DEVOCIONAL
Karen Mendoza ESPECIALISTA EN ENTRENAMIENTO
Compassion Honduras
¡Una Vida Victoriosa! Dios nos creó para vivir una vida en Victoria, no para vivir fracasados. Él permite las pruebas en nuestras vidas, para que vayamos de Gloria en Gloria, y Él nunca perderá nuestras batallas. “Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 1 Corintios 15:57” Victoria: Es la actitud interior de fe que nos impulsa a vivir independientemente de las circunstancias que nos rodean, creyendo en el cumplimiento de las promesas fieles de Dios” La Biblia dice que el cristiano puede vivir en victoria constante: 2. Aprender a vivir contentos con lo que tenemos:
Leemos en 2 Corintios 2:14
A veces nuestro gozo o felicidad es externa, la cual depende
“Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en
de las circunstancias, mis pertenecías, logros, cuentas de
triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.”
banco, empleos, carro o el último modelo de celular, etc.,
1. Aprender a ver a Dios aún en los momentos más
esas cosas desaparecen se va la felicidad.
difíciles, en Hechos 2:25 “Porque David dice de él: Veía al Señor siempre delante de mí; Porque está a
.
mi diestra, no seré conmovido“, Dios nos habla, que al decir
David
expresando
que un
no
fuerte
sería
conmovido,
sentido
de
él
está
seguridad. Que
maravilloso es saber que Cristo está a nuestra diestra, y al estar a nuestra diestra en los momentos de prueba, no seremos conmovidos; puede ser que nos doblemos, pero no permitirá que nos quebremos.
con eso nos sentimos felices pero de repente cuando todas Tenemos que aprender a vivir contentos con lo que tenemos dice en 1Tesalonicesces 5:16 “estad siempre gozosos, no dice, a veces, dice siempre. El gozo no depende de cómo estamos exteriormente, depende de mi relación con Dios. Podemos estar pasando por la prueba más dura y sin embargo estar gozosos porque existe la convicción que Dios está con nosotros y tiene el control de todo lo que pasa en nuestra vida, familia, iglesia o trabajo. Saber que Dios tiene pensamientos de bien para nosotros.
3. Olvidarnos del pasado. Algo que yo disfrutaba mucho era conversar con mi abuelita, entre su sencillez de palabra siempre decía cosas muy sabias yo aprendí mucho, pero también ella usaba sus dichos y uno de ellos era: “No hay que llorar sobre la leche derramada” ella hacía referencia que ya de nada servía lamentarse o llorar por las cosas que no se habían podido lograr en determinado tiempo. En filipenses 3:13-14 dice: Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante. No nos estanquemos en nuestro pasado. Es tiempo de olvidar y seguir adelante. Hay mucha gente estancada en el pasado, cuando Dios nos dice: “muévete, avanza”, movámonos a una vida de fe y obediencia sin importar lo que haya pasado. 4. Tener una actitud positiva. Filipenses 4:8 dice “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.“ El que tiene una vida de victoria ve las situaciones venir y las ve como oportunidades para presenciar la Gloria de Dios. Alejemos los pensamientos malos, él que tiene una vida en victoria no piensa en mal, piensa en bien. Los pensamientos negativos son inevitables pero lo que no debemos hacer es agrandarlos, o permitirle al enemigo entrar en nuestra mente; rechacémoslos en el nombre de Jesús. A veces permitimos que vengan pensamientos a nuestra mente porque vemos, oímos o tocamos cosas que no debemos. Además los pensamientos que Dios tiene para usted y para mí son pensamientos de paz y no de mal.
Conclusión: Todos deseamos una vida cristiana victoriosa, y es posible lograrlo como lo enseñan las Escrituras. Cuando reconocemos los atributos de Dios, volvemos hacia Él todo nuestro amor, reconocemos que Él nos amó primero y quiere lo mejor para nosotros, y por último, rendimos a Sus pies todo nuestro ser para que Él obre poderosamente en nuestra existencia. En Dios es posible crecer, y llegar a ser vasos útiles en Sus poderosas manos.
HISTORIA DE IMPACTO
Contenido y Fotos por: Juana Ordóñez ESPECIALISTA EN COMUNICACIONES
Compassion Honduras
VIH/SIDA – Y una Fe más Fuerte que un Diagnóstico (Los nombres reales en ésta historia han sido modificados para proteger la identidad de los personajes principales) María es una mujer valiente y con una fe bien cimentada
en el Señor. Además,
María es
una
paciente con VIH/SIDA, quien vive con el virus desde que tenía 7 años de edad. Discriminación y exclusión son escenarios que María ha tenido que enfrentar: “Desde el día que mis familiares se dieron cuenta de mi condición
de
VIH/SIDA, ellos cambiaron y comenzaron a verme como
un
problema.
Mientras
crecía,
pensé
en
suicidarme ya que no encontraba salida. Sin embargo, Dios intervino y salvó mi vida,” dijo María. A la edad de 14 años, María ingresó a la Fundación Amor y Vida donde recibió los cuidados paliativos, y el
tratamiento
necesario
para
personas
con
VIH/SIDA. Sin embargo, durante su estadía en la Fundación,
María
podía
recibir
visitas
de
sus
familiares, pero solo fue visitada por su madre una vez cada año. A la edad de 19 años, Wendy regresó a casa y continuó su tratamiento con apoyo del Centro de Atención Integral (CAI) más cercano.
Cuando María estaba por cumplir 20 años, quedó embarazada de su hijo José: “Mi hijo es un regalo de Dios. Yo sabía que era arriesgado por mi condición de salud, pero encomendé nuestras vidas en las manos de Dios,” agregó María. Sin embargo, la pareja de María le pidió que abortara o diese el niño en adopción. María estaba
convencida
de
su
decisión
y
no
accedió a la petición de su pareja. Después de 9 meses María dio a luz a su hijo José, pero durante el embarazo se puso en tratamiento para
evitar
la
transmisión
vertical
del
VIH/SIDA al niño. José, el hijo de María, es Después del nacimiento de su hijo, María enfrentó problemas para encontrar trabajo, ya que debido a su condición no puede
realizar
tareas
de
largas
jornadas,
o
exponer
abiertamente su estatus de VIH/SIDA por temor a ser discriminada. Sin embargo, María encontró trabajo con el Programa del Gobierno “Vida Mejor”, en el cual trabaja 3 veces por semana. CSP, Una Oportunidad de Vida Cuando José tenía seis meses, María y su hijo fueron registrados en uno de los Programas de Supervivencia Infantil (PSI) de Compassion. “Me gusta mucho asistir a las actividades del PSI. Las Implementadoras han sido mis consejeras y me han brindado el apoyo necesario. Sin importar
mi
condición
como portadora
del VIH/SIDA,
siempre están pendientes de mi persona y de mi hijo.
He
aprendido mucho a través de las lecciones curriculares de PSI en casa, y nunca falto a las actividades,” agregó María. Como parte del PSI, María ha recibido leche en polvo (fórmula) para su pequeño hijo José, así como ración alimentaria. También
ha sido parte de celebraciones de
cumpleaños, retiros espirituales etc. Además, cada vez que hay escasez de medicamento en el Centro de Atención Integral (CAI), a través del PSI, María es apoyada con el medicamento antiretroviral que necesita.
un niño hermoso de 2 años a quien se le han practicado los análisis pertinentes y no se ha encontrado virus el VIH/SIDA en él.
Alma, Implementadora del PSI dijo:
“María
es
muy
comprometida, y no falta a las actividades Hemos
que
visto
desarrollamos.
como
María
ha
evolucionado y va trascendiendo espiritualmente, a pesar de sus complicaciones de salud. María ama
a
su
inmensamente, soltera
lucha
y
hijo
José
como
madre
por ambos
para
salir adelante. Además, dentro del
PSI,
María
ha
colaborado
dando charlas de prevención a otras
madres
dentro
del
programa.” María ha participado en varios talleres dentro del PSI, uno que le gustó mucho fue el de elaboración de sandalias. “Aprendimos a confeccionar sandalias. Me gustó mucho éste taller, ya que nos permitirá generar ingresos en el futuro. Además, cuando terminamos el taller cada una de las madres registradas recibimos un par de sandalias, las cuales me gusta mucho lucir,” agregó María. María y su hijo enfrentan varios retos, pero de la mano de Jesús su fe es más fuerte que nunca. Sin embargo, María teme no ver crecer a su hijo por su condición de VIH/SIDA, pero está muy consiente que sus días aquí en la tierra serán los días que Dios determine y ha establecido para ella. Como parte del PSI, María ha atesorado en su corazón lo que la Palabra de Dios dice en Deuteronomio 10:17-18 “Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho; que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.”
(Los nombres reales en ésta historia han sido modificados para proteger la identidad de los personajes principales)
Diseño de Revista: Juana Ordóñez Martínez jordonez@hn.ci.org Especialista en Comunicaciones
Compassion Honduras
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