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1º de Mayo La clase trabajadora primero. Protejamos los servicios públicos

3 mayo 2020 nº 54 La clase trabajadora primero Protejamos los servicios públicos Plantemos cara 1º mayo

El 1º de Mayo Día Internacional de las Traba- jadoras y los Trabajadores, se conmemora desde 1889 como una jornada reivindicativa del movimiento obrero mundial. Este año, las circunstancias nos obli - gan a renunciar a las tradicionales manifestaciones y actos multitudinarios de hermandad y lucha; lo cual, sin embargo, no impide que sigamo s reivindicando, con más fuerza si es necesario, lo que en derecho nos corresponde: trabajar para vivir con dignidad en una sociedad libre, igualitaria, justa, solidaria e inclusiva.

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2020 es un año que será recordado como el

año de la crisis sanitaria del Covid-19. Una epide - mia que nos arrebató miles de vidas, la mayor parte de las cuales han sido personas mayores; perso - nas de la clase trabajadora que, desde la humildad y en condiciones políticas muy adversas, hicieron un gran esfuerzo y sacrificio para conseguir que las condiciones laborales, sociales y económicas de la clase trabajadora mejoraran de forma sustancial. Y ahora, cuando gozaban de su bien merecido des - canso, el virus se las ha llevado; por lo tanto, y ante todo, nuestro más sincero homenaje a todas ellas.

Asimismo, 2020 también debe ser recordado y grabado a fuego en nuestra memoria colectiva, como el año que dejó al descubierto las falacias y las miserias de la práctica y del discurso de esas minorías fácticas y poderosas, representadas por las élites eco - nómicas y financieras, que amparándose en las teo- rías neoliberales se erigen en garantes del progreso y del bienestar de todos. Falso, absolutamente falso.

En estas circunstancias excepcionales de crisis sa - nitaria, social y económica, hemos podido ser testigos de cómo su solidari - dad pasa por alguna limosna casi insul - tante, por los despi- dos masivos, por los ERTE o por cuestio - nar las medidas de carácter sanitario y social tomadas por los diferentes gobiernos, con un discurso apocalíp - tico y grosero de la derecha más tra - montana española y de otros países que, únicamente, preten - de esconder sus ver- daderos intereses y sus vergüenzas.

La realidad es que en esta crisis sanitaria y so - cial se está superando, porque la sociedad se ha podido sustentar en dos pilares fundamentales: en la acción de los gobiernos y administraciones públicas y en la fuerza del trabajo de la clase tra -

bajadora que ha mantenido en funcionamiento los sectores esenciales, a pesar de no disponer de las mejores condiciones de seguridad para su salud. Dos afirmaciones que nos permiten, hoy, primero de mayo, reivindicar el Estado Social y sus servicios públicos, y hacerlo desde la legitimidad que nos otorga consti - tuir una mayoría social abrumadora e imprescindible.

Esta crisis sanitaria y social también ha de - jado al descubierto cómo las actividades con-

sideradas esenciales son en su mayoría tra- bajos precarios y mal pagados, poco o nada

valorados en el mercado laboral. El trabajo de cuidados, la limpieza, la sanidad, supermerca - dos, agricultura… son trabajos feminizados que se caracterizan por bajos salarios y precariedad.

También esta crisis ha puesto sobre la mesa

la enorme injusticia de aquellas trabajadoras y trabajadores que trabajan sin contrato, ma -

yoritariamente migrantes, su situación se hace especialmente dramática en esta crisis por su especial vulnerabilidad. Exigimos que se reconoz - can sus derechos y su regularización inmediata.

Estas últimas semanas hemos podido ver cómo la

sanidad, la educación, los servicios sociales y los sistemas de protección social públicos, han jugado un papel fundamental para conjugar, en la medida de sus posibilidades, los efectos negativos de la cri -

sis; al tiempo que hemos podido com - probar que décadas de recortes en los servicios públicos como consecuen - cia de las políticas de austericidio han pasado factura, li - mitando su capa- cidad de respuesta y cómo, también, se ha constatado el fracaso de la co - laboración públi- co-privada en la gestión de estos.

Es por ello que, ante la evi - dencia, tene

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