Globalizacion y competitividad en América Latina

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2014 GLOBALIZACION Y COMPETITIVIDAD EN AMERICA LATINA

19/11/2014



GLOBALIZACION Y COMPETITIVIDAD AMERICA LATINA


1. Desarrollo globalización de América latina 2. Efectos de la globalización 3. Desarrollo económico América Latina 4. Proyección de la globalización América Latina 5. Aspectos globalización América Latina



1950 – 1970 - Nacimiento OEA - América Latina está entre dictadura y democracia - Proyectos económicos, sociales e institucionales de integración de América Latina y el Caribe 1971 – 1990 - Crisis de países industrializados por alza de petróleos. - Reducción agrícola en américa latina.

- Mayor exportación en recursos naturales como petróleo crudo y carbón. - Manufacturas en trayecto creciente, confecciones solo para mercado norte americano - Exportaciones aumenta de 74% a 84% - Recursos naturales disminuye de un 23% a 12% 1990 – 1996 - Inversión extranjera directa - Compra de activos de América Latina - Empresas extranjeras en Argentina, Chile, Brasil y México

- Deuda externa. - Democratización de América Latina.

- Homogenización de preferencias tecnológicas - Modificación de políticas nacional y local

- Evolución competitiva. - Crecimiento y desarrollo de países Latino Americanos 1985 – 1998 - Integración de mercados

1991 – 2014 - Privatización de empresas estatales especialmente comunicaciones y servicios


- Creación de nuevos acuerdos comerciales (Reducción de aranceles entre miembros).

- Industrialización, urbanización, nuevas infraestructuras, educación y salud para la mayoría de la población. - TLC Norte América y México, favoreció empresas inversionistas. - Desarrollo económico neoliberal

- Creación de instituciones OMC FMI y BM


POSITIVOS

La globalización en general es buena para todos, aunque por obvias razones los países desarrollados están en ventaja con respecto a los países menos desarrollados (en infraestructura, capital, recursos, tecnología, investigación y desarrollo, políticas y regulaciones, etc.). Dentro de los aspectos positivos de la globalización tenemos

- una reducción en los costos de producción así como una posible reducción en los precios, -aumenta el empleo en los lugares donde llegan las empresas multinacionales (generalmente es en los países menos desarrollados), - aumenta la competitividad de dichas empresas multinacionales

- aumenta la calidad de los productos. - Se utilizan mejores tecnologías de producción y los países menos desarrollados acceden a nuevos bienes que anteriormente no se podían obtener. - Mejora la cooperación entre países para contribuir a la paz y prosperidad universal del ser humano. En el aspecto económico y laboral es claro que contribuye al desarrollo y crecimiento económico mundial - generando empleos y oportunidades de desarrollo en los países que tengan las condiciones necesarias y competitivas que las empresas multinacionales buscan para obtener el máximo beneficio. -De tal forma que el flujo de información e intercambio económico crece y la oferta mundial de productos, bienes y servicios mejora la calidad de vida de los ciudadanos.


Los beneficios potenciales de la globalización son: - crecimiento de la economía global - mayor desarrollo científico y tecnológico - acceso universal a las culturas de todo el mundo - economías de escala y menores costos de producción.

- El crecimiento que promete el mercado globalizado sólo beneficia a los países con materias primas de interés. Gran parte de África, muchos países de América y algunos de Asia quedan fuera de esa tasa de crecimiento. Sólo se busca la expansión económica y la cultural si se es rentable.

- Refuerza un sistema de negocio que no respeta el desarrollo sostenible. NEGATIVOS

- Pérdida progresiva de tasas, aduanas y otros impuestos extranjeros, que a largo plazo podría suponer fuertes problemas que afectarían a los de siempre, a los países más pobres.

- Aumento excesivo del consumismo. Concentración de la riqueza en unos pocos. - Desequilibrio económico. - Aumento del lavado de dinero: procedentes de fraudes, de crímenes organizados o de las drogas. - Crimen organizado: que ha ampliado sus redes y se dedica al contrabando, la prostitución, la venta de armas, el comercio ilegal de obras de arte, etc.

- Las mayores inversiones y, por ende el beneficio, dependen de las empresas de los países más poderosos, lo que no ayuda al crecimiento de los países en vías de desarrollo pero no emergentes.

- Aumento del desempleo: condiciones laborales precarias: muchas horas de trabajo en malas condiciones; trabajo de mujeres y niños; explotación; etc.


La década de los ochenta supuso para América Latina un periodo "perdido": en términos de crecimiento económico, la región presentaba, a finales de este periodo un PIB per cápita menor que en 1980. Los desequilibrios económicos se hacen generales: la inflación llega a los tres y cuatro dígitos, el déficit fiscal se sitúa en el 10% del PIB en la segunda mitad de los ochenta y el desempleo alcanza un promedio anual del 10’5%.

Ante la situación de extrema gravedad en la que se encontraba

En cuanto a su relación con el exterior y su inserción en la economía mundial, la deuda externa alcanzaba límites nunca conocidos (en 1987 supone el 66% del PNB agregado) y la participación en el comercio mundial se redujo a poco más del 3% frente al 6% que presentaba, aproximadamente, al comienzo de la década. En términos sociales, el deterioro se dejaba notar en el descens o de los salarios reales y en el aumento de los niveles de pobreza, superiores en 1990 a los alcanzados a comienzos de los setenta.

inmersos los distintos países latinoamericanos en los ochenta, se empezaron a aplicar políticas económicas ortodoxas. A nivel interno éstas se tradujeron en la puesta en marcha de profundas reformas estructurales que afectan principalmente al papel del Estado, y que fueron acompañadas de un mayor rigor en las políticas monetarias practicadas (disciplina que venía siendo exigida por diversos organismos financieros internacionales, fundamentalmente el FMI). A nivel externo, las políticas ortodoxas o neoliberales conllevaron la adopción de medidas encaminadas a la eliminación de las barreras frente al exterior, tanto en materia de comercio como de inversiones. A raíz de estas medidas, la situación comienza a mejorar en la década de


los noventa reduciéndose considerablemente los desequilibrios macroeconómicos: el déficit fiscal se reduce a mejor del 2% a mediados de al década, el crecimiento de los precios al consumidor cae hasta un 12% para la región en su conjunto y se produce una reactivación de al economía en general. De esta forma, los países de la región se embarcaron en un proceso de liberalización económica interna y externa sin precedentes que marcaría el inicio de su inserción en la economía globalizada. Las condiciones macroeconómicas resultan menos favorables para la región, tras una década de crecimiento consistente, las perspectivas económicas para América Latina y el Caribe se muestran complicadas, principalmente como consecuencia de tres factores: la reducción en el volumen comercial, la moderación de los precios de las materias primas y la incertidumbre en las condiciones financieras y monetarias globales. Esto es consecuencia del débil crecimiento económico de la zona euro de la menor actividad de la economía de china y del impacto de un eventual endurecimiento de la política monetaria de los Estados Unidos.

Se anticipa una menor demanda para los bienes y servicios exportados por la región, debido a la moderación en el crecimiento del comercio mundial.

Mientras que el precio de las importaciones ha permanecido estable, los precios de las principales materias primas exportadas por América Latina y el Caribe han cedido terreno desde 2012. Lo que ha contribuido al deterioro del balance externo, que aunque menor al registrado en los años 90, muestra una creciente. En un extremo se ubican los países exportadores de hidrocarburos, que mantienen superávits de cuenta corriente, mientras que del otro lado están las economías centroamericanas y


caribeñas, que son importadoras netas de materias primas y mantienen déficits en cuenta corriente por encima de 10% del PIB. Finalmente, un futuro endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos encarecerá progresivamente el financiamiento externo y reducirá los flujos de capitales hacia la región, lo que incrementará el nivel de incertidumbre y la volatilidad en los mercados de capitales. Económica, la experiencia de las economías procedentes en Asia y de los países desarrollados de la OCDE puede resultar útil para diseñar una nueva política industrial para la región. Para esto América Latina necesita instituciones sólidas y mayor capacidad para implementar políticas que faciliten una especialización basada en el conocimiento, y que permitan a los países latinoamericanos moverse hacia arriba y obtener un mayor valor

agregado. Los países de la región deben evitar cuellos de botella, permitir un flujo eficiente de bienes y servicios, adoptar procedimientos aduaneros más simples, y mejorar su logística. En aspecto de acceso al financiamiento las condiciones de acceso a los mercados de capitales internacionales en 2013 continúan siendo bastante favorables para América Latina, incluso para varios de los países con problemas en sus cuentas fiscales. Aunque se hayan realizado mejoras en los fundamentos macroeconómicos domésticos, esta compresión de los rendimientos se debe también a factores globales, como la aún abundante liquidez internacional debido a las políticas expansivas de los bancos centrales en los países avanzados de la OCDE y un incremento en el gusto por el riesgo por parte de los inversores internacionales.


Introducir tecnología, implementar programas de capacitación, invertir en costosas campañas en los medios no es la solución si no se tiene un plan de administración estratégica.

Muchas son las definiciones de globalización y podrían citarse por lo menos cinco aceptadas internacionalment e para construir una adecuada al momento en el que se requiere, pero seguir teorizando respecto a qué es, habiéndose dicho tanto, tal vez solamente nos distraiga de un tópico elemental: cómo responder a sus exigencias en nuestras empresas locales.

Las tradicionales políticas en muchos sentidos proteccionistas, avanzan ya hacia un estadio de potenciación de los mercados locales, caracterizado por el desarrollo de las tecnologías de comunicación y de los procesos logísticos que permiten la circulación de bienes y la oferta de servicios en un marco de competencia abrumadora que cada vez ofrece al consumidor mayor variedad y mayores facilidades para obtenerlos. Ese tipo de competencia ha motivado que muchas empresas, especialmente las pequeñas y medianas, trabajen a base de reacciones y no de acciones específicamente trazadas en el plano de su cimentación y crecimiento.

El establecimiento o consolidación de los llamados “bloques regionales” no sólo es


producto de la reciente arremetida de la mundialización capitalista, o no sólo tiene que ver con la índole económica del desarrollo capitalista con proyección mundial, la regionalización es heredera de todo un proceso de despliegue de la

geopolítica del capital y del establecimiento duradero, endeble y a ratos precario de la disputa hegemónica entre Estados Unidos y las otras potencias económicas con proyecciones globales


Dimensión económica El proceso de globalización se efectúa a través de los flujos comerciales de capital, información y conocimiento, que circulan alrededor del mundo y que involucran, en mayor o menor medida, a la mayoría de los países.

Sin embargo, este proceso es profundamente asimétrico y favorece a un pequeño grupo de naciones altamente desarrolladas, quienes controlan la economía mundial, mientras la mayoría de países debe conformarse con el papel de actores pasivos y altamente vulnerables a los cambios internacionales, influenciados por las políticas aplicadas por los centros de poder económico, político, cultural y militar.

Dimensión política De otro lado, pese al innegable avance del comercio internacional y de los flujos financieros, la mayor parte de la actividad se realiza al interior de los países, o dentro de mega bloques económicos, como la Unión Europea o el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). El avance de la globalización ha sido obstaculizado también por grandes conflictos bélicos (primera y segunda guerras mundiales), así como por las crisis económicas de carácter hemisférico. Igualmente, las políticas proteccionistas y discriminatorias, practicadas por las naciones opulentas, impiden que la mayoría de los países participe activamente en los intercambios comerciales y financieros; es decir, no


logran globalizarse, y si lo hacen es solamente a través de las transnacionales residentes en sus economías de enclave. El soporte material de la globalización es la profundización de la división internacional del trabajo, donde el predominio corresponde a un puñado de países altamente desarrollados. Los avances de los países más atrasados están determinados por la presencia del capital extranjero en sus economías, el cual ha ido perfeccionando un esquema de inserción apendicular, donde las decisiones estratégicas son tomadas desde afuera por las empresas transnacionales y sus países de origen. En estas condiciones, cualquier posibilidad de desarrollo independiente es cada vez más difícil. Dimensión social

El índice no es en modo alguno una medida integral del desarrollo humano. Por ejemplo, no incluye indicadores importantes tales como respeto por los derechos humanos, la democracia y la igualdad, aunque sí provee una amplia perspectiva para ver del progreso humano y la compleja relación entre el ingreso y el bienestar” (PNUD, 2006: 47). Además la evolución del IDH a lo largo de los años no ha sido igual para todos los países y no necesariamente los más desarrollados económica y tecnológicamente son los que muestran los mejores resultados. Resumiendo, se puede afirmar que ha habido un importante avance en materia de desarrollo humano. Sin embargo, persiste una situación precaria para el grupo de países de DH e ingreso bajos, que incluye un importante porcentaje de la población mundial, situándola al margen de los beneficios de la globalización. El soporte ideológico de la globalización

La globalización afecta el índice de desarrollo humano. De acuerdo con el PNUD, el índice del desarrollo humano “ provee una medida compuesta de tres dimensiones del desarrollo humano: vivir una vida larga y saludable (medida por la esperanza de vida); tener educación (medida por la tasa de alfabetización de adultos y de matriculación en la enseñanza primaria, secundaria y terciaria); y gozar de un nivel de vida digno (medido por el ingreso según la paridad del poder adquisitivo).

El soporte ideológico de la etapa actual de la globalización es el pensamiento neoliberal, que promueve el libre comercio y la hegemonía del mercado, como regulador de las relaciones de producción en el mundo.

En la práctica, los programas de ajuste promovidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, han empeorado la situación social y económica de los países menos


desarrollados, convirtiéndolos paulatinamente en enclaves del capital extranjero. 6. Los efectos de la globalización Sustentada en la fetichización del mercado, la globalización capitalista promueve al máximo el consumismo desaforado, la cultura del “ úselo y tírelo” , con el consecuente deterioro del medio ambiente y el agotamiento de los recursos naturales no renovables. Este modo de consumo se traslada a través de múltiples canales a las naciones menos desarrolladas, las cuales, sin haber alcanzado el nivel de desarrollo adecuado, se ven abocadas a

asimilar patrones culturales ajenos a sus propias realidades, provocando distorsiones de índole estructural e impidiendo el desarrollo del mercado interno. Un efecto importante es la imposición, por parte de organismos como el FMI y el Banco Mundial, (bajo el comando de las transnacionales), de políticas de ajuste estructural de las economías dependientes, tales como una mayor apertura a la competencia externa, privatización de las empresas estatales y extranjerización de las privadas nacionales, flexibilización jurídica para que haya una mayor afluencia de inversiones extranjeras,

flexibilización laboral, para garantizar un marco jurídico de explotación del recurso humano local en condiciones ventajosas.



América Latina sigue contando con bajas tasas de productividad. El Índice de Competitividad Global del Informe señala un estancamiento generalizado de la competitividad en la región. Chile (34º) sigue a la cabeza de la clasificación regional, aventajando a Panamá (40º), Costa Rica (54º) y México (55º), que se mantienen relativamente estables. Brasil pierde ocho puestos (56º). La región sigue afectada por un funcionamiento de las instituciones débil, infraestructura deficiente e ineficiencia en la asignación de factores de producción, como resultado de un nivel insuficiente de competencia y – aspecto muy importante – una brecha en materia de formación y capacitación, tecnología e innovación que impide a muchas compañías y naciones avanzar hacia actividades de mayor valor añadido

Una mejora en el desempeño logístico puede ayudar a promover un cambio estructural en la región: En América Latina 57% de las exportaciones son productos perecederos o intensivos en

logística. En los países de la OCDE esta proporción es del 17%. Al mismo tiempo, los costos de flete, especialmente a destinos intraregionales, son elevados como consecuencia de la baja eficiencia y calidad del transporte. Estos retos logísticos afectan la competitividad de la región y debilitan los esfuerzos por alcanzar un crecimiento económico sostenible. Por ejemplo, mejoras en logística podrían ayudar a mejorar la productividad laboral en aproximadamente 35%.

Las mejoras logísticas aumentan la competitividad: Los gastos de transporte entre Estados Unidos y sus socios comerciales representan en promedio el


doble de los costos arancelarios. Para América Latina estos gastos son casi nueve veces superiores. A pesar de los esfuerzos por promover acuerdos de libre comercio y facilitar el intercambio de bienes y servicios, aún existe un amplio margen para reducir los costos logísticos. Las mejoras permitirán reposicionar a los

países latinoamericanos en las cadenas globales de valor. Asimismo, pueden facilitar que las pymes participen en el sector exportador, al facilitar su encadenamiento productivo como resultado de los menores costos de transacción.


POSITIVOS

NEGATIVOS - Innovación de productos y servicios como factores diferenciadores - Fomentación de desarrollo empresarial - Desarrollo de las multinacionales (inversiones extranjeras) - Mayor productividad

-Poco financiamiento

-Procesos de mejoramiento de estructura vial

- Falta de integración de países latinoamericanos, lo cual no permite lograr niveles de competitividad - Saturación de los mercados - Altos impuestos - Devaluación y revaluación - Deuda externa - Baja calidad de vida - Migración Laboral


El estudio de la CEPAL DEL 2014 nos señala que en el contexto externo para el desarrollo económico de América Latina y el Caribe ya no están favorable como lo fue en la década pasada, y que la región, en los primeros meses del 2014 se mantiene la baja tasa de crecimiento observada en el último trimestre de 2013. De esta forma, se estima que el crecimiento de la economía regional disminuiría de un 2,5% en 2013 a un

y la República Dominicana crecerán un 4,4%, mientras que América del Sur se expandirá un 1,8%, aunque en este caso con mucha diversidad de un país a otro. El Caribe mostrará una tendencia distinta, ya que se prevé una aceleración del crecimiento de un 2,0% en 2014, frente a un 1,2% en 2013.ç

2,2% en 2014, lo que implica una revisión a la baja de la proyección de crecimiento del PIB regional publicada por la CEPAL en abril de 2014, de un 2,7%.

2014 responde a diversos factores. En algunos casos (Argentina y Venezuela (República Bolivariana de)), los datos de los primeros meses de 2014 reflejan la agudización de algunos desequilibrios que se venían manifestando en los últimos años, con riesgos crecientes de necesidades de ajuste del dinamismo de

En términos subregionales, se estima que el Istmo Centroamericano más Haití

La disminución de la estimación de crecimiento económico regional para


la actividad económica interna a la luz de la capacidad de estos países de financiar el gasto interno. En otros (Chile y Perú) el menor dinamismo de la actividad económica responde al menor dinamismo de la inversión y la desaceleración del crecimiento del consumo de los hogares. En el Brasil, la actividad económica, sobre todo la inversión, sigue siendo débil. Finalmente, en México, pese a que la tasa de 2014 sería superior a la de 2013, la recuperación del crecimiento no sigue el ritmo anteriormente pronosticado

Respecto de las perspectivas de crecimiento para el año en su conjunto, preocupa la debilidad de la formación bruta de capital fijo que se observa durante el primer trimestre en varias de las economías más grandes de la región. Por otra parte se estima que Bolivia (Estado Plurinacional de), Colombia, el Ecuador y Panamá crecerán a tasas bastante superiores al promedio regional, de la mano del crecimiento de la inversión y del dinamismo del consumo de las familias. La debilidad del crecimiento económico

regional afecta la demanda laboral, que se mantiene acotada. Si bien, al igual que el crecimiento económico, la generación de empleo formal dejó de desacelerarse a inicios del año en comparación con el cuarto trimestre del año anterior, sigue siendo insuficiente para las necesidades de los hogares respecto de la percepción de ingresos laborales en un plazo más largo, y las perspectivas de contratación no muestran un repunte (Manpower, 2014). El hecho de que esta baja generación de empleo no se exprese en un incremento de la desocupación se debe a la caída de la participación, la que se concentra en algunos países. Si bien esta configuración en 2014 podría incidir en una nueva baja de la tasa de desocupación regional, en el plazo más largo la debilidad de la generación de empleo tendería a traducirse en un aumento del empleo informal y de la desocupación, lo que subraya la importancia de fortalecer las bases de corto, mediano y largo plazo del crecimiento, tal como se discute en la segunda parte de este Estudio Económico.


El déficit agregado de 1.8% del PIB en la cuenta corriente en 2012 se mantiene en niveles relativamente manejables.

En general, esto ha deteriorado el balance externo de los países de América Latina y reducido la contribución de la demanda externa al crecimiento. A pesar del deterioro reciente, el déficit agregado de cuenta corriente de América Latina de 1.8% del PIB en 2012 se mantiene en niveles relativamente manejables, en comparación con la situación durante los años 90, y las últimas proyecciones para 2013 muestran solamente un leve deterioro en el déficit en cuenta corriente de 2% del PIB para la región (CEPAL, 2013). Sin embargo, el promedio esconde una dispersión importante entre los países. En un extremo se ubican los exportadores netos de hidrocarburos que mantienen superávits importantes de cuenta corriente [Trinidad y Tobago del 8.4%, Bolivia (Est. Plur. de) del 4.5% y Venezuela (Rep. Bol. de) del 4.0% del PIB en 2012] y, en el otro, están varios de los importadores netos de materias

primas de Centroamérica y el Caribe (con déficits en cuenta corriente por encima de 10% del PIB). Los países de América del Sur tienden a tener déficits más moderados o incluso un saldo positivo (entre un saldo de -3.2% del PIB en Colombia al leve superávit de 0.3% del PIB en Argentina), mientras que México exhibe un saldo de -0.7% del PIB. El contexto internacional para las economías de América Latina será menos favorable por el lado de la demanda externa y los precios de materias primas y sujeto a riesgos e incertidumbres en lo que refiere a las condiciones de financiamiento externo, en particular frente a la volatilidad en los mercados de capitales internacionales frente al proceso de normalización de la política monetaria en Estados Unidos. En promedio, la región tiene necesidades de financiamiento externo moderadas y una composición de activos y pasivos que mitigan los riesgos de problemas de balanza de pagos. Sin embargo, este promedio esconde realidades heterogéneas, ya que mientras que algunos de los países exportadores de materias primas de América del Sur enfrentarían estos riesgos con posiciones sólidas, en otros países, especialmente en el Caribe, hay considerablemente más restricciones. Algo similar ocurre a nivel del espacio


fiscal disponible para actuar contracíclicamente en caso de un deterioro mayor en la demanda agregada. Mientras que los saldos fiscales se han deteriorado en muchos países de la

región, algunos países han reducido sus niveles de endeudamiento por las condiciones de financiamiento favorables y efectos de valuación.


Luego de un periodo de dinamismo significativo, apenas interrumpido por la crisis financiera global, América Latina enfrenta hoy en día un periodo de moderación de sus tasas de crecimiento. Si bien esta moderación por ahora no es dramática, hay razones para considerarla como relativamente persistente en ausencia de acciones de política que eleven la capacidad de crecimiento de las economías de la región. Un menor crecimiento puede tener consecuencia s importantes para los países de la región, donde muchos ciudadanos han logrado salir de la pobreza y han comenzado a formar parte de las clases medias emergentes. Un crecimiento más bajo implicará en general la creación de menos puestos de trabajo, menor crecimiento de los salarios y también un

espacio fiscal más reducido para brindar más servicios y bienes públicos que crecientemente demanda la ciudadanía a los gobiernos latinoamericanos. América Latina se presenta con una menor demanda externa y mayores incertidumbres en las condiciones de financiamiento externo, frente al proceso de normalización de la política monetaria en Estados Unidos. En promedio, la región tiene necesidades de financiamiento externo moderadas y una composición de activos y pasivos que mitigan los riesgos de problemas de balanza de pagos. Sin embargo, este promedio esconde realidades heterogéneas. Mientras que algunos de los países presentan fundamentos sólidos, en otros países, especialmente en el Caribe, hay considerablemente más restricciones. Algo similar ocurre a nivel del espacio fiscal disponible para actuar contra-


prevenir y atenuar posibles problemas de estabilidad financiera.

cíclicamente en caso de un deterioro mayor en la demanda agregada. Mientras que los saldos fiscales se han deteriorado en muchos países de la región, algunos países han reducido sus niveles de endeudamiento por las condiciones de financiamiento favorables y efectos de valuación. La normalización de la política monetaria de Estados Unidos también podría presentar desafíos para los sistemas financieros de América Latina luego de expansiones significativas del crédito en varios países de la región. En este sentido, es necesario monitorear la solidez de los sistemas financieros de la región y tomar las medidas pertinentes para garantizarla. En particular, es importante diseñar indicadores para los riesgos sistémicos y sistemas de monitoreo del crédito apropiados, así como medidas macroprudenciales, con el objetivo de

En primer lugar, un crecimiento global más débil entraña una ralentización del comercio. En efecto, el volumen del comercio global de bienes y servicios pasó de crecer a tasas superiores al 7% en la década anterior a una expansión cercana al 4% en 2012, y no se espera que en los próximos años supere el 6%. Naturalmente, esto implica una menor demanda para los bienes y servicios que exporta la región que disminuye la producción. De hecho, existe una estrecha correlación entre el crecimiento de América Latina y el crecimiento del volumen de comercio global. En segundo lugar, la menor demanda global frena la expansión de los precios de las materias primas, rubros importantes de exportación, sobre todo en América del Sur. Los precios de las principales materias primas que exporta América Latina han cedido terreno desde 2012. En particular, los metales industriales, principalmente el cobre, han registrado una de las mayores correcciones desde mediados de 2011.


Vulnerabilidades de América Latina a un mayor deterioro externo América Latina no se mueve en forma monolítica al ritmo de la economía global. Más allá de la tasa de crecimiento global, su composición importa, pues los países de la región se verán afectados dependiendo de qué exportan, a quién y cuán grandes son sus necesidades de financiamiento externo. En esta sección nos concentraremos en la vulnerabilidad macroeconómica que surge del patrón de especialización comercial de la región. Por el lado del comercio exterior, América Latina se encuentra expuesta por la concentración tanto de sus productos como la de los socios comerciales. Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial de la región con un 35% de participación en las exportaciones totales de la región). Por ejemplo, México dirige el 80% de sus exportaciones de productos a Estados Unidos, Colombia el 43%, Costa Rica el 37% y Venezuela (Rep. Bol. de) el 28%. México es particularmente vulnerable al ciclo económico en Estados Unidos dado que el grueso de sus exportaciones hacia ese mercado son manufacturas en cadenas de valor, entre las que destacan electrónicos, textiles y automóviles y autopartes. De modo que un cambio en la demanda en Estados Unidos tiene

repercusiones directas en el volumen de producción industrial en México. No en vano, la recuperación reciente de México ha ido de la mano de la de Estados Unidos. Los países de Centroamérica con industrias manufactureras exportadoras a Estados Unidos, también son altamente vulnerables. Una reducción de la actividad en Estados Unidos tendría un impacto directo sobre el impulso de la demanda externa al crecimiento, por la vía de una contracción del volumen de producción industrial. Por el contrario, una reducción de la actividad en Estados Unidos afectaría más indirectamente a algunos exportadores netos de materias primas por la vía del impacto en los precios, más que por el volumen de comercio, particularmente en el caso de los hidrocarburos. . Por otro lado, la exposición comercial directa de América Latina a Europa es moderada (12%), aunque varía de país a país (22% en el caso de Brasil, 18% en Costa Rica, 17% en Chile, 16% en Argentina y Perú, entre los más expuestos). En este sentido, aunque el impacto de una mayor contracción de la demanda de bienes y servicios proveniente de Europa no sería necesariamente despreciable, en la mayoría de los países sería relativamente modesto.


Apertura económica La Apertura Económica que experimentó Colombia a principios de los noventa fue uno de los muchos pasos que dio el continente suramerican o para integrarse a la economía global. Los principales proponentes de esta política comercial llegaron al poder durante la administración del Presidente Ronald Reagan en Estados Unidos, y la Primer Ministro Margaret Thatcher en Inglaterra. En Sur América, Chile fue el país que más notablemente adoptó este modelo económico durante el periodo en que el general Augusto Pinochet estuvo en el poder. La lógica detrás de este modelo consiste en que al introducir un elemento de competitividad extranjera, la calidad de los productos internos y la innovación aumentan, mientras que los costos tienden a bajar, de tal manera que es de mayor beneficio para el consumidor. Entre los países latinoamericanos que se han insertado en la economía mundial

mediante esta estrategia de apertura al mundo se encuentran Panamá y Chile, que constituyen las economías más globalizadas de la región. Son los campeones latinoamericanos del libre comercio (Chile) y la inversión extranjera (Panamá). Hasta cierto punto, las economías más importantes de América Latina (Brasil, México y Argentina) también se han abierto al mundo y han consolidado sus vínculos económicos con socios extrarregionales, como la UE y China. Y si Chile es el país más globalizado de América Latina en términos económicos, Brasil es el único con aspiraciones políticas globales. Ha ampliado y profundizado sus relaciones con China, la India y Sudáfrica y ha firmado diversos acuerdos con Alemania, la India y Japón para obtener una banca permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. BLOQUES ECONOMICOS A pesar de tales adversidades, tres mercados han emergido en la región como posibles modelos de apertura: Brasil, Chile y México. Estas naciones han demostrado tener la motivación y los recursos que se necesitan para triunfar


en un mercado mundial en pleno crecimiento, y son conscientes de lo importante que es forjar vínculos fuertes con la economía más poderosa del mundo. Brasil, por ejemplo, negoció aproximadamente US$ 20 mil millones con los Estados Unidos en el 2002. Como una de las economías latinoamericanas más prometedoras, Brasil ha mostrado en años recientes moderadas rachas de alzas de su economía y, a pesar de su desafiante postura inicial hacia el ALCA, dicho país cree que una zona de libre comercio es conveniente por muchas razones, como, por ejemplo, la ventaja de ser exonerados de los aranceles de exportación hacia USA. La producción total brasileña está creciendo en ciertos sectores de exportación y los productos brasileños en general siguen siendo comercializados a pesar del estancamiento de la economía nacional, en parte impulsados por la depreciación del Real. Existen también grandes expectativas en torno al progreso del gobierno en términos del estímulo a la producción industrial, ya que se prevé, que existirá una recuperación, superando la baja del 10.6% que presentó en el 2002. INFRAESTRUCTURA En los últimos años, en América Latina y el Caribe las inversiones en infraestructura económica y sus servicios derivados han sido insuficientes. Si bien los determinantes que generaron esta situación han sido variados (por ejemplo, la elevada volatilidad macroeconómica, la falta de políticas integrales, problemas regulatorios, y problemas de financiamiento, entre otros), esta

estrechez física se evidenció desde diferentes perspectivas. Desde el punto de vista interno, la demanda de infraestructura (aproximada por las necesidades de los consumidores y las empresas o por la evolución del volumen de comercio) careció de ser plenamente satisfecha. Por otra parte, las menores respuestas de la oferta también repercutieron en ampliar la brecha con relación a otras regiones y países, particularmente los del Este de Asia.

DESEMPLEO Durante 2013 los mercados laborales reflejaron la desaceleración del crecimiento económico, y la generación de empleo se desaceleró fuertemente. En consecuencia, por segunda vez en los últimos diez años, la tasa de ocupación urbana cayó, aunque solo 0,1 puntos porcentuales, del 56,6% al 56,5% (promedio ponderado de 18 países;


contracción fue más alta que la estimada previamente, la tasa de desempleo abierto urbano se redujo 0,2 puntos porcentuales, del 6,4% al 6,2% (en lugar del 6,3% como se estimó en el Balance Preliminar). En términos absolutos, el número de desempleados urbanos disminuyó en aproximadamente 160.000 personas, con lo cual se estima que en las zonas urbanas de la región 13,5 millones de personas de 15 años y más están todavía en situación de desempleo. véase el cuadro A.8 del anexo). El factor que originó esta menor generación de empleo fue el enfriamiento de la demanda laboral, que se expresó en una expansión marcadamente menor de la generación de empleo asalariado; esta expansión se estima en un 1,5% (en comparación con un 3,1% en 2012). Por otra parte, también se redujo la intensidad de la inserción en el mercado laboral de la población en edad de trabajar, por lo que se contrajo la tasa de participación urbana. Este proceso se profundizó hacia fines del año, por lo que esta tasa bajó del 60,5% al 60,3%. Esta menor participación laboral se debió a una caída de la participación laboral de los hombres (en el promedio ponderado de 16 países), mientras que la de las mujeres se mantuvo estable. En el promedio simple de estos países, la participación laboral de las mujeres se incrementó 0,3 puntos porcentuales, mientras que la de los hombres se estancó. Debido a la contracción de la participación laboral, la menor tasa de ocupación no generó un aumento de la tasa de desempleo. Como dicha

En la mediana de 16 países, la tasa de desempleo cayó levemente tanto para los hombres como para las mujeres, pero por razones opuestas. Entre los hombres (tal como en el agregado) la tasa de ocupación se redujo, pero la mencionada contracción de la tasa de participación impidió que esto se expresara en un mayor nivel de desempleo, mientras el aumento de la tasa de participación de las mujeres fue compensado con creces por un incremento del nivel de empleo femenino. TECNOLOGIA

La incorporación de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en la esfera de la educación ha estado acompañada de la promesa de que estas son herramientas que ayudarán a hacer frente a los principales retos que tienen


ante sí los países de la región en ese ámbito. En efecto, desde los primeros proyectos de incorporación de las TIC a la educación en la región, anales de la década de 1980, estas se han concebido como una prioridad para lograr la disminución de la brecha digital, promover la modernización de los procesos de aprendizaje o favorecer la adquisición por los estudiantes de competencias y de habilidades cognitivas. También se ha destacado que las TIC permiten una mayor conciencia en los procesos de administración institucional y académica de los centros educativos (Hilbert, Bustos y Ferraz, 2005).


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