BIOECONOMĂ?A Cambio estructural, nuevos desafĂos y respuestas globales: Una ventana de oportunidad para las producciones basadas en Recursos Naturales Renovables
AUTORIDADES Presidenta de la Nación Argentina Cristina Fernández de Kirchner Jefe de Gabinete de Ministros Aníbal Fernández Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca Carlos Casamiquela Coordinador Ejecutivo de la Unidad para el Cambio Rural Jorge Neme
CRÉDITOS Coordinación general1 Guillermo Anlló - Roberto Bisang Supervisión Área de Planeamiento y Gestión Estratégica - UCAR Revisión de contenidos y corrección de textos Área de Planeamiento y Gestión Estratégica - UCAR Diseño Área de Planeamiento y Gestión Estratégica - UCAR
1 Equipo de trabajo: Guillermo Anlló ; Roberto Bisang; Mariana Fuchs; Jeremías Lachman; Sabrina Monasterios
Indice
Introducción
Sección
Evidencias de un cambio estructural Pág. 21
Sección
La bioeconomía como concepto Pág. 41
Sección
Tecnología, organización y estrategias: las empresas ante los desafíos y oportunidades de la bioeconomía Pág. 63
Sección
Iniciativas, planes y estrategias nacionales en bioeconomía Pág. 103
Pág. 15
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Reflexiones finales Pág. 149
Introducci贸n
BIOECONOMÍA
Desde mediados de la década del noventa, pero con mucho mayor énfasis desde principios del nuevo siglo, los organismos internacionales (OI) vienen planteando, a través de diferentes informes, los diversos cambios estructurales a escala global que se están sucediendo. Estos van desde los trabajos y análisis sobre el cambio climático y la necesidad por tomar medidas sobre el asunto (en Río 96 y Seúl 2012), hasta las proyecciones de crecimiento demográfico (UNFPA 2014, FAO 2009) y el manejo de los residuos y desperdicios (Hoornweg y Bhada-Tata, 2012), pasando por las virtudes y desafíos de un posible nuevo paradigma tecnológico en reemplazo del vigente (ver Anexo). El mundo contemporáneo, especialmente en las últimas décadas, se ha visto dramáticamente transformado en lo referido a sus pautas de consumo, producción y distribución de la riqueza. La revolución de las tecnologías de la información y la comunicación (TICs) en una primera instancia, y la biotecnología aplicada, más recientemente, impulsan cambios rápidos en los procesos productivos, en la forma de generar y difundir tecnología, en los patrones de consumo y, entre otros múltiples aspectos, en las localizaciones del consumo y la producción (la “globalización”). Los cambios estructurales señalados que modifican las condiciones de entorno esperadas y, por lo tanto, los escenarios futuros, remiten, en última instancia, al crecimiento demográfico esperado. Un mundo de 10.000 millones de habitantes no sólo será algo inédito sino que, según las tendencias actuales en base a los hábitos y costumbres vigentes, promete tener consecuencias variadas. Por un lado, ese incremento no es la extrapolación perfecta del mundo actual, sino que implica cambios en la composición y tipo de demanda esperada: el aumento demográfico se dará en aquellas poblaciones que hoy se encuentran más relegadas (en Oriente y África) por mejoras en la esperanza de vida y la tasa de mortalidad infantil, lo que modificará el equilibrio vigente, abriendo –al menos-, nuevos centros de consumo mundial. Al mismo tiempo, se prevé que el aumento de la población será acompañado por un mayor peso de la población urbana (es decir, la mayoría de la población del mundo vivirá en el eje Asia/África; y en ciudades). Este incremento tampoco es inocuo en términos de recursos naturales: los no renovables tenderán a agotarse más rápido, y los renovables experimentarán una doble presión a ser sobre-explotados: una demanda directa, derivada del propio salto demográfico, y otra indirecta, empujada por la necesidad de buscar sustitutos a los bienes que se agotan, o no llegan
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
a regenerarse en una escala de tiempo compatible con el uso previsto. Finalmente, y para nada escindido del accionar del hombre y sus tendencias poblacionales, el cambio climático se hará sentir cada vez más, a la vez que los problemas de contaminación se volverán prioritarios (los recursos naturales tenderán a ser relativamente más escasos, lo que derivará en la necesidad de hacer un uso más eficiente de los mismos, incluyendo a sus residuos). –ver Sección 1La dinámica de estos fenómenos necesariamente altera el panorama previo de disposición inicial y posterior asignación de los recursos y de las corrientes de comercio mundial. Se prevén desafíos de gran magnitud que, a la vez, establecen múltiples ventanas de oportunidad, sobre todo en lo que respecta a la biomasa1. Todo parece indicar que estos cambios tienen -desde distintas vertientesun impacto creciente sobre los recursos naturales. Por un lado, por la sobre explotación de algunos componentes particulares (uso de combustibles fósiles) o, por otro, por los desequilibrios que genera el propio modelo productivo actual (la huella de carbono, los desechos electrónicos, etc.). Estas tendencias y desafíos repercuten sobre la demanda de recursos naturales de origen biológico (RNOB) abriendo ventanas de oportunidad, como ocurrió en otros momentos de la historia. La novedad, en este caso, es que las oportunidades se encuentran indisolublemente ligadas al acceso a biomasa y su uso eficiente –ya sea para producir alimentos, como para energía u otras aplicaciones2- . Aquellos países que tienen condiciones naturales y capacidades adquiridas para la producción de la misma están un paso adentro del nuevo paradigma que estaría configurándose. Esta nueva realidad, a su vez, resignifica al tejido conformado por las cadenas de valor asociadas a los RNOB. Las cadenas de valor agrícola, forestal, de pesca, alimentos y papel y celulosa, en su totalidad, y parte de la química y la industria energética con1 Biomasa, es definida por la Unión Europea como todo material biológico (agricultura, forestal o animal), virgen o residual, como producto en sí mismo, o como insumo. El Comité Europeo de Estandarización (CEN/TR 16208:2011) lo define como material de origen biológico, excluido el material embebido en formaciones geológicas o fosilizado (UE, 2014).
La idea de eficiencia en relación a la biomasa se asocia tanto con su producción, como con su uso y acceso. A su vez, ésta abre a nuevas nociones, como la de economía circular y la de “uso en cascada” (UE, 2014). 2
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BIOECONOMÍA
forman actualmente la red productiva bajo el paraguas de lo que hoy se denomina Bioeconomía -aunque existen varias otras que pronto serán susceptibles de sumarse (como la farmacéutica, la medicina y la textil, por mencionar sólo algunas)-. Es decir, existen espacios para integrarse a un nuevo paradigma en formación, la gran incógnita es la manera, ya que ésta, a la larga, determinará en qué espacios o ámbitos se logre la integración. No será lo mismo ser meros proveedores de insumos que lograr intervenir en la totalidad de la cadena, o ser los dueños de la tecnología a aplicar. La velocidad de respuesta, adaptación e intervención determinará ganadores y perdedores en esta nueva onda larga de los ciclos tecno-productivos. Pero, ¿qué es la Bioeconomía? ¿Un concepto, un nuevo paradigma tecnológico, o una nueva agenda política? Como concepto hay que rastrearlo en algunos trabajos de Georgescu Roegen de fines de la década del ‘60, para poder analizar su evolución –ver sección 2-; como agenda de política, comenzó como una preocupación y promovida desde lo más alto en la Unión Europea a inicios del nuevo milenio, para rápidamente expandirse en todas direcciones –ver sección 4-; como paradigma tecnológico, hay que decir que ello no es sencillo, ya que implica poder definir y delimitar el fenómeno que está transcurriendo justo en este momento, lo que no permite tomar la distancia suficiente como para observar con objetividad el fenómeno que ocurre. En cualquier caso, y como indicio de lo que se avecina -y aproximación a un nuevo paradigma tecno-productivo-, sí se puede tomar nota de las acciones que vienen tomando varias grandes multinacionales los últimos años en relación a estas perspectivas, en algunas de las cadenas de valor antes mencionadas -justamente eso es lo que se busca hacer en la sección 3-. Pero antes, es importante repasar cuáles son los desafíos y cambios estructurales que se preanuncian desde diferentes organismos internacionales, agencias intergubernamentales u organizaciones no gubernamentales –Sección 1-.
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Secci贸n 1
Evidencias de un cambio estructural
BIOECONOMÍA
Se pueden identificar cuatro grandes áreas temáticas que ponen – con mayor intensidad en la actualidad- un alerta sobre la compatibilidad requerida entre la sustentabilidad de los recursos naturales y el acceso (masivo y más igualitario) a las actuales pautas de consumo y sus tecnologías implícitas –las dos primeras, como tendencias de cambios estructurales inevitables, las otras dos asociadas al avance de la ciencia y el surgimiento de nuevas tecnologías-. Todas ellas constituyen la base, el sustrato temático sobre los cuales se ancla el concepto de Bioeconomía.
1.1) El incremento demográfico, la conformación de una nueva demanda y la presión sobre los recursos naturales por alimentos Por diversas vías parecen replantearse -ahora de manera ampliada- los dilemas malthusianos1. El epicentro temático es el aumento 1 Catástrofe malthusiana” se refiere a las consecuencias previstas por la teoría demográfica de Thomas Malthus, en esta teoría se preveía un aumento en progresión geométrica o exponencial en la población, junto con un aumento en progresión aritmética en la producción agrícola de alimentos, que causaría una situación de pauperización y economía de subsistencia que podría desembocar en una extinción de la especie humana y que Malthus pronosticó para el año 1880. Aunque la previsión evidentemente falló, el malthusianismo sigue vigente, el término “catástrofe malthusiana” se sigue utilizando para describir situaciones críticas que pueden hacer inviable o muy dificultosa la supervivencia de la población humana si persiste su crecimiento. (http://es.wikipedia.org/wiki/ Cat%C3%A1strofe_malthusiana)
de la población. Existen diversas proyecciones sobre el crecimiento demográfico. Para 2030, Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OECD) plantea que la población mundial alcanzará los 8,3 miles de millones de personas y el ingreso medio mundial per cápita los USD 8.600 (57% más que en 2005, cuando era de USD 5900). Es decir, no sólo mayor población, sino mayor poder adquisitivo.w Como se observa en el gráfico Nº1, los distintos escenarios prevén una desaceleración en la tasa de crecimiento demográfico de Asia, pero acompañada de una posible ace-
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
leración en las tasa de África. Para la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la población total mundial podría alcanzar los 9.150 millones en 2050, con un aumento esperado de 2,25 miles de millones en los próximos 40 años, menor a los 3,2 miles de millones de aumento entre 19702010. Por su parte, la proyección del crecimiento poblacional para el año 2100 es de 12,3 miles de millones (actualmente rondan los 7,2 miles de millones), con la mayor parte de ese crecimiento concentrada en el África subsahariana2. En contraposición, los países europeos tienden a declinar en población mientras que el continente americano tiende a crecer a una tasa moderada. En cualquier caso, lo que se evidencia es que la población del mundo (es decir, la demanda por recursos naturales) se concentrará ya no sólo en Asia, sino también en África. En paralelo, este crecimiento demográfico viene acompañado de una tendencia hacia la urbanización3. En este esquema, la relación Comienzan a aparecer varios trabajos, investigaciones y documentos preocupados por la realidad que se avecina ante este escenario inédito en la historia del planeta. Sobre las nueva proyecciones demográficas, aquí se puede ver un video que lo explica https://youtu.be/h8hx_ORo9XU. 2
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Para la Visión 2050 (2010), documento que tiene la
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entre población urbana y rural y los niveles de ingresos y su distribución son claves en la reconfiguración de la demanda por alimentos4. En el primero de los temas, a inicios de los años ‘80, con una población mundial del orden de los 4.400 millones de personas, el 60,9% vivía en áreas rurales; dos décadas y media más tarde (año 2013), la población superó los 7.200 millones de personas, pero con el aditamento que ahora poco menos de la mitad vive en el campo. En otros términos, la población
particularidad de haber sido redactado por una ONG que agrupa a empresas trasnacionales de gran porte, la población mundial no sólo se incrementará para el año 2050, sino que lo hará migrando del campo a las ciudades, incrementando así la población urbana sobre el total. Esto se relaciona con el hecho de que el 98% del incremento esperado tendrá base en los países en desarrollo y emergentes, lo cual inducirá a repensar dichas categorías, siendo que el top ten de las principales economías del mundo, medidas por su PBI, estará integrado por varios de estos países –con China a la cabeza-. El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial del Foro de Expertos de Alto Nivel, organizado por los organismos con sede en Roma (FAO, FIDA -Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola - PMA – Programa Mundial de Alimentos-) proyecta que la urbanización continuará a un ritmo acelerado con las zonas urbanas dando cuenta de un 70% de la población mundial en 2050 (frente al 49% en la actualidad).
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BIOECONOMÍA
crece rápidamente y se reubica en zonas urbanas. La tendencia está fuertemente inducida por lo ocurrido en los grandes países en vías de desarrollo con poblaciones masivas: en el año 1980, el 80% de la población China era rural, mientras que en el año 2010, ello se redujo al 54%; una tendencia similar es dable de observar en los principales países de África (FAO, 2011). El proceso de modernización e industrialización de los países en vías de desarrollo (hasta la fecha, principalmente China e India) ha llevado a que gran parte de su población migre a las ciudades, dejando de autoabastecerse. Estas grandes migraciones, que suceden a la par del incremento de la población, vienen acompañadas de cambios de hábitos y estilos de vida que no son inocuos en materia de salud asociada a la alimentación –y, por lo tanto, en términos de consumo-. Como ya se mencionara, se espera una desaceleración en el crecimiento demográfico mundial en los próximos 40 años (0,75% por año entre 2005/2007-2050, por debajo del 1,7% entre 1963-2007) lo que, junto al alto consumo per cápita alcanzado en algunos países, podría traducirse en una menor tasa de crecimiento del consumo agrícola. Sin embargo, la mayoría de los países cuyo crecimiento demográfico
se espera que sea rápido los próximos años, son justamente los de insuficiente consumo de alimentos y altos niveles de desnutrición (la mayoría en África subsahariana). En otras palabras, el mundo en su conjunto tiene potencial de producción suficiente para satisfacer la demanda, pero la seguridad alimentaria en muchas zonas pobres no mejorará sin incrementos sustanciales de la producción local. A su vez, en relación a los alimentos, las proyecciones de FAO prevén que el 90% del crecimiento de la producción mundial de granos -80% del cual se espera que provenga de países en desarrollo- se deberá a mayores cosechas por una mayor productividad, y sólo un 10% por el corrimiento de la frontera agrícola. Es decir, la mayor parte del aumento en la producción granaria se deberá a una mejora tecnológica continua, con la mayor expectativa depositada sobre los progresos biotecnológicos en la producción primaria. La biotecnología promete aportar mejoras en los procesos gracias a la mayor precisión del manejo de lo biológico, al mismo tiempo que una mejor eficiencia genética –mejores granos, diseñados para obtener mejores resultados según el destino final de lo producido- y un mejor aprovechamiento del “ambiente” natural en el cual se vaya
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
a desarrollar el emprendimiento agrícola. Sin embargo, no todos podrán garantizar el autoabastecimiento1. Algunos de los principales factores que pueden llegar a dificultar la producción de alimentos son: la mayor explotación de recursos como tierra y agua, cada vez más escasos -tanto cualitativa
como cuantitativamente (per cápita)-, la degradación del suelo, la salinización de las zonas de regadío, la competencia de otros usos además de para la producción de alimentos y el cambio climático.
5 Para 2050 las estimaciones para el Cercano Oriente y el norte de África continúan siendo deficitarias en cuanto a la producción de cereales (base de la pirámide alimenticia) y sólo Latinoamérica y el Caribe se tornarán superavitarias y exportadoras globales de los mismos, constituyendo la región que más crecerá como proveedora del mundo de insumos en base a semillas.
Gráfico Nº1 Estimación de la producción de cereales - 2005 a 2050
Fuente: Van der Mensbrugghe, D. FAO. IADB y Seminario CIAT, Marzo 2012.
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El desafío global, por lo tanto, no es sólo alimentar a esa población creciente, para un adicional de población del orden de los 3.000 millones de personas en los próximos 25 años, sino proveer alimentos cada vez más sofisticados (en términos de semi-elaborados) ya que, junto al incremento demográfico, se verificará un movimiento social ascendente en la clases bajas del mundo, junto a una mayor urbanización. Cabe acotar que esta demanda adicional se suma a los poco más de 1.000 millones de personas subalimentadas en la actualidad2.
Las estimaciones de FAO señalan que existió en loslos niveles de años recientes recientes una unatendencia tendenciaa adisminuir disminuir niveles hambre en en el mundo, peropero los los recientes episodios de de hambre el mundo, recientes episodios incrementos de precios agrícolas revirtieron dichadicha tende incrementos de precios agrícolas revirtieron dencia. El Elpromedio tendencia. promediomundial mundialper percápita cápita de de alimento alimento para consumo después de para consumo humano humanodirecto directodisponible, disponible, después permitir usosusos de desecho, alimentación animalanimal y usosy de permitir de desecho, alimentación no alimentarios, mejoró a 2.770 cal/persona/día en usos no alimentarios, mejoró a 2.770 cal/persona/día 2005/2007, con lo cual, en principio, el consumo de en 2005/2007, con lo cual, en principio, el consumo alimentos global agregado bastabasta para que de alimentos global agregado paraprácticamenque práctite todos estén alimentados. Sin embargo: 2,3 micamente todosbien estén bien alimentados. Sin embargo: les de millones de personas viven en países con menos 2,3 miles de millones de personas viven en países con de 2.500 kcal y en torno a 500 millones en países con menos de 2.500 kcal y en torno a 500 millones en menos de 2000 kcal, mientras que en el otro extremo países con menos de 2000 kcal, mientras que en el cerca de 2 mil millones está en países que consumen otro extremo cerca de 2 mil millones está en países más de 3.000 kcal. que consumen más de 3.000 kcal. 62
Frente a estas perspectivas, la aplicación de biotecnología para mejorar y manejar cultivos de alimentos puede crecer sustancialmente para 2030 por el aumento de la demanda y de tensiones agronómicas por el cambio climático. Además, la expectativa del mayor costo de combustibles fósiles a largo plazo por un menor suministro de fuentes de petróleo de bajo costo, la mayor demanda de energía y restricciones a la producción de gases de efecto invernadero (GEI) podrían crear un mercado para biomasa, incluidos cultivos no alimentarios (hierbas, árboles), como materia prima para biocombustible, productos químicos y plásticos. Otros mercados biotecnológicos potenciales incluyen el uso de plantas para productos químicos como biofarmacéuticos y nutracéuticos a partir de fuentes vegetales y animales. Estas tendencias pueden incrementar la inversión en tecnologías agrícolas.
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
1.2) Las energías fósiles y las alternativas: mayores presiones sobre el ambiente En paralelo al incremento poblacional y la creciente localización urbana, la tendencia a la mejora masiva en los niveles de ingreso de amplias franjas poblacionales de países en vías de desarrollo presiona fuertemente sobre los recursos energéticos. ¿Es posible replicar los parámetros de consumo de las clases medias americanas en los ascensos sociales de otras sociedades masivas de los países en vías de desarrollo? Ello pone en el epicentro del problema la matriz energética actual, fuertemente dependiente de la explotación de los combustibles de origen fósil (petróleo y gas). El tema va más allá de la energía destinada al transporte, ya que contempla además la petroquímica (en base a gas y petróleo) y el uso de energía en la transformación de los minerales (la metalurgia). En el actual modelo industrial, una parte importante de la producción comienza con la ruptura de la molécula del petróleo; el gas –en sus diversas vertientes- completa el panorama como base industrial de algunos productos –además de suministro energético-. Más allá de la exis-
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tencia de reservas comprobadas, de los problemas/acuerdos en producción, transporte y posterior uso, se trata de una materia prima no renovable a corto plazo que impone una limitante a la ampliación/ replica masiva de modelos de consumo energo-intensivo (como el liderado por las economías de los Estados Unidos y la UE). La restricción no es nueva pero, ante las mayores demandas, se ha traducido en subas de precios de largo plazo –más allá de los posibles vaivenes coyunturales, la tendencia es al alza- que abren a la necesidad de ampliar los componentes de la matriz energética hacia otras fuentes -especialmente hacia aquellas de corte renovable-. Hidroelectricidad, energía nuclear y desarrollos eólicos, si bien han contribuido a mitigar la dependencia de las fuentes no renovables, no pudieron -por diversos motivos- captar parte relevante de la oferta energética. FAO llama la atención sobre el uso de materias primas para la producción de biocombustibles (maíz para etanol en EE.UU, caña de
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azúcar en Brasil, aceites vegetales y cereales en la UE para biodiesel y etanol) y que esto podría llegar a operar como una fuerza disruptiva importante, beneficiando a productores y perjudicando a consumidores de bajos ingresos. De esta manera, lo que suceda con el consumo total de bienes agrícolas dependerá de la extensión que alcance el uso de los mismos para bienes no alimenticios como la producción de biocombustibles. Las respuestas que se vislumbran en las próximas décadas cubren dos vías complementarias sobre el uso y aplicación de biomasa: para la producción de biocombustibles (que incluye a los granos, pero avanza también sobre otras fuentes de origen biológico asociados a los de segunda generación) y la producción de materiales –a partir de estructuras moleculares que reemplacen a aquellas provenientes del cracking del petróleo-; de tal forma que si bien no alivian directamente la demanda por la producción de energía, sí lo realizan por el lado de liberar recursos aplicados a producciones no energéticas. Es decir, la tendencia es hacia el reemplazo de los recursos combustibles fósiles por recursos biológicos renovables –tanto como fuente de energía, como materia
prima química (en reemplazo de los plásticos y sucedáneos de origen petroquímico)-. Se trata de un cambio conceptual: el eje es la captación de la energía solar y su transformación –fotosíntesis mediante- en granos, árboles de rápido crecimiento u otra fuente de biomasa que luego, por diversos medios, ingresa como insumo a la matriz energética o industrial. Implica el pasaje de un modelo de energía basada en recursos no renovables a otro de base renovable, incluyendo en la discusión –probablemente desde una perspectiva ambientalista, antes que económica- la cuestión del balance energético. En el caso de los biocombustibles, durante los últimos años se han implementado incentivos masivos para su producción y consumo en reemplazo de naftas (vía etanol) o del diesel (aceites para biodiesel)1. A lo largo del primer lustro del presente siglo, ingresaron legislaciones de incentivos a las producciones de biocombus71 Una variante a los biocombustibles es la generación de energía en base al uso de material vegetal; se trata del desarrollo -por un lado- de variedades forestales de rápido crecimiento con destino a ser usado como combustible en plantas de generación de vapor y electricidad y -por otro- el desarrollo de usinas transformadoras más eficientes. Otra es el uso de rastrojos degradando ligninas en reactores para la producción de alcohol como paso previo al etanol.
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
tibles y obligaciones de corte en el uso para una gran cantidad de países, con especial énfasis en los Estados Unidos y la UE. Como se desprende, parte de las mayores producciones serán crecientemente captadas por los biocombustibles, particularmente en el caso de la caña de azúcar. Más allá de las limitaciones que impone el perfil técnico del actual parque automotor –desarrollado bajo técnicas que no permiten la
sustitución plena de combustible fósil por biocombustibles- la magnitud de la demanda por combustibles introduce un cambio sustancial en el agro: la producción de granos se ve afectada por un uso adicional al tradicional por alimentos, a la vez que la extracción de etanol o biodiesel amplía la matriz de subproductos (a ser utilizados en las producciones pecuarias y/o industriales); la producción de granos suma argumentos para su industrialización.
Gráfico Nº 2 Estimaciones de usos proyectado de las producciones de granos y oleaginosas en biocombustible Producción
Unidad de medida
2005
2030
2050
Cereales Cereales
millones de toneladas
65
182
182
porcentaje del uso total
3.2
6.7
6.1
Aceites vegetales
millones de toneladas
Aceites vegetales
porcentaje del uso total
Azúcar (equivalente a caña de azúcar)
millones de toneladas
Azúcar
porcentaje del uso total
Mandioca (fresca)
millones de toneladas
Mandioca
porcentaje del uso total
7
29
29
4.8
12.6
10.3
28
81
81
15.1
27.4
24.3
1
8
8
0.4
2.3
1.8
Fuente: Alexandratos, N. and J. Bruinsma. 2012. World agriculture towards 2030/2050: the 2012 revision. ESA Working paper No. 12-03. Rome, FAO.
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BIOECONOMÍA
La otra vertiente de reemplazo de recursos fósiles no renovables proviene del incipiente desarrollo de la química verde; se trata de procesos de síntesis de moléculas a partir de reactores donde la base es biomasa y los agentes transformadores son diversas enzimas, hongos o bacterias (sea aisladas en su estado natural o recombinadas posteriormente). En estos procesos, la biomasa opera a modo de alimentación para organismos vivos que realizan los procesos de transformación de ligninas, celulosas y otros componentes de vegetales hasta derivarlos en estructuras moleculares similares o idénticas de las que provienen del cracking del petróleo; a partir de tales estructuras químicas continua el proceso industrial tradicional de transformación (biopolímeros). El gráfico Nº 3 ejemplifica algunas de las múltiples oportunidades de uso de los vegetales como fuente de materia prima industrial, en un modelo que tiene como epicentro
la transformación industrial a partir de recursos renovables. Adicionalmente, comienzan a desarrollarse masivamente otros procesos químicos -como base de nuevos materiales- a partir de subproductos de la faena bovina o de los derivados de la leche. De esta forma, varios procesos operan en simultáneo con la lógica concurrente de realizar transformaciones energéticas sobre bases más sustentables con la posibilidad de mantener (para determinadas demandas actuales) y ampliar (para nuevas capas poblacionales) los niveles de consumo: i) la captación de luz solar a través de la fotosíntesis como fuente de energía; ii) el uso de fuentes vegetales como insumo energético; iii) la transformación de biomasa en biopolímeros (alivianando la dependencia de aprovisionamiento de polímeros por parte de la petroquímica); iv) la transformación de subproductos de la molienda de granos en materia prima para nuevos materiales.
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Tendencias, diagnรณsticos y prospecciones
Grรกfico Nยบ 3 Posibilidades de usos de los productos vegetales
Fuente: Nova-Institute GMBH (2010)
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BIOECONOMÍA
Ya sea por una mayor y más variada alimentación, o por la presión de los biocombustibles (en sus diversas vertientes) y/o de la biomasa aplicada a la síntesis química, la tradicional actividad agrícola enfrenta una fuerte demanda que activa dos frentes concurrentes de soluciones. En el marco de una reviltalización del mercado de tierras, el primero de ellos consiste en la ampliación de la frontera cultivable con el consecuente aumento de precios a escala mundial (Arezki, Deininger y Selod 2012; Banco Mundial e IIASA, 2011). Diversos trabajos dan cuenta de estas tendencias. Sin embargo, todo lleva a pensar que esta vía tiene limitaciones tanto cuantitativas como de aprovisionamiento de infraestructura suficiente para contener plenamente el problema. Se estima que se cultivan actualmente unos 1.456 millones de hectáreas y que las posibilidades de expansión rondan las 445,2 millones de hectáreas (de las cuales aproximadamente un 50% es factible de incorporación a mediano plazo); parte relevante de las potenciales tierras adicionales están en Amé-
rica del Sur y África. (Fisher and Shah, 2010) El segundo frente remite al desarrollo, difusión y plena utilización de las tecnologías involucradas en cada una de las etapas que van desde la captación de la energía hasta su transformación en productos industriales. Tales tecnologías refieren tanto a procesos de producción como a modificaciones realizadas sobre plantas, animales, bacterias, hongos y otras especies que operan a modo de transformadores de insumos en productos. En este sendero, la biotecnología se convierte en el factor crítico del proceso. Permite un rápido pasaje de la noción de recurso natural a recurso económico y con ello revaloriza la biodiversidad y abre los planteos respecto de los derechos de propiedad de tales recursos. Ambas vías de solución parecen ser insuficientes a la luz del comportamiento de los precios observados a lo largo de los últimos años. De igual manera, a pesar de la caída reciente, el nivel actual es un 40% más alto que el presentado en los años los ´90.
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
1.3) Cambio climático y el desafío de la sustentabilidad: gases efecto invernadero, polución y desperdicios El calentamiento global, la producción contaminante y no responsable y el crecimiento de las economías emergentes, han derivado en una constatable preocupación sobre el cambio climático. Buscando atacar parte de sus causas, y concientes de la necesidad de articular múltiples objetivos (brindar acceso a bienes y servicios a las crecientes poblaciones del mundo en desarrollo, a la vez de garantizar un sistema productivo sostenible y sustentable ambientalmente), es que surge una demanda por respuestas factibles. El incremento de la población, motorizado, básicamente por las clases medias urbanas de China e India y las demás economías emergentes, de no mediar cambios estructurales, seguirá presionando sobre el aumento de la emisión de gases efecto invernadero, es decir, presionará sobre el calentamiento global y el cambio climático. Por ejemplo, los impactos medioambientales que se asocian a la utilización de plásticos de origen fósil son múltiples. En primer lugar, en su proceso de producción son emitidos a la atmosfera gases de
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efecto invernadero, los cuales están asociados al cambio climático y al calentamiento global. Existen múltiples iniciativas, principalmente por parte de los países desarrollados, para reducir la emisión de este tipo de gases. Por ejemplo el “Intergovernmental Panel on Climate Change” (IPCC) propuso reducir en un 80% la emisión de gases efecto invernadero (GEI) de forma tal que la concentración de CO2 en la atmosfera para el año 2050 tenga un índice similar al de 1990 (Barker et al, 2007). La emisión de gases de efecto invernadero es sustancialmente menor para la producción de bioplásticos, donde en algunos casos es negativa –como para la elaboración de los poliláctidos (PLA) , Bio-PE (Polietilenos) y Bio-PP (Polipropilenos)- (OECD, 2013). De esta forma se puede encontrar en los bioplásticos una vía para facilitar las metas de reducción de GEI y así reducir los efectos medioambientales adversos derivados de la elaboración de plásticos de origen fósil. Al problema de contaminación ambiental recién mencionado que se deriva de la utilización de plásticos
BIOECONOMÍA
de origen fósil, también se puede destacar la acumulación de residuos sólidos. Dentro de la multiplicidad de plásticos utilizados actualmente una amplia mayoría de ellos es de lenta degradación. Del total global de plástico producido anualmente, entre 75 y 80 millones de toneladas son envases, de los cuales 25 millones se acumulan en el medioambiente -es decir residuos que no son tratados de ninguna forma- (Ojeda et al, 2009; Sudhakar et al, 2008). La gran mayoría de estos desechos, que se acumulan en el planeta, se terminan depositando en los fondos oceánicos, lo que vuelve más lento el proceso de degradación al tiempo que también son liberadas sustancias toxicas que contaminan el lecho marino (Teuten et al, 2007). En la actualidad la generación aproximada de basura en las ciudades alcanza los 1,3 miles de millones de toneladas, y se espera que para el año 2025 esta cifra alcance los 2,2 miles de millones. Esta situación pone de manifiesto la necesidad de profundizar en las técnicas para el manejo eficiente de los desechos urbanos1. A nivel global, son los países desarrollados los que más basura generan por habitante (aproximaPara más información ver https://openknowledge. worldbank.org/browse?value=Waste+Disposal+and+Utilization&type=topic
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damente 2,2 kg por habitante por día). Sin embargo, si se comparan las proyecciones de crecimiento de población urbana de estos países frente al crecimiento en la generación de desechos, la relación es más favorable; de hecho, al tiempo que la población urbana de los países desarrollados crece, la basura decrece. En una situación inversa se encuentran los países de Latinoamérica y el Caribe y la región de Europa del Este y Asia Central, donde la generación de desechos crece a un ritmo mayor que la población urbana (la que se espera que también aumente más que en los países desarrollados) (ver Tabla 1). Coherentemente con lo anterior, las ciudades con ingresos per cápita más alto son las que generan mayor cantidad de residuos2. A su vez, dadas las proyecciones de crecimiento poblacional urbano y de generación de basura estimadas, son estas mismas ciudades de ingresos altos las que mejor tratamiento proyectado de desechos tienen. En contraposición, los países de ingresos medios bajos y altos muestran la situación inversa, aumentando más fuertemente la generación de basura que el crecimiento poblacional en dichas ciudades (Tabla 2). 92 Si bien no son necesariamente lo mismo, en este texto se trata como sinónimos a “residuos”, “basura” y “desechos”, a no ser que se lo aclare específicamente.
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
Tabla Nº 1 Basura proyectada para 2025 por regiones geográficas Datos actuales
Región
Población urbana total (millones)
Datos proyectados para 2025
Generación de basura urbana Per Cápita (Kg. /hab./ día)
Total (ton/día)
Población proyectada Población Población total urbana total (millones) (millones)
Basura urbana proyectada Per Cápita (Kg. /hab./ día)
Total (ton/día)
África
260
0,65
169.119
1.152
518
0,85
441.840
Asia y Pacífico Este
777
0,95
738.958
2.124
1.229
1,5
1.855.379
Europa y Asia Central
227
1,1
254.389
339
239
1,5
354.810
Latinoamerica y Caribe
399
1,1
437.545
681
466
1,6
728.392
Medio Oriente y África del Norte
162
1,1
173.545
379
257
1,43
369.320
OECD
729
2,2
1.566.286
1.031
842
2,1
1.742.417
Sur de Asia
426
0,45
192.410
1.938
734
0,77
567.545
2.980
1,2
3.532.252
7.644
4.285
1,4
6.069.703
Total:
Fuente: Banco Mundial (2012)
Tabla Nº 2 Basura proyectada para 2025 por ingresos Datos actuales
Nivel de ingresos
Población urbana total (millones)
Bajos
Datos proyectados para 2025
Generación de basura urbana Per Cápita (Kg. /hab./ día)
Total (ton/día)
Población proyectada Población Población total urbana total (millones) (millones)
Basura urbana proyectada Per Cápita (Kg. /hab./ día)
Total (ton/día)
343
0,6
204.802
1.637
676
0,86
584.272
Medios bajos
1.293
0,78
1.012.321
4.010
2.080
1,3
2.618.804
Medios altos
572
1,16
665.586
888
619
1,6
987.039
Altos
774
2,13
1.649.547
1.112
912
2,1
1.879.590
Total
2.982
1,19
3.532.256
7.647
4.287
1,4
6.069.705
Fuente: Banco Mundial (2012)
36
BIOECONOMÍA
De los datos de la Tabla 2, se desprende la necesidad de ahondar en los esfuerzos por el tratamiento de la basura urbana. Si bien es indudablemente deseable el crecimiento y desarrollo económico global, este proceso debe estar acompañado de una profunda dedicación por la reducción proporcional de los desechos generados –clasificándolos y separándolos para su posterior tratamiento y reutilización-. Esta situación es indispensable para el desarrollo sostenible de largo plazo. Uno de los ámbitos donde se verifican cambios en los modelos productivos, bajo la denominación de biorremediación, se asocia con desequilibrios asociados con problemas en las explotaciones industriales tradicionales y la búsqueda de soluciones a la contaminación que éstas generan. En este caso, la bioeconomía aporta desde la biorremediación la aplicación de
enzimas o bacterias tendientes a restablecer la propiedad de suelos y calidades de aguas -microorganismos incorporados selectivamente a los procesos naturales tienden a remediar problemas o a restaurar equilibrios previos- (Castells i Boliart 2014; Weng L and Huimin Z. 2009; Euro Bio 2010). Una variante adicional es el manejo de la biología del suelo para mejorar los procesos agrícolas. En este caso se trata, inicialmente, de conocer cómo es el equilibrio biológico del suelo (en realidad, de la interacción de los diversos seres vivos que habitan el suelo y su “convivencia” con el ambiente, especialmente humedad, temperatura y presión) para luego adaptar las distintas funciones técnicas de producción, a fin de que la aplicación de éstas sea sustentable –económica y productivamente- a mediano y largo plazo.
37
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
1.4) Mayor eficiencia y cambio de enfoques productivos. Los tres puntos anteriores hacen referencia a cambios estructurales que derivan en diversas presiones sobre los recursos renovables biológicos. El cuarto punto de cambio estructural se vincula con el avance tecnológico y las posibilidades que esto abre, a partir de expandir la frontera de posibilidades y habilitar mayores innovaciones –en este sentido, la biotecnología posee un rol preponderante-. Existe un conjunto de actividades industriales que, desarrolladas bajo los parámetros actuales -muy emparentados con las síntesis químicas tradicionales-, resultan costosas o poco eficientes. La producción de hormonas por métodos químicos, procesos de fermentación con levaduras tradicionales, o desarrollos de algunos medicamentos a través de síntesis química resultan costosos y de comportamientos variables a lo largo del tiempo en términos de resultados. Una vía alternativa deriva del uso de vegetales o animales convenientemente modificados, que sobre-producen determinadas sustancias
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obtenidas previamente por la vía química. En otros términos, aquello que previamente lo producía un reactor químico bajo condiciones no siempre controlables, a lo largo de varias etapas y con resultados variables, ahora se produce a través de plantas y/o animales modificados genéticamente, con menores costos y mayor estabilidad en las características de producción. La insulina genética, las hormonas de crecimiento, las leches maternizadas, la eritropoyetina y la quimosina son, entre otros, ejemplos de estas rutas productivas de la bioeconomía. Sobre el mismo concepto – mayor eficiencia y/o menores costos- pero en otros ámbitos, opera una amplia variedad de usos de enzimas en limpiadores, blanqueado de pasta de papel, tratamiento de superficie de materiales textiles y decapantes. Un capítulo adicional es el desarrollo de las terapias génicas, definidas como aquellas donde el tratamiento tiene como inicio la identificación del desequilibrio genético que ocasiona la enfermedad y su remediación a partir de modificar tales desequilibrios (como alternativa al
BIOECONOMÍA
tradicional modelo médico de remediación introduciendo agentes químicos o naturales externos a la propia dinámica corporal).
venir, asociados con el aumento poblacional presionando sobre la productividad de tierras y ambientes.
En síntesis, las perspectivas futuras presentan un escenario que demanda un cambio de conductas y demandas, así como nuevas soluciones que eviten una temida catástrofe. Ello, junto a la noción evolutiva de paradigmas tecno-productivos que se suceden hacen prever la aparición de un revolución tecnológica que imponga un nuevo paradigma, ya sea para atender problemas cuyas consecuencias ya son palpables, como el cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad del sistema productivo, o por los problemas por
¿Cómo reaccionan las empresas, las instituciones y las políticas públicas de diversos gobiernos frente a estos dilemas? ¿Esperan que se resuelvan en el mercado o están planteando de manera activa algún tipo de estrategia a futuro? Las siguientes secciones exploran estas cuestiones, comenzando por el mundo empresario, para luego revisar las estrategias nacionales, pasando antes poruna revisión del concepto Bioeconomía, ya que los documentos y propuestas nacionales abordan estos desafíos desde esa perspectiva.
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Secci贸n 2
La bioeconom铆a como concepto
BIOECONOMÍA
Como ya se planteara en la introducción: ¿qué es la bioeconomía? En principio, pareciera que existen tres caminos posibles a explorar para dar respuesta a esta pregunta. El primero remite a una discusión epistemológica al interior de la economía. En ella, se discute si se trata de una nueva rama particular de la economía aplicada al estudio de los fenómenos biológicos, o si es un planteo un poco más radical sobre las limitaciones de la economía como disciplina analítica, al no incluir en sus modelos los limitantes físicos y biológicos al desarrollo y crecimiento. En este caso, se estaría en presencia de una discusión que sólo compete a las ciencias económicas. Otro camino tiende a ver la bioeconomía como una reagrupación de cuestiones preexistentes que obligan a tener que repensar nuevas políticas frente al crecimiento demográfico y a ciertos límites del modelo energo-intensivo de demanda -asociado al fin de la era del petróleo que rigió el desarrollo industrial de nuestras sociedades
el último siglo-.Este sendero remitiría a un análisis de tipo político-estratégico. Finalmente, puede ser vista como la irrupción de una nueva forma de tecnología y organización de la producción, no sólo en algunos sectores o áreas, sino en todo el tejido productivo (obviamente, con distintos impactos), con derivaciones sobre la organización social, modificando la forma de vida como hoy la conocemos. Es decir, se estaría frente a un nuevo paradigma tecno productivo –precedido por el dominado por las tecnologías de la comunicación y la información-. Ciertamente, los tres caminos se entrecruzan y potencian; es difícil imaginar un cambio de paradigma que no tenga correlaciones en la política e impactos sobre el campo académico. Sin embargo, en este apartado, y con el objeto de poder comprender las particularidades de cada uno de ellos y simplificar el análisis, a continuación se los repasa en algunos aspectos por separado.
43
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
1) Hacia un re-enfoque de la teoría económica dado un cambio en el objeto de estudio Desde hace varias décadas se ha utilizado el término bioeconomía buscando ampliar la cobertura del análisis económico, a fin de incluir la relación entre la producción y la sustentabilidad a mediano y largo plazo de los recursos naturales. El término estuvo en boga a finales de la década del sesenta, para luego pasar al olvido hasta hace unos años, cuando fue puesto sobre la mesa por un informe de la OECD del año 20091 –e incorporado, los años siguientes, a varias agendas de gobierno-. En sus orígenes, Goergescu-Roegen (1971), en su más conocida obra La Ley de la Entropía y el proceso económico (acuñó el concepto para llamar la atención sobre la finitud de los recursos naturales y la falla en los modelos económicos en incorporar esta verdad natural. En este sentido, la bioeconomía y sus implicancias remarcan ciertas falencias estructurales dentro de las ciencias económicas y las decisiones de política que se han estado adoptando a partir de su marco analítico. OECD (2009). ”The Bioeconomy to 2030”.Designing a Policy Agenda.ISBN-978-92-64-03853-0 1
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Así, en los años setenta, frente a los primeros indicios de agotamiento del paradigma tecno-productivo predominante2, a aparecieron fuertes controversias acerca de las posibilidades de dar respuesta por parte del mundo industrial fordista a la sobre-demanda alimenticia (en relación a la explosión poblacional) y mantener, a la vez, mínimos cuidados ambientales (con los impactos contaminantes de algunas industrias). Un hito en esa dirección fueron varios trabajos académicos y los (controvertidos) trabajos del denominado Club de Roma3 y sus posteriores capítulos nacionales. Se sostenía allí que el mantenimiento de las tasas de crecimiento poblacional y la generalización de los parámetros de producción y consumo propios de un núcleo acotado de 2 Pérez C., 2010. Technological dynamism and social inclusion in Latin America: a resource-based production development strategy. Revista de la CEPAL Abril 2010.
El Club de Roma (en inglés Club of Rome) es una ONG que fue fundada en el año 1968 en Roma por un pequeño grupo de personas, entre las que hay científicos y políticos. Sus miembros están “preocupados” por mejorar el futuro del mundo a largo plazo, de manera interdisciplinar y holística. Para más información ir a http://es.wikipedia.org/wiki/Club_de_Roma. Ültima consulta 20/07/15 3
BIOECONOMÍA
países desarrollado al resto del mundo ponían en peligro la sustentabilidad global4. El dilema era -y continúa siendo- la compatibilización de la sustentabilidad ambiental (enfoque verde) con el mantenimiento de los estándares de consumo vigentes en el mundo desarrollado, el modo de producción y la inclusión de enormes franjas poblacionales. Tradicionalmente, y desde distintas perspectivas académicas, la ciencia económica “recortó” el objeto analítico a los procesos de asignación eficiente de recursos (capital y trabajo variables más tierra como factor fijo) asociados a una función de producción dada, determinada por tecnologías conocidas (y plenamente transferibles), y los precios de la economía fijados en el libre juego de oferta y demanda en los distintos mercados. Algunos desarrollos focalizaron su En el caso local, los aportes de la Fundación Bariloche expusieron una mirada particular sobre el fenómeno alertando sobre el rol que estos desafío tenían, en particular, para las economías periféricas con fuertes dotaciones de recursos naturales. El dilema que se planteaba derivaba en enfoques extremos que iban desde el replanteo de los modelos de consumo (hacia otros con menor confort y dilapidación de recursos, más amigables con el ambiente, disociados de las tecnologías dominantes) hasta la profundización tecnológica de sistemas más energo intensivos aún (con una amplia variedad de posiciones intermedias). 4
atención en los problemas de crecimiento, distribución del ingreso y comercio internacional. Enfoques más amplios –sumando facetas políticas y sociales- aplicaron sus análisis sobre los derechos de propiedad y los procesos de reparto entre clases sociales de los excedentes económicos. Centrados inicialmente bajo la noción de equilibrio estático, desarrollos alternativos posteriores avanzaron sobre enfoques dinámicos, mientras que otros apuntan a abordar el fenómeno económico como un persistente desequilibrio. Buena parte de estos desarrollos analíticos comparten dos características epistemológicas: el recorte del campo analítico económico sobre un aspecto en particular que busca explicar el todo (la renta, los precios, la asignación eficiente, el equilibrio de mercado, etc.), y el trasvasamiento o uso de los métodos analíticos altamente mecanicistas propios de otras disciplinas (especialmente de aquellos aplicados a la física newtoniana que, explicando una parte, permitirían comprender el funcionamiento del conjunto). Sin desmerecer los avances que estos enfoques aportaron al entendimiento de los fenómenos económicos -y a la formulación de
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
políticas públicas y el diseño de las estrategias de negocios privados-, los mismos dejaron sistemáticamente de lado, en buena medida, la interacción entre la disciplina económica y los temas relacionados con el uso y explotación de los recursos naturales (como insumos necesarios de todo proceso productivo) y el ambiente (como resultado del accionar humano en la producción económica). Desde esa perspectiva, el recorte analítico realizado implica que la economía (y las consecuencias de la producción y el consumo) es exógena a la esfera de los recursos naturales (tierra, minerales, aire, agua) y su sostenibilidad intertemporal. Como tal no contempla, en su centralidad, la interacción de la producción y el consumo -desde y hacia- los recursos naturales y el medio ambiente (éstos son vistos como infinitos). A partir de los nuevos desafíos que plantean los cambios estructurales señalados en la anterior Sección, cabe añadir algunas especificidades que hacen al recorte de la bioeconomía dentro del campo de la ciencia económica. No se trata sólo de analizar procesos de asignación en función de dotaciones de recursos estáticos, con tecnologías establecidas y precios relativos como rectores del proceso
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decisorio, sino también de analizar la manera en que interactúan estas decisiones con las dotaciones naturales de recursos. Se trata, en definitiva, de incorporar al sistema económico el mantenimiento del capital natural5. En este sentido, la perspectiva bioeconómica queda emparentada con la capacidad de análisis de diversas fallas de mercado –a través del cálculo de externalidades, la resolución de problemas de información asimétrica, mercados incompletos, etc.-, los problemas característicos de los bienes públicos –provisión ineficiente por parte de los privados, necesidad de la provisión pública-, más la incorporación de algunos bienes meritorios –claramente, en la necesidad de resolver cuestiones intertemporales, al limitar ciertas acciones-. En este sentido, la bioeconomía aparece como un enfoque superador –a nivel productivo- que apunta a mantener el nivel de vida de poblaciones cada vez más numerosas, haciéndolo compatible con cierta sustenEl término capital natural hace referencia a los recursos naturales como plantas, minerales, animales, aire o petróleo de la biosfera vistos como medios de producción de bienes y servicios eco-sistémicos: producción de oxígeno, depuración natural del agua, prevención de la erosión, polinización y servicios recreativos en sí. El capital natural constituye una forma de estimación del valor de un ecosistema, una alternativa a la visión más tradicional según la cual la naturaleza y la vida no humana constituyen recursos naturales pasivos sin producción propia. 5
BIOECONOMÍA
tabilidad, pero ¿a qué sustentabilidad se refiere? Aparecen así diversas opciones, entre las que pueden mencionarse como variantes las: i) de la disponibilidad de recursos a precios “razonables/ estatuidos”, dada una tecnología y dotación conocidas de recursos ya apropiados privadamente; ii) del mantenimiento de un flujo de servicios ecológicos –que deriva en la cuestión de cómo medirlos-; y, iii) la sustentabilidad económica empresaria/social en base a precios que den rentabilidades mínimas y mantengan el equilibrio de uso de factores no renovables.
La bioeconomía, como pensamiento analítico, desde su origen buscó brindar una visión más realista y completa a la economía6. Ésta no opera en abstracto, sino que se asienta sobre problemas reales, reapareciendo cada vez que los procesos económicos presionan sobre el equilibrio preexistente en la esfera de los recursos naturales. 6 En su avance, necesariamente, involucra a la agricultura. Originalmente, la economía agraria tenía como epicentro el análisis del agricultor como proveedor de materia prima alimenticia; luego mutó hacia el enfoque de los agro-negocios (extendiéndose desde la chacra a la góndola) y, más recientemente, se tiende a enfocarlo como una actividad de transformación industrial multi-producto bajo el concepto de bioeconomía (Viaggi et al 2012).
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
2) Las limitaciones/escasez de insumos y los cambios tecnológicos como base de un nuevo paradigma productivo en ciernes Un nuevo paradigma implica: i) cambios radicales en la función técnica de producción; ii) nuevas/renovadas empresas; iii) cambio en la forma de organización el proceso de trabajo y de la producción; y, iv) una nueva institucionalidad. El primero de los aspectos gira en torno a las modificaciones que, pergeñadas inicialmente en el plano científico, pasaron luego a la producción y tienen como epicentro las tecnologías aplicadas a los seres vivos. De hecho, lo biológico está en el centro del aparato productivo desde tiempos inmemoriales: buena parte de los alimentos han sido históricamente producciones biológicas7. La novedad que habilita –tentativamente- al plantear un cambio de paradigma es el avance científico y tecnológico asociado con un conjunto de nuevas técnicas englobadas bajo la denominación de “biotecnolo7 Por ejemplo, las fermentaciones de lácteos o las muy diversas tipologías de carnes conservada son ancestrales y se desarrollaron vía prueba y error sin mayores conocimientos científicos sobre sus razones y, consecuentemente, con alta variabilidad en sus resultados. La novedad es el avance de la ciencia sobre esos procesos, en una primera instancia, y la modificación –vía ingeniería genética- del propio proceso, en la actualidad.
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gía”, por un lado, más cambios en la forma de producción, más atentas a la eficiencia –entendida como un mejor aprovechamiento de la biomasa-, por el otro. Caracterizando el cambio técnico. Como se expresara previamente, la bioeconomía plantea que el set de insumos disponibles se compone de las dotaciones naturales totales con que cuenta la sociedad (y desea mantener) –tierra, agua, clima, etc.- que son finitas y están sujetas a un sistema estable de circulación de energía. A partir de ellos, se trata, en definitiva, de establecer procesos que sean compatibles con dichos equilibrios generales -cuya última restricción es la naturaleza- transformando la energía disponible, re circulándola bajo la forma de producción de bienes y servicios y retornándola con la menor pérdida posible al sistema. En este enfoque existen algunas especificidades que le otorgan características particulares. a) Bienes de capital y entes vivos. En el proceso de captación y transformación de la energía, el
BIOECONOMÍA
ente que transforma insumos -tierra, aire, luz, u otros insumos- es un ser vivo preexistente en la naturaleza; a diferencia del esquema económico tradicional donde el bien de capital es desarrollado por el ingenio humano. En este caso la “arquitectura general” del bien de capital pre existe en la naturaleza y, como tal, es pasible de ser modificado por vías tecnológicas. De allí que la biodiversidad existente en un espacio determinado puede ser considerada como un potencial factor de producción. En definitiva, por ejemplo, una semilla es un bien de capital -provisto en su conformación inicial por la naturaleza y pasible posteriormente de mejoras técnicas- que transforma energía libre (luz, aire y temperatura) y nutrientes en granos para iniciar la cadena de producción. A posteriori, un animal continúa el ciclo: puede transformar granos o pasto en producción de carnes, leche o huevos (y una infinidad de subproductos) pasible de ingresar como insumos a una serie de producciones agroindustriales (para alimentos, para medicamentos o para bio-plásticos). Se trata de “bienes de capital biológicos”. Una lógica similar siguen las producciones provenientes de la denominada química verde: la materia
prima es la biomasa –conteniendo ligninas, celulosas etc.-; a partir de ésta, se adicionan una serie de bacterias o enzimas que en sus mecanismos de reproducción y alimentación transforman a la biomasa en bio-polímeros (o en precursores de). Nuevamente, el bien de capital que realiza la transformación es un ente vivo –la bacteria, enzima y hongo- que pre existe en la naturaleza pero ha sido aislado, seleccionado y eventualmente mejorado. En varios casos –ya a nivel comercial y de manera exitosa-, las enzimas/bacterias y otros similares, reemplazan a las costosas instalaciones y los procesos asociados con el cracking del petróleo (para llegar a estructuras químicas a partir de la cual se encadenan los posteriores procesos típicamente industriales). Similar esquema puede trasladarse a la nueva industria farmacéutica y los nuevos –o remozados- medicamentos (biosimilares y otros) a partir de la manipulación de moléculas a escala nano. Esto también abre lugar a toda la nueva industria de la salud, que establece una lógica absolutamente distinta a la vigente (una salud preventiva, antes que prescriptiva, con equilibrios dietarios, biomedicamentos a medida del paciente, y terapias reconstitutivas, entre otros). Así,
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
ciertas empresas que tradicionalmente revistieron en los carriles del sector alimenticio, se vuelcan al de la salud8.
ventado) existente en la naturaleza (Kloppenburg J.,2004; Boettiger S., et al, 2004; Olmstead A. and Rhode P. 2008.)
Ciertamente, se trata de una definición forzada de bienes de capital – bienes con capacidad de reproducir otros bienes- dado que no son, como en la versión original, fruto del invento humano sino, en el mejor de los casos, una readaptación de seres vivos existentes en la naturaleza, modificados por la intervención humana9. Aún así, ambas acepciones -bienes de capitales industriales y biológicos- son pasibles de la aplicación de diversas formas de derechos de propiedad. Pero mientras que, en el primero de los casos resulta claro que tales derechos tienen una forma definida (por lo general las patentes), la aplicación en el segundo de los casos es más polémica dado que se trata de proteger y apropiar un ser vivo (en todo caso “descubierto” -y a veces modificado-, pero no in-
Esta característica deviene en el perfil de empresas involucradas e interesadas en la Bioeconomía: además de aquellas industriales tradicionales relacionadas con la alimentación, la producción de medicamentos y la química, aparecen otras de neto corte biológico orientadas a las producciones de genética vegetal y animal, a la reproducción de bacterias y enzimas y al abastecimiento de servicios especializados (biorremediación de suelos, tratamientos de efluentes, etc.). Al igual que en el mundo de la electrónica aplicada, la red de empresas y los contratos parece ser la forma de organización de la producción a escala global (de allí su adscripción al concepto de cadenas globales de valor en el abordaje de estos conglomerados empresarios). La red aparece también como el modelo organizacional utilizado para la generación y aplicación de innovaciones tecnológicas en estas actividades (Van Lancker, et al, 2013).
8 Por caso, Nestle tiene como misión “GoodFood, GoodLife”, considerándose “la compañía de alimentos líder en Nutrición, Salud y Bienestar”, viendo así al alimento como un vehículo para la salud, y ya no simplemente como un mero bien de consumo.. 9 Cabe sumar otro detalle no menor: mientras un torno realiza automáticamente uno o varios procedimientos sin mayores posibilidades de cambiar su rutina, los seres vivos considerados como bienes de capital -semillas, enzimas, hongos, bacterias, moléculas- tienen por su propia conformación, la posibilidad de mutar adaptándose reactivamente a las condiciones del entorno.
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b) Tiempos de producción y autonomía del proceso. En un esquema industrial convencional el bien de capital (o un conjunto de
BIOECONOMÍA
ellos) forman parte de un proceso que responde, dinámicamente, a la puesta en marcha de una decisión empresaria. Más allá de que algunas producciones sean de flujo continuo y otras discontinuas, tradicionalmente la decisión de ponerlas en marcha y regular su ritmo responde a decisiones empresarias. A diferencia de ello, el mundo industrial basado en las transformaciones biológicas depende de los tiempos de transformación biológicos. Así, los períodos que se extienden de la siembra a la cosecha demandan un lapso no modificable plenamente. Los procesos de descomposición de frutas y hortalizas tienen alto grado de autonomía. La velocidad de reproducción y alimentación de bacterias escapa al control humano. Todo ello hace que las actividades productivas que tengan como epicentro a las transformaciones en base a entes biológicos se encuentren ceñidos a lapsos temporales, más allá de la decisión empresarial. Ello implica -a nivel de modelo de organización de la producción- un complejo proceso de coordinación con las posteriores etapas productivas y con los ritmos de la demanda. Complementariamente, esta coordinación requiere compatibili-
zar el respectivo costado financiero. c) Especificidad territorial y localización. Dadas las particularidades propias de los procesos biológicos, los entornos (ambiente, clima, suelos, flora, fauna, etc.) son particulares a cada territorio, y la producción de biomasa debe adaptarse a cada uno de ellos –o, dicho de otra manera, no se puede producir cualquier cosa, en cualquier lugar-. Esto trae asociada una especificidad tal que, en principio –mientras la tecnología no lo permita-, ciertas producciones deben desarrollarse obligadamente en ciertas localizaciones espacialmente delimitadas, abriendo así oportunidades productivas dentro del territorio. Sin embargo, estas oportunidades pueden volverse amenazas. Que ello ocurra o no depende de la visión de conjunto de la sociedad sobre estas producciones y, en consecuencia, de las políticas a adoptar y las acciones que se lleven a cabo. Así, los espacios plausibles dentro del territorio de producir diversa biomasa verán y aprovecharán los beneficios de esta nueva oportunidad –anclando inversiones- o se transformarán en meros lugares de paso –proveedores de biomasa en un modo extractivo-.
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
d) Rigideces y aprendizaje. Un bien de capital tradicional repite secuencialmente una serie de pasos, convirtiendo insumos en producto de manera seriada y reiterativa (“siempre hacen lo mismo de la misma manera”). A diferencia de ello, cuando el ente que realiza la transformación es un ser vivo, es de probable ocurrencia que dicha relación no sea siempre perfectamente estable; ello es así dado que los seres vivos tienden a reaccionar y adaptarse constantemente a los cambios de entorno. Como es muy difícil controlar todas las variables de entorno de forma precisa, la mutación tiende a ser la regla general; en otros términos, se trata de bienes de capital con capacidad de aprender y mutar -de hecho, la ingeniería genética se aplica a reducir y controlar tales “desvíos” en las conductas de los seres vivos-.
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Por ende, las actividades desarrolladas en base a estas técnicas derivan en un proceso de producción necesariamente variable -las enzimas se comportan siempre distinto, por lo cual hay que corregir constantemente el proceso- demandando organizaciones altamente flexibles en las decisiones y proveedores especializados de servicios con alta capacidad de aprendizaje. Todo ello tiende a sustentar redes y a la necesidad de un constante esfuerzo de las firmas en temas de innovación. e) Adicionalmente, a empresas líderes e instituciones innovadoras (ambas enlazadas en el concepto de emprendedores), se suma en este caso la activa participación –en algunas sociedades- de los gobiernos a través de políticas públicas del corte general y particular. O sea, la definición de la institucionalidad se irá generando con el cambio de paradigma.
BIOECONOMÍA
3) Los enfoques políticos Una aproximación a la definición de bioeconomía y de su instrumental análitico ¿Cuáles son, de manera concreta y estilizada, las nuevas características del fenómeno económico que sustentan una “apertura y redefinición” hacia la bioeconomía? El propio pasaje de los recursos existentes en la naturaleza10 a la categoría de recursos económicos –como insumos para la producción- parece acelerarse imperceptiblemente. Minerales que, algunas décadas atrás, eran poco conocidos y escasamente explotados, hoy son factores críticos en las producciones de electrónicos; bacterias, hongos y enzimas que pululan en la naturaleza, crecientemente comienzan a ser ais10 “Conjunto de elementos que se encuentran en la naturaleza en forma no modificada. Una primera clasificación de los mismos nos lleva a distinguir entre: a) No renovables, b) Renovables; c) Perpetuos y d) Potenciales. Los No Renovables están confinados o poseen una dotación limitada del recurso a explotar (por ejemplo, un yacimiento mineral). Los Renovables se clasifican en biológicos y no biológicos (un bosque, el agua de deshielo); su explotación racional permite la reproducción del recurso, evitando su extinción. Perpetuos son aquellos recursos que –a escala humana- aparecen como inagotables (la luz del sol).Potenciales: aquellos que en la actualidad no pueden ser explotados por razones tecnológicas o de localización (yacimientos petrolíferos submarinos)“ (www.eumed.net/diccionario/listado.php, 2014)
lados, estudiados, modificados y aplicados a una amplia gama de actividades productivas; el propio recurso acuífero se torna relevante, su escasez se vuelve más notoria y es, cada vez más, visualizado como un “recurso económico”, ya no sólo para consumo humano sino como insumo productivo para más de un uso (más allá de su aplicación en la propia producción agropecuaria y las tensiones que esto ocasionara en la competencia por su acceso, ahora le compiten su aplicación en la industria y en la minería de fracking, y la necesidad por obtener nuevas fuentes de energía). La biodiversidad11 “La diversidad biológica, o biodiversidad, es el término por el que se hace referencia a la amplia variedad de seres vivos sobre la Tierra y los patrones naturales que conforma. La diversidad biológica que observamos hoy es el fruto de miles de millones de años de evolución, moldeada por procesos naturales y, cada vez más, por la influencia del ser humano. Con frecuencia, se entiende por diversidad la amplia variedad de plantas, animales y microorganismos existentes. Hasta la fecha, se han identificado unos 1,75 millones de especies, en su mayor parte criaturas pequeñas, por ejemplo, insectos. Los científicos reconocen que en realidad hay cerca de 13 millones de especies, si bien las estimaciones varían entre 3 y 100 millones. La diversidad biológica incluye también las diferencias genéticas dentro de cada especie, por ejemplo, entre las variedades de cultivos y las razas de ganado. Los cromosomas, los genes y el ADN, es decir, los componentes vitales, determinan la singularidad de cada individuo y de cada especie. Otro aspecto adicional de la diversidad biológica es la variedad de ecosistemas, por ejemplo, los que se dan en los desiertos, 11
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
como recurso natural es presionada constantemente para convertirse en recurso económico y, como tal, pasible de asignársele un valor económico. El pasaje de la categoría de recurso natural a recurso económico lo construye, en cada caso particular, la tecnología y la valoración social que la comunidad hace de ella. Se trata de una llave que va convirtiendo recursos naturales de libre acceso y sin valorización económica concreta, a otros de uso productivo (individual o colectivo) sujetos a derechos de propiedad12. los bosques, los humedales, las montañas, los lagos, los ríos y paisajes agrícolas. En cada ecosistema, los seres vivos, entre ellos, los seres humanos, forman una comunidad, interactúan entre sí, así como con el aire, el agua y el suelo que les rodea” U.N. (2014). Siendo los múltiples componentes de la biodiversidad seres vivos (plantas animales, bacterias, hongos, etc.) pasibles de ser aislados y modificados, aparece la biotecnología como un factor crítico en las tecnologías de transformación. En ese contexto se vuelve relevante el contenido de la definición precisa del términos bio-tecnología. Los conceptos iniciales hacían referencia a una serie de técnicas avanzadas de biología que permitían manipular –con precisión incierta a pesar de la definición de ingeniería genética- el adn de un ser vivo; un paso posterior fue el trasvasamiento de genes entre distintas especies (“la transgenia”), mientras que más recientemente los desarrollos apuntan a modificar el comportamientos relacional de los distintos componentes del adn a fin de obtener resultados pre-establecidos (anular determinadas características, recomponer otras, etc.). A lo largo del desarrollo científico sobre el particular y en su aplicación a actividades productivas específicas se fueron desarrollando tecnologías de proceso (los marcadores moleculares) que son plataformas de aplicación en la biología tradicional.
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Todo parece indicar que estos cambios tienen -desde distintas vertientes- un impacto creciente sobre los recursos naturales. Por un lado, por la sobre explotación de algunos componentes particulares (uso de combustibles fósiles) o, por otro lado, por los desequilibrios que genera el propio modelo productivo actual (la huella de carbono, los desechos electrónicos, etc.). a) Redefiniendo la caja de herramientas: concepto y definición de la bioeconomía Definir el concepto responde a la necesidad de acotar con precisión el campo analítico; o sea, la identificación precisa de qué actividades se incluyen dentro de la bioeconomía. Al no existir una definición consensuada, según quién la utilice y bajo qué contexto lo haga, la misma estará haciendo referencia a ciertos aspectos, más que a otros. A su vez, las diferentes visiones, estrategias, iniciativas o planes que se formulan en torno a ella, adoptan definiciones sesgadas en función de los intereses de quién las formule. Como es esperable, por lo tanto, cada definición es tentativa en función de las particularidades productivas de cada región/país/ empresa y de la propia evolución que va evidenciando la aplicación
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de procesos biológicos a los ámbitos industriales (o sea, el recorte del propio objeto de estudio). A su vez, desde que la OECD publicará en 2009 su documento de referencia sobre el tema, el concepto fue avanzando desde un perfil fuertemente influenciado (y, por ende, sesgado) por la biotecnología, hacia un concepto más amplio, atento a los desafíos de producir biomasa13 –y sus productos asociados- de forma innovadora para dar respuesta a los nuevos desafíos globales, donde la biotecnología es una de las herramientas (sino la principal). Así, y coherentemente con lo que se viene diciendo, las definiciones que circulan responden a dos perspectivas: i) el cuidado de los bienes públicos, en el marco de garantizar la sustentabilidad para ésta y las futuras generaciones; y ii) desde la tracción de la oferta de biotecnológicos como respuesta a desafíos futuros (a partir del incremento de población, el cambio climático y demás desafíos). Las variantes plasmadas en diversos documentos, por lo tanto, van desde una perspectiva más 13 “Biomasa renovable abarca cualquier material biológico para ser utilizado como materia prima” (Schmid, et al 2012; pp. 47-51). Incluye la captación de energía solar y su conversión en plantas como el uso de subproductos de las faenas de animales pasando por la captación de desechos pasibles de ser reutilizados.
amplia, que considera a la bioeconomía como aquella resultante de la transformación de recursos renovables en productos en base a procesos biológicos14, a otras más restrictivas que la asocian exclusivamente a la moderna biotecnología, en su rol de tecnología que domina el nuevo proceso transformador (como el caso de la perspectiva norteamericana). Una variante intermedia -más ajustada, a nuestro entender, al tipo de actividad que se desea caracterizarhace hincapié en la utilización de la biomasa de forma innovadora para agregar más valor localmente y generar nuevas oportunidades productivas de forma sustentable. En tal sentido, y considerando las restricciones que crecientemente se le platean a las actividades económicas desde la perspectiva del mantenimiento del capital natural, del conjunto de diferentes definiciones que circulan, probablemente la definición que mejor refleja el espíritu de lo que se comprende por bioeconomía –al menos para efecto de lo que se revisa en este documento- está en algún punto entre la planteada por la Carelton University de Canadá: En la versión europea la bioeconomía es “la aplicación de los nuevos conocimientos en las ciencias de la vida para la producción sostenible y competitiva de nuevos productos y servicios” (OCDE, 2006.) 14
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“Actividades económicas basadas en la producción de productos innovadores (no-convencionales) y bioenergía a partir de biomasa (forestal, agrícola, marina o desperdicios), utilizando nuevas tecnologías de proceso. Producción de Bioproductos (biocombustibles, bioplásticos, bioquímicos y biofibras)” (CareltonUniversity, 2013)
Y la que define el German Bioeconomy Council (2015)15 como: “la producción en base a conocimiento y uso de recursos biológicos para la provisión de productos, procesos y servicios en todo sector industrial y comercial dentro del marco de un sistema económico sustentable”. 15 Ver Synopsis and Analysis of Strategies in the G7 http://biooekonomierat.de/en/publications/?tx_rsmpublications_pi1%5Bpublication%5D=88&tx_rsmpublications_pi1%5Baction%5D=show&tx_rsmpublications_pi1%5Bcontroller%5D=Publication&cHash=03a8cf54bb3351be152a24d96e523cb3
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4) La bioeconomía: ¿un nuevo paradigma de producción? ¿Cuáles son las novedades que inducen a replantear la bioeconomía como un eventual nuevo sendero tecno-productivo? En otras palabras, ¿qué factores llevarían a pensar en un eventual cambio de paradigma tecno-productivo y qué consecuencias traería ello? De la evidencia recogida, pueden nombrarse los siguientes: i) una renovada presión de demanda por alimentos derivados del acelerado crecimiento (poblacional y económico) de grandes economías en vías de desarrollo, a la que se suma una mayor preocupación por la calidad de los mismos, y la necesidad por su comercialización en versiones más elaboradas y listas para el consumo; ii) el agotamiento de los recursos naturales fósiles que llevan a: a. la presencia masiva y creciente de los biocombustibles de origen vegetal, b. el uso de biomasa como insumo para la industria química, y c. la necesidad de replantear las explotaciones de suelos para no agotarlos y hacerlo de manera sustentable reponiendo nutrientes y minerales;
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iii) el agudizamiento de problemas ambientales concretos, con una creciente tendencia al reciclaje y manejo eficiente de residuos; iv) una demanda más sofisticada por productos biológicos por parte de las sociedades más avanzadas (en una combinatoria entre mayor conciencia por lo biológico y mayor preocupación por los valores “saludables” de los mismos ante la prolongación de la esperanza de vida); y, v) en contraposición –como posible respuesta a esos cambios estructurales- el salto tecnológico que deriva de la creciente aplicación de la moderna biología (biotecnología y otros) a la producción (vegetal, animal, alimenticia, química, de materiales, de insumos para la salud humana y biorremediación ambiental). Todos ellos, en definitiva, confluyen sobre la producción, manejo, acceso y uso de biomasa, lo que abre una ventana de oportunidad, dado su anclaje territorial, a aquellos espacios donde la misma se produce (ya sea bosques o praderas, como océanos, cuencas acuíferas o desperdicios de origen biológico). Los cuatro primeros pujando
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sobre cuestiones relativas al proceso productivo, impulsando modificaciones tendientes a obtener producciones “eficientes”, y el quinto como una respuesta tecnológica a esos cambios en la organización y proceso productivo. Es decir, el nuevo paradigma tecno-productivo surgiría en respuesta a demandas derivadas sobre aspectos productivos y tecnológicos. Los primeros, vinculados a la exigencia impuesta por el nuevo escenario global –derivado de los cambios estructurales mencionados-, deberían modificar su organización y proceso para volverse más eficiente; los segundos, debieran aportar respuestas a las exigencias que surgirán del nuevo modo productivo, al mismo tiempo que avances sobre soluciones de base científica para también poder dar respuesta a la nueva composición global. Gran parte del desafío futuro de la bioeconomía pasa por el manejo eficiente de la biomasa: en la producción, su procesamiento y uso; a lo largo de esos tres ciclos es fundamental reducir –y evitar, si es posible- el desperdicio, lo que reducirá la demanda sobre la biomasa virgen16. La bioeconomía com16 El Panel Europeo en Bioeconomía estima que la producción de alimento demanda 20 veces más energía que las calorías que produce; a su vez, afirma que
prende la idea del uso de la tierra y la seguridad alimentaria optimizadas a través de una producción sustentable, eficiente en recursos y ampliamente libre de residuos, contribuyendo a una economía circular La circularidad descansa fuertemente en el manejo de residuos, mediante su valorización y prevención. Junto a la idea de la circularidad, se hace fuerte la noción de “uso en cascada”; definida por la Agencia Alemana de Ambiente como “la estrategia para el uso de insumos biológicos o los productos realizados con ellos, en etapas secuenciales cronológicamente a lo largo, seguido y eficientemente posible para cada material en función de recobrar su energía al final del ciclo de vida del producto.” Ejemplos de ellos ya existen, en la producción de biodiesel cuando se obtiene glicerina, como subproducto, la misma se utiliza primero para producir materiales, y luego para energía. Asimismo, puede mencionarse el caso de la industria forestal, donde primero se obtiene madera sólida, de la que se realizan muebles, paneles, chips reciclados, y recién allí se quema. Potenciar el uso en cascada de la biomasa depende de aspectos organizativos y factores y desarrollos tecnológicos. El avance de las tecnologías de la entre el 30 y 40 % de la biomasa proveniente de la agricultura y la acuicultura es desperdiciada en la cadena que va de la granja al tenedor.
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comunicación e información están contribuyendo fuertemente a poder implementar procesos circulares y en cascada –lo que abre el espacio al surgimiento de múltiples empresas que brinden nuevos servicios (desde los drones y los servicios satelitales para el control de la cosecha, hasta empresas de manejo de bases de información para el control y simulación de plagas, pasando por la gestión de plantaciones forestales, entre otras). Desde ese lugar, el campo de la bioeconomía abarca –o, mejor dicho, intersecta- a un conjunto de sectores en su totalidad –el agropecuario; forestal, alimenticio y acuícola- así como parcialmente afecta, e involucra, aparte de otros -industrias química y de materiales y energía-. Así lo define varias veces la Unión Europea. Por otro lado, al avanzar las exigencias por pensar un nuevo modo de aprovechamiento más eficiente de la biomasa, aparece un amplio espacio por la aplicación y desarrollo de nuevo conocimiento y tecnologías. En este sentido, se pueden mencionar dos plataformas tecnológicas –que también cruzan varios sectores- como las de mayor impacto para el desarrollo de la bioeconomía: la biotecnología y la nanotecnología (en este caso en particular, sería la aplicación de la
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primera a escala nano, por lo que se puede hablar exclusivamente de la primera sin por ello desentenderse de la segunda). Evidentemente sería muy difícil poder imaginar el desarrollo de estas plataformas sin todos los avances y herramientas que aportan las TICs, ya que hace falta el manejo de amplias bases de datos para poder desarrollar la investigación biotecnológica. Desde este recorte, el biotecnológico, entrarían dentro de la bioeconomía otros sectores no vistos en principio dentro del manejo eficiente de la biomasa (como ser todo el campo de la salud humana y animal), pero, a su vez, si se focalizara exclusivamente en el desarrollo y aplicación de conocimiento de base biotecnológica, se corre el peligro de dejar de lado sectores que hacen a la producción de biomasa (como el sector forestal). Es este balance entre los dos componentes que hacen a un nuevo paradigma (el tecnológico y el productivo) lo que lleva a tener que ser muy precavidos a la hora de adoptar una definición sobre qué es la bioeconomía, ya que se corre el riesgo de dejar fuera del accionar y planificación de políticas a sectores con potencial y relevantes para el desarrollo. Así, se puede ver en la Sección 4, que los diferentes países adoptan
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definiciones con uno de los dos sesgos, que luego se ven reflejadas en las acciones a encarar y los sectores a favorecer. Si el énfasis se pone sobre la producción de biomasa –al estilo de los países de la Unión Europea-, entonces todo el sector de la salud, sus avances e impactos sobre la vida como la conocemos, posiblemente no sean tenidos en cuenta. Si, por el contrario, la política se basa en una definición más orientada por la aplicación de desarrollos tecnológicos sobre lo biológico –como la estrategia de Estados Unidos-, se tiende a subsanar el problema de dejar de lado al área de la salud, pero se pueden excluir a los sectores más tradicionales relacionados con la producción de biomasa. Por lo tanto, la bioeconomía visto como un nuevo paradigma tecno-productivo, exige una definición extensa que permita abarcar ambos aspectos y, por lo tanto, incluir el espectro más amplio de sectores, al tiempo de fomentar la articulación entre la esfera propiamente productiva y la tecnológica. La bioeconomía debe ser un paraguas suficientemente grande como para contemplar ambos aspectos –lo productivo y lo tecnológico- y permitir incluir acciones que contemplen el lado tecnológico, así como los avances productivos, en el armado del tejido a cubrir.
Otro aspecto a destacar a la hora de pensar sobre este nuevo fenómeno, es que a diferencia de lo observado en el surgimiento de los anteriores paradigmas tecno-productivos, donde el impulso provino de una serie de innovaciones –de producto, proceso y organizaciónplasmadas en desarrollos comerciales exitosos por empresarios schumpeterianos, a partir de nuevas tecnologías que transformaron en factor clave un insumo determinado (carbón, acero, petróleo, entre otros), traccionando, a posteriori, un marco regulatorio adecuado al nuevo modo de producción, en el caso de la bioeconomía se observa una activa presencia inicial de las políticas públicas que –en mercados específicos- crean las condiciones para la consolidación de nuevas actividades, procesos y tecnologías17, a la espera de estimular el surgimiento de esos empresarios innovadores y sus innovaciones. Es decir, se está buscando generar el entorno institucional que potencie el surgimiento del nuevo paradigma, antes de que el mismo sea una realidad imperante. Por eso se vuelve mucho más relevante la definición y comprensión del fenómeno que delimite el campo de acción para intervenir. A modo de ejemplo cabe señalar el uso de los bioplásticos, donde los desarrollos comerciales exitosos no devienen de las señales de precios de los mercados sino de las preocupaciones gubernamentales por los problemas de no biodegradación.
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Sección 3
Tecnología, organización y estrategias: las empresas ante los desafíos y oportunidades de la bioeconomía
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Como se planteara en la sección previa, la bioeconomía puede abordarse desde tres perspectivas complementarias –un paradigma en ciernes, una rama disciplinar de la economía o una estrategia geopolítica-. En cualquier caso, cabe preguntarse si la bioeconomía es una industria, sector o actividad particular nueva y específica (como el metalmecánico o textil) o, alternativamente, una plataforma que, valiéndose de nuevas herramientas para la innovación de usos múltiples, re-significa y desdibuja las fronteras intersectoriales a partir de lo biológico. Las evidencias apuntan, en gran medida, hacia lo último. La bioeconomía atraviesa a todos los sectores, tanto en la necesidad por establecer procesos de producción más eficientes en la explotación de los recursos renovables biológicos –en lo relativo a establecer modelos sustentables, y en maximizar la producción y uso de biomasa- como el potencial que abren nuevas tecnologías y el desarrollo de plataformas comunes a las diversas actividades económicas1 –centralmente la biotecnología2-. 1 En ese sentido, existe un abanico de sectores (agropecuario; forestal, alimenticio, acuícola, industrias química y de materiales y energía) que serán crecientemente interdependientes por el acceso a materias primas y energía. Estos conformarán en conjunto una parte la red de la bioeconomía. A ello cabe sumar el uso de similares plataformas tecnológicas en el campo de la biorremediación –referida a lo ambiental- y en el ámbito de la salud humana, vegetal y animal. 2 La biotecnología moderna, entendida como una herramienta para el desarrollo productivo, puede utilizarse con diversos propósitos en múltiples actividades económicas. Ejemplo de esto son los desarrollos tecnológicos basados en ADN recombinante, los cuales son usados tanto en la industria farmacológica para la elaboración de nuevos medicamentos, como para el mejoramiento en genética vegetal, o bien para la producción de enzimas con fines industriales.
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Los recientes avances en la agricultura moderna –centrada en las “semillas inteligentes”3 más una nueva forma de organización-, la producción de alimentos funcionales4, en los sistemas de explotación forestal, los biocombustibles de primera y segunda generación y los diversos tipos de bioplásticos inducen a pensar que nos encontramos a las puertas de un nuevo paradigma tecno-productivo. Las novedades replantean algunos dilemas tradicionales de la forma de organización de la producción, del trabajo y de la especialización internacional de la producción. ¿Integración vertical de todas las actividades de desarrollo tecnológico y posterior producción o nutridas redes de subcontratación? ¿Cómo asumir el riesgo tecnológico de los nuevos desarrollos? ¿Con qué derechos de propiedad -sobre los desarrollos aplicados ahora sobre seres vivos pre-existentes en la naturaleza-?. Las repuestas son múltiples y permiten avizorar que existe un costado organizacional en el nuevo paradigma; presumiblemente, las formas flexibles de producción, altos niveles de subcontratación, creciente participación científica en los espacios físicos de la actividad, ritmos de trabajo acompasados con los tiempos biológicos propios de la naturaleza y desarrollo de actividades en base a proyectos, entre otros, tienden a ser los ejes del nuevo modelo. Semillas que son modificadas para desarrollar comportamientos específicos (tolerancia a herbicidas seleccionados, sobre-captación de nitrógeno aéreo, reacciones particulares a condiciones de salinidad de suelos, estrés por sequías, etc.) 3
Que adicionan a su función básica de suministro de energía otros relacionados con la prevención de enfermedades o mantenimiento de la salud. 4
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Complementariamente, se revalorizan -como activos críticos- los recursos naturales, las genéticas vegetal y animal -materias de largos procesos evolutivos previos- la biodiversidad y la localización de la biomasa. En este marco, cabe resaltar que los cambios no sólo son tecnológicos, sino también organizacionales y que, dentro de los primeros, es tan relevante la moderna biotecnología como los desarrollos biológicos tradicionales y las multiplicidad de activos complementarios pre-existentes (por ejemplo, las facilidades industriales de producción, los canales de distribución y logísticas y las marcas comerciales). Los avances productivos y comerciales exitosos se verifican tanto en aquellos ámbitos de sectores “tradicionales” que modificaron su organización productiva –el forestal, el agro, la producción de alimentos-, como en los que comparten una plataforma tecnológica común que operan a partir del conocimiento del ADN de los seres vivos y, a partir de ello, introducen modificaciones en sus conductas funcionales en pro de “eficientizar” los modelos de transformación de energía libre, biomasa o insumos en productos –en este último caso, abriendo, con ello, nuevas rutas productivas-. Este paradigma en ciernes tiene-a diferencia de otras experiencias tecno-productivas previas-un rasgo distintivo: interactúan desde su propia emergencia estrategias privadas-“los emprendedores shumpeterianos”-en simultáneo con políticas públicas que las incentivan, pero que
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también regulan el alcance mercantil de lo biológico5. Como aproximación, siendo un modelo en ciernes y reconociendo que el rol de impulsor es compartido entre las empresas privadas y las políticas públicas, cabe analizar la conducta de las firmas privadas en materia tecnológica, organizacional y productiva. Se trata de una primera aproximación, dada la complejidad del tema, la magnitud de las empresas involucradas y la amplia diversidad de campos de aplicación de esta nueva plataforma. Las áreas productivas que hoy se agrupan bajo la “bioeconomía” son varias6, lo que vuelve difícil analizar en un solo documento todas ellas. A efectos de poder fortalecer la hipótesis de que se está transitando los inicios de un nuevo paradigma tecno-productivo, se ha buscado relevar aquellos sectores que más llamativamente han modificado sus actividades en este plano y que están marcando En el caso de las TICS, el nuevo paradigma se alimentaba de una serie de empresarios y/o empresas que desarrollaron primigeniamente nuevas de tecnologías de proceso y/o productos, crecieron rápidamente en base a la generación de beneficios extraordinarios derivados del poder de monopolio tecnológico y, más tarde, derivaron en el surgimiento de políticas públicas estableciendo las condiciones de entorno de los mercados y sus regulaciones (convalidación de normas técnicas, delimitación de mercado, etc.). Diferencialmente, para la bioeconomía, si bien existen avances empresariales con cierta autonomía –como el desarrollo de las semillas inteligentes o los medicamentos biogenéticos- se suman acciones públicas que generen reservas / obligaciones de mercado asociadas a nuevos desarrollos –como el caso de los cortes obligatorios de los biocombustibles o las legislaciones favoreciendo el desarrollo de los bioplásticos-. Es decir co-evolucionan empresarios schumpeterianos con políticas públicas estratégica. 5
A modo de ejemplo, la Unión Europea incluye dentro de la bioeconomía a los sectores agrícola, forestal, acuícola, de pesca y alimenticio en su totalidad y, parcialmente, a las industrias química, farmacéutica, de cosmética, papelera, textil y de energía. 6
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el ritmo de lo que puede denominarse como bioeconomía, desde la perspectiva tecnológica. Comprender las estrategias y senderos que dichas empresas están transitando permitirá vislumbrar mejor las oportunidades de desarrollo que se presentan a las distintas regiones –ya sea a nivel de subcontinente, país, localidad o área fronteriza- que compartan ciertas fortalezas comunes en el plano biológico (clima, suelos, flora, fauna, capacidades de los recursos humanos en tales áreas de estudio y desarrollo científico.). En esa dirección, esta sección apunta a establecer los lineamientos generales de la conducta tecnológica, organizacional y productiva de un núcleo acotado de grandes empresas globales respecto a los desafíos que plantea el uso de seres vivos como elementos de transformación de insumos en productos. Sus actividades en estos planos pre-anuncian / confirman el inicio de un sendero hacia un nuevo modo de producción. En el lenguaje de varias de estas empresas, están conformando un espacio productivo muy especial, en el marco de las “ciencias de la vida”. Hechas estas salvedades, esta Sección se concentrará en el análisis de un conjunto acotado de empresas -algunas de ellas muy destacadas en la percepción públicaque lideran los desarrollos biotecnológicos en campos de actividades delimitados –como el agro, los alimentos y/o los bioplásticos- sin dejar de reconocer la presencia de otras similares en materia de biorremediación de suelos, textiles y nuevos materiales o salud humana y/o animal.
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Se intenta así delinear la evolución de una decena de grandes empresas en distintos aspectos –productivos, comerciales, organizacionales y tecnológicos-, para interpretar las posibles estrategias con las que dichas empresas enfrentan los desafíos de que los gobiernos bajo sus geopolíticas han dado en llamar bioeconomía7. La elección de empresas, cabe explicitarlo, es arbitrario y sesgado en esta etapa del análisis, hacia las empresas que lideran los desarrollos de la moderna biotecnología; ello implica que: i) el énfasis analítico recaerá en los aspectos técnicos (por sobre los organizacionales y productivos); ii) lo biotecnológico aparecerá como la arena central de los cambios (restándole importancia a otras tecnologías y cambios organizacionales/productivos también relevantes para este nuevo enfoque); iii) se delimitará un espacio operacional de la bioeconomía que excluye otras actividades –se espera, en trabajos futuros, avanzar sobre estos otros grupos empresariales-.
Si bien el análisis se refiere a las conductas globales de estas empresas, no está excluido su impacto sobre el ámbito local dado que todas ellas tienen subsidiarias en Argentina con facilidades productivas y canales comerciales de cobertura nacional.
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1) Las empresas de la “ciencias de la vida” Las empresas que utilizan seres vivos en sus procesos productivos son ancestrales en la economía y se remontan a los inicios de la civilización; la agricultura, junto con las empresas alimenticias de corte industrial, son una piedra angular en tales emprendimientos y registran actividad desde hace centurias. ¿Dónde radica la novedad hoy? i) en la profundización del conocimiento científico acerca del intrincado funcionamiento de los seres vivos (icónicamente iniciado con la descripción del ADN); ii) la aplicación de estos conocimientos científicos al diseño y/o ajuste de procesos productivos que tienen como materia prima seres vivos (o recursos renovables); iii) la manipulación de los códigos genéticos (intra o inter especie) para tornar más eficiente a las transformaciones biológicas; iv) el desarrollo de productos biológicos nuevos (u obtenidos por nuevos procedimientos); v) la habilitación a establecer nuevas formas organizativas más eficientes. La complejidad temática –ahora la “materia prima” es el ADN-, la magnitud de posibles desarrollos –los principios científicos aplicados a millones de seres vivos- y la diversidad de posibles agentes econó-
micos involucrados –desde científicos que descubren aplicaciones con potencial uso comercial hasta antiguas empresas reconvertidas a las nuevas tecnologías- deviene en múltiples posibilidades productivas. Haciendo foco sobre las firmas intensivas en desarrollo de la moderna biotecnología, la aplicación productiva de los nuevos conocimientos biológicos fue rápidamente adoptada por firmas que tenían una estrecha relación con procesos de innovación y desarrollo afines a conocimientos incorporados por la biotecnología (química fina, bioquímica, microbiología, etc.); en numerosos casos, supuso un desplazamiento de las actividades principales para involucrarse enteramente a estos avances en surgimiento. No sorprende entonces la reconversión temática de las empresas líderes en la materia a nivel mundial. No se trata de empresarios innovadores inexistentes décadas atrás que vía desarrollos tecnológicos disruptivos ingresaron al reducido mundo de las grandes empresas globales; por el contrario son empresas –en algunos casos centenarias- que reubicaron su eje de negocios y, a través de desa-
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rrollos propios, adquisiciones, fusiones y/o acuerdos estratégicos establecen organizaciones reticulares de cobertura global, rápido crecimiento y liderazgo en mercados específicos. Adicionalmente, este nuevo paradigma productivo1 dio espacio a la aparición de firmas nuevas, las cuales con tamaños de capital ampliamente disímiles, encontraron competencias propias para expandirse en este nuevo mercado. Estas firmas, si bien más acotadas, son típicos ejemplos de desarrollo schumpeterianos asociados al dominio de las nuevas tecnologías en materia biológica y organizacional. Siguiendo el esquema desarrollado por McKelvey (2008), desde los inicios de las empresas de biotecnología moderna a fines de la década del setenta, predominaron dos modelos de negocios en dicho sector sobre la base de dos tipos de empresa: 1) PyMEs dedicadas a algún eslabón particular de la cadena -mayoritariamente concentradas sobre las etapas innovadoras- y 2) la gran empresa integrada verticalmente (en casi todos los casos, multinacionales). En términos de lo que Dosi (1982) define a los paradigmas tecnológicos. 8
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Las primeras, con la virtud de poder focalizar y arriesgar a un nuevo conocimiento, pero sin el respaldo financiero y económico para poder escalar el conocimiento desarrollado; la segunda, en contrapartida, con la capacidad financiera de sostener el desarrollo de nuevo conocimiento, pero sin la flexibilidad para atender los nuevos y diversos focos nacientes. En una estructura no consolidada y en constante evolución, bajo esta óptica se presenta una activa relación entre estos dos modelos de empresas, los cuales van a estar mediados por diversos esquemas contractuales. Por un lado, la pequeña empresa puede vender servicios y/o productos a la firma grande e integrada verticalmente, valiéndose del manejo de activos críticos para determinado procesos productivos. Por otro lado, la firma de mayor tamaño puede aportar financiamiento y acceso a otros activos complementarios (como el acceso a canales de comercialización) para el desarrollo de las firmas pequeñas. La coexistencia de esta duplicidad heterogénea en la estructura de mercado vigente, por un lado se debe a la incapacidad de las firmas grandes integradas verticalmente para abarcar la gran variedad y multiplicidad de nuevas tecnologías y
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desarrollos que van surgiendo a partir de este nuevo paradigma tecno-productivo. Un escenario dinámico y cambiante, asociado a la incertidumbre que supone un mercado “naciente”, más las especificidades de lo biológico –por las pautas de desarrollo de entes vivos, que no siempre son idénticas, debido a las particularidades de suelos y climas- que hacen que los productos y técnicas no sean universales, abre espacios a múltiples actores de menor tamaño para desempeñar un rol igualmente protagónico; como se podrá ver a lo largo de la sección, fusiones y adquisiciones son prácticas cotidianas del accionar de estos mercados donde “lo local” es de relevancia. Las empresas pequeñas, por su parte, tienen como principal obstáculo la obtención de la financiación para sus proyectos de investigación; donde los largos períodos de maduración, sumados a los extensos procesos de regulación comercial que existen sobre los mercados vinculados a lo biológico, dificultan su sostenibilidad en el tiempo. En general, son empresas constituidas por un puñado pequeño de investigadores con origen en algún laboratorio público universitario. El período comprendido desde la formación del equipo de trabajo hasta
el lanzamiento comercial del nuevo producto puede llegar a requerir un tiempo aproximado de una década por lo que, al carecer de recursos para la manufactura, distribución y comercialización, su modelo de negocio depende necesariamente de los fondos que puedan obtener. Este tipo de modelo de negocios es más frecuente para el sector salud. Para el caso de las empresas de biotecnología vinculadas a la producción primaria, las cuales utilizan principalmente tecnologías para la modificación genética -que dieron lugar a economías de escala-, rápidamente se condujo a un modelo de empresa vertical y altamente integrada. Ello se vio facilitado en los últimos años por una nutrida cantidad de compras y fusiones, proceso imbricado, a su vez, en la abundante liquidez internacional. Si bien este último es un mercado dominado por un número reducido de empresas, las cuales operan a nivel global, aún hay espacio para empresas de menor tamaño, las cuales, por la posesión de ciertos activos estratégicos (por caso el desarrollo de variedades de semillas de alto rendimiento o bien la patente de algún desarrollo de interés) logran mantenerse con presencia activa en el mercado (aunque, generalmente, con algún tipo de vínculo con las firmas do-
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minantes del sector). Por otro lado, observando la cadena productiva aguas abajo, particularmente en las etapas posteriores a la producción primaria, aparece el negocio de las firmas de bioeconomía industrial. Este segmento de la cadena está caracterizado por una gran heterogeneidad de agentes, dependiendo del tipo de producto y/o proceso industrial al que estén abocados. Su propósito es la trasformación de biomasa en algún otro producto con fines comerciales. Las empresas dedicadas a esta actividad suelen ser diferentes las unas de las otras, permitiendo la coexistencia de diversos tamaños de firmas2. Este nuevo paradigma tecno-productivo no impactó de forma homogénea ni para las diversas áreas que involucran a la bioeconomía, ni en las diferentes regiones geográficas. Por ejemplo, en la biotecnología aplicada a la producción primaria sólo sobre algunos pocos cultivos existen innovaciones en transgénesis o mutagénesis3 , por 29 La cercanía a los procesos de producción primaria suele ser una condición frecuente para el surgimiento de estos emprendimientos, lo que supone a su vez una potencial plataforma para el desarrollo regional y local –aportando niveles crecientes de valor agregado-. 10 3 Pormutagénesis mutagénesissese entiende entiende aa aquella herramienta Por de la biotecnología moderna mediante la cual se generan cambios específicos en la secuencia del ADN
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lo que, para un gran número de cultivos, el mejoramiento genético se continúa realizando por métodos tradicionales. A su vez, el marco regulatorio en relación a este sector es muy variable según el país o región geográfica que se observe; lo que impacta directamente tanto sobre los desarrollos comercializados, como en la capacidad de apropiación de renta tecnológica por parte de las firmas. En este sentido, resulta –presuntivamente- incorrecto suponer a la estructura del mercado mundial de sectores vinculados a la bioeconomía como homogénea; donde las particularidades de los distintos sectores, cultivos o las reglas de juego imperantes en cada país o bloque económico tendrán gran relevancia para moldear su forma. A pesar de la dificultad que se presenta para establecer una caracterización uniforme de la estructura de este mercado naciente, se puede destacar que la combinación de factores estructurales con otros propios de los diversos desarrollos tecnológicos, permitieron la consolidación de empresas líderes a nivel mundial para determinadas industrias de este nuevo paradigma. De forma similar a lo que sucede usando métodos químicos o físicos (ArgenBio, 2013).
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en otras industrias intensivas en conocimiento y donde las actividades de I+D resultan una parte sustancial de los costos operativos, el ingreso de la biotecnología moderna provocó modificaciones en la organización espacial de las empresas. La mayor cantidad de innovaciones que se desarrollan en este sector provienen de unos pocos países, y particularmente de un pequeño número de clusters o polos productivos4. En estos clusters no sólo se localizan los departamentos de investigación de las empresas líderes del mercado, sino también unidades de investigación de universidades y demás organismos vinculados a la generación de conocimiento científico –operando como vinculación entre el ámbito público y privado-. A su vez, el desarrollo de economías de aglomeración favorece el ingreso de capitales dispuestos a financiar actividades productivas, por lo que surge también espacio para pequeñas compañías que disponen de un alto potencial de crecimiento Entre los los más más importantes importantes se se encuentra el “Bio VaEntre lley”, el cual está ubicado en una zona fronteriza entre Francia, Alemania y Suiza siendo el más importante de Europa. En Estados Unidos se destacan el “BioBelt” en Saint Louis y el “ResearchTriangle” ubicado en Carolina del Norte. Esta organización del trabajo en polos productivos favorece el desarrollo de economías de aglomeración, donde aumenta la transferencia de información y conocimiento entre sus miembros; esto indudablemente reduce costos operativos a la vez que también fomenta el surgimiento de nuevas innovaciones. 11 4
(USDA; 2011). Para este documento se realizó, específicamente, el análisis de las principales empresas que operan en el mercado de la biotecnología y los recursos naturales renovables (particularmente, en la industria de insumos para cultivos extensivos, hortalizas y cría animal y en la industria de enzimas de diversos fines, pero también se avanzó con la industria alimentaria y algunos nuevos derivados –los bioplásticos-)5, como ejemplo de la dinámica que está ocurriendo y por la relevancia que tiene el sector para la estructura económica argentina.
Se Se define define como como empresas empresas de biotecnología “…a aquellas que : i) desarrollan el proceso desde la investigación (sea propia o subcontratada) hasta el producto final; ii) las empresas privadas que sin efectuar investigaciones científicas se ocupan del escalado industrial, afinamiento del proceso y venden a otras empresas usuarias insumos biotecnológicos; iii) empresas que detentando el desarrollo de productos y/o procesos biotecnológicos lo reproducen para su posterior uso final (caso de las productoras de semillas y/o empresas de reproducción animal y/o micro-propagación vegetal)” (Anlló, Bisang y Stubrin, 2011). Cabe destacar que bajo esta definición quedan excluidas aquellas producciones que surjan del uso posterior de productos (o insumos) calificados como biotecnológicos -por ejemplo los granos provenientes de semillas modificadas genéticamente, o los kits de diagnósticos en base a enzimas recombinadas-y los productos biotecnológicos obtenidos por técnicas convencionales -como el caso de las levaduras-, casos de los cuales pueden llegar a ingresar en una potencial definición de empresas de bioeconomía. 512
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
2) Producción agropecuaria en clave biotecnológica En general, se trata de firmas que provienen de la industria química que han virado sus actividades a la producción de genética vegetal, animal y enzimas (y otros productos biológicos de transformación) autodenominándose, en varios casos, como “empresas de la vida” o “empresas de ciencia de los cultivos”6. Más recientemente, comienzan a desplazar sus intereses desde el aprovisionamiento de insumos industriales para el agro, hacia la conformación de paquetes de servicios integrales de soluciones para producciones biológicas. Como se verá, no sólo son proveedores de “semillas inteligentes” e insumos asociados, sino también de servicios de conocimiento -específicos a cada lote- acerca de las formas de cultivo, seguimiento, recolección y mantenimiento de granos. En ese sendero, el control de las innovaciones sobre lo biológico es el factor crítico para articular el conjunto de prestaciones posteriores.
13 6 análisisse se refiere refiere aa las las siguientes empresas: MonElElanálisis santo, Syngenta, Bayer, Dow, Basf, Dupont, Limangrain, Genencor, Novoenzyme, C. Hansen, Genus y Pionner. El trabajo se basa en el análisis de los balances anuales de la última década y de otros documentos públicos de las empresas; los datos complementarios constan en el Anexo.
76
Las mismas se abocan al abastecimiento de “insumos biológicos” y, como tales, sus actividades son cruciales en las respetivas redes productivas. Son, por así expresarlo, las firmas estrella que operan –aguas arriba- en una parte del campo analítico de la bioeconomía, proveyendo insumos para la producción de: granos, carnes, alimentos industrializados, biocombustibles y bioindustrias; su cobertura es global7. Poco conocidas en tales actividades hace un par de décadas, su reciente desarrollo acelerado se fue dando en el ámbito de la producción agropecuaria y en las ramas industriales que buscaron utilizar a los insumos biológicos de manera novedosa; como tales, están directamente vinculadas con el surgimiento de un nuevo paradigma tecno-productivo el cual modificó, y continúa modificando, Para elel ingreso ingreso en en nuevos nuevos mercados (o bien para Para intensificar la presencia en alguno en particular) estas grandes compañías globales poseen un gran interés por los diversos activos propios de cada región geográfica (como los desarrollos en germoplasmas, particularmente en el sector primario), lo que las motiva a desempeñar constantes procesos de fusiones y adquisiciones de firmas locales (Bisang, Campi, Cesa; 2009); donde además también son numerosos los procesos de integración y cooperación entre las mismas empresas líderes. 14 7
BIOECONOMÍA
la estructura que involucra a estos mercados. Todas ellas son empresas líderes en el desarrollo de productos biotecnológicos. El compendio de empresas seleccionadas para el análisis lo constituyen aquellas líderes en sus segmentos de mercado. Este análisis de casos se comenzó con firmas que realizan actividades en la provisión de insumos para la producción agropecuaria –tanto para la producción de granos extensivos y hortalizas, así como también en materia de genética animal- y en la producción industrial de enzimas con diversos fines. En el cuadro Nro. 1 se presenta la evolución -en dólares- de la facturación de las empresas seleccionadas a lo largo de la última década. En primer lugar aparecen Monsanto y Syngenta como las firmas que mayor nivel de facturación reportan.
Además se destaca el hecho de que aquellas firmas vinculadas a la provisión de insumos para la producción primaria de granos extensivos reportan ingresos sustancialmente mayores que las firmas que se desempeñan en los otros mercados –Limagrain en hortalizas8, Genus en genética animal, Novozymes y Christian Hansen en la producción de enzimas-. A su vez, si se compara entre extremos, los niveles de facturación crecen entre dos y tres veces en el lapso de una década; esta situación expresa una clara expansión en las actividades que involucran a estos mercados y, a su vez, una consolidación de estas empresas líderes.
SiSibien bienesescierto cierto queque Limagrain Limagrain no vende no vende agroquímiagrocos, químicos, lo quelohace quebastante hace bastante destacable destacable su nivel su facturanivel ción. facturación. 8 15
77
2.977
3.487
615
1.047
365
1.385
6.318
4.254
7.606
8.104
6.294
2005
3.424
565
1.144
334
1.490
6.008
3.910
7.239
8.050
7.344
2006
Fuente: elaboración propia en base a los reportes anuales de las empresas (años 2003-2013)
Dupont-Danisco-Genencor
2.486
57
Christian Hansen
274
1.317
-
1.260
Limagrain
6.165
999
5.316
Dupont-Pioneer Agro
4.427
881
4.288
Basf Agro
7.849
Novozymes
7.781
CropScience
7.269
274
6.525
Syngenta Bayer
5.457
2004
Genus
4.924
2003
Monsanto
Empresa
Valores en millones de dólares
Evolución de las Ventas. Empresas seleccionadas
Cuadro Nº 1
2.245
620
1.366
343
1.486
6.842
4.078
7.574
9.240
8.349
2007
2.548
688
1.598
338
1.399
7.952
4.261
7.978
11.620
11.365
2008
2.557
773
1.576
324
1.726
7.069
5.104
9.114
10.990
11.724
2009
-
807
1.729
378
1.713
7.845
5.122
8.674
11.640
10.502
2010
705
978
1.958
397
2.177
9.165
5.831
10.157
13.270
11.822
2011
1.180
908
1.939
432
2.194
10.421
5.755
10.311
14.200
13.504
2012
1.224
975
2.091
448
2.501
11.728
6.743
11.377
14.690
14.681
2013
BIOECONOMÍA
Se trata de empresas de rápido crecimiento, ancladas en una fuerte predisposición a la investigación y el desarrollo de nuevos procesos y productos. En ese sentido, el cuadro Nro 2 muestra la evolución en el gasto que estas empresas realizan en torno a las actividades de I+D. De forma análoga a lo sucedido con la evolución de la facturación de estas firmas, aquellas que tienen como principal mercado el desarrollo y venta de insumos para cultivos extensivos reportan un mayor nivel de gasto en I+D. Otra vez, comparando entre ex-
tremos, se verifica en numerosos casos que el aumento de la tasa del gasto en I+D es mayor que la tasa de crecimiento del nivel de facturación: o sea, son firmas intensivas en conocimiento. La firma que reporta una mayor diferencia en este sentido es Monsanto, donde el crecimiento del gasto en I+D prácticamente se quintuplica a lo largo de este período. Sin embargo, esta tendencia es más notoria para las firmas que tienen como mercado el desarrollo de enzimas industriales, donde la evolución de sus esfuerzos en I+D fue mayor que el crecimiento de su facturación.
79
530 97 13 114 -
Dupont-Pioneer Agro
Limagrain
Genus
Novozymes
93
13
100
542
359
896
157
35
132
18
107
582
391
857
822
588
2005
147
30
148
25
127
567
424
780
796
725
2006
Fuente: elaboración propia en base a los reportes anuales de las empresas (años 2003-2013)
Dupont-Danisco-Genencor
70
4
323
Basf Agro
Christian Hansen
130
981
Bayer CropScience
809
726
Syngenta
509
2004
312
2003
Monsanto
Empresa
Valores en millones de dólares
Evolución del gasto en I+D. Empresas Seleccionadas
Cuadro Nº 2
143
36
183
22
133
616
426
828
830
770
2007
146
43
215
25
139
692
406
811
969
980
2008
165
46
225
26
174
698
497
914
952
1.098
2009
-
36
242
31
183
889
499
917
1.032
1.205
2010
63
50
273
29
220
1.031
577
1.012
1.190
1.386
2011
95
53
264
35
203
1.074
529
958
1.260
1.517
2012
95
61
272
33
243
1.132
605
1.106
1.380
1.533
2013
BIOECONOMÍA
Si se observa el peso relativo del gasto en I+D respecto al nivel de facturación de la firmas, se verifica el hecho de que para aquellas que desarrollan actividades en el mercado de enzimas la inversión relativa en I+D es más intensa; dentro del sector, fue Novozymes la firma que reportó una mayor intensidad en I+D, ubicándose entre un 12% y 14% de su facturación. Paralelamente, es Monsanto la firma que reporta un crecimiento mayor en la intensidad en dicho gasto, pasando de un 6% en 2003 al 10% aproximadamente para el año 2013.
Trayectorias, tamaños y estrategias implícitas. Los desafíos planteados por el crecimiento demográfico y el consumo energético planteados al inicio del trabajo indujeron, junto con otras razones, a un dinámico comportamiento de un conjunto de empresas que hoy constituyen la elite de las producciones biológicas. Se trata de empresas pre-existentes que iniciaron en las últimas décadas un rápido despegue productivo siguiendo el camino de “lo biológico”. Sin la magnitud de lo ocurrido en el plano de las TICs, pero con cierta similitud, los casos someramente analizados revelan:
• Dinamismo productivo y estrategia del negocio. Se trata de empresas de rápido crecimiento a lo largo de la última década; en la mayoría de los casos multiplicaron por tres o cuatro los niveles de facturación registrados a inicios del milenio. Son empresas de gran tamaño que operan en mercados tendientes a una fuerte concentración, aunque la amplitud de las actividades permite la presencia de firmas dinámicas de menor porte. El eje de las expansiones es un constante cambio en el epicentro de sus negocios; considerando las firmas de mayor tamaño, en sus inicios se centraron en la industria química y farmacéutica; desde mediados de los años ‘80 y con énfasis en los ‘90, ingresaron –por diversas vías- a la producción de genética vegetal (especialmente a las de semillas modificadas genéticamente); acompasaron de esa forma el control de la semilla y del herbicida asociado, dando inicio a la conformación de “paquetes tecnológicos”9; a posteriori, fueron sumando elementos/insumos que mejoran la performance de la semilla (inoculantes, promotores de crecimiento, etc.) complejizan9 16 Por Porlologeneral, general,cada cada una una de de las empresas cuenta con fortalezas en determinados productos químicos a partir de los cuales busca desarrollar semillas que las tengan como demandantes cautivos (“los herbicidas consorciados”) en el marco de plataformas técnicas replicables en varios cultivos (soja, maíz, algodón).
81
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
do la dupla semilla-herbicidas10; un paso posterior –en pleno desarrollo- es ingresar a la complejidad de la interacción de la genética como el medio ambiente; allí se expanden hacia empresas que trabajan centralmente con la microbiología del suelo y/o de los alimentos11; complementariamente a medida que se “apilan” modificaciones genéticas en las semillas comienzan a conformarse los paquetes completos de herbicidas consorciados12. Finalmente, la tendencia de las firmas parece mudar a un concepto superador: soluciones técnicas para los desafíos que plantea la diversidad de ambientes donde se desarrollan las producciones biológicas; en tal caso la oferta recae no sólo sobre los paquetes técnicos sino sobre su implementación en terreno y su seguimiento operativo13. Este último paso impliEn tales casos las empresas desarrollan una activa campaña de compra de empresas de inoculantes, promotores de crecimiento y otros similares que posteriormente se adicionan a la semilla en los procesos de pelletizado.
10 17
En En este este caso, caso, la la expansión expansión apunta apunta al al control control de de enzimas, hongos y bacterias (y de los conocimientos enzimas, hongos y bacterias (y de los conocimientos interactivos interactivos en en el el suelo) suelo) para para delinear delinear modelos modelos de de comcomportamientos específicos de cada ambiente. portamientos específicos de cada ambiente.
18 11
Nacen Nacen así así los los herbicidas herbicidas consorciados; consorciados; en en algunos algunos casos tales paquetes de soluciones provienen casos tales paquetes de soluciones provienen de de proproductos de la empresa, mientras que en otros debe ductos de la empresa, mientras que en otros debe conconsorciarse sorciarse con con terceras terceras firmas. firmas.
19 12
20 13
En este caso la empresa capta, procesa y aplica,
82
ca que el rango técnico además de lo biológico incorpora a las tics de manera masiva. • Actividad innovadora. La totalidad de las empresas asignaron parte creciente de sus ingresos/ beneficios a I+D; los montos asignados a tales desarrollos son, para las mayores de ellas, largamente superiores a las inversiones en esas actividades por varios países de desarrollo intermedio. En la dinámica del gasto existe una doble tendencia: la centralización de las actividades científicas en las casas matrices y la des centralización de parte de los desarrollos tecnológicos a fin de adaptarlos a las condiciones en las localizaciones territoriales donde se aplican. En algunos casos -por ejemplo en enzimas aplicadas a la alimentación- estas firmas se convierten en proveedores especializados de tecnologías de producto y proceso en el marco de redes productivas. En todos los casos, existe un doble juego: el ingreso a temas de creciente sofisticación científica (el laboratorio) y la captación de datos, el análisis de resultados y grandes masas de información referida al comportamiento de los cultivos. En base a ello y a su capacidad técnica, establece plataformas de conocimiento e información que permiten dar respuestas a planteos productivos específicos: la empresa comienza a ofrecer “soluciones integrales”.
BIOECONOMÍA
la verificación de hipótesis a nivel operativo (en la chacra). Lentamente estas empresas construyen modelos de comportamiento de las producciones biológicas a escala de laboratorio –al mejor estilo industrial- para luego introducirlas comercialmente –en las altamente variables producciones biológicas. Así no sólo generan conocimiento científico, sino que además capturan conocimientos tácitos.
• Expansión, adquisiciones y fusiones. La totalidad de las empresas desarrollan una activa política de fusiones y adquisiciones en el marco de un mercado financiero mundial de alta liquidez que facilita tal comportamiento. La contrapartida, en algunos casos, es un elevado endeudamiento. Subyace un modelo de red de empresas interconectadas para la producción y la investigación; de esta forma además del eje técnico del paradigma en ciernes, en el plano organizativo se consolida las redes empresarias como modelo de organización de la producción.
• Internacionalización. Son empresas que desde sus orígenes fueron planteadas a una escala que rebasa los límites del merca-
do interno, y consecuentemente, establecen una red mundial de subsidiarias; siendo en su mayoría proveedores de servicios o insumos especializados, cabe sumar la necesidad de estar localizadas en lugares cercanos a los usuarios. El tema tiene otro costado: en el plano biológico, climas y suelos no son homogéneos y han dado lugar al desarrollo adaptativo –a lo largo de centurias- de mejoras genéticas adaptadas localmente; a partir de ello la expansión global de estas empresas conlleva una ampliación planetaria de la base génica sobre la cual comienzan sus procesos productivos que le otorga una fuerte ventaja competitiva14.
• Dinamismo tecnológico y estrategias comerciales. Como se expresara previamente, si bien existen múltiples diferencias entre las empresas, a grandes rasgos -como una primera estrategia a destacar- se encuentra la conformación de un paquete tecnológico cerrado (especialmente en la A modo de ejemplo: cuando una empresa se vuelve global absorbiendo o efectuando alianzas con empresas locales amplía su banco de germoplasma; así un productor local accede –por caso en maíz- a una oferta casi infinita de variedades que -previa adaptación a las condiciones locales- amplía sus posibilidades de elección local. Este fenómeno, por un lado revaloriza activos génicos locales pero por otro obliga introduce a las grandes empresas en el eje del negocio
21 14
83
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
provisión de insumos para la producción agropecuaria) como una solución integral a las necesidades del productor; como parte de esta solución se puede destacar el interés por parte de las grandes compañías en conformar un paquete consorciado a partir de diversas innovaciones15. En esa tendencia, los activos complementarios conformados por las redes comerciales locales desempeñan un rol central. Por un lado, permiten acceso territorial en el ámbito donde se desarrolla la actividad; por otro, permite retroalimentar el sistema de captación de información. Si a los aspectos técnicos le sumamos que las redes comerciales de tales empresas operan como mecanismos de financiación se completa la tendencia a la mercantilización del paquete tecnológico asociado con los recursos biológicos. A los diversos eventos desarrollados en modificación A los diversos eventos desarrollados en modificación genética se los asocia directamente a un único herbicigenética se los asocia directamente a un único herbicida ó insecticida. La firma garantiza la correspondencia da ó insecticida. La firma garantiza la correspondencia entre sus desarrollos en materia de genética vegetal con entre sus desarrollos en materia de genética vegetal con sus productos químicos para la protección de cultivos. sus productos químicos para la protección de cultivos. Pero si bien este paquete consorciado de innovaciones Pero si bien este paquete consorciado de innovaciones apiladas propone un alto rendimiento a campo, resulta apiladas propone un alto rendimiento a campo, resulta ser necesaria también la propiedad del germoplasma ser necesaria también la propiedad del germoplasma correspondiente a las diversas características agronócorrespondiente a las diversas características agronómicas. De este modo, estas grandes compañías logran micas. De este modo, estas grandes compañías logran la optimización de los rendimientos productivos a la vez la optimización de los rendimientos productivos a la vez que se garantizan el ingreso a múltiples mercados. Esta que se garantizan el ingreso a múltiples mercados. Esta conformación de un banco de germoplasma propio se conformación de un banco de germoplasma propio se da a través de la compra de semilleras locales hecho da a través de la compra de semilleras locales hecho que además le permite ampliar la oferta completa de que además le permite ampliar la oferta completa de variedades de semillas. variedades de semillas.
22 15
84
COMPONENTES DE LA ESTRATEGIA PARA LA SOLUCIÓN INTEGRAL
Banco de Germoplasma
Ampliación del paquete tecnológico
Solución integral
En síntesis, por diversas vías -desarrollos propios, fusiones, compras de empresas, acuerdos estratégicos- las empresas comienzan dominando una tecnología a la cual van sumando otras, ampliando su oferta y tendiendo a soluciones integrales de los problemas (a modo de ejemplo, una empresa química desarrolla un proyecto aplicable a semillas, luego amplía su cartera dominando la producción de semillas; un tercer paso es complementar la oferta de éstas y los agroquímicos con otros productos biológicos que mejoran su rendimiento; finalmente ingresa al conocimiento y desarrollo de tecnologías de proceso sobre el funcionamiento del suelo y apunta a brindar “soluciones in-
BIOECONOMÍA
tegrales” para la producción). El creciente desarrollo tecnológico las ubica favorablemente en la red completa de producción, en base al control de una plataforma completa de capacidades, los circuitos de comercialización e incluso las posibilidades de apalancamiento financiero. 4. Bioeconomía y alimentos: empresas consolidadas y proveedores de insumos especializados. A partir del surgimiento y utilización de la biotecnología como instrumento para el desarrollo productivo industrial, comenzó a resignificarse el rol de la producción de alimentos y de sus ingredientes. Si bien es preciso señalar que la difusión tecnológica a nivel intra-sector no corresponde exclusivamente a las compañías dedicadas únicamente a la producción de ingredientes, éstas comenzaron a ocupar un rol de relevancia creciente a lo largo de los últimos años. La complejidad requerida en el diseño y confección de estos ingredientes vuelve muy dificultoso para las grandes empresas de producción de alimentos la integración completa de este eslabón productivo. Sin embargo, las grandes multinacionales de la industria alimentaria,
en todos los casos analizados, de alguna u otra manera fueron incrementando su interés y participación para el desarrollo interno de ingredientes alimenticios. La presencia por parte de estas compañías en dicho segmento fue creciendo con el pasar de los años, sin poder atribuir directamente a éstas el cambio en el paradigma tecno-productivo del sector. Se trata pues de la detección de un mercado en crecimiento, donde las especificidades del diseño de ciertos insumos incentivan a estas empresas a ahondar en sus esfuerzos de investigación y desarrollo, incorporando conocimientos propios de la biotecnología. Las empresas dedicadas a la elaboración de insumos biotecnológicos para la producción de alimentos no presentan una estructura de mercado fácil de caracterizar. Si bien existen grandes diferencias en relación a la organización de la producción en función del tipo de producto del que se trate, este sector tiende, de manera creciente, al establecimiento de redes productivas. Las complejidades para el desarrollo de innovaciones, sobre los cuales se apilan conocimientos propios de múltiples ciencias, fomenta el establecimiento de convenios de cooperación y de desarrollo conjunto de proyectos.
85
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
Se distingue también la presencia de empresas que provienen de trayectorias divergentes y con distintas magnitudes en el tamaño del capital. Por otro lado, también es destacable la característica de especialización por parte de las compañías en determinados subgrupos que componen a este sector. En suma, la utilización de un nuevo instrumental tecnológico posibilitó el surgimiento de un segmento de gran dinamismo innovador y productivo para la industria alimenticia. Esto modificó sustancialmente a la pasada articulación entre las firmas manufactureras de alimentos con sus respectivos proveedores de ingredientes. Por otro lado, también sentó una nueva plataforma tecno-productiva sobre la cual se articulan, en gran medida, las innovaciones del sector. Esto permitió la generación de un espectro de productos mucho más variados, donde ahora los alimentos aportan también soluciones a las problemáticas propias de la salud humana. El hecho de contar con una diversificación creciente en las características y cualidades de los productos alimenticios confeccionados, los que ahora pueden aportar desde valores nutricionales aumentados
86
hasta tratamientos para enfermedades, corresponde también a un proceso de segmentación por parte de la demanda. El desarrollo de los alimentos funcionales y nutraceúticos responde a una estratificación creciente en los patrones de consumo. Estructura de mercado y casos de industrias manufactureras de alimentos. La industria manufacturera de alimentos a nivel internacional tiene una estructura oligopolizada siendo, en algunos casos, diferentes las firmas que dominan los mercados de los múltiples productos que conforman a este sector (Gopinath y Vasavada, 1999; Bolotova et al., 2007). Sin embargo, un rasgo que también es distintivo en este mercado es la convivencia de grandes compañías transnacionales con otras de menor tamaño, que suelen estár mucho más enfocadas a nichos específicos de la industria. Los principales factores que influyen sobre la estructura de este mercado son: la capacidad que tienen las firmas de mayor tamaño de ampliar sus márgenes de ganancia a través del desarrollo de economías de escala y de alcance en el proceso de manufactura; ahorro de costos en logística (particularmente en la distribución y almacenamiento de la
BIOECONOMÍA
producción); y, mayor capacidad y recursos para emprender extensas campañas globales de publicidad (Huang K., 2003). Por otro lado, al ser un mercado altamente regulado por agencias públicas en temas de sanidad e inocuidad en la calidad de los productos, esta situación trae aparejada la existencia de altos costos hundidos por parte de las firmas productoras, lo que termina generando grandes barreras a la entrada de nuevos competidores (Paul, 2000). A medida que la estructura del mercado se fue consolidando hasta tomar las características actuales, diversos trabajos reportan un considerable aumento en la intensidad del gasto en investigación y desarrollo llevado a cabo por las firmas líderes del mercado (O’Mahony y Timmer, 2009; Ollinger, 2005; Gopinath y Vasavada, 1999). Sin embargo, si bien esta tendencia creciente para el desarrollo de innovaciones es generalizada, la proporción en que cada firma lo hizo resulta ser altamente heterogénea. Por otro lado, los valores de intensidad en gasto de I+D es sustancialmente inferior en relación a otros sectores de la bioeconomía, como por ejemplo las firmas que desarrollan insumos para la producción agropecuaria.
Estructura de mercado y casos de empresas productoras de ingredientes biotecnológicos. Este segmento del mercado de la cadena de producción de alimentos debe distinguirse de las tradicionales industrias dedicadas a la elaboración de insumos alimenticios como los colorantes, endulzantes o saborizantes. Si bien a través del desarrollo del sector alimenticio las incorporaciones de nuevas innovaciones que solucionaran determinados requerimientos productivos ingresaron por diversas vías a la industria, los recientes desarrollos en materia de biotecnología alteraron contundentemente la generación de estos nuevos desarrollos. El hecho de contar con novedosas herramientas para utilizar en el proceso de investigación impulsó una dinámica nunca antes vista en este sector (Bröring S., 2006). Este hecho impactó, a su vez, en la organización de la producción, especialmente en los nexos establecidos entre las firmas de este sector naciente con sus demandantes aguas abajo. El mercado de ingredientes biotecnológicos tiene una estructura heterogénea, donde conviven firmas con trayectorias temporales y tamaños de capital distintos (Capitanio F., 2009). Existen firmas que
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
están muy focalizadas en el desarrollo de productos novedosos exclusivamente para este mercado, mientras que otras comparten su interés con otros sectores. Por otro lado, dentro del mercado de ingredientes biotecnológicos para la industria alimentaria existen múltiples segmentos, los cuales no todos necesariamente son ocupados por el conjunto de firmas participantes del mismo. Esta novedosa amplia gama de productos que se ofrecen en este mercado suelen contar con grandes complejidades en su desarrollo16 y, en muchas ocasiones, se orientan a los intereses específicos de su demandante. Este factor es de gran importancia para entender los determinantes de la estructura de mercado de este sector, ya que las especificidades propias del diseño y confección de los ingredientes biotecnológicos –y dados los largos proceso de innovación que involucran- operan tanto limitando la capacidad de concentración total por parte de alguna empresa, Los Los procesos procesos de de innovación innovación y desarrollo de este sector suelen involucrar conocimientos científicos propios de la microbiología, biología molecular y química fina, donde son, a su vez, utilizadas técnicas basadas en ADN para la identificación y optimización de los microorganismos producidos. Esta multiplicidad de competencias requeridas para el proceso de innovación sugiere un gran esfuerzo para las firmas del sector. Este hecho además fomenta la confección de acuerdos de cooperación y de desarrollo de productos conjuntos tanto entre firmas privadas del sector como entre estas y otras instituciones públicas de ciencia y tecnología.
16 23
88
como también levantando grandes barreras a la entrada de nuevos competidores. De esta forma, se puede caracterizar a este mercado por estar compuesto por un nicho relativamente pequeño de firmas, pero las mismas presentan fuertes heterogeneidades en su origen, trayectoria y tamaño de capital. Dentro de este sector se pueden identificar cuatro trayectorias distintas en relación a la historia y origen de las firmas que desarrollan ingredientes biotecnológicos para el sector alimentario (Gutman, Lavarello y Cajal, 2006; Lavarello y Jelinski, 2010; Gutman y Lavarello, 2014): 1) empresas provenientes del sector farmacéutico o químico -como son los casos de Degussa, DSM, NovoZymes, Genencor o Novartis- las cuales logran compatibilizar experiencias, conocimientos, instalaciones y desarrollos previos para aplicarlos a este sector; 2) grandes firmas, que para diversificar sus mercados, invierten en sectores de biotecnología sin encontrar necesariamente una complementariedad productiva de dicho proceso, como es el caso de la compañía Cargill –transnacional dedicada al comercio de granosque adquirió en el año 2005 la división de ingredientes de Degussa; 3) firmas recientemente creadas como es el caso de Probi y Biogaia
BIOECONOMÍA
-que en estos casos puntuales están orientadas a la elaboración de prebióticos-; ambas de origen sueco y fundadas a mediados de la década del noventa; y, por último, 4) se puede destacar a determinadas firmas propias de la industria alimentaria que encuentran oportuna la diversificación de su espectro de innovación e incorporan capacidades propias del eslabón aguas arriba de la cadena, hecho que les permite el manejo de líneas de investigación propias para el diseño de ciertos insumos. Es relevante señalar que la organización de la producción adopta la característica de una compleja red de nexos entre empresas. Con la excepción de las firmas que se encuentran muy enfocadas en la producción de enzimas, levaduras y/o bacterias (como son Novozymes o DSM en enzimas y Lallemand para levaduras), las cuales suelen integrar la gran mayoría de los procesos productivos –desde la generación de innovaciones hasta la etapa de manufactura-; estas últimas se asemejan fuertemente al del mercado de ingredientes altamente estandarizados, donde hay una presencia dominante de grandes firmas multinacionales dominantes. El resto de las firmas que operan en este sector suele externalizar una parte importante de las
etapas que conforman el proceso productivo, donde hay algunas firmas más enfocadas en los procesos de innovación mientras que otras en la manufactura y confección. A su vez, también es habitual el establecimiento de convenios de cooperación y de desarrollo conjunto de proyectos, hechos que permiten acelerar el proceso de generación de nuevos conocimientos a través de las complementariedades y sinergias que surgen en ellos (Lavarello et al, 2011).
5. Bioeconomía sorprendente: los bioplásticos. Si bien tanto el incremento acelerado en la generación de residuos plásticos como la tendencia creciente en el precio del crudo fueron los motores principales para despertar el interés en la industria del bioplásticos, los primeros desarrollos se remontan a los inicios del siglo XX. Por ejemplo, Henry Ford comenzó a investigar la posibilidad de utilizar derivados manufacturados de soja y maíz para la elaboración de partes para automóviles (Bioplastics Council, 2012). Con una abrupta detención en la investigación y desarrollo de plásticos en base a materia prima renovable al finalizar la Segunda Guerra Mundial, fue recién a comienzos de la
89
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
década del noventa cuando la industria de bioplásticos comienza a tomar mayor relevancia y crecimiento–sustancialmente a través de políticas públicas en vistas de proyectar una solución viable a la sustitución del petróleo como materia prima para su elaboración 17. A pesar del notorio crecimiento de la industria de los bioplásticos a lo largo de los últimos años, su participación en el mercado de plástico mundial es muy pequeña –aproximadamente el 1% del plástico consumido a nivel mundial es elaborado a partir de fuentes renovables18-. Esta situación ilustra que, a pesar de los esfuerzos públicos realizados, todavía el sector se encuentra en sus fases iniciales.
a partir de biomasa, los obtenidos a partir de la fermentación de microorganismos de los que sus monómeros provienen de fuentes renovables. Si bien esta última es la que permite la obtención de una mayor diversidad de bioplásticos con características similares a sus sustitutos de origen fósil, suelen ser no biodegradables. A su vez, en el desarrollo de bioplásticos fueron identificadas tres generaciones distintas, las cuales se diferenciaron tanto por el grado de maduración de los productos como la elaboración de biopolímeros con estructuras moleculares más complejas, las cuales le otorgan más durabilidad.
Por ejemplo el gobierno de Estados Unidos en el año 1992, a través de la Comisión Federal de Comercio, emitió la llamada “Green Guides” (formalmente “Guides for the Use of Environmental Marketing Claims”) donde se hacía referencia a la necesidad de producir artículos biodegradables, de forma tal de reducir el impacto ambiental.
Por otro lado también es notorio que no todos los bioplásticos son de rápida biodegradación. De hecho algunos plásticos de origen fósil presentan mejores rendimientos en este ámbito. Esto abre una discusión sobre los diversos intereses que motivan la sustitución de los plásticos de origen fósil, ya que si lo que se busca es frenar la contaminación ambiental ciertos tipos de bioplásticos no estarían cumpliendo con el mencionado objetivo.
En la actualidad el mercado de bioplásticos es muy acotado, de hecho este tipo de polímeros tan solo abastece aproximadamente al 0,4% - lo que equivale a 890.000 toneladas- del total de plásticos consumidos anualmente (Smithers Rapra, 2012).
Las cifras de crecimiento del sector en los últimos años mostraron ser muy pronunciadas. A pesar de contar con una cuota reducida del
El origen de las materias primas para la producción de bioplásticos es múltiple y variada. Esquemáticamente, existen tres vías distintas para la obtención de los bioplásticos –los biopolímeros obtenidos 24 17
18 25
90
BIOECONOMÍA
mercado mundial de plásticos, los polímeros desarrollados en base a biomasa se encuentran en expansión. En este sentido, estudios de mercado publicados muestran, por ejemplo, un crecimiento en el consumo de bioplásticos desarrollados en base a almidón, azúcar y celulosa el cual se incrementó a escala global un 600% entre el año 2000 y el 2008 (Ceresana Research, 2009; Endres y Siebert-Raths, 2011). Por otro lado, y siguiendo la misma tendencia, según la encuesta realizada por Shen et al (2009), un número importante de las compañías líderes de la industria de bioplásticos proyecta un crecimiento anual del 19% en promedio de sus volúmenes de producción para los años comprendidos entre 2007 y 2020, por lo que para el 2020 la producción de bioplásticos alcanzaría las 3,45 millones de toneladas. Según el seguimiento del mercado por parte de la Asociación Europea de Bioplásticos (2013) la capacidad de producción de bioplásticos fue de 1,622 millones de toneladas para el año 2013, cifra casi diez veces mayor que la publicada para el año 2008. Por otro lado, cabe señalar que en la actualidad la amplia mayoría de esta producción es llevada a cabo en los países pertenecientes a la Unión Europea -principalmente Alemania y Francia- y en Estados
Unidos; a pesar de esto las proyecciones realizadas por la Asociación Europea de Bioplásticos otorgan a América Latina y Asia un rol futuro preponderante, desplazando a los actuales líderes. El mercado de bioplásticos está compuesto tanto por firmas pequeñas y especializadas únicamente en este tipo de desarrollos, como por firmas de gran tamaño que cuentan con recursos y estructuras organizativas que son superlativas frente al primer tipo de firmas. En este último grupo se pueden destacar empresas como Dow Chemical, BASF o DuPont las cuales tienen más de un siglo de existencia, desarrollan actividades en múltiples sectores (por ejemplo desarrollo de materiales o diversos insumos agrícolas) y destinan gran cantidad de recursos económicos para los procesos de investigación y desarrollo. Por el otro lado, las firmas de menor tamaño, por lo general, tienen su origen en años muy recientes, poco personal empleado –en algunos casos apenas más de 10 miembros- y están muy focalizadas en el desarrollo de productos o procesos particulares. De este modo, la estructura de mercado de la industria de bioplásticos se caracteriza por rasgos heterogéneos donde conviven firmas de diversas trayectorias y tamaños.
91
Cuadro Nº 2: Firmas productoras de bioplásticos Origen de la firma
Año de fundación
Facturación en dólares 2013
Empleados
ADVANCE NONWOVEN A/S
Dinamarca
2006
25,8 millones
12
Agricultura y horticultura, Construcción, pisos, bienes de consumo y empaques
BAVE-BADISCHE FASERVERDELUNG GMBH (Pertenece a BASF)
Alemania
2011
-
6
Fibras industriales naturales
Bélgica
2000
-
20
Desarrollo de compuestos y estampados
Francia
NaturePlast: 2006 Biopolynov: 2010
-
10
Servicios de capacitaciones, estuidos tecno-económicos e ingeniería de servicios
BIOTEC GMBH & CO. KG
Alemania
1992
-
-
BIOWERT INDUSTRIE GMHB
Alemania
2005
-
15
CAVAC BIOMATERIAUX
Francia
2009
-
30
Fibras naturales, aislantes industriales
CORBION PURAC
Holanda
-
971,4 millones
1.800
Envases industriales y revestimentos
3.545
Amplia variedad de ingredientes para el desarrollo de biopolímeros. Lider en el desarrollo de aditivos en base a recursos renovables para procesos de polimerización
Firma
BEOLOGIC NV
BIOPOLYNOV/NATUREPLAST
Segmento de mercado
Compuestos, resinas biodegradables y compostables -
CRODA GMBH
Alemania
1960
1.298 millones (Croda international)
DUPONT
Estados Unidos
1802
45,7 mil millones a nivel grupo
64.000 en 2013
Amplia gama en desarrollo de polímeros y en la industria de la Biociencia
Indonesia
1985 y en 2006 la división de bioplásticos
-
550
Bioplásticos para construcción, compuestos de biopolímeros para usos industriales, lider en el segmento de bolsas, empaques y films
33.500
Amplia variedad de plasticos especializados para procesos industriales particulares desde hace más de 40 años. En el año 2007 incorporó los bioplásticos. Desarrolla, produce y comercializa bioplásticos y resinas biodegradables
ENVIPLAST
16,6 mil millones (todas sus divisiones)
EVONIK INDUSTRIES AG (perteneciente al grupo RAG AG)
Alemania
2007
FKUR KUNSTSTOFF GMBH
Alemania
2003
-
-
ISOWOOD GMBH
Alemania
1997
10,3 millones
25
JELU-WERK JOSEF EHRLER GMBH & CO.KG
Alemania
1908
25,8 millones
70
Bioplasticos para la industria automotriz -
Materiales principales
Productos claves
Otros productos
Fibras naturales y fibras sinteticas recicladas
Productos hechos a medida
-
Fibras naturales
Fibras naturales y varios termoplasticos para inyección y extrusión
-
Fibras naturales + PVC, PP, PE, ABS, PS, PLA, PHA SEBS, TPE
NFC compuestos
Extrusión de NFC, estampados y sistema de agua para baños
Productor de una amplia variedad de materia prima para bioplásticos
-
PLA y almidón de papa
Diversos tipos de bioplásticos todos biodegradables y resinas
-
Fibras de hierbas (pasto) funcionales
AgriCell, Agriplast (utilizable para diversos tipos de cajas de uso industrial)
-
Aislantes industriales, fibras tecnicas y numerosos productos en base a cañamo
Biofib`hemp (fibras de cañamo), Biofib`duo (fibras de cañamo y lino), Biofibat (paja de cañamo)
-
-
Amplio abanico de productos en base a PLA
-
Aditivos en base a recursos renovables
Crodamide, Atmer, Incroslip, IncroMold, Incroflo, Solasorb y Syncroflex
-
Soluciones especializadas en biomateriales, BioPDO y Sebacic acid
Sorona (fibras renovables), Bynel (uniones), Fusabond, Hytrel RS, Zytel RS (nylon), Serona EP (polímero termoplástico)
-
Desarrolla bioplasticos en base a almidón principalmente
Enviplast Pellets y Enviplast Bags
-
Polyamides, polyphtalmide y polyethererhrketone
Vestamid Terra (Bio-PA)
Resinas biodegradables y compostables para multiples aplicaciones y usos
Green PE (Bio-PE), Globio (Bio-Pet), Vestamid Terra (Bio-PA)
-
Fibras naturales y fibras de PP
Alfombras no tejidas y telas
-
JELUPLAST WPC (granulados para uso industrial, JELUXYL (Fibras de celulosa de alta pureza), JELUCEL (fibras y polvo de celulosa)
-
Trogamid y Vestakeep
Origen de la firma
Año de fundación
Facturación en dólares 2013
Empleados
Francia
1999
-
74
-
USA
1992
-
100
Multiples sectores industriales que utilizan films, envases y aditivos especiales
España
1984
6,45 millones
16
Insumos odontológicos, fibras naturales, excipientes y alimentación animal
NATUREWORKS LLC
USA
-
-
140
Multiples envases de plastico, especialemente para alimentos comerciales
NOVAMONT S.P.A
Italia
-
174,5 millones
280
Productos para higiene personal y cosmética, piezas de autos, empaques, bolsas y accesorios para animales
POLYVLIES FRANZ BEYER BMBH & CO.KG
Alemania
1850
77,4 millones
400
Agricultura y horticultura, autopartes, construcción, múltiples bienes de consumo y empaques
REVERDIA V.OF.
Holanda
2010
-
-
ROQUETTE
Francia
1933
3,9 millones
7.800
Desarrolla más de 700 tipos distintos de productos bioplásticos tanto para consumo final como industrial
SONAE INDUSTRIA WOODFORCE
Portugal
-
Mil millones
5.500
Bioplásticos para envases, muebles, artículos del hogar y usos industriales
STAEDTLER MARS GMBH & CO.KG
Alemania
1835
-
2.000
Artículos de librería
TECNARO GMBH
Alemania
1998
-
30
Juguetes, autopartes, cocina, electrónica, instrumentos musicales, construcción, insumos agrícolas
UPM
Finlandia
1996
13 mil millones
21.000
Producción de papel y multimples productos desarrollados en base a biomasa de celulosa
Firma
METABOLIC EXPLORER
METABOLIX, INC.
MIFSUD S.L.
Fuente: elaboración propia en base a información publicada por las firmas de la lista
Segmento de mercado
Insumos agrícolas, multiples industrias, indumentaria deportiva, interiores de automóviles y fibras no tejidas
Materiales principales
Productos claves
Otros productos
Desarrolla sus productos en base a glicerina cruda, glucosa, sacarosa y segunda generación de azucar
L-METHIONINE (compuesto químico para alimentar aves), MPG (utilizado para un amplia gama de resinas industriales), PDO (material para fibras naturales) y BUTYRIC ACID -(utilizado en fragancias)
-
Desarrolla productos en base a PHA, PLA y Bio-PVC
Mvera (resinas compostables), Aditivos de alto rendimiento, PHA Latex, Mirel (Resinas biodegradables), Color Masterbatches y multiples bio-productos más
-
Almidón de arroz
CAEX, CAES, CAMI, CAMIS, CACE y CAIMP (nobres comerciales para los productos obtenidos a base de almidón)
-
-
Envases, empaques y bolsas funcionales
-
-
Master-Bi (a partir del cual desarrolla múltiples productos plásticos) y Origo-Bi (productos intermedios para el dearrollo de Master-Bi)
-
Cañamo, lino, lana, algodón, kenaf, sisal y yute
Naroplast (termoplástico de fibras naturales para múltiples) y Narodur (termoplástico de fibras naturales para múltiples usus)
-
Almidón, azucar y ácido succínico
Biosuccium (químico biodegradable para el desarrollo de múltiples bioplásticos)
-
Almidón, maíz, trigo, papa, arvejas y algas
Múltiples tipos de envases, bolsas y fibras para diversos usos
-
-
-
WOPEX (bioplástio utilizado para multiples articulos de librería)
Tintas
Lignina y derivados, PHA, PLA.
ARBOFORM, ARBOFILL y ARBOBLEND (desarrollos a partir de los cuales de producen múltiples productos)
-
Celulos y multiples mezclas para procesos de inyección y extrusión
UPM Form (fibra de celulosa para plásticos), UPM ProFi (compuesto para bioplásticos), papel, biocombustibles, compuestos químicos industriales, pulpa, madera, etc.
-
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
La mayor proporción de firmas operando hasta el momento en el mercado de los bioplásticos son de origen europeo o estadounidenses. Sin embargo, es notorio el crecimiento y expansión de firmas en el continente asiático, principalmente en Japón, China, India y Tailandia. En Latinoamérica, los desarrollos son comparativamente incipientes, siendo Brasil el país líder en esta materia a partir de la extracción de etanol de los cultivos de caña de azúcar. Cabe señalar que en esta industria también están incursionando grandes compañías consumidoras de plásticos. Un ejemplo de esta situación es el caso The Coca-Cola Company que, desde finales del año 2009 en Brasil, comenzó a envasar parte de su producción con botellas elaboradas a partir de Bio-Pet, elaboradas en un 30% a partir de etanol extraído de la caña de azúcar. A esta iniciativa se suma la BioplasticFeedstock Alliance19, que opera como una usina para incentivar la producción y demanda de bioplásticos. Si bien en ninguno de estos casos se trata de firmas que sean directamente productoras de biopolímeros su participación en el consumo del mercado 26 19 La Bioplastic Feedstock Alliance esta conformada por Danone, Ford, H.J. Heinz Company, Nestle, Nike, P&G, Unilever, World Wildlife Fund y The Coca-Cola Company
96
los ubica como agentes de gran relevancia. Las políticas públicas llevadas a cabo estuvieron orientadas a favorecer los procesos de innovación y desarrollo, donde el establecimiento de múltiples clusters productivos cumplió un rol fundamental. Es a través de estos espacios donde se posibilita una mayor interacción entre la esfera pública y la privada. Por otro lado el establecimiento de cuotas en ciertos mercados para que comiencen a utilizar bioplásticos también fue importante para posibilitar un mayor crecimiento del sector. Sin embargo, si el objetivo a mediano y largo plazo es la sustitución total de los plásticos de origen fósil por aquellos de fuentes renovables y más amigables con el medio ambiente, todavía restan realizarse grandes esfuerzos, tanto públicos como privados, para que esto pueda suceder. Si bien cabe destacar que la industria de los bioplásticos se encuentra en una etapa de descubrimiento de su capacidad productiva y de sus potencialidades para operar como una alternativa frente a la industria del plástico convencional, todavía falta mucho por transitar en su sendero de desarrollo técnico. Esta industria mantiene una gran dependencia del estableci-
BIOECONOMÍA
miento de políticas públicas para el sostenimiento de sus cuotas de mercado, siendo a su vez muy dependiente de las variaciones en el precio del petróleo. Sólo a través de un aumento en la productividad se podrá incrementar genuinamente su participación en los múltiples mercados que utilizan polímeros como insumos. En síntesis se observa una gran multiplicidad de tipos de firmas que participan de esta industria, conviviendo empresas creadas hace pocos años y dedicadas exclusivamente al desarrollo de determinados procesos o productos vinculados a los bioplásticos, junto a otras firmas de gran trayectoria en el desarrollo de materiales y la química fina. La amplia mayoría de las firmas están localizadas en los países miembros de la Unión Europea y en Estados Unidos. 6. Apuntes sobre las perspectivas de las empresas de bioeconomía A través de esta sección se reflejaron los lineamientos generales de las conductas tomadas por las empresas que operan dentro del ámbito de la bioeconomía. Todas estas compañías, que se basan en la utilización de insumos biológicos como elementos de trasforma-
ción, mostraron un pronunciado crecimiento en sus actividades a lo largo de los últimos años. Esta expansión de sus fronteras se verifica tanto a nivel de facturación total, como también en la incorporación de nuevas actividades y nichos de mercado. Este último factor corresponde a una intensificación de los procesos de investigación y desarrollo basados en herramientas propias de la biotecnología moderna, lo que posibilita expandir los conocimientos de forma tal que cada vez existan más productos novedosos bajo este paradigma tecno-productivo. En numerosos casos, las innovaciones desarrolladas por las empresas que operan bajo el ámbito de la bioeconomía suelen apilar extensos conocimientos propios de diferentes ciencias y disciplinas, por lo que dicha complejidad fomenta el establecimiento de contratos entre firmas para el desarrollo conjunto de procesos de I+D. A su vez, este tipo de vínculos que se establecen para la generación de nuevos conocimientos también son habituales entre firmas privadas y diversos organismos e instituciones públicas. Es a través de este canal, donde el accionar de las políticas públicas logra fomentar el desarrollo de innovaciones bajo este nuevo paradigma.
97
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
Esta masiva generación de nuevos productos y procesos por parte de estas compañías, los que constantemente se van ampliando y ramificando, posibilita a su vez el ingreso de éstos a una mayor cantidad de sectores antes ajenos. Por ejemplo, el caso de los bioplásticos muestra claramente esta situación, donde más industrias comienzan a demandar este tipo de polímeros. Por otro lado también comienzan a entrelazarse industrias que no tenían nada en común, como pasa con el sector de la salud con la alimentación -los alimentos nutraceúticos y funcionales ilustran claramente esta situación-. Sin embargo, y a pesar de la clara tendencia al crecimiento de las firmas que operan dentro del ámbito de la bioeconomía, se puede señalar que al día de hoy existen grandes diferencias en relación a la madurez de las distintas tecnologías desarrolladas bajo este nuevo paradigma. El caso de las compañías que producen insumos para el sector agrícola muestra un ejemplo de sector que prácticamente desplazó a las pasadas tecnologías, y cuya penetración en el sector agrícola es de tal magnitud que provocó grandes modificaciones en la organización de dicha producción. Como se mencionó en este trabajo, este tipo de compañías apunta
98
fuertemente al desarrollo de una tecnología que aporte una “solución integral” a los requerimientos del productor agropecuario. Sobre este paquete tecnológico consorciado son apilados múltiples innovaciones provenientes de distintos ámbitos, posibilitando de esta forma la optimización en el uso de los suelos y del agua. Esta llamada “solución integral” incluye la semilla con el germoplasma ideal según las condiciones edafológicas y climatológicas, a la cual también se le aplicaron modificaciones a través de métodos de transgénesis para volverla resistente a determinados herbicidas y fungicidas –los cuales operan sobre un abanico cada vez más genérico de plagas-; por otro lado, el paquete también integra la solución a los problemas de fertilización y acondicionamiento de los campos –por ejemplo Monsanto compró The Climate Corporation, para dar servicios especializados de climatología y monitoreo satelital de cultivos-. En síntesis, estas compañías que lograron desplazar a los avances propios de tecnologías pasadas, pudieron consolidarse ampliamente en el mercado mundial, donde a su vez ya no solamente desarrollan y confeccionan insumos agrícolas, sino que cada vez más brindan servicios especializados según las necesidades de cada productor.
BIOECONOMÍA
En oposición a este sector industrial ya consolidado, se destaca por ejemplo a las firmas que desarrollan bioplásticos. Si bien, como ya se mencionó, el crecimiento de la última década de este sector y el proyectado hacia el año 2020 es más que alentador, su participación en el mercado mundial de plástico continúa siendo marginal. Este tipo de industria depende fuertemente de las políticas adoptadas en diversos países que les garantice cierta participación en el mercado, como por ejemplo a través del establecimiento de cuotas. A pesar de ello, es indudable que esta industria se encuentra en un claro crecimiento madurativo en torno a las tecnologías empleadas; de hecho, en sus inicios se contaba con una acotada variedad de tipos de bioplástico, los que además eran de corta duración y podían ser utilizados en casos particulares, pero hoy en día el crecimiento de este sector también trajo aparejado el desarrollo de un espectro mucho más variado de polímeros, los cuales presentan mucha más versatilidad para su uso, siendo de mayor duración y resistencia. Esto amplía las posibilidades de viabilidad de los bioplásticos para operar como una alternativa a sus homólogos de origen fósil y de más lenta degradación ambiental.
Finalmente, se puede destacar que en las múltiples industrias que operan dentro del ámbito de la bioeconomía existe una gran diversidad en torno a las trayectorias y tamaños de las firmas. Si bien, por ejemplo, el caso de las firmas que desarrollan insumos para la producción agropecuaria fueron incorporando de manera creciente a diversos segmentos del mercado posicionándose como grandes compañías globales, esto no fue suficiente para quitar lugar a una gran variedad de empresas que se enfocan en el desarrollo de determinado producto o proceso. Hay que resaltar también que justamente en este sector es habitual el proceso de fusiones y adquisiciones por parte de las grandes compañías en relación a las otras de origen más reciente y menor tamaño. El potencial surgimiento de la bioeconomía como nuevo paradigma tecno-productivo posibilitaría a numerosas firmas tanto la reorientación de sus actividades, como la revalorización de activos propios. De este modo, se puede observar firmas que cuentan con experiencias previas en sectores familiares –por ejemplo, en desarrollo de materiales, química fina, farmacéutica, etcétera- muy vinculadas a los procesos de innovación y desarrollo propios de la bioeconomía.
99
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
Empresas con esta trayectoria se pueden encontrar en casi todos los sectores aquí analizados, las cuales suelen contar con un tamaño de capital sustancialmente mayor a las firmas nuevas. La gran variedad de innovaciones que pueden ser desarrolladas a partir estas nuevas tecnologías, las cuales en numerosas ocasiones suelen tener un diseño y confección particular según requerimientos específicos, representa una valiosa oportunidad para el surgimiento de nuevas empresas. Esta tipología de firmas también es habitual en todos los sectores aquí analizados, y tienen la característica distintiva de ser mucho más reducidas en términos de personal empleado, tamaño de capital y segmentos del mercado abarcados. Éstas están en gran medida vinculadas a pequeños nichos de mercado que descubren y, a su vez, suelen operar
100
bajo contrato con otras firmas. Las perspectivas de las empresas de bioeconomía son tendencialmente al crecimiento de sus niveles de facturación y a la constante expansión de sus fronteras de conocimiento, donde cada vez se incorporan nuevos mercados de interés. La gran complejidad que se enmarca en los desarrollos derivados incentiva al constante establecimiento de nexos en las actividades, siendo también frecuentes las fusiones y adquisiciones. El alto grado de especificidad que muchas veces se enmarca en los productos elaborados fomenta una organización de la producción ligada a una red de contratos entre agentes. Estos factores permiten la caracterización de la estructura del mercado de las empresas de bioeconomía como muy dinámica, donde predominan las heterogeneidades entre firmas participantes.
Secci贸n 4
Iniciativas, planes y estrategias nacionales en bioeconom铆a
1. Introducción En las agendas de gobierno puede rastrearse el resurgimiento de la bioeconomía como síntesis de dos tendencias globales: una de neto corte tecnológico y otra asociada a preocupaciones de sustentabilidad ambiental y el acceso a biomasa, en el marco del ingreso a un nuevo paradigma tecno-productivo. En ambos casos, involucra perspectivas estratégicas de mediano y largo plazo, la primera buscando adelantarse al próximo paradigma tecno-productivo y posicionarse a la vanguardia de éste, con la biotecnología como principal plataforma; la segunda, con peso creciente en las agendas políticas de los países de la Unión Europea, prevé problemas de sustentabilidad de modo de vida. La posición tecnológica se refleja en los diversos informes, planes y relevamientos alrededor del mundo sobre el posible nuevo paradigma asociado a la biotecnología. Esta tendencia es liderada por EEUU, China y Rusia, preocupados por posicionarse en la frontera del desarrollo –y es seguida por la mayoría de los países en desarrollo-.
sentado tradicionalmente una fuerte oposición a los transgénicos y vislumbran su avance, por lo que necesitan incorporar la biotecnología a sus esquemas productivos, por un lado, a la par de buscar vías de acceso a biomasa, en su rol creciente de materia prima para la producción1 (de alimentos, pero también energía y materiales2). Dentro de ese bloque, la tarea no es sencilla, ya que deben aunar diferentes intereses de su población: por una lado, la preocupación por la sustentabilidad ambiental y la producción limpia –el crecimiento que viene experimentando el “bloque verde” dentro de la UE es expresión de ello- y, por el otro, el bloque de los agricultores y las previsiones más tangibles sobre su dependencia de la importación de recursos naturales para sostener sus economías (principalmente, La biomasa está localizada y responde a una conjunción de condiciones de entorno actual y larga evolución previa (de genética, ambientes y modificaciones introducidas por el hombre). Lentamente se va conformando en una categoría dentro de los recursos naturales. Si bien esto no está consistido en el análisis económico, llamativamente es uno de los pilares centrales de las estrategias de mediano plazo de los países. 1
Según Bünger, M. más del 90% de los productos en base a petróleo pueden reemplazarse con alternativas de bioproductos. http://www.renewableenergyworld. com/rea/news/article/2010/06/biofuels-putting-pressure-on-petrol.
2
En contraposición, podría mencionarse al bloque de países de la Unión Europea, los que han pre-
105
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
en términos energéticos). Precisamente, el primer documento oficial que vuelve a hablar de bioeconomía a nivel mundial fue una publicación de la Unión Europea del año 2005 (McCormick y Kautto, 2013)3. La posición del primer grupo retoma la noción de bioeconomía, pero como expresión y resultado de la producción a partir de la nueva plataforma tecnológica que provee la biotecnología, en una visión estrecha y muy sesgada hacia la política tecnológica; el segundo grupo, si bien no se desentiende de la biotecnología, prioriza bajo el manto de la bioeconomía la producción de biomasa de forma sustentable y el desarrollo de todo un conjunto de bienes y servicios en base a ella (otorgándole un rol relevante al desarrollo tecnológico, pero siempre dentro de una visión socio-política mucho más amplia). Así, esta segunda visión comprende que la bioeconomía implica un giro hacia una economía basada en la explotación de biomasa, en lugar de insumos de origen fósil, lo que conlleva un significativo imEl documento es EUROPEAN COMMISSION C (2005), “New perspectives on the knowledge based bio-economy: A conference reort”, European Commission, Brussels, Belgium, 2005; aunque, como señalan McCormick y Kautto, pueden rastrearse preocupaciones por el tema en reportes anteriores como ser el White Paper Growth, Competitiveness, Employment: The challenges and ways forward into the 21st Century, del año 1993, o en The Lisbon European Council: An agenda for economic and social renewal for Europe, del año 2000.
3
106
pacto socioeconómico a partir de modificaciones en la explotación de los recursos naturales biológicos, la generación de energía y el desarrollo tecnológico. En el año 2009, la OECD publica el informe “La Bioeconomía en 2030: el diseño de una agenda política”, el que no sólo es el primer intento por sintetizar ambas posiciones, sino que fue el puntal a partir del cual varios países avanzaron en la elaboración de iniciativas, propuestas o planes nacionales en bioeconomía4. A partir de ese momento, son los países quienes “toman la posta” y avanzan formulando iniciativas, análisis, planes y hasta estrategias en relación a la bioeconomía. Todos los planes nacionales sobre bioeconomía son posteriores al informe de la OECD. Previo al año 2009 se pueden identificar varias iniciativas y propuestas de políticas nacionales en el plano de la biotecnología, lo que restringía el espectro de acciones a esa plataforma. La visión de la bioeconomía amplía el espacio de políticas a todo lo relacionado con la generación de biomasa en pos de generar más valor, ser más eficientes y alcanzar una explotación sustentable –en donde la biotecnología está llamada a jugar un rol clave, pero no único-. La aparición de documentos sobre estrategias y políticas nacionales en bioeconomía puede ser atribuida, en gran parte, a la publicación del documento de la OCDE que afirma que el progreso en las ciencias biológicas puede brindar soluciones para muchas problemáticas que enfrenta el mundo actual relacionadas con la salud, la alimentación, la energía y el medio ambiente. Si bien la propuesta de la OECD todavía posee una fuerte impronta biotecnológica –en definitiva, la irrupción de esa tecnología era la que venía imponiéndose en las agendas de gobierno-, es el primer paso por procurar ampliar el espectro del fenómeno y, bajo el paraguas de la “bioeconomía” encauzar varios desafíos asociados con la biodiversidad y la sostenibilidad en la explotación de la biomasa.
4
BIOECONOMÍA
2) La bioeconomía según la OECD: la visión de los bienes públicos La OECD advierte que en la mayor parte de los casos se prevén avances evolutivos del tipo “innovaciones incrementales”. Es decir, en salud se irán observando avances paulatinos y constantes, pero no un cambio de paradigma, la producción industrial se volverá más amigable ambientalmente, pero no modificará sus procesos o productos, y en la agricultura se tendrán granos que demanden menos agua, sean más productivos y, por lo tanto, más eficientes en su resultado, pero tampoco serán saltos por fuera de lo previsible. Es decir, si se está ante un nuevo paradigma tecno-productivo, este no irrumpirá abruptamente sino que irá avanzando firme, pero gradualmente. Al mismo tiempo, es importante señalar que el desarrollo de la bioeconomía no depende exclusivamente de los avances tecnológicos. Dada la condición de recurso biológico sobre el que se innova, el marco regulatorio (derechos de propiedad
intelectual, leyes sanitarias, etc.), la estructura del mercado (regulado/ intervenido, monopolizado, atomizado, etc.) y el conjunto de empresas existentes (grandes, pequeñas, trasnacionales, familiares, etc.), así como la formación de los recursos humanos y la composición de las cadenas de venta y distribución, impactan sobre la viabilidad comercial y económica de los productos. De esta manera, estas variables determinarán fuertemente cómo se desarrollará el sector a futuro. Siguiendo el análisis de la OECD, se pueden señalar tres aspectos institucionales y uno social como claves para el desarrollo de la bioeconomía a futuro, ya sea porque la favorezcan o la obstaculicen: a) el apoyo público a la I+D en biotecnología y la formación de recursos humanos calificados; b) el marco regulatorio y c) el régimen de derechos de propiedad intelectual – como los institucionales- más d) la aceptación pública de este tipo de productos –como el factor social.
107
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
Tabla Nº1 Biotecnologías con alta probabilidad de llegar al mercado para el año 2030 según la OECD
Producción Primaria
Salud
Industria
Amplio uso de marcadores moleculares en cría de animales, peces, mariscos y plantas.
Aprobación anual de muchas vacunas nuevas y productos farmacéuticos basados en avances biotecnológicos.
Enzimas mejoradas para un amplio rango de aplicaciones en el sector químico.
Variedades OGM de los principales granos y árboles con mejoras en contenidos de almidón, lignina y aceites para su posterior procesamiento industrial.
Gran uso de farmogenéticos en tratamientos clínicos y en la práctica de prescripciones, con una caída en los pacientes elegibles para tratamientos con ciertas terapias dadas.
Microorganismos mejorados para producir un creciente número de productos químicos en un solo paso, algunos a partir de genes identificados por biopropección.
Plantas y animales OGM para producir farmacéuticos y otros componentes valiosos.
Seguridad mejorada y eficacia para los tratamientos terapéuticos, gracias a la vinculación entre información farmogenética, de prescripción y resultados de salud de largo plazo.
Biosensores para monitorear en tiempo real contaminantes ambientales e identificaciones biométricas de gente.
Variedades mejoradas de los principales granos para alimentación, con mayores rindes por cosecha, tolerancia al estrés, resistencia a pesticidas, por OGM, marcadores moleculares, cisgénesis o intragénesis.
Blindaje extensivo para múltiples factores de riesgo genético para enfermedades comunes (como artritis).
Biocombustibles de 2da generación (alta densidad energética en base a caña de azúcar y biomasa).
Más diagnósticos para rasgos y enfermedades genéticas de animales.
Sistema de administración de drogas mejorado a partir de la convergencia entre la bio y la nanotecnología.
Mayores porciones de mercado atendidas por biomateriales (como bioplásticos).
Clonaciones de animales de alto valor en los stocks de cría.
Nuevos nutracéuticos, producidos a partir de microorganismos OGM, y plantas o extractos marinos.
Principales granos de los países en desarrollo reforzados con vitaminas y nutrientes a partir de modificaciones genéticas.
Test genéticos de bajo costo para factores de riesgo en enfermedades crónicas (artritis, diabetes II, coronarias, algunos cánceres)
108
BIOECONOMÍA
Producción Primaria
Salud
Industria
Principales granos de los países en desarrollo reforzados con vitaminas y nutrientes a partir de modificaciones genéticas.
Test genéticos de bajo costo para factores de riesgo en enfermedades crónicas (artritis, diabetes II, coronarias, algunos cánceres)
Microbiología de suelos
La medicina regenerativa proveerá mejor manejo de la diabetes y el reemplazo o reparación de ciertos tipos de tejidos dañados.
Fuente: OECD, 2009.
En relación a las actividades de I+D, contrariamente a otras disciplinas y probablemente debido a su novedad y características de bien público, la mayor parte del aporte de fondos en esta rama corresponde al sector público. La investigación de punta en biotecnología, tanto en salud como en actividades agropecuarias, se desarrolla en los laboratorios públicos y en las universidades. Estos centros investigan y mueven la frontera, al mismo tiempo que son quienes forman los recursos humanos capacitados. Esta actividad pública, sin embargo, no es inocua, ya que las líneas que financien determinarán las actividades que se desarrollarán más rápidamente. El gran cuello de botella para el desarrollo futuro del sector está determinado por la cantidad de recursos humanos disponibles en estas áreas. En este caso, también se verifica un incremento notable en formación de RRHH por
parte de numerosos países, entre los que se destacan varios emergentes, con China e India escalando posiciones los últimos años. En este sentido, EE.UU. explicó más del 80% del gasto público en I+D en biotecnología registrado en 2005 (para ese año, el gasto público norteamericano en biotecnología en salud era cuatro veces el gasto sumado de 25 países integrantes de la UE); el gasto privado global era menor que el público y, en este caso, EEUU concentraba un poco más del 65%. Las previsiones marcan que esta preponderancia de EEUU no se va a modificar (básicamente gracias a su industria de la salud), aunque también señalan un crecimiento importante por parte de las economías emergentes (principalmente Brasil, China e India en agricultura, con cierta lógica por las demandas crecientes de su población).
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
En I+D biotecnológica aplicada al agro, el sector público es relevante tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo. Al interior de la OECD, el 20% de los OGM aprobados entre 1989 y 2007 fueron realizados por el sector público, con un sesgo hacia investigaciones relacionadas con resistencia al estrés y atributos agronómicos para la cosecha. Asimismo, la investigación industrial se ve sustentada por la facilitación de estructura y recursos que brinda el sector público. La regulación es otro de los planos a tener en cuenta para el desarrollo de la actividad. En este sentido, la OECD resalta que sobre ciertas áreas en las que se puede aplicar la biotecnología existe mayor carga regulatoria que sobre otras, lo que determinará senderos evolutivos dispares. Ante los temores de ataques bioterroristas, todos los temas referidos a bioseguridad se han vuelto más estrictos y engorrosos, por lo que, por ejemplo, la investigación sobre patógenos se ha vuelto sensiblemente más costosa. En otras áreas, vinculadas con la salud humana, animales, plantas y ambiente, la regulación pre-comercial es elevada. Regulaciones para garantizar la seguridad del consumidor se establecen sobre los bioterapéuticos, productos
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veterinarios, los OGM, etc. Sin ir más lejos, Monsanto gasta más en su departamento legal que en el de I+D. Claramente no es igual para todas las técnicas biotecnológicas. Incluso en estos sectores más sensibles existen casos en los que la regulación es más laxa (no es lo mismo introducir una variedad vegetal modificada por transgenia, que alguna que no fue modificada genéticamente). Si se impone un marco regulatorio/ normativo más restrictivo, éste tenderá a elevar los costos lo que, a su vez, llevará a elevar el tamaño mínimo necesario para que una empresa pueda afrontar los costos que implica llevar al mercado un producto biotecnológico nuevo. Es decir, sólo las grandes empresas tienen suficiente respaldo económico para hacerlo. Esto se verifica en que pequeñas empresas se concentran en el desarrollo del producto y lo venden o licencian a una grande para que ella afronte los costos de la comercialización. Si a los costos señalados se añade que el mercado a atender es pequeño (como la biorremediación, dado que las condiciones de localización –ambiente, suelo, temperatura, humedad- limitan el micro-organismo necesario), probablemente se vea limitado el desempeño inno-
BIOECONOMÍA
vador del sector. En definitiva, es importante prestar atención a este mundo de las regulaciones y observar que las mismas, muy probablemente, se verán modificadas en el corto plazo debido a las diversas presiones por atender en tiempo y forma los nuevos desafíos que el mundo está enfrentando. Un capítulo especial del marco regulatorio son los derechos de propiedad intelectual (DPI). En este caso, los que afectan al sector son patentes, marcas registradas, copyrights y secretos comerciales. Los DPI existen y, para estimular la innovación, deberán aplicarse junto a otros instrumentos complementarios, utilizando de forma innovadora al sistema de DPI vigente para promover la colaboración, y suplementarios, como premios a la investigación y subsidios públicos a la investigación. Existe un amplio espacio para establecer mecanismos de “open source” e iniciativas científicas abiertas, pooles de patentes y diversas prácticas de licenciamiento que habiliten el avance del conocimiento en el sector. Otro aspecto clave para el desarrollo del sector se vinculará con la actitud que tomará la gente frente a los productos biotecnológicos, y esto es sumamente variable no sólo entre campos de aplicación
(alimentos, salud y aplicaciones industriales), sino también entre aplicaciones tecnológicas al interior de cada uno. En la producción agrícola aún existen fuertes resistencias a los transgénicos (desde posiciones naturistas hasta defensas sociales por los desplazados por las nuevas tecnologías), pero hay aún más resistencia pública a la clonación de animales. En este plano, resultarán determinantes la divulgación científica y la que los medios hagan de los desarrollos científicos. Si bien la nueva plataforma tecnológica que surge en torno a la biotecnología puede brindar un motor para el incremento de la sustentabilidad en las economías, su implementación requiere la definición de una agenda de política para implementar los descubrimientos provenientes de la investigación y las innovaciones que se encuentran en la base de la bioeconomía. La OCDE sugiere firmemente que tanto el sector público como el privado deben tomar roles activos en el diseño de dicha agenda con el objetivo de maximizar su potencial. Todos estos son aspectos que deben ser tenidos en cuenta en las iniciativas, planes o estrategias de gobierno a la hora de diseñar políticas y acciones concretas que favorezcan el desarrollo de la bioeconomía.
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
3) Las estrategias nacionales más allá de la OECD: la bioeconomía ingresando a las agendas de políticas públicas Ante este escenario descripto, ¿cuáles son los posicionamientos que, preliminarmente, se van delineando desde la perspectiva de los diversos estados nacionales involucrados e interesados directamente en el tema en los distintos países? Como antecedentes cercanos pueden observarse diversas iniciativas relacionadas con la biotecnología e industrias basadas en las ciencias biológicas, así como otro conjunto de propuestas o programas preocupados por el calentamiento global, que abogaban por una economía más sustentable. Actualmente, la tendencia planteada por muchos gobiernos pasa por desarrollar estrategias que juntan estas temáticas separadas bajo el paraguas conceptual de la bioeconomía. El hecho que algunos de los países y las economías más grandes hayan adoptado estrategias nacionales y visiones respecto de la bioeconomía es una señal relevante sobre el sendero que comenzó a delinearse en este terreno. Con la estrategia para el desarrollo de la bioeconomía cada país decla-
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ra, de manera coordinada, sus intenciones y acciones sobre aspectos relacionados con la protección de la biodiversidad, la producción de energía limpia, la calidad de los alimentos, la preservación de biotópicos raros y la mitigación del cambio climático. Dado que los temas a abordar involucran distintas áreas o sectores (salud, energía, producción, ambiente, ruralidad, etc.) que cruzan diferentes áreas de gobierno, desde el plan suelen distribuirse responsabilidades y establecerse instancias de coordinación (a nivel macro y micro)1. En este sentido, los planes y documentos revisados son todos de muy reciente data (de 2012 en adelante) y lo máximo a lo que llegan es a definir líneas de acción para abordar los diferentes objetivos planteados. Si bien, en general todos plantean las mismas grandes áreas, lo que varía son los énfasis y formas de abordaje –en algunos casos, predomina la visión Por ejemplo, la iniciativa de Finlandia The Finnish Por ejemplo, la iniciativa de Finlandia The Finnish bioeconomy strategy (2014), se resume en 4 grandes bioeconomy strategy (2014), se resume en 4 grandes objetivos, los que a su vez se abren en varias líneas de objetivos, los que a su vez se abren en varias líneas de acción definiendo la responsabilidad multi-agencia para acción definiendo la responsabilidad multi-agencia para llevarlas adelante. llevarlas adelante. 5 1
BIOECONOMÍA
de investigación y desarrollo, en otros es una visión más holística-. Para la mayoría de los países, el desarrollo de la bioeconomía -o de algunos sectores específicos de la biotecnología- consiste en fomentar la innovación, el crecimiento económico y la creación de empleo. En algunos casos, su objetivo puntual se centra en beneficiar áreas rurales permitiéndoles proveer y procesar recursos renovables (Finlandia); en otros, el desarrollo de la bioeconomía se ve justificado con la necesidad de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, así como la de combatir el cambio climático (Alemania, Australia, Gran Bretaña). La problemática de la seguridad
alimentaria constituye un eje importante de numerosas estrategias (Alemania, Canadá). Al momento, se pudieron identificar 24 países con estrategias, planes o iniciativas vinculadas a la bioeconomía Curiosamente, si bien existen diferentes iniciativas sobre el tema (talleres, congresos, propuestas regionales, programas sectoriales, etc.) en América Latina, región rica en biodiversidad y producción de biomasa, no se registraron –aún- planes nacionales sobre bioeconomía, aunque en el último año son varios los países que anuncian su pronto lanzamiento (Colombia; Brasil –a partir de una iniciativa empresarial-, entre otros).
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Chile - 2009
Colombia - 2012
EEUU - 2012
Canada - 2011
Brasil - 2013
India - 2007
Fuente: Elaboración propia.
Planes Nacionales en biotecnología y proyectos de Iniciativas futuras en bioeconomía
Países con planes o estrategias nacionales de investigación e innovación amplios y esbozan temáticas afines a la bioeconomía
Países con programas sectoriales en biotecnología, bioenergía, biomasa y/o en los que se hace mención a la bioeconomía
Japón - 2011
Australia - 2012
Indonesia - 2011
Malasia - 2011
Tailandia - 2011
China - 2011
Rusia - 2012
Países con estrategias denominadas de “Economía o Crecimiento Verde”
Países con Estrategias Nacionales en Bioeconomía
REFERENCIAS
Qatar - 2012 A. Saudita - 2010
Sudáfrica - 2013
Israel - 2008
Finlandia - 2014 Suecia - 2011 G. Bretaña - 2011 Países Bajos - 2010 Dinamarca - 2009 Irlanda - 2009 Alemania - 2010
BIOECONOMÍA
Cuando se intenta clasificar a los países según si ha desarrollado y/o publicado una Estrategia Nacional en bioeconomía, surgen distintos criterios, lo que lleva a la discusión sobre la definición de una tipología de iniciativas. Como se señaló anteriormente, algunos países han presentado estrategias claras o por lo menos utilizando la terminología bioeconomía. Entre ellos, Estados Unidos, Sudáfrica, los Países Bajos, Suecia, Alemania y Finlandia1. Por otro lado, hay un número significativo de países que poseen iniciativas en el terreno de la biomasa específicamente y de la bioenergía. Es el caso de Australia, Gran Bretaña y Japón entre otros2. El término economía verde se utiliza en algunos casos nacionales en estrecha relación con la bioeconomía, como los de Irlanda y Dinamarca3. Por otro lado, países como Brasil e India cuentan con Programas Nacionales de desarrollo de la biotecnología que delinean aspectos Ver listado de Iniciativas y Programas Nacionales en Bioeconomía en el anexo. 16
Australia “Bioenergy – Strategic Plan 2012–2015” Gran Bretaña “UK Bioenergy Strategy” (2011)Japón “Biomass Industrialization Strategy” (2013); “Biomass Utilization Plan” (2009)
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más amplios a los estrictamente sectoriales (en azul en el mapa). En el caso de Brasil se destaca, asimismo, la existencia de un plan elaborado por la Confederación Nacional de Industrias en 2013 claramente enfocado a la bioeconomía, “Bioeconomía: Uma agenda Para o Brasil”. Los casos de Rusia y China merecen un comentario aparte, donde la existencia de un número considerado de Plataformas tecnológicas con una historia de más de una década y el rol protagónico del Gobierno Central y distintos Ministerios dan lugar a Estrategias Sectoriales combinadas bajo el paraguas de Planes Estratégicos Nacionales4. Otros países presentan políticas sectoriales, manifestando la necesidad de potenciar la biotecnología. Esto se hace de manera explícita en 2003, en el caso de Chile, cuando la Comisión Nacional para el Desarrollo de la Biotecnología señaló que el propósito de la política biotecnológica chilena es “impulsar el desarrollo y la aplicación de la biotecnología en Chile, especialmente en los sectores productivos basados en recursos naturales, con el fin de incrementar el Rusia Rusia “Bioindustry “Bioindustry and bioresourcesBioTech 2030” (2012); China “Guidelines on national medium-long term Program for Science and Technology development 2006-2020” (2008) 94
Irlanda« Developing Developingthe theGreen GreenEconomy Economy in IreIrlanda« in Ireland » (2009) ; Dinamarca « Agreement on Growth Green »land (2009) ; Dinamarca « Agreement on Green »Growth (2009)» (2009) 83
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
bienestar y la calidad de vida de todos los chilenos y de contribuir a la generación de riqueza en el país, velando por la protección de la salud y la sostenibilidad ambiental”, lo cual refleja la importancia que se le da a ésta área de estudio como factor de desarrollo económico5. El caso de Colombia presenta características similares y el de algunos países árabes (Arabia Saudita y Qatar son un ejemplo) merecen analizarse por sus rasgos particulares en cuanto al enfoque adoptado6. Como ya se señalara, un conjunto de países promueven el desarrollo de ciertos sectores vinculados a la biotecnología pero no tienen aún una estrategia articulada en bioeconomía. Ello incluye la biotecnología roja (el sector farmacéutico y médico), la biotecnología verde (plantas transgénicas y clonación de animales) y la biotecnología Chile Chile “La “La Biotecnología Biotecnología como como herramienta para el desarrollo y el bienestar. Política Nacional para el desarrollo de la Biotecnología”. (2003) 5 10
11 Qatar:”NationalPrioritiesResearchProgram” (www.qnrf.org); “Qatar NationalVision 2030”; Arabia Saudita “Ministry of Economy and Planning: StrategicPrioritiesforAgriculturalTechnology” (www.mep.gov.sa )
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blanca o industrial relacionada con los biocombustibles y bioplásticos, entre otros. El desarrollo de biotecnología alimentaria y la innovación en el sector salud es considerado como un factor importante por su contribución al mejoramiento de calidad de vida de la población (claramente explicitados en casos como India y China). Los instrumentos utilizados para la promoción de la bioeconomía son similares, en muchas de las estrategias nacionales. Gran parte de los países se concentran en la inversión en I+D, en el terreno de las ciencias de la vida/biológicas. Es más, se proponen ayudar a la transferencia de la innovación del laboratorio al mercado, fomentando la formación de clusters entre universidades y firmas, donde estas últimas pueden verse beneficiadas por exenciones impositivas y fuentes de financiamiento, fortaleciendo el vínculo público-privado (ver el caso de Malasia). Algunas de ellas anticipan reformas legales y regulatorias con el objetivo de apoyar la bioeconomía.
BIOECONOMÍA
Malasia* * Para más detalle ver: “Bioeconomy Malaysia. Annual Report 2013 “Bioeconomy Transformation Programme”. La Corporación de Biotecnología de Malasia (Biotechcorp) es la Agencia designada para la implementación del Programa de Bioeconomía. BiotechCorp trabaja y colabora con varias agencias gubernamentales, el sector privado e instituciones académicas e institutos de investigación en la identificación de Proyectos Punto de Entrada (PPEs) para incluir en el Programa. El Programa se inició identificando 10 PPEs en los sectores agrobiotecnológico, biomédico y bioindustrial para el lanzamiento. Estos incluyen insumos biológicos industriales, productos bioquímicos, biomateriales, insumos biológicos agrícolas, ingredientes bio de alto valor, alimentos de alto valor, biosimilares – biofármacos diseñados para tener propiedades activas similares a aquellos que hayan sido previamente autorizados-, descubrimiento de drogas, screening molecular, células madre y medicina regenerativa. Son 20 los proyectos privados que constituyen la primera etapa o primer grupo de empresas. Estos proyectos de activación (gatillo) fueron elegidos por sus efectos positivos potenciales en términos de generación de Producto, empleo creado y atracción de inversiones. De los Reporte Anuales de Biotechcorp 2013 y 2014 surgen algunas acciones concretas entre las cuales se encuentra aquellas vinculadas al Proyecto disparador o de activación (“trigger”) perteneciente al grupo de aquellos proyectos identificados como prioritarios en la primera etapa del Plan denominados bioindustriales. Por ejemplo, puede identificarse bajo el EPP relacionado con los productos bio-químicos la producción de isobutanol proveniente de materias primas celulósicas (chips o virutas de madera), en cooperación con una firma norteamericana (Gevo Inc.) . En el Reporte annual 2013, se informa el estado de progreso de estos proyectos disparadores, a través de esquemas con semáforos.
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Recientemente publicado y solo en una versión abreviada.
Se trata de la creación de una plantación de un cultivo energético usando las especies de rápido crecimiento Leucaena leucocephala. Estas brindan los chips que se usan como input esencial para la producción de electricidad. Identificado con el color verde, el proyecto se encuentra progresando y se ubica en la Zona Económica Especial de la Región Económica de la costa este en el parque industrial Kerth. 13
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
Así, se puede observar el caso de Sudáfrica, que plantea desarrollar tecnologías, productos y servicios para responder a las necesidades de innovación en salud, en el sector agrícola y en la industria, para lo que, por ejemplo, supone que las intervenciones en áreas de investigación y desarrollo en el sector agrícola deben ayudar a garantizar la seguridad alimentaria, y se preocupa por la transferencia de tecnología y la orientación de la investigación a favor de generar mayores innovaciones en las áreas incluidas dentro de la Bioeconomía. O, en el caso de EE.UU. que define a la bioeconomía como “toda actividad económica impulsada por la investigación e innovación en ciencias biológicas”, y para ello plantea un plan de cinco pilares que van desde apoyar la I+D relacionada con áreas de bioeconomía, hasta establecer medidas que permitan facilitar la transición del laboratorio al mercado de las ideas desarrolladas, pasando por reformular el marco regulatorio.
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Es decir, son todas iniciativas que buscan fortalecer un sistema de innovación vinculado a la bioeconomía, entendida como las áreas que utilizan recursos biológicos en su función de producción. Y así se piensan y describen sucintamente las acciones a encarar. Por otro lado, un grupo de países europeos (Canadá no posee un plan nacional, pero presenta varias iniciativas que también asumen una visión integral de la bioeconomía), plantean acciones estructuradas en torno a planes más coordinados, como ser el caso de Alemania, que establece en su iniciativa cinco áreas temáticas para la acción –producción sustentable de recursos renovables; mercados crecientes y productos y tecnologías innovadoras; redes de procesos y valor agregado; competencia por el uso de la tierra; y contexto internacional-, más tres áreas que cruzan las demás –marco político coherente; información y diálogo con la sociedad; entrenamiento y capacitación-.
BIOECONOMÍA
Oficina de Agriculture and Agri-Food Canada (AAFC) AAFC es responsable por desarrollar programas y políticas y proveer información, investigación y tecnología que contribuyan a una agricultura competitiva, sustentable ambientalmente e innovadora. En ese rol, comprende que los bioproductos representan una nueva oportunidad para el sector agrícola, ya sea en la producción de biocombustibles y bioenergía, como para la producción de biomateriales y bioquímicos. En su presentación, plantea que la AAFC visualiza cinco temas que dan sustento a un “bioproducts roadmap” para hacer avanzar la bioeconomía: calidad y disponibilidad de materia prima; desarrollo de mercados; políticas y regulaciones públicas; el desarrollo de nuevas relaciones; y el desarrollo de I+D. Para ello, proponen un conjunto de acciones que van desde desarrollar mercados e inversiones para los bioproductos, hasta establecer una visión coordinada federal/provincial con el compromisos de políticas y programas que apoyen el desarrollo de los bioproductos, pasando por una mejor coordinación público/privada/académica y el apoyo a la investigación en el área (incluyendo la adopción tecnológica y el escalado de los desarrollos, como efectos demostración para su comercialización). En materia de I+D, innovación y transferencia de tecnología define áreas prioritarias (nuevas fuentes de biomasa; desarrollo de biomasa agrícola; producción integrada de sistemas de biomasa de calidad; métrica en sustentabilidad). A su vez, identifica una serie de actividades clave para implementar su “roadmap”: i) el establecimiento de un grupo de trabajo federal/ provincial/territorial para fomentar la cooperación intergubernamental; ii) un comité de la cadena de valor en bioproductos, para juntar a los representantes del sector privado y público para fortalecer la competitividad de Canadá en bioeconomía; iii) un grupo de trabajo interdepartamental, para mejorar las acciones hacia el interior del gobierno en bioeconomía; iv) un programa de puertas abiertas a los programas tradicionales, buscando aprovechar, para la bioeconomía, los instrumentos que ya existen. A su vez, AAFC ha desarrollado un mapa con herramientas de análisis con el inventario de biomasa (BIMAT), establecido un sistema de indicadores agro-ambientales, para medir calidad del aire, biodiversidad, manejo ambiental a nivel de establecimiento agropecuario, calidad del suelo, y calidad y disponibilidad de agua.
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
Oficina de Agriculture and Agri-Food Canada (AAFC) Por su parte, el Consejo Nacional de Investigación del Canadá ha establecido programas específicos, como el consorcio industrial en biomateriales, para desarrollar productos en base a biomasa no destinada a alimentos; sistemas de bioenergía para aplicaciones estacionarias viables, para desarrollar a partir de la biomasa disponible sistemas estables de generación de energía; conversión insignia de carbono en algas, para desarrollar sistemas de captura de carbono en la industria con plantas de tratamiento en base a cultivo de algas. A su vez, Canadá ha lanzado un programa amplio para la transformación de la industria forestal, para el que se anunció una inversión de más de 90 millones de dólares canadienses para el bienio 2014/15, en búsqueda de volver más sustentable y competitivo al sector a nivel global. Al mismo tiempo, otras acciones del gobierno de Canadá que contribuyen con la bioeconomía son el programa NextGen Biofuels Fund, que apoya el establecimiento de demostraciones a escala comercial de emprendimientos para la próxima generación de biocombustibles; el SD Tech Fund, que apoya la última etapa de desarrollo y demostración pre-comercial de soluciones de tecnología limpia; y los servicios de la comisión de servicios exteriores y de comercio exterior, que proveen de apoyo y asistencia para avanzar en mercados externos.
A efectos de este documento, se presentará la síntesis de seis iniciativas nacionales en bioeconomía (EE.UU., Rusia, Alemania, Finlandia, Malasia y Sudáfrica), más el análisis de un conjunto de otros países que, si bien no presentan una estrategia nacional oficial sobre el tema, sí presentan un conjunto de iniciativas diversas que contribuyen a pensar en el abordaje del tema por parte de los mismos (China, India, Brasil, Colombia, Chile, Canadá, Qatar y Arabia Saudita).
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Las estrategias nacionales sobre bioeconomía fueron seleccionados de a pares, siguiendo la caracterización que realiza Manfred Kircher, Chairman del Cluster Industrielle Biotechnologie, Düsseldorf, Alemania, en su trabajo “The transition to a bio-economy: national perspectives”1 (2012). Allí, Kircher visualiza la
cadena de valor de la bioeconomía desde la producción de biomasa 1 Ver online en Wiley Online Library (wileyonlinelibrary. com); DOI: 10.1002/bbb.1341 Biofuels, Bioprod. Bioref.6:240–245 (2012) BIOFPR biofuel, bioproducts & biorefining (the Society of Chemical Industry, John Wiley and Sons Ltd.).
BIOECONOMÍA
hasta las industrias de bienes de consumo, pasando por industrias bio-químicas y de procesamiento de recursos naturales –ver gráfico Nº 5-. Siguiendo esa dinámica, distingue tres tipos de países: 1.Bendecidos por la biomasa abundante, pero poco integrados a industrias de procesos (Sudáfrica, Malasia, Brasil, Chile y Colombia) 2.Fuertes en materias primas y desarrollados en combustibles e in-
dustria Química (EEUU, Rusia, Canadá, China e India) 3.Desarrollados, importadores de materia prima (Alemania y Finlandia)
A la clasificación de Kircher se añadió la de aquellos países que no tienen ni materia prima, ni capacidad industrial instalada, pero sí fondos suficientes como para invertir (Qatar y Arabia Saudita).
Gráfico Nº 5 Feature the transition to a bio-economy: national perspectives
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A continuación, se presentan las principales observaciones de las iniciativas de los países seleccionados en un cuadro síntesis, buscando destacar cómo definen a la bioeconomía, qué objetivos y acciones se plantean llevar adelante, cuál es el área responsable de gobierno de realizarlo y algunas otra cuestiones relevantes que fueron surgiendo de la lectura de los documentos oficiales publicados.
CUADRO SÍNTESIS
Plan Nacional
Áreas Prioritarias
Conjunto de sectores económicos que usan recursos renovables, incluyendo salud, agricultura, elaboración de alimentos, sector forestal, pesca así como protección del medio ambiente. Se consideran como la base para el diseño de nuevos materiales, el aumento de la productividad en la producción agrícola y la protección del medio ambiente.
Si
Biofarma y biomedicina; Biotecnología industrial y bioenergía; Agricultura y biotecnologíaagroalimentaria; Biotecnología forestal; Biotecnología para la protección medio ambiental y Biotecnología marina.
Sudáfrica
Conjunto de las actividades que utilizan innovaciones basadas en recursos, materiales y procesos biológicos para generar desarrollo económico, social y medioambiental sustentable
Si, con enfoque regional
Salud, Agricultura e Industria
Malasia
Producción sustentable de recursos biológicos renovables y la conversión de estos transformándolos en alimentos, productos químicos, energía y productos para la salud y el bienestar de la población, a través tecnologías innovadoras y eficientes
Si, con enfoque regional
Agro-biotecnológico, biomédico y bioindustrial.
Alemania
Producción basada en conocimiento y uso de recursos renovables, en busca de proveer productos, procesos y servicios en todas las áreas de la economía, dentro de un sistema económico viable para el futuro.
Si
La industria y energía; la agricultura, forestal y pesca; las ambientales y clima; la de I+D
Finlandia
Se basa en RRNN renovables para producir comida, energía, productos y servicios. Reducirá la dependencia de RRNN no renovables, prevendrá la pérdida de biodiversidad y creará nuevo crecimiento económico y trabajos con desarrollo sustentable.
Si
Diversificación de bio- productos; Bioenergía; Química Verde; Construcción; Tecnologías limpias
País
Rusia
Definición de Bioeconomía
Objetivo
¿Plantea acciones concretas?
¿Establece montos de inversión / financiamiento de las acciones?
Organismo responsable y/o Coordinador de la Estrategia/Plan
Fortalecer las “ciencias de la vida” consideradas la base para el diseño de nuevos materiales, el aumento de la productividad en la producción agrícola y la protección del medio ambiente.
Sí; específicas para cada uno de los sectores
Si
Ministerio para el Desarrollo Económico y Organismos estatales de los distintos Estados según el Sector y la medida puntual.
Reducción de la pobreza, la creación de empleo, el desarrollo económico y la seguridad alimentaria en Sudáfrica y el resto del continente africano. (plantea objetivos por sector)
Si
Si
Departamento de Ciencia y Tecnología + Comité Coordinador según Área
No
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación lidera el Programa, la Corporación de Biotecnología de Malasia (Biotechcorp) es la Agencia designada para su implementación.
Si
No
El gobierno federal a través de sus varios Ministerios – Coordinado por Ministerio de Alimentos y Agricultura
Si
Establece metas cuantitativas, pero no explicita presupuesto.
Múltiples responsabilidades, coordinado por el Ministerio de Empleo y Economía.
Promover una Bioeconomía basada en el conocimiento a través del establecimiento de un ecosistema de I+D sustentable, en las áreas agrícola, de salud y de biotecnología industrial, fortaleciendo las interacciones público-privadas.
Realizar una transición estructural, sustentable y competitiva hacia la Bioeconomía. Asegurar oferta de alimentos; asegurar la provisión de recursos renovables; protección del clima; fortalecer el potencial innovador; cambio cultural hacia consumo sustentable
Crear las bases para una Bioeconomía competitiva: Establecer ambiente operativo competitivo; Generar nuevos negocios en Bioeconomía; Desarrollar contenidos educativos; Accesibilidad y sustentabilidad de biomasa
Si, presentadas por sector.
País
Estados Unidos
Definición de Bioeconomía
Plan Nacional
Áreas Prioritarias
Toda actividad económica impulsada por la investigación e innovación en ciencias biológicas
Si
Salud, Energía, Agricultura y Ambiente
No
AAFC visualiza cinco temas que dan sustento a un “bioproducts roadmap” para hacer avanzar la Bioeconomía: calidad y disponibilidad de materia prima; desarrollo de mercados; políticas y regulaciones públicas; el desarrollo de nuevas relaciones; y el desarrollo de I+D
Canadá
Biotecnología agrícola Recursos energéticos China
Plan de Bioindustria
Biotecnología marina Medicina tradicional china; Farmacéutica
India
Se entiende como “traducir el conocimiento de las ciencias de la vida en productos sustentables y competitivos socialmente relevantes”. Se aplica la biotecnología en la agricultura, la salud, la energía, el medio ambiente y la bio-fabricación.
Arabia Saudita
“Estrategia Nacional de Desarrollo de la Biotecnología en el año 2007”, actualizado en 2014.
No** pero se plantearon “Strategic Priorities for Agricultural Technology”
Seguridad alimentaria y nutricionalLas principales áreas enfocadas en el Plan de desarrollo de biotecnología: Agricultura y Biotecnología Alimentaria;. Bio-recursos; Medio Ambiente;Biotecnología Industrial;
Prioridades estratégicas para la tecnología agrícola; AGUA; Seguridad alimentaria
Objetivo
Generar crecimiento económico y atender a las necesidades sociales; 5 objetivos estratégicos: apoyo a la I+D; Facilitar transf. De tecnología; Adecuar marco regulatorio; Actualizar programas educativos; Apoyo a la colaboración Público/privado
¿Plantea acciones concretas?
Si
¿Establece montos de inversión / financiamiento de las acciones?
Organismo responsable y/o Coordinador de la Estrategia/Plan
No
Todas la áreas de gobierno, coordinadas por la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca
AAFC es responsable por desarrollar programas y políticas y proveer información, investigación y tecnología que contribuyan a una agricultura competitiva, sustentable ambientalmente e innovadora. En ese rol, comprenden que los bioproductos representan una nueva oportunidad para el sector agrícola, ya sea tanto en la producción de biocombustibles y bioenergía, como para la producción de biomateriales y bioquímicos.
Oficina de Agriculture and Agri-Food Canada (AAFC)
Los objetivos del Programa basado en la llamada “bioindustria” son: fortalecer el desarrollo económico del país, mejorar la salud, cuidar y mejorar el medio ambiente, y proteger la biodiversidad
Ministerio de Ciencia y Tecnología; Consejo de Estado
Ministerio de Ciencia y Tecnología
Ministerio de Economía y Planificación; Consejo de Ministros (Ministerio de Agricultura, Agua y Electricidad y Autoridad de Alimentos y Medicina)
Definición de Bioeconomía
Plan Nacional
Economía del Conocimiento cuyas áreas estratégicas son la Salud y el Medio Ambiente
No** “Qatar National Vision 2030”
Salud, disponibilidad de agua
Existe programa De Desarrollo e Innovación Tecnológica. Con subprogramas que focalizan en áreas
Biotecnologia Forestal, agropecuaria y acuícola; biominería; biocombustibles
Colombia
El Gobierno anunció recientemente que se encuentra en elaboración
Centrado en la biotecnología
Brasil
Si; “Bioeconomía: una agenda para Brasil” 2013 Confederación Nacional de Industrias de Brasil en línea con el Plan estratégico para la industria 2013-2022
País
Qatar
Chile
Resultado de una revolución innovativa en el campo de las ciencias biológicas directamente relacionado con el desarrollo y uso de procesos biológicos en las áreas de salud humana, agricultura, ganadería; biotecnología
Áreas Prioritarias
Objetivo
Política para el desarrollo comercial de la biotecnología a partir del uso sostenible de la biodiversidad
¿Plantea acciones concretas?
¿Establece montos de inversión / financiamiento de las acciones?
Organismo responsable y/o Coordinador de la Estrategia/Plan
Programas especiales de apoyo y financiamiento a través de InnovaChile e InvestChile.
Si (para cada caso en particular)
Comisión para el Desarrollo de la biotecnología
Desarrollar instrumentos financieros para atraer inversiones en el desarrollo de empresas de base biotecnológica; Adecuar y revisar el marco normativo existente relacionado con el acceso a los recursos genéticos, el desarrollo de medicamentos biotecnológicos y productos fitoterapéuticos. Estudiar la posibilidad de crear la Empresa Nacional de Bioprospección
No se encuentran establecidos aún. Plan nacional en elaboración.
Tendencias, diagnósticos y prospecciones
De las iniciativas analizadas puede observarse que todas ellas son a nivel nacional y plantean un conjunto de áreas prioritarias a atender. En general, podría decirse que son las mismas áreas (Salud, Ambiente, Producción de Recursos Renovables y Energía), aunque varía el énfasis con que se trata cada una en los diferentes países –por ejemplo, en el caso de Sudáfrica, el ambiente y energía no aparecen como prioritarios-. Lo que es dable observar es que los énfasis varían según el estadio de desarrollo del país y la región del mundo en que se encuentren. Los países europeos enfatizan fuertemente el rol de alcanzar una producción sustentable y le dan a las iniciativas un carácter de plan nacional de desarrollo, lo que se refleja tanto en la división de tareas y acciones al interior del gobierno -en varios niveles- como en el organismo elegido como responsable de coordinar la iniciativa (en Rusia el Ministerio de Desarrollo, en Finlandia el Ministerio de Empleo y Economía, y en Alemania el Ministerio de Alimentos y Agricultura). En los demás países, las iniciativas quedan en manos de las oficinas nacionales responsables de la Ciencia y la Tecnología (ONCYT). Estos distintos énfasis también se
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reflejan en las definiciones adoptadas para bioeconomía. En los primeros casos, con definiciones sesgadas hacia la producción sustentable de biomasa y derivados, mientras que en las otras mucho más orientadas a la aplicación innovadora de nuevas tecnologías (biotecnología). 3.1 Sudamérica: reservorio de biodiversidad que aun no cuenta con planes de bioeconomía Así como el concepto de bioeconomía es relativamente nuevo en el mundo, también lo es para la mayoría de los países de Latinoamérica. Entre ellos, algunos han incorporado la “idea”, enfoque o concepto en el planteo de sus políticas y marcos regulatorios. Como se mencionara previamente, en el escenario global aparecen la OECD y la Unión Europea como actores relevantes en el campo de la bioeconomía, sentando precedente y poniendo en foco el debate sobre la idea/concepto/paradigma de bioeconomía. En este sentido, como señalan algunos estudios , la Unión Europea puede considerarse un actor externo a la región pero que, en el 14
Entre ellos, CYTED (2014)
BIOECONOMÍA
nuevo contexto, incide de manera significativa en la definición y/o ajuste de regulaciones a través del concepto de Bioeconomía Basado en el Conocimiento (KBBE por sus siglas en inglés). Este concepto incluye temas relacionados a los alimentos, la agricultura, la pesca y la biotecnología, entre otros. La UE ha identificado seis senderos para ser desarrollados en Latinoamérica : biodiversidad, biocombustibles, biotecnología, eco-intensificación, eco-servicios, y eficiencia de la cadena de valor. 15
Las respuestas en América Latina son diferentes según los países, dadas sus respectivas capacidades institucionales, fortalezas y necesidades (en términos de bases de recursos –naturales y humanos-). Algunos han incorporado actividades relacionadas con el “concepto” y en los últimos años pusieron en marcha proyectos en áreas como la agricultura, la bioenergía y el desarrollo de nuevos materiales, entre otros.
ACUE-KBBE; Henry G., Trigo E. et al, 2013
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
Chile* - Banco de recursos genéticos microbianos *
Para más detalle ver: www.corfo.cl; www.innovacion.gob.cl
En 2012, Chile fue nombrado Autoridad Internacional de Depósito (IDA) de microorganismos por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), transformándose en el primer país latinoamericano responsable de almacenar microorganismos patentados. Con ello, Chile pasa a conformar el grupo de los 23 países en el mundo con un Banco de esta naturaleza. Se trata del Banco de Recursos Genéticos Microbianos en el INIA Quilamapu, en Chillán, el cual permite potenciar la innovación científica local y posicionar a Chile como centro tecnológico de primer nivel. Tiene por objetivo conservar por largo tiempo (30 años o más) microorganismos (bacterias, hongos y nemátodos) propios de la geografía chilena y que están bajo permanente amenaza de desaparecer, ya sea por acciones humanas (construcción de caminos, represas, contaminación, etc.) o por situaciones naturales (erupciones volcánicas, inundaciones, sequías, maremotos, entre otros) . La importancia del Banco de Recursos Genéticos Microbianos es significativa ya que, según los actores del proyecto, las potencialidades que concentran los microorganismos son inmensas para el futuro de la humanidad. Las áreas de aplicación son variadas y se irán incrementando con el tiempo, ya sea como base, por ejemplo, para suplir las necesidades alimentarias de una creciente población , o para mitigar efectos de la contaminación ambiental (biorremediación). También tendrán mayor aplicación en el procesamiento de aguas servidas, en el tratamiento de las basuras, en la minería o, mejor aún, en la biominería y sus especialidades (biolixiviaAl ser estos microorganismos únicos e irrecuperables, la colecta y mantención de ellos bajo las modalidades de criopreservación (en nitrógeno líquido a -196ºC y ultra frío a -150ºC) y liofilización (deshidratación en frío) permite preservarlos en forma inalterable en el tiempo con fines científicos y con directo beneficio para los sectores de la alimentación, la medicina, la agricultura, la biominería, la biorremediación, biotecnología, entre muchos otros usos. Ello, porque al ser sometidos a un golpe de baja temperatura, los microorganismos se mantienen viables y con la capacidad de ser reactivados muchos años después para ser estudiados con fines benéficos para la sociedad. 16
Este planteamiento concuerda con el de la OCDE, que cuando se refiere a la bioeconomía identifica, entre otros, precisamente el uso y el potencial de los microorganismos.
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BIOECONOMÍA
ción, biooxidación). Todo ello sumado a los efectos que los microorganismos generan en nuestra salud, y la incidencia en la alimentación, industria, farmacología, textiles, entre muchas otras utilidades conocidas y aún por conocer. Cabe consignar que el Banco conserva y certifica , a nivel internacional, los aspectos de identidad y viabilidad de un nuevo microorganismo que se quiera depositar, con lo que se puede dar inicio al proceso de patentamiento del mismo, de ser requerido por el depositante. Debe tenerse en cuenta que lo que se puede patentar es un microorganismo o uno o varios usos asociados a él. Generalmente, serán patentados aquellos microorganismos que intervienen en procesos industriales o que poseen interés comercial. 18 El Banco de Recursos Genéticos Microbianos mantenía, a marzo de 2013, más de 2 mil microorganismos que se encuentran disponibles para ser solicitados para desarrollar investigación, generación de productos biotecnológicos, o emprendimientos privados.
Para el presente estudio, se han seleccionado tres países sobre los cuales se realiza una descripción muy estilizada de los Programas Nacionales, tratándose de casos diferentes entre sí y que muestran justamente los diversos abordajes de la temática. Así, en Brasil se registra la existencia de un Plan Estratégico por parte de la Confederación Nacional de la Industria, en coherencia con las políticas púbicas existentes en los diversos ámbitos vinculados a la bioeconomía.
Por su parte, Chile no cuenta con un plan nacional pero sí con una multiplicidad de políticas en ese sentido, centradas en la definición de la biotecnología como un sector clave para el desarrollo. En el caso de Colombia, mientras, se está elaborando actualmente un Plan Nacional en bioeconomía, al tiempo que vienen desarrollándose un conjunto de acciones concretas y definiciones al respecto durante los últimos cinco años.
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
Colombia * Para más detalle, ver CorpoGEN e IICA (2013) “ Experiencias exitosas en bioeconomía”; Presentación del Presidente Santos. Gonzalo Andrade (2012)
Existen instrumentos e incentivos para el desarrollo de I+D en línea con los objetivos planteados por el Gobierno para el año 2032 en las áreas de biotecnología agropecuaria, alimentaria, salud, bioinsumos agrícolas entre otros, Se destacan la exención del impuesto sobre las ventas (IVA) a la importación de equipos y elementos destinados a centros de investigación y desarrollo tecnológico, la deducción sobre el impuesto a la renta equivalente al 175% del valor invertido en I+D, y la cofinanciación de proyectos de ciencia, tecnología e innovación que benefician a una o varias empresas y son ejecutados en conjunto con centros de desarrollo reconocidos por Colciencias Se presentan a continuación dos ejemplos de Polos de desarrollo industrial –donde estos instrumentos son aplicados-, en el marco de actividades y acciones concretas estrechamente ligadas a los objetivos planteados en las Declaraciones del Gobierno de Colombia para el desarrollo de la bioeconomía.
Bogotá – Cundinamarca Oportunidades para el desarrollo de biotecnología agropecuaria, alimentaria, salud, bioinsumos agrícolas, cosmética y bioempaques. 1) Instituto de Biotecnología - Universidad Nacional: cuenta con 5 líneas de investigación: biotecnología agrícola, biotecnología en salud, bioinformática, bioprocesos y bioprospección. 2) Corpoica-Corredor Tecnológico Industrial: genera conocimiento científico y soluciones tecnológicas a través de actividades de investigación e innovación en beneficio del sector agropecuario. Cuenta con líneas de investigación en semillas, insumos agrícolas, soluciones tecnológicas para la ganadería y productos agroindustriales.
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3) Centro de Biotecnología y Bioindustria: genera investigación científica y soluciones biotecnológicas innovadoras que le aportan valor a las cadenas productivas del sector agropecuario en Colombia. 4) CorpoGen: centro de excelencia en investigación científica y escalamiento de bioproductos, caracterización de germoplasma animal y vegetal. Cuenta con cinco líneas de investigación en genética molecular, biotecnología molecular, ecología metabolismo y genética microbiana.
Medellín - Antioquia Oportunidades para el desarrollo de bioinsumos e ingredientes naturales. 1) Biontropic3: alianza estratégica de 6 universidades y 3 empresas para promover la innovación y negocios a partir de la biodiversidad y la biotecnología. Cuenta con un portafolio tecnológico de patentes e investigaciones relacionadas con bioinsumos, ingredientes naturales, bioenergía y tecnologías ambientales. 2) Centro Nacional de Secuenciación Genómica: facilita herramientas para proteger y entender la biodiversidad, obtención de información genética y comparación de genomas. 3) CECIF: centro de investigación y desarrollo tecnológico para el sector farmacéutico, cosmético, veterinario, fitoterapéuticos y nutracéuticos.
3.2. La Unión Europea: la gran promotora de la bioeconomía El desafío que se plantea Europa para las próximas décadas es asegurar un ambiente próspero, seguro y saludable para ésta y futuras generaciones (documento blanco). Para ello, viene trabajando desde hace tiempo en diversas líneas que se van aglutinando bajo la noción de bioe-
conomía –prueba de ello son los numerosos documentos publicados sobre el tema por la Comisión Europea -. En la visión europea, la bioeconomía engloba a los sectores agrícola, forestal, acuícola, de pesca y alimenticio en su totalidad y, Para ver el raconto de documentos, ver McCormick y Kautto, 2013. 19
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
parcialmente, a las industrias química, farmacéutica, de cosmética, papelera, textil y de energía. Entre 2009 y 2010, dentro del 7mo Programa Marco (FP7), varias plataformas tecnológicas europeas trabajaron mancomunadamente para elaborar un documento blanco sobre el tema, titulado “La Bioeconomía europea en 2030” (2010). Allí definen a la bioeconomía como “la producción sustentable y la transformación de biomasa en una variedad de comida, salud, fibra y productos industriales y energía; la biomasa renovable comprende cualquier material biológico (agrícola, forestal y de origen animal incluyendo peces) como un producto en sí mismo o para su uso como insumo.” Las Plataformas Tecnológicas Europeas involucradas fueron: “Plantas para el futuro”; de la Vida y el Alimento; en Química Sostenible; de Cría y Reproducción sostenible de animales de granja; Forestal; Biocombustibles; de Innovación en Acuicultura; para la Salud Animal Global; más la subplataforma en ingeniería agrícola ManuFuture y el EUFETEC. 20
21 En un documento más reciente, “Where next for the European bioeconomy?” (2014), se define a la bioeconomía como aquello que “abarca la producción de recursos biológicos renovables y su conversión en comida, alimento para animales, bio-productos y bioenergía. Ello incluye la producción agrícola, forestal, pesca, alimenticia y de pulpa y papel, así como partes de la química, la biotecnología y la industria energética”. Nótens dos cosas: no abarca toda la biotecnología y ya no habla de biomasa, sino directamente de recursos biológicos renovables.
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En el año 2012, la Dirección General para la Investigación e Innovación de la Comisión Europea (CE) publicó un documento que sintetiza los esfuerzos previos y traza los lineamientos futuros –igualmente, no será el último documento en esta línea-. El mismo se compone de un comunicado de parte de la Comisión a los distintos órganos de gobierno de la Unión Europea sobre la adopción de la estrategia que da nombre al documento, ante la amenaza del agotamiento de los recursos naturales finitos, en pos de garantizar una oferta sustentable de recursos biológicos renovables –no sólo para asegurar alimentos saludables, sino también para producir diversos bio-productos (bioplásticos, biocombustibles, etc.)-. La CE sostiene que la producción sustentable en base a recursos biológicos permitirá producir más con menos, reutilizar los desperdicios, limitando los impactos negativos en el ambiente y reducir la dependencia de recursos fósiles; este es el paso para ingresar a una sociedad del post-petróleo. La Comisión estima que, en la actualidad y para el bloque de países que la integran, la bioeconomía 22 “Innovating for Sustainable Growth. A Bioeconomy for Europe” (CE, 2012)
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implica una facturación en torno a los 2 billones de euros, generando 22 millones de puestos de trabajo (incluyendo dentro de este concepto a la agricultura, la actividad forestal, la pesca y los químicos, representando cerca del 9% de la fuerza laboral total), con una alta expectativa de retorno a la inversión en I+D. La iniciativa que allí proponen nace de la necesidad por un cambio radical en la producción, consumo, procesamiento, almacenaje, reciclado y desechos de recursos biológicos, hacia un modo más inteligente y verde. La bioeconomía, para la CE, es la respuesta, ya que puede generar crecimiento en el empleo y la producción rural, costera e industrial, reducir la dependencia de recursos fósiles, y mejorar la sostenibilidad económica y ambiental. Permitirá, así, reconciliar la seguridad alimentaria con el uso sustentable de recursos renovables para propósitos industriales, asegurando la protección ambiental. El gran desafío es coordinar los esfuerzos en la misma dirección de todos aquellos vinculados a la bioeconomía (diferentes líneas de I+D, áreas políticas, empresas y ciudadanos). Esto implica, a nivel de la CE, coordinar acciones
entre la Common Agricultural Policy, la Common Fisheries Policy, la Integrated Maritime Policy, las políticas ambientales, industriales, de empleo, energía, salud y las nuevas iniciativas que surjan – como lo planteado en la propuesta “Horizonte 2020” -. La coordinación estratégica de las políticas de promoción, para que sea eficiente, necesita de buenas bases de información que faciliten consistencia, reduzcan duplicaciones y mejoren la velocidad y difusión de innovación, atendiendo desafíos sociales interconectados. Estos desafíos pasan por a) garantizar la seguridad alimentaria –donde resulta importante mejorar la administración de los desperdicios-; b) administrar la sostenibilidad de los recursos naturales –producir más con menos, para lo que es necesario desarrollar nuevas formas de producción inteligentes en la pesca, la agricultura y la acuicultura- ; c) reducir la dependencia de recursos no-renovables; d) mitigar y adaptarse al cambio climático; y, e) generar empleos y mantener la competitividad europea. 23 Entre otras, la propuesta de “Horizonte 2020” aspira alcanzar, para ese año, la meta del 20/20/20/ (20% de reducción de los gases de efecto invernadero; aumento hasta el 20% del peso de las renovables en la energía total; mejora en un 20% de la eficiencia energética), y gran parte de ello –sino todo-, supone que lo hará de la mano de la bioeconomía.
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
La CE se propone desarrollar acciones específicas para maximizar el impacto de la I+D en bioeconomía. Para ello espera i) desarrollar políticas coherentes –diálogos más informados y mejor interacción entre diferentes áreas de gobierno; así como desarrollar sistemas de información para monitorear el progreso de la bioeconomía-; ii) invertir en conocimiento, innovación y habilidades –dentro del programa Horizonte 2020 se asignaron 4.700 millones de euros específicamente a bioeconomía, más parte de otros fondos, que también aplican a problemáticas propias
de la bioeconomía pero desde otro lado, al mismo tiempo, se están estimulando programas de cooperación en múltiples niveles (a nivel UE, entre países, regiones, público/privado, etc.)-; iii) una gestión de gobierno participativa y un diálogo informado con la sociedad ; y, iv) garantizar nueva infraestructura e instrumentos.
24 En este sentido, la CE ha desarrollado un área específica para la comunicación de la bioeconomía –“Communicating the Bioeconomy”-, la que puede verse en la página http://commnet.eu, creada a tal efecto, y cuyo objetivo es hacer de la investigación en bioeconomía, relevante y accesible a grandes y chicos, a políticos e industriales, a los medios y la escuela.
Estudios de caso de la Unión Europea sobre la creación de mercado en bioeconomía En un trabajo reciente se reunen una serie de estudios de caso identificados por un grupo de trabajo para el Panel en Bioeconomía de la Unión Europea. Desde la revolución industrial, el crecimiento económico se fundó sobre la base de la extracción y uso de combustibles fósiles. Modificar esa dinámica hacia sistemas más sustentables, de base circular bioeconómica, implica repensar todo el esquema previo basado en una lógica extractiva y lineal. Existen muchos puntos de complementación entre establecer una economía circular y la bioeconomía. El desarrollo de una bioeconomía competitiva y eficiente en el uso de los recursos requerirá la creación de visiones locales, regionales y transfronterizas novedosas, así como intersectorialmente. 25 El documento puede bajarse en el siguiente link http://ec.europa.eu/research/bioeconomy/ pdf/where-next-for-european-bioeconomy-case-studies-0809102014_en.pdf, y fue presentado en ocasión del Panel Europeo en Bioeconomía en octubre del 2014.
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BIOECONOMÍA
Los mercados poseen un fuerte rol en materia de innovación, como motivadores y espacios de realización. Por ende, la Comisión de la Unión Europea reconoce que es necesario establecer una institucionalidad adecuada para estimular mercados que generen la aparición de iniciativas fundadas en la nueva lógica bioeconómica. Es necesario establecer marcos adecuados de apoyo de largo plazo, con políticas estables y previsibles, que vuelvan estos mercados atractivos para la inversión. En ese informe se buscó reunir casos alrededor de la UE que sirvan de ejemplo sobre cómo la política y mecanismos existentes los ayudan u obstaculizan en su desarrollo; qué medidas colaboraron para el surgimiento de esos nuevos mercados y cuáles obstaculizan su desarrollo. En principio, las conclusiones resaltan los impactos –positivos y negativos- del costo sobre los insumos necesarios para el desarrollo de estas iniciativas (tierra, energía, infraestructura, logística, habilidades y materia prima); al mismo tiempo, también llaman la atención sobre el rol de la financiación, la cooperación, la transferencia de tecnología, las medidas del lado de la demanda y la comunicación para afrontar los problemas de mercados fragmentados. Los estudios van desde el uso de madera en construcciones bajas en carbono, energo eficientes, al uso de materiales biológicos biodegradables en la agricultura para mejorar su productividad, pasando por plantas de reciclaje de desperdicios en la producción de tomates, a casos para la implementación de biorrefinerías para la producción de bioplásticos, entre otros –en total, son 13 estudios de casos-.
Una reciente encuesta realizada por el Observatorio en Bioeconomía de la CE entre los miembros de SCAR , sobre el estado de 26
http://ec.europa.eu/research/bioeconomy/observatory
27 El Standing Committee on Agricultural Research (SCAR) es un comité de representantes de los Estados miembros de la UE, liderado por la CE, establecido en 1974 y re-lanzado en el año 2005 con el mandato de asesorar a la CE y los países miembros en la coordinación de los esfuerzos por investigación en agricultura.
implementación de la política en bioeconomía, fue respondida por 18 países -10 de los cuales la definen de manera similar a la UE, y los demás no lo hacen de ninguna forma en particular-. Del relevamiento surge que sólo 4 países presentan una estrategia integrada; otros 5 ya tienen algún tipo de política asociada a bioeconomía y el resto sólo
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declaran tener trabajo en progreso. También se puede observar que la principal motivación de los países para involucrarse en este nuevo campo es la nueva perspectiva que visualizan para el desarrollo de los sectores bioeconómicos clásicos (agricultura, forestal, producción marina); a su vez, las motivaciones de desarrollo económico priman sobre otros factores, aunque también se señalan como prioritarios los objetivos de seguridad alimentaria y cambio climático. Diferentes principios guían el desarrollo en los países: la demanda de comida prima sobre otras demandas; se visualiza la necesidad del uso en cascada de la biomasa; y existen aproximaciones manejadas por el mercado, beneficios iguales al interior de la cadena de valor, cómo los productores agrícolas se pueden beneficiar de la bioeconomía y cómo se puede involucrar en el proceso a los “stakeholders”. Finalmente, el informe (UE, 2014) remarca que del relevamiento surge claramente que los países miembros y países asociados están aplicando diferente lenguaje, estrategias e instrumentos para el desarrollo de la bioeconomía. Como resultado del relevamiento, el informe destaca tres desafíos: i) la futura brecha entre demanda y oferta de biomasa; ii) la necesidad por incentivar innovaciones
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cross-over entre áreas –para ello, es necesario prestar atención a las demandas de conocimiento específico a cada una y, a la vez, comprender que el valor agregado de la bioeconomía reside en la interacción entre las mismas-; iii) nivelar el campo para las seis áreas y facilitar así su interacción –hoy, presentan diferente velocidad innovativa, gran variabilidad de oferta afectada por el clima y cualidad biológica, diferente acceso a financiamiento, orientación política y conflictos entre objetivos-. De allí, deducen que es deseable estimular la cooperación, antes que asignar fondos específicos por área, desarrollar nuevo potencial para la producción de biomasa, ser más eficientes en el uso de la biomasa disponible y producir más, con menos insumos. En definitiva, garantizar la producción sustentable de biomasa. Resumiendo, a través de la CE la Unión Europea viene previendo estratégicamente la necesidad de garantizarse la provisión de biomasa suficiente para sostener las nuevas demandas futuras. Ello im28 El informe menciona seis áreas de bioeconomía, que se encuentran parcialmente integradas: alimentos, forestal, energía, materiales químicos, agricultura y marina. Cada una de ellas tiene su propia estrategia, plan de acción y dinámica de innovación. Es la combinación de ellas lo que permitirá el surgimiento de nuevas oportunidades.
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plica tanto pensar una producción más eficiente –a partir del uso del suelo-, como en el reciclado y reutilización de los desperdicios. Esa particular preocupación de aquel bloque de países nace del déficit estructural en el acceso al petróleo y sus derivados de la Comunidad, y se refuerza por el hecho de que, hasta la fecha, su población ha presentado un rechazo sostenido a la transgenia y todo lo que se comprende vulgarmente por “biotecnología”. En este sentido, la UE vienen impulsando la incorporación en las agendas, por parte de los gobiernos de sus países miembros, de la bioeconomía. Al mismo tiempo, si bien su posición frente al tema es de tipo productiva, antes que tecnológica, y vinculada mucho más con
la explotación y uso del suelo y los recursos biológicos, más que con la investigación y desarrollo, las iniciativas, acciones y recursos que devienen de la CE provienen mayoritariamente del 7mo Programa Marco, que se dedicó a financiar la investigación y el desarrollo tecnológico en Europa entre 2007 y 2013 . Sin embargo, sus países miembros han sido permeables a la prédica y están implementando planes y acciones mucho más sistémicos, que se ven reflejados tanto en el hecho de qué área de gobierno tiene competencia, como en la multiplicidad de áreas involucradas en cada acción planteada (ver, por ejemplo, el caso de Finlandia).
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http://cordis.europa.eu/fp7/home_es.html
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
Finlandia
El gobierno de Finlandia publicó en mayo de 2014 The Finnish Bioeconomy Strategy – Sustainable growth from bioeconomy, resultado de un proyecto llevado adelante por el Ministerio de Empleo y Economía y la participación de la Oficina del Primer Ministro, el Ministerio de Agricultura y Forestal; el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Cultura y Educación, el Ministerio de Asuntos Sociales y Salud y el Ministerio de Finanzas, además del Centro de Investigación Técnico Finlandés (VTT), y el Fondo de Innovación Finlandés (Fund Sitra). El mismo fue fruto de varios Talleres y tres Foros Regionales, además de consultas sectoriales que involucraron a todos los interesados en el sector. La Estrategia Finlandesa de bioeconomía, refiere a una economía que se basa en RRNN renovables para producir comida, energía, productos y servicios. Reducirá la dependencia de RRNN no renovables, prevendrá la pérdida de biodiversidad y creará nuevo crecimiento económico y trabajos con desarrollo sustentable. No es una nueva industria, es la combinatoria de diversa producción primaria, sectores de refinería y productos finales. Estos desafíos implican necesariamente cambiar la conducta del consumidor. En este sentido, la Estrategia Nacional debe contemplar y demostrar una fuerte determinación, enmarcada por acciones sistemáticas, que den espacio a la generación de nuevos negocios y oportunidades atractivas de inversión. Para ello, la Estrategia se plantea acciones comerciales asociadas a: a) Diversificación en bio-productos; b) Producción y uso de bioenergía (base madera), c) Química verde (en base a biomasa); d) Construcción con madera, mediante nuevas técnicas –la impresión 3d abre todo un nuevo espacio a explorar-; e) Usos forestales diversos y sustentables; lo que implica mejorar todo el proceso y reutilización de desperdicios; f) Apuesta por tecnologías limpias, g) Uso más eficiente del producto industrial, h) Crecimiento del sector Salud; i) Oportunidades para PyMEs en servicios; j) Reciclado de agua; y k) Importante rol de las regiones, ciudades y municipios –la visión de Finlandia es que la bioeconomía es un fenómeno con fuerte características locales, por lo que su impacto es territorial y extenso.
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BIOECONOMÍA
Por su parte, el Panel Europeo en Bioeconomía , en relación a la oferta de biomasa, plantea una serie de desafíos a superar (UE, 2014). El primero, la producción de suficiente biomasa de forma sustentable, lo que deriva en la necesidad de un mejor manejo de la misma –incluyendo residuos y desperdicios-; el segundo, reducir la emisión de gases efecto invernadero, relacionados con el uso de la tierra y la producción de biomasa; el tercero, asegurar biomasa económicamente viable para todos los operadores de la cadena. El plan de acción que propone se sostiene sobre tres pilares: nuevas tecnologías y procesos, el desarrollo de mercados y la cooperación inter-sectorial. Para ello, plantea un amplio conjunto de consideraciones, de las cuales aquí se reseñan las más relevantes: i) la biomasa no es en sí sustentable o no sustentable, su sustentabilidad depende de aplicar prácticas de producción sustentable; Fue establecido en el año 2013 para apoyar la interacción entre las diferentes áreas de política, sectores y “stakeholders” de la bioeconomía. El panel se creó con 30 miembros a partir de una convocatoria para aplicar y representar a productores, empresas, policy makers, la comunidad científica y la sociedad civil. En su primer año, el Panel estableció dos grupos de trabajo: i) oferta de biomasa y ii) hacer mercados para bioeconomía.
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ii) las políticas vigentes en la UE ya procuran promover prácticas sustentables ; iii) existen muchas iniciativas privadas que focalizan sobre esquemas de producción sustentable, sin embargo, su cumplimiento no es sencillo -los sistemas de certificación son complejos, muchos de los sistemas sustentables promovidos, con las condiciones de mercado vigente, no son rentables, y, al mismo tiempo, no toda iniciativa privada reúne todos los criterios deseables-; iv) existen diversas áreas en las que se pueden realizar acciones para alcanzar el potencial real de oferta de biomasa sustentable: el sector forestal –como gran proveedor, que con la adecuada tecnología podría incrementar la cosecha en UE un 30% en 15 años-, el uso del suelo para prácticas agrícolas-en la UE tienen mucho por avanzar para alcanzar las mejores prácticas-; utilizar biomasa de áreas restauradas ecológicamente; los recursos marinos y acuáticos –el desarroPor ejemplo, la Renewable Energy Directive (RED) y la Fuel Quality Directive obligan cumplir con criterios de sustentabilidad al aplicar los criterios de corte con biocombustibles. Sin embargo, los certificados expedidos por estas directivas no contemplan los cambios indirectos en el uso de la tierra (ILUC en su sigla en inglés).
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Tendencias, diagnósticos y prospecciones
llo de nuevos componentes para alimentación animal es un desafío de cara al futuro; algas y otros microorganismos marítimos podrían resultar la fuente para el desarrollo de nuevos biomateriales; muchas oportunidades por descubrir-; los desperdicios municipales –“reducir, reusar, reciclar”, para compost o energía, por ejemplo-;
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v) las evidencias señalan que lo que falta no es regulación o políticas, sino un real cambio de conducta por parte de los distintos agentes; para ello, se recomienda acciones a nivel local; vi) Europa depende de la importación de biomasa, que sea sólo de lugares con producción sustentable.
BIOECONOMÍA
4) Un borrador de perspectiva global: ¿hacia dónde van las políticas públicas en bioeconomía? Varios países, principalmente los más desarrollados y las nuevas potencias (BRICS), presentan iniciativas de diversa índole que podrían encuadrarse dentro de la bioeconomía. Como se mencionara, si bien estas iniciativas comparten áreas prioritarias (salud, medioambiente, energía y alimentos), varían en el énfasis puesto sobre cada una. El abordaje de la problemática marca una clara línea divisoria entre los países que comprenden a la bioeconomía desde una perspectiva tecnológica –la mayoría-, con otro bloque que lo hace desde una visión más holística –los países de la Unión Europea-. Todas las iniciativas, documentos o propuestas son de muy reciente data –de 2010 en adelante- por lo que es bastante difícil no sólo evaluar algún impacto de los planes y propuestas formuladas, sino incluso de discernir o acceder a acciones y políticas concretas sobre bioeconomía que confirmen los sesgos y tendencias preanunciadas en la lectura de los documentos oficiales que existen a la fecha. No obstante, de la documentación Ver el informe de Bioeconomy German Council sobre las estrategias en bioeconomía del G7, 32
existente se puede observar una fuerte preponderancia hacia políticas de investigación, complementada con algunas propuestas de acciones de innovación –siempre desde el lado de la oferta-, lo que fortalece aún más la presunción de una interpretación más bien tecnológica sobre la bioeconomía (incluso, desde la Comisión Europea, aunque no así desde los países que la integran, quienes serían la excepción a esa tendencia). Si bien los países que presentan iniciativas nacionales oficiales encuadradas dentro de la bioeconomía son un grupo exclusivo, mayoritariamente compuesto por países de mayor desarrollo relativo, se puede observar un amplio conjunto de países que, a pesar de no contar con una iniciativa integral, sí presentan indicios de estar observando con atención el fenómeno, y desarrollar iniciativas parciales que contribuyan con lo que comprende la noción de bioeconomía. En este sentido, vale la pena resaltar tanto la oportunidad que presenta la cuestión a América Latina, gracias a la biodiversidad y riqueza natural presente en el continente, como llamar la atención por la falta de
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iniciativas concretas que encaren el problema de forma sistemática y coordinada. La identificación de las acciones concretas vinculadas directamente a los Planes o Estrategias Nacionales no siempre es posible. En gran parte, ello se explica porque los países que han publicado planes lo han hecho muy recientemente, y no siempre presentan informes de seguimiento de los proyectos potenciales presentados o de la ejecución de políticas enunciadas en el marco del “concepto” o paradigma de la bioeconomía –
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en los casos en que explicitan acciones a seguir-. Por otro lado, en numerosos casos, los documentos presentados como Planes son meras declaraciones de voluntad, por lo cual se hace muy complicado asignarles o identificar acciones asociadas a ellos o los conceptos amplios enunciados. En síntesis, así como el grado de desarrollo y explicitación de estrategias y planes difiere mucho según el país, lo mismo ocurre en el grado de “avance” en acciones o experiencias concretas.
Reflexiones finales
BIOECONOMÍA
Finalmente, la bioeconomía ¿es una realidad? De lo analizado hasta aquí, se pueden resumir distintos aspectos respecto a la bioeconomía. Así es que la bioeconomía aparece como un viejo concepto remozado, adoptado de manera laxa por los gobiernos para diseñar una política integral –con pretensiones de plan de gobierno-, de cara a los cambios estructurales que se avecinan. Es una política diseñada desde arriba hacia abajo; desde un escritorio de asesores técnicos, antes que de los clamores populares, desde una visión crítica/analítica sobre cuáles son los problemas que afectan el futuro de la humanidad. Su gran desafío es poder avanzar y demostrar que es una respuesta sólida a los retos por venir –nuevas condiciones climáticas, sobrepoblación, explotación de recursos naturales-, junto a algunos que se arrastran desde hace tiempo –inequidad, hambre, desarrollo-. Además, podemos entender a la bioeconomía como un renovado enfoque de análisis económico que, desde los esfuerzos académicos, intenta incorporar los rasgos propios de actividades
industriales con insumos y bienes de capital biológicos y “endogeneizar” las limitaciones que impone la naturaleza (y su evolución) a la sustentabilidad del sistema económico. Finalmente, en coordinación con las TICs, la bioeconomía aparece como un paradigma tecno-productivo potencialmente en formación que replantea profundamente la forma de organización de la producción, la división internacional del trabajo y la institucionalidad pre-existente. En este sentido, abre ventanas de oportunidad para el reacomodamiento de los países en el contexto mundial e induce al desarrollo de estrategias de posicionamiento geopolítico. En un proceso en plena evolución, las múltiples definiciones reflejan los diversos aspectos y posicionamientos políticos. De este modo, la bioeconomía aparece como una estrategia de desarrollo. La definición de prioridades nacionales en relación al conjunto de actividades y espacios que contempla, tiene mucho que ver con la dotación de recursos naturales de cada país, su crecimiento poblacional, su nivel de desarrollo y su inserción en los mercados globales, entre otros. Así, se trata de un concepto amplio que reconoce
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varias rutas de desarrollo: biotecnología, biocombustibles, biodiversidad, eco-intensificación de la agricultura, servicios ecosistémicos, entre otros, y abarca diversas dimensiones: científico técnica, económica, política, institucional y social1. ¿Por qué se está intentando acuñar un concepto? La respuesta está en la realidad y en el futuro derivado de esta realidad. Razones para el cambio. Como se expresara al inicio de este documento, la humanidad está transitando un cambio estructural. Aún no se poseen plenas certezas de cómo será la nueva realidad, pero es claro que varios fenómenos inéditos están confluyendo para augurar un nuevo escenario. Las proyecciones de progresión demográfica, junto a los cambios de hábitos (mayor población urbana que rural; composición mayoritaria de la clase media en la pirámide poblacional global), el agotamiento de ciertos recursos naturales, además de la incidencia de la actividad humana sobre el planeta, no son inocuos para el equilibrio planetario. Los equilibrios 1 Rocha, P.J. (2012). “State of the Art of LAC Bioeconomy Related Policies and Institutional Framework”. Proyecto ALCUE-KBBE. IICA.
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naturales se están quebrando, y eso abre una perspectiva incierta2, grandes desafíos y varias ventanas de oportunidad. Cualquiera sea el derrotero que tome la nueva realidad, los recursos naturales renovables están llamados a cumplir un rol fundamental. La generación de biomasa en grandes cantidades, de manera sustentable y equilibrada, es parte de la base del nuevo equilibrio que se alcance. Por ende, aquellas regiones ricas en la generación de biomasa serán centrales para el futuro. El interrogante hoy pareciera estar más del lado del “cómo”, ya que se empieza a vislumbrar que hace falta un cambio para afrontar lo que viene, y hay ciertas precondiciones ya establecidas que ayudan a delinear quiénes son los posibles protagonistas. Esta es la perspectiva de una anti2 Recientes estudios interdisciplinarios señalan una serie de umbrales planetarios resumidos en 9 variables (que van desde cambio climático, capa de ozono y acidificación oceánica, a biodiversidad y uso de agua dulce) que mantuvieron valores dentro de ciertos parámetros durante más de 11.000 años. Hoy, las mismas están arrojando valores que marcan el fin de ese equilibrio, y con ello el fin del período holocénico, marcando el ingreso a un nuevo período planetario. La pregunta es cómo sobrevivirá la humanidad esta nueva era.Steffen, et. al, 2015; Planetary boundaries: Guiding human development on a changing planet, Published Online January 15 2015; Science 13 February 2015: Vol. 347 no. 6223 DOI: 10.1126/ science.1259855, http://www.sciencemag.org/content/347/6223/1259855.abstract
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cipación a los problemas que hay que atender. La misma, es sustentada por las sociedades con un desarrollo ya consolidado (y con poca biodiversidad) y empresas/ laboratorios públicos claramente interesados como impulsores técnicos de estos cambios. Otras preocupaciones coincidentes en impulsar el enfoque de la bioeconomía se relacionan con la necesidad de tutela pública de recursos naturales ante la presión y/o problemas concretos que el modelo productivo actual genera. Un aspecto se relaciona con los problemas ambientales –bajo la mirada del cambio climático, o el deterioro de la generación de servicios ecológicos-; otros se relacionan con problemas asociados estrictamente con la industrialización de recursos energéticos no renovables. Se inscriben en esta corriente los desechos derivados de la industria petroquímica, considerando desde los problemas de contaminación de la tierra con minerales pesados a la no degradación de los plásticos en escalas temporales humanas, pasando por el incipiente problema de la basura electrónica. Una primera conclusión es que el concepto esta crecientemente estatuido en las agendas públicas,
en el plano de la innovación y en las preocupaciones académicas. A partir de ello cabe plantearse ¿Qué es la bioeconomía? Existen al menos tres planos concurrentes que interactúan pero que tienen especificidades en sus contenidos y diferentes aplicaciones. El primero de ellos se refiere a una rama de la economía como disciplina que se afianza a medida que el objeto analítico tiene características específicas; el segundo se asocia con un paradigma productivo en ciernes basado esencialmente en un modelo de transformación sustentable de recursos naturales renovables a escala temporal humana; finalmente –existiendo recursos naturales involucrados de valor pre-comerciallas estrategias nacionales de apropiación y puesta en valor comercial conforman el tercero. Un renovado objeto analítico –por la presión de la demanda, los desbalances productivos del modelo energo-intensivo tradicional, la inducción desde la oferta de tecnologías, etc.- junto a las especificidades propias de los bienes de base biológica –constante mutación y variabilidad, alta complejidad técnica- devienen en modelos de organización de la producción y
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del trabajo diferentes a los establecidos previamente. Ello tiende a poblar de nuevos temas a las agendas de las políticas públicas en dos direcciones: dar respuestas a problemas actuales y específicos de funcionamiento de las nuevas/renovadas actividades y establecer estrategias de desarrollo y/o geopolíticas en vistas al futuro. Así, el segundo plano se refiere a la bioeconomía como un paradigma productivo en ciernes, con las ventanas de oportunidad para los países y/o empresas que los anticipan correctamente -y desarrollan estrategias de liderazgo consistentes-. ¿Qué elementos “novedosos” pueden identificarse para sustentar tal afirmación? Se está en presencia de un nuevo paradigma cuando: i) se produce la irrupción de un conjunto de tecnologías radicalmente nuevas, entrelazadas y con impacto productivo y comercial exitoso; ii) aparecen nuevas o remozadas empresas que impulsan estas actividades en base a tecnologías disruptivas; evidencian ganancias extraordinarias de base tecnológica (monopolio schumpeteriano asociado con control excluyentes de tecnologías disruptivas), rápido crecimiento y gran acumulación de
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capitales –tangibles e intangibles-; iii) se modifican la forma de organización de la producción, el trabajo, la localización de la producción; iv) se revalorizan activos pre-existentes que se convierten en factores críticos; v) cruje el conjunto de instituciones previas y comienza la co-evolución en la creación de otras nuevas (o se renuevan las previas); vi) se abren –temporalmente- ventanas de oportunidad para nuevas empresas/espacios económicos en función de sus estrategias, dotaciones de factores críticos del nuevo paradigma, apuestas tecnológicas y capacidades de prospectiva y anticipación. Varias de estas condiciones parecen desprenderse de los análisis del texto previo. A nivel tecnológico, irrumpe la biotecnología aplicada masivamente a una serie de producciones que rebasan “lo agrícola” para ingresar al mundo de las energías renovables (de primera y segunda generación), a la vez que la “química verde” tiende a reemplazar a la tradicional raíz petroquímica; la búsqueda de sustentabilidad –vía un mejor balance energético o de la degradabilidad a escalas temporales humanas de los derivados del cracking del petróleo-. Un capítulo adicional lo conforma la biorremediación (tanto del ambiente como de los seres vi-
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vos, incluido el hombre). El factor clave es el conocimiento de los mapas genómicos de una multiplicidad de seres vivos, la comprensión de su funcionamiento y la manipulación del ADN en la búsqueda de comportamientos determinados o el diseño de nuevos productos (como los alimentos nutracéuticos o probióticos). En ese plano, los países que cuentan con trayectorias previas en desarrollo científicos tecnológicos y de recursos humanos en materia de biología aplicada a la salud humana, genética vegetal y animal y ciencias del suelo se posicionan ventajosamente en la aplicación de estrategias de desarrollos de bases biológicas. La dinámica seguida por un conjunto de empresas de gran tamaño y larga trayectoria en el ámbito que la petroquímica, farmoquímica, y otras similares, junto a otras de reciente creación y marcado dinamismo tecnológico, aparecen como los nuevos innovadores schumpeterianos. Como se expresara previamente, la aplicación productiva de este nuevo paradigma fue rápidamente adoptado por firmas que tenían una estrecha relación con procesos de innovación y desarrollo afines a conocimientos incorporados por la biotecnología
(química fina, bioquímica, microbiología, etc.); en numerosos casos, supuso un desplazamiento de las actividades principales para involucrarse enteramente a estos avances. A su vez, este nuevo paradigma dio espacio a la aparición de firmas nuevas las cuales, con tamaños de capital ampliamente disímiles, encontraron competencias propias para expandirse en este nuevo mercado. Desde los inicios de las empresas de biotecnología moderna a fines de la década del setenta, predominaron dos modelos de negocios en dicho sector: 1) PyMEs dedicadas a algún eslabón particular de la cadena, mayoritariamente a los procesos de innovación y 2) la gran empresa integrada verticalmente (en casi todos los casos, multinacionales). En este sentido, y para verificar evidencias que dieran asidero al surgimiento de un nuevo paradigma bioeconómico, se revisaron las estrategias de multinacionales asentadas en tres sectores centrales en bioeconomía: proveedores de insumos agrícolas, alimentos y bioplásticos. En todos se verificó que las grandes empresas están realizando cambios en sus estructuras hacia posiciones más afines a las producciones biológicas –lo que incluye no sólo la adopción de innovaciones biotecnológicas, sino
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también el rediseño de sus layout hacia procesos menos contaminantes, más sustentables y auto sostenidos-. Catalogadas por ellas mismas como “empresas de las ciencias de la vida”, se organizan en red con múltiples alianzas con otras empresas y/o con las instancias públicas del sistema científico-tecnológico. Sus límites son imprecisos, su cobertura global y sus intereses son amplios en función de captar y utilizar los resultados emergentes de plataformas biotecnológicas completas. Se destacan por sus esfuerzos en materia de I+D, la creciente protección de sus avances técnicos y el acercamiento al desarrollo estrictamente científico (plano propio de los entes públicos hasta hace poco tiempo). Organizaciones flexibles, muy centradas en las innovaciones como palanca de negocios, que opera en base a proyectos y estrategias de negocios, con rápidos crecimientos de facturación y activa participación en los mercados de compras, fusiones y alianzas, parecen delinear el corazón del modelo organizacional de este paradigma. Por estas vías, las empresas comienzan dominando una tecnología a la cual van sumando otras, ampliando su oferta y tendiendo a soluciones integrales de los problemas.
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El creciente desarrollo tecnológico las ubica favorablemente en la red completa de producción, en base al control de una plataforma completa de capacidades, los circuitos de comercialización e incluso las posibilidades de apalancamiento financiero. Es decir, existe un amplio conjunto de empresas que están siendo puntal de un nuevo paradigma. La duda es si este paradigma se impondrá, se restringirá puramente a las actividades relacionadas con estos sectores o se expandirá para establecer un nuevo paradigma tecno-productivo que impacte sobre la economía global y la sociedad tal cual hoy la conocemos. El avance de estas actividades y la presencia de grandes empresas de alto contenido científico (y favorable asimetría de conocimientos) hacen crujir a la institucionalidad de soporte y control de estas actividades. Usando un criterio amplio del concepto institución –desde organizaciones públicas hasta reglas de relacionamiento y rutinas cotidianas de funcionamiento- las tensiones cubren una amplia gama de temas: los derechos de propiedad individual sobre seres vivos; los requisitos de aprobación sanitaria; la regulación de la competencia e, incluso, los límites éticos de
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las manipulaciones génicas. De esta forma, tanto los cambios estructurales enumerados que se avecinan en el próximo siglo, como las modificaciones en las conductas empresariales, plantean desafíos y abren ventanas de oportunidad. Por cuánto tiempo estarán abiertas y quién y cómo las aprovechará, son cuestiones que dependen de múltiples variables; desde si se impone un nuevo paradigma, hasta condiciones de entorno que favorezcan el involucramiento y surgimiento de iniciativas, como la dotación inicial de recursos (biológicos y de capital). Es decir, existe amplio espacio para la acción política en materia de bioeconomía que conforma el tercero de los planos analíticos. La bioeconomía resurge en el nuevo milenio de la mano de necesidades políticas, que establecen dos grandes vertientes, no necesariamente incompatibles entre sí. En términos estratégicos, Estados Unidos y la Unión Europea lideran las estrategias para los próximos 30 años desde perspectivas no plenamente coincidentes; aún así cabe destacar que geo-políticamente son sociedades que “anticipan” y “cogeneran” el cambio de paradigma para posicionarse en función de sus dotaciones iniciales
e intereses particulares.
Ello comienza con la propia definición de bioeconomía subyacente en los documentos públicos claves. La posición norteamericana tienen un marcado sesgo en lo tecnológico (con eje claramente en lo biotecnológico), dejando de lado sectores tradicionales y apostando a la alianzas de grandes empresas con laboratorios púbicos en ámbitos específicos para anticipar problemas de futuro. Así, se pueden ver definiciones sobre bioeconomía como la que postula el USA National Bioeconomy Blueprint (2012), escrito a pedido del presidente Barack Obama, sesgada hacia la I+D, donde se la define como “Toda actividad económica impulsada por la investigación e innovación en ciencias biológicas”. El caso europeo, en cambio, se posiciona desde la tutela pública de la sustentabilidad apuntando hacia definiciones más volcadas hacia la producción “verde”, como es el caso de The Finnish bioeconomy strategy(2014), señalando que “Bioeconomía refiere a una economía que se basa en RRNN renovables para producir comida, energía, productos y servicios. Reducirá la dependencia de RRNN no renovables, prevendrá la pérdida de biodiversidad y creará nuevo crecimiento económico
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y trabajos con desarrollo sustentable. No es una nueva industria, es la combinatoria de diversa producción primaria, sectores de refinería y productos finales”. Esta posición deja de lado algunos sectores tecnológicos -como ser la farmacología y la nanotecnología- y se centra en el agro-ampliado hacia la bioenergía. Si bien no son incompatibles, adoptar una u otra implica distintos tipos de acciones, beneficiarios y consecuencias; las visiones particulares se explican, mayoritariamente, como se expresara, por las dotaciones iniciales de recursos y posicionamientos estratégicos. Considerando el panorama mundial, existe una amplia variedad de temas y enfoques políticos de muy diversos países, cada uno de los cuales se posiciona en función de sus posibilidades futuras. En función de sus dotaciones podemos encontrar al menos cuatro grandes categorías de países: i) Países con dotaciones industriales (manufactureras, energéticas, sanitarias) que carecen de aprovisionamiento abundante de biomasa como materia prima; o sea controlan los procesos industriales aguas abajo y son menos dotados en los recursos de biodiversidad de origen;
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ii) Países con dotaciones de biomasa, pero sin mayores facilidades de capacidades industriales aguas abajo; iii) Países con dotaciones de producción de biomasa, capacidades industriales de transformación, y fuertes en tecnologías críticas para la bioeconomía; iv) Sociedades con capacidades financieras para sustentar estos procesos de desarrollo, pero sin biomasa ni capacidades industriales.
A partir de estos perfiles surgen, del análisis de varios países, una serie de elementos comunes: i) Existen al menos una cuarentena de países que incluyen en sus agendas futuras a la bioeconomía –directa o indirectamente- como estrategia de desarrollo sobre la cual estructuran sus políticas de competitividad; ii) En algunos casos, los planes o posicionamientos estratégicos se refieren genéricamente a la bioeconomía, mientras que en otros apuntan directamente a estrategias referidas a la biotecnología, la bioenergía o a la “química verde”; iii) Los horizontes temporales van desde planes a 2020 hasta 2050 compatibles con las proyecciones demográficas y de evolución de
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mercados claves (como el energético, la incorporación de tierras, los efectos del calentamiento global y otros temas de esa magnitud); iv) Más que Planes Estratégicos o Programas Focalizados, el elemento común es el desarrollo de estrategias de coordinación de iniciativas ya existentes que se potencian sobre áreas o actividades particulares; v) El uso del concepto de plataforma tecnológica y organizacional para coordinar las iniciativas existentes o en ciernes aparece como una estrategia común; en dichas plataformas varias de las iniciativas contemplan la coparticipación del sector privado, especialmente en las etapas pre competitivas relacionadas con aspectos tecnológicos; vi) El desarrollo de nuevas tecnologías, la mejora de las actuales y los esquemas de protección a la propiedad intelectual subyacen en la mayoría de los planes; vii) Otro elemento común es el énfasis en la formación de los recursos humanos.
Es decir, la bioeconomía es una realidad. En la actualidad, existe pero por problemas de coordinación no explota todo su potencial (a la luz del potencial que la nueva plataforma tecnológica que se
está desarrollando le habilita, es ineficiente). El desarrollo de todos los sectores que se engloban bajo la bioeconomía de manera concertada implicará proveer seguridad alimentaria global, mejorar la nutrición y la salud pública, volver más limpios y eficientes los procesos industriales y contribuir significativamente a mitigar el cambio climático3. A su vez, podría decirse que plantea los típicos problemas de provisión de un bien público en función de cuestiones atinentes a sustentabilidad, preservación de suelos, nutrientes, riqueza natural y ambiente4. Gran parte del desafío futuro de la bioeconomía pasa por el manejo eficiente de la biomasa: en la producción, su procesamiento y uso; a lo largo de esos tres ciclos es fundamental reducir –y evitar, si es posible- el desperdicio, lo que reducirá la demanda sobre la biomasa virgen5. La bioeconomía comprende Nature Climate Change 4, 951–953 (2014) doi:10.1038/nclimate2419, Published online 29 October 2014; http://www.nature.com/nclimate/journal/ v4/n11/full/nclimate2419.html 3
The European Bioeconomy in 2030, (2010), http:// www.epsoweb.org/file/560 4
5 El Panel Europeo en Bioeconomía estima que la producción de alimento demanda 20 veces más energía que las calorías que produce; a su vez, afirma que
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la idea del uso de la tierra y la seguridad alimentaria optimizadas a través de una producción sustentable, eficiente en recursos y ampliamente libre de residuos, contribuyendo a una economía circular; la circularidad descansa fuertemente en el manejo de residuos, mediante su valorización y prevención. Junto a la idea de la circularidad, se hace fuerte la noción de “uso en cascada”; la Agencia Alemana de Ambiente lo ha definido como “la estrategia para el uso de insumos biológicos o los productos realizados con ellos, en etapas secuenciales cronológicamente a lo largo, seguido y eficientemente posible para cada material en función de recobrar su energía al final del ciclo de vida del producto.”6 El desarrollo de biorrefinerías para la producción de bio-productos permitirá producir productos de mayor valor agregado y bioenergía al mismo tiempo –las plantas más modernas de producción de celulosa son un claro ejemplo de ello-. Para que ello sea factible, es entre el 30 y 40 % de la biomasa proveniente de la agricultura y la acuicultura es desperdiciada en la cadena que va de la granja al tenedor. 6 Ejemplos de ellos ya existen, por ejemplo, en la producción de biodisel, cuando se obtiene glicerina, como subproducto, la misma se utiliza primero para producir materiales, y luego para energía; o en el caso de la industria forestal, donde primero se obtiene madera sólida, de la que se obtienen muebles, paneles, chips reciclados, y recién allí se quema. Potenciar el uso en cascada de la biomasa sólo depende de factores y desarrollos tecnológicos.
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importante facilitar el conocimiento por parte de los empresarios de las oportunidades que existen aguas arriba y abajo para el uso de biomasa, y darles apoyo público para que las implementen. En este sentido se abre un abanico muy amplio de sectores económicos que pueden estar –o bien que lo estarán en un futuro cercano- vinculados a la bioeconomía (agropecuario, forestal, alimenticio, acuícola, industrias química y de materiales y energía). Estos serán crecientemente interdependientes por el acceso a materias primas y energía y conformarán, en conjunto, la red de la bioeconomía. Para que prosperen, deberán concertar un desarrollo acompasado y equilibrado entre todos. Ello dependerá cada vez más de diseñar políticas coherentes e integradas en una misma dirección, principalmente en: i) inversión en investigación en cada uno de los sectores, y con programas multidisciplinarios; ii) favorecer y estimular la innovación; iii) alentar las iniciativas empresariales como opciones de desarrollo personal dentro de la bioeconomía; iv) formar y proveer de mano de obra calificada para la bioeconomía en la educación secundaria y terciaria; v) marco regulatorio favorable para la innovación e iniciativas dentro de la bioeconomía, equilibrando los
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beneficios y riesgos; y, vi) mejorar la comunicación con el público en general sobre los avances y progresos de la bioeconomía. Al mismo tiempo, sin embargo, es necesario ser precavidos y su-
ficientemente flexibles para la aplicación de estos principios (como el de cascada), ya que si la regla fuera muy taxativa para todo tipo de biomasa, en algunos casos esto impediría el desarrollo de la misma.
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