La cuestión tabaquera en Puerto Rico (1885) by La Colección Puertorriqueña

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IMPRENTA Y FUNDICIÓ

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DE M NUEL TELLO

IMPRESOR VE CÁMARA DlC S. M .

Isabel la Cn.tólica, 2a

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C. 905

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.. A la con~tancia, e. fuerzo ' volunt d enérgica de D. José Rodríguez Fu nte:, se debe qu la provincia de Puerto-Rico éuent ho con 1 d ar ollo naci nte de una que stá lla1nada á s r quiz·' . , la rimer indn tria n aquel paí : la inclustt·ia tabaque "a. El Sr. RodríO'uez •uentes, penins~lar, que ha p~ado muchos años en la isla de C 11 a dedi · ndo á esta industria, con ibiú el pen~amie to de e. table er en la capital de uerto-Rico, San J{fan una fábrica para elaboración de tabaco . tPara qué citar · ~a dificultad s con qne ha tenido que luchar durante di z · ó doce anos para realizar su idea, cuand abe lo que es i~troducir una nueva industria ._en un paí ~ I e1 o dicho eñor, con ta te en su afán in~ati~al le n 1 trabajo,. no sólo con i uió ~ali~airo o en su mpre a con el e tablecimiento tl . u gran f:'br.i a La Do !ntillas, sino que á . u son1b1"a p1 incipiara ~ ,de arroll r e en aquel país .dicha nueva indu tria ~ omo hay hov, infinid d ~e 1 b1 i as para t baco, no sólo en la apital, donde pueden itar varia ntre otra la de lo l 1 rio o indu trial . D. Jlanuel ordo Ferndnde~, D. O. atcl illartiJ e=, D. Jttan Ri1 e1·a, D. Jain e TTaUe Fe1"nández J). En e-

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ll. Es B.

1 9 1989 ..

terio Mar·tíne , D. José Jfaría Barbosa, D. Antonio \ ·· .. . Cubelo Gon,..,d?e"', D. Jliguel Pon.~ Bujosa, D. José Iionipar·t, si q ie tambi ·n en las primeras poblaciones de la provincia. Los progresos de la industria no se miden sólo por el desarrollo del gu o . del arte, 'ni por la cantidad y n1aanitud de l<l>s productos, sino por la disminución de los gasto de producción, que se han de medir por el ,· descenso razonable de los pr cio , principio económico que ha pre idi o y preside en los trabajos emprendido por el industrial r. Rodrígüez Fu ntes Y por el honrado gre1nio de tabaqueros de Puerto-Rico, quienes han sabido aplicar sn intelio·encia á aumentar la rirueza social, base ele las naciones. Al fomento de e la debe acudir toda autoridad, amparando las industria por igual, sin ningún privilegio ni inju to monopolio. L que· n1á de acredita á los f1 obierno ·es dejar p tergada la industria. Si aún los despótico e miran 1nu o en o chocar de frehte con los principios inm tables de ~ justicia y de la razón, ¡cuánto ma' ore han de er lo miramJentos de los que están· regido por le3 e sabias · . liberale ! o deber,, pue , e tra-~rs que se introduzca descontento , de orden, que o pueblo murmuren, que la indn tria l trabajo lanauidez an, que se con1etan al uno exces , al ver á hombre do ·tlistinguido m · · I it y de acendrada probidad patriotisrno, Ya iendo en la oscaridad, in na mano protectora · que l' s auxilie, mientra que ntes superficiales y a~ulador · onsiauen elevación injusta, debida sólo á la influenia ó á la intri a. · Obj t e: t mny dio'no de la aten ión d todá p r ona con tituída ·en autoridad. ac1 ifi JU n al 1né>

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rito verdadero toda relación y 'consideración ·privada; que los ho1nbres conocidos por sus talentos ó por sus virtudes, c mo por u Jaborio~idad y honradez, no e vean pospue. tos á los que carecen de tan preciosas dote ; que á los que tien . n bien: acreditada su capacidad no se les obligue á mendigar por vías derogatorias de su dignidad lo que e debido tan , ólo á su mérite. Este es el medio más eficaz, creemo , de excitar al trabajo, al desarrollo de toda industria, y este es 1 único re orte para ciue en todas la cla e de la sociedad se difunda la a plica ión en .todo los ramo d 1 saber humano. Sugiérenos · estas ligeras reflexione la interesante cue1 tión que viene d~batiendo caluros mente la prensa puerto-riqueña. Aunque nuestros Jectore quedarán muy bien enterados de ella por los documento qtte . van insertos , continuación de estas lineas, jnz0 an1 ·.' procedente.. vayan precedidas de este preámbulo, como complemento á los mismos. La disposici n del eñor •obernador aeneral ele Puerto-Rico, ordenando abril un· taller de tabaquería ·en el presidio de dicha isla, tiende á perj dicar lo intere es de una naciente industria que ve levantar una competencia .á sus l roducto donde menos la esperaba. . Di ha autoridad por sí y anW- sí, . á pesar de un decreto del Ministerio de Ultramar en que implícit mente ~e prohil e establecer e cuela , bibliotecas y talleres eh las cár·celes ) presidios, a í como aumenta1 el haber de los penados sin antes · remitirá aquel 11inisterio lós xpediente.s oportunos, ha creado, rep timo , en el pre idio un taller de tabaquería. E ta medida que hubiera sido dictatorial en otras

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circunstancias, lo es aún más en las actuales, en que Puerto-Rico iene atravesando una crisis lamentable. En estos mom'e ntos en que su agricultura desfallece y su comercio permanece estacionario, no podía ser más intempestiva Q.na orden de tal índole, que ataca á una de las pocas ibdustrias que, gracias á los esfuerzos de hombres dign~s, tiende á arraigarse en aquel olvidado paí , y promete llegar un día, si no se la destruye con medidas dictadas al tenor de é ta, á ser rico ~enero de explotación, p,roporcionando comodidad ~ bienestar á gran número ~e familias. No es extra o, pues, que al ser conocida disposición tan arbit aria la atacara juiciosamente la prensa; no es extraño qup justamente alarmados los que á fuerza de acrificios han consolidado en aquella Antilla la industria tabaquera, dirigieran, primero al Gobernador general una s' plica~..que volviera sobre su acuerdo, y 1~eciente~ente~ist\o de Ultramar ,una exposición para que así lo ordene á aquel funcionario. Abundando en esto mismo el senador Sr. Alfonzo, digno hijo de Puerto-Rico protestó cual convenía en la Alta Cámara y llamó atención del Gobierno de . . M. para que tuviera e cuenta los perjuicios que se irrogaban al no· derogarse medida tan perju~icial. LóO'ico v prop ·o en todo gobernante e el que trate de arbitrar el medio de dar empleo á los confinados ' para no darles lugar á alimentar el vicio, c~usa primordial de su detención. No podemos por menos de asentir en que los establecimientos penales se conviertan en centro de laboriosidad, de donde el desgraciado criminal salga regenerado J se devuelva útil ·á la ociedad de que e eparara; pero claro está que en · · conseg iir é te como otro bienes debe procederse con 1

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cordura y tino, so pena de que, falseando la base, dejen de ser tales para convertirse en venero de males. Al pretend r dar empleo· para. n1oralizar á los detenidos, no debe irse á emple~rlos en aquellos ramos en que por las mismas condiciones en que se hace su trabajo puedan ser perjudiciales para la industI ia del país: se debe emplearlos en fomentar nuevas industrias desconocidas en él, ó en aquéllas que por su costo exigen ser hechas · en su principio de un modo á que no puede sujet~rse él trabajo libre, y que podría perfectamente llenarse con el trabajo forzado. • Al obrar de otro modo se incurre en una aberración y se da además pábulo á trastornos q e acabarían con la riqueza de aquel .paí , pues una pe sistencia extremada aria rodar por los suelos fuentes de riqueza, que de otro modo se hubieran conservado florecientes y prósperas. En el caso presente, la idea de la primera autoridad puerto-riqueña es tanto µiás censurable, cuanto que no obedece al pensan1iento caritativo de educar, empleándola ·á una clas~ desgraciada? regenerándola para el porvenir, sino á una idea de econo. 1nía mal entendida, qne no conduce más que á resultados negativos. Uno de los artículos del reglamento_de confinados para el presidio de Puert~-Rico, previene que éstos ólo se dediquen á los trabajas relacionados con las obras públicas. Careciendo dicha proviD¡cia ·de confinadós para en:iplearlos en estas obra , vinieron de Cuba trescientos con dicqo objeto; si es así que se introducen co~finados para dedicarlos á obras públicas, ¿qué razón hay para 0cuparlos á la indu tria en cuestión, faltando a í al re lamento, atacand0 un naciente venero de riqueza que puede ser de gran porvenir, 1

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~ gravando al t1dade~ q e la

tesoro de Puerto-Rico en mayores canque debía atisfacer? · . i en Cuba, ues, se ha ordenado la clausura de las ·fábricas ó tall re de tabaco · exi ten tes en las cárce1 l.es ' ~re 'idio. , porq i ran perjqdiciales al Estado y a la industr1ds le los particula1· s · ¡ué razón hay para que se 1;Íantee n 1 p nal le uerto-Rico uno de di hos talle s: I u~s~ros le tore verán despu'·s la bien' pen. ada xpos1c1ón de ino · honrados industriales que se v n amenaz~~o p9r quien má obli 0 ado e tá á proteO'erlos, abr1endole las puerta ·· toda cla ·e de franquicias on mayor am litud aún que á lo demc\s elemento de producción, por er , ta ra indu tria fabril en la peq ieña ntill , 11ás n c . itada que ninguna otr de amparo y prot@cci ón, pue que ahora prin iI ia á le 1 · arrollarse. o nos cans~rem . e itj_o, a un que e nas tache d~ prolijos: ho qt~e gracit s :i actividad J constan1a de un recluGido n ti.mero de hombre mprendedor? , han dado eJen1pl~ lan · n~ose á nueva especula1ones que on ~a av1a de pa1s en que la ejer en, ¿,e. i rudente siquiera que sear el eobierno quien le corte · 1 · el pa.so? .Si en el comienzo de u desarrollo t~opieza la inclus. tria de tabacos con el ol táculo que le pre enta el E tado, stableciendo tallere por u e ienta, con lo u~l · e co'nvierte en o~petidor de él mismo, ¿,qu · ti~ ulos puetle hallar un país industrial con · em dan.. te s1 tema que pudiera lle0 ar á producir un desequili- . ' 1 · rio ~ o ial? 1 ¿Se I reten de ~ ún e ·tender el r 'O'Ímen entralizador qu en a lminis11ración no. agobia y 1npobr c , á las

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fuentes productoras, poniendo enfrenté del trabajo libre el trabajo forzado y ca i gratuito de los rematados de un esta ecimiento penal1 . Debe1nos repetirlo hasta la saciedad: somos partién toda . us manifestadarios de la liberta l inclusti~ial . cione, ; no place ve1 el que se piense en moralizar los establecimientos correccionales por medio de la instrucción de la laborío idad, pero no atentando en manera alO'una contra la libertad 3 moralidad del nerpo soci· 1, que e en· último resultado á donde nos ondnciría . a con1pet ncia e. tablecida por el E tado · insostenible para la l s tral aja<lo1 a. La respetuosa a titud tomada por el o-remio de fabricantes de taba o .de n rt -Rico 1 r· e ser at nta me me consi l rada y al t r1ninar nos permitimos llamar la atención del TObier no de . t para qu , teni ndo en cu nta la equidad la ju tiei que encierra la petición de los reclamant , le dé una sensata so lu ión. 'l'ambién no permitimo.· roO'ar en·carecidamente á la pren a <l la(h id ) provincia h O'an eco ·de todo . Jo xpuesto en un a, unt que puede afectar profundamente á l na de la indu. tria in· s e parcidas en l uerto-Ric?,. én aq ~ella apartada provin ia hermana nuestra., provincia qu todo . dehe1no'" · t n r in ter ' s ne n ·ervar, ampa1 ar in~oteO' r para suma~ or de árrollo y engrandecimientO" <le la p tria. ~

eñalada con el núm. 1 aparee in erta la Exposi.ión diril:"ida por el remio e tabaquero ~l Excelentí imo Sr. fobernador eneral de nerto-Rico.

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. ~ El núm. 2 es tlna copia de la d sestimación á dicha . instancia por aquel obernador. El núm. 3 es la Exposición dirigida por dicho gremio al Excmo. r. Ñlinistro de Ultramar. El núm. 4 copia la protesta formulada por el senador Sr. lfonzo e:µ la Alta Cán1ara, el 11 de Julio de 1885.

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.Número l. I

Exé~ro.

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Lo que suRcriben, industriale establ~cidos en esta plaza en el ramo ele tabaquería ante V. E. con la debida consideración J re peto e¿·.Ponen: Que la reciente c ~ación de los tall rés abierto n el presidio de .e t pl~za ) la forma 'J.Ue .·e ha llevado .. cabo, ha venido introducir honrla p rturbación en la 'iri.du tria d .los e 'ponentes, ya ha ·tant la timada á con ecuencia de la crisis económi a qne atraviesa la l rovincia, <le las prolongadas sequíaR qu tanto daño han hecho durante dos años conse ntivo á las plantaciones de tabapo, 3 de las traba fi cale, . contrariedades de todo género con que hasta · ahor ha venido luchando el tráfico de aquella· hoja y rle su produ tos roanufa turado . travé le todos e. b e callos, ven idos á fuerza de laboriosidad, dé aplicación v de con tancia, la indu tria tabaquera há ido desª=J'rollándose en esta isla on notorio beneficio de la riqueza· pública ' del Estado, dando ocupación á la vez · un nfunero crecido d. obreros, propa0 ando los h 'hitos de trabajo ' de moralicl d ' e tablecienclo a í :p.uevo v sólido fundamentos para el rden . o ial de este paí . Empero, cuand con má ahin o r doblaban su e fuerzas lo. que representan, estudiando los medio de conjurar SR. GORERNApOR G·ENERA.1,:

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~lo males que les afligen y de evitar la ruina que les

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menaza, el estaiblecimiento de los talleres del presidio viene á precipitarla, agravando aquéllos de tal modo que, á no adoptarse un pronto ' ficaz remedio, no les queda otro re "urso que cerrar su fiibrica. con O'ran detrimento 1de lo capitales en ellas in vertidos " . despedir á sus op,erarios, dejando sin trabajo y sin pan á centenares de personas que constitu3 en sus familias. egún el estado publicado en la Gaceta Oficial, número 66 del cor;riente año, la tarifas que rigen en aquello tallere para la elaboración de su productos, pueden estimar e en dos' cuatro reales por cada cie~ tabacos, siendo a í que á los exponentes cuesta por término m dio siete reale obtener esa mi ma produc.ión; y basta ha r notar esta enorme desigualdad, hija de la qu ex;i te entre el trabajo forzado y el trabajo libr , para 'p enetrar e de ·la absoluta imposibilidad en que s halla o que suscriben de sosten ~" tan terrible competencia, ' xime n las críticas c1rcunst ncias qu atraviesan. ( ->Jo es po ibl que f bri a alO'una uJ . ~·ta en frente de otra, gozandd de privile io que le permitan elaborar lo mi. mo producto con la tercera parte del co to de man ufa· tura· los e. ~ponentes e ven imperiosamente obligados á armoniza1 con e a tarifa oficial · la que ho rige~ en la indust~ia privada para la ela. horación de tabaco ; v co1no tampoco es dable, por otra ' parte reducir el salario de hombres libres á. un tipo mezquino é insuficiente para sus má preci a.s necesirlades aten iones, cual el que ha ta p~ra remunerar la forzada labor d un r n1atado, de aquí 1 conflicto n que· e ven <}olocado lo que tienen la honra de acudirá V. E. en solicitud de una solución prudente 1

y jus.ta, que e' ite la muert d '.) la indu_tria tah~quera

en esta isla con todo el séqnito de consecuencias de' . sa~trosás que necesarian1en te tiene que arrastrar en pos de sí. · . . . . Los infrascritos d conocen la dispos1cione. en virtud de cuales se han establecido los talleres del presidio, las bases de sn organización y los reglam?ntos porque se rigen puesto que nada se ha publicado obre l particular; no dudan que lo n1ás lev~ntados propó 'itos han presidid~ á u plantea1niento! pero por laudable que ea l~ ide generadora del mismo, entienden que al ponerla n práctica han debido J deben tenerse en uenta múltiples circunsta cias y considera iones atendiendo á todo los in.ter ses v conveniencias, ara impedir qu. · de tal medida e deriven male mayo e · y de más tran cendencia que lo bienes que pueda pro lucir. . . . En buenos principio¡ de la c1enc1a económica, el E tado no. debe ser labrador, ni mercader, ni ind istrial, sino cuando ab olutamente pu~da pre cindir de ello :\ de aquí que aun en aquellos uministrós y ser=vicio pee iliarí imo de 'l 1 que má in1nediatamente ·. e rozan on ·1, e. t, prevenido por la. le e que nada se ha a por a lmini traci 'n, sino qnando no e pueda obtener de los esfn i~zo particulares ó .de la industria privada por medio de suba ta concurso conciertos, en que lla1nados todo lo que por su 1 ces, su medios y ·recur o e t 'n en aptitud de responder al llamamiento ha.) a a í m, . ()'aran.tía de e onomía y de bondad en la decu ióp. d·e lo servi io , á la vez que de igua~dad ~ de ju tici en su adjudi a i n, impidiendo el monopolio, ve~t jo o in duda para e~ que lo utilizara, pero ruinoso siempre para la · omun1dad.

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• En buenos p incipios. de la ciencia económica, al Estado incumbe lromen tar, favorecer el desarrollo de la. industria, lo mismo que del comercio y la agricultura; acordándoles todas las franquicias que puedan conducir á su rrtayor desenvolvimiento, porque esas son las fuentes qe la riqueza pública y del engrandecimiento de los estados; y tales fines no pueden lograre ni realizarse aquellos principios, cuando lejos de 1 hacerlo a í el Estado, promueve á la industria privada una concurrenc~a insostenible por ésta, que Ilo puede disponer de los ;privilegiado·s recur os que aquél goza para abaratar hasta los últimos límites su producción. Digna de loa les, in duda, una obra que tiende á mejorar las con iciones de los desgraciados que se ha1 llan cumpliendo co dena en los estableciinientos penales; pero no menos merecedora de atención y de amparo la suerte ;del prol tario ·honrado, que libra su le proporcionan l'o taibsistencia en el tr jo llere de lo que repres an, ,. son menos acréedor s á la protecci~n de los pod es públicos, la industria á que haD: dado vida los e ponente , ) el capital que en ella' han invertido) lo grande intereses sociales que á su conservación esttn ligados. Los gravísimb errores que respecto del asunto á que esta instancia se refiere se han cometido, son indudablemente lfl causa principal de ·que el grande ó · poderoso núc eo1 de la indu tria tabaquera, que antes • se hallaba · como era natural en la isla de Cuba, se ha) a tra lada do· en gran parte á los Estados-JInidos de América, á donde se han visto en la necesidad de emi. grar l~s honrados artesanos que allí la sostenían por falta de trabajo; y será altamente doloroso que desaprovechando las leccione de la experiencia, incu·

rriéseínos aquí en los mismos desaciertos que producirían idéntico resultado. Allí también, en la cárcel y presidio de a Habana, sé establecieron talleres de tabaquería, que con mejor acuerdo se han mandado últimameu. e cerrar; y los infrascritos no pueden menos de ro()'ar á V. E. se sirva fijar su ilustrada consideraº . ción en todos esos antecedentes, confiados en que al hac'er un detenido estudio de tan importante materia y al penetrar e de toda la tran~cendencia que envuelve, se apresurará á adoptar -una resolución que salve el onflicto en que se encuentran los suplicantes, colocados hoy en la necesidad de su pender el trabajo de sus talleres con gravísünos perjuicios des s intere e , ) el temor de que se produzca una verdade a perturbación social, 1 d jar sin trabajo ni medios de subsistencia á la multitud de honrados artesanos que en aquéllos . tienen su ocupación. El mérito, pues, de todo lo .expuesto, y dejando al recto crite~io de V. E. las demás con ideraciones · que en obsequio de la brevedad v por ~o distraer más tiempo su ocupada atención, omiten los exponente·s, ocu. rren á V. E. supli ando se irva disponer la suspensión de lo trabajo de lo .talleres de tabaquería, establecidos en el. presidiü, ínterin se adoptan las resoluciones oportunas para conciliar su existencia con la de las fábricas establecidas por a industria privada, oyendo al efecto la autorizada opinión de ~os centros y corporaciones que por su instinto 3 naturaleza están llamados á ilusti·ar tan importante a unto, y mandando que oportunamente se Ílenen 1os requi itos prevenidos por las· le) es para toda clase de suministro servicios públicos, sacando á pública licitación 6 concurso todos los que se rocen 6 sean necesarios para el 2

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sostenimiento dichos talleres y la realización 6 venta de su pr duetos, y declarando nulps , de ningún valor todos y cualesq~iera contratos ó concierto. que, en contrav nción de esas disposiciones, puedan ha1Jer e efectua o, pues así es de estricta justicia que peran alcanza" de las que V. E. ·administra en Puerto-Rico, á 12 d Junio de 1 5.

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~ Número

~Ianuel

Sordo Fe1·ndndez.-,fdinie Valle.-Enieter ·o íllar·tínez.-Jesú íllarla .Barbosa . -M. Borra , · ip. J. Aguayo.-José O. ~la~"tínez. Juan Rivera.-~o endo Rodríguez.- ntonio Coitóet. • 1 -Cuóelo, Lon,r;o et Co.-José Llonipart.:_Feli./fl Pardo.-Jfi,quel P 1is.-José R. Fuentes.-Jlanuel Apellani .

· ExcMo. ,"EÑO . -

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GE Eil.\.f, og L.\. l 'LA DE PUERTO-HJG0.'ecr-etaría. -.!.\únie.ro 1..174.-:Vegociado 2.º- ,.L ta la in tan .ia Ir entada en e. te '~obierno <1- neral por , v ri s in lu ·triales del rai 10 de tabaq ería de . ta apital pidiendo la su, pen. ión de l? t ab~jo <lel taller <l apeenc.lizaje sta-blecido en el pr idio rovinci· l. Re ul ando que en 2: de Dicie1nl 1e d 1 añ próxilno pasado , e I ublicó en la Ga eta fi iat la circular ·de . e ·te G obi 1 no eneral fe ha ~ del nü ino me en la que se recoinend ba, en n ·onan i on la li. po icione, vi 0 entes, 1 traJ jo en los t~hlecinliento lenales como Jnedio in(}ralizador '~ ec n mico · acon ejando la in talación d lo.· cli tinto · t 11 r ·ne sario. á ste fin para 1 ual fu ron invitado cortesment por la autorida superior lo intln tei le n1· , ünportantes del ran10 de tabaquería, in itación qne no fn · ace~tada por creer entonce. q~e nin O' ina importancia -- . tenía dicho taller que su establecimiento} 1 ·o de beneficiai'·le en s l inclu tri , le· perju,dicaría. - Reultando que ~n 20 d 1 mismo me olicitó D. .Jo ' María Re0 ot, maestro t1 labore , la in talaci n d l referido . tal1er of1 e iendo apr0Íl.ta1 to os lo útile , m ue1 1 necesarí o. y lo ma t ri le. 1 ci . para la ·en eñanza de los aprendí e de tabaquero .-Re ulnoBIER

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tando asimismo que pasada la instancia del citado Regot á informe d la Jefatura del presidio, ~ropuso ésta al Gobierno Ge eral la necesidad de redactar a1guna bases con el ca ácter de provisionales que determina ran los derecho y obligaciones del instalador de dicho taller 1 del est lecimiento así como tan1bién el jornaló plus que 1abía de satisfacerse á los confinados · que e ocupas n en los trabajos ) su distribución, para que resultara en armonía con los dem~s servicio retribuído , toda veh que el art. 42 del Regla- · mento del pen 1 al ocuparse de la atribuciones del .Tefe del mismo, sólo dice que se establecerán taller~s en que se trabaje en provecho del establecimiento, sin que tal artícul~ exprese la fo~"ma y manera de hacer) .- 1-lesultan o que en 17 de Enero del año corriente, , previos 1<1> trá1nites que se creyeron nece~~rio , e accedió po este Gobierno 9eneral á lo sohcitado por el expresa,tlo Re()' , autorizando al Jefe del P.residio para que ~rmara l o., cto de bases de que ant se ha hecho mérito, el cua, examinado por la Secretaría, fué ometido á la áprobación uperior en 20 de Febrero i uient .-R sulta:Q.do que ·en 6 de iayo ú 1timo ' en iso de las trihucione que la disposi' ' 1 ión :- . ª del artículo adic· onal concede al Jefe del penal,. · te elebrÓ el contrato á que la mi ma e refiere on el itado Sr. ReO'ot, fijando su duración hasta el 30 <le .Junio de 7 .-Resultando que el expresado taller en la act~alidp.d no merece tal nombre, pues sólo. se reduce á una escuela de enseñanza, la cual cuenta con dos solos opetarios de los llamados de vitolas, que la dirigen.-Re~ultando que la elaboración q~e en ~a nüsma se prd,duce no se hace con las venta.Ja equ1. vocadamente ·supuestas por los solicitantes, y que, 1

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al contrario, queda demostrado lógicamente que sale gravada con un 2- por 190.--Resultando, en corroboración da este aserto, que según los datos diario y quincena es publicados en la Gaceta núm. 66, aparece sólo un total de 1 . 000 tabacos elaborados, y que descomponiendo esta cantidad en clases ; poniendo á éstas los precios corrientes de fabricación en la plaza, según las demostraciones hechas en su informe por el .Tefe del presidio, dicha labor cuesta en el penal 79 peo 87' centavos, y la m~sma· en las fábricas de" los re. clamantes 4 c-0n G.1, apfireciendo, por tanto, gravada la del presidio en l. ,26, ó ea ·en 20 por 100 má ~ gravamen que tiene necesariament que seguir por todo el tiempo que tarden en apr nder á elaborar mayor número de los·operarios.-Re ultando que esta consideración de equidad se tuvo on cuenta para fijar en dos año. la duración del convenio tiempo que ·. ha creído on fundamento ser necesario para que el Sr. Regot se indemnice de aquellos perjuicios y de los ga tos de instala ión, a í como par~ dar luO'ar á que in tru) ma3 or :r'}úmero ele . aprendices ~ fin de . poder umplir con los requisitos de la licitación que lo peticiona1io invocan, pues par verificar 'sta e indispensable contar on· per onal apto que ofrecer y no con aprendices que por no saber R(1n· elaborar, no serían ·a eptados pará el tr~ba ·o.- Ilesultando que n · el presidio provincial en otra épocas han ·ex· stido tallere de herrería, carpintería y son1bre ería, sin que conste q ie los .gremios respectivos protestasen contra ello por creerlo perjudtciales á u industria, y que, por el 9ntrario, fueron beneficioso á los mi mo penados, al establecimiento y á la clase P,role~aria de ·esta capital.-Consideran<lo que en la instancia de re-

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ferencia se a ucen, sin duda á falta de razones que convenz n, a O'Urta inexactitude , sobr'e todo al que.rer de cnbrir lo perjuicio que se dice sufrirán las empresa par icnlares el O'remio de tabaqueros, exager,.ndolo ha ta el extremo de au()'nrar una perturbación ocial q e ni rem tamente puede te1nerse.-Con- · . id rand qu E~l e. tablecünicnto d talleres para la elaboración dr l tabaco n lb E t do -Unido de Am · ri a, no debido á errore . con1 ti lo n Cüba 3 í al n ro o imp e to aran el. rio con qu en aquel paí e tá r ca1 O'ado l tabaco l horado y l pequeño im-· pn t que pa~·a el no elabor do, si ndo e ta la causa eficiente de l~ e1nicrración do los tahaqu ro al expre.. ado aí , an io o de lucro, ya que no la deter1ninaon id rando qu , orno queda ran º tr in vil· di h l trdbajo li111it o que h ~ ·e fe túan en · ·. el taller del I "e idi~pnellen l erj ndi ar los in ter e. d la industria --ti l . ni cstabl e1 e n1pet ncia por 1 t llto, sien o e n ar qn . 'lo parte d lo. indu. trial . le e ta apita pr te. tan ontr l r f rido aller nando la · lu tria el tabaque1 ía ti n n e ta i. la tanto ~· ta re petal l .• repre entant .. l nal pru ba la 1 Ita l fnnchu 'l nt 1 la alarnut d lo t'ecurrente .- Con. iderando que la violenta medida d i. p~n iüu 1 1 u. odi ho aller oli itada p r é to tra ría n iao una aran p rtnrha i ~n I ara lo in ter ese d l pen l y lo d l on tr tista, qn el (to] iei"n en ral e tá en el deber de a1nparar, in m no • al o le los particular s, ) qu p ra conciliar uno,. . oh pued , onsultar en su oportunidad al upren10 d la . na ión l qu tin1e onveni nte y nec sario; El Ex m< . e. TOb rnador ten ral h;c ha . l'\ id de e titnar la pr ten ió1). d lo. recurrent ~ por onT

siderarla infundada en cuanto á los peligros indicados y perjuicios que se irrogan' á la 'industria privada con Ja elabo ción de tabacos en el taller del presidio, á la vez que por. oponer e al principio n1oralizador que en sí ll~va su instalación como ·1a de los demás talleres, y que esta resolución se comunique á V. I. ~orno de u orden lo verifico, para n0tificación de los interesa-dos, participando á este fíobierno enerdl el haberlo así -verificado.-Dros O'Uarde á V. I. muchos. años. Puerto-Rico.26 qe Junio de 1 :J.-AN Er. VAsr.oNr.• r. Alcalde de e ta capital. Puerto- Rico 1. º de ·rulio d~ 1 e :-- .-Es copia .-El Secretario .~Ianitel Gonzdlez. •

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Número 3. .!

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SE~OR:

Los infr_ascritos industriales en el ramo de tabaquería, establecidos en an Juan de Puer, to-Rico ante V. E. con la más profunda consideración . 1e peto exp nen: Que la gran perturbación introducida en u industria, no tanto por los talleres recientemente abiertos en el presidio de esta plaza para la laboración del tabaco, como por la forma irr gular en que e e tab ecimie~~E ha ·nevado á cabo y en qn e intenta des~rroll~a-a4r1nado justan1ente á lo. que representan, poniendo eµ O'ran peligro, no sólo u intere e ~,. la . ub i tenc a d infinitas familias qu viven del trabajo de lo ~r ro qu e -Ocupan en u fábricas, sino· lo que .e aµn inás atendible y respetable los grande interes . O'enerales de sta ociedad, 'cu ?s males, ¡nacido entre otra on au a de la terribl crisis econón1ica qne atravie a no pueden meno de agrav~r e tomar un tint pavoro o con todo lo que tienda · matar la industria privada, que s una de la fuehtes1 de la riqu za pública, 3 á privar de trabajo al prolet~rio y disminuir sus jornale , aumentando el pauperi~mo ' la vaO'ancia, que han sido ·y serán i mpre man n tiales ina <>'o tables d l rimen J de todo lo des rdene ocial . . Ante pers~e tiva an ombría, apre uráron e lo ExcMO.

que. suscriben á acudir al E~cmo.. Sr. Gobernador y Capitán General de esta isla, de cuya superior autoridad depen el presidio de esta plaza, con la exposición que aparece inserta en el periódico, que respetuosame te acompañan; en la que, por las razones someramente expuestas en la misma, le suplicaban ordena~e la suspensión de los· talleres de tabaquería establecidos en el presidio, ínterin se adopta en las resoluciones oportunas para conciliar su exístencia on la de las fáb~cas , establecidas · por la industria privada, oyendo al efecto la autorizada opinión de los centros y corporaciones llamadas á ilu trar tan in1portante asunto, y mandando que oport namente se llenasen los requisitos ·prevenidos por la leyes para toda clase e suministros y servicios públicos, sacando á licitación ó concurso todos los que se rozasen ó fuesén necesarios para el sostenimiento de dichos talleres y la realizaoión ó venta de ""Us p1"oductos, y declarando n11los y de ningún valor todos y cual~squiera contratos 6 concie~tos que en contravención de esas 'di posiciones pudieran haberse efectuado. La exposición, que lleva la fech del 12 de este · n1es (Junio de 1 5), fué presentada uno dos días después, sin . que há ta ahora ha) tenido resultado alO'uno .(25 de Junio de 1 ).· _ En una conferencia á que fueron Hamados los exponentes ante el señor Gobernador, é te les manifestó verbalmente Sll; resolución de no acceder á lo que pretendían, añadiendo que sqmetidos sus actos á la aprobación d~l Gpbierno de S.' M. (q. D. g.), á él podían acudir los suplicante en alzada; pero aun cuando para ejercitar e e recur o han solicitado posteriorm nte se les comunicase la resolución recaída, h'asta ahora

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(25 de Juni de 18 5) ninguna se les ha notificado. Entr t~nlo, los talleres del presidio ·siguen funcio-

nando, la s tuación de los que representan se hace ca a día má crítica, 3 sería de todo punto insostenible si el Go ierno supremo, desconociendo la gravelad y los pe igro de esa situación, y la forma en que aquéllo e 1 an establecido llegase á ·ancionar sn instalación. Festínanse, por lo tanto, los que su criben á ocurrir directarpente á V. E. en solicitud def amparo y 1n·oteqción , que consideran acre dore su industria Y la subsis teneia de sus obreros a1nenazadas; la in teli0 encia, la 'ctividad y los capitales en el fomento de ns fábrica e1npleados y los grandes intereses sociale que á su 1con. ervación están unidos. Y sin tiempo apenas paraj elevar sus quejas por el vapor francés . que sale hoJ de este p erto, no queriendo distraer d inasiado la cupa at n · n del Gobierno, 1confiado· n que 1a vasta · u~trac·ón de V. E. suplirá 1 clefi iencias 1de este escrito imítanse reproducir lo raz namien os on ianado en u recnrso al Gobernador G neral cuya opia}impre,·a a on11 anan, adicion ~in lolo oh al una· li ra n1odifica iones. E. la prir' e1a qne i o, taller s del 1re idio tienen po1 oJ jeto d r o npaci 'n :i lo penado. 'Jll hoy areen el ella or f: lt d o] ra del E. tado n con tru i<>n parecí más nat ira " justo qne , e d~ olvi : en á Cuba lo u , procedentes de aquella i la, , e traj ron á e ta plaza para auxiliar lo trabajos de la carr ter a ntral 3 que no teniendo oc.upación en ella ·onstituyen un gravamen para la provincia. I a· , eaunda , . que mal . e ompad ce con aqú 1 pr pó ito el intento que egún la voz pública, existe

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de tr'aer aún más penados de la 0-rande Antilla, inteligentes en la elaboración del° tabaco, para dar mayor desarrollo . ensan he á los talleres de este p nal, por estimarse insnfi~iente el nún1e~'o de lo. tabaqueros en 'l onfi aclos. Y e la tercera ) más ilnportante que mientras en Cuha relati an1ente despoblada ) falta de brazo para la · aaricultura, la indu tria los trabajos públicos, aquellos el n1_ntos más sanos pueden er, no ob ·tante, de aran utilida<J aqúí (en Puerto-Rico), donde la d n idatl do la pobla ión notoria Y los bra ero." n1ori ·e1ado . hran > falta el trahaj para ellos, la in1niaración 'de criminales, lejos de estar justificada por razón alguna ~· · ele todo punto ·nconveniente > puede er un foco de pe1tuI bación de las más <lesa tI osa cons cnencia . Fundados en la on ideraciones expue ta lo infra. rito ocurren V. E., uplicantlo que n mérito. de Has se . ir va in linar el I eal ánin1~ le . L. (q. D. º'.) á ~ecretar d , d luet;o la u. en. ión el lo. tallereR de tabaquería . ,r a los en l pre i iio de e ta plaza (Pnerto- . ico ), declar nd nnlo. to<lo los ontrato · que on e." motiv ~ y lvidando la pr rip ionc l aale ~ e ha~Tan e l ~ man lando qu Pª!"ª 'l lo tar una I e olución l r~ l finiti a j 1 ta y a , rtatla, qu n ili los altos int r es del E. tad ..Y la ci lad con lo d la indnstria riv da, e in .truya l oportuno xpedi nte, o ·endo lo. par ceres de los centr,o orpora ione llamado : ilu trar l a unto, ) teniendo 'pre ent la di po iione cietermin n lo reqni ito que deben llenar. para toda la. de mini tro ~ ~rvi i del E. rtcdo. E. ·1 i que n duelan al anzar le la noto1 ia

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rectitud de . E. desde San Juan de Puerto-Rico á 25 de Junio de 1885.-José R. Fuentes.-Osvaldo Martínez.-Jfiguql Pons.-Félix Pardo.-Jaime Valle.José Llonipart.-Manuel Sordo Fernández.-Jesús María Baróosa.-Antonio Cuóelo.-Juan Rivera.-. Erneterio Jlfartínez.

Número 4. ,

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El Sr. ALFONzo: eñores senadore~: el día 16 de Abril anuncié una inte1'pelació~ al señor ~linistro de Ultramar. iá tarde, particularmente se la volví á anunciar; quedó en contestarla el di de pués del en que se aprobasen los pre upuestos de uba; y con sentimiel}.to mí.o he visto que a3 er no s presentó dicho señor .rfinistro á contestar la interpelación anunciad~; justamente é ta envuelve un asunto de vital interé para la provincia de Puerto- Rico, cual es la creación de una fábrica de tabacos en aquel presidio, cuya fábrica, si se esta.blece, hará que el Gobierno .se con• vierta en industrial y comerciant.e, cosa que hasta ahora no había hecho. Esta es la razón porqu~ no hallándose aquí el señor Ministro de lJltrama.r, y sabiendo o. particularment por boca de . S. que .ha pa ado al Consejo de Estado el ex ediente en que aquel Gabernador P.roponía la · creación de dicha fábrica de tabacos, · desearía que el s.e ñor ~Iini tro de Ultramar, antes de resolver este asunto, aunque fuera de ac~erdo con el Consejo de Estado, tuviera presente que la f~brica de tabacos que . e trata de e tablec~r en el presidio de uerto-Rico causará muchos perjuicios á las fábri a recientemente instalada porque esta es una industria naciente.

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En esa fáb ica ,que se trata de crear, no van á ganar los oper . íos, que serán los presid~arios, más que una pe eta, ú sean 4 rs. vn., nlientras que los oper · ríos que elab ran los tabaco. ahora ganan en las fabrica partict lar s l rs. vn.; de suerte que con e a diferencia de precio en la mano de obra, no pueden ~ompetir con el Gobierno la fábrica de tabacos crea~ · da por la ini 1 iativa particular. En carta que he recibido de aquel paí. se 1ne dice que eso daría ugar · que e fueran todo los op rario e erea en ¡las itadas f'ál)ricas particulares, lo cual en lu0 ar le ~r convenient para el paí y para el 1'e. oro público d aquella provincia, vendría á perjndiaI les grandemente, porqn no habiendo fábrica. no ha contribu ente por e t ramo indu teial, y no habi ndo ontri~u ente , no puede h her ni hay contri] uci<;'>n l o ible por ste ramq de la indu tria. Yo, pue , en no M. e de nerto-Ili o, en nombre le aquellos indu tria: e aquella incl i tria naciente, de la que <lepend ho · ran I art 1 porv- .nir de aquella i. la, pue. ·to ne · l azúcar 1narcha n decaclen ia, .pue que . u pre ·o de ventan · da para uJ rir lo ga to de fabricaci ' v ngo ú prot tar del es ta blecilniento de .esa f;' bri a de tabaco en el presidio d Pu~rto-Ri o, porque ha ele causar efecto contravroducente . El TObiern no del e ser om reían te, porqu l <1-o?i rn~ que s n1erciaute a aba l or arr iinar al com rcio, a í como el <1 hierno que e1 industrial le. evita qu s de~ truy las in lu trias particulare. arrollen e. o¡ g 'rmene d riquezas que tanto engran- · decen lo pu blo. en los pai. e. · ulto. · h ilizado. · <1 igual man ra qu el obierno que es a()'ricultor con'

cluye por arruinar y matar á la agricultura, que .es el princip.al elemento para el mayor desarrollo de todos los !'amos de la riqueza pública. El Gobierno, pues, debe únicamente cobrar las · contribucione , renunciando á e. tablecer competencias con las fábrica.· creadas or la iniciati va· particular. · Por consiguiente, llamo la atención del Gobierno, de. los senadores, de los diputados y de la nación; sobre este asunto, que intere a grandemente á .aquella isla, la cual, no por er tan· pequeña comparada on la de uJ a, aunqud u xten ió~ uperficial no pa a de ü.314 l'" il 'metros cuadrado , Jnientra que la de ' Cuba es de 1l0.000, no por eso tien meno iinportan ia ni mer ce menos con ideració ·. . Est debemo tenerlo presente tod . , para impedir que se arruinen allí la industria, el omercio y .la agricultura, porque al fin al cabo aquella L la e una pequena perla que tiene nue tra patria al otro lado de los mare , in pequeño ramillete que tiene E paña n el mar ·Caribe de las Antillas. . .

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