Impresiones: primeros ensayos literarios (1ra ed.)

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~ IMPRESIONES.

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. PRIMEROS

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E~SHOS

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LITERARIOS

POR

JOSÉ G. TORRES.

PJllMERA EOJCION.

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li pFopósito. Dos !tan sido las únicas y collstantes aspi. racionés de mi ?Jida: estudiar y viaia1'. Para ser útil á mi patria y á la ltumaiidad. Á la realización de ambas ó una sola

de esas aspfracionr.s, dedicaré el prodtwido de mi humildísimo libro.

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¡Dios quiera que el éxito corresponda á mis deseos! EL AIJTOB.


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A .. B0RÍNQUEN . . ~.. , ~ .~~. !s propiedad del aulor.

¡PatrJA quertdaf Tú, que recibiste el primer euaplto de m i pecho, la primer. eonriaa de mis labios y el primer llanto de mJ s

ojos, recibe

tamblón

los

primeros cantos de mi lh'a,

dedica

f.u mnantísimo 9ijo .

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Imprenta y Librería

11

E l Agulla," San Germán, P . R. Plaza principal,

que te


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DOS

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PALABRAS.

11

onos los cantos del poeta, ya nazcan en medio de la alegria ó del dolor, del en_ tusiasmo ó de la desesperación, &, deben su origen á impresiones más ó ménos fuertes, más ó ménos agradables. He aquí el porqué del título con que encabezo esta pobre colección de poesias. Y como las impresione~ no tienen época ni carácter fijo, de aquí el que en m1 libro vayan mezcladas con las diversas feclias, las sonrisas, los ayes, las qnejas, los delirios y las meditaciones. '

La poesía, fiel expresión dd nuestros sentimientos, no hace sino copiarlos con mayor ó menor fi;leli-


..

VIII.

dad; no siendo p11es extraño que el poela ataque en ciei·tos casos lo que anles haya <lefen<lido, ó ''ice-ver_s;1, según las i nip1 esiones IJ;¡jo que . e halle su i1nimo. E ~1a es la causa de qnc en l'-'S prorlucciones de la mayoría de los poetas, se note la falla de carácter propio. Mis poesías 110 lo tienen; suellas y tirarlas en desórden, parece n revelar el eslado de 11na mente juvenil, cuyos pcn sa1~ienlos se confunden alrnpella(lamenle .

A1 ofrecer hoy al público esta humilde colección de mis PllUrnRo s E.'!SAYOS LITERARIOS, no abrigo la pretensión de conqui ·1ar glorias que no merezco. Soy PI primero en reconocer mi insufici encia, y siento qu e mi pot:a in ·piracion y Ja escazés de 111is conocimienlos, no me permil<111 ofrecer estas produ ccion es, no ya w mo mod elos, sino t:omo simpl es medianías.

FANTASIAS . Al Mar.-ldeales.-Temorea y deseos. Contemplación .-Contemplación.-Eu el décimo aniwraarlo de abolición de la esclavitud en Puerto-Rlco.-La dicha ca Uuaión.-Pntria. ·

J. G. T.

Diciembre de 188;J.

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1~


POEB!A QUE DEDICO

A

111 DIBTllfGUIDO AJllGO

:MODESTO CORDERO.

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1¡!' ,,

que te admire, inmenso abismo Formado por .el l1íquido elemento; Que.surgiste, impulsada por Dios mismo, Cual bello cataclismo Que á nuestro globo estremeció violento. É.TAME

J (PDéjame que conlemple grandeza eY, exlasiada ó febril, mi fanlasía Te ad11áre en lu (antástica belleza, tu

Y en tu sin par fiereza Do el pensamiento humano se alrofia.


ESSAYOS LITERARIOS.

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1

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Déjame, sí, pulsar la lira ruda Para cantarte en mi entusiasmo loco; Que de mi mente la inacción sacuda, Y en raudo vuelo acuda La mspiración que rn mi delirio invoco.

Cuando con luz fosforescente brillas, Y con rugido atronad~r y fie~o · Haces sallár, cual frágiles asl1llas, Las atrevidas quillas · Que Le cruzan con ímpetu altanero;

¿Cómo pintar de tu cristal sereno La plácida expresión, la dulce calma? Ni ¿cómo_, de arr9gancia y vigor lleno Descender á tu seno Y vedo con los ojos de mi alma?

Cuando, al lucir el alba en el oriente, Ofreciendo á la tierra sus fulgores, Tus olas, en -su plácida corriente. Arrastran suavemente Mil peq~eños esquifes voladores;

¿Cómo pudiera la impotente pluma Describir, de tu espléndido oleaje Lu bella confusión, la blanca espuma, Ni de Lu espesa bruma El ceniciento y virginal ropaje?

y cuando el claro y trasparente espejo De tu!. corrientes límpidas, retrata · De la hermosa Selenia el fiel reflejo, Cual perdido bosquejo. Er.tre tus ondas de zafir y plata.

Mas ... déjame cantar. Deja que o.sado Vuele hacia tí mi loco pensamiento; Que se abisme ~n tu piélago salado, Y observe entusiasmado De tu grandeza el mágico portento.

Todo es e11 tí grandeza y poesía, Ya le muestres airado, ya sereno; Ya brilles· ala luz del claro día, O ya la fantasía Te admire en las riquezas de tu seno.

Yo admiro tu poder, cuando iracundo Tus olas quiebras con fut·or insano, Y surgen, de tu seno en lo profundo Como queriendo al mundo ' Someterá su imperio soberano;

Semejante al esp[ritu i~visible, Tienes tormentas cual las tiene el alma; Y te muestr!ls callado, bonancible, Cual muéstrase apacible El corazón . cuando reposa en calma.

1 11 ft

JOSÉ G. 'fOl\RES.

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El'iSAYOS LITERARJOS.

Así como se agitau las ideas En Ja estrecha mansión del pensamiento, Se estremecen tus olas gigantéas; Y nuevas olas creas Que bullen en continuo .movimiento. Y tal como en humanos corazones Anidan l<is crueldades y noblezas Y júntanse al amor ruines pasiones_ Confúndense á porcion6s En tu seno, maldades y riquezas. ¿Quién nb siente agitarse su pupila Al \'er ¡oh mar! en plácida bonanza, La aljofarada perla que vacila, Y la nave que oscila Al sentir de los vientos Ja pujanza?

JO!<F: G:

romn:s.

Ento1,1ces, sí, mi mente, á otras. regiones ne más luz, ascendiera en su en~~s1asmo; Rompiera el pensa1_niento sus pr1s1ones, Y fueran mis canciones Eco de asombro, de los mundos pasmo! Mas ... mientras tn grandeza qu_e me admira No basten a pintar mis pem;~m1e~tos, Y el sublime delirio qut! me rnspara Jamás puéda m~ lira Expresarlo en dulcisonos acentos,. He. de callar, pues que callar me ordena La ley inexorabte de mi s~erle . . Sigue tu curso toh marr sigue serena, Cautiva entre la arena, F1·ágil prisión de tu elemento fuerte! f88'!.

¿Y quién, al contemplar tu aspecto-fiero Y sentir vacilar la estrecha quilla, No tiembla y lanza un aye lastimero Y su arrojo altanero ' Ante tu furia sin igual humilla? ¡Oh, cCJloso, del orbe soberano! ¡Quién pudiera lener Jira de plata Y cantarte con eci:> sobrehumano, . Como r.antó el Cubano Del .Nit\gara Ja ingente catarata!


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~beales.

(~mN

soñador de ardienle fantasía, ~Que de la excelsa gloria lo.s umbrales , Pensó e¡;calar en rn ilusión un dia, Q \\Así pintó sus bellos ideales:

1

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6

«Cual surca el aire, despatriada, errante, De confín en confín, blanca paloma, ( Volar quisiera en alas del gigante Que audaz y fuerte las bol'rascas domn Y que, al posar su planta dominante, Con que á la tierra y á la mar desploma, P1tsa veloz, y anuncia em·anecido La gloria del progreso en ilU silbido. De la patria de Dante y el de Urbino Quisiera contemplar el claro cielo; Y siguiendo anhelante mi camino, De Byron visita1· el ·patrio suelo; , Arribar á las playas, do el destino Con justa gloria coronó el desvelo De dos varones (1) que á su patria honraron E iod~pendiente y libre la dejaron. (1)

Washington y Lincolu.

..................

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JOSE G. TORRM. .... _.........._... ....__ . . . . .... . ............. .... .......

__

Ver la i'ica nación, donde se asienta La g1·an palanca qu~ á lo~ orb~s mueve; Do, glorioso, decrép1t~, au~ alienta El grnn genio (1) del siglo diez y nueve. y luego, á la nació? guc en mard1a leuta, Triste y débil, los t.tnnnos conmueve, All í do brilla el castell_ano escudo, Ir á rendir humilde m1 saluJo . . y en esos centros, do plantó Minerva Orgullosa. sus reales, :i sus dones Ap'olo prodiD"ó· donde se obserra El proO'reso tri un f;ante y sus pe ndone~"'· Donde ~jarniiF. la \'Olu111ad se cnc!·~a . y el ·)eosamieuto rompe sus pns1on~s, Aspii·~r _esa ~t~óslera ir~pre~na~a De la dicha ideal pot· m1 sJnada. t)

'

y del :frbol benéfico y focundo diversos ramales dividido, Cuyas rama~ se extienden po'.·· él mundo Brindándonos :;u fruto apetecido, Libar el cnsto aroma sin segu.ndo, Nutrirme con su jugo ~cnd~?rdo, y preslar, co11 tan .plácido a_1;111e11to, Alas á la razón y al pensamiento. f~ 1 r

(1)

Viclor H11g6.

....

...


F.X~A\'0$

JOSÉ G. TúR~.

j.JT.ERi\RIO •

Conte~to regresar al patrio suelo . y aspirar en sus canlpos grHto efluvio;

Saludar y rcutlir justo homenaje A los héroes de amor y excr.lsa gloria, Que al emprender rn postl'imero viaje Nos supie1·on legnr grata memoria; A es¡¡s aves de uílido plumaje ,, , Que mancharse no osaron con la escória Del vicio y corrupción, y al almo ciclo Pudieron limpias r.emontar el vuelo.

Buscar en él amor dulée consuelo Disfruta.ndo de plá1·ido connubio; · y con glorias, amores y place1·es, Vivir feliz entre queridos rnres.

Co·1trmpl~r los midficos po11lenlos Que gc11ios inmorlales nos leg~·on, Y los dig11os y hermosos monumentoo; Que al arte, ci11ncia y la virtud Sél alzaron. Adivinar Jos altos pen-;amien~os Que del saber Jos mártil'es crearon, Y en sus obras de estudio y experiencia Rhgistmr fos rnisl erios de la cienci".

J

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Y en alas de mi ardiente fanra~ía Volar á las olímpicas regiones, Donde impresas están, dia tras dia, De mi mente fehril la.:; ambiciones; Escalar de Helicón la cumb1r, fria, En Castalia apagar mis desazones, Y después descender, nunca rendido, Ebrio de gozo y de placer henchido.

Y realizado ya mi ardiente anhelo, At,rás de,jando al Etna y al Vesubio,

¡

Y al de.?punlnr la pudibuníla aurora Y extender por el. orbe sus fulgores, Del si11sbJ'Jtc' escuchar la voz canora Y aspirar el'' ª orna' de las florrs; · Iuspirarrr1e ' 'é'rl ' la n1úsica sono1'éf De los dulces alados trovadores, Y en tal contemplación absorto y mudo, Brindar ú Apolo el prístino saludo.

Más Juego. reorea1:me e.1 las delicias Que de dos almas brinda enluc.c yuro; Ver de los pequeñuel'os la<; caricias Tales ·~orno en mi mente las figuro; Al ol\'ido Jeaar horas ficticias · " p<tsagern é 1_11~t"guro, . De un placer Y de los hijos y la madre al beso, Embriagarme con plácido embéleso. Y ~n torno de una sala recogida, A la luz de una l:\rnpara c_:>lga?a, En gn1ta uniórl, alegre• y d1vert1da

Pa!mr la ·coi'la, nocturnal velada;

19


' E1'SAVOS LITEflAlllOS ""'"'"'"'"'"' ""'- -

La madre, en la kcLura entrcteoida, La niña, con la música extasiada, El i1iño, consngrado á la pintum, Y el padre, embebecido ea su ventura.

......-~------ ..

A mi patria diré:-Te lego un

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.t.OSÉ "G. TOIUlKS.

nomb~e.­

y en brazos de los seres que ·más quiero,

Contento exclamaré:--Tranquilo mucro.188~.

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Y al renacer el alba nuevamente Eu medio de perfumes y armonías; Al aspirar el perfumado ambiente Y oír del ruiseñor las rnelodfas; Inspirado huscar acá en mi m<~nte FI estro vigoroso de otro!:) días; En forma real trocar mis concepciones Y fiel copiár mi:; gratas impresiones. Y cunado ya Saturno en su carrera S,S!ñalc de este mundo mi partida; Cunndo ya se dir ponga Atropos fiera · Para co1t~1r el hilo de mi vida; Cuando Ja muerte su guadaiia artera Pose sobre mi sien uncanecida, Feliz y alegre abandoriar el mundo. De amor con un suspiro moribundo. Pues realizados ya mis ideales, El destino al cumplir de todo el hombre, En medio de los míseros mortales Mi vida acabara, mas nó el renombre; Y de llanto al verter puros raudales,


,

.

.

Jo~..: G. "f0Hll1'S

j emoues y beseos. Á MI PATRIA.

~o le t.er~o á la

ti

1

muerte. Aud¡tz cruz<lra,

.~l' Co'l ~m~o sereno y resignado,

(J ¡ El transito fat:ll que me separa (Í~\ De e~ta mansión <ll nuis allá ignorado.

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Temo,, s¡, ,que ni un ~co ge_mebundo . Señale en ol tuturo Lu cx1stcncia, Quedando oculta en un rincón del mundo, Como el cri~~n se oculta eo .la conciencia;

No terno que _iovenriMfiv una barrera Me _detenga en m1Lad de camino 41 ~urnphr coi~ la l~y tirana y fiera, ' Ultima etapa Ge rn1 cruel destino.

Que, al r:r1r7J'Cltar á la luz, densa neblina Te oeulLe del 1pl·ogreso a la rniradrt , Y quedes como perla cristalina Que en el fondo dd ma1· yace ignorada;

Ni 111e_pe~~ olvidar en mi partida Esa vaga 1lus100 que el hombre siente Cuando se halla en la aurora de la vida Con un mundo de sueños en Ja me 11 te.

Y que, al correr en pós del rico lema De "arn•H' y libertad, pitz y progreso", Contra Lí .se fulmine un anatema Qu2 Le condene· á infame retroceso .

. .Ni siento que en el mar de las pasiones 110 se abra paso, Nr qu_e ardientes y gralas ambiciones Conmigo se sepulten en un ocaso.

· t;i t1fdesLino es ~al ¡oh patria mia! Si has de quedar cual áL01110 perdido; Si !;iempre Le ha de ver mi fantasía Oculta entre las sorr.brns del olvido;

. Mas"tem?, s!,, morir, sin ver lograda M1 bella asp1_rac10n, mi afán con~tante O!re es, pall'la, el de.mit-artP. colocada Rica Y feliz, en pedP.slal brillante. '

Dure eatónces mi láoguida existc11cia Cuanto d1.4ren, Borínq!l~, ~us rigores; Y al laruentar d1:l baqQ la inclemencia, MP.zclese mi dQl.$1· eon tus dolores.

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~

Terno q11e,. al acabar mi triste ,·ida, e mire dmulando bácia: 11n ~bismo, Oyéndote gemí: aún oprimida Bajo el yugo del Lorpp oscul'anLi .. mo.

mi

4

M! JÓven co~·azón


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ENSAYOS LITERARios.

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MJSB G. TOftftEs.

Que es .tal,, pat~ia, mi ~nhelo ilor tu gloria, Si es, patiia, tu desrioo ir odetante Que s~.r fehz s111 t1, no lo 1magioo; Marchando de la htz á la conquista; Yo qmero unir mi historia con tu historia Si no has de caminar ciega y erran.te Y. juntar mi destino á tu destino. Por _el espacio azul, cual pobre arista; No puedo en tu desgracia ser dicaoso' Si al puesto has de llegar-q. han alcaniadC\ En Lí eif1·? mi ·amol' y mi esperaFtza; ' Las sabias y perínclitas naciones; Tu ere& @tgante soJ esplendoroso, . Si has de sec tao feliz cual te t.e soñado Y yo planeta al qne tu lumbre ah>.ooza. En medio de mis locas ilusiones; Y al. absm:ve1: tu lm; vivifiOfl!Jf.erYo quiero que se mezclen los acentos Tus dest1~os s1gurendo roy doqhfom: Que pregonen tus glorias y ventura, Y como vive eu tí mi vida amante -· Con el puro raudal de sentimientos Si moeres t6, fo-r'lOso es que yo m'uP.ra. ue me inspiran tu dicha y hermosura. Mas ... no por mí, fn, temo at honf1o abismo ¡Oh! Logre yo cambiada ver tu suerl~ Ert que puedas ha fiar segura rnuerte·~ • Por otra más feliz, y ya en buen hora Que no es. d e p~c~o ~oble e~ P.goismo: A tronchar mi existir·venga Ja wuerte Yo no quiero ''1v1r si he de perderte .. Con su fria .guadaña destructora. Al comparar mi estado con ta estado ' Porque, ·si tras la tumba y tras el cido Y. a~ v~r que, como yo, no eres rlichosa, Otra vida he de hallar, diré orgulloso S1 lagnmas de dueto he derramado Que señaló mi muerte en est.e suelo \ Fueron por tí, mi Borinquén hcrmo~a. El suce'3o más grande )' más glorioso.· Pero siempre algun 11esto de esperanza Y en el sepulcro que mis restos guarde Cons.?rvo entre las sombras de mi mente Me sentiré fclíz con tu victoria; Y miro dibujarse en lontananza ' Y el puro y santo amor que en .mi alma artie Un porvenir dor1'do- y sonrirnte. Conducirá mi r.3pírilu á la gloria.


!6

ESSAVOS LITER.t.RJOS.

-----~---------------------- ................. ~

Y allí~ don?e el Supremo Juez anida, Nunca, m1 Bonnquén, he de olvidarte· Y te he de alzar un ara bendecida ' En el trono de Dios, para adorarte.

j ontemp ladón. EN'UNA MAÑANA DE PRIMAVERA.

t883.

DEDICAD&

i

mi pvcbiledo amigo ~· m,anutl iotís. rab?::~·:~e r.::?a~ie !1:! ~~~

po1lclon cuando te la lei, y me dijiste que yo no debla culttnr en literatura otro genero que el do11crtpUvo.

Acepta, pues,

eata dedicatoria en pago de tue para mi, inm.erecldoa elogJ01.

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,{\ ~RAS lénuc luz de resplandor dudoso, ' x @Asoma, entre cendales de oro y grana, La bella ninfa de esplendor radioso )Que anuncia el despertar de la mañana. Y al tímido. reflejo transparente U ~us bellos cambiantes matizados, ' 1 'se decoran los límites de Oriente jCon paisajes h~rmosos y variados. Vedla surgir. Al contemplarla, dudo Si es timidez ú orgullo ese recelo ' Con que ofrece á la tierra su saludo Y descorre de Oriente el rico velo. Agora, en su recato, me parece Contemplar á la tímida doncella

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~'")De ~


!8

ENSAYOS LITERARIOS. ·

Que duda, y se estremeoe Cuando mue!"tra su fa~ IÁngúlds. y bella; O ya \'er me figuro á la orgullosa Beldad, que con los dones Que pródiga le dió Naturaleza, Se deleita, forjándose ilusiones Al descubrir su mágica belleza. ~ Mirad, rnind fas tir.tes matizadas· I,a sombra huyé veloz, y desparece; ' Las fúlgidas estrellas r;' • Principian .á ocultarse avergonzadas, Y el esplendor de la mañana aciréce. Del célico palacio en los retiros Empiezan á asomar nubes de plata, . Y de la luz los caprichosos gi1·os Las tiñen de topacio y escarlata. Confundidos se chocan Jos éolores Cual si todos quisieran, á porfín, Absorver de la luz lóH resplando1ies Para ofrecerlos al naciente dia. Bullen, juegan en mágico· at.r.opello Nácar, oro, zafir, topacio y grana. , • , ¡Sublime confusión! Nada hay más bello Que el tímido lucir de la mañana.

........... ·........... .

En t:rnto, acá en la tierra silenciosa Despiértanse las flores. y las aves, Y ofrecen á la ninfü esplendorosa

· JOSÉ O. TORRES.

Cántico:. dulces y perfu~oes suaves. . Brillan sobre las hojas, que se teJet\ En forma de guirnaldas, Del rocío las lágrimas temblantes, · Y semeja11 hermos.as esméra~das Salpicadas con chispas de diamantes. La brisa lisongera Viene á besar las olorosas flores, Y por la azul esfera Vése cruzar la turba vocinglera De los gal.anlles pájaros canto~es. Todo es luz y alegria¡ . Despareció en las sombras la tristeza, Y en tanto avanza el luminar del dia Cercado de su espléndida grandeza. Ya asoma; ya con luz esplendorosa Se engalanan los vastos hor!zoat6s, Límites aparentes del espacio; Y tras los altús montes Se vé .surgir la (rente magestuosa Del gran monarca del azul palacio. . . Ya está fuera. Miradle en sus dumrnios Con su corte de nubes nacaradas. Salud al gran coloso, Al astro que le ofrece dadivoso · A la tierra, sus rojas llamaradas. Adiós, Aurora bella, Que tau presto perdiste tus fulgores;

• '


30

--------- ""'---------------.. El'\SAYOS LITERARIOS • •

...............

----

..............

Adiós, lindos colores, Emulos del topacio y de la grana; El Sol ·apresuró vuestra agonía. Ya reina el claro día. ¡Ah! ¡qué corta y qué bella es la mañana!

1883.

~~ ~~

9tontemµ lación. EN UNA TARDE DE ABRIL.

~

~A lanza el sol su postrimer

suspiro; Sus moribundos rayos, \ '" ) Al i;eflejarse en las cinéreas nubes, -" Engalanan el manto rle zafiro, 'y toclo es es¡.ilendor, luz y riqueza En la bella mansión de los querubes. Las gasas nacarinas · Se visten con la púrpura y el oro Que les brinda el Monarca del espacio; El célico palacio . Ostenta con orgullo su tesoro; Y esas tintes divinas, Ese jaspe que brilla iluminado Por la pálida luz del sol yacente, Semejan á mi mente Un mundo en mil fragmentos desquiciado. ¡Panorama risueño! ¿Quién pudo tal belleza Concebir y crear, sino el que es dueño De los cielos; las tierras y los mares, El Sér Omnipotente, La voluntad increada,

..Ó


32

ENSAYOS LITERARIOS.

Que hizo surgir UIJ mundo fl0,reciente De ent~e las negras sombras de Ja nada? Ved .. ya surgen las ondas de topacios · En el cclestt mar de los espacios; Ya llegan y se chocan confundidas J. . as nubes nacaradas, Cual rr1ontañas· .;le nieve, desprendidas Del alto firmamento. ¡Belleza sin iguaJJ ¡ Raro portento! Y allá léjos, muy léjos, tr!ls la cima De aquel lejano monte . Que limita del Sud.el horizonte, Ya surge y &e aproxima . Una nube de púrpura, tari roja. Que es, más que nube, á mi exaltada menle, Vokán de fuego ar·dienle Qu e en Yez de lavas, sangre es Jo que arroja. ¡Contraste singular! Allí cercana Una franja de plata se divisa Cual lago cristalino y &ilencioso; Y más lejo:s, aprisa . Llega Ja luna, cual bajel precioso, \ Como esquife perdido · En ese mar de insólita belleza Que, sobre. la cabeza Del sér viviente, Dio's ha suspendido. · Primavera gentil, yo le saludo, Y al saludarle, admiro

33

JO!t G. Tt.RRI!:!!.

1 Dirinr> Pintor, que en ·Su paleta combinar. pitdo · . os cCilores rmís IJl.'llos y vari¡1dos, ~obre claro fondo <fo zaffro . us <ll'jó en !Jtllfusióft desparramados. P1wu ¡oh poder L¡n1110' de 111 muel'le! i.~H!' pinturas bellm• 'alidecic.11do ván; la noche ornura ~on su rrmrtturde fúlgidas estrellas iene á cubm tan rica ve~tidura . 1 Aslro-Hey; l!n brazos del vacío ~t~ arrnja rnoribu1tdo; J'a11 bello panorama dcsP,aret:e... S11111bra:o. ... oscuridad... · la. haz lenecl' ... ¡Nada es ('terno ¡uh •Dío::i! en e:sle mundo! ~~í

un

f883.


-- ....... ~

in el 1a·~ aniuettsaJtio 'DON RAFAEl Iª DE LABIA.' j I

~

JhSÉ ~ TORR&s. ..__ ... _,_~---.........--------

¿!'fo pensaron que es libre el sér viviente, de la luz el fúlgido destello, . y que el hombre, al nacer, trajo en su frente e libertad el sacrosanto sello? ¿Que no permite Dio:; impunemente Entre hermanos tan b:'lrbaro arropello, : Pues sufrió de Jesús la muerte fiera or redimir l.t humanidad ent~ra? ~ual

DE LA ABOLICIÓN DE LA ESGLA VITUD EN J>TO.-RICO.

~JEz años

......-

ha que bajo el fért·eo ·yugo

( ~De la omiuosa esclavitud, gemía

Una raza infeliz, que al mundo plugo /::. Sumir en abyección Ja mñs impía. l~ El hombre, convertido en cruel rerdugo, -.J Fné el héroe de esa odiosa tiranía, Y sembró, con su bárbaro dominio, El odfo, la opresión y el exterminio. Los que allá aitre los pueblos alric1mos Dejaron las esposas sin esposos, \ Hijos sin madre, hermanos sin Lermanos: Y surcando los mares procelosos, · A vender sin piedad. séres humanos Llegarou á estas playas presurosos, Y güiados por sórdida coºicfa-Despreciaron a Dios y su justicia; .

Padres, hijos ó hermanos no tendrían Esos viles y odiosos mercaderes · Que asf la. libertad escarnecían, Desoyendo la voz de rns deberes? os que comercio tan infame hacían, ¿Hombres eran tal vez? No, no; esos séres Eran fieras de indómita bravura Cubiertas con humana vestidura. ¿Y cómo tú, Borfnquen, de guarida A esas fieras sin noml'ire Je serviste? ¿Cómo hallar en tus puertos acogida A esas naves neg1~ras pcrmitis~e? . ¿Porqué al mirar tu frente env1lec1da, Del no sér á Ja cuna no volviste? O ¿porqué de tu sol rcsplandecien~e No se eclipsó la luz eternamente? Mns ... si esa maucha profanó tu historia, Culpa tuya no fué, ni del destino. ,


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__________

E~SA'f05 .LITERARIOS..

~-------~

Si c:11ninar:.pen!>luste :'t la ~fotof!Í;a, Y e11v 1clta en el t~nrtflJlt(! Jorbelltflo

D.el -Ol'l'01:, 11<1 su1•ls1 e rle .la glut"iu Pvsar tu planta eo el edén di~no, Culpa solo "á jo estúpida igflonancia En '}'Ue viste pasar tu lat-ga i11f:rncia. · Pero nada es eterno, patria mía; Y trns la. torpe! afrcnla de tu sudo, Llegó 1111 risueño, venturo~o dla. Eu 'IU~ otro nuevo sol brl1ló cu lu delo· Y al romper J_a ~a.de,11:1 1¡ 11e te uncia ' A un pasado 111ld1z d>! Jlanto J dudo Del esclavo tambiéu fo.; férreos l.1ius ' S1,1piste qu~brantar en mil pedazos.

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J OSÉ . TGRilEa. . . ......... _.._.._ ....

-...~

Hoy .ya bl'illas ir1:~s p11ra y rcfulgr;nt~, Retmrado del msr en los f:;1 s t!"!le~; y lvs que aspiran t11 apacible amuieute

_____37

~on sér% note Dios lodos iguale;;. Ya puedes levantar tu limpi<~ frente Y pi:rnr det pro¡?reso tm; llllJOt'alc.; l'cws .af ,-~r q:re tu! lñjJ)S. ~o bcmianos, Ti1!1ulilan, h>Jycn, feneceJJ los Lirauos.

Oh, ¡patria! ¡b,d la p:.itria! Santa cuna · lo:> dias de mi i11fa11cia. ~¡ desterrar .fie viei-e, por fo1turrn, · De· c:;os uilc.is .de estúpida i~norancia Las reliip1ias <¡ 11! aún g11ad;1s, U?!a á una, Y íl1 ·1,·c.:h;11· adcl:rntc .;•.m 1·011~LiUl HHh E11t11n" ss yo .t11.; glori~s oaotatfa, l al uuLldo lOOll mi canto asombraría. Q1ie med~l.e

t883.

~

Tú. como et sér <¡ne r.n sombras ·1ia nacido Y que, ill mirar fa luz, no se dá cuenta Jle aqucll;1 oscuridad en que ha vivido; Al c1!11tempJ;1r la lumhrl! qwe sus!A!nta ne hbertarl el 3~1'0 bendecido. No co1.11:_e~iste tu patM'da afreni.o; Y al d1nµ11· l;t ~·i la :í .e."e pa!:lado, Solo Yel'gücnl.il ti1 -causó tu estado.

...

_,,, _,.,......_

-

~~


JOst G. To1uu,;~.

ia bic9a es ilusión. PARA EL ALllUll DE MI QUlllUJ>O AlllGO

D. NORBEHTO B. CORDERO, En conltslari'i! il su poeBfa • lletenrulos1 que

111

dedicó.

E::,:==:::.:~ J: :.c:.::•ro 'ª"'° Joú f. lilavaL

Yo quiero al dolor...-,. •&ero Como el J>U'llllDe de mi aim..

~ON

trjste lira y aflictivo tono este mundo las falsías, Donde h~ usurpado la mentira un trono Que ocupó Ja verdad en otros

~Lamentas de

~

0~\

df~s.

~) Tu corazón por el dngaño herido, \..__}Gime presa de bárbaro ·torme.nto; Y en cruel escepticismo sumergido, Solo tiene la fé del sufrimiento. Acostumbrado á ver por helio prisma De la vida fas gratas ilusiones, ' El fiero dei>engaño que te abisma ne tu pecho arrancó las impre11iones. Ya nQ miras la estrella de esperanza En la bóveda nzul de .ln ventura,

y vislumbras tan solo P.n lontananza El astro de la negra desventura; .

.

Que del mundo lo~ pl~cidos v~rgeles 0 son mas que apanencrns enganosas, Pues se escoude veneno en sus claveles Y p1111zantes espii1as en sus rosas. Á veces noti creemos que uu almíbar ebe encerrar su córola fragante; Pero al ir)o á libar, amargo acíbar · enetra en nue.:itros labios al instante.

.Mas ..• ¡,á qué lamentar los desengaños? ·Á qué llorar las negras fal~ec~ades, . Si en la vida sucédenee los anos Arrastrando tras sí mil impiedades? Á qué aumentar nuestra tristeza y duelo Con recuerdos punzantes·, dolorosos, Si la dicha ·no existe en este suelo Ni aún para los séres poderosos?

La vida es triste erial de abrojos lle1.10,

Y ¡pobre del que quiera, en su demencia, Penetrar los arcanos que en s.u seno Depositó la sabia .Omnipol1.,ncia!

No eres tú solo el que en su pecho siente De la perfidia el dardo venenoso;


.. ENSAYOS ~ LITEl\A.1\los.

----------

.............. _,__..___.........._

lost G.• TOIUI. -----------·--------~----

Nu hny na..dic ~~'e. en sus pfJQffia~. 11-0-·c.uent& Y procuro alt:jar de mi memoria Un rp1sod10 lnstc y doloro:;o. Recuerdos impregnados de amarguras. Yo, aunque jóvon, la.rnh~tm. he ~onoci<lo Y tú, sigue mi ejemplo; nunca duelo El dolo )'. fal:iecfad en m1 ex1stct\da! •• ' e causen los engaños, caro -amigo; f.o _larub11fo, como IÚ, lª lw l'eEi~itlo · . Y si!quie1-es hallar en mf consuelo, SalHas lee.dones mil de la cxpedmiJia. Vén á mi lado, y lloraré contigo. Uno sel'A nuestro letal quebranlo; ~o conoz1·0. del m_undo los cn¡¡aiios,. Tuyas mis penas; tu tormento mio; He n~r.o con lrecueuc1a sus foli:;ia:-: Y unido de este modo nuestro llanto, Y lie suf~ido Lcl'l'iblcs descn~¡1ñi)s. , - • S~remos d,os contra r.I rigor impío. E11 ca111bw de mi~ goce:; y alegrlas. • . Mas.. ._ lamc~1l~s ni 9:.wjas nun~a exhalo, Nr á naclre par11c1po 1111;; dolore~~ Yo mis. aye~ al viento no regalo Y 3uardu c.nn placer mis i;i 11::muores. . No df,slu111bra mi mente la belleza,

N1 busco en lo~ plac1!res u11 consuclw

Y me sien.to. feliz C?n mi tristeza, ' Pues me lu:JO la dicha... alL\ 011 el ciclo.

\

¿Á q1~é llora!'~ ¿A 'J'lé lanzar .al vienlo Lr.s suspiros de 1111 alma lacerada? Yu 110 qtJÍel'o qiJe e!'soplo <fe mí nlicnw Empo11zo:1e fa brisa-e;ruhalsamad:i. Por eso guardo en ñ1i i11L~l'ior la histoii a

De pasadtls y ue¿ras dc.wcnLurJ.s,

o

-

t880 .


•• ,

i ha ex~ti4o p1f%y~r Jep·-ÍUJ ;peQl\o, Ni hay .Tir.a qi AA~~r .P11M, i,:~rti¡arl~

1

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.9 J M~ at-revo=-~·ca~t,' C'1i~;"dÑa t ¿J Al mvocar· tn ·noinbre srcc~ttb~, 1

i¡1,1~:r ~.i '"'~e~t~L~p,1i' . ~ H!'e t• ' 6 YMu~ e...,atar e1 acefüo en re m•f· _,.h10Jr U~ sn · ~~.·• ~J'~rd .,, t

\

" ll.. '' • • .1 ¿P od rt:A''ai;r~Df'.ar, en,, ·p <iC 1 1 1

ia t·1f,Or

es;

1C~ · ~~' : . . Grandióso· cu'al' lá idea· qi.u:i··~ inspira, · ·sublime cual la v:oz del amor patrio? No fo sé; mas dejad, dejad que vuele Mi voz por los confines del espacio, Qu~e yo también dentro mi pecho abrigo Un corazón para sentir formado; Y siento que se agita, y se estren1ecP, Y palpita, con férv~do entusiasmo, Y romper su prisión quiere anheloso Aljesl;uchar de ¡Patria! el nombre aanto. ¿Porqué no he de cantar? Podra!l sus liras Pulsar con avidez s~es bardos, Y!'.'á los aire& lanz~;4Í:ilb§s' ~centos No escuchados j,uitijf)1~) admirados; Pero esta agitación, \e#'ii~lfrio, Esta sed de cantar, e&t,e entusiasmo Que el pensamiento sugeLar no puede E intenta .el pecho contener en vano;

A mil.r.tiil.o:r4tíd1 µil

P9r.~~f ,á ,\W?.r~~lR.9~ .~Al 9l~do esberro mi macraqq; J>Af'1e..<iP canto; Que .si .P.Q¡i ji,~ f~pij\í ~ A.1'.t<l\.q,

m1 Di~1 ¡) µu .P1lt?a J? c~~sagr~. VtA~~ ·W!IOS_, JaJ,~; -'IS ililW&

o ~~ Ja.~ó~ .~ ~nri,e.Qd~ ~ ,asttQ,

á ern sol que jl~na a.l pen~mU'tato on su f úl¡i~)lui, _r&p@Ml µn ·xa)'Q; Que yo ~~'1@r :pOJ¡l y,oz ~e al himmo de 'I!~ ji .~!TIOr .pa&rfo., ue los mundos jl~Bilp~ suspepafW ' Su curso volad.o; ~IJl!l~~~Jip, Sí; yo quiew 9atitar J.as ~l baWi~ e esos h~f~· ·~!l~W,g~ ·?hrªtQI Que, antes ,qu~· N1Jr . ~~ - ¡¡illfi.I). ·enlileeida, Su sangre, v11;l~PQ~, fJ·erpall}&rgtJ; e aquellos qu~ oo e} t~plp ''.tle la gloria us nompr~s jomor_tale& han IQlbado, · en cada edad, ~l QI~ndo l~ prqdip · on nueva admipi~tpo, pn PIJef'> .apl1U1So, , Salud, h~iy~ Ál\Vi®s; ·;V\J~l'OI n~bres, . · · ternos han de~ cual. -v~s láuras; · uc el m~~! -qu~ h1obaQii0 poi! la f)lliria, umilló j~ ~erv•• de. ~ - f4An.~~ • a conqui~~fto el t~ mis glorioso, .. t a más JJO.\>lf' m.!sló~ ha ~U~tJQ; .


ENSUM LITDUJOS.

-----·------~-----

y ef an~ .de la fama,, ·en su trompeta Va por do ·quier sos gtorfas _pr~oando. l~alfia! ,¡Patria! A .lUllOWl'bre ¡qu'ién no siente Latir el .cGrazon alborozado? Por tí, el mortal tras fle la gloria corre; Son para tí sus triunfos, sus trabajos; Y es tan grande el amor que por ti .sitlnte, Que aún de la tumba en el recinto he1ad.o Es el hombre feliz, si le éribija La misma tierra de su suelo patrio. · A ·tu :~ado influjo, en Coradonga Cayeron fos valientes africaaes, BaJo el cor.tante y acerado fiio De la espada del ínclito Pelayo; Y. allá en Fr.ancia una púdica doncella Que los hombres después .divinizaron, Luchó, con el valor .de una heroioa, Por librar á su _patria del tirano. De tu divfoo amor el fuego :ardiente Los pechos .inDamó de .aquellos bravos Que el .omiaoso :y~go de la Fr.ancia Supieron Tecbazar el dos de Mayo. Por ti los estar.zados Numantinos, Antes ·que senurterse .al Afrieano., En escombros .su pueblo .cmr.Vlltieron Y en las Uamas-:anliea'tes se ·aITojaron. Y el triunfo !Solirehumano :presidiste Sobre el eaterno ·amor, del amor patrio,-

------------ --· ft. .Jesit

'fOllRIF.' ·•

-----~~---

Cuando un Guzmán ~ Ja iomorta1 'l'arif'a Del cielo fué larror, del mundo pasnt~. ¡Patria! ¡Patria! T_u nombre es e! más bello Que las le~guas humanas pronunciaron; Tu culto, el más sublime de los .cultos; 1'u amor, de Jos amores e.1 mas santo. De tus hijos el hálito µrimero Tú guardas en tu ambiente ,pe1:fumado, Y de tu sol los rayos ardorosos Brindan á su existir el primer Jampo. Por sobre laS' arenas de :tu ..sue1o · El tierno ·infante dá su primer paso, Y las primeras en besar su frente ,r Son las brisas gentiles de tus campos. 'Tú eres urna que guardas sus .recuerdos, Sus plácid?s ensueño~ i;nas dorados, Sus creencias, sus pnstmos ·amares, Y la paz que se ~ierde con los. ~ños. Si el mortal, olvidando tu canno Y sus nobles deberes .olvidando, No supiese·guardar .dentro .d.el peeho Un lugar para tí, fuera un ingrato; 'Pués tú eres la deidad .que .en nuestra mente Con «Dios y libertad» has cempletado La trinidad augoeta qoe los hombres .Adoran con respeto Yeaerando. .. Yo no .s'é ·si este ardor, este delmo Que eslr.cmece mi sér, cuando en m!s labios


46

ENSAYOS LITERARIOS. ~--------~..._.. ~ ....... ....,¡.....J..4....i...__ _ _ _ _ _ _ _ _

El dulce ppi.,1bre de la patria vibra, Es pdrqu~ ~ ·mi J!?rífiq~en )~pl~t'rO; Ü SI es.tál Vez porgue aJ mirar 1su ~erte Y éonLe'rnplar su lastimosÓ estad'o, ~' . Se acrM~e~~la. nti ar;nor cq?. ~us •dOl9,res Y sus ~urta~r inspirabmé mis · cantos'. .. .1· Mas ... cesa, iira, yá; nunca indíscre.ta Pretendas des~ubridü:>n~os arcanos,1 Ni revelár sectetos infórtu'níos • ·1 Que solo el que lós' siente ha de est1marlos. No profané& él rioínbré. de Bóñdqüen " : Con lu.s .rudos_~dhillos 'd~ste.irip~~ !· Yo qms1era"e:intár l!tenramente · l Y no obstanté, yá vés~ 'tatn.l;ien me ci,tllo; Porque esfá~tiloion, este'lleliPÍb; 1• ' • Esta sed C!e éantar, éste en.lbsia~rho, Ni-ha existüfo mayor 'eH ríiólitin''l>edfo Ni hay lira í'Ji 5:arUor pára '1é~pr~affo:· · l.

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HISTaMA DE UN CORAZON. l'BAGllENTOS. De un poema eróUeo que, bajo e1e t1talo ,

eoneer•o tnHtto.

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EL PRIME~R.

' B'o era niño, muy niño; aun no contaba rl? Ni doce primaveras en mi edad, ( ,__....> Cuél.ndo ya en el amor ¡necio! pensaba, (~ Y adoraba de Tirsi la beldad.

( / Ella, niña, muy niña, y de alta esfera, amás fljóse en mi c,tllado amor; pasaba a mi lado altiva y fiera, ual pasa anLe el vencido el vencedor.


9'o·neto. §~ mágen fiel def pensamienlo mio, §.I;; Brisa gentil que en las praderas vagas

~~

y yerbas, flores y arboles halagas . En el ,iardín, flor~sla y bosque umbr1~. . - Tú, que le brindas tu frescor al .no, ( 1 Que con tu aliento perf urna do embriagas, \ / Que el ténue fuego con tu soplo apagas, Y habitas las regiones del vacío; ~ Corre veloz á donde Tirsi bella, Bríndale amante lu perfume suave, Cuéntale á solas mi eternal querella, Díla que, sin su amor, soy coruo un .ave fsin alas; sin fulgor, pálida estrella; Sin remos ni timón, perdida nav.e. '-......-===--:::::=: / ~

Sobre una flor hermosa Que el pénsil en~alana~ • Su aroma fué _a hb.ir merla manana Pintada mariposa. y yo, que en la pradera Pensativo paseábame Y turbado, Exclamé:¡¡quién-pudiera, Como el insecto alado, . Libar-.el néctar de tu amor preciado.1


..

Me decís que es coqueta... No lo dudo; Que es falsa, inconsecuente, caprichosa; Que jamás el q10r turbarla pudo ... Maa ¡f,h ! Si es Lan hennoea! ¡,Que no es eUttT Pues bien; yo asi la adoro, .. oto COh paaiOO. Si ella no pi mf... ¡Callad{. Lo·i(noro D mi ilusión.

Por fin habla ria pude, y me propuse Sondear su corazón; Y quedé convencido. que está en blanca El libro de su amor. .· ~

en

Es bella, si, no hay düdá; sus encantos Cautivan ·al más duro corazón. ¡Lástima que al espíritu le falte Lo que le sobra al barro teotadol'!


Cuan~o observé, muje1·, tu maestría El teclado al herir, peral la calma. ¡Ojalá que las cuerda~ de ll• alma Tuviesen tal torrente de armonía!

¡Y la ad'Orf)l l peMr de ser io¡retat ¡Y miéntrltS mil& ing..-fa, m6s la fiuíerof ¡Ah! si eUa se mostra&e" C8mpltitt,

Tal vez. la amara IMnes.

Un volcán e5 mi pecho; fu~o araíenLe Mi corazón abrasa. El suyo es un glaciar, desencajado De frígida r.nontaña. Cuando á mí lado la conlemplo, dudo Si ella el volcán apaga, · O si derrite.'el fup,go de mi pechl) L(nieve -de su alma.


~ej1teJo. i-ia ·vÜelto.

Corro á verla.-Hermosa mía, ¡Por fin! ¡Gracias á Dios! Ella me lanza una mirada fria, · Y dice:-¿Quién sois vos? ~ -Tu amante, aquel amante cariñoso. ¿No me recuerdac;?-No.y volviendo el semblante desdeñoso, Absorto me dejó.

MORIR ES VIVIR.

No ts otra cosa la muerte Que de otra vida el albor. Eri la tumba de un amor Se levanta otro más fuerte.

:

¿Dudas de mi amor inmenso Porque me ves silencioso? Es que solo sé decirte Qu~ «¡te adoro!:11

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-tt.1.t-0.

SÁF1C05.

¡Ay! la primera vez que hablamos solos Después que conquisté su corazón, Tantas .cosa tenía que decirla, Que enmudeció mi ''oz· ~ Y ella tarnbien hablarme q'uizo tanto Que ,no supo empezar, y se l'alló. ' ¡,Sera verdad q u-e es el leo~e mudo El único lenguage del an1orf

Gralo prnsente de mi dueño hermoso, Rizo adorado de mi Filis bella, Pl'enda quérida que mi dicha col'rna, Vén á mis manos. Vén á mis mauos; y en tu lengua muda Cuéntame á solas lo que Filis piensa; Díme si es cierto que su amor me otorga; · Nada me ocnltes. Nada me ocultes, que después ¡oh rizo! Quiero que duermas en mi amante pecho; 'Quiero que cuentes sus latidos fuertes; ·Quiero que vuelvas, Quieto que vuelvas dó mi amada Filis, Le hagas pintura de mi amor vehemente, Y de mis cuitas y placer, tú- solo Seas .mensagero;·


t\0 ...__...

ENSAYOS LITERARIOS .

........ - ...... ~~~-·----~-- - ~ .......

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• ...........

Seas mensagero que a .mi~ manos vuehas Presto y veloz _á coronar m1 dicha, . Dicha que encuentro al contemplarte á solas, ¡Rizo adorado! . ¡Rizo a.dorado! ~i estallar mirases . Entre Filis y yo recia tor.m~nta, Sé el arco-iris q1.rn en m1 cielo anuncie Placida calma¡ Flácida .calma que jamas se extinga; M.as si de Fifü. el olvido observas, Huye. veloz, y á reprendel'la vuelve, · Vueh·e á sus manos.

Cuando, unidas uueslras manos, Nuestras almas se entendieron, Y nue!itros lahios se unieron Con amoroso fervor;.

Me creí por un instante De mi dicha en el exceso. ¡Qué dulce es el primer beso, El primei· beso de amor!

bit ..

u


JOS!t

g'e·te·n ,l. ta .

,( ~Nítida é·~ Tu

I.

~r.> 1NDA azu.!ena del verde prado, ¡Jerla del rico ma1', --úyc el acento con que inspirado grato sueño vengo á turbar. · ) Llegue á tu oido, como el murmullo , Tímido y grato de aura gentil, (1 1Como el po.strero, m.elítluo ~rrullo ~..../ De <Jve canora que va á rnonr.

U. .Espacios infiuitos surcó mi fantasía En alas del deseo, buscando u1'1 ideal; Y en vano anduvo errante, sin goces ni alegría, En pós de la fantástica deid~~ dr. su. s?ñar. Mas, cual la bella aurora d1s1pa las lmieblas, Tu imágen . sedudora mis penas disipó,, Al verla allá á lo léjos, oculta entre las meblas Con que cubrió el de<;;tino la faz de mi ilusión.

<f.

l'OlllllU .

'11

nr. De entónces, niña, tanto te adoro Cual la esperanza del porvenir, . Y tu amor gu1rdo· como un tesoro DondP. se encierran -encantos mil; Porque eres bella, como la aurora, Porque eres pura, cual su esplendor, Como las claras perlas que llora Sobre las hojas <le hermosa flor,

IV. Tu amor, ángel bello, cual báLamo suave, Cerró las he1iidas que un tiempo sufrí; Y surca de entónce~ de mi alma la na-ve Por mares de dicha que nunca entreví. Por eso plllsando mi lira inacorde, Te brindo gozoso mi humilde cantar; . Y al pié de tu reja, con plácitlo acorde, : Tus gratos· ensueños me a~revo á turba1'.


~tedeut{.mienlo.

1

Dios en su corte celestial tenía · Un ángel muy hermoso; «Príncipe de la luz» le apellidaban, Y le admiraban lodos. Engreido tal vez con su hermosura El ángel, orgulloso, . . A Dios s2 rebeló; v éste, en castigo, ~ Le destarró del trono, "' Y á vivir entre horrores y tiniebias Le condenó, en PI Oreo. Ya vés la<; consecuencias del orgullo Que enjendra el valer propio. No imites á Luzbe.1, porque yo puedo Condenarte tambien ... Teme mi odio.

~

(!;! LLA me dió un pañuelo en q ¡rabado ~Estaba por su mano: «Eterno amon;

· ~ Pero · presto ·las aguas destructoras · Borraron por completo la inscripción. O Y pensé para mí:-¡,Serií el .pañuelo. De inconstante amor la imlgeo ftel1 ·Borrado habráñ las aguas del oh-ido La de su corazón mentida fé?

su

Un beiso anocbe, y hoy un roll)pimiento. l'isle me vés; de mi dolor te burlas ... Ah! Yo ignoraba aún que las mugercs Imila!;en á Júdas.


lost

G. TOllRl!:I .

87

Y con una sonrisa indescriptible Me .afrajo cual imán; Y en alto levantando mi cabeza, latentóme besar. Despuél\... no lo recuerdo ... Ah! sí. Atendedme Y ¡escuchad! escuchad! ¡EsCUCUADI

Me

;!;! n mi infancia ¡escuchad! yo tuve un sueño Y.soñé un ideal, Un ángel á la tierra descendido (1 Del trono celestial; r ( \ una muger, modelo de hermosura, "--..) De gracia y de bondad. ¿Queréis que os la retrate? Estad me atentos Y ¡escuchad! escuchad!

:i!:í

fi(

Soñé que una muger de ojos rasgados, Negros como el pesar, Grande~ eomo u:i amor sin esperanza,. Me vino á saludar. · , Yo en mi cuna dormía, y sorprendido... Queréi~ saber aún mas? Dejadme reposar. Estadme atentos Y ¡escuchad! escuchad! Sns manos de marfil, entre las mías Junlólas con "afán,

be~ó

con sus labios seductore:i,

Y luego empezó á hablar: -«Dios mi alma creó para la tnya: Yo seré tu ideal; Búscame· sin ce~ar en tu camino, Y al fin me encontrarás.» Esto dijo. Partió. Corrí Lras ella, . Y hoy la he venido á hallar. Si quereis conocerla, idos conmigo. Y o os la podré enseñar. Vedla. Allí viene.-Quién?-¡Silencio! Es ella! ¡Esc.uchadl Escuchad! Es Dorila; la ninfa más galana , Del hermoso vergel puerto-ri4ueño; La que abrasara el sol con árduo en7peño Al ver su tez, en la primer mañana. Robaron los colores de la grana · Sus labios de coral; y en dulce sueño . Yo la vi aparecer, como 1111 ensueño, Allá en los años de · mi edad temprana.


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·63

.......

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l!:NMTOS LITERARIO!.

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..,......,.,._ .. ,_ . . ..

Cuando estoy á su lado, me imngino Que no es muger esa muger·lan bella, Faro que puso Dios en mi camino Para alumbrarme cual polar estrella; Trasunto celestial del Sér ·Divino • Donde la gloria del Señor destella.

Te. cono"d en el templo. Allí mis ojo1 Con los tuyos de fuego se encontraron, Y al punto nuestras almas se enlazaron Con gozo y sin temor. Si Dios estaba allí; si Él, sin enojos, Presenció nuestra férvida mirada Y no juzgó su casa profanada, ¿Por qué ha de ser un crimen nuestro amor!


·.

Cuando admiro las gracias divinales Con que Natura te adornó, muger, · · Por embriagarme al contemplarlas todas, · Argos quisiera ser. Mas cuando pienso en la distancia inmens (;on . que Dios nuestras almas separó, Ciego quisiera ser para no verte, O estar sin corazón. _

Dorila, angel hermoso, Ya .puedo libremente Mi amor puro y ardiente Kn tí depositar. Soy libre como el aura; l\ti Filis me ha olvidado, Y al fin tre recobrado Mi' antigua libertad. Mas ¡ay! ¡,de qué me vale Poderte idolatrar? ¡Qué importa que le adore Con pu1·0 amor sincero, Desprecie al mundo entero Y piense .solo en tí; Si amarme tú no puedes, Si te lo impide el yugo Con que al destino plugo Tu corazón uncir? ¡Maldito ese destino! ¡Maldito veces mili

'·


Cuando el mundo en tinieblas !ie ocultab:t, Dijo ·el Sumo Ha\;edor: -La luz sea hecha-y al inslanle el cáos En mundo se tornó. Era mi corazón oscuro abismo Y eor:no un Dios apareci~te tu; · Y ~in hablar, tus ojos pronunciaron El chá¡ase la luz.•

......,..,.........-:~

·~ ~ -·

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, - ~-;·. :--·

Yo tus ojos adoro, Porque son negros, Negros como el destino De 11n prisionero; . De un prisionero A quien sirve de d rcel Su misrno tJecho.

Ye tus ojos adoro, Porque son grandes, Grande3 cual la esperanza De un tierno ama.'lle; De un tierno amante Que, como yo, persigue Sus ideales .


Cual dos rayos de luz que se tropiezan Queriéndose besar, Y encuentran detenidos sus deseos Por un frágil cristal; Así nuestras dos almas se encontraron Queriéndose enlazar. Un cri:;tal solamente nos lo impide ... . ..

. ..... ...... ~

¡Rompamos el cristal!

Cuando observé la ingratitud que Tirsi En pago usó de rni constanle amor, Tanto sufrí, que en pá~inas amarga:; En mi historia anoté: «Primer dolor.» Al comprender que me adoraba Filis Y era de .otra mi ardiente corazón, Sufrí por ell:i, y anoté en mi historia M1 «Segunda aflicción• Hoy qu.e sé que. me quieres y te quiero, Y obligados noa vemos á callar. Sufro por ambos, y angustiado anoto · Mi «Tercero peuar.» ,


.

.

JO SE G. TOllllES

'V i en ella el ideal de mis amores, Y arrebató mi tierno corazón. ~ooo fué una ilusión. Vana químe1·a

<;E' Que sé forjó á mi ardiente fantasía; Sueños desvanecidos en un dia (~,.)1 \ Por la ~orl'i~le y tirana mal id.ad .. ;rJ¡.. Sueno,,, s1, que mostraron a m1 mente \ Un porvenir de glorias y venturas, \.J Trocado, al desperta:-, en amarguras Que laceraron mi alma sin piedad. (;~¡

Todo fué una ilusión. Ilusión bella

O. .ue acarició mi mente alucinada,

Al correr, sin cesar, desalentada, En pos de un imposible halagador. ¡Imposible! imposible! Durn frase Que el hombre á comprender jamás alcauia, Que destruye la plácida esperanza Del mortal infelice y soñador. · Yo la ví aparecer ante mis ojos Cual fantastica virgen increada, Cual ángel seductor", informe hada, Cual bella y celestial aparición. l\fi amor la consagré. Nadie pudiera Resistir sus hechizos tentadores;

Este mi sueño fué . . Dr.sperté un día, Herido el pei;ho aún con dardo horrible ... ¡i\11wrga decepción! Era imposible Alcanzar la ventura de los dos. ¡Se aleja ya! ~Ii corazón se lleva. Le p !rlencce, y por su amor lo pierdo. ¡Adiós, Dorila, adiós! Solo un recuerdo Para el lristP. mortal. ¡Adiós! Adiós!


..

TABLA VE SALVACIÓN.

rc!N el mar de la vida, naufragaba ~

Mi pobre corazón;

+ Y en vano, al sumergirse, cQdiciaba

Una tabla felfz de salvación. Pasaste tú á su lado, y compasiva Le hubiste de salvar... ¡Oh! ¿Porqué le salvaste'r Mientras viva Por gratitud siquiera, te he de amar. '

¿Me amara? No lo sé. Mientras sus ojos Diciendo están que si, Sus labios en silencio permanecen Y agrupan dudas en redor de mí. ¿Debo creer lo qne sus ojos dicen? iDebo dudar, su indiferencia al ver? ¡Que abismo de misterios insondable Encierra el corazón de la muger!


(?

.

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I' t'·

.

~:]"'ª~' tac-t.011.

'-1.r (./ \-'Otdd , -e· .iced.

Rige á nu stros corazones La ley de gravitación. Al pretender separarse, Les acerca la atracción.

Sus mail<Js en mis mano~, Sus labios en mi boca, Con ansia de amor loca T.11 beso ella me dió. Y yo volvíle el beso, .Miréla con ternura, Y 11 11 mun uo ·ele rn11Lurri Mi mente actJricié. Y lu ego un fu erte abrazo Mis glorias coro nó.

¡Aléjate, por Dios! No me. seduzcas. Tus miradas no puedo resistí r. Tengo miedo al amor. s¿ que me adorai Ya vés ... ¡y huyo de tí!


Yo la dije:-¿Eres dichosa'lElla un suspiro exhaló, Y al cielo su vista alzó, Abatida y silenciosa. -¿Es tu awor - la pregunté Como el que mi pecho siente?Un beso lle amor ardiente Dióme, y su respuesta fué. -¿Tú ·oo pien'>as, corno yo, Qu1i hemos de ser muy dichosos?~ Y de sus ojos herniosos Una lagrin:a brotó.

.................

Bien mio, ¡con qué embeleso Tu mudo lenguaje admiro~ ¡Una mirada, un suspiro, Una lágrima, y un beso!

A la orilla de un río, · Una pálida rosa Hácia el suelo su córola inclinaba; Y el bienhe~hor rocío Que sus menudas hojas esmalLaba, Un nuevo encanto á su belleza daba. El céfiro lijero Azotaóa su tallo palpitante, Y un risueñor parlero, Galaote y afectuoso, Le prodigaha un canto melodioso. Tan plúcido concento La pudorosa flor oyendo estaba, Y un tinte de mort:il abatimiento En ella se notaba. El viento suavemente Ja mecía, Y la clara corriente Que en las ancha:; riberas se extendí:i, A la flor atraía Con su grato murmurio, dulce111ehte. Rendida al fin Ju rorn, Arrastrnr se dC'jó _por la impetuosa Co1·riente cristalina, Y ali í su avara suerte


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ENSA VOS LITEl\AHIOS.

pr~pafaba el lecho de la muerte. Mas, de pronto una hermosa· Que aquel triste espectácu lo miraba, Al ver la pobre r<Nl Que por las aguas lirr.pidas rodaba, . Le prodigó su mano salvadora; Y con gracia hechieera Y plácida sonrisa encantadora, La co.loc.ó en su negra cabellera.

Le

..... . .. .......... .

Así mi corazón, triste, abatido, Por fieras decepcione~ conturbado, Iba á quf:dar poi· siempre sepultado En la mansa corriente del olvido. Pero, tu, Cloris bella, Al mirar su dolor, le recogiste; Y es tu amor desde entónces clara estrella En las Linieblas de mi pecho triste.

¡QurnRO CONDENAHMEl

'D" o sé

que

110

eres buena, lo comprendo;

'.:l? Que muy léjos estás de sc1-_ un .íngel;

· \, ·: ~fas si eres un demonio, ¿qué me importa? ' ¡Yo quiero condenarme! _/

t(

u•nr~wneJ.

Yo 110 sé si es amor lo que siento; sé que al mirarla saspiro, Que, despierto y en sueños, de¡iro, Y que solo sé verla y callar; Que tí mis labios no asoma una frase t)ue le pinte mi amor ascendrado; ' Que es mi muerte no estar á su lado, Y que á veees quisiera llorar. ~olo


JOSÉ G. TORRES.

Ol\_1) o fiujas mús, muger. Descorre el .velo

.ft' Con que encubres tu hipócrita falsía. l- ~) ' . Es mcriti~·a tu amor; amor de un dia. . J/1 Tu no puedes amar. ' ,

Tu pecho es un espejo misterioso

(u···\ llorr:índose Do se retrata el rostro del amante, veloz, al-breve instante,

Sin dejal' huella alguna 2n el cristal. Eres br lla , simp;itica, graciosa; una duda en mi i11terior me asalta, Que si encantos te sobran, ¡ay! le falta En cambio corazón. ¡Oh! Si pudiera darte el que me ~obra, Si prestarte pudiese mi cariño, ¡Cómo fu era feliz! Yo, pobre niño, Deliro con mi Jénidtt ilusión. ~-olo

Tus gracias me seducen; mr enloquece El rnira1· de tus oj'os hechicero. Quisiera du rño ser del mundo entero, Por pon·erlo á tus piés.

Mas ¡ah! que ni aun asi lu amo1.. lograra, Que tú eres.insensible cual la roca, Y jamás asomaron á tu boca Frases que n& dictara el :n·terés. Te perdono, muger, porque tu engaño Va envuelto en un celaje de ventura, ¡Dios quiera no me mate la amargura Al ver la re~1tidad! . Yo no qui ero vivir desesperado. Si la ilusi6u es de la di cha fu ente, Bendigo los. ensueños de mi mente Y maldigo mil ve~es la \'E: rcl;t.rl.


Debiera aborrecerla, y la idclalro. No la puedo olvidar. íPiedaü! No me culpeis. Es que yo sienlo Nec._s;dad de amar.

¡Parece exlrai'ío, y sin embargo es cierto; Que yo adore el abismo desdichado En que mi pobre co1:azón fué muerto, Doncle esta sepullado! ~/ ',~

Como idolatra el pobre navegante La nave que á su patria le volvió; Como adora la madre al tierno infante, Así Le adoré yo. Cual quiere a Sl1S juguetes todo niño Que en ellos satisface su inquif. tud; Con tan ':oluble y cándido cariño, Asi me amaste tú. Como se olvida la ilusión primera Que el niño en sus ensueños entrevé; Cual se olvida fantástica quimera, Así tu olvido fué. Como borra el trascurso de los años Las huellas 'del amor más .eternal; Como se olvidan tristes desengaños, Mi olvido así será.


r. ::--. .

,. . N? Le bastaba engañlif.hie Frng1endo colmar mi adh'elo Ni cubrirle con un relo ' De fé, constancia y amor~ Era prneiso á tu saifa Quitar la venda á mis· ojos, Y mofarle en mis enojo:;, Y gozé:trle en. mi. dolor.

Después que fuiste mia, es imposible 1.Qfül puedas de otro ser. ¡Profana,r mi pasión! Ese es un crimen Q.ue mi mente no alcanza á comprender. 81 eslo ha de suceder, el cielo quiera Te mire antes morir. Si en la tumba no mas eres conatante JMuere, mnger! No quiero tu existi~. •


3'ti Fui débil; lo comprendo: No eras digna De poseer mt amor. . Mas ... ¿quién contener p~ede los impulsos De un ardiente y sensible corazon?

u,11 co11óu.efo.

:y tuviste valor para engañarme y s~mergii'me en perenal dolor?

¡Y ni aún tengo el consuelo ~e vengarme! ¡Es tan grande m1 amor!

n .,


~

· ~

.

..

Hablan de ella. La insultan. ¡Oh! yo debo Sus fn.ses desmentir. La ira me ciega, -¡Mentís, Villanos!. .. Ah! Pero ¿qué digo? ¿Tengo acaso dereeho á defenderla?

u, " ('

llllSCELANEA. Haatío.-A una.-lloral de conventencJa.-El Baile. A O..ánlca.-A. la memoria de Jorge Wuhlngton. A l'D an.-Epjotola.-Lato '1 Danet> .

¡Mortales, no Iloreis! Yo no me quejo A pesar de mis muchos deseugaños. Mis canas observad. Ya soy un viejo De veinle y cinco años. ·~


'astío.

z. @

~~ RA

.s1, j,, 1) 1 /.ll • J,., 11() '

de noche: la luna Su luz brindaba a la tierra, Bañando con sns fulgores \ ·Colinas, montes y sierras; , _,;Cual ancha cinta de plata 1 (/)~' Se extendía en las .ribera~, ff() Con grato murmurio, el no, ( \ ·,y allá en la. celes.~e esfera ,. Ostentaban a pllrf1a Su brillo, porción de estrellas; El viento, con dulce calma . Susurraba en las florestas, Y todo permanecía En la quietud más completa. Y yo, con el .corazón i'sumido en amargas penas, Todo aquello lo miraba Con glacial indiferencia. Llegó de prouto á mi oidG Una sonata muy Lierna Que los vientos me traían Cual si alegrarme qnisieran,


98

ENSAYOS LITERARIOS.

Y en dulce canto, de amores Escuché mil frases bellas. Quizá un amante rendido, Al pié de adorada reja, Entonaba esos acentos Para obsequiar á su reina; Quizá un mortal desgraciado Exhalaba duras quejas, Y en ese canto buscaba Un consuelo á su tristeza; O quizá si alguno, hastiado De las mundanas miserias, Una di!tracción creía Hallar en su cantinela. Y yo, con el corazón Sumergido en hondas penas, Todo aqnello lo escuchaLa Con glaci'.ll indiferencia. Poco despu~s, dos amantes Que pasaban por la acera, Me hicieron bajar la vista Y contemplarles de cerca. El jóvert,. muy abstrfl.ido, No rcp:iró en mí !iquiera Y prodigaba á su amada' Frases de ternura llenas.

JOSÉ

<f.

TORRES,

99

Ella, á su vez, sonreía, Descubriendo así las perlas Que tras sus rosados labios Se ocultaron con reserva; Un rato permanecieron Sumidos en dulce éxtasis, Y yo miraba impasible De su amor tan gratas muestras, Pues mi corazón entónces Luchaba con hartas penas Y... todo lo contemplaba Con glacial indiferencia. En tanto, volaba el tiempo Con sin igual ligereza, Y poco á poco la luna Ocultó su faz risueña; Las nubes, ántes de nácar, Tornáronse oscuras, negras; El viento zumbaba recio En medio las arboleda~; Los truenos se sucedían Cada vez con más violencia;' Del rio el estrecho cauce St extendía en las riberas; La lluvia iba, poco á po_co, Humedeciendo la tierra;


100

JOSÉ G-. TORJUCS • .

E!'iSAYOS LITERARIOS.

Las nubes cruzaban rápidas, Y solo la luz siniestra Del relámpa¡o, alumbraba Aquella imponente esceiia. Y á mi corazón, que entól'lces Luchaba con hartas penas, Nada lograba quitarle Su· glacial .inditerencia. Volvió el azul firmamenlo A coronarse de estrellas Que su fulgol' ostentaban En la bóveda superna; Volvió a iluminar la luna La oscura faz de la tierra, Y disipó el negro manto De las sombrías Linieblas. l\fás 'luego, la bella aurora Abrió de Oriente las puertas, Y descubrió su hermosura Que ocultaba un alta sierra, Tendiendo en el horizonte La faja de ópalo bella. Las aves .la saludaron Y celebraron su vuelta Entonando arpegios dulces, Mientras las flores; ri!meñas

101

Se -despertaban, abriendo ,-:;u córola pura y bella. A-somóse en el Oriente La rtldiante laz febéa, Viniendo á. herir con. sus ra ylls La faz de nuestro planeta; Y yo, con el corazón " Sumido en amargas penas, Ví la salida .del alba .Con glacial ind.il erencia. )¡¡'l

¡Cuún triste es vivir hustiado De las mundanas miserias, El corazón ·alligid-0, · Llena el alma de tristeza! Triste ~s vivir agobia'do Bajo el peso de una idea Que irns oprime la mente Y oonturba la conciencia; Tr~ste es ,·ivfr de recuerdos, .Mirando una faja negra Tendida en el horizonte De nuestra fortuua adver,,a~ Y decepciones hallando Donde e.Jperanzas se siembran. ¡Oh! ¿Quién podrá de este modo Vi vil' feliz en la tierra,


ENSAYOS LITERARIOS.

Si tiene su corazón Sumergido en hondas penas, Y vé todo lo que pasa Con glacial indiferencia?

i

una.

f880.

Siempre que sobre amores le predico, Me dices que los hombre3 son muy malos; Que un ángel perseguiste en tus ensuéños, Y demonios tan solo has encontrado. Quizá tengas razón; yo tambíen busco Un angP-1 1m tu sexo, y no le hallo; Y por eso mi amor en nadie cifro, Y por eso también tu celo aplaudo. Mas ... si busca tu amor hombres perfectos, Cesa, niña, en tu alá'.1, que empeño es vano. ;,Cómo encontrar un ángel en los hombres Cuando aún entre vosotras son tan raros? 1883.


$1 !1J.011al

ue

c~numiencia.

A OTRA. Tu oficio es censurar Jos mil defectos Que n5s en los demás, porque le precias De no Lenerlo~ Lú. Mucho me agrada Que no gusles. de andar po~' mala senda. Pero ... ¿quiéres te diga lo que pienso Respecto á lu conducta, con franqueza? Pues oye bien: Yo juzgo que es Lan grande Tti-afá11 de censurar faltas age1ia$ 1 Que, solo por gozarle ·en crilicarlas, No has querido -jamús caer en ellas. Mas díme: ¡,murmurar de todo Pl mundo No es tarnbién una falt.1, y no pequeña? neja pues tu moral, porque yo pienso Que es solo una moral...de co'nveniencia. 1883.

~aile.

En un salón hermoso, de bellas rodeado. Mi espíritu angusliado Buscaba distracción; La orquesta sus acordes al aire iba exhalando, De júbilo inundando pobre corazón.

,W,

•"1

El oro y

1reJI'~ ía brillaba u espan,-idos;

De seda los vestidos Cr11jia11 µu1· Joq11icr; Ambiente perfumado mi pecho respiraba, Y lodo ali í anunciaba Al r~ino del placer. Meciéndose á los sones de danzas voluptuosas Cual mece á puras rosas La brisa matinal; En torno iban girando, radiante~ de hermosura, Tra¡, una, otra crialura De rostro angelical. Los dulces y lir,ores miníbanse doquiera; Y en bulla plai::entera, M1~zclados á la par,


106

E:'I SA rns l.ITEIURIOS

Los bri.ndis y canciopes confusos se escuchaban, Y alegres desterraban Las nubes del pesar. Mi Filis :iclorarla también allí danzando, Se hallaba disfrutando De grata diversión; Y cada vez que atenta su vista rn mí fijaba, Conlr.nlo palpitaba 1 Ur. amor mi corazón. ' Llevada de mi brazo, alegres paseamos; Entrambos nos j11ramos Eterno y fiel a 11101'; Y luego en dulce danza, unidos blandamente, .. Hablamos múluamente Con gozo y sin temor. Mi brazo rodeaba con gracia su cintura; Jam:.í .; igual ventura Mi mente acarició; y en tanto que :;u rostro- miraba entusiasmado, Uo pon·r.nir dornclo Mi espíritu entrevió. Más tarde, abnndoriando tan plúcido recrao, En brazos de Morfeo Risueño me entregué;

Jú~É G. T.01\1\ES.

107

Y cuando el rubio Febo sus rayos asomaba Y al Orbe iluminaba, Entónces desperlé. ¡Oh! gratas diversio'.1.es, fugaces, pasageras!

.

Cual ráfagas ligeras · Pasais, eo conclusión; ·y siempre i;i.uestra mente placeres ambiciona, Pues nunca reflexiona Que todo es ilusión. 1880.


JOSÉ G. TORRES.

i -~uánica. Yo ví lus playas de blanca arena, Donde el murmullo sordo resuena Del oleaje 111anso al chocar¡ Ví tus palmeras, ahas, gigantes, Querer pomposas y arrogantes Los altos ciclos desafiar. Y el raudo vu elo d1! las gaviotas ( lue ~ e divi san sobre las flota s <'iuc airosas cubren el ancho mar; - Y tus campiñás y verdes montes, Do los turpiales y los sinsontes Al aire suelen sus trinos dar.

\

Tu cielo límpido, azul, sereno, De rutilantes estrellas lleno, Mi absorla vista pudo admirar; Mier1tras tus brisas primaverales, · .Jugueteando por los rosales, Iban mis sif:nes á refrescar. Y <le tus hijas, bellas, ~Ta cio sa s, Cándidas, puras y virtuosas,

Grato:> acf:nto<; llegué a escuchar; Y en mi alma tierna y enamorada, ¡Ay! desde entónces quedó grabada Impresión dulce que he de guardar. Por eso siempre llevo en mi mente Grato recuerdo que, indiferente Jam.-'.ts mi labio pudo evocat'; Y, en tanto as¡..ire vilal fluido, Mi pecho nob!e y agradecido Nunca tu nombre podrá olvidar. {881.


l

••

1

i

la memo11ia

~e

!oFge

~asryington.

i

un aue.

SONETO.

¡Salve, génio inmonal! Yo te saludo ' Varón insigne de guerrera mente; Que al recordar el nombre de un valiente Jamás permaneció mi labio mudo. ' Mi pecho juvenil, nunca sei"pt.Ído Al eco de la gloria indifcrenta; Y á veces, sin sentir, maquinalmente, Me lanzo en busca <le mi plectro rudo. Tú, el héroe vencedor de alto renombre El gran con<Juistador de una victoria ' Digna de un semi-diós mús que de un hombre· . Tú, que rendiste ante tus pies la gloria, ' S1enipre .un eco ha}larás para tu nombre, Y una bnllante págma en la historia. 1880.

¿Do vas, ave perdida Que en los espacios vagas~ ¿A donde se dirigen Tus. blanquecinas alas? Por¡ ,jlué surcas los ail'es F-r;i rrápida jornada, Sufri.mdo el i nclcu1cnte Rigoi· de las burrascas, Los rayos ardorosos Del astro que engalana Con bellos resplandores Colinas y montañas, Y expuesta {\ que te alcancen Del cazador las baJas? ¿No más ¡ay! Le valiera En pintoresca jaula Vivir, cantando alegre En rejas de oro y plata, Teniendo por sirvienta La ninfa m:is galana De quien íJrendado Febo Sus tintes Ja-·robara? · En vez <le un sol ardiente, Tuvieras frescas auras


112

ltl'i!AYOS LITERARIOS.

Que entre el metal dorado · Risueñas juguetearan; Brindárale tu du~ña Comidas regaladas, Y f'll vez de v¿r tu pecho Herido por las balas, Te hirieran solamente Los ojos de Rosaun. Con cuyos dardos bellos La muerte hallases grata. ¡,Porqué, pues, Le fatigas Y gimes angustiada? Cesa, avecilla, cesa En tus mortales ansias. Bajo dorado Lecho, De dichas rodeada, Vén á acabar tus días Al lado de Rosaura.

1ost

H3

G. TORRF:S.

Felicidades tan~as; Que mucho má! estima Tu libertad sagrada ... No existen, no, tesoro• · Que basten á comprarla. 188'J.

1

l 1

Mas ¡ah! tu vuelo sigues, No escuchas mis palabras. ¡Nécio de mí! Comprendo Que mis ofertas vanas, • Solo desprecio inspiran Y compas¡ón á tu alma. Bien sé que tu no apreciag Las deslumbrantes galas Con que mi ·voz te ofrece

1

1

11

1


JOSÉ JG. TORRES • .

'pístola. A

l\IJ QUERIDO AMIGO FRANCISCO NEGRONI.

/ .O ¡empre ha sido costumbre e11 los poetas

B

Que del arte empuñar quieren el cetro á la gloria rosponen las pesetas, ~J Adaptar a asunto el fácil metro, ( ~ ) Y no al metro· buscar fñcil asunto; '-./ » Mas yo, Francesco, tu indulgencia impetro ( ) ) Si á fall.ar me. decido á aque~te punto. \. Versos escribo, sw tener materia; Y así, será mi epístola un conjunto De sandeces sin fin. Jovial 6 seri<1 , Solo en ella verás miles fl,efr'tos (1) Que mrestren de mi númen la miseria; Y he de pasar, lo sé, muchos aprietos, Pues si:escribo estos versos mal sonantes, Es ~or solo el place1· de hacer tercetos.

+y

(1) «¡Fuerza tlel co11sonanlc, á lo qne obligas!»

t15

¡Placer y lutee1·! ¡Malditos consonantes Que así contra las reglas del buen gusto Se atreven á faltar! Ya querdlantes Miro á las mu:;as que, con ceño adusto, Vén de mi inspiración el mal principio Y muestran á las claras su rlisg.Jsto. ¡A las claras!. ..Jesús! que infame ripio! Mas ... me faltó para llenar el verso, (Cual un vocablo aquí me falta en ípio) Y ¡zas! se lo he largado, aunque perverso Me llamen desde allá la~ nueve hermanas. Culpa será de mi destino adverso Si no logro encontrar frases galanas Y cuanto mi cerebro audaz mantiene Lo expreso con palahras chabacanas. · ¡Maldito e! asonante que así viene A turbar de ese verso la armonía Que no nació por cierto en Hipocrene! . Caro &migo, perdón; no es culpa m1a. Me parece que estoy desinspirado. ¡Desinspirado, dije! Frase impía Que me obliga á buscar, mal de mi grado, Un común y trillado consonante En los verbos, que siempre he det~slado. · ¡Atroz fatalidad! P&ro no obstante Y á despecho de Apolo, audaz prosigo Ter.~eto trit5 terceto y... ¡adelanLe!. Pues te ofrecí hace tiempo, buen amigo

¡1


Jost a.

l!;scrihirte una epístola en tercetos, Y yo nunca he faltado á lo que digo .. Y aunque escriba no más que mamotretos. He de probarte que tercetos hago Gomo haces tú roman~es v sonetos. No temo de la crítica el estrago, Y á esos Zoilos in nómine de hoy día De dt'sdén buena dosis doy en pago. De desdén; noto aquí cacofonía, Pequeño defectillo que bien puedes Unir :í los d~más de mi poesía, Si en mi obsequio ese nornbre á darle accedes. Y bien pudiera ser. Aunque iucorr~clos . Mis versos, ¡tiene el arte tantas redes Donde suelen caer los más perfectos!... Adl?más, si te oscribo, es á tí solo, Y sé que tú p Jrdoaa¡¡ niis df'feclos. Intercede, Francesco, con Apolo ... ¡Co ... con ... · ¡vuelta otra vez! Nuevo delito De leso clasicismo. O soy yo un bolo O... no sé que pensar. Es inaudito Que no pueda escribir cuatro rcnglo1.es ' Sin que falle del arte á lo prescrito. · ¡,Porqué me negais, wusas, vuestros dones? . ¡,Porqué, Francesco, Le ofrecí esta carla. Si tan llena ha de estar de tropezones? ¡Néci::> de mi! Mi desventura es harta~ Perp ¿quién me- ha metido·en fa caheza ·

TORREI.

il7

Hacer tan larga Le1·eeLil ensarta? Es mucha avilantez, mucha torpeza. Que un novel escritor, bardo incipiente-, Pretenda salir bien de tal proeza. Comprendo que ofrecí ligeramente ... ¡ligei amente! ¡Horror! Aunque me emplumen. Pasar no puedo un consonante en mente. Esto ·es 110 tener chis~Ja de cacúrnen, Burlal'se de las musas, dP) Parnaso, Y muestras quarer dar de un falso númen. Déjame delirar; no me hagas caso; Voy á dará esta carta conclztsión... Mas ... ¡oh furor! ·¿Para salfr del paso Un agudo? ¡Un agudo! No hny perdón . C:-íLicos, ¿dónde estais? Yo me denuncio, Sí, yo ffijsmo; Atacad sin compasión. ¡Maldecidos tercetos, abren uocio! Musas, ¡Adiós! Vuestr& parnaso os dejo, Y á la éarrera dP. escritor renuncio. ¡Merezco que me arranquen el pellejo! ~883.


.

.

Jf•SE G. TORl\ES.

~uto

y llanto.

EN EL ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE TAPIA.

l.

.II. Proi;igue la deiJad, triste, callada; Y de un templo en el pórtico rnnLuoso · Detiénese á rezar, como inspirada · Por tin recuerdo triste y doloroso.

¿Quién es esa de.dad, triste, angustiada, Que llega lentamente y silenciosa, Tr<'S el fúnebre relo recatada Cual tras nube sutil la luna hermosa'!

La Diosa portadora de la Egida . Preside aquel mHgnífico santuario, Que ostenta su fachada, revestida. Con un lúgubre aspecto funerario.

Viste ele luto; y á través del veJo Que cubre de su faz el dulce encanto. Se pronuncia su amargo desconsuelo; Y suspira, y derrama acerbo llanto. ¿Será una madre que, en afán prolijo, Siu hallar lenitivo a su tormento, Va buscando la tumba de su hijo Para dar libre rienda al sentimiento?

Ya termina la súplica fervi en te Y entra la Diosa en e! asilo santo; Y nuevo rezo entona en voz doliente; y derraman sús ojos nuevo llanto. Alli tambien la Virgen Poesía. Cubre ;;u rostro con luctuoso velo, Y á su lado la cercan, á porfía, Las deidades patéticas del duelo.

Es madre, sí. Los ínclitos varones, Los hombres de preclara inteligencia, ' Los que llevan del triunfo los pendones, Esos sus hijos son. Ella es la Ciencia. ¿Porqué llora? · No sé. ¿Por qué de luto Reviste la mansión de sus afecto,,? ¡,Ha pagado á la muerte su tributo Alguno de sus hijos predilectos?

H9

Y llora, y DG se ostenta Formada con En que Dafne

su cabeza 110 levanta, diadema bendecida, las hojas de la planta infe\iz lué coarertida.

IH. De pronto, aquel silencio sacrosanto Lo iulcn:umpe de un ángel la trompeta.

1

1


no

l!:l'<SA:JOB LITERARIO!!

Que en las Diosas provoca nuevo llanto, Y dice:-«¡Ha muerto Tap_ia, el gran poeta!> «Borínquen le perdió. Llore su suerte Que tan dura y cmel hoy la m;iltrata, Y maldiga la saña ele la rnuel'te Qne al genio de sus genios. le arrebata.JI' «Mas picase que l·a tumba e~ la que encfomr De Jos héroes el triunfo y fa victoria; Que la patria del genio no es la tierra, Y que Tapia, al morir, halló su gloria ...

ARMONÍAS DE LA HAZON.

lV.

¡Tapia! iSol de Borínquen! U11 mínu[o A Ja Parca bastó para apagarte; · Y por eso. la Ciencia está de luLo; Por eso llora sin cesat· el Arle. ¡Triste verdad! Lloremos, bol'incanos,

La pérdida de un astro en nuesrro cielo;

J. .loremos., ~í, lloremos como hermanos, Que siempre el ll:rnto presta algun coosu61o. Y así como de Dios la i-anta gloria En divinos altares veneramos. Para adorar de Tapia la memoria Los pechos en altare · convirl.Rmos. . 11!$3.

Contraste.-Aspiraciones vanae.-A. uo eacéptlco. -Recuerdos de ta; infancJa .-La lus y la muger. -El genJo.-La memorla.-El poder del mal. -Un pensamiento de VJrgiUo.-lledltaolón oooto.roa.


• ~entraste.

·-

l.

Fantástico panorama De nácares y topacios, Perdíase en los espacios De la celeste región; Semejando islas flotantes Que, sobre níveas espumas, A través de e!o;pesas brumas Surgían en confusión . ldf

'.

' 1

·.

.Mil negras nnbes en Lomo, o~curo cerco formaban, Y avanzando, se obstinaban T11l belleza en destruir. Y al fin lograron su intento, Pues, tras el negro, ropaj~ Despareció aquel paisaje De oro, nácar y zafir. Así el bien ylas virtudes Que el mundo orgulloso aclama, Bl'illan, como el panoram<l De la región celestial; Pero presto dcspareeen Como. el célico paisaje, T°ras e) OSClll O ropaje Con que las cobija el mal. 1883.


ispiFaciones uanas.

So NETO. Queriendo descubrir el hondo arcano Que en su interior el Universo encierra Lo:; estrechos· confines dP. la tierra ' Surca veloz el pensamiento humano. Sin que jamás su intento juzgue vano Al mismo Dios dedara ruda µucrra, ' Y m:.'.ls y más en su ilusión se aferra Cuanto más vé su límite, lejano. Nada le arredra: locas ambiciones Alas le prestan á su paso incierto, Y osa. tocar del cielo las regiones; Sin pensar, que, cnal lcaro inexperto. Pe~'der puede su!'> alas, y rendido BaJar á la mansión de éterno olvido. f882.

·. i

un escéptico.

Si altares é iglesias fa~ricamos, Es porque á,.un Dios debemos adorar; Mas, si á Di<;>s suprimirnos, son un lujo Ii~ iglesia y el altar. Un Lempo y un altar en cada pecho Puso Dios para el culto del amor. Si tú suprimes el amor, suprime También el corazón.


... '......

~ccueF~os ~e

la infancia .•

(Lamentos de un desgraciado .)

l

J

Pasaron ya los !Jonanciblés <lias E11 que, adormitlo cou el ~rato · sueño De plácida i11ocencia, '11 Se deslizó entre goces y 'lilegrías El pasado risueño, ' La mañana feliz de mi existencia. , De, ese pasado lisongero y grato, Solo quetla un recu1~rdo moribundo En la aurasada mente, . Y una impresión, grabada en lo profundo Del corazón doliente;_ Recuerdo é irnprc$ÍÓn que siernpre rivcn Y c¡ue jamús $e olvidan, ' Hallando tierno asilo eó la. memoria; Que á meditar comidan En esas horn.s de mentida calma, Cuando aba1J1da el· alrna Qui~re estudiar del porvenir la historia, Y fip en el pasado una mirada ' ('.omparnndo .el presente lastimero Con º'ºs sueños de placer y gloria

- . . ........

,._.... .......

_............ _

Jll~É G. TuRt\l':s. .......................... ....... -.-~

i2i

--"'- .......................................... . ....... . ,

Que sr. forjó la mente acalorada . • El de~engaño impÍJ Hiriendo el corazón con safla fiera, Ln aspiración constante ])el sér huff1ano, en humo convertida Perdido en ef e::;pacio; La mente delirante, Helado .el11corazóri, la fé perdida , Marchita .11.a e~pcranza; Tal es la réalidad e11 que trocados Se vén Jll.Wsti·os ensuefl.os rnús dorados. L::t albo1"ada feliz de nucslra vida,_ E a albo·rada :ilegre y placentera, ¡,Qué fué sino florida primavera Que ~e alejó veloz é inadvertida, Y en el alma al Jeja1'n<B un \'ado Cedió su puesto al éaluroso estío'! · Por q.. ya, como entórn:es, no adtnir~mos Un muncjo b:¡.lagador, bello y rierite?; Por qué las dulces. horas de ventl1ril Que se fo_rj6 Ja mente, . Las miran nuestl'C>s ojos Troc tdas hoy en negras amarguras? ¡ity! que ·ae aquell'a edad tan \1enturosa Solo un recuerdo queda, Cual chispa luminosa, Cual fugaz meteoro . Que pasa ante vit;ta, la des.lumbra,


128

ENSAYOS LITl':RARIOI.

Y en el volar del Liempo al fin se pierde. Ni un astro se vislumbra • Que ·vuelva á nuestros pechos la esperanza; Y solo eu lontananza Se observa, con tristura; Presagio de dolores, nube oscura. · Los placeres, los sueños, las sonrisas, Volaron con las brisas De la geutil, galana primavera; Que, así como ligera Es la estación de las pinladas flores, · Es rápida también en nuestra ''ida Esa edad que á los goi::es nos ·convida. Tras ella, la estación de los rigores Sobrevino ~mpetuosa; La vida borrascosa Llegó en pos de las gratas ilusiones; Y rápidos cruzamo~ la distancia Que separa á la infancia De esa edad de mentidas ilusiones. Tal es la vida; Calderón lo ha dicho: «Sueños y nada más>, pero· si nunca El despertar viniera, ¡Cuán feliz entre sueños vivir fuera! · Soñemos, sí; que vuelva!"! presurosas Las bellas ilusiones A colmar nuestros pechos de ventura; Halle el alma abatida

JOB ~ TOR ~;s.

Horas m:í.s venturoi:as, Más gratas impresiones Que, alejando J~ negr:i desventura. Nos muestren otro prrsma Hermoso y deslumbranle; Y al mundo halagador de los eosuC'ños Torne otra vez el alma agonizante. . !881.


JO~t 6.TORUES. ~~~~~~~-------- """----- ....

CoMPOSICJ(,N ESCRITA EXPRESA~IENTS PARA SER

RECITADA BN

UNA VELADA

GAmNE11E oB LElcruRA DE

DEL

YAuco,

b:uando la Suma VolunLad increada Quiso el cáos en mundo convertir, Al empezar su obr:i impenetrada, De entr&la oscurn sombra d\3 la nada • La luz hizo surgir; . Pues Jeovah quiso que en la humana mente

No hallasen las linieblas un lugar; Y de la luz el resplandor luciente, Como guia seguro, el sér viviente Pudiese utilizar.

En la superna bóftda del cielo Puso después su bráto crliador; Las aguas separó del dut'<J sucio, A las plantas dió vida, al ave vuelo, Y a Diana su esplendor. De innoble barro enlrc la forma humana Lqego insufló su espíritu vital;

1-3t --

Y ceroádo de pompa tan galana Despertó, sorprendido, una mañ~na ffil mísero mortal. En ·su obra más preciada se l'ecrea El Artífjce· sabio, {1 su placer· Y al dar por terminada SI.\ i~rea, Nuevo ideal en su cerebro crea, Y forma á la muger. Porq.ue, asi cual la luz et primer dia Para alumbrar la mente señaló Pensó qu e el corazón tener d~bia• As tro luciente y protectora guia Que en la muger le dió. . ¡~a _luz y la muger! Faros divinos, Prrnc1p10 y fin del mu!Wo· en la creación, Cuyos daros reflejos diamantinos Moslrandó van ql hombre los caminos De b~ y perdición. ¡La luz y la muger! Sublimes fuentes De belleza y amor; puro raudal De inagotables, diáfanas corrientes, Que le brinda sus linfas trasparentes Al inísero mortal.


E:'ISAl'OS UTiollAlllOS.

Para Pnra Para Dios

(

l

J

alumbrar del hombre el pensamí~aLo, ofrec¿rle Pª" é inspiración, sgrvir de balsamo al tormento, las puso por Lase y ornamento . Del mundo en la creación.

Y ¡cuán feHz la humanidad viviera Si los decretos del Supremo Sér Todo mortal viviente aquí cumpliera, Y hallase el hombre mudas por doquiera ¡La luz y la rnuger!

Bl genio

-

Dit que que cuando á la razón Abrió sus ojos el bolllbre Y observó su oondición, tl mis~ se aplioó el nombre De "rey de la creación"

Y orgulloso oon su estado, Dijo1--"Pues rey fui oreado, , fuer t e. " Soy en el mundo eJ. mas --"Hombre, estás equivooaáo"-Le dijo entonces la muerte. --"No hay nada que se resista A mi aterradora safia; Tú ~mbién, cual pobre arista, Sucumbirás, a la vista, De mi oo rtante guadaí'1a. "

'·

Y cuando el hombre observó Lo frágil de la existencia, Con triste acento exola,mÓ1 --"¿Qué vale la inteligencia Si el más fu·e rte no soy?" • • • • • • • • • • • • • • Cierto dia en que la muerte


Quiso una vida tronchar, Le babÓ el hombre de esta suertes --"Ya encontraste uno más fuert ·A quien no puedes matar." Mas la muerte, envanecida, No hizo caso, y en seguida Fué en pos de aquella existencia¡ Y al comprender su impotencia Le interr~gó sorprendi.U.1 --"¿CÓJOO aai oon tal denueao Burlas l• ley genera!? . do • " ¿Quién eres? Me oausaa mie --"Un genio, y morir no puedo, Porque el genio es inmortal." QuedÓ la muerte asombrada; Y en la terrenal morada V1Ó que el tiempo transcurría, Y el genio siempre vivía Su existencia ilimitada.

y se oonveoió la muerte Que, del mundo en el proscenio, Bien puede su imperio fuerte Dejar la .materia inerte, Poro no matar al genio.

DOLORA.

=-«·Qye 110 pm!dnj-dice un vicjo,DeL ve~uertlo ·presdindir-, Y sea lll mem6ria espejo Do mir.e siempre eJ raflejo De mi pasado eKistir ~ Para adquitir expcrríeneia, A Dios si11 duda le pllf@'O . Encadenar la exislertoia: Al fiscal do la coacieoéia Y del tecuerdo al v1mlugó.»

.

UN

FÍLÓSOFO:.

' -Esa es léi vidfü vivir Para lu~o recorda11. • · Si hacüs bien, podrás gomr; Si mal; tendrás qu~ sufrl .

UNo, Á'to' tbos:;l ¡Áyf ¡Quié!l pudiera ol.viilar! i&83 .

1880.


JúSÉ G. TORRES. ·

~ALADA.

-Padre, ayer en este vaso Lleno de agua tnmsparente, Una gota solamente De 1inta, cayó al acaso; Y esa porción tan mezquina Pude, absorto, reparar Que bastó para enturbiar Aquel agua cristalina. No alcanza mi inteligencia Cómo el ago:t se enturbiara, Y la tinta no tom'.lra Dd agua la transparencia; Pues á mí se me figura Que, antes que el agua empaña:-se, Debió la 1in1a tornarse En agua lfmpida y pura. ~son leyes esos, mi amor, Que no hay nadie que fas tuerza. E~ -es la ley de la fuerza, O la fuerza del color. Y así es el poder del mal: Enturbia al bien, si en él brota,

Como de tinta Ja gota En el líquido cristal. Si una gola del veneno Del mal, con el bien juntamos, Lo bueuo en malo trocamos; Pero nó lo malo en bueno. i883.


, •

JOSI~ G. TOllHES.

1 ·

in pensamiento

~e ~i11gillo.

El viento a:r:ota siempre laa cumbre• máa alta.o: asi la envidia. VIRGILIO.

~~!ENTRAS que airado Eolo,

.l,f~ Zurnbarwo con ·fiereza en la espesura

(·*-De escabrosa montaña, .. .. En roble secular ó encina dura

((

~

.\

.Saciando \'á su safí'1, .J Y err ronea roz que al Universo aterra, J ~ ) Anuncia por la tierra · ~..1J De la inclemente atmósfera el amago; En vetusto castillo 42ue del viento no Leme al fiero estrago, Sentados frente á frente, al débil brillo De · té.tri ca bugía, Un anciauo y un jóven conversaban, Y el jóven al anciano así decía: -¿«Por qué la garra artera De la infame calumnia y ruin mentira En mí se ha de cebar"con saña fiera? ¡,En mí, que si en la cuna Títulos heredé, bienes y honores, Culpa tan solo · fué de la fortuna? ¿Y luego, si orgulloso Jamás me considero

Al mimrme encumbrado y poderoso, Y al triste pordiosero, Al infelíz enfermo y al anciano Siempre brindé mi protectora mauo; Si nunca mis acciones Fueron hijas del mal, y en pos camino De angelical virtud á cuyo nombl'e Se inspira el alma eu el amor divino Y doblega su altiva frente el hombre, El mundo, no contento, En mi. censor perpétuo se convierte, E injusto se divierte En inventar ficcioues Que cubran con un velo mis acciones? ¿Es que la sociedad, ya pervertida, De$precia la virtud, y solo quiere Por la senda del vido corrompida Proseguir anhelosa, Tributo dando ·á la mald::id odiosa? ¿O ·es que la avara cuvidia En mí se ceba con atroz perfidia, Porque ::inte el poderoso l\le muestro siempre altivo y org1,1lloso, Y solo an~c el humilde y de::'graciado Olvido el poderío Y mi orgullo se siente dobl~gado'l» El anciano responde: -« ¿Vés ese vendaba! que airado zumba,


' 140

E:-:.A 1 v S J.l, i;nAnIOS.

~- - ----------- --------

.. --

Y con atroz fiereza, Troncha, derriba y le prepara tumba Al morador gigante en la maleza? Y acá en nuestro jardín, ·Ja débil planta Con altivez humilde se levanta, Despreciando el furor de la tormenta1 Pues bien: Así la envidia, como el riento, Se cieme en lo más alto Do sus fuerzas doblega el elemento, Y á la virtud más pura Dirige sus ataques, despiadada, Por estar la virtud á grande altura. Si, como el cedro añoso, Mostráraste engreido y orgulloso Y el furor de la envidia desafiaras, ~Por tu base lronchado, Sin compasión al suelo al fin rodaras. Mas si cual la pequeña Y humilde planta que al espacio leme, Tu orgullo no de='deña Al ser más débil que á tu lado vive, Aunque en odiosa lidia · Trabarle quisiera la infernal envidia, Por sobre tu cabeza Pasará inadvertida, Sin que una sola herida Te cause de sus dardos la agudeza» 188:2.

le~itación

noctmna.

DEDICADA A mt apreciable amtgo Don Julio Arlzmendl.

~ÉN,

noche, vén; tu pav?roso .manto GJF'fiende veloz sobre la tierra tngente, Que al mirarte venir, lleno de espanto (( ( ) Huye el 101 por las puertas de Occidente. ..._; ·Avanza sin temor; llegó la hora De tu g~hierno lúgubre y sombrío, Y del ·mundo has de ser Ja gran señora Que reine en 1as regiones del va.cío. ' \ ) Ya te miro llegar; y tras el velo \.... Con que á los mundos abarcar procuras, Parece que se oculta el almo cielo Con sus ricas y bellas ve.s~iduras. . ¡,Do está, do está del celi co palac10 La enriquecida allornbra? Todo lo cubres con tu faz sombría; La oscuridad se cierne en el espacio, Y Ja luz, batallando con la sorr¡bra, Lanza el postrer gemido de agonfa. ¿Será posible que á tu solo paso, ¡Oh uoche cruel, avara! Dc~parezca del sol In lumbre clara,

~


José G. Torres.

Y . con él se derrumben en ocaso

11

1

Esas pinturas bellas Cor~ .q~e el azul del cielo se engalana? , ¡,Que imporla que fulguren tus estrellas ! Cual lumínicas cbspas relucientes Y el resplandor de Diana ' ' V~nga á rasga .. tus sombra5 imponentes; Sr cuando el sol se retiró cobarde Sus rayos ocultando abrasadores,.' Llevóse tras de sí los mil colores· Del bello panorama de Ja larde? Y triunfastes al fin, noche tirana; Mas ¡ah! teme tu suerle· Que si hoy vencisle al SoÍ, rambién mañana !~I mismo Sol te causará la muerte. ~

' Nv sé por qué, al wirarle cauliveriCI ' Sumir la. tierra e11 nerrro l"I Nacet'- siento en mi alma Ansias de meditar; y al conlcmplarle, :Me p~reccs el L\ngel del misterio, Nuncro dé so ledad, silencio y calma. ¡Cuánlos con ansia fiera Espernrún ¡oh noche! lu venida! ¡Cuánlos bcndecirúrr el negro manto "'on que, .al cubrir · la celestial esfera , •as nu pecho de terror y e!;panto!

1

·

141

SÍ, noche; tú eres angel del miater1c Baja tus negras alaa Todo reposa en paz¡ y es tal tu imperio, Que hast~ el mortal, rendido, Busca, del sueiio en brazos, tl olrltlo~ •.· Tú eres, noche fatal, la encubridora De loa al tos arcanos de la tierras Y sorprendiendo vaa, hora por hora, Cuanto sebreto el universo encierra. Por tu Dombra esoudadoa, t'or eaa paz oon que á dormir convidas, ¡Qu& de misterios quedan ignoradoal 1euáata:s honras perdidas: ¡Cu&ntoa orí.menea fieros oonauma.doa! La tímida doncella Oue tiembra ante la luz del claro día Y se muestra oelosa de su honra, En las sombras recobra su energía, Y no vaoila, y con un beso sella La sentencia fatal de su deshonra. Y el, criminal amante Que le brinda de amor mentidos lazos, Halla en la oscuridad valor bastante Para arrastrar trinfante Girones de un honor heoho pedazos. Aqu! el desenfrenado libertino Se recrea en inmundas bacanales, Del vicio en el infame torbellino;


lM

Bnaa

1

Literario•

y .la al1' el puflal del a1e1ino va dejando del crimen lu HklH • 1ll crimen! 1i.a •ld&cU ¡ at~a demenoial .Allbo• ¡oh noche! en tu ore1po11 ae eaou y no obatante 0011 o{nioa 111paoienoia, Aguardan 101 11>rtale1 tu pre1ea.o1a, Y Ante ti ae pro1ternan, 1 1aluclan. 1aqe, nooM rataU Deja que Apolo Venga a rugar tu teuebroao nanto, Y que brille la lua de polo a polo. ¡ BaayeJ 111.edo • da tu aapeoto 1olo. ¡Oh! lle oau1a1 terror, .. du e1pantol

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

~

Pero no, no te aleje1 toU.ña, Qaie, al oontempl&rte, liento Ansias de •ditarJ el claro cd.a Io le brinda repo10 al penaamiento. Deja que allá el ladrón, el ue1ino, Bl criminal amante cli1oluto T el torpe libertino, Reoojan a tu 1olllbra oclio10 truto. To en tanto, al ver brillar de tus e1trella1 La refulgente lua, y de tu luna Bl tibio re1plandor, en 1111 anhelos A 111 ruón preguntaré 11 aquellu Hallaron 9ll Ja~llmeDIO de loa cielOIJ

• Jo1é G. Torrea 81 el aU.anto rl tal all! H agita al que de la tierra en lu regionea •i eaa humanidad que ·alli palpita, Tiene en su frente e1orita La 1eflal de las altaa perteocione11 Si es la luna un planeta ngabundo Sin vivientes, atmó1tera., ni oielo, O si es, como e1te suelo, Rioo en belle1a, en existir fecundos Si un 1ecreto ignorado En ••e globo el Hacedor enoierra O si es solo el fanal que ha ool~oado Para alumbrar la tierra. Y cuando ya mi esp!ritu rendido Abandone 1us gratas reflexiones, Al ~ntregarme del desoanao en bra1os A Dio• elevaré mi• oraciones • Bao• divinos lasos Con que su ea~iritu liga el Ser virlen A la gloria del Dio1 Omnipotente.

:rnr 1

I


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PE DE ERRATAS 11&8 IOTABLIS.

-1-----Pág. 19 , -22 __

11 18

2~

22 8

-58 -76 -113

131 --

\

L!nea

3

2

Dice Iuapirarme en un oc ...o Bor1uqnen quiso forjó • a1

••ti•

18 De bien

Léue Inapirarme en mi oou Bor1nquen. quiso. torj6 lli. estime.

Del bien.


IIDICS

)(:1

pcop6aito ••••••••

~.

A Borlnquen •••••••••

6.

Doa palabra• ••••••••

7.

PRIMERA PAR'?B.--Fantaaiu.-Al Mar •••••••••••••• 11. Ideales ••••••••••••• 16. Teaores y Deseos (A mi patria) •• 22. Contemplación ••••••• 27. Contemplación •••••••• 31. En el 10 ° aniveraario34. La dicha ea ilusión •• ~8. ¡Patria1 •••••••••••• 42. SESOllDA

PAR'l'E.--Historia de un

Coraaón~ -,Pragmento•)

De la primera ¡poca. ' Sl pri•r &J10r....... -19. Soneto •••••••••••• ••• 50.


lladrigai •••••••••••••••• 51. Dejadme en 111 ilu.ión•••• 52 En blanco--Cuerpo sin alma 53 En el piano--Ingratitud•• 54. Polo• opue•to• •••••••••• 55. Regreso ••••••••••••••••• 56. De la ••gUDda época. lbris es rlrlr. Eres injusta •••••••••••• Lenguaje del aa>r •••••••• A un riso (8,tioos) •••••• 11 pri.. r be•o •••••••••• Serenata••••••••••••••••• Orgullo oa•tigado ••••••••

51. 58. 59. 61. 62. 64.

Pre•entimd.ento.-~11

be•o de Judaa ••••••• 65. 1 .

De la cuarta ipoca. ¡B•cuchadl •••••••••••••• 1Crimen! ¡Por qu61 •••••• Dos Libre y e•olaYO ••••••••• Fiat lux••••••••••••••• Tus ojos •••••••••••••••• luestraa dos almas •••••• Tres dolores •••••••••••• D••pedida•••••••••••••••

66 0 69.

de•o•.. ..•...••....•• 10. 11. 72.

7~.

74. 75. 76.

De la quinta época. Tabla de •alvaoión. ••••• 78

Dudaa.~••••••••••••••••••

GraTitaoión--Al,jate ••••• Boras telic•••••••••••••• Lenguaje mudo •••••••••••• La rosa pálida••••••••••

19.

so.

81. 82. 83.

De la •esta épooa. Quiero oondenar-61 ••••••• Iipreaion•••••••••••••••• Desvarios ••••••••• ~•••••• Hecesidad de &Jl&l". ¡BI

85. 85. 86.

raroJ ••••••••••••

88. 89.

Tú y yo •••••••••••••••••• ¡Tirana!••••••••••••••••• Fidelidad. o muerte •••••• Debilidad de e•pÍritu•••• Ni un oonauelo •••••••••• ¿Con que dereohoT--Vdjea prematura •••••••••••••

90.

91. 92. 93. 94.

TERCERA PAR'l'E.--111soelinea.--

lia•tio...................

'11.

A una ••••••••••••••••••• le>a. Jforal de oonvenie~oia. A otra. •••••••••••••• · 104. 11 Baile •••••••••••••••• 105. A Gulnioa ••••••••••••••• 108. A la •.,ria de Wa•hington ••• 110. lU. 114.

a


CUARTB PARD.--Anmniu ele la Raaón. Contraate••••••••••••••••••~•

'A apiraoionea .._•••••••••• lM. A un ••oeptioo ••••••••••• 125. Recuerdo• de la 1ntano1a•• 126. La lus lJ1I y la 1mger••••• llO.

El genio ••••••••••••••••• 133.

·La 118mDria•••••••••••••••• 135.

Bl poder del 1al •••••••••• de Virgilio Jleditaoión nocturna •••••••

Un pen11amiento

•••••

1~

1~6. l~B.

l~l •

..


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