10 minute read

Obteniendo respuestas a preguntas mientras transformamos la realidad

Esta sesión la llamo así… como dice mas arriba.

Es una sesión en la cual un facilitador en curso me acompaña. No hice pregunta. No traje tema. Solo me acompaña a recorrer el viaje.

Advertisement

Siempre surge un tema en el recorrido, el tema por el cual te surge “el llamado” a viajar.

Te lo comparto.

Fue acompañado por Andrés Nicolás

Viotto y se realizó en su examen con fecha: 20.03.2023

Me veo adentro de una caja, como si fuera un baúl, está oscuro, como si estuviera metida adentro de la oscuridad de ese baúl. Está oscuro y frío. Soy como un punto de consciencia en ese interior. Es un baúl como si fuera de manera, madera balsa, con tapa. La tapa está cerrada pero no está sellada.

El baúl tiene de alto como unos 50 cm, de ancho 50 cm también y de largo 1 metro. No es muy grande, es chiquita. Y está puesta en una habitación, como en un altillo de una casa.

O sea que no solo tomas conciencia desde dentro sino que también desde fuera…

Si, desde fuera puedo observar donde está la caja. Puedo ponerme en un punto observador y veo esa caja metida en ese altillo de esa casa. Es una casa abandonada. Como si estuviera en la torre de esa casa abandonada.

Bueno, entonces ¿tenés conciencia también por fuera?

Si, puedo elegir dónde poner el foco en la escena.

Bueno, vamos a ir por partes. La caja por fuera ¿la ves de algún color?

Madera, madera balsa.

¿Algún elemento más, alrededor de la caja?

No, esta vacío el espacio... Como si se hubieran dejado esa caja escondida ahí, oculta, o guardada ahí.

Y el altillo, decís que lo ves como en de una casa abandonada…

Si, como que no puedo salir. No puedo salir más de esa habitación. Como que me doy cuenta que es una torre como en una casa…(Silencio)

Te resuena de algún…..

Sí. Sí… tengo… tengo… ¡Sé dónde es! Es en mi casa de acá de Nuñez.. que tiene así, como que… ¡Sí! ¡Es eso! Y ese lugar esta como, como cerrado… Pero no hay una caja de madera en la vida real. Claro… es como que estoy viendo otra realidad. Se ve que esa caja de madera es como energética. Está puesta ahí. Y sé exactamente donde está puesta… quedó como ahí, como en una esquina.

Ahora me veo subiendo por una escalera. Me veo como yo, otra imagen de yo subiendo por la escalera, en astral. Como que voy subiendo en astral, voy subiendo por la escalera… como si la caja estuviera en astral... no está en el mundo concreto.

Y ahora llegué, y levanté la tapa de la caja. Y cuando levanté la tapa de la caja salió toda esa oscuridad de ahí adentro. Y como que esa oscuridad de ahí adentro ahora empieza a tomar forma.

¿Qué forma?

Formas... Diferentes formas... Como de sombras, como de formas, como de pequeñas luces… había luces escondidas ahí adentro del baúl, también. Entonces estoy como yo parada y todas están ahí. Todas empiezan a aparecer... y cada una tiene como un… primero todas me agradecen que las haya sacado del baúl, y cuando todas salen, el baúl desaparece. Lo que pasa es que ahora están todas ahí… (risas). ¡Están todas las sombras ahí arriba!

Esas sombras están ahí ¿para qué?

Sí, yo lo que voy a hacer ahora… es una tarea personal. No voy a sacar mis sombras delante de todos ustedes… Entonces lo que voy a hacer es dejar sellada esta habitación, para volver. Voy a volver a ver a cada una de esas sombras que están ahí escondidas, voy a volver yo sola para hablar con ellas. Ellas me agradecen. Ahora tienen como un cajón. El cajón es un poco más grande. Pero bueno. Ya voy a volver a darle lugar a una por una. Por ahora las voy a dejar ahí en la torre, pero ya voy a volver.

¿Qué pasa ahora?

Salí. Salí de ahí… Estoy como en el techo de esa casa. Soy como ese ser largo blanco alto… como mirando, estoy mirando todos los alrededores. Como si pudiera darle una vista a toda la ciudad de Buenos Aires desde ahí.

¿Esa es tu casa en Nuñez?

Sí, mi casa en Nuñez.

¿Y ¿cómo se ve?

Se ve todo. Se ven los edificios allá, se ve todo. Es como el mediodía, como si fuera ahora. Puedo escuchar. Yo estoy en otro nivel, como en astral. Veo movimientos acá, veo la china del supermercado de la vuelta, las vías del tren (risas). Se ve todo, se ve todo de acá. Como si no me pudiera mover de ahí, como si estoy ahí en ese techo observando todo.

¿Estás por algo ahí?, ¿queres ver algo en especial?

Parece que hasta que no saque las oscuridades que están ahí y las tome una por una, no puedo salir de ahí. Como si estuviera ahí como una antena, diciendo “este territorio es mío”. “Tengo acá mis monstruos y mis sombras, entonces que nadie se acerque ” … Claro... le estoy haciendo el aguante a todo esto que esta acá adentro. Mientras tanto vigilo a ver qué pasa por acá. Como si fuera un faro. Y en ese faro voy mirando lo que pasa, y voy diciendo “acá pasa tal cosa, acá pasa tal cosa, acá pasa tal cosa… ” para que todo eso que pasa “ sea visto”.

Bien. ¿Hay algún peligro de que pase algo?

No, no, no, no No hay peligro es solo como una observación Como que esa observación también me está dando información.

¿Sí?

Sí… De la zona, de lo que sucede. Como que ese lugar es un lugar clave. Como que da información de la zona. Por eso estoy ahí como faro todavía observando. Como que las sombras esas que están ahí son mi responsabilidad porque son las cosas mías que tengo que limpiar, que tengo guardaditas ahí.

Como “acá esta mi tesorito que tengo que venir a trabajar”. Pero también como que estar parada ahí en esa cúpula como observando me da como una visión de acontecimientos de la zona. Como que es un lugar estratégico. Es un lugar estratégico energéticamente para que observe.

Esta casa queda ubicada a dos cuadras de la Escuela de Mecánica de la Armada que tiene una historia bastante singular para la Argentina.

Además queda a 5 cuadras de la Avenida General Paz que divide la capital de la provincia.

En medio de las avenidas

Cabildo y Libertador. La zona ha sido modificada por el código de edificación urbana y no pueden construirse edificios porque es una “ zona cuidada”.

Muy bien, muy bien... Estratégico ¿por qué?

Porque cuenta lo que sucede en la zona. Desde ahí yo puedo levantar un poco la vista y ver. La Avenida General Paz. Además de ver la General Paz veo por acá toda la otra parte… veo el río, todo el río, y veo como se une allá con La Capital y como va para La Plata… veo como de ahí puedo ver toda La Capital, como que estoy en un rincón del cual veo toda La Capital y veo como se proyecta todo Buenos Aires y como si allá para la Panamericana también puedo ver la distribución. Es como un punto estratégico del país… es como que estoy ahí en un punto estratégico de la ciudad y del país. Tremendo.

Veo también el aeropuerto de la ciudad: Aeroparque. Veo el aeropuerto internacional de Ezeiza allá… Es como que es un punto estratégico donde veo todo. Como una antena, ahí hay una antena que ve todo… tremendo… ¡nunca voy a poder vender esa casa! Hasta que se vea lo que hay que ver. Ahora lo comprendo.

Es importante ese punto de vista ¿cierto?

Es una antena, ahí hay una antena... AHÍ HAY UNA ANTENA, eso es.

Muy bien…

Que no puedo salir de ahí, eso es, tengo localizada mi energía ahí, es una antena. Que es una antena… ¡Ah! Además me doy cuenta que el número de la casa es 4302.. Que es un 432…

¡Es una antena que vibra a cuatro tres dos (432!

Esa frecuencia… ya veo…

Sí... Entonces es como una antena que equilibra. Nosotros creemos que venimos al planeta Tierra a hacer cosas concretas del mundo, pero venimos a hacer cosas de otro nivel, también. Entonces que me deje de elaborar ideas de venta de la casa porque esa, es una vibración que, por ahora, no puede salir de ahí… (Suspira)

Claro… sí, esa frecuencia está y… y está

Y ahí está… y de ahí emana y de ahí mueve y de ahí observa y de ahí comparte y de ahí… como ahí es donde está anclado ese corazón de la primera conexión (la que hizo el compañero que rindió examen antes que él) que desde ahí expande. Ese es el faro del que expande esa vibración así que ahí tiene que estar y ahí está.

Claro. Ni pensarlo que no esté.

No... Ahí está, eso es y por eso está ahí. Está bien que así sea.

¡Muy bien!

Lo que pasa es que ahí como... está bien yo lo comprendo, pero... Dice que en esta antena, como hay capas y niveles, en la capa más baja, hacemos constelaciones, entonces eso limpia. Limpia el nivel físico. En la capa del medio por ahora no hay nadie, pero en la capa de arriba, tengo todos los monstruos.

Que vaya a limpiar esos monstruos, porque eso ensucia la antena.

Esto es lo que está para mostrar hoy. Dice que hasta acá llegó lo que está para mostrar hoy.

Una pregunta te voy a hacer. Esa frecuencia ¿afecta a los que están por debajo de esa capa?

Todo. Todo. Todo. Todo. Todo afecta todo.

¿Afecta todo?

Todo. No hay forma de separar una vibración de la otra, todas están conectadas, entonces todas se mueven y se interconectan.

Y para ser afectados por esa frecuencia ¿hay algo que hacer o simplemente te llega?

Simplemente te llega. Depende la distancia, a cada uno le llega, la distancia y la potencia y el atractor que cada uno sea le llega más fuerte o más despacio, o con más potencia o menos potencia. Que yo me tengo que ocupar de la pureza de esta capa, de esta vertical. Porque esa es mi función en ese lugar, la vibración y la pureza de esa capa.

¿Sabes si hay más antenas de esas?

Sí. Si, hay un montón. Hay un montón, hay un montón, hay un montón.

¿A vos te ocupa limpiar esa?

Esto es mío, esto es mi responsabilidad y acá estoy.

¿Ya sabes cómo limpiarla?

Lo de abajo ya se está acomodando, lo de arriba voy a tener que dormir a veces en ese lugar para establecer esa apertura de ese corazón, y si me tengo que ocupar de la capa de arriba pero esa es tarea que tengo que hacer yo.

Fin de la conexión.

A los 3 días, solita hice un campo cuántico (otra técnica que utilizamos para conectar con lo que somos) y me comuniqué con todas y cada una de esas sombras para acompañarlas y acompañarme a integrar lo que nos une. Dice la frase: “ no nos une el amor sino el espanto”. Desde que hago esta tarea he comprendido que todo nos une y nada nos separa mas que la muerte (real o simbólica) y los desequilibrios energéticos entre las víctimas y los victimarios. Y que esos dos factores pueden ser integrados en nosotros para recuperar la luz que se ha perdido en el agujero de la división.

Con cada grupo de formaacción y entrenamiento de Conexión Cuántica hacemos conexiones de práctica en conjunto (mas de dos). Les toca acompañarme a mí para ir practicando la técnica. Cuando entro en conexión lo hago sin tema para hacer mas compleja la práctica y poder obtener mayores beneficios de la experimentación.

En esta práctica entré sin saber a dónde iba ni para qué. Ahí se mostró el tema que me ocupa en estos momentos. La venta de esa casa.

Ahí se mostró todo.

Eso hacemos con estas técnicas.

Lo que es interesante comentar es la situación que se vivía en la zona antes de esta conexión y en qué derivó esto después.

La casa es en una esquina. En frente está la vía del tren y hay un espacio de tierra entre la vía y la calle con cerco, alambrado y vegetación descuidada. Hace un año y medio que no vivo en la casa. Ha estado vacía desde entonces.

La zona entre la vía y la calle estaba ocupada por gente que vivía ahí. La ochava de mi casa, del lado de afuera, era dormitorio de hombres que ocupaban el espacio de la vereda con colchones viejos, cartones y demás, como si esa esquina y esa zona fuera un refugio improvisado cotidiano.

El día 1 de marzo comencé a hacer constelaciones en la casa. Ha derivado en un centro de encuentro para talleres de constelación. Ese día, cuando llegué, había fiesta en la vía. Habían improvisado una parrilla callejera y se encontraban en medio de la reunión familiar, en la calle. Incluso la madre le gritaba a su hijo ¡Eliel! Vení acá.

Hay infinitos nombres para llamar a los hijos, pero la señora le puso el nombre ¡Eliel! y lo gritaba a los cuatro vientos en mi presencia. Tengo una larga historia con ese nombre, que no viene al caso… o a la casa… aunque sí, a lo mejor viene justo a la casa… pero por ahora la voy a callar. Ya será momento de hablar de esto, también.

Ese día, miércoles 1 de Marzo de 2023, comenzamos con las constelaciones.

El miércoles siguiente, 8 de Marzo de 2023, otra vez estaban ahí. No la familia. Solo los hombres con los niños. Ahí seguía Eliel. Había comida en la casa, galletas y demás. Salí para dársela al niño. Y continuamos con el evento a medida que la gente llegaba.

El miércoles siguiente, 15 de Marzo de 2023, (nací un día Miércoles) ya no estaban. Nunca mas volvieron a aparecer.

Donde antes había un suburbio callejero habitado por humanos sin hogar, a partir del día 22 de Marzo comenzó la transformación hasta convertirse en el paraíso que podes ver hoy.

Esta conexión fue realizada el 20 de Marzo. No había tomado nota de esta situación hasta hoy que te lo cuento. Pero así son las conexiones y sus compañeras, las constelaciones.

Lo transforman todo. Todo.

Gracias. A todos. En todas las realidades y dimensiones.

This article is from: