La energía de la narrativa
COLOMBIA RISK ANALYSIS & JUAN CARLOS UCROS
Resumen ejecutivo
El Gobierno de Gustavo Petro busca que Colombia deje de ser dependiente de los combustibles fósiles, lo que presenta desafíos significativos para el sector extractivo, que es crucial para las finanzas nacionales y la estabilidad energética. Colombia Risk Analysis y Juan Carlos Ucrós analizaron el contexto actual, las estrategias de comunicación y las proyecciones futuras para el sector, para que con estas herramientas construya una narrativa sólida que aborde los retos ambientales y climáticos del siglo XXI
El entorno regulatorio actual y las decisiones del Gobierno subrayan el compromiso de reducir la dependencia de combustibles fósiles. Sin embargo, esto plantea retos para la inversión extranjera y la seguridad energética. La hoja de ruta gubernamental exige inversiones en energías renovables, enfrentándose a obstáculos normativos y resistencia comunitaria Para una transición ordenada, además de fomentar la inversión en tecnologías limpias es esencial mantener la capacidad productiva del sector extractivo, asegurando una economía diversificada y resiliente.
INTRODUCCIÓN
La narrativa del Gobierno de Gustavo Petro sobre el sector extractivo busca que se adelanten acciones urgentes para lograr una transición energética rápida y justa. Desde sus inicios como congresista, y ahora como presidente, Petro ha mantenido una postura firme respecto a la necesidad de distanciarse de una economía basada en los combustibles fósiles y avanzar hacia un modelo descarbonizado y sostenible Sus discursos, muchas veces desafiantes, en los que equipara el impacto de la industria petrolera con el de la cocaína, generan diversas reacciones que le permiten comunicar su mensaje central: la necesidad imperiosa de abandonar un modelo económico extractivista.
Este enfoque del Gobierno representa un desafío para el sector extractivo, esencial tanto para las finanzas nacionales, regionales y la estabilidad de la matriz energética del país El sector se enfrenta al reto de adaptarse a los cambios propuestos por el Gobierno en el contexto de una narrativa global de ajuste climático y búsqueda de energías alternativas y renovables. La narrativa del sector debe reflejar este proceso de adaptación, reconociendo la urgencia de abordar los desafíos ambientales y climáticos del siglo XXI.
La transición energética plantea un escenario de incertidumbre sobre el futuro de la industria y sus posibles implicaciones en el empleo y la inversión relacionado con este rubro La comunicación efectiva, anclada en una narrativa estratégicamente elaborada, es esencial para responder a estas preocupaciones y enviar un mensaje tranquilizador a los inversionistas y al país.
Este artículo busca dar herramientas al sector extractivo para enfrentar la narrativa de cambio propuesta por el Gobierno Petro en torno a la transición energética justa y a la no dependencia de los fósiles Para ello, el análisis se divide en tres secciones. Primero, se aborda el contexto actual del sector extractivo, la matriz energética y los riesgos que supone la transición energética justa. En la segunda sección, se proporcionan herramientas e ideas para construir una narrativa sólida, que permita al sector afrontar eficazmente estos retos Por último, en la tercera sección, se proyectan escenarios futuros para el sector
ANÁLISIS DEL CONTEXTO ACTUAL
Comprender el contexto actual del sector extractivo en Colombia es esencial para enfrentar los desafíos planteados por la narrativa de cambio del Gobierno Este análisis permitirá identificar áreas de vulnerabilidad y oportunidades para desarrollar estrategias efectivas.
CONTRIBUCIÓN ECONÓMICA DEL SECTOR EXTRACTIVO AL PAÍS
El sector extractivo en Colombia desempeña un papel crucial en la economía del país, siendo una fuente importante de ingresos. A pesar de que la economía colombiana se basa principalmente en actividades industriales, comerciales e inmobiliarias, el sector extractivo sigue siendo un pilar esencial. Según Campetrol, el sector de los hidrocarburos registró una tasa de crecimiento del 4,8% en 2023 al compararlo con el año anterior. Este crecimiento se atribuye a los resultados combinados de las cifras de la producción de petróleo crudo y gas natural (2,8%) y en la fabricación de productos de la refinación del petróleo y actividades de mezcla de combustibles (9,3%)
Según La Agencia Nacional de Minería (ANM), las regalías en 2023 superaron en 50% lo recaudado en 2022, llegando a COP 9,19 billones (USD 2 3 mil millones) Por su parte, el recaudo de regalías del sector hidrocarburos, según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), fue de COP 9,5 billones (USD 2.4 mil millones). en 2023, una disminución de 11% respecto al año anterior, pero superior al promedio de los últimos diez años. Estos recursos se destinan a solucionar necesidades básicas de los departamentos y municipios productores, en materia de educación, salud, agua potable y alcantarillados; además de financiar proyectos que generen progreso para las regiones productoras.
Las exportaciones minero-energéticas representaron el 59,7% de las exportaciones totales del país para 2023, destacándose como una de las principales fuentes de ingresos. Esta dependencia subraya la importancia del sector en la economía colombiana y su papel en la generación de divisas
En el primer semestre de 2024, la inversión extranjera directa (IED) total cayó un 16,2% en comparación con el mismo periodo de 2023, según el Banco de la República. Esto debido parcialmente a la caída de la inversión en petróleo y minería (30%). El presidente Petro resaltó que los sectores no relacionados con el sector extractivo aumentaron un 79 8%, justificando que sean otros los impulsores de la economía El mandatario afirmó que espera que esta tendencia continúe, e incluso la inversión en sectores extractivos llegue a cero, reflejando su objetivo de transformar la matriz exportadora del país.
Este sector también juega un papel central en las relaciones comerciales de Colombia con sus principales socios, como Estados Unidos, China y la Unión Europea Además, el sector extractivo actúa como un gancho comercial fundamental para profundizar relaciones comerciales con potencias emergentes, como India, que pasará a ser el país con el mayor crecimiento de demanda de petróleo debido a sus necesidades industriales, tal como lo analizamos en nuestro informe «Percepciones locales sobre la inversión india en Colombia».
LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA JUSTA
El Gobierno Petro ha definido la Transición Energética Justa como una de sus más importantes apuestas, buscando descarbonizar la economía y diversificar la matriz energética del país para reducir la dependencia de los combustibles fósiles como el petróleo y el carbón La estrategia se sustenta en cuatro ejes principales:
Mayores inversiones en energías limpias y descarbonización
Revisión y flexibilización de la regulación
Sustitución progresiva de la demanda de combustibles fósiles
Reindustrialización de la economía colombiana
En agosto de 2023, el Gobierno presentó la Hoja de Ruta de la Transición Energética Justa, que establece la ambiciosa meta de aumentar la participación de las energías renovables en el consumo total del 20% actual al 70% para 2050 Este objetivo requiere inversiones significativas en infraestructura y en la extracción de minerales críticos como cobre, níquel, cobalto y litio El proyecto de Ley que impulsa la creación de Ecominerales, como una empresa minera pública, sugiere un reconocimiento gubernamental de esta necesidad.
La decisión del presidente Petro de suspender la firma de nuevos contratos para la exploración y explotación de petróleo y gas se mantendrá durante su Gobierno. Esta medida, resultará en una disminución del recaudo fiscal y en un desincentivo para la inversión extranjera en el sector. Además, el riesgo de la salida de empresas mineras estratégicas plantea serias consecuencias contractuales y económicas
A pesar de las metas ambiciosas establecidas por la Hoja de Ruta de la Transición Energética Justa, los proyectos de energía limpia en Colombia enfrentan considerables desafíos que ponen en riesgo su viabilidad La inestabilidad jurídica, los retrasos en la implementación de proyectos y los aumentos en costos generan incertidumbre en la planificación de los proyectos. Un ejemplo de esto es el retiro de la compañía EDF Renewables de un proyecto solar en Girardot debido a los retrasos en la obtención de permisos y licencias ambientales. También el anuncio de ENEL, en mayo de 2023, de suspender la construcción del proyecto eólico Windpeshi por asuntos relacionados con temas comunitarios Y Celsia, empresa de energía del Grupo Argos, anunció planes de vender sus proyectos eólicos en La Guajira debido a las dificultades en el licenciamiento ambiental y la gestión de consultas previas con las comunidades locales.
Entre 2024 y 2025 se espera la entrada en operación de 119 proyectos de fuentes no convencionales de energía renovable (FNCER). Sin embargo, según la Asociación de Energías Renovables (SER Colombia), el 46% de estos proyectos aún están tramitando permisos ambientales o técnicos, lo que amenaza con retrasar su puesta en operación Esta situación dificulta la viabilidad de los proyectos, al igual que afecta la capacidad del país para avanzar en su transición energética. Para los empresarios del sector renovable, hay una falta de claridad sobre los procedimientos necesarios para acceder a beneficios, debido a la constante modificación en la reglamentación aplicable El proyecto de Colectora, crucial para la integración de energía eólica en La Guajira, ilustra estos desafíos, habiendo experimentado años de retraso debido a los complejos procesos de consulta previa con comunidades indígenas y afrocolombianas.
En el marco de la transición energética, Ecopetrol juega un papel crucial La empresa ha anunciado varios esfuerzos para reducir su dependencia de los combustibles fósiles y diversificar su portafolio energético Algunos de los objetivos y estrategias de Ecopetrol en la transición energética incluyen:
INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO DEL HIDRÓGENO VERDE:
Ecopetrol está explorando el uso del hidrógeno verde como una fuente de energía renovable y sostenible, que puede ser utilizada en diferentes sectores, incluyendo la generación de electricidad y el transporte
INVERSIÓN EN INFRAESTRUCTURA
Ecopetrol está invirtiendo en infraestructura para apoyar su estrategia de transición energética, incluyendo la construcción de plantas de energía renovable y la expansión de su red de transporte de gas.
DESARROLLO DEL GAS COMO COMBUSTIBLE MÁS AMIGABLE
CON EL MEDIO AMBIENTE
Ecopetrol ha identificado el gas como un combustible clave en su estrategia de transición energética, ya que es más limpio que el petróleo y puede ser utilizado en diferentes sectores de la economía.
Según el más reciente informe de reservas de la ANH, Colombia registró 2.373 terapies cúbicos de reservas de gas natural, suficientes para cubrir la demanda nacional durante aproximadamente 6,1 años si no se descubren nuevas fuentes En cuanto a las reservas de petróleo, el país cuenta con 2 019 millones de barriles, con una vida útil proyectada de 7,1 años Ecopetrol gestiona la mayoría de estas reservas
El anuncio de Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, sobre la importación de gas de Venezuela hace parte de una serie de declaraciones similares desde que Irene Vélez, la entonces ministra de Minas y Energía, planteó esta posibilidad en agosto de 2022 Este giro hacia la importación de gas refleja la incapacidad de Colombia para cubrir su demanda con recursos propios.
Asimismo, la eventual importación de gas desde Venezuela, supone una creciente dependencia energética de un país cuya empresa estatal, Petróleos de Venezuela (PDVSA), carece de la capacidad para satisfacer su propia demanda interna Este escenario es comparable con la dependencia energética de Europa Occidental respecto a Rusia y tiene el potencial de restarle autonomía a Colombia. Esta dependencia energética crea una vulnerabilidad estratégica para Colombia a mediano y largo plazo, de la cual será difícil desligarse sin causar un impacto significativo en el sector
La importación de gas desde Venezuela implicaría gran incertidumbre para la seguridad energética de Colombia. El gasoducto binacional Antonio Ricaurte, inactivo desde 2015, requeriría una significativa inversión y tiempo para su reparación y reactivación, antes de poder reanudar la importación de gas desde Venezuela. Además, no existe certeza sobre la capacidad de PDVSA para satisfacer la demanda de exportación a Colombia debido al deterioro de la industria petrolera venezolana, exacerbado por mal manejo, purgas políticas, corrupción, y las sanciones de Estados Unidos en 2019.
En resumen, las políticas del Gobierno Petro sobre este tema tienen profundas implicaciones para el sector extractivo, incluyendo la probable pérdida de inversiones, el desafío de mantener la seguridad energética y la necesidad de adaptarse a un entorno regulatorio cambiante Entender y analizar estas políticas y sus impactos
permitirá al sector tomar decisiones informadas y desarrollar estrategias efectivas para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que presenta esta transición energética justa
HERRAMIENTAS PARA CONSTRUIR UNA NARRATIVA
En esta segunda sección, se ofrecerán algunas herramientas prácticas y sugerencias para que el sector extractivo desarrolle una narrativa efectiva en la coyuntura actual Se abordarán estrategias de comunicación, storytelling y framing que permitan al sector articular sus mensajes de manera clara, persuasiva y coherente
La narrativa que el Gobierno está promoviendo en relación con la actividad extractiva estigmatiza al sector Por esta razón, es imperativo que el sector trabaje en una narrativa que fortalezca la cohesión social y el conocimiento de sus actividades.
COMUNICACIÓN Y STORYTELLING
Una comunicación transparente
Es crucial una comunicación transparente de las prácticas del sector y de los beneficios que genera para la economía y las comunidades locales. Esto incluye informar sobre obras, proyectos de impacto social o de responsabilidad social financiados con regalías e impuestos o que provengan de inversión social voluntaria de las Empresas Es fundamental enfocar la narrativa en el trabajo que se realiza para maximizar el impacto social y minimizar el ambiental.
Una narrativa propia
La narrativa del sector debe ser proactiva y no confrontacional Una buena narrativa debe demostrar la contribución y el aporte del sector al país, sin olvidar reconocer los efectos del cambio climático y la responsabilidad que le compete. La narrativa debe trascender los temas ideológicos y centrarse en hechos concretos y verificables.
Usar un lenguaje sencillo
Esto incluye utilizar términos y conceptos que sean fácilmente comprensibles para los ciudadanos Las empresas y sus voceros deben trabajar para desarrollar un lenguaje sencillo que permita que sus mensajes sean accesibles y claros, facilitando la comprensión y generando empatía.
Héroes y villanos
En la narrativa del sector, los héroes son los trabajadores y las comunidades que se benefician de las actividades extractivas, mientras que los villanos son aquellos que promueven desinformación con prejuicios infundados sobre el sector. Esta estrategia ayuda a personalizar el impacto positivo del sector y a resaltar su importancia en la estabilidad económica y social del país
Una historia que emocione
Utilizar historias que resaltan valores como el progreso, la innovación y la resiliencia. Estas historias resuenan emocionalmente con el público, mostrando cómo el sector extractivo no solo es vital para la economía, sino también para la construcción del futuro sostenible que también desea el Gobierno y las comunidades
RECOMENDACIONES
PARA LA IMPLEMENTACIÓN
COLABORACIÓN INTERSECTORIAL
UNA AUDIENCIA MÁS AMPLIA
RELACIONES CON AUTORIDADES
TERRITORIALES Y COMUNIDADES
ESTRATEGIA DE CONSTRUCCIÓN DE PAZ EN ÁMBITOS
TERRITORIALES
INNOVACIÓN Y SOSTENIBILIDAD
Trabajar en conjunto con otros sectores y organizaciones con una visión de Estado (Congreso, Altas Cortes, entes de control) Las alianzas estratégicas son cruciales para crear un frente unido y más convincente
Involucrar a la academia, organizaciones no gubernamentales y otros sectores interesados en la transición energética. Estas audiencias pueden no solo ayudar a ampliar el alcance de la narrativa, sino también convertirse en aliados estratégicos en la defensa de los intereses del sector.
Es fundamental construir y mantener relaciones sólidas con las autoridades territoriales y, sobre todo, con las comunidades locales. Esto ayudará a desmitificar las percepciones negativas históricas sobre el sector. Las empresas deben trabajar para alinear su visión con la de las comunidades, para que estas asuman un rol más activo.
Por ejemplo, invertir en la educación profesional y especializada de los miembros de la comunidad, facilitando su participación en roles gerenciales en las empresas. Esta integración contribuye a un desarrollo local más inclusivo y equitativo, reforzando la colaboración y el compromiso con las comunidades.
Trabajar en proyectos que promuevan la estabilidad, el desarrollo y el bienestar de las comunidades locales Las empresas tienen un interés en reducir el conflicto armado en las zonas donde operan, ya que la estabilidad beneficia tanto a la sociedad en general como a la operación empresarial Para ello, es clave desarrollar iniciativas y concebir proyectos que involucren directamente a la sociedad, y concertar esfuerzos con el Gobierno nacional y regional Estas acciones fomentan la paz y la seguridad, a la vez que contribuyen a un entorno más favorable para el desarrollo sostenible y el progreso social
Hacer explícito el compromiso del sector con la transición energética y la protección del medio ambiente permitirá mejorar su reputación y aceptación pública Mantener un enfoque en la sostenibilidad es clave para mantener las luces del país encendidas sin forzar un cambio abrupto en la matriz energética
Sin duda, en lo que más debe trabajar el sector extractivo, es en mejorar sus capacidades para comunicar eficazmente. Esto requiere desarrollar una narrativa que esté alineada con la realidad del país, sin aislarse del contexto político y social. Es fundamental sintonizar el discurso del sector con el del Gobierno en el entorno actual. Estos lineamientos, junto con otros que puedan surgir, deben formar la base de una nueva narrativa para el sector, la cual debe ir necesariamente acompañada de una sólida campaña de comunicación Es importante tener claro que narrativa no es lo mismo que comunicación. Sin embargo, la comunicación es una herramienta fundamental para el posicionamiento de la narrativa. Construir una narrativa implica crear una historia persuasiva que conmueva, forje alianzas y tenga el poder de guiar a la opinión pública.
PRONÓSTICO Y ESCENARIOS
CONCLUSIONES
El contexto energético y regulatorio actual en Colombia presenta desafíos para el sector extractivo, particularmente bajo el Gobierno de Gustavo Petro, que ha marcado un punto de inflexión significativo en la política energética de Colombia. Las decisiones gubernamentales, como la suspensión de firma de nuevos contratos de exploración y explotación de hidrocarburos, reflejan su compromiso con la reducción de la dependencia de combustibles fósiles. Sin embargo, estas medidas plantean desafíos para la inversión extranjera, la seguridad energética y la capacidad del país para cumplir con sus demandas internas de energía
La hoja de ruta presentada por el Gobierno establece metas ambiciosas para aumentar la participación de las energías renovables en la matriz energética colombiana Esto requerirá inversiones significativas en infraestructura y tecnología, así como políticas regulatorias claras y estables que fomenten la inversión y la innovación en el sector. Sin embargo, la industria de las energías renovables de Colombia se enfrenta a retos considerables. Los retrasos normativos y en la obtención de licencias y permisos ambientales son obstáculos significativos que dificultan el desarrollo de proyectos Además, algunos proyectos deben enfrentar la resistencia de las comunidades, cuyas objeciones prolongan el inicio de las operaciones, creando un entorno poco favorable para la inversión y financiación de estos proyectos y retrasando su avance.
El sector extractivo debe ser parte del proceso de transición energética. La economía del país ha sido históricamente robusta gracias a la extracción de recursos naturales como el petróleo, el carbón y minerales diversos Esta especialización ha sido clave para generar ingresos significativos a través de exportaciones y para atraer inversión extranjera directa que impulsa el desarrollo nacional La dependencia de estos sectores no se percibe como una limitación, sino como un activo estratégico que ha permitido enfrentar desafíos económicos globales y mantener la competitividad en un entorno internacional dinámico.
Para asegurar una transición efectiva y equilibrada hacia energías renovables, es fundamental adoptar políticas que fomenten la inversión en tecnologías limpias y sostenibles, al tiempo que se preserva la capacidad productiva del sector extractivo Esto permitirá mantener una economía diversificada y resiliente, capaz de aprovechar las oportunidades emergentes en el mercado global de energía
El camino hacia una economía más limpia y resiliente demandará colaboración, innovación y compromiso con el desarrollo sostenible. Es fundamental que las decisiones actuales consideren no solo las metas a corto plazo, sino también las implicaciones a largo plazo para el país y las generaciones futuras. Adoptar un enfoque responsable y estratégico garantizará que Colombia esté bien posicionada para enfrentar los desafíos energéticos globales y aprovechar las oportunidades emergentes en el camino hacia una economía más verde y equitativa