La fuerza del destino; estudio dramático en cinco actos y en verso (1893)

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FUERZA·DEL DESTINO ESTUDIO DRAMÁTICO EN CINCO ACTOS Y EN VERSO POR ~

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dleE 1i@N y CUJebaa

f Sept l~mbre de 189'l

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MAYAGÜEZ IMPRENTA DE FERNÁNDEZ 1893

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A m.i IJsdrs 't·

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¡ :ft;ladré ! 'Íú que-. me-. has' cuidado en

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la infancia; tú que-. oíste-. pronunciar mi

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• primera palabra; tú que-. viste-. 'con satis- .

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Es propl..dad del Aut<ll::. ' '{'ddos los ejemplares 1;Jt!.'<arin una contt·aseña . Queda héoho el depósito que marca la ley.

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facción mi primera sonrisa y con sentimiento mi primera lágrima ... Si tuyas' han· sido mis'. penas' y mis' .alegrías', _tuyo tamb.f.~n debe-. ser.. el primero fruto del más' escaso de-. tus' hijos'. /J.MII,IQ .

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Prólogo

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Comisionlflos por nuestro amigo y condiscípulo D. Emilio del Toro y c;uebas para escribir el prólogo de su drama titulado LA FUERZA DEL DESTINO, hemos accedido con mucho gust(!, si bien con pocas esperanzas. de acertar. · No pretendemos hacer un anális!s inipu<:ioso de la obra, para lo cual carecemus de <:apacidad. Vamos -~ concretarnos á la,s ¡¡iguientes ob•. servaciones : 1.ª. Si el Sr. Toro se .decide á publicar su _ ( f drama, lo hace accediendo á las súplicas reiteradas de sus amigos, que desean guardar su primera, producción como un ºrecuerdo . 2.ª TaIT).bién le mueve el deseo de·oir de la crítica sensata los saludables consejos que á los prinQipiantes tanto importaµ. 3.ª Que siendo esta obra un simple ensayo, es de contal'$e con la indulgencia del · público. Hemos termillado nuestro encargo, agradable, por set' en obsequio de amigó' tan querido; delicaqo, porque, sin títulos 'de ningún género, venimos á presentarlo al público. Pero somos jóvenes también, y esta circunstancia nos servirá de excusá. Maya1111~z

(Puerto Rico) 23 Marzo de 1893. fs~asto

6omtngun V Jtdal.

•estos ._. •· fapsstanv V fller.

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,PERSON'AJES

AGTO. PRIMERO

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I LAURA. lSABE_L. ROSA .• RICARDO.. LEOPÓLDO. 0BDULIO.. DON JUAN. UN OBISPO. UN ANCIANO. .../ ·FLORINDO. JUAN FRANCISCO.. UN UJIER.

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Sala de un antiguo castillo, regiamente ~rreglada. Puertas laterales, r en el fondo, estas se suponE! dan á nna galerla frente de la cual hay un lago. Crepuacu}o vespe~tino. · •

Princesa de Meranie. Pr«ihnetida de Ricar'cto. Aldeana. · Conde de Raleostel. Barón de Valdebo,urg. Profesor de Ricardo. Padre de lsabel.

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' ESCENA _PRrMERA

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Pale de Ricardo. Marino.

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Pajes, damas, subalternos del Obispo, soldados etc-:

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La escena.en Bretana (Francia). Reinado de Felipe Augusto.

ISABEL .

ISABEL.

Siento el corl!zón latir, pues llega mi prometido. el ser que tanto he querido, ya podré l'eli:t-vivir. Desde pequeno encerrado en un colegio sombrío, (pues así \o había ordenado su nobfe padre al morir), nunca 10 he podido ver, y tan sólo sé decir . que lo he llegado á queter, sin poderme._yo explicar · la causa qua hizo nacer este amor que aquí yo siento; este noble sentimiento que agita todo mi ser. Pero ¡cuánto se dilatan! ya es tiei;npo ·de e~ar, aqut· . · (Corre hacia una pderta ctei fondo, y mir~ al lago.)

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Ya desembarcan, sí, sí, ya, ya él á tierra saltó, todos aquí se dirigen, mas ... no los siento subir. ¡Si es el· continuo latir de mi corazón ardiente, que late tan fuertemente que no me los deja oirl

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ESCENA II . ISABEL, RICA.ROO, OBDULIO f D. JUAN. '

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DON JUAIN. Aquí tienes, Isabel, (Entran pO,. 11l fondo.) á mi querido Ricard9; (Se ao.ludán: lao.b" emociono.do. Ricardo indifer11t1te.J ' / y á Obdullo, su profesor 1 . quien le viene acompall ando ... OBDULIO. Y gue á vuestro.s Jlies está. lsABEL. · Gracias poi' tanta atención; (Con naturalidad.) 1 tomad asiento: ¿qué tal • (A Ricardo.) el viaje os ha parecido? RICARDO. En mi viaje he contem~lado algo que yo hahfli'Sent1do, al¡w...que había meditado en soledad conmovido. Los pro!!jgíos de Natura, hermosn y pura, cph los libros que le a . el al(lla (llía m13 mostraba su hermosura. Ayudado d.el pintor; - del escritor, . · yo me llegué A-figurar que era el mar grande, inmenso; ¡sin temor yo me lancé á navegar! Mas ... hace poco·sentí una impresión _ que nunca escrita la vi, que el papel no puede, sí, ¡ay! 9opiar al.corazón. lSA'BEL. Y... ¿cómo fué esa impresión? · (Con naturalidad..) RICARDO. Deslizábase la barca á impul;ios del frágil remo; medio oculto ..entre las sombras · de est~ . crepúsculo bello, un barco pobce y extrallo divisarnos á lo lejos, · que de la torre salia movido por débil ·remo, · y 11 divisarlo, se dijo i «Pájaro de mal agüero.• Estas palabras sombrías . P•odojUoo ••

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y tenebrosas ideas turbaron mi pensamiento. De cerca lo quise ver, los demás me complacieron, los remos pronto se hundieron, y vimos ... ¡una mujer! Una mujer ... mas tan bella, que su imagen seductora era luz, 'poesía, estrella, ternura, belleza, aµrora .. . Toda de negro véstida, cubierto el rostro tenia; . mi rostro palidecía, palpitaba el corazón. Al verno!!, dijo asustada á su remero siguiera, ¡a'y triste! ni una mirada pude recibir siquiera. Quisieron mis compa!l.eros pront.o al castillo llegar, y en la barca oí contar · á uno de los marineras lo que yo os voy á narrar: «¿Sabes tú (le dijo al otro) »que ya sabemos por fin • la histo'rla: de esa mujer1 '.!>dicen que es 'una hechicera . • que á hacernos mal ha venido, »p_ara hundir á-Ouestras barcas -,y matar li nuestros hijos. >¡Y anda cubriéndose el rostro >con esos velos malditos, •Cuando sólo es una infame 1que á hacernos mal ha venido! > OBDULIO. Tiene razón el marino · de hablar de..ese hincltado modo , pues es de afrenta y de lodo ,la que viste en tn camino. ' Una extranjera perdida sin nadie que la reclame, es, porque es una inCame y de mu.y ¡¡erversa vida. . .¿Por qué, si .quiere alejarse de este mundo y sus. placeres, buscó cua) otras mujeres al bello lagq·inlernarse? ¿Por qué pretende cubrirse su rostro con velo denso? · Si es su pesar la n intenso, . ¿por qué rué al lago á lucirse? No te fíes , hijo mfó, · de esas perversas muj eres, que tras de infames placeres

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ocultan crimen impío. RICARDO. ¡Quién sabe s1 esa mujer es alguna desgraciada f que en ·esta tierra apartada l oculta su padecer! Que 'en el mundo no encontrando . Ser digno ,para ella amar, se estll. dél mundo ocultando ./ hasta poderlo encontr11-r. Si vos podáis ofender ll. quien v.os no conocéis, nada, nada me dlléis porque quiera defender sin conocer ni saber. Que me dice el c~razóo ' que es muy noble la defensa~ y que es, Obdulio, la ofensa una muy indigna acción. • OBDULIO. Ricardo, ved que ofendéis ... RICARDO. Quien dice verdad no ofende; ofende aquel que pretende denigrar sin conocer, inB!iltar ll. una mujer. Que s~ de mujer nacimos, ll. ,rnujelHiefender~os, y si; Obdulio, nQ lo acemos, és deber que no cu plimos. DoN JUAN. Dejad que sea lo que quieta y olvidad A esa mujer. RICARDO. Yo, .D. Juan, saber quisiera cóm9 se olvida el querer. DON JUAN. Cuando se quiere ·olvidar, es muy fácil consegui·r ... ISABEL. · • ¿Os gusta mucho ballar? DoN JUAN. Con-Dios ya pude salir. (Aparte./ RICARDO. En un cuádro que tenla esíab& un baile pintado, y mirándolo he pensado, que á mi no me gustarla. OBÓULIO. OtraYdisputa 'fl\tal. (Aparte./ ¿Ta~dará mucho en llej¡ar ese Barón de que tanto en vuestras cartas me hablá's? DON JUAN .. Mucho no ha de dilatar, pues me ha ofrecido venir, y el Barón sabe cumplir lo que antes supo ofrecer. .RICARDO.· · ¿Es-extranjero el Barón? DoN JUAN. El nos dice que es francés, mas, aquí no hemos sabido á ciencia cierta dó es.

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ESCENA IU ISABEL, RICARDO, el BARÓN, OBDULIO, D: JUAN .Y FLORINDO.

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FLORINDO. {Dtade uno. puerta. del {~, Florindo 1e-

ñf'lo.ndo á D. Juan, le di1·a. .a.l Ba.r6n:J Allí, se!lor, le tenéis. . . (Va.ae.J

ESCENA IV

IS~EL,

RICARDO, EL ll.\RÓN : OBDULIO 1 DON JUAN

• DON JUAN. ¡Cull.nto me place, Barón, {Ad.éla.niándoae) el vuestra mano estrechar! BARÓN. Venid contra el corazón, · que os vengo ll. felicitar. (A laa.bel.J Vos siempre gentil y bella. , ISABEL. Y vos· siempre tan galante. DON JUAN. Barón: el conde de Rarenstel. . Ricardó: el barón de Valdebourg. Barón: el gran profesor que ha quince ai\os educa al conde de Rarenstel. En gran manera me place BARÓN. á yosotro¡¡ cono'cer. OBDULIO. Y afecto en nosotros -nace por vos. Gracias. BARÓN. ¿Por qué, ISABEL. Barón, no habfais venido? BARÓN. · En verdad que lo he sentido, mas· mucho que hacer tenía en h'óy tao solemne día. Si, solemne es este dla, recuerda la libertad de la patria. ¿No es verdad que la patria lo exigía? ¡Libertad! l'alabra santa . .¡Cuánto gozo al pronunci!lrte! ¡Cuánto el hombre debe amarte por ser tu grandeui tanta! Los déspotas y tiranos, los que pretenden h~cer

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' sálvajismos inbÚmanÓs, esos no puel!en querer, porque no tienen razón, á la libertad bendita. ·¡Y es que ella nunca palpita ~ en Infame cOraz:ón! . Hoy se re_cuerda 11quf el día en que nuestra patria alilnda, que ·de miseria ·gemía y ante el tirano temblaba, . libertades exigía, ya débil y desn1$da, y nuestros padres las dieron, ¡aunque su mitad murieron! ·Sí, murieron, yo-lo sé, mas por -la patril morir, no es morir, sino es vivir, y yo les diré por qué: • el que por la pátria muere, muere gustoso, tranquilo, muere y no exhala an gemido' por.que no siente dolor. Cuando un hombre, que es honrado, ha cumplido su cleber, la gei\t..e le sµele ver s,atisrecbo, enamOllado · \desµ mismo pro.ceder. Así el que siente en su · p~cho ese amor santo y profundo, ese amor qu.e encierra un mundo · de .virtudes y provecho, ese.amor grande é intenso . que por la patria sentimos, el nido donde nacimos, el vergel de Oo~es denso. Ese amor que es un deber, . un deber santo y sagrado, que el que ba·cumplido con él, queda cual el hombre honrado: sattBfecho, enamorado de 11u mismo proceder. ¡Que es compromiso sagrado que tiene el hombre al nacer! Y para más grande. ser (Con calma .) este mtimorable día, llegáis vos, que Ja alegría venís, R.icardo, á traer .. Además, hoy celebramos de D. Junn natales plácidos, á quien todos deseamos que siempre en su, bogar sonría, cual hoy, la felicidad. DoN JUAN. Gracias os da el alma mía,.

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ESCENA V

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ISABEL, RICARDO, el BARON; OBOULIO, DON JUAN ·y FLORINDO

¡'&Jtra Flol'indo agitado, ccui 1in poder liablar, por el fondo; 1e dirige d Don Juan./ · FLORINDO. ¡Sellor! ¡Sellor! DON JUAN. ¡,Qué ha pasad<!? FLORINDO. Una desgracia que espanta. DON JUAN. ¡Oh! dila,. acaba, malvado; · ¿para qué torpeza tanta? Acaba. FLORINDO. · Sellor, sel!or: está la torre encendida y es que Ja desconocida.,. • BARóN. Acudamos sin temor. (A I1abel.) DoN JUAN. Espera, alll, con tu ama. (Aparte.¡ ISABEL. Sola quedaré mejor_.

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ESQENA ' VI ISA.BEL

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ISA BEL.

¡,En este castiño fuego?. nunca esto había sucedido; ni aun en mi edad de juelJo recuerdo gue haya acaecido. (Pequ4iía pama.) No sé qué presentimiento hace mi alma conmover.. . esa impresión ... la mujer .. . ese extrallo sentimiento ..• hacen que estalle violento volcán que quema el placer, . convirtiéndolo al arder: cenizas q\te lleva el viento.

ESCEN'A VII ISABEL ~ FLO~INDO

FLORINDO. El sellor manda á deciro_s... . IBABEL. · (Como n no hubaeu ofdo,J Dime Florlndo: ¡,qué ha sidoY · • 1

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:-14- ( FLORINDO. Un incendio ,muy pequello que con presteza y empefl apagar se ha conseguido. (_ -ISABEL., ¿Y quién motivár pudo desgracia tanta? ¿Quién ese nombre, incendio que l\ mí-me espanta, ./ con feroz mano y pepsamiento 'insano . pudo causar? . ' FLORINDO. Respuesta cate¡a)rica • , el paje dar no plfede, I que pensamientos rápidos le agitan y conmueven y luchas ¡ay! tiláiPicas ' en su cerebro tienen. Al llegar el crepúsculo, . un barco po~re y reo,. • q'!e c?n terrible escr.úpulo mis OJOS con.templaron, que vino rapidísimo d~caeció la catástrofe .. y 11,ll~ tiempo poquísimo' estar\le concedi11ron pues c'siguieron...._ ' .J:lor ver si lo aJcanz¡¡ban ' -!nas 110 pudieron: · ' •Y en ese barco dícese que iba la «Extranjeru la mujer heehicera · ' que causa tanto mal. Esa criatura pési'ma y de conducta equívoca, de espíritu malévolo é inspiración audaz. Que yo estoy segurísimo que por ella vengarse de sus perseguidores, · la lyrre hizo, incendiar. Tod'o esto es lo que el paje deoir á vos le puede, lodo esto es lo que sabe de lo ocurri<io •hoy. lsABEL. Paréceme i¡nposlble que eso haya sucedido, Y d!_! lo que ha ocurrido se culpe· á esa mujer. · Pl'.ro Ricardo, el Barón, • tTranaici6n.j m1 padre, Obdulio tdó estlin'I ¿Por qué ellos no llegarán? ¡~hl .. ¡Me late el corazón!. .. FLORJNDO . .No será nada. Por Dios DO 08 'asustéis de ese modo!

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yo á enterarme iré de todo para (lecíroslo !\ vos. {Cuando

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dúpo11e á aalir ettlran loa peraa..

najea dt la 1iguünte eecena. Florind-0

"aee.J ESCENA VIII ISABEL, RICARDO¡ el BARÓl'{, OBDULIO y • DON JUAN

DoN 1uAN. isabel del alnia mía, · · ' . ya el incendio se ha .extinguido, ·recobra, pues, la alegría; ya ves, nada ha. sucedido. Y: .. ¿fué casual el incendio?.,. ISABEL. , DON JuA.Ñ. Se dice que· la ' Hechicera~ ... RICARDO. No, D: Juan: pues eso fuera . caer en supersLición. Ricardo, os habéis portado BARÓN. como un hombre de·valor, y que no tenéis temor aquí lo habéis demostrado. { RICARDO. ¡Gracias, amable Barón; mas lo que.he heoho es gozar,. pues un Jncendio apagar · anima mi corazón. A _pesar de e~ sumido siempre en lóbrega Lristeza, y cansada'la cabeza de tanto y .tanto pensar... cuando retumbaba el rayo y mi estancia s.e movía, entonces iªl'! yo sentía un placer muy sin igueJ. Cuando el huraoil.n furioso ó la tempesta'd bravía sobre J.a tierra caía como si la ruese á hundir: al ver ese ·horrihle cuatiro, mi c:Orazón se extasiaba, fo feliz lo contemplaba y olvidaba el porvenir. Allá en noche silenciosa, en mis.estudios sumido, me sentía estremecido cuando lograba eni:ontrar en el libro- de la historia, ·de algún. héroe las grandezas, leer su vida y sus proezas, y ver su gloria inmortal.

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Cuando de Grecia leía la historia, y allí encontraba las líneas que dedicaba · á Codro, rey sin igual¡ ese rey grande y sublime g~e .en guerra con otro estad viendo el laurel empellado á Delfos fué á preguntar 1 de quién sería la victoria. ./ «Del rey que muera primero~ le c9ntesta: y él altanero ' se viste de lef!ad~, y por salvará la ,átria, I c_on traje de "Campesino · se dirige á su destino con indomable va.Jor. ' Y llega al campo contrario, y a)li da muerte á un soldado • ' y seguido es condehado sin poderlo remediar á que muera en el instante, y en efecto: fué quemado mas él murió entusiasmado iPlniS la patria Iba á salvar!' Esos spn cuadros que agradan á mi col'ázón ardi~e, esos á mi alma v~lil\mente !lacen sentir el plácer. Por eso fué que en la tarde de este bello, hermoso dia . contenerme no podía al ver aquella mujer ... 0Bnuuo. ¿Aun todavía pens-áis en esa dama hechicera, en esa vil extranjera, en esa infame mujer? RICARDO. Será lo que vos queráis, (A Obdulio.) IJ!ªS á mi me está muy bella, siento no sé qué por ella, y coq¡o ya puedo !lacer ... DON JUAN. No atás disputas fatales agra.vien el corazón, olvidemos nuestros males y á go~ar en· la reunión, que ya mny pronto se acerca la hora to.o deseada , en que Terpsícore invada · este tan bello salón. BARÓN. Y mientras llegue esa hora de dichas ó desengaflos, • que el que está maduro en atlos · sabe muy bien apreciur, á Ja Natura admiremos

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ISABEL.

con sus bellezas, encantos, prodigios y dones tan tos que no puedo enumerar. Sí, .yo me uno á vueslra idea ..• (Con fJifJeza.J

Vamos á verá la luna, que tien~ el lago por cuna '!. en ella se balancea. • .

(Se dúponen á •alir todoa, maa á una indicación de Obdulío, permanecerán Don Júan y él.) · . ·

. ESCENA IX OBDULIO y DON JUAN

/Soatienen el aiguiente diálogo, paaeándoae de un lado • latet•al á otro del eacenario.J

f ÜBDULIO.

Grave asunto, D. Juan, es el ver Ricardo esa dama, que no tien.e buena fama, pero mala sí, pardiez. El carácter de Ricardo su lenguaje' to :¡credita, y si bien no se medita, todo lo que hemos de hacer, de la empresa il'6-respoi_¡do ni el éxito pre,•endré. DON JUAN. EX.,POnedme, amigo mío, decidme su parecer pues sabéis que en vos yo fío. Mi esperatlza en ellos v.a, mi dicha la tienen ellos: conque; decidme los medios con que el lla puedo alcanzar. ÜBDUI,.IO. Pues bien, se'rá lo primero lo inexcusable y preciso que salga (con previo aviso todas ·las autoridades). Y una vez estando fuera, Sin compasión ·y sin tregua se COl!denará á la hoguera por ser ella una hechicera. Mientras esto todo p.ase en paseos, cabalgatas, tiestas, bailes y regatas, á D. Ricardo tendremos, y á mi ver, conseguiremos lo que tanto deseamos. ¿Qué tal el plan de campana?

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DON JUAN. Doy perfecto asentimiento, y digo que no me extraña, pues del autor el talento.. . (_ ·OaoULIO. Gracias. .. . DDl'I JUAN. Ahora respiremos y lós pulmones llenemos de este ambiente embriagador. Pasad .. . ÜBOULIO. Pasad vos, Sei'ior ... {Van11e por una puerta lateral de la itquier.da. La eacena permanecerá un momento aolri..J t

ESCE A X RICA.RDO, y OBDULIO (cuando si! indi.«1,ue) / Rica1•d-O enll'a por una puerta late.·al de la de,recha; examina la eacena, y al cerciorar1e de que 1e encuentra aolo, hát;la como aiguej: · RICARDO. ¡Qué grande es poder decir \o que-«iente el corazón! rQué bello es· pode hacer 'lo que dicta la razón! Y pensar que quince abriles en un colegio encerrado pude estar, acribillado, ea. medio de ¡¡entes viles. Y pensar que después de eso, quieran también. dominar y vilmente maltratar mi corazOn, que está preso en una' cárcel sublime, de paredes de diamantes, de puertas de ojos radian.tes, de ¡mavtsimo mirar. , · Yol!!lempre·pensé encontrar, para que fuera mi e.s posa, una mujer sin igual, , no tan sólo por lo hermosa, mucho más por Jo ideal. - _...._ Ver en su talle elegante ' los contornos armoniosos, sorprender en su semblante y de sus ojos piadosos una mirada de afecto, una mirada muy tierna que de su ·pasión interna ¡ay! me dijese lo cierto. Que yo adivinar pudiese

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en su rostro delicado cuánto ella me quisiese; y mi cuello declinado obre •su cuello blanqufsimo, embriagarme ~on su esencia y así pasar mi existencia en ese idilio bellfsimo. Pero. que aquel talle esbelto nadie lo hubiese tocado, que- aquel rostro delicado ··de bellísima expresión, . tan sólo por mi admira.do · y tan sólo por mí amado se hubiese visto; ¡gran Diosl . /Obdtllio, ain acr viato por Ricar'd-0, ae coloca en u.n a piuwta lateral, izqu~erda .J Yo ea Isabel cref hallar lo que allá ea mi faoLas la, lo que formado tenla: una mujer ideal. . Ella es bella ... sí... muy bella ... mas no existe el ideal. .. no tiene el algo especial . que pensé eocontrllr en ella; Verla hablar en el salón con unos, con otros ya, á todos preºsta atención, sin i¡aber mi corazón qué será lo Qlffl..dirá. Mas ... en aquella. mujer ... ¡en aquella misteriosa que en el lago pude ver, y no pude conocer, y qu~ dioeo que es odiosa; en aquel cuerpo ele¡rante cubierto con negra capa, en aquel bello semblante encontré yo mi ideal! ¡Desde entonces aquí siento ·algo· que.no estaba aquí, algo que collJllueve, sí, las fibras del sentimiento. y he de seguir yo sus pasos; ¡mi espada sab'rá cortar cuantos miserables la.zos intenten á mí arrojar! -OBDULIO. ¡Ay_~e ti, DO triunfarás! {Apar'le.}

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CAE. EL TELÓN

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ACTO SEGUNDO

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Selva. En el tondo, m~dio oculta entre el follaje de los árboles, una fuente con una imagen

ESCENA PRIMERA RIC'\RDO y JUAN FRANClSCu. (Entran por la izquierda)

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RICARDO.

JUAN

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RICA.llDO. JUAN1'' .

He reS\lelto aquí estar solo, y por lo tanto, regresa . á la gópdola,"que presa . · en lo¡¡ escollos dejaste, y hasta. qué yo vaya, espera. · Cual vos lo mandéis, se!lor, cumplido será...por mí. Mé agrada muClio sea así; . conque, hasta de'spués. Adiós. Que el Altísimo le gua·rde. {Vrue Juan Franciai:o por la izquie1·da.j

ESCENA II .. que observa un instante

á Juan Franci~co, para cerciorarse si va donde le hll mandado.

RIGÁRDO,

• RICARDO.

¡Corazón! lPor qué te agiias? ¿Por qué te 'apresuras, alma? Debes tener mucl¡a calma; . cálmate, sí, corazón. No, no puedo, me respondo-. ¿Quién puede despacio ir · cuando le arrastra á seguir m:ia ruerza superior? · Y yo siento en mi interior ~ un amor grande y prorundo,

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que es mds potent.'e que el mundo y más ardiepte que el sol. Que el alma que se enamo a no tiene temor a nada, / \_ y mi alma está enamorada de~de aquella feliz hora en que contemplé su rostro de bondad y de poesía, que inspiración parecía y no criatura mortal.. Selva hermosa en donde estoy, sol de fúego que iluminas esas preciosas aiunas cubiertas de gran verdor: decldme pronto, seguido, dónde está la awada mía, decidmé dó está su nido, que debe ser de poesía, decidme si ha reéorrido • este sitio hermoso, bello, enselladme algún destello más tiuro y claro qujl el día, que entreyé mi fantasta ; mas no lo miran mis ojos, 1qu.e no ven sus l~bios rojos, de cdPfl.l y de CRQ!Jfn. ¡Oh fuenie que asi._murmuras, ' murmura que yo te entienda haz, sf, por Dios que comprehda. si dicen tus agu11s puras, que sobre estas pe!las ·duras dobló acaso sus rodillas y encendidas su¡¡ mejill~s, rogó á esa imagen sagrada su alma dulce, enamorada y si así basta me te b'umillás dime por Dios, pura fuente, ' por quién su ruego elevó, dime, dime que soy ylY • es¡i persona feliz! Di '1¡11e al cónteÍnplar mi rostro en. el lago cristalino, sintió un impulso divino · · de grande profundo amor; que si se ocultó á mis ojos, ase lo exigía el decoro; . que hubiera dicho: cTe adoro• con todo su corazón. · Mas:.. si todo esto es mentira ... si es mi fantasea que suena ... si no me ama y me desdelia ... (me abandona la razón.) · ¡Imposible! ¡nunca, nunca!

Que aquella mujer sub!ime por me goza y por me gime, me lo dice el corazón. Siento ruido, pasos oigo. ¿~uién asi turba mi amor?

ESCENA III RICARDO y un ANCIANO (c¡.ue entra por la derecha) ANCIANO. ll!CARDO. ANCIANO.

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RICARDO. 0

ANCIANO.

RICARDO.

ANCIANO.

Que lo paséis bien, Sellbr. Anciano: que Dios os guarde. ¿Qué en estos sitios buscáis?

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{Como ai hablaae para a(.j

Es el mismo, sí, es el tnismo; si no mediase el abismo ' de tos anos que han pasado, os juro por Dios sagrado que os confundiría con él. No comprendo qué decís; si no os explicáis mejor ... Es que os parecéis, se!lor, á mi jjlfe, al genenl . de las tropas de la patria, y·cual él, tenéis marcado en el rostro, hermoseado cor el vigor ~enil , as afecciones más nobles que engrandecen nuestra alma, y que en. Ja edad de la calma son conooidRs también. Gracias. por el parangón, que me eleva y me engrandece, pues creo yo qui'. na '!!ere.ce • mi ser, tanta est1mac1ón. .Mas las lisonjas dejemos y decidme quién sois vos, pues os juro, ¡Vive Dios! que asi no nos entendemos. Pues complaceros intento. ' Soy soldádo, veterano, y lo único que siento es ser cual veis un anciano, pues hoy tan $ólo ya cuento · con es1a trémula mano que me desviatá la espacia y no caerA al vil clavada. Asistí á treinta batallas 'y jamás tiimbló mi mano al ruido de las metrallas,

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RICARDO.

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ANCIANQ. RICARDO.

ANCIANO. -

- 24 mayor que el del Oceano, que hace eslremecer las pi y este mi cabello cano oculta muchas heridas gue allí fueron recibidas. Qué á pesar de los dolores que causó el hierro al hacerlas y el cirujano al coserlas, ' son brillantes resplan.dores y verdaderos honores que sólo. alcanza el valor; pues el que tiendltemor á la guerra encarnizada, su deshonrada morada prefiere mucho r¡ejor. No anduve desacertado al decir que os parecéis ... Basta basta, ya sabéis . • lo ya habéis escuchado. Y!> siempre, siempre be admirado el entusiasmo y grandeza, el valor y la destrPza qire en las honrosas batallas l\ en q¡edio de las metrallas n¡ues1 U- una graqfle cabeza, en quien la patria ~onfia su gloria y su porvenir, _que al victoriosa salir, • más pura y clara que el día, se ve su gloria surgir. ¡Qué gran diferencia existe entre vuestros pensamientos bellos, nobles sentimientos ' de un sincero corazón, y los de los otros jóvenes, que sólo buscan placeres, bailes, goces y miµeres, llevados de la pasión, que )Os arrastra al camino de li deshonra y del vicio, Y al .borde de nn precipicio coloca lodo su ser, do á parar irán seguro á hallarse en-cieno y Jodo, y allí á perderlo ya todo, honra, riqueza y poder. N.o.admir.an acciones nobles y ni á los héroes veneran, porque sólo consideran· venerable á su placer. Y si encuentran un anciano de rostro afable y sincero, que por lo mismo severo

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RICARDO.

ANCIANO.

RICARDO. ANCIANO.

· critica su proceder, entonces ... ¡hierve mi sangre! cual si omnipotentes fuesen, y vencer ellos pudiesen al mismo poder de Dios, le lanzan una sonrisa cual lo·dicho despreciando, y siguen, siguen án<1ando del torpe placer en pos. . S\ la vigorosa sangre. co(riese ahora por mis .venas, ¡cuántas y cuántas faen~s honrosas iba á emprender! Yo á la defensa saldría de ese ser bello y hermoso, de ese ser grande, grandioso que el hombre llama mujer. Y abor-a mismo más que nunca mi b1·azo necesitaba • para tomar cual tomaba una edpada con valor, y defender una dama que en esta comarca habita, cuya bondad infinita forma :;u gloria mayor. Y ya que mi viejo brazo de nada puede servirle, busco, busco á quien decirle su sin igual pt.Q_ceder; , proceder de un alma noble, de un corazón amoroso que nunca al bien da reposo, ¡de un corazón •de mujer! Anciano . inte1·és me causa vuestro proceder sincero, y yo de vos hoy espero me concedáie un fa vl>r. Si á vuestro brazo le falta el vigor y la energía, · podéis decir desde hoy día que tenéis. un defern¡or. Y á esa mujer digna y pura por vos dicha anteriormente, decid, decidle que cuente con mi brazo y mi poder! ¡Vos el d.e fe nso1· de .ella! Estoy sollando ó despierto. ¿Será por Dios esto cierto? Es tan sólo mi deber . Nunca os ltl'repentiréis dé haber hecho acciones buenas, porque cuando tengáis penas, os irén á consolar,

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y entonces ~s que ·se sabe porque uno mismo lo sient lo que un alma complacíe t~ vale al querer agradar. ¡A(?! y vos no conocéis á esa mujer noble y pura en quien.la sin par Natura q·uiso benéfica unir en una sola persona . un bellísimo semblante y un alma dulc~ amante cual vos sabréi concebir. Yo os "ºY á narrar un hecho que os pondrá de manifiesto todo lo que llev~ expuesto acerca de su I?ondad. Yo, cual dije, soy soldado de la pa~ria, veterano, • IY he lle~ado á ser anciano i¡.mando a libertad! · Después ile andar mucho, mucho llegué á esta comarca bella ,' l"'{Juiso mi buena estrella ' que 111 esta tierra llegar, enfer ~o y ya si~ienlo, aquel ángel encon rara, y que tanto me cuidara en mi enfermedad morlál. Pues por lo mucho que anduve se me abrieron las heridas ' en la guerra recibidas · en lucha de igual á igual; perdido el conocimiento no sé yo dónde cayera, y sin qué nada.yo viera, me llevaron á curar. Y alli pasé dos semanas, y á sus cuidados debido, pu1e ya restablecido po ' toda la 'casa andar. Y no cre<Ms que terA1inan aquí todos sus desvelos, pues grandes y más consuelos llegó por mr á practicar. RICARDO. Seguid, seguidme narrando esa acción tan generosa de esa mujer tan hermosa en cuerpo y en corazón. ANCIANO. Pues bien; como vos sabréis, ayer fué día del santo del senor de nombre tanto y·de consideración que habita ese gran castillo

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que en medio del lago existe, y que su poder resiste de las olas el batir. P,ues el seilor antes dicho, dijo que repartiría en ese solemne día, á quie.n las fuese á buscar, muchas limosnas valiosas por su val.or excesi,.o, ~ues dicen que es compasivo el pobre dicho, seilor. Yo que, además de eso, hablarle necesitaba, y mucho, sí, me importaba que alcanzase aquel honor en ese d{a festejado; pues de ese modo creía siempre yo que lograría mi pretensión alcanzar. Mas orden inesperar1a por el dicho senor dada, hizo mi plan derribar. Mi sin igual protectora, que entonces me acompailaba mucho, si, le lastimaba · ver mi fin sin alcanzar. a.A las barcas no adornadas:& (Así la orden decía.) «No se les permitirla •en el bello lltgo entrar.> Y sólo encontramos una, mas adornada no estaba, y era la razón que· daba, por no podernos llevar, el amoº de aquella barca. Mi protectora ofrecía di:Ciéndole pagaría precio más que el regular. Después de meditar mucho respondió á mi protectora: •De un modo sólo, séllota, ' 1hoy os puedo complacer.• En los ojos de mí ángel satisfacción se vela, y con marcada alegría · le dijo: •El modo exponed.> «Pues bien, ir tan sólo puedo •Si vos nos acoi;npalláis,' >y así, vos misma cargáis >la responsabilidad.• ·¡Ah! su semblante, de ale~re en triste se había cambia o, y con acento pausado

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-28 me dijo: •Anciano, 'e&cuchad: >¿Qué dirán los que n¡e vea »en el lago cristalino?» y con acento divino siguió diciéndome así: cDirán que voy á lucirme »en med,io del lago hermoso •que voy-ó. turbar el gozo ' ./ •con mi rostro, .que baya allí »DirAn que porque ine escondo »á. la vista de este mundo . >y muestro un d•or profu~do •siendo llcticio no más, ' / >puesto que sé divertirme •Cual los demás se divierten •¡Quién sabe en 'to qúe convierte'll •la causa de mi antifaz!• Mas yo A sus pies arrojado le rogué me acompañara, ' . y que obstáculos salvara y'su tierr¡o corazón, ' .a l ver doblar mis rodillas al..ver mis labios pidiendo' conteµerse no pud~ndo., ' tuvo d,e,mi compii.s1ón. -¡; accedió, sí, ó. ~deseos · •Y en el lago cristah o, . ' remando con múcha tino ·nos logramos internar. ' Buscando siempre los sitios dOI)de menos gente hu!Jiese porque no se distinguiese que estaba sin adornar la barca que nos llevaba. Al castillo divisamos y Asu torre nos'juntamos y logré desembarcar; y allí expre~é como pude todo mi agradecimiento, peri> mucho; mucho siento que no podré yo pagar .. . RICARDO. ¡Sí,"es la misma, oh mi Dios! (Apa,.te.) ¡Despierta yn, corazón! . ¡Ven A·mi mente, razón par!!- seguir de ella en pos! Anciano: ¿podéis decirme có¡no se .llama esa dama,? ANCIANO. Esa dama de gran fama Laura, sí, Laura se 1111o{a. RICARDO. Pues á esa dama decidle que cuen~ , s,i, con mi espada, que- solo or causa honrada s.e verá desenvainar.

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ANCIANO.

Decidle, si, que mi brazo 1ah! siempre estará dispuesto para dejnr en su puesto su honor 1 y saber vengar cualquier injuria que sufra. Y yo por ello aquí os juro (y este cielo siempre pui'o sea el testigo de mi honor) uardar reconocimiento esa acción noble y sincera, A la que este viejo.esp~ra se recompense me¡or. Anciano: el que el bien practica haciendo el bien por el bien, nunca espera que.le den r!lcompensa por aquello, porque entonces el edén no es el edén puTo y !;>ello, sino sólo es un destello de la gloria que alcanzó, . pues el pago recibió. · Cada vez os creo más noble y siempre estaría con vos, pues os juro ¡vive Dios! . que ºvuestro hablar me entusiasma. Mas casi· nunr:a se puede lo que quei:emos;.hacer, y ahora que tanto placer me causa el ~ar con vos, tengo presto que marcharme, por no volver A enfermarme, y habré de decir, adiós. Que os acompañe hasta el fin Dios mismo en esos caminos, · veremos nuestros destinosI dóQde.nos conducirán.

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RICARDO.

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ANCIANO .

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·RICARDO.

ESCENA IV UICARDO

RICARDO.

¡Ah! ... corazón, ya no temas, busca á tu i¡er adorado, . tus impulsos sin cuidado ahora los puedo seguir, porque ya conozco A fondo aquella sin par belleza, que de su h.onor y nobleza depende mi porvenir. ¿Cómo es posible que crea

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que aquella imagen .divina pura cual la' cristalina ' agua que allí veo brotar dentro de su pecho escood un alma pérfida, impura? ¡Si'es de la sin par Natura el ser más di~rio de amar! ¿Quién, ál ver esa mujer dirá que allí puede habe~ perfidia, mula inten1i.[ón? ~Quién ~etener los impulsos mtenta del corae'.>n? Si para el alma no hay leyes que la manden y la obliguen, ¿los déspotas y Jos reyes se ha visto acalo consiguen con ~u~ irifumes torturas, suprimir el pensamiento, • que lleno de noble intento á pesar de penas duras por las ci!Jdade.s y ah;le~s del progreso las ideas, de- patria y de libertad 11ue como dken yerdad las prJlf)a::¡an sin temor' ~el déspota y deh.¡rano, 1 ¡que de su impotente mano se ob~erva, sí, ya el temblor! ¿Y quién sujetar podrá á nd amar mi corazón? ¿Quién oponerse osará é impedir se atreverá que siga de mi pasión el derrotero marcado ¡áspero ó helio caminó á donde seré llev.ado por las leyes del destino!

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. ESCENA V J.AUR ~ y

RICARDO

...---- (Laura entt•a ain aer v~lo:pot· llica1·do y ain ella verlo á él; ae q.rt•odi~la ante la Virgen de la fuente.)

RICARDO..

¡Destino, rasga tu velo . y déjame ver mi estrella! (Ricardo, al increpar al dutiM ha mirado al ftmdo, U al mirar ha vilt~ á Llw.ra.J ¡qbr si, es ella: sí, si es ella! (Pauaa.J Virgen, ángel ó mujer,

escucha mi amor profundo. (Laura ae diapcme á marcharae y entoncea Ricardo le dice): No, no huyas; si un segundq · tan sólo te haré perder. (Laura, como obligada por una f!Uf'Za interior, como demo1trando que 101tiene una lucha titánica entre 1u coraz6n y N deber, pero que la balanza cae, •e inclina por el enorme peao del corazón, peao ante el cual ltl ciencia •• impotente para vet· á cuánto• kilogramo• alcanza, pero que el alma aentimental conpce perfecta.mente¡ permanece, alli, arrodillada ante la Vfrgen, oyendo laa palabraa apaaiOt:Wdtu y amo1·oaaa de Ricardo./ • Si vft'gen eres, á mi ~lma compadece enamorada, y luego, con mucha calma dame una sola mirada. Si éres ángel... "ángel bello de mi dicha y mi ventura, déjam& sólo un destello, desteUo de tu alma pura, para siempre conservarlo y siempre, sí, siempre amarlo con suaví~ima ternura. Si eres mujer ... ¡ah, m.ujer que me rohaste la calma, J.llujer, mujeNJe mi alma, déjate por mi querer! ' Deja que mi cqra~ón con el tuyo á compás lata, para ver cuánto dilato por suit latidos medido, aquí este instante perdido de. suma relicidad. ¡Deja á mi alma expresar las palabras de su amor! {Nuevo movimiento por•irae.) LAURA. RICARDO. ¡Oh! depón todo temor, . y por Dios, ponte á escuohao. ¿No ves ~n mi faz pintadas las huellas de un grande amor, que jamás será!\ borradas, · pues siempre· serán amadas por mi pecho con ardor? Pues ese amor y esas huellas ¡mujer de rostro divino! son, sí, son flores muy bellas .que al pasar por tu camino arrojaste; '¡y son estrellas para· alumbrarse con ellas

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el cielo de q¡i destino! ¡Mujer!... Si es· que yo te a o con todo mi corazón, sLá todas h<1ras te llamo, si i:sta llama en que me inflamo me hará perder la razón; ¡ah si me-niegas, si niegas á mi pecho ardiente, amor! ¿No has visto á l••S ru~sei'lores que allá en los valles hermosos ¡ay! se·oantan s~ amores, y están oyendo lis flores sus acentos amorosos? Y á los árboles del valle .. ¿no los has vistQ\¡mujer! .' que de la brisa al mecer . inclinan su esbelto talle, • cual queriéndose decir: • i Mucho me has hecho sufriu, y .después, lánguidamente se dan un beso en la frente, y cada uno presuroso semi<lina hacia el otro'lado r~boro so? · ¿Y no hús visto en....un jardín de dos flores el pert ume, que al salir de ellas se une en el espacio si n fin? Pues se abrazan blandamente, y ju~os frente con frente, se van, se van á viajar y nos hacen lnspii·ar su perfume tiernamente al pasar? Pues si en la flol' y en el árbol, y en el tierno ruisei'lor, late en su pecho el amor por su ángel ó mujer, ó sell lO que guiera ser ... ¿córño yo, que tengo aquí inteligencia y razón, y aquí uó tierno corazón que palpita. con ardor al sólo nombre de amor; al ver tu imagen.sublime, que es más fragante y hermosa que la purpurina rosa, que es tu voz más delicada que el canto con que á su amada _Uama el tierno ruisellor, y que tu talle elegante es más esbelto y radiante

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LAURA.

RICARDO.

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que gime, allá en ·1a ¡n:adera: un grande y profundo amor · no he de sentir en mi pecho; mas, sí, ·que el del ruisellor, que el del arbol y la flor? Y si á ellos, siendo así, · los quiso su tierna amada ... ¿por qué ¡oh mujer·adorada! no has ·de quererme to á miT ¡Oh! .. si tú me amas ... me quieres •.• ¡deja e's trecharte' en mis brazos y verás cuántos pedazos . tengo hecho el corazón! ¡N.o, es imposible, no puedo! {Ricardo 1e dirige hacia eUa, y mtOflcu ... entomu 1e incl,ina la balanza p()f' el pu<> ikí de/>er. y Lavra aale á la .ael1Ja.j ¡No, no te vayas, mujer! ¡No importa, te seguiré! (Sale por d<>nde mümo aali6 Laut•a, la qve habiéndolo duorientado, 11uelo11 á la ucena.)

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ESCE;NA VI LA.URA

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LAURA.

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¡Virgen santa! ¡Madre mía! Tú que al.que sufre lo-amparas, y al hacer bien, no reparas que sea buena ó que sea impía la que á t.I su ruego eleva, y tu !avor solicita, qull tu bondad '!nftiiita eólo el bien á baéer te lleva; ¿por qué si del mundo huyendo, vengo buscando la calma, .así mi deber cumpliendo, ¡ay! se des,Pierta en mi alma un amor grande y profundo, si mi pecho dolorido está en tristeza sumido, manando·unnto fecundo? ¿Por qué si nl> puede amar mi corazón ya gastado, dejas to que venga el hado en.mi pecho á despertar tan Intensa una pasión ; si sabes cuán desgraciado es mi tierno c<irazón?


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·-ESCEN~VII -

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RICA.~0 etttra por la pnrte opuesta á Ja que ha salido i..A.URA. RICARDO.·

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¿Dó.nde, por Dios, .se escondió'i esa si11 igual mnjerT Mas yo Ja habré de encontrar y hacerla por siempre mía. ¡Si en sus ojos s.e veía el amor, sí, sí, brillar! ¡Si aquel IAnguido mirar que el alma me arrebataba, me indicaba, me indicaba, quel'e lla me 'empezaba A amar!

(P.o.uaa.)

.RICARDO.

A tan digno compallero, y que TeogAis hoy espero oon nosotros A cazar! (Ttn'bado mtu11e l11 cabe:11 en IBñal de cuentimiento.J

·

¿Qué contemplabais aquí? (A Rica.rdo.J RICARDO: Yo ... contemplaba... las llores.,, lllABEL. Y hablar parece qué oí... . RICARDO. Le hablaba i li>s rulsellores. . ' ($.\BEL. (Con naturalidad, que no 1e 111omii nada d8 lsABEL.

irania.)

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ESCENA VIII

CAE Eb TEf,ÓN

ISA.BEL, RICARDO, el BA.RON, OBDULTO y DON JUAN

(Al decir Ricardo el úUimo vel'IO de la ucm.o. anlerior entran _loa otro• peraono.je• de uta ucma, de mo~ que le han oído hablar. A uta ucm.o. 1e pueden agregar paju, dam111, ele., ele.)

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¡Ah! ¡qo~ gracia! ¡qué delicia! ¡_Sabéis A quiénes hablaba Ricardo, y qué contemplaba? Pues contemplaba las flores . y hablaba A Jos ruisellores . BARÓN. ¿Y quién no ama Ja Natura, ¡oh beJUslma Isabel! · si como Ricardo, ha .estado en un colegio encerrado su nille:t y juventud? 0BOULIO. Mas no perdamos el tiempo, (Con iron~a.J que aprovecharlo mejor · · que hablAndole A un ruiset\or, · en Ja cacería podremos. · DON 1UAN. Soy de vu.estrQ parecer. (Aparte.) RICARDO. Adiós, adiós, Laura mía, A ti 'nii amor he entregado porque Ati eifque mi. alma ha amado. A- ese infame rvil Obdulio yq, vive Dios, pr,obaré · que yo no venrlo mi amor, que A quien ame con ardor amaré; . !Y en esta tremenda lucba ganaré!

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¡Madre piadosa y clemente! ¡Oh, Ma~re de los mortales! Tú que esparces A raudale consuelos al inocente, · ven.y contempla mi frente por· el dolor ya nublada, y verAs cuán despiadado ¡ay! conmigo se ha mostrado al Angel de mi destinQ, pues tan sólo en•mJ camino 1~ojas de dolor ha eobado! HO}' te pido con llrvor: ¡concédelo, Madre m(a! Que me des mucho valor para que pueda lriunrar de mi l!'rande, inTenso amor, en lucha tan desi~al, • mi noble, mi limpio hbnor. • , ·Ya estoy oyendo sus pasos ... {TraM~i6n.) /Se levan(a,.mira hacia uno y otro lada y dice): Sí, que no le vuelva Aver! (&túilieae bien.¡

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ACT,O TERCERO .

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Decoración del pri~er acto

. . . ESCE;NA PRIMER·A

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QBDULIO y DON JUAN

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DoN 1uAN. Mi querido y buen' Obdulio, -. · · ¿cómo van nues tros asuntos? · y detlidme aquellos puntos .. que vos creé.is que van mal. OaoULIO. • Mi respetabl!!'Doo 1u!ln, son muchos, y han de. temerse, y puede de ellos creerse· que destruirAn-nuestro plan. DON JUAN, No me a$ustéis de ese modo, pues yo no, nunca be creído, siendo por \' OS dirigido, . que así vayamos A errar. OBDULIO. Yo pondré de mi talento cuanto de él pueda sacar, pero mucho, mucho ·s iento que Dios no me qu¡so dar,.·. D.ON IuAN, No os hagAis ~a injus&ioia, · pues es sapido por todos vuestros sin iguales modos de ·salidas -.encontrar ... OBDULIO. Yo os doy. muchísimas gracias . por cómo de mí pensAis; y si ahora me etcuchéis, aun mAs lo be de agradecer. DoN 1uAN. El que agradece soy yo. Oeouuo. Pues bleQ; ¿a qué Interpretáis y qu~ ~ntido,le dais: en aquel sitio encontrar ayer al amanecer é. Ricardo?~ .. pues no,es más qu.e bu•cando A esa mujer ..•

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Laquella del anurar.!.:. (Con ~re.cio.I .l:'or eso el p)a'n más .se¡¡uro el que no permite errar: · (sin que él 's e llegue A ent ar) es hacer de a~uí salir A. ~a 111ujer torpe, infame, diciendo que es hechicera ¡y,a se encargaré la hoguefa no dejarla molestár! • Y.después aun'q ue Ricardo · ha¡¡a lo que quiera hacer buscando A esa vil muje~, como no la ha di encontrar al fin se habré de apa¡¡ar .' la llama de su pasión: Este es el mediq, que creo más seguro y mAs prudente. Parece que viene gente ...

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.ESCENA II ISABEX..,.. RICil\DO, OBOULIO y DON JUAN. 1

ÜBDULIO.

(&itran /1ab11J y Ricardo por el fondo.)

¡Hola! 1Holal 1Qué\yo veo! ¡CuAnto gozo y m:e recreo . vues(ra dicha contemplando! · RicAl\DO. ¡Dioba bien triste por cierto (A.parte.) la que yo aquí estoy pasando! ÜBDULIO. ¡El medio en ejecucióo(Aparte á IJ.Juan./ y se sal va la cuestión! DoN JUAN. ¡Oh! ¡perder todo temor {Aparte á Obdulio.) aunque fuera otro mayor! Voy al instante.A escribir al obispo del lugar. ¡Oh! me vajs á permitir (A todo..} me tenga que retirar. · ÜBDULIO. Mu~b~ sí lo senl.f!"emos, (Con hipocre1fa,j · mati si es necesario é vos... · DON JUAN. Mu.y necesario; adiós... {Por la derecha.} ÜBDULIO . . Nosotros nos quedarllmos. · 1

ESCENA IU

ISABEL, 1UCA.RDO y OBDULIO

OaouL10: ISABEL.

¿Y d!l qué hablabais vosotros? Pues hablAbamos nosotros •..

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-ss:....• del baile,

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es la verdad? · jA Rkard.o.) (Iticarci{J cantuta afirmativamente 11"'" medio de 11na inclinr&cidn de cabesa.j¡ · '1BDULIO. Y del baile ¿qué decía? Decía ..• .oo le gustaba; (Con naturalidad./ ISABEL. que al baile consideraba como abrazp consentido, · que era un tiempo muy perdido el empleado en bailar. • En fin, otras muchas cosas que por ser poco sabrosas me está malo r.ecordar. · , (A· Rio1.1r~./ ÜBDULIO. ¿Y qué decís A es.o? Nada. R1CAiloo. ÜÍIDULIO. ¿Por qué así tan triste e.stAlsf RICARDO. Pido que me concedll.is permiso para dejaro~. ÜBDULIO. .¿Acaso enfermo os sentís? RICARDO. No, no es cosa de cuidado1 es que aun estoy muy cansado de la cacería de ayer • ÜBDULIO. . Pues entonces, id con Dios. RICARDO. Pues voyme. Ricardo, adiós. ISABEL. (Aparte./ RICA!IDO· No sé fingir, es ve'rdad. ¡T.e amo mucho libertad! · Busquemos ahora al ·Barón y que él ROS. aé SU opinión. . (Por la i~uierda.)

ESCENA IV.

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ISABEL .y OBDULIO

¿Acaso enfermo eatarA? ISABEL. ÜBDULIO. No así á creerlo vayéia; es .que vos mucho le améis.'.• Eso no es cierto.,. Del'.ia,•. ISABEL. ÜBDULIO. Sí, or saber si ocu;-ría ._ ' en' él cualquier novedad. . ¿No es-verdad que es la verdad? ¡Ah! ¡qné ¡¡ra•:ial ¡qué delicia! (Con 11it1111.1./ ISABEL. ¿Queréis vos acompallarme · al salón donde esté el·piano? y am 08 dignaréis tocarme ÜBDULIO. algll.n vals encantador, ó un galop de mucho ardor ... ü una melodía sublime ISABEL. de esºas que parece·¡;ime

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-fa 0BDULIO.

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el instrumento al t.dca·r. Vámonos á di:ileitar. · 1Obdulio le brinda au brazo can coquetería ingenua.)

ESCENA V RICA!tDO Y J~AN fRANC!SCO.(marino). Cambio de decoración. íi. la izquierda granlhcas rocas donde vienén á _ estrellarse las aguas del lago •

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RICARDO •

(ljl.icardo y el m~rino entran por el fondo.} RlcAR.DO. Dime: ¿no has v1~0 hoy aquí ' á esa joven extranjera? JUAN F. Es, seilor, á la •Hechicera>. (Cbn hipocrea!a.) RICARDO. ¡Vive.Dios! JUAN F. . Si yo creí... RICARDO. ~Qué creíste, hombre hablador? JUAN F. ues, yo creí que ella fuera ... · RICARDO. ¡M'l[S ella no es hechicera q\le es. dama 'de mucho honor!, JUAN F. Mas yo-ló que die~ digo ... RICARDO. qués.e dice de e \a? JUAN F. ue era una joven' muy bella. RICARDO. Y siempre, siempre lo es. JUAN F. Que allá en tierra muy remota en un cas tillo habita'l'ia, y sólo la a compailaba · de sus dias el autor. Que su plácida niflez tranquila se deslizaba pues &lli riunca encontraba de este mundo engallador la mentira y la perfidia ' que se extienden tanto,' tanto y se [.!\bren con un manto hipó rila, sí, 'd e honor. Y asi tranquila creciendo, al par que el cuerpo crecía, también , también se veía • crece.r en su pecho amor . . l,'or este tiempo llegó á- aquel lugar un galán, que tan sólo era un truhán, y de ella se enamoró· por el jardín se inter~ó, . y á la luz de las estrellas y la luna y Sólo ellas por testigos de su amor,

JUAN

F.

RICARDO. JUAN F.

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RICARDO.

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·JUAN

F.

RICARDO .

JUAN

F.

que ~aclaró con 1¡1rdor y con palabr.as muy bellas. La escena se repitió y ella en su amor, sí, creyóf despertando una pasión en su tierno corazón. Pasión de liviano amor que manchó su limpio honor. ~entira! ¡Infamias no más! al que te dijo, dirás: que el conde de Ravenstel ha de ve,ngarse de él; . Cumplido SE!rá por mí; . (Con hipocrsaia.) ¿queréis que prosiga? ¡Sí! Pues bi.en, como es consiguiente, el galán, su amante, hl!yó, y·dicen se estableció (según me cuenta la gente) en esta misma comarca. · Y por eso rué que vino siguiendo sólo el camino del amante que perdió. Dirásle á quien te lo dijo que es un grande mentiroso, y que es un papel odioso el de mentiras -decir. Que se ocupe en otra cosa que le sea más provechqsa, y si no quier~llar ... yo le haré dejar de hablar. .Y tú , que cara me tien es de ser bastante. hablador . . Yo ... no ... no lo crea, sei\or ... yo tan sólo le conté ... Pues bien: no habrás de narrar ni á nadie, á nadie contar esa vil·novela infame, ~orgue mal lo pasarés; or de pronto, ahora te irás. Y... ¡entiendes! hast" que llame, , en 111 barca te estarás. Está muy bien, ml seilor. (Por el fondo.)

ESCENA VI

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RICARDO RICARDO.

(PaUMJ.j ¿Por qué será que el corazón hu!flano al vicio infame, y torpe y perolc1oso,

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más, sr,.que é la virtud tien y en un piélago Inmundo y, as eroso sumerge en lodo basta su rop~bermairo, sin ver que en el abismo ne roso . hay siempre, siempre clari ad astante ~ara ver que su acción es inramantel asga_tú el velo de la injuria impía, ¡oh corázónl que agitas en mi pecho, y proclama, proclama en este día, porque é ello tienes ·sin igual derecho, que es modelo de honor y de hidalguía aquéllá; que se¡iagita e'h a,quel lecho, . . el blanco de las lenguas de este mundo, abismo de maldad tétrico, inmundo. St, corazón, que acción tan gen~rosa te habrá de le"'1ntar á gran altura, mis labios besarán su Jaz hermosa, y al mundo e"'eilar.é su iente pura y 11u alma noble de virlu radiosa, porque vea que 111 aleve mordedura ni su faz, ni su alma ha dem~crado y se retire torpe, avergollZ¡ldo. · .Porque vea que su acción es impotente rpara alcanzar su ftn torpe é loranie, y allª'6n su obscura y maldecida mente , haya una vo11 q~ por venganza ~lame , y baga arrugar ·Y. obscurecer su frente, y en su concieñcia á todas horas llame esa voz, que le diga: •Despreciado siempre serás de todo ser bonr.ad,o>. ¡Sí! el desprecid es el mejor castigo para ese ·ser roedor de los honores, gusano que del mal sólo es amigo, y la deshonra, ·el vicio y los dolores tan sólo lleva pertinaz consigo, convirliendo castlslmos amores en pasiones indigrias y livianas, de todo sentimiento noble vanas. Corazón, corazón del alma mfa, . nq pierda&, no; no pierdas ni un momento en esta ruda y sin igual porfía, y 'ejecuta tu noble pensamiento, . , y hasta por siempre y para siempre mfa, y expresarle podrás ·tu sentimiento: ¡tan puro cual la brisa que respiro. y tan ardiente cual el ilol que miro.

ESCENA VII RICA.ROO y el BARON

/ilntrá el Bar6n por l;,, ckrecha.J

RfcARDO.

BAl\ÓN.

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RICARDO.

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¡Ah, mi querido Barón! 1Cuánta dicha es para mí aberle encontrado·a!¡tií, pues sólo con la intención de hablal' con voS' hoy salí. También me place.enoontrar mucho, pero mucho á vos, pues con vos podré gozar en Natura al coritemplar la gran maje.et.ad de Dios. ¡.Quién, al ver tanta belleza · ·como en Lodo el orbe existe, que madre Naturaleia · ¡¡l suelo· y cielo reviste con tanta pompa y riqueza; quién, al ver del huracán el brav'o y ronco rugido, y al senlir8e eslremecido ,. cual las aves que S(l van, dejl\'DdO al azar su nido . y quién, al vef'de la mar el ole11je.'furioso que al bajel quiere estrellar, que busea la playa ansioso con hero(.eino sin par; y quién que haya contemplado un aqismo tenebroso; ó u'ñ cielo plácido hermoso, por la luna iluminado y de elltrellas adornado, no ve tras todo eso, e~xiste un Dios grande, omnipotente, que' es el huracán potente, '. · .ó el prado que érboles viste, · ó el oleaje espumoso del mar, que la playa besa, ó el.abismo tenebroso, . ó el.cielo plácido, hermoso, ó. en fin, lo. Naturaleza? =¡Ah, mi quf)rirlo Barónl no sabéis vos cuánto gozo, y ·os babia mi corazón: al oíros as! hablar, olvido el propio pesar.

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BARÓN.

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"'"""'• füe>nlo~l mas es m1qp.,;,, temperamento

decir aquello que siento, porque no puedo fingir. Mas olvidaba dijisteis· ai-dicboso yo encontraros, . y al venj.uroso aquí hallaros, ¿tenía is algo que decir? RICARDO. Pues .disponeos á e11cuchar. ¡,Vo > sabéis lo que es amart BARÓN. Bastante diíícil es la pregunta coaestar, pues son muchos los amores, como son muchas las Dores que nacen en \[ jardín. Y si en el jardín buscamos dos flores bellas y hermosas, y rragantes y olorosas • con las que nos enéantamos; si dichas flores olemos, su perfuipe al a,spirar que nó en ambas es igual, 111 instante conocemos. , Así también el amor naceA!í, en el ~azón, 1mas no con igua ardor , · ' ni con la misma' Intención. En unos es verdadero, en otros no más fingido; unos, por su ser querido dieran su vida y poder; oLros miran la mujer como si hubiera napido tan sólo para el place~, ·y manchan sulimpio honor engallando su cariño, que con sencillet de niilo, al entregarle su amor, y corazón_ le entrégan; y u malvada intención · á .erecto los viles llevan, sin .negar á comprender que la desdichada es mayor • que· su liviáno placer. · Mas, si es verdadero amor el que en el per.ho se siente, :· entonces nunca se miente, · y se emprende con valor 1 la empresa de poseer aquel ser bello y hermoso, aquella sin .par mujer que con su don poderoso nos sentimos atraer.

RICARDO.

BARÓN.

RtcÁBoo.

.f BARÓN. RICARDO·

BARÓN. RICARDO.

ª'fuª

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BARÓN. RICARDO , BARÓN. · RICA.ROO. BARÓN. RICARDO. tRÓN. t;AROO. BARÓN. RICARDO. BARÓN. RICA.ROO. BARÓN .

¿Y qué vale que se opongan contra nuestro i¡entlmiento, si el querer y el pensamiento es Jo más libre que eitisteT ¡Cuánto me place, Barón, el que penséis de ese modo! pues estáis conrorme en todo con mi noble pretensión• No es conocido por mí, lo que es por vos pretendido, y me pa~ece que asf no puedo decir que sí, 6 lo que aun yo no he oído. Basta de tiempo perdido. Es que aquí siento un amor, amor cual nunca sentido, pues creo yo que no baya habido en el mundo otro mayor. · Y ese aino~ grande y pr_ofund~ lo siento por la •Extran1era• ó la cMqjer hechicera» . ó cual la quieran llamar .•• Esa es la verdad completa: dijiateis hace un momento que el 9oerer y el pensamiento nunca 6 nada se sujeta..• Mas atended.un momen~o; rucdrdo, calmaos un poco . ·ó me creeré q~estáis loco. No; no lo creáis, Barón, pues ya mucho he meditado y sólo en limpio he sacado que mi noble pretensión nl es loc111a, ni pecado. . Mas pensnd que esa mujer no es conocida por vos. Si vos la llegáis fi ver, no lo diréis ¡vive Dios! Dícen que es ella hechicera. No lo.es. · ¿Y si lo fuera? No lo pued·e ser, Barón, me lo dice el corazón. Nos engalla el sentimiento. Si a3uí · es~eráis un, momento, me aréis a solucíón.• Es que estás comprometido. -Sin dar mi consentimiento. Mas oU'os lo han consentido. Í>Quién manda mi corazónT ero ea que esa pretensión •.• Es muy noble y muy honrosa. Es11o mnjer es odiosa.

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-46 -

.... ¡Viv.e Dios, que no lo es! El mqndo ló diqe ns!. Que no' digo yo, ¡pardiez! ·Pues ell<ls dicen qu'e si. Es que vos no habéis amad Eso vos no lo sabéis, y si así lo comµr'endéis, andáis. muy desacertado. RICARD.o. Pues aquí .ha~éis demostrado que amor nunca halíéis sentido, pues tocura .liabéis crefd<i que es' mi grantle, intenso amor. BARÓN. Pensad, Ricardo, un instante todo lo que va á pasar. RICARDO. Yo no tengo q11e pensar , más que es qui! soy un amante que sabe á su dama honrar. BARÓN. Por Dios 1 á Isabel amad, . qde muono se lo merece. RICAR: o . Me pareae ... me parece que yo .tengo libertad • . BARÓN. Pero, Ricardó, por Dios, -t;qué dirá el mundo de vos? RICARDO. ¡Ah &aron! ¿y v0s fiáis • ·de 1\. lenguas de este mundo? , no á conrundiro vayáis, 1 ni un illstanle ni un segundo, con ese mundo hahlaaor " tan inCame y tan traidor . . ¡Abl Si vos vierais su rostro, d.o el pe.llar está pintado y do el dolor ha dejado con su .tétrko pin11el huellas muy grandes, muy hondas, que entriste~~n su semblante, aunque mh mtE>resante Jo han vuelto; sí, sin querer. Si describir yo pudiese de ~a mujer la belleza, dO madre Naturaleza se ba complacido en unir á ·sus Císicos encantos . los más nobles sentimientos, los lllAs beUos pensamientos que se puedan coDCJebir . Su cuerpo esbelto y radiante, !IU cint.u ra delicada, . cubierta con enlutada manta aérea y elegante; su rastro pálido, amanLe, do bondad .e sti pilltada-, la penetrante mirada de sus lindísimos ojos,

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RICARDO. BARÓN. RICARJ>O, BARÓN. RICARDO. BARÓN.

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BARÓN.

RICARDO. BARÓN •

RICARDO.

y sus labios bellos, rojos, y ile amor toda.Impregnada..• es la mujer que yo adoro, · que es mi esperanza y mi amor, á ella le en1rego mi honor y A ella entrego mi decoro. Y ahora me diréis, Barón, ¿quién impedirme podrá· y li molestarme vendrá que siga á mi corazón. . si tengo el convencimiento de que es digna y que es honrada esa mujer por mí amada; mi continuo pensamiento? ¿Que debo AIsabel amar, ' pues lo han acordado así'I ¿Pues cómo voy á mostrar lo que al verla no senU'I ¿Cómo Je voy li decir · que mi corazOn la ama.:. si aquí se oculta una llama que nunca se ha de extinguir? ¡Si sólo se siente amor por una sola mujer, para poderla querer con delirio y con ardor! Y amor tarr sólo yo siento por mi ser idolatrado, por mi ángel a¡iorado, por esa 11in parmuj~r . . Y si á ella puede querer tan sólo mi corazón, ¿cómo voy también A amar, baciénd<ime yo traición, y una pasión á pintar. y amor vehemente á 11.ngir. ¡Si 11 esta vida así llevar, es prererible morir! ¡Ah, Barón! vos compr.endéis, y no dudo me daréis ahora mismo la razón. Si, Ricardo, lo comprendo, comp.-endo vuestra. pasión, mas replico (si no t>Cendo) ... Vos no podéis ofender: Que nuestro' buen corazón á errar' sin uno querer 1 • .A veces sue~e , induclr. Mas tendré\s la convicción, mi respetable Barón, dé que no puede exlsUr en· el mundo otra mujer . mú digna, sí, de querer .

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'8 -

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Si un mom~nto· aquí esper is?_· ruego á vos lo concedliis. BARÓN._ Por concedido la doy. RICARDO, Y yo agradecido estoy. M\1cho no ha de dilatar pues viene li este sitio Áorar por las Lardes, li esta hora en que el sol, que el campo dora se retira A desqa.a,ar. ' BARÓN. Cuando llégue es( sellora · · yo mismo le sal,dré li hablar y -os daré mi pa,ecer ' si vos la podéis querer y sm escrúpulo amar. ¿Estás conform41, Ricardo? RICARDO. Conforme y agradecido en que me bayliis concedido tan noble y grande favor. ~ ' Mas ... ¡qué veo! ... sí, ella es. . . {Mirando á la derecho../ Ricardo, será mejor que los dos nos escondamos • rae allí salrlré después. RICARDO. Si, s¡, tiempo no perdamos. BARÓN. 1 Vam~. . \

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~SCENA

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LAURA, Rl_CARDO y' el BARON. Laura entra por la derecha. ~1c~rdo y el Barón ee ocultan., pero de modo que el publico los vea. El Barón, mientras babia Laura permanecerá de espaldaa como instruyendo á Ricardo'.

LAURA.

--

Ya el sol se va ocultando por los moDles del Poniente y l\. la tierra vi\ dejando ' sil:fsu claridad ardiente. Hor~ es el triste crepúsculo do vienen é la memoria los pl)Sares cual historia escrita en el corazón. De amor los recuerdos plécidos ' los infortunios peiwsos llegan á la mente ánsiosos y nos traen dicha ó pesar. Feliz aquel que á su mente llegan recuerdos dulcísimos recuerdos tiernos, bellísimos que hacen su alma recrear. kl•!o mi,

¡Y''""•

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. que no puedo ya ni amar, pues sólo para el pesar • y el iprortunlo nací!· RICARDO. Ya¡sí, ya es Uempo, Barón.) Cumpliré lo que be ofrecido.) · {So.le.J BAllÓN. . . RICARDO. ¡Del.entt1, sí. corazóbl) · Lo.vra v el Bo.r6n ae contmiplan un moJ. mmto.j · ¡Oh! ¡Qué veo! ¡Laura esl BARÓN. ¡Leopoldol ¡Leopoldo mío! {Se abrazan./ LAURA. Rlc.t.RDO. (¡._Qué es esto? ¡,Dp mi albedrío? ¿Qónde mi razón esté?) · ' · ¡Ay Leopolf;lo de mi vida~ LAURA. ¡Laura, mi Laura querida! BARÓN. (¡Así se burla de mil RICARDO. iY yo su amistad creil~.) ¿"Y: cómo aquí te encontré? LAURA. Lueao te lo narraré. ·~ BARÓN. (¡Ohl ¡sí, sí, sabré vengar RICARDO. Ofensa tan singular!) ¿Dime por qué era que estabas?· ¿A alguien acompa!iabas? Al conde de Jtarenstel. BARÓN. ~Tú .e lJtabas aquí con él? · LAURA. RICARDO. (¡Yo juro é Dios por quien soy que me· vengaré de él '1oy!) !lí, Laur.a, con .él estab'\. BARÓN. ¿Y dónde rué que .quedóT . LAURA. Hasta aquí mismo lle¡ó, BARÓN. pues solo é ti tll-busoaba. (Aparte./ ¿Por qué aumentas ¡oh dolor! LAURA. aumenta11do mi placer? ¿Por qu,é me brinda él amor si no lo puedo querer? RICARDO. (Que es rtancé.s dice el Barón, mas aquí no se ha sabido . · nunca' de dónde ha venido, y él el amante seré, ¡infame! ... que la sedujo, y ella siempre le querré, Y, siempre, siempre estaré de su amor bsjo el influjo. ¡Yo no suiro mis inra!JllaSI) .· (Ü!Je lo qu11 Laura '1111l Barón .hablo,"./ BARÓN. EJi necesar.lo ocultemos . á RioardQ quiénes somós. . RICARDO, .. ·Conque me ocultan: veremoa. (Aparte./ ¡,Así se buda a)Jl.lsLad . · {Al Bat'6n./ tan franca oomo la mfaf . ¿Quién .os di6 esa li):lertad que ni un mons\cuo tomaría¡· · pues eso no ·es hidalguía, · ni es v.alor, ni di¡nidad, '

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: -50 . ., profanar á quien copl'ía su corazón•y su honor, su l:lignidad y su amor! BARÓN. Ved, Ricardo, que orendé1 á quien no quiere ofender. RICARDO. ¡,Y. caso vos no queréis ' ofender mi dignidad? · ¡Cuánto-cinismo y maldad! ¡Sacad vuestra·hidal,ga espada, - que la' mía está sa<la:da! · LAURA. ' No" no, Ricardo, por Dios, vuelve· tu espata á envainar, que no se vaya ñ manchar. de san¡¡re por culpa mía. RICARDO. SI tú lo¡lllandas, lo haré. LAUfu\. Yo cuenta aqu~e daré de todo lo hecho este día. . . BARÓN. Laura, comprometerla {tfpa.rte á La.ur.a.[ LAURA. No no comprometerá. (Ara.rte a.l Barón.,' A l'as cuatro esperaré · fA Rica.rdo.} ·manana en la tarde aquí. RICARDO. Os juro no rallar€. . BARl>N.. (Apa.rte á La.ura..J Laura, eso ofende á tu honor. . LAURA. ' SabrMumplir mi deber. (Apa.rfe al Barón.) \ Ricai'do, Barón;'e¡diós. RICARDO. ¡No, no te vayas, por Dios!

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- -M ¿Pero. qué? ¿Qué estáis diciendo? :BARÓN. RICARDO. Diciendo .•. Ja, verdad pura, que si resulta muy dur.a, es al fin siémpre verdad, y si tenéis dignidad ... Ricardo, no me contengo. .BARÓN. RICARDO. Si á todo, á todo me at.engo con un infame cual vos . :BARÓN. ¡!nfam. e yo! ¡,Vive·Dios! ESto ya, ya es demasiado, .. ya mi honor debla hal¡er dado muerte 6 este joven tr¡¡.idor1 llJCARDO. Si vos no tenéis honor Saca el acero y verás. Ya pronto el premió tendrás: BARÓN. (Cotflbalen ceréa. de lal roca1 que forma.n la. · orilla. del la.go. El Barón hiere en el pecho á Ricardo.} '

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.RICARDO.

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.BARÓN.

RICli\00

RICARDO.

BARÓN. RICARDO. • ,...--:- < BARÓN. Rl<:~RDO.

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· ¡Bien! ¡muy bien! ¡estoy perdido! Tu error reconocerás, pues '1a verdad ya sabrás.

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(Ricattdo; eapada en mano, · contempli> aquello ater~ado; 1e dirige á auxiliar al Bor6n y ~no lo cree a1i.J

Eso es mucha cobardía. .

RICARDO.

. (Da una welta y ca.e al lago.}

Sólo á salvarte venía.

BARÓN

Yo nunca creí, Barón, (Pa.uJa..} al conftaros mi honra, vos fueseis, sí, mi deshonra', burlando mi corazón; . cl,lal burlasteis· á esa dama, cuyo hohor y cuya fama lllancha's leis. . . Eso es mentira. Jamá.s, jamás he mentido; hoy mismo me han referido ... (Que Dios contenga mi Ira.) Vuestra 'tnrame y torp11 historia, •. 'vos ... le pintasteis amor con delirio y con udor :.. Ella ... vtlest'ra voz oyendo . y vuestro amor, &í; creyendo, • os entreg«~ el corazón, 1 la malváda Intención...

~

Ricardo, creo que os he h~rido. Nunca me doy por vencido. . ¡Cobarde! (Iüca.rdo hiere morta.lmentea.l Ba.r6n, el que cae 1obre la1 roca1./

(Quiere ir lrál ella, ma1 el<Bar6n lo i.mpide.J.

ESCEJ>:l~ ..IX

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ESCENA X LAURA '! RICARDO

RICARDO. LAURA. RICARDO. LAURA. RICARDO. LAURA. RICARDO. LAURA. RICARDO.

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¡Laura! . ' ¡ Ricardo, ¿qué ha sido? · Que di m\1erle con m1 mano ... ¿A Leopoldo'I .. ¡Era mi hermano!, .. ¡Hermano ... tuyo ..• Dios mío! ¿Dónde su cuerpo cayó? Al lago. . , ¿Quién le arrojó? Cuando la herida le ¡l\ á pre8tarle auxllio tui • 'y no sé qué 11e cr.eyó. . Cuando 6 t.\I. ~. Ue¡rué, allí ya no lo. "ntré. ,

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-58 - 5i -

LAURA.

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-0BDULIO. RICARDO. 0BDULlO. RICARDO.

¡Oh Dios que en el cielo est íf7/i:tl!aU~.r ¿Por qué te muestras tan c uel?C ;-r¿Por qué diste muerte A él y para mí no la dasT · ,. ¡Oh.cruel y triste destino que A mí me estA deparado, • (Al "er que Ricardo ' la ·eatr.echa contra 1w. corazón, le d~e.1 ¡Desdichado! ¡Desdichado! . No sigas, no, mi camino, huye.sie,mpre de#!l ladol (Una manga del "butido de Laura ae ha manchado con 1.a .,angre que manaba ctelaa he1•idlu de Rí¡:ardo.) ~-

0BDOLlO. RICARDO. ·0BDULIO . RICARDO. ·0BDULIO. .RICARDO.

·OBDOLIO .

ESCENA XI RICARDO.

RICARJ)O

RICARDO. · NA.-Laura, Laura, por Dios. . Mas seguiré de ti en pos. (Se diap_o/U á 1egu1,rla, pero 1iente el agudo· 1 dolor· prodw:id"'Ror laa heridaa que le \pritia .dc poder ari~r.) ' ¡Ah sarcas..mo del destino! ' 1Yo también estoy herido! ¡Dios, Dios también ha querido qu~ sienta agudo dolor! ¡Dolor panzante y reroz, combate en el peého mio, combate, combate impío, na tengo miedo A tu voz! ¡Eh! ¿Quién viene por ahíT (Fuera.( 0BDULIO, Atraca, marióo, aqut, que su voz he conocido, RICARDO. ¿Quién es el que hablar he oído? (Fuera l 0BDULIO. SegtJidme todos. .

Y su cuerpo ¿dónde estAT Dentro del lago cayó. ¡Y por qué estabais aquíT Estaba con él buscando A mi amor, A la cExtranjera•. A la 'mujer hechicera>. {Con duprecio.) ¡Vive Dios que no lo es! EstAis de sangre manchado. ¡Sangre, sangre, Obdulio, si, que de mi pecho ha brotado! Es que habéis sido burlado. (Con ironía.) ¡Vive Dios que. no fué asfl .. Y A pesar de este mi 'estado, no habléis de ese modo máB, que os veréis atravesado · · y en tierra muerto caerés. . Valiente, valiente' estAis . .Venid, marino Florindo, : para que ahora oonduzcé.ls A la barca á D. Rical'do. Sí conducidme. ¡ln[amel

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ESCENA XIIl OBDULIO y RICARDO, fuera

-OBDULIO.

Terrible el asunto es, y hay que buscar solución. ·Muéstrate, Ctara razón, y una victoria está vez asegura por ra vor. Que ha muerto el noble Barón se sabrá inmediatamente, y hay qué buscar algún ente qu11 aparezca matador. Y' ese ente ¡quién serA? ¡Genio del mal, ven por Dios·!. sigue, sigue de' mí en pos. ¡Oh, si, él me iluminara! (Fuera./ . RICARDO. Obdulio, Obdulio. OBDULIO. . Ya voy. ' Ven pronto, muy pronto, s{, {Pequeña pauaa. Con alegt•(a feroz :; ¡Gracias, Genio! ¡Ya esU. aq.ufl Ahora A darle so uolón y se salva la cuestión. No apurarse, voy seguido. ¡Obdulio 11iempre ha vencido!

· ESCENA XII __.-- RICARDO_; OB!JULIO, FL<$JNDC? J JUAN FRANCISCO.

OBDupo.

·, . Soy yo. · ¿Qué qúieres? ¡Qué buscasT ¡Habla! OBDULIO. Ricardo, ¡qué ha sucedido? llICARDO. - Pues sucedió... sucedió que le di muerte al' Barón. 0BDULlO, ~y (uisle8 por él herido? · :' R1CABDO.

OAE EL TELÓN, RÁPIDO

• """'00· ~·"· ..... "'~......

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1 En el fondo una mesa con tapete ne~o y ante ella sentados, en el medio un Obispó y á sus lados dos Curas • En la parta lateral derecha otra mesa tambien con tapete negro ante la cual tomarán asiento Obdullo T. Don Juan. En la parte lateral izquierda el banquillo. · En la derecha bar una puerta en donde •de ple permanece u~ Ujier.

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ESCENA PRIMERA LA.URA OBDULIO;.DON JUAN, un OBISPO, dos CURA.S y un UJIER. Al levantarse el telón, todos estarán en sus. reapecti vos sitios. '· · .

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OBISPO.

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ACTO CU·A RTO

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I

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En nombre deN:>ios eterno

queda abierta la sesión. No hacer dano es m~ intención;. . cpndenar al criminal. Un crimen inicuo; borrible, aquí no§ hace venir, disp¡¡esto siempre Acumplir lo que me ordena la ley. El noble y len! Barón ha muerto, si, asesinado, . , y A. vos el pueblo ha aclamado {A La.uro..} de ese. suce.so rata!, i¡¡mediatamente, autora. ' Tened la bond\d de hablar si algo tenéis que decir; al juez se debe ilustrar para -que pueda cui;nplir mAs fielmente su deber. Abqra voy A preguntar,· -.... )e toca A vos responder. ¡,JurAis en nombre- de Dios ~cir la verdad aquí'!

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- 55 - · OBISPO. LAURA. 0BISPQ. LAURA. OBISPO. L"AURA. OBISPO.

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I

¿Y confesliis que sois vos

~ºe~::¡:;~i::: :::~s:óíl ? Sé que yo soy inocente.

¿Y á los jueces no teméis? ¿Soy acaso delincuente? ¿Y si o.s yresentan testigos que 'á vos vieron cometer ... LAURA. ¡Eso nunca.puede ser! OBISPO. ¿Si es? · · LAUllA. .Tendrlin sus castigos. · 0BISl!O. Ved que si jus141lcliis por qu~ es que habéis cometido ese crimen,maJdecido, un .doble favor haréis . á la lusticia y k vos. Conque hablar será mejor. LAURA. · ¿Cómo, gran sellor, que~s que diga lo que .no sé? Si el crimen no cometí, · si yo In autora no fuí, ¿por qué queréis, ¡obl por qué, . que diga é, ustedes que sí? OBISPO. Si p~rsistis en n.egar, \los t~igos .llamaremos. 0)'1DUJ.ÍO. \¡,Me permitís ob~rvar? ..• OBISPO. Concedido. - '> ' 0BDULIO. Ahora veremos. ¿Cómo se atreve li decir que la autora ella no ha sido, si la manga del vestido · · qU!I aquella noche tenia, · con sangre estaba manchada·; sangre que sería br.otada cuando la herida infería? OBISPO. Y... ·¿i eso qué' contestliis? LAURA. Digo que soy Inocente. OBISPO. Pero si vos no explicliis, · aparecéis delincuente. . J;.AUllA. Sabgre, sangre "de Ricardo, (Aparté.} cómo, cómo me condenas; ca'da vez,son mlis mis penas. ¿Por qué no acabas? ¡oh, Dios! 0BDULIO. Es tan grande su delito,. que no la deja ni hablar, y aunque lo quiera negar, . ella m111ma se condena, y aumentará·mu su pena, ¡si es que se puede aumentar'! (LaurlJ,, n·, pud,mdo111 .contmer, 111 lnantlJ del bo.nlJuillo y con dignidad dice}:

¡La jUBlicia de la tierra

OBDULIO.

OBISPO.

Umm.

no es jus11cia verdadei:a; . el que es inocenfe,· espera , y no teme nunca, ¡no! ¡Que la'infamia se sabrli por más oculta qne sea! ¡La inocencia brillará aunque humillada se vea! Palabl,'as .para .engallar son, reverendo senor. Ruego que .mand~s llamar al in,stante 6 declarar, pues es lo que creo mejor, .1 á los testigos que ,aftrman haber visto cometer • · por esa infame mujer · el crimen que aq\11 nos trae. , El testigo Juan Francisco (A~ Ujier.} que pase 6 comparecer. El testigo Juan Francisco {LllJma.ndo./ que venga á comparecer.

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ESCENA 11 LAURA, OBDULIO( DON 1UAN, un OBISPO, dqs CURAS, JUAN FRANCI.SCO.(marino)')' un U~IER, OBISPO. JUAN F. OilISPO.

· ¿JW:liis en nombre de.Dios . ·(Á Juan F.J decir la verdllQ aquC'I. ·. ¿Que ... aquí ... y,o 10· jure? . .

Sí. ,

Pues lo juro, sí, sellor. (Á Lau1·a.j OBISPO. , ·¿Conocéis &,esa mujer? JUAN F .. · ¡Pues n'o. la be de conocer! OBISPO • • . il'ois su pariente ó su .amfgo? • Yct, hi amigo. ni pariente, . JUAN F. pues siempre yo de esa genté que trae desgracids consigo, he creído que es ,Prudente de su lado siempre huir . Puede decir el testigo· r. OBISPO. lo que ha.ya vjsto ú .oído acercll de lo ocurrido''' · en persona del Barón. Yo aquí la verdad diré .. Ju.i.N F• Así la ley nos lo manda. OBISPÓ. Y yo asno cumpliré. . . . J\JAN F. En mi barca, anda qu.e anda, iba yo sí, sí, anteayer (Como recordando.} ~or el '1ago, y en la orilla . (li lo lejos pude ver) ,

• JuAN,F .. .

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./ I

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ESCE~A IV . LAURA, OllDULIO, DON JUAN, un OBISPO, dos. CURAS y un UJIER UJ IER.

OBISPO.

.,

LAURA, ROSA, OBDULIO ; DON JUAN, un OBISPO, dos CURAS y un UJIER. Rosa , al entrar .á la eJcena, se dirige corriendo hacia Laurn. 'Est~díeee bie11. ROSA. 0BDULIO. ROSA.

OBISPO .

ESCENA 111 OBouuo.

0BDUL10.

.

ESCENA V.

LAURA, OBDULIO . DON JUAN;'Utl OBISPO f dos CUl\AS

¡Seilor!. ¡Seilorl ¿Por qu_é así .(Aparte.) eres ¡ay! tan cruel conmigo? • ¡Si yo nunca te orerrdl, si siempre te quise, sí, y mi ruego á ti elevé!. .. Vamos á ver IM ahora ve (Al ObiJPO./ de su crimen la evidencia.

Seilor, solicita audiencia una joven aldea~a. . J;)ice que el caso es urgente, Decidle que se presente. fSale , el Ujier y ·al mqmtlftl!I,¡ entr4 con Ui allteana.)

\.

(En toda e1ta ucena el Marino debe eatar a1tutado, como "" a.1Nta, por mBI qiu quiera d<ttno1trar •erenidad1 el giu dice · una menlira · tan deinuda é infam11 como · la. que él ha dicho). Salen el Marim> y el Uji·e r.I .

LAURA.

..

1111-

-58 -

que el Barón y esa 11Jujer . hablaban. Sitl!ió m1 quilla~~ las aguas claras cortando · y del sitio me alejé. · · · Seguí por el mar paseando y resolví regresar cuando e1 sol se iba ocultando ' y sin luime iba á dejar . Llevóme mi mala estrella poi' aquel sitio á pasar, y-aun me causa mucho horror lo qlie pasó re«:trdar. Un grito terrible oí, y á la orilla me acerqué, y al acercarme allí, vi lo que aquí yo llarraré. Esa mujer que estA ahl, en el pecho del Barón su infame punal clavó; y al verme, asustada, á mí, su cuerpo al lago arrojó. Sujetarla pretendí, mas corriendo se escapó, pera un rastro, sí, dejó, pues~ manga yo le vi • que c'Oo . sangre~ manchó. 1 ,. ' A la Autorldad le 'Mi, cuenta de .cuan1o yo viera sin que nadie me dijera ?con hipocreaía.J' que lo viniera á decir. Esto es lo .que vi, seilor. OBISPO. Pódéi·s ·r etiraroa.ya. · · .

¡Ab,·ml,seiloral ¿vos allí?· No es modo estar aq1;1( Dispense usted ¡es tan buena! (A Obdulio.) Ya me olvida!>a 1 seilor.• (Al Objapo.) Aquí está este-documento; lee(i, leedlo al momeo.to. (Se lo efllf'tga.) En voz alta 10' leeré: · cPrincesa de Meranjé:· >Si aun se obedece JIÚ voz, • mando 'fl todos respetar, ten donde quiera que esté, tuna 'muy noble mujer >que se llama cLa Extranjera,., •Y que se cumpla asl, e11pera, >Princesa de Meranié.> Muy noble, sí;·Yvirtuosa es esa bella pr.incesa, es tan noble catno hermosa, tan bella como pjadosa tao ' buena coino inretiz. ¿Me peripitfs que examine ese exlrailo documento? ... pues aquí, aquí presiento algún ingenioso ardid. . (El f!jier pa.a. á Obdulio el doaum~to pe• ·dado,)

OBISPO.

¿Y cómo encontrasteis.vos eso que !loQUí lo traél$? ··

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Roaa./

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7

ROSA.

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OBISPO,

0BDULIO. OBISPO. ·0BDULIO.

- EO ¡Ah! Porqiie vos no sabéi lo buena que es mi sellor Ella las desgracias llora y las socorre al instante, y, siempre, sí, siempre amante ·.de aquel que su gracia im'plora. Yo era.una pobre Rldeana. que nací en estos lugares, y he recihido' á millares sus consuelos y favores, desde.que ciei;la m'anana me encontró ~iendo flores, y á su C'8a me llevó, y allí á bor.dar me enseM preciostsimas ~aborea. Y fué tan .buena, senor, q1,1e hasta leéciones rue dió para leer y escribir; • su desgracia yo aI saber, corrí, busqué por salvarla, y ¡:orno .yo. sé leer, al enrontrar el papel, ""'il instante Jo leí, y qmo puede servir, me wesenlo a~ con !)l. . • Sirve mucho, en "1i sentir, ese honroso dó'cum¡mto, y estoy dispmisto á cumplir .en este mismo momento lo que manda la Princesa, pues es mucha su nóbleza, y él recomienda así re.petar á esa mujer, es para mí ya un deber. Sentaos á su lado, sí, pues hay que deliberar, ¿Me permitís expresar (Al Qbilpo.) lo·que de esto he déducido? M¡Jcbo os lo he de .agradecer. pf¡es éste ºes mi parerer:. si el documento es fingido, no tiene ningoln valor. Yo c.oncedo mis, senor, concedo q11e es verdadero. Aun así, no vale nada, pues la earta eslá firmada dos anos antes de hoy: quiere decir, que ha perdido todo el valor para mí, . y· en tanto tiempo ha podido: ella, buena, convertirse en perversa y criminal;

",,. . ·1. . . . ~

..

- -6t -

OBISPO.

OBISPO.

f LAURA. OBISPO. '

LAURA.

de haber hecho Lanto mal, · al mandar quºe se respete á.mujer tan infernal. Además, á la evidencia de que es una criminal, si se trata con clemebcia ¡es, senor, la ley faltar! ¡He terminado, sellorl Deponed todo temor, ¡A Obdulio.) que sé cumplir m~ deber. ¿Cómo es que al vos poseer · (A Laura.) un documento importante, no mandasteis al instante para presentarlo aquí el documento á bUS'carT Innecesario creí qu'e fuera ese documento. Y aun lo creo sin valor; conque condenad, senor. Mas ¡ed, por Dios, que os espera, si osfcondenamos, la hoguera. ¡Nunca teme el inocente; el que teme es delincuente! Mas al menos declarad . · el moti'l'O que tenéis para rehusar la defensa. ¡Ali! Vos nunca lo sabpéis. ¡Tan sólo Dios lo sabnl.I .. JEl Ujier reciblT"-tln docum'en(o, el que en-

/

/

t.f.ega al Obi1po, diciéndole,: UJIER.

Este pliegro aquí, se!ler, han (lejadó para vos.

·

(El Obiapo toma el doctamento y, dupuél de · fijarae en él, di~):

OBISPO.

Un documento en favor de la "ExtN1njera:t es también. Después de mi dir~ocién · dice el documento así: ' cNos, el rey Felipe Augu o, . uey de la potente Franci ,. . 1desde' aquC su regia estancia • ·>manda, y se debe ·cumplir: :t9ue se respete y proteja >en donde quiera que esté · · 1á la 1Extrapjera>, porque :taBC es de la voluntad tdel que hoy estas tierras manda, , y caerá .ell su desagrado, Hiendo por ~l castigado, 1el-que se niegue 11 oumpJir >lo que aquí ealá consignada:t De su :mlamo pullo Y. letra el pliego fe halla flrm1do.• ·

iüe.)

..

f


- 63,,...

-62-" . ÜBDULIO. ÜBISPO. ÜBDULIO.

./ I

(Ap~ á

ROSA. LAURA. ROSA.

¿Qué ruido es ese que oigo? _ ¡,Ji:S su voz, sl, es .su voz! (Mú fuei·lJ;! ./

Y ¿en qué 'fecha rué dlcLa La fecha ... de Enero diez Y siendo dlet·de SepLiem es ya bastante atrasado, conque vuelvo á repetir . cuanLo os dignaS\els óir harA tan sólo un momento-... cuando el otro docume)lt.o Del asesinato. vil · que es la auLora· es evldenLe. Registrad él elJ>ediente y lo veréis con1}nobado. ·

(Se lev11nt11 del banquiUo bunal./ . JlICARDO.

:

LAURA.

(Aparte 4 Roaa.J

Asl á babla:r no te' he enseliado.

ROSA. .LAURA. ROSA.

L AURA.

-

~

ROSA.

~

¡Condenadme, si, por Dios! ¡Sll ¡Vuestro fallo dicLad! ¡Dejadme paso, Lraidore's, ó esLa ml espa¡la Jo hará! ¡Abrid esa puerLa ya, de Ja infami~ encubridores!

L11ur11.J

¡Qué hombre infame. qué malYado! Dios nos manda ·perdonaI' (Ap11'rte á Ro1a.J ni más infame y traidor. fAparte 4 Laura.) ¡Pero este Infame es ma~Qr · • que el monstruo más infernal! {Aparte 4 Laura./

Soi¡¡ muy ·buena:1 demasiado .. Gra~s, Ro•!l· ., (Aparte 4 Roaa") Ml..¡seliora, f.4p11rle 4 Laur11.j 1 yo os vóy A contar ahora lo que A erecto yo he llevado. ·; Como sé que D. Ricardo tanto por vos se interesa, y que su honor y nobleza es tan grande y sin¡¡-ulár, ATlorind~, que es· su paje, vuestra situación conté, y mucho, sl, le encargué que se la contara' A él. Y seguro que vendrá y él, senora, os salvar!. ¡Pobre Rica:rdol·¡Dios mío! · (Aparte.} Víctima de mi destino. · ¿Por qué? ¿Por qué en mi camino, para su mal, lo ·encontré? Has anLes, ·sr. moriré . (Co" firrñeuz.j que·á Rii-.ardo descubrir. lPor qué ·mandastes decir f"-p11rte 4 Roaa./ mi situación á Rlcardot (Aparte á Laura.}

.,:&!nora, porque os salvéis. · . ¿Pues salvaros no queréis? . No, no, oa.tenéi&>qu11 salvar . . Calla, Rosa, .s{1 por Dios, {A.par.le 4 .Ro1a./ que callar'lera mejor. · · ¡Ah mi Rlcordol flll ámorl {Aparte.}

•PwqofM,_r_...,...,.._,

v 1e dirige

11l lri~

(Fuet·a./

ESCENA VI LAURA, ROSA, RICARDO, OBDULIO, DON JUAN, un 0BISPO, dos CURAS y un UJIER• 0

-

' (Ent1·ando./ ¡Ricardo, pór Di.osl . ¡Tú, Laura, por .culpl\ mía!. .. ¡{Al Obi1po.j -OeoulA9. Yo siendo vos ma.ndaTla á Ricardo retirar. . (Pau1a./ RICARDO . ¡Contempla, Obdulio, contempla . tu obra torpe .é ,infernal! , ¡Qué cuadro"tan bello, (Jb~ulio, has sabido tú rormarl -0BOULIO. ¡Sei'lor! ¡Senil{, esf4 loco! RICARDO. No, sellor, lo•:o no .estoy. , ¡Es que quiero que te ¡¡oces de tu trama ind1gna-hofl Diri¡¡e Lu torpe vista de esta sala en derredor y contempla,. sl, extasiado ..• Mi;ut ºº•'ºº tenga!\ Le mor ., ¡En el banquillo sentada una mujer dign,a y pu~a! , ¡Y esa IJI'ªº silla ocupada por un mon.sl.ruo de alma dµra! ¡Up sér tan noble y piadoso, . aparece crimináll · ¡Y un riet indigno y pdioso · con poder para j~arl ¡La inocencia ali! oprimida! ¡Aqo.f. la' maldad alzada! ¡Aquélla tiene.la herida, . éste da la pullaladal Pero la infamia ¡ay ,de tl! JlO la podr~ ocull.ar, pues te venco aquí i arranca¡; la múcara con qtJe cubres , tua aocionea, ¡crlminall .

'RICARDO. LAURA. RICARDO,

}

¡Laut'a!

/


~

- 6"-

(El Obiapo 1Jgita la Ricardo):

' á campr ¿ y dice· ·

OBISPO:

1 ¡•-

· Ved, Ricardo, que faltáis si de ese modo aquí bablái 1) RICARtio. Ruego dispenséis, seftor, la falta que be .cometido, mas cuando se está ofendido como yo, seftor, estoy, ./ no se puede contener. Ved, selior, A·eaa .mujer, (&aUado.J contemplad es11.1emblante, d!ljaos herir un lhstante I por su sereno mirar, mlr11r tan tierno y amante que igual DO puede existir¡ ¡y en su semblante veréis teOejada un alma pura, llena, selior1 de ternura • é in.pregnaaa de pesar! Y después.,. lijad h1 vista' en ese ser· tan impuro, Y. un cor~zón torpe y duro · l egaréis Asorprender, tras esqs ojos terribles, : tras esá faz repugpante, tras ese odioso seil!bl•nte, ·tras ese rostro irirernal. 0BOULIO. Seftor, estÁ delirando, (Al ObÍ#po.J · cuyo delirio proviene, como lo estaréis mirando en·su demaérada re:z, · · de unas berid1As que tiene cerca, sí, del corazón, cuyas heridas se dió en desgraciada·ocasión que de su corcel cayó. RICARDO. ¿Cómo os atrevéis menUr delnnte de la raz míá? .(Tapta infaq¡ia y cobardía -ya· óo puedo resJ11tlr .) ¿Cómo'es que l!abiendo tú la causa de esalÍ heridas, y dó fueron t ecibidas ..• 0BOULJO. Senor, mandadle callar. •. - - RICARDO .. .No; no,. monstruo de n¡aldad, oye tranquilo mi voz, ¡que dlctendo la verdad· no temo ni al miento Dios! ¡Si no sé yo cónlo cabe tanta maldad y viles.a 1 én' esa i11rame ca'beza ~ue 'ahora movi~ ndola est6el

. ,.........r '.e .

,/

t

r11- .

(coq¡o sé yo que lo ea~), la acusas por delincuente ... Todo, todo se sabrt. OBouuo. Mandadlo á callar, senor. RICARDO. · (Con impetuoaid .il.J ¡Quien dló muerte al Barón fUé el có.nde de Raren1tell ¡Ricardo! LAURA. 0BDUUO. No ha sido él. RICARDO. ¡Laura, Laura de mi alma! Yo no puedo resistir, LAURA.. {Aparte / es demasiado sufrir. OBISPO. senores, tened mis calm·a. .RICÁ.RDO. ¡Calma! jSI en el corazón l'U(!e horrible tempestad! ¡Calma! ¿con tanta maldad? ¡Calma! ¿con tanta traición? Es imposible, sellor. ·' Dictad vuestro rallo ya, · aplicad todo el rigor, · no tengáis nin¡6p t11mor. OBDULJO. Demenle, senor, está. OBISPO. Sé yo cumplir mi deber. ( 1 Obdu lio.I No se puede condeóar_ (.1 _llic.Jrdo.J sin la evidencia tener, porque puede suceder , que, uno venga 6'. acusar como autor, sin tal ~ez ser. Conque, debéis explicar todo lo que suUliió; por qué vuestra espada dió al Barón la mu.erte allí. QBDULIO. Mas DO p0drélt¡ aplicar (At Obilpo./ ¡le la ley ~odo el rigor. 0BlllPO. Eso lo sabré J(lqrar. Podéis. Ricar,do,.empezar. .. {Pau1a.J RICARDO; Yo, aellqr; amo i esa dama f.( Laura.) con grande f prprundo amor, . con, delir~o y. oon ardQr.; , y aquí se oculta una l,lavi ~ poi' cuyo fl!eso , ,~e lllfl4ma y se eonm1J,11ve , ser~ tan sólo, • el!or, a ver .: su rara y sin par be,lleu~ . . .,¡•11 igu~f _i.WJj.ije;za al ~l'verte mu¡erl Yo l¡o no' teola tí qlil decirle que amaba

se

..

'1'_ . . . . i la (y Jf

ü. m que

er que .creta eal.t este da), 11161 diana y pura aba.Ja.Natura,


- 67 -

- 06-

.

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I

LAURA. DO.

fue

'

UJIER.

para tan sólo yo amarla, y tan sólo.yo adorarla con mi más tierna ~mur VI al Barón, su rostro a sus palabras cariilosas, siempre buenas, nunca odiosas, -sin herir, ni criticar, ' me alentó, y á él le narré todo lo que me- pasaba, · á quién era que yo amaba con delirio y con ardor. Le rogué me &Qompanara y que conmigo"vinlera, y que al verla, llJe dijer¡¡. si ama~la podía ó no. A mi ruego él '&ccedió y j_upto con él salí, . y cuando el Barón la vió ... • ¡Ricardo!. .. · ¡Mi L\lura, sí!.,. ¡No sé yo lo q'ue pasó! Por causas que á nadie importan -.Y nadie debe saber, . .• llegu~ al Barón á ofender. Pal~ ras, armas y sangre, · todo' todo en 1i instante; 1 mi espada agu9a y punzante en sµ peobo se clavó; mi auxilio á prestarle fui y así no lo interpretó; · moviós~. al lago cayó, Y.de allí· me re.tiré. · ESto, seilor, esto fué todo lo que állí pasó. Ahora,. senor, condenad, . espero vuestra sentencia, '. . consultad vuestra conciencia y después, después Callad: (Hablu con alguna .pencma.' en' la puerta y ¡.deepuú dice al 0111.,,0/:

RICARDO. LA.UÍIA. ÜBDULTO.

·

ESCENA VII ·

.LAURAbROSA, RICARDO~ el BARON, OBDULIO, DON 1 AN, un OBI~PO, aos CURAS T un U1IER ' . BARÓN.

(Entra pálido y demacrado, y contempla .un momento todo lo que á aua ojoa as pre-

aenta../

.RICARDO. LAURA.

¡Ricardo! ¡Barón!·

"

.

Seilores, un grande error habéis todos cometido, ' al pensar que lo ocurrido se deba á quien acusáis y sabed que á quien culpáis, es dama de mucho honor. ne lo que ha ocurrido en mí á nadie habréis de culpar, pues tendréis .que condenar al Barón de Valdebourg. -OBISPO. ¿Quién esa dama será? {Aparte.) Tiene algun~emejanza, p·eró no, na puede ser. DON JUAN. ¿Cómo esto terminará? {Apat•le .J 0BDULIO. Obdulio, .Otldulio '!:encido. {Id./ LAURA. Gracias, gracias, Virgen mía. (Id./ Dios es .muy grande, senora. {A Laura.¡ ROSA. -0BDULIO. No, no, yo nunca be perdido. . (AP,arte.) Ricardo no vencerá. DoN JuAN: ¿CÜál el fin de esto será? (Aparte./ RICARDO. ¡Cómo late el corazón! {Id ./ OBISPO. Terminada la sesión.

BARÓN . ~-

.f

S'enor, sollo Ita audiencia · el Barón de Valdebour¡. ¡Ah! · ¡L¡;ojioldo! · , El Barón. (lllil4tlfue bie11./

(Se abrazan./

(Laúraquiere dirigiNe donde utá el Barón, 1,1et'O éate lo r;omprende y 11 hace una aeña · negativa./ • , ·

CAE EL TELÓN

.,

.

¡~eopoldo!

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ACTO QUINTO

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I

Decoración del primer 'acto .

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ºESCENA PRIMERA ISABEL

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(SABEL.

Siento ln llama apagarse .que ll)i dicha mantenía, y mi continua alegría ¡ay! e11 tristeza cambiarse. Siento ·en mi pecho ·crece1· · más y más' mi intenso amor¡ por él blvido el placer, por él acojo al__dolor, Ebr él derraman mis ojos ágrimas ¡ayl tan ardientes, que queman mis labios rojos, ' antes siempre sonrientes. Por él la dicha he gerdído, por él me be·sacrí cado, y nJJig1ln premio be alcanzado, desdenes be recibido. . MI pecho amor le ha brindado cual nadie le ,brindaría, y su.pecho ha desdenado la paal6n que en mí tenía. Él ama, sí, á otra mujer, y ella-á él"no le amará; él á ella la iuerrá, • y el)a n'o lo a de querer. Otros me amarán, sí, sí, y yo no los amaré, porque á Ricardo querré ~y! sin quererme él á mí• . así pasaré ta vida en tristeza y sin fitacer, pellllando, sí, en a mujer

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...:. 71

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que.me f!a causado- esta herida tan fecum\a en el dolor ' que la calma me ha rob o ¡ay! robándome. el amor Adiós, juventud risuei!a· •, que tan alegr.e has pasa'do• adiós, baile id.olatrado ' ~n. otra..tiempo.pór mí; , " adiós, compaller.as mías ·- en juventud f ' belle:i:a • que yo inclino mi cabeza pesarosa de sl!frir· adiós, adiós ptlta siempre, que .ya ha acabado -mi -vida· recibid mi despedida. ' ¡No os dejéis rvinca abatir! ' Parece que alguien se acerca. ¡Dios mío, si (uera él! .: (Tt·amición.J .

ESCENA II Ts'ABEL, el· ../

-

.

BAR~N y DON JU~·

BARÓN. 1 Que Dios os !l'u~e, Isabei. ISAl!EL. ' Él esté también· con vos que por hab~ros salvudh hay qu~ d_ar gracias á Di~s. DON JUAN. Yo TI mi Dios gracias he dado por haber él arrancado de las garras de ia muerte á amigo tan· apreciado. BARÓN. Y yo mucho os agratlezco ese interés que tomáis pues á Ce que no merei'co yo tan preciado ra vor. ISABEL, Lo merecéis a(Jn mayor. BARÓN. G~B:cia~, gentil :Isab~l, · y t!i 11ois tán complaciente a1to~11 me podréis decir ' ¿cómo f\icardo se sieote? ISABEL. . Con much() gusto Barón. Respecto 'i1 su curación el doctor ha asegurado ' estar fuera de ouidado. La terrible agitación : que en aquel juicio pasó hizo abrirle las berldas ' en su pecho recibidas, y as! su mal se agravó. . Mas,- debido á los.cuidados .

que. con él hemos tenido, bastante restablecido, gracias á Dios, est.it. hoy. Mas él mismo aquí se acerca. Vedlo.

.,

..

ESCENA III ' ,!

ISABEL, RICARDO, :el ,BAI\ON Y DON JUAN

¡Ricardo! / . ¡Barón! (Ricardo y el Barón 1e abrazan: ambos : dtben demo1trar dificultad. al hacerlo, pu~ ae 1abe que ••tán hetti4o•.) Sentaos todos á mi lado. (Se 1ientan.J Mi paje á avisa'r.m.e fué .. de que estabais .vos aquí, · y á recibiros' sal!. Yo lo agradezca en el alma. BARÓN. RICARDO. Ailora nos debéis contar cómo os pudisteis salvar. · A fe que es maravilloso,. BARÓN. ni yo lo acierto á explicar. Recuerdo que de las ·rocas al s.eno del lago fui, que las enci&spad,as olas se estrellaban contra mí, que llevado del instinto sólo, tat·vez, las vencí, que explicarme no he podido cómo fbé que yo sal!. Y pude alcanzar la orilla, pero ·allí permanecí, ·que por la saogre vertida, ·muy débil estaba, s!. Una sensación de frío, un decaimiento sentí; después, ó quedé dormido ó no sé qué pasó en m!. De mi palacio un criado que mucho lo estimo yo, puee es leal y es honrado, al ver que no reKresaba, '· --... á saber de rn! salió, y en la orilla me encontr6 como ya os be dicho estaba. ··Me ha dichp,.que al verme así, creyó que IPUerto me hallaba,

BARÓN. RICARDO.

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I

./


- 79-

./ I

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---

que otra cosa no inó1t11aba la palidez que había en mt:c;¿·· ' Aterrado se acercó, / y ya ' cerca me tocó, y yo, al conlacto sentir de su malio tembloroia, mi cabeza pesarosa pµde enfonces levantar, · y al verme en aquel lugar do la noche habla pasado, creí, en un sueno estar, y estuve un rato sentado sin pensar y siJthablar. Y cuando cuenta me dl, parém'e, y acompaliado de mi criado, salí. : Me dirigí á mi i'alacio, y una vez que estuve alli : dije á mi criado así: 4A nadie habrú de contar >lodo lo que ha sucedido, >y al que preguóte por l!'lí, >le dirás gu·e no has sabido r ú dónde á parar lle ido.> / ,Ya tenéis toda la historia con pymenores· narrada: ISABEL. He qiredado yo ltdmirada_ \ Cle cómo os hab~is\satvado. .UoN JUAN. Yo ·á mi Dios griclas be dado · pues la vida á él le debéis. ' RIQARDO. ¡'Ah! ¡vos, Barón, no sabéis cuánto y cuánto yo surrí aI·pensar en que había dado mi espada la muerte á vos, Y cu4nto y cuabto be .gozado al ver que os ha beis librado!. .. ~ARÓN. Nunca os podré demoslrar lo que estimo ese carino. ISABEL. Papá, nos debemos ir {Aparte á Donlv.an./ pues solos querrán hablar. · · 1 ¡, (Don h"an é I1abiJl 1e levantan:} BARóN. ¡Cómo! ¿Nos van 'á dejar? · ·· JsABEC:. ·· Votveremos á venir. Adiós, Ric!IJ'do, Barón. BARÓN. Isabel, D. Juan, adiós. (Ricard-0 conteiliJ con una ínelinaci6n de cabeza./. ·

·' -ESCENA IV · RICAllDO y el BARON BARÓN •

,.

RICARDO.

RICARDO.

BARÓN. RICARDO.

.¿Y cómÓ os sentís, Ricardo, de vuestras ¡raves herid!!-•, en vuestro pecho lnr~rldl!* por mi 'espada sin <J!lerer'T Todo tué por cutp·a mía, todo, sl por mi violencia'; atenté á vuestra existencia .. en·aquel terrible dfa. . Llegué 'á dudar del amigb en ·qiµen més fe yo tenla, A quien en todo crela, á.qulen amaba cual hoy. Mi espada, que basta aquel día 11ivió·en su v·alna encerrada, ·rué de ali! por mí sacada · p.ara á vos la muerle dar. Mas eso no recordéis, . pues ya veis que me be salvado • ., Aun nó habéis vos coilteslado á mi. pregunta · · ' ¿Cuál fuét Que cómo os b..allabais vos. ¡Bien! ... no to puedo decir. ¡Mal! ..• tampoco. ¡Vive Dios, que' no sé,yo' cómo estoy! · . Sienlo qúe me r111ta algo, que el no•tenerlo me mata; - algo qqe mucho dilata, algo sµblime, Barón! Algo que me salvarlll de eSla slluaclón horrible, pero es un algo lmposilíle, Barón, de yo poseer.. ". , Me enc1,1entro bien, sm dolor; , todós, todos me complacen, todas las cosas me hacen con carino y con amor. Todos se alegran al verme · de mis berfdas mejor, todos demuestran querlerJDe, todos quieren complacerme y a¡radar ml slluaclón, , .. y llln embargo, Barón, . .. nó estoy bie.P, me falta el· al¡o que bu~ca e1 pecho anhelanle ...

,

¡.

¡


./ I

-

-74 Pero ¡ay! está muy distante de poderlo conségti.ir ... Yo quisie•a que en las h r~ s de terrible abatimienLQ, y de agudo sufrimiento y.de. punzaqte dolor ... viniera una mano blanca, y flexible y delicada, · · por mrpo\or preocupada .1. " y sufriendo al su!'rir yo¡ 'J esa mano se posase en mi ya pálida frente, y después ... q¡¡,e yo mirase .. ,r su faz bella, a11gelical, y que al mirnrla, clavase en mí su pupila ardiente ..• . y que su boca' me hal.tlase tan dulce, tan dulcen¡11nte, . como cantan sus amores al bosque los ruiSenore¡f. Pero esto es suello y no más, es mi mente que delira ... mas .. . ¡hay al¡o en que se inspira ....para ella a11í delirar! BARÓN. Y ese algo se lo forja la ~ma imaginación. RICARDO. r No,. no, querido,.Barón, \ ' el algo lo he visto real. ¿Sois mi amigb verdadero? ,(Tramioi6f1 •.1 BARóN. ¿Acaso vos lo dudáisT RICARDO. Pues si lo sois, hoy esperp que un ravor me concedáis. BARÓN. Gon mucho gu~to. Rlcardo. RICARDO. ¡Quiero, pues, á Laura ver! BARÓN. ¿Vos yer aquella mu)erT .No, Ricardo, es impoalble. Además ... ¿Por qué decir que yo el ravor os conceda? ¿Ten~o yo algo que pueda mandarla venir aquíT RICARDO. $, Barón, vos lo tenéis: ¡hermano de ella sois vos! BAR6N. ¿Quién lo dijoT ¡Vive Dios! RICARDO, Ella misma me lo dijo. ~ BARÓN. ¿Ella ... lo.dijo ... Ricardot RICARDO. ¡Juro por nil dignidad! ... BARÓN. ¡Pues bien, Ricardo, es verdad! ~CARDO. ¿Conq~e podéis transigir? BARÓN. · No, n~, Ricardo, no puedo. RiCARÓO. ¿Es decir que dejéis Ir á un amigo á obscura tumba sin dejar que diga cadi.ós,, á la mujpr li. quiea ama

t

1-

- 75 -

BARÓN. RICARDO. BARÓN.

con todo su cora~ . ¿á In mujer p0r quien vive, á Ja m11jer por quien muere, y ¡ay! á la mujer que quiere . con grande 'J profundo amot1 LAh, Barón! si así lo hacéis ... Es, Ricardo, que no puedo. Con eso demostn.réia ..• ¡Es que eso orepde á su honor!

ESCENA V. RICARDO, el BARON y FLORINDO

f

FLORINDO. :¿Se puede pas.ar, sellorT Rlr.ARDO. .Pasa y· lo que quieras di. FLORINDO. Una mujer enlutada os llama, sellor. RICARDO. ¿A míT FLORINDO. Ha preguntado por vos . RlcARoo. Dile que pase adelante. FLo&INDO- Voy á cumplirlo al instante .

/

ESCENA VI ...,.._

RICA·RDO y el BARON

• ' RICARDO. BARÓN. RICARDO. BARÓN. RICARDO.

¡Si será Laura, oh mi Dios! ¿Cómojle atreve venir así, raltando á su honor? Ya, rala siento subir. ¡Plilpita, sí, corazón! ¡No, no, si no puede &81' 1 es imposible, no, no! Ya, ya se acerca , Baróll.

(Aparte./ (ld.J (Apat•le.J (Aparta.}

1

1

.)

;ESGENA. VII LAURA, RICARDO J el BARON. Laura entra, y al ver que sólo están alll Ricardo r, el Bar(>o, se descubro.

RICARDO. BARÓN.

¡Laura! . ¡Ricardo, por Dioa! {Canúnüttdole.)

{PatUa.J


./ I

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--

.•

'"'"""''ºl"'"·

RICARDO.

LAURA.

' RICARDO. BARÓN. LAURA. - RICARDO.

Y que á m!, si, me olvidéla • ' {.Hat:Wndo •" 1t1.premo ufuw~.} ¡y que améis vos •A Isabel! . ¿Olvidarte yo?.. . ¡Jamásl (Con W1hemmc1a;j ¿Que yo ame á otra mujer? .. . ¡lmpo,111blel .. . DO ha de ser .. . ¡no puede ser, Laura, ncll ¡Si en el alma yo he sentido amor tan sólo por ti, ai á ti solo yo he querido! ¿Por qué no 111e 'quleres? ... di. ¡,Por qué esos·ojos tan. bellos ¡ay! mi espejo no han de ser, si por mirarme yo en.ellos dieni. todo mi poder! ¿Por qué? ¡.Por qué no me quieres, Laura de mi corazón? • ¿Por.qué? ¿Por qué?.. ¡si ttí eres mi delirio, mi ambición! . ¿Yo, Laura, Laura, olvidarte?... antes prefiero morir ... ¿De qué me sirve vivir sin poder, Laura, yo amarte? ¿Qué goces podré -encontrar; Laura, en la vida sin ti? Si á ti sólo.puedo amar ... ¿por qué no has de am.arme á mí? Di, di, por Dios, que me amas; C?'l:o tell'go ya l'R6s valor.) (Ap :i.rte} ¡Con todo mi corazón yo te amo, Ricardo, sil . (El Bar6n mira .eoeramente'á Lau1·aJ . ¿Sueno es esfo ó realidad? (Aparte.} ¿Dónde está tu limpio honor? . ¡Con él limpio moriré! ¡Oh, I:.aura, mi bien, mi amor! ~SCENA: r·

,( . ,

,-

' '. 1

veros. vienep, sellor. (A R¡.;ardo. Va1e.) ·'

. ESCENA IX '

\ . "" . Ü:V~;.,RJCA.R~P y el. ~ARóN'..,

ro

¡Qué ~Abe'cfubr e ni¡. oJos\ ' ' . 1 : {.f.1Pª~e.J Me abandqnaJ!UUfÓD.- ... . ;-·, npane. 0

LAtJllA, RICAl\DO,

vm

LAURA, RICARDO, ~l BAROlll y rLOIUNDO FL0111NDO. A

. .

- . 77 ....

¿Cómo falf~is vos, as!, ~(A Laura.} de ése modo 6 vuelltro h or'I . (Lau,.a ruponds al Ba o altivez •¡ ~am4flle}: ' LAURA. A. mi honor no Tallo yo, que sé mi deber cumplir, y si dispuse venir · yo misma 6 Ric,rdo ver, es porque así debe ser, y estoy dispuesta 6 sufrir lo que pueda SJ.!Ceder. ¡Riéardol El v~ir yo aqu! obedece i cosas dos: la una, el saber de vos¡ la otra, la valswá olr. Las heridas que tenéis, la terrible agitación y la triste situación • en que ahora os encontriis ... El vuestra dlch11 ·perder, y el amor S•Criflcar, x_ el no-querer vos amar ~uien os quiere querer ... ¿no\soy la culpa de todo? RrcARiio. , No, Mura, de o.Lngtín modo. LAURA. •Dejadme, sf, continuar, que ya voy á terminar. Vu~stro triste y cruel destino seguramente os llevó á pasar por el camino el mismo que pasé yo. Camino triste y·sombrío, to<!_o de espinas sembrado. Nunca una Oor he encontrado, y si la éncontr.é algtín d!a ... ¡ay! tan presto se ha secado que mi dolor ha aumentado, pues antes no conocía sl.\perruml! delicado, y por tantt>, no sabía tndo, Sí, ¡lo que valla su capullo pe(íumado! Habéis vis~o aqu!, ahora mismo, que el venir aqu! es faltar á mi honor. Podéis jbzgar ahora todo lo demás. Como antes, Ricardo, os dije, causa del todo yo he sido. No ha sido pol'que he querido, (Con voc tembloro1a./ ¡lo quiso el deslino·cruell . · .Por eso, Ricardo, os pido

1

f


. • _, 78 -

.

1

Se queman mis labios roj LAURA. RICARDO. ¡Cómo late'el corazón!

(Aparte./ · {Ap01·~e.J

·.

ESCENA ÚLTIMA ./

0

LAURA, ISABEL, RICARDO, el B.UlON, 0BDULIO, DON JUAN y el OBISPO Uura seJiubre apresuradamente su · rostro con el velo. Entran or la Izquierda primero ,. . Isabel y el Obispo, deapué• bdulio y Don foan.

( •

ISABEL. \

.

{41 Obiapo.l

.

Alli senor, le te\éis. (Señalando á Ricardo .} {El Baf'6n t1iene á ••dudar al-Obiapo.)

OBISPO~

No, Barón, no os molestéis. · No es molestia y es placer. tQúé cinismo de mujer! . {Ricardo y el Obiapo ae 'aientan en el medio.

BARÓ • 0BDULIO.

A au derecha, un poco retiracl(la, perma¡Je pie Láura !I el Barón, y á su if{Juierdá, l>.mbién retirudoa y de pie, Ja'i.úlel, O .tulio y Don luan.¡ \ LCómo á venir se a atrevido? {Aparte.)

f

~mcerán

ISABEL. OB!SPO. \ RICARDO. OeoULIO . . DON JUAN.

¿Ya estéis méa restablecido? Me siento mucho mejor . (¡Qué infame y qué torpé es!) Nunca lo bubiese creído . . q.ue ruera tanto, ¡pardiez! ¡Cómo de mí se ha burlado, ISABEL. (Apar~.) y burlándose ha robado mi i:llcha, placer y amor! OBISPO'. ¡Cuánto me 'll~gro, Ricardo, de veros mucho mejor! · RICARDO. Yo os agr.adezc:o, sellor, gue vos lo sintáis asf. OBDULIO. (r.Jedidas hay que tomar . pdrque esa infame mujer nQ quede ¡¡in oasti¡¡ar.) Ricard'o, soy portador 0BisPO. de una nueva para vos t¡ue mucho os a9radaré. • 0BDULIO. (¿Qué será!) . ISABEL. (¡Aht ¿qué seráT) {Iaabel1 Obdulio y DMl luan ae acercan hacia el Obiapo y Ricardo.)

OBISPO.

:·\s.

Yo sé que sois partidario (A Ricardo.} de' aqúl!lla honrada prlnc8'aa, cuya espiritual cabeza sostuvo en Jl'tanola una Vft , del Imperio fll.IGllOa&;- •

1

.. -;79- .

que delipu~s 1a suerte impía · á ella sí la abandonó y del palacio salió, para Francia en triste día. RICAl'IDO. Partidario de ella soy porque, cual yo, es des¡¡raciada, y cual yo, desventuradá, é iJ'\l'eliz cual lo soy yo . Mas cesa su desvent1.1ra OnrsPo. destle hoy, memorable día. La Franllia, c¡uil .h a cqmprendido euán equivocada estab.a y cuán mal ella juzgaba á quien sólo ha merecido ser' amada y alabada, ~tlere su falta borrar, ·y hoy ¡ror todos es llamada para su trono ocupar. Laura, Laura, han terminado BARÓN. las desdichas para t i. La Princesa, ved aquí. (Le leuanta el t1elo ./ RICARDp. iL¡¡.ura! ¡Laura! ¡tú la reina! ¿Dónde, dónde está tu amor? ¿Dónde, sí, rni salvación? ... ·¿Mi salvación? Sí, la ten¡¡o. {Se dug11rra t1iolent11mente laa heridaa./

,LA.ORA.

iTpdo para mí ha acabado! No, mi amor no ha terminad o. ·Yo sabré taflll:>ién ·morir!

/

{corre

0BDULIO.

hacia Ricardo, al que abraia con efuai6n.) Nunca cre(yo que Cuera (Aparte.)

la Princesa un~ hechicera. ¡Princesa! ¿Qué vais á hacer? Ved que allá un trono os espera. • LAURA. ¡Trono! ¡Trono de m~dera, · de plata- y oro adornado! ¡Yo aquí un trono he levantado de sentimiento y de amor! Decid é Felipe Augusto que desprecio su grandez11, , decidle que mi cabeza cine corona mejor. Decidle que aquí yo he amado con p;rande y profundo amor, decidle que yo he adorado, decidle .que Idolatrado.•. RICARDO. ¡Adiós, Lau~a! ¡Laura, adiós! LAURA. No; seguiré de ti en pos. (Rú:ardo muere.) {Laura •aco tUl p«eho "" pomito, d qve

OBISPO.

..

toma.)

¡Ah! te lenfa preparado. ¡Soy feliz, todo n acabado!

f


..

-lll-

""ª •ifue abraia;.oo

·{La .

át' ª'"'

11er, •'"[~ilir que • ¡Hasta. ali en' la eteroid OBISPO.

lSABEÍ.. OBISPO. ./

BARÓN.

aurq 1~e./

11 mue1·eJ JQue 'Dios os tenga piedad ! ¡A un c;onvenlo ird á morir! ¡Ahl ¡cuán triste es el camino 9ue hay que lindar para existir! · (AdelantdndOle y 1malandu lo• caddveru de Laura y Ricardo}: , ¡Ved LA FUERZA DEL DESTINO! . . (CM de rodillaa junto á R ·

·

·t

·

(Cae el te/6n.)

..

I

.

(do, l/G cadá-

· .. !

. FIN DEL DRAMA .J I


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