NÑo
HH.
Mar AGUEZ,
a
Enero
14 n.« 1598. x
Xún.
LA REVISTA BLANCA Pe ziódico RED
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ANNUCHK A
amistosa y me colmó de recriminaciones
afectuosas; en cuanto á Annuchka,
si lo. hubiese hecho de propósito, así que me vió de lejos se echó á reir sin el más mínimo motivo y huyó en seguida, según costumbre. A Gaguine pareció contra-
(CONTINUACION)
molinos de rápidas ruedas, las regocijadas figuras de los
con blusas azules
rechinadoras
y
grises,
medias
“ca: rotas
o
vestidos
campesinos,
arrastradas
por
dispuesto, me ofendió
cursión.
frente
á
frente
con
de
unos cinco años de edad, de carita redon-
da é inocente, de ojos animados por una Me miraba con una curiosidad sencilla. ón sentí tan cándida, que me expresi avergonzado ante su vista; me repugnó mentirme á mí mismo en su, presencia, y mi antiguo ídolo desapareci% 3 de mi memoría para siempre jamás. Al entrar en casa
carta de Gaguinc.
me
Me
encontré
manifistaba
una
el
asombro que Te había causado mi repentina marcha, se condolía conmigo de que no le hubiese llevado de compañero, y me rogaba que tan pronto como ra de regreso fuese á verlos.
Aquella carta me causó
estuvie—
penosa
1m-
presión; más no por eso dejé á la mañana siguiente de ponerme en camino para 1a villa de L*=*.
Gaguine me
VII Cispensó
aquella
El,
por
su parte,
me
informó
mi ausen-
languideciendo; y Annuchka, que á cada momento entraba en el gabinete, salía: e enseguida de allí. Acabé por pretextar un trabajo indispensable,
y
nanifesté la
intención de retirarme. Gaguine, al principio, intentó detenerme; luego, después de dirigirme una ojeada escrutado-
En la an-
tesala se acercó de pronto á mí Annuchka y me tendió la mano; oprimí ligeramente la punta de sus dedos y apenas ime incliné.
encontré
aldeanilla
una
más
ra, se ofreció á acompañarme.
pero: fueron ineficaces mis esfuerzos. Recuerdo que en el momento en que me me
lla-
cia; eso no obstante, la conversación iba
Se me había olvidado decir despecho contra Anmuchka,
dulce memoria,
aún
de lo que había hecho durante
traté de resucitar en mi pensamiento la imágen de mi viudita de corazón de peña, su
la
hilaridad forzada y aquella afectación extravagante. Sit embargo, fingí no concederla ninguna importancia, y conté á Gaguine los detalles de mi pequeña ex
de sto, donde á cada paso se ven las huellas de una mano diligente y de un trabajo lento, pero lleno de perseverancia |! ¡ A tí van mis votos y mi saludo ! No volví á casa hasta la noche del
asía á
ratod á gritos balbucientes
mó loca, y re rogó que la dispensase. Confieso que, estando ya muy mal pre-
las
pesados caballos, y algunas veces por vacas, los jóvenes compañeros viajantes, de luengas melenas, yendo por grupos en los llanos caminos franjeados de perales y manzanos. Todavía encuentro encantos en el recuerdo de esas impresiones. solar ¡ Salve, humilde rincón del zermánico, morada de un bienestar mo-
tercer dia. que, en mi
cual
Atraveséel
cuando estuvimos
Rhin
con
juntos
retablito de la Virgen,
Gaguine,
al
y
fresno del
nos
sentamos
en
el banco para admirar el panorama. Allí se entabló entre nosotros una conversación que nunca olvidaré. Al principio cambiamos algunas pa-
labras
insignificantes,
pero
luego
nos
quedamos en silencio. Fijábanse nuestros ojos en las transparentes aguas del río. De repente me dijo Gaguine com su
habitual sonrisa: -—Quisiera saber lo que acerca de Annuchka.
¿No
piensa
V.
es verad
que
le parece á V. algún tanto antojadiza?
—Si—contesté, sorprendido por la pregunta, pues no le aguardaba en manera alguna en este terreno.
—Ksó depende de que no
V. lo suficiente, y por eso no
la conoce
puede juz-
garla bien—dijo. — Tiene un corazón ex-. celente, pero muy mala cabeza. ¡Hay que una acogida
andar
con
únos
miramientos
con
ella
!
Pero, aparte de esto,
tuperar por ello. historia!.... —¿Su
¡Y
historia?
no se la puede
si supiera
vi-
-V. su mo-
la mirada.
--No vaya V. á imaginar que no es mi hermana—repuso, sin fijarse :-en mi
confusión.
padre.
—Sí, en efecto, es hija
Présteme V.
confianza en
todo.
V.,
y
de
atención.
se
lo
voy
mi
Tengo á
contar
<Mi padre era un hombre excelente,
de inteligencia y cultura, pero cuya vida
fué, á pesar de eso, muy
triste.
Y
no
porque la fortuna le hubiese maltratado más que á otros, sino porque .no: tuvo
resignación para sufrir la primera desgracia que le afligió. Se casó joven por
amor; su esposa y
madre
mía
no
durante
doce
años
vivió
mucho tiempo; seis meses tenía yo á su fallecimiento. Mi padre me llevó enton-
ces al campo,
y
puso los piés fuera de cus dominios.
no
«El mismo emprendió mi educación, y nunca se hubiera separado de mí si no hubiese ido á verle á sus haciendas su hermano, mi tío paterno. Este tío residía siempre en Petersburgo, donde ocupaba un puesto de bastante importancia Consiguió persuadir á mi padre de que me confiase á su dirección, ya que no po-
día decidirse á abandonar sus tierras él;
le hizo ver que el aislamiento era perjudicial para un niño que entraba en la adolescencia, y que en manos de un preceptor triste y taciturno, como lo era mi
padre, me quedaría muy por bajo de los
muchachos de mi edad, por
lo
cual
diera resentirse hasta mi carácter.
pu-
<Mi padre resistió por mucho tiempo sus instancias, pero acabó por ceder.
Lloré al separarme de su lado, porque le
amaba, aún cuando jamás vi una sonrisa en sus labios. Al llegar á Petersburgo, bien pronto olvidé los tristes y sombríos lugares donde «e deslizó mi infancia.
Entré en la escuela
militar
bía perdido por
completo
de hablar.
—exclamé—De
do que no es.... Gaguine'me contuvo con
Iba todos los dias á la iglesia, y casi ha--
y luego en
un regimiento de la Guardia. Iba todos los años al campo, para pasar allí algu-
nas semanas. Cada vez encontré á mi pare más lúgubre, más reconcentrado y melencólico, hasta ponerse feroz á veces
<Durante
una
de
la costumbre”
aquellas
(tenía yo entonces unos veinte
por vez
primera
una
niña
visitas años),
ví
delgada, de -
OJOS negros y de unos diez años dé edad:
era Annuchka.
Mi
padre
me
dijo que
to mi madre, y tan oscura, que
en pleno
era una huérfana de quien se había hecho cargo, y no presté ninguna atención á aquella niña salvaje, silenciosa y ágil como una fierecilla. En cuanto penetraba yo en la estancia predilecta de mi padre, vasta habitación donde había muerdia se alumbraba con luz artificial,
An-
nuchka se ocultaba detrás de un gran sillón ó de la biblioteca. La' casualidad quiso que durante tres ó cuatro años
después de aquella última visita, me viese imposibilitado por asuntos del servicio para ir á ver á mi padre; pero todos
los meses recibía cuatro líneas suyas, en las cuales rara vez se mentaba á Annuchka, y: siempre sin entrar en detalles de ningún género acerca de ella. Tenía
ya cincuenta años cumplidos, peró aúm parecía joven. Así, pues, figúrese V. mi impresión dolorosa, cuando de pronto recibo una carta de
nuestro
enfermo de peligro
y
intendente,
en la cual me anuncia que mi. padre está me
encarga
que
vaya cuanto antes, si quiero decirle adiós
para siempre.
<Parto á escape, y
encuentro. vivo
todavía á mi padre, pero en el momento
de exhalar el último
suspiro.
Se
puso
muy contento de volverme á ver, me estrechó en sus brazos descarnados, fijó en
mí una mirada que á la vez parecía sondcar mi pensamiento y dirigirme una muda plegaria, y habiéndome hecho prometer que cumpliría su última voluntad, ordenó á su antiguo ayuda de cámara que hiciese entrar á Annuchka. <El viejo lo hizo así; ella apenas podía sostenerse, y temblaba con todo su cuerpo. —«Toma—me dijo mi padre con esfuerzo—te confío mi hija y hermana tuya. lakof te lo contará todo—añadió, señalándome al sirviente. <Annuchka se puso á sollozar y ca-
--
>
enn,
vó sobre cl lecho, tapándosce la cara. Media losa después expiró mi padre. He aquí lo que.supo. co <Arnuchka era hija de mi padre y de una antigua doncella de mi 'inadre,
Mamada Tatiana. Me acuerdo-muy bien de aquella Tatiana: cra de elevada esta-
tura, tenía magníicos ojos oscuros, facclonos nobles, severas é inteligentes, y pasaba per uua joven altiva y nada fácil. «Por'el relato: lleno de reticencias
respetuosas que hizo Lakof,
mo fué posi-
ble comprender que mi padre
no
se
ha-
bía fijado cn Tatiana hasta muchos años
después de morir mi madre.
A la sazón,
"Tatiana va no vivía en lá residencia se-
ñorial, siño con una hermana suya, casa-
da y encargada de vigilar el corral. <Mi padre la había cobrado afecto; y cuando abandoné yoel campo, hasta pensó en casarse con ella, á lo que ésta sc opuso á pesar de todas sus instancias. <La difunta Tatiana Vlassievna—dijo lakaf, manteniéndose respetuosamente
junto á la-puerta con las manos á la espalda—<ra
una
persona
de
muy
juicio: no quería perjudicar padre de V.
buen
ásu
señor
«¡Yo convertirme en esposa
de V., ser aquí el ama! ¡No piense V. en eso!-—exclamó élla, dirigiéndose
ñor padre de V. en mi presencia.» <Inflexible Tatiana
ni siquiera quiso cambiar
en
á su se-
este
punto, -
de habitación
y continuó viviendo en casa desu hermana corí Annuchka. Cuando vo era niño uo me acuerdo de haber vistoá Tatia-
na sino los dias de fiesta en
Cubierta la cabeza con nn
la
iglesia.
pañuelo oscu- '
ro y los hombros con un chal estaba entre las demás gentes
amarillo, de la al-
dea, cerca de una de las ventanas.
Veía-
se su perfil severo destacarse con correc-
to dibujo sobre las. vidrieras,
y rezaba
con modesta gravedad, inclinándose pro-.
fundamente según costumbre
del tiempo
viejo, y tocando la tierra con la yema de
los dedos antes de inclinar hasta frente.
ella
Ivax TURGUENEF.
la
LIHA ANTILLANA F¿OR
QUE
Del viento al blando impulso tu tallo se mecía, y el alba te brindaba color, porfifye y vida. Risueñas te halagaban las auras fugitivas, rodeándote con dulces
susurros y caricias.
En tan fragante seno el amor se escondía y alegre te colmaba de plácidas delicias.
¿Por qué entónces»el cierzo con ímpetu
te agita,
esparciendo tus hojas con sus ráfagas frías? Apenas un instante en la mañana brillas, y antes que el sol se ausente tus pétalos inclinas. Y con dolientes voces las aves y las brisas, tu ausencia por las selvas lloran entristecidas.
Que al ver ya moribundas tus hojas amarillas, las ténues mariposas huyen despavoridas. Era oscura la tierra
para la flor cautiva,
y fué á buscar las auras de celestiales
climas.
Mas no entera se pierde la flor que se marchita;
yo cogeré del suelo
sus hojas esparcidas;
Y sabré cariñosa guardarlas, dulce amiga,
en las páginas tristes
del libro de mi vida. LoLa
[Continuará |
MUERE
[(“ucrtorrigueña)
RODRIGUEZ
DE
ió.
CANTARES
Yo
si en mi corazón hay sangre
no son como las del alma:
ó en mi corazón hay fuego. MARIANO RIERA PALMER
aquéllas, duran muy poco; éstas,
nunca
se acaban.
(Puertorriqueño)
* 2
niña, yo dudo
cuando á tu lado me encuentro,
Las tempestades del mar
más
dudo,
-
Todos saben cuando nacen,
- Sección
y no saben cuando mueren:
Científica
yo sé que cuando me” olvides MAGNETISMO
tendré segura la muerte.
(Traducido , del Herald espresamente
* *
*
La
Entre el placer y el dolor
EN eS
porque el placer ela causa * *
magnetismo terrestre; que la tierra tiene una capa exterior que aquellos rayos penetran;
Dos personas que en la vida se aman,
que las cargas magnéticas
dos cuerpos
..
Soy el rey de lo creado;
geloro, de las que deduce una
portantísima,
soy de los mundos el sol; —¿Cómo
soy vida.
te llamas?— Amor! + X* *
Las dichas que sueña
el hombre
en este valle de lágrimas,
las
;
un
esmerado
curso
durante muchos años en el observatorio de Nueva-York, y aún continúan. Sus deducciones,
son deducciones lógicas de los datos que él ha coleccionado procedentes de todos los observatorios magnéticos que existen, unos 50 distribuidos sobre ambos hemisferios. Durante muchos años ha venido observán-
dose que ciertos días sufre la aguja pp
grandes alteraciones.
e
- suceden
módicos.
Lagrimitas de mi vida, no me dejéisen mis penas:
han tenido
nueva teoría im-
Por ejemplo, si las
en dirección casi perpendicular. Esto es debido á la fuerza de lo que se llama «atmósfera magnética» que rodea á la tierra. Tales cambios se
en los jardines del alma.
*
de
jas en.un momento dado se encuentran h cierta dirección, todas se moverán o
son perfumes que se pierden
$
productoras
alteraciones de la aguja magnética son, er realidad, efecto de la acción solar; tales son en
suma las conclusiones que sostiene el sabio profesor Trank H. Bigeloro, de Nueva-York. Aunque desconocido por el mundo ano, las investigaciones científicas del profesor Bi-
existir con sólo un'alma.
soy luz, soy fuego,
Re Ko
¿UE el sol y la tierra son dos imanes esSy "Méricos; que el gran magnetismo del sol ue > saliendo de un estado magnético perHJ manente en su interior, llega á la tierra. A en forma de rayos combinándose con e!
y el dolor la consecuencia.
prueban que pueden
.
>
hay una gran diferencia,
eternamente
Revista Blanca.)
para
— *
no permitáis que en mi pecho se desate la tormenta.
á intérvalosi
Existen,
ares y Son cspas-
otros i
que
mueven la aguja hácia E h atrás en ciertas curvas periódicas muy bien definidas. Todos estos efectos ES en opinión del profesor Bi : al globo terrestre.
En a
amo
que.
peran al señor Bigeloro en sus Deia
se han empleado instrumentos -de precisión ma-
2
-
_-
28
ravillosa para medir. y anotar la dirección y - pote ncia de aquellos impúlsos, horizontal y verizalmenté. Las notas de este modo adquiridas han sido
reducidas
ú
tablas y
diafragmas, de
los que ha deduc ido el señor Bigeloro.la.
nueva
teoría.
Este cree que la gran fuerza magnética del sol, que ños ¿nunda, cambia de curso al llegar á la superficie de la tierra.
No parece «que po-
néetra sino una capa relativamente delg e de la “atmósfera terrestre. Parece como que la fuerza. magnética que viene hácia nosotros del exterior, trata de evitar la formación d2 un gran núcleo én el interior de la tierra y sólo penetran las Capas exteriores de la atmósfera. -<Suponed, dice:el profesor Bigeloro, que teneis una bola fija en medio. de una corriente .de agua. Esta pasará al rededor de la bola formando ta-
les curvas, casi
como
las que
corresponden á
estas lineas magnéticas.» La capa exteriorde l: a
tierra parece que absorbe los rayos magnéticos, lo mismo quedina pieza de hierro dulce, porque es mucho mejor conductora de la fuerza magnética que el éter.
riódicas,
obsérvase
(26168 100) días.
cada
26.68
De las observaciones
que
ocurren
verifi-
cadas de las manchas solares sábese que la superficie visible del sol gira con velocidades distintas. ' En latitud 12 grados nofte y sud del sol, que es el medio del cinto de la mancha del sol, el paríodo medio d2 la rotación del sol, determinado por las manchas, es de 37.25 (27125 100) dias, aproximadamente. Del mismo fenómeno s2 deduce que la rotación del ecuador dal sol se verifica en unos 26.70 (26170 109) días. Este período corresponde casi exactamente con el de las fuerzas que se obs=rvan en la capa magnética de la tierra (26.68 dias), cuya coin— cidencia estí á la vez-en harmonía con la hipó-
tesis de qu2el verdadero período de la rotación del sol es el de su ecuador y no el del medio del cinto de su mancha. Aunque nueva para el mundo profano hoy, esta interesante teoría de que el sul y la tierra son dos grandes imanes, fué discutido por hombres científicos hace cuarenta años, pero no habiendo suficientes fuí inadmitida.
pruzbas
para
aceptarla,
Un sistema de rayos se desvía en el hemisferio norte, hácia el sol, y en el hemisferio sud, en sentido contrario cómo: tratando .de volver
Alegábase que el sol, para poder ejercer influencia magnética sobre la tierra á 93000000
la tierra de modo
cia que excedía toda exageración, lo” que no parecía probable. Observaciones recientes, sin embargo, indican qne la fuerza magnética del sol en la superficie de la tierra tiene la mitad de la intensidad de un imán saturado, y en
rija hácia el sol.
que el hemisferio Más aún, los
norte se di-
ángulos que es-
tos rayos forman con la superficie de la tierra al tocarla indican que son refractados exactamente lo mismo que los rayos de luz que penetran una superficie de cristal. Otro sistema de fuerzas demuestra que el polo norte del sol es, probablémente, positivo y el polo sud negativo. Estos otros rayos que vienen del sol, se consentran en dos haces, sobre la tierra, uno en el hemisferio norte y otro en el sud. El del norte forma un rudo óvalo al ededor de los polos norte (geográfico y magHÉtico)
d> la tierra y constituye el
de millas tenía que ser un imán de
ocasiones,es diez veces más
son
menos:
varse con más frecuencia
en
corresponden exacta-
que
se observa
mayor
número de manchas en el sol, así como con los en que se han observado mayores alteraciones
en la atmósfera magnética de la tierra.
- tres fenómenos se han presentado
lístos
siempre
tan
íntimamente ligados,que no cabe duda ninguna que su causa común es una misma fuerza fun damental. Ahora.
bien:
las
variaciones
de
la
aguja
magnética han venido examinándose minuciosamente durante varios años, anotándose los datos día por día en tantos puntos distintos de los hemisferios norte y sud como ha sido posible. Resulta, pues, evidente, aún para un observador casual, que estas alteraciones se suceden'con cierta y determinada periodicidad. Comparando .
los datos de estas
LOPEZ
1897.
SOÑANDO
frecuentes
cerca del polo norte que á 18 6 20 grados menos y que disminuyen más al sud. Se sabe tambien qua los años en que las auroras pueden obsermonte con aquellos
T.
arca en que
se observan las aliroras. Es sabido que éstos
Nbre.
poten-
intensa.
ADRIANO New-York,
una
rep?ticiones pe-
No vive mi corazón sino de tus recuerdos. Son la luz que busca la mariposa de mi alma; son la miel que ansían las abejas de mi pensamiento.
No hay cabeza
que
tenga
remem-
branza más bella; no hay espíritu que guarde memoria más dulce. Tú formaste la gloriosa turba de
las ilusiones her-
mosas y trajiste las primeras esperanzas, verdes como el mar. La inspiración, á tu conjuro,
brotó sublime en el fondo del
alma.. Son tuyos mis sueños!
En: tí.cifré
las aspiraciones gallardas de mi
juven-
tud. ¡Vierta tu alma
su perfume.
en
la
Contemplemos
mía
su luz y
juntos
los
ye.
astros que brillan en el espacio y los pájaros que vuelan enel bosque. Aparta con tu mano cariñosa las
tristezas que rodean mi frente,
bría como
Rompe en sollozos, y por fin se aleja diciendo al niño: —¿ves? No me responde.—
ya som-
Il
la frente de un anciano.
Vuelva la flor á crecer
en
el prado.
Vuelva la luz á brillar en el horizonte. El corazón espera tu consuelo. Saré feliz con tus sonrisas. Yo necesito una
mujer que me ame! AuGusro
MALARET.
LIRA PENINSULAR
¡Ah, uo lloresmás! ¿Por qué el ingrato, por qué, si te quería, abandonó tu cariñoso trato, tu blanda compañía, la santa paz de la familia, el culto de sus tranquilos lares, para excitar en medio del tamulto las iras populares? Siempre deja en su bárbaro extravío la inquieta muchedumbre,
más de un amante corazón vacío,
¡POBRE
LOCA
más de un hogar sin lumbre.
!
¿Por qué no recordó cuando inhumano á su rencor cediendo,
I Todos las tardes cuando el sol declina
corrió á verter la safigre de su hermano en el combate
horrendo,
en brazos del misterio,
una mujer llorosa se encamina .
que cuantos en la lucha sucumtían, ante el peligro fijos
al santo cementerio.
Con tosco y miserable
por la voz del deber, como él tendrían madres, esposa, hijos?
desaliño,
tocas de luto viste, y lleva de la mano un pobre
Por qué no recordó que un pueblo libre,
niño
descalzo, enfermo y triste.
ni límite ni coto
pondrá á sus desventuras, mientras
El paso torpe y trémulo apresura
vibre,
el arma en vez del voto?
marchando silenciosa hácia la solitaria sepultura
en que su amor reposa.
¡Ay! su semblante tétrico y sombrío, reflejan el dolor y el desvarío de su alma destrozada.
No sufras ni batalles. El que mancha con sangre, el que envilece por plazas y por calles
Al pié del nicho desarruga el ceño,
la augusta libertad, el que furioso
su atónita mirada
.
¡Ah, no llores más! No lo merece,
apela al hierro insano, no es tierno padre, ni sensible esposo,
detiene su carrera,
llama eri la loza con tenaz empeño,
ni honrado ciudadano!
y espera, espera, espera....
La impaciencia loca El niño tiembla. que á un tiempo reza y gime,
que el dulce nombre del esposo invoca con ansiedad sublime,
golpea el mármol sepulcral, y el eco sordamente retumba con lúgebre gemido, desde el hueco
:
de la cerrada tumba.
Y la infeliz mujer, en son de queja
:
grita: —¿dónde está, dónde?—
GAsPAR
NUÑEZ
DE ARCE.
28% ravillosa pata medir y anotar la dirección y potencia de aquellos impulsos, horizontal y verizalmente.
Las notas de este modo
riódicas,
adquiridas
han sido reducidas á tablas y diafragmas, de lo3 que ha deducido el señor Bigeloro la nueva teoría.
Este cree que la gran fuerza magnética del Sl ol, que nos ¿nunda,
cambia
de curso al
lleg ar
á la superficie de la tierra. No parece que penetra sino una capa relativamente delgada de la atmósfera terrestre. Parece comoque la fuerza magnética que viene hácia nosotros del ex-* terior, trata de evitar la formación d2 un gran núcleo en el interior de la tierra y sólo penetran las capas exteriores de
la
atmósfera.
ned, dice el profesor Bigeloro, bola fija en medio
de
una
que
«Supo-
teneis
corriente
de
obsérvase
(26168 100) días.
una
agua.
Esta pasará al rededor de la bola formando tales curvas, casi como las que corresponden á estas lineas magnéticas.» La capa exteriorde la
que
ocurren
De las
cada
26.68
observaciones
verifi-
cadas de las manchas solares sábese que la- superficie visible del sol gira con velocidades distintas. En latitud 12 grados norte y sud del sol, que es el medio del cinto de la mancha del sol, el paríodo medio d> la rotación del sol, de— terminado por las manchas, es de 37.25 (27125 100) dias, aproximadamente. Del mismo fenómeno s2 deduce que la rotación del ecuador del sol se verifica en unos 26.70 (26170 109) días. Este período corresponde casi exactamente con el de las fuerzas que se obsarvan en la capa magnética de la tierra (26.68 dias), cuya coincidencia esti á la vez en harmonía con la hipótesis de qu2 el verdadero período de la rotación del sol es el de su ecuador y no el del medio del cinto de su mancha..Aunque nueva para el mundo profano hoy, esta
interesante
teoría
de
que el soul
y la tierra
tierra parece que absorbe los rayos magnéticos, lo mismo que una pieza de hierro dulce, porque
son dos grandes imanes, fué discutido por hombres científicos hace cuarenta años, pero no
es mucho mejor conductora de
habiendo
la
fuerza
'mag-
nética que el éter. Un sistema de rayos se desvía en el hemisferio norte, hácia el sol, y en el hemisferio sud, en sentido contrario como tratando de volver la tierra de modo que el hemisferio norte se dirija hácia el sol.
Más aún, los
ángulos que es-
tos rayos forman con la superficie de la tierra al tocarla indican que son refractados exactamente lo mismo que los rayos de luz quo penetran una superficie de cristal. Otro sistema de
polo norte del sol
fuerzas
es,
demuestra
probablemente,
y el polo sud negativo.
Estos
para
para
aceptarla,
poder
ejercer
de millas tenía que ser un imán de una potencia que excedía toda exageración, lo que no parecía probable. (Observaciones recientes, sin embargo, indican qne la fuerza magnética del sol en la superficie de la tierra tiene la mitad de la intensidad de un imán saturado, y en ocasionesses
diez veces más
intensa.
que el
positivo
ADRIANO
otros rayos que
El del norte forma un
pruzbas
influencia magnética sobre la tierra á 93000000
vienen del sol, se consentran en dos haces, sobre la tierra, uno en el hemisferio norte y otro
en el sud.
suficientes
fu. inadmitida. Alegábase que el sol,
New-York,
Nbre.
T.
LOPEZ
1897.
rudo óvalo al
rededor de los polos norte (geográfico y magnético) de la tierra y constituye el arca en que se observan
las auroras.
s sabido que éstos son menos frecuentes cerca del polo norte que á 18 ó 20ygrados menos y que disminuyen
más al sud.
Se sabe
tambien
qua los años en que las auroras pueden observarse ton más frecuencia corresponden exactamonte con aquellos en que se observa mayor número
de manchas
en el sol,
así como
con
los
en que se han observado mayores alteraciones en la atmósfera magnética de la tierra. Estos tres fenómenos se han presentado siempre tan íntimament. ligados,que no cabe duda ninguna que sti causa común es una misma fuerza fundamental. Ahora bien:.las variaciones de la aguja magnética han venido examinándose minuciosamente
durante
varios
años,
anotándose
datos día por día en tantos puntos
distintos
los
con
cierta
Comparando
y
determinada
los datos de estas
No vive mi corazón sino de tus recuerdos. Son la luz que busca la mariposa de mi alma; son la miel que las abejas de mi pensamiento.
No hay cabeza branza más bella;
periodicidad.
repeticiones pe-
que no
tenga
hay
guarde memoria más dulce.
te la gloriosa turba de
ansían
remem-
espíritu
que
Tú formas-
las ilusiones her-
mosas y trajiste las primeras esperanzas, verdes como el mar. La inspiración, á tu conjuro,
brotó sublime en el fondo del
4
:
Son tuyos mis sueños!
de
los hemisferios norte y sud como ha sido posible. Resulta, pues, evidente, aún para un observador casual, que estas alteraciones se suce-
den
SOÑANDO
En
tí-cifré
mía
su luz y
las aspiraciones gallardas de mi
juves:
tud.
Vierta tu alma en su perfume.
la
Contemplemos
juntos
los
Rompe en sollozos, y por fin se aleja diciendo al niño:—¿ves? No me responde.—
astros que brillan en el espacio y los pájaros que vuelan en el bosque. Aparta con tu mano cariñosa las tristezas que rodean mi frente, ya sombría como la frente de un anciano. Vuelva la Hor á crecer en el prado. Vuelva la luz á brillar en el horizonte. Yo
¡Ah, uo Hores más! ¿Por qué el ingrato, por qué, si te quería,
Saré
El corazón espera tu consuelo.
feliz con tus sonrisas.
II
abandonó
necesito una
mujer que me ame! AuGuaro
LOCA
compañía,
la santa paz de la familia, el culto de sus tranquilos lares, para excitar en medio del tumulto las iras populares?
MALARET.
— LIRA PENINSULAR ¡ POBRE
tu cariñoso trato,
tu blanda
Siempre deja en su búrbaro extravío la inquieta muchedumbre, más de un amante corazón vacío, más de un hogar sin lumbre.
!
¿Por qué no recordó cuando inhumano á su rencor cediendo,
I
corrió á verter.la sangre de su hermano
Todos las tardes cuando el sol declina en brazos del misterio,
en el combate horrendo,
una mujer llorosa se encamina
que cuantos en la lucha sucumtían, ante el peligro fijos
al santo cementerio.
por la voz del deber, como él tendrían
Con tosco y miserable desaliño, tocas de luto viste, y lleva de la mano un pobre niño descalzo, enfermo y triste.
madres, esposa, hijos?
Por qué no recordó que un pueblo libre,
ni límite ni coto pondrá á sus desventuras, mientras
El paso torpe y trémulo aprestira -| marchando silenciosa
vibre,
el arma en vez del voto?
:
|
hácia la solitaria sepultura
en que su amor reposa.
¡Ah, no llores más! No-lo merece, No sufras ni batalles.
¡Ay! su semblante tétrico y sombrío,
su atónita mirada
.
reflejan el dolor y el desvarío de su alma destrozada.
El que mancha con sangre, el que envilece
Al pié del nicho desarruga el ceño, detiene su carrera, llama en la loza con tenaz empeno, y espera, espera, espera....
la augusta libertad, el que furioso
El niño tiembla.
por plazas y por calles
apela al hierro insano, o padre, ni sensible esposo, tiern es no ni honrado ciudadano!
loca
La impaciencia
GaspPArR NUÑEZ
que á un tiempo reza y gime,
que el dulce nombre del esposo invoca con ansiedad súblime, golpea el mármol sepulcral, y el eco sordamente retumba con lúgebre gemido, desde el hueco
:
|
de la cerrada tumba.
Y la infeliz mujer, en son de queja
e?— grita: —¿dónde está, dónd
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DE ARCE.
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bo ei ;
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—
Biografías JULIO
Universales
hasta como historiador, fué sin duda
Cayo Ju-
Estudió gramática y retórica con
el docto
amigo de Cicerón y con tanto lucimien-
to, que á los doce años compuso una oración fúnebre: á su abuela, recitándola con admirable expresión y desenfado. Entrando luego, aunque muy joven, en la vida pública, fué desterrado por Sila y se retiró á la corte de Nicomedes, rey de Bitinia, que
hubo de tratarlo con el mayor cariño. Muerto Sila, volvió á Roma,
donde
captarse
á j Ñ ie K t
de-
favor
a
a
Vine, ví,
vencí.
Del
viendo en fin á Roma,
"e
o
AA
En estos diez años hizo la conquista de las Galias y llevó sus armas victoriosas hasta la Gran Bretaña. Celoso Pompeyo de sus triunfos y temiendo qué se le sobrepusiera andando el tiempo, influyó en el Senado en contra de César y el Se-
nado lo destituyó desde luego.
Repasa entón-—
ces los:Alpes Julio César á la cabeza de su agueRRA
rrido ejército, entra en
se hace dictador.
Roma
Recorre
Asia pasó
fué recibido en triunfo y
nombrado dictador perpétuo.
:
Dueño ya del er absoluto, César lo empleó en el bisn público: perdonó á sus enemigos, embelleció la ciudad con grandes obras y monumentos, hizo un puerto en la embocadura del Tíber, reformó las leyes, arregló el ca-
lendario, creó un
número
de
establecimientos
útiles.... Pero los republicanos qne temían se_ coronara rey, lo asesinaron en el Senado, +caudillados por Bruto, que era del César muy estimado, dándole veinte y tres puñaladas el día 15 de
marzo del año 44 ántes de J. C.
Julio César no sólo fué grande
como
siu obstáculos y
luego en
triunfo la
Italia, persigue y baté en España á los tenieñ-
tes de Pompeyo, lo alcanza y vence á él mismo en Farsalia, persiguiéndolo hasta Egipto, don-
de aquél halla la muerte. Pocos dias despues llegó César á Egipto, lloró la muerte de Pompeyo con generosidad admirable y destronó á Tolomeo que lo había r
hecho asesinar, dando su cetro á Cleopatra. De Egipto pasó al Asia; donde batió y des-
tronó en tres días á Farnaces, rey de Ponto, escribiendo en esta ocasión al Senado stis cóle-
gue-
rrero y hombre de estado; lo fué tambien como
escritor; á cuya pluma se deben clásicos modelos, pero no han llegado á nosotros más que sus célebres Comentarios. Para concluir: “De una perfecta figura,
dice uno de sus mismos biógrafos, respiraba nobleza en su porte, gracia en sus movimientos
y en que una tuvo
todas sus maneras un aire de afabilidad cautivaba todos los corazones: tenía, en palabra, todas las cualidades amables. Si después algunos vicios, los debió al soplo
corruptor de su siglo. ventud, cuando
Peroen
el candor
y
la
su primera ju-
sencillez no se
habían adulterado aún por la baja
orgullo, era un dechado de
pasión y el
todas
Para conservar en edad más adulta los encantos de la
infancia,
era
las
gracias.
el pudor y
menester
Julio César hubiese nacido algunos
que
siglos des-
pués, porque la atmósfera que hizo tales prodi-
gios no había aún descendido del cielo.”
C. N,
diez.
O
AI ma
Entónces
formó con Pomptyo y Craso un triunvirato, que les aseguraba el poder absoluto, haciendo en seguida que se le confiara el gobierno de las Galias, primero por cinco años y después por
a
a
se
nos y levantando las estátuas de Mario. Nombrado pretor poco antes de la conspiración de Catilina y no habiendo hecho nada para prevenirla, se hizo sospechoso de connivencia. Sin embargo, fué elegido Cónsul á su
regreso de España el año siguiente.
A
el
del pueblo, restableciendo el poder de los tribu-
4
t
$
publicano, al mando de Metelo Escipión y Catón. De Africa vinoá España, donde acabó con los restos del partido de Pompeyo; y vol-
CESAR
dicó á la elocuencia y logró
Ss
bres palabras:
lio César, el cual nació un siglo ántes de J. C. Pertenecía á la familia Julia y era hijo del pretor de su nombre y de Aurelia Cotta, siendo por este lado sobrino de Mario. Desde sus primeros años dió ya á conocer sus superiores facultades de inteligencia y corazón, y era su imaginación tan segura, tan feliz su memoria y su imaginación tan fecurida- y lúcida, que en edad mayor solía escribir, leer, escuchar y dictar cuatro, cinco, seis y hasta siete cartas diferentes, según refiere Plinio el Viejo.
í
S
al Africa, destruyendo en Thapra el ejército re-
Uno dé los hombres más célebres de la antigiedad romana como guerrero, político y
Guifón,
ci
< *
*
VIRGILIO
Publio Virgilio Marón, príncipe de los poe-
tas latinos, nació en Andes, hoy
Petiota,
pue-
blecillo cerca de Mántua, el año 70 ántes de J. C., 184 de Roma. Inteligente, precoz y aplicado,
: se educó en
Crunona en poco tiempo y pasó luego á Milán
y á Nápoles á concluir su educación, habiendo
vestido la toga viril á los diez y seis años. Estudió medicina y matemáticas con gran apro-. * vechamiénto, y se dedicó SE E : para prepararse al estudio de la filosofía. St pio
en fin
á,Roma y con su talento y
excelente s prendas de carácte r se granje ó el apreció de Augusto, de Mecenas, de Horacio y de
casi todos los hombres ilustres de la capital del E mundo.
285 _——
-
_—
PP
=
no
E
—
¡Desde sus primeros años manifestó gran afición á la poesía, pues siendo aún niño compuso ya algunos versos. Varias son las obras que se atribuyen á Virgilio; pero las que se tienen por auténticas son las Bucólicas, las Greórgicas y la Eneida, obras que inmortalizaron su nombre. Comenzó á brillar como gran poeta en las Bucólicas. si bien en algunas églogas no se adivinaba todavía al autor .de la Kneída; pero aún en estas mismas églogas hay que admirar bellezas de primer órden. E En estas poesías,
preludios de
sus
admirables
(eórgicas,
hubo de
los treinta y cuatro de su edad fué á inspirarse al risueño pais de
invertir tres
Nápoles
para
años,
y
á
componer las
(reórgicas, en:que empleó siete años, pues entónces no se escribía tan aprisa como ahora; pero se escribía mejor. Las (zeórgicas, poema didático, pastoril tambien, revela ya en toda su madurez el gran talento poético de Virgilio, que enriqueció la literatura latina con una obra que hubiera envidiado la antigua Grecia. Después consagró todo su genio á su obra magna, el
gran
poema
épico
á
vez
una
su
á
la Eneida, ese eterno monumento de la gloria de un
literatura,
hombre, que
á una edad histórica, á un pueblo entero.
la legó
Sin embargo, el gran poeta no estaba satisfecho de su obra, y en su modestia, sólo comparable á su verdadero mérito, hnbó de disponer por última voluntad testamentaria que fuera arrojada al fuego.Por fortuna, se guardaron bien de hacerlo sus albaceas, conociendo todo
el precio de la obra, que debía:ser inmortal, y el honesto y virtuoso móvil de disposición tan rigurosa. De este modo quedó erguida en el campo inmenso de las letras humanas, esa otra pirámide, acaso la más alta,erigida por el génio,al que toca con su dedo la frente del hombre hacien-
do brotar la inspiración.
Más de cincuenta años tenía Virgilio, cuando pasó
á
Grecia á
fin
de
corregir su obra; pero habiendo encontrado á Augusto en Atenas, volvió con él sin haber realiza-
do su propósito, y enfermando en el camino, murió en Brindis el año 19 antes de J. C. Su cuerpo fuí trasladado á Nápoles, según voluntad del testador,y s= le erigió en el camino de Puzzulo un sepulcro,en que se pisoun epitafio dictado por el mismo Virgilio en su última hora.C. N.
dió:
di
a
oo
LIRA EXTRANJERA APARIENCIAS ENGAÑOSAS Una abeja codiciosa de hurtar su miel á.las flores,
el labio picó á Dolores, creyendo que era una rosa. Voló al panal enseguida á elaborar blanda cera, y al punto:la Parca fiera cortó el hilo de:su vida. Dela abeja el triste fin no te debe sorprender,
que es peligroso beber, en vez de néctar, carmín.
Y aunque sean tu embeleso labios frescos y encarnados, mira antes si están pintados para darles ó no un beso. «FRANCISCO
GABRIEL
DEL
ORBE
(Peruano. )
FLORES
CHINARRO.
286
e
DEL
ORBR
(1)
“Si la República por medio de sus Organismos políticos y sociales no extiende el brazo salvador á ese
niño....no sabríamos que
pensar
de la República... GABRIEL DEL ORBE sólo debe volver á su pueblo nativo para decir “hasta luego” al aura Jeda que arrulló su cuna. ”—J. M. Rodriguez Arrezón.
E 7 GS SA » LAO >
ad
No hay que asombrarse
ya
de
recorriera, con notable éxito en el armonías, las más cultas capitales
cuando sólo contaba doce años.
que
Mozart
arte de las de Europa,
Gabriel del Orbe no tiene más que nueve, y ya recorre las ciudades principales dé este país, y llama la atención del público, y se le tributan aplausos muy ruidosos por la maestría con qus ejecuta en el violín las piezas más di-
fíciles.
Que aún muy del Orbe, tanto en En
en Europa descollara Mozart, siendo niño, no es tan admirable como el que tambien uiño,haya logrado descollar Santo Domingo. Europa abundan por donde quiera
maestros insignes de quienes
recibir
lecciones
que den hábil dirección al genio, y le ayuden á remontar el vuelo, con la fuerza y energ ía de que
le ha dotado la naturaleza.
En Europa hay centros especiales gusto musical puede formarse y perfe donde el ccionarse; hay escuelas distinguidas,donde es fácil adquirir
caudal riquísimo de conocimientos, y en que noble
la
emulación entre los discípulos es un estímulo que centuplica, por decirlo así, el propio
esfuerzo de los que
quieren
y pueden
rayará grande altura. Er Europa, en fin, quien nace con verdadero talento, se encuentra á cada paso respirando un ambiente favorable al desar rollo de sus facultades artísticas. Pero en Santo Domingo, donde se carec e en absoluto de tales elementos, y donde, bien lejos de encontrar estímulo el que nace con la luz del
de sus aspiraciones de artista? ¿Con qué maestros ha estudiado? ¿Dónde ha oido esas fasci-nadoras armonías que con tanta delicade za y gracia hace brotar de su
instrumento?
H
E 18 de Marzo de 1888 nació Gabr Orbe en la ciudad de Moca. Tres años iel del solamente cuando reveló sus decididas contaba aficiones al violín. Su
padre tocaba este instrumento en el hogar doméstico, en los instantes que le deJaban libres las ocupaciones cotidianas. Gabriel le oía con embeleso; y en vez de entr egar se á les travesuras propias de su infan til edad, se entretenía en construir rudos viol ines sua, con cuerdas de goma elástica, que de yaarrau- caba de los zapatos viejos que le vení an á mano. Todos
los del hogar se fijaron en
no le agradaba otro juguete
que
que
su
al niño
violín
yagua, y se reían del afán y: de la grav de edad con que el asiduo chiquitín “hacía el pape l de violinista.
El padre, sin embargo, consideraba que, en tan corta edad, no era oportuno dedi carlo al
estudio de la música; y solo á repetidas cias de sus amigos se resolvió á comprarlinstane un
violincito, cuando el niño alcanzaba la de cinco años. Eso era precisamente lo que Gabr ba. Le dieron por la vena del gusto. iel deseaNo bien
tuvo su instrumento,
ejecutaba con
asom
brosa facilidad todas las piezas que le oía á su padre. .. No era posible dudar ya de la apti tud del
niño. Pusiéronle al mismo tiempo el método de Eslava, y á tocar en el á desolfear en Allard; y con tant a
rapidez adelantó, que al año y medio de estudio,su padre, que era el maestro, tuvo
que declararse incompetente para continua r en la
enseñanza.
El chiquillo lo había dejado atrás.
Desde entonces
sin
hallar
quien
dirigirlo, ha seguido estudiando por
pudiera
su
cuenta, sin más guía que la de su poderosopropia ge-
nio, y ha hecho progresos increíbles y ejecuta maravillosamente las obras de ya hoy los grandes
maestros. Sublime poder del genio, que genio reverberando en su cerebro no adiv ina eny ve , con toda claridad los secretos más cuentra, por lo regular, sino caus as de frío de- ' recónditos del arte, y sabe intuitivamente saliento, en Santo Domingo, digo,
quien llega á descollar en algo es casi un héroe. Y si como el niño del Orbe,' descuella cuando aún están sus labios humedecidos por la leche maternal, el espíritu se queda absorto, y el corazón de los que aman esta tierra siente fruicion es inefables y se da á soñar con las futuras glorias de la patria. ¿Qué estímulo ha tenido este asombr oso niño para dedicarse al estudio del violín con la seriedad y perseverancia de un hom reflexivu? ¿Dónde están lós modelos quebre ha imit ado y que hayan contribuido á dilatar el horizonte (1)
Trabajo
leido por su autor en
la Junta Lite-aria de orden, que celebró el “Liceo de Puerto Plata” el 17 de Octubre del 1897.
abrirse paso para beber en las fuentes inag otables de fecunda inspiración.
Para el verdadero genio no hay obstáculos
insuperables;
á
cada
dificultad,
redobla
alientos, forcejea con irresistible ímpetu, “sus y se yergue y va adelante sostenido por la legítima satisfacción del triunfo. 11
Pero no devía el genio de Gabriel qued oculto en los estrechos límites de su puebloarse na-
tal, y ha salido en compañía de su padre, correr las principales ciudades de la Repú á feblica;
y ha tenido la satisfacción de alcanzar en to. das ellas los expontáneos y calurosos aplausos
que merece.
Su excursión
ha sido una
contínua de envidiables triunfos.
série
287
NUESTROS GRABADOS
Quien ve á este niño, con su vestido corto con el cual se abriga su cuerpo endeble, que
A
quien ve á este
niño con su andar lento y el mirar
lánguido de
haberle
oido
tocar, duda de la verdad de los elogios con que la prensa nacional le ha saludado. Aquí, en Puerto Plata, lo vimos y duda-
mos....Lo creímos
capaz
de ejecutar
-única-
mente piezas fáciles, arregladas exprofeso para su corta edad; pero al exhibirse en el concierto que en el Club del Comercio celebró el dia nue—
ve, y ejecutar con soltura y gracia
dificultad hace
sudar
hasta
veteranos eniel arte, todos
piezas cuya
á los que son ya
los
damos convertidos y fascinados
incrédulos
por las
que-
dulces
armonías que á torrentes hacía brotar Gabriel de su violín. “Fantasía sobre motivos de Otelo, de Ros-
sini” “L' Exile, de Samié” “Cadenza, nard” Rois”
“Fantasía sobre motivos (Weber), “La Abuelita
de
Leo-
de Robin des (de Lándler)
“El Carnaval de Venecia” he aquí las escogidas
piezas con que el precoz artista halago los oidos, encendió el entusiasmo, y se captó las simpatías de la selecta concurrencia que llenabu el Club.
En La Abuelita imitó
con
mucho
acierto
los golpes del célebre violinista cubano Brindis de Salas, á quien oyó tocarla en la ciudad de Moca. Cuando tocó el Carnaval de Venecia" fueron tan prolongados y ruidosos los aplausos, que el pequeño artista se vió obligado á repetirlo para complacer á sus entusiastas admiradores.
El concierto del Club fué para t.iunfo esplén: ido.
Gabriel
un
VI
de es-
te artista prodigioso. Pero hay que ayudarlo; hay que abrirle paso, para que su genio pueda
rayará la altura de que
es capaz,
y ocupe el
distinguido puesto que la naturaleza le
ha se—
con
indife-
Sería imperdonable, mereceríamos
la más
ñalado en el mundo filarmónico. La República no debe mirarlo rencia.
:
acerba censura si dejáramos vegetar á Gabriel del Orbe en el ambiente que lo rodea y no. nos
empeñáramos en que fuera á hacer estudios formales á un Conservatorio. Debemos enorgullecernos de semejante
ni-
ño. Es una futura gloria nacional; es un astro que está llamado á refulgir con esplendente luz ' enel cielodel arte américano. EuceEnio PoLanco Puerto-Pltá,
Octubre
preguntamos al corazón si desea
sancionarlas.
Si la respuesta es
es,
favorable, nos
á
veces,
materialmente imposible escribir con la festinación que el cerebro anhela. $S1 por el contrario, la conciencia rechaza lo elaborado en .rebro, las ideas se apartan de nuestra mente y
la pluma
se resiste
á trazar
una
sóla linea.
¿Qué da á entender nuestro aserto? Que escribimos lo que el corazón siente, y como estamos seguros de que nuestro corazón rechaza lo pueril, lo deleznable, lo indigno, de ahí que nos estremezcamos satisfechos de nuestros humit des partos literarios. Eso nos basta. En el exámen experimental que so|jgmes hacer de los hombres y de las cosas, no se nos escapa el más mínimo pormenor de cuantos particulares constituyen el todo; quien crea lo contrario,
no nos conoc2.
Pero
cuando
de
la
sobre la frente del favorecido
y gritamos
toda el alma. ¡ Loor al triunfo! Así debemos comenzar al escribir
con
la bio-
grafía del señor don Eliseo Font y Guillot, quien ha ceñido, á nuestro entender, los laureles de la victoria en los rudos embates del de la vida.
mar
Nació tan distinguidísimo Médico y hom-
bre público en la Carolina el dia catorce de Junio de mil óchocientos cinchenta y mueve. Estudió el Bachillerato con los Jesuitas en la habiendo obtenido en todas
de
las
Puerto
Rico,
asignaturas la
nota de sobresaliente y premio3 en sus correlativas oposiciones. A la edad de diez y ocho años
hizo
oposi-
ción á una cátedra de Latin y Castellano, obte niendo el triunfo entre sus contrincantes. Pasó después á Santiago
de
Galicia, en dónde era
generalmente querido por sus profesores, quie-
nes admiraban el talento y las geniales aptitudes
del discípulo predilecto. En esta última ciudad del Apóstol, el señor Font y Guillot curso la carrera de Medicina, en todas cuyas asigna-
turas obtuvo por oposición matrícula de honor
y el título á inscrito libre de gastos, meta que sueler alcanzar muy pocos estudiantes.
De re
á su país natal empezó
á ejer-
cer su profesión, habiendo obtenido por concu:-
s>, de nuevo, otra -cátedra en el Instituto, la
Y VELAZQUEZ.
16 de 1897.
o
balanza que la justicia nos cediera al perfumarnos con el glorioso incienso de sus altares, se inclina evidentemente el platillo de lo bueno, juzgamos en tan solemne instante que la gracia del cielo ha posado sus blanquísimas alas
ciudad de San Juan Bautista
Mucho, muchísimo hay que esperar
o
Dox ELisko FonT Y GuiLLorT.—Siempre que tomamos la pluma para traducir al papel las ideas que se agolpan en nuestra mente, le
los negros ojos que brillan en su rostro pálido y trigueño, donde rara vez aparece una sonrisa
tímida; quien ve á este niño, sin
o
cual
perdió
por
razones de todos conocidas.
Entonces volvió á la Península, en dónde hizo la carrera de Ciencias Físico-químicas, de la
que es Licenciado.
Pt
cimbrea como una caña tierna;
doctor don Benito Gaudier y Texidor, fundó y redactó “La Verdad Médico Social,” en cuyas columnas ha vaciado sus luminosas ideas con
el honrado cuanto noble propósito
de
educar á
á su país, que quiere mucho, en los sublimes preceptos del alma de la salud: la higiene.
Es tambien el fundador del Instituto Bacteriológico de esta ciudad, á la cual tanto enaltece ese centro científico. Ha sido catedrático en
ñanza “Liceo protector del estudios gran del porvenir. Siempre
el plantel
de
ense-
de Mayegúez,” y bajo el amparo hombre de ciencia, ha cursado sus parte de la juventud, hombres que ha habido necesidad de
ilus
trar al pueblo acerca de sus derechos, el doctor don Eliseo Font y Guillot, con fácil y elocuer-
te palabra, á la vez que con esa entereza que determina al hombre de carácter, pero dúctil á los razonamientos, le hemos visto convertido
en orador y le hemos juzgado adalid de
la De-
mocracia, cuyas virtudes sabe pintar con vivos
colores,
siendo
uno
de los
más
connotados
presentantes de aquella diosa,
sin
re-
artificios ui
lo indica, es en alto
grado
docente y popular.
Con gusto hemos trazado á grandes rasgos la biografía de don Eliseo Font y Guillot, sólo sí mos apena ¿por qué no confesarlo? que en cumplimiento de nuestro deber periodístico, que ha de ser siempre oportuno, nos hayamos visto obligados á escribirlos cuando tan distinguido hombre público está ocupando en nuestro Ayuntamiento el sitio preferente que la voluntad del pueblo sanciona con su voto ú con sus simpatías. Y lo sentimos, porque como st-
mos hostiles á quemar incienso en los altares de la hipocresía, tememos que algún malvado nos hiera con el dictado de aduladores.
ocurriere, le perdonaríamos, no obstante, buen
castigo
recibiría
nuestro
Si
así
pues
detractor con
que el vulgo le señalase con el dedo y le dijese: ¡envidioso !
GABRIEL DEL ORBE.-—Se encuentra entre nosotros el precoz artista Gabriel del Orbe, quien goza á los nueve años de edad, fama de violinista de altcs vuelos. Dentro de pocos días podrá admirar esta culta ciudad las excepcionales dotes musicales del genial niño Gabriel
del Orbe, pues dará
algunos
conciertos
en les
centros sociales de la misma. E En otro lugar de esta publicación damos á conocer un bello trabajo literario referente al
niño del Orbe, á quien, acompañado dadoso padre, hemos
tenido la
de su bo: -
satisfacción
de Que el Dios éxito Hombre es el doctor Font y Guillot á quien - conocer en esta redacción. corone las aspiraciones de tan simpáticos huésse encuentra en todos los terrenos á la altura pedes. de su fama. En su carrera científica posee lo
componendas.
que
vulgarmente
se denomina
Es generoso, y muy hace olvidarse de sí esgrimir el arma de el cumplimiento de campeten.
“ojo médico.”
Es amable y tolerante como
y de conversación
ce sentir y que necesita cerebros superiores para contrarrestarla al menos, ya que no para doblarla. Dotado de una brillante imaginación, es oportunísimo en las contiendas verbales, y, en pocas ocasiones, no habrá de apatullar á su contrincante. . Ha escrito varios folletos profesionales, entre ellos, una introducción al estudio de la Tratamiento de
y Tratamiento del cólera.
Sabemos que está
la
sífilis, -Profilaxis
preparando
para
dará
la estampa un volumen de EDUCACIÓN CÍVICA; obra con la cual se enriquecerá gallardamente la bibliografía puertorriqueña, y no poco con-
EE
tribuirán
las luminosas
lecciones
del doctor
Font y Guillot á fomentar y robustecer en nuestro pueblo ese civismo que suple, las más de las :
veces, ála fuerza brutal ó material, si se quiere,
d : quejpor desgracia, se hace uso en tantas ocaa
O
sionesA, Dicha obra, como su título claramente
.
A PE Dm dl
/
Al
-
==
—
buen filósofo,
amena en el trato particular.
Posee una dialéctica en la discusión que se ha-
Química,
CRONICA -.
amenudo su filantropía le propio, siendo incapaz de laexigencia, como no sea en los deberes que á cada cual
La Revista BLANCA
une su
duelo
al de
todos los que lo experimenten por el ires perado y sensible fallecimiento del ilustre Gene-
ral don Andrés Gonzales Muñoz, cuyo retrato publicaremos en el número próximo de este periódico.
VE AA
* *.oe
Agradecemos la visita que se han servido dispensarnos los nuevos colegas '*“El Autono= mista,” “El Obrero Liberal” y “La Bruja,” á los. cuales deseamos muchos años de vida.
“*El Liberal” no se ha dignado
ta nosotros.
llegar has-
*
*
Damos las gracias á todos
colegas dominicanos que nos
los han
apreciables
remitido
canje, y muy especialmente á los que
su
nos hau
dedicado frases laudatorias, que ño merecemos:
ti
Allí cultivó el periodismo en unión del ge-
nial Bonafoux, Lopez Landrón y Francisco Rodriguez. En la propaganda liberal, en este país, ha sido 'incansable. Es extremadamente higienista, porque está convencido de que /a cáÑEd del pueblo es la suprema ley. Por esó, en unión del infatigable obrero dela inteligencia,