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-REDEN() ION. Ensayo Dramático EN
EN 4 .ACTOS Y EN ·PROSA POR
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( EOMUNOO DANTÉS ).
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EN SAN JUAN .EL 20 ,, .
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SAN JUAN, PTO. RICO.
1906
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PE~SC>N" AJ'EB. Lsta obra fué estrenada en el Teatro de la Ciude.d de A recibo por la, Compañía Dr.a mática dirigida eor el primer actor DON ENRIQUE TERRADAS el día 22 de Abril de 1.905. con el•siguiente Es propiedad del autor y nadie sin su consentimiento podré reimprimirlo ni repruentailo.
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·RE PARTO LUISA ........ . ...... SRA. Sou:nAD CASTILLO DE BA~AREs. MARIA .......................... SRA . ESTELA MA:XGUAL" . PETRA ..... ; ..... .. .. SRA. MATILDE MARES DE TERRADAS. CLARA ..... '. .. ·......................... ·. . ... SRA. N. N. }?EDRO ..... ; . . . . . . . . . . . . . . . ... . SR . ENRlQU 1.:' TERRADAS. · BASILIO . . .. : .. : ........ ... . . ... s·R. ALFoNso CAl'EsTAN\" 0
TITO ..... . ................................ . Sic J. FORT. _¡\.GUSTIN ............ ...... .. .... SR. FRANCISCO BAÑARES. MR. ·FRANK .............. . .. .... SR. JUAN T ORRENS. ~ND~ES . .... .. .... .. ........ · · FLOR .... . .. · '· ... .... .... ....... . ....... 8R. N . MODELO. VIC'l'OR .. ...... .. ............................. SR. N. N.
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TANO .. .. .......... · · ·· · ·· ··• · · · · f .d · ) .... SR. J. CASTILLO. G{!ARDIA 1 I '" ................. { GUARDIA'- 2 o .... ~ •...........•.......• SR. L. StLIUTO. Trabajadores, Lavan_deras, Muchachos.
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FRASES del EDI f OR
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ACT0 ...;.---..,
.: ¿Q~~· ~i q~i·~;~ i~p;i·~¡; tu- ~;~?
Como n6. Lo haré al costo de pstos: quiero se imprima ya que á su advenimiento se desencaden6 la tempestad del odio y la vilesa.
.................................... ti
J.
C. PRATS:
carretero. Frente é éste, A izquierda, un •bohfo• con A la derecha el actor, árboles íroodo puerta aoch al frente, y ventana que a 6 1 árbolr1. D11recha y lru éstos bucia al fon o, un campo scmb do ca- •de aaócar. La casa eat6 en alto con eacal ra rústica en medí A a ~ hada qoe da ol publico. Rodeen erec , ó eea reparlido eolre amOO., un el bohlo, po el frente y costad pilón de ma era, uo perro om ado uno de 101 eataa1es, un gallo v algunos plantae, silvestres, ya yay has, ele., etc. • . La acció en .un ca p de P. Híco. Al levanta e rl telé par <le Pedro sentado bajo loa Arboles con on libro en la mano, oy dote e otos el Pala, l¡oe cesan ol cc>m.eozar A hehlar Pedro.
(Voces dentro) •.
·.
Lágrima que vas perdida Del arroyo en la corriente, Lleva á la patria querida Recuerdos del hijo ausente .... (Cesan los vpces).
ESCENA II. PEDRO. (Leyendo) La emancipación de los trabajadóres ol?ra ha de· 1 ser de los trabajadores mismos." - (Cierra el libro) ¡Santas palabras que condensan toda una verdad hermosa, todo un mundo de enseiianzas encerrado en una sola aspiración! ..... (Se levan•a) Qui:nce días há, tuve la fottuna de que llegara á mi poder este libro, y casi otro . tanto número de veces lo he leido, hallando en cada una de ellas nuevos pensamientos en los cuales se prueba la necesidad de que se una el . elemento trabajador .como único medio para alcanzar su emancipación. (Pausa) ¡Ah ! Las ideas de redención que desde pequeffo alimenté, ideas ou~ perduraron cuando la
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--; 10 - ·
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fortuna me sonreía, han venido á robustecerse más y más desde que la desgracia tendió sus redes sobre · el hogar de mis mayores, aquilatándolas, en suma, la lectura de éste folleto. (Es preciso, es de absoluta necesidad que todos aquellos que de nuestro trabajo vivimos, nos unamos pata hacer valer y respeta-r nuestros derechós pisoteados si empre, siempre ·01enospreciadostl (Pau·a) Y tnás que todo ést'J, es indispensable que lleve á mis compafieros el conoci, miento de esa doctrina redentora! .... ¡Si! Mafüma á medio' día, cuando se levante la faena para que cada cual vaya á comer la miserable ración de bacalao salado, medio podrido á veces, con batatas 6 "mafafos," aproveoho yb la ocasión para dedrlei;; algo; pero . ... ¿ á que esperar á maffana? L¡ o que se deja para lueg-o pudiendo hacerse á tiempo no es f~cil que se haga después! (Con resolnciou) Pronto saldrán los compañeros del trabajo; muchos pas¡ván por aquí, :y, como de costumbre se detendrán. Enton~es ·1es hablaré, y no dudo que he de hallar entre ellos alguno que me siga. Ese me ayudará: ¡Animo ! . . . . ¡ A lucl\ar con todo el entusiasmo de mi juventud ·enferma y triste por la redención df'!l elemento trabajador'· ..... ' . .
.
ESCENA III. DICHO y MARIA.
,
MARIA.
(llomaodo d.e•de la puerla ).
¡ Pedro ! Pedro ! PEDRO.
(yendo h cía ella)
¿Qué quieres, hermana mía.? MARIA.
(bajando)
Ya.~s ho~a de t~mar la medicina; se hace tarde y el Doctor diJO que no deJaras de totl}arla á tien\po. ~ PEDRO.
( Acarit·iundo a Maria)
¡Pobre y c~osa hermanita! ¿ N: o sabes que ya estoy bueno? · t"No sabías que mis padecimientos han terminado ? ¿ No ves lo alegre y ágil que estoy?, ...
11 -
MARIA. (•gitaitu) ¿Que- estás bueno, dices? ¡Oh ! no: tu deliras Pedro, deliras; la fiebre ha invadido más temprano que otras tardes tu organismo. Ven á casa, tomas la medicina, te recoges, y á descansar hasta mafiana. Mamá vendrá dentro poco y sufrirá si te halla en este estado de excitación. ¡No quieras que la pobrecita mu3er sufra más! ¡ Ba$ante tiene con la vida de amarguras que 1~ dá.nuestro desgraciado padre! ...
ne
PEDRO. 0
(f.Qnn11"·i1lo) ¡ Ah ! nuestra madre! .·.. (transición) Pero .... es que no -c1eliro, María. Crée~e, estoy bueno. ¿Quién me curó? Oye: c=:ste ~ibro q~e m·~ ves leyendo desde que entré en convalescencia . . . . . . ·
.MARIA • . ¿Lo ves?; tienes fiepre. PEDRO.
, No. Era que estaba enfermo del al.nía sin saberlo! Me f sentía d.ébil, sin fuerzas fªr~ ~r~bajar: mas mi debilidad
n? consistía en desamor a trabáJO, ni en la pérdida de ca.riño á la azada ó al arado, no. Era que sobre mi alma pesaba como losa de plomo la misma indiferencia que domina á tod~s }os tm~ajadores: Era que como ellos- creía que no ,existian ~ed~os para h~ertar:11os, para libraros á mamá y á u. de la m1s~na que nos agobia. Era que .la creencia de ™nuestra r~dención tlra uh mit.Q.i habíf>. domjnado mi sér todo Ile:van~o el desaliento~ el cansancio á mi espíritu, restál}dome aliento para luchar y esperar! ¡Creía que no po~ dnamos nunca sacudir el yugo de tanta miseria é -injusticia tanta l .... MARIA.
¡ .Pedro l. ..• PEDRO. La le~tura de ese libro inspirado en la Justicia'y la Moral más puras ha levantádo mi espíritu: ¡ya no pesa sobre mi
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alma la losa aquella que me hacía daño! ¡ Sóy otro , María!. . .. Ya estoy bueno!.... ¡Fuerzas de gigante me im· pulsan á la lucha ! ¡no deliro!
MARIA. .¿ Vamo.s á casa?
r•
MARIA.
PEDRO.
(Con sobre@alto)
¿Que dic~s? ... ¿Que cosas nuevas hablast. .. ¿Será eso verdad?. . Te .oigo hablar y dudo en creer si estás loco 6 si te hallas en tu juicio ! . ¡ Ah ! ... ¡no ! ... la lectl_\ra de ese libro ha trastornado tu cerebro ... ¡No sigas ! ... ¡ Cállate !. .. PEDRO.
Si: vamos. Tengo hambre, necesito comer. Quiero hablar á mis compañeros ésta misma tarde, invitarles á que me ayuden en la lucha por la redención de ni.;estro elemento, victima eterna <le todas las explotaciones y de todas las tiranías! (Coge de In mnno A Maria y con ella ae diriMe á la c11a en cu~·o
ESCENA
¿Quieres una prueba de que estoy en mi sano juicio? Vam9s á casa; comeré; tomaré la medicina, y hablaré contigo sobre cualquiera punto de que me tratEt>. Mis contesta· ciones te dirán si estoy 6 no loco. MARIA._ .
PEDRO. ¡Ah l L os cantos de nuestro país son dulces y tristes, ¿verdad? MARIA. Así quisiera verte,hermano mío, cantando como lo hacías antes en la "tala," machete en mano, robusto y fuerte el brazo que cortaba de un soto golpe una cafia tras otra. (con entusiasmo) ~
Oh sí! Me verás alegre, cantaré, y mi canto será grito de guerra contra el tirano que nos explota, ¡himno de re· dención ! . . . Sangre nueva corre por mis venas; sangre que me queI!!fl_y_dando á mi sér nueva vida impúlsame á la lucha! ¡ ESla.sávia de esa doctrina condensada en las páginas ae este líbro bende.cido !
(Algo l'hrio~ . satienrlo por In carreter11. ízquierda actor. T11no ,¡ra~uen). (El autor rioomietidu el papel de Tano á la inteli!Xficia del artista).
FLOR. Me equivoqµé, pareja. Cr~í. conio te decía, enc·ontrar al vago de mi hijo Pedro "tendío" á la largad ebajo de un árbol leyendo, y . ... ¡ no está 1 ·
f
TANO. A lo "meno" se estará "jartando:" dormir.
gó, comer y
•'
Esa es la vida del va-
FLOR. Ni que estudiara "pa" ( 1) A leal de ! En vez de estar con el machete 6 el "arao'"en la "tala," se pasa el día "tum- • bao" (2) leyendo. • TANO. Es que se acu.erda de cuando era rico. "jase" bien ¡que trabajen los bueyes!
En medio de "too"
FLOR.
1
~·
IV.
FLOR Y TANO.
(~cñalnndo · al íond~)
(!.::e oyen oenlos del pnls.) · Mira: Ya el sol va cayenno sobre la montaña: tan pronto ., oculte tras de eUa, saldrán los trabajadores de la "hacienda." Míralos como trabajan tan conteqtos y afanosos. ¿Oyes como cantan ?
PEDRO.
interior penelran .)
(Sonrienclo)
Hoy estás más gago· que nÚnca, Tano. ( 1) (~)
Corrupción del Idioma, provincialiamo equivalente á Tumbao, eq~ivale á ACOSTADO [provJ
PARA.
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FLOR.
TANO. El romo, Flor. brita," eh! ....
(l'uu s11)
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B~sili~
Oye, ¿y tu bija? .. . : ¡Que jetu-
no va á morir en cama: lo verás, TANO.
FLOR.
¡Que ganas tengo
d~
"tomar la tarde" l ( l)
..
Esa, como su madre y el otrp, me- tienen'. ya "cansa.o .." 'fu verás un día una desgracia. En ·•cuantito amanezca yo con los cascos caliente;,," ( 1) ''Jago" una de las mías. Tu lo verás .... ¡Ave María! Va á estar el palo que "cacha· chea ... (2) ¡nosevaásalvarni'elcabro! . ... ¡Júm!, áfede Flor que la " jago:'
¡Vamos "pa" "alante," á ver si "jayamos quién se romp.'.1" ! ¡Ea,! palante, y Dios qµ.e "reparta suerte"!. ...
TANO.
Yo quisiera que "'too" en el mundo se "gorviera romo" •.•• ¡que bueno, eh!
Deja eso. (Puu~1•) "otra'"? ( 3).
FLOR.
TANO . .
¿Tu no tienes ·abílpara tomarnos la FLOR.
FLOR Vamos. (Co¡¡-o rlrl hrazó A TRno v umbos sigucri por la d<'recliH. carr!'l• ro 11b11jo, fn1~1bHle{lndose. To1: 0 si lva un aire del pal• )
•
Ganas .no me faltan: pero .. .. no tengo ni un "cl\avito" tan siquiera. Tu vistes lo ue .pas6. Quince "doblaos" tenía. sobre el tres, cuando el pillo de Basilio sali6 gritando que venían los guardias.
ESCENA V. MARIA. (Asomilndose a 1a puerta)
f
TANO. ¡Caramba! Yo llevaba ta.mbíén siete "doblaos" ~11 la. mismh carta que tu, y . ...
FLÓR. Con Ba,sílio no se pued> jugar:. sí empre c'ja.se una.',' Et otro día buscó ooa "g-arata" con Goyo, por " 'na.," se a.rm6 el "revulú," y el iué el único que no ¡ierdió ... :(4) 'l'ANO. ~1
Pues, porque a.n es que otra cosa, lo prím~ro que "jase" muy pillo es coger los cua,tos de la "banca.." .
.
.
Er¡uiv~leritc é de llAL Húllo" Apalear presto y con exceso. (3'} Tomar a oLra signiflcu convida r a e.:eEk ucoa. 1'1 !ase, gori1ta . r19 r reVufÚ r eqoi.-alen a· IHCI , D'8f>UTt., ~.;.DA-1
.•
(1) f2 )
reel~vame.RLe .
PELEA,
FeS-
¡Allá va, de brazo con el perdido de Tano, tambaleándose los dos !.. .• No me cabe duda de que se ha tomado unas 'c uantas copas, y el resto del dinero lo ha jugado. Si no fuera así, á estas horas ya no podría tenerse en pié. (l'ausH) ¡Ah! vicio! como dominas al hombre quitándole· el~-~JJf de luz que Dios puso en su frente para diferenciarle e a bestia! .... (transición ) Allá va, después de haber mal1 gastado la miserable peseta que á fuerzas de mil afanes ga nara mi pobre 1madre lavando en la orilla del río, peseta que ' anoche la quit~ después de atropellarla brutalmente. ¡No parece sino que el mucho. sufrir etpbota el sentimiento ! No parece sino que mientras más se sufre se endurece más el coraz6n. ! .... ( Pan~a) Antes, cuando estábamos en omi sitttaci6n, papá era otro; trabajador, sin vicios.· Después que 1Q µerdi6 tod9 en nego~i~ ~a.dos, comenz6 poi; hacer locuras impropias de sus años y carácter; pero nunca se atrevi6 á castigar de obra á mi madre! .. .. ¡ ·A rioche lo bi c1 [H
Lo niismo •que tomo r la otro •
-
-
r6-
LUISA.
sin que Pedro y yo pudiéramos defenderla! ... ¡Ay ! Dios mío, que desgraciada soy !. ... (:Se deja caer sentada sobre el piso, junlo 8 la puerta de la
º"ª ; esconde
¿ Qué .te decía ?
la cara: entre las mano• aollor.ando.)
MARIA.
ESCENA VI. DICHO Y LUISA, {<¡ue entra por el foro, se deliene ju11lo 11 la ventana de la casa y llama.) ,
·
LUISA. ¡María, asómate!
MARIA. ( enjugéndose lo& ojo~)
Deja. recordar. : ... \ Llevllnd~~e la rnano á ln írl'nle) Decía .... de· da. . . . ¿qué era, Dios mío?. . . . ¡ah! .escuclía: De~{a que una losa de plomo le pesaba sobre el alma, y eso se lo había curado la lectura de un libro que tiene; ~cía que es necesario luchar; hablaba d~uerzas de gigantes, de redención y tiranía; y todo diclio' de tal manera que, oyéndole, vacilaba entre seguir escuchándole 6 marcharme.
LUISA.
¿Quién llama?
LUISA.
¿Estaría loco ?
t
MARIA ..
Yo, Luisa. MARIA.
17 -
'
. (levlrntandose baja al proscenio)
¡Ah !. ¿eres tú? Ven por el frente de la casa. (Ambas adcfa11tan , y al enco.ntrarse abrazan y besan)
.
LUISA. Y PedrD, ¿.sigue mejor?
MARIA. Creí lo estaba; pero ésta tarde, apesar de que él dice que no, me parece que ha tenido un acceso de fiebre. .
Así lo creí ai principio, y se lo dije. contestó? ~
..
¿Sabes lo que me
LUISA. ¿Qué?
MARIA.
f
Sonriente y dulce como siempre,-~e dijo: "No estoy lo. 'co, hermana mía. Vamos á casa; quiero comer; así tendré más fuerzas . para luchar .... Háblame de lo que quieras, por mis contestaciones verás si estoy 6 no loco.
LUISA .
.MU ISA. · ¿ Entónces que tiene?
¿Como así?
MARIA. Le había dejado bajo ese árbol leyendo sin que . Qada revelara que pudiese volverle I,_ fiebre. No osbtante, cuando regresé llamándole "para que tomase la medicina le hallé sumamente excitado, como si hubiera estado disputando con álguien. Le pregunté que era lo que le sucedía y me habló de una manera extrafia. El que es de temperamento humilde, co o ' sabes, estaba soberbio. Decía cosas que yo no he oido jam,á s. ¡Te confieso· que me dió miedo !.....
MARIA.
'
.
¡No lo sé!. ... All.1 está en la cocina' comiendo con un· ·apetito del que carecía hace tiempo .... ¡Que se yo, presiento una desgracia !
LUISA. ¡Oh ! Dios no · 10 permita ! (Transición)' Pero hablemos de otra cosa, ¿quieres?
a·
.,
-
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-
MARIA. Bueno. Dime, ¿qué tal tratc.n en casa de 11us empleados?
~Hster
Frank á
LUISA. Allf, á excepción de Víctor, el" hijo más pequeño, todos Jos demás son malos, desde el dueño hél.sta el capatáz. Del otro hijo, de Tito , no hablemos~ orgulloso, malcriado. ¡Tengo unos deseos de salirme de esa casa! (PHu1111 .) ¿ Sabes lo que he oido decir? .... MARIA.
Si no me dices . ... ...• LUISA.
t
Tito está perdidamente enamorado ele Clara Ja hija del maestro Nicolás. Hay qµién afirma que J3asi1io es el que lleva y trae, asegurándose que éste ha jurado que de cualquier mo~o Clara será de Tito.
MARIA. Nada me extraña de Basilio. Quién se embriaga como él; quién como él juega y maltrata a sus semejantes;¡ quién deja morir de hambre un hijo, es C<!.paz de todo ! ·... LUISA.
¿ Por qué habrán en el mundo féres tan m~Jos?
MARIA. Misterios. Luisa, misterios que el hombre no puede pen e trar. Y dime: ¿tú crees qu.e Tito se casaFá con Clara? LUISA. Ni pensarlo !. . . . Tito hará c~n ella lo que hacen esos señoritos con las muchachas de nuestra clase social. Le pintará un cariño ciego y eterno hasta ver satisfechos sus deseos .... Después, el olvido, el completo abandono ... . la burla .... el puntapié para que ruede á la prostitución , don de otros esp an para empujar más i más! ..•...
19-
MARIA. Tienes razón amiga mía: Nuestra miferable condición Cle trabajadoras, y más que todo la miseria que se cierne sobre los pobres, son ~o para ese mal que a1lige á nuestra clase. Ahí está palp ble lo sucedido á la nieta de Tomás: El hijo del Alcalde del pueblo la engaffó miserablemetlte .... la hizo su querida durante algunos meses , y cuando supo que la infeliz llevaba en sus entraffas el fruto-del pecado, la abandonó so pretexto de que ella le era infiel. ..• Hoy se ve Juana sin amparo, con un hijo sin padre, maldecida de su abuelo, sin tener un pan para i;u hijo , pan que, perdido el hábito del trabajo, se procura comerciando con su cuerpo ... Esto es consecuencia de aquello otro. Para subir alta la frente, limpia la conciencia, incólume el honor, la subida es difícil, casi imposible, en cambio que, para bajar, perdida toda noción de sentimiento, el descenso es rápido. Una vez en la pendiente del vicio el propio peso sinó el de la culha i~pulsan, .y se baja, se baja hasta et lodo, se descien-
d". E•:::~::::: 1del cr~n;;;s~:.. MARIA.
f
La culpa es ·nuestra , y más que todo de la miserable educación que recibimos. Sin conocimientos de 'otra especie que los correspondientes á los quehaceres de la casa y á los d~ alguna que otra labor manual, las aspiraciones de la mu· jer pobre están cifradas en el logro de una posición más de· sahogada; en la protección _d el fuerte, del poderoso,
LV.ISA (interrumpiéndola) ;Oh! María, calla , calla, por la Vírgen !
¡.
MARIA. La ignorancia, el deseo ardiente de verse libre de tanta miseria y hambre obligan la mayor parte ·de las veces.á mu- chas de nuestras compafferas á despreciar la mano honrada de esposa que la ofrece un trabajador para aceptar en cambio á costa de su honra y de su porvenir las comodidades del amancebamiento q~e le asegura un don Fulano de Tal. .. ! LUISA. Tienes razón , amiga mia.
·.•,.
)
•.
.. -
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20 -
LUISA
MARIA. Si todas pensáramos y procediéramos como nesotras, desoyendo lo que nos dicen y prometen los tales miserables...... ' LUISA. Así es: Más, oye: como te decía, Tito ama á Clara y
PEOR
LUISA. ¿Y qué ti ene que él lo sepa ? MARIA.
Gracías, Luisa. Siempre he dich9 á mi hermana. que es usted una de las amigas más consecuente y J.eales.
t
LUISA
"'
María, escucha y compadéceme: Amo á tu hermano! . ... Por lo más que quieras no reveJes jamás, ni á él ni á. nadie, · éste secreto que me ahoga desde hace tiempo ¿me lo juras? MARIA. ¡Lo juro! ¡Desde hoy seré más que tu amiga, tu hermana! LUISA (abra:ia ~" bnsa 11 Mana 'e¡ ne la eitLrecha cariñosament-e}
¡\
la carretera, por la derecha)
PEDRO {. . . MARIA ¡Adiós! ... ·.
MARIA.
(Con snma tristeza)
(Dirigiéndoae
¡ Adios !
¡Dios mío! ¿Te asombras?. . . . Eso no tiene nada de particular ...•
(sus11irando)
En esa creencia pueden ustedes vivir siempre. Ahora me voy. Me he entretenido más de la cuenta: no quiero que en la casa tengan que molestarse conmigo. Adiós, Pedro, (Tiende la mano 11 éstfl el cual la esLr.icha entre la 1uyu) Adio~, María ! . . . (Maria ahre los brazos y Luisa 1e precipita en ellos) ¡ Que no sepa nada!. ... (11mbas se besan)
Es que. . . . . Pedro ama á Clara en secreto y .....
LUISA
(tenoliéndole la mano ii Lui'u)
LUISA
¡Calla, Luisa, q~e no te oiga Pedro'!
(Co11 .:Rp11nto}
(bajando lo• ojtu robo~izado)
Buena:; tardes, Pedro. Ya había preguntado por su salud de V. á María, aJegrándome infinito de su restablecimiento
MARIA.
. LUISA
21 -
t
ESCENA VIII. PEDRO Y MARIA. PEDRO. Pronto vendrán los compaíleros que trabájan en el ingenio cercano. Desdt; la ventana de la cocina l~s ví como salían de la ·~tala," así es que no tardarán en·llegar, MARIA. ¡Cuidado, Pedr¿, con Jo que haces! PEDRO.
¡Gracias! ~
ESCENA VII. '
DICHAS y PEDRO
(que ss le de la c1ua}
·--PEDRO. Buerlas tardes, Luisa.
No temas ~ sé que no voy hacer nada ma1o. Además, la fe en el ideal que sustento me alienta. MARIA (Señalando al fondo) Mira, ya vienen los peones. Voy alcanzar á mamá que también debe estar en camino. (Se dirige al fondo) Hasta la vuelta. Adiós.
: - 23 -
22 -
PEDRO. (Va con Maria hasla el fondo . En éste momento lle¡lnn Jo~ tral.tajadore1 con pillas de corle. azadas . machetes, etc .)
EL te acompañe ' .
.
ESCENA IX.
PEDRO , ANDRES , AGUSTIN, y TRABAJAD RES. (l!I siguiente !lilllogo da mienzo des1h· el foro)
PEDRO. ¡ Safod, compafieros !
TRABAJADORES (11 ¡ Salúd, Pedro !
coro)
t
papá en sus buenos tiempos, cuando era otro homrbe distinto del que es hoy, tuvo la buena idea de colocarnos á mi hermanita y á mí en la escuela donde algo aprendimos. Como decía, durante mi convalescencia_ me ?,ediqué á estu diar; tuve la suerte de que un amigo de la ciudad, compañero mío de colegio obrero entusiasta y digno, me remjtiera un libro titulado REDENCIÓN DEL ELEMENTO T~BAJA lJoR POR s{ MISMO. Leí sus páginas y á medida que avanzaba en su lectura, sentía que un fenómeno e~trafto ·se operaba .en mí. Los dolores que me atormentaban iban desapareciendo ; la agilidad volvía á mis músculos ; la sangre me quemaba ...... ¡una nueva vida se despertaba en mí! (Pau•a .) Seguí leyendo una, dos, diez veces el libro, y cada vez que fo terminaba sentía nuevos deseos de leerlo. Ví que lo que decía era todo verdad; que nuestra emancipación social po era ilusoria. Entónces volvió la esperanza á mi ~ér, y con la esperanza la salud y la vida.
ANDRES.
ANDRES.
¿Cómo sigues?
Luego, la
PEDRO. Ya estoy bueno de un t do á Dios gracias.
A él, y no á las medicinas, deboel estar hoy completa¡nente bueno. t AGUSTIN
Nos alegramos. PEDRO.
¿Y qué dice ese libro maravilloso ~
Gracias, camaradas.
UN TRABA] ADOR. Eso es, ¿de qÚé trata?
ANDRES. Ayer no estabas tan bien.
OTRO TRABAJADOR. I
, Cu.and.?' pasamo~. por aquí ~yer tarde , preguntamos á Mana por ti, y nos dqo que temas mucha fiebre. UN TRABAJADOR. ¿Qué medicina tomaste que ~n pronto te has sanado ? PEDRO. Diré á ustetles- (Pausa. ) Desde que tuve la desgracia de caer enfet:J:!l , -cte-sgracia que hoy bendigo, me consagré con más afán que nunca al estudio·. Ustedes saben que
~,•·
de ese libro te curó .... ! PEDRO.
AGUSTIN.
AGCSTIN.
~ectura
La misma pregu~ta ~ba á 'hacer yo . PEDRO. Es largcJ de' contar, por lo que, teniendo en cuenta que no es posible extenderme en detalles, explicaré á grandes rasgos el objeto y la doctrina que encierra. (Pausa.) Dice que los trabajadores debemosunirnos para no seguiT sien. do explotados como somos. Desunidos, como estamos no· '>Otros, jamás podremos sacudir el yugo del capital, en tanto que, agrupándonos en unz sólo ha, dejaremos de ser tra-
..
24 -
tados como bestias de carga para ser cons jderados como hombres. Unido el trabajador , affade , logrará más salario, más jornal , ménos horas de trabajo: en una palabra , ménos explotación y mayores beneficios. 1
TRABAJADORES. ¡Bum!, ¡bien L . .• . . (Aplaudiendo). .~
Pedro: coqooedor como .l!OY de lM e~:-f. • mc:ntas desde hace tiempo, tul palabra• d,, e.ta 1 llev,.to' mi alma el conveaeimiemo qae reina en _,.. Te seguiré, y, juntos, hablaremos 4 nuestros oompa........
ANDRES. ¡ Eso está bueno !
AGU8TIN.
AGUSTIN.
¡ Así se escribe !
PEDRO.
t
Bn suma: unido el trabajador, lograremos que nuestros afanes sean bien retribuidos. Alcanzado que sea ésto ; podremos llevará nuestroi; hogares más ai~. más pan, más luz ; el hambre y ei frío no nos atormentarán ; nuestras madres, .nuestras esposas y nuestros hijos no .se verán hambrientos y desnudo ; seremos respetadqs; cada uno de nosotros verá en el compaffero á un hermano, y todos guiados por un ·s entimiento de amor y solidaridad marcha. remos con la razón por escudo, de frente al porvenir que nos sonríe. UN TRABAJADOR. Esa es la verdad, compafferos.
ANDRES. Yo estoy con la unión.
¡ Formaremos un pu eblo· de hombres libres que se redimieron por medio del trabajo 1
TRABAJADORES.
-
PEDRO.
ANDRES.
El cumplimiento de un deber no las merece, Pedro.
PEDRO. Tendremos que luchar; tendremos que sufrir nmeho... Dfas Uegañn en los cuales se nos niegue el tnbajo, 1 ., . tendremos pan para nuestras familiu. Se noe ~. y aa{ como para Cristo llubo un Jddas, para nosótros .laabfti cientos de Iscariotes que nos vendan. . · ¿ EstAn ustedes dispuestos á llegar conmigo al 11aCrificio? ANDRES.
PEDRO.
¡Bien, buenoooooo !. .....
Yo también veo la necesidad .de unirnos para alaalar los derechos que se nos han negado basta ahora. Id CDD ustedes C?On la fé de un convencido, con la abnegaolchl de un mánir. PEDRO. (Co1movido). ¡Gracias, herman~s míos, gracia11 ! : ...
.\
Es ya tar de, muchos de ustedes tienen que caminar bastante para llegar á sus casas. Maffana y demás días si-
¡La muert~ no importa si se redime con ella ! Te seguitf.
AGUSTIN • .
; Hambre, fr{o, miserias ..•• más de las que hemo1 puado no pasaremos; si hay que pasarlas j no importa!, te sepjñ !
PEDRO. ¡,Cuanto agradeaco esas. i-i.bras ! Jande • Agutt• J • ADdrfl) "!ivís cetca: tan
VoaottOe .doa (~... pronto comaia 01 es4
..
~'
.
.
.
_p ero;. bahl¡uemos detenidament~ sobr.e el ¡articular, y for:,maremcfs. nuestro plan de campaña. (A l11s trahuj111hµ,~s) Vosotros, hasta maffana. ~o o-lvi.d-eis . lo que he dicho; , pen; sadlo bien, Y. ·Dios quiera que mati:apa ~engais no solo dispuestos al trabajo, sinó tambian formar la unión de traba· ]adores libres. ¡Adiós !.. (t'ed¿~ d ti· unos p11sos en ,dircc<lién ~ 111 ca-
• .,·1
a
A e To
da , ou l•uto <lel.fondu <lcl gr up,o d~ . tr?b ~.iudores ~ue hahril. comenzudo ll d\-
.solvemr adelunlan Petra y Marlu. · La primera llama i1 ' Pedro .)
·
....
~
I
.s EG uN·o o. .. •
'
I'
•
·Le es<le na repreicntn un Ralón escritorio de casa decampo, amueblado con poco lujo. l\lcsa1, sillas, un rel(lj de pareJ .. Jqnto á les paredes int~ riores se encuentran elgu11as palas, azadas. machetea, un yugo de. car~os de !'argá, sogas, e.te. Puerlas al fo'ro é izquierda actor.
ESC-E NA 'X. PEDRO, MARIA, PETRA, .TRABAJADORES (Estos se habran deteoi.do al oir que Pelru llama á Pedro.) .
· ¡,
; ~
I.
11 _.PE'frRA,
¡Pedro !. '. .. (Corriendo
hbcia !'l. ~brazándolc)
~EOE..O. ~..\~razándola) •
¡Madre mía!····
MR. FRANK, TITO, VICTOR ; . . Y BASILIO ..
t
. :· ; .
~
·'
. FRANK. .
:.FEWRft., ¿ Q_1,1é yas á hac~r?
PEDRO. (Desasiéud~se
Cumplir con mis deber~s de hombre honrado: luchar hasta vencer 6':morir por rescatar de la esclavitud á mis com-
pañeros: hacer vale.r y respetar nuestros derechos madre ~asta_·alcanzar que se nos trate como á hombres, redimí~ ...i:lo por e~· Amor,. l~ Libertad y el Tra_b ajo, pagar la deuda q~.~ contigo .contra] e ~l nacer; pagar tus desvelos y Sl.:lfrim1enws de.imadre mártir; bord.a r tu existencia de· flores ó morir en la contienda por red~miq1os, madre mía!. ... cr:1r11
y
y Murin abraz•u ii Pedro , forma~do cuadro ) 0
·' :.. :"ANDRES.
(E.n el .cen tro de
la esc~na, ~ I~~ lr~ hajaüores) .
.
1 .
¡Viva la unión de los ti'abajadore·s libres!
. . . ' ';['RABAJADO~Es ·.. ~~ ~oro) ¡ Vivaaaaaaaaaaaa ! 1 • ~
·-------
C.AE EL TELON. ·; .
.
No lo d~den ustede~·:: ~a propaganda del mentecato de Pedro ha de hacernos ·mucho O.año. El imbécil, ha lo. grado formarse una .corte-de fanátict>-s que !le ·sigue ¡¡ todas ~·parte predicando .una 'doct~ina de odio é infami¡i contra nosotros. ·Ya el peón no guarda la sumisión y el respeto de ante.s ;;._ por nada se subleva, y ...• ,. ..•
f
de. los brazos de Petra)
1
(Capalaz)
.
.BASILÍO.
· No es ·eso sólo, sefiores amos. Si pidieran 10 justo, ménos mal.. Pero ¡eche 'usted! Ocho ·horas de '.trabajo, aumento de jornal, almuerzo abundante y nutritivo •...... ¡Vamos!, que ·cada cuar ·se cree l;ltt Capitán General, Gobernador Civil'ó 'Consejero continenfal ·de una ·co1oniá eS.c~ava y quiere, és~?S, qu~ sel~ trate á cuerpo de [rey.
co:o
.. .. TITO. : .. . · Hay algo más, papá: ·hay· algo más, Basilio amigo, y es que esos bandidos amenazan con destruir la propiedad, negándose á. trabajar. cuando ·i:µás falta hace·. la. labor ··de ellos.,:. ¿Habrás~ visto desverguenza mayor-?
...
VICTOR .
Insisto: en mi·s .anteriores mánifestac'iortes, papá: Udu·cha qu1e se inioia hoy ~n 'nuestro país entre · el ele~ento trabajador y el capitalista no ·es nueva en el m'Undo. En~
4'
-
28-
-
tiendo que es indispensable tomar á tiempo medidas que conjuren el peligro que nos amenaza y .... TITO: ¿Esas
medida~
?. ·....•
VICTOR. Ya las tengo explicadas. Creo, como he. dicho antes, que debes ceder en algo á las peticiones de l'os trabajadores, de modo que, sin perjudicarnos, podamos complacerles, asegurando así el presente y preparando el porvenir. BASILIO (Con ironh•) U.sted es muy bueno, don Víctor,
. •·
VICTOR (Con sN¡uedud). Gracias , Basilio. ··FRANK. De manera que tú entiendes . ...... . VICTOR.
Que debemos asumir una a<:titud conciliadora. Seamos jueces imparciales de ellos y de nosotros; examinemos las causas y razones que alegan en defensa de sus pretensiones; · estudiemos con calma la situación, buscando al problema uno solución justa. Ante todo me. opongo á los medios .v iolentos. La violencia no conduce á nada bueno¡ es más, estoy seguro que con algo que cediéramos Jos pr0 pietarios, se mostrarían conformes los trabajadores. · TITO (Sarcflsticamente). ¿Sí? Pues nada, papá: Concedamos el aumento de salario, las ocho horas d .trabajo, todo , absolutamente todo cuanto pidan esos ...... hombres: así complaceremos al (con sorna) caritativo Víctor qu(:! hace más.caso de las charla· ta~erías de esos vagos que di! sus propios inte.r eses.
29-
VlCTOR. Siento, papá, que hayais dado una in.terpre'tacidn err<Sne-a á mis p!ilabras, confundiendo lastimosamente mis sentimientos. Repito. que creo nó deben emplearse medios violentos por nuestr parte; que ,debemos ceder en algo, sinó por caridad por egoismo. Eso es todo: no quiero imponeros mi voluntad, y sentiría en el alma que os molestárais con migo por disparidad de criterios, por diferencias <le apreciaciones. TITO. Eres muy 11iffo , Víctor, por lo que, añadie11do á tus pocos años tus inclinaciones de soñador, poeta, etc. , etc., resulta que ...... eresmuyniffo , Víctor!. ....• ¡Já,já, já! ..... ~. VICTOR. Como tú quieras, hermano mío. Comprendo que mil corta edad impídeme tomar parte en la dirección de los .inte· reses de todos. Vosotros la teneis y eso es suficiente pa· ra que yo no me .inmiscuya en vuestras atribuciones. Más la edad 110 importa para que pueda razonar y exponer hon··radamente mi manera de pensar sobre un punto cualquiera. (Pausa. ) ¿Cuántas horas de trabafo se exige diariamen.f te á los pcories? Más de las que tiene el día solar: trece, · á veces catorce. ¿Cuántas piden ellos? BA~ILIO.
Ocho. VICTOR. Partamos la diferencia dándonos por satisfechos co~ que . J\OS trabajen once horas : hagámosles reflexiones soBre el . particular, y vereQlOS si conseguimos por ese· medio que la harmonía necesaria entre .el Capital y el Trabajo no d.e . saparezca. · · TITO.
FRANK (Con seriedad).
No prosigas, Víctor, 6 creel'é que también estás conta• giado con las prédicas de esos miserables.
No opino como tú , Víctor, y me entristece y enoja que en casós <:e o e presente trates de dar la razón á extraffos, perjudicando los derechos de los tuyos.
VICTOR. Cree ·10 que te plazca. A · pesar de tu creencia seguiré sosteniendo que ·es absolutamente indispensable ceder en
~·
"
1
-
3cr-
-
a!go á las peticiones de los trabajadores, armonízando esa cesión de m nera que .no sufran perjuicw nuestros intereses_
.FRANIC (Con t>nofo} -·
Basta., Vf or.· no- sé como :h e renit!o ca:lma ¡para.. escuchar d y ahevüuiento tauto. ;Retírate· á tu habit~~ c..'i6n; y te robibo terminan-teniente volver á totttar parté iln convers ciones 4le la. especie de ésta que nos oclitpa. ., VICTO R.
teíllas que le siguen. "Tod0s los medios' son buenos con tal de llega:f al fin que se desée. Si ése que indico no dá re·sultado, alif :está el rfo, en el qne se puede arro;ar e1 cadáver de un llombre·y pasar la muerte · de éste por un ·suicidio .... j Las olidas Siempre guardarán el secreto y.• .. .
rn.nta ~nec~d
Papá . 'FRANK_ Ní ·un-a palabrá ·mrts.
í Adiós r (La señ'8f ro puerta d'H fon1lo) VÍC.T OR.
\Se levanta con di~"'flidwcf, 'jier«rsi11 ·en0jo, rlirigi_~n'.lose-~J IOO<I&. por úoa.I · ..Ílep ~Ah L ... ~, ...... (Desde 1°0 pu~·rla . ) · · · . .
1
.
'
ESCENA ·IL FRANK • .
{ffabt'áse visto cníqnillo má~ e~rometido r . :· TITO.
: .'
Esa era la "mosquita mµerta"~· · Pero, dejemos á Víctor que ya tiene su merecido, y ocupemon.os del objeto de ést;i teuni6n . . Oecfamos.: •. .. : .•. ·-· · · 1 • :· . ·1 BASILIO • .
".
Que los p·~·ones ya rio respetan á nadíe, y que.,.: ... _ FR~NK.
' Nosotros. tenemos· la .C)llpa de todo-. .. Si a e~. va.g-ab'undos les metiéramos 'en cintul'a no se sald.rían. con :la.s suya.s.
-----
BASILIO.
. 1'iéne· ra:z6ti Mr. F·rank . ": E's n'e~esarfo ' tom'ar ºmedidas "e"hétgicas!.ha'i::er que pongati ·"presos 'á Pedro»'y 'dem~s cabe-
,•
'TITO. !
. Es preciso eombina-r un· medio· que nos l.ibre de esa · pla ga maldita. .Raoon tiene "Basilio: :•todos los medios son hueno~ c.uan,do urge .remediar el mal: la rai~ debe ar.rancar.se antes que tome cuerp~ . FRANR.
.¿ &.sa1io, '. bicist~ el enea~ que te encome~dé? "
.
..
BASI.L~O-
Si, señor~ : Con la astucia .del ratón he ido interrogando á .aquellos peones que me inspiraban más seguridad; he ido llevando á. ellos la. de~con.fianza ~ontra •Pedro ·y sus secua• ".Ces, -Algunos ·vélcilaron, como si dudasen •de mis palabras 'ó de las enseñanzas de aquellos; pero fueron pocos .... ~os otros, n6: protestaron en mi contra;. uno de · ellos se atrevió á llamarme traidor ;,.que estaba vendido en cuerpo y ~lma á V des. y que tan cananas eran V des. como yQ ! ¡ah!..•
tan
DICHOS MEN'os VICTOR. J
31 -
¡Y e«?....
·· ·'
FiRA~R. " ITO.
' Tan pronto tu~e ~~tici~ por Ba~ili~ de .- lo í· sucedido, le ·eché fuera de, la héfcienda, .c qn LJ\ amenaza de que si le veía por los alrededores, mandaba á soltar los perros par~ que le destrozan¡m. .·. . ; .. . .· •
• 1
FRANK .
·.
Bien hiciste, hijo mío.' ·L a semilla mala· hay que car· .far la de raiz. _y tú, Basilio, mi fiel servidor, quedas auto• ri:t.ado para castigar cualquiera falta que se cometa por uno de los peones. Vigila con más ahinco que nunca; mucho cuidado con todo, y cuenta que desde éste mes, tienes e~ adelante cinco dollars más de .sueldo, . . . , : . : . ·
'
-3z-
. -
K.t\\SILIO.
33 -
Gracias, señor: Mis desTelos y cuídados S"eT;fa rm grand es como mi gratitud y vuestra g-enerosida.d.
BASILIO, Soy de la misma opinión: hacer que pongan preso á Pedro ~s dar fin á una série de crímenes que se inicia.
TITO.
FRANK.
~sj lo esperamos, Basilio. Desde que re~é de mis estudios y puse mis escasos conocimientos zl sen•icio de lós: intereses de mi padre , tuve ocasión de estudiar tus bnenasdisposiciones y afecto h.tcía nosotros, por lo cual indiqué á papá la conveniencia. de qne te aumentara el safu.rio. ,
Ustedes acordarán y dispondrán lo que estimen''cwnveniente. Si hace falta dinero para comprar á alguno, en mi c-aja sobra. (A Tito) Una vez que ustedes- acuerden algo, s nbe á darme cuenta. (Aparte A Tito) No confies mucho en éste; puede hacernos traici~n .• (Dirigiéndose ú amlJos) No olvideis mis encargos, y tú Basilio , cumple mis instrucciones al pié de la letra. Buenas noches. (:se dirige al foro por donde sa le . )
BASILIO. Gracias tina vez. m:ts, don Tito, y estad seguros de que mi le::rltad supe.rará á la. de los bravos pyros de presa que defienden la hacienda.
..FRANK.
TITO. Que descanse, papá.
ESCENA III.
~
.El viaje qne hiae á la población á conferenciar· con las a-U toridades ésta ta.r de ; la prisa en regresar á ca.<1a á fin de que no me cogiera la n che en el camino" ¡todo lo tf;~mo de esos bandoleros!, me tienen verdaderamente molido. Voy, ·pues, á descansar. TITO. ¿No terminamos el asunto referente á Pedro? Bueno fuera concluir ésto de nna vez, y ..... . BASJLIO. Mr. Frank como más entendido y práctico debe darnos la pauta que debemos seguir. ·
TITO Y BASILIO.
.....
TITO .
¡Gracias á Lucifer que el;viejo dió fin á su · "lata''!. .. : Cierto és que lo que tratábamos tiene importancia ; pero yo ' tambien tengo mis asuntos importantes. :Qime, Basilio,¿ y Clara?, ¿ la ·has visto?, ¿ pudistes hablarla? ....
1
1
BASILIO. Por fin pude hallar una ocasión hoy á medio día. La en· contré en el pozo sacando agua. ¡Ali ! Estaba más hermosa que nun_c a ! Vida, alegría y frescura se retrataban en su1 1 e.ara. . . . ¡ Buen bocado ! . . . • ' ·TITO. (Cou
FRANK. ¡Ah! sí, me olvidaba.. (rausa) "Todos los medios son buenos", acaban de manifestar ustedes. Tito, de acuerdo con tu parecer, que es el de t~dos, encárgate de arreglar lo conveniente con Irasilio, bajo la mayor reserva á fin dt:: que cuanto se haga quede en el misterio. La encarcelación, el secuestro ..... . TITO.
..-------:-
Yo estoy· por la denuncia.
,.
~·
(Acompaña á Mr. Frank hasta la pu e rta.)
impaciencia)
¿Qué la dijiste? BASILIO. En primer lugar, hablamos de la situación por que atravesamos los pobres, siti:iación miserable por t~dos concep-. tos; después la hice ver la pobreza de su traje que afeaba á su belleza de ángel, y ..... . TITO . ¿Qué más?
~
.' -
-35 -
34-
haber puesto ·sus ojos en la mujer qué yo quiero hacer mía, es delito bastante para que yo le condene á muerte.
BASILio., · La dije que su h ermosura resaltaría más si en vez de una saya ó jubón de percal luciera un trage de seda fino y delicado, un collar de ricas perlas, y unos zarcillos y brazaletes de brillantes.
· BASILIO.
TITO.
TITO.
BASILIO. Eso, y aún más, la dije. t
BASILIO. Descuidad, sefior. Yo le prometo· á tisted á fe de Basilio que Clara ~erá süya de una manera ó de otra.
¿Y ella? .BASILIO.
~
Oyó mi¡; proposiciones con la mayor atención, paRándome .luego con una carcajada que me dejó helado : ... ¡Tan fría era ! . . . . . . ( Pn usn) "Oro, seda, brillan tes", me dijo. ¿ para qué?... . .. Dice Pedro, añadió, que nosotras las hijas de trabajadores debemos trabajar también , pero no malgastar el dinero en esas tonterías; y dice bien: seamos laboriosas y honradas , aún cuando no tengamos para vestir grandes y ricos trajes !
1 . ¡ Clara ! .... ¡ Pedro ! .... Para ella, ¡ mi amor salvaje ! ...• Para él,¡ oh ! para él, ¡mi ódio, salvaje también !•... TITO. (Con exaltación)
f
BASILIO. Don Tito, el amo puede despertar y oir .... TITO.
TITO. ¿Habló de Pedro? .... (Con rabia). ¡·Ah!, siempre el mige. rable !. . . . . . Luego , la infame propaganda de este canalla no se limita solamente á llamarnos ladrones, explotadores y burgueses bandidos?. . . . Luego, también quiere que, el que como yo tiene dinero para comprar á una mujer y ·poseerla no pueda hacer o, porque él, Pedro, cree que ninguna hija de .t rabajador debe ser la querida de un rico? .... BASIIHO. Por el barrio se afirma que Pedro está enamorado de Clara.
....--- -
TITO .
Basta: e11tónces que se dé por muerto ...... .
,.
~·
.
Ya lo sá, Basilio. Te dejo en libertad aesoluta para que me propongas los medios que creas bastantes ~ lograr el ohjeto de todos con respecto á Pedro; pero antes es necesario que Clara sea mía,¿ sabes?, ¡ á las buenas ó á las malas ! . . . . Yo necesito besar sus carnes ... . necesito hacerla objeto de mis caricias .... estrecharla en mis brazos. ·... ¡ es preciso que yo sacie mis deseos, cueste lo que cueste! .... ¿ entiendes? ...•
Supongo la dirías que todas esas cosas se las proporcionaría yo, que estoy dispuesto á hacer por ella los mayores sacrificios . ...
TITÓ.
.
El señor sabe que estoy incondicionalmente á sus órdenes.
¡Sí! 'El-
Tienes raón, Basilio. remos.
Subamos á mi habitación y hablaBASILIO~
Es Jo más conveniente. TITO. Vamos.
(Ambos se dirigen lil foro por donde saleo)
ESCENA IV. LtJISA.
(Saliendo por Ja izquierda actor)
2Qué tramaban esos hombres?. . . . ¿Qué tramiiban esas fieras?.... ¿De qué hablaban esos miserables?.... (Pausa)
¡.Oh! .... si no fuera por que necesito descub rir los planes, :iniestro~ sin duda , que meditan en la sombra, en éste momento abandonaba el servicio de la casa! P.ero no .... hablaban de Pedro, yo les oí. ... también hablaban de muer_te ... . ¡sin duda contra él! . ... (llcsueltamente). Me quedaré: • el amor que' profeso á Pedro bien merece est~ sacrificio ..... . (Con llxprcsit\ n) j Pedro! j Cuánto le amo!. ... ' (Pauso). Niña aún, en .la edad de los sueños é ilusiohes, iba con mis demás hermanas á escojer tabaco á su casa. Entónces Pedro era rico; entónces tenía mucho terreno sembrado de caña de azúcar, café y tabaco . La casa en que vivía con sq familia era una de las mejores del barrio. j Qué bueno . era con los peon ~s !. . . . No parecía el amo; siempre s'o nriente, siempre cariño o; ni una palabra dura, ni un mal tratamiento. En aquella edad ::.entía hácia Pedro un vivo, i-nocente afecto. El día que él no me habl.i:>a en el trabajo me hacía falta; la tarde .en que a·l despedirme no le veía , regresaba tri s te á casa, y esa tarde y por la noche lloraba, llornba mucho!...... ¿:{.,e amaba ya? ¡Oh, sí!: ahora lo comprendo. (Pausa.) Después, cuando eí ciclón- memora..., ble del? de Agosto azotó á nuestra Isla, yo ví de$de lo alto del "seboruco" ( r ) en dónde vivía, c:>mo el viento doblaba y rompía las cañas con rabia inaudita ; yo ví como. e 1 río creci~ndo, creciendo, se extendía más y más, como un occeano de lodo por las vegas , arrastrando á su paso cuanto hallaba, pi~dras , árboles arrancados de raíz, animales , séres humanos , casas de vivienda con familias enteras .... Hasta mis oídos llegaban, como eco lejano de muerte , las voces desesperadas de los. infelices náufragos que pedían socorro...... La casa de Pedro, deshabitada, corrió la suerte de los demás . ..... Después , cuando · la ola de.la fatalidad hubo pasado, dejando tras de sí luto, hambre y miseria en todos los hogares; bna desgracia tanto ó más grande quizá agobió á Pedro. 1Los acreedores á quienes· Flor, su padre, debía, embargaron la finca con · cuanto tenían, quedando la desgraciada familia sin albergue n ~ pan ...... .(Transición) ¿Y mi amor? (Puusa) ¿Mi amor? . . .. . ¡Ah!, fué creciendo , ¡creciendo!.... Fuerte como el viento que azotaba las cañas a~uel día, agita mi sér todo ; impetuoso como la cor iente del río la noche aquella , se desbordaba queriendo romper el cauce de la prudencia y el disimulo con que á duras penas quiero contenerlo; por él grita mi corazón con acentos de muerte; gritos que se
..----
"Sebor uco • er¡ .u irnle b mo nte de poca elevación.
37 -
traducen en sollozos ahogados y sudario de lágrimas que ciegan mis ojos y queman mis Ulejillas como si fueran gotas de agua hirviente!.. .. .. (l'au~a lari.:a). ¡Oh, esos miserables traman algo negro é infame c:>ntra Pedro. Desvelada, desde mi habitacióµ pude escuchar algunas de laf; palabras que pronund ron. Tratan de asesinar á Peqro, de rob~r su honor á Clara....... .i Oh, ésto es horrible·! .... ¡ Matarl~ 1.. . . . ¡Dios mío!, ¡matarle! (Son tiere~a) ¡No lo lograreis, bandidos? Yo, débil mujer, le defenrleré t.:on la bravura de la leona que qefiende á sus cachorros !. .... ¿De qué manera? ¿Con qué armas?...... ·¡Ah, las mujeres tenemos más armas de combate que los hombres!. .... (Pausa) ¡Tú, Dios mío , me iluminarás; tú me ayudar.is á descttbrir sus pl2.nes ! . . . . . . (t.:omu iluminada). Yo les envolveré en sus propias redes! .... .. ¡Y ese Basilio vende á sus hermanos! ¡Cobarde!,· maldito! ¡Sí, malditos los traidpres que por un miserable pan que amasan con su propia verguenza, venden y traicionan. á sus compañeros ! . . . . . . ¡ Ma~di tos _sean ! . . . . . . . ( l~e~~losa ). Siento pasos. . . . . . Alguien ba3a . . . . . . ¡ S1 vm1era hasta aqu1 y me €ncontra'r a ! . . . . . . ¿Quién se!'á? . . ... , Si me interro.._ ga, ¿qué digo?. '. .... ¿Cómo explico mi prP.sencia? ...... . ~ ·¡ Vírgen Santa. ilumíname !
t
ESCENA
V.
LUISA, TITO Y BASILIO (éstos por el roro). TITO (Eotraodo) . . No puedo negar tu hahilidad, Basilio, por lo qtte cada ' rez más me feliCito de tenerte á mi servicio. BASILIO. Gracias. señor, no merezco tanto .. . .. . TITO (llepArando en Luisa). ¡Ah!, muchacha!, ¿qué haces despierta á hora tan avan. zada de la noche y en esta ha hitación?. . . . (Aparte l'I Basi lio) . Pios ó el Demonio están d~ nuestra parte .. LUISA (Con natura lidad) . 1
Sentí ruido; creía qµe todos dormían,· y temiend0 que
'
-
38 -
-
ese ruido fuera producido por alguno que pretendía escalar la casa, á fin de ver lo que sucedía, salí.
BASILIO. Yo ere! que tú, cbmo toda persona que se precia de dig. na, inaldec:ía$ la doctrina de Pedro, odiando á éste. Yo creí que tú, agradecida á los favores de los amos, estadas dispuesta á defenderles.
TITO. Así me. gustan que sean mis servidores; que . epan agradecer á sus amos y lo demuestren siempre que tengan oca~ión de hacerlo. Mañana contaré á papá tu buena ;:icción, seguro de que la premiará.
TITO. Te creía más agradecida, Luisa.
/
LUISA.
LUISA.
Gracias, sefior: ¡es verdad que hay tantos mal agradecidos en el mundo! •....
Basta, don Tito: basta, Basilio. Si es cierto que aquí gano el pan, es cierto también que lo gano á fuerza de trabajo. Sirvo y me pagan; eso es todo. ( A Titn) Nada tienen ustedes que agradecerme º¿no es verdad?
I
TITO. ¿ Hablas por Pedro y sus compañero~
TITO. (Con
LUISA.
'
¿Por Pedro ? N ó.
c'lesprecio)
Así es: Trabajas y se te paga. Nosotros no tenemos que agrade.c er los servici os de los criados por que para eso le pagamos.
BASILIO. Luego tú crees que Pedro es ..... , LUISA (lolerrumpié11doll' con ¡ On hombre honrado !
39 -
LUlSA (Con altivez) uuluruli1f1,.I),
¡ . Y los criados 'no estamos en el deber de agradecerá uste· 'des nada, por la misma razón de que, si se nos paga, es por 9ue trabajamos y . ....
TI'I'O.
TITO.
¿Honrado el hombre que predica el robo y la destrucción?
¡Ah!, miserable .. .. BASILIO.
LUISA. ·Es que él no hace ni dice tales cosas.
¡ Calla, atrevida! ....
·LUISA. (Con
TITO.
<lignidad)
Entónces tU piensas como él: tú también orees que nosotros róbamos el sudor de los trabajadores, que les explotamos, y.. . . . . ~
Ustedes no tienen derecho á insultanne. Si he faltado en algo, don Tito, d!game que me vaya; pero no me ultr<:Lten ....
LUISA.
¡Pedro te tiene catequizada con sus prédicas maldit s !
Yo, don Tito, sé lo que sé. Te11go la seguridad completa de que P dro es un hombre de bien, y que sus razones tendrá p ra hacer lo que hace. .
I;UISA.
J'
TITO.
,.
j
Nó. Es que hay cosas que ·saltan á la vista: es que ustedes por un miserable pan que nos dan á· ganar, se .r een con derecho á insultarnos.
-
-41 -
40 -
TITO. ¿Quer rás callar?
TITO.
Ya me tien e mol esto tu eharla .
LU I SA. ¿Qui er e V . qu e me r etire? Lo h aré .,( lln(;e n1l,e 111ún
Escucha: Tú sabes que en el cajón de ese escritorio guar. da mi padre dinero; bien pudiste bajar para robarnos. Si digo ésto y Basilio In afirma, irás 'á presidio.
(En un ió11 .1lc Basi li o se la nza sobre Lui :>a suje ti1ndola por un brazo)
E so, n ó . .. .
LUISA. ( ll~ce an e~fuerao supremo : se 111elt.a de 111 manos d .. c1iodose f'I pa ñue lo de le boca muy rllpido) j
Eso es mentira !¡ mentira! ¡[)íos mío!
D ejadm e 6 gritaré. t
¿ Deja rte ? ¡ N 6 ! . .. . Tú también er es m ala como los o tros : hij a d e la .m iseria y d e l,a canalla , t.iene.¡ qu e ser can a lla y miseria .. .. ¡Bribona ! .. ; . (La e mpuja con f'U c1·r.u: Luisu coo ni suelo dr. l'odi ll a s)
LUIS • .
r;L;, 3
Basilio. arrion-
{Llo1·a )
TITO.
(Forccj1•a po r •o ll a r~<')
TITO.
..
1le l'e tirnrse)
TITO.
Ll:ISA.
( A LuiJa )
Creímos eontar contigo para que nos ayudaras á librar. no s de Pedro. De ell o iba á hablarte maffana, cuando quiso la suerte que te encontrara aquí. Comencé, como sabes á e xplorar tu voluntad 6 tu ánimo acerca d,e Pedro para ~n vista de ello comunicarte mis planes. Una grue~ cantidad de dinero se.r ía el pago que te aguardaba si nos ayudabas. Tus contestacion es exaltaron más mi ánimo y . . . .
( Co n d e~es p e ro c i ú n ) ·
BASILIO. 1
¡ Socorro ! . ... ¡ socor ro ! ... ¡ que m e matan ! . ...
BASILIO.
• LOs golpe s que acaba s de recibir, tu mi sma te lo~ pro,fPorcionaste. .
[ Ll ISA
¡ Calla, m aldi ta !
¿Qué prete nden usted,es? .. .. ¿Qué quieren de una infe: liz mujer? ....
TITO. (Sujeta á Lui sa por um hos bra zos en tanto qu e Bas ili o lo pune un a mo1·darn c on un pañu elo . L uisa hoce ~ra nd es es íuerzos po r soltarse)'
¡Calla 6 te p erd erá s por el todo!
1 (Aparte
a Basilio) Jug ue m os el torto
· BASILIO. .Que nos ayude s.
LUISA.
BASILIO.
(Aparte
i.
Tito)
¡Ahl .. ..
L o qu e u st ed orden e , s eñor.
Til'O. j Déjala ! (Basi lio suelta (¡ L~ isa: Tilo d é la ma no ti esta pa1·a leva nt a rl a . Luisa se pone e n pi '•; :J; ilo y Basilio la cogen de las ma nos. Lui sa se retu er ce y hace por quita r se e l pa ñu elo de la boca . Ln esce na mu y vi va )
TITO. Pedro está sent enciado á muerte por nosotros. Ra d e 1!1orir como mueren los perros, ¿entiendes?; pero para qu e sto suceda es preciso qu«< estés de acuerdo con Basilio.
. LUISA.
BASILIO. ¡Quieta! ... .
( Con espaoto ) :
¿Yo? . . ..
•'
• -434~
-
TITO,
BASILIO.
Tu ~yuda
el presidio. LUISA
r)
Tú. LUISA.
(511plic1111t.e)
; La cárcel, no l
BA,SILIO,
(Yo hacerme criminal? BASILIO.
..
Entonces . . , , . , 1
LUISA,
Ya lo eres .... LUISA.
,: Qué he de hacer?
(Temhlenolu)
TITO, ¿Por qué?
Te pondrás á. l~s órdenes de Basilio en todo·y para todo; acordará y dispondrá lo que hay que hacer; tú le obede<.:erál' en <manto te mande.
TITO:
~,
Te hemos sorprendido robando á papJ. Y· · · ·
j
.
LUl:3A. (Ot>mr«.>radn) ~ '
¿Y Pedro?
¡ Di o~ mío ! . ... ¡oh ésto es infame ! ...
LUISA¡ ( Anheleote).
j
.
BASILIO {Coo
TITO.
Si- te niegas á compla~ernos, . hago que Basilio rompa la cerradura del escritorio, revolviendo lo que en él hay· H~ ré que arroje al suelo un puñado de billete~ de banco, gn. despertará papá correrán los demás criados. Yendrán , tar é ' á iodos que te hemos ' diré sorpren d'd i o ro b an d o, ), · · · · BASILIO. ¡ Los ladrones van á presidio !
LUISA. (Sollozando)
¡ Vírgen Santa ! TITO. En cambio, si estás pronta á ayudarnos tendrás dinero y no irás á la cárcel. t LUISA. ¡ Eso es una cobardía :
,..,----Calla y contesta.
BASILIO.
saroe),
¡ DesGa.n sar.á ! . , .. , ,
LUISA. 1
¡ ..\.hl ¿Unasesi:nato/ . ... ¡No,yG no me presto á se mejan te maldád ! ... , . ·. TITO. ( Coge
ti Luisa por
amhes menoe)
Basilio: salta la cerrad~ra del escritorio; revuélvelo todo· "-irroja al pi~o un !ajo de. bille~es de Banco. Yo gritaré ..1 papá. _(ALu1s11) _Tu, maldita, grita cuánto quieras; mientras más grites, meJOi .... , Ser¡úi t~s gritos los del ladrón q·ue se ve sorprendido robando .... , ,
_B ASILIO. ¡ As{ se hará l
(Dirigil!ndo1c al eacri_toriu cuchillo efl
91800 )
·
'LUISA, . (Go11
<lesesperac\óo) · ·
1 Nu J ; no l .. ,. ¡Yo hai:~ lo. qtte ustedes me manden J.,,, BASILIO, (Volviendo junto il Luisa) Gracias ·al tl~monio
que enttaste en ra.i6n.
• -44-
- 45 -
TITO.
ESCENA VI( TI.TO, Ll ISA Y BASILIO
Así me gusta. que seas razonable. Ahora b.i en; Basilio, cercana C(')mo se halla la habitaci6n de ésta. (sl'iiola & la i7.quier,1~) acompáña'1a á ella. 1
LUISA.
(Lo; 1ílt1mos 11111· iT.qu.imb ).
BASILIO. (Entru con 1111 bHul ¡wq11eiio cargado dOb;e ei homht·í·; aira' ie:'t\, _111 t'•cf'na clt>l!'nerse. 111liendo 11111· el foro)
,¡,,
Don Tito, voy á subir éste chisme.
¡Señor! .. ...• TITO.
TITO. (A
Puedes escaparte y hacernos traición . Para evitarlO', Basilio , irás con ella á su aposento; toma .. su battl. lo abres. g-uarda en él ésta sortija de brillantes; cierras nuevament~ _el baul ; .y uná vez hecho. ésto lo subes á mi habitación 1 tray,é~élome la Úave. (Oá i1 Builiu una sortija ,i..t1,,.:llan°t.. s)
Ei::tá bien: vuelv e prontó. (A Lui~a) Tú , quédate.
BASILIO
(Toma la sortija y coje u Luisa por un hruo ).
Vuestras órdenes serán cumplidas. se1~or. . LUISA
(Sollozando).
¡Que malos son, Dios mío!
·
Ba1ilio)
ESCENA VIII. TITO Y .L UISA. TITO. Escucha: Guar.dada mi sortija en tu ba'u l y éste en ~i habitación, no. podrás escaparte de casa. Si lo intentas, te denuncfaré por rol;><>. ¿entiendes? .
...
LUISA. (Llorando) Pero eso ·es inhumano , don Tito .
BASILIO.
TITO.
(Empujando á Luisa. se-dirige á la izquierda por donde sa lr n'i
¡Que lo sea! Ya s~bes: si nos hace traici<in , irás á la cárcel!
Vamos.
ESCENA IX.
ESCENA ' VI. · TITO. ¡Buena ha sido la noche! ¡Vive el ciefo ! De esta c'o mbinaci6n tendremos como resultado seguro el silencio de Luisa, el de Basilio y la anulaci6n de Pedro ... -.(BurlonAmente) ¡ Já ! ¡ já ! ¡ já ! Pedro, el enamorado platónicp de Clara ! ... . ¡ el redentor!. ... ¡já ! ¡ já 1 ! j! ! (Paucia) ¿Amo á Clara? ... . ¡No lo sé! solamente se decir que la deseo con vepemen. cia ! . . . ', ¡Oh ! si, Clara: yo me veré en tus ojos;. te est·r echaré en mis brazos; beberé en tus labios el agua de la dicha, satisfaciendo así la sed horr.ible de deseos que me abrasa! ..... .
DICHOS Y BASILIO (l'or !!I foro). . ¡
BASILIO.
Debajo de Yuestra. cama, don Tito, he colocado el bau(de ésta; aquí tiene usted la Jlave. TITO.
,,..
. Bien, Basilio. Pronto amanecerá. (Sac11 el reloj del bol~1llo) . Son las cuatro de la madrugada: dentro de una hora á lo sumo llegarán los peones al trabajo. (A ~asilio) Sube tú á _m i habitación y allí ultimaremos el negocio de Clara. ~A l.111•11) Tú, ¡ silencio~ No olvides que en tanto no se solucione todo, las puertas de la cárcel están abiertas esperándote.
- 4 6 -· LUISA.
(Con tlei1es pen1ción )
¿Don Tito! ... .. . ' BASILIO. (..\ Luisn) ¡A callar tocan! (A .Tito) ¿Vamos?.
Ae T o
TITO. Si, vamos.
{Ambo~ sa le n llOr el for~)
ESCENA
TE Re E R o. l,11
..
mi•ma decoraci<in del acto. 1'1rim'ero.
X. ESCENA 1:
LUISA. (Con 1•1 cnf>ello suelt~ : t:arn v• manos co 11 mane 11u amoratorlus}
PETRA, MARIA Y PEDRO. (.\pa~l'l'Pll se ntados á la 1111crta del Íiohio lo s do;; primera~.
i,Cobardes!··· ·. . ·Miserables t t .p , . fe hz mu ·er 1 • p'. .. .... · 1 egar a una 111.
1 crímen •• • • • • • 1 1gurar nn robo para o bl'igar 1a á cometer un . V'll • • · • •• , 1 anos' (S e pasa 111. mano por la íl'llnt" ). ·Qué es ést :> ( • • • ·.: • • . SanO'reP ' .S . ~. con espanto rcpnrirndose la s munns) • .,, • • • • • • • 1 angre m1a ' • Ah f • 110 de Pedrn solamente; ya no ~~ ·~ · h~~or d~ b~ ,es la vida do ... ... m e han h erid ña . ara arnenaza. ráu ·Oh 1 ' ó p' ay ma na 6 luego m e asesina•••••• 1 ·, n e ro Clara · den venganza! . ... ·sí: será~ v , m1 ~angre vertid'.1 P!· ; Lo juro por mí Dios f • I en~ados · · · · · (C:ac ole rodilla s) · ditas de mi madre • · · · · · · · · 1 ~o JU ro por las ceníza.s bén-
1
... ... ..
CAE ELTELON.
El úllimo en
\a ~scalerR) .
.
PETRA. ·¡Cuántas : desazones te esperan, hijo mío! Mi coraz6n de madre presiente t9do un cáos' de .dolores, todo un oc~· cealW _de amargvras...... ¡Dios quiera que me engañe . por máa que las madres no nos engañamos nunca!
f
MARIA . Desde la tarde aquella en que me hiciste s conocer tus intenciones, PedroJ temores iguales á los que asa ltan á mamá agobian mi espíritu. Como tua creo que te aguardan muchos sufrimientos, sufrimientos que habrán de costamos á nosotras muchas lágrimas !
PEDRO. Madre, hermana mía: Oigo como ustedes hablan y me lleno de dolor y espanto. · Lucha horrible se libra en . lo íntimo de mi sér. Quiero creeros y temo ; temo . porque la ola del pesimismo que os ahoga pueda también ahogarme entre sus brazos, lo cual de.sbarataría mis prt>yectos. No: la obra está empezada; dejarla, sería una dobardía de mi parte , y .... .. . . PETRA .
.. _.....---
Escucha, de aquellos á quienes con tanta raz6n acusas. unos te declararán guerra á muerte, sin cuartel, . ... . .. . .
...
-
48:-
MARIA.
-49-
..
PEDRO.
útros, te la haMn de acechanzas y emboscada: . ..•.
La máquina e'n sordece con su ruido infernal: tres grandes masas de hierro muerden la caña que se retuerce y cruje: el "guarapo" corre hácia tl tanque, pasa á las ''pailas" , hierve,¡ hierv como la sangre en mis venas ... ! Luego ·ese guarapo convertido en melaza corre á otra1 .máqui· nas, y después de maravillosas complicacíones, queda final- ~ mente convertido en granos de azúcar, diminutos, cristalinos, ya blancos, ya amarillos .... Más luego, el azúcar; se trueca en oro, oro maldito que va á esconderse en las arcas " de los explotadores sin c::>nciencia, á brillar .en las manos de éstos elevándoles á clases privilegiadas, ¡ á servir, la · mayor parte de las veces, de incentivo y causa de prostitución entre las jóvenes de nuestra clase trabajadora .... l
PETRA. Unos y otro· te odiarán con el odio de fo fiera que vé Jt> arrebatan su pres:i.. . .· :· · ·, : PEDRO. Todo lo he pensado. Sé q,u e se me tenderán Ja~os cobarde~; que seré calumniado, atropeJlado qnfa:l, más no temo a nada.. . .MARIA. ¿Y el tormento que sufrirías?
.
.
PEDRO. t ¿ To:ml.'nto? ¿ L<? eres tú mayor al que !JUfrimos en la :i.ctualida? los tr_ab~;adores? ¿Concibes ,tú otro mayOJ" al que sufrimos diariamente en 1.1 cruen•a faena de Ja "tala "~.. . · ·.. Día tras d'1as las gotas de ~.sudor que caen de nuestra f.rent.e sobre 'el surco, van regando la tter.r a, b~ ñando la semilla, yendo á ser abono para ·1a ·una , sávia para la otra. Un m es y otro mes nuestros desvelos se consagran á la planta que crece al calor de nuestros amores. Transcurre el año, y en la época del "corte'', nuestros machetes afi~ados siegan los cañaverales, ésto es; coi-tan lo ~ue constituye pan.~ de nuestra vid~, porque aquellas cá~ nas de cuyo dulce Jllgo se extrae mas luego el azúcar lle-· ".ªn en su ~ávia el sudor con que nos.otroi. ht1medecimos la .tierra y banamos la .<;emilla ! MARIA. l'edro, i por compasi6n !
PETRA. No tan solo te espera lo dicho. loroso para tí µos aguarda. PEDRO. ¿Qué? ...... ·.
PETRA.
De esos mismos co.mpañeros tuyos por cuya emancipa. ción luchas, los menos, aquellos pocos que como tú piensan y sienten, te lo agradecerán sinceramente; pero los . ' otros .... ¡ah!. . _.los ot.ros te envidiarán y ..... .
f
MARIA. Donde la envidia penetra huye el sentimiento del bien .... ~
PEDRO.Los padres c~fan 'á sus hijos y éstos más lueg~ premian el desvelo Y, cuidado de los padres. Nosotros los trabajadore.s asalariad-os, sernbratnos,}cultivamos las plantas, co-. sechamos el fruto; pero lo cosechamos para. otros. Para ellos es t:l beneficio, para noso~ros .. .. ... .
PET:RA. . i
..
Algo más grande y ,'do-
1
¡
PETRA.
Muchos desconfiarán de tí, y no faltará quien te v dnda. MARIA. Desengaffáte, Pedro: el mundo es así1 ¡maldad, ~aldad y maldad! .. ..
¡No quiero pensar. en lo que suceda! Seguiré adelante; ya lo he dicho: La obra está empezada y abandonarla fuera villanía por mi parte . Si así fuera, ¡ah ! .. .. entonces mis compañeros y el elemento que ·nos explota, todos en 1
-
..
50 - -
suma, me despreciarían; los unos por servil, los otros, por cobarde!
-
MARIA. ¡ H e~mano mío !. .....
PETRA.
PEDRO.
Yo no te aconsejó que huyas; no: sólo te expongo lo que mi corazón de madre me dicta á ~n de que conociendo el peligro sepas escudarte y defenderte de é l.
La lucha entre e. capital y el trabajo no se calmará en 0 tanto existah en el mundo opresores y oprimidos, éfplotadores y exp~otados. Entiendo que la explotación es nece- ~ saria para sostener el equilibrio del esta~osocial presente. Ella es la fuerza harmónica, reguladora. Mas, esa explotación misma llevada por una de ambas partes á un grado máximo, pierde su carácter harmónico convirtiéndose en yugo infame, en robo escandaloso.
PEDRO.
Nó despreciaré tus observac~ones, madre mía. En C}lanto al ódio de que me hablas, poco me importa. A esos que me ódien les compadeceré: á aquellos camaradas que des- · confien de mi los perdonaré; esos que me envidien tendrán todo mi carifío; á los que me vendan ... . j ah! . ... esos serán más dignos de mi lástima y conmisereción ! .... La razón escudará todos mis actos: el ejemplo todas mis acciones. Jamás descenderé al lodazar del insulto; el fango se hizo para los reptiles; mi pensamiento y mis ideas son ltguilas, y para las águila¡¡ se ere\) el espacio! ..... .
PETRA. ¡Oh, calla! .. ... . REDRO. ( Ex.oltundosc)
¿y si á pesar de todo mueres en una emboscada?
Touos nacimos p<1ra morir. El hombre en sus anhelos de destrucción ·hizo la bala · para el hombre. Dios nos dió corazón y cerebro; el uno para pensar, el otro para sentir: si el cerebro ideó la bala, el corazón tiene alientos para ~e-. cibirla ! .... .
En nuestro país somos los trabajadores agrícolas ~nicua expfotados. La mas.a pról,etaria puertqrriqueña na· da puede esperar, nada alcanzará desunida como se halla. ¿Cuáles.son mii:¡ propósitos? Luchar por la ~nificación de la misma ·; hact!r más luego que ella sea remunerada en su salario con más justicia , con mayor equidad; y UJ?.a vez logrado todo ello, con medios propios, adquiridos por la economía en la santa labor del trabajo, emprender nueva lucha con el vicio, cáncer que corroe las entrafías del elemento trabajador en str mayor parte. men~e
MARIA.
PEDRO.
.f 1
MARI-A. ¿Pretendes? ..... . PEDRO.
PETRA. Pero ..... . PEDRO. Perdona si te interrumpo,}madre querida. La idea no muere nunca una vez que ha sido difunfüda. Podrá el cuerp·o miserable, natural ó traidoramente muerto, convertir~e en tierra; pero la idea, destello del alma, es como s~ origen, inmortal. Siglos y siglos, generaciones y gei:ie~ac10nes se sucede:rá y a ideas presentes habrán de ex1st1r, ~o lo dudeis, más ó menos cambiadas en la forma, más ampliadas tal vez, pero iguales en su .fondo, idénticas eil su esencia.
SI --
Libertar al prbletario de la esclavitud económica á que . hoy se halla suj~to; libertar!~ qel cautiverio m?ral dc;l. ·vicio, formando as1 una generación de hombres ltbres, u 1les á sí mismos, haciendo en fin, para la patria irredempta, ciu· dadanos y no siervos . ... ! PE.T RA (Corno resignada se
levu nta)
Veo tu decisión, hijo mío: veo el anhelo santo que te guía eso me llena de satisfacción y orgullo. Prosigué en tu noble empeño, y que el Dios á quien te ensefíé ~adorar desde niño te acompañe si~mpre.
y
MARIA
52 -
-
(Levantándose)
PEDRO.
Yo rogaré á la Vírgen que te ampare, mi buen bermáno.
Os esperaba, compafieros. ANDRES.
~EDRO. (Se pone de pié)
PEDRO.
Gracias, camaradas: Vuestra actitud me anima aún más á prosegir en la misión que mene impuesto. (P11usa) Como os teng.o ya dicho, es de todo punto necesario que los trabajadores nos unamos para lograr así mayores beneficios ·del capital que hasta hoy ha venido exprimiendo nt:estro !mdor, repartiéndose praa sí todas las ganancias. Unidos, y no de otra manera, seremos fuertes alcanzando así nuestra emancipación, y con ella la mayot suma de utilidades no sólo para nos·otros sin·ó también para nuestras familias.
Al!á vienen Andrés y Agustín: mucho~ de los peones les siguen;1 otros hacen señales de que vendrán • ~
Bie?: eso ~e ani1?ª• pues dein~~stra q:ue han •prestado ~tenc1ón á mis i:réd1cas ue est~ d1~s. (Con entusiasmo. A Petra) 1 Oh, madre. m1a ! La emanc1pac1ón de los trabajadores por .su prop10 esfuerzo será un hecho! (Se dirige ul foudo). ¡ Ad1os ! · PETRA.
pot
EL te bendiga, hijo mío .. MARIA. ¡Adiós!, hermano.
( l'etra y Maria salen de la casa el frente, dirigiéndose por la carretera derecha actor, saludando con ·la mano, desde lejos, á los trabajadores que llegan por el fondo).
ES CE NA
I'. I.
PEDRO, AGUSTIN, ANDRES; MAS
TRABAJADORES,
LUEGO
(Entre los qu e so encontrarlln co\ifuadidos FLOll v T.\NO).
¡Salud! ¡ Salud!
ANDRES.
--
AGUSTIN .
•
.•.
TRABAJADORES. Eso queremos . ANDRES.
•,
.f
Hasta la fecha, el elemento trabajador, compañeros, ha sido explotado, siendo nosotros considerados por nuestros , patronos, no como hombres sinó como animales de carga. TRABAJADORES.
'
Asi es, así. ..... AGUSTIN . . Y esa explotación no sólo ha $ido con nuestro trabajo, sinó también con nuestras personas y nuestros sentimient~s. Hemos servido de instrumentos para satisfacer ambiciones y ódios; sobre nuestros hombros, como si éstos fueran escalones, subieron los "maromeros" de la política, y una vez en el asiento del Poder, nos lanzaron. al rostroia saliva del desprecio, ó la carcajada del payaso que se rie de aquellos á quienes engafiara. (Los trabajadores aplauden) En una palabra: ¿hemos alcanzado algo de los que están, como clase directora, en el deber de prestarnos ayuda? TRABAJADORES. ¡No ! ¡no!..· ....
...
....
(Algunos trabajadore1 toman asiento bajo los arboles)
(Asomándose á la ventana).
· 'PEDRO.
1
Apenas si hemos almorzado para no perder tiem99.
.Y D,ios que escu9hó siempre el ruego de las madres y de V.irgenes me ayudará. Gracias: .vuestrá decisión me anima. Ya no temo nada. Ahora, ¡ á luchar l' (Se oye la cnmpa11a ó bocin" dr lu l~u c iendo ). ¿Oís? Ya se levanta la faena para que los traba1adores vayan á almorzar. Pronto vendrán ésto.s á escuchar la conferencia que· para hoy les tengo prometida. Andrés y Agustín, convencidos como están identificados con mi s ideas, me ayudarán. ' la~
MARIA.
53 - -
•
-
54-
-
ANDRES. Nosotros hemos sido siempre la masa explotada, y naua. más.
ANDRES. Ahora entraremos á demostrar las ventajas positivas de la unión.
PEDRO. Y todo¿ porqué? Por n~ estar, co~forme debemos, unidos para la defensa común de nuestro~ intereses. ·
j
Si!, si!,¡ que hable!
¡ Buenoooo!
· PEDRO. N TRABAJADOR.
¿Que jornal gana hoy un trabajador en una hacienda de caña? Salvo algunas excepciones, la mayor parte solo ga~ na cuarenta centavos al día, ó sea dos pesos cuarentá centavos á la semana si ésta se trabaja por completo. ¿ Qué es de él cuando solo trabaja dos ó tres días ~ la semana?
· ¡ Silencio !
PEDRO.
t Unámonos, y dejaremos de ser Jas bestias de carga de que hablaba el compafiero. Formemos ~e todas nuestras voluntades, pensamientos y aspiraciones ·una sola, y escudados por la razón, dentro del más perfecto órden, luchemos hasta lograr que se nos respeten nue~tros <;J.etechos. T ANO
.
.
(Ebrio y gngueanclo)
UN TRABAJADOR. ¡ Que se ca1le ese! .... ¡que se calle r.
AGUSTIN .
.f
Un hombre que gana cuarenta centavos diarios no puede comer ni vestir bien .•... 1 . PEDRO.
...
TANO.
Así se ven hogares destartalados, miserables y faltos de_ to<la higiene; así se ven hombres entecos, sin sangre en las_ venas; mujeres cuyos pechos escuálidos de madre apenas , qan jugo para amamantará sus hijos; vírgenes con el sello de la vejez en el rostro de niffas; así se ven cientos de chiquillos enclenques y enfermizos; toda una generación de "p'álidos," un pueblo anémico, un ejército a.e hambrientos!. .. : ¡La Anemia! .... La causa de la anemia es el hambre que invade los hogares de los trabajadores puertorriquefios, tan: to más explotados cuánto más sufridos! .....
¡Estoy en mi derecho! ¿ "Paquees 1a libertá'' entonces? PEDRO· No le hagais caso, es un desgraciado. .TANO. Desgraciado es el ratón en la boca del gato, .•• ~·
FLOR. (A Tan o) ¡Cállate!
,. TRABAJADORES.
¡Fuera
ANDRES.
Si á las tres de la tarde se levanta la faena, al peón se le ..apunta nada más que medio día. • . . . ·
¿La unión .no Je prohibe á uno tomar romo?
al fondo)
l N TRABAJADOR. · Que hable Pedro! TRABAJADORES.
TRABAJADORES.
t
55
e~¡ fuera.!.•..•
{Dos. tralJojudores empnjon á Tan11
UN TRABAJADOR. ¡ Vivaaaa !
ANDRES. Un trab ajador para ganar cuarenta centdVOS en un inge- .
-56-
-57-
nio de cafü1 tiene que trabajar doce horas al sol, doce horas de diaria agonía .... A veces, más .. , ...
TRABAJ ADORES.
.
¡ Si !. . . . ¡ Sí ! ..... AGUSTIN.
FLOR. (Ararte)
Y luego el maltrato de palabra, á veces el ele obra del ca : pataz, uno de nuestr9s más grandes enemigo,s. Si uno se queja le contestan: ¿"no lo quiere ustyd así?,. pues váyase; otro vendrá y hará m:is que usted." ' PEDRO. Aquí las ventajas de la unión. Con ellas lograremos aumento de salario, menos horas de trabajo y mejores tratamientos. Unidos todos no habrá para nosotros el insulto; no seremos despedidos por cualquier reclamacipn justa que hagamos á los patronos, ni se nos vilipeq.diará" en nuestra condición de hombres libres. No: porquei'unidos, ninguno irá á ocupar el puesto vacante que dejó un comp?.ffero injustamente despedido. TRABAJADORES. ¡Bueno ! ¡ buenooo ! .. . .• AGUSTIN. Formando una sola masa, podremos p,edir á nuestros gobernantes protección para nuestros frutos; levantaremos la Agricultura, madre de nuestra riquez_a, sin la cual nuestras indus rias y comercio no tienen vida; pediremos que se dé á los merca<;Ios extrangeros facilidades á cambio de otros productos de su exportación, para que nuestro tabaco, nuestro café, el mejor del mundo, se coloque ventajosamente en el exterior. De ese modo no solo nos beneficiaremos nosotrosr sino también' la Isla en general. PEDRO. Ya habeis ·visto, camaradas, las ventajas indiscutibles de la unión como pu to de partida de nuestra emancipación. to confío en vosotros y ~e vosotros espero me digais si estais dispuestos á formar una unión de trabajadores libres que luche por su regeneración. ANDRES. ,,,_.--'---
¿Están ustedes conformes con la unión?
Sus palabras me conmueven.
. '
PEDRO. El próximo Domingo celebrare~os una asamblea para constituir la Asociación de trabaJadores, nombrando el cuerpo directivo que ha de regirla. (Pau!a) Ahora bien, compañeros: otro punto de suma importancia para nosotros es el de desterrar los vicios que dominan al elemento proletario en su mayor parte. Camaradas conozco que el mise· rable jornal que ganan á fuerza de mil afanes, lo malgastan el día de descanso en bebidas alcohólicas, en tanto que otros, los más, se entreg-an á un vicio más denigrante aún, cual es el del juego. Es triste, dolorosamente triste, que nn trabajador cometa esas faltas imperdonables, máxime si se trata de ' un hombre que tien~ esposa, hijos ó tnadre. Compañeros he visto que, entregados al vici0, olvidados de . '" que el trabajo ennoblece y dignifica al hombre, han maltratado á sus esposas para arrebatarles la miserable peseta que aquellas ganaran después de una ruda labor. ¡ Esto es ver. gonzoso; ésto es deprimente, eso es i~digno ! ... . .
f
AGUSTIN. ¡Así es como se hacen libre.s los hombres y grandes los ·pueblos; así se les corrige: censurando sus vicios y enalteciendo s~s virtudes ! PEDRO. Entiendo que el espíritu de economía bien entendida debe presidir nuestras acciones todas; sin ella el edificio santo dé nuestra redención caería por su base. Ese dinero que hoy malgastais en licores que .dañan al organismo; ese dinero que robándolo á vuestras familias poneis sobre uQa carta de baraja, sabiamente economizado será maffana el pan de vuestra vejez, Si lo que mal'amente alcanza apenas para comer lo empleamos en rendir párias al vicio, no alcanzaremos nunca nuestra emancipación económica, nuestra dignificación social. 1
-
58 -
59 -
FLOR. (ApartP)
PEDRO.
Y yo soy uno de el~os, . . .. ¡ah ! .....
El r~speto al semejante, al débil, á la propiedad y á la ley debe guiar todo nuestros actos si queremos, no solamente que la ley nos ampare, sinó también ser dignos de . nosotros mismos. •.
ANDRES. Yo be visto en los días de fiestas muchos bogares sin pan y sin)uz, en tanto que, los jefes de aguellos· hogares , jugaban en plena carretera el salario d.e la semana , 6 lo em: ple'aban en bebidas alcohólicas! .....
E S C E N A I II. DICHOS Y FLOR
PEDRO. La instrucción e s otro medio por el cual lograremos nu.estra reclención. Que el bogar de cada trabajanor se convierta en una escuela donde los padres y los hijos se eduquen no solo en el conocimiento de los libros,tsinó también en la enseñanza y práctica de tod3.s las virtudes. Formemos , pues, las agrupaciones de oficio y en cada una de ellas lev~ntemos una escuela. (_P.srn.in) Y por todo ~ sobre todo dignifiquemos á nuestras mujeres, respetándolas para hacerlas .objeto de nuestro cariño y no fuente de corrupto,ra prostitnc1ón. Así seremos gr ndes y libres; ac;í en no lejano día podremos sa::udir la vergonzosa tutela á que estamos su]etos hoy; así nuestro hogar n o será mancillado impunemente, y mañana nuestros hijos serán la sociedad redimida, no la gleba adscrita al terruño, no los eternos é irredemptos esclavos !. . . . · TRABAJADORES. ¡ ~ien !, ¡bien!, ¡ buenooo ! ••••
,FLOR. ( Oirigién<luse
6 Pedro)
Hijo mío: Tus palabras que son más un consejo que un reproche han hablado á mi alma conmoviéndome profundamente. Arrepentido de mi conducta presente, conducta Que he venido observando desde el día triste en que me ví, fanzado del bogar donde nacferon mis padres y mis hij os hago pública confesión de mis faltas para que ello sea muestr8: de' mi 1;1rrepentimiento. . PEDRO.
f
Padre: Si olvidado un día de vuestros debere.> de esposo y padre os entregasteis ál vicio, vuestra confesión lava las , faltas cometidas. ¡Hoy ha beis vuelto á ser niño, el traba. jo os hará hombre !. . . . Luchad con nosotros por nuestro porvenir así como habei's luchado con vos mismo por vues· tra regeneración.
TAN.O. Yo no soy esclavo más que del romo!
(Que sale clel ~rupo <Ir los truh11ju<l1•r1•s)
FLOR. '
¡Viva!
PEDRO.
¡Si!, lucharé: seré un soldado ~ás de fila. ¡ AbrM;ame, hijo mío!, (Pedro y Flor se abraza n) (A Jos trabaja<lores) j Muchachos!: Viva la unión de los trabajadores libres! ....
Y vosotros que habeis olvidado que el trabajo dignifica y ennoblece al hombre, huid .d,el vicio, y · arrepentidos, .ve-
nid á la unión de trabajadores á ganar santa y honradamente el pan de vuestras familias. AGUSTIN.
·------
En una palabra: seamos estudiosos, económicos y, dign.os y el porvenir será de la clase trabajadora ! . • ·
TRABAJADORES ¡ Vi vaaaaa ! FLOR. (A Ped ro) '
Ahora voy á llevar la noticia á mi buena Petra. (Flor ." d¡rige 411 fondo) ·
Adiós.
-
ESCENA DICHOS Y TA.NO.
-
60-.
ANDRES.
IV.
Olvid!lmos el incidente y continuemos, Pedro.
(Qac deliene á Flor en el extremo fondo)
TRABAJADORES.
TANO.
Eso es, que siga hablando.
Oye, Flor; espérame, vamos á tomar dos copitas grandes del ron marca "Llave"¿ quieres?
. Veo el entusiasmo que os anima y no dudo que la reali- · zacion de mis anhelos será una verdad hermosa. ¿ Decis que estais dispuestos á formar la unión de trabajadores libres?
Tano, déjame. No quiero reunirme más contigo, ¿entiendes? Desde este momento odio toda clase de vicios¡ el que bebe licor ó juega, no es mi amigo. (Le rechaza empu-
TRABAJADORES.
j6ndole fuertemente),
T ANO.
(Tambaleirndose ).
I
¡ Síiiiii !
"¿ De cuando acá Mariquita con
¡ J esú ombe !. : .... ( 1)
ESCENA
(Se retira por el fondo).
· PEDRO. Papá, déjele, no Je haga caso. Tano es un infelíz que · deshonra á sus compafieros. Víctima del vicio, es el tipo del obrero degenerado para el cual no habrá nunca redención! FLOR (Alejándose p~r el fondo). ¡Adiós,.camaradas! .... TRABAJADORES. 1¡ Adiós! . ...
. ESCENA V. PEDRO, ANDRES, AGUSTIN Y TRABAJADORES. PEDRO. Ya habeis visto, compañeros, á la miserable condición á que el vicio "arrastra al hombrit. Como Tano hay muchos desgraciados que, perdida 1a noción de lo que valen y significan en el coniunto harpiónico de lo creado, con su ejemplo son obstáculo para el progreso, párias en medio de la civilización.
....------1 .
(l ).
..
PEDRO .
•
FLOR.
guantes."
61 -
Modi.mo prov., que signiOca de:precio.
DICHOS, BASILIO Y TITO BASILIO. l f
·v
l. ·
(Que entran por el fondo).
(Con una daga envain ada en la mano)
¡ Ea!, holgazanes, al trabajo. Hace más de · media hora que sonó la bocina de la máquina y ustedes sin acudir á cumplí< con la obligación. Habráse visto gente más deScarada ! ¡Vamos, al trabajo, bribones!. . .. , que por ama, rrar el tiemp:> y robar una hora de trabajo al amo, se en- · tretienen en oir las·charlatanerías de este bandido, de este vago.... ¡Ea!, á la "tala'', de no echaré á ustedes á fuerza de palos! (Hace ademan de pegarles cou la daga). PEDRO . < Basilio: lios insultos que me diriges te los perdono , pero en cuanto á ros que haces á mis camaradas no ¡~medo ni debo consentirlos, ¿entiendes? Tu no tienes d~reclio, como persona alguna no lo· tiene, á insultar y maltratar así como acabas de hacerlo á esos honrados trabajadores que hasta ayer fueron tus compañeros.
TITO
l
(A Pedro)
.
Oye, so canalla: tu charla está perdiendo á los peones al extremo de que éstos ya no respetan á nadie. Por causa de tu doctrina, de destrucción y robo están á punto de convertirse en· fieras.
..
-63-
6z -
PEDRO
(Con energl_R).
Probadme que les llevo al mal y en todo caso denuncíanme. Yo apelo á e!los, (por los trabojndorcs) yo les invito á. que respondan de m1 c:>nducta, en la seguri<;lad d~ que ni uno solo ~a de da.r malos i;iformes de mí ... ·. ¿ Sabeis lo q_ue !es digo? 01d: les digo que dftbemos· unirnos para hb.rarnos de vuestra explotación exagerada é ·inícua; acoÍJ. . · se10 la unión para la defensa de nuestros derecho menospreciados; les digo que vosotros nos tratais no como á hombres sino. co~o á bestias de carga; les dig que v;osotros ~os esq~1lma1s el pan de nuestras familias; les digo que nos roba1s 1 sudor de nuestr.as frente.>. Ahora bien; probadme que miento, y callaré !
•
BASILIO. (Di1
ÍI
POLICIA
!'euro e n lu cnbeza un golpll de ·plano ron la ilagR).
¡Calla, bandido !
~ -
j Cobarde! {Alzo lm br zos llevúnclose las 1mrnos it la cabezo, y cae en los b~azos de Andrés).
TRABAJADORES
(Por Tito
r
Snsilio).
í á ellos! ....... .
(En el momento en que los trabajadores se lanzan sobre Tito \" Basilio, · •
upar~ce •ma pareja de policln por la carretera, izc¡uiertlo actor).
ESCENA VII. DICHOS Y POLICIAS · POLICIA
1
º.
1
o y
2
(Que habrá vuelto en
2 O. (Coge (1 Pedro bruscamente por u n brazo)
f <;áll ese y dése preso ! PEDRO. Inocente como soy, no me intimida la cárcel. á ustedes. POLIC'IA
y con ns~reza}
Est;?s so~..cones míos que trabajan en nuestra hacíenda de c~na. Es.e, (Seiialo a Pedro) es un bribón que tiene.soliviantados lo~ ánimos d1e los trabajador.es con la pr,o paganda de
o.
2
o.
Usted don T\to y su capataz, tendrán la bondad de pasar mañana por la mañana al juzgado á celebrar el juicio.
éQué pasa? TITO.
1
Seguiré
· Ménos charla y ;ohe usted adelante. POLICIA
2 O. (Fati~ado
si) 0
POLICIA
í Alto! ¿qué ocurre? POLICIA
º·
Ese hombre miente, lo probaré.
o.
(Muy fatisa:lo)
1
Pierda cuidado, d::in Tito: nosotros nos encargaremos de meter en cinhua á éstos bandoleros: · : . PEDRO.
PEDRO.
;A ellos!,
odio y destruc.ción que des~e hace días 1es viene haciendo en contra de nosotros los pro,pietarios. ¡Y digo yo ! Se concedió la .hora del almuerzo á los peones, y Pedro, éste es el nombre del bribón, les hizo venir aquí para acons~jarles mal contra nosotros. Viendo que pasaba la hora de volver al trabajo y qu~ dichos peones no volvían, llamé al capataz para que me acompañara: llegam:>s, y no bien nos vió ese miserable, redobló directamente sus insultos contra mí; quise hacerle callar, y entonces roe acometió. Basilio mi capataz, logró quitarle el machete con que quiso agredirme, y le asestó un golpe de plano en la cabeza. (Pausa) ¡Y <ligo yo! (Retorciéndose el bigot ) Ustedes .me conocen y saben que soy incapaz de decir una mentira. He relatado los hechos tal como han pasado. Ustedes procederán.
TITO. Iremos sin falta. POLICA
1
o.
Cuente qu e estamos incondicionalmente á sus órdenes.
J'
.•
f
• -
64-
-
TITO.
ESCENA IX.
Gracias, amigos mios. En ini casa y oo mi mesa hay siempre un puesto distinguido para los celosos guardianes del órden. Adiós.
DIC~OS, FLOR, PET~, MARIA (Bstos ú1timo1por el rondo)
MARIA. ¡Pedro!
POLICIAS. Hasta mañana. BASILIO. (A
65 -
(Corriendo al grupo que forman Pedro y policln)
.. .
PETRA. (En ¡Hijo mío!
los trabajadores)
union de Flor corre h•cia Pedró)
í Al trabajo, holgazanes, bribones! {Los trabajadores comienzan 11 moverse sig ui endo o Basilio qu e se dirige con Tito h6ciR la correlera, derecha oclor, sin que se retiren de esce na .) ,
(Petra, Flor y Maña rodean • Pedro)
ESCENA VIII.
Madre, no temas: soy inocente, y al inocente no le abandona Dios. ¡No lloreis J Mi padre, {St>ñala l Flor) regenerado ya cuidará de vosotras !... ·. ¡ Adios ! . . . . . . ¡ Este es el primer escalón del calvario ... :en la cumbre está Ja redencidn !. .....
PEDRO.
POLICIAS, PEDRO, ANDRES, w\GUSTIN, 'Tl\ABAJADOl\ES con B.\SILlO y TITO junto 11 lo carretera)
POLICIA
1
o.
CAE EL TELON.
( Acerc.Andose ll Pedro que lcndra sugeto por un brazo el poJicla 2&)
¿Esas tenemos, eh? ueno. A_'DRES. (Al
.
Este (por
Agustln)
..... •,
Polícia ~·)
y yo somos testigos de lo ocurrido. POLICIA
20.
¿Sus nombres? ANDRES. Andrés López. AGUSTIN. Agustín No ble. POLICIA. 1 o. (Soca del bolsillo una libreta
y~ l~piz y
apunta
r~
nombres)
Está bien: Mañana á las nueve de la maffana en el Juzgado. La falta está castigada con tres : dollars de ·multa. (Al Policia .2°) Vamos. ~-..... OLICIA 2 O. (A Pedro) ¡Ea, buena pieza en marcha!. ....
,.
(Se dirigen
(l
la carreter~ izq .)
.f
~67-
CLARA. ¿Qué buscas? LTJISA '.
ACTO
¿Qué haces aquí, desgraciada?
CUARTO. . ·
..
CLARA. Yo . . ... .. .
La esce na es co mo ~ i A' u e: 11 d e rec ha é izqui erd a íl e l ac tor, profu ~ó n d e úrbol cs fronjooos: en medi o d e lo• hrboles un e ~ p a cio ó •claro o; en el fondo un a selva e nm a ra ña da. Ealrurla s d erec ha é izqu ierdu..
LUISA . . . Oy e: e s preciso que te vuelvas á tu casa ; pero pronto .
.
,...
ES CENA l.
CLÁR.~·•..
¿ Irme?
CLARA
(Por In de rech a. ind ec,a).
Este es el sitio de la cita, no me cabe duda. Pedro vendrá enamorado como si ~mpre, como siei~pre suplicante, á implorar de mis labios. la prom e sa de amor. (Pnuso ). ¿Debo negarme por más fiempo á sus honradas pretoosiones? ¿ Debo continuar imponie ndo un sacrificiu ·inutil á su corazón y al mío? · ¿A qué negar mis labios lo que en el a lma vibra? L o que en cada latido de mi s ér palpita? Ya es h ora de que acceda á las súplicas amantes d e Pedro. ¡Sí; le corresponderé , colma ndo así mi único anhelo ' de felici- ::lad ! De otro lado. si e ndo e sposa suya, me veré libre de las acechanzas de Tito y otro s tan malvado s como él .. . . . . N o les temo, es verdad; pero . ... ¡hay almas tan negras en el mundo ! . . . . ¡ Hay sére¡;¡ muy perv ers9s, y Tito es uno de ellos ! . . . . ( rousn ). ¡Oh! Pedro : seré tu esposa: juntos compartiremos alegr_ías y dolores , ensueños y lágrimas, y bendecidos por Dios· formaremos un hogar motlelo de virtudes que sirva de ejemplo á esa sociedad que nos desprecia! . . .... (Se diri¡te hAciala derecha). Ya viene ... . Esos pasos que escucho deben ser los suyos. ... ¡Ven, ven, amor mío , á recoger de labios de tu Clara el premio de tu constancia! (Al llegAr al fo11do . de,recha. se lropillza coa Luisa , r etrocediendo asombra da.) ¡Tú! . . ) ..
ESCENA
II.
CLARA Y LUISA (Pórla derecha). · ,.,...--- .LU~SA (Con sorp~esa ) . ¡Clara! . . . . . .
•'
~-
L U ISA. Ahora mismo . CLARA.
.. .f ¡
LUISA. Tienes enemigo s qu·e han jurado per<lerte .... . . y . . :.; .. : . . . CLARA. (Interrumpiéndola) No les temo , Lui sa. aquí. ....
Má s miedo tengo á tu presencia LUISA.
¿A mí?: .. . Clara , ¡por Dios! retírate; huye dé éstos ·lu-: gares malditos ..... . CLARA . (AparLe) ¿Ten~ráalgunac~ta? (AJ.ais?) No me iré . ... Ne, ce sito estar aqm sola , /entiendes, Luisa? ¿Crees ~que no comprendo tus in~e!lc!ones?. . . . ¿Porque te empeñas en alejarme de este sitio t . .... .
LUISA. ¡ Infeliz!, escúchame : te espera un gran peligro ; si per· maneces un cuarto de hora más, cinco minutos tal ve~, se· rá tarde para salvarte. Huye . . .. ¡vete .!.. . . .. .
-
CLARA ¿Un peligro ?
68 -
-69-
(Asustada ante el acento y actitud de L11isa)
ponderás .... que oyes complaciente sus proposiciones amorosas .... Citándote en nombre de Pedro podrían lograr tu asistenaia á la cita .... Has venido; te hallarán sola, porque desoyes mi voz; te robarán, haciéndote imposible para Pedro sobre cuya cab za hay pr6xima á cumplirse una sentencia de mut:rte ! . . . . . . •·
LUISA. Y grande . . .. ¡muy grande!. ... Mira: sigues mis consejos . . .. oye mi súplica . . . . . . .-
CLARA. {Con espanto) ¿Qué? .... ¿que has dicho?
CLA.RA. No : tú dices así para que me vaya y te deje libre el campo. LUISA.
LUISA.
¿Sí? Pues bien, déjame sola ¡vete! Tratan de robarte : con pretexto de una cita ..... . CLARA.
Lo que has oído: Pedro morirá ésta noche y .. : ... CLARA.
•
Pecko no es capaz de cometer una acci6n villana. LUIS.A,. (Como odivinood~ 1 • ¡ Ah ! miserables!. . . . De modo que tú esperas aguí á Pedro que, dices, te di6 una cita?. . .. . . •
¿-Será cierto. . . . ¿A quién creer Dios mío? {Dudando) Luisa .... quisiera creerte, más ·¿y si Pedro Yiene y no me encuentra?.; .. No dudo de tus palabras .... pero ¿no e~tarás engailada ?. : ... . · LUISA. (<;on 'de1e1'peración)
CLARA.
" ¿Qué le ~iré Vfrgen mía, para que me crea? (A Clara) · ¿ Amas tú á Pedro ?
¿A que negártelo si lo has adivinado? LUISA. ¿Pedro ~n persona te habl6 ?·
f
CLARA. ¡ Con toda mi alma ! .LUISA.
CLARA. No: récibí una raz6n de
pal~bra ..... .
LUISA. ¿Con quién?
El coraz6n de los que sabeQJ.os amar presiente y adivina el porvenir. Si verdaderamente amas á Pedro, nadie me- • ]or que tu propio coraz6n puede decirt_e si existe ó no el peligro! ..... CLARA.
CLARA. Con Loi:enzo el mudador de Ja hacienda. LUISA. Esó es obra de Basilio (A Clara con resolución) Oye : entre Tito y otros .desgraciados vendidos al oro de éste, tratan de robarte .ésta noche: el medio para atraerte es ese: sa· ben que Pedro te ama; que'. tú, tarde ·6 temprano; le corres-
..._,
¿Mi coraz6n ! ¡Oh! si, Luisa.: Siento en él, desde hace varios días algo como temor á no se qué. A veces como que quiere ~sconderse en lo más hondo de su cárcel; á veces como que, latiendo con vio!encia, quiere salt,neme del pecho! ¡_C>Ji ! Luisa, ahora te créo ! (Llorando abraza i J.u!ea) LUISA. Retírate, Clara.
(Oe1aciéodo1e de 101 brazos de Clura)
Toma otra direcci6n; huye; corre á la
-
-70'-
y
é~sa .de Pedr0• ruega. á éste qu~ n.o· sa;lg~ esra nfYCD'e ~. J':Io lo ,d.ejes salir! . . ·. 1
CLARA.
.
•
r.. ·-
~ Oh Vírgen sa-ata:!., .. . ¡que no $alga Pedro esta nocbe l. .. , ~Que n0 salga! ..... {Inquieta) Pxont!) llegarán los guardias ... .
Basilio no tardará en venir .... el otro tam bien vendrá·!. .. . .Más , ¿ que ·barán Andrés y Agustín que no llegan? (A,lelanla unos pasos a le izquierrla) Siento ruido. (Temero1a) Alguien se acerca por la mal.eza •... ¿. S~rán. ellos? .•.• . Deja ocultarme, sino scm ellos, 120 me verá11 (Se or.ulla lras de nn árbel de la izq . oct.pr.)
•
{Con aBSiedud)'
· t~ ~· sr: ya marcho-. ¡ Adi6s ! , • . . (Se ·r1ifrge-. • . 111: i~r~cr1~): LUISA. ~ Adiós
ESCENA IV.
r.... ,. CLARA.
LUISA.
(Rctrncecle ! se-dirige 11 Loilfll)'
Pero·.. •• ¿ qu.é erá de tí r.•..
#
•
LtJISA. {Como i"ns¡rirutla)
..
·.
I
.
~Habremos
. C~~A . .
.. ,
s~a contigo.
.f
ESCENAlll.
AGUSTIN .
Es verdad: en el mismo sitio nos hallamos. Másá todo ésto no sabemos que se trama Luisa. Cierto es que nos habló ' de que se trataba d~ salvará Pedro, de impedir el rapto de Clara, haciéndonos encargo de que rogáramos á Pedrn que no saliera ésta noche.
{Luegode acompaooréOura)
ílnfames ! .... Mata.r á Pedro; robará Clara ... -íOñ ! iro par·e ce sino que nuestra honra nada vale cua rldo con tanto cinismo se pretende ultrajarla !. . . . ¡Oh sociedad! ¡Ah. hombres L .... Castigais con severas penas el hurto, er piltaie, e l perjurio, el asesinato., en tanto que·dejais sin castigo la mayór par.te de las veces al viola,d0:r de honras~ al. seductor de doncellas que no tienen más riqueza que su bon-· ra ! .. . . ¿Quién es más criminal? el que roba ó et que seduce á una mujer? ... . El que se apodera de lo ageno comete un delito, es verdad; debe castigársele; pero al que arrastra á· una mujer ar lodo del descrédito debe castigárse1e con más rigor! ¿Por qué'? ¡ ~h ! por que el que· engaña.. y seduce á una ·doncella insultq. á la familia · ~n lo más santo, ¡en el hono.r !:lataca la moral,· base prindparde la sociedad, y no soló hace desgracjada á la infeliz que injuria si.; · nó que, i¡i,..le-hay, ha~e desgraciado al sér inocente, fruto de su crímen !... (Pau sa) Y esos bandidos tratan de robará Clara; de mancill su honra; .! ratan de <1-!;esinat á Pedro .... _
equivocado el lugar de la ?ita?
No·; rocuerda que .dijo nos espetaba en el claro del ,m on. te, donde comimos el'lechó11 asado el día de mi santo.
LUISA;
L¡JISA ,
(Derecha}
ANDRES.
Tienes raz61'1: adiós·, Luisa.
EL
ANDRES Y AGUSTIN ANDRES. AGUSTIN.
H.
\
(Escondido)
Por lo visto parece ·que Luisa áún no ha llegado. . .
¡ El Dios de la. justicia velará por mí fl. . , Vete~ march~ sigilo ... , ; Si te oorprendieran !. .
CO'll·
.
,7 1-
ANDRES. ; ¿Viste, Agustín, la parcialidad del Ju ez en el juicio ce· lebrado contra Pe,dr~? ..... .
AGUSTIN . ¿Como no? Ella saltaba á la vista del más tonto. _Te digo que aún palpando la corrupción moral· en que nos aho. gamos, creía que ~e ella se había salvado. la ju stic.i a, pero ....
ANDRES. ,.
. ¡La justicia ! ¡Ancha, fl.e;xible y ciega para los potentados¡ Estrecha, inexorable y vigente para los infelices!.... ¡ Oh ! Yº. he vi•to jueee• y juta~º' Venalei, . vio ladr es Y
7'-
-72 -
-
1adron~s de honras éon el !ibro augusto de la ley en las ~anos impuras!. .. . Ya la viste inclinarse ante el oro 6 las mfluencias de Tito, dispuesta á condenará I_>edro que . • ...
AGUSTIN
LUISA. ¿ L e dijisteis aca so qu e . . ..•
ANDRES .
(lnterr11111piéndole)
. ~no ser por nu estras declaraciones ya estuviera en presidio seguramente. • ' ·
Todo se lo contamos. La intención de robar á•Clara, los· celos de Tito contra el mismo Pedro; la sentencia de muer ... te qu e sobre éste pesa; tu abnegación, Ltrisa ! . . ...
1
!ANDRES.
LUISA.
·Dijimos la verdad; no mentimos como ellos, como Basilio, como .... AGUSTIN ,
¿ Y él?
.
.~'\GUSTIN .
••
Primero se desesperó; ¡ parecía un león! ,¿ verdad?, (é An más luego lloró, y .. . . ". ·
i Cuánto tarda Luisa ! ¿Le habrá ocuy-ido algo ?••.••
drés)
ESCENA V. DICHOS Y LUISA.
73 -
ANDRES
(Saiiendo de : u caconditt)
Entre i?US imprecaciones y lágrimas, siempre tu~jº de . agradecim~ento y cariffo, y bendiciones para tí.
LUISA.
LUISA.
:Esperaba y escuchaba á ustedes.
"
ANDRES. i Ah! creíamos _que no habías llegado y .....
f
frases
( Con mol disimulada a~ eg .-la)
¿Me recordaba? AGUSTIN. Y te bendecía como á su ángel salvador.
LUISA. ¿ Hablaron ustedes con Pedro ?
ANDRES. Si no oigo mal, al1á ( señala A la sos; parece que viene gente .
AGUSTIN. En 8? casa le hemos dejado, Trabajo nos costó; pero al fin pudimos arranct rle la promesa de que no saldría.
derecha)
o léjos, siento pa- ' · .
LUISA. r
LUISA.
i Silencio,! á escondernos! (Lleva á Andrés y Agustín há cia el fon· Oir, ver y callar. (ArartP) Deben ser los guar·.
do, izquie rdo)
¿.Le habeís dicho ? ANDR:ES. Todo según y conforme nos "dijistes .... Petra unió sus ruegos á los nuestros y •... . AGUSTIN'. Allá se quedó llo.rando su desventura.
...
dias los que vienen:. (Vuelve al ce ntro de la escena) D~pués llegará Basilio . . .. más luego <rito .... ¡ Ah r, alguna vez los vic.· timarlos habían de convertirse en víctimas!. ... · (Pau~A) Tito vendrá: malos consejeros son los celos para detenetle ... ! ¡ Ja ! ¡ja ! ¡ja ! ¡ja!. . . . Vendrá en busca de Pedro, y .. ' . Pe· dro está en su casa. (Transición) Ya sé acercan: ( reconociéodo1 • los) ¡ ah ! son los policías ! (Sale al encuentro de los poli el s) ·
f
1
•
-
- 75 ras vacantes que ocurran en el Cuerpo se nos proponga para cabos: (Se ocultan los policlas) -
74 --
ESCENA DICHOS Y PO LICIAS . POLICIA
1
V.I. (Por 111 derecha)
POLICIA 1 º. ¡Los galones d~ cabo, aumento de sueldo: mi sueño do-
º:
..
ra~!
Vamos, p or fin te hallamos, muchacha. .
POLICIA
LUISA.
20.
¡ Oir, ver y callar! (Vuelve al centro de Ja escena como hoblando cuu~igo) Yo voy á salir, ya es hora de que venga el otro.' (Se <lirigeá lo~ guardia~ en alta voz de modo que le esnncheu Andrés y Agus- ' Un que permanecerán escondidos) Al menor ruido que escncheis, silencio. · (Se retiro por -el fondo) ·
Poco trabajo que nos costó encontrarte. :f:UISA. Claro se ve: no conocen ustedes·. éstos andurriales; pero las s~ñas que les dí eran para no equivocarse , y ..... . 1 PQLICIA 1 o.
E S C E .N A
LUISA.
Tienes razón.
Oye,
{al policla 2º)
º"
.f
º·
'
vamos á escondernos.
LUISA (Acompaña á loa policlos h6cia el foncio, derec ha, doucie les esconde) '
Escondéos en esta parte.
Es. la más espesa del monte.
POLICIA
1
o.
(Se dirige húcia donde le indica Luisa acompañado del policla 2°)
Si cae.el ratón en ja jaula, buen servicio prestaremos ésta noche, compañero. ~ POLICIA
t
2° .
¡Excelente, admirable!¡ Un anarquista inc;en,dfario ! . ,.,..__.
POLICIA
1
o.
Como que si se 1 gra cogerle, no dudo que e·n las prime-
. .l
.
~·
\der . fondo esccn<lidos)
¿Sabes¡ Agustín, que me es~aman tantos misterios de Luisa? .
Aún no ha llegado; más no tardará. Es necesArio que ustedes se escondan en 1 '·'manigua", de modo que no les vea. Podría. espantarse el "animalito". Si ésto sucediera se malograría la ocasión, y es lástima ..... : 1
V I I.
AGUSTIN v ANDRES (i~q . ), FOLICIAS ANDRES.
¿El indivíduo?
POLICIA
'·
POLICIA 1 Pero ésto es horrible! . . . . Incendiar el monte por ésta parte es una de las salvajadas más grandes que pueden ocurrirse á un hombre. AGUSTIN. No sabemos nada más que eso: quieren matar á Pedro: no saliendo él ésta noche otro será el muerto . POLICIA
20 ,
La intención se ve clara: Dando' fuego al monte por éste lado, con el viento que sopla arderá pronto, comunicándose con las piezas de caña que comienzan, puede decirse, en la falda del mismo. De o.tra parte, este. es el punto más cercano á la fábrica, de modo que, se habrá dicho Pedro, cuando venga á verse el incendio será cuando ya no hay remedio. AGUSTIN .
.
¿Quién será el muerto? Frank ?..... .
¿Lo será Basilio?
¿ Mister
\
:_77-
76-
ESCE NA VI.JI.
ANDRES. Ella lo sabe.
DICHOS
De todos modos esperemos. POLICIA
2
1
LUISA.
el rondo).
(Con oosiedatl mal reprimida)
¿Contó á usted ? .. ... .
o.
BASILIO. No: le dije que á mi vuelta hablaríamos de eso; que tenía entre manos un encargo_importante de Mr. Frank y no podía entretene_rme. LUISA.
o.
t ¡ ~or San Ciriaco, patrono de los Policías y de los Agentes de Rentas Internas! .... ¡que no se malo~re tan excelente .. f 1 ' serv1c10 .. . . . . . ·' .
¿Ellos sabe~ que esta noche es . ..... ?
.'
BASILIO.
ANDRES.
No seas tonta. No he querido decirles nada. Así la sor, presa será mayor' y por tanto más grande la recomp~nsa. <.Pausa) Supongo que Pedro no tardará . .... .
¡Hermoso corazón el de Luisa!, ¿verdad?
f
AGUSTIN. Idéntico al de mi María, ¡qué buenas son las
(por
Como te decía, creí tio llegar á tiempo. Tito qut:ría entretenerme con una historia de celos y ..... .
El demonio qui ra que no se desperdicie tan buena ocasión. POLICIA
BASILIO Y LUISA BASILIO.
o.
1
He telegrafiado al Cuartel General que saÜmos de ser1 vicio á fip. de cojer "in fraganti" á un incendiario, con pro ~ habilidades de éxitQ. POLICIA
(EsronJidos),
LUISA.
do~!
No dudo que vendrá· pronto. POLICIA
2
o.
¿No vendrá? .... Esperemos." Cuánto tarda Luisa, compañero. AGUS'l.'IN. ~
PO.LICIA
1
o.
¡Silencio, siento ruido!
.
..,.--
(Receloso y en voz baja)
¿Le dijistes?
ANDRES.
Esperemos.
BASI ~I O.
ANDRES .
Gente se acerca, ¡ silencio ! .....•
LUISA. Que Ciara, conocedora del ·amor que él la tiene, y odian. do á Tito por su villana ac;:ción, me dijo que deseaba tener con él una entrevista y le esperaba esta noche al ponerse la luna· en este sitio. BASILIO. ¿Y Pedro? LUISA. Juró que vendría. (Pausa) No tardará .en llegar: bueno fuera estar .ya preparados á fin de no. errar el golpe.
78 -
-
'
BASILIO. Tienes razón . Mira: tú te colocas. al frente <'le ese primer árbol (señala• la 11quierda )i ya me escon<leré detrás de éste {indica ol segundo llrbol de la derecha), de manera que , en caso necesario , sin grat11de esfuerzo podamos verno s : A tí, aun que te vea el cuerpo, no importa: la .luna alumbra muy poco. · Pedro creerá al ver tu ti:aje qut: eres Clara y se dirigirá á tí. Cuando esto suceda, yo, saliendo un poco de mi escondite , le dispararé ... . ¿ entiendes? .... .. . LUISA. ¡Sí!. . ..
(Aparle)
{Simulando olegrio)
Miserable! ..... .
79-
ESCEN A X. DICHOS
( escondidos)
TITO.
Y TI';O
(por el fondo)
(Desde el fondo)
1· Ese ha sido el estallido de un beso!. . . . ¡ I nfam~s .... ! . d e 1o.s campe11. [Tilo entra a la es<'.ena prcci1>iLudameole 1 disfraza~o con el tr&Je u11s puertorriqueños. esl.o es: ~n mangas de c~r¡i1sa. sombr'i!ro de peJ• d~I pals , el e ala ancha . l)islin!fue ti Luisa que. ~I seht1rle: se habrá puuato en P!é, Y á la que confund e con Claru y corre hác1s !'lla. Hn este _momento. Bas1ho que na te ha conocido . di~¡lar .. sobre él, por la espalda, hméndole de muerte. Tito cae ul sucio .]
TITO. BASILIO.
¡Ay! . . ... .
·· Vamos , pues, á tomar posiciones. (Aco~paña
á Luim hasta de-
jarla tras del árbol ; lu ego se dirige 11 la derecho, segando término . ocultlindose ig ualmente) Le dispararé por la espalda. Alerta, Basilio, que
en esta carta juegas tu ,porvenir.
~
ESCENA XI. .T ITO, BASILIO Y LUISA.
,. .
ESCENA IX. LUISA. {Con'. ioquictud). .J ¡Corazón, no me vendas con tus latidos! . . .. El vendrá .. . . Basilio le disparará por la espalda .... ¡ así es como hieren los cobardes ! . . . . Después .... ¡ah ! . .. , la vida de Pedro se ha salvado . . .. el honor de Clara se salvará también! .... Mas lueg0 un muerto!, un tirano menos y un bribón que va á · presidio por asesino! .... ¡ la liumanidad librada de dos mónstruos ! ... (Transicién) (Saco una cruz pequeña del stJno) ¡Oh! Dios, Dios mío! Perdóname si para llevará cabo mi proyecto invoco tu nombre y ayuda!. ... ·A tí me dirijo, Sefior, pues si es verdad que en el Calvario fuiste el Dios todo amor que perdonara á sus verdugos, es verdad que también fuiste~ el Dios indignado que redujo á escombros las ciudades de Péntapolis !.... ¡Ah l La mala semilla debe estirparse ! .... Tu obra de amor y misericordia, Señor, se hace imposible en tanto existan s~res sin conciencia, incapaces de cumplir tus divinos mandatos! . . . . ¡Ampárame Dios mío!. . . . Haz que un rayo de tu cólera infinita, un rayo de indignación santa, iluminando estas tinieblas, caiga sobre la frente de los malvados rúguilándol~s ! . . . . (Besa lo cruz: c6e de rodillos, elevando 188' manos junLils al cielo en ademár¡ suplican~¡ (El heso debe 1>er fuerte, de modo que se oigo) . .
•'
~·
I
BASILIO.
{Siu fijarse ~n el muerto)
La bala ha debido tFa.s pasarle el coi·azón. too s. (S~ dirige al fondo, derecha).
f
LUISA. ¡Al asesino !. ...
( Á Luisa) V a-
(Gritando)
(Señalando á Basilio)
ESCENA XII. DICHOS, ANDRES , AGUSTIN, POL~C-IAS. [En el momento :de e ~cuchatee la deto~ación , y el .srilo de Tito , sal e ~ ¡os policfas, Andrés y Aguslfn de HJ'S resP,ecl1vos esc?nd1les, querlando htic1a el fondo )' extremos, repartidos, in.terceptando la salida. de la escena.]
• ANDRES ¿ Que .es ésto ? LUISA.
(A Luisa)
(Señalando á Basilio)
(a
los guardias)
¡ Ese es .el asesino !
POLICIA
1 o (A BasiliO)
Dése preso. ANDRES. ¡Tito! ..•....
(Reconociendo aÍ muerto)
8o•
-
una compañera y la vida de un camarada merece que su · nombre sea bendecido eternamente! (Se orrodilla 1ote Luisa) • ¿ Có~o pagar tanto bien?
BA8ILIO ..
1
[Que intentó PSCapRr y e~h\ sujeto ·por el poli cla 'lº al oir el grito de An<lrt1s empuja con violencia al gunrdia. de~o~iendose de él, se !Moza 'sobre Luisa .}
Mé engañaste, miserable l . ....•
¡Ah! maldición.
LUISA.
(Huyendo hi1cia AKu~lf,n)
CLARA.
'
LUISA. AGUSTIN.
¡Quieto bandido!
MARIA.
BASILIO.
¡Tito ! .... mi mejor amigo .... mi ivotector !. . . . ¡ Creí matar á Pedro !. . . . . . . .~·.
•,
f
(Adelaot~ndo hacia ?I centro de I& escena en grupo con los c¡ue le ac·o mpoñan)
Pedro vive para perdonarte y compadecerte. (A Luisa) Luí-"· sa: le debo mi vida y el b~nor de Clara, y deudas .c omo esas no se pagan con sangre ni con sacrificios. ¡Pedro!
.
FLOk Y PETRA.
·------
(A "Luisa obrazaoclola)
PEDRO. La mujer que súpo defender el nonor
(Arrojíindose á los ·brazos de Morla)
CAE EL TELON.
FINAL:
La posi ~ión de los actores en este cuadro e• la siguiente : Flor y Petra á la izquierda: l\lnrla y Luisa obraznc!as á la dcrec~a, y junto ft ellos Andrt<s y AgusUn; Basilio ú los piés de Tito arrodillado :y custodiado por los Policlas; Clara y Peclro cogidos de la mano al frente y en primer término.
.
¡Luisa! ¡Todo lo sé!
LUISA. ¡Ah l. ...... .
CUADRO
(Emocionada) ~
0
(Por el íoro)
PEDRO.
LUISA.
LUISA. (Aparte 11 M?ria). ¡ Recuerda tu juramento l ...... ¡ Cállate ! ( Ap11rte) ¡ Qué ' tormento, madre mía!.: .... . PEDRO. (A L uisa). Sí, tiene usted razón. Luisa. (Se dirige 11 Clara. tom6ndola de la 1ñ11no y conduciéndola al frente de la P.scena) Mira: uno, (Por Tito), á la tumba ¡ otro, (señalando á Basilio), al presidio ¡ nosotros dos al altar, y después á luchar-por la REDENCION del elemento trabajador!
.
LUISA.
PETRA Y MARIA.
(Aparte 11 Luisa)
No: yo b.o consentiré tu sacrificio!
[H•r_P. esfuerzos desesperados y arrRstranclo consíl> i1 los gunr1lias se acrrTito a cuya cabecero se arrodilla] [l.os policlns le e coitan J
M á
DICHOS, CLARA, PEDRO, FLOR,
(Con tiistm) _
¿Yo? ..• , ¡nada! · (Como inspirncla) ¡Ah, sí l. ... (A l':lara) ¡que ames á Pedro, mucho, ¡mucho l haciéndole feliz cual se merece! Constituir un hogar ejemplo de virtudes y sei;i siempre dichosos. Es cuanto anhelo.
[.Ase 11 Basilio impidiendo que ésle dé olca~ cc ~ l .oisa. Ami.Jos ¡:uardias sujet~11 á Basilio.]
ESCENA XIII.
(it ·Luisa)
Hermana mía ¿qué ansías como muestra de 19_( gratitud_?
·Socorro!
¡Sí matarle, y . ....•
Sr -
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1
82 -
N"C>T.A.B:
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F;l áutor recomienda la mayor animació~ 'rdurante las cuatro ,escenas finales del Lí.ltimo acto . • Durante la escena del "meeting", del tercer acto, algunos trabajadores pueden aparecer comiendo pan , plátanos ú otra vianda. En.tre ellos figurarán chiquillos con Jatas, botijas, etc., con agua que reparten á los trabajadores. Por DERECH A é I ZQU IERDA se entenderán •siempre las del ac.tor. t
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HOME.NAJE.
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RECOPILACION
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DK TRABAJOS LITERARIOS DEDICADOS AL AUTOR CON MOTIVO DEL ESTRENO DEL DRAMf\. QUE ANTECEDE, -'LOS QUE EN ESTA EDICION SE PULBICAN COMO
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HOMENAJE DE GRATITUD QUE RINDE EL SEi:fOR
LIMON DE ARCE A SUS SIMPATIZADORES.
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~osé
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EN EL ES.TRENO DE SU DR;AM'A
REDENCIO. N. r.
1
J, · ,
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Nació muy pobre, en la falda De honrada, infeliz. obrera · 'Le acarició la pandera De su· padre, rbja y gualda; Sintió .crecer en su espalda Fuertes álas para el vuelo, Sintió el indomable anheló · De subir alto, muy alto; Y aquí le teneis, de un salto, Entre aplausos, ¡ en el cielo ! i ll~
.
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Armas hubol menester, Cual las de César, potentes, ¡ Qué son poco~ los valientes Que al llega~ logran vencer r Es necesario tener Mucha altura en el pensar, Mucho ¿uég9 para amar, Mu cho vigor ~l decir Para inspirar~e. escribir ¡ Y al primer drama triunfar !
.'
...
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YII
II .
Hasta el alma penetrar Y al público esclavizar Entre cadenas de amor.
La tibia brisa caldea Su frente y el s 1 riqueño, Y del laurel le b cen dueño ~n el campo de la idea; Estudia, medita créa Y del Pueblo an e el dolor Siente el dardo r,unzador En u espíritu 9Iavado, Y con la fe de ef víado Es del Pueblo r dentor. 1
VI ¡ Honor al bardo! él encierra En su ¡REDllNCION! hermosa Una página luctuosa De la histotia de mi tierra ..... Con la desventura en guerra, · Luchando con el pesar. En constante batallar Con el adverso destino Siguió del Arte el camino ¡Y fué arti ta sil!gular!
IV.
1 ~ Con su mano pienhec}lora Al oprimido Ievjanta Y canta con él, si canta, Y llora con él, sil llora, Forja su mente ¡creadora El drama que domina, Candente rayo 'ulniina Y vence en nobte combate: . ¡ ~ue, al fin, el j·ande se abate ! S1 el pequeño n se inclina ! .'
}
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'
Génio~· ~u~
_Solo al conquista Tierra, mar y · rmamento Con el ·poder d talento· . y el corazón de¡I artista, Ha dado Dios, on la vista ...-.--Vtgorosa del c ndor, Ver lejos .... e de~r~dor,
·.·,.
VII
f
Obreros! m1 voz le canta, Y mi voz jamás adula, Jamás pJácemes modula Hipócrita mi garganta; Si ante el s 1 q_ue se levanta Arrodillado me ven, Si, humildcl; inclino la sien, 1 Bajos.u glo ria preclara Es que comulgo ante el ara En que oficia Borinquén. M.
MARTI NEZ RO SSELLÓ •
Arec ibo. Abril 22 J e 19115.
Esta composición íu e recitada por su autor á la terminación de Ja represent ación.
IX
~~~~~~~~~ __________________________________________________________ : ________________
..
A MI QUERIDO HERMANO EN LETRAS 1
.
JOSÉ LIMO~ DE ARCE EN LA NOCH E DEL ESTREN<?
DE
1
SU ENSAYO D RAMAT ICO
· Para óbtep.er que un pueblo se conmueva vibrante de dolor ó de entusiasr¡.o, ¿cómo pudiste descubrir en dónde .. se hallaba oculto.el mi terioso ~nsalmo? Aún flota aquí tu inspiración envuelta en la onda sonora del dplauso, • aún de tu génio la efu ión ardiente llena con su onda azul este escenario, y en cada corazón que ha enternecido Y en cada sensación que ha provocado palpitan con ritmo de aleteo. · 1" . las voliciones de tu estf o mágico . ... Es que el pueblo ha sa1 ido comprenderte Y al ver q~e en sus dol res has mojado la pluma creadora que e brinda · luz que es á un tiempo ;providencia y faro; / al ver que tus esfuerzd talentosos diriges á salvarle del n ufragio, Y que, nuevo Sansón, e los derrumban el tenrpíoimbéeil de su dioses falsos, ese pueblo, que siempr es generosó,
. .
ese pueblo que siempre es ·levantado, . convierte en ovación sus gratitudes y te pr~clama triunfador en pago! .... Yo que so una parte de ese pueblo; yo que con él comparto sus días de placer, que son tan-cortos, sus días de dolor, que son tan largos. yo como él te rindo el homenaje del sentimiento sobre todos sacro, añadiendo ai ritual de la palmada el oficio divino del' abrazo! JO SÉ I)E (Recitada -á continuac ión d el cstre n(l por el
... '•
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FRA~t1scu
111'. SusoN1
J. ESTEVES.
t•onsecu~nte aini gd
Doctor Oon
A1111~;u) .
1'
¡ R.eden..oió:n ! DRAMA DE JOSE LIMON DE ARCE.
.
La miseria se paseaba triunfalmente, cojida del brazo de su fiel compañera; que es el hambre. La clase trabajadora sucumbia ·sin luchar, victima de la concupiscente burocracia, ·y el infeliz campesino i;ncl.inaba la: frente, ante la voz imperiosa del capatáz, ó caía de rodillas á la sola presencia del amo. Había hambre en los campos bañados de sol, en el a{Yra claro obscura, en la fábrica enñegrecida por el humo, en los talleres medio desiertos, en plena luz, en plena sombra. Hambre desde las vertient_e s del Loquillo, hasta el mar que besa con sus olas, los acantilados de San Juan. Había hambre, servidumbre y despotis'mo, en
t
.
.
.
XI
X
las ~umbres y en los valles, len las ciudades y en las aldeas. Los amos mandaban imperibsos x. los párias sometido&, obedecía sumisos al mas \eve capricho del señor Pensando en esa situaci 'n, no tan r.emota como parece, José Limón de A ce, e&cribió ·un drama . . Drama que conocimos de los primeros, así éomo tambien fuimos los pri eros en aplaudir. No borroneamos, estas cuartillas, pretendiendo hacer una cr ' tica suscinta, de la creación del poeta. Saldrán á la luz pública, debido á la suges tiva impresión, que deja el drama, despues de lei·do y meditado. Es tal su índole, a1:;>a11Ca horizontes tan grandes el argumento, que es para hecho de un libro extenso y no á los efectos escénicos y campo limitadisimo de nuestro T batro". flor· qué? Hay nada más hermoso, más san~o y más gra.n~e, que la reivindicación de la Patrüi., por el único esfuerzo de sus buenos hijos? · Dentro, •pues, del circuito de la escena, José Limón de Arce, creó una gran obra. Hermanó la brutalidad de la vida, con el ideal de su alma enamorada. Fundió en el crisol de la fantasía, barro y oro, vicio y amor, y el compuesto; ese cuerpo estraño, salió hermoso y pasional, como deben ser ·1as 9bras ~e los poetas que si~ nte? el arte; . Un poe·ta que no ignora, que en la.1reahdad prox1ma, inmediata y brutal, no cristqliza la 1·orn.a de..mudn. de que .nos habla Stlir:nda.l y busca en las doradas lejanías del alma en el confin de lo soñado esa comple ja poesía de los tiempos modernos, alegremente do_lorosa, dolorosamente alegr~. que aco.mpaña un minuto el canto m elancólico efe Leopardi. Un poeta que añada al sentimiento d¿ madre y las emociones del amor, y la noción sagrada de Patria, con la tiranía, el hon _ y la lujuri~ . Un poeta que con esos eleme tos forma un dr ma., y el drama exal ta á la multitud y la rnultit d p~ensa en.su libera-
j•
~·
c10n ....... es un genio que surge y un combatiente resueho. ¡ Salve poeta ! ¡ Salve P.aladín ! Pero lo mejor que tiene "REDENCION ", es la Teoría optimista que desarrolla. ¡ Ah! Qué día hermoso, aq el día en que el pueblo se redima por su esfuerzo heróico ! Qué implacable et poeta y qué valiente, al penetrar hasta la entrañ'a misma del mal social que nos afüje ! No retrocede ante infame aberración del espíritu y de la carne y después de estttdiar las prostituciones de los fuertes, el servilismo de la clase media y la debilidad del pobre. abarca de golpe los vicios todos de nuestra sociedad, para arrojárselos al rostro Valiente profesa el axioma de Zola. La verdad t1·i111~f(11·ú, la esencia triw1f'r.trá, la vida triunfará . ___. __· · No faltó, quien se asustase, de ·UD drama escrito por un obrero y dedicado al obrero pueblo. Alguie.h, sin conocerlo, lo juzgq inmoral y pert rbador de la paz pública. A esos pusilámines y á esos , .. timoratos les diré, que el drama "Redenciói;i" es humano y moralizador, porque el principal medio, f para moralizar las sociedades, es c.onoce1· todo lo que pasa en la rnv ltitud de un pueblo, para p'l·emia1· lo bueno ' y ana.ternat?'za1· lo 1/1.alo. El drama "Redención", es una página n egra, arrancada de la vida del pueblo puertorriqueño. Lµr s
CESTERO .MONCLOVA.
(Publicado en el periódi co «El Duenrle •., <le Arec ibo).
DES.PUES DEL DRAMA. A LIMON
DE
ARCE .:
I
Verde corona á tu sien, Vivo aplauso atronador, De todo un pueblo el amor Traducido en parabién.
~
XIH
XII
í Qué bella 1 vida así! · Dirías lleno d gozo ¡Cuánta luz ! ¡cuánto alborozo Contemplo cer de mí !
'"D1os favorece á los malos CÜando son más que los buenos"
•
III Si·el génio en tu frente arde A nada Jebes temer, Porque siempre has de vencer Al que te aceche cobarde.
Más observ que tn risa Se salpicó con n llanto: 'r ¡Siempre se uili con ,el canto El dolor que artiriza ! · " ·De tus ojos, en montón Informe , lágri as purru:;, Ayes de tus d sventuras,Subián del corazón, /
.
......
\
IV
Que al resblar por tu faz Con tu risa se undían 1 Y enemigos p ecían Abrazándose la paz.. .. II " Con el glori so laurel Que ciñeron á 1 u frente Del pueblo qul sufre y siente Iba el alma gr · nde y fiel. ..._
f
·Que lo cons rves, deséan Los mismos qJ.e te lo han dado, Más ocúltalo; lidado, ¡ Tén cuidado o lo véan !
Pero tan pro to la suerte O sus méritos ie elevan No es estraño ue le lluevan Lo enemigos muerte, Por eso el ~ emio gua~dado Debe de estar, temeroso . Su dueño, que es peligroso Ser un hombr renombrado.
·------pues desde .os sarracenos De la historia
e los palos ¡
.
.,
~,
Lucha con fé y persevera Sin que tiemble el corazón, Que el grito de REDENCION Ya repercute en la esfera; · Más si venciste en la.lidia Aun no esperes descansar, Que ahora empiezas á luchar Gon ·1a sierpe de la envidia.
f
. ;
M.
MARTINEZ
RossELLO.
Abril 25, 1905
--~--
Pues mientr s no vale nada El hombre sob e la Tierra, Nadie le declara guerra, Ni le aguarda· n emboscada;
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Que él con agudo puñal Y tú con vibrante pluma Se verá de quien en suma Es la victoria final.
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