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Escuchando al Señor Obispo
El Concilio de la fe
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uántas veces hemos escuchado que el nuestra vida personal y comunitaria. Éste es un verConcilio Vaticano II es un concilio eminendadero Concilio de la fe, que nos posibilita con sus temente pastoral; que apenas enseñanzas e indicaciones pastorales, dos de sus constituciones son revitalizar nuestra vida cristiana y nuesdogmáticas y que la finalidad esencial tro testimonio en medio del mundo. no era definir posiciones doctrinales. Pero cuando contemplamos el conjunPara nuestro plan pastoral diocesano to de esta “hora y obra” de gracia que que nos llama a vivir y crecer en la “EsDios regaló a la Iglesia, encontramos piritualidad de comunión”, qué mejor la riqueza de una enseñanza siempre referencia que la eclesiología que nos perenne en comunión con la tradición ofrece el Vaticano II. Basta repasar las y puntal para profesar hoy nuestra enseñanzas de la Lumen Gentium en fe. Es necesario volver a leer los doel capítulo II que nos habla del nuevo cumentos maravillosos del Concilio, pueblo de Dios y la comunión de los capara descubrir la presencia del Espíritu rismas que da el Espíritu Santo para la Mons. Jorge Alberto Santo que guía y orienta a la Iglesia construcción de la comunidad; o la coOssa Soto en estos tiempos postmodernos como munión entre el Obispo y sus presbíteros Obispo de la Diócesis se dice hoy. Se abrieron las puertas en busca del bien de los fieles, capítulo de Santa Rosa de Osos. de la fe, porque solo desde la fe y la III; o aquel del papel de los laicos que búsqueda por comprenderla hoy y en cooperan en la construcción del único los tiempos que vivimos, se entiende la dimensión cuerpo de Cristo cfr. n. 30, 37. profunda que significa el hecho del concilio para la Iglesia y el mundo. Cómo olvidar la llamada apremiante de la Iglesia, a verse implicada en las situaciones concretas del hombre Diálogo continuo, pudiera decirse caracteriza este y del mundo actual, a fin de ser sal que da sabor a la kairós del Espíritu. Diálogo entre fe y razón, diálomasa y luz que ilumina el caminar de los fieles hoy. Esgo entre la Iglesia y el mundo; diálogo de fe, “fides tudiar nuevamente la Gaudium et Spes nos pone frente quaerens intellectum”. Fe que busca entender, que a temas tan actuales como la dignidad de la persona crece en la comprensión de sí misma. Fe que nehumana, el respeto por los otros y sus culturas, la relacesita expresarse y reafirmarse como manifestación ción en la comunidad humana, la responsabilidad del de lo que Dios quiere y nos pide para el momento cristiano frente al desarrollo y el progreso, la solidaridad actual que vivimos. y el verdadero sentido de caridad y testimonio cristiano. No es casual, o mera efemérides, la convocación de un año de la fe a los cincuenta años de haber concluido el último Concilio de la Iglesia católica. Es un llamado a volver a esta fuente que enlaza la tradición perenne de la Iglesia con nuestro tiempo; es una invitación a beber de este pozo de gracia y de fe. Venero de verdad, ayuda para afirmar y caminar en el diálogo con el hombre y el mundo, hacia el encuentro con Jesucristo hoy. Debemos conocer mejor y profundizar en la riqueza doctrinal y pastoral que nos ofrece el concilio. Es necesario aplicarlo para
El concilio es todo un testimonio de la fe de la Iglesia en Cristo, en el hombre, en la cultura. Es un llamado a abrir el corazón y la mente para que las enseñanzas del Evangelio guardadas y predicadas por la Iglesia, que va sacando de sus tesoros cosas nuevas y cosas viejas Cf Mt 13, 52, se arraiguen en el corazón del hombre de hoy.
enovación y evangelización
Asesor general: Mons. Jorge Alberto Ossa Soto. Director: Pbro. Diego León Arroyave Zapata. Coordinador: Pbro. Héctor Andrés Mazo Martínez. Consejo Editorial: Pbro. Héctor Andrés Mazo Martínez. Pbro. Farly Yovany Gil Betancur. Srta. María Gilma Yepes González. COLABORADORES: Hna. Juana Bautista Arbeláez Medina, Hija de Ntra. Sra. de las M. Srta. Diana Cristina Arbeláez Vera. Sra. Luz Estella Gómez Zapata. Pbro. Farly Yovany Gil Betancur. Pbro. Libardo Esaú Zapata Yepes. Pbro. José Gregorio Rodríguez Abello. Pbro. José Manuel Acevedo Acevedo. Pbro. Henry Arbey Correa Monsalve. Pbro. Julio César Caro Lopera. Pbro. Francisco Javier Londoño Londoño. Pbro. Óscar Augusto Múnera Ochoa. Pbro. Leonel Yepes Miranda. Pbro. José Pompilio Gutiérrez Rúa. Pbro. Gonzalo de Jesús Mesa Martínez. Pbro. José Domingo Ruíz Velásquez . Seminarista John Mario Zapata Peña. Laico comprometido Jorge Iván Restrepo Palacio. “Católica del Norte” Fundación Universitaria. Diseño y Diagramación Sandra Mazo Fernández. Impresión Casa Editorial El Mundo Las opiniones expresadas en esta revista son responsabilidad exclusiva de sus autores.
Curia Episcopal Calle Real Nº 28-72 Tels.: (4) 8608050 fax: 8608096 www.dsro.org email: comunicaciones@dsro.org info@dsro.org Santa Rosa de Osos – Antioquia
Vitrina Escuchando al Señor Obispo: El Concilio de la fe
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Editorial
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Impulsamos el Plan de Pastoral para la Evangelización porque es la voluntad de Dios en nuestra Iglesia Particular
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Primacía de Dios
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Vivo de la fe
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Desempolvando el Vaticano II
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La “Dei Verbum” y el año de la fe
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La constitución Pastoral sobre la Sagrada Liturgia del Concilio Vaticano II
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Algunas evidencias de renovación en la formación sacerdotal: Optatam Totius, Concilio Vaticano II 17 Bodas de plata de Jurisdicciones eclesiásticas antioqueñas
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“y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos (Lc. 22, 32)
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Algunos matices sobre la naturaleza y misión de la Iglesia en la Lumen Gentium del Vaticano II
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“Todo lo puedo en Aquel que me conforta”
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Manifiesto en el Año de la Fe
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Madre Laura: de Colombia para el mundo
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Galería fotográfica
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25 Años de Ministerio Episcopal de Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, Arzobispo de Barranquilla (Atlántico)
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Jubileos sacerdotales
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Notas necrológicas
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Gracias a todos La misión con los campesinos La cruz original del Señor de los Milagros Principios guías para la Pastoral Social de la Iglesia Diocesana Católica del Norte y Cibercolegio UCN I.E.: formando integralmente bajo la inspiración del Concilio Vaticano II Desde la Cancillería Reportaje: Pbro. José Domingo Ruíz Velásquez
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Editorial
La “locura” de un hombre, signo de esperanza para el mundo
R El Papa emérito Benedicto XVI pensaba “que iniciar este año coincidiendo con el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II, puede ser una ocasión propicia para comprender que los textos dejados en herencia por los Padres conciliares, según las palabras del Beato Juan Pablo II, no pierden su valor ni su esplendor”.
ecuerdo como si fuera ayer, por una inolvidable frase, a un ilustre profesor que en mis años de bachillerato luchó por sacarme de la ignorancia pueril que en aquellos años nos acompañaba bajo la sombra de la terquedad; aquella frase que pronunció en una de las tantas clases de historia, cuando nos explicaba la invención de la bombilla gracias a Thomas Alva Edison, decía más o menos así: el mundo necesita locos, pero locos cuerdos. Con esta breve introducción quisiera hacer referencia al título que ilustra esta reflexión, pues en su momento el papa Roncalli, hoy Beato Juan XXIII, fue catalogado como “loco” porque no cabía en la cabeza de algunos la idea de un Concilio que más allá de ser una recopilación de cuestiones dogmáticas fuera una oportunidad para entrar en diálogo con el mundo, de manera que la Iglesia pudiera renovarse con la luz del Espíritu Santo para llenar de esperanza a la humidad agobiada y sufriente por el desarrollo de una sociedad que se ha deshumanizado a lo largo de los últimos años; ya que como lo afirma el Concilio Vaticano II: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón.
La comunidad cristiana está integrada por hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinar hacia el reino del Padre y han recibido la buena nueva de la salvación para comunicarla a todos. La Iglesia por ello se siente íntima y realmente solidaria del género humano y de su historia” (G.S. 1). Así pues, en su carta de convocación para el Año de la fe, el Papa emérito Benedicto XVI pensaba “que iniciar este año coincidiendo con el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II, puede ser una ocasión propicia para comprender que los textos dejados en herencia por los Padres conciliares, según las palabras del Beato Juan Pablo II, ‘no pierden su valor ni su esplendor. Es necesario leerlos de manera apropiada y que sean conocidos y asimilados como textos cualificados y normativos del Magisterio, dentro de la Tradición de la Iglesia. […] Siento más que nunca el deber de indicar el Concilio como la gran gracia de la que la Iglesia se ha beneficiado en el siglo XX. Con el Concilio se nos ha ofrecido una brújula segura para orientarnos en el camino de siglo que comienza” (Porta Fidei 5). De ahí que, nos hayamos propuesto como objetivo en esta edición de la Revista “Renovación” de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, rememorar por medio de unas reflexiones acerca de algunos documentos del
Editorial Concilio Vaticano II, lo que significó este gran acontecimiento para la humanidad, pues fue la manera como los Padres conciliares, bajo la dirección del Espíritu Santo, querían buscar la forma de renovarse a sí mismos, para manifestarse “cada vez más conformes al Evangelio de Cristo. Nos esforzaremos en manifestar a los hombres de estos tiempos la verdad pura y sincera de Dios, de tal forma que todos la entiendan y la sigan con agrado” (cfr. Mensaje de los Padres conciliares a todos los hombres n. 3).
En suma, citando una vez más a Floristán y Tamayo (1985) podría decirse que “la intención de Juan XXIII, de Pablo VI y de la mayoría episcopal fue muy clara desde el principio y a lo largo de las cuatro sesiones conciliares: no condenar, sino dialogar, no definir nuevos dogmas, sino presentar el mensaje cristiano de una forma actualizada a los hombres de nuestro tiempo, no imponer autoritariamente el credo católico sino iluminar desde la ética del Evangelio las nuevas situaciones históricas” (Ibíd., 12).
En efecto, de acuerdo con lo planteado por Floristán y Tamayo (1985): “El Vaticano II constituye el acontecimiento eclesial más importante del siglo XX y uno de los fenómenos más significativos de nuestra historia reciente por las repercusiones que tuvo en los campos de la cultura, la política y la sociedad en general”. (Floristán C. y Tamayo J. J. (1985). El Vaticano II, veinte años después. Madrid. Ediciones cristiandad. p. 11).
Para concluir, en el Concilio Vaticano II vemos un signo de esperanza para nuestra humanidad, en él se renueva la promesa del Señor de estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (cfr. Mt 28,20), su luz nos hace descubrir cómo el Resucitado nos guía por el camino de la vida de modo que unidos a Él, permanezcamos en Él y podamos de esta manera dar mucho fruto, pero un fruto que perdure (cfr. Jn 15,5-16) de modo que podamos impregnar la vida de quienes nos rodean de la esperanza suficiente para que a pesar de las luchas puedan continuar gozosos el itinerario de su existencia, ya que “Aquel pueblo mesiánico, por tanto, aunque de momento no contenga a todos los hombres, y muchas veces aparezca como una pequeña grey, es, sin embargo, el germen firmísimo de unidad, de esperanza y de salvación para todo el género humano. Constituido por Cristo en orden a la comunión de vida, de caridad y de verdad, es empleado también por Él como instrumento de la redención universal y es enviado a todo el mundo como luz del mundo y sal de la tierra (cf. Mt., 5,13-16)” (L.G. 9).
No obstante, valdría la pena que al recorrer las páginas de este órgano informativo y comunicativo de nuestras Diócesis, quienes se acerquen a esta revista, se pregunten por la novedad de la doctrina conciliar en sus vidas, si afirmábamos que el Concilio Vaticano II se convierte en una oportunidad para la renovación, permitiendo el diálogo y la apertura a otros sin necesidad de entrar en disputas o tensiones, ¿nosotros hoy, somos capaces de dar razón de nuestra fe desde la apertura y el respeto? porque en ocasiones pareciera que aquella experiencia de fe, eclesialidad, participación y comunión aún no ha sido interiorizada ni mucho menos llevada a la práctica.
En el Concilio Vaticano II vemos un signo de esperanza para nuestra humanidad, en él se renueva la promesa del Señor de estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (cfr. Mt 28,20).
Impulsamos el plan de pastoral para la evangelización porque es la voluntad de Dios en nuestra Iglesia particular “No todo el que me diga: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial” Mateo 7, 21
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ara amar el plan de pastoral y por ello vivimos la espiritualidad partimos que éste es una expe- de comunión como un modo esperiencia de fe y por ello cuando cial de ser Iglesia, en la vivencia del confesamos nuestra ideal que es signo teológico fe en la oración del Credo del “ya, pero todavía no”, lo hacemos en Dios Uno pues el ideal no es algo a y Trino que es Padre, Hijo lo que se llega como una y Espíritu Santo y en la ex“carrera” o “competencia” periencia fundante de fe que tiene metas, sino que que es la Iglesia nuestra ya está presente como germadre y en los misterios men, semilla o fruto en la que encierra como es la realidad y cuando decimos comunión de los Santos, Pbro. Diego León en nuestra idea fuerza: “La el perdón de los pecados Arroyave Zapata Diócesis de Santa Rosa de Vicario de Pastoral. y la resurrección de los Osos, está llamada a ser muertos. Pudiéramos decomunión de comunidades cir Creo en Dios y en sus promesas para el anuncio de Jesucristo”, nos y por tanto creo en las mediaciones dice que ya lo estamos haciendo y de Dios, una de ellas la Iglesia donde que es posible, pero de manera esÉl vive y actúa manifestadas en una pecial en todas las dimensiones de palabra clave de espiritualidad como la evangelización presentadas en es “la voluntad de Dios” y lo oramos nuestros niveles de pastoral, pero en el Padre Nuestro “hágase tu vo- especialmente en el comunitario, priluntad” y aparece en muchas refe- mer nivel en que el trabajo se articula rencias bíblicas, que bueno retomar desde la familia, la pastoral de multila Palabra de Dios y hacerla oración tudes y los pequeños grupos de famidesde nuestro ser de verdaderos y lias, como espacios concretos donde auténticos Cristianos y decir sin áni- se da la evangelización. mo de ponderar o exagerar “creo Del mismo modo, no sólo soñamos, en la voluntad de Dios, manifestada sino que hacemos posible un fin y en el plan de pastoral”, el ABC de objetivo último “El pueblo de Dios nuestro plan pastoral lo reza así en que peregrina en la Diócesis Sanla pregunta sobre qué es el plan de ta Rosa de Osos, con el Obispo que pastoral donde dice “es la manifesta- lo preside, está articulado orgánica ción de la voluntad de Dios en nues- y dinámicamente en comunión de tra Diócesis de Santa Rosa de Osos”. comunidades como Iglesia particuLa Diócesis de Santa Rosa de Osos lar, llamada a la santidad en la vitiene un Plan de Pastoral para la vencia de dones y carismas a través Evangelización y el anuncio de Je- de un proceso global y permanente sucristo, la V conferencia de Apare- de evangelización y misión para la cida nos reta en un lema para que extensión del Reino de Dios” pues nuestros pueblos en Él tengan vida como Iglesia particular existe “para
ser misionera del Reino de Dios, sacramento de unidad y servidora del bien común”. Al final del evangelio de San Mateo, Jesucristo les habla a los once después de vivir el misterio Pascual y los envía para ir al mundo entero, lema de la próxima Jornada Mundial de la Juventud. “id y haced discípulos”, esa es la MISIÓN que el Señor confía a sus discípulos y la sigue confiando a los Apóstoles, presididos por el Papa hoy en la persona de su Santidad Francisco, y a su vez en los presbíteros, colaboradores de los obispos, los diáconos y en la riqueza ministerial del laicado y la vida consagrada. Como lo afirmamos en uno de los criterios de Pastoral, EVANGELIZAR nos toca a todos, somos discípulos y misioneros y por ello hacemos nuestra profesión de Fe en el Credo y como Abrahán el padre de la fe le creemos a Dios que nos ha hecho la promesa de un Plan de pastoral que nos permite organizar todo el trabajo pastoral de una manera procesual, ordenada, dinámica e ideal. Por eso vivimos nuestro plan de pastoral para la Evangelización para asumir el mandato misionero y vivir la voluntad de Dios en nuestra Iglesia particular de Santa Rosa de Osos que este año vive el tercer año de la primera fase de la segunda etapa en la dinámica del itinerario de nuestro plan de pastoral. Gracias Dios por nuestro Plan de Pastoral, él expresa tu voluntad en nuestra Iglesia particular y fortalecemos nuestra Fe en el Dios de las promesas.
VOX CLAMANTIS desde la rectoría…
Primacía
de Dios Primero es lo primero. Esta reflexión sobre el decreto Presbyterorum Ordinis, sea una orientación para los aspirantes a la vida sacerdotal y motivación para quienes ejercen el ministerio sacerdotal.
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ensemos en el decreto conciliar desde el punto central del ministerio sacerdotal: “primacía de Dios”. Los seminaristas ya lo han escuchado: sin la primacía de Dios en nuestra vida no hay anclaje seguro para el ministerio sacerdotal. P. Farly Yovany En Dios encontramos la verdad Gil Betancur de lo que somos y en su volunRector del Seminario tad encontramos nuestra realiDiocesano zación. La tarea es grande “servir a Cristo, maestro, sacerdote y rey, para edificar la Iglesia como Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y templo del Espíritu Santo” (P.O. 1). Nos comprendemos en Dios, la relación con Él da consistencia a nuestra humanidad y la orienta por el camino recto y auténtico. El propósito sacerdotal, es contribuir al aumento de la gloria de Dios y promover la vida divina en los fieles, (P.O. 2) esto se logra con la primacía de Dios, llenarse de Dios para luego entregarlo y anunciarlo a los hombres. El documento conciliar nos relata la fisonomía que debe asumir el sacerdote, desde unos vínculos, unas exigencias y unas tareas, esto porque debe imitar a Cristo y a los apóstoles, viviendo en el mundo con las virtudes que le hacen acepto a los hombres: “No podría ser ministro de Cristo si no fuera testigo y dispensador de una vida distinta de la terrena, ni tampoco servir a los hombres si permaneciera ajeno a la vida y condiciones de los mismos” (P.O.3). Se busca la primacía de Dios refrendada en un auténtico comportamiento: bondad, sinceridad, fortaleza, constancia, justicia, urbanidad. Esto se alcanza sólo en la acogida de Dios en nuestra vida para que la
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VOX CLAMANTIS desde la rectoría… transforme, libres de toda esclavitud. “Hay que dar tiempo y espacio a Dios para que sea el “centro vital” de la existencia humana” (Benedicto XVI, 25º Congreso Eucarístico Italiano, 2011). En el capítulo dos, hablando del ministerio de los presbíteros, inicia exponiendo sus funciones: Enseñanza, predicación, santificación por medio de los sacramentos, oficio Divino, la Liturgia, la caridad. En dichas funciones el sacerdote muestra la primacía de Dios: una Palabra hecha vida, la Eucaristía vivida donde se reafirme esa primacía de Dios, prefigurando en todo lo Sagrado la alegría eterna para la que el hombre ha sido creado. La relación con Dios y esa primacía Divina se traducen en tener al Señor en el corazón y manifestar esa relación en la cercanía al Obispo, por medio de una colaboración sincera y eficiente; también se manifiesta en la fraternidad recíproca: cercano a los sacerdotes jóvenes, respeto a los ancianos, sensible a los enfermos o con dificultad; también se traduce en la paternidad con los fieles, ahí está la manifestación de esa primacía Divina en el rostro del otro, cercanía y acogida a los fieles que responderán con amor a esa entrega. El camino de redescubrimiento del verdadero destino de la humanidad sólo puede encontrarse en el restablecimiento de la primacía de Dios en el corazón y la mente de cada persona (Benedicto XVI, a los obispos de Filipina). La vocación debe estar orientada hacia la realización personal y una solicitud por el bien de toda la humanidad. Por eso, el concilio habla del ministerio sacerdotal como participación de la universalidad de la misión confiada por Cristo a los Apóstoles, el servicio misionero se presenta cuando se siente la Primacía de Dios para comunicarla y anunciarla a todo el mundo. La clave de la vida sacerdotal está en la relación personal con el Señor, la centralidad de Dios en la vida, por eso, Presbyterorum Ordinis, en el capítulo tres, inicia con una invitación a la santidad, asemejándose a Cristo Sacerdote, llamado a la perfección, ya que ha recibido además de la consagración bautismal una ulterior consagración que lo hace instrumento vivo de Cristo. Con la primacía de Dios se llega a la perfección en la virtud. Su triple función lo lleva a tener los mismos sentimientos de Cristo, con la caridad y la ascética propia del pastor, armonizando acción y contemplación, mostrando fidelidad a Cristo y fide-
lidad a la Iglesia. Sólo una verdadera amistad con Dios mostrará una auténtica comunión con los demás, sirviendo a los que se aman en Cristo. En la apertura a Dios, se siente que las exigencias espirituales del ministerio son medios para que las tendencias del mundo no afecten la primacía de Dios en la vida sacerdotal. Debemos confrontar nuestro actuar con la voluntad de Dios, vivir en comunión y obediencia, la vivencia alegre del celibato, la libertad de espíritu ante los bienes materiales, la responsabilidad administrativa, entre otras. Los recursos (espirituales, intelectuales, culturales) que propone este documento conciliar tienen que asumirse con entereza de modo que, en la perfección de su ser y de su actuar se muestre que Dios está en el primer lugar en el ministerio sacerdotal. Que nada, ni nadie desplace a Dios de su primacía. Concluyen los Padres conciliares, exhortando al sacerdote a no olvidar que dispone de la ayuda de Dios, de los superiores, de los compañeros y de todos los fieles, con la confianza en el Señor: “tened confianza, yo he vencido al mundo”. Nutrirse de Cristo, actuar en el Cristo, transparentar a Cristo, es la forma de mostrar la alegría de la primacía de Dios en la vida. Permanecer en el Señor para hacer de la vida cotidiana un lugar de alabanza a quien es primero en nuestro ministerio. Si falta Dios en la vida del sacerdote, se pierde la Gracia. Que Dios no falte en nuestro sacerdocio. Concluye el Sacrosanto Concilio, en este decreto sobre los presbíteros, agradeciendo a cada sacerdote el amor y entrega en su servicio eclesial por la extensión del Reino de Dios.
Que esta reflexión sí sea una vox clamantis para que cada seminarista se anime en su proceso vocacional, se acerque a este don tan sublime reconociendo la primacía de Dios, para que su sacerdocio sí transforme, santifique, ilumine y guíe su propia vida y al pueblo santo de Dios. Primero es lo primero.
Pastoral sacerdotal
Vivo de la fe “Vivo de la fe en el Hi jo de Dios que me amó y se entregó por mí” (Gál 2, 20) alas: fe y razón, no puede vivir el drama de esta separación. Estudia Se nos ha dicho que la fe debe ser y se prepara con la única intención de aumentar su fe y luego creída, celebrada y vivida. con mayor eficacia ser tesSi el Seminario debe pretigo de la fe. Esto lo lleva parar verdaderos creyena ser un buscador incantes, estos son los que deben sable y predicador arduo llegar al presbiterio para de la verdad. transformar las comunidaHay momentos difíciles. El des. Partamos de estas acsacerdote no cree de forma titudes para esta reflexión distinta al hermano. Debe sacerdotal sobre la fe. confiar en la ayuda del SeP. Farly Yovany ñor en los momentos de Fe creída, profesada: Gil Betancur La fe es ante todo una Rector del Seminario tibieza y de aridez; pero, crece en constancia y al Diocesano adhesión personal del mismo tiempo experimenhombre a Dios, y al mista las maravillas del Señor mo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda que le dice: ¡grande es tu fe!
¿Cómo vivo de la fe en el Hi jo de Dios?
Vivir de la fe, es la invitación de Pablo, que Cristo viva en mí y que la fe en Él sea la que me da vida, no hay otra cosa que sostenga la existencia sacerdotal que la adhesión a Cristo que llama y envía.
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verdad que Dios ha revelado. (CEC. nro. 150). Esta adhesión tiene que ser más vinculante en el sacerdote. Al dispensar los misterios de Dios debe el sacerdote decir: “creo”, para luego invitar a la comunidad a conocer y aceptar los misterios. Adora y contempla los misterios para que luego, enfervorizado, pueda llevar a los hermanos a dicha contemplación. A veces el sacerdote quiere ser prematuramente maestro de fe sin terminar el discipulado, se vuelve experto en formular dogmas, pero la experiencia vivificadora del Señor todavía no penetra totalmente el corazón, experiencia que siempre se gana de rodillas, con mente y corazón contemplativos. Cada sacerdote tiene una fe razonada. Parece obvio, pero no lo es. Si está obligado a dar razón para creer y esperar, necesita las dos
Fe celebrada:
Señor, aumenta mi fe, es más para suplicarlo que para predicarlo. Con el primer impulso del día, venga la oración del sacerdote pidiendo aumente su fe, como entrega personal, total y libre al Señor. La fe tiene que ser orada y contemplada. Sin la “fuga mundi”, sino que en una espiritualidad encarnada la fe se fortalece, la nuestra la del sacerdote diocesano. La fe celebrada, en una liturgia transformadora, hace vida lo que se cree. Los sacramentos son de fe: la Eucaristía es el misterio de la fe, sentir la necesidad de la confesión es un medio para fortalecer y restablecer la fe, etc. Cada celebración se nutre de lo que creemos que se hace encuentro, que se manifiesta en comunidad. En definitiva, la liturgia comunica, proclama y explicita la fe.
Pastoral sacerdotal Fe vivida.
La fe vivida y testimoniada se dispone a amar y servir. La fe es vivida por creyentes “creíbles” en el mundo que evangelizan, que con espíritu misionero transmiten el gozo del encuentro con el Señor. Si el sacerdote siente al Señor como su fortaleza, la comunidad así lo experimentará, es decir, una fe convincente, que arrastre. Fe agradecida, pone ante el Señor a quienes le transmitieron la fe: Padres, familia, educadores, sacerdotes, comunidad. Fe vivida en la cercanía del otro: “que el corazón no se me quede desentendidamente frío”. Al mismo tiempo, “Guarda mi fe del enemigo”1: materialismo, consumismo, relativismo, secularismo, hedonismo, descuido de los consejos evangélicos, tibieza espiri-
tual, antitestimonio, etc. Al contrario, una fe refrendada con las actitudes sacerdotales: testimonio, escucha, caridad, paciencia, liderazgo, etc. Una fe que santifica. Creer en el Señor lo lleva a un encuentro personal con Él, y en el encuentro su santificación. Por eso con humildad reconoce sus errores, y cultiva esa fe ante el Santísimo, librándose del activismo que pone en peligro esos momentos de fortalecimiento espiritual. Una fe sacerdotal que aprende del otro, en especial del humilde. Muchos fieles dan gratas sorpresas, desde su sencillez tienen una íntima relación con el Señor. Acercarse a ellos es beber de la auténtica fe que se viste de la sencillez campesina, se arropa con la mantilla o se manifiesta en pocas palabras pero
en un corazón grande para amar. Si el sacerdote tiene a Dios como fundamento y centro de su vida, experimentará la alegría y la fecundidad de su vocación. EL sacerdote debe ser ante todo un “hombre de Dios” (1 Tm 6,11) que conoce a Dios directamente, que tiene una profunda amistad personal con Jesucristo que comparte con los demás los mismos sentimientos de Cristo (Cf. Flp 2,5). Sólo así el sacerdote será capaz de llevar a los hombres a Dios, encarnado en Jesucristo, y de ser representante de su amor. (Benedicto XVI, discurso inaugural de Aparecida, No. 5). A la Madre de la fe, encomendamos nuestro sacerdocio. 1 Frases de un himno de la liturgia de las Horas. (lunes IV semana del tiempo ordinario).
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El Concilio Vaticano II
Desempolvando el Vaticano ii
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l Concilio Vaticano II fue un Concilio asistencia de unos dos mil padres conciliares Ecuménico de la Iglesia católica convoprocedentes de todas las partes del mundo. cado por el papa Juan XXIII, “el Papa Asistieron, además miembros de otras confede transición”, que “parecía apenas un siones religiosas cristianas. Por estos motivos párroco bueno”; anunció a los cardehubo necesidad de adoptar como lennales el 25 de enero de 1959, el progua oficial del Concilio el latín. pósito de celebrar un Concilio; induEntre los principales fines, por los cuadablemente, que él fue el instrumento les fue convocado el Concilio tenemos: dócil a las mociones del Espíritu Santo. El Concilio Vaticano II fue uno de los • Buscar que fuera un aggiornamento mayores acontecimientos históricos o puesta al día de la Iglesia, ya el Papa que marcaron el siglo XX. Juan XXIII anunciaba su intención al El Concilio se llevó a cabo en un lapHna. Juana Bautista iniciar un nuevo Concilio: “Abramos so de cuatro etapas: la primera fue Arbeláez Medina las ventanas de la Iglesia”. Para que la la apertura solemne presidida por el Hija de Ntra. Sra. Iglesia católica pudiera dialogar con la Papa, Juan XXIII, el día 11 de octubre de las Misericordias gente de su tiempo. El Papa resumía de 1962 en la Basílica de San Pedro; lo que él esperaba de este Concilio: fecha en la cual se celebraba la Maternidad “Abramos las ventanas de la Iglesia. “Quiero Divina, en el antiguo calendario litúrgico. Él abrir ampliamente las ventanas de la Iglesia, no pudo concluir este Concilio porque falleció, con la finalidad de que podamos ver lo que el 3 de junio de 1963. El 21 de junio del mispasa al exterior, y que el mundo pueda ver lo mo año fue elegido el Cardenal Montini, quien que pasa al interior de la Iglesia” Se trataba tomó el nombre de Pablo VI. Al día siguiende buscar el aggiornamento de la Iglesia, se te en su primer radiomensaje, aseguró que el decir “la puesta al día” o “la actualización” de Concilio continuaría y el 27 anunció la fecha la Iglesia Católica con respecto a la situación de reapertura. en que se vivía en aquel tiempo. Pero como el Divino Capitán nunca abandona • Promover el desarrollo de la fe católica “la Barca de Pedro”; el Papa Pablo VI, digno • Lograr una renovación moral de la vida crissucesor, reabrió las puertas del Concilio, el 29 tiana de los fieles. de Septiembre de 1963 y se celebró la se• Adaptar la disciplina eclesiástica a las necegunda sesión, que terminó en diciembre del sidades y métodos de nuestro tiempo. mismo año. La tercera etapa fue convocada y presidida por Pablo VI, se efectuó del 14 de • Lograr una mejor interrelación con las demás septiembre al 8 de diciembre de 1964. Al conreligiones, principalmente con las orientales. cluirla, el Papa proclamó a María, como “Ma• Renovar la vida litúrgica y todos los demás dre de la Iglesia”. La cuarta y última etapa tuvo ámbitos de la vida cristiana. lugar del 14 de septiembre a diciembre de 1965, se aprobaron los últimos documentos y Conviene recordar que el pontificado el día 8, fiesta de la Inmaculada Concepción del Papa Pablo VI está profundamente de la Virgen María, en solemne ceremonia, el vinculado al Concilio tanto en su Papa Pablo VI clausuró el Concilio Vaticano II. Comparativamente, éste fue el Concilio que continuación, desarrollo, clausura contó con una mayor y más diversa represencomo en la inmediata aplicación. tación de lenguas y etnias, con una media de
El Concilio Vaticano II
El Papa FRANCISCO, nos pide “desempolvar el Vaticano II o leerlo si nunca lo habéis hecho”. En la Misa que celebra, el Papa Francisco, cada mañana en la capilla de la casa de Santa Marta, a las 7:00 a.m., el 16 de abril, día del cumpleaños del Papa emérito, Benedicto XVI, la ofreció por las intenciones de su Santidad y pidió a los fieles que oraran por el Papa emérito con frecuencia. El tema de la homilía fue el Vaticano II. Advirtió que no se ha cumplido con todo lo que el Espíritu Santo pidió en el Concilio, porque se ha preferido mayormente ceder a la tentación de la comodidad que seguir lo que inspiró Dios a los padres conciliares. El Espíritu Santo siempre “nos mueve, nos hace caminar, empuja la iglesia a ir hacia delante”. Sin embargo, “somos como Pedro en la Transfiguración: ‘¡Ah qué bien estamos aquí todos juntos! Que no nos molesten. Queremos que el Espíritu Santo se adormezca… Queremos ‘domesticar’ al Espíritu Santo. Y eso no funciona. Porque Él es Dios. Él es ese viento que va y viene y no sabes de dónde, (Jn 3, 8). Es la fuerza de Dios, es quien nos da consuelo e impulso para seguir adelante. Pero… ¡Seguir adelante! Es eso lo que fastidia. La comodidad es mejor”.
“Esta tentación es todavía actual. Un solo ejemplo: pensemos en el Concilio: el Concilio fue una hermosa obra del Espíritu Santo. Piensen en el Papa Juan: parecía un párroco bueno y fue obediente al Espíritu Santo y convocó el Concilio. Pero después de 50 años, ¿hemos hecho todo lo que nos ha dicho el Espíritu Santo en el Concilio? ¿En esa continuidad del crecimiento de la Iglesia que fue el Concilio? No”. “Festejemos este aniversario, hagamos un monumento, pero que no nos moleste. No queremos cambiar. Es más: hay voces que quieren ir hacia atrás. Esto se llama ser testarudos, eso se llama querer domesticar el Espíritu Santo, eso se llama convertirse en insensatos y tardos de corazón para creer”. El Santo Padre señaló que lo mismo ocurre en la vida personal. “El Espíritu nos empuja a recorrer un camino más evangélico”, pero nosotros nos resistimos. El Vaticano II representa una gran oportunidad histórica para una verdadera renovación de la Iglesia, que todavía no se ha llevado completamente a cabo. Gracias al espíritu conciliar se han dado pasos, la Iglesia se ha abierto al mundo, pero todavía hay mucho camino por delante. El Papa, Francisco terminó exhortando a los fieles a “no oponer resistencia al Espíritu Santo. ¡Es el Espíritu quien nos hace libres, con esa libertad de Jesús, con esa libertad de los hijos de Dios! (Cf Jn 8, 32). Esta es la gracia que yo quisiera que todos nosotros pidiéramos al Señor: la docilidad al Espíritu Santo, ese espíritu que vive en nosotros y nos hace avanzar por el camino de la santidad, esa santidad tan bella de la Iglesia. La gracia de la docilidad al Espíritu Santo”.
“El Espíritu nos empuja a recorrer un camino más evangélico”, pero nosotros nos resistimos.
La “Dei Verbum”
y el año de la fe
E
la fundación del Pontificio Institoda la revelación. n el marco más amplio tuto Bíblico por Pío X (1909); la La constitución llega a una esde la conmemoración encíclica Spiritus Parapecie de clímax al recalcar con de los cincuenclitus de Benedicto XV palabras claras y explícitas que ta años de esa (1920), con ocasión “la economía cristiana, por tanverdadera efusión del de los mil quinientos to, como alianza nueva y defiEspíritu Santo en la años de la muerte de nitiva, nunca cesará, y no hay vida de la Iglesia, que San Jerónimo, y soque esperar ya ninguna revelafue el Concilio Vaticabre todo la encíclica ción pública antes de la gloriono II, continuamos la Divino Afflante Spiritu sa manifestación de nuestro Secelebración del Año (1943) de Pío XII, que ñor Jesucristo”. Considero muy de la Fe. O mejor, el fue como el semáfosabio y necesario este énfasis Año de la Fe constiPor Pbro. Libardo conciliar, para enfrentar ciertuye el primer evento Esaú Zapata Yepes ro en verde o la carta blanca para los estutos mesianismos y movimientos celebrativo del cindiosos católicos de la seudoreligiosos que pretenden cuentenario conciliar. Sagrada Escritura. Finalmente, cada tanto traer nuevas “reveNada más pertinente, entonen medio del Conlaciones”. ces, que, recordar (actualizar cilio, la Instrucción Revolucionario es en la mente y en el corazón) alEl documento Sancta Mater Ectambién, en la Dei gunas pinceladas que nos ilusdestaca el papel clesia de la PontifiVerbum, el contren la manera en que el Conprotagónico de la cepto de fe, “por cia Comisión Bíblicilio concibió y abordó la fe, en ca (1964), sobre la gracia de Dios y del la que el hombre la Constitución dogmática soverdad histórica de se enbre la divina revelación, la Dei Espíritu Santo para libremente los evangelios. trega todo a Dios”; Verbum, el documento insignia Veamos pues su- prestar esta fe, pues de esta manera, la del Concilio, tanto por la precintamente esas fe se concibe como paración, como por su gestael mismo Espíritu pinceladas magis- “da a todos dulzura una realidad que ción y su dramática redacción. trales: implica y comproSe trata de una constitución en el asentir y creer La Dei Verbum atrimete la totalidad dogmática, en un concilio de a la verdad”. buye la revelación de la existencia, y carácter eminentemente pastoal amor gratuito de no ya, como una ral. Ya no hay cánones ni anaDios, que quiso revelarse a sí simple fórmula nemotécnica y temas, pero sí era necesario mismo y revelar el misterio de reduccionista, que era necesapresentar con fluidez y concisu voluntad, mediante el cual rio aprender de memoria para sión los elementos basilares de nos hacemos partícipes de la acceder a la primera comunión: la fe y de la revelación, apronaturaleza divina y de los bie“Fe es creer lo que no vemos vechando los frutos producidos nes divinos, que superan de porque Dios lo ha revelado”. por el movimiento bíblico en todo punto la inteligencia de El documento destaca el papel los últimos setenta años, cuyos la mente humana. Este plan se protagónico de la gracia de Dios principales hitos han sido la realiza mediante hechos y pay del Espíritu Santo para prestar encíclica Providentissimus Deus labras intrínsecamente unidos esta fe, pues el mismo Espíritu de León XIII (1893), La creación entre sí, donde Cristo es, a un “da a todos dulzura en el asentir de la Pontificia Comisión Bíblica tiempo, mediador y plenitud de y creer a la verdad. Y para que por el mismo pontífice (1902);
la inteligencia de la revelación sea más profunda, el mismo Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe por medio de sus dones”. Enaltece la Dei Verbum también las facultades intelectuales humanas al confesar que “Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza por la luz natural de la razón humana, partiendo de las cosas creadas”, y que hay que atribuir a la revelación divina que “aquello que en las cosas divinas no es de suyo inaccesible a la razón humana pueda ser conocido por todos, aun en la condición presente del género humano, de modo fácil, con firme certeza y sin mezcla de error alguno”. Con admirable sobriedad, la Dei Verbum señala la mutua relación entre la sagrada Tradición y la sagrada Escritura, pues están estrechamente trabadas y comunicadas entre sí, y ambas, por manar del mismo manantial divino, confluyen en cierto modo en uno y tienden al mismo fin. En este punto es fundamental subrayar que la Tradición, es decir, “lo que los Apóstoles trasmitieron, comprende todo lo que contribuye a que el pueblo de Dios lleve vida santa y se acreciente la fe; y así la Iglesia en su doctrina vida y culto, perpetúa y transmite a todas las generaciones, todo lo que ella misma es, todo lo que cree”. Esto, para recalcar que lo que necesitamos está ya completo y no hay que ir a buscar en otras partes. La Tradición progresa en la
Iglesia bajo la asistencia del Espíritu Santo porque crece la inteligencia de las cosas y de las palabras transmitidas. Por la misma Tradición conoce la iglesia el canon íntegro de los libros sagrados y también por ella la sagrada Escritura se entiende más a fondo y se torna constantemente eficaz. De todo esto concluye el documento que “la Iglesia no toma de la sola sagrada Escritura su certeza acerca de todas las cosas reveladas. Por lo cual ambas han de ser recibidas y veneradas con igual sentimiento de piedad y con la misma reverencia”. Esto contra la visión protestante que sólo admite la Escritura como fuente de la revelación. A la Tradición y a la Escritura se une el Magisterio vivo de la Iglesia, el único que tiene la función de interpretar auténticamente la palabra de Dios escrita o transmitida. Este Magisterio, cuya autoridad se ejerce en el nombre de Jesucristo, evidentemente, no está por encima de la palabra de Dios, sino a su servicio.
Ya en el campo de la sagrada Escritura ha sido fundamental la declaración de que “los libros sagrados tienen a Dios como autor, pero que, en la composición de los mismos, escogió a hombres, de los que se valió dentro del uso de sus fuerzas y facultades, de suerte que obrando él en ellos y por ellos, consignaran por escrito, como verdaderos autores (énfasis añadido), todo y sólo aquello que él quería”. Esto para refutar una concepción mágica de la Biblia, como bajada del cielo, al estilo Corán. Siguiendo a la Divino Afflante Spiritu, la Dei Verbum retoma la importancia de los diversos géneros literarios utilizados en los libros sagrados, ya que para saber lo que quiso comunicarnos Dios, el intérprete de la sagrada Escritura debe inquirir atentamente qué quisieron realmente significar y qué quiso Dios manifestar por las palabras de los autores sagrados, pues Dios usó de una admirable condescendencia, al expresarse en lenguaje humano, forzosamente limitado. Igualmente, dado que la Sagrada Escritura hay que leerla e interpretarla con el mismo Espíritu con que se escribió, para averiguar el sentido de los textos sagrados, hay que atender no menos diligentemente al contexto y unidad de toda la Sagrada Escritura, habida cuenta de la tradición viva de toda la Iglesia y de la analogía de la fe, para ayudar a madurar el juicio de la iglesia. Certera es también la percepción conciliar de la voluntad salvífica universal del Dios amantísimo, que mirando y
preparando la salvación de todo el género humano (y no simplemente, de “muchos”), se escogió un pueblo al que confió sus promesas. No hay que olvidar que la Iglesia es el nuevo Israel, con el que Dios sigue contando para salvar a todo el género humano (no a “muchos”). De gran utilidad fue igualmente haber declarado, sin vacilaciones, que los libros del Antiguo Testamento contienen cosas imperfectas y pasajeras, pero que los mismos libros demuestran, sin embargo, la verdadera pedagogía de Dios. mantenido y sigue mantenienEsto, para evitar los peligros de do (y no sólo ha creído y sigue lecturas fundamentalistas y litecreyendo) el carácter histórico ralistas. de los evangelios, porque aunCapital resulta el número 16, que evidentemente es cuestión relativo a la unidad de los dos de fe, no menos lo es de estutestamentos, pues constituye el dio y de investigación. Aquí, el principio hermenéutico fundadocumento recogió el fruto de mental de toda la la Instrucción SancSagrada Escritura, ta Mater Ecclesia de debido al genio de Certera es también la Pontificia Comila percepción Agustín: Dios dissión Bíblica (1964), puso tan sabiamenlamentablemente conciliar de la te las cosas que el opacada, sin culvoluntad salvífica Nuevo está latente pa de nadie, por el universal del en el Antiguo, y el mismo Concilio. Antiguo se hace paDios amantísimo, Este mismo número tente en el Nuevo. distingue claramenque mirando y Destaca el docute tres estadios en la preparando la mento la excelencomposición de los salvación de todo evangelios: Lo que cia del Nuevo Testamento, y dentro el género humano Jesús hizo y ensede éste, hace des(y no simplemente, ñó, la predicación collar los evangede los Apóstoles y de “muchos”), se lios (los cuatro), la redacción de los y recuerda que la escogió un pueblo autores sagrados. Iglesia defiende el al que confió sus En este último estaorigen apostólico dio el Concilio hace promesas. de los mismos. notar la presencia Singular importande cuatro gerundios cia reviste el número 19, donen el trabajo de redacción: Los de se afirma que la Iglesia ha autores sagrados redactaron
los cuatro evangelios, seleccionando algunas cosas y palabras, sintetizando otras, adaptándolas según las necesidades de los destinatarios, y manteniendo la forma de predicación (énfasis añadido). Este número es fundamental para evitar el peligro de imaginar los evangelios como si fueran actas o crónicas o informes detallados de lo que Jesús hacía o enseñaba cada día. En los números finales, se señala la veneración que la Iglesia ha dispensado siempre a las Sagradas Escrituras, como al cuerpo mismo de Cristo; se recomiendan las tradiciones bien cuidadas, con notas explicativas; se estimula a los exegetas a seguir trabajando fecundamente; se afirma que el estudio de las sagradas páginas ha de ser como el alma de la sagrada teología. De este modo, la Palabra de Dios se toma como lo que realmente es y no como un arsenal de citas bíblicas para adornar artículos o carteles. Se recomienda la lectura asidua de la Biblia, de manera que ya no tienen cabida aquellos mitos que se originaron a principios del siglo XX, como, por ejemplo, que leer la Biblia es pecado o, por lo menos, causa de locura. El Concilio le devolvió la Biblia al Pueblo de Dios. Quiera Dios que la lectura y asimilación estos breves rasgos de la Dei Verbum nos estimulen a leer, meditar y contemplar la Palabra de Dios, para purificar nuestra fe, fortalecer nuestra esperanza y madurar nuestro amor.
la Constitución Pastoral
sobre la Sagrada Liturgia del
Concilio Vaticano II
L
La redacción de la constitución Sacrosanctum a constitución pastoral sobre la sagrada Concilium durante el desarrollo del Concilio esliturgia, “Sacrosanctum Concilium” del tuvo marcada por grandes logros, pues, llegó a Concilio Vaticano II, pretende fundamenconvertirse en paradigma de la renovatalmente, una profunda y significión eclesial, pero fue objeto de grancativa “reforma”, largamente deseada des resistencias por parte de aquellos y seriamente preparada, del ejercicio que se oponían a la introducción de la del Sacerdocio de Cristo en el contexto 2 lengua vernácula, la comunión bajo de la Iglesia católica . La Sacrosanctum Concilium (SC), en las dos especies y la concelebración. efecto, es una constitución que brota Entre los logros más significativos pocomo fruto maduro de un proceso que demos relacionar los siguientes: se había iniciado medio siglo antes en • Fue el primer documento discutido y las entrañas del “movimiento litúrgiaprobado por los padres conciliares. Por Pbro. José co”, liderado por D. Gueranguer en • Se propuso promover la reforma liGregorio Rodríguez Francia y Hirscher en Alemania, con túrgica, considerando la liturgia como Abello grandes repercusiones en algunos teología en la acción. monasterios de Bélgica, Alemania, • Influyó positivamente en la renovaEspaña y Francia. Un hito significativo de este ción promovida por el concilio, pues, abrió el movimiento, fue el “motu proprio” de San Pío horizonte para emprender reformas aún mayoX “Fra le sollicitudine”, del 22 de noviembre de res. 1905, sobre la reforma de la música sacra y • Su esquema fue el más largamente preparado del Canto Gregoriano, donde por primera vez y llegó a las manos de los padres conciliares el Papa habla de la participación activa en la profundamente enriquecido por el movimiento liturgia. Con esto, y con otras significativas relitúrgico. formas, el Papa Pío X inspiró y animó la organiNo obstante, el reconocimiento de estos logros, zación del “movimiento litúrgico” en la abadía la Sacrosanctum Concilium se vio afectada porde Mont Cesar, bajo el liderazgo de Dom Beauque, al ser la primera constitución aprobada por duin y la investigación teológica e histórica solos padres conciliares, no se enriqueció con los bre la Liturgia, en torno a María Laach, Odo desarrollos posteriores del concilio y ha sido acuCasel y Guardini. El Papa Pío XII, en la encíclica sada de anacrónica pues no integró los desafíos “Mediator Dei”, recoge toda la reflexión teolóde la secularización y escogió como modelo la gica sobre la sagrada liturgia, pero se muestra liturgia romana basilical de los siglos IV al VI, reticente a la promoción de una profunda rerenunciando a las riquezas de otras épocas y forma litúrgica. latitudes de la Iglesia. Estuvo marcada, según Estos prolegómenos, constituyen los antecedenalgunos estudiosos, por la cultura occidental lites inmediatos de la reforma litúrgica promoviteraria y burguesa del siglo XX. da por el concilio Vaticano II en la Sacrosanctum Por su carácter más práctico que especulativo, y Concilium. por su deseo de ejecutar una auténtica reforma
litúrgica, la SC, se constituyó en el documento conciliar de mayor impacto en la vida y en la fe de los cristianos católicos en el mundo entero. La celebración de cara al pueblo, la utilización de la lengua vernácula, la comunión bajo las dos especies, la autorización de las concelebraciones, el reconocimiento de la PARTICIPACIÓN activa, consciente y fructuosa en la liturgia por parte de todos los fieles como la fuente de la auténtica espiritualidad cristiana; el reconocimiento de la liturgia como actio christi y actio ecclesiae; la invitación a ofrecer juntamente con el sacrificio de la misa, el culto de la propia vida, constituyen un verdadero hito y la superación de una acción litúrgica que se había vuelto incomprensible para el pueblo de Dios llevándolo a refugiarse en un cúmulo de devociones que evidentemente no son expresión auténtica del Ejercicio del Sacerdocio de Cristo3. Cincuenta años después de la promulgación de la SC, y ante los grandes y profundos cambios que caracterizan a la postmodernidad, se presentan ante nuestra mente crítica algunas preguntas que, aunque doctores tiene la santa madre iglesia para resolverlas, no dejan de inquietarnos:
• ¿No está nuestro modelo litúrgico demasiado anclado en el modelo de cristiandad ya desaparecido o en vías de desaparición? • ¿Por qué permanece todavía en la praxis litúrgica de algunos dirigentes de la Iglesia la nostalgia de una liturgia imperial, mejor basilical, propia de épocas ya superadas? • ¿No se quedó corta la adaptación de la liturgia a la rica y plural experiencia cultural y celebrativa de la Iglesia de ayer y de hoy? • ¿Cómo lograr que la liturgia realmente sea atractiva y permita un auténtico crecimiento espiritual, para muchos bautizados que la encuentran repetitiva y monótona? • ¿Puede la liturgia convertirse en una verdadera estrategia para frenar el avance del secularismo y volver a impulsar la renovación de una Iglesia que se define como comunión de comunidades? Evidentemente, cuando nos asomamos a la SC no nos queda otra opción que hacer memoria, agradecer a Dios por todos los dones recibidos por medio de la reforma litúrgica y provocar la reflexión para que podamos abrirnos a nuevas perspectivas.
2 Cfr. CONCILIO VATICANO II, Sacrosanctum Concilium, Proemio. 3 Cfr. Oñatibia, “La ‘Sacrosanctum Concilium’, hito histórico”, Phase 29 (1989) 46.
Algunas evidencias de renovación en la formación sacerdotal: Optatam Totius, Concilio Vaticano II.
G
racias al testimonio del car religiosamente e instruir en libro de los Hechos de las disciplinas eclesiásticas a un los Apóstoles, es posible cierto número de jóvenes de la ver la importancia que misma ciudad o diócesis”. Tamla Iglesia ha dado a la preparación bién dispuso de forma especial de sus ministros. Pues ya que los estudiantes en aquella rudimentaria aprendiesen “gracomunidad cristiana se mática, canto, cómvio la necesidad de esputos eclesiásticos y coger a “hombres que demás materias de sean de buen testimonio, letras humanas. Asillenos del Espíritu y de mismo se instruirán sabiduría” para cumplir en la Sagrada Escriun ministerio determitura, libros eclesiásnado (Cfr. 6,1-7). Pasaticos, homilías de los ba el tiempo, y el nuevo santos y en la maneJohn Mario pueblo de Dios crecía ra de administrar los Zapata Peña. en número y se extendía sacramentos, sobre Seminarista Segundo por todo el orbe conocitodo respecto de oír de Teología. do; así también urgía la confesiones”. De ahí necesidad de ministros en adelante, fueron idóneos para atender las necesimuchos los personajes que imdades espirituales de quienes se pulsaron una formación adecuaadherían al camino del Señor. da a las circunstancias de cada Históricamente se puede consépoca para los sacerdotes. tatar cómo, desde San Agustín, El 25 de enero de 1959, soplaron ya estaba presente la idea de un fuertemente vientos de cambio “colegio clerical” y luego hubo con el anuncio oficial por parte de diversidad de iniciativas para S.S. Juan XXIII, de un nuevo Conpropender una formación más cilio, el Vaticano II, con el cual se estructurada del clero como ocuha buscado como objetivo fundarrió en Inglaterra con el Cardemental un aggiornamento, cuyo nal Pole. Sin embargo, el aconespíritu queda resumido en el nutecimiento eclesial que catapultó meral uno (1) de la Constitución definitivamente el establecimienDogmática Sacrosanctum Concito de una formación sistemática lium: “fomentar la vida cristiana para los sacerdotes fue el Concientre los fieles, adaptar mejor las lio de Trento que, en su momennecesidades de nuestro tiempo a to, ordenó en el decreto XVIII, las instituciones susceptibles de sección XXIII que “todas las catecambio, promover todo lo que drales, metropolitanas e iglesias pueda ayudar a la unión de todos mayores, según sus posibilidades los creyentes en Cristo, y fortaley la extensión de la diócesis, escer lo que puede contribuir para tén obligadas a mantener, edullamar a todos al seno de la Igle-
sia”. Uno de los resultados de este aggiornamento, es precisamente el decreto conciliar Optatam Totius que propone la renovación en lo que respecta a la formación sacerdotal, pues como lo sugiere su proemio “la anhelada renovación de toda la Iglesia depende en gran parte del ministerio de los sacerdotes”, por lo que el Santo Concilio, “animado por el espíritu de Cristo, proclama la grandísima importancia de la formación sacerdotal”. El decreto en cuestión, con sus 22 numerales, distribuidos entre el proemio, siete capítulos y una conclusión, fue promulgado el 28 de octubre de 1965 de manera prácticamente unánime, puesto que recibió 2318 votos a favor y tan sólo 3 en contra. El eco más reciente en Colombia de las proposiciones del Decreto Optatam Totius, es el documento de la Conferencia Episcopal de Colombia titulado: “Normas básicas para la formación inicial presbiteral en los seminarios mayores de Colombia”, que con el visto bueno de la Santa Sede, se ha convertido hasta nuestros días, como en la carta de navegación que propone las rutas de acción para la formación en los seminarios. Se conoce que dadas las nuevas circunstancias y los vertiginosos cambios de estos tiempos, ya se está trabajando con juicio en la actualización de estas normas para la Iglesia colombiana (cfr. cap. I). Hoy como ayer, la familia, nos dice el decreto, se convierte en ese primer seminario donde se fecunda la vocación a la vida sacerdotal.
De igual manera, el documento impregnada de profundos maticonciliar destaca como primeros ces cristológicos y mariológicos, responsables de la promoción pneumatológicos y eclesiológicos. vocacional a los obispos y a sus En el Seminario, la vida espiritual colaboradores lo párrocos; y con se hace concreta en la vivencia ellos, a todo el conjunto del pueblo consciente de la Eucaristía y del de Dios. Esto se ha visto reflejado Oficio Divino, junto a la medien la preocupación permanente tación fiel y la lectura orante de que los pastores de la palabra de Dios. la Iglesia particular Con la solidificación En los últimos de Santa Rosa de de la dimensión estiempos se ha Osos han puesto en piritual se ha procucaminado en la consolidación del rado también la asSeminario, como el cesis necesaria para el proceso de lugar donde se forsoportar las dificulevangelización man los candidatos tades del ministerio renovada bajo el al sacerdocio con y la vida sacerdotal, modelo del PDRE competencia intelecasí como también tual y espiritual, es para que se viva con y frente a esta decir, donde se visdinámica pastoral alegría y entrega el lumbra como objecelibato. (cfr. cap. IV) tivo final de toda la el Seminario nunca El sistema educaha sido ajeno, educación el formar tivo del seminario pastores a ejemplo se ve afectado, por sino al contrario del Señor Jesucristo, por las ha actualizado de supuesto, Maestro, Sacerdote nuevas tendencias y y Pastor. En procura manera constante a propuestas pedagóde la efectividad en los candidatos para el gicas. En este sentiel cumplimiento del ejercicio ministerial en do es un deber del objetivo final, ha sido obispo, junto con siempre fundamental el territorio diocesano. los formadores del (cfr. cap. VI) la delimitación claseminario, abordar, ra de las funciones como lo recomienda y cualidades de los formadores el Decreto, la renovación de los los cuales, estamos seguros, han estudios en referencia a los consido elegidos de entre los mejores, tenidos y métodos. Este año, en y han sido preparados diligentenuestro Seminario, se ha comenmente con doctrina sólida, convezado una nueva experiencia graniente experiencia pastoral y una cias a la instauración de un penformación espiritual y pedagógica sum para el grado propedéutico singular (cfr. OT 5) (cfr. caps. II-III). separado del bloque de estudios El decreto dedica amplio espacio filosóficos. De seguro, esta innoa la formación espiritual que es el vación realizada en atención a la eje transversal, la columna verteenseñanza del magisterio, facilitabral, en donde tiene su equilibrio rá la formación de candidatos con todo el proceso educativo dentro un criterio más sólido y maduro, y fuera del seminario. En ella se capaces de emprender con decipropone como modelo de vida sión y rectitud los estudios en teoel Evangelio que es Cristo mislogía. (cfr. cap. V) mo, nacido de María, la Virgen; La caridad pastoral junto a la esy enviado del Padre, con la fuerza piritualidad de comunión, constitudel Espíritu Santo. Así las cosas, yen la espiritualidad del sacerdote toda la formación espiritual está diocesano de Santa Rosa de Osos.
Para este efecto, siempre se ha procurado en el esquema formativo del seminario un énfasis especial en la instrucción pastoral, donde se abarca la capacitación para las funciones en cuanto a la catequesis y la predicación como principal ministerio del sacerdote (cfr. PO 4). Así mismo, en los últimos tiempos se ha caminado en el proceso de evangelización renovada bajo el modelo del PDRE y frente a esta dinámica pastoral el Seminario nunca ha sido ajeno, sino al contrario, ha actualiza de manera constante a los candidatos para el ejercicio ministerial en el territorio diocesano. (cfr. cap. VI) En el contexto particular de la Iglesia diocesana, siempre se ha abordado el tema de la formación permanente y del perfeccionamiento de la formación una vez terminados los estudios. Anualmente hay dos jornadas de formación; una con el matiz de permanente y otra con tinte pastoral. Todo en atención a que “la formación sacerdotal, sobre todo en las condiciones de la sociedad moderna, debe proseguir y completarse aun después de terminados los estudios en el seminario” (OT 22). Cabe destacar, como los neosacerdotes, han gozado de encuentros permanentes que, con certeza, les han ayudado a “introducirse gradualmente en la vida sacerdotal y en la vida apostólica” (ibíd.) de la Iglesia local de Santa Rosa de Osos. (cfr. cap. VII ). Finalmente, sigue resonando en todos quienes pretendemos configurarnos con Cristo Sumo y Eterno Sacerdote, la exhortación última de los Padres conciliares a que consideremos cómo en nosotros se deposita la esperanza de la Iglesia y la salvación de las almas; que recibamos amorosamente las normas de este Decreto, de forma que lleguen a producir frutos ubérrimos que permanezcan para siempre. (cfr. OT conclusión).
Bodas de plata
de jurisdicciones eclesiásticas antioqueñas El 18 de junio del presente, se cumplieron los veinticinco años de la creación de varias jurisdicciones eclesiásticas antioqueñas.
E
l 18 de junio de 1988, el Beato Papa Juan Pablo II, realizó una reorganización de la geografía eclesiástica de Antioquia, mediante la erección de la sede metropolitana de Santa Fe de Antioquia y las Diócesis de Apartadó, Caldas y Girardota. Vale la pena hacer un breve recuento de la cronología de las Iglesias particulares de nuestro departamento de Antioquia. La primera jurisdicción eclesiástica erigida en territorio antioqueño, fue la Diócesis de Antioquia, creada mediante documento emanado de la Congregación Consistorial, expedido el 31 de agosto de 1804 y ratificado por el Papa Pío VII. Este hecho marcó el comienzo de las jurisdicciones antioqueñas. Tras las dificultades inherentes a la época de la Independencia, en los primeros años del siglo XIX, la nueva diócesis, sólo se pudo inaugurar el 19 de enero de 1829, cuyo primer pastor, fue el Ilustrísimo Señor Fray Mariano Garnica y Orjuela, a éste sucedieron ilustres prelados que trabajaron incansablemente en la evangelización de la región. El 14 de febrero de 1868, recibió la diócesis madre de Antioquia, un duro golpe, pues, la sede antioqueña fue suprimida y el traslado de la misma a Medellín. La diócesis de Antioquia, fue restablecida por el Papa Pío IX, el 29 de enero 1873, así quedaron establecidas dos ju-
risdicciones: Antioquia y Medellín, de Osos, Apartadó y los entonces esta última, fue elevada a la cate- Vicariatos Apostólicos (hoy diógoría de sede metropolitana el 24 cesis) de Quibdó e Istmina, como de febrero de 1902. sufragáneas. También El Papa Benedicto XV nacieron tres diócerealizó una nueva mosis más: la diócesis de dificación de la geoApartadó, en el Urabá, grafía eclesiástica de con territorio de la dióAntioquia, con la creacesis de Antioquia y del ción de la diócesis de Vicariato de Quibdó; Jericó, mediante Bula, la diócesis de Caldas, fechada el 29 de enero en el suroeste cercano, de 1915, dos años más con territorio de la artarde el 5 de febrero de quidiócesis de Medellín 1917, erigió la diócesis Por Pbro. José Manuel y la de Girardota, en el Acevedo Acevedo de Santa Rosa de Osos, norte cercano y nory en la misma Bula, disdeste, con territorio de puso la unión de la diócesis de An- la arquidiócesis de Medellín, y de tioquia, a la de Jericó, bajo el ca- las diócesis de Sonsón-Rionegro y yado de un solo pastor; también, Barrancabermeja. este mismo año, creó la Prefectura Todas estas jurisdicciones han Apostólica de Urabá. dado frutos abundantes de gran El 3 de julio de 1941, el Papa Pío vitalidad eclesial, con parroquias XII separó las diócesis de Antio- florecientes, centros de irradiación quia, de la de Jericó; asignándole evangelizadora; presbiterios coma cada diócesis su pastor propio. prometidos en la nueva evangeEl 18 de marzo de 1957 el Papa lización, en actitud de discípulos Pío XII creó la diócesis de Son- misioneros de Jesucristo; semisón, con territorio de la Arquidió- narios, que son verdaderos semicesis de Medellín; el 20 de abril lleros de la vocación sacerdotal ; de 1968 el Papa Pablo VI elevó comunidades religiosas, que tesla ciudad de Rionegro al rango timonian la vivencia de los consede concatedral, quedando como jos evangélicos, desde la entrega diócesis de Sonsón Rionegro. y el servicio. Finalmente hace 25 años el Papa En comunión de Iglesia, el Señor Juan Pablo II, el 18 de junio de Obispo Diocesano de Santa Rosa 1988, realizó una significativa re- de Osos, el Presbiterio y toda la organización de las jurisdicciones Comunidad Diocesana se conantioqueñas así: elevó como re- gratula en la alegría de las jurisconocimiento a la ilustre e históri- dicciones jubilares y a sus digníca ciudad madre de Antioquia, al simos pastores que las guían, a rango de arquidiócesis a la Dióce- quienes deseamos abundantes sis de Antioquia, con el nombre de bendiciones y éxitos en la tarea Santa Fe de Antioquia, conforman- pastoral de tan importantes redo una nueva provincia eclesiásti- giones de nuestro departamento. ca, con las diócesis de Santa Rosa ¡AD MULTOS ANNOS!
Exégesis y hermenéutica
“Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos” (Lc. 22, 32)
D
urante la última cena Je- el poder y su ambición (cf. 22,24), sús dirige a Pedro unas encarnados en el mesianismo napalabras que merecen cionalista. Cribar, separar el trigo atención parde la paja. Las tentaticular. Sin duda se ciones que han fallado refieren a la situación con Jesús se dirigen dramática de aqueahora contra el grupo llas horas, pero tienen de discípulos, intenun valor fundamentando destruirlo. Jutal para la Iglesia de das ya ha sido vencido siempre, pues perte(22,3). necen al patrimonio de las últimas recoLa oración de Jesús mendaciones y las úlpretende conseguir Pbro. Henry Arbey timas enseñanzas que que el espíritu nacioCorrea Monsalve dio Jesús a los discípunalista de Pedro no los en su vida terrena. acabe prevaleciendo Al anunciar la triple negación que hará Pedro por el miedo durante la Pasión, Jesús le predice también que superará la crisis de esa noche: “¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo, pero yo he rogado por ti para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos” (Lc 22, 31-32). Simón Pedro, en nombre de todos, había identificado a Jesús con el Mesías nacionalista de la expectación popular (9,20). A pesar de la explicación de Jesús (9,21s), los discípulos siguen aferrados a esa idea mesiánica. Ésta dará pie a la tentación, y es Pedro el que se encuentra en mayor peligro. Jesús lo llama por su nombre no por el sobrenombre; la repetición subraya la importancia del aviso. Satanás,
sobre la adhesión a él. Afianzar a los hermanos (22,32) en la adhesión a Jesús. El momento de la prueba será el de la pasión y muerte de Jesús, cuando todos van a fallar. Pedro no acepta el aviso; quiere mostrar que no necesita que Jesús ore por él (22,33). Ante su presunción, Jesús lo llama por el sobrenombre (22,34): Te digo, Pedro/piedra, cf. 6,14, que retrata su obstinación. la oración de Jesús no consigue evitar su defección. Sólo el amor indefectible de Jesús lo rescatará de ella (22,61s). La plena conversión de Pedro requerirá un largo proceso (22,54-62; Hch 10,11-16; 11,510; 12,11.17). Las líneas propuestas por Lucas en estos versículos tienen un
sentido profundo y actual, es en definitiva un texto particular que como toda la escritura, adquiere una auténtica carrera de sentido; la visión errada de Simón Pedro es el drama que tal vez se vive hoy en nuestra amada Iglesia y la petición de Jesús una invitación radical a asumir en serio su palabra, un Pedro encerrado en un Mesías nacionalista que le dará poder terreno a él y a los que lo han dejado todo para seguirlo: “Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos, pues?” (Mt. 19,27) un Jesús que lo invita a alejarse de tal presunción y aferrarse a lo que realmente es necesario e indispensable, la vida eterna; para entender tal desafío, Jesús lo invita a volver (epístrofe, convertirse) a redescubrir la misión y a empezar a trabajar en serio en ella. La autenticidad de las palabras de Jesús no sólo nos consta por el cuidado con que Lucas recoge informaciones seguras y las expone en una narración que también es válida desde el punto de vista crítico, como se puede apreciar por lo que dice en el prólogo de su evangelio, sino también por esa especie de paradoja que encierran: Jesús se queja de la debilidad de Simón Pedro y, al mismo tiempo, le confía la misión de confirmar a los demás. La paradoja muestra la grandeza de la gracia, que actúa en los hombres y en este caso
Exégesis y hermenéutica en Pedro. Muy por encima de las posibilidades que le ofrecen sus capacidades, virtudes y méritos; y muestra, asimismo, la conciencia y la firmeza de Jesús en la elección de Pedro. El contexto en que se encuentran esas palabras, dirigidas por Jesús a Pedro, es decir, dentro de la última cena, es también muy significativo. Acaba de decir a los Apóstoles: “Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas; yo, por mi parte, dispongo un reino para vosotros, como mi Padre lo dispuso para mí” (Lc 22, 28.29). El verbo griego diatithemai (que significa: preparar, disponer) tiene un sentido fuerte, algo así como disponer de una manera eficaz, y alude a la realidad del reino mesiánico establecido por el Padre celeste y participado a los Apóstoles. Las palabras de Jesús se refieren sin duda a la dimensión escatológica del reino, cuando los Apóstoles serán llamados a “juzgar a las doce tribus de Israel” (Lc 22, 30), pero tienen valor también para su fase actual, para el tiempo de la Iglesia aquí en la tierra. Y éste es un tiempo de prueba. A Simón Pedro Jesús le asegura, por eso, su oración, a fin de que en esa prueba no venza el príncipe de este mundo: “Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo” (Lc 22, 31 ) La oración de Cristo es indispensable, especialmente para Pedro, a causa de la prueba que le espera y del encargo que Jesús le confía. A ese cometido se refieren las palabras: “Confirma a tus hermanos” (Lc 22, 32), pero
advirtiendo además que Pedro la cabeza de la Iglesia, el que tiene en sí el poder de regir, enseñar y santificar, primero debe convertirse para confirmar pues sería una ignorancia profunda y dañina para la Iglesia si quien dirige pretenda confirmar o afianzar sin antes volver (epístrofe). Sí, es que generalmente nos centramos en las líneas de “confirma a los hermanos” porque en sí generaran desafío pero a la vez poder y autoridad y desconocemos el principio motor para afianzar a los hermanos, perdemos de vista la conversión que es la que hace que el confirmar a los hermanos se traduzca en servicio y no en tiranía, pues bajo las condiciones de la misma es más fácil actuar que pensar. La perspectiva en que se ha de contemplar el cometido de Pedro (como toda la misión de la Iglesia) es, por consiguiente, a la vez histórica y escatológica. Es una misión en la Iglesia y para la Iglesia en la historia, donde se deben superar pruebas, se han de afrontar cambios, y es preciso actuar en particulares situaciones culturales, sociales y religiosas, pero todo ello en función del reino de los cielos, ya preparado y dispuesto por el Padre como término final de todo el camino histórico y de todas las experiencias personales y sociales. El “reino” transciende la Iglesia en su peregrinación terrena, y transciende sus tareas y poderes. Transciende también a Pedro y al colegio apostólico y,
por tanto, a sus sucesores en el episcopado. Y, a pesar de ello, está ya en la Iglesia, y ya actúa y se desarrolla en la fase histórica y en la situación terrena de su existencia, por lo cual ya existe en ella algo más que una institución y estructura social. Existe la presencia del Espíritu Santo, esencia de la nueva ley, según san Agustín (Cfr. De spiritu et littera, 21) y santo Tomás de Aquino (Cfr. S. Th., I.II, q. 106, a. 1), pero esta presencia no excluye, sino que por el contrario exige, a nivel ministerial, lo visible, lo institucional, lo jerárquico. Es interesante notar que el evangelista, aun aludiendo a la fragilidad humana de Pedro, que no está exento de las dificultades, sino que es tentado como los demás Apóstoles, subraya que goza de una oración especial por su perseverancia en la fe: “He rogado por ti”, es paradójico contemplar como la realidad del hombre está lejos de la líneas divinas. Pedro no fue preservado de la negación, pero, después de haber experimentado su debilidad, fue confirmado en la fe, en virtud de la oración de Jesús, para que pudiera cumplir su misión de confirmar a sus hermanos. Esta misión no se puede explicar por medio de consideraciones puramente humanas. El apóstol Pedro, que se distingue por ser el único que niega .¡tres veces!. a su Maestro, sigue siendo el elegido por Jesús para el encargo de fortalecer a sus compañeros. Los juramentos humanos de fidelidad que hace Pedro resultan inconsistentes, pero triunfa la gracia.
Algunos matices sobre
la naturaleza y misión de la iglesia en
la lumen gentium del vaticano ii
L
a constitución dogmática sobre la Iglesia Nuevo Testamento, que realzan su carácter de del concilio vaticano II hace referencia a la comunidad establecida por Dios: Redil (Jn 10, naturaleza de la Iglesia y a su 1-10); campo de labranza (1 Co 3,9); misión universal. Está una cuesJerusalén Celestial (Ap 12,17) (cfr. LG tión fundamental para el tiempo ac6). Por consiguiente, el Pastor, el Latual donde se pretende vivir la fe sin brador y el Cordero respectivamente Iglesia; se cree en Cristo, pero no en evocan la imagen de Cristo que conla Iglesia, por diversas circunstanduce a su Iglesia. De ahí se deriva, de cias. Así, la Lumen Gentium es una la misma manera, la denominación de presentación de la Iglesia como tal y la Iglesia, que trae a colación el docude su tarea. Vale la pena, entonces, mento, como cuerpo místico de Cristo, resaltar algunos aspectos relevantes al cual Cristo le transmite su vida a traacerca de esta constitución conciliar. vés de los sacramentos (cfr. LG 7). Esta Pbro. Julio César La Iglesia no surgió de la nada, se última peculiaridad especifica el rasgo Caro Lopera encuentra ya prefigurada en el Anpropio de la Iglesia como unida íntimatiguo Testamento (cfr. LG 2), porque mente a Cristo. Dios eligió un pueblo, depositario de sus promeDe esto se infiere, como lo determina la constitusas, que tiene su origen en la vocación de Abración dogmática, que la Iglesia anuncia a Cristo ham, quien respondió con absoluta actitud de con su propio testimonio de pobreza y abnegadesprendimiento al llamado de Dios; este pueción (cfr. LG 8). Sin lugar a dudas, ésta es la meblo peregrinó hasta la tierra prometida y es prejor manera de anunciar al Señor y hacer creíble paración de la Iglesia, el nuevo Pueblo de Dios, su mensaje. constituido en la Nueva Alianza que es Cristo. De otra parte, el concilio llama a la Iglesia Pueblo Este hecho constituye uno de los elementos que de Dios que fue constituido por la muerte y resumuestran la realidad de un Dios que se revela en rrección del Señor (cfr. LG 9) y participa del don la historia personal y comunitaria. profético de Cristo (cfr. LG 12). En estas aseveraLa Iglesia es congregada por la unidad del Paciones, se ve claramente la idea sobre el origen dre, del Hijo y del Espíritu Santo (cfr. LG 4); ella divino de la Iglesia. Además, dice el concilio, crece por el poder de Dios (cfr. LG 3); es decir, que todos los seres humanos están llamados a que la Iglesia tiene su origen en el misterio misser parte de ese Pueblo de Dios (cfr. LG 13). Esto mo de Dios, uno y trino. Además, está guiada y refleja la voluntad divina salvífica universal, exacompañada por su omnipotencia. Aquí se enpresada también por el documento conciliar en cuentra, por lo tanto, el fundamento teológico de la ratificación del mandato misionero de evanla constitución misma de la Iglesia como tal. Se gelizar a todas las naciones, tarea encomendada enfatiza mucho más este asunto, cuando el conpor Cristo a su Iglesia (cfr. LG 17). cilio, con relación al Reino de Dios que se maniHay otros aspectos de la Lumen Gentium que fiesta principalmente en la persona de Jesucristo, conviene subrayar como el sacerdocio común de afirma que la Iglesia es principio y germen de los fieles, el cual ejercen, como lo manifiesta la ese Reino (cfr. LG 5). constitución dogmática, a través de la participaEsta institución divina es mostrada por la Lumen ción en los sacramentos, la oración, la caridad y Gentium a partir de varias figuras tomadas del la vida de santidad (cfr. Lg 10). De este modo, el
concilio aborda la naturaleza misma del sacerdocio común, esto es, el llamado a la santidad. Además, el documento evidencia que el sacerdocio ministerial y el sacerdocio común participan del único sacerdocio de Cristo, y que son diferentes no sólo en grado, sino en esencia (cfr. Lg 10). Así, se establecen con claridad y distinción los elementos propios del sacerdocio común y del sacerdocio ministerial respectivamente. Igualmente la constitución sobre la Iglesia muestra a Cristo como quien constituyó la Iglesia universal sobre los apóstoles y la edificó sobre Pedro, cuya piedra angular es el mismo Cristo (cfr. LG 19). Así, se pone de manifiesto nuevamente la Iglesia como institución divina. De esto se derivan otras cuestiones, a saber, los obispos como sucesores de los apóstoles (cfr. LG 20); la consagración episcopal como plenitud del sacramento del orden (cfr. LG 21); la unidad del colegio episcopal con el Papa (cfr. LG 22); el Papa como principio y fundamento perpetuo visible de unidad (cfr. LG 22); el obispo como principio visible de unidad en la Iglesia particular (cfr. LG 23); la infalibilidad del Papa en cuestiones de fe y moral (cfr. LG 25); la misión de los presbíteros (cfr. LG 28) y de los diáconos (cfr. LG 29). Luego, la Lumen Gentium considera a los laicos como incorporados a Cristo por el bautismo, esto los define en su ser de fieles cristianos como participantes de la misión profética, sacerdotal y real de Cristo y ejercen su misión en la Iglesia y en el mundo según la parte que les corresponde (cfr. LG 31); procuran el crecimiento de la Iglesia (cfr. LG 33); consagran a Dios el mundo (cfr. LG 34); es fundamental su papel en la familia y en el matrimonio (cfr. LG 35) y son testigos de la resurrección y de la vida del Señor (cfr. LG 38). Se colige, por ende, después de esbozar solo algunos aspectos de la constitución dogmática sobre la Iglesia del concilio vaticano II, principalmente con respecto a su naturaleza y misión, la necesidad de la vivencia comunitaria de la fe, en la Iglesia, que tiene su origen en Dios, comunidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Se constata, además, la realidad de la Iglesia como una institución divina que en su ser y actuar está íntimamente unida a Cristo, por lo cual no se entiende la fe en Cristo sin la Iglesia. 25
Desde el Consejo Diocesano de Laicos
“Todo lo puedo en Aquel que me conforta (Fil 4,13)” Jorge Iván Restrepo Palacio Laico comprometido.
Q
uiero empezar este escrito dando gracias a Dios y retomo las palabras del Papa Francisco en su homilía al comienzo de su pontificado “El verdadero poder es el servicio”. Yo, como laico comprometido, tengo bien claro que debo servir a Dios sirviendo al prójimo. En la Iglesia hay variedad de ministerios, pero unidad de misión como nos dice el Concilio Vaticano II. Todos los bautizados formamos parte de la Iglesia, por consiguiente como laico católico tengo una misión desde que recibí el sacramento del bautismo la cual es el servicio, pero para esto tengo bien claro que dicho servicio lo ejerzo en todos los lugares donde me encuentro. Si es en el hogar siendo un buen papá y a la vez un buen esposo, cumpliendo con las obligaciones no sólo de llevar todo lo necesario, sino también orientando a los hijos hacia la fe en el Señor, y como hijo respetando y ayudando a los padres, teniendo caridad con ellos, dando buen ejemplo a los hermanos. En el trabajo cumpliendo con las obligaciones asignadas, siendo puntual con el horario de trabajo y aprovechando la oportunidad cuando se presenta para hablar de Dios que nos da todo, el buen tiempo, la vida, la salud etc. Como laico comprometido, acólito y
lector, siempre he tenido apoyo en mi familia, esposa e hijos, desde que recibí los ministerios en el año 2005. En la comunidad o donde esté, sobresaliendo en el buen comportamiento, la forma de hablar y de actuar como dice también el Concilio Vaticano II siendo miembro de la Iglesia. “Hombres y mujeres de la iglesia en el corazón del mundo”. Hoy las personas andamos por el mundo llenos de afanes que no nos permiten ni sacar tiempo para dar gracias a Dios que nos da todo lo necesario para vivir y se nos olvida que la Sagrada Escritura en 1 Pe 4,10 dice que cada cual ponga al servicio de los demás los dones que haya recibi-
do como corresponde a buenos administradores de los distintos carismas de Dios. Si todos los católicos viviéramos de acuerdo a nuestra fe, tendríamos por obligación que anunciar en todas partes la presencia de Dios como nos dice Col 3,17 “Y todo lo que hagáis o digáis, hacedlo en nombre de Jesús, el Señor dando gracias a Dios Padre por medio de Él”. También el Concilio Vaticano II nos dice: “Los que poseen esta fe viven en la esperanza de la revelación de los hijos de Dios, acordándose de la cruz y de la resurrección del Señor”. Muchos de los textos de la biblia nos hablan acerca de la fe, si yo como un verdadero testigo de Jesús vivo y actúo, donde esté tendría que acogerme “Tanto en cuanto pueda siempre” como nos revela Gal 6,10 por consiguiente, siempre que tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y especialmente a los hermanos en la fe. Nuestra vida cotidiana debe ser siempre acción de gracias a Dios en el hablar francamente, sin engaños, sin ofender a nadie, sino siendo sinceros en todo momento. El Concilio Vaticano II nos dice: “El modelo perfecto de esta vida espiritual y apostólica es la Santísima Virgen María, Reina de los apóstoles, quien mientras llevaba en este mundo una vida igual a la de los demás, llena de preocupaciones familiares y de trabajos, estaba constantemente unida con su Hijo, cooperó de un modo singularísimo a la obra del salvador”.
Madre Laura:
de Colombia para el mundo La canonización de la Madre Laura Montoya, es para la Iglesia colombiana y para el mundo entero, clara manifestación del querer de Dios, que todos demos muestras rápidas y oportunas de querer responder a su llamado, de ser Santos como Él es Santo, (Mt. 5,48). Además es necesario descubrir con este magno acontecimiento que impacta y marca toda la vida de Iglesia; que la santidad comporta todo el anuncio de la fe.
T
odos necesitamos estar comprometidos, además de ser testigos del paso de Dios por nuestra historia, convirtiéndonos en heraldos de su amor y su actuar en cada uno de nosotros. La primera santa colombiana, Santa Laura Montoya Upegui (1874-1949), fue “instrumento de evangelización, primero como maestra y después como madre espiritual de los indígenas, a los que infundió esperanza, acogiéndolos con ese amor aprendido de Dios, y llevándolos a Él con una eficaz pedagogía que respetaba su cultura y no se contraponía a ella”. En Santa Laura Montoya, se nos deja al descubierto el valor de la entrega, la fidelidad, y la búsqueda permanente de Dios, para poder alcanzar el pedestal mayor, tal es la Santidad. Recordemos las palabras que dijo el Papa Francisco el día de la Ca-
nonización de la Beata Madre por lo tanto más fraterno. La reaLaura. “La primera santa nacida lidad que vivimos nos lleva a haen la hermosa tierra colombiana blar de la Iglesia como algo externos enseña a ser generosos con no a nosotros mismos. Es una muy Dios, a no vivir la fe solitariamente desafortunada costumbre. Todos los bautizados so- como si fuera posible mos miembros de la vivir la fe aisladamente Iglesia, y tenemos en -, sino a comunicarla, Ella derechos y debea irradiar la alegría del res, más aún estamos Evangelio con la palallamados a amarla bra y el testimonio de y a sentir con ella, a vida allá donde nos enamar y participar en contremos. Nos enseña y de su misión. Desa ver el rostro de Jesús de el amor conyugal reflejado en el otro, y familiar, desde una a vencer la indiferencia y el individualismo, Por Pbro. Francisco Javier vida transformada en Londoño Londoño oración, en liturgia acogiendo a todos sin constante que busque prejuicios ni reticencias, con auténtico amor, dándoles lo dar siempre gloria a Dios, desde mejor de nosotros mismos y, sobre un hogar que quiere ser Cenáculo todo, compartiendo con ellos lo de Amor, metas de la “iglesia domás valioso que tenemos: Cristo y méstica” como la llama el Vaticano su Evangelio”. El hecho de ver lle- II, la vida cristiana se debe irradiar gar a los altares, a Laura Montoya y debe hacerse con intensidad. Upegui, ha de motivarnos a ser Llega Santa Laura Montoya y con más protagonistas en nuestra Igle- su testimonio de Vida, nos está hasia, apropiarnos más de la tarea blando en mayúsculas y al oído, que como cristianos católicos tene- que es necesario asumir y encarmos. El mundo que actualmente nar en nuestras vidas, la tarea de vivimos, es un mundo conectado, la Evangelización, no ya en la ruinformado, instalado, en donde su dimentaria época en que ella fue más próximo se llama internet, vi- entronizada a la vida de la santideo juegos, Facebook, YouTube, y dad, desde Jericó en el momento otros más, pero no por eso es un de su bautismo, pasando por otros mundo más humano, cercano, y municipios como Amalfi, Dabeiba,
Fredonia, Donmatías y otros más. En esos municipios disfrutaba sus experiencias místicas, las tareas del campo, la catequesis, y la docencia. Hoy día debemos evangelizar incardinando a todo nuestro actuar de misioneros, los avances tecnológicos de información y comunicación. La canonización de la Madre Laura, ilumina y nos ayuda a entender más la expresión e invitación del documento de Aparecida de ser discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida. Toda vez que Santa Laura, en todo su actuar misionero, logró hacer realidad esta invitación del documento además de llevar a muchos a sentir a Jesucristo como: “El Camino, la Verdad y la Vida” (Jn 14,6). Sentimos que como lo resaltan los documentos de Santo Domingo, y antes, en Puebla y en Medellín, Jesucristo es el centro de reflexión y vida de la Iglesia, en la que todos estamos llamados a ser protagonistas. No se puede negar la importancia que tiene, el tema de la Evangelización para la Iglesia, y la canonización de la Madre Laura, llega afirmando con su testimonio de vida, que la Evangelización, es un claro llamado de Dios, para ser anunciado, conocido y aceptado, en todas las esferas de la Iglesia, dando respuesta al plan de pastoral que en cada una de las jurisdicciones eclesiásticas se esté trabajando, incluyendo cada vez a más agentes de pastoral (Ap. No. 170). Por lo tanto, el anuncio del Evangelio sigue siendo el mayor desafío de la Iglesia, HOY. Santa Laura, con su
particular estilo y motivada por su amor a Dios, y a la Eucaristía, logró hacer resonar el nombre de Jesucristo en el agreste hábitat del indígena y del negro, en medio de la pobreza, teniendo como ábside la selva y como espaldar la Cruz de nuestro Señor Jesucristo, y sin sentir miedo al rechazo. ¿Qué no podremos hacer nosotros desde nuestras parroquias y con la comodidad que nos permiten las nuevas tecnologías y el transporte? Sin estructuras y sin mayores apoyos económicos, más aún, sin las comodidades que nos permite el progreso en diversos ámbitos que hoy nos acompañan, Santa Laura, anunció y comunicó a Cristo con su vida, y con su palabra, y logró hacer que muchos se enamoran de su Evangelio, que es nuestra mayor riqueza y nuestro verdadero fortín. Con el testimonio de Santa Laura, vemos como Ella cumple con lo que afirma Aparecida, cuando habla de la Misión para todos. Que la misión se despliegue hacia todos, o sea, “ad gentes”. Ésta, hoy, debe abrirse, sobre todo, a los alejados de la fe y no practicantes, sin exclusión, y desde luego de misionar también “a la otra orilla”. La Misión se sustenta sobre la certeza que la fe se fortifica dándola (n. 373-379). Es necesario que como Iglesia, nos demos a la tarea de hacer propia su Misión, y sin temor alguno, decir Sí, al llamado de Dios e imitando la intrépida acción de Santa Laura Montoya, que siendo maestra de escuela, directora de colegios, catequista por opción y
vocación, buscadora del indio en la selva para hablarle de Dios, fundadora de misioneras, escritora y batalladora. Su vida se sale de marcos ordinarios, rompe moldes y abre trochas, es blanco de la calumnia y de la veneración. Fue mujer que pensó en grande y agrandó lo que tocaba. Y pensó a lo divino porque anduvo siempre llena de Dios, pero proyectada hacia el bien de sus hermanos y precisamente de los más olvidados y abandonados. La fe en Cristo debemos renovarla practicando la caridad con el hermano. La nueva evangelización, por cierto, por ninguna razón debe descuidar la ‘dimensión social’ de la fe en orden a la construcción efectiva del Reino de Dios, si quiere ser integral. Dar una verdadera dimensión social a la Evangelización constituye, por cierto, el reto más urgente de la Iglesia en su actuar pastoral. Sintiendo el eco del testimonio de vida de Santa Laura Montoya, que evangelizó en la selva del Urabá Antioqueño, descubriendo en los pobres, y los más desprovistos de la sociedad, el rostro de Cristo. Ella, sin saberlo puso en práctica, lo que afirma el documento de Aparecida “La acción pastoral, por lo tanto, hará lo posible para que cada persona humana viva de acuerdo con la dignidad, que Dios le ha dado” (Nros.387-396). La Iglesia está viva, aunque muchos hablen de un declive, y lo más importante es que seguirá regando la semilla, germinará y producirá frutos del treinta, del sesenta y ciento por uno.
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Galería fotográfica Inauguración del monumento en honor de la Madre Laura en Amalfi.
Encuentro de formación permanente del clero.
Encuentro del Señor Obispo con los campesinos en Amalfi.
Padres jubilares y el Señor Obispo. 30
Eucaristía encuentro del Señor Obispo con los campesinos en Amalfi.
En la celebracion de la misa crismal.
Galería fotográfica Celebración 10 años de vida episcopal de Monseñor Jorge A Ossa Soto.
Encuentro de animadores juveniles en Caucasia.
Formación sobre pequeños grupos de familia en la vicaría del Padre Marianito.
Misa Crismal.
Capacitación del EDAP en Caucasia.
Formación sobre PGF (pequeños grupos de familias) en Caucasia. 31
25 Años de Ministerio Episcopal Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve Arzobispo de Barranquilla (Atlántico)
La familia de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, junto a su obispo Mons. Jorge Alberto Ossa Soto, se unió espiritualmente a la celebración del 25° aniversario de la consagración episcopal de Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve el pasado nueve de septiembre de 2013. Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve pastoreó a lo largo de 15 años nuestra Iglesia particular. Elevamos nuestra acción de gracias al Padre por su Hijo Jesucristo en el Espíritu Santo por su ministerio episcopal y rogamos al Dueño de la mies lo fortalezca y acompañe siempre para que continúe dando frutos abundantes en el desempeño de la misión que el Señor le ha encomendado.
¡Muchas felicitaciones!
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Jubileos sacerdotales
25 años
Bodas de Plata Pbro. Francisco Javier Londoño Londoño ¡Presente! Aquí estoy…
E
l 19 de Agosto de 1988, fui consagrado Sacerdote, por el Excmo. Mons. Joaquín García Ordoñez, nuestro Obispo en aquel entonces. La ordenación se celebró en la Catedral de nuestra Diócesis, en Santa Rosa de Osos. Venía de una dulce espera, que mis superiores habían considerado oportuna y necesaria. Fue un tiempo, bien interesante y del cual aprendí mucho, ya que tuve el apoyo de un sacerdote bueno, en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen en el Bagre, donde fui enviado a vivir el ministerio diaconal y luego el sacerdotal. Además del apoyo y orientación del Padre Rodrigo Lopera Gil; de parte de Mons. Joaquín García, tuve un particular acompañamiento, que me aportó espiritualidad, y mucho amor al ministerio sacerdotal, para el cual habría de prepararme. Aún conservo las cartas que mes a mes recibía de parte de mi Obispo. Como párroco me inicié en Peque, fue una primicia en el curato que se convirtió también en toda una universidad, allí tuve que aprender manejo del conflicto armado, y soportar largas jornadas a lomo de mula, para llegar hasta lugares muy lejanos y compartir con mis feligreses lo más grande y bello que tenemos como es la Santa Misa y
los Sacramentos; por lo tanto a Cristo y su Evangelio. Pasé a Liborina, y luego a Briceño, después a la parroquia de la Basílica de Nuestra Señora de las Misericordias en Santa Rosa de Osos, estando en Santa Rosa de Osos, Mons. Jairo me dice un día, que le gustaría que me diera un tiempo por el extranjero y que aprovechara para estudiar y me envió a Winnipeg, arquidiócesis de San Bonifacio en el Oeste Canadiense, fue una experiencia desde todo punto de vista enriquecedora, en lo intelectual, espiritual y sacerdotal, gané por el lado que se mire para mi vida Sacerdotal. Tres años después, y habiendo cumplido con el contrato de trabajo, haber terminado una licenciatura y un postgrado en nuestra Universidad Católica del Norte, regresé; y el Padre Gabriel Villa, administrador diocesano, me pide trabajar en la universidad Católica del Norte, también fue una experiencia que aportó mucho a mi vida. Al mismo tiempo que trabajé en la Universidad, aproveché para realizar otro estudio sobre teología en la Universidad Católica de Oriente, obteniendo el título de Teólogo. Ahora me encuentro en la Parroquia de La inmaculada de Amalfi, y todo va sobre ruedas, en un tra-
bajo armónico con la comunidad y mis compañeros sacerdotes. Es de feliz coincidencia la celebración de mis bodas de plata sacerdotales con el año de la fe. Ya que como lo anota el objetivo del año de la fe, es de igual manera para mi vida sacerdotal y de servicio a la Iglesia: el Año de la Fe «es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo» (Porta Fidei, 6). Igualmente la vida sacerdotal ha de ser y desarrollarse en una auténtica apertura y conversión al Señor, de lo contrario se desenfoca y pierde la ruta. Este año de mis bodas de plata sacerdotales, y esto en sintonía con el año de la fe, se convierte en una maravillosa oportunidad para evaluar y poder corregir lo equivocado, cultivar y fortalecer lo bueno, y con toda la iglesia, profesar juntos la fe como tantas veces lo dijo el Papa Benedicto en sus catequesis de los miércoles: “Hoy -lo sabemos- no faltan dificultades y pruebas por la fe, a menudo poco comprendida, con-
Jubileos sacerdotales testada, rechazada. San Pedro decía a sus cristianos: «Estad dispuestos siempre para dar explicación a todo el que os pida una razón de vuestra esperanza, pero con delicadeza y con respeto» (1 P 3, 15-16)”. (14 de Noviembre del 2012). Más allá de los requiebros con los que nos sorprende la vida, y más allá de incertidumbres, confusiones u olvidos, de torpezas y desvaríos, está lo que en nuestro corazón siempre palpita, (El ministerio sacerdotal y nuestro amor a Dios y a la Iglesia)
a lo que en el fondo no puede ni quiere renunciar, es lo que nos permite empezar cada mañana como si la vida volviese a comenzar. La respuesta que di, consagrándome sacerdote, hace veinticinco años, a la llamada que recibí de Dios, a temprana edad, no ha cambiado, pero sí ha cambiado mi vida. Por este motivo debo repetir cada día mi más sincero Sí a la vieja y permanente llamada, a la única vocación, aunque mi voz ahora sea tan distinta, y mi respuesta subirá como
incienso ante la presencia de Dios, que me ha llamado a fortalecer mi PROFESIÓN DE FE, en el año de la fe, junto con la renovación de mi unción sacerdotal en estos 25 años de feliz ministerio y servicio a la Iglesia. La conciencia de la llamada como gracia ha de provocar en mí una gratitud permanente, una confianza y una esperanza firmes, porque sé que estoy apoyado no en mis propias fuerzas, sino en la fidelidad incondicional a Dios que llama. (cf PDV 36).
Pbro. Oscar Augusto Múnera Ochoa: “Ser Otro Cristo”.
25
años que han pasado de prisa, sólo puedo decir, infinitas gracias a Dios que me ha sostenido en el ministerio, por Él hoy estoy de pie. Doy gracias a mi familia que me ha acompañado y apoyado durante todo mi ministerio con sus oraciones y compañía. Gracias a todas las comunidades por las que he pasado ejerciendo el ministerio sacerdotal, en 1989 – 1990 inicié en la Parroquia la Inmaculada de Amalfi, en 1991- 1995 pasé al Seminario Menor de Liborina, de 1995 -1999 Delegado de pastoral juvenil y vocacional, 2000 – 2003 Director Nacional de Pastoral Juvenil e Infantil de la Conferencia Episcopal de Colombia. 2004 Vicario Episcopal de la Vicaría de Occidente y Santa Bárbara con la delegación de la pastoral juvenil. 2005 – 2006 Vicario de Pastoral y Director Administrativo de la Diócesis. Del 15 de septiembre de 2006 hasta hoy Director de
Misiones de la Conferencia Episcopal de Colombia. Gracias al espíritu misionero de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, he sido enviado como Misionero FIDEI DONUM por 11 años, a la Conferencia Episcopal, de la cual sólo tengo gratitud, por todo lo que he aprendido en el campo pastoral y misionero. Gracias Señor por mis compañeros sacerdotes: Gonzalo Mesa Martínez, Leonel Yepes Miranda, Santiago Enrique Ochoa Gutiérrez, que están ejerciendo el ministerio, a ellos cuídalos como me has cuidado a mí, al Padre César Darío Peña García asesinado por el frente 36 de la FARC, dale el eterno descanso. En 25 años de celebrar los sacramentos, la fortaleza que me ha sostenido en el ministerio sacerdotal, han sido las más de 9.125 Eucaristías, en ellas he encontrado la fuerza y doy gracias al Señor que puedo decir sin ningún engaño, que la celebro con fe y piedad después de tantos años. Sólo le pido a Dios, que los años
que por su gracia tenga a bien darme de más en el ministerio sacerdotal, los pueda vivir a plenitud y ser otro Cristo en medio de las comunidades y la meta que he predicado a los demás la pueda alcanzar yo. Le digo al Señor como el Apóstol Pedro, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te quiero, auméntame la fe, permíteme que yo termine mis días en esta tierra siendo fiel a Ti y a la Iglesia, viviendo el sacerdocio con alegría y sirviendo a las comunidades que me tengas destinadas en un futuro si lo hay. El tiempo pasado ya no vuelve, los caminos recorridos ya pasaron, sólo dar gracias por el bien que Dios me permitió hacer a tantas personas por donde pasé, y pedir perdón por el mal que pude causar.
Jubileos sacerdotales Pbro. Leonel Yepes Miranda: ¡25 años sirviendo al Señor!
“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué” (Jer. 1,5). El ministerio sacerdotal es una opción radical por la vida, una opción radical por la verdad y es también una opción radical por un camino llamado Jesucristo. Libremente decidí entregar mi vida al Señor pero estoy seguro que desde antes de formarme en el vientre de mi madre ya Dios me conocía y desde antes que mi padre me recibiera en el nacimiento ya Dios me había santificado y elegido como su ministro y servidor. Hoy 25 años después de recibir en plenitud este hermoso Don de Jesucristo me siento afortunado y realmente bendecido pues fue el mismo Señor quien me quiso escoger para trabajar en su mies: “…y llamó a su lado a los que Él quiso” (Mc. 3,13).
Ha sido un camino fuerte y a veces complicado pero con Él las cargas han sido más ligeras, un recorrido largo y a veces con soledad pero su compañía ha llenado todos mis vacios. Que no tengo esposa, no es cierto, pues mi hermosa Iglesia Católica ha sido mi compañera fiel a la que siempre he tratado de responder con el mismo amor que me ha profesado, que no tengo hijos, no es cierto, pues todos aquellos feligreses con los que he compartido este largo tiempo han sido mis hijos espirituales y aunque quizá no los recuerde a cada uno, por todos oro como un buen padre debe hacerlo siempre. Que no tengo familia, tampoco es cierto, pues además de mi familia de sangre, Dios en su inmenso amor ha querido regalarme una familia muy grande conforma-
da por todos aquellos a quienes he bautizado, a quienes he unido en matrimonio, a quienes he confesado y en fin, conformada por todos con los que he compartido humildemente en un sacramento. Por todo esto, me detengo solo un instante para mirar hacia atrás el camino recorrido pero de inmediato emprendo mi marcha con los pies en la tierra pero mi mente y mi corazón dirigidos al cielo para seguir recorriendo por muchos años más este camino llamado Jesucristo y poder decir, al igual que hoy, al final de mis días como dice el apóstol San Pablo: “Doy gracias a aquel que me revistió de fortaleza, a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me consideró digno de confianza al colocarme en el ministerio” (1Tim 1,12).
Jubileos sacerdotales
“Aquí estoy,
envíame” “Aquí estoy, Señor”. Hch 9,10 “Aquí estoy yo, envíame” Is 6,8
S
e íntima transformación por la que pasó vuestro organismo sobrenatural gracias a una “Señal” diomos llamados por el Señor. El 22 de noviemvina, el carácter, que os habilita para obrar “in bre de 1988 llegamos a nuestra Iglesia Catepersona Christi”, y por eso os califica en relación dral cinco jóvenes para que Monseñor Joaquín a Él como instrumentos vivos de su acción. García Ordoñez, nuestro obispo Diocesano Por mi fe acepto y cumplo todo esto. nos ordenará como presbíteros y recibiéramos el saEn estos 25 años de mi vida sacerdotal siempre he excerdocio ministerial, fue entonces el Señor Jesús el perimentado el amor, la fe, la obediencia a Jesucristo que tomó la iniciativa y nosotros con profunda Fe, Sumo y Eterno Sacerdote. Es la FE la que me ha sosconscientemente y libremente respondimos: ¡Aquí estenido mi ministerio, hay veces con tantas intrigas de toy Señor envíame! colegas y de un mundo tan libertino. Por la GRACIA Cuando puso sus ojos en Samuel para hacerlo de Dios soy Sacerdote - soy indigno de este juez y libertador de Israel (1 Sam 7,2ministerio, pero es Dios el que me llamó y me 17), llamó Yahvé - Samuel, Samuel. El hizo sacerdote. Doy gracias a Dios entonces respondió Aquí estoy (1Sam 3,4). por todo lo que Él ha hecho en mí y tengo que El profeta Isaías que ha contemplado la expresar como el salmista “¿Cómo pagaré al Gloria de Yahvé (Is 6 1-3) y ha visto cómo Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré un ángel tocaba su boca con una brasa la copa de la salvación invocando su nombre. encendida (Is 6, 6-7), se explica así: “Y “Cumpliré al Señor mis votos en presencia de percibí la voz del Señor que decía: ¿A todo el pueblo”. (Sal 115). quién enviaré y quién irá de parte nuestra? Doy gracias a Jesucristo Sumo y Eterno SaDije: Heme aquí; envíame (Is 6,8), luego el Pbro. Gonzalo cerdote por todas las comunidades por donSeñor dijo: ve y dile a ese pueblo”. Mesa Martínez. de he pasado: Entrerríos, Segovia, Santa Ana Nuestro llamamiento al sacerdocio, al de Ituango, El Aro de Ituango, El Perpetuo señalar el momento más alto en el uso Socorro de El Bagre, Gómez Plata, Anorí, La Cruzade nuestra libertad, provocó la grande e irrevocable da, El Carmelo (Ituango), Ovejas (San Pedro de los opción de nuestra vida y, por tanto, la página más Milagros), La Inmaculada de Yarumal y la Catedral bella en la historia de nuestra experiencia humana. -Santa Rosa de Osos. ¡Nuestra felicidad consiste en no despreciarla jamás! San Juan Eudes nos dice: “Vosotros Sacerdotes, sois Con el rito de la sagrada ordenación fui introducido la porción de Dios, sois los ojos, la boca, la lengua y en un nuevo género de vida que se separa de todo y el corazón de la Iglesia de Jesús, o mejor dicho, del me uno a Jesucristo Sumo Sacerdote. mismo Jesús”. Esa misión del sacerdocio no es un simple título Que Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, siga benjurídico. No consiste precisamente en un servicio diciendo mi sacerdocio, que María nuestra Madre eclesial prestado a la comunidad, delegado por sacerdotal me cubra con su manto maternal. Que ella y, por tanto, revocable por la misma comutodo sea para gloria y alabanza del sacerdocio de nidad o renunciable por libre decisión del “funJesucristo Nuestro Señor. cionario”. Se trata por el contrario, de una real
Jubileos sacerdotales
50 años
Bodas de Oro Pbro. Alberto Elías Palacio Palacio
N
ació el 17 de septiembre de 1938 en el hogar de Braulio e Inés en Entrerríos Antioquia, cuarto de siete hermanos. Realizó sus estudios de primaria en su pueblo natal y los de bachillerato, filosofía y teología en el Seminario “Santo Tomás de Aquino” de Santa Rosa de Osos. Recibió lectorado el 20 de septiembre de 1960, acolitado el 15 de octubre de 1961, el diaconado el 31 de marzo de 1963 y el presbite-
rado el 28 de julio de 1963, todos estos de manos de Monseñor Miguel Ángel Builes Gómez. Ha desempeñado su servicio pastoral en Anorí, la Catedral de Santa Rosa de Osos, Donmatías y la Merced de Yarumal como vicario parroquial; capellán en el Salto (Guadalupe), estudiante en Manizales en la ICLA, párroco de San Isidro, Horizontes, Riogrande, San José de la Montaña, Llanos de Cuivá y Entrerríos. En los cargos
diocesanos de Vicario general y actual canciller y delegado para la vida consagrada. Oramos a Dios por el regalo de las bodas de oro sacerdotales y le felicitamos.
Pbro. Erasmo Antonio Uribe Pérez
N
ació el 17 de enero de 1939 en San José de la Montaña, hijo de Luis Uribe y Natalia Pérez, el menor de 13 hermanos. Realizó sus estudios primarios en la Escuela Urbana de San José y los de bachillerato, filosofía y teología en el Seminario “Santo Tomás de Aquino” de Santa Rosa de Osos; y de doctorado en Misionología en la Universidad Pontificia Urbaniana de Roma. Recibió lectorado el 20 de septiembre de 1960, acolitado el 15 de
octubre de 1961, el diaconado el 31 de marzo de 1963 y el presbiterado el 11 de agosto de 1963, todos estos de manos de Monseñor Miguel Ángel Builes Gómez. Se ha desempeñado en su servicio pastoral como vicario parroquial en Gómez Plata y la Merced de Yarumal, Amalfi, Ebéjico, San Jerónimo. Párroco de Margento, la Merced del Playón, Río Grande y Puerto Claver, en la economía del Seminario Diocesano, el tribunal eclesiástico de Medellín, en obras misionales Pontificias en Bogota,
en la curia de Leticia (Amazonas) y en la curia diocesana donde actualmente se desempeña como director del Archivo Diocesano. Agradecemos a Dios el don de su vocación y servicio en la Iglesia y lo felicitamos.
Sacerdotes jubilares difuntos Rendimos un sincero homenaje póstumo a dos hermanos sacerdotes que cumplirían su jubileo sacerdotal en este Año de la Fe, pero que han partido a la eternidad, son ellos: Monseñor Rodrigo Lopera Gil, ordenado el 28 de julio de 1963 y el Padre César Peña ordenado en noviembre de 1988.
Por Pbro. José Manuel Acevedo Acevedo
Monseñor Rodrigo Lopera Gil
E
ste ilustre sacerdote vino a la existencia en la población de Entrerríos, el 13 de marzo de 1935, en el hogar conformado por don Eladio Lopera y doña Lourdes Gil, hogar privilegiado donde el Señor encontró dos ministros para su Iglesia: Monseñor Rodrigo y el R.P Oscar, perteneciente al Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal, el cual falleció en edad temprana, ahogado en la misión de Mitú. Monseñor realizó sus estudios primarios en su natal Entrerríos, luego ingresó al Seminario Menor de Santa Rosa de Osos, terminados los estudios humanísticos, pasó al Seminario Mayor de la diócesis, donde cursó la filosofía y la teología. Recibió la tonsura clerical el 10 de abril de 1960, las órdenes menores de Ostiariado y Lectorado, el 20 de noviembre de 1960; Exorcistado y
Acolitado, el 15 de octubre de 1961, Subdiaconado, el 19 de agosto de 1962, el diaconado el 31 de marzo de 1963 y el presbiterado el 28 de julio de 1963, en el templo parroquial de Entrerríos, en compañía del Padre Alberto Elías Palacio Palacio, todas las órdenes le fueron conferidas por el Siervo de Dios, Monseñor Miguel Ángel Builes Gómez. Trabajó con espíritu de abnegación y gran celo apostólico en diferentes comunidades parroquiales de la diócesis santarrosana: Peque, Nuestra Señora de las Misericordiasde de Caucasia, donde tuvo un terrible accidente, la caída desde la azotea del segundo piso de la casa cural, cuyas consecuencias sufrió el resto de su vida, después se trasladó a su pueblo natal en busca de recuperar completamente su salud, no obstante sus con-
diciones precarias de salud, realizó una intensa y benéfica labor espiritual y material en bien del progreso de su pueblo, después de un tiempo considerable y restablecido un poco, pasó a la parroquia de San Jerónimo, en calidad de Vicario Parroquial, luego regresó a Caucasia a la parroquia de Nuestra Señora de las Misericordias, luego pasó al Bagre, como párroco de Nuestra Señora del Carmen, allí acompañó y ayudó eficazmente para la creación de las parroquias hijas, el Divino Niño, el Perpetuo Socorro y Puerto López, allí también realizó una excelente misión pastoral, ganándose el aprecio de sus feligreses; de allí pasó a la parroquia de Gómez Plata, donde dejó huellas pastorales imborrables de celo apostólico; seguidamente una corta temporada como párroco de Ovejas y
finalmente a la parroquia de Ebéjico, allí lo encontró la anexión de las parroquias del occidente cercano a la Arquidiócesis de Santa Fe de Antioquia, como hombre de fe y de profunda obediencia permaneció en dicha parroquia. Falleció en la ciudad de Medellín el 22 de septiembre de 2004, sus restos
mortales reposan en el cementerio de Entrerríos. Se distinguió por ser un sacerdote auténtico, incansable en el trabajo pastoral, piadoso, obediente, sencillo, acogedor, cercano, a pesar de los fuertes dolores que le ocasionaba la pierna accidentada, siempre mostraba alegría y optimismo, fue emprendedor en
grandes obras que todavía perduran como la Cooperativa de Entrerríos, por solo citar un ejemplo; fue muy apreciado por los sacerdotes del presbiterio diocesano. Como reconocimiento a su vida sacerdotal íntegra, el Beato Juan Pablo II, el 31 de octubre del 2000, le concedió el título pontificio de Prelado de Honor.
Pbro. César Darío Peña García
N
ació en la población de San Pedro de los Milagros, el 12 de junio de 1961. Fueron sus padres don Reinaldo Peña y doña Lucila García. Realizó los estudios primarios en la Escuela Rural” Valladales”, los secundarios en el Juniorato “San Juan Eudes”, regentado por los Padres Eudistas, en su pueblo natal. Los estudios eclesiásticos de filosofía y teología en el Seminario Diocesano de Santa Rosa de Osos. Recibió la admisión a las Sagradas Órdenes del Diaconado y Presbiterado, el 17 de noviembre de 1985, el ministerio del lectorado el 22 de marzo de 1986, el acolitado, el 17 de noviembre de 1986; el Diaconado el 22 de marzo de 1988 y el presbiterado el 22 de noviembre del mismo año, todos los recibió de manos del Excelentísimo Señor Joaquín García Ordóñez. Su ministerio sacerdotal transcurrió en el campo parroquial como Coadjutor de Sopetrán, párroco de El Aro- Ituango, Santa Ana – Ituango, Puerto López-El Bagre, Ochalí- Yarumal y de Raudal- Valdivia, de ésta fue raptado, privado de su
libertad el 15 de marzo de 2004 por un grupo ilegal, y posteriormente fue vilmente asesinado con arma de fuego; pasados siete años y medio de su desaparición, el 23 de mayo de 2011, un fiscal de la Unidad de Nacional para la justicia y la paz, con el respaldo del CTI con el apoyo del Ejército, en zona selvática de la vereda Raudal Viejo de Valdivia exhumó los restos del Padre César Darío. Cumplidos todos los trámites judiciales, el 26 de agosto de 2011, se hizo entrega de los restos mortales del Padre César Darío a su familia para darle cristiana sepultura. El 31 de agosto siguiente, en solemne celebración eucarística presidida por el Excmo. Sr. Jorge Alberto Ossa Soto, en la Basílica Menor del Señor de los Milagros, se celebraron las honras fúnebres de este sacerdote víctima del horror de la guerra que desangra nuestra patria colombiana. El Padre César Darío fue un sacerdote entregado a su ministerio de servicio y acompañamiento en la fe a las comunidades sencillas que
pastoreó, obediente a su superior jerárquico, siempre disponible, tímido, de pocas palabras, podemos decir se configuró con Cristo plenamente en el sufrimiento, víctima de la injusticia y maldad humana. El Señor dueño de la vida lo tenga gozando de la gloria eterna. Este modesto homenaje a nuestros hermanos sacerdotes que celebran su jubileo sacerdotal en la eternidad, junto a Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, hayan escuchado de sus labios la sentencia bíblica: “Muy bien siervo fiel, entra al banquete de tu Señor”.
Notas necrológicas
Pbro. Raúl Fernando Restrepo Ramírez 1958 – 2013 El 2 de enero del presente año nos sorprendió profundamente la noticia de la muerte del Padre Raúl Fernando Restrepo Ramírez, a los 54 años de vida y 28 de ministerio sacerdotal.
N
ació en Ituango, el 2 de septiembre de 1958, fruto del hogar de los esposos don Félix Emilio Restrepo Alvarez y doña María Susana Ramírez Barrera. Quinto entre 8 hermanos: Lucelly, Elías Antonio, Carmen Emilia, Luz Amparo, Teresita, Cecilia y Gloria. Sus estudios de primaria los realizó en la Escuela Antonio J. Araque; los secundarios los comenzó en el Liceo Pedro Nel Ospina de Ituango y los terminó en el Seminario Menor de Santa Rosa. Luego en el Seminario Mayor “Santo Tomás de Aquino” de Santa Rosa de Osos, hizo los estudios de filosofía y teología. Recibió los diferentes ministerios y órdenes en las siguientes fechas: El lectorado, 19 de noviembre de 1981, el acolitado, el 18 de noviembre de 1982; la Candidatura o admisión al estado clerical, el 18 de noviembre de 1981; estos ministerios le fueron conferidos por Monseñor Joaquín García Ordóñez. La Orden del diaconado lo recibió el 23 de noviembre de 1983, de manos del Señor Cardenal Aníbal Muñoz Duque, Santarrosano de nacimiento, quien
ese día celebraba sus Bodas de Oro Sacerdotales. Fue ordenado sacerdote en la Catedral de Santa Rosa de Osos, el 27 de noviembre de 1984, por Monseñor Joaquín García Ordóñez; fueron compañeros de ordenación los Padres: Rodrigo Alberto Cifuentes Vásquez (fallecido), Jorge Mario Restrepo Castaño, John Jairo Yepes Agudelo (fallecido). Ejerció su ministerio pastoral como Vicario Parroquial en la Parroquia Las Mercedes – Yarumal, del 30 de diciembre de 1984 al 2 de enero de 1989; de Entrerríos del 3 de marzo al 25 de julio de 1989; de la Catedral de Santa Rosa de Osos del 1 de agosto de 1989 al 15 de diciembre de 1994; de La Inmaculada de Amalfi del 18 de diciembre de 1994 al 13 de julio de 1995 y de Nuestra Señora del Carmen – El Bagre, del 1 de agosto de 1995 al 5 de enero de 1996. Fue párroco de La Granja – Ituango, del 6 de enero de 1996 al 6 de julio del 2000, luego pasó a la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores – Tarazá, del 12 de junio del 2000 al 12 de enero de 2007 y finalmente párroco de Remedios desde el 11 de abril de 2007 hasta finales de 2012. Se distinguió el Padre Raúl Fernando por una gran capacidad y dinamismo pastoral, piadoso, amable, de pocas palabras, catequista incansable, en sus parroquias vinculaba a toda la comunidad, mediante la organización y acompañamiento de innumerables grupos de pastoral y culturales como ban-
das músico-marciales, grupos de teatro entre otros; además trabajó especialmente con los jóvenes en los grupos juveniles y en los Boys Scout. Fue abanderado del progreso espiritual de las diferentes comunidades, trabajador incansable, lo que emprendía lo sacaba adelante, lo demostró siempre y muy especialmente en la preparación y celebración de los 450 años de la Parroquia de Remedios. Fue muy apreciado y valorado por las comunidades donde ejerció su ministerio sacerdotal. Desde fines de 2012 residía en El Santuario, oriente antioqueño, allí falleció al amanecer del 2 de enero del presente año. Sus exequias se realizaron en Jardines Montesacro, fueron presididas por Monseñor Jorge Alberto Ossa Soto, nuestro Obispo Diocesano y concelebradas por Monseñor Flavio Calle Zapata (Arzobispo de Ibagué), un nutrido grupo de sacerdotes y una copiosa asistencia de fieles y amigos. El Señor, Buen Pastor, lo tenga gozando de su presencia en el cielo.
Notas necrológicas
Pbro. Oscar Enrique Lopera Jaramillo 1944 – 2013 Después de varios meses de soportar con gran fortaleza cristiana una penosa enfermedad entregó su alma al Creador el Padre Oscar Enrique Lopera Jaramillo, en Santa Rosa de Osos, el 6 de septiembre del presente año. Vino a la existencia en Santa Rosa de Osos, el 25 de junio de 1944. Fueron sus padres: don Daniel Enrique Lopera y doña Virgelina Jaramillo (fallecidos). Segundo entre once hermanos: Jorge Arturo, Nubia (fallecida), Yamile, Gloria, María Luisa, Ana, Teresita, Piedad Elena, Santiago (fallecido) y Francisco Javier. Realizó los estudios primarios en la Escuela “Porfirio Barba Jacob” de su pueblo natal; los secundarios los hizo en la Normal de Varones “Pedro Justo Berrio”; los estudios eclesiásticos de filosofía y teología en el Seminario “Santo Tomás de Aquino” de Santa Rosa de Osos. Recibió la tonsura, el 17 de noviembre de 1968; las órdenes menores del ostiariado y lectorado, el 1 de junio de 1969, ambos recibidos de manos de Monseñor Félix María Torres Parra, en la Capilla del Seminario; el Subdiaconado, el
7 de junio de 1970, en la Catedral de Santa Rosa de manos de Monseñor Joaquín García Ordóñez y el Diaconado, el 26 de noviembre de 1970 , en la Catedral, de manos de Monseñor Angelo Palmas, Nuncio Apostólico en ese entonces en Colombia. Fue ordenado sacerdote el 11 de noviembre de 1971, por Monseñor Joaquín García Ordóñez, en la Iglesia Catedral. Su servicio ministerial transcurrió en los siguientes lugares: su única obediencia como Vicario Parroquial la desempeñó en Donmatías de 1971 a 1977, luego se comenzó su servicio como Párroco de los siguientes lugares: El Aro – Ituango, 1978 a 1979; Santa Rita – Ituango, 1980 a 1983; La Honda – Liborina, 1984 a 1985; Nuestra Señora del Carmen – El Bagre, 1985 a 1987; La Granja – Ituango, 1987 a 1996; Ochalí – Yarumal , 1996 a 1997; Aragón – Santa Rosa de Osos, 1997 a 2004; Nuestra Señora de los Dolores – Segovia, 2006 a 2012; además fue Vicario Episcopal de la Meseta y Delegado Episcopal para la Vida Consagrada. Se distinguió el Padre Oscar por su piedad auténtica, como hombre de profunda oración, consejero espiritual, trabajó incansablemente en la viña del Señor como testigo del Señor con una vida ejemplar y
con un trabajo pastoral intenso, promovió el progreso material de las comunidades a él encomendadas, el Señor lo dotó de grandes dotes artísticas que puso al servicio del culto divino, hombre sencillo y silencioso, de muy pocas palabras, pero de grandes realizaciones e iniciativas, gozó de un inmenso aprecio por parte de los feligreses de la diferentes parroquias que apacentó. Falleció en Santa Rosa de Osos, el 6 de septiembre, sus exequias se realizaron el 7, en la Basílica Menor de Nuestra Señora de las Misericordias, presididas por Monseñor Jorge Alberto Ossa Soto y concelebradas por un buen número de sacerdotes y gran concurrencia de fieles.
Paz para su tumba, el Señor de la Vida le conceda el descanso eterno.
Desde La Pastoral Infantil
Gracias Por Diana Cristina Arbeláez Vera
a todos
No es fácil abandonar a quien le he entregado el corazón y mucho más donde aprendí a ser seguidora de Cristo. Ya han pasado varios meses desde el día que tomé la decisión de emprender otros caminos y aunque es difícil pretender que no me hace falta mi amada Diócesis de Santa Rosa de Osos, quiero aprovechar estas líneas para manifestar mis sentimientos. Doy gracias a Dios por permitir que mi camino se cruzara con una maravillosa experiencia que no tendría vuelta atrás, sé que mi corazón y motivaciones siguen allí, aún siento el calor y la alegría de las comunidades del Bajo Cauca, aún degusto el sabor de la panela recién hecha y el brillo de sus
ojos del encantador Nordeste, aún añoro las bellas montañas y la calidez de la Meseta y del Norte. Estoy segura que esos aún seguirán guardados en mi corazón con tinta indeleble, al igual que los líderes, niños, jóvenes, sacerdotes, religiosas y familias que pasaron por mi vida en esta bella experiencia. Voy a atesorar todo lo que compartieron conmigo: sus sonrisas, alegrías, tristezas, llantos, miedos, incertidumbres, esperanza, amor, tranquilidad, fe y la identidad que me han dado como Iglesia; una “Iglesia que es la caricia del amor de Dios al mundo” (S.S. Juan Pablo II), una Iglesia que se renueva con el paso de procesos evangelizadores, que demuestran que son fermento de la Vid que van creciendo de la mano de laicos, religiosas, sacerdotes y obispos. Las lágrimas empañan mi rostro y quizás pueda pensar como San Agustín de Hipona: “Tarde te amé, Oh Belleza siempre anti-
gua, siempre nueva. Tarde te amé. Tú me has llamado, y me has llamado insistentemente, y has suprimido mi sordera. Tú has brillado con luz y has puesto mi ceguera a volar. Tú has emanado fragancia, y me he quedado sin aliento, y he suspirado por ti. Te he conocido, y he tenido hambre y sed de Ti, Tú me has tocado, y he sido encendido por tu paz” O como el profeta Jeremías: “me sedujiste, Señor, y me dejé seducir, me forzaste y me venciste. Y me dije: no me acordaré de Él, no hablaré más en su nombre. Pero lo sentía dentro como fuego ardiente encerrado en los huesos, hacia esfuerzos por contenerla y no podía”. Jr 20, 7s No he dado un paso atrás, ni mucho menos he tomado decisiones influenciadas; oré y discerní a la luz de Espíritu Santo, quiero hacer la voluntad de Dios en mi vida; siento que debo seguir mi camino formativo para estar más preparada en el servicio a la Iglesia, creo que como laicos comprometidos debemos prepararnos tanto académicamente como espiritual para poder prestar nuestro servicio
Desde La Pastoral Infantil
En estos espacios donde ahora me encuentro siento que lo que aprendí en todo este tiempo no fue en vano, que mi fe y mis principios cristianos siguen firmes.
a nuestra amada Iglesia Católica, y de esta manera responder a la invitación de S.S. Juan Pablo II: “la formación integral y unitaria de los fieles laicos es particularmente significativo, por su acción misionera y apostólica, el crecimiento personal en los valores humanos”. Precisamente en este sentido el Concilio ha escrito: «(los laicos) tengan también muy en cuenta la competencia profesional, el sentido de la familia y el sentido cívico, y aquellas virtudes relativas a las relaciones sociales, es decir, la probidad, el espíritu de justicia, la sinceridad, la cortesía, la fortaleza de ánimo, sin las cuales ni siquiera puede haber verdadera vida cristiana»” (LA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA SOBRE VOCACIÓN Y MISIÓN DE LOS LAICOS EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO - 1988)
En estos espacios donde ahora me encuentro, siento que lo que aprendí en todo este tiempo no fue en vano, que mi fe y mis principios cristianos siguen firmes porque “el bien de todos se convierte
en el bien de cada uno; y el bien de cada uno se convierte en el bien de todos. En la Iglesia, cada uno sostiene a los demás y los demás le sostienen a él”. (San Gregorio Magno) Antes tenía todos los medios disponibles para evangelizar y llegarle a muchas personas: encuentros, retiros, talleres, visitas, acompañamiento, convivencias, ahora no tengo todo esos medios y espacios para evangelizar, pero soy consciente de mi compromiso y me rehúso a que ese compromiso se dilate por las propuestas del mundo y he decidido utilizar el único medio que me queda para evangelizar: mi vida y mi testimonio. Quiero despertar siendo feliz y al finalizar el día sentirme contenta de haber realizado la voluntad de Dios. A cada una de las personas de la Diócesis con las que en algún momento pude compartir, a ustedes quiero darle las gracias por permitirme sentir el amor de Dios tan cerca, a la Diócesis todas mis oraciones para que cada día el Se-
ñor derrame sus bendiciones y a la Pastoral Infantil que fue la que me permitió beber del néctar de amor de Dios a través de sus experiencias sólo me queda decirle que me ha dado motivos para vivir y seguir luchando porque “nuestros niños y nuestras niñas son la esperanza y la riqueza de nuestro Continente” (Discurso Inaugural de S.S. Benedicto XVI
– Aparecida).
Un mi Dios le pague y con las palabras del Padre Pío, cierro estas líneas porque en la oración siempre nos encontraremos: “La oración es nuestra mejor arma, una llave que abre el corazón de Dios. Háblale a Dios más con el corazón que con los labios, en ciertos casos hazlo sólo con el corazón”.
La misión
con los campesinos
N Pbro. José Pompilio Gutíerrez Rúa. Delegado de Pastoral Social Diocesana
uestro lema en el 2013 es: Oramos con la Palabra de Dios, “sembramos y cultivamos el don de la fe”, la misión con los campesinos se viene impulsando y fortaleciendo de manera especial en los encuentros de formación que se han realizado en los meses de febrero, marzo y mayo en las 9 vicarías foráneas, para el sub-comité de la misión con los campesinos de las parroquias, es de valorar en estos encuentros, la presencia de 77 de las 81 parroquias de la Diócesis, y con una participación de 362 líderes y 109 sacerdotes. De las parroquias que participaron 54 optaron en su acción pastoral y misión por pequeños grupos de familia campesina, que es el objetivo principal de esta misión. A través de la Delegación de Catequesis, se enviaron los talleres de formación sobre el compendio del cate-
cismo de la Iglesia Católica, dichos talleres se debieron de haber realizado mensualmente con los pequeños grupos de familia que se formaron . Durante el mes de junio, se vivió la experiencia del encuentro del Sr. Obispo, con los campesinos: a) La presentación de los principios de la pastoral social, b) La reflexión en torno a la misión de la Iglesia expresada en un manifiesto sobre la situación del campesinado y la opción por ellos en línea evangelizadora; c) La entrega de un botón a todos los líderes campesinos con el lema: “Soy campesino, soy católico y creo”, de esta manera estamos uniendo esta misión campesina con el año de la fe; d) La presentación de un video de la Vereda Zafra de la parroquia de Belmira, en el cual se describe la experiencia que ellos tienen de un pequeño grupo
de familia campesina; e) la experiencia de perdón a través de la celebración del Sacramento de la penitencia; f) la experiencia del banco de las semillas y su bendición, para recuperar de manera especial, la utilidad de la huerta casera y los cultivos sanos; y la Eucaristía que es el Centro y culmen de la vida cristiana. En este año del campesinado, hay que hacer una mención muy especial a la carta pastoral del Sr. Obispo, sobre la realidad social de la Diócesis, ya que con voz profética y objetiva, ilumina en el momento oportuno lo que está pasando en nuestra DIÓCESIS. Cuenta la historia que en 1917, mientras los Obispos Rusos discutían el color de los ornamentos litúrgicos, en su país, se cocinaba el “comunismo”, que bastante daño ha hecho al mundo. Esta carta debe ser motivo de análisis en todos los espacios que tengamos.
Es de valorar los aportes muy objetivos que en distintos escenarios el Doctor Giovvanny Celis, viene iluminando a la pastoral social de la Diócesis de Santa Rosa de Osos y al centro de Estudios en el territorio, de la Fundación Universitaria Católica del Norte Otra gran oportunidad, es el encuentro de formación de todo el presbiterio, con la presencia del padre Juan Carlos Cárdenas, Subdirector de Pastoral Social Bogotá, de la Doctora Luz Marina Quintero, del Observatorio de la realidad nacional, etc en este encuentro miramos y juzgamos para actuar proactivamente en la realidad socio cultural y pastoral de nuestra Diócesis, desde una perspectiva clara, real, objetiva, con visión de Iglesia en una actitud profética. Valoramos los esfuerzos de todos, para darle empuje a este año, en muchas parroquias hay experiencias muy buenas, traigo algunos testimonios al respecto:
PEQUEÑO GRUPO DE FAMILIA VEREDA CLARITASCAROLINA DEL PRÍNCIPE “Imposible pensar el crecimiento de una comunidad rural si en ella no actúa Dios con todo su poder y en nuestra comunidad se ha vivenciado su presencia especial con la práctica de la Lectio Divina en los pequeños grupos de familia. Ha sido la forma más eficaz de acercar los hogares a la Palabra de una manera más significativa, más cercana y en el contexto de su realidad y cotidianidad. Gracias a ella, el espíritu se fortalece, las relaciones intra e interpersonales mejoran y se reconoce el servicio como la mejor arma contra el egoísmo que corroe y mata el alma; por ello simplemente afirmamos que: “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Testimonio de María Elena Vásquez.
PARROQUIA VEGACHI “En este año, cuando el lema es Orar con la Palabra de Dios, en los Pequeños Grupos de Familias, lo hemos venido haciendo a la luz del Credo de los Apóstoles, dejando en las familias participantes del encuentro grandes enseñanzas para el crecimiento en la fe y entender que es necesario tener un encuentro con Cristo para enamorarse de Él y así ser envidados como discípulos misioneros. El ser enviado implica ir a todos los agentes de la pastoral. Es por eso que este año nos he-
mos centrado en el acompañamiento de nuestros campesinos, con el fin de fortalecer su fe en el Señor Jesucristo, para que se sientan miembros activos de la Iglesia, que no sólo se contentan con participar de la Eucaristía programada para su vereda, sino que también quieren organizarse y hacer parte de los Pequeños Grupos de Familias dentro de su comunidad, con el fin de leer, orar, meditar y escuchar la Palabra de Dios y vivir la fraternidad”. Pbro. Alberto Avendaño Martínez.
PARROQUIA DE ZARAGOZA Con ocasión de la celebración del Corpus Christi “Por ser el año de la Fe y resaltando la misión del campesino nuestro altar de corpus tuvo Como máximo emblema: “CREO EN JESUCRISTO AMASADO CON EL SUDOR DEL CAMPO” Al lado derecho se encontraban las herramientas empleadas por nuestros campesinos entre ellas el hacha, mencionada en nuestro Himno antioqueño; al lado izquierdo los productos que da nuestro suelo zaragozano y varias piñas que son emblemas de éste pueblo. En el centro reinó el Cuerpo y Sangre de Cristo, expuesto en la custodia, y representado en un hermoso cáliz y una provocativa hostia”. Rosalba Jaramillo S (Rochi). Poetiza y docente.
LOS LLANOS DE CUIVA
AMALFI “El encuentro del obispo con los Campesinos, por zonas vicariales, es el método por el que hemos optado. Es así que en la parroquia de la Inmaculada de Amalfi, se juntan las vicarias de Nuestra Señora de los Dolores y San Rafael, para llevar a efecto a este magno evento (encuentro con los campesinos) que nos lleva a dar cumplimiento, a los planes de pastoral trazados. Todo esto en hora buena, toda vez que El mundo vive carente de relaciones duraderas, la amistad se le considera relativa y manejada con intereses. El sueño del matrimonio para toda la vida fue suplantado por la ley de los divorcios a la carta, la amistad es una moneda de cambio. El hombre trabaja para éxito personal, para acumular riquezas, para superar al compañero, robarle el puesto o quitarle el ascenso. Se vive para uno, se ignora al resto, excepto cuando el otro nos in-
teresa como medio para otros intereses. La Palabra de Dios da luz para encontrar ánimo y fortaleza en los momentos, de desánimo y oscuridad, además el encuentro con los otros permite, la integración y la fraternidad. En Amalfi nos dimos a la tarea de vincular a diferentes entes del área municipal, para realizar un evento de impacto, que nos lleve a vivir y sentir nuestro plan de pastoral que nos invita a estar en comunión con el hermano. Además se logró que muchos de nuestros campesinos, escucharan de labios de nuestro obispo, la situación social y económica de nuestra diócesis, plasmada con firmeza y claridad en su carta pastoral. El encuentro con los campesinos desde todo punto de vista nos deja una rica experiencia, en lo pastoral, lo cultural y sobre todo en lo fraternal”. Pbro. Francisco Javier Londoño Londoño.
Se Visitaron las diez veredas de la parroquia. Primero el señor seminarista Julián Rodríguez de año de experiencia, visitó casa por casa las familias para invitarlos a la misión y a la organización del pequeño grupo de Familia, en la noche. Al día siguiente se organizó una peregrinación para ganar la indulgencia del año de la Fe, una acción significativa con la Palabra de Dios, la Lectio Divina, se celebró la Eucaristía, en algunas veredas hasta primeras comuniones hubo. Se expuso el Santísimo Sacramento para la Adoración y finamente se compartió el almuerzo comunitario aportado por la parroquia y cada vereda. Para ellos fue algo extraordinario y para la parroquia fue un acercamiento más a ellos. Padre Humberto Atehortúa.
Tanto por correo electrónico, como en la página web de nuestra Diócesis, se publicó el folleto guía para la semana de misión parroquial con las comunidades campesinas, el contenido de dicho folleto, estaba enfocado en las guías para la Eucaristía de inicio y terminación de la misión, en cuatro pregones, para trabajar con los pequeños grupos de familia conformados a lo largo del año, y enmarcados en la lectio divina, en la aplicación al Magisterio de la Iglesia y a nuestro compromiso ciudadano. Así, fue la misión… los frutos son del Señor y el porcentaje de la siembra será sin lugar a dudas proporcional a los terrenos (pie del camino, piedras, zarzas y tierra buena) y al empeño de cada sacerdote en su comunidad. El Señor haga fecunda la siembra en este año de la fe y la Santísima Virgen María nos fortalezca en esta tarea de discipulado misionero. A todos muchas gracias. Solo a Dios honor y Gloria.
La cruz original del Señor de los Milagros
Pbro. Diego León Arroyave Zapata. Vicario de Pastoral.
En el libro del Pbro. Alberto Gallo González, sobre el presbítero José Martín Múnera Tobón, el más grande en la palabra y en las letras, contiene una solicitud que es un deseo muy significativo en la vida de este insigne sacerdote de este hermoso terruño de nuestra amada Diócesis de Santa Rosa de Osos.
En el segundo anexo titulado la cruz vieja, refiriéndose al madero original en el que llego la preciosa imagen dice: “hagamos votos porque se nos restituya a los sampedreños nuestra “cruz vieja”. Y se nos restituya en dos momentos, a saber; el primer momento restaurándose la pintura primitiva autentificadora de la época colonial suya. A continuación se describe la originalidad de esta cruz que ahora ha sido restaurada. “Poner la delgadísima capa de albayalde o blanco de España que, para prepararla cubría la madera y que en mala hora le fue por completo raspada; los que en seguida, informaríamos de la lista roja, de canto dentado, que, en figura de Cruz, corría por el centro de los leños, guarnecida por el borde dorado de éstos, y, en fin, quienes hacemos memoria de los rayos o resplandores, también con el brillo de oro, que del mencionado borde arrancaban”. (pág 284) la fiesta patronal del Señor de los Milagros de este año 2013 fue testigo de esta restauración gracias a la iniciativa de los señores Pedro José Avendaño Tamayo y Martín Rodríguez Tamayo. Queda el segundo deseo o momento “sacarla del rincón oscuro y frío del museo e instalarla donde la alumbren las miradas de fe de los creyentes y los votos cariciosos de los que la aman le den calor”. Estos pequeños actos expresan el compromiso de fe de los laicos y la riqueza de los signos y símbolos en la acción evangelizadora y por ello recordamos nuestra jaculatoria al Señor Jesús cuando decimos: te adoramos oh Cristo y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Amen.
Principios guías
Para la Pastoral Social de la Iglesia Diocesana La realidad de nuestra Iglesia nos exige como pastores, religiosos, animadores de la evangelización y fieles todos, proclamar que nuestra vivencia de la fe ilumina y compromete, todas nuestras labores diarias y con total responsabilidad cristiana, nos impulsa a defender los siguientes valores, como contribución al desarrollo sostenible y con sentido humano, de todas las comunidades de nuestra Diócesis de Santa Rosa de Osos: 1. Con absoluto respeto por la vida desde la concepción hasta la muerte natural, como máxima expresión de la Voluntad Divina. 2. Actuando siempre al servicio de las personas y de la satisfacción de sus necesidades vitales. 3. En defensa de la dignidad humana como medida última de nuestro compromiso cristiano y ciudadano. 4. Valorando y promoviendo la cultura campesina y el respeto por sus expresiones sociales, culturales y espirituales. 5. Buscando la soberanía y la seguridad alimentaria con el uso de semillas propias, técnicas productivas adecuadas y acceso equitativo a la tierra y al apoyo técnico y económico para la producción de alimentos saludables y a bajo costo. 6. Promoviendo que los proyectos económicos estén siempre al servicio del bienestar colectivo de las personas y las comunidades y no solo de beneficios egoístas y minoritarios. 7. Impulsando condiciones para el trabajo decente y el pago de retribuciones justas para las personas trabajadoras, sus familias y comunidades. 8. Con máxima atención por la protección del medio ambiente y los recursos que como el agua, el aire y la tierra, siempre que sean bien aprovechados, serán garantía de la existencia y subsistencia futura de la humanidad. 9. Trabajando para la solución pacífica y respetuosa de nuestros conflictos y en la búsqueda de la paz y la justicia real, con espíritu de perdón para el logro de la reconciliación entre hermanos. 10. Acrecentando y fortaleciendo las virtudes y valores cristianos como garantes de una sociedad justa y fraterna. 11. Con la responsabilidad social no solo de quienes ejecutan proyectos, sino de todos los cristianos en un orden social, justo e incluyente. 12. Defendiendo la familia, como Iglesia doméstica, célula de la sociedad, santuario de la vida, comunidad de fe y amor. 13. Organizando la pastoral social de las comunidades en torno a la Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia como fruto de la fe y la esperanza cristiana que nos anima a creer, vivir y esperar. 14. Formando las conciencias con compromiso evangelizador que nos lleve a vivir la coherencia de fe y vida como testigos de la fe que profesamos. 48
Católica del Norte y Cibercolegio UCN I.E.: formando integralmente bajo la inspiración del Concilio Vaticano II La misión esencial de la Católica del Norte y Cibercolegio UCN I.E. es educar al ser humano. En tal sentido, declaramos que el principio de formación integral contemplados en el Concilio Vaticano II ha sido luz y guía para esa educación con sentido humano. En efecto, en ese encargo pastoral y social hallamos y declaramos coherencia y respuesta con la Declaración sobre la Educación Cristiana (Gravissimum Educationis)1. Recordemos que la Católica del Norte y Cibercolegio UCN I.E. desarrollan su misión educadora con el apoyo y posibilidades edu-comunicativas de las tecnologías de información y comunicación, TIC, que posibilitan el modelo de educación virtual que nos caracteriza. Adicionalmente, debemos advertir que la modalidad virtual no excluye otras modalidades (presencial, semipresencial), sino que las complementa. Con base en todo lo anterior, veamos de manera general, cómo nuestras queridas Católica del
Norte y Cibercolegio UCN I.E. cumplen con los propósitos contemplados en los principios de la Declaración sobre la Educación Cristiana: • Cuando las personas eligen libremente matricularse en nuestras Instituciones hemos acatado contribuir a que se cumpla el “derecho inalienable de una educación, que responda al propio fin, al propio carácter” (Estado de El Vaticano, 1965), es decir, al principio Derecho universal a la educación y su noción. • Nuestra declaración confesional como instituciones católicas, que hacen parte de la identidad, nos compromete a continuar desarrollando la demanda contemplada en el principio Educación cristiana. • La gama de servicios de pastoral y bienestar, cual demanda del sistema educativo colombiano, involucra también la formación del núcleo familiar básico (la familia) de nuestros estudiantes. En ese cumplimiento, entonces, estamos aportando al principio de aliar y comprometer a la familia como primeros educadores y primera escuela (principios Los educadores, y Obligaciones y derechos de los padres). • Categóricamente el principio Varios medios para la educación cristiana, en nuestro caso, está referido a la utilización y apo-
yo de las TIC para desarrollar el proyecto educativo. • El diálogo entre fe y razón, en busca de la verdad, tiene especial cumplimiento, en la Católica del Norte Fundación Universitaria, con el desarrollo de las funciones sustantivas de docencia, investigación, y extensión proyección social de la educación superior. Por eso, encontramos coherencia y desarrollo de los principios Facultades y universidades católicas. En conclusión, la Católica del Norte y Cibercolegio UCN I.E. son proyectos vivos, productos de fe, ocupados en la formación integral de mejores cristianos y seres humanos, como aporte a la promoción de renovación de la Iglesia como expresa la Declaración sobre educación cristiana (Concilio Vaticano II). Referencias Estado de El Vaticano. (1965). Declaración gravissimum educationis sobre la educación cristiana. Disponible en El Vaticano website: http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ ii_vatican_council/documents/ vat-ii_decl_19651028_gravissimum-educationis_sp.html El Concilio Vaticano II está constituido por cuatro Constituciones, tres Declaraciones, y nueve Decretos
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Desde La Cancillería A continuación relacionamos una serie de decretos, los últimos emitidos por la cancillería diocesana. En algunos de ellos no se publica el contenido completo, sino únicamente, la referencia a la que hace alusión DECRETO 17 Por medio del cual se nombra al Pbro. Humberto de Jesús Atehortua Mesa como miembro del Colegio de consultores. DECRETO 18 Por el cual se dictan disposiciones sobre las conductas que se deben observar para garantizar el respeto de adultos al servicio de la Diócesis con los menores. DECRETO 19 se publica todo el cuerpo del decreto por medio del cual se hacen algunos nombramientos DECRETO N° 19 / 30 DE NOVIEMBRE DE 2012 JORGE ALBERTO OSSA SOTO Por la Gracia de Dios y Voluntad de la Sede Apostólica Obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos CONSIDERANDO 1. Que las necesidades pastorales de la Diócesis urgen algunos cambios. 2. Que las parroquias de Amalfi, Anorí, Briceño, Cáceres, Campamento, El Carmen de Yarumal, El Carmen de Segovia, El Doce, El Jardín de Tamaná, La granja, Guadalupe, Nuestra Señora de Los Dolores de Segovia, Nuestra Señora de Los Dolores de Tarazá, Puerto López, Raudal, Remedios, San Andrés de Cuerquia, Santa Bárbara de Ituango, San Isidro, San José de la Montaña , Santa Isabel, están vacantes, una por renuncia presentada por su titular y aceptada por el Obispo, otras por cumplimiento de los períodos establecidos y todas por la aceptación voluntaria de los cambios proyectados (Sínodo Diocesano 108 en consonancia con el canon 522). 3. Que el Sínodo vigente prescribe
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el paz y salvo a los párrocos salientes para la entrega de las parroquias (Sínodo 107, f, 358 y 382). 4. Que debe haber continuidad efectiva en la pastoral de las Instituciones Eclesiásticas de la Diócesis, sujetas al Ordinario.
Elkin Guillermo Pérez Palacio. r) San Isidro, al Pbro. Felipe Alejandro Pérez Restrepo. s) San José de la Montaña, al Pbro. Conrado Múnera Quirama. t) Santa Isabel, al Pbro. Mauricio Assuad Llano.
DECRETA ARTÍCULO PRIMERO Nombrasen párrocos de: a) Amalfi, parroquia La Inmaculada al Pbro. Francisco Javier Londoño Londoño. b) Anorí, al Pbro. Lorenzo Velásquez Velásquez. c) Briceño, al Pbro. Hernando Jaramillo Peña. d) Campamento, al Pbro. Eduin Alberto Salazar Giraldo. e) Cedeño, al Pbro. Fernando Alberto Barrientos Rodríguez. f) El Carmen de Yarumal, al Pbro. Ernesto Gómez Echeverry. g) El Carmen de Segovia, al Pbro. Henry Ovidio Bernal Suárez. h) El Doce, al Pbro. Nelson Enrique Ocampo Gómez. i) El Jardín de Tamaná, al Pbro. Bernardo Rojas Piedrahita. j) Guadalupe, al Pbro. Luis Guillermo Restrepo Álvarez. k) La Granja, al Pbro. Diego Emilio Gallego Gil. l) Nuestra Señora de Los Dolores de Segovia, al Pbro. Aníbal Cardona Guzmán. m) Nuestra Señora de Los Dolores de Tarazá, al Pbro. Conrado López Mesa. n) Puerto López, Al Pbro. Mariano Esteban Correa Álvarez o) Raudal, al Pbro. Milton Giovani Marín Ceballos. p) Remedios, al Pbro. Martín Horacio Zapata Amaya. q) Santa Bárbara de Ituango, al Pbro.
ARTÍCULO SEGUNDO Nómbrase Vicario parroquial de Anorí al Pbro. Gonzalo Esneider Medina Roldán. ARTÍCULO TERCERO Destínanse para prestar su servicio en: a) Argentina, Diócesis de ComodoroRivadavia al Pbro. José Luis Sánchez Castillo. b) España – Diócesis de Lleida al Pbro. Rubén Darío Sánchez Gómez- Diócesis de Barbasto Monzón a los Presbíteros Román Imerio Chavarría Correa y Juan Diego Tamayo Avendaño. ARTÍCULO CUARTO Los Párrocos salientes siguen cumpliendo sus oficios hasta su retiro como administradores parroquiales. ARTÍCULO QUINTO Los nombrados harán la posesión canónica en la Curia – Cancillería en la semana del 14 al 18 de enero de 2013. ARTÍCULO SEXTO La posesión material en las parroquias se hará, de acuerdo con los Vicarios Foráneos, del 20 de enero al 5 de febrero. ARTÍCULO SÉPTIMO Los párrocos salientes deben presentar el informe pastoral al Vicario de pastoral y buscar el paz y salvo requerido con el Vicario de Economía, presbíteros Diego León Arroyave Zapata y Jorge Eduardo
Desde La Cancillería Arias Salazar. Copias del informe pastoral y del paz y salvo deben quedar en la parroquia. Dado en Santa Rosa de Osos, el 30 de noviembre de 2012, día de San Andrés, Apóstol. COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE JORGE ALBERTO OSSA SOTO Obispo de Santa Rosa de Osos ALBERTO ELÍAS PALACIO PALACIO. Pbro. Canciller DECRETO 20 Por medio de este decreto se fijan los “aranceles eclesiásticos” para la provincia Antioquia – Choco. DECRETO N° 21 Por medio de este decreto, dado el 12 de diciembre de 2012 por su Excelencia Mons. Jorge Alberto Ossa Soto, se hicieron los siguientes nombramientos: Nómbrense párrocos de: El Salto: Al Pbro. Héctor Rendón Hincapié. El Perpetuo Socorro del Bagre: Al Pbro. León Fredy Múnera Avendaño. Nómbrese administrador parroquial de Bellavista: Al Pbro. Rubén Darío Sossa Gutiérrez. Nómbrese Vicarios parroquiales de: Donmatías: Al Pbro. Nelson Darío Chica Jaramillo. Campamento: Al Pbro. Francisco José Gutiérrez Ardila. Vegachí: Al Pbro. Diomer Eliver Chavarría Pérez. Briceño: Al Pbro. Luis Fernando Rojas Chavarría. El Carmen – Yarumal: Al Pbro. Pablo Alejandro Cifuentes Monroy. La Inmaculada – Amalfi: Al Pbro. Herlin Antonio Hinestroza Hoyos. Remedios: Al Pbro. David Alexander Sánchez Ortiz. Angostura: Al Pbro. José Orlando Palacio Pérez. Zaragoza: Al Pbro. Yonay de Jesús Tuberquia Agudelo. Al Pbro. Milagros Ortiz Cardona y Administrador del Centro de Animación Pastoral de Fraguas. Ntra. Sra. de Los Dolores – Segovia: Al Pbro. Edgar Humberto Echavarría Cataño. Ntra. Sra. de Los Dolores – Tarazá: Al Pbro. Roland Janderson López del Río. Ntra. Sra. Del Carmen
– El Bagre: Al Pbro. Jorge Luis Álvarez Martínez. Nómbrese formadores del Seminario Diocesano: Al Pbro. Héctor Andrés Mazo Martínez. Sin cesar en su nombramiento de Delegado Diocesano de Comunicaciones. Al Pbro. José Leandro Pérez Arroyave. Nómbrese Delegados Diocesanos: Pastoral Vocacional: Al Pbro. Julio César Caro Lopera. Sin cesar en su nombramiento de formador del Seminario Diocesano. Vida Consagrada: Al Pbro. Alberto Elías Palacio Palacio. Sin cesar en su nombramiento de Canciller. Destínese para el servicio misionero en Iglesias hermanas de: Tácna Moquegua: Al Pbro. Iván Darío Berrío Suárez. Ayaviri: Al Pbro. Jesús Erasmo Gómez Posada. Nómbrese rector del Colegio Diocesano Juan Pablo II de Ituango: Al Pbro. Alexander Úsuga David. Se le concede al Pbro. Oscar Enrique Lopera Jaramillo, por solicitud de él mismo y, para recuperación de su estado de salud, un año sabático.
lizadora de personas jurídicas o naturales en favor de la Iglesia particular. 2. Corresponde a la Diócesis exaltar las obras ministeriales de sus presbíteros en pro de la misión evangelizadora de la Iglesia.
Por el cual se otorga la condecoración Monseñor Joaquín García Ordoñez JORGE ALBERTO OSSA SOTO Por gracia de Dios y voluntad de la Sede Apostólica, Obispo de Santa Rosa de Osos
3. Que en reunión del 18 de enero del 2013 el Comité responsable de examinar a los posibles candidatos merecedores de esta condecoración, decidió otorgarla a algunos sacerdotes destacados por su testimonio y celo apostólico en esta Iglesia diocesana. 4. Que Filadelfo Lopera Echeverri, nacido el 18 de julio de 1929 en Donmatías donde hizo sus estudios de primaria, fue alumno destacado del Seminario Santo Tomás de Aquino de Santa Rosa de Osos donde cursó el bachillerato y la filosofía con el reconocimiento unánime de formadores y compañeros, de su formación integral, y fue alumno brillante de la Universidad Gregoriana de Roma que le concedió el título de doctor en Teología Dogmática con la máxima calificación: Summa Cum Laude. 5. Que Filadelfo Lopera Echeverri fue ordenado Presbítero en la ciudad eterna por Monseñor Francisco Berettl el 4 de abril de 1953, a la luz de los Apóstoles Pedro y Pablo, que como columnas de la Iglesia iluminaron para siempre su camino de fe. 6. Que sin desmeritar la obra Apostólica del P. Filadelfo en las parroquias de Yarumal, Sopetrán, Angostura, Segovia y en la Curia Diocesana se reconoce como su mayor servicio eclesial el profesorado en el Seminario de Santa Rosa de Osos durante casi 50 años. 7. Que su enseñanza de Teología se convirtió en la escuela de ortodoxia actualizada, la cual ha trazado con caracteres indelebles el camino de fe que sigue el Clero de la Diócesis.
CONSIDERANDO: 1. Que por Decreto N° 22 del 29 de diciembre de 2012 se creó en la Diócesis de Santa Rosa de Osos la condecoración “Monseñor Joaquín García Ordoñez” como máximo galardón que reconoce la labor evange-
DECRETA ARTÍCULO ÚNICO: Otorgar la condecoración “Monseñor Joaquín García Ordoñez” en atención al compromiso de su vida sacerdotal al servicio de la Diócesis, al Presbítero Filadelfo Lopera Echeverri.
DECRETO 22 Por medio del cual se crea la condecoración Monseñor Joaquín García Ordoñez como máximo galardón que otorga la Diócesis de Santa Rosa de Osos a una persona natural o jurídica, reconociendo su labor a favor de la obra evangelizadora de esta Iglesia particular. DECRETO N° 23 (25 de enero de 2013)
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Desde La Cancillería PARÁGRAFO: Esta condecoración será entregada el día 21 de marzo del año 2013, en el ámbito de la Misa Crismal y renovación de las promesas sacerdotales. Dado en Santa Rosa de Osos a los 25 días del mes de enero del año del Señor 2013, Fiesta de la conversión del apóstol San Pablo. Comuníquese y cúmplase + Jorge Alberto Ossa Soto Obispo de Santa Rosa de Osos Alberto Elías Palacio Palacio Canciller DECRETO N° 24 (25 de enero de 2013) Por el cual se otorga la condecoración Monseñor Joaquín García Ordoñez JORGE ALBERTO OSSA SOTO Por gracia de Dios y voluntad de la Sede Apostólica, Obispo de Santa Rosa de Osos CONSIDERANDO: 8. Que por Decreto N° 22 del 29 de diciembre de 2012 se creó en la Diócesis de Santa Rosa de Osos la condecoración “Monseñor Joaquín García Ordoñez” como máximo galardón que reconoce la labor evangelizadora de personas jurídicas o naturales en favor de la Iglesia particular. 9. Corresponde a la Diócesis exaltar las obras ministeriales de sus presbíteros en pro de la misión evangelizadora de la Iglesia. 10. Que en reunión del 18 de enero del 2013 el Comité responsable de examinar a los posibles candidatos merecedores de esta condecoración, decidió otorgarla a algunos sacerdotes destacados por su testimonio y celo apostólico en esta Iglesia diocesana. 11. Que el Presbítero Gustavo Valencia Rodríguez, nacido el 4 de agosto de 1918 en la Ceja del Tambo fue alumno del Seminario Santo Tomás de Aquino de Santa Rosa de Osos, fue muy valorado por sus superiores y compañeros y en cuyo ambiente comenzó a admirar y a estudiar a San Juan de La Cruz y a Santa Teresa de Jesús.
12. Que en su estadía en el seminario se destacó por su alegría, su habilidad para la música y el latín. 13. Que en sus 66 años de vida ministerial ejercida como vicario parroquial de Amalfi y Remedios, luego como párroco de El Aro (Ituango), San Diego (Liborina) y San Matías (Gómez Plata), se destacó por su identidad sacerdotal, su entrega incondicional al servicio de la comunidad, con humildad y sencillez. 14. Que el Presbítero Gustavo Valencia Rodríguez impulsó y animó espiritual y materialmente las comunidades que pastoreó. DECRETA ARTÍCULO ÚNICO: Otorgar la condecoración “Monseñor Joaquín García Ordoñez” en atención al compromiso de su vida sacerdotal al servicio de la Diócesis, al Presbítero Gustavo Valencia Rodríguez. PARÁGRAFO: Esta condecoración será entregada el día 21 de marzo del año 2013, en el ámbito de la Misa Crismal y renovación de las promesas sacerdotales. Dado en Santa Rosa de Osos a los 25 días del mes de enero del año del Señor 2013, Fiesta de la conversión del Apóstol San Pablo. Comuníquese y cúmplase + Jorge Alberto Ossa Soto Obispo de Santa Rosa de Osos Alberto Elías Palacio Palacio Canciller DECRETO N° 25 (25 de enero de 2013) Por el cual se otorga la condecoración Monseñor Joaquín García Ordoñez JORGE ALBERTO OSSA SOTO Por gracia de Dios y voluntad de la Sede Apostólica, Obispo de Santa Rosa de Osos CONSIDERANDO QUE: 15. 1. Que por Decreto N° 22 del 29 de diciembre de 2012 se creó en la Diócesis de Santa Rosa de Osos la condecoración “Monseñor Joaquín García Ordoñez” como máxi-
mo galardón que reconoce la labor evangelizadora de personas jurídicas o naturales en favor de la Iglesia particular. 16. Corresponde a la Diócesis exaltar las obras ministeriales de sus presbíteros en pro de la misión evangelizadora de la Iglesia. 17. Que en reunión del 18 de enero del 2013 el Comité responsable de examinar a los posibles candidatos merecedores de esta condecoración, decidió otorgarla a algunos sacerdotes destacados por su testimonio y celo apostólico en esta Iglesia diocesana. 18. El presbítero Aristóbulo Torres Osorno, a lo largo de sus 45 años de ministerio sacerdotal ha desempeñado su labor pastoral como vicario parroquial de la Inmaculada de Yarumal y San José de Ebéjico. Luego como párroco de Margento, Briceño, Zaragoza, Vegachí, Yalí, Gómez Plata y Campamento. 19. El padre Aristóbulo Torres Osorno, con sus dotes de oratoria, de música, sentido de pertenencia y amor por Iglesia ha engrandecido el Sacerdocio de Jesucristo. DECRETA ARTÍCULO ÚNICO: Otorgar la condecoración “Monseñor Joaquín García Ordoñez” en atención al compromiso de su vida sacerdotal al servicio de la Diócesis, al Presbítero Aristóbulo Torres Osorno. PARÁGRAFO: Esta condecoración será entregada el día 21 de marzo del año 2013, en el ámbito de la Misa Crismal y renovación de las promesas sacerdotales. Dado en Santa Rosa de Osos a los 25 días del mes de enero del año del Señor 2013, Fiesta de la conversión del Apóstol San Pablo. Comuníquese y cúmplase Jorge Alberto Ossa Soto Obispo de Santa Rosa de Osos Alberto Elías Palacio Palacio Canciller
Desde La Cancillería DECRETO 26 Por medio del cual se nombra como Vicario foráneo de San José al Presbítero CONRADO DE JESÚS LÓPEZ MESA, quien como Vicario foráneo es miembro del Consejo Presbiteral; y al Presbítero MILAGROS ORTÍZ CARDONA como miembro del Consejo Presbiteral al en reemplazo del Presbítero Diego Emilio Gallego Gil. , como vocero de los Vicarios parroquiales. DECRETO 29 (7 de abril de 2013) JORGE ALBERTO OSSA SOTO Por la Gracia de Dios y Voluntad de la Sede Apostólica Obispo de Santa Rosa de Osos CONSIDERANDO 1. Que por Decreto # 3 de 25 de enero 1.988, Monseñor Joaquín García Ordóñez, Obispo de Santa Rosa de Osos, creó la Escuela Apostólica de Ituango como filial del Seminario Santo Tomás de Aquino de Santa Rosa de Osos; 2. Que por decreto # 19 bis del 17 de noviembre de 1.997, Monseñor Jairo Jaramillo Monsalve, convirtió La Apostólica de Ituango en Colegio Diocesano “Juan Pablo II “, que juzgando que La Apostólica creada con fines vocacionales sacerdotales, no dio el resultado esperado que le correspondería a la Iglesia en la educación de Ituango, no se considera necesaria, aunque sea muy útil, ya que en esa población hay buenos centros educativos oficiales que pueden acoger a los estudiantes del Colegio Diocesano de Ituango. 3. Que aunque los Colegios diocesanos son Instituciones sin ánimos de lucro, se debe procurar la financiación de ellos para poder sostenerlos adecuadamente. 4. Que las pensiones que pagan los pocos alumnos (79 actualmente) en 8 grupos: 6 de bachillerato y 2 de primaria son bajos e insuficientes. 5. Que aunque los padres de familia enfatizan su buena voluntad de ayu-
dar al colegio y su complacencia por la buena marcha del establecimiento y por los resultados positivos en la formación integral de sus hijos, manifestados en las pruebas del ICFES que han sido satisfactorias, en los 80 profesionales egresados del bachillerato del Colegio, su colaboración y presencia efectiva no han sido suficientes, a pesar de haber conocido, hace tiempo, el posible cierre del Establecimiento. 6. Que el sostenimiento del Colegio se ha logrado con urgentes esfuerzos de las directivas y con la colaboración desinteresada de la Diócesis y de la Fundación Universitaria Católica del Norte que no pueden seguir dando esos aportes. 7. Que analizando objetivamente la labor supletoria a cada uno de ellos y ayudándolos, si lo necesitan a encontrar otros trabajos. 8. Que El Consejo Presbiteral (Senado del Obispo) después del amplio e ilustrado debate, por unanimidad, aconsejó y urgió el cierre definitivo del Colegio Diocesano de Ituango, en sesión del martes 7 de abril de 2013 celebrada en el Seminario Santo Tomás de Aquino de Santa Rosa de Osos.
del plantel. ARTÍCULO IV: Acompáñese a la comunidad educativa en los diversos establecimientos educativos para que se garantice el Derecho a la educación de los estudiantes, que el Estado debe tutelar. ARTÍCULO V: Respétense los derechos laborales y sociales de los empleados actuales, liquidando legalmente. ARTÍCULO VI: Devuélvase a la parroquia de El Carmelo de Ituango, el local ocupado por el Colegio Diocesano, dándole los agradecimientos debidos por el préstamo generoso del mismo plantel. ARTÍCULO VII: Agradézcase a la Diócesis, a las parroquias de Ituango, a la Fundación Universitaria Católica del Norte y a toda la comunidad de Ituango, la colaboración prestada a la Apostólica fundada en1.988, transformada en Colegio Diocesano en 1.997.
DECRETA ARTÍCULO I: Clausúrese la institución Colegio diocesano Juan Pablo II el 30 de noviembre de 2013. ARTÍCULO II: Nómbrase al Padre David Alexander Usuga David identificado con cédula de ciudadanía N°98.591.117 de Bello, Antioquia,actual Rector del Colegio Diocesano Juan Pablo II de Ituango, liquidador de esta Institución educativa para que llenando todos los requisitos legales, dé cumplimiento al artículo I de este decreto. ARTÍCULO III: Infórmese inmediatamente, por medio del Rector liquidador a las autoridades departamentales y municipales, lo mismo que a los padres de familia, a la comunidad educativa y al gobierno escolar, la decisión tomada con 6 meses de anticipación a la fecha de clausura
DECRETO N° 30 (20 de mayo de 2013)
COMUNIQUESE Y CÚMPLASE Dado en Santa Rosa de Osos, a 7 de abril de 2013 JORGE ALBERTO OSSA SOTO Obispo de Santa Rosa de Osos ALBERTO ELÍAS PALACIO PALACIO. Pbro Canciller
JORGE ALBERTO OSSA SOTO Por gracia de Dios y voluntad de la Sede Apostólica Obispo de Santa Rosa de Osos CONSIDERANDO: 1. Que la Fundación Universitaria Católica del Norte es una institución de la Iglesia Católica, creada por la Diócesis de Santa Rosa de Osos. 2. Que conforme a los Estatutos (Art.11), la Dirección de la Fundación Universitaria Católica del Norte corresponde al Canciller, al Consejo Directivo, al Rector y al Vicerrector. 3. Que según el Artículo 12 de los Estatutos, el Canciller de la Fundación Universitaria Católica del Norte es el Obispo.
Desde La Cancillería 4. Que corresponde al Canciller nombrar al Rector de la Fundación Universitaria Católica del Norte, conforme con el Artículo 13, literal a de los Estatutos. 5. Que el Ministerio de Educación Nacional ha otorgado la Personería Jurídica a la Fundación Universitaria Católica del Norte, mediante Resolución 1671 del 20 de mayo de 1997; la cual sigue vigente. 6. Que mediante Decreto N° 8 del 13 de mayo de 2009 fue nombrado el Señor Presbítero FRANCISCO LUIS ÁNGEL FRANCO como rector de la Fundación Universitaria Católica del Norte. 7. Que el próximo 31 de mayo de 2013 vence el período de 4 años por el que fue nombrado el actual rector. DECRETA ARTÍCULO ÚNICO: Nombrar al Señor Presbítero FRANCISCO LUIS ÁNGEL FRANCO, identificado con cédula de ciudadanía N° 8.012.478 de Amalfi, como Rector y Representante Legal de la Fundación Universitaria Católica del Norte para un período más de 4 años a partir del 01 de junio de 2013. Parágrafo: El Señor Presbítero FRANCISCO LUIS ÁNGEL FRANCO tomará posesión de su cargo ante el Obispo de la Diócesis con profesión de fe y juramento de cumplir fielmente su oficio y realizará los trámites pertinentes ante el Ministerio de Educación Nacional. COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE Dado en Santa Rosa de Osos, el día 20 de mayo el año 2013. + JORGE ALBERTO OSSA SOTO Obispo de Santa Rosa de Osos ALBERTO ELÍAS PALACIO PALACIO. Pbro. Canciller DECRETO N° 32 (27 DE MAYO DE 2013) JORGE ALBERTO OSSA SOTO Por la Gracia de Dios y Voluntad de
la Sede Apostólica Obispo de Santa Rosa de Osos CONSIDERANDO 1. Que las necesidades pastorales de la Diócesis exigen algunas provisiones en los oficios eclesiásticos. 2. Que el Obispo aceptó la renuncia presentada por el Presbítero Lisandro Guerra Arango a la parroquia de Ovejas- San Pedro a tenor del canon 538, par 3 3. Que los Presbíteros Conrado López Mesa, párroco de Nuestra Señora de Los Dolores de Tarazá, Ramón Eraldo López Restrepo, párroco de Puerto Claver y Edgar Alcides Monsalve Tamayo párroco de El Valle- Toledo, aceptaron salir de sus parroquias para nuevos oficios eclesiásticos. DECRETA ARTÍCULO 1°: Nómbrase párroco de Ovejas al Presbítero Conrado López Mesa, a quien dará posesión el 30 de junio de 2013 el Pbro. Carlos Ignacio Cárdenas Montoya. ARTÍCULO 2°: Nómbrase Párroco de Nuestra Señora de Los Dolores de Tarazá al Presbítero Ramón Eraldo López Restrepo, a quien dará posesión el 7 de julio de 2013 el Pbro. Julio Ramírez Valencia. ARTÍCULO 3: Nómbrase párroco de Puerto Claver al Pbro. Edgar Alcides MonsalveTamayo a quien posesionará el 30 de junio de 2013 el Pbro. José Luis Mazo Mesa ARTÍCULO 4°: Nómbrase párroco de El Valle – Toledo al Pbro. Edgar HumbertoEchavarría Cataño a quien posesionará el 2 de junio de 2013 el Presbítero Rodrigo Peña Lopera. PARÁGRAFO: Los párrocos nombrados harán su posesión canónica en la Cancillería de la Diócesis a partir de la publicación de este decreto, antes de la posesión material en cada una de las parroquias. COMUNÍQUESE Y CÚMPLASE Dado en Santa Rosa de Osos, a 27 de mayo de 2013
JORGE ALBERTO OSSA SOTO Obispo de Santa Rosa de Osos ALBERTO ELÍAS PALACIO PALACIO. Pbro. Canciller DECRETO 33 Por medio del cual se reintegra al Presbítero Oscar Fernando Palacio Villa al ejercicio del ministerio pastoral y se nombra vicario parroquial en la Inmaculada de Yarumal. DECRETO 33 B Por el cual se ex cardina al Señor Pbro. Nolasco Tamayo Alvarez de la Diócesis de Santa Rosa de Osos. DECRETO 34 Por el cual se nombra como rector del Ciber colegio UCN al Presbítero Germán Esteban Lopera Peña. DECRETO 35 Por el cual se ex cardina al Señor Pbro. Héctor Augusto Rúa Vélez de la Diócesis de Santa Rosa de Osos para incardinarse en la Arquidiócesis de Bogotá. Decreto 36 Por medio de este decreto, dado el 15 de agosto de 2013 por su Excelencia Mons. Jorge Alberto Ossa Soto, se hizo el siguiente nombramiento: Se nombra Párroco de Angostura al Pbro. Rodrigo Alberto Cifuentes Vásquez, con los derechos y obligaciones prescritos específicamente en los cánones 515 a 552. Se nombra Administrador Parroquial de Gómez Plata al Presbítero Ignacio Berrío Gutiérrez a tenor de los cánones 539 y 540. Se nombra Vicario Parroquial de Nuestra Señora de Los Dolores de Segovia al Presbítero John Edison Gómez Atehortúa a tenor de los cánones 541 y 552.
Reportaje
Padre
José Domingo Ruíz Velásquez sacerdote eudista
M
uchos admiramos y valoramos a seres humanos excepcionales que han estimulado nuestra fe, sin duda, uno de ellos para muchos de los egresados del Seminario Santo Tomás de Aquino de Santa Rosa de Osos es el padre José Domingo Ruíz Velásquez, quien fue formador por muchos años y vivió el cambio del Concilio Vaticano II; una de sus grandes aficiones además del español y el análisis gramatical, es cuidar el jardín, muchos recordamos que en nuestros años de seminario cómo en el descanso del almuerzo, pasaba di-
RR. Padre José Domingo, ¿cuéntenos sobre su proceso de formación sacerdotal? PJDRV: estudié el Bachillerato en los años de 1940 a 1945 en el Juniorato San Juan Eudes de San Pedro; pasé a Usaquén en Valmaría al año de noviciado y estudié los tres años de filosofía. Salí dos años a la casa porque había muerto mi papá y para ayudar en la familia. Regresé a Usaquén ter-
versos momentos desyerbando, abonando y podando las plantas que ornamentaban en aquel entonces “nuestro grato santuario”. Aún continúa haciendo este trabajo, ya no en “nuestro seminario”, sino en el “Juniorato San Juan Eudes” de San Pedro de los Milagros. El padre José Domingo, conocido como “Mingo” o “Minguito” es el primero de trece hermanos. Ingresó al Seminario Menor de San Pedro de los Milagros de los padres eudistas para realizar su bachillerato en 1940.
miné la teología y recibí la gracia de la ordenación en 1956. RR. ¿Dónde fue su primera obediencia y que materias dictaba? PJDRV: Fue en el Juniorato de San Pedro, donde estuve de profesor de 1957 a 1959, dictaba geografía, aritmética y otras. RR. Después de San Pedro ¿dónde más ha prestado sus servicios?
PJDRV: En 1960 fui a San Juan de Pasto, estuve hasta enero de 1968 allá me tocó el acontecimiento eclesial del Concilio Vaticano II, allí también estuve ayudando en las clases en el bachillerato. En el 1968 estuve seis meses en Ocaña; después dos años y medio en Cartagena; luego cuatro años, 1971 a 1974 en el Juniorato de San Juan Eudes de San Pedro. En 1975 llegué al Seminario de Santa Rosa de Osos; donde fui profesor en el
Reportaje nidos de las constituciones, los decretos y demás documentos que iban saliendo? O ¿Cuál fue su impacto a partir de su experiencia de formador? PJDRV: Del Concilio propiamente, lo que recuerdo es lo que vivíamos en el Seminario, pues me tocó en el Seminario de Pasto, las noticias que iban llegando eran novedosas sin duda, daban gozo y alegría, era toda una aventura, “la aventura de Juan XXIII”, del Papa Bueno quien impulsó el Concilio, él viejecito y sin embargo, retaba la Iglesia diciendo “abran las puertas de la Iglesia, abran las ventanas para que haya aire nuevo”.
bachillerato hasta 1984 regido por los padres eudistas, pues para el año 1985 recibieron los padres de la diócesis, y me quedé allí con los sacerdotes Pascual Leonardo Pérez y Tarsicio Cerón, quienes pedimos permiso a la comunidad para continuar en Santa Rosa y el Señor Obispo Joaquín García Ordoñez nos acogió con gusto y estuvimos allá, y me quedé hasta 2005, pues en este año pasé a la casa de la comunidad en San Pedro. RR. Padre, cuéntenos ¿Cómo fue la experiencia de formación en su vida sacerdotal y en su comunidad antes del Vaticano II? PJDRV: Una formación que la considero muy estricta, muy conducente, en su mayoría en latín, se
enseñaban mucho las lenguas clásicas y era una formación muy en firme; los profesores tenían claros sus objetivos y sabían para donde iban y eran estrictos en los contenidos, ellos me fueron llevando en la formación y los estudiantes íbamos como muy firme en nuestros aprendizajes para la formación al sacerdocio tanto en el seminario menor como en el seminario mayor y todo el proceso de formación. RR. Padre, usted una vez ya ordenado y profesor se desenvuelve sobre todo en el campo de la docencia, ¿cómo asume, conoce y vislumbra el acontecimiento del Concilio Vaticano II?, ¿Cómo lo aplicaron a la formación? ¿Cómo dieron vida a esas orientaciones y los conte-
Ya Pío XII había sido bastante actualizado o quería actualizar con sus encíclicas y sus orientaciones, este papa había dado unos pasos incluso para la liturgia alguna cosa se había logrado ya con Pío XII y el Papa Juan XXIII con el Concilio quiso actualizar plenamente la Iglesia según le iluminara ese Concilio. Ahora, de la aplicación del Concilio la novedad nos hizo principalmente fue el emplear la lengua nacional en la liturgia y que el sacerdote celebrara la Misa de frente al pueblo porque hasta esa hora estábamos de espaldas al pueblo. RR. Padre ¿considera usted que las novedades del Concilio y ese cambio en la liturgia provocó algunas crisis dentro de los sacerdotes? y ¿Cómo se afrontaron en esos primeros años? PJDRV: muchos se aferran al pasado diciendo que esto no debía ser, pero otros con la novedad tanto de la lengua como de la presentación al pueblo y demás orientaciones pronto nos acomo-
Reportaje damos al cambio, que no era fácil y nos acondicionamos; para la celebración de la Santa Misa teníamos unos “misalitos manuales” que traían el latín y el español y con esos “misalitos” empezamos a celebrar la misa en español; también las editoriales sacaron lo principal, luego también, empezamos a rezar la liturgia de las horas, el breviario como se decía, a rezarlo en el español; sacaron un tomo central como con lo que tenemos hoy como cuatro semanas que es como lo ordinario y luego publicaron unos cuadernillos con los distintos aspectos que necesitábamos para el año; al principio fue bastante incómodo pero nos fuimos acomodando hasta que vinieron estos libros de la liturgia de las horas que tenemos actualmente. El principal cambio que se sintió fue en la liturgia, en lo celebrativo. RR. Dentro de la comunidad de los Padres Eudistas ¿Cuál cree que fue el impacto del Concilio? ¿Qué les exigió el Concilio a ustedes como comunidad padre? ¿La renovación cómo se vivió al interno de los eudistas? PJDRV: Yo no sé, no sabría responder cómo impacto como algo especial no creo… pues fue como lo normal, común y corriente; entiendo que dentro de la alegría general o de la vivencia más completa de la piedad para que pudiéramos expresarnos en el español. RR. Sabemos que su experiencia se ha desarrollado sobre todo en la parte formativa de los futuros sacerdotes, con base en ello, ¿cómo ve usted durante el tiempo que estuvo en la Diócesis de Santa Rosa de Osos? ¿cómo percibió usted la aplicabilidad
del Concilio a la realidad de la iglesia diocesana? Lo que vio desde su experiencia como formador en el Seminario… PJDRV: Encuentro plenamente favorable esto de tener la oración en el español y poder en los estudios mismos ampliarse un poquito más porque antes había que dedicarle demasiado al latín para aprender ese idioma y entonces el bachillerato estaba como quien dice absorbido con cinco clases por lo menos de latín en la semana. Se echó a un lado prácticamente el latín y se lo redujo a lo menos y se pudieron completar otras materias tal vez para la formación. RR. Padre Domingo, en el ámbito de formación a usted que le tocó formarse sin ser imprecisos en la espiritualidad de Trento, ¿el cambio qué genera?, o ¿qué mentalidad debe generar hoy en el ámbito de formación y de nosotros los sacerdotes el Concilio Vaticano II? Pues un signo claro es la liturgia y la lengua nacional como usted dice, pero además de eso ¿Qué más debe generar hoy en los nuevos sacerdotes, 50 años después del Concilio Vaticano II? Desde su trabajo también como eudista en los seminarios y especialmente en el de Santa Rosa. PJDRV: yo quisiera que se estudiara con mucha atención la doctrina de la Iglesia, los documentos de la Iglesia, se vibrara al unísono con la Iglesia. Creo que en Santa Rosa se ha logrado esto bastante bien. El dolor mío digamos o lamentar algo ahí es que de veras hubiera unos sacerdotes diocesanos formados y dispuestos para la formación, que de veras tuvieran pleno cariño al Seminario y que hicieran como su “profesión
de formadores” plenamente en el Seminario; porque hay algunos que son enviados al seminario y les toca improvisar a muchos ahí y no se acomodan, digo improvisar porque se han formado expresamente como para ir a las parroquias y luego vienen de las parroquias al Seminario y les toca ver cómo lo que han recibido y logren transmitirlo plenamente a sus alumnos y darles un amor hacia la Iglesia, a la formación y a su vida de espiritualidad y pastoral. RR. Usted decía ahí que Juan XXIII era un viejito bueno, ¿qué más recuerda usted del Papa Juan XXIII? PJDRV: algunos lo llamaron un “pontífice de transición”. Él estaba por allá en los 78 años me parece, cuando entró al pontificado. Él mismo debió prever un pontificado corto, pero llegó con esa iniciativa o pronto presentó esa iniciativa del Concilio y ya con eso él realizó una grande obra que debiera haber sido de un pontífice de larga trayectoria. Tenía de antes a Pío XII que estuvo de 1939 a 1958 ó 1959, tal vez unos 20 años estuvo Pío XII y fue un pontífice admirable y muy abierto a la modernidad digamos, entendida en buenos términos y a la actualización de la Iglesia. El Papa Pío XII deseaba una actualización de la Iglesia y Juan XXIII logró realizarlo con el Concilio. Por suerte tuvo a Pablo VI que recogió admirablemente la obra de completar el Concilio porque estaba en su celebración; fueron unos tres años o cuatro… y le tocó una mitad a Juan XXIII y otra mitad tal vez a Pablo VI y luego la ejecución a Pablo VI. RR. Cuando se estudia el Concilio Vaticano II, históricamente se dice que muchos sacerdotes
Reportaje y religiosas dejaron su vocación o estado de vida, dejaron de ejercer su ministerio… ¿en qué cree usted que afectó eso a la Iglesia o fue que no se interpretaron adecuadamente las enseñanzas del Concilio? Se habla de cierta deserción en la Iglesia ¿será que el Concilio sí generó la deserción o en dónde estuvo la crisis? PJDRV: No encuentro la explicación suficiente y la respuesta adecuada; en todo tiempo ha habido deserciones; ahora, esas deserciones casi siempre son falla personal, pero se la atribuye a la institución misma. No sé si es atribuírsela al cambio porque dejamos el latín o porque es menos estricto o porque es más amplio y nos acomodamos suficientemente, o a la reformas mismas del Concilio que abrían un mundo de trabajo en el mundo seglar y ese trabajo lo podían hacer también como laicos, pero todo ello suscitó una renovación; no es de desconocer que algunos nos apegamos mucho a la tradición y otros son más abiertos a la novedad. RR. En torno al año de la fe, Padre Domingo ¿cuántos años como sacerdote lleva? PJDRV: 57 años RR. Cuéntenos su experiencia de fe a lo largo de estos casi 57 años de vida sacerdotal. PJDRV: Considero que he vivido una vida normal y corriente de sacerdocio, dando lo mejor de mí, crisis sacerdotal no he tenido gracias a Dios; para esto, recuerdo con cariño a Monseñor Jorge Giraldo Restrepo nacido en Donmatías, empezó a estudiar en el
seminario de Santa Rosa luego fue a los eudistas, ordenado allí de sacerdote, luego nombrado obispo auxiliar de Pasto y posteriormente titular de Pasto y entonces él decía: “Si el sacerdote celebra la Santa Misa y ora puntualmente su liturgia de las horas el sacerdote permanece, si abandona el rezo falla el sacerdote”, también el rezo del santo rosario, la visita al Santísimo y toda práctica de piedad. El sacerdote necesita la Liturgia de las Horas y la Santa Misa para su vida. Yo considero que la he tenido y doy gracias a la comunidad de los eudistas y en Santa Rosa mientras estuve allá, estuve en grupo también y yo veía los buenos ejemplos y bregaba a seguirlos. Yo a la vez que estoy dando el buen ejemplo estoy recibiendo los buenos ejemplos y no tengo el peligro de descarriarme. RR. Con base en lo que usted acaba de decir, denos un mensaje para los sacerdotes de la Diócesis y también para los lectores de la revista Renovación en torno a la fe y ¿cómo vivir con mayor plenitud el ministerio sacerdotal?
PJDRV: El consejo es breve “seamos fieles a Dios en la oración, correctos en nuestras costumbres y ojalá no nos aislemos si ese vivir es en comunidad y recoger los buenos ejemplos y dar el buen ejemplo” esto nos ha de mantener en una buena tónica de oración o de permanencia o de prolongación de nuestro ministerio sacerdotal dando el buen ejemplo; éste consejo también es válido para todos los laicos y para todos los alumnos que he formado.
RR. Agradecemos al padre José Domingo Ruíz Velásquez que nos haya acompañado en esta entrevista, proporcionándonos toda esta valiosa información para nuestro crecimiento como sacerdotes o como laicos comprometidos en cada una de nuestras comunidades.
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