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ADVERTENCIA IMPORTANTE
El Dios te salve, parte 1X, debe estar en el tono de MI MAYOR. Por tanto, hay que suplir los dos sostenidos que faltan, o sea, SOL y RE.
NOTICIA
SOBRE LA FIESTA DE CRUZ, EL AUTOR DE ESTA RECOPILACION Y LA MUSICA
DEL ROSARIO CANTAO
Por PABLO GARRIDOLa supervivencia de la Fiesta de Cruz de Puerto Rico, es asunto digno de un estudio exhaustivo. Hasta la fecha, nada se ha hecho que asuma carácter científico, aún cuando circulan algunas descripciones de variada índole.
Si desde el punto de vista religioso una Fiesta de Cruz logra aglutinar expresiones de piedad y fervor, desde un ángulo sociológico, precisamente de fervor popular, adquiere un supremo deleite, y hace de ella una manifestación genuinamente popular puertorriqueña.
Las visicitudes de esta Isla hasta 1898 colonia de España y actualmente bajo dominación norte-americana no han sido sino afirmación de un conglomerado de factores históricos que resumiríanse en una neta filiación hispánica: por lengua, raza y religión.
El Rosario Cantao que así llama el pueblo el rito mismo, y el cual tiene desarrollo en nueve noches consecutivas no parece tener antecedentes estrictos en prácticas similares peninsulares. Porque, si bien es cierto que el trovador Guido de Faulquier (más tarde Papa Clemente IV) aparece como el inventor o creador de los GOZOS (que no son sino cantos de alabanza a la Virgen o a los Santos) por allá por el siglo XII; que, en España celébrase desde tiempos inmemoriales la INVENCION DE LA CRUZ, y que para los domingos de Ramos aún se escucha cantar en tierra de María Santísima los ROSARIOS DE LA AURORA, que yo sepa, la FIESTA DE LA CRUZ DE MAYO, en España, no comprendía, en su génesis, el rosario cantado.
En esto, Puerto Rico puede, pues, sentirse ufano de ser foco de irradiación: en Santo Domingo ha prendido fuerte, por inmigración boricua, y en New York se cantan Rosarios en el Club La Perla del Sur , en la Avenida Madison, entre la calle 112 y la 113.
Y, al hablar de la Perla del Sur, sepa el lector de otras tierras, que ese es el apodo que en Puerto Rico se da a la heráldica ciudad de Ponce, situada al sur de la ínsula, y bañada por el mar Caribe, siendo en esa época la ciudad de mayor importancia después de San Juan, la capital.
Aunque el Rosario Cantao estuvo en ejercicio en toda la Isla, en Ponce la tradición es más fuerte; de allí salen sus mejores intérpretes, los versos, los aires musicales, y ciertos ritmos típicamente costeños del Sur, al grado que, podríase darle a Ponce la progenitura del Rosario Cantao.
Si vino de España, si es modificación por aumentación de algún tipo de menor desarrollo, o si es invención, ya no ponceña, sino puertorriqueña misma, es asunto del historiógrafo, tal como lo es el de la fecha de su más lejano registro. Mis investigaciones personales no bibliográficas me au-
torizan para asignarle una antigúedad por lo menos de más de un siglo de activa vigencia.
Ya a principios de este siglo, el Rosario Cantao empezó a languidecer y hoy no se alza en la prestancia de antaño, y es posible que también, al ritmo del siglo veinte, la fuerza de su simbolismo aparezca un tanto obsoleta; como es posible que el proceso mismo de su ejecución y desarrollo tomen hoy caracteres incompatibles con la violencia y brevedad de nuestras exigencias de convivencia humana.
Desconozco hasta qué grado la Iglesia misma haya evolucionado en el sentido de prohijar o no este tipo de fervor popular, ya que el sacerdocio ha sufrido intervención diocesana, al cambiar el pabellón que flamea sobre Puerto Rico.
Pero, sea como fuere, la tradición no ha muerto, y en el sentimiento íntimo de todo puertorriqueño católico o nó perdura aquella añoranza de las cosas viejas, que tanto sabor y color dan a la vida secreta ó íntima de los individuos y de los pueblos. Y es en este ámbito donde el Rosario Cantao flota y perfuma con fruición incomparable las reservas espirituales de esta bella Isla antillana.
Me regocija profundamente saber que el tesoro de su música ha sido registrado por fin, y anotado cuidadosamente. Mi regocijo es tanto mayor, cuando puedo presentar al lector al hombre que pudo y supo hacerlo, el Maestro Augusto Coen.
Nacido en Ponce, el 8 de diciembre de 1895, su vida es ejemplo del espíritu progresista de los artistas puertorriqueños. Nada extraño es que, en su adolescencia, se le conociera por El Pelotero (jugador de base-ball), ya que, a pesar de haber nacido en tiempos de España , fué la bandera de las franjas y las estrellas la que alentó su niñez, la que le llevó a tomar el cornetín en sus manos y la que debió defender, luego, en su juventud, a la hora de la primera conflagración europea (1914).
Cuando Coen se licenció del ejército norte-americano (1919), se radicó en New York. Vió llegar a Duke Ellington desde Wáshington, y pasó a pertenecer a su orquesta de fama universal; estuvo junto al genio de la escena Lew Leslie y formó en su Rhapsody in Black ; conoció a Ethel Waters, Fats Waller, Sydney Bechet, Art Tatum y George Gershwin, como también junto a cien artistas del mundo exótico donde el ritmo nutre y el sonido es trepadora de tonos en rebelión. Allí, en New York, y buscando siempre mayores conocimientos, fué alumno del Dr. Angel del Busto, reconocido contrapuntista puertorriqueño considerado, además, como uno de los primeros ejecutantes del fagot del mundo.
Después de treinta años de ausencia, Augusto Coen se reincorporó a la Isla. Lleno de añoranzas y propósitos quiso realizar grandes cosas; el tiempo aún no ha llegado para las empresas de esa magnitud espiritual y artística, y el músico ponceño ha debido mirar con serenidad jalda abajo, desde su torreón de quimeras. Y se reintegró a la tierra y a sus voces. Cogió lápiz y papel, y he aquí que, tras tanta síncopa y maraña de timbres estridentes, las melodías puras del Rosario Cantao le han abierto las puertas del reconocimiento que, sin duda alguna, el pueblo puertorriqueño le brindará por estas cuartillas de música que presenta aquí.
¿Es anónima toda esta música de las Fiestas de Cruz de Ponce?
Casi me atrevo a afirmarlo porque, de no ser por un par de aires de le-
ve tinte litúrgico (aunque no modales) el resto es demasiado directo o puro, para admitir huella culta.
Exceptuando los dos primeros motivos (que son del tipo mondódico sin ritmo, ad libitum) predomina el ritmo ternario (hay 12 aires en 34), figurando el binario en franca minoría (hay 5 aires en 2/4).
El ámbito melódico demuestra preferencia por una extensión de octava (10 de los 19 aires), hallándose sólo cinco en menor extensión de la octava y cuatro que sobrepasan la misma.
Los motivos se manifiestan con preferencia en la fórmula conocida por A B (típica de himnario y lied), siguiéndole el patrón de un simple motivo A. Así tenemos 10 aires de dos motivos, y 5 de uno sólo. Los cuatro restantes son de partes compuestas contrastadas.
De los 19 motivos, sólo seis están en tonalidades menores, y de éstos últimos resalta el favoritismo por la escala melódica menor descendente, tipológica del cancionero romántico-salinero del tercer tercio del siglo XIX, en uso Jlesde la Baja Californiana hasta Arequipa (Perú) y norte argentino.
En suma, del análisis de estos 19 motivos, despréndese que ninguno de ellos (ni aún las Letanías con texto en Latín) es modal, vale decir: litúrgico. Por el contrario, el clima en que se desenvuelven es secular, y en ciertos casos (particularmente desde el No. 14 en adelante) profano.
Aún cuando la escritura no trascreende la locuacidad rítmica misma, el acompañamiento musical de todos los aires es, cuando no a base del vals llamado criollo (ritmo ternario, 34,) del tipo conocido en las Antillas por guaracha (binario 2/4).
Siendo música congregacional, hay función de Coro (la multitud) y de voz cantante (generalmente un dúo de voces); así la voz cantante toma los versos y la multitud los coros , todo ello bajo la regencia de un Director de Coro, que aunque coordina, no canta propiamente.
Y, en cuanto al acompañamiento instrumental, aún cuando dase el caso de recurrir solamente a una guitarra y un cuatro, por lo general en Ponce se acompaña con dos flautas, dos violines y dos o tres guitarras. Ocasionalmente se acoplan y ésto al fimal de las nueve noches clarinetes, saxófonos y trompetas. No debo omitir que era costumbre en tal ocasión culminar la Fiesta de Cruz con un animado baile popular de regocijo. Ello era casi una consecuencia lógica de los ritmos que iban surgiendo inevitablemente dentro de los mismos aires, particularmente desde el No. 17 Aguinaldo , de la Guaracha a Mayo (18), y A la Santa Cruz (19). Como en cada una de las nueve noches, había profusión de dulces del país (a veces adornados con banderines diminutos de colores) y agua de piringa apelativo genérico vulgar para refrescos y horchatas, que entre aquellos y estas no faltaban las horchatas de almendra o ajonjolí, agualoja (a base de gengibre), helados, refrescos de toronja (grape-gruit), china (naranja) ó Maví. Los dulces y refrescos eran brindados por los abanderados , elegidos cada noche y cuya misión era la de pagar el costo de dichas fruslerías; así resultaba que los varones adinerados estaban expuestos, cada noche, a que les echaran la capa (capia en San Juan), asunto, por otra parte, que daba honor y satisfacción íntima y colectiva.
Como chileno y hombre entregado al estudio de las prácticas intuitivas y sabiduría de los pueblos hispano-americanos, y tras una intensa labor de investigación antropológica cultural de dos años en Puerto Rico, cábeme, pues, consignar mi satisfacción infinita por un auténtico músico, ponceño por añadidura, y quien es, como todo Puerto Rico lo sabe, el animador infatigable de toda Fiesta de Cruz.
Por La Señal
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Liíbranos
En el nombre del Padre, y del Hijo, y
Del Espíritu Santo, Amén.
Santo Dios
Lento
San -- to Dios San -- to Dios San - to fuer == te San -- tein e-= nor -- tal
Alabado Sea
Alabado sea mil veces El santiísimo madero; Y la Cruz en que murió Jesús el remedio nuestro.
Y la Sagrada Pasión Del Redentor verdadero, Que siendo Dios se humanó Para redimir su pueblo.
Benditos sean los dolores De la Reina de los Cielos, Que como piadosa madre Le acompaña en sus tormentos.
Bendito sea San José Electo por Dios Eterno Para padre putativo Del Hijo, Divino Verbo.
Bendito sea San Miguel Y los ángeles caudillos Que a Lucifer arrojaron Al profundo del abismo.
Amén, olivo precioso; Amén, escogido Cedro; Amén, encumbrada Palma, Ciprés de la Iglesia excelso.
Amén, árbol que das vida; Amén, hasta que en el cielo Por toda la eternidad Tus alabanzas cantemos.
Así sea por los siglos Y de los siglos eternos Para ahora y para siempre Tu Santa Cruz adoremos.
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Adórote, Santa Cruz
Adórote, Santa Cruz, Puesta en el monte Calvario, En ti murió mi Jesús, Por darnos Su eterna luz Y librarnos del contrario.
Amén, Jesús y María, Jesús, María y José.
Qué bonita está la Cruz Toda vestida de blanco, Que se lo dió el buen Jesús Para remedio de tantos.
Qué bonita está la Cruz Debajo de su dosel, Que se lo dió el buen Jesús Para tanto padecer.
Qué bonita está la Cruz Con sus lazos encarnados,
Que se los dió el buen Jesús, Con sangre de su Costado.
Qué bonita está la Cruz Toda vestida de oro, Que se lo dió el buen Jesús, Para remedio de todos.
Qué bonita está la Cruz Con sus lazos amarillos, Que se los dió el buen Jesús, Corona, clavo y martillo.
En el Cielo hay un palito Cargadito de Azahar, Es María concebida Sin pecado original.
Esto es por todos los siglos Y de los siglos amén Amén, Jesús y María Jesús, María y José.
Dulcisima Virgen
Del cielo delicia La flor que te ofrezco Recibe propicia.
Los valles alegra Benéfico rayo Del sol que engalana Los flores de Mayo.
Risueñas se abren, Y el cáliz asoma, Y esparcen en torno Balsámico aroma.
Así, agradeciendo Su noble destino, La gloria publican Del Dueño divino.
Jazmín, azucenas, Claveles galanos,
Dulcísima Virgen
De ofrenda servidme: Venid a mis manos.
El alma, Señora, Yo pobre aunque soy, Con todas mis ansias Rendido te doy.
Mi afecto sencillo Recibe amorosa Que en solio esplendente Nos miras piadosa.
Propenso tu oído Mis voces atienda Y admita cual madre Tu seno mi ofrenda.
Tu rotro apacible Mi vista descubra Y en tanto dichoso Tu manto me cubra.
BHO
Dul- cÍ -si - ma Vir=gen, Del cie-lo de = li- cia, la flor que te_o a. Verso
O EA
frezeo, re - - ci - be pro -- pi- ElNcia Los va-1lles a »- le -gra be -->- né=- fi - co rá- yO del sol queen ga - - la - na las flo-res de ma - yo
Corramos Fervorosos
Corramos fervorosos Con flores a porfía Con flores a Maria Que madre nuestra es.
De nuevo aquí nos tienes Purísima doncella, Más que la Luna bella Postrados a tus pies.
Venimos a ofrecerte Flores del bajo suelo, Con qué filial anhelo, Señora, tú lo ves.
Humildes te rogamos Si ellas no desmerecen,
Las que en la Gloria crecen En cambio tú nos des.
Con esto te ofrecemos Rendidos corazones, Pidiéndote los dones Que ricos tú posees.
Ay, madre no me dejes Ay, que las almas solas Entre las turbias olas Darán luego al través.
En tus benignas manos Vida y salud ponemos; Al puerto llegaremos, Si a nuestro lado estás.
¡Oh! Jesús Crucificado
¡Oh! Jesús crucificado Muerto por la redención
Concédenos por tu cruz Nuestra eterna salvación.
Adórote, Santa Cruz; Adoro puesto en tus brazos Al que no tuvo embarazos De morir por mi salud; Admirable es tu virtud Contra el maligno furor.
¡Oh! Santa Cruz, ¡Quién podrá Declarar tus excelencias, Tu divina preeminencia Con que Dios te quiso honrar! Sin ti nadie puede entrar Al eterno galardón.
¡Oh! Jesús Crucificado, Con tu corona de espinas: Líibranos de toda ruina, De terremotos y rayos, Sobre todo del pecado Y eterna condenación.
INN,
Oh Jesús, Dios verdadero, Concédenos por tu Cruz Paz, alegría y salud Para todo nuestro pueblo; Sabre todo el consuelo Contra toda tentación.
Fl día del juicio vendrá Del cielo la Santa Cruz, Como trofeo de Jesús Al Valle de Josafat; A su vista temblará El impío pecador.
En ti se pagó la deuda Que nadie podía pagar; Fuiste trono, fuiste altar De aquella divina ofrenda, Y sacrificada prenda, Jesús, Nuestro Salvador. Se concluye la novena A mayor gloria de Dios; Perseverancia y amor Hasta el fin de la carrera, Imitando a Santa Elena Que halló la Cruz del Señor.
/ As AN] Y ER Ue¡Oh! Je - sús cru- ci - fi -- ca -= do muer-to por la Re - den--ción -- con-c8 de - nos por tu Cruz nues--tras -ter- na sál - va -ción -- A - dó - ro- tesSan-ta Cruz; a - do- ro pues - to en tus bra-z0s al que no tu -. vo em -ba - ra - zZOS de -morir por mi- sa - lud --; ad-mi--ra-ble_es tu vir - tud. con=tra el ma - lig-no fuTOr - - - Con - ce
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Salve Cruz Santa y Divina
Salve Cruz Santa y Divina, Donde Jesús expiró, Donde su sangre vertió, Entre las zarzas y espinas, Entre las zarzas y espinas expiró.
Yo te adoro Cruz Divina Porque en ti murió Jesús, Por darnos su eterna luz Y librarnos de la ruina.
¡Oh! Divino Redentor, Esencia pura y divina; No siempre produce espinas La pura fragante flor.
¡Oh dulce Virgen María! Calma mis duros tormentos
Por aquel dolor tan cruento Que tu alma entonces sentía.
Al morir mi buen Jesús Da movimiento a la tierra; Joda se queda en tinieblas, Y hasta el sol pierde su luz.
Aquel Jesús adorado Que en el Calvario sufrió Y la amargura apuró, Oh Jesús, tan resignado.
Y las conchas de los mares Le ofrecen sus lozanías Y las aves a porfía Te brindan, Cruz, sus cantares.
Dios te Salve, Reina y Madre De misericordia, vida y dulzura, Esperanza fuerte y pura, Enviada de Dios Padre.
Desde el Cielo, dulce madre, Miranos con piadosos ojos, Líbranos de todo abrojo que nuestro pecho taladre.
Dios te salve, oh Señora: Llenos de placer te saludamos, Los que en la tierra esperamos Tu bendición salvadora.
¡Oh clemente, oh piadosa, Oh dulce Virgen María,
La que nuestros pasos guía A eterna vida gloriosa!
Danos al Fruto bendito Que de tu vientre saliera, 1 que muriendo tuviera Que expiar nuestro delito.
Danos la fuerza y la luz Que tanto necesitamos Los que ahora suplicamos La bendición de Jesús.
En la mansión del Edén Dile al Hijo de tus entrañas Que siga en nuestra compaña ¡Oh! María, dulce bien. -Amén.
Dios te sal - ve, Rel-na y Ma-dre de mi -se-ri -- cor - dia, vi-da ydul - zuzaa, es - pe - - ran- za fu-er- te y pu - ra, en >» vi >» > a > = da de Dios Paes - pe -= ran -»- za fu-er-te y pu-Tra, en - vi - a da de Dios Pa »= dre
¡Oh! Mayo
Oh Mayo, mes venturoso Cantamos tus alabanzas; El que te admira, te alcanza Como tris delicioso.
Mes fiorido y placentero De delicias y primores; Festivo mes de las flores, De esperanzas mensajero.
Mes de encantos y placeres, De amores y de alegrías; Fiores de bellos vergeles Se reúnen a porfía.
Aves con alegres trinos Entonan sus canturías, En la bóveda más fría, En los valles y en los ríos.
Los jardines primorosos Surgen en florido Mayo, Flores con su hermoso tallo Y sus colores preciosos.
¡On! ma yO, mes ven-tu -- rosoy can - t2 - mos- tus a =- la - - ban-zasS; el que te_ad-mi - ra, te_al - can-za co - mo i -- ris de=1i -- cio - so
FIN Mes flo-ri doy pla-cen - te =- ro, de de = li - cias y pri-mo =- res; fes-ti-vo mes de las flo - res, de es - pe - ran=- zas men-sa «- je=-ro
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De Mayo entre las flores, Cantemos a Maria, La flor de más valía Del campo del Señor.
Hermosa flor de Mayo Castísima doncella, Más que las flores bellas Adornas el vergel; Del cetro del Eterno, Riquísimo diamante Que alumbras fulgurante El celestial plantel.
Madre, que amargo lloro Del corazón vertiste,
y o DNY A mMIN y
Cuando al cordero viste Pendiente de la Cruz; Derrama en nuestras almas, Madre amorosa y pía, Dulcísima María, Un rayo de tu luz.
Madre que en las tinieblas Nos guías cariñosa Estrella misteriosa, Benéfico fanal: Dirige nuestros pasos Por plácido camino: Presida nuestros himnos Tu gracia celestial.
eA ITSIDNA
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Gloria allá en las alturas, Los ángeles cantan a coro; Con sus gratas hermosuras Entonan himnos sonoros.
¡Oh! Mayo, mes de las flores, Tus encantos admiramos, Extasiados, por primores Con placer te saludamos.
Allá en los agrestes campos Donde el verdor engalanas,
Aspiran el olor grato Las tiernas aves ufanas.
Oh Mayo, mes apreciado, Que de placer el alma llenas, Alabado y ensalzado Grato mes por siempre seas.
Cantemos, Cruz tan divina, Cantemos tus novenarios Alabado por siempre sea Dulce Cruz, Oh, dulces clavos.
MM
En El Calvario
En el Calvario fué puesto Todo el cuerpo de Jesús; El Sol su luz no presenta, La Luna en triste quietud.
De la Cruz es devoción Cantarle su novenario; Y nosotros con amor Cantamos todos los años.
De la Cruz fué la sentencia Que a mi Jesús le pusieron; Sin conocer su inocencia Los judíos le prendieron.
En medio de dos ladrones Fué Jesús crucificado; La sentencia fué de Herodes, Y firmada por Pilato.
Después de oír la sentencia Al calvario lo llevaron;
Y a la madre le presentan Corona, espinas y clavos.
La calle de la amargura Presencia las injusticias De una madre sin ventura Que tras de su hijo iba.
La Magdalena se hallaba Al pie de la Santa Cruz, Con su alma fatigada Llorando a su buen Jesús.
Un soldado de a caballo Alanceó sin compasión A Jesús crucificado, Muerto por la redención.
Después de martirizarle En la Cruz él expiró; Roguemos, fieles cristianos, A Jesús, Nuestro Señor.
Salve De Los Cielos
Salve, de los cielos Reina incomparable; Salve, de los hombres Amorosa madre.
Salve Virgen pura, Salve Virgen Madre; Salve, Virgen bella, Reina Virgen, salve.
Salve, airosa palma Frondosa de Cades, Rosa de. los Cielos, De aroma fragante.
Salve, portentosa Torre inexpugnable; Olivo que anuncia Paz a los mortales.
Salve, hermosa Reina, A quien homenaje Y obsequios te rinden Coros celestiales.
Salve, Paraíso, En quien se complace En dulce reposo Un Dios hecho carne.
A tu dulce fruto Muéstranos afable; Calma sus enojos, Sus dones reparte.
Bendigan tu nombre Eternas edades, El cielo y la tierra, El hombre y el Angel.
OC CCAA ADA a
Kyrie eleison
Mater immaculata, Christe eleison Mater amabilis, Kyrie eleison Mater admirabilis, Christe audi nos Mater boni consilíi, Christe exaudi nos Mater Creatoris, Mater Salvatoris, Pater de Coelis Deus Virgo prudentissima, MISERERE NOBIS Virgo veneranda, Virgo predicanda, Virgo potens, Virgo clemens, Virgo fidelis,
Fili Redemptor mundi Deus Spiritus Sancte Deus Sancta Trinitas unus Deus Sancta Maria
Speculum justitiae, Sedes sapientiae, ORA PRO NOBIS Causa nostrae laetitiae, Vas spirituale Sancta Dei Genetrix ( Vas honorabile, Sancta Virgo virginum Mater Christi Vas insigne devotionis, Mater divinae gratiae
Rosa mystica, Mater purissima, Turris Davidica, Mater castissima, Turris eburnea, Mater inviolata, Domus aurea, Mater intemerata, Foederis arca,
Verso Ky -r1 -- e - - lei-"son Chris. vu .oo te o Jedi - son Ky >» Tl -li >. >
Janua coeli, Stella matutina, Salus infirmorum, Refugium peccatorum, Consolatrix afflictorum, Auxilium christianorum, Regina angelorum, Regina Patriarcharum, Regina prophetarum, Regina apostolorum, Regina martyrum, Regina confessorum, Regina virginum, Regina sanctorum omnium, Regina sine labe originali concepta Regina in coelum asumpta Regina sacratissimi Rosarii Regina pacis, Agnus Dei, qui tollis peccata mundi Parce nobis, Domine. Agnus Dei, qui tollis peccata mundi Exaudi nos, Domine, Agnus Dei, qui tollis peccata mundi Miserere nobis.
Adiós Reina Del Cielo
Adiós, Reina del cielo, Madre del Salvador, Dulce prenda adorada De mi sincero amor.
De tu divino rostro La belleza al dejar, Permíteme que vuelva Tus plantas a besar.
A dejarte, oh María, No acierta el corazón: Te lo entrego, Señora, Dame tu bendición.
Adiós, del Cielo encanto, Mis delicias, mi amor; Adiós, oh Madre mía, Adiós, Adiós, Adiós.
AGUINALDOS
De los Ciejos bajan
La Virgen María Arpas y clarines, Al niño Jesús, La música entera Llamóle el Mesías, De los Seratines. Por gracia y virtud.
Santísima Cruz Hermoso madero, Porque a Jesucristo En ti lo pusieron.
Santa Cruz de Mayo Sublime tú eres, Ante ti se postran Hombres y mujeres.
Qué bonito altar, Qué manos lo harían; Parece que ha sido La Virgen María.
Qué bonito altar, Qué manos lo hicieron; Parece que ha sido Bajado del Cielo.
Los nueve cajones Qué lindo Sudario, De la Santa Cruz Porque a Jesucristo Son los escalones Con él lo bajaron. Del Niño Jesús.
Santísima Cruz,
A la Santa Cruz, Entre las mujeres, Postrados de hinojos, Divina María, Le damos las gracias Bendita tú eres. Cantándole a coro.
Fuiste la elegida
Ver De los cie -= los ba - jan . ar >= pas y cla - ri nes, la mú - = si ca_en te « ra de los se- ra -. fi - nes HD, ,
INN A
Mall ¡AN h N " AS
Mayo florido Mes «le las flores, Hoy te saludan Los trovadores.
Son admiradores De tu belleza, Que abandonamos Muchas tristezas.
Mayo galano Para cantarte, Mavo florido Para adorarte.
A la Santa Cruz
Á la Santa Cruz Doy la despedida, Sálvanos, Jesús Sálvanos, María.
Santísima Cruz No te canto más, Mañana en la noche Se te cantará.
Se despide Mayo Repartiendo flores, Doy mi despedida Hasta la otra noche.
Se despide Mayo Floreciendo ramos, Termino mis cantos Hasta el otro año.
EL SANTO ROSARIO EN EL AIRE
En la Parroquia del Perpetuo Socorro en Miramar, P. R. un grupo de caballeros católicos formaron una agrupación para fomentar la práctica de la fe y dar ejemplo a los demás fieles de la parroquia.
A principios del año 1948 se decidió extender las actividades de la Sociedad de Caballeros Católicos de Miramar y en marzo de ese año, bajo la dirección del ingeniero puertorriqueño Don Luis F. Valldejuli, ponceño por nacimiento, se comenzó la transmisión del Santo Rosario por la radio-emisora WIAC en Santurce, P. R. Este programa radial, que se inauguró con el nombre de El Santo Rosario en el Aire , es transmitido todos los domingos con el fin de restaurar en Puerto Rico la devoción por el Santo Rosario y fomentar su rezo en familia, como hacian nuestros antepasados españoles. Al comienzo se pensó transmitir este programa por un corto período de tiempo, pero tuvo tal aceptación, que se decidió continuarlo indefinidamente y hoy se transmite en cadena por cinco radio-emisoras en Puerto Rico WIAC en Santurce, WXRF en Guayama, WORA en Mayagúez, WRIA en Caguas y WMDD en Fajardo.
El programa consiste de dos números musicales, una corta plática y el rezo del Santo Rosario El Coro de la Parroquia del Perpetuo Socorro de Miramar está a cargo de los números musicales, excepto en aquellas ocasiones cuando se invita a otros coros o a otros artistas para participar en el programa. La plática, por lo general, es escrita por el Director del programa; aunque en algunas ocasiones se invitan a miembros del clero nativo o a personas laicas para tomar parte en él. El rezo del Santo Rosario se hace bajo la dirección del Director y lo contestan un grupo de caballeros de la Sociedad de Caballeros Católicos de Miramar, compuesto de hombres de negocios y profesionales. También se unen a este grupo damas y caballeros que por devoción vienen a la emisora para rezar el Santo Rosario
En Octubre de 1948 se decidió celebrar la devoción del rezo del Santo Rosario transmitiendo dicho programa a diario, ofreciendo enviar Rosarios gratuitamente a toda persona que lo solicitase. Unas 4,000 personas escribieron pidiéndolos. Al mismo tiempo se les enviaba un panfleto indicando el modo de rezar el Rosario
Ya para el año de 1949 el programa había aumentado en popularidad y era muy oído en Puerto Rico e islas limítrofes. Esto era palpable por la gran correspondencia recibida de toda la isla, así como también de la República Dominicana, de Venezuela, y de las Islas Vírgenes. Fué en ese año de 1949 que se empezó la campaña de socios protectores con el fin de levantar fondos y hacer posible la distribución gratuita de Rosarios.
En la campaña de socios protectores de 1950 nuestro fervoroso pueblo católico respondió con su acostumbrada largueza, y en ese año nos fué posible repartir más de 12,000 Rosarios y 20,000 panfletos del modo de rezarlo.
Fué también a principios del 1950 que la Sociedad de Caballeros Católicos de Miramar se unió a un movimiento internacional que tuvo su comienzo, al igual que dicha sociedad, por un grupo de fervientes caballeros católicos de la ciudad de Seattle, Washington, U. S. A. Ese grupo se formó con el fin primordial de fomentar la vocación al sacerdocio entre la juventud y ayudar financieramente a los jóvenes pobres que desearen estudiar la carrera eclesiástica. Con el deseo de dar un nombre a su agrupación que vinculara el movimiento católico en los Eslados Unidos de América con el desenvolvimiento de esa gran nación, se esco-
gió el nombre de un misionero franciscano, español por nacimiento, quien fué el primer Apóstol de la Religión Católica en el Nuevo Mundo. El nombre de Fray Junípero Serra está íntimamente relacionado con el desarrollo de nuestra religión durante la colonización española en lo que es hoy el estado de California en Estados Unidos y fué él quien dirigió la construcción de las primeras Misiones a lo largo del Camino Real en la Baja California. Y fué así como se premió, en parte, la obra apostólica de ese gran misionero, adoptando su nombre para encabezar un movimiento en el Siglo XX que fomenta la vocación al sacerdocio entre la juventud. Hoy en día el movimiento Serrano se ha extendido por toda la nación americana bajo el nombre de Club Serra. Como decíamos antes, fué a principios del 1950 que la Sociedad de Caballeros Católicos de Miramar «ze integró en el Club Serra de San Juan y desde entonces ha ido aumentando y extendiendo sus actividades.
Este año nos honra poderle presentar a nuestros socios protectores, a los innumerables oyentes de nuestro programa radial dominical y a todo el pueblo católico puertorriqueño la compilación de la letra y música de La Fiesta de Cruz , que tan hábilmente ha hecho el maestro compositor Augusto Coen. Esperamos que, al igual que la devoción del Santo Rosario, podamos restaurar esta devoción de nuestros antepasados entre los fieles católicos de Puerto Rico.
Santurce, Puerto Rico
28 de abril de 1951.
Los dibujos que ilustran este folleto son del acuarelista español GUILLERMO SUREDA
Primera Edición - 5.000 ejemplares
3 de mayo de 1951, Invención de la Santa Cruz.
Impreso por La Milagrosa San Juan, P. R.