4 Reglas Dietéticas Que Creias Sanas, Pero No Lo Son Tanto! Seguramente siempre estás buscando información sobre cómo comer de forma correcta para garantizar una mejor salud y bajar de peso, pero en el camino sin duda te enfrentas a varias “reglas dietéticas” y restricciones, que no siempre son coherentes con la realidad. 4 Reglas dietéticas que no son sanas. En este artículo conoce algunos ejemplos de reglas dietéticas, que generalmente se consideran sanas, pero en realidad no lo son: La regla que dice que “El gluten es tu enemigo”: de vez en cuando algunos grupos de alimentos siempre terminan siendo considerados buenos para tu salud y villanos dietéticos. Al gluten se le ha considerado el terror. Es cierto que muchas personas pueden experimentar una mejoría en la salud y en su peso mediante la reducción de su ingesta de los nutrientes que, de hecho, pueden pesar. Pero eliminarlo por completo de tu menú sin consultar a un especialista no quiere decir o significa que vayas a convertirte en una persona más sana. La regla dietética que dice “Comer en la noche está prohibido”: nuestro cuerpo es mucho más complejo que un reloj y la idea de que todo alimento después de las ocho de la noche se convierte en grasa en el cuerpo es falso. Lo que si es cierto es que las exageraciones en las comidas no se recomiendan en cualquier momento del día, por supuesto, pero quedarte atascado en este concepto erroneo hace que ignores tus hábitos e incluso puede hacerte más daño. Otra de las regla dietéticas erróneas dice que “Debes comer sólo la parte blanca del huevo”: de hecho, es verdadero que la proteína está presente en la clara de huevo, pero eso no significa que la yema se deba eliminar de tu menú. La parte amarilla de la comida, o sea del huevo también es rico en nutrientes y también puede traerte beneficios para tu salud debido a sus concentraciones de grasa y a sus ácidos grasos omega 3. La regla dietética que dice: “Un desayuno de buenos alimentos”: harina de avena, yogur y otros alimentos típicos de un desayuno saludable garantizan la saciedad y energía para enfrentar un día agitado. Es cierto, pero eso no significa que los alimentos tan poderosos deben limitarse únicamente a esta comida del día. En el almuerzo, la cena y las meriendas entre las comidas también pueden beneficiarte estos alimentos.
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