LA NOVELA SOCIAL La novela realista de los a単os cincuenta en Espa単a
LA NOVELA SOCIAL Introducción: Los años cincuenta 1. Obras. 2. La preocupación social. El realismo. 3. Temas. 4. Técnicas y estilo. Enfoques: objetivismo/realismo crítico. 5. El Jarama.
Introducción: Los años cincuenta Durante los años cincuenta se constata el fracaso de la autarquía y se inicia una ligera apertura hacia el exterior (los acuerdos con Estados Unidos de 1953 o el ingreso en la O.N.U. en 1955). Ello traerá las primeras protestas contra el régimen o la posibilidad de leer autores extranjeros y conocer nuevas formas de novelar. Fruto de ello nace una nueva forma de hacer novela, la novela social, que reproduce fielmente la realidad que quiere retratar (es realista) y busca de manera más o menos explícita una intención social (denuncia la desigualdad, la miseria, el atraso o la falta de libertades). Esta es la tendencia dominante de toda esta década según Gonzalo Sobejano.
El dictador Franco y el presidente de EE.UU. Eisenhower en Madrid en 1959
1. OBRAS PRECURSORAS DE 1951
1. OBRAS: 1954, ツォAテ前 INAUGURALツサ
1. NOVELAS SOCIALES ENTRE 1956 y 1961 Durante estos años publican también novelas sociales Juan García Hortelano, Juan Marsé, Juan Goytisolo, Jesús López Pacheco, Antonio Ferres, José Manuel Caballero Bonald o Alfonso Grosso. A todos estos escritores que empiezan a publicar en torno a la mitad del siglo, algunos críticos los estudian bajo el nombre de «Generación del 55», un grupo de autores inconformistas y con gran preocupación social.
2. LA PREOCUPACIÓN SOCIAL. EL REALISMO Estos autores despiertan frente a la realidad histórica movidos por una serie de influencias literarias, políticas y filosóficas muy claras.
Novelistas realistas españoles del siglo XIX (Galdós, Clarín) y del XX (Baroja, Sender)
Novelistas extranjeros: «neorrealismo», «generación perdida», «nouveau roman»
LA NOVELA SOCIAL: Influencias recibidas
Pensadores marxistas (Lukács)
Pensadores y autores existencialistas (Sartre, Camus)
2. LA PREOCUPACIÓN SOCIAL. EL REALISMO «La literatura no debe reflejar solo la realidad, sino explicarla e, incluso, transformarla» «El escritor tiene una función social, y será cómplice de la opresión si no se alía con los oprimidos» «No se es escritor por decir ciertas cosas, sino por decirlas de cierta manera» Jean -Paul Sartre
2. LA PREOCUPACIÓN SOCIAL. EL REALISMO «Es sabido que el primer deber de todo novelista estriba en describir la realidad sin falsificarla…Pero además escribir novelas Juan Marsé significa para mí defender una causa» «En una sociedad en la que las relaciones humanas son fundamentalmente artificiales, el realismo se convierte en una necesidad. Para nosotros, escritores españoles, la realidad es la única Juan Goytisolo evasión» «Intento, como otros hombres de mi generación, testimoniar e inquietar. Adopto una actitud de denuncia y comprometida»
Alfonso Grosso
3. TEMAS Dureza de la vida en el campo
El mundo del trabajo y las clases trabajadoras
La emigraci贸n
Miseria y marginaci贸n de los suburbios
Insustancialidad de la burgues铆a
La guerra civil como recuerdo
Todos estos temas se resumen en la infructuosidad de los esfuerzos del pueblo y en la soledad social
3. TEMAS
ESPAÑA AÑOS 50: FOTOGRAFÍAS DE CARLOS SAURA
3. TEMAS La vida del campo vista desde
La denuncia de la abulia y su aspecto duro y opresivo, aparece pasividad de la burguesía se en novelas como Los bravos de Fernández Santos, El fulgor y la sangre de Aldecoa, La zanja de Grosso y Dos días de septiembre de Caballero Bonald
refleja en Juego de manos de Juan Goytisolo o en las novelas de García Hortelano (Nuevas amistades o Tormenta de verano)
El mundo del trabajo y el
La emigración es uno de los
ambiente difícil en que viven los obreros aparece en Central eléctrica de López Pacheco o La mina de López Salinas
temas de La piqueta de Antonio Ferres
La vida de los suburbios de La guerra civil como recuerdo y la ciudad se refleja en La resaca sus efectos en niños y adolescentes de Juan Goytisolo
se representa en Duelo en el paraíso de Juan Goytisolo o en Primera memoria de Ana María Matute
4.LA NOVELA SOCIAL: TÉCNICAS Y ESTILO 4.1. Protagonista colectivo o múltiple
4.2. Simultaneización de los acontecimientos: condensación temporal y espacial
4.3. Dos enfoques: objetivismo / realismo crítico
4.1.PROTAGONISTA COLECTIVO «La mañana sube, poco a poco trepando como un gusano por los corazones de los hombres y de las mujeres de la ciudad; golpeando, casi con mimo, sobre los mirares recién despiertos, esos mirares que jamás descubren horizontes nuevos, paisajes nuevos, nuevas decoraciones. La mañana, esa mañana eternamente repetida, juega un poco, sin embargo, a cambiar la faz de la ciudad, ese sepulcro, esa cucaña, esa colmena…» Camilo José Cela, La colmena
4.1.PROTAGONISTA COLECTIVO La novela social sustituye el protagonista individual por otro múltiple. La colmena ya presentaba una realidad selectiva (más de trescientos personajes), con propósito generalizador, de lo que sería el Madrid de posguerra.
La ausencia de un protagonista concreto conlleva la ausencia de valores individualistas que no son sustituidos por otros de la colectividad. Son personajes pacientes, pasivos, que padecen el sufrimiento y la soledad.
4.2. SIMULTANEIZACIÓN DE ACCIONES MÚLTIPLES Se concibe la novela como una suma de acciones múltiples ligadas entre sí por un apoyo espaciotemporal. El ámbito de las acciones se circunscribe a un pueblo, un barrio, una ciudad. El tiempo novelesco se reduce deliberadamente a uno o pocos días. Se acaba con la presentación de la novela en capítulos y se presenta como una acumulación de secuencias al modo cinematográfico y sin saltos temporales.
4.2. SIMULTANEIZACIÓN DE ACCIONES MÚLTIPLES: LA TÉCNICA CALEIDOSCÓPICA EN LA COLMENA Los personajes aparecen y desaparecen en la novela. Se nos presentan como en una colmena humana, donde ningún sobresale en nada sobre la uniformidad de los demás. Son sacados de su anonimato por el autor en una secuencia, y luego son abandonados durante páginas, para ser rescatados nuevamente ante el lector unas páginas más adelante. Al empleo de esta técnica narrativa se le conoce como «técnica
caleidoscópica».
4.3. ENFOQUES DE LA NOVELA SOCIAL Perspectiva de cámara de cine
OBJETIVISMO: sin intervención del autor
NOVELA SOCIAL
Magnetofonismo
Estilo desnudo
REALISMO CRÍTICO: con valoraciones del autor
Denuncia social explícita
4.3. ENFOQUES DE LA NOVELA SOCIAL: EL OBJETIVISMO «Narrar las historias novelescas con la misma imparcialidad que lo haría una cámara cinematográfica, esto es, reproduciendo fielmente, sin añadir o intentar análisis alguno, lo que es pura exteriorización de una conducta humana en un espacio determinado y en una situación dada» José María Castellet
Los principales autores objetivistas o próximos al objetivismo son Rafael Sánchez Ferlosio, Juan García Hortelano, Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos y Carmen Martín Gaite
4.3. ENFOQUES DE LA NOVELA SOCIAL. EL OBJETIVISMO: INNOVACIONES TÉCNICAS Y ESTILÍSTICAS Desaparición del narrador Se adopta la perspectiva de la cámara cinematográfica: se relata en tercera persona, se eliminan las transiciones, se da relieve a todo lo visual.
Luis García Berlanga Ladrón de bicicletas de Vittorio de Sicca
4.3. ENFOQUES DE LA NOVELA SOCIAL. EL OBJETIVISMO: INNOVACIONES TÉCNICAS Y ESTILÍSTICAS Los personajes son presentados solo exteriormente con sus palabras y sus reacciones, tal como sostiene el behaviorismo. Se transcriben fielmente los diálogos («magnetofonismo»). Se descartan las descripciones impresionistas. Se adopta el estilo de la crónica: es desnudo, sencillo, directo.
4.3. ENFOQUES DE LA NOVELA SOCIAL. EL REALISMO CRÍTICO El realismo crítico pretende realizar en la novela una denuncia social explícita de todo aquello que narra, con interpretaciones y valoraciones del autor. Destacan entre los novelistas del realismo crítico Armando López Salinas, Jesús López Pacheco, José Manuel Caballero Bonald y Juan Goytisolo.
5. EL JARAMA DE RAFAEL SÁNCHEZ FERLOSIO Marcó un hito dentro de la novela española de la posguerra, convirtiéndose en una referencia obligada para la novela social. Es un relato simultáneo y objetivo, en tercera persona y cuya acción transcurre a lo largo de dieciséis horas. Habla de dos grupos contrapuestos: una pandilla de jóvenes madrileños y un grupo de lugareños, en un caluroso domingo de verano junto al río Jarama. La acción se reduce a la mínima expresión y pierde total trascendencia para dejar paso al auténtico objetivo de la novela: presentar el contraste que existe entre la superficialidad e intrascendencia de las acciones y conversaciones de la ciudad, frente a la autenticidad y superioridad de la naturaleza.
5. EL JARAMA El sol arriba se embebía en las copas de los árboles, trasluciendo el follaje multiverde. Guiñaba de ultrametálicos destellos en las rendijas de las hojas y hería diagonalmente el ámbito del soto, en saetas de polvo encendido, que tocaban el suelo y entrelucían en la sombra, como escamas de luz. Moteaba de redondos lunares, monedas de oro, las espaldas de Alicia y de Mely, la camisa de Miguel y andaba rebrillando por el centro del corro en los vidrios, los cubiertos de alpaca, el aluminio de las tarteras, la cacerola roja, la jarra de sangría, todo allí encima de blancas, cuadrazules servilletas, extendidas sobre el polvo.[…] - ¡Bueno, hombre!, ¿qué os pasa ahora? ¿Me la vais a quitar? - Echaba el brazo por los hombros de Carmen y la apretaba contra su costado, afectando codicia, mientras con la otra mano cogía un tenedor y amenazaba, sonriendo: - ¡El que se arrime...! - Sí, sí, mucho teatro ahora -dijo Sebas-; luego la das cada plantón, que le desgasta los vivos a las esquinas, la pobre muchacha, esperando. - ¡Si será infundios! Eso es incierto. - Pues que lo diga ella misma, a ver si no. - ¡Te tiro...! -amagaba Santos levantando en la mano una lata de sardinas. - ¡Menos! - Chss, chss, a ver eso un segundo... -cortó Miguel-. Esa latita. - ¿Esta? - Sí, esa; ¡verás tú...! - Ahí te va. Santos lanzó la lata y Miguel la blocó en el aire y la miraba: - ¡Pero no me mates! -exclamó-. Lo que me suponía. ¡Sardinas! ¡Tiene sardinas el tío y se calla como un zorro! ¡No te creas que no tiene delito! -miraba cabeceando hacia los lados. - ¡Sardinas tiene! -dijo Fernando-. ¡Qué tío ladrón! ¡Para qué las guardabas? ¿Para postre?