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GRITÓ F O E M A R I O DE ¥ AMGU A FERNAIMD© GOMZALEZ ALEERTY DEDICADO A LA JUVENTUD MTELECTUAL PUERTO RICO
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EDITORIAL LÜS SAM JUAfii DE PUERTO EICO «r> «^-^1*». ■
D I S T E E B U C I ESTIBOLO SECCIOM FRIMEIA - MasaMiffiiSi = Diuiffilisinnio = Cáft®dlira - Vait® = Tismála d® Amoir = Geomméltirk® = Eiftnffii® AsítiralíÉa EspáffáftMffil - P®lkÉa d® TráíFko SECCIOM SEGUMPA H®stos = Il®4ism® = Las MimtfaMas d® Saia Islla d® Calbira - El Camiui®!!® - Pirmteslta - La'.iVUniftiÚt. ,'1 I, ,
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VESTIBULO
En el capitel de mi atalaya auroleada de constelacio nes—^sobre el pavimento enlosado con materia de astros— alerta—guardián de lejanías—soy una antena cósmica atenta al ritmo nuevo de la época— En mis hilos se enredan las voces del siglo—el gri to fuerte de la revolución ideológica—el crujir de los mol-des arcaicos que se transfiguran en ataúdes para sepul tar los ritmos barbudos—el himno extraño de las huestes novadoras que sólo entienden unos pocos—los selectos— Canción de minoría, pero rotunda y sincera, hecha de true no y rebeldía. Este es el grito mozo de mi polimnia subversiva lan zado por la boca del siglo—mi sonido trece en el penta grama de la moderna estética. Mi única pretensión es que muchos puedan interpretar mi grito.
FERiVANDO «OJÍZALEZ ALBERTY
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¡V— ESTAMPA En 1 el cosmos se implanta la dictadura de lo azul— El cielo —turquesa gigantesca montada en el anillo de la tierra puesto en el dedo de dios— El espíritu —prolongación celeste— —mano alargada al infinito mendigando su migaja de azul— Arcoiris —guineo multicoloro— monda sus matices habituales y se endominga de azulosidad— Hoy mis cinco sentidos —viejecitos maniáticos-a tienen la obsesión de lo azul—
MESAIilNA Rastrojo anímico—tu alma— azafate tendido a la unánime repudiación, pleno de monedas de cobre espiritual* Postal raída —tu humanidad— que nadie compra ni recibe gratis— I En el turbio papel de tu vida el lápiz del oprobio va trazando los lados del triángulo fatal —la cárcel, el hospital, la tumba■i
DUALISJIO 4.* De corazón a corazón —escala de ensueño para que trafiquen las palabras los suspiros y los besos—• De célula a célula —rieles de erotismo para que el tren epicurino lleve su cargamento de lujuria— Banquete dualista del amor donde se sirven raciones de Quijote y piltrafas de Sancho—
CATEDIU E-1 catedrático del orto tira su mensaje de oro al pecho negro de los hombres— Las aves—palabras del cielo— se Inmergen en el lago de la atmósfera y salen frescas, barnizadas de luz, dadivosas de canción— Las aulas cósmicas doctrinan al hombre, pero la estatua de piedra continúa Impasible.—
Lleva el sol diluido en su cajita de alquimista del hampaSus pupilas —bolas cargadas de vigilia— se saben de memoria el poema de la madrugada— A veces, en vano tira su súplica a ia aurora y su ruego a la noche— Nadie quiere barnizar de sol sus botas por la pequeña gloria de un nfquelE1 duro lecho del &guán golpea el abdomen vacío que aúlla su apetito e implora la anestesia del sueño— Un día el limpiabotas acuesta su ebriedad de albas en la cama convexa del arroyo, y un auto lo transporta al infinito-
M: EL LIMPIABOTAS
Incrustado en el asfalto sus parroquianos lo encontraron con los brazos izados, en actitud de lustrar los zapatos del aire— I
TATE Hambriento de luceros hundió en el. vientre de la noche la raña azul de su polimnia—■ Y en su mano sonora goteó el manjar de las constelacionesEchó luego a sestear el pensamiento, bien nutrido de cósmicos mensajes, en la hamaca redonda del crepúsculoAllí, soñando su locura en vaivenes de oleajes emotivos, sintió meterse en su cerebro el albaY voló tras el rastro de la pisada rubia ^le la primavera hacia las rhondas cumbres de sí mismo-
TIENDA DE AMOR Me traga la oscura calleja como una boca larga de fantasma—• Rectángulo indeciso de un zaguán —manchón de luz anémica en el carbón unánime de la hora— Ascuas de deseo —guiños implorantes— tientan la bestia lujuriosa— Tienda de amor —letrero que se prende y se apaga en mi conciencia— Entro— El cansancio nocturno busca reposo espir itual— Mesalina derrama su hisopo de caricias y fija precio yanqui a su materia ajada— —Dame un peso de alma, Mesalina— —No se expende ese género—
Sólo hay carne, carne a tres dólares quintalNoche— Sueño— Muequea el ogro de la pesadillaCru'za el cadáver del espíritu del gremio meretricio asesinado de oro y de lujuria—
DUELO COSMICO Proscenio carminoso del horizonte millonario de duelos- I En la conciencia de la tarde aciagos presentimientos prenden cirios lacrimosos— En el teatro de la noche de la ciudad del infinito, baja el telón azabachado— y los bufones cósmicos arrancan carcajadas planetariasSúbito —suicidio de sonrisas— —^clisparos de silencio húmedo de plegaria— Estrellita lejana —símbolo de almita blanca— proyecta su tragedia prematura en el cinema de la eternidad— I Los querubes le ofrendan aplausos de glória y flores de cielo— •t '-W
radian mensajes
tristeza repasan salterios de negros aljófaresLas compasivas
ribeteados
mojado
espacio las nubes —ruionjas vestidas(de elegía—
franjas luminosasf
En el convento del con acento de constelaciones consolativos de
EROTISMO GEOMETRICO En el oleo del crepúsculo, sobre la catalepsia de las nubes, el compás de un ave traza un círculo que la hembra bisecta en fuga erótica— 4 El macho—tren alado— relámpago lujurioso— salva el trayecto diametral a remolque del sexo paralelo— Las acrobacias de la persecución geometrizan la plasticidad celeste y garabatean el papel del aire— Al fin se funden los plumajes y resuelven unidos los teoremas y corolarios de sus vielos— En los sexuales paraninfos canta el amor su axioma eterno- 1
EITMO ASTllAL En los aeroplanos de toIs ojos mi alma asciende a planos ultracósmicos— Allí, de vibraciones estelares llena la cuenca virgen de sus odres— Aprende, cual lección de astronomía, ei poema de color del horizonte— Escucha la canción de las sopranos luminosas de las constelacioHjCs— Y oye el verso, flagrante y encarnado, de los poetas ígneos de los soles— Plena de melodías planetarias retorna el alma al globo, donde < traduce al léxico mundano el ritmo extraño de los orbes—
Y da su oblación órblca —mensaje de habitantes astrales— a la conciencia de los hombres—
AUTOAOJnA ESPIRITUAL Por la pendieate larga del pretérito hacia ti rueda —regresivameate— la bola azul de mi aaoraaza— Por las eacrucijadas del pasado oteará los riacoaes familiares guiada por la brújula latuitiva— Y ea el remate de la ruta añeja se pegará a tu magaetismo ea ruiaas-%«■ Mi alma, eatoaces, radiará el measaje: —desmadeja el cofre esféricoTelepáticameate quitarás la hilacha del recuerdo al glohito simbólico— Y encoatrarás, al ceatro, UB pergamiao rojo —decreto de mi autoaomía espiritual—
En el proscenio sideral dos astros se fugarán en dirección opuesta-
POLICIA DE TRAFICO
Cinemáticamente la tragedia golgótica se desarrolla en el tablado íntimo cuando contemplo al policía de tráfico crucificado que forcejea por desprenderse de la cruz de las calles
—nuevo
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l cenóla , • 4- ' ■ '-J
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La
adormece
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—anestesia
De
GRITO
La indiferencia ambiente volitiva— el deber patrio en la conciencia sobornadaboca de la historia dispara el grito bélico por las calles cuajadas de servilismo hambre— de civismo tremola el pendón rojo del patriotismo auténtico— grito—eco mesiánico— se estira en el ambiente como una mano larga derramando vergiífenza— conciencia a conciencia el grito santo blindado de verdadesregando en el espíritu simiente de auroras—
y
El
—evangelio
trafica
Trajeado
—coeficiente
HOSTOS
El Cordero se hartó de tu infinito y cuando quisiste arrancarle el corazón e incrustarle el de Marte para que hurtara su piltrafa de derecho, perros de presa aullaron a tu locura libertaria y acosándote hasta la costa te echaron del mapa de la patria—
Fué una segunda Navidad cuando tu barro de luceros de gloria— floreció en el pigmeo Puerto Rico, que se soñó goliat olímpico cuando inyectóse tu animismo bélico— Las hermanitas Antillas —colegas de ilotismo— sonaron crótalos ■ de esperanza— El Archipiélago mordió de tu grandeza y se sintió continente, universo— bebió de tu cerebro y se sintió sabio, filósofo—■ soñó de tu corazón y se sintió Quijote, héroe—
(El astro borinqueño rayó de luz la esmeralda del piélago y descargó el bajel de sueños redentores en cielos menos turbios y serviles—) ■ (Hubo derrumbamiento de horizontes en las patriólas perspectivas y en las pupilas del Cordero tembló una gota de azabache—) Cuba royó de tu civismo y tu hermano Martí amoló la espada con la lima rebelde de tu ensueño— Desde el avión de las edades tú y tu padre Bolívar disparan cohetes subversivos que estallan en promesas aurórales— ■•1». I ' .•* -i — . -1-- r-4i • m fii /ÁiíUtl
ILOTISMO Hombre—Pueblo—Raza—Tribu— Gimes—No haces sino gemir— Inyecta subversión a tu manseuumbreRuge— Hazte fiera bajo el yugo Que te impuso Caín— Grillos en la conciencia— Cerrojos en los labios— La materia signada de recios latigazos— Bajo el sol todo ríe autonómicamenteE1 orto prende rn himno libertario en la atmósfera— J Y tú, gime que gime, con el alma anillada de cadenas, con ios brazos cruzados, en cuclillas, sin la aurora de un gesto leonino ante el férreo goliat que te sojuzga-
Ilota; asesina el cordero balldor de tu espíritu paria— Incuba en tu interior la bestia altha que estruja entre sus garras el corazón del déspota— El derecho es dé todos— Reclama— Exige tu mendrugo del pan dorado de la Libertad— 'V 1
LAS ílljiALLÁS DE SAN JUAX Alma hispánica petrificada que, en la noche propicia de la historia, entona una serenata de añoranzas a la pequeña hija espiritual— Abrazo pétreo y amoroso que incita a la lactancia perenne de la savia que alienta a la raigambre ibérica en la reconditez isleña— Himno viejo y barbudo que se remoza en la fuente neptúnea con jabón de sol, y se afeita con la navaja del recuerdo— Reto a la polilla de los siglos que se muerden los labios de hidrofobia ante el coloso inexpugnable—
Poema de perennidad que recita el León Peninsular para atizar la fogata del recuerdo de su progenie ultramarina—
í '■ ISLA DE CABRA Reino de la Elefancia— Horror— Lázaro ha resucitado, pero sigue leproso— el milagro fué mito— La Isla es una llaga purulenta -^el último circulo dantesco— Se fué la humana podredumbre, pero allí está su espectro; —el germen— Tumor ahito de podre en el pecho verde de Neptuno qué lame su costra virui>enta en afán purificador— Isla de las patas del DiabloHuerto de carne podrida— Pesadilla negra y hórrida— Reino de la Elefancia— Horror—
EL CASUELO Eres un hueso del pasado nutriéndote de lodo, sal y fósforo— Reto perenne a'la piqueta de los siglos— Fuiste, eres, serás— Reliquia histórica en el museo neptúneo —garantía de tu Inmortalidad— Cuando te hastías de ser lo que eres finges un bizcocho en sopa de sal— El extranjero te arponea con sus interrogaciones y te pesca en la red de sus miradas— Por la noche, en tus ensueños, te reconstruyes— das un salto regresivo en el hipódromo del tiempo, y te hartas de pretérito —tu gloria— hasta el primer guiño del orto—
PROTESTA El monarca del fundo aprieta el cerco de su feudal omn'potencla— Su Majestad El Dólar prende el carbón de la codicia en la conciencia patronal— El fantasma de Silock alarga la tarea y reduce la lonja liliputiense del salario— En la tribuna de la sangre uncinariática estalla el débil grito de_9protesta— Proletario y potentado —fragmentos de yesca— generan ia chispa divergente— Los bufidos del amo apagan la antorcha protestarla— La semilla huelgaria
gotea en el incendio de la ira burguesa— La altivez patronal hunde el estoque decisivo al miura de la digna rebeldia proletaria— El obrero —arco roído de miseria— sigue abriendo en la tierra la tumba de sus sueños redentores-
Los
El
LABOR
Se pone el disco del trabajo en el fonógrafo del mundo— hombre— átomo laborioso en la fragua terrestre— la fuerza individual, aunada, podría impedir la rotación dei globo— cuerpos brindan con licor de energía por la prosperidad decaíganos y la tragedia de muchos— La factoría de la célula fragua tajadas de progreso sobre el yunque del mundo—
Pero
El infinito del cerebro se constela de ideas que la esponja de la Irrealización absorbe-
El jornalero almático forja multíplices ensueños —alcázares de espuma que se proyectan verticalmente, y al rozar con los astros se evaporizan en la nada—
PLOMO Tic-tac—Tic-tac—Tic-tac— Las dos pe eme en el oro quemante del sol— El plomo se derrite en la caldera inversa del espacio volcándose en ondas transparentesSe aferra a la materia iguai que un perro hidrófobo— La modorra incursiona por los laberintos celulares y presta su cachimba de opio al protoplasma— ■O El bufón Aturdimiento piruetea ante el plomo —Monarca de la hora— Plomo arriba— Plomo abajo— Asfixia gris— Vaho que enerva los sentidos—
La siesta escupe su sudor en las nubes— Tic-tac^—Tic-tac—Tic-tac " Tres horas caen carbonizadas en el remanso de la eternidad Los vapores del véspero abanican la atmósfera— El plomo huye gritando: —Hasta mañana, hasta mañanal
KAIHO
El caracol noctivago ulula el arribo a los puertos de la tierra ílel esquife ebenáceo de la sombra—
Los sacristanes cósmicos encienden los cirios del silencio en el ara oscurosa del empireo— En la república sidérea constelacionesos astros, los selenitas, los marcianos, instalan sus antenas receptoras para apresar el ritmo de los orbes—
El hombre horada el pecho de la esfera cíe saetazos musicales 'Voces anímicas—mensajes de concordia— germen fraterno qne gotea en los surcos fecundos del alma universal— Wágner, Gounod, Mozart, Chopin, Morel, cabalgando en las ondas etéreas derraman en las continentales latitudes el cofre de notas de su espíritu metal quintaesenciado de armonías-—-
El oído del mundo oye la canción del mundoB1 sonido es deidad de fanatismo porqne está en todas partesEs una sombra sonorosa y amplia que se proyecta por la atmósfera para serenatear la psiquis del planeta—
El dictador ortivo, malhumorado de vigilia, tiende su manto lucio sobre el orbe v radia el ucase ineludible ■ para que cese el mágico concierto que provoca el in^pmnio en sus mansiones y estrangula su siesta cotidiana—
y la voz ultrahumana de los muertos ..infoniza la entraña de los vientos y hace que aquéllos resuciten en el reino interior de los oyentes—
-TIP
ametrallan los ritmos nocherniegos con balas luminosas— En las escalas de la esfera el sonido trece se agazapa rumiando sus motivos futuristas-
Las trompetas auríferas del orto signan el infinito con el nuncio del anclaje en los puertos de la tierra de la flamante góndola auroral—
Los ejércitos ígneos de los soles ^
Un cántaro de ritmos arrancados a las fibras anímicas del Arte, que se vuelca en los ámbitos del cosmos cual llovizna melódica de aljófar
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