Un aborto feminista es un aborto seguro, de Guillermina Olivares y Montserrat Saiz

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u n a b o r t o f e m i nista es un aborto seguro Guillermina Olivares y Montserrat Saiz


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Título: U n a b o r t o f e m i n i s t a e s u n a b o r t o s e g u r o Autoras: G u i l l e r m i n a O l i v a r e s y M o n t s e r r a t S a i z

To d a s l a s p o r ta d as de los fanzines POPOVA s o n rep ro d u c c i o nes de diseños para tela h e c h o s p o r Va r vara Stepánova y Liubov Popova.

Este es un proye c to i m p u l s a d o p o r

Ed i to ra

E ste m ater i a l f u e impreso y co nfe c c i o n a d o por

L a P l ata - A rge nt i n a - I n do a m ér i ca P r i m era e d i c i ó n o c t u b re d e 2 0 1 9


En este mundo capitalista donde el tiempo es dinero y lo productivo se valoriza en demasía, dedicar nuestras energías a organizarnos, formarnos y disponer de nuestro tiempo para acompañar el tránsito de una decisión, desaprobada por un amplio espectro de la sociedad, criminalizada hasta ahora por el Estado y condenada por las rancias iglesias, nos parece un acto de rebeldía. En este mundo patriarcal donde nos fuerzan a vivir en soledad muchas de nuestras decisiones, romper las barreras que nos aíslan, estar para la otra persona, de cuerpo u oreja presente, acompañar gritos y suspiros de quienes abortan, estar vibrando el pulso de una expulsión y festejar cada vez que una termina, lo pensamos como un acto de insumisión. Esa es una de nuestras apuestas. Prefigurar lo que nosotres entendemos como un aborto libre y feminista. Extracto del Manifiesto de la Red Fuega.

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Introducción “(…) la experiencia del aborto justamente nos dice que el cuerpo no cabe en el derecho y que el problema del aborto, no se termina con su legalización. Entonces, ni la ciencia ni los DDHH son un pozo de agua donde calmar nuestra sed. (…) cuando nos presentan argumentos en los que no nos reconocemos, argumentos que pretenden explicar nuestros actos a costa de dejar afuera nuestra experiencia, cuando nos tiran el hueso de ideas que no podemos encarnar, es mejor sumergirnos en otras aguas, en aguas que al principio se ven turbias porque son móviles, pero son nuestras… y es atravesándolas el único modo de apropiarnos de nuestra experiencia”. Laura Klein1

Escribir este material nos ha atravesado de diversas formas y en distintos momentos como activistas por la despenalización del aborto, como comunicadoras y como feministas. Para nosotras el socorrismo se presentó como una modalidad donde confluyen saberes y prácticas que despertaron nuestro interés. La primera vez que escuchamos sobre la existencia de grupos de mujeres que se reunían con el único fin de brindar información y acompañar a otrxs, en su gran mayoría mujeres, que decidían interrumpir su embarazo, nos pareció un acto absolutamente revolucionario. Por ese motivo lo primero que quisimos hacer cuando comenzamos a pensar en nuestra tesis, fue realizar coparticipativamente un aporte a quienes dedicaban un tiempo significativo de sus vidas a esta tarea. Dos años después, y con el fenómeno [1]  Fragmento de exposición de Laura Klein durante una charla TedX, titulada “¿Cómo acabar con el debate del aborto y otros círculos viciosos?”, durante el 2015. Se puede ver completa en https://www.youtube.com/watch?v=GMqWO2fiLzA. 11


de la “marea verde” en la calle, continuamos mirando hacia esta práctica, reconociendo en ella una herramienta que debía socializarse más allá de las colectivas militantes. Tener los conocimientos necesarios para poder acompañar a una persona que desee interrumpir su embarazo debería formar parte de cualquier material de salud integral. Reconocemos en la práctica muchos miedos e inseguridades que creemos son consecuencia de obstáculos en la circulación de información. Por eso nuestra intención es hacer dialogar la experiencia que logramos sistematizar de un grupo feminista de la ciudad de La Plata junto con otras experiencias personales que se desprenden del acto de abortar y de acompañar esos abortos. A lo largo de este texto nos referiremos a mujeres y a toda persona con capacidad de gestar. Si bien la mayor parte de los casos y los acompañamientos suelen ser a mujeres cis, también existen los abortos de varones trans y otras identidades no binarias. Este libro parte de un material que fue nuestra tesis de grado, por lo tanto, hay modalidades de la escritura que hemos decidido modificar, también así como información, tonos, palabras, modos de nombrar, posturas políticas. Nos parece fundamental conservar y también incorporar voces de quienes han experimentado el aborto de cerca, ya sea porque lo atravesaron o porque acompañaron una situación, teniendo en cuenta que desde ese momento en que nos facilitaron sus relatos a la actualidad pudieron haber cambiado como personas. Creemos que el conocimiento no es algo dado, a lo que hay que llegar por medio de una suerte de iluminación, sino que hay que abordarlo críticamente y ponerlo en diálogo permanente con la práctica y con la realidad de la actualidad en que vivimos. Porque consideramos que la experiencia genera conocimientos, que el conocimiento puede ser información ejemplar para otrxs, que el saber es poder y que para el abordaje de problemáticas como la del aborto tiene la potencialidad de habilitar prácticas cuidadas, colectivas, éticas y seguras. Por eso, nuestro deseo está puesto en hacer circular la información a toda persona que atraviesa un embarazo no deseado o que tiene amigxs, conocidxs o familiares en esa situación, incluso, deseamos que pudiera ser útil para docentes, coordinadorxs, educadorxs, profesionales de la salud, comunicadorxs, militantes, activistas, y quien sea que lo lea.

Guillermina Olivares y Montserrat Saiz, Septiembre 2019

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“¿De qué estamos hechas las que tenemos la potencialidad de parir y aun así decidimos no hacerlo? Estamos hechas de vida, vida elegida, vida que se rebela a la obligación cultural de “dar vida”. El aborto, entonces, forma parte de nuestras vidas en contra de todo pronóstico, mandato o impedimento moral. (...) si un cuerpo tiene la potencialidad de parir, tiene también la libertad de decidir no hacerlo ante un embarazo no buscado. Porque parir no es sólo parir. Es ante todo desear las transformaciones que ocurren en el cuerpo y en la vida de quien decide parir. Decidir parir es también decidir maternar.” Dahiana Belfiori en Código Rosa. Relatos sobre abortos

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I Genealogías necesarias “El feminismo es una aventura colectiva” Virginie Despentes

Conocimos a la Colectiva Feminista Decidimos en el 2014, un año después de que había comenzado a organizarse en la ciudad de La Plata. Supimos que era una organización política autogestiva, autónoma e independiente que asesoraba y acompañaba a personas de La Plata, Berisso, Ensenada y alrededores que decidían abortar con misoprostol, un medicamento que permite la realización de abortos de manera segura, sin riesgos para la salud. Para ese entonces, era algo nuevo escuchar la palabra “aborto seguro” y también saber que podías hacerlo de manera cómoda y sin mayores riesgos en tu casa. La Colectiva hasta principios de 2018 formó parte de Socorristas en Red, una red de grupas y colectivas feministas de Argentina que comenzó a funcionar a principios de 2013 y continúa su labor a lo largo y ancho del país y con importantes articulaciones tanto en América Latina y el Caribe, como en otras partes del mundo. Actualmente Decidimos se ha reagrupado junto a otras grupas y conformaron la Red Fuega, que nuclea y articula a colectivas de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, Mar del Plata, Córdoba, Río Negro y San Luis. La Colectiva Decidimos, como tantas otras dentro y fuera de la Red de Socorristas, activa en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, una alianza política amplia y diversa a nivel nacional que cuenta en la actualidad con la adhesión de 350 grupos, organizaciones y personalidades vinculadas a organismos de derechos humanos, de ámbitos académicos y científicos, trabajadorxs de la salud, sindicatos y distintos movimientos sociales y culturales, entre ellos redes campesinas y de educación, organizaciones de desocupadxs, de fábricas recuperadas, grupos estudiantiles, comunicadorxs sociales, entre otros. La Campaña tiene su impulso en los Encuentros Nacionales de Mujeres que se dieron en el 2003 y 2004. De hecho, la iniciativa de comenzar a organizar y enmarcar los acompañamientos socorristas nace desde la Campaña en su plenaria nacional de 2011 por el interés de algunas feministas de sistematizar y organizar acompañamientos de abortos que, de hecho, ya se estaban haciendo. La conformación de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito ha sido un hito fundamenUN ABORTO FEMINISTA ES UN ABORTO SEGURO 15


tal en nuestra historia dentro del movimiento feminista en la Argentina, específicamente, en la lucha por el derecho al acceso a la interrupción voluntaria del embarazo. Su bandera y su característico pañuelo verde con el lema “Educación Sexual para Decidir, Anticonceptivos para no Abortar, Aborto Legal para no Morir”, encabezaron las marchas de los Encuentros Nacionales de Mujeres (hoy bien renombrado Encuentros Plurinacionales de Mujeres, Lesbianas, Trans y Travestis) desde el 2006. En los encuentros anuales de la Campaña, quienes participan se dan el espacio para discutir, redactar y dar forma al proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que, no sin tensiones y desencuentros, intenta ser lo más adaptado posible a las necesidades y demandas específicas de los grupos implicados. Este proyecto de ley ha sido presentado al Congreso hasta hoy unas siete veces, y como ya sabemos, logró tener tratamiento parlamentario en 2018 pero fue rechazado por el Senado.

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II Herencias de cuidado “Una está acompañando pero está sanando, está sanando su historia, está sanando la historia de sus abuelas, como una conciencia de la acción y de la ancestralidad, de la repercusión ancestral que tiene eso, no sé, muy loco.” Lu, de Decidimos

Elegimos revalorizar el trabajo de las compañeras de la Colectiva Decidimos socializando las prácticas de conocimiento que encarnan, nombrándolas como “herencias de cuidado”. Con esto, nos referimos a la información construida y recabada a partir de la experiencia acumulada de acompañar abortos y acompañarse entre compañerxs desde una pedagogía feminista, creativa, situada, cuidada. Estas herencias no surgen únicamente a partir del trabajo específico de Decidimos, sino que encuentran sus antecedentes en militancias como la del Colectivo Lesbianas y Feministas por la Despenalización del Aborto, quienes cuentan con su Línea de Aborto: Más Información, Menos Riesgos desde antes que surgiera el socorrismo. Además, publicaron su libro Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas en 2009, en un contexto y momento histórico en el que había mucha desinformación, estigma y tabú sobre la temática, y el aborto estaba no sólo directamente relacionado a la muerte, sino a consecuencias gravísimas sobre la salud física y emocional. Otro material similar e importante que consideramos un antecedente (aunque contemporáneo al socorrismo) es el Cuaderno de Cuidados Pre, Durante y Post Aborto (2016) de las Adelitas (Chile) y Mansa Ballena (Argentina). Como ya comentamos antes, Socorristas en Red comenzó a gestarse en el marco de la plenaria de la Campaña por el aborto en diciembre del 2011, a partir del interés particular de algunas militantes feministas por enmarcar políticamente acompañamientos que ya se estaban realizando, pero a los que se les deseaba imprimir una modalidad específica. De ese momento en que nació el socorrismo en Red en la Argentina hasta la actualidad en que coexisten otras colectivas por fuera de la Red y otros dispositivos de acompañamiento sostenidos por equipos de profesionales de la salud desde los centros de atención primaria pasaron muchas cosas, consideramos las siguientes como algunos de los hitos interesantes: Podemos decir que la presentación del proyecto de ley IVE por séptima vez en el Congreso, su consecuente tratamiento en las Cámaras y todo UN ABORTO FEMINISTA ES UN ABORTO SEGURO 17


el movimiento social que se desató en torno al aborto y al feminismo es un punto clave en torno a lo que el socorrismo y la militancia feminista en Argentina ha logrado. También creemos que es importante resaltar la participación masiva de personas en los actos públicos de la Campaña, las vigilias junto a la visibilidad del trabajo de las socorristas y otras colectivas y grupalidades que acompañan abortos y, con esto, la socialización de información sobre el misoprostol. Todo esto, sumado a las redes de solidaridad internacionales con el movimiento local, ha permitido que el acompañamiento y el aborto (sobre todo el medicamentoso) en sí mismo se haya convertido al día de hoy en una práctica sino desestigmatizada, por lo menos ya conocida o ignorada por amplios sectores sociales. Esto es importante sobre todo teniendo en cuenta que allá por el 2013 descubrir la práctica socorrista era algo completamente nuevo incluso estando en permanente contacto con ciertos ámbitos feministas. Queremos hacer hincapié en la perspectiva desde la que construye políticamente Decidimos y por la cual nos incentivó a nosotras a transitar el socorrismo: “Nos interesa pensar y poner en práctica acompañamientos con una perspectiva de género que intente favorecer un espacio de empatía y escucha, poniendo al alcance de cada mujer que recurre a nosotras toda información que sea útil según la situación y condiciones que esté atravesando particularmente”. Con esto nos interesa remarcar las prácticas de cuidado y de construcción de conocimiento que se pueden heredar de los acompañamientos feministas de aborto (las cuales sin duda contribuyeron a desestigmatizar la práctica y a habilitar otras experiencias en torno a la misma), y replicarse para cualquier instancia (que no debe ser necesariamente organizada) de cuidado y acompañamiento de aborto entre nosotrxs. Consideramos que estos aspectos son importantes para posibilitar abortos que sean seguros, respetados y en condiciones dignas: • •

Saber que existen métodos seguros, particularmente el medicamentoso con misoprostol, medianamente accesibles según el contexto particular de quien esté atravesando un embarazo no deseado; Antes de tomar cualquier decisión, es muy importante tener certezas del embarazo y saber si se puede confiar en fecha de última menstruación o son necesarios otros mecanismos para confirmar el tiempo de gestación; Tener en cuenta de no contar con ninguna condición que pudiera entrar en contradicción con hacerse un aborto medicamentoso;

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Saber que aunque pases el límite de 12 semanas te podes realizar un aborto con misoprostol de manera efectiva, aunque teniendo en cuenta otras cuestiones, con otras dosis de medicamento y sabiendo que son casos para los cuales se recomienda estar bien asesoradx y acompañadx; Intentar reconocer en qué circunstancias es necesario recurrir al sistema de salud; cuáles son los riesgos y ante qué signos o síntomas estar alertas; y saber si la interrupción del embarazo ha sido efectiva junto a la importancia de los controles en el post; Un aborto acompañado, en condiciones dignas y en un ámbito de escucha y empatía, en general es un aborto que se experimenta como no traumático: La creación de herramientas que permiten relevar información útil para la práctica del acompañamiento, para saber quiénes son las personas que abortan, en qué circunstancias y cuán efectivo es el uso del misoprostol como método seguro, son importantes para la construcción de datos, estadísticas y por ende, de conocimiento, no sólo son potestad de las instituciones estatales, privadas u ONGs; En casos de violencia, violación, riesgos de salud, discapacidad, debés poder acceder a una interrupción legal del embarazo (ILE). Para ello se puede ingresar a http://www.redsaluddecidir.org/ donde hay información sobre las instituciones que garantizan ese derecho, así como cualquier otro tipo de consulta; Existen materiales a los cuales se puede acceder libremente en la web como http://comohacerseunaborto.com/es/inicio/ y el “Cuaderno de cuidados pre, durante y post aborto” que ha logrado mancomunar saberes ancestrales no hegemónicos sobre cuidados con métodos naturales http://cuadernodecuidados.blogspot.com/.

Abortemos los mitos: información confiable para un procedimiento seguro Intentaremos sintetizar información que recuperamos en estos años, sobre todo, a partir de nuestro acercamiento a Decidimos. Es importante tener en cuenta que hay información que se va renovando, y que pasado cierto tiempo, puede quedar obsoleta. También es importante saber que existen diversos métodos para los abortos medicamentosos. Tomamos aquí como válido el que recomienda Decidimos, por resultar efectivo y ser evaluado permanentemente en la práctica del acompañamiento. El misoprostol es una medicación que se usa en los países donde el aborto es legal y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recoUN ABORTO FEMINISTA ES UN ABORTO SEGURO 19


mienda como método seguro. Tiene un 92% de efectividad si se respeta el tratamiento, conocer este dato puede evitar posibles decepciones en caso de que no se concrete el aborto en el primer intento. También es importante saber que se puede utilizar el medicamento hasta cinco veces durante el mismo embarazo respetando un intervalo de 72 horas entre los tratamientos. Es una droga que se utiliza con otros fines y que por eso en el mercado es legal pero, como saben que se utiliza para abortar, es difícil conseguirla. Hay otra droga conocida como Mifepristona, indicada específicamente para abortar y ser usada de manera combinada con el Misoprostol, pero a diferencia de éste, en Argentina no se consigue y es considerada ilegal. En los países donde está legalizada la práctica, se utiliza este método pues es más efectivo y posibilita procesos más cortos y menos dolorosos. En definitiva, abortos de mayor calidad. Existen tres vías de administración de la medicación, pero recomendamos dos: la sublingual o la vaginal (preferimos no considerar la bucal). Si bien la efectividad no varía según la vía, depende de cada persona cuál usar. Hay que tener en cuenta que se debe elegir una sola y es de suma importancia respetar el intervalo entre cada toma, además de colocarse la cantidad total de doce pastillas de misoprostol. Aunque en la mitad del tratamiento ya haya expulsión, se tienen que utilizar de todos modos las doce pastillas. La elección de vías es según la comodidad y conocimiento del propio cuerpo que tiene cada unx, por ejemplo, quienes sufren náuseas prefieren utilizar la vía vaginal por miedo a vomitar el medicamento. También dejar en claro que es importante conocer los pro y contras de cada vía, por ejemplo, si la persona decide utilizar la vaginal, saber que a la mitad del tratamiento hay probabilidades de que se inicie el sangrado, entonces, seguramente haya colocación de pastillas mientras esto ocurre; o en caso de ir a una guardia debe limpiarse y asegurarse que no haya restos del medicamento para evitar malos tratos institucionales. Más allá de conocer el procedimiento técnico, es importante saber lo que se puede experimentar físicamente alestar utilizando el medicamento: dolores, escalofríos, fiebre, vómitos, mareos y/o diarrea. No necesariamente a todxs les va a suceder lo mismo, ya que varía en cada quien, ni todos los síntomas aparecerán simultáneamente durante el proceso. Cuanto más amable sea el contexto en que se transite el procedimiento, tenemos más posibilidades de que sea menos doloroso. Sabemos que muchxs no pueden darse el lujo de tomarse ese momento para sí mismxs porque los contextos son diversos: algunxs tienen que cuidar a sus hijxs, otrxs lo hacen a escondidas de sus padres o parejas, viven en hogares precarios 20 GUILLERMINA OLIVARES Y MONTSERRAT SAIZ


en donde la privacidad es difícil o la presión social y la culpa les pesan más. El umbral de dolor varía, así como también el nivel de nerviosismo o miedos frente a síntomas. Las experiencias de aborto son tan diversas como quienes las atraviesan. Hay materiales en circulación sobre cómo realizarse de manera segura un aborto medicamentoso, en qué casos se debe ir sí o sí a una guardia, en cuáles se precisa de intervención médica, etcétera. Es por eso que, como consejo, ante cualquier duda se puede llamar a las líneas públicas de las distintas colectivas que acompañan abortos a lo largo y ancho del país (la más cercana geográficamente), y de esa manera resolver cualquier inquietud. Es recomendable que quienes van a realizarse un aborto guarden 48 horas para sí: las 24 horas necesarias para el tratamiento y 24 restantes por si no se produjera la expulsión. Es de suma importancia asegurarse de tener algo de dinero y crédito en el celular, por si sucediera algo como tener que llamar a algún familiar o amigx, o quien estuviera al tanto de la situación o tener que tomarse un taxi para ir al hospital o centro de salud. Incluso si la expulsión del saco gestacional se produjo se recomienda que, pasados entre siete y diez días desde el procedimiento con misoprostol, se acuda a un control general donde se pueda indicar ecografía para confirmar que el aborto se completó con éxito. Muchas veces, hay personas que creen haber tenido un aborto pero luego resulta que su embarazo continúa o la expulsión no se ha producido en su totalidad y quedan restos alojados en el útero que pueden desencadenar infecciones muy riesgosas para la salud. En general, cuando eso sucede, se suelen tener síntomas característicos como sangrado con olor y color raros, dolores abdominales fuertes, fiebre, entre otros. Siempre es recomendable realizarse estos controles. Ante cualquier duda, se puede acudir a las redes de acompañamiento de aborto, se puede consultar por centros de salud, hospitales y/o profesionales que garantizan buen trato y atención. El aborto como experiencia personal y política Nos parece importante reconocer al aborto como una circunstancia que parte de una decisión privada e íntima pero que se articula con lo colectivo, pues todas las mujeres y cuerpos gestantes estamos expuestxs a atravesar un embarazo no deseado en algún momento de nuestras vidas, y dado el contexto de ilegalidad y culpabilización que tiñe al asunto (aunque cada vez menor), poder hacerlo de manera acompañada y segura transforma subjetiva y socialmente la experiencia de abortar. UN ABORTO FEMINISTA ES UN ABORTO SEGURO 21


“Antes nunca lo pensaba como “aborto para decidir” (…) siempre lo pensé más desde el lado de la clandestinidad y la muerte. Pobreza, condiciones sociales… ahora lo pienso más del lado de la vida. El aborto como una elección de vida. Abortar para vivir otras cosas que decidimos vivir.” (Poli militante de Decidimos, entrevista personal, 2017) En este sentido, nos parece fundamental la práctica socorrista y de acompañamiento feminista en abortos, que tiene en común con los movimientos sociales su aspecto performativo, de acción directa, “hacer la revolución ahora, generar las condiciones de relación que nos posibiliten hechos transformadores. Bueno, no tenemos aborto legal pero lo que vamos a hacer es esto (...) es generar las instituciones del pueblo” (Lu militante de Decidimos, entrevista personal, 2017). La relación de muchas de las colectivas feministas que acompañan abortos con el Estado es un vínculo en constante tensión, pues no se trata sólo de simple disputa y demanda, sino también de una búsqueda de articulación permanente, no cortante, sobre todo con las estructuras más accesibles del mismo como los sectores de atención primaria de la salud. Por un lado al formar parte de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito para participar activamente en la redacción del proyecto de ley IVE que se ha presentado tantas veces ante el Congreso, por otro también ha sido esencial construir y sostener un lazo fluido con profesionales de la salud que estén dispuestxs a garantizar los derechos de las personas con capacidad gestante. En ese sentido, es importante saber que existe una Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir (también son parte de la Campaña) en muchas ciudades del país y que en este último tiempo han logrado consolidarse aún más. “Se abrieron o fortalecieron consejerías desde que hicieron el manual, hay mucho acceso y mayor difusión.” (Valen, socorrista de Mala Junta, entrevista personal, 2019) A su vez, y como contrapartida de los procesos favorables que se abrieron durante 2018, no podemos dejar de reconocer que en este último año en los sistemas de salud se ha reforzado la acción por parte de grupos antiderechos que perjudican y ponen trabas a la legalidad del aborto y a la vez impiden el cumplimiento de derechos ya ganados como el del acceso 22 GUILLERMINA OLIVARES Y MONTSERRAT SAIZ


a abortos legales (ILE) para menores de edad, casos de violación, discapacidad o riesgos para la salud. Claro que esto no es una circunstancia aislada ni una casualidad, sino que responde al contexto tanto nacional como regional de derechización de la política, con regímenes neoconservadores que apoyan y reciben un gran sustento de sectores eclesiásticos y antiderechos. Estos grupos, al contar con este respaldo oficial, se sienten lo suficientemente envalentonados como para presionar a instituciones enteras de salud y sus equipos, o a profesionales, así como a militantes. Entonces se dan, en simultáneo, dos procesos contradictorios (que varían según el territorio): de avance en la conquista de derechos y conformación de nuevas alianzas y la atemorización y persecución a estos sectores. “Desde Rial explotó la Red, el teléfono. Mucho profesional que no se anima a sumarse a la red de profesionales, más desde el lado de trabajo en tal lugar, pueden verme a tal hora, yo puedo ayudar en el post pero sin el compromiso ni de firmar una receta o sumarse a la red de profesionales. También hay mucho miedo supongo yo, desde el trabajador de la salud, de poner en riesgo su trabajo si el ambiente es hostil. Pero sí se ha recibido mucha intención”. (Flor, militante de Decidimos, entrevista personal, 2019) La experiencia no es anécdota, es la base del conocimiento Como anteriormente hemos dicho, la sistematización de la experiencia y su posterior análisis y uso para la producción de diversos materiales, ha creado saberes y métodos sumamente importantes que aún hoy no son lo suficientemente valorados por la sociedad en general. La posibilidad de reconocer que lo personal es político ha permitido concebir lo que parecen prácticas individuales (o del ámbito de lo privado), como fenómenos que llevan inscriptas dinámicas de poder, intereses políticos, operaciones, roles que benefician a unxs en detrimento de otrxs y que son por lo tanto, prácticas colectivas, sociales, que merecen ser de pública importancia y conocimiento, dinámicas que deben ser develadas y reconstruidas. Podemos encontrar en el Manifiesto que han realizado las compañeras de Decidimos en el marco de su reagrupación en la red Fuega en 2018 luego de abandonar Socorristas en Red, la siguiente enunciación: “Como feministas intentamos recuperar saberes sobre nuestros cuerpos que han sido expropiados, e intercambiar experiencias/saberes con UN ABORTO FEMINISTA ES UN ABORTO SEGURO 23


quienes acompañamos, para que puedan abortar en sus casas, con sus amigxs, parejas, madres. Con quien desee cada una, cada une”. Cada acompañamiento es diferente, y la sistematización de la práctica pretende demostrar la pluralidad de procesos, experiencias y necesidades. La trayectoria militante ha permitido un proceso de expansión del conocimiento y ha posibilitado mancomunar la práctica y la teoría abriendo nuevos horizontes de lo pensable, de lo posible, de lo vivible. “Para mí el acompañamiento feminista es más que decir ‘lo personal es político’, en lo que también creo y por lo que también milito; es feminismo como expresión política, con la cual este mundo es menos mierda de lo que es. Las feministas aportamos a este mundo cada día en nuestras prácticas, pero a veces nos encontramos con mujeres que no han sido atravesadas por cuestiones de clase, de su propia experiencia de vida, no han sido atravesadas por el feminismo como corriente. Entonces una desde otro encuentro, desde otra conexión puede llegar a generar, no es que una lo logra, la mujer lo ve. Una mujer que decida qué hacer con su vida y su cuerpo ya está siendo feminista de alguna manera. Entonces el acompañamiento feminista no es teórico, no es ‘llevamos un libro y decimos qué vamos a hacer, cómo debemos ser las mujeres’, sino escuchar, no juzgar a la mujer, escuchar principalmente. Y entender que la mujer sabe qué hacer en esa situación, va a saber cómo llevar esa práctica digamos tan ancestral porque el aborto existe desde esto que llamamos mundo y las mujeres lo sabemos, lo tenemos en algún lado y lo tenemos que escuchar.” (Laura militante de Decidimos, entrevista personal, 2017) El acompañamiento para casos de aborto, desde la Colectiva Decidimos, comienza con la comunicación telefónica (lxs afectadxs se comunican a su línea pública), porque ya sea que se encuentren posteriormente con la persona o no, es notorio el cambio que se produce, en el tono de voz de quienes llaman, una vez que comienzan a conversar con lxs socorristas. Por lo general, quienes llaman temerosxs, insegurxs, angustiadxs, desesperadxs, luego de encontrarse del otro lado del teléfono con alguien que se preste a la escucha de su situación y que no le esté pidiendo explicaciones, acusándolx o prejuzgándolx, genera un cambio rotundo en sus estados anímicos, en su forma de estar transitando la decisión de interrumpir un embarazo. 24 GUILLERMINA OLIVARES Y MONTSERRAT SAIZ


“Hoy en día soy mamá hace 8 años porque lo elijo, pero bueno milito y lucho con la Campaña porque no todas tuvieron las herramientas que tuve yo, asique me parece muy productivo que se avale. Aborto va a haber toda la vida, el tema es que todas tengamos las herramientas para poder hacerlo, así como me parece que falta ESI y ahora que tengo una niña mujer, soy madre, lo siento mucho más.” (Elizabeth, entrevista personal, 2019) Es importante poder nutrir, aprovechar, poner en diálogo la experiencia individual, personal de acompañar, con la experiencia de acompañamiento desde una organización feminista. Este es, de hecho, uno de los objetivos de este libro. “Siempre tomamos los recaudos de quienes han atravesado la experiencia. Me acuerdo que con mi experiencia o con las de las mujeres fuimos construyendo. Es como un saber popular porque no hay manuales hechos desde el Estado o desde el sistema de salud, entonces es ir recolectando y sabiendo de la experiencia de la compañera que le pasó antes y sumando esas experiencias, ponés en común más o menos cómo funciona, qué conviene hacer, cuándo, cómo, por qué, todo lo que vamos sabiendo es a través de experiencia de otras mujeres (...). Y esa fue la información que yo siempre fui compartiendo cada vez que una mujer se acercaba a mí, amigas o ni siquiera, se acercaban a mí para pedirme información, el teléfono de las socorristas, entonces ya de base la data con la que contamos viene de ahí, de feministas, la información con la que contamos no nos la dio ni la educación sexual, ni el sistema de la educación pública, ni privado, nos las dieron las socorristas, o las militantes feministas.” (Juana Luna, autora de Seremos Ley, entrevista personal 2019). No sólo hay conocimiento valioso construido a partir de acompañar abortos, sino que también en los encuentros entre nosotrxs, entre feministas, entre personas que acompañan esos abortos: “El vínculo entre socorristas implica acompañamientos entre feministas. Puesto que el acompañamiento a las mujeres que nos piden ayuda moviliza un sinfín de sentimientos y pensamientos, unos más que otros, el poder apoyarse en una compañera, para hablar sobre nuestras propias dificultades y miedos, es también parte imUN ABORTO FEMINISTA ES UN ABORTO SEGURO 25


portante de nuestro accionar feminista” (Poner el cuerpo: abortar y acompañar por derecho propio. Sobre la experiencia de Socorristas en Red-feministas que abortamos).2 Acompañar desde una pedagogía de cuidado, feminista, se vuelve un dispositivo político en sí mismo ya que posibilita poner en acción dinámicas y disposiciones que no siempre son las que priman en los vínculos humanos, sobre todo, en los del tipo médico o incluso familiar. “Recuerdo que la mamá de mi novio me dijo cosas no para herirme, pero: che, ¿estás segura que no querés un hijo? Sería re lindo; y yo estaba re segura que no quería y fue re difícil para mí porque mi novio tampoco quería, y teníamos un montón de personas alrededor queriéndonos hacer cuestionar esa decisión que sabíamos. Fue muy feo en sí el contexto, yo lo sigo laburando y estoy re agradecida con mis viejos que me hayan ayudado, con mi vieja también, más allá de su pensamiento, emocionalmente me apoyó un montón, pero siento que en ese momento, apoyo emocional cero, todo lo contrario.” (Laura, entrevista personal 2019) Si nos toca acompañar, podemos intentar generar un espacio de intimidad y respeto, predisponernos a la escucha activa para propiciar un espacio de confianza. “Creo que lo más importante es no quedarse callada y tener un espacio de escucha. Es un proceso de un momento, sí. Pero más allá de lo segura que estemos de nuestra decisión, no podemos evitar haber sido condicionadas por muchísimos discursos negativos en relación a abortar y creo que es importante ponerlas en discusión y en voz alta.” (Ana, entrevista personal 2019). “Hay cuestiones ahí que siempre pienso en el derecho a la posibilidad de elegir y la importancia de construirla todo el tiempo. De elegir con quién vivir, cómo vivir, con quién disfrutar tu cuerpo. [2]  Maffeo, Florencia, Santarelli, Natalia, Satta, Paula y Zurbriggen, Ruth (2014). “ Poner el cuerpo: abortar y acompañar por derecho propio. Sobre la experiencia de Socorristas en Red -feministas que abortamos” en Actas de Jornadas 3º Congreso de Género y Sociedad “Voces, cuerpos y derechos en disputa”, 24 al 26 Septiembre 2014, Córdoba. 26 GUILLERMINA OLIVARES Y MONTSERRAT SAIZ


Me parece que vienen muy de la mano, el derecho al placer, al poder elegir tener un hijo o no. Es necesario ganar autonomía sobre nuestros cuerpos.” (Maca militante Decidimos, entrevista personal, 2017) Las colectivas que han desarrollado un acompañamiento feminista parten de intereses políticos: no son médicxs, no son el Estado, ni una ONG. Creemos que este tipo de prácticas ha sabido no sólo suplir las constantes demandas de salud integral que el Estado debería garantizar, sino generar condiciones deseables sobre cómo deberíamos poder atravesar la decisión de abortar. La recopilación de saberes que existen al día de hoy en nuestro país es consecuencia de feminismos comprometidos con su contexto actual. “No sé si sentí miedo en el momento que ella me preguntó si la podía ayudar, lo que sentí fue un bache de información y de práctica concreta. No sabíamos mucho porque las personas que conocíamos en ese momento, que habían abortado alguna vez, no lo habían hecho con misoprostol. Asi que desconocíamos cómo conseguir las pastillas y sabíamos que podía haber problemas para comprarlas. También desconocíamos riesgos que afrontaba mi amiga, a pesar de la efectividad del fármaco, es necesario saber que hay posibles contraindicaciones. A nosotras nos generó mucha más confianza saber cuáles eran” (Agostina, entrevista personal,2019). “En el 2008 quedé embarazada y me asesoré (aclaro en ese momento la información no era muy accesible como ahora) con un grupo de chicas feministas (Malas como las Arañas). Ahí me dijeron cómo tenía que consumir las pastillas. No sé si contaba con toda la información necesaria… pero me era suficiente y me pareció la correcta” (Ana, entrevista personal, 2019). Entre los miedos e imaginarios de quienes abortan pueden aparecer el de terminar hospitalizadxs o judicializadxs. Frente a esto, no podemos dejar de tener en cuenta que la ley nos ampara en el derecho a la información, pero también es necesario ser conscientes que desde las instituciones se pueden manejar con total impunidad. Debemos saber que en nuestro país hay una gran diversidad territorial en donde no es lo mismo un hospital en Tucumán que en la Capital Federal, por ejemplo. UN ABORTO FEMINISTA ES UN ABORTO SEGURO 27


“Más allá de que hay una serie de pasos que se repiten siempre y que hay síntomas esperables, siempre me daba miedo que justo le pasara algo particular a la persona que estaba abortando y no saber qué hacer con ese caso específico. Y además, por no saber qué hacer, que la acompañada termine en algún hospital o clínica con profesionales que la trataran mal” (Ana, entrevista personal 2019). “En el caso del aborto con Misoprostol siempre nos imaginamos lo peor, éramos yo y mi amiga en su casa. Teníamos miedo que salga mal, de que tengamos que ir por urgencias al hospital y que se enteren que fue por un aborto intencional y que le hagan algo a mi amiga. Me hubiera gustado tener más alcance económico para ayudarlas, como también herramientas adecuadas para acompañar, como conocimiento médico, conocimiento psicológico para contenerlas. Pero en ambas situaciones yo sentí que di lo mejor para acompañarlas, una se adapta a lo que tiene a su alcance y con lo que más cómoda se sienta. Mis amigas siempre me agradecieron.” (Walquiria)

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III Resistir desde el deseo “La lucha colectiva nos transforma y transforma el mundo en el que hemos crecido. La lucha colectiva y además feminista lo destruye y planta uno nuevo” Quimey Figueroa, extracto de su poema "Que se curta la gilada".

Todas las personas con capacidad gestante nos vemos expuestas a atravesar en algún momento de nuestras vidas un embarazo no deseado. Por eso, la experiencia de abortar nos atraviesa indefectiblemente ya sea por acompañar como por ser nosotrxs mismxs quienes decidimos no maternar. El aborto es un acontecimiento que desde el feminismo puede ser abordado como una oportunidad, un acto de reafirmación, de autonomía, de profunda transformación subjetiva, individual y colectiva. Nuestra sistematización de información pretende inscribirse no sólo dentro de las luchas por la legalización del aborto, sino ser un aporte para instalar, crear, (re)inventar modos y narrativas en torno a cómo abortamos, y quiénes somos las personas que abortamos. Creemos que la legalización no puede reclamarse sin ir de la mano de un profundo proceso de despenalización y desclandestinización social de la práctica. Las organizaciones feministas intentan todos los días del año gestionar esos abortos, prefigurarlos, articulando y a la vez disputando poder con el Estado y sus diferentes niveles. Lo que buscan es interpelar, decir, poner el cuerpo para crear las formas en que queremos abortar hoy y el día en que la práctica sea legal. Encontramos en el Manifiesto de la Red Fuega una expresión que dice: “Entendemos que un aborto seguro no se vincula perse a ser hospitalizadas, a realizarlo de la mano de algún profesional de la salud que en su vida pública se declara objetor de conciencia y luego en la privacidad del consultorio realiza abortos quirúrgicos a sumas irrisorias. Entendemos que nuestros acompañamientos feministas, garantizan abortos seguros. Porque entendemos que en la decisión de hacerlo transcurren muchas más cosas que el hecho fisiológico de producirlo y expulsar. Está enredado en un sinfín de sentidos.” Lo valioso del acompañamiento, lo performativo y prefigurativo, es que construimos y ponemos en práctica la forma en que deseamos que las cosas sean. El aborto insiste y nosotrxs estamos dispuestxs a instituir las formas y condiciones en que merecemos abortar. “La existencia de una UN ABORTO FEMINISTA ES UN ABORTO SEGURO 29


mujer no puede mejorar sino por el entramado, real o simbólico de otras existencias de mujeres dedicadas a crear las condiciones para que eso ocurra”.3 No es suficiente salir a la calle a reclamar la legalidad del aborto. Necesitamos y queremos abortar hoy, ahora, todos los días, en todos los lugares del mundo; seamos creyentes, atexs o practicantes; menores de edad, adultxs, viejxs, solterxs, casadxs, divorciadxs; con trabajo, desempleadxs, profesionales, pobres, ricxs, clase media; blancxs, negrxs, afrodescendientes, indígenas. No hay ninguna condición ni contexto que impida que eso suceda. Pero no estamos dispuestxs a seguir negociando con nuestros cuerpos, a poner en riesgo nuestra salud o nuestras vidas por decidir no maternar, sea por la causal que sea, cualquiera es suficiente y válida para nosotrxs. Es nuestro derecho, y estamos dispuestxs a tomarlo, sin esperar que nadie nos lo conceda. Elegir en condiciones dignas, cuidadas, seguras. Feministas. De una manera pensada por y para nosotrxs. Nos sentimos convocadas por la necesidad de transformar, de ser artífices, de estar juntxs para pensar, para pensarnos, crearnos y recrearnos para ser, para intervenir la realidad desde una ética feminista que reconoce genealogías de otrxs que nos guiaron en la tarea, que se introyecta en el aquí y ahora y se funde con el devenir para ir moldeando el futuro que deseamos fervientemente habitar. Hoy seguimos construyendo sobre ese futuro que deseamos moldear y es por eso que decidimos reeditar este manual. Para seguir compartiendo experiencias y saberes, para que ninguna persona que decida interrumpir su embarazo se sienta en peligro por eso. En estas breves páginas hemos intentado acercar saberes que fueron producidos a partir del deseo de libertad. Conocimientos que esperamos sean utilizados siguiendo el mismo horizonte: aborto legal, LIBRE, seguro y gratuito para todxs.

[3] Colectiva Feminista La Revuelta (2015). Entre ellas y nosotras: los abortos (Relatos de activistas feministas socorristas aborteras). Cooperativa Chilavert Artes Gráficas, Buenos Aires. 30 GUILLERMINA OLIVARES Y MONTSERRAT SAIZ


En este mundo capitalista donde el tiempo es dinero y lo productivo se valoriza en demasía, dedicar nuestras energías a organizarnos, formarnos y disponer de nuestro tiempo para acompañar el tránsito de una decisión, desaprobada por un amplio espectro de la sociedad, criminalizada hasta ahora por el Estado y condenada por las rancias iglesias, nos parece un acto de rebeldía. En este mundo patriarcal donde nos fuerzan a vivir en soledad muchas de nuestras decisiones, romper las barreras que nos aíslan, estar para la otra persona, de cuerpo u oreja presente, acompañar gritos y suspiros de quienes abortan, estar vibrando el pulso de una expulsión y festejar cada vez que una termina, lo pensamos como un acto de insumisión. Esa es una de nuestras apuestas. Prefigurar lo que nosotres entendemos como un aborto libre y feminista. Manifiesto Red Fuega

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Contactos y redes: • • http://socorristasenred.org/ • http://comohacerseunaborto.com/es/inicio/ • http://www.redsaluddecidir.org/ • http://cuadernodecuidados.blogspot.com/ • Red Fuega La Plata: Colectiva Feminista Decidimos 0221-5361279. En Facebook: FUEGA Red de acompañamientos feministas en abortos • Red Mala Junta La Plata: Línea Verde 221-5523899. En Instagram y Facebook: malajuntalaplata.

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Bibliografía • • • •

Zaldúa, Graciela (2007). El ethos del cuidado y las cuestiones de género. En hacia una pedagogía feminista. Géneros y educación popular. Pañuelos en Rebeldía. Editorial El Colectivo. Buenos Aires. Klein, Laura (2013). Entre el crimen y el derecho. El problema del aborto. Editorial Planeta. Ciudad autónoma de Buenos Aires, Buenos Aires. Pacto entre mujeres. Sororidad (2012). En El feminismo en mi vida. México: Instituto de las Mujeres del Distrito Federal. Socorristas en Red. Declaración de la 5ta Reunión Plenaria Nacional (2016). En: http://socorristasenred.org/wp-content/uploads/2016/04/ Declaraci%C3%B3n-de-la-5ta.-Reuni%C3%B3n-Plenaria-Nacional-deSocorristas-en-Red-feministas-que-abortamos.pdf Socorristas en Red. Declaración de la 4ta Reunión Plenaria Nacional (2015). En: http://socorristasenred.org/index.php/2015/12/11/declaracion-de-la-4ta-reunion-plenaria-nacional-de-socorristas-en-red-feministas-que-abortamos/

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Un aborto feminista es un aborto seguro parte de un material que fue nuestra tesis de grado, por lo tanto, hay modalidades de la escritura que hemos decidido modificar, también así como información, tonos, palabras, modos de nombrar, posturas políticas. Nos parece fundamental conservar y también incorporar voces de quienes han experimentado el aborto de cerca, ya sea porque lo atravesaron o porque acompañaron una situación, teniendo en cuenta que desde ese momento en que nos facilitaron sus relatos a la actualidad pudieron haber cambiado como personas. En este mundo capitalista donde el tiempo es dinero y lo productivo se valoriza en demasía, dedicar nuestras energías a organizarnos, formarnos y disponer de nuestro tiempo para acompañar el tránsito de una decisión, desaprobada por un amplio espectro de la sociedad, criminalizada hasta ahora por el Estado y condenada por las rancias iglesias, nos parece un acto de rebeldía.


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