Para la historia de mi patria (de Abelardo a Moscoso) [1896]

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:MI PATRIA •1

PO)TC~

PtTIBTO-IICO

TIP. DE "L..l. LIBERTAD"


ACLARACION • ) ..

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·un doble deber cumplo al dar á la publicidad estas páginas : el de expresar mi gratitud . á los puertorriqueños, ·por su hospita1idad noble; por sus sentimientos generosos, por· su cariño casi fraternal hácia el extranjero proscrito : el de lanzar al rostro, como estigma infamante, á mis asesinos, esa protesta altiva de todo un pueblo que siente y adivina, á través del misterio del crimen, la mano que me hiere, y que expresa, en la forma que las conveniencias legales le permit_en, su confrate~nidad .hácia .la víctima, su abominación hácia el victimano . . ·~ Cómo daré las gracias. en forma bastante expresiva de mi gra~itud, á ese pueblo, á esa no~le prensa periódica'l . t Cómo podré expr~­ sar á todas y cada una de las personas que han acudido cariñosameute á mi lado, y que continúan acudiendo en este momento inolvidable, lo que sólo en el idioma sin frases de la gratitud decir puede en sus latidos el corazón t


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-4. ~pan que para tOda~ ellas guarda !1 recuerdo ·ltn~cedero el proscrito. . Sepan que en el tnornento de las rrivindica~ion~, cuando.el proscritp retorne ·coto o debe a la tierra·patria, tendrán ellas allí, ).n la. hermana isla, quien pueda demostrarles on libertad ·enoora, y del tnodo que preciso ea, ~ll}o no h~n sembrado· ahora buena setnill en ~ueto esténl. . . , En cuanto á la voluntad que impe i6 y gUió la mano del asesino, no habrá nadie apenas á. quien se oculte en qué altas region políticas d~ mi país se· fraguó y se preparó et golpe, no la~ado ahora por vez primera, abo tado· ya, aqu1 p1ismo, en Popce, no hace much , gracias á mi ~nción vigilante y á la energía de resoluciones que, por fortuna, nunca. me bandonó. El asesino, el verdadero asesmo, uede estar ~a~isfecho de su ~ora. No hay ~~ ~spíritu cl3t1 v1dente que 'no le señale. ~o hay una .conciencia·-honradn. que no le estigm ice:'. ' No hay un ~píritu fuerte que no. ten~ ·para él una d~ estas fprmas condenatorias : ~1 desprecio, la abo~inación. . Y o. no he a&bido doblegarme todf1vÍa ; yo aún ~o he caído. Aún no han lograUo doniinarme .ni la tiranía ni el puñal. Y téngase una firme convicción ~ q~ ·no caeré. · · Pu·esto que 1~ amenaia que sobre ~í se cierne parece poder alcánzartne en dondequiera y afronta'~,"lo todo-¡ tales son los med·it s de que 1

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semeja dispo.ner !- ¡y bien ! · yo me colocaré á la altura de ella. Y o sabré prevenirlo y evi-. tarlo todo. Y así, lanzo · mi reto vehemente al asesino. Él en ~~ mis.terio ; yo en plena luz : frente á frente el y yo ...... ¡ V eremos quién triunfará!

. Ponce, Junio 4 de 1896.

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EL CRIMEN DE ANTEA YER··A~ESINATO FRUSTRADO . EL HECHO m f t.

.A.1k" 1\. r: ~'ultl.

n.c. l. 1M

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El.sábado, á las ocho y media de la noche, Ra· lió de su mt>rada, calle de L/. Torre, nuestro aoii¡o don Abelardo Moscoso, súbdito dominicano, dirigiéndose á la farmacia Giol. Al doblar hácia la calle del Sol, y ya ~n la acera qu~ corresponde á la casa del doctor Zeno, · recibj6 una h~rida en la espalda. · Volvi6se illmediatamente y vió frente .á sí á un hombre de tez oscura, vestido con pantalón y camiseta, descalzo, que esgrimía un la.rgo puñ.a.l. 7'omó su revólver el agredido, retrocedió por la calle de Mendez Vigo el agresor, y persiguiéndole el sefior Moscoso; disparó los seis •iros de su arma.. . Al llegar junto á la. v_ivienda .del Utcencia.do Sánchez Montalvo, el sefior Moscoso no pudo seguir adelante.

PRIMEROS AUXILIOS Ya en el balcón del señor Sánchez Montalvo, nuestro amigo pidió que le llevasen un médico y'ma- · nifest6 el propósito de dictar· sus disposiciones . testamentarias.


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Llegó el doctor Zeno, dispuso· que e traslada· rá á au hábitación al herido, y. antes del empezar la prill)el,'a cura, 1leg6 el Juez á recjbir deplaración al efior Moseo~o. D.espu se reunieron allí varios médicos, entre los cual e cuentan loS' señores Corchado, Villaronga, Rodi'fguez Castro, Vidal y Santoni.. : _Acudieron á. .visitar al señor Moscoso reporters de todoa loa ~iódico« y multitud de personM más. Él cobard& atentado Cl!oUsa~A honda 1mptesión,· ~ · y 1~- palabras de los facultatiyos eran esperadas con · ananedad. LA HERIDA

jó seguir adelante.; que fuá tras él tY que, des~ués · de herirle, tomó •. como ~puntamos a~ tes, por -la ca· ~le de Méndez·V1go hácta el callejón del Gato, que está. .a l S. O. de la ciudad; · . ·. El señor Moscoso oyó los p'asos del criminal, y, aq~que vivía siempre muy prevenido, no mir6 _há.cia atrás '?ara no demostrar una preocupación exaget:ada. DETENIDOS

Los médicos hablaron. La herida pudo~ según ellos, inferirse oon armlll cortante y pun~nte. Mide' nuev~ 6 diez centímetros de longitud y .ocupa la región dorsal izquierda, mny 1cerca de la columna vertebral, al nivel de la 3~, i~, 5!- y 6~ ar· ticulación,. · . \ . . Interesó)a piel y los músculos, hasta tocar el ·hueao ; pero· no pareee estar éste lesionado. . E.s preciso reser.var: el pronóstico. á: causa de la . veotndad de la ple~ra y de los pulmones. No se excluye la posibilidad de que haya intere~ado la pleura parietal. . . El Mlñor Moscoso hablaba con · despe-jo, y aun· que no &e sentía bien, .estaba sereno en !ibsoluto. ' HACIA

~ONDE T

Todo el mundo se .p regunta en qué ohaba·el malhechor. Se presume q~e se encontraba en la lu calles La Torr, e y La Reina, á la vista del eefwr' Moscoao ; que vió salir á é11te ;

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VERSIONES ~ay qmen atribuy'3 el miserable atentado á venganzas políticaR, que tienen su raiz en SantoDomingo. · . Hay quien cree que- el golpe no iba diri~id9 al setior Moscoso, sino contra citro caballero de la población. · ~ El señor Moscoso ha demostrado en estas circunst~ncias valor y serenidad de espíritu.

sitio aceJunio 15 de 1896. esquina de del balcón que le de-

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.Por orden del Juez fueron detenidos los individuo& José Pamblanco y José del Carmen Vázquez, fondistas, blancos, y Felipe ·Oppenheimer, de color, que ya . estuvo preso cuando el asesinato de Co· torruelo. 1 · Los. tres, si son ex~ctos nueatros iníormQs, permanecieron alguna~ horas incomunicados . . En poder del J uigado se encuentran el cuchillo y el sombrero del asesino, que arrojó deepné$ .de emprender_la fuga. . ·

(De La Democracia, d.é Pon ce.)


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A E INO

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Buscando con certero in tinto el corazón, por la .espalda como haceo los guapos, mano diestra asest~ la anoche d~l á.ba~o á Abelardo Moscoso, domimcano~ pro cnto, 'tremenda puñalada. . M1lagro fué que no cayera muerto instantáneamente á los piés del asesino. · · Ahot:a surge una duda. ¡ De dónde parte eJ' hechoT . · Nosotros no sabemos á· p nto fijo de dónde viene esta inaudita salvajada. . Dudas lógicas tenemos ·de que se haya tramado· eso en e ta isla. Y, por otra parte, sin que quiera ello d~~ir que afirmemos lo contrario, los centenares de dominica. , ~os que lle~a.mos, tie~po_. ha, todas las playas, cono........,;' 'cemos de vleJ? proce~l!DHmtos anái?g~s~ 1 · La coloma dommlCana, constltmda por / hombres serios y honrados en lo privado como en lo politico, á despecho de los menguados que aqul. teng~n empeño en calumniarlos, ·van á esperar que los tnbunales depuren la verdad. Si, com<'·es muy posible, dadas las e:ircustancias Jel hecho, la verdad se esconde á las intestigaciones de la·justicia, !llosotros, esto es, expatriados domini-

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canos que vivimos en esta isla, buscaremos por nu stra ~rop}a cuenta al asesino, y, sin contemplaciones de ~m.~un género y cueste . lo que cueste, arrojaremos, st lo halla.mos, ese nombre, como padrón sangrie·nto, á que lo juzgue la conciencia de esta isla. . Mien tras tanto, por si la cobarde trama no se . hubiere urdido aquí, bueno es que conste que todos '! caoa ,\190 de l?s miembros de la colonia ~ominica­ na ?D. Puerto. R1co, nos. ~acemos absolutament¡e solidarlos de las tdeas polftlCas del OOII).pañero apuñaleado; y que; sin que deje niniuno de nosotros de cumplir los deberes que nos impone la hospitalidad, todos, absolutamente todo!>, abrigamos en el silen~io de nuestra oónoi ocia, la esperanza firmísima de hacernos un dia justicia. por nuestra propia mano, resueltos, valientes, convencidos, hidalgos, sin que deslustremo jamás nuef!tra cAusa confiando su triunfo á la. desvergonzada y deshonrosa virtualidad· del puñal. Cuantos nos t onocen saben eso. · Pero dí~ase una vez más, por el papel que en e~to puedan jugar las puñaladas ! E UGENIO DESCHAMl'S .

Junio 15 de 1896.

( Do La

Det1wcraci~,·

de Ponce.)


-13traye<~to

ASESINATO FRUSTRADO ' El s&bado, de siete y media á ocho de la noche, fué heriqo por la espalda !l.uestro estima~9. amigo don Abelardo .Moscoso, cmdadano dbmm1cano · que reside en esta éiudad hace algunos meses. El señor Moscoso, á pesar de enco.ntraráe herid~, persiguió al traidor asesino al que hizo seis disparos de ~!6lver, de euros proyec~tle~, se supone, uno . ó dos hlc}eron blanco, pues le d1spaH algunos á poeos paeos,· y adem&s 'Porque· algunas personaa que le · . vieron. correr dicen iba cojeando. . . El hecho fué · consumado entre ~as esquinas 'de las calles Sol y · Méndez Vigo, siendo ésta la que siguió el agresor en su huida. Al terminarse los proyectiles al señor Moscoso, y ya muy débil. á causa de la mucha san¡r~ que perdía, se guar~01ó ·en ·un balcón ~ de. allí f,Jié trasportado en camtlla á su casa habltac1ón, lá..que se vió invadida en el momento por algunos médiccs, el señor Juez}· ~sérib~no s?ñor Curet,, varios nÚ~eros de orden pubhco é mfintdad de amtgos que fu1mos á ponernos á su. lado, todos ·protestando ~ hecho tan inaudito y asombrados de que tal sucediera á dicha hora sin que un 'policía se viera en•todo el .

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que tuvo que recorrer el herido y mucho más el agresor, ni que los seis disparos les sacaran de su ·escondrijo ó somnolencia. · · . ¡~arece mentira! Nadie se expljca el por qué de este sucedido, ptie~ a~ ~efior M~scoso no s& le conocen enemigos en esta somedad, m en la isla, que sepamos; por el contrario, en esta ciudad sa le est1ma, según !o demuestra el disgusto general que prodajo tan· fatal noticia. · . . · · La misma noche fueron detenidos tres individuos que · se encue.n tran presos por sospechas Je complicación. · · La h~rida fué producida por un cuchillo-que está en poder del Juzgado de ltistrucció~;~-que tiene . cerca de tt:es dedos de ancho en su hoja. Fué hecha en la región escapular izquierda, vertical, de 9 centímetres má.s ó menos de. larga, no penetrante y dirigida de arriba hácia abajo ; ·de b.a· ber sido recta y algo penetrante le hubiera ocas' onado la muerte. . Diagnóstico rese.rvado, por la complicación que pudiera traer. El estado general del enfermo es .satisfactorio. 'riene un ligero. movimientO febril de 38 grados. Grandes probabilidadea hay de que l!alve la vi· da el señor Moscoso. Es nuestro mayor deseo. · . Nos ponemos á. las órdenes del expatriado amtgo. Junio 15 de 18g6, (De El Noticiero, de ~once.)


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donde se le recogió trasladándole en camilla á su

EL ·ASESINO

CRIMEN FRUSTRADO

Tomó por la calle de la Villa y· dobló por la de la Concordia con direcei6n há.cia la estación del fa· rrócarril. · · Se supone va herido. de alguno de los prcyectile.s del .s~ñor Moscoso, porque se dice llevaba · man.chas de sangre en la camisa ; y se han visto ·gotas des-de la calle de la Villa hasta las de Concordia y Luna. . .

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· La noche del sábado ha. tenido lugar un her.ho n. e t.a ciudad, esc~ndaloso, pero no primero ni único en su género. Ma dejando de manos comentarios, rel~temo lo que.la víctima nos ha referido. '

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EL JUZG..A.DO

. Inmediatamente

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· el Juzgado se trasladó á . la casa del señol' Moscoso y comenzaron á tomarsele declars.ciones. 1 •

EL P UBLICO

EL HECHO Picha noche entre siete y Inedia y ocho salió el eñor don Abelardo A. M.osaoso,· de su ·casa, calle de la Tor~e, y dirigiéridof'e como de\ ~'ostu mbre ·á la botica pel señor .Giol,.tornó por la calle del Sol, pasó la esc:¡uina de Méndez- Vigo y contin)io po.r la. call e d~l o1, junto á la pared. lateral de la casa del d<>ctor Zeno Gandía., cuando iLtió tras sí lvs pasos precipitados de un hombre descalzo, .Y de .pronto la Al senimpre ion de una. puñalada en la - e11pal~a. tirse herido, dice que exclamó: ''me lograron " y ~1t6 al medio de la Q8.11e sacando el revólvJ..r ; el asesino echó á. huir por la calle de MéndezfVigo , y el señor Moscoso le per iguió dos cuadras haciéndolo seis disparos de revólver . . Sintióse debilitado el señor Moscoso, ent ró en el balcón del Ledo. don Rafael Sánchez Montalvo,

Numeroso pública se aglomeró frente á la casa del valiente dominicano, deseoso de conocer su estado, y prote:9tando de un hecho ta? crimina~

LOS AMIGOS Apenas corrió la noticia del alevoso atontado de qué había sido víctima el señor Moscoso, las personas más distiguidas de esta ciudad, y todos los seliores médicos, se tra.sladR.ron á la casa del amigo herido, dando pruebas d~ las simpatías que inspira el noble proscrito, que ha encontado hermano~ en Pnerto-RJCo.

ANTECEDENTES Aquí ya no son nuestras las observaciones ; vamos á transcribir fo que nos .ha. dicho el señúr

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-16Mo e · ·,autorizándonos pa.ra que lo publicárilmos ' h jo so re pon ahi}idad. · Hace nn año y m , nos dice, fué víctima de Un· individuo llegó de un atentado E.emejante. n·to Domingó trayendo dos ·mil pesos oro, para · pagar su muerte. Maa como él cog1era todos los hilo de la trama, .enfrent6se con er individuo·, y le ohlig6 á mar barse de Ponce, amenazá.tidoie con graT. d&iios si no lo realizaba. · · . De éste hecho puso en autos· á varios amigos y á alguna autoridad, quien le ófrooi6 dos policías para .que le vigilaran, cosa que no aceptó por ~eer que eso diría poco en .favor de el. . A causa de estos h chos, en 30 de Setiemb're . de 1.896, el sefíor Moscoao e~eribi6 una hoja suelta titul"ada ¡ Callad, traidore3 .' cuyo primer párrafo dice- .textualmente: " CuaitdO', escribimos nuestra boja Sjlmcio los infamu,llen~s de dolor é indignación por los 01ales de .la patra, no nos 'hicimos ilusiones resp~to á. las con ecueqcias que ella ocasionaría, y tono, todo lo · previm?s~. desde los d?stemplado$ an6ni~~s·, insu.lt~s de perto.dt. ta . asalatu~dos, hasta ~ od&osas, cnm~. nales maqu,anacw»e3 qu~ por fortuna nt-'e.!tra descubnmbs tles4e su euna y cuyo& detalks horrorosos hqremos cotwcer .un día á la Nacih, para eterna mengua :Y opr.pbio de· quienes la.! eottcihieron y tnandQron á ejecutar.-. __• _ Estamos en la brecha alentados por la fé del patriotismo, y no tememos lii las .iras del tirano ~ti)()s puñak3 de Mercenarios asesinos." ¡ QUitN ES!

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Como el señor ·Moscoso no tiene enemi¡o alguno en el pata, oapar; de tanta bajeza y yillania, le

pregunta.mos de dónde venía el golpe, y nos ha contestado : · , . "Esto e.;; de carácter pqhtico. Quien me ha mandado matar de est,a modo, es un alto peráonaje de mi pai':l, cuyo . nombre be.rovelado á quien ·debo." ~

PRISIONES

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En la misma. noche del atflntado han sido redticidos á prisión lo!! individuos José Pamblanco, Ca.r. Die~ Vázquez y Felipe Oppenheimer. . ·

CABLEGRAMA Ayer domingo, por cuen'ta. y orden de1 señor Moscosó nuestro compañero señor Navarrete ha trasPlit;do el sigu~enliQ cablegrama a.1 ex-presidente de Santo Domingo : "General Luperón Saint Thomas. Herido en la. noche del sábado, alevosamente, el general Abelardo A. Moscoso. La lierida. en la espalda., ancha., profunda, afortanadamente. leve. Navarrete.'; En el próximo número haremos los comentarios que de este hecho se desprenden. · Entretanto fprmula,nos nuestra más enérgica. protesta y pedimos á. todos los ciudadanos que puedan dar luz sobre este asunto, se acerquen al ~eñor Juez de Instrucción, y coadyuven de este modo á la acción de la. justicia, al esclarecimiento del ·hecho y al castigo del culpable. J nnio 15 de 1896. · (De La Pe']uciia Antilla,· de Pon ce.)

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. Dirigía op b uoch del . úbado r entro 1 i te y ocho 1 ~ efi.or don A e lardo A. MosCOfiO , d . su.· ca a., situada h la caTt de la Torre, á la farmacia del ñor iol, tomando la' ca.lle del. Sol en ca i toda. su longitud. . E trayecto que tenía costumbre r correr diariamente y poco máR ó meno,, ú la. mi, ma hora . Poco (le pué do h~ber cruza,lo la cfl.lle do . .1\I , nuez-Yigo, 'y n momen toR en que m llrchaha, siempre .en la del. Sol, por la acera tle la. casa dol doct r Zeno Gandía., un in<li\·i tluo uyos pf\sos había ya . en ido el señor :Moscoso le asestó una fue r te puüalada por la o palda. . Voh·ió el agr tll{lo, y, sacantkl su rovó lv·e r , 1 h!~o fuego·,. versio-uien<lo· pqr 1~ c~ll~ de 1\Ióndcz j · 1go á 'u agre or, true era un mthvJduo rpor~no 1 descalzo·, vestido de cami a ú franela blanca y pan• talón o curo. D pnés de agotar los tiró~; c'lel arma , y sin fuerza ya para continuar la perseGución, sen tóse en la escale:-a de la cMa. del ~eiior ánchez M ontalvo , en tanto guo el asesino, · tomando por lns calles} o la \"il)a y Concordia, llt'l':1.pareciú, prob;~l>lomoi~C on irección <Í. la ostn.ciún rlel ferrocarril.

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E s de suponer esté herido, vista la corta distanci a á que fueTon ·hechos los dos primeros disparol'l , según afirma el señor Moscoso, y el hecho de h aberlo y:11 to corrE\ r con p::1.s.o~ vacilan tPs algun~s personas y 11 gar otra hast.a d e ir que· i·ba manchado de san g ro, á pE•sr~ r de no· h aber tenido contacto de cuerpos co n el ~e ñor l\f·>· coso y de no porl~ r b sangre haber sal t fl.do instantR.neamente á tal distan. cía de éste. · Coudújose inmediat amen te al señor Moscoso á · sil en a habitación, donde acudieron numerosos amigos, re'pres&ntr,~c io oes de la pren.~a loca.! y los doctores Zeno, Santooi, Vilhronga., 'Corchado, Rodrígu e7. Castro y Corona ·. · · La. herida, in-cisa hecha con cuchillo de hoja .ancha, presentanclo corte vertical y hecha de arriba ahajo, 'está situada á la izquierda de la · columna vertebral, junto á la región escapular, cuyo hueso no parece haber sido lesionado, y ofrece una longitud de unos seis centímetrds probablem~nte, quedandó á la altura de las costillas cuarta y quiDta . El cuchillo, 'dirigido de arriba. abajo, no penetró pro(undamente. N o puede afirmarse que no haya tocarlo los periosti s. · D espués de la prim era cura, hacha minuciosamente por los doctore~ Villaronga, Zeno y Saotoni, el estado del enfermo ha venido siendo bastante satisfactorio, sosteniéndose la fiebre á una altura medi a de 08 grarlos. 'y aunque la lesión por sí misma no rresenta carácter grave, dícese gua el pronóstico facultativo ·es reservado aún, á causa. de complicaciones· que pudieran surgir. La casa de nuestro amigo el señor Moscoso se ve óonstantemente invadida ·. por infinidad de caballero~ que acuden á demostrar sus simpatl.as al n •


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ble dominlcan roscrtto y á patentizar del modo más· en rgico la indignaClÓn que p~oduce á esta sociedad hecho tan :vm~no. 1 D dón!le viene la asechanza T 1 Cuál e$ el m·6vil del crimen T · Es pregunta. que ocurre naturJlmente. · r . · El señor Moscoso afirma, y autoriza pa-ra ha-· cerio. público, que el hecho ha de terier forzosamen- J te origen. en las maquinaciones de un !\lto personaje Tiempo hace, . á su llegada á político de su país. esta ciudad, que un hooho análogo estuvo á punto ·. de perpetrarse en su persona. Así lo h.a manifes.: tadD, con todos los detalles precisos, al señor ,Juez 1 de Instrucción. . ~/ . Los expatriados dominicanos aquí residentes., y los. llegados de otras poblaciones ·con motivo ·del suceso, manifiestan honradamente, por la mediación de 'su compatriota nuestro estimado compañero don Eugenio Deschamps, en La Democracia, q_ue no . pueden, por concepto a.lguno, atribuir á los ,htj,os de 11 . este suelo el pervers~ crimen. Ni lógica ni honradez habría, según· el parecer de ellos, en creerlo así. 'y poniéndose al lado del amigo, asu.m en la· ¡ responsabilid·ad de todos lo actos de la vida pública . del señor. Moscoso, retando todos y «ada uno el pu- · ñal del asesino. i Se . trasparenta aquí, ó nó, táci. tamente1 la' misma · afirmación del señor Moscoso en lo tocan~ á sospech~s sob.:e el posible autor del crimen .... ! Pocas palabras más. El activo y celoso Juez de I.n strucción, señor don FrancU!co de Sangenís, qué con el escriban• señor Curet, se cons~i:tuyó en casa del herido ~esde el rrimer instante- del liecho, prosigue· con tfda la dihgencia y pe~icia de su larga práctica en asuntos criminales, ltr'investigación de los hechos.

-:nHánse ·verificado varias prisiones, y confi'amos en que el asunto se aclare. una advertencia. ' . P;udié.r~mos ampl_iar. la infqrma~i6n, Y· en el mterés m1s;no del per16dtco· estaría; pero no que remos ento~pecer en nada la accióh de la ju~ticia. A su t1empo "todo se andará." En la seguridad de que el amigo querido podrá · a.bandonar ellécho en . breve, enviámosle la expre.st6n .d~ nuestra confraternidad, con nuestró saludo por la entereza y energía de carácter de que ahora como siempre, ha sabido dar pruebas. ' i Salu~ •... y ju~ticia 1 J nnio 16 d,r 1896. (De

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Libertad, de Pon ce.)

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-23señor á.néhez Moutalvo, quien advertido de lo que pasaba .se apresuró á socorrerle. Enseguida se mandó por los m6dicos y se dispuso u·n catre para trasladar al S13ñor Moscoso · á su hogar, segú·ll¡ manifeató ser la voluntad de te. Enseguida. las autoridades ~i vil y judicial .se constituyeron en b casa del herido á quien el Juez 'toi:nó declaración. Por con ecuencia de esto fueron redqcidos á . prisión los in ·vid u os don José del Carmen Váz- ,. quez, don Jesé Pamblanco y el moreno Felipe . Oppenheimetr. · . ·

EL CR1MEX DE . U C.\LLE UE YE~UEZ \'IGO A las siete y. tre cuar.to de la noche,, ca~i.-~a.ba . tranqnilam nte por la calle del ol,. en d1recmon · á la botica iol, don Abelardo A. Mo coso, . expu_lso g n9tal dominicano, qne ha-ce alguno m ses restde en sta ciudad. MomentO~ ante ~alió de su casa, sita e~ la ca'lle de la Torre. Recorrió •Ssta ha; ta la esqum n. de la éall del ol. Al llegar á la e qui.nn. do la Ménd'ez Vigo oyó pasos que le seguían y qu e le pare. ciaron o pecho os ; pero por no mos.trar e. preocupado no miró hcícia atrás. En el ~smo. mstan,te que le as~ltaban esta idea , intióse ht:mdo. ~e .hallaba en la calle de M énclez ·Vigo, fren~e á la ct\s~ del doctor Zeno Gandfa. .Volvió e · rapt dam e~~ Y.. . e enflre~to con su a esi'no en actitud a~ repetl r el ataque, pero al ver la actitud ,de su ví.ctJma d~, defenderse y que echaba mano a u revolver, . diO un salto y de la acera. se ' tuó en medio .~e la , calle echando á c'Orrer. El .eñor i~Io. coso dtsparo l~s seis tiro de u arma de f.u·e o, creyendo habe~en­ do á. ' U agresor. Moscoso le persiguió por la \Sma calle hácia su extremo ur, ha ta que tuvo. fuerz~s. E ta le abandonaron, . por la sangre perd1da, sm- · tiéndose desfallecer enfrente de la morada del Ledo.

Sa ha· dicho que ' el asesino, del señor Moscoso,

al ·sali't' do la cal'le de Méndez Vigo, dobló por la de

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la Villa, tomando lu go por la de la Concordia, perdiéndose allí la pi !;.'t. Esta afirmación la hacense dice-los ljUe tuvieron acasión de ver á un hombre que caminaba acolern.damoute y bamboleándose. No falta quien asegura que hasta se le ha visto herido. Todo esto lo tomamos como propi~ de la fantasía popular ; sino, razonemos un .poco. El sP.ñor M0scoso se siente herido. Se vuelve . y se oncn.ra con su asesino, que parecla dispuesto á repetir el golpe, puesto que no VA caer {t su víctima. El agredido impone cou su actitud al bandido sóbre quien L1escarga M oscoso tros tiros sf\guidos. Huyo aqu é l. El general lo persigue dos c:uadras y media. Cerca de la. casa de Pi~<rvulos dispara el quintq til'O. · El sexto, próximo frente · ú b vivienda del Ledo. Súnchoz .l\Jontalvo. Este sale precipitadamente al bal cón y so dirige al que dis paraba, diei '•ndole qué por quó hacía fuego exponién dose á matar á algún iuocente. Entonces se informa de la herida del señor l\fosc0so, disponiendo easeguida buscar. medios y trasladar al enfermo á su morada .


. -24i extraño es que Moscoso· haya tenido. fuerzas para r correr do cuadra y media de casas con la -hemorragia que habta de -producir la h rida, y qu& por e ta razón su caminar no había de ser muy ace1 rad'o, más extraño e que ya casi . enfrente de la del . eñor Sápchez se viera al a·sesino ~ tan poca dis noia de su perseguidor. Sólo lo explica que : por no ·llamar la atención no corriera. Pues bien, . ¡ es lógico suponer que el agresor -de Mosco o siguiera por la ealle de la Villa hasta llegar á la esquina de "la Plaza Principal ; es decir, dentro de la ciudad, y dóblara. luego por la call9 de la Concordia, cruzando la de la Luna, donde se halla la cárcel y la guardia f ¡No parece más racional que el facineroso siguiera recto por la calle de Ménde:r. Vigo interná.ndo e por la del Gato que Precisamente las cuadraos que . da al campo libre f hay ebtr~ las calles de la Villa Y: Luna,, que debía recorrer para ponerss á salvo, no ttenen mnguna. casa Pensar esto resulta lo· á ning:uno de los dos lados. más discreto. . Según nos manifiesta el heri~o, t.uvo ocas~6!1· ~~ , . fijarse en algunos detallO$ del suJeto que le hmera. · De estatura más bien baja que alta, more~o, des¡·..._·, / calzo, sucio.

easa

Además del doctor Zeno, que fué el primero que acudió, rodearon al herido los doót?re.s · ~rcha­ do Villarogga, Rodríguez· Castro, Santom, Vtdal y <Jdronas. Acudieron ·}os reporters de la pr¡9a y . muchos amigos particulares de Moscoso. El corte fué dado con una mala daga, ancha; de doble filo. La herida pasa de diez centímetros, sobre la región dprsal izquierda, próxima á la columna ~erte•bral, á la alt.ura de la-s 3~, 4~, 5~ y 6~

-25....: . · articulaciÓn. Si dl arma ho~i()ida no choca con la punta del hueso,_ por la pr<!fundidad de la he~ida, · hubiera sido mortal. . · Profunda sensación ha causado 91 suceso en nuestro sociedad por las circustancias que le han ·rodeado. · · · · ·Después de las ocho de la noche, cuando la policía ha debido hallarse en sus respectivos puestos, red be la herida el señor Moscoso caminando por calle céntrica dispara seis tiros ; el agresor recorre vari~s c.alles, 1ó u~a sola, y sinembargo en todo eato no aparece un sólo guaydi~. . Y ~ast!-1' !a hora P.resente nada se sabe, nt stqutera mdtctos de qutén pueda s~r el autor del crimen de Méndez Vigo .. . Eviden'temente, estamo!l huérfanos de pohcía . · Tal como está organizada vale más no tenerla, pues para nada es útil. Felizmente el general Marin se dispbne á reorganizarla 13obre otras base~ que la hagan eficaz. Entre las varias hipótesis que corren acerca del origen del crimen, la del señor Moscoso parece la mas discreta por los antecedentes que la abonan. Con el fin de imponernos · de ellos, pues poseíamos ciertos indicios, nos dirigimos hoy martes á la cárcel para interrogar á _los detenidos con motivo de los sucesos que nos ocupan . . Carmen Vázquei es un hombre robusto,. de compresi'ón atleta, blanco, de pura raza caucástca, ya de aspecto vex:erable, pues tiene la cabeza y barba blancas; seguramente pasa de 60 años, su fisonoDes~ra­ mía bondadosa presdispone e':l su fa'!or. ciadamente para él, goza de Clertll 1lrtste cel*:br1dad por haberse visto envuelto · en· procesos rutdosos. Como siempre ha vivido de la. indastria de fondas y


-~6-

bod oue , y a ·. emejante e tableci m ie~to suele .ir to a el e d '"'Onte, bu na y mala, d donde ge- · n r lm nt aleo las combinaciones de robos y aseinato , de ahí h\ mala atm ó f ra que le n vuelve, tal >ez injustau:iente. ¡ uáutá veces la falialidau pe a · obr un hombre 1 • · La v rdad e ·que ármen V á.zqu z siempre ha ido ab uelto, jap1ás condenado, en las causas en que la fatalidad 1 ha metido. Lo cual ptuebá qu · en toda ha brillado u inculpabilidad y· puéstose d relieve la cal umnia. · Le pr guntamos que cuándo 'le · ¡;US'i~·ron preo.. · - omo :\ las !) de la noche dal . abado. • • ov la ropa. d 1t'r bajo n la f~mda, que aún t nia puesta, . me condujeron aquí. -¡Por qué le prendi ron f -Parece qu el señor Moscoso dijo que yo tenía conocimiento que de de el año pasa.t1o St'l lo por- · s guia de muert y que el golpe venia de Santo Do.mingo. ·Y yo vobre e. to lo que SL' es\que un dia ine dijo dicho eñor que r quirió. á Vicente J ordá para · peJirl éierta explicaciones y que se habia.negado ú. eguirle. . ·· -¡Sabe u teu si saldr:~ pronto de aquí Y -Don Ricardo Martinez, t.migo y paisano de l s iior Mo, co o, e intere a mucho por mi libertad, y me ha a egurn.Jo que s~ldr6 de hoy ú. mañana.

di~rsas

· José Pan Blanco, ; peninsular y en oca ion fuó guardia de orden público y otra dueño d fonda . Como al Vazquez, la opioi6n le señala c-onocedor ele ciertos suceso que alcanzan resonancia.-~ Cuán~o fué detenido T-El sabado por lo. noche, á la: nueve. Me hallaba en la tienda de Tapi11, cálle de MendE~z Vigv esquina á la Villa.

.

- 2í-:-

Llegué alll momentos después· .de ocurrir el ate~ta'do del eñor Mo:scoso. . . - 1. _P or qu é le d~t1~vieron á u~ted T-Parece . que l dtcho señor me mto como test1go 1 de que yo sabía que le per egnian de mue~te desde un año y cj ne )¡¡. asechanza partía de su pa1s . - ·&Y qué sabe usted respecto de eso T · -Allá por el mes de Agosto 6 Setiembre del año pasado, Vicente J ordá recibí? nna carta de Santo Domingo en · la .que le mamfestaban que se trasl&dara á aquell~ República para un asunto que le convenia; que recogiera de don F. S. $ 50 para el viaje, pues tenía órdenes para ello. _,Quien escribía á. Jordá Y . -El señor P., que hacía' poco había ·estado en ·esta ciudad. Como el SE\ñor S. no entregó los $50, ,J ordá requirió á don R. M.. con cuya aseveración le fu • entregada la sll'lna, . con la cual se tr~sladó á Santo Domingo. E sto lo · supo el señor Moscoso, y supe que, ~ esde qufl regresó J ordá, aquél lo vi gil ba á su vez. , - &DondÓ se halla J orrlá actualmente T Ha'ce meses que falta de aquí. Tengo entendido _g_ue está en la Rabanai . Y aqui termi nó nu estra conferencia, de la que dedujimos que ni V azquez ni Pamblanco saben cosa algun a del suceso qu e·tod?s deploramos. L a opini ón, 6. la que entregamos los hechos, juzgará. J un io 17 1lo 189G. (De la Revista 111ercantil, de

Ponct~.)


• -2ü-

.:c.

Po~emos asegurar que tal desgracia ha sido muy sentida en Mayagüez.

Junio 15 de 1896. ( De El Imparcial, de Mayagüez. )

1

,·,

i.

INFAME· ATENTADO

LO DEL S·ENOR .MOSCO SO

Ayer por la mañana circularon rumores de que don Abelardo M:oscoso, el expul o dominicano que haee pocos dias v~sitar!l n~estra ~iudad : ha.h~ ~ido muerto en Ponce, víct1ma dl'll punal asesmo. \. '-:, · · -Telegrafiamo inmediatamente :\·Ponoe pi.diendo noticia11 de lo ocurrldoi j recibiiD:OS alg nos . telegramas dando iufl sobre e suceso. ,· El atentado se perpetró á las de la noche del sábado 13 del corriente. 1\foscoso fué herido alevosamente, por la ·nspalda. · . · La herida es de pronóstico reservado. IIgnóra e quién• es el" asesino. Se hallan presos tres individuos. El hecho ha causado profunda indignación en Pon ce. U no de los telegramas recibidos nos dice que Moscoso está mejor. Se nos prometen detalles por correo. . Ira y pena á la ve~ nos ha causado la noticia de .este crimen, t&nto por su brutalidad y la alevosia . . que reTela,' ~mo por fá' estimación que profesa~os al eñor Moscoso.

Desde ayer á medio di& oímos decir que este ilustrado escritor dominicano, que, como se sabe, reside en Ponce, habia sido herido gravemente, á traición, por un desconocido. Tratamos d~ ayeriguar con varios amigos lo que hubiera de cierto en los rumores . y nos fuá confirmada la. triste noticia. ' Posteriormente se ha sab1do que no presenta ~rán gravedad · la herida y que hay détenidos trea I>ndividuos por sospechas. El hecho lo atribuyen algunos á cuestiones políticas de su pais y ha causado bastante impresión en esta. ciudad, que ha po<1o visitara el señor Moacoso donde cuenta con innumerables compatriotas y amigos. Los periódicos de Ponoe quizás nos traigan . mañana extensos detalles del suceso, y procuraremos darlos á conocer á nuestros lectores.

.'

J uuio 15 de 18ü6. (De E'l Diário Popular, de Mayagüer.:)

""

•'

(

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-30;.._ gún ,

..

die ha sido h rido al vosament

en

Pouc 91 ciud dano dominicano don · belarclo A.

Mo o o. D toda!~ v m lamentamo el inciden' ·e, de eando recobr pronto la salud perdida. •Tunio F de 1 96.

(De El · rrmntí tiro, d~ ~Iayagú .z) · gún hemos oido asegurar, ha sido herido de unt\ puñalada n la :-;palda. el eñor don Abelardo. 1\fosoo o qn )lac poco pu\>licó un artículo fi.t~niado Domiuicat10 Libre contra el pre idente de anto-1 omingo. Hábla de que l a e ino no ha ido habido. ~ ~O que, . cónsta..n,tement olic\ta.do por la ju ~ tlcta. D1ce e tambten que el señor Mosooso b,a mu~rto. Lamentamos tan dep.lorable Quceso y aspa" ramo. detalles. · · Junio l.J de 1 96 . . (De El Paí., de

-31Varias son las version~s quo sobre el crimen del

an Juan.)

sábado corr n por la ciudad. Algunos dicen que el a esino que preteJ:!dió despachar al otro .mundo á M?~co o, está. herido de bala . . Qtros asegúraR que deJO un rastro de sangre por la calle de la Villa . P ero hasta ahora lo que abemos de cierto es· que perdió el sombrero en la hui'da y está está prenda en _poder d~l Juez; que so halló el -cuchillo c•m que perpetró el delito. y. _ ..• nada más. · · . E sc:ito nuestr.o. suol to de hoy sobre la tentativa <lel a esmato ·ontra ~1 señor Moscoso hémos sabido con atisfacción que 6ste ha ama~ecido si.n fie~ bro que, seg ún opinión mód ic~, no corre p,eligro

.:r

SU VIda.

""

Felicitamos al. amigo muy estimado. junio, 1G de lS!:lG.

(De-.La Libertad, de Ponca.) 1

Víctima de ·cobarde y artera puñalada en la e pa. da, ha muerto en Ponce el periodi sta don . Abelar!io Mo co o, ciudadano domini<lano . · A~t~ hecho seme~ante, . s.ólo ~~iertá nues.t ra p!um,a a e ~!lmi!a~ la ~á. .encrgtca protaSba, y á pe . . dtr 8. la JUStlCla actt Vtdad en la averiguación del horrendo crimen, para _q ue sufrai:Í sus autores el . pe~o de la· ley. · · · Descanse en · paz el alma del df!sgraciado Moscoso. ./, Junio 16 de 18!)6.

Nuestro amigo do o A bolardo A. Moscoso nos e~cat;ga dem?s ~n .u nom?re las más sentid~s gramas a las. d.tstmgmdas personas que acudteron y acuden dtana.mente á su casa con . motivo del sesinato frusta~o de que ha si do víctima, gracias que da muy espemalmunte á los señores médicos . Queda .complacido el amigo.

( De La Inl1'1Jridad lfacional, de San .Juan¡

Con motivo del cobiu·do atentado contra el seilor lVIoflcoso, en Pone~ , han sido detenidos · tres

,Junio 16 de 1896. (Do La Democracia, de Ponce.)

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-32-

iodiyi nos. obre los cual

recaen algunas eos pa-

ohas. · · . · ··El puñal y omhrero del agresor· l!le encuentran en poder de l J u t'ici'a.

El eñor Mo coso signe en ·Un estado da salud relativamente ~tisfactorio. Nos alegramos sinceramente.

')

Junio 16 de 1896.

CD·IBNTARIOS

(De El Crematístico, de ~ayagüez.)

En. el número anterior, al dar cuenta del CQ· barde atentádo de_ que · fué víctima nuestro amigo don ·Ahelardo A. ·.1.'40scoso, ofreéimos hacer en esta edición los comentarios que de semejante hecho se ,leslJrenden; comentarios amarguísimos, porque nada ed-ificante es la impuni~ad con que .vienen ·repitiéndose h9ohos de esa naturaleza en un pueblo · como Ponoe, qu-8 es sin duda. uno de los más populosos de la isla¡ y r.uyas calles se ven á diario llenas · de transeuntes. Desde luego y siu reservas 4e . ningún g6nero afirmamos. que el cobarde hecho del sábado no es obra de ningún habitante de PC'nce. Aqui se habrán buscado los cómplices, quizás si hasta el brazo gue hirió, ·pero la dirección, no ; es como ha. dicho Moscoso, un crimen relacionado con la. política de su país y del que . con el Romancero puede decirse:

\

"el golpe ·fué .de Bellido, y el impulso sobe:ano . ..• "

1

·. ..:

Mas sea cual fuere el origen de la vengimza, sea cual fuere el móvil del atentado, lo que entristece y.apesai:lumbra. los ánimos es la impunidad en


..

-34-

-3G-

. qu ~an qu d ndo o crí.meu ; el n.se ina.t de P Mho el ombr r ro, 1 d 1 carbonero de . la · " u rent uerda '', el d 1 doctor Franco de Cabo Rojo lo do fru t~auo y el tí.ltimo re liza.uo en Ja P.Or 00 de ocbez otorrU lo, pue to .que el Tr1bunal upretho devuelve la -causa de. é.s te a.b. olviendo á o me a.ntiago, egúo e dice, crí- · m n cuyo autora~ no han • ido habidos. . E to alien4\ á lo a. e ino ·, dándol oofiaoza tan gtande qu ui· iqui 'ra bu can lúg:~.r s ~;etira.dos y altas hóra do ln noche, iuo p.uotos céntrico · y hora tempranil. ,· cuautlo todas la · ca as están bi. rta y hay movimiento n las callo , para 11 var á abo n criminal s acciones. _. Ante majan ~stado de co ·a , la de confian;r.a ér ce entre lo ciudadado honrado y pacíficoo:, qu · encuentran indeE o o , sin arantíag persona'! y á merced uel prime:- a.levo o que quiera quitarlo del m~Jio. ¡ Y el ervicio de policía Y e preguntará ·alg.lÍn e od,ido. ' La policía! ¡Acaso tenemo . policía t ¡El hecho de que un. ho'mb re. ingrese en· o cuerpo 1 da dote de pohcia Y Aquí ya abemo que no buscan los hombre ·para los emploo. , ino que e dan al que mejor recomendación tenga 1 así c« r zca de condiciones -para des. empeño ·d. 1 cargo . Por e o lo s~vicios de ·esa pohcía .son inefica.ce criando de hechos graves so trata, pues u mi ·ión e puramente c.a era: . denunciar pesadores de carnes, lecheros, cocheros y prostitutas y cobrar la n6mina. eis disparos de revólver Smith de nu.eve milímetro hizo el señor :Moscoso cu ·el trayecto de dos cuadra y ni un sól<> policia. apareció, á pesar de las carrera y voces á qne dió lugar el hecho. í ~s qué nó hay númoro sulicient Ju guardias para ~ vigilan ia de la ciudad ? Put•:o~ reo. mayor numero,

para que no resulte ~stdril el dinero que los contribuyentes pa~a~os . . & Carece~ los actual-es guardias de dotes policiacas ' . Sustit;úyn.nse por otros más aptos .en el desempt>ño de tan delicado cargo, porque la SOCledád no ha de esta~ á 'merced· d~ los asesinos. De otro modo, todos y ca~a. u.no de los ciudadanos nos veremos en la · necesidad de a~ udir a!' Gobierno en solicitud de l.ic~ncia para portar arma.~ y defendern.os de los cru~unales, ya que no hay quien garanttce nuestras vidas. Y basta por hoy ..

'-

·\V

Junio 17 de 1891i. . (De La Pr•r¡111Jií.rt Antilla, de Pon ce.) Con sati sfacci ón sabemos que camina á su completo. , c.ura.ción lA. herida de que alevosamente ha ~1do VlC~H~la el cump' iclo caballero y apreciable ~m1go dom1mcano seño r Moscoso, por cuya salud se mteresan todas laR personas que en esta socieda.cl le conocemos y le tratamos. · 'rodos los periódicos de la isla. dedican al señor Moscoso f rases de pésame por el doloroso suceso de que ha si do víctima. Alg.ún colega; La Integridad, le des pide de en~re los v1vos, e,n co~pa ü~~ dA los cuales sigue el'-senor ·M~scoso a sa.t1sfaccwu de él y de sus numerosos am1gós. Junio 17 de l89G ... ( De

l~l

..Voticirro,

.1t~

Po u ce.)

Extraordinario NI ol nú·mei'O do· Le legramaR qne


.

'

-3

-37-

d todo los .puntos de la isla vieM recioiAndo nuestro amigo · don Abelardo A. Mo coso, cuyo estado g n r 1 e de mejorl~. · · Llamamo la átención hácia 1 anuncio que publica 1 señor MQ~coso of ciando mil pesos al que e pture y entregue á u agresor. DJcha recompenea se dará 1 que preste · ese a paisano, milimr ó pol\qía. No hay s rvicio e~cepcióo; alguna.

Leeino en La 'Integridad : ci Víctima .de · cobarde y artera puñalada en la e pa.ld , ha muerto eri P.once, el P.er.~odista don · Abelardo A. MoscoPo, ciudadano doo;¡tmca.no. . ~ Ante hecho semejante, sólo acierta nuestra pluma. á. e tampar la nota de la más enérgica pr~­ testa,· y á pedir á la justicia actividad n.)a averl· guación del llorrendo crimen, para que sufran sus autores el peso de la ley. . Desca.n e en paz el alma del désgraciado Moscoso.' ·

·- .

N uestrO' amigo, el buen ciudadano dominicano don Ricardo Martínee y don {l1adeo, del miE~mo apellido, dominicano también, residentes en Mayagüez, llegaron ayer á Ponce, a pon~se allad·o.de sus con. terráneos con motivo del incid nte de que fu é víctima el señor Moscoso. ' '\ En Mayagüez ha producido honda indignación el asesinato frustado de que fué víct ima nuestr6 a~igo don Abelardo A . Moscoso. . . P?demos asegurar...:...di~e El I_mparcial de ·aquella poblao16n-que tal desgracta ha s1do muy sentida. En.tre los fac~ltativos_ qu~ asiAtieron e~ los primeros mom o t os al señor MoscoS(> figura también 'el reputad.o doctor Coronas, distinguido amigo nuestro. Junio 17 de 1896. (De La Democracib., de Ponce.)

· Como habrá visto el colega por lós pet:iÓdjcos de esta ciudad, el aprecil,\ble amigo se~or Moscoso, no ha muerto de la ale'vo'3a. puñalada que mano cobarde le asestó por la espalda. El señor Moscoso se encuentra hoy muy mejor y cr~emos :que en breve entrará en el periodo de franca convalescencia, á pesar de que la herida es ancha y profunda.

.

'

Junio 17 de 1896. 4

(De La Pequena Antilla, de Pon-ce.)

/


J. .

-39-

DETALLES DEL CRIM.EN· DE PONCE Por una carta qu atlOchc recib~m?, , y por lo10 p riódico de Pone llegados por el ultimO ~orreo , tenemo detall d l bárbaro atentado cometido en aqu lla ciudad contra el ilu trado jov.en general ~o­ mini.cano d.on Abelardo ~Io coso, emigrado polit1co de u pa.í' y · r~id nte hace algunos años e~ aquella · ciudad. · · El señor Mo co o, como acostumbraba á. hacer· lo t<Jdas las noch s, salió de u casa, cn.}le de la _T orre entre siete y ocho de la noche del sabado pasado,' para dirigirse á la farmacia del señor Gi·ol. Po~ la ·calle del ' ol frente á la pared latera'i de la casa del doctor Zeno 'Gandia, sintió pa o~ precipitados de un · hombre 'de calzo que, sin duda, le e piaba, y d"' repente una puñalada que le. ase tar~n p~r la espald a. · No se turbó por eso. Sacó trabaJosamente un pequeño revól er que llevaba oculto, y, cuanto ~us fuerza se lo permitieron, corrió . n pó~ , del_ asesmo por las cal.~e!:l de la Villa, y la oncordu~; dlsp~rán­ dole seis t1ros. D pq s penetró en el balcpu de la casa del sef10r don Rafael ánchez · Mon~lvo­ pues ya no podía tenerse más de pié-:donde fué recogido y llevado á su casa en una cam11la. Se su~ pone que uno d . los proyectiles alcanzó al asesu~o,

pues cu'ntase que se han visto en el suelo algunas gotas de sangre, desde la ésq ui na de la calle de la Villa á -la de la Concordia. E sto último no está comprobado. . El brutal hooho ha cau.sado 'profundísima sensación en Ponce, donde el señor Moscoso es Justamente estimado, produciendo la cons'guiente indignación en aquella morigerada sociedaJ. . La colonia dominicana está muy agradecida de la -actividad rtesplegad'a por el señor Juez-de Ins. truéción y de la aotitud enérgica. de las autoridades todas y de lo. policía para averiguar el par.adero del . asesin~, que, según escriben, no será muy dificil encontrar, púes en su fuga perdió el nrm::¡, homicida y · el -sombrero, que obran en podér de la justicia. El señor Moscoso ha declarado á las innumerables personas que le visitan diariamen-te, q'ue no tiene enemigos en Ponce. 1Parece que él so~pechaba la. asechanza y por eso acostumbraba a ir siempre armado de un pequeño revólver. El creo que sus enemigos no están .e n Puerto-Rico, sino en Santo Domingo, donde estima fu é armado el brazo men· cionado que le hirió traidoramente. Hace poco .más de un año estuvo á punto de ·ser víctima de un atentado ·semejante, y de ello dió cuenta á la auto- · ridad después dt! lograr evitarlo. Des·de la misma noche en que se · cometió ol atentado, hay detenidos por sosp8chas tres individuos llamados José Pamblaoco, José del Carmen Vázquez y Felipe ·oppen_heim9r. E ste último estuvo preso cuando el asesinato · del infortunado· señor Cotorruelo. mscusamos Jecir que el hecho de que venimos ocnpándonor ha causado la consiguiente sensación en la colonia dominicana residente en toda la isla, la éual confía en el celo que para descubrir ~1 per-

. .1


. -40t dor del crim n han desplegado l~ autoridades y obretodo la policía. La impunidad de un hecho m ian ería verdaderam nte·lamentable. · eñor Mo · co es hombre· de porve.n ir en su p í , y la noticia del atentado de que ha sido ví~ti- · ma, ha de causar, natura-lmente, no -poca sensaciÓn alB, don~e la op,inión publica .ha de seguir paso á ea O y COn interÓS; el proce O del horrible atentado. La últ imas noticia que ten emo .de · u estado son relativatnen sat.isfactori11s. La herida que recibió: mide unos 10 ce.utimetros de lol\gitud en la r gión dor ·al izq_uiertla, muy cerca de la columna vertebral; interesó la piel y los múc~los pero no el hueso,, aún cuando e tem haya podido afectar 1~ pléura par1eeal: Dem tá decir que protestamos enérg~camen.te contra tan vá.ndalico h.echo y que confiamos en que la ac~iviJad de plegada por la policía, dé por · resultado la aprehensión y ejemplar castigo . del • .... . l ·asesino.

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Junio 17 de 1 96. (De La Corrcspo,¡de1lcia, de San Juan.)

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EL ·GENERAL ~IOSCOSO No ha muerto, como se dijo anteanoche en esta Capital, el ~preciable ciudadano dominicano general don Abelardo Moscoso, herido últimamente en Pon· ce. Sigue, sí, en estado grave. Los .periódicos de aqnellal ciudad tradn detall'es ·sobre el . criminal acontecimiento, que tuvo lugar al salir de su casa el señor Moscoso, el sábndo, á ·las Al .flentirse herido el siet,e y media de la no·che. señor Moscoso, dijo: "Me lógraron" y saltando al medio de la calle tomó el rbvólver y disparó. Créese que el asesino esté herido de algún proyectil, porque se han .visto manchas de sangre en el trayecto que aquél se trazó para huir. El señor Moscoso supone que esta puñalada ''es de carácter político y viene de un ' alto personaje a~ su país, cuyo nombre ha· revelado a quien debe." . No és la primera vez que ~e atenta del mi:;mo modo contra la vida del señor Moscosn. Hace un ano y meses q~te sucedió otro. tanto, dice él mismo, vini ndo de Santo Domingo ·un individuo con dos mi~ pesos oro para pagar su muerte. El señor Moscos o ha reei bido, con motivo tan desgraciado, prúebas iuequívocas de afecto, siendo visitado por lo más distinguido d~ la ciudad de Sur,

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.. ~petimo nue_stra protes~a más e!lórgica sobre un hecho tan ·erimmal,. y qmera el etelo salvar la ' vi a al señor Mo coso¡ miembro útil de la sociedad · y· cuya mejoría celebramos. Junio 17 de 1896. (De El Buscapi, do

No es cierto, como se ha dicho,que haya muer· to en Ponce ·el joven periodista dominicano seiior don Abelardo Moscoso, herido alevosamente en la noche del sábado último. Anoche recibió ·un colega Íocal un despacho telegráfico anuaci,ando que, ·aunqu~ de mncho 'cuidado, estaba un poco mejor. - ~ Junio 17 de 1896.

an Juan).

(De La Balanza, de San Juan,.)

•· No e cierto como se ha dicho, que haya. muer· . ~ t,o en Ponce el 'apreciable jov~n dominicano dón bela.rdo Moscoso, herido al~vos!l'~ente en la noche del sábado último. Anoche ree1b1mos un despach.o ·telegráfico anunciando q,~~' aunque de mucho cmdado, e taba un poco meJor.

..

Jnnio.. 17 de 1896.

-

(De La Correspondcncú,, de San J ua.n.) \

Noticias recibidlls de Ponce anu~cian que el . último por la noehe fué ~eri.do alevos~~ente · de puñal en dicha ciudad, el pe.rwd1~ta domm1cano don Abelardo A. Moscoso, qu1en h1zo fuego sobre · u agresor, que desapareció dándoae á la fngá.

, 8 ábaslo

Junio 17 de 1896.

1

El estado general de nuestro amigG el señor. No obstante, hise notado en las ·horas últimas una ligera agravl\ci6n, debida indudablemente á una circunstancia de t•Jdos ignorada hasta hoy. Examinando anoche la caja torácica del enfermo, que se quejaba de fuertes dolores en cierto sitio, encontr6se fracturada una de las costillas falsas . Sup6nese que es debido el hecho á la circunstancia de haber caido el se'ñor Moscoso en la escalera del señor Sánchez Montalvo, en .momentos en que trataba·. de sentarse ó reclinarse. De todas maneras, esto uo influirá de manera notable en .el retardo de la curaci6n, según se nos ha dicho. · Q·ue cuanto antes se encu~ntre del todo restablecido, son nuestros leseos. ~oséoso continúa siendo el mismo.

.Tnnio 18 de 1896. (De La Libertad, de Pon ce.)

(De EZ BokUn .MercanW, de San Juan.)

1


-44firi ndQSe á la .puñalada del señor Moscosp, ui n e ntretenga ·en hacer deducciones estulBueno que e 1\Verigüe la· verdad; pero s1n qu qui o la bu que toque los Bmite de lo ab. )lrdo y lo m ensato.

•·

Parece que en la Capital corrieron fRisos rumore a~er.oa ·del a\entado contra el señbr Moscoso, porque ayec' recibimos má_ de u u ~legram~ pre~uu­ ándono · por la de gracw. ocurr1da al senor Des·· champs. . E te, como compatriota del herido, e tuvo con no otros á verle y á. ponersE} á. su órdenes, perma~ beeien:do á. u lado. . . Ayer dirigió telegrama á los miembros más di tinguidos de la colonia dominicana en ·Puerto Rico. .T unio i ~e 1 96. . (De La Dem,ocracin, de Ponce.)

tl

Don Abalardo Mo coso ne encuentra mejor ele herida .y está ya fu ~a de peligro. Lo celebramos.

N u ro amigo don Abelardo .Mosco, o, nos encarga- por e 'crito demo las gracias en su nombre á todo los amigos y compañeros de la pren. a que se han interesado. por su .saln-3, con motivo del l\tenta · do de que ha sHlo víct1ma. . ·· El eñor MoscoRo sigue mejor. ,Tuni·o 1 de 1 96. (De El Imparcial, de Mayagüez.)

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H a sido het:ido. por la espalda en Ponce el digc_aballero· don Abe lardo A. l\{oscoso, súbdito dommlcano. Reprobamos tan indigno atentado que ' no sabemos á qué atribuir. · o~

J uuio 18 de ] 896.

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(De El ·Eco, de _Yauco.)

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· D e un tel~grama d-irigido por el general ·Espai . llat, desde Mayagüez, il. don R1cardo Martinez y. á Deschamps, tomamos los siguientes conceptos : ." Cel?bro sus cartas, confío j usticia española averiguara crÍm!'l n para honra. moral universal. I deas Moscoso son mis ideas. Dios le salve pronto. Cartas ustedes bálsamo para mí." · Nos otros creemos que s13 hará luz en este asunto, y que nuest ros jueces escarmentarán ~ los mato'nes. que; desde T ir¡¡.do hasta Moscoso tienen á esta soCiedad bajo el influj o de sus infame~ puñaladas. (De La Democracia, de Ponce. )

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-47tilla de la izquierda,' y una equimosis sobre el cóxsi, lesiones que sin . duda alguna se le produjeron al caer en los escalones del balcón de la casa del setior ·, SA.tichez Montalvo. · SECRETO ABSOLUTO · Dado el secreto' y reserva con. que el seño.r Juez lleva el sumariQ, . nada s.e ha podido traslucir de ro que en él vaya apareciendo ; sólo sí sabemos·qua ~1 señor Sangenís desplega en él grandes actividades; dando al propio tiempo pruebas de sus excelentes dotes de. Juez.

CRIMEN· FRUSTRADO

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PRISiONES

INTERES PUBLICO

. Habiendo trascurrido setentn. y dos horas que fueron detenidos Pamblanco, Vázquez y Oppenheimer sin que' se les haya. puesto en libe~ta.d, de pre· . sumir e que el' señor ·Juez, cuya. rect1tud es de .todo conocida., habrá-encontrado razones podero as que \e hayan obligado á. elevar á. prisión la. detención preventiva. que señala el código. TELE RAMAH \ Dídese 'que el Excmo. señor Gobernador. general tiene vivo. empeño en .que·se descubra el autor · del atGntado de que fuera víctima nuestro amigo el se· ñor Moscoso y na telegrafiado varias veces pidiendo informes de la salud de ste, y del e tado ·del proceso y recomendando actividad eó las gestiones. FRACTURA"

E;QUIMOSIS

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En UIÍ ~nuevo rec""onocimiento general que se le ha hecho al señor Moscoso, se le ha encontrado fracturada por el tercio medio la segunda falsa cos·

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Va resultando de vivo interés público que se haga. mucha !u?. en este asun~o, para que sea descu · . bierto el criminal y castigado sevAramente. Esto obliga á.· los ciudadanos á poner de su parte cuanto les sea posible para coadyuvar á la obra. reparadorA. • · de la justicia.. Este no es un crimen aislado, en nuestro ~on· cepto, pue eu sus formas y modos parece en conexión con otro& que han sucedido aquí y hasta ahora. se hallan i.mpunes. · Tal parece que una misma cabeza fu é la directriz de ellos; . tal parece que existe una domo agencia Ó·sociedad de asesinos en que se coticen á alto ó bajo precio la vida de los hombres como vil¡.,mercadería. . Estúdie~se con frio criterio algunos de esos. asesinatos que han quedado impunes y de los que hablamos en el número anterior, y se verá cómo nace la sospecha tenaz de que han existido manos que paguen, cabezas que ma.quinen, gentes que ejecuten y gentes que oc'Ulten ; nótese que en casi todo&· los

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-4pa ionaJ.e ó d acto pri~of!l 1 el deli uente ido . hallado m á. ó meno temprano, mientras . qu 1~ lle'"· do á. cabo corno el de Cotor uelo y el fru tado · en la par o.na del eñor Moscos o, no · han d jado rMtro tras ,s{',. el criminal ha' desaparecido corno por encanto, y cuanto~' e fuerzo se han heQho r ulta.ron inútile , porque lo in'á sospechosos h,m pre entado coa.rtá.das precisas y perfectas. Natur lmente la alarm toma cuerpo, nadie e cree segu- · ro, 1~ de confianza. aumenta en el hombre de blen f, midntras la impunidad va dando alie.ntos á los mal- : hechores. · Es un verd$dero proces~ p iquico-social q~~ s realiza, determinando una atonía muy parecida al U!mor de algo desconocido, imprevisto ó inevitable. Y esto e un mal, . porque la sociedad tiene ol de ber de velar por su propia conservación, repel iend'() enérgica:1.ente lo que la daf1a; á la liga de los malos á· de oponerse la unión de lo buenos; qua.ndo no hay elementos, se improvisan, de aquí que siendo imperfectos é · nsuficiente el servicio de policía, cada ciudadano esta .en el deber de ejercer la vig\lanoia y hacer la inqui itivas que é ta no puede realizar~ de aquí que· todos y cada uno que epa ó averigüe algo, debé', sin temor ni embarazo, cumpliendo con un. deber social y velando por Hl propia con ervación, acercar e. al ·Juzga.do y declarar lcal,~.,.franca y h9n·radamante _cuanto conózca y pueda ilustrar alma. gistrado, que dirige las 'inv·estigaciones, recoge y ordena los dato que han de servir niañanasal tribunal que ha de juzgar ál qoo ó á lo que aparezcan como autora , cpautores y cómplices. Aqui no se trata ya de la person~~tlidad . de éste ni de aquél, ino del hech() bajo su punto de vista moral y social; de ~lgo que pone en peligro á la colectividad porque atenta contra la unidad. jHa~

que buscar los antros en que se elab~ran esos crímenes, en los que se valoran las vidas, en ·los que se preparan los ~olpes y las maneras de eludir rbsponsabilidades. Qne en el seno dfl nu eRtras . so'.!iE>datlE's hay de esos .mn6struos Ps indudable, porque no son fantasmas los que empuñan ' los puñal ed homicidas, ni puede un hombre solo ocultar los ras tros d.el cri• men Ri no tiene' cómplices y encubridore's. Y si de estas pasamos á .otro gánero de col}sideracione8 y nos concretamos al hecho realizado e'n la . persona de don 1 beln.rdo A. Moscoso, tendremos, por una serie de reflexiones fundadas 'én hechos po. sitivos, que llegar á la tristísima consecuencia de que el autor del hecho fué un asesino comprado. ·¡ Pot quién 7 'He aquí lo que no puede afirmarse sin pruebas legales; por más _que existan l~s sospechas de conciencia; aquí tiene que cesar el comen· tario pórque sería · penetrar en el campo de la. hipótesis y .de la suposición, lo. cua;l es peligrosísimo y sumamente expuesto á caer en error, y q1,1izás hasta des.,iar la acción recta de la justicia presentando un indicio. que podría resultar falso. . Lo principal hoy, lo ~ue reclama la vindiota pública. es encontrar el delicuente que hirióy qGe ha do .ser el hilo por que se saque el ovillo. Deber es, pues, Ge ~do ciudadano secundar á. la medida de sus fuerzas la acción de la justicia. El señor Moscoso ofrece una cantidad al que entregue á su agresor, ó al ~ue acercándose á él l111 dé los datoa necesarios para cogerlo, si es que hay reparos ó ·temores de acercarse al Juez. Junio 19 de 1896. (De L a P equrffa Al.ltilla, de Pon ce.) •

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1 I O.ATENTADO Por te] grafo e comunicó a esta _ciudad ·]a ten: t ti a d a esinato de que fu víctttl)a e~ sábad_o pa do, nu~ fr.o di ~inguii:l<? ~migo el e~érgtco escritor y hombre púbhco dommtcano don ·1\.belardo A. Mo q9 o,_ y de la cual excusamos los detalles por ser ya conoctdo . · . Huelga decir que desde luego coutg ~ amos n tra más viril y levantada protesta, P?r. ~ n hech?. . que viene á qu,ebra~tar la sa~rada hospttah_dad que , reciben en e ta mortger da. -tterra cuantos vten~IY, á vivir al amparo de nuestras laye , . y c_onffan su ;V~da ·. y u libertad á nue tra hon ra~e~ J_atílas des me n ~tda ; ni por nadie puesta en tela de JUlcto. -No · queremos .en e tos momentos hac.ernos .eco de acusa~acionee que uoe llevarian demrunado leJos . Ante la alevosia del atentado ; ante la infa me cela da 1\nte la eobardía BUe revela el acechar á un ciudadano· pacifico, .p ra asesinarlo traido ramente, queremos acallar las sugestiones de la iddignació n, que pugnan por estalla~ y ahogar nnestro acent~e lucba .por hacerse 01r. . . . . . . Cobfiamo en la ac tvtd~d y pencta de n uestros tribunales para dejar esclarecido cuanto á este mis-

terioso crimen se refiere. Esperamos en ellos; porque no .queremos que caiga sobre nosotros el infamahte estigma, y pueda decirse jamás que aquellos que· confiados · en la eficacia de nuestras leyes y en las gare.ntías .que brindan á todos, vienen á constituir ·aq~i una segundA. patria, puedan hallar entre las sombras, á un cobarde as~sino que les prive alevosamente de la existencia. Sepa el distinguido proscrito que todas 'las clases de nuestra sociedad han externado su · indignación por el inicuo atentado; que las redacciones de los periódicos se han visto frecue9-t~da!! por numemerosas personas, a nsiosas de conecer su estado ; y sírvanle estas man i fo:Jstaciones de simpatías, ile lenitivo en ese trance, ·que no ha tenido otro resultado que poner · en relieve la fraternidad que nos une· á nuestros vecinos• · Junio 19 ele i89G. (De El Derecho Regional, de Mayagi.i.ez.)

NueAtro amigo el señvi' Moscoso sigue mejor de

sn herida cada vez más.

A noche se encon t raba bi ~n, y hoy está fuera Je peligro. · N os al egra vi.vamen te poder comunicar á n u estros lectores esR. noti cia. Y felicitamos de corazón al señor Mosco~o. Junio 19 de 1896. (De La Democracia, de Ponce .)


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deracion y á quien protestamos nuestro sentimiento ·por tan criminal atentado de qne se le ha hecho víctima.

J n riio :!0 el o 1896. (De El Criterio, de Hum&cao.)

ASESINATO ·FRUSTRDO La prensa d~ 1~ ciudad del - ur anuncia que el ·· sábad-o último entre siete y media. y ocho de la nQche, aliend~ de su morada de la qp.lle de la 'l'or:-e fué herido cobarde y alevesamente por la espalda . ~ ·el ciudadano dominicano don Abelardo A. Mo8coso, el cuafsin emb~srgo de su estado hizo fuego · ~bre su agreáor que emprendió la fuga. . No tenerpos para qué decir que deploramos Qondamente tan - vandá.hco acto perpetrado ,en la perso.na de un caballerQ q1.1e aunque no le conocemos tenem~s }os mejores informes de su proceder. . Por consiguiente pedimos á. los tribunales qhe conocen ·del asunto la--depuración · del delito hasta ; dar con el criminal, que, ape ar, según ~ descripción qne se hace, de ser un hombre de tez de color, detrás de él se encontrara el que armÓ su brazo, que. muy ~onveniente . sería descubrirlo : por el buen nombre de · Ponce, donde no teniendo enemigos el señor Moscose, no es presumible que el crimen haya sido tram ad.o en su suelo. Mucho a.nhelamos que ·se restablezca el señor Moscoso, nuestro huésped,.· .merecedor de toda c¡si-

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No! escriben de Ponce: "Nada se sabe 6 por lo meuos nada se dice reR- · ·, / pacto de quién sea el criminal Rutor del atentado contra- el genera~ ·Moscos.o. Muchas conjeturas, al~nnas suposiciones, tal cual sospecha vaga, alguna cou1cidencia, tres detenidos, ·6 más bien presos, por- · que se ha elevado á. prisión el arre&to preventivo en que se le t~nía, y es.to es por ahora todo lo que se sa~e 6 puede d'ecirse. Han empezado los anuncios de cantidades ofrecidas al que né cuenta. del autor de la puñalada, y se · habla de que es una puñala~a politica, corao si fuera político eso -de pegar por la espalda. · • 1 Aun cuando esta vez el atentado no tuvo consecuencias· fatales, oería d<tloroso que resultara imIo~ne como sucedi6 con el d~l asesinato de Ooto:rrU11· El juzgado y las autoridades locales trabajan con actividad plausible en este aRunto ;. pero parece i.ndudable que hay deficiencias en la organizacióu de los cuerpos de .policfa, y quizás escasez de personal en este servi'cio.' Junio 26 de 1896. (De El Btf,ScapÚ, de. San Juan.)


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CARTA- AL GE-NERAL MOSCOSO N u tro amigo el general dominicano [éiO.ti Abelardo A. Moscoso, recibió de\ general Ltl.perón la carta q~e aq~í publifamok. Es una protest~ . contra el atentadq da que fué vfctima el amigo. L a fi rma de· e a carta tiene la autoridad de un nombre escla· recido en la política de Santo- Domingo:

Me consuela que la herida no sea tan grave y espero que usted se restablezca prontamente de ios sufrimientos y logre el castigo· de los culpables. · Nosotros tamb-ién acabamos de experimentar un golpe terrible, la muerte de mi-querido hijo Jacobo . que falleció ~1 20 del pasado mes en Puert?-Plata, donde habfa tdo con su madre btisdando el aue de la Patria para sus pulmo¡¡ri;s~··c.onsumidos por una fiebre: ¡los pesares y los am'argos sufrimientos del . · · ostracismo ! Crea usted en la amistad que invariable le pro· · . fesa su amigo de corazón.

.! ..

G. L UPEBÓN."

"Sr. General don Abelardo A. Moscoso. Pot~.ce, Puerto-Rico.

Mi querido amigo : Un amigo de usted, Agustín N avarrete, me en· vió un telegrama, y después me escribió participan . do el fatal suceso que tuvo usted con un asesino, del . cual se salvó por su valerosa destreza. Ese cobarde y vergonzoso atentado debe ser el. resultado de una trama siniestra contra su vida, y me parece que en Puerto-Rico están los instrumen tos,. pero .no los 'autores del crimen. · Sincera~ente sient<i ese aconteci miento, por usted, por Puerto-Rico y por. Santo-Domingo, porque esos atentados. tan odiosos deshonran á la civilización, á la humanidad .Y á. nuestro gran sfglo.

'

\

'


·.

:

DOS PALABRAS .PARA

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ERMINAR.

deb.o decir qub ha habido una errata de leoh en 1 proemio que su cribo al iniciarse esta rie d r ,produccione d la pren a: donde dicé de Junio, deb leerse de· Julio. · • . lv do esto, pa o á dar nuevamente las gracias á lo amigo ' compañero y prensa perioqística en neral, por sus fra e de aprecio y us djstinciones duran mi permanencia on el Lecho de e~fermo. : j ·f ra de gratitud son ferviente!!. . Mi · ~ cue;do. erá. perdurable. Percance q'!'y en la vid~ y aco1on q_ue no pueden c·aer en el ol v1do. En m 1 palda queJará una cicatriz que me hará ' record.ar. No ·porque no pueda· verla, dejaré de saber que está. hf gnbada por · la mano criminal y q.ue por élla he 1canzado á comprender cuán noble .es el . pueblo en que he ufrido )a de gr~eia y qlié hermosos son lo sentimiento& de mi . compañeros. Termino esta ·Un á con e taa p~labrasj " raci y ratitud. .

J


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