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INTERPELACION
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DEL DIPUTADO DON LUIS PADIAL Y SUS · CONSECUENCIAS.
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ASUNTOS DE PUERTO-RICO. I ·'
RHCONSTITUGION.SOC~, POLITICA Y BVONOMICA S gunclo volumcn.
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Uiciombrc de IOOU. '
l. INTERPELACION I
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DJPUT\ADO DON · LIJIS ·PAD.IAL Y SUS CO N S EC UE N C IA s. ·
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DE LA ISLA .
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INTRODUCCION.
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Los momentos actuales son de grande importanciu para Ill .lsln de Puerto-Rico: debatese en ellos la dignidad humanu profundamente comprometida con la axistencia de. In esclavitud: discutense las instituciones politicas, de que dependen Ia nacionalidad, el caracter, In concien.cia y tados los pro.gresos merales e ,intelectuales de los hombres nacidos en' aquella provincia, y ppr t\ltimo, se debaten tam!Jien las bases ecorr6micas y dentro de ellas las reforiiJaS finanoieras, de donde han de naoer el 6rdeh en la administraoion, la confianza publica, el desarrollo del trabajo y Ia prosperidad delyais, sumido hoy en el caos y puesto a dos dedos de la ruina. Diez hembres, elegidos no por el sufragio universal, y no1 ,. tampoco por todos ·aquellos oiudada\10s que el decreta del sc. {1) Habiamos pensndo pomenzar esta pu~licacion dundo a COJlOccr los · t rabajos importantes de Ia comiswn informativa ultimamente creada por el·ministerio dg.. Ultramar; pero no habieudo podido reunir todos los documentos necesarios hastq. ahora, lo~· ' rOSponemos, Bin renunciar 8. darles mas tarde publicidad, 8. Jo fmportante sesion dell3, cuyo.estrl\ordinario iritcrcs ser(l ' aprecindu en todo su v~or por los habitantes de Puerto·Uico. •
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y1tln prh·iJc~i ah n, ino por I corto nt'un ro de 4.000 perDill! qJ.Ie el reglam nto dicta.do or cl general n.z qui o esger como elector • "; non r pr ntnr, n tan grave~ cirounstanoias, lo intere ·es de 6 0.000 a\mas, dc·quc c compone Ia poblacion d J?uerto-Ric . lemnes sou, pues, estos om uto , grande y trascentlentalla obra que n ello comi in : erios , oornvcs, de rcsponsabilidad uuradcra on lo d beres que pesan hoy ~QJ'e lo diputados de nqu,clln provinci . jQui n el cielo in pirartbsy que stl. trabajos-senn di rrno d I aplauso de Ia historin! ,_. A renoir para. esta todo los uruentos. caractcristicos de lu epoca, de Ia obra y de lo hom r ",en cuanto digan relncion coo Ia provincia, viene principal nente e ta publicacion, que, . COO patriOticO desinterti$ y in ni gun fin d C"peculacion iuuwtrial Elmprendemo ~oy . Ma i tal su primordial objc' Q'UC n varemo basta el fin, con religiosa constaucia, nunque hnbi ra de impouerno · priv' cione espartnnas, no por eso nunciamo it tomar en estn cuestione toda Ia parte que In · circun tanci nos permitan ; u rraremos y reproducircmos con fidelidad lo trabujo de lo dfputado y de las C6rtes Constituyent " que ·a nt'le ~ro as uuto e refieran , ·I; pero las discutiremo ampJiamente, dentro de H V Ut 6rbita del in teres pit· trio, a Ia luz clara e iutensa de I principios de lajustiein. _y ·on I criterio que d Ia libertad enemos forrriado . De vez en cuando y fuera doc ta ecpion , volvcreJilOS ha ia atrt\.'1 una mirada · e cuclriliad~arn y publjcaremo lo que nos Myan !ega do lo · ti mrro · pa:mdo ono proporcionen los pre:: ntes rela.tivamente a Ia provin ·a, y pueda servir on lo futuro de. util en eftan?.a. i er{L para'·nO' Otro Ob taculo , 1al cumpfir e te prop6 ito, Ia mala luntad de nquellos a quiencs no corivcnga hoJ vcr reprod cidos sus actos de.nycr' ni har · mos de su dicterio imper o ales caso alguno, como has ta aqui no 19 hcmo hecho tampaco de sus vaga- d clamncio1 ues . .J~garemo aquf, como en t das partes, co.u nuestro propia criterio1 pero no a anzaremo juicio alguno sin el apoyu Lie docpm.e nto fehacientes; quiz · caigamos h vc ·c.s en error ·ttl iuterpretal'lo ; p ro como bu camo Ia verfluLI 'COil tan ta probidlld de c;;piritu como de cor zon abicrtru; cstarim Ia:< pi1. g ina d e ta publicacion, con enerosidacl completa, p;rra qn rrfu e siu ont mplac one". Lo fnvoroble ·. · lo art-· i'.lor
7 · verso serviritn igua.lmente iL nuestro nobiHsimo prop6sito: «gravar en el animo de los puerto'-riqueiios los hechos y los hombres con indelebles carncteres.» En la seccion de variedades y siempre que nos sea posiblc, inoluiremos, por · ultimo, estudios, notioias y sueltos, cua~do a1 mismo tiempo que tengan conexion intima con nu.e tro ~unto; sean de una eficaz ep.selianza, de una ver~ad cstricta 6 de una utilidnd incontest~ble para los intercses de Ia pro- I vincia. , · Tal sera el Condo y tallu forma de esta obra, pero aun dcbenios decir algo del criterio y de Ia conducta que se proponen. seguir los hombres que Ia emprenden. Snbenjos que las galas de una buena literaturn embe1leccu las ideas y contribuyen grandemente al mejor ex.ito de Ius buenas causns. Nosotros, sin embargo, reconocemos que no poseemos estc poderoso auxiliar y fl.amos el buen resultado de . Ia pcuosa tarea, que con abnegacion emprendemos, 8. ~u Indole propia y al P.atriotismo desinteresado que nos Ia imponc. En cuanto al · criterio :.i. cuya ll1z hemos de estudiar Ius trasccndentales cuestiones puerto-riqucfias que han comenzado iJ. debatirse, nos es facil y grato, 0. 110 mismo tiempo, cl estamparlo al frente de esta obrn. 1." E1 estaclo social de la isla de Puerto-~lco es para nosotros contrario a la conoienc.ia humana, y pugna co~ la nocion mas sencilla de j usticia «dar a ea~la uno.lo que es suyo. » i,Que' nplicacion mas clara, mcnos intrincada, ni milS pnm puede huber de esta nocion primaria de lo justo que el devol:verle nl hombre su alma y s~t cucrpo, es rlecir, s~t JlCrs01ta y sn trabajo'l Somos, pues, pnrtidarios absolutes de la abolicion, y pensamos ,que, sea cualquiera el saorificio. qu~ ella cueste, !Gorazon In exige perentoriamentc. Los medios son sin duda pal.'te iuteresantc d.; este prime r punto, pero los tenemos por muy secu.ndnrios respeoto (1!,!1 prinoipio en si mismo. Estos mcdios, y no otrn oosa, e,.; lo qu e hoy pu~de diseutirse y. lo que en su \ oportuuitlad Lliscu ti. remos. 2." m c;·tndo poli ~ico de Ia pr<5"vincia ' no tieup fundarncrtto alg·uno cp lu ley1 y carece Lie ltL'i simpa£ius do los gob.ernutlo,;: :>cguu nosotros, es urgente, 'urgenthlimo, rcstablecer lu. Con ~ -
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8 titucion politica sobre Ia ohll base de la igualdad de dere- , oboe, 'linioo medio de bor r . pasadas y presehtes injustioia.s. La libertad politica es Ia es1resion social de la libertad huma- . .n a, y sus leyea son siemp in.finitamente su'periores' a los decretos caprich~ de un mbre, sea rey 6 sea miniBtfO irrespooaable. a.• Bl estado eoon6mi de Puerto-Rico es r-uinoso, y las cau.saS etM;Qciales de este d~ no ha?- sido, ni los 1i!Uacanes del tr6pf00, ni las 00nm00i neS SUbterraneaS I COmO SebrdiCbO. Antes de .es'tos lamen bles sucesos, que agravaron pasageramente Ia situacion, es . era profun~amente mala: el pais no tenia, ni ttene, un bue camino, \lDB escuela notable, un establecimiento de crMito: el Tesoro estaba ya endeudado., y . las obligaciones arbitrarias que pesaban "Obre Ia Isla, y que crecia~ de ai'io en .afio, si utilidad real de Ia Nacion y con eyidente perjuici.o de 'la pro incia, han llegado por.todos con; ceptos a ouatro millones de ·sos, que el pais no ha podido ni podra en mucho tiempo l[ntar. La guerra de Santo Domingo, conocidamente inefica desde . su orlgen, determin6 la bancarrota real, aunque tao ta dt3l Tesoro, alltes de'aquel triste suceso ba,stante desaho o: ella disip6' no solamente los recursos propios y: 'legales del Estado, sino los caudales que a · fuerza de arbitrios qqerososE'bau aoumulando Ia Provincia, y. a'lin algunos Munioipios pa sus obras: ella. en fin, pus~ Ia· m_ano en los' depositos judie ales (que todo alii esta centralizado), y los malgast6 sin mirt iento ,· exponiendo 'el decoro de . Ia Nacion a recla~a¢iones vtrgonzosat{, de propios y de estnUios, que sbn bien oonoci as. Por otra parte, coincidlan con estos deplorables errores,.qu ni gloria ni 'utilidad debian.dar ala, Nacion, otros no menos grave.i e hijos de Ia misuia A.d- · mini.stracion: una- nube d empleados, en su ~ayor parte ipeptos, conio lo han e'!cr tO los mismos Gobernadpres, Ia creacioli consigui~nte de in. itutos y de oficinas' inutiles, una y ~uchas bandadas de c . ntes, de supernumera_rio,; y de pensionados que, sin servir e nada a 'la Provincia, acrecet• su presup'nesto, imposibilita . el desarrollo de las obras utile y: hacen de todo.punto inefi los esfuerzos de los contribuyentet, son motivos agrava tes de la deplorable situacion ooonomica de Ia Provincia. · ~Pero ni en estos desvarl de una administracion sin fre-
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no ni en squellos oataolismos de Ia naturaleza reside Ia causn ese~oial de nuestro empobreoimiento. La descontlanza de los hombres acaudalados, que _ le.~ aconseja' llevar s_us gan~noias a paises distantes, .cuando debian volver a Ia. .c~rculac10n para dilatar los horizontes de la industria y multtphcar los be~etl cios del trabajo dentro de la Provin'cia, proviene unicamente de la ninguna intervencion que tien alll el contribuye~te en Ia fijacion de la materia imponible, en el c~lcu~o de la rtqueza , verdadera. en las bases cionvementes y l)quttattvas de un buen sistema. tributario, y sobre todo, en la justa distribucion de las rentas publicus. .· , .. Nuestro criterio, pues, en este punto, co~fo~me u._los prm· cipios genuinos de la buena eeoMmia publica, es dtametralmente opuesto a todo·lo que hasta ahora alii se ha.hec!to por los gobiernos arbit.mrios de la Metr6poli, y por los abusos de sus agentes en la Provincia. Pensamos que esta ~ebe ~gurar • en la catcn-orla que le corresponda, por su poblac10n Y por su riqueza. e~ el catil.logo· de las dema~ Provincias de la ~a~ion~ y' que, ,para los gastds generales de esta, ~o debe contrtbu~r m con mas ni con menos de lo que proporo10nalmente le astgne el calculo aritmetico de los prorra.~os. Que. si la Nacion necesita en aquellas tierras para los fines de su alta politico. 11u . ejercito de 10.000 hombres, del Tesoro nacional se pague, como se paga. el de Cataluiia. 6 el de A.udalucia: q_ue s1 8. sus planes admiuistrativos convierien institutos, o~cmas y empleados de ca.racter general, ella los pa.gue; pues sobre no ·haber razon alguns para imponerle a una sola Provincia obligacianes que son, por su naturaleza, com?ne" 'II. todas, esta hu sido y mientras subsists sera Ia cansa ve~dadera de Ia desconfianza ganeral'y de la ruina iuevitable de aque~la isla. En ef~cto, ~l sistema contrario basta ahora .alii segutdq, ha absorbtdo todas las fuerzas vi~as del pais, 1M ha disip'ado en pura perai.... . sin dejar otro ·rastro de su paso que el de la ignorancid y ol de h\ miseria ni otro eco que el del disg~tsto de todas Ia.-; ulases. Este ~ist~ma no es, pues, el mejo\ mcdio conocido para a.~eniar -sobre firmes bases Ia confl.anza pubijca, ni para fo. men tar el trabajo, ni' para desarreUar lo!J progresos morales y materiales, ni, en fin·, para promover ni:alcanzar 18 prosperidad general, que en ultimo resultado, es el objeto de los saerificios del con-t ribuyente . Hagase, pues, dent,ro de la ley co-
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. muu, el ue lind' l.'qUit.ativo de 0 que ala NaClon :;e 4eba, y ue lo que 8. Ia Provincia para s legitimas uecesidades queda. o de otro modo se comprc de, ni urtira jamlLs buenos fecto ·• la asimllacion polltica . ue l por el momerito, parecc :;er. el ideal politico de' lo rep blico mlLs distinguidos de la Nnoion; bien qu~ los ~ombres e Est,ado de Inglaterrn que eutiendeo, en r cuestiones colo iale de aquella gran pote~~ propenden a. favorecer .la auto omia. Como quiera que .~~ a, no sera filcil a nauic negar con fundat4cnto nuestro priu cipio. Ora lo acepten, ora lo re ~acen, tal sera siempre nuestro criterio, compreodiendo en l toda . la cousecuencias que el principio entraiia, como on .dentro do la a imilacion, la rcp~sentn<:lon el P11rlamen o la diputacioti. de Ia Provjncia Ia g ti~nJi~ re en .c: llluni ip~.!...la pre~~~~:.:_ab~: la r union. la .manifestnclOn y 1 pet1C1on, gara no mcno · pr 'cio ·as 'ara a v1 a puramen e po 1 1ca, ue necesaria,s para Ja rec"ia kd~ ao10n eCo'n 1 en' e os pueblo:> li:Jl'Cs. Dado "t8, vienila necesidn e ro, mventnrio de la riqueza iudividuai, iu el cual no hay s sterna tributario eq uitntiyo. Que lo Gobieruo de laNa ion no puedau haccr para ·i, cu la distribucion de 'las. rentas publica del pn!s, Ia parte ucl lcou., por ausencia de lo' repros utantes de l:i3te, 6 en general por fulta de o-arantla.s po iUvas ni mecos aun a.la sornbra de . la coufu ion en que se halla la riqueza publica, 6 a favor de m1 sil ncio forzado, como ha ucedido .hasta aqui, y que la . Provincia no carez dele · me tos ne esario para el fomento y .<lOsal'rollo de su a 'protJia, omo a.si mismo que ni el Estado ni Ia provincia se escedan •n :;u pr,etensiones, reduci •ndo uIa impotcncia al Municipio y condenaudo al iudividuo {J. rcnun iar a . u, progre::;os mora es, cientificos, artisticos, mercantiles 6 indu triales,· por falta a.b· .>luta de recursos, cuanrlo e ta n'o tribn ino en la en or~· dad de Ia:> carf:·as y .en Ia injusta inversion de sus producto son co33::! que pucden conso. Juir~· a.ilment.e, ~on solo suj tarsc nl priucip,io ..expue;·to: y · met.hante Ia furmac10u del catas ro; al p•\So tambten quo sou ··usas llifi~il :, sino imposibles de realizar, upue:;ta la asirnila iui1, por ningun ott·o ·rneuio. Tales serim para uo otros Ius l.la:;cil fuudamcutale.'i ue e ta CU tiOll ecouumlca, mirauuo Cl rc~to u l~,;:; :;i. lema que para r i!olve,rla su prc:entcu,. como parte· de granol inter · :>in uda al(J'una; p ro respecto de
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11 ( clll.ll! sccunclarias. Por lo que hace it cstos sistemas en si mi:;mos. propenderemos, en cuanto los tiempos y las cosas no::; favorezcan, it resolverlos .Por el criteria racio.nal del !ibm:= cambio, y contrariamente al espiritu de las contribuciones indirectas, y tie cunlesquiera privilegios .' La Provincia nQ tieno·{\ nada de esto intereses opuestos que merezcan considerucion de· gran momento, ni siquiera nos parece obstaculo la :ruerza tic las costumbres, que tampoco tienc en ella raices , muy profunclas. Peroni a Ja cues~ion 'social, ni ala politic!~, ui tan'lpoco iL Ia econ6mica, cs nues ro animo traer con este libro· el espfritu intransigente de proselitismo que reina en las eseuelas:' rilli estit este espiritu en su Iugar, pero aqui no seria., ni oportuHo, ni acertado. Buscamos soluciones practicas, de pronta , rcalizacion, y aunque sefialaremos el 'error doude quiera que lo descubramos, prestaremos nuestra Mbil cooperacion.a Ius c1ue mas sc acerquen al ideal de Ia verdad que nos bemos formado. En la discusiou de los intereses publicus, como en el litigio ~.e los intereses privados, las transacciones son co~ frecuehcia necesarias: sabemos que en estos casos, por vano temor de un mal puramente imaginario, se ·prolongs muchu:s veces la existencia de un mal real, y que de e,tas tt'ansaccio.ncs suelen venir aguerdos altamonte nocivos ala verdad y soluciones deficientes para lo intereseS' sociales; pero r'econoccmos que, en circunstancias determinadas, Ia ':oluutnd indivirlual ma. poderosa, ~un favorecida por'la ciencia demostrada, no es parte a disipar las tinieblas del mo~en ' o. Nuestro li .. bro, pues, no tieile, ni tener pre'tende, un p ivilegio de escepcion para estos casos; pero lo declaram on franca y leal palabra, iJH.niLs transigiremos con los vicios ~al.ft~!l el sis-tcma col011ial: no o..ace.p:tatlim.os..n.unca nn .sist'ema que pon- T1a11r<>vincia en condiciones hurnillantes de inferioridad , ·, cntro del ma~'~'ni mfui_pl.;ovincias deJa -":!ifl:lillili;:i.jq;fiiuLee':i..slao:Un..Jilgl.\t\lC : ningu:to c_uyos funduiuentos sean la prolongaoion al!bittati!l.! Ia csclavitud- eai'TdC.ilu.•sclavlf>J~jo uombres especiosos, del hombre por cl wm-..: _ Lil'c;· J.illg'Ur~l fin;·qi!e-·iiJicda ~iti'r, como hasta aqni, · -lti:Ht~iuoSJ de 'uuu administracion irrespoiisa6li' "ul - 1m sido, tale::; hoy todnv u, y a pretcndc oonthi'iiar siendo el ,;i ierua colonial que rige en Puerto-Rico: el C>j,COn~rario a lo:
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12 v rdaderos intereses de Ia acion, cuya honra, cuya conse, cuencia politica y cuya seg ridad pone a cada pailo en peli- · gro: 61 es el o6114c•lo tradic o~&al que se opone ciego, y quo conlraria tenazmente a tod 108 progre o moralM, politicos y eoon6mioos de Ia Provinci . Inepto, po~ su. indole, para .las oiencias, las a\)orreee: uspi , p9r constttu.Cion, ante I~ dtgnidad humans Ia ealumnia Ia abate: sin poder alguno para hacer el bien; ' y revestido d faeultades omuimodas p~cer el mal vive asu tado de odo; y a.terrando con su etern.o. cei'io a ia s'ociedad entera, i timida y ahuyenta fJ. los capitalas amengua las transaccio imposibilita el desarrollo de Ia lndustria y empobrece a I ,~rovl~cia, debilitando fi~ica y moralmente al Estadg.. Pigm hon, confianza en sl mtsmo , y sin fe en los dem!\3, tiemb ante las id~, · pers igue. Ia palabra conturba y aleja ~ lo ombres, y se a<~fixia en Ia sole. d ·; aislamiento que crea. t=; ~qrno suyo , aun enmedio. de }IUS saraos y alabanzas ofi01a , 6 se entrega con f.-ecuenCla n los desvario rabiosos de una utoridad que, sin prestigio moral en el fondo de u concie cia se reconoce impotente. Nosotr~s no omos, no hemos sidb y no serem9s ja.mas ainigos de .o ·, uu si tema que tales rectos ~roduce: contra el hemos protestndo y protestaremos invariablemente con toda Ia energia de ' nuestras faeultades, y preferiremos siempre, como grande honor, ms calumnias oscuras y los dic terios i~fames que con -:tra "nosotro basta al..tora ha fdrjado, y las que en a<lelante forillre, a su estimacion y ·a su favores. . . -Celebrenlo y defiendanlo eh buen hor11, como al s"mnum de Ia perfeccion del gobi rno .h !mano,, MUellos pocos que a su 80mbr.a miserablemente med D 1 y aquellos, IDCDOS BUn en num~ro, que por te~perame to moral e intelectual' con el estuvieren conformes. Nosot os lo. combatiremos si"n tregua. · Pero en ningun caso, y cuales fueren Ia~ costu.mbres y Ia conducts de los que a n otro opuestamente piensen y C:~CrJ~n , Ia discu ion no serk en nuestras m.nnos un (lrtnn enveneQ:)da.,· ni siquiern una casion de destemplanza. ~as co mbati ~os cot1 to~M las . e r~ d : nuestras iueas; nunca ilitllCious con nuestra J!}n~. Mas no :~e crea que nuestra moderacion arguye Ia renun ia de nuestros derechos .per~~ nales: si por respeto a Ia cau de la verdad y de ~a JUStJcJa que venimos a defender; si p respeto a nosotros mismos rio
es;
13 hemos de sparta nos un solo apice de Ia conducta decorosa y circunspecta que nos eonviene, nos reservamos, sin embargo, oontra cierto genero de ataques, que. no han de sorprendernos a Ia verdad,. ora el de.sprecio esplicito, ora las vias judiciales, ora los otros medios oonocidos en Ia sociedad de nuestros dias, para mantener, segun los oasos., integra nue.stra dignid.ad de hombres.
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Ror.r.,~
B. on CAsTno.
Madrid 6 de Noviembre de 1869.
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Mlentras ll~ el momeuto ·d publicar los documentos que .produjeron en esta..Junta, ce oramos po4~r dar el fidellsimo cstracto de ellos q\lEl sigue y tomamos dcl .ntimero 243 del {>eri!:Xllao : Las C6rtes , correspo diente al sabado 27 de Noyiembre. Este articulo es caract ristico, bajo el triple pun to ~e vista de Ia olaridad, de Ia ve dad y d~ Ia imparoialidad, y ·u,autor, el Sr. D. Rafael Maria Labra, a cuya pluma di ting uida deben tant.os y tau eficac s servicio11 las provincias de Ultramar, es a!'reedor· al recono imiento muy particular de Ia lr la de Puerto-Rico, .cuyas nee idades y circunstancias conoce y defiende hace ya mucho iempo, con tanta profnndi!lnd como goneroso desprendimi nto: .LA JUNTA INli'O{tMATfVA JJE (IE 'ORM.lS PARA PUERTO-RICO.
Ha;biam03 prometido a ouest s lectores, y sing lilarmcute 8 ~uestros amigos de Ultramar, epir ~lgo de los trabajos dp laJunt:acreada. por el r. Becerr , ha.ce comodos meses, pltra discutir y · proponer. las reform1 m~ con venieu tes. para Ia I.sln.de Puerto-Rico; y aunque ~ ; empre tiene gran lntercs el competentes 'como las que conocer la opinion de personas formaban parte de aquella. Junta otros l!.suntos de mas urgencia; y ?U vez de superior ra vedad, ·habian dtstraido nuestro· animo' h~ta el pun to d aplazar indefi.nidamente el . cumplimfento de aquell!l prome . Ahora que los as'iuitos de Ult mar se han puesto {~ Ia 6rden uel din en el Congre. o, y pue to que nuestro ilu.stre amigo el r. ~ecerra ha querido autori seen los votos de· aquella
clunta, 'nos parece( de totlo pun~ inescusable el com'!ignar en uucstras columnas Ia.<> noticias que hemos podido adquirir r es-· pecto de aquella importante comision. ' Tres graves cuestiones se plantearori desde el principio en ·Ia Junta: Ia polit\ca, Ia econ6mica y Ia· social. Como paso previo, se acord6 resolver si las !eyes politicas habian 6 no de obedecer al principio de asimilacion; y Ia .Junta decidiu por mayor!~ de votos que asi ,fuera, entendiendo por asimilacimt , ·no Ia. identidad, sino algo de lo que habian enten·dido los comisionados en su informe de 1!~66; esto es, gran descentraH- • zacion administrativa, diputados 8 Cortes, y los mismos derechos politicos que 'en Ia. .Metr6poli, salva alguna lfmitacion de circunstancias. · · La minoria estaba dividida: algun individuo, pajo Ia f6rmula de <mnidad nacional, unidad ounstitucional y·diversidu.d de modos para la realizaciou de los derechos politicos,» mostraba un sentido mas conservador, recordando, tal vez sin •quererlo, la politica del art. 80 de Ia Constitucion del 45; esto es, las leyes esp~ciales. Otros individuos pretendian la P.romulgaciQn. integra del titulo r. 0 de Ia Constitucion del 69 en Dltramar,-la. concesion de grandes facultades a las corporaciones ~nsular'es para resolver sus cuestiones privativas, 'para discutir y votar los . presupuestos, para entender en tQdos los ramos de · forqento , modifi.car las leyes de la Metr6poli, que por su iniciativa 6 la del Senado se llevasen a aquellos paises-la creacion de un gobi~rno superior civil, ar1,nado de un -veto suspertsivp .de los acuct·dos de Ia asamblea colonial hasta que I!! Metropoli decidiese-y por ultimo, el llamamiento de representantes de I~ colonias solo al Senado, dejando {J. este alto cuct·po,lcon la il'\iciativa en los casos grnves, Ia facultad de acudir en apelaci6n de io:; conllicto:; eutre las corporacioncs de las Antilla,; y cl g~bernador superior ci vii. Como se ve, ~~te no era propia- el mente el sisteu. inglC.S; pero si rn~ nacional y m(~ democrfl.tico. ·. A.ceptado el principio de asimitac.i01i, la ~n bcpkision encurgada. de este pun to pl'esent6 su dictfl.t~en, en el que se pno·ponia·la «promulgacion en Puert~rRico de Ia Constitucion de 1869,. con estas tres unicas modificaciones: 1. n' que 'los efec~os del Codigo politico no alcan4ascn al esclavo micntras' con ·m·-
vue el oar&cter de tal; 2.•, que a libertad de impreuta tuviese como limitacion Ia discusion d ·Ia esclavitud; y ·3. •, que «en tanto que las praoticas constit cionales se ~rraigaseli en Ia I Ia de Puerto-Rico, Ia ley el toral reconooie8e el votO solo .a las capacidades y. ~ los coot ibuyentes que por cualquier ooncepto pagasen treinta pese de ao~tribucion directa. Despues. Ia subco~Jlision pr ntaba algunas bases pari\ los ayuntamientos y diputaciones pvinciales, conforme t::PPncipioa descentralizadores, pero entro del espiritu de las~ de Ia Metr6poli.· Bespecto de resupuestos provinciales, Ia subcomision proponia que los ciese Ia diputacion, pudiendo el gobernador tispenderlos en iertos casas, dando inmediatamente parte a Ia Metr6poli," y disponiendo que en el interitl observascn los de}l\fiO pasad . En esto puntos el dictamen de Ia subcoinision era menos ·J}eaeen(nllizador qu e\ ae los c misionados de 1866; JI.S[ como ' en lo•que se refier.e a Ia Con"stit "cion era bastante mas liberal. ' Por desgracia este dictamen no se pudo discutir. Sin embargo, supuesto que lo .firm~ba cuatro individuos de Ia Junta· vista una enmienJ.a de los nlas radicales de ella, y atendidas las declaracion~ de otrosiiembros Ia comision, que sin dar en e1 radicalismo estaba muy oeroa de el, puede muy bien asegurarse que este dicta en, po1·lo menos, hubiera sido aprobado. . La cuestion social fue Ia _q u en r.ealidad ocup.o mas 1i. Ia Junta. Lasubeomiston 9e ditidib para fq rmuiar el dictamen. . · L:a minoria, considetando: 0 que laesclavitud «es un ~1traje ala natnraleza humana, un.a afrenta para Ia .na.CIOD que, Unica en el mundo civiliza o, Ia conserva en toda su mtegridad » (J); 2.•, que de todos lo~. istemas pre en~dos y l!evad t\ efecto el mas sencillo, m 1atnral y mas J'lSto-y por todo esto el' mas propio del m · en to revoluciopnrio en que actua:lmente vive nuestra patriat . el conocido con el nomtire ABOLICION INI\l.EDIATA Y S TA.NEAj .3.~, que 1!).9 COllllicion~!! deJ · trabajo en Puerto-:Si o, Ia cultura y econo!nfa de aquella . ociedad; las proporciorles en que e Um las razas Y las · dase , In situacion· moral de tbs esclavo , el caril.bter de Ia
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(1)· Palabru de Ia Junta revolu onaria. Oetubre, 1868.
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. 17 raza negra (cuyo~ individuos en sn casi totalidad son criollos) y hasta Ia disposicion geogratlos y topogr&tloa de Ia Isla hacen de todp punto injustifioable cualquiera temor de qu~ el 6rden publico se altere, 6 · Ia vida eoon6mica snfra un rudo ataque, por efectO de una medida radical en '!a cuestion de escl!lvitud; 4. ", que todos los pueblos que han acudido a Ia abolicion ~radual han tenido que lanzarse. a Ia postre, y como recurso de salvaoion, en Ia inmediata; 5. 0 , q11e es de eqttidad que el Estado indemnioe a los- actuales poseedores de escla- ' vos; .Y 6.", que en ningun oaso las ditloultades de Ia emancipacion debian reoaet sob.re el escla\'o, harto maltratado por largos ailps de ~rvidumbre-la minoria proponia Ia nbolicion in!fi~diata y simultanea, indemnizan_do fl. los poseedores cle esclavos, por tasacion individual y conforme lo acordase Ia diputacion de Puerto-Rico, y en Ia inteligencia de quo Ia Metr6poli renunciaba, por los aiios necesarios, 8. recibir el con.tingente de aquella Isla. Los nacidos despues del 17 <le S~tiem bre de 1868 y los mayores de 60 aiios serian libres, sin que los amos recibiesen indemnizacion algupa. . .La mayorfa opinaba por el vientre libre, sometiendo 8. los nifios al patronato de los amos de sus mad.res, hasta que los varones cumpliesen 20 aiios y las niujeres 16; por Ia libertad . inmediata de los mayores de 65 afios; por Ia emancip$cion, por suerte en cada aiio, del resto cle lo~ esclnvos, .pr.~via indemnizacion (de 700 escudos cuaudo mas) a sus dueiios, yen Ia int~iigencia de que todos los siervos habian de ser l~bres el 1. o de Enero de 1890, en cuya fdcha los amos de los. que tod~ vin quedasen serian «reintegrados segun lo permitan las circunstancias y del modo que se acordase por una nueva disposicion;»·Y, en fin, porque Ia indemnizacion..se hiciese renunciando Ia Metr6poli a los sobrantes, y seiiala[\dose a aquel fin 600.000 escudos anuales en el "presupuesto de Ia Isla y otros , tantos en el de la Peninsula. Para sostener esto, Ia mayo ria con~ideraba : 1. o, que «el doJI1inio de los amos sobre sus siervos ha c~nstituido y constituye hoy.un legal Y LBGITIMO derecho de propiedad con todos -sus atributos, como creado ala SIJlllbra de Ia ley, de cuyajusticia 6 injusticia moral no pueden ser .responsables» los actuates propietarios; y que pqr tanto, no cabe hacer e8propiacion alguna .de esclavos, sin que la preceda necesariamente la ~
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18 ~~emnizac.ion correspon~ie te, «principio indiscutib.le de jus- , t1o1a, que s1empre ha reg1do y rige en todo pais oi7ilizado;» 0 2. ; que la emancipacion re ntina, arranoando los brazos de .un modo. subito e. la produc pn agricola, la·perturbaria pro-:fnndameute, y ~on ella a los emas ramos de riqueza; 3. o, que una medida radical eria in onvenieute hasta para los mismos ~iervos (cuya mitad ·nu erioa · esta incapacitada de ganarse la s.ubsistencia); de tal odo, que de la escla~ de la ley irian 9. parar ala mas ter i.ble d.el hambre, de In ~a y de los vicios; y 4. o, que la tr nsiciorJ repentina de 40.000 seres de Ia servidumbre a la \i ertad cs ocasionada a confl.ictos en el6rden _pliblico, maxime teniendo' .en cuenta que el ele~ento de c.olor de la Isla rep esenta el4~ por 100 de la pobla-· . c1on total de Puel'to-Rico . . I EJ ,dic'te.men de IIi minor a se discuti6 ampliameute, mas 3l catio no fu~ tomado e~& co1 iderac~o11.. Hubierale pasado lo ; mismo al de Ia. mayoria, 'oid con visible disgusto por la Junta informativa; pero este die men tuvo la suerte de que ni se discutiese, siendo to1'!-ado _e1~ c 1/.Sideracion otro en que se pretendia conciliar varios estreJos. · Segun el, en 1;. de Julio •le 1873 no habria en Puerto-Rico un olo esclavo. Los actua es serian emancipados, indemnizando a sus amo de su vu or. Para este efecto los esclavos se dividirillJl en dos grupos. • I primero de . 7 a 15 a1ios, y de 51 a 59, en que el individuo s~ t ria .en 400 escudos a lo sumo. .El segundo de 16 a .50 afi<ll, la tasacion no pasaria de 600 escudos. Los meoores de 7 ati s y los mayorcs de 60 (que- no tienen hoy precio en el mercrtdo), _gozarian de la libertad, sin . que. se indemnizai:!e alamo. , ' La ~ndemnizacion se hari~ de este modo : el'50_por 100 del alor de lo -esclavos se abona-r a·il.los amos en mete.lico inme~ diatamente (100 millones de eales cuando mas), quedando aqnellos . coartados, conforme il. Ia ley actual. El 50 por 100 re's~nte seria satisfecho pdr l s esclavos, con la mitad de los jor!}~el! -que por Ia coartacion es corresponde. ·Como hemos dicho, este di tamen se discuti6 ampliamente, y fue tomado en ·con~ideraci" por mayor.f.a de votos, y no se aprob6 en defi.nitiva por ha er sobrevenido el decreto de di!olucion de la Junta. Asi y todo era menos radical que el
. 19 que firmaron en i 866 los comisionados de la Isla de PuertoRico. En este debate se presentaron dos ·proyeotos de estinciott de la esclavitud, !lin declaracion de derecho5, ni plazo, ni cosa por el estilo. Sus mismos autores comprendieron y declararon que esta idea no tenia eco eu !a J':lnta; yen efecto,. sometidos b. votacion, dif'tcilmente habriau logrado la adhes1on de tres personas que ya· convenian en no .ser abolicionistas. Por ulti:mo, Ia cuestion econ6mica no pudo ser discutida. • Empero enEe los papeles de Ia .Junta. se hallan los dictamen~s de Ia subco ision respectiva.. Sus individuos. estaban um1mmes en r~b Jar el presupuesto de gastos en un 30 por '00. ·En los ingre.~~o. se separaban: los uno!! {Ia m!lyorla) sostenin.n Ia abolicion d las aduanas; los otros, la abolicion dei impuesto · directo. Tal has do el resultado de los trabajos de la Junta infor- ' •mativa de r formas para Puerto-Rico. Los originales estan de manifiesto n la secretarla d~l Co!)greso. · De aqui esulta, eri primer Iugar,, que la.Jnnt;a )18. trabajado buena ·y ho radamente, contra lo que algunos, muy interesados en stat t q1w y s~ntidos por las doctr~nas que han prevalecido en aquella comision, se han ~trevido a in<~inuar. Despnes es necesario insistir .en que lv que mo1·a~mente (porque no ubo tiempo para mas) sali6 de la Junta informa1 tiva, fue esto: . . /. · Lq pro~ulgacidb en Puerto-Rico · de Ia ·coustitu<;ion de /1869, con t1•es solas limitacioues, m to que hace ala prensa_y al snfragio;l • . . La eman:cipacion de los esclavos en tres aiios y med10; La reduccion tiel presupuesto ~le gnstos .en un 30 por 100; Y Ia abolicion de Ins uduanas de It\ Isla.
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PUERTO-RICO ANTE .LAS CORTES CONSTITUYENTES.
. _Ses~on del sab~o 13 de Noviemhre de 1869. El Sr. VICEPRESIDENTE (Cantero): El Sr. Padial tiene la pa· bra. El Sr. PADIAL: La he pedhlo para suplicar al senor Ministro do Ultramnr se sirva decirme si puedo explanar la interpelacfon quo dias pnsados tuve ln honra de anunciarle. El Sr. Ministro de ULTRAMAR (Bec~rra): Pido ' l~ P.alnbra. ·El Sr. VICEPRESIDENTE (Cantero): La tiene V. S. El Sr. Ministro de ULTRAMAR (Becerra): Estoy dispuesto a contestnr a Ia interpelacion que anunci6 S: S., y p<ir mi parte tendre Ia mas viva 11atisfaccioil en que S. S. Ia explane ahorn miamo, silo tie. no por conveniente. El Sr. VICEPRF.SIDETE (Cantero): No teniendo incoti.veniento cl Sr. Ministro de Ultramar en que el Sr. Padial expl('ne su interpelacion ti~e S. S. la palabra con ese.objoto. ,· El Sr. P ADlAI.: Conmovido y lleno de temor, seiiore~ Diputado , voy a explanar Ia interpelacion que he tenido·la honrade anuncinr, contando con Ia benevolencin de mi distinguido amigo el Sr. Ministro de Ultramar. Sere lo mlis breve posible; uo teng9 el h&bito de Ia palabra, ni me he fumiliarizado con las A.<iambleas: Ia.nuestra es imponente por su numero, por su calidad y por su auglisto car&cter, y por lo 'mismo, yo impetro y espero Ia benevolencin ·de los hombres superiores quo Ia componen. Conociendo sus nobles y generosas cualidades, nun me atrevo 8. esperar mas de ellos: JQe ntrevo a espernr su franco y leal apoyo para es~a inte~pelacion, q_ue implir.a.unn cuestion de extrictn justicin, y que, sin Ia men or sombra de oposicion al Go. bie'rno, es, a mi modo de ver, de nlta..conveniencia para el honor y para.el ·progreso de Ia Nacion. Hace trcinta y dos aiios, Sres. Diputados, que. un error de Ia politica peninsular excluy6 de estos bancos ala legitima representacion
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22 de Ia Antillas. Honor og ho y honor sorli on Ia histo~it\ para 10{1 hombres do Ia rovolucion de t¥iembre Ia roaparicioN en su seno de los representantes de unl\ do lias. Yo, como diputado por ·PuertoRico, soy el primcro en r co~corlo, y en nombre do los habitant'os dee ta l.sla qu~ vongo ti. ropr entar, hoy ul Gobiorno y ti las C6rt~s las grac1as mall ox pre tvas r r ste ucto de sana politica, quo on ol fondo 01 do pum y 'cxtricta j ,ticit\, Pcro t,·es a o to solo, rc . iputado , e ti o:thiliirnos on csto au- · gusto re into a lo que se limi u. nuestro debar? ~No do~ -p~c!lon t.a~ ante lo di~utados do h\~cion cl· cl!tado ociul, politic~con6mu:o doe. l la? ;.No debomo · xpon~r cl e tado de su administracion, y pedir uno y otro dit\ nl · . iorno y ti Ia COrtes que, si bay males quo remodia-:-, abuso que cor cgir, lcyo quo dictar los remcdio los corrija y I. s dieto? Pucs tal e Sres Diputado , mi prop6sito, y t~l cs Ia Q.bra, uperior in dud!\ 1\ is fuer~as, pl\ra quu os pido vuestro poderoso apoyo. · . · ·.51 o t.ado 80Cial de Ia I Ia de Puerto-Rico lleva en su seno Ia eRclavitud, institucion que, por na verdadom dcsgraci'a hoy es unicn .. ' men~ espailola, como lo ha icho no hi mucho ticmpo el primer mag1atrado de Ia Nacion; inst tucion quo «cs cl compCHdidu de totlas ltu illifllidade.r, • COD_lO lo dice a sabia Ettropa por lti V07. do SUS hombros mejores·y mas autorlzad ; institucion por fin que es nntiptUica ti los genqrosos instintos dol p eblo e paiiol, y que pugnn basta 1\vorgonzarnos, c.on IQII principios, rincipios de ctorna justicia, procll\madoe por la revolucio·n de iembre an to cl mundo civilizado. Ni lo hombres ilustres de esta samblea, Iii ol noble pueblo espt\iiol deaconocen estas verdades. G cia!! a La inicil\tiva de mi particular · am~~· Julio Vizca.rrondo,· e Wmberfoce de Ia eselavitud espaiioll\, ract&s a Ia palabra elocuelte e lo rc . Figuerola, Moret, Rodri gu.,z (D. Gabriel)~ Labra, Rom o Giro.n·, Ca telnr, Sanromli y tnntos otros in ignes patricio y hom res ~ublicol!, ostn verdnd.es han rcsonado en todo los angulos de a acion, y hl\n form ado Ia ooncicn. o.il\ publica en esta importante ateria. · . · Yo'est,o~ con!encido, ~rofu~~~:mentoconvencido, Srcs. Diputnd~s , de que aqu1 no bay un solo hoi:d.bre que no desee ardientemente toner Ia. aatWaeeion y Ia altahonra d poner t<irmino li es'ta lnatitucion cnc~~ga d~ Ia humanidad y .humil nte par~ Ia Nacion espadola. Estoy ·M_rsuadtdo .d~ que ol Gobterno e geneml, como mi distinguido amig~ ~I ~ Mtntstro de Ultramar o particular, ienton en e tl\ tristo y vo.rgo.nr.o a cuestion del mismo odo que todo lo hom bres de nlto corazon Y do levaqtados pens11m entos. Yo no cludo que sc propon 11 u r~solverla ; yo no d do que pro ndran en estc Iugar una solucion digna de sus nom bros y ~igna bien del mo men to b.iat6rici> en que n~ encontramos. Pero i,a que e aguardt\? /.Qll : vaeilncione iiitem-
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~I cumplimion~!
dobor~
pestiviUI so oponoJ clo ostc Dobor includible, y quo es, sin dudo., uno de los mas bollos quo puodo cabor on suorte a loll hombres, y quo hl\ tocado, por fortuna de todos nosotros, 1t est!\ ilustre Asamblea. Si en mis manos estuvierl\, y dcsoo conston ostas mis pnlabrns, t9mar esta grnn medidl\ 1 inspiri\ndomo on In noblo y pntri6tien con_ducta de mis amigos los ·eomisionndos de J:luorto-RicQ do 1860, yo . propontirin ti las C6rtes quo tienen 1\\ bonevblencia de cscuchnrmo, In st\tisfuccion de Ia justicia por Ia ayolfcion inmediata y 6imultti.nea dq Ia esolavltud, y Ia indemnizacion ti los dueilos de esclavos por purt\ cquidod y convonien~in del memento. Yo confio quo no fultariin en este recinto elocuontes, poderOS!IS y voces, que, unidiUI a mi debit voz, domuostron en su dia Ius vontajns de cstc sistema y los graves, grl\visimos inconvonientos quo han trnido siempre 11\S mcdidaa lentas y orbitrarias quo de cl SO han apnrtado. Y cuando Ia codicin y Ia tirania domestica se lovantcn en cstos bancbs {quo elias no abandonaran su triste mision an estos • .dias), vostidas con el mnjestuoso ropaje qel patriotismo, y aburicion ruinas, cntastro'fes, sl\ngrientas esoenas; euando, olvidl\ndo ladignidud de la Naeion, los sagrados fueros do Ia humanidad y el santo nombre do Dios, ereador do los negros: como de los blancos. pl\ra lmblarnos 'unicamonte de loll sacos do eate ydo los bocoyes de azucar, yo eon flo tam bien en que aq uellas voces•elocuenfes les responderan con cnergin: ~Vuestros soflsmas han concluido su odioso P!LPCl en ostc mundoi Ia abolicion es II\ historia y Ia honra de nuestros dias; su justicia, su neeesidad y sus beneflcioR nos son conocidos; ·en adelanto no llenareis de dolor el corazori de las madres vendiendo a los hijos; no llenareis de amargnrn a los ~ijos azotiu1do en' su presencia a sus padres; en adelante no tendreis abolida Ia moral, subyugada Ia reJigion, envilecida·la sociedad humana, por vuestros ·esclusiv~s y matoriales intereses. Si propiedad santa hay en el mundo, la prtmora y Ia mas sag.rnda es latque el hombre funda en su trabajo. Id, pues, con el oro que pretendeis por vuestrossiervos y que in N~cion OS otorga por pura equidad; pero sabed que el tmbajo del hombre negro no os perteneee, y que Ia noble y generosa Nacion espai'lola ha procl~mad? Ia libertad en ~odos sus ambitos y sabra mlmtener el derecho tgual entre todos sus hijos. » · Dia venturoso este, legjsladores ilustres;\dia inmortal en Ia memoria de las gentes, porque llevareis Ia 1\legria de lajusticia ti 43.000 · esi:lavos, nacidos todos bajo Ia bandera nacional, y Ia paz domestl~a y 11\.tranquilidfl!l de Ia 'conciencio. 8. una pobll\cion de 60?·~ h~bt tantos. i,Que pueden pesar en Ia ball\nza ~o nuos'tra. c~~ctoncta, m In puion ni el calculo s6rdido de300esclavlstaste~erarlo. 8 (que no hny auto~izsdils
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IDU en Pulllio-Rieo) cuando hayais mplido vuestra noble miaion, oou honra·de Espaila, ante Dios y ubi l~s hombres'l · Bl •tado politico do Ia isla de Pueho-Rleo no es monos ofenf!ivo a Ia dignidad humana, ni monos c0 trario a los intereaes permanen\e!J de Ia Nacion. Bute decir quo ha muchos anos quela Isla ae rige por decretos proriaionales, in leyes jas y sin intervencion ninguna ni para nada de sua habitantea. A6 e!lt<ls miSmos decretouon anu· l.Sos, deavirluados 6 enJ;Qendadoa n ~ecuencia y al comP's ~~~~ in&ereaes, mil 6 ml!nos butardos, d los gobernantes irresponaa~ encargados de ejecutarlbl. Una som ra' del municipio, que ha sido aiempre elliltimo ba1ilarte de Ia lil>!lrtad espanola, ni una sombra si· quiera de Diputacion provincial, el alejamiento sistematico de nueatra palabra en los Congreaoa d11 a Nacion: he ahi los elementos eaencialmente negativos de nuestra 'tucion politica en las An-
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Bl ca~ho IDU 6 manoa ilust o de un Ministro sin responsabilida41, la' voluntad arbitrar(a do un gobernadormilitarmas ~ menos diapstico en sua actos y costumbres itfjeto a "" li••liJCf"o de e'4f•i~to, que 118 llama entre n010t juicio de residenoia; on una palabra, Ia arbitrariedad gubername tal y Ia f11erza: h6 aqui las leyes que rigen ala lela de Pusrto-Rieo. odemos esperar que asi s~ formen ciudadanos cual eonvienen a l Nacion? ;.Es patria de. todos la IJU.e asi ttata a uDa parte de BUS hij 11 • .Seamos ruonabfes, &eaores, y j uemos el eorazon humano P9r sua propias !eyes y no por Craaes d vana convl)ncion. La historia eat& abierta para decirnos con voz vera los triates efectos que Ia injuaticia ha producido y producira. iempre en circimstancias ani· ·
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· Por fortuna, senores.. Ia historia os dice ta,mbien c6mo se evitan estos ·etectos y c6mo ae crea el verd ero lazo nacional. Se evitan y 118 area fond&ndolos en interell811 rec procos·y permanentes. Hagamos puei., n,uestro deber en eate dia y bbrremoti con actos de sensatez '9' de cordura actos a'beurdos de otros~empos. Derechos igualea en: la gestion d los· negocios de la Naeion; derechOs igualea en la vida publica e ·la provincia; derephos ig.uales en los actos d~l municipio; garantl s6lidas, aegoridad perfect& para 1 el indltiduo en la vida pdblica y ada; h6 ahi, seg_un mi modo de ver, lo8:principi08 juatos de una na. onalidad 'penecta y doradora. Y otto lio quiere . decir que la · entidad sea neceaaria: que 11\9 .rormu 'varien en la aplicacion con as condiciones geograftcas, con lo-. inaintos locales y las dem4 circunstancil\9 que<puodan caraderizar a Ia Iala, no es ' ruon ~que ae disminuya 6 mutile_la libertad. - I .· Pieuo, por el OOiltr&rio, que, c nto mae amptia aea eats, tanto
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os mu porfecta o intima la nacionalidad a que so do be, y M aqui por quo mia convicoiones son decididamente favorables a la aut01lomta;-l que no os otra coaa que la delceflt,.alicacioll poUtica 'I adminittratioa. En este 6rden politico, en efecto, ae enaanc!ha la vida p,jblica de las provincias, 11irl di.rminuir on nada, antes fortiftcando, los lazos de in teres reciproco con Ia madre Patria, como lo evidencian esas magni. ftcai sociedades que con gloria y utilidad de la Nacion britanica se Haman el· Canadi y la Australia. Y si por acsso Ia autonom.la pudiora1 · Begun pretendeD algunos politiCOS .Corta vista 6 do estrechas mirss, ofrecer alg11n peligro ulterior respecto do estas grandes coloriias, que tienen fec11ndos germenefl para aspirar a aer 11aciones, scmejanto evont11alidad carece de signill.caeion respecto de P11erto~ico, coya corta exteDf!iOn y cuya escasa i?oblacion y riqueza no lo conaienton aq 11elli\S aspiraciones. i,Quien ignora alii estl\9 verdades, por oe mas soncillas y y& vulgarizadi\S'l Los hombres q11e p-or desesperacion, por recurso extremo, han podido mimr hiiciaotros pueblos, esperando do olios ilusoria proteccion 6 foerte amparo, tienen su alma. puesta en ..,.. Ia libertad, no en la bandera. Hagamos, pues, que sean libres en su 1. proplo,suelo, y pronto los veremos volverdo su brilhmtedelirio iilos y.. brazos de la nacion, cuyos malos Gobiemos los han compelido al oxtravlo. Si libertad, y libertad absoluta ltemos pedidQ para el escla· · vo, seanios consecuentes pidiondo libortad in trab11s para los ciudadanos de una parte de la Nacion. No olvidemos, senores, que asi como ia esclavitud domestic& cie.., gaol entendimiento y corrompe las costumbres ha8ta Ia medula de la soci.edad, el despotismo gubernamental favorece Ia ignora'ncia, degrada los caracteres, aoula e\ esplritu publico, debilita el amor, pH.trio y rompe al cabo violentamente los lazos nacionales. Estit.mos muy lejos de esta triste eventualidad en Puerto-Rico; pero es preciso1 es de nuestra esencial obligacion, restablecer el derecho sobre Ia ba de Ia ju8ticifl, 1118 Ioyes por encima do Ia voluotan de los hombres; es preciso en ftn constituir Ia provincia. y su8tituir una 8ituacion de go,bierno fundada eo los inmortales prineipios do Ia revolucion de Setiembre, a esa Ritoacion de mando, que no tie'ne otro fundamento que Ia volontad de los Borbones, ni'otra razon d'e aer en la actualidad, q11e las ventajas que en ella encuentrao fodavia sus antiguos partidarios. l Entre estos, senores, entre ostos partidarios, debeis contar en pri· mer termiDO a los negreros Y. a los esol&ViSti\S,I,tJlll.S 6 menos enmaSCII· rados. Ellos adoran lo pasado, por que fonda su:1 aspiraciones & Ia riquoia en Ia servidumbre': olios han deflmdido y ponderado hMta ayer las ventajas delli1tema i:olOilial con todas 8118 brutalidades, porque on el tienc· 8U fundamento la esclavitud y los privllegio8; ellos en fin varian de tactica hoy, pero no de planes, y os pediljnlibertades mu·
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26 tiladu,.dlnchoe irrllorioe 6 laeados, con Ia csporanza do volvor liailmate atria, ya con rostauracion, ya con lu roacolones · que on li&,DCio neclamente an elan. toea, puee, re . Dipu do , diotar !eye politicas radlcalos uo, ~voreciend9losintereaea ogltimos de todos loaciudadanosdo 1~ IISla, doatnayan para·aiom'pre tu tu~piraciones inhumanas ogolsta11 y antinaclonalo • · ' DoDde DO hay ley, dondo i pera Ia arbltrariedad ablloluta, dondo' Do har 1'81p0Dsabilidad ofootl , ni siq uiera rospon811bilidad moral, ' ~Con ten~ al poder y su agcntea, i,puede oaperarae una situaD 800~1ca f'undada en lA uidad! Vod lo que .pasa alW toda 111 citnci econdmioa de los que b n gobernado Ia Isla de Puerto-Rico, miailtroe, ,oWnadores, inton entes y subalternos, no han entradado jamu otrq pen811mionto q u el .do aumentar los presupuestos do i~, ni otro plan·que el d distribuirlasronttu!entresusadeptos, m colll1lltaf para nadala riqE·positiva de Ia Isla, ain~fl~io · real para Ia Nacion ,y aln uti lid d ninguna para el pais. En Ia i~o Puerto-Rioo DO bay oaminoa, bay enseilanza publica; las iglesitu! esUD caai aruiDadu; los ayun 'entos no tienen e&SIU! deoentes; y in embargo, las' contribucion~ uben a corea de 7 millones y medio de a.cados, que el pais Do pu pagar y que no paga. • In ir mas lejos el general anz ha tenido que tratar con los con· trib.en.t es de San GQrlnan, d Fajardo y de otros pueblos, para ob~ • to~r .parte del cupo abaurdo que so lea habla ftjado, reconocicndo ; que ~0 debian pagar ol resto. l' .a via rna : fu6 preciso autorizar al puelilo de Fajardo para dispone · de los fondos municipales, destinaf dos a un objeto sagrado, con el de agra'ciar al Tesoro, a reaerva de reintegrarlos cuando tos co.n ~ibuyentes pudieran. _y' A esta triste t~ion vi eron a parar tantas conminaciones ta~tos expedientes de .apremio tanttu! ejecuciones vejatOrias com~ salie.ron de la intendencia, exlg endo lo imposible y produciendo uri 'disguato profunda, Ia al~a ju ti6cada de los proplotarios y el aeon· ( _ tecimiento sin consecu ncias ro si i6cativ'o, de los desesperados · ~ de . Y es 'tal, Sres. Dipu OS', el de en eeon6mico que reufa~e~a Isla! q~e,;. pesar de t.o esto, '01 Tesoro estU endeudado, · . n ert!dito y BID esperanl&ll de' legar a una .situacion de equilibria, . mieQtru no ae ajusten los guto a los ingresos posibles y los ingre101 a Ia riqueza verdadera del Jll¥s. . · :&, pues, de ablloluta necisi fundar el plan econ6mico dO' lu Ial!' en ba;aes mas 116lidaa, en p cipios de justicia, y con tar pa'ra olio a un milmo tit!mpo ccin los sa.n ~n!!OJos de I& ciencia y con la lcgltima in.terveneion de los coot buyentes. LNO os cierto, Sres. Diputados, q.ue toda la revolucion m erna eumpea ha tenido por origen la llj!ICelldad de contener los d rdenea econ6micos de los poderes
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t\rbitrarios? Puos romodiomos ostos malo.~ on Puorto-Uico, 1\ntos (~c ) quo las mismas causa~ produ·tcan alii los mismos ofoctos. . Ho hablndo lmsta nhora, f:iros. Diputado~, dol cat.ndo social, politico y oconomico do Ia !sin do 1'11orto-Wco, y ciortamont.o totlo ol ,;mndo puodo dotlucir yn, y ~in osfuorzo alguno, ol ostndo gonoml' tlo sa 11dmiuistmcion. lnulil soria dotonormo on olio: omplo1.1dOH on su m,nyor purto inoptoH para.ol cnrgo quo dosom1ioiian, como lo hun oscrito o!Lui11hnonto muchos gobornadoros, nltanorin propi11 do Ia irro~ponsabilidad, castigoil infamantos, azotes I. bombrcl! libros, porHOcucionos y dostiorros sin procoso ni sontoncia judici11l, son bochos comuno quo los Gobiornos mlis dosutont11dos do l11 Poninsul11 han tonido con rrecuonci.a que desaprobar. No q uioro, Sros. Diputados, ontrar on consideracionesdo otro 6rdon on ste momonto. Los gobiornos porsonalos .tionon un gravisimo mal, I' I do hucor porsonalos tambi!Jn los ataqlles. No so oscaplm~ a Ia alta pouotracion de In Cilmnra qne no dobo continuar bt&blando sobro ol rlstado do In ndministracion en I'uorjo-Rico, conocido su modo de aer, dndas las condiciones on que hoy so oncuentra. Hagamos easo omiso do oso, y pnscmos un vclo espeso IJUO cubra tan tristisima y vergonzoso. situacion. . 'No protondo, seiioros, prolongar innccesariamente mi in~rpela cion. 'l'og.it1·ol dober do presentar vuostros ojos ol ostado general do 111 Mo. de Puerto-Rico, y Lo he cumplido. ~b.ia _dar..laS_gracialui los hom\l~a revolucion de e · m ro, por habernos abior.tl laM Plicr~as do estc santuario de !lUI le)'e!!i_~l!_nq~o en esto no ba mal! guo jusru;_ia, lo he hccho por mi y por mi pais con sinceridad. Voy a ponor termi no a esta intorpolacion. (...La Isla do Puerto-Rico, parte intogrante rle Ia Nacion ej!paiiola por) lu naturp.Lezo. y por 111 historia, no osta constituida, 'Y ur e constituirla; no estli. bien gol:iernada, y tieno derecho aestarlu- No ol videis, iegiSh&doros (Lustres, quo asi lo aconSOJ(!.rl8liii""iner1tOii propios, los ticmpos y las circu:~stancias todiiS quo Ia rodoan. Sus moritos, .porquo es dificil quo halleis otra prov.incia en toda Ia Naciol). quo Itaya mantenido duranto trescientos cincuenta alios su pabellon mas ileso, su torritorio mas independiente del extranjero: contra su nobl!l y desi~tereSBdo po.triotismo y ante el valor y .el denuedo do sus ):r.ijos, fueron a estrellarse en Los pasados tiempos los Drako, los Boduinos, los Cumberland Y.los Albercombry. Ninguno, 1\ pesar de sus huestes y do sus cscuadrns: pudo fijar 11u cstandart\) en aquel pueblo de valientc.s; ,todos fueron 6 vencidos 6 vcrgonzosamentc rechazados. Si, las almen11s de tni pais so ostontan con orgullo iibros de aquella mancha. . ' ~L Recordad tambien que, a principioa clo nue~tro siglo, cuando ol eaiion tronaba on la ancha base de los Andes; cuando aq u,ellos mares
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de corsari 8 e imponian torribles ' privnciones a nuestro. padres; cuando los ombros de Bolivar, Sucre y San Martin \ fomentaban en America Ia i surreccion contra la madre patria,.en 1812, como en 1820, Ia Isla e :Puerto -Rico practic6 Ia libertad sin trabu y llin dilerencias, bajo I i~perio de las Coii.Stituciones democraticb de .quellos tiempos, y permaneci6 flel a su honra y ' sus tradicio.Del. Pllnad que de ~tonces ad., Sres. Diputados, se han cometido con ella d.uras; inca · cables injusticias; tanto mill dignas de pronta'reparacion, cuanto qu ·los tiempbs actuales prese~n a sus ojos el ejemplo irresistible de a libertbd en. las naciones qbe~ cir:. dan y llevan a todos sus llQlb tos, haciendo palpitar los corazones de ausliijoe, eaos t;orrentea de ocuencia que Ia revolucion ha hecho brotar en los labios de Ia madre: Patria, y cuyas vibraciones se dila=~-~endo en todas parteli~cLibertad, li~rtad para todos loses-
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cuajad~
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Rmprendamos, pues, Sres. iputados, esta obra de honra nacional y de' trucendentaleS. ~nsecu neias. Devolvamos a 43.000 hombres au libertad natural. Reiategre os a 600.000 espaiioles en sus legiti . • moe dereehoe de ciudadania, ... rp.ncandolos de la situacidn degradan- . te en que los \iene colocados e despotismo del sistema colonial, desacreditado en toda Europa, 6. incompatiole con nuestros principios y con nuestros tiempos .. Que el Gobietno tenga, co o es de alta politics y de convon ioncia, la iniciativa de e~ta impor ante obra; que seiiale uri termino corto, mejorcuanto mas breve, yp esente anteesta augusta Asamblea sus · planes y proyectos, es.el objet de esta interpelacion. Todos conocomos la aJiliacion politiea, el te plo moral, las dotes de activiciad y ~lucion que enaltecen ami uerido amigo el Sr. Ministro de Ultramar, y contando cop el apoyo ecidido que, asi e) Gobierno como los miembros todos 'de esta Cama~ , prestan en todas ocasiones titos inten!808 oprimidos, ell iinJ)osible senores, qile no llegue lucir de una vez para iiempre en Ia Isla de P erto-R\co Ia e~a incontrastablementc naeiqnal de la justicia y de lal bertad. He dicho. El Sr. Ministro de ULTRAM R (Becerra): Pido Ia palabra. El Sr. VI9EPRESIDENTE Gar~ia Gomez de la Serna): La tiene V. S. · · · ./ El Sr. Ministro de ULT R (Becerra): He de einpezar, seiiorca Diputados; dando Ia eoborabue a ami querido amigo el Sr. Padiul, pcir haber CIIIDplido, mas que C n UD derecho, ·COil un deber; porquc ueber. ea. c0rresp<inder ' las e:ti ncias de Ia Patria, defender los in~reaes de sus poderdantes y e:t ner aqui las nece idades de su pais. Cumplido este que consider como un deber de cortesia, he de darle tambjen lu gracias por ha rme proporcionado la ocasion do ti~ir 1\ los.Sres. Diputatlos lo qu el Gobierno, yen parlicularel Mi-
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nistro de· Ultramar, piensan acerca d~ esta cuestion, y ·los trabajos que tienen hechos, que en breve tl!rmino tratan de llevar li cabo, cumpliendo con su deber como dip~tados de Ia Nacion espanola ; . como ciudadanos y como Ministros. Como diputados de Ia Nacioo espanola, pi>rque cuanto se reflera li a honra, a Ia integridad y al progreso de Ia P&tria, es de Ia incumbencia de nuestra mision; cumplimos un deber mirando por ellos, porque el progreso,de Ia Patria es nuestro progreso, Ia civilizaeion de Ia Pat~ia es nl!!lstra civilizacion, y el bien~star de Ia Patria es nu· estro propio bienestar. . · Una de las cosas porque debemes mirar con predilecci·on, cum- , pllondo con este imperioso deber, es el estado de nuestras provincias · ultramarinas, y deber de los diputados por esas provincias es manifcstar aqui cuales son sus nocesidades, cual au poblacion, cual su riquoza, que problemas hay quo resolver, ·y cualla manera mas acertada de resolverlos. · . Sentado esto, he de contestar muy ligeramente a las indicaciones que se ha servido hacerme mi digno amigo el Sr. Pa~ial. DiceS. S.: «Los habitantes de Ia provincia espanola do PuertoHico tienen derechos como los demas ,espaiioles, y es preciso que tam bien se haya hecho para ellos Ia revolucion; es prcciso,que a ellos !Ieguen las reformas y los principios por la revolucion proclamados, y es p~ecisO' r1ue disfruten, ni mas ni menos', de las mism:as ventajas, y soporten las mismas cargas que el resto de los espaiioles.» Es vordad; pero aiiadia ol Sr . .Padial: .«Si esto -es exacto, si todos comprenden la necesidad de que asi se realice, ;,por que vacilaciooes'l tHay mas que llevarlo a cabo?• Yo me he de permitir decir al Sr. Padial que no hay aqui vacilqciones de ninguna especie: los hombres que han de cumplir con un deber, ei tienen el sentimiento de esc deber-y -el sentimiento d,e .honradez, no vacilan jamas. Puede haber otra cosa que no es vacilacion, que cs Ia retlexion.madurll, concienzuda; que ef! la actituU rcsuelt , pero prudente, pero retlexiva, para resoJver los problemas tntis 6 me· nos complicados que so prcsenten. , . ·m Sr. PaQ.ial sabe muy bien que Ins cuestiones mejor resueltnson teoria, cuando so presentnn en la prticticn, ofre ~en· ditlcultades que antes no se ha,bian previsto. Y aqui yo he de decir que no estoy conforme con los que diccn que una cosa es la teoria y otm cosa la prlictiea, no; la practica es Ia rcalizacion de la teoria, y ~ ~ esta. es. buena, y ·vigorosa y exacta, tiene que estar de acuer~o co.n la P,ract•ca. r o hay mas si,no que, muchas v~ces, se prosen~ab. d•tlcultades del moI'nento -del tiempo y del espaeto, que e!-prec1so ve.n cer. • Al bablar de Ia Isfa de Puerto-Rico, lahe !~amado provincia espaiiola, y algunos Sres. Diputados podrian hacer esta pregunta: ies
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.mu conveniente que aquella Isla sea una provincia espailola 6 que
eea una 09lonia como el Canada e Jnglaierra? Dire Ia tnzon de por qut! b,e uaado Ia palabra provlnci . )1!11linistro de Ultramar ha reido conveniente para su mayor ikf.tracion; nombrar una comisio , encuyo seno se encuentran gran parte de Joe Bra. Diputado por' uerto-Rico, para tratar las c'ueatio. nes que a aquel paiR~ refleren, esta comision, en votacion unlinime, ha acordado, y asi lo ha pro uesto al Ministro, que se considerc a aquella. Isla como· una provinei paiioh\. De aqui re.s ulta que en el proyecto d Constitucion que p ra Puerto Rico tendrc Ia s;,ra de p1'8111!ntar dentro de pocos dias, p otiablemente en Ia sesion p rna, bay un articulo, el 1. 0 , que emp eza por 'con iderar li Puerto- co eomo provincia esP.llola. . Se.Dores, elsistema colonial es casi tan anti guo en el mundo como ol hombre: Ia experiencia, pue~, es muy largn; pero hay todavin D?ucbo q_ue aprender, y el hombr de E tado, el estndista, se pre.gunta~ hoy ai el problema ha sid re uelto por completo de Ia m ejor manera posible en alguna de las nacione':l que est:in consideradas .como las primeru colonizadornsd I mundo. Para esto, lo p;imero quo ~ hay que hacer es ir siguiendo 'Con <letencion, paso :i paso, los pro· greaos que se han hecho en otras acionescnyas colonins hansido Ins mils pr6speras y las de mlis a bun ntes resultados. Pero dejando ahora apnrte esta cueation, que en otra ocasion t enure el glllltO d«! tratar a fondo, me he de permitir, in embargo, algunas indiceciones. T'res son lo siste'mas colonia s mas generalmente conocidos: uno es elllamado, no con bastant exactitud , sistema ingles, po que . esta gran nacion colonizadora tien difcrentes sistemas y los aplica 1\ his colonias, teniendo en cuenta Ecstado de civilizacion, el mayor 6 menor numero de rll~ · y de iab tantes'-y: otm porciori de cirqunstllncias; asi es quo I11g.laterra no mplea ~igurosnmente el mismo ·· i.stema en el Canada, que en Ia tralia, que en Ia India, que en Qibraltor y quo en otra porciDn de puntos; pero puedo asegurar, en iCrm.i.tl.oa generales, que lo~ prin pales 'sistemas seguidos en t!stn jmportante cuestion s.on tre : UDC? quo pudicramos !Lamar sistema eQteramente militar, con el cuall col<lnias son mirada~ casi como peisconquj tado, y 98 ntiende mas que li todo a SU de(ensn; QSte sistema es nec:esario segun las circun tancias, yes tam bien conveniente pli.r:a conducir a hs colonias a n estado mlis .levantado y ml1s p~ro: otro sistema consiste en na espeeie d'e autononila, tal como 1~ ti11ne el Canada, y por lilt· o, hay el sistema de In a ·imilacion. Elsi tema de Ia autonomia tie sus ventajas y sus inconvenientes; pero hay una cosa 'que la prud ncia aconseja y Ia ciencia deter-
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Ii:una', y es que los habitantes de una eplonia, que los habitantes de un pais, que los habitantes de una provincia lejana de la metrop6Li deben toner lntervenclon, por lo menos, en todo lo que se rellere BUs intereaes; yen C~nto BU ntervencion legislativa, politica, etc., yo creo que debe estar mas 6 menos determinada por el grado do eivilizacion del pais de que se trate. Ahora bien: el sistema de aaimilacion, seguido es_pecialmente por una naeion muy semejante aIa nuestra, que tiene una brillante histo· ria en todo Lo que se reflere adescubrimientos y colonias, yyase habra comprendido .que hablo de Portugal, ese Bif\tema de asimilacion, fuerza os decirlo, tiene sus vontajas, pero tambien sus graves ineonvenientes; y yo entiendo que una asimilacion completa, absoluta, una identidad perfecta, eneier~:& adelllU algunascontradiciones; por·que La Constitucion de un pais, que esla manerade regirseeste pais, el modo de establecer las relaciones que hade haber entre~los gobernantes y gobernados, viene a corresponder a su grado de eivili~aclon, (L sus costuuibres, a · sus htibitos, a sus condiciones de riqueza, de tra bajo, etc., etc. Pues bien: de aqui resulta que, cuando dos paises no tienen iden tidad de ideas, cuando no tienen La misma cultura, el mismo progreso', Ia misma identidnd de raza: cuando el peligro de Ia defensn nacionnl es de otra especie, entonees Ia asimilacion completa y ab. solutn, y el hacer que se rijan por la m,isma Constitucion, puede envolve.r gran.des inconvenientes y traer gravisimos perjuicios. Planteado en estos terminos el problema, habria que pensar en \ un s!stet ma que participara de los dos, y. en el proyecto que he de . . presen ar muy pronto a las COrtes he creido resolver Ia cuestion presentlindola bajo estas dos f!lses. Puerto-Rico cs una provincia espniiola: RUB habitantes tienen los mismos derechos y deberes que los .0 espaiioles, tienen Ia misma Constitucion, con las modiflcaciones quo 'f1 por las circunstancins especiales .de aquella Isla homos creido conveniente introdcuir, segun elleal saber y entender del ministro de Ultramar y el Gobierno. Y bueno es, seiiores, sen tar una teorla. No cs · · • . conveniente, no es riguroso, no fos 16gi~o, que una provincia lejnnn tonga los mismos grados de libertad que la metr6poli: puede hnbcr manifestociol\es de In libertad que sean mas necesarias en La metr6poli que en Ia colonia, y puede tnmbien haberlas, por el contrnrio quo convongan m&s a Ia colonia que a Ia metr6poli' en una cpoct: dada. Partiendo, pues, de este principio, tendre el gusto de presentnr las ·COrtes el proyecto a que be aludido, que n~ es o't ra cosa que. Ia Constitucion espallola con Ia& modiflcaciones que hemos creido deber irltroducir en algunos de los articulos. j;,.as diftcultades a voces nacen de falta de rigor en lali palabras, de falta de eJr,actitud en los termi-
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nos. C11ando se habla de colo ias auton6micas, es lo mismo que si ae bablara de unidad 6 federac· n dentro de un pais; porque no se ooneibe Ia unidad sin Ia centrali acion que todo lo mata; pe.ro hay un , tertpio.o coneiliatorio, que es de r completa Ia unidad, y dejar a.las ooloniaa, i loa paises ultramari os, la intervencion exclusiva, por lo bnenoa, en todo lo que se refte a. sus intereses, sin mas que el veto · \ de Ia Naeion. A.sl eati resueito· I problem~. Puerto Rico tiene tanta independeneil!o oomo laa .colonias de Inglaterra y ademas las ventajas de una proviueia espaii.ola. ~ · Yo no 8oy, seiiores, de los q e so asustan cuando so h~do qae es~ 6 Ia otra pro17incia piensa n su independencia; no so~ mo aausto de eao, Sino que voy m ' all&; yo he de Hamar las cosas por su nombre: todu I colonia& de! ·lnundo ba d\lllegar un dia que sean naeionea inde~ndientes, y jdlch sa Ia nacion bajo cuya tutela ias- co ... loniaa ee-convierten en nacion sl Pero, para esto, es preciso que las coloruaa \Ieguen attn, grado de virilidad y de .civilizacion que lespermi\a. yivir por si y .hacer respe ar su independencia'; porgue sin inde;-• .pcndtincia no bay libertad posi le, no hay ro reso, no hay nada: la i~depen encla.Jts_ i_l&Ulacion.Q ·IOqU.e ta •gnidad al 'individuo, Ia phmefi con 'icion de su existo cia. . . - Aliora bien: a Ia provincia e Puerto-Rico, de que tratamos, no le ha llegado el caso de set in ependiente; est& muy lejos, por sus condiciones, tanto geogri.llcas geometricas, que pudleramos llama-r li las de extension,, como de q.vilizacion, de que le imeda ser neceria, ni siqwera· uti\, .semejahte independencia: yo declaro, senores, que, si bubiera naci<~o en algu a de aquellas posesiones ultramarinas y me encontrara en Ia situacio de los que eatan hoy con las armas . en la mano, DO pelearia por lti ndependencia de Cuba; porque· Cuba sin Espana ea,t a perdida, no ·im e resolver las .graves ·cuestiones que tiene que resolver, y yo te~go onfianza en el porvenir de mi Patria para creer que he'mos de hacer lo necesario para que. aquellos naturales puedan llevar con orgullo con J)ntusiasmo el nombre de espailoles. (Bie11, bien. ) · ' &!ilores: en Ia organizacio de nuestras Antillas hay varios problemas enlazados'entre si. qn!l nq es propio mas quE! · de hombres de coraxon apocado, que no es pr pio de hombres que tienen la concilmcia de au deber el ocultar: losfrl)blemas y las dificultaiies, cuando • •lie preientan, hay que abordar s de frente: si se·puede, se resuelveni si no, la honra<~.ez aconseja de ir que no se tiehen medios para resol. verlosi i nada.eonduci~ia el q e nos ~alieramos de b.abi_lidades y ~e paliativos para alejar u ocult~ el pehgro, porque ~I pehgro, por mu que se oculte, no deja de exist r. Nos ha habl~o el Sr. Pa de la cuestion econ6mica, y nos ha
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33 d!cho que P~erto-Rico paga hor 7 mill ones y lnedio de escudosaproXlm~da~ente: en el an\8-proyecto de nrreglo econ6mico pnrnaquolln provmcm, que el Gobierno presentnrli en breve a Ins C6rtes, se rcbnjn un ~ por 100, poco m:i.s 6 meno~, de est!i cantidnd, con 10 cunl quedn e~mpnrnda, ~I monos muy nproximndamente, con las dem:i.sprovinCl!llil de Espana por I~ q~e haec a\ rmp'uesto. Y 1\Si debe ser, porque yo qu!l croo ~ue los hab1tnntes de Puerto-Rico y do las otras provincias ultra~armas no son menos espaiioles ni monos dignos de derechos que los ~ue, viven en Ia Peninsu.la; t!lmpoco les puedo creer ex11ntos de lo.s ~1smos debe~es;. gozan de las mismas vehtajas, y deben por cons1gwente, contr1bU1r con la misma cantidad poco mas 6 menos a los gastos generales de la Nacion. • ' I · El primer proyecto que ,el Gobierno trnerli a las C6rtes sobre este asu~~ se refiere a In cuestion politica, no porque hnya creido que Ill
~oht1ca sea ant~s que Ia econ6mica, 6la ocon6mica antes que Ia poll- · t10a, qu~ en .re:lh~ad son cuestiones de tal mnnerti !Jnlazadas;. que su separac1on es como Ia separacion que so hace en ciertos ramos de Ia cioncia, una separacion puramente artificial con el objeto de entendernos mejor en el estudio: quien dice economia, dice po.litica; no son COSQ,S separadas: se refleren siempre a lo que se pudiern llamar, de una manera mas levantada, Ia verdadera politica, de un pais; se ha empezad~J. por Ia politica, porq ue es preciso ante todo fl.jar los derechos Y debores d~Jl ciudadano, Ia situacion del municipio y deln provincia, para Raber las atribuciones. que a calla cual corrosponden y larelacion que debe unir li ambos con el Estado y entrt~ si. . He becho antes una nfirmacion: he dicho quo las provincias u\tramarinas t'ienen los mismos debe res que.Ius de Ia metr6poli yde ban c?ntnbuir ·con Ins mismas cargas. i,Por quo? Por una razon muy senetlln. i,Que es lo que debe pagar un 'ciudadano a\ presupuesto? Umt cantid.nd igual ~ lo.s beneflcios que re.cibo del Estado; y esto es nplicable a las provm01ns de Ultramar lo mismo lque ti Ins de Ia PeninsuIa. i,Culinto debe, pue,s, pagar para SliS gastos particulares y cuanto ;para Ia metr6poli cualquie~ provincia por tcJana q lle est6? En primer Iugar, debe C\lbrjr sus necesidades segun las votcn sus mismoshijos, y debe despues contribuir li los gastos del Estado con una cantidad proporcional a ln que paguen las de mas provincias, ni mas ni menos; csto es lo 16gico, .Y esto es lo justo. . Por ln Constitucion espanola, las Diputacionesprovinciales·tienen li?n ~utoridad cxclusiva en todo lo que so refiere ,U. los intereses pro~mcrales; pero es menester tone~ p~es3nte su situ~cion y Ia distancia a 'JUO se encuentrnn del poder central: hay aqui una porcion de cuesti~O:es que ·acaso no sepn!l, acaso ignoren.Q6mo se puedanreRolverlas autoridndes civiles, wliitares 6 judiciales, pero e~ remedio es fiicil con 8
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34 ul telegrafo y con Ia rt\pt as co municacione del dia, ol ~omcdio consiste en preguntar nl Go ierno, ol eual r~uelve .co:mo .ttono ~r .convenionte. &l'ero sc puode haccr esto con Pue~to-Rtco, Cu~a 6 ~~ lipinas? Do ningunl\ maner . He aqui el ori~~ .de una. ~o~tflcacton imponante quo hay qu hn er en In organtznctOn .provmcml ul~~a mW"ina: las autoridadc alii do ben tenor una gran ltbertad de accton, do tal uerte, q~o ascgurn do In Ubertad individual, poniondola fucra delalcanco de los aten ados del poder, pe.ro uo e~ t~l grndo que Y Ia ~ pueda Ugrar Ia iutegridad del .tcrritorio, .el ord~n p~hco guridad general, si n lo que 111 Ubertnd c tmpost~le, . n reves~•008 los goberu:.~dores super ores do· aquellas provmc~as.. m~has facultades, consultaudo est~ con los cuerpos de.la lsll\, u mmedtatamonte poujondo ll D noticia· el Gobierno II\ modtdl\ que adopt~ para caso 0 igtrlo h respo Sl\bilidad; porquo en todo p!lis hbrc Y 8 0 ~ · u~ do por cncima <le·cllquier hombre, de cualquier1 cli\BC 6 CI\CtVt za , - • · por cnc'imn de las tis elevad:.~s personas, de us que mas tegorta, ' . . d l l't • rvicio hayan·pr tado nl • tado; por enct ~a tabten e as mu ~~ t des quo las multitudes ta bien se extravll\n, debe estl\r Ia ley. d~nd~ la ley no esta por en made todo, no hay pais posible. (Bie11, bieM.)
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Habia apuntado, por Ultt o, para concluir este punto, lo rolativo nl nombm.Qliento d~ una. co ision para Ia proparac.ion de esto proyecto: el mini tro ha cre tdo ecesario oir la opinion de Ius personas conocedora de la localidad, rque un Gobierno no pu dojuzgnrcon acierto de ninguna co a si n ir lo informes de los que tienen motivo para e tar mejor entera s. . Dee manera Espniia h r-.i resnelto un problema doble, do esa rn podra decir ti todq e mundo: he hCcho Ia asimilaci'On Y ~e :~::o la o.utonomia; he,dad lo. segnridad indiv~dual co~ dosco_ndt. . primer q1.1c cl orde publ'c6 y Ia libertad marclien umdos; · ctone . • . d· . en 1,0 unda, quo pierdan toda speraDZll los qne _P-U . ~eran pe O~I\r . g . c'· arse do In rol\yor U rtad de qu<> hoy dtsfrutan pam mre:•r aprovc u • · · p 1 d mns , · una ofen ti h1 Putria en la i tegridnd du sn terr~tono . . ~P ~ ~ , homos do resolver, yolo e ro asi por el·por vem r de mt ~atna, e\ sioouiente problema; que cn :c e.stiones de libertad, lle segurtd a~ y de p.-7,greso no tcngl\n Cuba y P _erto-l~ico. s..adda n ~ oludtame~tde q uo desear .ni que cnvidil\r de Ia a ton mas hbre e mun o, m e 1a gran . ·· . republica de los Estndos-Un~ · o ; pqro que. t~mpoco ~n.gan nada que · cnvidiar lo interescs creado en nqucl. po:ts; y al dectr mteroses qread me refiero a los interes creados a la sombra de Ia ley, que son · .os, re r-petables porqne n una parte inherente de la personatemphumana, ..., ' . d'1~1'd uo es idad y· quebrantar os intereses ~egitl~os del lll; uebrantar el intlmls de Ia co ectividad, elmteres de Ia P.~trta; y los ~teres es individuates 110n tn bien los intereses dQln Nncton, porquo
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35 nl fin la riqueza do los particulares no cs ni mas nr menos on su conjunto que Ia riquoza do la Patria. Vione Ia ultima cuestion, que si el ministro do Ultramar continua on cste puesto tendrti ol gusto de presentarla; vieno una cuestion social, la cuestion do Ia esclavitud. tHo do decir .yo de esta que antes que mi inteligencil\ y los pocos conocimientos que en Ill ciencia tengo., mi corazon Ia rechaza? No hay ninguno de vosotros que no sienta lo mismo. La esclavitud aparece como un heclto hist6rico qo gran truscendencia. ~Ha sido necesaria, dadus ll\s condiciones de Ia humanidud? ~Hasta quli punto pudieron las nl\ciones pasarse sin ella? i,Fuo una perversion del entcndimiento"lt ttmano? Problemas ~on esto on cuyo extimon no voy ti ent1·ar ahora por no molestnr vuestrn. 1\toncion. Pero nos encontritmos.con In o clavitnd . Es vordad quo Ia cioncia la condl)na y Ia moral Ia rechaza; pero antes y por encima de · todas cstM con.sidoraciones cstan las ci rclmstancias, que imperiosamente dicen que no pucde ltnber escl~t vitud, porquil en cuestiones de teori!l, de trabnjo y do ciencia, entra tambion Ia moda, y esta afortunndamente se declnra tambien contraria de Ia esclnvitud. Hoy no solo no hay ningnn cspaiiol quo qnicm conservarla, sino que tango II\ segnrid ad do que los mismos duciios do escluvos no Ia ' qnieren·; si nsi no ponsaran, lo scntil'ia mucho. Nos encontramos, repito, con' que los hechos y circnnstnnciasq ue roclaman imperiosamonto qno so resuelvl\ esc problema, y se rcsolvera, porqne especialmonto dcspues de Ia g uerra de los E -tados- Unidos, la escl!lvitud no puedo continunr en los paises civilizados, y porque· de lo contrario se resol. vern por si mismo de unl\ mnnera bruscl\; y cuando la.s nacione~, pnrtidos, razas 6 colectivid!ldcs de cunlquier gonero quo sean .Began al extrema de npelnr a las armns, cl .mi..mo derecho, siquiera lo revindiquen con jnsticia,. dcsl\pll:·ece ante In cues~ ion do . fuerza. ~Pero c6mo hay que resolver 11\ cncstion? Causnndp el menor numoro ' de perjuicios a aquellos (I quienes Ia Icy autoriz6 para ndquirir una propiedad, dando la liberfnd ti. uuos sures que pot· ser humanos mereccn tilnerla, y no dejti ndolos en Ia miseria, quo es tnmbion una esclavitud co mo otra cualquiera. A.hi cstn n si no los ojem plos de los EstadosUnidoM, Francia~ Inglatorra. Cuan lo esas naciones han •dado libertad •i. los esclavos, no siempre hnn pasado esto~ a sor·verdaderamcnte Iibras; porqne n6tese bien que, nparte delalibertadengcneralque Ins nnciones consagrnn en sus C6digos politicos, hay otm libertad en cl in.dividuo que dependo de cl, y el qne es ignora'nte, ol qu,o noes trabajador y honrado, no puede ser.Jibre. i,Que nos <\ictaria el cornzon en este momenta si Ia resolucion de este problemadependiese de nosotro~1 i.Hay·esclavos en el mundo? Pues q-ue inmediatamente sean libres los esclavos, Pero re6exionnndo diremos casi al punto; i.Y pa• snriin on seguida 1~ Ia categoria do ciudadl\nos? ;,Los ltaremos libres
( 36 para dejarles arruinados, f era .de toda ci viliza9ion, 6 para acabar CQD ellos? ·o, de ninguna anera.
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• viene Ia de trabajo y riq.ueJa. . . Instan' . • E nvue 1ta con esta cues on bi.oeamente no podemos ha erlo, porque no hemos de dejar nbando· nad01;. esos sdres, no hom s de perturbar a Ia socied11d, no homos de descooocer los derecllos adq irides, no hemos do llevar Ia pobre~a i1 una provincia qu.e es ric!l· a y en Ia socieJnd cuestiooes de circunstancias que .hay que tener cuenta, porque despues de todo las s6ciedades humanas no son· lis que una porciori do ~nciones ~ntro hombl'e ; ~tal vez exam inn enel fondo la cuestion, I· anictad no ha deseubaert.o basta !lhora tra m:xnerade reformarsu mo de existirsino pol'mediodeclimina ione. Sucedea veeesquelo que en una 6poca ha sido bueno y ha ontribuid~ al progreso, y satisfacia lr~s neeesidt.des de una ci viliza on dada y abria los derroteros por dondo · c ~archaba a un. grado m yor de saber y pro peridad, llega ii. no !llltlsfacer estas m1 mas ne idades y ii. scr defectuoso y abusive: en · otras ooasione ·, 1ns leye , e determinan la manera de ser de un1i ,soCiedad, encierran defectos undamenmles que solo La expericncia y cl progre ode las luces . ha. n percibir: entonccs, i:uando In opinion 1!6 hn formado, se trasforma , sc modifican, yen fin, se eliminnn en todo 6 en parte. ·
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Queda, pue , !a: cuestion e Ia abolicion gradual de Ia csclnvitud . ;.Y de cuii.nto tiempo? ues ro intercs, el de Ia colonia y nuestros scntimlentos no aconscjan ue esc tiempo sen el menor po i~ l e; pero no no 'hngilmos ilusione . "Se determinn que, previa h1 indemninizacion 6 en Ia fo rma en qu se convenga, Ia abolicion de Ia .esclavitud !lila g radual. Este en . o se hn hecho ya en otras nacio ne : iY que no enseiia Ia experienci ? Los resultados han dicho, que nl saber los ~c) avos ?ue en. ~ p azo m'iis 6me nos breve iban .a ser libres, y que ntngun pe.rccho tenia los am~, sobre ellos, se han negado at ' trabajo han insurreccion o y la emnncipacion ha sido instantii.nea. para mal de unos. ydo o os. :ran olo el Bra il, donde o ttt veri. ficindo o actualmen~e una a olicion gradual, es una cxc'cpcion del principio que !l~tl!o de expo r. ~C6mo hay que proccder por lo 'tanto? Rt\pidamcuto y de tal ' erx que cl derecho· 'del dueiio nb sen puesto en duda ha ·ta que el ~clnvo sen hombrQlibre. Este cs cl pr~ ble~n que hn de resolver la • paiia de 186!), y al efecto cs prcciso · . que, tanto lo que tengan in re es c?mproJ:!uitidos,, como los que no · los t!lng n, demuestren que esta r acion es hoy la scgunda por In ' e~tension 0 importnncia de II Colonins, e tii. a la altura de las primeras en cuanto a los grados de orden, progreso y civilizncion en todas las provincias en que se habla. la lengua espaiiela. He dicho. (Bie11, bie11: mwe1tra1 ge!Ut·ale de ap1·obacio!1. )
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'Y1 El Sr. VICEPRESTDENTE (Garci. Gomcz 'd~Ja Serna): El Sr. .Padial tie'ne fa pnlabra. ( El Sr. PADIAL: Doy las gracias ami querido amigo el sciior ministro de Ultramar por las benovolas frn es q e se hn scrvido dirigirme con motive de mi intcrpela~ion, y quo o.demas tieJ;~en por objeto darnos t1. conocer sus phmcs. y proyectos con respecto ti. la forma on que han de resol verse cuestione& tan importantes ·Y de tan trascendentales consecuencins ptua Ia Isla de Puerto-Rico, como Ia do . u Uons£itucion politica y las rell\tivas ii. In resolucion do. sus problemas sociales y econ6micos. Yo quo conozco, porquo tengo motivos pMit conocer al Sr. Becerra, de quien ltc.tenido La honrn. do sor compniioro do emigrncion; yo quo conozco, rcfiito, su espiritu liberal, su amor ala libortad, confio en que cuando vengan aqui sus proyectos do loy, podremos llegar ti. un nctierdo .en Ia discusion, quo haga d!:.saparoccr de esos proyo!ltos los pequeiios lunares quo on mi sentir los osou: roccn. . Yo he do entrar siompre en Ia discusion dispuesto 6. sometermo ii. II\ mzon, si se me convence do que estoy equivocndo, porque no tongo otro dosoo rt ue cl do cooperar con Ia mas cntera buena fO al. In ventura de mi pais, l ue no puede alcanzarse sin Ia libertnd. Ho dicho. mSr. VlCEPRESIDENTE (Garcia Gomez do Ia Serna): El Sr. Rodl'igtiez tiono Ia palabra. , El Sr. RODRIGUEZ (D. Gabriel): Seiiores diputados, debo cmpe- zar oxplicnndo mi intervoncion on estc debate. Desdo Ia revolucion de Setiombrc, 6 por major decir, desde ~a npertU:ra do las Cortos Con tituyentcs, pe~6 sobre los diputados do Ia Nncion, pes6 ~obre to· dos los que nma!llOS D. nuestrn Pntrin, un veto moral quo n,os impedia ocuparnos de las cuestiones r~ lativas a las provincins de Ultra• mar. Este veto moral so hn levnntado hoy. J)esde el p1omento quo 01 senor ministro de Ullramar nos nnuncia quo· vn t\ traer a Ia CU. mara lo proyectos relatives iL aquellas provincias, y ha aceptado Ia inter- ... polacion anunciada por el Sr. Padial, creo ya posible que las Cortes . espanolas so ocupen do lo que interesa U.aquellas provincins hermanas nuestrns; y puesto que esa discusion es ya posible on Ia Asambloa, deber tonemos todo , y yo mas que nadie (no por lo quo valga, sino porque he tenido nlguna parte en el movimiento que fuora de la Camara ha habido en estos Ultimos aiios respocto U. estns cuestiones) , d6 levantarme D. docir algunas palabras sobre la materia objeto dei debate. 'Yo no lmbiera querido hablnr inmediatamopte despues del senor m:inistro du Ultramar; qucria ill\bor uslldo dol tercer tmno on estt\ intorpetacibu. Creia que 1\de'mlis del Sr . .Padinl pediria La palabra al·g uno de sus compaiieros de diputacion por Ia .Isla do Puerto -Rico.
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( Es fe.cilisimo en los gobiernos persomdes ol cometer inconveniencie.s, abusos, arbitrariedades y ·escandalos; y esto .es lo que hu. succ-/ dido y sucedeni siempre, sin quo trate yo de dirigir cargos ;i nadic porque lo trae consigo el sistema; esto es lo que he. sucedido siempro en las provincins de 'U ltra mar. Es, pues, nece ario acabar con Ia arbitrariedad on h1s provincins tlltrnmarinas, sea por inedio de Ia asimilacion, sea por otro sistema; cs prepiso que aquellas provincias tcngan una verdadera Constit~ cion; cs preciso que alli el ciudu.dano tenga nsegurados sus dcrochos como los tiene en Espaiiu., y que disfrute de todas las garantias do Ia libertad, sin las cuales el hombre noes hombre, y mu-cho mcnos hombre del siglo XIX. .. Respecto a reformas econ6mice.s, solo la cifra del presupuesto do Puerto-Rico dice lo be.stante para que comprendamos cuun necesnrlo es aplicar pronto un remedio eficl z. En un11 provincia de seiscientos y tantos mil habitantes, que no tiene carreteras, quo no tiene indus.tria, cuyo comercio csta vejndo y V limitndo por trab:ts multiples, pagar lo que paga Puerto-Rico es ha\ cor imposible el desarrollo de Ia riqucza ·y el progreso ocon6mico. •n Puerto-Rico no hay mas que vereda~; apenas hay caminos, solo hay algunos twzos de cuatro 6 cincQ loguas mal conservados: Si en Ia p;ooporcion del presupuesto de Puerto-Ri.:o pagara Espana, todo. via paga~iamos mtis de los 3.000 millones . que pago.m9si y si estc ~~t presup\lesto inmonso es ca i insoportable para Ia madre Patria, ~c6mo es posihle que sea soportable en Puerto-Rico? i,C6mo es posible que aquella Isla continue pagando 75 a00 millones de reales~ i.Y esos m\llones se emplean a lo monos en viviflcar aquella Isla~ Evidente·· mente no. Tampoco dirijo cargos a nadie; e eutpa del sistema: no so cmplean en obras publicas; no s.e emplean en instruccion; porque nlli apenas hay escuelas; no sc emplean en nnda •dc e~o que hace erecor las fuerzas vivns del pais, y que aumenta su inteligencin 'j Slll:l rccursos: so emplean unica y exclusivamento en pngar empl~ados, i1 quienes se manda deSde aqui para que vi van a costa de aquellos pueblos, los unos necesarios, los mas quizas• innecesarios, y por consi- )( guiente perjudiciales. Ese gran presupuesto se emplca y habra de etnplqarse durante. mucho ticmpo en sostener alii un ejtlroito con.~iderable, porque un I' , . ., pais t im mal gobernado hade e tar de contento; y-cuando un paeblo . us~ descontento no hay otro medio de sujotarlo que ol ompleo cons- ttante de Ia fuerza.. El presupuesto de Puerto-~ico podra reducir e O:lllcho; y dada h libcrtnd de comorcio a aquellas islas y realizadns otra porcion de reformas que consisten en q'uita.r trabas, tro en dar mas intervencion al Estado, os seguro que l>uerto-Rico, no solo-crecera en riquczn y
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dignidad, ino quo so o trecha. ' mas con Ia madre ~atria, y no penani ni per asorno en soparar de nosotros; y entonces en vez .de to- , ner el oj rcitoque alU tenomo .Y quo ta.nto cucsta, siendo m e no~ tomtblo Ia tendeneia a Ia oman ipacion de las provincins ultramarin bastani un ejcrcito mu~h meno numero o .Y por lo tanto mas barato. Pocaa palabrtlS obr Ia eu tion de Ia. esclavitud. Yo bien s6 quo aunqu so hagan to<!as la roft rmM In I Ia. de Puerto-Rico no era Jt1uja, conio oigo d cir eorcl1 mi. Yo lo uo guicro c · uo Ins proviu in u ramariJ!!!! dejen d . or un pudron do o cii~ jlllrtl.cl mullilo y pnra nosotro ; · qu eon o .tlls roforma.s so ira d3'nQ.o-poco . 1i. poco a aquel.lo pueblo Ia V1l:alidad que necc itnn: s: que irim croiendo poco a poco, como crec~ siompre los interesos. porquo maravillas repentinas, trasformllcl nos de teatro en la osfera social no so han roalizado nunca. No quio o ontrnr en exngernciones; huyo do ella y mo· encerr11-re siempre lo prC1ctico; ·pcro mirando siempro a! idt;nl, llevando siem:pre por cri erio una idea.c'lo justicin, de nltll con-· veni .ncin pam nqu'ell~¥~ provincia , como para todos los sores htl•maho. Y entro, r.epito, en la cUe. tOn de Ia esclnvitucl. Esto. cuestiou, sciior dipu\ado , es diflcili im de trntar: yo e i tcngo miedo de tratarln, porque os confle!!O 11 camente que no puodo nunca hnblnr do ella li. angre fria. 6 qu·o Ia i cusion de c n cue tion nos cxpono U. conflicto , quo pu<lioran surgi do ciertas palnbrn 6 de ciertns rcsoe e tcmor me hace entrnr en lo poco l uciones quo aqui so adopten <fue voy a dccir en In cuo tion do ln e cla.vitud, c, i convulso, porque repito que en el mom11nto que~oy :\ tratnr In cue tion de Ia esclavitud, mi sangre hierve, mi nlm e subleva y encuentro pocns .todns · las pnlabras dura y acerba l Dicejonnrio para censurnr y condenar esn nbominnllle . instit~io . Hare t~dos Ios csfucrzos posi bles para no lir do lGis ·limites pru entes de que no debe sn\jr nunca cl lo••islndor, y e pero conseguir ; pero invoco, por Ia diflcultad del a unto, Ia benevolehcin de las 6rte ·o he de entrnr en 1mn, C:\:pO·cion do 1 razones con quo eombnte In e clavitud: yo estoy s~, g uro que no bay un olo indi iduo de esta Camara q.ue no combnta como yo e 11 institncion nbomi nble: estoy scguro d'e que no pue'do levnntnrse n el sono de e. tas 'rtes nadie (\ dccir que podemos y debemos consorvnrln. Y i nO> h y nndie que puedn deci r esto, i/' que . {illrder el ticmpo pr sentnnd'o n gumontos cqntrn Ia institucion de Ia c · ·lnvi ud bajo cl pu nto do vi '\ del dcrc •bo, lmjo cl pnnto do vi la t!COnomi o y b Jo el pun to de vE cia\1 ' Es pu , comJ?l!ltamenle im til que yo me detenga en esto pu nto; o en quo In Isla do Pucrto-Uico so solo indiearo algo n~rca del c encuentra, como todo pueblo d nde existe ln esclavitud; del estado
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41 en que hade vi vir forz snmente ose pueblo; dol decaimiento moral do las razas que esclnviznn, que es todavia mas-grande que el dlll~s rnzns esclnvizadas; del peligro quo hay, no pnra los nogros solo, SIno pnra los espaiioles, para nuestro noble ~.a, e.n que sigamos tod.avia eselnviznndo a nuostros hermanos. Hay mdudablemente una perdida del sontimiento moral en los pueblos dondela esclavitud existe; porque yo no 'concibo quo so puedn leer con indiferencin, con trnn-. q 11 ilidad, on Ins horns, por ejemplo, q~o so dedicnn ala le~~ura do los pori6d icos; yo no concibo quo se puecl11 leer con trnnqulltdnd y con calma nquella eullrtll pi1gina do los pe~i~icos do Ultrama~~ q,uo s~ puodn leer nquolla pliginn en que so nnuncta la venta de nmas c.a.n blancas 1 os doeir bijns quiza del quo las vende; en que se anun01an vo~tas do negro's sepnrndos do ljUS hijos y de sus esposas; en_que so an uncia un ungilonto bueno para curar las matnduras de los caballos y lns heridns d9 los negros; no comprendo que pueda haber quien !on esos nnuncjos sin que se sublevo c indigne su razon y su conciencia. Natural monte1 el sentimiento so gasta, como so gnstn todo, Y o.l cabo de nlgun tie mpo, lo que antes indign~ba, parece indiferent~; pero 'esta indiferencin es precisnmente, senores diputndos, Ia decadencin, el decnimionto del sentido morn\. Y lo que succde respecto de csto anuncios, succde tambicn respecto d ~j ciertos hccl)ol'! , que se ven t nmbien 'on los pueblos dondo Ill csclnvitudcxiste con indiferencia y calma, y que pnrcccn accidonte ordinaries de 1~ vida. . iCon que fncilidnd ncude el hombre a sus mnnos, ti. ~so ~ed10 brutal del golpe, en Ins provincins ultrnmerinasl jCon quo fliCihdad, 'no yael hombre, sino Ia mujer, esc or aen ~ble y delicndo,. !~nee 16 que 1m hecho cierta stniora que hn ~atndo a su csclavan~llca~doln planchas enrojecidns en ol cuello! (F.! S1·. Fcl'llM~dcz T('altw pzdc la palabra.) A.esto so llcga por el dccaimiento del sentido moral, por osa degrndncion de la rnza quo trnc consigo la esclnvitud y que es Ia justa pena doe a inmen. a injusticia. . • . Como estes hechos podria citnr muchos, y 01tnro (pero sera el unico pnrn no molestur i1 h1 Camara/ una sentencia de ln Audioncia de Puerto-Rico, en que se condenn :i scis meses de prision, que pucdon redimirse con una multa do 10.000 r:;., nl hombre quo hn hecho 10 quo vor a decir. Seriores diputados, ha habido un· amo, cuyo nombra no rccordar ·, porq ue no debe citnrse el nombre do esc nmo en el rccinto do l:ls Cortes ospniiolns; lta habido un amo que lm enccrmdo :i un E!sclavo y lo ha tenido durnute cinco niios con, l11s picmas puestns en un cepo·y sujotas con una 'ruerte bnrrn de hierro; y de tnl modo es'tnba asegurado el eepo y de tal mane.PR ln cerrndurn, quo so ha oxidudo, quo pe.r·a poder sacar al negro, no pudiendo abrirla, fde preromperla. Ese hombre ha ostado. cinco niios. cnsi·sin a.limento,
43 Yo ctco que podemos dccir a nuostros hermnnos d~l otro Indo dol mar que _hoy\ puesto q~~ Ia insurreccion cubana h~bia impetlido quo en las Cort-es nos ocupusemos de sus nsuntos, que ho.y empie7JJ. para ellos Ia rovolucion de Setiembro. Hoy, mediante Ia interpelacion del 'r. Pndial y el disourso del seiior ministro do Ultramnr anuneiando nlgunos proyecto~ sobre ia materi~ quo nos ocupa, sa bran nuestros hermanos quo pronto, muy pronto, uan a aplicarse Qn aquellos territorios las reformas heclms en Ia Peninsula. Y Ia prontitud en osto, soiiores.diputudos, sin que yo entre ahora on Ins f.Srmulns concretus' do Ins soluciones, cs importnntc, sobrc todo. en Ia cucstion de la cs. clavitud. o olvidois que cada dia que pasa mucren, desaparocen du lu superflcie dol globo s 'res humanos que no han 1\ogado a vi vir como hombres; quo si hubieran yivido algun tiempo mlis, 6 nosotros hubiuramos podido ser mlis .nctivos, habrinn podido gozar siqutera do algunos dias de libertad. · ' Yo espero que Ins Cortes, recobrando su actividad, no perdida, sino adormecidli momentllneamente por causas generales y j ustiflcadus, sc ocupar1in do hoy en adelanto sin doRcanso de estns cuestioncs, como do todas las demas que intercsen U. nuestro pais, y que para esto Ia conciliacion de los partidos montirquicos (de la que tom .. bien como de Ia vita lid ad de las Cortes, so dice infundadamente que estli muertn) continunra fuorto y estrech11, para que podamos volvor 1i nuestras casus dicieudo que homos renlizado de una manorn complctn h1 gran mision que el pais ha conflado 'a Ins C6rtos'Constituyentos de 1SG9. He concluido. El 'r. VICEPRESIDENTE Garcia Gomez de Ia Serna): El soiior Vazquez tiene Ia pnlnbrn. · El 1·. VAZQUEZ: OLIVA: Como cl Congreso . comprendera, no hnbitt pensndo tomar Ia palabcn, por In pode~osa rn1.on de que no habiallegado 1la oportunidad do hncorlo. Fucrzanme, sin em hnrgo, u, hnblur, las fllllnif~staciones que so han clirigido · a· los dip utados p,or In Isla de Puerto-Rico. Sin cnstumbros pnr~nmentarins, y si nconocimiento do Ins practic~s del Pnrlnmento, croin yo, no obstante 1 que una intorpelncion que so dirigia a un senor ministro tenia solnmentc por objoto a veriguar algun hecho 6 circunstnncia sobro un 1\Sunto determinado pcro de ninguno. mnncra discutirlo por comploto. H6 nqui' cl m~tivo por quu }o~ diputndos por Ia l sln de Puerto-Rico, nl tenor conocimionto de que solo sc iba it hncer una intorpelacional Gobierno, ere. ym·ou oportuno, rcspot~tndo en su entcndor las costnmbros pnrlamcnlaria ,·.no tolllar ltl pnhtlmi para entrar en Ia ,ti c tsion.;lc las CLIC::!tioue~ que aqui de puos han surgi'do: nqui ti·mc cxrlicntla cl Sr. Ro · II riguoz la cttusa de nuestro silencio. ; Y hasta cicrto punto, yo .me nlegro inlinito qo que so me hayn
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in vestido, recibiendo azot do cuando en cuando para que se fuora coetumbrando a su suertc y h sido ometido a e e castigo porque Be le suponia autor de ciert m:\leficios k que se atribuia Ia muert~ de algunos otros eselavos d Ia misma hacien~a. · Y esto que a nosotros n subleva, 4 nue t ros herml\nos, a los hombre~ de nue~tra raza q vi.ven en Ultramaf, por Ia ·oostum\lre· quo deaguta, J'llpito, Ia aen ibilidad, no les ba sorprendido 6 indignado; ese horrible '4echo le ha p!lre!)ido bastl\_nte castigado eon UM pri ion correeeional. Esto h sueedido; y e ta sentencia se ha dicta · do do pu~ de Ia revolucio de otiembre, cuando ya habia proclamado los derecho in ividuales, cuando habia ar . o Ia ainastia de loa Borbones, eua do e estaban haciendo las elece e do · diputados a C6rtea, cuando os prepanibamos par:\ venir aqui aconsolidar Ia li~rtad de que · r·tanto tiempo ha carecido nuestro pais. Nue tra obra aeria incomp ta si tuvil.iramos el egoismo do roservtir Ia libertad para nosotros y no Ia extendieramos a nuestros· hermanoa. I . V.o r a concluir.diciendo lgunas palabrms .acerca de Ia g ravedad • de ·CJ'tas cuestiones. Es co muy comun oir decir fuera de este si tio, yo creo que no est& de m .el que aqui nos bagamo · cargo de olio; es cosa muy comnn oir doc que las .COrte han perdido su vitl\li . dad, y que no podran ocuplse de las graves cuestiones que ontrailan todos los asunto de U ramar. Conviene que se s~pa que esto so desmienta desde el seno de las COrte~ dice, y conviene que esto Conslituyimte . . Estas·COrte no han pe ido ni pueden perder u vitalidad; tienco todavia vida, y vida lotana. para tratar todas estas cuestionc dem:is que es preciso que aqui trti.t ede ltramar, como toda . mo . A estas COrtes sucede . oy una cosa natural; porque cuando sr. est& bajo Ia P,resion de cicr os altos problemas, lo~ cuales son quizll 1 la clave de nuostrn ·constit~~ion politicidutura, y de cuya resolucion ponden los resultados y con~cuencias de Ia revolucion, natural es, 1 repito, que e ta preocup9:cio impida, siquiera sea por el momento, ~~~ uno 6 en muchos dias, dedicar ta atencion :i otros aB)lnlos quo pare~n meno importantes 'Pero e toy seguro do que en el moment<> que estos alto problem.a sll re$uelvan, las COrtcs.espa.iiolas dedicarlin su atencion a Ins dam· s cue tiones de graved ad sumu que tten.en Ia obligacion de resolve • y demostraran de nuevo su vitalidnd para trlste desengaiio de lo que se hacen Ia ilusion de que estamos niuert~ , haciondole ver qt e los que ~1\o cr'een muertos goznn de buena•snlud. Las COrte e p fiolas har:in entouce':llo que debeu hnctr dentro y fuera del territ rio de Ia metr6poli, afirmundo Ius Q'f\ rantias de Ia libertad en I Peninsula, y 1\evando esas garantias a las provincias de Uitramar.
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44 provocado a tomar Ia pal~bra, porquo el r. Rodriguez ha dado a entender que nuestro silen~·o podria intorpretarse erl el sentido de quo nos hallabamos conform con todo lo diaho por el Sr. P.adial al ex.. planar au interpelaaion, yo,· por mi parte y sin responder de to que opinen mill companeros, ues no nos homos puesto de a~uerdo, pufildo uianifelltar que no es y con forme con muchas de las cosas dichas por el Sr. Padial. Cuand se traigan 6. las C6rtes los proyectos anunciados entonccs e! cuando nosotros emitiremos nuestrns opiniones y manlfeiJtaremos lo que creamos con.veniente, con la verdadera independencia, con el verdadero sentimiento de patri~~~ esp!lfiol con que vienen animados los diputad.o de Puerto-Rico.~bierno lo sabe: no otros, todo por Espana y todo para Espana; y bajo esta base queremos todas )as reformas; queremos la libertad; pero nodeseamo11 nada que p eda ofender el nombre espaiiol, nada quo pueda alej'amos ni separttrnos de Ia madre Patria. Eso es nuestro de~- (Dietl, bi61t.) · . Repito, pues,'. que en lo que he manife tadoantes, tiene el senor Rocpiguez la explicacion de por que los 'diputados do Puerto-Rico • hemos guardado silencid, p(>rque, con error sin dud,a, creiamos que en una interpelacion no podiim discutirse ciertns cuestlones, que la discusion estnba reservada para cunndo se pre entarnn los proycctos anunciados, que solo entonccs podinn nducir las razones quo en pr6 6 en contra de lo que se propusiera pudioran tener, y que en una ~n terpelacion se reducia solo U. preguntar li. un senor J;Dinistro sobre un asunto determinado y concreto. Pero en mi opinion, y no digo ,que so hayn hecho bien ni mal, 'porque no soy capaz de juzgar la conducta seguida, ala interpclacion del Sr. Padia\ se le hn dado una la~itud extraordi,naria, pues con mot~vo de ella sc han tocndo diversns cue • tione : las politicas, las ec.on6micas y las sooiales. El Sr. 1\linistro de ltramar hte re pondi<\0 con bast'a!lte amplitud ~~ or. Padial; htt manifestado s i eas, y ha dicho que pronto tendra el gusto de presentar a las COrtes un proyecto de ley obre la materia. Entonccs os cuando, repito, que np otro crei.nmos que debiamos discutir; sin , embargo, nose ha csP,erado a cse tiempo, si no que ya se.hahdobatido importantis'iQ'IOS puntbs. ' · Graves, gravisimas pqr demU.s,·srcs. Diputado ,·son las cue tiones que aqui se han tocado, asi las politicas, CO!DO las econ6micas, como. las sociales. El r. )iodriguez ha dicho que no cree que haya . ·· .en la 06mara un solo dip~tado que deflenda .hie cla_v itud en el tcr-' ·reno socisl. .Desde luego el r. Rodriguez puede estar absolutamcntc "8e!f'tiro de que ha dicho la verdad. La cuestion no e de esencin, sino ·de forma. Los mismo prdpietarios admitcn Ia emn.ncipacion; y tcniendo una. verdactora a.bdegacien, haciendo el sacriticio de sus i ntereses, admiten el"principib, respetan la corriente. Yolo digo en alta
par'
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45 voz: los pro_pietarios de Puerto-Rico no son esclavistas en sentido dtJ querer qui! se sostenga \a esclavitud; pero ante e.seprincipio de fllantropla, ante ese sentimiento humanitario, hay un principio de justicia, deeternajusticia; y despues de todo, si la esclavitud esunpadron de ignominia en Puerto-Rico, no han sido los habitantes de nquella Isla. los qu J la han dado origen, sino q11e ellos han adquirido una ley, y esta ley es obra de ·1a Nacion esesclavos U. la sombra paiiola. No 'son los propietatios de Puertq-Rico los que tienen que.respondor '· sino la Nacion espaiiola. Ellos, repito, !:'(imiten la.emancipacion, estan conformes con ella, la cuestion es que se veri!lq ue de una. men era quo no lastime, 6 por lo menos que lastime lo menos posible los intereses creados no por ellos, repito, sino pol' laley, y nopor el fraude porque en la Isla de Puerto-Rico,, Sres. Diputados, y sabre esto pucdon SS. SS; tenor Ia conviccion que produce la. certeza, no hay un · esclavo fraudulento. · Pues bien: a eso es U.lo que aspirlln aquellos ptopietarios, y a lo que aspiran tambien los diputados de Puerto-Rico, a que, una vez nceptadn' la omancipacion, se lleve a cabo en una forma que lastime lo 9enos po ible esos intereses creados, no por ellos, vtielvo adegir, sino a Ia sombra de Ia Nncion Espanola. Y.o no dudo, pues, confto mucho en que las C6rtes espaiiolas, euando llegue la oportunidad, al Indo de ese ~entimiento de fllantropia que tanto las honra, tendrli.n presenm las razones de justicia y los principios de derecho. He con. cluido. (Bien, bim.) El Sr. VICEPRESIDENTE (Garcia Gome'z de la ·Serna): Los senores Escoriaza y Hernandez Arbizu han pedido la palabra, y no· puedo concedersela a no ser que piensen usarla para alusiones como diputados por la Isla de Puerto-Rico. li:l Sr. ESCORIAZA: La he pedido para. alu~iqhes como diputado . , por Puerto-Rico. ~ t:.' El Sr. HERNAJ.'IDEZ ARBIZU: Con el mismo objet('la he pe. dido yo. El Sr. VICEPRESIDENTE (Garcia Golllez do la Serna): Pues tieno In pa\abra el 'Sr. Escoriaza. El Sr. ESCORIAZA: El Sr. Rodriguez parece que de.sea rectificar; y si cl senor presidente no tiene inconveniente cri que S. S. hablc ,' antes que yo, por mi parte no me opongo. El Sr. VlCEPRESIDENTE (Garcia Gomez de Ia Serna): Tiene ln pala~ra para rectiflcar el Sr. Rodriguez . · El' Sr. RODRIGUEZ (D. Gabfiel): Senores diputados, yo no esperab~ la especie de ccnsura que me ha dirigido el digno companero que acaba ac' hablar, en mi conccpto, no f1ien enterado de lo que son las interpelacionfls. La inteipelacion no tjene solo por objeto un di4-
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logo del diputado eon ol Ministro: el ReglamcntQ dice que pod ran tomar parte en ella basta trcs diputados, y claro c que cada diputado tiene derecho li dar ~I giro que le parezca y. crea conveniento' ' 'l" materia que se di cut*. · Lu interpolac!one , pJ-_rogla general (yo so.y nuevo on I Parla.mento, pero he sido algo curio o do Ia histor'ia parlamentaria de nuestro pais), 1&'8 interpelaciones, por regia general, so haccn precisamente para lo que estamos haciendo hoy: para dar ocn ion a ciertu declaraciories publicas, 'a ciertn!l manife tnciones quo Beven a conocimient~ de todo el mu,~do el e piritu que domina e~mb lea y las selue1one que podran dar a u,na cuestion de term in . I . Por eons•gu1ente, e tal yo on mi derecho y cumplia un deber; porque repito que, i bien u~a del Parlamonto, hace muchos aiios que trabajo porIa abolicio de la esclavitud, y olo ho call ado durante los '!Illl9eB anterioro r efecto de las circunstancia , que nos imponian a todo un patri tico silencio. Y al hablar no creo haber djcho nada que pueda ofen er ni lastimar ~ ninguno de mi compa~ iie.r08 de Puerto-Ricq. · No creo tampoco que ni guno de ello deflenda Ia e clavitud· lo ·he dicho an.te : ;.c6mo he ' e' creer yo que haya aqui quien e atr~vn li ser partidllrio de Ia escla itud? Eso ·no es posible; estoy seguro do que ningun diputado de P erto-Rico, ni manana de Cuba, cuando v~ ngan a las. COrte ; se dec amra partidario de Ia e clavilud. Hoy n ntngun P!lrlamento del m ndo puede haber quien deflonda talc .~ ideas, La cuestion, .pues, no es de doctrina: por eso no he hecho ma~ q~e lig~ras indicaciones a$a de los males de In esclnvitud, dnnd.o 11 se qmere, un de ahogo :i entimiento que encuentrn censurable e~ d~gno eompa~ero ?ue a . a de hnl)lar. Creo eomp . • queel senturuento no es a pr.op6 ito~rn el cstud~o de las cuestiones-politicas; :p_ero cuando Ia conviccion s hn formndo, es indispensable para renlizar las reformas, y si no hay cnsimiento y cntusin mo en Ins Asambleas legislntiva ,-co o en lo individuos, es imposib\e renli.:tar nada en la practica. Dejemo ' pue ' a un l 0 el s~ntimiento para d.iscutir: estam'os conformes en esto; pero cua do Ill. conviccion se hnya formndo, tengsmo.s entu5ia mo, decision energia, para hacer todo nquello de que e tamos eonvencidos. ·. Pocas palabras dire acer de Ia cue ti?n.de justicia 6 injusticia de Ia escl$vitud. Ya he dich lo que sobre esto punto pienso; ya he ~c~l? que nunca, por nada n por nadie, puedc ser legitimndo el acto de la eaclavitud;, pero yo no e he negado li. roconoeer que no tienen Ia culpa los actual~& dueuos e esclavos de Pullrto-Rieo, y estoy de acuerdo eon mi amigo el Sr. Padiul, que opinaba, nose si lo he tli-
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cho ante11, pero lo digo ahora, en quo hay motivos do cquidad para d11rlos indemnizacion po ~ el valor de los esclavos. Pues qu6, f.Si yo croyera que SS. SS., digo mal; si yo croyera que los actuates dueilos de eselavos de Puerto-Rico eran los causantes do la esclavitud; si yo creyera que ellos cran ·los culpables de ese hecbo,, y no los he red eros de crimenes nnteriores, habia de aceptar que se les diera indemnizacion? i,Hubin do acoptar plazos, ni siquiern el estudio de la euestion en este sitio? No; porque en este cnso los dueilos de esclavos serinn crimina1es, y no era aqui donde debian ser juzgados, sino en los tri-· bunales de justicin. Rilconozco que hay necesidad de estudiar ese problema, y de resolverle con prudcncin; reconozco que cllnviene por equidad iudemniznr de algun modo a los actuates dueiios de esclavos, inocentes del,.. crimen que cometieron las pasad!ls generaciones; poro creo d~be tenorsc presente ~na cosa importante. Dado que el esclavo tiene un valor industrial, por desgracia, puesto que se hade indemnizlll' 0. ios dueiios de Ia pordida de ese valor, claro estli que es ·preciso hacer sacriflcios que han de pesar sobre todos', yes muy justo que una parte de ese sncriflcio ha de ser soportndo por los mismos dueii!)S, dandoseles algo menos del valor industrial que ti~nen los infeliees seros esclavizados. Cunndo llegue el momento discutiremos estas cuestiOnes, y llegaremos 1i. un acuerdo justo y conveniente, puesto que todos los seiiores diputados de Puerto-Rico, como.espaiioles, estli.n dispuestos a haeer cuantos esfuerzos sean neces~rios para contribuir tL In union intima de aquellas provincias con Ia metr6poli, llevando alii Ia libertad que homos conquistado. El Sr. VICEPRESIDENTE (Garcia Gomez de Ia Serna): Para rectif\ct\r tiene la palabra el Sr. Vnzque;~:. El Sr. VA.ZQUEZ OLIVA: El Sr. Rodriguez ha indicado que yo le habia hecho una censura: si Ia he hecho, suplico a mi ~ompaiiero se sirva dispensarme, porque yo no he .tenido intelicibn de dirigirle nin• guna censura. Yo unicamente decia que, aunquc nuevo en Ia~ prlic· ticas parlam'3ntnrias, tenia entendido que una interpelacion no dab'! derecho para entrar en el fondo de Ia cuestion. Eso queria yo decir, y eso creo que dije. Per consiguiente, nfi animo no ha sido dirigir unn. censurn a su seiioria; sino contestar a una espocie de ·cargo que yo c'reia nos hizo cuando dijo que los diputados de Puerte·Rico nd habian tornado Ia palabra; y eso creia yo que era un cargo que S. S. nos dirigia. En este momento yo no puedo entrar en la euestion; dia llegara en que hablomos do ella; no ere~ que sea ahora ~~~ ocaaion de tratarla·, sino cuando se presente el proyecto de ley correspondiente. 1 Ei Sr: VICEPRESIDEl'jTE (Garcia Golllll& de la Serna): El Sr. Escoria~ll tiuuc 111 pahll.>t'a pam unu tdu~iou pur~ onul,•
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m Sr. ESCORIAZA: Seno s diputados, dos sentunientos contranos PJe embargan en e te m en to; y ·basta tal pun to, que uo 86 ~:~i padre deeir las poquisimas abras que me propongo dirigir al Con·\ greao: el UDO e& que ten go la i>ena de ver qUO SOIDClS 10 rO{lresentantel de Puerto-Rico, y desd el primer momento, como.quien dice, que uaiDOII de la palabra, 'e para decir cada uno lo contrario de lo que 116 ha indicadQ por sus q ridos companeros. El otro es para manifestar mi satisfaccion, que e este momcnto es gr1mde, al ver, despues de tl'einta y dos alios q .e' fueron lanzados de . este Parlamento los diputados de Puerto-Rico (iJ:Orquo, recordadlo bien~s.que. no fueron admitidos, sino que f eron laJ:!.zados de esttl rec~n~spues de haber juradb como dip ados Constituyentes de las Cortes do ' 1836), que nos encontramo!\ e este sitio. Yo no dire nada acerca de aquel hecho·infausto para Espana, causa unica de' que aqui 116 pu!JQa hablar de espailolismo; do espailolismo senores, cuando todos o espaiioles, cuando todos debemos ser espailoles, cu~ndo debemo considerar como una injuria al Par~ I lam~nto espanol ei que se est viese hablanao de espailolismo.'· ·No hablar6, pues, 'de si so 6 no sey espnilol: veint,e y un alios ha· ce que vine ala Poninsula; a ' me eduque; aqui he hecho mi pobre carrera politica; pero pobre todo como es, para mi muy honrosa. Desde el 0,1omento on que splan6 su interpelacion el Sr. Padial, con el cut;! estoy casi por co~leto conforme; y digo. casi, porque ha sido siempre partidario de la f utonomia, a mi ver mal ente ndi~n, y yo sey partidario por . compl to de Ia f6rmula dada por elseiior :Ministro de Ultramar,.es decir, uo yo vengo sosteniendo en 1a pre.nsa yen tod partes estas ideas, que yo quiero para Puerto-Rico el ·regimen igual, enteramente ig I, a! de las provincias Vascongndas; asimilacion politica por ~p et.o, aU:tonomia admtnistrativa. En eso selo me difereneio en c te pu to del Sr: Padial. Pero hay otro punto, que t el punto negro, y ·negro es, porque de negros se trata. Yo v,eo co verdadera penn, con pe'na que me em,barga el alma, que aqui se di an verdnde~ , que por amarkns qu sean, sen, si n e!Ilbargo, verd;ern , como las que ha aicho mi ihistre y que~idisimo amigo. el r . . Uodriguez. Quiero; pucs, y d ~sco . cuanto antes, porque el tiem me pareee aiemprp largo, quo se trate la ~uestion de La aboliciop e la esclavitud, porquc quiero quo Ins ·C6rtes e panolas de 1869 .se honren con esc t itulo, que indudableinentcl no hade ser el men~r lie los muchds gloriosos que lleva ndquiriilos has~ La fecha este :cbngreso, y que hade adquirir en adelanto, pero tambien en este pdnto no estoy conforme con mi amigo el Sr. Padi&l; yo quiero la mil ma f6rmnla que la del seiior ministro de mtramar: ai.se"la hubiera 'cho yo, de seguro que nolo hubiera
expresado con mas exactituJ. Hay quo busear una solucion 1 quo es dificil, .d~flcilisima, ~ro. que al fin, debe encontrarso, de que se haga Ia abohc10n do Ia esclavttud lo mas pronto posible, pero sin quo cl esclavo sepa que es libre basta el momento de serlo. Esta es Ia unic11 cosa grave que para mi tiene Ia abolicion de Ia eselavitud Ia unica · porque la abolicion gradual ya sabemos lo~ resultados qu~ ha dad~ en tod~ partes, y la' ~bolicion inmediata ya sabemoslos graves inconvementes que en st lleva. Pues vamos a inventar el medio de conl:iliar estas f6rmulas. La abolicion ·lo mas pro~to E,OSible pero que no lo-~E!l el_~selavo b~ el momelitO de ser ·ubre (Hz S;. RoMlgNez: Ese e.9 el secrete): este ea el secreto, como dice muy bien mi queri~isimo amigo el Sr. Rodriguez: Pero debo dar explicaciones acerca de mi silencio cuando el seilor Padial ha hablado. Yo; fraijcamente, no venia p~eparado, porque ten~o I~ de~gracia, que desgracia es, de no prepararme para hablar; venm,,sm e!IlbRrgo? en Ia casi seguridad de toner que hablar, jlorque supo~ta que en Ia mterpelacion ':" aludiria a l<ls diputados de Puerto-Rtco. Pero como el Sr. Padial, con un tacto esquisito, no nos ha aludido, ni directa ni indirectamente; yo, francamente, crei que debia quedar en mi sitio sin hablar, y asi me he estado. Mas desde el Iftomento que el Sr. Rodriguez aludi& a los diputados de Puert~-Ri co, y que el Sr. Vazquez pedia Ia palabra, yo me dije: «ahora entro Y? ," porqu~ el Sr. ~azquez nos va aludir;» ,y como el Sr. Vazquez sabta yo que no habta de conformarse de ninguna manera con el senor Padial, crei que est~ ~ra Ia ocasion oportuna de ~ecir que yo no estoy .eonforme con lat tdeas del Sr. Padint, ni con las ideas del seiior Vazquez. !'jo es esto decir que yG no est6 conforme con lo que aqui se ha man.ifestado, porque despues de lo que aqui se ha dicho brevisimamente, sucintamente, todos B!lbemos lo que cada uno pensnmos y qu?remos. Respecto del Sr. Padial a mi, Ia ~i~tancia os pequedfslma; qUtza nos separe tan solo pura y exclusivamente una cuestion 'de paJab'ras: respecto a los demas dignos diputados de Puerto-Rico nos· diferenciamos en mueho, en pun to a esas dos graves cuestiones' quo antes he indicado. Pero y111 que me he levantado, eapero de la benevolencla de la Camara me permita decir dos palabra~~ en corroboracion •de Ia necesidad urgentisima de que el seilor Ministro de Ultramat presente los proyectoa de ley que aqui nos ha ofrecido, no selo el 'de Ia Constitucion, sino los econ6q1icos y administrativos. La situacion de Puerto-Rico, senores, es insestenib,le. Yo no vengo' ' hacer cargos a nadia, pero me basta decir~ que deapues de trece ~eses de haberse efeetuado Ia revolueion de Setiembre, Puerto-Rico est& en peores condiciones, inllnitf:meDte peorea que lee que tenia antes ~e l11 revolucion. E8 verdad que en Ia historia de Puerto-Rico, .
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0 ·como e~ 1a historia ue I~ colooi , hay un hecho grave, •• n ensa. men\1 grave, yes quo todo lo bu~o quo ·h ay alii es debido, pbmese el Congnilo, a1 abeolutismo de Fe nando Vll. Desde ~I momento q~!l 1 libenad brill6 para Espana, bri 6 el despotiamo milS absurdo, m':l' be&Uai para las coloniu de Esp a, y lejos de ve~ir ganando, .han ido pmli!lndo dia por dia, molllJln por momenta, •!lStantc por tnstaate, balta Uegar a Ia situacion ctual. Se uuabba el Sr. Hodriguez e que el presupuesto, de PuertoRico ucendiOIIO de 75 ;.·ao millon !!• y no recordaba S. S. que ese pretupue.&o es e:r.ciuaivameote p . to~ g~ tos geoera.les. del pais, '! que no ee aplica mi.a que una par tostgmflcante de el a l~tos · de Fomento y de Gpberoacion. · • .."'\,_m· Sr. VICEPRESIDENTE (G rcia Gomez de Ia Serna): Huego a1 eeilor diputado ooosidere que t eoe pedida. Ia palabra solo para una aluaion, y .que, sin embargo, a entrado eo el t<?odo de Ia cues1 cuestioo .no es para tratarse de tion. S. S. debe compreoder que esta una ma'Deaa incidental; dia llegarf en que se trata ~:r.clusivameote ile ,ella, entonces es.ta'ran eo su ugar las conaideraciones que con tanta lutidez e:r.pone. · • E1 Sr. BSOORIA.ZA.: Pues !l'Dto ees me sien\o, seiior presidente. E1 Sr. VICEPRESIDETE (Gwrcm Gomez de 1a Serna): El Sr. Hernandez Arbizu tiene Ia palabra pa~ una alusioo . m Sr. HERNANDEZ ~RBlZU: eiiores diputados, dos coosideraciones me mueven .li. qlolestar. la a ~cion del Con~;"ll&o, dos consideraciones que ha inici~do el Sr. Ro nguez (~. Ga~nel) : una ~e elias es Ia interpretacion que ha queridt dar al s!lenc10 de los dtputados ·de Puerto-Rico, y otra I~ que se p oponia en su brillante discu:so, de dar Iugar a las maolfestacione de los diputados de Pue.rto-Rtco,. 'Mrqud'e te er'a el objeto que se ha ia propuesto el Sr. R~nguez: . Ruego a1 Congrej!O se. sirva disEnsarme alguna amphtud, ast como tam bien ee lo ruego al seiiflr p sidente.. •, • Cuando un pais hn. 'callado dur ote treint~ y dos a~os; cuando ba 1 estado alimentaodo esperaozas q,~e no ha v1sto reahzadas; cuando male,s que llevan de existencia slglos ·enteros; cuando necesid,ades que' 11 premian por el momento, ob~gan a obrar, no me parece, seiiore's diputudos, que~ prete~aion n~ .\enga al.gun der.ec~o, no me ·pareee q)le esa pretension se pued ·calif! car de 1mprud~ncta. Yo pien10 ocupar poco Ia atenc on de los senores dtputadoa; dada Ia ~tura en que se encuentn. I~ di cusion, no es posible ha~lar ~u clio.:Si, pues, se trata de saber sits diputados, de P~~rto-Rtco pleDsan como 'el Sr. Padial, ;-o maoife are que en lo politico desean que deaaparezca una situacion a virtu de Ia cualla Isla de Puerto-~ico ~iene rlgi~ndosewme una plaz~ iti~da dura~te c~aren~a Y mn~o ajlos. T6npe en cuenta que alh o r1gc cl C6d1go de Ind.us, que r1-
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ga unicamente Ia r~al arden de 28 de M.tyo de 1.835, y que en CSii rol!ol 61:deo se autortza al gobernador y capit~tn general para goberoar aq~e~la Isla por el regimen que Ia Ordeoanza establece para Ins plazas s~tmdas, lo c.ual ~a Ia nogacioo de todo derccho. En un pais donde nge esta leg1slacJOn, no hay seguridad individual no hay ga· rantia para el domiciho, no ~ay secreto para Ia correspo~dencia: vo dcseo que desnparezca esc regimen. . Eo lo econumico, Ia situacion de Puerto-Rico es insostonible· tic. n,e necc.sidndca que debeo satisfacerse. nl momento. Va atrav~;ando este pa1s hace tres 6 cuatro aiios por mucb.ns desgracin·s. Vi no primero un ho~roroso temporal, despue!)ln aublevacion de Lares, luego l~s ocurrencllla de Ia Isla de Cubao" y por .;ltimo, Ia revolucion 'de .Se! ttembre; y todos estos aco~~,tecimientos hau tenido alii una influencia directa, han alejado de alii los capitales, han despertado la alar~"'· Y Ia r~~olucion de Setiembre puso sobre el tapete una cuestion 1mport~nt1s1ma, cual es.ln cuestion social. Consecuencia de·esto, que los cap1ta:les so han retmtdo, que Ia agricultura por lo mismo no cuenta con los rccursos que nutes; y Ia ultima consecuencia de esc fencS~euo .serti Ia ruina y muerte, en sentido econ6mico, de aquelln nt1lla, s1 las Cortes y el Gobierno no resuelven pronto Ia cuestion. Tong~lo entendido el Gobierno y Ia Cli~nra, y en consideracion tL esto strvanse resolver lo mus pronto posible las cuestiones relativns r\ Ultramar. ~ El s .r. VICEPRESIDEN'l'E (Garcia Go}Dez de Ia Serna): Ruego nl senor d1putado que recuerde tieoe Ia pulabra para una aluAion. E1 Sr. HER A DEZ ARBIZ O: Concluyo: yil he dicho lo que me habin propuesto. El S'r.' VICEPRESIDENTE (Garcia Gomez de Ia Serna): Tiene In palabra el Sr. Plaja. . · E1 ~r. PLAJA: Seiiores ~iptitados, con la· timi~ez natural del que por P,l'lmem vez se levantaa usar de Ia plda'bra, me levan to a·ocupnr breve~ente vues~ra atenci~n. Pei'O me nlieota Ia idea de que no l}le negsre1s vuestro. mdulgeoma, de que tanto necesito. Se ha dado 1i enteoder que todos los diputados de J'uerto-Rh:o opinaban como mi compaii\lro el Sr. Padial. Ya dos 6 tres de esto~ diputados han protestado que no era ese su modo de pensar, yen no111-bre de los restantet~ digo yo que distamos mucho de pensar como ·et Sr. Pndial: pensamoa si, y .no hay en Puerto-Ric~ quien no ·piense lo mismo, que debe desaparecer Ia escla vitud; pero de Ia manera justa, racionai y prudente que se ha an uncia do por parte del Gobierno. ·. Abora voy ri. otra cosa. &tamos acostu~br~d~sa oir siempre que se declama contra las autoridades de las Antillas. Yo-no soy au defensor; yo no vengo a sostener que C,lj.Iltinue el sistema aLII seguido hasta nqui: quiero y pido las relormas desde luego. Pero me hago
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5 uenta de que al Dherlr i las autoHtlades, a quien se hiere es a mi · amada Ntria; porqne tee lengua.i+ (no aludo i nadle, hablo con .Ia mejor intenoion del muDdo) que ve~oa u...do por muclloa, tjene un~ intencion muy diferente de Ia del que han us~dO> los senores diputadoa que me ball precedido en Ia palfbra: lo que se pretende pot algunos • d~ar' aquellu autandades pars impilner al pais el deamor i Ia madre Pi~L iA qwitiene el hablar siempre de Ia ti. rani& que hay en aquelloe ~. el mal. gobierno y de los malos em pl.-doe? Si; eeiorel, ha habido uy malos empleadoa; pero, &los hay aqul, mejQI'ee1 Digaeeai no ha1 ·prevaricadorea. Cuando~ en Ia Peninsula, hay un mal Gobierno 1!8 gri~: jabajo el Gobiern~ ro eeilores, en lu Antill:I.B no se h bla aSI. Alii haee dos aiios y medi~ viene traw.ndole de pervert4' e espiritu buena y leal de los puerto riquenasi y ai bien ea verdad qil[es pequeoo el numero de los que aal maquinan, es grande au utqci , y procuran imbuir en loaleales habitan~ de Puerto-Rico un espiri u anti espt.Dol: esa es la verdad> ,\qui, en Blpda, euanilo ,hay un m Oobierno, ~dice, por ejemplo, en batal!Wa: 1afuera el ~obierno! ly jviva, v. gr:, el genera~ Prim! Pere alll, llilores, 118 dice: jmuera ~paiial !mueran loa 61!panoles y ,ivivaa.loa puer~-riqueooal como hibieron en Lares. Confleso que me he expreaado eon un poco mli.s de v~hemencia que la que debia; pero diaeulpeme Ia idea de que para mi,l ante todo, es el amor de la Pi. tria. Soy puerto, riquedo ]lOr eeencla y potencia: alii me he criado, alli me he euado, de alii son mis hljoa, y i aquella Isla debo cuanto r10y y eaan~ vilgo. Pero por lo miko que soy puerto-riqueiio, ~y. espailol, y muy eipailol. Creo, eeilores, que Ia Cimara es • canaada, y me reservo hablar en eate millllo ,118ntido euando 118 d_batao estaa c~eationea, que sie~ to en el alma ee hayan toeado ho.~e esta. manera. Ha ~icho un ora. dor que 1u provincial antillan¥118 anima~ al aaberesto;no,quien ee' animari serin loa Jebeldea deC ba al saber las frases que aqui 118 han vertido, fr&eell aamamente au ersi vas. ( Variol1eii0f'll tliptftadol pitk1t z. JHilMra). Sl, porque no s m!>mento oportuno para trat&r _. eueationee cuando nueat hermanoa, abandonan<lo sue familial para ponerse al.lado de sua. hermanos de corazon '!n Cuba, y de,nder juntol el pabellon espailal n'O 811 este el momenta ... .mSr. VlCEPR~IDBNTB (Garea Oome~ de la Serna): Ellti V. S.
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fuera de Ia aluaion. m .sr. PLAJA: Yo lamento con ami~~ lu Crases. que aqui se hail oido ..... Bt Sr. RODRIGUEZ (D. Gabriel) Pido Ia palabra. Ei Sr. PLAJA.: No he aludido Sr. Rodriguez; si lo· ha creido ul, ae ha eqaivocado·. · B1 Sr. PADJAL: Pid'o Ia palabra ara una alusion personal • .
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Sr. VICBPRESIDENTB (GarciaHomoz de Ia Serna): El Sr. Es· corlaza·tiene la palabra para rectlftcar, y solo pa.ra rectnlcar. m Sr. ESOORlAZA: Para rectiftcar, y solo para rectiflcar la usapero sin dirigir censura alguna, porque no tengo derecho, nl pue· do, nl debo, ni q,uiero, a la presidencia; yo deploro en el alma que haya tan poca tolerancia con. loa deaheredados hijos de Puerto-Rico, a quienea en eate momento nose les permite latitud para que con• testen i las graves fraaes que acaba de pronunciar el Sr. Plaja •. . El Sr. VICEPRESIDENTE (Garcia . Gomez de la Serna): La pres!·· dencia ha estado quizas escesivamente tolerante con V. 8. y con sus complll1eros, y este incidente no puede continuar asi. Contraigase, pues, S. S. a Ia rectiflcacion, porqne no debemos prolongar mlis, de' la manera que va, este incidente. El Sr. ESOORlAZA: Termino en cuatro palabras. El~Sr. Plaja ha dicbo que no aludia al Sr. Rodriguez; necesariamente ha debido alu· dir a algu'no de los tree diputados que hemos usado de la palabra. ElSr. PLAJA: No he aludido aS. S. El Sr. ESCCRIAZA.: Doy gracias al Sr. Plaja, y no tengo que decir mas desde el momento que maniftesta que no me ba aludido. El Sr. PLAJA: Ni a V. S. ni a nadie: he salvado las intenciones de todos. m Sr. ESCORlAZA: Repito las gracias al Sr. Plaja porque vuelve i'·decir que no me ha aludido al expresar que se hab~aJ?. vertido aqui pa}abras subversivas, que en vez de llevar alien to i nuestro& hermanos de Cuba, se lo llevarian, por el contrario, 8. sus adversarioe: Y como yo habia hablado antes, me consideraba aludido. Dice el senor Piaja que no, que no me ba aiudido ni a mini a n~odie; !lispenseme que le diga que no alcanzo que labioS'Son los que puedan haber ver~ tido aqui las palabras "ubversivas a que s. s. se ha referioo. Ha dicho S. S., y a esto quiero concretar ~i rectilicacion, que nqui se han dirigido cargos graves a las au'toridades de Puerto-Rico y duba, y que lo que se bacia y ee queria era debilitar alii el p<X!.er de Espana. Yo creo que nndie los ha dirigido, a lo menos por mi parte; y no solo no nos hemos 'dirigido t..las autoridades personalmen~e, sino que, 'por el contrario, hemos tratado de evi~t nombrar 8. nadte, ni hablar .de Ia situacion actual, reduciendonos a )lablar en general de la situacion que viene atravesa:ndo Puerto-Rico desde 1836 basta Ia fecha. No creo, pues, que haya zaherido 1\ las autoridadea; per~ ~i los hechos zahieren, ahi estan loa hechos, que constan y son los stguientes: cPresupuesto de Puerto-Rico, "15 ~illones. Presup.ue~to de 'instruccion publica, 2.~ pesos., Adem~, en una · ¥rovmct~ de 600.000 ·habitantes hay cuatro ayuntamientos que no ttenen atrtbu. cioneB de ninguna j:lalie. Esta es la..~~ituacion admin.i strativa de Ia Isla de Puerto-Rico. Y·respecto a Ia cue~tion econ6mtca; ya ha ma·
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55 aifeatado el Sr. Arbizu que, H. la v z que las cl"!!ot aotivas cobran ~lo con un ret~ de trea meaee, a las pasi.vas·se lee estan debiendo 1ete, ocho f ~ICZ mesea. De COn ig iente, Si e ZllhierO a las autorid~OII i.l mantles tar esto, saran los 1echos los que las za hieran; por nu .parte no lo he veritlcado. . Bl 'r. VI~PR~~DEl TE {Gar ia Gomez de la crnal: flay va. r~os eeilores diputados que han peel do Ia palabra con algun calor a! o~r algunas de~ Sr. ~lajai pero des ues que esto senor diputado ha .d.tcho que no ha aludido 'nadie, c o que todos de ben dar:w~ . satisf'echos, Y lell!l ruego que pongan rmino a esto incidente. El r. Ro>driguez ~ione Ia palab . El Sr: RODRIGUEZ (D. GabrielJ1 He pedido In palabra crey6ndo~o al.ud~do; pero puesto que el Sr .. Plajll ha dic.ho que no habia alud&do 11 nmg~no d6 sus companero ha rectitlcado la frase que antlls pronllllc&6, . reconocien~o que n ipguno do los diputados quo han to.mado parte en esta oueshon ha p onuncindo palnbras s ubvorsivus• . Nnttncio la palabra. · ' . •. Sr. ·VICEPRESIDENTE (Gar ia Gomez do Ia Serna): El s01ior ,~hmstro d Ultramar tiene Ia ()'ala a. ms~. Ministr;, de ULTRAMAR cerrnJ: Si no hay inconvcnicnte, podr&a el r. Vallin hacer uso d Ia palabrn. · El Sr. VlCEPRESIDE TE (!}arc a Gomez de Ia 'erna): Et' 'r. Fernandez Vallin tione Ia palabra. . · El Sr. FER~ANDE~ VALLIN: a Camara abo lo cnem igo que so.y de hacer d•scursos; sin embarg , me veo en cl dia de hoy on Ia tr&ste necesidad de habl!lr. · Mi ~uy querido amigo el Sr. R riguez ha lastimndo (sin qucrerl~ SID duda) ·e n mi persona 1\ los· hacendados de la Isla de Cuba. (f/l ~drig~Jez pid4 ta palabra pa a rectiflcar); y lo qu'e cs mois, el r. Rodr&guez ha I&lltimndo al ~llo exo de · Ia Js ln de Cuba. La vcr.1 dadf la politica, sobre' todo, y Ia g Ianter fa: in nata en todos los pceh?s nobles, me obligan ti hablar e n C;Stc memento. Yo no puedo menos.de negar rotundamente el he ho nducido por el Sr. Rodriguez en su: brillante improvis cion. 'fan abolicionista como puede 'serlo ~· ., y nute e ~sto, l!il!ndo, co~o . 0); , hacendado en Cub.a, no creo, s•o-embar~, que este era el memento ni cl Iugar de aducir un hecho violento e inexacto, que no se cotibe pueda comet'erle ninguna 1lam~~o. cubana. Los senores diputaao saben parfectnmente cual es cl tipo· de la mujer cubana: la d•l1wra la muje1· al'tlaluza 1/ la fiereza de la (!\Ilia. . En.el eorazon noble de una muje delicada y sen ible no cabo, ni el>eounto del hccbo inhumane quoS . lm citad,>. Y yo, e n nombt·o do aquella sqciedad, nie o y proto t co ntr:1 e tl alinuac:on, que e . pcro que el ::lr. Hodriguez r.:ctilicara, porque rcctillc cion c;aoo cri el.
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s,·,
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Dcspues documplido con este deber, 'voy a Ia alusion personalisima al diputado que se (sienta aqui, y al diputado que es kac11tdado '"
Cuba. Niego tambien al Sr. Rodriguez que en los ca·mpos de Cuba existan esos hechos escandalosos que se citan, ·esos hechos que solo caben e:J. Ia imaginacion do loa mtis entusiastas negt6tllos. Yo dire tambiet1 tiS. S. que e n esto sitio se de ben ahogat los sentimientos del corazon, que la cabeza debe dominar a tlsto; qu'l los legisladores deben ser fries al tratar cuestiones tan candentes como ~a de Ia esclavitud, que neeesita Ia mayor calma y el linimo mas sereno pa~a ser tratada como se debe; que es prectsa toda la frialdad de la estatua de la ley para resolver las cuestiones de Ultramar. Voy ti coil- ' cretarme a In cuestion objeto de este debate. Yo no puedo menos de ·encomiar, como diputado de-la nacion Y hacendndo de Ia Isla de Cuba, las bellisimas frases, las ideas prtieticas y de {!'obierno del senor Ministro de Ultr~mar. Reciba ·s . S. mi humilde felicitacion. Sin embargo, dos sistemas nos ha presentado ~. S. en la cuestion de Puerto -Rico: la descentralizacion, 6 sea lo que se ha llamado basta cl din Ia autonomia, y la ~similacion. m seiior Ministro de Ultramar, en su bqen deseo de ac~rtar, .Y atendiendo li lo ·critico de las circnnstancias de aqhellas provincias, ha tdeado un sistema ec\Cctico. Yo, seilores, como politico no reconozco el eclecticismo; entusiasta economista, he saludado con placer Ia economia politica eclectioa. En politica creo necesario un sistema ti otro. Los senores que han tornado parte en este debate han creido que el sistem:1 ex istente en el Ca nada eA un sistema ingles: cuando· el senor Ministro de Ultrama~ presente su pensamient? sobre las .A:ntillas, me esforzare en demostrar que es 110 error y un error el considerar quo el siste ma del Canadr1 y ~1 de Ia Aust~alie. es_un siste!lla inglt!s, y probarti que e~ un sistema emi11ente~1e1!te ~spa11ol, que tiene su fuente en los COdigos espanoles. La cueshon somal, que por desgraciase ,ha tocndo hoy aqui, creo que_debe ata:arse ~e .fre.nte. En este particular participo de ,Ia opinion del senor Mm1stro : cuando .hay un peligro, debe ~bordarse de frente, no de una mane~a indirecta. La cuestion de Ia esclavitud es un peligro para. las Ant•llas, y no9otros debemos aborda.r .de frent~ ~~.ta. cuesti.on y discu.tir f~ancamonte los dos sistemas, el de Ia aboltc&ou 111med•ata 6 medmta. No concibo, seiiores, como presentandose en las COrtes un pe~sa miento de a:bolicion inmediata, este no llegue ti America. .. Por lo tanto, creo que es un sueiio el trabajo silencioso ?el. 11eilor Escoria~a. La abolicion es una cuestion em\inen~emente pract&c~ ~or si misma, y no cabe mtis que uno de los dos s1~t~ma~: ~ abohC&on inmedintn 6 nbolicion mediata. Ycr'aplazo el enut&r m1s &dens sobro cl particul~r pam cu~ndo vongn csa cuc~:~tio;1 aqui, para cuundo t:>~tti
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56 110bri el tapete, para cuando eo aboif'rancamente; y ilUtonCOII veri la'OUDara c:Omo los hacendados cub nos, yen especial el ·que tiene la honra de dirigirse a las COrtes, en ndemos que debo resolvel'8:8 Ia· cueation jle Ia eeclavitud. · · Nlda mu tenia que deeir. ErSr. VlCEPRBSIDENTE (Garei Gomez de Ia ~rna) : El Sr. Ro· drigun tiene Ia palabrt para rectiflt. · E1 Sr. RODRIGUEZ (U. Gabriel : Con mucha brevedad, senor pretlidente. . . · El r. Femapdez Vallin me ha a usado de un crimen dole~~ lanteria. Yo confteeo que no soy mu galante; pero, sin embar~ 110y demf!Siado para pennitirmo diri ir'ofen~ a laa eoiioras. AI hacer considei'aciones general~, rellriendome despues a ciertos beeboa .,_Dda\OSOB, heehoa ve aderamente abominables, yo censuro eoguramente el beeho y a 1 persona que lo comete. Pero, Lpor que ruon ha de entender el · r Fernandez Vallin que yo ofendo ~ toda& a& aeiloras do If' Isla de uba, cuando solo m!! dirijo, no a Ia liliora, ,sino a Ia furl& que hizo 10 que antes ci't6~ Y vuel vo a inistir. en laexactitud de eeo' heeho, omo de ello podr& convencerse '01 r. F;ernt.Ddez Vallin despues de o rme y de consultar cunntos dato tenga por conveniente. . Asi, pue , si contra mi volunt&d be ofend"ido a las eoiioras de Ia 1 Ia de Cuba, yo desde aqul·les pido umildemente pe~don, .como se pide aiempro a las seiloras. No ha si o tal mi animo: yo l~. admiro y respeto mucho, como admiro y re to siempre at bello sexo, si no t11!lto como el r. Ferna""Ddez Yallin, caso por toner una sensibilidnd meno viva que Ia deS. ,, lo basta te para no permitirme comet(lr Ia menor ineonveniencia. (Bl Sr. F. r11antkz Valli" pitk la palabra) . · Y.concluyo ail.rmandome de nue en el becho que antes recor- · de: no queria citar z;~ombrea de cr4'in.fales en Ia Camara; J?ero puesto que ·ee pone en duda lo, q,ile.digo, ~ veo en Ia precision de consig·llar e14le Ia persona que cometi6 'WI deli to. Se llamaba Ia eoiiora de C~lleja Ia causa del· castigo fuc el habel'le bobido Ia esclava un vaso de I che; se form6 causa a Ia seiiont, y el trlbun-lla conden6.;. reelusion : lla se escap6, yen ill actualidad vin ·eu los Estados-Unidos. Si el · Fernandez Vallin tierie alguna dud& sobre esto, puede dirig1rss al iniaterio de Ultram!'J', donde es eeguro que encontrari loa datos qu comprueban Ia euctitud de Ia I cita. He concluido. Ei i:. VI<;:DPR~IDENTE (Garel Gomez 3e IIi Serna): El Sr. Eseoriaza· tieDe la pela~ra para rectiflc r . .EI Sr. ~OO~lAZA: .Dos pal!lbrtyt solo para .r cctillcar al r. Fern nde'l Valhn. lD duda alguna, 6 y no he sab1do explicarme, 6 su ~edoria no me ha oomprendido.
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Yd he dicho que eataba co~pletamente de acucr~o con la_f6rmula deleoilor Ministro de Ultramar, que decia que el mcon..,emente do la abolicion gradual chnsiste en que desde el momento en q!le el osclavo sabo que va a aer libre, to es en realidad. Y yo digo: eatoy conforme eon Ia idea del sei!.or Ministro de Ultr(lmar: no es que Y~ no quiero que se sepa en Cuba lo que aqui discutimos; lo que yo qu1ero ea que el esclavo no tenga derecho a decir..que es libre mas que cuan· do reciba Ia libortad. ' . EBto es lo que tenia que decir. ·El Sr. VICEERESIDENTE (Garcia Gomez de la Serna): · El seilor Miniatro de Ultramar tieno Ia palabra. El Sr. Ministro de ULTRAMAR (ltecerra): Senores diputados, 4stoy seguro que on el sentimiento de todos vosotros, que en Ia impresion que teneis en este m~mento, dominan dos ideaa encontradaa. La una \)S que, a pesar del ·entusiasmo que en vosotros ha pro:ducido el ol}servar que esta es Ia primera vez que se ha tr:ata.do en el· Parlamento espaiiolla cuestion de una de -nuestraa provJncJas ultra marinas, de Ia provincia de Puerto-Rico, se han mostrado al parecer tales diferencias, modos de ver tan opuestos, apreciaciones tan diversas criterios tan distintos entre los mismos repPesentantes de aquella Antilla. Y Ia otra, que tambien estoy seguro ten~is, os un sontimiento de benevolencia, porque esto prueba el entusJaamo de aquellas provincias, el entusiasmo de las q<irtes Constit~yentes Y ol entusiasn'io de todos los espaiioles; porque alii donde bay una pro vincia espanola, alii donde hay siquiera un espaiiol, alli esta repreeentada Ia honra de Espana, Ia bandera de Espana·, la integridad _de nuestra Nacion y nuestro porvonir. . · Pues bien; esto era natural, porque es fruto del entusiasmo, os hijo de la necesidad que se sionte tratandose de una cuestioh que por sl cs delicada y dificil, y para cuya resolucion tod~s quieren bu car el mejor acierto, todos quieren encontrar el medio mas segt,tr.o, Ia soluCion mas conveniente; y h6 aqui por que aparecen criterios di~~ versos, diferontes opiniones y distintas maneras de ver. Mi amigo el Sr. Rodriguez estuvo en el fondo completamente de acuerdo con las soluciones que yo proponia: y no p9dia monos de ser asi, puesto q11e perteneciendo los dos a Ia miema esc;uela, siendo el uno tan radical como el otro, teniendo el uno tantd patriotismo como el otro, el Sr. Rodriguez sabe, lo mismo que yo, distinguir 1? que es un ideal de lo que es Ia prictica en un momento dado, sin rcnunciar por ello a sus opiniones. En resumen, el Sr .. Rodriguez sabc que en politica se haec en un. momento dado 1~ que se puede, y que S"e concede·el grado maximo de libertad quo el estado de civilizacion ., d'e un pueblo permite. . Hecomendaba mi amigo el Sr. Rodriguez al Sr. Padial, ·al Sr. Es~
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c~riaa y " loe domlis o1iorea prosentantes de Puorto~Hioo h1a prontu re(ormu, lo mismo poUt oas, quo econ6micas, que socialos de aquella provincia ospaiiola. eolno yo me honro con Ia amistad do toe IOilorea, yo 116 que e ta os u a ·eitCitncion, y de riingun modo · ' una ~nvencion que pudicra on olvor ol mti ligcro cargo; poro al ftn, como en todoe los gobiornos ibrcs lo hombres que tie non 111 \lonra de ocupar eatoe .p~:~estos de n esplicaciones clarl\8, catog6ricas y terminante de sus ctos, b tono os que yo dig& mi modo do ver en eat& grave cuestion. . Todo lo qu e cambiar Ia m1:ern do ser de un pais; toclo~uc e tablecer lu relactonC!' que h n do existir entre lo go born~ Y loe gobernad01; todo lo que os ar leyos 6 reglas, 6 C6digo fundamental en el cual deben oonsiguarse los dcrcchoo y debcres do lo~ ciudada~os, Ia mal'lera de e.r del (i~dividuo .Y do Ia prop. icdnd, todo c reqUJere un gran reftc 1on, todo eso ex1ge un dctonido esturlio y mndures, y sebre todo, imponcta nocesid11d do tomnr informes y p~~~icar a.vori~~acione. , par. mod. · de Ins per onn. ' que por sus condJCJones ,y·poe•cton estcn t:QJ\S en radas do Ia neccsidndcs y aspiraione de aqucl pai . Y si e ver d .que los principios etetno de Ia ju ticia sen apliC~tbles a todo l 'pncblo:i, lo es tam bien que esos principia en ciertas circun tnn ins y en dcterminados momento:; tienen quo aplicarse y amoldarse I Ills necesidndes del pueblo de quo trate. El Ministro do Uitrnuia tsn pronto como estu vieron en Madrid lo seiiores diputados•de Puerto-Rico, ba creado .uno. comiion que Le propusjera .fodas In rcformn , lo mi mo politicas, quo eeon6micas, que seciales, que de iernn introducirse en aquolla Anti· 111\. De pues de cumplir e!la comi ion su encargo con el celo, p3tl'liotismo y dignidad que ern dee pe ar. de todos y Cllda uno de los individuo que Ia com}X!nia~, el !!hnistro d.e ltramar h!' tenido que rov.iaar y meditar sobre todos lot trabajos, y ha puo· to cuanto estabt\ . d.e u parte pam traer 'C i'fruto do sus estudio ·con II\ premura posible, y ofrecc pre entar pronto a las COrtes todos los proyectos quo se rofteron a Ia mnnera d se , ti Ia ml:\ncra de vi vir do Ia provincia dd Puerto- Rico. •
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ha hablado aqui del ml\1 e te 6 del otro 6rden, de Ia mala ca, a judicial: se ha hnblado de iior.Rod~iguez deciamuy bien: y pa def istet:na· Pucs bien, seilo eion, ni a on homurc honrado I r negnrlo": lo homutc , com <Ieben dccirlo con franq,•cz:\. En pauol ba adoledJo y adolccc de
u,mp!imiento de los e~pleados de dministracion, sen. civil, sen politiescesos comotido2. l\Ii' amigo el scno inculpo ti nadie, c to ser•i cui· , ni li un Oobierno, ni a una Nncumple cuando ha comctido erroIn nncione , cunndo se cquivocan, li opinion, el sistema colonilll esra vi:simo$ dof.:ctos: {~no otroR toea
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rlos on 111)11\rto qno so puolitl, ~ipmpt·c cun rulloxion, ~iom · pro con d urez, poro con resolucion. Este a stoma, sin embargo, quo ahora no homos de oxaminnr porquo n os el momonto oportnno, i.no tiona olemontos, no tiono comlicion ningunn do oxistencia1 LEs ausurdo llCil~o? Pttes 1i pcsl\r do todos s dofoctos, ti pcsar do to nor quo modillcarlo, tal voz roomphlzarlo, s lo cicrto q 110 al abrigo do/es9 slstoml\ Ill guMs do nuostms prov' cias ultramnrinas lmn tcnido un aumento de poblncion lJUC pued compnmrso vontajo ·a monte con ln. nllcion mtis privilogiu .. 1 da, y hnn aumentlldo su riqueza en una proporcion que deja muy nt~a\s Ia dp los Estndos-Unidos. De mtmert~ que oso sistoma.defoctuo~o . como ro crco que lo es, tieue, sin embargo, condiciones tales, qu.o ha pormitjdo un gr11n dos;mollo en h1 riqueza yen In pobbcion. Dioho ol\ mito on honm de nuestro pais, quo si ho. comctido gmndcs orroro , ori Cll~bio ha sido m:is1tumano, m~s civilizallor que otms nacionos o rtiza muy di~tintt1 de In ncion cspllilOltl, y ,quo p;p.n n por mtis 1dohintndlls quo nosotl'Os en ol 6rden do It' civllizacion. i,Qucreis h prueba? Pucs voy ti prose nti1rosla. Alii dondo los cspatiolos eaten oron sus conquistns. alii dondo otrns nacionos no lmn llogado a do iuar, cxistc una raza indigem~, pura 6 cruznda con los cs)H\11 los, Iva 1\lguna quo otra oxcopcion. Pttos ion,'dondo quiorn quo hn ostondido ~us conquistlls ln. raz1' tmglo ..saj na, tal vez viendo en dcfinitiva unl\ cuostion politlcll, tul voz por. la mira cgoistn do toner unl\ razn tntis fuorto, mas activo., mtis apto. :Para In ci vilizacion, Ita hecho deso.pareccr In razn indigona. Hu.bni corlscguido los fines que tal vcz se p~oponill; pero es ln. verdad que .lo ha techo ti costa de II\ humnnidnd. Por eso, donde ha 111\bido y hay asp iiolos, s ubsis to Ia razn indige.nn: dignnlo las Rop(tuliq•ls hispano-~mericanns; y do ode se prcsontll Ia raza nnglo-sajona, ol in· dio dosap rece. E ta osplicncion no supone que ~e hnyll'n comotid o grundes rores: los hu.y, yes natural que Los hn.yll mayoresquoa11.ui, porque nquellns posesiones estlin muy lejos de Ill Peninsula, porquo no ha hnUido hastll ahora publicidnd, y porque n? ostlin bnjo In in. ftuencil\ d) recta, no dire dol Gobierno, sin!? de Ia opinion publico.. Pcro aunqu~myamos de confesar quo se han oometido orrorcs, i,hamos decreer uo nl!estras Antillas so hllllan en el mismtl estado quo Ca . freria~ P tambien he de decir una cosa a este pfop6~ito, y es quo en nuestr s provincins ultrnmarinns so hn disfrutttc,lo siempre unt\ li·· bcrtad in ividual prlictica, y que solo en muy contados cases so hn . atropelln 0 a algunos de sus habitnntes. F.s .dccir' que si por una parte In I gislncion era defcctuosa, por otrll resultr1b11 '11na tolerl\nci a y una lib rtad· pnictica que quizti no so encuen t'o en otros paise~. 'd 1lichd esto en honm do nuestro pais. En cmmto ti Ius nutoridado:~ quo hoy haco tiompo· didgcn los dcstr'itos de , uqucllus prqvinciu~.
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ci.ro llltA que el Gobierno de Ia cion tiene el convencimiento profulldo de que cumplen con au de r; ai asi no fuera, no eatarian alii. Be ha tra~o aqul, como era natEI.aunque porinoidcncia,del prelapueate que hoy rige en Puerto- ieo. Materia ea eata que necfl!lita u dltenido ~stud io, y no ea poai le tratarla aqui como de pa~~~da. Aqui vendrin to. preaupueatos, o solo de Puerto-RicO, sino de lee d•IIIU provinciu ultramarinaa, entoncea las COrtes examip.ara!l 11101 preeupu~ loa.eetadoa de riqueza ypoblacion que tienen eaas proviDciu, 'y coa todoa eaoa da~podri. sa_!>e~ ai estan mas 6 m«Snoa recarpdu que las dem&l rovin3ias espanolas. Ya he · o ade!DU gu to de a lu lte8 Constitnyentes que en proyecto de las reformu eeon6m s 88 hace Iii. rebaja del 30 por 100 en el preeupneeto de Puerto-Ri .· Parecia que reepecto de Ia eac vitud debia haber diversas opiniO: nee, yen rigor no las hay, puea todos estan conformes en que hay que resolver eata di1lcultad. Asl, puea, eonformes iodoa en este punto, 'd~moa tratar, como elm efe to trataremos, d!l 'reuolver Ia cuestion ~e Ia e8clavitud de I~ mane mas eonveniente para los intereses del pa~, y de Ia manera mia eo. ven.iente pa~ los esclavoa .miamos. Bueno es, sin embargo, advertir ue ahora solo tratamos de PuertoRico; y eata advertenoia procede porque una· reforma que 88 rellera a Ia manera de aer, a Ia m.aner. de vivir, a las relaciones entre gobernantea y gobernadoa,. puede r conveniente para Puerto-Rico, y puede no 88rlo para Filipinas; p ede eonvenir a Cuba, y puede daiiar i Fern.ando P6o, como puede no r conveniente que todas las eolonias tangan el miamo AQO de bertad que Ia metr6poli. Y al hablar de esto co.n teata de paso ami-amigo el.Sr. Vallio, ' qu.i'ln empiezo' dando las gr ias -pur ras lisoojeras fraaes que m~ ha dirigido. Hablaba . S ..de lo que habiamos propueatQ aqui para uba y Puerto-RicO, y yo debo ordar aS. !!!··que hoy solo 88 trata ..de I!U!!rto-Rieo, porque yo ho te go Ia culpa, ni Ia tiene Ia Asamblea, ni Ia tiene el Gobierno, de ue no est6n a<~,ui preaontes los dipotadOJI de Ia Isla de Cuba. A:q f se hallan solo loa de Puerto-Rico, y YC? c!reo que estan muy lejos dd tener la pretensio.n de querer rep~aentar Ia Isla de Cuba: ~ ·Nosotros tenemos gran deae de que se hallen aqui 1~ representantes de li Isla de Cuba; pero 1 estado en que aquel pais se halla no lo .ha permitido. Yo he eons lt.do eon la' dignisi ma autoridad su -· perior:de la J.ala para saber si ' 'an hacel'lle ill! eleccionea; pero el .tado de .guerra Jio pen'nite qu 88 hagan las elecciones de manera q1,1e repreeentan geliuinamente voluntad, las necesidades, las aspiracionea y los d88108 de aq ue oa habitantes. Cuandt> Ia tranquilidad ae restaplezca, cuando eaa oluntad pueda manilestarae libremenWI, ae harin las eleccionea vendrin aqui los representantea de
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Cuba. Y'hay otra razon para que lo haga~os asi: Cuba tendra todo lo que debe tener; pero nosotros nt> eoncedemos lo que se nos pide por lafuena. J. El honor de una nacion es como el de un individuo: a Ia fu~ se contesta eon la fuerza, y las esplicaolones no se dan mientras se tienen las armas en la mane: cuando se' apela a lu' arm.a s se com bate, y deapues pueden venir las eaplicaeionea. Venceremos, y despues llevaremos alii todas las reformas que sean neceaarias para aaegurar Ia suerte de aquel pais, para eonservar Ia integridad del territorio y pa-· ra mirar por nueatro porvenir en el mundo, que alguno le espera, porq!Je al1ln existen en el mundo 40 millones de s«Sres que hablan Ia lengua castellana, y resolverin, digo, lo que crean mas conveniente a los intereaes de nuestra Patrla, a! honor de nuestro pabellon y al porvenir de nuestras provinclas ultramarinas. ElSr. PRESIDENTE: El Sr: Fernandez Vallin tiene la'Palabra para rectiflcar. · El Sr. FERNANDEZ VALLIN: Principia dando las gracias al 'senor Rodriguez por las esplicaoiones que se hn 88rvido dar relati vamonte al hecho aqui citado en Ia sesion de hoy, y acepto tambien con mucho placer las palabras que me ha dedicado. Para rectiflcar alseiior Ministro de Ultramar, solo dire dos palabras. Yo he eomprendido perfectamente que el proyecto de ConstituciOil'·88ri exclusivamente para Puerto-Rico; me felicito por ello. La llsla de Cuba aspira a una deacentralizacion completa, Existen para el gobierno de las provincias ultramarin11s dos sistemas que 88 hallan el uno enfrente del otro. En su dia, Y. ouando se trata la cuestion, tratare de pro bar que el sistema llamado ingles, vigente en el · Canada, es un 's istema eminentemente esp,.nol. Hasta ese dia, · seiior · Ministro de Ultramar. He concluido. El Sr. Minlstro de ULTRAMAR (Becerra): Pidc;» la pala-bra. El Sr. fRESIDENTE: Tiene V. 8. Ia palabm . El Sr. Ministro de ULTRAMAR (Becerra): Es para deci.r dos a ini amigo el Sr. Vallin, y me alegro muchisimo de que S. S. haya rectiAcado, porque eato me proporciona Ia ocasion de rectiflcar tanrbien 'o tra apreciacion suya, de que me habia ol~idado. Decia el Sr. :Vallin: eEl Ministro de Ultramar ha examinado los doe sistemas que hay en Ia materia: el uno llamado nl.ia 6 me nos propiamente ing~es, y yo adado 6 mt!nos propiamente auton6mieo, y el otro de la asimilacion, y que despues habia adoptado un sistema eclectieo.t Y proseguia S. S.: cEn politica no me gustan los sistemas ecl6ctieou -Bl Sr. Vallin y los 88ilorea diputadoa eompren\ieran que tam poco me·gustan a mi. ~ero ~nvien~ hacer tSa observacion. El quo yo propongo, ;.es un s1stema ec16ct1co? El eclectici ~mo eonsiste .en aflr-
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m r el ai y el no, en tom1u el t·; mino medio entre dos oxtremo · ,. elonamente no e un istcma fllo 'fico ol oclccticismo que consi~t~ en allrmar que dos y cuatro o siet , como t6rmino medio entr .unoe que .sostienen que suman sci y otros quo doftendon· quo suinan oeho. no es verdadero eclect i mo, no cs el eclecticismo lllos6t'lco que busca, noel termino med o, sipo cl justo mcdio. · Jlero on Ia materia de que se t ta pre ontansc Ia cucstion do orgilnizacion y Ia cue tion d~ relaci nes entre Ins provincins ultrnmnrina y Ia ~adre .Plitria. Yo creo ue ntllli hny, obre todo, una confu ion en el sig~illcado de las pal bras: yo entiondo qnc pucde hahor a! mi mo tiempo asimilacion y a tonom. fa. Ln nsimilncion no~o ser de tal. manem que sean nplica los pnlabra por palnbra y p~~ por p~nto a las provincias de I rnmar todns In di ·po icione quo manttenen la unida~ entre Ins de n metrcipoli. Y. la nutanomin, i,pnl'll qut! o da? Para que las Antilla pncdan trntnr de todos los nsnntos que a elias oxclu ivamcnte i tcresnn: do modo, que Ia Isla do ~·~to-~ilih t ndm todas 1188 atri uciones con ccdldas 1i Ins provincaas peom ,1~lares, mas algunt\S ot a que In correspomlcn por su poicion. pa~ti'cular. • ; Rec';'erdo que se ha hablndo eJi v.arias ocasione de de ccntraliznc!on y de federacion, confundien o e tns palabrns, sin comprender que puede exi tir una de centra liz cion r.omp1cta sin haber fedoraion 6 separacion. PertenccQ (, Ia rovincia todo cuanto afccte !\ los intereses que son de' In provincia, y al municipio todo lo que se reflera a lo que son del ID)Jnicipio, iempre que no choquei.. con lo. in~.reses generales; y pertenece l E tado todo lo que colistituyen los· mtereses generales. Ho aqui, p es, Ia asimi lacion; lui aqui Jo que e Ia autonomin· dejar a Ia provi ia y al municipi.o amplia libortnu pnra ,di. poner de ' us intereees, pe o in romper Ia unidad nacionnl. · Yo preguntaria a lo~ IMU'ior de l11: extrema ·izquierd11, si ·estuviernn ntado en la Camara, si·ellos c& su federncion podrian asegui'ar al mmicipio y a I~ provincia esa i dependencin. Pnes bien, esc sis-; tema, que no dire que es nuevo, a n cuan~o en ninguna parte lo he vi to, e11 el que trntnmos de apli ii In Isla de Puerto-Rico.....£__ , Et Sr. ~CUETARlO (Marques de Sardonl;: Habiendo 6au!;) 0 tres aeiiores dipn~dos .en el deb!lte .obre Ia interpelacion, i; e pasnr:i a otto asnn~o? . El acuerd'o de las C6rtes fue aftr
alta que11ea Ia posicion del que faltc, por grandes que ~an 'sus g loriiiS, y por m,uchos que sean sus tnerecimielltot, en Espaiia, de hoy mlis, la iey e1t1i por e11ctma de todoslot hombres,• fueron de' grande efecto por su enter.eza: El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Navarro y Rodrigo tiene Ia pnlabra para dirigir una pregunta al se1ior Ministro de Ultramar. El Sr. NAVARHO Y H.ODUIGO: Ha tenido Iugar e~:~ta tarde un debate gmve y solemne; en quo se han tratado cuestiones quo nfectnn gm,ndomonte li nltestro porvenir en una y en otra Antilla. He~ mos oiuo nlgunas exugeraciones; yo 9reo que el patri6tico y elevado clisct,mio que lta pronunciado el seiior Ministro de Ultramar ser1i bastau to correctivo pnrn esas exngeraciones: ·ha habido, sin embargo, Ul)a COSa Un tanto velnda, un tanto OSCUra, en los di~CllrSOB de dOS de los seiioros diplttados que han tomado parte en el debate y que me obligan a dirigir una pregunt~ a:l Oobierno de S. A.. el ~ege nte. Creo Imber oido nl uno que Puerto-Hico so encontraba hoy on una . situncion tristi11ima y vergonzosa, sobro Ia cual habia que tondet' un tupido velo; y creo llRber oido al otro, que hoy, deMpues de trece mcs~s do revolucion, estnba Puerto-H.ico on una situn~ion peor que tln t1empo de Gonztdez Drabo. )' o pregunto al Gobierno, auqque Ia pregunta es ociosa desdo el memento en quo no h11 aparecido en Ia Gaccta Ia sepnrncion de aqnellas uutoridades: i.estli sntisfecho el Gobierno de Ia conducta, de ln tolorante odministracion de aquellas nutorjdades en presencia de uco.ntecimientos tan graves como los de Cub~t, teniendo · p~esente In proximidad de Puerto-H.ico ti. In grande Antilla, cunndo tanto han trabaj ado los revolucionarios cubano purl\ llevar R Puerto-Rico el fuego de La inl!urreccion, cuundo se Ita diclto tam bien quo los Cltbnnos hnn tr.abajado pnrn enviar refuerzos li 'los revolucionnrios de Espaila1 tEsta sntisfllcho el Oobierno ~e Ia conductn de aqucllas autoridades? Por una coincid encia casual maiiana so:lo el ~orreo para Ills Antillas, y ya que puedan ir.los ntaqnes que se han dirigido 1i. aquellt\S autoridades, bueno es que en todo caso vaya tambiun Ia dcfensa: lu.! aqui el seci'eto de 'mi pregunta. El Sr. PRESIDENTE: El Sr. Ministro•de Ultramar tiene la palabra,. · " . El Sr. Ministro de ULTRAMAR (Becerra): La segunda vez que he hablado creo haber tenido la honra de 'decir que el ·Gobierno se encontraba satisfeeho de la conducta de las autoridades de Puerto-Rico; y esta aftrmacion que el Gobierno hubiera hecho expontaneameo,te, agradezco ami amigo el Sr. Navarra que me .haya proporeionado ocasion de reiterarla «on ·Ia pregunta q~JO ha tenido 1i bien dir•girme. · · ' Para olio repetirc mis ~alabras de a!Hils: si ahora se preguntase
ta p.-egunta del Sr. Navarro y
odrigo que sigue, se hizo y conno estando ya ell. · el salon I dipu~des de Puerto-Rico. Las fra.'!611 acentuadas del SJCiibr ministr , •en la inteligencia de que, J10r
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si en lu Antillu los emp esdos todos, de todos los 6r-
deMt, habfan eumptido con su deber y o se .babia cometido ~ingun abuso, le · ria.imposible ·responder con evidencia: se habra cometido algun abuso mayor 6 menor; pero lo .ue puedo aaegurar .es que el Gobierno e1t satiafeeho del celo, del p trlot!smo con que basta aho~ . ra ban dielempedado sus funcione la~ utoridades superiores, y que est& resuelto, y ullo ha comunicado a aquellas provincia8, a hacer que .toda. cumplan con su- deber; ,,. la i11ltlige16Cia de IJ"l, por alta gu u• l• ponci011 del fKl J•ltl, por gr 11de1 fJKl tea" 1111 gloril!.l, 11 por •IIC4or nu fiterecifllie~~lot, Bspaiia, de !toy mtil, la ley IIU por trtci... de ~ lot ltombrel. y r lo que hace a Puertoco, debo adadir que Ia primera autorid d do Ia {sla ha enc~Lusedo a lllgunos empleado porque crey6 que n habian eumplido con su deber, lo cual es prueba de au celo y de patriotismo, e indica que comprende Ia miaion que se le ha encar· o y que responde a Ia condana queen ella ha, depositado el Gobi rno. ' El r. NAY ARRO Y ROPRIGO: Pid Ia palabra. El Sr PRESIDENTE: La tiene V. S. El Sr. NAV.·ARRO Y ROnRipQ: Es s mplemente para dar las gracias al sedorMi!listro de Ultramar y pa a anunciar que· no esperaba yo menos "de BU patriotismo. • '.
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IV.
RESUMEN.
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Incircunspectos serinmo , si, ntllll no I.Jien levantado el vclo del porvenir, nos entreguramod con iufantil alcgria iL lo~ trasportes de una espel't\J?ZU sin lf~i~s, . con moti vo de Ia sesiou que precede;. pero mj'u8tos, m StqLucra razo~1able::~ seriamos tampoco i descouoelcramos su vcfinldcra importanciu.. · L'or mm parte, estu solemne....:ie i9n acnsa un gran pa~o lfaclo en Ia via ucl progr~o uucioual, y por otru llt Isla de lJucrtoHico pucdc mirur haciu ulielante 'coli Jlleuos pavOl' ·que hasta hoy. El silcncio sistematico lie lo~ ant_EjriOres g61Jiernot!, en cuunto a las provincias lie Ul trarqar, se referiu lu .ubdicucio n nbsoluta de Ia Rcprescntaciun nacioual, en obsequio de iutc rcses ubsurdos u pcrver,os, hun cesado: In Nucion ha reco. brado. sus derechos en csta parte, tristemeute muti1ado:; lul.dta ei prcscnte. y de csperar ca que en lo suceaivo sepa·clefendcrlos y con cn •arlos. La I ·la u ::!Ll vez puelie co.nemmr ci creer, rccobrar su antiguajJ en Ia patl'ia, profundam~nte pertnrbatla por errore lnmentablea, y e.;perat· una et·a·pt·uxima lie se urid_ad ptu·a. su.; hU o3. d_c ~ti_l fec u L~llidall para s u ~uc lo y abaJOI lie hbertad y de J UiltlCHl, eu fi:u, para sus bubttaute·;. ales a 'impreaion uoble que hadejudo en nueatro animo Ia sc.>ion del 13, y tal set·il., si mal ·uo ctJnO(l mG.> {L nueatro pais, cl efecto tnlls g~ u e rul que clltLprolucit'iLen ·Ia Provincia tqda. iVentajo o efe::to pat·a Ia Naciou, l:li loa vicioa fatale.:; de Jo.;; paaadoa tiempos no va n cou :;u :~ torpe.; intet'tl.:!vi u de;vit·tuarlo con sn fu ~ rta ci ' goa u de;tmirlo cu aq_u~lla . ti erra! · ' Eu r~alidad, Ia verJtd nJ ha 11 clio m i; que c.np3Z!ll' a mo3t1ar su fu.r. fiUJ'U ' t<l1 y lo; ct·rorc; m:i.~ t~ua~ ;, y lo; iutc re.>e3 mll.3 impertct•t•it ;, y ilasta Ia> aud:a::ia> m J.~ , coututn:l.ces se han estramecido . .i!:t'I'Or grave :Bria u dal'le en lo s uce.>ivo; acil. y uliil., gt•au Ia tit 1 a Ia. diicu;iou: c".nplichla•.l de una timidez inesplicabl , y CJtnplici a1 de tl'i:1t~3 COU33CU<! Ucins histOricas sel'ia reduci t• a Ia nulidad Ia 'Do~ de Ia ju3ticia durante un tie~npo cualquiera, en o~s~qu~Q de ~se lJnaje d~ intereses s9 dtdos que no puederr e:ustlr su1o baJo el amparo de1silencio,ry envuelto& en Ia sombra de la oscuridad. t:li los rayos' bencficos de Ia lm: intelectuat son bastante pode:t'C:lSos para disipnr su frilgil y ·uocivn resistencia; i,por que opoueJ·se
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., arbi&rariamcute 8 su pasoi t,por que p oteger el error in roolando en slis aras el derooho~ Tal pe samiento entrana· mfl.:! lie una conaect;encia grave: corre el iesgo de ser verdaderamente inefioaz para au objeto, y qui profundamente pertur~?r para la conciencia hnma~n La prensa nacional y c tranjera, como Ia palnbra entusias ada que brota ·del sentirnienro religioso, se sustraeran ne 5ariamente a la prohibicioh, y esta, convirtierido la virtud en criruen 1 pesara con toda su fuerza tinicamente· sobre lo puerto-rtquenos. Por otra parte, 6qUit~ n puede tener aqui bajo Ia enorme ptcten. .sion de decir a la ~on humnna, «d~aqui no pasaras,» co ~ JJi011 dijo las olasY .KI publico e tu de todos lo intere. e. de la sociedad no puede 'C ncontrar, d n'tro 6' fuera de una oluciQn dada, nuevas y ·mas fccundas luci o n es~ Error, puel'l. . y rror de trascendeu.tale:> couseclieni·as que u~ !L' t riste esperieucia evidenciaria· muy pronto, se poner estas limitacioncs a la espresiou de lo sentimient ' a. las m~nifest~ciones de la inteligencia de un pueblo enter , en gracia de un corto numero ~e indivilluos. . \ ~ . l''elizmel\te estas limitliciqnes no on todavia 'realidades, y pu esperarse que desaparezca.n d las regiones nebulo as en que se -dipujan, t,an luego como una discusion madura . apure todos los argumentos, y difun a la 1~ de h!. verdad e•1 · todas las intellgencias de las Consti~yentes. Verase entonce.: quizas1 que las circunstanci s de la rovincia no favorecen en naaa e tas limitamones, y que lo intereses que ellas so proponen proteger, ni merecen ni r uieren realmente semejante proteccion . Acaso . llegara h ta demostrarse que ella!' sOU perjudiciales a SU propiO Objeto.i Como seve tam bien por·Ja le.c tur de Ia primera discusion .I de los intereses puerto·riqueiio , Ia arte politi~ no cuenta todavia 'Qon la unanimidad de los .cli utados de aquella Pro:vincia ..,Bs este un mal,· 6 e3 po1· etontratio un .bien' Nosotros·nos sentimos inclipadqs iJ. aJ?I dir esta di vergencia de las opiniones, porquc ella sera mot1v y oca ion para q11e lo. repre:Jentantes de la Provincia trace a lo,s ojos .de la Asamblea su pasado, su presente y 'e l po vemr que para ella , en virtud <Je' s u~ respecti vas doot·r inas, ~esean. Las 06rtes pene. traran d.e luego a luego. basta cl fon o de la verdadera situa. cion, y- como la cu stion no puede v rsar· sino acerca del moM de realizar la libertad, pronto verpmos votar el qtas adec~o. llusion, .scguida de una-de e!.f.::iou triste y no tardia, sera la d'e .aquel que pretenda lo .co~rariQ. todos modo , 'fuerza es que nuestros diputados se definail en las sesiones pr6ximas; ya· i}ue en 11\ pasada no co pareoieron, .en _su mayo.r p!U'te; prepartulos: ha lles:cado el omento de stgmficarse, y esta es obligacion ineludible. La v uedad de algunos, como hLanfibologia de otros, en esta.s olemnes c.ircunstancias, 0 pueden ser utile a ' •·10..'13 publi ' ni siquiera provecho- .
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67 sas al mdividuo: euo uanto al?lmtis»Jo culo1~ial que, como sis· tema, ha podido ser ventajoso a los intereses perspnales 6 egoista.s, hasta ahora:; es evidente que, antfil' Ia Asamblea; es de todo pun to insostenible, so/pena de m6lidad i1ttr£nscca o de voltmtario desc?·vicio: por ultimo, Ia argurneutacion ,POr gcstos, y el antiguo Sflb7JC1'Sivismo, ap!icado a todp pensam1ento grave, como a todo sentimiento generoso, son absurdos por su i~aturaleza y en presencia de Ia soberania.podri.au pasar por rrespetuosos, sino tuvieran Ia tri ste escepcion de ser ridicult>s. · A pesar de esta escena de sainete, que produjo m~ desden que burla, Ia sesiou del 13 fue verdaderamente grave. El dipu.tndo D Luis Padialla imprimiQ. cons u severo discurso, con la moderaoion de sus maneras, y con la nq bleza de su aspeoto, una seriedad profunda: Ia elocueneia de D. Gabriel Rodrig uez, su palabra impet'uosa, y el entnsiasmo que este oraclor :mpo encen<l.er eu el animo, easi decaid(l, de Ia Asamblea, Ia rlieron una ~olemnidad en e~ tos ultimos dias, desusada. A Sti habilidad·fina y oportuna debimos seguram.e nte las declaraciones de otros varios diputados, porque es mas que probable, que sin aquellas fra.o:;es «parece que el Sr. Padial ha espuesto exacta y jidclfsimamcnte las opiniones de todos sus compai'ieros de dipu tacion,» no hubieramos oido sus manifestn.cioncs. Elias no carecen de importancia. • En efeoto el Sr. Vazquez Oli va, separhndose de <<muchas de las cos~s dichas por el Sr. Padial, » qfrecio manifestar con iQdependencia sus opiniones personales Cllll.ndo se' lleven a Ia Camara los proyectos. En punto a Ia cuestion social dec!ar6 altamente una gran verdad, por Ia pcimera v.e?. expresada en In Camara «que los propicta1·ios..de Puc1·to-Rico no son cscla'Distas » comb tambien clijo, c<si Ia escla:vitmt es 1m pad1·01t de ig1to1:~i1tia en Puerto-Rico, no han sido los habitantes clp aquella Isla los que le ha n dado ori.gen.» Los Sres. Escoria?.a y Arvizu, sin entrllr en los pormeno·rcs hab confirmado en tesis general Ia · doctrina del Sr 1 Jlacliai . puesto que ambos condenan como ella sitnacion politica sostienen Ia ·necesidad de un nuevo 6rden de cdsM fun- ·· dado en Ia ley. • Pero las declaraciones de . alta ~ravedad y trascenclencia :;on las cons!gnada · por el eiior mmistro de ·Ultramar. Attnque elias han sido profundament~ meditadas, si.n cluda 1 antes de ~~er pronunciadas, nosotros no debamos 'tomar!M a. la letra, consider'ando que en toda improvis&cion se va siernpr~ mas alia 6 ml.t.s aca de la meta verdadera. Los proyectos de ley traeran a Ia Camara el pensamiento de S. S. concreto, articnlado, y por consiguiente, perfectarpente ma~luro: en(onces formaremos juicio exacto de su valor in~rin seco y prcsentiretnos Ia suerte que ha de cabwnos, tanto a nosotros como a nncstro. hijo~ , en lo futuro; porq1;1e no olvicl~mos que
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ro io Ia s ecul' es,. a 1 1osin?r.acia provm01a s1 as p_Qd~m!la......e~m·esarne~, y l.a fuer~ra u m ~eteliCiiiltJ dar a las e zon 1ene, pues, el senor Ministro, al no op T poi' · una forma, semejante allecho de Procusto, a que es imposible ajustar exactamente el alma y el cuerpo de todas las comarcas de una gran aacion. N{)sotros ignoramos de que modo ha logrado realizar el Sr. Becerra las ventajas de Ia asimilncion con las ventajas de Ia autonomia; pero dada Ia perspicacia de su ob;;ervacion y el alto temp~e de su talento, no dutlnmos que su proyecto de C<institucion haya resuelto e!!te fecundo problema. 'fomnmos, pues, acta de su magnitlca afirmncion, ymientras llega el momento de aplaudirlo con entusiasmo, lo felicitamos con sinceridad por estas sus palabras solemnes. «Puerto-Rico tiene tanto independencia como las >>colonias de Inglaterra, · y ademas las ventajas de UQa pro>>vincia espanpla.>> . · . . . En la cuestion econ6m10a nos ha d10ho el senor Mimstro cosas que no 'del:>en olvidarse. Buena e.~, y mas que buena itldzspc1£sablc. la rebnja anunciada de un 30 por 100 en los presupuestos de la Isla qne han de someterse a las C6rtes: oreemos que si existe el p1•op6sito firme de impulsar a Ia Provincia .en las vias del trabaJO 11ctivo y de Ia prosperfdad mot:al y material que neces'ita, Ia rebaja sera tnayor dentro de poco cuando se estudien un tanto sus recursos verdaderos y sw necesl(lades apremiantes se reconocera que no erraQ'J.OI! en esto· mas J?Uesto que Ia Isla no dara lo que dar no puedai como hemos v1sto que no bn dado lo que dar no podia, ora se e exija como basta aqui en nompre de Ia fuerza, ora se le pida en lo futuro en nombre de ~a libertad, despreocupemonos de estos · detalles para considerar, aunque brev.emente, los prjncipiQs econ6micos expuestos, que son fundamentales y que merecen desenvolvimiento y estudio. «Las,provincias ultramarina.~ tienen los 11'\ismos deberes que >>las de fn·Metr6poli y de ben contribuir con las mismascargas. »i,Por que~ Por una razon muy sencilla f.Que ~ lo q~e del:)e pa>>gar el ciudndano a:l presupuesto'l Una canttdnd 1gual a los >>benrficios qt£C recibe del Est ado; y esto .es aplicable a las pro»vincias de Ultramar lo mismo que alas dtJla Peninsula t,Cu:'.Ln>>to debe pues, pngar para su.~ gastos particnltires y cuanto >>para Ia 'Metr6poli cualquier provincia por l~jnpo. .que sea~ En »prim~r l"!{~r, debe oubrir sztsncccs~da~es segu,n Ins voten sus »mismos hlJOS, y .debe dcsJmes contr1butr a los gastos del Esta>>rlo con una cantidnd ·proporcionalfl. Ia que paguen las de mas »provincias, 1ti 111ds ni mmos · esto es lcgico, y esto cs lo j~tsto.>> Iiiflcil es que se encuentre un solo puertq-riquefio que, no habiendo perdido ~~ entid!> C~~UUJ uieg~te !li,la precision de Ia vcrdrul' ui la rlf.!Oro a JUStlma ael,...prmClplO encerrado en eMta rcgl~. Puerto-Rico ocupara entre las pr.ovincia.s constitu-
70 yentes de Rspafta el rango, el numer que le corresponds· se 1 gun u poblaoion y su riqueza, y co arreglo a ella, proporclonalmente, entrara a pagar los gas generales de su Nacion. Toea a Ia Diputaoion de Ia prov ncia defender COD ~~te .re&JY buea'criteno los inteiCses del ~a l?s repr~ sentan e nt1 sm reclama01on y sm. protest&, Ia absoroion de todas sus re t&~. ~na~o· el dereobo,-Ail_ejercioio es una <>b)lgao' r~~ con Ia nergla lii i~se rame torg11.r Ia ~es imposible <J.Ue se reproduzc os abusos inca IiicaoreScle lo pasado,.es 1mposible que Ia provincia no suptire 1 · obstaculos que basta hoy se han opu sto y se oponeu a t i!U progresos. Rste es, pues, sin luga aduda, uno de lo prin·ipios fundamentales, ·dentro de Ia as ilacion , de que podemos esperar su fusion de los intere. s, y Ia fu ion, mas importante aun1 de lo . entimientos de os habitantes de aq•Jella provincia, mas divididos hasta el .pr sente por un efecto del mal ~biern.o, que por m.otivo de ofe ~s puramen te personalee, que en reahdad de verdad alli n existen. · El Becerra ba ter-minado u importantfsi mas declaraciones con 'una afirmacion que m recera eL aplau o de Ia Eul"()pa. ~ Hoy ha dicho, n~ olo ~Q ay ningun espaiiol·.que »quiera conservar Is esclav1tud, srn que tengo la segu r1dad »de que los mismo dueiios de esclav s no la·quieren ; si asi no :opensaran, lo sentiria mucho.» No o ta, sin embargo, elseiior Ministro por Ia abolicion irimediata, y reconoce que el procedimiento gradual ,se ba cbnvertido~mpre y bru camente en abolicion in tantanea, para 111al de l s amos y de los csclavos: en consecuencia decide por un n evo procedimiento, que exprcsa en terminos generales, y q podemo resumir como igue: 1. • La abolicion es improro ble. 2. • Debe hacerse lastimando lo menos'posible el mteres e los amos, · creado bajo Ia srantia de la ley, y cuidando de a suerte del esclnvo pues·to 'o el amparo de' Ia civilizacton. 3." La l_lbolicion sera :~i- · mq) nea, peru se evitara'toda comp icacion entre las aspiraciones impaciente. del esclavo y el recho de lo amo . « t,CO~ »mo bay que proceder por lo tanto'? Ril.P.idamente, y de tal »manera 1 ·que el dereclw tlel d!leiio no ea pue to en duda, bas:- ' »ta que el esclavo sea l&'QT~tbre libre. tees el problema que ha .»de reselver la Espana ·de 1 69,.y al!fecto es preci o que, tan»to loi que teuan intereses eompromet dos, como los que nolo »tengan, demue tran que si e ta Na ion es hoy la segun da »por su .e ten ion e importancia de us colonias, .. til a. la al.:ttura tfe las primeras en -cuanto'a lOs grados d,e 6rden, .pro'»grt>SO y , civitiza ionentodasln p ' ovinciasenque ebaba »Ia lengua espanola. ». A ' la vi ta, pues, de~ conJu nto de los IPensamintos del hombre publico, y de los sent1mien s espontaneos del hombre priv&do, tales como ~ hallau c nsignados en el discurso
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del seii6r Ministro de Ultramar, no podemos m~nos de reconocar, en ultimo anillisis, Ia prudeno!a que inspiran &iempre los conocirnientos hist6rioos, el resultado de una filosofia esoudriiiadol'll de Ia verdad, y el deseo inconteRtable de realizar el bien de los hombres en cuanto de la ley depende. Esto, no obstante, parecenos encontrar cierta resistE:ncJa en el hombre de Estado a las inspiraciones genuinas del innovador radical: hay en el discurso salvedades, hay dubitaciones, .hay, en f;ln, limitl\ciones terminantes, asi en lo politico, como en lo so01al, que pudieran venir a parar en una verdadera derogacion del principia democratico, si por falta inadvertida de consecuencia, 6 por temor a vanos fantnsmas, tomaran cuerpo en Ia>~ !eyes que el r. Becerra premed ita,.. y · apabaran por elevar i~ p.rincipios inconcusos las doctrinas de un interes pasajero, y ·la.'l apreciaciones que nacen de 1M circunstancias. Para mantener el 6rden no es indisp!)nsable menoscabar de u~u modo permanen te la libertad, como ·para sostener los progresos de Ia rigueza no' bay necesidad de sacrificar los fueros de la hu- · mamdad. Una 6 dos escepciones mal calculaqas y eleva.das a preceptos legales, fulseando por su lJase el dercclw pueden dar preponderancla al despotismo tradicionnl, y cons~rvar su fuerza 0. Ia tirania domest•ca destruyendo los buenos efectos rle a mejor Constitucion pol!tica y de laley de abolicion ~li.s humanitaria. r.Que resultados obtendrit\ Ia sociedad si, por ejemplo, se rlejara subsistir el rtfqinwn interior de Ia esclavitud durante cnatro aDo's, siendo e:ite plazo el termino. conocido ae estn fatal institucion. Los efectos del estado permanente, a pesnr dP. los consejos del interes, revelan lo que seria un esclavo durante e\ estado transitorio. La humanidad se estremece al pensarlo. . Es, pues, de esperar que, tanto la Constitucion politica, como Ia ley social del Sr. Becerra, baynn evi.tndo .estos esc011os, ase~urando asi para lo futuro su verdll.dera gloria. Mndr1d 20 de Noviembre de 1869. · RoMAN B.
DE
CASTRo.
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