REVISTA BIMESTRAL - AÑO 21 - Nº 186 - NOVIEMBRE - DICIEMBRE 2021 - COSTO $100
Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.
SUP
EL CLLEMENTO D EP UB D E MI ORTIVO BARR IO
Colección “Curar el mundo” Mensaje del Santo Padre Francisco para los movimientos populares.
Editorial
Sumario .1.
Esperanza...
.2.
La alegría del primer Sínodo porteño 2017-2021.
.4.
Hacer camino juntos, en comunidad.
.7.
La Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe.
.9.
Navidad, una ventana a la esperanza.
. 11 .
Capellán: Visita, Presencia y Escucha.
. 14 .
Todos pertenecemos a una gran familia.
. 17 .
Francisco, peregrino de paz y fraternidad en el corazón de Europa.
. 20 .
¿Pasar de largo o hacernos cargo?
. 22 .
El pueblo peregrino, camina, confía, avanza, tiene Fe.
Esta edición va acompañada de la 24va entrega del Suplemento Deportivo EL CLUB DE MI BARRIO y la séptima entrega de CURAR EL MUNDO
. . . a z n a r e p s E En este mes de noviembre, más precisamente el domingo 28, comenzamos el tiempo del Adviento, nos preparamos interiormente para celebrar la Navidad: Nace Jesús, renace la Esperanza. Charles Pegúy en un bello libro “El pórtico del misterio de la segunda virtud”, dice poéticamente que la Esperanza es la hermana más pequeña entre las tres virtudes teologales, pero es la que lleva de la mano a sus hermanas mayores, la Fe y la Caridad, y las arrastra hacia adelante. La esperanza es “performativa”, es decir da forma nueva a la vida. Quien tiene esperanza vive de otra manera, se le ha dado una vida nueva (cf. SpeSalvi Nº 2). A su vez esta virtud tiene por objeto aquello que se presenta como un bien arduo futuro posible, y para alcanzarlo vienen en su ayuda la paciencia y la fortaleza. Este duro tiempo de la pandemia que estamos atravesando, desnudó otras “pandemias”. Es decir reveló un mundo que necesita imperiosamente ser curado. Por eso nos preguntamos ¿Qué es volver a la normalidad? ¿Qué las cosas sigan más o menos igual? ¿Qué busquemos soluciones que parecen un analgésico o una curita frente a situaciones dramáticas? La esperanza cristiana genera historia, es transformadora de la realidad, porque sabe que Dios quiere la felicidad de sus hijos aquí en la tierra, aunque estén llamados a la vida feliz del Cielo, porque Dios creó todas las cosas para que todos puedan disfrutarlas (cf. Evangelii GaudiumNº 181-182). Francisco nos desafía a una es-
peranza audaz y creativa, en una de sus catequesis de curar el mundo: “La esperanza es audaz, así que animémonos a soñar en grande. Hermanos y hermanas, ¡aprendamos a soñar en grande! No tengamos miedo de soñar en grande, buscando los ideales de justicia y de amor social que nacen de la esperanza. No intentemos reconstruir el pasado, el pasado es pasado, nos esperan cosas nuevas. El Señor ha prometido: “Yo haré nuevas todas las cosas”. Animémonos a soñar en grande buscando estos ideales, no tratemos de reconstruir el pasado, especialmente el que era injusto y ya estaba enfermo. Construyamos un futuro donde la dimensión local y la global se enriquecen mutuamente —cada uno puede dar su parte, cada uno debe dar su parte, su cultura, su filosofía, su forma de pensar—, donde la belleza y la riqueza de los grupos menores, también de los grupos descartados, pueda florecer porque también allí hay belleza, y donde quien tiene más se comprometa a servir y dar más a quien tiene menos.” (Subsidiariedad y virtud de la esperanza. Audiencia del 23 de setiembre de 2020). Padre Gustavo Carrara. Obispo auxiliar de Buenos Aires. Vicario para la Pastoral de las Villas CABA.
1
Mario Aurelio Cardenal Poli Arzobispo de Buenos Aires
La alegría del primer
sínodo porteño 2017-2021 identificados con la Iglesia. De este modo, dimos lugar a todas las voces de fuera para que pudieran decirnos lo que pensaban.
Un Camino Es conveniente recordar que la palabra «Sínodo» significa «hacer juntos el camino». ¿De qué camino se trata? Pues no es otro que la misma persona de Cristo, quien ha dicho: «Yo soy el Camino» (Jn 14,6). En la Iglesia de los primeros tiempos, los que eran atraídos por el Evangelio se identificaban como los «del Camino del Señor» (Hch 9,2; 18, 25. 26; 19,9. 23; 24,22).1 Con la convicción de que una Iglesia sinodal está mejor preparada para salir a evangelizar, comenzamos en 2017 el itinerario que, bajo la guía del Espíritu Santo, fuimos recorriendo con la participación del Santo Pueblo de Dios: laicos, consagradas y consagrados, diáconos, sacerdotes y obispos, para renovar la misión en Buenos Aires. Nos propusimos, en primer lugar, escuchar a todos los bautizados que integramos la Iglesia porteña, sin excluir a nadie. Aun los niños, con ingenio creativo, participaron con entusiasmo en lo que ellos llamaron «Sinodito».
«Una Iglesia sinodal es una Iglesia que escucha» Así enseñó el Papa Francisco. Por eso, las dos consultas al
2
El Sínodo se organiza para escuchar
Pueblo de Dios nos acercaron a mucha gente que frecuentan nuestras parroquias, santuarios, movimientos, pastorales (educativa, social, juvenil, universitaria, salud, catequesis, carcelaria, entre otras), comisiones e instituciones (discapacidad, niñez y adolescencia, trata de personas, CARITAS, etc.). Conforme íbamos avanzando en la escucha, percibimos una gran riqueza evangelizadora en cada área de la vida de nuestras comunidades. Mientras continuábamos, nos interpeló la expresión del Buen Pastor: «Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor»(Jn 10,16), y movidos por ese deseo, también quisimos escuchar a aquellos hermanos bautizados que por algún motivo no se sienten
Para organizar semejante emprendimiento, el Sínodo contó con la ayuda de hermanos y hermanas que formaron dos Equipos: el de Animación Sinodal (EAS), integrado por representantes de las cuatro Vicarías de la Arquidiócesis, y el de Reflexión Sinodal (ERS) constituido por peritos en Teología y Pastoral. Ambos debieron poner los medios para hacer realidad un antiguo principio sinodal: «Lo que afecta a todos debe ser tratado y aprobado por todos». A tal fin, el EAS tuvo a su cargo: el organigrama de encuentros; la elaboración, distribución de las consultas y primera lectura de las respuestas, como así también acompañó con subsidios los encuentros y con la publicación Soplos del Sínodo animó los momentos de oración comunitaria. Por su parte, el ERS asumió la ardua tarea de hacer una profunda mirada teológica y pastoral sobre el preciado material que llegaba a sus manos y que expresaban sentimientos, opiniones y propuestas de miles de bautizados, provenientes de variados sectores de la ciudad.
Pasado un tiempo de estudio y discernimiento, el ERS hizo devoluciones2 de su laborioso y esmerado escrutinio, el cual se realizó con fidelidad a los resultados de la escucha.
Tiempo de providencia y servicio En el 2020, la diócesis cumplió 400 años y era el tiempo en que nos habíamos propuesto concluir nuestro camino sinodal, pero Dios nos cambió los planes y aceptamos su divina providencia, con la cual Él gobierna este mundo-universo con sabiduría y amor. Fue un tiempo en el que tuvimos la oportunidad de poner por obra lo que rezamos en la oración del Sínodo: «… queremos ser misioneros misericordiosos, aprender a detenernos y ser compasivos ante toda miseria humana». Y fue edificante ver cómo las comunidades se pusieron al servicio de los más afectados por la pandemia: los pobres, los que viven en la calle, los ancianos solos y enfermos, etc. No faltaron corazones abiertos y manos solidarias para atender comedores, merenderos, noches de la caridad, duchas y los servicios de CARITAS en sus centros de atención y hogares para hombres. La solidaridad abrió puertas y nos ayudó a ver posibilidades donde otros ven solo fracasos.
La Asamblea Sinodal 2021 Cuando se dio la oportunidad, retomamos el camino sinodal, esta vez iluminados con la última entrega del ERS, que fue el Documento de Trabajo para la Asamblea Sinodal de la Arquidiócesis de Buenos Aires
(julio de 2021), con la consigna: Caminamos juntos en el Espíritu para renovar la misión en Buenos Aires. Con la palabra caminamos, reconocemos que somos deudores de una Iglesia que viene evangelizando desde hace cuatro siglos y nos proponemos continuar el modelo de Jesús para ser una Iglesia sinodal y misionera, donde el entusiasmo de los jóvenes y los saberes de los ancianos nos orienten para encarar una pastoral porteña más creativa y capilar 3 . Hoy nos encontramos celebrando las seis sesiones de la Asamblea Sinodal, con una participación aproximada de trescientos hermanos y hermanas, entre titulares y suplentes, además de un número de directivos, servidores y animadores. A todos nos ilumina el ejemplo de María en el pasaje evangélico de la Visitación (Lc 1, 39-56), porque en su premura de llevar a Jesús a su parienta Isabel, reconocemos el modelo de la Iglesia que deseamos ser.
Fin del Sínodo y comienzo de la misión Bajo la guía del Espíritu Santo, el ánimo sobresaliente de los sinodales es el de una alegría evangélica y fraterna, lo que nos permite sobrevolar diferencias de pensamiento,
buscando siempre la unidad en lo esencial, sin faltar la caridad. La escucha atenta, el diálogo sincero y un sereno discernimiento comunitario nos ayudan a valorar mejor las variadas experiencias pastorales y los conmovedores testimonios de los misioneros. Todo colabora a que del Sínodo podamos esperar nuevos frutos espirituales y pastorales, además de renovados métodos de evangelización. Este camino esperamos clausurarlo con la celebración de la Eucaristía del domingo 28 de noviembre en la Iglesia Catedral. Ahí nos uniremos a todo el pueblo de Dios que nos acompañó con su oración durante este tiempo de gracia y nos encomendaremos a Nuestra Señora de los Buenos Aires y a nuestro Santo Patrono, San Martín de Tours, para que nos sigan acompañando en la misión de nuestros barrios porteños.
NOTAS: 1 - Carta Pastoralcon motivo del inicio del I Sínodo de la Arquidiócesis de la Santísima Trinidad de Buenos Aires (2017-2020), 4. 2 - Los aportes a los distintos procesos de escucha, fueron resumidos por el EQUIPO DE REFLEXIÓN TEOLÓGICO-PASTORAL SINODALen el documento titulado: Devolución del proceso sinodal de escucha 2017-2019, “A la escucha de la Palabra de tu Hijo y escuchándonos entre nosotros” y el Documento Preliminar para el Sínodo, “Jesús, Buena Noticia, sigue caminando y evangelizando en Buenos Aires”. 3 - Cfr. ERS, Documento de Trabajo, 16.
3
Comisión de Niñez y Adolescencia
hacer camino juntos,
en comunidad
El mundo en el que vivimos, y que estamos llamados a amar y servir también en sus contradicciones, exige de la Iglesia el potenciamiento de las sinergias en todos los ámbitos de su misión. Precisamente el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. Francisco en la XIV
Asamblea General Ordinaria para conmemorar el 50 aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos. Octubre 2015 La Iglesia no es otra cosa que el caminar juntos como pueblo de Dios por los senderos de la historia que sale al encuentro de Jesús. En este caminar el Papa Francisco dio inicio al Proceso Sinodal de toda la Iglesia en los primeros días de octubre. A su vez, como Iglesia de Buenos Aires
4
estamos celebrando el Primer Sínodo de la Arquidiócesis, que ya está en la etapa de la Asamblea para finalizar en el mes de noviembre . Ya en el número del mes de julio de Comunicarnos Mons Eguía Seguí nos compartía que “la sinodalidad es un modo de ser Iglesia, que en nuestro tiempo histórico fue propuesto en el Concilio Vaticano II”.
Los gestos y palabras de Francisco vuelven a despertar esperanza en muchos creyentes, en numerosas ocasiones tiene expresiones que remiten al Evangelio y al Concilio: alegría, Iglesia en salida, abierta, en diálogo, servidora, hospital de campaña, samaritana, donde los pobres y los que sufren sean su prioridad,
con pastores que huelen a oveja, profética frente al sistema económico que mata… y sinodal En la realidad de la Iglesia de Buenos Aires este primer Sínodo puede ser una oportunidad para devolver la esperanza a muchos de los que desean una Iglesia distinta, cercana al pueblo y a sus necesidades, participativa, con menos normas excluyentes y que contemple a los colectivos tradicionalmente excluidos y marginados, Natalia Quintana tiene 43 años, nació, creció y formó su familia en la villa 21-24 de Barracas, donde se encuentra la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé y en el Sínodo está representando a la Pastoral de Villas y Barrios Populares. “El Sínodo, nos permite compartir nuestras experiencias de fe y de comunidad”, comparte Natalia. Desde los barrios populares abre un horizonte de comunión junto a otras pastorales donde nos vamos conociendo y nutriendo al compartir el cómo vivimos esa fe que nos transmitieron nuestros mayores, desde nuestras raíces. Nuestros barrios tienen un acervo cultural muy importante dónde la diversidad nos enrique-
ce por medio de la fe y nos hace ser una “Comunidad de Comunidades”. El tema de la escucha estuvo presente de manera protagónica durante la segunda sesión donde se abordó el capítulo 2 “Caminamos juntos en el amor de los sufrientes y los más pobres buscando la justicia”. En nuestros barrios esa escucha se pone en práctica continuamente con actos concretos de solidaridad de nuestros vecinos y vecinas, que están al servicio del más frágil dónde se acompaña la vida como viene”. También recalca Natalia que mucho de las propuestas del documento de trabajo ya se ven reflejadas en la vida de los barrios populares y en sus comunidades parroquiales: “son situaciones que atravesamos en el día a día, ya lo estamos viviendo. En las villas hay una apertura de nuestra iglesia, nadie queda excluido, todos trabajamos por amor al prójimo desde nuestra fe y en base a eso, nacen todos los grupos que hoy tiene la Parroquia” y agrega “por ejemplo, una compañera del círculo menor que pertenece al barrio de Constitución, tienen problemáticas muy similares a las nuestras y buscan la forma de ver y replicar en su parroquia, lo que se hace en la villa 21”. El padre Pablo Molero, sinodal por la Comisión de Personas con Discapacidad afirma que el Sínodo se vive como una gran oportunidad de encuentro con todas las personas que partici-
pan, y también como una manera de hacer presente la realidad de las personas con discapacidad, su situación y necesidades desde la experiencia propia. “Es
El Espíritu nos quiere llevar a pensar como Dios piensa, a escuchar lo que Él escucha de la realidad. una ocasión de poder dejar plasmada esta realidad, que es parte de la Ciudad de Buenos Aires en el documento final, que este refleje en sus distintos capítulos y propuestas la realidad de las personas con discapacidad y sus necesidades”. La Iglesia tiene que tener un
corazón abierto para que las personas puedan incluirse”, nos comparte el padre Molero; “y esta inclusión implica no solamente que ellas reciban todos los dones de Dios sino también ser protagonistas del crecimiento de la Iglesia con su palabra, con sus perspectivas y anuncien a otros a Jesús. Hay niños con discapacidad, jóvenes con discapacidad, mayores con discapacidad, esposos con discapacidad, consagrados con discapacidad, personas con discapacidad que van la escuela, que trabajan, que están enfermas, que buscan a Jesús, que reciben los dones de Dios para dar a otros, etc.; esta realidad es transversal a todas las tareas de la Iglesia. No es una responsabilidad solamente de la Comisión para las Personas con Discapacidad. Esta busca promover que la comunidad cristiana caiga en cuenta de lo recién dicho, sin bien hoy asume actividades concretas y para muchos ella es la que sabe”. Su reflexión mirando hacia adelante es que si bien
5
no saldrán del Sínodo camredes de contención para Como iglesia corremos el bios profundos, sí se pueden cualquier persona que se anunciar, “pero eso va a ve- riesgo de estar ubicados o acerque a una Iglesia católinir después”, concluye “en el ca, a un santuario, a un mosituados en lo que hemos ido trabajo de todos los días dónvimiento, a una capilla. Que de llevar este pensamiento y construyendo, pero el Señor podamos articularnos para que las comunidades abran siempre nos desubica, nos saca poder ofrecer a nuestros su corazón a esta mirada de de nuestra situación de confort. hermanos un cuidado inteinclusión. Y no es cuestión de gral. Que realmente todos hacer solamente cosas para podamos sentirnos que teta desde los diversos rincones estas personas, sino que hay de la Iglesia y para que se me- nemos un lugar en esta gran faque recibirlas, escucharlas y jore nuestro trato hacia ellos, milia y que somos importantes. que sean uno más entre todos, con su voz, con su pensamiento, con sus decisiones, con sus preguntas. De aquí viene el cambio, de caminar juntos todos... sino seguiremos pensando por ellas, decidiendo por ellas, diciendo quiénes son”. Camila Robledo Ullúa es sinodal por el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) de la Compañía de Jesús, y junto a otras miembros de la pastoral mi- empatizando y compartiendo el El Sínodo va a generar cambios grante representar justamente camino”. profundos si nosotros los poa las personas migrantes y refuEn lo personal, concluye Ca- nemos en marcha. Dios precisa giadas. Coinicide en esta visión mila espero que de este sínodo de nuestro sí, de nuestro amén, del sínodo como una oportuni- no salga solo un documento de nuestro hágase. Somos nosodad para la pastoral. “Una opor- más que quede en el rincón tros los que debemos replicar lo tunidad para visibilizar lo que como un lindo recuerdo sino vivido en el Sínodo y mantener muchos hermanos y hermanas que se lleven a cabo actividades siempre una actitud sinodal en migrantes tienen que atravesar, y mejoras concretas, sobre todo nuestras comunidades para popara que se conozca la respues- que sepamos mejorar nuestras der ver los cambios.
6
Comisión de Niñez y Adolescencia
l a i s e l c E a e l b sam
La A
e ib r a c l e y a in t a l de América
“La Asamblea Eclesial tiene algo de novedad y algo que hunde sus raíces en el caminar de la Iglesia Latinoamericana y del Caribe”, nos recordaba el Secretario General del consejo, Mons. Jorge Lozano, Arzobispo de San Juan. Según Lozano la Asamblea Eclesial es algo que forma parte de la Iglesia del continente desde sus inicios –pensando en los Concilios de Lima- pero también es un espíritu que se está generando en los últimos años como procesos de asamblea en algunas conferencias episcopales y diócesis. Esta Asamblea es continental y está formada por distintas vocaciones: serán unos mil asambleístas los que participen entre obispos, sacerdotes, diáconos, religiosas, religiosos, laicos y laicas. La gran mayoría participará de manera virtual, y en la Sede de la Conferencia Episcopal Mexicana, serán alrededor de 50 personas quienes lo harán en forma presencial los días 21 al 28 de noviembre.
El camino hacia la Asamblea fue un itinerario espiritual que comenzó con el Proceso de Escucha donde han participado casi 70 mil personas, de las cuales más de la mitad han sido mujeres. Los aportes que surgieron a partir de este proceso se volcaron en el documento para el discernimiento que se trabajará a partir del día 21. El Proceso de Escucha, como espacio de consulta y diálogo colectivo se desarrolló a través de actividades comunitarias y contribuciones individuales mediante el sitio web
de la Asamblea Eclesial, donde se compartió también el Documento para el Camino, en el que se profundizan algunos aspectos de la realidad que nos interpela y la experiencia de Aparecida. En el Documento para el Camino se amplían los fundamentos teológicos, históricos, bíblicos a la luz de diversos documentos de la Iglesia Universal como de las Conferencias de Obispos de América Latina y el Caribe. Este Proceso de Escucha que duró hasta mediados del mes de julio será el hilo conductor de todo el proceso de discernimiento durante la Asamblea. Debemos escuchar atentamente los gritos de los más pobres, de los descartados y olvidados y de la madre tierra. Además, cada Conferencia Episcopal conformó una comisión nacional para promover la participación de todo el pueblo de Dios, participando también en la animación de este proceso las diferentes redes e Instituciones pastorales latinoamericanas. La Asamblea es una oportunidad para responder a los nuevos desafíos para la Iglesia de América Latina y el Caribe y hacer realidad el mandato
7
del Vaticano II, donde todos somos llamados a asumir el compromiso de anunciar el Reino, creando experiencias que se van convirtiendo en presencia del Espíritu Santo, que sigue soplando con fuerza para generar nuevos caminos. Es al ritmo del Espíritu que nuestro Dios, el Dios del Pueblo, se abre paso por la histo-
ria. Es al ritmo del Espíritu como se configura el rostro de la Iglesia. El domingo 21 de noviembre con la Eucaristía de inauguración en la Basílica de Guadalupe dará comienzo la Asamblea que a lo largo de los días trabajara en grupos las distintas reflexiones propuestas: “La centralidad de Jesucristo y su Palabra en nuestra acción pastoral”; “La conversión pastoral integral y los cuatro sueños proféticos”; “La Iglesia
8
en salida misionera” y “Sinodalidad del Pueblo de Dios: testimonios”. “El camino de la Asamblea Eclesial”; “Raíces culturales de América Latina y el Caribe” y “De la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe hacia el Sínodo de la sinodalidad” son los paneles más destacados que se desarrollarán en estos intensivos días de trabajo. No cabe duda que esta Asamblea es una iniciativa eclesial inédita, un período para presentar propuestas restauradoras y regeneradoras. Tam-
bién es la oportunidad de ser puentes para que todos los miembros de la Iglesia participen en este amplio camino de construcción, diálogo y escucha, en este proceso que comenzó con pre asambleas y continuará en post asambleas regionales. Mauricio López, coordinador del Comité de Escucha de la Asamblea Eclesial ha expresado que “Lo asambleario en la Iglesia es inherente a su identidad, pero este tipo de encuentro nunca se había dado así. Se habla de una primera Asamblea, para seguir proyectando hacia adelante. Como no hay precedente, vamos caminando juntos y lo hacemos teniendo en cuenta el contexto actual”. Que esta Asamblea sea una expresión genuina de una presencia que acoja las esperanzas y anhelos de todas las personas que conforman la Iglesia, Pueblo de Dios, especialmente en este tiempo de profunda crisis, una verdadera celebración de nuestra identidad eclesial al servicio de la vida.
Mirta Jauregui Licenciada en teología pastoral
a n u , D A NAVID ventana a la esperanza
El año 2021 se nos presentó como un año de muchas crisis, el Covid 19 no se fue y parece que tiene ganas de seguir quedándose, así como otras pandemias por las que estamos pagando altos costos humanos, que nos hacen perder el sentido de la hermandad humana, como son el hambre, el desempleo, los muros que se siguen levantando entre hermanos y hermanas, la agresividad social en los dispositivos móviles y tendencias a homogeneizar el mundo para beneficio de la especulación financiera y la expo-
que aporta y ofrece el Señor de la Vida, desde la fragilidad y vulnerabilidad en el pesebre de Belén. Hablar de esperar hoy, tiene una connotación contraria a nuestra cultura, vivimos en una sociedad en la que todo fluye muy rápidamente. Sin embargo, esperar es parte de la vida, pertenece al proceso de peregrinar durante el cual, si nos lo permitimos, somos capaces de desear y soñar. El deseo es lo que nos empuja hacia metas y nos ilumina; si logramos imaginar que podemos alcanzar aquello
liación, entre otras.1 Lo importante es que esos nubarrones no nos hagan perder de vista que aún hay muchos hombres y mujeres que comprendieron que nadie se salva solo (Cf. FT 54) y brillan como estrellas en la oscuridad para guiarnos con su luz hacia la Luz por antonomasia, la de Jesús, el Hijo de Dios y de María, que puso su Morada entre nosotros (Cf. Jn 1,14). Así surge el pleno sentido de mirar con esperanza la Luz
que deseamos, entonces estamos hablando de esperanza. De este modo, ¡qué bueno es tener motivos para esperar! Por eso, esperamos al amado/a para ofrecerle nuestro corazón, esperamos que la promesa del encuentro se cumpla, esperamos la llegada de la Navidad, del Emmanuel, «el Dios con nosotros» (Cf. Mt 1,22-23). En Navidad Dios se manifiesta cumpliendo su promesa, que es la fuente de nuestra espe-
ranza, su amor por nosotros/as no descansa, Él se hace pequeño, uno de nosotros y viene a acontecer en nuestra historia. En Jesús, Dios ha decidido de una vez y para siempre asumir la condición humana, con todas sus consecuencias. Dios ya no es Alguien que desconoce nuestra vida sino que se ha puesto en nuestro lugar. Dios ha querido ser nuestro hermano, pertenecer a la familia humana y preocuparse por esta humanidad que comparte desde el momento de la encarnación. La esperanza que viene a nosotros en la persona de Jesucristo (Cf. Rom 15,13), es la parresía de saber mirar más allá de nuestras comodidades y seguridades,2 para abrirnos a la novedad del otro/a, que deja de ser un extraño para ser hermano/a. En el nacimiento de Jesús descubrimos que Dios se hace prójimo y viene a ofrecernos la esperanza de un mundo más humano. Es el designio de Dios que desea que rebasemos de esperanza, que junto al salmista cantemos: «Cambiaste mi luto en danza, me desataste el sayal y me ceñiste de fiesta.» (Sal 30,12). La encarnación es la lógica de un encuentro que nos desborda, porque «tu Verdad ilumina nuestras sombras, desmonta nuestros engaños y despierta la esperanza» (J. María Olaizola, Mentiras). Desde el pesebre de Belén, Jesús, Hijo de Dios, nos revela el misterio del amor del Padre, que es nuestro Padre y nos ama.3 Esta revelación manifiesta la grandeza de nuestra
9
vocación, la de ser hijos e hijas de Dios. «Cristo, Hijo eterno de Dios, está en una íntima comunión con el Padre y, en su condición humana, vive también esta relación filial con el Padre»4. Todos los seres humanos estamos llamados a la comunión íntima con el Padre, en Cristo, por el Espíritu Santo. Pero hay más aún, como expresara Juan Pablo I, Dios no solamente es Padre sino Madre, que no quiere nuestro mal, sino sólo quiere hacernos el bien.5 Al describir la figura maternal de Sión, el profeta Isaías nos revela a Dios diciéndonos que se comportará como una madre que amamanta (Cf. Is 66, 10-14).6 Recordemos que en el acto de amamantar se crea un vínculo afectivo de amor materno-filial muy íntimo, que le brinda al bebé seguridad y confianza frente al mundo que lo rodea. De esta vocación filial, que se nos ha ofrecido por pura gratuidad, llena de ternura y compasión, brota nuestra confianza en Dios, y así le encomendamos nuestros miedos, dudas, angustias, soledades. Esta misteriosa relación íntima de ser hijos e hijas, nos pone en familiaridad con los demás seres humanos, forja un vínculo de hermandad, de amor y de mutua intercomunicación. Todos/as somos porta-
10
dores/as de la misma dignidad como fruto de participar de esta filiación adoptiva. La invocación a Dios como Padre-Madre arraiga en el llamado a ser hijos e hijas, lo que nos abre a la hermandad universal, al compromiso y la compasión por todos/as, en especial los más pequeños de los hermanos/as (Cf. FT 194), como expresa Mt 25,40: “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”. Los más pequeños de los hermanos son todos, cristianos o no, profundamente amados por Dios, quien nos impulsa también a nosotros/as a amarlos (Cf. Jn 15,12.17). En ellos encontramos a nuestros vecinos, parientes, compañeros de trabajo, quienes están en situación de calle, migrantes, quienes profesan otras religiones, quienes están enfer-
mos, los que están bajo efectos de la droga, los que están en las cárceles, los que están sin trabajo, los más pobres y débiles, entre quienes se hallan mujeres y hombres, niños, ancianos cuyos rostros no conocemos. Pero la hermandad no sólo se da entre individuos, sino también entre pueblos a los que hemos de respetar como hermanos a quienes amamos.7 El «Dios con nosotros» del pesebre, nos lanza a un «estar con» el hermano/a, a compartir su vulnerabilidad, para entrar con él/ella en la experiencia de debilidad e incertidumbre. El simplemente «estar con» permite abrir la ventana a la esperanza, redirigir la mirada a nuevos sueños.8 Pero, la Navidad no es solo un periodo del año para celebrar, sino la manifestación del proyecto de Dios, Padre-Madre, sobre la humanidad, su sueño de filiación para nosotros/as y un nuevo modo «de estar con» los hermanos/as. Depende de todos/ as y cada uno/a que cada día del año sea Navidad para abrir la ventana a la esperanza.
“De esperanza en esperanza, de pesebre en pesebre, todavía hay Navidad.” (Pedro Casaldáliga)
NOTAS: 1 - Cf. FT 29. 33. 37. 44. 52. 189. 2 - Cf. FT 55 3 - Cf. Lucio Gera, El Misterio del hombre a la luz del misterio de Cristo, Conferencia dada en el Teatro Gral. San Martín el 25 de agosto de 1995. 4 - Ibíd 5 - Juan Pablo I, Ángelus, 10 de septiembre de 1978 Cf. Virginia Azcuy, Curso de Teologías feministas en el Diplomado de Teología Contemporánea, Santiago, Chile, 2021. 6 - Cf. Lucio Gera, Dios es Luz, María es Luz, Meditación al finalizar la Misa del 12/12/1996 en el Santuario de San Cayetano. 7 - Cf. Henri Nouwen, La compasión en la vida cotidiana, Buenos Aires, 2006 8 - Cf. Henri Nouwen, La compasión en la vida cotidiana, Buenos Aires, 2006
Claudia Cabrera Periodista - Parroquia Cristo Obrero - Villa 31
Capellán: VISITA,
PRESENCIA y ESCUCHA El Padre Ramiro Pizarro, es capellán del Hospital de Clínicas José de San Martín y es uno de los 50 sacerdotes que son capellanes de los hospitales y sanatorios de la ciudad. Debido al Covid 19 su presencia y trabajo fueron aun más fervientes en la atención pastoral de los pacientes, sus familiares y los agentes de salud, y los nuevos protocolos de acompañamiento para el final de la vida. El presbítero Ramiro, hace 17 años que es Capellán, comenzó en el Hospital Pirovano, paso por los Hospitales: General de Agudos Dr. Teodoro Álvarez y Hospital General de Agudos Carlos G. Durand Expresó que la tarea más importante de un capellán es la VISITA, LA PRESENCIA y la ESCUCHA: “Visitar las distintas salas, los distintos servicios, ver que se necesita para estar al lado del paciente pero a su vez también con la familia”, aclara, “sin olvidarse del personal del hospital ya que los hospitales públicos suelen tener muchos empleados y es un momento evangelizador fundamental con la gente de enfermería, con los médicos, con los resi-
escucharlos, dialogar; después de un tiempo piden bendiciones, “hay personas que se acercan a donar rosarios, los bendecimos y los damos a los pacientes”. Los pasos son sim-
El Evangelio siempre muestra a Jesús cercano a los enfermos, la Iglesia siempre tuvo presente en los hospitales y los distintos lugares en los que éramos necesarios. dentes que son los que más están, los jóvenes, con todas las especialidades, nutricionistas limpieza, mantenimiento, todos”. Asegura que es importante ir conociendo a las personas para generar el vínculo y saber que pueden necesitar, “muchas veces terminás haciendo amigos, e incluso bautizando a los hijos”. Asegura que la tarea fundamental es acercarse al paciente para que pueda tomar conciencia, “si es creyente que sepa que Jesús lo está acompañando en este momento difícil, que no está solo” la tarea también implica a la familia, y el personal,
ples: lo primero es presentarse, escuchar, y saber como están, “yo trato de pasar tres veces por semana a las salas, voy a las guardias y a las terapias intensivas y a unidad coronaria todos los días”. Y la conversación se va generando incluso con personas de otras religiones o no creyentes, y aclara, tristemente que ese número, si bien no es grande, va aumentando. El padre Ramiro recuerda: “cuando yo era seminarista en el Hospital Durand hace treinta años era raro encontrarse con un No creyente” ahora existe un porcentaje importante.
11
Uno tiene que recordar al enfermo que Jesús lo está acompañando, que no está solo, procurar que viva con más esperanza, procurar las cosas prácticas, si está solo, si es indigente si está en situación de calle, gestionar el contacto con servicio social”. Además del trabajo en el Hospital de Clínicas, Coordina la Pastoral Hospitalaria, tratando de que no falten capellanes y voluntarios para trabajar en equipo y coordinar mejor con las parroquias; todas tienen una Pastoral de la Salud porque todos tienen Ministros de la Comunión que van a ver a los enfermos y visitan geriátricos, y es importante que se formen para colaborar. Asegura que en la actualidad hay poca presencia de religiosas, “al inicio todos los hospitales tenían sacerdotes y religiosas ahora eso fue cambiando. Y ellas manejaban todo, intervenían, trabajaban, eran una ayuda para los enfermeros y la atención de los pacientes era diferente. Hoy por hoy todo recae sobre los enfermeros que tienen dos o tres trabajos con lo que implica ser enfermero o residente, están tan cansados que se quedan dormidos duermen tres o cuatro horas por día. Es muy exigente y poco reconocido. También es un buen momento para que se vuelva a valorar la salud y todo el trabajo que hace el personal de salud, que siempre están bastante mal remunerados y con pocos insumos”, alertó el Capellán. “Mi papá era médico y él siempre
12
decía que en este país la salud pública siempre iba a ir de mal en peor porque es lo que más plata necesita y lo que menos votos da”, recordó. Por eso, pidió que este sea “un momento para volver a valorar algo tan maravilloso como es el trabajo con los enfermos y todo el esfuerzo y el trabajo de tantísima gente que entrega su vida a diario trabajando muchísimas horas, con muy pocos recursos y, en la gran mayoría de los casos, también con muy poco sueldo”. La pandemia también permitió abrirnos los ojos en este sentido, en valorar al personal de salud que fueron los primeros en dar batalla a esta enfermedad que arrasaba a su camino. El tema de los voluntariados es fundamental, el año pasado no se pudo trabajar con ellos por la situación del Covid, y esa ausencia se notó, los voluntariados ayudaban tanto en conseguir ropa, como en contactar con asistentes sociales y una de las tareas fundamentales que era el darles de comer a los pacientes, escuchar, mantener un contacto con las familias que si viven lejos no pueden acercarse al hospital. Si bien la primera tarea es anunciar a Cristo, se busca darle un seguimiento
y cuidado integral al paciente, generar un contexto, atender con el mismo cariño y pasión a todos más allá de las religiones, con los católicos se genera otra charla porque en algunos casos toman la comunión, o piden la Unción de los Enfermos, y con los demás compartir una oración, un saludo, lo importante es que si es creyente sepa que Cristo esta acompañándolo, y eso le de esperanza, que se sienta acompañado. Faltan voluntarios, y nos esforzamos para preparar al voluntariado, pastoral de la salud, cuidados paliativos, espiritualidad, para que tengan más herramientas.
La situación de los hospitales en Pandemia Varía según el hospital, en el de Clínicas el padre cuenta: “pude ingresar sin problemas incluso en salas Covid, con todo el protocolo”, al principio, por el nivel de desconcierto, no había voluntariados presenciales pero seguían colaborando de forma telefónica, consiguiendo recursos, principalmente ropa e higiene. En algunos hospitales se lograban comunicarse con el paciente, a través de los teléfonos celulares porque entrar y salir era mucho tiempo, la ropa, los dos pares de guantes, los camisolines... Era necesario ESTAR porque todos los pacientes estaban muy solos por el aislamiento que la misma enfermedad requiere para evitar el contagio. Entraban dos veces por día. Sobre todo al principio, la in-
certidumbre, los adultos mayores no entendían, los enfermeros les daban la comida, pero sentían que se morían solos, que sus familias no estaban. Los mayores sino veían a nadie se sentían abandonados por eso era importante buscar las formas para acompañarlos, ya sea con fotos, o a través de los teléfonos celulares. Un señor mayor, de ochenta años se preguntaba por la familia, ¿por qué no iban a verlo? Les costaba entender la situación, y la angustia y tristeza muchas veces repercutía en la salud. Expresa que “hubo una falla en esto, a veces las personas se dejaban morir por la soledad que sentían, hubo una deshumanización” En este sentido recordó a los Sanatorio Matter Dei y Muñiz quienes fueron los primeros que permitieron entrar a las familias, “al menos uno que ingrese con todos los recaudos necesarios, eso le hacía mucho bien”. Era un bien a las familias y al paciente para que puedan acompañar o despedir que sea algo más amable, amoroso y en muchos casos, los que no estaban tan críticos, mejoraron mucho más rápido. Por miedo al contagio se cortó el vínculo humano que no puede faltar, aunque sea mínimo, uno, el hijo la hija tenían que estar. Por miedo por desco-
nocimiento incluso en algunas salas de hospitales aún no se permite el ingreso de familia. La Iglesia estuvo, puso el cuerpo, pero sin el voluntariado no es lo mismo, incluso a las religiosas tampoco las dejaron entrar; si se consiguieron muchos insumos, recursos pero la presencia era y es importante. En los momentos más críticos en el hospital de Clínicas llegó haber doscientos positivos en el día y en terapia llegaron haber cuarenta y cinco casos graves. En su rol de coordinador asegura que “con el tiempo se va notando la falta de vocaciones, todavía está cubierto, en el interior no hay tantos capellanes full time, son párrocos van al hospital por unas horas pero no pueden estar plenamente en un solo lugar”. Recuerda el peor momento de la pandemia, “fue cuando me contagié, más
de la mitad del personal estaba contagiado, parecía que se desbordaba la situación” y sumado a eso el número de personas que se moría aumentaba”. Actualmente la situación de la pandemia fue mejorando pero surgen nuevos temas, “No se entendió a los paciente que tenían otras patologías, o seguían tratamientos, cuando volvían los pacientes oncológicos en muchos casos venían para morir, ese claramente fue un error”. El día a día es un trabajo en equipo, no se puede trabajar solo, en el hospital de Clínicas no eran solo religiosos, eran alumnos de la UBA, voluntarios, se generó un grupo de trabajo para los cuidados paliativos, que se traduce en cuidado integral con la presencia de todas las especialidades, se trabaja con la familia y con el contexto del paciente. “En los momentos de desesperanza uno suele sentirse solo es por eso que es importante la presencia de todas las personas que recuerdan que Dios siempre acompaña, y retomando las palabras del Papa Francisco Nadie se salva solo. En estos tiempos en los que la fe y la esperanza son fundamentales, testimonios de entrega como el del padre Ramiro son fundamentales para ir preparando el corazón para un nuevo nacimiento del niño Jesús.
13
Unión de Clubes Parroquiales N UNIO
DE CLUBES PARROQUIALE S
Todos pertenecemos a una gran familia
Los clubes parroquiales en los barrios populares nacieron para cuidar la vida. Para no dejar a nadie afuera, para hacernos cargo de los que nadie estaba pudiendo cuidar. Para ser presencia de Jesús en los rincones más oscuros de nuestros barrios a través de una pelota, de un entrenamiento, de una canchita, y porque no también de una guitarra, un bombo, una orquesta, un baile… Y en la vida de nuestros clubes una parte fundamental es festejar. Los festejos son los espacios de encuentro comunitario. Los festejos ante campeonatos logrados o perdidos, o ante cumpleaños o aniversarios, así como las grandes fiestas de fin de año. Son esos días donde se puede respirar la pre-
14
sencia del Reino de Aquél que nos amó primero. Es por eso que el último sábado de octubre se vistió de fiesta. Teníamos muchos motivos para vivir una fiesta como la que vivimos, acompañados con un sol radiante que nos hacía sentir un verano precoz y con la expectativa de juntarnos varios de los clubes de la UCP (Unión de Clubes Parroquiales), nos encontramos para compartir todo el día en el Encuentro Cultural de Clubes bajo el lema Fe, Vida y Esperanza en la localidad de la Matanza. Pensado en un principio como algo pequeño, más familiar, quizás por el ser el primero, elegimos como lugar del encuentro el Polideportivo Papa Francisco, que pertenece
a la joven Parroquia San José y que nos recibió con los brazos abiertos y con una comunidad que se puso al servicio y estuvo presente en cada momento para lo que se necesitara. A la presencia y participación de once Clubes, la mayoría de La Matanza, junto con algunos de CABA, San Juan Bosco de la Cárcova y la escuela de música de Caacupé, se sumó ese día gente de Cáritas Nacional, de la SENNAF, de la editorial Santa María, de la Comisión Arquidiocesana de Niñez y Adolescencia y por supuesto los profes del equipo de coordinación de la UCP. “Cada familia tiene que quedarse con esa foto, la de una mamá, un papá viendo a sus hijos como hoy, en este lugar, donde ya no somos espectado-
de la radio. Por la mañana la propuesta fue de distintos talleres: dibujo libre, acrobacia en tela, crochet, canto, folclore, danza paraguaya,
Si podemos hacer que un chico salga de la esquina y esté todo el día en la parroquia estamos ganando.
res viendo como se divierten los demás chicos de otros clubes, nosotros somos los protagonistas, para eso nacieron los clubes en nuestras parroquias, en nuestros barrios”, afirmaba Gustavo García, del equipo de la Voz de San José, que era uno de los animadores junto con otros integrantes del equipo
zumba, percusión y danza afroperuana, donde los chicos y chicas podían ir rotando y participando en más de uno. También durante la mañana se hizo entrega a los diferentes profes que estaban presentes de algunos ejemplares del libro: El Club de mi barrio, enseñar jugando. Escuela de valores. Herramienta didáctica para líderes comunitarios; segundo de la colección El Club de mi barrio, colección que comenzó con el Catecismo Deportivo escrito por el padre Damián Reynoso. Este segundo libro recopilado por el profe Juan Manuel Gauna, del Club San Juan Bosco, fue pensado para la forma-
ción de jóvenes líderes desde la realidad de sus territorios, con propuestas creativas desde lo didáctico y pedagógico cuenta con experiencias a nivel nacional en más ocho provincias. En el extenso predio de la parroquia donde además del Polideportivo funcionan otros espacios, donde miraras había una pequeña muestra de lo que se vivía. Estaban los que practicaban tela o danzas en el tinglado, mientras la música se mezclaba con los tambores de percusión que se escuchaban un poco más lejos. Se veían también muchas mamás acompañando a los profes. Los barrios se confunden. Somos todos parte de la misma familia. Adentro, además de las infaltables banderas y escudos, armamos al lado del escenario, un altarcito con nuestras imágenes, nuestra madre la Virgen, nuestros santos, los que nos marcan y acompañan el camino cada día. La fiesta continúa, se pre-
15
para el almuerzo a cargo de la cooperativa del Hogar de Cristo que está dando sus primeros pasos en este emprendimiento, y se comparte entre todos. Mientras el mago atrae a grandes y a chicos y los convoca para empezar la muestra de la tarde, donde cada Club ha
preparado con perseverancia y mucho esfuerzo cada número que se presenta. En acrobacia en tela y piso, presentaron los Clubes San Roque González, San José, Madre del Pueblo, Angelelli y San José Obrero; Danzas, que incluyó desde Folclore tradicional hasta ritmo urbano y zumba, pasando por danzas paraguayas y afroperuanas, tuvo sus presentaciones de la mano de los Clubes San Juan Bosco, Madre del Pueblo, San Alberto Magno, Virgen del Carmen, San Jorge, San Roque González, San José y Angelelli. Y también contamos con varios números de música: orquesta, banda, canto, percu-
16
sión y guitarras donde los protagonistas fueron los Clubes San José, San Alberto Magno, el CAVI y la escuela de música de Caacupé. “Es un día feliz” nos compartía Camila, de 13 años del Club
San Roque González que hace acrobacia en tela; y como ella en palabras, muchos de los rostros con los ojos brillantes y las son¬risas luminosas expresaban lo mismo. Fue una emoción a flor de
piel ver a cada niño, niña, joven e incluso adultos: papás, mamás, abuelos, que también son parte del Club y de las actividades que cada comunidad propone, como disfrutaron toda la jornada. Porque a los campeonatos y las ligas que ya
están presentes y tienen una fuerza propia que las moviliza ahora le sumamos un desafío más, el Encuentro Cultural de Clubes, el primero de muchos seguramente, donde compartimos muchas de las propuestas artísticas y culturales que llenan de color y de vida a nuestras comunidades. Nuestros Clubes saben vivir el espíritu de “la Iglesia en salida” que nos inspira el Papa Francisco. Son un refugio sano para mu¬chos niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Son un lugar donde uno pertenece. Es eso: somos parte de algo más grande. Hay futuro en nuestros barrios.
Hernán Reyes Alcaide Corresponsal en el Vaticano
, o c s i c n a Fr D A D I N R E T A paz y FR
e d O N I R G E R PE
en
a p o r u E e d n ó z a r o c el
El Papa volvió a tender puentes ecuménicos e interreligiosos durante su visita a Budapest y Eslovaquia, en las que llegó a las periferias concretas y aseguró que “marginar a las personas no resuelve nada”. Desde “el corazón de Europa”, como él mismo definió a la capital húngara Budapest y a Eslovaquia, el Papa se convirtió entre el 12 y el 15 de septiembre en un peregrino de paz y fraternidad para todo el mundo. Visiblemente recuperado tras la operación de colon a la que se había sometido el 4 de julio, Francisco hizo carne los llamados a la fraternidad universal con los que insiste en forma particular desde la publicación de la encíclica Fratelli tutti en octubre de 2020 y se reunió con comunidades judías de Hungría y Eslovaquia; así como con representantes de confesiones cristianas no católicas. Es la continuación, también, del espíritu del Documento por la Fraternidad que firmó en febre-
ro de 2019 con el gran Imán de Al-Azhar, una de las máximas autoridades musulmanas del mundo. El primer día de la gira fue una visita de siete horas a Budapest, a donde llegó para clausurar el 52 Congreso Eucarístico Internacional, pidió “apagar la mecha” del antisemitismo en Europa y convocó a los líderes cristianos del país a practicar un cristianismo
“sin encerrarse” y que abra sus brazos “hacia todos”. Tras pronunciar el tradicional Ángelus dominical desde la Plaza de los Héroes de la capital húngara, el Papa convocó a Hungría, liderada por sectores antiinmigración, “a mantener firmes las raíces, pero sin encerrarse”. “El sentimiento religioso es la savia de esta nación, tan unida a sus raíces. Pero la cruz, plantada en la tierra, además de invitarnos a enraizarnos bien, eleva y extiende sus brazos hacia todos”, agregó el Papa en esa dirección, convocando a un cristianismo de acogida. El primer ministro húngaro, Viktor Orban, suele ser noti-
17
18
cia por su rechazo a la llegada de inmigrantes al país. En su saludo final en suelo húngaro, antes de partir hacia Eslovaquia, el Papa llamó en esa línea “a recurrir a las fuentes, abriéndose a los sedientos de nuestro tiempo”. Como expresa desde su histórico viaje a la isla italiana de Lampedusa de julio de 2013, los “sedientos” son, entre otros, los inmigrantes, los descartados y los abandonados por el sistema actual.
tisemitismo, el Papa convocó a los líderes religiosos a mantener los vínculos y el diálogo entre los diferentes credos presentes en Hungría: “Quisiera retomar con ustedes la evocadora imagen del Puente de las Cadenas, que une las dos partes de esta ciudad. No las funde en una, pero las mantiene unidas. Así deben ser los vínculos entre nosotros”, les dijo. “Debemos estar atentos y rezar para que no se repita. Y
co pidió que el cristianismo no se transforme en “un símbolo político”, en un fuerte mensaje con el que buscó trascender las fronteras del país. “No reduzcamos la cruz a un objeto de devoción, mucho menos a un símbolo político, a un signo de importancia religiosa y social”, pidió el pontífice al celebrar en Presov, en el este del país, la Divina Liturgia con el rito bizantino, una celebración típica de una de las
En el primer discurso de su gira, ese mismo día, Francisco había mostrado otra vez su sensibilidad en el diálogo con la comunidad judía y pidió “apagar la mecha” del antisemitismo en Europa, al encabezar un encuentro ecuménico e interreligioso. “Pienso en la amenaza del antisemitismo, que todavía serpentea en Europa y en otros lugares. Es una mecha que hay que apagar y la mejor forma de desactivarla es trabajar en positivo juntos, es promover la fraternidad”, reclamó Jorge Bergoglio desde el Museo de las Bellas Artes de la capital húngara. Además del rechazo al an-
comprometernos a promover juntos una educación para la fraternidad, para que los brotes de odio que quieren destruirla no prevalezcan”, agregó. “Ustedes, judíos y cristianos, desean ver en el otro ya no un extraño, sino un amigo; ya no un adversario, sino un hermano”, les dijo. En Eslovaquia, donde durante tres noches hizo “base” en la capital Bratislava para dirigirse a otros puntos del país, el Papa renovó los puentes ecuménicos e interreligiosos que construyó en Budapest y agregó una emotiva visita a la comunidad gitana más grande de Europa. En una de sus intervenciones desde Eslovaquia, Francis-
ramas del catolicismo más presentes a nivel local. Luego, en una histórica visita al distrito gitano más grande de Europa, el pontífice se mostró cercano a la comunidad, y sus palabras a los gitanos eslovacos bien valen para cada persona discriminada en el mundo actual en el que reina la cultura del descarte. Fue así que, en medio del colorido gitano de Kosice, la segunda ciudad del país, el Papa planteó que “marginar a las personas no resuelve nada” y criticó los “estereotipos discriminatorios” que sufren sus habitantes, antes de advertir que nadie puede dejarlos “fuera de la Iglesia”.
“Queridos hermanos y hermanas, demasiadas veces han sido objeto de preconceptos y de juicios despiadados, de estereotipos discriminatorios, de palabras y gestos difamatorios”, planteó el pontífice en el distrito Lunik IX, de Kosice, la segunda ciudad más grande de Eslovaquia. “De esta manera todos nos hemos vuelto más pobres, pobres de humanidad. Lo que necesitamos es recuperar dignidad y pasar de los prejuicios al diálogo, de las cerrazones a la integración”, agregó Jorge Bergoglio en su visita, inédita para un Papa, al considerado centro gitano más grande de Europa, en el que viven cerca de 4.000 personas, incluidos 800 niños. “Juicios y prejuicios sólo aumentan las distancias. Conflictos y palabras fuertes no ayudan. Marginar a las personas no resuelve nada”, insistió el Papa, que en 2019 ya se había reunido con representantes gitanos durante su viaje a Rumania. Cerca del 8% de los 5,5 millones de habitantes de Eslovaquia son de origen gitano,
según cifras oficiales, aunque sus indicadores sociales son peores que los del resto del país. El día 15 por la mañana, en su última misa en Eslovaquia, Francisco pidió a los cristianos que estén abiertos al diálogo y la soli-
daridad “No se trata de ser hostiles al mundo, sino signos de contradicción en el mundo”, planteó el pontífice ante la multitud que participó de la misa celebrada en el santuario de
Sastin, a 70 kilómetros de la capital Bratislava. En su homilía, el Papa pidió así “cristianos que saben mostrar con su vida la belleza del Evangelio, que son tejedores de diálogo allí donde las posiciones se endurecen, que hacen resplandecer la vida fraterna allí donde a menudo en la sociedad hay división y hostilidad, que difunden el buen perfume de la acogida y de la solidaridad allí donde los egoísmos personales y colectivos predominan con frecuencia, que protegen y cuidan la vida donde reinan lógicas de muerte”.
FM 107.1 Radio Pan y Trabajo @fmpanytrabajo Av. Rivadavia 413 Piso 5 CP Tel: 54-11-4342-3237
19
Padre Toto de Vedia Párroco de Virgen de los Milagros de Caacupé - Villa 21/24 - Barracas
o g r a l e d ¿Pasaro hacernos cargo? 14º Misa en solidaridad con las víctimas de Trata y
El día para la Misa en contra del trabajo esclavo no se elige al azar. El 23 de septiembre es el Día internacional contra la Explotación Sexual y la trata de Mujeres, niñas y niños, ya que en esa fecha del año 1913 se promulgó en nuestro país la primera ley en el mundo contra la prostitución infantil, redactada e impulsada por el diputado socialista Alfredo Palacios. Este año cayó jueves y decidimos reunirnos una vez más para celebrar la 14° Misa en solidaridad con las víctimas de trata y tráfico de personas en Plaza Constitución. No es casual el lugar. Como Iglesia, queremos hacer lo que hizo Jesús, siempre acercándose a donde está la gente, especialmente en los espacios públicos. Constitución también, como muchos otros lugares, es una zona de trasbordo donde circula gente que va y viene buscando trabajo digno, salud y una vida mejor. Como Pompeya, Retiro, Chacarita y tantos otros cruces de caminos, Constitución estalla de gente por la tarde, igual que al amanecer. En medio de todo
20
Tráfico de personas
esto, una imagen gigante de la Virgen de Luján mira a sus hijas e hijos que, apurados algunos, con paso lento otros, deteniéndose y rezando varios, se sienten abrazados por una madre que llora porque hay hijos de su Patria que sufren esclavitud, explotación e indiferencia. La madre de tantos olvidados que Dios no olvida quiso reunir una vez más a religiosas, sacerdotes, cartoneros, militantes, costureros, vecinas y grupos que, año tras año, organizan la Misa “Por una sociedad sin esclavos ni excluidos”. Lo hacen en el marco de la Carpa Misionera de plaza Constitución, que desde el año 2007 levantan periódicamente laicos y curas de los barrios de Barracas y la Boca con la convicción de que la Iglesia debe
estar en la calle acompañando la vida de la gente. Esta Misa es también expresión del compromiso de tantas hermanas y hermanos que acompañan a quienes sufren trabajo esclavo. Es positivo el encuentro entre gente de las parroquias vecinas, la Comisión Arquidiocesana de Migraciones, el Movimiento de Trabajadores Excluidos, las Hermanas de Puerta Abierta, la Red Kawsay, los Curas Villeros, el Hogar de Cristo, la agrupación La Alameda y varios vecinos y vecinas que están convencidos de que, trabajando mancomunadamente por la inclusión, se combate la trata de persona. Es la Iglesia que se anima a salir de sus edificios, de sus seguridades, y se lanza a dialogar
con el mundo, a estar en un lu- exclusión o de inclusión, según no del Evangelio necesitó del gar donde no manda sino que nos hagamos cargo del dolor o posadero para asistir al herido. acompaña, no controla sino pasemos de largo. Sostuvo que Por eso, necesitamos de una que busca servir, no condena muchos somos muy sensibles comunidad que se organice sino que se hace cargo del caído a nuestros derechos individua- para cuidar la fragilidad de los y se organiza para ayudar a le- les, pero debemos ampliar la más humildes. Porque Pueblo vantarse y sosteneres una comunidad se. Es la Iglesia que que camina junta y Debemos pasar de “una economía de la bendice más que quiere que nadie trata a una basada en la dignidad en la que no sermonear, saluda quede al borde del más que poner re- se debatan “las prioridades de los últimos”. camino. quisitos y comparte Luego de la hola vida más que dirigir. milía, le tocó hablar a los Iban llegando los sadiferentes grupos organizacerdotes mezclados con el dores. Cada uno de ellos, con Pueblo de Dios, bendicienpalabras y gestos, compartió do, escuchando y saludansu compromiso sostenido a do. Se acercaron vecinos favor de la inclusión y contra comunes, militantes de los el trabajo esclavo. Luego de diferentes grupos y comula Misa, compartimos un rico nidades de las parroquias. guiso preparado por algunos Había banderas, cámaras de los grupos que estuvieron de televisión, gente senen la organización. El saludo cilla, dirigentes sociales y el encuentro fraterno nos y un ambiente de Iglesia alentaron a seguir unidos en cercana y misionera. la lucha por una sociedad “sin Con ese clima, comenesclavos ni excluidos”. zamos la Misa. La música De allí que el año que viesentida, el abrigo humano y la causa común crearon un clima especial de comunidad, súplica, denuncia y compromiso. En la homilía el obispo Gustavo Carrara invitó a no acostumbrarnos a la realidad de tantos descartados y excluidos y a darnos cuenta que la esclavitud sigue existiendo. También nos dijo que la pandemia agudizó la exclusión y la trata de personas, que hoy tiene nuevas formas y diferentes rostros. mirada y atender el clamor de ne, para la 15° Misa contra la Hay nuevas tecnologías para los esclavos y excluidos. Se ne- trata, haremos la feria de la seducir, engañar y traficar a las cesita que las clases dirigentes Inclusión en la Plaza Constitupersonas. Por eso, dijo el obispo y políticas tengan prioridades ción para que todo grupo que villero, debemos pasar de una por los últimos, que se voten quiera integrarse comparta y economía de la trata de per- leyes y se decidan presupuestos ponga en común sus experiensonas a una economía del cui- para acompañar, cuidar y ayu- cias de compromiso por la indado de las personas. Los pro- dar a que se pongan de pie las clusión, porque el caldo de culyectos económicos, políticos, víctimas de trata. Finalmente, tivo para el trabajo esclavo es sociales y religiosos serán de expresó que el buen samarita- la exclusión.
21
Claudia Cabrera Periodista - Parroquia Cristo Obrero - Villa 31
El Pueblo peregrino camina, confía, avanza, tiene fe
22
“Madre del Pueblo, te pedimos por la salud y el trabajo”. Así rezaba el lema de la 47° Peregrinación Juvenil a Luján que se realizó el 2 y 3 de octubre. El año pasado la pandemia del coronavirus impidió que se celebrara la tradicional peregrinación a la Catedral de Luján. Este año si bien el Covid sigue vigente, con las restricciones más flexibles y el avance del plan de vacunación, se pudo
parroquia de San Cayetano, en Liniers, y se extendió unos 60 por la Patria”. La peregrinación kilómetros aproximadamente es vivida de un modo muy perhasta la Basílica. La Comisión sonal y cada uno tiene alguna Arquidiocesana de Piedad Po- razón particular, nace del corapular, encargada de organizar zón, no se trata de una camiel evento explicó que si bien lo La peregrinación a la Basílica fundamental es de Luján si bien es conocida la fe, también se le sumaban los como juvenil, convoca a miles de protocolos y a lo personas de todas las edades para largo del camino pedir y agradecer a la Virgen María.
volver a la caminata presencial, también se pudo seguir de modo virtual en las redes sociales y en la web (www.peregrinacionlujan.org.ar) La recorrida comenzó en la
se fueron respetando todas las normas higiénicas y sanitarias anti-Covid. La primera peregrinación juvenil, fue en 1975, bajo el lema “La juventud peregrina a Luján
nata, es un compromiso que el pueblo peregrino, creyente y religioso asume con María, Virgen de Luján, desde hace muchos años, por las intenciones de uno y unidos rogando siem-
pre por el bien común. Es el caso de Fernando Marcone, un joven abogado de 33 años, cuenta que hace 15 años peregrina a la casa de La Virgen, sin embargo expresa que esta fue particular: “Fui con la Parroquia San Juan Bosco, y esta vez me tocó ir como uno más, a diferencia de otros “Lujanes” en los que estaba como animador, igual más allá de eso noté un Luján distinto atravesado por la pandemia, por las distintas adversidades económicas que vive el país. En ese sentido se veía un caminar tranquilo silencioso de meditación, oración, de Fe popular de que estamos unos para los otros.” Por su parte Federico Veliz, un joven profesor del barrio de Mataderos, comentó que le sorprendió la cantidad de personas: en su caso fue su novena caminata, “vi muchos jóvenes, incluso adolescentes que era la primera vez que caminaban porque el año pasado no pudieron hacerlo, y los jóvenes con su frescura y sus ganas contagian, son vitales, motivan. En el caso de Gisela Quintana, ya no recuerda hace cuantos años camina, está convencida que pasaron más de diez. Y asegura que todas fueron especiales, y esta lo es mucho más: “tengo el corazón lleno de sentimientos”, recuerda que el año 2020 fue muy difícil, “y las pérdidas dolieron y duelen mucho” En su caso se sumó a la Parroquia Cristo Obrero del Barrio Padre Carlos Mugica (ex
Villa 31), salieron a las nueve de la mañana del barrio, luego de una misa emotiva y motivadora, y al llegar a Liniers se juntaron con el resto de las villas de la Ciudad y Gran Buenos Aires para peregrinar juntas. Federico decidió ir por cuarta vez solo, si bien hace muchos años que se suma a la peregrinación, los últimos decidió hacerlo “a su tiempo, a su ritmo”. Expresa que a pesar del contexto, los protocolos correspondientes al Covid no sintió un ambiente de miedo. “Fue una peregrinación muy linda, me encontré conmigo, si bien fui solo nunca sentí soledad, tuve momentos de oración, de encuentro”. A lo largo de la caminata suelen surgir diversas emociones y si bien el escenario era el mismo de todos los años, los
barbijos hacían de esta peregrinación una muy particular, miradas cómplices, ojos que aprendieron a reír, emocionarse y llorar, algo que la pandemia no pudo tapar. Los últimos tramos suelen ser los más gratificantes y a su vez los más difíciles, cada paso es valorado porque nos acerca a la casa de Nuestra Madre, a la que tantas veces lloramos, imploramos, agradecemos y extrañábamos tanto que la felicidad se transforma en lágrimas de emoción al ver su imagen en el altar. Sentirse cobijados y protegidos bajo su manto. Al llegar, se olvidan las ampollas, los dolores, las medias y zapatillas mojadas por la lluvia, el frío; por un minuto solo se trata de sentir eso que nos impulsó a caminar y que dejamos a los pies de la Virgen y nos sentimos acompañados y abrazados porque todos los que están ahí tienen la misma fe, el mismo amor y al ser compartida se expande y en estos tiempos estos momentos nos
23
invitan a preparar el corazón para la Navidad, llenos de fe y esperanza. Gisela recuerda que siempre llora al acercarse, y que su familia solía irla a buscar, incluso su papá viajaba desde Pergamino a la Basílica para verla a ella y compartir juntos la misa central, este año la pandemia no lo permitió pero sabe que pronto volverán a compartir estos momentos. Los protocolos y los pedidos de sugerencias fueron puntuales, uso de tapabocas, salir en distintos horarios, mantener distancia, el manejo de los alimentos, incluso la idea de comenzar en otras estaciones que no sea Liniers, como ser Merlo o Moreno, para no generar la acumulación de personas y esto en gran medida sucedió ya que era notoria
la suma de personales en las estaciones de tren. Si bien el Santuario permaneció abierto, todas las actividades: misas, confesiones y bendiciones se realizaron en la plaza Manuel Belgrano, frente a la basílica de Luján. El domingo 3, el Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Mario Poli presidió la
24
Staff . director . Adrián Pablo Bennardis . asesor . Gustavo Carrara . secretaria de redacción . Florencia Laje . colaboradores . Claudia Cabrera Gustavo García
misa central de las 7hs. A las 6.45 del domingo, llegó la imagen de la Virgen a Luján. Y al igual que todos los años fue especial e incluso particular. “La emoción y el corazón se sentían en el aire” así lo recuerda Fernando, y agrega: “Voy hace 14,15 años; para mí lo lindo de este Luján fue el encuentro uno a uno que se fue dando en el camino. Yo en particular conocí a dos jóvenes, una pareja que caminaban hacia Luján después de haber pasado un año muy difícil durante la pandemia, y en ese camino fuimos reflexionando muchas cosas, la vida, y como Luján representaba de cierta manera ese paso de la vida, ese transitar de la vida que nos toca, y que eso que nos toca siempre es acompañado por Dios”. Y claramente esta sensación era acompañada por el clima, a lo largo del día sábado hubo lluvias, sol, frío, calor y nuevamente lluvias, la vida en cierta manera nos invita a caminar y transitar por distintos escenarios y nada mejor que hacerlo acompañado de cientos de hermanos y hermanas que demuestran y comparten la fe con todos los que están a su lado, en definitiva nadie camina solo.
. agradecemos la colaboración de . Mario Aurelio Poli Toto de Vedia Facundo Buils Pablo Molero Natalia Quintana Camila Robledo Ullúa Mirta Jauregui Ramiro Pizarro Hernán Reyes Alcaide Maduque Baya Casal Marcelo Orlich . propietario . Arzobispado de Bs. As. Av. Escalada 2858 - Capital cadenya@pastoralfamiliar.org.ar www.pastoralfamiliar.org.ar En caso de reproducción total o parcial de las notas que aparecen en esta revista, citar la fuente. Registro de la propiedad Intelectual N° 5164821 Queda hecho el depósito que dicta la ley N°11.723. . diseño gráfico . Florencia Laje . impresión . Gráfica Pittelli Chivilcoy -Prov. de Bs. As.
transformar la mirada y el
corazón
Comunicarnos busca ser espejo de tantas realidades injustas de las que son víctimas nuestros niños, niñas y adolescentes. Deseamos hacernos eco de la presencia de la Iglesia comprometida con transformar la mirada y el corazón, una Iglesia que es familia y abraza amorosamente a todos sus hijos.
Revista bimestral Suscripción anual
$1000
Contactanos: WhatsApp: 15-3574-6742 comunicarnos@pastoralfamiliar.org.ar Niñez y Adolescencia Arzobispado Bs As @comision.ninez.y.adolescencia
(consultar el costo por envío al interior)