Editorial
José Vicente Blay
Hay que parar y preguntarse: ¿Por qué tomamos
fotografías?, ¿Qué queremos transmitir? Deberíamos formularnos estas preguntas mucho antes de coger la cámara, solo así nuestras fotografías aportarán algo.
Nuestro trabajo fotográfico irá avanzando a la misma velocidad que las respuestas a estas preguntas lleguen a la mente. Aunque lo tengamos claro, siempre deberemos preguntárnoslo. Sólo así podremos descubrir motivaciones que nos permitirán perfeccionar y pulir nuestro trabajo. Tomamos fotografías porque queremos trascender y vivir los mejores momentos. Siempre queremos compartir con nuestra familia y amigos aquellos viajes a los que no fueron invitados, o las fotos del cumpleaños al que sí lo fueron. Queremos subir fotos en Twitter, en Facebook, en Instagram, en Flickr y en aplicación que inventen. Tomamos fotografías para ayudar a la memoria y romper el tiempo; para contar historias; nuestras historias; para detener los segundos y nunca estar viejos; para que nos recuerden cuando no estemos o no seamos los mismos. Centenares de siglas nos invaden: Canon, Nikon, RAW, JPG, ISO, DSLR, megapixeles y nos creemos los mejores
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