Pelémica literaria, en nrso. '.ENTRE ÜTSEDOM y
NUMEL.A.
(Modesto ~·dero 11 Manuel Sol'uJ
1a intervención de Xi1ef, Selap, J1U111l .J. Ros, Oci.rcma, J. Williatn Serrot, Fra. Noccis y Seudónimo, 6 seam. .Pélü· ftfntos Bernier, Vicente Pa'lés, J . .A. Negrón San:fmjo, .Amh·ico Raldiris, J. G. Torres, Frr111ci1Jco Negroni y Juan Z. Rodríguez; y un fallo de Felicla ( Fidela Matkeu )
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YAUCó, l<~ST. TIP. "BO.)UNQUEN)l
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A LOS LECTORES. --o- -
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Once años hause cumplido ya, desde el día en que cuatro pollos imberbes (uno de ellos el que escribe estas líneas ), concibieron el iwoyecto d1.1 fundar un periódico en est,e pueblo, -«in tener en cuenta sus escasas fuerzas para empresa ele tal importancia, ni recordar el trist,e fui de El Movimiento, El Alba, El Progreso y otros Ytu·ios órganos de la prensa aquí fundados y que murieron en medio de la más cruel indiferencia. · Nada de esto se reflexionó ; pero es lo cierto que aquellos cuatro nuevos "Jehovah " pr..jnunciaron el " hágase la luz," y La IA1z füé. En efecto, La Luz, que tal era el Hombre del nuevo periódico, hubo de aparecer, aunque para ello fuera preciso que aquellos cuátro jóvenM atrevidos (Modesto Cordero, Manuel Solía, Francisco Negroni y el que suscribe,) siendo menores • de edad, tuvieran que salir en busca de un Direct,c,r responsabl~ que hallaron en la persona d~ Agustín de la Tejera quien tampoco tuvo en cuépta que ya; allos atrás, por dar su pa.t ernidad
-6, un manifiesto político, alcanzó la glor'4 de que lo metieran en la cárcel. En honor de la verdad, La Luz tuvo aceptación, hizo progresos materiales en poco tiempo, y, á no ser por la desaparición del establecimient-0 tipográfico en que se editaba, tal vez hubiera prolongado su vida algún tiempo más. En la sección literaria de dicho periódico, uno de los redactores ( Modesto Cordero ) publicó, bajo el seudónimo ó anagrama de Otsedom, unos versos en elogio de una rubia. Manuel Solía ( Numela,) trigueñista apasionado, replicóle haciendo la.·apología de las trigueñas; y de aquí surgió una polémica literaria en la que, no sólo intervinieron los demás redactores del periódico ( .Serrot y Fra Noccis) Torres y Negroni, si que también otros dii;tinguidos colaboradores de la isla, todos p~.etas jóvenes que empezaban á hacer entonces su entrada en el mundo literario. Allí, p¡1es, colaborarou Matos Bernier ( Xiléf,) Vicente Palés ( Sélap,) José A. Negrón Sanjurjo (.Juan J. Ros) y Américo Raldiris ( Ocircma.) Terció también en el debate, baJo el seudónimo de "Sc Mdónimo" uu poetaviejo y melenudo (Juan Z. Rodríguez,) y falló el pleito, por últimor con :,;í11 igual maestría, la dulce Fidela ó Felida. He aqní el origen ele "RUBIAS Y TRIGUEÑAS ' qu • lt()y 1:m.Je á luz en forma de folleto y en el 111te, aparte las inexperiencias de aquella juven tu(l, no dejan de eucontmrse algunos bueuos versos y rasgos de ingenio. Eu cuanto fL Ja oonsecu'encia de aquellos barclos noveles <¡ne con tanto apasiouamicnto defendían cada c1rnJ su cli.ent.ela, · ba.-tará, parajuzga1· de ella., un solo da.to: Modesto Cordero, rubist<t ltal'tn la pared de cnfreute, é iniciador de la IJQ·
...-7Mmi~ ee ha euado con DDa guapa triguelA;
~ Kanuel Solfs, principal contrincante 6 favor
de las morenas, también se enla16 con una Bim· pitica nibia. Creo.. pues, que en esto de consecuencia, el que ~e la ha guardado, com'partiendo sus días con· wta triguefüta, ha sido el que es de Vds. aa'mo. amigo y S. S. JOSt G. TORRES.
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CONTEMPLACION.
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. Miradla 1 ¡.Es el! a 1 Sus ca bellos r izos Que son hebras doradas, En forma de graciosas espirales Declinan por su espalda ; Su frente es tersa, virginal y pura, Como la. luz del alba: Cuando aparece en el dorado oriente Entre nubes de gasa; Sus mórbida.a mejillas son risueñas Cual una fuente diáfana Que se quiebra saltando por las rocas En mil sierpes de plata ¡ ¡Sus flecheras pupilas deslu¡nbrautes El Sol no las igual.a ! Y en la rosa purpúrea de sus labios Esconde perlas varias, Que la concha más liuda de los mares ' 'l'al vez las envidiara; Su bien torneado ·cuello es más precio10 • Que el de la hermosa Lamia ¡ Parece que formáronlo, jugando, ' De alabastro tas H4dll6; Su cintura Hgera y recqjida.
-10Los céfil'os la. abl'azan, Uuando en busca. de mágicos perfumes De las alturas bajan ! Sus man.os ¡lo creeréis! sou más bonitas Que esas palomas blancas Que cortan la. región de los espacios · Cuand<> bat.en sus alas ; Y su talle ¡ qué talle! es más airoso Que la arrogante palma Que de Favouio al beso se columpia En la. desierta playa. Su voz es arroyuelo cadencioso, Música dulce y grata Que cautíva, y seducer y enloquece Al que llega á escucharla. Pues ved ·ahí la encantadora ondina _ Que aprisi001ó mi alma; Del jardín de mi amor la nívea rosa De más pura fragancia; Del cielo de mi vida el sol radiante Que, con su lumbre clara, Me dejó- ver la mística ventura, Parn luego ocultarla Tras el negro crespón de los dolores De mi per<litla calma. Es esat en fin 7 la que idolatro ciego; ¡:Miradla !Jien, miradla! Y decidme si no es encantadora Esa mu.ter ingrata L ...
NO ME GUSTA. A
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Mi buen amigo Otsedom : Be leido, y releido Tu bella composición, Y.. . francamente1 querido, Estás falto de razon. Yo no comprendo ni atino Cómo uu hijo de los trópicos V aya en contra del destino, Al.ver con ojos hidrópicos La rubia. ¡ Qué desatino !
ÜTSEDOM.
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OTSEDOM.
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Si en la tierra borinqueña Se pulsa la lira erótica, Es sólo por la trigueña, Pues la rubia es planta exótica · Qne el borincano desdeña. Es propia de esta región L<I morena encantadora.
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rCómo goza el corazón
Al ver su faz seductora Que infunde voraz pasión ! La rupia, de clíma helado, Lleva impreso en sn conciencia, No un a.ruor puro, acendrado, Sinó amor de conveniencia Como su mente ha soñado. La trigueila es todo amor, Todo cariño y ternura·; Sufre con nuestro dolor, Goza con nuestra ventura, Y nos ama con fervor. Y es falta de patriotism<>' A la rubia·defender ..... .
O será que, en tn erotismo, Te has llegado á enloquecer Y alabas por se.r vilismo. Otsedom, tal estulticia No compreud-0, á la verdad í Aplaudes con injusticia; Es loca tu necedad Y desprecia.a lajusticia. A todas las borinca.nas Has inferido un agravio; ~on trigueñas · tus paiaa!las; E 'ntone, pues, ya tu labio: Iise>·ere 1nei hermanaa. NUOLA.
) ME IMPORTA POCO. A NUMELA. Una mujer hechicer11· en quien puso el Señor todo: la luz y el amor: do modo que ella es sol y es prime.vera.
El Autor-Xise-Poerua inédito.
Por tí lo 1c1iento, amigo, . Dije, Numela,. al coutei;nplar la lluvia De insultos é improperios, Que prodigas altivo y f,lin misterios . Contra el cantor ~le la graciosa r ubia. • Me tratas de voluble, de insensat<;>, De falaz, de servil, porque ayer hwe Oon pálidas pintura::: el retrato ' De mi qllerida, mi hechicera Nisel... .• Pues ratifico lo que dije : ad~ro A esa mujer esbelta y agraciada, Ouya.s guedejru5 son haces de oro Que por su espalda caen
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-14Como de luz vivfsima cascada. ; Y que Favonio al remover travieso En sus volubles giros, Le brinda tierno, perfumado beso, Y sus de amor castísimos suspiros. A esa mujer, cuyas pupUas bellas Son fuentes de poesía; De amor abismo11, vívidas estrellas Que con su luz iluminaron ellas La oscura noche de la vida mía; Y cuya boca delicada y breve Es un nido de perlas y corales, Donde sus vuelos pliega el aura Jeye, Y enamorada bebe Riq1úsimos perfumes tropicales. Si; la adoro y le canto entusiasmado, Porque es ella mi bien, mi Dios, mi todo, Sin 1lja11me en el modo Con que la pintas, bardo apasionado.
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Aquí en Borinquen, cual alis en el Norte, La rubia es todq amor, todo poesia; Y solo un hombre que cual tú se porte Podrá llamarla como el hielo fria. La trigueña es la noche misteriosa; Romántica violeta Mecida por el aura ~apric~osa: Es la trigueña mariposa mqmeta Que, para hacerle replegar las alas, Ha de herírsele el pecho Con arma de oro y diamantina!'! balas. Y la rubia .... ¡Qué quiere~ que te diga Si la rubia es mi amor, y m1 locura T Déjame, pues, que en mi locura siga, Y signe tu con tu locura oscura_! . .. Y te hablo con franqueEa., Ser contrincante tuyo lo deploro; Más lo .seré, N um~la rubicundo, Mientras haya. muJeres en el mundo Que luzcan trenzas de color de oro.
iDeflendes las triguefüls'f Pues ma 1hecho, Porque eres un gran rubio en mi COHcieucia, Y, al verte baeer tal cosa, yo sospecho Que te mueve el despecho O la fult.a no más de consecuencia. ,No tegt1stanlasrnbias7 Nol.Puesmira, Mereces esta vez juste reproche. ¡Quién deja el sol, que entre zafiros gira, Por ir tras las tinieblas de la noche T
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Eres oscurantista, amigo mfo, ¡Defender las trigueñas! ¡Por el cielo ! Y decir qne Já.s rnbie.s tienen frío El corazón, como el dormido hielo t
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.UN.A PREGUNTA. (A NUM.ELA .) l.
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Yo también he leido y re.leido Tus quintillas, simpático Numela · Bastante. las aplaudo, pero siento' Que elogles con pasión á la trigueña Deo;preciando ií. la rubia cariñosa, ' Hija acaso del sol y las estrellas, Hermana de los ángeles del cielo O querub encantado ele la tierra. Es verdad que en Borinquen, entusiasta Bardo, se siente inspiración suprema Por aquella mujer cuyos cabellos Como-las sombra.a de la noche sean, Y en cuyos ojos cual la tarde oscuros También la somb1·a uocturuaJ se vea· Pero, dejar de conocer las gracias ' Que la rubia .b ellísima presenta, L~s imposibl~ ! lo sublime y digno, lJ1gno y sublrme por doquier se muestra. Es ve.r dad qne las dulces trigueñitas, Flores de las estepas boriuqueñas,
lnfundeai a.1B0ri0& eternales Y una pasión inextinguible y tierua, Con sus blandos hala.gos innegables, Con sus gratas caricias hala.güeB.as ; Pero 'quien no distingue fácilmente Que ia rubia es más linda y hechicera, · Teniendo como tiene su mirada. Del cielo la magnífica apariencia, Guardando como guarda entre sus labios Del pa.ra.iso el deliciosú néctar, Siendo, en conjuut-0, el ideal bendito Con que sueña la mente del poeta. - -' II. .Ofender la trigueña, ... 1quién lo baria. Que censurado, sin cesar, no fuera ..•! Defender á la rubia . ... ¡,no es derecho Del que abriga políticas maneras t Así pues, ¡oh Numela! si tu amigo Alaba una dorada cabellera, No es sobra de serviles sentimientos, Ni falta de pa.trióticas ideas; Pues la rubia es modelo peregrino En que el artista eu:tmorado piensa. ¡ La. rubia es la feliz protágonista De 1a historia del cielo y de la tierra. • Rubios son los celajei;¡ de la aurora., Rubios son los fulgores de Seleuia, Rubias del alba las movibles gasas, Rubio es el oro, mbia la 1uz bella: Y es morena la tarde nebulosa, La noche melancólica, morena, Bs moro'n.a. la sombra y el abismo Y morenas las lóbregas tinieblas; ... Dime, pues, buen cantor, ¡qué es más · hermoso,
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-18La triste oscuridad, la sombra densa O el resplandor dorado de la aurora. ' Y el dorado fulgor de la~ estrellas f XILEF.
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POR LAS TRIGUEÑAS. A mis amigos Otsedom y Xilef. Me gustan lns tl'ieueñ11s pol'qno 11oy rubio; si no lo fuern, tnmbiéu me gusturCnn.
Otsedom, y Xilef: todo se sabe: He dado ya en la clave Por que aplaudís la rabia entusiasmados. Es que estáis .......... se comprende, Prendados de una rubia, .. Y vuestra musa sin saber ofende, Con temeraria lluvia De insultos y rencores, .A la trigueñat prototipo augusto Dl amor más ideal de los amores. El Dios Omnipotente Así lo ha decretado; Que á la rubia. supere con exceso La. candente trigueña, Honra y prez de la patria borinqueña, Pues, ¡qué va.le semejen sus pupilas,
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Que vos creéis tan bellas, Dos pedazos de cielo Por doude surgen fúlgidas estrellas1 Si el brillo que ellas tienen no escintila f Si los vivos destellos, .Que denota u placer ó pena cruenta, Jamás la rubia demostrarlos puede . Aunque ruja en su pecho la tormenta,Pues la mirada al asoma.r se en ellos Muere indecisa, torpe y macilenta Y al fuego sacro del amor no cede 7 ¡Cuánta, cuánta. ternura, Ouánt-0 amoroso fuego en su vel!tura, O ya en su acerba pena, La candente morena Expresa con sus ojos centelleantes, Negros, grandes, rasgados, . Que imitan con su brillo los diamantes! Es la trigueña la gentil palmera Mecida por las brisaa tropicales, De airosas formas, de pasión sincera, Que en edenes convierte los eriales. Es la trigueña el prototipo augusto Que los sectarios del Corán prefieren; La hurí graciosa que, al creyente justo, Le ofrece como gloria su profeta. Para que él vea E¡u ambición completa, Y es un .g usto bas.tante devravado, Amigos, á fé mia, Alabar & la rubia, siempre FR1A
-11.Fo? ser orinnda de país helado. Diréisme que su pelo Son las guedejas que dorara Apolo, y · al mismo A polo le ~~usara celo . Por ser lo rnbio condición de él solo. Más ' qué importan someras nimie• dades A la crencha negril de la trigueña., Que declina ondulante po~ la _espalda De la airosa gentil p~rto.-riquenay Formando oscura y srn igual grurnalda'
Conv~ncéos al :fin que la trigueña Es el tipo perfecto de lo ~ello, Por que en su rostro se vislumbra el sello Del a~or, d& la dicha y _la hermosura. Olvidad, olvidad la rn~rn. fria, y conmigo rendid vuestra ventura Al tipo que donó bella N·atur~ A la ardiente región del ~ediodía.- · - -· · Sin jamás admirar lo rubicundo Mientras ·haya trigueñas en el mundo. Nu:MELA.
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EN DEFENSA. CONTRA NUMELA. :M~ g11s!an las rubias vorque soy tr1gueno; y la luz siempre vence las tinieblas.
Nada, rubitas, Numela está loCJ?, sí, bien loco ; os ha dicho poco á poco con notable sans fa<;on, que sois nieve y por tal, frías, que no conoceis la esencia del amor, y en consecuencia que no teneis corazón l \
Yo, que mi pluma consagro á vuestra josta defensa, al ver esa nueva ofensa de nuevo quiero salir á campafia, p<>r probarle que de razón es!K'Í falto; y con mi imprevisto asalto ¡ veréis cuanto va á 1mfrir 1
.-2s..-;. Vamos á. cuentaH, "N"umela, ¡ Dices que fa rubia e8 nieve 1 Pero <líme ' quién se atreve negar tamaña verdad 1 Es 1úeve por su blancura.: nil;e, porque el Etna· ardiente cubre con nieve su frente, · y es un fuego en realidad. Di.z que la rubia escasea, · Y ¡qué verda<l más rotunda 1 l,ero ella err justicia abunda, dándome á mí la razón. Y es lo cierto; porque el oro y las piedras de valía, nadie ha bailado todavía por doquiera eu profusión. En la excepción formas regla, Y como tú rubio eres, , crees, bardo, que las mujeres juzgarlas puedes por tí. . Y siendo tu alma insensible al de amor ardiente fuego, füces :-si es. rubia, reniego, debe parecerse á mí! ..... . . ¡ Vaya un mod0 peregrino
de razonar I ... ¡Me ern bel eso! ... Yo soy trigueño, y por eso ' toda trigueña será como yo de bueno y santo ..... . con un corazón tan puro ..... . ¡Jesús, Numela ! qué osctiro tu razouanúento está !
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'y sabes lo que me han dicho'
Que, de argumentos escaso para salir bien del paso ' estiís dicurriendo asf. . He aquí todas tns razones: OJOS negros negro pelo, 1 y un corazon como el cielo ¡sin dnda color turquí! '
Rubia . ... e~tera. ¡ q1!e creo con ~Jtceso haber prooaao, que entre todo lo creado una rubia. es lo major, lo más tierno, lo más puro, lo que entrafia. más valía, lo que encarna máa poesfa, lo que engendra _mAs amor.
nunea podrá.a alcanzar. Porque posponer la rnbia que es la luz y la poesía ' á la trigueña aombrw, ' es al buen gusto faltar.
Y una trigueña es ... ¡ silencio ! Hacer punto aquf me cuesta, pues como estamos en fiesta, con ella~ quiero bailar ..... . Después que la fiesta pase, aunque me .arañen, lo digo, seré el más cn10l enemigo! .... ¡las voy á desorejad
· Rupia es Ja luz esplendente las fúlgidas estrellas· rubias, las ráfagas bella~ del ígneo, cárdeno Sol. Rubia es la plácida aurora que, formando hermosa cinta r el azul del cielo pinta ' con vivísimo arrebol.
Si te queda algún recw·so, contesta pronto esta ténia; pero pide antes la venia á Xilef, aquel cantor ' á quien le doy gracias mJlChas, porque, dulce y halagüeño, tiene co1no yo el empeño de que salgas de tu err0r!
Y ¡ crées que de esa manera
te Jlevarás la victoria T No! te equivocas: tal gloria
\.~ de
0TSEDOM,
Rubio es el oro, el ropacio • rubia, la rosaencarnada· ' rub~a, la palma dorada: ' rubrn.1 la tarde al caer. Ruoia fué Vénus la bella· rub!o, el Rey de la .poesía;' rubia, la VIRGEN MAR.1A· Y DIOS rubio debe ser. '
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CARTA. ( A NUMELA) Queril\o amigo Nnmela;:. tlou gusto inmenso, grat1s1wo, Del semanario "La Luz" He visto el número quinto, Y tns frases y defensas En contra. de tus amigos. Tus acordadas estrofas, Tus especialefl pcrt~os Vilipendian á la rubia De los querubes hechizo,. Y se empeñan, l voto al cielo ! En ensalr.ar cou <leJirío Sol.amenre á la trigueña Con ca.ntofil enardecidos. 11. Eres.ínjust-0: nos dices Que muy prendados vivimos De rubias, qne se comprende, Mas, ' á q~é negarlo t .... amigo, 'JO« por m1 parte, <letlendo
A las robiaa, por iutlnt.os De dignidad y justicia, Aunque t.ambi1fo por carillo. Yo sé bien, caro No.mela, Y muy persuadido vivo De .que la rubia es tan dulce! .... Pronto estarás convencido, Qne la persuación _innata Convierte al poeta mismo.
III. Las leyes de la Natura Te muestran eu el narciso, Florecilla peregrina, De nuestras rubias el tipo. Las leyes del Universo Por modelo han escogido A las mbias hechiceras En Roma, en Grecia, en Corinto, Y el derecho natural De los morta.les. consigo Lleva el seno voluptuoso De nn ángel de nuestro signo.
IV. ¡Qué másqnieres que unos ojos Llenos de fulgor divino, Azules como girones Del cieÍo de Puerto-Rico t .... ¡Qué más quieres que unos labios Diminutos, purpurinos, Resumen de la ambrosfa, De mieles y besos nido 7.... '"Qoé m!M! quieres que unas tren-
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Jtiv:1Tes del oro fino, Ondea.ndo eobre una espalda: De mlirmol hermoso y níveo1 ... ¡Qué máa qnieres que mira!.' En un conjunto, reunidos, Los encantoR de Minervu. Las gra.ciRs de Adonis mismo l. _
V. ~éjame· amar ¡oh N~mt>fa, l M1 ideal .. . ... en nús delirios. Quiero adomr á uua rubia, Ser de sus dones testigo, ~logiar sus cnalídades, Elogiar sas ati:activoR, Vivir por su amor; y, ledo, Despreciar po~ sns 11echizoA Mis bellas aspiracíoues, Los ensueños que acaricio . Mis ilusiones queridas, ' De mí cítara. los ritmos;: Y piensa, Nmnefa, en tan.to, Que estás perdido, perdido, y Sin remedio, i U()- ha.y duda ()
Defiendes ple1to de gí'fJaro. V a.n á; fa.llar en tu contra
'EN 1dl PUESTO. A
OTSEOOM
. O,.fern\iemlo :l. Ja trignt'Íl1' 'l nu i;olo me basto yo·
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Ya l<> ''eÍS, mi~ trigueñitaR De qué suhte tan extraña, ' Os va at:icanclo en sn saña Mi buen amigo Otsedom; Que, ai defooder á Ja rubia, Os apropia cosas tales Que dan muy clara~ señales De estar tocattdo el violón.
JJOs tribuna les cll'1,iufoio •. XLLEP.
Tan solo un hombre que teng:i. La razón faern de quicio , Sustentar puede este juicio: "Que u la 1·11.bia lo mejor." Cuando de Oriente f¡, Occident6i Desde el Norte a.l Mediodía, Convienen que hay más poeaía En el trigueño color.
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todo lo rMWJioo•,
Mintiendo culto ~ lo rnbio; Por su nieve ... . ¡ hasta el V esn· . biot Y por capricho .. ¡ hasta Dios 1.• Yo le doy á cada uno Su merecido, su puesto. Pues yo soy justo, modéstoi Aunque Modesto no soy.
Que, por má~ que tú pret.eucias Con lenguaje atrabiliario Hacerme ver lo contrario, No lo puedes alcanzar. Es lo rubio un ti110 ral'o Que degenera en a.lbino . .. . . . Y lo trigueño es divino. Bello, tierno, a.ugelical.
A la trigueña clefieñdo Sin ofender á, Ja rubia, Tú, al contrario, cruenta lluvfa De denuestos das. ¡,Porqué, Lo ignoro, no sé el motivo, No sé si será cl despecho Que ruge sordo en tu peche Sin poderlo contener.
'Que es la trigueña la noche Y la. rubia el claro día t
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Tú
Y . .. . Ot.f!edom, he de prob&rte, Como Dios Pstá en el cielo, Que la rubia: to desvt11lo, No se puede oomparár .A.. la trigueña graciosa, Tipo que donó Natura, Llena de gracia y veutura. A la regió11 tropical. '
t.No miras en tu manfa. Que estás perdiendo, Otl'Jeclom ? Aüuánclo lo fl.lhino ha buscado Lo~ de Febo rayos rojos f ¡ S1 molestan á sus ojos Los igneos rayos del sol! l Que
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Ja rubia cual topado,
Y cual la palma dorada
Y cual la rosa encarn;ia Cual el diamante y lo a¡ul t ¡ V -a.;i a un modo bien extrafto De ñeiender á un client.e, Dici eu do indirectamente Qne es tipo~ loPOMPADOUR.
Eu mi Rei' no influye na.da~ Ni pasión; ni torpe encono: Esta verdad en rui ubono La puedes tú confesar. . Que basta r_ub!b soy, y ataco Por convicciones mi gremio ... , ¡!Juá.1, pues, dí, mereceel premio' El despecho T ¡ La verdad ' Con formas cultas aplaudo A Ja ardo.rosa trigueña, De mi tierra borinqueña El más preciado blasón¡ Mezcla de lo bello y tierno, Esencia de la hermosura, Oapricbo de la Natura.,
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Y orgnllo del miRmo DioM !
tJ-++++-:t-.t..+ ttt+t.±:t±±.t±±
Que es h1 trigueña un conjnnt-0 Del misterio y de lo bello, Y el emana.do destello De la región cel<'stial. Tierna, dulce y apacible, Amol'osa .... con quien ama, Pues de amor la pura llama, ER en sn pecho un volcáu. Así, pues, por más que quieras Oon capciosos argumentos Couveucerme, tus concentos No son más que idealidad. Huecas palabras que en nada Desmeritau la trigueña .. . .. . ' Qué puede el agua en la peña' ¡, Ouándo la alcanza á horadar' Y aunque apeles en tu abono Al juicio de algún extraño .... (¡
Has de saber que el engaño Nunca. á la v<'rrlad venció. Llama, pneR, á C'Uuntos quieras, Que est-0 mo es indiferente . . .. . ¡ Defeudieudo á mi clie11te Tan solo me ba.sto yo! :NUMELA.
-C'V--
CONTRA NUMELA.
La virg<'n rubia es la fulgente aurora Que nace entre eRmeralda y arrebol; Es vir~01 1 que los cielos enamora, Es la espoi;a purísima del sol. Angel que trajo una misión del cielo
Y, al bajai· á este valle de amargura, Rotas miró sus alas, y del rmelo Volar no pudo á la celeste- altura. Los ángeles del cielo le envidia.ron, Le hioierop de las cumbres descender, Y la escala, en&eguida. retira.ron, D~jándole en el muudo pa-tlecer. Por eso brilla uu cielo en 11u mirada, Y, aute la lnz de sus azulea <>jos, Sueña el alma suspensa, tmamoroda, Celestial"ª• purísimos antojo11.
L..!fü-
RulJio es el sol qUt' et Cninm~o dul'I\ Y en los e:;p11tios eternal past!n, Rubia. el:! la luz de la fulgente aul'Ora, Rubia la mies que eu la .. ampiñu omlea.
.Por eso tras Ja rubia t,-Smiuamos Con el amor y h• es¡>eranza en pos, Por eso en i;us pupilas clivisamoti La imágen de los ángeles y Dio~.
Rubia. es también Ja tar<le qu'e declina
Ella. lo graude y lo sublime encierra: Su misión es de amor y de consuelo; Si Ja hermosa trigueña es de la tierra. · La rn bia tuvo que venir ele 1 cielo. Su amor es ele suavh;ima ternura; Es el amor abstracto, celestial; Amor de la trigueña es calentura, Es el amor terreno, materia,l, El amor de las rubias ilumina, Blando refresca y a.caricia al alma; Amor de las trigoefias h calcina, Como l1:1i chispa eléctrica á Ja palma. Amor de rubia es cristalina fuente Que entre flores se mira serpentear; Amor de la trigueña es el torrente Que corre desbocado hacia. la mar. (
El uno es la mañana esplendorosa, Llena de lnz, de aromas y alegria; Es el otro la siesta bochornosa, El sofocante sol de mediodía. El uno es lago plácido y sereno, En donde boga a.legre el corazón; Ee ma.r el otro de peligros lleno, El encrespado ma.r de la pt.Rión.
De las negras tinielJla.s en el tul. Rubia la tersa ltma que ilumina Del infinito el pabellón azul.
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Y, enca11t,o de la noclw placentera, Rubios de los hrnerof; los fulgores, Y 1mbia Ja aromosa pi imavera Que embalsamada se deshace en florea. Rubio es el ámbar, el topacio, el oro, En el muutlo lo rubio es lo mejor, Y es, por fin, rubia la muger que adoro Con sacrosanto, inextinguible amor. SÉLAP.
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SUB-FUSCUM. "¡ Ei; tan \;ella ..... . 1.:1 luz on 111 o~curidnd ! '' .J. J.
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VE\' ÁX.
Reñida lneha. o ernpeüa E11tre esforzadoi; carnpeones Para aquilatar los done::1 De la rttbia· y la, trigueíía. Quién á las rubias desdeña, Quién las trigueñas rechaza, Y en fa, implacable amenaza De tan gallardo comba.te, Aunque el ingenio los ate El gusto los desenlaza,. 'io .. ... . con placer callaría. Por deber ·y conven~encia,_ . A no encender m1 couc1enrna El fuego de· mi osadía. Sé que Ja rubia. eonfin De 1m causa . el pabellón A nn formidable escuadrón; Mafl permit.idme c¡ue ~erza,
Contra el poder de Ja fuerza, El poder de Ja razó11. Voy contra las robiai>, pues~ t;iu que ofenderla.s intente, Ya q11ejarnM1 lo valfr11te Ha quitado to corlés. Si en tu defensa me ves ¡Oh trigueña! sin alientO, Por que me falte talento, Poi· que me 11,obre rudeza P:wn. templar mi tristeza. 1. (;u11s{tgrame 11 n ¡>oni<nmí,en to. Tu 110 eres el sol de estío Que seca. cuerva y abruma : Eres, en forma -'.e bruma , La espera nza del rocío, Allá, ell'el azul \acío, Cuando el sol esterilfaa Los campos, nube plomiza, Del Otoño precursora, Se abre en lluvia protectora Que los campos fertiliza. Trigueña . . .. noche que invita Al alma cIDlsada y sola A embríagarse entre la ola De una ventura infinita. Noche en que su vuelo agita, De ignotas dichas silueta, Esa mariposa. inquíeta Que en tmno al cerebro gira.: Angel de . sombras que inspira. La.1f canciones del poeta. Trig1tria . ... tarde que ufana. Lleva. en su seno fecundo, Para restaurar al mundo, El germen de la mañana.
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-88-
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Tnrtlf' que el mi•terio berm1•Da Con la clinrua clari<lad: A HU trnnquila beldad Qne 11i engaña. ui deslumbra, ¡ Qué espiritu no columbra. La. dichm1a eternidiw:l 7 Y en el negro relucir De unos ojos rutilantes, t No aparecen los brillautct1 Celajes el el porvenir T Bello es el el.a.ro zafir Que en le. rubia centellea, Pero es más bella la tea En el abismo profundo : Todo-el esplendor de uu muudo · Dios dentro del caos crea. Baja¡ oh sombra. de Ga.utier ! Refuerza mis argumentos : Dime : ¡ tus dulces acentos Dónde supiste beber T J Qué fuego daba á tu ~r La chispa que le aruma.ba, Mientras tu pié eusan¡rentaba La espina. de los abrojos, Sinó el de unos uei:ros ojos En que tu sér se abismaba. t ¡ Morenas ! Alzad la. frente : Vuestros 11echizos adoro, No los cambiantes y el oro De una. crencha reluciente. Oro y nieve .. .. ¡ qué aliciente Tan pobre ! 6 Quién se euamol'a De f'M gra-Oia engañadora. 1 El oro en sí ... .. metal leve; Y la nieve ... . iqué es la nieve. Si al t-0e.Arfa. 11e eY11 pm·11 . . . . '
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BlaRCa f'S de Ja mar lo eRpums. Y el batel que la domefta
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Lanza, en espiral tri[111Min, La fuel"Za con que la abmm11. Del filósofo la pluma. Tinta. mo,.ena hurueclcce ;· Y á medida que encanece Del error la cabellera, .Ant.e esa pluma iscveru M6s el error se el}vilece. Y rubio es el rayo fiero Que asfi.x.iaruos ameuaza; Negra la punta que traza A P.se rayo un derrotero. . BlancP es el pufial artero Que con fa virtud ~e encona; Rttbio el OJ'O q ne eslabona Del esclavo la -cadena, Y cubre n11a piel ma¡:ena Al que la sufre y perdona. · Mas¡ oh rubias, en que lata. Un alma de morenita ! Q11e os diga bellas no evita Vuestra rubia cata·r ata. Aquí en mi pecho se acata Lo que acatar es honor; Si por ello <'Ste cantor Just-0, aunque pobre, os parece, Sabed que se enorgullece Con su trigueño color. ' Basta ¡ contrincantes ! basta ; Pero aduciros intento Un fútil razonamiento Que, sin embargo, os aplasta. VTlestra indulgencia se gasta Con este versar sin tino ;
-iO.:Que ya tenrlréh:, a<livino, .De que flnalkc cmpeíio: . _ T'ncR bien : 11otad que es tn!(wmo ·¡¡;¡ p1111tn <'OH q11e. tor111ino. ,J t · AN ,J. füig,
i LU BBBIU ~H DI DIH l A NUMELA Por Dios! que ya exaspera, Numela, tu manía De que triunfen las sombras De la esplendente luz del claro día! Francamente, me extraña Que en un siglo cual este "' Propiamente llamado de las liwes, Que tanto invent-0 entraña Y tanto amor á la verdad se tiene, Un hombre como tú, de inteligencia, Diga en tierra de Espafüt, Que rehusa la luz, que no i:;e aviene Con su divina esencia Y quiera en el error estar sumido, ' Repitiendo á la faz de un pueblo entero, Que oon semblante au stero Tu conducta oondena, Que la lu.z , por ser rnbia , es coi;a mala, Y que es la oscuridad cos::i muy bi10na, :No pienses que yo ignoro La cau15a de que aL¡¡r11tes i't las rnbi"11,
1'
I
-(2...-
JJe nobleza tesoro, Y finjas que desdeñas Su divino candor y sus virtudes En favor de las lóbregas triguefia1J~ Yo sé bíen que ef despecho Te hace decir, Numeia, aquestas cosalJ Para excitar la bilis A las rub·ias donosas. Tu haces ( y perdóname este símil ) Oomo la rata- q~ apetece· an hueso, Que al no poder comerlo · Se complace en roerlo. Cambia, pues, de co~ducta, caro amigo, Que es, fr:rncamente, cosa Que merece castigo Que, queriéndo 6 ras rubias, nos repitas En contra á tu sen~ir, que las morenas Son las únicas buenas. Eso, Nnmeia, no esf.á bien. Apolo ~ Que te otorgó una lira, Enojado se encuentra al verte solo, Defendiendo· el error y la mentira En la tr·igueíi.a lobrega: encarnados. ¡De esruinanera pagas los favores· • Que debes · oh N nmela ! Al t·ubicimJo Dios de la poesía t" 6 Olvicfas por ventura Que al tributar loores A la trigueña oscura; ~JnJlbién ofendes, vate áescaITÍad<Y, A las rubias lier~aJtlU d'e Helicona, Que tristes r llorosas· Esm con tus loc1tras °l tus cosas T VaeIVe; pfensa', medita; "Y verás cuan errado' Ya~ por el'!e· eaminO' qU"I!' htts tomado. 4
. .
.
-41-La ,..W. •to mtüor que by ea el aueto, Copia ftel de los angeles del oieló ; IAI rubtaa son de pneá rubia hizo A la mn~ primera Que habitó con Adan el paraíso. · Esto te probará, ca.ro Numela, Qne es el color perfecto; Qne un Sér tan sabio y recto No pudo equivocarse, Y que con esto él mismo nos ensefta1 Que ea á la t·ubia á la que debe amar•e Y M á la 01cur11, apática trigueña ....••
Dio•,
OOIRJDU..
........ .-·-···-··-··· ·-·- ·· ·•· .
P~R LU TRIGOllAS A NUMELA.
\
:No estás solo, NumeJa, 110 estás :::olU'r Pues que también yo salgo á_la palestra A defooder con enterem y br10 A la hechicera y sin rívRl trigueño., Más ardiente que el fueg~ d~ estas zooas~ Y, más que el cielo de- J3ormquen, bella .. No importa que ~sforza<loR. - campeones: Saliendo de fa rnum á Ja defensa, . Traten de hacerte ver que te e~mv~a-s <1 En tm;juicios rel'pecto il Tas tr1guenas;: No importa; 1111e procureu convencerte Con sofismas sin ñM y frtlfl~R ~t1ec.f.ts: Que siempre fa razón i;alio trmnfante Quitando der error Ia crasa venda. . A aquellos que te digan que la rubrn: Es de8lumlirante 110[ ó luna bell«r Que las trigueñas son oscura 1~o~he, Que l50n aquellas. Tuz y éstas tinie~las:. Díles que- sou fas somb.-as· necesanas ,Vam admírar fa Iuna y Ias estrelfas, 'J 'lile. !fo 110' e.xisti~· fa noche osCllfU'r
......t1i·f,a luna y las C8trellaK no lle vitmm. Si la rubia es ef sol. romo éste eclipl'a A los asti·os sin fin que le rodean, Loe ojos de la. rubia, ·si son a.stroa, Astros serán que 13in fa foz se quedan, En tanto que lucir se ven 1·a.dia.ntes .Sobre la oscura. tez de las trigueñas; Y siendo el almiL en la muger los ojo~ ¡,Tendrán alma las rubias, di, Num~1aJ -Si con o.tro sofisma, :algún .coutrar10 Te quisiere enredar ...... tú iu1da. te.mas, . Que, también con 'Sofism&s, -combatirlos Y ganal' la cuestión muy bien pudieras. "Lo rubio es io .que <tbtmda", dirá.u muchos. Y esa 1uisma abundancia ¡qné nos pruoba 7 Siempre el bien ise 'ha encontrado nmy :escaso Eu tanro que del mal hay gra,n cosecha.. Si alguno te repite qu.~ son J".Ub'ÍOs La Vénus y el Apolo U.e la Grecia, Y que solo á las t·ubia.s le han cantado Los antiguos y clásicos poetas, Díle que ésto fué así, porque no estaba La tierra. americana descubierta, Que Puerto Rico era un rifwon oculto En tm pliegue del tñanto de la tierra., Y que entónces las mbta-s eran lindas Por no existir aúu nuestras trignt>ñas. Y si algún atrevido te asegura Que rUJbia füé también la ruísma Ef!a, Contéstale que el muntto en su princrpi() l\luy imperfecto debió ser por fn.er.za, Y que son las trigueñas, resultado De la ley del progreso, ley suprema..
Dfles i..tubMn, que el sol fué el qae en, vidieao Al ver mugeres lindas en la tierra, Para quemarles su d\vina cara Una vez descendió de su alta esfera, Sin comprender que solo conseguía Alladir un encant.o á sus bellezas. Díles que, si las rubias gustan mucho, Más tienen que gustarnos las trigueñas, Pues son aquellas, suaves, apacibles, Y éstas apa.s'iouadas y violentas; Y es más bello que el lago silencioso, El imponente mar con sus tlerezas; Y más que el riachuelo trasparente, La altiva catarata con sus perlas; Y en ftn, que las triguellas son sublimu, Mientras las rubias son tan solo bellaa, En resnmen, si dicen que las rubias Son ángeles del cielo, enhorabuena; Las triguefiai; 1;erán en este ca.so Angeles nada más que de la. tierra.; Y como por instinto busca el hombre Más que cosas divina8 las terrenas, Pues solo las del cielo le preocupan Cuando mira. llegru.- la muerte cerca: Yo, siguiendo esa ley, mientras exista Preferiré á las rubiaa las triguelias; Y después, al morir, que vengan roblas, Si es que entrada allá arriba tienen ellas, Porque ... también Luzbel bajó del cielo, Y hoy no le quiei;e Dios en su presencia. ,J• WILLiill SERROT,
_...,_
J>OB COBTESIA. A Numela, .Juan · J. Ros y William. 'I .
·s1 al a1to vuelvo la llorosa .vista,
~n la pureza. dt>l etéreo cielo ~1 f>~llo cmil de tus modestos
lánguido n1iro.
qjos
JosÉ M~ H.&aEDlA..
.¡Sabes, rubia, quá gmcia~llcito1 ANDRÉS BELLO.
)
Deja que ado1e de tus bellos <ij09 la adormecida <lúurw1 .Usa~ .l\.BJGUL LoZAJlO,
Suel:ta enrizos la melena •obre el .MtW'fit de au eapalda, gcantlea los ojos a111le1 •••••• ••••
'
.
11em.·.¡;,·e;.;,á.a~;·,; ·;~·· ···~
....................................
I · ·
. -43r.ra la virgen que el bello
apóstata t ~o, no: toR ca11tilt•mu1 son ta 11 1iettt1 tle forma11, c:ouut pohrt>~ eu argumentos qnc á los 1le ello1 \"OUz:ui.
de los nmore11 agunnla. ' Jod GA t•TIF.R Bii:tefTEZ. E11011
.-
poetas que nombrados dejo
se han mapirado en 111 region de América, y han sido 101rnantore& delas rubia11. Con esto WilU1un satisfecho qued11. 0T8ltDOll.
lf
Aunque ya he co11segui1lo la '·ícloria en esta lucha, como asi lo )lrueba
el aura. popular, por cortesía ,·uelvo otra vez fl entrar en la contien1la.
'
•
" III. Diz, Numela, que el mundo }Ja
conv~
con la puuta mortal lle la ¡\rim1•ra. Be tri u u.fado: lo 11J dicho y lo so~tengo: las razones que expdse en wi defensa pulverizar no )ln<lo, aunque tal qniso, el yaliente adalid 1le las tt·igucñat1.
Tasso, Dante, Petra1·ca, Mfü,ón, By ron, Becquer, Abigail, Bello, Esprouceda, .son genios que han vh·ido, de seguro, según tu juicio osado, en otra esfera.
Pues bien: si á mi Yenccnne no ha podido, que nada soy al lado de Ocirema, de Xilefy Selap, ¡quién vencer pueJe á estos campeones 1}ue ti amor alienta t
Porque estos bardos que sublima el Orbe y que {t las cumbres de la ~lol'ia eleva, han cantado en melódica!(estrofas á ojos de cielo y á d-0radas trenzas.
Y héteme, pues, con la bruftida lanza
\
Pero c1tmpli1lo este 1leber, yo juro responder eu si ll:'11cio al qne prl'teuda decir que es hit!lo la ardorosa t•ubia y quo es un fuego la glncial trigueiia.
uido desde Oriente á Occidente, en que se tenga el oscuro color µor el mas bello de todos los colores .... ¡ Co~a nueva !
y al \'iento desplegada la haruiera, A defender dispuesto la segunda ~
Ya be nicho que por pura cortct1ia he subido 1le nuevo á la palesti·a: Por contestar il ti, á Boa, R. Williani que tanto eRcriben y qne mula prueban .
Los que han · rnnlllo á
r~molcar
tus
,·erso~>
Dices que degeuera el color rMbio en alWM ... •t"I vez puede qno te~gM
, ¡
razón; p~ro te olvid , y lo aitioto, qqu lo trt{licrio en flfgro degenera. Y no lo afirmo yo: tales palabra1i" és Boa, en Sll canción, quien las expresa· pues á la Unta, al /a.~w, al para-rtiy01 ' los llama con placer lcosas moTtmaa.
Y él mismo dice que la rubia es fuego, y la trig1U!ña. - •• es tina bruma densa: aquella, sol del abrasante estío; tarde cubierta de crespones, ésta!._ .. --r-' En que q ue1amo,s; pues T•••• Los dos abogan por una causa igual, pero dis-ersaa y encontradas observo sus razones: el nno afirma lo que el otro niega .. .. 1 Por otra parte se aparece Wiliiant Eeblmdola de docto en la materia, Y por darte su ayuda, te ha probadó QD8 tó DO estás muy ruerte en la pelea. G Df ¡ no es gracioso lo qoe á ustedE"e 1 ~ paea ! Mas no me extraña, no: la consecoencia lógica del error, es el desórden: y errado está quien i rua las tinieblas . .. ! l~Vamos á ver. · ¡ Un campo todo verde será mejor que una dorida hoerta f ¡Un cielo del invierno es más hermoso que un cielo de la '\"•ria primavera f
¡ P~ferlrás la cruel moootoula de la sombra mortal con su trit~tezM, al matizado prisma doode luce de mil oolGres la armoniosa mezcla f Tú sabes bien qoe ttl negro · significa dolor y llauto, y el oarm(n "expre&R fér\·ida llama que al llorruido pecho en su calor vivificante anega.
Tú sabes bien que el Sol es lo más rubio que hay en el Orl.Je; pues el Sol sugeta como rey á esos globos, que veloces trazando van parábolas inmensas. Tú sabes bien q ne sin la hiz- no pueden vivir los sér"s que el espacio pueblan, pues que su hermosa claridad reanima, y da vigor y aliento á la materia. ! La noche, q. es trigueña, es au descalllw en la lucha inmortal de la existencia. Es no rEfiejo de la tumba ... . tri11te, por eso es melancólica cual ella! )
La noche es el misterio no descrito, que al envolvernos en su sombra densa, hace que el alma, recojieodo el yuelo, ui piense en Dios ni en S\l divina esencia. La noche . .. . es la guarida del villa.no que honras destruye y que miserias deja; la noche .... ¡Musa l calla; oo prosigas; y haz que la ,-o,; en la garganta muera!.
•
.\ll ! pero 11 t11cl\8°0011 pa11ió11 la r11bia, alma {i lo profundo llega_; aunque comprendo qut, tu ataque mismo to debe herirá foJHh> lil concieneiá.
s esto del
Si tú expresaras en hu~ dulces \•ei·sos (1ue siempre aclorarAs ~11a trigueña porqu'3 t'I amor más puro que ba11 s~11~tlo te lo b& iuspirad'O una pnp(tu negra· _ _I
'
. Entonces yo tus juicios respetara, y tus grataR cancio11es aplaudiera,
a.I verte enamorado, carifioso y con el alma Je ilusiones Ue~a. Pero tú escribes porl<leRpecho, bardo
~·¡as! el_despeclJO la razón aleja.. .. ' Pua t·ub1a te ha herido .... es in<laclaule :,· de esa herida con afan te vengas.
'
I
Calma tus iras .... y on franco acento la palinodia cauta, que te espera ¡¡! termiuar, uu calurosc;> aplauso que estremecer hará todo el planeta.
VI. Ya voy á terminar po que supougo que es~ poe11ía' es de·naeiadq extensa, :r no qmero cansar á los rectol'fl8 C\Ue si~uen paso á paso 1 1>olémica._ Conste por siempre q. hé vencido• ·~onste que ~n gloria recojo mi r andera';
-33y ql1e si al cam110 ,·uelve mi enemigo, 11 J campo vol veré siemprn _eu clefe1111:t .
Una rubia e11 mi amor¡ por ella lucho: por ella cloy con gusto In existencia; por ella doy el corazón y el alma: tmla mi vida Ja 1mnsagro á ella! Y el que inteotf\ probarme que flllS ojos no vierten rayos que abruasntl'S que.man, qne salga á la campaña: ya lo 110 <hcho: \'Ol\'eré" siu temor á Ja coutieml:l..
No es ~sta una...cuest.ión de gnsto sóM>; es una riña en que el honor se empeña; y <le mis trece no me saca narlie; ni Dios con todo su po<ler, N1tmela.• Basta, queridos coutriocantes, basta! Un abrazo y adioR. Adi0t1, trigueñas; si os ataqué, t'lo me culpeis. No; nuncat Culparl á ~os, á Willia,m, á Numela. ÜTIEDOM.
:....--05-
1.
OTRA VIZ IN LA LID. .Dígna de ser mol na y sevillana. --
1CA11POAV01'.
A OTSEDOM. 1
\
1
~
. I. ,
1
Aunque procures en tul~ empelio Desviar la opinión en la m~ria, Jamás has de vencer, pues el en¡afto Tatje ó teruprauo descubierto queda. Por eso yo deiaprecio to jactancia . Al quererte apropiar en •a contienda , \ Un triunfo que jamás lograrlo puedes, Mientras corra lo. sangre por mis venas, Dices que el aura pop11lar te ha dado Esa del triunfo sin igual diadema, Porque has probad-O que la rubia helada Excede en donosura y gentileza l ( Y solamente porque tft lo di¡as J A la bella y arrltente boringoefta 1....•• Yaya unos modos de vencer estrenos, r
y agenos a\ uua lucha como estn, Donde se lleva la razón por norts, Y a61o por honor, venza quien ven:11a. Nunca en ei,ito pensé, ¡por Dios, lo joro t ¡Es deefr1 es· decir, que forma regla El diclio aislarlo de uno" treg é ·cuatro Porque ellos solos to pensar aprueban f Tú bien sabes, bien &abes que yo tengo La mayoria colosal, inmensa, Qoe hasta '~La Luz" f su redacción 1 mí canea La juzga m:\s simpática y .... má8 btiena. Si un plebiscito se form~se eu esto Uno por diez te doy en Ja contienda ....•. Porque comprendo que jamás el vulgo El trmnfo te dará, pnes te lo niega.
u. A tus sofismas ecmtestarte qniero Con la pura verdad tlesnuda y neta, Sin mezquino oropel, sin falso brillo .•••.. ¡ Que 81tlga la rnzón á la palestra! Pero antes gracias tributarles debo A Ros v á William, que por mi defensa . Han sa'liuo á esta lid, siempre valientee, ., Galantes' desplegando su bandera. Otra vez, otra vez en tn manta De querer despreciar r. la triguelia, Al prototipo qn~ nació ta.u solo , Para adornar la11 ohra11 más perfecta& Del Supremo Hacedor Omnipotente, De Ja sagrada voluntad eterna. Cuántos sofulmas, cuáotOll, euántoa lanza& Por dar á tn& eoÍlceptoe fortaleza, Nombres Ue"ado, cayo solo nombre Toe intenciones á las clarae muettra.
J
~
r 1
Y :ifüulcs cou nmlicia inu11itnda Que l'emuerdc sin duda tu eonciencia: •· Tn.sso, Dante, Pctral"ca, Milton, Byroo 1 • 1 B<'cquer, Abigail, Bello, Espronceda, " Han canta1lo en meló1Heas estrofa!!, "A ojos de cielo y á 1lol"adas trenzae." Becquer y Abigail, Petrarc;i y Bello Han cantado í1 la rubia cabellera Solo obrando en sus juicios el mandato De un amor que turbara su coucieucia, Y bicu sabt:Js ¡oh bardo 1 bien lo sabes Que la pasión no es buena consejera, Pues que agranda el objeto ó Jo embellece Siguiendo sus inolinos y tendencias; Que el juicio aislado de unos tres ó cuatro Nunca, nunca sentó jur'8prudencia. Si me probaraR, como :yo te pruebo, Que en todas partes la triguefia es bella, Que Jos autores en acuerdo marchan De que en Oircasia no hay mujeres feas, '!i' que en Oircai;da · 11111 mujeres to1las Son trigueíla1:1, trigueñas, muy trigueñas ; Que el tipo griego por sus forwas cultas los pira del art.ista la paleta ..... . "Y; son, amigo, no te quede duda, Más 4u~ trigueñas las mujeres griegas; Y a 11 (} en el A u<le, en Ja región preclot;;.1. Do la poesía su esplernlor ostent" Por bosques y llanuras y montañas, Donde reina wna eterna primavera, Allí 11e rinde fervoroso culto, .Alli se ama 1·ou p:isió11 siucera, A las mujer·es qua orgulV>sas wnestren .rJI bello tinto de la tHY. mornna ; Y en España·, ~' Portugal, y Fraucia, Y anu en Inglaterra, l~scoeia . ••... etcétera,
Q~e ~a causado eatoy cou.tant.a cita. ¡ 81 afempre 11grada la mujer triguena f
III. y voy á concluir, porque no es justo Que del lect.or agote la paciencia: . Que no te agrartau las trigueilas f •• Bue uo. sa es la 1>roeha de que son muy bellas Porque no he visto yo más raro gusto ' Que el tuyo, ºl!ro amigo, en la rm1terill. _,Que. es~y en un error T Deja que e·rradiJ Admire eiempre á la mujer trigoefü1 Que errores ~e est~ suerte los ~epto, y los _basca msacrnble . mi conciencia. . Y s1 ot~a vez osado pretenilit-,'e,;i Entrar en esta lid 1á la pelea. 1 ~~10 ~quí en i;ti co:nzó~ hnlle Ja RAngre irviente, Y !!- !ochar siempre dispuesta Por los seres q~e forman mi embeleso ' y engalanan mis sueños de poetá.
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Nmmr.A.. ']
•
1
~
el ero ~1Je. Una triguella, una rubia Y sus gracias que enloqoecent valen para mf ¡ la ~loria !, Y.mucho más .... 81 me quieren• d1éra.nme para decir ' en artebd.to vehetnente · " rtibia, tu dulce sonríe~ que ~ tni f:riste pecho alegre; y, trigueñita: tus ojos con pasión mis ajos quemen ... , q~e después dé dicha tanta, b1en puede venfr la muerte." e()lfto
~imtra Manuel &lis que defiende á la trigtWii4f
Modesto Oordero q'IM! aboga por la rubia, v· Pepe TOt"res que ¡buen embrollón 1 se 'fJende á la trigueña cuandcJ está. pot' Z4 rubia c011i-
prado. A todo eso va
MI OPilHOlL
.1
Con la; melena dorada; sobre colores de nieve, oj.os por los que las aguas derecho á reclamos tienen, porque el azul de los mares· nadie apropiáraelo debe; es un peligro la rubia, y no·ti.:atrurfa es'prudhte; porqu:e ras horas tranquilas,. si se la trata, se pierden. Y aquel ébano que ondea; y hace juegos en la- frenfie; . dándole· somfira á unos ojos negros aun más que ~a suerte· d'e aquellos qne fos.desvlo8 l.e las trigneiM merecen ... .• ~ ~a:el ébano es tau rico· -
. ·M:~~ j ~"Yi n9·;· q~~-Y~ ~~ q~-¡~¡.~ relaciones de mujeres; · que su amor y sus caricias tan tiernos y nobles siempre son cosas que yo a;bomíno ' por ser cual soy displicente; Ilámense trigueñas, rubias, ó blancas más que la nieve que esas frutas para un zor~o están ¡ oh desgt"acia l verdes. SBUl>Ó~Il\Io,
si la trigueña ó la rubia· sinó descubrirles faltas ' . . 1magma.rles defectos ..... . Y así quedan mal libradRS las triguefias por t.rigueilas., como las rubias por blancas .
'
..
. No r~spondáis que exagero· m que mveuto una mentir:t:
M1 VOTO.
•
Bravísimos campeones que, con armas bien templadaS'r Iibráis reüitla co11tiemla en favor de bennosai causa: ved qne, por la, fm·ia ciegos, nerido habéis con la lanza á Ja mi15ma que O!i alienta á proseguir la .h:>rnada. ¡.Qué es eso' N'o véis que el golpe se vuelve hacia; vuestra, dama f ¿Es que os habéis olvidado que, en esta coutiemla rara, debéis usar.poi· saetns palabnis almibara<las 1 frase galante. por tuo ·, por arcabuz la alabanza, y por espada loores, y homenajes por adarga , . No parece vuestro empeño saber cuál tieue más gracia, más belJeza, más encantos ; cuál e llevará Ia palma,
lo que digo es consecuencia de vuestras palabras mismas. Y en prueba de ello, dejadme que esas palabras repita. .Dicen Ros, Serrot, Numela: que es fea la. rubia y fría, que ofrece poco aliciente, que (verdad, pero mal dicl1a) en Carib es pla.uta exótica, y que es . _____ ¡ Pompadottr ! y albina. Luego Ocirema y Otsédom, Xilef y Sélap replican : que también son las trigueiias feas, apáticas, jiba.r as; .que- degeneran en uegro que son oscuras, sornbrfas, y es amor de la materia el amor que las inspira. No, por Dios! Sed máe galan-
tes. Haced más noble Ja justa, y mostraoa más bizaa'os cuanto más tenaz la lucha. Venid. Venid sin tardanza., con la cabeza desnuda1
.. ~
al altar del:desagravio á deponer Vuestra colpa. Retirad aquellas frases inopinadas, injustas. Confesad que son tan bellas Iu trigueñas cual las rubiM ; que, tan buenas y adorables ó tan hermosas, las unas os pa.recen cual las etras, pues ambas lo son Rin duda. Y si aci\so la trigueña os gusta más que la rubia, ó vice-versa, decidlo; ruas sin bajar á la injuria, sin frases mortiñcanws : que 110 es tle vosotros culpa que, lle ell'gir en el caso, déis vuest1·0 voto por uua, ya por ley ó i1or afecto, simplemente porque o~ gusta, ó porque os brimla esperanzas ó labra vue1.1tra ventura, Pero esto no es más que un voto y no resuelve la duda, pues no es el gm1to ley tija, 1li es la belleza ah~olllta. Hay que abrir un plebiscito para otorgar la diadema ; para saber ruál mere~ la palma tle la belleza. Ya babéiB votado vosotros -descartando las ofensas-y hoy á mí me toca el tumo. Voto pnei;; .. .. por las trigueñas. Sí 7 por el tipo q,ne el sello
.del IJOl de Borinquen lleva. por el ~r do se vincula el genio de noeetra tierra y respira de Borinquen su propia naturaleza ; que esparce, como sus fiores, de mil .aromas In. esencia ; · que canta como sus aves, se mece con .sos ,Palmeras, • y el encauto de sus nuches en las pupilas encierra. Las rubias son adorables -dicho sin pasióri ni pena.Son el tipo ele lo cándido, almibaradas y 1tie110.ag. · Y encarna,Jt el ·prototipo de lo gentil, las trigueña~, de lo místico y sublime, y .á. unestra mente recuerda· -que eu el cielo de Mahoma .ellas por .su gracia impera1 De la trigueña. es mi voto por ley de origen ó histori po.r patriotismo, por gusto, por naturaleza y lógica. Que aunque es la rubia, ' justicia muy dulce y .encantadora, ~ua el .talismán no guarda .de nuestra raza ardorosa; y no por RAJtA, en Borinqut ha de oonq nis.tal' la gloria, pues tal razón es sofistica y el sodsma nada. abona. De este jardín de la. tierra
es la triguefia bija propia. Este es su nido, su cuna, su cielo, su luz, su aurora ; y el voto en su mayoría ie otorgará. la victoria. Perdonadme, bellas rubias, que os anuncie la derrota. ¡, Quién habrá que DO os elogie ! ¡, Quién no os venera y os loa! Pero á mis lindas trigueñas ¡,Quién np las canta y adora' ' Así, pues, no tengáis celos, trigueñas encantadoras, por que á las rubias alabe, l:!i soy todo de vosotras ; no temáh; que abandoue ·4 \'U.0stra bandera gloriosa, :\7
PORQUE SOY MÁS TRIGUEÑIS'.l.'A QUE EL 1\:U[':DIÍSIMO MAROMA.
Fra Noccis.
±+T+U.±±.±±±.+..±±±.±±+.± •
FALLO. '
A mis amigos Otsedom y Numela. Riñ~
del ~enio en que el amor domina; 81 vencieron Jos dos, luego termina. FELlDA·
Campeoues que, denodado~ Em¡m•ndéi,.; a.ruante lucha·' Sobre rubias y trigueñas, Sohre trigu1:-ñ as y rubiaM · Atletas del pensamiento ' · A quien el amor escuda Y Ja pasión es la adarga Y el orgullo lanza aguda., Aqu( me tenéis; DO vengo A tlar á ninguno ayuda ' Ni á decidirme por n¿die Ni á daro1:1 razón, ni excn~a; Que, como yo so1 del sexo, No me riudo por ninguna, Y la. razón, esa Diosa Que es como la luz tan pura,
-61De las 11eh'M doutle airo110
Es la que viene colllllig• • A terciar en est& lucha.
Otaeclom dice : " ~ni tipo Es el ideal, la rub!& Es la anrora. sonr1ente . " Que ~1 día y el sol am~nc1a; y No mela.: "es la tnguefia El tipo de la be!mosu~a, J;ii. ardiente y hbre cnolla,, De nuestra raza. tan pura.. Bien7 si son pues ambas tipos De opuesta nomenclatura, Si una .es t>l dla que nllll, " y otra es la noche " oscura, A'mbai,; antlpoclas son y en su logar cada ~na. Tan linda es U"na t11gUl·ñ~ Cual puede serlo unn i·ubta, Que si el dhl tiene flores )e luz, que Febo ~ulgura, y va. la A u rora riente Cual sultana rubicunda; Vá la noche magestuosu. Con su estrellada ~enu~bra, Siendo reina clE>l mH1ter10, Alcázar de onda.BY b~umaa, Donde su brillo 1mdsimo Ostenta la casta luna. Aquí está el quid, amiguitos, Aqui; mal! yo por _fortun.a Be descubierto la mcóg.mta, y voy á hacérosla pú~hca: Otsedom ama é. una mfia Que uebe ser oriunda
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El iomt·n~o Rhi11 murmnrn; Y Numela. adora amaote Una gentil herrn08ur;1, Que desciende de Agueynau11-, Oaciea eshelta, que croza Cual ouda de luz artlieutc En nuestras riquefias brnma8. ¡ Válgame el cielo! l\fns fácil ~erá trocar la Natnra, Y hacer hablar á los m111lo~, O si qu.iréis, l\ las mucl:'1i:;, Antes que ni uno ui otro Desistan de aquesta lucha.. ¡Qué diría.u las hermosas 1 ¡ Uómo Yeuci<los se Excu~an, uuando ano y otl'O atlalid Sou hermanos de las mmms, Y dominan. á " L11. Luz :1 Y tienen g¡llanns plumas 1 Oicl me, amig-01:1, dt>ja<l l!Ji;a coutieuda importnon; Otsedom, ama ú to bella <.:01110 amas la lumbre pP• •• Abrásate eu sus cabellos , Vé en sus ojos la dulzura Del Cielo Nor~l' - nnglicJu10, Vé en sn cutis la blancur:i . . Mns ¡vade retro! no ofo1u'la1:1, No niegues •11~t uoche oscura'> En CUJ os brazoi1 Ltallarnoi1 Fuentes Jo eterna ventura. Deja que el rnbio Numela. Tiemble ante la ardiente musa
_:.es,_ Que lle\:a Q so co1·111.6n De las po.sionet. las lncba~; l>l'ja. que abrase su alma En Jos etlu\·ios qne apura, Eu los 11cgrlsi111ol'l ojos floncle la Yidil ftnctúa. Ni tú ofo111las IA frigueña, Ni él debe ofe11der la rubia.
Yo, qne no soy ui trigueña Nj hlauc;i 1 1lejo mi musa Eu suspe11so, y mi opinión Es quu todas, una á una, Blancas, tl'igneña.s, castañas, Mixtas, tipos de pintura, Jamás Ja belleza plástica Es la belleza que dura.. Buscad una (como quiera Que sea el busto) q. sea pura, Qne os ame con frenesí, Que sea. buena y de cordura, Sensata sea, instruida Y humilde. y vuestra ventur:t Hai·á (•:se helio i<leal, Ya sea trigucU.1, Jª i·ul>ia. FELIDA.
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A los lec..wres.... Pá . 5 Contemplación .....'_ ·: . · · · · · · · · · gma · No me gusta....... . .. .. .. .. . " 9. 11 Me importa. poco ... : : : : : .... · · .' " · U na pregunta.. .. . .. .. .. .. . " 13. Por las trigueñas .... ~:: .... · · · · · · '' 16. En defensa · ···· " l9. Carta ( A ~~~~~~ .) ·....... ·... :: : _' : _· _' En mi puestiO A la rubia . . .......... · · · .. .. Sub-FuscuU: .· _· .· _· . . . ·... · . .. · · · · ·
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d~ ;i~~: : : : . Por las trigueñas (A Nume~~ }'Las rubias son
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Por cortesía .... _- - .......... . . ....... . Otra vez en la lid ... _.. . Mi opinión .. _.. . : · .... ·
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