El mago de oz y los fenomenos atmosfericos

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Dorothy, era una niña de 5 años que vivía en la ciudad de Kansas. Un día al despertarse, bajó de su habitación como cada mañana a la planta de abajo

para desayunar con sus tíos y jugar con perrito Totó. Esa mañana, sus tíos no estaban en la cocina como era de costumbre y al salir al jardín para buscarles con su perro Totó, se dio cuenta que no estaban en Kansas, estaba en el País de Oz y recordó que sus amigos León, Hombre de Hojalata y Espantapájaros podían acompañarla hasta el Mago que le indicaría el camino de vuelta a casa.


Al encontrarles y explicarles lo que le pasaba, los 3 amigos decidieron acompañarla y así, le pedirían ayuda al Mago para que el León encontrarse el valor que había perdido, el Espantapájaros el cerebro que no tenía y el Hombre de Hojalata el corazón que le faltaba.


Al Hombre de Hojalata le encantaba viajar y se conocía el país de Oz de memoria. Les contó que si seguían el camino de las baldosas amarillas encontrarían la casa del Mago sin pérdida. El Espantapájaros, que trabajaba cuidando un huerto recolectó las verduras y hortalizas más frescas que encontró para que no pasasen hambre.

Y el León, que era muy previsor había consultado el tiempo con su amiga la Luna y les dijo que vivirían casi

todos los fenómenos atmosféricos.


Dorothy estaba encantada de tener unos amigos así. Se encontraba segura y feliz de haberlos conocido. De está forma, los 4 amigos iniciaron el camino de las baldosas amarillas con la ilusión de poder conseguir sus sueños gracias a los consejos y sabiduría del Mago.


MARTA

El camino comenzaba subiendo una colina y desde lo alto, divisaron un cielo negro que vislumbraba tormenta. Sintieron un poco de miedo pero se dieron la mano para estar cerca y conseguir que el valor no se desvaneciese. Al poco tiempo se encontraban bajo unas nubes cargadas de agua. Y de repente comenzó a llover como nunca habían visto. lluvia


MARTA

Observaron los relámpagos en el horizonte y se estremecieron al escuchar el estruendo de los truenos. Dorothy les pidió que mirasen hacia arriba para sentir la lluvia sobre la cara. ¡Al fin y al cabo es sólo agua! Exclamó. truenos


granizo

PAULA

La lluvia se hizo intensa y se transformó en granizo. El granizo son bolitas de hielo que podían hacer daño a los viajeros. Al Hombre de Hojalata que era de metal y por tanto, muy duro se le ocurrió protegerles.


Los amigos se colocaron bajo los brazos y cuerpo del Hombre de hojalata y esperaron con paciencia a que la nube se fuese. Dorothy, les contó el cuento que le contaban sus tíos cada noche y así la espera fue más divertida.


Al atardecer, se levantó la niebla. La niebla son diminutas gotas de agua que se mantienen como si fuesen humo. La niebla era tan densa que no dejaba ver el camino a los 4 caminantes. Decidieron hacer un alto y comer algo para recuperar las fuerzas. El Espantapájaros hizo una estupenda cena.

PAULA


Tras la lluvia, el granizo y la niebla, llegó el frio y con el frio la nieve. Nunca antes había nevado en el País de Oz. Dorothy les contó que la nieve eran cristales de hielo que se agrupaban en copos. Les explico, que vistos al microscopio se observaban una formas preciosas.

MARTA


Los 3 amigos atendían sus explicaciones en silencio y maravillados del fenómeno. Dorothy les pidió ayuda para hacer un muñeco de nieve y pronto acabaron tirándose unos a otros bolas de nieve. Acabaron todos empapados de nieve y temblando de frio. Todos menos el espantapájaros que no era capaz de sentirlo al no tener cerebro.


CARLOS Una vez secos y sin frio, reemprenden la marcha hacia la ciudad Esmeralda. Al salir del bosque se encuentran con un viento tan fuerte que sopla como un huracán. Con gran esfuerzo, daban pasos que les acercaban a su destino.

huracán


tornado

CARLOS La malvada bruja del Oeste que estaba cerca, al verles convierte en viento fuerte en un tornado que los arrastra a todos lejos del camino de las baldosas amarillas. Eso no era un problema. El Hombre de Hojalata se conocía perfectamente el país de Oz y guiaría a la compañía sin problema.


CARLOS

Cerca de la ciudad esmeralda, el calor se hizo presente. El León y el Espantapájaros agradecieron ese sol tan radiante y lo tomaron por un tiempo. Observaron que la tierra estaba muy seca. Ahí no había llovido en mucho tiempo.


PAULA Al regresar donde les había nevado, se dieron cuenta que el lago estaba helado y que había carámbanos por todas partes. ¡Menuda helada habría caído esa noche! comentó el Hombre de Hojalata a Totó mientras Dorothy patinaba .


Arcoíris

MARTA Al día siguiente, divisaron a lo lejos la ciudad Esmeralda. Estaba coronada por un inmenso y precioso arcoíris que protegía la ciudad. Los 4 amigos y Totó se abrazaron de alegría. Lo habían conseguido entre todos. El trabajo en equipo había funcionado.


Ahora el Mago les ayudaría a cada uno. Dorothy podría volver con sus tíos, el León encontraría su valor, el Hombre Hojalata tendría su corazón y el Espantapájaros podría sentir y pensar al estrenar su cerebro.


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