Revista SerEs Año 1 - N° 2

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AÑO 1 – N°2 – REVISTA DIGITAL BIMESTRAL DE SALUD Y PSICOEDUCACION - ARGENTINA – OCTUBRE/NOVIEMBRE 2018

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DOSSIER

CAMBIAR o no CAMBIAR Esa es la cuestión Hamlet y la duda existencial más repetida en la cultura occidental, de la alegoría a la propia respuesta. Por el Lic. MARCOS REGALINI Dra. GRACIELA MORESCHI Su nuevo libro:

“CON EL RELOJ EN EL CUERPO” Su columna:

“Las redes y la ilusión de control que nos controla” SER:

PAYASO PROFESIONAL DE HOSPITAL

“Alegría Intensiva” 10 años transformando la realidad hospitalaria

“Hacer reír es como abrir la ventana para respirar aire fresco”

DUELO y RELACIONES de CUALIDAD Por la Clr. MABEL WEISKOFF

Para volver a pensar y aprender a brindar una relación de ayuda eficiente

“Donde hay compasión, esa acción es total, completa, irrevocable” JIDDU KRISHNAMURTI ENTREVISTA

ENTREVISTA RODOLFO LAZZARINI ENFOQUE CENTRADO EN LA PERSONA JUAN FACUNDO CINCUNEGUI Elige ser y ayudar acompañando al otro

Director General Programaconsigo CHOICE para que puedadel reencontrarse mismo “Una alternativa distinta en el tratamiento de las adicciones”


La Asociación Argentina de Counselors (Consultores Psicológicos) nuclea a los profesionales de esta disciplina desde 1991. Nuestra Misión es difundir y promover el Counseling en la sociedad.

www.aacounselors.org.ar

Nuestra Sede: Zapiola 419, PB “A” - Tel: (54-11) 4552-5541 Horario de Atención: Lunes a Viernes de 11 a 19 hs. E-mail: aac@aacounselors.org.ar


EDITORIAL Resulta muy gratificante la experiencia del amor, en todas sus manifestaciones. Su arribo a la vivencia próxima, la propuesta posible, la apertura que procura es la respuesta convocada y el sentido convocante. Sorprende siempre, el fenómeno multiplicador, no solo en la retroalimentación, en el feedback, sino en lo que trasciende lo recibido y, no para ser devuelto, sino para ser prolongado hacia alguien más, que – a su vez – elevará potencialmente el efecto afectivo, actuando ese amor a otros y así… así, creo yo, se transforma el mundo, el pedacito de mundo que circundamos a diario y que, probablemente, sea el más próximo y posible de intervenir responsablemente. Cuando pensaba en qué quería decir en este espacio de comunicación personal hacia ustedes, desde la tarea que desempeño en este proyecto, concluí en que el contenido en el que he trabajado para cerrar esta segunda edición, redunda en algunas palabras, las circunscribe a mi pensamiento y me permite traerlas hasta acá. En el período de producción, fui encontrando conectores que dejaban en el ánimo y en el sentir un eco, un resonar evocador de momentos. Palabras. Palabras que aparecerían, una y otra vez, como queriendo manifestarse por sí mismas y habitar la reflexión. Hoy, aquí y ahora, elijo una. Una palabra que resulta símbolo de este trabajo, subliminal quizá… no lo sé. La sé integradora, abarcativa, significando… y relevante. Manera. Parece que hay maneras de hacer, maneras de ser, maneras de ayudar, de cambiar, de acompañar, de recibir y comunicar. Todo, todo eso en congruencia con el encuentro, en la común unión con las otredades, y en el ejercicio de vivir, morándonos presentes, en lo profundo de cada uno de nosotros, en nuestra singular manera de existir. Lo que sigue es agradecer, agradecer profundamente, entrañablemente; cada oportunidad recibida para entrevistar, para convocar, para acompañar eventos, iniciativas y personas. En estos dos meses de existencia de SerEs he recibido mucho amor, me abrazaron y me han sonreído mucho; más las propuestas, las ideas, el respaldo. Mi vida personal y profesional recibe aceptante a muchos SerEs que, desinteresadamente, me traen palabras, presencias. Siento profunda la necesidad de decir gracias, más de una vez. El contenido de esta edición de ahora, me gratifica mucho y asumo la responsabilidad, y creo en la calidad de lo que SerEs está ofreciendo; y no por supuesto sino por compromiso, el trabajo seguirá siendo de “esta manera”, la que voy percibiendo posible y propia. Sigue siendo mi propuesta que este sea un espacio para muchos, para aquellos que deseen tomar o brindar servicio, en disponibilidad; para quienes tengan preguntas y para los que ofrezcan respuestas, sin separarnos de la matriz, en lo personal y en lo colectivo, que cada palabra publicada, cada entrevista, cada dossier, todas las columnas y todas las propuestas son para servir, para ejercer la relación de ayuda que nos ocupa en la profesión; porque hay otro que necesita ser recibido, aceptado incondicionalmente, validado y acompañado para poder ser quien quiera ser. La misión que elegí, el homenaje posible, y el sentido de ayudar. Clr. Analía Cordero Directora Editorial


SUMARIO ALEGRÍA INTENSIVA

“Encuentro con Todos”

“Cambiar o no Cambiar, esa es la cuestión…”

El Evento de la A.A.C.

“Payasos Profesionales de Hospital”

Pág. 19

Pág. 12

Lic. MARCOS REGALINI

Pág. 5 “Duelo y Relaciones de Cualidad”

“Amar Cura” Una manera de Ayudar

Clr. MABEL WEISKOFF

Lic. RODOLFO LAZZARINI

Pág. 30

Dra.GRACIELA MORESCHI

Pág. 16

“Las Redes” La ilusión de control que nos controla

Pág. 15 De qué manera estoy Presente Sexualidad Centrada en la Persona

Clr. Claudia Percara

Pág. 39

Clr. Claudia Quiroga Daldi

Pág. 28

STAFF Clr. Analía Cordero Directora Editorial

Clr. Claudia Quiroga Daldi Co – Edición, Supervisión de Contenidos y Colaboración Editorial

Editora Propietaria: Clr. Analía Cordero E-mail: clranaliacordero@hotmail.com Cel: (011) 15 5 053 9690 Reg. de la Propiedad Intelectual N°3603832 Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido, si no se mencionara la fuente. La Editorial no se hace responsable por las opiniones vertidas por los colaboradores, entrevistados, las notas firmadas y el contenido de los avisos publicitarios. La Dirección agradece a todos los que figuran en el Staff, por su colaboración Ad Honorem.

Clr. Gustavo Robles Clr. Claudia Percara Supervisión de Contenidos y Colaboración Editorial

Gabriel A. Cordero Supervisión de Contenidos

Lic. Rodolfo Lazzarini Dra. Graciela Moreschi Clr. Mabel Weiskoff Lic. Marcos Regalini Colaboración Editorial

Lucía L. Irazoqui Matías E. Rigueiro Carlos A. Irazoqui Producción Editorial

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Por Analía Cordero

Cambiar o no Cambiar… …Esa Es La Cuestión


Lic. Marcos Regalini Quizá, el más insigne soliloquio shakespeariano, una de las citas más reconocidas de la literatura universal, “ser o no ser” en la primera línea, de su acto tercero, en la escena inicial se sitúa en un contexto existencial en el que la disyunción es de tal relevancia que lo abarca todo. Sin la tragedia de Hamlet, pero con la incertidumbre y el miedo, la necesidad de tomar decisiones la vivimos a diario. El desorden interno ante opciones más complejas, acarrea momentos de malestar y temor. Cada vez que elegimos asumimos un costo, incluso cuando no lo hacemos, ya que eso configura una elección en sí misma: la inacción. “El temor confunde nuestra voluntad” – dice el Príncipe de la historia. Pues muchas veces, el cambio, no es otra cosa que la respuesta que nos debemos dar, para restablecer el equilibrio que perdimos por decisiones ajenas, por circunstancias fortuitas o por errores cometidos; y atemoriza la iniciativa que apremia. ¿Qué quiero? ¿Qué necesito? El Licenciado Marcos Regalini, nos acompaña a reflexionar acerca de los cambios y las crisis, nuestro accionar en ellos, los caminos que tomamos cuando percibimos la necesidad de resolver lo que nos resta en calidad de vida. El problema y la solución dependen de cómo definimos o entendemos la realidad; es, entonces, nuestra propia mirada, nuestra percepción de la experiencia, la referencia para evaluar alternativas, ya que no nos enfrentamos con la realidad en sí, sino con nuestra concepción subjetiva de ella, por lo que la necesidad de conocernos a nosotros mismos, de saber quiénes somos cuando somos en conflicto, es esencial para encontrar un sentido nuevo, una solución adecuada pero con leguaje propio, descubierta en la búsqueda interna que le dé verdadero significado a lo que estamos viviendo.


Marcos Regalini, Psicoterapeuta y Docente. Con Posgrado en Terapia Sistémica Familiar Focalizada, es Licenciado en Psicología y en Educación. Recorre junto a SerEs varios conceptos desde su abordaje teórico, su trayectoria y su experiencia. La necesidad de las personas por atravesar las crisis que se suscitan al vivir y salir de ellas, fortalecidas y consolidadas para seguir adelante, en continuo aprendizaje es la tarea en la relación de ayuda. Su mirada enriquece y nutre el saber, su decir enseña y su hacer transforma. Crisis y cambio. ¿Suceden uno a raíz del otro? Pienso en dos situaciones distintas. Una persona, a raíz de un cambio externo a sí mismo, puede entrar en una crisis y necesitar un cambio para volver a estabilizar su vida y reorganizarla; o puede suceder que uno mismo cambie, y esto lo lleve a una crisis y, en función de eso, necesite un cambio para volver a la homeostasis, al equilibrio. Los ejemplos son muchos. Pero podemos pensar, por citar, en una desvinculación laboral. La falta de trabajo, el despido, genera la crisis. Se produce un cambio no elegido, pero la realidad es que el puesto de trabajo ya no está. En este caso, el cambio trae aparejada la crisis. Aparecen miles de interrogantes, mucha angustia, miedos, incertidumbres. Inmediatamente, esto genera la necesidad de cambiar para volver al equilibrio. Pero volver a la búsqueda laboral, presentarse a una entrevista, quizá pedir ayuda o depender de alguien más por un tiempo, perder autonomía económica, entre otras cosas; también son cambios que hay que afrontar y que no todos, necesaria e inmediatamente, pueden hacer; por lo cual, se puede necesitar buscar ayuda profesional. La ayuda puede servir para revisar la motivación, tomar contacto con los recursos propios y establecer los pasos a seguir según lo que se desea lograr, en casos como este. La crisis genera esa necesidad de cambio, produce un malestar, y el cambio está asociado a la necesidad de resolver el

problema. Por otra parte, las características de las crisis - porque cada crisis es distinta – determinarán la necesidad de cambios más o menos profundos, de carácter estructural o menos sustancial. Resolver dificultades y asumir cambios ¿requieren los mismos recursos? Una dificultad es una situación que podemos resolver con sentido común. Todos los días tenemos dificultades grandes o pequeñas, y muchas veces, éstas se resuelven con alternativas de solución que tenemos “a mano”, que son asertivas. Estamos en una resolución constante de dificultades o en pequeñas crisis, pero muchas veces puede suceder que el problema frente al que nos encontremos, demande un cambio que no logremos determinar fácilmente. Lo intentamos con nuestras alternativas de solución y no podemos. Cuando intento resolver una dificultad y no lo logro; y sigo intentando con esa misma alternativa que no está funcionando, lo que sucede es que la solución se convierte en un problema; porque mientras no abandone mi intento de solución - el que no me resuelve nada - no puedo dar con una alternativa que realmente lo haga. Ahora bien, hay problemas que no se solucionan con el sentido común. Por ejemplo: si la crisis familiar se da a raíz de la sobreprotección

MI EXPERIENCIA ME DEMUESTRA QUE CUANDO LAS PERSONAS INVOLUCRADAS VIVENCIAN LAS VENTAJAS DEL CAMBIO, EMPIEZAN A ABANDONAR VIEJAS RUTINAS Y ELIGEN NUEVAS MANERAS.

C A M B I O


de uno de sus miembros – que se da porque se lo percibe vulnerable – seguir protegiéndolo porque es débil va a seguir vulnerabilizándolo. Si la solución que encontramos es siempre la misma, o más de lo mismo, fallida y reiterada, la solución en sí terminará siendo el problema. Porque hasta que esa sobreprotección no cese, no aparecerán otros recursos de las personas involucradas que les permitan resolver el problema. Querer no es poder, pero ¿poder es querer? Según la experiencia, hay dos factores que dificultan el cambio. Uno de ellos es que, frente a una dificultad, queramos cambiar cuando no es necesario hacerlo, y eso, lejos de resolver, empeora la situación. Por ejemplo: nuestro hijo no hace las tareas escolares, por lo cual le prohibimos utilizar Internet hasta que cumpla con sus responsabilidades; tras protestas y llantos, el límite funciona y, finalmente, el niño hace la tarea. Cuando vuelve a suceder la misma situación, volvemos a poner límites, nuestro hijo protesta y llora pero, esta vez, nosotros retiramos el límite porque en esta oportunidad, nos cansamos de los berrinches; en lugar de sostener las conductas que ya han resuelto el problema y que no debíamos cambiar. Abandonamos soluciones asertivas. El otro, se da cuando una persona necesitaría cambiar algo pero no quiere hacerlo; es acá cuando empezamos a hablar de motivación, porque todo cambio implica ventajas y desventajas. James Prochaska y Carlo Diclemente definen las distintas etapas por las cuales transitamos en el proceso de cambio, se denomina “la rueda del cambio”. En esta misma, mencionan la fase de Contemplación, se da cuando la persona reconoce tener un problema, se muestra más receptivo a la información en cuanto a esto y a las posibles soluciones; aunque, vacila en cuanto al momento de iniciar el cambio, dudando aún sobre sus beneficios. En esta etapa, predomina la ambivalencia. Es el momento en el que se evalúan las ventajas y las desventajas de cambiar. Es decir, que nos damos cuenta de que

SI LA SOLUCIÓN QUE ENCONTRAMOS ES SIEMPRE LA MISMA, FALLIDA YREITERADA, LA SOLUCIÓN EN SÍ TERMINARÁ SIENDO EL PROBLEMA

estamos frente a un problema, comprendamos las ventajas y las desventajas de cambiar, y esto puede llevarnos - a veces - a decidir quedarnos como estamos, pues el costo que tendría cambiar, es mayor al de permanecer como estamos. Esto aparece en el consultorio, y es el paciente el que tiene la decisión. Evalúa las posibilidades y decide no cambiar, porque - aunque suene paradójico – prefiere permanecer así. Esto no implica un cambio pero sí una decisión… Muchas veces cambiamos para no cambiar. Es decir, cambiamos algunas cosas para no tener que cambiar otras. Pongamos otro ejemplo: en una relación de pareja, puedo producir algunos cambios, pero otros, que son deseados no son posibles – porque no todos los cambios son posibles – pero la persona lo evalúa desde sí mismo, las ventajas y desventajas de separarse, por ejemplo, y quizá prefiera no hacerlo por muchas razones, prefiere no hacer ese cambio, por lo que cambia su forma de ver, valorar y vivir su pareja hoy. Cambió, eligiendo no cambiar. Entonces, las personas no siempre quieren cambiar radicalmente. Y sí, es su decisión. Y dada esta situación, ¿cómo es el acompañamiento en el consultorio? Se ayuda al paciente para que busque en sí la motivación y que tome la decisión madura, evaluando y evaluándose en las ventajas y las desventajas de cambiar, que la decisión sea realmente propia. Que pueda comprender que está tomando una decisión y lo que va a implicar.

V E N T A J A S


D E S V E N T A J A S

Incluso la decisión de no cambiar Exactamente. Esa respuesta es suya; no importa que yo esté o no esté de acuerdo desde mi rol, la decisión es de cada persona y eso es lo que respeto. Porque además, en ese proceso interno de evaluación puede producirse una reformulación de la mirada sobre la situación que trajo. En la decisión de no cambiar, puede estar presente una revaloración de las circunstancias que lo trajeron a consulta. Y donde no había un cambio, resulta que… Entonces sí. La persona se reformula el problema y elige no cambiar: pero cambió. Muchas veces el cambio no se elige por no asumir costos o correr riesgos, pero muchas otras veces se deja de lado porque se reformuló el origen del problema. Al evaluar, la persona accede a una visión más auténtica de las cosas, más real y eso es muy positivo. En parejas, lo veo mucho en el consultorio, hay una mejoría general de la convivencia, porque uno ya no insiste en lo que asume que el otro no va a cambiar, valora lo que sí le puede ofrecer. También hay casos en los que esto no sucede, “me quedo aunque no soy feliz” ¿Y entonces? Es su decisión, su vida. Quizá no es lo que yo haría, pero acá no entra en juego eso, la decisión es del paciente y yo la respeto, aún sin compartirla. ¿Si el cambio tuviera que ser a nivel interno? Yo trabajo con problemas medibles, observables. Por ejemplo: si el problema fuera de autoestima; entonces, tendría que definir autoestima en cada caso, observando qué cosas, en función de su problema, ha dejado de hacer que antes hacía, o hace ahora y no quisiera hacer, o quisiera hacer y no hace. Yo tengo que observar conductas concretas, “no me animo a hablarle a una chica”, “no me pongo maya y por eso no voy a la playa”, “no puedo hablar en público” son conductas observables que el paciente vincula a su problema de autoestima. Cuando los cambios implican conquistar algunos de estos logros, se puede medir la

mejoría. Otra desventaja por lo que, quizás, alguien no querría cambiar, puede ser porque la propuesta de cambio no está a la altura de su motivación. Si yo le propongo al paciente que logre algo que es demasiado grande, no lo va a hacer y no es porque se esté resistiendo, le falta conocer sus recursos. Por eso, los cambios tienen que plantearse desde una meta mínima, alcanzable; a veces, que un paciente no logre un cambio es resultado de haber sido mal definida esa conducta específica a cambiar. Tiene que ser progresivo; los cambios son progresivos.

NOS DAMOS CUENTA DE QUE ESTAMOS FRENTE A UN PROBLEMA, COMPRENDEMOS LAS VENTAJAS Y LAS DESVENTAJAS DE CAMBIAR PARA RESOLVERLO, PERO PUEDE IMPLICAR QUE DECIDAMOS QUEDARNOS COMO ESTAMOS ¿Los cambios son conductas, que se logran o mantienen con la mejoría del paciente? Es que los cambios son conductas. Pensar es conducta. Todo es conducta. ¿El orden es pensamiento, emoción y conducta? Es indistinto. Porque depende de cada persona. Además, una cambia a las otras. Si una persona consulta por ansiedad o por miedo a una situación determinada, y yo trato de convencerla desde la idea, no voy a lograr nada. Afuera, todo el mundo ya le dijo que, en realidad, por el hecho de ir a rendir un examen y se le acelere el corazón, no se va a morir. Pero esa es su vivencia, es lo que siente. Cada caso requiere de una estrategia propia de intervención, en el este abordaje.


Eso que siente ¿se dispara a raíz de un pensamiento? Exactamente, piensa que si va a dar el examen, va a morir. Lo cual le da miedo y hace que no vaya a rendirlo. ¿Ahí empieza a pesar lo que me cuento, lo que me digo? Lo que pienso de la realidad. Esto es lo que llamamos, en el enfoque sistémico, realidad de segundo orden, la que cada uno percibe singularmente. Resulta muy importante comprender el concepto de homeostasis en relación a la necesidad o no de cambio, independientemente del abordaje terapéutico o la relación de ayuda elegida. Homeostasis es equilibrio. “Esto siempre lo hice así, siempre lo resolví de este modo” – dice el paciente. Ahora, si esto no funciona para resolver una dificultad y, en algún momento, es necesario cambiar, la homeostasis resulta como una fuerza de resistencia a hacer algo diferente, patrones de conducta, costumbres que no quieren ser abandonadas. Para la persona es la mejor manera, la suya, homeostáticamente le ha servido, es lo conocido. Pero mi experiencia me demuestra que cuando las personas involucradas vivencian las ventajas del cambio, empiezan a abandonar viejas rutinas y eligen nuevas maneras. ¿Se puede sostener en el tiempo? Con el tiempo, se arma una nueva homeostasis, más funcional. ¿Qué factores influyen para que algunos cambios se trunquen? Que haya costos que no fueron evaluados. En el proceso, se pueden encontrar desventajas que no se estimaron en un principio, y retroceder sobre ese cambio. Claro que, hay veces que no es posible volver a atrás. Después de una renuncia, o de hacer un viaje, por ejemplo. Por esto la importancia de que las decisiones sean determinadas por el consultante o paciente, genuina y responsablemente. Totalmente. El gran desafío de ser terapeuta, para mí, es tener la flexibilidad de escuchar, poder aceptar al paciente

con sus valores, sus creencias, sus principios, sus ideas y conductas, y que el paciente decida lo que decida. Poder aceptar eso, separando lo que yo haría si estuviera en su lugar. Nuestra tarea es ofrecer un espacio donde el paciente pueda descubrir ideas alternativas, para construir la propia realidad, una realidad nueva en la que él se encuentre más feliz. Vocación. Tu vocación. Muchas veces te escuche decir que, lo que se busca, de alguna manera, es el cambio en la persona y por ende, la transformación social, en esto de ayudar a otros. ¿Vocación como profesional? Como profesional de la ayuda Desde mi infancia, hubo ciertos valores que me llevaron a estar muy pendiente de ayudar; había algo que a mí me hacia feliz en eso, y me di cuenta que de las muchas maneras posibles de ayudar, una era trabajar en este espacio, en esta profesión; y la educación, que es mi otra área profesional. Me gratifica observar como una persona aprende algo o resuelve un problema. De verdad, creo que la educación tiene un efecto terapéutico, en cierto sentido, a veces digo que hago la misma tarea en los dos ámbitos, en el aula y en el consultorio, es una cuestión de aprendizaje. También se aprenden nuevas maneras de pensar y de actuar en el mundo, para ser más feliz. Creo que mi dirección vocacional tiene que ver con esto, la gratificación de sentir que puedo ayudar a alguien a que se sienta mejor, y con el tiempo… - quizás

C R I S I S


SOLUCIÓN también tiene que ver con la idea de la trascendencia - cuando tengo el privilegio de ser parte de la vida de otro y de ayudar de algún modo a resolver un problema, algo de mí se va en esa otra persona y hay como una especie de trascendencia, de legado de un mundo mejor, su mundo. Si es que las decisiones las tomó para ser más feliz, y hay algo de mí en eso también, colaborar con la construcción del bienestar; de munditos felices que hacen la sumatoria y ahí sí, viene la transformación social.

Lo que surge, lo que sale a la superficie procedente de ámbitos profundos, de sentires angustiosos y de incertidumbres son procesos de cambio entramados con los aprendizajes necesarios, que se traducen en algunas acciones, que devienen en beneficiosos resultados y soluciones alcanzadas. El Lic. Marcos Regalini, nos ha regalado en palabras afables y generosas, el desarrollo de su trabajo diario y su experiencia basada en la comunicación interhumana que habilita el cambio, lo hace posible y lo acompaña.

Lic. Marcos Regalini E- mail: marcos_regalini@hotmail.com


Como el nuevo medio de comunicación que SOMOS – atravesados conceptual y profesionalmente por el Counseling, su ejercicio y su difusión - tuvimos la grata tarea de realizar la cobertura del evento anual, organizado por la Asociación Argentina de Counselors, con motivo de celebrar el Día del Counselor que, si bien tuvo lugar en el calendario el pasado 13 de Agosto, la fiesta se realizó el sábado 22 de Septiembre y, a la alegría compartida cada año, se le sumó la llegada de la Primavera como excusa para sumar color, flores y perfumes a una gran noche que tuvo mucho de ENCUENTRO y mucho de TODOS.


Nos reunió el Club Arquitectura, en el barrio de Devoto, en la Ciudad de Buenos Aires. Sus cálidas instalaciones aportaron espacio y comodidad para que acontezca, con el agrado de todos, lo propuesto por la A.A.C.

En la convocatoria, la invitación fue a que todos los colegas que tuvieran ganas de compartir sus talentos y manifestaciones artísticas pudieran hacerlo, ante la mirada cariñosa y el aplauso de todos los que pudimos disfrutarlos. Un gran aporte creativo y creador.


Fiesta, música, baile, flores en las prendas, en el cabello y en los ojales; alegría… mucha alegría. Así se vivió el encuentro compartido, en un clima respetuoso y afectivo. Fotos, sonrisas, abrazos y el agradecimiento omnipresente. Y, por supuesto, planes de trabajo compartido, ideas y proyectos que, ahora están en las agendas de los que trajimos la sonrisa puesta por habernos reencontrado.

Revista SerEs agradece el espacio para poder estar PRESENTE. No sólo porque los cimientos de este proyecto editorial honran el apoyo de la A.A.C. y, en ella, el de cada colega que ha tenido una palabra, un abrazo y un deseo manifiesto de crecimiento y desarrollo para este medio; sino también, como todos los SerEs a los que les dedicamos nuestro servicio, nosotros nos percibimos potenciales, creativos y productivos a partir de las condiciones que nos brinda la comunidad a la pertenecemos. ¡MUCHAS GRACIAS!


Dra. Graciela Moreschi Médica Psiquiatra MN41018 www.gracielamoreschi.com.ar

Las Redes La ilusión de control que nos controla

Las redes sociales han modificado nuestra vida. No son algo diferente o aparte de ella. Son nuestra realidad hoy. Y estas redes nos muestran todo lo que podemos hacer, es como si - aludiendo a la terminología de Heidegger - hubiera aumentado el mundo a la mano. Es decir, el mundo que nosotros podemos modificar. En cuanto a la ilusión de control, creemos que tenemos más control, y en realidad somos controlados, nos dicen qué desear, qué sentir y qué decir, pero con esta participación en las redes, pensamos que las controlamos. De hecho en los vínculos, a partir de Internet, podemos ser ubicados todo el tiempo, pero también es cierto que las redes hacen que

quien está a nuestro lado no esté del todo seguro si está solo o con nosotros o ambas cosas al mismo tiempo. Entre las muchas posibilidades que perdemos es la de comunicarnos, pero como las redes nos permiten que tiempo real y virtual no coincidan, tenemos la ilusión que podemos dejar mensajes, videos, y seguir influyendo cuando ya no estemos. Es una falsa ilusión, porque para que llegue el mensaje o el video, debe haber alguien que lo suba, alguien que lo mire, pero queremos creer que seguiremos estando y los demás serán brazos ejecutores de nuestros deseos.-

La manera y la velocidad que demanda el vivir hoy, no nos permite, muchas veces, estar en contacto con el propio cuerpo, aún habitándolo, siendo en él. Ese diálogo intrapersonal, funcional al sentir, se entorpece, se altera. Intervienen numerosos factores, el trabajo, la salud, la familia, el agotamiento de las tantas funciones que se desarrollan en una misma jornada. De cualquier modo, en el diario acaecer de la mujer, a todas las tareas que podemos llevar adelante, indefectiblemente se le suma el paso y el peso del tiempo. El que sucede afuera y el que adviene interno, el que altera naturalmente nuestro organismo delimitando etapas que parecen condicionarnos, en el interjuego de creencias, pensamientos y emociones que determinan el modo en el que hacemos los días que vamos viviendo. “Cada cambio de etapa supone una crisis” – dice la Dra. Moreschi – “No podemos detener el paso del tiempo, pero lo maravilloso es que cada etapa está plagada de nuevas ofertas, y todas se pueden disfrutar” Los tiempos van cambiando, afortunadamente, los paradigmas, los contextos culturales, los constructos sociales, la mirada, hay yerros y conquistas; ahora bien, aún hoy, con todo ese aprendizaje en proceso de expansión, el correr del tiempo nos interpela, más de una vez, y viene con preguntas que no queremos maquillar, ni responder desde el colectivo, sino en lo personal, en lo íntimo; echamos luz sobre lo que estamos sintiendo y solo así, desde la mujer profunda, física y emocional, sabemos lo que nos pasa y qué nos pasa con eso, que nos está pasando. Revista SerEs acompaña a la Dra. Graciela Moreschi y a la presentación de su libro “Con el reloj en el cuerpo”. Propone su lectura y agradece su presencia en estas páginas con su columna de reflexión. Es un honor. Clr. Analía Cordero Directora Editorial

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L R AMAR CURA A OZ DZ A O R LI FN I Por Analía Cordero


El E.C.P. es una manera de acompañar – Confirmamos el ser del otro

RODOLFO LAZZARINI UNA MANERA DE AYUDAR

Es Licenciado en Psicología, Profesor en la carrera de Counseling, de la materia Enfoque Centrado en la Persona, Miembro Honorario de la Asociación Argentina de Counselors y muy rogeriano… Referente de referentes, docente de docentes. Hoy, a sus 77 años, nos cuenta como solo él puede hacerlo, cómo y por qué aquello que encontró en las maneras de Carl Rogers es lo que ha elegido como su propio modo de ser en el mundo. Hablamos del “Enfoque”, hablamos de Counseling, hablamos de la vida, el ser y el dolor en algunas de sus formas, de su experiencia, de su sentir… En una entrevista cálida y armónica, nos encontramos humanos, eligiendo estar ahí, congruente y amorosamente. Su espacio, su decir; la transformación en la experiencia y el encuentro.

AMAR CURA


AMAR CUR En alguno de sus textos se ha definido como atrapado y seducido por el maravilloso y al mismo tiempo angustiante misterio del ser humano. Inicia su búsqueda abordando la Psicología como camino personal y profesional; esto parece cobrar sentido en su encuentro con lo más existencial, las ideas y la práctica profesional de Carl Rogers. “Una manera de ser” – dice. Elije ser así. Y entonces… quisimos saber de él.

Rodolfo, la pregunta hoy es: hablar de Counseling y de E.C.P, ¿es hablar de lo mismo? Esa, hoy, es una discusión dentro del ámbito del Counseling. ¿Es diferente o es lo mismo? Cuando el primer libro de Rogers cobra cierta difusión dice: “Counseling y Psicoterapia” y habla del Enfoque Centrado en la Persona como una manera de ayudar. Lo usaron los counselors y los psicoterapeutas. Yo, personalmente, trabajo el E.C.P. y soy psicólogo – más allá de que tengo… la Asociación Argentina de Counselors me nombra “Miembro Honorario” En principio, siempre decimos que el Counseling no es Psicoterapia. Es Counseling. Bueno, entonces qué es Counseling; o cómo se hace el Counseling… La psicoterapia tiene la capacidad de curar la psique. Nosotros no curamos, hacemos otra cosa. Hace muchos años, cuando me invitaron a ser profesor de E.C.P., solo había escuchado hablar, alguna vez, a Manuel Artiles de Counseling; ahí me preguntaba: pero… ¿es diferente a la psicoterapia? porque si no…. Yo, personalmente, creo que la única manera coherente y respetando la idea que viene del E.C.P. – y no por una adhesión política al “Enfoque” - es saber que no es psicoterapia, es una manera de acompañar al otro para que se pueda reencontrar consigo mismo; pero él tiene que reencontrarse, nosotros lo acompañamos. Y el E.C.P. propone modalidades de vínculo que facilita que eso se dé. Por lo tanto, yo creo que el Counseling y el E.C.P no se pueden ver

como una técnica… es más, si se lo enseña como una técnica, entonces no se está enseñando E.C.P. ¿Si tiene técnica, no es E.C.P.? No es. El E.C.P es una manera que le da identidad verdadera al Counseling. Al principio se lo conoció como psicoterapia no directiva; a mí no me gusta. Es “dejar ser al otro” que es muy distinto a “no ser directivo”. Lo dejo ser, lo acompaño para que vaya encontrando esa manera de ser que a él lo haga sentir pleno, a su manera, no a la manera que yo le propongo. Cuando el consultante viene a la consulta, trae “eso” que le pasa: una situación que lo tiene mal, puntual o generalizada; una sensación de incongruencia interna: no sé qué me pasa… Sí, una situación que lo tiene mal y parece que lo tiene mal con el mundo, pero en realidad es con él mismo. Entonces… hay sufrimiento y puede estar basado en una herida… en una herida emocional, espiritual… algo pasó. Algo pasó. En ese caso, ¿ayudamos a sanar? ¿Qué será sanar? Nosotros establecemos una relación en la cual “confirmamos” el ser del otro como el otro elije ser. A lo mejor… elije mal – según nosotros – pero es su manera. ¿Por qué? Bueno, si miramos bien la teoría de la personalidad de Rogers, lo más valioso que tiene no es la teoría en sí misma, sino sus maneras. La crisis se produce cuando la persona deja de ser quien realmente es, cuando empieza a armar una imagen porque su ser como es le trajo alguna situación dolorosa. Se lo rechazaba. ¿Sería como una readaptación en la búsqueda de un lugar de aceptación? Exactamente. “A ver si me dan un lugar”. Si lo queremos hacer más simple: “a ver si logro que me validen”, o más simple aún: “a ver si así me quieren”. Porque – quizá un poco se ha perdido, pero Rogers también habla de que conjuntamente con la tendencia actualizante, que es la tendencia a desarrollarnos plenamente – el que somos, porque quienes somos lo vamos descubriendo en el camino – la


El E.C.P. es una manera de acompañar – Confirmamos el ser del otro

“Mis actitudes no son recursos técnicos. Elijo ser así” incongruencia se produce porque armamos una imagen que se contradice con nuestra esencia, para ver si el otro me incluye, me da un lugar; a ver si el otro me quiere. Hablando técnicamente lo llamamos: consideración positiva. Y la consideración positiva no es otra cosa que “que me quieran” ¿Nos sentimos igual en un lugar en el que nos sentimos queridos que en donde no nos sentimos queridos? Yo me siento muy distinto… Miralo en los animales, si los tratás bien, en general, son animales dóciles y si los tratás mal serán agresivos. Desde el instinto pleno… Totalmente. A mí me gusta usar la imagen de la historia de cómo domesticaban a los caballos algunos indios. Los indios no usaban riendas, se montaban arriba nada más, pero el criollo al caballo lo doma a golpes, el indio lo domaba a caricias; cuando el caballo se quedaba quieto, ya sin miedo, ahí lo podían montar. Porque ¿cuándo nos defendemos? Cuando nos sentimos atacados Exactamente. Bueno, bien dice el psicoanálisis que nuestros líos son porque nuestros mecanismos de defensa son tan rígidos... Pero por qué nos defendemos… nos defendemos del dolor que nos provoca algo. Bueno, a veces, esa defensa la

rigidizamos y ahí… repetimos, repetimos las mismas macanas… Entonces, nos defendemos de lo que sentimos que nos amenaza, asociado libre o no libremente a un dolor posible, vinculado a un sufrimiento anterior sublimado o no. De lo que sea. Yo digo: es lógico que nos defendamos cuando sentimos que algo nos está haciendo mal. ¿Qué hacemos los counselors? Eliminamos esa sensación de peligro que siente el consultante. Acá hay otra manera, podemos estar juntos de otra manera. Eso es lo que ofrecemos: un vínculo en que el otro no se sienta amenazado. ¿Cómo alimentamos ese vínculo? Con la consideración positiva incondicional, haciéndolo sentir que es digno de ser aceptado y querido. Porque cuando es tratado así, comienza a sentir y a pensar: “Ah… yo soy querible también”. Porque el dolor comienza cuando construye una imagen de lo que no es, pensando: “no soy querible, de qué me disfrazo ahora para que me quieran”. Yo creo que todos nos disfrazamos un poco, sin llegar al extremo de sentirnos incómodos. Un poco… todos… siempre… Bueno, el mundo se maneja mucho por la imagen, cuando armamos una imagen que coincide con nosotros, ya no es una imagen,

AMAR CURA


El E.C.P. es una manera de acompañar – Confirmamos el ser del otro

es mostrar quienes somos. Por ejemplo, no estar preocupado por lo que digo o no digo. Muchas veces, el consultante trae la preocupación de si lo que dice o no dice, hace o no hace puede provocar rechazo. En este vínculo que ofrecemos podés ser como quieras ser. Incluso, el desafío de ser counselor, implica saber hasta dónde somos capaces de aceptar al otro tal como es. Porque el otro – todos en realidad – buscamos aceptación; ahora bien, generalmente, en la vida cotidiana, la aceptación no es incondicional; en cambio, acá, en esta relación: counselor – consultante no hay condicionamientos, por lo que el consultante comienza a sentir que puede ser el que quiera ser, errando, acertando… Pero ser… Pero ser…Lo que parecería es que la primera pelea que nos arruina la vida es la pelea con nosotros mismos, después esto se traslada a la pelea con el mundo… la persona que está bien consigo mismo va por la vida, pacíficamente, y si se topa con alguien y no es aceptado: “ah, este no me acepta… bueno, habrá otro que si lo haga” No entra en un conflicto para lograr ser aceptado bajo tantos condicionamientos. Entonces, si la relación facilitadora lo ayuda a sentir que puede ser querido siendo el que verdaderamente es, es mucho más fácil.

Partimos de la idea de que de las personas, la vida - e incluso los animales – cuando no se los condiciona, aparece lo mejor. Entonces… Rodolfo, el counselor no es un sanador, ¿la persona sana por sí misma? Es que la fuerza sanadora no se la podemos dar nosotros. Nosotros creamos una relación que le permite encontrar el sanar en él. Somos seres que nos definimos en relación, en la relación con los otros y también, en la relación con nosotros mismos. Somos alguien en el mundo y a la vez, el mundo, es en nosotros. Somos una parte de un todo. Totalmente. Es decir, nos definimos como personas a partir de las relaciones que establecemos. Si esas relaciones son mayoritariamente nutritivas, en el sentido humano, vamos a crecer más armoniosamente. Cuando no es así, bueno… empezamos a defendernos. Ahora… cuando te defendés, generalmente te achicás, te contraés. Cuando te sentís libre te expandís, ocupás el lugar que te dan tus brazos. En la defensa, a veces nos achicamos y, a veces, nos agrandamos demasiado – a ver si así, agrandándonos, nos dan un poco más de bola… no? Bueno, ahí entramos a chocar con el otro, porque “el otro” también necesita espacio. Entonces, lo que proponemos es una relación sana y nutritiva, para que el consultante pueda, él – no porque nosotros se lo imponemos – crecer y ser. A la vez, el counselor recibe ese alimento. Yo siento que me nutro mucho cuando puedo establecer una relación así con el consultante, porque disfruto de apreciarlo pero también disfruto del aprecio que él también me devuelve. Hay gente que más de una vez me dice: “Yo no sé qué pasó aquí, pero yo aquí empecé a sentirme distinto”. En realidad, “distinto” era antes, acá pudo empezar a ser el que es. Antes era “distinto”… antes se adaptó como pudo a su medio y eso trajo sufrimiento y dolor… se perdió de sí en esa versión adaptada.

AMAR CURA “Cuando algo te duele, lo mejor es doler el dolor hasta que empiece a pasar”


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AMAR CURA Y sí, deja de ser el que realmente es. Porque no fueron dadas las condiciones que son armónicas con él. Todos necesitamos, para crecer, las condiciones que nos lo permiten según nuestras necesidades.

“ACOMPAÑAMOS AL HERIDO MIENTRAS SE TOMA SU TIEMPO PARA SANARSE”

Este Rodolfo que está acá, con vos, no es el mismo de siempre. Pero, qué pasa… yo disfruto de mi profesión, me gusta estar acá, me gusta charlar de esto con vos, me gusta ir a dar una charla, me gusta, porque son lugares donde se dan las condiciones que a mí me permiten ser el que soy. Y eso es lo que necesitamos todos para recuperar – yo diría – esa naturaleza de ser felices. A mí me gusta que me quieran… ¿Querés que te lo diga más académicamente? A mí me gusta que me tengan consideración positiva incondicional! Cuando nos adaptamos, además de no ser felices, reprimimos… otra vez: confiamos en que cuando somos libres de ser el que somos, sale lo mejor, no lo peor. Entonces, no reprimimos lo peor, reprimimos lo mejor. En general y desde otras miradas la represión es sobre nuestras peores cosas. Pero no, lo que muchas veces reprimimos, y nos hace sufrir, es nuestra capacidad de amar. Nos resulta más fácil, en la vida diaria, mandar a la mierda a alguien que mirar a los ojos a otro y decirle: ¿sabés que te quiero mucho? Hasta vergüenza nos da! Y qué tremendo es que cueste más decir “te quiero”, pero claro, decir “te quiero mucho” es mostrarse… yo digo… desnudarse un poco Nos vulnerabiliza un poco frente a… Exactamente. No puedo ser vulnerable…. Habrá que ver cómo encontramos la manera Y el equilibrio para salvaguardar los vínculos que merecen esta apertura y este mostrarnos enteros, tal cual somos. Y

habrá algunos ámbitos en los que uno tendrá que ir con cierto cuidado… Y, a veces, no te queda otra… Es decir, algunos límites uno los acepta pero a sabiendas que no es lo que quiere, pero bueno… La vida implica ciertos límites; el problema es cuando empezás a creer que esos límites te gustan ¿Hay un momento en el que “empiezo a creer” que lo que me condiciona es lo que me conviene? Y… puede ser. Porque ¿qué quiere decir ser amable? Generalmente, usamos ese término para las personas que son agradables y aceptantes, pero la verdad es que eso habla de una “imagen” porque en realidad ser amable es ser digno de ser amado, ser querible es ser digno de ser querido, cuando el consultante empieza a sentirse querido: “ah, soy querible” entonces no va por el mundo con un cartelito que dice: “despreciable, tonto, incapaz” y ni siquiera lo cambia por el cartelito de “querible”, simplemente va… va yendo. Se volvió querible para sí mismo… Exactamente. Porque nuestros ojos siempre son espejos para el otro. Mi mirada es un espejo para vos. Tu mirada es un espejo para mí. Es así de simple. Yo creo que la complicamos nosotros, caemos en esa trampa.

“LA TENDENCIA ACTUALIZANTE ES LA TENDENCIA A DESARROLLAR PLENAMENTE LO QUE SOMOS, PORQUE QUIÉNES SOMOS, LO VAMOS DESCUBRIENDO EN EL CAMINO” Hay otra manera de andar por la vida, no es cierto que siempre tenemos que retorcernos para adaptarnos. El E.C.P. es una maravilla pero no solo en el consultorio, sino como una forma de vivir. ¿Y en el consultorio? Acompañamos. Tenemos que aceptar el recorrido del consultante, por el que vaya; si se metió por un camino que a mí me resulta difícil de transitar, tendré que salir yo y que vaya a


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ver a otro. Porque el camino que lo hace sentir bien es aquel que coincide con su verdadera manera de ir. Si no, es una trampa más, otro condicionamiento más: “ahora tengo que ir para allá porque el Counselor me dijo que por ahí es mejor” ¿La experiencia lo puso frente a un consultante que abiertamente preguntó: “¿Qué hago?”? Tengo una anécdota, la traigo porque es real y porque me hacés esta pregunta. Hace muchos años, al principio, cuando yo iba buscando dónde trabajar… recibo a una consultante que manifestaba muchos problemas, el marido llamaba a la clínica casi todos los días, pero bueno… la mandaron al psicólogo. Y vino. No me acuerdo bien, pero estuvimos varios meses viéndonos. A veces protestaba, pero seguía viniendo. Si venía era porque algo ahí la hacía venir, yo no la llamaba para que venga. Era alcohólica. Nunca lo dijo. Ella decía: - “Hago macanas”. Nunca, nunca se habló de que era alcohólica, no lo dijo ella y yo menos. Y una vez me dijo: - “si mañana pasa lo de todos los días…” – pero me lo dijo de una manera tan sentida – “¿qué hago?”. “Trate de no hacer macanas” – le dije. Se dio vuelta la relación. No le dije: “No tome”, le dije: “Trate y si no, la próxima seguimos hablando” Cambió. Ella escribía; traía eso y lo leíamos, eso era un aspecto que quedaba tapado por el alcohol y empezó a tener un lugar en el cual eso era valorado. Cambió su relación con el marido. Empezó a venir arreglada. Dejó de

“EL CONSULTANTE EMPIEZA A SENTIR: - “SOY QUERIBLE”. AHÍ, SE VOLVIÓ QUERIBLE PARA SÍ MISMO” tomar. ¿Qué hice? Yo traté de ser y ofrecer eso en lo que creo. La ayuda es un acto humano, no es un acto médico. El médico cura. Un buen médico habla con el paciente, lo informa, le explica por qué lo medica, por ejemplo… de esa manera se lo hace partícipe activo del acto curativo. Incluso un cirujano, le explica antes de una operación, que es lo qué va a

hacer para que también la persona aporte su disponibilidad a todo eso. En nuestro caso, estamos solucionando problemas humanos, no problemas psíquicos o psiquiátricos. Nuestras intervenciones siempre son para entrar en contacto con la vivencia del otro, no para hacerlo entrar en contacto a él, para entrar yo en contacto con lo que siente, para entenderlo verdaderamente, entonces, la persona sabe que de verdad nos interesa saber lo que le pasa, que nos interesamos por él: - “puedo ser mirado de otra manera” – y cuando nos miran de otra manera: la vida cambia. Así de simple. Claro que a veces, en ese transitar con el consultante, se anda por situaciones difíciles, dolorosas… yo trato de vibrar también con el dolor del otro. ¿Y con los dolores que no tienen solución? Las pérdidas, las enfermedades, los duelos, el desamor… todo esto también aparece, todo esto también se acompaña… Se acompaña. Hasta que la persona encuentre su propia manera de transitarlo, porque no todos podemos transitar por el dolor de la misma manera, cada uno – si tiene suerte – lo hace como mejor puede. Cuando algo te duele lo mejor es doler el dolor hasta que empiece a pasar, con negarlo no va a desaparecer; lo más probable es que cuando entre en contacto con ese dolor existan más posibilidades de que encuentre el camino para que ese dolor se mitigue o hasta que desaparezca. Creo que facilitamos la posibilidad de que el consultante elija… pero no es que con mis actitudes facilito… no, porque entonces mis actitudes se transforman en recursos técnicos. No, elijo ser así. Yo no tengo ninguna duda – y sin términos académicos – de que el amor cura. No tengo la menor duda. Las caricias curan. Los golpes enferman; golpes pueden ser palabras, miradas, actitudes incluso. Y hay actitudes que crean el clima para que eso se sane. En mi experiencia, por lo general, he comprobado que cuando yo puedo ofrecer eso, el resultado aparece y mucho más rápidamente que de otra manera.

AMAR


El E.C.P. es una manera de acompañar – Confirmamos el ser del otro

AMAR CURA Yo creo que no sentirse querido y no sentirse digno de ser querido es un dolor muy grande: - “si no soy digno de ser querido, no va a haber amor para mí”

“HAY GENTE QUE, MÁS DE UNA VEZ, ME DICE: -“YO NO SÉ QUÉ PASÓ AQUÍ, PERO YO AQUÍ EMPECÉ A SENTIRME DISTINTO” – EN REALIDAD, “DISTINTO” ERA ANTES, ACÁ PUDO EMPEZAR A SER EL QUE ES”

Aparece la creencia ¿no? y a veces, se enquista… en el alma… Con lo cual, paradójicamente, se confirma la fantasía y llega un punto en el que puede convertirse en algo insoportable. Nuestra profesión es hermosa, tomémosla, no la disfracemos, no la edulcoremos, no la maquillemos, es así. La vida misma implica que vas a sufrir, nuestro papel es acompañar a la persona en ese trayecto de reparación, punto y aparte. Acompañamos al herido, mientras se toma su tiempo para sanarse. No es poco. ¿No alcanza? Yo digo

que con eso alcanza y hasta puede sobrar. Nuestra capacidad de “curar” – así, entre comillas – depende de que seamos personas que podamos ofrecer eso. A veces podemos más, a veces podemos menos… pero cuando podemos menos no lo disimulemos con maniobras extrañas. ¿Tenemos un lugar de poder? Sí, pero depende de qué vayamos a hacer con este lugar de poder; creo que es nuestra mayor responsabilidad. Rogers dice: - “comprendí que a menos que yo quiera lucirme y demostrar mis conocimientos, lo mejor es seguir el recorrido que propone el consultante” De carne y hueso, real, tan humano… tan humano como todos. Luminoso a veces, opaco otras, tan humano… Ama esta profesión profundamente y lo contagia. Transforma en su decir a su interlocutor, lo hace crecer, pensar y sentir en una simultaneidad conmovedora. Es y deja ser, en una amalgama que se experiencia en el clima que sabe crear con libertad y responsabilidad. Elije ser así y estar presente. -

“Encuentros con Rodolfo” Seminarios de Profundización en el Enfoque Centrado en la Persona con el Clr. Gustavo Robles (2017/2018) Una de las tantas oportunidades de conocerlo, de disfrutarlo, de aprender de él y con él.


Los medios de comunicación muestran una imagen idealizada de las prácticas sexuales

Sexualidad Centrada en la Persona .

DE CALIDADES, CANTIDADES Y… OTRAS YERBAS

En muchas oportunidades nos valoramos a nosotros o a algún aspecto de nuestras vidas comparándonos quienes nos rodean; somos o estamos mejor que tal o cual persona, lo que nos tranquiliza o nos preocupa, según el caso. Esa forma de valorizar es – cuando menos - injusta para con nosotros y, en materia de sexualidad, totalmente inadecuada.

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¿CUÁNTAS VECES DEBEMOS TENER SEXO? ¿TRES VECES POR SEMANA? ¿POR MES? ¿POR AÑO? ¿TODOS LOS DÍAS? ¿QUIÉN DETERMINA QUE ESTAMOS TENIENDO SEXO “DE CALIDAD”? POR SUPUESTO, CADA UNO DE NOSOTROS. TAN SENCILLO COMO ESO, CADA UNO DISPONE SU PROPIA VARA, ÚNICA E IRREPETIBLE.

también debiera incluir el deseo de realizarlo, ya que con el consentimiento y sin el deseo… ¿hasta dónde podría resultar placentero? Hablo de deseo por algo que ya sabemos que no nos gusta. Hablo de no consentir o forzarnos a tener determinada vivencia por el sólo hecho de que nos convencieron - los medios de comunicación, las amistades, nuestra pareja - de que la mayoría o todos lo hacen. Voy a dar un ejemplo personal: a mí no me gusta el queso, lo probé por supuesto, y lo detesto; es más, lo rechazo totalmente en todas sus formas y variedades. Ahora bien, nadie – jamás - al enterarse de esto, me dijo que soy “mala en la mesa” o “mala comensal”. Y, si me lo dijeran, posiblemente no me afectaría en mi valoración. Entonces y a modo de ejemplo: ¿por qué a alguien a quien no le atrae practicar el sexo oral, se le puede endilgar el mote de “mala o malo en la cama” o “mala o mal amante”?. Entiendo que el sexo oral es muy popular… el queso también. Por consiguiente, ¿quién determina que estamos teniendo sexo “de calidad”? Por supuesto, cada uno de nosotros, y si nos produce placer. Tan sencillo como eso, cada uno dispone su propia vara, única e irrepetible. En otro orden de cosas: la cantidad ¿Cuántas veces debemos tener sexo? ¿Tres veces por semana? ¿Por mes? ¿Por año? ¿Todos los días, si tenemos con quién? Cabe señalar que sí existen trastornos relacionados a la falta de interés o deseo de actividad sexual. En las mujeres es el Trastorno de Interés/Excitación Sexual Femenina. En los varones es el Trastorno de Deseo Sexual Hipoactivo. En ambos casos, entre los criterios diagnósticos, se considera que deben provocar un malestar significativo en el individuo, y hay que descartar que se expliquen debido a otros trastornos orgánicos o psíquicos. Es fundamental considerar que, si se descarta lo último, sólo cada persona puede conocer y reconocer si algo le provoca un malestar significativo.

¿Por qué me atrevo a decir algo semejante? Sencillamente porque hay – entre tantas dos cuestiones a considerar: En primer término, los medios de comunicación nos muestran, en general, una imagen idealizada sobre las prácticas sexuales; tiene buena prensa tener “mucho” sexo y sobre todo “bueno”. Por otra parte, y posiblemente a consecuencia de lo anterior – también generalmente - mentimos y nos mienten sobre lo qué hacemos, cómo lo hacemos, cuánto lo hacemos e, incluso a veces con quien; quizás con el propósito de ajustarnos a la imagen popular por la cual se debe tener una sexualidad plena, entendiendo por esto, tener “mucho sexo y de calidad”. Si seguimos en esta lógica de pensamiento y no respondemos a dicho modelo, estamos fallando y, si además, descubrimos con horror (¡!) que tampoco tenemos ganas de tener sexo todo el tiempo o de atravesar determinadas experiencias, concluiremos indefectiblemente que hay algo que está mal en nosotros, algo que no es “normal”. Profundicemos un poco en los que, según mi opinión, son mitos. Si hablamos de prácticas sexuales, todas son válidas siempre que exista el mutuo consentimiento con plena conciencia de los actos; creo que nadie discutiría esta afirmación. Personalmente, agregaría que

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Por todo esto, la cantidad depende de nuestras ganas y de las posibilidades de llevarlo a cabo, claro. Es un criterio personal y se establece dentro de nosotros. En cuanto a las prácticas en pareja, son deseables las coincidencias y los consensos para los que la comunicación es la llave

necesaria; pero ese, es un tema tan importante que será motivo de una columna futura. Estar atentos a nuestras necesidades y deseos es lo más relevante. Lo esencial. Un abrazo y hasta la próxima.

Clr. Claudia Quiroga Daldi Especializada en Consultoría en Sexualidad E-mail: claudiaquirogadaldi@gmail.com

Tel +54911 4307 8771 / 15 6457 0518 E- mail deborarakover@gmail.com Facebook Debora V. Rakover ARTE & DISEÑO

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Que un otro sienta mi presencia en circunstancias especiales, dependerá del vínculo que nos una y de mi manera de hacérselo saber… Un llamado, un mensaje, un abrazo silencioso o solo el pensamiento, que coincidentemente nos encuentra… ¿es suficiente para acompañar? Quizás, la diferencia esté no solo en aquello que digo, sino en cómo soy, en lo que transmito y genero en ese ser que atraviesa una situación particular… No es lo mismo esbozar un gesto condicionado a un “aparecer sentido”, a elegir acompañar desde lo más profundo del corazón… Muchas veces parece que “sale así, naturalmente”… que existen SerEs que tienen magia – o sucede con ellos la magia - ese “no sé qué”… que aunque vivan muy lejos, o no seamos tan amigos, están. Entonces me pregunto, ¿qué es lo que ocurre en esta relación, que sin proponérmelo me da tanto, me contiene, me apoya, me alegra el día…? y me doy cuenta de que ese “estar” es mutuo, que ambos siempre estamos. De pronto, nos descubro acompañándonos en la vida, compartiendo lo más significativo, queriendo saber cómo le fue en esa reunión, qué tal pasó el fin de semana… o celebrando la concreción de un proyecto. Así, comprehendo la magia. Existe una conexión que, sin ser definible, nos hizo coincidir en algún lugar, por alguna razón… y es tan lindo, tan bueno, tan sano… y el tiempo lo fortalece… y ese otro se convierte en parte de mi existencia… y nos hacemos bien! Puedo estar presente en alguno de sus recuerdos porque lo ayudé cuando lo necesitaba, puedo estarlo haciéndolo reír en un día no tan bueno, orando juntos en una situación límite, escuchando atentamente su relato si es lo que necesita, siempre puedo “estar”. En ciertas ocasiones necesito de un otro, puedo decirle lo que me pasa y siento que me comprende tanto… se alegra con mi alegría, se apena con mis pesares… y ese ser dice, por ejemplo: - “gracias por compartirlo” y yo pienso: - “¿con quién sino con vos?” Van apareciendo SerEs en mi vida que dejan su huella…de esos que acarician el alma con una sonrisa, abrazan con la mirada y me enseñan algo pronunciando lo que para muchos, quizá, sería un simple comentario… Otras veces, recibo un gracias por tu ayuda! Y me quedo pensando, ¿qué hice en realidad? Seguramente escuché…acompañé…estuve presente…como esa persona lo necesitaba. Existen personas que parecen “adivinar” que me hace falta una palabra, un cómo estás... y de alguna manera me hacen sentir que están…

De qué manera…

Estoy Presente Y hay otros, esos SerEs que dedican su tiempo voluntariamente para ayudar a que otros estén mejor, generando mejor calidad de vida. Ellos están ahí, quizás algún vez, tengan que ayudarme a mí… Puedo estar presente colaborando en una causa que requiera de todos, con mi tiempo, con dinero, brindando información, facilitando… Presencia… varias maneras de estar siendo. La que es buena para mí: que sea sentida, desinteresada, la presencia desde el amor…

Clr. Claudia F. Percara Especializada en Duelos, Desarrollo Personal y Primeros Auxilios Psicológicos E-mail: claudiafpercara@gmail.com



Por AnalĂ­a Cordero

AlegrĂ­a Intensiva Payasos Profesionales de Hospital


Fundir en un concepto sólido la tarea de ayudar y la de hacer reir, enaltece a ambas. Profesionalizar Payasos para que se produzcan hechos culturales de alta calidad en un Escenario Hospitalario es de las tareas más nobles de las que me ha tocado conocer y contar. Irene Sexer es Directora Artística de Alegría Intensiva, esta compañía de Payasos Profesionales de Hospital, y fue quien tuvo la gentileza de brindarme su tiempo para dar a conocer que hace ya 10 años que realiza esta tarea y, que el alcance – comprobado por cierto – que esta función logra en la calidad de vida de niños – y sus familias – en periodo de internación, es altamente significativa. Los efectos son comprobables en los pequeños organismos que, abiertos a la experiencia holística – cuando pueden hacerlo – reciben esta “manera” de ayudar. Irene habló de conocimiento personal como condición necesaria para el actor o la actriz que, desde atrás de la nariz, dispone su totalidad humana en la amalgama que se da entre el dolor, la incertidumbre y la esperanza, a veces. Nos contó que el quehacer artístico de estos SerEs, involucra su carácter humano de tal manera que resulta imprescindible para ellos, atravesarse en el conocimiento de sí, en la palabra, en el decir del sentir, para buscar sus propios recursos para el acompañamiento efectivo, en un ámbito tan “frágil” – describe Irene. Es fundamental el trabajo personal de

desarrollo para el enriquecimiento, el fortalecimiento y la profesionalización de todo Payaso de Hospital. Empatía, escucha, mejorar la experiencia del que sufre, improvisación (ustedes) fenomenología (nosotros). Distancia óptima para "poder" ayudar. Simetría en el vínculo (el protagonismo en el niño) Intervenciones que ayudan. Contención propia y supervisión del trabajo personal y profesional. TODO ESTO: lo tenemos en común, en estas bases se apoyan ambas relaciones de ayuda. ¿Cómo describirías desde A.I. el proceso interno por el que pasa un artista desde el clown hacia o hasta el Payaso Profesional de Hospital? Yo creo que el pasaje de un clown a un escenario hospitalario se lo da la experiencia. La experiencia en haberse formado durante años en la técnica del clown, de la actuación, y si tiene otras herramientas también se nutre un montón. Y, la posibilidad de estar tan nutrido y tan formado, hace que sea posible un pasaje de ese lenguaje a un escenario muchísimo más frágil. Tal vez, sos un gran clown de escenario pero, si no es transitado mucho entrenamiento, mucho conocimiento personal, sobre tus posibilidades, el andar en el hospital se traduce en algo más egocéntrico. El “andar en el hospital” tiene que ver con leer la escena posible, y no hacer uno: el propio show. Creo que un

“La caracterización, las rutinas previas y la improvisación componen la tríada de nuestro trabajo” Irene Sexer – Directora Artística


clown con mucha experiencia puede hacer ese pasaje con más herramientas y con más placer también. El arte de la improvisación opera con el “aquí y ahora” y genera reacciones en los niños, sus padres, el personal médico y no médico que sólo un profesional puede manejar y conducir para lograr el efecto lúdico deseado, por eso trabajamos con Payasos Profesionales de Hospital y no con voluntariado. Creemos en lograr una real comunicación y la transformación de una situación desfavorable en otra alegre y esperanzadora, para lo cual es fundamental la formación que, además, incluye ítems como Dinámica Hospitalaria y Bioseguridad, entre otras tantas. Por otra parte, es nuestro deseo profesar que el arte requiere de estudio, práctica y mucho profesionalismo. El sólo hecho de colocarte una nariz roja, no te transforma en artista, y mucho menos en Payaso. Todos los artistas de Alegría Intensiva deben ser actores profesionales. La adaptación al ambiente y a los procedimientos hospitalarios son objeto de entrenamiento específico para todos los integrantes a través de cursos y capacitaciones de perfeccionamiento técnico y artístico. Por lo tanto, cada artista, se irá desarrollando gradualmente, deteniéndonos en cada punto el tiempo que sea necesario para pisar de a poco pero firme, ganando confianza, sumando herramientas para llevar la risa y el arte de los Payasos Profesionales de Hospital, a los niños internados. Descubriendo juntos como puede transformarse la adversidad en ese instante mágico donde la alegría intensiva hace efecto…. El artista se corre, no trabaja para el aplauso... busca intervenir con el juego para ayudar ¿qué pasa en esa persona? Desde tu experiencia personal y como formadora de profesionales ¿qué se vivencia en la transformación? Nosotros desde Alegría Intensiva no sanamos. No trabajamos para sanar, sino para transformar un momento frágil, un cambio de rutina, un cambio de vida en el

Nuestra misión artística es transformar la escena posible desde el juego. Todos sabemos que no pero creemos que sí. Ahí estamos, para poder habilitar distintas emociones.


que, el nene - por más que esté internado nunca perdió las ganas, ni la capacidad de jugar; y su familia, quienes conectan también con nosotros, son parte de este juego. Nosotros, desde nuestra tarea artística, nuestra misión es transformar la escena posible desde el juego; con la técnica del clown - que tiene un lenguaje muy cercano al del niño – donde, la realidad deja de ser la realidad y pasa a ser otra y allí, se crea un mundo de juego permanente. Donde todos sabemos que no, pero creemos que sí. Entonces, ahí es donde la transformación aparece por sí sola, a partir del lenguaje y de años de haberlo entrenado; esa es la transformación que nosotros producimos y que vemos. El cambio es en el momento en que todo parecía monótono, rutinario, muy sensible: ahí estamos nosotros, para poder habilitar distintas emociones. Pero no sanamos, para eso están los médicos, nosotros transformamos un momento y entregamos mejor calidad de internación a las familias y a los niños que están ahí. En el trabajo diario las herramientas más significativas son las emociones. ¿Cómo dosifica las propias el clown que pone el cuerpo al pie de cada cama? No siempre los finales son felices, ni los resultados son los deseados... cómo trabajan la resiliencia del Payaso. En primera instancia, es muy importante que los artistas pasen por un período de adaptación, ya que la misma pareja actoral trabajará muchos meses en un mismo hospital, cama por cama, sala por sala. Esto tendrá lugar dos veces por semana, en días y horarios preestablecidos, durante 11 meses del año. El medio hospitalario requiere un proceso paulatino de adaptación, permitiéndole a cada artista conocer y reconocer los códigos de este ámbito, respetando sus tiempos personales de asimilación. Hay imágenes y sensaciones que coexisten en este mundo, por lo cual, cada uno con sus herramientas, irá asimilando esta realidad para luego transformarla. También hay conceptos que se acuerdan de antemano para tener el mismo lenguaje que

los chicos y sus familias y así compartir más y mejor las experiencias. Somos un grupo de 22 payasos que trabajamos, todas las semanas en distintos hospitales, por duplas. La máscara del clown nos permite una transformación inmediata, donde tratamos de poner por delante a nuestro payaso y, no conectar con los momentos dolorosos que, por ahí… están viviendo las familias; inevitablemente nos atraviesan, por eso también, tenemos un Psicólogo de grupo con el que nosotros podemos drenar cuestiones que hacen a nuestra persona; pero, al final del camino, la magia que sucede ahí – que viene sucediendo en estos diez años - hace que nos queden más arraigadas las emociones positivas que las negativas, pero una no viene sin la otra. 10 años de existencia: allí también se debe haber dado un proceso de transformación ¿Qué querrías contarnos de A. I. como ser, como entidad en sí misma? ¿Se alcanza la transformación social que tanto deseamos todos? Para mí, Alegría Intensiva es revolucionaria a nivel artístico, en el sentido que se relaciona mucho con que, si vas a hacer arte a un hospital: estás haciendo solidaridad. Y no es así, esto es un hecho artístico en sí mismo, donde vos estas ayudando a transformar un momento - muy crítico, muy débil, muy hostil - a través de una herramienta artística y, es en esa fusión, donde la sociedad es atravesada por el arte, en situaciones no elegidas, lo que me parece una conjunción maravillosa. No estamos en un teatro - donde también es maravilloso sino que estamos en un escenario en el que la gente no eligió nada de lo que está viviendo. Nosotros colaboramos para que esa vida sea mejor a través de un hecho artístico, como te decía: me parece una conjunción hermosa que, hace 10 años, estemos en este camino. Desde el primer día que fundamos esta organización de lenguaje clownezco que tan maravilloso y tan profundo es. No es un entretenedor, ni un hacedor de gracias, sino un conector de emociones entre el público y el Payaso de Hospital.


Ellos son Payasos Profesionales de Hospital. Alegría Intensiva es una organización sin fines de lucro, a través de la cual desarrollan esta tarea que es una herramienta muy poderosa por sí misma puesta en función del acompañamiento en los distintos tratamientos que afrontan los niños internados. El dolor y la incertidumbre son cosas de todos los días en los ámbitos donde desarrollan su tarea. Forman parte del equipo médico, aunque no es de ellos la tarea de curar, los que curan son los médicos pero en este nuevo paradigma, en el que no solo se trata de darle al niño el mejor tratamiento posible para su patología, sino de abordarlo en su totalidad, se cuidan los aspectos emocionales, la contención familiar, y se hace del ambiente el lugar más propicio para todo eso.

Irene Sexer – Directora Artística

www.alegriaintensiva.org.ar info@alegriaintensiva.org.ar Teléfono: (05411) 3535-5162 Int 102 Domicilio: Ladines 2763 – CABA C.P.: 1419

Clr. Soledad Sarasúa Coordinadora General de Ser Counselor Cel / Whatsapp (+54) 9 2245 410239 E- mail: sercounselor@gmail.com – clr.solsarasua@gmail.com Especializada en Desarrollo Personal y Despliegue Profesional – Formadora Motivacional Formadora de la Academia Argentina Emprende – Ministerio de Producción de la Nación Coordinadora de la Incubadora de Empresas – Secretaría de Promoción y Desarrollo Productivo Municipalidad de Dolores – Buenos Aires, Argentina.


Por Analía Cordero

Clr. Mabel Weiskoff

DUELO y RELACIONES de CUALIDAD


Las historias que cuentan las personas siempre duelen en algún capítulo. El dolor cohabita con otros sentires en el ser profundo. La impregnación emocional de algunos eventos aciagos, vastos, de sentir agudo, nos abruman, fragmentando ese foro íntimo del que nos valemos para ser. Afrontarlo, requiere del despliegue de todos los recursos personales posibles de poner en marcha; pero también, la tarea reparadora, el proceso laborioso y consciente que se necesita habilitar, demanda la presencia de los otros: la red continente, afectiva, asistencial, que aportará la vincularidad necesaria para dar lugar al proceso sanador. Mabel Weiskoff, es Consultora Psicológica; se especializó en Desarrollo Personal, Intervención en Crisis, Duelos y Cuidados Paliativos. En el ámbito profesional, es directora de DOLUS, Centro de Counseling en Duelos, que tiene por finalidad ayudar a las personas que pasan por una situación de crisis y duelo, pérdidas profundas, enfermedad, sufrimiento, final de vida y proximidad de la muerte. Con su aporte, repensamos lo que conocemos como relaciones de apoyo y aprendemos que estas tienen características que son necesarias para ser efectivas. Hablamos de cualidad como aspecto facilitador indispensable para promover la salud en los procesos de duelo.


“El apoyo externo tiene que tener ciertas cualidades para ser efectivo” Desde 2009, la Clr. Mabel A. Weiskoff, acompaña psicológica y emocionalmente a adultos en duelo por la muerte de seres queridos brindando un espacio de apoyo, orientación y contención para el sano desarrollo del proceso, cuidando la salud de la persona y facilitando su crecimiento y desarrollo a través de la crisis. Durante varios años fue coordinadora de grupos de mutua ayuda en duelo en el ámbito pastoral y voluntaria en el Hospital General de Agudos Magdalena V. Martínez. También, en el servicio de cuidados paliativos del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo desde el voluntariado social brindando apoyo para los familiares en duelo. En las crisis de la vida, se ha reconocido como un factor valioso en la recuperación, a los vínculos que ayudan. En cualquier tipo de crisis, no solamente hay que considerar gravedad del suceso, sino también los recursos intrapersonales y el apoyo externo con que cuentan las personas. Elegimos hablar de apoyo externo, nos referimos a todas las formas de apoyo, familiar, profesional, social, comunitario; y en todos los ámbitos que constituyen la nueva realidad de una persona que atraviesa un dolor, una pérdida, un gran cambio. ¿Ayudamos solo con desear hacerlo? ¿Qué podemos aprender acerca de esto? Frente a grandes momentos de crisis, fue la inmediatez y disponibilidad del apoyo externo lo que ha hecho que la resolución haya sido positiva, haya marcado la diferencia. Se ha estudiado a la intervención, sus dispositivos y sus características y se ha podido determinar que, cuanto antes la persona reciba ayuda y apoyo, va a lograr un mejor restablecimiento y va a preservar la salud. Ahora bien, ese apoyo externo, también tiene que tener ciertas cualidades para ser efectivo; esto nos convoca a la psicoeducación y a compartir

conocimientos que redundan en el bienestar de las personas que necesitan ser ayudadas en lo familiar, en lo social, en lo profesional y en lo comunitario. Lo que se puede observar y se estudia es que cuando los amigos y familiares se acercan con creencias inapropiadas terminan no ayudando al doliente; por esto usamos el término cualidad para remitirnos al apoyo eficaz, no se trata de cualquier tipo de apoyo. La intervención en psicoeducación, en todos los niveles relacionales, se sostiene en la necesidad de reaprender sobre el duelo, para ofrecer relaciones con cualidades tales, que le permitan a la persona que duele, conectarse con su sentir y transitar su proceso. Muchas veces el doliente tiene apoyo, pero ese apoyo fracasa. Sucede que en la propuesta de la recuperación no se respetan los tiempos de esos procesos, se apura a la persona, en la búsqueda de un paliativo se minimiza lo que siente. Esto responde a la creencia de que, de lo contrario, se le genera un mayor sufrimiento y por lo tanto, lo llevan a desenfocarse de su propia experiencia y termina quedando solo, aún dentro de un grupo de personas que le ofrecen ayuda. Para que el apoyo sea efectivo, tenemos que abandonar viejas creencias, reaprender a acompañar esos procesos reeducando el proceder para brindar una buena calidad de ayuda. ¿Qué dice necesitar una persona que está doliendo y no obtiene de sus ámbitos? Las personas que llegan a pedir ayuda, ya sea porque acaban de perder a un ser querido, o de recibir un diagnóstico difícil de afrontar, o después de una separación, la partida de los hijos de la casa, de la ciudad o del país, entre tantos otros dolores posibles, muchas veces, lo hacen sintiéndose solas, a pesar de no estarlo. Hablan de una soledad como condición interna y vivenciada por no estar siendo acompañadas de manera efectiva en ese


proceso. Esto, por supuesto que no cuestiona la intencionalidad del apoyo que recibe, lo que muestra es que, a raíz de factores culturales respecto al duelo y al acompañamiento de un otro en el sufrimiento, las cualidades de esas relaciones que buscan ayudar deberían ser revisadas y actualizadas para poder promover la recuperación y la salud del doliente. Esto atañe a toda situación de duelo, de cambio por un dolor profundo que se está viviendo, que no fue elegido, que debe ser afrontado y por lo que no está siendo sostenido. Negamos el dolor, el propio y el del otro. ¿Creemos que es mejor así? Culturalmente hay una negación del dolor; parecería que no atravesarlo, no vivirlo es “mejor”. Como si lo positivo y saludable fuera correrlo a un lado y dejarlo como suspendido; es entonces cuando aparece la propuesta: - “Vení… tenés que salir y hacer cosas que te hagan bien, no te quedes, distraete”… y, en realidad, hay un proceso que tiene que doler para poder ser sanado. Reeducarnos es volver a pensar el dolor, sanamente. El dolor en sí mismo es un recurso, el más poderoso que tenemos para la sanación en las pérdidas. El dolor, no el sufrimiento, que es el que, muchas veces, está siendo sostenido por esta educación deficitaria y por este fracaso en las relaciones de apoyo. ¿Quiénes son, quiénes brindan “el apoyo externo”? Las relaciones de apoyo son todo el entorno; la familia, los amigos, los compañeros de trabajo; y los terapeutas también counselors, psicólogos, acompañantes formales e informales - todos los que acompañan a las personas en situación de

duelo. El voluntariado, por ejemplo, es muy importante la educación con ellos, porque cuando no se comprende la cualidad que tiene que tener ese apoyo, el dolor se profundiza. Esto que mencionábamos antes, culturalmente, la creencia es que hay que pasarlo pronto, lo más rápido posible, que no hay que sostener el duelo, que del dolor hay que salir… por el contrario, al dolor lo tenemos que recibir. Pasa en los grupos de duelo que, por ejemplo, las familias le dicen a los dolientes que asisten: - “Ay… pero vas a sufrir! Todas las semanas… ¿te gusta regodearte?” Parece que lo acusan de ir, morbosamente, a tocar el dolor; cuando la persona dice: “No comprenden que es el único lugar en donde siento que soy respetado, y que puedo hablar de lo que me pasa. Soy escuchado y puedo estar con mi dolor porque afuera de ese espacio, la vida demanda tener que ocuparse de otras cosas” Y no se trata de quedarse instalado en el dolor, pero sí de poder tener relaciones de cualidad, en las cuales tengamos la oportunidad de conectarnos con nuestro dolor para poder drenarlo, sanarlo; y después, poder continuar con lo cotidiano, con la vida. Pero solo en el hacer, en el restablecer la vida cotidiana, sin una relación de acogida de ese dolor, ese dolor va a quedar enquistado, acallado. ¿Nuestro propio duelo nos necesita para sanar? Elaborar el duelo, como labor, vivir el proceso participando de él, no es solo una cuestión de tiempo, resulta imprescindible el trabajo personal; y lo hacemos con otro, porque el duelo se sana a partir del relato, del recuerdo, del tener con quién poder compartir todo lo amoroso que he vivido, todo el amor que he vivido con esa persona, lo significativo de ese ser que he perdido. Poder nombrar la experiencia, poder nombrar el significado, ir en busca de mí, autoexplorarme. Eso, sin poder contárselo a un otro que lo reciba y que lo escuche, hace que todo ese amor quede como enclaustrado dentro de uno. Para ayudar a que trascienda ese amor, hay que poder compartir la vida de esa persona con otros; si esto solo queda en mí: no sano.


“El proceso tiene que doler para ser sanado” El doliente sabe que la verdadera muerte es el olvido. Y el no poder compartir el recuerdo con otros, duele y convoca al olvido. Hay familias en las que no se menciona el nombre de quien murió; y ahí estaríamos hablando del fracaso de esas relaciones de apoyo, porque eso genera mucho dolor. La persona en duelo va a necesitar hablar, contar anécdotas, recuerdos; necesita nombrarlo y que la vida de su ser querido sea un eco, que sigue resonando en la vida de quienes lo conocieron. Entonces, las relaciones de cualidad, serán las que reciban esto, las que se animan a escuchar el dolor, que fomenten el recuerdo doloroso y no doloroso, pero que se animen a estar con todo lo que el doliente está necesitando. ¿Qué lugar ocupa el miedo en situaciones como estas? Puede haber miedo en profundizar el dolor, si me animo a ir por esos recuerdos, puedo tener esa sensación. El dolor provoca miedo; hasta dónde vamos a ser capaces de sostener ese dolor, cuándo va a tocar algo propio y no voy a poder sostenerlo. Generalmente, son miedos mentales los que dicen que no vamos a poder sostener una relación amorosa, compasiva, donde estamos recibiendo ese dolor tan profundo comprendiendo, desde la empatía, que es del otro y lo vamos a poder sostener. ¿Podríamos estar sintiendo temor a agudizar el dolor? Sí. Ahí aparecen las falsas creencias, lo que impide que las relaciones sean de cualidades positivas. Recibir es acoger, escuchar, empatizar, respetar, validar el dolor del otro. Hablamos de relaciones que abran la posibilidad de que la persona se autoexplore, que pueda drenar todo lo que le está pasando, y que pueda descubrir sus recursos personales. Lo que comprobamos en los grupos de mutua ayuda es que la efectividad implica que la persona pueda poner palabras y expresarse. Ventilación emocional, decimos, lo que reduce la tensión, propicia el aprendizaje para gestionar las emociones; en el aprender, con

otro en la relación de cualidad, se descubren modos, no de bloquearlas, sino elaborarlas, para que en el duelo no produzcan mayor dolor. Esto, es lo que pasa en una relación de apoyo saludable.

EL DOLOR ES UN RECURSO EN SÍ MISMO, EL MÁS PODEROSO QUE TENEMOS PARA LA SANACIÓN DE LAS PÉRDIDAS Cuando en estos procesos, es el apoyo el que fracasa, ¿qué factores requieren ser reconsiderados? Uno de varios factores que influyen en las relaciones de apoyo que fracasan son las creencias - las falsas creencias: – “Si yo hablo de quien murió, o si le pregunto cómo está y le saco el tema, se va a poner mal, lo voy a poner mal” Allí, la creencia popular es que la persona tiene que estar bien, está en duelo pero tiene que estar bien. ¿Sería posible estar en duelo y a estar bien? Si acaba de recibir un diagnóstico difícil y está angustiado, triste con lo que le está pasando, o acaba de morir un familiar… ¿Tiene que estar bien? Lo más negativo aún, es que esa falsa creencia hace que el doliente se reserve, se calle, se ponga una fachada para el afuera para sostener ese estar bien, que es lo que todos quieren ver. Hasta hay rituales que tienden a desaparecer: el velatorio, por ejemplo. Desde la creencia de que eso es más saludable, que son eventos que está ligados al concepto de lo morboso, y por supuesto que no es así… los rituales funerarios tienen un sentido, tienen una función dentro de lo que es el proceso del duelo en sí mismo. Hay temor al desborde, a la desorganización. No sabemos cómo manejar el dolor y, ese, es uno de los aprendizajes en el duelo. Aprender a ser los


conductores de esta vida quebrada en la que estamos y nos sentimos fragmentados, tomados por el dolor. E ir encontrando la manera de cómo seguir, sabiendo que estamos llevando ese dolor tan grande dentro de nosotros. De otro modo, el dolor nos paraliza, nos invade totalmente, y bloquea las posibilidades de continuar. Ahora bien, cuando terminamos el acompañamiento de Counseling, o del grupo, en el espacio de ayuda que hayamos elegido, el dolor no deja de estar pero hemos aprendido formas para relacionarnos con él, y a conocernos a nosotros mismos, en ese proceso. Conocernos, llevando el dolor en nuestra vida, no ignorándolo. ¿Cuánta fuerza tienen los mitos en esta tesitura? Los mitos. Si llora, se deprime y no puede salir, está muy mal. Si visita el cementerio, es una conducta morbosa. Si mira fotos o recuerdos, o paso un año y sigue – en algunos momentos - llorando, está en un duelo crónico. El duelo se resuelve en un año… Todas esas creencias son las que tenemos que reeducar, dan lugar a un apoyo que no es de cualidad. Es necesario que, como sociedad, nos reeduquemos con respecto a la normalidad de estos procesos, para no patologizarlos. Hacer posible una relación que normalice el duelo, sabiendo que debe ser vivido y transformado a partir de ser vivido, tiene que ser recibido. Entonces, una relación de cualidad, va a ser aquella con una sana educación en el duelo y tiene que darse a nivel social y cultural. ¿Qué significa patologizar el dolor? Patologizar es, por ejemplo, no comprender las reacciones normales que vive una persona en el duelo y diagnosticarlo con algún tipo de patología psiquiátrica. En mi experiencia, ha venido una chica de 17 años, con su mamá; hacía tres meses que su papá había muerto. Consulta porque sentía el olor del cigarrillo de su padre en la casa. Un papá que ella había acompañado y de

NO SABEMOS CÓMO MANEJAR EL DOLOR, Y ESE ES UNO DE LOS APRENDIZAJES EN EL DUELO quien había sido la cuidadora principal durante mucho tiempo. A ella todavía le parecía sentir ese olor o escuchar que la llamara. Vino muy angustiada porque un profesional le había dicho que estaba con un duelo crónico y patológico. Reitero, a los tres meses. Hay síntomas que tiene la persona en duelo, algunos más intensos que otros, en personalidades más complejas que otras, con circunstancias de muerte más complejas que otras, con lo cual sí vamos a tener que ir cuidando como siguen, si se asientan y profundizan esos síntomas, o si van menguando. Patologizar es, por ejemplo, pensar que una persona que al año de la pérdida sigue necesitando hablar, le sigue costando adaptarse a su rutina en su hogar, a los nuevos roles o aún siente algunos momentos de tristeza, la vincula con un mal duelo. Las nuevas teorías han dejado de lado las fases en el duelo. ¿Qué dicen las nuevas miradas? Los nuevos modelos de teóricos apuntan más a la riqueza de centrarse en la particularidad de cada persona. En sus modos de afrontar el dolor y sus necesidades durante el proceso. Por eso, el enfoque centrado a la persona es tan rico y tan profundo, permite observar el modo de afrontamiento - ¿qué hace? - que, en cada persona eso va a ser único e irrepetible. Incluso entre un duelo y otro en la misma persona. Incluso entre un duelo y otro en la misma persona. ¿Qué otros aspectos necesitan una nueva mirada? El otro conjunto de mitos viene de la mano de creer que quien más sufre… más ama, o que quien no llora o asume un modo de


“El doliente sabe que la verdadera muerte es el olvido” negación o evitación no le duele la pérdida, cuando en realidad - en algunos casos - son absolutamente necesarios esos métodos de evitación sirviendo como estrategias de manejo ante el dolor tan profundo. No hay un modo bueno o malo, hay un modo para cada persona y este puede asegurar la salud del doliente o no, pero un modo que para una persona puede no servir, para otra sí. A veces, en un principio, un modo es enfocarse en la actividad y correrse del dolor, por lo que podríamos decir: - “Ah… bueno, está evitando” Pero, en esa vertiente traumática de dolor que es tan intensa, esa persona, lo mejor que está pudiendo hacer, para juntar fuerza es, justamente: correrse del dolor, y esto va a ser único en cada persona. Dosificar la tolerancia al dolor significa que cuando nosotros nos sentimos al límite, llega el – “no puedo más”, necesitamos la autorregulación para recuperar la homeostasis, que para cada uno es diferente. Otra característica de las relaciones que no son de cualidad, es el tiempo, un apuro que amenaza, sin espacio para la libertad y la aceptación del dolor. Respecto a esto: ¿Qué pasa en la familia o grupos familiares donde los distintos integrantes necesitan distintos tiempos? Eso es algo que se trabaja dentro de la relación de ayuda. Justamente, psicoeducar a esa familia para que reconozcan que, cada uno tiene distintos modos y distintos tiempos para afrontar el dolor, y desde ahí, favorecer la comprensión; no el entendimiento: la comprensión, desde el corazón, para poder - entre ellos - poder acompañarse, crecer en el respeto. El apuro, tiene que ver con la no tolerancia a sostener el duelo del otro. Entonces, las relaciones que no son de cualidad son relaciones en la que la persona no está dispuesta a acompañar y sostener el ritmo del proceso y el dolor del otro. Respeto. No lo nombramos hasta ahora, pero venimos hablando de él desde que comenzamos. ¿Qué más hay que aprehender?

Otra consideración es la minimización de la experiencia. Es muy importante, porque hay mucho – socioculturalmente - de esto: el paño frío como símbolo. – “Bueno, ya va a pasar”

PARA QUE EL APOYO SEA EFECTIVO, TENEMOS QUE APRENDER A ACOMPAÑAR, REEDUCANDO EL PROCEDER PARA BRINDAR UNA BUENA CALIDAD DE AYUDA Por ejemplo, en una oportunidad, acompaño a una persona que estuvo al borde de la muerte y, toda su vida cambió a raíz de eso. Estaba haciendo el duelo de su vida “de antes”; y su entorno fracasa cuando le dice: -“Bueno, pero ya está, tenés que estar agradecida… mirá, podrías estar muerta y estas acá. Ya está.” Para ella, no está. Para ella se abrió un mundo enorme. Se enojaba y se sentía incomprendida. – “No puedo hablar con nadie de lo que me pasa, porque cuando digo que me pasa tal o cual cosa, la respuesta del otro es: - “Bueno, ya está, deberías ser feliz, deberías valorar esto de otra manera” Entonces, la cuestión interna es: “¿Qué pasa con lo que me pasa?, ¿Con quién lo comparto? ¿Quién recibe lo que me está pasando?” Eso es lo que le pasa al doliente, se siente fuera de lugar con lo que le pasa, porque del otro lado hay una minimización de su vivencia que le genera más sufrimiento. DOLUS presta acompañamiento emocional y orientación psicológica de forma individual y/o en grupos de mutua ayuda. También ofrece cursos de educación en la muerte y el duelo, dirigidos a profesionales, charlas y talleres de enseñanza comunitaria y asesoramiento para empresas e instituciones.


La ayuda efectiva del Counseling promueve procesos activos de aprendizaje para la gestión y el manejo del duelo, favorece el desarrollo de las potencialidades de la persona y reduce el riesgo de complicaciones que puedan surgir durante el proceso. El Counseling o consejería en duelo potencia la oportunidad de aprendizaje para enfrentarse con las circunstancias de la vida y facilita el crecimiento, la transformación y el desarrollo humano. La red continente de una persona que atraviesa una crisis vital, se reconoce como uno de los factores más valiosos en la recuperación. Para afrontar cualquier tipo de crisis, no solamente hay que considerar el suceso, la magnitud de lo acontecido para esa persona, sino además sus recursos personales y, lo que aquí subrayamos como fundamental, las cualidades de las relaciones afectivas, asistenciales, profesionales; todas aquellas que se disponen para ayudar: el apoyo externo. Una relación de cualidad, en la cual se comprenda y normalice el duelo como proceso, brinde la libertad para recibir este dolor y pueda ser transitado, cualquiera sea su expresión o sus tiempos, es una relación que ayuda eficientemente. Y para resaltar, antes del final, quiero recordar que la principal característica de esta relación, es la validación de la experiencia del otro. La validación de ese duelo único e irrepetible, en esa persona.-

Clr. Mabel A. Weiskoff www.dolus.com.ar info@dolus.com.ar Cel: 11 5055-1551 Facebook: @dolusoficial

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“Encuentro de SerEs” INTERCAMBIO Y APRENDIZAJE

Salimos de la web para brindarte un espacio de acercamiento en el que, al encontrarnos, vamos a poder profundizar en los contenidos compartidos e ir aprendiendo de las propuestas que vienen. SerEs abre las puertas para recibirte junto a los profesionales que trabajan en este proyecto, para participar de un tiempo propicio para crecer.

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10 de Noviembre - De 14: 30 a 19:30 hs En Bravard 1178, Pque. Centenario, C.A.B.A. Entrada General: $400.En efectivo y con INSCRIPCION PREVIA INCLUYE BREAK Reservas Anticipadas -hasta el 2 de Noviembre por depósito o transf. bancaria: $320.Alumnos de la carrera de Counseling y/o Socios de la A.A.C: $300.-

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