Revista Blanca (14 nov. 1897)

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Núx. Y

Maractez, Novremere 14 De 1897.

'Añe Hu.

LA REVISTA BLANG BEriódiCO

Etístico

Y

Sitezazio —= A

» . SCA

z AAA

z

“FLORES Y ESTRELLA Las flores amo con pasión : las miro

El sol de

Brotar doquier espléndidas ; Rosas, nardos. en campo de esmeraldas; En campo azul, estrellas.

Z

<A AA

fuego envuelve con sus rayos

Las flores de la tierra, Y con tintes del iris se coloran, Y en perfumes sé anegan.

La for del ciélo su corola para

¿Porquelasaimotanto? Por

su seno luz vierteos Y regdeuer

de las El resplandor

Abre

entre sombras densas, .

O

AA

.

ESAS

|

En el alma algo de ellas :

Y el suave

Estela Mangual

estrel as

E

—flores,

de la flor

—estrella

y Cesteros

10%


AISTEVE

de y azul; —dime, abuela, ¿qué es una Revo:

continuó hablando:

lución ?

A —No hay remedio! Moriré italy como soy, sin haber cam-

biado,

pobre alma

—Cállate,

inquieta y

nunca

Sf; tal y como me hizo mi abuela

dejado en

“Todavía la veo. Escultural, «le facciones romanas, los cabellos negros á pe-

sar de sus sesenta años.

La

gente

redondos,

mes, blasonados cerca del inúscula placa de

lóbulo

de olvido. gua

esmalte blanto y

“Al'

mismo: tiempo

que

su

“Erán

narraciones

y la

“Cuando por casualidad, (una

que

dejaba

atónito.

refractarzo? - ¡ Porque los

cuatro

os veinte

de

bailes al Y luego,

blancos que

casua-

Aldeanos

«que partían para

Sobre el camino de Valence, el papa,

las mujeres el. polvo.

y £ los

niños

arrodillados

en

*Todo eso, con el papa prisionero, pertenecía al activo de la República que se.

me aparecía como un tiempo formidable : prestigioso... Afortunadamente, á mi sali

da del colegio los programas se detenían

en la muertede Luis XV: Conun

¿Y por qué,

pro. :> fesor de historia como

veces; »escaladola vieja

que

diciendo, desde el interior de su carroza, 4

ó cinco

á.riesgo

la

pasaba prisionero y vestido de blanco, ben-

¿ Porqué.

una escapada

(habíamos,

en

guerra y volvían arrastrando su sable, « plumas tricolores y charreteras de jefe,

| ros de lo que ella llamaba nuestras cara-

adherentes?

:

mi-

al

hubiiera pasadó nunca de bachiller. * ».'JEl díade las confidencias con:

das, en voz muy baja, como temiendo oio

ema injuria—de hijo de tres

guillotina. Prendían á los nob sacerdotes y los llevaban hast:

bue y

re-

Sa le pregunté cuando n porque sus más

sabánp

á ela misma, mi abuela me. hablaba

en donde el verdug > los

también á las . Oh,

abue

mata

|

E

cojer los pichones fugitivos alo-

hendiduras) por qué me trató

Las iglesias vendidas; los po-

florecen.

galopines despeinados, ordinarios compa-

jente escesiva

desgarra-

cosas de la - Repú-=

miste-

- decía ella, “Yo comprendía á Mandrin, pero lo dé. ,

e todo á causa

contaba—

sin transición, la vuelta de los Borbones una canción provenzal hablando de la paz

lidad 4 menudo renovada) hacía yo novillos, prefiriendo la sociedad de los mirlos á la de mis profesores. : —“Ah, el Mandrin !, el Refractario!—

das, eran mis

me

una

sobre la tierra y de guisantes

palabras desconocidas,

me

y entonces

bres enriquecidos de súbito; los rededor del ¿rbol de libertad.

riosas para mí.

refractario

se desataba

su espíritu,

imagen con

una necesidad

blica y del Imperio que ella confundía

recuerdo ciertas maneras de hablar que había guardado de la época antigua y de Jas extraordinarias meció mi infancia.

oscuros y

embargo, algunas veces su len-

dura de las nubes—las

azul,

ancha cinta rosada. E

recuerdos

visiones vistas á través de

una

evaba lá cóña en forma de concha .

“Sin

enor-

de

¡con

espanto traducióndose por

la lla-

la mariposa de

oro al cuello y los aretes

ella,

turbados, más que un sentimiento de vago

-maba, siempre, como antes, la bella Laura.

Ella €s la última que con

No se habla.

“Como sucede -con casi todos los vie: jos, los años trágicos de fines del siglo pasado y de principios de éste, no habían

complicada, llena de contradictorias conyicciones, de sentimientos que se combaten.

=

niño, cállate!

de eso,

a GO


a

nl

linas Agata y las. doce hermanas. las al mismo tiempo + ae | ra una narración terrífica. aquella época,

“En

los viejos

niño,

ticos.

Más allá de los fosos,

al red=dur de la ciudad, no había más que conventos cercados de altos y gruesos

muros, rodeados de grandes jardines : dos

los Cordeleros, los |; Santa

Capuchinos,

De todos esos María y santa Clara, conventos, ya no queda hoy más que SanEn el jardín de Santa Ursula,

ta Ursula.

y sus

la Babet Myon siembra sus ríbanos

ensaladas y en lo que era la

capilla Anto-

nio Lebre tiene un café.

—“Es cierto, abuela, que cuando Antonio Lebre ha querido abrir hoyos se ha encontrado con un subterráneo lleno de

esqueletos encadenados ? Yo he visto los huesos y las --"Si, Los albañiles llamados para re-, cadenas. conocerlo hallaron también derrumvando el muro, infelices, emparedadas vivas.

“Y

porqué?

— “Silencio, niño; Había, pues, de eso.

no se habla nunca en Santa Ursula,

cuando la República cerró los- conventos, once monjas nada más, con sor Agata por superiora. ¡ Y sor Agata era tan vieja! Se acercaba á los cien años!. No veía ni

“oía casi ya.

De tal manera, que en la misa,

ú la hora de los oficios, una hermana

tenia

que avisarle, tirándole del vestido, para Sí, era cieque se levantara y se sentara,

ya y sorda ya.

Sin embargo, no comple-

tamente sorda, porque en el

momento

de

alameda de úlamos.

y gracia

Gentes de aqui lo

Doce hermanas tan segurasde mo-

rir y tan dulcemente resignadas. Sor Agata

cantaba también.

Le habían ocultado su

muerte y se imaginaba estar en la Sor Agata debía morir la última.

despojado de todo ¡ las hermanas, de una lla, que dida en —oye,

legó su turno ¡ sor Agata, la hermana sacristana, tocó la campanillita. Sor Agata,

creyendo asistir en la misa á la Elevación. se arrodilló, bajó la cabeza y el verdugo se la separó del tronco ... —'“Ciertamente — concluyó. Esteve

viéndonos sonreir —ciertamente que |, cosas no han podido pasar así, y. mi poe abuela soñaba cuando me contaba esta

toria. Pero ellala creía exacta, pues había nacido en un país en donde no se tenía más que una idea muy vaga de la guillotina

no se atrevían á llevar-

a. Perólassor Ágata se obsse á sor Agat mpañar á

- tinóen aco ES

eS

i

y

en donde persistía algún lejano y flotante recuerdo de las ej=cuciones por el hacha. Pero es asi como se forman las leyendas.

Nacidas del

sentimiento, no

tienen

e

que ver con la lógica, y las menos verosfmiles se im2318n á veses más aprisa y psnetran mís profundamente. En su sencillez

hoy infantil, ésta mz hacía llorar, Todavía me conmueve.

Mis razonamientos no pue-

den nada contra ésto. Da tal modo, que

pensaba,

der e

'escepto

que te lo he contado—entonces, cuandole

Algo nilla. do atención

dejaba en lo demás diriyir como una niña. ms culottes que fueron á pren“Lol |

iglesia. Hablan

campanillita de plata, la de la capila hermana sasristana tenía esconsu bolsillo. Y entonces, conmovida niño, y no llores como otras. veces

especial distinguía el sonido de la campa-

déoil de espíritu y no prestanmás que á las oraciones, se

gran lás-

Aquello inspiró una

han visto.

con cuarenta años que ten paco en Dios y en el Diablo e

alzar el cáliz, quizá por milagro

la bóve

de un antiguo arco de triunfo, al hn de una

baluartes estaban de pié y los arrabales no - tima. estaban fabricados.

El cadalso se alzaba bajo

revoluciones

creyen

distintas de las

4 menudo, en el fo

se despierta

un

cet

tempestuoso cielo del < lámpagos, se dibuja la

silu

horas la gran voz de ag

d

arrodillada.

Y a

pesar de

para no dejarme oir más mero de la campa

que:

todo, true

>


LALA.

pa is

|

Tú eres grande, á poe de ta a, | Y te levantas con fulgor divino, exid De cara al

:

sol y con la frente erguida.

I

:

ER

M0

Antes quetú me moriré: mi iacuerpo

|

. —Bajará al seno de la oscura fosa,

|

Pero el alma, triunfante como Cristo.

.

Trá á tu corazón cantando; ¡Gloria !

e 5

Contemplando

| | la tierra removida

He “Ha mueró to![dirá el mundo)““Aqui reposa!” | , e ;

—IÓ h ciegos (dirás tú), ¿pensais que he A Vide ió

EE” Ecos

as

PE dEl

í

sol era

SOM ón para mí sola 11

d

pe de MO

dba io

- Llegais muy tarde;

Pue: torriqucño A

:

Cou tanta angustiael corazón? ¿Qué herida -Inf laye en todo su organismo ahora

Para cegar las fuentes de su vida?

O el angel bello que á los astros guía

pasad!

Perdió en su viage colosal

Ni dulce murmurar las anchas olas?

Pe

E

- MI ' | ; unDel beso , uno eno. él encierra alma todosolo el : fuep

-¿ A qué dicha mayor aspirar puedo ? Mamñe. uel M' SAMA. rs pa | pié

e

ne”. E

hs

di

¿No esmaltan ya sus arpas los poetas

Gon rosas y claveles y amapolas!

dE ¡Nada 3 perdido el casi uns 1g est m. unladarmo onía 2 to Y sin embargo, .

con afán lloramos sa

a

Viendo la sombra difandirse impía!

|

'

o

o.0

_ ¡Cuántas escenas de dolor, escenas Donde falta la fé y el crimen ysobr a!

¡Todas de sombra, y amenazas llenas Del torvo Rey de los abismos, obra!

pueBlo ] Het eno.

AN

las alas?

¿¡No tienen ya ya perf perf umes las las viol viole e tas

Si abrasado de amor muero en tus brazos

A

;

Su don sublime, sus preciosas galas,

ibid

ESA

|

¿Porqué en el siglo en que vivimos, llora

E

Po Dame

:

y?

¿Perdió acaso, la humana fantasía

"A,

E Pilad. ¡oh sueños ! pasad!

poa

LA NUing EVe A FÉ

|

dde

, id :3 desire está lleno

8 Para o . sd da

Ferdinand CESTERO

e

luchan los pueblos valerosos mer al revés dela fortuna, 708 hijos que el valor'admira

y Pro yérguense gloriosos,

¿Dónde aquella atracción del idealismo

Y él lazo paternal de los

creynts?

¿Porqué 'impera en el mundo el egoismo ¿Po

rqué una masa tal de indiferente dE | ! e O ¿Porqué -el dead nos

Del que viera marchita

E


¡Oh imagen

¡ Que cuando suene ya mi dina E A ros de sombra sumergido, o de la luz le mata el alma

ndolo sin luz, y descreído.

un remedio para tantos males :

Poralece las propias energías:

la fé que ostenta por in Sentir Grandes acciones y creencias pías.

De ella puede nacer la nueva idea : De ella puede brotar vida más pura, Alto rapto á la razón, que crea, Y al corazón, que es fuente de ternura. De ella tiimbien conquistas asombrosas

Quo trasformen en Ley la inteligencia ; esparzan más perfumes en las rosas

Que nacen donde nace la conciencia. 0.0

¡ Núme abablóbea, no: lucha

El fin ignoro que podrá n por ven Séque hay dudas que de salw Y tú sagrada cruz. de

Puertorriqueño.

Ramón

M'

BALBINO EL BANDOLE Ni un instante , vaciló a Arí

:

ojalá llegue tan hermosa hora,

Y el siglo se prosterne arrepentido De tanta tentativa corruptora de tanto y tanto anhelo pervertido ' reine augusto, indivisible y solo

El sentido moral, muerta la guerra, Grande la humanidad de polo á polo, Huminando el bien, toda la tierra! o

Cubano.

Antonio VINAJERAS

AAA

Junto

OA

ú una Cruz

cultad, pues l puert.

:

sólo con un sencillo picaporte. -

He aquí el cuadro que 4 su vista

ofreció.

En un aposento bastante | amueblado con cierta

una lujosa base en el fondo rro y os

un

de treinta años,cuya

p

mostraba que

st

de esto y de la espesa

Eos eu

c

Í

rostro, la delicadeza y P

- Para La Revista Blanca. _-——

en

medio del camino

br e AAA

Y

Yo también llevo la apogeo” La cruz pesada de _ e?

digno funcionario.

Q

¡Y

Cruz sacrosanta' ¡pordillem un . S

Ví qué marchabas de infortenio llena:

o oo

Ha:

Y de mi lado huya El amigo prostrero, si nos queda, De modo alegre la pupila pueda Junto al lecho mirarla sombra tuya!


ct

|

la mesa ye

de:noche como y

A.

pei

si bus-

lero y dijo

Es

Entoncesel Jete, adivinando sus in=— fuga, y que lo seguiré 4. e quiera conducirmel,¿.. >: E Llevóseel Jefe un silbato: ú la “boca, Jacé ustedel menor movimieny á su sonidose: presentó inmediata elo la tapa de los sesos!.... el Sub-inspector, rewelver en man mente o. gI6 el enfermo una rápida mirada —/ Recoja usted á los vigilantes Bla; y comprendiendo por la fisono-: rodean la casa y retírense todos á la ) Éste que cumpliría sin' vacilar su tura, esperando allí mis órdenes. a, dejóse.caer sobre la almohada, ¡Miró el Sub-inspector asombrade E lamando: su

- tencio avanzó nes resueltam, ente dos pasos pe

03

:

..

4

pS

NS

energía:

Ys

>

:

AA

AE

dio

¡Está bien..

.me- doy

preso!:....

de usted, sí gusta, bajar el cuñón de

o

sa arma, puesto que desde este momento ásu disposición. E —Es lo mejor que puede usted haer Si Jete bajandoel real. Ñ

SJLO'

ver, si bien cónservándolo en ¿ú 'manó—

; Aunque consiguiera librarse de mí, cosa algo

difícil,

caería

usted

irremisiblemente

»en manos de mis ajentes

que

rodean

por

completo esta casa, | | « —Ya le he dicho 4 usted que me haHo-4.sus órdenes:

+

.. ¡y lo

Ce Balbino, lo cumple!

BO

-

—se sirva tomiar.asiento

que una vez di-

uégole - conentre

tanto

en

ropas

mexvisto . - pues supongo no pretenderá

. Msted conducirme

á: la prisión

Y se sonrió imperceptiblemente.

E —No señor; puede usted vestirse con toda tranquilidad ....más es---añadió

el Jefe mirando fijamente á Balbino—para

gue vea: ..sted que comprendo y sé apreciar las condiciones de la persona con quien estoy «hablando, no tengo inconveniente, si

usted me dá su palabra

de honor

de no

entar.la fuga, en despedir á los ajentes abajo esperan mis órdenes y conducir-

sasteil yo solo y sin aparato de isión que ha de ocupar.

fuerza

4jó un momento Balbino sus ojos

Jete y.en su «mirada reflejábase el to que le habian causado tales pala-

y le come un hombre valida y se-

ina con tanta facilidad 4 otro que

5

SS

Jefe y nose movió de la puerta, . —¡ Obedezca usted ! —añadió "el últi mo enérgicamente,

inclinó el primero

replicar retiróse para

aquella órden, mó

la cabeza,

y sia

>

dar cumplimiento ¿>

ú su parecer tañ estrañ Una vez sulos Balbino y el Jefe, a, to

asiento éste en el sufá, int erín aquel se

vestía.

¡Señor

Inspector—exclamó

al propio tiempo que continuaba

e

a a

Balbino

te—voy á dirigir á usted una su toiletEy espero «Je su bondád que accede són rá £ ella.

,

T—diempre que no se oponga al cu m:

plimiento de mi deber... —No señor; sin faltar puede usted complacerme.

en nada

—Usted dirá.

A á él, Es

E -—¿Quién ha sido la persona que descubrió á la Policía mi paradero? | V aciló un momento el Jefe en contes: tar, mus alfin dijo: —Lia persona que

;

E me indicó donde

usted se hallaba, fué... .su propia am ante —¡ Mar ía l,

..¡Ah.:. infelizr. E

sospechaba al no verla á mi lado en

momentos L...<.

— Espero que usted

E

E

estos

no hará uso

esta confidentia, que le hago su caballerosidad ....... .

confiado | $

—Esté Ud tranquilo; lo úni co que suplico es que'Antes de conducirm e

prisión me permita hablarla_un

en' presen de ci usated... "No

ahí, ...em

jefe.

hay

inconveñien

la: sala...

,

Lo

¡Maria!

+


SRA

S

doloroso silencio, que dl cabo n Balbino para decir al Inspector —Vamos, cahallero!'. ez

ros-

ac MuoRoro: y ocultando el | — tra entre sus manos. con

ahe

Demosfin cuanto

un nroméñto de penoso silencio, . lo suplico,

- Hubo

decir con profunda p6ua: — —¡Ingrata!

conocimieto—dejémosla ahí, que harto castigada queda con los remordimientos

...; Así pagas el inmen-

que para tí guardaba mi pecho!. . so tariño | ú los sacrides ¡ Dee esa manera corre ler, ue pór tí me he impuesto !.. .¿Qué yo,dí, para que tan

te

que su acción ha de producirle ! ... — Vamos, pues! —contesto el Jefe.

pronto olvidá-

juntosá la calle, Se diri

Y saliendo

antiguos,

gieron, como dos

...

ras tus juramentos deamor?

m

támo

á esta esceria que

aña ..A esa desgraciada atormenta! dió señalando 4 María que continuaba:

volver á

para

el cual interrumpió Balbino

3

alterada :

próximo cuartel de

María continuaba sollozando'sin con-

Infan

tal, conocidos donde

, €n

osición d testar; mas aloir aquella voz cuya tristeza Balbino: quedó preso yá disp debía llegarle al alma, no pudo resistir más, . las Autoridades militares, por quiéñes el

y, alzando resueltamente

mó :

excla-

la cabeza

¡ te he

—¡ Pues bien, sí, es cierto !

co.

¡te he entregado á las autoporque tú eres un falso!....

¡porque tú me has engañado !.... —;¡ Porque

mujer !....

-

-—¡A otra

ñando!

he engañado

te

¿Qué ¿Cuando

mujer! ...¡tú

tienes la prueba —añadió

o.

-

Jaquíl

yo?....

con

exaltación,

antes

Policía—;¡ atrévete

á esta

pital logró Balbino

aquí

y sinó,

á

mujer !....¡ Tú

.y desmiénteme!....

Fijo Balbino sus asombrados ojos en

aquella dez

fotografía,

y al

reconocerla

mortal invadió todo su

una

rostro, ca-

endo sin aliento sobre una silla. —pudo por —¡ Desgraciada! *. ¿sabes

cumplirse.

sentencia, pues antes de llegar á

- .tá propia mano así lo. estampa

— ¡Mira

.o. so.

No pudo, sin embargo,

so-

estás

el retrato que

enseñara al Jefe de amas

...

de se le habían seguido, recibióse orden que Balbino el bandolero fuese trasladado 4 la Coruña con objeto de sufrir la última

...¡yo no amo á nadie más que

que

01.0%»...

Poco tiempo después y” falladas en

pena, ú que había sido condenado.

á t, y ¿mi familia! ... ¡Eso es: mentira !

repar negar

dro...

Consejo de guerra las distintas causas que

“sacandode su seno

:

taha reclamado.

fn de

tugarse, 1

audacia.

relieve una vez más “su sereni

Fuga aquella por todos múy com Custodiab tada, pues nada menos que lo

en su viaje como nos cien hombres. ge Súpose que había lie cuya frontera franceensa,

Nación

.

Se

4

nó, y, desde entorices, no se volvi0 ronunciar su nombre, sino *

re a pará E

dar las hazañas de su vida de ba Stbre, 1897.

a",

O

«

E

1

-


pera tu venida:

éfiro y al huérto dasla vida.

-——Laaurora nacarada - Desdeña esquiva la purpúrea rosa,

Que corrió por los gonces de la aldaba.

+ Alla tierra inclinada: E abeja silenciosa E Ni en tórno gira, nien la flor se posa.

E%

Ni:á su ennsorte halaga

Aquí

el roble copado

:

Blanda sombra nos presta,

-. Y en mi regazo pasarás la siesta. 2

Yo duermo en mi morada:

- Mas del Esposo, el corazón velando, Espera la llegada, ¿ Ya of su acento blando: El Esposo á mi puerta está llamando.

Doncellas de Judéa,

-

|

Con su adorada esquivo,

e

Que ya morada y lecho le apercibo.

— ==

¿Conoceis por ventura,

Castas doncellas, á mi Esposo Gallarda es su figura

Como el cedro eminente,

; ausente? |

Y bruñido marfil su tersa frente.

Conocercis quién sea,

Si al verle os encendeis en fuego vivo. Traedme al fugitivo; .

. Abre, Esposa querida;

s, no, consuelo mio; detenga 0 teAbrem e por tu vida,

E

a

Que amor y Esposa y lecho le apercibo,

Ventura dela VEGA —

Que yorto estoy de frío,

s cabellos cubiertos de rocío,

ISOLINA

LA ESPOSA

11 ¡Que el desnudo peeho aire

sacar,

/080

amado,

ue. el pié delicado . al pavimento helado!

E

Si por dicha encontrais mi fugitivo, Decidle que no sea

Donucellas de Judéa,

EL ESPOSO

E

Y ramerilla pobre me creyeron.

En mi seno amoroso;

El sol ardiente tus mejillas tuesta:

Pa

Como sola me vieron,

: . Ven, que si tú no asomas, Sim tí mi seno es huerto sin aromas.

+

SEE

Los guardas me encontraron

Esposo;

Ven, que por ese prado

dE

Que la ciudad custodian, y me hirieron, Y el manto me quitaron;

: Ven á gustar las sazonadas pomas,

>

ido

ES

Llámalo, ¡y no responde á mi gemido!

Entre las gayas flores, Desplegando sus alas de colores.

i

ld E

jay triste! ¡y era

Mi acento dolorido

El ruiseñor, sin tí, cantando amores; + Ni mariposa vaga

Ven á tu huerto,

o me es

Celoso y despechado!

|

:

Mas el Esposo unbado

E

+.

La invité y ella obedeció, A

dulcísima, y, AS

Ue

sentase 4 ú quese O A

ex

mil:


ojos se humedecían y su

hija; no—respondíle—ningún Tranquilízate por ese lado.

Con voz balbuciente, contestóme:; —Señor, todo lo que usté ha

muy difícil de comprender para mí, pel

Además,

hijas,

si no estoy desquivocada, yo creo pa este instante algo de lo que usté dice, '

quetú le serás útil á ellos, pues supongo que sabrás coser, planchar y hacer todos | los oficios de una casa. —¡Oh, sí señor! Y tocante Í eso no

el fondo de mi corazón ....

Y su mano

JT

mu-

...? «—¡Y estás contenta, Isolina Ay,— señor; eso no me lo pregunte ¿no me lo conoce en el semusté á mí blante....? Nunca he sío tan feliz ....

Isolina,

—-Díme,

que más

ú nadie en el mundo? Ella, sin inmutarse, contestó; —Como no, señor; he amado

pobres padres,

á Turquesa,

dida que avanzaba el crepúsculo. M. GONZALEZ GARCIA. [ Concluirú]

LIRA EXTRANJERA |

lo mas linda que se me murió, y á uslé, señor, que ha 'sío muy bueno «onmigo, Tan inocente

salida

me

La Tumba def sofdado

desconcertó

algún tanto; pero no hizo mas que avivar la pasión que sentía por aquella mujer, con voz algo emocionada, repliquéle,

<Isolina; no es ese el amor á que

me refiero: te pregunto por ese otro

y

yo

umor

ue sostiene al universo; por ese afecto tiernísimo que se siente en el corazón y no - puede explicarse; por ese dulce sentimiento que hace que dos

se comprendan, inefables y en jamás se llegan se enciende |

conocerse

almas, sin

envolviéndolas en dichas goces desconocidos que á extinguir; por esa llama al soplo de un solo suspi-

roó al contacto de una sola

mirada;

invadey subyuga los sentidos, obligán-

10

cia hasta

br ese amor yo

á

perder

e «quiero saber si tú lo has

EE

que de lívida luz la Sora

del negro terranova,

compañero jovial del

regimie:

resuenan los a:

por los ecos del valle rep

Llora sobre la tumbad tosco de y bajo aquella craz

lame el césped aún ensangren

y

aguarda el fin de van p eses después, los br ronda Mn oaaYv

el valle, campo de batalla Las cruces de la

la

te pregunto,

JS

| vencedor ejdrcitó la cumbre E salvó de la montaña A y en el ya solitario camp:

por

ese sentimiento, oculto enlo más recóndito de nuestro sér, y que, cuando se manifies-

ta,

altos

los

das, que se extinguían poco á poco á me-

perrita

una

A

picachos, encendiéndoles en vivas llamara=

mis

á

luz sobre

beraba la vespertina

amado

has

y el

cielo, revestido de roja vestimenta,

le dije:

¿tú no

ES

entre ¡las

fuego, hacia el confin del horizonte,

No pude contenerme, y estrechándole

una de sus diminutas manos,

e

su alma virginal. | E decli= tarde la En aquellos momentos naba; el sol se hundia hecho una ascua de

|

La miré fijamente y comprendí decía verdad: su rostro indicaba la completa satisfacción.

estremeció

se

Es eS o Sd

mías, para demostrarme que era verdad 5 aquella cortfesión inocente, arrancada de:

les pesará, pues como me crié probe,conozco

todos los oficios que puede jaser una

dich

y

Eos te han recibido con muchisimo gusto, y te tendrán en su -casa mientras vivan como á cualquiera de sus

O

cubría de ligero carmín.

»

No; juicio.

¡Uh:,

no; so bre la

tumba ya tu

1

|


rn

==

A

E

] e

halos

das la vida. SÓ

2

La aurora nacarada

7

Desdeña esquiva la pos

_ Mi mano

rosa,

|

y

Ni mariposa vaga

SY

Yo duermo en mi morada; Mas del el corazón velando,

- Espera la llegada,

| Ya of su acento blando: — - El Esposo á mi puerta está llamando,

:

Abre,

Esposa querida;

s cabellos cubiertos de rocío. LA ESPOSA y! ¡Queel desnudo pecho Aire

sacar,

os

e

Doncellas de Judéa,

Si por dicha encontrais mi fugitivo, -

Decidle que no sea -

Con su adorada esquivo,

ES

Que ya morada y lecho le apercibo.

>=

¿Conoceis por ventura, A Castas doncellas, á mi Esposo ausente?

Gallarda es su figura

Como el cedro eminente,

Y bruñido marfil su tersa frente.”

3

Conocercis quiéa sea,

Si al verle os encendeis en fuego vivo.

) te-detengas, no, consuelo mio;

: ¿Abreme por tu vida, | pero estoy de frío,

amado,

caliente leche eel pié delicado pavimento helado!

e

ASADE7 EN

Doncellas de Judéa, | Traedme al fugitivo; . opa Que amor y Esposa y lecho le apercibo.

FL ESPOSO

:

:

Como sola me vieron,

Ven, que si tú no asomas,

Aquí el roble copado Blanda sombra nos presta, Y en mi regazo pasarás la siesta.

o me esperaba, ¡ay triste! ¡y era ido Celuso

Y ramerilla pobre me creyeron.

Sin tí mi seno es huerto sin aromas.

de

E

Y el manto me quitaron;

Ven á tu huerto, Esposo; á gustar las sazonadas pomas,

sol ardiente tus mejillas tuesta:

e

Que la ciudad custodian, y me hirieron,

En mi seno amoroso;

Jl

de

Los guardas mie encontraron

esplegando sus alas de colores.

Ven, que por ese prado

Mas el Esposo amado

ES

Llámalo, ¡y no responde á mi gemido! ES

Entre las gayas flores,

E

+ >

y despechado! Mi acento dolorido

á su ennsorte halaga

El ruiseñor, sin tí, cantando amores;

Ven

d DO,

Que corrió por los gonces de la aldaba.

> A. la tierra inclinada: La abeja silenciosa E Ni en torno gira, ni en la flor se posa. Ni

>

- Ventura de la VEGA ———

A

AAA

ISOLINA:

18

La invité d que se sentase 4 mi lado, y ella obedeció,

A

E creeo

e


-—

ARCA

e:

no—respondíle—ningún

hija;

No;

todos

Sn,

mu-

Ay ,— señor;

usté á mí blante ...? La

Isolina,

—Como

no, señor;

ú nadie en el mundo? Ella, sin inmutarse, contestó: bres padres,

á Turquesa,

una

perrita

y

á uslé,

murió,

lo mas linda que se me

mis

á

he amado

señor, que ha'sío muy bueno «onmigo,

desconcertó

me

Tan inocente salida

avivar

algún tanto; pero no hizo mas que la pisión que sentía por aquella

con voz algo emocionada,

mujer,

repliquéle.

—Isolina; no es ese el amor á que

y yo

me refiero: te pregunto por ese otro umor ue sostiene al

universo;

ese

por

afecto

tiernísimo que se siente en el corazón y no

-. puede explicarse; por ese dulce sentimien-to que hace que dos

conocerse

almas, sin

se comprendan, envolviéndolas en dichas inefables y en goces desconocidos que

- jamás se llegan á extiñguir;

por esa llama

qUe se enciende al soplo de un solo suspiro.óal contacto de una sola mirada; por

ese sentimiento, oculto en lo más recóndito de nuestro sér, y que, cuando se manifiesta, invade y subyuga los sentidos, obligán“ffecuencia

hasta

á

perder

NN

Ass

dida que avanzaba el crepúsculo. M. GONZALEZ GARCIA. [ Concluirú]

amado

has

y

das, que se extinguían poco á poco á me-

le dije:

¿tú no

——Díme,

Y

cielo, revestido de roja vestimenta, revef= beraba la vespertina luz sobre los-altos picachos, encendiéndoles en vivas llamara-=

decia verdad: su rostro indicaba la más completa satisfacción, No pade contenerme, y estrechándole una de sus diminutas manos,

de]

:

fuego, hacia el confin del horizonte,

que

comprendí

y

arrancada

naba; el sol se hundia hecho una ascua de

¿no me'lo conoce en el sem. Nunca he sío tan feliz ....

miré fijamente

aquella confesión inocente,

En aquellos momentos la tarde decli-.

me lo pregunte

eso no

usté dice, en

su alma virginal.

...?

«—¡ Y estás contenta, Isolina

este instante algo de lo que

E el fondo de mi corazón .... “Y su mano se estremeció entre las” mías, para demostrarme que era verdad |

les pésará, pues como me crié probé,conozco

todos los oficios que puede jaser una

dicho

si no estoy desguivocada, yo creo sentir en

Y tocante úÍ eso no

—¡Oh, sí señor!

E

muy difícil de comprender para mí, per

supongo

que sabrás coser, planchar y hacer

los oficios de una casa.

—Señor, todo lo que usté ha

Además,

pues

quetú le serás útil á ellos,

e

Con voz balbuciente, contestóme:

llos te han recibido con muchisimo gusto, y te tendrán en su -casa mientras vivan

como ¿ cualquiera de sus hijas,

bs EE.

pe E

y

an humedecí

. gero carmín cubría de li ojos se

ese lado.

por

Tranquilízate

o

Pe

la

br ese amor yo te pregunto, s «quiero saber si tú lo has

El vencedor ejórcito la cumbre salvó dela montaña y eu el ya solitario campamento, que de lívida luz la a

del negro terranova, .

compañero jovial del

cea

por

los ecos

.

aullidos.

los

del valle repetidos.

dei Llora sobre la tumba

soli

tosco len: uz y bajo aquella crde aún ensangrent lame el césped

y

aguarda el fin de van profunde eses después, los buitres rouda

el valle, campo de Las mu

Et nl E

ÉS

>; A

|


ESTROS GRABADOS EsteLa MancuaL y Cesteros.—El hombre mente se le llama, aunque con bastante fun , rey de la creación, como enfática. dam “hombre”, si 4 ese fúlgido destello que se den ento, apenas merecería llamarse omina inteligencia, con que le ha dotado el Divino Hacedor del mundo, no estu viesen unidos, como la luz al sol, los sentimientos: una inteligencia sin un corazón ría como una aurora sin arreboles, como una saturado de sentimientos nobles, sefor sin perfumes, tómo un cielo sin estr ellas.

El sentimiento, psicológica y generalmente cons iderado,no es otra cosa que “la E impresión ó movimiento que causan 'en Buisqueya y Borinquen el alma humana las cosas materiales $ espirituales.” Así tenemos queel cree — x yente, por ejemplo, experimenta una mefable impresión de sentimiento cuando se forja en la mente lasublime idea

de la gloria eterna; en el alma del ver-

dadero

poeta

palpita el sentimiento de

lo bello cuando aquél

comulga

con

ta

hostia santa del amor, ó cuando admira

la naturaleza, la cual podemos decir, sin temor de equivocarnos, que es la Musa inspiradora del músico, del pintor, del literato y,

en

una

palabra, de

todos cuantos seres se sientan

ungidos

con el óleo santo del divino sentimiento

del arte.

Pues bien, Estela Mangual y Cesterós, con cuyo retrato se engalana gallardamente hoy * la. primera página de

La Revista BLANCA, ostenta en su corazón, como la esplendente diadema de

brillantes con que el alba corona 4 las flores, los sentimientos ineludibles para

"constituir

una verdadera

artista.

Nació Estela en la Capizal de esta.

hermosa

el

|

Delia dl a Rocha y América Astol

región, y, habiendo descubier-

to los autores de sus. dias las excelentes facultades de que para el canto se

hallaba dotadamo, vacilaron

_mendar la educaci tística ria hijaal distinguidoy reputaco maestró don Genaro de ranza nendl, Estela canto, por primera vez, en uno de los templos

la ¿Apil a Oficios religiosos de las siete palabras durante de un Vier es | a e años, habi

endo obtenido un verdadera triunfo con «la

_que'la oyeron. ¡Cuánta precocidad! , bladel

aaire de dulces y afigran das

Apenas h

nota

sane

en.enca== de su 460


'

nuestra Iglesia parroquial, Ca-

en

Circulo

- de algun

artista.

nos en el Helicón.

oportunamente

riódico de

la localidad,

Estela

auguraba á la poetisa.

|

publ,

en sus columnas una composición -

>

cado Ñ

1

da

La Vida, que valió á.su autora las felici= de esta IAS“18* nsa de casi toda la preRAGE taciónes la.

Al tributar nosotros el más entusiasta? «borin

de los aplausos á la diva y poetisa

Cestel Os, POr. sus queña, Estela Mangual y € uen: triunfos y laureles conquistados en

pe-

K

AL

1”,

ya

Sencillez en la ex-

lid, la alentamos para

posición, sentimiento en el fondo y belleza y dulzura en la forma son las cualidades de ese primer rayo de luz que fulguró la inspiración de Estela.

senda emprendida de

7

E

A

ue pros;

al dio, única que conduce

laboriosida

de la felicidad y de la gloria.

sagrado”.

A

Sucesivamente ha dado á la pub icidad varias poesías, en “La Mujer,” de

Humacao

habiendo

algunas

merzcido

de

ellas ser reproducidas en distintos perió: ddicos de esta Isla, y en “El Deber” Caracas

—Venezuela.

—Pero

“daderamente nos a]miró,

donde

ver-

euvolviéndonos

- Estela con su agradable presencia en

una

sobrenatu-

atmósfera de simpatía y júbilo

-

BLANCA, de la .c al

Revista

4 La

es asídua culaborada, habiendo

nuestra

trabajo

y su

y uno

de Enero del corriente año, cábeleel ho: nor de dar á conocer todas las poesías de

titu-

en un

bioerafiada, siendo muy joven,

EAN

Desde la citada fecha treinta

que admiramos á Estela, sino tambien como predilecta de Polimnia, musa que pre-

publicóla

“La Correspondencia de

Puerto-Rico.

res de la repetición en medio «de una atro'nadora salva de aplausos. Pero no es sólo como hija de Euterpe

lada” “Santa Cecilia,”

,

certámenes literarios, lo cual hizo . constar

úl-

y una inspirada danza de salón que se in“titula “Ensueño,” la cual mereció los hono-

La primera composición poética

e)

Mangual y Cesteros, ser,la primera dam que ha sido'premiada en esta antilla en

* timo profesor y maestro, cantó en el citado Casino de Mayagiiez un magestuoso y - sentimental wals llamado “Alma sensible”,

side la poesía lírica.

dí. Est

logrado

ha

Con este triunfo

Xi

,

crefamos

Musa:

nificación de una

tenido la gentil quienes recordaDefilló, D. Carlos D. Enrique Si-

món y don Federico Ramos, de cuyo

4

MC mos instantes,que por momentos ginábamos tener 4 nuestro lado “la *

asociaciones de Fecreo y en el teatro para - cooperar á obras benélicas, Ú á. beneficio Otros profesores ha diva puertorriqueña, entre mos al malogrado D. Josó “Casanova, D. José Gotós,

fué

nn

otras,

en

Amigos,

de

7 e

Nuestro entusiasmo de las ciencias. tan extraordinario en aquellos sole

“sino de Mayaguez, Centro Hispano Ultra-, marino,

: A

a

S

hogar, sino” que también lo es nes ciodeb para sobresalir en el cultivo de las artes y

despues lució sus facultades ep varias oca-— siones

A

noche

- rales, fué cuando se dirigió, la

del

tol. —Dos capullitos de: rosas de

y borinqueño;.dos nes dominicano engarzados en tes sin manchas aagiempa: aro de la sociedad del trellas de primera maguital

ne

la belleza universal.

.los 3

bi el pulido. dos. es= de cielo

corriente año treintay uno de Eneroro Jos.del Juego s florales

en que

se celeb

por

recibir

to, á

A Bugs

de

la fiesta, el diploma

2 el qu 'justámente

yet

iniciativa

«su

se galar-

delicadísimo A

Monumeuto

4Colón.—Ya- a |

ocasión al hablar sobra d

Ea esta

Ciudad,

vd

25

la:bon

dijuma

"antro E

O

Uy


MARIN

FERNANDEZ

: ñ S tarea por demás dificil pretender bosquejar en las columnas de un periódico, : É la prematura muerte de un atleta. La rápida desaparición del teatro de la vida

Ade un obrero de la ciencia.

(

La pluma pugna por desprenderse de misdedos. Por mis pálidas mejillas corren grueE sas lágrimas, que caen en las cuartillas en que trazo estas líneas, transforma eñ das gotas ES - de rocío, AE pe

a Es que se me hace casi imposible describir á grandes rasgos la horrofosa enferif medad, que, en breve espacio.de cinco días, llevó ála tumba al amigo del alma; al Ñ' genial escritor arecibeño, gloria del país, Manuel Marín Fernandez. No ha muerto Dios, ha dicho Pelletán. Pofque para morir es necesario existir, y Dios

E mo ha existido nunca según la opinión de este sabio filósofo, No debe esperarse justicia, hi= ¡ dalguía, generosidad del que no ha existido más que en la imaginación de fanáticos católiE cos. Dios ha puesto su altar en el cerebro humano, Por eso vislumbro con los esplendores

E

E.

dela inteligencia, la muerte del ilustre patricio, que acaba de desapare“er del mundo de

Jos vivos.

En

E

el notable opúsculo Nyta que

publicó no hace mucho el jóven

es-

E

critor; y en el hermoso artículo titu-

E

lado “Los

EE

Muertos”, se lee este verí-

dico párrafo: “Canto y baile á los que

se

van...- Responso

e

que vienen.

y lloriqueos á

Esa es mi opinión,

"Nadie me la ha pedido,

pero

| ¿sele ocultaban, á pesar

de sus pocos

yo

la

. doy”. Es quealtalentoso patriota no

l- paños,

las perennes amarguras de la

'yida, y las bienandanzas eterno. Es que no era un Y por lo mismo deseaba | «que la guadaña de

del sueño sér vulgar, ú vivas anla muerte

cortase el hilo de su existencia.

Ferviente admirador del ingenioso

Sy

chispeante

Bonafoux,

imitó su es-

tilo, Y quizás hubiera llegado ¿ igúaar al maestro, si el destino que le tiene Natura preparado al hombre, mo fuera inmutable. En otro de sus artículos del mismo sculo, hay estas bellas frases que lerran en su fondo un sublime miento:

€e voy tranquilo. . Si algo lloro

m Jos mejores años de mi vida, pa-

os en una ciega esperanza de re' Aci de hidalguía: Si algo me pesa es mi lucha por hacer gra

bres tan egoistas y tan viles! Si algo me consuela de mis do de vivir

la

cre ncia

de

iquilo; lo q


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