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PERSONAS MAYORES
from Guía para el abordaje no presencial de las consecuencias psicológicas del brote epidémico Covid-19
Más de un 20% de las personas que pasan de los 60 años sufren algún trastorno mental y el 6,6% de la discapacidad en ese grupo de edad se atribuye a trastornos mentales y del sistema nervioso. La demencia y la depresión son los trastornos neuropsicológicos más comunes en ese grupo de edad. Asimismo, aproximadamente una cuarta parte de las muertes por daños autoinfligidos corresponden a personas de 60 años o mayores.
Muchos mayores se ven privados de la capacidad de vivir independientemente por dificultades de movilidad, dolor crónico, fragilidad u otros problemas mentales o físicos, de modo que necesitan asistencia a largo plazo. Además, entre los ancianos son más frecuentes experiencias como el dolor por la muerte de un ser querido, el descenso del nivel socioeconómico por la jubilación, o la discapacidad. Todos estos factores pueden ocasionar aislamiento, pérdida de la independencia, soledad y angustia.
Los mayores también son vulnerables al maltrato, sea físico, sexual, psicológico, emocional, económico o material; al abandono; a la falta de atención y a graves pérdidas de dignidad y respeto.
En el contexto epidémico en el que nos movemos, algunas evidencias apuntan a una mayor vulnerabilidad de las personas mayores. Por un lado, la mayoría de los fallecimientos por COVID-19 se dan en personas mayores, incrementando el miedo a contraer la enfermedad y la angustia ante la misma; por otro lado, las consecuencias a largo plazo apuntan a una importante sensación de desconexión, que se tradujo en algunos contextos epidémicos en un incremento de los suicidios entre personas mayores, especialmente mujeres, después de la epidemia (Cheung, Chau, & Yip, 2008; Yip, Cheung, Chau, & Law, 2010). Sin embargo, existen también evidencias de la resiliencia de las personas mayores, y de su buena respuesta a las pautas de autocuidado recibidas telefónicamente (Chan, So, Wong, Lee, & Tiwari, 2007; Lau et al., 2008)
ORIENTACIONES PARA PROFESIONALES
Algunas pautas básicas de intervención, especialmente con personas mayores, son las siguientes:
1) Regulación y ventilación emocionales para favorecer un procesamiento emocional óptimo y ayudar a sobrellevar las diferentes situaciones estresantes.
• Ayudar en la apertura emocional para que la persona tenga un acceso consciente de sus emociones • Prestar atención a las emociones generadas • Poner nombre a dichas emociones • Aceptar las emociones generadas • Analizar dichas emociones e identificar falsas alarmas • Ayudar a modular las respuestas emocionales a través de la activación de diferentes estrategias emocionales, cognitivas o conductuales
2) Valoración de la demanda. En esta población, la necesidad de ayuda puede deberse a:
• Problemas de salud física y funcionamiento que generan dependencia (hipoacusia, visión, movilidad reducida, insomnio y salud en general). • Problemas de salud mental (depresión, deterioro cognitivo, trastorno mental crónico de larga duración). • Disponer de una escasa red de apoyo social o familiar.
3) Evaluación de áreas.
• Explorar factores de riesgo: salud y necesidades sociosanitarias, discapacidad, sintomatología psicopatológica, duelo, soledad, aislamiento, cuidados deficitarios • Explorar factores de protección: apoyo social, estilos de afrontamiento, actividades de ocio, entorno familiar colaborador
4) Intervención.
● Ante riesgos de salud física: remitir a protocolos de actuación en coordinación con los sistemas sociosanitarios. ● Presencia de sintomatología psicológica: remitir a protocolos específicos ● Para la soledad y el aislamiento: transmitir conciencia de que no están solos. Intentar proporcionarles llamadas de seguimiento para transmitir interés con un alto nivel de escucha activa y empatía. Muchas veces solo quiere sentirse escuchados y expresar sus sentimientos.
PAUTAS PARA OFRECER AL USUARIO
o Aceptar la situación actual: El confinamiento en nuestros domicilios es una medida que nos permite a todos colaborar a frenar los contagios. Es desagradable no poder relacionarnos con nuestros amigos y familiares, pero es una situación transitoria. Todo volverá a la normalidad. o Movilizar recursos utilizados en otras situaciones: Esta no será la primera situación de dificultad que ha vivido una persona de edad. ¿Qué hizo en otras ocasiones que le funcionara? Ayudar a listar sus fortalezas ante los problemas. o Resaltar la importancia de cómo nos afecta lo que pensamos y decimos en nuestro estado de ánimo. o Reforzar hábitos de cuidado relacionados con la alimentación, el sueño y la actividad física. Mantener la actividad, proponerse tareas y ejercicio, planificar el día sustituyendo las rutinas que se han interrumpido por otras. o Mantenerse informado de la situación, pero sin sobreexponerse. La situación actual es novedosa en muchos sentidos, genera mucha inquietud y muchos bulos. Resaltar la importancia de atender a los canales autorizados de información sin estar continuamente consultándolos; evitar la sobreinformación; y ser escéptico ante las informaciones de las redes sociales y los medios sensacionalistas, ya que son contraproducentes. o Mantener los contactos: Sus amigos y familiares están también en sus domicilios, animar a no esperar a que les llamen o que les contacten. Interesarse por los demás, compartir preocupaciones e inquietudes y, sobre todo, hay que recordar que las personas mayores pueden ser un valioso recurso para otros en momentos de crisis. o Para ayudar a tranquilizar a las personas mayores y transmitir un lenguaje comprensible es necesario proporcionarles un mensaje claro, breve, pausado, haciendo énfasis en la parte redundante de la información, en un tono
adecuado en función de sus deficiencias auditivas, adaptado al nivel cultural de cada persona y empático. o Acompañamiento en la elaboración del duelo. El mayor número de personas que fallecen como consecuencia de esta pandemia, son las personas mayores.
Tanto cuidadores como viudos se quedan sin la persona querida y sin la oportunidad de realizar un funeral para despedirse de ellos y ser conscientes de la realidad de la pérdida. Por ello es importante ayudar en la despedida de la persona querida y acompañar el duelo. o Prestar atención a los cuidadores principales. Como consecuencia de la situación por la que estamos atravesando, los centros de día han tenido que cerrar, como consecuencia, las personas mayores dependientes se encuentran en su domicilio las 24 horas del día, recibiendo atención continuada y sin descanso por parte de sus cuidadores principales. Para que éstos puedan proporcionarles una atención adecuada y de calidad y evitar el síndrome de cuidador es importante prestarles atención, atender a sus demandas y dotarles de estrategias de afrontamiento adaptativas.
REFERENCIAS
Chan, S. S. C., So, W. K. W., Wong, D. C. N., Lee, A. C. K., & Tiwari, A. (2007). Improving older adults' knowledge and practice of preventive measures through a telephone health education during the SARS epidemic in Hong Kong: A pilot study. International Journal of Nursing Studies, 44(7), 1120-1127. doi:http://dx.doi.org/10.1016/j.ijnurstu.2006.04.019 Cheung, Y. T., Chau, P. H., & Yip, P. S. F. (2008). A revisit on older adults suicides and Severe Acute Respiratory Syndrome (SARS) epidemic in Hong Kong. International Journal of Geriatric Psychiatry, 23(12), 1231-1238. doi:http://dx.doi.org/10.1002/gps.2056 Lau, A. L. D., Chi, I., Cummins, R. A., Lee, T. M. C., Chou, K.-L., & Chung, L. W. M. (2008). The SARS (Severe Acute Respiratory Syndrome) pandemic in Hong Kong: Effects on the subjective wellbeing of elderly and younger people. Aging & Mental Health, 12(6), 746-760. doi:http://dx.doi.org/10.1080/13607860802380607 Yip, P. S. F., Cheung, Y. T., Chau, P. H., & Law, Y. W. (2010). The impact of epidemic outbreak: The case of severe acute respiratory syndrome (SARS) and suicide among older adults in Hong Kong. Crisis: The Journal of Crisis Intervention and Suicide Prevention, 31(2), 8692. doi:http://dx.doi.org/10.1027/0227-5910/a000015