Viviendo mi sue単o
Autor: Edwin Herrera
Para Jacquelinne, mi mamá, que a pesar de no pasar en casa siempre está presente en mi corazón y en mis sueños y siempre esta ahí cuando la necesito; me da su apoyo y su amor sin límites. Te amo mamá. Con amor Edwin Herrera.
Gracias a Supérate Fundación Raíces y ConTextos
Viviendo mi sue単o Edwin Herrera
--Se que en ocasiones no vengo a casa o duermo todo el día -dijo mamá levantándose de la cama, mientras yo jugaba con el max steel. Interrumpiendola, me levanté y me puse a su lado, la miré a los ojos y acariciando su hombro le contesté --tú jamas has estado ausente, siempre te llevo en el corazón. Ella me abrazo fuerte y volvió a dormir.
Esa tormentosa ma単ana...
Me abrigé y bajé a la sala y sentí un olor exquisito, mi abuela había preparado wafles con jugo de naranja, ese era mi desayuno favorito porque llenaba de paz mi interior.Yo comencé a desayunar ansiosamente esperando a que mi madre llegara para acompañarme, ella llegó después de un rato pero yo ya había terminado. Ella había descansado por un largo tiempo ya que el día anterior había tenido que trabajar hasta tarde. Ella después de desayunar volvió a dormir.
A mi abuela no le gustaba que molestara a mi madre cuando ella dormía, pero yo siempre lo hacía. Yo la despertaba porque me sentía rodeado de cosas que no llenaban el abismo de soledad que sentía en mi pecho, ese día fue diferente, porque no la desperté y fuí a jugar a mi cuarto.
Como soy su único hijo me tocaba hacer juegos por mi cuenta, pero ese día en la tarde mi madre llegó a mi cuarto.Yo me quede atónito, porque ella jamas subía a mi cuarto. Estaba jugando y ella tomó un peluche y empezó a hablar haciendo la voz de un pequeño oso. Soy tu osito y juego contigo, vengo a pedirte que seas mi amigo-- dijo mamá con la voz del osito.
Cuando la vi me alegré, sentía que por fin se había llenado el vacío que sentía en mi pecho y me acerqué a ella --¿Qué haces? --dijó mamá dejando el muñeco a un lado. --Estoy jugando con mis muñecos --contesté. --Muéstramelos-- dijo ella tomando mi mano derecha.
Se los mostrĂŠ. Jugamos por un largo rato, pasamos muy felices jugando, al punto que quede dormido en el piso. Cuando despertĂŠ ella estaba dormida junto a mi y le dije estas palabras en su oĂdo, "gracias por compartir este momento tan feliz conmigo".
En ese momento, me levantĂŠ y fuĂ a tomar un corto refrigerio.
Regresé a mi cuarto, cuando ella despertó yo estaba jugando de nuevo, voltee para verla y se hacía la dormida, yo sabía que ella tenia cosquillas casi por todo el cuerpo, me acerqué y le hice cosquillas hasta que ella se cansara. Yo desperte. Mi sueño había acabado, todo volvia a ser como antes, la realidad en la que vivía dolía más, porque sabía que ese sueño no se haría realidad.
Ahora a mis 16 años la lucha por aquel sueño real sigue en pie, tengo muy presentes aquellas palabras que le dije a mi mamá, "tú jamás has estado ausente, siempre te llevo en el corazón", esa pequeña frase de cariño se desliza en mi mente como gotas en la ventana cuando llueve. Mi madre se desvela a diario, pero ella sabe que tiene un hijo que la acompañará por el resto de su vida, en sus desvelos, en sus alegrías y sus tristezas, pero sobre todo que siempre, siempre la llevará en su corazón.
Edwin Granadeño nació el 4 de enero de 1998. Estudia en centro Súperate Raíces. Edwin es una persona que le importan los sentimientos, es muy inteligente y tiene deseos de superación. El primer libro hecho por Edwin lo dedica a una persona especial: Su mamá