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Setiembre 1939 . Sangre· sobre el Mundo Sobre Educación
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Editorial
Rubén del Rosario
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'Responsabilidad de laS Víctimas. Donald O. Wagner, '
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QUINCE CENTAVOS
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SAN JUAN DE PUERTO RICO, SETIE:MBRE
PROGRAMA
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Distinguimos con claridad servicio y servilismo. Al servicio de todos, de la causa de todos, que es la nuestra, porque de ellas nos sentimos parte, nos ponemos voluntariamente. N os ponemos incondicionalmente, pero no permitiremos que nos pongan al servicio de nadie que pretenda colocar sus intereses personales por encima del interés general. Una cosa es servir. Y otra muy otra ser vil. Y es vil servicio el que se presta o se vende, en detrimento de la cosa total, entera, indesintegrable, que es la patria de totlos y para todos h~ de conservarse. Queremos ser útiles a nuestra tierra ahora que tanto se empeñan sólo en utilizarla. Y ni siquiera nos preocupa gran cosa la posible i~ utilidad de nuestro servicio. Nos damos sencilla y sanamente a una obra que creemos justa y necesaria. N os damos al empeño de poner cara a cara con los problemas vitales del momento-los que sólo a nosotros nos atañen, y los que a todos incumben porque son del mundo-a cuantos no se conforman con que las cosas se resuelvan a la buena de Dios cuando no a la mala. N os damos al estudio de la realidad puertorriqueña, tantas veces desfigurada, y tan pocas veces detenida y cuidadosamente enjuiciada. Y a la labor ardua de exaltar nuestros valores culturales adrede desdeñados en nuestro largo proceso de desnaturalización, y a la penosa tarea de mantener despierta la conciencia de nuestro pueblo, de levantar su corazón decaído, y de extraerlo, recurriendo hasta al remedio heroico, de su larga y lenta agonía, que al fin viene a ser crisis vital, y como dijera don Miguel de Unamuno, lucha por no morir. ACLARACION
Queremos aclarar hoy, y para el futuro, que esta revista desea antes que nada y por encima de todo el esclarecimiento de la verdad, y como no hay en ella pretensión de monopolizarla, acogerá siempre con gusto los artículos que expresen
INDICE Editoriales Progratna ------------------------------------ 1 Aclaración ----------------------------------- 1 El Nuevo Partido ----------------------------- 1 La Carga de los Fletes ------------------------ 2 Que el Mal se Corrija ------------------------- 2 Derechos Humanos y Tiranía ------------------- 3 La Justicia Maniatada ------------------------- 4 El Pacto Ruso Alemán ------------------------ 8 Sangre sobre el Mundo ------------------------ 15
NuM.l
ideas contrarias a las suyas, siempre que éstos se mantengan a la altura de las normas de decoro intelectual que obli¡ran a sus director~s. Venga, pues, la controversia, cuando la anime la sinceridad y la prestigie el buen sentido. EL NUEVO PARTIDO.
Examinemos, como criatura que nos debe · importar mucho, el nuevo partido. A esta hora nadie puede asegurar con certeza cuáles serán sus componentes, ni siquiera su línea de acción en cuanto a los problemas fundamentales del país. '¿Pero es que interesará con seriedad a este nuevo grupo plantearse efectivamente estos problenlaS y resolverlos a plazo ra~onable atendiendo sin reservas al bienestar colectivo? • Ni la imparcialidad más rigurosa, ni la ausencia de certeza impiden afirmar. que muy pocas esperanzas puede poner P?erto Rico en un organismo político que sólo tiene . trazas de ser un nuevo alineamiento de las nusmas fuerzas, los misn1 os intereses y casi los mismos hombres responsables de la situación actual del país. . Hay dos puntos sobre los c?a}es se Intenta echar la base de la nueva. col:ctividad, a saber: ( 1) unión de los puertorr1quenos y. (2) respaldo a la política novotratista del Presidente Roosevelt. Si examinamos ~1 pr1m~: · pun t o, salta a. l a vista el hecho de que la poht1c~ en Puerto R~co viene funcionando desde hace ~~os con un <:aracter n1 arcadamente antidemoc;ati~o. . La Ahanza, la Coalición y el nuevo par~Ido Ind!ca~ que hay algo en nuestro sistema social que Impide 1~ expresión clara de la voluntad del pueblo mediante partidos independientes, como to~a a una a utél_?.tica democracia. Cuando en un s1sten1a dem<?c!!ltico se hace costumbre e! gobernar po; coahc1on electoral, ello quiere dec~r q~e no esta en ple~o funcionamiento la maquinaria de la democracia y que un grupo de personas tiene en sus manos el alterar-para bien o para mal, casi siempre para mal-el dictamen de los electores. Naturalmente que, en esta época de dispersiones baladíes, suena muy bien eso de la "unión
Artículos El Teatro Social Norteamericano ____ Julio Marrero Sobre Educación ______________ Rubén del Rosario Palabras al Hombre de Hoy _____ José A. Buitrago Squirrel, Snow, Carabao ______ J. M. Toro-Nazario Revistas La Responsabilidad de las Víctimas __ D. O. Wagner Anatomía de la Inteligencia __________ E. Podolsky E ca de Qu e1roz p y e1 B"I" 1 Inguismo _______________ _ · ·· · R eVIsta . a 1abras de Georges Bernanos-----------------de Libros __________________________________
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2 de los puertorriqueños". Pero antes de pronunciar esa frase hay que responder a una pregunta grave y honda: ¿unión para qué? En el régimen bajo el cual vivimos no cabe otra unión que la hecha a base de y para sostener un programa mínimo bien definido, clara y públicamente expresado, discutido y acorclado, con el cual estén conformes todos los sectores del país. Enunciado y discutido ese programa mínimo a~robado por todos los sectores, y fija do un límite de tiempo para su desarrollo y ejecución, puede _lograrse entonces una unión accidental, una ah3;nza o coalición parlamentaria de todos los partidos, con el objeto fijo de obtener en un pla~o determinado lo que desea la inmensa mayoria. ~ob.re las bases aprobadas por la Convención Econom1ca - buen ejemplo - podría llevarse a cabo una col~boración política armónica, porque es!ls. bases tienen el carácter de un programa rinimo en cuanto al cual están de acuerdo casi odos los puertorriqueños. De !lO haber nada de esto de por medio, no vem<?s. como sea lícito realizar la un1"o'n Sin los ·requ1s · intenta , 1t os d"ICh os, la nueva alianza que se ~e;;: aten~atoria al régimen democrático, que se precisamente en el libre juego de los pro~f~mas ~e partido~ y en las diferencias de opipuede Sol~ en regimenes fascistas o totalitarios expres!;Pfrarse, a. un ~~rtido único que pretenda antes lo a unan1me voluntad" del pueblo sin grama ::a.r el r_7s~aldo de ese pueblo a un proLos parti~Imo pubhc~ Y detenidamente discutido. pi os democos, fue aspiran a respaldar los princiescrupulosara Ic~s del N u evo Trato deben evitar dos de "un~en ~,toda semejanza con los partíen los país! ctact10~" ~ue mantienen la dictadura s . o a 1 1tar1os europeos. S e necesita pue . . varios partid ' s, no un so'1 o partido, sino luta diversa os fue expongan con claridad absograves probi~ni ataform~s categóricas ante los un acuerdo ent as del pa1s y, en segundo lugar, aspiraciones q re ellos para luchar por aquellas ue sean comunes a todos. LA CARGA DE LOS FLETES
Con fecha 3 de cable en el periódico "~1o~o pasado apareció un la Comisión Marítim undo" informando que de rendir fallo den a de Estados Unidos acababa las líneas de vapo egando los actuales fletes que carg~. Añad~endo ~e~y 0fran a ?~,erto Rico por la probo, los recientes a a Comision no sólo desa~dema.s rechazó tod~~eftos ~n los fletes, sino que Irrazonables Y exc . os tipos de fletes como merosas regulacio~Sivos, rechazando también nusente." es Y prácticas que rigen al preMás aún, enfrent, las empresas naviera andose a la arrogancia de inspección, la Comis~ . . que rehusaron someterse a ñías no pueden neg1011 decretó que las compa. records y otros datos arse que a 1 m ost ~3:r sus hbros, puede !'taber nada privadse ~s soh~Iten ;_y que no operaciones de estos port~ar:i confidencial en las .. , ores. E s t a d ecision de la Comisión M , . r~] es una prueba incuestionable sob:rl{Ima fedeCion de que ha venido siendo víctim e ~explota a manos de empresas extranjeras E~~~ e pueblo de los discrímenes que delata el decreto :E:~~~~
más un índice ele la gcnC'I·al explotación a viene sujeto el país en todo~ aquellos otros tos de su Yida cconón1ica en donde la fiscali ........,. ..... _. efecti\·a del Gobierno no ha podido o no ha rido desc-ubrir ni poner 1érmino a los desma de lo.~ explotadores. El fallo a que nos \·enimos refiriendo pr tal reaeción de~ disgusto contra la situación que el mismo rc,·cla, que un periódico, insospechablemente moderado con1o es "El l\Iundo'', al editorializa J. sobre el' asunto, se expresa en estos tét· • ! minos: "!'\o exageramos al afil'luar que Puet·to Rico es víctima de un sistema de e:-:plotación que funciono sin mi~c1·iconlia de cla~e ah,una: un sistema que ~ estrangulando lenta pero segua·amcnte la econonu. portorriqueña, y que acaban'1 P.?r lanzar a .la d~s~s~ peración a un J1Ueblo que no taene a su ~hspostclÓ~ medios para defenderse de manera efectava dentr~ de este abusivo estado de cosas." ! "Entendemos que hu llegado el momento de que la opinión pública po1·torriqueña se alce. en 1.~ más vigorosa protesta ante esta absurd~ sttuacwn df!, atropello que está arruinando al pa1s .Y que e.stá, eliminando lentamente por hambre a tntles Y nule~ de portorriqueños".
Si estas frases fueran vertidas por ~n d~ magogo o ¡1or un revolucionario, carecer1an d~ importancia; pero, dichas por una empresa P~ riodística de la ideología indicada, cobran su punl tual significación. . Sin embargo, contra estas realida~e.s que 13o· pasan desapercibidas ni para los e~piritus mas. conservadores, choca la actitud amanada Y encubridora de otras personas y entidades ql!e, por sus posiciones oficiales y dirigentes, .d~ber1an ac-- . tuar con más sentido de responsab1hclat1 Y con más respeto al pueblo que los sostiene en s~s puestos. N os referimos a la Cámara de C?merc~ que auspició no ha mucho una conferencia en paraninfo de la Universidad, en donde se trató de sostener la tesis de que los fletes cobrados por las compañías navieras que hacen el tráfico de ~ues.. tro comercio con la metrópoli, no e,r~n excesiV 0 ~· ' Para justificar a las empresas maritima~, uno. de los directores de la Cámara de Comercio, qu~en presume de ser un hombre versa~o en m_ateriaS económicas, aportó numerosos graficos, cifras Y estadísticas. Recordamos que esa noche se enson... traba en el auditorio el inge:t?-ie:o F,élix Betu~e~ Rexach quien, sin ser un espec1ahsta en econ~mla. hizo diversas preguntas al disertante, a tra_ves ~~ las cuales se puso de manifiesto lo insostenible, .~ las teorías allí sustentadas. La Comisión Mariti~ ma de Estados Unidos acaba ahora de ~ar Ull rotundo mentís a la Cámara de Comercio Y a, sus port3;voces, propinando un c,ertero golpe c?nj tra el afan de éstos de dar al Cesar lo que peite:1 '·1 nece a los puertorriqueños. 1
QUE EL MAL SE CORRIJA
Con ávida impaciencia hemos esperado la de-cisión de la Honorable Junta de Síndicos de n~e~ tra Universidafl sobre la querella de los estudiat~; tes de leyes. Con igual avidez la ha esperado \JJ pueblo de Puerto Rico. . El incidente, por no ser un mero incident(.,, podría marcar el renacimiento fecundo de nue~tr.t\ cultura o un golpe más que mantuviera 3: est~ atacla a factores de estancamiento y desorienta¡ .. ción. Y como razones históricas y de naturaleza; hacen que nuestra Isla dependa casi exclus!v=t·
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Setiembre, 1939 te de su cultura, tanto para su desarrollo interno como para ganarse un puesto honroso en el concurso internacional, y como Puerto Rico sigue aspirando a esa honra y necesitando con alarmante urgencia ese desarrollo, Puerto Rico tiene que velar por el prestigio y eficiencia de su único centro docente de cultura superior. El interés de los jóvenes querellantes con ser muy legítimo, y el prestigio de los catedráticos, con ser muy respetable, no deben monopolizar el primer plano de los esfuerzos, so pena de seguir usando el viejo método contraproducente de las soluciones a medias o el aplazamiento. La querella es síntoma feliz de viejos y profundos males q:.tc hay que corregir en su esencia y no superficialmente. Es en este espíritu que nuestro pueblo ha esperado, sin comentarios o actitudes que pudieran haber sitlo obstáculos, la acción de las autoridades. Hemos guardado silencio no por desinterés, sino por discreción. Pero ya la decisión ha sido tomada. La Honorable Junta de Síndicos ha reconocido la existencia de graves deficiencias. ¿Qué puede ser más grave para la misión de una universidad con la responsabilidad social que tiene la nuestra, que ~a falta de interés de sus maestros en un Colegio sin buena biblioteca, con textos defectuosos y con un mal hilvanado currículum? Sólo una cosa se nos ocurre más grave y es que esas deficiencias, una vez con1probadas, no se eliminen de raíz. La Junta de Síndicos ha reconocido el mal y Puerto Rico espera, hoy con razo~~s de mayor ansiedad que ayer, que el mal se corriJa dentro de la brevedad y en la medida que su gravedad exige. Es de totlo punto imperativo para la vida n1isma de la Universidad, para el buen nombre de sus directores, para el prestigio de sus buenos catedráticos, para el interés de nuestro escuálido tesoro y para el (lestino de toda la juventud que en Puerto Rico tiene derecho a que se le prepare para una vida culta y útil, que el problema de eficiencia de toda la Universidad se resuelva en su esencia y no superficialmente. Para este fin habrá que salvar muchos obstáculos por insuperables que parezcan. Y si lo que más estorba, como es forzoso que estorbe, es la organización actual de la Universidad, supeditada hasta hoy, a intereses que no son ni pedagógicos, ni culturales, imperativo será que tal organización se cambie a fin de que la Universidad gane en independencia para realizar la única labor que puede justificar, en un país pobre, su costosa e"istencia. Esta labor no puede ser otra que la ,le crear una conciencia social bien nutrida de conocimientos útiles y de recias actitudes morales. Sabemos que para tales logros habrá que romper con muchas y fuertes relaciones negativas, pero no dudamos que, ante la urgencia del mo111en~o, !as autoridades en cuyas manos está el privilegio de la acción, sabrán ponerse a la altura de su _resl?onsabilidad y, desoyendo la voz de los pequenos ~nterese~ y la presión de los viejos métodos, daran el primer paso para poner a nuestro pueblo en marcha firme hhcia un estado de más alta n1oral pública y eficiencia. ]JERECHOS HUMANOS Y TIRANIA
La decisión emitida recientemente por la Hon. corte Suprema sobre la cautela con que deben proceder los jueces al condenar a los acusados
3 que no disponen de medios para su defensa ante los Tribunales, tiene tal trascendencia que esta Revista siente el deber y la satisfacción de dedicarle un comentario. La Corte ante la cual comparece una persona acusada de delito, dice la síntesis oficial de la sentencia, tiene el deber de protegerla en su derecho a estar representada por abogado, y si comparece sin letrado, debe determinar si esa persona ha renunciado su derecho competente e inteligentemente. Es al juez sentenciador "y a nadie más que a él a quien la ley impone la seria y pesada responsabilidad de proteger al acusado huérfano de representación legal y de cerciorarse de si él tiene plena conciencia de sus derechos constitucionales." (54 Decisiones de Puerto Rico, página 416.) Este decreto es una de las más sabias lecciones que la. Suprem~ Ma~istratura ha podido ~ar a los tribunales Inferiox;es. La vida y la libertad de un hombre, por mas humilde que éste sea, son atributos muy preciados para que no se les trate con el debido respeto. La autoridad con que está investido un .i uez, como la de funcionarios en otras ramas del ·gobierno, en no pocos casos le inclina a menospreciar los derechos de los otros ciudadanos; particularmente cuando se trata de infelices ineptos y carentes de todo recurso para su defensa. La simple idea de que pudieron haber cometido una transgresión de ley-producto en la mayor parte de los casos de la falta de educación, y de cuya falta no son generalmente culpables-provoca enseguida la irritación el encono y hasta el odio del funcionario. Si ~1 Derecho no se interpusiera entre esta actitud y la debilidad e ignorancia de los .acusados, la tiranía se cebaría. Y es que entre la dictadura y la dignidad humana sólo n1edia este freno de los derechos civiles. La Corte _Suprema Y los abogados que llevaron el c.a~?' tienen nuestro aplauso sincero por esta decision fundamental. Pero al tributárselo hacen1os énfasis en que n<? basta con que se decla~ re el perecho, es _necesario que se haga cumplir. Los Ciudadanos tienen el deber de ejercitar sus derecho~ para no dar lugar .a que los funcionarios se en~rian en el menosp~"eCio de sus obligaciones. R~coi damos que hace ah ~de,dor de quince años la In?~a Corte Suprema dicto sentencia en la que se· consagra otro derecho fundamental {lel · d · ..se l"b ci u aad!ln O .• e1 d e 1..eunn. I remen te en asamblea Cifica con otros ciudadanos más conoc"d p . e l d ei.. ec l10 a d ar mi't"In es. 'Las asambl I o como cipales en su natural tendencia a eas munideres que no les corresponden se a:rogars~ pohasta entonces a decretar ord~ hablan dedicado trabas a la libre reunión en a~~nzas que ,Po~ían Impugnada una de estas orden:mbleas pubhca~; por el Supremo que si bien el nzas,. ~e. resolv1o regular este derecho, esa regt !l}-lll11Clplo puede 11 de tal alcance que anule 0 aclon no puede ser La f orn1a n1áR casual de men~scabe el derecho. re~n1ión es el de exigir an:1 ar el derecho de miso de la autoridad )L~:le se o?tenga un p~r 1 a pot1e1 dar el nuhn. y este pern1iso aun rio:; n1ás liberal~s qt~e ~e tr~te de los funcionaderecho· pues qu·i~~~~ e Imphc~r la anulación del una cos~ la tiene ta Ie~~, autoridad para permitir denegarla entonces só~ Jen P~ra de!legarla; ~ el E~ oportuno lla ~ · epe~~ e de circunstancias. _ mat 1a atencion, ahora que tratamos sobre derechos civiles, hacia el hecho de que a pesar de los 15 años transcurridos desde que
I el Supremo dictó su fallo sobre el derecho de reunión, todavía se da el caso de que n1iembros de la policía insular-en los que la ignorancia de la ley es doblemente inexcusable-exijan a ciudadanos manifestantes la tarjeta de permiso para que pueda iniciarse o continuarse un mítin. Si tales policías no han sido instruídos debidamente - y eso es lo que acusan sus ejecutorias-la responsabilidad cae plenamente sobre las autoridades policíacas. Pero con el agravante en este caso de que un recurso de Habeas Corpus no remedia el mal ; ni ningún recurso legal ; pues cuando los ciudadanos son detenidos por la policía para que no inicien o continúen un mítin, esos ciudadanos sólo tienen la alternativa de dispersarse o de recurrir al motín; y puede ser que más luego el mitin no tenga razón de ser. Demandamos que el policía sea aleccionado en cuanto al límite de sus prerrogativas. Y no s?lamente en relación al derecho de asamblea, Sino al derecho contra el arresto ilegal. Son inconta~l~s los excesos que a diario se cometen por la; :pohcia 7n el arresto y encarcelamiento de individuos sin el requisito previo de una orden de arresto,. o de llevar al presunto delincuente ante un magistrado para que sea éste quien disponga la encarcelación o fije la correspondiente fianza. Esta es una manera también muy sutil de salir~e un régimen constitucional para caer en la t~os 1ran1a. conclusión ; que a los decretos del Tribuna1 upremo ha de acompañarse la acción vigo~osa de aquellos funcionarios sobre cuyos homros descansa la grave responsabilidad de que los p;eceptos de la ley y sus autorizadas interpretaciones, sean cumplidas. N o hemos de conformar~:a~i~~s:ue permanezcan escritos en los libros
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LA JUSTICIA MANIATADA
paga!~ 1 ~
duda absuelve. Que no se diga que que debe J~stos por pecadores, y que la justicia, atrevió a d!r a ..cada cual lo que se merece, se en el castig: ::;:: de lo. m~r~cido. El excederse y no es el Tal", 1 ¡.ue JUStiCia parece venganza, que antes qu~on ~ e~ de una sociedad civilizada, normas justas na a a de distinguirse por sus mismas. Y P<?r la adecuada aplicación de las - Pero no se h d Don Quijote a S a he se~ siempre como manda blan~o, que Por ~fe o, DI m~y riguroso ni muy empieza el relaj am. ablandamiento de la justicia puro relajo, sino e~n\o que bien puede acabar en . y decimos esto a ogo peor. ú!timos casos ventiÍa~orque se nos ocurre que los Ción . c.on la investi a ~ en Puerto Rico en rela~Ustlcia acusan un g CI6n del Departamento de hdad que cae fntegr::v~ estaclo de irresponsabimador sobre los hombn e con todo su peso abrujudicatura y de la leg·rf\ Y los- hombres de la encargados por el pueb~ a ~ra. Es decir, de los de interpretarlo, que es ~tr: hacer el derecho y o de deshacerlo, cuando ha ~anera de hacerlo, amparados en no sabemos ~ 9-Uienc:s. se empeñan, en servirse de la letra deq 1 \ecnleismos legales, espíritu. ey para violar su 9uando el fraude, el soborno, el co convierten en meras irregularidades m, hecho, se excusables con la sanción tácitamente mendose · aexsPoresa
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los tribunales, bien torcidamente andan los derechos. Y nosotros, en vista de las flagrantes d~ cisiones de estos últimos casos y de otros más, absolu~iones viciosas si puede haberlas cuando por las pruebas presentadas está en la conciencia de· los más legos que existía rnanifiesta culpabilidad~ decimos: · El relajamiento de Jos funciones judiciales se debe princip~]mente a la falta de independencia del poder judicial que ha venido a reducirse, a tenor de una abstu·da legislación. en pura y si m-(·.· ·:.·. pie impotencia. Una judicatura que recibe sus cargos y su~ sueldos de una facción política, a sueldo de esa.· facción política se halla. Y así, maniatada coaccionada, no es lícito esperar, por ley de pro •. habilidades hun1anas, que rinda otros veredicto que los que el poder político sugiere, o dej inferir, o dicta, aunque sólo esté dictando la bitrariedad. Y es preciso que desaparezca el im-¡ punismo creciente que envalentona al delito y; acobarda a la decencia. ¡ Atacamos a los hombres que desfiguran y¡ deforman la ley, pero más aún a la ley suscep-·: tibie de tales deformaciones. N o ha de haber en· la ley resquicio alguno para Ja ilegalidad, ni puede¡ ser la anormalidad norma de conducta jurídica., Y una ley que como la actual institucionaliza el: cohecho y viola la indispensable independencia de· los magistrados, es infamia que debe condenarse' duramente y rápidamente repararse. Una refor-l ma radical cobra a estas alturas categoría de im-. perativo ineludible. Un pueblo no puede vivir, y mucho menosconvivir, sin ética ni sin justicia. Y como no·· podemos mudarnos, porque ésta es nuestra tie-l rra, y a- ella por el destino y por la voluntad y·· el corazón estamos inseparablamente vinculados, j preferimos que se muden aquellas cosas que nosj interrumpen y nos obstaculizan el desenvolvi-·. miento de una vida tranquila, recta y digna. Y', si para conseguirlo hemos de perder la tranqui-• lidad, en buena hora sea, que por hacer el bien. a lo nuestro y a los nuestros no pondremos re-~ paro en consecuencias.
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ISLA
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AL SER VICIO DE TODOS, AL SERVICIO DE NADIE.
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PUBLICA TODOS LOS MEST~S EN PUERTO RIOO pon LA EDITOIUAL ISL.\, APARTADO DE CORREOS RR5, TELEFONO 1470, SAN JU.\N.
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DiJ·ectores
JOSE ALBERTO BUITRAGO HAFAEL SOLTERO PEHAL'l'A
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RUBRN DEL ROSARIO
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SALVADOR TIO
I~a direcf'ión de 1 Slül se haf.'e c·onjuntamente reRponaable sólo ele aquellos artículos pu· 1Jlir,dos sin /irmn. Lns tle.máR re}lrP..<~enlan. ~1 Jlllnfo de vista poraonal de sus autores-
QtTJNCE CJ~!':TAVO!'; ~.JI~MPLAR: SU8f!RJCION ANUAL, VN DOL.\R C'TNOUENTA Cli.:NTAVOS; SEMESTRAL, OCHENTA CEN'l'AVOS; EXTRANJERO, DOS DOLARES AL A~O. PARA SUSOR.ICTONES DIRT.JASE AL. APARTADO H85, SAN .TUAN.
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8etie1nbre, 1939
El Teatro Social Norteamericano PoR JULIO MARRERO NUÑEZ
El teatro, arte social por excelencia, es uno de los instrumentos más eficaces para hacer llegar al público los problemas que le rodean. ~o es necesario recordar que la escena desde su gencsis ha sido un reflejo de las ideas que envuelven al hombre. "Espejo de la vida humana", l.a llamaron los clásicos, y aún hoy para el ho~bie de este siglo no pasa inadvertida esta capacidad esencial de las artes dramáticas. · Sólo nos bastará recorrer la cartelera. de lo~ teatros de Broadway para confirmar lo dicho. a comenzar estas notas. La temática nue~a gira en torno a los problemas de las democracias, las dictaduras, las luchas obrer~s-.todos ellos asuntos de orden colectivo. El exito de e~tas representaciones consiste en que el material que se usa ha sido cuidadosamente trasladado al lenguaje escénico. Ninguna de esta~ obras es un sermón ni siquiera una conferencia; todas ellas son te~tralizaciones de distintos aspectos de la vida cotidiana. De ahí el que les interpolen canciones tle moda, chistes políticos, sátiras, ballets, y otros recursos del teatro. :t:ro. hay que añadir que se hace uso pleno de las ultn?as tendencias y adelantos técnicos en el mont~Je, sob~e todo en lo que se refiere a la lumin?tecnia!. la mas importante contribución de los últimos anos a la escena. .. Ya hemos apuntado el acierto de ~tihzar todos los artificios, dirigién~olos en primer lugar hacia la creación de una pieza de teatro. Una vez alcanzado este objetivo, es lícito entrar al terreno de las distintas ideologías; antes no. _ . Baste lo dicho hasta aquí como pequena Introducción a la siguiente res~ña del movimiento teatral de hoy en Estados Untdos. Puede considerarse a Winte1·set, de Maxwell Anderson, precursora inmediata del teatro social norteamericano. Igual lugar en Ingla~erra ocupa yurder in the Cathedral, de T. S. Elhot. Amb~s obras incorporaron a la. esc~na lo~ problemas ~as inquietantes de nuestro medio. Sin embargo, .n.In. una de ellas tuvo tanta resonancia como Watttng Lefty, de Clifford Odetts, la cpal, desde un oscuro teatrucho de obreros, logro romper con todos los convencionalismos e imponerse desde su primera noche. Siguió en importancia a este paso, el de la inolvidable adaptación que hiciera Orson Welles del Julio .Césa.'r de Shakespeare, en la cual los personajes se presentaron ante el público en uniformes n1ilitares fascistas, utilizándose co~o único decorado una simple plataforma. El obJetivo de esta adaptación fué explotar aquellas ideas del dramaturgo inglés que tienen aún a~ tualidad política. La plenitud de sentido dr~ma tico con que se presentó esta obra fué lo suficiente para consagrar a su director y primer actor orson Welles. Más tarde este mismo W elles LJetnbraba el pánico entre los radioyentes norte-
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americanos al presentar desde la radio un ataque a la ciudad de Nueva York por un ejército enemigo de otro planeta. Uno de los puntales del teatro social en Es• tados Unidos ha sido el "Teatro Federal". La obra más importante de esta agrupación, Pins and Needles, es una revista musical mediante la cual se ha logrado familiarizar al público con el humilde obrero de la industria de la aguja, que comparte con nosotros los problemas de nuestro tiempo. Este tipo de obra presenta las ideas indirectamente, envueltas en ballet surrealista, masas corales, chistes y pantomimas al modo de la antigua comedia del arte. Pins and lveedles ha estado en cartelera durante más de dos años, recorriendo la nación de este a oeste con tal éxito de público, que aún sigue llenando uno de los teatros más populares de Broadway. Su arquitectura es tan flexible que cada seis meses se le incorporan nuevas canciones y nuevos bailes, haciendo de la obra un espectáculo semipermanente. (El hombre de teatro se da perfecta cuenta de que las obras dramáticas son en primer término . para la escena y no para archivarse en bibliote- ' cas. Una vez más hay que repetir que un drama es en cierto sentido una pieza muerta hasta tanto no se la re-crea ante el público.) En Pins and Needles aparecen Hitler, Mussolini y Chamberlain bailando y cantando el número "Three Little Angels of Peace" (Tres Angelitos de la Paz), cuadro que en todas las representaciones hay qu~ bisar repetidas veces. Otro cuadro de gran ex1to es el que, en medio de las situaciones más jocosas y ridículas pre.:. senta una huelga de dependientes. Un t~rcero ocurre en una oficina del gobierno dentro de la cual se muestra por canciones, diálogos y bailes cómo funcionan las grand~s. maquinarias políticas: Este teatro nada facll, Sino complicado y difíc!l, ha suge:ido ?uevos métodos en la escenificación y la direcc::Ió~, especialmente en cuanto se r~fiere a Jos .movimientos de conjuntos, haciendo. Imprescindible el concurso de maestros de baile, maestros de canto, compositores l"t t etc.. , 1 era os, Las representaciones de 0 ,~ 1·enta . , . · d as de manera qu c1on soc1a.1 h an si"d o organiza , . e sean en primer t ermtno · un , entreteninliento· Cl aro que e1 expect a d or, s1 as1 1o desea puede fi. . t , en e1 cont en1"d o de la obra ' pero e Jar su b t1n eres ,d so no o s a para que si no lo hace n 0 asu~to contempla~d ·hpue a pasar ~os horas de , . o ermosas coristas oyendo b uena musica, observando el u' lt·1mo paso, (1e b a1·¡·e d 1 d· t d e . os I c a ores Y admirando espléndidas deco11 . raciones ,. •t d enas t de, e0 1or Y d e 1uz. Tal cosa explica e1 exi o e es e genero. , Otro de los grandes éxitos del ''Teatro Fedeítl ' el cual mereció grandes elogios de la crítica, e~a po1 título una frase del Presidente. One Thu~d of a Nation muestra en cuadros Henos de L
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IS movimiento la miseria y el desamparo en que ha vivido el obrero norteamericano desde el siglo XVII. Según la frase de Roosevelt, una tercera parte <le la nación carece de hogares adecuados que inciten a vivir democráticamente. Es interesante señalar que para la preparación de esta obra se solicitó la ayuda de economistas y sociólogos notables, apareciendo por primera vez en escena la técnica de la estadística. A las carteleras de Broadway han llegado también varias piezas de carácter anecdótico como Abe Lincoln in Illinois, The Blaclc Napoleon, y el ballet Adelante, que se inspira en la lucha tenaz del pueblo español. El . "Teatro Federal" ha hecho, además, labor vahosa en el teatro para niños llevando a la escena ~as histor!as de Pinocho y Blanca Nieves y los St~te E?t,anttos. Actualmente se trabaja en la escenlficacion de Ferdinand the Bull. ~!lr otro lado, en los teatros universitarios tamb1en se ha dejado sentir la urgencia de los problemas sociales. El grupo "Yale Dramat" presentó la revista musical H ere W e Go Again, donde se retrata la vida diaria de los estudiantes
describiendo cómo aprenden y cómo pierden tiempo; todo ello salpicado de buen humor y buen gusto. La Escuela Dramática de la Universidad Yale, a la cual pertenezco, ha montado numeros obras, entre las cuales dos fueron recibidas co~ especial beneplácito por estudiantes y profesorea.. Una de ellas, J ohn Doc, en la que nuestro comp~.. triota Leopoldo Santiago Lavandero hizo con gra~· acierto el rol de padre vasco, expone el I?r.oblema de las víctimas de las más recientes crisis polf.. ticas. La acción de esta obra se desarrolla e~ el purgatorio. Once Upon a. Tinze, de Larry, D~ gan, es una fantasía de la guerra e1~ un pa1s .df juguete, muy parecida en su n1ontaje a las s~n; fonías Tonta.c; de Walt Disney. ~ Todo lo dicho hasta aquí trata de una sola de las muchas manifestaciones del teatro estado: unidense. El autor sólo ha querido hacer una reseña a vuela pluma de la labor más in1por~a~t~ realizada en e~te aspecto del n1ismo, con el uniC~ objeto de incitar a los e~tudiosos a interesarse en el examen detallado de tema tan provocador. .
Sobre Educación POR
RUBEN DEL ROSARIO
R.1 Uno de los problemas capitales de Puerto • co-comparable en intensidad, si no en mag~Itud, al pavoroso problema económico--es sin ~~a alguna el que desde hace tiempo ofrece el ~ls ema de _instrucción pública. No se trata ya e.~~~ la mitad de la población infantil está irre· 1 laemente !uera de la escuela. Se trata de ~efraudo;~a mitad, que está yendo a ella, resulta saca es a a la larga porque el provecho que le si las c:uch~ m?nor que el que podría esperarse cerse de sfs Sig~ueran otro estilo. Para convena seriedad de este asunto ' póngase el 1ect or a eh 1 de muchachar ar ~~ rato con uno de esos miles rior 0 de 0 ~s recien graduados de escuela supeun diplom ~ grado ~ que se ufanan de poseer 011 Y hablando· a t una Ignorancia desconcertante venes acaban ro~ezo~es, gran parte de estos j á0 invalidez y de~f a\ de~ar una triste impresión de veamos . co Intelectual. de la situaci~~ es EY1osib~e determinar las causas ocurre es el he. h Primer factor que se nos recibido la prep~r~c~; ~e los maestros no han les debe impartir an~n ensa Y completa que se Algunos suplen esta ~:l~e eft[~r en la carrera. mente en los cursos un~ a 1 ~ an~ose periódicamantiene al tanto del movye:sittarios, lo que los otros no hacen esto n 1· 1 1m1en o educat·1vo,. pero een en Ssu casa DI· t•1enen la menor apetencia cultural , · rutina on meras almas vac1as, atadas al carro de la · · · ' queE n1 SIquiera sospech an su verdadera función · . . s evid en t e que no nos re f erimos a toclos los maest . r 0 s, s1no a un grupo muy numeroso que quizá constituye el 25%.
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Otro motivo, seguramente más decisivo q~a el anterior, es la adopción impremeditada de todos que en Estados U nidos no se han ensaya ~ bastante o han tenido éxito dudoso y que aqUI resultan fracasados. No hay duda que muchaS materias pueden enseñarse mejor si la manera de hacerlo fuera más razonable, tnás ajusta~a ~ nuestra psicología de pueblo hispánico y tropical. Por ejemplo, el alumno hoy apenas tiene que es.. forzarse, puesto que el maestro le somete ~a~ co.. sas simplificadas y digeridas en grado maxnno. Con este sistema, bajo el cual vegeta el estudidnte diez o doce años, se tiende a incapacitarlo a or.. mecién•lole sus facultades críticas y creadora~. De ahí nace el que muchos llegan a la U~i~ers~ dad con la creencia de que su papel se hD?-Ita enl embotellarse maquinalmente lo que se les d1ce 1 clase: no se sienten obligados a aportar una 8018~ miga de su cosecha. ·/ También contribuye a disminuir la eficaCid de la labor educativa la poca atención que se la. concede a la lengua materna. Parece que 1a~ autorid~des 1~ qu~ pretenden es introducir co¡no,· una cuna el Ingles, aún a costa tle socavar a~. demás disciplinas y sobre torlo el español. Parten del postulado de que la misión de nuestra escuela es hacer ciudadanos bilingües 0 sea, hombreg con dos medios para expresars~. N o les importa que sea poco lo que puedan expresar. El maes.. tro cree cu:nplir. enseñando el español en forma superficial, s1n interés ni vivacidad, recos.. tado a la sombra de una cómoda y gastada tradición gramatical. Con ello el alumno saca una· lengua empobrecida que le hace fatigoso el estudio en los grados avanzados. Además, en m u- .
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Setiembre, 1939 chos estudiantes se desarrolla una actitud de inseguridad, de titubeo constante en todas las situaciones en que tienen que hacer uso del lenguaje. Claro es que todo lo anterior no agota ni mucho menos el cuadro de factores que se aúnan para cercenar el valor efectivo de la educación pública. Ciertamente existen otros motivos de orden material y de orden espiritual. Pero éstg~J nos parecen los más salientes, por lo cual casi nos atrevemos a proponer estas medidas: a) Requerir de todo maestro que en los últimos años no lo haya hecho que se ponga a cursar estudios universitarios que lo capaciten y desentumezcan desde el punto de vista intelectual. Ordenarlo esto, habría que fundar varios centen&res de becas, de ~nerte que los más necesitados puedan pasar un año o algunos veranos en nuestra Universidad o en cualquier universidad del extranjero, sin apremios económicos. b) Discernir experimentalmente, con probidad, entre los métodos y prácticas importadas,
para generalizar aquellas que se adapten al temperamento puertorriqueño y abandonar las que resulten inservibles o deprimentes. Una de estas últimas, a mi juicio, es la de puerilizar la enseñanza demasiado. Más de un pedagogo creerá que esto que decin1os está teñido de herejía, pero la realidad es que la escuela en Puerto Rico s~á siempre escuela a medias mientras no logre despertar el sentido de responsabilidad de los alumnos ni madurar su espíritu crítico. e) Asignar al español, la lengua materna, el lugar de preferencia que en la actualidad no tiene en la educación elemental. Para eso hay que excluir totalmente el inglés en los primeros cuatro años, que es cuando interfiere más con el desarrollo mental, e insistir en que el maestro de espa_iiol haga hincapié en la composición oral y escrita. Que el alun1no se vea forzado a hablar n1ucho, a escribir mucho y a acrecentar su repel:torio de pal~bras,. lo cual es enriquecer su Intimo repertorio de Ideas y sentimientos.
Palabras al Hombre de Hoy POR
JOSE A. BUITRAGO
Estas paiabras que escribo hoy, tal vez no las hubiese escrito ayer, ni las escribiría mañana. Con esto quiero expresar lo poco que valen, si ha de mirárselas en términos de valores absolutos y definitivos, válidos para todos los hombres y para todos los días. N o intento en ello rehuir responsabilidad, sino más bien afirmarla, porque, después de todo, el establecimiento de verdades universales sin garantías, a la manera fascista, es lo que ha llevado a muchos hombres a creerse relevados de la obligación humana de pensar. Es de todo punto lamentable que tal sea el espectáculo del mundo, y que haga a un hombre de esta época manifestarse en términos semejantes. Pero lo cierto es que los principios no tienen vida independiente, separados de, y sobre la vida del hombre. Pongo por ejemplo la Iglesia, siendo ella como es, expositora de los valores eternos sobre las contingencias de la historia. Pues bien, la Iglesia puede ser falsa y seguir siendo Iglesia. puede ser fea y seguir siendo Iglesia. Pero el gobierno de Cristo en el mundo, ¡ oídme cristianos!, no puede contemporizar en lo más mínimo con la maldad y seguir siendo el gobierno de Cristo. Y he aquí que en el caso de España, en ese gran caso de conciencia y de 1lecencia, mientras el principio católico fustiga con nobles encíclicas la barbarie fascista en Austria y Alemania, el instrumento católico colabora y bendice en el asesinato de los clérigos vascos y sanciona la violación del libre albedrío del pueblo español. * Siendo esto así, en el caso de la institución que a más consecuencia consigo misma viene obligada en el mundo, ¿quién puede levantarse a e"igirle a nadie una actitud enteramente acorde con principios universales y libre de las humanas ';'"éomo Be ve, e:ote artículo íué Ct:('ritn nntt>s del Pneto Ruso Alemán.
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a las, cuales necesarian1ente nos ha empuJa e, o el ego1sm~ de los b!Jcaneros de las finanzas, y la ausenc1a de caridad cristiana en los espureos representantes de Cristo? · Lo anterior viene al caso si se tiene muy en cu<:_nta hoy, y ,Pa;a el futuro, el hecho de que Espana se torno ri_o de s~ngre, entre otras cosas por la muy sencilla razon . de . que unos hombr es' so b re cpyas ll!anos muy l1mp1as se puso el destin del pars tuvieron necesariamente que vérsela~ c?n unos hombres de manos extremadamente sucias. En esta lucha eterna entre los limp 10 · los m~nchados, llevan siempre los primeros Je: ventaJa, como en un duelo en el cual uno m ·acero limpio y leal y el otro lo esgrime aneJa na.??· Trátase. del dilema de los pueblose~~~~ craticos, a quienes sus propios · · · liberalismo obligan a amamantar principios ~e seno a los eneJnigos de la demacren. su P~op1o amparo de la democracia ; el cas0 aci3;, baJo el Mosley en Inglaterra. el "Bund'' de Sir Oswald dos, y la "Falange" én Puert .en Estados Unide los pa~ifl.stas del nlundoo Rico. ~s e~ dilema se ven obligados a pelear en dq~e e11 es\-a hora Con todos estos hechos e e!1Sa tle la paz. con entera candidez mi incaa la. 1sta, yo confieso tar un esquema razonabl pac¡ ad para presensituación internacional ErFente correcto de la 0 difícil, porque entiendo me es de todo punto preciso definir y eso e que para sumarizar es de hoy apenas' puede ls1 un~ co~a que el hombre ve me de esta encruc .. ~cet · S1n embargo, sálpalabras que 0 e IJa a el recuerdo de unas Arthur Garfiela ~ en Puerto Rico de labios de aquí de arrhY' ,. ays ....<;uando alguien tratara la libertad c~~~a\l~ ~~Ilg Iei~do~e una definición de el ría decirl~ es 0 e o siguiente: "Yo no po. . a usted lo que es la libertad. Ahora, ~ 0 muy bien podría decirle lo que no es la libertad."
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Veamos, pues, lo que no es la situación internaeionál. · ·Ante todo, lo que se debate hoy en el ~un~o no es una lucha entre dos especies de totalitarismo. Para. las personas que andan siempre a. <:aza de la postura cómoda y libre de responsabilidades, Europa es hoy una gran escaramuza entre dos bandos igualmente díscolos, perniciosos y bárbaros: el fascismo y el comunismo. Aparte de ser esta versión excesivamente simplista, y como tal, extraordinariamente inadecuada, la realidad es que la misma ha sido una y otra vez desmentida por un hecho conocido de todos, el de que ahora mismo los observadores internacionales admiten la probabilidad de que el alineamiento de la& potencias en la próxima guerra sea muy distinto del que hemos observado en este periodo loco de guerrillas diplomáticas. A pesar de este hecho andan por ahí unos señores para quienes la tragedia actual puede desp~charse con un "dame acá estas pajas" polariz~ndola entre dos extremos igualmente despreciables. Andan otros para quienes todavía es posible en el mundo mantener los conflctos dentro de las fronteras de una nación o un continente como si éstos fueran compartimentos estancos' Y como ~i la frontera entre Europa y Améric~ no_estuviese siendo día a día acribillada por esos canones radiofónicos de propaganda fascista que son las e~isoras de Roma y Berlín. Y dicho lo anterior, es conveniente añadir que tampoco es la situación internacional una resu1tal!t~ de la lucha en favor de los principios dell!-ocrat~cos, tal y como los mismos fueron condbidos desde la Revolución Francesa hasta la ~¡rra _Mundial, y como los conocemos en las d4 aracio~es de los derechos individuales incluiuS:!dp_or eJemplo, en la Constitución de Estados dé \ 0 os. I;a guerra de España, y la trastienda á ell s t"obiernos de Francia e Inglaterra frente áhor!' dan puesto ~e manifiesto que no s~ trata guardia e und confl~cto en el cual unos angeles nes e la libertad con sede en París y con· sé~¿ se eRfrenten a unos espíritus del mal espírituss en oma Y Berlín. Es ver~ad. que los blos de r:l mal en este caso son autent1cos dia:ne~- no son a c~erno, pe~q los ángel~s guardialibert=:\d e · tan angeles ni .tan guardianes de la .. omo parecen Basta d · · cqsas que noeJ:r en e~te punto la relación de las 9-ue con lo di~h la Situación internacional, porInteresa dejar clo sobra para explicar algo que ¿Es que Pued~o en. la mente de todos. comunismo 0 contradecirse q.ue la lucha contra el la democracia PUedenel f~scismo, o la defensa de to .se ,ha hecho en el lógicamente justificar cuanEtiopta a hoy? ¿ E~undo de la conquista de razones puede j ustifi. · que alguna de estas tervención, y el trat:a~ el descaro de la N 0 Indió el gobterno de F~e~to que hasta hace poco Ila:res de defugiados aanc~a a los cientos de miel agua? · quienes se negó el pan y La contest~ción de estas q_~e podrían hacerse· "ad inf[;~unt,~s Y de otras mismo asunto, pone de relie 1 u_m sobre este que en esta crisis, ·como en ~htg.;~1rc~nstancia de la historia del mundo, se le han. ~dra antes en los eleme~tos. de jui~io imprescindftle~ al pueblo rnar un cr¡te~Io que le perm.~ta aceptar Pr~rh forel curso seguido por su gobierno. · · 0 e ~z~r
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Esta carencia de elementos de juicio en nos del pueblo ha realizado ante los ojos estu factos del mundo milagros tales como el de N · Chamberlain, espectro con paraguas, capaz llevar su pueblo al desastre, confesar que lo llevado, y seguir gobernando. Lo mucho que hay de inexplicable en todo 1~ que leemos y oímos hoy, tiene su razón de ser ei1 que este estado de cosas ha creado un divorcio. fatal entre los pueblos y sus gobiernos, ya los s~ gundos no representan a los primeros, y ya en t~ das partes el que gobierna se cree poseedor de ciertos misterios esotéricos sobre los cuales DO' viene obligado a dar explicaciones. '"% Naturalmente que, bajo estas circunstancias,_ crece como por arte de encantamiento la fuerza· de los intereses particulares sobre el interés de IBl mayoría. Como ejemplo perfecto basta nombrar e~~ grupo exclusivista de Cliveden en lnteglaterra.· ¿Quién va a ser tan ingenuo que vaya a concebir más unidad entre el grupo de Lady Astor y los mineros ingleses hambrientos, que entre este "set" de millonarios y el poder económico correspondiente de Alemania? Todo lo que hay de absurdo en la conducta de los mandatarios europeos se explica por esta unidad de intereses sobre las fronteras y las guerras de palabras. Aún por sobre las guerras de hombres. El pueblo no puede esperar nada de ellos. · Etiopía esperó. Checoeslovaquia esperó. Austria esperó. España esperó. Repito que el pueblo, no puede esperar nada de ellos, nada de sus escuelas, ni de sus periódicos, ni de sus ejércitos. El pueblo tiene que reunirse ya en grupos independientes de los institutos oficiales, para cooperar con ellos en lo que sea posible, y solamente en lo que sea posible, para estudiar y leer por su cuenta, para edificar su vida por su cuenta. · En fin, la libertad, la verdad, la belleza están siendo arrinconadas en este mundo de oranguta-· nes uniformados. Los que crean en ellas tienen que aprestarse a defenderlas como haya menester.-
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El Pacto Ruso
De nuevo el monstruo de la guerra amenaza· con tragarse a Europa, y si no fuera porque nos/ duele la dolorosa tragedia del viejo continente,; el derrumbamiento de unas cuantas cosas vene-· rabies y útiles, si no nos atormentara el dolor· humano, con tranquila ingravidez contemplaría-· mos el hundimiento de tanta ignominia y co-·· bardía. · Cuando una civilización en plena mayoría de' edad se resigna a ver su destino en mano de media docena de irresponsables locos de poder,· crueles y egoístas unos, de un ::nal llamado realismo. torpe otros; cuando una civilización convierte sus . más caras creaciones en instrumentos de destruc- . ción humana Y vergonzoso oscurantismo esa civi- · lización, o se depura, 0 merece derrun'Ibarse de . una vez. : Hasta ayer la situación de Europa no podía i ser más d_ol?rosa, pero era bastante clara. Hitler .' y Mussoh~I segtuan tendiendo hábiles redes a :~. , ChamberlaJn y Daladier, quienes se dejaban coger, .¡ . ;
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Setiembre, 1939 nadie sabe aún, si por torpes, por cobardes, por cómplices, o porque, de todos modos, no eran ellos los cogidos, sino los pueblos pequeños para quienes no tenía que haber más garantías que las que convenían a los intereses de los grandes. l. La vida de los hombres, su libertad, su dignidad, la santidad de los contratos, el respeto a los gobiernos legalmente constituidos, etc? Todo eso cayó en el plano de los ideales irrealizables. La realidad exigía otras cosas, menos honorables quizás, pero más a tono con esta locura de las cancillerías que se ha puesto de moda. . En Europa sólo Rusia representaba, o pretendía representar el imperativo valiente de la justicia y el decoro. Aún no se ha apagado la voz vibrante de los representantes rusos en la Sociedad de Naciones o el Comité de N o Intervención,· condenando el atropello contra Etiopía y España, defendiendo a China contra el abuso del Japón, denunciando con justificado coraje el chanchullo de Munich. Hasta las gentes anticomunistas empezaban a mirar con respeto la actitud de principios de Rusia. Pero he aquí que, de súbito, desaparece Litvinoff del escenario político, empiezan los taju-
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reos diplomáticos y, como si nada hubiera pasado, Hitler, el rabioso fascista, y Stalin, el astuto bolchevique, se funden en amistoso abrazo de no agresión. N os parece asistir a una de esas reconciliaciones tragicómicas de nuestra_politiquería insular. El mundo entero se queda en una pieza. ¿ Razones? ¿Propósitos recónditos? Podrá haberlos a montone~. Pero lo cierto es que la cosa no puede menos que recordarnos todo lo que Rusia misma atacó violentamente hasta ayer, y que si el mundo vuelve a desconfiar de la política y las buenas intenciones rusas, la culpa no será del mundo. Aceptamos que Rusia no tenga los mejores motivos para sentirse amiga y aliada de Inglaterra y Francia, pero ¿cuáles puede haber hallado para confiar en la palabra de Adolfo Hitler? Es doloroso tener que ver una vez más huír en forzosa desbandada los principios más caros de la humanidad. ¿Hasta cuándo? Hasta que los hombres vuelvan a recobrar la cordura, el sentido de las responsabilidades ineludibles de los principios universales, y no de los intereses egoístas.
Snow, Carabao
PoR J. M. TORO NAZARIO
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Para desenterrar algo que pudiera hacer las veces de un precedente, el conflicto provocado por los estudiantes de Derecho en la Universidad de Puerto Rico tendría que remontarse hasta la Edad Media y rebuscar los gremios de estudiantes con los cuales empiezan, precisamente, las modernas universidades. La empresa, sin embargo, no ofrecería incentivos en un siglo de titulares. El corresponsal que quisiera desta~ar el prec~dente para consumo de Estados Unidos, tendria que aludir a las :Edades Obscuras más bien que a la calumniada Edacl Meda. N o se d_iga que en inglés se puede decir las Edades Medias. En efecto, se puede, pero la frase empieza cqn la letra que más espacio toma en letras de molde, y la palabra que inicia tiene dos sílabas. "Dark" tiene, pues, una ventaja tipográfica sobre "Middle". Esta ventaja no es nada en comparación con la ventaja periodística. "Dark" tiene algo con lo cual jamás podrá contar "Middle"-algo siniestro, cinematográfico. La obscuridad es la sublimación del periodismo. La gente busca el periódico cuando quiere obscuridad, paradoja que acaso explique por qué la lectura puede deshacer el insomnio que no podría vencer la obscuridad misma. Por otra parte, la gente va al cine en busca de luz. El cine es la sublimación de la luz. Es el rival del sol. A nadie se le ocurriría ir deliberadamente al cine para quedarse dormido. N o son pocos los que no quieren ir al cine por no desvelarse después . Nadie que se quede dormido cpn el periódico en la mano, sería capaz de quedarse dormido a mitad de película . Lo que pa-
rece obscuridad es luz. Lo que parece luz es obscuridad. Esta es la tragedia de los futuros abogados Quieren luz, pero el periodismo busca la obscu: ridad-es la obscuridad. La petición que han hecho a la Junta de Síndicos tiene un precedente tan. re~ oto que es como si no existiera-para un periodisino cuyos precedentes deben ser inmediatos, tangibles, accesibles, simplificables. El. conflicto univer~itario es una tragedia en el sentido de que no tiene precedentes period, ticos. El hecho de. que no tenga precedentes pa~~ 1~ prensa lo con~u:rte momentáneamente en noticia, pero la noticia es artificial congelad E 1~ resurrección del engañoso crit~rio de 1 a. t•s cia. Los veteranos del periodismo nos h~ !-'1° lcreer que si un perro mordía a un h b ICIIeron ticia no tenía razón de ser pero om . re, a nobre mordía a un perro . . . Falso Sl . u!l homría, a lo sumo, en lo que haría .el a noticia estamordido por el hombre-en lo perro, una vez perros Y' especialmente, otros h¿ueb harian otros Se preguntarán s · 1 f . m res.· no es noticia por quéi ~ con ~Icto universitario planas no ya' de los diari~s e~ca ado Jlas pri!Ueras N u eva York La t . , e an uan, sino de . d 1 l. con estacion sería que los di·arios e a co onia h d . trópoli . N 0 es 1 ~n esplstad~ a los de la m eL . . , a primera vez, ni será la última. sin abpeticion de los estudiantes de Derecho es, ue :~ darffo, 1~ base de una noticia, desplante fas revise Interes no para los diarios, sino para tas, so~;e todo las que salen por primera vez · La COl~f?Slon entre una noticia y la basé par1 a una noticia fué la persiana que desorientó a 08 veteranos del periodismo.
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10 lVIientras la petición de esos estudiantes no tenga precedentes será más bien la base de una noticia, pero no una noticia. La noticia -la verdadera noticia- estará en la petición que tenga precedentes. Afortunadamente, existe tal noticia en la Universidad de Puerto Rico. Los estudiantes de administración comercial han formulado una petición análoga. Esta es la noticia -la verdadera noticia, la que han perdido de vista los periodis~s, con frecuencia olvidadizos del oficio. ¿Por qué la Universidad tiene preparatoria y postgraduada de Medicina, y no tiene Escuela de Medicina? Se trata de una de esas noticias que hacen murmurar aquello de dichoso el mal ... Dentro de poco -acaso ya- los estudiantes de otras facultades empezarán a formularse las mismas preguntas, y cuando los cabeceantes lectores de periódicos comiencen a preguntarse qué ocurre en la Universidad de Puerto Rico, los estudiantes de las llamadas escuelas superiores ... ¿Por qué no? Es la consecuencia lógica. El problema, después de todo, no se contrae a la U niversidad y mucho menos al Colegio de Leyes. Lo que haya de cierto en cuanto al Colegio de Leyes no pu~de ser la causa de un mal, sino el reflejo, el Incidente, la explosión de un mal . Es la cabeza que duele, pero el dolor de cabeza no es la en~ermedad. La enfermedad puede estar en cualqui~ra otra parte del cuerpo . Puede estar en el e~tomago. Puede estar aun más abajo -en los Pies· ¿He dicho en los pies? N o lo repita usted en voz alta. Los chicos del primer grado podrían esc_?charle Y. . . Tendrían razón. S 'u p¡rbtesta seria ta~ necesaria. Las primeras palabras que !Pe e!lsenaron en inglés, en primer grado, fueron squirrel, snow, carabao". Los dioses han querido que nunca ~aya visto ninguna de las tres cosas. ~ Las primeras saltaron de un libro de texto paia Nueva Inglaterra. La última saltó de un li-
bro de texto para Filipinas. Podré constituir una excepción en cuanto al número de voces que he aprendido después. En cuanto a lo otro, todavía· soy la regla. La inmensa mayoría de mis paisanos no ha visto todavía ni ardillas, ni nieve ni esa especie de buey de Filipinas. Nuestras ar.. dillas son comadrejas. Nuestra ilusión de la nieve es el llamado aire acondicionado. En cuanto a los bueyes de Filipinas, mi apellido me da derecho a recordarme de que por ahí andan unos abogados que sostienen que si el transporte es por ferrocarril, el obrero está protegido por 1~ ley de horas y salarios, pero que si es con bueyes, no. . Confieso que quisiera poder burlarme a J!llS anchas de la ocurrencia, pero recuerdo también que los precedentes judiciales aplican la ley del mar a los muelles y la ley de la tierra a los barcos. Recuerdo también al colega que quiso curarse en salud compaginando el derecho llamado (le hogar seguro con las más recientes hipotec~s de bienes muebles. El colega incluyó la renuncia del "homestead" en la hipoteca de un caballo. Todos en el pueblo se rieron de él-menos yo. Después de todo, Boston puede salir con que el establo es el hogar de un caballo. Cuando dOD Manuel Rossy me enseñaba Derecho Penal, un condiscípulo, hoy juez, le preguntó si un cabal!? encarcelado podía ser objeto de "habeas corpus · -Si usted fuera el abogado •v vo el juez~ }O contestó don l\ianola- soltaría el caballo Y metería a usted en la cárcel. Ese es el problema, después e le todo. La leY de quiebras tiene una cláusula contra la oculta... ción de bienes. Un hombre escondió a su JllU.. jer, para que no le declarase en contra. El a~ 0 : gado de la parte contraria invocó la citada cl~U sula, y todo un tribunal federal tuvo que distln.. guir entre esposa .Y, bienes. . . n ¿ ~To se resolv1o el conflicto universitario e parecida forma?
La Respo11sabilidad de las Víctimas
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PoR DO}JALD O. WAGNER
En un recie t v~rtió a los lect n e ensayo Bertrand Russell ad-
VIrtudes sup':\ri~res contra la falacia de atribuir no~ar él, con'"'duc~e~áa./ 08 oprimidos. Esto, hace evitar ayudarlos p CI me~te a una excusa para a todos los demá orq~e SI la víctima nos supera zón, la mente y els e~n, c~ertas cualidades del caracausada por la opres~~ritu,. acaso su excelencia sea qué emanciparlos de I~lla~ILma; por lo tanto, ¿por Y necesaria. Pero convi · a a~~ertencia es justa sobre cierta falacia 0 ene adicionarle una nota eri~óneamente que los ~~esba .. Shele presuponerse pletame~1te una virtud a a~o an perdido com' '"'onviene a. sab .. . t•Iva. 1M.Ientras que la c1a pri . er, 1a Inisuelve de ayudarlos, la seg~J~ 1lusión nos ah08 ellos de ayudarse a sí propios. absuelve a El error de subestimación apa rece muy a menut]o en 1os argumentos de aquellos qu ·t· · t ac1ura ex t IanJera. ~ · " No tenemos enemistad e cr1 1can la d JC ro
alguna", afirman, "con el pueblo alen1án ~o ita; liano). Es Hitler (o Mussolini) y sus sicariOS !~, que lo han llevado y lo mantienen don<le esta · Si uno observa que esto significa que el pueb10 . que sea tiene muy poca inteligencia o recur~o~ muy pobres, se nos contesta que una combinaci~ de la fu~rza,_ el ~error, la propaganda, y las CI~- · cunstanci!ls 1~p1den a las masas imponerse .. P ro, ¿a que equivale este argumento? ¿Es el dictador siempre el amo o el favorito de la fortuna que tantos le pintan? Tome;nos la. cuestión de la fuerza. HaY muchas manifestacH~'f3es ele ella, pero no haY duda . d~ q.ue la com~u!~Ion tlirecta --la disciplina de. un regimen d~ prision- no llevará a ningún gobierno I?..UY le.] os. L3;~ PUrgas, los campos de. co_ncentracion, Y }a a~cion policíaca puede suprimir .solamen.te ~Inorias, Y minorías pequeñas p~:n: cierto. Nu1..qun estado ha podido jaJnás perm~t'l?'BP el
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Setiembre, 1939 lujo de tener un guardián pa1·a cada ciudadano, ni siquiera uno para cada diez ciudadanos. Decir que la mayoría es mantenida a raya por el miedo es concederle mucho menos valor del que despliega corrientemente en tiempo de guerra o hasta en los asuntos corrientes de la vida. Uno tiene que llegar a la conclusión de que si la ntayoría se somete p1·incipal1nente es porque está dispuesta a acepta1·, o al n~cnos a tolerar, una ·situación antes que hacer el esf1le1·.to necesaYio para ca:ntbia1·la. ¿Pero acaso el sornetimiento se debe al miedo de que al intentar cambiar alo·o malo por algo mejor se vaya a caer en algo pe;r? Si esto es así, ello significa. que las supuestas víctimas están relativan1ente s~tisfechas con lo que tienen, o que les falta capacidad para crear algo mejor. En realidad, significaría también que tienen lo que se merecen. . . Pero se dirá que la propaganda b1en organizada no deja alternativa; se vicia el crit~ri? popular y el dictador gana un f~lso consentimiento ilnponiendo una serie de creencias y valores deformados. Nadie puede negar q~e una prensa, una radio y un sistema de educac1on controlados pueden hacer maravillas. La fuerza puede ser solamente el arma accesoria de la dictadura, pero su gran cañón, su arma más potente, es la propaganda, no hay duda. No ops~ante, la propagan?a, como la fuerza tiene su hmite. Es harto se~c~ll? publicar las doctrinas aprobadas, pero es d1fi~Il suprimir o excluir cada idea que entra en conflicto con ellas. Para privar a sus ciudadanos de todos los medios de formar un juicio independiente el Estado tiene que tener posesión completa del campo en que va a laborar. Tan hermético monopolio no es y nunca ha sido posible. Las armas psicológicas que la dictadura utiliza han mejorado · grandemente, pero esas mismas ramas están siendo constantemente utilizadas contra ella. Ningún país puede aislarse completamente de la contrapropaganda del exterior. Las noticias y opiniones no censuradas suel~n f~ltrarse por los canales ordinarios del comercio SI no de otra manera. (Uno se pregunta si la autarquía no será una pugna por conseguir la impermeabilidad intelectual a la vez que económica). Y mientras que las ondas hostiles de la radio se nieguen a no traspasar las fronteras cuando el Rey Canuto lo decrete, sus súbdi~os tendrán ~limento de que nutrir su pensamiento Y meditar profundamente y normas de compasión. A ellos queda el sacar las conclusiones adecuadas Y actuar de acuerdo. Los apogolistas de los hombres de fila probablemente confesarán que la fuerza y la propaganda no lo es todo. Pero, dicen, la aceptación de un dictador es también el resultado de las circunstancias. Las faltas de los vencedores después de la guerra, el espíritu del nacionalismo resurgente, la presencia de los odios raciales y de clase, los abusos del régimen anterior, todos han jurado en manos del dictador; el autócrata no hace más que aprovecharse de las circustancias. Esta explicación es válida sólo hasta cierto punto. Las condiciones no son plenamente favorables ni para el sistema fascista. Mientras exista una tradición de libertad religiosa en Alemania y una tradición. dernocrática (no del todo amarga) en Alemania e Italia, siempre habrá un núcleo de descontento. El argumento de las circunstancias falla en tro punto. Ignora el hecho de que condiciones 0 análogas han prevalecido antes y prevalecen hoy en países que no han tolerado la dictadura. El sisj
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11 tema político e industrial de Inglaterra a comienzos del siglo XIX parecía talmente que iba a hacer desesperada la suerte de los trabajadores. Pero estos misn1os fundieron sus líderes, crearon un movimiento t!ade-unionista militante, consiguieron el sufragio, y soltaron la presión de una oligarquía que en algunos respectos estaba más firmemente atrincherada que ninguna otra de las que t e n e m o s hoy . Ni las circunstancias adversas del pasado in1pidieron que los franceses o los rusos -o también los alemanes y los italianos- derrocaran una y otra vez la autoc~·acia. Es cie_r~o que desde algunos puntos de VIsta las condiciones para la revolución son menos ~avorables de }o que fueron en otro tiempo. La dictadura es mas agresiva, más eficiente en la t~cnica d~l llamado. em~cional. Resucita prejuic~os tan b~rbaros ,e Irracionales que sólo un cabecilla de tr1b~, .cre1amo~ antaño, podría 0 querría eyocar. Glorifica al dictador hasta el borde de lo absurdo. Pero aunque ha~ cambiado los tiempos y las costumbres, los obstaculos para la emancipación no son demasiado intrasponibles. En realidad en algunos formas los son menos que antes. un' zarismo, una monarquía prusiana, un despotismo italia~o, y una aristoc:racia inglesa tenían ciertas ve:!ltaJ ~s sobre sus e!Dulos modernos. Estaban ~as firmetpente arraigadas en la tradición; el tiempo hab1a hecho algunos de sus vicios tan respe!ables que casf pasaban por virtudes ; la j erarquia de clases e Intereses era venerada porque parecía eterna. (Aun ahora el espíritu del viejo orden de cosas a veces resurge para molestar al nuevo, y no hace _mucho 9-ue pre~~nciamos el espectáculo de la aristocracia del eJercito querellándose con Hitler sobre un antiguo prejuicio de clases) Si en los tiempos anteriores las masas eran me~ nos letradas y por lo ~a13to. menos abiertas a la propaganda, eran por Ident1ca razón más inmunes a la contrapropaganda. La aquiescencia implica volición Aun cuando la d~ctadura sea más difícil d vencer que lo que soha .ser~o antaño (y esto n~ ~f ha demfstrado) _nadab I~dica que sea invulneraed Y qdue o~ qt?e vivetn 1 aJot_su férula estén excus~ os e res1s Ir por a mo 1vo. Mient 1·as un rég~men pe'rdu_ra, por: lo tanto, tenen~os que consi derar la aqu~escencta de la mayoría como ¡ ma de consentimiento. una 01'En todos los tiempos un demonio conveniente y hasta necesario. Nada ~e~sonal. es para concentrar el spleen de uno ., Slr~ e me] or son todos excelentes blancos Per' J losbdic~adores responsabilidad de sus supu.estaso e,1 ~~ cst1mar la nos impide comprender el verdad~~c lmas a veces sas. N os exponeinos a la frust ? ,estado de coimpone un verdadero sentillO d r~t?n ~t;ando se ces la resistencia se acum 1 e 0 1gac1on. A veinesperados. La religión e~ a e~ .los sectores más se supuso durante largo t. angehca en Alemania del Estado, ara 110 . ~empo q.ue era una sierva del pueblo -Ee m decu un Opio, por excelencia, 1 1 · ·1 anera que cuando un sector de la Siah se evantó la falda Y se lanzó al fragor de gel 1a uc a todo el mundo su historia . . ' except o 1os que conocen ro la res , reci~I.eron una pequeña sorpresa. Pe• • e: ponsabindad personal es un buen prinCI~~o 1uteran?,Y evidentemente la practica a la vez qu\; la doctrina puede todavía exigirse aun a los alemanes.
Parece justo llegar a la conclusión de que en un estado totalitario sólo los ciudadanos que han sido. perseguidos activamente pueden ser absueltos de condonar ·la dictadura. En cuanto al resto, naqie desea aminorar sus dificultades y sinsabores. Tienen derecho a que se les mire con simpa-
tía. Por ellos así como por sí propio, el demÁn,,.ft ...~ . ,· ·' siempre se querellará con los dictadores. también tendrá algunas querellas con los d dos. (Dt
"Social P1"ontil!r··,
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ducción de "IJltra'', Habana.)
Anatomía de la Inteligencia PoR EDW ARD PODOLSKY
Hace varios años que el Dr. Walter E. Dandy se quedó m.uy desconcertado al descubrir que al quitar la mitad derecha del cerebro a un paciente que sufría de un gran tumor cerebral, no experimentaron deterioro alguno las facultades mentales del individuo. De igual modo, los cirujanos han averiguado que la remoción de los lóbulos frontales, o de la parte anterior del cerebro, no daba por resultado cambio apreciable alguno en el equipo mental del paciente; en realidad, en muchos casos la cirugía del cerebro ha dado. por resultado un a um_ento en la penetración mental. Durante muchos anos se, ha estado sopesando la pregunta : ¿ puede el anatomico del cerebro, seccionando el cerebro con el ~scalpelo decirnos por qué unos hombres son genios y otros mentecatos? DEl pionero entre los estudiosos del cerebro fué e1. r. Franz Gall, quien, aunque era un anatórruco excelente, derivó no obstante sus conclusiones de que las distintas protuberancias significa~a~ o~ras tantas áreas cerebrales hiperdesarrolla~s, ..e su noción preconcebida de que ligeras elevaciones en el cráneo correspondían a elevaciores ~ protuberancias en el cerebro encerrado en sfnCaJa branean~. Las inv~stigaciones del Dr. Gall, at e~ argo, Sirvieron al menos para llamar la E::~on de los .estudiosos serios del tl!erebro. dos c~al~ente la demanda de cerebros no hallallegó a mun.:nente en los autopsiactos corrientes intelect~er an grande que ~e formaron grupos de bros ales con e! solo obJeto de legar sus ceredel c!~~~:l e:~u~Io de los mismos, y el estudioso ce· oport .des Imo entonces que tenía a su alcansible de~~~rB;desl por medio de las cuales sería pona. Ir e secreto de la inteligencia huma. Los Primero t d. los hombres de s. es u Ios sobre el cerebro de fueron empren~~~10 Y el de los hombres corrientes Wa~er, a quie~ ~s en 1860 por el Dr. Rudolph ge~uos, entre ellos~ legaron los cerebros de tres granqes mate:tnát" e dde G~uss, uno de los más emprendió un culd~do e, 8}1 tiempo. El Dr. Wagner de este cerebro y el :lsimo estudio comparativo corriente. Después d e un ~al Krebs, un obrero doctor Wagner no pu:o hllcioia investigación, el cia entre uno y otro E a a~, ~ más leve diferendes del cerebro. estudió ~tudio lfs anfractuosidacircunvolucione~ su núm!s profundidades de las comparó los pes¿s Los ha~l' Y ..or~a .. También ticos en todos resp~ctos De:d pra~ticarnente idénfrecuencia1 se ha notad~ que ef :!~;cedcon h!l:r:ta t~ pesa mas que el de un hombre de r~ 1 e fn IdtorJor, cuyo cerebro podría ser de peso amen ol_supeuy 1gero.
Además, la profundidad y número de las circun~ voluciones del cerebro de un hombre altamente dotado no son más complica1las que los del cerebro de un retrasado mental. , Poco más tarde se estudiaron partes particU~ lares del cerebro, y durante algún tiempo la ~o~~ ción frontal de cerebro se estimó que era el s1t~o de las facultades más elevadas. Pero un estudtj· acucioso de los lóbulos frontales del cerebro eminente psicólogo y rector ele universidad . ·, Stanley Hall, y del cerebro del afamado médj(2 Sir William Osler, y una comparación con los : bulos frontales ele hombres de aptitudes mentaleS ordinarias, no demostraron diferencia esencial al~ guna. ~ Durante muchos años los anatómicos del c~ rebro desesperaron de hallar jamás una base ftsica de la inteligencia, hasta q·ue un día com~nda; ron a percatarse de que los cerebros estudia 0 Í habían sido cerebros muertos. El estudiante d:o cerebro se dió cuenta de que estaba estudian de máquinas que ya no funcionaban. No se pu~ ·, aprender mucho sobre la eficacia de una máquin~ cuando está en reposo. El mecanismo en mo\Tt¡ miento cue~ta la historia. del origen de su poder~ de su energ1a. Con tal motivo encaminaron la aten_ ción a las fuerzas que mueven el cerebro, el combustible, por así decirlo, que alimenta el pensa; miento, es decir, la corriente sanguínea, porque 1 ~ sangre es lo que nutre el cerebro. . ¡ El Dr. Henry Donaldson excelente anatotn18i ta del cerebro, ha dicho: "El .:nejor de los cerebJ0 ~~ resulta un desastre en un individuo que se es~ maya". Durante el desmayo y la muerte el cere-~ bro pierde su sangre así como su fuerza. El error! más grave en que incurrieron los antiguos anato~ mistas de cerebro al estudiar el órgano fué re111°í. ver y descartar su cubierta, las membranas que¡ continen las art~rias y venas que aliment~!l el c;j, rebro. Un estudio del tamaño y la compleJidad 6 1 estas arterias revela mucho más acerca del pod~r¡ del cerebro que el tamaño, el peso y la cornpleJI¡ dad de la estructura cerebral misma. ¡ En 1926 el Dr. Hindzie comenzó a hallar un8,l. diferencia real en el suministro de sangre de. la~ cortezas cere~rale~ entre las mentes extraord1na1 rias y las ordinarias . La membrana que cubre e~; cerebro de los. hombres de genio tiene vasos san-y guíneos ele cahbre magnífico y es rica en el abas~ tecimiento de estos conductos de la sangre. Lo~ imbéciles, por otra Parte, tienen una cubierta ce f rebral pobre en vasos sanguíneos y aun éstos so11 de calibre constreñido. Además la composición. química de la sangre misma des~mpeña un pape~.
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muy importante en el fon1ento de la inteligencia. La cantidad de azúcar, de cal, y de otros elementos muy in1portantes es del mayor signifir.ado. Un estudio cuidalloso, por los Doctores Solomon Katzenelbogen y Harry Goldsmith, de la cantidad de cal en la sé!ngrc en diversos tipos de enfermedades mentales ha sacado a luz el hecho interesante de que la mayoría de los casos de locura de origen orgánico tienen un cont~nido de cal más pequefío en la sangre que el presente en las personas norn1ales. La cal, sin embargo, no es sino un factor. Los Dres. I{atzenelbogen y FriedmanBuchinan han hecho un examen de las cantidades de azúcn.r en distintos casos de perturbaciones mentales, y han descubierto que en la mayoría de los casos de enajenación mental la cantidad de azúcar en la sangre está por encima de lo normal. Esto es particularmente cierto de la enajenación de personalidad dividida. Mientras más elevado el contenido de azúcar en la sangre, más elevada la tensión nerviosa del individuo. Así parece que el cerebro anormalmente dulce es un cerebro lunático. Estamos todavía muy lejos del momento en que podremos mejorar las facultades mentales alterando la composición química de la sangre que alimenta el cerebro, pero al probar los efectos de una nueva droga, el Dr. William Healy, conocido psiquiatra, dijo: "El extraordinario poder estimulante de la energía del sulfato de benzedrina parece demostrar que el potencial de las células cere-brales dista mucho de ser comprendido bajo las condiciones ordinarias de la nutrición o estímulo por lo que la corriente sanguínea tiene para ofrecer". En relación con esto se han hecho algunos experimentos interesantes en el Hospital Maudsley de Londres, por los Dres. William Sargant y J. M. Blackman, quienes descubrieron que la droga llamada benzedrina era capaz de acelerar las respuestas mentales en una serie de 67 pacientes del hospital. Dos grupos fueron sometidos a las pruebas de inteligencia de Cattell, habiéndose dado a un grupo píldoras de benzedrina y al otro, al grupo de control, píldoras de aspecto análogo, pero que no contenían eh;mentos activos. Los que tornaron la droga arroJaron una anotación del 8.7% de superioridad en las pruebas sobre los otros. Desde hace tiempo se sabe que todo lo que vive es capaz de producir una minúscula corriente eléctrica, y un alemán, el Dr. Fleischle von ).\1arxow, en 1890, fué capaz, por medio de un mecanismo rudo, construído por él mismo, de advertir vagos impulsos eléctricos al través de la cabeza de varios animales. Transcurrieron casi cuarenta años antes de que este aparato fuera traído a su actual estado de perfección por medio del tubo al vacío que aumenta la energía eléctrica débil hasta que se la puede ver y estudiar. El Dr. Hans Berger, de la Universidad de Jena, continuó la obra de von Marxow, y desde entonces muchos médicos en los Estados Unidos han practica<lo grandes investigaciones en este terreno. La mensuración de la actividad eléctrica del cerebro es harto sencilla. friega con cuidado un brazo con agua y jabón y se lava luego con alcohol para remover toda grasa de la piel. Entonces se venda el brazo con tiras de tela saturadas de una solución de sal para mant~ner los electrodos apretados contra la piel en la mu:ñeca Y en el antebrazo. En torno a la cabeza se envuelve un turbante blanco que contiene el exto-
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mo de plata del electrodo, para mantener a éste en estrecho contacto con el cuero cabelludo. Unos alamb~es conect~n. los electr.odos a una máquina que mtde y amplifica la corriente eléctrica producida por el cerebro. El Dr. Berger descubrió que las ondas cerebrales se dividen en dos grupos generales: el ritmo nlfa, con di~z fluctuaciones I?róximamente por segundo, y .el r1tm~ ~eta, con veinte o más por segundo. BaJo condiciones normales estos ritmos perm~?ecen los mismos, aproximadamente día tras a1a, p2r? en ,un ~íncope epiléptico, por ~jem plo, la ener~1u electri~a aumenta ~asta a 3,000 7o sobre lo nor1nal. La Inconsciencia ordinaria por otra l?~r~e, tace más lentas las ondas cerebrales re~uc1enaolas de t;es a cinco segundos, pero el voltaJe se ele~a a mas del doble de lo normal. Mienti:as c~n ~as fuerza trabaje el cerebro mayor energia electriC_!l .da ..La ~olución de un difícil problema matema.tico. ,xmphca mucha energía eléctrica, y la memorizacion de. una sentencia da por resulta?o ~n mayor despliegue de fuegos artificiales electricos. por parte d~l cerebro que la simple lectura de dichas sentencias. Las investigaciones hechas en la Fundación Brush y la 'Yestern Reserve University por el Dr. ponald B. Lindsley han descubierto algunos datos Interesantes so~re el desarrollo en los niños de las on~as alfa, el ritmo pensante que aparece por vez primera a la edad de tres meses cuando el ·. . ni nO c<;>mienza a perc1"b.Ir l os ob Jetos y ' los sigue con la v~sta. El cere~r<;> humano1 es harto evidente, despier~a a la actividad ~uncional a la temprana edad de ti es ~eses. Desp~es las ondas alfa mejoran en frecuencia, en amplitud y en ritmo con la ed d hast~ que que se alcanza el !livel adulto a los : ~ 1 O anos. Parece que en los anos de la adolescen · h~y ~n aumento en la frecuencia de la ener;;: electrica que produce el cerebro; acaso según D ~nds~e~, ~el.acionado .de algún modo c~n los ca~~ bios fisiologicos 9u~ tu~n~n lugar en el cuerpo. Un descubrimiento Interesante, aun ue al desconcertante para el sexo masculino esq q go · · ,. d . , ue 1as muJeres _Piensan mas e prisa que los ho b En relación con esto, los criterios rinc · ~ res. j~zgar la actividad funcional del ce~ebro Ippa es al dio. de sus efectos eléctricos son (a) fr or ~ed· ( ) · ecuenc1a· ( b) amJ?1·t I u ' e ritmo de las ondas cerebr 1 ' que registran los aparatos La fre . a es medio rle las o n d a s alfa· en cue~c1a prode 11 por segundo, en los hombrela~ ~~Jeres era gundo. De aquí la deducción d s e .2 por sepiensan más de prisa. Otra e e. q~e las mujeres bre las ondas cerebrales es osa Interesante sopara cada persona casi tan i~~~ ~~n individuales huellas digitales, el Profesor lVl uales como las vis, de la Universidad del Estad L~e Edward Trado trabajando sobre la posib . ~ d e Iowa, ha estaun record de las ondas cer 1 1 ad de mantener nales en ~1 futuro, como en ebrales ?e los crimidan sus nuellas dio·itales la actuahdad se guarEl cuadro de 1~ que · . se hace cada vez más cla conrituye la inteligencia 0 rehro están hoy seguros ~ · os est~dio~os d~l cetodo caso depende no del te qu~ la Inteligencia en rebro, como hasta a uí se an~ano. o el peso de~ cede sangre suministritd creia, Sino de la cantidad 1 la sangre según esté i~f~u~erebro, Y la ~alida? ~e cos internos lo e 1 d Ida por cambios quimlque v<=r con 'la e u a pue ~ q~e tenga también algo nergia e 1ectrtca del cerebro. .l
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Eca de Queiroz y el Bilinguismo Mi querida amiga :-El español se llama D. Ramón Covarrubia, vive en el pasaje Saulnier, 12, y como es aragonés y por lo tanto sobrio, me figuro que con diez francos por lección quedará muy satisfecho. Pero si el hijo de usted sabe ya el castellano necesario para entender los Romance'tos, el Quijote, algunos de los autores picarescos, veinte páginas de Quevedo, dos comedias de Lope de Vega y alguna que otra novela de Galdós, o ~ea lo pastante para conocer la literatura espanola, ¿a santo de qué desea mi sensata amiga que el muchacho pronuncie ese castellano que posee, con. el acento, el sabor y la sal de un madrileño nacido en las mismísimas piedras de la calle Mayor? El bueno de Raúl va a desperdiciar el tiempo que. la sociedad le señaló para adquirir ideas y nociones (y la sociedad a un chico como él, rico, guapo ~ d~ bue~a familia, sólo concede para este abastecimiento Intelectual siete años de los once a los _diez Y ocho) y lo va a malgastar'¿ en qué? En el, luJo de afinar, con refinamiento superfino y superflu?, el mero instrumento de adquirir nociones e Ideas. Forque las lenguas, mi buena amiga, son nada mas que instrumentos de saber análogos . a, los i~strumentos de labranza. C¿nsumir e~~rgias. Y VIda en el aprendizaje necesario para P nunciarlas de un modo tan genuino y puro que parezca que se nació dentro de cada una de ellas Y que todas nos sirvieron para pedir por primera vez en la vida el pan y el agua es hacer lo mismo que un labrador, que en vez d, e contentarse para cavar 1a t·Ierra, con un simple hierro enastado ' a un palo sencillo, se aplicase durante los meses :~~u:- hay 6ue trabajar la hu'erta, en la tarea de res ; I~n:f!l le1as en el hierro y de esculpir flotelano } es a od~ lo largo del palo. Con un horadorna1~~1'r ~n minuciosamente entretenido en que no estae, nar su azada, ¿no le parece a usted de la Turen~Ifn ahora muy lucidos sus pomares Un hombre sol amente debe hablar con impecable seguridad todas las dem, Y pureza la lengua de su tierra; mente mal conas debe hablarlas mal, orgullosanuncia en~egu. aquel acento chato y falso que de1 reside verdade~ a al extranjero. La nacionalidad poseyendo con ~rn~nte en la lengua ; y quien va Eu:opa, va sufrie~dente perfección los idomas de 0 nahzación. No ev· gradualmente una desnacio. .o..lst e ya . , srvo ~ncanto del habla Par a e1 el especial y exc!uafectivas, que lo env ~aterna con sus influencias zas ; y el cosrnopolitrse;e~ Y lo aíslan de otras rapolíglota nunca es patr·o t el carácter. Por eso el no que se asimila se in~ ad Con cada idioma ajemor~I n1odos aje~os de ro ucen en su organismo sentir. Su patriotismo dpensar, modos ajenos de tranjerismo Rue de R · e~aparece, diluído en exStrefjt, JtVilheln~ Stra::~ht~g~le ~le A·Z.calá, Regent ~on calles empe<l radas 0 'entaru aJs Igual. Todas habla que escucha a su alreded! 1:s.fEn todas el , o rece un eleme:n t1o 1·1 nal4-~Ul• a 1 y congenere , •t , ' donde . su esp1ri u se m UC\ e 1 n e, espontaneamente, sin vacilaciones ni
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rozamientos. Y como por obra del Verbo, que es el instrumento esencial de la fusión humana, se puede fundir con todas las naciones, en todas siente Y acepta una patria. Por otro lado, el esfuerzo continuo de un ho~- bre para expresarse, con genuina y exacta propiedad: de construcción y de acento, en idiomas extraños, esto ~s, el esfuerzo para confund_irse con gentes extranas en lo que tiene de esenczalme~te característico, el Verbo, apaga en él toda la Individualidad activa. Al cabo de los años, ese ~a bilidoso, que llegó a hablar absolutamente bien otras lenguas, a más de la suya, perdió toda la originalidad de su espíritu, porque sus ideas ~e ben tener, por fuerza, la naturaleza incaracteriStica y neutra que les permita ser indiferentemente adaptadas a las lenguas más opuestas en carácter y genio. Deben ser, de hecho, lo que aquel 1os "cuerpos de pobre", de que tan tristemente hablj el pueblo, "que caben bien en la ropa ele todo e mundo". . Además de esto el pro¡Jósito de pronunciar ·' 1enguas ' extranjeras · a 1a per f ecc1on cons t I·t uy e una d1 lament~ble bajeza que nos degrada a los ojos extran.]ero. Ante él nos presentamos con el d" seo serví! •le no ser uosotros rnisn1os,~ de .ftt!1 I~j nos con el en lo que es más suyo, mas pl opiO~b V.ocaJ:>!o. Y est~ sl:lpone, sin duda algu~1a, u1~a 09 dicacion de la dignidad nacional. ¡ N o Incuri atnal en ella, señora mía! ¡Hablemos noblemente ~ ' t. t • ' .D so p~ t r1o Ica:nen e n1al las lenguas de los otr~s · del sin contai con que los extranjeros desconfiall • políglota como de un ser que 110 tiene raíces ni hogar estable, de un ser que rueda a través de l~S · 1·1d a d es aJenas, · naciona que sucesivamen t e s.e diSde fraza en cada una de ellas y busca los mediO 8 en i~st~larse en todas, porque 110 es tolerado el ninguna. Con efecto si mi amiga se torna l . trabajo de repasar 1~ Gaceta e de los Tribztnf! es observará que el perfecto poliglotismo es un InS" trumento de alta escToque 1~ie t· · , , --· d ·z ttan 'lSY vea~e como, arrastrado por el 'l e usted mo de las Ideas, en vez de unas señas que 1 si me pide, le endilgo un tratado. . . Menos mar consigo que mi charla le haga sonreír, pensab' -~ evite a nuestro querido Raúl el horrible tra aJ de pronunciar ¡Viva la a¡·acia, y 1. Benditos sean . • ' 10 . . .':J • d a una tus ~Jos·' mismito que si viviese pega 0 esqtuna de la Puerta del Sol, metido en un~o-c~.~~ con embo_zos de terciopelo y chupando el ~loa . de L~z.arlllo. Esto, sin embargo, no impide que se uti,hcen los ~e~vicios de don Ramón. El tal: a~el;nts c~e zor_rllhsta, es guitarrista; y puede sus t 1ttnr las _lecciones en la Ieng·ua de Que~edo por_ otras lecciones en . . la g uz•t arra d e Almavtva. . R , ' fStl lindo a u 1 ac1qun·Irá de este modo una nuev~ a .. cultad d~ expresar. . . la de expresar emociones por medio de las cuerdas sonoras. i y este don es excellente !_ Conviene más en la mocedadd l' aun en a.;eJfz, saber, por medio de las cuer as de funa VI u~ a, desahogar el alma de Iast cosals' con usas y sin nombre que en ella bullen umu
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Setiembre, 1939 tuosamente, que poder, a través de las posadas del mundo, reclamar con perfección el pan y el queso en sueco, holandés, griego, búlgaro Y polaco. ¿Y será realmente intlispensable aun para el hecho de proveer, a través del mundo, esB:s necesidades vitales del estómago y del alma, trillar, años y años, dirigidos por la mano dura de los maestros "los descampatlos y atolladero~ de las gramáticas y pronunciaciones", como decia el viejo l\1ilton? Yo tuve una tía admirable que hablaba únicamente el portugués (mejor dicho, el miñoto) y que recorrió toda Europa co~ much~ desahogo y comodidad. Esta buena senora, risueña, pero dispépsica, no comía más que huevos, y no sabía designarlos ni los conocía por otro non1bre que por el nacional y cast~zo de ovo~. Para ella huevos oeufs eggs, das e~, eran sonidos de la N atur~leza b~uta, poco diferentes del croar de las ranas o de los crujidos de 1~ mac!_era. Pues bien, cuando en Londres, la expedita s~nora llamaba al criado de la fonda, clavaba en el los ojos agudos y muy expresivos~ se agachaba gravemente, imitaba con el rebullir lento de l~s faldas ahuecadas a una gallina clueca, Y gritaba: · ki-ld-1~i-kí! ¡ ko-ko-1·i-kí! ¡ ko-ko-ro-ko! Nun~a, en ~inguna ciudad o región inteligente del Univ~rso Mundo, mi tía dejó de comer huevo~, i Y siempre los comía fresquísimos! . Besa sus manos, benóvola amiga,-Fad1·~que.
De Georges Bernanos Creo firmemente que un hombre digno, tanto en su vida privada como en su vida pública, debe ante todo aceptar humildemente, virilmente,. las condiciones particulares que le son impuesta~ por su medio y por su tiempo. El simple cateciS}!lO, al cual es menester ceñirse desde que se quiere entrar nuevamente en el buen sentido, escapar a }os doctrinarios de uno u otro bando, a los Tontos ae la l\ioral y a los Tontos de la Estadística, nos enseña que un cristiano debe, no importa donde Dios lo haya colocado, "trabajar en su salvación". Trabajar en su salvación, salvarse. Siempre habrá un cierto número de cristianos para dar a esta última expresión el sentido de "¡ Sálvese quien pueda! ¡Salgamos de allí como P?damos !" Pero un cristiano no se salva solo. Unicamente se ~a:l va salvando a los demás. He conocido un vieJO militar retirado, caído en la devoción ~omo un viejo abejorro de otoño en un pote de miel. Llegado a la vida religiosa demasiado tarde para resignarse fácilmente a los estudios elementales indispensables y habituado por su antigua profesión a resolver los problemas desde un punto de vista extremadamente concreto, discurrió anotar en un registro, cada noche, el total de indul~en cias ganadas en el curso de la jornada. Treinta días por aquí, quinientos por allá. Al cabo ~e pocos meses había obtenido un total i!llPr.esionante, tanto más cuanto que su experiencia le permitía elegir las combinaciones más ventajosas, evitando las pérdidas de tiempo y desdeñando los ;provechos in.significantes. Tuve felizmente 1~ ~dea \~e hacer verificar su contabilidad por un religioso a quien también conozco, el cual, luego de haberlo
sermoneado dulcemente, arrojó al fuego su libro de cuentas. Repito que enunciando verdades tan simples, al alcance de cualquiera, no me creo en absoluto un rebeide. Hay en la rebeldía un principio de odio y desprecio por los hombres. Temo que el rebelde nunca sea capaz de llevar tanto amor a los seres que ama como odio a los seres que detesta. Los verdaderos enemigos de la Sociedad no son los que ésta explota o tiraniza. Son los que ésta humilla. He aquí porqué el partido de la revolución cuenta con un gran número de bachilleres sin empleo. No tengo ningún motivo de animosidad contra la sociedad y si deseo que se reforme o que perezca, este deseo es perfectan1ente desinteresado. A decir verdad, ella ha colmado mi espera, porque en ningún instante he tenido la idea de pedirle lo que no podría dar : el honor y la felicidad. Dispensa condecoraciones y la Academia: yo no deseo ni las unas ni la otra. En cuanto a la fortuna, ¡ no hablemos ! Soy absolutamente incapaz de enriquecerme bajo ninguna clase de régimen. Creo, pues, haber respetado las reglas del juego. He tenido incluso la coquetería de educar seis hijos en una época en que los padres de familia merecen más que nunca el título insólito que les discernía Péguy, cuando los llamaba "esos grandes Aventureros del mundo moderno". ¿No es acaso un poco cómico oírme tratar de peligroso fanático por graves propietarios, como si nada tuviera yo que defender? Hablan de esta sociedad como de algo que les perteneciera porque le dieron a guardar papel moneda, cuyo curso regla la especulación. Y lo que he confiado a la Sociedad, o al menos lo que veo con angustia disiparse entre sus manos, son valores espirituales que a Dios gracia no tienen curso en el mercado de los Bancos, pero que en realidad afianzan todos los otros y sin los cuales nada serían los solemnes imbéciles que me critican.
Sangre sobre el Mundo Tal vez la guerra declarada sea ya un hecho c<;>nsuinado cuando salga de las prensas el primer eJemplar de ISLA. . El acontecimiento, cuya gravedad, no puede var:1arse en palabras, sobreviene despues de una serie de contemporizaciones vergonzosas, en las cuales dejó el hombre erdida mucha de su fe en el porvenir. p !'u~de que haya habido razones de orden econom~co o estratégico para posponer hasta ho el confhcto, pero ello se ha hech dY hombre de carile h o a expensas e1 hacer la gue 11 1~a Y . u eso en cuvas J manos est,.a , Y Sin cuyos v 1 , t· nada valen los d 0'l . a ores 1n Irnos d e ates Y 1os pertrechos L a guerra llega d · . derecho a 110 ent . cuan o Ya el ho1nbre tiene despreciarla Ll usias~arse por ella, Y hasta a tado total"t · ega a ora en defensa de un esnas part .1 .aiio, opresor de sus masas campeside Iclpante. activo en el desmenuzamiento ecoes ovaquia. A Chamberlain podrá preocup~r 1e poco todo esto, pero, repetimos, costará mucno a las· tlemo · , · d e en t usias ,. crac1as en term1nos lllO espontaneo y voluntad humana de vencer. 1.
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Revista de Libros AN EXAMINATION INTO SOME OF THE UTOPIAN POLITICAL AND ECONOMIC IDEAS NOW APPARENTLY IN VOGUE IN PUERTO RICO, por R. Aboy Benítez y R. Ramos Casellas. San Juan: Asociación de Productores de Azúcar de Puerto Rico. Quince páginas.
tanta propaganda de verdadc.s truncas. Lo cual nos recuerda que por ahí hay un buen estudio realizado en la PRRA bajo la dirección de Es• teban Bird. Ese no se ha ¡1ublicado. Los eco:nomistas no le han dicho al pueblo por qué no. se ha publicado, ni han hccLo nada, que se sepa:, por que se publique.
Se trata de un folleto de propaganda dirigido específicamente a combatir la campaña en favor de la libre determinación y a neutralizar los efectos del acuerdo de la Convención Económica sob;~ el "status". Para los que conocen cómo funcionan los- organismos defensores de los intereses azucareros, es claro el hecho de que detrás de Abor Benítez y Ramos Casellas hay un buen escritor y economista pagado a buen sueldo, lo que los norteamericanos llaman "ghost writer". No hay duda que las estadísticas y los números citados en el trabajo son verdaderos. El truco está en la interpretación de los mismos y sobre todo, en ciertas ideas que el autor adjufÚca por su cuenta a los independentistas . Los primeros párrafos son divertidos en ~nos . se ~?ncede a los que defienden la Iibr~ determinacion "extraordinaria sagacidad" y se les acusa de so~stas. Al citar parte del acuerdo de 13: Convenc1on Económica sobre el "status", se dice b~ue representa la plataforma económica del encu Ierto Independentismo. , Por el sólo hecho de que Australia fué el 1 ~f : ~on~~ menos se sintió el receso industrial, mu u or Iene la osadía de sugerir que ello dela necesidad de eliminar fronteras Hay dosestra maner · embargo, de eliminar fronteras. · Una f as, Sin 0 Rusia de ha~erl.o es siguiendo el ejemplo de indica: ra ~s Siguiendo el de Alemania. Todo táct" que ~1 ... olleto está más en simpatía con la lea del Anchl uss" cartav~:lvCn ~s azuca~eros a citar aquí la famosa escrita en or ero, Bermúdez, Picó y Descartes, Esta carta e~ero 24 de 1936 al Secretario Ickes. paganda d~ 1al como aparece siempre en la prodias. La res ~s cen~~ahstas, es una verdad a mela carta en ~stns~bihdad de que se siga utilizando Es lástirn a orma la cargan sus autores. de los produet~r~ue los ~conomistas al servicio echar mano de a: d~ azucar hayan tenido que (e~ economía torid~des tan poco respetables eh1le~o "Zig-Z~ ~,e entiende) como. el magacín der, _de quien segcila, el reportero William H. Lande tierras en Méx· un despacho sobre el reparto En 1 Ico. los azuca~e;~: ruet~lJ?ecta a las leyes de cabotaje D r. Ort"IZ. La verdad I Izan de nu . evo 1as Cifras del' el punto principal, el ~s fue estas .cifras evaden paga más o menos sin~a . no es SI Puerto Rico o no menos despué~ de 1~ 1 ~uerto Rico pagaría Los economistas de e tmtnarse. el c~botaje. una grave tarea sin cum~frerfo -:tco t1enen aún más luces de las que están d~n~ ·e dar al. pueblo el problema del país. Ellos p~d~fa~el:c~ón con este modo que los azucareros echasen Vltar de a correr
SURVEY AFTEil J.llU1Vlé:J-J, por
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Grnhan~ Hu~
ton. Boston: Little, l.Jrrnvu and Co. 253 p~ ginas. 19:39. $2.50. · Sin duda alguna éste es el n1ejor libro qu$ hasta la :fecha se ha publieado sob1·e las resultan.. tes del acuerdo de l\-Tunich. Se trata de un buenl compendio de datos, análisis y bechos alrededor del tema principal de la obra, q u~ es el examen del nuevo mundo que se est:'t incubando alrededo~ del eje Roma-Berlín. Hutton llega a la:.:; siguientes conclusiones: (1) El Tercer Reic~-1 ha dejado a Italia en unlugar segundón dentro de Europa. (2) Italia será compensadc... por n1edio de respaldo en el norte de Af:·ica, España :-,· L·.'~ l-:1:lle~res. (3) Los. dos extren1os del Eje sc1·iln utilizados para mo-1
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BIBLIOTECA DE AU'rORES PUERTORRIQUE~OS
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se complace en anunciar la publicación de jj ,, una segunda edición de la novela de Enrique A. Laguerre
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la llamarada con un prólogo del Doctor Antonio S. Pedreira DE VENTA EN LA LIBRERIA CAMPOS EN SAN JUAN A
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Pedidos a: BIBLIOTECA DE AUTORES PUERTORRIQUEÑOS
Apartado 522
San Juan, Puerto Rico
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Setiembre, 1939
los fundamentos de la novela. Los problemas que planteó y las referencias del autor quedan en pie. La Llamarada se ofrece ahora con un prólogo ) del Dr. Antonio S. Pedreira, quien ratifica sus críticas de agosto de 1935, ampliando sus puntos de vista.
!estar y apaciguar a Inglaterra y Francia alternadamente. ( 4) Roma y Berlín no irán a la guerra hasta tanto no estén seguras de alcanzar una victoria rápida. Lo interesante del libro de Hutton no son tanto las conclusiones como el razonamiento mediante el cual llega a ellas. Es una lástima que en la obra no se consideren nada más que las contigencias inmediatas. Por ejemplo, se ignora el creciente resentimiento norteamericano contra Alemania, y la posibilidad de un acuerdo entre Hitler y Stalin. Hutton opina que la política paragüera de Chamberlain no sólo traicionó a Checoeslovaquia sino a todos los pueblos europeos, y tal vez a todos los del mundo.
VOZ DE LAS ISLAS INTIMAS, por Carmen Alicia CadiUa. Ciudad Trujillo: Editora M ontalvo. 84 páginas. Carmen Alicia Cadilla reúne en este su último libro quince poemas, los cuales hay que suponer producidos en el curso de su reciente viaje a Cuba y Santo Domingo. En ellos persiste la nota profundamente el:{itica que ha animado toda la creación poética de la autora, salvo en uno o dos poemas. Este libro afirma una vez más el hecho de que Carmen Alicia es un valor poético constante, hay en ella pocos altibajos. Desde la primera página a la última fluye su poesía en el mismo tono de siempre; cuando el erotismo salta en explosiones, lo hace con recato, para volver presu.. roso a su cauce. La edición, que tiene el subtítulo de "Poemas de Viaje", lleva fecha de Abril-Mayo-Junio, 1939.
LA LLAMARADA (Segunda edición), por Enrique A. Laguerre. San Juan: Biblioteca de Autores Puertorriqueños. 884 páginas. Transcurridos cuatro aftos desde la aparición de la primera tirada de La Llamarada, el autor creyó conveniente revisarla con cuidado antes de autorizar su segunda edición. Dicha revisión se hizo exclusivamente en lo que se refiere a la lengua, sin alterar en lo más minimo THE NATION
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