Cuentos Coloniales Por 4to. “B”
Colegio del Sol Año del Bicentenario de la Patria 2010
Dolores y Marita Dolores vivió en una casa frente a la plaza Mayor, con una niña llamada Martita y su madre. Su padre estaba preso. La La niña se había ido al cabildo para ver por una de las ventanas a su padre, pero le dijo otro hombre que estaba muerto. Mientras estuvo preso la madre de Martita estaba preocupada, ya que se lo acusaba de algo que no había hecho. Finalmente su mayor preocupación preocupación había sucedido. Su esposo había muerto y Martita no sabía cómo decirle a su madre. Dolores, que era una mujer respetada, sabía que de alguna manera debía ayudar a esas mujeres. La vida en la colonia sería muy difícil para ellas. Fue entonces que se le ocurrió ofrecerles trabajo en su casa. Martita estaba feliz, pero no tanto su mamá ya que aún no entendía la muerte de su esposo. Al final aceptó y estuvieron allí algunos años. Cuando Martita cumplió los 15 años un hombre grande llegó a casa de Dolores. Dolores. Dijo ser el padre de Martita. Ella no le creyó pero pero él le explicó que lo había llevado a luchar contra los españoles y tuvo que pasar por muerto para que nadie pudiera negarse a ir. Rápidamente Martita comprendió la situación y lo ayudó a explicarle a su su madre, quien al enterarse se desplomó en el suelo. Parecía haber visto un fantasma. Al final los tres siguieron su vida juntos y nunca más se separaron. Fin Autor: Matías Garay
Amor en la plaza Había una vez una chica que se llamaba Dolores y vivía en Mar de ajo. A ella le gustaban mucho los perros y siempre sacaba a pasear a su perrita que se llamaba Margarita Dolores la quería como si fuera su hija y la vestía como una princesita. Dolores era hermosa tenía ojos celestes y pelo rubio, era flaquita y usaba anillos, aritos, collares y le gustaba mucho pintarse las unías pero la mamá no la dejaba. Eso la ponía muy pero muy triste y más cuando se acordaba de su papá que murió. Lo que a ella más la angustiaba era que a su papá no lo pudo conocer mucho. Entonces para que no se sintiera mal la mamá le decía que salga a caminar un poco asó se despejaba. Una tarde, ella estaba caminando y de golpe ve a un chico lindo, apuesto y cuando pasa por ahí se tropieza. El muchacho se acerca y le dice: - ¿Estás bien? Y ella le dice: - Si. Estoy bien. -¿Cuál es tu nombre? - Dolores. ¿El tuyo? - Mariano - ¿Y cómo estas Mariano? - Bien. ¿Vos? Estoy bien. Fue un gusto conocerte pero me tengo que ir. Cuando llegó a la casa, llamaba a su mamá para contarle que había conocido a un muchacho muy apuesto y caballero. Desde ese día Dolores salía a caminar todos los días y se cruzaba con Mariano. Se sentaban en la plaza y conversaban por horas. Una tarde, Mariano le propone matrimonio pero Dolores necesita el permiso de su mamá. Fueron juntos a su casa y hablaron con su madre. Ellos estaban asustados pero felices. La mamá de Dolores aceptó que se casaran y así fue que se casaron y fueron felices. Fin. Autora: Yanina Constanzo
La conquista de América Los indios estaban obligados a trabajar, sin descansar. Los españoles trajeron africanos a los que obligaban a trabajar en el servicio doméstico.
Imagen gentileza de: historiazuer.blogspot.com
Era un trabajo riesgoso y pesado. Ningún esclavo podía descansar porque los castigaban. El camino a Potosí era muy arriesgado. Habia un africano que se llamaba Juan. Él se cansó de hacer el trabajo y se quiso enfrentar a los españoles pero necesitaba ayuda de sus amigos. Ellos no quisieron, pero Juan dijo -¡tenemos que hacerlo porque continuarán azotándonos! Tanto insistió Juan, que los esclavos aceptaron luchar para ser libres. Se armó tal revuelo que los españoles decidieron abandonar el lugar hasta conseguir refuerzos. Así, mientras los españoles se alejaban, los esclavos lograron huir y conseguir la ansiada libertad.
Autores del cuento: Octavio Dobarro, Danilo López y Cristian García
La niña Rosalinda. Una mañana lluviosa una nena llamada: Rosalinda María Montorìe Flores salió a jugar con la lluvia y chapoteando en los charcos llenos de agua y barro. Se encontró encontró con su mayordomo llamado Miguel Modomo que abriendo la puerta encontró a su caniche toy que se llamaba Bella Montorie que se había perdido. La niña, desesperada, la abrazo y le dijo – Ay mi Bella caniche, te extrañe mucho - ¡Estas tan sucia! vamos a darte darte un baño y de paso a la peluquería y arreglarte un poco La nena era tan rica que llevaba a su perra a todos lados. En la peluquería, Rosalinda se encontró con un nene criollo que la miraba atentamente .Ella se hizo amiga del criollo. Unos días más tarde se entero que él hacia dibujos. Era un artista muy conocido en la ciudad y lo contrató para que la dibuje. Él acepto. Un día después él fue a la casa y cuando el criollo la estaba por dibujar Rosalinda interrumpió: ¿Cómo te llamas?llamas?-EL nene mintiendo, mintiendo, respondió: - … Me llamo Yapeyú, si Yapeyú -¿Me estas mintiendo?mintiendo?- le dijo la nena. El nene le dijo la verdad que se llamaba Rabel Miguel Santino pero ella se enojó mucho y lo echó de su casa. Se puso a llorar y dijo: desearía que alguien me escuche y que que me diga que hacer. En ese instante apareció un hada mala que le dijo:dijo:- niña bonita ¿Cómo te llamas? Y ¿Qué te paso? Rosalinda le respondiórespondió- Me llamo Rosalinda María Montorìe Flores y me he peleado con un amigo llamado Rabel Miguel Santino porque me estaba estaba mintiendo. - Dime hada mía, dime que tengo que hacer. - Perdonarte con tu amigo mi niña Rosalinda. - Bueno está bien. Entonces Rosalinda fue directo a la casa de su amigo Rabel y se disculpó. inseparables.. A partir de ese momento Rosalinda y Rabel fueron inseparables Fin. Fin. Autoras: Camila Tagliaferro Bazán y Betiana Villalba
La revolución de mayo -Este es un día muy especial- Le dijo Fernando VII a Cisneros. -Hoy te irás a mis colonias americanas. De repente se escucha un ruido en la sala. - ¡Un intruso! Dijo Cisneros. -¿Quién?-dijo el rey. - Soy un esclavo fugitivo- Respondió el hombre sin temor de saber lo que el rey haría. Sacó un arma y disparó. Finalmente me atraparon – Dijo el esclavo. - Por no querer ir a América me llevarán a una isla del Caribe y me interrogarán. -¡Cómo te llamas!- Dijo Cisneros. - Me llamo Llapa . Pronto Cisneros fue al puerto para embarcarse con destino a América, llevando a Llapa con él. -Ahí voy a apoderarme de todo lo que encuentre- Dijo Cisneros. Luego de viajar varios días, desembarcó en América dispuesto a imponer las órdenes de su rey. Llapa, el esclavo, estuvo con él. Fue su esclavo personal. Cisneros pasó mucho tiempo gobernando allí, controlando todo lo que sucedía, hasta que en 1810 comenzaron problemas en España. El rey estaba preso porque Napoleón había invadido ese país. Esas noticias llegaron a América y los criollos decidieron no dejarse gobernar por un español. Para ese entonces el esclavo se había enamorado de una mulata. Tenían planes de casarse y todo lo que estaba sucediendo le daba miedo porque su amo tendría que regresar a España. Tanto protestaron y exigieron que en mayo de 1810 se armó la revolución donde se creó el primer gobierno patrio. Pero por un tiempo, el virrey decidió quedarse en América y así el esclavo continuó con su amor. Fin Autor: Agustín Rodríguez
Maria y su amor María quería votar pero su marido no la dejaba, ya que en esa época las mujeres no podían hacerlo. Al día siguiente Sarmiento, su esposo, se había ido a trabajar. Y María se preparó para ir a votar. Cuando estaba por salir, llamaron a la puerta. Era su tía que decía:Doncella María vaya a ver a su hermana Margarita que está muy enferma. María fue y vio a su hermana muy mal y dijo: - ¡Hermana! ¿Qué te ha pasado? Su hermana no respondió. Estaba casi muerta. Su empleada le dijo a María que había tenido fiebre toda la noche y el médico no tenía esperanzas de que se salve. En pocas horas la hermana de María murió. Cuando su esposo se enteró corrió a ver a su amada. Por supuesto María estaba destrozada y se olvidó por completo de ir a votar. Finalmente decidió escuchar a su marido porque pensó que lo que le había pasado a su hermana era un castigo por intentar desobedecerlo. Fin Autora: Agustina Gómez
Mi primer amor
En el año 1810, en la ciudad de Burzaco, Jazmín vivía en armonía. Un día llega a Burzaco un esclavo africano .Pero ese africano era pintor y debía retratar al padre de Jazmín. Cundo se presentó dijo: - Hola. Soy Jacinto. -Hola Jacinto soy Jazmín. -¿Cómo estás? - Preguntó Jacinto. - Bien. Gracias por preguntar. Contestó Jazmín. Al padre de Jazmín no le gustaba mucho Jacinto. No le gustaba mucho porque era negro. Jazmín se dio cuenta que su padre estaba enojado. Ella lo escucho hablando con Jacinto y decidió irse de su casa. Su padre la buscó por todos lados. Él sabía donde buscarla. Fue a la casa de Jacinto y la encontró. Entonces le dijo: -Hija mía haz lo que quieras. - Está bien. Seré novia de Jacinto. - Contestó ella. Le preguntó a Jacinto -¿Quieres ser mi novio? Jacinto le contestó que sí. Su padre quedó impresionado. Les regaló una casa y un perrita que tuvo perritos. Se casaron en una calle empedrada y fueron felices. Fin Autoras del cuento: Carolina Quiroga y Oriana Barrios
¡Mi primer beso! Isabel estaba sentada en una silla, encerrada en su cuarto. Pensando que Lidia, su mamá, la obligaba a hacer cosas que no le gustaban. Esa tarde, luego de tanto pensar, Isabel gritó: - ¡Me canse de hacer bordados! Isabel se escapó de la casa y se fue a la casa de la tía Inés. Ese día, 20 de mayo, mientras que la tía Inés hacia los pastelitos, Isabel le contaba todo le que le pasaba en la casa. Ese día, mientras conversaban, vino el limpiador de vidrios que se llama Mariano. Isabel lo vio y se enamoró. Luego de unas horas, después de haber sacado su bronca en casa de su tía, Isabel decidió volver a su casa. Sabía que su madre estaría preocupada. Al día siguiente era su cumpleaños, el 21 de mayo de 1810. Ella cumplía 11 años e invitó a su fiesta al limpiador de vidrios (Mariano). Después de su fiesta, Isabel le dijo a la madre: -mamá me gusta el limpiador de vidrios que conocí en casa de la tía. -No vas a ver más a ese chico. Dijo la madre - ¿Por qué? -Porque no es un muchacho de tu clase. Esa relación es imposible. Isa dejó pasar unos días y planeó algo para volver a ver al muchacho. Ensució todos los vidrios de la casa y cuando su madre se levantó de la siesta dijo: -¡Qué vidrios tan sucios! Los tendré que limpiar, aunque mejor lo llamo a Mariano. Creo que Isabel ya se olvidó de él. Mariano llegó y limpió todos los vidrios. Lidia le dio un recreo por cinco minutos. Cuando Lidia se distrajo, los jóvenes se escondieron y hablaron un largo rato. Se conocieron un poco y sin darse cuenta se dieron su primer beso. Al final, Lidia los vio besándose y se dio cuenta que Isabel estaba muy contenta. Entonces decidió bendecirlos, sabiendo que su hija era feliz. Fin
Autoras del cuento: Camila Ortiz y Milagros Ferreyra.
♥ Un amor de esclavos ♥
Un día de lluvia, la esclava Jazmín estaba asomada por la ventana, y vio pasar a un joven esclavo todo mojado. Como llovía tanto y el muchacho estaba todo mojado invitó a pasar. Cuando Jazmín abrió la puerta se encontró con el joven y le preguntó: -¿Cómo es tu nombre? -Mi nombre es Sucú, ¿Y el tuyo? - Jazmín-¿Quieres tomar un chocolate caliente?- pregunto Jazmín -Claro, gracias.En ese instante Sucú se sacó su saco y lo colocó para secar junto a al hogar. Mientras tomaban el chocolate, conversaron mucho. De a poco se fueron conociendo. -Ya es muy tarde- dijo Jazmín. -Es verdad. Sucú tomó su abrigo, dejó la taza y se despidió. Jazmín lo invitó a que la visite cada vez que quisiera, siempre que fuera después de las cinco, ya que ella no trabajaba después de esa hora. Así fue como Sucú visitaba a Jazmín todos los días y a veces le pedía permiso al amo de Jazmín para llevarla de paseo. Un hermoso amor nació entre ellos. Hicieron planes para casarse. Cuando le pidieron permiso al amo de Jazmín, él lo rechazó. Los jóvenes estaban desesperados y decidieron huir. Una fría noche de mayo, cuando todos descansaban Jazmín se asomó a la ventana. Cuando vio venir a su amado Salió a la calle. Una carreta los esperaba en la esquina. Ellos subieron y huyeron para siempre, juntos. Fin
Autoras: Martina Brancati y Abril Vassallo
hÇ tÅÉÜ xÇ ÅtçÉ hÇt Åt©tÇt wx ÅtçÉ wx DKDC? âÇt Ç|©t ÄÄtÅtwt `tÜztÜ|àt VtÜÅxÄÉ? átÄ|™ t Ät vtÄÄx ç áx xÇvÉÇàÜ™ vÉÇ áâ xávÄtäÉ ÄÄtÅtwÉ ]ÉtÖâ•Ç fxä|ÄÄtA `tÜztÜ|àt Äx ÉÜwxÇ™ É ]ÉtÖâ•Ç Öâx Äx ÄtätÜt Ät ÜÉÑtA ñÄ Äx ÜxáÑÉÇw|™ Öâx çt xÜt Ä|uÜx ÑxÜÉ t `tÜztÜ|àt ÇÉ Äx |ÅÑÉÜà™A @ `x à|xÇxá Öâx ÉuxwxvxÜA @W|}É xÄÄtA @ ”b á| ÇÉ Öâ°R @ W|}É ]ÉtÖâ•ÇA atw|x Åx ÅtÇwtÜt t{ÉÜtA `tÜztÜ|àt xáàtut yâÜ|Éát ÑxÜÉ t ]ÉtÖâ•Ç ÇÉ Äx |ÅÑÉÜà™ ç áx ÅtÜv{ÉA _âxzÉ wx âÇt áxÅtÇt? ]ÉtÖâ•Ç äÉÄä|™ ÑÉÜÖâx á|Çà|™ ÑxÇt ÑÉÜ `tÜztÜ|àt çt Öâx Çtw|x Åöá ÖâxÜ•t àÜtut}tÜ ÑtÜt xÄÄtA VÉÇ xÄ à|xÅÑÉ ]ÉtÖâ•Ç ç `tÜztÜ|àt áx xÇtÅÉÜtÜÉÇ ç áx vtátÜÉÇA Wxáwx xáx ÅÉÅxÇàÉ `tÜztÜ|àt ÇÉ àâäÉ Öâx ÑÜxÉvâÑtÜáx Åöá ÑÉÜ uâávtÜ Öâ|xÇ Öâ|á|xÜt àÜtut}tÜ ÑtÜt xÄÄt çt Öâx ]ÉtÖâ•Ç ÜxáÉÄä•t àÉwÉá áâá ÑÜÉuÄxÅtáA fín Autores: Lucas Canteros y Eric Arrieta Ríos
Un amor prohibido -Niña María abra la puerta que su madre… -¿Que mi madre qué? -Es capaz de llamar llamar a un ejército para sacarlasacarla- Dijo José con su mirada enfurecida. -Niña María. - No me importa nada yo no voy. Después de varios días sin comer ni tomar un sorbo de agua Maria salio despacio sin hacer ruido y sin tener ningún obstáculo por delante, fue a la cocina donde encontró unas ricas empanadillas, un pastel de limón, un té de manzanilla y un muchacho al lado del té -Hola Maria -Perdón pero no puedo hablar con extraños -Pero si yo no soy ningún extraño -¿Ah no? -No -¿Entonces porque no lo he visto nunca? -Usted no me ha visto nunca pero yo si la vi a usted -Pero en donde -En su casa -Pero esta no es tu casa -Pero es que yo trabajo acá. Maria dijo: _ ¿y cómo te llamas? -José -ah… José. Bueno, adiós. María se fue a su habitación, comió y bebió. A la siguiente mañana aparecieron platos de comida y manchas en el suelo del pastel de limón y empanadillas. La madre de María se dio cuenta de lo que había pasado. Eso la tranquilizó porque significaba que su hija había comido. María se quedó pensando en en aquel muchacho. Le había parecido atractivo pero su madre nunca aprobaría esa relación. Pasaron varios días y María y José continuaron viéndose a escondidas. Los dos sabían que nadie podía saber de sus encuentros. Una noche la cocinera los encontró conversando conversando en el patio y le contó a su ama. La señora despidió a José aunque María gritaba, rogándole a su madre que no lo hiciera pero fue inútil. Esa misma noche maría se escapó de su casa. Se encontró con José y huyeron hacia el norte. Nunca más se supo de ellos. Fin
Autora: Micaela Cafardo
Un cuento de Amor Colonial. En una mañana de mayo, Sara Margarita estaba tejiendo en su cuarto. La mamá, Carmen, la llamó y le dijo que fuera a visitar a su tía Remedios. Sara abrió la puerta y salió. Mientras iba caminando vio a un chico y sintió algol especial. Llegó a la casa de su tía Remedios y le contó lo que le había pasado. Remedio le empezó a preguntar cómo era el muchacho. Sara le contestó era de piel marrón, que parecía bueno y lindo pero le pidió que que no le contara a su mamá porque se enojaría. Luego de un rato en casa de su tía, Sara llegó a su casa y llamó a su mamá, quien se acercó y le preguntó qué le pasaba. Sara sabía que no podía ocultarle nada así que le contó lo que había pasado. La mamá mamá se enojó mucho y la mandó a su cuarto. Sara se escapó y se fue a casa de su tía. El muchacho le gustaba mucho y sabía que su tía la ayudaría a encontrarse con él. Remedios y Margarita salieron a dar un paseo. En la plaza mayor se encontraron con el muchacho. muchacho. Sara estaba tan nerviosa que no le salían las palabras. La tía Remedios comenzó a hablar con él. Le preguntó: -¿Cuál es tu nombre? - Me llamo Joaquín, señora.
-
Qué bonito nombre. Ella es mi sobrina Sara y tiene tu edad. Yo creo que ustedes podrían ser ser buenos amigosamigos- dijo Remedios.
-
Eso sería muy bueno. No tengo amigos. Podrías visitarla todas las tardes en mi casa, si es que quieres.
Si señora. Claro que quiero. Así fue como Sara y Joaquín comenzaron una gran amistad, pero por supuesto, a escondidas de la mamá. Fin
Autora: Joana Dorado
hÇ vâxÇàÉ Åöz|vÉ xÇ DKDC - ‘TuÜx Ät ÑâxÜàt çt4 @ _x zÜ|àt \átuxÄ t Ytâáà|ÇÉA Ytâáà|ÇÉ tuÜ|™ Ät ÑâxÜàt ç átÄ|™ xÇÉ}twÉ wxÄ vâtÜàÉ {tv|t xÄ vÉÅxwÉÜA \átuxÄ ÄÉ á|zâ|™ {táàt ÑtÜt wxv|ÜÄx Öâx xÄÄt xáàtut xÇÉ}twt vÉÇ °Ä ç Öâx wxu•t |Üáx wx Ät vtátA Ytâáà|ÇÉ áx yâx t ä|ä|Ü t Ät vtát wxÄ ÑtwÜxA VâtÇwÉ Ytâáà|ÇÉ ÄÄxz™ t Ät vtát? xÄ ÑtwÜx Äx àxÇ•t âÇ ÜxztÄÉA XÜt âÇ vtutÄÄxàx ÑtÜt Öâx w|uâ}x àÉwÉ xÄ à|xÅÑÉ Öâx Öâ|xÜtA Ytâáà|ÇÉ áx yâx wx Ät vtát ç Äx w|É xÄ vtutÄÄxàx tÄ xávÄtäÉ Åöá ÑÉuÜx wxÄ ÑâxuÄÉ ÑtÜt Öâx Ñâxwt w|uâ}tÜ àÉwÉ ÄÉ Öâx Öâ|xÜtA cxÜÉ xÄ xávÄtäÉ áx ÄÉ w|É t ÉàÜt ÑxÜáÉÇt Öâx Äx zâáàx w|uâ}tÜA Tá•? xÄ vtutÄÄxàx yâx wx ÅtÇÉ xÇ ÅtÇÉ {táàt Öâx âÇ Ç|©É v|xzÉ ÄÉ Üxv|u|™A XÄ Åâv{tv{É áx xÇàÜxàxÇ•t w|uâ}tÇwÉ ÑxÜÉ ÇâÇvt ÑÉwÜ•t äxÜ áâá ÉuÜtáA hÇt àtÜwx? xÇ Ät ÑÄtét? âÇt xÄxztÇàx Åâ}xÜ áx wxàâäÉ ÑtÜt äxÜ áâá w|uâ}ÉáA XÜtÇ äxÜwtwxÜtá ÉuÜtá wx tÜàxA XÄ Åâv{tv{É ÇÉ ÑÉw•t vÜxxÜ ÄÉ Öâx Ät Åâ}xÜ wxv•t? Ñâxá ÇâÇvt tÇàxá {tu•t w|uâ}twÉ ç ÇÉ ÑÉw•t áxÜ Öâx xáÉá w|uâ}Éá Öâx Ät Åâ}xÜ äx•t áxtÇ äxÜwtwxÜtá äxÜwtwxÜtá ÉuÜtá wx tÜàxA Xáx Å|áÅÉ w•t xÄ Åâv{tv{É áx Öâxw™ áÉÄÉ ç wxávâuÜ|™ Öâx xÄ vtutÄÄxàx xÜt Åöz|vÉA fÉÄÉ wxu•t xáàtÜ xÇ Ätá ÅtÇÉá Åöá uÉÇwtwÉátá wxÄ ÅâÇwÉ ÑtÜt Öâx áâ Åtz|t Ñâw|xÜt ÜxtÄ|étÜáxA Tá• yâx Öâx xÄ Åâv{tv{É áx vÉÇä|Üà|™ vÉÇ xÄ à|xÅÑÉ xÇ âÇ zÜtÇ zÜtÇ tÜà|áàt ÜxvÉÇÉv|wÉ xÇ àÉwÉ xÄ ÅâÇwÉA Y|Ç TâàÉÜM XáàxutÇ UtéÖâxé
Un pianista enamorado. ¡Dulce María abra ya!
No quiero ¡Abra ya o sino…! ¿O sino qué? Respondió Dulce María, que estaba enojada y se había encerrado en el baño. Trató de convencerla Doña Juana y la mucama Josefa pero nada la pudo hacer cambiar de opinión. La madre había traído a un pianista que se llamaba Mariano para que le enseñara a Dulce María a tocar. Josefa, la mucama, le dijo que la buscaba un chico llamado Mariano, que era el pianista que su madre había contratado. Ella abrió la puerta y salió. Él empezó a tocar y ella quedó sorprendida. Dijo- ¡Qué hermosa música! - ¿De dónde viene? Dulce María se sentó al lado del pianista y lo miraba detenidamente. El muchacho le pidió que ella tocara alguna melodía. Cuando empezó a tocar, lo hizo muy mal pero después tocó como nunca lo había hecho antes. Luego de un largo tiempo, el chico se fue. Al día siguiente volvió a la casa y ella le pidió si podía enseñarle nuevas melodías para sorprender a su madre. Mariano se entusiasmó mucho con la idea y aceptó con gusto. Autora del cuento: Luciana Ibáñez
La aventura de Dolores y Dardo Había una vez una señora llamada Dolores que vivía en una casa muy grande y era rica. Se casó con Dardo, que era un apuesto caballero de la colonia. Un día hermoso Dardo fue a caminar y Dolores se quedó en su casa. En ese momento entró un ladrón. Entonces Dolores le pegó con la escoba y cuando el ladrón se escapó llegó Dardo y le pregunto: - ¿Qué pasó? Y Lola, porque así le decían a Dolores, respondió: - Cuando vos te fuiste entró un ladrón y le tuve que pegar porque me quería encerrar en el baño. Al día siguiente Dolores y Dardo fueron a la plaza mayor y el ladrón que había entrado a su casa los estaba espiando. Su intensión era secuestrar a Dardo pero por suerte estaba San Martín que estaba viendo al delincuente. Entonces San Martín se abalanzó sobre el ladrón para arrestarlo. Dolores y Eduardo lo felicitaron y se fueron a su casa, tranquilos porque el ladrón no logró su objetivo. FIN IMAGEN DEL CUENTO GENTILEZA DE HTTP://3.BP.BLOGSPOT.COM
AUTORES DEL CUENTO: GONZALO BUCETA Y FACUNDO SUÁREZ
Una historia de amor Había una vez un criollo llamado Sarmiento. Él era de una familia respetable y adinerada. Una tarde de mayo, Sarmiento caminaba por la plaza mayor. En medio de la tranquilidad escuchó un grito que venía de su casa. Era una esclava hermosa llamada María. Cuando llegó a su casa, se acercó a María y le preguntó qué le había pasado. Ella lo vio y se enamoró de él. Casi tartamudeando le explicó que se había golpeado un dedo con la puerta. En medio de la conversación apareció José, el papá de Sarmiento, que era Español .Él se dio cuenta de lo que pasaba con sólo mirar a los jóvenes y no estaría de acuerdo con esa relación que estaba comenzando, porque ella era una esclava. El papá de Sarmiento era el jefe de María y le exigió a la muchacha que no se acercara a su hijo. También le advirtió a su hijo que se alejara de aquella esclava. Al anochecer, Sarmiento se escapó con María, pero el papá los escuchó. Cuando se levantó ya era tarde porque habían escapado. Al día siguiente, don José se levantó y salió a buscarlos. Durante muchos días realizó la búsqueda pero no pudo encontrarlos. Don José se entristeció ya que había perdido a su único hijo por oponerse a esa relación. Después de muchos años, algunos viajeros le contaron que su hijo, Sarmiento, se había casado con esa muchacha y tenían ya tres hijos. José se sintió feliz pero nunca más vio a su hijo.
Autora del cuento: Belén Pereyra.
José y Margarita: Un cuento de amor. Margarita todas las mañanas empezaba cantando una canción de amor, su criada Magdalena la animaba a que la escribiese, fue así que Margarita le pidió a su madre, Doña Sara, que le diera papel y pluma para comenzar a escribirla. Doña Sara le decía:-¡no mi hijita, tu no puedes escribir, si ni siquiera sabes el alfabeto completo!, ¡-Claro que se todo el alfabeto!- Respondió Margarita con ojos dorados como la miel que estaban a punto de rebalsar de lagrimas. Contrataré a un caballero para que le ayude a sacar esos problemas de la cabeza dijo: Doña Sara. Qué sorpresa se llevó al enterarse que un joven muchacho llamado José era un muchacho humilde que estaba dispuesto a ayudarla. La primera vez que Margarita López lo vio cayó enamorada, porque el muchacho José tenía cabello dorado, ojos verdes y un carácter muy blando como el dulce de leche. Magdalena para entablar conversación, trajo limonada y galletas de chocolate con crema batida con azúcar. Le contó sus problemas a José con paciencia y orgullo. Mientras tanto Doña Sara cosía los pequeños detalles de un vestido a escondidas. Cuando José apenas distinguió que Doña Sara estaba dormida, empezó un revuelo de preguntas: -¿Estás bien? -¿Esta es tu casa? -Pero, ¿qué me preguntas? ¿Estás bien? ¿Qué pasa?, no quiere decir nada que mi mamá se haya dormido. José se dio cuenta que Margarita lo estaba diciendo en broma. Bueno esta bien ¿Qué desea hacer su majestad? – dijo José No seas tonto vamos a jugar y a correr, le diré a Magdalena que nos avisé cuando despierte mi mamá. Bueno está bien, pero si despierta será tu culpa, pues Doña Sara se enfadará, tanto ¡Qué me echara a la calle! - Tal vez - ¿Cómo tal vez? ¡Margarita López despierte! Esto es grabe, muy grabe.
Cuando estaba por responder Margarita, sonó la voz de Magdalena ¡vamos chicos Doña Sara ya despertó! -Bueno otro día será- lamento José. Pero, ¿de que se lamentan chicos? –gritó Doña Sara, creen que yo me he quedado dormida, para nada. José ayúdame a juntar leña que buscamos un espacio para construir una casa de juegos. Ya que quieres tanto a Margarita, cuando tengas suficiente edad te casaras con ella.
Autoras: Martínez Zaira y Agustina González.