Autor: Camilo Alfredo MarroquĂn Bonilla
Nunca te rindas, supera tus limites, no digas no puedo por que el hombre puede hacer hasta lo imposible, lo imposible siempre se vuelve posible con mucho esfuerzo y empe単o.
Desde pequeño seis años se podría decir, esto era lo que mas amaba, era por lo que me conocían y por lo que conocía a
nuevas
personas. Con las que compartíamos el mismo deseo llegar a ser profesionales en una sola cosa, llegar a ser mejor que nuestros ídolos.
Empece a ir a una escuela de fútbol desde chiquito con ese mismo deseo que los demás ser el mejor, pero desde chiquito me decían, "vos sos malo no tienes la oportunidad". Yo no me rendí me seguí esforzando y tan solo el primer año les pude enseñar que si no te rindes puedes llegar muy lejos. Ya era titular en todos los partidos, un gran volante central. Los primeros años con mi equipo, con mi escuela, con mis amigos, pero el mas importante y por el que se llega lejos con Dios ganamos muchos trofeos.
Al transcurrir los años se tiene que ir pasando de nivel. Ya no estaba con los mas pequeños ahora se presentaban nuevos retos para superar. Al transcurrir los años se tiene que ir pasando de nivel. Ya no estaba con los mas pequeños ahora se presentaban nuevos retos para superar. Tuve que dejar amigos, pero así conocí a otros amigos que iban a ser mas importantes en el transcurso de el año.
Ellos son mis mejores amigos los mejores que e conocido, que juegan fĂştbol. Unas grandes personas, siempre me gusta estar con ellos porque ellos son los que me dan la fuerza, la voluntad de seguir adelante en lo que me gusta hacer.
Ya estábamos terminando el torneo solo nos quedaba la gran final para ganar el trofeo que todos lo deseábamos con nuestro corazón, por que nos habíamos esforzado y arriesgado al máximo.
Llegamos a la gran final, a donde todos queríamos ir para derrotar a ese equipo que iba invicto en el torneo, pero no por eso nos íbamos a acobardar. Bueno unos si se acobardaron pero por que no tenían confianza en si mismo. Fuimos hasta San Bartolome Perulapia para jugar un solo partido sin importancias para unos, pero para otros lo que mas les importaba en la vida. Nos tuvimos que levantar alas seis de la mañana por que el partido era a las ocho, pero bueno valdra la pena. Llegamos justo a tiempo para el partido. Empezó y al principio todos estábamos adormitados y nos hicieron un gol, nos pusimos tristes pero al empezar el segundo tiempo nos pitaron un penal a favor de nosotros y el profesor me dijo pégale vos, por que ya antes me habia visto pegarle pero solo con la derecha.
Como el portero ya me conocía sabia que era derecho y entonces yo ya podía pegarle con la izquierda también. Pues yo dije le pegare con la izquierda y todos me dijeron -que vas a hacer- yo les respondí - le pegare con la izquierda- todos se sorprendieron hasta mis padres, que se suponen saben todas mis habilidades, pero bueno eso es lo de menos le pegue y fue un golazo en el ángulo superior derecho el arquero solamente se quedo cayado cuando oyó el golpe de la pelota. Todos lo celebramos por que fue un gran gol. Presionamos todo lo que podíamos al equipo contrario, para poder meterles el otro gol y ganarles. Pero en un contra golpe nos hicieron el otro gol y como no llevamos el tiempo no podíamos decir cuanto le faltaba al partido más importante de nuestro año.
Nos gritaron solo les falta "diez minutos". En eso recuperamos la pelota y todos nos fuimos al terreno contrario para poder hacerles el gol. Le hicimos el gol del empate, nos tuvimos que ir a tiempo extra, ellos nos empezaron a golpear pero no nos rendíamos siempre nos volvíamos a levantar, aunque a uno de nuestros compañero de equipo le quebró el pie, un jugador que le hizo una barrida mal intencionada, todos en ese momento lo queríamos defender y golpeamos al jugador contrario, por unos cinco minutos el arbitro y los profesores nos empezaron a calmar para que nos nos diéramos mas duro por que sino iba a cancelar el partido y nadie iba a tener el trofeo. Tuvimos muchas oportunidades de gol en el segundo tiempo extra pero el arquero se las quitaba bien, al igual que ellos tuvieron muchas oportunidades pero no los dejamos que nos hicieran el gol.
Nuestro gran capitán fue el que nos dio el gol del gane, fue: un golazo como los que hace Messi, se quito su marca y le pego fuera del área con una fuerza como la de un Dios griego. Después de ese gran partido fuimos a celebrar la victoria a la playa. En el camino como todos estábamos cansados nos dormimos llegamos hay con una gran felicidad y gozo por el gane nos quedamos toda la noche allí en un hotel pero nadie se fue a dormir todos estábamos divirtiéndonos, unos con las novias, otros con la familia y otros con sus amigos. Al día siguiente nos regresamos a la casa y yo con todo el cuerpo requemado, pero feliz por todos lo que hice en ese asombrosos dia.
Nací el 28 de abril de 1998 soy hijo de Zoila Maria Bonilla de Marroquin y de Camilo Alfredo Marroquin Mazariego estudio en el Centro Escolar Católico Alberto Masferrer voy a noveno grado sección "A" lo que mas amo en mi vida es el fútbol y por eso escribí de el y por que en este año tengo muchas dificultades para poder volverlo a jugar pero se que dentro de poco lo voy a poder volver a jugar.