejar el problema de la criminalidad, se recurre también a términos violentos como • mano dura". · Sobre todo somos inconsistentes. Permitimos que la Marina atropelle a Vieques con sus bombardeos y metemos gente a la cárcel por vender petardos de Año Nuevo. Encarcelamos a alguien por cinco años por robar unos juguetes, pero si se trata de un crimen de cuello blanco de dos millones de dólares lo conmutamos por servicio a la comunidad. Somos más compasivos con el que guía borracho que con el que camina alelado por un pase de droga. La violencia doméstica es menos sancionada que la alteradón de la paz pública. Hemos tenidoarclúvos prolijos sobre los que piensan distinto, pero no parecemos saber quiénes son los grandes que trafican en armas y drogas. El estado pretende que se le dé trabajo a los ex confinados, pero
con sus propias leyes se inlúbe él mismo d e propord?narese empleo. No enseñamos a buscar soluoones sm violencia· en las películas policiacas el héroe sólo · consigue'atrapar al villano cuando é 1m1smo rompe~ leyes y las normas. . - e la Necesitamos en Puerto RICo una pedagog¡a d racionalidad, del diálogo, de la mesura y de la confianza en las instituciones públicas. Hay que t?mar 11_1ed1das resueltas contra el racismo, el preJUICIO pol!llco, la discriminación contra los marginados, y la vwlenoa contra la mujer, los niños y los ancianos. La escu_ela debiera volver a ser el centro de nuestros empenos colectivos, y los maestros debieran aprender a enseñar sin paredes, sin piza rras, y sm VIOienoa verbal. Para lograr salir de las presentes dificultades hay que prescindir del pánico y de la lústena que do~m~an la retórica civica sobre los problemas de orden pubhc_o. Los que gobiernan d eben entender q ue la ca mpana eleccionaria ya pasó y que ahora tienen que gobernar el país que es, no el creado por las cons1gnas de sus agencias publicitarias. Los abogados encorbatados de Jos grandes bufetes de Hato Rey tienen que salir de la atmósfera enraredda de sus oficinas y s us clubes y asumir sus responsabilidades civicas. No es en las canchas de tennis de Caparra que se van a diseñar solucio nes a la falta de oportunidades en Ca taño y en los barrios olvidados de Guaynabo. Es hora de escuchar a la gente que más padece las situaciones de violencia, a los pobres, e instrumentar soluciones a los problemas de criminalidad que sean cónsonas con nuestras costumbres y nuestro modo de ser. Foto por Ricardo Alcaraz
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Una vuelta por el punto El negocio y la cultura de las drogas al detal Por Ramón López ESPECIAL
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DIÁLOGO
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on las diez de la noche y los clientes llegan por rutas distintas. Los que vienen en automóvil han seguido los rótulos del expreso, iluminados y enormes, hasta tomar la salida correspondiente, pasar por debajo de un par de • • • puentes y encontrarse de pronto frenJe a la • callejuela mal pavimentada, oscura y torcida, que sirve de entrada al barrio. La fila del servicarro es rápida y corta pero se reproduce sin cesar, alumbrando con luces cortas la esquina de salida del punto. En la próxima calle el tránsito es abundante y seguido pero peatonal. Por ahí caminan hombres y mujeres que vienen desde cerca y conocen la ruta. Caminan rápido y andan sólos, de vez en cuando de dos en dos, y algunos traen el dinero en la mano sin que se vea. Su llegada es di~ ligente, se dirigen al tirador que conocen o al que vocea la marca que prefieren, su pedido es atendido y salen a proseguir los asuntos que les esperan en sus casas, esquinas y trabajos. Loqueallicompran les sirve para alegrar diversiones, tolerar soledades o resistir una noche de trabajo extenuante, que muchas veces induye las diversas prostituciones de una avenida caliente. También llega_n dientes de barrio adentro, los que conocen Jos callejones y los a trechos discretos para traspasar vecindarios sin que guardias ni .1gcntes entorpezcan ...: camino. Algunos vienen a hacer mandados de personas que searriesgan menos y pagan una prop•na para conseguir su nota. Estos clientes de la rutina conocen Jos tiradores y saben quién tiene. ~1 ~ate rial más apreciado o más ~bunda!'te. Su familiandad con el ambiente les perrrute maruobrar con preaos y cantidades, de manera que puedan empatar lo suficiente para su propia compra en el punto. Estos son los chiriperos de la droga, los que andan buscando un billete que se acaba cada dia.
Mercado de secretos a voces 1
Este punto es una calle de negocio apresurado. En las horas nocturnas de mayor a~ividad, vended?res y dientes cruzan, gritan y manbenen un horrrugt¡eo alborotoso. Las conversadones breves. ch_ocan ~nas contra otras y los pregones ~unáan la ms•stenoa de vender. El bullido es pareado al de los me~4os caribeños que se ilustran en tantas ~tampa_s típ•cas Y folklóricas. Casi~ perábe un fesbvo amb1ente pero
toma poco tiempo percatarse de que aquí las cosas son de otra manera. . Si los mercados de víveres y proVIsiones abren en la madrugada y bullen al amanecer, en este mercado de substancias para la mente se trastoca el horario, de manera que las ventas unportantes aumentan al atardecer y culminan en la noche. No hay mesas ni kioscos, ni cantidades enormes de productos a la vista. La abundanda de productos que se ofrecen a la venta está en . paquetes pequeños que caben en el bolsillo, y 9ue las más de las veces se esconden en la basura que s1empre abunda en la calle. El grado de dominio que se tenga sobre el punto
determina su relativo silencio discreto o su ostentoso alboroto. Aquí los tiradores son dueños de la calle, así que las ventas se ~acen si~ much? disimulo,~ ~enos que se avist~ algun extrano vehículo o movmuento que se aprmoma. Hay pregones de una sóla palabra, que sirven para distinguir • marcas• de droga. ~ada marca_representa una conexión distinta, un suplidor que distingue su material del de otros mediante diminutos sellos pegadizos que se coloc~n e~ la_s bol~ s ~ue fr~u.ce~ pregones como ¡os1to!, 1urucorruo., 1aV1Spa., 1canta., ¡trébol!, ¡punto rojo!, ¡punto verde!, etc.
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La palabra clandestina Cuando se vive en barrio caliente, el punto es lugar conocido y el lenguaje es camuflaje. La protección de los disparos sirve para repeler atacantes pero si se 14· · ' ·
efrée'ió '~ -
trata de distinguir a ext_raños o impostores eso es cuestión de 1dioma. Hay en el punto un español ágil y eficiente que abunda en significados trastocados o transformados. La multiplicaáón de se~tidos de una palabra, las sutiles diferenoas de frases pareadas y la producción de giros_ poéticos para nombrar virtudes y delitos, son manifestaciones d e un seguro dominio del idioma que pa~ desaper~~ido e~ los d ebates linguísticos de políticos ~ mtelectuales. .d Un panita ve llegar a otro en carro y 1e p1 e pon diciendo: tírame al punto, adonde irá a buscar al vendedor que tira el material. Alllega_r y hacer su compra, qu1zás le dé una limosna a un adicto de salud muy quebrantada que le suplica tíramecon u11a peseta, pero se irá rápid o del lugar, no vaya a ser que se tirm los agentes en una redada y se forme un tirijala a tiro limpio, o sea, un tiroteo en ambas direcdones. Quizás la mercancía adquirida le sirvirá de afrodisiaco para tirorse una hembra que le gusta mucho porque su piel tira acolorcanela. Si todo sale bien, y no le tiran ca1iona quitándole el dinero, el tirador va y le busca la droga y no le tira bomba dejándolo esperar en vano. El asunto es que su amigo del carro no lo pudo esperar y ahora tiene que tirarse a pie de regreso a su casa, donde su esposa lo espera para que tirr. la basura al zafacón df! la acera. Son más de diez situaciones distintas que se nombran transformando el sentido de una sóla palabra, y se podrían nombrar más. El adicto a la heroína que está ansioso por una dosis está enfermo y necesita la cura, por lo menos un cantazo que le sirva de resuelve. Si tiene suerte, el matmal (manteca, tecata, estofa } no tendrá mucho corte que le rebaja pureza y no le proporciona una buena nota o arrebato. Muchas veces la droga es una tie~Ta de mala calidad porque el biclrote que trajo el mrm·to quiso aumentarsus ganancias. También puede suceder que las bolsas estén defalcás porque contienen menos droga que de costumbre, maniobra común de los gansos que siempre hay en los puntos. Incluso pueden ir más ~á y darle un tumbe, dejándolo sin dinero o sin mercanaa d espués de alumbrarlo con un ca1ión. Lo mejor para evitar estos contratiempos es bregar lo más culeao posible, capeando en puntosfríos en vez de calientts. S1 la • suerte• está de su lado, el adicto consigue droga bastante pura, tan buena que está criminal, un wneno chévere que es aaro. Oaro, si el adicto tiene dinero
Foto por Ricardo Alcaraz
rodilla, tenis abultados y, si es posible, cos tosos. La influencia de la ropa deportiva refleja la moda del momento pero también es asunto de agilidad y protección: faci lita el movimienlo de escape porque es atlética, y encubre muertos y armas porque es ancha y holgada. En el punto no se aceptan pagos en monedas porque su peso molesta en caso de huida y su ruido delata los movimientos, facilitando la persecu sión de la policía.
puede mandar una mula y evitarse el traqueteo. _ Si a lo anterior sumamos los g_rros específicos para la descri paón de los asuntos de la marihuana y la cocaína, estamos en plenoterritorio de poesía criminal. S1 usted no puede manejar estos códigos protectores no se aventure dentro de un punto, pues en vez de conseguir un material que le vuele la cabeza le pueden volar los sesos.
Lo que se ve desde abajo En el arrabal las casas miran para todos lados. Aquí viven senoras y señores, adictos y prostitutas, prófugos y gatilleros, feligre~s comisarios, chiriperos y obreros, enve1eaentes y huérfanos, músicos y mecánicos, impedidos y locos. La mayoría se siente más segura en el barrio conocido que en el anonimato de avenidas y ascensores de la cercana ciudad, pero también sueñan con vivir mejoren otro lugar que, por lo general, les resulta inaccesible. Otros son pregrinos entre Puerto Rico y Estados Unidos por razones familiares, laborales o policiacas. Estos son los descendientes de los cimarrones que a fuerza de fogatas y rebeldías levantaron comunidades contra las órdenes del Estado. Son el resultado generacional de los migrantes del campo que bajaron hace varias décadas buscando ciudad, y se están mezclando con los migrantes mojados que llegan en yola. Hoy, el punto es palenque de cimarrones ínterveni- · dos. Es un espado ilegal y temible donde habitan Jos que se nieg an a ser ciudad anos dóciles a la margínalidad impuesta por el discrimen y el desempleo. Para Jos polidas es territorio apache: peligroso y armado pero de todas maneras destinado a la conquista o el exterminio. Los habitantes del punto están orgullosos de su peligrosida d pero saben que esta es frágil. Tarde o temprano llega la redada para arreslar delincuentes o el h elicóptero para rastrear prófugos. El punto es una respuesta. Es el empleo de los desempleados y una ocupación basada en el ocio. Un delincuente arrestado no dice que trabaja d e tirador, empleado de los grandes traficantes, síno que ~stá en el desempleo. Si llega el carro de los agentes y ~uent~as lo encañonan le preguntan qué hace e~ la esquma, dice que no tiene nada que hacer y está mrrando lo que se
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ve.
En el punto se pierde el desarrollo de los b~enos mecánicos, percusionistas y atletas de la comurud~d Muchas veces sus talentos se estancan en la rep~aaón y camuflageo de la bicicle~a robada o ~egoaada, el acompañamiento de los éXltos de la radio con ~oques de latas de cerveza sobre madera d~ endebl~s sillas, y la habilidad de salli: corriendo al gnto de ;v~rne agua! que anuncia las imprevistas redadas.
Los habitantes del punto de vista En el punto la vida depende de mirar rápido y ver bien. Esa destreza se aprende en grupo, durante Iarg_as horas de reunión diaria en un mismo lugar de traba¡o.
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Los precep!os mor~les de la delmcuenCia La entrada principal, la salida, los a trechos de escape, la diferencia entre carros de agentes, clientes y bichotes, la linda muchacha que a todos les gusta, los gansos rivales de otro vecindario, el hermanito menor que no debe enterarse que el mayor tira drogas: todas estas visualidades tienen que captarse instantáneamente sin dormirse en los tres segulldos. Los tiradores son más hombres que mujeres, Foto por José Reyes García más jóvenes que viejos, más negociantes que viciosos. El tirador adicto se desfalca con facilidad, se enreda en las cuentas, se olvida de donde escondió el muerto, se mueve con torpeza, no aguanta un interrogatorio brutal y, por Jo tanlo, arriesga su vida y la del grupo que le rodea. Los tiradores consumen drogas pero, si quieren llegar a bichotes, controlan el apetito. Gran parte d e las mulas que hacen mandados al detal fueron tiradores que no tuvieron suficiente disciplina. Decir que los habitantes del punto son cimarrones intervenidos es señalar que, a pesar de su ilegalidad, los principios que rigen la eficacia de su trabajo son los mismos de la sociedad capitalista legal pero llevados a un intenso grado de violencia d elictiva. El que no da el grado en la corporación queda desempleado pero el que fracasa en el punto queda retratado, o sea, muerto. Ultimamente, el punto cuenta con un nuevo habitante. Es el niño tirador, el chamaquilo de doce años, atrevido y jodoncito, que tira las bolsas de su muerto con altanería y orgullo de haber llegado a hombre porque ya se atreve disparar un cañón y se arriesga a coger un tiro. Estos niños son convenientes en el negocio porque no cometen delitos sino "faltas• y su arresto causa menos problemas legales y menos venganzas sangrientas. Pertenecen a una etapa de vida anterior a los menores, adolescentes de 14 a 17 años, porque su hombría delictiva comienza antes que su hombría sexual. Du~te las horas de jangu~o y brega se come poco. Cualqwer bocado de colmado o friquitín es apropiado, o sea, se come loqueaparaca. La ropa, sin embargo, es otro cantar. Predomina la indumentaria de cocolorapero con_ su ostentación de atuendos deportivos: arras, canusasconca ucha, mahones más abajo de la
Los habitantes del punto, lo mismo que los confinados, practican principios morales estrictos, a veces inflexibles, que aseguran la coherencia de la cotidianidad delictiva. Aunque a primera vista su moralidad parece opuesta a la convivencia, lo cierto es que expresa una versión marginal y atropellada d e los mismos principios que rigen la moral de los grandes negocios de la sociedad mayor. La territorialidad es una de las premisas de conducta que con más fuerza operan en el punto. De hecho, los puntos son expresiones concretas y visibles de una división d el espacio de operaciones del negocio. El punto ajeno se respela, es decir, nadie debe imponer operaciones de negocios a la fuerza. Al punto se entra a las buenas o por compraventa del territorio. Claro, la existencia de un preceplo o ley siempre expresa la realidad de que los principios se violan. Buena parte de los muertos que contabilizamos con pánico o indiferencia en la discusión pública se deben a confrontaciones arenadas por controlar puntos d e droga. El equilibrio dentro del punto, la relación entre distintos suplidores y vendedores de distintas mercanáas, es inestable y a veces impredecible. Cuando la tensión traspasa los limites de la tolerancia se escuchan las ráfagas de disparos. En el punto hay camaradería y panismo con fines de protección mutua pero a fin de cuentas amigo es un peso en el bolsillo. Los problemas de desfalque o descuadre se resuelven pagando, si no, a golpes y heridas. Cada cuál atiende lo suyo sin meterse en Jo que no le importa pero, a la vez, la privacidad extrema es motivo de desconfianza. Un individuo muy privado en sus cosas es un tipo nebuloso que no se puede trostear. Por cierto, en el punto existen héroes culturales y terribles villanos. Ciertos gatilleros traspasan los limites de su lrabajo y se envuelven tanto en sus venganzas que desatan una violencia indiscriminada y aterradora, o_sea,nocree~ e~ nadie y se llevan al qu~cojan por el med1o, sm d1slingmr hradores de poliáas. ~entras tanto, la música d el punto se escucha en rad1o y cassette. La preferencia es cocola con buen afinque, destacándose aquellos salseros que han tenido problemas con la ley y han tenido que hacer tiempo ade11tro, en la nevera o la sombra. El héroe legendario por excelencia es el difunto y siempre presente Ismael !Uver_a: Ju~to a él hay otras figuras que provocan 1dentificaaón y acompañamiento en clave: Cheo Felidano, Marvin Santiago, Héctor Lavoe, Tommy Oliven~a, Frankie Ruiz y los que poco a poco se añaden a la lista de la popularidad y el infortunio, proveyendo 1~ banda sonora de los jodedor~ de la calle, los que VIven al borde del arresto o el exterminio.
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PuERTo Rico, PUERTO POBRE los senderos de la desintegración social o el camino de la esperanza Por Carlos Rivera Lugo y Paola Gutiérrez ESPECIAL
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D I Á L OGO
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ucrto Rico, Puerto Pobr~ Son las dos caras de una socioeconomía crecientemente segregada en la que coexisten la riqueza y la opulencia al lado d e la pobreza y la marginación. Esta realidad, producto de unos procesos de reestructuración económica y social de naturaleza tanto global como nacional, ha producido importantes cambios al interior de nuestro sistema de relaciones sociales, que en parte explican el desasosiego general frente a la criminalidad. Por un lado, un sector moderno cuyos participantes se distribuyen tanto el capital como los mejores empleos, es decir, aquellos con un trabajo cualificado, estable y bien remunerado. Se trata de un sector con capacidad, en clistintas gradaciones, para producir riqueza y así garantizarse un ruvel de vida mírumamente adecuado. Además, tiene acceso a las mejores oporturudades de educación y salud, y a mejores facilidades de recreación y cultura. En su seno se distribuye una parte cada vez mayor de la riqueza generada en el país. . Por otro lado se encuentra un sector arrabalizado y marginado de los procesos productivos formales y, en buena meclida, de sus frutos. Los que integran este sector incluyen desde aquellos que poseen un empleo poco remunerado, inestable o sumergido dentro de lo que se ha llamado el mercado secundario de empleo, hasta aquella gente cuyo desempleo prolongado lo ha hundido en un círculo de dependencia permanente de subsidios gubernamentales, mayormente federales. La pobreza en nuestro país est~ mayormente subsidiada por el gobierno federal, m•entras los secto~es económicamente más acomodados de nuestra soaedad se d esentienden crecicntement~ del prob!ema. Esta situación ha establecido la cond1aón pec~liar de que una p arte significativa de nuestra _POblaaó~ depende, en realidad, mucho más de dicho. gob!erno federal que del resto de la soc_ie~ad puertomquena, su gobierno instituciones y achvtdades. Se ha generado una situ~ción sumamente peligrosa en la que cada uno de los sectores de esta socioeconom~ dual~ van divorciando progresivamente de cualqmer sentido d.e munidad y empiezan a poblar, cada uno, respecti~~ente, enclaves comunitarios homogéneos y exduyentes.
Datos de una economía incapaz Una de las grandes contradicciones de ~uestra . d d es que tiende a reflejar las caracteríshcas de ~ee!nomía capitalista avanza~a, junto con unas realidades de segregación ocupaaonal, desempleo y
pobreza propias de economías y sociedades subdesarrolladas. Poseemos una tasa oficial de desempleo de un 16.5 por ciento y, según Jos datos d el Censo de 1990, sólo el47.3 por ciento de las personas de 16 años o más están integrados a la fuerza laboral. Según estos mismos datos censales, 2,057,377 personas o el 58.9 por ciento de nuestra población se encuentra bajo la línea federal de pobreza. Por otra parte, de acuerdo con información del DepartamentodeServiciosSociales,aproximadamente un millón y medio de personas o un 43 por ciento de nuestra población recibe subsidios en la forma de cheques para alimentos, un beneficio mensual promedio de $52.28 por persona y de $157.70 por familia. Representantes d e dicho Departamento aseguran que estas cantidades son insuficientes para cubrir las necesidades de las familias adscritas al Programa a la luz del costo de vida y los patrones de consumo en nuestro país. A lo anterior se añade la escasez de vivienda para la población de ingresos medios y bajos. A noviembre de 1990 habían 50,186 familias en lista de espera para vivienda pública y, a juruo de 1990, 44,244 familias solicitando acceso a la Sección 8 del plan federal de subsidio de alquiler. Se estiman en 12 millas personas deambulantes y sin hogar. Y, finalmente, las familias de ingresos medios tienen que gastar una proporción cada vez más alta de sus ingresos para el pago de alquileres o hipotecas, ya que por su ruvel de ingresos no cualifican para subsidios. Una parte grande de nuestra población se consume crecientemente en la frustración, el resentimiento y la conducta social hostil. Desconfiado de los cauces tradicionales y formales para adelantar sus intereses y expectativas, este sector marginado protagoruza un creciente conflicto social difícil de controlar. Este también es el caso con los rescates de tierras. El alto grado de conflictividad y violencia social que vivimos ha sido comparada, con razón, a un verdadero estado de insurgencia o guerra civil: los de abajo, los pobres y marginados, contra los que ellos perciben como los de arriba, aquellos que cuentan con un acceso adecuado a los medios para satisfacer sus necesidades y expectativas de consumo y progreso. Por ello, en una medida significativa, la actividad criminal en Puerto Rico tiene que ver con la distribución de los ingresos y la
riqueza social. Se denuncia, por otra parte, el sesgo cada vez más clasista de nuestro sistema de justicia criminal, incluyendo el Derecho Penal, en contra de los pobres. El perfil de los confinados y de los ingresados en institudones d e justicia juvenil constituye un testimonio elocuente de lo anterior. Por ejemplo, según el perfil de las personas sentenciadas y confinadas bajo la custodia de la Administración de Corrección al 30 de junio de 1991, el72 por ciento se hallaba desempleado al momento de su arresto, el 65 por ciento de éstas no poseía una ocupación u oficio, y uno de cada dos no había alcanzado estudiar m.is allá del noveno grado. En cuanto a las mujeres sentenciadas, el99.68 por ciento de éstas se encontraba desempleada, el 93.36 no tenía ocupación u oficio alguno, y cuatro de cada diez no poseía más allá de un octavo grado de educación. Finalmente, en cuanto a los jóvenes adultos sentenciados, el 81.31 por ciento se hallaba desempleado al momento del arresto, el 65 por ciento no tenía una ocupación o un oficio, y aproximadamente uno de cada d os no pasaron del octavo grado en sus estudios. El ing{,_eso total familiar proviene de asistencia gubernamental. En su mayoría han cometido faltas contra la propiedad. Se estima que el90% de los delitos son motivados por razones económicas. No obstante, si bien es cierto que la miseria moderna se concentra, en sus manifestaciones más extremas y onerosas entre los marginados y subproletarios, ésta no es patrirnoruo exclusivo de estos. La miseria y la alienación de la sociedad moderna se ha desdoblado dando lugar a nuevas pobrezas. Aún los empleados asalariados del sector moderno de nuestra socioeconomía padecen unas formas nuevas de miseria: una pobre calidad de vida, una forma de privación más sublime, si se quiere, pero no menos onerosa. Las llamadas capas medias han empezado a sentirse acorraladas por unas circunstancias que amenazan sus expectativas, a la vez que sectores de éstas se ven afectadas por una movilidad social descendiente. En medio de la situación antes descrita, vemos como peligrosamente se va perfilando, en círculos gubernamentales de Puerto Rico, una estrategi~ de intervención estigmatizante de los pobres como cnounales o vagos. Junto a ella, se ha ido adoptando una po~tica de contención represiva con relación a la ola de vtol~ncia criminal que azota al país. Esta incluy.e la promoaón de legislación incrementando la sevendad de las penas; la asignación de más recursos para la fue~za policiaca; se construyen más presidios; se orga~n acciones de asalto por la Polida en los casenos y las barriadas donde existen puntos para la distribución y la venta de drogas; y se autoriza la construcción de murallas alrededor de las urbanizaciones de las capas altas y medias de la sociedad. En otras palabras, se consagra la desintegración de lacom':lfl!~d puertorriqueña mediante la legitimación de la divlSlón de la sociedad en enclaves homogéneos Yexcluyentes, cada u novelando por su propio interés.
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. Sin embargo, las soluciones demagógicas y alar~tas, rroducto de prejuicios o ignorancia con rela~o~a a ver~adera naturaleza de la pobreza y los ctos soaales que actualmente afectan a nuestro Par:. sólo pueden agravar una situación ya de por sl crítica. Interactúan con éste otros problemas de natu~~eza estruct_ural como, por ejemplo: la transforma. n tecnológ¡ca de los procesos productivos; los cam~~~s en la naturaleza del trabajo y en las características e mercado l_aboral; la falta de conocimientos y destrezas OCI_lpaaonales entre la población desempleada; los camb10s demográficos, en particular en la estructura de la familia; los niveles altos de deuda privada· la ausencia de acceso real a los procesos gubernamen: t~es Y de formulaaón de política pública; los bajos m veles de orgaruzación social a nivel de la comunidad; Y los efectos de los ciclos recesivos de la economía. Tanto en los Estados Unidos como en Puerto Rico, el tema de la pobreza tendió a enterrarse durante 1? _Pasada déc_ada producto de una teoría y p~lítica económ1ca que privilegiaban el crecimiento econ?mico ~ la producción de riqueza s~bre la equ1dad distnbuhva y la calidad de VIda. Sm embargo, resulta ya evidente el fracaso d~ esta ~eoría de los llamados "supply-siders y su miento por desmantelar el Estado Benefactor. Las grandes mayorías se quedaron esperando el •goteo• oel"trickle-down" de los frutos de la riqueza generada durante dicha década. La realidad fue todo lo contrario: hubo un "trickle-up• en favor de los sectores de ingresos más altos.
La pobreza avanza en Estados Unidos Como resultado, la situación de la pobreza en los Estados Unidos ha empeorado, llegando a niveles de deterioro inquietantes. Los datos del Censo de 1990 señalan que la tasa de la pobreza, un 14.2 por ciento (35.7 millones de personas), es la más alta que se registra desde 1964, año en que dió comienzo la llamada Guerra contra la Pobreza. Asimismo, indicó el Censo que el poder adquisitivo del norteamericano promedio había descendido en una cantidad aproximada de 1,100 dólares, un 3.5 por dento menos que en 1980. No obstante, según análisis del Congressional Budget Office, la economía norteamericana creció durante la década pasada a una tasa tal que de haberse distribuido más equitativamente la riqueza generada, el ingreso norteamericano promedio habría crecido en un 10 por ciento. En sentido contrario, aumentó en un 70 por ciento el ingreso del uno por aento más alto en la escala social. Contrario a la impresión que se ha querido crear en árculos gubernamentales en los Estados Unidos, más de la mitad de las familias que están bajo la línea de pobreza pertenecen a hogares en que trabaja por lo me:"os uno de sus miembros. El número de trabaJadores empobrecidos aumentó en dos millones, o un 23 por ciento, entre 1978 y 1987. El número de pobres entre los trabajadores empleados a tiempo c_ompleto y durante todo el año ascendió rnás dramáticamente en un 43 por ciento. · d Para 1990, el ingreso promedio por hora, aJ~ Sta o para inflación, de los trabajadores ?orteamencanos u e no desempeñaban tareas superv~soras, fue el más 6ajo registrado desde 1965. Por ot_ra parte, e?tre ~977 1990, la remuneración promediO de los eJecutivos ~ ora ti vos ascendió. en un 220 por aento.. el caso de Puerto Rico, la exis~enoa de un sistema de información gubernamental ~d~cuado y desarticulado en cuanto a lo social, nos ~mpl~e hacer un dia óstico más detallado de la Sltuaaón. Los datos d~Censo de 1990 nos hablan de un descenso en la tasa de obreza en la Isla de 62.4 que fue en 1979 a 58.9 por ci~nto en 1989, aunque el número ~~l~;;; bajo la línea de pobreza aumentó de 1,983,.,., en
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recibir asistencia pública del gobierno federal. Durante dicho periodo los recipiendarios reabl!~n, además de las ayudas en efectivo, asistenna ad1oonal en la forma de programas de adiestramientos para el trabaJO, facilidades para el cuido de niños Y. créditos contnbutivos. Clinton expresó que su opaón pn>fenda es el trabajo, y no la dependencia prolongada. Para ello favorece que, una vez se cumpla ese térrmno máXImo, todo aquel apto para trabajar así d ebe hacerlo, sea en empleos dentro del sector privado o dentro de algún programa gubernamental de servicio a la co?"'unidad con el propósito de que se haga económicamente autosuficiente. En Puerto Rico una propuesta similar a la hecha por Clinton es la que encontramos en un proyecto elaborado por el Representante David Noriega (PIP-Acumulación). Sin embargo, a primera vista nos parece que, aunque bien intencionada, dicha pieza legislativa, al igual que la propuesta de Chnton, parecen subestimar la naturaleza estructural de la condición de pobreza y dependencia tanto en los Estados Unidos como en nuestro país. En primt-r lugar, en el caso de Puerto Rico, el problema es que no existen emplt-os en la cantidad y con la calidad que se requiere para atender el problema. Por eso es que, en segundo lugar, si hoy está en entredicho la ética del trabajo en Puerto Rico, como expresa la Exposición de Motivos del Proyecto de No riega, ello se debe, en última instancia, ala incapacidad de la economía para generar buenos empleos t-n cantidad suficiente. En la medida en que mejoren las condiciones de nuestro mercado laboral, a tono con las expectativas legitimas de aquellos desempleados aptos para reincorporarse al proceso de producción, mejorarán también las actitudes hada eltrabajo. La pobreza y la dependencia no se combaten o se superan mediante cualquier tipo de empleo, y está por verse si los programas de empleo de servicio público propuestos no resultan ser más que unos empleos improductivos o un desempleo disfrazado, lo que tendría un efecto desmoralizador sobre una población ya bastante desmoralizada y frustrada. Lo que se requiere es la adopción, cuanto antes, de una política clara a favor de un desarrollo económico con equidad. Dicha política debe tener los siguientes objetivos: la reducción continua de la proporción de personas y hogares cuyas condiciones de vida se ubican por debajo de lo que la sociedad considera económica, social y políticamente aceptable; la promoción de los talentos y las capacidades potenciales existentes en todos los grupos sociales, eliminando progresivamente los privilegios y las discriminaciones, tanto de jure como deJacto; y buscar que los frutos de la riqueza no se concentren de tal modo que se limiten las Foto por Jod ReyH Garcí.l oportunidades para la libre realización de cada audadano. M1entras no se pueda asegurar a toda la población el acceso a un empleo productivo, no Estado Benefactor cuyo enfoque de intervención con se podrá pensaren una mínima igualdad de oportunila pobreza se basaba en una serie de medidas asistendades en nuestra sociedad. Ello lo resume magistraldalistas, insuficientes y mutiladoras en muchos casos. mente el escritor y filósofo venezolano Arturo Uslar Pietri en un artículo reciente, titulado "La política Desarrollo con equidad económica de Robin Hood", publicado el2 de agosto o medidas pasaJeras de 1991 en "El NurooDía": " El problema re?! que está planteado a los gobierUna iniciativa importante en dirección a un redisen?s ~e h_oy no cons1ste en ~aliar una manera mejor de fio de la política asistencialista en los Estados Unidos distnbmr una nqueza eXIstente, que evidentemente es la planteada por el Presidente Bill Clinton, quien ha muchas veces está escandalosamente mal distribuida propuesto un rediseño del sistema federal de bienessino ~n hallar, por me~lio de la ~d ucadón, de la pre: tar público en favor de un mayor énfasis en la eduparaaón para el traba¡o y el eshmulo a la actividad cación, el readiestramiento para el trabajo y el cuido de creadora, la manera de distribuir mejor entre todas las niños, paraincorporar o reincorporar productivamente clases sociales la capacidad de producir riqueza.• a las filas laborales a todo aquel recipiendario apto para ello. Según declaraciones hechas durante su camLosautoresconduyt'ronendi<iemb,..deJ992unimponanteestudio paña, y recientemente ante la Conferencia de Goberpant!ConsojodeD.sarrolloEstrat~oodtlaOficinadelGobemador nadores, el Presidente parece favorecer la introductituladoEquldad,alldaddtvidaydtNm>Uoocon6mimtnPutrto ción de legislación limitando a dos años el derecho a IUca: la cunti6n de la pobrtu. a 2,057,377 en 1989. Sin embargo, debemos alertar sobre las limitaciones, tanto conceptuales como metodológicas, que padecen los datos oficiales. Los mismos se ven limitados por una lógica reduccionista en cuanto a los criterios e indicadores utilizados. Hay que reconocer que las dimensiones modernas de la pobreza no pueden ser identificadas, exclusivamente, por el criterio de ingreso monetario. Los resultados insatisfactorios de las estrategias políticas de intervención con la pobreza, tanto aquí como allá, constituyen un reflejo significativo de la pobreza de nuestra concepción y nuestro entendimiento de la misma. Los gobiernos de tumo durante los últimos doce años, tanto en Puerto Rico como en los Estados Unidos, han demostrado una incapacidad para articular una opción. También fracasó la versión extremista del
Diálogoofebtero 1993-17
• Nuevo proyecto de Matemáticas eneiRUM "Using Technology to Enhace Teaching of Precalculus and Calculus~. es el proyecto que el Departamento ~e Mater:n~tcas del Recinto Universitario de Mayaguez ausptctará próximamente. El RU~ invi~ó a los profesores de todos los recintos de la. Untverstdad de Puerto Rico, la Universidad Católica Ydel Cole~io Antillano a someter, lo más P~onto postble, soltcttudes para participar de las activt~a~es pau1adas para la ocasión. El proyecto consiste pnnctpalmente, de tres actividades que se llevarán ~ cabo del14 al18 de mayo (taller del programado); en agost~ (taller de calculadoras), y dos ciclos de conferenetas durante el semestre. Este evento es auspiciado por la National Science Foundation bajo el programa Undergraduate Faculty Enhancement, dirigido por el doctor Frank Martinez Planell y la doctora Betty Ramírez.
• Comienza ciclo de conferencias de filosofía El jueves 4 de marzo de 1993, a las 2:30pm, el doctor Roberto Torretti, distinguido filósofo de la ciencia y Catedrático del Departamento de Filosofía, dictará la conferencia Espacios y lugares, como acto tnaugural del ciclo "los espacios de las ciencias y las artes" que se celebrará en el Recinto de Río Piedras de la UPR durante el segundo semestre del año académico 1992-93. La segunda conferencia del ciclo, Lo visible y lo invisible en el arte dramático estará a cargo del doctor Ludwig Schajowicz, Profesor Emérito del Recinto, Director pionero del Departamento de Filosofía y del Teatro Universitario y fundador del Seminario de Filosofía. Esta conferencia está pautada para el miércoles 17 de marzo, también a las 2:30pm. El profesor Luis Hernández Cruz, destacado pintor puertorriqueño, premiado internacionalmente, y Catedrático del Departamento de Bellas Artes, ofrecerá la conferencia de dausura del ciclo, El espacio en la
pintura contemporánea. Esta se celebrará el viemes 30 de abril de 1993 a las 2:00pm. Todas las conferencias tendrán lugar en la sala-biblioteca del Seminario de Filosofía (Edificio Pedreira 201). Es cierto que nuestra familiaridad con el espacio nos lleva casi espontáneamente a describirlo quizá de manera muy semejante a como San Pablo habla de Dios, a saber: que en él "nos movemos, vivimos Y tenemos nuestro ser". Sin embargo, el concepto de espacio no es menos enigmático y multívoco que el de tiempo. Por ello pienso que los enfoques tan diversos de las conferencias sobre el 'espacio' o los 'espacios', por lo demás representados por personas tan eminentemente calificadas en sus respectivos campos, no podrán sino problematizar, iluminar y enriquecer nuestra comprensión de ese elusivo fenómeno. [por Miguel Badia]
taca por su labor magisterial en las. Escuelas de Derecho de la Universidad de. P~rto Ateo y la Universidad lnteramericana. Ha eJeretdo adem~s. un rol sobresaliente como uno de los ctncuenta JUeces del Tribunal de los Pueblos, con sede en Roma, sucesor del famoso Tribunal Russel. En dicho Tribunal tuvo a su cargo una investigación sobre crímenes contra la humanidad en Guatemala y Honduras. El pasado año fue invitado a integrar este Tribunal para juzgar el desarrollo del Derecho Internacional a la luz de 500 años del descubrimiento. El también profesor de filosofía dio lugar a una escuela de pensamiento que es parte constitu1iva del único Departamento d~ Filosofía que hay en Puerto Rico, el del Recinto de Ato Ptedras, y que ha llegado a ser uno de los más importantes del mundo americano en esa disciplina.
• UPR confiere distinción de Humanista Residente
• Dagfinn Follesdal dictará conferencias en UPR
EISenadoAcadémicodel Recinto de Rfo Piedras dela ..------,~---------. Universidad de Puerto Rico confirió la distinción de Hu· manlsta Residente al Profesor Emérito Dr. José Echeverría, quien disertó sobre M Universidad, Democracla y Destino". El doctor Echeverría recibió la distinción de Prolesor Emérito en el 1965 Y se destaca por su fructlfera vida docente de enseñanza e investigación. Ha ofrecido conferencias especializadas en las principales universidades de Puerto Rico, Europa e lberoamérica. Tiene a su haber publicaciones en forma de ensayo Y libros; algunos traducidos a otros ProtesorEmérttoyHul!llnlstaR~Idente,Dr.José idiomas como el inglés y el Echeverria. (Foto por José Pérez Mesa) francés. Echeverrfa se des-
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b a k e r y d e 1i k a l e a a e n Dilfrute de de!K:ioa ¡illas vea:lariros. ¡:mes integrnb y ~ en d Nuevo Café ecln. l:x::abrl> en 'a pl!lc norte de la Plaza Cc:hl. 8 'a cot.rOOa dd \fcj:J &m Juan. ~ px tJRdx:ls =la a~:j:Jr ~de 'a Wa e8c deb~ al e8.ib eurqx::o. t.: a.p:xiaAza en d:x:ere6 de~ de~~ ~ lxm:ah COill'J en UM t.:l:::o::i'xl de de~ ÓJW y bizc.a:fa q.c hocen la txx:a fl6Ui!. Pn ~o UM CCI\'! Mana My ~ pl!W ink:Fé. y UM ~ cwtiant.e V8t'o:::d!d de ~ del di8, irl::ttiM de~ de frulll'i frc:8Jl5. lili:lM y Wl cxa:btc café ~ regub- o dxafeim:h
El Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades del Recinto de Río Piedras ofrecerá del 23 al 25 de febrero una serie de conferencias d.-tadas por el prestigioso filósofo Dagfinn Follesdal, quien ha sido meritorio de las catédras C. l. Lewis Professor of Philosophy de la Universidad de Stanford y de la Universidad de Oslo. Follesdal estará en la Isla ofreciendo cuatro conferencias cuyos temás serán: Husserl's Notion of lntentionality, a airecerse el martes 23 de febrero; Godel and Husserl, que tendrá lugar el miércoles24; y Hermmeneutics and the lnterpretation of Literary Works, a presentarse el jueves 25. La última conferencia: Tñe Patenting of Life: Some Ethicallssues, se ofrecerá el viernes 26 de febrero. Esta cuenta con el auspicio del Decanato de Estudios Graduados e Investigación y del Prograd De ma ~ sarrollo d.e la Facultad Hispana adscnto al Mtnonties Sctence 1mprovement Program (MSIP), de la Facultad de Ciencias Naturales. Las primeras tres conferencias se ofrecerán en el Seminario de Filosofía localizado en el Edificio Pedreira 201. La última se llevará a cabo en el Nuevo Edificio de Ciencias Naturales (CNL) A-211 . Todas comenzarán a las 11:00 AM. El doctor Follesdal ha sido "Milis Professor of lnte-
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~ Y profesor visitante en la Universidad de
presti~!sen el ~~~~de Franca. Es miembro de sOCia · organ 1l:llaon~ académicas como la AsPhilc!>ph"f~ SIymRebohc Log1c, ~ lnstiM lnternalional de le, a aiAI::ademiaSuecadel y la Acade · . . as lerlCias inll mla N~a de las C1enaas. Su rica e art~:!e~adUCCión lite~ incluye, además de e ternas espeaalizados de lógica fe. ~~menologla Y filosofla del lenguaje, más de ~o 1_ ros, entre los que figuran: Husserl and Frege. Ra· ~na~e Argum_entation, Referential Pacfty and Dglc, Qu~Mcation into Causal contexts y Meaning and Expenence. '
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Mortal
• Gran Retomo Colegial en Colegio Universitario de Cayey
el mundo que ofrece este tipo de servicios. Christine Buchholz y Stephan G. Kennedy, los instructores invitados, informaron a Diálogo que estiman que cerca de siete mil sordos estadounidenses están infectados con el Virus de lmunodeficiencia Humana (VIH). Lo peor de todos es que el asunto no se le ha dado la urgencia en los foros gubernamentales evitando crear una campaña efectiva a nivel nacional. En Puerto Rico, la situación no difiere de la de los norteños, de acuerdo con la profesora Juanita Rodríguez, directora del Centro de Recursos Educativos en
el Caribe Para el Sordo (CREC) de la Facultad de Educación. Rodríguez, quien coordinó la actividad, señaló que aunque se desconoce el número exacto de sordos puertorriqueños infectados con el VI H. la realidad es que existe un alto número de esta población en la Isla que pueden estar careciendo de información. "Queremos que los instructores de sordos en Puerto Rico acepten la responsabilidad de educarse unos a otros·. señaló a Diálogo Christine Duchholz. Duchholz explicó que esperan que el adiestramiento surta un efecto multiplicador en la población sorda puertorriqueña. [por Odalys Rivera)
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El Colegio Universitario de Cayey de la Universidad de Puerto Rico (CUC) celebrará el próximo 21 de feb~ero ei "Gran Retomo Colegial1992" en coomemoraaón del 25to aniversario del recinto cayeyano de la UPR. . . El pr?Qrama induye: visitas a los departamentos e 1nsta1ac1ones del Colegio, sesiones de reencuentro con_los profesores, kioskos auspiciados por las agrupaciones estudiantiles, feria de artesanfa, música, prese~~ciones teatrales y actividades para los niños. La actiVIdad, que comienza a las 9:00 A.M. y se extiende hasta las 6:00 de la tarde, estará amenizada por la Banda de Conciertos y la Coral del CUC. Participan además Mario Donate y sus Tlteres (1 :00 p.m.), Umite 21 (2:00 p.m.), Ellas lopés y Trompeta con Trovadores (3:00 p.m.), Mayra y Celinés y su Orquesta (4:00p.m.) y Alex de Castro y su Orquesta (5:00p.m.).
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Promueven orientación sobre SIDA a sordos en la UPR
Preocupados por el gran número de sordos entre los puertorriqueños, cerca de 100 mil, y la inquietud de que un gran número de ellos no haya tenido acceso a información necesaña para prevenir el Sfndrome de lnmunodeficiencia Aquirida (SIDA), la Facultad de Educación del Recinto de Rlo Piedras ofreció una serie de talleres encaminados a adiestrar personal para atender a esta población. Los talleres dirigidos a educadores, profesionales de la salud, y personas de la comunidad sorda fueron ofrecidos recientemente por dos especialistas del
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El término MSíndrome del Edificio Enfermo" se utiliza para describir situaciones en las que Jos ocupantes de una estructUra experimentan un efecto negativo en su salud, aparentemente relacionado con el tiempo que estos pasan dentro de la misma. Cuando los sfntomas de una enfermedad diagnosticable son identificados y atribuidos directamente a contaminantes en aire interno, hablamos entonces de "enfermedades relacionadas con los edificios". Este es uno de los problemas de contaminación ambiental más graves que enfrentaremos en esta década.
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Esta sección está a cargo de Mario Edgardo Roche
el montaje de Gómez serán estudiantes, profesores y actores profesionales. "En la Universidad de Murcia no hay un departamento de drama en si, sino un taller dramático en el cual participan los estudiantes universitarios y personas de la comunidad".
José Félix Gómez a dirigir en Murcia Homenajea De/a Puebla
El profesor del Departamento de Drama del Recinto Río Piedras de la Un~ersidad de Puerto Rico (UPR), José Féhx Gómez dirigirá el montaje de la obra La farsa del a mOl' compradlto del escritor puertorriqueño Luis Rafael Sánchez, en la Universidad de Murcia en España, El viaje del actor y director puertorriqueño es parte de un intercambio entre la UPR y la universidad española. El
El poeta y educador español Manuel de la Puebla, reconocido recientemente como poeta nacional y creador de la revista poética Mairena, será homenajeado el próximo viernes 26 de febrero en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. El "Homenaje a Manuel de la Puebla", que es auspiciado por el Decanato de Humanidades del recinto riopedrense, comenzará a las 7:30PM y se efectuará e!l la sala A de la Facultad de Humanidades. Pedro Zervlgón (Izquierda) durante una d1 sus claan en el Departamento d1 será el maestro Drama.(Foto por Rleardo Alcaraz) de ceremonias de la actividad, semestre pasado el director del taller que contará con la participación de la dramático de la Universidad de Murcia, actriz Provi Seín y la cantante Sytvia Dornenech en la parte artística. Figuras César Oliva, visM la isla junto con el profesor César Bemard y varios estudianimportantes corno Don Francisco Matos tes para participar en la obra Los Santos Paoli y su esposa Doña Isabel Freyre, de Pedro Salinas, como parte de la entre otros, tendrán parte en el reconociconmemoración del natalicio cte ese miento. destacado escmor espaflol. Ricard Don Manuel ha residido en Puerto Rico por 27 años, realizando una extensa labor Salva!, un importante director y teó.ico para la difusión del género de la poesía teatral catalán, también estuvo en Puerto como profesor de literatura en el Recinto Rico desempeñándose como profesor de Rlo Piedras, ed~or de la revista visitante en el recinto riopedrense. poética Mairena y director del programa Gómez informó a Diálogo que junto radial Revista Oral de la Poesía, que se con él viajarán los profesores José transm~e por Radio Universidad de "Cheko" Cuevas (escenógrafo) y Gloria Puerto Rico desde hace ocho años. Sáez (vestuario), quienes estarán en Además ha desarrollado una labor poética Murcia durante una semana coordinando propia, publicando varios libros tales los pormenores de la realización de sus como Unoa apuntes llrlcos, Romancea diseños de escenografía y vestuario, respectivamente .• "La expectativa que tengo es de poder realizar un buen trabajo. Utilizaré música puertorriqueña y otros elementos que destaquen el sentir caribeño. Ctaro está, no sé el elenco que tendré y dependiendo de eso sabré qué tipo de montaje realizaré", comentó Gómez, un experimentado actor que forma parte de la compañía Teatro del Sesenta. La farsa del amor compradlto fue seleccionada para el mo~aje en España entre las alternatiVas Indocumentados de José Luis Ramos Escobar, y La pasión según Antigona Pérez y Ouintuplas, ambas de Luis Rafael Sánchez. "Seleccioné La farsa porque es una obra lo suficientemente universal como para ser representada por actores espa~o les aún cuando conserva un alfe
,.;.¡ caribe(lo", explicó G6mez.
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U. adOreS que participarán en
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para decir en las calles de Rlo Piedras, No es desamor tu viaje y Anillos del amOI' y de la muerte (publicado en
1991). Su más reciente publicación le valió que fuera reconocido por el PEN Club de Puerto Rico como "Poeta Nacionar. Más allá de cualquier reconocimiento, Don Manuel se ha ganado un espacio en la historia de la literatura puertorriqueña.
Arte en Ballajá
Dávila; Jconoa de nuestra historia, por Domingo Garcla; HOI'Renaje a Rat.e1 HerÑndez por José R. Alicea; Contrastea por Carlos lrizarry y Las artes popularn delaa Américas, proYecto realizado por don Ricardo Alegría. Según explicó Maria López, registrado. ra del nuevo museo, las muchas personas que han visitado la exposición lo han hecho a pesar de la "confusión que se crea debido a las obras de restauración• Indicó que el edifiCio aún está en cons- · trucción en algunas áreas y la entrada principal aún no está lista. La entrada alterna es la que queda j usto aliado de la Plaza del Quinto Centenario. El Museo de las Américas surgió por la iniciativa de Ricardo Alegría, dentro del contexto de la conmemoración del Quinto • Centenario del "Encuentro de dos Mundos" y del Descubrimiento de Puerto Rico. El museo funciona gracias a una asignación legislativa , que se recibe a través del Instituto de Cultura Puertorriqueña, y mediante aportaciones de entidades privadas. Las exposiciones están abiertas al público de martes a viernes de 10:00 AM a 4:00 PM y los sábados y domingos de 11 :00 AM a 5:00 PM. La entrada es libre de costo.
Teresa recibe beca en Nueva York
La destacada bailarina y actriz ///' puertorriqueña Teresa Hernández fue A pesar de que aún continúan las por la Sally Van Uer seleccionada labores de restauración en el antigyo Foundation de Nueva York para ser la Cuartel de Ballajá en el VIBjo San Juan, 1 1 el segundo piso de esa locali/ dad ya es sede de importantes exposleiones relacionadas con las artes plásticas y la historia puertorriquena. El nuevo "Museo de las Américas" tiene en sus nuevas instalaciones, inauguradas en octubre pasado, seis exposiciones de gran valor que no deben pasar inadvertidas. Entre las mismas están Quinientos años de arte en Puerto Rico, organizada por el profesor y crítico José Antonio Pérez Ruiz; Arte Iberoamericano del siglo XVI al XIX, preparada por Arturo Hemández parttri en marzo hacia la gran urbe.
Sela txposlclonn ntin ablertasll público en el Cuartel de Ballaj6. (Folot
por Rleardo Alcaraz)
receptora de una beca que le permitirá Participar en Seminarios de danza presentac~ espedales y preparar una pteza original. • . Esto es una oportunidad umca de trabajar. la beca te brinda un espacio creativo para buscar nuevas formas estétiCas Y tener contacto con otra comunidad artística" explicó Teresa, quien tiene ' un bachillerato de educación en teatro de la Universidad de Puerto Rico e inició cursos COnducentes a una maestría en educación (~ministraci6n y supervi~ión). Sally Van Uer Foundation es un organismo cu~ural ~ promueve el desarrollo de ióvenes artistas en tOdas las áreas. la beca fue gestionada por la compañía P~An. integrada por los artistas boricuas radicados en N~eva York, Pepón Osono Y Merián Soto. Hernández lleva más de diez años desempeñándose como bailarina particularmente en el área de d~za moderna. Ha trabajado con la compañía "Taller de Otra Cosa• de Vrveca Vázquez con Petra Bravo, Maritza Pérez y Awilda ' Ster1ong. En t985 viajó a Nueva York para estudoar durante un semestre en el Sunny Purchase College en WMe Plains, Nueva Y~. El_año pasado participó en un ~naroo que ofreció la coreógrafa Merián Soto en Florida. Allí se inició el montaje de Historias, un proyecto que reformuló la conmemoración del Quinto Centenario del Descubrimiento de América. El mismo formó parte del programa de Revisiones, un conjunto de propuestas artísticas auspiciadas por el Dance Theater Workshop. la inquietud de la artista por la creación de nuevas formas y la "crisis actoral" en Puerto R ico serán los temas
la propuesta de trabajo del creador de la compañía teatral Virazón Incluye un taller de dramaturgia para principiantes, un taller de análisis de textos para actores y un taller de teatro de reper1orio mediante el cual se presentarán cuatro montajes durante el semestre. El año pasado un proyecto conjunto de Castro con el colegio cayeyano propició un novedoso e impactante montaje de la obra Bodas de Sangre de Federico García lorca. Castro utilizó una combinación de actores universitarios y profesionales y realizó un concepto de dirección al aire libre. Este año la temporada se inaugura con la presentación de Romeo y Julleta de William Shakespeare los días 18, 19 y 20 de febrero a las 5:00 PM en los predios de la Casa Histriones del recinto cayeyano. Entre los actores profesionales que participarán se encuentran Jorge Castro,
que Teresa abordará en la pieza que creará en Nueva York. "Estoy afectada por la crisis actoral en la isla. No se trabaja la creatividad, no nos arriesgarnos. Aquí los actores 'guisan', no trabajan. Hay que experimentar, hacer cosas nuevas·. apuntó.
Vicente Castro enseña enCayey El director teatral puertorriqueño, Vocente Castro desarrollará varios proyectos teatrales en el Colegio Universi· tario de Cayey, donde se desempeñará este semestre corno profesor residente.
Adamarls López, Esther Mari, Pedro Orlando Torres, Rafael Cruzado, Edgar García, Edwin PabeD6n y José Caro. Más adelante en el semestre Castro trabajará la puesta en escena de Panorama desde el Puente de Arthur Millar, la verdad sospechosa de J uan Ruiz de Alarc6n y Absurdos en soledad de la dramaturga puertorriqueña Myrna Casas. El director de la Oficina de Actividades Cu~urales de Cayey, Miguel Bisbal, informó a Diálogo que la temporada teatral cuenta con el auspicio del Departa· mento del Trabajo y Recursos Humanos y su programa de Fomento de Trabajo, la Fundación de Puerto Rico y el Programa de Subvención Básica para las Artes del Instituto de Cultura Puertorriqueña, entre otros. Para información sobre los talleres y la temporada puede comunicarse con la Oficina de Actividades Cu~urales al 738-
5356.
"Las puertas est<toa,...._
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ras violentadas. El ni al igual que las paredes. ron unas 30 serigrafias", dijo que d aspecto de su residencia cuando llegó ;ugar el domingo.
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'I~It Ser descubiertos por un encubierto. Ser pescado por un camarón en el rio revuelto de una calle santurcina y cangrejera. Verse reflejado en ~l espejo oscuro de una. mirada engafada. Devuelta la tmagen, escapada la mtrada; capada la imagen, que no escape el mirón. Ser el objeto oscurecido por el deseo investigativo. Ser el otro eterno, el hallazgo sospechado, el despechado ncontronazo, el entronizado sujeto a nuestro rastro, el e ostro cambiante de la Historia que se r~pite y d. a vuetltas a r 1 nuestro alrededor como un danzante desa.1sa sm con r~, derramado en mares de sospechas, acusacwnes y delactones asediando lá isla de quien se atreve a cues~i~~ar, a du~ar, a poner la·Santa Fé de la colonia en tela de JUtetOi ~ quten os~ decir que al Servifio Militar Obligatorio; a quten se · . 110
niega a jurar la bandera norteamericana; a quien dice "Don Pedro" con devoción; a quien descubre que el azul de su bandera no es azul marino sino turquesa y que su rojo no es escarlata sino fuego; a quien quema aquella bandera estrellada en demasía contra la cual se estrella la suya tan monoestrellada ella, tan mona, tan monina, pobrecita. Ser ~escubierto y ~cubierto por la sospecha y el escanuo. Ser descubierto y denunciado por raro, por salirse de la nonna, por ser El Final de Norma que leímos en la escue1a y e1 co. m. ienzo de una novela tan novel que la es t amos escnb tendo todos y jamás conoceremos su fin. S_er detennina~o por la mirada fragmentadora y hortzontal atraves de una persiana entornada. Ser la campanada de un reloj nocturno que marca las horas de una vecina desvelada y develadora.
~1993
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estlléliantes
Periódico DIÁLOGO, Universidad de Puerto Rico
febrero 1993
El amor en tiempos difíciles ;
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Entre Estudiantes 1DIÁLOGO -Febrero1993
PoR IDEM OsoRJo
U
n grupo de estudiantes del Recinto de Río Piedras de . . la UPR eligió el español sobre el inglés, como el rdroma oficial en el que se comunicarán a lo largo del semestre académico. La decisión se llevó a cabo mediante votación unánime, luego de que un profesor de la Facultad de Estudios Generales sorprendiera a sus alumnos al iniciar sus clases en inglés. Precisamente, los estudiantes llegaron al consenso del español un día antes de que el gobernador Pedro Rosselló firmara la ley que igualó al inglés y al español como idiomas oficiales de PuertoRico. El debate del idioma se inició en la clase de Ciencias Sociales 3122, de la Facultad de Estudios Generales, cuando su profesor, Manuel Febres-Santiago comenzó a dictarlo en inglés el primer día de clases del recinto riopedrense. Diálogo tuvo la oportunidad de asistir a la primera sección del curso y recoger las impresiones generales. El profesor Febres-Santiago inició su curso hablando en inglés y advirtió al grupo que aún no había preparado el prontuario de la clase porque no había decidido si las lecturas que asignaría serían en inglés o en español. Febrcs les aclaró que sólo las conferencias y las lecturas serían en inglés porque la discusión de la clase podría ser en el idioma en que mejor se expresaran. Caras de sorpresa, incredulidad, confusión y hasta desesperación por no entender claramente esas palabras, fueron algunas de las reacciones al experimento del profesor. Hubo algunos estudiantes, que espontá neamente comenzaron a reír. De hecho, Juego de 20 minutos una estudiante de la clase preguntó al profesor si efectivamente se trataba de una broma. Sin embargo, el asunto va más allá de una broma. Se trata de elegir el idioma en que se quiere recibir la educación. Para lograr algunas reacciones, el profesor Manuel Febres-Santiago les explicó a sus estudiantes que no pensaba encontrar objeción al ofrecer su curso en inglés porque de acuerdo a la nueva ley, en Puerto Rico se supone que la mayoría de los puertorriqueños está capacitada para hablar Jos dos idiomas. La reacción inmediata fue de risas y comentarios llenos de ironía. Ante las caras de preocupación de sus estudiantes, el profesor Fcbrcs les preguntó si creían que él estaba haciendo algo ilegal al di rig irse a ellos en inglés. Todos estuvieron de acuerdo en qoe aun4ue no es una acción ilegal, tampoco es lo más dcselblc ni para ellos ni para la mayoría de los , puertorriqueños. Febres pidió a sus estudiantes que redactaran un parrafo para argumentar en el idioma en el que que~ían la clasc .. Este experimento se repitió en otras dos ":"Clones del mrsmo curso y tuvo iguales resultados. En la prrmera seccrón, 14 de 18 estudiantes votaron a favor del español y los otros cuatro votaron para que el c·urso se diera en "'!'~s idiomas o en cualquiera de Jos dos En la scgu ndaseccron, 15de 16votos estuvieron a favor del español y un voto fue a favor de ~m~s idiomas. No hubo ni un sólo voto por que se hablara rngles solamente. . . Para defender el español, plantearon que es e l td10ma nacional, la lengua materna, el idi_~ma .~n el que "aprendr_eron a hablar, pensar, y sentir". Tambren drJeron que es elrdroma en que mejor se pueden expresar_ y que pueden ~ntender. Expusieron en sus escritos que •gua lar el rngles. con_ el español atenta contra la identidad cultural del pucrtomqueno. "Nuestra lengua es uno de los pilares más ~mportantes de nuestra cultura y un legado que por 500 an~s he~os defendido, apreciado y atesorado", expresó Juho Ariel González. , Los planteamientos de la cultura fue ron 1~ más repe: titivos. "Si yo me avergonzara o negara el ~pano! C?mo ~~~ único idioma oficial, estaría negando tambrén a m1 patna,
n.otic:ias
Vence el español a mi familia y a mí misma", admite Aurea E. Vargas. Varios estudiantes enfatizaron en e l hecho de que la mayoría de los puertorriqueños no es completamente b~lin güe y por Jo tanto la oficialización del inglés no ttene fundamentos en nuestro contexto y no sería justo pa~ la mayoría. "¿Acaso se enseña en las escuelas de Puert_o Rt~o el inglés tan bien como para asumir que todo puenomqu~no hable, escriba y lo entienda?", cuestiona Víctor Salas VeJez en su defensa por el español. Una preocupación que estuvo presente en muchos de los argumentos de los estudiantes es el temor a no poder entender bien los conceptos que se discuten en un curso de Ciencias Sociales si éstos se dan en inglés. Oc igual manera sienten que no se podrían comunicar bien en el curso El profesor Manuel Ftbre>·· Santiago comenzó su curso de Ciencias Sociales tn inglis como un
si no lo hacen en su lengua materna. ., De h ho un estudiante expresó que su educac10n de ec .' r fue en colegio bilingüe y que esto no lo cscue1a superro . 1 .. der más inglés, al contrano no e perrnt!ló ayu dó a apren · como 1a b"101ogra, • ,as sobre las distintas matenas, apren dcrm la historia, etcétera. . . Los jóvenes que estuvieron a favor de los dos •_dr~mas tantearon que hablar otro idioma es un ennquectmrento p tura1 que n0 pone en peligro la, lengua materna. cu . Expre1 saron que Ja clase en ing lés sena una oponunadad para practicar y pulirse en otra lengua. _ . Los estudiantes que defendieron el espanol en_la discusión de la clase tocaron más a fondo el _tema pohtrco. ':"s ue la oficialización del rng les Junto al espanol 1 preocupa q . . pueda redundaren un futuro en preJUICIOS contra os que no dominen el idioma. "Cuando uno t~ene que poner el pa~ ~~ la mesa, uno hace Jo que sea, a sr sea hablar en 11glcs , reflexionó uno de Jos jóvenes. Prensan que este es el pnmer paso para preparar a los puertorriqueños para la estadidad. En ID prim~ra sección d1l curso, 14 dt 18 t>tudiontts WJI4ron por ti español como ti
t:r¡Hrimmlo paro
obtener rn~ccio.
idioma oficial tn ti
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que q..Wn111D clase. (Fotos por José Rryts Garr:ía)
estuditJntn en tomo a este
dtbalt.
Jóvenes artistas exponen trabajos PoR LUis GARciA VnLALÓN 1pasado 21_de _enero, do~jóv_enes artist.ru: puertorriqu~ ñus, ella drsenadora y el pmtor, exhrbreron sus mas rec ientes trabajos al púbheo. La diseñadora gráfica Edna Acosta, inauguró su primera exposición en el edificio Centro Europa en Santurce, bajo el auspicio del Musco de Arte Co ntemporáneo y de la firma desarrolladora lntcrlink, quienes desde el pasado año han presentado varias exhibiciones de pintura y escultura hechas por jó•enes del patio. Acosta presentó una pequeña pero variada muestra de sus diseños, que inclu yen papel timbrado de carta, carteles de actividades, un disco compacto y una elega nte botella de vodka, entre otros. Sus trabajos se caracterizan, según ella "porcombinar el buen humor con la elegancia y la simpleza". Nacida en San Juan en 1967, Edna Acosta estudió e n la Escuela de Diseño de Altos de Chavón e n la República Dominicana, donde obtuvo un Grado Asociado Magna Cum Laude. LuegoselrasladúaNueva York,dondetcrrninó su bachillerato en diseño gráfico en Parsons School o f Designen 1990. Además, trabajó en el taller de la diseñado-
E
ra Jcssica Weber y con la revista Self en dicha ciudad. Actualmente, Acosta reside y trabaja en la Isla y es fundadora y presidenta de la Sociedad para el Desarrollo del Diseño. Por otro lado, el joven pintor puerto rriqueño Miguel Trelles pre.<;entó esa misma noche una exh ibición de sus trabajos más recientes, en una residencia de 1a calle Cruz del Viejo San Juan. Se destacan obras com•J ''Cúcala" y "El tambor de la aldea", tanto por sus líneas sueltas, como por la intensidad de sus colores y la festivid;.d de sus imágenes. Por su temática afro-antillana, la obrad< Trelles cobra gran importancia y vigencia precisamente ··hora, en tiempos de laconmcmor..tcil.)n histó rica e n nuestra isla yen toda Amé rica. Miguel Trcllcs nació en 1969 e n San Juan y posee un Bachillerato en Artes de Brnwn Un\versity, en Providence, Rhode lsland. Actualmente cursa estud ios de maestría en pintura e n llunter College-cn.-Nueya Yo rk . Además ha presentado exposicio nes en las Universidades de Yalc, Brown y Southern Connccticut State.
EiOüiCiieSestudiante de lo Escueto de Comunicación Público. Recinto de Río Pied10S. UPil.
En busca de los mejores mil universitarios
PontifiCia Universidad Católica infonna-
La Cámara de Comercio de Puerto Rico y su Comité de Empresarios Jóvenes ha emprendido la búsqueda de los mejores mil estudiantes de universidades de todo Puerto Rico, con el propósito de incluir sus resumés en el Primer Catálogo de Talento. Los estudiantes seleccionados participarán en la ConYcnción de la Cámara de Comercio en junio de 1993, donde se espera se distribuya parte de los 3,000 catálogos. Losinteresadosdebensercandidatosagraduaciónenoantes de mayo de 1994, y poseer un promedio no menor de 2.50. Para más información comunícate con la Cámara ~ Comercio. (por Mira'za Goaúln]
La Escuela d~ T«nología M~ica tiene cupo para ~8 . nuevos estudiantes para el curso que comienza en
JUho de 1993. u fecha límite para solicitar admisión es el 26 de febrero. Para más información llamar al 8412000 ex t. 297. ~rso disriado~jónaes se llevará a cabo el 16deabnlalas7: 00PMene1Casind-ctePonce. La fecha límite de i~pción y entrega de bOcetos será el 19 de febrero,_m•entrasque la fecha límitipara entregar la ropa conf~•onada scri el9 de abril~fara más información comurucarse al cuadro, ext. 445.
Entre Estudiantes 1 DIÁLOGO -Febrero1993
"Mami quiere estudiar"
LilsG Ri•na GSi.ltkl d ptU114o u"'atr~ • su dGa ._ .. 1tilia, qu~ lf«~sillllh clli4<ldo ap«W.
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Poa MIRERZA GoNz;.u:z Vtu:z
~~ezesmásoumerosalaeaotidaddej6veoesuoiver sttanas-a.sadas y solteras-que batallan diariamente con la difícil realidad de c¡uién cuidad de sus hijos mientras estudian. A pesar de los sacrificios, la necesidad de obtener un gradoacadémicolasobligaatomarmedidaspoooortodoxas y cuyos resultados, en muchas ocasiones, se reflejan en un evidente atraso en s u aprovechamiento académico. Marién De Jesús, Linette Torres, Awilda Febo y ülsa Rivera representan el prototipo de es1as "madres estudiantes". Lilsa estudia Educación Elemental en el Recinto de Río Piedras y tiene una bebé que requiere cuidado especial. Confiesa que ~ hace cuatro años asisle a clases coa su niña, y que en algunos casos, profesores le han expresado su deseo de que no la tenga en el salón. "La verdad es que en la universidad bay un reglamento que establece que no se puede tener niños en los salones, pero hasta ahora no había enconllado un centro que le proveyera el cuidado especial que necesita. A lo mejor me gradúo en seis años, aunque mi lista de iiiCIOOiplelos es bastante grande", indica la joven. · "Yo di a luz un lunes y ya el mién:oles estaba ea la universidad, con el nene, eso fue el semestre pasado. Ahora tuve que dejar de trabajar porque las clases que me faltan se dan durante la nocllc. Aunque mi suegra me cuida el nene ahora, es difícil estar sin trabajar", asegura Liodle Torres, estudiante de quinto año de Cooperativismo. • A mí, durante el día, mami me cuida al nene mientras mi esposo trabaja y yo estudio. Como en la noche mi esposo estudia, se me hace difícil repasar porque tengo que cuidar el nene. Arreglé mis clases para tener horas libres y estudiar aquí mismo en la U~iversi~", coment~ Awilda Febo, estudiante de cuarto ano de B1enestar Social. Marién De Jesús está en su tercer año de Administración de Empresas y asegura que, •yo no puedo quejarme mucho, porque tengo una persona ~ confi~ que me cuida la nena, aclemú, como lo que tieoe son anco meses todavía no da muchos problemas". Entre todas e:Usle el mismo COIISCIISD: que, aunque 110
Lil,.tu Tonn u ntudiante de Coop<I'DIMsmo J titne 11n niiio lh ""do. (Fotos porJosl RlJn GarrfiJ)
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de 23 millones de dólares, y se espe~ue para el xuno año se otorguen sobre 30 millones de dólares. "Uno de los grupos que se debe beneficiar de estos servicios son los estudiantes universitarios que tienen niños. Estos no tienen que esperar a que las instituciones donde estudian les provea este servicio. Es tan fácil como llamar a SENDEC, dejar la información y esperar a que le demos el centro", aclara Marta Sobrino, directora de la Oficina del Programa para el Cuido y Desarrollo del Niño. Este proyecto ofrece la oportunidad de proveer servi· cios de cuido de calidad para 600 niños, hijos de madres y padres universitarios del recinto, facilitando así el logro de sus metas académicas. Marién, Linelle, Awilda y Lilsa son algunas de las estudiantes que actual mente se benefician de este programa. "La propuesta aprobó alrededor de un milló n de dólares para suplir el pago del cuido en diversos centros distribuidos a través de toda la lsla",señala Alma Miró, coordinadora del Programa. "La novedad de este proyecto nos ha llevado a pensar en que además de brindar el servicio de cuidar al niño, también se le brinde orientación al padre y madre estudiante sobre cómo debe ser la crianza de ese bebé. Para poder participar de los servicios es requisito asistir a 14 horas de orientación, además de ser un estudiante regular", indica Miró. Así el estudiante no sólo está seguro de que su bebé estará bien atendido, sino que se adiestra para ayudarles a mantener un progreso académico saludable. Sin embargo, existe el problema de que la cantidad de solicitudes es mucho menor a la esperada. "Hemos recibido 235 solicitudes de las 600 propuestas, si no logramos alcanzar esa cantidad entonces tendremos que asumir que este recinto no tiene demanda de servicios como éstos". Miró entiende que, a pesar de los avisos que se circulan por el recinto, la realidad es que " muchos estudiantes simplemente no los leen". Algunos de los requisitos para participar en este programa son: estar matriculado como estudiante regular del recinto, que sus hijos estén entre las edades de Oa 13 años o hasta 18 años con necesidades especiales, y tener un ingreso anual igual o menor a $10,000.
planearon esta nueva vida "es cuestión de adap4arte, y de buscar diversiones ya no para ti, sino para toda la familia". En 1980 un estudio realizado en la Facultad de Educación del Recinto de Río Piedras de la UPR demostró que 348 estudiantes del total clasificado, eran madn:s. Trece años más tarde, y ante la falta de un estudio confiable, bay que asumir que el número de Colegio Universiestudiantes universitarios con tario de Cayey hijos es mayor. Esto resulta en Linette, Marii11 J LilsD SOII algiUIIJS d' llu estudÍIJnln qw s' una alarmante cantidad de estu- """ ben,ficiado dd progrtliiiiJ de Cuidiu/Q DÜimo d'l Decalllllo de Estudiantes'" Rfo Pi~ UPR. En diciembre de 1992 diantes que condicionan sus esuna corporación comludí~ univ~rsitarios al cuidado de sus hijos. Marién, Lineite, puesta por un grupo de pro fesoras retiradas sometió una Awllda y Lilsa son el vivo ejemplo de esto. propuesta a SENDEC encaminada a implantar un centro de MOiivadas porlas nuevas realidades a las que se enfren· cuidado gratuito a padres con escasos recursos en el pueblo tala población madre-padre universitaria, varias instituciones de Cayey. de educación superior han iniciado la evaluación de pro·~ego, se pensó que.el ce~t~ también podría suplir las pueslas encaminadas a la implantación de Centros de Cuin~estdades d~ padres umversttanos con hijos. De ahí nace dado Di~rno para hijos de estudiantes. Las de mayor avance la tdea de ampbar los recursos para beneficiara los estudiantes en este llpo de proyectos son el Recinto de Río Piedras de la del CUC", co~enta la profesora d e música, Ana Doris UPR y el Colegio Universitario de Cayey. M~ldona~ qu1en laboró por años como supervisora en los adtestramtentos que se ofrecen a empleados de centros Recinto de Río Piedras "Head Start". Rosa Aponte, directora de la Oficina de Colocaciones Durante el año académico 1991-92 el Consejo General ~-1 ~UC, ha colaborado estrechamente con este proyecto de Estudiantes del Recinto de Río Piedras de la UPR tntctando una campaña de orientación para estudiantes que además del rechazo al alza de matrículas, señaló la necesidad deseen estos servicios. ~1 eslabl~imi~nto de un centro de cuidado diurno para ".Mi experiencia es que el problema de ser madres y hiJOS de Untvers1tarios. ~udta~tes a la vez se ha agudizado en los pasados cuatro Como respuesta, el Decanato de Estudiantes sometió a~s. Tu lo sabes cuando al bajar a la cafetería ves cocheuna propuesta a la Oficina de Servicios al Niño y Desarrollo Citos con bebés ~e meses. Ese no es el ambiente idóneo para Comunal, SENOEC por medio de la cual se otorgarían tener un bebé, m para completar una carrera universitaria~ fondos federal es a la universidad para que ésta abs01biera el asegura Aponte. ' pago de los servicios de cuidado. . . La propuesta, que se presentó a finales del mes ele SENDEC es la agencia gubernamental que recibe los sólo espe~ por s u aprobación para que fondos del Programa Child Care alld Dewfopmelll Block dtc1~mbre de 1 ~·enc;e a ~naonar Ya servtr a los estudiantes del Colegio Grtutt. Para septiembre de 1992 se le otorgaron alrededor . Umversttano de Cayey.
CJ?2.
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Entre Estudiantes 1 DIÁLOGO -Febrero1993
co:nt:ra.pun.:t.o
Buscando afectos, sembrando amores
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PoR INÉS M. QUJLES
u ando hablamos de afecto y relaciones afectivas, una palabra completa y diversificada aparece en el panor~ma: a~or. Ese sentimiento que reviste formas diversas segun el_su!eto que lo sienta y el objeto que lo inspire, es una caractenshca de la adolescencia. El amor aparece como resultado de la transformación de la personalidad del joven,
donde un reconocimiento de individualidad y soledad existencial constituyen las características más significativas de esta etapa de vida. Pero el amor es también una respuesta a un medio social que induce a las personas a acercarse y entablar relaciones afectivas. Así, la afectividad aparece permeando distintos tipos de relaciones siendo una de las más importantes la amistad y el amor genital.
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COMO UNA ESPONJA.
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Tu cutis absorbe una cantidad inc~fble de impu~zas que se van acwnulando en lugares donde ni siquiera el jabón puede llegar.
Los Astringenles Noxzema sacan todas las impurezas Yla gtasa que se acumulan en tu piel, no import.a lo profundo que esttn. Para hacerte lucir, claro está, una piel más saludable.
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Tu piel pertenec~ a Noxzema.
En primer lugar, Ja amistad, considerada como el modelo ideal de una relación afectiva entre pares, es una de las relaciones más valoradas por los jóvenes. ¿Porqué? Entre muchas res puestas posibles, porque la amistad se distingue por ser voluntaria Ytiende a ser Foto por Ricardo Aleara¡ estable por encima y fuera de lazos parentales. El placer de estar juntos, comunicarse con un alto grado de confianza, constituye _1~ base de un ~ relación q ue algunos ven co mo "una forma ettca del amor . De acuerdo al psicoanalista italiano, Gerard Lutte, ''la amistad es más importante para los jóvenes que para los adultos porque puede significar solidaridad entre los oprim idos". Esto es, entre los jóvenes, los lazos de amtstad no se nutren de sentimientos de poder y opresión sino, por el contrario, de sentimientos de igualdad y sol idaridad. Ciertamente, la amistad evoluciona y en la etapa juvenil la relación se enriquece con la valoració n del amigo como persona única. Es ahí cuando se desarrollan lazos afectivos sustentados por relaciones de paridad con los otros. La vida universitaria brinda un espacio ideal para dar rienda suelta al desarrollo de afectos que te acompañarán, si quieres, en tu vida adulta. Esos afectos y/o amores, como quieras llamarle, te facultarán para dar y recibir, al tiempo de no sentirte abrumado(a) po r sentimientos de soledad que generalmente aparecen en esta etapa de vida, como consecuencia del proceso de diferenciació n e individualización. Por eso, insisto en afirmar que en la universidad nacen afectos. En parte, porque la vida en común es una oportunidad para conocerse, descubrir unas características que permitan apreciar a una persona y crea las condiciones para que se establezca una relación co nfidencial. Por otra parte, la vida académica induce a acercarse a los compañeros de curso y es en los momentos difíc iles (exámenes por ejemplo) que se desarrollan lazos de solidaridad. La amistad, a pesar de lo maravillosa que es, no es la única forma de afectividad ni la única necesaria para la vida. También está el amor genital, donde en este enamorarse (aunque sea del amor), se crean las condiciones para una vida interior rica en sentimientos. Enamorarse es de las cosas que más fácil te sucederán en la universidad. El grupo es muy grande y las opciones variadas. Los canales de co municación son más amplios que en la escuela superior y sólo te resta buscar esas experiencias propias, sabiendo que es una manera de poner a prueba tu identidad personal y a la vez un medio de enco ntrar alivio a las presiones externas. _Coincidirás conmigo en que las relaciones de noviazgo son tmportantes, necesarias y placenteras. En ella encuentras no sólo con quién compartir tu tiempo, decisiones activ!d~des, in~ereses, problemas, etcétera, sino también p~xlmtdad fístca. Todas estas experiencias e mocionales Y fístcas te ayudarán en la consolidación de tu identidad, en la forma_c!ón de tu carácter y en la expresión de tu sexualidad. Estabthdad y madurez emocional será el resultado de todas aquellas relaciones que establezcas fundadas en el amor yel respeto al ser humano y no sobre la exaltación del provecho • y del poder. .~n definitiva, te separas emocional y físicamente de la famtha (pues permaneces en casa menos tiempo que antes) Y encuentras en la unión con tus iguales la posibilidad de fortificar y afirmar tu voluntad en la lucha por lograr un lugar en el mundo. La autora esprotes01a en ta Focultad de Clenclos Soclolesdel Recinto de Río Piedras, UPR
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Entre Estudiantes 1DIÁLOGO - Febrero1993
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Un puente entre dos generaciones PoR MARY
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ossana López no le tiene miedo a los retos. Siendo apenas una niña le diagnosticaron dislexia. Pero este desorden, lejos de desalentarla la motivó a sobresalir en todo lo que se propuso. Su tenacidad la llevó a convertirse en presidenta de su clase de sexto, séptimo y de noveno grado. De grande, fundó el Cuerpo de Voluntarios del Hospital Menonita. Antes de comenzar sus estudios universitarios viajó a Haití, junto con un grupo de jóvenes católicos, a trabajar como misionera. Y, una vez en la universidad, fue electa presidenta de la A<;OCiación de Estudiantes de Psicología del Colegio Universitario de Cayey (CUC). Estajoven de 23 años es incansable. De naturaleza activa, logra combinar todas sus tareas y todavía le sobran horas en el día para practicar el jogging y la fotografía, sus dos pasatiempos favoritos. A pesar de que tanta actividad podría resultar agotador para cualquier persona, a Rossana no le parece así. Toda vez que ha puesto sus miras en ayudar a fomentar el espíritu del deporte entre envejecientes. Recientemente, y motivado por Rossana, se creó en Cayey un capítulo de_CarrípÍra (camina y respira). Junto a esta dinámica jovén trabajan otros seis estudiantes provenientes del departamento de psicología del
cuc.
Rossa11a Lópn. ts ,.,.., di11dmkajovt11 dt CaJt] qut st ha dtdkado a caiiiÚit.ar sus tlltt¡las tll ayud4r a los tllvtjtcúlllts. (Foto por RicardoA/caraz)
"Compartimos junto con 20 envejecientes, dos hombres y las demás mujeres. Y desde que iniciamos las caminatas todos han notado un cambio favorable. Es una manera de que ellos puedan canalizar las ansiedades propias de la edad", explicó. Además, fomentan otras actividades en las cuales los
envejecientes se divierten grandemente. Recientemente el grupo de Campira organizó un baile y también tuvieron un día de campo (field day). Por o tra parte, "estamos haciendo un video para fomentar cómo la juventud puede ayudar a las personas mayores". El título de la cinta, que se espera circule próximanente, será Entendiendo al envejeciente. Rossana ya ha comenzado a planificar su futuro, por lo que ha visitado varias universidades en Massachussetts y Penssylvania interesada en conocer los currículos en psicología. Sus intenciones son hacer una maestría en Psicología clínica y luego, un doctorado en gerontología. A tono con estas preferencia•, confesó que sus abuelos han s ido, en gran medida, fuente de inspiración. ~Fueron ellos los que me motivaron a trabajar. Muchas veces les oí quejarse de que no se le daban actividades ni ayuda a los envejecientes". Esta joven está convencida de que tiene que ayudar a cambiar la percepción que tiene la sociedad con los envejecientes. "Se transforma al educar. Mi meta es ponerlos en el sitial preferente que se merecen", reveló. Recordó la líder de Campira que cuando inició el Cuerpo de Voluntarios del Hospital Menonita "me dedicaba a hablar con los viejitos y me di cuenta lo bien que me sentía y de lo importante que era para mí compartir con ellos". A pesar de que tiene un itinerario bastante cargado, Rossana conjuga a la perfección sus estudios, su vida privada y lo que ella ha denominado como su vocación: ayudar a los envejecientes. "Para mí no existen imposibles. Todo se puede si te lo propones, aunque eso conlleve algún sacrificio. He tenido que canalizar mi vida a través de una agenda, pero ooy feliz. Muy feliz", con satisfacción.
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Visión del amor en los jóvenes del
convicción propia. La responsabilidad y la honestidad son dos de los argumentos más mencionados al defender las relaciones sexuales fuera del matrimonio. "La madurez es clave en este proceso. Creo que un ser huma~ es capaz de decidir cuándo se siente preparado para cump1r con Cie rtas responsabilida. des, como lo es e l estudio, el trabajo y como lo sería el tener relaciones sexuales", explica Carlos del Coro. Carlos, de 19 años, culpa de cierto modo a los medios de comunicación que constantemente envían mensajes que relacionan el sexo con fumar o tomar alcohol y confunden a Jos jóvenes. Primero, esto hace que no tomen el asunto con seriedad y, segundo, los lanzan, desde más temprano, 1 responsabilidades cuando aún no tiene n la madurez para enfrentarlas, explica. El cambio en los esquemas de valores y en el concepto del amor de esta generación, se percibe en la conversación cotidiana de los jóvenes. La abstinencia, la protección en la relación sexual con el condón (o cualquier otro método) el aborto, el HIV-SIDA son conceptos que tienen bien presen-
'90 PoR IDEM OsoRJo
E
1 amor y el sexo han exis tido siempre, pero para los jóvenes de esta generación, estos conceptos han cobrado otros significados. Todo parece indicar que aunque para los universitarios de los '90 la concepción del amor ha variado drásticamente (comparado con décadas pasadas) todavía no están dispucstosarcconocerlo. El temor a los tabúes de la sociedad es más fuerte que el aceptar que han modifiCado su conducta en relaciones afectivas, en la manen de expresar su sexualidad y otros comportamientos. Varios universitarios entrevistados coincidieron en que la "revolución sexual" ha cambiado ese concepto del amor entre su generación. " Yo uso de referencia la época de mis papás, antes no se tomaba en consideración la visió n de hoy en día del sexo. Antes había más sentido de compromiso", explica Carlos del Coro estudiante de la Facultad de Ciencias Naturales del Recint~ de Río Piedras, UPR. "De hecho, tengo amigos que equiparan el amor y el sexo, y entiendo que eso no debe ser así", añade. Para otros jóvenes el concepto amor permanece intacto s iempre, sin embargo, piensan que ahora tienen otros esquemas de valores. "Lo que ha cambiado es la sexualidad; ahora no es tan tabú, lo es cuando estamos fre nte a adultos, pero no entre nosotros, los jóvenes de ahora", aclara Beatriz Matos de Ciencias Sociales. Cuando se le preguntó si la sexualidad es ahora (más que antes) parte integral del concepto amor, la joven opinó que e.l amor y el sexo s iempre han estado cogidos de la mano. " Lo que pasa es que la gente no quiere aceptar que somos seres sexuales~, admite la estudiante de Sicología. Entre Estudiantes tuvo acceso a la encuesta 15-24 de McCann Ericlcson rea lizada a jóvenes entre 15 y 24 años en 1991, que arroja reve ladores datos. Uno de los principales temas es "la libertad de decidir sobre su sexualidad... Si para la generación de sus padres era considerado "inmoral", para esta generación tener relaciones sexuales antes del matrimonio parece "aceptarse" como un comportamiento más rutinario, a tono con los nuevos estilos de vida de los '90 y con su visión del a mo r. Aunque esto no quiere decir que están dispuestos a aceptar que llevan ese estilo de vida. En esta encuesta, cuando se les preguntó a los jóvenes sobre su decisión de tener sexo, la mayoría contestó de manera conservadora. "En la etapa cualitativa a medida que hablaban de sus vivencias se hizo evidente que a muchos se les hace difícil practicar lo que predican", cita la encuesta. . En e l caso de las muchachas, salieron a relucir dos comportamientos: por un lado, las jóvenes con una "agresividad sexual marcada" y, por el otro, las que se esconden detrás de los esquemas tradicionales que se espera de una muchacha por la sociedad, aunque no sea realmente lo que sienten. En el caso del ho mbre, la encuesta revela que se sienten "intimidados y o bjctizados" ante las muchachas muy agresivas en cuanto al sexo. De igual manera, también rechazan . las que se muestran muy conservadoras sobre el tema. Los
El amor.en·tiempos ,;Íuchachos de 20 a 24 años expresaron que en esa etapa de su vida, buscan una relación que logre " integrar los aspectos afectivos y sexuales". Para los muchachos es más fácil hablar del tema de la sexualidad y aceptar que tienen algún tipo de comportamiento sexual, tal vez más que para las muchachas y eso se explica dentro de un contexto que perpetúa el machismo en la sociedad. Pero, ¿hablan con la verdad los jóvenescuando discuten con otros sobre sus experiencias sexuales? En la encuesta 15-24 un 54.2 por ciento de los muchac hos dijeron que es aceptable tener relaciones sexuales con sus novias, contrario al 53 por ciento de las muchachas que están en total desacuerdo de ese comportamiento sexual en el noviazgo. Un 25 por ciento de las entrevistadas expresó sentirse de acuerdo. Entre estudiantes también realizó un sondeo en varias facultades del Recinto de Río Piedras de la UPR y se repitieron los mismos patrones de respuestas. Todos los muchachos contestaron que han tenido experiencias sexuales con sus parejas, mientras que las muchachas se mantuvieron firmes en que esperarían ~as!~ ll e~ar al matrimonio para tener este tipo de expcnenc1a. Stn embargo, algunos casos enfatizaron que aunque no han tenido relaciones sexuales, han experimentado con su sexualidad en su noviazgo. Muchos universitarios tienen claro que las relaciones sexuales no necesariame nte tienen que ser exclusivas del matrimonio, pero entienden que la responsabilidad con la que se lleve a cabo es un factor clave. " Debes saber con quién y por qué decides tener una relación de este tipo" argumenta Kelly Meadows de la Facultad de Humanidades: "Si la pareja se siente preparada, creo que está bien. La sexualidad es una necesidad y una manera de comunicac ión pero no se debe ~ea liza~ por pres ión de ~rupo, o por otr~ razones externas , exphca Sandra Rodnguez de Ciencias Naturales que piensa que este acto debe realizarse por
tes y que han redefinido su comportamiento. La convivencia, por ejemplo, ha a lcanzado un grado de aceptación entre los jóvenes. Entienden que la unión librees una alternativa para llegar a conocer su pareja, sin tener que pasar por un fracaso matrimonial, pero se muestran muy reservados a la hora de afirmar que estarían dispuestos a convivir con su pareja. La encuesta 15-24 refleja que la convivencia no es aceptada por una mayoría de los jóvenes, sin embargo, no ven e l matrimonio tampoco como algo duradero y admiten que recurrirían al divorcio. Para la mayoría de los entrevistados, e l matrimonio tampoco es una prioridad. Para Sandra Rodríguez, por ejemplo, la convivencia puede resultar buena para conocer mejor a la pareja, pero piensa que si ambos se sienten seguros del paso, deben llegar al matrimonio. " No es por convicciones religiosas, sino por una serie de conveniencias legales y económicas", aunque la joven admite que el matrimonio no es garantía de una relación saludable. . En e l ~ndeo realizado por Entre estudiantes, muchoS umvers1tano~ conco~daron en que la conv ivencia está a la p~r de los eshlos de v1da de los '90, aunque no la practiquen. Piensan que en esta generación existe más libertad en com~aración con otras décadas y por Jo tanto más parejas c?nv~ven. Otros definen la convi;encia como ~n "matrirn<>mo sm papeles". Otros miran este comportamiento como algo positivo Y cree~ que _cada vez está cobrando mayor relevancia. "La ~onvlvencla es como el matrimonio. Casarse o no no es lo 1mportante ' "• • s ·mo que hayas escogido la pareja correcta . ~~fauza Beatriz Matos de 20 años. Así la mayoría de Jos jOvenes explican que siempre y cuando este comportamiento se lleye a cabo de manera seria y responsable, sí es aceptable para su generación.
JUL!O
CORTAZAR ESTIARIO
llay artes que permiten volar tan lejos como se desee. Relatos que nos transportan en el tiempo. AsĂ es la literatura. Por eso IBERIA apoya el mundo de las letras. ponÂĄue forma parte de la cultura y el sentimiento de cada pueblo. Es nuestra manera de dar alas al arte.
IBERIAij
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Sin duda, Julio Cortá7.ar, el argc nrino nacido en Bruselas en 1?14, es unade las m:ís graneles y altas figuras de la litera tura lusp.mo:unt•rorana. Entonces i con qué palahras ckscrihir sus prof~ndas huellas' Por alguna ra,ó n, llorges declaró: "La obra de Cortázar es enorme; más grande, incluso, que ~1 mismo." Tan sólo nos queda acercarnos a él con humildad, con cauto anonadamiento.
Julio Cortázar
P~~que aquí hablamos, no sólo de un gibr.lnle juguetón, sino t.amb1en de uno sumamente perspicaz. Cortázar, más que estar en las nubes, las rebasaba. Tan amplio es el alcance de su visión que, en Rflyuela (1963), encontramos un relato que se agranda hasta ocupar rl cosmos. Uno cuyos puentes y autopislas alm nos lleva, corriendo a Inda velocidad, por La vuelta al di" en ochrnta mundos ( 1%7). Defensor intachable de la irrevcrcnda. pdt'ú conIra todos los ronsen•acluris!as posihlcs has1a e l Ultimo Round (1969). Rohus1o co-
medieval que trata de animales reales e imaginarios, este besúario ha~la de la fragilidad de los límites entre ser humano y besua. Cazadores, pero también perseguidos, los perso najes se mueven en la precariedad de sus propias casas. Las • odiseas aquí evocadas nos muestran qu<' tan monstruosa puede ser una "experiencia ),._ ordinaria". Co n seguridad, quien lee · ~"> "Circe" vacilará ames de lle,·arse un bo mbón a la boca. Nadie que haya leído "Carta a una señori· ta en París podrá permane· cer Lranc¡uilo al sentir come-
zón en la garganta. Un rui· d n en el pasillo inducia· blcmentc perturbará al q ue, en la quietud de su alcoha, avanza, paso a paso, en "Casa tomada."
moGoliat, perosa-
gazromo Da,·id, Julio Cort..i1.ar supo hurlar las fronteras entre la "alta" y "ba· ja" cultura. Sus musas nota· han des· de el Olimpo, o bien lo asaltaban en el andén del subte rráne o. Transpo nó el tango a París, y persiguió a Char· lie l' a rker hasta Buenos Aires. En Bestiario ( 1951), el volumen que aquí pre· sentamos, Cortá-
zar enfoca su tercer ojo sobre la cotidianidad humana. Más que serelli· bro
Nuestra invitación es
la siguicnlc: entren en la casa; no se resistan al bombón. Que la curiosidad infi· ni1a los cien\ como al gran Cort:ll.ar, más allá de "Las puertas del cielo."
CARLOS COLOMBINO La obra del famoso artista Carlos Colombino es múltiple: va del granado a la escultura, pasa por la cerámica y llega a la arquitectura. Su pintura, trabajada muchas veces en la madera de los mutilados bosques paraguayos, mucs1ra este original estilo de expresión plural que lo ha convertido hoy e u día· en uno de los más completos e importantes artistas del continente americano.
Arquitecto, escultor, grabadista, pintor, dibujante y poeta, el paraguayo Carlos Colombino (Concepción, 1937) ha expuesto en los más importantes museos y galerías del mundo. En esta ocasión presenta un conjunto de imágenes abstractas e integradas entre sí, que con ironía y en apariencia defo rmada des· criben al hombre real e imaginario que .._ el anist~ encontr~ en el gran ., • escntor argentmo.
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suplement~
Periolibro~).
poner el libro, convertido en un de diario ("El en manos de millones de lectores, gracias a la inestimable participación de una red de prestigiosos diarios de lberoamérica, la UNF..SCo y el Fondo de Cultura Económica, en cumplimiento de sus objetivos, dan un paso importa~te en beneficio de la integración cultural iberoamericana. De esta manera, grandes escritores iberoamericanos del siglo veinte, ilustrados por no menos importantes artistas del mismo espacio geográfico y cultural, llegan a millones de hogares al costo de un periódico. Nuestro agradecimiento a todas las personas e instituciones que han hecho posible tan noble esfuerzo. Miguel de la Madrid Hurtado Director General Fondo deCultura Económica
Federico Mayor Zaragou Director General UNF.Iro
• Consejo Á!t30T Jo~ Amado, AJ(redo Bl)U übenique, Carlos Fumtes, Gabriel Gama Mán¡uez, Aupsto Montmoso, FtriWido Savater. Dinui6n Q,/tgiada Germán Camero Roqué , Represenlante deUNF.IOJ en México 1Adoiro CastaJión, Gerente Editorial, Fondo de Cultura Económica Coordinador Gtntral Manuel Scorza Hoyle1Coordinadora Editorial Gabriela Vallejo
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Astsoria Ticnial Manuel Manrique Castro 1Promoción Héctor Morillo Cruz 1Astsllria t11 Brasil Alberto Mario PetTOne DiJtño V~Ce~~ te Rojo, Rarael López Castro 1F01IliiiCWn Al~andro Valles Santo Tomís Suptrvisión Ma. ~la Goo.úlez, Alberto Flores, José Luis Acosta
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Diarios Asociados
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Pí¡illl/1%. Argentina; Presencia, Bolivia; O Globo, B.rasil;1:- Nací?•·. Olil~ il t'Apectador,Colombia; La Nación, ~li. Rica;~~tud ~e, Cuba; Hoy, Ecuador; La l'mlsa Gráfica, FJ SaMdor; ABC, España; Fl Periódico USA, Estados ~m~os: S•zlo Vetn~uao, Cuat~ La l'ml5a, H.ondu~ ~iució~ ~torial ~~ Mbico;La Pmosa, Nicaragua; La Eatrdll de PIJiliÚ. l'anami; Hoy, Paraguay; La Repúb1ia, Peru; Diário de NOIIcias, Portugal; Diílop, Pueno Rico; üstln Diario, Repubha D01rumcana; La ltepúblia, Uruguay; }] Nacioaal, Venezuela. Periolibrol es producido 1esti rqilll1do m la <ildod de Mkico 1lmpreta en Puerto Rico
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JULJO
CORTAZAR BESTIARIO
CASA
a Irene 50lamente la entretenía el tejido, mostraba una destreza maravillosa ya m{ se me iban la~ horas viéndole las manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos canastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era hermoso.
TOMADA
Nos gustaba lacas., porque aparte de Npaciosa yantigua (hoy que lascas.~ antiguas sucumben a la más ventajos., liquidación de sus materiales) "': guardaba los recuerdos ele nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nues· tros padres y toda la intanria. ' Nos habi tuamos lreneyyoa pen.istirsolosrnella, loqucera una locura pues en esa casa poclían vi\'Ír ocho personas sin estorbarse. llacíamos la limpie1.a por L matiana, k\'antánclonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las lthimas ha hitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almor1.ábamos a meclioclía, siempre puntuales; )'a nu quedaba nada por hacer fuera ele unos pocos platos sucios. Nos resultaba grato almomtr pensando en la rasa profuncla )' siltnriosa y rómo nos lú\Sláhamos para mantenerla limpia. A wres lle¡pmos a creer que era ella la que no nos clejcí cas.1.rnos. Irene rcrh;~zó dos pn·t<·•ulicmcs sin ma}·or motivo. a mí se m~ murió María Esther antes que llegáramos a comprometemos. Entramos en Jos cuarenta aiios ron la inexprcsada idea de CJUC el nuestro, simple y silencioso malrimonio de hf'rmanos, era necesaria clausura de la gem~a· logia asent arla p<!r los bisabuelos en nuestra casa. Nos moriríamos ;.llí algún clía, ,·agos y esqui\'os pri mos se queclarían ron la casa y la.echarían al suelo para enriquecen;e ron el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros mismos la ''oltearíamos justicieramente antes de <JUe fuese demasiado tarde. Irene era una r hica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su acth·iclad matinal se pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto, yo creo que las mt~eres tejen cuando han encontrado en esa labor el gran pretexto para no hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre neces.,rias, tricotas para el im·ierno, medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A \'eet·s tejía un chaleco y despué5 lo destejía en un mom en~o porque algo no le ag~d~~a; era gracioso \'er en la canast•lla el mont on de J an~ enrre~_pa<la reStsttendose a perder su forma de algunas horas. Los sahados 1ba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe e~1 mi gusto, se romplaría co_n Jos colores y nunca tul'e que d~vol\'~r macl~ps. Yo aprO\whah~ esas ,sahdas para dar una \'lleha por las hbrenas y preguntar ,·anamrnte s~ hahta novedad~s en literatura francesa. Desde 19:19 no llegaba nada vahoso a la Argentma. Pero es de la ras.1 <Jue me interesa hablar, de la rasa y dt' Irene, porque yo no tengo importancia. M~ pregunto qué hubiera hecho lr~ne si~ el tejido. Uno puede releer un hhro, pero ruando un pullo\'er esta tenmnado no se puede repetirlo si n escándalo. Un día encontré el cajón de abajo de Ja cómoda de alcanfor lleno de paiiolet~ blancas, \'ercles,lila. Estaban con naftalina. apiladas como en una mercena; no tu\'c l'alo.r de preguntar-., • , le a Irene qu~ pensaba h.,cercon ella!. No necesitál~a:mos ganarnos la ~·ida, . , , . todos 1o5 meses llegaba la plata de los campos y el dm<"ro aumentaba. Pero ~•
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• · J ·. !l
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Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor, una sala con gobclinos, la biblioteca y tres dormitorio! grandes quedaban en la parte más retirada, la que mira hacia Rodríguez Peña. Solamente un pasillo con su maci1.a puerta de roble aislaba esa parte del ala delantera donde había un baño, la cocina, nuestro! dormitorios y el living central, al cual comunicaban los dormitorios y el pasillo. Se ent raba a la casa por un 1.1guán ron mayólica, y la puerta cancel daba allil'ing. De manera que uno ent raba por el zagu:ín, abría b cancel y pasaba alJi,·ing; tenía a los lados las puertas ele nuestros dormitorios, y al frente el pasillo que conducía a la parte m:ls retirada; a\'anzando por el pasillo se rran<Jueaba la puerta de rol>le y m;ís allá empc1.aba el otro lado de la casa, o bien se poclia girar a la izquierda justamente antes de la puerta y seguir por un pasillo más estrecho <JUe llevaba a la cocina y el baño. C.uando la puerta estaba abierta advt'rtia uno <Jue la casa era muy grande; si no, daba la impresión ele un departamento de los <JUe se edifican ahora, apenas para mo\'erse; Irene y yo ,·ivíamos siempre en esta parte de la casa, casi nunca íbamos m:ís allá del~ puerta de roble, salvo para hacer la limpieza, pues es increíble rórno ~e j unta tierra en los mueblt'S. Buenos Aires será una ciudad limpia, pero rso lo debe a sus h~b itantes y no a otra cosa. Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una ráfaga se palpa el polvo en los mármoles de las consolas y entre los rombos de las carpetas de marramé; da trab;yo sacarlo bien ron plumero, vuela y se suspende en el a~re, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los ptanos. Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstan· cías inútiles. Irene estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho ele la noche y de repente se me ocurrió poner al fuego la pa,ita del mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta de roble, y daba la \1Jelta al codo que Jle,·aba a la cocina cuando escuché algo en el comedor 0 la biblioteca. El sonido \'enía impreciso y sordo, como un volcarse de silla sobre la ~lfombra o un ahogado susurro de rom·ersación. También lo oí al mismo tiem~ o un segundo después, en el fondo del pasillo que traí; desde a<Juell~s ptezas hasta la puerta. Me tiré contra la puerta antes de que fuera demastado t~rde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; feli1.mem e la llave est.1ba puesta de nuestro lado y además corrí el gran cerrojo para más seguridad. Fui a la cocina, calenté la pa,·ita, y cuando estuve de \uelta con la , , bandeja del mate le dije a Irene; ,,: • . - T.uve que ce~r la pue.rta.d~l pasillo. Han tomado la parte del fondo. DeJó caer eltejtdo y me mtro con su5 graves ojos cansados. ....
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-<Estás seguro? Asentí. .. . d a ,¡as- tendremos que vivir en este - Entonces -dyo recogten 1as guJ
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lado. h cuidado pero ella tardó un rato en Yo cebaba el mate con m duc o teiía un ;haleco gris; a mí me gustaba reanudar su labor. Me acuer o que ' ese chaleco. , .ó noso porque ambos habíamos dejado . Los pnmeros dtas nos pareCI peue ueríamos. Mis libros de literatura en la parte tom~da muchas ~osas~ qen la biblioteca. Irene extrañaba francesa, por ejemplo, esta 3 ~ t ~! tanlO la abrigaban en invierno. Yo unas carpetaS, un par de pan tu as q e Irene pensó en una botella de sentía ~i. pipa de enebro ! ere~~ frecuencia (pero esto solamente • aión de las cómodas y nos Hespendma de muchos anos. sucedió los primeros días) cerrábamos a1gun e ' mirábamos con tristeza. -No está aquf. , d todo lo que habíamos perdido al otro lado de y era una cosa mas e
la~~ también tuvimos ventajas. La limpieza se si".'plificló tantod qbue a u, n
,. y media por ejcmp bo ',no. conmigo a an as levantándose tardlslmo, a 1as nueve once a estábamos de brazos cru7.ados. Irene se acostum ro a Ir . a la c~ina y ayudarme a preparar el al muertO. Lo pcnsam?s b~en, y se decidió esto: mientras yo preparaba el almuerzo, Irene c.ocmana platos · 1 ochc Nos alegramos porque s1empre resuha para comer f nos <e n · .' d moles;o tener que abandonar los dormitorios al at~ r ~cer y ponerse a cocinar. Ahora nos bas~1ba con la mesa en el dormuono de Irene y las fuentes ele comida fiambre. . . Irene estaba contenta porque le quedaba más uempo para tejer. Y~ andaba un poco perdido a causa de los libros, pe.ro por no ~fl1g¡r a m1 hermana me puse a revisar la colección de estampillas de papa, Yeso me sirvió para matar el tiempo. Nos divertía1~os. mucho, cada uno en sus cosas, casi siempre reunidos en el dorm1tono de Irene que era más cómodo. A veces Irene decía: - Fijate este punto que se me ha ocur~ido. ( No da.un dibujo de trébol? Un ralo después era yo el que le poma ante los OJOS u n cuadrad1t~ de papel para que viese el mérito de algún sello de Eupen y Malme.dr. Estábamos bien, y poco a poco empezábamos a no pensar. Se puede v1v1r sin pensar. (Cuando Irene soñaba en alta voz yo me desvelaba en segu~da. Nunca pude habituanne a esa voz de estatua o. papaga~o, vo~ que v1e~e _de los sueños y no de la garganta. Irene dec1a que m1s suenos consiSUan en grandes sacudones que a veces hacían caer el cobertor. Nuestros dor~i· torios tenían el living de por medio, pero de noche se escuchaba cualqu1er cosa en la casa. Nos oíamos respirar, toser, presentíamos el ademán que conduce a la llave del velador, los mutuos y frecuentes insomnios. Aparte ele eso todo estaba callado en la casa. De día eran los rumores domésticos, el roce metálico de las agujas de tejer, u n cruj ido al pasar las hojas del álbum filatélico. La puerta de rohle, creo haberlo dicho, era maciza. En la cocina yel baño, que quedaban tocando la parte tomada, nos poníamos a hablar en voz más alta o Irene camaba canciones de cuna. En una cocina hay demasiado ruido de loza y vidrios para que otros sonidos irrumpan en ella. Muy pocas veces penn itíamos allí el silencio, pero cuando tornábamos a los dormitorios y al living, entonces la casa se ponía callada y a media luz, hasta pisábamos más d espacio para no molestamos. Yo creo que era por eso que de noche, cuando Irene empezaba a soñar en alta voz, me clesvclaba en seguida.) Es casi repetir lo mismo salvo las consecuencias. De noche siento sed, y antes de acostarnos le dije a Irene que iba hasta la cocina a servirme un vaso de agua. Desde la puerta del dormitorio (ella tejía) oí el ruido en la cocina; tal vez e!' la cocina o tal vez en el balio porque el codo del pasillo apagaba el sonulo. A Irene le llamó la atención mi brusca manera de detenerme, y vino a mi lado sin decir palabra. Nos quedamos escuchando los ruidos, notando claramente que eran de este lado de la puerta de roble, en la cocina y en el balio, o en el pasillo mismo donde empezaba el codo casi al iado nuestro. No. nos miramos siquiera. Ap~eté el brazo de Irene y la hice correr conm1go hasta la puerta cancel, sm volvernos hacia atrás. Los ruidos se oían más fuerte pero siempre sordos, a espaldas nuestras. Cerré de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán. Ahora no se oía nada. -Han t01~ado esta parte -dijo Irene. El tejido le colgaba de las manos y 1~ heb~ tban hasta la cancel y se perdían debajo. Cuando vio que los ovdl~s ha~1an .quedado del otro lado soltó el tejido sin mirarlo. -<TU\1Ste L1empo de traer alguna cosa? -le pregunté inútilmente. - No, nada. Es~bamos. con 1~ pu.esto. Me acordé de los quince mil pesos en el armano de mt dormttono. Ya era tarde ahora. · Com~ me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche.
Rod~é con mi brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) Ysahmos a la calle. Antes de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla. No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada.
CARTA A UNA SEÑORITA EN PAR{S An_drée, yo no quería venirme a \•ivir a su departamento de la calle St11parha. No tamo por los con~jitos, m<is bien porque me duele ingresar en un o rden cerrado, construido ya hasta en las más finas mallas del aire, esas que en su casa prescf\oan la música de la lavanda, el aletear de un cisne con polvos, el juego dd violín y la viola en el cuarteto de Rará. Me es amargo entrar en un ámbito doncle alguien que vive hellamente lo ha dispuesto todo como una re iteración visible de su alma, aquí los libros (de un lado en español, del otro en francés e inglés), allí los almohadones verdes, en este preciso sitio de la mesita el cenicero de cristal que parece el corte de una pompa ele jahó n, y siempre un perfume, un sonido, un crecer de plantas, una fotografía del amigo muerto, ritual de bandejas con té y tenacillas de azúcar. .. Ah, querida Andrée, qué difíci l oponerse, aun aceptándolo con entera sumisión clcl propio ser, al orden minucioso que una mt~er instaura en su liviana residencia. Cuán culpable tomar una tacita de metal y ponerla al otro extremo de la mesa, ponerla allí simplement e porque uno ha traírlo sus diccionarios ingleses y es de este lado, al alcance de la mano, donde hahrán de estar. Mover esa tacita vale por un horrible rojo inesperado en medio de una modulación d e Ozenfant, como si de golpe 1as cut'rrlas de tocios los contrab~os se rompieran al mismo tiempo con el mismo espantoso chicotazo en el instante más callarlo de una sinfonía ele Mozart. Mover esa tacita altera el juego de relaciones de toda la casa, de cada obj eto con o tro, rle cada momento de su alma con el alma entera ele la casa y su hahitante lejana. Y yo no puedo acercar los dedos a un lihro, ce1iir apenas el cono de luz de una lámpara, destapar la caja de música, sin que un sentimiento de ultraje y desafío me pase por los ojos como un bando de gorriones. Usted sabe por qu~ vine a su casa, a su quieto salón solicitado de mediodía. Todo parece tan natural, como siempre que no se sabe la verdarl. Usted se ha ido a París, yo me quedé con el departamemo de la calle Suipacha, elahoramos un simple.y satisfactorio plan de mutua conv~ niencia hasta que septie mbre la traiga de nuevo a Ruenos Aires y me lance a mí a alguna otra casa donde quizá... Pero no le escriho por eso, esta cana se la envío a causa de los conejitos, me parece j usto enterarla; y porque me gusta escribir cartas, y tal vez porque llueve. Me mudé el j ueves pasado, a las cinco de la tarrle, entre niellla y hastío. He cerrado tantas maletas en mi vida, me he pasado tantas horas haciendo equip~es que no llevaban a ninguna parte, que el j ueves fue un d ía lleno d e sombras y con-eas, porque cuando yo veo las correas de las \'alijas es co mo si viera somhras, elementos de un l:itigo que me awta indirectamen· te, de la manera más sutil y más horrible. !'ero hice las maletas, avisé a su
mucama <(UC vendrfa a instalarme, y suhí en el ascenso_~· J usto entre el primero y segundo piso semi que iba a vomitar un coneJitO. Nunca se lo había explicado antes, no crea que po r deslealtad, pero naturalmente u~o no va a ponerse a explicarle a la gt·nte que de cuando en cuando vormta un conejito. Como siempre me ha sucedido estando a solas, guardaba e l hecho igual que se guardan tantas constancias rlc lo que ac~cce (o hace uno acaecer) en la privada total. No me lo reproche, Andrce,__no me lo reproche. De cuando en cuando se me ocurre :omrtar un coneJitO. No es razón para no ,.i,·ir en cualquier casa, no es razon para que uno tenga que avergonzarse y estar aislado y a1~dar callánd?.se. Cuando siento que voy a vonutar un coneJitO, me pongo d os dedos en la boca como una pinta abierta, y espero a sent1r en la garganta la pelusa tibia que sube como una e fef\·escencia de sal d e frutas. Tod o es veloz e higiénico, transcurre en un brevísimo instante. Sa~o los dedos d e la ~a, y en ellos traigo st~eto por las orejas a un coneJitO blanco. El conCJ~to parece contento, es un conejito normal y perfecto, sólo que muy peque no, pequeño como un conejito de chocolate pero blanco y enteramente un conejito. Me lo pongo en la palma de la r~Jano , le alzo la pelusa con una caricia de los dedos. el conejito parece satiSfecho de h_a ber n~Cid_o Yb_ulle y pega el hocico contrJ mi piel, moviéndolo con es_a tnturacton SilenciOsa y cosquilleante d el hocico de un conejo contra la p1el de una mano. Busca de comer y entonces yo (hahlo de cuando esto ocurría en mi casa de las afueras) lo saco conmigo al balcón )' lo pongo en la gran maceta donde crece el trébol que a propósito he semhrado. El conejito alza del todo sus orejas, envue(\"e un trébol tierno COn Un veloz. molinete d~( hocic~, yo sé que puedo dejarlo e irme, continuar por un uempo una v1da no d1sUnta a la ele tantos q~• e compran sus conejos en las granjas. Entre el primero)' el segundo piso, Andrée, como un anuncio de lo '!u e sería mi vida en su casa. supe que iba a \"Omitar un conejito. En segu1da tuve miedo (io era extra.-1e1.a? No, mit·do ele la misma extrañeza, acaso) porque antes de dejar mi casa, sólo dos días antes, había vomitado un conejito y cstaha sq¡uro por un mes, por cinco semanas, tal vez seis con un poco de suerte. Mire uMed, yo tenía perfectamente resuelto el problema de los conejitos. Semhraha trébol en el balcón de mi otra casa, vomitaba un conejito, lo po nía en el tréhol y al caho ele un mes, cuando sospechaba que de un momento a otro... entonces regalaba el conejo ya crecido a la señora de Molina, que creía en un hobby y se callaba. Ya en otra maceta venía creciendo un tréhol tierno y propicio, yo aguardaba sin preocupación la mañana en que la cosquilla de una pelusa subiendo me cerraba la garganta, y el nuevo conej ito repetía desde esa hora la \"ida y las costumbres del anterior. Las costlllnbres, Andrée, so n formas concretas del ritmo, son la cuota de ritmo que nos ayuda a vivir. No era tan terr ible vomitar conejitos una vez que se h abía entrado en el ciclo invariable, en el método. Usted querrá saber por qué todo ese trabajo, po r qué todo ese trébol y la señora de Molina. Hubiera sido preferible matar en seguida al conejito y... Ah, tendría usted que vomitar tan sólo uno, tomarlo con dos dedos y ponérselo en la mano abierta, adherido aún a usted por el acto mismo, por el aura inefable de su proximidarl apenas rota. Un mes dist.1ncia tanto; un mes es tanmio, largos pelos, saltos, ojos salvajes, diferencia absoluta. Andrée, un mes es un conejo, hace de veras a un conejo; pero el minuto inicial, cuanrlo el copo tibio)' bullente encubre una presencia in~enable... Como un poema en los primeros minutos, el fruto de una noche de Idumea: tan de uno que uno mismo... y después tan no uno, tan aislado y distante en su llano mundo blanco tamaño carta. Me decid í, con todo, a matar al conejito apenas naciera. Yo ,·h·iría
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cuatro meses en su casa: cuatro - qui7.;\, con suerte, trescucharadas rle alcohol en d hocico. (iSabe usted que la m isericordia permite matar instant;ínramcnte a un cone· jito dándole a beher una curharada de alcohol? Su carne sabe lurgo mejor, dicen. au nque yo... T res o cuatro cucharadas de alcohol, luego el cu:mo de batio o un paquete sumándose a los desechos.)
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Al cruzar el t~rc~r pi 5o ~1 conejito 5e mO\Ía ~n mi mano abierta. Sara - -~spcrab~ arriba, pa_ra ayudarm~ a entrar la5 valija5... (Cómo explicarle qu~ un capncho, una tJt>nda d~ ammale5? Envolví el conejito ~n mi pañu~lo, lo p_u~ en el bolsillo del sobretodo dejando el sobretodo suelto para no opnmtrlo. Apenas se mO\ía. Su menuda conciencia debía estarle revelan· do hechos importa ntes: que la vida es un movimiento hacia arriba con un click final, y q ue es también un cielo bajo, blanco, envolvente yoli~ndo a lavanda, en el rondo de un pozo tibio. Sa~ no vio nada,la ra.scin.~ba demasiado el arduo problema de ajustar su 5t>nttdo del orden a":'' val~a-ropero, mis papeles y mi displicencia ante sus elabo radas expltract~ncs dot~de abunda la expresión •por ejemplo•. Apenas pude me encerre en d bano; matarlo ahora. Una fina zona de calor rodeaba el paliuelo, el conejito era blanquísimo y creo que más lindo que lo~ otros.. No me miraha,solamente bullía y estaba contento, lo que era ti mas homble modo de mtram1e. Lo encerré en el botiquín vacío y me volví para desempacar, desorientado pero no inreliz, no culpable, nojabonán· dome las manos para quitarles una última convulsión. Comprendí que no podía matarlo. Pero esa misma noche vomité un conejito negro. Y dos días después uno blanco. Y a la cuarta noche un conejito gris. Usted ha de amar el bello am1ario de su dormitorio, con la gran puerta que se abre generosa, las tablas vacías a la espera de mi ropa. Ahora los tengo ahí. Ahí dentro. Verdad que parece imposible; ni Sara lo creerla. Porque Sara nada sospecha, y el que no sospeche nada procede de mi horrible tarea, una tarea que se lleva mis días y mis noches en un solo golpe de rastrillo y me va calcinando por dentro y endureciendo como esa estrella de mar que ha puesto usted so bre la bañera y que a cada baño parece llenarle a uno el cuerpo de sal y azotes de sol y grandes rumores de la prorundidad. De día duermen. 1!ay diez. De día duermen. Con la puerta cerrada, el armario es una noche diurna solamente para ellos, allí duermen su noche con sosegada obediencia. Me llevo las llaves del do rmito rio al partir a mi empleo. Sara del><' creer que desconfio de su honradez y me mira dubitativa, se le ve todas las maftanas que está por decirme algo, pero al final se ralla y yo estoy tan contento. (Cuando arrt>gla el dormitorio, de nueve a diez, hago ruido en el saló n, pongo un disco de Benny Carterque ocupa toda la atmósrera, y como Sara es también amiga de saetas y pasodobles, el am1ario parece silencioso y acaso lo esté, porque para los conejitos transcurre ya la noche y el descanso.) Su día principia a esa hora que sigue a la cena, cuando Sara se lleva la bandeja con un menudo tintinear de tenacillas rle azúcar, me desea buenas noches -sí, me las desea, Andrée, lo más amargo es que me desea las buenas noches- y se encierra e n su ruano y de pronto estoy yo solo, solo ron e l armario condenado, solo con mi deber y mi tristeza. Los dejo salir, lanzarse ágiles al asalto del salón, oliendo vivaces el trébol que ocultaban mis bolsillos y ahora hace en la alfombra efimeras puntillas que ellos alteran , remue,·en, acaban en un momento. Comen bien, callados y correctos, hasta ese instante nada tengo que decir,los miro solamente desde el sofá, con un libro inútil en la mano - yo que quería leerme todos sus Giraudoux, Andrée, y la historia argentina de López que tiene usted en d anaquel más bajo-; y se comen el trébol. Son diez. Casi todos blancos. Alzan la tibia cabeza hacia las lámparas del salón, los tres soles inmóviles de su día, dios que aman la luz porque su noche no tiene luna ni estrellas ni raroles. Miran su triple sol y están contentos. Así es que saltan por la airombra, a las sillas, diez manchas livianas se trasladan como una moviente constelación de una pane a otra, mientras yo quisiera verlos quietos, \·erlos a mis pies yquietos -un poco el sueño de todo dios, Andrée, el sueño nunca cumplido de los dioses- , no asf insinuándose detrás del retrato de Miguel de Unamuno, en tomo al jarrón verde claro, por la negra cavidad del escritorio, siempre menos de diez, siempre seis u ocho y yo preguntándome dónde andarán los dos que raltan, y si Sara se levantara por cualquier cosa, y la presidencia de Rivadavia que yo quería leer en la historia de López. No sé cómo resisto, Andrée. Usted recuerda que ,;ne a descansar a su casa. No es culpa mía si de cuando en cuando vom~to un conejito, si ~ta mudanza me alteró también por dentro - no es nommaltsmo, no es magta, solamente que las cosas no se pueden variar ad de pronto, a veces las cosas viran brutalmente y ruando usted esperaba la boretada a la derecha-. Así, Andrée, o de otro modo, pero siempre asf. . Le escribo de noche. Son las tres de la tarde, pero le escnbo en la noche de ellos. De día duermen. iQué alivio esta oficina cubierta de gritos, órdenes, máquinas Royal. vicepresidentes y mimeógra[os! iQué alivio, qué paz, qué ho rror, Andrée! Ahora me llaman por t~léfono, s~n l_os amigos que se inquietan por mis noches rcc~lctas, es ~ms que me tn\1ta a caminar o Jorgr que me guarda un concteno. _Gas•. no me atrevo a decirles que no. im-ento prolongadas e m eficaces htston as de mala salud, de traducciones atra~adas, de evasió n. Y cuando regreso y subo en el ascenso r -ese tramo. entre el primero y segundo piso- me rormulo noche
la esperanza de que no sea verdad. a noche irremediablemente vana d trocen sus cosas. Han roído un Hago lo que puedo pa7 q~e;~o ~sted los encontrará disimulados poco los libros del ·~~que ';: ¿Q~e~ía usted mucho su lámpara con el para que Sara no se e cuen · . sas caballeros antiguos, El trizado ,;entre de pod rct'lant~~~~ ~:c~:~~~jé :on un cemento especial que me ape~s se a ,·terte, . 1 - sted sabe que las casas inglesas tienen los vendteron en una casa mg esa u 1 ra u e nin m o la aleanre mejores cementos- yahora me c¡uedoalla( ~~~~es ~sta a~rse, nostalgia otravczconlas ¡mtas(esrasthermoso \ercót . g b PI d "rá d . , . . . . de su citos a m u an o y nu n ode lo humano distante, qutza t~ntacton su. in rancia qu izá- que se los hosco· además usted habra ad"erttdo -en ' d • · .. · ··a contra la pared, para o, 1as pautas puede dejara un concJtto en pemtenc t apoyadas y muy quieto horas y horas). . d (' d A las cinco de la matiana (he dormido un poco, ura. o en e 1so a \'er e des rtánclome a cada carrera afelpada, a cada ttntmeo) lo~ pongo en Y pe . r . Por eso Sara encuentra todo bten aunque el annano y 1tago 1a 11~ 1 P1 eza. .d uedarse mirando un a veces la he vtsto algun asombro contem 0 • un q d d ob"eto, una leve decoloración de la alrombra, Y d~ n~e~o el eseo e ~ ta e algo pero yo silbando las variactones smromcas de Franck, pregun rm . · · 1 • t de manera que nones. Para qué co ntarle, Andrée, 1as t~muctas <eS\ e~ U· radas de ese amanecer sordo y vegetal, en que cammo entre~orrmdo levantando cabos de trébol, hojas sueltas, pelusas blancas, dandome contra los muebles, loco de sueño, y mi Gide que se atrasa, T~oyat que no he traducido, y mis respuestas a una señora !ejan~ que e_stara preguntán· dose ya si... para qué seguir todo esto, para que segutr esta carta que escribo entre teléronos y entrevistas. . Andrée, querida Andrée, mi consuelo es que s?n.dtez y ya·~? más. Ha~e quince días contu,·e en la palma de la mano un ultmto con_eJIIO, despues nada, solamente los diez conmigo, su diurna noche y crectendo, ya_feos y naciéndolcs el pelo largo, ya aclolesc~ntes ~ lleno~ de urgenctas y caprichos, saltando sobre el busto de Antt~oo (ces Anu~D?· verdad, ese muchacho que mira ciegamente?) o perdtendose en el h\1ng donde sus movimientos crean ruidos resonantes, tanto que de allí debo echarlos por miedo a que los oiga Sara y se me aparezca horripilada, tal vez en cam~ón -porque Sara ha de ser así, con camisón- y entor~ces... Solamente _dtez, piense usted esa pequeña alegría que tengo en mcdto de todo, la crectente calma con que rranqueo de vuelta los rígidos cielos del primero y el segundo piso. Interrumpí esta carta porque debía asistir a una tarea de comisiones.
La continúo aquí en su casa, Andrée, bajo una sorda grisalla de amanecer. (Es de veras el día siguiente, Andrée? Un trozo en blanco de la página será para usted el intervalo, apenas el puente que une mi letra de ayer a mi letra de hoy. Decirle que en ese intervalo todo se ha roto, donde mira usted el puente rácil oigo yo quebrarse la cintura rut·iosa del agua, para mí este lado del papel, este lado de mi carta no co ntinúa la calma con que venía yo escribiéndole cuando la dejé para asistir a una tarea de comisiones. En su cúbica noche sin tristeza duermen once conejitos; acaso altora mismo, pero no, no ahora. En el ascensor,luego, o al entrar; ya no importa dó nde, si el cuándo es ahora, si puede ser en cualquier ahora de los que me quedan. Basta ya, he escrito ~sto porque me importa probarle que no fui tan culpa~!e en el destrozo msalvable de su casa. Dejaré esta carta espet ándo-
la, sena sórdtdo que el correo se la entregara alguna clara mafana de París. Anoche di vuelta los libros del segundo estante; alcanzaban ya a ellos, parándo5e o saltando, royeron los lomos para afilarse lo; dientes -~o por hambr~, ti~nen tod~ el trébol que les compro y almaco:no en los caJones del escntono. Rompteron las cortinas, las telas de los sillones, el borde d~l aut.o rretrato de _Augusto Torres, llenaron de pelos la al[ombra y_tambten gntaro n, estuvteron en círculo bajo la luz de la lámpara, en ctrculo y co~no adoránd~me, y de pronto gritaban, gritaban como yo no creo que gnten los coneJos. He querido en vano sacar los pelos que estropean la alfombra, alisar el borde de la tela roída, encerrarlos de nuevo en el armario. El día sube, tal ~ez Sar~ se levante pr?nto. Es casi extraño que no me importe Sara. Es cast extrano que no me •m¡;x>rte verlos brincar e n busca de juguetes. No tu\'e tanta culpa, usted vera cuando llegue que muchos de Jos destrozos e~tán bten reparados con el cemento que compré e n una casa inglesa, yo htce lo que pude para ~vttarle un enojo... En cuanto a mí, del diez a1 once hay c~mo un hueco msuperable. Usted ve: diez estaba bien, con un armano, trébol y esperanza, cuántas cosas pueden construirse. No ya con once, porque dectr,o nre es seguramente doce, Andrée, doce que será trece: Entonces esta el amanecer y una fría soledad en la que caben la ale~na, los recuerdos, usted y acaso tanto más. Está este !2Qre Sutpach~ Heno de alba, los ~.nmeros sonidos de la ciudad. No sea ~tfictl JUntar once coneJtto5 salpicados sobre los adoquines, talqvez ní se f~en en ellos, atareados con el otro cuerpo que comiene llevarse pronto, antes de que pasen los primeros colegiales.
bale&! g liJes ...._
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DIARIO DE AUNA R FYFS
12 tU tnn'O
Anoche fue otra vez, yo tan cansada de pulseras y farándulas, de pink champagt~t y la cara de Renato Vities, oh esa cara de foca balbuceante, de retrato de Dorian Gray a lo último. Me acosté con gusto a bombón de menta, <~llloogie del llaneo Rojo, a mamá bostezada y cenicienta (como queda ella a la vuelta de las r.estas, cenicienta y durmiéndose, pescado enormísimo y tan no ella). Nora que dice dormirse con luz, con bulla, entre las urgidas crónicas de su hermana a medio desvestir. Qué felices son, yo apago la.~ luces y las manos, me desnudo a gritos de lo diurno y moviente, quiero dormir y soy una horrible campana resonando, una ola, la cadena que Rexarrastra toda la noche contra los ligustros. Now Jlay?Mdown toJlup... Tengo que repetir versos, o el sistema de buscar palabras con a, después con a y t, con las cinco vocales, con cuatro. Con dos y una consonante (ala, ola), con tres consonantes y una vocal (tras, gris) yotra vez versos, la luna b~jó a la fragua con su polisón de nardos, el nii\> la mira mira, el niño la está mirando. Con tres y tres alternadas, cáhala, laguna, animal; Ulises, r.lfag;t, reposo. Así paso horas: de cuatro, de tres y dos, y más tarde palíndromas. Los fáciles. salta Lenin el atlas; anJigo, no gima; los más difíciles y hermosos, átale, demoníaco Caín, o me ddata; Anás usó tu auto, Susana. O los preciosos anagramas: Salvador Dalí, Avida Dollars; Alina Reyes, es la reina y... Tan hermoso, éste, porque abre un camino, porque no concluye. Porque la reina y... No, horrible. Horrible porque ahre camino a ésta que no es la reina, y que otra ''ez odio de noche. A esa que es Alina Reyes pero no la reina del anagr.una; que ser.\ cualquier rosa, mendiga en lludapest, pupila de mala casa en Jl~uy o sin·ienta en Quet1"1ltenango, cualquier lado lejos y no reina. Pero sí Alina Reyes y por eso anoche fue otra \'ez. sentirla y el odio. 20tft
nti!TO
A veces sé que tiene fi·ío, que sufre, que le J>eg;m. Puedo solamenle oc.liarla tanto, aborrecer las ma·
nos que la tiran al suelo y tamhién a ella, a dla todavía más porque le peg;m, porque soy yn y le pegan. Ah, no me desespera tanto cuando estoy durmiendo o corto un n•sticlo o sort las horas de
recibo ele mamá y yo sin·o el té a la sci10ra de Regules o al chico de los Rivas. Entonces me importa menos, es un poco cosa personal, yo conn1igo; la siento más duef1a de su infortunio, lejos y sola pero duetia. Que sufra. que se hiele; yo aguanto dcs(Je aquí, y creo que entonces la ayudo un poco. C.omo hacer \"endas para un soldado que todavía no ha sido herido y sentir eso ele grato, que se lo est.;\ alivian· do desde antes, previsoramcnte. Que sufra. Le doy un beso a la señora de Regules, el t<' al chico de los Rivas, y me reservo pard resistir por dentro. Me digo: ·Ahora estoy cruzando un puente hela· do, ahora la nie,·e me entra por los z.1patos rotos.• No es que sienta nada. Sé solamente que es así, que en algún lado cruzo
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un puente en el instante mismo (pero no sé si es en el instante mismo) en que el chico de los Rivas me acepta el té y pone su m~jor ~ de tarado. Y aguanto bien porque estoy sola entre esas gentes son.~entJ.do, y no !l'e desespera tanto. Nora se quedó anoche como ton~. d~o: ·~~ero que te pasa?• Le pasaba a aquélla, a mí tan lejos. Algo homble debto pasarle,!~ pegaban o se sentía enfenna yjustamente cuando Nora tba a cantar Fa u re y yo en el piano, mirándolo tan feliz a Luis María acodado en la cola que le hacía como un marco, t' l mirándome contento con cara de pemto, esperando oír los arpegios, Jos dos tan cerca y tan queriéndonos. Así es peor, cuando conozco algo nue•·o sobre ella y_justo ~stoy bailand~ con Luis María, besándolo o solamente cerca de Lms Mana. Porque a mt, a la lejana, no la quieren. Es la parte que no quieren y cómo no me va a desgarrar por dentro sentir que me pegan o la nieve me entra por los zapatos cuando Luis María baila conmigo y su mano en la cmtura me va subiendo como un calor a mediodía, un sabor a naranjas fuertes o tacuaras chicoteadas, y a ella le pegan y es imposible resistir y entonces tengo que decirle a Luis María que no estoy bien, que es la humedad, humedad entre esa nieve que no siento, que no siento y me está entrando por los zapatos.
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25 dttrlero Claro, vino Nora a verme y fue la escena. ·~fhijita, la última 1·ez que te pido que me acompaites al piano. Hicimos un papelón.• Qué sabía yo de papelones, la acompañé como pude, me acuerdo que la oía con sordina. Votrt dm' tsl ur1 paysng' rhoiJi... pero me veía las manos entre las teclas y parecía que tocaban bien, que acompañaban honestamente a Nora. Luis 1\laría también me miró las manos, el pobrecito, yo creo que era porque no se animaba a mirarme la cara. Debo ponerme tan rara. Pobre Norita, que la acompañe otra. (Esto parece cada 1·ez más un castigo, ahora sólo me conozco allá cuando voy a ser feliz, cuando soy feliz, cuando Nora canta Fauré me conozco allá y no queda más que el odio.) Nocht A veces es ternura, una súbita y necesaria ternura hacia la que no es reina y anda por ahí. Me gustaría mandarle un telegrama, encomiendas, saber que sus hijos están bien o que no tiene hijos -porque yo creo que allá no tengo hijos- y necesita confortación, lástima, caramelos. Anoche me dormí confabulando mensajes, puntos de reunión. Estaré jueves stop espérame puente. iQué puente? Idea que 111elve como vuelve Budapesl d onde habrá tanto puente y nie1·c que rezuma. Entonces me enderecé rígida en la cama y casi aúllo, casi corro a despertar a mamá, a morderla para que se despertara. Nada más que por pensar. Todavía no es fácil decirlo. Nada más que por pensar que yo podría im1e ahora mismo a Budapest, si realmente se me antojara. O a J ttiuy, o a Quet1.1ltenango. (Volví a buscar estos nombres páginas atrás.) No valen, igual sería decir Tres Arroyos, Kobc, Florida al cuatrocientos. Sólo queda Budapest porque allí es el frío, allí me pegan y me ultrajan. Allí (lo he soñado, no es más que un sueño, pero cómo adhiere y se insinúa hacia la vigilia) hay alguien que se llama Rod -o Erod, o Rodo- y él me pega y yo lo amo, no sé si lo amo pero me dejo pegar, eso vuelve de día en día, entonces es seguro que lo amo. Más tardt
Mentira. Soñé a Rod o lo hice con una imagen cualquiera de sueño, ya usada y a tiro. No hay Rod, a mí me han de castigar allá, pero quién sabe si es un hombre, una madre furiosa, una soledad. Ir a buscarme. Decirle a Luis María: •Cas~monos y me llevas a Budapest, a un puente donde hay nieve y alguien.• Yo digo: éy si estoy? (Porque todo lo pienso con la secreta ventaja de no querer creerlo a fondo. ¿y si estoy?) Bueno, si estoy... Pero solamente loca, solamente... IQué luna de miel!
28 dtemro Pensé una cosa curiosa. Hace tres días que no me viene nada de la lejana. Tal vez ahora no le pegan, o pudo conseguir abrigo. Mandarle un telegrama, unas medias... Pensé una cosa curiosa. Llegaba a la terrible ciudad y era de tarde, tarde verdosa y ácuea como no son nunca las tardes si no se las ayuda pensándolas. Por el lado de la Dobrina Stana, en la perspectivaSkorda, caballos erizados de estalagmitas y polizontes rígidos, hoga1.as humeantes y necos de viento ensoberbeciendo las ventanas. Andar por la Dobrina con paso de turista, el mapa en el bolsillo de mi sastre azul (con ese frío y dejarme el abrigo en el Burglos), hasta una plaza contra el río, casi encima del río tronante de hielos rotos y barcazas y algún martín pescador que allá se llamará sbunáia tjéno o algo peor. Después de la plaza supuse que venía el puente. Lo pensé y no quise seguir. Era la tarde del concierto de Elsa Piaggio de Tarelli en el Odeón, me vestí sin ganas sospechando que después me esperaría el insomnio. Este pensar de noche, tan de noche... Quién sabe si no me perdería. Una inventa no mbres al viajar pensando, los recuer~a en el momento: Dobrina Sta na, sbunáia tjéno, Burglos. Pero no sé el nombre de la plaza, es un poco como si de veras hubiese llegado a una plaza de Budapesl y estuviera perdida por no saber su nombre; ahí donde un nombre es una plaza. Ya voy, mamá. Llegaremos bien a tu Bach y a tu Brahms. Es un camino tan simple. Sin plaza, sin Burglos. Aquí nosotras, allá Elsa Piaggio. Qué triste haberme interrumpido, saber que estoy en una plaza (pero esto ya no es cierto, solamente lo pienso y eso es menos que nada). Y que al final de la plaza empieza el puente. Nocht Empieza, sigue. Entre el final del concierto yel primer bis hallé su nombre y el camino. La plaza VIadas, el puente de los Mercados. Por la plaza VIadas seguí hasta el nacimiento del puente, un poco andando y queriendo a , veces quedarme en casas o vitrinas, en chicos abrigadísimos y fuentes con altos héroes de emblanquecidas pelerinas, Tadeo Alanko y Vladislas
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. b listas Yo veía saludar a Elsa Piaggio Néroy, bebedores de tokay Ycm.' a b~ecita y de mi platea se salía entre un Chopin Y otro Chopl111' po da dei puente entre vastísimas taza con a entra · abiertamente a 1a P • .0 lo mis moqueanagrama r ~<~ 1a rema columnas. Pero esto yo lo pe~saba.' OJ ' e a mamá en casa de los Suárez y . Re¡·es• o omagmarm ncera· eso es cosa m1a, . nada más de Al.m,o Y... en vez . Es b no caer en 1a zo · no a molac1o. ueno R 1 or ue Alina, vamos - No lo otro, que dárse~ne la gana._!a real g~n\al~~fan.1sto se me antoja y lo sigo por t arme si Luis María me lleva a no el sentorla tt•ncr fo ~o 0 que a~ gusto, por saber adonde ~a. p~ra en~~ lleve a Budapest. Más fác il salir 0 Budapest, si nos casam?s Y e P' q~>e encontrarme como ahora. porque a buscar ese puente, sahren busca moa Y 'tos yaplausos entre ·iAlbéniz!• yaheandado lamit?ddelpuente,~nt:e.fo' si esto tu~ie~ sentido entre la y más aplausos Y• ola polone~a. ' e el viento or la espalda, manos de nieve arriscada que me empuja c~n . 1 a~ia el medio d el puente. toalla de esponja llevándome por a cmtEsura ' a las ocho cuando Elsa (Es más cómodo hablar en presente. lO e~ ' . . . toca ba e1tercer b.IS, ereo quejulián Agu 1rre o Carlos Plagg¡o 1 .Cuastavmo, algo con pasto y pajaritos.) Pero me he v~elto ca~al~l~~':nee u~m':·f¡~á~~ le tengo respeto. Me acuerdo que un doa pense. • P ga • nieve me cnlra por los zapatos y e~to lo sé ~n el momen!o, cuando ~e es~ ocurriendo allá yo Jo sé al mismo uempo. ePero po~ que al m~smo tu~m~o. A Jo mejor me llega tarde, a lo mejor no ha ocu rndo todavoa. A lo meJOr le pegarán dentro de catorce aoios, o ya es una cruz y una corra. ~n el cementerio de Sama Úrsula. Y me parecía bonito, pos~ble, .tan odoota. Porque detrás de eso una siempre cae en el tiempo pareJo.. So aho.ra ella estuviera realmente entrando en el puente, sé que lo sen una ya m>SmO y desde aquí. Me acuerdo que me paré ~ mirar el río .q~e estaba como mayonesa cortada, batiendo contra los polares, enfurecodosomo y sonando y chicotcando. (Esto yo lo pensaba.) Va ha a_som~rse al parapeto del puente y sentir en las orejas la rotura del hoelo aho abaJO. Vaha quedarse un poco por la vista, un poco por el miedo que me venía de adentro -o era el desabrigo,la nevisca deshecha y mi tapado en el hotel-. ~después que yo soy modesta, soy una chica sin humos, pero vengan a decorme de otra que le haya pasado lo mismo, que viaje a Hungría en pleno Odeón. Eso le da frío a cualquiera, che, aquí o en Francia. Pero mamá me tironeaba la manga, ya casi no había gente en la platea. Escribo hasta ahí, sin ganas de seguir acordándome lo que pensé. Me va a hacer mal si sigo acordándome. Pero es cierto, cieno; pensé una cosa curiosa. JOdt mero
Pobre Luis María, qué idiota casarse conmigo. No sabe lo que se echa encima. O debajo, como dice Nora que posa de emancipada intelectual.
JI dt enm Iremos allá. Estuvo tan de acuerdo que casi gríto. Sentí miedo, me pareció que él e~tra demasiado,fácilmente en estejuego. Y no sabe nada, es como el peonmo de dama que remata la partida sin sospecharlo. Peoncito Luis María, aliado de su reina. De la rdna y7dtfebrm
A curarse. No ~scri~iré el final de lo que había pensado en el concierto. Anoche la se~u sufnr otra vez. Sé que allá me estarán pegando d e nuevo. N~ puedo evu~r saberlo, pero basta de crónica. Si me hubiese limitado a deJarcons~ancoa de eso por gusto, por desahogo... Era peor, un deseo de conoc~ralor releyendo; de encontrar claves en cada palabra tirada a1 papel de.spues de esas noches. Como cuando pensé la plaza, el río roto los ruodos, y después... Pero no lo escribo, no lo escribiré ya nunca. y Ir all~ y ~~nven~erme .de que la soltería me dañaba, nada más que eso tener vemtosoete anos y stn hombre Ahora es•--' · h · ' b d · "" .. mt cae orro 1111 bobo asta . e pensar y a ser, a ser al fin y para bien. ' ' ~ sm em.ba~go, ya que cerraré este diario, porque una o se casa o escnbe un doano,las dos cosas no marchanjuntas y h salirme de él sin decir esto con alegn'a de espe - a a ora no me gusta llá h ranza, con esperanza de alegría v . . amosa pero no adesercomolopensélanoched 1 . <!:<> escnbo, y basta de d iario para bien mío.) En el puente la ~~néaerto. moraremos La noche del co · ar y nos hielo ahí abajo. y será la victo:~:~>;:i:_ntí~ en las orejas la .rotu~ del esa usurpación indebida y sorda. Se d obt' re ~ adherenaa maligna; . sumará a mi zona iluminada más beÍI ~ so realmente soy yo, se apoyarle una man() en el ho~bro. a y cterta; con sólo ir a su lado y Alina Reyes de Aráoz y su esposo 11 . alojaron en el Ritz. Eso era dos meses egaro~ a Bu~~t el6 de abril y se segundodfaAiinasalióaconocerlaci~~yelesdu dih~olraoCo.En la tarde del ··- _ _ es te o. mole gustaba
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/ caminar sola -era r.ípirla y curiosa- anduvo por veinte lados buscanrlo vagamente algo, pen:rsin proponérselo demasiado, dejando que el deseo escogiera y se expresara con bruscos arranques que la Jlcv;¡ban de una vidriera a otra, cambiando aceras y escaparates. Llegó al puente y lo cn11.ó hasta el centro, andando ahora con trabajo porque la nieve se oponía y del l>anubio nece un \'iento de abajo, dilicil, que engancha y hosriga. Sentía cómo la pollera se le pegaba a los muslos (no estaba bien abrigada) y de pronto un deseo de dar vuelta, de volverse a la ciudad conocida. En el rcntm del puente desolado la harapienta rmtier de pelo negro y lacio esper.1ba con al¡;o ftio y ávido en la cara sinuos.1, en el pliegue de las manos un poro cerradas pero ya rendiéndose. Alina estuvo junto a ella repitiendo, ahor.1 lo sabía, grsros y distancias como después de un ensayo generaL Sin temor, lihcráo1<lose al fin -lo creía ron un sallo terrible de júbilo y frío- estum junto a dla y alargó también las manos, negándose a pensar, y la mttirr del puente S<' apretó contra su pecho y las dos se abrazaron rígidas y calladas en el puente, con el río tri?.ado golpeando en los polares. A Alina le dolió el cit•rre de la cartera qne la fuerla dl'l abrazo le clavaba entre los senos con una laceración dulce, sostenible. Ccoiía a la nutier dclgadísim;o, sintiéndola entera y absoluta dentro de su abrazo, con un crecer de felicidad igual a un himno, a un soltarse de palomas, al río cantando. Cerró los ojos en la fusión toral, rehuyendo las sens.1ciones de fuera, la luz crepuscular; repentinamente tan cansada, pero segura de su victoria, sin celebrarlo por tan suyo y por fin. Le pareció qu_e dulcemente una de !as dos l!oraba. I?~bía ser ella porque sintió mopdas las ~UCJII_I~s, y el pomulo nusmo dohendole como 1 sirml~!i'irlll'uh"golpe. Tamh1en el cudlo; y de pronto los hombros~ agobiados por f.1ligas incóntahles:'AI"ábrir los ójós (cal,.¿~ gritaba ya)vio · que se habían separado. Ahora si gritó. De frío, P,?rqta~. 1;\ nic,·e_le est~ba ' entrando por los z.apatos rotos, porque yl'udose l:amtnd de la plaza 1ba· Alina Reyes lindísima en su sasr;e gris, el pelo un J>?<:O suelt~- co~_t.~ el viento, sin dar vuelta la cara y yendose. ' ' " ' ' - ,¡ .. · t l! ,,. ,_J, . ·' ' ..1 1 r . ~. ! \! l: !·, 11 :) ttf,'!(,t l!r , ' i 1 .~ 1.· h 1H i ,t; t•ut o o·u.i¡J!J,, r.I i!/d.i!h¡f ,rwg~,.,
OMNIBUS
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-Si le \•iene bien, tráigame El Hogar cuando \11elva -pidió la señora Roberta, reclinándose en el sillón para la siesta. Clara ordenaba las medicinas en la mesita de m edas, recorría la habitación ron una mirada precis.1. No f.1ltaba nada, la niña Marildc se quedaría cuidando a la señora Roberta,la mucama estaba al corriente de lo necesario. Ahora podía salir, con toda la tarde del s.ibado pa1<1 ella sola, su amiga Ana esperándola para charlar, el té dulcísimo a las cinco y media, la 1<1clio y los chocolates. A las dos, cuando la ola de los emple:ulos termina de romper en los umbo<~lcs de tanta rasa, Villa dell'arque St' pone desierta y luminosa. Por Tinogasra y Zamudio hajó Cl:u<1 taconeando clislintanwnte, saboreando un sol de no,·iembre roto por islas de sombm que le tiraban a su paso los árboles de Agronomía. En la esquina de Avt•nida San Martín y Nogoyá, mientras espco<~ha el ómnibus 168, oyó una batalla de gorriones sobre su cabeza, y la torre flort>ntina ele S:mJuan María Vianncy le pareció más roja contra el ~iclo si1~ n~ohcs, alto hasta darvértigo. Pasó do n Luis, el relojero, y la saludo aprenatovo, como SI alaba•<~ su figura prolUa, los 7.apatos que la hacían más esbelta, su rucllito blanco sobre la blusa crema. Por la calle vacía vino remolonamente el 168, soltando su seco bufido insatisfecho al abrirse la puerta para Clara, sola pas..Yc•<~ en la esquina callada ele la tarde. Buscando las monedas en el bolso lleno ele cosas, se demoró en pagar el boleto. El guarda. esperaba con cara de poros amigos, re tacón y compadre sobre sus p•ernas.~ombadas, cand_tero para aguantar los virajes y las f_renadas. D_<•s veces le d~o Cl~ra: ·De quonce•, sin que el tipo le sacara los OJOS de encnua, como extranado de algo. Después le dio el boleto rosado, y Clara se acordó de un verso de infancia, algo romo: •Marca, marca, boletero, un boleto azul o rosa; canta, cama alguna cosa, mientras cú~mas él dinero.• Sonriendo para ella buscó asiento hacia el fondo halló vacfo''et"qn~ corrbp{>ndía.a Punta dt Emergmcia, y se instaló ¡on el no-; ·>'.,·.:, .
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-menudo pl_acer de propietario que siempre da el lado de la ventanilla. Ento~ce_s vto que el ¡¡uarda la se~tía mirando. Y en la esquina del puente ~e A_' e.mda San M~rtm, ant~s de vt.r.lr, el conductor se dio vuelta y también a nur_o, con traha¡o por ladtstancta pero buscando hasta distinguirla muy buncl~da en su astcnto. Era un ntbio huesudo con cara de hambre, que cambtó unas palabras con el guarda, los dus miraron a Clara, se miraron emre ellos, el ómnihus dio un salto y se metió por Chorroarín a toda carrera. •Par ele estúpidos•, pensó Clara entre halagad;¡ y nerviosa.Ocupada en guardar su boleto en t~lOncclero, ohscrvó de reojo a la scriora del gran ram? ~e clavel~s que vr~aba en el asiento de delante. F.monces la señora la rmro a ella, por sobre d ramo se dio vuelta y la miró dulccmeme romo una vaca sobre un _cerco, y Clara sar<í d espejito y estuvo en seguida absorta ~n el estudr<> de sus labios y sm cejas. Sentía ya en la nuca una rmpreston desagradabk; la sospecha ele otra impertinencia la hizo darse vuelta con rapidr t., en< ~ada <k veras. A dos centímct ros de su cara estaban los o¡os de un viejo' de ruello clur~, ron un ramo de margaritas romponien· do un olor rast nauseabtuulo. En el fondo del ómnibus, instalados en el la~~o asiento ,-enlc, todos los pasajeros miraron hacia Clara, parecían cnucar al¡,'lma r osa en Clara qm· sostuvo sm mirarlas con un esfuerzo creci<;ntc, sintien<lo que rada \Wera más difícil , uo por la ro incidencia rle los OJOS en ~Ha m por los ramos que lkvaban los pasajeros; más bien porque habta esperado un desenlace amable, una razón de risa como tener un tizne en la nari7. (pero no lo tenía); y sobre su comienzo de risa se posaban helándola esas miradas atentas y continuas, como si los ramos la estu,·ier:m mirando. Súbitamente inquieta, dejó reshalar un poco el cuerpo, fti<í los ojos en el estropeado respaldo delantero, examimmlo la palanca de la puerta de emergencia y su inscripciónl'ara abrir la fml'rlll TIRE lA MANIJA hacia tulrotro y l roiÍIIIesP, considerando las letras una a una sin alcam.1r a reunirlas en palabras. !J>graba así una zona de seguridad, una tregua donde pensar. F.< natural que los pa.<:Yeros mirm al que recién asciende, está bien que la gente lleve ramos si va a Chararita, y está casi bien que todos en cl6nmibus tt'ngan ramos. Pasaban delante del hospital Alvear, ydel lado de Clara se tendían los baldíos en ruyo extremo lejano se levanta la E.<trdla, zona de charros sucios, caballos amarillos con pedazos de soga colg;índoles del pcsrucm. A Clar.1 le costaba apartarse de un pais;~ c que el brillo duro del sol no alcanzaba a alegrar, y apenas si una vez y otra se atrevía a dirigir una ojtwb rápida al interior del roche. Rosas rojas ycalas, más lejos gladio.!os horribles,romo machucados y sucios, color rosa vieja ron manchas lí\'i(las. El sei10r de la tercera ventanilla (la estaba mirando, ahora no, ahora de nue,·o) lle\'aba rla\'eles casi negros apretados en una sola masa continua, romo una piel rugosa. Lls dos muchachitas de nari1. ente! que se sentaban adelante t•n 1mo de los asientos laterales, sostenían entre ambas el ramo de los pobres, crisantemos y d~lias , pe ro ellas no cnm pobres, iban vestidas ron saquitos bien cortados, faldas tableadas, medias blancas tres cuanos, y miraban a Clat~l ron altanería. Quiso hacerles bajar los ojos, mocosas insolentes, pero eran cuatro pupilas lijas y también el guarda, el seiior de los rla\'des, el calor en la nuca por toda esa gente de atrás, el viejo del cuello duro tan cerca, los jóvenes del asiento posterior, la Paternal: boletos de Cuenra terminan. Nadie b:y;,h;L El hombre ascendió ágilmente, rnfrentando al guarda que lo esperaba a medio roche mirándole las manos. El hombre tenía veinte centa\'OS en la d<•tw ha ycon la otra se alisaba el s;l<'o. l'.<pcró, :Yeno al escnttinio: · De quinre•, oy<i Clara. Como ella: rle quince. l'ero el guarda no (ortaba el boleto. seguía mi raudo al hombre que al final se dio ruenta y le hi1.0 un gesto de impaciencia cordial: •l.e dije de quince.• Tomó el boleto y esperó el \'uelto. Antes rle recibirlo, ya se había desli7.1do ¡¡,·ianameutcenun asiento \'ario allarlodcl seüonlc los d;lveles. El guarda le dio los rinco renrams, lo min; otro poro, desde arriba. romo si le examinara la rabeza; él ni se d;1ba ruenta, absorto en la contemplación de los negros claveles. El st•ftor lo olm ·rvaba, una o dos \"t'Tt'Slo miró r:ípido y él se puso a demlvcrlc );t mirada; los dos mo\"Í;m la rabe1.1 casi a la vez, pero sin provorariún, nada m<Ís .'111<' mir;lnrlnsr. Clara st·guia ~uriosa ron las ehiras de acldaull', qttt• la nurahan un rato largo y dt:spurs alnue\'O pas¡~j e ro; huhn un1no nw nto, fll:t11do c:l lli8 en1J!t'zaba su rarrer:\ pegado a! paredúJt el(• Chafarita, t'll q11r todos h ls P:'s ;~l cros .estaban nurando a1 hombre)' tambiru a C:bra. sé.loquc rano b uuraban thrcctanll'lltc porque les intcresaha m;is el rt'ric.'·n lleg:;tdo. pero era romt~ si la influyeran en su mira,la. u11Ít'ra1 1a ll)s flil'\ ("ll la misn1a ,,l,st·rvariún. Qul· rosa t•stüpicla esa gt:ltlt>, (l4lf(}tll'lla"IJ bs Jllflrt)sas ncl c rJn t;\11 dtir;ts, r:ula tn~o ron su r~mu y or up;KÍOJH'S por ddalllt'. ~ port:índnsc ron c..·~a gros.fna . l:e huhll'l71
e!
gu~tado prt'H 't1il al ot ro pa~;Jjc to, uua o;;cura l ratl'l'ltul;t.d sm ra tO IW~
.. LI ~tn l ~·~o sactmo'\ boleto eh- IJIIIIlct'", romo st d hr a/ tt, :trOHsc:j;u ll': .. N c)' '\l' d( por aludido, St)ll uuos impcrli tH'Iltc..·s, IIH.'tid o~ ahí detr:ís de b s llor('S rontn I.OII I.OS."' l.e hu hiera gtlstaclu que d \·init'ra a ~t·ntarsc a su J;uln. pe..• ro d murharh.n -en rt.•alid;td e ra jtwrn. aum¡ue tenía marra'\ duras rn la cara- se hahaa
rn:ría t'll Clar;t. lkrirk: t'"'O lo'\ ;trt'IT;tra. T<,C:H k
dejado cat·rcn el primer asicuto libre que tm·o a su alcance. Contm gesto
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"d azorado se empeñaba en devolver la mirada del guarda, . entre d tverll .o Y d · - d e 1os • ora con los glad10los; y a h ora e1senor de las dos ehJeas, e 1a sen · rás miraba a Clara la miraba d . pó claveles rojos tenía vuelta la cabeza haCJa al ~ inex resivarnente con una blandura opaca y otante e pu; ra mez. Cla~le respondl; obstinada, sintiéudose como hueca; le veman ganas de ba"arse(peroesacalle, a esa altura,)' total porn_acla, por no tener un ramo); n2tó ue el much acho parecía inquieto. m•raba a un lado y al ? lro, des u~s hacia atrás, y se quedaba sorprendido al ver a los cuatro pasaJeros · 1anct·ano del cuello duro con las margan las. Sus p· de l astento postenor Ya b . rostro de Clara deteniéndose un segundo en su oca, OJOSpasaron por e1 · . d 1 d en su ment ón; de arlclante tiraban las mtradas del guar a y as os - a rlc I(>S glarliolos· ' hasta. que · ·¡·mas, (¡e 1a senor e1uqUI . el muchacho .se d1o vuelta ara mirarlos como aflojaudo. Clara mt<hó su acoso de mmutos antes ~r el que ahora inquietaba al pasajero. •y el P?bre con las manos vacías• pensó absurdamente. l-e encontraba algo de mdefenso, solo con sus ojo; para parar aquel fuego frío cayéndote de todas partes. Sin detenerse e) 168 entró en las dos wl"\·as que dan. acce_s~ a la explanarla frente al peristilo del cementeno . lÁ1s muc~achuas vuueron por cJ pasillo y se instalaron en la puerta de sal~da; de tras se ahnearon las margaritas, los glarliolos, las calas. Atrás ha~ta un grupo cor~fuso y las nores olían para Clara, quietita en su ventamlla pero tan ahvtada al '·er cuántos se bajaban, lo bien que se vi~a1 ía en el _m ro tramo. Los ~lavel~s negros aparecieron en lo alto, el pasaJero se habta ¡:¡arado pa~ deJar sal!r a los claveles negros, yquedé. ladeado, metido a rnedtas en un asiento \'acto delante del de Clara. Era un lindo muchacho, senctllo y franco, tal vez un dependiente rle farmacia, o un tenedor de libros, o un ronstmc_lor. El ómnibus se detuvo suavcnwnte, y la puerta luzo un bulido al abrt rse. El muchacho esperó que b;~ara la gente para elegir a. gusto un asiento, mientras Clara participaba de su paciente espera y urgta con el dese? a los gladíolos y a las rosas para que h ;~asen de una :ez. ~a la ~uerla ab1erta y todos en lila, mirándola y mirando al pas~ero , sm bapr, rntrándolos entre los ramos que se agitaban como si hubiera viento, un ' 'iento de debajo de la tierra que moviera las raíces de las plantas y agitara en bloque los ramos. Salieron las calas, los cla\'cles rojos, Jos hombres de atrás con sus ramos, las dos chicas, rl viejo de las margaritas. Quedaron ellos dos solos y el l68 pareció de golpe más pequetio, más gt·is, más bonito. Clara encontró bien ycasi necesario que el pasajero se sentara a su lado, aunque tenía todo el ómnibus para elegir. Él se sentó y los dos bajaron la cabeza y se miraron las inanos. Estaban ahí, eran simplemente manos; nada más. -iChacarita! -gritó el guarda. Clara y el pasajero contestaron su urgida mirada con una simple fórmula: • Tenemos boletos de quince.• La penSdron tan sólo, y era suliciente. La puerta seguía abierta. El guarda se les acercó. -Chacarita -dijo, r.asi explicativamente. El pasajero ni lo miraba, pero Clara le tuvo lástima. -Voy a Retiro -dijo, y le mostró el boleto. Marca marca boletero un boleto azul o rosa. El conductor estaba casi salido del asiento, mirándolos; el guard¡¡ se volvió indeciso hizo una seiia. Bufó la puerta trasera (nadie había subido adelante) y el 168 tomó velocidad con bandazos coléricos, liviano y suelto en una carrera que puso plomo en el estómago de Clara. Al_ lado del conductor. el guarda se tenía ahora del barrote cromado ylos nuraba profundamente. Ellos le devolvían la mirada, se estu\'ieron así hasta la curva de entrada a Dorrego. Después Clara sintió que el muchacho posaba despacio una mano en la suya, corno aprovechando que no ~han verlo desde adelant~. Era una mano suave, muy tibia, y ella no ret1ró la suya pero la fue mo,·•endo despacio hasta llevarla más al extremo del muslo, casi sobre la rodilla. Un viento de velocidad em·olvía al ómnibus en plena marcha. - TanL1 geme -dijo él, casi sin voz- . Y de golpe se bajan todos. -Llevaban nores a la Chacarita -dijo Clara-. Los sábados'''a mucha geme a los cementerios. -Sí, pero... -U.n po_co raro ~ra, sí: Wsted se ftió...? -S1 -d~o él, cast cerrandole el paso-. Y a usted le pasó igual, me di cuema. -Es raro. Pero ahora ya no sube nadie. . . El.~ocht• frenó br~t~almente, barrera del Central Argentino. Se dejaron u ha<ta adelante, ahnados por el salto a una sorpresa, a un sacudón. El rochc temblaba romo un cuerpo enorme. - Yo \O)" a Retiro - dijo Clara. - Yn 1:1111hiétl. El _gu;mla no se había movido, ahora hablaba iracundo con l'l conduc· tor. \ lt'fOII (~111 f1 11errr reconocer qttr rstaban a tentos a la esr<'na) cómo d ronrluctor ah~ndunaha Sil asiento y ,·enía por d pasillo har ia ellos, con rl ll''"' da ro¡u.mcl~>lc los pasos. Clara notó que los dos miraban al murhadto Y q1~e este se ponía rígido. como reuniendo f11erzas· le temhlaro11 ' • . dt e1suyo. Entonces . .las ¡unnas, el hombro que se •a¡>o)·aba aullo hornblemente una locomotora a toda carrera un ¡mmo negro
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~~~rió el sol. El fragor del rápido tapaba las palabras que debla estar tcrendo_el conductor; a dos asientos del de ellos se detu,·o, agachándose como qmen va a saltar. El guarda lo contuvo prendiéndole una mano en ~1 ~ombro, le señaló imperioso las barreras que ya se alzaban mientras el ulu_mo vagón pasaba con un estrépito de hierros. El conductor apretó los labros Yse vohió corriendo a su puesto; con un salto de rabia el 168 encaró las vfas, la pendiente opuesta. El muchacho aflojó el cuerpo y se dejó resbalar suavemente. -Nunca me pasó una cosa así -dijo, como hablándose. . ~lara quería llorar. Y el llanto esperaba ahí, disponible pero inútil. Sin stqutera pensarlo tenía conciencia de que todo estaba bien, que ,;;yaba en un 1 vado aparte de otro pasajero, y que toda protesta contra ese orden podr~ resolverse tirando de la campanilla y descendiendo en la primera es~utna . Pero todo estaba bien así; lo único que sobraba era la idea de baJarse, de apart.1r esa mano que de nue,·o había apretado la suya. -Tengo miedo -dijo, sencillamente-. Si por lo menos me hubiera puesto unas violetas en la blusa. Él la miró, miró su blusa lisa. -A mí a veces me gusta llevar un jazmín del país en la solapa -dijo-. Hoy salí apurado y ni me ftié. -Qué lástima. Pero en realidad nosotros vamos a Retiro. -seguro, vamos a Retiro. Era un diálogo. un diálogo. Cuidar de él, alimentarlo. -(No se podría levantar un poco la ventanilla? Me ahogo aquí adentro. Él la miró sorprendido, porque más bien sentía frío. El guarda los observaba de reojo, hablando con el conductor; e1168 no había melto a detenerse después de la barrera y daban ya la vuelta en Cánning y Sama Fe. -Este asiento tiene ventanilla ftia -dijo él-. Usted ve que es el único asiento del coche que ''iene así, por la puerta de emergencia. -Ah -dijo Clara. -Nos podríamos pasar a otro. -No, no. -Le apretó los dedos, deteniendo su movimiento de levan· tarse.- Cuanto menos nos movamos mejor. -Bueno, pero podríamos levantar la ventanilla de adelante. -No, por favor no. Él esperó, pensando que Clara iba a agregar algo, pero ella se hizo más pequeña en el asiento. Ahora lo miraba de lleno para escapara la atracción de allá adelante, de esa cólera que les llegaba como un silencio o un calor. El pasajero puso la otra mano sobre la rodilla de Clara, y ella acercó la suya y ambos se comunicaron oscuramente por los dedos, porel tibio acariciar· se de las palmas. -A veces una es tan descuidada -dijo tímidamente Clara-. Cree que lleva todo, y siempre olvida algo. -Es que no sabíamos. -Bueno, pero lo mismo. Me miraban, sobre todo esas chicas, y me sentí tan mal. -Eran insoportables -protestó él-. CUsted vio cómo se habían puesto de acut-rdo para clavarnos los ojos? -Al fin y al cabo, el ramo era de crisantemos y dalias -dijo Clara-. Pero presumían lo mismo. -Porque los otros les daban alas -afirmó él con irritación-. El viejo de mi asiento con sus claveles apelmazados, con esa cara de pájaro. A los que no vi bien fue a los de atrás. CUsted cree que todos...? -Todos -dijo Clara-. Los vi apenas habla subido. Yo subí en Nogoyá y Avenida San Manín, y casi en seguida me di vuelta y vi que todos, todos... -Menos mal que se bajaron. Pueyrredón, frenada en seco. Un policía moreno se abría en cruz acusándose de algo en su alto quiosco. El conductor salió del asiento como desli· zándose,elguardaqui· so sujetarlo de laman· ga, pero se soltó con violencia y vino por el pasillo, mirándo-
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los alternadamente, encogido y con los labios húmedos parpadeando. ·IAhl da paso!•, gritó el guarda con una voz rara. Diez bocinas ~adraban en la cola del ómnibus, y el conductor corrió afligido a su asrenlo. El guarda le habló al oído, dándose vuelta a cada momento ~ra mirar_los. -si no estuviera usted ... -murmuró Clara-. Yo creo que sr noestuvrera usted me habría animado a bajarme. -Pero usted va a Retiro -<lijo él, con alguna sorpresa. -si, tengo que hacer una visita. No.importa, me hubiera bajado igual. -Yo saqué boleto de quince -dijo él-. Hasta Retiro. . -Yo también. Lo malo es que si una se baja, despufs hasta que vtene otro coche... · -Claro, y además a lo mejor está completo. -A lo mejor. Se viaja tan mal, al1ora. CUsted ha visto los subtes? -Algo increíble. Cansa más el viaje que el empleo. Un aire verde y claro flotaba en el coche, \'ieron el rosa viejo del Museo, la nueva Facultad de Dt-recho, y el 168 aceleró todavía más en Leandro N. Alem, como rabioso por llegar. Dos vect-s lo detuvo algún policía de tráfico, y dos veces quiso el condunor tirarse contra ellos; a la segunda, el guarda se le puso por <lclanre, negándose con rabia, como si le doliera. Clara sentía subírsclt- las rodillas hasta el pecho, )' las manos de su compañero la desertaron bruscamente y se cubrieron de huesos salientes, de venas rígidas. Clara no hahía vistojamás el paso ,·iril de la mano al puño, contempló esos objetos mariws con una humilde confiama casi perdida bajo el terror. Yhablaban todo el tiempo de los viajes, de las colas que hay que hacer en la Pla1.a de Mayo. de la grosería <le la gente, de la paciencia. Después callaron, mirando el paredón ferroviario, y su compañero sacó la billetera, la estuvo re1•isando muy serio, temblándole un poco los dedos. . -Falta apenas -dijo Clara, endcra1.ándose-. Ya llegamos. -sí. Mire, cuando doble en Rt>tiro, nos levantamos rápido para bajar. -Bueno. Cuando esté aliado de la plaza. -Eso es. La parada queda más acá de la torre de los Ingleses. Usted baja primero. -Oh, es lo mismo. -No, yo me quedaré atrás por cualquier cosa. Apenas doblemos yo me paro y le doy paso. Usted tiene que levantarse rápido y bajar un escalón de la puerta; entonces yo me pongo atrás. -Bueno, gracias -dijo Clara mirándolo emocionada, y se concentra· ron en el plan, estudiando la ubicación de sus piernas, los espacios a cubrir. Vieron que el 168 tendría paso libre en la esquina de la pla1.a; temblándole los vidrios y a punto de embestir el cordón de la plaza, tomó el viraje a toda carrera. El pasajero saltó del asiento hacia adelante, y detrás de él pasó veloz Clara, tirándose escalón ahajo mientras él se volvía y la ocultaba con su cuerpo. Clara miraba la puerta, las tiras de goma negra y los rectángulos de sucio vidrio; no quería ver otra cosa y temblaba horriblemente. Sintió en el pelo el jadeo de su compañero, los arrojó a un lado la frenada brutal, y en el mismo momento en que la puerta se abría el conductor corrió por el pasillo con las manos tendidas. Clara saltaba ya a la plaza, y cuando se volvió su compañero saltaba también y la puerta bufó al cerrarse. Las gomas ncg.ras apresaron una mano del conductor, sus dedos rígidos y blancos. Clara vio a través de las ventanillas que el guarda se había echado sobre el volante para alcanzar la palanca que cerraba la puerta. Él la tomó del hrazo y caminaron rápidamente por la plaza llena de chicos y vendedores de helados. No se dijeron nada, pero temblaban como de felicidad ysin mirarse. Clara se dejaba guiar, notando vagamente el césped, los canteros, oliendo un aire de río que crecía de frente. El florista estaba a un lado de la plaza, y él fue a pararse ante el canasto montado en caballetes y eligió dos ramos de pensamientos. Alcanzó uno a Clara, después le hizo tener los dos mientras sacaba la billetera y pagaba. Pero cuando siguieron andando (él no volvió a tomarla del brazo) cada uno llevaba su ramo, cada uno iba con el suyo y estaba contento.
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CEFALEA Det,.,mo• a la doctora Margar<! L Tylcr las imágenes más hennosas del prosrnre relato. Su admirable poema. Síntomas orirntadom /oacia los '""'diru mál <omrmn ,¡,¡ vtrtigo y ctfalras, apareció en la revista ·IIOMEOPATfA. (pubhcada por la Asociación Médica llomcopática Argenlin2), año XIV, n' 32, abril de 1946, página 33 y ss. Asimismo agradec~mos a Ircnco Fl!rn;mdo Cruz el habemos iniciado, duran le un viaje a San Juan, en el conocimicnlo de las m3J10Jspi.as.
Cuidamos las mancuspias hasta bastante tarde, ahora con el calor del verano se llenan de caprichos y ''ersatilidades, las más atrasadas reclaman alimentación especial yles llevamos avena malteada en grandes fuentes de lo7.a;. las mayores están mudando el pelaje del lomo, de manera que es prenso ponerlas aparte, atarles una mama de abrigo y cuidar que no se JU.nlen ele noche con las mancuspias que duermen en jaulas y reciben ahmenl<> cada ocho horas. No nos sentim<>s bien. F.sto viene desde la mañana, tal vez por el viento cahrm e que soplaha alamanecer, antes de que naciera este sol alquitranado que dio en la casa todo el día. Nos cuesta atender a los animall'< enfermo< -esto se hace a las once- y revisar las crías después de la siesta. Nos parece cada vc1. más penoso andar, seguir la rutina; sosp<'rhamos que una sola noche de desatención sería funesta para las manr uspias, la ntina irrepa· rabie ele nuestra vida. Andamos entonces sin rrflt•xionar, cumpliendo uno tras otro los actos que rl h;íl>ito escalona, cklenir mlonos apenas para comer (hay trozos de pan en la mesa ysobre la repisa del living) o mirarnos en el espejo que duplica el dormitorio. De noche raemos repentinamente en la cama, y la tendencia a cepillamos los dicrucs ames de dormir cede a la fatiga, aleanla apenas a sustituirse por un gesto hacia la lámpara o los remedios. Afuera se oye andar y andar en círculo a las mancuspias adulta.•. No nos sentimos bien. Uno de nosotros es Aconit11m, es decir que debe medicamenrarsc con aconinun en diluciones altas si, por ejemplo, el miedo le ocasiona vértigo. Aconiturn tS unn 11inlrota tornvn/11, que pasa pronto. De qué otro modo describir el conrraataque a una ansiedad que nace de cualquier insignificancia, de la nada. Una nnticr se enfrenta repentinamente con un perro y comien1.a a sentirse violentamente mareada. Entonces aconitum, y al poco rato sólo queda un marco dulce, con tendencia a marchar hacia atrás (esto nos ocurrió, pero era un caso Brymlia, lo mismo que sentir que nos hundíamos con, o a través de la cama). El otro, en cambio, es marcadamente Nux Vomica. Después de llevar la avena malteada a las mancuspias, tal vez por agacharse demasiado al llenar la escudilla, siente de golpe como si le girara el cerebro, no que todo gire en torno -el vértigo en sí- sino que la visión es la que gira, dentro de él la conciencia gira como un giróscopo en su aro, y afuera todo está tremendamente inmóvil, sólo que huyendo e inasil>le. liemos pensado si no será más bien un cuadro de l'hosphoms, porque además lo aterra el perfume de bs flores (o el de bs mancuspias pequeñas, que huelen débilmenre a lila) y coincide físicamente ron el cuadro fosfórico: es alto, delgado, anhela bebi<h• frías, helarlos y sal. De noche no es taniO, nos ayudan la fatiga y el silencio - porque el rondar de las mancuspias escande dulrememe este silencio de la pampay a veces dormimos hasta el amanecer y nos despierta un C>peranzado sentimiento de mejoría. Si uno de nosotros salta de la cama antes que el otro, puede ocurrir con todo qne asistamos consternados a la n•petición de un fenómeno CamfJhora monobromata, pues cree que marcha en una dirección cuando en realidad lo está haciendo en la opuesta. Es terrible, vamos con toda seguridad hacia el ba1io, y de improviso sentimos en la cara L1 piel desnuda del espejo al10. Casi siempre lo tomamos a broma, porque hay que pensar en el trabajo que espera y de na~ serviría desanimarnos tan pronto. Se buscan los glóbulos, se cumplen SJn comen· tarios ni de,.Iirnros las instrucciones del doctor llarbín. (Tal vez en secreto seamos un poro Natrum murintirom. Típicamente, un natrum llora, pero nadie debe obsen 'llrlo. Es triste, es re_servado; le gusta la sal.) ¿Quién puede pensar en tantas vamdades sr la tarea C>pera en los corrales, en el invernadero y en el tambo? Ya andan Leonor y el Chango alborotando fuera, ycuando salimos con los termómetros y las bateas para el baño,los dos se precipitan al trabajo como queriendo cansa...e pronto, organizando su haraganeo de la tarde. Lo sabemos muy bren, por~ nos alegra tener salud para cumplir nosotros mismos con cada co~. M1entras no pase de esto y no aparezcan las cefaleas, podemos segUir. Ahora "' febrero, en mayo estarán vendidas las mancuspias y nosotros a salvo por todo el invierno. Se puede continuar todavía. , Las mancuspias nos entretienen mucho, en parte porque esta? llen~s de sagacidad y malevol~~ci": en parte por9ue ~u cría es un trabaJO sutJI, necesitado de una precrs16n mcesante y mmuc1osa. No tenemos por q.u~ abundar. pero esto es un ejemplo: uno de nosotros saca las mancuspw
. s de in,·errndero -son las 6:30a.m.- y las reúne en el madres de 1as JaU1a La 1 :a rctoz'tr veinte minutos, mientras el otro corral de pastos secos. s ' <J •• · . d s'J!Ias numeradas donde cada uno llene su 1 1 1 etira los pichones e 1as ca ' r. . . . . . a rá idarnc·nre la temperatura recia, e e\'lle ve a su hJStona ehmea, 'errr:c· P • C y por una manga de hojalata trae el resto 1 n 1os 37 • caSilla los que excece . d . para h lactancia. Tal ,·ez sea este e1momento con sus ma ns · ' d ¡ · a reumrse • .• . • nos ronmuc1·e el alborozo e as peque nas mas hermoso <1e 1a m.uw1•1• ·d A d n•t!J·cs su rumoroso parloteo soslem o. poya os en . mancuspras • · dy sus 1 " 1.,·,!amos la fiuu ra del me0 1·0d'1a que se acerca, de • o· d · 1 la baranc1a e1corra1o' . .. bl Por mornemos tenemos un poco e mJe<o a od' d' · la dura tarde map1·•za c. mirar hacia el suelo del corral -un cuadro Onosm '."m marca ISrmo-, . •1.. do! síntoma complementarro, de la cefalea que pero pasa y 1a 1uz nos s.. '" ' se agrava ron la oscuridad. d • d d ño uno de nosotros va echan o puna os e ·· Cl A las oc110 es 1Jora del ba • sales Krüschen y afrecho en las bateas, la otra d~r~ge al '""1~ q~e '[:'e rubos de agua tibia. A las manruspias madres no les agrad~ e ano, ay que wmarlas ron cuidado de las orejas y las paras, SUJetandolas ~omo coneos, y sumergirlas muchas veces en la batea. Las mancusp1as se desr~peran y erizan, eso es lo que queremos para que las sales penetren . hasta la piel tan delicada. A Leonor le toca dar de comer a las madres, y lo hace muy b1en; nunca ,·irnos que errara en la distribución de porciones. Se les ~a avena malteada, y dos ,·eces por semana leche ron vino blanc.o. De.sronhamos un poco del Chango, nos parece que se bebe el vino; sena meJor guardar la borda!esa adentro, pero la casa es chica y luego ese olor dulzón que rezuma en las . , . . . horas del sol alw. Tal vez esto que decirnos fuera monówno e rnu~1l si no ~stuvJcse cambiando lemamenrc dentro de su repcucJón; en los ulumos dms - ahoraque entramos en el período crítico del ~!estere- uno de nosolr~s ha debido reconocer, con qué amargo asenwmcnto, el av~nce ele u~ cu.1dro Si/ira. F.rnpicza en el momento mismo en que no,s donuna el sueno, es un perder la estabilidad, un sallo adentro, un verugo que l~epa por la columna vertebral hacia el interior de la cabeza; como el nmrno trepar reptante (no hay otra descripción) de las pequerias mancuspias por los postes de los corrales. Entonet•s, de repente, sobre el pozo negr.o del sueño donde ya caíamos deliciosamente, somos ese poste du_ro y ác!do al que trepan jugando las rnancuspias. Y es peor cerrando los OJOS. ":''se va el sueño, nadie duerme con ojos abiertos, nos morimos de cansancio pero basta un leve abandono para sentir el vértigo que repta, un vaivén en el cráneo, como si la cabeza estuviera llena de cosas vivas que giran a su alrededor. Corno mancuspias. Yes tan ridículo, se ha probado que a los enfermossi/ica les falta smce, arena. Y nosotros aquí, rodeados de médanos, en un pequeño valle amenazado de médanos inmensos, faltándonos arena cuando íbamos ·a dormirnos. Contra la prol>abilidad de que esto avance, hemos preferido perder algún tiempo dosilicándonos severamente; advertimos a las doce horas que la reacción es favorable, y la tarde de trabajo sucede sin obstáculos, apenas, quizá, un leve desacomodo de las cosas, de pronto como si los objetos se pararan delante nuestro, irguiéndose sin mo\·erse; una sensa-
ción de arista viva en cada plano. Sospechamos un viraje a Dulcamara, pero no es fácil estar seguros. En el aire notan leves las pelusas de las mancuspias adultas. después de la siesta vamos con tijeras )' unas bolsas de caucho al corral alambrado donde el Chango las reúne para la esquila. Ya en febrero hace fresco de noche, las mancuspias necesitan el pelo porque duermen estiradas y carecen de la protección que se dan a sí mismos los animales que se ovillan replegando las para~. Sin eJ.nbargo, pierden el pelo del lomo, pelechan despaCio y a pleno a~re, el \'!CiliO al1.a del corral una fina niebla de pelos que cosquillean en la nariz y nos hostigan hasta dentro de la casa. Entonces reu ni~os a las mancuspias y les tusa mos el lomo a media altura, cuidando no ~m·arlas de calor; cuando c~e ese pelo, demasiado corto para notar en el a1re, va f~rmand_o ~n polvrllo amarillento que Leonor moja con la manguera yJUnta dJanamente en una bola de pasta que se tira al pozo. Uno ~e ~osotros tiene entre tanto que aparcar los machos con las mancusp1asJÓvenes, pes~r los pkhones mientras el Chango lee en voz alta los pesos del dfa antenor, \'errficar el adelanto de cada mancuspia y apa~tar a la.• atrasadas para someterlas a la snhrealimentación. Esto nos lleva hasta el anochecer; sólo falta la avena de la segunda comida que Lc;onor reparte en _un "'?mento, )' encerrar a las mancuspias madres mJenlras la~ pequenas clullan y se obstinan en seguir a su lado. Es el Chango qmen se ocupa del aparte, ya nosotros estamos en la veranda controlando. A las ocho se cierran las puertas y ventanas; a las ocho nos quedamos solos adentro. Ames era un momento dulce, el recuento de episodios y de esperanzas. Pero desde que no nos sentimos bien parece como si esta hora fuese más pesada. Vanamente nos enga?amos con el arreglo del botiquín -es frecue~te que el orden alfa~tJco de los remedios se altere por descui· do-; Siempre al final nos vamos quedando callados en la mesa, leyendo
el manual de Ál\-arez de Toledo ( •Estúdiate a ti mismo•) o el de Humphreys (•Mentor Homeopático•). Uno de nosotros ha tenido con intermite ncias una fase Pu/satilla, vale decir que tiende a mostrarse voluble, llorona, exigente, irritable. Esto anora al anochecer, y coincide con el cuadro Pttroleum que afecta al otro, un estado en el que todo-<osas, voces, recuerdos- pasan por encima de él, entumeciéndolo yenvarándolo. Así es que no hay choque, apenas un sufrir paralelo y tolerable. Después, a veces, viene el sueño. Tampoco quisiéramos poner en estas notas un énfasis progresivo, un crecer articulándose hasta el est.1llido patético de la gran orquesta, tras la cual decrecen las voces y se reingresa a una calma de hartazgo. A veces estas cosas que inscribimos ya nos han ocurrido (como la gran cefalea Glonoinum el día en que nació la segunda camada de mancuspias), a veces es ahora o por la matiana. Cree mos necesario documentar estas fases para que el doctor Harbín las agregue a nuestra h istoria clínica cuando mivamos a Buenos Aires. No somos hábiles, sabemos que de pronto nos salimos del tema, pero el doctor Harbin prefiere conocer los detalles circund¡mtes de Jos cuadros. Ese roce contra la ventana del baño que oímos de noche puede ser importante. Puede ser un síntoma Cannabis ¡111fira; ya se sabe que un cannabis indica tiene sensaciones exaltadas, con exageración de tiempo y distancia. Puede ser una mancuspia que se ha escapaclo y viene como todas .a la luz. . . Al principio éramos oplttmstas, todavta no hemos perdtdo la esperanza de ganar una buena suma con la venta de las· crías jóvenes. Nos levantamos temprano, midiendo el creciente \'3lor del tiempo en la f~e final, y al principio casi no nos afecta la fuga del Ch~ngo y Leonor. Sm preaviso, sin cumplir para nada el estatuto, se nos han te! o anoche los muy hijos de puta, llevándose el cab?llo y el sulky, la manta de una de no~otr~s, el farol a carburo, el último nume ro de Mumlo Argnttmo. Por el stlcncto en los corrales sospechamos su ausencia, hay que apurarse a soltar l~s crías para la lactancia, preparar los bat-tos, la a ven~ maltead~. Todo.el uem.p.o pen5arnos que no se debe pensar en lo ocurndo, trab;~amos sm adm1ttr que ahora estamos solos, sin caballo para salvar las s~is lcgu?s ~~la Puan, con provisiones para una semana, y r.ondados por lmyeras ·~~ules ahora que e n las otras poblacion.es se ha. dtfundtdo. el rumor estuptdo de que c riamos mancuspias y nad1e se arnma por m1edo a enfermedades. Sólo
trabajando y con salud podemos tolerar una conjuración que nos agobia hacia mediodía, en el alto del almuerzo (una de nosotros pre para bruscamente una lata de lenguas y otra de arvejas, fríe jamón con huevos), que rechaza la idea de no dórmir la siesta, nos encierra en la sombra del dormitorio con más dureza que las puertas a doble cerrojo. Recién ahora recordamos con claridad el mal dom1ir de la noche, ese vértigo curioso, transparente, si se nos permite inventar esta expresión. Al despertar, al levantarnos, mirando hacia adelante, cualquier objeto -pongamos, por ejemplo, el ropero- es visto rotando a velocidad variable ydesviándose en forma inconstante hacia un costado (lado derecho); mientras al mismo tiempo, a través del remolino, se obsel"\-a el mismo ropero parado firmemente y sin moverse. No hay que pensar mucho para distinguir allí un cuadro Cydamro, de modo que eltrntamiento actúa en pocos minutos y nos equilibra para la marcha y el trabajo. Mucho peor es advertir en plena siesta (cuando las cosas son tan ellas mismas, cuando el sol las re pliega duramente en sus aristas) que en el corral de las mancuspias grandes hay agitación y parloteo, una renuncia súbita e inquietante al reposo que las e ngorda. No queremos salir, el sol alto sería la cefalea, cómo admitir ahora la posibilidad de cefalea cuando todo depe nde de nuestro trabajo. Pero habrá que hacerlo, crece la inquietud de las mancuspias y es imposible seguir en la casa cuando de Jos corrales llega un rumor nunca oído, entonces nos lanzamos fuera protegidos por cascos de corcho, nos separamos después de un precipitado conciliábulo, una de nosotros corre a las jaulas de las madres en tanto que el otro ,·erifica los cierres de portones, el nivel del agua en el tanque australiano, la posible irrupción de una zorra o un gato montés. Apenas llegamos a la entrada de los corrales y ya nos encegucce el sol, como albinos vacilamos entre las llamaradas blancas, quisiéramos continuar el trab~o pero es tarde, el cuadro Belladona nos arrasa hasta precipitarnos agotados en la hondura sombría del galpón. Congestionados, cara roja y caliente; pupilas dilata· das. Pulsación violenta e n c.erebro y carótidas. Violentas punzadas y lanzazos. Cefalea como sacudtdas. A cada paso sacudida hacia abajo como si hubiera un peso en el occipital. Cuchilladas y punzadas. Dolor de estallido; como si se e mpujara el cerebro; peor agachándose, como si el cerebro cayera hacia afuera, como si fuera e mpujado hacia adelante, o los ojos estuvieran por salirse. (Como esto, como aquello; pero nunca como es
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r de veras.) Peor con los ruidos, sacudidas, movimiento, luz. Y de pronto cesa, 1~ sombra. y la frescura se la lleva en un instante, nos deja una mara\'lllada grautud, un deseo de correr y sacudir la cabeza, asombrarse de_que. un minuto antes... Pero está el trabajo, y ahora sospechamos que la mqmetud de las mancuspias obedece a falta de agua fresca, a la ausencia de Leonor y el C:hango -son tan sensibles que han de sentir de algún modo esa ausenna-, y un poco a que extra1ian el cambio en las labores de la mañana, nuestra torpe1~1. nuestro apuro. C?mo no es día de esquila, uno de nosotros se ocupa del apareo pref~ado y del control (le peso; es f;íc il advertir que de ayer a hoy las crías han desmeJorado bruscamente. Las madres comen mal, huelen prolong:tdam~nte la avena malteada antes de dignarse morder la tibia pasta alunenttna. C.umplnnns silcnriosos l;ts últimas tareas, ahora la venida de la noche tiene otro sentido que no qm·rrmos examinar. ya no nos separamos como ames de un orden estabkcido y funcionando, de Leonor y el Chango y las mancuspias en sus sitios. Cerrar las puertas de lacas.~ es dejar a solas un mundo sin legislación, librado a los sucesos de la n_oche y el alba. Entramos temerosos y prolijos, demorando el momen· to, mcapaces de apla1.arlo y por eso furtivos y esquivándonos, con toda la noche que espera como un ojo. Por suerte tenemos sueño, la insolación y el trabajo pueden más que una inquietud incomunicada, nos \"limos quedando dormidos sobre los restos fríos que masticamos penosamente, los recortes de huevo frito y pan mojado en leche. Algo rasca otra vez en la ventana del baño, en el techo parecen oírse corrimientos furtivos; no sopla viento, es noche de luna llena y los gallos cantarían antes de medianoche, si tuviéramos gallos. Vamos a la cama sin hablar, distribuyéndonos casi a tientas la tíltima dosis del tratamiento. Con la luz apagada -pero no está hien dicho, no hay luz apagada, simplemente falta la luz, la casa es un fondo de tiniebla y por fuera todo luna llena-queremos decirnos algo)' es apenas un preguntarse por maitana, por la fonna de conseguir el alimento,llcg;tr al pueblo. Ynos donnimos. Una hora, no más, el hilo ceniciento que tira la ventana apenas se ha movido hacia la cama. De pronto estamos sentados a oscuras, oyendo a oscuras porque se oye mejor. Algo les pasa a las mancuspias, el rumor es ahora un clamoreo rabioso o aterrado, se distingue el aullido afilado de las hembras y el ulular más bronco de los machos, se interrum· pen de pronto y por la ras., se mueve romo una ráfaga de silencio, entonces otra vez el clamoreo rrcce contra la noche y la distancia. No pensamos en salir, demasiado es estar o¡·éndolas, uno de nosotros duela si los alaridos son fuera o aquí pm·que hay momentos en que naren corno desde dentro, y a lo largo de esa hm"ll entramos en un cuadro Aronitum donde todo se confunde y nada es llll"nos cierto que su contrario. Sí, las cefaleas vienen con tal violencia que apenas se las puede describir. Sensación de desgarro, ele quemazón en el cerebro, en el cuero cabelludo, con miedo, con fiebre, con angustia. Plrnitud y pesadez en la frente, como si allí hubiera un peso que presionara hacia afuera: como si todo fuera arrancado por la frente. Aconitum es repentino; salvaje; peor por vientos fríos; con inquietud, angustia, miedo. Las mancuspias rondan la casa, inútil repetimos que están en los corrales, que los candados resisten. No advertimos el amanecer, hacia las cinco nos abate un sueño sin reposo del que salen nuestras manos a hora ftia pard llevar los glóbulos a la boca. Hace rato que golpean en la puerta del living, los golpes crecen con rabia hasta que uno de nosotros deja que las zapatillas se pongan sus pies y se arrastren hasta la llave. Es la policía con la noticia del arresto del Chango; nos traen de vuelta el sulky. allá sospecharon el robo y d abandono. Hay que firmar una declaración, todo está bien, el sol alto y un gran silencio en los corrales. Los policías miran los ~orrales, uno se tapa la nariz con el pañuelo, hace como que tose. Decomos pronto lo que quieren, firmamos, y se van casi corriendo, pasan lejos de los co~es y los mirnn, también a nosotros nos han mirado, aventurando una Ojeada al interior (sale un aire estancado por la puerta), y se van casi corriendo. Es muy curioso que estos brutos no quieran espiar más, huyen como apestados, ya pasan al galope por el camino del costado. . Una de nosotros parece decidir personalmente que el otro orá en seguida a buscar alimento con el sulky, mientras se cumple la ~ea matinal. Subimos sin ganas, el caballo está cansado porque lo han traldo sin respiro, vamos saliendo de a poco y mirando atrás. Todo está en orden, entonces no ernn las mancuspias las que hacían ruidos en la casa, hahrá que fumigar las ratas del tejado, asombrn el ruido que una sola rata puede hacer de noche. Abrimos los corrales, juntamos las marlrcs pero apenas queda avena malteada y las mancuspias pelean ferozmente, se arrancan pedazos de lomo y de cuello, les salta la sangre y hay que sep:u-arlas a látigo y gritos. Después de eso la lac~ncia de ~as crías es penosa e_omperfect.a, se advierte que los pochones estan hambnentos, algunos •'3colan al correr o se apoyan en los alambrados. Hay un mac~o muerto a la entrada de _su jaula, inexplicablemente. Y el caballo se resoste a trotar, ya estamos a dtez cuadras de la casa y todavía al paso, con la cabeza caída y reso!la_ndo. Desanimados emprendemos la vuelta,llcgamos para ver cómo los ulumos restos de alimento se pierden en un revuelo de pelea.
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. b . a la veranda. En el primer peldaño hay un Volvemos sm o sunarnos ichón de mancus ia muriéndose. Lo alzamos, lo ponemos en un canasto P . . "' P . <tiene pero se muere con la muerte oscurn con paja. quosteramos sa1,er que be • d de los animales. y los candados estaban intactos, no ~e sa . como pu o esca ar esta manruspia, si su muerte es la esca~atorta o so ha esc~pado P e crinmos die1. globulos de Nux Voml(a en . ' n d d d porque se esta1>a munem1o. 1· el pico se quedan ahí como perlitas, ya no puede tragar.! es e on e estam~s se ve a un macho caído sobre las manos; intenta a 7.arse con una sacudida pero vuelve a Cíl('f como si rezara. . : , '""·,t,os tan cerca nuestro que miramos hasta debaJO de Nos p.trere oor ,.,. · • · . h ·d las silla• de paja de la veranda; el doctor llarbm nos ~ preve m o contra las reacciones animales que atacan de noaioana, no haboamos pensado que pudiera ser una cefalea así. Dolor occipital, de tanto en tanto un _groto: cuadro de ApU. dolorl"S como picadur.1s de aheps. l_loblamos l.ocabeza hacia atrÁs 0 la hundimos contra la almohada (en algun momento hemos llegado a c.~ma). Sin sed , pero sudando; orina escasa, grotos penetrantes. Como magullados, sensibles al tacto; en un momento nos dtmos la mano y fue terrible. Jlasta que cesa, paulatina, dejándonos el te'."or de una repetición con v-Miante animal, cOt~o ya una vez: tras de la abqa, el cuadro de la serpiente. Son las dos y mcdm. Preferimos completar estos informes mientras ~ura la lu~ y estamos bien. Uno de nosotros debería ir ahora al pueblo, SI pasa la stesta se nos hará muy tarde para volver, y quedarnos_ solos toda la no~he ~n la casa, quizá sin poder medicamentarnos ... [.a soesta se estanca solencoosa, h~ce calor en las pie7.a.,, si vamos hasta la veranda nos rechaza el colo~ de uza de la tierra, los g;•lpones, los tejados. Han muerto otras mancusp1as pero el resto calla, sólo ele cerca se las oiría jadear. Una de nosotros cree que alcam.aremos a venderlas, que debemos ir al pueblo. El otro hace estos apuntes y ya no cree en mucho. Que pa~e el calor: que sea de noc~e. Salimos casi a las siete, todavía hay unos punados de ah mento en el galpon, sacudiendo las bolsas cae un polvillo de avena quejuntamos preciosamente. Ellas lo olfatean y la agitarión en las jaulas es violenta. No nos atr~\·emos a soltarlas, es mejor poner una cucharada de pasta en radaJaula, as• parece que están más satisfechas, que es más justo. Ni siquiera sacamos las manruspias muertas, no nos explicamos cómo haydieljaulas vacías, cómo parte de la.• crías anda mezclarla ron los machos en el corral. Se ve apenas, ahora anochece de golpe y el Chango nos robó el farol a carburo. Parece como si en el camino, contra el monte de sauces, hubiera gente. Sería el momento de llamar para que alguien fuese al pueblo; todavía hay tiempo. A veces pensamos si no nos espían, la gente es tan ignorante y nos tiene tan entre ojos. Preferimos no pensar y cerramos la puerta con delicia, replegados a la rasa donde todo es más nuestro. Quisiéramos consultar los manuales para precavernos de un nuevo Apis, o del otro animal todavía peor; dejamos la cena y leemos en voz alta, casi sin oír. Algunas frases suben sobre las otras, y afuera es igual, algunas mancuspias aúllan más alto que el resto, perduran y repiten un ulular lancinante. •Crotalus cascavella tiene alucinaciones peculiares... • Uno de nosotros repite la mención, nos alegra comprender tan bien el latín, crótalo cascabel, pero es decir lo mismo porque cascabel equivale a crótalo. Quizá el manual no quiere impresionar a los enfermos comunes con la mención directa del animal. Y sin embargo, lo nombra, esta terrible serpiente... •cuyo veneno actúa con espantosa intensidad•. Tenemos que forzar la voz para oímos entre el clamor de las mancuspias, otra vez las sentimos cerca de la casa, en los techos, rascando las ventanas, contra los dinteles. De alguna m~era no es ya raro, por la tarde vimos tantasjaulas abiertas, pero la casa esta cerrada y la luz en el comedor nos envuelve en una fría protección mientras nos ilustrnmos a gritos. Todo está claro en el manual un lenguaje directo para e~fermos sin prejuicios, la descripción deÍ cuadro: cefalea y gran exntac1ón, causadas por comenzar a dormir. (Pero por suerte no tenemos sueño.) El cráneo comprime el cerebro como un casco de acero -bien dicho. Algo viviente camina en círculo dentro de la cabeza. (Entonces_la casa es nuestra cabeza, la sentimos rondada, cada ventana es una ~re~a contra el aullar de las mancuspias ahí afuern.) Cabeza y pecho compnm1dos por una armadura de hierro. Un hierro al rojo hundido en el vertex.. No estamos seguros sobre el vertex, hace un momento que _la luz vactla, cede poco a poco, nos olvidamos de poner en marcha ~1 mohno por la tarde. Cuando ya no se puede leer encendemos un~ vela JUnto al m~nual para terminar de enternmos de los síntomas, es meJOr saber por so más tarde -Dolores lancinantes agudos en sien derecha, esta terrible serpiente cuyo veneno actúa con espantosa intensi· ~~(ya ld~os eso,, es difícil alumbrar el manual con una vela), algo VIVIen~e. camona e? c1rcul~ dentro de la cabeza, también lo leímos y es así, algo VIviente camma en Circulo. No estamos inquietos, peor es afuera, si hay afuera. Por sobre el manual nos estamos mirando, y si uno de nosotros alude con un gesto al aullar que crece más y más, volvemos a la lecturn como seguros de que todo eso está ahorn al1í, donde algo viviente camina en drcul~ aullan~o contra las ventanas, contrn los oídos, el aullar de las mancuspoas munendose de hambre.
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And onc m i h:od ofh<-r nlOUth, as 1 took th~ applc from hcr hand. But "ililc 1bit it, my brun ..·hirlcd and my foot stumhlcd; and 1 fclt mycrashing fall thr~ thc tanglcd houghs bencath hcr r.,.,t and oaw thc dcad whitc f...:cs t1w "-dromcd m~ in thc pit. D ANlr. GARRIFJ.
RossErn,
11u Onhard·l'iL
Porque ya no ha de imponarle, pern esa vez le dolió la coincidencia de los chismes e ntre<"otlado ., , la rara ser\'il de 1\l;ulre Cdeslc contándole a tía Bebé, la incrédula d cs;u.ón en d gesto de sn parh·e. Primero fue la de la ras.~ d e altos, su manera '"'runa de girar <!espacio la raheta, n uniando las palabras con delicia <ie holo "cgetal. Y lamhir nla chica rlt• la farmacia•no. ¡x>rq_uc yo lo ~rca, p<'r<> si fuese wnla.l qué horrible-- y hasta don F.mtltO, stempre dtS<TI'Io como sus l;ípices y sus lihrelas d<' hule. Todos hahlahan de I?dia Matiara ron un resto d e pudor. n;ula seguros de que pu~t~ra ser ast, pt"r<>l'n Manoseahría paso a puerta limpia un aire de rahia suhu·ndo1c a la nr.~~. Octicl de improviso a su fami lia ron un ineficaz cs~lido de indrpt•tulenria. No los hahía querido nunca, sólo la sangre y el mtedoaotarsoln lo atalun a sumatlrc ya los hermanos. Con los vecinos fue dircrt~ hrut.a l, a don t:rnilio Jo ptltt'<•l de arriha ahajo la primera \'e7. que se reptueron los m mrnlarios. A la de la ra" ' de altos le negó el saludo como si eso pudiera anigirla. Y ruando mlvía del trabajo entraba ostcn· siblemcnte pard saludar a los Mañara y an·rcarse - a veces ron caramelos o un libro- a b mur harha que hahía matado a sus do~ nO\•ios. Yo me acuerdo mal de Delia, pero era fina y ruhia, demasiado lema en sus gestos (yo tenía don· aitns, el Iicm¡><• y las rosas son lentas entonces) y usaba , ·estidos claros ron faldas <le vuelo libre. ~brin creyó un tiempo que la gracia de Deli;, )' sus •·esti<lns apoyaban d odio rlc la gen le. Se lo dijo a Madre Cclcstl.': ·l.a odian porq ue no es rhusma romo ustedes, como yo mismo•, y ni Jl3ll>adeó ru.~tl{lo su madre hi1.0 adcm:ín de crll1.,-le la cara con una toalla. Dcspu<'s de eso fut•la ruptura m;mifiesla; lo dejaban solo, le lavaban la ropa romo por famr, los domingos se ihan a Palenno o de picnic sin siquiera a,·is.:"lrfc. Entonces Marin se ;¡rc:·rcaha a la ventana de Delia y le úraha una pit'flrii~ . A veces dla •alía, a \'l'fi'S la escuchaba reírse adentro, un poco mah<tdamcme y sin darle esperanzas. Vino la pelea •irpo ·lkmpsey )' t' n cada rasa se lloró y hubo indi¡,m a· ciones brutales, Sl'guidas <le una humillada mdanrolía casi colonial. Los Mañara se mudaron a cuatro ruad ras y eso hace mudto en Almagro, de manera que otros ,·cónos emp..-zaron a 1ratar a Delia, las familias de Victoria y Castro Barros se ohida ron dd caso y Mario siguió \'irndola dos \ UCS por semana cuando vol\-ía del banco. Era ya verano y Delia quería salir a •·eces, ih.~njunlos a las confiterías de Rivacla>•ia o a sentarse en l'la1.a Once. l\laño rumplic)dicrinucve años, Delia vio llegar sin fieslas-loda\'Ía estaba de nrgro-- los •·eintidós. Los Mañara encontraban injustificado d lulo por un no\'io, hasta Mario huiMer.l p~Tfcrido un dolor sólo por de m ro. Era penoso presenciar la sonrisa \·ciada de Deli;, cuando se ponía d sombrero ante el espejo, tan rubia sobre el lulo. Se dejaba adorar \'aganwnle por Mario y los Mañara, se dtjaha pasear y comprar rosas, vol\'er con la última luz y rerihir los domingos por 1:1 tarde. A \'e<'CS salía sola hasta el anlih'IIO barrio, donde lléctor la había festtjado. Madre Celeste la vio pasar una larde y cerró con ostensible desprrcio las persianas. Un g;tlo seguía a Delia, lodos los animales se moslraban siempre sometidos a lklia, no sc sabía si era caritio o dominadc\n,lc andaban cerca sin que ella los mirat<t. Mario notó una vez que un JX"ITO se a¡>atúba ruando Delia iha a acariciarlo. Hla lo IL1mó (era en el Onct', de tarde) y ciJK'rro vino m;msn, tal •·cz conletllo, hasta sus dedos. 1.41 madre dt-ría que lklia había j ugado ron aralias cuando chiquila. Todos se asombraban, hasta Mario que les tenía poco miedo. Y las mariposas \'Cnían a su pdo -Mario vio dos ..-n u .na sola ~arde, en Sa_n hidro-, pero Delia las ahuyentaba con un gesto ll\·tano. 1kctor le habta regalado un conejo blanco, que muriú. p romo, :nlles que 1!<'clor. Pero Jléctorse tiró en P~no Nuem,un donu ngo de madmgada. Fue entonces cuando Mario oyó los primcros chismes. La muerte de Rolo Mi'dicis no había inl.e resadoa nadie <lcstleque medio nnmdo se muere de un síncope. Cuando Jlértor se suicidó los •·ccinos vieron demasiada• coinrirlcncias, en Mario renacía la rara ser\ÍI de Madre Cclcslc contá ndole a tía 1\cbé,la incréduladesv.óncnel gesto de su padre. l'aracolmo fractura del cráneo, porque Roloca\'Ó de una pieza al salir del zaguán d e los Ma tiara, y aunque ya estaDa muerÍo el golpt" brutal contra el c<ealón fue otro feo delalle. Ddia se había quedado adentro, raro que no se clespidieran en la misma puerU, ptto de todos modos estaba cerca de él y fu e la primera en ~lar. En cambio Il&to<- murió solo, en una noche de hdada blanca, a las cmco horas de haber salido de casa de Delia como lodos los sábados. Yo me arumio mal de Mario, pero dicen que hacía linda pareja con
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Delia. Aunque ella estaba todavía con el luto por H~ctor (nunca se puso luto por Rolo, vaya a saber el capricho), aceptaba la compañía de Mario para pasear por Almagro o ir al cine. Ha.•ta ese entonces Mario se había se~~ido fuera de Delia, de su vida, hasta de la casa. Era siempre una •\1Stta•, y entre nosotros la palabra tiene un sentido exacto y divisorio. Cuando la tomaba del brazo para cruzar la calle, o al subir la escalera de la estación Medrano, miraba a veces su mano apretada contra la seda negra de! \"estido de Delia. Medía ese blanco sobre negro, esa distancia. Pero De ha se acercaría cuando volviera al gris, a los claros sombreros para el domingo de mañana. ~ora que los chismes no eran un artificio absoluto, lo miserable para Mar~o estaba en que anexaban episodios indiferentes para darles un senu~o. M_ucha g_e,nte muere en Buenos Aires de ataques cardíacos o asfixta por mmerston. Muchos conejo. languidecen y mueren en las casas, e_n los patios. Muchos perros rchúyen o aceptan las caricias. Las pocas h~eas que lléctor dejó a su madre, los sollozos que la de la casa de altos d9o haber oído en el zaguán de los Mañara la noche en que murió Rolo (pero_ante_s del ~olpe). el rostro de Delia los primeros días ... La gente pone tanta mtehgencta en esas cosas, y cómo de tantos nudos agregándose nace al final el trozo de tapiz -Mario vería a veces el tapiz, con asco, con terror, cuando el insom nio entraba en su piecita para ganarle la noche. •Perdonáme mi muerte, es imposible que entiendas pero perdonáme, mamá.• Un papelito arrancado al borde de Critica, apretado con una piedra aliado del saco que quedó como un mojón para el primer marinero de la madrugada. Basta esa noche había sido tan feliz, claro que lo habían visto raro las últimas semanas; no raro, mejor distraído, mirando el aire como si viera cosas. Igual que si tratara de escribir algo en el aire, descifrar un enigma. Todos los muchachos del café Rubí estaban de acuerdo. Mientras que Rolo no, le falló el corazón de golpe. Rolo era un muchacho solo y tranquilo, con plata y un Che\Tolet doble faetón, de manera que pocos lo habían confrontado en ese tiempo final. En los zaguanes las cosas resuenan tanto, la de la casa de ahos sostuvo días y días que el llanto de Rolo había sido como un alarido sofocado, un grito entre las manos que quieren ahogarlo y lo van cortando en pedazos. Ycasi en seguida el golpe atroz de la cabeza contra el escalón, la carrera de Delia clamando, el revuelo ya inútil. Sin darse cuenta, Mario juntaba pedazos de episodios, se descubría urdiendo explicaciones paralelas al ataque de los vecinos. Nunca pregun· tó a Delia, esperaba vagamente algo de eUa. Aveces pensaba si Delia sabría exactamente lo que se murmuraba. Hasta los Mañara eran raros, con su manera de aludir a Rolo y a Héctor sin violencia, como si estuviesen de viaje. Delia callaba protegida por ese acuerdo precavido e incondicional. Cuando Mario se agregó, discreto como ellos, los tres cubrieron a Delia con una sombra fina y constante, casi transparente los martes o losjueves, más palpable y solícita de sábado a lunes. Delia recobraba ahora una menuda vi\-acidad episódica, un día tocó el piano, otra vezjugó al ludo; era más dulce con Mario, lo hacía sentarse cerca de la ventana de la sala y le explicaba proyectos de costura o de bordado. Nunca le decía nada de los postres o los bombones, a Mario le extrañaba pero lo atribuía a delicadeza, a miedo de aburrirlo. Los Mañara alababan los licores de Delia; una noche quisieron servirle una copita, pero Delia dUo con brusquedad que eran licores para mujeres y que había volcado casi todas las botellas. · A Héctor... • empezó plañidera su madre, y no dUo más por no apenar a Mario. Después se dieron cuenta de que a Mario no lo molestaba la evocación de los no,-ios. No vol,-ieron a hablar de licores hasta que Delia recobró la animación yquiso probar recetas nuevas. Mario se acordaba de esa tarde porque acababan de ascenderlo, ylo primero que hizo fue comprarle bombones a Delia. Los Mañara picoteaban paciente· mente la galena del aparatito ron teléfonos, ylo hicieron quedarse un rato en el comedor para que escuchara cant.1r a Rosita Quiroga. Luego él les dijo lo del ascenso, y que le traía bombones a Delia. - Hiciste mal en comprar eso, pero andá lleváselos, está en la sala. - Y Jo miraron salir y se miraron hasta que Mañara se sacó los teléfonos como si se quitara una corona de laurel, y la señora suspiró desviando los ojos. De pronto los dos parecían desdichados, perdidos. Con un gesto turbio Mañara levantó la palanquita de la galena. Delia se quedó mirando la caja y no hizo mucho caso de los bomb_ones, pero cuando estaba comiendo el segundo, de menta con una cresllta de nuez, le dijo a Mario que sabía hacer bombones. Parecía excusarse por no haberle confiado antes tantas cosas, empezó a describir con agilidad la manera de hacer los bombones, el relleno y los baños de chocolate o moka. Su mejor receta eran unos bombones a la naranja rellenos de licor, con una aguja perforó uno de los que le traía Mario para mostrarle cómo se los manipulaba; Mario veía sus dedos demastado blancos contra el bombón, mirándola explicar le pareda un cirujano pausando un dehcado tiempo quirúrgico. El bombón como una menud_a laucha entre l~s d~d?s de Delia, una cosa diminuta pero viva que la aguJa laceraba. Mano smuó un raro malestar, una dulzura de abominable repugnancia. •Tire ese bombón•, hubiera querido decirle. •Tírelo lejos, no vaya a llevárselo a la
. n ratón vivo • Despuk le volvió la alegria del boca porque está vtvo, es u · d 11· d r tir la receta del licor de té, e tcor e rosa... ascenso, oyÓ a De ta repe . d bo bones seguidos Delia J-lundiólos dedos en la caja Ycomtó os, tres m · se sonreía como burlándose. Él se imaginaba cos:u, y fue temerosa me~te feliz. •El tercer novio•, ~nsó raramente.• Dectrle así: su tercer novto, · pero vivo·• ás d"fi "lh blardeesto estámezdadoconotras h"tstonas Ahora ya es "'a bas':cdt e aolvidos men~res, de falsedades mínimas que que uno agrega ' '1 "b ás "d . te"en r detrás de los recuerdos; parece que e ' a m segut o ~e~~nd~ ~~añ:. la ,.ueJta a la vida de Delia lo c~ñía a sus gustos Ya sus ca richos. hasta los Mañara le pidieron con_algun recelo que alentara a Jia y él compraba las sustancias para Jos ltcores, los ~ltros y emh bbudos ' • < · • en la que Mano sospec a a un que ella recibía con una grave saus.accton o de amor por lo menos algún ohido de los muertos. pocLos domin •os se quedaba de sobremesa con los suyos, y Madre Celeste se lo agradecí!sin sonreír, pero dándole lo mejor del postre yel café muy caliente. Por fin habían cesado Jos chismes, al menos no se h~blaba de Delia en su presencia. Quién sabe si los bofetones al más chtco de los Camiletú 0 el agrio encresparse frente a Madre Celeste.entraba~ en eso; Mario llegó a creer que habían recapacitado, que absolvtan a Deh~y has~ la consideraban de nuevo. Nunca habló de su casa en lo de Manara, ru mencionó a su amiga en las sobremesas del domingo. Empezaba~ creer posible esa doble vida a cuatro cuadras una de otra; la esquma de Rivadavia y Castro Barros era el puente necesario y eficaz. Hasta tuvo esperanza de que el futuro acercara las casas, las g~n~es, sordo a~ paso incomprensible que sentía -a veces, a solas- como mumamentc aJeno y oscuro. Otras gentes no iban a ver a los Mañara. _Asomb~ba u~ poco esa ausencia de parientes o de amigos. Mario no tema ne~estdad_d~ mventarse un toque especial de timbre, todos sabía? que era el. ~n dtnembre, con un calor húmedo y dulce, Delia logró el hcor de naranla concent~~o,lo bebieron felices un atardecer de tormenta. Los Manara no q111steron probarlo, seguros de que les haría mal. Delia no ~ ofendió, ~ero_ estaba como transfigurada mientras Mario sorbía aprectauvo el dedal~to vtoláceo lleno de luz naranja, de olor quemante. ·Me va a hacer monr de calor, pero está delicioso•, dijo una o dos veces. Delia, que hablaba poco cuando estaba contenta, observó: ·Lo hice para vos.• Los Mañara la miraban como queriendo leerle la receta, la alquimia minuciosa de quince días de trabajo. A Rolo le habían gustado los licores de Delia. Mario lo supo por unas palabras de Mañara dichas al pasar cuando Delia no estaba: •Ella le hizo muchas bebidas. Pero Rolo tenía miedo por el corazón. El alcohol es malo para el corazón.• Tener un novio tan delicado, Mario comprendía ahora la liberación que asomaba en los gestos, en la manera de tocar el piano de Delia. Estuvo por preguntarle a los Mañara qué le gustaba a Héctor, si también Delia le hacía licores o postres a Héctor. Pensó en los bombones que Delia volvía ~ ensayar y que se alineaban para secarse en una repisa de la antecocina. Algo le decía a Mario que Delia iba a conseguir cosas maravillosas con los bombones. Después de pedir muchas veces, obtuvo que ella le hiciera probar uno. Ya se iba cuando Delia le trajo una muestra blanca y liviana en un platito de alpaca. Mientras lo saboreaba -algo apenas amargo, con un asomo de menta y nuez moscada mezclándose raramente-, Delia tenía los ojos bajos y el aire modesto. Se negó a aceptar los elogios, no era más que un ensayo y aún estaba lejos de lo que se proponía. Pero a la visita siguiente -también de noche, ya en la sombra de la despedidajunto al ~iano--le permitió probar otro ensayo. Había que ce~~r los OJoS para adtvmar el sabor, y Mario obediente cerró los ojos y adtvmó un sabor a mandarina, levísimo, viniendo desde lo más hondo del chocolate. Sus dientes desmenuzaban trocitos crocantes no alcanzó a sentir su sabor y era sólo la sensación agradaóle de enco~trar un apoyo entre esa pulpa dulce y esquiva. Delia estaba contenta del resultado, dijo a Mario que su descripción del sabor se acercaba a lo~ue había esperado. Todavía faltaban ensayos, había cosas suules por eqmhbrar. Los Mañara le dijeron a Mario que Delia no ~abía vuelto a sentarse al piano, que se pasaba las horas preparando Jos hcores, los bom~one~. _No lo decían con reproche, pero tampoco estaban c?nt~ntos; Mano adtvmó que los gastos de Delia Jos afligían. Entonces ptdto .• Delta en secreto una lista de las esencias y sustancias necesarias. Ella hll~_algo que nun~a antes, le pasó los brazos por el cuello y Jo besó en la mcJtlla. Su boca oh a despacito a menta. Mario cerró lo · JI d ( "d d d · S OJOS, e\-a O por a necest a e senur el perfume y el sabor desde deba· o d (05 ~ e párpados. Y el beso volvió, más duro y quejándose No supo si le había devuelto el beso, tal vez se q~edó quieto y pasivo : catador de Delia en la penumbra de la sala. Ella tocó J · h 1 ·d.. e p1ano, como cas• nunca a ora, Y e pt •.o que volvier~ al otro día. Nunca habían hablado con e~a.voz, nu~ca se habtan c~llado ast. Los Mañara sospecharon algo por ue vtmeron _agnando l~s penódicos y con noticias de un aviador perdid;en el Atlá.nttco. ~ dtas en q_ue muchos aviadores se quedaban a mitad del Atlánttco. Alguten encendtó la luz y Delia se apartó enojada del piano, a
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Mario le pareció un instante que su gesto ame la luz tenía algo de la fuga enceguecida del ciempiés, una loca carrera por las paredes. Abría y cerraba las ma~os, en el vano de la puerta, y después volvió como averg?nzada, m1rando de reOJO a los ~hilara; los miraba de reojo y se sonr~1a.
Sin sorpresa, casi como una confirmación midió Mario esa noche la fragilidad de lapa' de Delia, el peso persisten!~ de la doble muerte. Rolo, vaya Ypase; Héctor era ya el desborde, el tri7.ado que desnuda un espejo. O~ Dcha querlahan las manías delicarlas, la manipulación de esencias y ammalcs, su contacto con cosas simples y oscuras, la cercanía de las manposas y los gatos, el aura de su respiración a medias en la muerte. Se prometió una carirlad sin límites, una cura ele años en habitaciones claras y parques alejados del recuerdo; tal vez sin rasarse con Delia, simplemente prolong:mdo este amor tranquilo hasta que dla no viese más una tercera muerte ~nelando as~ lad", otro no\'io, el que sigue para morir. Creyo que los Manara 1ban a alegrarse cuando él empe1.ara a traerle Jos extractos a Delia: en cambio se cnfurnoñaron y se replegaron hoscos, sin comcntanos, aunque 1cnnmahan 1ransando y yéndose, sobre todo cuan~ do wnía la hora de la• pruebas, siempre en la sala y casi de noche, y había que fCrrar Jos ojos definir -<On cuántas variJacimleS a veces por Ja suuhclarl de la rnalt' na- t•l sabor ele un trocito de pulpa nueva, pequeño mibgro en d plato de al para. A rarnhio rle esas a1cnciones Mario ohtcnía de Delia una promesa de ir juntos al cine o past' ar por Palcrmo. En los Mañara aeh•ertía gratitud y complirid:ocl rada \'C7. e¡olt' venía a buscarla el s;íbado de tarde o la nmiana
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del domingo. C.omo si prefiriesen qut•(larse solos en la rasa para oír radio
ojugar a las ranas. Pero tambié'n s"'JK'rh(> una rcpugnanria <le Delia a irse <le la casa ruando qucclahan los "icjus. Auuque no estaba triste junto a M ario, l;~s ¡1oras vtces C'JIICsalieron ron lc1s Ma1iara seakgró mel~. cnlonces se rlivenía <le \'eras ''" la F.xposicióu Rural, quería pastillas y aceptaba juguetes que a la vut'lta miraba ron fojeza. estu<liáuclolos hasta cansarse. El aire tmro le
hada bien, Mario le vio una tez más clara y un andar decidido. Lástima esa vuelta vespertina al laboratorio, el ensimismamiento interminable con la balanza o las tenacillas. Ahora Jos bombones la absorbfan al punto de dejar los licores; ahora pocas veces daba a probar sus hallazgos. A los Mañara nunca; Mario sospechaba sin razones que los Mai>ara hubieran rehusado probar sabores nuevos; preferían los caramelos comuues y si Delia dejaba una caja sohre la mesa, .•in invitarlos pero como in\'itándolos, ellos escogían las formas simples, las de antes, y hasta cortaban los bombones para examinar el relleno. A Mario le divenía el sordo descontento de Dcha junto al piano, su aire falsamente distraído. Guardaba para él las noveda· des, a último momento venía de la cocina con el platito de alpaca; una vez se hizo tarde tocando el piano y Delia dejó que la acornparhra hasta la cocina para buscar unos bomboows nuc\'OS. Cuando encendió la lu1., Mario \•io el gato clonnido en su riucón, y las cucarachas que huían por las baldosas. Se acordó de la cocina ele su rasa, Madre Celeste desparramando polvo amarillo en Jos zócalos. Aetuclla noche Jos bombones tenían gust~ a moka y un d ejo raramente salado (en Jo más lejano del sabor) como SI al final del gusto se escouclirra una l:í~rima; era icliot;o pensar en eso, en el resto de las l:í~rimas raídas la noche ele Rolo en elLaguán. -El pc7. de color está tan triste -elijo Delia mostrándole el bocal con piedritas y falsas \'cgetarionrs. Un pececillo rosa u anslúcido dormitaba con un acompasado movimiento ele la hnca. Su ojo frío miraba a Mario corno una perla vi\'a. Mario P~'"''' rn el ojo salado como una l:ígrima que resbalaría entre Jos dientes alma.carlo. -llay que renovarle más sr¡;ui<lo el agua -propuso. - Es inútil, t·st:í vitjo y cnfrrmo. Mai>ana se ''a a morir. A él le son6 el anuncio corno un retmno a Jo peor, a la Delia atormentada del huo y Jos primeros tiempos. Todavía tan cerca ele aquello, del pclclaion y el muelle, ron fotos de lléctor apareciendo de golpe entre Jos pares de medias o las enaguas de verauo. Y una nor seca -del ,.eJorio de
Rolo- sujeta sobre una estampa en la hoja del ropero. Antes de irse le pidió que se casara con él en el otoño. Delia no dijo nada, se puso a mirar el suelo como si buscara una hormiga en la sala. Nunca habían hablado de eso, Delia pareda querer habituarse a pensar antes de contestarle. Después lo miró brillantemente, irguiéndose de golpe. ~taba hermosa,_le tembla~a un poco la boca. Hizo un gesto como para abnr una puerteCita en el a1re, un ademán casi mágico. -~monees sos mi novio -dijo-. Qué distinto me parecés, qué camb1ado. Madre Celeste oyó sin hablar la noticia, puso a un lado la plancha y en todo el día no se movió de su cuarto, adonde entraban de a uno Jos herma?os para salir con caras largas yvasitos de Hesperidina. Mario se fue a ver futbol y por la noche llevó rosas a Delia. Los Mañara lo esperaban en la sala, lo abrazaron y le dijeron cosas, hubo que destapar una botella de oporto y ~omer ':"asas. _Ahora eltr.uamiento era íntimo y a la vez más leja~o. Perd1an la SJmphCidad de am1gos para mirarse con los ojos del p~ente, ~el que lo sabe Lodo desde la primera infancia. Mario besó a Deh~, beso~ mamá Mañara, y al abrazar fuerte a su futuro suegro hubiera que~do demle que confiaran en él, nuevo soporte del hogar, pero no le ven~an las palabras. Se ~otaba que también los Mañara hubieran querido dec1rle algo y no se ammaban. Agitando los periódicos volvieron a su cuarto. Y Mario se quedó con Delia y el piano, con Delia y la llamada de amor indio. '-!na o dos veces,_durante esas semanas de noviazgo, estuvo a un paso de Citar a papá Manara fuera de la casa para hablarle de los anónimos. Despu~s lo creyó inútilmente cmcl porque nada podía hacerse contra esos m1serables que los hostigaban. El peor vino un sábado a mediodía en un sobre azul, Mario se quedó mirando la fotografía de lléctor en Última Hora y los párrafos subrayados con tinta azul. •Sólo una honda desesperación pudo arrastrarlo al suicidio, según declaraciones de los familiares.• Pensó raramente que los familiares de Héctor no habían aparecido más por lo de Mañara. Quizá fueron alguna vez ~n los primeros días. Se acordaba ahora del pez de color, los Ma1iara habían dicho que era regalo de la madre de Héctor. Pez de color muerto el día anunciado por Delia. Sólo una honda desesperación pudo arrastrarlo. Quemó el sobre, el recorte, hizo un recuento de sospechosos y se propuso franquearse con Delia, salvarla en sí mismo de los hilos de baba, del rezumar intolerable de esos rumores. A los cinco días (no había hablado con Delia ni con los Mañara) vino el segundo. En la cartulina celeste había primero una estrellita (no se sabía por qué) y después: •Yo que usted tendría cuidado con el escalón de la cancel.• Del sobre salió un perfume vago a jabón de almendra. Mario pensó si la de la casa de altos usaría jabón de almendra, hasta tuvo el torpe valor de revisar la cómoda de Madre Celeste y de su hermana. También quemó este anónimo, tampoco le dijo nada a Delia. Era e n diciembre, con el calor de esos diciembres del veintitantos, ahora iba después de cenar a lo de Delia y hablaban paseándose por el jardincito de atrás o dando vuelta a la manzana. Con el calor comían menos bombones, no que Delia renunciara a sus ensayos pero traía pocas muestras a la sala, prefería guardarlos en cajas antiguas, protegidos en moldecitos, con un fino césped de papel \'erde claro por encima. Mario la notó inquieta, como alerta. A veces miraba hacia atrás en las esquinas, y la noche que hizo un gesto de rechazo al llegar al buzón de Medrano y Ri•'lldavia, Mario comprendió que también a ella la estaban torturando desde lejos; que compartían sin decirlo un mismo hostigamiento. Se encontró con papá Mañara en el Munich de Cangallo y Pueynedón, lo colmó de cerveza y papas fritas sin arrancarlo de una vigilante modorra, como si desconfiara de la cita. Mario le dijo riendo que no iba a pedirle plata, sin rodeos le habló de los anónimos, la nerviosidad de Delia, el buzón de Medrano y Ri•'3davia. . -Ya sé que apenas nos casemos se acabarán estas infamias. Pero necesito que ustedes me ayuden, que la protejan. Una cosa así puede hacerle daño. Es tan delicada, tan sensible, -Vos querés decir que se puede volver loca, (no es cierto? -Bueno, no es eso, Pero si recibe anónimos como yo y se los calla, y eso se va juntando." . . . -Vos no la conocés a Delia. Los anómmos se los pasa". qutero dectr que no le hacen mella. Es más dura de lo que te peruás. . . , -!'ero mire que está como sobresaltada, que algo la trabap -auno a decir indefenso Mario. -No es por eso, sabés. -Bebía so cerveza como para que le tapara la voz.- Antes fue igual, yo la conozco bien, -<Antes de qué? -Antes de que se le murieran, zonzo. Pagá que estoy apu_rado. Quiso protestar pero papá Mai1ara estaba )'3 andando haCia la puerta. Le hizo un gesto vago de despedi?a y s~ f~e ~ara el Once con la cabeza gacha. Mario no se animó a segu1rlo, m SJqUJera pensar mucho lo que acababa de oír. Ahora estaba otra vez solo como al principio, frente a Madre Celeste, la de la casa de altos y los Mañara. Hasta los Mañara.
Delia sospechaba algo porque lo recibió distinta, casi parlanchina y sonsacadora. Tal vez Jos Mañara habían hablado del encuent:o en el Munich Mario esperó que tocara el tema para ayudarla a sahr de ese silencio: pero ella prefería Rrue Marn y un poco de Schumann, los ta~gos de Pacho con un compás cortado y entrador, hasta que los Manara llegaron con galletitas y málaga y encendieron toda~ las luces. Se habló de Pola Negri, de un crimen en Liniers. dd echpse pamal y la descompostura del gato. Delia creía que el gato estaba empachado de pelos YaP?yab~ un tratamiento de aceite de castor. Los ~-lañara le daban la !"zó_n sm opmar pero no parecían convencidos. Se acordaron de un vete.nnano. am1go, de unas hojas amargas. Optaban por dejarlo solo _en el Jardmcllo, qu~ ,él mismo eligiera los pastos curativos. Pero De ha d~~ que el gato se monna, tal vez el aceite le prolongara la vida un poco mas. Oy~ron a un d1arero en la esquina y los Mañara corrieronjuntos a comprar U/1111UJ Hora. A una muda consulta de Delia fue Mario a apagar las luce~ de ~asala. Quedó la lámpara en la mesa del rincón, ma~chando ?e amanllo:·•eJO la carpeta de . bordados futuristas. En tomo al p1ano hab1a una luz .elada. Mario preguntó por la ropa de Delia, si trabajaba en ~u aJuar, SI marzo era mejor que mayo para el casamiento. Es_peraba u~ mstante de val~r para mencionar los anónimos, un resto de m1edo a eqUivocarse lo detema cada vez. Delia estaba junto a él en el sofá verde oscur?, su ropa cele~te !a recortaba débilmente en la penumbra. Una vez que qutso besarla, la smt1Ó contraerse poco a poco. -Mamá va a volver a despedirse. Esperá que se vayan a la cama." Afuera se oía a los Mañara, el crujir del diario, su diálogo continuo. ~o tenían suclio esa noche,las once y media y seguían charlando. Dcha volv1ó al piano, como obstinándose tocaba largos valses criollos con da ca~ al fine una vez y otra, escalas y adorno un poco cur~is pe~o que a Ma~o le encantaban, y siguió en el piano hasta que los Manara vJ mero~ a dectrles buenas noches, y que no se quedaran mucho rato, ahora q~e el era de la familia tenía que velar más que nunca por Dcha y cu1dar que no trasnochara. Cuando se fueron, como a disgusto pero rendidos de sueño, el calor entraba a bocanadas por la puerta del zaguán y la ventana de la sala. Mario quiso un vaso de agua fresca y fue a la cocina aun~ue Del~a quería servírselo yse molestó un poco. Cuando estuvo de vuelta ~10 a Deba en la ventana, mirando la calle vacía por donde antes en noches •guaJes se iban Rolo y Héctor. Algo de luna se acostaba ya en el piso cerca de Delia, en el plato de alpaca que Delia guardaba en la mano como otra pequeña luna. No había querido pedirle a Mario que probara delante de los Mañara, él tenía que comprender cómo la cansaban los reproches de los Mañara, siempre encontraban que era abusar de la bondad de Mario pedirle que probara los nuevos bombones. Claro que si no tenía ganas, pero nadie le merecía más confianza, los Mañara eran incapaces de apreciar un sabor distinto. Le ofrecía el bombón como suplicando, pero Mario comprendió el deseo que poblaba su •·oz, ahora lo abarcaba con una claridad que no venía de la luna, ni siquiera de Delia. Puso el vaso de agua sobre el piano (no había bebido en la cocina) y sostuvo con dos dedos el bombón, con Delia a su lado esperando el veredicto, anhelosa la respiración como si todq dependiera de eso, sin hablar pero urgiéndolo con el gesto, los ojos crecidos -o era la sombra de la sala-, oscilando apenas el cuerpo al jadear, porque ahora era casi un jadeo cuando Mario acercó el bombón a la boca, iba a morder, b'!iaba la mano y Delia gemía como si en medio de un placer infinito se simiera de pronto frustrada. Con la mano libre apretó apenas los nancos del bombón pero no lo miraba, tenía los ojos en Delia y la cara de yeso, un pierrot repugnante en la penumbra, Los dedos se separaban, dividiendo el bombón. La luna cayó de plano en la masa blanquecina de la cucaracha, el cuerpo desnudo de su revestimiento coriáceo, y alrededor, mezclados con la menta y el mazapán, los trocitos de patas y alas, el polvillo del caparacho triturado. Cuando le tiró los pedazos a la cara, Delia se tapó los (!jos y empezó a sollozar,jadeando en un hipo que la ahogaba, cada vez más agudo el llanto como la noche de Rolo, entonces los dedos de Mario se cerraron en su gargan~a como para prote~~rla de ese horror que le subía del pecho, un borbongmo de lloro y quejtdo, con risas quebradas por retorcimientos pero él quería solamente que se rallara y apretaba para que solamente s~ callara, la de la casa de altos estaría ya escuchando con miedo y delicia de modo que _había que callarla a toda costa. A su espalda, desde la cocina donde habta encontrado ~1 gato con las astillas clavadas en los ojos, todavía a~trándose para monr dentro de la casa, oía la respiración de los Manara levantados, e~cond•én_rlose en el comedor para espiarlos, estaba seguro de que los Manara hab1an oído y estaban ahí, contra la puerta, en la sot~bra del ~omedor, oyenclo cómo él hacía callar a Delia. AOojó el ~preton y la de~ó resbal~r hasta el sofá, convulsa y negra pero viva, Oía Jadear _a los Manara, le d_teron lástima por tantas cosas, por Delia misma, por dejársela o,t~ vez Y"""'· Igual que Héctor y Rolo se iba y se la~ dejaba. Tuvo mucha !asuma de los Mañara qu~ ~abían estado ahí agazapados y esperando que él - por fin alguno- htoera callar a Delia que lloraba ' hiciera cesar por fin el llanto de Delia.
LAS PUERTAS DEL CIELO A las ocho vinoJosé María con la noticia, casi sin rodeos me dijo que Celina acabaha de morir. Me acuerdo que reparé instantáneamente en la frase, Celina acabando clcmOJirse, un poco como si ella misma hubiera decidido el momento en que eso debía concluir. Era casi de noche y a J osé María le temblaban los labios al decírmelo. -Mauro lo ha to mado tan mal, lo dejé como loco. Mejor vamos. Yo t~nía r¡uc terminar unas notas, aparte de que le había prometido a una ?nuga llevarla a comer. l'cgué un par de !elefoneadas y salí con José Mana a buscar un taxi. Mauro y Celina vivían por C'.ánning y Santa Fe, de manera que le pusimos cli<'z minutos desde casa. Ya al acercarnos vimos gente que se paraba en el 1.aguán con un aire culpable y cortado; en el camino supe r¡ue Celina había empezado a vomitar sangre a las seis, que Mauro trajo al médico y que su madre estaba ron ellos. Parece que el médico empezaba a escribir una larga receta cuando Celina abrió los ojos yse acabó ele morir con una especie de tos, más bien un silbido. - Yo lo stucté a Mauro, el doctor tuvo que salir porque Mauro se le quería tirar encima. Usté sabe cómo es él cuando se cab rea. Yo pensaba en Cclina, en la última cara de Celina que nos ~speraba en la casa. Casi no escuché los gritos de las viejas y el r~vudo en el patio, pero en cambio me acuerdo que el taxi costaba dos sesenta y que el chófer tenía una gurra de lustrina. Vi a clos o tres amigos de la barra de Mauro, que leían /..a Rnuin en la puerta;, una nena de vestido awl tenía en brazos al gato barcino y le atusaba minuciosa los bigotes. Más adentro empe1.abanlos clamorees y el olor a e ncierro. -Andá velo a Mauro -le dije a José María-. Ya sabes que conviene darle bastante alpiste. En la cocina andaban ya con el mate. El \'dorio se organi1-~ba solo, por sf mismo: las caras, las bebidas, el calor. Ahord que Cclina acababa de morir, increíble cómo la gemc de un barrio larga todo (hasta las audiciones de preguntas y respuestas) para constituirse en el lugar del hecho. Una bombi11a rez<;>ngó fuerte tuando pm aliado <le la cocina y me asomé a la pie1.a mortuoria. Misia Manita y otra mujer me miraron desde el oscuro fondo, donde la cama parecía estar notando en una jalea de membri11o. Me di cuenta por su aire superior que acababan de lavar y amortajar a Celina; hasta se olía débilmente a \'Ínagre. -Pobrecita la finadita -dijo Misia Manita-. Pase, dóctor, pase a verla. Parece como dormida. Aguantando las ganas ele putearla me metí en el caldo caliente ele la pie1.a. Hacía rato que ~staba mirando a Cetina sin verla y ahor,t me dejé ir a ella, al pelo negro y lacio naciendo ele una frente h:Ya que bri11aba como n~car de guitarra.. al plato playo blanquísimo de su cara si~ remedio. Me di cuenta de que no tenía nada que hacer al u, que esa pie1.a era ahora <le las mujeres, <le las pla1iicleras llegando en la noche. Ni siquiera Mauro podría entrar en paz a sentarse aliado <le Cclina, ni siquiera Celina esL~ba ahí esperando, esa cosa blanca y negra": ,·olca~>a <le~ l~do de las 1torona.~. las favorecía ron su tema mmóv1l rep1t1en· dose. Mejor Mauro, ir a buscar a Mauro que seguía del lado nuestro. De la pie1.a al comedor había sordos ceuli~eL:u fumando en el pasillo sin luz. Peiia, el loco Ba~a~. los dos hermanos menorcs de Mauro y un \'leJO indefinible me saludaro n con respeto. . -Gracias por •·euir, doctor -me dijo uno-. Usté siempre tan a miRo <lclpohre Mauro. .. -Lm amigos se ven en estos trances -:'!•JO el ,·icjo, cl;índome una mano que me parcno una sardina viva. Tocio esto orurria. pero yo t·staba mra \'el con Cdina y Mauro <'n d Luna l'arlr., bailando en ·d Carnav;~l dd cu;m·nta y dos, Cclina de cdcstc que k iba tan mal con su tipo achinado. Mauro d<' pal_m·hcach y yo con seis "hi•kics y una mamu~ padre. Me gu~L~ba salir ron Mauro y Celma para
asistir de costado a su dura y caliente felicidad. Cuanto más me reprQCha· ban estas amistades, más me arrimaba a ellos (a mis días, a mis horas) para presenciar su existencia de la que ellos mismos no sabían nada. Me arranqué del baile, un quejido venía de la pieza trepando por las puertas. . . -Esa debe ser la madre _¿ijo el loco Bazán, cas• sausfecho. ·Silogística perfecta del humilde•, pensé. ·Cclina muerta, llega madre, dlillido madre.• Me daba asco pensar así, una vez más estar pe_nsa~do todo lo que a los otros les bastaba sentir. Mauro y Celina no hab1an s1do mis cobayos, no. Los queda, cuánto los sigo queriendo. So~amente que nunca pude entrar en su simple1.a, solamente que me veJa forzado a alimentarme por renejo de su sangre; yo soy el docto• llardoy, un abogado que no se conforma con el Buenos Aires forense o musical o hípico, y avanza todo lo que puede por otros zaguanes. Ya sé que detrás de eso está la curiosidad, las notas que lle·
nan poc? a poco mi ~chero. Pero Celina y Mauro no, Celina y Mauro no. -Qmén tba a dectr esto -le oí a Peña-. Así tan rápido... -Bueno, vos sabés que estaba muy mal del pulmón. --Sí, pero lo mismo... ~defendían de la tierra abierta. Muy mal del pulmón, pero así y todo... Cehna ta~tpoco debtó esperar su muerte, para ella y Mauro la tuberculosis era •debilidad•. Otra vez la vi girando entusiasta en brazos de Mauro, la orque.sta de Canar? ahí ar~iba y un olor a polvo barato. Después bailó conm1go una machtrha,la p1sta era un horror de gente y calina. •Qué bien baila, Marcelo•, como extrañada de que un abogado fuera capaz de seguir una machicha. Ni ella ni Mauro me tutearon nunca, yo le hablaba de vos a Mauro pero a Celina le devolvía el tratamiento. A Celina le costó dejar el ~doctor•, tal vez la enorgullecía darme el título delante de otros, mi am1go el doct~r. Yo le pedí a Mauro que se lo d~era, entonces empezó el •Marcelo•. As1 ellos se acercaron un poco a mí pero yo estaba tan lejos como antes. Ni yendo juntos a los bailes populares, al box, hasta al fútbol (Mauro jugó años atrás en Rácing) o mateando hasta tarde en la cocina. Cua~do acabó el pleito y le hice ganar cinco mil pesos a Mauro, Cclina fue la pnmera en pedirme que no me alejara, que fuese a verlos. Ya no estaba bien, su voz siempre un poco ronca era cada vez más débil. Tosía por la noch~: Ma~ro le co.mpraba ~eurofosfato Escay lo que era una idiotez, y tamb1en Hterro Quma Btslen, cosas que se leen en las revistas y se les toma confianza. fbamos juntos a los bailes, y yo los miraba vivir.
un brillo claro en los ojos, la mano dura al apretar. -Gracias por venir a verme. El tiempo es larg?• ~arce1o. -<Tenés que ir al Abasto, o te reemplaza alg~Jien. . • -Puse a mi hermano el renguito. No tengo ámmo de 1r, y eso que el dta
-Es bueno que lo hable a Mauro -dijoJosé María que brotaba de golpe a mi lado--. Le va a hacer bien. Fui, pero estuve todo el tiempo pensando en Celina. Era feo reconocerlo, en realidad lo que hacía era reunir yordenar mis fichas sobre Celina, no escritas nunca pero bien a mano. Mauro lloraba a cara descubierta como todo animal sano y de este mundo, sin la menor vergüenza. Me lomaba las manos y me las humedecía con su sudor febril. Cuando José María lo forzaba a beber una ginebra, la tragaba entre dt:>S sollozos con un ruido raro. Y las frases, ese barboteo de es!Upideces con toda su vida dentro, la oscura conciencia de la cosa irreparable que le había sucedido a Celina pero que sólo él acusaba y resentía. El gran narcisismo por fin excusado y en libertad para dar el espectáculo. Tuve asco de Mauro pero mucho más de mí mismo, y me puse a beber coñac barato que me abrasaba la boca sin placer. Ya el velorio funcionaba a todo tren, de Mauro abajo estaban todos perfectos, hasta la noche ayudaba caliente y pareja, linda para estarse en el patio y hablar de la finadita, para dejar venir el alba sacándole a Celina los trapos al sereno. Esto fue un lunes, después tuve que ir a Rosario por un congreso de abogados donde no se hizo otra cosa que aplaudirse unos a otros y beber como locos, y volvf a fin de semana. En el tren viajaban dos bailarinas del Moulin Rbugt y reconocí a la más joven, que se hizo la zonza. Toda esa mañana había estado pensando en Celina, no que me importara tanto la muerte de Celina sino más bien la suspensión de un orden, de un hábito necesario. Cuando vi a las muchachas pensé en la carrera de Celina y el gesto de Mauro al sacarla de la milonga del griego Kasidis y llevársela con él. Se precisaba coraje para esperar alguna cosa de esa mujer, y fue en esa época que lo conod, cuando vino a consultarme sobre el pleito de su vieja por unos terrenos en Sanagasta. Celina lo acompañó la segunda vez, todavía con un maquillaje casi profesional, moviéndose a bordadas anchas pero apretada a su brazo. No me costó medirlos, saborear la sencillez agresiva de Mauro y su esfuerzo inconfesado por incorporarse del todo a Celina. Cuando los empecé a tratar me pareció que lo había conseguido, al menos por fuera y en la conducta cotidiana. Después medí mejor, Celina se le escapaba un poco por la vía de los caprichos, su ansiedad de bailes populares, sus largos entresueños al lado de la radio, con un remiendo o un tejido en las manos. Cuando la oí cantar, una noche de Nebiolo y Rácing cuatro a uno, supe que todavía estaba con Kasidis,lejos de una casa estable y de Mauro puestero del Abasto. Por conocerla mejor alenté sus deseos baratos, fuimos los tres a tanto sitio de altoparlantes cegadores, de pizza hirviendo y papelitos con grasa ¡x;>r el piso. Pero Mauro prefería el patio, las horas de charla con ve~mos y el mate. ·Aceptaba de a poco, se sometía sin ceder. Entonces Cehna fingía canfor· marse tal vez ya estaba conformándose con salir menos y ser de su casa. Era y~ el que le conseguía a Mauro para ir a los bailes, y sé que m~ lo agradeció desde un principio. Ellos se querían, y el contento de Celma alcanzaba para los dos, a veces para los tres.
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': Me )>areció bie,n pegam,te un baño, telefonear a Nilda .que la iría a bliSéiir el domingo pe p¡¡so al hipódromo, y verlo en. segu1~a a Mauro. Estaba en e1 f,atio, fumando entrf largos .mates. Me entemecteronlos dos o tres agujerifós'~e su canliseta, r. l~ ~· una palma~ en el ho~b'? al saludarlo. Tenfa )a misma cára de la u) urna Vez, aliado de la fosa, albrar el puñadQ'He·i.ierta y echine·attá,!s como enCaridilado. Pero le'l!ncobtrf ,e ·· 'tlJ , , ·¡ .r •
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se me hace eterno. 1 Pal -Claro, precisás distraerte. Vestíte Ydamos una vue ta por errno. -Vamos, lo mismo da. . d Se · 1 pañuelo bordado lo vt echarse perfume e un , pusohunbt.rajedaz~:Celina Me gustaba su forma de requintarse el .• .rasco que a ta SI o · ·¡ · b" sombrero, con el ala levantada, y su pa~o 11v1ano y SI enctoso, ten compadre. Me resigné a escuchar -•los amtgos ~e ven en estos trances:y a )a segunda botella de Quilmes Cristal se me vmo con todo 1~ que tema. Estábamos en una mesa del fondo del café, casi a ~olas; yo lo dejaba hablar pero de cuando en cuando )e servía ce~eza. Casi no me acuerdo de todo Jo que d~o. creo que en realidad era stempre lo m!smo. Me ha quedado una frase: •la tengo aquí•, y el gesto al clavarse el md1ce en el medto del pecho como si mostrara un dolor o una med.alla. . -Quiero olvidar -decía también-. Cualqu~er cosa, emborracharme, tr a la milonga, tirarme cualquier hembra. Uste me comprende, Marcelo, usté... -F.l índice subía, enigmático, se plegaba de golpe .como un cortaplumas. A esa ahora ya estaba dispuesto a aceptar c_ualquter cosa, y cuando yo mencioné el Santa fe Palace como de pasada, el d~o por hecho que íbamos al baile y fue el primero en levanta.rse y mtrar la hora. Caminamos sin hablar, muertos de calor, y todo elttempo yo sospechaba un recuento por parte de Mauro, su repetida sorpre~a al no sentir contra su brazo la caliente alegría de Cclina cammo del batle. -Nunca la llevé a ese Palart -me dijo de repente-. Yo estuve antes de conocerla, era una milonga muy rea. Wsté la frecuent3? En mis fichas tengo una buena descripción del Santa fe Palact, que no se llama Santa Fe ni está en esa calle, aunque sí a un costado. Lástima que nada de eso pueda ser realmente descrito, ni la fachada moclesta con sus carteles promisores y la turbia taquilla, menos todavía los junadores que hacen tiempo en la entrada y lo calan a uno de arriba abajo. Lo que sigue es peor, no que sea malo porque ahí nada es ninguna cosa precisa; justamente el caos, la confusión resolviéndose en un falso orden: el infierno y sus círculos. Un infierno de parque japonés a dos cincuenta la entrada y damas cero cincuenta. Compartimentos mal aislados, especie de patios cubiertos sucesivos donde en el primero una típica, en el segundo una característica, en el tercero una norteña con cantores y malambo. Puestos en un pasaje intermedio (yo Virgilio) oíamos las tres músicas y veíamos los tres círculos bailando; entonces se elegía el preferido, o se iba de baile en baile, de ginebra en ginebra, buscando mesitas y mujeres. -No está mal -dijo Mauro con su aire tristón-. Lástima el calor. Debían poner estratares. (Para una ficha: estudiar, siguiendo a Ortega, los contactos del hombre del pueblo y la técnica. Ahí donde se creería un choque hay en cambio asimilación violenta y aprovechamiento; Mauro hablaba de refrigeración o de superheterodinos con la suficiencia porteña que cree que todo le es debido.) Yo lo agarré del brazo y lo puse en camino de una mesa porque él segula distraído y miraba el palco de la típica, al cantor que tenía con las dos manos el micrófono y lo zarandeaba despacito. Nos acodamos c?~tentos delante de dos cañas secas y Mauro se bebió la suya de un solo VIaJe. -Esto as!e~ta la cerveza. Put:' que está concurrida la milonga. Uamó p1d1endo otra, y me dto calce para desentenderme y mirar. La mesa estaba pegada a la pista, del otro lado había sillas contra una larga pared y un montón de mujeres se renovaba con ese aire ausente de las milongueras cuando trabajan o se di\'ierten. No se hablaba mucho oíamos muy bien la úpica, rebasada de fuelles y tocando con ganas. cantor insistía en la nostalgia, milagrosa su manera de dar dramatismo a un compás más bie~ rápid.o y_sin alce. Las trenzas <k mi chiMlas traigo en la maleta... Se prendta al mtcrofono como a los barrotes de un vomitorio con una especie de lujuria cansada, de necesidad orgánica. Por momento; meú~ los labios contra la rejilla cromada, y de los parlantes salía una voz pe~JOsa -yo soy un ho!'lbre honrado...•-; pensé que sería negocio una muneca de goma y el m1crófono escondido dentro, así el cantor podría tenerla en ~razas y calentarse a gusto al cantarle. Pero no serviría para Jos tangos, meJ~r el bastón cromado con la pequeña calavera brillante en Jo alto, la sonnsa tetánica de la rejilla Me parece bueno. decir aquí que yo iba a esa milonga por Jos monstruos, y que no se d_e otra donde se den tantos juntos. Asoman con ll\5 once de la noche, baJan de r~ones vagas de la ciudad, pausados y seguros casi enanas y ach·madas, 1os Upos · . de uno o de a dos; • las m01eres , comoJa~neses o moc;ovtes, ~pre~dos en trajes a cuadros 0 negros, el pelo duro pema~o con fauga, bnllanllna en gotitas contra Jos reflejos azules y ro~ las muJeres con enormes peinados altos que las hacen más enanas pemados duros y diliciles de los que les queda el cansancio y el orgrillo: A ellos _les da ah.ora por el pelo suelto y alto en el medio, jopos enorines ~ am~dos sm ~ada que ver con la cara brutal más abajo, el"lgtsto
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de agre· sión disponible y esperando su hora, los torsos eficaces sobre fin as cinturas. Se reconocen y se admiran e n silencio sin darlo a entender, es su baile y su encuentro, la noche de color. (rara Ul\il ficha: de dónde salen. qué proresio i>es los disimulan de día, qué oscuras servidumbres los aíslan y disrra1.an.) Van a eso, los monstruos se enh11.a11 ron grave acatamiento, pieza u-ns pic1.a giran despaciosos sin hablar, muchos con los ojos cerrados go1.1ndo al lin la paridad, la completación. Se rcf ohran en los intervalos, en las mesas sonjactanciosos y las mujeres hablan chillando para que las miren, entonces los machos se ponen más wn·os y yo he visto m iar un sop;~po y darle vuelta la cara y la mitad del peinado a una china bizca vestida de blanco que bebía anís. Además esrá el olor. !JO se roncihc a los monstruos sin ese olor a talco mojado contra la pil'l, a [ruta pasarla, 11110 sospecha los lav~es presurosos, el trapo húmedo l ~>r la c3l:l y los subarus, después lo importante, lociones, rimmcl. el poi\'!>cn la cam de tmbs dlas, '""' costra blancuzca y clctr.ls las piaras pardas traslurit·ndo. Ta111hit-n ~e nxi~cnan , las nt•grns levantan malorras rígirlas sobre..· la tierra cspt'sa de la rara, hasta se estudian gestos de ruhia. \·esridos \'Crdcs. Sl ' rnmTIIft'U dt• sulransformación y dcsdeímn-conclescenclienles a las o1ras CJUC ddit•ndcn su color. Mirando de reojo a Mauro )'O c.siUdialm la difcn:nria cnlre su cara de rasgos italianos, la rara del porlcfw oril1ero sin me lela nrgr.• ni pro\'inciana. y me acordé clt• n·pente de Cclina más próxi ma a !os. n.1o nstn1o~, mucho más cerca de ellos que Mauro y ¡·o. Creo que Kasodos la habm elegido para complacer a la part~· ll~hiuada el~ su dieutcla,los poc?s.que entonces se animaban a su rah:uc. Nunca hahm t·stado en lo de Kas1d1s en tiempos de Celiua. pero después b~é una noche (para. reconocer el sitio donde e lla trab;~aha antes que Mauro la sacara) y no vomás que blancas, rubias o mo rochas pero blancas. .. . -Me clan ganas de bailar me un tango_-<l~u ~lauro c¡ueJOSO: Ya estaba un poco bebido al entrar en la cuarta cana. Yo pens?ba ~n Cehna, tan ~n su casa aquí,justamente aquí donde Mauro no la l~;l~lla traodo nunca. Amta Lozano recibía ahora los aplausos cerrados clcl pubhco al saludar desde d palco, yo la había oído cantaren el NoVI'Itycuando se coti1.aba alto, ah~1-a estaba vieja y flaca pero conservaba toda_-la ,-oz para los tangos. MeJOr todavía, porque su estilo era canalla..neces1 ~1<lo de ,una \'07. un poco ron~a y sucia para esas letras llenas <le doa,tnba. Celo na tema esa ''?zcuando hab~a bebid~ de pronto me di cuenta como el Sa11ta Fe era Cehna, la presencia casi jnJQportable de Cclina. Irse con Mauro había sido un .:rror. Lo aguantó porque lo queria y t i la sacaba de la mugre de Kasidis, la promiscuidad y los vasitos de agua arucarada entre los primeros rodillazos y el aliento pesado de los clientes
contra su cara, pero si no hubiera tenido que. trab~ar en las milongas a Celina le hubiera gustado quedarse. Se le veía en las caderas y en la boca, estaba armada para e l ~1ngo, nacida de arriba ab~o para la rarra. Por eso era necesario que Mauro la lle\-ara a los bailes, yo la había visto transligurarse al entrar, con las plimcras bocanadas de aire calie nte y ruelles. A esta hora, metido sin mclt;.l en el Simia Fr, medí la grandeza <le Celina, su coraj e de pagarle a Mauro con unos ai10s de cocina y mate dulce e n el patio. Había renunciado a su rielo dt• milonga. a su calic111e ,·ocación de anís y valses criollos. Como mndcn;ínclose a sabiendas, por Mauro y la vida de ~lauro, fon.1ndu apenas su mundo pai.l CJue él la sacara a \'t~ces a una fiesta. Ya Mauro anclaba prendido con una negrita m:ís alta que las otras, de talle fino como pocas y nada ft•;t. Mt• hiLo rl'Ír su instinti\'a pero a la vez meditarla srll·rrión. la si r\'i(.~ nt ila rra la menos igual a los monstruos; entonces me vol r ió la idea <le que Celina había sido en cierto modo un monstmo como ellos, sólo que afuera y <le día no se notaba como aquí. Me pregunté si Mauro lo habría adrertido, temí un poco su reproche por traerlo a un sitio donde el recuerdo crecía de cada cosa como pelos en un brazo. Esta \'ez no hubo aplausos, y él se acercó con la muchacha que pareda SlÍbitamcnte e ntontecida y como boqueando [uera de SU tango. -Le presento a un amigo. Nos dijimos los •encantados• porteños y ahí nomás le dimos de beber. Me alegraba verlo a Mauro entrando en la noche y hasta cambié unas rrases con la mt~er que se llamaba Emma, un nombre que no les va bien a las flacas. Mauro pared;~ bastante embalado y hablaba de orquestas con la frase breve y sentenciosa que le admiro. Emma se iba en nombres de cantores, en recuerdos de Villa Crespo y El Talar. Para entonces Anita Lozano anunció un tango ,·iejo y hubo gritos y aplausos entre los monstruos, los tapes sobre todo que la ravorecían sin distingos. Mauro no estaba tan curado corno para oh·idarse del todo, cuando la orquesta se abrió paso con un culebreo de los bandoneones me miró de golpe, tenso y rígido, como acordándose. Yo me,.¡ también en Rácing, Mauro y Celina
• r--------------------------------------------------prendidos fuertr ~n ne tango que dla canturreó después toda la noche y en el rax.i de vuelta. -<Lo bailamos? -dijo Emma, tragando su granadina con ruido. Mauro ni la miraba Me parece que fue en ese momento que los dos nos ~caruamos en lo más. hondo. Ahora (ahora que escribo) no veo otra unagen que una de mi! veinte años en Sponivo Barracas tirarme a la pileta y encontrar otro nadador en el fondo, tocar el fon,do a la vez y entrevemos en el agua verde y acre. Mauro echó atrás la silla y se sostuvo con ~n codo e~ la mesa Miraba igual que yo la pista, y Emma quedó IM:rd1da y hum1~lada entr~ los dos, pero lo disimulaba comiendo papas fn~. Aho':l.Amta se.poma a cantar quebrJdo,las parejas bailaban casi sin sal1rde su S1t10yse veta que escuchaban la letra con deseo y desdicha y todo el negado pl~cer de ~a f~~· Las caras buscaban el palco y aún girando se las veía segu1r a Am.~ mchnada y confidente en el micrófono. Algunos movfan la boca repmendo las palabras, otros sonreían estúpidamente co.mo desde atrás de sí mismos, y cuando ella cerró su tanto, tanto como fuuu mío, y hoy u busw y na u encumtro, a la entrada en tutú de los fuelles respondió la renovada violencia del baile,las corridas laterales y los ochos entreverados en el medio de la pista. Muchos sudaban, una china que me hubiera llegado raspando al segundo botón del saco pasó contra la mesa y le vi el agua saliéndole de la raíz del pelo y corriendo por la nuca donde la grasa le hacía una canaleta más blanca. Había humo entrando del salón contiguo donde comian parrilladas y bailaban rancheras, el asado y los cigarrillos ponían una nube baja que deformaba las caras y las pinturas baratas de la pared de enfrente. Creo que yo ayudaba desde adentro con mis cuatro cañas, y Mauro se tenía el mentón con el revés de la mano, mirando f~o hacia adelante. No nos llamó la a1ención que el tango siguiera y siguiera allá arriba, una o dos veces vi a Mauro echar una ojeada al palco donde Anita hacía como que manejaba una batuta, pero después volvió a clavar los ojos en las parejas. No sé cómo decirlo, me parece que yo seguía su mirada y a la vez le mostraba el camino; sin vernos sabíamos (a mí me parece que Mauro sabía) la coincidencia de ese mirar, caíamos sobre las mismas parejas, los mismos pelos y pantalones. Yo oí que Emma decía algo, una excusa, y el espacio de mesa entre Mauro y yo quedó más claro, aunque no nos mirábamos. Sobre la pista parecía haber descendido un momento de inmensa felicidad, respiré hondo como asociándome y creo haber oído que Mauro hizo lo mismo. El humo era tan espeso que las caras se horroneaban más allá del centro de la pista. de modo que la zona de las sillas para las que planchaban no se veía entre los cuerpos interpuestos y la neblina. Tanto coma fuiste mío, curiosa la crepitación que le daba el parlante a la voz de Anita, otra vez los bailarines se inmmilizaban (siempre moviéndose) y Celina que estaba sobre la derecha, saliendo del humo y girando obediente a la presión de su compañero, quedó un momento de perfil a mí, después de espaldas, el otro pe rfil, y alzó la cara para oír la música. Yo digo: Celina; pero entonces fue m ás bien saber sin comprender, Celina ahí sin estar, claro, cómo comprender eso en el momento. La mesa tembló de golpe, yo sabía que era el brazo de Mauro que temblaba, o el mío, pero no teníamos miedo, eso estaba más cerca del espanto y la alegría y el estómago. En realidad era estúpido, un senúmien· to de cosa aparte que no nos dejaba salir, recobramos. Celina seguía siempre ahí, sin vernos, bebiendo el tango con toda la cara que una luz amarilla de humo desdecía y alteraba. Cualquiera de las negras podría haberse parecido más a Celina que ella en ese momento, la felicidad la transformaba de un modo atroz, yo no hubiese podido tolerar a Celina como la vela en ese momento y ese tango. Me quedó inteligencia para medir la devastación de su felicidad, su cara arrobada y estúpida en el paraíso al fin logrado; así pudo ser ella en lo de Kasidis de no exisúr el trabajo y los clientes. Nada la ataba ahora en su cielo sólo de ella, se daba con toda la piel a la dicha y entraba otra vez en el orden donde Mauro no podía seguirla. Era su duro cielo conquistado, su tango vuelto a tocar para eUa sola y sus iguales, hasta el aplauso de vidrios rotos que cerró el refrán de Anita, Celina de espaldas, Celina de perfil, otras parejas contra eUa y el humo. No quise mirar a Mauro, ahora yo me rehacía y mi notorio cinismo apilaba comportamientos a todo vapor. Todo depcndfa de cómo entrara rl en la cosa, de manera que me quedé como estaba, estudiando la pista que se vaciaba poco a poco. -(Vos te f~aste? -dijo Mauro.
-SI. -<Vos te f~te cómo se parecía? No le contesté, el alivio pesaba más que la lásúma Estaba de este lado, el pobre estaba de este lado y no alcanzaba ya a creer lo que hablamos sabidojuntos. Lo vi levantarse ycaminar por la pista con paso de borra~ho, buscando a la mujer que se parecía a Celina. Yo me ·estuve qUJeto, fumándome un rubio sin apuro, mirándolo ir y venir sabiendo que perdía su úempo, que volveria agobiado y sediento sin haber encontrado las puertas del cielo entre ese humo y esa gente.
BESTIARIO h poca canela una lásúmaEntre la última cucharada de arroz con 1ec e. ' . los besos antes de subir a acostarse, llamó la campan~lla .en la pieza del Y b 1 d. moloneando hasta que lnes vmo de atender teléfono e lsa e se que o re ¡¡ d é 1 dos di' o al o al oído desu madre. Se miraron entre e ~Y . espu s as ~ ls~bel g ue pensó en la jaula rota y las cuentas de diVIdJT y un poco en la rabiad~ misia Lucera por tocarle el timbre a la vuel~ de :~ ~scu~la. N~ estaba tan inquieta. su madre e Inés miraban como mas a a e e a, casi tomándola por pretexto; pero la miraban. .. • -A mí créeme que no me gusta que vaya -il~o lnes-. No ta~to por el tigre, des~ués de todo cuidan bien ese aspecto. Pero la casa tan tnste, y ese chico solo para jugar con ella... -A mí tampoco me gusta -ilijo la madre, e Isabel supo como ~esde un tobogán que la mandarían a lo de Funes a pasar el verano. Se uró en la noticia, en la enorme ola verde, lo de Funes, lo ~e Fun~s, claro que la mandaban. No les gustaba pero convenía.. BronqUJos. dehcados, Mar del Plata carfsima, dificil manejarse con una ch1ca consen~da, ~ba, c~nducta regular con lo buena que es la señorita Tania, sueño.m901e~o YJUgu~t.es por todos lados, preguntas, botones, rodillas sucias. Smuó m1edo, dehCJa, olor de sauces y la ú de Funes se le mezclaba con el arroz con leche, tan tarde y a dormir, ya mismo a la cama. . . , Acostada, sin luz, llena de besos y mtradas tnstes de Ines y su ~a~re, no bien decididas pero ya d ecididas del todo a. manda~la. Antevtvta la llegada en break, el primer desayuno, la alegr1a de Nmo c"'!"dor de cucarachas, Ni no sapo, Nino pescado (un recuerdo de tres anos atrás, Nino mostrándole unas figuritas puestas con engrudo en un álbum, y diciéndole gra'•e: ·Éste es un sapo, y éste un peS<a-do•). Ahora Ni no en el parque esperándola con la red de mariposas, y también la~ ma~os blandas de Rema -las vio que nacían de la oscuridad, estaba con los OJOS abiertos y en vez de la cara de Ni no zás las manos de Rema, la menor de los Funes.•Tía Rema me quiere tanto•, y los ojos de Ni no se hacían grandes y mojados. otra vez vio a Nino desgajarse flotando en el aire confuso del dormitorio, mirándola contento. Ni no pescado. Se durmió queriendo que la semana pasara esa misma noche, y las despedidas, el viaje en tren, la legua en break, el portón, los eucalip1os del camino de entrada. Antes de dormirse tuvo un momento d e horror cuando imaginó que podía estar soñando. Estirándose de golpe dio con los pies en los barrotes de bronce, le dolieron a través de las colchas, y en el comedor grande se oía hablar a su madre y a Inés, equipaje, ver al médico por lo de las erupciones, aceite de bacalao y hamamelis virgínica. No era un sueño, no
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era un sueño.
No e ra un sueño. La llevaron a Constitución una mañana ventosa, con banderitaS en los puestos ambulantes de la plaza, torta en el Trm Mixto y gran entrada en el andén número catorce. La besaron tanto entre Inés y su madre que le quedó la cara como caminada, blanda y olie·1d0 a rouge ypolvo rache! de Coty, húmeda alrededor de la boca, un asco que el viento le sacó de un manotazo. No tenía miedo de viajar sola porque era una chica gran~e. con nada menos que veinte pesos en la cartera, Compañía Sansmena de Carnes Congeladas metiéndose por la ventanilla con un olor dulzón, el Riachuelo ~marillo e Isabel repuesta ya del llanto forzado, contenta, muerta de m1edo, acuva en el ejercicio pleno de su asiento su ventanilla, viajera casi única en un pedazo de coche donde se podía probar todos los lugares y verse en los espejitos. Pensó una o dos veces en su mad~e•. en Inés -ya es~r.ían en el salie~do de Constitución-, leyó proh1btdo fumar, proh1b1do escup1r, capaetdad 42 pasajeros sentados, pasaban por Banfield a toda carrera, ivuuuúm! campo más campo más campo mezclad~ con el gusto del milkibar y las pasúl!as de mentol. Inés le había aconseJado que fuera tejiendo la mañanita de lana verde, de manera q~e Isabel la llevaba en lo más escondido del maleún, pobre Inés con cada 1dea tan pava.
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En la estació.n le vino u~ poco de miedo, porque si el fmak. .. Pero estaba ahí•. c~n don N1~no! flo~1do y respetuoso, niña de aquí y niña de allá, si el vtaje bueno, SI ~ona Ehsa siempre guapa, claro que había llovido -oh andar del brrak, va1vén para traerle el entero acuario de su anterior venida a Los Horneros. Todo más menudo más de cristal · 1 · entonces, con don Nicanor menos can~so •""nas Ir Y_rosa:~~nNe' ugre sapo N'100 d 0 la • 1""... es anos au cl:li, •no un ' • un pesca • Y s manos de Rema que daban deseos de llorar y sen~r~as eternamente contra su cabeza, en una caricia casi de muene de vamdlas con crema, las dos mejores cosas de la vida Y
Le di~ron un c~ano arriba, e ntero para ella, lindísimo. Un cuarto ara grande (Idea de N m~, todo ~los negros Yojos, bonito en su mono !'zul; claro que de tarde Lms lo haeta vestir muy bien d . . b 1 d ) d • e gns ptzarra con cor ata co ora a y entro otro ruano chiquito con un card al sal . El baño quedaba a dos puertas (pero internas de moden enormeodiay • .vaJ.e. , oquesep trsm
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averiguar antes dó?de est~b? el tigre),lleno de canillas y metales, aunque a Isabel no la enganaban faol y ya en el baño se notaba bien el campo, las cosas no eran tan perfectas como en un baño de ciudad. Olía a viejo, la segunda mariana enc?ntró un bicho de humedad paseando por el lavabo. Lo ~ocó apenas, se htzo una boltta temerosa, perdió pie y se fue por el agujero gorgoteame. . Querida mamá tomo la pluma para - Comían en el comedor de cnstales, donde se estaba más fresco. El Nene se quejaba a cada momento del calor, Luis no decía nada pero poco a poco se le veía brotar el agua en la ,fren~e y la. barba. Solamente Re m~ estaba tranquila, pasaba los platos despaoo Y stempre como st la comtda fuera de cumpleaños, un poco solemne Y e~ononante. (Isabel aprendía en secreto su manera de trmchar, de dt.ngtr a las sirvientitas.) Luis casi siempre leía, los puños en las stenes y el hbro apoyado en un sifón. Rema le tocaba el brazo antes de pasarle un plat?, y a veces el Nene lo internunpía y lo llamaba filósofo. A Isabel le doha que Luis fuera filósofo, no por eso sino por el Nene . porque ~nton~es e.I Nene tenía pretexto para burlarse y decírselo. ' Comtan ast: Lms en la cabecera, Rema y Nino en un lado, el Nene e Isabel. del otro, de manera que había un grande en la punta y a los lados un chtco y un grande. Cuando Nino quería decirle algo de veras le daba con e.l zapato ~n la camlla. Una vez Isabel gritó y el Nene se puso furioso y le d~o male nada. Rema se quedó mirándola, hasta que Isabel se consoló en su mit-:~da y la sopa juliana. M~mita, ?ntcs d~ i.r a comer es como en todos los otros momentos, hay que f~arse st - Cast stcmpre era Rema la que iba a ver si se podía pasar al comedor de cristales. Al segundo día vino al living grande y les dijo que esper~ra·~· Pasó un r~to largo hasta que un peón avisó que el tigre estaba en el prdm de los treboles, entonces Rema tomó a los chicos de la mano y entraron todos a comer. Esta mañana las papas estuvieron resecas, aunque solamente el Nene y Nino protestaron. Vos me dijiste que no debo andar haciendo- Porque Rema parecía detener: con su tersa bondad, toda pregunta. Estaban tan bien que no era necesano preocuparse por lo de las piezas. Una casa grandísima, y en el peor de los casos había que no entrar en una habitación; nunca más de una, de modo que no importaba. A los dos días Isabel se habituó igual que Nino.Jugaban de la mañana a la noche en el bosque de sauces, y si no se podía en el bosque de sauces les quedaba el jardín de los tréboles, el parque de las hamacas y la costa del arroyo. En la casa era lo mismo, tenían sus dormitorios, el corredor· del medio, la biblioteca de abajo (salvo un jueves en que no se pudo ir a la biblioteca) y el comedor de cristales. Al estudio de Luis no iban porque Luis leía todo el tiempo, a veces llamaba a su hijo y le daba libros con figuras; pero Nino los sacaba de ahí, se iban a mirarlos al living o al jardín del fre nte. No entraban nunca en el estudio del Nene porque tenían miedo de sus rabias. Rema les dijo que era mejor así, se los dijo como advirtiéndoles; ellos ya sabían leer en sus silencios. Al fin y al cabo era una vida iriste. Isabel se preguntó una noche por qué los Funes la habrían invitado a veranear. Le faltó edad para compren· der que no era por ella sino por Ni no, un juguete estival para alegrar a Nino. Sólo alcanzaba a advertir la casa triste, que Rema estaba como cansada, que apenas llovía y las cosas tenían, sin embargo, algo de húmedo y abandonado. Después de unos días se habituó al orden de la casa, a la no difícil disciplina de aquel verano en Los Horneros. Nino empezaba a comprender el microscopio que le regalara Luis, pasaron una se.mana espléndida criando bichos en una b.atea con ag>_Ja estancada y .hoJas de cala, poniendo gotas en la placa de vtdno para nnrar los mtcrobtos. •Son larvas de mosquito, con ese microscopio no van a ver microbios•.les decía Luis desde su sonrisa un poco quemada y lejana. F.llos no podían creer que ese rebullente horror no fuese un microbio. Rema les trajo un calidoscopio que guardaba en su armario, pero siempre les gustó más descubrir microbios y numerarles las patas. Isabel llevaba una hbreta con los apuntes de los experimentos, combinaba la biología con la química y la preparación de un botiquín. Hicieron el botiquín en el cuarto de Nin~, despu~s de requisar la casa para proveerse de cosas. Isabel se lo d~o a Luts: •Queremos de todo: cosas.• Luis les dio pastillas de Andréu, algodón . rosado, un tubo de ensayo. El Nene, una bolsa de goma y ut~ f~sco de pfldoras verdes con la etiqueta ':spada. Rema fue a ve~ el bouqum: leyó el inventario en la librcla, y les dtJO que estaban aprendtendo cosas uules. A ella o a Ni no (que siempre se excitaba y quería l~cirse delan.te.de Re m~) se les ocurrió montar un herbario. Como esta manana se podta ~r alpr~m de los tréboles, anduvieron sacando muestras y a la noche l~man el ptso de sus dormitorios lleno de hojas y flores sobre papeles, cast no quedaba dónde pisar. Antes de dormirse, Isabel apuntó: ·H~ja número 74: verde: forma de corazón, con pi mitas marrones.• La fasud1aba un poco que cas1 todas las hojas fueran verdes, casi todas lisas, casi todas lanceoladas. El día que salieron a cazar las hormigas, vio a los ~ones de la esta~c.ia. Al capataz y al mayordomo los conoda bien porque tban con las nouctas a la casa. Pero estos otros peones, másjóvenes, estaban ahí del lado de los
galpones con un aire de siesta, boslezando a ratos y ":'irandojuga~ a los niños. Uno le dijo a Ni no: .raque vaj a juntar tó es?s btchos~, y le dto ~on dos dedos en la cabeza, en1re los rulos. Isabel hubtera quendo que Nmo se enojara, que demostrase serd hijo dd patrón. Ya estaban con la botella hirviendo de hormigas y en la costa del arroyo <heron con un enor":'e cascantdo y lo tiraron también adentro. para ver. La tdea de~ formtcano la habían sacado del Tesoro de Jaju\·entud. y Luts les presto un largo y profundo cofre de cristal. Cuando se iba~,llc\:ándolo entre los dos, lsab.el le oyó decirle a Rema: .Mejor que se eslen ast qutetos en ca..a.• Tambten te pareció que Rema suspiraba. Se acordó antes de donmrse, a la hora de las caras en la oscuridad. lo vio ol ra \'ez al Nene sahend? a ~umar al porche, delgado y canturreando, a Rema que le llevaba el cafe )' el que tomaba la taza equivocándose, tan torpe que apretó los dedos de Rema al tomar la taza, Isabel había visto desde el comedor que Rema uraba la ~~no atrás y el Nene salvaba apenas la taza de caerse, y se reía con la confuston. MeJOr hormigas negras que coloradas: más grandes, "?ás feroces. Soltar después un montón de coloradas, seguir la guerra detras del \'tdno, bten seguro.s. Salvo que no se pelearan. Dos hormigueros, u~o en cada esquma de la caJa de vidrio. Se consolarían estudtando las dtStmtas costumbres, con una libreta especial para cada clase d~ hormigas. ~er~ casi seguro ~ue se pelearían, guerra sin cuartel para mtrar por los vtdnos, y una sola hbreta. A Rema no le gustaba espiarlos, a veces pasaba delante. de los dormitorios y los veía con el forrnicario alla~o de la ventan.a, apastonados e importantes. Nino era especial para senalar. e n segutda las. nuevas galerías, e Isabel ampliaba el plano trazado c~n unta a doble págma. Por consejo de Luis terminaron aceptan~o hormtg~s ne~as solament~, y el formicario ya era enorme, las hormtgas parecta~ funosas y traba)aban hasta la noche, cavando y removiendo con mtl ordenes y evoluctones, avisado frotar de antenas y patas, repentinos arranques de furor o veheme ncia, concentraciones y desbandes sin causa visible. Isabel no sabía ya qué apuntar, dejó poco a poco la libreta y se pasaban horas estudiando y olvidándose los descubrimientos. Nino empezaba a querer volver al j ardín, aludía a las hamacas y a los petisos. Isabel lo despreciaba un poco. El formicario valía más que todo Los Horneros, y a ella le encantaba pensar que las hormigas iban y venían sin miedo a ningún tigre, a veces le daba por imaginarse un tigrecito chico como una goma de borrar, rondando las galerías del formicario; tal vez por eso los desbandes, las concentraciones. Y le gustaba repetir el mundo grande en el de cristal, ahora que se sentía un poco presa, ahora que estaba prohibido bajar al comedor hasta que Rema les avisara. Acercó la nariz a uno de los vidrios, de pronto atenta porque le gustaba que la consideraran; oyó a Rema detenerse en la puena, callar, mirarla. Esas cosas las oía con tan nítida claridad cuando era Rema. ....¿Por qué as! sola? -Nino se fue a las hamacas. Me parece que ésta debe ser una reina, es grandísima. El delantal de Rema se reflejaba en el vidrio. Isabel le vio una mano levemente alzada, con el reflejo en el vidrio pareda como si estuviera dentro del formicario, de pronto pensó en la misma mano dándole la taza de café al Nene: pero ahora eran las hormigas que le andaban por los dedos, las hormtgas en vez de la taza y la mano del Nene apretándole las yemas. -Saque la mano, Rema -pidió. _¿La mano? -Ahora está bien. El reflejo asusta a las hormigas. -Ah. Ya se puede bajar al comedor. -Después. cEI Nene está enojado con usted, Rema? La "'.~o pasó sobre ~1 vidrio como un pájaro por una ventana. A Isabel le parecto que las.hormtgas se espantaban de veras, que huían del reflejo. Ahora ya no se veta nada, Re.m~ ~e h~bía ido, andaba por el corredor como esc;apand? de al~o. Isabel smtto mtedo de su pregunta, un m iedo sordo y sm senudo, qut7.á no de la pregunta como de verla irse así a Rema del vidrio o~ra vez límpido donde las galerías desembocaban y se tordan como cnspados dedos dentro de la tierra. Una. tarde hubo siesta, sa~dí~, pelota a paleta en la pared que miraba al arr?)o, YNmo estuvo esplendtdo sacando tiros que parecían perdidos Ysubtendos~ al techo por la glicina para desenganchar la pelota metida e~tre dos teps. Vmo un peoncito del lado de los sauces y los acompañó a JUgar, pero era lerdo y se le iban los ti ros. Isabel olía hojas de aguaribay Yen un mome~to, ~1 de_volver con un revés una pelota insidiosa que Nino le .mandaba bap. st,nttO como muy adentro la felicidad del verano. Por pnm~ra \'CZ enle?dt~ su pr~sencia en Los Ilorneros,las vacaciones, Nino. Penso en el formtcano, alla arr!ba, y era una cosa muerta y rezumante, un horror de patas buscando sahr, un aire viciado y venenoso. Golpeó la pelota co~ rabta, con alegría, cortó un tallo de aguaribay con los dientes y lo escup•ó. asqueada, feliz, por fin de veras bajo el sol del campo. Los v1dnos cayeron como granizo. Era en el estudio del Nene. Lo
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vieron asomarse en mangas de camisa, con los anchos anteojos negros. -i Mocosos de porquería! El peoncito escapaba. Nino se puso al iado de Isabel, ella lo sintió temblar con el mismo viento q ue los sauces. - Fue sin querer, tío. - De veras, Nene, fue sin querer. Ya no estaba. Le había pedido a Rema que se llevara el formicario y Rema se lo prometió. Después, charlando mientras la ayudaba a colgar su ropa y a ponerse el piyama, se olvidaron. Isabel sintió la cercanía de las hormigas cuando Rema le apagó la luz y se fue por el corredo r a darle las buenas noches a Nino todavía lloroso y dolido, pero no se animó a llamarla de
nuevo, Rtma hubiera pensado que era una chiquilina. Se propuso dormir en seguída, yse desveló como nunca. Cuando fue el momento de las caras en la oscuridad, vio a su madre y a Inés mirándose con un sonriente aire de cómplices y poniéndose unos guantes de fosfo rescente amarillo. Vio a Ni no llorando, a su madre ya Inés con los guantes que ahora eran gorros violeta que les giraban y giraban en la cabeza, a Ni no con ojos enormes y huecos - tal vez por haber llorado tanto- y previó que ahora vería a Rema y a Luis, deseaba verlos y no al Nene, pero vio al Nene sin los anteojos, con la misma cara contraída que tenía cuando empezó a pegarle a Nino yNino se iba echando atrás hasta quedar contra la pared y lo mirdba como esperando que eso concluyera, y el Nene volvía a cruzarle la cara con un bofetón suelto y blando que sonaba a mojado, hasta q ue Rema se puso delante y él se rió con la cara casi tocando la de Rema, y entonces se oyó volver a Luis y decir desde lejos que ya podían ir al co medor de adentro.
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que mostrarle el herbario J unas piedras del arroyo que me trajeron los peones. Dtc(/e a Inés...
Todo tan rápido, todo porque Ni no estaba ahí y Rema vino a decirles que ~o se movieran del living hasta que Luis verificara en qué pieza estaba el tigre, y se quedó con ellos mirándolos jugar a las damas. Ni no ganaba y Rema lo elogió, entonces Ni no se puso tan contento que le pasó los brazos por el talle y quiso besarla. Rema se había inclinado, riéndose, y Nino la besaba en los ojos)' la nariz, los dos se reían y también Isabel, estaban tan contentosjugando así. No vieron acercarse al Nene, cuando estuvo aliado arrancó a Ni no de un tirón, le dijo algo del pelota1o al vidrio de su cuarto Y le empezó a pegar, miraba a Rema cuando pegaba, parecía furioso c?ntra Rema y ella lo desafió un momento con los ojos. Isabel asustada la \ 'lO que l.oencaraha y se ponía delante pan proteger a Ni no. Toda la cena fue un diSI~ulo, una mentira, Luis creía que Ni no lloraba por un porrazo, !=1Nene mtraba a Rema como mandándola que se callara, Isabel lo veía ahora con la boca dura y hermosa, de labios rojísimos; en la tiniebla los labios eran todavía más escarlata, se le veía un brillo de dientes naciendo apenas. De los dientes salió una nube esponjosa, un triángulo verde,lsabel parpadeaba para borrar las imágenes y otra vez salieron Inés y su madre con guantes amarillos; las miró un momento y pensó en el formicario: eso estaba ahí y no se veía; los guantes amarillos no est.1ban y ella los vera en cambio como a pleno sol. Le pareció casi curioso, no podía hacer salir el formicario, más bien lo alcanzaba como un peso, un pedazo de espacio denso y vivo. Tanto lo sintió que se puso a buscar los fósforos, !a vela de noche. El formicario saltó de la nada envuelto en penumbra oscilante. Isabel se acercaba lle,·ando la vela. Pobres hormigas, iban a creer que era el sol que salía. Cuando pudo mirar uno de los lados, tuvo miedo; en plena oscuridad las hormigas habían estado trabajando. Las vio ir y venir, bullentes, en un silencio tan visible, tan palpable. Trabajaban allf adentro, como si no hubieran perdido todavía la esperanza de salir.
Era una noche como le gustaba a ella, con ~ichos, humeda~. pan é ola con pasas de connto. Todo el uempo amboretá enorme se recalentado y flan de s m
~~~~~"e~~~;:~, ~~~~~~c~~~~t~r;:pr:q:~~!~~~~:I~~~~~i!~~~~~~~a~~; unvaso anchoy o ucoeronra
Tirá ese bicho -pidió Rema-. Les tengo tanto as~o. . =Es un buen ejemplar-admitió Luis-. Miren cómo stgue mt mano con los ojos. El único inserto que gira la cabeza. d d' . -Qué maldita noche -dijo el Nene detrás e su oano. ·Isabel hubiera querido decapitar al mamboretá, darle un t!)eretazo y . . M 1 podríamos meter ver qué pasaba. -Dejalo dentro del vaso -ptdoó a Nmo-- anana 0 en el formicario y estudiarlo. d El calor subía, a las diez ymedia no se respiraba. Los chtcos se que ~~on con Rema en el comedor de adentro, los hombres estaban en sus estu oos. Nino fue el primero en decir que tenía s~eño. , . -Subí solo, yo voy después a verte. Amba esta todo bten. -Y Rema 1o ceñía por la cintura, con un gesto que a él le gustaba tanto. -<Nos contás un cuento, úa Rema? -Otra noche. y- L · da 1 Se quedaron solas, con el mamboretá que las miraba. mo _uts a r es las buenas noches, murmuró algo sobre la hora en que los chtcos debían irse a la cama, Rema le sonrió al besarlo. -Oso gruñón -dijo, e Isabel inclinada sobre el vaso del mamboretá • pensó que nunca había vino a Rema besando al Nene y a un mam~retá de un verde tan verde. Le movía un poco el vaso y el mamboretá rabtaba. Rema se acercó para pedirle que fuera a dormir. - Tirá ese bicho, es horrible. -Mañana, Rema. Le pidió que subiera a darle las buenas noches. El Nene tenía entornada la puerta de su estudio y estaba paseándose en mangas de camisa, con el cuello suelto. Le silbó al pasar. -Me voy a dormir, Nene. -Oíme: decíle a Rema que me haga una limonada bien fresca y me la traiga aquí. De~puts subís no más a tu cuarto. Claro que iba a subir a su cuarto, no veía por qué tenía él que mandárselo: Volvió al comedor para decirle a Rema, vio que vacilaba. -No subás todavía. Voy a hacer la limonada y se la llevás vos misma. -Él dijo que... -Por favor. Isabel se sentó al lado de la mesa. Por favor. Había nubes de bichos girando bajo la lámpara de carburo, se hubiera quedado horas mirando la nada y repitiendo: Por favor, por favor. Rema, Rema. Cuánto la quería, y esa voz de tristeza sin fondo, sin razón posible,la voz misma de la tristeza. Por favor. Rema, Rema... Un calor de fiebre le ganaba la cara, un deseo de tirarse a los pies de Rema, de dejarse llevar en brazos por Rema, una voluntad de morirse mirándola y que Rema le tuviera lástima, le pasara finos dedos frescos por el pelo, por los párpados... Ahora le alcanzaba una jarra verde llena de limones partidos y hielo. -Uevásela. -Rema... Le pareció que temblaba, que se ponía de espaldas a la mesa para que ella no le viese los ojos. -Ya tiré el mamboretá, Rema.
Casi siempre era el capataz el que a\isaba de los movimientos del tigre; Luis le tenía la mayor confianza y como se pasaba casi todo el día trabajando en su estudio, no salía nunca ni dejaba moverse a los que venían del piso alto hasta que don Roberto mandaba su informe. Pero también tenían que confiar entre ellos. Rema, ocupada en los quehaceres de adentro, sabía bien lo que pasaba en la planta baja y arriba. Otras veces eran los chicos que traían la noticia al Nene o a Luis. No porque vieran nada, pero si don Roberto los encontraba afuera les marcaba el paradero del tigre y ellos volvían a avisar. A Nino le creían todo, a Isabel menos porque era nueva y podía equivocarse. Después, como andaba siempre con Ni no pegado a sus polleras, terminaron creyéndole lo mismo. Eso, de mañana y de tarde; por la noche era el Nene quien salía a verificar si los perros estaban atados o si no había quedado rescoldo cerca de las casas. Isabel vio que llevaba el revólver y a veces un bastón con puño de plata. A Rema no quería preguntarle porque Rema parecía encontraren eso algo tan ob,•io y necesario; preguntarle hubiera sido pasar por tonta, y ella cuidaba su orgullo delante de otra m<~er. Ni no era fácil, hablaba y refería. Todo tan claro y e1·idente cuando él lo explicaba. Sólo por la noche, si quería repetirse esa claridad y esa evidencia, Isabel se daba cuenta de que las razones importantes continuaban faltando. Aprendió pronto lo que de veras importaba: verificar previamente si se podía salir de la casa o bajar al comedor de cristales, al estudio de Luis, a la biblioteca. •Hay que fiar en don Roberto•, bahía dicho Rema. También en ella, y en Nino. A Luis no le preguntaba porque pocas veces sabía. Al Nene, que sabía siempre, no le preguntójamás. Yasí todo era fácil, la vida se organizaba para Isabel con algunas obligaciones más del lado de los movimientos, y algunas menos del lado de la ropa, las comidas,la hora de dormir. Un veraneo de veras, como debería ser el año entero. ...vtrte pronto. Elws están bim. Con Nino tmemos un formicario y jugoi1WS y llevamos un habario muy grandt. JUma te manda btsos, está .b~ Yo la tnCUmtro triste, lo mismo a Luis que es muy bumo. Yo creo que LuiS tltflt algo. J eso q~U estudia tanto. Rema me dio unos pañ~Ulos de colortS preciosos, a Inés le van a gustar. Mamd esto es linda y yo me divimo con Nino y don Roberto, es el capataz y nos dice cuándo podemos salir y adóndt, una tarde casi se equivoca y nos manda a la costa del arroyo, m eso vino un peón a decir q!U! no, viaas qué afligido tStaba don Robrno y después Rema, lo alw a Nino y w estuvo bts?ndo, y a m( me apretó tanto. Luis anduvo diciendo q~U la casa no aa para chiCOS, y Nino le preguntó quiénes aan los chicos y todos se rieron, hasta el Nene se refa. Don Rbberto es el capataz. Si viniaas a bu.lcanTU! te quedarlas unos dfas y podrias tJtar con Rema y alegrarla. Yo creo que ella... Pero decirle a su madre que Rema lloraba de noche, que la había oído Dorar pasando por el corredor a pasos titubeantes, par:arse en la puerta ~e Ni no, ~eguir, bajar la escalera (se estaría secando los OJOS) y la voz de LUis, lejana: •eQué tenés, Rema?cNoesw bien?•, un silencio, todala~como una inmensa oreja, después un murmullo y otra vez la voz de LUJs: •Es un miserable, un miserable...•, casi como comprobando,fr~ente un hecho, una fL!iación, tal vez un destino. •
' 1.
Se duerme mal con el calor pegajoso y tanto zumbar de mosquitos. Dos veces e~tuvo a punto de levantarse, salir al corredor o ir al baño a mojarse las munecas y la cara. Pero ora andar a alguien, abajo, alguien se paseaba de un lado al otro del comedo~, llegaba al pie de la escalera, volvía... No eran los pasos oscuros y espaCiados de Luis, no era el andar de Rema Cuánto cal~r tenía esa noche el Nene, cómo se habría bebido a la os sorbos. ladhm ~nada. Isabel lo veía bebiendo de la jarra, las m~os sos~emen o 1aJarra verde con rodajas amarillas oscilando en el agua bajo 1~ l~mpara; pero a la ve~ es~ba segura de que el Nene no había bebido la hmonada, 9ue estab~ aun morando lajarra que ella le llevara hasta la mesa com? alguten que m•.ra una perversidad infinita. No quería pensar en la sonnsa del Nene, su tr hasta la puerta como p al d su retomo lento. ara asomarse come or, -Ella tenfa _que traérmela. A vos te dije que subieras a tu cuarto Y no ocurnrsele más que una respuesta tan 1"di0 ta· -Está bien fresca, Nene. Y la jarra verde como el mamboretá.
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...está un poco mfmM, le haría bien que vinieras J la acompañaras. Tmgo •.t
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Nmo se levantó el primero y Je propuso ir a b"·al .:1 "' Isabel · h b! · ~r caraca1es arroyo. . . cast no a a dormtdo, recordaba salones co 11 corredores de clínica, hermanas de caridad t ó n ores, campanillas, • erm metros en bocales con
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bicloruro, imágenes de primera comunión, Inés, la bicicleta rota, el Tren 1\~ixto, el disf:az de gitana de los ocho añm. Entre todo eso, como delgado am: entre hops de álbu~, se veía despierta, pensando en tantas cosas que no eran nores, campamllas, corredores de clínica. Se levantó de mala gana, se lavó durame~te las orejas. Ni no dijo que eran las diez yque el tigre est~ba en. la sala del p1ano, de modo que podían irse en seguida al arroyo. B~aron Jumos, saludando apenas a Luis y al Nene que leían con las p~ertas ab1ertas. l_-?s caracoles quedaban en la costa sobre los trigales. Nmo anduvo qu<Jandose de la distracción ele Isabel, la trató de mala compa1k ra y de que no ayudaba a formar la colección. Ella lo veía de repente. t.~n rhir.o, tan un muchachito entre sus caracoles y sus hojas. Voh•1ó la pnmera, ruando en la casa i1.ahan la bandera para el a.lmut'rzo. Do1~ Roberto venía de inspeccionar e Isabel le preguntó como s1cmpre. Nmo se act'rcaha despacio, cargando la caja de los caracoles los rastnllos, lsabdlo ayudó a dejar los ramillos en el porch yentraron Juntos. Rema estaba ahí, blanca y callada. Ni no le puso un caracol azul en la mano. -l'ara ms, el m;ís lindo. El Nt•nc ya ro mía, nm t•l diario alfado, a lsahcl le queda ha apenas sitio para al"')'ar d braw. Luis vino el último <le su cuarto, COI\Ielllo romo siempre a n~t•<lindia. Comieron, Nino hablaba tic los cararoll's, lns huevos de ramrnlcs en las cai1as. la rolcrrió n por tamai10s o colores. f:llos mataría solo, porque a lsabd le <laha p<"na, los pondría a secar en una chapa de
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INDICE Casa tomada, 5 Carta a una seriorita en Par!s, 7 Lejana, 9 Ómnibus, 11 Cefalea, 14 Circe, 17 Las puertas del ciclo, Zl Bestiario, %4
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cinc.l lc..~spu(·s YiiH• el rafé y l.uis lt 1s min·, ron la prc~ullla usual, entonces lsahcl '" k l'antt\ la primna para husrar a don Roberto, aunque don
Roht·l lo ya k había <lidio alllt·.<. Dio vuelta al porch y cuando enlrú otra \'t?Z, Rema y Ni no tenían la'\ rahc1.as juntas sob re los t:ararolcs. cstahan romo en una roto¡::ral'ía <k ramilia, solanll'nlt' l.ui< la mini y ..!la dijo: ·t~<t;\
t•n d csl wlin del Nt•nt· ... S<' <¡ucdú I'Ít'ndn n'11no (') Nene alt.,ba los
ra~t hli<Hin, y Rt·ma C)ltC I()CII KI llll cara rol f ( )l) la Jlllllla rld dt•(ln, l:tn cldiradamc.·ntc (Jlll' tamhil·n su dedo tenía al~n d c- caracol. Después
DIARIOS AsOCIADOS
llntnhi'CJS,
Rema st· k1·ant<í para ir a husrar m:ís azúcar, e Jsahd rut· cktr:\s ''"ella charlando hasta que.• \·oh-ic.·ron riendo po r una hroma que hahían ramhía· dn <'11 la Ollll('fOflna. C.omo a Luis le rallaba tahaco y mande') a Ni no a su estudio, lsahc..•l lo d c..•safiú a que cncnntraha primero los cigarrillos y salieron juntos. (;a m·, Ni no, \'olvicron corriendo y rm puj;tndosc, casi
chocan ron d Nen<· que ,,. iha a leer d diario a la bihlinlcra. <Jll<"j:iudosc
ARGENTINA
"Página 12" BouviA
HONDURAS
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"La Prensa·
BRASIL
pnr nc, pr)(kr usar s u csttuli,,. lsahd se· an~rró a mirnr Jt,s raran,Jes, y l .uis <'SJWI'andn <JUC k· l'llCt'JHiiera romo SÍl'111prc d ri~~IITi llo la \'io pc.·rclida, c.-studiandn los rararol(."s c¡ue t"III(>C/.ah.an despario a asomar y 1110\'(."fSt.', mir.lllcln •le pronto a R('nm, pero salil·mlosl' de dla rn111o una ro\fa~;t, y ohst'sion;Hia I)(Jf los raran•lt·s. l:tnlo C(llf' tUl se..· 11Hl\'ÍÚ al¡>rimc..~rabritln dd Nene, lodos rorrían ya y dla cstaha sohrt' los cat-:1rolt's como si nn or<·ra
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"OrganÍI.ación Editorial Mexicana" NICARAGUA "La Prensa· PANAMÁ
cid Nene. los ¡::olpt·s <le l.11is m la J>ll<'rla el.. b bihlintt·ra, eIon Roheno qu(·,·mraha ron perros. las ']lll:jas cid Nl'llc ~ntre los ladrido~ fu riosos de.· los perros, y Luis rc.·pitÍl' tHiu: totiPt•ro si estaba c.·n
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PARAGUAY
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"Hoy"
los cararoll's ('Shdtos ,:omo dcclos, qui1.á romo los dedos de Rc.·ma, o cra la m<IIIO de Rema que le lomaba d ho mhrn, k haría alt~u·Ja rabct.a para mirarla, para l'Starla miranrlo una elernidad, rola por su
llanto rt•ml. contra la pollt·l~t de Rema, su alterada alegría, y Rcmapas;Íilllolc la mano¡>ord pelo. cahu;índolaron un suave apn·1ar de dedos r un murmullo contra su oído, un balhnrear como de gratimct, de innominable aquiescencia.
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VENF.ZUEI.A
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AUTORES PUBLICADOS CtsAR VAU.EJO, Poemas H11mano.s
JuAN Ruuo, El Callo de Oro
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juuo ConAzAR, Bestiario
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Nos salvaron
la Vl•da
La Casa Protegida Julia de Burgos ofrece servicios de protección a víctimas de violencia doméstica en Puerto Rico. Niños y mujeres llegan a diario a este albergue en busca de un refugio seguro en • momentos de crisis.
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Entre Estudiantes DIÁLOGO - Febrero1993
A ti te puede pasar PoR ANGEL
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Para /osj6vtnes dt la gtntrución dt los '90, el conctpto dtl
""""114 WJri;u/o J se 114 úutgrado ti stm como """ ptutt iltltgnú dtl mismo. (Fows por Riaurlo A/aua:.)
difíciles SIDA: ¿conflicto romántico? Poa MIRERZA GoNZÁLEA VtLEZ a ficción se ha encargado de presentar, a través de la historia, relaciones amorosas de gran turbulen· cia. Esa práctica data desde antes de las tragedias griegas, y se perpetúa a través de la literatura-por ejemplo, Romeo y J ulieta. Recientemente Ford Coppola recaptura este sentir en la obra maestra Drácula, donde la sangre y amor se entrelazan apasionadamente. Pero la vida cotidiana de la juventud de los '90no tiene nada de ficción. Su realidad resulta muy poco romántica al tener que enfrentarse al peligroso triángulo: AMOR, SIDA y MUERTE. Dicen que "la debacle del llamado amor del corazón comenzó con el primer transplante de ese órgano. . ." y la verdad es que, con el SIDA, la medicina ha condicionado el buen vivir con el seguro amar. El SIDA ha transformado todas las prácticas de sexo-libre de la generación de los hippies, en prácticas de alto riesgo que pueden llevar a la muerte. El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, conocido como SIDA, es la manifestación de severos trastomos en el sistema inmunológico humano y es causado por el virus HIV. El SIDA es la enfermedad lerminal que se apodera del cuerpo y se aprovecha de que el sistema de defensas ya no puede pelear más. El contagio HIV se da a través de las secreciones naturales que nuestro cuerpo segrega, como la sangre, el semen, las secreciones vaginales, y la leche materna. Es por esta razón que las personas que están en ~lto riesgo de contraer el SIDA son aquellas cuyas prá~t1cas sexuales sean promiscuas o aquellas que acostumbran m ter· cambiarse jeringuillas. El problema que esto susc1ta es que el SIDA se manifiesta de distintas formas y muchas veces no se refleja al momento de re alizar una prueba de HIV:· La población universitaria es un ~entr? d~ contag1o r.eal y alarmante. Muchos estudiantes umversJtanos han ten1do experiencias sexuales desde su adolescen.cia; es deci~, desde los 15 a los 17 años. Si la enfermeda d llene un penodo de incubación de 4 a S años, entonces los jóvenes universitarios
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infectados, y que aún no lo saben, son agentes de propagación de la enfermedad. Las campañas a favor del sexo seguro, del uso del condón y de otras prácticas que no conllevan riesgos no han sido lo suficientemente claras en torno a la gravedad de este asunto entre los universitarios. Según cifras del Centro de Control de Enfermedades, del libro SIDA :¿Crisis o reto transforftiiJdqr?, alrededor de un 90 por ciento de las personas que sufren de SIDA están entre las edades de 20 a 49 años. La edad promedio entre personas con SIDA es de 36 años. En una encuesta realizada por la firma publicitaria Me Cann-Erickson llamada 15-24, un 90 por ciento de los jóvenes entrevistados abogó por hacer mandataria la pueba de HIV como medida para prevenir el SIDA. Esa misma encuesta reflejó manifestaciones generalizadas entre los varones de que ahora toman más precauciones y que ya no les es tan fácil acceder a tener relaciones sexuales con chicas que se lo piden. Sin embargo, a la hora de la verdad ¿se retiran, se protegen? Esta encuesta reflejó que, en el caso de las chicas, éstas le temen a la enfermedad y a que el varón con el que tienen
urante años muchos profesionales hemos estado activos en la investigación de lballazgos sobre educación sexual enfermedades sexualmente transmisibles, e~barazos no deseados y el comportamiento de la juventud ante estas realidades.. Los resultados han sido frustantes. Lamentamos observar cómo, a pesar de tantos esfuerzos de llevartes la información, la situación continúa empeorando cada vez más. Poco a poco perdemos uno de los componentes más preciados de la sociedad: nuestros jóvenes. Vemos como éstos participan cada vez más en relllciones sexuales genitales, olvidando otras formas de gratifiCación que no acarrea n consecuencias adversas. ¿Qué lleva a los jóvenes a eavoJ"e:n;e iiCJ<ulamcntc y estar "in" sin medir resultados? Podc:mosmcDCiooar: pre· sión de grupos, demostración y búsqac4a de a'lido, manipulación de otros y rebeldía_ Se estima que aproxirnadamecle IIR:S de cada allltro jóvenes universitarios han teaido rdaáBDes xxaales genitales. Esto los pone en coatao:to c:o11 c.famedades sexual mente transmisibles~ w:nups ...&eas (es la más común entre estudiank:S ..,;-Wt:w&}, Oamidia, Gonorrea, Sífilis y HIV-SIDA.Eat_,._,.lla.a:sidad de enfatizar nuevamente la falalidadpmaquicDc:scloatra este virus. Las estadísticas muestran una alta incidencia de embarazos y de UIV·SIDA entre jóvenes. Un estudio realizado por la doctora lneke Cunninghan en la Universidad de Puerto Rico demuestra que la protección con el uso del condón no es aceptada porlosjóvenes. Sólo un 12 porciento de la población activa estudiada lo utiliza_ Sin embargo, el 40 por ciento de los jóvenes entrevistados, realiza prácticas de sexo anal. Es necesario que los jóvenes entiendan que la sexualidad se puede expresar a través de abrazos, besos y caricias sin llegar a una relación genital. De aquí surge ·CI énfasis en la abstinencia. Los jóvenes que desean realizar prácticas sexuales genitales tienen la opción de la mon<>gamia,ola fidelidad a la misma pareja. Para aquéllos que optan ,p or no modificar su conducta de alto riesgo. es altuncnte n:comendable· e imperativo el uso del condón SIEMPRE .que tengan una relación. La princ ipal razón para la falta de prevención es el ' pensamiento irracional deomnipotenciu,onv.u1ncrabilidad. Los jóvenes tiene n que c:ambiM su percepción .ante esta realidad: A MI ME PUEDE PASAR. El Dr. Angel R. Almodóvar es obstetra y~; además. ~ IVIma O.. l.ópe.z es Consejero Profesional yflobaío ene! Oeconatode.Qrienloción en el Recinto Univelsilorio de Maycgüez.IUPR.
ofrece c horlOs de sexualidad a
contacto sexual pueda ser bisexual. Estudios recientes han señalado que la mujer es más propensa que el varón a desarrollar el SIDA puesto que en una relación sexual éstas se exponen no sólo al semen contaminado, sino que también al contacto con sangre contaminada en el caso de laceraciones en el pene del varón. Si se sopesa que son, precisamente, los universitarios los forjadores del presente, entonces se entiende la necesidad, tan imperiosa, de desarrollar una conciencia efectiva sobre la responsabilidad de tener una sexualidad saludable y, sobre todo, segura. En SIDA: ¿Crisis o reto transformador?, las autoras, Gloria Mock y Maricarmen Ramírez Solá puntualizan que una vida sexual monógama reduce significativamente el riesgo a contraer el SIDA, junto a la alteración de prácticas sexuales que eviten el intercambio de fluidos entre las personas. Reducir ese riesgo es asumir una posición de responsabilidad ante sí mis mo y ante los demás. Educara los jóvenes en esta tarea es fortalecer esa responsabilidad.
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Entre Estudiantes 1 DIÁLOGO -Febrero1993
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sa.brorres'l.1elve
Dulce tentación
coloca en el refrigerador hasta el momento de servirlo. Lo puedes acompañar con una natilla ligera.
PoRCJEuro ROSADO
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legó febrero, el .l...to nsabido mes del amor. Y aunque ya pasó el día de Jos enamorados aún puedes sorprender a tus seres queridos con una económica y sencilla sabrorresuelve. Recuerda que todo lo que hace falta es un poco de imaginación y, sobre todo, que siempre sea el mes del amor.
Mereng6n 12 claras de huevo 1 1!2 taza azúcar granulada 1/2 cdta. cremor tártaro una pizca de sal 1!2 cdta. vainilla 1!2 cdta. ralladura de limón 1 taza de azúcar granulada para el caramelo 1/4 taza agua En una taza de cristal resistente al calor mezcla una taza de azúcar granulada y 1/4 taza de agua y prepara el carame-
Jo. Lo puedes hacer en el microondas a temperatura máxima durante 5 a 7 minutos. Vierte el caramelo en un molde de 1O" en forma de anillo. En la batidora eléctrica bate las claras de huevo a punto de nieve. Luego añade el azúcar poco a poco hasta completar,luego añade el cremar tártaro, la pizca del sal, vainilla y ralladura de limón. Acomoda la mezcla en el molde haciendo presión hacia abajo hasta acomodarla completa. Pre calienta el horno a 400 grados durante 1O minutos. Luego coloca el merengón en el horno y apágalo. Déjalo en el horno durante una hora. Luego retíralo, deja enfriar durante unos minutos y sácalo del molde. Una vez que el merengón se haya enfriado,
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Galletas de corazón 3 1/4 taza de harina de trigo 1 112 taza de azúcar granulada 2/3 taza de manteca vegetal 2 huevos 2 1/2 cdta. polvo de hornear 2 cdas. leche 1 cdta. vainilla 1 cdta. extracto de limón o almendras 1/2 cdta. sal En un envase profundo o en una batidora eléctrica, mezcla todos Jos ingredientes hasta formar una masa pastosa. Luego coloca la mezcla en una bolsita plástica y coloca en el refrigerador durante una hora. Luego con un poco de harina de trigo y la ayuda de un rodillo pesado, estira la masa dejándola de 1/4 de pulgada de espesor y corta Jos corazones. Coloca las galletas en una bandeja engrasada y hornea en un horno pre calentado a 350 grados durante 8 minutos. Rinde para 50 galletitas. La aulo•a es maes11a gosllonómico y coloboiOdoiO ele Las Nolicias, Canal 11.
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• La muerte de un burócrata- 18 de febrero a las 10:30 AM y 6:00PM en el Teatro del Colegio Universitario de Huma~o. Habrá discusión de la pel!cula en la presentación de la noche. Cineforo dará comienzo con esta pel!cula cubana y continuará todo e1 semestre. Ordlnary People- 4 de marzo a las 10:30AM y s·oo PM en el Teatro del CUH. ·
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+ Sexo, pudor y "grimas- Desde el 12 de febrero en el nuevo Teatro
OllerdeBayamón. Cuentaconlaparticipaciónde LourdesCollazo, Pedro Juan Agueroa. carlas Fontana, lliana Garcla. Cristina Soler y Pedro Orlando Torres. Sólo para adultos. Para más información favoc de llamar al257..()417 6 798-8500. + ¡Unjú, anj61 d'all6 p'ac61 (collage vertiginoso de teetro breve puertorrlquefto) -17 de febrero a las 12:00 M en el Teatro del Colegio Universitario de Humacao. El Taller Teatro de la lnter-Metro presenta esta comedia en su Segunda Gira lnterunlversitaria. . . _ _.,.;.....,.__..z._..;.:...._ _...:;J + Historia de un número-16 y 23 de febrero a las 7:00 PM en el Teatro deiCUH. + La aprendiz de bruje-19 de febrero a las 7:30 PM en el Jardln Botánico..Realizan la obra estudiantes del Colegio Universitario Tec:noi--""------'::::----:---- ·- --. lógico de Arecibo. + Marcellno, pan y vino- 25 de febrero a las 10:30 AM en el TeaL-o del CUH. + Este pala no exlate- 23 de febrero en el Colegio Universitario de Ceyfll/ a las 10:30AM y8:30 PM;e1 25y26defebrero en el Teatro YagOez de Mayagüez a las 8:30PM; el 27y 28 de febrero en el Teatro Uberty de Ouebradlnas: y 5 y 6 de marzo en el Centro de Usos Múltiples de Arecibo, también a las 8:30 PM. + La vida roaa••.o te quiero contar." la vida roaa- Del 2 al 7 de marzo en el Teatro Tapia yel11 de marzo en el Teatro Yagüez de Mayagüez. Cuenta con la participaci6n de la actriz y comediante Johanna Fenán, entre otros importantes actores. Esta obra es parte del Teatro para la Juventud promovido por la Cornpallla Yesca. Para mayor información comt.r1icarse al 761-8097.
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Vivtco Vá:qutt ofrece el Taller de Concitncüt Corporal 1 Movimiento. l"ro>l Still 1 RoclJ Vt11tgas tll IIJ comtdül Este pGÍS no uislt
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, ID.US1Ca + Concierto para enamorados con el Cuerpo de Baile Coleglal-11 de febrero a las 7:30 PM en el Teatro del Colegio Universitario de Humacao.
certamen + Certamen literario de cuento y
poesle para estudiantes de la Facultad de Educación-Se aceptarán participaciones hasta el 26 de febrero en el Decanato Auxiliar de Desarrollo Estudiantil de esa Facultad en el Recinto de Río Piedras, UPR. Para Información sobre reglas favor de dirigirse al mencionado Decanato.
+ Taller de Conciencia Corporal y Movimiento- (FOTO)Todos los miércoles de 7:00 a8:30 PM en el Centro Dhanma (al iado de la Universidad del Sagrado Corazón). El taller trata la exploración de téalicas de relajamientoy soltura a fin de reconocer el cuerpo y re-aprender a usarlo efectivamente. Ayuda a convertir el estrés en,energía renovada. Tiene un costo de $10 por clase. Para más información llamar &1721 -1681.1
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• Huellas tainas-Todo el mes de febrero en el Vestíbulo del Centro de Recursos de Aprendizaje del Colegio Universitario del Este (en carolina). Las obras, del artista Edgar Torres, recogen aspectos del arte talno y sus significados mitológicos y culturales. . . +Esencia y presencia: artes de nuestra tradición-Desde el24 de febrero, de .~1ércoles a v1emes de 10:00 AMa 2:30PM y sábados y domingos de 10:00AMa 4:00PM en la Sala de exhibiciones Rafael Pacheco en el Viejo San Juan. La exhibición será una muestr~ de colección de T~o Vida! que incluirá piezas de religiosidad popular, arte colonial, artes de la agu¡a e Instrumentos mus1cales, entre otros.
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Segundo Seminario Pedagógico para maestros de francés-6 de marzo a las 9:30 AM en la Universidad del Sagrado Corazón. El tema central será la situación del francés en las instituciones de educación secundaria.
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Entre Estudiantes 1 DIÁLOGO - Febrero 1993 -
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b:um.or
Estréllate con Wal/y PISCIS 19 de rebrero-20 de m arzo Pece,cito sal del _agua que tienes las agallas tapás. Ded1cate a desh1erbar el matojo que tienes en esa cabeza tuya. ¡Qué enredo muchachito, qué enredo! y como dicen que un enredo saca otro e~~edo, repite conmigo: el c 1elo está encancaranublado, ¿qu1en lo encancaranublaría? el que lo encancara nubló que lo descncancaranublc ante~ que lo vea la chilla. ¡T ú sabes como es la cosa!
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ARIES
21 de marzo-20 de abril Eres el poeta del horóscopo, arianito. i Diccscada estup1dcz d1gna de un libro!, que bueno eres una inspiración para los id iotas del universo. De hecho, según infonnes de las estrcllas,_losextr:'terrestres que están apareciendo en el Yunque v1enen solo a comer bacalaítos de L.oíza y robarse uno s cuantos aria nos del área para estudiarles la c"'pa . ¡Tú sabrás! Usa un buen champú pa ra evitar que te lleven.
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TAURO
21 de abril-20 d e mayo Torito, a ti lo más ~ue te gusta es trepar la palita. Por eso ca m mas b1en có mico, como si fueras un caballo de paso fi no. ¡No seas ecuestre que no te queda! Baja la crin y compórtate como lo que eres : un toro. ¿ Y qué hacen los toros? Bueno, si las vacas mugen, imagínate el resto cuemú .
manda. Este mes en que junio pasa por febrero y Acuario tiene citas guillás con Escorpio es muy bueno para Cáncer. Porque cuando Piscis pelea co n Géminis y Libra tiene traqueteos con Sagitario, bueno, ahí la cosa se pone difícil. Pero no importa, porque Tauro pronto saldrá con Leo y la vida será un paseo. Claro, mientras dejen quieto a Virgo que no tiene pelos en la lengua. ¿Entendiste? Si no sabes de que salchichón estoy hablando, compra mi libro "El significado de la sambonia cósmica de las estrellas, parte 1". Está de venta en el "Wally Store".
LEO
~ •
23 d e julio-22 de agosto Este mes estarás más contento que una lombriz en el intestino grueso de un animal preh istórico. Cogerás aire por la nariz y todo te olerá a rosas (y e so, hasta en uno de los baños de Generales). Co noce rás a alguien de la Escuela de Leyes que te pondrá a pensar sobre lo que es legal y lo que no, y querrás discutir la ley de las posibilidades decimales con esa persona a todas ho ras. iliaz lo que quieras !concito que a ningún mella·o lo llevan preso por soñar co n alcapurrias ucrunchy" . Lo más que puede pasar es que no pase nada.
VIRGO
GÉMINIS 21 de mayo-20 de junio Todos los geminianoscambiarán de facultad este mes. El que estudiaba ciencia ahora estudiará artes plásticas; el que estudiaba arquitectura ahora se dedicará a sembrar melones en el Jardín Botánico; y el que estudiaba matemáticas, escribirá fi losofía paraDiá/ogo. ¿Por qué estos cambios masivos? Porque las estrellas están sufriendo de unas diarreas cósmicas crónicas y todas salen por el Canal de la Mona. Y nadie más mono que Géminis (¿no le ves el simbolito?) Déj ate llevar por los cambios y sigue con la corriente. Total, del piso universal no vas a pasar.
CÁNCER 21 dejunio-21 de julio El mes de junio es del amor. Sí, porque aunque en febrero la gente se la pasa cancaneando por ahí, en ju nio es que cogen responsab ilidad y se casan como Dios
23 de agosto-23 de septiembre Tus orejas son un asco virgoniano. Mírate en un espejo para que veas a que me refiero. Tienes una mata de batatas mameyas creciéndote en el pote de tierra y sucio q ue se te ha acumulado ahí. ¿Es que tu mamá nunca te enseñó a lavarte el cachito de la oreja? ¿Es que no sabes que si losojos son la ventana del alma, las orejas son las v itrinas de las vitrola? Ponte en estéreo muchacho y coge consejo ahora, no vaya a ser que tengas un sembradío después. A la ducha, capucha y co n una toall ita y varios palitos de algodón. Si no lo haces, no podrás escuchar el mensaje de las estrellas, cuando éstas llam en tu nombre a boca de jarro.
O
LIBRA
24 d e septiembre-22 de octubre Mi amado libriano éste es tu año. Año para pascar por el extranjero y mandarle upost card~" a todos tus am igos que quedaron atrás. Año para comprarte una bicicle ta y pavonearte en ella desde Condado hasta la puerta
de San Juan uand back" . Año para dartrullas enjulio y aguinaldos en septiembre . Todo te irá bien, Libra, pero ¡ojo! no te duermas en las pajas q ue te pica el a lacrán y ya " La Pandilla" no existe. S i dejas de estudiar, s i no compartes con tus a migos d ebajo de un palito, si no vas a las reuniones extrordinarias de la Asamblea Estudiantil, te veo mal. Habla aho ra o calla para siempre que el que no hab la se queda mudo.
ESCORPIO 23 de octubre-21 de noviembre Cuando eras chiquito rec ibiste un • trauma muy grande. Fue que tu mamá te vio haciendo una mueca y te dijo que si seguías haciendo esn te ibas a quedar arruga 'o para siempre. Tú, tan ingenuo, te lo c reíste y es por eso que ahora hablas sin casi mover la boca. Te ríes y te d icen plástico porq ue tiesas hasta los ojos. ¡ Basta ya muchacho! Pon un alto a hora y aquí mismo. Esmorcíllatc de la risa y esparráchate de la emoción que pa · luego es tarde. Te prometo que a menos que te dé un espasmo muscular o abras la puerta dcl .. frcezcr·· (por aq uello de usar los dos idio mas . . . ) después de una ola de ca lo r, las oportu nidades de q ue te confundan con el hermano de Frankestcin son casi nulas (Ay qué lindo, ¡n ulas! hacía tiempo que no usaba una palabra tan complicada.)
SAGITARIO 22 de n oviembre-21 de diciembre Si qu ieres salir del "joyo" en que estás metido, • sacúdctc tres veces y ráscate el o m bl igo. A sí como lo oyes sagitarianito. Tú eres una mezcla de Piscis y Aries cocinado a 450 grados en el horno del universo. Así te hiciste mi'jo, créemc cuando te lo d igo. Es por eso que necesitas comer carne y beber caldo de pescao. Eres un pez poético que no sabe cantar coplas, pero puedes bailar salsa como si fuera " rap" ¿entendiste? Chico, que te va b ien en todas partes o te va mal en ninguna. No me hagas caso, las estrellas me han mandado demasiados mensajes i mporta ntes y estoy en "overload" .
CAPRICORNIO 22 de noviembre-21 de diciembre Estás en guerra co n la leche evaporada y no sabes SI comprar en un supermercado o e n la tie ndita de la esquina. La vida es así Capricornio, especialme nte cuandoestudias cl bachillerato en piedrulogía en el Departamento de Cienc ia Ficción de la Universidad de la Luz Roja e n Caracas, Grecia. A todos los estud iantes de ese recinto internacional que desde esta edición recibirán Diálogo, ¡bienve nidos sean todos al mistcriocósmicodc la salchicha!
ACUARIO
PRIMERA GIRA DEL TEATRO PARA LA JUVENTUD
LA VIDA ROSA ...
o te quiero contar... la vida rosa de Angel Amaro Sánchez
FERRÁN
con}OHANNA comoAnaMaría Joaquír. ]arque, Iris Rivera, Efraín Rosa, José Luis Figueroa
TEATRO TAPIA S y 6 de marzo de 1993 a las 8:30 P.M. domingo, 7 de marzo1 a las 3:30 P.M.
Entrada general: $6.00 722-0407. 723-2077. 761-8097
.l Fond o p•r.a --~ t'l Fin • nc lam icnto
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d• l Qu•hiC<r Cult ural
20 de encro-1 8 de febrero Si el m~ndo fuera un pedazo de carne, t u serías • vegetan ano. Y S I el u m verso fuera una vianda, tú sólo podrí;¡s comer carne ahumada al carbón desmenuzado. En otras palabras. por más que tratas ¡no está.• en na·! No viajes al extranjero que sólo lograr:ís llegar al centro de la isla. Y si decides ir a una tiesta super bien vestido, te e?cont_r.,rás con que to~a la gc~tc se tiró esnú a la piscina y tu no llenes traJe de bano y estas b1en fof<l. ¿Qué hace r? Di todo ~o contrario a lo que quieres y a lo mejo r así logras enganar a las estrellas y en la con. fu~ió~:~c' sales con la tuya.
. . . .__
Trivial: ¿Cúal es e l verdadero mes del a mor? Si
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acienas, ganas uno de los 30boletosGRATISpara ver Los túingds de JIUin }2 • Bobo en Nuestro Teatro. _ __ ,rlC. Concuno comienza el jueves 18 de febrero. Sólo para estudiantes. Para participar llama al
763-1399.
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Entre Estudiantes 1 DIÁLOGO -Febrero 1993
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Cintrón busca reinvindicarse ,
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campeonato en un torneo panamericano efectuado e_n México. En 1988,como parte del conjunto Ponce-Constancoa uegodeprese~tars~ como un gran prospecto del balonen fa categoría de 14 a 15 años, fue a Gainsville~ Florida~ a participar en un torneo de campeones. El equo~ sureno cesto puertorroqueno, el defensa anotador Pedro Cintrón enfrentó el año pasado una lesió n que detuvo fulminanarribó en (acuarta posición, pero Cintrón fueescogodocomo temente su prog reso. Pero el joven integrante del equipo "All ponceño afirma que este año recuperará American" gracias a su desta· el tiempo perdido. cada labor en todas las facetas Cintrón, quien es estudiante del del juego. Colegio Universitario Tecnológico de Directivos de la esPonce (CUTPO). regresó a las canchas cuela superior Mi ami South recientemente tras estar casi un año fuera Ridge, presentes en el torneo se de acción debido a lesiones en su muslo percataron del potencial del izquierdo y en su to billn. Actualmente el juvenil ponceño y Jo invitaron baloncelista de 19 años se encuentra a estudiar con el beneficio de participando con Jos Magos de Aguas una lleca. Allí desarro lló más Buenas en la Liga Puertorriqueña de su téc nica y su brinco. "Jugaba Baloncesto y se apresta a encabezar el como sexto hombre y creó que camino al campeonato del quinteto de Jo hice bien". Sin embargo, su los Leones del CUTPOcn el to rneodc la estadía fue de sólo un año. " Me Organización Deportiva lntercolegial enfermé mucho durante ese (ODI). año. No fueron problemas de "Yo estaba jugando con Guayama adaptación, ni con el inglés. (Liga Superior de Baloncesto) cuando" Sencillamente me enfermé y bajé mucho de peso. Creó que sufrí la lesión. Eso me sacó de carrera por cerca de un año. Pero este año vengo el problema fue con las comidas", explicó el deportista. a matar·, comentó muy motivado el estudiante de segundo año en educación. Trassuregresoa laisla, Antes de la lesió n Cintrón era un fue becado inmediatamente por jugador que se había destacado en la la Academia Cristo Rey, co nmayoría de las ligas en las que había junto con una gran tradición en participado. En las categorías meno res UnD dt lGs mDyorts •irrudts dtljugador ponctño los torneos de la Liga de Coleg"oos Cato'lo"cos. "En 1988 en Ponce y bajo la tutela de Don César •• su desptgut. (Foto por RicardoAicarar) Bocachica, el juvenil defensa se había proyectado como una fuimos los campeones en la Liga de Colegios Católicos de futura estrella, representando as u ciudad y a la isla en varias Ponce y yo fui escogido como el jugador más valioso", dijo competencias internac ionales. En 1986 formó parte de la Pedro, quien es natural del barrio Haciendas de San José en la Perla del Sur. selección de Puerto Rico en la categoría Mini que ganó el
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PoR MARIO EDGARDO ROCHE
Calendario de competencias de la Uga Attética lnteronivétsitaria poro el segundo semestre 199293 (de/16 de febrero a/8 de
marzo) BALONCESTO En los dobles juegos, los partidos de la ram.a femenina darán inicio a las 6:30PM, segut· dos por la rama masculina a las8:00 PM. En caso de juegos sencillos, los partidos comenzarán a las 8:00 PM. martes 16 de febrero UPR en UIPR (6:30 PM) RUM en UCPR (6:30PM) CUC en UT (8:00 PM, masculino) USC en CUH (8:00PM, masculino) UPRA en CUTB (8:00PM, masculino) UCB en UAB (6:30PM) jueves 18 de febrero UCPR en UPR (6:30PM) CUC en RUM (6:30 PM) UT en UIPR (8:00PM, masculino) CUTB en CUH (6:30PM) use en UPRA (8:00PM, masculino) lunes 22 de febrero UPR en RUM (6:30PM) . UJPR en UCPR (6:30PM) CUH en euc (6:30PM) UPRA en UT (8:00PM, masculino) UCB en CUTB (6:30PM)
UAB en USC (8:00 PM, masculino) miércoles 24 de febrero CUC en UPR (6:30PM) RUM en CUH (6:30PM) UIPR en USC (8:00 PM, masculino) UCPR en UAB (6:30PM) UT en UCB (8:00PM, mas· culino) martes 2 de marzo UCB en CUC (6:30PM) UAB en CUH (6:30PM) use en CUTB (8:00 PM, masculino) jueves 4 de marzo cue en UAB (6:30PM) CUH en UeB (6:30PM)
Su efectiva participación le ganó un ~esto en el quinteto juvenil de Puerto Rico que llegó quonto en un lomeo panamericano efectuado en Uruguay. Talentos como John Cotté, Rubén Colón y César~Mandy" Bocachica fueron sus . . compañeros de equipo. Luego vino el paso es~rado : La ~oga Supenor de Baloncesto. "Carlos Mario Ro~ era ( ex~·-~gente de Guayama) me invitó a unirme al conJu.nto, docoen~":'e. que oba a tener muchas oportunidades de JUgar. ~1 pnncopoo fue así, pero Juego fa gerencia del con~unto traJO a M_ark Ben~n! eso limitó mucho mi tiempo de JUego. Luego vono la lesoon , sostuvo Pedro, quien se destaca entre otras cosas por su gran brinco y su defensa. . Posteriormente le solicitó a la gerencoa de los Brujos de Guayama que le co ncedieran el licenciamiento y en estos momentos está buscando alternatovas de equopo para el Torneo Superior. " Yo sé que podría obte~er u~a oportunidad con el equipo de Ponce, pe~o preferoroa evo tarJo ya que allí están Charlie Lanauze y Ton oto Colón, gente que Juega mi posición". Admitió que le gustaría fo rmar parte de uno de Jos equipos de expansió n, la les como San Juan, Aguada oAguadilla, ya que sabe que tendría mayores oportunidades _ de juego. . Pero el joven no está ansooso. A l~s 19 a?os le queda u~ mundo por delante en el campo deportovo, moentras que c:.oa concientc de la importancia de mantenerscestudoando. '"l.-le gustaría seguir la maestría en educa~ión ya que eventual me~.•• quisiera trabajar como director atle_uco_de alguna onstotucoon educativa", afirmó el atleta de seos pocs y una pulgada de estatura. En el baloncesto su prioridad es llevar a los Leones del CUTPO al campeonato de la O DI. El año pasado el quinteto ponceño disputó la final con el de la Universidad Central de Bayamón. Sin embargo, el tílulo quedó vacante debido a una disputa reglamentaria que dejó inconcluso el torneo. "Tenemos un buen equipo. No hay mucha estatura pero hay rápidez y buena precisión en los tiros. Creo que tenemos una buena oportunidad". Cintrón va a paso firme, sin prisa, pero seguro de que su talento y entereza d~ carácter lo llevarán al lugar que se merece.
sábado 27 de febrero RUMenUCB lunes 1 de marzo UPRAen UAB miércoles 3 de marzo UCB en UPR jueves 4 de marzo UABenRUM
SOFBOL MASCULINO
E/16 dt ftbmo dDnf comitnVJ ti tonttodtl>aklnctJtoft,t•iM.
SOFBOL FEMENINO Los juegos en días feriados o en fin de semana comenzarán a las 11 :00 AM y en los días de semana darán inicio a la 1:00 PM. lunes 15 de febrero RUMen UPR UCBen UPRA sábado 20 de febrero UPRen UAB UPRAen RUM martes 23 de febrero UPRen UPRA viernes 26 de febrero UABen UCB
lunes 15 de febrero UPRen RUM . UIPRen UCPR CUCenUT UPRA en UCB CUH en UAB
sábado 20 de febrero UABen UPR UCPRenCUC UTenUPRA UCBen UIPR RUMenCUH martes 23 de febrero UlPRen UAB RUMen UT UPRAen UPR CUCenUCB CUHenUCPR sábado 27 de febrero UPRAen UIPR UPRenCUC UCBen UCPR
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RUM en UAB UTen CUH miércoles 3 de marzo UTen UPR UIPRen RUM UCPRen UPRA UeBenUAB CUHenCUC sábado 6 de marzo CUCen UJPR RUMen UCPR UPRen UCB UPRAenUAB
TENIS DE MESA Torneo dividido en dos ligas, Beitía y Mangua!, en formato de torneo abierto. sábado 20 de febrero En el RUM, desde las 10:15 AM, participa· rán los equipos de la UCPR, UPRA, RUM, UJPR y CUC. A la misma hora competirán UAB, CUH, lJf, CUTB y UPR, en el Re· cinto de Río Piedras. sábado 27 de febrero En la Universidad lnteramericana jugarán el RUM, UIPR, CUC, UCPR y UPRA a partir de las 10:15 AM. En el Colegio Uni· versitario de Humacao competirán a la mis· ma ho ra el eurB, UPR, UT, CUH y UAB. sábado 6 de marzo En Mayagüez, la UCPR, CUC, UPRA. UIPR y RUM jugarán a partir de las 10:15 AM·
Ser el sujeto de un informe polidaco que confuude una cita de amor co11 u11 acto conspirativo. ¿o estaríau e11 lo cierto? ¿No es acaso el amor un acto de subversió 11 la couspiracióu suprema, el germeu de toda revolució~ la semilla de un martirio transformado eu celebración?
La cueuta de cheques está sobregirada, la hipoteca está vencida. Los vencedores se parecen tanto a los vencidos, que a veces, tan sólo el color los distingue en un semáforo para ciegos.
~ste amo~ y desamor ceutenario, quince11 te11 ario y qumtaeseuctal, este ~mor de quita y pon, este amor de ponme 1~ t~auo aqut, Ca~dad, esta caridad que nos
Ahora bien, si es cierto que las cosas son del color del cristal con que se mirau, propongo un cambio de letttes, una modificación de la receta inoperante, una corrección al mal endémico que m1bla ttuestro visión en estos momentos con lágrimas de cordero o cocodrilo, ¿qué importa?
evangeltzo y ttos masacro, esta máscara de siglos que ya es parte de nuestro rostro, este rostro que es el rastro evidente de la ~?~quista, ~ste quiste que crece con los siglos y que es tan dificil de extirpar porque con él se va parte de nuestra carne, mucha de nuestra sangre, tanto de nuestro espíritu intranquilo que no encuentra reposo. . E~ ~omo repas.ar las tablas de multiplicar y hallarlas msuftctentes, aguJereadas por el olvido y tratar de asirnos a otra tabla, la que aparezca; la primera que arrive disminuida, lavada por la sal de los siete mares, vestida de algas y caracoles o vcrdemente enzarguecida a esta isla flotante de dulces mieles y amargas razones. Es estar aislado en la mirada del otro que a fuerza de imperar por la fuerza, ya configura nuestra propia mirada vuelta hacia ttosotros mismos, acusadora, enajenan te, sorprendida y disgustada, regationa y penalizadora. iAy, pena, penita, pene! Penestroika fugaz, inconclusa, sospechosa como todo deshiele en un mar tropical. La geografía como destino, el clima determinista, el ecuador como polo candescente gravita11do hacia el fuego y jaloneado por el Norte. Isla, isletia, isletio. Letio que arde en deseos de quemarse dando fruto .Fruto de esa mirada, uiña de ese ojo, pupila de ese maestro fiscalizador que anota nuestras calificaciones para rendir un promedio siempre insuficieute para la graduación de la libertad. Condenados a una eterna u11iversidad sin obtener jamás el grado prometido, d diploma anhelado. Helado de coco, coco rayado, coco amargo por no comido. Coco rancio, pujo de coco. Cocó Chanel se pareda a Ni lita y no Nilita a Cocó Chanel. Ella, Nilita, -no Cocó-, también tenía carpeta policíaca. A que no se la euvían por correo expreso, UIJernight por entrega especial al jardín de la otra orilla para que con ella nutrasu archivo barrigón del Indice Cultural. 1Cristiano! /Tantas direcciones perdidas, tantas nuevas residencias! Tantos destinos desconocidos adonde no puedeu llegar ya los informes ni los informantes, las delaci~nes ni los delatores, el rateo ni las ratas, el choteo m los chotas Las Crónicas de Indias y de indios continuan, si es que alguna vez se suspendieron. Esta ~o~ela no termin.a. Muchos capítulos quedan por escnbtrse y ~hora mts~o. toman nota los nuevos escritores, ya cromcan los cromcos cronistas. Cambia el cronista mas no la pluma, sea esta de avestruz, guinea, IBM o Macintosh. Ya están todas las procesadoras de palabras procesando, las computadoras comp.utan~o; los seguros de la memoria están eu savt; la memona esta en la cueuta de ahorros ganado intereses 'Par~ el esta~o. No se sabe para cual, ni como ni dónde, pdo JUnto a h.
Démosle vuelta al revés a la mirada. Tornemos el microscopio en telescopio, la cercanía en lejanía y permitámonos una larga, distante y paciente mirada, que tiempo tenemos. ¿Y que vemos al transformarnos de descubiertos en descu· bridores, de mirados en mirones? Vemos, entre otras cosas, que el descÚbridor, quiéralo o no, ha sido afectado por sus descubrimientos, matizado por su mirar a un alto costo más nuestro que suyo, que sus lmtes oscuros no hatl tmido éxito al desafiar el sol ecuatorial, que la retina refleja colores nunca antes vistos, que a fuerza de meterse en estas vidas ajenas y querer apropiarse de nuestros destinos, el S11yo comienza a alterar y modificar su rumbo de conquista y esclavitud. Que quede claro que no bastan estos fogonazos de luz tropical, que es insuficiente este espejismo quincentenario, que ni estas celebraciones del encuentro mentao, ni los plebiscitos, refermdos y elecciones son medidas absolutas del reverso de esta mirada. Aplazada queda aún la asignatura pettdiente, el mcumtro con la Historia, el cm1didato sin el partido, el partido si11 el candidato, la causa del miedo y el miedo a la causa. Pendieute queda la Historia que no se hace cotl quejas ni lameutaciones, con llantos y chivos expiatorios, con miedos a lobos feroces y cuentos de camino, con "si yo lo hubiera sabido" o con "yo lo ví venir''. Por ahora, descubramos que el emperador anda desnudo porque ya no lo encubre nuestra mirada, porque no lo autoriza nuestra ceguera, porque no lo obedece nuestra incapacidad; porque hemos aprmdido leuta y dolorosameute a mirar cara a cara la Historia, a voltear la cmz de la moneda sin esperar por la suerte que no llega, a labrar nuestra propia suerte y comenzar a ser coautores de la Historia con los riesgos que esto conlleva, asumimdo esos riesgos como parte eSetJcial de la autoría, como la autoridad biett ganada por el esfuerzo al servicio de la imaginación.
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La visita del Dr. Luc Montagnier
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Drácula enamorado
Por
Oiga Nolla
A
unque escritores destacados cano Gogol y Tolstoy ya hablan tratado el tema del vampirismo de los nomuertos una tradición de la fantasla ' , • • •t :pular centroeuropea, fue el 1 ritánico Bram Stoker quien inventó el personaje que se convertirla en un mito moderno: el Conde Drácula. La novela de Stoker, publicada en el1897, fue un éxito de librerla. Dio lugar a versiones fnmicas tan temprano como el 1922 y, posteriormente, conoció casi tantas versiones fílmicas como lectores. Por supuesto que exagero, pero la filmograffa de Drácula impresiona a cualquiera. Cito sólo algunas: Nosferatu, 1922, Director Friedrich Wilhelm Mumau; Drácula, 1930, y La marca del vampiro, 1935, del Director Tod Browning con Bela Lugosi cano el conde; Horror of Dracula, 1958, (Inglaterra), que inicia la serie de Hammer Films con Christopher Lee como Drácula (Dracula rlses from the grave, Taste the blood of Dracula, The Scars of Dracula); Baile de los vampiros, 1967. de Roman Polanski; Nosferatu, 1979, de Werner Herzog; innumerables versiones del cine de segunda y tercera categoría donde combinan a Drácula con Frankenstein, vaqueros, nazis, ciencia ficción y pornografía; y ahora, en 1992, en la cola pero no a la zaga, la superproducción del director del Padrino 1, 11 y 111, Francis Ford Coppola, estrenada recientemente en Puerto Rico. La versión de Coppola es posiblemente la más costosa y lujosa de todas las que se hayan hecho. También es la que más se cil'\e al texto original. Tanto en la novela de Stoker corno en la película, la acción comienza con el viaje de Jonathan Harker al castillo de Drácula en Transylvania con el propósito de venderle un caserón en Inglaterra. Tanto en la novela como en la película, Harker permanece encerrado mientras Drácula viaja a su nueva propiedad y el antagonista de Drácula es el profesor holandés Van Helsing, un científico tan audaz y pintoresco como cualquier filibustero. Van Helsing conoce las debilidades de Drácula y el folklore de Jos nomuertos y la tensión dramática de ambos textos procede de la lucha entre el científico (el bien) y Drácula (el mal). Ya en Horror of Dracula de 1958, de Hammer Films, el vampiro tenía poder sexual sobre las mujeres, pero lo que más llama la atención en la película de Coppola (y que no está en la novela) es el romance (léase amor verdadero) entre Mina Y Drácula. Según Coppola, el conde estaba casado con una hermosa mujer cuando partió hacía las guerras contra Jos infieles en el siglo 13 ó 14. Sus proezas de guerra le ganan muchos odios Y sus enemigos informan a la esposa que ha muerto. Con el corazón roto por la falsa noticia. ella se lanza al vaclo desde una torre. Cuando Drácula regresa. su dolor no conoce límites. Ensoberbecido, maldice al dios cristiano por la injusticia de castigarlo de esta forma, a él, quien ha luchado por el cristianismo, y hunde su espada en la cruz de la capilla. Ante tamar'\0 orgullo luciferino, la cruz sangra y todas las estatuas de la capilla lloran lágrimas de sangre. La escena está magistralmente concebida en el est1lo operáuoo de Coppola y sus mágenes sacuden el inconsciente. Dlxante el desarrollo de la trama, la escena permanece detrás, debajo y a través d~ todlo lo que
SUCede. Ysucede, rnágícamente, que la novia de Harker, Mina, es la reencarnación de la esiJ:OSii rruerta. En
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tres escenas inolvidables, para las cuales se transforma en un apuesto aristócrata y que, por supuesto, no están en la novela. Drácula seduce a Mina. En la primera, la encuentra en una calle del Londres décímonónioo y entran a un lugar donde muestran pellculas de trenes y mujeres desnudas. Cuando aparece un lobo que ha escapado del zoológico, Drácula sensualmente lo acaricia mientras Mina tiembla. En la segunda escen¡¡, Drácula y Mina cenan en el apartado privado de un restarán. Ya perdidamente enamorada, Mina solloza. Drácula oonvíerte sus lágrimas en bellísimos diamantes. En la tercera escena ya Mina se ha casado con Harker, pero lo ha hecho por deber. Convertido en bruma luminosa, Drácula entra a la habitación donde ella duerme y se desliza debajo de las sábanas. Mina siente cómo Drácula se materializa sobre ella y lo recibe encendida de deseo. Drácula. que la ama, duda si chuparle el cuello, pero ella insiste y luego bebe la sangre del pecho de él en momentos cargados de erotismo. Cuando Van Helsing. Harker y Jos demás irrumpen en la habitación, Drácula se metamorfosea en demonio gigantesco y luego en centenares de ratones. En Coppola, la rica imaginería barroca y la más desaforada fantasfa están en función del amor entre Mina y Drácula. Cuando al final Jo ve morir es ella quien, por compasión, le corta la cabeza para liberarlo. Entonces la espada, que aún estaba clavada en la cruz, se desprende. La película de Coppola es, me parece, mucho más poética que la novela. Nos perdona las largas explicaciones seudocientfficas de Van Helsing y el drama está mejor montado. En la novela, por ejemplo, Drácula muere antes de Uegar al castillo, cuando sus perseguidores destapan el ataúd y le clavan I.Xla estaca en el pecho.
Diálogoofeblero1993-37
En la película, Drácula logra llegar al castillo y, como acaba de ocultarse el sol. surge del sarcófago, inmenso y poderoso en su larga capa de tafeta roja. El Drácula enamorado de Coppola es casi conmovedor. Víctima de una injusticia, su soberbia despierta simpatla. Al verlo morir recordé a mi pequel'\a hija Oiga Isabel, quien cuando veía películas de monstruos movía la cabeza de un lado a otro diciendo. entristecida: ¡pobrecito monstruo! Cabría preguntarnos por qué Drácula se ha convertido en un mito moderno. Otros mitos análogos. también muy elaborados por el cine, surgen de las novelas Frankensteln. de Mary Shelley y Dr. Jekyll and Mr. Hyde. de Stevenson. En los tres mitos aso!lla el antagonismo entre la ciencia y la religión. lo racional y lo irracional. Ante el endiosamiento de la razón y la ciencia en el siglo 18 europeo, la literatura del 19 reafirma lo irracional. Frankenstein, Dr. Jekylll and Mr. Hyde y Drácula son metáforas de lo inexplicable y como tal han seducido a la imaginación popular. Creo que también, debido a su carácter ritualístico, estos mitos funcionan conno exorcismos del mal. En el transcurso del siglo 20, el excesivo uso fílmico del mito hace que el género de vampiros pierda el poder de meter miedo. Gradualmente, al ver los colmillos ensangrentados de Christopher Lee la gente se reía en vez de temblar. De hecho, a mediados de la década del 1940 los comediantes Abbot y Costello filman Abbot y Costello conocen a Frankensteln y en ella el monstruo es , propiedad de Drácula. Adennás, algunos directores asumfan el género de vampiros para burlarse. En Baile de los vampiros, de Polanski, el vampiro chupa a Sara (Sharon Tate), mientras ella se bal'\a en pompas de jabón. El profesor Abronsius y Alfred (Polanski) van al castillo a rescatarla y son atrapados. Un vampiro hon1osexual intenta seducir a Alfred. Esa noche se celebra un gran baile, para el cual se vacía el cementerio. Durante el baile . el profesor y Alfred consiguen que Sara los acompal'\e y huyen. Pero ya están mordidos, y se ven condenados a extender la maldición del vampirismo por el mundo. Está claro que la película de Polanski tiene poco que ver con la novela de Stoker. Más aún, triunfa el mal, lo que subvierte la fe (y la necesidad) popular en que el bien triunfe al final. Teniendo en cuenta estos antecedentes. el Drácula de Coppola es sorprendentemente serio. Tiene algo de juego entre entendidos del lenguaje del c1ne al bara1ear los elementos (en literatura diríamos un metalenguaje). y ciertamente el Drácula teatral patético y enamorado de Coppola no mete miedo ni cuando entierra sus colmillos. Pero el drama está tan bien montado que convence, y aunque las escenas de amor me hicieron reír por estar al borde de la cursilería, no por ello dejaron de entusiasmarme. Si Coppola quiso parodiar a Bram Stoker. no lo logró. Más b1en le nnde homenaje a su personaje al dotarlo de sentimientos. Sí bien a Stoker nunca se le hubiera ocurrido un Drácula enamorado debido a su moral victoriana, el giro rornántioo funciona, lo cual derruestra la persistencia del romanticismo en medio del "high tech" y la fragmentación posmoderna.
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EsPECIAL
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(Inglaterra, 1991 ColO< 90 min.)
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M:Brid< y Km Butkr, bosodom ,.ohnrlk~
M".'k>u";Fotogrofí.:¡.,.w¡J:.on; Editor.C<orx<~ MusiCIJ: S mtan Fishn Tumn; MU«"iona: Stn.tm
Waddin¡rton, Kroin Colli,., Andr<W Pi<nwln, Jolut Lynch, TildA Swinlon y Nig<l Tn-ry.
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Pocas veces logramos encontrar películas que proyecten la homosexualidad masculina de manera tan profunda y completa como lo hace Derek Jarman en la cinta Edward 11, impresionante adaptación de la obra clásica de Christopher Marlowe (1564-1593). Jarman es un director inglés de vanguardia cuyos trabajos se caracterizan por su enfoque homosexual y un estilo artístico sofisticado y experimental. En Edward 11 podemos apreciar cómo estos elementos se combinan para presentar una obra tlonde el amor obsesivo y trágico es explotado como una moderna relación amorosa entre dos hombres. Recién llegado al poder, Edward 11 manda buscar a su amado Gaveston para compartir con él su reinado y le adjudica títulos de nobleza sin hacerle caso a los consejos de su hermano. Su conducta hedonista será condenada tanto por la iglesia como por la nobleza, saliendo a relucir la homofobia de un régimen tradicionalista y cerrado. Por su parte la despechada y humillada reina lsabella se une con Mortimer, el representante militar, para hacer desaparecer a Gaveston. Temeroso de perder la corona, Edward despide a su amante, pero las diferencias con la reina se profundizan, llevando el conflicto a los extremos de la muerte violenta. La historia por supuesto es mucho más compleja de lo que he resumido y se presta a múltiples interpretaciones. Lejos de ser una obra en donde los homosexuales se presentan como
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mártires o vlctimas, los personajes se muestran como seres atormentados y carnales dominados por la ambición, las pasiones y los anhelos de grandeza. En Edward 11 el texto clásico está al servicio de inquietudes contemporáneas y esta relación de antiguo y moderno se ve claramente en las poderosas imágenes de una sencillez absoluta, de encuadres clásicos y lineales y escasa escenografía. Un escenario único se transforma en múltiples espacios ambientados por una iluminación expresionista de calidad pictórica que enfatiza el drama. A su vez teatro y cine se conjugan de forma magistral proyectando un espacio más allá del escenario, más allá de la realidad, se podría decir que se ubica desde la dimensión de la conciencia de un gran artista.
Camifa (Argentina 1964 Color 102 min.) ProJIMrión: CEA Cmn...togrójiao. SRL; Dir=iórr: Mono L.;.. Bnrrh<r& &utist• St•gr..ro, Monu<l &d. Doc•mpo F<ijoo y Morio LuÚIJ &mb<r;
c.;.¡,.,¡,.,,.
Folografía.:
F~nsmdo
Arribos; Edicióu: LuU Cnor
D 'Ang liolillo; M'ísica: L11is Mtu ia s~rrtm o; M.....-ioJVS: Susu PtrO,-aro, Jmanol Arias, Ht'Cior Altnio, Elnul TGCito y M orlQ Msnis.
¿Te gustan las historias de amor? Es la pregunta que le hace la abuela a su nieta en esta excelente película de Maria Luisa Bemberg. Camlla es la historia de un amor prohibido que retó las reglas de la sociedad, del estado y de la iglesia. Basada en personajes reales, la cinta nos narra el trágico romance de Camila O'Gorman, niña bien de la aristocracia argentina de mediados del siglo XIX, y Ladislao Gutiérrez, un sacerdote jesuita y confesor de Camila. Ambos resisten el tiránico régimen del dictador Juan Manuel Rosas, caracterizado por un rígido conservadurismo político-social que contaba con el apoyo incondicional de la aristocracia y la iglesia católica. Desde el púlpito, Ladislao condena al gobierno por la ejecución de un partidario de la libertad de
prensa. Camila, por su parte, protesta por lo mismo a la hora de la cena, ganándose con esto el castigo de su padre. A medida que pasa el tiempo, la admiración y el amor hacia Ladislao crecen en el corazón de Camila; él, a pesar de su firme convicción eclesiástica, le corresponde. Cuando su pasión crece al punto que es imposible esconderse más, huyen para adoptar una nueva vida en donde crezca su amor. Esta acción desata la furia en las altas esferas de la sociedad, estado e iglesia. Son perseguidos y finalmente ejecutados por considerárseles crim inales y blasfemos. Camlla es más que una triste y bella
historia de amor, es una película profunda que explora las relaciones entre iglesia y estado, sacerdocio y Dios, hombre y mujer. También tiene un planteamiento feminista al plantearnos a una mujer que es capaz de romper con todas las reglas establecidas para afirmar su derecho a amar libremente. La excelencia técnica, que se refleja en una fotografía de foco suave y claroscuros, enfatiza el aspecto romántico de la cinta que se ve reforzado con la detallada recreación de época. Con esta pelicula Maria Luisa Bemberg logra un éxito internacional y una obra que debe figurar entre los clásicos del cine, no tan sólo latinoamericano sino mundial.
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Euzllan Palcy, dlrectol'll martlnlcana.
Por Luis Trelles EsPECIAL
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PARA
DIALOGO
artinica, una de las Antillas Menores que foona parte de Francia como departamento de Ultramar, es también la Isla del Caribe que ha logrado algo único: que una directora allí · · · · · nacida forme parte del reducido • círculo de realizadoras latinoamericanas de cine de ficción y largo metraje que trabajan en Europa y que son conocidas internacionalmente. Ese grupo de realizadoras latinoamericanas que a partir de los años sesenta se ha hecho notar en Europa a base de una obra fHmica creciente, se integra en primer lugar por Nelly Kaplan, nacida en la Argentina a mediados de los años treinta y realizadora que cuenta a su haber con media docena de peHculas hechas en Francia. En adición a Nelly Kaplan, forman parte de este reducido grupo la también nacida en Argentina, Jeanine Meerapfel; la chilena Valeria Sarmiento; la venezolana Rna Torres, y Euzhan Palcy. Palcy representa, además, dentro de este grupo un claro ejemplo de una cineasta preocupada por la cuestión racial más que por la intención feminista en sus peHculas. En efecto, sus dos largometrajes hasta la fecha, titulados respectivamente Rue Cases Negres y A Dry Whlte Season, son dos poderosos acercamientos al tema de "la negritud" visto como un asunto de relevante importancia en nuestro mundo de hoy dadas las injusticias, discdmenes y abusos que se cometen contra el individuo de la raza negra en todo el planeta. Rue Cases Negres, su obra de acceso al largo metraje, data del año 1983 y en ella la directora trabaja la adaptación al medio cinematográfico de la novela de Joseph Zobel del mismo título, cuya acción se localiza en su isla natal y en el período de grandes vicisitudes económicas que fueron los años treinta. Su protagonista es un niño negro, de clara inteligencia y grandes aptitudes para el estudio y las casi imposibles dificultades que se le oponen para poder continuar éstos como manera de variar dramáticamente su suerte y no acabar como sus padres y antecesores de cortador de caña en Martinica. Su gran aliada en ese dificil proceso es su abuela que haciendo todo tipo de sacrificios se desplaza con su nieto a la ciudad -Fort de France- y asume toda clase de trabajos para poder costearle los estudios. La adaptación fílmica de Euzhan Palcy resulta de todo punto lograda, pues no sólo evoca con la debida eficacia e impacto visual el ambiente que pide el relato sino que encuentra en su ¡oven intérpre_te, _Garry Cadenat, el equivalente fílmico del persona¡e p1ntado por Zobel en su novela. En el campo de la Interpretación, sin embargo, habría que anotarle un triunfo de proporciones a la actriz Darfing Legitimus que a~~me el otro rol de importancia en la cinta, el de la v1e¡a Y sacrificada abuela. Esta interpretación de Darfing Legitimus le valió el premio de _mejor interpr~tación femenina concedido por el Festival de Vene<:1a en el
puesto multimillonario sólo posible a las grandes empresas asociadas con el poderoso cine norteamericano. Como resultado, A Dry Whlte Season tiene todas las características de las grandes producciones que salen de esos poderosos estudios de Jos Estados Unidos: un altísimo presupuesto, un equipo de realización y unas facilidades de rodaje que le permitieron a la directora evocar desde otra parte de Africa el mundo de Sur A frica. país en el que por razones obvias era imposible que se le diese autorización para filmar este proyecto y, sobre todo, este filme se abre a una nómina de conocidos nombres del cine, figuras como Oonald Sutherland, a quien se confía el papel estelar; S usan Sarandon y, sobre todo, la peligrosa presencia de Marlon Brando en un rol menor pero impactante. Y catalogo de peligrosa la presencia de Brando en este filme porque este actor como todos sabemos se ha vuelto con los años un intérprete desmesurado y desbordado, empeñado casi siempre en imponer su voluntad en todos aquellos filmes en que interviene, de tal manera que a menudo saca de balance y de mesura a un filme y lo hace gravitar peligrosa e innecesariamente hacia su propia presencia. Así sucedió con la costosa segunda versión de Motín a bordo en la que su concepción del personaje de Christian Fletcher fue totalmente diferente a la ofrecida por Clark Gable en la primera año 1984 a la par que le abrió las puertas a la pellcula f versión, tratando de convertir esa segunda versión en para su difusión masiva, consagrando a su directora al un filme dominado por él y por su excéntrica aproximaotorgarse al filme el premio de "mejor opera prima" ción al papel que interpretaba. vista en esa misma edición del Festival de Venecia. En A Dry Whíte Season, sin embargo, abona en Este triunfo inicial fue seguido en el año 1989 por el favor de Euzhan Palcy que supo cómo controlar los de A Dry Whlte Season. Como Rue Cases Negres, excesos histriónicos de Brando, impidiéndole que !'e A Dry White Season es otra visión de la injusticia quedase con la cinta a costa de Donald Sutherlanc 1 , perpetrada contra el negro en nuestro mundo contem- del elenco negro de la película. poráneo. Su alcance, sin embargo, es a la vez más El resultado es que A Dry White Season enriquece retador para la directora y mucho más difícil. Se trata una creciente filmografía volcada sobre el tema de:l en el caso de esta película de ofrecer el cuadro Apartheid y lo consigue desde una perspectiva muy imperante en una realidad geográfica y social que no personal que hace que e~ ~o filme tenga en forma muy le era de sobra conocida como la de su Martinica natal evidente la marca de intent-i· ~lidad y de estilo que se sino la muy apartada y diferente que prevalece en el asocia con la obra de Euzha, .:>alcy. Africa del Sur. En adición, A Dry White Season se abre Entrevistada en París no hace mucho, la directora a unas dimensiones multitudinarias que no se dan en manifestó que su próximo proyecto, en el que ya Rue Cases Negres pues no se trata en este nuevo trabaja intensamente, será algo diferente: una comefilme de evocar un pasado reciente visto desde los dia titulada Slmeón en la que la fuerza de lo ancestral ojos de un niño, sino de transmitirle al espectador una se combinará con elementos muy caracterizadores de visión dantesca de lo que significa ser negro en esa la cultura afro-antillana. parte del Africa, a base de testimoniar las experiencias A la espera de su nuevo filme, la trayectoria de de un hombre blanco, un afrikaneer en suma, que Euzhan Palcy en el cine reciente y en estructuras tan paulatinamente toma conciencia de la nefasta suerte importantes para la creatividad cinematográfica como del negro en aquel país y se solidariza con su causa, la francesa y más recientemente aquélla financiada sufriendo por ello el desprecio, el ostracismo familiar por los poderosos estudios norteamericanos, la singuy social y el odio colectivo con su secuela de maltratos lariza entre las directoras latinoamericanas de cine y y abusos, similares al que sufren a diario miles de la coloca en una posición diferente. Estamos ante una negros en esa antigua colonia de Gran Bretaña. realizadora de nuestro continente que ha podido haEl reto va más lejos desde los puntos de vista cer valer su voz en el concierto de las poderosas técnico y económico porque el filme, por el carácter de cinematografías mundiales. voz que al modo de los retrato colectivo de un proceso complejo y dilatado, directores-autores parece dedicada a impostar una exige escenas de masas que no existen -dado su tono nota prevaleciente: aquélla que tiene que ver con su intimista y personal- en Rue Cases Negres e, inevi- raza y los problemas que confronta en el mundo en tabl6!.'fl_en.!_~ requiere para su realización de un presuque vivimos. .
Una directora antillana
• • • • • . • • • • _••• • • _- •• - •. - •. -.- - - - ------ - - -- - - Oiálogoofebrero1993-~ -- · ·- · "\".. •' ,. ,,,·,·. .... ~,.:....,';·...• 4.,' .
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El logro de objetivos depende del programa de ejercicio Por Freddie Avilés, M.S.M. ESPECIAL
PARA
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ÁLOGO
•Triunfar en la vida es poner constancia, responsabilidad, coraje, valentfa, heroísmo, en la misión en la vida.•
P
o.r ~egla general, .cuando decidim.os hacer ejeraaos para sentU1los bren y activos, simplemente tomamos la decisión y comenzamos. No e~trar:nos en ningún tipo de análisis y plamficaaón previo a la actividad que hemos decidido hacer. Quizás sea porque nunca nos onentaron sobre lo que podemos hacer con nuestro ruerpo y cómo mantenemos saludables con el ejercicio. Este es un problema que tiene nuestra sociedad contemporánea. El ejercicio no se considera como algo vital para preservar nuestra salud mental y física. La concepción es que se hace como para entrar en un e~til~ ~e vida de socialización. Debemos pensar que el e1eracro no es un evento el rual se hace por temporadas. Si queremos ruidar de nuestra salud el medio más económico y eficiente es a través del ejercicio. Así se ha probado a través de la historia. Es una a~vidad que la tendremos que hacer por el resto de la VJda. Es prudente preguntamos por qué no planificar lo que vamos a hacer y colocar al ejercicio en orden de preferencia entre las actividades que hacemos en el día. La contestación es que el tiempo que orupamos para hacer ejercicio, lo podemos utilizar en hacer otra cosa que nos genere algún beneficio, probablemente económico. Si esto es así, entonces conocemos muy poco de nuestra salud y cómo preservarla. Cuando estructuramos un programa de ejercicios, la primera fase es hacer una autoevaluación y reconocer dónde estamos con respecto a nuestra salud y lo que queremos con ella. De manera que la consulta con su médico es de vital importanda para complementar esta información. Luego, realizar una evaluación física, relacionada a la composición de su ruerpo, antes de comenzar el programa de ejercicios. Esta determinará los niveles de grasa que tiene su ruerpo y la masa musrular. Después, analizar las obligaciones de trabajo y otras actividades que tie ne que realizar durante el día. No debemos perder de vista que cada movimiento que realizamos genera un gasto de energía y un estado de fatiga. El programa debe estar balanceado con estas actividades que se hacen diariamente. El contenido del programa dependerá de sus objetivos y obligadones. Los objetivos deben planificarse para realizarse a corto plazo. Su contenido debe estar estructurado a base de la frecuencia: una, dos, tres veces por semana; duradón: un mes, dos o tres, o también si es una actividad de tipo aeróbica, la duración puede estipularse a base de treinta minutos, una hora, etc.; intensidad: dos o tres sesiones por ejercicio con repetidones de ocho a diez, o en el caso de la carga, utilizar entre un sesenta y un ochenta por ciento de su capaddad máxima. El programa debe combinarlo con diferentes modalidades de ejercicios en los diferentes días. Esto evitará que sea monótono y también puede proveerle una buena reruperadón. El hecho de que tenga que seguir un programa de ejercidos como lo indica el orden de los mismos, no quiere decir que tenga que seguirlo así estrictamente. Si se siente agotado puede escoger un grupo mínimo de ejercicios que sea fácil realizarlo. Lo importante en este caso es no romper el hábito. Hay que señalar que el éxito de usted en el programa dependerá de su preparación psicológica para lograr sus objetivos. Aruérdese que usted es la personamásimportantedelmundoymereceestarsaludable. Si usted así lo entiende, va a luchar por ella.
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MUSICA
La huella boricua en el mundo del jazz Por José Mandry EsPE C IA L
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s un hecho innegable que el músico puertorri· queño ha tenido una participación activa e importante en el desarrollo del Jazz. Desde aquellas legendarias colaboraciones del trombonista Juan nzol con el maestro Duke Ellington hasta las más recientes incursiones de nuevos talentos como el saxofonista David Sánchez, junto a reconocidas figuras como Dizzy Gillespie (recién fenecido), el músico boricua ha estado presente en prácticamente todas las etapas del desarrollo del Jazz en este siglo. Sin embargo, uno de los problemas principales durante todo este proceso siempre ha sido la falta de documentación de toda esta participación. Al ser una música primordialmente improvisada, el Jazz depende de ser grabado para su preservación. Por lo tanto, lo que no se graba y se distribuye, pasa al olvido o, por lo menos, a ser sólo el recuerdo de los que en su momento tuvieron el privilegio de escuchar la música en vivo. Aquí en Puerto Rico se ha hecho muchísimo buen Jazz que jamás quedará registrado en las discografías históricas, simplemente porque nunca fue grabado. Sesiones de descargas en los clubes nocturnos de los hoteles capitalinos durante la década de los sesenta fueron puntos de inspiración para músicos como el saxofonista Charlie Rodríguez y el trompetista Juancito Torres; durante los setenta y principios de los ochenta clubes como Mini's, Cats y The Place fueron punto de encuentro e intercambio musical entre las nuevas y viejas generaciones, incluyendo figuras tan influyentes pero poco grabadas como Paul Neves, Jesús Caunedo y Freddie Silva. Por suerte, para los jóvenes músicos que intentan abrirse camino en este campo, el auge que ha experimentado el Jazz en la isla, y fuera de ella también, ha permitido que florezca -y, lo que es más importante aún, que se documente- el quehacer creativo de estos músicos. Entre los más recientes en llegar a nuestras manos se encuentran dos proyectos que ponen de manifiesto la riqueza musical que se gesta aquí en la isla. Nlcky Aponte es un violinista y tecladista <:lue ~urante años ha ido forjando un concepto ~usical Innovador y refrescante. Conocido desde su pnmeros pasos con los grupos Fruto Vivo y Mar Del Sur, Nicky Aponte es actualmente el director musical del grupo de Roy Brown y escribe música comercial. Su disco Ufe In The Blg Clty es un trabajo que r~e ~ fruto de varios años en el estudio, por lo que ev~deneta una variedad estilística y rltmica poco usual en este tipo de grabación. Desde un conjunto clásico hasta ~asear gas percusivas electrópi~,_,el CD es una VISta panorámica del ampHo muhdo musical en que se desen~elve el artista, _e incluye el apoyo ":Jusical en Varias de las piezas de figuras tan reconocidas como DaveValentín, Andy Narren, Giovanni Hidalgo, Néstor Torres y Henry Hutchinson hijo. . Por su parte, Charlle Sepúlveda es un trompetista egresado del Conservatorio de Música quien, luego de dar sus primeros pasos en la Salsa, dio el salto Yse
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fue a Nueva York en busca de ampliar sus horizontes musicales. Allf comenzó a colaborar con las orquestas de figuras importantes como Eddie Palmieri y Tito Puente, a la vez que iba forjando su propia identidad musical. Su segundo disco como líder, titulado Algo nuestro, recoge este proceso de autoidentificación y plasma entre sus notas el crecimiento de un concepto musical. Con el obvio control de su instrumento que los años de experiencia le han brindado, Sepúlveda le ha dado rienda suelta a su creatividad, inspirándose en la música que domina para crear un Jazz puertorriqueño que, al igual que nuestra sociedad contemporánea,
tiene una relevancia cosmopolita. Temas como Algo nuestro, inspirado en la Danza, y Mr. BB. derivado del ritmo de la plena, dejan claramente establecido que las ra íces de Sepúlveda e stán firme· mente arraigadas en la isla. Pero lo que en verdad distingue estos dos proyectos musicales es que, aunque ambos surgen de nuestra idiosincrasia cultural, su música tiene una relevancia universal. Y esto ha sido la realidad desde siempre -el músico puertorriqueño ha producido con calidad para expresarse inte rnacionalmente, lo que hace falta es que se le grabe y se documente. Estos son sólo dos muestras de esa riqueza.
Dedican encuentro a obra musical de Rubén Blades
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!Instituto de Estudios del Caribe dedicará el "Primer encuentro sobre la cultura popular del Caribe urbano", a la obra musical de Rubén Blades. En este encuentro, que se llevará a cabo el 23, 24 y 25 de febrero, se intentará explorar algunas de las diversas dimensiones culturales en las que se han desplegado de modo constatable las aportaciones de Rubén Blades. También el "Encuentro" representa una invitación al estudio de los problemas interdisciplinarios que dimanan del complejo y cambiante universo de las culturas populares, sus actores y sus tramas peculiares. B formato dei"Encuentro· permite experimentar varias estrategias de acercamiento al tema. Algunas de estas pistas son: exposición de carátulas de la obra musical de Blades que sirve de espejo al movimiento socio-musical denominado Salsa; proyección del filme Ugla Elena como •pie forzao" a la discusión del racismo y otros temas relacionados; discusión en forma de paneles, foros y mesas redondas de temas y elementos de urbanismo, movimientos sociales, estructuras musicales, composición popular, entre otros. Algunos de los participantes que ya han confirmado su aportación académica a la jornada son: Catalina •nte" Curet Alonso, los profesores Raymond Torres, Emanuel Dufrasne y Luis Enrique Juliá en el área de la música; el doctor Angel G. Quintero Rivera del área de las ciencias sociales; el profesor Efrafn Pérez Chanis de la Escuela de Arquitectura, y los profesores Manuel Febres y Mayra Santos Febres, entre otros destacados claustrales e investigadores relacionados con los temas de las culturas populares en el caribe urba-
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Para mayor lnfomnaclón relacionada con esta jornada de actividades, por favor comuníquese con las oficinas del doctor Aarón G. Ramos (ext-4211), Director dellnstiMo de Estudios del caribe, o con la oficina del doctor cartas Sánchez (ext. 2170), en la Facultad de Estudios Generales, quien es el Coordinador de la actividad. ,J)jálogade~o.J.993141
Foto por Miguel MaldOMCio
l Fotos por Ricardo Alcaraz
La cultura popular tradicional
RIQUEZA
y
PELIGRO Por Ramón López E s p E e 1 A l. p A R A D 1 At o G o ~~!:...2:......:::...!.-.!!.....J,:.._...!.....!!....!!-.!!....-.:::....-'--'""-':....:::......!~
¿Por qué guardar el pasado? El cambio socio-cultural acarrea la redefinición constante del modo de vida de un pueblo. Muchos elementos del acervo histórico cambian de función, otros se mantienen por largo tiempo, gran parte desaparece. Las diversas culturas del mundo se han enfrentado al transcurso de su existencia creando rituales y mecanismos de conservación. Las tradiciones son pautas de conducta social que resisten y trascienden la vida física de la gente, convirtiéndose en herencia material y simbólica que une a los vivos y a los antepasados en una misma memoria compartida. Este es el fundamento de lo que llamamos identidad que, en el caso puertorriqueño, define una nacionalidad. Estos procesos no son apacibles ni armónicos. Las sociedades humanas generan sus propias tensiones y las resuelven creando conductas nuevas y eliminando las antiguas. Además, cada sociedad entra en relación con otras sociedades y estos contactos producen situaciones de aportación, mezcla y destrucción de tradiciones. Durante muchos siglos, las tradiciones del mundo cambiaron a ritmo relativamente lento. La necesidad de compartir una identidad hacia que las sociedades defendieran sus tradiciones y resistieran los cambios, de manera que la vida de la gente en un momento dado, era parecida a la de la generación anterior. Todo eso cambió a partir de la Revolución Industrial. El advenimiento de la máquina, la producción masiva, la conquista armada del mundo y la reducción de distancias internacionales, gracias a los adelantos de las transportaciones y comunicaciones, sometieron a los pueblos no-europeos a procesos de conquista, destrucción y homogeneización a velocidad nunca antes conocida. Las tradiciones por tanto tiempo compartidas se empezaron a considerar atrasos al progreso y el desarraigo cultural se hizo epidémico en el mundo. La respuesta más generalizada a estos peligros de convivencia fue la protección intencional de la tradición. Esto se ha manifestado en rituales religiosos, movimientos políticos, investigaciones científicas y rescate de tradiciones materiales y espirituales con fines de conservación cultural. Todos los planteamientos anteriores son válidos para describir la situación actual de la cultura puertorriqueña. La cultura popular, al no dejar rastros escritos u organizados que garanticen su durabilidad, ha sido especialmente frágil, blanco de abusos, discriminación y olvido. Por eso, los esfuerzos concientes de preservarla para conocimiento de las próximas generaciones son asuntos importantes en la lucha cultural de
W N V E S T 1 G iA'1.C I 'Ó N t Libros sobre gente que no escribe Teodoro Vidal ha sido por décadas un ávido y cuidadoso coleccionista de la cultura popular pero su aportación ha sido mucho más amplia. Su búsqueda de objetos y obras d e arte ha ido pareja con una no menos meticulosa labor de in'lestigación etnográfica, trabajo de campo que lo ha llevado a los más recónditos lugares de los pueblos y campos de Puerto Rico. Además, se ha trasladado al extranjero siempre que su necesidad de informaciones lo requiere. Es importante señalar esto, pues la enorme recopilación d e tradiciones orales realizada por este folclorista es menos visible, no se exhibe en vitrinas o tablillas. En cambio, una parte, y sólo una parte, de los hallazgos de Vidal han sido reunidos en libros d e su autoría, además de folletos y artículos especializados. Los ~raba)os desconocidos de José Campeche, la riqueza histónca de La Fortaleza, el folclore de remedios y curaciones y las tallas de santeros son sólo algunos de los temas abordados por este investigador en sus textos más breves. Sin e~bargo, es ~n cuatro libros que se despliega la aportaaón más valiosa del autor al conocimiento de las tradiciones populares puertorriqueñas. Estos libros son meticulosas y bien cuidadas ediciones de investigaciones amplias y profundas, y a la vez genuinos tesoros visuales en los que se funden la erudición del investigador con los talentos artísticos de Jack, Irene, Laura y Pablo Delano, esa talentosa familia de fotógrafos, ilustradores y diseñadores. Los milagros en metal y en cera de Puerto Rico, Las caretas de cartón del Qmav¡} de Ponce San Bias en la tradición puertorriqueña y Tradicio~es en la brujería puertorriqueña, son libros de veras originales en la e~asa bibliografía existente sobre la cultura popular boncua. .
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EDUCACIÓN El sueño ancho
y la política estrecha
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E tX~ P;; O S ·_'· l C ' ·1 .Ó Una muestra de la historia en tiempo de centenario
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Una muestra de la prestigiosa y documentada colecdón de Teodoro Vida! del Mu seo de Artes y Tradidones Populares estará expuesta en la Sala de Exhibiciones Rafael Carrión Pacheco en el Viejo San Juan. En la exposidón "Esenda y presenda: artes de nuestra tradidón•, se podrán apredar piezas de religiosidad popular, arte colonial, artes d e la aguja e instrumentos musicales, entre otros. La exhibidón forma parte de las actividades conmemorativas del primer siglo del Banco Popular. La Sala de Exhibidones estará abierta al público desde el 24 de febrero, de miércoles a viernes, de 10 a.m. a 2:30 p .m. y sábados y domingos de 10 a.m. a 4 p.m. Según el National Museum of Natural History del Smithsonian Jnstitution en Washington, los objetos que componen esta exhibición son documentos vitales de más de dos siglos de desarrollo de la sociedad puertorriqueña. Todos los objetos son originales y su presentadón es posterior a una sólida investigadón histórica que Jos ubica correctamente en el tiempo y el espado de origen. Además, son buenos ejemplos_de la sensibilidad y destreza de los artesanos puertomqueños. Para el Smithsonian, es importante que estas artes tradicionales se conserven, pues ilustran las luchas .Y éxitos de nuestro pueblo en el proceso de construir una sodedad moderna y diversa. . . La exposidón es también una instalaoón educativa que cuenta con bréveS> jl'ettirs\lbstandosos textos de Teodoro Vida!, además del excelente trabajo fotográfico a que nos tiene acostumbrados Héctor Méndez Caratini. En su conjunto, es una importante aportación del Banco Popular a la toma de condenda de nuestra pobladón sobre sus propios antecedentes y tradidones, en una época en que la cultura puertorriqueña es tema de reflexiones, debates y proyectos de divulgadón pública.
La casa que tiene un país por dentro La colección ocupa tanto espado de la casa que casi no queda sitio para Teodoro Vida!, el dueño. No es ésta, sin embargo, la mayor preocupadón del veterano folclorista puertorriqueño, sino el problema de conservación de los objetos. Es realmente imponente el conjunto de pinturas, esculturas, instrumentos musicales, trabajos textiles, juguetes y herramientas. Todo eso corre serio peligro de deterioro físico. Urge colocarlos y organizarlos en un lugar seguro y adecuado a la preservadón profesional. Hay muebles de pajilla tejida y madera del país, máscaras carnavalescas fabricadas para el uso personal y no para decorar paredes, instrumentos musicales únicos y diseñados especialmente para sus ejecutantes. Los santos antiguos, con sus superpuestas capas de pintura -prueba del agradecimiento de los creyentes a favores sucesivos- están aglomerados en las tablillas, como ejérdtos devocionales. Ahí están plasmadas las expresiones faciales, las nociones del color y la belleza, lascreencias sobrenaturales y el cristianismo mulato de siglos de rezos y promesas. Estos son santos usados, en el sentido más literal del término, recogidos con dedicación y placer, de altares, cobachas y rincones domésticos de la gente común de Puerto Rico. Junto a los santos de palo, Vida! ha rescatado las oraciones, las ofrendas y las narradones de sucesos milagrosos o desgradadosque acompañan estas imágenes populares. No faltan los milagros d e los orfebres, las labores de aguja de mujeres que escribieron sus nombres sobre tela, las vasijas sobadas por los alfareros, los adornos de carey y coco. Hay machetes y puñales, piedras de filtrar agua potable, y molinillos de café. Aquí se reúne el rastro laborioso de la gente común. Aquí se puede "leer· la historia que dejaron Jos que nunca aprendieron a escribir, o los que no escribieron porque las urgendas de ·~· · l. l-IÍ • n el tiempo. Díálogoofebrero 1993-43
En Puerto Rico existe una institudón llamada Museo de Artes y Tradidones Populares. Tiene una colecdón valorada en millones de dólares donada por Teodoro Vida!, su dueño, al pueblo puertorriqueño. Está en manos de una junta de directores de prestigio cultural y profesional. Tiene un ambicioso plan de trabajo y un enorme potencial educativo y turístico. Desafortunadamente, no tiene un edificio adecuado para conservar y exponer sus tesoros. Bochornosamente, los funcionarios que han tenido el poder de conseguirlo han sido indiferentes a las innumerables gestiones que se han hecho para que los puertorriqueños disfruten y aprendan de su propio pasado. Lamentablemente, lo más probable es que la colección sea guardada en el Smithsonian lnstitution, fuera de Puerto Rico, como única alternativa para evitar su deterioro. Teodoro Vida! resume así esta decepcionante indiferend a: En 1985 se llevó a la atención del Gobernador y la opinión pública la urgente necesidad de d otar a Puerto Rico de un museo digno de ese nombre, que presentara el quehacer tradicional de nuestro pueblo. Luego de siete años d e tratar de lograrlo, nos convendmos d e que, desafortunadamente, no había el clima apropiado. Este es un proyecto de conservación muy importante que se frustró por falta de una política pública bien articulada sobre la cultura, que acogiera proyectos según su prioridad. Otra circunstancia que operó contra la realizadón del museo de la cultura tradicional puertorriqueña, es que no se entiende bien lo que es un museo y se le da este nombre a cualquier sala de exposiciones. Contribuyó esto a dar la impresión de que el propuesto Museo era un museo más en un campo ya saturado de esas instituciones. La realidad es todo lo contrario. San Juan es una ciudad capital sin museos donde no hay un lugar en que se pueda ver en conjunto lo que hemos creado tradicionalmente en todos los elementos característicos y distintivos de nuestra cultura de pueblo. En 1993,_ no hay por qué matar las esperanzas. El ~uevo gob1erno que ha tomado el mando del país tiene la oportumdad de superar la miopía cultu ral del antenor, proveyendo el hogar físico de este sueño que debe r~alizarse. Además, hay en nuestro país empresas pnvadas con sufidentes recursos e interés en nuestra cultura popular para ofrecer el apoyo definitivo que esta lucha requiere. Antes de que se haga la mudanza hada el Smithsonian en Washington, volvemos a lanzar este saludable reto.
El Tratado Norteamericano de Libre Comercio Implicaciones para el Cari~e y Puerto Rico Por Angel Israel Rivera Ortiz E s r
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1Tratado de Libre Comercio de Norteamérica ~TLC e~ México y NAFfA por sus siglas en mglés), JUnto c_on la propuesta de una Iniciativa pa_r? las Améncas (Enterprise for the Americas lruhahve, EAI) del ex presidente Bush tiene el potenCial de abrir una nueva era en las relaciones interamericanas que parece haber co~e~zado. Nueva era porque implica una relación d•s~mta entre Estados Unidos y Jos países de América Latina Y el Caribe. Por primera vez Estados Unidos prop~ne algo para beneficio de estos países porque es t~mb•én para s~ propio_beneficio y porque las propias Circunstannas mternanonales lo obligan a ello. E s pos•?le, pues, superar en el futuro previsible la desconfianza mutua que caracterizó la mayor parte del S•glo XX y las actitudes de imperialismo y de indiferenaa por parte de Estados Unidos responsables de q_ue tan recientemente como 1987 todavía el 60 por c~ento del comercio de Estados Unidos y el 77 por aento de sus inversiones en el exterior se dirigieran a otros países industriales avanzados donde percibían ingresos por $43 mil millones contra sólo $9 mil millones en los países en de>sarrollo. Existe, sobre todo, la esperanza de tal cambio por las características del nuevo orden político y económico internacional produeto de sucesos tales como la disolución de la URSS y del Bloque Soviético, el fin de la guerra fría, la democratización de la mayor parte d!! los países de América Latina y el Caribe y la aceptación por muchos de sus gobiernos del nuevo liberalismo comercial. La competencia entre los centros de poder mundial parece haberse trasladado principalmente al terreno económico con una tendencia bastante clara hacia la formación de megabloqueseconómicoscompetitivos. Estos no necesariamente tendrán que ser incompatibles con el sistema multilateral de comercio establecído por el Acuerdo General de Aranct>les Aduaneros y Comercio (GATf) que ha contribuido a reducir las barrerasarancelariasal comercio, es d ecir, losimpuestos que los países cobran a los productos que se importan del exterior. En otras palabras, parece ser que el mundo de fines del Siglo XX y comienzos del XXI habrá de caracterizarse porla tendencia a establecer mega bloques comerciales no cerrados que compiten pero también comercian entre sí. Los megabloques existentes hoy están constituidos por (1) Estados Unidos (EEUU) y sus socios comerciales del TLC, México y Canadá, (2) los doce países de la Comunidad Europea y (3) el bloque comercial asiá tico dirigido por Japón. Ha sido la necesidad de competir en la economía mundial frente a la Europa comunitaria y el Japón y sus aliados asiáticos lo que ha llevado a EEUU a modificar su rumbo para proponer una zona de libre comerciohemisférica(WestemHemisphereFreeTrade Area-WHFTA). A esto ha contribuido también un hecho insoslayable: Estados Unidos no tiene posibilidadesrealesdepertenecerolograrunaalianzaespecial con ninguno de los otros dos bloques. De ahí que EEUU haya puesto la mirada en su zona de influencia natural: Canadá hacia el norte y los países de América Latina y el Caribe hacia el sur. La suma del mercado y las economías d e Estados Umdos, MéXICO y Canadá constituye ya una zona económica mayor que la de la Europa del mercado único, algo que Estados Unidos no podía lograr por sí solo. La conveniencia para EEUU de crear el TLC es tan clara que la mayor parte de los observadores y analistas polític~s norteamericanoscoincidenenpreverquelaAdrnm•straaónClinton no tomará una dirección esencialmente diferente L
a la de la Administración Bush en cuanto al TLC y la EAI. Ambos proyectos no son, sin embargo, sino los primeros in tentos enfilados hacia la posiblecreación futura de un megab ¡ 0 que económico hemisférico. Es algo que está en sus primeras etapas de desarrollo y que tendrá su máxima evolución ya entrado el Siglo XXI. Hasta ahora, tanto el TLC como la EAI sólo vislumbran el establecimientodezonas de comercio libre lo cual no es sino la etapa inicial y más tenue de la integración económica entre diversos Estados. Más allá existen otras posibilidades talescomolaunión a duanera (los países miembros no sólo eli-
los aranceles entre sí sino que establecen un arancel común para aplicarlo a los productos de los países nomiembros), el mercado común (además de la zona de comercio libre Yla unión aduanera, se añade la concertación de políticas económicas comunes entre los gobiernos de los Estados miembros) Yel mercado único queatodoloanteriorsumaelmovimientolibredelas inversiones y las personas además del de las mercaderías, o sea la eliminación de las fronteras para efectos del proceso de producción). Además de ser un acuerdo sólo de libre comercio hay que reconocer que el TLC (NAFf A) no aplica la eliminación de aranceles entre sus países miembros para todo tipo de productos de forma inmediata. Para muchos productos la eliminación d e aranceles es gradual. Contrario al mercado único europeo, por otro lado, el TLC no tiene como objetivo el libre movimiento de las personas sino, por el contrario, generardinámicasde desarrollo económico en México que resulten en la reducción de la presión migratoria desde ese país hada EEUU. Hasta el momento es obvio que no se han podido
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ver aún, en la práctica, las consecuencias tanto negativas como positiVas del 'f.LC norteamericano para sus países miembros o para los países de América Latina y el Caribe. No obstante existe cierta evidencia en el ~ntido de que puede ser un arreglo mutuamente beneficioso para sus tres integrantes y de que probablemente contribuirá más a la creación de comercio que a la desviación de comercio, un criterio importante para evaluar el éxito de arreglos de este tipo. Aún antes de concretarse el TLC, la pura liberalización comercial y las inversiones externas que empezó a adoptar México facilitaron el que, entre enero de 1989 y marzo de 1991 ingresaran a ese país $13 mil millones, de los cuales el64 por ciento fueron por concepto de inversión externa directa. El Producto lntemo Bruto de México creció a una tasade3.9 por cien toen 1990, habiéndose ya registrado crecirnientos consecutivos en los tres años anteriores. Si para la década del 1980 México se vio en crisis por su deuda externa, hoy la está pagando y expande su economía a un ritmo sin precedentes. En cuanto a su posible efecto sobre las economias del Caribe y Puerto Rico parece acertada la alegación de David Lewis en el sentido de que el TLC (NAFfA) plantea tanto retos como oportunidades. Entre los retos y consecuencias negativas pueden estar el desvío de inversiones norteamericanas hacia México y la pérdida de ventajas competitivas para nuestros productosen elmercadonorteamericano,sobretodoenel sector de los textiles. Entre las oportunidades están las posibilidades de nuevas exportadones, de bienes o servidos, desde Puerto Rico hacia Jos mercados de México y de Canadá, así como la importadón de productos de fabricación mexicanaocanadiense que resulten más baratos para los segmentos del mercado puertorriqueño con un menor poder adquisitivo. Más importantes que los efectos quepuedatenerenelcortoplazopara la economía de Puerto Rico y otras economías del Caribe parecen ser los efectos a mediano plazo, los cuales podrían incluso \ener consecuencias políticas. Tanto por razón de las ventajas económicas que provienen del libre comercio como por la creciente presión competitiva que habrá de percibir Estados Unidos desde Europa y Japón, así como debido a la reacción favorable al libre comercio por parte de Jos países de América Latina y del Caribe más importantes, es muy probable que, en un futuro no muy lejano, a principios del siglo XXI, NAFTA se haya expandido tanto cuantitativamente (aumento en el número de países miembros) como cualitativamente (que pase de ser una simple zona de libre comercio a una unión aduanera y, más tarde, a Ja conformación de una Comunidad Económica Americana). Si el TLC de sólo tres miembros supera hoy en fuerza a la Comunidad Europea (CE), no será ya suficiente para enfrentar su competencia cuando la CE se expanda. Aunque la recesión que vive actualmente Europa puede retrasar el proceso de unión monetaria europea y, por tanto, de la expansión cuantitativa y ~alitativa de la CE, más temprano que tarde en el S1glo XXI (recuérdese que para el comienzo del Siglo XXI sólo faltan ocho años) podremos ver una CE que integrará a países de gran peso económico como Austria, Suecia, Noruega, Finlandia y Suiza y, algo más tarde, a algunos de los países del antiguo bloque del
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ECONOMI.A: Este que hayan sido exitosos en la transformación de sus economías hacia el régimen de mercado como Polonia, Hungría Y la propia Federación Rusa. Tanto por esta presión externa desde Europa, y muy probablemente también del mundo asiático, como por la proveniente de los propios países de América Latina y el Caribe, con toda probabilidad el TLC habrá de expandirse. Que esto no es pura especulación lo demuestran hechos tales como la designación de Chile como el próximo país que entrará formalmente al NAFTA, con.lo cual.este acuerdo dejará de ser tal para moverse haaa el obJehvo del libre comercio hemisférico a través de una WHFf A, y los acuerdos-marco" (framework agreemcnts) fim1ados por Estados Unidos con otros ·p~íses de América Latina y el Caribe además de Ch1le tales como Bolivia, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Venezuela, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador y República Dominicana. Estos acuerdos, como el que negocia también colectivamente el mercado común del Caribe inglés (CARICOM), sientan las bases para que estos países preparen sus economías para capacitarlos para entrar en acuerdos de libre comercio con Estados Unidos y, lógicamente, con NAFTA como tal. Prueba de que tal proceso de expansión del TLC ya se ha iniciado son también las múltiples iniciativas existentes en el hemisferio hada el libre comercio de unos países de América Latina y el Caribe con otros: México, Venezuela y Colombia con el Grupo de los Tres, el acuerdo de libre comercio de México con Centroamérica y Chile, la implantación por parte de Venezuela de su propia Iniciativa para la Cuenca del Caribe similar al CBI norteamericano, los galopantes esfuerzos dentro del CARICOM para tomar más en serio que nunca la necesidad de la integración regional, el establecimiento en el Cono Sur del MERCOSUR lidereado por Brasil y Argentina, y los acuerdos bilaterales de libre comercio, el último de los cuales se concretó en febrero de 1993 entre Ecuador y Venezuela. En un coloquio auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEP ALAQ, celebrado en Washington, D.C. en julio de 1992 hubo consenso entre los representantes de los gobiernos, del sector privado y de los árculosacadémicos en que es deseable e inminente la expansión del TLC hada un arreglo hemisférico. También predominó allí el criterio de que los acuerdos regionales de libre comercio entre países de América Latina y el Caribe (MERCOSUR, Centroamérica, CARICOM, etcétera) deben servir como experiencias preparatorias para la eventual adhe~ión al TLC norteamericano que, con ello, se convertiría en una zona de libre comercio hemisférica (WHFfA). Como se discutió en el coloquio, el proceso no será fácil y tomará su tiempo y existe la posibili~ad de que elMERCOSUR se convierta en una alternativa a NAFTA en lugar de en un proceso para expandir este último. Además el diferencial en niveles de desarrollo entre EEUU y ~uchos países de América Latina y el Caribe demandará un proceso gradual y lleno de dificultades y de arreglos especiales. . En todo caso, una expansión del TLC norteam~n cano actual plantea qué papel pueden tener l?s pruses de la Cuenca del Caribe, incluso Puerto Rico e~ el proceso. Robert Pastor y Richard_A~tcher han suge':ldo que el Caribe transforme sus pnondades econónucas para capacitarse a entrar cuanto antes al TLC. Los propios países del Caribe han r_eclamad~ a EEUU ~u e les extienda cualquier privilegto co~cedido a MéXJco en el TLC que no hubiere sido preViamente otorgado a ellos a través del CBI y que les permita el acceso eventual a la matrícula del NAFTA. La Asociación de Economistas del Caribe, por su parte, h~ propue~to el abandono de la política de sustitución d~ unportaaones y la adopción de un modelo económ1co propulsado por las exportaciones, as! como la neces1dad de dar importancia primordial al desarrollo del factor hum~o para dar a los países caribeños algun~s ventaJaS comparativas en la nueva economía mundi~..Es claro que Centroamérica y el Caribe, por su pos1~ón geográfica y su evolución tustórica parecen destinados a H
vincularse al TLC norteamericano y quizá más temprano que los países del Surde América con excepción de Chile. Puerto Rico, aún dentro de las limitaciones de su status político no soberano, ha contribuido a promover el desarrollo en la región caribeña por vía de la canalizadón de los fondos 936 hacia la inversión en otros países de la Cuenca. Ha suscrito, además, numerosos acuerdos de cooperación económica, comercial y cultural con otros países de la región y con la Organizadón de Estados del Caribe Oriental (OECO). Ingresó como observador en el CARICOM (1989), es miembro asociado de la CEPALAC (1990) y se le aceptó como miembro donante del Banco de Desarrollo del Caribe por su Junta de Gobernadores (1991). Ha desempeñado, además, un papel diplomático de importancia al propiciar en 199lla concertación de reuniones entre dirigentes de la Centroamérica hispanoparlante y el Caribe inglés con el objetivo de coordinar políticas económicas entre ambos sectores de la Cuenca y promover el libre comercio entre ellos. Puerto Rico es el país caribeño con d mercado más amplio y la economía más desarrollada y con la tasa más elevada de estudiantes universitarios y personal técnico por habitante. Además, ha tenido una vasta experienda exportando al mercado norteamericano y sus élites educadas pueden funcionar efectivamente tanto dentro del marco de la cultura e idiosincrasia latinoamericana como en el contexto anglosajón por
sus capacidades lingüísticas. No es pues iluso pensar que Puerto Rico podría desempeñar un papel importante como eje de la integración del Caribe al TLC. Para lograrlo, sin embargo, además de reestructurar ciertas prioridades económicas y realizar una verdadera reforma educativa que aproveche al máximo los recursos humanos, deberá advenir a un status de soberanía que le permita participar, por derecho propio, en el TLC, aún cuando mantenga una aso'!ación espedal con Estados Unidos. Como un terntono, sólo podrá aprovechar las migajas de los be~efi~ios que produzca el proceso de integraCión hem1sfénca. No parece existir razón intrínseca alguna para que Puerto Rico no pueda ser el Luxemburgo de Aménca o el Singapur de América. Las precondiciones económicas y políticas para que Puerto Rico pueda desempeñar un papel de importancia en .estos pr"':esos continentales son, por supuesto, hanna del m1smo costal pero, por razones de espacio, deberán esperar a otro artículo. Sólo vale adelantar que el debate sobre el status político deberá transformarse radicalmente porque las trt>s fórmulas que se han debatido tradicionalmente: la estadidad, el ELA no soberano, y la vieja independenda del Siglo XX, pueden estar obsoletas ante el orden económico y político que se gestará en el Siglo XXI. El autor n director dí>l IRpartamento de Qpncia Política de la Facultad de Oencias Sociales del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
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Para la difusión de la cultura
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Diálogo-febrero 1993-45
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El sagrado oficio de Nana
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Por Susan Homar E S PE C IA L
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ay un proceso de subestimar a los niños y yo me preocupaba de que a la gente no le gustara bregar con ellos, que no vieran la importanda de darle tiempo a los
niños para crear Y hay • • • • • • • • mucha gente queadultos. aquí descubre lo enriquecedor de bregar con los niños", dice Nana Hudo, directora de Balleteatro Infantil. Citando d e El principito, clásico de Antoine de St. Exupery: "Todos empezamos como niños, pero pocos lo recordamos." Hudo es pedagoga, maestra, mentora, mueve-gente ("Yo quiero estar en eso contigo"le dicen, y por ahl crecen sus proyectos). Es estimuladora y coagulante de talentos y energías ("Yo creo no saber, me busco los profesionales, me meto con ellos, soy una más. Y florece el concepto que va saliendo de~· Yo ~la no lo haría; con ellos me atrevo a atreverme ). Tamb1énes generosa y agradedda ("Yo saqué m~c~o de e~a·, en referencia a su primera maest~a, Lotll Tischer; ~so~ lo debo a Navarra, porque SI no a ella, ¿a qwén?, hablando de Gilda Navarra). Nana Hudo es una profesional, respetuosa de su oficio, que da la casualidad qu~ trabaja co~ niño_;, a quienes les enseña que la act1tud profesiOnal no depende de si te pagan mucho, poco o nada. Ustedes son más profesionales a veces que los que se gan~ chavos" les dice· además es una rescatadora de runos con problemas disciplina ("Desde que emp<>ZÓ aquí, está mejor m la escuela·, le dicen los padre~). . En los últimos años, Hudo se ha atreVJdo a mcorporar a dos niños espedales: Lucero, la niña-sí~~lo SER de 1990, quien a pesar de sufnr de espma bífida, siempre ha soñado con ser ~a~arina, y Carlos Carda, un niño autista que, en condioones controladas, ya ~a apareado en escena. A ellos, como a todos, los trata sm condescendenda alguna. Ya Lucero ha pasado de ser la solista de pequeñas escenas adaptadas a sus condidones a una más del elenco. La red de colaboradores de Hudo, que en su producdón de El arca llamaba sus "arcángeles", incluye a profesionales reconoddos por todo~, "los _Danny. Rivera y Miguelángel Suárez y DaVId ~rtiz y Jarme Suárez y Gilda Navarra y Vanes~ Vach1er y Roberto Rodríguez y Maritza Pérez y ~Ulqu~ Benet y Checo Cuevas de la vida, tantos que es ~pos1ble.enumerarlos todos y aún algunos se quedanan fuera . Esta red es un ejército que incluye a_demás a .estudiantes grandes atendiendo a los pequenos, ~antiguos estudiantes que colaboran en la ~roducoón como ensayadores, e incluso a los padres, que aprenden en el camino, lo cogen en serio y no esp~ran qu.e ~rque trabajen, sus nenes serán las estrell~ . Este e¡ér?to de hormiguitas es el que mueve montanas: Doce prrna~s n 1974 Tulipita (1980), El arCil (1983), Pasos y pasrtos ( 1986) Ía primera Función de logros del Talle~ de
!os
de
Balleteatro Infantil_ "No se puede esperar que tod.os quieran ~eg~r. a ser bailarines. S1 desde el pnnop10 los haces sentir que tienen que ser profesionales, los comprometes. No puedes matarle el amor al baile, porque a la larga matas el público~. "El niño es mucho más feliz cuando entiende e interpreta lo que hace". De ahl, la identificación de Hudo con Jacques d ' Amboise, antiguo primer bailarin d el New York City Ballet, quien al retirarse ha formado el National Dance Theater, que da clases de baile en las escuelas públicas de Nueva York. En ese proceso los niños aprenden y respet~ el ti~mpo: la paciencia, dedicaoón y disoplina Nanl Huelo, dlrec:torl de Balleteatro lnque se requieren para llegar a ser tantl~ es llllltSh '1 mentora dt cientos artis ta, lleguen ellos a serlo o no; dt Jóvenes que comienzan 1 dar '"' primeros pasos dt ballet. (Fotos por ven una genuina integración de las artes. José Rf'/11 Gardl) Nana Hudo, a su vez, no está empeñada sólo en una labor altruista. Su trabajo resLottita Cordero daba jazz en la escuela, yo montaba la ponde a • algo que tengo que sacar pa' fuera de alguna pantomina. Empezamos a trabajar con el personaje, a forma. A veces me pregunto s i la gente entenderá, que Jos niños aprendieran lo que hadan_ Luego VIene Juego pienso que eso no tiene que importarme y a la Wanda de la Cruz, que había estado con Navarra en larga d escubro que gusta, que la gente entiende, que se Taller de Histriones, y empieza un trabajo de colaboconmueve. Así las cosas se me dictan desde no sé ración con creadores, bailarines y maestros de Taller dónde, cogen vida propia, especialmente debajo de la de Histriones, Ballet Calichi, Ballets de San Juan..:ducha, que es cuando me vienen las i~eas y las corre~ "Esta no es una escuela profesional", dice Hudo de ciones". Así nació Taller de Varones; Roberto Rodríguez, Navarra y yo sabíamos que habí.a que hacerlo. Y así salió. Con los varones, la dinánuca es otra_ Son unos apasionados, bailan con la mis ma energía con la que juegan baloncesto". Taller de Varones no sólo implica reclutar jóvenes desde temprana edad para darles el entrenamiento básico, mientras sus cuerpos todavía están fle~.bles, también implica reclutar a sus papás, a sus familias, a veces re-educarlos; romper los estereotipos. "Taller de Varones ha sido muy especial", dice Hudo. "Yo me siento t;:'l afortunada de ser parte de esto. Me ha dado una nueva visión y un nuevo entusiasmo. En mis estudios de metafísica he aprendido que después que se conoce el amor y la sabiduría .e~ ~1 plano fís ico, viene el sacrificio. ¿Tú sabes que sacrifico es sagrado oficio? Es canalizar todo lo aprendido en En el Taller dt Varones de Nan1 Hudo, los mliChadiOS aprenden • favor de otros. Esto es Taller de Varones para mí". romper con los estereotipos. (Foto por Ricardo Alcaraz)
La danza: un vehículo de concientización Por Mary González Nieves DE
DtALOGO
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a bailarina Petra Bravo es la productora '1 directora de la obra Toma de posesión, un espectáculo que utilizará la danza para eKpoOOT los problemas políticos, económicos y sociales que aquejan nuestra sociedad. La Intención M que . . . . . . ·se perciba el baile como un medio de trabajo y 111 no como exclusivo de una éllte", dijo Bravo al puntualizar que ·somos obreros de la danza•_ Indicó que el proyecto es un concepto Innovador, pues Integra aspectos teatrales,la poesla y la partlclpacl6n de organizaciones políticas que hablarán de - luchas. Tome de poetsl6n cuenta con la participación de los coreógrafos Petra Bravo, Awllda Sterling, Vlveva VázV ' (1989) Pedro y ellobo y Sinónimos y antómmos quez y Dorcas Román. También forman parte del equipo Maritza Pérez, quien Interpreta un personaje de teatro (la;.;:;}e~ncuen;o (1991), Tarde íntima (1992), Chucheque constantemente alude a la importancia de retomar al rías ~chivaches (1992), Yo soy importante (1993).. discurso panlletario. . draduada del Conservatorio de Butler Umve~lty Por su perte, Juan del Hierro, bailarln y obrero de la con una concentración en ballet y danza mode~a ( E,!' . construcción, estará todo el tiempo en escena, junto a é yo seria una bailarina de danza m o ema , tres compalleros de laboretr, construyendo un andamio, : : ) ~Íos créditos en teatro que casi completa otra que, según esperan, ser' completado en la últimafunción. Y .6 ("Yo empecé a bregar el baile a través Estos representan la clase trabajadora frente a la rearldad concentrao n la t de transi política-social que les aqueJa. d 1t tro"). Hudo mira atrás y ve e apa . . • e ea b . entre Doce nrinasas yTulrprta. Ya ción en su tra a¡0 r· -
46·Diálogoofebrero 1993
Por otro lado, la poesía Un día me quedé solo de Ricardo Cobián, director de Actividades Culturales de la UPR, será interpretada en cuatro tiempos por Patricia Dávila. Este trabajo, según la productora del espectáculo, es una postura de fortalecimiento para el feminismo. Awilda Sterling y Teresa Hernández Interpretarán una pieza de BravoRancajada-Rancajo (al colonüúismo}. Por su parte, Sterling, se manifiesta con la pieza The Shinning Star of the Caribbean la cual critica la forma en que se vende a Puerto Rico en el extranjero. Vrveca Vázquez ofrece, junto a Nasha y Juan Pablo de sleteallos de edad, un trabajo dedicado a los nU'Ios:A otro perro con ese hueso. Por s u parte, Roberto Rodñguez y Roberto Benejam de Banets de San Juan, particlparlln en otra pieza_Entretanto, Arturo Morales, profesor de expresión corporal del Departamento de Educación, ea un Joven coreógrafo de Aguadilla que junto con Bravo trabaja el montaje total. Quique Benet tiene a su cargo el diseño de las luces. El acto final de la obra contempla la Integración del público a la pieza La palangana. Toma da posesión sube a escena el próximo 11 , 12 '1 13 de marzo en el Anfiteatro Julia de Burgos del recinto riopedrense de la Universidad de Puerto Rico, bajo el auspicio de Activldadetr Culturales de esta lnstitu<:l6n docente.
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HECTOR CAMPOS PARSI un nacionalista cultural Por Norma Valle ESPEC I AL
PARA
P
DI A LOG O
ara Héctor Campos Parsi, como para muchos grandes ae~dores a través de la historia, la vejez es opaonal. A los 70 años de edad, celebra~os ~on_bombos y platillos en el Colegio Uruve~1tano de Cayey, dice que cuenta con • • • un médico, muchos buenos compañeros, excelentes ~umnos, y, •tres veces en semana, me • d~y~ baño de ¡uv~ntud cuando enseño mis cursos de histona de la múSica en Puerto Rico o las clases de
Sagrados, Oda a Cabo Rojo (inspirada en Cofresí y Betances), Divertimento del Sur, y los ballets La Calinda, Urayoán y Juan Bobo y las Fiestas. Amante del teatro y el cine, compuso la música para el Inciso Hache de César Andreu Iglesias y para las películas de la División de Educación a la Comunidad, Modesta, El Secreto y El Yugo. Durante el año pasado, y como parte de sus funciones como ~taresidente, compuso la música para los cortome"tra¡es Laboratorio de Ideas, que dirigió Emilio Rodríguez, también del Colegio Universitario de Cayey.
Historia y ópera
rior-.
En el 1950, junto a Veray y otros músicos, fundó la organización Acción Musical cuyo Manifiesto declaraba: "Toda generación debe encontrar su modo de expresión. Sentimos el imperativo de integrarnos en grupo de acción para laborar en pro de una expresión auténticamente puertorriqueña •. Los activistas musicales definieron lo que para ellos era música puertorriqueña como • nuestro folklor en su fuente de origen como medio de inspiración para obras de música culta, incluyendo interpretaciones coreográfi-
t 1
cas.·
Pero a pesar de ser un defensor del nacionalismo musical y de luchar junto a muchos puertorriqueños bajo en una ópera. Se trata de contra el servicio militar obligatorio durante la guerra un libreto hecho de un cuende Vietnam (por lo cual la Polid a le abrió una carpeta), to del venezolano José Balza a Campos Parsi se le conoce ahora como simpatizante que se titula La Mujer de del anexionista Partido Nuevo Progresista. "Se me Espaldas. Será una ópera identifica con el PNP porque Jo he apoyad o en varias dura porque asf es el período ocasiones, p ero mi partido es la música. Yo creí que el que recrea, la década de los programa d e Romero (Barceló) sobre la Administra' 30, un puerto del Ca ribe, un ción para el Fomento de las Artes y la Cultura e ra burdel", explica el composibueno y toda vía lo creo, pero esto me puso en conflicto tor, quien espera obtener un con el Instituto de Cultura Puertorrique ña. Yo estoy compromiso de la Corporadispuesto a apoyar cualquier partido que apoye la ción de las Artes Musicales música y durante la administración de Romero se de Puerto Rico para la ·proa poyó la músicaw, afirma Ca mpos Parsi. ducción conjunta con el goNo obstante, apunta que "yo soy nacionalista cultubierno de Venezuela, que ya 1 ral, soy ante todo puertorriqueño. En ell9'T7 fui nomha manifestado su interés en brado por (el entonces Presidente James) Carter para la misma. investigar la situación de las artes entre los lúspanos Como ensayista, Campos de Estados Unidos. Como pa rte de este trabajo visité Parsi escribió el tomo de las colonias puertorriqueñas d esde Tacoma hasta PorMúsica de la Gran Enciclotland, desde Nueva York hasta California. Me di cuenta EicomposltorvlbraconlamúsJc:adnutecladocomputldortzado,quelepermltnscuchar pedia de Puerto Rico y la de una cosa, que nuestra tradición es tan fuerte, que 11 orquestacl6n d t - obras lnlel dt tserlblr1as. sección de música de Clásinuestra cultura evoluciona. Me di cuenta de cómo cos de Puerto Rico y de sobrevive nuestra tradición en Texas y en Louisiana•. Puerto Rico de la A a la Z. En el número más reciente teoría y solfeo". A pesar d e de la revista Cayey publica su Nombrado compositor residente del Colegio Uniello, Campos artículo "El sentido de identidad en la versitario de Cayey, Campos Parsi actualmente trabaParsi cree que ja en la composición de una ópera, de un oratorio, y en músial de Puuto Rico•, donde analiza es la estadidad la concepción y desarrollo de la múla revisión final de un texto histórico sobre la música el esta tus más sica culta nacional. en Puerto Rico. c onven i ente Actualmente trabaja en la revisión Visitarlo en su "c.oasita• en el centro del hermoso para el desade su libro sobre la música en Puerto campus universitario es entrar en su mundo, converrrollo de las arRico durante la depresión de los años sar de mil cosas a la vez y asombrarse con su energía. tes, porque "las '30, titulado Unos b ailan, otros lloCuadros al óleo de Oiga Albizu, Rafael Rivera Garda ran: Anilisis sociológico de la músiartes tienen que y Rivera Rosa; grabados, dibujos, esculturas y una florecer en lic.oa 192&-1932. El libro trata de la concolección de ángeles compiten p or el espacio en el bertad· y, para fusión musical del Puerto Rico de la hogar de Campos Parsi, donde la tempera tura es fría él, Estados époc.oa donde bailaban desenfrenadaen enero, como durante todos los inviernos de Cayey. mente el"charleston" y el tango, y se Unidos garanSin embargo, el ambiente es cálido, pues vibra con la comenzaron a celebrar -con el fotiza esa libermúsica de su sofisticado teclado computadorizado, mento del Departamento de Educatad. "Uevamos que según el compositor tiene 248 voces (algo insólito ción-las fiestas de San Valentín, Ha- Alol70 1ños Clmpos Plrsl se destaca como compositor cien a ños con para los legos en la tecnología musical), y le permite lloween y Thanksgiving. mldentttn Clyey. Estados U niescuchar la orquestación d e sus obras antes d e escrid os y la cultura birlas permanentemente. Fundador del nacionalismo musical continúa, la pintura, la música. Creo que la cultura puertorriqueña sobrevivirá". Sobrevivirá, según él, La vida cotidiana de un artista mtegrando lo norteamericano, "y desarrollándolo en Estudió en la Universidad de Puerto Rico donde lo nues~·. El compositor, al mismo tiempo, cree que • Me levanto y me pincho (porque soy diabético)*, conoció al también compos itor Amaury Veray, a quien Puerto Rico debe también mirar hacia Martinica hacia dice con una carcajada Campos Parsi, y afiad~ que siguió a Boston. Allf estudió con Bela Bartok y Aaron Cuba, hacia otros países hermanos, • donde hay altos "tempranito doy mis~ y.regreso a casa. Atí~d_o Copland. En París, estudió con Nadia Boulanger. De grados de civilización. Nuestra patria es el Caribe•. la correspondencia de amigos, investigadores, ~USJregreso a Puerto Rico cultivó los ritmos del folclore, <;omo protagonista d e la búsqueda de la identidad cos de todas parte$. Por la tarde, d espués de la SJesta, como el seis y la música negroide. Es para estos na~onal. -~ composi~or siente que su generación, la compongo. Sf, todos los días, por lo menos de dos a tiempos que junto a Veray y a Jack Delano crean la del 50, VIVIÓ el espíritu nacionalista tratando de decincodelatarde.Porlasnochestrabajoenmicolección escuela nacionalista de música puertorriqueña. Un vol~r su propia imagen al pueblo p uertomiqueño. Y de sellos, veo algo de televisión•. Así transcurre un día movimiento que, según Campos Parsi, "fue necesario normal en la vida de Héctor Campos Parsi, cuya obra esperar hasta la década de los cincuenta para que en lo aerto ~que Héctor Campos Parsi desde su hogar, en el amb1ente verde, fresco y cálido de las montañas recoge unas 150composiciones queincluyenelreperPuerto Rico se creara una música plenamente identide Cayey, sigue haciendo su música, música puertotorio clásico, asfcomomúsicaparacine,teatroyballet. ficada con sus raíces de pueblo y a la vez completade sus Sonetos mente reconocida sus habitantes mundo exte-
"En estos momentos tra-
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ustas en Ponce
los jóvenes regresan al Sur
Por Mario Edgardo Roche DE
DIALOGO
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a celebración de las próximas Justas Atléticas Interuniversitarias en Ponce representa para esa ciudad la oportunidad de mostrarle a los jóvenes universitarios de todo el país "lo que está sucediendo aquí" en términos turísticos, culturales y deportivos, según expresó en entrevista exclusiva con Diálogo el alcalde de este municipio Rafael Cordero. El resurgir de Ponce como una importante sede deportiva tiene · a su vez repercusiones positivas en la economía de la ciudad. Los 67 centros turísticos que están a la disposición del público, las restauraciones en sus zonas históricas y otros sectores, la construcrión de hoteles, en fin, todo el proyecto que se inició con el programa "Ponce en marcha" ha transformado la Perla del Sur en un lugar muy agradable para visitar. "Traer los Juegos Centroamericanos, pedir el Torneo Premundial de Baloncesto, la celebración de las Justas, no son cosas en el vaáo. Están pensadas dentro de un plan más amplio de impulsar el desarrollo económico de la ciudad, mostrar lo que somos, y descentraiizar·la actividad deportiva y cultural de la zona de San Juan·, explicó el alcalde, quien es conocido cariñosamente como "Churumba". La dirección técnica de los Juegos, encabezada por el profesor Humberto Cintrón Aibar, le solicitó a la LAI que realizara las Justas en Ponce para poner en práctica todo lo referente a la logística ~e los eventos de atletismo de los Juegos Centroarnencanos y del Caribe de 1993. El atletismo se efectuará en el remodelado Estadio Francisco "Paquito• Montaner, que fue habilitado para la presentación de ese tipo de evento. El alcalde ponceño informó que se reunirá con la dirección de la LAI para discutir las alternativas de eventos culturales a celebrarse durante el fin de semana de las Justas, que se efectuarán el viernes 2 y el sábado 3 de abril. La idea de C~rdero es q~e .se lleven a cabo simultáneamente diferentes actiVIdades culturales, distribuidas en los div~rsos centros turísticos, museos y plazas que ex1Sten.en la audad. Además, planean adelantar la celebraaón de las . tradicionales Fiestas de la Calle Isabel (que~ ~alizan,. el tercer domingo de cada mes) para que comedan con el fin de semana de las Justas. "Sería un excelente fin de fiesta•, destacó Cordero.
El hotel Ponce Hllton, recltntemente Inaugurado, n 11111 de las alttmlllvu de hospedaJe per1lo1 visitantes alas Justa y los Juegos Centroamerleanos.
Fotos por Ricardo Alcaraz
El estadio Fr1nclsco "Paqulto" Montaner ya IIÜ hto ptrllas competencias atléticas.
Se npera qua vu1as actividades eulturlles 11 dnarroRen dll!lntelllln de semana de las Justas.
48-Diálogoofebrero 1993
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Fotos por Ricardo Alcaraz
Ponce abre sus puertas Las Justas y los Juegos Centroamericanos en Ponee harán que miles de universitarios y amantes del deporte se percaten de los cambios positivos en la ciudad. AlrededOf de 67 puntos turísticos estAn a la dlsposJ. cl6n del público, Incluyendo herniosos etpaclos restaurados, lugares históricos, paseos, bibliotecas y museos.
•Descentralizar" a Puerto Rico En 1976 fue la última ocasión en que se efectuaron unas Justas Adéticils Interuniversitarias en Ponce. Para el alcalde Cordero eso ejemplifica la situación de centralización de las principales actividades económicas, c:ulturales y deportivas en el área de San}uan. "Esa situación hace que los jóvenes se vayan de sus
pueblos a estudiar al área metropolitana y no regresen a su lugar de origen. Ponce quiere descentralizar a Puerto Riro. Que la calidad de vida y las oportunidades se dén en toda la isla. Queremos que b j6Ymes se queden en sus pueblos. Nuestra ciudad puede ser el eje para que otros pueblos de la región rOOban un impacto económico y social positivo", 01puntó Cordero. En el caso de las Justas, es un evento que va a fomentar un mayor desarrollo del deporte del 01tletismo en el~ sur y un mayor esmero por parte de las ir9ituciones universitarias de la región en prepararse más adecuadamente para la máxima OICtividad deportiva inleruniversitaria. "Creo que . May3güez también debería hacer las gestiones para • que un~ romo las Justas regrese también al área ~·. Asimismo, el alcalde espera que las mismas se realicm ron más en Ponce.
Ensayo general de los Centroamericanos la celébraáón de las Justas Interuniversitarias en Ponce adquieren gran importancia ya que permitirán repasar todos los planes para la ejecución de la competencia atlética centroamericana. El profesor Cintrón explicó que durante las Justas el grupo técnico pondrá en práctica todo lo referente a los jueces de llegada, la nueva pizarra de plwto finish, los tiempos y .la llegada rápida de los resultados, entre otras rosas. • El evento de atletismo es, en términos de logística, el deporte más dificultoso por los muchl'S eventos que incluye. Se requiere que aprovechemos las Justas para saber lo que está pasando y lo que hay que afinar". Destacó que el Estadio Montaner ya está listo para la competencia. "Todo el equipo, las vallas, los colchones, todo es de la más alta calidad". Para corroborar que todo corra sobre ruedas la competencia será evaluada por el presidente de la Federación de Atletismo de Puerto Rico, Luis Rivera Toledo, y por Amadeo Francis, directivo del principal organismo de atletismo de Centroamérica y el Caribe. Los miles de estudiantes que se moverán a Ponce para presenciar las Justas y rondar por los alrededores DiáiOQO'Iebrero 1993•49
de la ciudad permitirá al alcalde ponceño y sus ayudantes prepararse en cuánto a rutas alternas, hospedaje y otras áreas. "Ya nosotros estamos bregando ron eso. Por suerte, el 'Paquito' Montaner tiene varias alternativas de entradas y salidas, por lo que no esper~os problemas serios de congestión de tráns1to. En cuánto a los hospedajes de los atletas y otros visitantes, utilizaremos al máximo los recursos de las instituciones universitarias", expresó Cordero. Para los Centroamericanos, aún cuando se perfila la construcción de más hoteles se vislumbra que las habitaciones disPonibles en Ponce no serán suficientes para la cantidad de visitantes qu~ se ~ran. No es un secreto que se planea la u tilizaaón de cruceros estaáonados en la costa sur para ayudar a disminuir ese inconveniente. De todos modos, ambos acontecimientos harán que tanto Ponce como el área sur reaban un impulso económico saludable paia la zona. Y demostrarán que el sur y el resto de la isla ... "también existe•.
La erudición, según Luce López-Baralt Por Alexis Aquino ESPECIAL
PARA
DIÁLOGO
E
l sustantivo que me sirve de título, impresionante y solemne, se encuentra ubicuo en la obra entera de Luc~ López-Baralt, dondequiera que la au~azestud10sa haya puesto su mirada. Para nadie resulta extraño hoy la vehemencia con que Luce López-Baralt ha creído en la •~··· _ potente impronta musulmana legada a Espan~ desde el 711. Pero se trata de una convicción que ~e¡os.de ~asarse en c~prichos exóticos y pintorescos de msp1raaón ro~ántica, se fundamenta en largos años de estudio apasiOnado y sin descanso, labor realizada con fino rigor y cuidadoso método. Siempre anidó en ella el gusto casi intuitivo -¡y la fascinación!- por la cultura de Oriente. A los quince años la llevó a aprender el. árabe motu proprio: *Como comprenderás ese autodidactlsmo del árabe no me llevó muy lejos·, dice hoy Luce, rememorando aquellos años juveniles en qu~ también decoró su cuarto con artilugios y parafernalia arabesca.
Sanjuanista de cuerpo entero Fue en Cambridge, durante sus años de Harvard, que Luce López-Baralt descubrió cuál habría de ser su destino como estudiosa. No sospechaba entonces que la incomodidad y el misterio que los versos de San Juan de la Cruz (*Mi Amado las montañas/ los valles solitarios nemorosos·) le produáan pronto habrían de convertirse en una cantera inagotable que le depararía grandes sorpresas y que le permitiría, de una vez, conjugar una fascinadón infantil con un empeño profesional que se prolonga hasta nu~stros días y que ha produddo frutos tan felices, como polémicos en algunos casos. Por eso, la nueva edidón de la Obra Completa de San Juan de la Cruz que hace unos meses publicó López-Baralt en Madrid, bajo el sello editorial de la prestigiosa Alianza, no es sino la consecuencia lógica de un trabajo sostenido que se ha desarrollado todos estos años y que se inició justamente en aquellos días de Harvard, pasando luego por el año de 1985 cuando publicó, bajo los auspicios del Colegio de México y de la Universidad de Puerto Rico, su primer libro, hoy ya clásico, San Juan de la Cruz y el Islam. Según Luce López-Baralt, la razón para la publicación de esta nueva edición de las obras completas de San Juan de la Cruz fue la conmemoradón, el año pasado, del cuatrocientos aniversario de la muerte del santo carmelita: *Existían bastantes ediciones de la obra de San Juan#, dice, *pero Alianza Editorial, a través de mi recordado amigo Ricardo Gullón, me pidió que prepara otra edición para publicarse en el año del cuarto centenario. Acepté el encargo con muchísimo interés ya que era una oportunidad de que mis estudios anteriores sobre San Juan de la Cruz tomaran un curso distinto. Inmediatamente invité a colaborar conmigo al padre Eulogio Pacho, uno de los editores más famosos de la obra de San Juan. El aceptó con alegría y juntos emprendimos la laboren diferentes encuentros en Salamanca y en Madrid. Después de dos años de trabajo pudimos completar esta edición.• El volumen consta de un extenso prólogo escrito porLópez-Baraltdondeponeenperspectivaelcont~xto
histórico y cultural en el que se gesta el arte san¡uanístico. Desde luego, la influenda islámica tanto t:n teoría mística de San Juan como en su manera de hacer poesía aparece allí claramente consignada e ilustrada. También, el prólogo contiene una biografía del poeta enriquecida con los últimos descubrimientos he~os en el presente. Allí precisamente Lópe~-Bar~trectifica algunas afirmaciones hechas en su pnmer libro sobre San Juan. El tercer libro de Luce López-Baralt sobre San Juan
de la Cruz ya está escrito, esperando ver la luz próximamente: •Este nuevo libro me hace mucha ilusión y sólo lo pude haber escrito en esta etapa de mi vida*, aclara Luce López-Baralt, al tiempo que añade que ya en él no se trata de estudiar las fuentes de inspiración de la obra del poeta, sino de hacer un gran comentario de sus textos. *Es un libro más introspectivo, donde llevo a cabo una reflexión sobre los tres grandes poemas del santo: El Cántico, La Noche y La Uama.•
Hija de Miguel Asín En esta labor de *inveteradas araberías•, como alguna vez ha calificado Luce López-Baralt sus investigaciones sobre las influencias del islam en la cultura de la Península, esta estudiosa forma escuela crítica con don Miguel Asín Palados, el más grande de los arabistas españoles y el inidador de los estudios comparados de la literatura española y la musulmana. *Cuando comencé a trabajar con San Juan de la Cruz lo asocié con paralelos en el misticismo musulmán pero por mi propia cuentan, explica Luce. *Pero luego me entero de que existía el trabajo de Miguel Asín Palacios que había comenzado a investigar estos paralelos muchísimo antes que yo de manera que mi trabajo, inevitablemente, tenía que partir del que ya había hecho don Miguel Asín. Así, mis primeros artículos y libros, que implican la asociación de la literatura española con la musulmana, siguen los pasos comenzados por don Miguel. Yo diría que son un prolongado diálogo con él hasta el punto de que cuando estaba editando el libro póstumo de Asín Sadilies y alumbrados, había momentos de tal in: tensidad de trabajo que me tenía que preguntar dónde empezaba el pensamiento de él y dónde empezaba el mío. Me pasa que con Asín siento una simbiosis tremenda, lo cual no quiere decir que esa drcunstancia me.ciega en mi tr~bajo puesto que en ese diálogo he terudo que corregJr muchas cosas de Asín y en otras 9QI.?iones he tenido que darle la razón. Pero todo lo he h~cho ~on una ale~a e~traordinaria. De modo que mts pnmeras contnbuaones al sanjuanismo están inevitablemente ligadas al nombre de Miguel Asín.• Es, pues, Miguel Asín Palados uno de los maestros más qu~ridos y recordados de Luce López-Baralt pero no ha sido el único. Cualquiera que lea sus libro~ de crítica observará en ellos la misma dedicatoria: * A Raimundo Lida•. La estudiosa asegura que esa dedi-
catoria seguirá figu. rando en sus libros futuros: *Mi vida académica se puede dividir en antes de Raimundo Lida y después de Raímundo Lida. A ese profesor le debo, en lo fundamental, absolutamente todo lo que soy. Si no llego a ser formada por él hubiera sido totalmente imposible hacer la carrera que hice." En efecto, Raimundo Lida, crítico de origen judeoargentino -hermano de la eruditísima María Rosa Lida de Malkiel- hizo carrera como profesor en el Colegio de México y luego en Harvard. Alli contó a Luce LópezBaralt entre sus alumnos más aventajados y a pesar de ser tenúdo por los estudiantes pues *era muy exigente y a veces cínico• con la boricua la experiencia fue muy distinta: *Tuve la suerte de que me tratara con un afecto enorme y nunca le vi el lado irónico. Me enseñó los cursos sobre Cervantes, el Siglo de Oro y sobre todo dirigió mi tesis doctoral y en ese proceso me dio lecciones que nunca podré olvidar". Por esas ironías del destino, Raimundo Lida murió poco antes de que López-Baralt publicara su tesis que él, *con tanto entusiasmo· dirigiera.
El manuscrito erotológico · de un anónimo morisco Durant~ los años en que Luce López-Baralt se dedicó a recopilar documentos para su primer libro San Jua~ de la Cruz.y el Islam encontró, "por pura casualidad" un cunoso manuscrito en la Real Academia de la Historia, en Madrid. Sin esperarlo, tuvo en sus manos la obra un morisco anónimo que había sido expul;;ado a Tunez en 1609. El manuscrito guarda un pareado extraordinario con el famoso Kama Sutra escrito hace dos mil años en la India. Tanto el hallado P?r.Luce como el Kama Sutra hindú describen las distintas fases del encuentro amoroso, reflexionando con detalle sobre la vida sexual del ser humano. El Kam~ Sutra español, como lo ha llamado LópezBaralt soshene que el sexo nos lleva a Dios y que el amor resulta compatible con la oración. Incluso ins· truye al lector con insólitas claves amatorias· en el ~om;nto de inicar el acto sexual recomienda que se diga En el nombre de Dios·. .~te ma~uscrito, que acaba de ser editado por ediaones Slruela, de Madrid, y cuya primera edición se ha agotado ya, reconcilia el amor humano con el amor divino, pues, desde una filosofía oriental, el a~tor se aleja de la pesada herencia cristiana que ~rula ~1 placer con el pecado. En este libro, como en os antenores de Luce López-Baralt, la erudición tampoco se hace esperar. ~r eso, ante tan brillante trayectoria intelectual 1 e a. zárando un ~abajo entrañable y apasionado, pero qut por eso ffilsmo metódico sistemático riguroso yexha ' h . . usrtvo, Y cuyos frutos afortunados se' orientan aaa el futuro alumbrando fulgurantes nuestro pre~nte entendimiento, sólo resta desearle con ánimO smcero·· 1·Luce' Lu ce, ~emttte · lucem tuam 'et ventatem · t uam.• !
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EDITOitiAL UPR Economía al alcance de todos La Editorial de la Universidad de Puerto Rico anuncia que el libro del Dr. Eliezer Curet Cuevas, Introducción a la economía, ya está en el mercado. Este libro, que distribuye la EDUPR, fue concebido por su autor para servir de texto en el curso introductorio de econonúa a ruvel uruversitario. Su propósito primordial es presentar de forma comprensiva la totalidad del campo de conocimiento que la ciencia económica abarca y su relación con el mundo contemporáneo; de esta forma, el Libro sirve particularmente a principiantes. Con este propósito, el autor expone y explica las técnicas de análisis en forma sendlla, al igual que los términos y conceptos teóricos y familiariza al lector con los problemas económicos de la sociedad ayudándolo a comprender el funcionamiento del sistema económico. Contrario a otros textos introductorios de esta disciplina, dirigidos a estudiantes interesados en proseguir estudios en la misma, esta publicación persigue servir a estudiantes y profesionales de otros campos que deseen adquirir conocimientos generales en econonúa, de manera que una persona sin conocimientos previos en esta materia pueda comprenderJos. El Dr. Curet Cuevas, sin limitarse a una teoría de aceptación general, incluye variedad de enfoques que se han d esarrollado con el transcurso del tiempo. Además, muestra los problemas con ejemplos prácticos de Puerto Rico para así lograr un mayor acercamiento a Jos principios básicos de la economía en la isla. Eliezer Cure! Cuevas, actualmente consultor de econonúa, finanzas y gerencia, ha publicado: El desarrollo económico de Puerto Rico: 1940 a 1972 (1976) y Puerto Rico: Development by Integration to the U.S. (1986). Los interesados en adquirir Introducción a la economía pueden comurucarse con las oficinas de ventas de la EDUPR al teléfono 751-8251. ISBN: ()..8477-0004-8; Rústica; 490 p.; $25.00
EDUPR publica P,rimera novela (le Olga Nolla La Editorial de la Uruversidad de Puerto Rico anuncia la publicación de La segunda hija, primera novela de la conocida poeta y narradora puertorriqueña Oiga N o-
lla. Esta obra tiene como punto d e partida la historia de Clara Ríos, personaje que se ve involucrado sentimentalmente con un peón y que luego buscará mejorar su situación económica casando a su segunda hija con un hacendado de edad avanzada y trasladando a la familia a los Estados Urudos. A través de tres generaciones, Clara, su hija_y su nieta, la novela plantea y medita sobre la ~omplE,1dad de la pareja puertorriqueña y enfoca particu~armente en el papel de la mujer dentro de una sooedad de acelerado cambio, pero de tradiciones fuertemente establecidas. El desgaste progresivo de la fi~a del padre, refleja el trastocamiento del mundo paí:riarcal ¡unto con las transformaciones económicas de Jos últimos SO años. La segunda hija presenta la problemática del desda-
samiento relacionándolo directamente con la vida sentimental y amorosa de Jos personajes, y profundiza en las tensiones y resentimientos entre las clases sociales durante el proceso de modernización de un país. Una prosa equilibrada y de gran soltura, una narración novedosamente ilustrativa, complementan esta obra que de seguro apelará a una gama muy amplia de lectores. ISBN: ().847Hll 7f>.X; Encuadernado; 94 p.; $12.95
Nuevauías de distribución para el libro latinoamericano La participación activa de diversas editoriales de América Latina y el Caribe, entre las que figura la Editorial de la Universidad de Puerto Rico, podría fomentar considerablemente la circulación del libro latinoamericano en Puerto Rico y el resto del continente durante el1993. El proyecto, bajo el cual se agrupan unas dieciocho editoriales de diez países del continente, se conoce
como Libros de América del Grupo Latinoamericano de Intercambio Editorial (GLIE). El mismo ha de proveer alternativas de canje o trueque m ediante acuerdos entre sus miembro s que han de redundar en un incremento de sus fo ndos editoriales. Este es el caso d e la Editorial de la Universidad de Puerto Rico, la cual tras su ingreso a Libros d e América el pasado año, ha comenzado a enriqu ecer su fo ndo editorial con publicaciones procedentes de Ecuador, Costa Rica, Guatemala, Argentina, entre otros. A su vez el mercado del libro puertorriqueño se ha vi~to ampliado en estos países latinoamericanos al ser di~ tribuido por importantes editoriales como son: Editorial Piedra Santa, Edito rial Universitaria Centroamerica na -EDUCA-, Editorial DEI y CEJAS. Se espera que este proyecto ayud e a m ejora r el débil funcio na miento de los mercados del Libro en América Latina y el Caribe, ya que con el establecimie~to ~e estos intercambios b ilaterales de Jos fondos ed•tonaJes Jos países participa ntes podrán disponer de un mayor número de publicaciones extranjeras.
La edad de oro en braile El Centro de Estudios Martiano donó a la sala para Personas con Impedimentos Físicos de la Biblioteca José M. Lázaro de la Universidad de Puerto Rico la obra en el s istema braile, de La eda d de oro de José Martí. La colección se divide en cuatro volúmenes. Ricardo Cobián, (derecha) director de la Oficina de Actividades C ulturales del Recinto de Río Piedras,le entregó e l donativo al rector interino del Recinto de Río Piedras, e l doctor Efra ín González Tejera , quien , a su vez, exhortó a otras instituciones a que siguieran los pasos haciendo donativos a la Universidad para facilitar el estudio y el conocimiento de obras de importancia.
Porque la dignidad no s~ suspende
Defendamos juntos nuestro idioma y nuestra escuela pública
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Luchando por nu'estros derechos
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En esta seCCion colabora Maria Mercedes Grau
CENTRO DE CONVENCIONES • CONDADO, PUERTO RICO
ICP publica textos inéditos de Ramos Otero
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Aun cuando sabemos "de buena tinta" que el fe· nacido autor dejó instrucciones específicas sobre la portada y otros detalles de este libro, es lamentable tener que señalar la falta de cuidado y edición con que salió a la luz pública esta colección de cuentos de Ramos Otero. Aquí se recoge el material MANUEL RAMOS OTERO narrativo de dos de sus libros, Concierto de metal para un recuerdo y otras orgfas de soledad y El cuento de la mujerdel mar, más un puñado de textos inéditos, que ante la muerte del autor hace unos dos años se revisten de vital importancia. Pero esta publicación dellnstiMo de Cultura Puertorriqueña, que se presenta con una atractiva portada, carece de introducción crítica e identificación de los relatos publicados de acuerdo a su texto de procedencia. Ni siquiera se indica cuáles son los recogidos en un libro por primera vez.. Es además imperdonable la ausencia de una biografía o al menos una bibliograffa del autor. Por otro lado, los cuentos ·nuevos· aqui recogidos continúan exponiendo los temas del homosexualismo y la soledad, asi como el desarraigo tipico de los personajes de Ramos Otero.
$13500
Memorias de amor en el papel
Incluye todos los seminarios 24 y 25 de febrero 1993.
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COMPARIA
Al leer Memoria de papel nos encontramos con la invención poética de una historia de amor,
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concebida desde un punto de vista femenino, franco y sexual. El propósito de esta historia, que a pesar de ser poética posee un evidente tono narrativo, es fijar esta memoria amorosa y situar a la mujer en "el convite de la igualdad, del erotismo y del amor democrático", como expone la autora en su prólogo. La autora toma su voz poética y la convierte en la voz colectiva de la mujer, directa y pura -no por su castidad- si no por su autenticidad. El primer poema se convierte en un segundo prólogo, al volver sobre la intención de que esta es una historia que quiere ser fijada desde una perspectiva femenina con todas sus implicaciones. "Ouiero grabarte y cincelarte en estas páginas/ tal como eres, como fuiste en abril cuando la lluvia) como serás mañana) y cuando mi amor por ti cambie de formas y de rumbos/sean estos poemas el más fiel testimoniO/ de los cuerpos habitados. • Los poemas aqul expuestos han sido construidos con imágenes sencillas y de una inmediatez abrumadora. La transparencia y corta extensión de algunos nos hace pensar en que pueden convertirse en aforismos del arte amatorio como : 'Tú y yo nos encontramos/ y el rumbo de la historia no lo detiene el viento) Sólo tu voluntady la mía/aplazan la caricia inevitable.• A la misma vez son poemas celebratorios del placer amoroso al comienzo del libro, y evolucionan hacia un sentimiento "más maduro" en los poemas finales, donde se cuenta y reflexiona sobre las separaciones y las ansias por la presencia del amado. Pero son también expresiones de un amor dueño de sí mismo, que procura el regreso a la individualidad en los momentos de la separación; "Si algún dfa me marcho) será para dinamitar los puentes que un día nos unieron/ y abrieron los caminos de la alegrfa y de la desesperanza./Si algún dfa me marcho, te quedará tu orden/ y yo recobraré micorazón entero. • Debemos señalar además que quizás el mayor logro de Vázquez Arce en este primer poemario es la apropiación de esa voz femenina antes mencionada, mediante la cual libera para el lector los sentimientos intimos de la mujer, largamente encerrados por pudores impuestos: "Me gusta preparartu cuerpo para mi horno tibio/ donde se cocerá lentamente como un pan de jengibre/ y mientras voy amasándote/ comienzo a salivar con todos los deseos/
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apeteciendo tu CllJjiente corteza./ ¡Cómo me gusta sa/10f9BIlos besos de este niño de pan/ cuando en e1 tuego cAlido, el también me construye¡ y me come!"
orejitas
Con este libro de poemas podríamos decir que
Est05 son sJgunos de/os últJ. mos tftulos internacionales que piJfJden SBr de lnterh para fiU9Stros lllctrxes. Los libros de esta sección son
Vázquez Arce consigue un manifiesto del amor y el deseo femenino.
COifes{a de/as librflrias y tiendas de música Saravá en el V~ejo San Juan y La Tertulia fHI Río Piedras.
Interpretan la cultura taína de acuerdo a las crónicas de Pané
B vudú y el amor en la narrativa de Depestre
(StfwliiÍII Robiow ~. E~~CWJotro""" la "'itologfa ta(11.,
EdiloriiJ Punlo y "'""'• 82 pp. 1992).
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Esta nueva interpretación de los escritos del primer cronista de Améri~. Fray Ramón Pané, (Relación acerca de las ant1guedades de los indios, 1498), consigue hacer el texto asequible para la mayoría de los puertorriqueños. Hasta ahora el profundo estudio del profesor José Juan Arrom, Fray Ramón Pané: Relación acerca de las Antiguedades de los Indios, de 1974, provisto de anotaciones críticas y aclaraciones de las interpretaciones de Pané, era el más reconocido, y ampliamente utilizado como texto para discusión universitaria en clases de antropología y literatura hispanoamericana. Pero el estudio de Robiou, que utiliza como base el de Arrom, logra conformar las creencias taínas en una mitología que divide en cuatro ciclos. Así reorganiza e interpreta ias crónicas del fraile y provee una nueva visión cosmogónica de los antepasados aruacos. El primer ciclo es el de Yaya o ser supremo primero, "origen de toda la creación". En este ciclo se crean el mar y los peces, luego de un diluvio causado por el derramamiento de las aguas contenidas en una calabaza. Aquí nacen también cuatro demiurgos gemelos, encabezados por Deminán Caracaracol, que servirán de agentes que adelantan la consecución del fuego y jugarán papeles activos en otras gestas mitológicas. El segundo ciclo tiene que ver con las deidades que controlaban el día y la noche, así como el buen y el mal tiempo. En este segundo ciclo también se conformanios reinos de lo mineral, vegetal y animal. Además, se produce el abandono del paraísc de los ancestros taínos (una cueva de la que sólo podían salir en la noche) cuando un hombre llamado Guahayona pide a las mujer~ que ~bandonen a sus maridos e hijos. Los taínos srn mu¡eres salen de la cueva para capturar unos seres asexuados a los que el pájaro lnrirf (pájaro carpintero)_ les COflstruye el sexo. Esta nueva creación de la mu¡er, segun el autor, culmina el segundo ciclo. . . El tercer ciclo tiene que ver con 1~ vra¡es de lo~ aruacos, que lograban navegar graetas al ~~OCI miento de la posición de los astros. Relata los Vla¡~ Y el regreso triunfante del héroe Guahayona ~mo • el primer nauta y unificador de lo cercano y lo le¡ano . El cuarto ciclo es el del desarrollo cultural Y expansión del dominio taíno u aruaco en las Antillas, asl como del desarrollo de la agricultura, la cerámica Ylas ceremonias de recreación mítico religiosas, los arertos. Este ciclo se cierra con la predicción de la llegada de los españoles por el cacique Cáichu. El texto se complementa con. una_interesante diagramación de los primeros tres etclos, liustrada_con dibujos de la hija del autor, in~pirada e~ los motivos taínos, un útil glosario de térmrnos y derdades, Y una bibliograffa.
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(Rmi Dtpeshr, HtUlrúttUUJI to4os "'is -.i0f,AI=, 20.l pp. l 990.)
Esta novela del poeta haitiano René Depestre, publicada originalmente por la prestigiosa editorial francesa Gallimard en 1988, obtuvotambién en .---..,...,..,....,,..,.-.,------, Francia el premio RenHadriana audot ese mismo año. en todos mis sue11os Es una novela situada en la ciudad nativa del autor, Jacmel, puerto del norte de Haití, y temporalmente recrea los años cercanosa1938. El Haití que se reproduce en este texto es uno mucho más próspero que el presente, pero reco- ,__,.~,.. ge una constante de esta nación, la predominancia del vudú sobre las otras religiones. La protagonista, una joven católica francesa es "bajada a donde los muertos• el mismo día de su boda y ante el altar. De ah i el narrador, al p rincipio un adolescente haitiano enamorado platónicamente de la zombie, comienza la búsqueda de la amada.
Bergman publica la biografía de sus imágenes (/ngwurr ~JifiA~<$, T~l• Edil,.., Jn ,.,.,1992)
Estas memorias del cineasta y director teatral Jngmar Bergman van más allá de lo biográfico. Son la historia de las imágenes y condiciones sicológicas que volcaron sobre el genio sueco la mayorla de las situaciones reproducidas en sus peliculas. Bergman traza aqul su complejo mundo de creador, dándonos una oportunidad preciosa para introducimos en sus procesos mentales. Las memorias
aparecen a pedacitos, algunas tornadas de anotaciones pasadas, según el caso de la película sobre cuyo proceso y estado creativo vaya pasando, y otras obedecen a reftexiones de su presente. El texto va acornpaJiado de abundantes fotograffas del autor asl corno de cortes de escenas cinematográficas y teatrales.
Publican ponencias de congreso mundial de feminismo y teoría del discurso (Giu/ÜJO>l=i, <dilor•.Fmti"islfiDy 14 UoriA MIlliSCIIts0, Ediciono Oi~drG,l67 pp. 1990.)
Los textos aqul recogidos son una muestra de las diferentes vertientes en las que se puede d iscutir la teorla feminista. Las ocho ponencias perta- . - - - - - - - - - , nacen al simposio de FEMINI SMO Feminismo y teoría del Y 'fEORÍA discurso en Valencia en DEL DISCURSO 1990. Aunque hace tres G•""" ""'"'~ "' años de este suceso lo discutido aqul tiene igual vigencia gracias a lamodernidad del pensamiento de las autoras, resumido en las últimas oraciones del prólogo de la editora: "reflexionar sobre el feminismo hoy... deberla significar una reflexión sobre el mundo, entendidos ambos -mundo y feminismo- como un devenir histórico y continuo; no un discurso unitario contra la teorl a del poder, srno una articulación de múltiples discursos acerca del poder y para el poder, desde el momento en que no existe un fuera de él, como no hay un fuera de la ideologla ni ningún lugar originario para la inocencia. •
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ACTIVIDADES EN FEBRERO
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19-21
Retiro espiritual para damas y caballeros solteros, viudos y divorciados. Mayores de 21 años. Método San Ignacio (compartido)
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Taller para novios para parejas mayores de 18 años. Se tratarán temas relacionados con la preparación del matrimonio.
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Talleres de formación para matrimonios que han pasado por Diálogo Matrimonial: febrero 23 (miércoles) . Dirección: Local HIJAS CATOLICAS DE AMERICA Calle 3 al final Urb. San Alfonso, Caguas. Hora: 7:30 p.m. Las personas Interesadas en nuestras actividades pueden hacer su reservación llamando a nuestros teléfonos: 735-8016, 735-8017 Fax 735-2421 En el área metropolitana al798-7261 Su solicitud la puede enviar a: CASA MANRESA APARTADO 1319, AIBONITO, PUERTO RICO 00705 P. Aurelio Adán, Director
La Familia Unida en el Amor Hace a Puerto Rico Mejor
• Centro Sor lsolina celebra
congreso
. Los Centros Sor lsolina Ferré llevarán a cabo su pnmer congreso internacional el próximo 2 3 y 4 de marzo en la Universidad del Sagrado coraz'ón y en la Playa de Ponce. Se .indicó que el gobernador Pedro Aosselló participará, ¡unto con el secretario de Estado Baltasar Cerrada, de esta actividad. El tema d-.1 con: weso será "Autogestión comunal y desarrollo de la ¡uven.tud. a través de intercesores: una experiencia repetible . El propós1to del Congreso es examinar el sur~1m1ento y los métodos por los cuales el Centro Sor lsollna ha logrado conseguir el desarrollo de jóvenes a plenitud. Entre las personas que participarán del Congreso están el doctor Jerome Miller, PadreJoseph Fitzpatrick Yel doctor John Martin, estos últimos cofundadores del Centro Sor lsolina Ferré de la Playa de Ponce. lnfor~ación adicional puede obtenerse a través de la Oficma de Desarrollo de los Centros Sor lsolina Ferré apartado 213, PlayaStation, Ponce, Puerto Rico 00734: Teléfono: 842-0000.
• Disertarán sobre situación de Haití en Recinto de Río Piedras El Programa de Conferencias del Decanato de Estudios Graduados e Investigación del Recinto de Rfo Piedras y la Fundación Puertorriqueña para las Humanidades auspiciarán la visita de dos distinguidos intelectuales haitianos que disertarán sobre la situación política de Haitf. Suzy Castor, una de las historiadoras y sociólogas más destacadas del Caribe, y Gérard Pierre-Char1es, uno de los intelectuales haitianos más reconocidos internacionalmente, vendrán al pafs para dictar dos conferencias en tomo al tema: El proceso haitiano y su contexto regional e Internacional. Las mismas se ofrecerán el miércoles 3 de marzo a las 10:00AM en el salón 108 del edificio Carmen Rivera de Alvarado y el jueves 4 a la 1:00 PM en la Sala A del Departamento de Historia.
• Boricua exhibe fotografías en Colombia Néstor Millán participó de la muestra fotográfica "Cambio de Foco" en Bogotá, Colombia, con unas veinte obras de carácter experimental realizadas entre 1987 al1991. La exhibición estuvo organizada por los curadores internacionales Gerardo Mosquera de Cuba,
Benitez es el Dealer #1 en ventas de Pontiac en Puerto Rico. ¡No hay nadie mejor!
Carolina Ponce de León, de Colombia, y Rache! Weiss de Estados Unidos. Millán se desempeña como profesor de artes pláticas en el Departamento de Bellas Artes de la Universidad de Puerto Rico, y sus obras fueron representadas junto a las de Graciela lturbide Néi:tor Mlllin (México), Leandro Katz (Argentina) y Mario Cravo Neto (Brasi!), entre otros. La exposición de carácter itinerante visitará durante el próximo año y medio otras instituciones museísticas como el Museo Alejandro Otero en Caracas, Venezuela, el Museo de Arte Moderno en la República Dominicana, el Center for the Arts en la ciudad de San Francisco, California yel SpencerMuseum en la"oNTence, Kansas.
• use cambia la fecha de sorteo La Universidad del Sagrado Corazón pospuso hasta el próximo 19de marzo de 1993 el sorteo del automóvil Honda Civil CX, el cual estaba programado para efectuarse el pasado 12 de febrero. Las libretas participantes deben ser entregadas a más tardar el 15 de marzo en la oficina del Decanato de Desarrollo de este centro docente. Daniel Rodríguez León, encargado del sortero, indicó que el dinero que se recaude de esta actividad pasará a incrementar el Fondo de Becas de la institución. Información adicional puede obtenerse al llamar al727-7120.
• A ejercitarse en la Semana de la Mujer
La Comisión para los Asuntos de la Mujer, Oficina del Gobernado, presentará durante la semana del 7 al 12 de marzo una serie de actividades bajo el lema 20 años de lucha por las mujeres. Las mismas se realizarán en conmemoración de la Semana de la Mujer y del vigésimo aniversario de la agencia. Uno de Jos eventos principales será Corre, camina y trota en el que se espera contar con una nutrida participación de mujeres y niñas. Esta actividad recreo-deportiva consta de ejercicios seguros para diferentes edades y condiciones físicas. Habrá además una categoría para participantes en silla de ruedas. La misma se llevará a cabo el domingo 7 de marzo a las 5:00 PM en la isleta del Viejo San Juan. La inscripción para participar comenzará ese mismo d ía desde las 11 :00 AM en la Casa Olímpica (antiguo YMCA) en el Viejo San Juan.
• Concurso sólo para los comediantes novatos El primer concurso para comediantes novatos íhe
Winston Stand Up Comedy Tour" se llevará a cabo todos Jos sábados a las 9:00 PM en diferentes puntos de la isla. El conocido artista Luis Raúl, servirá de maestro de ceremonias y animador de Jos espectáculos. "El propósito principal de este concurso es promover la rama artística de la comedia y buscar nuevos exponentes de la misma·, indicó el comunicado de prensa. E120y 27 de febrero habrá presentaciones en Panchita's Pub, en Río Piedras y en La Cabaña, de Aguadllla, respectivamente. Para más información llamar a Pebbles Guadalupe, 933-0749 ó Walter Figueroa, 841-
6601.
• Unión de mujeres puertorriqueñas negras Por primera vez en Puerto R1co se tunda la Unión de Mujeres Puertorriqueñas Negras (UMUPUEN). Su propósito será afirmar y educar a la comunidad sobre las aportaciones de nuestras mujeres negras en el quehacer político, económico, social y cultural del país. UMUPUEN llevará a cabo una conferencia de prensa este miércoles 17 a las 10:00AM en el Mesón David, en la Avenida De Diego en Río Piedras. Los interesados pueden comunicarse con UMUPUEN, lnc. University Station, P.O. Box 22689, San Juan, PR 00931-2689.
• Talleres de literatura infantil en la Universidad católica Talleres interdisciplinarios sobre el arte y literatura infantil, serán ofrecidos el 19 y 20 de febrero en el anfiteatro Monseñor Vicente Murga de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico. Ofrecerá lo~ talleres, Lulú Delacre, joven puertorriqueña, autora t ilustradora de Arroz con leche, Las navidades y la serie del elefante Nathan. Durante estos talleres habrá una exposición y venta de libros a cargo del programa de publicaciones y grabaciones del lnstiMo de Cultura Puertorriqueña. Las instituciones auspiciadoras son, además de la Católica, el Museo de Arte de Ponce, la Casa Paoli, ICP y el Centro puertorriqeuño de documentación e investigación de la literatura infante-juvenil. El número telefónico para obtener más información es el 259-0878.
• Certamen de la talla de la Virgen de Hormigueros El Centro Cultural de Hormigueros, adscrito allnstiMo de Cultura Puertorriqueña convoca a los talladores de santos a participar en el Quinto Certamen de la talla de la Virgen de Monserrate, que se celebrará el 18 de abril de 1993. Las imágenes de la Virgen de la Monserrate deben ser talladas en madera, no deben ser menor de 12 pulgadas ni mayor de 18 pulgadas. Las tallas galardonadas quedarán en posesión del Centro Cultural de Hormigueros. Detalles adicionales pueden obtenerse llamando al849-2515, extensión 216; o, al 849-3270 con Sandra González Vélez.
Vacunación de alto riesgo
NO INClUYE ACCA. TABllllA. REGISTRO SEG URO tl l SEllOS REEt.IBOl SO INClUIDO S UJETO A AP ROBACiotl DE CREOITO
El rector del Recinto de Ciencias Médicas, doctor - Francisco Hemé.ndez Oquendo, inició un entrenamiento a los profesionales de la salud sobre la vacuna Hepatitis B, efectos secundarios, medidas de prevención de contagio y programa de vacunación voluntaria a los trabajadores de la salud. La vacunación va dirigida a aquellos trabajadores en ri~ de co~aer la infección Hepatitis B (HBV). Maryhn Santiago aprovecha la ocasión para vacunar a Emilia Adorno Diaz. [foto por Ana Martl·
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Speakin' non stopin' Por Julia Cristina Ortiz Lugo
quetodavez quelavozNNika*suenaigualenespañol que en inglés, podremos todavía comurúcamos con nuestro perrito que es de la era pre-rosselló. stamos en los cien días del cambio. OficialPrefieroquemihijonos cojapenaasupapá, alperro mente hago rrú ingreso a las filas del P.N.P. y a rrú porque vivimos en el pasado, porque nos GraciasRosselló, graciasBobby Rexach,gracias reímos con pasajes escritos en el dialecto de Ana Lydia Cucusa, pero, sobre todo, gracias Anabelle. Vega o porque coleccionamos periódicos llamados Soy maestra de español, las inspiradoras Dialógicos, Dialog o algo así. Prefiero todo eso a palabras de Anabelle Padílla: "El idíoma verseguir pasando por la interminable tortura: -Mami, ¿Cuál es el aumentativo de: gato (¿gatazo, náculo continúa siendo el español y así debe gatón, gatote o gatotón?), goma (¿gomota o gomón?), ser de momento". *Habría que hacer estudíos antes de establecer programas pilotos de enseñanza pública rueda (¿ruedota o ruedaza?), árbol (¿arbolón o arboloexclusiva en inglés*, me hacen la más feliz te?), carretilla (¿carretillota o carretillón?)???? de las mujeres. Me en-Mami, ésta es la parte que no pude hacer solo: canta siquiera acari- r---:;:?.:~~,;;..~:________....,;¡.;¡;~~1:11;:;;:;::::::-:---o;:~~---------.., Señale los prefijos en las siguientes ciar la idea o la posipalabras: antetemplo, impedancia, bilidaddequeenalequipolencia, impepinable. gún momento, -Mami, ¿se te ocurren algunas palabras compuestas? Tengo estos ejemcuanto antes mejor, ·, el vernáculo en. la5 plos: gana pierde, cariparejo, metemuertos, papanatas. escuelas sea el diffcil. En vano invoco a Maria Va¡No me miren así! quero, a Don Manolo Alvarez. Nadie ¡No soy una aberraviene en mi auxilio. Sólo una forma encontrédesalirdelapuro.Repitoinceción! ¡No soy una anexionista obsesa! santementeel siguiente mantra: *No fui Sólo soy un poco a la escuela. No sé, porque no fui a la egoísta. Hay frases escuela*. lapidarias y personas Por eso no fui a la vigilia, por eso no visionarias. Un glofui a la marcha, por eso me enorgullezco riosocomisionadode de mi compueblana Myriam Ramirez la Gran Nación, a deferrer.Poresonocompartolascaras principios de siglo, largas ni la sensación de impotencia de quiso eliminar el • pamis amigas. Con gusto entregaré mi ditois" que con nombre ploma y como transición formal a mi de español, hablábaingreso al P.N.P. publicaré en Diálogo mi mos los puertorriúltima creación en la ex-lengua: queños. Ese fue un SPEAKIN' NON STOPIN' (Rap)" visionario. Si en 400 años no habíamos dominado el español, ¿qué diferencia haría otro siglo? Está bien que se corrija el error y está bien que todos hablemos el Noriega y Fernando estaban allí inglés. Como maestra de Pero los muchachos dijeron el sí español celebro no Los gringos puertorros dijeron tener que enfren"Oh, Yes" tarme más al desHablemos la lengua de Bush y Or- ~crédito frente a la son Welles cara perpleja de mi hijo de El pueblo no habla, ¡Dios mío no sexto grado: importa! NPeromami, Aquí entre tú y yo nos come¿tú no eres mos la torta. maestra de • Para acompañarse con el español?" *Pregúntale ritmo de "Brega"(de la cana tu padre, a él le gusción Mostro, en el disco de ta más la Engüística Con lo que cuenta este país). que a mí". AcosLe agradezco a mi hijo Raúl Feliciano, tuml:lramos jugar su inteligente asesoría sobre el difícil así a la papa caarte rapero. El título es suyo. E s
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liente con los aumentativos, despectivos y palabras compuestasdelasasignacionesqueimponennuestros colegas en la Escuela Elemental. Gracias a Anabelle puedo ilusionarme con la idea de que mi honor se recompondrá y ya nunca más estaré en evidencia frente a los maestros de mi hijo. Aunque vivo constantemen te estimulada al mejoramiento profesional en esas destrezas verbales, me agrada la idea de que como Raulín es de la generación del Cable no tendrá que preguntarme nada sobre las asignaciones en inglés cuando éste sea el idioma oficial. Es reconfortante saber que pronto en rrú casa sólo mi marido y yo hablaremos español y
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Co-auspician
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