PROGRAMA DE ACTOS Dia 8 de julio a las 21'30h en la iglesia de Tales “El camino de Dios reposa en un corazón desapropiado y abierto a la acogida” 25
• Grupo Karmel de Vila-real • Cor VEUS DE PAU DE TALES • LUÍS GUITARRA, cantautor cristiano y CARMEN SARA, que, en combinación con Luis, serán el gozo de todos con sus bellas canciones y hermosos cuentos. Dia 9 de julio a las 21'30h en la iglesia de Tales “La fraternidad es el reflejo de Dios en la tierra y el sentido pleno de toda persona humana” • JUAN CARLOS PRIETO, que, con su compromiso y buen hacer, nos deleitará con sus canciones de su ilusión por un mundo más justo. • HERMANO GABI, DE ORIHUELA, cantautor de una profunda expresión y vivencia cristianas, que nos contagiará de su experiencia y profunda identificación con Francisco de Asís. • Cor VEUS DE PAU DE Tales. Dia 10 de julio a partir de las 11'00h en la Racò de Sant Francesc “Y el Señor, mirándonos con cariño, vio que todo era bueno” • 11'00 acogida de los hermanos y preparación de la comida. • 13'30 plegaria comunitaria en la capilla del Racó • 14'00 Comida en fraternidad • 16'00 Diversas actuaciones, que serán la alegría y la admiración de todos los hermanos. • 18'30 Eucaristía que tendrá una resonancia especial. Presidida por el Sr. Obispo de nuestra diócesis, concelebrada por nuestros hermanos sacerdotes y cantada por los diversos grupos que han participado en la vida del Racó: Karmel, Emaús, cor VEUS DE PAU de Tales.
Comunidad Racò de St. Francesc Ptda. Benarrai, s/n 12221 TALES (Castellón) Tlf. 964766533 racosfrancesc@hotmail.com
Así celebraremos el final de curso de nuestra parroquia de Tales y los veinticinco años del Racó al servicio de todos los hermanos. Os invitamos a participar de nuestra fiesta y disfrutaremos de vuestra compañía. La comunitat del RACÓ DE ST FRANCESC
La vostra presència enaltirà la nostra festa
FINAL DE CURSO DE LA PARROQUIA DE TALES Y VEINTICINCO AÑOS DEL RACÓ El tiempo, medida humana que, en tantas ocasiones, nos atenaza, en esta ocasión es nuestro aliado de luz y de esperanza. Y aquello, que en aquel tiempo lejano del 6 de Enero del 1986, en ciernes, en pañales, con infinitas dudas e inciertos presagios, empezaba, hoy lo contemplamos radiante y lleno de vida, como testimonio de un camino que Dios ha querido recorrer con nosotros al servicio de los hermanos. El Racó ha cumplido veinticinco años de servicio, acogida y fraternidad bajo los auspicios evangélicos del hermano Y, desde aquel Francisco de Asís. lejano día, en el que con Belén, Dolo, Ximo y algunos jóvenes más hacíamos aquella entrada simbólica y lúdica, pero, en cambio, llena de ilusión, hasta hoy, lo que ha ido sucediéndose han sido aconte- cimientos de personas, gestos, actitudes, que han ido colocando al Racó en el lugar que le corresponde. Siempre quisimos que fuera un lugar de acogida. Es lo que más se ha intensificado. El Racó, hoy, es la casa de quien está en necesidad, de quien añora y desea que su vida siga los cauces evangélicos de la bondad, la paz, el amor y la justicia, renaciendo, desde lo más profundo, al encuentro verdadero con Dios, los hermanos y con todo lo creado. Restaurar la persona no es sólo cuestión de voluntad; es saber respirar el ambiente oportuno en el que, sin evadir dificultades, caminamos con facilidad. El Racó crea facilidad, que es lo mismo que descubrir que mi vida con Dios y los hermanos es mucho más sencilla de lo que me había imaginado. Dios hace posible lo imposible con sólo dar un pequeño paso en la vida. Un paso de apertura
y de disponibilidad. El resto es cosa suya. Y así la sorpresa de nuestra vida es constatar que el milagro divino es real en cada uno de nosotros de una manera ordinaria. El obrar de Dios en nuestra vida siempre es sencillo. El Racó ofrece las posibilidades de Dios en la oscuridad de nuestras imposibles metas y fracasos constantes. Y el hermano sol que alumbra y da esplendor, vuelve radiante el camino de nuestra oscuridad y ceguera.
Todo se da en medio de esa lucha pacífica que el ser hermano comporta. Persona capaz de estar inmersa en todas las profundidades humanas y sólo escuchar el susurro divino que le invita, sin dejar de ser hermano, es decir, el último, a ofrecer el poso de Dios en todas ellas. Es ésta la esencia de la fraternidad: ser el último, el olvidado, y, en cambio, el que está siempre presente, con las manos y el corazón abierto, en medio de todas las debilidades de los demás.
No es algo grande lo que ocurre; es simple y sencillamente que hemos abierto los ojos, antes cerrados, y nos hemos sentido invadidos de luz y de felicidad, sin evadir ninguna de las circunstancias terribles que emponzoñaban y hacían fracasar nuestras vidas.
El Racó, a lo largo de estos veinticinco años, nos ha enseñado a ser para los demás. No es ayudar a los demás, que es importante, es ¡Atención! Ser para los demás. Y, repito, esto nos lo ha enseñado el Racó. Su belleza, su sencillez, su encanto son las notas de un cantar, que encuentran su descanso en el corazón contemplativo. Y la esencia del Racó es ser contemplado y admirar que, en la plenitud de la contemplación, todo encuentra su acomodo, su utilidad y su propia reconciliación.
Es por eso que el Racó es el recinto de la ilusión con toda la fuerza de la realidad; de la concordia, con todos los elementos posibles de división; de la fraternidad, en medio de gritos de individualismo y autosuficiencia; del reposo del amor con cruces y gritos avasalladores de falsas direcciones y falsos y fáciles triunfos momentáneos.
Francisco es el hermano universal, el que, viviendo a Jesús, verdadero camino del olvido de sí mismo, puso a los hermanos en el centro esencial de todos sus deseos, proyectos y preocupaciones. Y así apareció la verdadera fraternidad de Jesús. Es ésta la nuestra, la que nos va a satisfacer, la que nos pide el mundo y la que nos enseña Jesús. Y con todos estos deseos y proyectos ha transcurrido nuestra vida a lo largo de estos veinticinco años del Racó. Y para sintetizarlos todos ellos en unos días os presentamos este programa que se desarrollará a lo largo de los días 8, 9 y 10 de Julio de 2011.
Transcribimos el texto para una mejor lectura y comprensión: FINAL DE CURSO DE LA PARROQUIA DE TALES Y VEINTICINCO AÑOS DEL RACÓ
El tiempo, medida humana que, en tantas ocasiones, nos atenaza, en esta ocasión es nuestro aliado de luz y de esperanza. Y aquello, que en aquel tiempo lejano del 6 de Enero del 1986, en ciernes, en pañales, con infinitas dudas e inciertos presagios, empezaba, hoy lo contemplamos radiante y lleno de vida, como testimonio de un camino que Dios ha querido recorrer con nosotros al servicio de los hermanos. El Racó ha cumplido veinticinco años de servicio, acogida y fraternidad bajo los auspicios evangélicos del hermano Francisco de Asís. Y, desde aquel lejano día, en el que con Belén, Dolo, Ximo y algunos jóvenes más hacíamos aquella entrada simbólica y lúdica, pero, en cambio, llena de ilusión, hasta hoy, lo que ha ido sucediéndose han sido aconte-cimientos de personas, gestos, actitudes, que han ido colocando al Racó en el lugar que le corresponde. Siempre quisimos que fuera un lugar de acogida. Es lo que más se ha intensificado. El Racó, hoy, es la casa de quien está en necesidad, de quien añora y desea que su vida siga los cauces evangélicos de la bondad, la paz, el amor y la justicia, renaciendo, desde lo más profundo, al encuentro verdadero con Dios, los hermanos y con todo lo creado. Restaurar la persona no es sólo cuestión de voluntad; es saber respirar el ambiente oportuno en el que, sin evadir dificultades, caminamos con facilidad.
El Racó crea facilidad, que es lo mismo que descubrir que mi vida con Dios y los hermanos es mucho más sencilla de lo que me había imaginado. Dios hace posible lo imposible con sólo dar un pequeño paso en la vida. Un paso de apertura y de disponibilidad. El resto es cosa suya. Y así la sorpresa de nuestra vida es constatar que el milagro divino es real en cada uno de nosotros de una manera ordinaria. El obrar de Dios en nuestra vida siempre es sencillo. El Racó ofrece las posibilidades de Dios en la oscuridad de nuestras imposibles metas y fracasos constantes. Y el hermano sol que alumbra y da esplendor, vuelve radiante el camino de nuestra oscuridad y ceguera. No es algo grande lo que ocurre; es simple y sencillamente que hemos abierto los ojos, antes cerrados, y nos hemos sentido invadidos de luz y de felicidad, sin evadir ninguna de las circunstancias terribles que emponzoñaban y hacían fracasar nuestras vidas. Es por eso que el Racó es el recinto de la ilusión con toda la fuerza de la realidad; de la concordia, con todos los elementos posibles de división; de la fraternidad, en medio de gritos de individualismo y autosuficiencia; del reposo del amor con cruces y gritos avasalladores de falsas direcciones y falsos y fáciles triunfos momentáneos.
Todo se da en medio de esa lucha pacífica que el ser hermano comporta. Persona capaz de estar inmersa en todas las profundidades humanas y sólo escuchar el susurro divino que le invita, sin dejar de ser hermano, es decir, el último, a ofrecer el poso de Dios en todas ellas. Es ésta la esencia de la fraternidad: ser el último, el olvidado, y, en cambio, el que está siempre presente, con las manos y el corazón abierto, en medio de todas las debilidades de los demás. El Racó, a lo largo de estos veinticinco años, nos ha enseñado a ser para los demás. No es ayudar a los demás, que es importante, es ¡Atención! Ser para los demás. Y, repito, esto nos lo ha enseñado el Racó. Su belleza, su sencillez, su encanto son las notas de un cantar, que encuentran su descanso en el corazón contemplativo. Y la esencia del Racó es ser contemplado y admirar que, en la plenitud de la contemplación, todo encuentra su acomodo, su utilidad y su propia reconciliación. Francisco es el hermano universal, el que, viviendo a Jesús, verdadero camino del olvido de sí mismo, puso a los hermanos en el centro esencial de todos sus deseos, proyectos y preocupaciones. Y así apareció la verdadera fraternidad de Jesús. Es ésta la nuestra, la que nos va a satisfacer, la que nos pide el mundo y la que nos enseña Jesús. Y con todos estos deseos y proyectos ha transcurrido nuestra vida a lo largo de estos veinticinco años del Racó. Y para sintetizarlos todos ellos en unos días os presentamos este programa que se desarrollará a lo largo de los días 8, 9 y 10 de Julio de 2011.