PANORAMA CIENTIFICO. TRIGESIMO ANIVERSARIO DE CONICYT - 1997

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COMISION NACIONAL DE INVESTIGACION CIENTIFICA Y TECNOLOGICA

PANORAMA CIENTIFICO_ VOL.12 Edición Especial

Santiago de Chile

Junio 1997 ISSN 0716 -100X

Trigésimo Aniversario de CONICYT 1997 Discurso pronunciado por el Presidente de CONICYT, Sr. Enrique d'Etigny L., en el Acto Académico del 28 de Mayo en el Edificio Diego Portales


ONICYT

panorama cientĂ­fico

Junio 1997

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CONICYT

Junio 1997

CONICYT: 30 AÑOS Discurso pronunciado por el Presidente de CONICYT, Señor Enrique d'Etigny L., con ocasión de la celebración de] 30 aniversario de la Institución. Mayo 1997

CONICYT cumple treinta años. Esta debería ser, sin lugar a dudas, una ocasión para recordar y celebrar pero, sobre todo, para reflexionar acerca del rol cumplido y del papel que debería jugar una institución como CONICYT en los próximos años. Es evidente que en estos treinta años tanto la institución como el país y la sociedad que la crearon, han cambiado. En esos años la población de Chile era un 60% de la actual; la esperanza de vida al nacer era de 62 años y hoy es de 73 la mortalidad infantil era de 92 por mil nacidos vivos, hoy es de 16, la educación media tenía 1/3 de los alumnos de hoy, la Universidad 1/4 de los estudiantes de la actualidad; los investigadores eran también 1/4 de los de hoy, contados usando criterios menos estrictos que los actuales, y las publicaciones científicas producidas en el período 1965-1969 eran poco más de 1,400 contra 6.700 del último quinquenio. La década del 60 en la que nace CONICYT, es la década de las esperanzas y de las frustraciones. En la que se vislumbra no sólo en Chile sino en 10(10 el inundo, un renacer intelectual en el que la ciencia y la tecnología deberían jugar un rol básico. Es la década del "glorioso entusiasmo" por la ciencia, esa ciencia que iba a ser capaz de solucionar todos los problemas, incluso los políticos y económicos. Estábamos cii medio de la guerra fría. La investigación científica y tecnológica de los países desarrollados, impulsada por las necesidades de la defensa, avanza a saltos espectaculares. El lanzamiento del primer Sputnik inicia una carrera espacial que arrastrará consigo el entusiasmo de los jóvenes y los recursos de los Estados. Es el período en el cual crecen en forma espectacular las matrículas en las áreas científicas y de la ingeniería en Estados panorama científico

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Junio 1997 CONICYT Unidos y Europa y en el que el interés por la investigación como opción de vida se expande por todo el mundo. No se concibe un país moderno sin una preocupación central por la ciencia y la tecnología. Es también la década de la planificación en todos los ámbitos nacionales. Una política científica no podía estar al margen de esta tendencia. En todo el mundo es el período de los grandes planes nacionales para el desarrollo científico y tecnológico. Los organismos internacionales como la OECD inician programas de política científica con las primeras reuniones internacionales de ministros de ciencia. La UNESCO y la OEA ponen en movimiento importantes recursos y esfuerzos para promover, en los países de América Latina, la creación de estructuras nacionales destinadas a planificar y fomentar la incipiente actividad científica y el programa Alianza para el Progreso aporta a su vez recursos y estimula las actividades de investigación, especialmente al interior de las universidades. Este concepto básico de una política científica centrada en la planificación, tenia un claro sentido en la época en la que esta actividad, al menos en Chile, era incipiente, no sólo en cuanto a la cantidad y calidad de la investigación que se llevaba a cabo, sino que además era, por lo general, una actividad de jóvenes. Los primeros esfuerzos por crear en Chile las condiciones básicas para el desarrollo de la investigación, sobretodo al interior de las universidades, datan de fines de la década del 50, cuando se dieta la ley 11 .575, impulsada por don Juan Gómez Millas, que asignaba, a partir de 1956, el 1/2 % de todos los impuestos, directos e indirectos y derechos de aduana, para infraestructura e investigación universitarias y, además, creaba el Consejo de Rectores para la administración y gestión de estos recursos. Cuando se crea CONJCYT, eran ocho las universidades que cobijaban la casi totalidad de la investigación que se realizaba a nivel nacional. Marginadas, gracias a su autonomía, de las actividades de planificación del resto del país, se mantenían sin embargo activas, impulsando la formación de investigadores e iniciando programas en todas las áreas del conocimiento. La creación de CONICYT, impulsada por la comunidad científica de la época, se veía corno panorama científico

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CONICYT Junio 1997 la culminación de un proceso y como una necesidad de asegurar una oportuna planificación de la actividad que permitiera insertar la investigación científica y tecnoiógica en todos los ámbitos del desarrollo nacional. También desde fines de los años 50 se había iniciado la creación, por parte del Estado, de diversos institutos de investigación encargados básicamente, al comienzo, del estudio e investigación de los recursos naturales del país. Más adelante se fundan institutos de investigación destinados a buscar soluciones innovadoras y respuestas tecnológicas a problemas de producción agropecuaria, la industria minera y la manufacturera. Eran éstas las instituciones que creaba el Estado para aportar el conocimiento necesario para el desarrollo del sector productivo nacional. Estaba claro en la época que un país requería dos tipos de investigación científica: la creación de nuevo conocimiento, responsabilidad básica de las universidades y el conocimiento científico conectado con la producción de bienes y servicios, del que debía encargarse el Estado. Esta era en la época, una tendencia mundial, la que en cierta medida se mantiene hasta el día de hoy. La creación de CONICYT coincide también con los inicios de la reforma universitaria. Es en los debates que caracterizaron esta Reforma donde seguramente se plantea la necesidad de llevar a cabo una investigación íntimamente conectada con el desarrollo nacional. En esos años de caos institucional, el inicio de la actividad de fomento de CONTCYT ayuda a conservar la investigación al interior de las universidades y a mejorar su calidad, así como ha asegurar la formación de nuevos investigadores tanto en Chile como en el extranjero. Dichas actividades incluyen el financiamiento de proyectos de investigación mediante concursos públicos, los programas de becas, la creación de infraestructuras de información, y los programas de cooperación internacional. En la década del 70 esta actividad empezaba a consolidarse cuando se produce el cambio de gobierno que por tres años mantendría en una situación de inestabilidad a la universidad, la ciencia y en general al país. En este panorama científico

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CONICYT Junio 1997 período CONICYT se ve privada de sus recursos para fomento y debe disminuir considerablemente su actividad en este ámbito. Con el advenimiento del gobierno militar y la intervención de las universidades se frena el desarrollo científico por diez años. Se producen reducciones importantes tanto en los institutos de investigación del Estado como, muy especialmente, en las universidades. Allí estas reducciones afectan, tanto el número de alumnos, como los programas y a los grupos de investigación, lo que tiene un impacto significativo en la actividad científica y muy especialmente en su desarrollo. Esta realidad, válida para casi la totalidad de las áreas del conocimiento, es especialmente dramática en el caso de las ciencias sociales. En esos años la actividad científica se mantuvo gracias a los esfuerzos de los científicos y a la cohesión de los grupos de trabajo que se mantuvieron en las principales universidades. Cabe destacar también aquí, el apoyo brindado por los países amigos que mantuvieron la cooperación con los investigadores activos, a pesar de no mantener relaciones fluidas de cooperación científica con el gobierno. En esta época, los esfuerzos de CONICYT por preparar e impulsar un Plan Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, si bien logran despertar una vez más la esperanza de la comunidad científica, pasan casi desapercibidos por las autoridades de gobierno, poco interesadas en esta actividad. Habría que esperar hasta la superación de la crisis económica del 82, para ver renacer algunas actividades concretas y significativas en apoyo a la ciencia y la tecnología y la incorporación de nuevos conceptos de política científica en el ámbito nacional. En el intertanto Chile perdió quince años de desarrollo científico tecnológico retrasándose así las incipientes tradiciones sobre actividad científica que CONICYT estaba iniciando a fines de la década del sesenta. La segunda mitad de la década del 80 trae consigo otros dos cambios fundamentales, de profunda incidencia en la actividad científica nacional. El primero es un cambio fundamental en el concepto de política científica. Lo que es importante, a partir de ese momento, no es la preparación de grandes planes nacionales, sino, que la generación de estímulos a la actividad científica panorama científico

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CONICYT Junio 1997 que permitan orientarla de acuerdo con las necesidades, requerimientos y demandas del desarrollo nacional con la rapidez y flexibilidad necesaria. Así, el nuevo Plan Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico producido en 1986, contiene principalmente una serie de propuestas para la creación de instrumentos concretos, entre ellos fondos concursables, para el desarrollo de la actividad. El primero de estos fondos es FONDECYT, cuya creación forma parte de los decretos que contienen las nuevas normas sobre universidades. Otros fondos le seguirían más adelante. El segundo cambio fundamental de aquella época es la brusca eclosión de universidades. En la década del 80 se pasa de 8 a más de 60 universidades en Chile. El impacto de este hecho en la investigación demorará algunos años en verse, pero sin duda influye fuertemente en esta actividad, debido a la competencia por estudiantes, a la necesidad de mejorar la calidad de los programas y al énfasis docente que todo ello conlleva. Pero en estos 30 años no sólo ha cambiado la visión chilena de la política científica y del rol de la ciencia y la tecnología en el desarrollo. La percepción de la investigación científica en todo el mundo ha cambiado. Del "glorioso entusiasmo" por la ciencia de los años 60, lleno de idealismo y esperanzas se ha pasado a un cierto escepticismo con respecto a las posibilidades reales de la ciencia en si como única herramienta capaz de cambiar la situación mundial. El nuevo sistema neoliberal extendido por todo el mundo, exige cuentas a la ciencia. La ciencia no es ya necesariamente válida sólo por su valor como generadora de nuevo conocimiento, sino que por el valor económico que pueda tener este nuevo conocimiento. A estas nuevas exigencias se suman los cambios en la forma de hacer ciencia en los últimos años, con sus necesidades de trabajar en grupos interdisciplinarios para abordar nuevos problemas, con una complejidad cada vez mayor de la tecnología necesaria para hacer ciencia de frontera, con demandas de respuestas concretas a problemas de la producción e innovación tecnológica, con la globalización de la actividad y las facilidades de comunicación e información cada vez más sofisticadas, que sacan la actividad científica de las cuatro murallas del laboratorio para conectarla a panorama científico

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CONICYT Junio 1997 redes internacionales. Todo ello produce nuevos requerimientos y demandas de quienes hacen ciencia, nuevas presiones del sector productivo a quienes investigan y producen conocimiento, nuevas exigencias del Estado a las universidades e institutos, y nuevas demandas por parte de la sociedad a los responsables de aplicar los conocimientos para mejorar su bienestar. Todas estas nuevas interrelaciones hoy son concretas y requieren nuevas formas de abordar en forma integral e inmediata la incorporación de la variante de investigación científica y tecnológica en todos los aspectos del desarrollo nacional. Así, este aniversario número 30 nos encuentra hoy en una situación global muy distinta a la de los años 60, realidad que en alguna medida se refleja en la estructura actual de CONTCYT y en el espíritu y orientación de los programas que lleva adelante. Un cambio de importancia radica en la preocupación por la contribución que la ciencia y la tecnología pueden hacer al desarrollo nacional. Si bien es cierto que a nivel mundial las expectativas puestas en la ciencia y la tecnología son menores que en la década del 60, la experiencia internacional acumulada indica que no hay desarrollo posible sin una base endógena de ciencia y tecnología. Así, la necesidad de este desarrollo ha pasado a ocupar un lugar de importancia en discursos públicos y en proposiciones de planes de acción de diversas entidades gubernamentales. Varios ministerios, entre los que se cuentan Agricultura, Economía, Minería, Salud, Defensa, han creado o están evaluando la creación de Comisiones Asesoras en Ciencia y Tecnología. Nuevos Fondos Nacionales para realizar investigación científica y tecnológica han emergido en los últimos años, a lo que se suma la revisión y reformulación de las líneas de acción de los institutos estatales de investigación. Además, y como un marco referencial que en el futuro determinará una diversidad de acciones en ciencia y tecnología, Chile ha dado pasos significativos para insertarse en diversas asociaciones de libre mercado, tales como el NAFTA, APEC y MERCOSUR, las que no cabe duda que demandarán del país compromisos crecientes en investigación, innovación y desarrollo. Estos nuevos compromisos serán necesarios no sólo para introducir nuestros propanorama científico

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CONICYT Junio 1997 ductos en forma competitiva en los nuevos mercados sino que, también, para dar cumplimiento a normativas internacionales suscritas por Chile que preservan los recursos y el medio ambiente y que son condiciones sine qua non para insertar al país en el contexto internacional y en los intercambios políticos y económicos contemporáneos. Frente a esta nueva y pujante realidad, el trabajo de CONICYT durante la década se ha orientado a desarrollar en forma simultánea varias acciones, para permitir a nuestros científicos insertar en forma exitosa sus aportes de investigación en la nueva realidad de los 90. Se consideró de primera importancia la mantención y el refuerzo de la investigación científica y tecnológica que el país producía y, para ello, los esfuerzos se han concentrado en incrementar el apoyo a FONDECYT. Sin embargo, este incremento por sí solo no resuelve la necesidad de vincular la investigación científica y tecnológica con las necesidades claves de desarrollo del país. Para esta segunda necesidad se diseñó y concretó la creación de un instrumento distinto, ahora ampliamente conocido con el nombre de FONDEF, orientado a apoyar proyectos de alto impacto social y económico en seis áreas definidas como prioritarias. Simultáneamente se buscó expandir las actividades de formación de recursos humanos aumentando y diversificando los tipos de apoyo al entrenamiento de nuevos científicos y tecnólogos en el país y preocupándose de su inserción laboral en las actividades de investigación y desarrollo. La inserción internacional de nuestros científicos y tecnólogos es de suma importancia, porque tal tipo de interacción no sólo incide en la calidad de investigación e innovación que se realice en el país, sino que también influye en los procesos de formación de nuevos científicos. Consecuentemente, una tercera acción se orientó a obtener recursos para subsidiar intercambios científicos y para incrementar los convenios de cooperación y así efectivamente contribuir a mejorar tanto las condiciones de trabajo materiales como de intercambio científico de nuestros investigadores. Finalmente, pero no menos importante, los esfuerzos se orientaron a mejorar los sistemas de comunicación y de acceso a la información panorama científico

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CONICYT Junio 1997 científico tecnológica de relevancia para el trabajo de los investigadores nacionales; el aumento y mejoramiento de los servicios de información; y a la búsqueda de mejores indicadores de la actividad científico tecnológica nacional suficientemente actualizados para diseñar políticas de desarrollo. Quisiera en los próximos minutos, hacer un breve recuento de los logros obtenidos en todas estas áreas, a fin de visualizar las acciones de CONICYT en el presente. FONDECYT Con la creación de FONDECYT en los años 80, se puso en marcha en el país un mecanismo de financiamiento de investigación que permitió que los investigadores de diversas áreas del conocimiento pudieran contar con recursos para realizar sus proyectos sobre la base de su excelencia académica y la originalidad de sus iniciativas. FONDECYT provocó un impulso relevante por cuanto introdujo un incentivo real en el sistema, as¡ como una forma de trabajar más eficiente, basada en concursos abiertos. Es importante recordar que a principios de la década de los 90, FONDECYT financiaba poco más de 900 proyectos de investigación y sus actividades representaban aproximadamente el 85% del presupuesto anual de CONICYT. En los últimos 7 años dicho presupuesto se ha incrementado en. un 75 %, el número de proyectos financiados alcanza ahora a 1.100 con un monto promedio por proyecto 64% mayor que aquellos de 1990. Mientras estos datos avalan un notable incremento cuantitativo, conceptualmente el mayor cambio ocurrido en FONDECYT, se refiere a su diversificación. Estarnos acostumbrados a pensar en FONDECYT como un instrumento que sólo financia proyectos de investigación de investigadores ya formados, lo que es cierto, pero no es enteramente exacto. Esta actividad constituye el así llamado concurso regular. Sin embargo, en los últimos años bajo el paraguas de FONDECYT se han desarrollado otros 6 programas de alta relevancia nacional. Tres de estos se orientan a apoyar la formación de investigadores y a renovar los cuadros de científicos en el país mientras los otros tres tienen por panorama científico

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Junio 1997 CONICYT objeto estimular las interacciones entre investigadores y a reforzar el marco institucional para el desarrollo de la ciencia y la tecnología. En efecto, en la medida que el desarrollo de la enseñanza de postgrado en el país lo permitió, FONDECYT empezó a financiar también el trabajo de investigación requerido para la realización de tesis doctorales a través de sus programas de "Tesis Doctoral" y de "Término de Tesis". En forma análoga, la necesidad de contribuir a insertar a los nuevos científicos y tecnólogos en la fuerza laboral nacional originó que FONDECYT también iniciara un programa de "Proyectos Postdoctorales", para permitir que doctores, graduados en Chile o en el extranjero, sean incorporados al trabajo universitario, con la expectativa de que posteriormente dicha sede universitaria los incorpore a su planta. Todos estos programas han experimentado un crecimiento en los últimos 5 años. A modo de referencia, se puede indicar que en 1997 FONDECYT está financiando 120 proyectos de investigación doctoral, 10 proyectos de término de tesis y 26 proyectos de postdoctorado. Como ya se indicó, el incremento de recursos aportados a FONDECYT en los últimos 7 años permitió aumentar el monto de cada proyecto y el número de proyectos aprobados hasta niveles alcanzados entre 1994 y 1995, que fueron estimados de significación real para la actividad científica nacional. Luego de garantizar una cobertura básica real, amplia y en todas las áreas del desarrollo científico tecnológico nacional, se constató que existían áreas en el país en las cuales habían grupos importantes de investigadores cuyas capacidades podían ser aprovechadas de otra manera. La forma potencialmente más enriquecedora de usar esos talentos era a través de proyectos cooperativos de mayor impacto y duración y en cuya realización se involucraran activamente las instituciones que albergan a estos grupos de investigadores. Ello permitiría hacer un mejor uso de la capacidad científico tecnológica nacional a la vez que reforzar la institucionalidad de la investigación al interior de cada una de las instituciones participantes. Estos lineamientos generales han llevado al desarrollo de tres nuevos programas, conocidos con los nombres de Programas Sectoriales. Programas panorama científico

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Junio 1997 CONICYT en Líneas Complementarias y el Programa de Fondos de Investigación Avanzada en Arcas Prioritarias. Los Programas Sectoriales consisten en proyectar la capacidad científico tecnológica básica nacional al estudio de un problema concreto del desarrollo nacional. Así por ejemplo en este momento se lleva a cabo el Programa Biomas y Climas Terrestres y Marinos en el Norte de Chile. El reúne un conjunto de 80 investigadores de 14 instituciones nacionales, quienes por dos años se están abocando a estudiar problemas tales como la productividad marina de la zona costera del Norte de Chile, con sus efectos sobre el dimensionamiento de las pesquerías de dicha zona; o a medir la capacidad hídrica del pre-desierto a fin de dimensionar usos alternativos de la tierra, incluyendo asentamientos humanos, producción agrícola y sus efectos en la fauna y flora terrestre. Otros problemas de la realidad nacional que requieren conocimiento especializado para su solución a través de ciencia y tecnología, son comunes en muchas otras áreas, incluyendo, por ejemplo, Salud Pública; Medicina Laboral; ConoJmiento de los Recursos Antárticos Chilenos; Educación y Aprendizaje; Productos Naturales de Flora y Fauna Nativa; etc. En su discurso del 11 de Abril de 1996, el Sr. Ministro de Educación proyectó la iniciación de un segundo Programa Sectorial para 1997, el que comenzará durante el 2° semestre del presente año, en un área específica que será sancionada próximamente por los Consejos de FONDECYT. El Programa en Líneas Complementarias está concebido para que investigadores que trabajan en temas afines puedan unir esfuerzos y atacar, en forma complementaria, problemas de dimensiones mayores. Con este programa se desea, además, reforzar la especialización institucional, por lo que se solicita que un núcleo básico de tres investigadores pertenezcan a la misma unidad académica. Otros investigadores de diferentes unidades pueden sumarse libremente a este núcleo inicial. Desde el punto de vista de las instituciones universitarias, será necesario que gradualmente ellas reconozcan cuáles de estos núcleos de inpanorama científico

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CONICYT Junio 1997 vestigadores constituyen actores prioritarios cuya actividad conviene estimular. Tenemos perfecta conciencia de que por razones docentes o simplemente por aumentar la creatividad nacional, las universidades tienden a dispersar las actividades de investigación y a formar grupos pequeños. Sin perjuicio de esta dispersión necesaria, a CONICYT le interesa concentrar esfuerzos en algunas áreas en las que se estime que se ha alcanzado cierto desarrollo y que pueden servir de bases para futuras especializaciones institucionales. En su primer concurso, el Programa de Líneas Complementarias recibió 31 solicitudes de financiamiento de grupos de investigadores. Siete de estas proposiciones, por un total de 540 millones de pesos, fueron aprobadas y están iniciándose en 1997. Un segundo concurso será llamado en el segundo semestre de este año para proyectos a iniciarse en Marzo de 1998. Los Programas de Investigación Avanzada en Areas Prioritarias (FONDAP) tienen por objeto articular el trabajo de grupos de investigadores radicados en distintas instituciones. Dicha articulación se realiza en áreas disciplinarias en la que el desarrollo científico tecnológico nacional ha alcanzado niveles altos de desarrollo y donde ya existe una masa crítica de expertos. Este es un desarrollo institucional en que distintas universidades, que albergan a estos grupos de investigadores, juntan esfuerzos para estimular el desarrollo de una disciplina dada. Dicha actividad debiera llevar a la formación de una reserva de conocimiento en áreas temáticas que mantienen estrecha relación con disciplinas definidas como prioritarias para el país. En ci discurso aludido, el entonces Ministro de Educación, don Sergio Molina, proyectó la puesta en marcha de 10 de estos programas, empezando con dos de ellos en 1996: los de Oceanografia y Biología Marina y el de Matemáticas Aplicadas y Modelamiento. Estos dos FONDAP están alcanzando estado de régimen en 1997 y se espera iniciar otros dos este año. Anticipamos que en los próximos años estos Programas debieran transformarse en puntos de referencia internacional en la disciplina, constituyéndose en centro activos de intercambio y cooperación. A modo de repanorama científico

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Junio 1997 CONICYT ferencia, basta decir que durante esta semana un conjunto de ocho biólogos marinos y oceanógrafos nacionales se encuentran en Francia dándole forma a proyectos específicos de cooperación internacional con científicos franceses y en el que los recursos ya aportados a los FONDAP serán usados de contraparte para agregar recursos de investigación provenientes de la cooperación. Acciones similares se están realizando con el Programa en Matemáticas Aplicadas. FONDEF Temprano, a comienzos de la década del 90, se hizo evidente que con la sola existencia de FONDECYT, no estaban siendo satisfechas otras necesidades nacionales, con el consiguiente desaprovechamiento de capacidades para el país y sus instituciones. Se planteaban requerimientos cada vez mayores de proyectos de investigación y desarrollo de mayor envergadura y complejidad que, para su realización, requerían de la participación de diversas unidades de una institución y, a veces, de varias instituciones. En otras palabras, proyectos de carácter institucional y asociativo. También era evidente en aquella época, la insuficiencia de infraestructura científico tecnológica, tanto de equipamiento o de sistemas de infnzación, en universidades y en institutos tecnológicos y la conveniencia de fortalecer la vinculación entre la actividad científico tecnológica y la actividad empresarial y productiva que se estaba desarrollando en el país. Por eso en 1990 el programa del nuevo gobierno, asumió el desafio de dar respuesta efectiva a esas necesidades. Así nació FONDEF, con el objeto de contribuir con el desarrollo científico tecnológico, a la competitividad de la economía chilena, a través de la vinculación entre universidades, institutos tecnológicos y otras corporaciones, por una parte, y empresas y otras entidades por otra. Era necesario, además, llevar a cabo proyectos de investigación y desarrollo de envergadura mayor que los proyectos normales de FONDECYT. En la primera fase, comprendida en el período 1991-1995, correspondió diseñar, organizar y poner en funcionamiento este instrumento de fomento, creando capacidades de conducción y realización en CONICYT, movilizando a instituciones para la formulación de proyectos de mayor tamaño y panorama científico

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CONICYT Junio 1997 creando mecanismos para su evaluación, selección, contratación, seguimiento. Esta etapa que fue financiada tanto por el BID como por el Estado chileno, fue fecunda en la creación de organizaciones, metodologías, procedimientos y formación de personal. A la fecha, ya es posible valorar los avances que se están produciendo en los 99 proyectos seleccionados en los dos primeros concursos del período, de los cuales 55 son de I+D. Entre los principales resultados logrados hasta la fecha, cabe destacar la generación de 38 nuevos productos que tienen significación en el mercado. 17 procesos productivos que contribuirán a transformar positivamente nuestros sistemas de producción en diversos ámbitos, el mejoramiento de 13 procesos productivos actualmente existentes y el diseño de por lo menos 7 metodologías y modelos de gestión para la industria forestal, minería, etc.. Estos logros han significado, además, que se está iniciando una nueva forma de trabajar en ciencia y tecnología, que vincula efectivamente la investigación y el desarrollo con su impacto económico social, en particular de negocios. Asistimos a un proceso en que, cada vez en forma más fluida, científicos, tecnólogos y profesionales de empresas dialogan entre ellos para colaborar. A través de sus iniciativas, FONDEF está contribuyendo a un cambio significativo en la actividad científico tecnológica chilena y, en particular, en la forma de trabajar en las universidades. Se ha demostrado que no sólo es posible vincular la excelencia académica con el desarrollo tecnológico, sino que también esta actividad resulta beneficiosa cuando está bien administrada. Así lo testimonian las nuevas líneas de investigación, las publicaciones y libros, las tesis y diversas otras manifestaciones propiamente académicas. FONDEF ha logrado movilizar, en estos años, el interés de todas las universidades del Consejo de Rectores y algunas de las nuevas creadas con posterioridad al año 80, así como el de todos los Institutos del Estado. En estas iniciativas, el Estado chileno ha comprometido recursos por más de 50.000 millones de pesos en moneda actual, de los cuales se han desembolsado más del 80% a la fecha. Esta inversión estatal ha movilizado simultáneamente la asignación de recursos por parte de las instituciones y de sus empresas asociadas en los proyectos, por un monto total similar, generando progresivamente una estructura de inversión en proyectos financiada aproximadapanorama científico

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Junio 1997 CONICYT mente en un 50% por el FONDEF, en un 30% por las instituciones y en un 200,'ó por las empresas. Este sólo hecho ya es en si mismo un logro porque ha puesto en marcha una capacidad de articulación y de asignación de recursos cuantiosos en torno a una tarea cornun. En la segunda fase de FONDEF, que se inició en 1996 y que se proyecta hasta el año 2000, corresponde consolidar el instrumento, aumentando su cobertura e impacto. Después de dos evaluaciones externas a las cuales fue sometido FONDEF, se concluyó la conveniencia de continuarlo de acuerdo a su diseño original, pero esta vez sin recurrir a recursos del BID, financiando el Estado chileno los aportes de FONDEF a los proyectos. En esta etapa, FONDEF debe asumir el desafio de consoli-

darse y aumentar su impacto y cobertura En este contexto, recientemente hemos tomado la decisión de incorporar dos nuevas áreas prioritarias que se unen a las 6 originales: Salud y, Agua y Energía. Los próximos años estarán marcados por tres iniciativas relevantes: • Aumento de la calidad y variedad de los proyectos que participan en los concursos, • Aumento del grado de participación propiamente institucional y empresarial en la formulación y ejecución de los proyectos, y • Promoción de un mayor grado de internacionalización de los proyectos, de modo de aprovechar en mejor forma la experiencia y capacidades de otros países. COOPERACION INTERNACIONAL

Otra prioridad de CONJCYT durante los últimos años, ha sido la cooperación internacional. En un mundo caracterizado por una globalización creciente de la economía, la actividad científica sólo se puede concebir hoy día con un alto componente de integración a la comunidad internacional. Nuestro objetivo es incrementar los vínculos de nuestros investigadores con sus pares de todo el mundo, facilitando su movilidad, intercambio, acceso a la información y participación en proyectos de investigación multinacionales de sigpanorama científico

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CON ICYT

Junio 1997 niticacion. Esta tarea es particularmente importante en el caso de Chile, dada nuestra lejanía de los grandes centros mundiales donde se desarrolla la mayor parte de la ciencia de calidad. Los fondos para cooperación internacional han aumentado durante los últimos años. Sin embargo estos deberán crecer considerablemente para incrementar, en forma sustancial, la transferencia de conocimiento que el desarrollo del país nos permite hoy incorporar. Es necesario, entonces, buscar nuevas formas de cooperación internacional, eficaces para este objetivo. Ya pasaron los años en los que se percibía la cooperación internacional como un concepto asistencial. Hoy podemos y debemos interactuar con el resto del mundo con capacidad propia, tanto desde el punto de vista intelectual como del financiamiento. En este sentido es oportuno mencionar que, varios centros de investigación europeos nos están planteando la posibilidad de participar en proyectos de cierta envergadura, donde intervienen centros de varios países y fondos comunitarios. Este es el caso, por ejemplo, del CNRS de Francia, en las áreas de ciencias del mar y modelamiento matemático. Otro ejemplo es el de ORSTOM que se ha instalado en Chile con su propio personal y mantiene, a través de un convenio con CONICYT, relaciones de colaboración con una diversidad de universidades. Es evidente que nuestra incorporación a este tipo de proyectos requerirá de fondos adicionales, los que según sea el caso, deberán guardar relación con nuestra capacidad de apropiación de los resultados. En la actualidad, CONTCYT ha suscrito convenios de cooperación con instituciones afines y centros de investigación internacionales de la mayoría de los países de Europa y de Norte y Sud América y, últimamente, se ha iniciado la apertura a los países del Asia-Pacífico. La búsqueda de nuevas oportunidades a través del mundo es una preocupación permanente de CONICYT. Para dar una sola cifra, las visitas de investigadores tanto chilenos como extranjeros, financiados a través de estos convenios, se estima para este año en poco más de 400, sin perjuicio de los financiados por otras vías. Estas actividades, al igual que todas las de CONTCYT, se implementan mediante concursos abiertos. Las evaluaciones, a cargo de paneles de científicos chilenos, son contrastadas con las hechas por la contraparte extranjera y las actividades a financiar panorama científico

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CONICYT Junio 1997 se deciden de común acuerdo. Creo importante señalar la gran concordancia que tienen nuestras evaluaciones con las hechas por instituciones de países desarrollados, lo que da una garantía de seriedad a nuestros evaluadores y un prestigio frente a instituciones de mucha tradición y alto nivel. También se han diseñado programas para traer a Chile a investigadores extranjeros a participar en congresos internacionales y llevar a cabo actividades como profesores visitantes. Estas visitas son importantes porque permiten el contacto directo de éstos con la realidad cotidiana del país, por lo general bastante desconocida y tienen, además, un impacto muy positivo en la comunidad científica nacional, especialmente en los más jóvenes. En esta misma línea, estamos iniciando un amplio programa destinado a facilitar a nuestros becarios de doctorado, la estadía por períodos más o menos prolongados, seis meses a un año, en laboratorios extranjeros, como parte de su formación. Para estos efectos se han suscrito acuerdos con instituciones de varios países europeos y de Estados Unidos. Otra modalidad que estamos abriendo para nuestros becarios la constituye la realización de doctorados en cotutela, donde el estudiante puede pasar hasta dos años en el extranjero y obtener así su grado simultáneamente en Chile y en otro país. Esta modalidad de trabajo está siendo cada vez más utilizada en todo el mundo, especialmente en Europa. Por el importante aporte que significa este mecanismo a la integración, debería ser utilizado con especial énfasis entre países de nuestra región. Para terminar mi referencia al postgrado, quiero informarles que este año sometimos a una evaluación internacional nuestro proceso de acreditación de programas de doctorado. El resultado de este trabajo fue muy alentador. Hoy no sólo son importantes las relaciones bilaterales entre países, sino que adquieren una creciente importancia los programas de integración económica regional, donde se empiezan a definir programas de investigación específicos, de gran envergadura, que no pueden ser abordados en forma individual por un sólo país. Se hace necesario, entonces, diseñar modelos de cooperación entre paises al interior de un bloque, entre un país y un bloque y también entre los diferentes bloques. La Unión Europea es probablemente la más panorama científico

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Junio 1997 CONICYT significativa y antigua de estas comunidades con quien, tradicionalmente, hemos mantenido relaciones de intercambio científico. Sin embargo, la actual disminución de su cooperación científica con la mayoría de los países de América Latina, ha evidenciado la necesidad de definir nuevas y más eficaces formas de cooperación. Frente a esta situación, los países Latinoamericanos que participan junto a España y Portugal en e! Programa CYTED, han constituido un grupo de trabajo para influir en el diseño de la futura cooperación de la Unión Europea, vale decir el y Programa Marco. Chile ha sido nombrado coordinador de este grupo. Nuestra participación en el grupo de Ciencia y Tecnología de la APEC se ha incrementado en estos últimos años. El gobierno de Chile ha firmado numerosos acuerdos de cooperación con economías de esa región, cuya implementación se lleva a cabo mediante la firma de convenios específicos entre instituciones. Es así como CONICYT ha firmado en los últimos meses, convenios con instituciones de Japón y Corea. Se han realizado, también, algunas actividades tales como, por ejemplo, la presentación de proyectos de investigación FONDEF en la i' Feria Tecnológica de la APEC. La participación en programas de ciencia y tecnología en el contexto del MERCOSUR debería ser, en el corto plazo, objetivo prioritario de nuestra actividad de integración regional. En este sentido hemos trabajado en el grupo de estudios que pretende homogeneizar la formación de postgrado en la región y en el de integración de sistemas especializados de información científica y tecnológica. En la búsqueda de nuevas formas de cooperación, el último año hemos diseñado programas específicos para fomentar la cooperación internacional de los proyectos FONDEF. El último de estos programas está orientado a la valorización de resultados de proyectos terminados mediante la búsqueda en el extranjero de centros de investigación o empresas interesadas en el desarrollo industrial de estos resultados. En definitiva, si estamos convencidos de que la ciencia y la tecnología deben contribuir cada vez más al desarrollo del país, debemos enconpanorama científico

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Junio 1997 CONICYT trar nuevas formas de interactuar con ci exterior, que posibiliten nuestra participación en los grandes programas de la ciencia y la tecnología de hoy. INFORMACION Otro de los mecanismos de apoyo a la actividad científica que, desde sus inicios, CONICYT puso en marcha, fue la creación de un programa de información científica y tecnológica. Es indudable que gran parte de la globalización de las actividades tanto productivas como de investigación de las que ya hemos hablado, se caracterizan por el intercambio intensivo de información y conocimiento, lo que se debe, en gran medida, a la existencia de tecnologías cada vez más sofisticadas para su generación, acumulación, y transferencia. CONICYT ha mantenido un liderazgo tanto en la incorporación de nuevas tecnologías a sus programas de información, corno en la promoción de su uso a nivel naçional. Para destacar sólo algunas de las actividades de CONICYT en este campo me gustaría mencionar la creación de la Red Universitaria Nacional, REUNA, que ha permitido la conexión de las universidades entre sí y de éstas con el resto del mundo, a través de Internet. Una vez lograda esta conexión iniciamos el diseño de nuevos sistemas y servicios de información. Es así como hace un par de años iniciamos el Proyecto Domeyko mediante el cual, a través de servidores tipo web, se proporciona información acerca de las actividades de CONTCYT y del sistema chileno de ciencia y tecnología; se edita una revista electrónica con noticias científicas nacionales y se proporcionan servicios interactivos de información. Este programa está en constante evolución. Por otra parte se ha considerado importante mantener un sistema de información actualizado acerca del quehacer científico nacional. Para esto CON1CYT mantiene más de 15 bases de datos especializadas y un programa para la actualización de los indicadores científicos nacionales, indispensables para diseñar nuevos mecanismos de apoyo a la investigación.

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CONICYT

Junio 1997 Como una forma de comunicar el conocimiento científico generado en el país, se ha diseñado un programa de apoyo a las revistas científicas nacionales, que incluye, por una parte, el financiamiento parcial de algunas de ellas mediante el Fondo de Edición de Revistas Científicas y, por otro, diversas medidas de ayuda a los editores cientificos. Este último año hemos iniciado en cooperación con la Universidad Católica de Valparaíso y con algunas sociedades científicas, un programa de edición de revistas científicas electrónicas que servirá de proyecto piloto a nivel latinoamericano. Otra característica del trabajo de CONICYT en el área de información ha sido la permanente interacción con el resto de las unidades de información científica nacionales, lo que ha permitido llevar a cabo proyectos conjuntos para la organización y acceso a la información nacional. En este campo hemos impulsado la creación de varias redes especializadas, entre otras, en el área de la minería y de ciencias del mar. Así mismo estamos participando activamente en diversas redes especializadas y programas internacionales de información científica, con el objeto de difundir la información generada en Chile y facilitar el acceso a la internacional. En los próximos meses inauguraremos un servicio de información global sobre actividades de ciencia y tecnología en América Latina, programa que estamos desarrollando con apoyo de la OEA

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CONICYT EL FUTURO

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Quisiera terminar este recuento proyectando nuestro trabajo hacia el futuro y enfatizando algunos de los problemas que a mediado plazo debiéramos resolver a fin de lograr cursos más acelerados de cambio. Consistente con la tendencia observada en los últimos siete años, esperamos que el Estado continúe incrementando los fondos que a través de CONICYT permiten el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología en Chile. Tales recursos adicionales tendrán la importante función de consolidar la diversidad de instrumentos de desarrollo científico-tecnológico que han sido iniciados, permitiendo una oferta más diversificada y productiva de oportunidades a la comunidad científica tecnológica nacional. Sin embargo, y a pesar de nuestras expectativas optimistas sobre nuevos recursos, debemos reconocer que aún subsisten problemas mayores que deberán ser abordados en los próximos años. Si bien, como ya se ha dicho, no se reconoce hoy como válida la creación de un sistema nacional de ciencia y tecnología como el de los años 70, resulta indispensable que el Estado mantenga programas capaces de estimular las actividades de investigación científica y tecnológica, tanto la ciencia básica, indispensable para la formación, como la necesaria para apoyar las ideas innovadoras para la adaptación y desarrollo de bienes y servicios. CON1CYT en estos últimos años, ha actuado a través de la generación y diversificación de los estímulos a la actividad científica nacional. Esta visión moderna le ha permitido responder y adaptarse mejor a los rápidos cambios de la demanda, a la globalidad y a las nuevas situaciones y desafios de las políticas económicas y sociales, sin embargo, existe el riesgo de pensar que los estímulos, por sí mismos, implican la solución de todos los problemas, lo cual es falso. Vernos hoy que deben construirse, en forma simultánea, nuevas estructuras capaces de recibir estos nuevos estímulos. panorama científico

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CON ICYT

Junio 1997 Hoy aparece el sector de empresas, como la más evidente de estas nuevas estructuras. Impulsadas por la necesidad de modernizarse y competir, deben convertirse en el corto plazo, en potenciales receptoras y ejecutoras de programas serios y sistemáticos de investigación y desarrollo.

Sin embargo la investigación de las empresas o que financian las empresas está orientada a resolver problemas inmediatos y deja abierto el abordar los problemas a largo plazo, el conocimiento de potencialidades que no están directamente en la línea inmediata de interés de las empresas actuales. Este es un rol que deberían jugar los institutos del Estado, que han pasado por más vicisitudes que las propias universidades, y deberían buscar esta nueva orientación con ci respaldo claro del Estado. En este caso no es probablemente el sistema de estímulos a través de concursos la solución más apropiada, sino que es necesario encontrar formas de concertación de actividades entre el sector privado y estos organismos, para lo cual se requiere avanzar en una mayor y mejor comprensión del rol de estas instituciones, tanto por parte del Estado como del sector privado. Otro problema mayor que habrá que abordar, es el de la relación Universidad - Investigación. Como decíamos al principio, el incremento tan significativo de instituciones de enseñanza de educación superior que ocurrió en el país a fines de la década de los 80, determinó un fuerte énfasis en las actividades docentes de pregrado, muchas veces en detrimento de las actividades de investigación. La realidad actual indica que de las 60 universidades existentes en el país, no más de 1/3 de ellas realizan alguna actividad de investigación y que en la práctica sólo una pocas concentran un volumen competitivo de recursos como para realizar investigación de frontera en distintas áreas. Tanto los volúmenes de recursos implicados como la capacidad del país para allegar nuevos recursos en el mediano plazo permiten sugerir que es improbable que vayan a existir condiciones para que todas las universidades del país puedan desarrollar investigación en todas las áreas posibles de especialización. Así pues, se hace necesario que la capacidad científica tecnológica universitaria se especialice y diversifique, dando paso a una relación de coopepanorama científico

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CONICYT Junio 1997 ración y complernentación interuniversitaria, más que a la conservación de las políticas de competencia y exclusión que las ha caracterizado en el pasado. iniciativas tales corno los programas en líneas complementarias y los programas de investigación avanzada están orientadas precisamente a iniciar y desarrollar esta cooperación y complementación entre grupos de investigadores y a permitir una mayor especialización de las instituciones universitarias de investigación. Consecuente con esta perspectiva, aspiramos a ver un rol más activo de parte de las instituciones universitarias en el futuro desarrollo científico nacional. La tradición establecida por el concurso regular de FONDECYT, de apoyar directamente a los investigadores, ha relegado, quizás, las iniciativas institucionales a un plano menor, en el que la principal preocupación ha resultado ser el monto y modalidad de pago del Overhead. En los nuevos esquemas de desarrollo que estamos intentando esperamos que las instituciones universitarias sean capaces de seleccionar y priorizar los ternas de investigación a desarrollar a través de sus programas en Líneas Complementarias y, con mayor razón, que participen activamente en la instalación y desarrollo de los Programas de Investigación Avanzada. Un compromiso más profundo y consciente de las instituciones universitarias con las actividades de investigación no sólo debería resultar en diversificación y especialización. Debiera llevar, además, a un dimensionamiento realista de las capacidades y potencialidades de cada institución para con la investigación y, como consecuencia, a la formulación de políticas y acciones que provean a sus investigadores productivos de las condiciones de trabajo necesarias para su desarrollo. A manera de ejemplo, podemos indicar que no se gana mucho con seguir aumentando en forma significativa los fondos concursables de investigación silos problemas de renta que hoy aquejan a los investigadores nacionales les impide poder dedicar una parte importante de su tiempo a su trabajo de investigación. En forma análoga, podemos indicar que no se gana mucho con seguir produciendo nuevos doctores si no existe interés ni prioridad por contratarlos por parte de las universidades para ampliar sus programas de investigación. panorama científico

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CONICYT

Junio 1997 Otro problema que deseo enfatizar se refiere al desarrollo de los Postgrados. Corno ustedes saben, CONICYT mantiene un programa de Becas de Magistcr y Doctorado que ha incrementado en forma gradual, pero continuada, entre 1990 y 1997. El sistema de becas CONICYT comprendía 85 becas de Doctorado en 1990, su número alcanza hoy a 280, lo que significa su triplicación en 7 años. Tan importante como los incrementos en número han sido los incrementos en montos de las becas, montos que están proveyendo al estudiante de condiciones de vida adecuadas. Sin embargo , y a pesar del interés de CONICYT por apoyar y sostener estudiantes meritorios, existen dificultades para desarrollar nuevas iniciativas de Postgrado en las universidades chilenas. Estos son estudios caros que generalmente requieren infraestructura y condiciones de trabajo significativamente más costosas que los programas de pregrado. Dado el pequeño universo de estudiantes interesados y capacitados para estos estudios, es imposible aspirar a que estos gastos puedan ser solventados por la matrícula de los propios estudiantes, como ocurre con el pregrado. Existe aquí la necesidad de iniciar nuevas acciones y quizás un nuevo instrumento que permita consolidar nuevos postgrados de calidad en los centros que cuentan con científicos y tecnólogos capacitados para dicha enseñanza. Tanto la diversificación y especialización de investigación que es necesario producir en nuestras universidades, como el diseño de un mecanismo coherente de financiamiento del postgrado, son iniciativas que le corresponde afrontar al Estado. Quizás es pertinente recordar aquí que, incluso en países con modelos económicos neoliberales y con gran desarrollo económico, como Estados Unidos, el financiamiento de la investigación y el postgrado es una responsabilidad prioritaria del gobierno. La participación de empresas y de otros agentes en dicho financiamiento es más bien marginal. Esta es una responsabilidad crucial en nuestros tiempos, toda vez que el 70% de nuestros investigadores trabaja en las universidades. El Estado deberá asumir esta doble responsabilidad, que es hoy un factor que limita la necesaria expansión de la ciencia y la tecnología en Chile. panorama científico

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Junio 1997 Quisiera terminar agradeciendo a lodos aquellos que han ayudado a que CONICYT se transforme en una tradición viviente en este país, ya sea con su trabajo directo o mediante su participación en los diferentes con]¡tés, grupos de trabajo o colaborando en la evaluación de proyectos. Los esfuerzos han sido numerosos y no siempre lodo lo exitosos que hubiésemos deseado. Nos complace reconocer, sin embargo, que nuestra CONICYT de hoy se caracteriza por una complejidad creciente de interacciones, una preocupación global por el sistema científico tecnológico nacional, un respaldo prioritario a la excelencia y pertinencia en ciencia y tecnología y una búsqueda incesante de recursos para respaldar nuevas iniciativas en este ámbito del desarrollo nacional.

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ONICYT

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Director Responsable y Representante Legal: Sr. Enrique d'EUgny L. Periodista: Rodrigo Gutiérrez L. Colaboraron en este número: Anna María Prat, Carlos Elgueta Dirección: Canadá 308, Santiago. ón: CONICYT

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