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SoberanĂa, AutonomĂa y Seguridad Alimentaria para para el el Buen Buen Vivir Vivir Apoya:
foto/ Julio Etchart
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Manual
SoberanĂa, AutonomĂa y Seguridad Alimentaria para el Buen Vivir
COMITÉ DE INTEGRACIÓN SALSA BOGOTÁ-C/MARCA Equipo de Trabajo Técnico JULIANA MILLAN, Antropologa Coordinadora Proyecto: SOLSOC-Comité SALSA Representante ATI - Historia y Enfoque CARLOS E. PEDRAZA R. Secretaría Comité de Integración SALSA BC Soberanía, Autonomía y Seguridad Alimentaria JORGE BELLO RINCÓN Representante AGROSOLIDARIA - Seccional Viani HERNÁN CAMPOS Secretaría Técnica Proyecto SOLSOC-Comité SALSA Representante Red Juvenil ITOCO - Circuitos Agroalimentarios ANGELA PAOLA GONZÁLEZ Representante Colectivo Tierra Libre - Incidencia Política HEIDY PARDO Representante ATI - Economía Solidaria y Finanzas Alternativas ORLANDO SOTELO Representante Cooperativa Muisca CLAUDIA BUITRAGO Representante EPAO SERGIO AMAYA y JUAN C. LAVERDE Grupo Kanoba Compilación, edición y diagramación:
Carlos E. Pedraza Rubiano Jorge Luis Villada López ISBN: http://www.comitesalsa.org.co Email: comiteirsalsabc@gmail.com Bogotá,D.C. - Colombia Julio de 2015
INDICE
PRESENTACIÓN I. INTRODUCCIÓN Agenda para el desarrollo sostenible después de 2015 II. MARCO CONCEPTUAL Noción de Soberanía Alimentaria La Soberanía Alimentaria implica Noción de Autonomía Alimentaria Noción de Seguridad Alimentaria Cuadro: Marco Conceptual III. DIAGNÓSTICO Disponibilidad de alimentos Ineficiencia en el uso de factores productivos Ineficiencia en la innovación tecnológica Poca capacidad para enfrentar riesgos diversos IV. CAUSAS DE LA CRISIS GLOBAL Alzas extremas en precios de los alimentos Causas y efectos de los altos precios Las políticas neoliberales para el campo La respuesta campesina V. ALTERNATIVAS Desarrollo y soberanía alimentaria Soberanía Alimentaria: Una salida de la crisis VI. ALTERNATIVAS PARA COLOMBIA Por la defensa de la soberanía alimentaria Mandato Popular para el desarrollo de la seguridad, soberanía y autonomía alimentaria Definición de Políticas Públicas para el sector Bases del Mandato Popular Organizaciones del Comité de Integración Textos de referencia
5 7 7 13 13 14 16 16 19 20 20 21 22 22 24 24 25 26 29 31 31 34 37 37 39 39 40 42 42
5 La Soberanía, autonomía y seguridad alimentaria taria, su participación es importante en el número están estrechamente vinculadas a la agricultura de cerdos (35%), especies menores (38%), vacas familiar. No obstante que la contribución de la PRESENTACION lecheras (25%), aves (17%) y bovinos para carne agricultura familiar al desarrollo de la economía (12%)" (Luis Jorge Garay, 2010). nacional, parece ser inferior que el aporte que realiza la mediana y gran agricultura, esta juega un papel crucial en el abas- Conforme a la clasificación de la FAO, se distinguen tres segtecimiento de alimentos básicos. mentos en la agricultura familiar: Es de gran importancia empezar reconociendo que los pequeños agricultores son los principales aliados de la seguridad y la soberanía alimentaria y actores protagónicos en el esfuerzo de los países por lograr un futuro sin hambre. Están ligados a la Agricultura Familiar que es un sector clave para lograr la erradicación del hambre y el cambio hacia sistemas agrícolas sostenibles. Si alguien duda de la importancia del campesinado vinculado a la agricultura familiar, basta recordar su contribución decisiva a la alimentación de los colombianos. «Los campesinos suministran el 70% de los alimentos que consumimos. Según la Encuesta Nacional Agropecuaria, es destacada la participación de las unidades campesinas, tanto en área como en producción de cultivos como cebolla larga (98%), haba (96%), cebolla cabezona (89%), papa (82%), fríjol (81%), cacao (81%), arveja (79%), zanahoria (79%), banano (75%), café (74%), caña panelera (70%) y plátano (70%). Aunque minori-
• Segmento de subsistencia: orientado al autoconsumo, con recursos productivos e ingresos insuficientes para garantizar la reproducción familiar, lo que induce al campesino a la asalarización, al cambio de actividades, mientras no varíe su acceso a activos. Por tanto, este sector se encuentra en situación de riesgo y requiere, para no caer en situación de extrema pobreza, de políticas de apoyo que les permita ingresar hacia una franca transición en procura de la seguridad alimentaria y la integración a mercados locales. Cabe anotar que en este segmento de subsistencia, las mujeres tienen una creciente representatividad, por efecto de los procesos de migración laboral del hombre, en donde la mujer pasa a encabezar y manejar la explotación agrícola. • Segmento en transición: orientado a la venta y autoconsumo, con recursos productivos que satisfacen la reproducción familiar. Experimenta problemas para generar excedentes que le permitan el desarrollo de la unidad productiva. Esta agricultura
6 emplea técnicas para conservar sus recursos naturales, cuenta con mayores recursos agropecuarios y, por lo tanto, con mayor potencial productivo para el autoconsumo y la venta. Si bien están habilitados para la reproducción de la unidad familiar, no alcanzan para generar excedentes suficientes para desarrollar su unidad productiva, además su acceso al crédito y mercado es aún limitado. • Agricultura familiar consolidada: cuenta con bienes y tierra de mayor potencial, tiene acceso a mercados (tecnología, capital, productos) y genera excedentes para la capitalización de la unidad productiva. Esta agricultura está más integrada al sector comercial y a las cadenas productivas, accede a riego y los recursos naturales de sus parcelas tienen un mejor grado de conservación y uso, lo que le permite contar con mayores posibilidades para superar la pobreza rural. No se ignora que en muchas partes del mundo se está dando en una dura competencia: agricultura para energía vs. agricultura para alimentación. Por supuesto que la agricultura para alimentación está perdiendo la pelea, razón por la cual el tema de los agrocombustibles se está debatiendo en el escenario mundial. Incluso, funcionarios del Banco Mundial y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura -FAO-, reconocen que los agrocombustibles pueden disparar los precios de los alimentos
en el mundo, como en efecto está sucediendo, con mayor impacto en los países pobres, donde se aumentará el hambre. Por tanto, en Colombia defender la soberanía alimentaria es indispensable para cumplir el importante objetivo de reducir la pobreza, porque si el país produce los alimentos que necesita, el campesino no llegará miserable a las ciudades y la población urbana tendrá comida. Lo contrario es someterse a la dependencia alimentaria, formalizar el despojo de las tierras y dejar el sector rural abandonado a la aplanadora minera y energética. En este marco, el Comité de Integración Salsa se propuso mover ideas y reconocientos mutuos entre las iniciativas sociales en torno a lo alimentario, y promover la creación de los Circuitos Agroalimentarios como alternativas de vida y producción diferentes a las dominantes y, para ello, dentro de sus metas definió la publicación de un Manual de fácil acceso, que facilite una mayor comprensión del tema alimentario en el país; avanzar en el análisis crítico sobre las iniciativas sociales existentes, así como sobre los nuevos retos que el país enfrenta, de modo que se aporte a la denuncia de las amenazas, pero también al conocimiento de las propuestas que se proyectan como alternativas de vida y sociedad, para el Buen Vivir y la Paz.
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I. INTRODUCCIÓN Agenda para el desarrollo sostenible después de 2015
La propuesta convenida en julio de 2014, en la sesión final del Grupo de Trabajo Abierto sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es el resultado de un debate intergubernamental intenso y abierto. La propuesta sienta las bases para la ronda final de negociaciones con miras a la adopción en septiembre de 2015 de una Agenda para el Desarrollo después de 2015 por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas. Establece un marco global de objetivos y metas ambiciosos, y prevé un plan adecuado para la negociación y aprobación del documento final. En la introducción de la propuesta se destaca que la erradicación de la pobreza sigue siendo «el mayor problema que afronta el mundo en la actualidad y es una condición indispensable del desarrollo sostenible». El legado de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se percibe claramente en los objetivos 1 a 7 propuestos, en los que se exhorta a la acción en relación con la pobreza, la seguridad alimentaria y la nutrición, la salud, la calidad de la educación, la igualdad de género, el agua y el saneamiento, y el acceso a la energía. Se entiende
también que las economías inclusivas y equitativas son indispensables para asegurar el desarrollo sostenible. Identificados con lo anterior, en esta publicación queremos centrar el análisis y estimular el debate constructivo sobre el problema agro-alimentario que se inscribe dentro de los grandes problemas del país. Una defensa integral de la soberanía alimentaria supone la defensa del territorio, de los saberes, de las semillas, del agua y demás recursos naturales; de los derechos y demás relaciones que han constituido tradicionalmente la base de la productividad, de la subsistencia y de la organización comunitaria, con incidencia política. Es decir, que debe ser un proceso amplio, de reflexión, diálogo y concertación, construido «desde abajo», desde la gente.
8 Un alto porcentaje de la población colombiana padece hoy de hambre; miles de niños mueren aún de ella cada año. Una mirada a la realidad nacional nos muestra que aspectos tales como la distribución de la tierra, la sustitución de productos químicos por tecnología agroecológica, la recuperación de semillas nativas, y un mayor énfasis en la producción y comercialización local, son soluciones reales para enfrentar y erradicar el flagelo del hambre. Las ciudades del país cuentan con entornos rurales de múltiples pisos térmicos aprovechados por culturas campesinas, indígenas y afrocolombianas locales, y con factores climáticos asociados al ciclo del agua, que mantienen al país en un lugar privilegiado dentro del contexto mundial, en cuanto a la generación hídrica natural y a la disponibilidad de este elemento esencial para la vida y para el abastecimiento alimentario. La información disponible evidencia la importancia del campo en la generación de alimentos básicos y de empleo para el país, y por lo tanto, es posible vislumbrar el potencial del mismo para contribuir a la seguridad alimentaria y a la reducción de la pobreza. Sin embargo, los datos dan cuenta de que este sector es altamente heterogéneo en cuanto a la calidad de sus recursos productivos, acceso a financiamiento, tecnologías e inserción en los mercados, lo cual demanda el diseño de tipologías para la implementación de políticas diferenciadas, según cada segmento. Así mismo, los datos analizados también manifiestan que la
mayor proporción de productores agrarios del país, se sitúa en el segmento de subsistencia, con recursos productivos limitados en calidad y superficie, una creciente tendencia a la fragmentación de la tierra, y escaso acceso a capital, infraestructura y tecnologías. A ello se suma la avanzada edad promedio y el bajo nivel educacional de las y los campesinos, más la limitada inversión pública en las zonas rurales con vocación agroalimentaria para impulsar su desarrollo. Más aún, Colombia está a la saga de otros países en materia de una definición conceptual para el sector agroproductor.
9 El concepto más utilizado y desarrollado durante la mayor parte del siglo XX fue el de «campesinado». Durante las décadas de los 80 y 90, la agricultura familiar pasó inadvertida en la mayor parte de los países de América Latina y el Caribe (ALC). Según la FAO, la expresión «agricultura familiar» fue reconocida oficialmente en el año 2004, con la creación de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar (REAF). Al interior de esta entidad, y en forma inédita para ALC, los Estados parte del MERCOSUR, elaboraron en forma conjunta una definición única de agricultura familiar para Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. (FAO). Luego, la adoptaron otros países de la región. En efecto, la FAO detectó los siguientes elementos comunes en las diversas conceptualizaciones de la agricultura familiar: • En las explotaciones predomina el trabajo familiar. • La administración de la unidad económico-productiva se le adjudica a quien tenga la jefatura del hogar. • El tamaño de la explotación y/o de la producción es un factor determinante para su clasificación. La mano de obra predominantemente familiar es la variable que aparece en forma más frecuente en las definiciones de agricultura familiar; no obstante, la forma en que se incorpora en las definiciones es muy disímil, incluyendo el uso exclusivo o mayoritario de mano de obra familiar en la mayoría de los casos, y, en otros, la existencia de mano de obra contratada en cierta proporción.
La agricultura familiar es también una actividad clave en la reactivación de las economías rurales, generando estabilidad y arraigo social y nuevos horizontes de desarrollo. Otro aspecto fundamental para la seguridad alimentaria es la importancia de que los agricultores familiares tengan acceso a mercados y cadenas de valor, ya que cuanto mejores oportunidades tengan de comercializar sus productos, mayor será la disponibilidad de mejores alimentos a precios justos, beneficiando a la sociedad en su conjunto.
Además de los habitantes del campo o en las cabeceras municipales que están vinculados como asalariados a las plantaciones (caña de azúcar, palma de aceite, floricultura, banano; avicultura, piscicultura, artesanías, entre muchas otras actividades), la mayoría están ligados a la denominada agricultura familiar. Conforme lo define la OIT en el Convenio 141 de 1975, Artículo 2, tanto las personas ligadas al campo en condición de asalariados, como quienes pertenecen a la agricultura familiar, son trabajadores rurales. Esto dice:
10 «1. A los efectos del presente Convenio, la expresión trabajadores rurales abarca a todas las personas dedicadas, en las regiones rurales, a tareas agrícolas o artesanales o a ocupaciones similares o conexas, tanto si se trata de asalariados como, a reserva de las disposiciones del párrafo 2 de este artículo, de personas que trabajan por cuenta propia, como los arrendatarios, aparceros y pequeños propietarios.
Entre las actividades productivas, la principal es la producción de alimentos, actividad que se inscribe en la órbita particular de la agricultura familiar, del trabajo “por cuenta propia” o, de manera ocasional, trabajo asalariado. En otras palabras, la agricultura familiar constituye por sí misma un mercado laboral con un alto potencial de demanda.
2. El presente Convenio se aplica sólo a aquellos arrendatarios, aparceros o pequeños propietarios cuya principal fuente de ingresos sea la agricultura y que trabajen la tierra por sí mismos o únicamente con ayuda de sus familiares, o recurriendo ocasionalmente a trabajadores supletorios y que: a) no empleen una mano de obra permanente; o b) no empleen una mano de obra numerosa, con carácter estacional; o c) no hagan cultivar sus tierras por aparceros o arrendatarios». Esta precisión conceptual resultará útil para encontrar solución a uno de los principales obstáculos para la provisión de protección social rural de manera integral. Esto es, dilucidar la condición de trabajadores rurales de la inmensa mayoría vinculados a la agricultura familiar, y, por tanto, sujetos de protección social en la medida que se les reconozca su condición de trabajadores en las actividades productivas, así como en la dinámica particular de los mercados en los que se integran.
Por su lado, La Vía Campesina, en su Declaración de Seúl de Marzo de 2009, define: «Una persona campesina es un hombre o una mujer de la tierra que tiene una relación directa y especial con la tierra y la naturaleza, a traves de la producción de alimentos y/o otros productos agrícolas. Las campesinas o campesinos trabajan la tierra por si mismos; dependen sobre todo del trabajo en familia y otras formas a pequeña escala de organización del trabajo. Las campesinas y campesinos están tradicionalmente integrados en sus comunidades locales, y cuidan el entorno natural local y los sistemas agroecológicos.
11 El término de campesino o campesina puede aplicarse a cualquier persona que se ocupa de la agricultura, ganadería, la transhumancia, las artesanías relacionadas con la agricultura u otras ocupaciones similares. El termino campesino tambien se aplica a las personas sin tierra. Según la FAO, las siguientes categorias de personas pueden considerarse sin tierra, y es probable que se enfrenten a dificultades para asegurar sus medios de vida: 1.Familias de agricultores con poca tierra o sin tierra. 2. Familias no agricolas en areas rurales, con poca tierra o sin tierra, cuyos miembros se dedican a diversas actividades como la pesca, la artesania para el mercado local o la proporcion de servicios; 3.Otras familias de trashumantes, nomadas, campesinos que practican cultivos cambiantes, cazadores y recolectores y personas con medios de subsistencia parecidos». Por otra parte, agricultura familiar y economía solidaria son dos dimensiones íntimamente ligadas y complementarias. La agricultura familiar aislada es inviable, su sostenibilidad se hace muy difícil en lógicas de economías de escala. Motivar y educar para la cultura cooperativa, mutual, asociativa y comunitaria es responsabilidad del Estado, lo que significa fomentar la asociatividad como la principal herramienta para generar capital social, fortalecer la producción, transformación, financiación, comercialización de los productos y servicios de las familias agricultoras.
Economía Solidaria puntal de Soberanía Alimentaria La Recomendación 193 de la OIT, sobre la promoción de las cooperativas, a través de las cuales sectores marginales de la población tendrían acceso a bienes y servicios de seguridad social. También son importantes para extender los mecanismos de desarrollo empresarial a las organizaciones del sector solidario, así como el acceso al crédito y a otras fuentes de recursos, o la innovación tecnológica. El Gobierno Nacional debe revisar el marco normativo y regulatorio para facilitar la creación de formas asociativas solidarias en el sector rural, especialmente las formas cooperativas. Así mismo, se debe privilegiar lo concerniente a las compras públicas de alimentos con dichas organizaciones.
12 La Economía Solidaria propone la maximización de la cooperación, superando los desafíos de la competitividad. Plantea la unión solidaria de productores para ofrecer productos en mayor cantidad y calidad, como también la agrupación de consumidores para acceder a bienes y servicios de primera necesidad (organizaciones comunitarias, compras conjuntas, cooperativas de consumo y servicios, etc.), y la intermediación financiera solidaria para dar lugar a dichos intercambios, cuya finalidad es el acceso a bienes y servicios básicos (finanzas solidarias).
des en beneficio de los grupos o regiones desfavorecidos. Estas medidas de apoyo podrían incluir, entre otras y en la medida de lo posible, ventajas fiscales, créditos, subvenciones, facilidades de acceso a programas de obras públicas y disposiciones especiales en materia de compras del sector público».
Cuando se hace referencia a la economía de la solidaridad, se plantea la necesidad de introducir y potenciar la solidaridad en todo el ciclo económico: en la producción, circulación (comercio justo, intercambio de saberes, finanzas solidarias), consumo y acumulación (desarrollo económico solidario). Ello implica producir con solidaridad, distribuir con solidaridad, consumir con solidaridad, acumular y desarrollar con solidaridad.
«Los gobiernos deberían promover el importante papel que las cooperativas desempeñan en la transformación de lo que a menudo son actividades marginales de supervivencia (a veces designadas como «economía informal») en un trabajo amparado por la legislación y plenamente integrado en la corriente principal de la vida económica»
Así mismo, plantea la OIT: «Las cooperativas deben beneficiarse de condiciones conformes con la legislación y la práctica nacionales que no sean menos favorables que las que se concedan a otras formas de empresa y de organización social». «Los gobiernos deberían adoptar, cuando proceda, medidas apropiadas de apoyo a las actividades de las cooperativas que respondan a determinados objetivos de política social y pública, como la promoción del empleo o el desarrollo de activida-
«Debería prestarse especial atención al incremento de la participación de las mujeres en el movimiento cooperativo en todos los niveles, en particular en los de gestión y dirección».
Por otra parte, recomienda: «velar por que no se puedan crear o utilizar cooperativas para evadir la legislación del trabajo ni ello sirva para establecer relaciones de trabajo encubiertas, y luchar contra las seudo-cooperativas, que violan los derechos de los trabajadores, velando por que la legislación del trabajo se aplique en todas las empresas». Comentario: Esta observación de la OIT coadyuva a la legitimación de las cooperativas de trabajo asociado que son de gran utilidad para los trabajadores rurales, ligados a la agricultura familiar, o por «cuenta propia», siempre y cuando no se las instrumentalice en la intermediación laboral.
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II. MARCO CONCEPTUAL Noción de Soberanía Alimentaria La soberanía alimentaria se define como «el derecho de los pueblos, comunidades y países a definir sus propias políticas, pastoriles, laborales, de pesca, alimentarías y agrarias que sean
ecológicas, social, económica y culturalmente apropiadas a su circunstancias exclusivas. Esto incluye el derecho real a la alimentación y a producir alimento, lo que significa que todos los pueblos tienen el derecho a tener alimento y recursos para la producción de alimentos seguros, nutritivos y culturalmente apropiados, así como la capacidad de mantenerse a sí mismo y a sus sociedades». (Declaración política del foro de ONG/ OSC para la soberanía alimentaría - Roma junio de 2002)
Por otra parte, hablar de soberanía alimentaria supone referirnos a la construcción de un plan de vida desde la integralidad del ser humano para la realización del Buen Vivir, para la realización del bien común y colectivo. Los partidarios del concepto de soberanía alimentaria plantean un marco para la gobernanza de las políticas agrícolas y alimentarias que incorpora una amplia serie de temas, tales como la reforma agraria, el control del territorio, los mercados locales, la biodiversidad, la autonomía, la cooperación, la salud, y otros relacionados con la capacidad de producir alimentos localmente. Así mismo, abarca políticas referidas no sólo a localizar el control de la producción y de los mercados, sino también a promover el derecho a la alimentación, el acceso y el control de los pueblos a la tierra, agua, y recursos genéticos, y a la promoción de un uso ambientalmente sostenible de la producción.
14 La soberanía alimentaria implica: • Priorizar la producción agrícola local para alimentar a la
• El reconocimiento de los derechos de las campesinas que desempeñan un papel esencial en la producción agrícola y en la alimentación.
población, el acceso de los/as campesinos/as y de los sin tierra a la tierra, al agua, a las semillas y al crédito. De ahí la necesidad de reformas agrarias, de la lucha contra los OGM (Organismos Genéticamente modificados), para el libre acceso a las semillas, y de mantener el agua en su calidad de bien público que se reparta de una forma sostenible.
Complementariamente, la soberanía alimentaria incluye un comercio internacional justo. La Soberanía Alimentaria no está en contra de los intercambios, sino de la prioridad dada a las exportaciones: permite garantizar a los pueblos la seguridad alimentaria, a la vez que intercambian con otras regiones unas producciones específicas que constituyen la diversidad de nuestro planeta.
• El derecho de los campesinos a producir alimentos y el
El acceso a los mercados internacionales no es una solución para los campesinos. El problema de los campesinos es, antes que nada, la falta de acceso a sus propios mercados locales por unos precios demasiado bajos para sus productos.
derecho de los consumidores a poder decidir lo que quieren consumir y, cómo y quién se los produce y provee.
• El derecho de los Países a protegerse de las importaciones agrícolas y alimentarias demasiado baratas. Unos precios agrícolas ligados a los costes de producción: es posible siempre que los Países o las Uniones tengan el derecho de gravar con impuestos las importaciones demasiado baratas, que se comprometan a favor de una producción campesina sostenible y que controlen la producción en el mercado interior para evitar unos excedentes estructurales.
• La participación de los pueblos en la definición de la política agraria.
Las anteriores, entre otras consideraciones, incidieron en una definición ampliada, también por La Vía Campesina, a saber: “La soberanía alimentaria es el derecho de cada pueblo a definir sus propias políticas agropecuarias y en materia de alimentación, a proteger y reglamentar la producción agropecuaria nacional y el mercado doméstico a fin de alcanzar metas de desarrollo sustentable, a decidir en qué medida quieren ser autodependientes y a impedir que sus mercados se vean inundados por productos excedentarios de otros países que los vuelcan al mercado internacional mediante la práctica del «dumping»”.
15 La Soberanía Alimentaria se inserta entonces en una aspiración de construir un nuevo modelo alimentario.(...) A pesar de la riqueza del concepto de Soberanía Alimentaria surgido de los procesos sociales aglutinados en la Vía Campesina, y de que es un tema considerado permanentemente en sus plataformas de acción, creemos que debería ser complementado con otro (ver más adelante «Autonomía Alimentaria») de tal forma que no se deje sin incorporar (por lo menos que se haga de manera más explícita) todas y cada una de las poblaciones, incluyendo los sectores urbanos, así como cada uno de los elementos constitutivos del proceso alimentario./Juan Carlos Morales González En ese sentido, la Soberanía Alimentaria debe tomarse como «el derecho que le asiste a cada nación de controlar su propio proceso alimentario según sus tradiciones, usos, costumbres, necesidades y perspectivas estratégicas, y en armonía con los demás colectivos humanos, el ambiente y las generaciones venideras» (....) «No sobra mencionar que en la lógica de la Soberanía y las Autonomías Alimentarias, la adecuada y suficiente producción (etapa del proceso alimentario) y disponibilidad de alimentos, componente del derecho a la alimentación adecuada (DA), amplían las posibilidades de que un colectivo humano alcance la autosuficiencia alimentaria siempre y cuando otras condiciones económicas, políticas, culturales, ambientales y geográfi-
cas, así lo permitan. Del mismo modo, se podría decir que un pueblo o colectivo humano alcanza su autodeterminación alimentaria cuando puede decidir sobre el conjunto del proceso alimentario (de nuevo: en perspectiva de Soberanía/Autonomías) y lograr la garantía plena del DA de todas las personas que lo integran»/J.C. Morales González
Así las cosas, la soberanía alimentaria (capacidad de decidir) implica una noción de autonomía (control de la decisión), que permite entrar en relación con otras comunidades organizadas y diferentes actores institucionales y políticos, para potenciar la capacidad propia de llevar a cabo su plan y fortalecer lazos de solidaridad, apoyo mutuo y fraternidad. Estas redes amplían propuestas y estrategias fundamentales para que cesen las políticas neoliberales y para desarrollar unas políticas solidarias.
16 Noción de Autonomía Alimentaria Autonomía alimentaria es el derecho que tiene cada comunidad, pueblo o colectivo humano para producir y controlar participativa y libremente su proceso alimentario: los medios de producción (tierra, territorio, agua, semillas, mano de obra, capital) y el ciclo alimentario (transformación, distribución y comercialización de los productos), según sus tradiciones, usos, costumbres, necesidades y perspectivas estratégicas, y en armonía con los demás grupos humanos, el medio ambiente y las generaciones venideras. Esta noción reivindica el respeto a la identidad y diversidad cultural y de los modos de producción, de consumo y comercialización agropecuaria, fortaleciendo los mercados locales y defiende la opción de formular políticas y prácticas comerciales que mejor sirvan a los derechos de la población a disponer de una producción agropecuaria sana y ecológicamente sustentable. Además, el concepto de autonomía alimentaria connota el sentido de la construcción de propuestas en ámbitos determinados, como los territorios indígenas y de comunidades negras, para los cuales los conceptos de territorio, identidad y autonomía o gobierno propio, resultan esenciales al reconocimiento y ejercicio de sus derechos colectivos básicos.
Nocion de Seguridad Alimentaria Como Seguridad Alimentaria y Nutricional se define «la disponibilidad suficiente y estable de alimentos, el acceso y el consumo oportuno y permanente de los mismos en cantidad, calidad e inocuidad por parte de todas las personas, bajo condiciones que permitan su adecuada utilización biológica, para llevar una vida saludable y activa”. Esta definición, adoptada en el documento Conpes Social, 113 de 2008 va más allá del hecho de que toda la población tenga una alimentación adecuada, ésta realza el derecho de la misma a no padecer hambre y a tener una alimentación adecuada, el deber que tiene la persona y la familia de procurarse una alimentación apropiada y la necesidad de contar con estrategias sociales para afrontar los riesgos. Se basa en que la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, reconocen el derecho fundamental de toda persona a no padecer hambre. Derecho que también está ratificado en las Cumbres Mundiales sobre Alimentación, en la Declaración del Milenio y en la Constitución Política. En cuanto a la oferta y la producción agrícola, la Constitución
17 Política establece: «La producción de alimentos gozará de la especial protección del Estado. Para tal efecto, se otorgará prioridad al desarrollo integral de las actividades agrícolas, pecuarias, pesqueras, forestales y agroindustriales, así como también a la construcción de obras de infraestructura física y adecuación de tierras».(Art. 65)
querimientos de la población y depende fundamentalmente de la producción y la importación. Está determinada por: la estructura productiva (agropecuaria, agroindustrial), los sistemas de comercialización internos y externos, los factores productivos (tierra, crédito, agua, tecnología, recurso humano), las condiciones ecosistémicas (clima, recursos genéticos y biodiversidad), las políticas de producción y comercio, y las tensiones sociopolíticas (relaciones económicas, sociales y políticas entre actores). b. Acceso: es la posibilidad de todas las personas de alcanzar una alimentación adecuada y sostenible. Se refiere a los alimentos que puede obtener o comprar una familia, una comunidad o un país. Sus determinantes básicos son el nivel de ingresos, la condición de vulnerabilidad, las condiciones sociogeográficas, la distribución de ingresos y activos (monetarios y no monetarios) y los precios de los alimentos.
El concepto de seguridad alimentaria y nutricional pone de manifiesto los ejes que la definen: a. Disponibilidad de alimentos: es la cantidad de alimentos con que se cuenta a nivel nacional, regional y local. Está relacionada con el suministro suficiente de estos frente a los re-
c. Consumo: se refiere a los alimentos que comen las personas y está relacionado con la selección de los mismos, las creencias, las actitudes y las prácticas. Sus determinantes son: la cultura, los patrones y los hábitos alimentarios, la educación alimentaria y nutricional, la información comercial y nutricional, el nivel educativo, la publicidad, el tamaño y la composición de la familia.
18 d. Aprovechamiento o utilización biológica de los alimentos: se refiere a cómo y cuánto aprovecha el cuerpo humano los alimentos que consume y cómo los convierte en nutrientes para ser asimilados por el organismo. Sus principales determinantes son: el medio ambiente, el estado de salud de las personas, los entornos y estilos de vida, la situación nutricional de la población, la disponibilidad, la calidad y el acceso a los servicios de salud, agua potable, saneamiento básico y fuentes de energía. e. Calidad e inocuidad de los alimentos: se refiere al conjunto de características de los alimentos que garantizan que sean aptos para el consumo humano, que exigen el cumplimiento de una serie de condiciones y medidas necesarias durante lacadena agroalimentaria hasta el consumo y el aprovechamiento de los mismos, asegurando que una vez ingeridos no representen un riesgo (biológico, físico o químico) que menoscabe la salud. No se puede prescindir de la inocuidad de un alimento al examinar la calidad, dado que la inocuidad es un atributo de la calidad. Sus determinantes básicos son: la normatividad (elaboración, promoción, aplicación, seguimiento); la inspección, vigilancia y control; los riesgos biológicos, físicos y químicos, y la manipulación, conservación y preparación de los alimentos. Nota: Inicialmente la coordinación del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional lo asumió el Departamento Nacional de Planeación y a partir de 1998 se delegó esta función al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar -ICBF-
El deslinde con la noción de Seguridad Alimentaria, es el peligro que significa no discriminar de dónde vienen los alimentos para garantizar el acceso, ni si son alimentos transgénicos o cultivados con base en agroquímicos. Es una noción nacida desde la perspectiva del control social que no fortalece la producción campesina ni la formación y/o consolidación de organizaciones sociales interesadas en el derecho a la alimentación. Pero, se aceptan aquellas ideas de seguridad alimentaria que complementan y desarrollan los contenidos de la soberanía alimentaria, a la cual se le otorga la primacía política dentro del sentido de una construcción de poder popular alternativo al modelo de desarrollo capitalista.
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Fuente: FAO
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III. DIAGNOSTICO Disponibilidad de alimentos
portamiento de la producción agropecuaria, la cual ha presentado una tendencia creciente, después de la fuerte caída que se presentó a finales de los años noventa. Sin embargo, la balanza comercial del país en términos de producto ha presentado, para este mismo período, una tendencia negativa, lo que nos indica que cada vez el país importa más alimentos.
La disponibilidad permanente de alimentos es una condición necesaria para la seguridad alimentaria y nutricional. La disponibilidad hace referencia directa a la oferta o suministro de alimentos de la canasta básica. Las dos principales características que debe tener la oferta de alimentos de la canasta básica son la suficiencia y la estabilidad de al menos todos los grupos de alimentos definidos en ésta. De acuerdo con lo anterior, la inestabilidad de la oferta de alimentos de la canasta básica es una causa de inseguridad alimentaria, no sólo por el efecto coyuntural que tiene sobre la suficiencia, sino por el efecto que tiene sobre el precio de los alimentos (una escasez coyuntural de alimentos puede elevar su precio). Así, la disponibilidad de alimentos puede verse afectada por el comportamiento de la producción de los mismos y por los factores que determinan que esa producción sea estable y permanente. En términos generales, el país tiene una oferta estable y suficiente de alimentos. Este hecho se evidencia en el com-
En cuanto al comportamiento de la producción agropecuaria, esta puede verse afectada a nivel regional y local por: a) la ineficiencia en el uso de factores productivos, tales como suelo, recurso hídrico, recursos genéticos -semilla y material reproductivo- y financiamiento; b) la ineficiencia en la innovación tecnológica en los sistemas productivos; y c) la poca capacidad que tiene el país para enfrentar riesgos diversos.
21 Cabe resaltar que el uso eficiente de factores productivos guarda también una estrecha relación con el eje de acceso, por cuanto también son determinantes en la capacidad que tienen los productores agropecuarios en la generación de ingresos.
Ineficiencia en el uso de factores productivos En relación con el uso del suelo, en general el país presenta una situación de ineficiencia reflejada principalmente en dos aspectos: el conflicto entre vocación del suelo y el uso actual, y la elevada concentración de la propiedad de la tierra. Según un estudio realizado por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi -IGAC- y Corpoica, se encuentran ineficiencias en dicho sentido, tanto por la subutilización, en el caso de suelos agrícolas -se cultiva menos del 40% del área disponible- o pecuarios empleados en forma extensiva, como por sobre-explotación, en suelos forestales o de conservación usados en cultivo. Asimismo, cerca de la mitad de los terrenos utilizados para ganadería no tienen vocación pecuaria y corresponden a tierras con aptitud agrícola, forestal o de conservación. Lo anterior se traduce en un impacto negativo para la productividad y en un riesgo para la seguridad alimentaria y nutricional, en la medida que puede afectar la estabilidad de la oferta de alimentos. Además, frente a la agudización de la pobreza en el campo, se viene implementando, de hecho, una nueva estrategia fami-
liar de sobrevivencia en respuesta al fenómeno de la migración -diaria o por periodos- del hombre en busca de trabajo como asalariado agrícola o en empleos rurales no agrícolas. La mujer, entonces, reemplaza al hombre en su rol de jefe de la explotación de la pequeña parcela. En esta nueva estrategia de sobrevivencia la mujer cumple en forma más sistemática su doble rol -reproductor y productivo- sin remuneración alguna. Ello podría significar que una significativa proporción de agricultores familiares abandone las actividades agroproductivas si los ingresos no agrícolas continúan creciendo en importancia, dejando de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas productivos de la agricultura familiar y, en consecuencia, contribuyendo a una mayor fragilidad de los índices de seguridad alimentaria. Complementariamente, el país presenta un limitado cubrimiento del recurso hídrico y se encuentran ineficiencias en la administración y operación de los distritos de riego. Estos dos aspectos afectan significativamente la capacidad de mejorar rendimientos e incrementar de manera sostenida la producción de alimentos. Este hecho se evidencia en que Colombia cuenta con 6,6 millones de hectáreas de tierra regable, de las cuales 842.000, equivalentes al 13%, cuentan con mejoras en riego y drenaje. En cuanto a los recursos genéticos, el uso de semilla certifi-
22 cada ha disminuido dramáticamente en los últimos años. En el 2005, tan solo el 22% del área sembrada correspondía a semilla certificada, mientras que en 1990 esta participación llegaba a 50%. Esto ha afectado sustancialmente los rendimientos de las pequeñas unidades productivas. De otro lado, los esfuerzos para expandir la oferta de crédito agropecuario son insuficientes y restringidos por la poca disponibilidad de garantías bancarias de los pequeños productores agrícolas, el alto grado de dispersión y el tamaño reducido de los predios rurales. Numerosas explotaciones agrícolas no poseen títulos de propiedad. Además, incide negativamente sobre las posibilidades de crédito, el limitado manejo del riesgo que presentan las actividades agropecuarias, derivadas del comportamiento del clima, de problemas sanitarios y de las fluctuaciones de los precios en los mercados de insumos y productos finales.
Ineficiencia en la innovación tecnológica El país en general tiene un rezago importante en el nivel de rendimientos de la producción de alimentos de la canasta básica, como es el caso del maíz, cuyos rendimientos llegaron en el 2006 a 4,6 ton/ha en promedio, mientras que países como Estados Unidos alcanzaron rendimientos de 9,6 ton/ha en promedio. En el caso de la producción de leche, países con mayor
nivel de desarrollo, como Estados Unidos, han ajustado sus sistemas productivos y han alcanzado niveles de producción de lactancia por animal de 8.887 y 3.684 litros respectivamente, mientras Colombia, que no ha ajustado aún su sistema de producción, alcanza niveles para lechería especializada de 2.500 litros por animal (FEDEGAN). Esta situación también se presenta para el caso de la producción de papa. Colombia alcanzó en este cultivo un rendimiento promedio de 17 ton/ha, mientras que Estados Unidos, entre otros, alcanzaron rendimientos de 43 ton/ha. En lo que atañe a la agricultura familiar, se conoce que los niveles de productividad son bajos, debido a la deficiente calidad de los suelos, escasa disponibilidad de riego, ubicación en terrenos inadecuados para el cultivo y bajo nivel tecnológico. En general, los rendimientos de la agricultura familiar son un 30% a 50% inferiores a los de la agricultura empresarial.
Poca capacidad para enfrentar riesgos diversos Factor a tener en cuenta, dado que el suministro externo de productos de la canasta básica cada vez tiene una importancia mayor, es el comportamiento del tipo de cambio de la moneda y su efecto sobre la seguridad alimentaria. Si la moneda se devalúa, esto se ve reflejado en un incremento del precio de los bienes importados, que pueden ser alimentos para el con-
23 sumo humano directamente o insumos para la producción del sector agrícola. Con una alta dependencia del suministro externo, este efecto se traduce en un menor poder adquisitivo, afectando el componente de acceso. Por otro lado, los precios principalmente a nivel mayorista y la distribución detallista de pequeña escala en fresco, no guardan relación con los niveles de calidad e inocuidad deseables, ni algún valor agregado como el empaque y la presentación de los alimentos. Respecto a los niveles de calidad, se afirma que aproximadamente el 61% de todos los productos perecederos que llegan a una ciudad como Bogotá van directamente al mercado mayorista sin un control de calidad específico; el 27% va para la industria y el restante 13% a otros mayoristas que surten, de manera directa o por
intermediarios a las cadenas de supermercados. Sin duda, la deficiente inserción a los mercados constituye uno de los retos primordiales para el desarrollo de la agricultura familiar. Otro aspecto que incide negativamente en los precios de los productos es el alto costo de transporte en el país, que supera en proporción elevada a los demás paises de América Latina. Esta situación está relacionada con los atrasos en materia vial que tiene el país y con los altos precios de los combustibles, no obstante la caída radical del precio del petróleo en el mundo. En lo concerniente a la inseguridad alimentaria, la Encuesta Nacional sobre la Situación Nutricional en Colombia (ENSIN 2010), utilizó la escala que le permite evaluar la situación de los hogares de Colombia. Los resultados muestran que el 57,3% de los hogares colombianos se encontraron con seguridad alimentaria y el 42,7% con inseguridad alimentaria. De este 42,7% en inseguridad alimentaria, el 27,9% presentó inseguridad leve, el 11,9% moderada y el 3,0% inseguridad severa. También se encontró que la proporción de hogares en inseguridad alimentaria es más alta en el área rural, 57,5%. La anemia nutricional es un problema de salud pública que afecta no solo a la población de estratos socioeconómicos bajos sino en general a los niños, mujeres en edad fértil y gestantes. Los niños más pequeños son los más afectados.
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IV. CAUSAS DE LA CRISIS GLOBAL Alzas extremas en precios de los alimentos El mundo contemporáneo se encuentra ante una crisis de altos precios de los alimentos que ya ha provocado motines en diversos países de Asia, África y América. Como dice Leonardo Boff, "ya han estallado revueltas de hambrientos en cuarenta países sin que la prensa empresarial, comprometida con el orden imperante, haya hecho referencia alguna. Los hambrientos siempre dan miedo" (Boff, 2008). Estas revueltas finalmente están haciendo que los principales actores relacionados con la alimentación presten atención a este tema, aunque con versiones muy distintas de las causas reales y soluciones propuestas. Los organismos multilaterales como el Banco Mundial y la FAO, y las corporaciones transnacionales, señalan como responsables de los problemas a la falta de suficiente liberalización del comercio y de presencia del sector privado. Como salida a la crisis recetan más libre comercio y cultivos transgénicos. Las organizaciones campesinas ven causas de largo y corto plazo y proponen una solución holística y comprensiva (La Vía Campesina, 2008). Las organizaciones campesinas no esperan
que, de las manos de quienes han creado la enfermedad, ahora sea socializada la cura.(Causas de la crisis global de los precios de los alimentos y la respuesta campesina/Peter Rosset y Dana Rocío Ávila-2008)
En la pasada cumbre de Seguridad Alimentaria y Retos del Cambio Climático y la Bioenergía, convocada por la FAO en Roma en junio de 2008, existía la oportunidad histórica de construir una salida mediante una práctica concreta a la cotidiana lucha contra el hambre y la pobreza en el mundo, pero al contrario esta reunión se caracterizó por la ausencia de soluciones estructurales al problema del hambre y la crisis en la producción de alimentos en el mundo. Los países ricos y los organismos internacionales, simplemente propusieron optar por medidas asistencialistas, de libre comercio, y apoyo a la producción y comercio del paquete tecnológico que incorpora las semillas transgénicas y garantiza a las multinacionales el aumento y la continuidad en el consumo de los agroquímicos.
25 Causas y efectos de los altos precios Según la Vía Campesina hay causas de largo plazo y causas de corto plazo. En cuanto a las primeras, se destacan los efectos de tres décadas de políticas neoliberales y de comercio libre sobre los sistemas alimentarios. En casi todos los países se ha desmantelado la capacidad productiva nacional de alimentos, sustituyéndola por una capacidad creciente para producir agroexportaciones. El modelo de desarrollo extrativista amenaza los territorios y los pueblos que históricamente han producido los alimentos, y a las selvas que conservan la gran riqueza natural del país. Mientras importantes territorios indígenas, afrocolombianos y campesinos se arrasan para dar paso a las industrias mineras y petroleras, en otros avanzan los cultivos agroindustriales (caña de azucar, palma aceitera, algodón transgénico, flores, por mencionar solo algunos), todos ellos para la exportación, incluyendo la gran avanzada de los agrocombustibles. Esto, por supuesto, afecta gravemente la agricultura familiar que se traduce en una disminución sustancial en la producción de alimentos para la población. Son los sectores campesinos y de agricultura familiar los que alimentan a los pueblos del mundo; los grandes productores tienen vocación de exportar. Pero a los primeros se les han
quitado los precios de garantía, los paraestatales de comercialización, los créditos, la asistencia técnica y, sobre todo, su mercado, inundado primero por importaciones baratas hasta arruinarlos, y una vez capturados estos mercados nacionales por las empresas trasnacionales, ahora receptores de importaciones muy caras. La destrucción de la vida campesina es tan grave que ha sido caracterizada, con razón, como una "guerra" contra el mundo rural, pues son políticas que van a quebrar a millones de agricultores del mundo entero.
26 Las políticas neoliberales para el campo Conforme lo plantea La Vía Campesina, en su Declaración de Seúl/2009, las políticas neoliberales, fomentadas por la Organización Mundial del Comercio (OMC), los Acuerdos de Libre Comercio (ALC), fuerzan la apertura de los mercados y evitan que los países protejan y apoyen su agricultura doméstica.
♦ Presionan para desregularizar el sector de la agricultura.Se estan promocionando los monocultivos para la produccion de agrocombustibles y otros fines industriales a favor de los agronegocios y del capital transnacional con un impacto devastador sobre los bosques, el agua y el entorno natural, asi como en la vida economica y social del campesinado.
♦ Los gobiernos de los países desarrollados y las empresas multinacionales son responsables de la práctica del dumping*. Los productos alimenticios *Práctica comercial prohibida por múltiples acuerdos internacionales, consistente en que una empresa de una país determinado comercialice en un mercado extranjero productos con un precio por abajo del vigente en el mercado de origen o por debajo del costo de producción, de tal forma que resulta para las industrias del país de destino una competencia desleal.
baratos y subvencionados inundan el mercado y fuerzan a las agricultoras y agricultores a abandonar el negocio.
♦ Hoy en día las campesinas y campesinos han perdido muchas semillas locales. La biodiversidad es destruida por el uso de fertilizantes químicos, las semillas híbridas y los organismos genéticamene modificados desarrollados por las empresas multinacionales.
♦ El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha implantado programas de ajuste estructural que resultan en recortes masivos en las subvenciones a la agricultura y los servicios sociales. Los países se han visto obligados a privatizar empresas estatales y a desmantelar mecanismos de apoyo al sector agrícola. ♦ Las políticas que han sido desarrolladas directa o indirectamente dan prioridad a las compañías multinacionales para la producción de alimentos y el comercio. Las empresas multinacionales practican además la biopiratería y destruyen los recursos genéticos y la biodiversidad que pertenece al campesinado.
27 En consecuencia, las políticas neoliberales destruyen la soberanía alimentaria. Priorizan el comercio internacional, y no la alimentación de los pueblos, y muy poco han contribuido a la erradicación del hambre en el mundo. Al contrario, han incrementado la dependencia de los pueblos de las importaciones agrícolas, y han reforzado la industrialización de la agricultura, poniendo en peligro el patrimonio genético, cultural y medioambiental del planeta, así como nuestra salud. Han empujado a grandes masas de campesinos(as) a abandonar sus prácticas agrícolas tradicionales o al éxodo rural.
La crisis global alimentaria, precipitada y exacerbada por las políticas y por las corporaciones transnacionales (que actúan unilateralmente de acuerdo a su propio interés) ha demostrado claramente el fracaso en fomentar, respetar, proteger y cumplir con los derechos del campesinado. Esto afecta a todos los pueblos del mundo, tanto en países desarrollados como en países en vía de desarrollo. Mientras el campesinado trabaja duro para asegurar la sostenibilidad de las semillas y de los alimentos, la violación de los derechos de este sector perjudica la capacidad del mundo para alimentarse. Las masivas importaciones de productos agropecuarios a bajos precios, destruye la producción alimentaria y la economía agrícola local. Son imprescindibles, por tanto, unas alianzas. Desde hace varios años La Vía Campesina ha desempeñado un papel motor en el desarrollo de redes internacionales que agrupan movimientos sociales, medioambientales, organizaciones no gubernamentales (ONG) de desarrollo y consumidores. Otro factor en el corto plazo ha sido el boom de los agrocombustibles, que compiten por área de siembra con los cultivos alimenticios y el ganado. Debe ser considerado un crimen contra la humanidad alimentar automóviles en lugar de personas.
28 subidas como en las bajadas, apostando como si fuera un casino: apostando con la comida de la gente. (www.viacampesina.org.)
Por su lado, el Banco Mundial y el FMI han obligado a los gobiernos a deshacerse de las reservas de cereales en manos del sector público, lo cual provoca el alza y la volatilidad de los precios. O sea que los países casi no tienen ya ni reservas ni capacidad productiva, y son dependientes de las importaciones, que ahora suben de precio. Otras causas de largo plazo, pero en menor escala, son los cambios en los patrones de consumo. Así mismo, el capital financiero es atraído por la volatilidad de cualquier mercado, ya que toma sus ganancias tanto en las
A nuestro juicio, ya llegó la hora de La Vía Campesina Internacional. Desde hace más de 10 años la alianza global de las organizaciones campesinas ha estado construyendo una propuesta alternativa para los sistemas alimentarios de los países, la soberanía alimentaria. El año pasado se constató en el Foro Mundial de la Soberanía Alimentaria, realizado en Mali, que este debate ha venido ganando terreno en muchos otros movimientos sociales, como los de los pueblos indígenas, las mujeres, los consumidores, los ambientalistas, algunos sindicatos, y otros actores. Pero a nivel de gobiernos y organismos internacionales, había llegado a oídos más o menos sordos, sobre todo para los gobiernos de los países con mayor concentración de capital y de renta, con la excepción de algunos gobiernos más progresistas que ahora comienzan a tomar esta propuesta muy en serio.
29 La respuesta campesina En consecuencia, es fundamental promover reflexiones y formación sobre temas como gestión ambiental, que hace referencia a las causas de las crisis alimentarias; impulso de la capacitación en planificación a las comunidades para definir y redefinir sus propias políticas agrarias; así como iniciativas de agricultura urbana y rural, reservas de semillas, prácticas agroecológicas, producción y comercialización de productos generados desde estas propuestas que materialicen la soberanía alimentaria. Los campesinos y sus organizaciones, deben tener absoluta claridad que la semilla es vida y base de alimento, de reproducción, de crecimiento, de supervivencia; elemento básico de la agricultura como estrategia social. En la vida campesina la tenencia de las propias semillas representa autonomía, libertad, poder popular, independencia, autosuficiencia. El agricultor que pierde sus semillas queda en condiciones de dependencia. Otro es el que determinará lo próximo a comprar y sembrar. Razón suficiente para defenderlas!
escala de la geoingeniería. Esto esta asociado a los monocultivos y a la producción de agrocombustibles, que son, además de la ganadería extensiva, las pincipales causas del desmedido acaparamiento de tierras.
Es necesario profundizar la resistencia a las nuevas y riesgosas tecnologías como los cultivos con modificación genética para resistir la sequía o los proyectos de gran
La restitución y redistribución de las tierras en beneficio de los pequeños agricultores es una demanda que debe intensificarse. Los campesinos producen alimentos con mayor eficien-
30 cia que las grandes plantaciones, y de modos mucho mejores para el entorno natural (ecológico), si se combina con políticas que les ayuden a reconstituir la fertilidad del suelo. Redoblar esfuerzos organizativos en la hora actual es insoslayable para ganar espacios de interlocución y diálogo social, además de promover la economia social y solidaria en los distintos segmentos de la agricultura familiar, con miras a superar la pobreza, esto es, propiciar justicia social y equidad. Igualmente, es pertinente desarrollar tecnologías propias y adaptadas a su condición ecológica, social y cultural.
Asia, Europa y América. ( www.viacampesina.org)
♦ El Comité Internacional de Planificación para la Soberanía Alimentaria (CIP), que se define como un mecanismo de facilitación del diálogo entre los movimientos y organizaciones sociales y las agencias de las Naciones Unidas que tratan de alimentación y agricultura.
♦ La FIAN, Organización internacional que lucha para que se cumpla el derecho a la alimentación en el mundo y denunciar sus violaciones.
Por otra parte, en la medida que se avance en el proceso organizativo, es importante hacer causa común con instancias de carácter internacional que trabajan por la soberanía alimentaria, entre las cuales destacamos:
♦ El IPC, Red internacional que reúne a las organizaciones de la sociedad civil y movimientos que trabajan programas y asuntos relacionados con la soberanía alimentaria.
♦ La Vía Campesina es un movimiento internacional que de-
de la Naciones Unidas que, aunque no se ocupa específicamente el tema de soberanía alimentaria, regula las relaciones de trabajo en el mundo, con énfasis en la aplicación de los principios y derechos fundamentales en el trabajo (la libertad sindical y la negociación colectiva; la abolición del trabajo forzoso; la erradicación del trabajo infantil y la no discriminación en los empleos y ocupaciones). La promoción del trabajo decente en el campo, es en la actualidad una de sus principales preocupaciones, ligada al objetivo de erradicación de la pobreza.
fiende la agricultura sostenible a pequeña escala como un modo de promover la justicia social y la dignidad. Agrupa a millones de campesinos y campesinas, pequeños y medianos productores, pueblos sin tierra, indígenas, migrantes y trabajadores agrícolas de todo el mundo. Se opone firmemente a los agronegocios y las multinacionales que están destruyendo los pueblos y la naturaleza. La Vía Campesina comprende 164 organizaciones locales y nacionales en 73 países de África,
♦ La Organización Internacional de Trabajo (OIT), organismo
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V. ALTERNATIVAS Desarrollo y soberanía alimentaria Los Planes de Vida Comunitarios son una herramienta originada en las experiencias de algunas comunidades indígenas, afro-descendientes y campesinas desde la década de los ochenta. Han sido procesos marcados por la intención manifiesta de llevar a cabo ejercicios colectivos de construcción de horizontes posibles con miras a habitar, gobernar, decidir y legislar sobre su territorio, sus formas de vida, su economía y su cultura. Desde la formulación del plan de vida, la construcción del Buen Vivir implica la existencia de una ética de la solidaridad y el compromiso con los otros, con quienes tenemos objetivos comunes, y con lo otro que es el mundo objetivo, la naturaleza o el medio ambiente. Nuestra integralidad se comprende desde los diferentes tipos de relaciones sociales, con la naturaleza y el territorio, con la economía, el trabajo y la producción, con las instituciones y con las formas de la identidad y la cultura. Si pensamos que la persona es un ser integral, ésta depende de sus diferentes relaciones: con el territorio, lo productivo, lo cultural y lo político, las que influyen a su vez en sus dere-
chos. Aunque alguien tenga las libertades aseguradas por el marco institucional, si carece de condiciones materiales para suplir sus necesidades y llevar adelante una existencia humana digna, sería difícil afirmar que cuenta con condiciones óptimas y congruentes con su dignidad. La formulación de planes de vida, implica un ejercicio de planeación, de proyección colectiva del futuro deseado. En la vida cotidiana las personas, familias y comunidades constantemente realizan planes: por ejemplo, para cosechar primero hay que preparar el terreno, después abonarlo, sembrarlo y cultivar y eso requiere organizar tiempos y tareas. En la formulación de Planes de Vida Comunitarios, la planeación se realiza de manera más sistemática como un proceso de organización y proyección que permite estructurar ideas, estrategias y acciones para lograr objetivos definidos sobre el futuro deseado de la comunidad. Sin embargo, la formulación y construcción de los Planes de Vida no ofrece fórmulas mágicas o recetas definitivas para buscar soluciones correctas, sino que depende de la variedad de formas y metodologías basadas en las particularidades de cada una de las comunidades. Las condiciones históricas de cada pueblo matizadas por las circunstancias específicas de vida, su relación con el territorio, las instituciones, las formas de intercambio económico y cultural, lleva a las diferentes comunidades a plantearse la necesidad de repensar participativa y concer-
32 tadamente, su unidad, autonomía, organización y bienestar. Por ello, el ejercicio de planeación es tanto real como ideal, en la medida en que, de un lado, parte de las condiciones históricas, sociales, políticas y culturales específicas de cada comunidad y de otro lado, busca la realización de un horizonte utópico de sentido que puede ser proyectado a corto, mediano o largo plazo. Al ser comunitario, el Plan de Vida presupone un ser humano integral en su dimensión individual, social y colectiva de vida en comunidad. Existe comunidad cuando hay coincidencia entre los intereses particulares y el interés general. Esto quiere decir que las relaciones entre el ser humano y la naturaleza, son relaciones sociales de reconocimiento de derechos, pues la noción de los derechos no recaen solamente en los seres humanos sino también en la naturaleza como sujeto de las relaciones sociales. Son ejemplos de esto, las constituciones de Bolivia y Ecuador. En Colombia, si bien existen derechos colectivos y del medio ambiente, con avances significativos para la protección de los derechos fundamentales, la visión sigue siendo, en términos jurídico formales, limitados a los seres humanos. Cuando cada uno de los miembros de la comunidad vela por el bienestar general como lo hace por el individual, cuando todos incorporan en sus deseos, intereses y propósitos a la comunidad, entonces no hay distinción entre el bien común y
el bien individual. Pero la comunidad no implica un límite a la acción y libertad de los miembros de la misma, ni un criterio de exclusión frente a otras comunidades o las personas que las componen, sino todo lo contrario, constituye un espacio incluyente para la realización de las libertades individuales ligadas a través de vínculos de solidaridad. En este contexto, la vida en comunidad que se sistematiza en el plan, está asociada a la dignificación del ser humano, esto es, al logro del buen vivir.
El buen vivir es un concepto en construcción que va ajustándose a las circunstancias históricas, sociales y territoriales de cada comunidad, por ello se hace imposible una definición unívoca. Sin embargo, como plantea Eduardo Gudynas, el buen vivir puede entenderse como una plataforma donde se encuentran múltiples formas de entender el mundo desde la interculturalidad para producir alternativas al desarrollo. En Bolivia el buen vivir se identifica con la vida armoniosa,
33 vida buena, la tierra sin mal, el camino o vida noble y se complementa con los principios clásicos de la igualdad, unidad, inclusión y respeto (Gudynas, 2011). En Colombia muchas de nuestras comunidades hablan de la complementariedad asociada a la minga, a la reciprocidad, al caminar juntos, a la solidaridad, a los saberes ancestrales y a la vida armónica con la naturaleza. La complementariedad significa el compartir nuestra vida con los otros (los hermanos y el mundo objetivo) como sujetos necesarios para nuestra realización plena en comunidad (Vasco, Aranda, Dagua 1998). Construcción Colectiva implica que, al basarse en la solidaridad, la elaboración e implementación de los Planes de Vida exigen el trabajo colectivo, mancomunado de todos los integrantes de la comunidad. Es decir que es un proceso amplio, de reflexión, diálogo y concertación. Participación y Organización supone que los Planes de Vida tienen su fundamento en la organización y la participación comunitaria como mecanismos para la toma de decisiones y la construcción colectiva. El Plan de Vida es una alternativa ampliamente participativa que permite una democracia de alta intensidad, donde se valora el consenso y la inclusión activa de todos los individuos y sectores para la toma de las decisiones que definen los destinos de la comunidad (Páez, 2005). La implementación del Plan de Vida exige un proceso
organizativo que responda a las estrategias diseñadas, promueve la formación y cualificación de líderes y lideresas que de manera consciente se preocupen por sus propias comunidades y, simultáneamente, la organización genera capacidad de interlocución e incidencia política para ejecutar el plan. En términos prácticos, el Plan de Vida permite potenciar las capacidades propias, construir autónomamente los procesos comunitarios, fortalecer lazos de solidaridad, apoyo mutuo y hermandad. Si bien los Planes de Vida se construyen a partir de las dinámicas locales, para su desarrollo requieren un enfoque regional tanto para la lectura de las problemáticas, como para la definición de soluciones. En este sentido, los Planes de Vida fortalecen, paso a paso, la construcción de sujetos políticos, es decir, promueven la formación de actores soberanos, con capacidad de decisión sobre su vida colectiva, sus medios de vida, su territorio y cultura.
34 Soberanía Alimentaria: Una salida de la crisis Frente a este panorama, y sus implicaciones futuras, se destaca una sola propuesta que esté a la altura del reto. Bajo la propuesta de Soberanía Alimentaria los movimientos sociales, y un número creciente de gobiernos progresistas proponen regular los mercados de alimentos que fueron desregulados por el neoliberalismo. E inclusive, regularlos mejor que antes, con una real gestión de la oferta, haciendo posible encontrar precios que sean justos tanto para los productores como para los consumidores (La Vía Campesina) Esto significa volver a proteger la producción nacional de los países, tanto contra el dumping de alimentos importados con precios artificialmente baratos, que socava la producción nacional, Significa reconstituir las reservas públicas de cereales y las paraestatales de comercialización, ahora en versiones mejoradas, con la participación fundamental de las organizaciones campesinas en su gestión, quitando a las trasnacionales el control sobre nuestra comida. También significa incentivar la recuperación de la capacidad productiva nacional, proveniente del sector campesino y familiar, por medio de los pre-
supuestos públicos, los precios de garantía, los créditos y otros apoyos, y la reforma agraria. Urge la reforma agraria en muchos países para reconstruir al sector campesino y familiar, cuya vocación es producir alimentos, ya que el latifundio y el agronegocio se preocupan más por la producción de agrocombustibles y bienes agrícolas exportables (alimentos, fibras, flores, materias primas, etc.) Además, se deben implementar controles, a las importaciones forzosas de alimentos que son requeridos por la población nacional. Además, urge hacer un cambio de la actual tecnología en la producción, hacia una agricultura basada en los principios de la agroecología, sustentable. Una producción agrícola que parta del respeto y del equilibrio con la naturaleza, la cultura local y los saberes tradicionales. Está demostrado que los sistemas de producción agroecológicos pueden ser más productivos, resisten mejor las sequías y a otros fenómenos climáticos, y que, por el bajo uso de recursos energéticos, son más sustentables económicamente. Así mismo, se debe frenar el daño a la productividad futura de los suelos, por efecto de la agricultura industrial de grandes extensiones, de monocultivos mecanizados y saturados de venenos y semillas transgénicas. La agroecología es la ciencia que estudia la
35 estructura y función de los agroecosistemas desde el punto de vista de sus relaciones ecológicas y culturales. En su dimensión política la agroecología es considerada como un instrumento de cambio social, por lo que deja de ser un fin en sí misma, para convertirse en una estrategia para alcanzar ese bien mayor, cual es el de la transformación de las sociedades no sólo rurales sino también urbanas. Sociedades basadas en la autodeterminación de los pueblos que crean relaciones sociales y comerciales justas y equitativas. La agricultura ecológica es un sistema de producción que mantiene y mejora la salud de los suelos, los ecosistemas y las personas. Se basa fundamentalmente en los procesos ecológicos, la biodiversidad y los ciclos adaptados a las condiciones locales, sin usar insumos que tengan efectos adversos. La agricultura ecológica combina tradición, innovación y ciencia para favorecer el medio ambiente que compartimos y promover relaciones justas y una buena calidad de vida para todos los que participan en ella. Los Principios de la Agricultura Ecológica: Salud - Ecología - Equidad - Precaución, nos llevan a una reflexión profunda sobre la calidad nutritiva de los alimentos, los procesos ecológicos, la distribución equitativa de los beneficios de la cadena de valor orgánica y la atención en la introducción de nuevas tecnologías en los sistemas de producción. La salud de los individuos y las comunidades no puede ser separada de la salud de los ecosistemas pues suelos saludables producen cultivos saludables que fomentan
36 la salud de las personas y de los animales. La agricultura ecológica debe lograr el equilibrio ecológico a través del diseño de sistemas agrarios, el establecimiento de hábitats y el mantenimiento de la diversidad genética y agrícola.
En fin, llegó la hora de la Vía Campesina y la Soberanía Alimentaria; la posibilidad de que los alimentos que son consumidos por las familias en las grandes ciudades y en las regiones más apartadas, sean producidos por los pequeños agricultores que pertenecen al mundo productivo de la agricultura familiar. Para garantizar el desarrollo y sostenibilidad de los objetivos planteados, es necesario que se adopte una Politica Publica concordante con los mismos. La Política Pública requiere que se garantice su permanencia y proyección en el tiempo, para ello es necesario asegurar los recursos técnicos, financieros, administrativos, institucionales y humanos. En su aplicación no se comprometerá la supervivencia y calidad de vida de las futuras generaciones. Además, se respaldarán los esfuerzos para superar los problemas ambientales críticos que afectan la seguridad alimentaria y nutricional, tales como el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la deforestación, la degradación y desertificación de tierras, la utilización inadecuada de agroquímicos y el crecimiento demográfico. Complementariamente, se deben fortalecer los sistemas de vigilancia y control sanitario y de vigilancia epidemiológica, en coordinación con todos los entes responsables. También es indispensable fomentar y garantizar el control social, fortaleciendo las ligas de consumidores y las veedurías ciudadanas.
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VI. ALTERNATIVAS PARA COLOMBIA Por la defensa de la soberanía alimentaria En Colombia hay múltiples experiencias, organizaciones y procesos sociales que evidencian avances en la construcción participativa de alternativas al desarrollo pensando en el buen vivir de las comunidades y sus pobladores. Las comunidades indígenas han venido avanzando en la recuperación y protección de semillas, la defensa del territorio, la incorporación de productos orgánicos libres de fungicidas, la construcción de mandatos y la declaración de territorio libre de transgénicos. Otras propuestas vienen trabajando por la consolidación de Bogotá capital libre de transgénicos liderada por SALSA (Soberanía y Autonomía Alimentaria), una red de organizaciones preocupadas en trabajar por la problemática agroalimentaria y la generación de alternativas desde la soberanía alimentaria para Bogotá y la región. En la misma vía vienen caminando a nivel nacional las propuestas generadas alrededor de la Minga Popular y el Congreso de los Pueblos, entre muchas otras.
Todas estas organizaciones vienen en un proceso de consolidación a nivel nacional para la construcción de un gran movimiento alimentario, la consolidación de redes nacionales, la construcción de alternativas de producción y comercialización, defensa de las semillas, acciones jurídicas y constitucionales por la defensa de la soberanía alimentaria como camino para la realización del «Buen Vivir». Otras organizaciones vienen articulando propuestas organizativas en torno a los ciclos productivos y de comercialización replanteando la relación campo-ciudad en términos de equidad. En el sur de Colombia la experiencia de Redcom y Mercajusto ha avanzado en la combinación de estas estrategias a nivel regional involucrando personas de diferentes sectores y orígenes sociales creando redes de trabajo, solidaridad, vida digna y «Buen Vivir». En la región de Antioquía y la Zona Cafetera, el trabajo de las redes campesinas, economías solidarias y producción biológica, construidas por la RECAB (Asociación, Red Colombiana de Agricultura Biológica); y, el Jardín Botánico y la Universidad de Caldas que cada 2 años organizan un encuentro de productores y organizaciones de todo el país. Finalmente, en Bogotá-Región, que comprende los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Santander, aparte de los avances logrados en SALSA, Agrosolidaria-Vianí, ATI (Asociación de
38 Trabajo Interdisciplinario), Colectivo Tierra Libre, Mercado Orgánico del Sumapaz, entre otros grupos de profesionales, jóvenes, campesinos y mujeres que buscan promover un relacionamiento permanente entre organizaciones sociales mediante la generación de procesos pedagógicos de carácter ecológico y productivo, vienen construyendo una propuesta de articulación campo-ciudad alrededor del fortalecimiento organizativo; la construcción de mandatos y planes del vida para el «Buen Vivir», por un lado, y la consolidación de procesos urbanos de agricultura limpia y orgánica; alternativas de comercialización y la conformación de Circuitos Agroalimentarios, de consumo consciente, solidario y responsable, sobre la base, por ejemplo, de Canastas Solidarias y compras colectivas. Estos son ejercicios, entre muchos otros, de economía solidaria alrededor de la conformación de un proceso encaminado a lograr el fortalecimiento de los lazos de solidaridad existentes entre las organizaciones de familias productoras y consumidoras, además del fortalecimiento de los procesos organizativos y comunicativos, la consolidación de la planificación de siembras y manejo de semillas, y la promoción del consumo de productos orgánicos y limpios. En este marco, la Canasta Solidaria se está consolidando como un espacio de comercialización alternativa, inspirada en los principios de la economía solidaria, donde se pactan compromisos recíprocos, precios justos para productores y consumidores, se promueve el consumo consciente y responsable.
Por otra parte, se debe actuar con iniciativas y propuestas propias en espacios institucionales con miras a incidir eficazmente en debates y discusiones relacionadas con aspectos importantes de la política pública agrícola y desarrollo rural; los planes de ordenamiento territorial (POT) -departamentales, municipales y veredales- y los modelos de desarrollo, tales como: tierras y medio ambiente; soberanía, seguridad y autonomía alimentaria; manejo, preservación y consolidación de bancos de semillas, propiedades nutricionales de los alimentos, planes de abastecimiento urbano, así como programas de financiación.
39 Mandato Popular para el desarrollo de la seguridad, soberanía y autonomía alimentaria El Mandato Popular (MAPO), en torno a la organización campesina y de los consumidores para el desarrollo de la seguridad, soberanía y autonomía alimentaria, debe estar encausado hacia el logro de la institucionalización de políticas públicas para el sector agroalimentario. Definición de Políticas Públicas para el sector Esto implica abordar las problemáticas concretas bajo una perspectiva crítica con respecto a las relaciones macro económicas y políticas de desarrollo neoliberal que afectan al país desde las tendencias globales. Estas políticas se plasman e implementan obedeciendo a un modelo empresarial de gestión agroindustrial que busca la reconfiguración del sector rural a través de la creación de cadenas productivas y la agrupación de grandes empresas, interconectadas con las multinacionales. Esto significa un total recambio en el uso del suelo y en los modos, relaciones y medios de producción en función de la introducción de sistemas agroindustriales que arrasaran la economía familiar campesina, vinculada con la producción de alimentos. La consolidación de monopolios en la comercialización y la pérdida de tierras ante la salida forzada de familias campesinas a la ciudad por violaciones a los derechos humanos o por la precaria situación económica, todo esto en un continuo cli-
ma de desinformación, conflicto armado, estigmatización de las organizaciones sociales, criminalización del movimiento social y desplazamiento forzado. Los anteriores aspectos incrementan la inequidad y la exclusión e impiden a campesinos y amplios sectores urbanos tener condiciones para el acceso físico, social y económico de alimentación suficiente y adecuada, disminuyendo las posibilidades de concretar mecanismos idóneos para que los pueblos y comunidades decidan acerca de su producción agraria y alimentaria, o de implementar estrategias de abasto, distribución, conservación y consumo de alimentos bajo criterios de reciprocidad, interdependencia y autonomía. Así las cosas, las estrategias económicas y políticas estatales para definir y articular la producción agropecuaria, no pueden seguir excluyendo a grandes sectores poblacionales, los campesinos y consumidores, de la posibilidad de participar, concertar y generar acciones colectivas para garantizar la seguridad, soberanía y autonomía alimentaria. Los planes de desarrollo (nacional y territoriales) deben orientarse hacia el campo y el fomento de la producción familiar y campesina. Los pequeños productores rurales, a través de sus organizaciones, deben tener un mayor protagonismo político para reivindicarlas y exigir a los gobiernos el cumplimiento de los planes y las propuestas productivas alternativas salgan adelante.
40 Bases del Mandato Popular Un mandato es la expresión de los acumulados y procesos de las comunidades. Visibiliza y denuncia las problemáticas, las necesidades, los objetivos y acuerdos de trabajo que orientan el que hacer organizativo. Sienta las bases de la autogobernabilidad como pueblos concientes de la necesidad de gestar, en el seno de las comunidades, poder popular. Al mismo tiempo es una herramienta que permite dialogar con diversos sectores de la sociedad y encontrar las cosas que nos unen dejando de lado aquellas que nos dividen, eligiendo los caminos de articulación, unidad y movilización, de una manera dinámica dialéctica y abierta de pensamiento, en constante construcción y transformación, convirtiéndose entonces en una herramienta que articula y unifica nuestras propuestas políticas transformadoras y de oposición al actual modelo de desarrollo. Los Mandatos se constituyen en la síntesis de posturas y propuestas frente a la vida colectiva y parten de tener claros nuestros intereses, deseos y necesidades como procesos, a saber:
♦ Construir un sistema de alianzas políticas que maximicen las posibilidades de presión e incidencia, a través de campañas. .
♦ Explorar la perspectiva de los derechos humanos, especialmente aquella que aborda el tema del derecho a la alimentación y a no padecer hambre, contemplada en pactos, tratados y convenciones internacionales y la Constitución Política. ♦ Fortalecer las redes y plataformas de organizaciones sociales e instituciones que explícitamente se proponen trabajar el tema de la soberanía alimentaria, tierras y territorios. ♦ Incidir en la producción de normas y medidas administrativas tales como decretos, directivas, resoluciones.
♦ Participación en redes y alianzas en el tema de comercialización comunitaria y alimentación, para la incidencia política nacional.
♦ Promover el trabajo organizativo encaminado a construir y fortalecer las asociaciones agroalimentarias por departamentos y municipios; el programa permanente de formación y la asistencia técnica a los pequeños productores del campo.
♦ La sustentabilidad de la agricultura familiar pasa necesariamente por un recambio generacional. Se hace necesario impulsar incentivos para estimular a los jóvenes a permanecer en el campo, los que deben incorporar los requerimientos de sus grupos familiares; es decir, estos incentivos deben nece-
41 sariamente complementarse con medidas multisectoriales que hagan atractiva la vida de las familias jóvenes en el campo (como la construcción de hospitales, escuelas, centros recreativos y de capacitación laboral, etc.). En lo pertinente a las condiciones laborales y la protección social de los productores agropecuarios se debe propugnar por la vigencia del trabajo decente en el campo, conforme a las normas de la OIT.
♦ La inserción de la agricultura familiar a los mercados -inter-
♦ Impulso de campaña de formación, promoción y vinculación al proceso de Mandato Popular. ♦ Impulso y desarrollo de foros regionales para definir estructura organizativa y plan de actividades del Mandato Popular.
♦ Diseño y desarrollo de programas de formación en economía social y solidaria (escuela de carácter permanente).
no y externo- mediante el aseguramiento de los mismos por parte de los Estados. Así mismo, deberá tenerse en cuenta para lo relacionado con el Mandato Popular lo pertinente a tierras, plazas de mercado; grandes superficies y megamercados, que inciden en los Circuitos Agroalimentarios.
♦ La agricultura familiar debe especializarse en la producción de cultivos básicos. Por ello, durante la pasada crisis de los alimentos, pudimos observar que los países más afectados por esta crisis eran aquellos más dependientes de las importaciones de productos agrícolas básicos.
♦ Promoción de dietas sustentables, con base en alimentos sanos, con bajos insumos, de carácter local y de temporada, basadas en la biodiversidad con producción de alimentos agroecológicos, así como redes de producción-consumo de corta distancia para el comercio justo.
Nos vamooos.....!
42 Organizaciones Comite de Integración • ATI - Asociación de Trabajo Interdisciplinario - www.ati.org.com • Colectivo de Campesinas de Ubaque Semillas de Paz y vida Contacto: Rosalba Matías Ortiz. Cel. 3115925110 • Asociación para el Desarrollo Integral de la Mujer Fomequeña Contacto: Berenice Barbosa. Cel. 3112083184 • Colectivo de Agroecología Tierra Libre - Teléfono: www.facebook.com/pub/olectivoagroecologiatierralibre • Mercado Orgánico del Sumapaz - www.facebook.com/organicosdelsumapaz Calle 22 # 65-44, Barrio La Pampa, Fusagasugá - Celulares: 3208441060 - 3001086385 • AGROSOLIDARIA - Seccional Viani, C/marca - Contacto: Jorge Bello R. Cel. 3002149308 www.facebook.com/pages/agrosolidaria-viani-cundinamarca la-canasta.org/los-productores-agrosolidaria-vianí • Cooperativa Agroecologica Muisca - orsotel@yahoo.com - Con.: Orlando Sotelo. Cel. 3105819721 • Escuela Popular de Artes y Oficios - epao_1@yahoo.es - claudybp@hotmail.com Contacto: Claudia Y. Buitrago P. Cel. 3208323769 • Red Juvenil Itoco -
Textos de referencia • Primero la comida/Compiladores:TatianaRoa A.,Hernán Dario Correa,Alejandro Galeano C. - 2010) • Agricultura Familiar en América Latina y el Caribe: Recomendaciones de Política/ FAO/2014. • Agricultura Familiar Agroecológica Campesina en la Comunidad Andina2011/ Una opción para mejorar la seguridad alimentaria y conservar la biodiversidad.
• Causas de la crisis global de los precios de los alimentos, y la respuesta campesina, Peter Rosset y Dana Rocío Ávila. • Convenio 141 de la OIT • Recomendación 193 de la OIT • Economía Social y Solidaria - El trabajo antes que el capital/11-José Luis Coraggio • Declaración de los Derechos de las Campesinas y Campesinos - Declaración de Seúl - 2009 / La Vía Campesina (Movimiento Campesino Internacional) • Soberanía alimentaria, entre el despojo y el Buen Vivir/Fredy Napoleón Páez Castro (Desarrollo Rural Exploraciones No.14-2012) • Sumak Kawsay: El Buen Vivir y sus 13 Principios • Encuesta Nacional de la situación nutricional en Colombia /2010-ENSIN-ICBF • Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PNSAN) 2012–2019 • Aportes en torno a una Política Pública y/o un Mandato Popular en torno a la Soberanía y la Autonomía Alimentaria - Bogotá Región y Cundinamarca. • Aportes para la Construcción Participativa de una Propuesta de Política Pública en Soberanía, Seguridad y Autonomía Alimentariay Nutricional –SSAN -en Colombia - corporación ECOFONDO • Revistas Semillas Nos. 53 a 56 • Manual sobre Organizaciones de Trabajadores Rurales y de Economía Solidaria/Jorge Villada-2010 • El Desarrollo del Capitalismo en el Campo /Jorge Villada 2013
foto/ Julio Etchart
Es de gran importancia empezar reconociendo que los pequeños agricultores son los principales aliados de la seguridad y la soberanía alimentaria y actores protagónicos en el esfuerzo de los países por lograr un futuro sin hambre. Están ligados a la Agricultura Familiar que es un sector clave para lograr la erradicación del hambre y el cambio hacia sistemas agrícolas sostenibles. Por tanto, en Colombia defender la soberanía alimentaria es indispensable para cumplir el importante objetivo de reducir la pobreza, porque si el país produce los alimentos que necesita, el campesino no llegará miserable a las ciudades y la población urbana tendrá comida. Lo contrario es someterse a la dependencia alimentaria, formalizar el despojo de las tierras y dejar el sector rural abandonado a la aplanadora minera y energética. En este marco, el Comité de Integración Salsa se propuso mover ideas y reconocientos mutuos entre las iniciativas sociales en torno a lo alimentario, y promover la creación de los Circuitos Agroalimentarios como alternativas de vida y producción diferentes a las dominantes y, para ello, dentro de sus metas definió la publicación de un Manual de fácil acceso, que facilite una mayor comprensión del tema alimentario en el país; avanzar en el análisis crítico sobre las iniciativas sociales existentes, así como sobre los nuevos retos que el país enfrenta, de modo que se aporte a la denuncia de las amenazas, pero también al conocimiento de las propuestas que se proyectan como alternativas de vida y sociedad, para el Buen Vivir y la Paz.