Influencia en la medicina del carácter de los pueblos (1904)

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IRFLUEBCJA EH LA,IEDIGIRA DEL CARICTER DE LOS PUEBLOS..

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· Conferenc.ia dada eñ el Ateneo Puertorriqueño en la 'noche del 25 de Abril , por el

Dr•. R. RVJZ ARNAV.

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PuERTo R1co. ·. Boletln Mercan.tll.

1904.


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Hablar de la influenci~ qúe · el carácter de los pueblos modeblOs . ejef'c~ en la )tedicina, a<:a~ó -equi· valJ& á hacer _un jntento de ~Psicolo~ . 8'Ía .ruédica COIDJ>~i'ada de las $r~n· des naciones. De intento y no 4e otra cosa cr.eo que .f "led_é ' califi._c~~ ' el tema que voy ·á desarroll~.r, por- . q_ue no·. es Jt} a~rt un ensayO., ni s1. quiera un bosg:uejo de 1a fisoll.omta m·édica pr.:>pia ·ae las _grand~s ·?acion~s. · J?ara namarlo . de otro modo' se h~~{a preciso up. concienzud'o estudip previo d_e psi~pl()~ía : :c?.~1ec.tivá, eSDpr da · in~y .s.Jlpetior ~ mis ~scasas fuerzas .y at tíetl)¡x.> y espaCio c1e ' qu~ se pue~~ disP,oñer, . ~<¡~f ~ · Puerto-Rico, en que tan apatta·dos

Biblioteca -.General

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. FU. P. R. . E·- '65 '· '

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I . FL E.NCJA EN LA MEDICINA

vivimos de los grandes centros de cultu_ra y en que no podemos sentir, con la proximid~d requerida, las palpitaciones de esas muchedumbres que con.s titnyen los Eaises que van . hoy á la cabeza de la civilización universaL Porque ya sabéis vosotros que en estO' de los ~studios psicológicos h'ay una gran parte de personal y p ropio en el que los emprende; y por eso no es raro observar cómo djSienten en sus apreciaciones los grandes escritores siempre que de juzgar de cosas y de hechos de otr os paises que no son los suyos se tra.. ta; y este disentimiento se acentúa '. mucho más cuando el objeto del es. tudio es nada menos que la psicología colectiva, es decir, el modo . e;special de sentir, de pensar y de actuar dé cada uno de los pueblos á que acabo de referirme. Y antes de pasar' adelante, quie-

nl!:L .CA RACTEn I)Jl: Los PUEBLOS

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ro señalar la circuns~ncia, qu·e llama grandem~nte la atención, - ~e que después de, ese largo interregno en c1ue 1a · psicología propiamen· te dicha, la psicología indi-rldual, ha estado durmiendo ese sueffo que se llama pos'itivt:smc, . aceptándose · como a bsohi taniente . incogi:10s~ible el yo, r esurja nuevamente má~ __gran~ de, más poderosa· y de m'á s extensos . horizontes, una ci~ncia ·psicológica., que· ya como cansada : y f.atigada de analizar impoteritemell.~e ~el alma individual, quiere analízar, pretende escudriffar los arcanos. del alma de · los pueblos, del aima de las naciones, del alm.a entera de la humanidad. ~acer . resaltar cómo de ese · modo de sentir, perisar y _querer :de cada uno de esos grandes pueblos· . . se .deriva naturalmente · e.l ~odo ·de · ser . peculiar de la cienCia.. médica en·.cada .u no ·de ellas, y poner dé re¡ieve · ¡~ fisonbm Í·á propia que la Me· . .. . .

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lNf'J-UENCl

EN L Á. MJCDICINÁ.

~jcina adq~~cr~~ es gecir, su caractpr1stica deriyacla del ~eo.io nacion , hé ~{ lo QUe co¡¡$tit~ye e~ teipfl. q~

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1lF.T. ,CARAOTER Df: J,O~ ~UBJJJ, OB·

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P!OP9~go desar~oUar.

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Así como el organismo hu.mano· e~ un agregado de ~parato~, y é!Jtos á ~u vez de ·órganos, y éstQ$ ' JV. vez de ~élul~, cacla. :una 4,e llloJ--CUa.. l,.es tiene su. fundon prop.ja .. cte {nti.tp. a con~ervación y . otra adem~ de solidarid ad . para con los . otre~~ elementos, el conj~ntQ de los. · cuales, 6 sea el .órgauo, tiene tambí6J,l esa 1!9· ble función, de igual mantra s.olida. ria con la de los otros órganos que constituyen el miaiP,o aparato; y el con~urso de éstos ~a,nd.o luga·r , _la integrac:ión del orga~ismo hum•p_o, del · mismo tno.do ~ humanidad es· un conjunto de pueblos formados á .s u vez por esas gig4ntescas··y compliéadfsim'as ~élul~s qu.e 'se llám~n hombres, cada J,tná de 1~ .cu.ales tte.-


' DE L C~ HA CTER DE LOS PUEBL OS

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ne su do.bie función de conservación inciivi~ ual y de solidaridad para c~n las demás, formando así el agregado llU1Katzidad, uno en medio de la ·varied ad de pueblos y de naciones: • Obsérvese que al hablar del organismo humano no he nombra_ do los tejidos, y quj;! al hablar de _h umanidad no he mencionado las ·razas; y es porque, apurando el símil', diré que las razas son en 1~ hu~anidad lo que los tejidos en el humano. organismo: agregados celulares de una misma morfología ·que pueden encontrarse varios rebnidos en e1 mismo órgano y uno sólo de ellos formando parte de düe-r entes ·órganos: de idéntico. modo que una misma raza puede entrar á formar parte de pueblos diferentes y aun muy dis'tantes, y que suelen encontrarse varias razas formdbdo juntas uq solo pue·b lo .

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Obsérv'ese ad~m ás q.ue los pué-· blos m ás civilizados ' son á sti -vez los más complejos. en ·su cob.sti'-· tución étnica ; de idéntica mane-· ra que los órganos más .nobles,. los que tienen que desemp~ffar fun, . . . 1 .,......... ctones . más acabadas, actos más. trascendentales para la vidl;l de la, comunidad,· son también los · más. .en .su texturi:~,· El or· complicados . . . . . ganismo es, sin embargo, único eh medio de su infinita variedad, . La humanid.ad .es siempre Iá, ,nisma en medio de la diversidad de pueblos~ de razas y .de naciones. Y la · verdad, que es el fin 4ltim o, la aspiración suprema d el género hu:ma~o, . es t_a.mbién una, y -u na sol~ 1~ ciencia que en . pos de ella corre, á pesar.del ·modo de ser, dé la· ca racterística, d.e·cada 11no dé . los pueblos, de- · cada una de la·s razas, de· cada,_uná. · de las haéiones . . SÓlo hay, pues,'~na éien'cia·.. ' S6~

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INF"r~U EI!I CIA

DEL C.AR:ACTJtR DE LOS PUEBI.08

EN LA MEUICIN'A

lo hay, p·ues, una ciencia médica, -6e la cU:al puede ·decirse, paro-diando á Vf~tor Hugo, que no reconoce fronteras. Lo que hay qu~ e da pueblo trabaja por Ua á su modo; contribuye á ella se... gtín su peculiar ma-nera de ser, en na palabra, según sus caracteres -étnicos y psicol6gicói. Analizar esa variedad d~tro tle la unidad, procurando como sfn-teis final hacer resaltar ·la •ma1'avillo·8a harm~n{a del mO-vimiento científico médico de todo ·el mundo civilizado, hé ~hí el pla~ de IDf con. ferencia de esta noche.

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El primero de los rasgos . del pueblo inglés, el más ·conocido de to• dos, el que lo define . mejor,·. es el i~tdivt'Clualismo; rasgo ·q ue · se ha querido explicar, por unos; como .consecuencia de condiciones climatológicas .y geográficas, y. por otros,. por condiciones también étnicas:· aun cuando las tres clases reunidas. deben, según Fo'uillé~, dar completa explicación del hecho, . Que en la determinación del in-4ividua;lismo inglés han tenido· que influir . de una manera ' pod~rósa las. condiciones de clima es cosa evidente: un clima húmedo y frío. un cielo- . siempre brumoso, predispo.nen más . .bien el ánimo á la concentración.interior . que á la contemplación y ré,

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. . INFL ENCTA EN LA MEDIClN

DEL CARACT.ER DE LOS PUEBLOS

creo de las bellezas naturales·' . á. la vida rec;ojida y confortable del ho gar., del interior de la casa; del home, mejor -que á las inclemencias é incomodidades de los agentes exteriores : -de $hí que el inglél) sea taciturno, reflexiv~, tristón, poco comunicativo, .._ parco en _h ablar, y que para él ten- . ga más valor que tpda otra cosa su bienestar propio, en una palabra su Y O. Ese yo, que él escribe siempre con maytíscula y que representa con ~uta I latina, que es la letra· m ás individualiSta del alfabeto, y que se -destaca alta y rígida sobre .el resto del escrito, como una pahnera . en medio del desierto. "' Y si á la condición climaté/ica se agrega .la condición .insular, la cual . no' puede menos de contribuir á recojerse en sí mismos los habitantes -de esa isla para defenderse mejor contra todo evento que pudiese venir del exterior, es decir, de ()Un conti-

· nente vasto, se - comprenderá cómo el resultado. de la ~sociaci6n de ambas t::ircuhs~ncías, de la ··g eográfica y la climatérica, no puede ser ~inó uno mismo. Pero hay más ; del.· concurso de ambas surge un nuevo ras~ go no menos característico del 01·e-· blo inglé~, y del que lu~go' · he de ocuparme más . extensamente cuand·o trate de la aplicación de esÚls consideraciones á la . ~odalidad médica de la nación inglesa. · Ese nuevo rasgo es el . de la previszón. En efecto • .parece como que la · necesidad de defender_s e constanteroen te de las asechanzas y de los · pelig{os que pudiesen ven,ir de par~. te de un enemigo siempre amenazador, y la precisión ·de- defenderse también constanteni~nte de '-ias iriclemencias.de un c,I~ma ingrato han · tenido que hacer les ' necesariamente previsore~, cjrcunsta:nci~- .que, .~u-

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INFLUE CJA EN LA MEDICINA

mul,ndose de siglo. en siglo, ha llegado, háciéndose tras~endente, á <;onverHrs ' de previsión en agresiótl; quiero decir, de defensa en ·ataque, de cQnservaci6n de su propio territorio e-n constante conquista qe otros nuevos; explicándose ' • de e.s e . modb el inmenso poderío colonial · de Inglaterra á ningún otro igualado y que necesita ella sostener con la escuadra mayor del mundo, á causa precisamente de que ·su condición ins~lar la ha obli- · gado en todo tiempo á ser realn:Iente dueffa de los mares. No hay duda que esta explicación que da Taine de las (causas del modo de ser del pueblo an~l~saj6n satisfacen momentáneamente -al espítitu observador; pero hoy, que se ahonda más en el éstudio dé estos asuntos de psicologia colectiva, no se puede menos que reconocer un!C infi'uencia

DEL CARACTER Dlll LOS ·PUE:B.i...O!=!

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capital . á la condidón étnica. La coincidencia d.e :los trés pueblos que han contribuido á 'la form¡:¡,ci6n" de .la Inglaterra actual, germanos, cel- : · tas y ~ormandos, todos con caracteres admira bleniente dispuestos pa: ra complementarse mutuamente y ' . 1 ...-' dar por resultante -final el carácter uniforme y homogéneo que · venimos estudiando;' (~uyo :análisis antropológico nos llevaría m~y lejos~, haciéndonos salir del marco de ·e.sta · conferencia) la coincidencia .de esos tres pueblos, decía, unida á · las circunstancias geográficas y climatéricas antes ...:!xpuestas, sí que. ex. plica satisfactoriamente la· caracte~ . rística propia del pueblo anglosajón. He dicho que e~ . inglés ·.. ponía por encima de · todó su bienestar material, y y0oc os · quiéro seffalar esta · .n oche : un · hécho ·que yo ·.. no .· he podidó explicarme de o~ro _.mo- . .

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DEL CARACTEft DT•: LOS PUEBf.,OS

do sinó por la razón derivad a de ' sa circunstancia y que ya Fouil!ée b ce· ~otar, eS á saber: . Que los filósofos ingleses, Q.esde Locke y Hume. hasta Stuart Mill y Spencer, hayan sido, ó .sensualistas ó positivistas, á excepción del idealista Berkeley, que se separa de la regla y que, por tanto, no hace más que confirmarla. El inglés, pues, vá siempre á lo · concreto, á lo definido, á lo real. El inglés vá siempre al hecho, gustando más de la inducción que ae la deducción, del análisis que de las grandes abstracciones: la enorme inducción "newtoniana de la atra cción universal buena pru~ba es de ello. De esta consideraci6n se deduce otro rasgo importantísimo .del carácter inglés. Si el inglés es amigo de lo concreto, de lo definido y de lo real; si el inglés es amigo

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del hecho, el·inglés tenía que .ser, .Y lo es, eminenteme.n te prdcticfl. Y de ser · práctico á ser ttÚlilrtrio no . . hay más que un paso, y ya ver~n;10s cómo se puede también aprovechar esta premisa pata sacar 'conclusio-· · nes que den cuenta de alguna de las líneas de su fisonomía médica . . . Por , lo . mismo que . el pueblo.--inglés es in di vid uallsta, por lo mismo que mira muc·ho hácia · su ititerior, por lo mismo que · es reflexivo y serio, previsor y práctic~,· resulta también muy apegado d sus costumhres, á sus tradfciones, d sus instituciones politicas, y vamos á ver en ' seguida cómo· esta circunstancia se refleja también · en su . característica . médita. ~

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_Si echamos una ojeada rápida 'sobre . la historia de 1a · Medic'ina ~n . Inglate.rra; y n?s fiiamos, a~nque sea someramente; .e n sus . fi;g1,1ras médi-.


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lNFL E CIA F.N LA MltD ICINA

DJU, CARACTE R DE L013 PUEBLOS .

cas más culminantes, antiguas y contemporáneas, nos rendire~os _c uenta ·e n seguida de cómo esos rasgm¡ del carácter ·inglés informan el modo de ser de la ciencia médica de esta nación. Harvey, al descubrir la circulación mayor de la sangre á principios del siglo XVII, emplea · yá el método experimental é induc... . tivo que, como sabemos, parte del hecho bien comprobado y definido y se eleva paulatinamente á las causas. Brown, cuyo sistema méc.lico de 1a-incitahilidad ha sido uno de los que más celebridad han alCanzado, al fundar toda su doctrina en la existencia de utma fuerza C011tpuesta de dos elementos: smsibilidad y contractilidad," dá un buen ejemplo de cómo se puede ·ser sensualista en medicina. Sydenham, el Hip1 rate.s inglés,

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. de · Locke ·y admirador de · Bacon," fundapa ante todo en ·1~ observación el arte de conocer y tratl!l,r las enfermedades; y en muchos sitios de su obra puede leerse que ~cel mejor medio c;ie aprender .la ·me- · d~cina es el .ejercicio y el uso (es declr, la práét1ca) y que _el médiCq 'que estudia por sus _p ropios ojos con una extrema aplicación los .fenómenos naturales de las enfermedades, debe necesariamente brillar en el' arte de . conocer las indicaciones curativas·" . . . , en todo ld cu'a,l vemos manifestarse constantemente la tendencia observadora y analítiGa del genio inglés. ·.Y ya que de' Sydenham hablo, haré · notar .~os hechos por demás · sigilifi- · · cativos que corrobor~n 1~ que ven- . go afirmando. · Se reconoce universaimente··. á los ingleses · una superioridad · indiscu. tibie en lo que ·á la Hi.giéne · pública Y Priv~da · respecta, . es decir, ·e~ ~ca migo

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INFLUENCIA EN LA .MEDICI NA

aquelJo que es el ~rte .de conservar ·la salud, de cumplir la segunda parte ·del aforismo "mens sana in corpore sano." · Ahora bien, como ese ar.te de la higiene es preventivo por excelencia, nada tiene de extraño que lo . previsores hijos de Albion se ha}ran distinguido siempre, y marchen hoy á la cabeza, en lo que· atañe á esa rama de las ciencias médicas que á evitar ó prevenir las enfermedaqes se dedica. Pues bien, el mayor tim.b re de gloria del Hipócrates inglés es su ~bra sobre las constituciones ep:'dln:icas, cuyo estudio, como se sabe, está comprendido en la Higiene Pública y constituye, por así decirlo, la parte más trascendental de esa ciencia. Vemos, pues, reunidas en una sola de estas grandes figuras· históricas de la Medicióa inglesa dos de las principales características

DKL CARACTF.R DE LOS PUKBLOS

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generál~s ·que he seflala'do: la pre:" visión . y la tend~ncia p~áctica~ Y es más, ·veremos aún la tendencia práctica en es.te ilustre 'médico si . ponemos de manifiesto. otro hecho, que no por ser menos importa+lte que los señalados deja d e . encQntrar idéfltica explicaCión que los anteriores: me refiero .á ese modo de · ser de la Farmaco?e·a inglesa, cuyas fórmulas originales, .:Siendo como son frecuentemente complicadas por demás y . hasta incompatibles entre sí 'los diferentes elementQs que las constituyen, adquieren sin embargo un valor ter~péutico eminentemente práctico, y más que práctico, empírico, que las ha~e realmente útiles, sobre todo cuan-do ha fa..> Hado 6 no existe ia ·medic'ación especffic;a, . y q~e, ep: un~ 'p alabra, se sostienen incólumes durante . largo · tiempo . e~ la Farrna~opea, viend:o desfilar á su lado, ·esa intermina.ble


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IN.FJ, UJ.; NCIA EN LA llmDI CINA

DEL CA lU CTER D E L OS)'UEl3L08 , .

re~hila

de efímeros remedios, -llam dbs n.uevos y que debieran d enominarse mejor remedtos aereolíticos, pues coro~ estrellas fugaces cruzan el espacio de la T er apéu tica, brilla ndo sólo un instante para desa par ec~.r ~n seguida sin dejar huella. Y para nó oitar sinó un ejemplo,. os recordaré el láudano : el ldudano de .Sydenltam, del cual puede decirse que está tan firme y tan sólido en ~a Farmacopea universal, .c omo puede estarlo; en medio de las t ransacciones mercantiles _del mundo entero, el Banco de Lo res. Pero donde se echa de ¡ver mejor la correlación que existe entre la previsión comq rasgo del carácter británico y la tenden cia .preventiv a de la Medicina inglesa, es en los dos grandes desc11brimientos con que esta nación ha enriquecido el arsen_al de recursos ~e qu~ el médico dispone para contrarrestar los

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innu,mera bl'es~ males que · afligen á la ·humanidad. · Dos descubriml e¡¡tos que por sí solos llenan .la histo- .· ria de la Medicina de los sighú; XVIII y XIX y · que rio sQlo han contribuid<:> poderosa.mente :·al adelantamien to del arte de curar, 'sínó que han determinado un~ .ver da den i rev.oluci6n en .. las· ideas y revestido á la Medicina_, de Ún prestigio y de u n a solidez que antes~ . dicho · · sea sin re.bozo, no había conseguido tener, de s orie~t ada como · se encontraba por el constante cambio de rumbo que le . imprimfan l~s m9ve.. dizas hi pótésis y los -inestables sistemas de la ~poca . Esos dos a.dmiraples d,escU:bri- . mientós, 'la vacuna de :Jennef y la cura an:ttséptica_.de ListE~r, tan preventivo .el. uno cpmo- el otro, no po- . dían . ser, seffor'es, realizados por nadie más cqtie por médicos iniie-· s es. Y si bien es .cierto que : ef _se-·

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DEL CA;RACTE R DE L OS P UEBLOS

gun<t.o no hubiese llevado á cab o quiz.ás semejante progreso á no haberle precedido los inmortales estu dios del · gran francés, no · pued e desconocerse c1ue Lister fué el primero qu~ apoderándose (como buen inglés) del hecho comprobado de la infección microbiana, lo apli~ó inmedia tamente á la Clínica, logrando obtener, en gran parte, el resultado práctico de la desa pa ri.ción del pús en las heridas; con lo cual vemos una vez más tpanifes- , tarse la característica de la pr evisión, y aun más, asociarse en este caso también ese rasgo r con la tenaencia prácticg, y utilitaria y con el mecanismo inductivo del razonamiento que este pueblo n os presenta, cualquiera que sea el punto de vista desde el cual se le consider e. Que el inglés es profundamente apegado á sus tradlciones y .á sus instituciones, como consecuencia de

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su exa:je rad~ individualismo y del arraigado sentimi'ento que expeti-. menta de su propio valer; hásta el · extremo de . colocar por encima de todo su personalidad privada ó colectiva, es cosa que se pone de manifiesto en un hecho que ciertamente no es más que un detalle; pero que dá idea de la 'resistencia qu~ · esta nación puede ofrecer á ciertas innovaciones producidas ~n .el conti- · nente, cuando esas innovaciones pugnan con algo que existe de muy a nti g uo y con hondas raices en. la · conciencia popular. No pued.e explicarse, en efecto,· .de otro modo, la sitemática repugnancia de Inglate,rra á aceptar é impon~r .el modern o sistema métrico deCimal ; á · dejar de u.{¡a vez para siempre las dracmas los · esctúpulos; las onza.s y los granos, que tan · inútilm.~nte· complic an y dificultan la P.oso1og;ía: y .á echar á un ·ládo por ilógica y

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DEL CARACT.E R DE L OS PUEBLOS JNFLUEN lA EN LA MEDICINA

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anticíen tífica la escala termométrica de F~renheit: dando con ello lugar ·á que .se piense, maliciosamente, que si los ingleses no han aceptado, al igual que las demás naciones lo han · hecho 1 como unidad de medida el mttro, es sencillamente por que ....... . no lo · h~n inventado ellos .......... .

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"El alma alemana, dice Niet zsche, tiene pasjllos, galerías, c.a ver,¡¡as, escondites y . r edu ctos: el alemán conoce los caminos . furtivos que conducen al · caos": · He ahí una frase que sitltetiza bien el carácter germánico, considerado d~sde el pu:p.to de_ vista intelectual. · En efe~to, la profundidad • del pensamiento s.o bre,la belleza y la forma ·de su expresi6n es ·rasgo que se· reconoce _en ·Seguida,. tan pronto se detiene la mír.ada en · este pueblo admira-ble. · ' Pensarpierito hond·q ; · pensamiento que surge en ~1 · cer_ebro completamente libr e de· l_os atavíos de Ia · fo.rm~; ·. que emprende su .ca~


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l!flo' LUl<:N lA KN LA· MKDI I NA

m-ino á través de la ideación removiendo todo · obstáculo tendente á desviarlo de su derrotero; qu,e no acepta á su lado más con:pañeros de viaje que otros pensamtentos ~e análoga tendencia y de trayectona pa;alela que, uniéndosele, le ay~­ ~den á desbrozar alguna recóndltá. é inculta parcela de~ infinito campo del intelecto, no puede ser sinó producto legítimo de un entendimiento r~fl.exivo y profundo por excele~­ cia, que no se deja influenciar fáctl~ mente por la imaginación y q:Ue Sl no resulta á la postre un pensam-iento bello, sugestivo 6 artístico, resulta en cambio un pensamiento verdadero, positivo y científico. Pero el pensamienfo alemán no es profundo solamente : es . ad~­ más complt"cado, quizá antttétlco. No gusta de revestirse de las galas lujosas, y por eso enervantes, de la fantasía, pero prefi~re la aso-

I>Jl:L CARACTE R DE LOS PUEB!.OS

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ciación fecunda de mU:chas ~deas á .la vez, aun _cuando sean. contr~dic­ torias, con tal que el resultado final del trabajo refiexi~o sea Utl movimieoto ideológico · nuevo, 1,1n paso qe avance, un golpe de pico más dado sobre la roca viva del humano conocimiento. · ¿Qué importa, pues, que, co~o díce Nietzsche, el espíritu 2.iemáñ'se insinúe por pasillos, recorra g~lerías, repose en ca:vernas, 'se .refugie en escondites y salve _-reduct~&, si al- . canza al fin á descubrir, allá, ·á . lo lejos, el r ayo de luz que le indica · alguna de .las puertas de salida. al libre campo en que vive é impera la 'v etdad ? Claro está que 'un mecanismo ideológico semejante ·ueva ~onsi- · go los peligros de · la .dt/ust-pn 'y de la obscuridad e~ la ext'e riori- . zacióh del. pemiflmiento, y ' que ·de · puto ptofundo '! y -éomplicado és-

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UEL CA(l ACTJ.:Jt DE LO¡;! PU-EBL OS

te pueda extraviarse por una de esas uveredas fu~tivas que conducen al caós"; y no á otra cos·a se refi~re Wloemer cuando, hablando de K.ant, dice· .. para leerlo, pongo un dedo en lNl inciso y los demás en un segundo, ·un tercero, un cuarto termino por no tener bastantes dedos'.'. · Y es que el lenguaje, que es la · expresión del pensamiento, ~ó puede menos que reflejar fielmente, en su estructura y génio, el modo de ser intelectual del pueblo que lo habla: á una ideación compleja, á un procedimiento mental q~e se ca- . racteriza por la contemplación simultánea de varias ideas, · tiene que corresponder ~n idiomfl complicado, c~m palabras largas que sinteticen tres ó cuatro conceptos y ·con hipérbaton estrambótico que obligue á menudo á volver la vista. atrás en lo escrito para .buscar el auxiliar de un participio que queda

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en la frase algunas línea!> delante de aquél: reflejandó de ese modo la · complicación a.llá ~n el sensorio de b idea expresadá en ·el diséu~so. Se comprenUe .que un idioma sC- . mejante se haya ·extendido tan poco por el mundo, que se haya ql;ledado · á este respecto muy atrás d~ otros . ~ ~ ' que menos perfectos y menos filosó_ flcos, pero más simples en su . constnicciÓn ó más lacónicos en su expresión, se p·rcstan rr.ejor p.a ra las . sencillas transacciones del come.rcio, que es el universalizador por excelencia,. ó se a: vienen ·más con el grado inferior de complicación intelect~al de los pueblos con quie.:.. . nes vá.n á poner·s e en contacto · los que taJes otros idiomas ha bÚn. · Se comprende así mismo. que los . al~ma- · . nes, á su vez, tengan una.especial aptitud y una faciiidad reconocida para el aprendizaje de · todas las otras lenguas, en las .. que, claro·es, no en~ .

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l\IEniCl NA

c uentran regla que l es sea difícil ni s~nido qu e .e llos no puedan imitar. . Y se comprende, por último, que !'¡US . obras literarias médicas adolezcan, para los que no son alema,nes, de esa dtfusz'ón, de esa aridez,· de ésa falta de colorido que h acen s u lectura penosa, obligand o á leer y r eleer varias v eces un mismo p árrafo para poder desentrañar 1 \idea que el au t or ha querido ex. presar. . Pero, en cambio, luego .que ese tr abajo de leer y releer uno de esos libr os se ejecuta · .cuán. grande ' • 1 • 'es la admiraciÓn que desp1erta! .Cóm o se queda el ánip10 en sus~enso ante la profundidad . del pensamiento y a nte l a fuerza intelectiva que supone el análisis hondo- de los distintos problemas en él contenidos! Y os diré, que me ocurre con semejantes lecturas algo parecido á lo que tod o el m¡§bdo · suele experimentar escuchando una d e • esas

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DF:L CAIIA C1' Jo:R UE LOS PUF.BLOS

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· modernas producciones musicales alemanas, de Wagner: F<;>r ejempio: que la primera au dición f;atiga hasta causa h¿¡stío, que la se!!und a sorprende y que la tercera extasía. · Son, pues, la obscurz'dad y dz·fusz'ón en el lenguaje defectos á ~é­ ñalar en las producciones médicas alemanas; pero ·s on · de~ectos qu~ todo aquel q-qe se d~ cuenta .de que la verdadei·a ciencia debe ·buscarse en el fondo y no en la superficie de las cosas · fácilmente disculpará, mucho m ás si prefiere ~ un pensamiento ampulosa y retóricamente. expresado, pero huera, urr p ensamiento algo obscuro y dlfus o, ·es cierto, ~pero henchido de positivas.. enseñanzas y de fecundas apli'oacio. ·nes. ·· Esa tendencia \~nat~ en el inte.lectualism? ge.rltlánico · de . preferir siempre·. el fondo á la forma, la idea · ·pura .á lá. idea abrillantada p br ·el, ·

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])J·;r. C:ARACTF:R DE J,OS PUI.; IJLOS

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vistoso plumaje de la imaginación, nos explica el gusto de este pueblo por los estudios fil osóficos y metafísicos; buena prueba de lo cual es ese gigante co movimiento psicológico alemán de las dos últimas centuria~. con el que parece haberse agotado, como decía al princ1p10, los recursos que posee el entehdimiento humano para el análisis de ese misterio indescifrable, del alma racional : movimiento .que, claro es, ha teni d o que trascender á la Biología y por tanto, á la Medí~ cina, é informar las modernas teorías de la vida . y de la r enfermedad. Analizando ahora otra de las po- t~n cias del alma' g e rmánica, lavoluntad, que es facultad importantísima, decisiv~ casi en es te siglo de lucha y de coro bate, y que con el otro e lemento, la inteligencia, yá sotneraO)ente bosq}lejado, entrega lo fundamental d el carácter de esta

nación, obsery·a remos .á prirrient vist~ otró atributo ?:I riuy. conocido, pe~u­ har de este· pueblo y que hasta ha l~egado á. serprov~rbial. Nadie, efe~­ tlvamente, ha deja do de oir hablar de la padenáa, de · la ptrseverancia · de la constiz,nct'a y de la terquedrJ · alemanas. No hay quien no haya qido hablar .de esas cualidades, que el h~c~o mismo de pertenecer al d omlmo vulgar demuestra . q-p.e son rasgos salientes de la raza: rasgos, cuya trascendencia ~uiero yo poneros de r e lieve, precisame~te porque envuelven una virtud de que :por desgracia. tanto carecemos nosottos, y que de poseerla en la mitad siquierq. del grado en qu'e la posee el pueblo que estudiamos, . . muy' .pro1,1to nos .colocaría . .al nivel' de cultura .de los paises más adelantatados, á p'e sar y .á\le~pech.o de nuestra geógráfi.ca . pequeñez. · · El pueblo alemán , es . . paciente y. .

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.. DIÚ. CA l'lA G1'J<;R Die I.OS PlJF.HJ.O

pers: ve rante. El pueblo ale·m:in, por t ::.nt , no s6lo sabe p ensar, sino que sabe querer; porque sabe esperar. Podría, pues, d ecirse, que si pien'S·a !tondo, es también capaz de penss t' /qrgo , es decir, durante mucho ti cníp::> y obstinadamente en un mismo orden de ideas. y tal capacidad, que es la condición requer ida par a d et erminarse sin esfuerzo eso que mi insigne maestro Ram6n y Cajal ha bautizado don~sament~ con el nombre de poi arización cerebral ó atcndón crónica, tal capacidad, dccidmc, ¿no cs la más apropiadaJ la ind ispens ::tble mejor dicho, par J. llevar á cabo aquello que es fuent e y ? rígen de la medicina mod rn , en último término, para realizar la investigación? .Porque no pued e ·haber investigación verdadera, positiva, efio1l'z, si no se ahond a profunda y col'stantemente en

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la matetia .á investigar, s.i el · que busc:a no p6see ' la facultad . \ de concent,rn:r su ánimo · durante un tie~po conside~·ab¡e, si el que inqm~re no sabe substraerse con facilidad á todo otro estudio .que n,~ sea el que. es o1j : to prec isq y 4oico de su investigación. Y que .es de tal m anera ost~n sible es ñ. capacidad ~n el temperamento aiemán, que es tan 'intEnso su aúHi por in,ql.iiri r, poi bu-sca r, os lo demostrará esta f-r ase de un ilu.s tre pensador francés: ,,Si Dios hubiera t~ido en. la mano derecha la verdad y en la ·i zquierda la investigación·dc l~ve rdad ¡cuá~~ tos ale manes hubieran exclamado . con L~ssing uPadre, yo eliJo la investigación : la verdad te perte mce solat?ente á Tí.!" . . . Se vé, .pues, d~ qué {nodo . d Ll 1 concurso de las c aracterísticas psi- . cológicas más salientes dei pue-b lo . a lemán se d eriva d~ un modo lógi:-

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·• 1/'IFt.UENliA to;N LA MEDH'lNA ~

co, sin 'violencia l}inguna, su caracter.ística médica:· porque ésta no es otra que la de ser los mds pact'elttes inves.tigadóre de la verdad médica; los m3jor 'organizados para los trabajos minuciosos d el laboratorio, en suma, los más caracteri zados representantes de la ciencia expe- . rimen tal. . Si s emejante aserto n ecesi tara demostración, · bastaría reco~­ dar solamente algunos nombres, como los de Schleiden, Schwam, . Heckel, Schúltze, Koelliker, Remak, Van G ehuchtP. n, Co,nh e i~, Huxl ey, Klein, Gerlach, Koch, de entre los mil r más investigadores nota bles que. ha producido esta incomparable tierra alemana, grande y fecunda como ninguna otra en la lucha incesante por la cosecuci6n . de la verdad. . ~ Seguramente muchos de vosotros habréis echado de menos . en

·.

DEL CA RACTER D"E LO

l:'llEBLOS

41.

esa 'lista un n'Dmb~e por demás ~lus~ tr e, el más grande quizá de la Alemania científica del siglo XIX. Habreis echado de menos, sin duda, á Virchow. P ero es que de intent~ h e querido colocar aparte la fi,g.ura más culminante ·d e la me.diCina g. ermánica, no s6lo . p ara r endirle en es te momento ei . más respetuoso tributo á su imp~Fecedera memoria, sin6 para h acer constar de · pasada que en ella se reunen todas las car acte rísticas que h~ señalado e n el génio médico alemán. Vir.:.. chow, en efecto, en su lil:¡¡ro inmortal sobre la patología celular, ha demostr ad o ser no yá un investigador cvnsumado, sino un talento' fisol6 ~co profundo; porque no habiénd ose contentad o con descubrir y comprobar. · h e~hos, h a sabido agrüparlos ·. y siste m ati~a.rlos para fund ar teorías qu~ . los ex;pliquen, pata h&tcer ciencia, en . una palabra-:

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])J~ L C..\RACT E R ·JU~ I.OS l:'UI.:RLOS

co a q-üe se compndece bien con aqu elÍa· t ndencia· filosófic a que re. conocimos en e l carác te r ge neral tll mán. En su magnifico Bosquejo psicoló'gicf! de los ptublos europeos hace hincapié Fouillée en otro trazo e pecial de la fisonomí a d e este país, que él llama uespíritu d e subordinación" y ugusto por las jerarquias"; y yo me prcgunto: ·¿s.erá por: lo uno que el ejérci to alemán es ei primer ejército del mundo y será por lo otro que es aún A lem amania un imperio! .P odrá h nc:: rse ( . ¡ . aqu Í e 1 m1smo r azona m1ento que hacíamos a l tratar de Inglaterra, 'cuando nos explicábamos por la ca. r a cterístic:~. de la previsión y por el exagen:.do individualismo su poderío n~val y el apt:go á sus tnidiciones pólítica5? Sería q,p.izá av.: ntur ado atribuir á una sofa. causa hechos de tan magna trascendencia.

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43

P ero lo que sí me sugieren esa. afición por las jerarquías y ese espí~ . r1tu de subordinación es' la sospe_: cha de un.a de l<:s: r azones d el progreso q\le ha alcanu.do en· Alemania un a ·r am a de la · Biología, en cuyo estudio no puede d arse un pasu sin ep.contrar el nomqre de · un 'sabio alemán, y cuya historia se compagina precisam e nte <OOn _a quel mqvimiento filosófico á que he aludido más de J,tna v ez.: . esa cien-. ci a es la· Embriología. Y asi como encontra mos que ~o­ rre spondía Claram e nte con e1 carácter previsor inglés el m=tyor adelanfamie nto en Ingla terra de , la · H-ig.ie ne, ciencia · pre ven tiv a cual ninguna, de igual manen~ creemos que · no sería·, d e( todo r.rtificioso atribuir á es·e :espíritu de . disciplina, no y¡:¡; volitivo, sin6 ·in:telecti vo;· del . espíritu alemán_, ,eJ m ayor incre:niento' que . ha p-odido toma'r eu

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44

F.N LA

MI~ UI

'liSA

Alemania el gusto por un estudio que requi-ere á todas lnces un mayor desenvolvimiento de la fr..cultad de ordenar eri seri.es, de disponer en etapas, las fases por que va posando la organi~ación, desde e l inicio del gérmen hasta su comple.., • to d~sa1:rollo: Y por lo que hace al gusto . por h.: s jerarquías, ¿qué mucho que lo hallemos aplic[ ble á esa necesidad de ~ategorizar , de puntualizar lo que es superior y lo que es inferior, lo que es noble y . lo que es grosero, lo que es fundamental y lo que es accesorio eri un sér, cualquiera que sea, cuando se le mira desde el punto de visí( de su desarrollo, esto, es desde el punto de vista de la Embriología? · Queda probado, pues, por lo que á Alemania se refiere, que, dado un país, su modalidad médica es secuela legítima del <.:arácter nacional.

DEL CAHACTER DE LOS PUEBLOS

45

Admirablemente colo.cada Francia. en el centro . del · grupo de~ naciones que forman ia Europa pro·pia~ente dicha, h a tenido que su-· frir una acción poderosa por parte de ellas, ya en el sentido político como en el artístico y en el Científico, cum o en . e l social, como en e 1 religioso. A'llte cada uno de esos pueblos, F rancia á . s~ ve z ha necesitado oponer la reacción consiguiente á toda acción, ora resistiendo .el e mpuje de uno, ó . de va.-rios, 6 de ·todos juntos, ora aceptando dúc. til elementos , de .progreso venidos de esas mismas naciones, ya tomando ellá la iniciativa en un .or-


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J>F.L CA: IU.GTER DT•: J.OS l'UitHJ.OS

d n cualquiera y · llevand.o su influencia á l ·. s· de m ás¡, determinándose de · e e m odo, en el gran orga_ nisnw col ectivo europeo, una doble . corrien te del centro á la periferia y de ésta á tquél, de man e ra semejante á las que s·e establecen en el organismo iudividual, desde el ce... e rebro á las últimas t e rminaciones n e rviosas ó desde el corazón á las más lejanas red es ca p ilares, y á la inversa. Por eso se ha dicho con raz6n que Francia es uel cerebro· d el mundo," y por eso podríamvs añadir nosotros que es Francia el c or azón también. Es FranCia el corazón también, porque sf es verdad que en ese órgano radican los 'afectos y si es en él donde van á reflejarse en definitiva todas las vibraciones de nuestra sensibilidad, el corazón del mundo no puede ser otro que Francia, porque el

·!S'

temperamento de .s u pueblo es

47 .

emi~.

nentement~ serisil;>le, el rriás · sensi-

ble quizá de <todos; porque· á él pa. rece que van á p~rar todas las agi"taciones de la ·humana actividad, tod as las setí:sc..ciones del organismo mundial, para ser devueltas convertidas en inmensa óleada _. de ideas feCUJ.?-d~s, provocadoras á su v:ez de nuevas y universales palpitaciones. E¡;a doble corriente, es~ . flujo y reflujo, se observa lo mismo en . un . orden que en otro de su vida nacional. Vedla sin·ó en léi · Historia: yed á Francia combatiendo sola contra 1a Europa entera para espar·cir por ella sus pr-incipios n: voht.-. cionarios; combatida iuego por todas las naciones pa:ra aniquilar 'su • 1 . r.epúblic;:t; vedla vo~ver de · nuevo sobr.e sí m,isi:na y .revolverse ~ontra todos los pueblos ju'ntos pretendien .. do do~in_a dos para .formar un solo · •

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4

I!'iFL EN lA Kl'i I.A MltOICINA

im¡:erio; caer vencida entonces, y más tarde intentar o :ra lucha titánica, Em que es n~evamente abatida, aunque sólo por algún tiempo, porque á poco-resurge lozana y potente . su actividad para seguir desempeñando el papel que su situa_ ci6n geogi:ifica le impone, que su posición central le determina. Vedla en el Arte; apropiánd ose los elementos de alrededor para transformarlos, para imprimirles forma nueva y bella, atrayente y seductora; par a prestarles todas las delicadez as de su sens·i bilidad exquisita, para infunrlirles íntegra la savia de su ingenio y re ¡¡:tituirlos á su punto de origen y á todas partes, tan conpletamente modificados, que e hace á veces muy difícil reconocerlos. Y esas dos corrientes, ese . flujo y reflujo, que se manifiestan también en su política y en @1 fil osofía, en

DIU, CARACT E it DJ•; J ,OS P UEBLOS

40

su industria y en su· ciencia, hemos · de ver cómo se dán así . mismo en t su medicina. Pero ese doble movimiento no obedece, no puede obedecer úni-cacamente á la situacipn en que se · halla colocado .el pueblo francés; no es posible ·explicarlo por esa exCfusiva circunstancia. · Era nece·s ario. que es"te pueblo estuviese no solamente en el centro,· sino además dotado de las condiciones psicol6gic.a s · abonada s para poder reaccionar fácilm en te, rápidamente, al r~cibir la menor . influencia del exterior. E r a preciso, pues, que su sensibi/.i'.d ad fuese, como he · dicho antes , . . . 'xquts~ta, para que pudiese responder prontamente á cualquier impre• . sión exteina;.que su cardcitr: ·..visto· por el - lado ·de . su intelectualidad ' fuese vivo, i ngen,ioslJ¡ casi intut'tivo, para que el pensamiento fuese á ·su vez rdpido, si1nple, limo de c~/qr,'.

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60·

INFL UE ~

c6~o.d amente

lA F.N LA f>U: DICJN-}

accesible á todas las inteligencias. . Si el pensamiento alemán era profund o. y complejo, como ~acido de un entendimiento reflextvo, el Í>ensamiento "francés es todo lo con~ traxio: .e s sencillo y llanamente abordable, como producto más que de la refle~ión, de la intuición, más .qu.e de l talento, del ingenio. . . Por eso también son antltéttcos .ambos idiom as; por eso el francés se ha vulgariz~,do tanto, hasta .e~ punto . de ser casi el lenguaje umversal. Con tales caracteres de sensibilidad é inteligencia, y qon un medio tal de exteriorización del pensamiento y de los afectos, se v a como de la m ano á la explicación de otro aspecto d~l modo de ser de este pueblo, que el ya varias vE-ces · citado Fouillée tan magistralmente trata en su P~icl(ylogü du .P cuple /rnnrais; esto e s, la sfiCiabi/idnd.

·.

DEL DE . CARACT&)t . . L08 ·l'UEBL08

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Frente ~Ú ~nd!~id_uali~mó i~~lés, que todo lo sacnfica á ·su yo, puede oponerse la soc.labilldad .france sa, que lo subyuga' todo á la utilidad del re·s to de su pueblo ¿qué, digo? del mundo entero, con tal de agradar ·ó de parecer bien·. Ante el positivismo de Inglaterra, puede colocarse ·e.I altrui~mo de Francia, que lo mira toqo á tra~. vés del prisma de la solidaridad humana, pendien'te siempre . de desempeñar .el papel d.e universalizadora de· salvadores principios, de v"ulgarizadora de redentoras idea·s,_ · á que parece 6 se cr·e e ella misma.. destinada. Por' esto se ~xplic~ que . este · pueblo ma~tenga constantemente sobre sí la ·mirada de los que le rodean, .y ·q ue á :SU vez él se halle comprometi~o á ·responder · cumplidamente á. los estímulos que . del 'progresp periférico;' po~ qecirlo así, .

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INFJ ,UE. ' ClA ·K:"! LA .!11E;DJC1!'< A

CA,RA.CTER DE LOS PUEI:I LO S

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za de nuevo tá todas partes cot;p.o 's emilla ger minad or a de nuevos '- hechos y de nuevas ver dades. T odo lo que ·se investiga y des- · cubre, t odo lo que .surge nuevo en el laborarorio universal, pa~ece como que debe recibir s·anci6t;" de París; "porque . París le ha de pr.estar . algo q ue es sólo suyo, . algo que le 'e~ peculiar, algt> que . r,c::ste ·á -la verdad positiva un tanto de . esa austeridad y de esa tiesura con que s~le de sus fuentes oxótiCas de ori- · gen, r indiéndola agradable y com- · prensible, es decir, adornándola con las cualidades que se requieren pa~ ra su universalización. Y esto, que ocurre con todo en su me_dicina, desde la\ más importante conquis· ta h'istoÍ6gica ó patogénicá hasta la manife~taciói} terapéutica más in,significante·, (un medicamento . pa-· tentizado, por ejemplo), no , e~ más caso partiéular . de lo'. que.

de modo continuo recibe , determinándose ese doble proce so de asimilación y desasimilación de ideas, de flujo y· reflujo de adelantam ientos, que de tiempo en tiempo se patentiz a e_n una d e sus asombrosas expósiciones universale s. Exactamente ese mismo ir y venir, e sa misma doble corrie nte , se obse rva en su medicina, interviniendo en elle idénticos factor es. Como nucleolo que es de l núcleo de esa gigantesca célula e ur o- , pea, París recoje á diario los hechos médicos ap ortados por la incesante y cachazuda labor de Ale mania, por la concreta y pr evisor a colaboración de lnglaterra, por el trabajo fecundo de Bélgica, de Suiza, de Italia, de tolla E urot>a: se los asimila, les infunde todo el alien to viv.ificador de su p~culÜ!. rísino ingenio, les presta .t odbs los atractivos de su inagotable fa ntasía y los lan-

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ll"FLUE M , A. K N LA Mlt DlCI NA

su cede en los demás .aspectos de la vida nacional . francesa, como he a·p~ui ta do antes. U na de las circunstancias que más favorecen la vulgarización de los conocimie.ntos humanos, qui zá la que má:s, es sin duda la cla rid ad y el método de su exposición ; el e~­ quematizar, el clasificar y todos los pr.ocedimientos m nemotécnicos que facilitan la comprensión y retención. Pues bien, esto que no es · más qu e una consecuencia lógica. que .se deriva de lo que he ·venido ind i·cando acerca del modo de ser francés obsérvase de manera ostensible en 'sus figuras médicas de- mayor fuste, en mucha-s de las cuales hay que admirar más la perfe cta exposición y metodización d e lo ageno que el mérito intrínseco de lo propio; como si h ubiesen par ado· m ientes mejor en vdu'cu!S'zar io exótico que en pone r de r elieve lo ind ígena;

D li:T. CAlU CTICR DE LOS. PU ER L08

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sin que esto t¡tiie ~ a decir en ~odo alguno que no h aya . liabido siempre intt! nción decidida de hacer notar lo g enuinamente francés, com o veremos ht ego. Trouss.e au, el grall . Tro~sse~u, el clínico más e.mine.n te de estos últimos tiempos, no ya de F ra ncia sino de t odo el orbe, ni de'scu brió nada ili inventó n ad a, en el selifido que . se debe dar á estas vo ~e s cuando sólo d e g r andes y <;lefinitivo·s hechos m édicos se habla. Pero Trousseau ~up o clasificar como ningún otro, metodizar, a mpliar, dar forma al inmenso acervo de conocimientos de to. do orden que en la primera mitad del siglo .anterior· venían de toqas par~ tes y de F_r.ancia mismo, continuan d o brillant~ inente la misiÓn clinica y . educador li. d~· su gran maes". tro Breto~neau, superándole. Fu_~, . pues, .. Trousseau, tl,lás que creador, pr·o paia,dor ; más que . verdadero·

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I:>OFI. UE:-1

investigador, ordenador; más que inv~ntor, m aestro · inimitable, eso sí, . de todo el material médico de su época. · Charcot, el gran Charcot, el médico ilustre. del último tercio del iglo pasado, es conocido mucho más por ' sus inolvidables ulecciones sobre las enfermedades del sistema nervioso", es decir, por aquello que es realmente menos suyo, (porque. mucho de su material es oriundo de fuera) qu~ por lo que es más original de él, por sus estudios acabadí_ simos de ciertos afectos dei pulm ón, del hígado y de los {riñones. Pero supo comprender, ampliar, cla sificar y me.todizar de modo tan perfecto el estudio, de las afecciones nerviosas, supo darles tal atractivo y colorido á sus le cciones, escojer tan. bien los sujetos de ,.p-bservaci6n, aplicar tan acertadant'ente los recursos cxpositivos, i¡nprimir, en una

JJ F.L

AR ACTER Dlil 1.08 l'lmiiLOH

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palabra, tal befleza , á la demostl;ación de los hechos clínicos, que, fi.anc a mente, intentar menoscabar su mérito sería absurdo y negarle . . originalidad seria injusto. Porque no deja de ser original .y meritorio . en grado SUt;llO ese tra:bajO do .unive.rsali:zación de verdades méd,icas, qve tanta atención atrajo de toda Europa, haciendo concurrir .á escu- · . char sus memorables conferencias á miles de médicos extra~jetos, alguno de los cuales habría entre ellos sin dud a que, al oirle, no pre-:sumiría siquiera que ~al 6 cual idea expresada por el maestro, . y que el oyente creyese propia de éste, bie_?. podía ; haber sido atites concebida . por algún sab!o de su .p aís. , ·· ¿Pero .es que lil lal;>or . médica de los franceses ha de quedar reducida · á . e~ poner bien y -en forma atractiva la obra realizada en el'ex.terior? <Muy lejos de· eso; Tal se•

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DEL CA RACT.ER DE LOB P UEBLOS

Mli:IIICINA

,ría la consecuencia si no echár am os de ver Il)ás que u n aspecto del ca. rácter ·fr a ncés aplicado á la Medicina . . No es que sea s6lo el pensamiento francés claro y distinto en su exteriorizaci6n, ·en oposición al germánico qu_e reconocimos obscuro dtfu m inado. Dije antes qn e as í como el alemán era reflexivo por . natur aleza, es decir , pensador h ondo y tenaz, el francés por e l contr.a rio era rápido y vivo, es de cir, p roductor del acto men tal intuitivo. El chispazo genial del concepto de la célula, de eso que es · ba&~ y fundamento de la Biologí~ mode rna, no brotó, señores, en el reflexi_ vo y cu ltivado cerebro del gran Virchow; surgió en la mente vívida y 'poco espigada de Turpin, que fu é, como dice u n autor., el hombre de las grandes intuicipneC

y

59- ·

L a verqadera concepción del tr atamiento. antiséptl.co dé los trau-· m a tis mos no i': debe buscarse en Ingla terra con Lister, debe hallatse, $i hemos de hacer estricta· justicia .. en FraJ?.Cia con el inmortal Past eur, cuyos suti"lísimos ·descubrimientos· en el mundo d e . los infini tamente pequeños dieron la· clave e·tioÍó~c~ d t:? la inmensa mayoría de los procesos morbosbs y const ituyeron la fue nte fecunda de apli~Flciones prácticas al tratamiento de las ·enfermedades. Y si la· :visión de ·la célula es de orígen francés, y si ella es el punto de partida . para la determinación · de uq concepto más ·ra cional y por . ende , más científico, d"e la ~ic;la:; si es en definitiva la base sólid_a én que se asienta el edtficio todo. de la Biología; Y.si por otro lado; el desbrimien"to del.micrdbio como productor de in?-únieros mah!s, COt;IlO

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LA M ED ICINA

responsable de la mayor parte de 1o procesos patoMgicos, ha sido realizado por un francés, ¿qué de ·extrati o tiene que digamos nosotros que lós más trascendentales progresos de la Medicina en estos últimos -tiempos son debidos, en su punto de, arranque al menos, al genio de la Francia? En verdad, pues, que si cabe decir que los france ses son m aestros · en el arte de asimilarse y exponer los conociruientos del resto del mundo en materia de medicina, como en materia de todo, si puede ll~márseles con Taine ulos secretarios del espíritu humano", hay que admitir también como mtty dentro de la verdad la ~rase popular: u El -cerebro del mundo es París".

DEL CA nt-CTF.R DE LOS PUI.:BI , OS

Gl

Ha y conceptos erróneos ó exage- · rados, señores, c1ue toman carta de naturaleza en la ment~ del vulgo;~y que al repetirse ~na vez y otra vez resuenan en 1a conciencia de las. gentes con la misma intensid~d con que golpea sobre el yunqu·e 'el martillo, adquiriendo un sello tal de verdad ap3;rente, de axioma inconcuso, que ya pueden venir Colones y Galileos de Italia sin que logren rectificarlos. Cua.ndo una de estas · apreciacio- · nes se refiere á un individuo y proviene sólo de su reduciQ.o n{edJo social, por grande _que sea el · perjuicio que le irrogue y 'Por rnucha que pueda ser la · itnportan'cia ~ora~


62

INFLUENCIA lt:-J L.\ MEDICINA

que en vuelva, á la postre y al fin c:trga el cuitado con su sambenito y la (:OSa no p_as~ á máyores. Pero cuando es á un pueblo e~­ tero, á una nación ó á una raza á quien le adjudican los demás paises uno de esos exagerados prejuicios, el asunto es entonces de mayor tras-cendé~cia y sabe'Dios lo que cue~­ ta de tiempo y pacie'ncia para desarraigarlo. Y á tal punto puede llegar la rutina, que se dá el caso curioso de que muchas de .las individualidades constitutivas del gr~­ po nacional al~dido acaban por participar de la misma idea equivocada, y se sienten fatalmente con-ducidas á aceptarla corbo real y verdadera y á conformarse con el defecto moral ó 'de otro orden que semejante concepto lleve consigo. Hago estas reflexiones, porque voy á tratar ~hora de la · ciencia médica en una na:cwn que · viene

DEL CA IU.C:T~ n D & LOS PU&BL08

..

()3

sienclo víctima de una de esas injustas especi~s, á ~~i. extremo q~e ha ~ausado ,notable_dafio á su re~u­ tactón cienhfica v retrasado considerablemente la hora de su ·entrada triunfal en el concierto -d~- los pueblos guiadores del progreso ·.m édi- · co en am bos hemisferios. · No soy yo ciertamente quien ' ~e considere autorizado para intentar rectificar, ni mucho ~enos destruir1 en este ~ugitivo tnomentq, ~1 concepto equivocado en mi sentir, que se suele tener en todas partes, respecto del nivel de ·cuitura médica en España. Pero sí creo deber mío ineludible que en-esta ocasión, en que ·de asubtos médicos generales públi. camen.te. me ocupo, hága constar mi VOtO .d!!Cidido y enérgico en .contra . de la asendereada as:everadón del · estació~am.i~nto . cientÍfico im-peni- • tente de l.a viej!;J. 'nacion en que aspiré durante ~iete años ei "ambiente.,


JSFI; UEN CIA K:-1 LA l\1EDICINA

vivificador de la cultura médica. Porque, libre mi ánimo de todo apasionamiento, puedo afir mar que estoy de todo 'e n todo convencido de que si .hay que aceptar con ra. z6n que Esp"l:\ña no ha podido á la li,ora actual conseguir en su medic~na . un grado de progres0 equiparable .al de otras naciones, el aserto de que su adelanto médico sea nu. lo es un absurdo, la afirmaci6n de que todo lo que en esa materia allí se hace sea importado es · una e.xageraci6n, y el negar á los españoles capacidad 6 aptitud pará reali- · zar progresos de universal resonancia 6 de alta trascen~encia para la humanidad, es una apreciación de mal gusto y que s6lo un criteno sistemático é intolerante podría apenas sustentar. . Pero se ha dado en la flor de . consid!rar mezquino todo e.l material científico que s~ de España,

JJJU, CARACTE R DE LOS PUJJ:RLOS

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se ha pronunciado tanto en e·¡ ex- · tranjero la 'in~iferencia por lo que de médico trasciende de los españoles, se dibuja en tantos labios di-' famadores la ir6nica sonrisa cuando se alza una voz que proclama· algún paso de a vanee marcado al lado acá del Pirene, que la 'idea' del · atraso incorregible, del estacionamiento i na ca bable sigue rodando, sin que se pare mientes ni en lo que tenga de exagerada, ni mucho tne- . nos en lo que pueda haber, en la contribuci6n científica de · este p'Q.eblo, de meritorio y plausible. No he de detenerme yo en inda.:.. gar lós orígenes del estado actual, sin duda deficiente, de · Jo~ asuntos médicos españoles, porque · tendría que hincar en la entrañ~ de ia...con'""' . dici6n general de cosas hoy existente; · tarea ingrata por <;Iemás y fuera de los . Hmites .d:e ·este tr~-. bajo; ni he · de entretener tampoco


DEL CA.RACTER Dli: J.OS PUEBJ.OS

. vuestra ya fatigada atención en estereotipar las líneas fundamental~s del ·carácter es.pañol, que ya de sob ra y por palmarias razones conoceis. . Sólo he de fijarme en aquellas circunstancias que á la par que expliquen los obstáculos que hoy por hoy se oponen á su rápido progreso en el arte de curar, nos indique·n el rumbo particular que positivamente, sin géneto alguno de duda, t oman en ella los estudios médicos. Decía Hip6crates que la .M-edici- . na está toda e.n la observ ación. La Medicina de hoy, señores, no está toda en la observaci6~. H ay que añadir algo en nuestros días al famoso aforis.mo y dec ir.: la Medicina est..á toda en la observación y en la experimentación. Observar, señores, no cuesta dinero ; pero experim·e ntar cuesta sumas cuantiosas. Para observ~ bieQ'f bastan ~1 en-

67 '

fermo, . como pritn·e ra materia, · y ' . un xpedianó tr-Ient_o observador. Para experimentar con é~ito, se pr~­ cisa un conjunto de elementos costosísimos, que solamente un pr~su­ .puesto nacional riCo puede sufra~ ..gar. El malestar económico erónico que por ·motivos . en · que· no ' compete entrar padece España es, indud~blemente, la di.f icultad principal para que sus beneméritos hombres de ciencia, (que tie~e, y muchos) puedan realizar las investigaciones y experiencias que sus bien acondicionados entendimientos les sllgieren. Sus hombres, p11es, ·. por esta circunstancia, se ven im-. pulsad<>s del lado de la·observaci6n;· · del lado de la observación, que es . .de íri.dole lenta, pausada, i-e,flexi-::va, que se ·mantiene .· de la repetí· . ción aleatoria de hechos parecidos para poder obfener de. ella· alguna conclusión, cómo fru~o poca~ v-Úes .

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ios

1

.


JNFJ,UEN('I A EN J,A l\1 EIHCIN A

DEL CAR.ACTER DE LOS PUF;~J.OS

definitivo, las más veces provisional y e ·espera de nuevas y azar osas observaciones · . y la experimentación, por el contrario, ya lo sabeis, consiste ·en la repetición de hechos no aleatoria inó voluntariamente provocaqos, tantas veces cuantas Se requieran para el perfecto conocimiento de las · condiciones de su ' . determinación . .Pero e acaso per mitido dedu' . . cir de esto que los méd1cos espanoles sean psicológicamente incap·a ces para llevar á cabo la inves.t iga ción?. ·.Es, por ese motivo, dispensable ~ue los resultados de la indagació n médica española d euan mirarse siempre con la soberana indiferencia de que hacen gala los sistemáticos d et rc.Lctores de la aptitud de ese pueblo para el desarrollo de la cultura moderna? A una nación que ha dado fisió· logos como Servetranatómicos comó

-

Gimbernat, FourqÚet, Martínez Mo- · lina; ciru)a~os 'como .Argumosa, Toca~ Marqués d'e San Gregorio; médico- legistas como Orfila y Mata; á una nación á la que " se de be la introducción de la quina y del ca...: cao; el pensamiento de las cuarentenas; el' esta blecimümto · de ~ ·Íos hospitales miiitares; el orígen de ·la medicina legal; la circulación menor de la sangre; la descomposici6rÍ del agua; un nuevo siste.~a de la curación de los locos; la introducción en terapéutica de las aguas minerales artificiales; los medios de prescribir el mercurio, el oro, el ·guay aco! y otros remedios " & &· ' '·· á una nación de la que· dice un médico nórteamericano, . { 1) envi¡¡.dp por su gobierno · á las principales ciud~de . del viejo. mundo para es tu{1)

Chas. E . B'ankJJ~Surgeon -Gimeral-Anmtae

&port of the Mari'n e Hospital Sct•VÜJe of the

1or l899.

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U. 8


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INFL E

lA EN LA MIWICINA

diar el estado de los hospitales militares y sus equipos y ambulancias,. que después de· haber visitado una por una _las capitales de Europa,. solamente b1,l encontrado un hospjtal, el de Carabanchel en Madrid , que·pueda ser comparado ventajosamente con los de los Estados Unidos, maravillándose de paso de que tal prodigio baya sido realizado en tiempos en que España se . desangraba por dos guerras culoniales;- á una nación que tales alientos .demuestra, ¿cabe negarte, con · alguna imparcialidad, la aptitud requerida para entrar en rl concierto de la Medicina moderna? No. Si la investigación es difícil de ser llevada á ca bp en España, oficial ó colectivamente, por la penuria de lo~ recursos con que cuentan sus centros médicos edur;:ativos,. la investigación se r;ealiza aislaua ó privadamente con un éxito extraor11

DEI, CARAC'l'ER DE LOS l'lJEBLOB

71

dinario; con un desinterés pot demás meritado; cqn una abnegación que raras veces se . encuentra hby en otras partes· ·con un sentido altruista difícilmente iguala do; con UI;l puritanism o rayano en lo inconcebible; con un independ~ente_ espíritu d e crítica ¡ con U:n juicio sereno y firme, que sin llegar á las bonciu~as del temperamento . ·e speculativo alemán ni á la viveza y perfección d e formas francesas, cumple . con fortuna una buena _patte _de las condiciones exigidas para el trabajo i_n dagador. · Como figura m od~lo de investiga~ ción médica española puedo presen-· -taros ·con orgullo á mi in.s igne, mi grande maestro Ramón y , -Caj'a.L Este .sa hio _reune en .sí toda la gloria d el . movimiento· de a~ance he_, cho por Espana, en. el progreso de . las cien~ias médicas; ·: en él sol9, . coinciden las cirqmstancias toqas

.


UEL CA R C:TE R D.l!: LOS PUEBL OS ?-

que · he apuntado en el párrafo an. terior, circunstancias que no por ser ciertamente ·e xclusivas de él dejan por · so de darle más mérito á su inmensa labor de investigaciÓn , ( ale á .ea i dos descubrimientos anuales) y d e adscribir á la capacidad inquisitiva de los españoles un ra go nuevo y peculiar. El desinterés, la abnegación y el criterio_ sereno y firme con que este ilustre hombr e de ciencia ha practicado su 6bra colosal, ruchap.dú con dificultades económicas, falta de ambiente nacional y terrible indifet(entismo extranjero en sus primeros años d e ·empeños investigadores, recuerdan, en efecto, la hi toria azarosa de Colón, brind ando un mundo á todas las cortes de E uropa, y venCiend o a l fin para gloria de lafie ncia y de la raza. , La serie de descubrimientos rea lizados por Cajal en la textura d e l

,

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siste ma ne-rvioso, constituyendo el cimiento d e una . novísima · concepción his tológica del sistema todo, hec ha ta mbién por él, ha ocasiona..:. do una rev:olución completa en , las idea s r einantes h asta h ace poco tiempo en los den;1ás p aíses, y abierto a n ch amente el horizonte de muchos problemé. s d e fi.si 9logía y patología d e los centros nerviosos, h as ta e ntonc es ap e):las planteados. ¿No es · ésta una labor médica d e u n iversal resonancia? Cuando la · Socied ad Real de Ciencias de 'Londres designó á Caja! para pre.sidir la inaug uración del curso· -de 1894 y le di ó la investidura de Doc- · . tor « b.on ori~ causa " d e la Uni"tr ersidad d e Candbrige, honor concedido sólo á los sabios de indiscutibl e renombre un;versal; y cuando en el v-e" ran o de r899 una de l~.s universidades . más famosas de los Estados Unidos 1~ lla mó á su seno ~ar a que diese


fNFLUE

lA EN I.A 1\JEniCI!IIA

una serie de conferencias sobre sus trasc ndentales descubrimientos, ambas naciones n,o hiciero,n otra cosa que ·reconocer urbi ct orbe que en Espaíia hay. también quien sepa verifij:!ar con éxito la inves tigación. Y .cosa curiosa, señores! Recor. • daréi~ · que ·al hablar de ·Alemania os hacia n otar cómo influye E.n la investigación la condición de tenacidad, de paciencia y basta de terquedad á veces. Pues bien, Cajal ha· nacido en la tierra que más fa .... ma tiene en la Península de p~odu­ cir <:aracteres con tales atributos. Cajal ha. nacido en los confines de Aragón. ............ . ( Precisamente porque en España . hay capacidad para emprender con fruto estudios médicos de todo orden, es por lo que se le ha negado esa capacidad. Precisamente .en eso mismo es triba su característica: en la ponderación de fa<@ltades y a p-

DEL CAHACTER DE LOS PUEB~OS

7{)

ti tudes; en que tú:r dastacándos·e · ninguna de · m~mer a ostensible· sobre las- demás, se detet mina un eqÚ.ílilibrio intelectual, que lejos · de servir de rémora para el desenvolví. mientú de la C\lltUta l$acional, cons~ tituye un factor de utilidad eficiente para qúe, removidos los . obstáculos de otro orden qÜe hoy se oponen, resplandezca en' dÍ:a no lejanola antorcha gloriosa de la . ~edicina española. Pero se nos dirá: la ponderación de faculta.des, el · equilibrio cerebral traen consigo necesariamente la tendencia al enúclopedz'srno, y ese · es y ha sido siempré el vicio que . ha contribuido á detener la marcha del progreso español.. . Pensar en todo y escribir .de todo induce, · es cierto, .· á la · supedicialidad e'n los cónocimientos, al eclecticismo· eri las . teorías, á.. la · i mitaci.ó n desatentad!i de lo e.x óti-


76

1 ' FL

E~C I A

EN LA l\ll>lliCINA

co. Todo esto es verdad y nadie lQ desconoce. Esto es un mal evidente, en estos tiempos en que la división ·del trabajo se impone, en que la especialización de la materia . de e tudio es una necesidad para que haya positivo ade lanto. P ero, decidme, ¿eso ·ha de ser un mal siempre? i.cuando se trata del análisi es perturbadora la generalización de 'con ocimie ntos, ¿no ha de ser un poderoso auxili ar el enciclopedismo cuando se trate de la síntesis? Si para el trabajo analítico del laboratorio hay qu e prescindir de todo lo que no sea el concreto a sunto en estudio, si el entendimiento y la volunt d de común acuerdo van á una sola y determi_ nada minucia, ¿no es cierto tamb ién que para la la bor sintética~ emi nente mente sintética de la Clí· n ica, que es el fin último del trabajo médico, hay que aportarlo t~do,

DEL CA-RACTF:R DE LOS PUKli!IJOS

77

comprenderlo todo, rendirlo todo ante la urgencia per'e:ntoria del· momento elínico? A la cabecera del enfermo; señores, no queda otro remedio que ser enciclopédicos. Ahora bien, c<;>mo el trabajo clí~ nico es de por sí diseminado; constantemente variable. y . necesita mlJ,cho" tiempo de ejecución . para que se deduzca 'de él ~lgo trascenqentai ; como se presta poco para producir notoriedad en · el · mundo médico, porqu e puede ser sometido inmediatamente al crisol de otras experiencias practicadas en condiciones no siempre semejantes á las primitivas en· que s~ estableci6, y porque está amen u do sujeto al-cri• · terio parsimonioso de la Estadís~i­ ca, que detiene la pr.oclamac'i,ón rá:pida .de la verdad hallada p 'de la teoría ~oncebida, aquí que la producción médica española, que es

de


7

INitLU ENCIA EN LA MEDICINA

e~ su mayor parte "clínica, quede -<:omo velada 6 un punto atrás respecto de la de las-otras naciones, d e tendencia distinta como hemos visto antes. Mas como dije que para hacer .buena clínica sólo se requieren dos cosa , enfermos, materia prima que no cuesta dinero, y ta-lento observador y sintético, ahí terleis expl~cad a la razón de la característica médica que yo os quería seffalar en los españoles, esto es, . la de ser excelentes clínicos, como consecuencia natural de su condidón y carácter.

DEL CAIUCTE R Dfo: LOS PUEBl-OS

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Si la Antropología enseña que la moderna Italia es muy poco toma~ na desde el punto de vista . étnico, la Historift en cambio d~mu~s.tra que ·lo es totalmente desde el punto de . vista de · sus tradicione's. y si la tradición es algo así como el sedimento que la evolución del espíritu de un pueblo vá dejandó, á través del tiempo, en la conciencia de ese mismo pu-eblo, hay que aceptar que por lo menos en una parte igual á la étnica, interviene la fradición en el modelado del carácter . 6 del modo de ser psíquico del pueblo italiano. , Al consi.d erarle, pues, por el l.ado ~ue ·hemos ve~ido. · estudÚmdo las


DEL CARA.CTER DE

lA EN LA MEDI CINA

otras naciones, no podrem os olvidar que es lo romano lo que imprime fisonomía peculiar á lo italiano todo, pr-e scindiendo ahora del elemento étnico y no recordando de él más que el hecho de que por esta nación han pasado, como dic e Gebhart, en eterrta cara vana, todas las razas. Y si de entre lo romano, más que lo artístico, más que lo filológico y quizá aún más que lo religioso, ha influído en el desarrollo de los modernos Estados, lo político; y si más que u arte, más que su idi9ma y más que su fé les ha influenciado su derecho, ese derecho · romano que upor muchos siglos l:{a sido llamado el derecho común de Europa"; y s.i á su vez el derecho romano es, como dijo Bossuet, "la razón escrita", expresando con ello lo que de filosófico y realmente humano encierra; y si tal derecho es tan importante como si~telifa de derecho

...

1~ 08

P UEBLOS

81

privado, y el derecho privado es algo. que está ~" fuertemente adlí~rido en el alma del hombre, algo que ~s inherente á su propia naturale·za, como que usus ·principales instituciones existen en· todos los pueblos;" no .cabe desconocer que tál manifestación del . espíritu . rontáno, si no puede s·e r considerada como una ci;lracterfsÚca psicológica propiamente dicha, debe serlo . al menos como una orientación colectiva' secular y trascendente de ese p~e­ blo hácia uno de · los más · grandes ideal e ~ de la humanidad: · hacia la Justicia, que co~ el Bien, la Verdad y la Belleza forma la constelaeión Hércules á que el sol inapagable def progreso se dirije .de modo incesante· y necesario. Po-r algo comparó .Leibnitz .el der echo rom'a no , con la geometría; por algo se le ha llamado· derecho inmortal, coino que h~ sido el ·i~-


lNFJ..UENCIA ES LA MEDICINA.

· formador de la humanidad en todo lo ·que llevamos. de · Era Cristiana; por algo es Italia la patria üustrt · d~t dertclzo civil, como dice Troplon-g. . Esa orientaci6n secular hácia el derecl'lo que el pueblo italiano ha · mantenido, tenía que haber marca~ do necesariamente el rumbo especial de su Medicina. El pedestal de la Medicina es el conocimiento anatomo-fisio16gico del hombre; la base del Derecho· es su conocimiento desde el punto de vista de la moral; y el estlldio de la psiquis, el objeto de la Psicología. Y la ciencia que considera al hombre bajo esos tres aspectos á la vez, la ciencia inezcla de Psieología, de Derecho y de Medicina, no es otra que la Antropología. Hacia ésta, pues,~nía que ir enc:tminado el priqeipal empeño científico de los italia.nos, y así ha · ocu•

·..

DEL CA.RA.CTER DE. LOS "PUEBJ,OS

83 .

rr~db precisafuent~, como todos\ sabeis. La escuela al)tro,pológtca de Ita- · · lia, cuya cabeza visible es César Lo m broso, constit~ye la nota salien~ te en el . movimiento.· cíentífico.--de esta naci6n, e.n la que una pléyade d~ hombres, ·unos. . jurisconsulto~, qtros médicos, antrop6logos todos, trabajan ince~anteinente . pQr ll~gar al cpncepto positivo del crimina.! y del crim~n, de lá lo.c ura y del loco, del degenerado y . del genio, eS-tudiando todos estos problemas magnos; todos estos pro'Qlemas cuya SO-:. lución ha de traer <;onsigo la de · tantos o~ros de la M.e dicina y dei Derecho, de la cieQCia social ·y de la m~sma ciencia poiítica. · Pero para ponerse · e n c~mino de \ . tal soluci6n no bastaba e¡ trabajo . especulativo· puro de médic'o s· y . abogados: tenía .. q.ue seguir · esta ciencia ' la. misma vía ·.que e.l pro'

..


J:-!"Jo" LUENCIA KN LA MJCOI GINA

greso ·g eneral d~ · estos últimos tiempos; hada {alta poner á contribución la labor experimental, la obse~yación minuciosa de todos los hechos. Era preciso ahondar en e 1 estudio .del sistema nervioso normal y patolpgico; era necesario hacer alguna luz en la complicadísima roaniña de su textura, poner de relieve la célula y perseguir los tubos y sus ramificaciones; emprender, en fin, la noción metódica de Jos elementos de que indudabl~mente se vale nuestro espíritu para presidir la realización de todos los actos vitalE.s. Pues bien, á u·n italiano cabe el honor de haber descubierto _el método más apropiado para la impreg· naci6n de los eleme~s nerviosos, el método que analiza y que disocia mejor las diferentes ramificaciones y expansiones celula~es, el que de-

JlF.T. GARA.GTER DE I.OS l ' UI•BLOS

85

s~ntraña

y define más .l a deli-cada extructura ·del protoplasma, el que persigue más lejos· los cilin-· ·d ros-eje·s y revela más acabadamente su · curso y terminacidnés. Ese ilustre italiano es Golgi. ·y al lado de él puede colocarse .otro no menos insigne, que .~o ya _por el lado de la anatomíá, · 'sinó -por el de la fisiología de los centros nerviosos, ha intentado profundi~&r más que otro alguno en el estudio .experimental de nuestras sensaciones, del do/ (Ir y del placer nada menos; y aún ágotar el espigado, pero · siempre palpitante tema de la más . sutil J: sublit:ne de nuestras · ·p·asiones, ·.e scribiendo una Higien~ del Amor: ya habréis comprendido que á Mantegazza me refie-ro. . Y si por otra parte es Italia ·país que, como dice- Garófaio, está -corr.o ido por l.a terrible ·enfer~edad . del crfmen, pues la .crimiflaljdad en

'un

...


.. .

86

;INFLUENCI A J:N LA M EDICIN A

él es· el doble de la media de los demás, tÚ1ía que producir por e sa IllÍsina raz6p. un mayor número de hombres pensador e s, que se ocu paran y preocuparan de la n ecesida d de dominar tamaño mal moral. Y paralelamente, había de surgir sin remedio un mayor y más notable grupo de médico-legistas, que correspondiese sin desmerecer ~ 1 de los profundos jurisconsultos crimin alistas. Era indispensable· qu e se ' orientara también la Medicina hácia el mismo fih. ¡Era fatal que la tierra que diese un Zanardelli produjera así mismo un Lombr oso!

DEI,

OA ~ACTJI: R ,DÉ L OS PORJJLOS

8'f

. Sacad un inglés típico de su isla triste y nebulosa; · trasplantadle á . un continente ví-tgen, d e; ,hori ~on­ tes amplísimos, de naturaleza · rica, · exhuberante, expléndida ; injertadle r amas . de diversos troncos étnicos cercanos ; arrancadle otras por · las que circule· jugo estéril de preo- · cupacion es caducas; y ver.e is surgir, no ot:J;"a raza distinta, pÚo s.í . un ~ipo nuevo, poderoso xp.agní-fico. E~. las favorables. condiciones del nuevo · medio. 'aml>iente, el pueblo hijo conservará los caracteres fun~ dam~ntaíes. del pa~r6n, tn~jorá~do­ los, y Jidquirirá, ·por la . acción it1coiltrastablE! del tiempo,_ caracteres.


. ENCIA

Jo~ N

I.A MEDICDIA

peculiares, fisiológicos y psicológicos, que le diferenciarán. Así, el pueblo. de los Estados Unidos, .conservando su tara hereditaria étnica, intervenida naturalmertte · por los otros elementos es. táticos del carácter nacional (suelo, ClitJ;la, etc) aparece hoy con elem entos dinámicos, que diría Comte , en parte innatos, en parte adquiridos, pero ya bastante bien dibujados .para que pueda constituir un tipo partiGular , susceptible de ser estudiado aparte, desde el punto d e mir a ·psicológico. Frente á ese gran pueblo ha colocado políticamente al nuestro la fuerza avasalladora de los tiem pos, y hora es ya de que p~ad os los primeros instante~ de estupor (e~ . la vida de los pueblos un año es _u n instante) nos apliqu.e mos todos, cada uno dentro d e :s us peculiares afi• ciones y tendencias, á estudiar le

D~;¡, CARACTE R Or': 1.08 P U EBLOS .

89

fríam ente,· ser iamente, en sus diversas manifes taciones, pat a que,· por lo m enos, podamos adoptar cri.:.. terios fund ados, puntos de partida pr.e cisos, posi~iones d e alguna ventaja, en medio de ese inesperado encuentro de dos razas ~mtinó'mi­ cas, en los aCtuales mom~ntos ape.nas inicia,do. Yo entiendo que los pr incipa"les ca r acter es de ~os norteamericanos podr Ían fo rm tilarse ·&sí : espíritu de independ encia, sentimiento de iguald ad soci al, conciencia de su propia . potenciali dad, impulso irresistible hacia el progr eso, predominio de los intere ses materiales. Debido á ese espíritu de independencia, el am eric ano. tiende á emanciparse pronto, lo antes posi.b le, de ·· los lazos que puedan impedirle ~n-:­ trar rápid amente en el goce· de su a·u ton om ía personal, ·tep.de.nd a perfe ctalllente facWta-da por el concur-


lNFL E N lA E N LA )JEDICINA

D~L CARACTER DE LOS PUEBLOS.

so de los otros caracteres y por la educ;ación que recibe en la escuela, dirijida también á ese fin. E a .. es la razón más importante .de la falta de verdadero lto1iu, del hogaF, que le distingue del inglés, -cuyo individualismo resulta así modificado en sus raíces por el mayor influjo de los demás rasgos del carácter. Ese · es también uno de los motivos de la intervención cad.a vez mayor de la mujer en las manifestaciones de la vi~a social, de su participa ción en asuntos hasta hace po-co tie.m po etlcomend ad os á la actividad y gestión d el otr o sexo. ·Eso es así mismo lo que explica, por l o que á la Medi-cina respecta, dos hechos salientes de la vida profesional . americana: -de un: lado, el predominio · de la asistencia hospitalaria sobre la d omiciliaria, predominio creciente cgda día y muy propio

para que de él se deriv~n condines favorables al monumental desarrollo de sus hospitales, los más grandes, · ricos 'y mejor entendidos del mundo; y de otro, el papel iinpottantísimo que en la administración y asistencia de los mis~os desempeña el sexo femenino, admirablemente dispuesto y edu.c ado ·pa- _ ra tal propósito, al · ex'trem ó" que una parte · de él se lanza á · ad-:. qufrir y practicar' los conocimientos médicos superiores, _ antiguamente patrimonio exciu;ivo 'd e rones. Otra. consecuencia . il~tural que se desprende de ese espíritu de inde¡:tendene-ia. .p recoz, y que es · justamente criticabJe, es . la corte4~d de los estudios méqicos en los Es-:tados Unidos y la g.rari pe_fic'iencia en la pr~paración: . d.e los ' . alumnos á su entrada. en la,s universidades. La festina~H5n ·.por · entrar cuanto

91

va-

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'


INFLUI!:~

'1

KN I, A l\lKDfCINA

an.tes. en el ejercicio libre de u na pro~esión lucra.tiva, de ponerse en condiciones para la lucha por la vida, aparte de otra circunst ancia que luego apuntaré, dá cuenta de ese grave defecto á señala r en la ense~anza médica de este país. La escuela·de medicina de la Un~­ versidad· . Tulane-dice Munch (IJ_ sólo exigía h<: sta 1892 dos años de estudios vara graduarse. Hoy la duración mínima es de,. tres años, y en la J;Dayoría de los colegios sólo se . requieren cuatro años. Existe, sin embargo, el propósito de ampliar la duración .un año más, e.n algunos, muy pocos, colegiof, como el Rush Medica! College, de Chica~o, el cual forma á este respecto con el de la Universidad de John (1) •'Lo E8tud1os médicos en 1~ Estados Unidos". AJticulos publ1cadoa en la &ma714 Médica, de Pañs, n6.meros u y siguiente . 1903, por e-1 Dr. Frands Muuch .

6'

UEL CARAO:r~o:n DE LOS P UEB LOS

!)lJ".

Hopkins, en Baltimore, el de la de Havard, ~n Bqston;, el Westeni Reserve, en ~ Cleveland, y aún el de la de Pensylvaniá, en· los que también se exige suficiente preparación: para la entradá en los ~ismos, forma, decía, excepción honrosísima y ejemplo ·necesario á seguir ·p or ·el ' . . 1.-resto de las 154 · escuelas de medi<;ina .de la Unión. En éstas, ·salvo las · especificadas, no se requiere-sigue ~ .diciendo Munch-otras condiciones de ádmi-· sión que la instrucción adqui.rida en las lti.g !t schoois, la cual, como se sabe, es muy inferior al bachillerato europeo, cuyas materias eq ·los Esta'd os Unidos están repartidas entr~ las diferentes· ~ecciopes d.~ . Artes de las · universidades.; y como ·estas secciones se empiezan á estudiar. á la .edad en que e'n Europa suele ·terminarse · el bachilleTato, con.si~éres~, si ·dada. la pr'emur~ se~


DEI, CAlUCTER DE LOS PUE~LOB '

i'ialada, se podrá conseguir un contingen~ . de · nlguha importancia blen preparado para la árdua em· _presa que ~ignifica el estudio completo de la carrera médica. ·-Explicase esa deficiencia en su organizaci6n. universitaria, entre otras razones, por la falta de unidad que se dériva del p -opio espíritu de descentralizaci6n general á que se llega por las circunstancias del mecanjsmo todo oficial y polítko de la naci6n. La enseñanza primaria obli-· gatoria y h de las altas escuelas, regidas ambas por el gobierno, resultan excelentes y co1,1vergiendó á un mismo fin : la preparaci6n <le todos los ciudadanos para su vida civil y política; la abolid6n del analfa betismo; cáncer de los organismos colectivos, rémora para la consecuci6n de la vida dicho.s a en común, fuente .de todas las amargu;ras · nacionales. Este es u.n Me~?- positivo,

11~

esencial, trascendente. Que no ha~ ya quien n:o 16epa· medianamente los · · principios fundamentales par\ .' el desenvolvimiento ulterior· de la vi· · da individual de su existencia co· mo pueblo. Pero, ya en pósesi6n de los mismos, entra á desarrollarse la direcci6n educátiva · del' :Pue· blo, . naturaimente según los otros . principios de su propio carácter. Dice Botitmy H> que . ~·p..n am~­ ricano no puede distinguirs·~- de los demás sin6 por su dqúeza, y adquiere la riqueza · por un esfuerzo contínuo y sostenido que le tiene provisional menÚ fuera . de la vida social super~br". Y ai'iad~: ccel . pueblo entero rio _es · sinÓ una . clase media de hombres . ~e . n~go. cios que forman su~ ideas se.gún sús interes~s''.~uEl americano se . con· side~a· hoy c9mo éhcar~ado de ha-:- · ·

y

(1) El6mentl d' nne Petohologte pollt1qne du J;>.euple· amériealn .

.,.


96 .

DEL CARACTEU DE LOS PUEBLOS

1)7

1NFL ENC I A E:-< LA MEDICT:-<A

cer ver al mundo el tipo de una ocieqad nue·v a: una gran democrada sabia, potente y próspera". be modo e s que de esa enseñanza fundamental general de los ciu dada n os se deriva el bien inmenso de u idéntico nivel social, que rompe con ~odos los anacronismos ·de clases sbciales d istintas, de privilegios fpndados sobre otras bases que no sean el trabajo, el propio esfuerzo, la mejor cooperación en la labor común para el mejor amien to nacional. Es obvio que de la suma total de esas actividades conve·r gentes ha de deducirse un grado tal de potencialidad, que marque Ún trazo fisonómico tan notable en e~te pue. blo que, al m irarse á si mismo y darse cuenta de s.u enorme energía interna, le haga cr eerse capaz de las más formid ables empresas y de los m~s grandes destinos. · El espíritu de indep~dencia, trae

el de .la igualdad social; el de ia igualdad so ~ ial 1leva consigo la conciencia .d e su pro pia potencialidad; y este sentimi~nto, que se traduce · en la más . inconcebible de las audacias, engendra· en la masa toda un irresistible y te-naz impulso hacia el progreso. ' .~ uEl americano--vuelve á decir Boutmy-vive del ·pr esente y aún. más del porvenir. Si algún misteri o le a trae, no está deta~ sino d~~ lante de él. S1guen la frase d.e su poeta I:owell: «er esclavo de su propio pasa do no es hombre".- Y sus g obernantes, diremos nosotros. ah o:.. ra, se inspit an en la. conocida sent encta de R oberto R obert: '' cuancÍ~ . ~o s go biernos se a poyan en citas histÓricas es que empiezati .á paSar á la· Histo ria ".~ O la de Laplace: uel mundo mar cha, el que se detenga será aplastado, y el mund(? se~ guirá márc'bando" . . .. . . .

en

··


Oi'FLUEN lA to:N LA MEDICINA

Pero es que et pueblo americano no sólo se- rinde cuenta de esa fuerza én potencia que po.s ee por el esfuerzo aunado 'de cada uno de sus el mentos sociales, sinó que instin. tivamente .COLJlprende que á estas aituras del conocimiento humano, q~e en este siglo en que lo positivo y lo real es lo que prevalece, hace falta., para poner aquella energía en· acción, para que el movimiento ande, que entr.en en juego los element os físicos, los recursos materiales, como combustible inagotable para el mantenimiento constante · de la tensión del vapor que ha de mover la máquina del progresoc universal. De ahí que dé tanta impqrtancia al desarrollo de los intereses materiales, de la riqueu pública; que coloque el do/ lár por sobre todas las demás cosas, .y que lo busque .&fanosamente desde que el sol sale hasta que se pone. 6'

·.

DEL CARACTER DE LOS PUEBLOS

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Se .c ree, pues, capaz de lle.v ar á cabo empresas n~nca sofia._d.a s, empefios. casi r'a yanos en lo irrealizable, á semejanza del gran lqÚ de Cervantes'; pero no . olvidá que p~ra . cumplirlos . es preciso . bajar á "ta realidad, como hacia. · el g.r.a1z cuerl do ; de modo ·que ·bien. po_d ría decir:-: se que el amex:icano del Nort~ e-s Sancho y Don Quijote en una pieza. Ese predoín.inio de . los intereses materiales no favorece sitlem_bargo, desde cierto punto de vista, á 'la buena orgimización · universitaria, como no la favorecen los otros caracteres· que he señalado, y como h~mos visto que influ.e·nciaban l:>eneficiosamente ·á las otras ense~anzas. y -si-es ·~erdad qu.e, com~ di-· ' ce Boutmy, ula .~xtrema dif~sión la instrucCión medía, Ía ausencia ,le toda alta 'cultura determinan . la i~alda4, que tiene i>o.r corolario_ia soberanía leg!t.~ma de -l a · mayorí~

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lJEJ. CA lCACTF.:R DE L OS l'U lc BLOB

le derecho divino de la opinión reinante", no puéde qesconocerse que al exnanciparse d~ la tutela del Estado la· ensei'Ianz.a superior univer. sitaria, y al perder por esta cir, c·unstancia el nexo común todos los centros de alta cultura, tenía qu e determinarse una baja considerable en el niv~l de progreso y de auge de esta ensei'Ianza, con r elación á las otras más modestas del propio país y también á la homóloga de los grandes pueblos europeos que antes hemos estudiadQ. Y ahora es oporno hacer notar aquella otra razón que aplazamos y que contribuye á que resulte ostepsiblemen ~e defectuosa la organización de los estu. dios médicos en los E stados Unidos; y ella ·es la de · que, como apunta Munch las escuelas de medici na ' . americanas son eJ¡D presas privadas, y la mayoría de las 154 vive principalmente de la ma:frícula de los

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,ah1mnos, y por tanto, tiene que ·con. ceder · 111 ucho á éstos para poder .sos t~nerse y resistir la competencia que á cada una hacen las demás . Con lo ·cual v emos manifestarse la influencia que el rasgo que · vengo sepalando ejerc~ bajo este as- . ( pectó en la Medicin ~ am ericana. l Porque la precipitación en estudiosque á toda costa .r:equieren calma y buena prepara ción básica, como soil los estudios clínicos; puede . menos de conducir á desviar á los que lueg o han de ponerlos en . práctica, de la afic ión á aquella gran rama de la Medicina que á las . enferme.dades internas s e dedica, es decir, á la Clínica Médica; y á qüe no a parezcan á la .cabecera del enfer_· mo con todas las condÍc!ones ·reque.:... ricias~ que suelén ir á · buscar luego, dice 'Munch, · en las universidades . de Europa; á menos que las adquie-· r.an en 'algunas d e las escuda s ex-

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]02 ' .INFL E . ' OlA J:N J,A MEDICINA

cepcionales· que me he complacido en seílalar. Me he complacido ciertamente; pórque no siendo otro mi objeto que poner de relieve correlación que existe entre 'la fisonomía de la Medicina Y. el carácter del pueblo en que se la ~stu die, no he tenido ott.o remedio que explicarme, por ese aspecto del carácter americano, el cóntraste que resulta al colocar al lado de la Medicina interna, la · otra importante rama, la Cirujía:, y dentro de ésta, los procedimientos técnicos operatorios. Porque todo lo que le falta al carácter americano para que su medicina alcance esa brillantez y esa altura con que se pr~senta en Europa, sóbrale para que la Cirujía en esta nación no sólo iguale sinó que á veces sobrepuje en -explendor á la delpafs más adelantado.

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En efector la importancia que dá el americano á los inter~ses ·materiales. lo ha 'hecho necesariamente industrioso; ei progreso de ·1a Industria apareja un desenvolvimiento mayor de 'la Mecánica; lá: Mecá-. nica á su ye~ es ciencia .de· petfec~ cionamiento evolutivo contínuo; el perfeccio·namiento consiste en con- . segqir la mayor cantidl,ld ge efecto útil, en .e l ménor' esp~cio de tiempo . y con el menpr esfuerzo · posible ~ Ai'iadid á esta condición los rasgos sobresalientes del /tj .us go .a head y de la audacia, y tendréis representadas tQdas las cit cunstancias :. f'avorables. ~1 incremento · y clesarrollo de la moderna Cirujía. Porque·, ¿qu_é es lp más in~cáni­ co, lo más susceptible de . COIH>tante . perfeccionamiento, lo m~s audaz . y hasta lo más ·utilitario 1 . dentro d.e ' los c.onocimíeritos médleos actuales? . ¿Qué es · ta~bién 16 .que mayores

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DEL CARAC'J.1E R DE LOB .l'UJllBLOB

FLUio: NCIA EN LA .l\IKUICINA

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recursos materi les requiere para ser realizado cumplidamente? ¿Qué e aún )o qué más e ige y mejor fomenta la necesidad de la asistencia · hospitalaria, dadas las teorías quirúrgicas . reinantes? Hay que decirlo sin reservas. La ,Cirujía americana ha llegado á un gr d<? de progreso verdaderamente asombroso · en un lapso de tiempo que no pasa de medio siglo. A tal punto ha llegado, que hoy en los más avanzados pueblos de Europa se siguen muchos métodos operatorios oriundos de la América del Norte. La ~xplicación de ese maravilloso fenómeno de la vida ~dica de los Estados Unidos está, como no podfa menos, en la feliz concurrencia de los diversos rasgos psicológicos del pueblo americano. La febril impaciencia que el hijo del Norte siente de llevar .á un {)

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término rápidp, aunque provision:al, la e m presa qlle .tien·e entre manos, se presta poco .para el trabajo clínico, de suyo ·tardo y poco amoldable á un temperamento que quiere ir á todo correr .al tratar 'de supriin.i r lo que es causa y origen _d el ~ras­ torno general orgánico. Po:r eso es sintomático en terapéut~c.a, porque un sí.ntom·a solo sí es. fácil de remover ó ·atenuar en la ·mayor · parte de las ocasiones; por eso quizá el ejercicio" profesional allí .esté muchas veces tocado del v~icio del mercantilismo, á que necesariamente conduce la tendencia á combatir los efectos y no la causa íntima del proceso patológico de que se trate. Un pueblo rico, industrioso, atre· vid o en sus concepcione~,- rápido en . :el ejecutar, ganoso del ' mas allá, curioso ha~ta 1~ · puerilidad, es indu<lablemente el puel?lo más . aco.n di-


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IJOIFLUE NCliA

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LA llEDJCINA

DEL CA~ACTER DF. I-08 PUEBLOS

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ciona~o para ue de su seno surjan los hombres mejor dispuestos á realizar los fines del arte operatorio de nuestros días.

Voy á terminar. El te.Jlll\, como habréis podido ver, es vasto, y yo no he hecho otr~ cosa sin6 · expo- · n·e r en iíneas geriérales el método que podría seguirse . ep.. el estudio de la Medicina, desde el punto · de vista de losca.racteres · del pueblo en que se la considere. Ese estudio podrá no ser seguramente de utilidad ·práctic~ inmediata: no se derivarán de él consecuen~;:ias . importantes; pero . ningun ::t labor ·de análisis, por mas que s~a apá- .. ' .lisis especulativo, ·deja de , aportar su . concurso á ~a obra' · general del conocimiento, y meno~ aún en. los momentos actuales, en que·· parec.e acentuarse una corriente · haGia la

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DEJ., CAIJACT.F.U DE LOS PUEBLOS

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&NCIA EN L.\ l\IEUICINA

Psicolog1a colectiva, en todos los órdenes. Como habréis tenido ocasión de observar en los seis ejemplos que os he expuesto; el propósito <le los pueblos correspondientes no es otro que el ~onocimiento de la verdad médica, verd,ad que cada uno persigue á su modo, por el camino especial que le traza su peculiar manera de sentir, de comprender y de ejecutar las cosas todas de la vida naci9nal. Y si no fuera por .el temor de parecer artificioso_ ó prematuro en sentar afirmaCiones sintéticas, os diría que así como cada uno de esos y otros grandes -pueblos han aparecido en la Historia como encargados de realizar un destino particular dentro de la magna ·empresa del progreso universal, del mismo, moqo ·cada uno de ellos parece rdestinado á c~m:-

plir un objeto espeoial dentro del adelantp' de lo,s conocimientos mé~

diCOS.

Os diría que. la verdad médica está llamada á ser investigada en Alemania; cristalizada en Inglaterra¡ univers-a lizada por Francia· some~ida al crisol de la Clínica e~ España; enc~miBada hacia '¡{;s fines de la Justicia en Italia; · a bonaqa 1 . agrandada y popularizada en los Estados Unidos...... . · Y os diría, por últin{o, que después de sufrir todas esas influencias y las que otros pueblos en el transcurso del desenvolvimiento históri-· c_o le imprimieran, la Verd-ad sería siempre la misma, única y eterna, c_omo lo es la Cie-n cia y como lo es también la Huma~idad. liE DIOHO.

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