Historia Sagrada para la enseñanza primaria superior

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BIBLIOTECA DE LAS

ESCUELAS TEXTOS DE LAS ASIGNATURAS DE LA

E N S E Ñ A N Z A PRIMARIA SU P E R IO R ARREGLADOS AL PROGRAMA OFICIAL DE 1NGE1S0 EN LAS NORMALES r E s c iu r o s roa

SATURNINO CATJ.F.JA

Tomo I HISTORIA SAGRADA ED ICIÓ N A 'JM E N TA D A Y REFORM ADA

Olm <¡t texto ap.'olai!n j>or la Autoridad edeiújtica.

M A D R ID SA T U R N IN O O A L L E J A , ED ITO R Calle de Valencia, núm. 2S.


ÍNDIOE.

Pr Mogo................................................................................... Historia Sagrada.— Introduooión.'......................................

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Antiguo Testamento. Capitulo T. II. III. IV. V. VI. VII. V III. IX. X. X I. X II. X III. X IV . XV. X V I. X V II. X V III. X IX . XX,

Creación del mundo......................................... El pecado original............................................ Abel, Caín y Seth............................................ El diluvio universal......................................... Dispersión del género humano....................... Vocación de Abruliám..................................... Ititiac y sus hijoB Esmi y Jacob...................... E sdosis í hijos fie Jacob................................. José.................................................................... Exaltación ce José............................................ Job...................................................................... Moisés................................................................ Peregrinación de los israelitas........................ Llegada de los israelitas i Canaán................. Juecus y reyes do Israel................................. EHaB, Elieeo y Jonás....................................... TobUs................................................................. Judit................................................................... Daniel y la ca&ta Svitana................................. Ester...................................................................

15 22 30 34 39 43 52 57 62 70 77 82 89 97 106 127 136 144 148 155


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P á g t iM

¡fftiev o T e s t a m e n t o . Capitulo I. Anunciación, oncamación y nacimiento del Hijo de Dios.................................................. II. MinUterio público do Jesús............................. III. Principales milagros do Josris......................... IV. Historio. do la Samarltana............................... V. La eleooión de los Apóstoles y ol Sormón do. la mnntnfiti..................................................... VI. Las parábolas do Jesucristo............................. VII. Confesión de San Pedro y transfiguración del Seiior.............................................................. V III. Entrada de Jesús en Jerusalén é Institución de la Eucurislla....................................... IX . Pasión, muorto y resurrección de Nuestro Peilnr Jesucristo...............................................

X. Ascensión: venida del Espíritu Santo y pre­ dicación de los Apóstoles............................

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PROLOGO.

La presente obra es la primera cíe nr.a serio qno vamos A publicar, b;ijo mi plan nuevo, destinada ul grado snperior de la Enscfi¡mz¡i Primaria, y coa el titaio de Biblioteca de las Escuelas. Nos lian sugerido eso nuevo plan: 1.°, la compa­ ración qnc liemos lieelio do loa diversos métodos seguidos en sus libros por los autores mtís re patudos do España y del Extranjero; 2 o, las opiniones qno liemos consultado do distinguidos pedagogos y do profesores de larga y fructuosa experiencia; 3.°, la, necesidad de estimular las facultades de análisis do los niños para que éstos l o culi ¡ven solamente su memoria y se acostumbren á desentrañar el scnlido de lo que Icen; 4.°, la conveniencia, debidamento apreciada por Brocluud, Marión y Montesinos, do que los educandos, en todo cuanto leen y estudian, se habitúen d distinguir lo qne es fundamental do lo qne es accesorio, 6 de otra manera, el contenido


— 8 — substancial de cada párrafo y lo que en éste sirve de mera aclaración ó de explicación amena. E l plan á que sujetamos la Biblioteca de las E s­ cuelas, que con el presente libro se inicia, consiste: 1.°, en dedicar un párrafo de cada capítnlopara cada asr.nto con sujeción ¡i programa ó cuestionario deter­ minado y preciso, pero sin interrumpir la lectura con la intercalación de las preguntas en el texto; 2.°, en colocar al pie de cada página las preguntas corres­ pondientes il los párrafos de la misma página; 3.°, en poner con letra cursiva ó bastardilla en cada párrafo nn extracto del mismo, ó sea la respuesta sucinta de la respectiva pregunta; y 4.u, en hacer al final de cada capitulo nn resumen abreviadísimo de su con­ tenido substancial. De este m odo, cada libro de los qne corresponden ¿ la sorie del presente contiene en sí mismo tres de diferente extensión: nno abreviado, constituido por los resúmenes de todos los capítulos; otro más com­ pleto, formado por la parte qne va de letra cursiva ó bastardilla en todos los párrafos; y otro más ex­ tenso, qne es el libro en toda su iutegridad. Con lo precedente qneda también dicho qne el presente libro puede servir de útil lectura amena, y de libro para aprender de memoria todo lo qne exige el programa oficial de primera enseñanza para el in­ greso en las Escuelas form a les. Lnego la presente obra es educativa é instructiva; carácter que procu­ ramos dar ¿ todos los libros de esta casu. S a t u r n in o C a l l e j a .


H I S T O R I A S A GRADA. INTRODUCCIÓN. 1. La Historia Sagrada nos refiere los acon­ tecimientos más importantes ocurridos al pue­ blo hebreo, y los sucesos do mayor trascen­ dencia relativos á la vida, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y á los hechos de los Apóstoles. Es, pues, la Historia Sagrada la

historia de la verdadera religión desde el p rin ­ cipio del mundo hasta d establecimiento de la Iglesia cristiana. 2. L a Historia Sagrada es la obra literaria más importante y más veraz que existe en el 1. ¿Qué entendemos por Historia Sagrada? 2. ¿Cómo íué eBcrita la lliatoria Sagrada?


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mundo, porque fu é cscrila bajo la inspiración del mismo D io s: se llama Biblia ó Sagrada Es­ critura, y conliene dos partes: una referente al Antiguo Testamento, y otra relativa al Nuevo Testamento. 3. La Historia Sagrada del Antiguo Testaviento explica la creación del mundo y la his­ toria del pueblo hebreo, y está destinada espe­ cialmente á anunciar la venida de Jesucristo y á preparar el establecimiento de la Iglesia cris­ tiana. 4. L a Historia Sagrada del Nuevo Testa­ mento es la historia de Jesucristo, la exposición de su santa doctrina y el relato de la fundación de sil Iglesia. 5. L a Historia del Antiguo Testamento com­ prende desde el año 4000 antes de Jesucristo, en que Dios creó el mundo, hasta el nacimiento de Nuestro Señor; abraza, por tanto, cuatro mil años, y se divide en seis épocas: Primera. Desde la creación del mundo hasta el Diluvio universal: años 4000 hasta el 2342 antes de Jesucristo. Segunda. Dc¿dc el Diluvio hasta la Voca­ ción de Abraham: años 2342 al 1916. 3. ¿Deqná tratft la Historia Sagrarla rio’ A ni iqno Testamento? i. ¿Qué objolo tieDO la Historia Sagrada del Xuero Testa­ mento? 5. ¿QuS tiempos comprende la Historia dol Antiguo Testa­ mento?


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Tercera. Desde la Vocación de Abraliam hasta la salida de los hebreos de Egipto: años 1916 al 1487 antes de Jesucristo. Cuarta. Desde la salida de los hebreos de Egipto hasta la construcción del templo de Sa­ lomón: años 14S7 al 1008. Quinta. Desrle la construcción del templo de Salomón hasta la cautividad de los hebreos en Babilonia: años 1008 al GOG. Sexta. Desde el cautiverio de los hebreos en Babilonia hasta la venida del Mesías, el Salva­ dor del mundo, Nuestro Señor Jesucristo: años 606 antes de Jesucristo al 1.° de la Era cris­ tiana. 6. L a Historia del Nuevo Testamento co­ mienza en el nacimiento de Jesucristo (año 1.® de la Era cristiana) y termina en el año 104, en que murió el evangelista San Juan. 7. Las distintas obras que se publican acerca

de la Historia Sagrada están precisamente su­ jetas A los relatos que se contienen en la Biblia ó U b rosd e la Sagrada Escritura. Ningún autor puede inventar nada acerca do este asunto; po­ drá copiar más ó menos extensamente las narra­ ciones de los libros santos; podrá l¡nccrdc ellas un resumen mejor ó peor arreglado; pero la

6. ¿Qué años comprando la Historia del Nuevo Testamento? 7. ¿Ue dónde to»:an sus datos Iob diferentes libros que se publican acerca de lo Historia Sagrada?


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Historia Sagrada es la misma, cualquiera qne sen lu obra en que se explique. 8. L a Historia Sagrada del Antiguo Testa­ mento, ó sea la que se refiere á los tiempos an­ teriores ¡í Jesucristo, consta de 38 libros, cuyos nombres son: o . . ¡ Pentateuco ócincolibroa de

lGdnosis. 2Éxodo 3Levltic0. 4Númerog

3 ' *f 5 Deutcronomio. i 6 Josué. 7 Jueces. 8 Royes. 9 Paralipóincnos lOEedraa.

Libros his-! 11 Nehemías. tóricos...' 12 Mncahcos. 13 Uutli. 14- Tobías.

15 Judit. 10 Ester. 17 Job. T .,

•,

(18 Salmos.

Libro» doo- 1 < J lW r b io g .

tnnales.. 20EcloB¡1Btés-

Libros doo l 21 Cin,tIc, ? do 109 ■ cánticos, trinaba. 22Sub¡durla

, Ti „ .

[ 2 3 T sn U s.

í Do,tetas OS„ Pr° ' 24 m«H n- Jeremías, ^ , vores . . . | 20 2,0 Danie] Ece(luielyores.

127 Oschs.

28 Jnol. 29 Amós. 30 Abdlas. 31 .Jnniis.

\De los pro­ 32 M¡quena. fetas lllC-< 33 Kalium. nnres.. 34 Ilnbacne. 35 Sofonina. 30 Ageo. 37 Zacarías. 38 Malaqulus.

9. L a Historia Sagrada del Nuevo Testa­ mento, ó sea la que se refiere á la vida de Nues­ 8. ¿De cá ta lo s libros consta el Antiguo Tealuinciito?

9. ¿Do cuántos libros consta el Nuevo TestaiucnUi?


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tro Señor Jesucristo y de los Apóstoles, consta de 11 libros, que son: Los c , , a t r o l ^ f an¿ Iftteo$ Eviuiire ■} De S&n MarCÜ8 (2) K0 '

SC

Do San L ucos (3)

“8........( De Son J «un

(4)

14 ICpUloliH do San Pablo (6) 2 — de San Pedro (7| i] — de San J uan (8‘| 1

do Santiago

(91

Tíos Hechos de los A j/ik! oles (:>)

1 — de San Judus(lO) Un libio p io f ético. El Apocalipsis ó Revelación de San Juau (11)

_ 10. Todos los libros que componen la Biblia ó Sagrada Escritura, deben merecernos completa f e y confianza, porque todos han sido inspira­ dos p o r D ios, según testimonio de la Iglesia.

Sesnmon de la Introducción. La Historia Sagrada es la historia del pueblo hebreo y del catablooimiento de la Iglesia cristiana. Se divide en ríos partos: Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. La Historia del Antiguo Testamento comprende los cuatro mil anos transcurridos desdo la cicaciúu del mundo basta la venida del Mesías. La Historia del Nuevo Testamento comprende los ciento cuatro ailos transcurridos desde el nociniiento de Jesucristo hasta la muerte do Snu J uan Evangelista. La Historia Sagrada entil cnnteuida en 38 libros del Anticuo Testamento y 11 del Nuevo Testamento, que en junto reciben el nombre de Biblia ó Sagrcula Escritura. La-Biblia ó Sagrada Escritura silo encierra verdades irre­ futables, porque fué escrita bajo inspiración de Dios, que no ]>uele engañarse ni engañarnos. 10. ¿Debemos creer confiadamente lo que se noe enseña en los libros de la Sagrada Escritura?


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La Creidóa


AMTIGUO TESTAMENTO. C A P ÍT U L O

P R IM E R O .

CHEACIÓN DEL MUNDO. 1. El mundo ha tenido principio; y com o el tiem po so m ide ó bc gradúa desde la form ación del m u n d o, podernos decir que antes de éste ha habido una duración de eternidad en que no existía nada , ni las aguas, ni las tierras, ni los cielos, ni aun el tiem po. ¿Ha existido siempre el mondo?


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2. D ios, origen absoluto de vida, espíritu purísimo, esencia infinita, anterior á todo prin­ cipio y posterior á todo fin, crcó de la nada

los cielos, la tierra, las a;/tuts, los astros y todos los seres corpóreos é incorpóreos existentes en el mundo y fu era del mundo. 3. Dios creó el mundo ai seis días, 6 en seis tiempos, ó en seis épocas de armónica duración; de igual manera que lo hubiera podido hacer en un solo instante, si esa hubiera sido su di­ vina voluntad. 4. En el prim er día dijo D ios . «Ilu ya luz.y> Y en el mismo instante la luz surgió de la nada. Y como Dios sabía que la luz era ade­ cuada para la vida de los seres que tenía pro­ pósito de crear, separó la luz de la obscuridad, y llamó «día» á la primera, y «noche); á la segunda. 5. En el segundo día dijo D ios: «Hágase el firmamento .)> Y al momento se apartaron las aguas que forman las nubes, de las otras aguas que cubrían la tierra, y apareció la bóveda bella y azulada que contemplamos sobre loda la ex­ tensión de la tierra: al firmamento dió el Señor el nombre de c cielos».

2. 3. 4. 5.

¿De qué c i t ó Dios el mundo? ¿En cuánto tiempo creó Dios el mundo? ¿Qué hizo D ios cd el primor din? ¿Qué hizo D íob en el dlu segundo?


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6. E n el tercer día dijo D ios: «Reúnanse en varios lugares las aguas qu° están debajo de los cielos, y descúbrase la tierra seca.% Y cuando se hizo lo que D ios había ordenado y aparecieron los grandes depósitos de aguas, llamados ma­ res, ríos, arroyos y fuenteB, separados de la parte sólida, que constituyó los continentes é ishis, el Omnipotente dió poder á la tierra para producir toda clase de hierbas, flores, árboles y fru tos, y se mostraron éstos en inmensa va­ riedad, llevando cada planta la semilla que le correspondía según su género. 7. En el cuarto día dijo D ios: «.Haya lum­

breras en los cielos para apartar el día y lá noche y p a ra m arcarlas estacionase los años, los meses y los días.» V seguidamente brillaron en los cielos el sol, como lumbrera mayor, para presidir el día; la luna, como lumbrera menor, para presidir la noche, y millares de estrellas que esmaltan con su hermosura el firmamento. 8. En el quinto día dijo D ios: <cR a ya peces en las aguas y aves en los aires.'» Y en el acto, peces de todas clases, reptiles y monstruos ma­ rinos comenzaron á bullir en las aguas de los mares; y aves de variadas especies y de dife-

8. ¿Qué hizo Dios en el dta tercero? 7. ¿Qué hizo Dios en el día cuarto? 8- ¿Qué hizo Dios en el dia quinto? 2


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rentes plumajea y tamaños poblaron los aires. 9. En el sexto día dijo D ios primeramente:

«.Produzca la tierra animales vivientes de todas

Dios croó &loa Anéeles dol cielo.

0. ¿Qué hifco Dion nn ni rlin RfiTto?— jCómn oteó Dios «1 primer hombre?— ¿Cómo se llamó el primer hombre?— jQn(J quiere decir el nomore de Adán?


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clases.» Y después que hubieron aparecido to­ dos los animales que se mueven sobre la tierra,

D ios añadió: (¡.llagamos al hombre á nuestra imagen y semejanza , para que tenga dominio sobre todos los peces del mar, sobre todas las aves del cielo, sobre todos los animales que se mueven en la tierra y sobre todas las hierbas y los árboles.» Y D ios moldeó de tierra un cuerpo y le infundió un soplo de vida , creando así al prim er hombre, al que llamó A d án , que quiere decir «hombre hecho de tierra». 10. En el séptimo día D ios cesó de crea r , y bendijo y santificó ese día , sin duda para ense­ narnos á dedicar al reposo cada día séptimo, después de seis de trabajo. 11. Dios también había creado los ángeles del cielo , que eran espíritus puros capaces de la bienaveaturanza infinita; pero les exigió un acto de sumisión A su divino Criador; y en­ tonces algunos de ellos , capitaneados por Luz­ bel ó Satanás, se rebelaron contra D io s , enta­ blaron un combate con los ángeles fieles, diri­ gidos por Miguel, y aquél los fueron vencidos y 2precipitados á un lugar tenebroso y de tormen­ tos, llamado « infierno», desde donde atentan constantemente contra nuestro bien, incitán-

10. ¿Qué hizo Dios en el día séptimo? 11. ¿Q116 sabemos de larebeliiSn de loa Angeles malos?


donoB al mal y ¿ la desobediencia de loe pre­ ceptos de Dios y de su Iglesia.

Adán y Eva.

12. D ios colocó á Adán en el Paraíso terre­ nal, que era un jardín de grande hermosura, 12. ¿Dóndo colocó Diob ¿ Adán?


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plantado por Dios para que sirviera de recreo á nuestros primeros padres. En aquel jardín, bailado por cuatro ríos, había hermosos árboles, enriquecidos con deliciosos frutos: especial­ mente había dos Arboles, el de la vida y el de la ciencia del bien y del m al, que oran admira­ bles por su extraordinaria belleza.

Besumen del capítulo primero. ' Dios creó el mundo en seis dias 6 en seie ¿pocas de armó­ nica duración. En el primer dia hizo la luz 7 eeparó el dia de la noohe. En el segundo dia hizo el firmamento, al cual llamó cielo. En el tercer día reunió laa aguas en los mores y dió á la tierra el poder de producir toda clase de frutos. En el cuarto dia creó todos loa astros, el hoI. la luna v las estrellas. En el quinto dfa creó Dios los peces y las aves. En el Bexto dia hizo quo vivieran todos loe animales que se mueven en la tierra, y formó al hombre á su imagen y seme­ janza, dotándole de un alma racional, capaz de conocer y amar á au Creadur. En el «óptimo día descansó para ensecarnos á dedicar al re­ poso un día después de cada seis de trabajo. Dios habla creado también los ángeles; pero algunos de éstos se lo rebelaron y fueruu precipitado» ií los inüernoB, desde donde procuran arrastrarnos & la perdición, haciéndonos des­ obedientes de los preceptos de Dios y de su Iglesia. Dios colocó al primer hombre en el ParaiBO terrenal.


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C A P ÍT U L O II. EL PECADO ORIGINAL.

1. Después que hubo Dios colocado al pri­ mer hombre en el Paraíso terrenal, quiso darle una compañera: con este objeto infundió en A dán un profundo sueño , y en ese estado le sacó una costilla , de la cual form ó á la j)rimera mujer, que se llamó E v a , es decir, «la que da la vida». 2. Sin duda alguna, Dios pudo haber creado á la mujer de otra manera, sencillamente con un acto de su omnipotente voluntad, ó del polvo de la tierra, como formó á Adán, ó bien ae cualquier otro modo; pero innegablemente quiso que la mujer y el hombre supieran que loa dos eran de la misma especie, de igual con­ dición y de idéntica naturaleza. Así lo com­ prendió Adán cuando, al ver á la mujer, excla­ mó: « Esta mujer es hueso de mis huesos y carne de mi carne . » 3. Dios rodeó en el Edén ó Paraíso terrenal la vida de nuestros primeros padres de la 1 . ¿De quá manera formó Dios ¿ la primera mujor? 2. ¿Qué dijo Adin cuando v i6 cerco de el ¿ Uva? 3. ¿Qué precepto impuso Dios á nuestros primeros padres?


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n

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bienaventuranza propia de la inocencia; p e r ­

mitió á Adán y á E ra que comiesen tocia clase de frutos de los árboles que poblaban aquel ame­ nísimo ja rd ín ; pero quiso obligarlos al cum­ plimiento de un precepto para someterlos á una prueba, y les dijo: «D e los frutos de todos los árboles comeréis; pero nn comáis del árbol de la ciencia del bien y del mal: y si de él co­ miereis, moriréis.» 4. Satanás, el jefe más importante de los ángeles malos que por su rebeldía habían sido castigados por Dios ft sufrir eternamente las penas inextinguibles del infierno, envidioso de que el género humano pudiera gozar de las di­ chas de la felicidad eterna , quiso llevar á la desobediencia á nuestros primeros padres, para que éstos y todos sus descendientes se vieran privados de los dones celestiales que Dios les preparaba. Y con este fin tomó forma de ser­

piente, y se dirigió á la mujer, diciéndole: — ¿TCs verdad que Dios os lia dicho que no comáis de nodo árbol del huerto?

Y la mujer Ir cintestó: — Comemos del fruto de los árboles del huerto; pero Dios nos ha dicho que no coma­ mos del fruto del árbol que está en medio del huerto, porque si de él comiéramos, moriremos. 4* ¿Cómo faltaron Adán y Eva ¿ lu obediencia que ¿ Díob d o b la n ?


— H — — Nomoriréis— dijo la serpiente;— pero D ios sabe que si comiereis de ese árbol se abrirían vues-

Lt* duaobciliuuciu.

tro3 ojos y seríais como dioses, porque conoce­ ríais el bien y el vial.

Entonces Eva observó que el fru to del árbol


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ero agradable á la vista, y udeinás apetitoso; y uon el de9eo de alcanzar la sabiduría que la infernal serpiente le anunciaba, tomó aquel fruto, lo comió y dió de él á m marido, el cual

lo comió también. Tan pronto como incurrieron en el pecado de desobediencia Adán y Eva, dejaron de ser inocentes y les avergonzó su desnudez: se cu­ brieron con unas hojaB de higuera, y conociendo que Dios se les acercaba para pedirles cuenta de bu conducta infiel, se escondieron entre los árboles del huerto. Dios llamó entonces á Adán, diciéndole: — ¿ Dónde estás ? Y Adán se presentó al Seílor, al mismo tiempo que contestaba: — Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí. Dios le dijo: — ¿Quién te ha enseñado que estabas des­ nudo? ¿Has comido del árbol de que yo te nundé que no comieses? — La mujer que me diste por compañera— contestó Adán pretendiendo disculparse— me dió de la fruta del árbol y comí. Dios preguntó entonces á Eva: — ¿Qué es lo que has hecho? Y la mujer contestó: — La serpiente me engañó, y comí de la fruta del árool prohibido.


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5. En aquel momento maldijo D ios al hom­ b re , á la mujer y á la serpiente; pero al mismo tiempo su bondad infinita, para que el diablo

Dios maldijo &Adáu y Era.

ó. ^yué liizo Dios para castigar la desobediencia de Adán y Eva sin permitir el triunfa dol demonio?


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no quedara vencedor, anunció á nuestros p a ­ dres la redención , que libraría á ellos y á sus descendientes de la condenación eterna á que se habían hecho acreedores. 6. Dios dijo á la serpiente: — Maldita serás entre todas las bestias: sobre tu pecho andarás, y polvo comerás toda tu vida: pondré enemistad entre ti y la mujer, enire tu descendencia y su descendencia: tú intentarás en vano morderla en el talón, y ella aplastará tu cabeza. 7. A la mujer dijo Dios: — Padecerás mucho por causa de tus hijos, y estarás sujeta d tu marido. 8. Y al hombre lo sometió á esta sentencia: — La tierra te producirá espinas y abrojos, porque será maldita por tu causa; y comerás el pan con el sudor de tu rostro hasta que vuel­ vas á la tierra, pues eres polvo y en polvo ha­ brás de convertirte. 9. Segn idamente D ios vistió á Adán y á

Eva con piclea de animales y los expulsó del Paraíso. Y puso á la entrada querubines con espada de fuego en la mano para que guarda­ sen el camino del árbol de la vida. 0. ¿Qué dijo Dios á la serpiente? V. ¿V á la mujer? 8. ¿Y b. Adán? ¿Qu¿ hizo Dios de nuestros primeros padres después de haberlos maldecido?


Adin i Eva arrojadas del Panlso.


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10. Las palabras que D ios dirigió á la ser­ piente. envuelven la prom esa consoladora de la venida del M esías , que halía de nacer de la descendencia de Eva para destruir el imperio de Satanás y salvar al género humano de la esclavitud del pecado. De igual modo que el pecado de nuestros primeros padres había de pasar á toda su descendencia, ésta había de go­ zar de la redención ofrecida á nuestros prime­ ros padres.

Sesnmen del capítulo II. Dios permitió á Adán y 4 Eva que comieran de loa frutos de todos los árboles del Paraíso, menos de les que producía ol ár­ bol de la ciencia del bien y del mal. El demonio, envidioso de la felicidad que hablas de gozar nuestros primoros padres ei hubiesen correspondido fielmente & la prueba á que Dios le» habla sometido, sedujo 4 la mujer P&ra que fuera desobediente al mandato Ha Dios, y Eva indujo al hombre pura que cometiera la misma falta. Dios, en castigo de la desobediencia de Adán y Eva, los expulsó del l'&raiso; pero con el liu de que el diublo no obtu­ viera el triunfo que deseaba, prometió i nuestros primeros pa­ dres que de la descendencia de Eva nacerla el Redentor del mundo, quo arruinarla el poder del demonio y redimirla al g é­ nero humano de la esclavitud del pecado. El Mesías ó Iíodcntor del mundo, en cumplimiento de las promesas de Dios, vino, en efecto, á la tierra en el año 4000 de la creación; padeció y murió por nosotros, y fundó la Igle­ sia cristiana, que lleva ya dua mil años do existencia.

10. ¿Cuáles son las palabras de Dios que envuelven la pro­ mesa ae la venida del Mesías?


C A P ÍT U L O III. C A ÍN ,

A B E L Y S E T II.

1. Adán y Eva tuvieron varios hijos. E l prim er hijo de Adán y Eva se llamó Caín , y el segundo Abel: Caín era labrador, y Abel pastor. 2. Caín y Abel ofrecían á D ios sacrificios de sus bienes, es decir, entregaban al fuego, en honor de Dios, alguna paite de sus bienes. Caín lo hacía de mala gana y dedicaba á Dios los peores frutos de la tierra que cultivaba; Abel, en cambio, destinaba á Dios las primi­ cias de sus ganados; pero las ofrendas de Abel agradaban á D io s , y las de Caín no le eran

gratas. 3. L a evvidia se apoderó de Caín: fácil le hubiera sido atraerse el agrado de Dios sir­ viéndole y adorándole con limpio corazón; pero prefirió dejarse arrebatar por la ira, y meditó

asesinar á su hermano. 4. Cierto día Caín dijo d su hermano: « Va­ mos á dar un paseo p o r el campo .» Y cuando estuvieron en el campo y sin testigos, Caín se 1. 2. 3. 4.

¿Cómo se llamaron los primeros hijos do Adán y Eva? ¿Qué clase de sacrificios ofrecían ¿ Dios? ¿Cuál fué el crimen qne meditó Caín? ¿Cómo asesinó Cain á eu hermano ¿b el?


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abalanzó á Abel y lo mató. El asesino huyó del sitio en que había cometido su horrendo

Cala ae abalanzó íi Abel y lo mató.

crimen; pero por mucho que huyera, nunca podía verse libre de Dios, que lo maldecía, ni de su propia conciencia, que lo acusaba.


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5. D ios dijo á Caín: «¿Dónde está tu her­ mano Abel ? i» Y el fratricida contestó con in­ concebible atrevimiento: «N o lo sé. ¿ Soy yo, acaso, guarda de mi hermano ?» Entonces Dios repuso: <¡c¿Q uéhas hecho , insensato? L a sangre de tu hermano (-lama á mi desde la tierra: ésta no producirá para ti abundante fruto, y en ella vivirás siempre errante.» 6. Caín se retiró á vivir á un lugar donde fundó una ciudad que .*»<; llamó Henoch , del nombre de un hijo de Caín, que se llamaba también Henoch. Descendientes de éste fueron, entre otros, Lamech y Tubal-Caín. 7. Después de la muerte de Abel tuvo Eva otro hijo que llevó el nombre de Seth , que quiere decir «sustituto», el cual era de tan buenas condiciones morales como Abel. Descendientes de Seth fueron, entre otros muchos, Enós, Cainán, Mahalaleel, Henoch, Matusalén, Lamech y Noé. 8. Les descendientes de Caín fueron conti­ nuadores de la maldad de sus padres, y se atra­ jeron tremendos castigos de Dios: los descen­ dientes de Seth fueron buenos y piadosos. Los descendientes de Caín , por su maldad, fu eron

5. 6. 7. 8.

¿Qué ¿Qué ¿Qué ¿Qué

dijo Dios A Caín? hizo Caín? olro hijo tuvo Eva en sustitución de Abnl? nombre merecieron los hijos do Caín y los de Seth?


llamados ¿hijos de los hombres» , y los de Selh merecieron , por b u s virtudes, el nombre de « hi­ jos de D ios». 9. Henoch era descendiente de Selh: pertene­ cía á la séptima generación de Adán, y p or sus virtudes mereció que D ios se lo llevase á los cielos en cuerpo y alma: este maravilloso acon­ tecimiento sirvió para hacer patente la verdad de la predicación y de las doctrinas religiosas de Henoch. 10. L a ascensión de Henoch en cuerpo y alma á los cielos , nos enseña que no solamente las almas, sino también los cuerpos de los san­

tos, serán glorificados en los cielos.

Resumen del capítulo m . Adán y Eva tuvieron varios hijos: el primero se llamó Caín, y el según Abel. Caín matt 'i Abel por envidia de lu predilección con que Dios aceptaba las ofrendas do ¿ato. En sustitución de A b el, nuestros primeros padres tuvieron un hijo, al que pusieron por nombre Seth, palabra que significa UBUStítUtOX.

Los dcscondiontos de Caín fueron malos y recibieron el nom­ bre de chijos de los hombres»; los descendientes de Seth fue­ ron buenos y merecieron ser llamados «hijos de Dios». Entre los descendientes de Seth figura Henoch, que por sus virtudes fué llamado por Dios i los oiolos en cuerpo y alma.

9. ¿Quién era Henoch? 10. ¿Qué nos ooseSa la ascensión de Henocli á los cielos?


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C A P ÍT U L O I V . EL DILUVIO UNIVERSAL.

1. Mil quinientos treinta y seis años habían pasado desde la creación del mundo, cuando

las familias'descendientes de Seth y las de Caín se unieron por medio de enlaces matrimoniales, cayendo todas en la maldad. Tanta fu e la ‘p er­ versidad del género humano , que Dios /te dolió de haber creado al hombre, y se propuso exter­ minarlo; pero, siempre clemente y misericor­ dioso, concedió aún ciento veinte años de plazo para que la humanidad se arrepintiera de sus violencias y excesos y entrara por los caminos del bien. 2. Nué era hombre justo é íntegro , y halló gracia aule el Señor, el cual quiso exceptuarlo del castigo general, y le dijo: <iHaz un arca en forma de nave, que tenga 300 codos de longi­ tud, 50 de ancho y 30 de altura; le pones una ventana y una puerta, y le haces tres pisos: bajo, segundo y tercero. H a ré caer un diluvio de aguas sobre la tierra, y todo lo que hubiere

1. ¿Qué sucedió cuando se unieron las familias de Seth y da Cain? 2. ¿Qué sobemos de Noé y del arca de la alianza?


— as­ en la tierra, morirá; pero quiero salvarte y hacer alianza contigo, para lo cual entrarás en

D ioj manda á N oó construir ol arca.

el arca con tus hijos, con las mujeres de tus hijos, con un p a r de animales de cada especie, y con el alimento necesario para tí y p a ra ellos.


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3. N oé hizo todo lo que D ios le había man dado. Se cumplió entonces el plazo que Dios había dado á los hombres para que hicieran penitencia, y como no la habían hecho, las aguas del diluvio inundaron torla la tierra. Era el año 1656 de la creación riel mundo, y tenía No¿ seiscientos años de edad.

4. E l diluvio universal ocurrió de este modo: las aguas de los mares se precipitaron sobre los continentes; las nubes descargaron abundante

lluvia sobre la tierra p or espacio de cuarenta días y cuarenta noches, hasta que las aguas su­ bieron 15 codos sobre los montes más altos, y todo sér con vida pereció, excepto los hombres, mujeres y animales que estaban encerrados en el arca, la cual había flotado sobre las aguas. Estas permanecieron con la misma altura de nivel ciento cincuenta días, al cabo de los cua­ les comenzaron A disminuir, y el arca se detuvo en un monte de Armenia llamado Ararat. Cua­ renta días después Noé abrió la ventana del arca y dio suelta al cuervo, el cual no volvió: soltó entonces una paloma, y ósta volvió en breve: pasados siete días mAs, volvió á soltar la paloma, que regresó en el mismo día, tra­ yendo en su pico una rama de olivo, por la cual conoció Noé que ya la tierra estaba seca: á los 3. ¿Qué hizo Noé'’ 4. ¿Cómo ocurrió el diluvio universal?


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siete días dejó nuevamente en libertad la pa* loma, la cual no regresó al arca. Entonces

El diluvio.

N oé, su fiimilia y los animales que le habían acompañado salieron del arca, donde habían estado encerrados un año y diez días: era el


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día 27 del segundo mes del aflo Í657 de la creación. 5. Cuando Noé salió d ela rca , lo primero que hizo fué ofrecer á D ios un sacrificio en acción de gracias por los señaladísimos favores que del Señor había recibido: el sacrificio hecho por Noé fué á Dios muy grato. 6. Dios hizo alianza con Noé; es decir, hizo á Noé una promesa en cambio de la fidelidad que de él esperaba. L a promesa que D ios hizo

d N oé fu é la de tjue no volvería a, mandar otro diluvio sobre la tierra; y como recuerdo de esta promesa le señaló el arco iris. 7. N oé se dedicó después del diluvio á cultivar la tierra en compañía de sus tres hijos: Sem, Cam y Jafet. 8. Un suceso vituperable ocurrió en la fami­ lia de N oé: habiendo Noé plantado una viña, bebió del zumo de la uva, cuyos efectos nu co­ nocía, y se embriagó, quedándose dormido en ostura poco decorosa: el más joven de sus ijos, Cam , lo vió en aquella situación, y llamó

S

á sus hermanos para que igualmente lo vieran; pero Sem y Jafet se dirigieron al sitio donde estaba su padre, y andando hacia atrás, lo cu-

5. ¿Qué hizo Noé inmediatamente después que salió del arca? ti. ¿Cuál íué la promesa que Dios hizo 6. Noé? 7. ¿A que

bo

dedicó N o¿ doepuís del diluvio?

8. ¿Por qué maldijo Noé ¿ los descendientes de su hijo Cam?


brieron con un manto. Cuando N oé despertó y supo lo ocurrido, maldijo á Cam , j profetizó ue un hijo de éste llamado Canaam sería siervo e sus hermanos.

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Hosumen del capítulo XV. Habiéndose corrompido torios los hombres por enlaces mntnmoniulcs celebrados entre la familia de tíeth y la lie Cal», Dios-decidió castigarlos enviando un diluvio universal. De este diluvio se salvó Noé con b u s tres hijos, las mujeres <le b u s hijos y un par de animales de enda especie, Iob cuales m refugiaron en un aroa cuc Noé habla hecho par orden de Dios. El diluvio universal ocurrió el año 1055 de la creación del mundo: los mares Be desbordaron y las nubes descargaron abundantes lluvias sobre la tierra por espacio de cuarenta dias y cuarenta nocliea. Guando cesó la lluvia y la tierra se secó, Xoé y b u familia calieron del arca y ofrecieron ¿ Dios un sacrificio en acción de gracias.

Dios prometió & No¿ que no volverla á mandar otro diluvio, y como recuerdo de esta promesa le mostró el arco iris.

C A P ÍT U L O V . DISPERSIÓN DEL GÉNERO HUMANO. 1. Los descendientes de N oé se extendieron por los campos de Armenia, región occidental 1. ¿Qué sucedió á loe descendientes de Noé?


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del Asia; se establecieron especialmente eñ laé llanuras que existen entre los ríos Tigris y Eufrates, en donde se multiplicaron considera­ blemente, hasta el punto de que les fué imposi­ ble vivir reunidos por más tiempo. 2. Dios había mandado á los descendientes de Noé que se extendieran por toda la tierra; y antes de dispersarse en cumplimiento de la vo ­ luntad de Dios y de conformidad con sus mis­ mas necesidades,proyecturón construir un monu­ mento elevadísimo, cuya cúspide alcanzara hasta los cielos, para hacerse célebres en el mundo. 3. D ios desaprobó el proyecto concebido por la soberbia de los hombres, y para obligar á éstos á la dispersión qne les había ordenado, cuando ya estaban construyendo el monumento que habían ideado produjo entre ellos una com­ pleta confusión de lenguas, y como no se enten­ dían, tuvieron precisión de abandonar la obra comenzada y dispersarse. 4. El monumento en forma de torre que ha­

blan comenzado ó, construir los descendientes de N oé recibió el nombre de Babel, que qiáere decir ((confusión » , porque allí el Señor confundió el lenguaje de los hombres, convirtiendo en mu2. ¿Que ijuisieron hacer los descendientes de Noé antes de dispersarse? 3. ¿Cómo castigó Dios la soberbia de los hombrea? 4. ¿Cómo ee llamó el monumento que intentaron levantar loe hombrea?


chos idiomas el línico que hasta entonces se había hablado en toda la tierra.

liH(lispttisiúu. 5. Los dcaccndientCB de Noé se dispersaron p o r diferentes re g io n e s: los hijos de Sem po5. ¿Qué regiones ocuparon los descendientes de Noé?


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hlaron el A sia ; los de Cam el Á frica y parte de Asia, y los de Jafet la Europa. 6. D e la rasa de Sem salió el pueblo hebreo , pueblo escogido por Dios para darle su ley, para hacerle saber su voluntad, para colmarle de beneficios y para darle la inefable gloria de que contara entre sus descendientes al Mesías prometido. 7. Á medida que los hombres fu eron disper­ sándose por distintos países, olvidaron las ense­ ñanzas <jue habían recibido de N oé , y apenas conservaron algunas tradiciones primitivas re­ ferentes al verdadero Dios y al prometido Re­ dentor del mundo. 8. Los pueblos , desde que fueron olvidando al vexdadero Dios, cayeron en los vicios más groseros y se entregaron á la idolatría: adora­ ron al sul, á la luna, álas estrellas, á los hom­ bres, á los animales, y aun dedicaron culto á estatuas de madera, de piedra, de oro y de piala, á las cuales ofrecían sacrificios de vícti­ mas humana!-. 9. N o todos los hombres habían caído en la corrupción que invadió al género humano:

Abrahani se conservó siempre fiel al Señor. G. ¿Qué pueblo especial Be deriva de la raza de Sem? 7. ¿Conservaron loa hombres la fe al verdadero Dios? 8. ¿Qué conducta siguieron loa hombres, olvidados del ver­ dadero Dios? 9. ¿No hubo algún hombre que se conservara Sel al SeSor?


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Resumen del oapítulo V. Los descendientes de Noé sa multiplicaron considerable­ mente. Dios les orden6 que se extendieran por toda la tierra, y ellos, antes do dispersarse, quisioron construir una torre que se ele­ vara hasta el cielo; pero el Señor los castigó confundiendo sus lenguas en la torre de Babel, y entonces ee dispersaron. Los hijes de Sem poblaron el Asia; los de Caai el Á frica, y los do Jafct la Europa. Después de la dispersión, los hombres olvidaron &1 verdadero Dios y cayeron en la idolatría; pero Abraham conservó su fe.

C A P ÍT U L O V I. VOCACIÓN DE ABRAHAM .

1. Abraham era hijo <le. T aré , décimo descen­ diente de N o é , y vivía en la ciudad de U r, p e r ­ teneciente á la Caldea , en Asia. Su padre Taré y un hermano suyo llamado Nacor se hicieron idólatras; pero Abraham conservó las tradicio­ nes de b u s mayores y el culta del verdadero Dios. 2. Un día se apareció D ios á Abraham , y le dijo: a D eja tu tierra y la casa de tu p a d re , y 1. ¿Quién era Abraham? 2. ¿Cuál fuó la orden que el Seflor ilió ¿ Abiulmw?


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vete á la tierra que te mostraré-, te haré padre de un gran pueblo, te bendeciré y engrandeceré

Vocación do Abraham.

tu nombre: bendeciré á los que te bendigan; maldeciré á los que te maldigan, y todas las naciones de la tierra en ti serán benditas.»


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Contaba entonces Abraham setenta y cinco años de edad.

AbruU aui e m p ren d ió su e x p e d ició n con Sara y L o t.

3. Cumpliendo las órdenes de D io s , salió Abraham de su p a ís, y marchando hacia el 3. ¿Como cumplió Abraham el mandato de Dios?


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N o rte , sí estableció en la ciudad de A ram : en su expedición le habían acompasado Taré., r u hermano Nacor, la mujer de éste, 9U propia mujer Sara, su Bobrino L o t, hijo de otro her­ mano, ya difunto, nombrado Aram , y muchos criados con numerosos rebaños. 4. Obedeciendo d una nueva orden de Dios, y muerto ya Taré, Abraham emprendió ntra vez su expedición con Sara, b u mujer, y Lot, y llegó al país, de Canaán , estableciéndose en un sitio llamado Siqucn, donde se le apareció Dios,

que le dijo: « Esta es la tierra que he de dar á tu posteridad .» 5. Poco tiempo después, el santo Patriarca continuó su vida nómada y pasó á Egipto , cuyo rey ó faraón quiso tomar por esposa á Sara, es­ posa de Abraham; pero tuvo que desistir de su propósito, porque Dios le castigó con terribles calamidades; y Faraón, para demostrar su arre­ pentimiento, devolvió á Abraham su esposa y le entregó además grandes riquezas: Abraham regresó al país de Canaán. C. Como vivían juntos Abraham y su sobrino Lot, j ambos tenían numerosos rebaños que á veces no encontraban suficientes pastos, los

4. ¿Qué dijo Dios ú Abraham cuando éste 'llegó al pnls de Canaán? 5. ¿Adónde fué después el santo Patriarca? 6. ¿Por qué Be bepar&ron Abraham y Lot?


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criados de Abraham y los de Lot tenían frecu en ­ tes altercador, por lo que Abraham dijo á Lot:

Dios prometió á Abraham hacerlo padre de un gran pueblo.

«N o debe haber contienda entre nosotros, ni entre nuestros pastores, y p ara evitarla debernos sepa­ rarnos; si tú vas á la derecha, j o iré ¿ la iz­


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quierda; si prefieres la izquierda, yo seguiré el camino de la derecha.» 7. Lot se dirigió hacia el valle de Sidín y se

estableció en un hujar en que se hallaban las ciu­ dades de. Sodoma y de Gom orra; Abraham se quedó en la tierra de Canaán. 8. En premio de las virtudes que constante­ mente resplandecían en la conducta de Abraliam, D ios le prometió hacerle padre de un gran

pueblo; dar á sus descendientes la tierra de Ca­ naán , y que de sus descendientes nacería el R e­ dentor prometido á los hombres. 9. Cierto día se hallaba Abraham sentado á la puerta de su tienda , y vió llegar tres hombres forasteros; salióles al encuentro, y dijo á uno de ellos: «Señor, ruégoos que os detengáis para descansar.» Inmediatamente entró en la tienda y mandó á Sara que amasase y cociera unos panecillos de flor de harina, y apresura­ damente fué á buscar el ternero más gordo de su rebaño y mandó prepararlo para obsequiar á los viajeros; cuando todo estuvo dispuesto sirvió á los peregrinos una comida compuesta de manteca, leche, panecillos y el ternero asado. Cuando hubo terminado la comida, el más dis-

1. ¿Adúnde sa entalleció Lot? 8. ¿Qué promesas hizo Dios á Abraham? 9. ¿Qué ocurrió entre Abraham y tres viajaros que se le pre­ sentaron?


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tinguido de los tres viajeros dijo a Abraham: iD e cierto volveré dentro de un año , y p ara en-

Aparición <juo tuvo Abraham.

tonces Sara, tic mujer, habrá tenido un hijo.)) Abraham conoció que aquellos tres peregrinos eran el mismo Dios acompaQado de dos ángeles. 4


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10. Los peregrinos que habían estado en la tienda de Abraham, acompañados por éste se dirigieron á Sodoma. Entonces D ios dijo á

Abraham que había resuelto destruir aquellas ciudades nefandas. Abraham pidió clemencia para los culpables. Dios le prometió que si en Sodom a se encontrasen diez hombres justos, no destruiría la ciu da d; pero en Sodoma no había diez justos. 11. A l anochecer de aquel día, llegaron dos ángeles á Sodoma: L o t, creyendo qne eran via­ jeros, los obligó á hospedarse en su casa; pero los habitantes de Sodoma pidieron á L ot que les entregase aquellos viajeros, y como Lot se negase á esa pretensión, se dirigieron á la puerta de Lot para derribarla; pero Dios dejó ciegos á aquellos insensatos y 110 pudieron ha­ llar la puerta. Entonces los ángeles dijeron á Lot:

(.(Saca de la ciudad á todos tus parientes, porque vamos á destruirla .)> Y L ot , acompañado de sti mujer y sus dos hijas , salió d éla ciudad de Sodoma ; los ángeles les encargaron que marcha­ sen sin pararse en la llanura y sin volver la vista atrás. 12. L a s ciudades de Sodoma y de Gomorra , 10. ¿Qué anunció D íob á Abraham respecto de Sodoma y Gomorra? 11. ¿Qué orden dieron los ángeles A Lot? 12. ¿Cómo ocurrió la destrucción de les ciudades de Sodoma y de Gomorra?


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azotadas por nna lluvia ardiente de azufre y de otras materias combustibles, fueron reduci-

Lot,

u w m p iu iu ilu

de

bu

mujer y

su s

dos

b ija s ,

salió de So do ni a.

das á cenizas; la mujer de L o t, que se detuvo algunos momentos para coa templar aquel im ­ ponente cataclismo, quedó convertida en esta­


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tua de gal. Mientras tanto, Lot y sus hijas lle­ garon á la ciudad de Zoar ó Segor.

Resumen del capítulo VI. Abraham era hijo de Taré, décimo descendiente de Noé. y vivía en la Caldea. Dios le mand6 que dejara su patria, y cumpliendo las órdones divinas, marchó d Canaán; luego estuvn en Egipto, y des­ pués volvió » Canaíln. Abraham y su sobrino Lot vivían juntos, pero tuvieron que Repararse para evitar contiendas entre los pastores de b u s rospee ti v o s rebaños: L oteo fue 4 vivir Sodoma, y Abraham se qnnrló en Canaán. Dios prometió á Abraliam hacerle padro do un gran pueblo. El Señor destruyó las ciudades de Sodoma y de Gomorra, y por medio de siib ángeles salvó ¿ Lot 3* á la mujer y dos hijas de éste.

C A P ÍT U L O V II . ISAAC V SUS n iJ O S ESAir Y JACOB.

1. Abraham , por consejo de su mujer Sara, tomó p or esposa de segundo orden á una esclava suya egipcia, llamada A g a r, de la cual tuvo un hijo , que recibió el nombre de Ism ael . el cual con el tiempo llegó á ser padre de doce prínci1. ¿Cuál fué el primer lujo de Abraham?


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pes, de los cuales se derivaron los árabes y los turcos.

Agnr é Isimitil.

"2. Abraham tuvo otro hijo de su mujer Sara, al cual, p o r mandato de D ios, le puso p o r nom2.

¿Quién era Isaac?— ¿Cómo probó Dios la ubedienuiu de

Abraham?


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bre Tsaac. Cuando este hijo tenía veinticinco años, D ios mandó á Abraham que ste lo ofreciese en holocausto; y Abraliam, siempre sumiso y obediente, se encaminó con Isaac á la tierra de Moría, que Dios le había indicado, donde le­ vantó un altar, puso en él la leña para el sacri­ ficio, y colocó sobre ella á Isaac con las manos atadas; y cuando Abraham extendió su mano armada con un cuchillo para degollar á Isaac, oyó una voz del cielo que le dijo: <i Abraham, Abraham, deten tu brazo y no hieras ñ tu hijo.'» Entonces Abraham vió un cordero enredado en un zarzal, y lo ofreció á Dios en holocausto, en vez de su hijo; y Dios, para premiar la obedien­ cia de su siervo, le prometió nuevamente cjue los descendientes de Tsaac se multiplicarían como las estrellas del cielo y las arenas del mar, y que de esa descendencia nacería el Mesías, en quien serían benditas las naciones de la tierra. 3. Isa a c , siendo de edad de cuarenta añ03, casó con liebeca , hija de Bethucl, nieta de Nacor, que era hermano de Abraliam. A los veinte años de su casamiento nacieron á Isaac

dos hijos gemelos, que sellamaron Esaú y Jacob: Esaú fué cazador,7 y Jacob se dedicó <1 O guardar 1 rebaños. 4. Un día en que Jacob preparaba un potaje 3. ¿Cuáles fueron los hijos de Isaac? 4 ¿Cómo renunció Esaú en favor de Jacob el derecho de priiuogenitun?


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de lentejas, Esaú le pidió de aquel manjar, y Jacob le ofreció dárselo si en cambio le cedía

«D o i'n tu ..................

su dcrccho de primugeuitura; es decir, el dere­ cho de recibir la bendición de su padre; y, en efecto, Esaú renunció en fa v o r de su hermano el


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derecho de primogeniiura á cambio de un plato de lentejas. 5.

A la edad de ciento treinta y siete años

Isaac perdió ln vista, y creyendo que se apro­ ximaba el fin de sus días, llamó á Esaú, le pidió que fu era á buscar alguna caza , y le prometió míe entonces le daría su bendición; pero Rebeca , descosa de que fuera Jacob el que recibiera la bendición paterna, tomó dos buenos cabritos, los guisó y condimentó al gusto de Isaac, y encargó

á Jacob que presentase aquellas viandas á su p a ­ dre fingiendo que era Esaú; y para que la ficción tuviera éxito, cubrió la9 manos de Jacob con la piel de los cabritos, porque Efaú tenía las ma­ nos extraordinariamente velludas, y Rebeca suponía que Iwaac tocaría las manos á Jacob para convencerse de que era Esaú. G. Jacob , en efecto, presentó á su padre la comida preparada por Rebeca, é Isaac , después de haber palpado á Jacob y de preguntarle si en efecto era Esaú, comió el guisado, abrazó á su

hijo y le dió su bendición. 7. Cuando Esaú regresó del campo y supo lo que había sucedido, concibió odio cvntra su her­ mano Jacob, y afirmó que lo mataría después de la muerte de su padre.

5. ¿Qii¿ hizo ltehena i>ara que Jacob bendijera á Isaac? 6. ¿Cuándo dió Ibiuc bu bendición á Jacob? 7. ¿Qué hizo Esaú cuando regresó del campo?


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8. Rebeca aconsejó á Jacob que se marchara á la Mesopotamia al lado de Labán, hermano de ella. También Isaac llamó á Jacob y le dijo aue se marchara y tomase p or esposa á una de las hijas de Laban , hermano de su madre.

Besumea del capítulo VH, Abraham tuvo de eu esclava Agar un hijo que se llamó Is­ mael, y de su esposa Sara otro hijo llamado Isaac, destinado por Dios para el cumplimiento do sus promosue. Dios mandó á Abraham que le sacrificara á bu hijo Isaac; pero cuando el santo Patriarca se disponía A cumplir la orden, la voz de D ídh se dejó oir mandando á Abraliam que detuviera su brazo. Isaac casó can Rebeca, de la cual tuvo dos hijos: Esaú y Jacob. Esaú cedió á su hermano el derecho de primogenitura por un plato de lentejas, y Jacob obtuvo de su padre la bendición mediante un engaño. Rebeca é Isaac aconsejaron áJacob que se retirara d la MeBopotamin.

C A P ÍT U L O V III. ESPOSAS É HIJOS DE JACOB. 1. Jacob salió de Bersabé, en que vivían sus padres, y se dirigió á Harán, ciudad de la MeB. ¿Cuál fué el consejo que Isaac y Rebeca dieron á Jacob? 1. ¿Cuándo marchó Jacob & la Mesopotamia, y qué suefio tuyo en el camino?


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sopotamia, en donde vivía su tío Labán. D u ­ rante el viaje tuvo un sueño en el cual vió una

Lí. escullí de Jacob.

escala misteriosa colocada entre la tierra y el cielo , p o r la cual subían y bajaban ángeles, y oyó también la voz del íáeñor que le decía: « Y o


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soy el Dios de Abraham y de Tañar;; en ti y en el Mesías qne nacerá de tu descendencia serán benditas las naciones; seré til protector en todas partes y te volveré 4 este país, en donde han de cumplirse mis promesas.» Cuando Jacob despertó, considerando que era sagrado aquel sitio, donde cosas tan estupendas había visto y oído en sueños, lo llamé Betel, que quiere decir «casa de Dios». 2. Jacob continuó su viaje y llegó á H arán , donde fue admitido en casa de su tío L abá n , al cual se comprometió á servir siete años para recibir por esposa á su prima Raquel. 3. A l cabo de los siete años, Labán obligó á Jacob á casarse con L ía , hermana de Raquel; pero Jacob , mediante el compromiso de servir á su tío otros siete años, se casó también con R a ­

quel: lusgo tomó por esposas de sequndo orden á Celfa, esclava de Lía, y á B ata, esclava de 4. D e estas cuatro mujeres tuvo Jacob doce hijos, cuyos nombres fueron: Rubén, Simeón , Lcví, J u d á , D a n , N eftalí , Ciad, A *er, 1sacar, Zabulón, José y Benjamín, y una hija llamada Dina. 5. Después de haber servido á Labán los ca2 3. 4. 5.

¿Adónde vivió Jacob? ¿Cómo ao llamaron las esposas que tuvo Jurob? ¿Cómo se llamaron Iob doce hijoB y una hija que tuvo Jacob? ¿Qué orden dió el SeQor á Jacob?


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torce años convenidos y otros seis más, Jacob, colmado de riquezas que excitaban la envidia de su tío y sus cuñados, recibió del Señor la orden de volverse á Canaán. Y en efecto, se puso en marcha con toda su familia, sus siervos y sus ganados.

Doapuéí Uu liubur LucUuilu \ iciuriosuiiiuiitu ron un úagol.

G. Esaú salió al encuentro de Jacob con 400 hombree armados; pero Jacob , después de pedir á Dios su protección y de haber luchado victo-, riosamentc con un ángel, por lo cual tomó ti. ¿Cómo se efectuó la reconciliación de Jacob y Esaú?


f.l —

desde entonces el nombre de Israel, que quiere decir fuerte, .se dirigió hacia Esaú, prosternán­ dose ante él siete veces: por este acto de humildad se reconciliaron los dos hermanos. 7. Jacob siguió su peregrinación y se estable­ ció en el valle de H a m b r e donde aun tuvo el placer de ver á su padre. Isaac murió pono tiempo después á la edad de ciento sesenta, y siete años: Abraham había muerto de ciento setenta y cinco años.

Resumen del capítulo VIH. Jacob desde Bernabé, en Canaún, marchó & la ciudad de HarAr, de Mesopotamia, donde vivió veinte afios cu casa do su lio Lahán. Se casé con las dos hijas de éste, Lia y Raquel, y tomó tam­ bién por espDsas de ecgundo orden á, las asolavcs Celfa y Bala. De estas cuatro mujeres tuvo doce hijos y una hija. Por orden del SeBor retrresó á Canaán, y en el camino se re­ concilió con su hermano Esaú. Jacob so cstablcoió en Canaán, en el vulle de Mambré.

7. ¿Dónde se estableció Jacob después de su peregrina­ ción?— ¿De qué edad habla muerto Abraham?— ¿De qué edad murió Isaac?


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CAPÍTU LO IX . JO SÉ .

1. José, hijo de Raquel, era muy amado de su padre Jacob, porque estaba adornado de her­ mosas cualidades y virtudes. Sus hermanos le envidiaban, y llegaron á odiarle porque Jacob le mandó hacer una preciosa túnica de muchos colores. 2. José tuvo algunos sueños que molestaron extraordinariamente á sus hermanos. Un día éste les dijo: alie soñado que estaba con vosotros atando haces en el campo, y que mi haz ¡te. man­ tenía derecho, mientras que los vuestros se incli­ naban ante él.» «¿Piensas por eso qne has de llegar á ser nuestro rev?», le preguntaron irri­ tados. 3. Otro día José dijo á sus hermanos y á su padre: id le visto e.n sueños que el sol, la luna y once estrellas me adoraban.» Jacob, sin irritar­ se, pero sí muy preocupado, preguntó á José: <i¿ Crees acaso que y o , tu madre y tus herma­ nos te hemos de adorar alguna vez postrados en tierra?» 1. ¿Quién era José? 2. ¿Qué aueilo tuvo José? 3. ¿Qué otro suefio tuyo Josc?


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4. Habiendo ido en cierta ocasión los hijos de Jacob con sus rebaños á las inmediaciones de Siquen, el jxidre encargó á José que fuera á averiguar si sus hermanos estaban buenos. José marchó en busca de sus hermanos, y como no los halló en Siquen, continuó su camino hasta

¡J o a i marcliú o n jju sca d e íuá hormanos.

Dotain. Los hermanos le vieron venir y dijeron: <£Ahí viene el soñador; matémosle j digamos que una fiera lo ha devorado». Rubén se opuso, y con la esperanza de salvarle aconsejó que lo metieran en una cisterna seca que por allí había. Así lo hicieron, en efecto, y se sentaron á comer 4. ¿Qué sabemos do la venía de J obó por eu ida á Egipto?

bus

hermanos, y de


Vendieron & JosĂŠ por reinte monedas.


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descansadamente; pero no habían concluido, cuando vieron venir una caravana de mercade­ res ismaelitas que se dirigían á Egipto: entonces, á propuesta de Judá, sacaron de la cisterna á José y lo vendieron á aquellos mercaderes por 20 monedas de plata, equivalentes á 40 pesetas de nuestra moneda. Los ismaelitas lo llevaron á Egipto y lo vendieron á Putifar, capitán de la guardia del Faraón. 5. José se atrajo el aprecio de su nuevo dueño, quien le confió la administración de su casa; pero la esposa de Putifar trató de seducir á José, y como este no accediese á sus pretensio­ nes, lo acusó ante Putifar de un delito que ella misma había querido cometer, y José fué redu­ cido ó prisión. G. Entre los presos de la cárcel se hallaban el jefe de los roperos y el jefe de los panaderos de í'araón, los cuales tiuúe.ron un sueño que lea preocupaba extraordinariamente. José les pidió que le refiriesen el sueño que tanto les inquie­ taba. El capero le dijo: alie visto en sueños una cepa con tres sarmientos, de los cuales brotaron hermosas uvas que exprimí en la copa y ofrecí el zumo al rey.» José explicó este sueño del si­ guiente modo: aLo que has soñado significa que 5. ¿Por qué motivo fué José reducido á prÍBióc? 6. ¿Que explicación dió José acerca de los suoüob de doa compañero» tjuyua ile cárcel?


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dentro de tres dias saldrás de la cárcel y serás repuesto en tu antiguo empleo; acuérdate de mí entonces, y procura mi libertad, pues soy ino­ cente.» El panadero dijo á José: aYo he soñado que llevaba sóbrela cabeza tres cestas do harina, y en la que iba encima llevaba pasteles, que los

odú ux^licti lutf

i'nniultim y <1«») uoporu,

pájaros se comieron.» « Tu sueño simijica, con­ testó José, que dentro de tres días te cortarán la cabeza por orden del rey, y que tu cuerpo, colqado en un patíbulo, será devorado por las aves.)) Los hechos confirmaron plenamente las predic­ ciones de José.


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7. JDos años más continué José en la cárcel, de la cual fué sacado por consejo del copero

J ohú explica las snofíos ¿ Faraón.

del rey para que explicara á Faraón dos sue­ ños misteriosos que éste había tenido, y que no 7. José?

¿Que suoOob tuvo Faraón y qué explicación dió rio ellos


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habían podido interpretar los sabios y adivinos del reino: aHe soñado, le dijo el rey, que de las orillas del Nilo vi surgir siete vacas muy gordas, y al poco tiempo otras siete muy jlacas (pie de­ voraron á las primeras: despues volví a soñar que veía siete espigas muy lozanas, nacidas de un mismo tallo, y de seguida otras siete ruines que devoraron á las anterior es.» José descifró estos sueños de la siguiente manera: aLos dos sue­ ños significan lo mismo, y en ellos Dios anun­ cia al rey lo que ha de suceder: las siete vacas gordas y las siete espigas lozanas, presagian siete años de abundancia; y las siete vacas flacas y las espigas macilentas, anuncian siete años de esterilidad y de hambre. El rey, pues, debe elegir un varón sabio y prudente que, consti­ tuido en gobernador de Egipto, recoja y guarde en graneros, durante los siete años de fertili­ dad, la quinta parte de los frutos, para subve­ nir á los siete años de escasez.» 8. A Faraón agradó la explicación y el con­ sejo; y, creyendo que no era posible encontrar otro hombre que estuviera más influido que José por el espíritu de Dios, lo nombró primer ministro, le puso en el dedo el anillo lleal, le colocó un collar de oro, le vistió de gran uni­ forme, le cambió su nombre en otro egipcio que significa Salvador del mundo, y le hizo pasear 8. ¿Qué distinciones concedió Faraón á Joné?


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en carroza de lujo, mandando que todos los que lo viesen doblaran la rodilla ante José. 9. José es en la Historia del Antiguo Testa­ mento una imagen de Jesucristo: José fné envi­ diado á causa de sus virtudes; Jesús fr.é objeto de envidia por su predicación y por sus profe­ cías: Jesús y José fueron vendidos, calumnia­ dos y condenados á mil sufrimientos; Jesucristo y José tuvieron durante su pasión dos malhe­ chores á su lado, de los cuales el uno se salvó y el otro murió víctima de sus pecados; Jesús, triunfante y glorioso, está sentado, como Rey, á la diestra de Dios padre; y José fué enalte­ cido después de su prisión y colocado al frente de Egipto. Resumen del capítulo IX. José

era por gnu virtudes muy amado de eu padre Jacob y e n v id ia d o de bub h c ra .a D o s , los cuales lo v e n d ie r o n é unos mer­

caderes ismaelitas. L lé v a lo i Rgipto com o esclavo, fué vlcLiiim Je una calumnia y reducido á injusta prisión por este m itivo.

Habiendo descifrado dos sueños que el rey de Rgipto babia tenido, este rey lo nombró primtr ministro 7 le dió poder sobre todos los súbditos de bus Estados. 9. ¿Qué representación tiene José en el Antigua Testamente?


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CAPÍTU LO X . EXALTACIÓN DE JOSÉ.

1. .José recorrió toi/as las provincias de Egip­ to, y durante los siete afíos de asombrosa ferti­ lidad recogió en inmensos graneros la quinta parte de los cereales que se recolectaron durante aquel tiempo en los Estados que gobernaba. En los siete años de escasez puso á la venta el grano recogido, y salvó al Egipto y á todas las co­ marcas vecinas del hambre que las azotaba. 2. En el país de Canaán se dejó sentir igual­ mente el hambre, y los hermanos de José, por mandato de su padre Jacob, marcharon todos, menos Benjamín, á comprar trigo ó Egipto. Comparecieron ante José y se prosternaron en su presencia: José los reconoció, pero como no vió entre ellos á Benjamín, los trató con dureza y aun les habló en lengua egipcia por medio de intérpretes: les dijo que Be le figuraba que eran espías; y como ellos pai'a justificarse le dijesen que eran hombres de bien y que tenían otro hermano que se había quedado con su padre en la tierra de Canaán, José les dijo que 1. ¿Qué hizo José para prevenir el hambre?

2. ¿Con qué motivos fueron á Egipto los hijos de Jacob?


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no los creería hasta que no trajesen á su otro hermano, y mientras tanto, uno de ellos se quedaría con él en rehenes. En seguida hizo atar á Simeón en presencia de sus hermanos, y mandó que lo llevasen á la cárcel; al mismo tiempo despachó á los otros, y en secreto dis­ puso que les dieran «abundantes provisiones lara el viaje y que les pusieran en los sacos leños de trigo el dinero que habían entregado. 3. Al año siguiente los hermanos de José se vieron obligados ú volver ú Egipto acompañados de Benjamín, á quien con indecible pena Jacob tuvo que dejar marchar. 4. Cuando supo José que sus hermanos habían vuelto, los hizo venir á su presencia, los trató eon afabilidad y manifestó su alegría por ver entre ellos á Benjamín. Después puso en libertad á Simeón y dispuso un banquete en honor de sus hermanos, y especialmente de Benjamín, al que trató con singular predilección. A) día siguien­ te, José mandó llenar de trigo los sacos de aquellos extranjeros, dispuso que el dinero de cada uno fuese colocado en su saco respectivo, y ordenó, además, que la copa de plata que el mismo José usaba fuera puesta en el saco del más joven. 3. ¿Qué ocurrió eo el segundo viaje de loa hijos de Jacob ¿ Jfigipto? 4. ¿Qué hizo José cuando Bupo quo b u s hermanos hablan vuelto 6, Egipto?


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5. Pocos pasos habían dado fuera de la ciu­ dad los hermanos de José, citandofueron detcni-

•Y o soy Jusé, vuestra hcrimm o.»

dos por el mayordomo del primer ministro, el cual Iob censuró agriamente-por haber robado 6. ¿Qué sucedió á los lterinsmoB de José cuando salieron de la ciudad?


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la copa de su señor: el loa negaron con energía que nubierun cometido tíin indigno acto, y se prestaron á que se registraran inmediatamente los sacos. Pero, examinados éstos, se encontró la copa en el saco de Benjamín. Todos volvie­ ron á la ciudad y fueron presentados £ José, quien les amenazó con decretar la prisión de Benjamín; pero Judá se ofreció á quedar preso en lugar de su hermano menor para evitar una desgracia á su padre, que no podría sobrevivir al dolor de la pérdida de Benjamín. 6. A l considerar la aflicción de sus herma­ nos, José, profundamente conmovido, les dijo: « Yo soy Jost, vuestro hermano: ¿vive aún mi p a ­ dre Jacob?» Los hermanos quedaron estupefac­ tos al oir aquella declaración; pero José Ies habló afectuosamente, y , por último, les en­ cargó que marcharan á Canaán para dar á Ja­ cob noticia de la existencia de su perdido hijo, y para que le anunciasen que José le esperaba en Egipto, donde él y sus hijos podrían residir en el territorio de Gesén, (pie ei’a el más fértil del país. 7. Jacob, transportado de. gozo al saber que José vivía, retiñió todos sus bienes y se puso en marcha para Egipto con toda su familia: José le salió al encuentro y estableció á su padre y C, ¿Cómo se dió José á conocer ile sus lienuuuos?

7. ¿Cómo ae efectué el efltiiblecitnionto de loa israelitas en Egipto?


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hermanos en la región que les había ofrecido, y que Faraón les cedió generosamente.

Jacob so traslado a Egipto.

8. Jacob rieló en el pala de (lestn diez y siete años al lado de sus hijos y de sus dos nietos, 8. ¿Cuándo murió Jacob y qué profecía hizo AQtea de morir?


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Manasés y Efraín, hijos de José. Previendo su próxima muerte, ll.imó á todos sus hijos y pro-

U u o rto do J u co b .

nuncio esta profecía: «.Cuando salga de Judá el cetro, vendrá el Pacificador deseado de las na­ ciones.)') Jacob, llamado también Israel, de


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donde sus descendientes recibieron el nombre de israelistas. murió á la edad de ciento cua­ renta y siete años, y su cadáver fue por sus hijos transportado ¡í la tierra de Canaán. í). Jos:', continuó hasta su muerto favore­ ciendo á sus hermanos: vió nietcs suyos liasta la tercera generación, y murió á lo* ciento diez años <Ie edad] su cadáver, embalsamado y puesto en una caja, permaneció en Egipto hasta el día en que los descendientes de Jacob, llamados también israelitas, salieron de Egipto y regre­ saron á Canaán. 10. La proféría hecha por Jacob, referente ¡í que el Mesías vendría cuando los reyes de los judíos no descendiesen de la tribu de Judá, se cumplió cu tiempo de ¡íerodes, que fué el primer rey de raza extranjera que tuvieron los judíos.

Resumen del capítulo Z. Vinieren los dete añt s (?e abundancia que José Labia anun­ ciado, y les i-iguieron los siete años de escasez. Los hermanos del primor aiinittro de Egipto fueron á esta nación para comprar trigo: Jobc los reconoció, pero no be dió ú conocer de el 1<s hatta que hicie:on un segundo viaje, para el cual trajeron A, Benjamín. Jacob, llamado por José, fué & Egipto y se estalleció en el pais de Qesén coa su f&milia y todos sus bienes. 9. ¿Dn qué edad murió José?

10. ¿Cuándo se cumplió la profecía de Jacob, referente al tiempo en que vendría el Mesías?


C A P ÍT U L O

X I.

jon. 1. Vivía en Arabia, en el tiempo de los pa­ triarcas, un hombre llamado Job, temeroso de Dios y j)oseedor de grandes riquezas. Job go­ zaba de grandes consideraciones entre sus con­ ciudadanos, no solamente por sus riquezas, sino por su caridad y generosidad. 2. Un día, Satanás acusó á Job de que su piedad nacía del egoísmo; y Dios permitió á Satanás que quitase á Job todos sus bienes, pero sin hacer daño á su persona. 3. En un mismo día sujto Job que los sabeos habían invadido el país, se habían apoderado de sus bueyes y jumentos, y i’educido á escla­ vitud á los pastores; que un fuego del cielo ha­ bía devorado sus ovejas; que los caldeos habían 'robado sus carmllos; y, ¡x>r último, que una tem­ pestad había derrumbado la casa de su hijo mayor, y sepultado entre sus ruinas á todos sus hijos. Job, aunque traspasado de dolor, se pos­ tró en tierra, y dijo: «Desnudo nací; el Señor 1. ¿Quién era Job?

2. ¿Por qué permitió Dioa & Satanás quo tantaso ¿ Job? 3. ¿Cuáles fueron las primeras desgracias de Job?


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me lo había dado todo, y el Señor me lo ha quitado. ¡Bendito sea su santo nombre!»

Job.

4. Muy grata fué á Dios la fidelidad de su siervo; pero como Satanás pensara que si Job 4, ¿Con qué dolonciqs ftaicie Satauúu afligió á Job?


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hubiera tenido que sufrir en su propio cuerpo hajoría blasfemado contra Dios, el Señor perroi-

Lüd a m ig o s do J ob Id d ir ig ie r o n uoua ocionos.

tió á Satanás que afligiese á Job con alguna dolencia, pero sin que intentara nada contra b u vida. Y Satanás cubrió el cuerpo del paciente


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siervo con una hedionda y asquerosa lepra, de la que brotaba pestilente y contagioso pus. Job,

Dios confundió ú Satanás*

desamparado de todo el mundo y sentado en un montón de basura, decía resignadamente: a.De Dios recibimos los bienes; ¿ por qué no


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hemos de recibir también los males con pa­ ciencia ? 2) 5. Los amigos de Job fueron á verlo, y en vez de palabras de consuelo, le dirigieron acusa­ ciones; le tacharon de hipócrita, y afirmaban que sus desgracias, sin duda, eran merecidas. Pero Job repetía que era inocente, y afladía: «Y o sé que mi Redentor vive, que resucitaré de la tierna en el día último y que verc á Dios en mi carne.» 6. Vencido Satanás por la paciencia y con­ formidad de Job, Dios confundió á Satanás y restituyó á J’jb los bienes que había perdido, y aun le dió el doble de los bienes temporales que antes poseía; también tuvo otros siete hijos y tres hijas, y vivió contento ciento cuarenta aílus m¡ís. 7. Job, por su paciencia, representa á Jesu­ cristo, que también sufrió con resignación, y fué abandonado hasta de los mismos Apóstolea.

Resumen del capítulo XI. Job era nn hom bre temeroso de D ios, rico, habitante de la Arabia en tiempo de los patriarcas.

Dios permitió que Satanás lo redujera i la miseria y lo &fii5. ¿Qué hicieron los amigos de Job? 6. ¿Qué premio otorgó Dios é Job por su resignación y pa­ ciencia? 7. ¿Qué representación tiene Job en el Antiguo Testamento?


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giera con graves enfermedades; pero Job nunca perdió bu re­ signación y au confianza en Dios, y el Señor, para premiar sub virtudes, le devolvió duplicadas las riquezas que antes habla tenido.

CA PÍTU LO X II. MOISÉS.

1. Los israelitas ó descendientes de Jacob, llamados también hebreos, llegaron á formar en Egipto un pueblo numeroso. Dos siglos des­ pués de su establecimiento en aquel país hubo un cambio de dinastía, ó familia reinante, y el nuevo Faraón redujo á servidumbre á los he­ breos; y aun para evitar el aumento de pobla­ ción hebrea, mandó que todos los niños que na­ ciesen de esta raza fueran arrojados al río Nilo. 2. P or aquel tiempo, una hebrea llamada Jacobed, de la tribu de Leví, casada con un varón que tenía por nombre Amrán, tuvo un niño al que logró solear de la muerte colocándolo dentro de un canastillo de mimbres bien embetunado,

1. ¿Qué sucedió á los israelitas dos siglos después de su esta­ blecimiento en Egipto? 2. ¿Cóm o fu ¿ salvado Moisés ile la muerte decretóla contra todos los niños hebreos?


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y poniéndolo entre unos juncos que se criaban á la orilla dd ríe,: Dios permitió que la hija del

Un niño de familia hebreo»

rey fueae á bailarse á aquel sitio, viera el ca­ nastillo y dentro de él un niño lindísimo, cuya vida quiso proteger, aunque conoció que aquel


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üiüo debía pertenecer á una familia hebrea. Una hermana del recién nacido, la cual estaba en acecho, se ofreció á la princesa para buscar una nodriza, y aceptado el ofrecimiento, la misma madre se encargó de criar al protegido de la princesa, llamada Termutis. 3. El niño fu e educado por su madre en la religión hebrea, y cuando ya era adolescente lo entregó á la princesa, la cual le puso por nombre Moisés, que quiere decir «salvado de las aguas». En la corte, Moisés recibió una edu­ cación completa y esmerada; pero i ¡a eclad de cuarenta años, conociendo los sufrimientos de los israelita# sus hermanos, guiso irse con éstos para procurar la libertad de su pueblo: rióse preci­ sado, sin embargo, á huir ú la tierra de Madiún, domle pasó cuarenta años ocupado en guardar los rebaños del sacerdote Jetro: se casó con una hija de éste, nombrada Séfora, de la cual tuvo dos hijos que se llamaron Gersam y Eliezer. 4. Un día en que llegó Moisés con sus ga­ nados hasta la falda del monte Oreb, vió con asombro una zarza que ardía sin consumirse, v al acercarse á ella, oyó la vo: de Dios que le decía: «. Yo soy.el Dios de Abraham, de Isaac y 3. ¿Qué le sucedió ¿lo s cuarenta nüos do edad? 4. ¿Qué misión confió el Señor á Moíbcb?—¿Quién era Aaróu? ¿Qué dijo Moisés, on compañía de A&rdn, al rey de Egipto?


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de Jacob: he visto las desgracias de mi pueblo, y quiero salvarlo de la esclavitud por tu media-

M.oi3¿8 oyó la voz «le Dios.

ción.D Moisés, investido por Dios con la facul­ tad de hacer prodigios para acreditar la misión que había recibido, y en compañía de su her­


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mano Aarón, .sepremunió al rey de Egipto para pedirle, en nombre de Dios, que permitiese, á los hebreos ir al. desierto, donde querían ofrecer un sacrificio solemne al Ser infinito y eterno. 5. El Faraón contestó que no conocía al Dios de los israelitas, y que no los dejaba marchar. Y desde aquel momento oprimió á los hebreos con trabajos muy penosos. G. D e nucro ye presentaron Moisés y Aarón delante del rey por orden del Señor: Aarón arrojó al suelo su vara, que se convirtió en serpiente; y aunque el rey quedó asombrado ante aquel prodigio, no por eso autorizó la marcha de los israelitas. 7. Dios afligió á los egipcios, en castigo de la tenacidad de su rey, con diez grandes cala­ midades ó plagas: 1.a Las aguas del Nilo, al contacto de la vara de Moiscs, se convirtieron en sangre; 2.a Una multitud de ranas invadió el país; 3.a El polvo de la tierra se convirtió en mos­ quitos, cuyas picaduras eran muy molestas; 4.a Innumerables moscas pestíferas inficiona­ ron todo el reino; 5.a La peste hizo perecer gran número de animales; 0. ¿Cuál fue la contestación del Faraón? 6. ¿Se presentaron de nuevo Moisés y Aarón anle el rey de Egipto? 7. ¿Ds qué manera castigó Dios ¿ los egipcioB?


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G.“ Ulceras y llagas ¿olorosas afligieron á hombres y animales; 7.“ Horrible tempestad de rayos y piedras devastó los campos; 8.a Nube de langostas causó daños inmensos; 9.a Densísimas tinieblas envolvieron todo el reino por espacio de tres días ; . 10." El ángel exterminador mató en una noche á todos los primogénitos de los egipcios. Ninguna de estas plagas alcanzó á los he­ breos. S. A cada una de estas plagas prometía Fa­ raón dejar salir á los israelitas; jiero inmedia­ tamente se retractaba. Algunos dtus antes de la última plaga, ordenó Moisés ó loa israelitas, por encargo de Dios, que el día 14 de aquel mes se preparasen para la marcha y sacrificasen un cordero, con cuya sangre rociarían el dintel y los postes de su casa, para que no entrara en ella el ángel exterminador: les encargó ade­ más (pie todos los años, en el mismo día, hicie­ ran igual sacrificio del cordero pascual, para recordar la alianza que Dios había hecho con su pueblo, libertándolo de la esclavitud de Faraón. 9. En la misma noche en que la última plaga 8. ¿Qué órdenes dió Moisés á los israelitas aules do la última plaga? 9. ¿Cuándo autorizó Faraón la marcha de los israelitas?


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ajliyió d los egipcios, el rey Faraón autorizó la marcha de los israelitas, y éstos salieron de Egipto, donde ellos y sus ascendientes habían vivido cuatrocientos treinta años, en mimero de 600.000, sin contar las mujeres y los niños. 10. El cordero pascual es el símbolo del Cor­ dero de Dios, que se sacrificó por todos los hombres pai*a salvarlos de la esclavitud del pe­ cado y de la muerte eterna.

Resumen del capítulo XII. Los israelitas se multiplioiron extraordinariamente en Egipto, y á los doscientos años de su pennunencia en ose país fueron reducidos á esclavitud. Dios quiso librarlos de la servidumbre y volverlos al país de Canaán por medio de Moisés. Moisés recibió de Dios la orden de presentarse al rey de Egipto pura pedir á éste que dejara salir á los israelitas; pero el rey no quiso obodoccr, y D íds afligió ul reino con diez plagas. i ’ or último Faraón accedió á la salida de los israelitas, y és­ tos, después de cumer el cordoro pascual, salieron de Egipto dirigidos por Moisés.

10. ¿Qué simboliza el cordero pascual?


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C A PÍTU LO X III. PEREGRINACIÓN DE LOS ISRAELITAS.

1. Los israelitas emprendieron el camino de la tierra de Canaán; Moisés organizó su mar­ cha, pero Dios los guiaba por medio de una nube en forma de columna, que se elevaba en los aires, y era luminosa durante la noche para darles claridad, y opaca durante el día para preservarlos del calor del sol. 2. Pronto se arrepintió Faraón de haber deiado marchar á los israelitas, y se lanzó en su persecución acompañado de un poderoso ejér­ cito: los alcanzó en las orillas del mar Rojo. 3. Moisés extendió su mano sobre el mar, cu­ yas aguas se abrieron y dejaron un camino abierto por donde pasaron los israelitas: los egipcios los siguieron; pero cuando los hebreos estaban ea la orilla opuesta, Moisés volvió á e x ­ tender sus manos sobre el mar, y las aguas vol­ vieron á reunirse, ahogando á todos los egipcios, de los cuales no pudo escapar ni unosolo. 1. ¿De qué mauerti guió Dios 6 los israelitas en su camino hacia la tierra de CanaAn? 2. ¿Qué hizo Faraón despuéa que salieron de Egipto los is­ raelitas? 3. ¿De qué modo se vieron libres los israelitas de la persecu­ ción de Faraón?


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4. Los israelitas llegaron al desierto; y como careciesen de alimento, empezaron á, quejarse

Moisés oxtondld su mnno sobre el ir.ar.

de su salida de Egipto; pero Dios les envió úna nube de codornices sobre los campos, las .

4. ¿Cómo se Alimentaron los israelitas en el desierto?


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cuales se dejaron co^er fácilmente. A la ma­ ñana del siguiente dia, el suelo del desierto se

Nube Je codornices.

cubrió de granitos blancos, de los cuales comie­ ron los hebreos, hallándoles el sabor de pan amasado con miel: con este p a n , al que dieron


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el jiomlire de imaná't>, los alimentó'. Dio?, por es­ pacto de cuarenta años, que duró su peregrina­ ción por el desierto, hasta que llegaron á la tie­ rra de Canaán. 5. En una ocasión les faltó el agua, y Moisés, por orden de Dios, golpeó con su vara una peña, de la cual brotó el agua á torrentes. 6. Un pueblo llamado de amalecitas, que estaba acampado en el desierto, atacó á los hebreos', pero Moisés envió contra los agreso­ res algunos bravos guerreros acaudillados por Josué, y él subió á tina montaña para orar allí por su pueblo; y mientras tenía los brazos levantados, vencían los israelitas, pero tan pronto como los dejaba caer para descansar, triunfaban los amalecitas; por lo cual Aarón y Hur subieron á la montaña para sostener á Moisés los brazos, hasta que se decidió la batalla en favor del pueblo de Dios. 7. En el día tercero del tercer mes de marcha, los israelitas llegaron al pie del monte Sinaí. Moisé3 subió d la montaña para comunicarse con Dios, y éste le dijo: «Si guardáis la alianza que habéis hecho conmigo, seréis mi pueblo escogido.» Y como el pueblo manifestase el propósito de obedecer en todo los mandatos de 5. para 6. 7.

¿Culi fué el milagro que hizo Dios por mano de Moisés proveer de agua ¿ los israelitas? ¿Qué sabemos de la guerra con los amalecitas? ¿Cuándo llegaron al pie del monte Sinii?


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JDios, el Señor mandó á Moisés que encargará al pueblo lavarse y purificarse, porque dentro de tres días se ofrecería Dios á la vista de toda la multitud desde el monte Sinaí. 8. Tres días después, el monte Sinaí, cubierto de nubes, envuelto en humo y en llamas de fuego, llenó de espanto á la multitud', el fragor ae los truenos y el sonido de las trompetas acabaron de aterrorizar á los israelitas, acampados en el llano: entonces se oyó la voz del Señor, que dictó á su pueblo los diez mandamientos contenidos en el Decálogo. 9. Moisés subió después al monte, en donde pasó cuarenta días, en los que recibió las ins­ trucciones para el culto, el sacerdocio, la pro­ piedad, la familia y el gobierno del pueblo, y adenitis Dios le entregó dos tablas de piedra en que estaban escritos los diez mandamientos. 10. Mientras Moisés estuvo en el monte, los israelitas, valiéndose de las alhajas de oro de sus mujeres é hijas, fundieron un ídolo con la forma de buey, al cual rindieron adoración des­ pués de haberlo colocado en un altar. Moisés bajó del monte, y cuando vió la prevaricación del pueblo, arrojó al suelo las Tablas de la Ley, de modo que se quebraron; después re8 . ¿Cu¿ndo dictó el SeQor los diez mandamientos de su Ley 4 loa israelitas? 9. ¿Qué Habernos de las dos tablas de la Ley? 10. ¿Prevaricaron los

írtaaIíuir?


dujo á polvo el becerro de oro, y mezclado con agua se lo hizo beber á los culpable?;

Lo entiegó dos tubliu.

mandó también á los descendientes de Leví que recorrieran el campo y! diesen muerte á todosMos^ idólatras, y, por último, subió otra


IdolatrĂ­a (lo loa israelitas.


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vez á la montada, pidió al Seíior clemencia para el pueblo infiel, preparó otras dos tablas, en donde Dios por 6u misma mano escribió de nuevo los mandamientos de su ley, y regresó del monte con las tablas y trayendo el rostro resplandeciente. 11. Moisés construyó con tablas de madera finísima una especie de templo portátil de 30 va­ ras de largo, 10 de alto y 10 de ancho, dividido en dos partes, de las cuales la menor se llamaba el Santasantórum (Sanco de los santos), donde se encerraba el Arca de la alianza, que era una caja trabajada con sumo esmero, donde se guar­ daban las Tablas de la Ley; la parte mayor se llamaba Santuario, en donde había tres objetos sagrados, que eran la mesa con los panes de la proposición, el candelabro de oro que sostenía siete lámparas encendidas continuamente, y el altar de los perfumes: este templo se llamaba el «Tabernsículo».

Resumen del capítulo X III. ; Apea as habinn emprendido la marcho. los israelitas, cuando Faraón se arrepintió de haberlos dejado salir de Egipto y Be lanzó en bu persecución. Perseguidos y perseguidores llegaron al mar Rojo: las liguas Bb separaron para dejar paso 4 los israelitas, y se juntaron para ahogar á los egipcios, que iban tras ellos. 11. ¿Quó era el Tabernáculo?


— 97 Una nubo on forma de columna luminosa durante la noche, durante el dia, los guiaba por el desierto: el maná les servia de alimento. Al tercer mes llegaron al monte Sinal, desde el eúal el Señor les dió su Ley , oontcnido on loe preceptos del Dec&logo. Los israelitas se hicieron idólatras, y Moisés los castigó seve­ ramente en nombre de Dios. Moitéa construyó de oro y maderas finísimas el Arca de la alianza y el Tabernáculo.

y opaca

CAPÍTU LO X IV . LLEGADA

DE LOS ISRAELITAS Á LA TIEERA DE CANAÁN.

1. Después de un año de permanencia en las cercanías del monte Sinaí llegaron los israeli­ tas á las fronteras de Canaán, y mandó Moisés á doce hombres, uno de cada tribu, para que fueaen á explorar la tierra prometida. Los ex­ ploradores volvieron al cabo de cuarenta días, trayendo consigo frutos de aquella tierra, entre ellos un enorme racimo de uvas, y dijeron fa l­ samente que el país era fértilísimo, pero que 'sus lloradores eran gigantes, á cuyo lado los israe­ litas eran como langostas. 1. ¿Qué falsas notioias trajeron de Canaán los emisarios que Moisés mondó?


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2. Temerosos los israelitas de no poder ven­ cer á los habitantes de Canaán, se amotinaron contra Moisés y le pidieron á voces que los volviera á Egipto. 3. Dios dijo entonces á Moisés que extermi­ naría á los israelitas, porque no quería sufrir más la infidelidad do éstos; pero á ruegos de Moisés, Dios los perdonó, aunque dispuso que ningún hombre de más de veinte años, excepto Josué y Caleb, entraría en la tierra prometida, y que todos andarían errantes por el desierto por espacio de cuarenta años, tiempo en el cual Lodos los de aquella edad morirían, menos los dtis varones fieles antes citados. 4. Poco tiempo después, doscientos cincuenta jefes de familia, capitaneados por Coré, Datán y Abirón, se rebelaran contra Jíoisés y Aarón; pero Dios hizo que la tierra se tragara vivos á los sediciosos; y para demostrar que Aarón era el sumo sacerdote, hizo que la vara de éste, colocada con otras doce al lado del Tabernáculo, apareciera cubierta de flores y frutos. 5. Treinta y ocho años llevaban los israeli2. ¿Cual fué el resultado de las falsas noticias de los explo­ radores? 3. ¿De qué manera castigó Dios la infidelidad de los israe­ litas? 4. ¿Qué hicieron algunos jefes de familia, capitaneados por Coré, Datán y Ab:rón? 5. ¿Qué castigo impuso Dios 4 Moisés y ¡l Aarón por haber vacilado un momento en la fe?


- g a ­ tas por el desierto, cuando les faltó el agua otra vez: Dios dijo á Moisés que tocara cortan vara á ima peña, de donde surgiría el agria necesaria. Moisés y Aarón desconfiaron un mo­ mento, y el primero tocó dos veces con la vara en el peñasco, de donde brotó un copioso raudal

Serpicntn milagrosa.

de agua; pero Dios dijo <í Moisés: « Porque va­ llaste en creer, no entrarás en la tierra 'pro­ metida.» 6. Otra vcc los israelitas volvieron á rebe­ larse contra Dios y contra Moisés porque el 6- ¿Por qu¿ Be rolielaron nuevamente loe ¡sraelitnj? .


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viaje se prolongaba y estaban cansados del maná: Dios envió contra ellos serpientes venenosas,

U n A ngel ord en ó ¿ B aluán,

cuyas mordeduras abrasaban como el fuego, y eran mortales. Moisés imploró de Dios el per­ dón de su pueblo, y el Señor le mandó hacer


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una serpiente de bronce y colocarla en un palo, prometiendo que el que la mirara quedaría cu­ rado de los efectos de Ja mordedura. 7. Los israelitas continuaron su mareba por el desierto, después de vencer algunos enemi­ gos que trataron de impedirles el paso; llegaron á las llanuras de Moab, y el rey de los moabitas mandó á un falso profeta llamado Balaán para que maldijese á los hebreos; pero Dios por medio de un ángel ordenó A Balaán que no mal­ dijese, sino bendijese á su pueblo escogido; y como el rey de los moabitas se indignase, Ba­ laán, inspirado por Dios, dijo e6ta profecía: «De Jacob nacerá una estrella, y de Israel bro­ tará un vástago que destruirá á todos sus ene­ migos.» 8. Los moabitas y los madianitas intentaron pervertir y arrastrar hacia la idolatría á los hebreos; pero Dios los castigó duramente, y aun de los mismos israelitas, 24.000 prevaricadores fueron pasados á cuchillo. 9. A l cumplir Moisés ciento veinte años de edad, presintiendo su último fin, reunió á todo el pueblo; dijo, por orden de Dios, que el ele­ gido para conducir á los israelitas á la tierra

7. ¿Qué ordenó Dios al falso profeta Balaán? 8. ¿Qué propósitos tenían los moabitas y madianitas? 9. ¿Cuándo murió Moisés?


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prometida, era Josué, á quien debían todos obedecer, y después subió al monte Nebo, desde

Dios mostró á Moisés la tiorra prometida.

donde contempló la tierra de promisión que Dios le mostraba y donde murió. Moisés dejó escritos los cinco libros del Pentateuco.


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10. Encargado Josué de. la dirección dd pue­ blo israelita, recibió <1< Dios la orden de pasar

Loa murallas de Jorieó so dorrumbnron,

el río Jordán; cuando llegaron á las orillas de este río, y los sacerdotes que iban delante líe­ lo.

¿Quién fué el sucesor de Moisés?


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vando sobre sus hombros el Arca de la alianza, pusieron su pie en ellas, las aguas que bajaban

D io s p e r m itió quo ol gol d otu v iora tu cu rso.

se detuvieron, mientras que la corriente infe­ rior continuó su curso hacia el mar, dejando en seco el cauce del río, por donde pasaron los


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israelitas, que acamparon en los alrededores de Jericó, donde celebraron la fiesta de la Pascua. 11. Para tomar posesión de la tierra de Canaán, adcnde ya habían llegado los israeli­ tas , tuvieron que rendir á Jericó, que era una plaza fuerte. El Señor dijo á Josué que durante siete días dieran los israelitas una vuelta alre­ dedor de la ciudad, llevando á su frente el Arca de la alianza; y que el día séptimo, al terminar la vuelta, diera el pueblo espantosos gritos, mientras que las trompetas sonaban, y entonces se derrumbarían las murallas. Todo se hizo como el Señor había mandado: las murallas de Jericó se desplomaron con estruendo, y los israelitas penetraron en la ciudad, qne entrega­ ron á las llamas, después de pasar á cuchillo á. todos sus habitantes, excepto lina familia. 12. Josué conquistó todo el país con la ayuda de Dios, que en una ocasión permitió que el sol V la luna detuvieran su curso durante doce horas, mientras los israelitas derrotaban á sus enemigos; y distribuyó todo el país de Canaán entre las doce tribus que habían tenido por jefes á los doce hijos de Jacob. 11. ¿Qué hicieren los israelitas para tomar posesión de Canaán? 12. ¿Cómo conquistó Josué toda la tierra de C&nA&n?


106

Besumen del capítulo XIV. Loa israelitas se amotinaron varias veces contra Moisés en el desierto ; y para castigarlos, Dios decretó que ningún hom­ bre de veinte años arriba, excepto Josué y Caleb, entrarla en la tierra prometida, y qne la peregrinación por el desierto du­ rarla cuarenta &flos. El mismo Moisés, por haber tenido un momento de Tacilación en su f e , quedó castigado i no ver la tierm de promisión. Moisés murió á la edad deciento veinte años, y por orden de Dios dejó como sucesor cuyo á Josué. Puesto Josué ni frente do los isruelitaB, atravesaron ¿atoa á pie enjuto el rio Jordán; y después de grandes maravillas que Dios ebró en favor de su pueblo, entraron en Jericó y Be apoderaron de lodo el país de Canaán.

CA PÍTU LO X V . JUECES

y

REVES

HE I S K A E L .

1. Los israelitas se posesionaron de la tierra, de Canaán hacia el ano 1450 antes de Jesu­ cristo. En el año 1434 murió Josué. El pueblo hebreo permaneció fiel á Dios mientras vivieron los hombres que habían sido testigos de las ma­ ravillas que Dios había hecho en favor de los is­ raelitas; pero después se entregaron al desorden y á la idolatría; y para castigarlos, Dios los re1. ¿Cuándo murió Josué?


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dujo á esclavitud, de la cual los libertaron los jueces que Dios les dió puraque los gobernaran.

Josué murió en ei ano UIU antes de Jesucristo.

2. Los jueces que tuvieron los israelitas fueron doce, entre lux males se distinguieron: (jfedeón} 2. ¿Cuáles fueron los principales jueces de Israel?


-

I O S '-

Je/té, Saimón, Helí y Samuel. Gedeón obtuvo una victoria importante sobre los madianitas

Snmsóu desreilazó á un león.

en el año 1245 antes de Jesucristo, valiéndose de 300 hombres, á los cuales proveyó de unas trompetas y unas antorchas ocultas en vasijas


109

-

de barro; á una señal dadn por Gedeón, aque­ llos hombres sacaron las trompetas y rompie­ ron las vasijas, causando tal atolondramiento en los enemigos, que unos á otros se mataron en número de 12.000. Jefté consiguió otra vic­ toria sobre los amonitas en 1187. Samsón era

Los raposas hicieron grave Juño im los sembrados de los [filisteos.

hombre de extraordinarias fuerzas, que en­ sayó con un león furioso al que despedazó; en cierto día fué insultado por los filisteos, y para castigarlos cogió trescientas raposas, á las que puso hachas encendidas en la cola y las soltó; hicieron grave daño en los sembra­


-

110 -

dos de los enemigos; éstos exigieron que Iés fuera entregado el autor de tantos daños, y

Dolila cortó ú Snmsón ol cubolio.

cuando lo tuvieron en su poder lo ataron fuer­ temente; pero Samsón rompió sus ligaduras en presencia del ejército, al cual acometió con una


-1 1 1 -

quijada de asno que halló por casualidad, y mató á mil filisteos; poco después cayó en poder de los filisteos mediante una traición de Dalila, quien se aprovechó del sueño de Samsón para cortar á este el cabello, del cual dependían sus excepcionales fuerzas; el juez de los israelitas fué llevado prisionero por los filisteos, los cua­ les le sacaron los ojos, lo cargaron de cade­ nas, lo llevaron á un palacio donde se habían reunido tres mil hombres y lo colocaron en­ tre las columnas del edificio; pero Samsón se agarró á las columnas y desplomó la casa, en cuyas ruinas murieron los principales filisteos y el mismo Samsón quedó aplastado. En tiem­ po de Helí se apoderaron del Arca de la Alianza los filisteos (111G), los cuales sufrie­ ron innumerables desgracias hasta que restitu­ yeron por sí mismos el Arca al pueblo de Israel. El último juez de los israelitas fué Sa­ muel, que desterró de su país la idolatría, sacudió el yugo de los filisteos y procuró la prosperidad de los israelitas, los cuales vivie­ ron en paz mientras estuvieron gobernados di­ rectamente por el santo profeta Samuel. 3. Los israelitas quisieron tener un rey, y Samuel, por disposición de Dios, ungió como rey á Saúl, joven desconocido que se presentó al profeta para hacerle una pregunta; pero ¿CuAlea fu e ro n Ion re y e s de Isra e l lmstft In d iv isió n riel reino?


— 112 —

Dios había anunciado á Samuel que el des­ conocido que se le presentase era el hombre que había destinado para reinar sobre los des­ cendientes de Israel; después el pueblo echó suertes entre todas las tribus para elegir rey, y resultó designado el mismo Raúl. Desde

Suúl so iiresQUcj ú SuinuuL

el año 1095 hasta el año 980 antes de Jesucristo, en que el reino de Israel fue dividido, los reyes de Israel fueron Saúl, D avid , Salomón y Roboán. 4. Saúl consiguió varias victorias sobre todos 4. ¿Cuáles fueron los principales hechos de ¡Saúl y de David?


Samuel ungidaid joven David.


— 114 —

los enemigos de Israel, jjero en uua ocasión des­ obedeció á Dios y en varias fue ingrato con David, á quien debía muchos favores. David era hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de la piadosa Ruth: vivía con sus hermanos en Belén, adonde se presentó Samuel y ungió á David con aceite

David cortó la cabeza ú Goliat,

ú óleo como designado por Dios para suceder en el trono á Saúl; desde ese momento el espíritu de Dios resplandeció en el joven Da­ vid; en aquel tiempo los filisteos movieron guerra contra el pueblo de Israel, y un gigante de colosal estatura nombrado Goliat, que estaba con ellos, amenazaba ¡i los israelitas, que se


— 115 —

hallaban atemorizados; pero David pidió per­ miso á Saúl para combatir al temible filisteo, y se dirigió á éste provisto de su cayado de pastor, de su honda y de cinco piedras; al verlo Goliat, le dijo con burla: «¿Soy acaso un perro para que me amenaces con un palo?» David le dijo: «El Di os de Israel va á castigar por mi mano tu impiedad y tus blasfemias»; c inme­ diatamente le arrojó con su honda una piedra lúe se clavó en la frente del filisteo; éste cayó por tierra, y David se le aproximó, le quitó la espada y le cortó con ella la cabeza; los filis­ teos huyeron y los israelitas se apoderaron del campamento de aquéllos, y celebraron su vic­ toria llevando en triunfo á David y cantando: íSaúl mató á mil, pero David d diez mil.» Saúl, impulsado por la envidia, persiguió te­ nazmente desde entonces A D avid; pero éste, avisado algunas veces por Jouatás, hijo de Saúl, y siempre favorecido por Dios, se libró de todas las asechanzas del rey, y aun pudo 8er generoso con él; en una ocasión David, por Complacer al rey, tocaba el arpa en presencia de este, y Saúl le arrojó la lanza con propósito de datarlo, pero David resultó ileso; en otra oca^ón en que David, huyendo de la persecución del rey, se había refugiado en una caverna con varios compañeros que le seguían, vió Negar á Saúl, que entró en la misma caverna para entregarse, como se entregó, al suefio, y


Huerto do SaĂşl.


— 117 —

David se contentó con cortav una punta del manto del rey; otra vez en que Saúl marchó al desierto para buscar á David, éste, durante la noche, se introdujo en la tienda de Saúl, á quien halló durmiendo, le quitó la lanza y una copa que tenía junto á su locho, y se marchó sin hacerle el menor clafio; poco después Saúl, gravemente herido en combate empeñado con los filisteos, se dió la muerte, dejándose caer 8obre la punta do su espada y traspasándose el pecho. Después de la muerte de Saúl, Da­ vid fué proclamado rey y estableció su resi­ dencia en Jerusalén; se esmeró en fomentar la prosperidad de sus súbditos; estableció una administración justa; organizó numerosos ejér­ citos, y con ellos obtuvo varios triunfos sobre los enemigos de Israel, y extendió considerable­ mente su reino. Pero David no permaneció siempre fiel á Dios, y el Señor lo castigó con la rebeldía y hasta con la muerte de su lujo Absalón; arrepentido de sus pecados se sometió á varias humillaciones, y dedicó mucho tiempo á entonar himnos, acompañándose de su arpa, pi­ diendo á Dios misericordia y clemencia. 5. El sucesor de David fu é su hijo Salomón, ú quien el Señor dotó de tanta sabiduría que se hizo célebre entre todos los pueblos de Oriente, 5.

¿Quién £u¿ Salom ón?— ¿En cuantos roinoe se dividió el

de Israel á la uauorte do Salomón?


David.


-

1U> —

de donde los re^es y los sabios le consultaban, lo mismo que toda clase de personas; un día se

Construcción del templo (le Jeruaalén.

le presentaron dos mujeres para que decidie.se una contienda que había ocurrido entre ellas,


— 120 —

porque teniendo cada uua un niño de la misma edad, y habiendo muerto uno de los dos niños, las dos madres pretendían que el vivo era su hijo; Salomón dispuso que en el acto fuera partido en dos ])edazos el niño vivo, y se diera una mitad á cada madre; una de las dos muje­ res suplicó al rey con grandes instancias que no mataran al niño, sino que se lo entregaran entero y vivo á su enemiga; pero ésta se con­ formó con aquella extraña resolución. Entonces Salomón dictó esta sentencia: «Que se entre­ gue el niño á la mujer primera, porque ella es su madre.» Salomón edificó pai’a gloria de Dios el maravilloso templo de Jerusalén, en cuya construcción se ocuparon por espacio de siete años 100.000 trabajadores, se emplearon las más ricas maderas y piedras del monte Líbano y se consumieron inmensos tesoros. Salomón reinó cuarenta años, en los que pro­ porcionó tranquilidad y riquezas al pueblo de Israel. hizo construir muchas ciudades nue­ vas y embelleció á Jerusalén; pero en edad avanzada se dejó guiar por mujeres paganas que lograron corromper su corazón, y cayó en la idolatría. Entonces Dios le dijo: «Porque has adorado á los ídolos quitaré el reino á tu hijo, el cual no reinará más que sobre dos tribus.)) A la muerte de Salomón, año 980, el antiguo pueblo de Israel se dividió , en efecto, en dos reinos: el de Judo, al cual per-


Salomรณn*


tenecieron las dus tribus de Judá y Benjamín, y que fué gobernado por Roboáu, hijo de Sa­ lomón, y sus sucesores; y el reino de Israel formado por las otras diez tribus, las cuales eligieron por rey á Jeroboán, empleado que había sido de Salomón. 6 . El reino de Judá dio el nombre de Judea á todo el territorio que dominaba, y el de « Ju­ díos » á todos sus súbditos; sus reyes , desde el alio 980 hasta la destrucción del reino de Is­ rael en 718, fueron trece: Roboán, Abías, Asá, Josafat, Joritn, Ococías, Atalía. madre del an­ terior, la cual asesinó á sus nietos; Josis, Ama­ sias, Ozlas, Joatán, Acab y Ecequías; todos fueron perversos é idólatras, menos Josafat, Joatán y Ecequías, que adoraron al verdadero Dios. 7. El reino de Israel , separado del de Judá, existió doscientos sesenta y dos- aílos, desde el 980 hasta el 718 antes de Jesucristo, y en este espacio de tiempo tuvo diez y nueve reyes de­ pravados, idólatras y corrompidos, cuvos nom­ bres fueron: Jeroboán, Nadab, Basa, Ela, Zambri, Anri, Acab, en cuyo tiempo vivieron los rofetas Elias y Elíseo; Ococías, Jorán, Jehú, oacar, Joás, Jeroboán II, en cuyo tiempo

Í

G. ¿C u án ta fueron los reyes privativos de Judá? 7. ¿Cuántos fueron los reyes privativos de Israe.?;


existió el profeta Jonás; Zacarías, Sellúm, Ma nohén, Faceíus, Faceas y Oseas.

Ecoqulua ofreció aucj iílcioa ul Suüur,

8 . En tiempo del rey Oseas, habiendo des 8 . ¿En qué tiempo fué destruido el reino de Israel?


preciado los isruelistas las amonestaciones de Dios por espacio de’[mucho tiempo, la divina

El roy Manases on un calabozo de Babilonia.

Justicia descargĂł sobre ellos el castigo que tantas veces habĂ­an merecido, y Salmanasar,


— 125 —

rey de Asiria, los atacó, los venció y los dis­ persó: de este modo fu é destruido el reino de Israel en el año 718, ó, según otros autores, en el 722 «antes de Jesucristo. 9. El reino de Judá, ó de los judíos, des­ pués de haber sido gobernado por Ecequías, que fué piadoso y ofreció sacrificios al Señor, tuvo otros siete reyes, casi todos notable* sólo p or su impiedad. Manases, hijo de Ecequías, tuvo una

vida licenciosa, y en castigo de ella Dios per­ mitió que los asirios lo aprisionaran y lo lleva­ ran á Babilonia donde estuvo cargado de cade­ nas y encerrado en un calabozo, pero al cabo sa arrepintió de ella; en su tiempo existieron la heroína Judit y Nubucodonosor I, rey de Asiria; los otros reyes de Judá fueron: Anión, corrompido é idólatra; Josías, que fué cumpli­ dor de las leyes de Dios, y , por último, los reyes impíos Joacaz, Yakín, Jeconías y Sedecías. El profeta Jeremías había anunciado que el reino de Judá sufriría setenta años de cauti­ vidad; y, con efecto, Nabucodonosor II, rey de Asiria, se apoderó de la Judea y redujo á esclavitud, en Babilonia, ¡i los judíos. 10. L a cautividad de los judíos en Babilonia duró desde el año 606 hasta el 536 antes de 9. ¿Cuántos fueron los reyes de Judá desde l i desaparición del reino c e Israel?

10. ¿Cuánto liviufju duró la cautividuil de los judíos on DabLlonii?


— 126 —

Jesucristo. Cuando los judíos volvieron á su

país habían renunciado para siempre á la ido­ latría, y vivieron en paz bajo el gobierno de los reyes de Persia. En el año 332, Alejandro Magno, después de vencer á los persas, redujo á los judíos á la dominación de los reyes grie­ gos de Egipto. En 220, la Palestina, y por tanto la Judea, pasó al poaer de los reyes de Siria, cuyo rey entonces era Seleuco, al que sucedió el cruel y despótico Antioco; pero Judas Macabeo, jefe del pueblo judío, obtuvo sobre él brillantes victorias, y después el judío Jonatás logró arrojar de la Judea á los sirios, y gobernó á su pueblo con el auxilio del «Sanhedrín» ó congreso; á Jonatás siguió en el mando Simón, y á éste siguieron los reyes Asmoneos, Juan ftircano, Aristóbnlo, Alejan­ dro Janes, Hircano II y Aristóbulo II. A lgu­ nos años después, los romanos se apoderaron de Jerusalén y dieron el nombre de rey de la Judea á Herodes el Grande, en cuyo tiempo se cumplieron las profecías, y nació el Redentor del mundo, el Mesías prometido. Nuestro Seüor Jesucristo.

Besumen del capítulo XV. Los israelitas, después de haberse posesionado de Canain, fueron goberoadoti por ju e ce s, siendo los principales de éstos G edeón, J e ft ó , Sarnaón, Holi y Samuel.


— 327 — Después de la muerte de Samuel, los israelitas quisieron tener y tu vieron reyes: los primeros de éstos fueron Saúl, Da­ vid , Salomón y Roboán. En el año 980 antea Ha Jesucristo, el antiguo reino de Israel se dividió en dos: el de Judá y el de Israel; este último existió doscientos cincuenta &2 os. El reino do JuJá, compuesto de las dos tribus de Juilá y Benjamín, duró basta el año 588, en que los ju díos, A vueallos del reino de Judá, fueron reducidos á esclavitud y llevados á Babilonia. U cautividad de los judíos en Babilonia duró bosta el año 538. Desde esta última fecha los judíos, aunque volvieron á su país, fuerou silbdilus de loa reyes de Persia, de Egipto y de Siria sucesivam ente, hasta el año 164 antes de Jesucristo. Desde el año 164 los judios tuvieron jefes propios, descen­ dientes de la tribu de Judá. Los romanos se apoderaron de la Juden, y en el ailu 36 nom­ braron rey de este pais á Herodes el Grande, en cuyo tiempo nació Nuestro Señor Jesucristo.

CAPÍTU LO X V I. ELIAS, ELISEO Y JONÁS.

1. El santo profeta Elias obró notables mila­ gros por encargo de D ios en tiempos del rey Acab y de sus Bucesores Ococías, Jorán y Jehú, re­ yes de Israel, desde el año 923 al 900 antes de Jesucristo. 1- ¿En qué tiempo vivió el profeta Elias?


— 128 —

2. Elias se presentó al impío Acab y le anunció que en castigo de sus pecados no 11o-

Ellus se ocoltv en una caverna.

2. ¿C óm o se alimentó Elias miontras estuvo refugiado en una caverna?


— 129 —

vería en el territorio de su mando en un largo espacio de tiempo. Acab quiso atentar contra la vida de Elias , pero el profeta se refugió en una caverna próxima á la margen de un arroyo, adonde los cuervos le llevaban diariammtc , por mañana y tarde, viandas para que

El profeta Elias y

la viuda íloSaropln.

se alimentase: pasado algún tiempo se secó el

arroyo, y el santo varón recibió orden de Dios para que se marchase á otra purte. 3. Elias se trasladó á Sarepta , lugar liabi3. ¿Que sucedió ú Elias en Sw epta?

9


— 130 —

tado por loa sidonios, donde una pobre viuda , que á la entrada del pueblo estaba recogiendo lefia, puso á disposición de Elias , que se hallaba necesitado de alimento, lo único que poseía, que era un puñado de harina en una olla y algunas gotas de aceite en una taza: el profeta prometió á aquella muja- que nunca le faltaría lu harina en la olla ni el aceite en la taza, y así sucedió , en efecto. 4. L a ■misma viuda de Sareptu tenía un hijo que murió; pero el profeta suplicó ú Dios que volviese la vida á aquel niño , y el milagro se realizó inmediatamente. 5. Después de tres años y medio de sequía, en

que el pueblo de Israel experimentó los efectos del hambre, Elias se presentó al rey Acab, le dijo que si quería que cesara el castigo de Dios, ordenara que se reunieran en el monte Car­ melo el pueblo y los sacerdotes de los falsos ídolos que el rey adoraba, y al mismo tiempo mandase dos novillos para sacrificarlos el mismo Elias y los sacerdotes á sus respectivos dioses. Así se hizo: los sacerdotes erigieron un altar, pusieron en él un novillo inmolado y pidieron á su dios Baal que mandara fuego del cielo para consumirlo, pero la súplica fué inútil é 4. ¿Cómo ocurrió oí milagro do la resurrección fiel hijo de la viuda vccinn de Snrepto? 5. ¿Y ol de lii lluvia después do larga sequía?


E llas fu i llov a d g ’ a l c ie lo on u n 'cftrro d© íuegu.


— 132 —

ineficaz; entonces Elias colocó sobre su dife­ rente altar el otro novillo, y despuc-s de una

Unos malos nií.os insultaron ú Elíseo.

corta súplica del profeta delante de todo el pueblo, bajó fuego del cielo, que consumió á la


-

i :í:í

víctima; los israelitas exclamaron ávoccs: «El Dios de Elias es el verdadero Dios.» A los pocos instantes, mediante una oración del p ro­ feta, el cielo se cubrió de nubes y cayó sobre la tierra v.na Hurla copiosa. G. Elias profetizó á Acab y á la esposa de éste, Jezabcl, que en castigo de sus crímenes morirían ii/nominiosamente, y así sucedió tres

años después. Al rey Acab siguió en el trono de Israel su hijo Ococías, y áéste Jonin y Jehi'i, que también fueron impíos. 7. Elias designó como sucesor suyo á sü dis­ cípulo Elíseo, y ¡í la vista de éste fu é arreba­ tado p o r /h'os y 'levado al cielo en cuerpo y alma en un carro de fuego. 8 . Eli.ieo recibió ele m maestro Elias el dón de profecías y de milagros. En una ocasión E lí­

seo marche) ¡í Betel para predicar contra la ido­ latría, y fué insultado por unos malos niños; el profeta les amenazó, y en aquel momento de un bosque vecino salieron dos osos que mataron á unos cuantos de aquellos muchachos insolentes. 9. Después de la muerte de Eliseo escogió D ios

l>. 7. B. 9.

¿Qué profetizó Elms referente A la muerte de A cab? ¿Cómo f u i llevado Ellas al oielu? ¿Quién era Eliseo? ¿Quién era Jonás?


— 134 -

¡ orno profeta ú Junas, que se manifestó en el

reinado de Jeroboán II.

Dios inundó á Jonáa,

10 . D ios mandó á Jonás que fu era á Nínive , 10. ¿Cuál fué o] milagro ocurrido con Jon&s en una navegftción?


— 135 —

capital del reino de Asiría, cuyos habitantes se habían entregado ú la idolatría, para que pre­ dicase la penitencia; pero Jonás desobedeció a D ios p or exceso de celo y se embarcó p a ra E s­ paña: en el viaje ocurrió una tempestad, y como

Jonás dijese que aquel contratiempo había ocu­ rrido por causa suya, los marineros lo arroja­ ron al mar; un enorme p e ; se tragó al profeta y al tercer día lo arrojó viro á la playa: entonces Jonás se dirigió á Nínive, cuyo 3 habitantes, movidos por la predicación del profeta, hicieron penitencia y obtuvieron el perdón de Dios.

R e su m e n d « l c a p ítu lo X V I . Elias f un profeta dotado por Dios de la facultad do hacer milagros. V ivió en tiempo de los reyes de Israel A ca b , O couíbh, •lorán y Jahú. Fuó llevado i los cielos en cuerpo y alma en un carro de luego. Elíseo fué discípulo y sucesor de Elias, y dotado com o ésto del dóu de profecías y de milagros. Jen As fu é otro profeta, elegido por Dios para suceder á

Elíseo.


— 136 —

CAPÍTU LO X V II. T O B ÍA S .

1. Cuando Salmanasar^rey do Asiria, des­ truyó el reino de Israel en el año 718 antes de

Escuchaba ron atención loe consejos tío los nnciimos.

Jesucristo, llevó prisioneros á Nínive á la ma­ yor parte de los israelitas. Tobías, hombre vir­ tuoso, fiel á las creencias de los santos patriar­ cas , fu é uno de los israelitas llevados cautivos á Asiria. 1. ¿Quién era T obías?


2. Desde su niae: Tobías se había mostrado piadoso, caritativo, fiel observante de, la ley de

Se durmió.

D ios ; escuchaba con atención los consejos de 2. ¿C óm o se mostró Tobias desde n iñ o?


los ancianos y ejercía las obras de misericordia. Cuando fué hombre tuvo un hijo, al que educó en la religión de Abraham y de Jacob y en la práctica de las virtudes. 3. Un día se retiró muy fatigado á su casa, y se detuvo á descansar á la sombra de un

E l jo v e n T obías y e l ú u gel Buíuul-

muro, donde se durmió: durante su sueño le cayó en los ojos excremento caliente de golondri­ nas y se quedó ciego; pero Tobías no vaciló en

su fe, y aun dió gracias á Dios por la prueba á que lo sometía. 3. ¿Qué desgracia ocurrió á T obías?


— 189 —

4. Sintiéndose enfermo, y creyendo que su muerte esfca.ha próxima, envió á m hijo á una

Lo embistió un pez enorme.

4. ¿A d ón d e mandó Tobías á su hijo, y quien acom ptfió i éste en el viaje ?


-

140 —

ciudad distante llamada Ragi** para que cobrase en ella una cantidad, de dinero que le debían:' el joven Tobías, acompañado de otro joven que se le ofreció á servirle de guía, y que no era otro que d santo ángel Rafael, se jniso en marcha. 5. Durante su viaje llegaron á las márgenes del río Tigris, y estando Toldas lavándose los pies le embistió vn pez enorme; pero el ángel le dijo que sin temor lo cogiera por las agallas ó bronquios, y le sacara la hiel , que podría

servirle de remedio: el joven Tobías hizo lo que el ángel le aconsejó. •6 . Los dos viajeros llegaron á una ciudad llamada Ecbátauu. y ¡se hospedaron cu casa de llagiiel, pariente de Tobías; éste, por encargo del ángel, pidió por esposa á Sara, bija de Ragtlel: mientras se celebraban los desposorios, el ángel marchó á Ruges para cobrar la canti­ dad que debían al anciano Tobías. Los nuevos esposos se entregaron durante tres días á la oración. 7. Después que. el ángel hubo vuelto con el dinero que había cobrado, y mando hubieron transcurridos algunos días, el ángel, el joven Tobías y la esposa de éste, S ara, se despidieron de Ragiiel y se pusieron en marcha. El anciano 6. ¿Qué suuediú ú Tobías en el rio Tigris? 6 . ¿Qué ocurrióá la llegada d e T o b iis y dol Angel ¡i EcliAtana'.' 7. ¿Cuándo regresó el jov en Tobías á la casa de sus padres?


— 141 —

Tobías y su esposa esperaban con impaciencia k los viajeros: la anciana salía todos los días al

Se entregaron ú la oración.

campo y se subía á la cumbre de un monte desde donde se divisaba una gran extensión de


— 142 —

terreno: un día vió á larga distancia á dos j ó ­ venes, y reconoció á su hijo en uno de ellos;

Kecouoció ú su hija.

inmediatamente corrió á participar la fausta noticia al anciano Tobías.


— 143 —

8 . El ángel y su joven protegido , que se habían adelantado á ¡bara y á la comitiva de ésta, lle­ garon á la ciudad: el joven Tobías, por encargo del ángel, aplicó la hiel del pez del río Tigris á los ojos dd anciano , y éste recobró inmediata­ mente la vista: pocos días después llegaron Sara y sua criados con los camellos y tesoros que aquélla traía en dote y con el dinero cobrado por el ángel en la ciudad de Ragés. 9. L a familia de Tobías se entregó á la ale­ gría y al regocijo , sin dejar de dar gracias á D ios , que le había proporcionado tantos be­ neficios. 10. Cuando el anciano Tobías quiso recom­ pensar con la mitad de sus bienes al compañero de su hijo , el ángel se dió á conocer, exhortó á aquella familia piadosa á continuar en la ora­ ción, el ayuno y la limosna, y desapareció de

la vista de todos. Resumen del capítulo ZT H . Tobías era ud hombre virtuoso, que fué llevado prisionero con otros israelitas ¿ JS'inive á U calda del reino de Israel en 718. Habiéndolo caído en los ojos excrem ento Je golondrinas, quedó ciego.

8 . ¿Qué prodigio ae realizó cuando llegó Tobías? 9. ¿Descuidó la fam ilia de Tobías dar gracias á Dios? 10. ¿Que sucodió osando ol anciano Tobías quiso reoemponsar al compaflero de su hijo?


— 144 — T e c íi un hijo, al que mandó A una ciudad lejauu pura cobrar una caatidad de dinero: un ángel acompaQrt ni joven Tobías; atacado este p or un pez al lavarte loa pies od un rio, el ángel lo salvó del puligro y le ucoueojó que sacara la hiel al monstruo marino y que lu conservase. Cuando el joven Tobías estuvo de regreso, devolvió 4 su padre la vista con ln hiel del pez.

CAPÍTULO X V III. J U D IT .

1 . El territorio del reino de Judá, en tiempo del rey Manasés. hijo de Ecequías, fué atacado por Nabucodonosor / , rey de Asiria, que mandó contra los judíos un grueso ejüj-cito, acaudi­ llado por el general Holofernes, quien, después de haberse apoderado de varias ciudades y cas­ tillos, jntso sitio á la ciudad de fíetvlia. A este tiempo y ¡i este suceso se refiere el lieclio prin­ cipal de la vida de Judit. 2. Judit era una viuda virtuosa , de muchas riquezas y de singular hermosura, la cual se presentó á los ancianos y jefes de la ciudad para decirles que todo el pueblo debería hacer penitencia y humillarse ante Dios si querían 1. ¿Quién puso sitio á la ciudad de. Betulia? 2. ¿Quién era Judit?


que el Sefíor los librase del ejército de Holofernes. Después, ella mianiii, vestida de cilicio

Judit se dirigió al campuinonto de Holofornes.

y con la cabeza cubierta de ceniza, hizo peni­ tencia, y Dios, atendiendo sus ruegos, la insJP


piró el modo de salvar á au pueblo de las ma­ nos de Molofcmcs. 3. Judit, vestida con sus trajes de gala y Adornada con sus más preciosas joyas, se pre­ sente) en el campamento de los asirios y logró vjr a Holofernes, el cual, prendado de su be­ lleza, ln agasajó y dispuso que la dejasen en­ trar en el campamento y salir de él libremente cuando quisiera: pocos días después dió IIoloícrnes un banquete á los oficiales de su ejér­ cito, y bebió vino con exceso: Judit se presentó en la tienda del genera ! , y bailándole dormido, tomó el alfanje del mismo jefe asirio ¡¡ cortó ó, cute la cabeza. De seguida salió de la tienda y entregó la cabeza de Holofernes á una criada suya que la esperaba fuera; ésta metió la cabeza en un saco que ¡í prevención traía, y criada y señora salieron del campamento y se fueron ¡i la ciudad. 4. Los judío* dieron gracias á Dios, que los había librado de su enemigo, y llamaron ú Judit « bendita svbre todas las mujeres de la tierra'». 5. A la mañana siguiente acometieron los judíos con ímpetu álos asirios , y éstos, hallán­

dose sin jefe, al que vieron en su tienda deca3. ¿Qué hecho llevó i efecto Judit? 4. ¿Qué nombro dieron los ju'Wos i Judjt? 5. ¿4 u é sucedió á loe asirios;*


— 117 —

pitado y bañado en sangre, -se entregaron d la ftifia.

Lo s o sirio s vieron ¿ li o lo ternes docnpitudo.

6. Judit , salvando a su pueblo, es símbolo de 6. ¿Qué representación tiene Judit en el Antiguo Testamento?


— 148

María Santísima , que venció al enemigo del género humano. El ejemplo de Judit nos en­ sena que la confianza en Dios nos da soluciones para todos los conflictos de la vida.

Besomen del capítulo XVIII. .Tuditera una mujer virtuosa que, viendo & b u pueblo ame­ nazado por los ejércitos de H olofern es, pidió al Señor su pro­ tección, se presentó en d campamento de los enemigos, penetró en lu tionda dol general y cortó á ésta la cabeza, Bal van lo ai< á su pueblo.

C A PÍTU LO X IX . D A N IE L

Y LA

CASTA

SU SA N A .

1. Kabucodonosor, rey de Babilonia, se apoderó del reino de Judá y redujo á sus mo­ radores A cautividad en el año 606 antes de Jesucristo. Entre los judíos que fueron cauti­ vos á Babilonia había varios jóvenes de fami­ lias distinguidas, los cuales quedaron destina­ dos al servicio de JS!abucodonosor. Daniel y sus tres compañeros Ananías , Misael y Azarías 1 . ¿Quiénes eran Daniel y sus tres com pañeros?


— íáo - ; eran jóvenes judíos que estaban al servicio del rey de Babilonia. 2. Susana era una mujer bella y virtuosa, casada con Joaquín, uno délos judíos más nota­ bles que fueron cautivos á Babilonia. En la casa

de Joaquín y de Susana solían reunirse los ju-

Susana nmouuzitüa por loa dea ancienoi.

dios, y entre ellos dos ancianos hacían las fun­ ciones de jueces. 3. Los dos ancianos que entre loa judíos de Babilonia ejercían de jueces, pretendieron que 2. ¿Quién era Susana? 3. ¿Qué desgracia amenazó á Susana?


— 1*1 —

Susana cometiera un grave pecado, y aun la amenazaron de acusarla ele un delito si no acce­ día á sus pretensiones: ella contestó qne prefe­

ría 9cr condenada inocente á pecar en la presen­ cia de .Dios; fué, en efecto, acusada injusta­ mente y condenada á muerte. 4. L l jaren D aniel, inspirado por el espíritu de D ios, puso de manifiesto la falsedad de la acusación que. pesaba sobre Susana, cuya ino­

cencia resplandeció ante el pueblo, que condenó A muerte á los dos infames acusadores. Susana y todo el pueblo alabaron á Daniel y glorifica­ ron el nombre de Dios, que no desatiende á los que en El confían. 5. Nabucodonosor dispuso que todo el pueblo se arrodillara ante una estatua que había eri­ gido sobre un pedestal de oro, y conminó con la muerte á los que no obedecieran: Daniel no estaba presente en la solemnidad , pero sus tres compañeras se. negaron á adorar el ídolo y fu e ­ ron arrojadas á un liarno encendido; las llamas

salieron del liorno y quemaron á los ejecutores de aquella terrible sentencia: mientras tanto los amigos de D aniel, ilesos y acompañados por un ángel, elevaban cánticos al Señor: cuando el rey se enteró de lo sucedido, se presentó en el 4. ¿Cóm o salvó Daniel á Susana? 5. ¿Cuál fu é el m ilagro que Dios obró coa los eompaíierOB de Daniel?


lugar donde estaba el horno, y maravillado, mandó sacar del fuego á aquellos siervos del

Loa am igos tío D an iel, i J obos y ac*omi)¡iíuulüa p o r un ún^el.

Aitisiino, y aun ordenó que todos los habitan­ tes de su reino adoraran al Dios de los judíos.


6 . Despa¿s de. Xabucodonosor reinó en P,abilonia Baltasar, el cual hizo traer\á un festín los vasos que su antecesor había robado del templo de Jerusalén, y <>bli;/ó á sus convidar/os á beber en aquellos vasos: en el mismo instante apareció

una mano que trazó en una pared las ininteli­ gibles palabras M a n i ó , Tkcki,, FÁnrs; llamado Daniel para que las interpretase, dijo que en aquellas palabras Dios anunciaba que en cas­ tigo de la profanación cometida por Baltasar, la vida de éste había llegado ¡í su fin, y que su reino sería dividido entre los niedos y los per­ sas. Y en efecto: at/uella misma noche murió Baltasar, y los medos y los persas se apode­ raron del reino de Babilonia y se lo repar­ tieron. 7. Ciro, rey de los persas, hecho dueño de Babilonia, jtretendió que Daniel adorase al dios Bel, pero ¿ste demostró al rey que los sacerdotes de Bel eran impostores, y Ciro destruyó el ídolo é hizo morir á los sacerdotes: en otra ocasión D aniel dió muerte á una serpiente que también adoraban los persas; el pueblo se apoderó de D aniel y lo arrojó á un foso en que había siete leones hambrientos, pero éstos no le hicieron el menor (laño: al cabo de siete días, en los quo

Daniel se alimentó con viandas que el mismo 6 . ¿Qné castigo sufrió Baltasar, sucesor cíe Nubucodonoeor? 7. ¿Qoé sucedió ¿ Daniel en la ouevu de lúa leones?


Dios le envió por conducto de un profeta lla­ mado Habacuc, el rey se asomó al foso, y al

D m .io

i r a u ^ u i l o * -n t r « l a s l i o i n s .

Ver á Daniel tranquilo entre las fieras, mandó gue ¡o sacasen y que arrojasen al foso á sus


— 154 —

perseguidores, los cuales in mediatamente fueron

devorados por las fieras. 8 . C iro , rey de los persas y de Babilonia, al contemplar el prodigio que se había realizado en la persoua de Daniel, exclamo lleno de asom­ bro y de temor A Dios: <í.¡Cuán grande eres, oh Señor y Dios de Daniel /» 9. Esle mismo rey Ciro hizo cesar la cauti­ vidad de los judíos en Babilonia mediante la publicación de un decreto que decía: «Todos cuantos pertenecen al pueblo de Dios pueden volver A Jerusalén y dedicarse ¡í la reedificación del templo del Señor.» El decreto fué publicado en el año Ó3G antes de Jesucristo. 10. L a aiutinidad de los judíos en Bab'úoma duró setenta años, como habían predieho los profetas. Por virtud del decreto de Ciro más de cuarenta mil judíos regresaron á su patria bajo la dirección de Zorobabel, príncipe judío.

Besamen del capítulo XIX. Daniel y tren amigos suyos eran jóvenes do familias distin­ guidas de los judios que fueron cautivos A Babilonia. Susana era lina mujer virtuosa que fue acusada de un delito £. ¿Que d ijo Ciro ul ver á Daniel ileso en lu cueva de los leones? 0. ¿Qué rey puso término ¿ la cautividad de tas judíos en Babilonia? 10. ¿Cuántos aüos duró U caulividud de loa ju díos en B a ­ bilonia?


ir ,:,

que no ImMfi nomMido, y Daniel la salvó de mi prave peligro y puec en claro la perfidia de sos acusadores. Los am igoB de Di.niel, por haberse negado .1 adorar un Idolo, fueron linajudos « un horno en ccndidc, en dondo permanecie­ ron ilesos liBRtíi que los sacaron. Daniel, arrojado ti fo so de los leones, permaneció entre estas fieras siete días fin sufrir el meDor daf.o.

CAPÍTULO X X . ESTEH .

1. 7.os judíos estuvieron cutí tiros en Babilonia desde el año GOC hasta el 53G, en que fueron libertados par Ciro, sucesor de Darío, rey de ^ersia, que se había hecho dueño de Babilonia. P ero en el año 53G no todos los judíos rol vieron ú su ant'ujuo j)aís, si pesar de haber obtenido autorización para volverse: muchos se queda­ ron en el reino de Babilonia y vivieron bajo la dominación de los persas: entre los judíos re,bidentes en Babilonia hacia el año 400, se hallaba la piadosa doncella Ester . 2. Uno de los sucesores de Ciro fué Artajerjes Longimano, que la Sagrada Escritura 1. ¿Quién era Eetcr? 2 ¿Con quién se casó Ester?


— 151» —

designa con el nombre de Asnero, el cual g o­ bernaba el reino de Babilonia en la misma

Los judíos volvieran ¿ su antiguo imin

época en que vivían Ester y su tío Mardoqueo. E l rey Asuero vió en una ocasión á Ester y la eligió p o r esposa.


— 157 —

3. Mardoqueo, tío de Ester, cuidadoso del bienestar de la reina, vigilaba constantemente por los alrededores de palacio, y un día des­ cubrió una conspiración tramada contra el rey

Por dos oficiales, que, mediante la denuncia de Mardoqueo, fueron ahorcados. 4. Era primer ministro del rey Asuero un idólatra llamado Amán, el cual quiso hacerse adorar como Dios; pero el piadoso Mardoqueo no obedeció este mandato, y entonces Amán, irritado, obtuvo del rey, por sorpresa, un decreto que condenaba á muerte , no solamente á M ardo­ queo, sino á todos los judíos , sin distinción de edad, de sexo, ni de condición. 5. Mardoqueo indujo á la reina Ester para ue hiciese ver al rey lo injusto de aquel ecreto; y aunque la ley y la costumbre pro­ hibían á todos los habitantes del reino pre­ sentarse ante el rey sin ser llamados, bajo pena de muerte, la reina, en su deseo de salvará su pueblo, no dudó en arrostrar el peligro y se )resentó ante A m ero , quien la dirigió una mirada amenazadora, y Ester, llena de susto, cayó desmayada en brazos de sus sirvientes; pero el rey, conmovido, la auxilió y le dijo que la ley se había hecho para todos menos

3

2

3. ¿Quién era Mardoqueo? ¿Qué conspiración descubrió? 4. ¿Qué decreto publicó contra los judíos el primer rniniel.ro Amán? 5. ¿Qué hizo Ester par» salvar ¿ su pueblo?


— 153 —

para ella, y aun la exhortó á que le pidiese lo que quisiera. Ester no le pidió más sino que al

Ester cayó desmayada en bruzas de susIsirvienUs.

día siguiente asistiera , en compañía de su pri­ mer ministro Amán, á un festín que ella había preparado.


— 159 —

6. Durante el festín, Asnero dijo a Ester que le pidiera lo que deseara , y ella le rogó que le concediera la vida para el)a misma y p ara su pueblo , pues había en el reino a l g u i e n que de­

seaba degollar y exterminar sí todos los judíos. «¿Quién se atreve á tanto?», exclamó el rey; y Ester contestó: «Quien lia jurado perdernos es esc malvado Aniñn, que estáis viendo.» El rey, encolerizado, se retiró del festín; pero como algún criado le dijese que Arnán había hecho levantar frente á su cafa vina horca para Mnrdoqueo, Asnero dispuso que en aquel aparato de muerte fuese ahorcado el mismo Ámtin. •Y. en efecto, la orden se cumplió inmediata­ mente. 7. Mardoqueo fu é elevado ¿ la dignidad de ' primer ministro , fué paseado con reales vesti­ duras por las calles de la ciudad, y el decreto de proscripción fué revocado. Este suceso causó mucha alegría entre los judíos, y fué motivo para que muchos paganos reconocieran al ver­ dadero y úrico Dios, que por modos tan extra­ ños premia la fidelidad de sus siervos. 8 . L a reina Ester es símbolo de la Reina de los cielos y de la tiei'ra: Ester quedó exenta de la ley dada contra los judíos, y María Santí6. ¿Qué bi’iplica dirigió Ester al rey? ¿A qim dignidad f u i elevado Mordoqueo?

6- ¿Qué representación tiene Ester en el A ntiguo Testamento?


-

lfiO —

sima quedo preservada de la ley del pecado original. Mardoqueo representa al glorioso pa-

Mardoqueo pasoado con robles vestiduras por lis culi es de ln oiudad*

triarca San José, que fué un fiel custodio de la Virgen María, como de Ester lo fué Mardo-


_

1G1 —

queo; y la salvación obtenida por Ester para el pueblo judío, nos recuerda los favores incesan­ tes que de Dios recibimos por la intercesión de María Santísima.

Resumen del capítulo JEX. Estar, que era judia, fué reina do Persia, y , «tuerto los judíos por el primer ministro del rey, *-‘l minino rey castigara con la pena de muerto y revocara el docreto quo antes so liuLía dictado blo do Dios.

condenados ó consiguió que ú su ministro contra el pue­


SEGUNDA PARTE.

NUEVO TESTAMENTO. CA PÍTU LO PRIM ERO. a n u n c ia c ió n ,

e n c a r n a c ió n

D E L H IJO I)E

y

n a c im ie n to

DIOS.

1. En una ciudad de Gaiden , llamada N a<a,ret, vivía una Virgen, cuyo nombre era fia r ía , pobre én bienes de fortuna, pero rica en virtudes, y descendiente d é l a familia Real de D avid, que estaba desposada con un varón humilde y justo, de oficio carpintero, y des­ cendiente también de la casa de David, el cual tenía por nombre José. !• ¿Dónde vivía la Virgen María?


— 1G4 —

2. Cierto día se hallaba en su aposento entre­ gada á la oración la Virgen M a n a , cuando se

•Dios le salve, María. »

k apareció un ángel, que le dijo: aJJios te salve , 2. ¿Cómo nación?

ho

efectuó la anunciación dril misterio do la Encar­


— ÍGT) —

M aría; llena eres de gracia: el Señor es contigo: bendita tú eres entre todas las mujeres.» Al oir

estas palabras, la Virgen se turbó; pero el án­ gel le dijo: «No temas, María; has hallado gra­ cia delante de Dios, y tendrás un hijo, al que pondrás por nombre Jesús: ¿ate será grande, 8crá llamado Hijo de Dios, el Señor le dará ul trono de David, y su reino no tendrá fin.» H a­ biendo preguntado la Virgen cómo se efectuaría aquel hecho portentoso, el ángel le dijo que el Espíritu Santo se le presentaría y le haría som­ bra la virtud del Altísimo: al mismo tiempo el ángel le anunció que su prima Isabel, aunque de avanzada edad, tendría también un hijo. Enton­ ces María dijo con humildad: «Aquí e>tá la es­ clava del Señor: hágase en mí según tu palabra.» 3. P or obra del Espíritu Santo se form ó en fas entrañas de la Virgen M a ría , de su sangre purísima, un cuerpo perfecto , al que se unió la segunda persona de la Santísima Trinidad , ve­ rificándose así el sagrado misterio de la Encar­ nación del Hijo de Dioa. 4. San José, esposo de la Virgen M aría, fu é también anunciado por el ángel del Señor, de que su esposa tendría un hijo, al cual se pondría el nombre de Jesús, porque había de ser el Sal­

vador de los pecados del mundo. 3. ¿En qn£ consista el misterio de la Encarnación? 4. ¿Qué anunció el ángel á San José?


l(!í!

5. L a Virgen M aría fu é á visitar <i suprim a Isabel , la cual exclamó al hallarse delante de

*

Bendita oros entro todas

I jm

nmíoros. *

la Virgen: «Bendita tú eres entre todas las b.

¿Visitó la Virgen ¿ Santa Isabel?


1G7 —

mujeres, 3' bendito es el fruto de tu vientre.» 6 . Santa Isabel, la prim a de la Virgen, es­ posa de Zacarías, tuvo un hijo, ai que por man­ dato de D ios se jn m por nombre Juan. Esle niño fué San Juan Bautista, precursor del Me­ sías Nuestro Señor Jesucristo. 7. Habiendo mandado el emperador romano César Augusto que todos los súbditos del Im­ perio se empadronasen, no en la ciudad de su residencia, sino en aquella de donde descen­ diera su familia, como José y M aría eran des­ cendientes de la familia de David, cuyo pueblo natal era Belén, á Belén tuvieron que acudir para inscribirse en el padrón; llegaron A esa ciudad al mismo tiempo que otros muchos fo­ rasteros, (pie ocuparon todas las posadas públi­ cas; y María y José, no encontrando albergue, tuvieron que salir de la ciudad, y se refugiaron en una cuera aban/lanada que hallaron á la sa­ lida del pueblo, la cual era dedicada A establo de {janados por los pastores del contorno. 8 . Hacia la media noche, correspondiente al día 2-1 de Diciembre del año 4138 Je la creación del mundo , el Verbo de D ios , encarnado de pro­ digiosa manera en las entrañas de la Virgen María, nació también de un modo milagroso, de 0. ¿(JniÓDea eran los padres de Sun Juan Buitista? 7 . ¿Oon qué m otivo marcharon á Uelftn la Virgon y San J js é y dónde ne refugiaron? 8 . ¿Cuándo noció Nuestro Señor Jesucristo?


— 1(18 —

igual manera que los rayos del sol penetran por un cristal sin romperlo ni mancharlo. La \ ir-

El V'utbo do Dios oneurnudo nació do modo milagroso.

gen madi e, inundada de celestial gozo, envolvió al niño en panales y lo recostó en un pesebre.


— ICO —

9. P or un anuncio de D ios, los pastores que guardaban s u b ganados en los valles de Belén

Tres magos, guindos por una ustrellu.

fueron á adorar a! niño recién nacido. También 9- ¿Quiénes fueron á Belén ú adorar «1 Nifio?


— 170 —

en las regiones del Oriente tres magos tuvie­ ron conocimiento, por inspiración divina, del

Simeón reconoció en el niño al Divino Salvador.

nacimiento de un gran Rey, y guiados por una estrella de maravilloso resplandor llegaron


_

171 _

hasta Belén, donde encontraron al R ey que bus­ caban, y postrados en tierra lo adoraron y le

X,u S ugnulu F u m ilitt l.u y ó tle P alestina-

ofrecieron oro, Incienso y mirra. Ocho días des­ pués del nacimiento del niño, fué circuncidado


— 1?2 —

y recibió el nombre de Je 6Ús; y cuarenta dios después del nacimiento, en cumplimiento de la

En Knzurut.

ley de Moisés, filé ofrecido á Dios por su Madre Santísima en el templo, donde el anciano Si-


— 173 —

ttieón, inspirado por el Espíritu Santo, reco­ noció en el niño ol Divino Salvador del mundo. 10 . Poco tiempo después de la presentación de Jesús en el templo, un ángel se apareció á José, mandándole cjuc con Jesús y María hu­ yese á, Egipto, pues Herodea había de buscar al niño para quitarle la vida; y efectivamente, la Sagrada Familia huyó de Palestina , atra­ vesó el desierto por donde quince siglos antes habían peregrinado los israelitas, y se refugió en Egipto. 1 1 . Después (¡ae murió flerodes, la Sagrada Familia regresó al p a ís de Israel por aviso de

un ángel del Señor, y se estableció en Nazaret, donde transcurrió la mayor parte de la vida terrestre de Jesucristo, haslu la edad de treinta anos. S«inmaa del capítulo primero. El ángel del Señor anunció á María que el Hijo de Dios re «nuirn.iiiu eu sus purísima» entrefina por obra del Espíritu Santo. Verificado el añorado misterio do la Encarnación, y pasado algún tiempo, la Virgen María y su esposo José se trasladaron desde Nazaret á Belén, dondo on un humilde establo vin o al mundo, también milagrosamente, el H ijo do Dios. A los ocho días fué circuncidado y recibió el nombre de Je­ sús: á los cuarenta días de su nací miento fue presentado en el tem plo, según exigía la ley de Moisés. 10. ¿Cuándo liuyó la Sagradn Familia á Egipto? 11. ¿Cuándo regresó á Israel?


Poco liom po después, U Sa^ruda Fuiuiliu, Ii u j o u J o do la per­ secución do Horocles, se refugió en E gipto, do dondo volvió después de la muerto de Ilerodes. J osúj, con su Divina Madre y San J osé, residid en Nazarot hasta la edad de treinta años.

C A PÍTU LO II. M IN IS T E R IO

P Ú B L IC O

1JK J liS L 'S .

1 . Juan Bautista, el hijo de Isabel y Zaca­ rías , se había establecido en la región del río Jordán, donde predicaba la penitencia y anun­ ciaba la proximidad del reino de los cielos, bautizando á todos los creyentes que se le acer­ caban. Jesús se presenh') al líuutislu -pura ser bautizado, y en el acto del bautismo, la Santí­ sima Trinidad dió testimonio de la misión de Jesús; pues mientras el Hijo recibía de Juan el agua del bautismo, el Espíritu Santo des­ cendió en figura de paloma sobre 1.a cabeza de Jesús, y al mismo tiempo del seno de una nube luminosa se oyó la voz del Padre, que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien tengo todas mis complacencias.» 2 . Después del bautismo, Jesús se retiró al desierto , donde, para disponerse á la predica 1 . ¿Quién bautizó ¿Jesucristo? 2. ¿Dónde fué Jesús después del bautismo?


— 175 —

ción, ayunó y oró por espacio de cuarenta días; y fué tentado por el demonio.

Juan B a u tista p rod ioa b a la p e n iten cia .

3. A l empezar su predicación, Jesús recibió 3. ¿Cuáles fueron los primeros discípulos del Salvador?


— 17Ü —

como discípulos á Andrés, Juan y Simón, al últi­

mo de los cuales cambió su antiguo nombre por

E l Espíritu Santo ou ligara do paloma deacondío sol>ro la cabeza de Josáa.

el de Cefas, que significa piedra ó Pedro; á los tres anteriores se agregó Felipe, .i quien bastó la


— 177 —

palabra del Seüor «Sígueme», no sólo para obe­ decerle, sino para llevar consigo otro compañero.

Je sus fué tentado por ol úoiuuiiio.

4. Jesús, durante su predicación, recorriólaa ¿One provincias recorrió Jesús durante ni predicación?

13


— 17S —

tres provincias en que estaba dividida la Pales­ tina, eligiendo conio centro de sus excursiones

j

« Simeón, Lijo de Jonás, on adolonte to Urinaria Podro. »

á Cafarnaum. En todas las predicaciones de Jesús resplandecía el más puro sentido espió-


— 179 —

tual y la mayor elevación y santidad de doc­ trina; sancionó los diez mandamientos de 1a Ley, y añadió uno nuevo, el de amor mutuo entre todas las personas; proscribió el odio A los enemigos; llamó bienaventurados A los po­ bres de espíritu, á los humildes, á los limpios de corazón, á los perseguidos por amar la jus­ ticia, y afirmó que Dios es Padre de todos los hombres, sin distinción de razas ni de origen. 5. La conducta de Jesús estuvo en íntima co­ rrespondencia con sus máximas: predicó la po­ breza, y era en efecto pobre; predicó el amor, V amaba A todos los seres humanos; predicó la humildad, y era tan humilde que llegó ¿ lavar los pies A sus discípulos. 6. Las muchedumbres le seguían por tudas partes: unos individuos le reconocían como el Mesías; los más incrédulos le llamaban pro­ feta; los que se le declararon enemigos eran hombres soberbios y corrompidos, que temían la santidad de las palabras y actos de Jesu­ cristo. 7. En el primer año de su vida pública, Jesús se trasladó desde Cafarnaum A Jerusalén para celebrar la fiesta de la Pascua: llegó al templo; vió en el atrio una multitud de merca5. ¿Cuál fué la conducta de Je9ÚB? 6. ¿Era Jesús reconocido oom o el Meelnn? ' 7.- ¿Cóm o t n t ó Jesús á los profanadores del tem plo? >


-

ISO —

deres dedicados á la venta de corderos y ani­ males para los sacrificios, y además otros nego-

A rro jó fie r a del tem plo ¿ los vendedores.

ciantes que traficaban con el cambio de mone­ das, y armándose de un látigo arrojó á todos


— 1SL —

fuera del templo, diciéndoles: «No convirtáis la casa de mi Padre en casa de negocios.» 8. Jesús, además de dar al mundo una doctrina de moral purísima y un ejemplo de conducta sin mancha, dió también repetidos testimonios de su divinidad: entre estos testimo­ nios figuran sus milagros, que fueron nume­ rosísimos, y todos hechos en beneficio de los desgraciados, á quienes Jesús, infinitamente misericordioso, miraba y socorría con singular benevolencia. Resuman del oapltulo IX. Nuaatro SeESor Jesucristo fué bautizado por Jnan, el cual dió testimonio de la misión divina dé Jesús: durante el bautismo se uustrarúu el Padre col ostial y el Kepiritu Santo. Después del bautismo Jesús se retiró ul desierto; y cuando p&suron cuarenta dlae com enzó su predicación de una doctrina de amor y de justicia y de una religión de paz y caridad. Las gentes lo rcoonocian com o el Mesías prom etido, y Él mismo dió frecuentes pruebas de su divinidad.

8. ¿Qué testimonios tenemos de la divinidad de Jesús?


— 182 —

CAPÍTULO III. P R IN C IP A L E S

M IL A G R O S D E JESÚ S.

1. Entendemos por «.milagros un hecho ex­ traordinario y sobrenatural, no contranatural, realizado por un siervo de Dios, con interven­ ción de Dios mismo, para atestiguar y hacer patente la voluntad del Ser Supremo. Las Sa­ gradas Escrituras nos refieren muchos hechos milagrosos efectuados por hombres inspirados, en honra y gloria de Dios y en beneficio de sus fieles adoradores; pero los milagros de Nues­ tro.' Señor Jesucristo son muy numerosos, y eran signos externos de su divinidad y de la veracidad de su santa palabra. 2. I jos milagros de Jesús, detallados con mas extensión por los Evangelistas, fueron vein­ tiocho, de los cuales merecen especial mención loa siiniientes: conversión del ninia en vino en O • , . O las bodas de Cana; curación dei paralítico de la piscina; multiplicación de panes y peces; la re­ surrección de Lázaro. B. El primer milagro que obró Jesús al co1. ¿Qué entendemos por r m ilig r o i? 2. ¿Cuáles fueron loa más notables milagros de Jesús?

3. ¿De qué modo y por qué motivo efectuó Jesús el milagro de convertir el agua en víqo en las bodas de Casi?


menzar su ministerio público l’ué el de la con­ versión del agua en vino en las bodas de Caná, mediante la intervención de su Santísima Ma­ dre. En unas bodas á que habían asistido Jesús y María, llegó á faltar el vino con que se obse­ quiaba á los convidados: la Virgen María hizo notar ¿i su Divino Hijo la falta de vino y el apuro de los dueños de la casa, y Jesús mandó á los sirvientes que. llenasen de agua seis gran­ des jarrones que había en la sala del convite, y que sirvieran de ella á los convidados: el agua se convirtió inmediatamente en vino tan exqui­ sito, que agradó extraordinariamente á todos los que lo gustaron, considerándolo muy supe­ rior al que hasta entonces habían bebido. 4. Entre los muchísimos enfermos á quienes Jesús curó, ciegos á quienes devolvió la vista, leprosos que quedaron limpios de sus Hagas, é imposibilitados que recobraron la actividad de sus miembros, se cuenta al paralítico de la pis­ cina. Había en Jerusalén una piscina ó estan­ que, cuyas aguas, agitadas una vez cada año por un ángel del Señor, servían para curar inmediatamente la enfermedad que sufriera el primero que entraba en la piscina después de la visita del ángel. Muchos que padecían gra­ ves dolencias se agrupaban en las puertas del 4. ¿En qué consistió el milagro de la curación del paralitico de la piscina?


— 184 —

lugar de la piscina, esperando la ocasión de entrar en las aguas con oportunidad: entre esos

•J^cvuutato, cogo tu rama y anda;*

enfermos había un paralítico, d quien Jesús vio, y preguntó: «¿Quieres curar?» El enfermo res­


-

]Xf>

pondió: aSeiior, hace treinta y ocho años que espero entrar en la piscina cuando el agua es agitada por el ángel; pero nomo no tengo quien me ayude, siempre llego tarde.» Entonces le dijo el Señor: « Levántate, cnqe tu cama y anda.» Y al momento aquel hoinbre quedó sano y se marchóy dando gracias á su Divino Salva­ dor. Loa judíos murmuraron de Jesús porque había hecho en sábado aquel milagro; pero El los confundió, haciéndoles ver que todos los días son buenos para que Dios manifieste su maravilloso poder. ó. En dos ocasiones distintas multiplicó Jesiís unas cuantos panes y peces para dar de comer á muchísimas personas que le habían seguido hasta el desierto, atraídas por sus predicaciones. En la primera de estas ocasiones, con cinco panes V dos peces quedaron alimentados 5.000 hom­ bres y un número considerable de mujeres y ni líos, y se recogieron viandas sobrantes, _ con las cuales se llenaron doce canastos; en la se­ gunda ocasión, siete panes y algunos peces saciaron el hambre de más de 4.000 personas, y con los pedazos que sobraron pudieron lle­ narse siete espuertas. 6. El último milagro hecho pur Jesús antes de su pasión fué la resurrección de Lázaro, I

*

(5

6. ¿En qn¿ ocasiones m ultiplicó Jesiie loa panes y peces? C. ¿Cómo se efectuó el milagro de la resurrección de Lázaro?


— 181» —

milagro que se realizó ante gran multitud de testigos. Lázaro, amigo especial de Jesús y

•Lázaro, vcu lucra.»

hermano de las dos virtuosas siervas de Dios, Marta y María Magdalena, había muerto. Je­


— 187 —

sús se diritjió al sepulcro de su fiel amigo acompañado de aquellas dos Fflntas mujeres y de numerosa concurrencia, y mandó levantar la losa que cubría el sepulcro. ffSeñcr, le dijo Marta, ya está corrompido, pues lince cuatro días qne está sepultado.» El Salvador repuso: «¿No te he dicho que eí creyeres verás la glo­ ría de Dios?» Entonces fué levantada la piedra que cubría el sepulcro, y el cadáver de I.stearo apareció á la vista de los circunstantes. El Se­ ñor dirigió una breve súplica á b u Eterno Pa­ dre, y de seguida dijo imperiosamente: «Lázaro, ven fv.eru.Tt Inmediatamente Lázaro salió del sepulcro, y con admiración y espanto de todos los que presenciaron el hecho, se incorporó al grupo de su familia y de sus amigos. Todos Jos testigos de este prodigio aclamaron n Je­ sús como el verdadero Mesías. B á in m c n d e l CXpítulÓ XXX. . El m ilüjro es un hecho extraordinario y sobrenatural reali­ zad.) por intervención dü Dios [ ara gloriu euju y propagación do mi Ley. Jesús ívi.liz j en la tierra muellísimos milagros: curó enferitioa; dió vista- il cie g o s ; resucitó m uertos; arrojó los diablos del cuerpo de algunos endemoniarlos, o le ., ete. - Entro los milagros de Jesucristo hay veintiocho que las Escri­ turas Sagradas refieren detalladamente: los más notables de éstos son los siguientes: Conversión del agua en vino en las bodas do Canil, m ilagro que hizo el SeSor mediante la intervención de su D ivina Madre.


Curación del paralitico de la piscina, donde aquel pobre en­ ferm o llevaba treinta y ocho años esperando inútilmente entrar en el agua del estanque: el Señor le mandó que engiera ni cuma y se marchara, y asi lo hizo com o ai nunca hubiera estado enferm o y paralitico. Multiplicación de los panes y de loa peeet para dar do com cr con cinco peces en nna ocasión, y con siete en otra, ¿ machos millares de personas. Resurrección de Lázaro. Después de cuatro días de enterrado Lázaro, ae levantó del sepulcro ¿ la voz de Jesús y en presen­ cia de numerosos testigos.

CAPÍTULO IV. H IS T O R IA DE L A

S A M A R IT A N A .

1. Jesús había ido á Jerusalén para celebrar la Pascua, y regresaba á Galilea, posando por Samaría; y estando cansado del viaje, se sentó cerca de un pozo que había en el camino, mien­ tras que loa discípulos que le seguían iban á la ciudad para comprar viandas; una mujer Samaritana se aproximó al pozo para sacar de él atjua, y Jesús le pidió de beber. '2. J a i Samaritana se sorprendió de la peti­ ción de Jesús, porque ella pertenecía á un 1. ¿Cuándo se efectuó la entrevista de Jesús con le mujer Samaritana? ¿Qué le pidió el SefiorV 2. ¿Qué efecto produjo á la Sainaritana la petición del Sal­ vador?


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pueblo con cuyos habitantes no estaban los judíos en muy buenas relaciones.

Jeaúa le p id ió de bober.

3. «.¿Cómo tú, siendo de Jadea, me pides de 3. ¿Qué preguntó la Samaritana al SeSor?


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beber á mí. que soy de Samaría?», preguntó á Jesús la Samaritana. Y Jesús le respondió: «Si conocieras el don de Dios y supieras quién es el que te pide de beber, tú le pedirías á el y él te daría agqa viva.» «Scíior, replicó la mujer, ¿dónda tienes tú esa agua quo da vida? ¿Por ventura eres mayor que nuestro padre Jacob, que nos dió e?tc pozo?i> 4. Jesús contestó á la Samaritana: « Todo el que. beba del agua de este pozo, volverá á tener sed; pero el que beba del agua que yo puedo dar, nunca jamás volverá á tener sed.y> La mujer uo comprendió que Jesús le hablaba de la gracia divina, que colma el alma de goces celestiales, y le pidió que le diese aquella agua que le evi­ taría la sed para toda b u vida. Pero entonces Jesús le hizo ver que conocía perfectamente los secretos de la vida de su interlocutora, y ésta comprendió que estaba hablando con un hombre extraordinario. o. La Samaritana preguntó ú Jesús que dónde debería adorarse á Dios, si en el monte que estaba cerca de Samaría, ó en Jesuralén, como pretendían los judíos; y el Salvador le dijo estas palabras admirables: «Créeme, mujer; lia lle­ gado el tiempo en que los verdaderos siervos de Dios no adoren al Padre en el monte ni en 4. ¿Qu¿ contestó Jesús á U Sim ar!tana? 6. ¿Cuáles fueron las palabrita que d ijo Jesús & la Sam antana declarándose el Mesías?


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Jsrusolén, sino en espíritu y en verdad, porque Bi.Q3 es espíritu, y los que le adoren, en espí­ ritu deben adorarle.» Aun le dijo Ja mujer:. «Y o sé que cuando venga el Mesías nos ha de enseñar todas esas co?as.» Y Jesús le respondió: <lYo, que hablo contigo, soy el Mesías.^ <3. Cuando la mujer hubo oído la declaración de que Jesús era el Mesías, dejó en el pozo el cántaro y corrió ú la ciudad, donde dijo á, las gentes: « Venid, y veréis un hombre que me ha ref eridü todos los secretos de mi vida: ¿ será qui­ zás el Cristo?» 7. Entretanto, llegaron cerca del Salvador sus discípidos y le invitaron á comer; pero Jesús les contestó: im i principal alimento consiste en hacer la voluntad de Aquel que me ha en­ viado.» 8. Los samaritanos, acompañados de la mujer que loa había llamado, llegaron cerca de Jesús y le invitaron para jue se quedase allí: el Señor permaneció dos días con ellos ensenándolos, y muchos samaritanos creyeron en él y en su doctrina: éstos decían: <cVerdaderamente este hombre es el Salvador del mundo, el Cristo esperado.» 6 . ¿Qué liizo U Samaritana después que Jesús le descubrió lú e él ero el Mesías? 7. ¿Qué dijo el Señor ¿ bu s discípulos cuando ¿ s Io b le invi­ taron & com er en aqoolla ooasión? 8 . ¿Cuánto tiempo permaneció Jesús con los eamaritapofi?


Besumea del capítulo IV. Cerca de Samaría habla un pazo, en cuyas proximidades Jesús so sentó á descansar; y com o viese & uaa m ujer que llegó para sacar agua, le pidió de beber y le d ijo que él podía darle agua viva, la gracia divina que colma el alma con goces celestiales. Jesús refirió ¿ la Samaritana los secretos de la vid a de ella misma, y osta mujer, admirada de las palabras de Jesús, llamó á sus com patriotas, los cuales, dospucs de oír las enseñanzas del Divino Maestro, reconocieron que aquel hombre extraordi­ nario era el Mesías esperado.

CAPÍTULO

y.

LA ELKCCIÓN DE LOS Al’ÓSTOLKS Y EL SERMÓN DE LA MONTAÑA.

1. Acompañado de sus numerosos discípulos, en una ocasión Je/vís se retiró á una montaña, en la cual pasó toda la noche comunicándose, por medio de la oración, con su Padre celes­ tial. Cuando fué de día llamó ó sus discípulos, y entre ellos escogió á doce, á los cuales dió el nombre de Apóstoles, que quiere decir enviados, porque había de mandarlos, como en efecto los mandó después, á llevar la buena nueva de la salvación, primeramente á todas las naciones de la Palestina, y luego ¿ todas las ciudades del mundo. 1. ¿En qué ocasión eligió Jesús los doce Apóstoles?


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2. Los nombres de estos doce Apóstoles son: Simón, á quien puso el sobrenombre de Cefas, 6 Pedro, como ya se ha dicho en el capítulo II de este Nuevo Testamento; Andrés, hermano de Pedro; Santiago el Mayor y Juan, herma­ nos; Felipe y Bartolomé, Mateo y Tomás, ó'antáz<7o í/ Menor y su hermano Judas Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, que fué el que más tarde vendió A Jesús. 3. JesiÁs ¿//o « /os t/oce Apóstoles el encargo de predicar el Evangelio, ó buena nueva, por las ciudades y pueblos, anunciando la próxima ve­ nida del reino de Dios; y para que dieran tes­ timonio de su misión divina, los invistió con la facultad de lanzar los espíritus inmundos y de curar todo género de dolencias y enfermedades. 4. Al pie ele la montaña en que Jesús se ha­ llaba se fu é reuniendo un numeroso gentío, de­ seoso de escuchar las sublimes máximas conte­ nidas en las predicaciones del Divino Maestro, y Jesús les dirigió la palabra en estos términos: «Bienaventurados los pobres de espíritu, por­ que de ellos es el reino de los cielos; J>Bienaventurados los humildes, porque po­ seerán la tierra; 2. ¿Cóm o se llamaban los doce Apóstoles? 3. ¿Cuál fuá la misión y potestad que dió ol Señor á los Apóstoles? 4. ¿Con qué m otivo predicó .Topnn el sermón de la m óntala?


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x»Bienaventurados los que lloran, porque se rán consolados;

«Bienaventurados los p otros do esp irita.»

»Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán satisfechos;


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» Bienaventurados los misericordiosos, por­ que alcanzarán misericordia; dBienaventurados los limpios de corazón, porque verán á Dios; í>Bienaventurados los pacíficos, porque serán llamados hijos de Dios; »Bienaventurados los que padecen persecu­ ción por amor á la justicia, porque de ellos será el reino de los cielos.» 5. Después de haber explicado las ocho Bien­ aventuranzas, Jesiís definió la dignidad y de­ beres de los Apóstoles, diciendo entre otras cosas: « Vosotros sois la sal de la tierra; vos­ otros sois la luz del mundo; vuestra luz debe brillar delante de los hombres para que éstos vean vuestras buenas obras y den gloria á vuestro Padre, que está en los cielos.» 6. Jesús se dirigió nuevamente al pueblo con estas palabras: «ísTo penséis que he venido á derogar la ley de Moisés, pues he venido para darla cumplimiento. » Habéis oído que fué dicho á los antiguos: «No matarás»; pero yo os digo que todo el que se enoja con su hermano ó le injuria, peca y queda obligado á juicio, y todo el que dijere á Su hermano insensato, quedará sujeto á la pena del fuego del infierno. Por tanto, si queréis 6. ¿Cómo definió Jesi'm la dignidad y los deberes de loa Apóstoles? G. ¿Qué d ijo el SeQor acerca del atnor á los enemigos?


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orar, debéis perdonar primeramente á vuestro prójimo; porque si vosotros no perdonáis, tam­ poco vuestro Padre celestial os perdonará. » Habéis oído yue en la Ley está escrito: aAmarás á tu projimo», y que los escribas han alladido: «Aborrecerás á tu enemigo.» Pero yo os digo que debéis amar á vuestros enemigos, hacer bien á los que os aborrecen y rogar por los que os persiguen y calumnian.» . 7. Después de algunas sapientísimas refle­ xiones añadió Jesús estos preceptos, recomen­ dando la pureza de intención en las obras pia­ dosas: « Cuando deis limosna, que no sepa vues­ tra mano izquierda lo que hace la derecha. Cuando oréis, entrad en vuestro aposento y orad á vuestro Padre en secreto; y vuestro Pa­ dre, que está en lo secreto, os recompensará en publico. Cuando ayunéis, no os mostréis con cara triste como los hipócritas.» 8. <lNo acumuléis tesoros en la tierra , añadió Jesús, porque nadie puede servir á dos amos, y no podéis servir á Dios y á las riquezas. No an­ déis afanados, pensando en lo que comeréis y vestiréis; buscad primero el reino de Dios y bu justicia, y todas las demás cosas se os darán por añadidura.» 7. ;C óm o exDÜcó el SeQor la de intención en las obras pia­ dosas/ 8 . ¿Qué mandó J esis respecto de la acumulaoión de rlqnezasf


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9. A continuación dió Jesús los siguientes preceptos acerca del amor al prójimo: <¡]Vo juz­ guéis á los demás si no queréis ser juzgados; no condenéis á nadie y no seréis condenados; per­ donad y seréis perdonados; con la misma me­ dida cun que midiereis seréis medidos; iodo lo fue queréis que los hombres hagan con vosotros, nacedlo también vosotros con los demás.» 10. Acerca del camino que conduce ií la vida eterna, dijo el Salvador: «La puerta an­ cha y el camino espacioso, conducen á la per­ dición ; pero es angosta la puerta y estrecha la senda que conduce á la vida». 11. Respecto al juramento, Jesús enseñó lo siguiente: <iNo juréis de ningún modo; conten­ taos con decir: Sí, sí; no, no.» 12. Cuando Jesús acabó este discurso, las gentes comprendieron que quien enseñaba doc­ trinas de tanta sabiduría hablaba con autoridad divina.

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Resumen del capítulo V. Jesús se ruliró á una montana, pasó la noche en oración, J por la maCana llamó á bus discípulos, y entre ellos eligió los doce Apóstoles ó enviadoB, á loa que habla de encargar la pre9. ¿Cuáles son las palabras con que el Señor nos mandó amar al prójim o? 10. ¿Cuál es el oamino de perdición, según Nuestro Señor? 11- ¿Es licito el juramento? 12. ¿Qué autoridad resplandecía en las palabras del Señor?


— 198 — dicación del E vangelio, y (liólesla potestad de bQoer milagros. Una nnmeroea concurrencia eo habla reunido al pie de la montana, y Jesús le dirigió la palabra pronunciando un célebre discurso lleno de sabiduría, el coal contiene casi todo lo qne los cristianos deben creeF, pensar y hacer: ese discurso se cita con el nombre de aSermón de la montanas. El sermón de la montaBa contiene: las nrho Bienaventuran­ zas; definición de la dignidad y deberes de los Apóstoles; pre­ ceptos acerca de la justicia cristiana, do la pureza de intención ue debe haber al hacer obras piadoeus; do la conducta m oral el verdadero cristiano; del amor al prójim o; del m edio para lle­ gar á la vida eterna, y , por último, acerca del juramento. Las gontcs que escucharon ü Jesús reconocieron que ense­ ca b a con autoridad divinA.

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CAPÍTULO VI. LA S P A R A B O L A S D E JESU CRISTO .

1. La parábola es el relato de un hecho real ó supuesto, del cual se intenta sacar alguna en­ señanza moral provechosa. Jesucristo se valió en diferentes ocasiones de la parábola para in­ culcar en el entendimiento escaso de las multi­ tudes que le seguían algunos ejemplos útiles y algunas enseñanzas de moral purísima. 2. Las parábolas que Jesucristo explicó fue­ ron muchas; entre ellas hay siete que llevan el 1. ¿Qué entendemos por «parábola»? 2. ¿Cuáles fueron las parábolas que Jesús explicó?


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nombre de «parábolas del reino de Dios», y son: 1.* Parábola del Salvador. 2.a — de la cizaña entre el trigo. 3.a — del grano de mostaza. 4.“ — de la levadura. 5.n — del tesoro. 6.“ — de la perla. 7." — de los buenos y malos peces. Además de estas parábolas Jesús dijo otras muchas, entre las cuales son notables la pará­ bola del compasivo Samaritano y la parábola del Hijo pródigo. 3. Las siete parábolas del reino de los cielos se llaman así porque empiezan todas con las pa ­ labras de «.El reino de los cielos se asemeja.... », y con ellas Jesucristo nos enseña que el remo de los cielos consiste en la felicidad y gozo es­ piritual que experimenta aquel que durante la vida acomoda sus actos á la justicia, á la mi­ sericordia y al amor al prójimo. 4. Parábola del compasivo Samaritano.— «Un hombre bajaba de Jerusalén á Jericó— así se expresó Jesús,— y cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo despojaron de .cuanto llevaba, lo hirieron y lo dejaron en el camino medio muerto y abandonado; pero su3. ¿P or qué motivu uiete de las parábolas ríe Jesús se llaman «parábolas del reino d e Ion cielos?:» 4. Parábola del com pasivo Samaritano. Lot discípulo» deben

hucer el resumen de esta parábola y de las siguientes.


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cedió que por el mismo camino pasó un sa­ cerdote que no hizo caso del desgraciado; y

El Sam aritono lo ltovó on su caballoria.

luego pasó un diácono que tampoco hizo caso del infeliz; pero pasó un Samaritano, de esos


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despreciados por I03 judíos, y se aproximó á aquel .hombre, le curó sus heridas, lo llevó en su caballería á una posada, lo cuidó con esmero, V teniendo que marchar d 6us negocios, dejó al herido en la posada pagando por adelantado una cantidad para sus gastos, y comprometién­ dose con el posadero á pagar á la vuelta de su viaje lo que le fuera debido por el cuidado que tuviera con el enfermo. ¿Cuál de aquellos tres hombres, preguntó Jesús, es el prójimo de aquel otro que cayó en manos de los ladrones?» «Sin duda, contestó un doctor de la ley, el que tuvo misericordia con él.» 5. Parábola del Hijo pródigo. — Con esta parábola Jesús quiso enseñar los efectos del arrepentimiento y de la penitencia, y la explicó del siguiente modo: «Un hombre tuvo dos hijos; el menor pidió al padre la parte de heren­ cia que lé correspondiera; el padre se la dió, y aquel hijo, llevándose todo lo que poseía, se fué á un país muy distante, en'donde disipó con vida desordenada todo su patrimonio; entonces comenzó á padecer necesidad y entró al servicio de un rico, el cual lo destinó á guardar cerdos, á los que envidiaba porque aquellos animales comían abundante bellota, mientras que él no tenía derecho á satisfacer su hambre, y alguna i. ¿Qué enseñanza tenia por objeto la parábola del H ijo pró­ d ig o ?— Principio de la parábola del H ijo pródigo.


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vez solía decir: «¡Cuántos jornaleros en la casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo aquí me muero de hambre!» 6. Continuando Jesús la explicación de. la parábola, dijo: «El hijo pródigo decidió vol­ verse á casa de su padre, pedir á éste perdón y rogarle que le admitiese como un jornalero de bu casa. Con esta resolución se puso en camino para la casa de su padre: éste lo vio desde lejos, tuvo piedad de él y salióle al encuentro; pero el hijo se postró á sus pies, diciéndole: «Padre mío, he pecado contra el cielo y contra ti, y no soy digno de llamarme hijo tuyo; pero admí­ teme como uno de tus jornaleros.» 7. «El padre abrazó á su hijo y lo besó; de seguida llamó á sus criados y mandó que tra­ jeran para su hijo la ropa mejor que hubiera en la casa; que le pusieran un anillo al dedo en señal de distinción; que le calzaran cuidadosa­ mente los pies; que trajeran inmediatamente el mejor ternero de sus rebaños, y que se organi­ zara un banquete al que asistieran todos los pa­ rientes, amigos y conocidos, para celebrar la resurrección del hijo muerto, ó hallazgo del hijo perdido.» 8. Jesús terminó de este modo esta preciosa 6 . Regreso del H ijo pródigo. 7. R egocijo del padre por el regreso del H ijo pródigo.

8. Respuesta qne el padre dió al hijo mayor, cuando éeter ae quejó dol recibim ieuto hecho & su hermano.


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parábola: «Cuando el hijo mayor regresó á ;la •casa y supo las novedades ocurridas en ella, ge

«¡ Padre m ío !, he pecado cantrn el cielo y cu n tía U.»

quejó á su padre diciéndole: «Y o te lie servido fielmente muchos aflos, no me he separado de


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ti, ni te he desobedecido nunca, y jamás mu has dado un cabrito para que me lo coma alegre­ mente con mis amigos; pero ha regresado tu hijo menor después de haber disipado 6us bie­ nes entre personas de mala vida, y matas en su honor un ternero cebado.» «Hijo mío, le con­ testó el padre; tú siempre estás conmigo, y todo cuanto hay en la casa es tuyo; pero tu otro hermano había muerto para nosotros, y ahora ha resucitado; se nos había perdido, y ahora lo hemos hallado. ¿No es esta razón bastante para que nos regocijemos?»

Bestunen del capítulo VI. Jeeaorieto se valió de parábolas pare inculcar i sus oyentes algunos enteflanzas de moial purísima. Katre las parábolas de Jesús hay BÍete llamadas «parábolas del reino de los d é lo s » , lae cuales sirvieron al Divino MacHtro para dar & entender que el reino de los cielos consiste en la felicidad lograda por una vida sin mancha, de amor al prójim o y de buenos ejemplos. La purúbula del Samaritano tuvo por objeto demostrar qne es nuestro prójim o aquel que nos hace bien.

La parábola del Hijo pródigo sirvió para hacer ver que el arrepentimiento del pecador cauea m is alegría que la integri­ dad y fidelidad del justo.


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CAPÍTULO VII. CONFESIÓN D E SAN P E D R O Y T R A N S F IG U R A C IÓ N D E L SEÑOB.

1. En una ocasión ‘preguntó Jesús á sus discí­ pulos: c ¿Quién dice Ja gente que es el Hijo del Hombre?» Y los discípulos le contestaron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros suponen que eres Elias, y varios opinan que eres Jeremías ó alguno de los otros profetas». «Y vosotros, continuó preguntando el Señor, ¿quién decís que soy?» Y Simón Pedro, ade­ lantándose á sus compañeros, contestó con entu­ siasta convicción: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» 2. Cuando San Pedro confesó tan espontá­ neamente su convicción de que Jesús era el Cristo 6 Mesías, Jesús le dijo: aBienaventurado' eres, Simón, hijo de Jonás; porque lo que has dicho no te lo ha revelado carne ni sangre, 6Íno mi Padre, que está en los cielos; y yo ahora te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, contra la que no 1. ¿Cuitado oonfesó por primera vez San re d ro i Jesús oomo

el Mesías? 2. ¿Cuándo designó Jesús ¿ San Pedro com o la piedra fu n ­ damental de bo Iglesia?


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prevalecerán las puertas del infierno. Todo lo que atares en la tierra, quedará también atado

«¿( juiin dools

que soy?»

envíos cielos; y todo lo que desatares en la tierra, será también desatado en los cielos.»


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3. Después de haber designado Jesucristo á San Pedro como la piedra fundamental de su Iglesia, contra la que no han de prevalecer las artes del demonio, encargó á sus discípulos que aun no dijesen á nadie que él era Jesús, el Cristo; y les declaró que le convenía ir á Jcrusálén, donde había de padecer mucho y morir, pero donde resucitaría al tercer día. 4. Pero antes de marchar á Jerusalén, Jesús, acompañado de Pedro y de los hermanos San­ tiago y Junn, subió á un monte llamado Tabor. y se transfiguró en presencia de sus discípulos, que atónitos contemplaban aquel prodigio: b u í’ostro se puso resplandeciente como el eol, y sus vestiduras se quedaron blancas como la nieve; al mismo tiempo aparecieron Moisés y Elias, que se pusieron á hablar con Jesiig. 5. Yiendo San Pedro aquel prodigio, dijo arrebatado de gozo: «Señor, bueno sería que nos quedásemos aguí; si quieres, haremos tres tiendas, una para ti, otra para Moisés, y otra para Elias.» 6. No había concluido de hablar San Pedro, cuando apareció una nube luminosa que loa 3. ¿Qué d ijo Jesús á sus discípulos después de la confemVin de San Pedro? 4. ¿Cuándo se e fe cto ó el misterio de la transfiguración de

Jesús? 5. ¿Qué palabras pronunció San Podro al ver la transfiguracióu de Jesús? (V ¿Qi)¿ dijoD ios en el momento de la transfiguración de Jesís?


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cubrió, y al mismo tiempo se dejó oír desde la nube una voz que decía: «.Este es mi Hijo

«Eafce es m i H ijo am ado.»

amado, en quien tengo todas mis complacencias: á El debéis escuchar.í


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7. Al oir aquella voz, los discípulos cayeron, tocando la tierra con sus rostros, y quedaron poseídos de un gran temor; pero Jesús llegó á ellos, les tocó y les dijo: «Levantaos y no temáis.» Y cuando alzaron sus rostros, vieron solo á Jesús. 8. Al bajar del monte, el Seííor les dijo: <lN o refiráis á nadie la visión míe habéis tenido, hasta que e’1 Hijo del Hombre resucite de entre los muertos)). 9. A continuación, Jesús dijo á sus discípu­ los que se dirigirían á Jwusatén, donde el líijo del Hombre sería entregado á los sacerdotes y á los escribas, que le condenarían ú muerte; y les anunció de nuevo que sería crucificado y mo­ riría, pero qae habría de resucitar al tercer día. 10. Jesús apareció transfigurado en el monte Tabor, acompañado de los dos hombres más eminentes de la antigua Alianza. Moisc's y íílías, para dar a entender que El era el Me­ sías prometido en aquella antigua Alianza. 7. ¿Qué sucedió i, loa discípulos al oír la v oz de Dios? 8 . ¿Qué encargó el SeBor il sus discípulos al bajar del monte? 9. ¿Cóm o anunció el SeQor nuevamente sn pasión, muerte y resurrección? 10. ¿Qué significa lo Transfiguración del Señor?


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Xtesnmen del capítulo VII. Habiendo preguntado Jesús A sus discípulos: <r¿Quién decís que s o y ? » , San Pedro co n te stó: «T ú eres el Cristo, el U ijo de Dios v ivo.» Y en aquel instante, Jesús lo designó com o la piedra funda­ mental de su Iglesia. Jesús, acompañado do San Pedro y ce los hermanos San­ tiago y Juan, subió al monte Tabor y se transfiguró: su rostro se puBO resplandeciente com o el sol, y sus vestiduras quedaron blancas com o la nieve: al mismo tiempo aparecieron Moités y Elias, que ae pusieron ;i liublar con Jesús. Una nube luminosa los en volvió, desda la cual la voz de Dios dccfa: <rEse os mi H ijo amado, en quien teugo todas mis com placencias; á Él debéis escuchar.» Jesv.s encargó é. tus discípulos que ¿ nadie refiiiestu aquella visión.

CAPÍTULO VIH. E N T R A D A T R IU N F A L D E JE SU C R ISTO EN J E R U S A L É N , É IN ST ITU C IÓ N D E L A

SAGRADA

EUCA­

R IS T ÍA .

1. En el último año del ministerio público del Salvador, aproximándose los días de la Pascua, Jesiís se dirigió á Jerusalén, donde le esperaba pasión y muerte ignominiosa: una gran multitud le seguía, que fué engrosando cada vez más. 1. ¿Qué hizo Jesús al aproximarse la Pascua?


<;Hosanna ni H ijo de DAtid!*


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2. Cuando se hallaba cerra de la aldea de Betfagé, llamó Jesús á dos de sus discípulos y les dijo:. (Lid á esa aldea que está enfrente; hallaréis una pollina atada y un jumentillo; traedlos, y bí alguien os pregunta por qué los desatáis, decidles que el Señor los ha menester.» Los discípulos hicieron lo que Jesús les había dicho; extendieron sus vestidos sobre el ju ­ mento, y Jesús, cabalgando sobre la humilde bestia, entró en Jerusalén: á su paso, los habi­ tantes de la ciudad y muchos de los pueblos circunvecinos extendían sus ropas sobre el ca­ mino, cortaban ramas de árboles, c ' i cubrían el suelo, al mismo tiempo maban: «Hosanna al hijo de David: bendito sea el que viene en nombre del Señor.» 3. Jesús, al contemplar los muros de la ciu­ dad de Jerusalén, las casas y el magnífico tem­ plo, lloró y dijo: «;Jerusalén que matas á los profetas, vendrán días en que tas enemigos te cerquen y en que no quedará de ti piedra sobre piedra!)) 4. Llegado el primer día de la Pascua, dijo Jesús á Pedro y á Juan: <íld á la ciudad, y preparad lo necesario para que celebremos la 2. ¿D e qué modo entró Jesús en JeruBalcn? 3. ¿Qué profetizo Jesús acerca de Jeruealcn? ¿Cuándo y de quó modo mandó Jesús i Pedro y A Juan para que preparasen la celebración de la Pascua?


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Pascua.» Los Apóstoles le preguntaron que dónde habían de disponer la cena, y él les con­ testó: «Cuando entréis en la ciudad encontra­ réis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle, y al duello de la casa donde éntre, decid: ¿Dónde está el aposento en que el Maes­ tro podrá celebrar la Pascua con sus discípulos? Y él os mostrará un gran cenáculo, donde dia­ pondréis todo lo necesario para nosotros. ó. Los dos Apóstoles lo hallaron todo como Jesús lo había dicho, é hicieron los prepara­ tivos para la celebración de la Pascua en con­ formidad á los ritos de la ley de Moisés. Lle­ gada la tarde, Jesús y sus doce Apóstoles se sentaron á la mesa, y cuando estaban comien­ do, el Señor les dijo: ((Mucho he deseado comer con vosotros esta Pascua, antes de mi pasión V muerte, pues os digo qne no volveré á cele­ brarla hasta que se cumpla en el reino de Dios.» 6. Y habiéndose suscitado entre los discípu­ los algunas discusiones sobre quién sería el mayor en el reino de los cielos, porque aun no hahían comprendido todo el alcalice moral de la nueva doctrina, Jesús les dijo: «El que sea mayor debe aparecer el más peque ño; el que go­ bierna á los demás, debe servir á todos.y> 5. ¿Quiénes so sentaron á la mesa con Jesús para celebrar la Pascua? 6. ¿O uil es el mayor en el reino de los cielos?


*Jesila lavó 1« r pi«s & sus discípulos.


7. L'liando hubo terminado la ctna, Jesús ee despojó de parte de sus vestiduras, se cifló una toalla, puso agua en una jofaina y lavó los pies á sus discípulos; cuando tocó la vez á Pedro, éste se resistió; pero como Jesús le dijera que no tendría parte en su reino si no se dejaba lavar, obedeció humildemente. 8. Después de habdr comido Jesús con sus discípulos, y después de haberles lavado los pies, volvió á sentarse A la mesa, y tomando del 2)an ázimo (sin levadura) que había servido para la cena, lo bendijo, lo partió y lo distribuyó entre sus Apóstoles, diciénddes: «.Tomad y co­ med, porque éste es mi cuerpo:» Tomó después el cáliz con vino, dió gracias á su Eterno Pa­ dre, bendíjolo también, y lo entregó á sus dis­ cípulos con estas palabras: «Bebed todos de él, pues éste es el cáliz de mi sangre, la sangre del A nevo y Eterno Testamento, que será derra­ mada para la remisión de todos los pecados. Cuantas veces hiciereis esto, hacedlo en memo­ ria mía.» 9. Después fie haber instituido la Sagrada Eucaristía, sintió Jesús su espíritu ajligulo, y dijo tristemente: a En verdad os digo que uno de vosotros me ha de entregar; pero ¡desgraciado 7. ¿Qué hizo J osúb miando terminó la cena?

8. ¿Cóm o instituyó Jeetis la Sagrada Eucaristía? 1'. ¿Cuámlu anuncié el SoEor la traición de Judas Iscariote?


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de él! más le valiera no lniber nacido.» Todos preguntaron á su Maestro cuál sería el traidor, y el Salvador contestó que lo sería aquel á quien el diera una miga de pan mojado; y mo­ jando, en efecto, un trozo de pan. se lo dió á Judas Iscariote, el cual, íi los pocos momen­ tos, se marchó á consumar su traición. 10. Apenas hubo salido Judas, Jesús dijo á sus discípulos que ya estaría muy poco entre ellos, y que aquella misma noche se escandali­ zarían por causa suya; y como Pedro hubiese ajrmado que no lo negaría aunque le costase la Aída, el Salvador repuso: aro te aseguro que antes de que cunte el gallo por segunda vez, me negarás tres veces.a 11. Jesús se despidió de sus discípulos, exhor­ tándolos á amarse mutuamente, recomendándo­ les que no se turbara su corazón y prometién­ doles enviarles el Espíritu Santo, que había de llenar de gracia á sus almas. 12. Desde el cenáculo se dirigió Jesús con sus discípulos al huerto de Gethsemaní, y separán­ dose de todos, menos de Pedro, Santiago y Juan, les dijo: aTriste está mi alma hasta la muerte: quedaos aquí y oi’ad»; y se alejó de ellos y oró á su Eterno Padre. Después de 10. ¿Qué d ijo el Seüor ¿ bus discípulos y especialmente á Podro? 11. ¿Cómo se despidió Jesús de sus discípulos? 12. ¿A dónde b c dirigió Josús desdo el cenáculo?


Beuibiรณ ol consuelo ie cu รกngel.


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haber ido dos veces ¡i ver á sus discípulos, que se habían quedado dormidos, lleno de tristeza jrofunda, y sufriendo angustiosa agonía, reci­ ñó el consuelo de un ángel, y se volvió á sus discípulos, á los que despertó y dijo: «Vámo­ nos: ya ha llegado la hora; se acerca ya el que me ha de entregar.»

I

Besumen del capítulo VZZI. En el ultimo año del ministerio de Jesús, aproximándose la Pascua, el Salvador se dirigió á Jerusalén, adonde entró cabal­ gando sobre un humilde jumento y siendo objeto de las acla­ maciones de la multitud. Entonces predijo el Señor la m ica de Jerusalén. A l llegar l i Pascua, Jesús la celebró con sus discípulos, y en aquella ocasión instituyó el augusto Sacramento del altar. Después de la cena, Jesús so dirigió con riih discípulos al buerto de G etbscm ani, donde sintió amarga aflicción; oró á su Eterno Pudre, y recibió consuelos de un ángel celestial.


Judas, con un Leso, entrega al H ijo d el H om bro.


— 220 —

CAPÍTULO IX. P A S IÓ N ,

MUERTE

Y

RESURRECCIÓN

D E N U ESTRO SEÑOR JESU CRISTO .

1. Judas Iscariote, al frente de una turba armada de palos, espadas y hachones, se aproxi­ mó al huerto de Getksemaní, y acercándose á Jesús, lo saludó dándole un beso. El Salvador le dijo: «¿Con un beso entregas al Hijo del Hombre?» Y luego, dirigiéndose á los solda­ dos y siervos de los sacerdotes, les preguntó: «¿A quién buscáis?» «A Jesús de ííazaret», respondieron. «Y o soyi>, dijo. Y al oir estas palabras, la turba retrocedió y cayó en tierra como herida por un rayo. Repuestos de su tur­ bación, oyeron otra vez la misma pregunta: « ¿ A quién buscáis?» «A Jesús Nazareno», volvieron á contestar. «Ya os he dicho que yo soy; y si me buscáis á mí, dejad ir en paz á mis discípulos.» Entonces lo prendieron: y como Pedro descargase su espada sobre uno de loa sayones, al que hirió en una oreja, Jesús curó milagrosamente al herido y reprendió severa­ mente á Pedro. 1. ¿Cóm o se efectu ó la prisión de Nuestro Señor?


Jesús ante CaifÍ 6.


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2. El Salvador, con las manos atadas y cu­ bierto de oprobios y de golpes, fué conducido á Jernsalén, á casa de Anús, que era el príncipe de los sacerdotes. Sus discípulos se dispersaron, y sólo Pedro y Juan le siguieron de lejos. 3. Anas hizo llevar i Jesús, atado, á casa de Caifas, que era el Sumo Sacerdote, con el cual estaban reunidos los sacerdotes y los escri­ bas buscando algún testimonio para condenar á Jesús. Caifás, no habiendo encontrado moti­ vos contra Jesús, porque los testigos falsos que deponían algo en contra del Redentor se con­ tradecían, dijo al Señor: «Te conjuro en nom­ bre del Dios vivo para que nos digas si eres Cristo, Hijo de Dios.» Jesús respondió estas pa­ labras solemnes: «Tú lo has dicho, lo soy; y llegará un día en que veréis al Hijo del Hom­ bre sentado á la diestra de Dios y venir sobre las nubes para juzgar al género numano.D En­ tonces Caifas exclamó: «Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos?» Y los prín­ cipes reunidos en asamblea, gritaron: «Reo es de muerte.)) 4. Mientras tanto, Pedro, que había logrado entrar en el palacio de Caifás. reconocido como discípulo de Jesús, negó una, dos, y aun tres 2. ¿A. dónde fu é conducido primeramente el Señor? 3. ¿Y después? i. ¿N egó Pedro al Sefior?


Pedro negรณ troa vocea.


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veces, que conociera á aquel hombre, y cantó el gallo dos veces. Cuando Jesús salía del Con­ sejo dirigió una mirada de misericordia á Pe­ dro, y éste, lleno de arrepentimiento, salió de allí para llorar amargamente su pecado. En cam­ bio Judas, lleno de desesperación, se arrancóla vida ahorcándose de un árbol. 5. Á la mañana siguiente fu é conducido Je­ sús ante el tribunal del gobernador Pondo P i­ loto, el cual no encontró en aquel hombre cri­ men alguno que le hiciera reo de muerte, á pesar de que el pueblo reunido en la calle pedía con inmenso clamoreo que fuera condenado á la última pena; entonces Pílalos lo mandó á Herodes, que ejercía la autoridad suprema en Galilea; pero Iíerodes, después de dirigir á Je­ sús algunas preguntas que no fueron contes­ tadas, hizo que vistieran al Salvador con una túnica blanca, tratándole como á un loco, y lo devolvió al tribunal de Pílalos. 6. Pilatos, creyendo desarmar la ira de loa judíos, que con alboroto y tumulto pedían la muerte de Jesús, lo mandó azotar, sentencia que se cumplió con una crueldad inaudita; pero como no se aplacó la ira del pueblo, excitado por los escribas y fariseos, dictó por fin senten­ cia de muerte y lo mandó crucificar. 0. ¿A dónde fué llevado el Seüor á la mañant siguiente á la noche de su prisión? 6. ¿Quién mandó azotar y luego crucificar al Señar?


JesĂşs fui oruciflittdo.


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7. Jesús fu é crucificado entre dos ladrones; María Santísima y San Juan fueron testigos de las espantosas escenas que precedieron á la muerte del Salvador; tres horas duró la agonía del Redentor, durante las cuales habló siete veces, pronunciando siete frases ó palabras que son como el compendio de su vida y ae su doctrina, y la declaración de su divi­ nidad. 8. La grande obra de la redención rjuecló terminada, y el monstruo del pecado quedo ven­ cido: de la cruz del Salvador brotó gracia para salvar al género humano. Con la muerte del Redentor quedaban abiertas las puertas de la vida eterna para todo aquel que en El crea y practique sus divinos preceptos. 9. José de Arimatea y Nicodemo bajaron de la cruz el cuerpo de Jesús, lo embalsamaron, lo amortajaron y ¡o pusieron en un sepulcro nuevo, el cual quedó bien cerrado con una gran pie­ dra; pero los príncipes de los sacerdotes y los fariseos pusieron centinelas en el sepulcro, y aun lo sellaron, creyendo evitar de este modo que se cumpliera la profecía hecha por Jesús de que había de resucitar al tercer día de su muerte. 7. ¿Entre qué clase de personas fué Jesús crucificado? 8 . ¿Quedó terminada la obra de la redención? 0. ¿Dónde y quiénes sepultaron á Jesús?


La, obra de la redenoiรณn quedรณ terminada.


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10. Al amanecer del día tercero, un ángel bajó del cielo, removió la piedra del sepulcro y el Señor salió triunfante y glorioso: los centinelas del sepulcro quedaron aterrados, y después huyeron precipitadamente. 11. Tres mujeres piadosas, María Magdale­ na, María la madre de Santiago, y Salomé, fueron á visitar el sepulcro, y vieron que estaba ya vacío: dos ángeles se les aparecieron, y les dijeron: «No busquéis á Jesús entre los muer­ tos, porque ha resucitado; id á Galilea y allí le veréis, como El mismo os había dicho.» Dos discípulos, Pedro y Juan, vieron también el sepulcro vacío. 12. Los príncipes de los sacerdotes, cuando tuvieron noticia de la resurrección de Jesús, sobornaron á los soldados que habían estado de centinelas en el sepulcro para que declarasen que durante la noene, y mientras ellos dormían, tos discípulos de Jesús se habían llevado el cuerpo de éste. 10. ¿Cuándo roauDÍtó el Redentor? 11. ¿Cuáles fueron las mujeres piadosas y los Apóstoles qne vieron el sepuloro vacio? 12. ¿Qué hicioron los pHnoipcs de los saoordotos cuando ae enteraron de la resurrección de Jesús?


L a RoiurrocoiĂşn U jl Sor.or.


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SeBumen del capitulo IXJesús fu é preao e s el huerto de Getlmemniii por aun turba de hombrea ormadoB dirigidos por Judas Iscariote. El Salvador fu é conducido A casa de Anás, principe de loa sacerdotes; de allí á la do Caí fia , donde ee reunió un Consejo d e sacerdotes y escribas para juzgarlo; después fué llevado A la casa del gobernador Filatos; luego á la de Merodee, que lo d e­ volvió al tribunal de Pilotos, quien lo mandó azotar cruelmente. El mismo Pilatos, aunque recocooió quo Jesús no era reo de ningún delito, .cediendo i las exigencias de los judias lo sen­ tenció & muerte de cruz. Jesús fué cruiñGuudo entre dos ladronea, y murió después d e tres liorna de terrible agonía. Con la muerte del Salvador, el monstruo del pecado quedé vencido, y l&s puertas de la gloria etema quedaron abiertas para tod os los que en El crean y practiquen sus divinoa preceptos. Jesucristo resucité al tercer dia triunfante y glorioso.

CAPÍTULO X Y ÚLTIMO. ASCEN SIÓN

A LOS

C IE L O S , V E N ID A D E L E SP ÍR IT U

SAN TO X P R E D IC A C IÓ N D E LOS APÓ STO LE S.

1. Nuestro Señor Jesucristo, después de su resurrección, se apareció á María Magdalena cerca del sepulcro; á dos discípulos sujos en el camino de Emans á Jerusalén; á los Apósto­ les que se habían congregado en Jerusalén, y á los mismos Apóstoles junto al lago de Ge1. ¿Á. quiéues bu upareció Nuestro S e ío r después de au resu­ rrección?


A pariciĂłn k los discĂ­pulos Ofl el cumino de Emana


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nesaret, en Galilea, y en oíros varios sitios, muchas veces. 2. Con motivo de su aparición á los Apósto­ les en Jerusalén, el Señor instituyó el santo Sa­ cramento de la Penitencia, diciéndoles: «A los que perdonareis los pecados, perdonados les serán; á los que se los retuviereis, retenidos les serón.» Cuando se apareció Jesús á sus Apóstoles en el lago de Genesaret, constituyó á San Pedro como Vicario suyo en la tierra, diciéndole tres veces: «Apacienta mis corderos». 3. Cuarenta días después de su resurrección se presentó Jesús nuevamente á los Apóstoles, reunidos en Jerusalén, y Ies prometió enviarles el Espíritu Santo, diciéndoles: «Dentro de pocos días vendrá sobre vosotros el Espíritu Santo, de quien recibiréis la fuerza para dar testimonio de mí en Jerusalén, en toda la J udea y Samaría, y hasta las extremidades de la tierra.» Seguidamente, Jesús ordenó á sus discípidos que f ueran á predicar por todas partes y bautizaran á todas las ¡/entes, en la seguridad de que El estaría con su Iglesia hasta la consu­ mación de los siglos. 4. Dando Jesús por terminada su santa obra, 2. ¿Cuándo instituyó el Señor el santo Sacramento de la Pe­ nitencia? 3. ¿Qué prometió y qué ordenó el Señor á loe Apóstoles? 4. ¿Guindo y cóm o se efectuó la glunouu uuccnsiún do Nues­ tro Sefinr?


Jesús a t e n d ió ú los ciólos.


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se marchó con sus discípulos al monte Olívete, levantó sus manos, los bendijo, y mientras los bendecía ascendió á los cielos, adonde está sen­ tado á la diestra de Dios Padre para juzgar vivos y muertos. Los Apóstoles, admirados y conmovidos, se quedaron mirando al ciclo, hasta que dos ángeles se les aparecieron para decirles: «'Varones de Galilea, ese mismo Jesús que ha subido á los cielos, vendrá un día como le habéis visto subir.» 5. Diez días desjpués de la ascensión de Nues­ tro Señor á los ciclos, hallándose los Apóstoles y la Santísima Virgen reunidos en Jerusalén, en la sala del cenáculo, sintieron de súbito un ruido como de viento impetuoso, y al mismo tiempo un fuego celestial, dividiéndose en len­ guas, descendió sobre toáoslos circunstantes, que se sintieron llenos del Espíritu Santo. 6. Inmediatamente después de la venida del Espíritu Santo, los Apóstoles, inspirados por El, comenzaron la predicación que el Redentor les había encomendado, realizándose el milagro de que, hablando en su propia lengua, eran en­ tendidos por todos los que les escuchaban, pro­ cedentes de distintos países. En la primera pre­ dicación de San Pedro, este príncipe de los Após­ toles convirtió y bautizó á más de ¿3.000 judíos. 5. ¿Cuándo se efectu ó la venirla del Espíritu Santo? C. ¿Cuáles fueron los efectos del primer sermón de Sao Pedro?


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7. Los Apóstoles permanecieron algún tiempo en Jerusalén predicando el Evangelio y ha­ ciendo numerosos milagros que atestiguaban la divinidad de su doctrina: luego se distribu­ yeron jjur d mundo, obedientes d la misión que el Seflor les había confiado, y casi todos sufrie­ ron el martirio después de haber hecho innu­ merables prosélitos de la Religión de amor, paz y caridad fundada por el Divino Maestro. 8. Cuando empezaron las persecuciones con­ tra los cristianos, se disting uió por su celo con­ tra el cristianismo un joven llamado Saido, que obtuvo licencia del príncipe de los sacerdotes para perseguir á los cristianos: con este objeto se dirigió á Damasco; pero en el camino una luz irresistible del cielo lo dejó ciego, lo derribó en tierra, y una voz poderosa le dijo: aSaulo, Saulo, ¿por quéme persigues?» «Seüor, ¿quién sois?», preguntó Saulo. ((Soy Jesús, á quien tú persigues.» «¿Qué queréis que haga?», inte­ rrogó el joven. «Levántate, le dijo el Seflor, entra en la ciudad, y allí te dirán lo oue lias de hacer.» Saulo llegó á Damasco, donde reco­ bró la vista por mediación de Ananías, discí­ pulo del Señor, y recibió el bautismo. Desde en­ tonces Saido fu é el infatigable apóstol San Pablo. 7. ¿Qué hicieron los Apóstoles después de haber predicado en JeruuaUii? 8. ¿Cuándo ae efectuó la conversión de San Pablo?


9. San Pablo estuvo en España; predicó el Evangelio en la parte oriental y septentrional de nuestra Península, y convirtió á la f e de Cristo á gran número de sus habitantes. 10. Santiago el Mayor, hermano de San Juan y uno de los tres discípulos predilectos de Je­ sucristo, estuvo también m España, donde con­ virtió á la fe del Evangelio á muchas personas y designó para el cargo de obispos á siete compa­ ñeros suyos, á quienes San Pedro consagró.

Resumen del capítulo X. Nuestro Señor Jesucristo, después de su resurrección, ae apareció ¿ María Magdalena, á dos riinr-lpnlos su y os, y en mu­ chas ocasiones A sus Apóstoles. DeBpués de bu resurrección, el Seiior instituyó el santo Sa­ cramento de la Penitencia, prometió A sus discípulos enviarles el Espíritu Santo, y les ordenó que fueran 1 predicar por todas partes y bautizaran á todas las gentes. Desde el monte Olívete Jesús ascendió & los cielos. Diez áias después de la gloriosa ascensión del SeSor, el Es)lritu Santo, en form a de lenguas de fu e g o , descendió sobre os Apóstoles y sobre la Santísima V irg e n , reunidos en el ce­ náculo. Inmediatamente después do la venida dol Espíritu Santo, los Apóstoles comenzaron la predicación del Evangelio: primera­ mente predicaron, convirtieron, bautizaron ó hicieron muchos milagros eu JeruBulóa, y después se extendieron por todo el m undo. San Pablo y Santiago el Mayor estuvieron en Eapafía.

Í

9. ¿Esluvo San Pablo en Esparta? 10. ¿P redicó Santiago el M ayaron España?


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