Lecciones esquemáticas de espiritualidad

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LECCIONES ESOUEMATICAS DE

ESPIRITUALIDAD POR

JESUS MARTINEZ BALIRACH, S. l. PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE COMILLAS

EDITORIAL

•SAL

TERRAE•· - SANTANDER

1960


lmprlmi potest:

IOSEPHUS M ... COBREROS, S. J. Pracp. Prov.

Leg.

Nihil obstat: DR.

lmprimatur: +

IOSEPHUS,

F.PJSCOPUS SANTA)rlDBRIBNSIS

Depรณsito lege.1: BU - 51-1960

f'RANCISCUS

Censor

PAJARES


ADVERTENCIA Hubo necesidad de hallar un libro de Ascética y Mlstica, que sirviese de texto en un •Cursillo de 60 Lecciones>, que deblan explicarse durante el verano 1959 en V e ra •

La

Coruña en

las

aulas del <Instituto Teológico

Lux

agregado al •Pontificio Instituto Romano de Ciencias Sagra­

das -Regina Mundi-• por Decreto de la Sagrada Congregación de Re­ lig iosos, 10 enero 1958. Dirigen el Instituto Teológico •Lu x Vera• en La Coruña, las RR. Re­

ligiosas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús , en su Colegio del Riazor. Pareció que era muy buen libro el del P. José de Gulbert, S. 1., <Theo­

logla

Spiritualis•, que compuso el

autor cuando era Profesor en la

Gregoriana. Pero había que traducirlo al castellano. Pareció mejor hacer una adap­

tación de slntesls para Lecciones esquemáticas, ya que el tiempo de ex­ plicación no permite las grandes discusiones del P. de Guibert. Han quedado las ideas madres del P. de Guibert, pero compendiosa­ mente expuestas; ha habido que podar muchísimas citas de obras y autores. Como en la obra latina hay algunas lagunas, se ha colmado lo que faltaba acudiendo a la obra del mismo autor, publicada en francés, y

luego traducida al castellano por el P. Jiménez-Font. Este recurso complementarlo valló solamente para las Lecciones del

cSujeto de la perfección• ..., en total 8 Lecciones, que no se hallan en la obra latina. Para una de las 8 ha habido que acudir al P. Zalba, S. 1., en su •Theologiae Fundamental!& Summa>, tomo 1 (Cap. 1 y 2 del Ti­ tulo 11).


ADVERTENCIA

La cu arta parte de este Compendio, que anuncia el P. de Guibert, pero

que él no ha desarrollado en ninguna parte, ha habido que componerla

acudiendo a otras fuentes.

Para que los profesores puedan seguir fácilmente al P. de Guibert, si quieren tener su ltbro como texto del profesor, se pone en cada lección de

esta sintesis los

doctrina.

números en

que

dicho

autor

expone la misma


INDICE DE CADA

(1)

LECCION

I. - INTRODUCCION

1-12.

Lec.

13-23. 24-33. 34-39.

PBgs.

l. - Deflniclones particulares: Preliminares 2. - Método y fUentes de la Teologla espiritual 3 - Otraa fuentes de la Teología espirilual

.... . .

.

. . . . . . . . . .. . . . . . . ..

.

4. -Cómo estudiar la Teología espiritual .............. .......... .

1-17 18-23 24-30 31-35

II. - PRIMERA PARTE Perfección J sus causas 40-49.

Lec.

50-69. 70 -86. 87-96. 97-107. 108-116.

..

Los cuatro asertos ............... .

perfección

............................

8. -Perfección y UNION con Dios: con Cristo ............. 9. - Perfección e imitación de Dios: de Cristo ............... . 10. - Perfección y Cruz : Conformidad con la voluntad .. . . . . ..... . . . . ..... . . . . ........... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

74-79 80-85

16. - Dones del Espiritu santo .... . .. . . .. . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . 17. - Intervención diabólica . . , ........ . . ... . .. . . .. . . . . . . . . . . . . . .•. . . . . . . 18. - Fenómenos preternaturales extraordinarios ................

" " " •

" " " '' "

61-67 68-73

1 1. -Del DESEO de la perfección . .. . . .... . . •. . . . . . . .. . .. . . . . .. . .. 12. - EL SUJETO de la perfección: NATURALEZA y Gracia .......................................... 13. - " CARACTER y caractereologia ............. Anomalías : Escrúpulos . . . . . . . . . . . . ...•.. . .. . .. 14. - "' 15. - Inspiraciones del Espirito Santo ...............................

150-156.

(1)

411-52 53-60

Consejos y

de D1os

126-139. 140-149.

171-182. 183-193. 194-209. 210-222. 223-230.

39.44

6. -caridad y perfacción:

7. - Virtudes:

1 17 - 1 25 .

157-170.

5. -Naturaleza de la perfección ............................... . . ....

19. -Discrec16n de espíritus: 20." " "

Preliminares

.......................

Dos modos .........................

21. -El ambiente sobrenatural: Ayudas ......................... 22. - El auxilio de Maria Santísima: Los Santos . . . . . . .. . . . . . 23. - El lliUNDO como obstáculo ................................ . . .. .

24. -Cooperación nuestra: Actividad y pasividad . . . .. . . .•.. . . 25. -Dirección espiritual : Principios g enerales .. ... . ... .. . . . .. 11 Modo y dotes ..... .................... 26. 27, Pe ligros. Las carta.s ................ 28. - Amistad espiritual . . . . . . . . . . . .. .... .. . . . . . . .... . . . . . . . . . . . ... . . . . . .

Lo!I números de

la

h:qulerda indit'nn lu concordancia con el P. Guibert.

86-91 92-97 98-103 104-109 110-115 116-121 122-127 128-133 134-139 140-145 146-152 153-159 160-166 167-173 174-180 181-186 187-193


iNDICB

III.- SEGUNDA PARTE Medios de Perfección

!•ágs. 231-237. 238-251.

Lec. 29. - Algunos medios de perfección: Sacramentos: Ejel'cicios.

197 -203

30. - Oración, La mental. Naturaleza. Modos ...................... 31. -Oración discursiva, afectiva, contemplativa : LA AD-

204-20 9

QUmIDA ........................................................ .. 32. -Necesidad de la oració n MENTAL ............................

210-218 219-224 225-230

"

252-262. 263-271. 272-281. 282-301.

33. - Silencio; aridez ...................................................... 3�. -Devoción. Compunci ón . Rutina ..............................

35. - Métodos para la oración .... .... .. . . . . .. ... . . . . . . . . . . . ...... .... 36. -Oración mental sin lnteITupcl6n ........................... .

302-313.

231-237 238-243 244-250

IV. -TERCERA PARTE Grados de la vida espiritual 314-339. 340-353. 354-367. 368-380. 381-390.

El GRADO DE PRINCIPIANTES ........................... . 'º PROPICIENTES .............................. 38. - "

Lec. 37. -

" PERFECTOS ................................. 39. - " 40. - Vida activa '! Vida contemplativa ............................ 41.-Contemplación INPUSA: Generalidades .. ...... . ..... .....

260-266 267-272 273-278 279-284

42. - Diferencia

391-396. 397-405. 4 11-422. 423-436. 437-442. 4�3-457.

entre infusa y otras clases de oración: 406-410 . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . .. . . . . .. . . .. . ....... . . ....... .... . . ... . 43.-1.o especifico de le. infusa ....................................... . 44. -I.os grados de la infusa ..... ..... . .. . . . . . . . . ...... . . .. ...... . . . . ..

253-259

"

45.

-Infu sa y perfección: ¿Llamam¡ento a la infusa? ...... .

48.-Infu.sa y fenómenos especiales ............................... 47.- Deseo de la contemplación. Lecturas misticas ............ .

285-290 291-296 297-302 303-310 311-314 315-320

V. - CUARTA PARTE Diversos estados del hombre Lec. 48. - Realidad de

los Selectos ........................................ 49. - Los Selectos y su vida espiritual ........................... . 50. - Perfección en la vida sacerdotal ............................... !il. -Medios can ónicos de perfección sacerdotal ................

323-328 329-333 334-339 340-345 346-351 352-358 359-365 366-372

56. - Doctrina de P1o XII sobre las estados religiosos ......... . 57. - Pio XII : Rectos principios en el estado religioso .......

373-379 380-386 387-392

52. - Los estados juridicos de perfección .. .. . ..... .. ..... ... . .. . . 53. - El in greso a los Estados jurídicos de perfección .. 54.-0bllgaclanes canónicas del estado religioso ....... ...... 55. - Defensas canónicas del estado religioso ... .. ................

58.-Perfección e Institutos seculares de perfección ......... 69. �Perfección y estado ccllbatario laico ...................... .. 60. -Perfección y estado matrimonial . .. .. . . . . . . . . . . . . . .... . . .... .. .

393-398 399-404

BIBLIOGRAFIA .............................................. ...... .

405-415

INDICE

419-430

DE

MATERIAS ..................................... . .


SC:\IAlUO

DE

LAS 60

LECCIONES

[. - INTRODUCCION: Lec. i.:i.: y Lec. 2.ª. 3.ª, 4.•. Definiciones : Fuentes: Métodos. U.-NATURALEZA

DE

LA PEP.FECCION:

CAUSAS

QUE LA

PRODUCEN

O

I�1PIDEN : Lec. 5.• - Lec. 28.

t:

"' se mide por la caridad habitu al y actual" afectiva

LA PERFECCION: y efectiva para con Dios y con los hombres.

Perfección y virtudes : Consejos. .. y unión con Dios, con Cristo-Hombre.

e Imitación de Dios. de Cristo, de los Santos.

y Cruz: Conformidad con la voluntad de Dios. Des!O de perf ección. 2."

LAS CAUSAS:

a)

NATURALES:

Lec.

1! - 14: Temperamento físico y carácter.

Causas que en ellos influyen (herencia, costumbres, enfermedades, medicamentos psicológicos).

b)

Enfermedad de escrúpulos.

SOBRl.NATURAL!S: Preternaturales. Lec. 15'- 28. Dios, ángeles buenos y me.los. Inspiraciones y Dones del Espíritu Santo. Tentaciones. Discernimiento de espiritus.

C)

Visiones y revelaclones. y obsesión. COOPE RACIÓN del hombre con Dios: Lec. 21·28. Activ idad y pasivido.d. Métodos espirituales. Posesión

Dirección espiritual.

Ill. - REMEDIOS y EJERCICIOS DE TENDENCIA A LA PERl"ECCION: Lec. 29. l."

lfEDIOS SACRAMENTALES: Sacramentos en general . Gracia ex opere operato La Confesión. La Eucaristía. El Santo Sacrificio de la

2.•

M.lsa.

MEDIOS que mantienen. exc itan a)

b) 3."

y ex opere operantis.

y dirigen la tendencia: Lec. 29.

Lecturas espirituales: Exhort.aciones. EJercicios espirituales.

MEDIOS que reform an y perfeccionan la manera de obrar: Lec. 29. Reforma m etódica de defectos. Adquisición de

a)

Examen de conciencia :

b)

?t.1ortificaclón de los sentidos <Tanquerey, 2: Parte , c. III>.

virtudes.

e)

Perfección de las obras ordinarias mero 581 ... ).

<Ro�·o, pág. 808:

Tanquerey, nú4


10

SUMARIO D E LAS LECCIONES

4."

M EDJOS que unen con Dios: Lec. 29 - 36.

al bJ e) dl

Oración en general :

necesidad, dificulta des:

a u xilios .

\o"OCal, litilrgica, privada. men tal :

meditación, oración afectiva, contemplación. La ad­

quirida.

Oraciones jaculat o rias y aspiraciones. Presencia de Dios. Conformidad y abandono en la voluntad de Dios. Pureza de intención.

IV. - GRADOS

POR LOS CUALES ACO.STUMBRA DIO.S Lec. 31-47.

FECCION:

l.º

LLEVAR A LA PER­

GRADOS en general: Su existencia : Cuáles son.

Relaciones con las t re s

\•ias:

con la vida activa y contemplativa.

2.'

LOS PRINCIPIANTES: Quiénes. Deseo de perfección.

Primera f ormación . Purificación del alma : activa y pasiva. Reparación. Virtudes pl"Opias. Temor de Dios. Compunción. Ejercicios y dificul tad. es : Materia d e la meditación. a:·

LOS PROFICIENTES: Quiénes. Conformación del int erior con Cristo. y guarda del corazón.

Recogimiento

La virtud de la •·religión... Abne ga ción y hu m ildad: Pobreza de espirttu. Paciencia..

Las l'lrtudes teologales.

Dificultades de este grado: 4.'

La Mediania.

LOS PERFECTOS: Perfección

y herois mo. Amor de los perfectos.

Unión consumad.a con Dios. Unión activa. Unión 5.'

pasiva

VIA CONTEMPLATIVA: Naturaleza de la contemplac ión infusa. Necesidad. Hechos extraordinarios.

Direcc16n de l as almas

en esta vfa.

V. - DIVERSOS ESTADOS DEL HOMBRE Y LA PERFECCION:

a)

b)

El hecho de los selectos en La perfección : 1. 2.

3. 4. 5.

la vid.a espiritual.

e n la vida .sacerdotal, vida religiosa,

en la

en los Institutos seculares. en la vida cellbataria seglar, en la vida matrimonial.

Lec. 48 - 60.


l:\lRODUCCION



LECCION

DEFINICIONES:

1 .•

PRELllUINARES

(GUIBERT: 1-12.)

SUMARIO: 4.

6.

l.

A sc ética y l'1istica. - 2.

Vida sobrenatural. - 3.

Vida espiritual.

\'ida interior. - 5. Relac iones de la Ascética-Mística con las afines. El campo de la Ascética: el de la l\.listtca. - 7. Juic io de las opinio­

nes. - 8.

Tcolocía espiritual. - 9.

Divl:sión y dis tri buc ión de la materia.

LECTURA complementaña: «Ascetismo cristiano•. A. Valensin: de la vi da lnterlori.. Vol. 11, 65 ( 1).

e En

las

fuentes

1. -Ascética y Mística 1. 0

H oy :

La parte de la Teologia en la cual se tratan las cuestio­

nes relacionadas con la

2. • A)

eperf eec1 ón •

cristiana.

Históricamente:

M!STICA:

1.

2.

3.

En los Griegos, dos secretos religiosos• ele Eleusls, etc. cConoclmlento m:is profundo y m:!.s

En los Cristianos primitivos:

perfecto de las verdades divinas• : al cual no tocios Pocllan llegar.

Desde el Pseudo-Dlonlslo (Siglo v): •Conocimiento ele Dios•

a)

Intimo,

sagrado, I ntui tivo

y

experimental, nacido

de

la

unión con Dios.

b)

superior al obtenido por el mero raciocinio del entendi­ miento.

B)

ASCÉTICA: 1.

En los Griegos cun afanoso adaptarse•; ejercicios;

en

especial del

arte

un

atlético, ele

a.prendimiento la Fllosofla,

de

por la

virtud.

2.

En los Cristianos primitivos, San Pablo una sola vez usa la pala­ bra; muchas veces acude a comparaciones atléticas para aclarar el ejercicio ele la v ida cristiana .

3.

Desde los

primeros siglos el

Asce ta

representa al cristiano

cdl&tinguido• por su dificil lucha contra la carne en la profesión

pública ele la castidad perfecta. ( 1) ALU RTO VALENSIN. s. I.. lnictacidn a los Ejercicios = Ini. 1 Vol. - En las fuente• de la vida interior. 2 Vol. "Sal Terrae". La Lectura complementarla seré. siempre de este autor: lni stgnifl.ca el volumen lnlclación. - I y II slgnlflca el 1.0 o el 2.0 volumen de En las fuentes ...


14

LECCIÓN 1.•

4. 5.

En la vida monástica, los ejercicios peculiares de ella.

En el s. xv11 aparece la cTeología Ascética> por analogía con la

Teologia MisTICA ; y se vienen ambas repartiendo el campo de la •Perfección• con desigual amplitud de comprensión.

2. - Vida sob renatural

La constituyen los actos con los cuales tiende a la «Visión de Dios> el hombre

a)

e1 e vado

al fin sobrenatural de esa vlslón, y

bl

a yu d a d o

por la

gr a cia

y otros auxilios.

3. - Vida espi ritual En cuanto slgnlllca una vida

a)

es la actividad vital del hombre en cuanto es

No cmatertab:

«esplrltu•. Actos del entendimiento y de la voluntad.

b)

No cterrena• :

el

No «remisa•:

es la actividad vital del hombre en pro de los

bienes sobrenaturales del alma, con miras a la vida eterna. es la actividad esta sobrenatural, no solamente

en el grado suficiente para alcanzar los bienes sobrenaturales,

sino en un grado de mayor amplitud e Intensidad. 4. - Vida i nterior

A) B)

En general: Sinónimo de «Vida espiritual>. En concreto:

l.

Los p rin ci pios y los actos Interiores al hombre; los actos ex­ ternos cvalorlzados> por los interiores.

2.

Conjunto de amor y de pr ác tica de la oración, con recuerdo

y afecto habitual de lo sobren atu ral.

s. - Relaciones de la Ascétlca·Mistlca a aus afines Al

CON LA DoGMÁTICA:

Hasta fines de la Edad Media no existían

campos separados; pero

l.

2.

San Antonino empieza a dif e r en ciar cconcluslones prácticas>.

Desde el s. xv11 la «Ascétlca-Mistlca. es ya una rama aparte

de la Teologia en su modalidad práctica de dirigir a las almas. BJ

CoN

LA MORAL:

No

hay unanimidad en dar una distinción a

estos campos.

l.

Algunos dicen:

La MORAL trate solamente de los

y de las virtudes• en cuanto obligatorios.

.preceptos


DEFINICIONES PARTICULARES; PRELIMINARES

2.

15

A la AscÉTICA-MfSTICA pasen «los Consejos, la P erfecc ión de la vida y costumbres>. Otros dicen: La MORAL trate in te gramente «la doctrina re­ velada de las costumbres>: clo bueno y lo mejor>, preceptos y consejos, con las exigencias Indispensables para hacer resaltar su conformidad con la cRegula Morum>. La Asci:TICA-MfSTICA Investigue ccómo, porqué vlas, grados , medios, auxilios•. .. llegará el hombre a la perfe cción de la vida cristiana, con la cual plenisimamente practique los consejos, los preceptos , que le enseñó la MORAL. E. d considere los Actos Humanos segün su aptitud para ob­ tener una cmayor perfección•: la plenitud de la vida sobre­ natural.

C)

CON LA PASTORAL:

l)

Conv iene cAscétlca-Mistlca• con la Pastoral en cuanto ambas en­ sefian cómo dirigir las almas según los principios revelados; a convertir los pecadores; a espolear los fervorosos. Difieren porque .ese afán de perfección• es para la Ascétlca­ Mlstlca su objeto esencial, Integral, único, primario; pero cpara la p r o p 1 a perfección».

2)

&.

-

El campo de la Ascética: el de la Mística

El

e c a m p o• de la Ascética, como contradlstlnto del •campo> de la

n u n c a ha sido distribuido a gusto de todos. Hay opiniones: y conforme a ellas se ponen « m o j o n e s

Mistlca,

dis­

tintos. l.•

LA ORACION como MOJON. Es de Tanquerey (2).

2.a

A la Ascética pertenece «toda la teor i a y pr á ctic a de la vida espiritual, hasta el borde de la e c o n t e m p 1 a c 1 ó n IN­ FUSA>. A la Mística pertenece desde la Oració n de QUIETUD hasta la de la UNION consumada en el matrimonio es pirit ual. LOS DONES como MOJON. Es la de Meynard-Poulaln (3) (4). A la Ascética pertenece cuanto se hace con los medios ORDI­ NARIOS de la gracia en la vla purgativa, Iluminativa, unitiva. A la Mlstlca pertenece cuanto se hace con los dones EXTRAOR­ DINARIOS, que constituye n y acompañan a la •Contempla­

ción Infusa..

(2) (3) (4)

A. TANQUEREY, Compendio de Tealagia. ascitica y mística. 1 volumen. Descl�. A. MEYHUD, O. P., Tratté de la vie intérieur AscetiQue et Mystiau.e. 2 vol. 1899, p. VIII. En castellano. Barcelona, Herederos de J. Gill. PotJUIN, S. I., De& grdces d'Orairon, c. 1, n. 16.


LECCIÓN l.ª

16

3.'

LAS VIAS como MOJON. Es la de Masson (5). A la Aseé tica pertenecen las vias purga ti va e Iluminativa so­ lamente.

A la Mística pertenece la «Vla unitiva•.

4.•

EL MODO como MOJON. Es la de Oarrlgou-Lagrange (6).

A la Ascética, los ejercicios en que el alma obra con la gracia y los dones ca l o hu m a n o>. A la Mística, lo que pasa en el alma cuando la gracia y dones obran

5.•

1o

«a

d1 v1 no

:

«modo sobrehumano>.

Esta opinión no adrrúte separación de cam­

SIN LIMITACIONES:

pos. Con el nombre de Ascética y Mlstlca trata todas las cuestio­

nes, que otros distribuyen entre Ascética y Mlstica, sin deslindes.

7. -Juicio de estas opiniones No puede dudarse que hay base para la distribución de los campos y su distinción.

a)

Distinción

1ata :

perfección, unas

Se basa en que el alma, en el logro de la

veces

obra

«activamente>, otras obra «pasiva­

mente». Distinción «estricta•:

b)

Se basa en que experimentalmente se ma­

nifiesta más unas veces el «conato personal> que la cacclón de la gracia• o cdonea>, y viceversa. Distinción rigurosa:

c)

Se basa en la •oración>. Cada alma llega a

la perfección por una manera o por otra de oración.

l.

2.

Oración sin el empleo de los dones:

pertenece a la Ascética.

Oración con el empleo de los dones:

pertenece a la Mística.

s. - La Teología espiritual

Su por

a)

qué:

Se emplea esta frase <Teología espiritual• precisa­

para prescindir de esas divergencias Irreductibles, y asl tratar

mente

todas las cuestiones de la Ascética-Mística prescindiendo cdel camp0> en que

puedan estar clasfflcadas.

Modernamente se emplea el método de

aunarlas a todas en la dlsclpllna llamada <TEOLOOIA ESPIRITUAL>.

b)

Su

definición:

Es

la

ciencia

que

de

los

principios

revelados

deduce en qué consiste la perfección de la vida cristiana, y cómo el hom­

bre viandante puede tender a ella y conseguirla aqul en la tierra. l.

Se dirá ASCETICA en cuanto propone los ejercicios con los cuales el hombre con la gracia cactlvamente• por sus esfuerzos va ten­ diendo a la perfección.

(5)

(6)

Y. MASSON, o. P., Vie chrétf.enne et vie spirituelle. Parfs. 1924, p. 4. GARflIGOt1-L1t.GRANGE, o. P., Per/ection et Contemplation &elcm st. Thomas et de. la. Croix, 2 vol. Juvisy1 1932; l, p. 27.

S. Jean


DEFINICIONES PARTICULARES: PRELillINARES 2.

17

Se dlrá MISTICA : aJ

en su sentido más lato, en cuanto expone con qué gracias y dones, por qué vías Dios atrae al hombre a su unión;

b)

en su sentido mds estricto en cuanto trata de las gracias más eminentes, propias de la Contem plación INFUSA.

9.

-

División y distribución de las materias

Para estas Lecciones esquemtitlcas se adopta esta distribución: I.

INTRODUCCION: Preliminares:

Métodos y Fuentes.

II.

La •esencia de la perfección y las causas qu e la promueven o

III.

De los medios por los cuales el hombre tiende a la perfección.

IV.

De los «grados• por los cuales Di os suele conducir a l os hom­

V.

De varios estados de vida en los cuales el hombre puede ten­

o Impiden>.

bres a la perfección. der a la perfección y ejercitarla.


LECCION

METODO

Y

2.•

FUENTES DE LA TEOLOGIA ESPIRITUAL (GUIBERT: 13-23.)

St"M.\IUO:

A.

El. '.\IETODO. t. Quif.nes imponl'n el método. - 2. '.\Iétodo teo· 3. Los «h..cho�». - 4. La ciencia. -:i; , La nduccl6n. - 6. El LAS J-TE:\'TES. 7. Uos clases de fu1rntes. 1. LAS fTENTES 'J'E(>Lf)(ilC:\S. - 8, Sagrada Escritura. - 9. Documentos ecleslástico&. 10. Escritos de Santos Padres.-11. Fuentes más apropiadas; a) Escrl· tcis dt" Santos. -- b) fi("ptificaci6n �· Canonización. - - e) Vidas de �antos.

lógico. arte. - B.

A) 1. -

EL :'YfETODO

Quiénes imponen el método

La TEOLOGIA ESPIRITUAL es

1.0 2.0 3. 0

parte de la Teologla general;

una ciencia, que estudia «ciertos hechos• que fueron observables

y aún lo pueden ser;

un arte de tender a la perfección.

Esto supone un Método que sea estrictamente •teológico, positivo, de­

ductivo, Inductivo y apoyado en la observación y en la experiencia>.

2. - Método teológico

a)

Por la revelación conocemos la existencia, la naturaleza, las cau­ sas de la •Vida espiritual>.

b>

Es precisamente la

«perfección

de esa Vida lo

que

pretende­

mos. Luego

l.

Es la Teología quien debe damos del «dogma. las verdades y las conclusiones, que sean los PRINCIPIOS de la Teolo­ gla espiritual.

2.

Puestos esos principios, la Teologla espiritual elabora las conclusiones que

tocan a su

cobJeto•:

la perfección es­

piritual.

3.

Las conclusiones deben

estar avaladas por el Magisterio

de la Iglesia. De ah! que hay Que recurrir continuamente al estudio de los Documentos de la Tradición católica.


MÉTODO

3.

Y FUENTES DE LA TEOLOGÍA ESPIRITUAL

19

Los h echos

-

Vienen dados por la •experiencia• propia o ajena: pero deben ser Interpretados sobre el sólido fundamento de la doctrina teo lógi ca.

l.

La experiencia nos dirá cómo en realidad tal o tal alma llega a la p e rf e c ción : o a lo menos, a ser f ervorosa : qué medios prácticos usó: por qué gracias la condujo el Señor.

2.

Eso nos hace caer en la cuenta de la eficacia de tal método o de tales medios.

4.

-

La ciencia

Con sola la .experiencia» y un poco de «sentido común• podrian for­ marse Directores, que a lo sumo serian como curanderos sin la carrera de Medicina: tienen cierta utllldad: hasta podrán hacer algunas cura­ ciones; pero caerán fatalmente en cerrares>.

a)

Habrá «Casos nuevos•: y ellos se empeñarán en encasillarlos en sus conocimientos !amillares, violentándolos.

Los

b)

e)

prejuicios de su educación, de sus lecturas mal entendidas,

d� las circunstancias de su propia Vida espiritual los esclavtzan. Las maneras de hablar por analogla de los mlstlcos serán para ellos verdades «inconcusas>.

Asi se enredarán en curiosidades vanas, en devociones, en actos extra­ vagantes, que la Iglesia se verá obligada a condenar. Es que la «experiencia» no basta.

s.

-

La deducción.

Es cnecesarla•, pero tampoco es suficiente.

l.

Es di fi cil deducir algunas conclusiones de los prin cipio s :

re­

quieren largos y complicados raciocinios y, sobre todo, cuando el Magisterio Eclesiástico aün no ha Intervenido con una fór­ mu la precisa.

2.

Eso pasa, v. gr., en lo que se establece sobre los Dones del Es­ plrltu Santo. Hay muchas opiniones particulares: pocas verda­ des Indiscutibles. Las deducciones que de ahl se saquen, no pueden naturalmente ser apodícticas.

3.

Para aplicar las conclusiones teológicas a los casos particulares

no habrá más remedio que acudir a la experiencia; ver circuns­ tancias, extgenclas, movtmlentos de la gracia: los elementos que

tan desigual lugar ocupan en la vida espiritual: amor, temor. mortificación, gozo, etc.


LECCIÓN 2."

20 &. - A rte

No puede ser mera teorfa la Teologia espiritual. 1)

Es un arte: y, como todo arte, tiene como fin esencial ensefiar cómo cada uno puede lograr éxito en aquello, para lo cual propone los prlnc!pios.

2)

Arte ejecutiva: tanto más necesaria, cuanto que en la vida es­ piritual, la verdadera dificultad no estli en saber, sino en obrar. Como arte ensefla cómo hay que ayudar la acción d e la gracia en las almas.

B) 7.

-

LAS FUENTES

Dos clases de fuentes

a)

b)

Las teológicas y las experimentales.

En los autores se da a veces un doble papel; v. gr.: San Fran­ cisco de Sales en la Vida devota.

1.0

Es un documento de la tradición católica; como Obispo­ Doctor nos trasmite las verdades reveladas para la vida espiritual y las explica: es Fuente Teológica.

2. 0

Expone conclusiones, que su larga experiencia, como hom­ bre

espiritual

y

director, le fue ensefiando:

es Fuente

experimental.

!. a.

-

FUENTES TEOLÓGICAS

Sagracla Escritura

ENTRE LAS FUENTES Teológicas «Generales>, ocupa el primer lugar la Sagrada Escritura. Son libros inspirados por Dios y nos proponen 1.0

Doctrina especulativa sobre Dios y el hombre:

es el funda­

mento. al

El Viejo Testamento presenta a Dios creador: su poder, Justicia, misericordia.

b)

El Nuevo Testamento presenta a la Trinidad, Encarna­ ción y Redención, nuestra Incorporación a Cristo; vida sobrenatural, y el cielo con la visión beatifica.

2.0

Preceptos y consejos.

a)

El V. Testamento: principalmente Proverbios, Eclesiásti­ co, Tablas.


21

MÉTODO Y FUE!'<lTES DE LA TEOLOGÍA ESPIRITUAL o)

El N. Testament o: la caridad como plenitud de los pre­ ceptos. Los consejos en el Sermón del Monte y Parábo­

las: Sermón de la Cena, Cartas de San Pablo, etc. 3.0

Eiemploa de

ob rar y orar.

El V. Testame nto : Patriarcas, Moisés, Profetas, Toblas,

a)

Judit, M ac abe os, y como oración: Salmos, c:1nticos, Pro­ fetas.

b)

El N. Testamento: ejemplos de Cristo, B. M. V., Após­ toles. Modo de orar: Pater, doxologia de San Pa­ blo, etc.

Hay que fijarse en el progreso que va de la Ley de Moisés a la Ley Evangélica.

Algunos Jugares del V. T es tam e nto , aunque buenos, desdicen de lo

que se exige ya en el Nu ev o ; v. gr.: rigor de la justicia contra los peca­ dores, odio contra los enemigos. 9. - Documentos eclesiásticos

a) b)

Doctrinales:

No hay muchos

p oal t !v os

sobre

la espiritualidad.

Hay muchos negativos: c ond en acio nes d e err or es .

Prácttcoa:

1.0

El

Determinan l os Estados de Perfección. De rech o

Canónico

puntualiza

la

oración,

ex:'.lmenes,

Ejercicios Espirituales, cuenta de conciencia, vida común, etcétera.

2.•

Ex h ort aci ones al clero la de Plo

X en 1908

(1), l a de

Pio XI < 2) en su Jubileo Sacerdotal; la de Pio XII en 1950 (3), «Mentl N ostr ae• , demuestran la mente de la Igle­

si a sobre la aptitud de los medios para alcanzar la per­ fección.

3.0

En la aprobación de Congregaciones Religiosas la Iglesia declara que tal medio, propuesto en la Regla es apt o para

4. 0

obtener la perfección. En la Canonización de l os Santos aunque lo Infalible es

proclamar que tal hombre es santo 11 merece cult o, además con su

magisterio

ordinario

la

Iglesia

nos

dice

que

es

ejemplar de virtudes eximias.

aJ

bl

Se alaba el conjunto general de la vida, pero no

cada uno de sus actos , ni su lmitabllldad.

No se sigue que este Santo haya tenido más per­ fección que otro no canonizado, ni que esta Orden

0)

Pio X, Haerent animo ...

<2l

Pfo XI, Ad Catholici Sacerdotii (Jubileo>.

(3)

Pfo XII, Afenti ncstrae,

septiembr� 1950.


LECCIÓN 2."

22

religiosa y su forma de vida sea más perfecta que otras, solo porque en ella ha habido ml1& cano­

e)

nizados. Sólo se sigue que tal Orden-Congregación, es positi ­ vamente apta para la santidad; no que compara­ tivamente es mejor que otras Congregaciones en donde ha habido menos canonizaciones.

10. - Escritos de Padres (teólogos)

a)

bl

Unos escritos proponen doctrina general para todos. Otros escritos se dirigen a personas o sociedades determinadas. En el segundo caso, se tienen como aplicaciones de reglas individua­ les para bien obrar. Eso pasa en las Cartas.

Existen buenos Enquirldios; v. gr.: Enchlrldlon As cetlcu m, de Rouet de Journel, Du T!lleul y el de G. de Ghell!nck: Lectures spirituelles d a ns

les ecrlts des Péres, Paris, 1935. 1 1. - Fuentes mas apropiadas

1)

Escritos de Santos. Son de doble importancia. al

b)

Nos dicen lo que ensefta la Iglesla <Doc. Teológica). Nos muestran los frutos de santidad (Doct. experimental). Pueden tener una tercera importancia: el autor tal vez pertenezca al cuerpo docente, como Doctor declarado, tal vez haya ( 4) recibido especial aprobación para sus escritos como en Santa Teresa, San Juan de la Cruz (5), San F. de Sales C 6), tal vez su doctrina haya sido de gran acepta­ ción en la Iglesia, como le pas6 a San Bernardo, al libro de la Imitación.

2)

La Canonl2acfón o Beatificación del autor, como supone una mi­

nuciosa investigación de los escritos, es una declaración que en ellos no hay nada que dalle a la santidad del autor, o impida que sea modelo. a)

Este juicio de la Iglesia no excluye que haya errores, aun en cosas espirituales, pero sin Imprudencia ni ligereza de ánimo; es apto para obtener la perfección.

b)

Singularmente de las Revelaciones recibidas: la Iglesia no confirma que hayan sido verdaderas, ni que estén relatadas

con fidelidad; únicamente esto: que ese Santo no fue im­

prudente en esas cosas. (4)

C5> (6)

SANTA TERESA, Obras. SAN SAN

JtrAN DE LA CRuz, Obras. FRANCISCO DE SALES, Obras.


MÉTODO Y

FUENTES

DE

LA

TEOLOGÍA

ESPIJUTUAL

23

Eso se dice explicltamente de Santa Gemma Galgani ( 7): «El presente decreto no lleva consigo

ningftn tutelo de la pretematuralldad de los

carismas de la Sierva de Dios• (29 nov. 1931). 12. - 3)

!.•

Las Vidas de los Santos. Sea de los canonizables o de Jos que gozan fama de santidad.

son t ambién de dobl e I mpo rt ancia :

al

Son documento de Ja tradi ción católica: nos dicen cuál fue la fe del héroe. sobre las cuestiones espirituales.

bl

2.'

Son documento •experimental•: nos dicen cómo fue Ja rea­

lización de Ja obtenció n de Ja perfección.

El valor doctrinal de las Vidas se mide:

a)

Según la fi delidad histórica al narrar Jos hechos y al ex­ poner la doctri na.

bl 3.0

Según la rectitud de las Ideas del mismo histori ad or sobre

la vida espiritual.

Pocas son las vidas de Santos bien hechas: con pureza histórica, con exactitud critica.

Las pro pias ideas del historiador son las que Influyen en la elección y en la manera. de proponer los hechos. De ahl que se entremezclen la mente del Santo y Ja mente del his­ toriador. y muchas veces sea vital la influencia de éste. Tienen gran valor las Vidas de los Santos escritas por Santos: l a de San Antón. por San Atanasia; la de San Francisco, por San Buenaven­

tura. etc.

La pericia eximia en critica

doctrina mis ma del Santo;

histórica no quita que se deforme la

v. gr., Sabatier (8), protestante, no acierta

en su vida de San Francisco.

(7) (8)

SANTA GEMMA OALGANl, Bula. de BeaU/icactón, AAS. nov. 1931. SABATIER PABLO, Vida de San Francfsco.


LECCION

OTRAS FUENTES DE

3.•

LA TEOLOGIA ESPIRITUAL

( GU!BERT:

24-33.)

llOCnlF.:\"TOS CON SEi.LO llE ESCUELA: l. Existencia de ••· espirituales. - 2. Unión dentro de la escuela. -3 . El influjo de las La dln·rsldad entre las esc uelas . - 5. Uso de las es cuelas t•n la propia. i;;antidad. - 6. Uso de las escuelas al dirigir a otros. - 7. Lo práctico t•n eGto de las escuelas.- U. LAS FUE�TES EXPF.RIMEXTALES. 8. Ex per i me n tos y observaciones psicológicas,-9, Lo q,ue apo rta la psico· patolo�ía. -10 . La psicologfa religiosa. -11. Psicología de Jos fenómenos cristiano�. - J.2. La tradición exp�rimental. - Las experienc ias p ers onal e !li,

SU�IARIO:

l.

cuelas

diferencia¡.,, - 4.

14.

Experiencias de Director.

l. -

DOCU:>.IENTOS CON SELLO DE ESCUELA

1. - La existencia de escuelas de espiritualidad a)

b) e)

Dentro del ámbito de la más pura tradición católica, han surgido Escuelas con matices o tendencias diversas. Se prueba con sólo la lectura de escritos espirituales emanados de eser! tores de todo tiempo.

Con las diferencias entre ellos mismos aparece el parentesco que cada uno tiene con otros escritores más antiguos, o con otros

varones espirituales.

2. - La unión dentro de la misma escuela

1)

Exteriormente se va formando la unión de varios escritores,

a> b) e)

2)

porque son rel!giosos que pertenecen a la misma familia rel!glosa; porque un mismo maestro es el que les ha enseflado ;

porque hay un vicio en la reglón, y allí se reacciona Igual.

De estas coincidencias van brotando un método propio, en que se aprecia más esta forma de vida que otra; se da más preponde­ rancia a este misterio que a otros, se prefieren estos motivos a

3)

otros. Los elementos esenciales permanecen Idénticos en todas las es­

cuelas católicas; pero la proporción de esos elementos, su engra­ naje cambian :

Ha nacido un cuerpo de doctrina y de vida, di­

verso en cada escuela.


OTRAS FUENTES DE LA TEOLOGÍA ESPIRITUAL

3.

25

El inftujo de estas diferencias

-

Hay que tener muy en cuenta las diferencias,

1l

21

para evitar que supongamos que se da oposición entre ellas; para evitar que pensemos que una escuela rechaza un elemen­ to, simplemente porque no lo explota tanto;

3)

para evitar que el legitimo amor que uno tiene a su escuela no se convierta en exclusivismo rígido, estrecho;

4)

para evitar caer en un eclecticismo peligroso, que tome arbitra­ riamente de cada escuela algunos elementos y los case violen­ tamente.

4.

-

La diversidad entre las escuelas

ll

No proviene de la diversidad de opiniones en la Teologla especu­ lativa.

a)

En las Ordenes Religiosas ya tenia su carácter propio su Escuela espiritual antes de formarse la Escuela Teológica especulativa. Asi los Franciscanos respecto de los Domi­ nicos.

b)

Dentro de la misma Escuela espiritual no hay siempre Iden­ tidad de pareceres en la Teologta especulativa.

2) 3)

Proviene de la variedad de vocaciones por donde Dios dirige las almas, con mayor hermosura para la Iglesia. Proviene de la variedad misma de los Fundadores en cada Es­ cuela.

El y sus discípulos inmediatos han experimentado cierta «fórmula de vida espiritual», eficaz para promover la santidad: han hecho de aquel prudente atemperamiento de elementos, que entran en la fórmula, la característica de su espiritualidad.

5. - Uso de las escuelas en la propia santidad 1)

2)

Es de

gran provecho seguir principalmente una escuela deter­

minada. Su elección viene dada:

a) bJ

e)

por la propia vocación o estado de vida; v. gr., los reli­ giosos; por la formación espiritual, que uno acepta; por una necesidad peculiar de un alma, que se satisface más en tal escuela.


26

LECCIÓN 3.�

3)

El cambio de escuela puede suceder asl : al correr del tiempo da un alma con cierta escuela que le resulta ml!.s apta para su propia santificación. L a mudanza se hace ml!.s fl!.cilmente cuando uno no estl!. ligado

4)

por ningún vinculo especial a la escuela suya. Es perjudi cial al alma el que por curiosidad o Inconstancia re­ corra varias formas de espiritualidad, sin pararse en ninguna.

5)

Eso no quita q u e se puedan leer con gran fruto de diversas escuelas :

libros provenientes

San Bernardo, Santa Teresa, San Vicente

de Paúl.

6)

Pero, aun en éstos, los principiantes deben tener cuidado. Se ex­

plica se l es restrinja la libertad de leer cualquiera clase de libros espirituales.

&. - Uso de las escuelas a l d i rigir otras a l m as

1)

El amblente-carl!.cter especial de l a propia escuela es Imposible que no se trasluzca en la dirección : de ahi la lndole especial de cada dirección espiri tu al.

2)

A las almas hay que dirigirlas segün l a propia vocación de ellas ; según la formación que ya hayan recibido ;

pues no hay razón

de cambiársela ; sobre todo, si la recibió a c ausa de su vocación especial, o de una especial inspiración d e la gracia.

3)

Es necesario que el Director tenga suficiente conoclmlento de las principales escuelas espirituales.

Luego se Impone que sea hombre de mucha lectura ; al menos cuando su dirección abarca a almas de diversa condición.

7. - Lo prác t i c o en esto d e las escuelas 1 .0

2.0

Aceptar el hecho de la diversidad. Es perjudicial y vano el co­

nato de querer que todos pi ense n de la núsma manera.

Aprobar todo lo que la Iglesia aprueba. Todas las escuelas apro­

badas por la Iglesia son, por lo mismo, caminos seguros para la santidad.

3.•

Reconocer que todas las escuelas tienen sus propios méritos y aún sus peli g ros, pero sin argüir de ahi que una escuela deter­

minada es superior a todas las demás. En eso no habrla prudencia ni humildad.


OTRAS FUENTES DE LA TEOLOGÍA ESPIRITUAL

11. a.

-

-

27

L\S FUEXTES EXPE R IM ENTALES

E x p e r i m e n tos y observaciones psi c o l ó g i c as

l.•

Dan a conocer con precisión

a)

Las leyes que rigen la producción de los actos del entendi­

miento y de la voluntad. Esos son los que constituyen esen­ cialmente la vida espiritual.

!J)

Qué subsidios o qué estorbos v a a tener la vida espiritual en la imaginación, e n la sensibilidad, e n las diversas for­ mas de la actividad orgánica.

2.0

Ponen e n mejor luz

a)

La naturaleza verdadera de ciertos fenómenos de la \•ida Interior.

!J)

3.0

4.0

El verdadero origen de ciertas dificultades que ocurren.

Orientan para elegir

a)

Los medios de Influir en las facultades del alma,

!J)

Los métodos de educación y curas psicológicas.

En general la Teologla espiritual es mucho lo que puede ayu­ darse de la Psicología experimental.

9.

-

Lo que a porta la psicopatologia

1 .0

Nos hace sospechar las causas patológicas de los estados, que nos ocurren en la dirección, y saber las posibilidades de l a curación por oportunos remedios medicinales psicológicos u orgánicos.

2.0

Nos pre cave de que se amos nosotros mismos quienes intentemos la curación de otros. Las enfermedades psicológicas tienen intima conexión con de­ fectos orgánicos. No pueden curarse Independientemente del diag­ nóstico y aun de la cura de esos defectos. A nosotros nos faltan muchos elementos de conocimiento. Por eso, hay que remitir siempre tales enfermos a un médico

3.0

prudente. Nos encarrila para que no atribuyamos a causas sobrenaturales (Dios-demonio)

fenómenos que

pueden

y

deben explicarse por

causas naturales. As! en falsas posesiones, en falsas visiones, locuciones Internas, etcé­ tera, etc .


28

LECCIÓN 3.•

10. - Psicologia religiosa 1 .0

Estudia los fenómenos re!lgiosos más generales, pero en cuanto

son comunes a varias re llgiones, v. gr., estados de consolación y desolación, devoción y aridez,

2.0 3 .0

oración

vocal y mental, ascética,

asociaciones de vida perfecta. Es 1lt11 para la Apologética y para otros estudios. No da mucho material directo para Ja Teologia espiritual. En toda Religión se dan estas tres cosas :

a)

El elemento doctrinal :

concepto del Absoluto y relaciones

del hombre con él.

b)

e)

Hechos psicológicos: consolación, desolación, e tc. La Interpretación de esos hechos por la doctrina, y sus

consecuencias. Ahora bien : En Ja religión católica, el elemento doctrinal es muy dis­ tinto del de

otras religiones

fuera del J udalsmo, y mucho más evo­

lucionado. Por eso, poco se podrá sacar de la psicología religiosa pagana que sea práctico para los católicos.

1 1 . - Ps i c o l ogía de los f e n ó m e nos cristianos

i .o Es 2.' 3.0

la que estudia el factor psicológico de los hechos religiosos

en la re!lglón católica.

Es la fuente principal de donde Ja Teología espiritual toma la

parte experimental de su doctrina. Sólo

conjeturas pueden formularse sobre el valor sobrenatural

de los actos rellglosos de las personas que están fuera de la Iglesia.

4.0

En el Cristianismo, y más en el Catolicismo, tenemos una base flrmlslma para establecer conclusiones.

5.0

Dudas las habrá sobre algunos casos en Individuo, pero cuando se da un auténtico testimonio de la Iglesia, una gran colección de casos quedan en plena certeza.

1 2. - La trad i c i ó n e x peri m e n tal

1.0

2.0 3.0

Además de la Tradición Dogmática existe de hecho en la Iglesia una verdadera Tradición Experimental. Esa Tradición fue recogiéndose y trasmitiéndose desde el comien­ zo de la Iglesia por muchos siglos. Esos documentos no llevan el sello de lo auténtico ni el carisma de la Infalibilidad ;

pero con todo son una de las fuentes más

principales d e la Teologia espiritual.


29

OTRAS FUENTES DE LA TEOLOGÍA ESPIRITUAL 4.0

Los documentos nos refieren en forma no clentiflca, sino práctica,

las observaciones ; un paciente estudio deduce de ellos hechos

claros y exactos, un Integro y ordenado cue rpo de doctrina.

1 3. - Las e x p e r i e n c i as personales 1)

2)

Son l as que nosotros mismos sacamos de n u e stros f enómen os .

Esas experiencias no hay nada que pueda su plirlas y son la base para entender las experiencias ajenas.

3) 4)

Eso aparece evidente e n los juicios erróneos que hacen los Incré­

dulos al lntrepretar Jos testimonios de m lst lc os y asc é ticos.

El católico fácilmente penetra en Jos escritos de Jos Santos, aun­

que describan estados diferentes de los qu e él paSó. cuando él mismo lleva una vida Interior católica. Nos es familiar con Jos San tos el lenguaj e espiritual y conoce­ mos muchos de los caminos por donde van, y sobre todo Ja reglón de su descanso.

5)

Con todo, estas experiencias personales no nos bastarían <Lec. s.•,

n.• 4),

14.

-

1)

E x p e r i en cias d e D i rector

Al ej ercer su oficio, el Director va experimentando hechos nuevos. Eso acumula una experiencia preciosa. No es Inmediata,

gene­

ra lme n te , para muchos de Jos hechos que se conocen a través del

2)

testimonio de las almas dirigidas.

Eso no es el fin de la dirección ; pero sí un buen medio para di­

rigir mejor a las almas. Luego Jamás el Director tratará de aumen­

3)

tar su caudal de experiencia con daño de la s alm as. El daño se causa :

a)

Con pre g untas indiscretas sobre el estado de oración, sobre

las gracias recibidas, preguntas lnutlles para l as almas, na­

cidas de la curiosidad del Director y del deseo de conocer nuevos casos.

bl

Pi d iendo

c)

Con «encuesta&> como las que sugiere Poulaln (1), para com­

relaciones

escritas sin verdadera necesidad.

pletar el conocimiento de Jos fenómenos mlsticos, o sobre

la devoción en Ja oración mental, como son las hechas por A. Bolley ( nueve preguntas a 76 J óvenes de 10 a 21 años)

(1) <2>

POULAIN. Dei gróces d'OraisOn,

c. 30, n. 7 - 1 2 .

A. BOLLEY, Gebe tsrtimmung u n d Gebet, Düsseldorf 1930

(2).

y Zam 1929 ; p. 1-29.


LECCIĂ“N 3."

30

Las co nclusi ones que de esto se sacasen deben re tene rse con su ma

cautel a :

las respuestas pueden darse con gran Inconsciencia y de un

modo artificial.

Repetir

suj etos.

mucho esas cencuestas> es daĂąar la

Vida espiritual

de esos


L E C C I O N

COl\10

EST U D I A R

LA

4 . •

TEOLOGIA

ESPI R I T U A L

< OumERT : 34-39.) SC!'tlARIO : l. La est i m a de estos estudlos. - 2 . Las con trol-·ersias sobre estos "tudi os. - 3. Dl'ficien c\as d e medios para es t u d iar. - � - El c u i d a d o en estos estudios. - 5 . l n t i m ldad d e- eisto c o n nuestro i n t i m o senti r. - 6. Ae .. peclos t1 u e pre\·al ecen . - 1. N a tu r a l e z a y gracla . - 8. El ejemplo de la tra­ d i c i ó n . - 9, L a s c o n s u l t a s a l a t r a d i c i ó n . - 10. La necl'sidad del estudio. 1 1.

E n c u a d r a m i e n t o de la asignatura.

1. - L a estima d e estos estudios

1) 2)

No sólo los católicos, sino los heterodoxos y los incrédulos han puesto de moda el estudio de la Teologla espiritual.

La prueba está en tantos libros, comentarlos, periódicos y folletos de todas clases que se ocupan de estas materias sobre todo en

su aspecto cm isticO».

3)

La causa de tanta estima e s a)

En u n os , poco recomendable : curiosidad p o r l a s cosas ex­ traordinarias,

deseo de

sensaciones nu evas y exquisitas ;

puro snobismo.

b)

En otro, es laudable : reacción contra el materlal!smo, es­ cientismo ;

deseo

bueno

de

vida Interior, de

renovación

interna después de tantos desastres ; una Intima persua­ sión del valor lntrlnseco de la vida interior.

2. - Las controverSias sobre estos estudios

a) b)

Están que arden las disputas sobre estas m aterias entre los auto­ res católlcos. Una de sus causas, es la

contusión

reinante e n proponer los pro­

blemas, en el uso de las palabras más usadas, en Interpretar los

c)

testimonios. Esa confusión, ya no se da en la Teología Dogmá.tica y Moral,

porque el vocabz¡lario se ha Ido fijando al correr de los siglos, y el

orden y el modo de proponer las cuestiones es corriente

entre

tocios los teólogos.

3. - D efi c i e ncia d e m e d i os para estud i a r !)

H a y muchos escritos de e s t a materia pero más d e causar

ediffcación

estudio serlo.

bien se trata

o de persuadir, valen poco para ayudar el


LECCIÓN 4.ª

32

Ultlmamente ya hay libros aptos también para el estudio, algunos

2l

verdade ramente excelente s ; sin embargo, adn son pocos los Ins­ trumentos verd aderamente clentlftcos para un estudio técnico.

4.

-

E l c u i d ad o d e estos estudios

Esas deficiencias y la lndole misma de la Teologia espiritual, exigen

particular cuidado en estos estudios para salir al paso a graves difi­ cultades.

1.°

Como l a Teologia espiritual es Ciencia y es Arte, hay que tener cuidado en distinguir, lo que corresponde a cada aspecto de estos : conclusiones, argumentos, testimonios de la tradición.

2.0

Hay que tener en cuenta de lo que es comdn a todos y cada uno de los sujetos que viven santamente y lo que es propio de la Idiosincrasia, de las circunstancias, de los Impulsos de la gra­ cia, etc.

3.0

No hay que olvidar la Importancia que se d a en un arte al grado, a la medida, al lugar m ayor o menor que ha d e darse a tal ejer­ cicio, afecto, Idea.

4.0

Precisamente hallaremos que muchos de los errores habidos en estas materias se han debido al exceso o al defecto, más que a las afirmaciones o a las negaciones.

s.

-

I nt i m idad d e esto con n u estro i n t i m o senti r

a)

Es otra fuente d e cuidado el vinculo Intimo que Interviene entre estos estudios y lo que hay de más Intimo y más precioso en nos­ otros : nuestra vida espiritual.

b)

Hay estas grandes ventaj as :

gozo en el estudio, facilidad para

entregarse de lleno, que en muchos se vea ayudado este conoci­ miento con l a connaturalldad del objeto conocido.

e)

No faltan peligros :

1.0

mezclar afectos y efusiones del corazón con principios de Teologla : e. d., convertir en principios d e Teologla lo que

2. 0

son meros afectos o efusiones ; convertir en tesis general lo que Sólo viene bien a un caso particular solamente ;

3 .0

Imponer a otros como dnlca

segura y buena la vla por

donde vamos nosotros ;

4.0

ser tardos en comprender los estados Interiores, las necesi­ dades, las formas d e vivir distintas de las nuestras.


33

CÓMO ESTUDIAR LA TEOLOGÍA ESPIRITUAL

&. - A s p e ctos que p r e v a l e c e n a)

b)

En un Maestro de la Vid a espiritual p u e d e prevalecer ya el as­

p e c to espec u lativ o. ya el a fectlvo. ya el práctico. Esas variedades son buenas ;

vismo. 1 .0

L a Espiritualidad vaya

en

propon e r

tan sólo debe evitarse el exclusi­

puramente especulativa. que todo se le fundamentos dogmáticos

o

principios

generales, fomentarla la Ilusión de pensar que el ho m br e siempre obra con toda lógica según lo q u e sabe o cree.

De ahl el peligro de unir estupendos conceptos con In­ mensos defectos.

2.0

3.0

La Espiritualidad exclusivamente afectiva, carec e r á de so­

lidez y esta bil i dad : afectos es té r iles y no obras.

La Espiri tu a lid ad demasiado practicona s e vuelve e m pírica,

s e gasta la vida en minucias, sin magnanimidad, sin afa­ nes, sin vigor.

7. - Naturaleza y gracia Debe haber armonización de ambas fue rz as entre la activ i d a d humana

y la paslvi dad en la gracia.

a)

b)

e)

Unos espolearll.n, y J ustamente, la parte de la actlvldad.

ot ros exaltarll.n, por el contrario. la parte de l a gracia.

SI a la actlvldad se le dan muchos v u elos, ya habrá perturb ación tumultuosa en el alma : no se podrá olr a Dios, faltará verdadero progreso, no habrá verdadera unión.

d)

SI l a pasividad es excesiva, hay p eligro de pereza, d e Ilusiones.

e)

Cada uno guardando su propia Inclinación legitima a e sta o a

aquella forma d e vida espiritual, cuide de que no rebase los limi­

tes J u stos.

8. - E l e j e m !J I O d e la tra d i c i ó n 1)

2)

La doctrina e spiritu al se b a s a en la tradic ión .

La trad ición d e b e em plearse e n plenitud e Inte gri d ad .

a)

Será comp leta la doctrina, s i recoge todos los elementos

esparcidos en la trad i c i ón :

no abandonar lo que se dice


3·l

LECCIÓN 4.3

sobre e l gozo, para amontonar sólo lo que se dice sobre la compunción del corazón.

b)

Será Integra la doctrina espiritual si cada siglo tiene en ella su representación e Influjo.

Es cierto que ha sido desigual el esplendor de la vida espiritual en la Iglesia ; que por eso, es desigual la Importancia de los siglos para el estu­ dio de l a doctrina espiritual. Pero si hay testimonios claros de la tradición católica en un siglo de decadencia, su autoridad es de igual valor al de los otros, porque se apoyan en el mismo motivo : el auxilio del Esplritu Santo que asiste a la Infalibilidad de s u Iglesia. 9. - Las consultas a la trad l c l o n

Al preguntar a la tradición hay que atender 1.0

2. 0

Primeramente a su unidad, continuidad, unlversal!dad por enci­ ma de los tiempos y de la diversidad de escuelas. Solamente en segundo lugar, debe atenderse a esas variedades.

a)

b)

10.

-

a) b)

eJ

Se pensará que no se puede reducir la doctrina a unidad sin que rigldamente se supriman aquellas variedades que tanto enaltecen a la belleza de la Iglesia.

1.a n ecesidad del estud i o

Habla extensamente e l P. Heerinckx ( 1) ( lntroductlo I n Theolo­ giam Spiritualem, Roma, 1 931). Cabe pre guntar s1 además de los libros, de las pláticas que trans­ miten la doctrina espiritual, se debe proponer · esa doctrina en forma de asignatura, que deban cursar los que se han de ocupar en formar almas. La respuesta se ya aOrmativa.

1l

(1)

Si se da demasiada Importancia a l as variedades, se abulta­ rán como si fuesen oposiciones de doctrina, cuando no ha habido más que divergencias en la manera de hablar o de concebir las cosas.

P.

Los Ejercicios, las pláticas, los libros, se dirigen sobre todo para procurar la sant!Ocaclón personal de clérigos Y reli­ giosos ; secundariamente pueden sacar una Idea general de la ciencia espiritual.

HEERINCKX,

n . 11 448-466

o. F. M., lntrod.uctio in Theologtam Spfritualem, Roma, 1 9 3 1 ,


35

CÓMO ESTUDU.R L \ TEOLOGÜ. ESPIRITUAL 2)

Esa Idea general t i e n e que ser deficiente ; porque

a)

es mucho lo que se omite como poco li til para lo personal, aunque u t lllslmo para l a dirección ;

b)

la doctrina se propane siempre, el modo

peculiar

de

y

u n a esc uel a :

es J usto, según

el Director de

almas se queda sin saber otras variedades que le vendrian m u y bien saber ;

c)

el

modo

es exhortatorio m ás

que

cientifico :

falta

tecnicismo, tan apto para que las Ideas queden cla­ ras, exactas, ordenadas ;

d)

aunque

la

doctrina

se

completa,

no

es

hacer una slntesls con vigorosa demostración .

fácil

l. - E ncuadram i e n t o de la asignatura

a) b)

En general, el método cambiar!!. s e g u n l a s circunstancias. Pero, como l a Teolog!a espiritual supane y completa a la Teologia

Mor a l

Moral

y y

Do gm l!.tlc a , su explicación tiene que venir después d e la

de l o s tratados dogml!.tlcos que hablen de D i o s , Encarna­

ción , elevación, redención, J u stlllc aclón del hombre.

e)

Debe ser asignatura aparte ; porque los cursos de Moral y Pastoral , d e los cu ales puede ser complemento la Teologia espiritual, estl!.n sobrecargados d e materia y no sobrados de tiempo : peligro que l amentaba Benedicto XV ( 2 ) :

eso crea el

•Puede sucede r que los

J óvenes queden ayunos de los verdaderos principios d e la vida

espiritu al, siéndoles tan nec esario su sano y d if ícil discernimiento para su propia perfección y el éxito del ministerio a que les llama DIOS>.

d)

Actualmente estl!. e n vigor la Ordenación d e l a S . Congregación de Seminarios que manda se enseñe la Ascética en u n curso es­ pecial < A. A. S. 1 93 1 , 271 ).

(2)

BENEDICTO XV, Carta al P. O. Marchetti, 10 nov. 1 9 1 9 .



11 PR l :\I E R A

P EHFEC C I O �

PA RTE

Y S U S C A U SAS



LECC!ON S . \ T l ' R ALEZA D E L;\

5 . ª

PERFECCION" : PLANTEA!\HENTO

( 0UIBERT ; 40-49.l

�U'.\lAlUO : nos. -

l. 3.

La p e rfe c ci ón

en

La

A ri st ót el es. - 2.

p er r e c:-cl ó n en

s ¡ g n i 6 c a d o d e « pe r íe cci ó n » P n t re l os c ri s t i a n o s . -

p l a 1u t- a m i en to d e la cuestión de l a perfecci ón. - 5.

.f. ,

l o s cristia­

Por q u é el

Fin de Dios en la crea­

6. E i e \·aci ó n del h o m b r e . - ': . El p e ca do de Adán y .iUS consecuen­ - 8. La i nter ven c ión del Verbo. - 9. La o b tenci ó n de la \'isión in­ - 1 0. La G racia )' s u s a u m e n t os . - 1 1 . El tiempo de merecer. 12. F i n del hom brc. - 1 3. !\lo dos de obtener el fin . - 1 .f . RelaciOn mutua � l e es t.oot. modos. - U. La nat u ra leu de l a perfecci ó n . - 1 6. La p e r fecc i ón dt.>l hom hre en 1a tierra. - 1 7. Rect o sentido de la cu est ió n d e la perfec· c i ó n . - lM. O t ro a�pt><:to d e l a relath· i d a d de la p e rf ec ci ón . c!ón. -

ci as .

tu ith· a .

I.ECTC R �\

complementaria : o: P e r íec ci ó n cristian a», J-3 7 8 ¡ •El ci el o •. ll-.f23.

1 . - La perfo c c i ó n e n Ari stóteles Aristóteles definió así :

«Es

pe r fe c to

aquello al cual nada puede

a ñ adirsele, al que nada le falta en su género.>

Lo que es as!, ya no puede concebirsele con <progreso> en su orden. En lo «Perfecto• hay tres respectos :

1.0 2.''

3.•

en su ser ;

en s u modo d e obrar ;

en la obtención de su fin.

2. - La p erfe c c i ó n en l os cristia nos Desde los principios mismos, las palabras <J)erfecclón• - cperfecto>

circularon entre los cristianos :

a>

CRISTO: l.•

2.•

usó dos veces

• p e r f e c to > .

En S. Mat. 5, 4 8 :

•Sed perfectos . . .

como vuestro Padre

celestial es perfecto • .

En S. M a t . 19, 21 : le d!Jo al J oven rico : •SI

perfecto . . . • .

quieres ser

Ambas expresiones, como consta de otros textos, tienen

e l mismo significado que en Aristóteles. Ambas

expresiones

son

una

verdadera

invitación

de

Cristo a todos los cristianos a ser •Perfectos>. (Cfr. Lee. 56-1

y Lec. 58-1.l


LECCIÓN 5.ª

40 bl

SAN PABLO : la emplea con bastante frecuencia :

l.

En general : como «plenitud de la vida cristiana>. Flllp. 3 ,

2.

En concreto : como lo opuesto a los comienzos de la vida

1 5 ; Col. 3, 1 4. cristi ana, como es opuesto «Varón• a cnlllo > .

3.

En especial : a l o s Hebre os , en sentido de •consumación e n

la consagración y santificación• al estilo d e l Viejo Testa­ mento en la versión de los Setenta. (V. gr. , E x od . 27, U

Los PADRES APOSTÓLICOS la emplean corrientemente. San Oregorlo Niceno escribió el opúsculo D e la perfec­

ción cristiana. 3. - S i g n l ftcado d e «perfección» entre loa cristianos al

No se deri v a :

1)

D e l u s o q u e tenia e n l o s «Misterios> paganos, q u e e r a ini­ ciación e Instrucción de los secretos religiosos.

2l

Del uso que le daba l a Fllosofia Moral ; como cua ndo Aris­ tóteles habla d e «Virtud perfecta > .

bl

Se deriva del V. T. en la versión gri ega de los Setenta. En ella la

palabra

«Perfecto• sustituye a las palabras hebreas «thamin>, csalem>, c o n sentido de •Plenitud moral• en la observancia d e lo

mandado.

e)

Va dej ando la índole de «legalidad, exterioridad>, para adquirir ya en el E va ngelio su pleno valor «i nterior>. que hablan ya lnl­ cl.ado los Profetas.

4. - Por qué e l planteamiento de la c u e st i ó n d e la perfección H a c e n plantear l a cuestión de la «Perfección> estas �erdades reve-

l a d as :

! .ª

El fin último del hombre en su vida sobrenatural.

2.•

El hecho d e existir el em éri t o• de las acciones del hombre.

3.•

La posibilidad de

conseguir

el cfln último> en grados distintos,

según los méritos de cada u no .

5. - F i n de D i os en la creación El mu n do y cuanto en él e xi ste lo •creó Dios de l a nada> , por s u pro­ pio querer. para manifestar csu perfección• por medio de los bienes, que distribuye a l as criatur as. A esto se llama <Gloria de Dios•.


N ATDRALEZA DE LA PERFECCIÓN : PLANTEAKIENTO

&.

41

E l e vación d e l hombre

-

l.

El hombre, al mismo tiempo de ser criado por Dios de la nada, fue destinado por puro y gratuito beneficio de Dios a procurar glo­

ria a Dios, por medio de la cvisión Intuitiva de la Esencia divina> : con la cual el hombre se hace feliz eternamente.

2.

Para ser CAPAZ de esa visión, el hombre fue Investido de la cllll a ­ clón adoptiva de Dios•, y de cierta participación a la vida de Dios.

3.

Esa participación viene designada •por Gracia santificante o habi­ tual>, que e s una cualidad creada e Infusa permanentemente en el alma.

4

Esa gracia creada logra que Dios de un modo del todo especl alisl­

5.

A esa «presencia• se la llama «Inhabltaclón de las Tres Personas

mo esté presente al hombre. de la Trinidad en el alma• : y al menos por atribución, se la dice

Inhabitación del Esplrltu Santo. < Gracia Increada en el alma). 7.

-

El pecado de Adán y sus conseaue n cias.

a)

Los hombres actuales nacemos •privados• de la gracia santificante, porque Adán con su pecado-desobediencia la perdió para si :

y

por ser Cabeza del Género humano, la perdió para sus descen­ dientes.

bl

Esa priv�ción de l a gracia nos vuelve INCAPACES de llegar al lln, que Dios habla asignado al hombre en el orden presente de su Providencia. Somos as! «masa c!e damnación>.

s.

-

l.

La i n t e r v e n c i ó n del Verbo El VERBO DIVINO, que al nacer hecho hombre como lújo de Maria,

se llama «Jesucristo>, con su sacrificio ofrecido y consumado en la Cruz

al b)

reparó el pecado- desobediencia de Ad:!.n : m e reció para Jos hombres, descendientes d e Adll.n, el que Individu almente puedan obtener «perdón> del pecado ori­

e)

ginal y de los personales : y también personalmente les vaya siendo restituida la gracia santificante.

la capacidad y el derecho a la herencia de la visión in­ tuitiva d e Dios en el cielo.

2.

CADA HOMBRE va participando de esta Redención , •por el Bau­

tismo de agua•, y en la Imposibilidad de éste, al menos, de deseo.


LECCIÓN 5.ª

42

En el Bautismo de agua cada hombre toma parte en la muerte y en

la Resurrección de Cristo, se Injerta en Cristo , y se vuelve miembro del

C ue rpo de la Iglesia, cuya Cabeza es Crist o ; recibe de Cristo la vida de la gracia santificante, la dignidad y los derechos de cHUo adoptivo de Dios>. 9. - La o b t e n c i ó n d e l a v i s i ó n i n t u i t i v a

La visión In tuitiva de Dios se obtiene

a)

después de esta vida,

e)

de

bl

por los que mueren en estado de gracia,

una

manera

desigual,

pro p orcion ad a

a

la gracia

de

cada

hombre.

1D. - La gracia y sus a u m e ntos La gracia habitual puede crecer en el hombre a)

Ex ope1·e cperato:

La f re cuente recepción de los Sacramentos

aplica al hombre mayor participación de los méritos de Cristo.

b)

Ex opere operant!s:

e)

Los auxilios del hombre en estado de gracia son :

El m éri to d e las buenas obras,

hechas en

estado de gracia, por el hombre ayudado por los aux!Jios que le da Cristo, logra también mayor aplicación de los méritos de Cristo.

1.

2.

gracias actuales o transeúntes ; o tros dones permanentemente Infusos: teologales

y

morales, los

Dones

e. d., las virtudes

del Espirltu

Santo,

que

acompañan siempre a la gracia habitual.

1 1 . - E l t i e m p o d e merecer a)

El tiempo de merecer y crecer en gracia se termina tajantemente con la presente vida.

b)

La vida presente tiene por eso el cardcter de c a min o < vial , de

cperlodo de probación• por el cual y durante el cual pueda el hombre adulto, ayudado de l a gracia

l. 2.

tender por sus propios actos al fin último de la visión ; obtenerla siempre en mayor y mayor grado por esos mis­ mos a c tos.

1 2 . - El fin del hom bre. l.

El fin de «toda la existencia del hombre• es el que llegue a Dios cposeldo y amado•, con el mayor grado posible en la visión bea­ tifica.


NATURALEZA DE LA PERFECCIÓN : PLANTEAMIENTO 2.

El nn de la vida terrena del hombre es el que alabando y sir­

viendo a Dios, perservere en el estado de gracia, crezca en e lla y a si se

grado 13.

- M o d os 1.• 2."

43

capa cite

para obtener a la muerte la visión de Dios e n el

más alto.

de o b t e n e r el fi n

C o m o Individuo. cada hombre adulto debe personalmente obte­

ner la Visión, sin subordinar ese FIN a otra cosa alguna.

Como miembro del cuerpo l\{lstlco, cada hombre debe

a>

b)

tender a que TODOS los hombres logren ese mismo Fin ; ayud ar con sus obras a que sus hermanos lo obtengan en

el mayor grado : pero segun el recto orden de la

y e stado de vida en q ue se halle.

Cari d ad

1 4. - R e lación m u t u a d e estos dos modos a) b)

1 5.

No hay oposición. Jamás el mayor bien espiritual del prójimo

exige c! e un cristiano nlngli.n p e rj uicio ni para la salv a ción tú

para su mayor santlncaclón.

La Caridad suple el bien que se producirla por e l acto, que se

· deja por el prójimo.

- La

natural eza de la perfección

Sólo Dios es «absolutamente> perfecto.

Los hombres podrán ser perfectos, en cierto modo absolutamente 1.°

Cuando ya no !es falte nada

a)

bl

de lo que constituye e integra la propia naturaleza ; de lo que le conviene por razón d e l estado en que le puso el Criador.

2.'

Cuando ya hayan

obtenido el FIN ;

y asi no les quede ya posibi­

lidad de ulterior progreso en la obtención de ese FIN. De hech o esto se logra sOlo después de la resurrección. No obsta el <;ue en el

cielo CAREZCAN

de los

g ra dos

hayan podido obtener en la ti e r ra y no los obtuvieron :

de gloria qu e

pues, no están

PRIVADOS de ellos.

1&.

- Perfección l.

«ln esse• :

del h o m b re en la t i erra

Absolutamente, en cierto modo, es ya perfecto el hom­

bre que está en estado de gracia.


44

LECCIÓN 5.• 2.

cln modo agendi• : hombre vi andante ;

Nunca puede ser absoluta la perfección del siempre

puede cprogresar> en

poseer mayor

gracia. Hay, si, perfección relativa. Sólo Cristo, a causa de la unión hipostática, no pudo tener progreso en Ja santidad. 1 7. - R ecto s e n t i d o d e la cuestión d e l a perfe c c i ó n

l .º

Al hablar de l a perfección d e l hombre en la tierra d e be enten­ derse siempre de Ja perfección

a)

b>

reJa tiv a .

Es más perfecto aquel a quien le falta menos.

Perfecto puede decirse ya ( po r oposición a los que comien­ zan, y están progresando) el que h a llegado a cierta «esta­ bilidad• y plenitud d e vida sobrenatural, aunque deberá progresar aún más.

2.'

No se trata d e hallar un •grado tope> del progreso, en el c ual e l hombre ya serla perfecto ; sino de de fi n i r

a)

según qué reg l a se puede decir perfecta la vida del que está e n graci a ;

b)

según q u é elemento d e la vida espiritual deba visarse l a

perfección d e J a vida cristiana e n J a tierra. ( Lec. 38-39 . . . ) 18. - O t r o aspecto de la relatividad

a) b\

La de la tierra es siempre «Perfección de v ia • , de esperanza del objeto, que h a de obtenerse con la Visión. Los actos de alabanza y servicio de Ja tierra, aun Jos de Jos ma­ yores contemplativos, son mucho menos perfectos q ue Jos actos

el

de Jos Bienaventurados. Los actos meritorios de J a tierra, por eso mismo, dan a Ja per­ fección de aqui naturaleza de •medio• y de algo que en si no tiene

valor cto t al y absoluto•.

d)

La omisión de algunos actos en la tierra, que de por si d arlan a Dios mucha gloria, si es voluntad de Dios que se omitan, por el s acrificio

que

significa su

omlSlón

es causa de

que en el cielo

se dé a Dios una gloria mucho mayor.

Luego :

Debemos definir J a gloria de Dios aqul en la tierra en un

sentido lato :

•l.a mayor gloria de Dios en la tierra es que le amemos sobre todas

las cosas y le sirvamos, para que así, en sentido más propio, en el cielo

le glo ri fiquemos, por conocimiento, alabanza y amor.•


L E C C I O N

6 . •

RELACION ENTRE LA PERFECCIOS

Y LA

CARIDAD

( GUIBERT : 50-69.) S t.:' l\.I A RJ O : l. Los c u a t ro aserto. - 3, Cen s u ra de

la

c a r i dad. - 5.

asertos

relación. - 2. Ex plicación del p r i m e r y e n e m igos. - 4 . Prueba de l a p ri macia

de l a

teológica Expli cación

del

seg u n do

aserto. - 6.

Aspecto

uestá­

t i c o » y « d l n á m ico:t de l a perfe«ión. - 7. C o m probación del aserto. S. Actos d4!'1 \' lador y del bienave n t u rado. - 9, E x p l i cación del t e rcer aserto. «Consiste en l a caridad a recth·a y erec t i \·a». - 1 0. El ejercicio de l a ca ridad, - 1 1 . P rueba d e l uerto por e x periencia y razón . - 1 2. Regla p ráctica para nosot ros. - 1 3 . Prueba d e a u t oridad. - U. C o n secuPncia : en la¡¡ obras e x t e r n a s : e n los a fectos generales : en la <! O D t t" m p l actón i n f u ­

sa. - 1 5 .

Explicación del c u a r t o aserto. Identifi cación con el d o b l e nspecto

d e l a caridad. - 1 6. la del P. Crisógono.

0[ ras d e fi n i ci o n es de c p e r fttc iÓ r. » ; l a d e Z i m m e r m :in n ;

LECTV'RA c o m p l e m .e n t a ri a :

M a n d a m i e n t o n nrvo :

Il, .1 00.

111 3 9 3 .

- «°S:Jutro prój i m o:> :

1 . - L o s c uatro asertos d e la relacló n : ocarldad·pe rfe c c l ó n » I. II.

L a perfección cristiana consiste principalmente en la caridad. Tanto mayor es la perfección cristiana, cuanto m as actos huma­

nos con mayor actualidad, Intensidad, universalidad, emita o lln­ pere la caridad. III.

La perfección cristiana consiste e n la actuación de la caridad ACTUAL Afectiva y Efectiva.

IV.

L a perfección cristiana se Identifica con el doble aspecto de la

caridad : Dios y prójimo. 2. - E x p l icación

a>

b) e)

del

primer aserto

La caridad es el elemento principal y esencial d e la perfección. El cristiano perfecto solamente en otra virtud o virtudes, sola­ mente lo es •en cierto modo• : csecundum quid•. Luego : para medir la perfección de u n cristiano basta medir su c aridad.

3. - Oensura teológica y e n e m i gos d e la primac i a

a)

L O S GNOSTICOS :

da perfección es el conocimiento, contem­

plación e Introducción del cristiano en los misterios ocultos>. b>

L OS MONTANISTAS :

carismátlcos.>

cla perfección está e n los dones profétlco­


LECCJÓN 6.ª

e) ál

LOS ALUMBRADOS y Quietista s :

cla perfección está en e l don

de l a mts alta contemplación : del absol u to quietismo>. i.OS MODERNISTAS :

«la perfección estt en cierto conocimien­

to especlallsimo de los dogmas, al modo d e los gnóstlcoS>. e)

LOS PARTIDARIOS de la perfección meramente n atu r al y de ciertas pslqulatrlas materialisticas.

Pero l a Iglesia nos dice que la doctrina del •Primado de l a caridad>

e s c:casi de fe».

No todos los teólogos admiten que p ara definir la pe rfección sea el mejor modo <acudir a l a caridad > .

4. - P r u e b a d e la p r i m a c í a de l a caridad l.

2.

El Magisterio de la Iglesia lo ensefla en la Bula de Juan XXII que

comienza •Ad Condltorem•. La Sagrada EscrUura: a)

JESUCRISTO :

Establece

que

doble

el

m and a to

de

la

CARIDAD es el mlUlmo ; que d e él dependen l a Ley y los

b1

Profetas < Mt. 22, 3 5 ; SAN PABLO :

12, 3 1 ) .

Enseña que la Caridad tiene el cprimado•

de l a vida crist ian a ; que e s el mejor camino ; que es el «fin• de l a promesa ; que es vinculo de perfección ; com pe n dio en quien se r e sum e el cmandato> (! Cor. 12, 31 ; Rom. 1 3 , 8).

3.

Los Santos Padres: Clemente Romano :

<En la caridad son per­

fec tos todos los elegidos de Dios.> San Ireneo, San Oregorio Nice­ no, San A gustln . • . , e tc . . . 4.

Los Teólogos:

5.

La razón t e ológica es ésta :

San Bernardo basa e n l a caridad sus escritos,

Santo Tomás ( l ) la encuadra clentiflcamente,

y el Dr. Suárez ( 2) y Passerlnl ( 3 ) l a van desenvolviendo . . .

Una cosa es ya perfecta cuando llegó a alcanzar el fin, que le es propio.

Luego, la vida cristiana e s perfecta cuando alcanza su fin pro­

pio ;

y en el

entretanto,

cuando

alcanza

aquello

que es me dio

•Principal> para lograr el l!n propio. Ahora bien :

el fin de la vida cristi ana es a l c a nzar l a unión

con Dios en el cielo por caridad consumad a ; y en l a tierra e s la caridad e l medio principal, que la lleva a la unión con Dios : y tanto mayor es la unión, cuanto mis perfecta es la caridad.

(1) (2) (3)

SANTO TOM.ls, II·Il.ªe. q. 184, a. l. SUÁ R E z , S. I., De Religione, p. Ill, l. PA�-su ; i N r , De Statibus, t . I, q. 184.

1 , c. 3.


47

RELACIÓN ENTRE LA PERFECCIÓN Y L.ll CAR IDAD

Luego, · e s perfecto e l cristiano en su vida es piritual , si lo es en la caridad.

SE CONFIRMA: e n cuanto que l as demás virtudes o son con­ diciones de la caridad, o son sus I n stru men tos.

5. - E x p l i cación del s e gun d o aserto «Tanto mayor es la perfección de la vi d a cristiana, cuanto m ás ac tos humanos con mayor actualidad, Intensidad, universalidad, e mit a o Im­ pere la caridad.>

a) b)

Buscamos l a <medida> que nos de lo que es MAYOR y lo que es MENOR en l a perfección de l a vida cristiana.

H ay dos aspectos pasibles a l os cuales apliquemos la medida :

l.

El grado y estado de perfección ya «adquirido" en el cu a l

un alma se halla ahora : es deci r : su santidad

«está­

t i c a > .

2.

El

grado d e p e rfe cció n

v1ta1

alm a : es deci r : su san ti dad

6. - S o l u c i o n es

al

con el cual

d 1nám1 ca•.

obr a

un

para a m bos aspectos

Del primer aspecto dicen todos los te ó logos :

«El "hábito" de la

gra cia y el "hábito" de la caridad ( dist;ntos realmente entre si o nol crecen a una Igualmente en el al ma.>

Luego, la medida d e l a s anti d ad , o «Perfección•

es táti c a ,

e s el grado en que se posee el hábito de la caridad.

A ese c grado• de caridad responde el cgrado de gloria» en el

bl

cielo ; el tanto cuanto d e l a «visión beatifica>.

Del segundo aspecto sólo hay resp uesta s mu clrcunstanc!ales.

l.•

Una parte de l a perfección e d 1 n á m l c a

o

vital

cde l a manera de vivir y de obran depende del mayor gra­ do en que uno

2.•

posee los ché.bltos Infusos de la gracia y

de la caridad>. Otr a parte se debe

a)

a la activid ad de la caridad : e. d. al acto,

b)

al domini o o Imperio d e la caridad en la v i d a,

el

a otros muchos respectos . . .

7. - Comprobación d e l segu n do aserto l.•

LA RAZON esencial d e la vida presente es la de ser ccaml no •

para el ftn dltlmo de la visión de Dios en el cielo.

Será tanto más per fe cto ce! modo• d e pasar esta vida, cuanto

más conduzca a conseguir el ftn d ltlmo con mayor plenitud.


48

LECCIÓN 6.ª Ahora bien :

l a caridad puede bajo muchos respectos lograr

que el ftn se obtenga plenísimamente por los ACTOS puestos en

Ja Vida, v. gr. l.

SI los actos se ponen por quien posee los hábitos de gracia y caridad en mayor g rado, esos actos son más DIGNOS de Dios,

le son

m ás

agradables,

y, por

eso,

más

meritorios

( ceterls parlbusl.

2.

Mayor es el mérito cuanto más actual sea el Influjo de la caridad ( aunque baste para haber mérito el ln!lujo HABI­ TUAL de la caridad).

3.

Tanto mayor es el mérito y el aumento de gracia, cuanto con modo más Intenso se emite o se Impera por la caridad el acto meritorio. POR ESTO : tanto m ás perfecta será la vida, cuanto sus actos se emitan o se Imperen por la caridad de una mane­ ra más actual e Intensa.

4.

Crece la perfección de la vida y obrar

a)

cuanto mayor número de actos haya sido Informado por el motivo de una caridad Intensa,

bl

cuanto más un!versal vaya siendo el dominio de Ja caridad en la Vida adelante. PERO, fuera de la Santislma Virgen, nadie pue­ de

lograr

que

TODOS

sus

o Imperadas por la caridad :

actos

vayan

emitidos

tiene que haber algu­

nos cpecados veniales>.

5.

Puede Ir haciéndose más pleno el dominio y la Información de la caridad en Jos actos de otras virtudes (fe, esperanza, humildad . . . ) a medida que aquellos actos vayan siendo me­ j ores en su orden, y asl agradarán más a Dios.

2.''

RAZON :

La vida presente es una Incoación, un comienzo de Ja

glorificación d e Dios en el cielo. Los actos

v1 t a1es

cglorlfican• ya más a Dios en la tierra

cuando proceden de una persona más <dignificada> y más cgra­ ta• a Dios por su grado de gracia habitual m ás alto ; y cuando se

dirigen a Dios-Fin último más plenamente, más intensamente, Y

3."

más universalmente. RAZON :

Hay

«hábitos>

para que haya cactos>. Luego l a per­

fección del «hábito• está en el cacto• al cual tiende el hábito de si.


49

RELACIÓN ENTRE LA PERFECCIÓN Y LA CARIDAD

B. - A c tos del viador '/ del b i e n a v e n t u rado l.

Los actos del que •está e n el cielo> son en sí siempre más per­ fectos que los del que está aun en la tierra : Vlador. Nacen aquéllos de la Visión de Dios ; éstos de la fe. Son, por eso, los de aquél actos «estables>, <Inmutables>, <imperecederos.. En cambio, los actos del Viador son más meritorios, pueden perfeccionarse

aún

más

y m ll.s. Los del bienaventurado ya no.

Los actos del Vlador pueden proceder de un hll.bíto de caridad superior al que tenía el bien aventurado al Ir al cielo. Entonces ese Vlador, al morir, glorificará a Dios en e l cielo más que aquel otro bienaventurado.

9 . - E x p l icación d e l tercer aserto «La

perfección

A f e ctiva

y

cristiana consiste

E f e ct1 v a . >

en

la

otros vamos más seguros atendiendo a los

a)

AFECTIVA :

b)

EFECTIVA :

de

la

caridad

e efe e tos•.

Es el acto de la voluntad, que nos une a Dios : com­

piacencla, benevolencia, movimientos,

agrada.

perfección

Primariamente en la Afectiva ; pero nos­

deseos

de Dios :

Dios nos

Es el acto de servicio, l a sumisión, el propósito de

cumplir lo que sea del

agrado de Dios. Nosotros

agradamos a

Dios.

10. - E l e j e r c i c i o de la caridad Hay en él

a)

Movimientos Internos nacidos de un pensamiento espontll.neo de l a bondad de Dios, de los beneficios de Dios. Estos •movi­ mientos. ANTES de asentir a ellos, aún no son •actos de cari­ dad• : los preparan.

b)

Actos

emitidos libremente de

de la gloria de Dios ;

el d)

complacencia :

deseos de aumentar la

v. gr. , de gozo gloria de Dios . . .

Esos y a son •caridad•. Actos INTERNOS de otra virtud :

humildad, paciencia . . .

im­

puestos por la caridad. Actos EXTERNOS no sólo de palabra, sino de obra, nacidos de los afectos Internos de la caridad o impuestos por la caridad. Estos son actos

EFECTIVOS.


50

LECCIÓN 6.•

1 1 . - Prueba del tercer asert o • E x p er i e n c i a y razón Tanto más pe rfe c t a es la vida cristiana cuanto mayor sea la caridad

AFE e TI VA;

porque

Los actos EXTERNOS

s i n el afecto Interno n o son

l.

2.

con

el

a fe c to Interno

de valor sobr en atu ral ;

posición del acto externo, son Luego

•Primariamente>

o •de poco infiuJo• e n la

«remiso> ,

de

•POCO•

valor sobrenatural.

la perfección depende del «afecto volunta­

rio> de l a caridad, que domine l a «Perfección>.

LOS EXTERN'OS son ocasión de que aparezca la caridad AFECT!V A.

12. - Regla práctica para no sotros «Nosotros vamos más seguros aten d iend o a los EFECTOS• ; e. d. A nos­

otros n o nos es fá.c!l apreciar la pe rfe cci ón propia o ajena mirando di­

rectamente a la pe rf ec ci ón •de la caridad Afectiva•.

l .º

P orq u e tendrlamos que conocer «bien• cuá.ndo l a determinación de !a voluntad para la A!ect!va h a sido •libre> ; y no ha sido más bien u n a veleidad o un movimiento

1n fuso

por Dios. Tanto

da veleidad nuestra> , como «el movimiento infuso > dejan al acto

2:i

puesto por nosotros de •caridad afectiva> s in ser meritorio.

Porque

no

sabemos

alma emite el dad

«bien»

si

en las

dificultades

contrarias,

acto verdaderamente, con seriedad, con

y si el acto externo procede

el

In ten si ­

realmente del acto ! ntern o a

pesar de los obstáculos. POR ESO :

l.

nos es más seguro a t e n der no al .afecto>, ni a las palabras, sino a las condiciones del ejercicio externo, viendo la dis­ mi n u ción

2.

de

los

Impedimentos, y

la

misma

manera

de

obra r ;

es Im p ort an te q u e juzguemos asi de nuestro progreso espi­

ritual, y n o nos fijemos «en lo que

sen ti mos

> .

ni en

los movimientos espontáneos del alma. Esos no son cari­

dad ni son me ritorios .

1 3. - Prueba del

a se rt o por autoridad

JESUCRISTO :

«El árbol se conoce por sus frutos.> cNo entran

en el Reino de Dios los q u e gritan : -Señor, Seflor-, sino los cumplen la voluntad de

Dios.•

que


REl.aCIÓN' EYTRE LA PERFECCIÓN' Y L.\ ':ARIDAD

b>

51

LA I GLES IA enjuicia por ese procedimiento los procesos d e Bea­ t!ficaclón y Canonización.

14.

-

Consecuencia del

tercer aserto

D e las buenas obras externas se ded uce la perfección I NTERNA :

1 .•

pe"o

!a

falta

de

buenas

obras

EXTERNAS

no

da

derecho

a

Inferir falta de perfección INTER�A.

2.•

No son clnútl!es> los afectos generales de amor de Dios, que se tienen en l a oración. Dan q u e sospechar si no siguen obras.

3.•

LA

CONTEMPLACION

INFUSA

es

el

ejercicio

•eximio>

de

caridad afectlv a . Pero, ¿podrá medirse la perfección de u n o

Ja

por

los grados de l a Contemplación Infusa e n que se hall e ? ; v . gr. ¡,Es

más perfecta la vida del que tiene «oración de unión tTasfor­ m a n i e • . que la del que tiene «oración de quietu d • �

P a r ee• qile d e b e negarse. Porque l a Contemplación INFUSA se com­ d e ilustraciones, movimientos, que, por ser 4:!nfund idos:o por Dios,

pone

no son meritcrtos, a no ser por «el acto lntenslslmo de amor• e n que

vienen a terminar.

ESTE ACTO no siempre responde cen intensidad• a los dones reci­

bidos . Hay almas que 4:: C On menos dones,.,

hacen actos de caridad n:ás

intensos .

1 5.

-

E• p i ; cación d e l cuarto aserto

•!.. a perfección cristiana se Identifica con el doble aspecto d e la cari­ dad :

hacia Dios y hacia el prójimo. El aspecto hacia Dios es el prl­

mario.:ri

1.0

El OBJETO FORMAL, que especifica a cualquier acto d e caridad,

es J a <Bondad de Dios Infinita•.

Como la razón formal, que nos mueve prójimo, es

la misma, a l

«Razón Formal>,

crecer

a amar a Dios y

e n nosotros

el

Influjo

de

al

esta

tiene que crecer Ja Intensidad misma de todos

l os actos a que ella mueve, porque también crece la mism a cari­

2.'

dad. Es lo que explica San Juan en su 1.• Carta. Dios qu!ere

que el hombre

como miembro del

tien da socialmente · a conseguir e l Fin Ultimo

Cuerpo

!'.llstico

ayudándose

unos

a otros.

Por eso, In perfección •tendencia>. que es perfección de cari­

d a d . no puede

próji!r.O.

NU!\CA

darse sin cierto

habrá

grado d e unión de

vardadera oposición entre

el

caridad

ejercicio

de

del la

per!ecclón caridad hacia Dios y el ejercicio de la perfecta caridad h acia el pró j imo y hacia si mismo.


LECClÓN 6.•

52

a)

En el cafecto• :

Dios es amado por Si :

los hombres por

Dios.

bl

En el cefecto• : Pero

a

veces

Son máS dignos los actos que van a Dios.

Dios

mismo

determina

que

antepongamos

los que Inmediatamente van a los hombres.

1 6.

-

t .•

O t ras defin iciones de la perfeccl6n

LA DE O. Z IMME RM A NN ( 4 ) :

"todo el bien"

a) b)

negativamente :

•Es hombre perfecto el que hace

evitando todo pecado deliberado ;

positivamente : cumpliendo con todo lo mandado y acon­ sejado.•

Crítica:

En realidad

esta

dellnlclón no

difiere de

la

dada por Santo Tomás. Pero no marca tan claramente la perfección «camino>, ni la perfección •estática>.

2.ª

LA DEL P, CRISOGONO, O. C. D.

(5) :

<La perfección consiste

en obtener el grado de caridad, que a cada uno m arca Dios.>

Critica:

Con esta medida, fuera de la Santísima Vir­

gen, n adie podría ser perfecto.

(4) (5)

OTTo ZDUIU:UIENN, S. l., Lehrbuch der Aszetik, párr. 10. p. 1'1. t>d. Fri­ burgo, 1932. P. CRISÓC:ONO DE Je:sús SAC RAMENTADO, c. D., Comvendio de Ascética y .Vfs­ tica, Salamanca, 1923, c. 3.


7 . •

L E C C I O N

LAS OTRAS V I RTUDES

Y

LOS CONSEJOS EN RELACION

A L A PERFECCION ( GUIBERT : l..a Fe

1.

S U M ARIO :

y Ja Esperan za en l a perfección.

« p r e p a ración». - 3 .

Prueba

ejercicio d e l a s \' I R T l " I > ES b a d e las a fi r m aciones. «Consejou.

i n fl u j o

de

- 9. la

buena sD. - 1 2.

B)

2.

que el

ejercicio

consejos. - 10.

Con1probac l ó n :

- U.

- 2.

es

P r u e b a de q u e son

más

perfecto.

- 4.

El

Dos expliuciones. - 6. Prue­ Consrc:ueneias. 8. La observa n c i a de los

El i n fl u j o de los caridad. - 1 1 . Com probaci ó n :

consejos en la caridad.

Al

de

MOl\A LES. - 5.

- 7.

LECTUitA c o m p l c mt"tttaria : 1 . - 1.

70-86.)

B.

A.

Los conseJos

Co nsec uencias.

l\layor

explicación como

Consdos

del

oaob ras

EVA�GELICOS.-13.

Los

Los consejos e va n1él icos, 1, 4 26.

La fe y la esperanza Son pr epar aci ón inmediata para la c a ri da d :

Al perfeccionarse el d ominio de la caridad, automáticamente se

hace más y m á s perfecto el e j e rcicio de la Fe y de la Esperanza.

- C o m p robaclon

de que son preparacicin

La fmlca razón de !nfundlrsele al hombre vlador l as virtudes de la

fe y de la esperanza e s para que le se a posible su tendencia al fin últi­

mo so bren atu r a l : ya que la tendencia se actúa por la caridad. a)

LA FE propon e •al entendimiento• el fin so b renatu r al y su ca­

mino :

!> )

verdades reveladas, para

m e j or

tender al fin.

LA ESPERANZA

1)

Según Scoto C l l

- Suárez ( 2) se conecta con la caridad imperfecto -cuyo motivo son

cuanto el amor de Dios

beneficios-

prepara

en

los

un amor perfecto de Dios •por Si

mismo».

Para estos autores, el OBJETO de la Esperanza es la

B ond a d de Dios, en cuanto es BIEN para el

h om bre .

El ACTO de la Esperanza es un acto de amor Imper­ fecto, el de concupiscencia.

(l) C2)

SCOTO,

I n 111 Sent.,

D.

26.

SUÁ REZ. S. J., De Spe, l. 3, n. 20.


LECCIÓN 7."'

54

Según San B uenav e ntur a (3) - Salmanticenses C4>. la Espe­ ranza se conecta con la caridad en cuanto que esta la su­

2)

pone ; porque el alma no puede pasar del acto de fe con que conoce a Dios como Fin Ultimo y Sumo Bien, al acto

«de amarle

=

caridad• sin apoyarse •en el auxilio de Dios

para amarle sobre todas las cosas>. Es q u e el alma ve por l a fe el objeto que debe amar

=

Bondad infi­

nita de Dios, - y al mismo tiempo ve que ella es, de por si, incapaz de unirse a esa bondad y poseerla de ese modo. Necesita el auxilio omni­ potente de la misericordia divina, •que espera•.

Para estos autores el OBJETO FORMAL de la esperanza es c ese auxl­ llo divino>. Su ACTO principal es «dar aUentos al alma contra las difi­ cultades de alcanzar el Fin Ultimo

=

Dios•.

Esta segunda sentencia tien e d o s v entaj a s :

!.•

Explica mej or la conexión intima, que hay entre la esperanza y l a caridad : d e este modo :

a)

La fe, puesta la revelación, suple la deficiencia del en­ ten dimiento, que es de por si incapaz de conocer los

bienes sobrenaturales, v. gr., a Dios, como Fin sobre­ natu ral .

b>

La esperanza, apoyándose en la 'omnipotente virtud auxiliadora de Dios', suple la deficiencia de la volun­

e)

tad, Incapaz de tender eficazmente hacia ese Fin.

La caridad halla as! expedita la m an e ra de que su acto

se adhiera a Dios. 2.•

Hace entender mejor por qué, en cualqu ie r grado de perfec­ sigue siendo necesaria la esperanz a : si empre

ción, siempre

es necesario apoyarse e n 'el auxilio de Dios' ; y en cambio no

se ria necesaria la esperanza, que sólo fuese un amor imperfec­ to, preparación para e l perfecto.

3. - C o m p robación d e que el ejercicio es más

!.

En la fe:

perfecto

El aumento se da, al menos, cen el espiritu de fe>,

aunque no se llegue a dar en l a «ciencia de la fe•

=

teologia.

«EL ESPIRITU DE FE• es to talid ad en el creer 1)

con el cual l a fe cree verdad eramen te «sabre todas las

cosas•, anteponiendo prácticamente las ver dad es de la fe a todo lo demás ;

(3)

(4)

SAN BUENAVENTURA, 111 Sent.� D. 26. a. l. q. 2·3. SALMANTICENSES, Curaus Theologicu8, I, 51.


LAS

OTRAS VIRIUt'ES Y LOS 2l

CONSEJOS EN RELACJÓN A LA PERFECCIÓN

55

con el cual el hombre se rige por l umbre de fe en t.odas las cosas

en

toda

su

vida

hasta

las ultimas

conse­

cuencias ;

3l

con el cual el asentimiento de la fe es más firme y pe­ netra más la verdad, con más realidad y con m ás In­ fluencia en el alm a . . .

2.

En l a esperanza:

S e d a el aumento e n l a confianza d e lograr 'el

au:>..1lio de Dios'.

La caridad en creciente hace crecer sus requisitos :

crece la

humildad, y con ella el conocimiento de la propi a Incapacidad. Así el hombre •desconfla• más de si y se arrima más al 'auxilio de Dios'. 3.

La fe y la esperanza, en sus actos, crecen con la caridad no sólo por venir de chábltos> más desarrollados y más informados por

la caridad, sino porque se emiten con cmayor perfección• ; s e co­ noce más la verdad que mas se ama : se llega a cierta connaturall ­ dad con Dios, obj eto c o nocido : cuanto Dios es más amado, es me­ j or conocido. 4.

El aumento de crecimiento en esta vida no tiene limite ; p orque

siemp re se puede Ir apreciando más y más la • Suma verdad reve­

lada, y el •auxilio omnipotente• ;

y así puede Ir ha b iendo

más

perfecta adhesión al objeto formal que es Infinito.

4. - 1 1 .

! .'

E l ejercicio de la s virtudes morales. a>

remueve los Impedimentos, que, al menos, harían mlis di­ ficil el ejercicio de la caridad ;

b)

hace aptos los actos humanos no procedentes de las vir­

tudes teológicas para someterse a la caridad y ser dirigi ­ dos por ella al Fin Ultimo.

2.•

TANTO m ás perfectamente toda la vida humana podrá ser Infor­

mada por la caridad y tender mejor al Fin Ultimo, cuanto sus actos mejor se adapten a las no:mas de l as virtudes morales.

s. - Dos ex p l i caclones l.•

Al

VAzQuEz - SUAazz ( 5) dicen : Los actos de humildad, templanza, j usticia y, en general, de las virtudes morales lnfUsas son meritorios de aumento de gracia santificante y de gloria eterna, d e dos maneras :

C5l

Su.\ Ri;:z, De neligione, IIl, l. 1, c. 3, n. 15�19.


56

LECCIÓN 7.ª

1.0

de por sf: In depen dient emen t e del Imperio o de su ordenación al Fin Ultimo por Ja carid ad ;

2.0

por la caridad: si Jos informa o dirige J a caridad, son aún más meritorios.

De hecho, la caridad los debe Informar siempre, al m enos H A BITUALMENTE ; pero no se requi ere u na

ordenación ACTUAL. 2.•

B)

Santo TOMÁS ( 6) y o tros teólogos dicen que los actos de las

v irtudes morales infusas, sólo empiezan a se r meritorios al se r informados por la caridad actual, que es l a única virtud

que formalm en te tiende directamente a Dios. Esta divergencia es de poca trascendencia, se resuelve e n un juego de palabras. No lntluye en el uerto segundo.

6. - Comprobación e n las virtudes mora les a)

El hombre, di ve rs ame nte que los ángel e s, tiende a su Fin Ultimo

por una gran m ulti plic idad de actos -no sólo de la c ari d ad -, sino de otras virtudes.

Esos actos tendrán l a moralidacl cleblcla, si se a j u stan a las

b)

normas de cada virtu d , en su aspecto •sobrenatural•.

ESTOS ACTOS se conciben bien como «mecllos• a disposición de

l a caridad ; ya que, .al menos, aunque se an d e por sf m e rito ri o s

de vida ete rna y de a umento de gloria, su mé rito crece más y

m ás , si Jos reviste Ja cari da d : y es necesario que a l menos d e un

modo HABITUAL, los dirija al Fin Ultimo Ja c ari dad.

e)

Ahora bien : J a caridad no puede revestir y dar tendencia mayor

hacia el Fin Ulti m o , sino a actos, que entltatlvamente sean ya de

por si

cbuenos•

moralmente.

Luego los actos d e las virtudes morales deben ajustarse ple­

namente a las normas de cada virtud e sp ec i al ; si no, serian c d efec ­ tuosos•

m or al mente ,

y

ya

no

podrían

recibir

el

lntlui o

de

la

caridad :

V. gr. El pecado venial no rompe Ja tendencia al Fin Ultimo , como lo hace e l mortal ; y, si n embargo, Ja caridad no ¡me de re­

vestirlo, por su di s co nform id ad a l a s leyes de J a vida moral, que l e ha ce desagradable a Dios.

EL ALMA q u e obre con poca conformidad con las virtudes mo­ rales,

al

actos de

{6)

m u l tiplicar así caridad

los actos -pecados veniales- e m i tir á

< fe y esperanza) muy

rem1sos ;

así se va

SANTO TOMAS, I�Il.•I', q. 65, a. 2-3 ; II-II.•c, q. 23, a. 8. De Caritate, a. 3. Contra retrahcntes, c. 6.


LAS OTRAS VIRTUDES Y LOS CONSEJOS EN RELACIÓN A LA PERFECCIÓN

57

haciendo rebelde a l a gracia, y se verá menos atraída por lo es­ piritual y sobrenatural. Al contrario, el alma que está en mejores disposiciones inte­ riores, de humildad, Justicia . . . está más pronta para e l lnl!uJo de l a caridad en toda su actividad ; Porque no hay Impedimentos que estorben l a acción e lnl!ujo de l a caridad.

7. - C o n s e c u e n cias del i n fluJo de la caridad t.•

Un acto perfectislmo de paciencia, v. dad>, puede

ser menos

gr.,

pero con epoca cari­

perfecto que otro acto poco cpaciente>,

pero muy caritativo.

EN GENERAL :

los actos operfectos•

de cada virtud mor.al,

Indican que h ay mucha caridad e n el que los emite.

2.•

Los Maestros de la •Vida espiritual• dan gran importancia a al­ gunas virtudes morales, v. gr.,

ca la humildad•,

porque aunque

en si no sean d e las principales, son las que remueven más obs­ t:!.culos para l a perfección.

a. - 1 1 1 . l.

La observan c i a d e los c o n sejos

En general :

Consejo e s lo mismo que OBRA BUENA no manda­

da, ni bajo venial. SU EJERCICIO para l a mayor perfección es tan necesario, que cla m ayor perfección• no se logra sin que se hagan muchas de

2.

ellas. En particular:

•Consejo• es lo mismo que «Consejo Evangélico>.

SU EJERCICIO, de por si, no es necesario para la perfección : pero si se da, lnl!uye mucho en ella Por la multitud de Impedi­ mentos que quitan, los cuales harlan más dificil el perfecto do­ minio de la caridad en toda l a vida. 9. - E l i n fl u j o d e los consejos

1.0 2.•

Santo Tom ás y Suárez ( 7 ) dicen que la perfección se debe más a l a observancia de los Preceptos que a la de los Consejos. San Buenaventura C8) y Zlmme rmann

(9) dicen que hay mayor

perfección cuando uno evita no sólo los mortales y veniales Po­ sibles, sino que además observa los Consejos.

('1) (8)

<9)

SuAREz, De Religione, III, 1. 1 , c. 11, n. 7. SAN BUENAVENTURA, Apologia Pauperuni, c. 3, o. ZIMM E RMANN, op. cit., 10, p. 19-21.

a. 1.


58

LC:CCIÓN 7.'i.

1 0. -

M ayor

e x p l i cación

La palabra •Consejo> tiene dos matices en Santo Tomás:

Primer matiz :

El consejo está en la misma llnea que el precepto pero la prolonga :

empieza al terminar lo que es

d e precepto.

V. gr. El consejo, en el perdón de los enemigos, se extiende a darle señales especiales de benevo­ lencia.

El consejo es un «medio. : Si n él s e puede conseguir

Otro matiz :

cualquier e sta do de perfección ; pero «con él> , se consigue más fácilmente ese mismo estado :

quita

obstáculos.

V. gr. La pobreza voluntaria:

Muchos Santos

que poseyeron riquezas, Reyes, Pontlfices, los pro­

pone la Iglesia como «ejemplar> de santidad.

11. -

Comprobación de la necesidad de los consejos

CONSEJOS COMO OBRAS B UENA S : perfecciones positivas>, que

no

sean

Se prescinde si hay o no <im­

pecado. En

general se

admiten :

Vermeersch ( 1 0) . . . no admite Imperfecciones positivas sin pecado. t .•

Existir

en

el

hombre

una

caridad de intensidad, qu e Informe

toda la vida, sin hacer muchas obras buenas que no le obliguen, no se concibe.

al b)

Nadie evitará todos los pecados mortales sin que rece más

de lo que está obligado. Nadie evitará los pecados veniales totalmente , ni ejerci­ tará las virtudes en el grado, que exige el domi nio pleno de una caridad Intensa, sin hacer mucho que no es mds

que conse;o.

V. gr. Ser HUMILDE, sin aceptar muchas humillacio­

e)

nes, que de suyo podrla u no esquivar, no es posible, La misma CA.�IDAD d e Intensidad no puede por menos de excitar al hombre a hacer muchas cosas por puro amor de Dios y del prójimo.

V. gr. Desear .reparar>, «parecerse más a Cristo•.

d)

Los preceptos quitan los obstáculos que son contrarios. Los conseios quitan los obstáculos que dificultan la perfec. . clón.

C lO)

A . VERMEERSCH, s. I., Thcologia. Maralis, ed. 3, 1933, n. 403. Periodica de Re .V.arali et Canonica, tom. 16, 1928, p. 194·220.


LAS OTRAS VIRTUDES Y LOS CONSEJOS EN RELACIÓN A LA. PERFECCIÓN 2.0

59

LOS ACTOS puestos por consejo, o son medios para e j e rcitar la caridad de Intensidad o fruto de ella. Luego de por si no son más meritorios que los que se ponen por precepto. AMBOS se miden por la mayor o menor caridad con que se hacen. V.

gr. El acto de eligir el martirio por no negar la re, está

mandado y es de mayor perfección que el acto de una «mortifi­ cación• voluntari a ; porque el

del martirio requiere más amor

de Dios.

3.'

Lo mismo se diga de una vida en que haya

consej o• :

muchas cobras de

tal vez no sea más perfecta que una vida e n que se

cumplen muy bien las obras de obllgaclOn : puede haber en ella más caridad. Pero cuando se aúnan las dos vidas, arguye un gran dominio de l a cari d a d .

1 2.

-

C o m p robación p a r a l oa consejos ev a n g é l i cos

Los Consejos Evangélicos quedan reducidos a TRES : Pobreza, Casti­ dad y Obedlencla.

1)

Que no son absolutamente necesarios aparece del hecho que la Iglesia propone como ejemplo de suma perfección, v. gr., a San Femando, Rey, que no llevó vida de Consejos Evangélicos.

2)

Que son •camino• de perfección más fácil y seguro es evidente : su fin es remover los obstáculos más formidables al pleno domi­ nio de l a caridad.

3)

L a Iglesia Impone a sus sacerdotes latinos l a observancia d e un consej o : el de castidad perfecta y ensefla que el estado religioso debe ser tenido en honor.

1 3.

-

Loa consejos en l a caridad

¿Habrá actos emitidos por la caridad, que no sean de precepto, sino de mero consej o?

l.

Es cierto que hay cactos de carid ad> que se pueden omitir csln culpa algun a•. Pero estos actos no son de •consejo> de la misma

2.

manera que lo pueden ser los actos, v . gr., d e humildad. LA OMISION de estos actos de otras virtudes no va contra el fin : son «medios no necesarios».

La omisión d e los actos d e caridad es contra e l fin. Aun cuando no son obligatorios cen el ej ercicio>, lo son per modum finis, al cual cada uno debe tender.


60

LECCIÓN 7.' Es decir :

los actos de caridad pueden OMITIRSE Individualmente ;

pero no pueden DESPRECIARSE.

El hombre no peca omitiéndolos chic et nunc• ; pero pecarla si ex­

cluyese senci ll amen te a todos, o apartase su alma de progresar en la caridad.

1 4.

-

C o n s e o u e n o i as

El hombre

debe

bajo

pecado

cumplir

todas las obligaciones de su

estado presen te y cumpliéndolas crecer en carida d ; y ademl!.s n o excluir «la

tendencia,

embebida

en

la

caridad•, de forcejear

por una mayor

perfección. A esto se opone .el desprecio• de h acer l o mej or. Algo

parecido pasa con la fe y con la esperanza ;

ya que siempre

podremos creer con mayor firmeza y confiar más en el auxilio divino.


L E C C I O N

8 . •

L A l ' E R F E CC ! O N Y LA UNION CON D I O S Y JESUCRISTO ( GumERT : 87-96.) S l" :\1 A R I O :

l.

defi n ic i ó n corriente :

.A . Uni6n con Dios. - 2. Varios mo· habitual por l a gracia san t ifi ca n t e. - .a. l"'nión actual por Naturaleza de esta uni6n. - 6. Inftujo de la unión en l a p e rfecc i ó n. -� 7. B. U n i ó n co n Jesucristo - H o m bre. - 8 . La Teologfa y J e s u c r i sto. - 9. M od o s con que el judo se une a Cristo. - t o. G n i ó n ac t u a l . - 1 1 . I n fl uj o e n la p e r íe c c i ó n . - U. Natura l eza de l a u n i 6n con C ri s t o. --· 1 3. La razOn t e ol ógi ca . - H. R e l a c i ó n e n t re u n ió n l" i d e n t i fi ca­

Una

L"nióu

do�. ---· 3.

caridad

ción

y f<". - 5 .

co n

C ri!6to.

-

15.

Doct r i n a

\' e r d a de ra.

LECTU RA co m p l l" m e n tarla : Rasgos d r C rist o : a) e n los S i n ó pt icos. I. 2 8 9 ; b ) P l l S a n J u a n , I, 3 1 2 ; 1, 3 2 0 ; e ) e n S a n Pablo, 1 , 300. - Cristo R P y , J, 333, E l Yerbo Eterno, J nic. 431. - C risto todo e n todos� JI, 4 5 4. - El mist erio d e C risto, l n ic. 357. - Sagrado Corazón : De1·oclón, l n i c . 2.f9. - Sagrado C"ora­ zón : Vida I n t e ri o r, JI, 253. - Oblación a la SantÍF1i m a T r i n i d a d , 11, 4 5 1 . 1.

-

U n a d e fi n i c i ó n corriente

Suele decirse que tanto mayor es la perfección de la vida cristiana,

cuanto mayor sea la

unión

del hombre con Dios y con Jesucristo en

cuanto hombre. Veamos su recto sentido.

A) 2. - 1.0

DE LA UNION CON DIOS

UNION HIPOSTATICA :

La Humanidad de Cristo fue asumi­

d a en unidad de persona por el Verbo, permaneciendo distintas

las naturalezas divina y la humana : Es unión suma.

2.0

UNION D E BIENAVENTURANZA:

En el cielo el bienaventura­

do se une con Dios y asi obtiene el conocimiento Intuitivo de la esencia divina. Es el más grande grado de unión después de la unión hipos­ tática, y es derivación de ella. Con esta unión el hombre cumple con plenitud su glorificar a Dios y logra su plena felicidad : la eterna.

fin de


LECCIÓN 8.ª

G2 J.

-

J .0

UNION HABITUAL POR LA GRACIA SANTIFICANTE: (Vé ase Lec. 3G, n. 8). Es l a que en la tierra tiene el hombre

a)

JUSTO,

miem­

bro de Cristo, Hijo adoptivo de Dios, particionero de la n aturaleza diVlna. Se debe al HABITO INFUSO de la gracia santificante,

b)

que capacita al hombre a obrar .sobrenaturalmente•. Por

e)

este DON

i usto,

Santlslma

Trinidad

en

el

Algunos quieren sea unión especial con el Espíritu San ­

to:

Hay divergencias.

Esta unión es preludio e Incoación de la unión del cielo.

e)

al

la

nueva y amigable.

dl

4. - 4.0

lnhablta

no sólo por l a «inmensidad>, sino de manera

UNION ACTUAL POR CARIDAD Y FE: Ordinari a : Infusa. En la ordinaria. Es resultante de actos del entendimiento y de l a voluntad.

1.

El entendimiento, Informado por la fe bajo el dominio de la caridad, piensa

2.

ac tu a1men te

e n Dios.

La voluntad ama actualmente a Dios, por actos de ca­ ridad.

b)

En la infusa parece se d a además otro elemento nuevo ; los actos resultan mucho más Intensos.

s. - Naturaleza d e la u n i ó n actual l.

Como en el cielo se da la unión por el •acto de visión>, asi en la tierra

existe

ac t os •

nes obtienen

2. 3.

esta

unión,

propia

del

•Camino>,

obtenida

cpor

y no sólo por el «hábito• ; ya que son los actos quie­ asl

el

fin

cdel

camino > , que

es merecer

gloria y

aumento de cielo, por el aumento de la gracia santificante. La unión

actual puede ser cada vez m ás estrecha, cuanto más

frecuentes sean los actos y se vayan haciendo m áS Intensos. La unión actual no se logra sin lnftuJo de la gracia divin a a la cual coopera l a voluntad human a :

a)

es pasiva e n cuanto es obra de l a graci a ;

b) e)

es activa en cuanto e s obra de l a cooperación ; mucho

más pasiva que activa en la contemplación infu­

sa ; pero con todo de igual ••"P•cle que la unión de los otros Justos, aunque l as mociones e Ilustraciones, que la provo­ can, parecen ser de especie diferente que las mociones ordi­

nari a s : en ambas, ordinaria e Infusa, los actos son de fe 11

de caridad.


LA PERFECCIÓN Y LA UN IÓN CON DIOS Y J J:: 31JCRIS'IO

&. -

t nfllij<>

d e la unión e n la

63

perfección

Omitimos l a hipostática y l a be at ifica .

l.

LA UNION HABITUA L de gracia santificante se identifica con

la «santid ad estática> : a su grado responde el grado de bien­ ave n turanza

y

gloria,

que

dará a Di os

en

el

cielo el

alma

s ant a.

2.

LA UNION ACTUAL ordinaria

1)

por actos de la volu ntad - s e Identifica con el «e j erci­ cio> d e la caridad : y este e j ercicio es quien d a la medi­

da de l a perfección ;

2)

p or actos del entendimiento - o sea, pensamientos de Dios íntimos, intensos, fre cu ente s.

al

de

suyo,

en

eso

no

hay

perfección ;

también

el demonio pien sa frecuentemente en Dios ;

b)

ayudan

a l a perfección

al quitar la disipación

de la mente y al proponerle a l a voluntad cada vez mejor el obj e to de su amor ;

e)

el

aumento

de

esta unión, aumenta la perfec­

ción, pero no la cons tituye,

7. - 1 nflujo de la u n i ó n de contem plación i n fusa Como vari ed ad exquisita de l a or din ari a

a)

No

hace

Inmediatamente

más

perfecto

al h om bre ;

pero le

ayUda a emitir actos lntensislmos de caridad, que, sí, le h ac en

más perfecto; ya que la perfección proviene de los actos Ubres d e fe y carid ad.

bl

La fidelidad a las mocione s Infusas puede ser desigual :

siempre a mayores gracias re sp on d e

mayor

perfección,

no por

la de si gu aldad de l a cooPeradón del alma.

e)

SI

las mociones son de tal calidad que ne ces ari am e n t e el alma

tiene que responder y coope r ar a ellas, no habrá mérito ; ni los actos de amor <no libres• pueden hacer más perfecto a nadi e .

dl

¿ C oncederá Dio s estas cgraclas necesitan tes>? Tal vez sí :

Son p rovecho sas en cuanto que al cesar dos

actos no libres• quedar!!. en el alma una óp tim e. disposición para hacer actos libres muy fervorosos e Intensísimos.


64

LECCIÓN 8. a.

Bl B. - 1 .

DE LA U � IO� CON J ESUCRISTO-HO:\IBHE

L a Teologfa y J esucristo

La fe nos dice, y se desarrolla e n los tratados de Teologia

a)

que Jesucristo es el <único mediador» entre Dios y los hombres <I Tlm. 2) ;

única vía verdadera para la vida etern a ; Cabeza d e l cuerpo Mlstlco, cuyos mie m bro s son los justos, que viven en El como sarmientos en l a vid : sin El n ad a

pueden hacer ; Recapltulador y con sum ador de todas las cosas ;

bl

que Jesucristo, en su Santísima HUMANIDAD, es el centro de toda perfección

espiritual, ya que toda vida espiritual tiene

en Cristo

l.

su causa MERITORIA : al hombre se le dan .gracias>, que Jesucristo consiguió con sus « m éri tos > y su Sacri­

2.

ficio del Calvario ;

su causa EJEMPLAR : la filiación del Verbo es la pri­ mera causa ejemplar de nuestra fillaclón adoptiva ; pero la inmediata próxima es su Santa HUMANIDAD, eleva­ da a unidad d e persona por el Verbo divino ;

3.

su causa FINAL : nuestra vida espiritual tiende al fin

de la gloria de Dios : pero de modo que «por El, con El y en El• sea dada a Dios toda l a gloria. Cristo nos da la vida ; por El en el c i el o damos glo­ ria a Dios componiendo su Cuerpo Mlstlco, y as! hay como glorificación de Dios dada por todos los miembros

po r medio de su Cabeza-Cristo 4.

su causa EFICIENTE INSTR UMENTAL, al menos mo­ ral. La Humanidad de Crtsto, no sólo meritoriamente, sino

por causalidad «eficiente»

( moral Intencional al

menos> CAUSA gracia en nosotros por los Sacramentos, que la producen como •acciones de Cristo•. No sabemos si también l a produce

csin los Sacra­

mentos». 9. - 1 1 . Al

M o dos con que e l j u sto se une a Cristo

UNION HABITUAL SANTIFICANTE: ! .•

POR LA GRACIA SANTIFICANTE: Esa gracia es participación de la gracia •creada», que tuvo Cristo como CABEZA :

C Gratla Capitls)


LA PERFECCIÓN Y LA UNIÓN CON DIOS \' JESUCRISTO

65

El hombre por esa gracia se une a Dios y a Cristo, que

a)

habiendo recibido esa gracia de modo desbordante, la

bl

hace redundar e n los Hij os de Adopción.

NO hay unión inmediata en tre el Justo y Cristo por

«:Presencia fisica• de la Humanidad en el Justo : Des­ pués de

el

corrompidas las Sagradas Especies,

taro blén

la cpresencia Sacramen tal• desaparece. El FRUTO de esa unión es el que el Justo participe de l a semej anza de l a naturaleza divina, de la del!ormi­ dad que hay en la Humanidad Santa.

d)

Por razón de este consorcio de la divina naturaleza

entre los hombres y la Humanidad, la unión es mucho més Interna que la de una simple unión moral. Pero como la gracia es 'ACCIDENTE INHERENTE'

puramente espiritual, no debe concebirse como si la misma entidad «Accidente> se corriese de Cristo a los hombres, de modo que la misma entidad flslca Acci­ dente en Cristo viniese a ser Accidente simultánea­ mente en los Justos . La gracia no es como la savia del árbol que corre por todo él.

2.•

UNION POR CARACTER SACRAMENTAL Es de conformación con C risto

al

En el Bautismo nos Incorporamos a Cristo : nos capa­ citamos a recibir las acciones de Cristo por los Sacra­ mentos.

b) e)

En

la

Confirmación

participamos

de

«la

un i ón

que e l Espirltu Santo produjo en Cristo. En e l Orden se nos d a participación del Sacerdocio de Cristo y de sus poderes para completar su obra.

3.'

UNION EUCARISTICA : La unión fislca del alma con l a Humanidad cesa al cesar las S.

Especies ;

pero

ha y otra

unión

especial caus ada

por

el

aumento de la gracia •sacramental>, titulo permanente para gracias especiales, según el fin de cada Sacramento. Como

UNION,

la por

Eucarlstla eso

da

es

gracia

esencialmente sacramental

Sacramento

que

de

especialmente

tiende a la unión del hombre con Cristo.

1 0. - B)

l .ª 2.•

UNION

ACTUAL :

Por la actual recepción de los Sacramentos. Por actos del entendimiento, pensando en Cristo, en sus mis­ terios, y obras.


LECCIÓN 8.ª

66 3.•

Por actos de la voluntad :

por el amor a la S. Humanidad,

a nuestra Cabeza, a nuestro Hermano Mayor, conformando nuestra voluntad a la s uya.

4.•

Por actos de Sacerdote, el que lo es, como compafiero de Cris­ to en su obra, al ofrecer el Santo Sacrificio, al conferir los

Sacramentos, al ayudar a las almas por comisión especial en

virtud de su estado sacerdotal.

1 1 . - l nll u j o resultante en la perfe c c i ó n

l.

El de la

u nión

HABITUAL:

La perfección nuestra es tanto mayor, cuanto mayor sea nues­

2.

tra Incorporación a Cristo - Cabeza - cuerpo Místico.

El de la unión Siendo

ACTUAL

Cristo nuestro

por nuestros actos : único

Mediador,

camino, etc ..

más

se

informará nuestra vida por la caridad, y as! será tanto m ás perfec­ ta, cuanto más nuestros actos estén bajo el influjo d e Cristo,

al

como causa EFICIENTE Y MERITORIA : e. d . bajo el In­ flujo de Cristo •Redentor-Santificador> , por el uso d e los Sacramentos, del Sacrificio de la Misa, y otros medios de

bl el

santificación Instituidos por Cristo ; como causa FINAL, en cuanto unimos nuestras Intencio­

nes a las Intenciones y méritos d e Cristo ;

como causa EJEMPLAR en conformación d e nuestra vida con la d e Cristo.

1 2. - Natural eza d e la unión con l a Santa

al

H u manidad

Nuestra unión a la Santa Humanidad no e s d e «Fin Ultimo • , sino de

•medio• y camino que nos lleva al Padre y es «necesaria y

ünica» . Lu e go, la Santa Humanidad en ningún grado de nuestra per­ fección puede sernos Impedimento de nuestra perfección. ERROR fue ese de Quietistas, Alumbrados, Molinos y Petru ccl.

b)

LA DOCTRINA DE LA IGLESIA es que l.

E n el acto de l a «contemplación Infusa• podrá suceder que

durante un rato se a tal l a intensidad de la mente embe­

bida en l a esencia d e Dios y de l a Trinidad, que por aquel momento no pued a irse el pensamiento 2.

a la Humanidad.

Pero J amás deberá el hombre voluntariamente y de pro­ pósito excluir el pensamiento de la Santa Humanidad.

3.

Esa doctrina de la Iglesia se halla en la condenación de

los Beguardos, d e Molinos y de Petruccl por Inoc. XI, Y en la aprobación de la doctrina de Santa Teresa en las Mo-


LA PERFECCIÓN Y LA U N IÓ:'; CON DIOS Y JESUCR ISTO

radas

67

( donde defiende que nunca trae ven tala abst raerse

de la Santa Humanidad). ( Pío X, 7 marzo 1 9 1 4 . )

13.

-

La razón t eológica

Es ésta :

a)

El

objeto

de la contemplación de suyo, es más perfecto : •Dios>

más perfecto que la Santa Humanidad.

bl

Pero, por las partes esenciales que la Humanidad tiene en el desarrollo

de

nuestra salvación y

de

santificación,

nuestra

nunca podrá suceder

1.

que el alma excluya con derecho, aun en la oración pri­ vada, la memoria de Cristo ;

2.

14.

-

1.

que

esta memoria de Cristo-Hombre sea impedimento

para una unión con Oles más perfecta.

·

R elació n e n t r e u n i ó n e identificación c o n Cristo En l a UNION nuestros actos se ofrecen a Dios .unidos• a los de Cristo.

2.

En la IDENTIFICACION, segll n algunos, nuestros actos ya no son

3.

DOCTRINA VERDADERA : En realidad no hay distinción específica

«nuestrOS». Cristo es quien en nosotros hace nuestros actos.

entre estas dos maneras. El recto sentido de la IDENTIFICACION es que nuestros actos se dicen de «Cristo•, porque van hechos por l a gracia santificante.

1) 2)

Al crecer la gracia, hay más Identificación con Cristo. La

•conciencia• de

esta

unión

puede hacerse más viva,

intima, profunda, y por l a contemplación INFUSA llegar a ser una conciencia «Inmediata> y «experimental > ; yén­ dose asl conformándose más en la manera de pensar, amar

y obrar, con Cristo. 1 5. - EI

texto :

cVIVO AUTEM IAM NON

EGO,

V IVIT VERO IN ME

CHRISTUS• ( Gal. 2, 20) se entiende de la J ustificación del alma por la gracia d e Cristo : Muere a la Ley con Cristo, y vive en Cristo por fe.


L E C C I O N

PERFECCION

E

11\UTACION

DE

9 . •

DIOS Y

DE J ESUCRISTO

( GUIBERT : 97-1 07.)

8 U :\t: A lU O : l. La Ley d e J a i m itación. - 2. Dos corrientes de i n t e r p retaci ó n . 3. La i m i t aci ó n de D i o s ; s u recto sentido. - 4 . Ex pl ic ac i ón teológlca. 5, Conclusión t eo l ó gi ca. - 6. I m it ació n de C ri s t o. - 7. Pa r t i da r io s de f'8ta d o c t r i n a . - 8. Los a d v e rsa ri os de la i mitaclón. - 9. La i m i tac i ó n t n .. tel'na y la e x terna. - to. l n H u j o de la i m itación en la perfecci ón. 1 1. Restricciones en l a i m itación. - 1 2. I m ltaclón de o: acci o n en e imi­ tación d e «estados•, - 1 3. Enjuiciamiento d e estas dos c o n cep c i o n e s , l ·1. Sari t ificac l ó n y el m i s te ri o d e Cristo. - 15. Explicación teológica. 1 6 . \' o. l o r de a m bos m o dos. LECl't:RA c o m p l e m entaria :

Vida

del

,·erdadero y

sumo Capitán, l n i c. 1 40.

1. - La l ey de l a imitación La estableció Cristo cuando dij o : •Sed perfectos com o vuestro Padre celestial es perfecto• ( Mt. 5, 48).

·2. - Dos corrientes d e i n t e r p retaci ó n 1.• 2.•

Im itación ele D ios : o de la Trinidad : en ella se halla la fórmula de la perfección cristiana.

I m itac ió n ele Jesucristo: la conformidad con Cristo d a la fórmu­

l a esencial d e l a perfección cristiana. ( Así desde la Edad Media.)

3. - La i m i tación d e Dios: Su recto sentido

l.

TEXTOS

TRADICIONALES:

Además

del

ya

citado d e l

Señor,

hay estos otros :

a)

San Pablo < Efes. 5- 1 ) : •Sed, pues, Imitadores de

b)

Los Alejandrinos :

Dios.>

inculcan la imitación de Dios de modo

peculiarlslmo :

1) 2)

San

Clemente

Alej andrino :

<Es

verdaderamente

perfecto el que Imita a Dios cuanto es posible.> Orígenes :

•El

hombre obtuvo la dignidad

de

ser

Imagen de Dios en la misma creación ; pero el que sea "semejante" debe él lograrlo•, por la Imitación de Dios con sus obras.

3)

San Gregorto Niceno : El !In de la Vida del hombre es la asimilación con Dios.


PERFECCIÓN E IMITACIÓN DE DIOS Y DE 3ESUCRISTO 2.

Los t e ólogos:

Algunos, v. gr., Crombeclus

69

( 1 ) , definen la perfec­

ción por la semejanza con Dios. Morcay

nidad.

< 2> define la perfección por la imitación de la Tri­

4. - E x plicación teológica Dios es la. causa <ej emplar> primera de todos los entes. · Luego la ma yor perfección del hombre es aquella en la que hay mayor participación y mayor semejanza con la perfección lnfinlta de Dios. Pero, ¿en qué sentido ?

l .º

Las

perfecciones FISICAS

de

Dios, v.

gr., su

omnipotencia,

su eternidad . . . podemos •admirarlas>, pero no •1rnltarlas•. Nuestra potencia limitada sólo analógicamente se dice ser cpartlclpaclón•

2.0

de

la

omnipotencia

divin a. :

eso

no

es imi­

tación. Las perfecciones MORALES, si, que algunas pueden ser Imi­ tadas

cen alga . : v. gr., su misericordia, su j usticia, su san­

tidad. De esta Imitación se entienden las palabras de Cristo y de San Pablo.

3.0

En •alga > : e. d. sólo por cierta analogl a :

a)

Porque

también

en

las

perfecciones morales

está l a

caseidad>, l a <infinitud • , Imposibles de 1rnltar por nos­ otros.

b)

Además Dios es Fin

para

si

mismo :

Nosotros somos

creados para El. Todo esto lleva a una Imitación en sen­

ti d o lato solamente.

4. 0

La imitación de Dios no es c n o rma • : Tenemos que decir : Imi­ tamos la misericordia de Dios, en cuanto podemos:

dada la

diversidad infinita entre Creador-Señor y creatura-slervo.

s. - C o n c l u s i ó n teológica Luego en este orden de •camino• es Cristo ;

ej emplari dad, el llnlco Mediador, el llnlco

en El y con El ya Imitamos ccuanto podemos> a

Dios. Por Cristo se nos presentan más claras las perfecciones divinas, que imitamos.

(1) (2)

CROMBECIUS, De Estudio per/ectionls, Maguncia, 1 6 1 4 , I, c. 2-3.

MORl;AY, Pieté chrétienn.e et écoleB de spiritU4JiU, Llege, 1928, I, l.


LECCIÓN 9.�

70 &. - La i mitac i ó n d e C risto

1 .0

LOS TEXTOS : al

J esucris to nos propone El mismo como e j emplo su modo «Os he dado ejemplo para

de obrar: v. gr., loan . 13, 15 :

que vosotros hagáis como Yo os hice a vosotros.• < Hay un lugar paralelo en Le. 22, 27 : « Est oy entre vosotros como

quien si rv e . >) bl

A póstol es : S. Juan (I loan. 3, 16) ; S. Pedro (I Pet. 2, 20-22) . . . S . Pablo frecuenta l a fórmula : dmltadme a mí, como yo a Cristo• (I Cor. 1 1 , 1 ) ; y directamente : «Pensad

e)

como Cristo> < FU . 2, 5). Padres : los Alejandrinos aunque tienden más a valerse de l a fórmula <imitación de Dios>, se explican diciendo que cse­

remos semej antes a Di os , si imitamos al Verbo Encarnado>. S. Ignacio de Antloquía propone : Cristo como El lo es del Padre.>

cSed imitadores de

S. Agustln dice ser perfecto el que sigue perfectamente a Cristo ; y que le sigue perfectamente, el que le imita. 7 . - P a r t i d a rios de esta doctri n a

l.

En la Edad Media son entusiastas San Bernardo y San Francisco de Asis : San Buenaventura (3) define la perfección asi : «Es la conformidad del viador con Cristo por el hábito de l a virtud por e l c u al , de supererogación, se evita lo malo, se obra lo bueno, y se prefiere lo ad ve rso. •

2. 3.

4. 5. 6.

(3)

<4)

(5) (6) (7)

Rodulfo el Cartuj o ( 4) y Tomás d e Ke m pls < 5) son sus gra n de s

p ro pa g andis tas . Más tarde, San Ignacio de Loyola fragua en esa doctri n a sus

Ej e rci cios, en los cuales, a partir de la 2.• Semana, la petición es : «conocimiento, amor e i mi taci ó n de Jesucristo•.

Sa n Juan de la Cruz a visa , como primero de todo, que trai gan ordin ario apetito de Imitar a Cristo en todo < v. gr. , Subida al Monte Carmclo, I, 1 3 - 3 , Ed. Silverlo).

San F ran cisc o de Sales ( 6) : cAprende la manera de ser de Jesu­ cristo y conformarás tus actos al ej emplar de sus actos.• León XIII ( 7 ) : cEI Maestro y Ej emplar de toda santidad e s C risto.>

SAN BUENAVEN'IURA, Apoiogfa Pauperum, 3, n. 4 <Quaracchi : VIII, 245). RoouLFo EL CARTUJO, De vita Christi, Prólogo. Tords KEMPIS, De la Imitación de Cristo. SAN F. DE SALES, Introducción a la vida devota, II, l. LEÓN XIII. Carta al Card. Gibbonr, Doc. 570 y n. 56 1 .


PERFECCIÓN E IMITACIÓN DE DIOS Y DE JESUCRISTO

B.

-

Los a d v ersarios de l a I mitación

l.

Los Protestantes :

2.

9.

-

dicen que l a UNION es más conforme con la

doctrina de San Pablo. Los Quietistas : decían que eso era bueno solamente para los que estan empezando en la vida espiritual.

La i m i t ac ió n i n t e r n a y la e x t e r n a

a>

La INTERNA es esencial. Los actos d e l entendimiento y de l a voluntad s e conforman a lo q u e Cristo pensaba y queria.

b)

La EXTERNA s1n la interna no es de v alor ;

pero es nec e saria

para l a interna

l.

como alguna manifestación de ella,

3.

porque

2.

por la reacción de lo externo en l o Interno, los actos externos disconformes con los actos de

Cristo, son obStáculo para l a imitación Interna.

1 0.

-

I n fl ujo de la i m i t ac i ó n en la perfección

Es cierto que tanto mlis perfecta serli la vida d e l cristiano, cuanto m ás éste imite los ejemplos que Cristo nos dio en su vida.

l.

El fin del Verbo al hacerse hombre no fue sólo redimirnos, sino darnos

duz• con su

doctrina y su

ejemplo ;

e.

d.,

ser

nuestro

modelo, el Supremo Modelo : porque no se puede Imaginar siquie­

2.

ra perfección superior a l a su ya.

Es Cabez a a la cual deben conformarse los miembros, ya que son de la misma naturaleza y viven de la misma vid a : de ahi, armo­

nla en la conformidad.

3.

Es Cristo «Camino d e verdad y v i da• también por sus ejemplos . . . Cuando uno mlis l e tiene por ej emplar cen e l hacer y enseñar • , m á s progresa por el camino verdadero q u e lleva a la vida.

1 1 . - R estri c c i o n es en la i m i t a c i ó n

l.

2.

En

lo externo, algunas veces Cristo procedió

tancias

partlculares.

No

son esos

casos

debido a circuns­

«norm a

generab

para

todas l a s circunst ancias. En lo Interno. Cristo, no pudo por ser lo que era, damos e jemplo en todo : v. gr. , en tener contrición de pecado s ;

en la hum!!dad

no pudo tener a otros por superiores a El.

3.

En l a práctica, debe evitarse el modo • m a terial > y li ter al , que fue

causa de extravlos de la Edad Media. Deben buscarse .Jos Juicios prácticos• sobre el valor de las cosas ; de la manera de hacer en tales y tal es circunstancias.


LECCIÓN 9.ª

72

1 2. - 1 mitaclón da acciones o i m itación d e estados

1.

Los Fr a n c i sc a nos y San Ignacio c!mltan a Cristo al c onform ars e con l os ejemplos que El nos di o > .

2.

El Cardenal Bérulle ( 8 ) < Condren, Oller, San Juan Eudes) ha bl an

más bi e n de cadheslón a los estados de Cristo>.

1 3. - E n j u i c i a m i e nto d e estas dos concepciones

l.

2.

No

hay

oposición entre ellas:

Todos Inculcan

ser necesario

el

conformarse con Cristo-Ejemplar en todo, y esencialmente en las d isposicion e s Internas del alma, con manifestación al exterior.

P e ro

Bérulle

y

sus

d lsc lp u l os

aUenden

menos

transeúntes• de la vida te rrena d el Sefi or ; dispo sicion es

Interiores, como

permanentes,

a

las

•acciones

se O í an más e n las

para

hacerlas

pro­

p ias cooperando con la gracia que n os las Imprime en nuestra alma o nos comunica una participación d e ellas. Por eso el método de meditar se basa di r e ctament e en los tra­

tados teológicos del Verbo Enc arna do .

3.

Los Fran ciscanos y San Ignacio atienden más a los mismos hechos evangéllcos, a las mismas palabras de Cristo tal como están en el texto de la Escritura, y me d it an de u n modo Interno y afectivo, para que haya más Odelidad en la conformación a estos ejemplos de la vida hu m an a del Señor, y d e los Misterios d e Cristo.

4.

Pero en ambas maneras se mezcla lo especulativo con lo afectivo, lo do gm áti co con el Evangelio, la g raci a de Dios y e l propio es­

fuerzo, los estados con lo transitorio.

5.

Son dos disp osicione s del alm a , una más pasiva, otra más ac tiv a , en un doble modo d e conoc er las disposiciones Internas : por de­ ducción teológica, por I ntu ic ión evangélica. Este segundo modo como m en os abstracto y más concreto, tal

vez s atis f a g a a más almas.

1 4 . - S a n t i fi cación y «al misterio d a C r i sto11

Hay dos caminos que llevan a l a santificació n : 1.0

Ex opere operato: por los Sacramentos y el Santo SacriOclo. Des­ arrolla el conocimiento d e l as grandes verdades o cmlsterios de

s an ti d a d> , gracia santificante ; adopción divina ; deificación ; In­ habitación del Es plrl tu Santo, etc.

Se llama a esto «SantlOcaclón por el Misterio de Cristo > .

(8)

CARD. BÉ RULLE. Véase POU R R A'.r, Spiritualité chre!tlenne. t. D I , c. 1 3 , TI, p. 5 3 1 .


PERFECCIÓN E IMITACIÓN DE DIOS Y DE JESUCRISTO

2.0

73

Ex opere operantts : Se fija en el cuidado de hacerlo todo con

rectitud y desarrolla el deseo de adquirir las virtu des morales . Se Je llama cMoral!smo•.

1 5. - E x p l i c a c i ó n teológi ca a'

del

moral i s m o

E s te •morallsmo• cristiano n o tiene n a d a q u e ver c o n el •mo­

rallsmo de los ftlósofos paganos > , que echaba mano de las propias fuerzas linlcamente. El moralismo cristiano tiende a Dios, se apoya en el auztlto

de Dlos, para aumentar la Unión con Dios, dejándose dirigir por

la gracia.

bl

Es Cristo mismo quien enseñó e n los Evangelios y extensamente los preceptos y los consejos de la vida moral.

e)

Es San Pablo quien e n la c predicación del Misterio• Insertó con amplitud exhortaciones morales.

dl

Es S anto Tomás quien en Ja II.•-II." trata extensamente d e las •virtudes morale s•, d e su

claslllcaclón, y hasta se sirve

de los

mismos motL vos de que se val í an los ftlósofos antiguos.

1 6. - Valor d e ambos modos

l.

Tan pellgroso es no tener cuenta suficientemente de adquirir la perfección

m o r al

y la santificación «ex opere operantls>, como

lo es olvtdarse de obtenerla por el misterio de la Misa y de los Sacramentos «ex opere operato•.

2.

Es esencial para la Vida cristiana e l que se unan para esto los dos métodos.

3.

Jamás en la Iglesia se ha oscurecido ninguno de estos dos aspec­ tos. Aunque a veces el Impulso del Esplrltu Santo haya hecho pre­ valecer, y a a uno, y a a otro, en las diversas etapas de Ja Iglesia.

4.

En ambos modos Ja preferencia se Ja lleva Ja

grac1 a :

posible afirm ar que uno de ellos e s superior al otro.

no es


L E C C I O N

PERl<'ECCION

Y

1 0

CRUZ : CONFORlll I DAD CON LA VOL UNTAD DE D IOS (0UIBERT : 1 08- 1 1 6.)

l. Perfección y c ru z . - l. El m a rt i r i o )º l a pe rCecci ó n . - 2. En­ señanzas d e Cristo. - 3. La c u e st i ó n de los actos d l f ídles. - 4. La cues­ de l l r,·a r la cruz. - 1 1. Confo r m i d a d con la \' O l u n t a d de Dios. 5. Defi n icio nes. - 6, La c o n formidad. - 7. V a l o r d e a m ba s c o n fo r m i d a ­ d e s . - 8. D i rectrices d e l a conformidad. - 9. E j e m p l oi. - 1 0 . L'na d ifi ­

SUMARIO : tión

cultad. - 1 1 .

Respuesta

a la

d i fi cultad.

LECTURA c o m p l e m e n t a r i a : Sacrificio, 1 1 , 1 6 9 . - Cristo Crucificado, 11, 1 2 -l . El c r u c i fi j o . 11, 1 4 2. - El s e r m ó n que les hact>1 l, UO. - La ,·ol u n t a d d e Di os1

1, 50.

- - Pr6ct ica., 11, 4 4 4 . - · Ag ra d a r a Dios. A b a n d ono,

g a c i ón

y cu l hl ra , J I , SI; l n i c. 293.

I. 1. - E l martirio

-

PEHFECCJ0:-1

y

1, 5 7 ; l l , 1 5 2 . - Abne­

cm;z

y la p erfección

El Martirio se considera como la suma perfección cristiana.

l.º

En los primitivo s :

San Clemente Alejandrino llama al Martirio

•Perfección>, po rq u e ce! que muere por l a fe, hace una obra de

caridad perfecta> .

2.0

En la Edad Media, San Buenaventura hace una distinción O l :

l. 2.

Perfecto, en general, es el acto cdlflclb y excelente.

Imperfecto, en general, se dice el acto «fácil • , al cual se

Inclina la naturaleza humana.

3.

Consecuencia : La perfección evangéllca exige tres elemen­

tos : separarse del mal , hacer el bien, tolerar pacientemen­ te lo adverso. Es act.o Crlst.o ;

bl

de perfecta caridad :

exponerse

a

al

la muerte

desear Ja muerte por por

Cristo ;

el

gozar

en el combate de la muerte.

3.'

El libro de la

Imitación

concluye el c. 25 del libro l y todo el

libro, con estas palabras :

cTanto aprovecharás cuanto

más

vencieres.>

(1)

SAN BUE NAVE NTURA, Apol. paupcntm, c. l, n. 8 (Quaraccht : t.

VIII,

238).

te


PERFECCIÓN Y CRUZ : CONPOBMIDAD CON LA VOLUNTAD DE DIOS 4.0

75

San Ignacio termina asi la 2.• Semana de Ej ercicio s : «Piense cada uno que tanto se aprovechara en todas cosas espirituales, cuanto saliere de su propio amor, querer e interés> en. 1 89).

5.0

San Juan Eudes (2) Insiste en el martirio : Enseña que la •per­ fección y la consumación d e l a vida y santidad cristiana es el

martirio�.

2.

-

E n s e ñ a nzas d e

Cristo

Cristo e nseñó que «nadie tiene mayor caridad que el paner la vida por sus amigos• ( loan. 1 5- 1 3 > . De aqui que

J .• 2.0

3.' 4.0

Tanto mayor es la perfección cristiana, cuanto uno más se abraza por amor de Dios con Jo duro. El ápice de esta perfección está en la misma muerte sufrida por Dios. Así,

fue

sumo

acto

de

amor,

en la vida

de Cristo, la muerte

de cruz. Cristo pane esta condición a sus seguidores :

cSI alguno quiere

seguirme, niéguese a si mismo, abrácese a la cruz•

3.

-

( Mt. 16, 24).

La c u�stión d e los actos d i f í c i l es

Se pregunta : ¿ Son los actos de las virtudes tanto más perfectos cuan­ to más dificiles de hacer ?

1.0

2.0 3.0

Aristóteles trae un texto peleador ( Eth. I I , c . 3) , dice :

•Sobre l o

q u e es "más dificil", siempre se da arte y virtud.> Santo Tomás estudió ampliamente este texto varias veces : véase, por ej emplo, II Sent. D. 29. San Buenaventura estudia en este texto tres aspectos ( A p oloaia

pauperum, c. 3, n. 1 5 - 1 7 ) . 4.0

Modernamente s e puntualiza a s i l a respuesta : No se

puede

afirmar simplemente que un acto es tanto más

perfecto cuanta más dificultad hubo en hacerlo : pero se admiten cuatro posicione s :

1 .•

En circunstancias Iguales es m á s «dificil• hacer una •Obra buena> con cuidado y perfectamente, que hacerla con ne­

2.•

gligencia. Los buenos hábitos adquiridos, el continuo ejercicio, vuel­ ven las obras mucho m(ls «fáciles>, pero no les quitan el «mérito> .

(2)

SA� Jt:AN EODES, Vie et ROj'aUml" de Jésu.s, l. u, c.

44

s.


LECCIÓN 1 0

76 3.ª

D o s personas q u e hagan la misma cosa •dlflcll•, una con facilidad y la otra con dificultad,

tendrá más mérito el

que haya obrado con mayor «caridad > ; pero a igual cari­

dad, aquella que Jo hizo con máS <facU!dad> por el hábito adquirido.

4.•

A veces, la misma dlficultad excita la reacción de un mayor conato y de una caridad mayor, que se impone. E so da más perfección y mérito al acto ese. En general: el haber vencida Ja dificultad es un buen In­ dicio de una mayor ccarldad• en la ejecución y por eso de m ayor mérito.

4 . - La cu estión d el llevar la cruz

l .•

Parece cierto que no habrd «perfecta. vida cristiana, si de ella está desterrada la cruz y el dolor, sufrido por el amor de Cristo.

2.•

En general, no se asciende a mayor santidad a no ser con ma­ yores pruebas que, al purificar al alma, la unen con los dolores de Cristo.

3.0

Pero no es cierto que la perfección es 'mayor' cuanto es más duro lo que se sufre por Cristo, pues, dolores menores con mayor ca­

ridad pueden hacer máS perfecta una vida. 4.0 5.•

Puede dudarse de la santidad, cuando no aparece participación ninguna en la cruz. derecho puede afirmarse la santidad, cuando en las duras

Con

y frecuentes

adversidades,

ha habido

paciencia,

amor Y

gozo ;

pues eso sólo puede provenir de una caridad, que conforma al alma con Cristo crucificado, ej emplar de toda santidad.

11. -

CONFORl\I IDAD CO:-J LA VOLUNTAD DE D IOS

5. - D e fi n i c i o n es

Al

En Santo Tomás ( 3 ) :

1)

Voluntad de cbenepláclto• es aquella por la cual Dios quiere de cmodo absoluto• hacer lo que hace.

Al querer Dios el orden de l a presente Providencia

a)

quiere directamente el BIEN, que de él resulta;

b)

permite LOS MALES morales <pecado) por los bie­ nes que de ellos nacen.

(3)

S•NTO TOM¿S, 1, q. 19, a. !1·12.


PERFECCIÓN Y CRUZ ; CONFORMIDAD CON LA VOLUNTAD DE DIOS 2)

Voluntad d e csefial > : Dios absolutamente quiere

a1go ,

77 que

para nosotros es seiial d e que tal o tal acto nuestro l e es a El agradable, v. gr.

a)

La LEY de no mentir la quiere Dios absolutamente.

b)

Eso es seiial d e que nuestra abStlnencla de menti­ ras le es agradable.

c)

El hecho de haber mentiras nos dice que, a pesar de

la

culpa

del

hombre,

per111 i te Dios que

haya

mentiras.

B)

En San Francisco de Sales ( 4) y 111 o demos: a)

Voluntad d e beneplácito : Es l a voluntad absoluta y ya veri­

ficada, cual nos lo dicen clos hechos• < I ntentados o permi­ tidos).

b)

Voluntad de señal: Es l a voluntad que nos sign ifica lo que tenemos que hacer por precepto o consejo.

e.

-

La conformidad

al

b)

Pasivamente : •Aceptación de lo que Dios quiere absolutamente.• Activamente :

cAfll.n d e obrar según lo mandado por Dios.>

7. - Valor de am bas conform i d ades 1.0

La aceptación (pasivamente) es condición negativa d e la vida perfecta ; no habrá amor de Dios, sin aquella aceptación.

2.0

Alguna

alma, por su lndole

pasiva, aceptará fácilmente sufrir

todo, por sincero amor d e Dios, sin que por eso sea perfectisima. si deja d e hacer lo que Dios quiere que ella haga.

3.0

El AFAN puede

tenerse

como

medida de

la perfección espiri­

tual :

a)

A Dios le agradan tanto

más nuestras acciones, cuanto

m ás han de conducir a nuestro Fin Ultimo : son así m ás perfectas : glorificarán más a Dios.

b)

Hay más dominio de la caridad cuando se afana uno por ellgtr lo que a Dios más le agrada.

(4)

SAN FR. DE SALES, Amour de Dieu, VIII, 3, 'Y IX, c. 1 . Entretiens. 15.


LECCJÓN 1 0

78

s. - D i rectri ces d e la confor m idad 1 .0

Lo que Dios quiere «positivamente», como es moralmente bueno. tenemos que quererlo nosotros positivamente, aun antes de veri­ ficarse. V. gr. Dios quiere asl los •males flslcos• sin mezcla de mal moral. Ejemplo : La hora de mi muerte.

2.°

Cuando Dios «permite• algo ( pecado, resistencia a las gracias, condenación de alguno) s 1 e m p r e existe una voluntad creada, que ha divorciado el plan de Dios en el orden existente. Enton­ ces surgen dos hipótesis : l .•

Que esa voluntad «no fue la m f a • : Puedo adherirme a la voluntad de Dios «Permitente• ese hecho : v. gr. que tal hombre se obstine en el pecado . . .

2.'

Que esa voluntad fue delidad a la graci a :

l a mio.:

v . gr. h a habido e n m i Infi­

1)

No puedo H O Y -antes de esa infidelidad- adhe­ rirme a la voluntad de Dios, que permite mi peca­ do para mafiana.

2)

Puedo MAAANA, cometido ya e l pecado, adherirme a l a voluntad de Dios, que lo permitió ; porque de esta voluntad mia de después del pecado, ya no depende para nada la existencia de ese pecado. No esté. en mi el que no lo haya cometido, y asl puedo detestar mi mala voluntad anterior y al mismo tiem­ po adherirme a la voluntad de Dios que lo per­ ml tió.

9. -

Ejemp los

l.

No podría conformarme con un «decreto• de Dios del cual yo pensase que era el decreto de mi condenación e t e r n a . Esa permisión supone en mi un pecado mortal y mi final im­ penitencia. Asentir al decreto, es asentir a mi pecado f u t u r o . Al querer Dios algo con voluntad «permisiva•, quiere expllcl­ tamente, por el precepto de la eSPeranza, que yo nunca asienta a esta hipotética condenación.

2.

La Iglesia condena que las almas, aun en las «últimas pruebas• de de Ja vida mistlca, hagan al Sefior el Sacrificio de sus propios Inte ­ reses sobrenaturales. . . o de su propia felicidad eterna.


PERFECCIÓN y cnuz. : CO:i'FOHMID.'i.!> CON LA VOLUNTAD DE DIOS

79

1 0 . - U n a d i fi c u ltad Dios no quiere con voluntad «absoluta• Igualdad de perfección y de Santidad en todos Jos cristianos, según parece por los hechos. En

esta hipótesis

se

pregunta :

¿ Podrla ser

Jo

perfectlslmo

tender

solamente a ese graáo áe perfección, asignado a cada uno en particu­ lar, o habrá. todavia que aspirar a lo Inasequible, aunque faltarán Jos auxll!os de Dios?

1 1 . - R esp uesta a la d i fi c u ltad

1.°

Como e l hombre nada puede en orden a Ja perfección sin el auxi­ lio de Dios, le es simplemente Imposible lograr otro grado «supe­ rior> a aq uél, para el cual Dios le tiene destinado, y para el cual le da gracia. Al conformarse el alm a con la voluntad de Dios para ese grado Inferior, no renuncia a nada que le es posibl e : Podrla hacerlo.

2.0

Pero hay todos :

de por m edio

l a Invitación general

.sed perfectos como vuestro

de

Jesucristo

a

Padre celestial es Perfecto.>

Para conformarse con estos deseos de Jesucristo, que invita a la suma perfección , es mejor que el alma

al

de suy o no se fije en grado alguno, sino que se proponga la suma perfección ;

b)

de h ec ho , al conocer el alma que Dios ha querido para ella, no eso sumo, sino u n grado determinado de perfec­ ción, la conformidad consiste en aceptar lo que Dios con voluntad absoluta de beneplácito ha fijado para el alma.

e)

SI

Dios Infunde deseos de sacerdocio , de

vida

religiosa,

de martirio , cuando cualquier cosa de esas es ya Imposible para esa alma, por la voluntad absoluta de Dios, que se contenta con los deseos y no con l a realización, el alma hace bien

en fomentar esos

deseos; ya que es lo únlc:o

que Dios quiere entonces de ella.


L E C C l O N

DEL D ESEO

DE

1 1

LA PERFECC ION

( GUJBERr: 1 1 7- 1 25.) SUMAIU O : l. D o s o p i n i o n e s se enfrentan. - 1 . Indiferencia y propia perfec­ c i ó n . - 2. � o p o d e m o i; estar i n di fe re n tes a ella. - 3. I n d i fe renci a bu e n a y m a la. - 4. E x igen das de la m a y o r gloria d e Dios. - 5. R a zón de estaa e!:ig<'ncfas. - 6. C o n s e c u en c i a d e e-sta doctrina. - 11. Deiseo y amor puro.­ ':. Tres m o d os de desear la ,,.i!:iiÓn de D l os. - 8. Valor de cada deseo de es t o s. - 9. Tres maneras de d esear la p e rfección. - 1 0. Yalor de estas t ret; m a neros. - 1 1 . Los pai¡os de una buena coordinación. - lll. Motivos e fectivos dt"l de s eo. - 1 2. Los comien zos y aun d e s p u és . - IV. Los peli­ gros que podrá haber. - 13. Los más c o m u nes. - M. Loa remedios de t•s t o ¡.¡

pei i g rol!I. - 1 5 .

LECTURA complemenlaria :

l'na

objeción

I n d i ferencia

15 u t i l ,

y s e n s i b i l idad, 1 , . no.

1. - D os o p i n i o n es se enfrentan 1 .0

MUCHOS directores espirituales Inculcan seriamente la necesi­ dad de fomentar u n DESEO ferviente de la propia perfección.

2.0

OTROS muchos directores advierten que puede haber peligro en eso, al fomentar un deseo que e s demasiado egoísta, Interesado, antropocéntrico, con lo que la caridad purlslma por Dios, y la perfección mlsma de la vida sobrenatural quedan rebajadas.

l. - I N l> I F E R E N C I A Y PHOPIA PEiffECCION 2. - No podemos estar i n d iferentes para la perfección al b)

En la Lec. 1 0, n. 1 0, se asentó ci611>.

eso

respecto de nuestra «Salva­

La Indi ferencia «respecto de la propia perfección• es semejante a la indiferencia respecto de la «salvación propia>, aunque tiene una flsonomla diversamente matizada. Pues

1)

Puede resultar

menos perfecta

la vid a de uno, sin que por

e so deba suponerse que ha habido ofensa de Dios, al me­

2l

nos grave. Pero tampoco se puede decir BUENA absolutamente esta indiferencia ;

y a que · una perfección

mía cmds grande>

e n esta vida, trae como consecuencia una «mayor gloria de Dios>, que se le da por toda la eternidad.


DEL DESEO DE LA PERFECCIÓN 3.

-

81

1 n d lfere n c l a buena y mala

a)

Es BUENA l a Indiferencia por las riquezas o la pobreza ; por los honores o los oprobios ; por la salud o la enfermedad. Es que precisamente cualquiera de estos extremos, en adjuntos determinados, puede ser camino para promover la •mayor gloria> de Dios.

b)

Es MALA la Indiferencia por una mayor perfección, o una menor perfección : porque, en ningún adjunto determinado, «una m enor> perfección

podrá ser camino para promover «la mayor

gloria•

de Dios.

4. - E x i gencias de la mayor gloria de D i os La mayor gloria de D!os

a)

Puede exigir «la omiSión de un MEDIO>, de suyo muy bueno

b)

No puede exigir «la omisión de la PERFECCION> , que debe

para conseguir la perfección. alcanzarse.

5.

-

R azón d e esas ex igencias

! ."

Teológica :

La bondad y sabiduria infinita de Dios dará OTROS

MEDIOS a aquél, que, por amo r puro de Dios, omitió el •medio•

OPTIMO. Con aquellos otr os medios conseguirá, aunque sea con

más

dificultad,

el

mismo

grado

de

perfección . . .

que

le

darla

el OPTIMO. Pero, el que omite «la perfección>. ya se queda sin ell a : d ar á menos gloria a Dios.

2.•

Autoridad : al

Existe

la

famosa

Fenelón, que

en

condenación su

de

las

proposiciones

de

generaHdad suponlan que no puede

haber DESEO de las virtudes o de la perfección sin alguna Imperfección lntrlnseca ( l l . Sólo se salvaría de Imperfección e l deseo q u e viniese Imperado por el motivo cúnico» de cumpHr la voluntad de Dios, que quiere se tenga ese

b)

d ese o.

Santo Tomás e 2) ensefta que

1 .0

no peca el hombre comltlendo algunas obras d e ca­ ridad• a las que no está obHgado, ni por su estado, ni por las circunstancias ;

( ll (21

FENELÓl'i. D. B. 1330. SANTO Tords, II.• ..u ,ao, q. 1 86

a. 2

ad 2 ; II.4-IL", q. 184, a . 3.


LECCIÓN 1 1

82

2."

pecarla e l hombre que

«despreciase> s u progreso

espiritual, porque no nos es licito tender a nuestro Ult!mo Fin de una manera, que sabemos es menos eficaz.

&. - C o n se c u e n c i a de esta doctr i n a

Nunca será mejor mantenernos indiferentes respecto de una mayor perfección por conseguir ; porque se rla mantenerse Indiferente para una

consecución plena del Fin, que Dios n os ha fil ado.

JI. -

llESEO

Y

AMOR PURO

7. - Tres m o d o s d e d e s e a r la visión d e D i o s Apetezco la visión de Dios beatifica 1 .0

2.0 3.0

en cu anto es

•felictdrid

'11 í a> : el estado de

mi

plena felicidad ;

en cuanto que as! me <111!0 con Dios>, mi sumo Bien ; en cuanto qu e esta

visión mia es para Dios su gran glorifi­

c ación. s. - V a l o r d e cada d eseo d e éstos a)

El primer modo es en si

«!e git1mo > .

t.eológlco>, y a que su motivo

Tal vez no sea un acto

formal es l a •conveniencia• para

de apetecer la consecución del propio FIN. El segundo modo es también legitim o : Pero los autores no aca­

cada ente racional

bl

ban d e convenir en la clasificación de este acto :

!.

Unos lo tie n en por perteneciente a la ESPERANZA.

2.

Otros piensan que es un acto de caridad <secundario•, pa­ recido al

acto con el cual amamos al

prój !mo

por

Dios. c)

El tercer modo es manifiestamente un a c t o de carida d : amor de purlslma benevolencia hacia Dios.

9. - Tres m a n e ras d e desear l a perfección Podemos desear la PERFECCION al

en cuanto que es precisamente perfección en el

orden sobrenatural me

perfecciono

m1a.

en mi

Con ella yo, naturaleza

elevad a ;

bl

e n cuanto que c o n esta mayor perfección •me

u no

m ás a


83

DEL DESEO DE LA PERFECCIÓN

D!os,

el

mi

fin

llltlm o :

desde

esta

vida,

plena y definitivamente en el cielo ; en cuanto que esta mayor perfección

como

eg1

cvlador> :

orifiea•

mas

más a

Dios ; ya de suyo, ya porque Dios quiere que yo la desee por su mayor gloria.

10.

- Valor al

b)

de estas tres m a n e ras

En la tercera manera brllla un acto de purislma benevolencia hacia Dios.

En

las otras dos maneras aparece do ¿ No

será mejor prescindir de

se fij e sólo en Dios?

11.

- Los ! .º

pasos de u n a

El acto de

de amor a)

desear

m 1o• .

c ese mi<»

para

que

la mente

buena coordi nació n

LA UNION CON DIOS, comparado con el acto

de <pura benevolencia>, es menos perfecto :

En

abstracto:

la vida humana, en la cual todos sus actos

fuesen emitidos o Imperados por el amor de benevolencia, serla más perfecta que otra en que prevaleciesen los actos emitidos por sola aquella amigable concupiscencia de Dios,

b)

o por el deseo de la propia perfección.

En

concreto:

le es Imposible al hombre «vlador.

evitar

todos los pecados veniales. Mucho más l e es Imposible emi­ tir todos sus actos por el motivo perfectis!mo d e l a pura

e)

benevolencia hacia Dios. En l a tierra, al revés de lo que sucede en el cielo a causa de la visión, no podemos

«Simultáneamente•

amar a Dios

con sumo amor de benevolencia, amarle como Bien Infi­ nito para nosotros, y gozamos de

el)

nuestra

propia

frll­

cldad y de la de los otros. - Se hace sucesivamente. Nuestra voluntad, en la tierra, débil , no siempre se dej a mover por el motivo más perfecto : puede ser que el enten­ dimiento no se lo presente de una manera perfecta. De ahi l a Imposibilidad, para e l alma, de fijarse sola­ mente en esos motivos perfectlslmos. Esto hizo que fuese condenada la doctrina de

e)

Fene­

lón (3) •del estado de amor pu ro> . Sin em bargo, a medida que se va progresando en santidad, el dominio d e la caridad sobre l a vida toda se vuelve más avasallador ; con lo cual, el hacer mAs y más actos de ca-

í3)

FENELÓ�. D. D . 132'T.


LECCIÓN 1 1

84

ridad pura, e l alma s e v a asemejando m ás e n s u obrar y

/l

en sus energlas a las almas del cielo. Pero,

ni

siquiera

en

la

mayor

santidad

conseguida,

es

posible evitar todo venial y obrar siempre por el motivo más perfecto. También esas almas tienen que lr sucesi­ vamente emitiendo ahora unos, ahora otros de los actos. 2.0

El deseo de l a PROPIA PERFECCION:

al

Es bueno :

No es tan perfecto como el acto de amor de

pura benevolencia.

b)

Es útil, y aun necesario para el alma, para que en con­ creto tienda eficazmente a la caridad perfecta. Hay que ver las circunstancias.

1 1 1 . - :llOTIVOS EFECTIVOS DEL DESEO 1 2. - A los comi enzos, y a u n d e s p u lla

a)

No siempre los motivos

más

elevados son los que tienen

más

fuerza práctica para mover la voluntad. Deberá recurrirse a otros motivos, que sin excluir los «óptimos• les ayuden. Ayudan precisamente como motivo «el deseo de la perfecclOn• y de «la uniOn con Dios•.

b)

La Iglesia en la Liturgia procede a veces por motivos menos per­ fecto s : muchlslmas de sus oraciones expresan el deseo de la san­ tidad y de los bienes eternos.

e)

La Gracia, como lo dice la experiencia, excita vehementes deseos de perfección en los que quiere preparar y llevar a mayor per­ fección. Eso es sumamente psicológico.

IV.

- WS PELIGROS

QUE PUEDE HABER

1 3. - Loa mita comunes

Son ésto s : Al fomentar e l deseo, suelen nacer peligros

l.

de

2.

de andar reflexionando el alma sobre si con exagerada solici­

amo r

propio, egolsmo, vana complacencia en la propia per­

fección ;

tud e Inquietud. Eso lleva a la pérdida de la paz Interior, de l a verdadera reslgnaclOn y de la conformidad con la voluntad de Dio s ;


DEL DESEO DE LA PERFECCIÓN 3.

de timidez por el modo demasiado negativo de desear la per­ f ecclón :

4.

85

todo se v a en querer evitar pecados, Imperfecciones,

sin dar el debido empeño a las virtudes teologales ; de cierto naturalismo al hacer más hincapié en las virtudes morales que en las virtudes de la fe, esperanza y caridad ; en medios humanos que en la gracia y auxlllos Intensamente pe­ didos.

H.

-

Los remedios d e estos p e l i g ros

Al fomentar el deseo de la perfección

1.0

Los motivos empleados sean plenamente sobrenaturales : con­ sideración de todas las verdades que Iluminan al entendimiento

y de la economia de la santificación. 2.0

Distinguir

entre

verdadero

deseo

de

perfección

y

deseo

de

conocer el progreso realizado. El mismo bueno

•examen particular> de •defectos » , dej a de ser

cuando suscita

anxled ades ;

pero es

laudable

conocer

el progreso en un punto determinado. Las almas santas siempre sienten de si humildemente y no son conscientes de los grandes progresos hechos.

3.0

Haya ardiente deseo de progresar, J unto con plena resignación en la voluntad

de Dios sobre l a Ignorancia del éxito en la

perfección tomada en su conjunto.

1 5.

-

Una objeción sutil

Es solemne e s t e dicho : cEl que n o progresa, v a p a r a atrás.• - ¡ SI no conozco mi progreso estaré temiendo que retroceda ! Respuesta : Aun d ll.n dole •al dicho• todo el valor que le da San Gre­ gario Magno : cCae a lo mis bajo, el que no se esfuerza por lo más alto> ;

Y el que le da San Bernardo : •SI afanarse por la perfección es perfecto, el no querer progresar es ciertamente desfallecer>, no se sigue de ahi que no pueda el alma perseverar «estlitlca> en la vida esplrltual, al menos en cuanto a la perfección. Hay siempre gracia con

los

Sacramentos,

vuelven a nivelar . . .

adquisición de méritos y de

etc. Podrá haber altibaj os :

pero que

se


L E C C I O N

EL SUJ ETO

1 2

DE L A PERFECCION : NATURA LEZA Y G RACIA

(1)

SUl\IARIO : Xat u rall.'za y g ra cia. - 1. La gracia d i v i n a no s u p r i m e l a nat u rale­ za. - 2. Lo11 act os del enten d i m iento y d e l a Yoluntad. - 3. �lodo pecu­ liar de o b r a r de l a g racia. - 4 , D oc u m ent os d e co mpro bac i ó n . - 5. Su­ mario de l os efectos. - 6 . Constt uencla p ráctica. - 'l. La l ey d el auto­ m at i s m o interior. - 8. Da ñ os del automatismo, - 9. Ed ucad6 n del auto­ m a t i s m o. - 1 0. Medios d e e d u cación. - 1 1 . La refle:ii;; ión sobre los i m p ul ­ t1- m o . - 1 2. La ley de l a rh· a l i d a d d e los. m ó v iles. - 13. El ,.·erdadero lde-al d e l a ,· I d a es piritua1. - H . Efi cac ia d e los mó1·Ues s o h renatu rales. 15. La a patia estoica l" TI la v i da esplritual. - 1 6. Los místicos d e l a i n ­ t r o i n ,¡;, pecclón. - 1 7.

Datos

de obsen·adón

psicológica.

LKCTURA comple m en t a r l a : Sal y l.uz : Cristianismo y t i e m pos n ue v o � , ]1 6 1 6 : 1 1 1 6 9. - M o rt i fi cación ulsUana, l. 640. 1. - La gracia d i v i n a no supri m e la naturaleza

a) b)

El fin de l a gracia es J un tarse a l a naturaleza humana para ele­ varla y perfeccionarla. Los actos sobrenaturales, que constituyen esencialmente la vida

espiritual, aunque hechos baj o el Influjo de la gracia, se suje­ tan a las condiciones generales de la vida psicológica.

2. - Los actos del e nten d i m i ento y d e la v o l u n ta d

Aunque se an sobrenaturales

a) b)

e)

sufren Influencia «de estados anteriores• del alm a : están con­ dicionados, al menos e n parte, Po r ellos ;

ti en en influjo sobre los actos que vengan después ;

dependen de lo que aporte la imaginación, l a senSib!lldad del suj eto, como todo lo demás de la actividad anlmlca.

3. - Modo p e c u l i ar de o brar la gracia l.

Negativamente : No es como el de una causa Ubre, como un hom­ bre, que manej a un motor.

(l > La. materia. d e las lecciones 12. 13 y 1 4 no existe en el t exto latino Tlieologia Spíritualfs. En parte están tomadas del mismo autor en el l ibro Lecciones d e Teología espiritual, l. Traducido al castella.no por Luis M.• Jirnénez, S . J., "Razón Y Fe", Ma­ drid. 1 9 5 3 .


EL SU.JETO DE LA PERFECCIÓN : NATU RALEZA Y G RACIA

2.

4.

-

a)

Ahí, las leyes mecánicas no se cambian. Sólo son dirigid as.

b)

La causa libre no crea nueva energia en el motor : emplea.

a)

La gracia da nuevas fuerzas al alm a : asi el alma ej ecuta lo que sln la gracia no podrla.

bl

Hace entender verdades con mayor lucidez que con solo las fuerzas naturales.

e)

Hace que la voluntad sea atraída m ás fuertemente, que cuando es solo el entendimiento, sin gracia, quien le pre­ senta el b i e n .

D o c u m e ntos d e comprobación

La acción de la gracia sobre el entendimiento y la voluntad está Implícitamente enseñada por el Magisterio eclesiástico, que nos hablan de la •Iluminación e Inspiración del Espíritu Santo•.

2.

La acción directa de la gracia sobre l as «facultades sensibles>. al

b) el

-

la

Posltlvamente :

l.

5.

87

Algunos la admiten en la gracia sacramental de la Penl­ tencla : disminuye en el hombre la Intensidad de la con ­ cupiscencia. Por an alogía se admite que la gracia enerva las pasiones, que nos arrastrarlan al mal. Y, por analogía también, se admite que la gracia refuerza las lmpreslones «sensibles>, para hacer cumplir mejor las obligaciones dlflclles.

Sumario de los efectos d e l a gracia

l .º

2.'

No nos sustrae a las condiciones generales de nuestra actividad psicológica normal. Introduce en la sucesión de los estados ant eriores, elementos nuevos, refuerzos, atenuaciones.

a)

b)

el

Teóricamente : una observación completa y cuantitativa de los antecedentes ( causas) de una acción determinada, podrla aislar y examinar esos elementos puestos por la gracia. Prácticamente tal observación es Imposible. ConJeturalmente deducimos esos elementos nuevos por los efectos, al parecer, debidos a tal o cual lntervenclón de la gracia llumlnante y fortificante.


LECCIÓN 1 2

88

&.

-

C onsecuencia práctica

Para el progreso espiritual, para obrar d e un modo perfecto en nues­ tra ascensión al Ultimo Fin, hay que contar con las leyes psicológicas generales. a las qu e esU. sometida la actividad sobrenatural también.

1. - La ley del automatismo i nterior a) b)

La Interferencia, que el automatismo interior pone e n nuestra vida espiritual, es verdaderamente desmesurada. La casi totalidad de los actos diarios, en la mayoría de los hom­ bres,

e)

est� sustralda. por

el

automatismo,

al ej ercicio

explicito

de la voluntad. Las tareas ordinarias son una serle de actos. que se suceden auto­ m�tlcamente después de haber sido excitados o por un primer acto de la voluntad, o por una circunstancia exterior : v. gr . • una mirada al reloJ.

d)

Los casos furtultos vienen resueltos ordinariamente baj o la Im­ presión

del momento, Influenciada por la costumbre adquirida,

sin deliberación ni decisión plenamente libre de la voluntad.

8.

--

D a ñ os del automatismo

l.º

Les quita la «Utilidad> para el Fin Ultimo de la g loria de Dios, a g ran cantidad de actos, al quitarles el mérito. Solamente son

actos meritorios,

y por tanto útiles directamen­

te a la gloria de Dios, los actos del entendimiento y de la volun­ tad plenamente humanos y libremente producidos. 2.°

Crea responsabllldad moral, si por pereza descuida el alma el de­ tenerse e n la pendiente o la atención para considerar m � aten­ tamente el caso propuesto.

9.

-

Educació n del automatismo

U n a g r a n parte del automatismo es Indispensable e n nuestra vida espiritual, a causa de la limitación de nuestras fuerzas psicoló gicas y corporales. M� que quitar del medio al automatismo, debemos trabajar por dls­ núnulr

el

número

de

casos e n

que

obramos

por

Impulso Irreflexivo

o mal dominado. Debe haber método no sólo e n el trabajo material, sino también en el Intelectual y en la vida espiritual.


EL SUJETO DE LA PERFECCIÓN : NATURALEZA Y GRACIA

89

10. - M e d i os de educación

1.0

« q u e rer>

Habituarse paco a poco a

Psiquiátrico :

pasltlvamente

cuanto hacemos. Eso cohibe la reacción espontánea de nuestros hábitos y l as arremetidas Inconscientes del automatismo.

No hay que Intentar «querer> e xpl íci tamente cada uno de los

actos de cada dla. 2.•

Empezar por lo más fácil, para Ir fortificando la vo­

Psicológico :

luntad, asegurando su dominio sobre las Impresiones. 3.•

Sobrenatural:

Multiplicar

cada

dia los

actos

v erdad e rame n te

meritorios y g loriosos para Dios. 4.•

Espi ritual :

Renovación frecuente de nuestras Intenciones sobre­

naturales con actos libres y no maquinalmente. 5.0

Pr áct ico :

Adquirir con la voluntad reflexiva y libre una serle de

automatismos sanos, correctos, adaptados a nuestra actividad or­ dinaria. 6.0

Reflexiv o :

Ante una Inclinación espontánea, examinar el caso

a la luz de la razón, con determinación rápida, para obrar lo qu e nos parezca me j o r , sea a favor de la inclinación , sea en contra. 1 1 . - La r e n e x l ó n sobre l os I m p ulsos

1.

SI el Impulso es muy fuerte y la voluntad es débil, tal vez obre­

mos en sentido opuesto a las conclusiones de la razón, del Ins­

tinto moral, del sentido sobrenatural. Entonces hay un acto libre más o menos culpable. 2.

SI u no está bien formado, el primer movimiento espontáneo puede

estar de acuerdo con lo que dictarla la razón esclarecida por la fe. El acto así resultante es bueno ; pero será

a) b) 3.

no meritorio, si se debió a una acción mecánica ;

me ri t o rio, si el Impulso

primero

recibió luego aprobación

refleja, al menos rápida.

Esa aprob ación reflej a es ne ces a ri a no sólo para el mérito, sino

para evitar concesiones a Impulsos malos ; las caldas. 1 2. - La ley d e rivalidad d e los móviles La acción de un móvil sobre nuestra voluntad depende de la tuerza

del móvil y de la fuerza de móviles antagónicos, que obran e n sentido contrario: v. gr. Un amor débil de Dios bastaria para seguir la volun t ad

de Dios, si en aquel momento no hay otras fuertes tendencias opuestas.


so

LECClÓN 1 2

1 3. - E l v e r d a d e ro i d ea l d e la vida espiritual

l.'

2.'

El v e rd ad e ro ideal de la vida es crear un gran fuego d e caridad,

que no lo apaguen las con tra ri e dad e s , sino que crezca más con ellas. Hay Imprudencia al exponer, por capricho, la caridad a corrie n tes contrarias, sin preocupación por las tendencias opuestas. Cual­

quier dla se notará l a Impotencia ante las acometidas de esas tendencias.

3.0

Es imposible que el móvil, v. gr., amor propio, gane

te rr en o

que lo pie rd a el móvil contrari o : aqul, el amor d e Dios. Este

es

el

fundamento

psicológico

para

sin

la mortificación de

l as pasiones desordenadas, y de l a Importancia que a eso le da

4.0

San Ignacio.

No hay que contentarse con una lucha neg ati v a contra los defec­

tos ;

debe u nlrsele la acción positiva del cultivo d e las virtudes

contrarias ; v. gr. El pensamiento de vanidad y respeto humano se combate m ej or robusteciendo el esplrltu de fe.

1 4. - Eficacia d e los

al

móviles sob re natu rales

Valor i n t el e c tu al :

naturales :

!. 2.

Es

inferior en l os sobrenaturales que en los

aquéllos se apoyan en fe : conocimiento oscuro de realida­ d es suprasensibles ;

los n a t u ral e s humanos se apoyan en los a t r acti v os d e esta

vida,

se fortifican

por la

experiencia personal y por su

adaptación a nues t ro modo de conocer.

Valor afectivo :

Los móviles so b ren a tu ral es compensan su I nfe­

rio ri d ad psicológica

l.

en el orden sobrenatural, por medio de la s gracias, q u e son medicinale s ;

2.

e n e l orden natural, por medio de elementos •afectivos > , d e su m a Im port a n cia en la v i d a espiritual.

San Ignacio dispone al e j e rcitante con u n a Intensa preparación de la

voluntad por «afición>

al Ultimo Fi n y a la Persona de Cristo.

1 s. - La apatia estoica e n

a) b)

la

vida

esp i r i tual

La «impasibilidad• no es un Ideal apropiado para un cri sti an o .

No son las pasiones en si quienes estorban l a san ti d a d : no hay

que suprimirlas. Los Santos f u e ron apasionados de Cristo, por la gloria de Dios.


91

EL S U J ETO DE LA PERFECCIÓN : NATU RALEZA Y GRñ.CIA e)

El deso1"den e Insubordinación d e las pasiones hay que comba­ tirlo.

d)

La Imaginación puede , como las

San Cristo ;

Ignacio la emplea para

pasiones,

ayudar

la contemplación

de

o entorpecer.

los Misterios de

y antes que él, el autor de las Meditaciones atribuidas a San

Buenaventura.

1 6.

-

a)

Las misticos d e la i n t rospección Piden •completa desnudeZ> de todo lo sensible e Imaginativo para llegar a la Intima unión con Dios en el fondo del alma. Pero

el mismo San Juan de la Cruz n o es tan Intransigente. El se valía de la contemplación de la •naturaleza• para sumergirse en Dios. Luego aquel Ideal no es abSoluto.

b)

Son, si, funestas a la vida espiritu al

•las !mil.genes Invasoras>,

porque Imposibilitan el silencio, la soledad, la guarda d el cora­ zón, etc.

1 7.

-

l.

D atos d e observaci ó n psicológica H ay distinción

1)

entre las dos formas de actividad psíqui ca, llamadas «parte Inferior y parte superior• del alma ;

2) 2.

entre las potencias y el fondo o dina punta• del alma.

Deben distinguirse los conceptos precisos, razonamientos, ej erci­ cios metódicos,

resoluciones . . .

de lo

que pertenece

al

orden

de

intuición y experimentación Interior, adhesión del querer radical a Dios. No hay que desatender e n la vida espiritual estas dos catego­ rías de hechos psicológicos.

3.

Las profundas trasformaciones internas son de gran lentitud habi­ tualmente : hay, al menos, largo trabaj o subterraneo. Por mente.

eso

hay

que

estar

rec omendando

cpaciencla.

continua­


L E C C I O N

1 3

EL SUJETO D E LA PERFECCION :

N O CIONES SOBRE

EL CARACTER S U '.\I A IU O ;

l . Sobre las huellas d e l a caracteriologia . - 2. Es t a d o actual de l.o. ca ra ct e rl o l o cí a. - 3. L i m ita ci ó n de esta lección. - 4 . Doble sentido de la p al a bra «Carác::t e- n . - S. C aráct e r y d i re cció n espiritual. - 6, El i n .. d h"l d u o y su ca rá ct er , - 7. Clas ificación slstematl.zada por los antiguos. 8. Proyección espiritual del carácter. - 9. O t ra s lnfluendas e n el ca rác­ ter. - 10 . Ti p o l og í a m oderna. - 1 1. Dos e.iemplos de sistemat ización. 1 2. U t l l ld a d d e las claslficaclones. - 1 3. Los rusgos m en o s notables. 1 1.

1 6.

Uificultad en este conoc i m iento. - 1 5. Métodos de i nvestigación. Los cuestionarios prefabricados. - 17. El diagnóstico.

LECTURA complementaria.

Educación lnic, 4 7.

d e la \' ol u n t a d por el examen partlcular,

1. - Sobre las h u e l las de la caracteri o l ogia

al

Los Maestros de la vid a e sp i ri tual

se

p r eo cu p ad o siempre

han

de acomodar sus enseiianzas y consejos a las condiciones par­ ticulares de cada dl s ci pulo. b)

c) d)

El estudio

de

naturales>,

de

sido s iem p re practi c ad o .

Entre los te res • .

antiguos,

ya

Teofrasto estudia los

•Carac­

Los psicólogos, con en s ayos más o menos logrados acerca de los «la ciencia del carácter» : la Caracteriologfa.

2. - Estado actual

b)

lllósofos

Upos humanos, han originado la creación de una disciplina es­ pecial:

a)

los •defectos dominantes>, de «las Inclinaciones los recurs os particulares del temperamento ha

d e l a caracteri o logia

E s muy abu nd ante la literatura sobre esta cie nc i a ; pero adn no

se ha llegado a normas o paradigmas q ue acep ten to dos .

EL

TEMPERAMENTO

suele

definirse

PROPENSIONES, naci d as del propio

así :

cEs el complejo de

«or gan 1sm o>

y cons­

tituyen la INDOLE ESPECIAL del Individuo.>

el

CARACTER : esa palabra es adn Irreductible a u n significado admitido por todos. Hay cantidad Inmensa de ap re ci aciones Y senti dos .


EL SUJETO DE LA PERFECCIÓN :

3.

- L i m itac i ó n a) b)

NOCIONES SOBRE EL CARÁCTER

93

e n esta lección

Se prescinde aquí de las cuestiones de orden teórico : v. gr., gé­ nesis del carácter, lnfiuJo de la herencia en el carácter, etc. Se

trata

solamente de ver lo que toca más de cerca a la vida

espiritual y a la dirección de las almas.

4.

- Doble

sentido d e la palabra • carácter•

La palabra «carácter> puede concretarse a una doble acepción :

1) 2l

Indica

el conjunto de cualidades cpermanentes•, que de­

I ndica ,

más ampli a m ente , tas cualidades, aun transitorias,

terminan la conducta particular de un individuo.

naturales o adquiridas, que en un momento dado de termi­

nan la conducta de un in divi duo , en el momento en que entonces se encuentra .

En

el

primer

sentido , el

•CARACTER•

no cambi a :

aunque

se

corri j an defectos, se desarrollen cuali dades naturales, o s e agraven deficiencias. En el segundo sentido considerables.

5.

-

el

CARACTER

est á

sometido a variaciones

Garácter y d i recció n espiritual

al

Para la dirección espiritual debe tomarse el CARACTER en el sentido más amplio : el conjunto de cualidades del hombre en el momento en qu e se decide a trabaj ar por su per f ección espiri­ tual : en el momento en que tal director le toma a su ca rgo o le

b1

asesora de algo Importante.

El objeto que debe conocerse es :

l. 2. 3.

4.

5.

El

f ondo

permanente de su temperamento.

Las costumbres adquiridas. Las huellas d e l a vida pasada,

El es t ado actual de su espíritu.

Lo

que

es capaz de modificación, corrección, y en qué

grado. 6.

Lo que ya es condición Inevitable y que hay que conc!llar con la santidad.

6.

- El a)

i n d i v i d uo y su carácter Cad a hombre ti ene su mane ra de se r :

peculiar.

su temperamento flslco


LECCIÓN 13

94

b1 e)

Es re s u l t an te de un conjunto de cualidades orgánicas de los sis­

temas vegetativo, sensorial, locomotlvo.

Esas c u ali d a de s son debidas a l a h e rencia, a circunstancias espe­

ciales e n que se ha efectuado l.

dJ

la formación intrauterina,

2.

el primer desarrollo de los órganos de sp ué s del nachnlento.

Alg uno s de estos elemen to s podrán o reforzarse o debilitarse ; pero

el

conju nto

conservará

su

fiso no m í a ge ne ral

y

f orma

el

s u bs trato del carácter d e fi n i ti v o . 7. - C l asi ficación sistematizada

CARACTERES

cuatro

por los a n tiguos

tipos ,

corresponden

a

cuatro

TEMPERA­

MENTOS :

l.

2. 3.

TEMPERAMENTO s a n g u í n e o d a CARACTER s e n s u a l . bilioso

4.

>

vio l e n to .

n e r vioso

melan cólico.

li

ap ático.

nfático

8. - Proyección esp i ritual del carácter a)

Un sensu al - sa ngu l neo puede vencer los asaltos de su sensuali­ dad ; pero

b)

nun c a

se volveré. apatlco.

Para santificarse,

aprovechará

las bellas

cualidades

«afectivas>

propias y d e b e defenderse de s us pel igrosas ten denci as , que no

llegara nunca a suprimir por completo.

9 . - O tras i n fl u e ncias e n e l carácter

Además del TEMPERAMENTO, re con oci do ya por los antiguos, debe

admitirse

que

hay

otras

circunstancias y

y son : l .º

acon tecimi e n tos l n !lu yente s

Los ocurri dos en la infancia y j u ve n tud : éstos dejan hu el l as In­

delebles en el carácter : actúan de forma perenn e . Hay carácter e s pe ci al

l.

2.

3. 2.0

de l huérfano, que no ha conocido padr e y m a dre , d e l ciego d e

n ac imi en to ,

del tartamu do , Jorobado, cojo.

Una catástrofe :

puede Imprimir una desviación e n e l carác ter ,

q u e ya nunca desaparecerá, v. gr., los niños, j óvenes que han pa­ sado por los horrores de una guerra.

3.0

La educación -e n la familia, en el colegio- in!luye para toda

la vida.


NOCIONES SOBRE EL CARÁCTER

EL SUJETO DE L.'\ PERFECCIÓN :

95

1 0. - T i p ologia moderna

al

La clasificación antigua de los CUATRO CARACTERES se emplea aún

bl

en

muchos tratados de

espiritualidad, hasta

recientes. Es

útll, bien comprendida, porque es muy sencilla. Las MODERNAS clasificaciones son notablemente más complej as. Resultan de diversas combinaciones entre cierto número de ele­ mentos de diferenciación, considerados como m ás fundamentales. < Véase blbllografia en Zalba : Moral, tom. I , n. 202-206.)

1 1 . - D os e j e m p les d e sistematizaci6n 1.0

HEYJlfANS ( 1 ) - FROBES < 2> : al

Tres propiedades FUNDAMENTALES :

Emotividad,

e. d.

Actlvtdad, Función : PRIMAR I A :

La acción ej ercida p o r l a Imagen mien­ tras permanece en l a CONCIENCIA

=

Mu­

tabilidad. SECUNDARIA :

La acción ejercida por la Imagen, cu an do ya s e ha alo j a do en la periferia consciente e inconsciente.

bl

el

OCHO TIPOS NORMALES: Coléricos:

E A P

Apasionados :

E A S =

A mor f os :

n E nA P

Apáticos :

nE nA S

Nervi osos :

E

nA P

Sentimental :

E

nA S

Sang uin eos :

nE A

p

Flemáticos :

nE A

s

(1)

Emotivo :

A ctivo :

Inestable.

Obsti n ado.

CINCO DESVIACIONES : o ANORMALIDADES :

!.

(2)

=

NeurasténlcoHlstérlcos :

prolongación del Nervioso.

2.

Melancólicos :

3.

Maniáticos :

4.

Paranoicos :

»

Colérico.

5.

I mb éciles :

>

Amorfo.

Sentimental. Sanguín eo.

O . HEY"4ANS, lnleiding tot de speciale Psychologie.

c. 2, 1 ; f'ROBES·MENCHACA, s. J .• ed. 4, 5 1 4-529, Madrid.

FRÜBES, Psychologia speculativa, n. l . 2 . cología empírica

11

e.Tperimental, II,

Psi­


LECCIÓN 1 3

96 2."

CLASIFICACIDN <MALAPER T> : Propone SEIS tipos fundamen­ tale s : que se subdividen :

APATICOS

v. gr.

p u r o s = Amorfos.

Ap:l.tlcos Inteligentes :

{

ac tivo s , pero sin emotividad :

oc up ac ión

suave : afectivos : se n si tiv os puros :

depresivos . . .

( Véase : Dr. LE GALL : La Caracteriologia de la infancia y cte

la adolescencia. Editor Luis Miracle : Barcelona, 1 9 54.l 1 2 . - U t i l i dad d e las clasificaciones

aJ

Nos ayud an a ordenar nuestras observaciones, experiencias, con­ sejos ;

a e n ro c ar sobre nosotros y sobre los dem:l.s esas ob­ servaciones : a despertar l a atención sobre hechos y rasgos sa­ l!entes.

b)

Para l a santificación propia o

ajena

es importante

prever las

reacciones d e una persona , de nosotros mismos . . . ante un acon­ tecimiento, sugestión, dificultad, ayudas . . . , e tc .

1 3. - Los rasgos m enos estables

a)

Hay que conocer tambié n y pre fere n teme nte los elementos. me­ nos estables y a veces accidentales y pasajeros, pues ln!luyen y

b) e)

no poco. En esos momentos deberti.n tomarse dec!s!ones Importantes, de

consecuencia para el progreso espiritual. El trabajo de l a santificación no debe Interrumpirse en momentos de crisis, au nq ue se haga m:l.s compl icad o.

1 4 . - Difi cultad en este c o n o c i m i e n t o l.

Co n oc e r e l car:l.cter de un h om bre, de m o d o a l g o completo y p r e ­

c i s o es dificil y de li c ad o :

hay factores muy diversos, tempera­

mentos complejos con rasgos en apariencia contradictorios.

2.

Al aceptar la di re c c ión de un alma, no hay que pretender desen­ redar los hilos todos de su carácter.

Bastar>!. un conocimiento superficial y de los rasgos más sa­ l! entes.

Pero, cuanto mej or se conozca el carácter, mej o r ser:!. la di­ re cc ión .


EL SUJETO DE LA PERFECCIÓN' :

NOCIONES SOBRE EL CARÁCTER

97

15. - M étodos de i n vestigación

l.

2. 3.

Las serles de TEST pueden suministrar r.:uchos datos intere­ santes. El recurso a! pslcoan:Ulsis puede descubrir raíces profundas, mo­ dificativas de l a co ndu ct a . El estu dio de los rasgos flslcos, del rostro . . . examen g ra f ológic o de la escritura . . .

Todo esto, e n casos dlflclles, puede pre st a r u n gran se rvi c io ; pero deben ser hechos por gente docta ; si se hacen por inexper­

tos dan resultados desastrosos. 4.

Los métodos de observación dire cta de la vida, de preguntas, de Introspección empleados por personas avezadas, prudentes en el anallsis y coordinación de los datos, da resultados muy satis­ factorios.

1&. - Los cuestionarios p r e fa b r i cados;

v.

gr. B o v e n

l.

Empleados

2.

E sas cuestiones van desde el funcionamiento de los órg an os de

p ru de n temente sirven de pauta cómoda tanto para las propias como para las observaciones ajen as. la vida vegetativa . . . hasta los ml\s elevados de la vida Intelectual y moral.

3.

4.

El resultado deducido de las respuestas o silencios, suele ser bas­ tante seguro. Pero ni hay que sumar, ni andar sacando !a media : hay que descubrir las verdaderas llneas directivas. Deben añadirse preguntas ml\s relacionadas con el medio particu­

lar en que vive l a persona : v. gr., vida religiosa, eclesiástica, uni­ versitaria . . . 1 7 . - El d i a1nóstic o

Conocido cuanto se pueda el carácter de una persona, de ben cono­ cerse aún los obstaculos que hay para el seflorio de la caridad y los

auxlllos más Importantes con que podr:i contarse para el progreso espi­ ritual por la caridad. Es decir :

averiguar el cdefecto dominante> y las •buenas cualidades

dominantes>. De éstas se servirá l a gracia reforz:!.ndolas y adaptando a ellas su acción.


1 4

L E C C I O N

EL SUJETO DE L,\

l'ERFECCIO N : ANO;\-I A L I A S :

ESC R U PULOS

St:lt.\ IU O : l. A n o m a l í a s . - l. P s i c ol o gí a a n o r m a l y pe ríecc= i ó n . - 2. E l p r o ­ bl P m a d e l m c a n o r males. - 3. El prob l e m a de l os psi C"opato l ó g i cos. - 4. L a o b s €" s l ó n por contra ste. - 5. E l t e mp e r a m e n to C"iclolde. - 6. C a r a cteres esq u i zo i d t>s. - 7. Los r e m ed i os de es a s anomal ías. - 8. El examen d e la vocación. - 11. Los escrú pulos. - 9. Defin ición de los e s C" rú p u l os. to. C l a si fi c a c ió n de los escrúpulos. - 1 1. El e m e n tos y t ratamiento de la V• categoría. - 1 2. Elementos y tratamirnto de l a 2.• categoría. - 1 3. Ele­ m E"" n tos. y t ratamiento de la 3 . ª ca t egoría . - 1 4 . E l e m e n t os y t rat a m i ento de la "·ª cateao ría. LF.CTU R A c o m plementa ria :

Ui re<"<"ión de al mas lf'scrupu l osas, lnk. 107.

l. -

ANOMALIAS

t . - Pslcologia anormal y perfección l.'

Hay anomallas psicológicas que tienen repercusiones considera­ bles en la vi da espiritual . Van desde l as neurastenias más beni g­ nas, hasta los casos de psicosis generalizad a .

2.0

Esto

suscita la

cuestión

fundamental

perfección cristiana en los

de

an o rm a1 e s.

si hay

poslb!lldad

de

2. - El problema de los anormales Son

1 .0

a n o rm a les : Los que su fren enfermedades, que afectan a su vid a psiquica en con j u n to :

cará.cter extraño con

amenaza

de perturbación en e l

j ui cio y en la voluntad. - cSe excluyen de la perfección.> 2.0

Los I di otas aun de

3.0

y

dementes , incapaces

de

actividades

actos del entend i mi en to y voluntad

superiores

y

libre. - Totalmente

excluidos.

Numerosas formas de psicastenia, de neurastenia, con fatiga y

d epresión contin u a ; de abulia, de impulsividad. Dan

lugar

a

Impulsos morbosos

Irresistibles,

aunque

dejen

intactas las facultades superiores. Estos sujetos pueden llevar una vida espiritual adaptad a. Se les exime del examen d e conciencia menudo :

equlllbrlo d e es­

fuerzos con periodos d e reposo. As! pod rá.n progresar espiritual­

m en te. 4.º·

Los casos

de psicosis sistematizada :

manias. - Esto

no

afecta


EL SUJETO DE LA PERFECCIÓN : ANOMALÍAS : ESCRÚPULOS

99

a todo e l conj unto de la vida pslqulc a ; o n o permane n t e mente : razonan admirablemente, y son muy capaces fuera de su tecla, de portarse normalmente. Son capaces de verdadera perfección espiritual.

5. •

El caso de histeria e s más dificil y complejo. Esos suj etos prac­ tican Indiscu tibles virtudes ;

pero tienen sombras inconclliables :

simulaciones y recaldas constantes. Estos histéricos, en una vida moralmente buena, alternan con fenómenos parasitarios morbosos. Fu era de esos periodos de

aberración,

pueden

tener vir tudes

reales, y méritos verdaderos.

No se puede determinar dónde comienza la simulación y dónde

el v erdadero amor de Dios.

3.

-

El problema de los psicopatológicoa

a)

Hay un paralellsmo Impresionante entre operaciones del

alma,

atribuidas por los maestros d e la vida espiritual a la acción de la gracia

-ángeles buenos y malos-, y por l os psiquiatras a

estados morbosos.

b)

No se puede

negar

que

muchas

tentaciones, consuelos,

desola­

ciones, ari deces, devoción . . . se deben a causas naturales, más o menos patológlcas, v. gr., las de glotonerla, Impureza, vanidad . . .

4.

-

La obsesi ó n por contraste

a) b)

Su forma atenuada y corriente es el •espiritu de contradicción» : basta

allrmar

enérgicamente

algo

delante

de

ciertas personas,

para que automáticamente digan lo contrario. Otra forma m ás grave son l as tentaciones contra la fe en una persona muy creyente y fervorosa ; las tentaciones de blaSfemla contra Dios, a quien amamos sobre todas las cosas ; las tentacio­ nes de impureza en almas purlslmas, por el temor a un pensa­ miento minimo menos casto.

e)

La forma m ás claramen te

patológica

es

una

manifestación en

acciones externas. El alma tiene la Impresión de haber sido vio­ lentada desde fuera a e j ec utar u n acto que detesta, c u ando en realidad no h a habido más q u e un simple fenómeno patológico.

5.

-

El temperamento cicloide

a)

b)

Es forma muy atenuada de lo que en su fase extrema se deno­

mina cCiclotlmla•, e . d. clocura clcllca•.

Explica en numerosos casos las alternativas d e consuelos y de desolacione s ; las alternativas frecuentes y rápidas de un estado


LECCIÓN 1 4

1 00

de excitación, de euforia, de con fi anz a, y otro d e depresión, de s­

fallecimiento, de Incapacidad para todo. Aunque el buen ángel o el malo utilicen dichos estados suce­ sivos existirá siem pre como

causa primaria una anom al! a psi­

cológica.

e)

Esa anomalla le ve se concilia con una vida espiritual elevada e i n t ens a y con una actitud apostólica muy fecunda.

s. - Caracteres esqulzoldes

a) b)

Es caso mitigado de la grave enfermedad mental de cesquizo­

frenia>.

Explica la tendencia Invencible de algunos a aislarse de los otros ;

la dificultad casi Insuperable

de aplicarse a una tarea exterior,

a interesarse por los negocios de los demis, a amoldarse a la vida real.

e)

Aunque sea posible qu e haya tentación del demonio, los psicó­ logos conocen muchos casos meramente natu r ale s.

7. - Los r e m e d i os de esas anomalias l.'

Siempre es útil el recurso a la oración y a otros medios sobre­ naturales, para alej ar las tentaciones o resistirlas.

2.0

No hay que conten t ars e con eso :

a)

Una h igie ne Intelectual y mo r al apropiada p odr i , al me­ nos en los c asos benignos, atenuar anormalidades e Impe­

dir e voluci ones hacia formas m as graves.

b)

La calma, indiferencia ante las variaciones, el recuerdo del carll.cter transitorio de la exaltación, contribuye a dis­ m inu i r las consecuencias y Ja

amplitud

d e las c onc ili a ­

ciones.

8. - E l e x a m e n de la vocacl6n Al examinar una voc aci ón sacerdotal o religiosa, el director, si sos­ pecha alguna anomalla psicológ ic a , com prué be l a . Si las señales no son del todo claras, exhorte al candidato a que se

d e j e examinar por un doctor especialista. un

leve

suficiente

vestigio

de

delirio, una tendencia poco tranquili z ador a es

para apartar sin v acilacione s del seminario o del noviciado a

ese candidato, aunque sea un superdotado.


EL SUJETO DE LA PERFECCIÓN : ANOMALÍAS : ESCRÚPULOS

Il. -

101

LOS ESCRV'PVLOS

9 . - D efi n i c i ó n de los escrúpu los En su amplitud :

Escrdpulo es una duda acerca de lo que hay que

hacer 1mlcticamente, o del va lor moral d e los actos pasados. Esa duda engendra Inquietudes, que el alma no es capaz d e arrojar d e sl.

1 0. - C l as i fi c a c i ó n de los escrúpulos Hay cuatro categorías principales, que pueden ademá.s, al combinar­ se, dar Jugar a o tra s.

l.'

Es la I NQU IET UD : · nace conoc!miento

de un defecto de

Imperfecto de

los

principios

experiencia, d e un

doctrinales,

unido

a

un gran fervor. Caso típico de princ ipiantes.

2.•

Es la INQUIETUD: nace de la falta de inteligencia y j u icio. La ansiedad que se siente es d e origen extrtnsec o : procede de ver a los demá.s juzgar d e diversa manera que él.

3.'

Es una TENT A CIO N d el d emonio, que quiere con su s dudas y vacllaciones retardar el aprovechamiento d el alma ; forzarla Por reacción a ser laxa.

4.•

Es el ESCRUPULO , PATOLOGICO :

comprende l a masa

de

los

verdaderos escrupul oso s.

1 1 . - E l e m e ntos y tratamiento d e la p r i m era categoría

al

El alma no sabe , v. gr., distinguir entre e l movimiento d el eitoso i n d elib er a d o , y el consentimiento libre, que se le da, o no.

b)

El pri n ci piante quiere aplicar a rajatabla l os avisos espirituales recibid os :

ve que el sentido común pid e cierta !lexibllid ad :

sabe c oncll lar ambas tendencias.

l.º

Estos

escrúpulos tienen

utilidad

para

aprender

a

no

jun­

tar un Juicio exacto y firme con l a delicadeza d e l a con­ ciencia y el horror al má.s mlnlmo pecado.

2.0

La humildad y l a docilidad en aceptar l as solu ci on es son buena seflal para discernir esta categorta.


LECCIÓN 1 4

1 02 3.0

El

director

Jamés

tratará

duramente a l dirigido, n i se

burlará d e él, ni despreciará sus ansiedades. Haya siem­ pre en el dlrecter suma paciencia, y eximia caridad.

1 2. - E l e m e n tos y tratam i e nto d e la segu nda categoría

a)

Estamos ante el caso tlpico del que cree haber pecado por haber pisado lncldentabnente una cruz.

b)

Se trata simplemente de errores.

l.

El dlrecter exhorte al dirigido a ser humilde, a la sencilla obediencia a sus dlrecteres.

2.

El camino de su santidad es p a ra él exclu sivamen t e ese del a batlmle nte y abnegación del Juicio propio .

3.

Al que se obstine, debe tratárs el e como falte de espíritu y de juicio.

1 3. - E l e m entos y trata m i e n to d e la tercera categoría

a)

b)

Las ten taci o nes del demonio pueden darse y aun a menudo. En los casos de intervenciones del demonio, las dudas y ansieda­ des tal vez no vengan tedas d e esa intervención día bóllca.

San Ignacio trata de esto en sus Reglas de escrú pu los .

e)

La d i ficulta d está en saber si realmente y hasta qué punte «VIE­ NE DE FUERA • . Hay mixtificaciones patológicas.

d)

Nuestr a obligación es orar y Vigilar, sin querer saber exacta­ mente cuánta es la participación del demonio.

1 4 . - E l e m e n tos y trata m i e n to de la cuarta categoría

a)

No se trata de abúlicos, que entienden y discurren bien, pero son Incapaces de hacer nada.

bl

Tampoco se trata de asténlcos deprimidos y sin fuerzas, ni para formar un Juicio.

el

El

verdadero

escrupuloso es Impotente para llegar

a una con­

clusión clara y decisiva.

Sufre agonlas por lograr una c ertidum bre, que se l e esca pa siempr e.

1.

La ansiedad Viene o v ersa sobre la licitud de un acto, que debe poner, o de acciones de l a vida pasada, faltas, con­ fesiones hechas . . .


EL SUJ ETO DE LA PERFECCIÓN ; ANOMALÍAS : ESCRÚPULOS

2.

103

Las causas orgánicas y psicológicas de este estado escru­ puloso son muy diversas : además de otras muchas formas de pslcastenla, se da frecuentement e

traste> ( n. 4).

3.

obses!ón por con­

En la práctica. hay que distinguir los escrilpulos nacidos temperamento,

del

4.

«la

d e los que nacen

d e un acto transi­

torio.

' Hay rasgos comunes a todos los escrupuloso s patológicos.

al

Incapacidad

de satisfacerse con

ninguna explica­

ción , y hasta de escuchar al director por estar el escrupuloso absorto y ensimismado ;

b)

necesidad d e volver a contar los mismos relatos, por estar convencidos d e no haber sido bien compren­ didos.

5.

Deberá Intervenir el especialista, si el escrúpulo se debe a disposición

una

permanente

y

ya

prácticamente

Incu­

rable.

6.

El director gane la connanza del paciente, escuchándole con gran paciencia. No rechace a bulto todas l as dittcul­ tades, pero attance su autoridad. Trabaje por hacerse

obedecer

en

cosas

fáciles :

vaya

subiendo gradualmente. Resuelva con autoridad y competencia los casos práct i ­ cos q u e superen las fuerzas d e l escrupuloso : Reedúquelo.

7.

De

no

existir esperanza d e curación, no será poco lograr

que el escrupuloso se reconozca por enfermo. SI llega a con­ vencerse de eso, s e le Induce a que acepte esa penosa enfer­ medad como de la mano d e Dios. Luego se Intentará que reconozca en los escrúpulos «LA CRUZ

ESCOGIDA>

para él

por nuestro Sefior Jesucristo

hasta lograr que la acepte y venga a amar las humlllaclo­ nes y sufrimientos.

8.

En todo caso hay que tratarlos como enfermos: que ateso­ ren méritos.


L E C C I O N

1 5

DE LAS INSPIRACIONES DEL ESPIRITU SANTO ( GUIBERT : 126-1 39.) - 2. El papt>l I n s piraciones. no s on las i n !:i p i ra­ c i o n e M . - 6. M o d o d e obra r d e las i n s p i raciones. - 7. l n !:i p i racioneM y U bertad. - 8. Tres clases p osibles de I n s piraciones. - 9. I n s p i raciones y m é rito. - 1 0. I n s piraciones ,- conciencia d e ellas. - 1 1 . El s u j e t o dl' las i n s pi ra c l on t"S , - ll. Dodl i dad a l a s I n sp i ra c i o n e s , - 12, I m p ort a n c i a d t" la

SUMARIO : de

Las

l.

l n s plraciones. - 1 .

fidelidad

la

a

estas

3.

l i.

por

df'

Naturaleza

Dirección

la

Ran Ignacio

h a bit u a l

lgl e s ia. - 1 6.

y la d i rección

LECTU R�\ con1plementarl a :

l. -

El

del

Espíritu

Verda dera

las

Lo q ue

En q u é consiste Ja docilidad. - 1 4 .

fi d e l l d a d . - 1 3.

c i l i d a d . - III. d e n ados

d ogmá t ic os .

Prelim i n a r es

g racias. -

O t r o s o fi c i o s d e las g ra c ia s actuales. - 5.

4.

D o M c o n d i c i o n e111 de do­

Sanlo. - 1 5.

n a t u raleza

de

Erro res

la

del Es p í r i t u San to.

Esphitu Santn e n

la

En ca r nac i ó n ,

El Petado d P g racia, 1, 1 25 .

con­

dh·ección. ­ Inic. 421. ­

LAS I NSPIRACI ONES

1. - P r e l i m i n ares dogmati cos

1 .0

El comienzo de la fe y de la j u stificación en el hombre pertenece a l a gracia

2.0

• p r e v e n i e n te > .

E! hombre no puede perseverar en la justificación alcanzada, a

no ser con el auxilio de la gracia Esa

3.0 4."

gracia

robustece

el

«c onfortan te • .

entendimiento

y

la

voluntad y los

sana de las taras que dejó en ellos el pecado. El progreso de la perfección tiene por comienzo a Dios, que es quien mueve al alma. No hay incremento en la perfección a no ser que Dios con su gracia il ustre y reconforte al alma.

5,0

A esas int ervenciones de Dios -mociones, llumlnaelones-, suele l lamárselas «Insplraelones del Espíritu S anto>. se atribuyen por apropiación al Espíritu Santo, como toda la labor de nuestra santificación.

2. - El papel d e la fi d e l idad a estas gracias Todos los maestros de la vida espiritual están concordes en a!!rmar

que la !!delidad del hombre en seguir esas Inspiraciones es la condición p rim e r a

y esencial de todo progreso ;

sin que pueda haber verda-


DE LAS INSPIRACIONES DEL ESPÍRITU s:�NTO

1 05

dera perfección y santidad sin una docilidad habitual a la dirección del Espiritu S a nto. Esto es lo que da un carácter mlstlco a la vida espiritual. 3.

Natural eza de las I nspiraciones

-

La

e senc la

de las Inspiraciones -Ilustraciones, mociones- está

en se r < gracias actuales> , que aumentan nuestras fuerzas.

4.

Otros oficios d e las gracias actuales

-

1 .0

E1evar

los actos humanos al orden sobrenatural :

así pueden

llegar a ser

a) 2."

b)

saludables

=

cooperar a lo sobrenatural ;

meritorios

=

en cierto modo.

Sanar

al

b)

las llagas dej adas por el pecado :

debilidad en la voluntad ; Ignorancia en el entendimiento.

Con esto el hombre está capacitado para l.

s.

-

resistir a la concupiscencia y a las tentaciones ;

2.

hacer actos sobrenaturales buenos ;

3.

perseverar en la Justicia <= santidad).

Lo que no son las inspi raciones

No son <lnsplracloneS> otros fenómenos extraordinarios :

«revelacio­

nes y locuciones internas>, que le llegan al alma de fuera, de un modo sensible o intelectual, y le aportan cun nuevo conocimiento• o l e S7LSci­

tan un conocimiento antiguo. &. - M o d o d e obrar de las i ns p i raciones

a) b)

Sin

trae r nuevo conocimiento, ni idea alguna

hacen

que la voluntad csea atraída•

con

energia

par

algo ya

conocido de antemano, y que ahora el entendimiento lo siente mejor, con más viveza, con mayor Intensidad.

7.

-

l.

I nspiraciones y l i bertad La

acción

de Dios

«antec e de

necesariamente a l a determi­

nación libre de l a voluntad.

2.

Precisamente s e da para que •la determinación libre• de l a vo­ luntad se logre rectamente y mejor.


LECCIÓN 1 5

106

s. - T r e s clases pos i b l es d e i nspi raciones a) b)

Intelectuales :

El

entendimiento con

el

auxmo

divino

percibe

mejor l a verdad sobrenatural, que sin el auxilio.

Volitivas:

La voluntad se ve más atralda por el bien que le

propone el entendimiento, más que lo seria por sólo el influjo e)

del conocimiento con el que percibe el Bien. Mixt a s :

Del entendimiento y de la voluntad : h ay Iluminación

y m oción. Esto es lo que se verlflca siempre o casi siempre. 9 . - 1 n s p i raciones y mérito

Las inspiraciones que tocan la voluntad, en cuanto reacción de ella a la acción de Dios, proceden efectivamente de la voluntad. Para poder ser «meritorias. les falta aún que estén puestas con cono­ cimiento del fin : deliberadamente. Ese conocimiento podrá suministrárselo el entendimiento.

Si no se lo da el entendimiento, ¿podría suplir ese influjo con rela­

ción al «mérito», la acción misma de

Dios

en cuanto que le da a la vo­

luntad < UN INSTINTO>, y por él la voluntad se adhiere prontamente al objeto o acción que busca la inspiración? No parece : por eso no son «meritorias>. 10. - I n s p i raciones y conciencia d e ellas a)

b)

Teóricamente parece que se puede caer en la cuenta de haber

recibido una gracia que da fuerza al entendimiento y a l a vo­ luntad. Prácticamente no parece tan factible ; porque el conocimiento y la medida de todos los agentes, que en un momento determinado actúan sobre el alma, sobrepasa toda pslcologla.

e)

d)

En general se puede decir que l a acción especial de Dios no dej a

conciencia de si, aunque sea grande y potente.

En algún caso particular, por la m anera de presentarse l a acción de Dios, el hombre puede tener barruntos de que ha sido Influido por una especial acción, y con más dlflcultad logrará saber que esa acción h a sido divina.

e)

Por esta Ignorancia se explica cómo, a pesar de querer el alma seguir en todo l a voluntad de Dios, se dan arideces, que ponen a prueba fidelidades heroicas.

1 1 . - El sujeto de las i nspira ci ones

a)

No sólo los Justos tOdos, sino también los pecadores y aun los Incrédulos reciben las Inspiraciones de Dios.


DE LAS INSPIRACIONES DEL ESPÍRITU S.'l.N'rO

1 07

León XIII enseña : Sin ellas ni hay comienzo de vía buena, ni progreso,

ni

éxito

de

salvación

eterna

(León

XIII,

Ene.

De

Sp. Sancto). b)

C u anto el al m a progresa má.s, tienen más lugar las Inspiracio­ nes

y

son

más

potentes ;

porque hay

más

distancia

entre

l as

acciones perfectislmas y l as fuerzas humanas para ejecutarlas.

I I . - DOCJLJ])A J > 1 2.

-

A LAS

I N S P I R A CI ONES

I m porta n c i a d e l a fi d e l l d ad

Los Maestros de la vida espiritual dan gran I mportancia al ser dó­ ciles en seguir perfectamente l as Inspiraciones, ya que la obra de nues­ tr a santificación tiene en ellas su comienzo y progreso.

13.

-

La

En

que c o n s i ste la doc i l i dad

naturaleza

de

la

docllldad

depende

del

modo

de

la

Inspira­

ción :

1 .0

SI la Inspiración deja conciencia de si, es docilidad aplicar las Reglas de Discreción,

y al saber que es acción

divina,

seguirla

con toda fidelidad.

2.'

SI la Inspiración no dej a conciencia de si, la docllldad esu en tener atención a todo lo que sea significación de l a voluntad di­ vin a : buenos pensamientos, buenos ejemplos, buenos consejos.

14.

-

t .•

D os c o n d i ciones de d oci l i dad La docilidad debe estar unida con u n a paz y humildad y con­ formidad grande con la voluntad de Dios, y ceñirse al «tiempo presente�.

2.•

La docilidad debe entraflar gran confianza en Dios, en su auxi­ lio, con gran m agnanimidad. A mayor fidelidad, mayores Inspiraciones, mayor sensibilidad espiritual, mayor delicadeza. Pero tal vez sobrevenga tentación de temor :

«oA dónde voy

yoh Y esto hace que sólo muy pocos permanezcan perfectamen­ te dóciles.


LECCI6N 1 5

1 08

III. 1 5.

-

- DIRECCION HABITUAL DEL ESPIRITI.: SANTO

Erro res cond enados por la I glesia

l.'

La dirección habitual

atribuida al

Esplritu Santo, produjo en

la Edad Media errores fatales . Hubo algunos que l a hacian con­

sistir en mostiarse hostiles a l as leyes dadas por l as autoridades legítimas de la Iglesia. Fueron los pseudo-mlstlcos d e la Edad Med i a : v. gr. Los Her­

2.0

manos del Libre Esplrltu. Los Alumbrados decian que el Espiritu Santo solamente dirige a

3.0

aquellos

que

viven

de

tal modo

que

Wi!camente

siguen su

atracción y su Inspiración para las obras y omisiones. < Prop. 1 0 - 1 1 .l

Los Quietistas ( s. xvul asentaban el principio de que h abia que

esperar una especial Inspiración para hacer tOdo acto, Interno o externo.

1 6.

-

a)

Verdadera naturaleza d e la d i rección Negativamente :

No ha de concebirse

d a dirección del Espíritu

Santo> a m anera d e un lnlluj o consciente, que dirij a todas las determinaciones del alma, y que esté dando respuestas a las pre­ guntas hechas para la práctica de l a vida.

bl

Podrá, con todo, haber al�un caso extraordinario. Positivamente :

La naturaleza de la dirección esencialmente se

reduce a esto :

l.'

Por la eximia fidelidad, recogimiento Interior, delicadeza

y cierta connaturalldad espiritual en el obrar, las almas se vuelven de exquisita senslbllldad, aun para las más mini­ mas sugestiones de Dios.

2.'

Por

un

Instinto

seguro,

disciernen

con

gran

sagacidad

estas Inspiraciones buenas de las otras que vienen del mal esplrltu. 3.0

Las almas son cada día más Uclles a la acción de las Ins­ piraciones.

4.•

Otras

cosas,

como

luces

especiales,

podrán

faltar ;

eso

esencial se halla en todas las almas santas. 11. - San I gnacio y l a d i r ección del

Espiritu Santo

san Ignacio de Loyola acude a la dirección del Esplr!tu Santo :

l.º

En los Ejercicios varias veces :

a)

n. 183

-

Elecciones : 6.0 :

«. . .

debe Ir l a persona . . . para que

su divina majestad l a quiera recibir y confirm ar>.


DE Llr.S INSPIRACIONES DEL. ESPÍRITU S!\NTO

1 09

Es verdad que el Santo n o excluye que Dios dé esa con­ firmación por medio de una consolación e•pecial ; pero tam­

bl

poco l a exige.

Muchas veces recomienda se acuda a cierta <experiencla

Interna> para conocer la voluntad de Dios ; v. gr.

1) 2) 2 .0

n. 21.1, para regular el uso de la comida.

n.

89,

para regular el uso de las penitencias . . .

Acude también a la dirección del Espirltu Santo en su Di ario Espiritual. ..

Pero hay que advertir que estas confrontaciones no suplen las reglas de la prudencia, los argumentos de la razón Iluminada por la fe . Es un complemento de las reglas para conocer la voluntad de Dios. No se asegura por el Santo que siempre se hallara respuesta por ahi.

Serla tentar a Dios recurrir a esa confrontación cuando ya se conoce

por otro lado que lo que se esta haciendo es un disparate.


L E C C I O N

1 6

LOS DONES D E L ESPIRITU ( GUJBERT: 1 40-1 49.)

SANTO

5\l':\f A R I O : l . Lrón XIII y los Dones del Es p í r i t u Santo. - I. Lo q ue .Hon l o s d o n e i=; . - 2 . El f u n d a m e n t o d e los non es. - 3. Su n ú m e ro. - 4 . 811 acep­ tación < ' TI l a Igl esia. - 5. l ..as disputas escolásticas. - 6. El obrar pecul i a r de l o s D o n e s , - 7. ta s í n t e s i s del Doctor Ang.;lico, - 8. Lo es en c i a l d e loi; Dones. - 9. C a d a Don e n part i c u l a r . - 11. Los D o n e s y ia perfección .10. C ;.i á n d o H e co n ced e n los Done;;. - 1 1 . El i n fl ujo de los Dones en la pcrfeccl6n. - 1 2. Repart i ción de los Dones.. - 1 3. Edad de V j rt u d e s y e d a d de Dones. - 1 4 . Contem plación i n f u sa y D o n e s. - t:i. Los D ones y la ,· I d a m í11lica.

1.

-

León X I I I y los Dones d e l E s p l r i t u Sa nto

En la Enciclica De Splrttu Sancto propone León XIII la doctrina de los Dones y ense ñ a que está estrechamente ligada a la doctrina de las Inspiraciones.

l. 2.

-

-

LO QUE SO:\' LOS DONES

El f u n d a m e n t o de los Dones

La

doctrina

de los Dones tiene su fundamento en l a profecia de

Isaias sobre el Meslas ( c ap. 1 1 : 2-3). •Descansarli sobre El el espfrttu del Sefio r : esplrltu de sabiduría y entendimiento : •

consejo y fortaleza ; ciencia y de piedad.

Le llenarli el esplrltu del temor del Señor.>

3.

-

Su n ú m e ro.

Aunque en el texto hebreo sólo aparecen seis dones, porque «la pie­

dad• y •el temor de Dios• son en hebreo una misma palabra : •Y1r'An> .

ha prevalecido el número 7 de la traducción de l o s 70 y de la Vulgata latina, salvo Orfgenes, que afi adló otro s TRES de II Tlm. 1 -7.


LOS DONES DEL ESPÍRITU SANl'O

111

4 . - s u aceptación e n l a Iglesia

a)

Los Padres primitivos, como San Ireneo, establecen que los Dones que tuvo Cristo, pasaron a su Iglesia, y apropian de un modo par­

b>

ticular al Espíritu Santo esa e f usión de Dones sobre Jos fieles. Los Griegos hablan del Espiritu Santo que se posa sobre Cristo

y Jos Apóstoles, pero no se llj an en el septenario, ni distinguen los Dones de !salas de otros carismas.

el

Los Latinos establecen

el septenario como algo

San Hilarlo y partlcularisimamente

San Agustín :

Mandamientos, y 8 Bienaventuranzas.

definitivo :

7 Dones ;

así 10

s. - Las disputas escolásticas Teólogos antiguos y modernos, concordes en ia existencia de los Dones, no acaban d e discutir sobre su naturaleza. sobre la diferencia ei;pecifica con las virtudes.

a\

El pseudo-Hugo Vlctorino ( 1 ) : Los Dones preparan las virtudes ; son ios primeros movimientos del alma.

b)

c)

Vázquez

(2) y otros : Los Dones son mociones actuales : no son

hábitos.

Santo Tomas ( 3 ) , Scoto ( 4 ) , comúnmente : Los Dones son hll.bltos permanentes como disposiciones

l. 2.

no se distinguen realmente de las virtudes infusas : Lom­

bardo : Scoto ( 5) ;

se distinguen realmente de los hábitos de las virtudes in­ fusas teologales y morales : Santo Tomás - Buenaventura -

Suárez (6) ;

3.

tal vez los Dones <en tre si• no se distingan unos de otros ; de

modo

que

SIETE

querrá

decir

•plenitud• ;

Suárez

y

otros . . . & . - El obrar peculiar d e l o s D ones

l.

Confortan al alma contra tentaciones especiales.

2.

Hacen que el alma esté más dispuesta y expedita para producir

3. ( 1) (2) ( 3) (4) (5)

(6>

los actos de un modo cmá.s elevado• : los actos heroicos. Hacen al alma más conforme a Cristo.

Summa Sent. lll, l"1 (P. L. l '16, col. 1 14). !n lll, dlsp. 4 4 , c. 2 , n. ?. J.ll- II.ae, q, 68. a. 3. Scoro, lit Sententfarum, D . 34. q. 1 , n. 20. SCO'IO, lbide m . Su.i.Ru, De Gratia, V I , c. 10. n . 1 0 . Ps. HtrGO VICTORtNO,

GABRIEL VA.zcn11 z, SANTO TOMÁS,


112

LECCIÓN 1 6 4.

D isponen a l a lm a a obrar según u n a nueva regla : < e l Instinto del EspíriLu Santo> ; mientras que las virtudes Infusas la dispon e n a obra r según la regla de la razón i lu mi n ad a por la fe.

7.

La s i n t&sis del

-

Angélico ( 7 )

El o fic i o esencial d e l o s Dones, e n cuanto hábitos, es perfeccionar al homb r e •Para obedecer prontamente al Esplrltu Santo• : e. d., para qu e

se d e j e mo v e r más f ácilmente por los Impulsos e ln spi r aclon es divinas.

a) bl

e)

No son hdbltos <OPERA TORIOS•: eso lo son l as Virtudes, como principios Inmediatos de acciones sobrenaturales. So n hdbitos «RECEPTIVOS.

=

dispositivos, que dispon en a reci­

bir más p len am e n te las Inspiraciones, y a cooperar mej or a los actos Ubres de las virtudes Infusas. No hay actos producidos por los dones diferentes de los que pro­

ducen las virtudes Infusas. Al contrario, hay actos de las virtu­

des producidos sin ln tlu J o ninguno de los Dones.

d)

Los •actos son m ás e l eva d os • cuando proceden de las virtudes influenciadas por los Dones, que cuando proceden de las virtu­ des a secas.

s.

-

Lo e s e n c i a l e n l o s Oones

Lo e se ncial de los Don e s :

1.

Primeramente e s que se d e e n e l J usto una cdisposición habi­

2.

Secundariamente, de un modo relativo, que esa cdoclbllldad•

tual> a dej arse censeñar> por las mociones del Esplrltu Santo. se obtenga por hábitos realmente distintos d e los de las vir­ tudes, y que e ntre si los dones sean también distintos. Pero puede admitirse, que no se distinguen entre sí, y que la disposición habitual viene de los hábitos Infusos de la ca­ ridad y aun de la gracia santificante. 3.

El num ero sept enario p a rece esencial no para los dones, sino para especificar meJor las formas o especies de cmociones>, que más fácil m e n te se reciben en el alma por <la habitual•.

(7)

disposición

S.o\STO ToMÁS, In Isa. • 1 1 , 2 ; I.•-II.M, q. 68 ; II.'-II.a.e. q. 819 scicntia ; 19 ti.. mor ; 45 sapientia ; 52 consilium : 121 piete.s ; 139 fortit udo.


LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO

9.

-

Cad a D o n

AJ

en

113

particular

Santo Tomás C ll.'-II.••, q, 8-9, etc.)

l.

explica cómo h a de concebirse cada Don,

a) b) 2.

su relación con cada virtud Infu sa ;

reúne los Dones de ciencia y entendimiento el

B)

con la fe con la esperanza

Don d e temor de sabiduría

con la caridad

de consejo

con la prudencia

de piedad

con la j usticia

de fortaleza

con la fortaleza

Otros autores, v. gr., Juan de Santo Tomás ( 8 ) , desarrollan pro­ fusamente el papel de cada Don, prescindiendo de si unos se dis­ tinguen de otros.

Esto hace ver las distintas maneras con que el Espirítu Santo dirige las almas ; cuáles son las principales clases de mociones y cómo se ejer­ cita mejor cada vi rtud, que dice relación a un Don.

11. 1 0.

-

l.

LOS DONES

Y LA

PERFECCION

Cua nd o se c o n c eden los Dones La sentencia común : Los dones se le Infunden a cada hombre al hacerse

2.

-

•J usto• :

e. d. en el Bautismo y al mismo tiempo

que los hábitos de la gracia santificante y de la caridad. En l a Confirmación, al menos de un modo ordinario : Defiende esto

el P. Umberg como más probable y más conforme a los Padres ( 9) .

S u s argumentos n o parece prueben o t r a cosa, s i n o que entonces hay ampliación del Influjo de los Dones.

11.

-

a)

El

influjo

d e los D o n e s e n l a p erfección

En general : Los Dones no están nunca ociosos e n el alma del

j us to :

para que e l J usto persevere y progrese está siendo ayu­

dado por muchas Inspiraciones y mociones. Los Dones están dis­ poniendo al alma a la aceptación de esas Inspiraciones.

<I!' (9)

SA !ll'TO To�d.s, In /ali, Disp. 18. UlllB E RG, In Ep1'emer. Lova11..• t. I, 1924, 515.

, i i:� ,. N o :r::

P.


LECCIÓN 1 6

114

En particular : Cuándo y cómo ayud a cada u no d e los Dones, n o todos convienen e n la explicación.

l.

SI cada Don se distingue intrinsecamente de los otros, no aparece cómo algunos no están ociosos a temporadas en algunas almas.

2.

Si no se distin guen y sólo significan, en cuanto

•sie te • .

las principales clases de Inspiraciones, para recibir las cua­

•J us to •

les e l

se dispone habitualmente con los Do­

nes . . . se entiende mejor que Dios distribuya sus Inspira­ ciones de diverso modo a las diversas almas, se gún su ne­

3.

cesidad y vocación. Esto probarla la diversidad de c a mi nos por los cuales con­ duce Dios a las almas, aunque moviendo a to das por Inspi­ raciones que responden a éste o aquel Don :

a unos hacia

la vida contemplativa ; a otros hacia la vida activa y apas­

tólica.

1 2 . - R e p a r t i c i ó n de D o n es l.

Al ser desiguales las Inspiraciones que Dios concede a las almas ;

se sigue que sea desigual la •disposición> h a b itual para der a ellas :

respon­

e. d. la participación de los Dones en la Vida espi­

ritual.

2.

Pero no hay menor participación precisamente porque sea menos a p arente

y m anifiesta para

nosotros :

pue den

las

Inspiraciones

quedar ocultas a l a c onciencia , y aun las gracias más Intensas.

Eso se de duce de las pruebas internas y desolaciones horrendas que

purifican a los Santos .

1 3. - ¿ Edad d e V i rtudes y edad d e Dones? l ."

2.'

Se admite que en la vida Interior de las nen mucha parte.

perfectos

los Dones tie­

Debe admitirse que también llena n su ollclo e n l a vida Interior de los cprincipiante& • .

3.•

No se

puede admitir q u e h a y a nunca sustitución de Dones en

lugar de virtudes ; sino que por los Dones se perfecciona el modo

4.0 5.0

de ob rar de las virtudes. Luego

es

falso

que

en

la

vida espiritual

hay

una

edad

cde

virtudes• y otra edad de Dones. La dirección casi continua del Esplrltu Santo en algunas almas no es más que el influjo ha bi tual de los Dones para cooperar a inspiraciones

III, n . 1 6.)

.continuas>,

oc ultas

o

manifiestas.

( Véase

L.

15:


115

LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO

1 4. - C o n t e m p l a c i ó n i n fusa y D o nes Los teólogos desde e l s. xm atribuyen un papel especial a los Dones de sabidu ria y e n t e ndimiento en la •contemplación Infusa • . De ahí no se sigue que toda oración donde haya lnHu J o de esos Dones sea ya In­ fusa. Puede hablarse de Infusa pura, y de Infusa no pura.

a)

Se llama «puramente

las Morad a s, L. V;

infusa•

a la explicada por Santa Teresa en

en ella hay cierto lnHu J o de esos Dones.

Pero los dones pueden lnHulr

no pertenecen a la ordinarias,

que

además en muchos actos que

dnfusa pura> :

producen

la

v. gr., en las mociones más

consolación

bién las almas fervorosas no místicas.

b)

que

gozan

tam­

Se llama •no puramente Infusa>, a la que es simultáneamente

<efecto» Dios,

de

que

conatos anteriores y de

ayuda

tem plativa• ;

de

algu n a moción especial de

al alma a pasar •de la discursiva• a la •con­

debemos

decir

que

toda

oración en

que

lnHuyen

aquellos Dones, es al menos «parcialmente Infusa•. Hay tantas mociones en u n a vida espiritual «fervorosa• y tantas

Inspiraciones, que por lnHu J o de los Dones a ñ a den fuerza y luz,

que apenas habrá oración algo fervorosa que no sea parcialmente

infusa. 1 5. - Los D o n e s y la vida m í stica

a)

SI llamamos

m!sttca

a J a vida en que prevalece la contemplación

puramente Infusa, en ella lnHuyen naturalmente los Dones : pero también en

b> e)

la

vida

cno

mística de

esa

manera•

puede

haber

lnHu j o de los Dones de sabldurla y de entendimiento. Si llamamos cmistlca>

a la vida en l a cual es casi habitual la

cllr ecclón del Esplrltu Santo, tanto más mistica será, cuanto más abunden en ella los dones en general. Aun

esta

vida

cmlstlca•

no tan

estrictamente,

es

posible

que

reciba del Espíritu Santo la concesión de los Dones de sabiduría y de entendimiento.


L E C C I O N

1 7

I N T E R V E N C I O N D IABOLICA : TENTACIONES ( ! ) S l.' ll.\ RJ O : t . F i n d e l a l n t e n- l" n clón d iabó l ic a : s u reol i d a d . - 2 . E l t:,·a n .:e l io y l o s S an t o s Pad rMi. - 3. ¿Un d e m o n i o para ca d a h o m b re ? - 4 . ¡A c u i n ­ to se ext i e n d e l a i n ten· e n c i ó n ? - 5 . C o n d u s i ó n !legura. - 6. D o s s l .: n i ­ fi c a d o s d e te n ta c i ó n . - 7 . T r e s momentos d e l a t r n t a c i ó n . - 8. La t en ­ tac i ó n e n C r i s t o y e n n osotros. - 9 . I11te-n-endún d e l a l i bertad. - 1 0. Psi­ colog(a d e l a tcnt ac ló n . -- 1 1 . La concupiscencia como tentadora. - 1 2. El p rog re so d e l a acció n d e la c o n c u p i SC" .. ncia. - 1 3. I.os San tos )' las tenta­ c l o n t" s . - 14. Pron•chos d e l a s t e n t a c i o n es. - 15. La s tentaciones n o son ca1"ti1t'oso. por l as n � J iJ:e ncias. - 1 6. Xuestra obll�ación an te l as ten t a cio­ n Pt11 . - t í. Dispo�.idones del a l 111 a . LECTe ttA c o m p l €' mentaria :

La tentación, 1 , 520 ; I nic. t �. 1 �6.

1. - Fin d e la i n t e r v e n c i ó n d i a bó l i c a : su real idad.

al

La FE nos enseña

l. 2.

que hay ángeles caldos , llamados demonios ; que esos demonios, con licencia de Dios, pueden tra bajar y de hecho trabaj an, en perder las alma.;, Incitando al hom­ bre

a cometer pecados, estorbándoles el arrepentimiento,

obstaculizando su santlllcaclOn.

bl el

La IGLESIA nunca h a definido como dogma la realidad de estos ataques ; pero está claramente afirmado todo esto en las Sagradas Escrituras. El MAGISTERIO ordinario de la Iglesia tiene esa realidad ma­ nifiestamente entre las enseñanzas mé.s explicitas suyas.

2. - El E v a n g e l i o y los Santos Pad res l.

Los Evangelios nos dicen y refieren las tentaciones d e Jesús e n el desierto, y se l as atribuyen al demonio.

2.

San Juan atribuye a una Inducción del demonio la traición de Judas.

3.

Jesucristo

anunció

a

Jos

Apóstoles que

serian

tentados

por el

diablo : que la cizaña entre el trigo representa la acción del de­ monio en el campo del Padre del cielo.

4.

Los Apóstoles no cesan d e prevenir a los fieles contra los ata­ ques del diabl o : •Merodea, buscando a quien devoran ( I Pedro 5,

(l)

Las Lecciones 17

y 18 faltan en el texto latino. - Véase Lección 12, nota.


117

INTERVENCIÓN DIABÓLICA ; TENTACIONES

8-9) ;

5.

hay que •armarse con e l escudo d e l a fe para protegerse

de los tiros del diablo>

A

los

( E fes. 6, 1 1 ) , etc.

primeros Padres preocupaban

estos

ataques

muchísimo ;

a Hermes e n particular.

ORÍGENES ya nos presenta una teoría muy completa sobre la

intervención del diablo.

3. - ¿ U n d e m o n i o para cada h o m b re ? l.

Algunos

Padres

creyeron q u e cada

hombre

as!

como

tiene

un

ángel custodio tiene también un demonio tentador.

2.

Suárez concluye su discusión teológica diciendo que no hay nin ­ guna razón seria que impida admitirlo.

J.

La Tr adi ci ón positiva en favor de la afirmación está muy lejos de ser clara, firme, universal.

4. - ¿ La interv e nció n a cuánto se e x t i e n d e ?

a) bl e)

Al gunos teólogos la extienden a cada caso de tentació n . Santo Tomás se pronuncia por la sentencia contraria.

tiene

S uárez

éxito

pre cisan do

lo

que

hay

de

en

cierto

cada

opinión.

l.

Hay

una

demonio ;

l e j ana

relación

entre

cualquier

ginal.

2.

tentación y

el

porque todas son consecuencias del pecado ori­

El diablo puede hacer caer al hombre

por a cc ió n inme­

diata sobre nuestros sentidos, y además por medio d e Ins­

J.

trumentos diversos : hombres, seres sin razón . Pero el hombre puede ser a1Tastrado causas

naturales

también

e

al pecado por otras

In depen dientes de

cualquier

ac t u aci ó n personal del demonio.

s. - C o n c l usión segu ra l.

E•

cierto

que

no

todas

l as

tentaciones

provienen

de

solo

el

demonio.

2.

No es necesario que el primer movimiento de la tentación proce­

da o siempre del demonio o siempre de la naturaleza.

3.

Es muy probable se deba a l a acción conjunta de nuestras ten­ dencias naturales desordenadas y a la del demonio, que las fo­

4.

menta, cuando no las excita.

Lo ll.nlco !negable es que las afirmaciones claras e !negables de la Tradición, prueban que

l a t en t ac ión

del demonio no es un


LECCI6N 1 7

1 18

caso excepcional y raro ;

sino u n fenómeno ordinario d e nues­

tra vida.

6.

-

Dos significados d e tentaci6n

l .0

TENTAR e s

• P robar• :

Dios tentó < =

probó) a Abraham :

puso a prueba con un mandato diflcU, la pureza y la firmeza

2.0

de su fe. TENTAR es

aJ bl

• arrast rar•

al mal moral, Inclinar al pecado.

Tentación en este sentido es lo que actlia sobre nuestra voluntad para hac�rla consentir en e l mal. Tentador lo es el demonio por excelenci a ; pues su acción no

tiene

otro objeto

en

este

mundo

que Incitarnos

al

pecado.

7.

-

Tres mom entos d e la tentacion

l. 0

LA SUGESTION : viene de fuera. Es el mal propuesto a la vo­

luntad por el tentador : hombre, demonio, objetos malos. . .

2.•

L A DELECTACION : e s l a atracción sentida naturalmente e n la

senslbllldad y en la voluntad haci a el objeto malo. Esa Inclinación es una consecuencia del desorden de las pa­ siones, y radicalmente del pecado original. 3."

EL CONSENTIMIENTO : es, si existe, el acto libre de nuestra vo­ luntad, que acepta y abraza el obj eto nialo seductor.

a.

-

La tentaci6n e n Cristo y e n nosotros

l.

En Cristo sólo existió el primer momento

de la tentación :

la

sugestión. En nosotros l a sugestión es seguida, por lo general. d e una cde­

2.

lectaclón> mlis o menos fuerte, de atracción mlis o menos pode­ rosa al mal.

a)

Esa delectación-atracción, en sí misma, no es culpable : es un fenómeno puramente flslco, que necesariamente se pro­

bl

duce en la naturaleza despoj ada del don de la integridad. La culpabilidad se halla en el acto libre con que la volun­ tad acepta.

9.

-

1 ntervención d e l a l i bertad

Dos maneras son posibles en l a posición de la acción libre :

l."

La libertad Interviene

en

hay dudas frente al mal.

forma

limitada, parcial, Imperfecta :


INTERVENCIÓN' Dl A.BÓLICA ; TENTACIONES 2.•

119

L a llbertad Interviene d e modo pleno y entero : e s decir, e l ob­ j e to malo es conocido suficientemente, l a advertencia a la ma­

licia de l a acci ón e s actu al . . .

a1

E n e l prim er caso, s i hay claudlcaclón, es parcial siem ­ pre : f alta ve ni al.

bl

En el segundo caso, o l a voluntad no da su asent i mi e nto, o si lo da, es s i empre pleno. El pecado será grave o leve se gú n la materia sobre que verse el asentimiento.

10. - Psico logia de l a te ntac i ó n l.

L a sugestión externa directamente no toca ni a l entendimiento, ni a la voluntad : sólo a los sentidos .

2.

El demonio, según doctrina común , sólo obra directamente sobre la sensibilidad y en la Imaginación : y asi sugiere pensamientos :

despierta en ella Imágenes

excita movimientos y repercute

así

en l a v olun tad.

3.

Si l a acción del demonio sobre nuestro organismo llega a quitar el uso de l a razón, los

actos

realizados bajo el Imperio de la

acción diabólica no son actos humanos

4.

11bres .

En la tentación simple queda el uso suficiente de las f acu lt ade s espirituales ; podrá haber disminución de la respansabilidad, pero

alguna res pon s ablll d ad siempre hay.

1 1 . - La concupiscen cia como te ntadora

.al b) e)

Etimológicamente, concupiscencia es deseo de algo. E n sentido propio, concupiscencia es apetito sensible, contrario a la razón y al orden. En

sentido especifico, concupiscencia es

capetlto

desordenado>,

aun de l a voluntad : v. gr., Inclinación al orgullo. De

este

sentido

especifico

habla

el

Conclllo

Tridentino

y

d ice :

l.

La concupiscencia (fornes peccatll persevera en los bauti­

zados :

2.

és t os d eben co m b ati rl a.

La concupiscencia no p er j u d i ca a los que no cond es cie nd en y la re sist en varonilmente con l a gracia de Cristo.

12. - El proceso l.

de

la acción de la concupiscen cia

La tendencia de l a sensibilidad Irrita a la Imaginación, l a cual reviste con forma sensible los

falsos biene s de orden espiritual


LECCIÓN 1 7

1 20

( ambición, envidia, curiosidad) y excita así a las facultades es­ pirituales a desearlos.

2.

Así, la senslbllldad o concupiscencia de la parte sensitiva es la r aíz y fundamento de l a concupiscencia de la voluntad.

3.

Las ten taclones p ue d en desencadenarse por ese factor cencia. Eso explica l a facilidad con que el demonio

venir en las tentaciones.

1 3.

-

l.

concupis ­ puede inter­

Los Santos y las tentaciones En los Santos p u e d e n d a r s e tentaciones que vengan d e l demonio,

o por sugestión externa y por l a concupiscencia. 2.

La

en

concupiscencia

los Santos s e debilita

a medida que sus

fuerzas espirituales aumentan extraordinariamente.

3.

Los Santos tienen siempre tendencias desordenadas más suti le s,

de

donde

dimanan

sus

pecados

veniales, Imposibles

de

evitar

enteramente. Esas

tendencias

desordenadas pueden convertirse en tentaciones

vehementes. De ahí la humildad de los Santos y la desconfianza en si.

14.

-

Provechos d e las tentaciones

Dios permite las tentaciones p a r a progreso espiritual

l.

2.

Las tentaciones diflc!les nos libran de las tentaciones de orgullo.

La lucha

tiene

por

resultado

fortalecer,

fortificar y

acrecentar

la caridad.

3.

Las tentaciones hacen conservar el espíritu p re cio so de la com­

punción

1 5.

-

y avivan los deseos del cielo.

Las te ntaci o n es n o son castigo por las negligencias Los .TUSTOS, a pesar de sus negligencias, son por l a gracia. ami­

gos de Dios, m iem b ros vivos de Cristo, m orad a Trinidad.

de

la Santlslma

No puede haber cverdadero abandono> de esas almas por parte de Dios.

bl e)

Pero

si

el

alm a

hubiera

sido

má.s

fervorosa.

Dios

le

concedido má.s largamente los auxlllos di vi nos . l a gracia.

No les retin• auxilios :

hubiera

porque Dios no arranca del alma de los

Justos las mercedes que les haya concedido.


INTERVENCIÓN DUEÓLICA : TENTACIONES dl

121

A u n l a s almas tibias siguen siendo p a r a Dios •hij os• a quienes ama. a quienes quiere favorecer; y sólo desea ver en ellos mayor genero si dad que le fuerce a ser m=is magnAnlmo con e l las.

1 6.

-

N uestra obl igac ió n ante las t e n ta c i o n e s

l.

Es de resistirlas por l o s medios que le oponen resistencia y de evi­

2.

Es d e no lntensllicarlas. No podemos I r en busca de ellas, cuando

tar las ocasiones cuanto sea posible. exponen a pecado mortal, aunque sea para aumentar las oca­

siones de vencerlas. Porque la gracia d e vencerlas es de Dios y

no nuestra. En materia grave eso serla un pecado de presun c ión .

3.

4.

A veces se

pueden permitir

por motivos proporcionalmente graves.

SI sólo exponen a venial, vale la pena correr ese riesgo por las ventaj as que nos daría el vencerlas :

v. gr., frecue nt ar la pre­

sencia de un iracundo para tener ocasiones d e ejercitar la pa­ ciencia. Pero con discreción.

17.

-

Disposi c i o n e s del a l m a

Las tentaciones no impedirán el progreso espiritual d e l alma, s i ésta adopta estas excelentes disposiciones : l.•

2.• 3.ª

Paz prof11nda

d e la voluntad, hecha conformidad con la voluntad

d e Dios y hecha confianza en Dios. Sacar humildad abrazando la h um illación . Hacer actos de amor, de fe y d e esperanza. El resultado de las tentaciones será así la «purllicación> del alma.


L E C C I O N

1 8

FE:\O'.\IE.SOS PUETERNATURALES EXTUAOUD l :\ i\ R I O S S U M .:\ R I O :

l.

e s t a l tt C" i ó n . - 2'.

Li m i l a e l ó n d t:>

RasgoK

co m u nes d f."

pri m a rios. - 3. llen o m i na c i o n es. - .i. Tres c a tego r í a s . t•s l o H ft• n ó m f" n o s . - 6.. l n tt-rés de estos fen Ó m C" n o ,; . - 'l.

renómenos

- 5. F.l a.:tor de F.1 d i ct a m e n s o bre

lo!!i ft" n Ó m e n u s. - 8, P osldón dPl cat ó li i c o . - 9 . Razones d e p r u d e n c i a . 1 0. C a s o " e h i pó t es is dt- ren o m t> n a d os. - 1 1 . C o n d u e l a de los fen o m e n a ­ dos. - 1 2. Concl u s i ó n de orden gt" n t>ra l . - 1 3 . La pos esi ó n d iabólica. 14. La s i m ple obsesión. - 1 5. J u ic io sobre lo ob ses i ó n . - 1 6. Los S a n t o s y la obKf'Siún e r r ó n ea . - 1 7. P rácl iC"a del Di rector. - 1 8. Las c r i t i cas,

1.

-

L i m i tación d e esta l ecc i ó n

l.

No

2.

Se

se

trata

ahora

ni

de

la

contemplación

infusa,

ni

de

los

éxtasis. nes,

2.

--

estudian

sólo los fenómenos PRIMARIOS :

palabras.

Visiones, aparicio­

<Posesión y obsesión diabólica.)

Rasgos c o m u n e s de l os fenó m e n os pri m a rios

Por ellos en forma diversa, se comunica al alma •un conocimiento nu evo> , se oyen con distinción cpalabras• ; se reciben •enseñanzas> ; hay respuestas a al gunas preguntas-consultas ; se perciben cobjetos• e x t e r n os

3.

-

y se cree con gran persuasión que todo eso viene del cexterior..

D e n o m i naciones Son

l.

VISIONES,

si

la

comunicación llega

a

la

inteligencia

por

m edio del sentido d e l a vista.

2.

Son PALABRAS, si la comunicación llega al entendimiento por medio del sentido del oido.

4.

-

Tres categorlas

!.•

REVELACIONES los

sentidos

naturales :

2.•

El ob j eto está cfuera> de uno ; como en l as percepciones

hay Im agen en l a retina, vibración del tlmpano.

REVELACIONES la

EXTERN AS :

funcionan en todo Igual

Imaginación

IMAGINARIAS : sin

La acción

lntermedlartos :

en

ella

toca

directamente

produce

Imágenes

visibles.

3.•

REVELACIONES

INTELECTUALES :

La

acción

fenómeno

toca

directamente y sin Intermediarios el enten dimiento mismo, Im­ primiendo en él por si sola las ldeas : el nuevo conocimiento.


FEN Ó MENOS

5.

-

PRETERNATUR ALES

1 23

EXTlAORDINARIOS

El autor de estos fenóme nos

al

Sólo Dios puede producir verdaderas revelaciones INTELECTUA­ LES. Los ángeles no pueden tocar Inmediatamente, directamen­

bl

te por su sola acción sino las facultades sensibles. Los ángeles y demonios, además de Dios, pueden producir reve­ laciones IMAGINARIAS, capaces de obrar sobre los sentidos y la imaginación y de producir exteriormente sonidos o formas lu­ mlnosas.

&.

-

I nt e rés d e estos fenómenos

l.

Estas

revelaciones

Interesan

mucho

a

la

vida

espiritual.

Dios

más de una vez se ha servido de ellas para promover directa­ mente la santificación de las almas. 2.

El fenómeno

«estlgmatlzaclón•

se

une

menos

con

l a vid a In­

terior. Pero la participación en los sufrimientos del Señor es señal y principio de conformación y unión con El.

3.

M ás lej an a aún a la santidad son las <luces y los olores• preter­

naturales, clnsensibllidad al fuego>, «conocimiento de los cora­ zones». Eso servirá para el Apostol ado ; pero sólo muy Indirectamente contribuye a l a propia perfección.

7.

-

El d i ctamen de los fe nómenos

Distinguir cuándo «los hechos• son productos patológicos y cuándo de acción preternatural es algo muy delicado. l.

Es cierto

que

hechos

de

orden

patológico

presentan

analogías

sorprendentes con las revelaciones y visiones, con obsesiones

y

posesiones.

2.

Los actos de alucinación visual o auditiva se dan y se pueden d ar

3.

Los casos de desdoblamiento de personalidad meramente patoló­

4.

Pero queda un número d e «hechos• con caracteres determinados,

y comprobar corrientemente. gico•. son tambi én muy conocidos. cuya presencia debidamente comprobada, permite sacar la con­ clusión cierta de que tal o cual fenómeno se debe a una causa preternatural. Esos caracteres son :

hablar lenguas desconocidas para el que

las

h abla ; verdaderas profecias circunstanciadas y exactamente cumplldas.


LECCIÓN 1 8

1 24

a . - Posi c i ó n d e l cató l i co

l .'

UNA DESECHABLE :

Este asunto no debe decidirse por una con­

fianza «a priori>, como si para Jos católicos esté descaitada siem­ pre

la Intervención preternatural en

eso en un caso particular, en

•todos los casos•,

y

por

ausencia de razones perentorias,

que excluyan l a posibilidad de lo preternatural, ya se deba con­ cluir que el hecho h a sido preternatural.

2.•

OTRA ACEPTABLE : natural de los

Es Ja de Ja Iglesia. Es no aceptai lo preter­

chechos>, sino cuando s e prueba que la explica­

ción natural es imposible. Es decir, que basta que la natural sea probable

para

poder

suspender

el

Juicio sobre la preternatu­

ralldad. 9.

-

Ra zo ne s d e esta p r u d e n c i a

a) b)

Todas s o n ventajas, sea cu al s e a la presión que algunos Interesa­ dos podrán hacer. Es

peligroso definir como preternatural

un

<hecho•

en

•reali­

dad morboso» ; en vez de curar la enfermedad, se la cultiva y

desarrolla. Asi las pseudoposesiones duran indefinidamente por imprudentes exor­ cismos. Palabras internas puramente patológicas persisten y se multi­ plican a causa de l a credulidad del Director espiritual. 10.

-

1.0

C asos e h i pótesis de fenomenados

PERSISTE l a duda sobre el origen estrictamente preternatural. Aparece claramente o n o su carácter bueno o malo.

2.º

SE COMPRUEBA l a realidad preternatural: la realidad es cier­

tamente dlvlna o diabólica. En e l primer caso s e presentan dos hipótesis :

I.•

hipótesis : VISIONES cuyo objeto único es l a santifica­ ción del que las recibe.

2.•

hipótesi s :

REVELACIONES

<con

mensaje> paia otra

person a : alguna misión.

11.

-

O o n d ucta en las dos h i pó t esis de fenom e n a d os

PARA LA ! .• HIPOTESIS dan Instrucciones San Juan de la Cruz y San Pablo de Ja Cruz.

a)

SI de verdad provienen de Dios, el bien que Dios pretendió al comunicarlas, ya está hecho. Es Inútil andar urgando sobre su origen.


1 25

FENÓMENOS PRETERNATURALES EXTRAORDIN,\RIOS b1

Si no vienen de Dios, El no se ofenderá de que se las rechace o no se haga caso de ellas.

l.

Esto es prudente. Dios que a

las

almas,

bien

puede

tantos auxilios de gracia da

darles

este

extraordinario,

que

ayuda a la santidad.

2.

Podrá a veces esto ocasionar u n ERR OR : si realmente no existen tales revelaciones. Pero como Dios no las autoriza ni las aprueba, no ha:v nada contra la absoluta veracidad

de Dios. Y en cambio se utilizan para bien de las almas

los

buenos

pensamientos

contenidos

en

la

pseu do-vi­

sión . . .

PARA L A 2.' HIPOTESIS :

r.)

Muchas

veces lo que la revelaclón PIDE no es cosa extraordi­

naria, algo que esté fuera de la capacidad del estado o condi­ ción . . . Servirá d e ocasión para examinar s i lo pedido e s bueno, pru­ dente . . . S i aparece asi, ante l a f e y l a razón, puede cumpl!rse pres­ cindiendo de su pretematuralldad.

b1

Si lo PEDIDO es desproporcionado a la capacidad, estado. . . aquel

a quien va dirigido

las Autoridades

el

de

encargo, :v hay lmpllcaclones con

ecleslá.stlcas, hay

que cerciorarse estrictamente

del origen. No

ha:va

prisas ;

más

bien

dllaclón

en dictaminar.

Para

la

publicidad se requiere contar con las Autoridades eclesiásticas.

1 2. - C o n c l usión d e orden general Por los peligros de Ilusión, por la gran dificultad en lograr alguna seguridad sobre el carácter preternatural en visiones y revelaclones

1 .0

Todas las personas y, sobre todo, las personas que se creen favo­ recidas con -visiones y revelaciones- deben trabajar por pres­ cindir de estos hechos extraordinarios.

2.0

Para no aficionarse a ellos, sus lecturas y meditaciones, sus pen­ samientos ordinarios, el pábulo de su piedad deben versar sobre otras materias ; v. de Dios.

3.0

gr.,

sobre la Sagrada Escritura como palabra

La enseñanza de la Iglesia sea l a base de la vida ; y l a caridad

su verdadero coronamiento.


1 26

1 3.

LECCIÓN 1 8

-

l.

La posesi ó n diabólica El demonio se sirve a v e c e s d e l cuerpo d e l hombre c o m o puede servirse del alma, en estado normal.

2.

El demonio mueve al «poseso>, habla, obra. . . sea capaz de

resistir a estos

movimien tos :

sin que el poseso

los hace contra su

voluntad.

3.

El poseso corrientemente pierde por completo l a conciencia ; pa­ sada l a crisis, no se acuerda de nada.

1 4.

-

l.

La s i m p l e obsesi ó n La

acción

diabólica es

exterior ;

el

demonio

golpea,

da

gritos,

amenaza, trasporta a l a victima. 2.

La voluntad del Influenciado conserva su dominio sobre los actos

3.

Puede resistir Intern amente,

del cuerpo. como puede resistir a las visiones

espantosas u obscenas, que produzca la lmaglnaclón.

1 s.

-

!.•

duicio sobre poses i ó n y obsesi ó n La obsesión no presenta serlo problema ; puede Dios permitirla.

a)

El alma no queda privada de los medios de merecer.

b)

La prueba sufrida no es ocasión de verdadero escá.ndalo. Dios puede permitirla, porque con sus gracias puede pre­ venir al

alma eftcazmente, para que salga purlftcada de

la crisis. 2.•

La posesión :

sobre ella cabe preguntar si «siempre es prueba•.

si •tiene algo de castigo>.

a)

Prá.cticamente. No se conoce ningún caso «documentado> de

•Verdadera

posesión> ,

que

no lleve

consigo

alga

de

castiga. Los «documentos en recientes, que

contra•

por lo demá.s son

aducidos aun de

vasta

en

libros

erudición,

no

está.n sometidos a un a critica rigurosa ; no pueden admi­ tirse las conclusiones en ellos fundadas (V, gr .. en el libro de Ribet).

b)

Teóricamen t e :

1.

Algunos admiten l a posibilidad de la pennlslón d e la posesión como expiación, y hasta de faltas aj enas.

2.

El P. de la Reguera restringe eso a casos rarlslmos ;


FE NÓMEN O S

P il E T � R N A Tt' Jl. A L E S

1 27

EX!Rll.OR D I � A P. IOS

ya que seria a costa de la vida espiritual del •P08e­ so» , pues se halla privado d e sus facultades. 3.

El escándalo causado por l as acciones de un poseso parece que indican que no se puede admitir per­ misión

de Dios ml\s

que

¡¡ara

castigar

faltas

del

propio poseso.

16.

-

Los Sa ntos y la obses i ó n e r r ó n e a

El caso ml\s documentado e s el d e l Santo Cura de Ars : tomó algunas obsesiones como del demonio y eran solamente patológicas.

1.0 2.0

La santidad no es incompatible con esos errores, que no afectan al uso de la razón y de l a libertad. No se puede probar que todos los casos ocurridos al Santo Cura de Ars fuesen patológicos. Al contrario, esos casos prueban la realidad de obsesiones diabólicas «como pruebas puri!lcadoraS> y expiatorias.

1 7.

-

l. 2.

Práctica del Director Anime y ayude al alma obsesionada ( o posesa) para que acepte esa prueba, sea cual fuere su origen. Evite lo que sea apto para excitar la Imaginación y sensibilidad del doliente . . . h aga que le vea el médico.

3.

Esfuércese por calmarle, Inspirándole confianza en el poder de Dios, etc.

t a.

-

l.

Las criticas Hay dos clases de enjulciamlentos reprobables a)

L a que admite todo a ciegas, con curiosidad y apasiona­ miento.

bl

La del escepticismo sistemático con burla constante y ne­ gación absoluta.

2.

El buen sentido de enj uiciamiento es una abstención humilde, filial, confiada h acia estas ordenaciones de l a Divin a Providencia. tan paternal . . . Aceptación de las oscuridades, que rodean nuestra fe y seguir la prudencia cauta de l a Iglesia.


L E C C I O N

1 9

LA DISCRECION DE ESPIRITUS : PRELDHNARES ( GUIBERT : 1 50-156.) S U :'t! .\ RI O : Prel l m l n a r e:s. - 1 . La Escritura y los espírltus. - 2. Lor; Pad re� !<" lo� e � p í r l t ug, - 3. Lu de ducc i o n es de los a n t ig uos. - 4. La c u e � t f ó n del d i s c e rn i m ie n t o . - 5. Una defi.nJción del P. Ah1arez de Pa z. - 6. El t r i p l e objt.>lo. - i. Defi n ic i ón de c o n so l ació n . - 8. Definidón de d es o la c ió n. !l. El n l can ce de Pstais d e fi n i c i o n e s. - 1 0. Causas d e utas cosas.- 1 1 . Com­ p ro bación A ) Fe y exp e r ie n c i a . - U. Comprobación Bl Fe y razón : Acción dP. Dios. - 1 3. Comprobación C) Fe y razón. - Ang<"le& b u e n os. 11. Co m p ro ba ci ón D) Fe. - A n geles ma l o s . - 1 5. El c o n c u rs o h u m a n o . LF.CTURA

comp)(>m{"nta:ria :

Discernimiento, J n lc. 1 1 7,

1 . - La Escritura y los espíritus 1)

En el V. T. se establece una oposición doble : el espíritu d e Dios

y el espíritu Estos

m

dos

a 1 o.

espíritus

mueven

v. gr., lo que le pasaba a Baúl.

2)

alternativamente

En el N. T. Jesucristo es conducido por el espíritu desierto, para que alll le tentase el esplritu

a)

S a n Juan recomienda a l o s fieles del el

b)

esplritu espíritu

de Dios • ; de l a

U loan. 4, 1 -6).

m a1 o

al

hombre :

b ue no

al

( Mt. 4, 1 - 1 1 ) .

cque examinen s i son

les da señales p ara qu e distingan

«verdad> y el espíritu de la «mentira>

San Pablo enumera entre los ccarismas>, que Infunde e l Esp!rltu

Santo

(1 Cor. 12 - 10).

el

carisma

de

la

discreción

de

espíritus

2. - Los Padres y los espíritus

al b) e)

De sd e HERMES

(1) a ORfGENES (2) se cuidan los Padres del dis­

cernimiento. Los Padres del yermo, como San Antón, y luego Casiano ( 3), tam­

bién disciernen. San Bernardo, Dlonislo el Cartujo, se ocupan ya de la distinción de las revelaciones verdaderas y de las falsas.

( 1)

C2) (2J

HERMES,

Pastor, Mandat. VI, 2. De Principiis, In, 2-3 <P. G. 11, p. 308). c. 1 6- 23 .

ORÍGENES,

CASIANO, Collationea, I,


LA DISCRECIÓN DE ESPÍRI?US : PRELIMINARES

d>

1 29

San Ignacio de Loyola ( 4) estudia el discern i miento de los espi­ rltus, pero sin meterse en las revelaciones.

3- - Las deducciones d e los a n t iguos

a)

En general : espíritu> :

b)

Sabían

los buenos pensamientos se los atribuyen a! •buen

los malos pensamientos al cmal e s píri tu> .

que

muchos pensamientos

nuestros

procedian

natural­

mente sin Intervención especial de los espirltus.

ORÍGENES expresamente lo dice. Casiano afirma

principios

de

cAnte todo debemos saber que hay tres

< 5) :

nuestros

pensamientos> ;

a

saber :

Dios,

diablos,

nosotros.

e)

Pero es verdad que atribuyeron a la acción de ángeles y de demo­ nios muchas cosas o naturales, o que hoy se conocen claramente como

d)

m o rbosas.

Sus reglas pueden servirnos hoy para la práctica de obrar ; pero hay

que

ser

cautos

cuando

hablan

del

discernimiento

de

los

movimientos naturales y de los causados po r ope ració n de l os

a nge les.

4. - La cuestió n del discernimiento Nace del hecho de que en la vida espiritual fácilm ente se d a n ten­

taciones e Ilusiones bajo apariencia de bien.

a)

Apariencia ele bien.

Al g unos pensamientos, a pr\m�ra vista, apa­

recen buenos ; luego, da la e xperiencia que por seguidos, so llega a algo

m a1o ;

v. gr., una cosa buena nos l l e va 2 un a fecto •des­

ordrn ado • Y de ahi al m al ; se hace una cosa buen a y se ve que Impide otra mejor, m� necesaria.

b)

Se Impone el dlscernlmlento, porque los buenos án¡:eles sólo bus­

can con su Influjo nuestro bien espiritual, y d ebemos seguirlo ;

pero los «malos> sólo buscan nuestro mal. y debe mos evitar su

e)

Influjo.

Crece l a necesi da d, porque es dificil saber con certeza, cuándo son unos espíritus, y cu án do es nuestra n a turaleza. quie n , según las

leyes

psicológicas

·

y

clos

estados

pre eeden te s •

Jos

causan. Por eso, hay que resolver el problema en total : c a qui é n se deben los pensamientos e Impulsos nuestros•.

(4)

<5)

SAN IGNACIO, Ejerlici.cs, n. Z 1 3 , n. '328 s. CASIANO, Collat., I, c . 19 (P. L., 49, 508J.


1 30

LJ!CCJÓN 1 9

5. - U na d e fi n i c i ó n del P . Al varez d e Paz

1.0

E n t e nd emos p o r

• e s p i r 1 tu

!6)

a q u í e s o invisible, por el c ual

el hombre se ve excitado Interiormente a poner u n acto humano : a hacer penitencia de faltas.

2.0

También entendemos por «espir!tu> el mlsmlslmo impulso lnte­

rlor, que se siente solicitado a obrar.

Es decir : la aprehensión, el J uicio del entendimiento y la Inclinación

de la voluntad a poner u om itir una obra a que le mueve al go Interior o exterior. 6. - E l t r i p l e obj eto

Hay u n triple objeto sobre el cual recae el discernimiento. Los auto­

res se fijan a veces en uno a v e c e s en o tro.

1.0

REVELACIONES,

e s decir :

VISIONES,

LOCUCIONES

propiamente

tal e s ;

Cuando e n la conciencia nace un pensamiento, que viene como

de fuera, a modo de audición o de visión ; tiene una forma sensi­ ble : se oyen palabras exteriores. 2.0

LUCES INTERIORES : n ad o :

MOCIONES

sobre

un

objeto

determi­

Nacen en el alma sin visión formal, ni audición alguna.

Aparecen como las demás acciones ; pero con mayor Intensi­ d ad de luz, con mayor vehemencia de Impulso.

3.0

EL ESTADO GENERAL de CONSOLACION y DESOLACION. Podrá ser señal de aprobación d ivina, o no. V.

gr.

cuando quiero

•algo•,

la consolación y la d esol ac ión

podré. mostrarme que esa acción le agrada a Dios o le agrada al demonio.

1. - D e fi n i c i ó n d e consolació n Aqu i s e toma «consolación y d esol ac ió n • e n u n sentido general, con­

forme con San Ignacio en sus R e gl as ( EJ er. n. 316).

a)

Ll a mo consolación cuando en e l alma se causa alguna moción Interior, con la c ual viene el alma a lnftamarse en amor de su Criador y Señor.

b) {6)

Llamo consolación cuando el hombre lanza lé.grl.mas motivas a ALVA REZ DE PAZ,

De inquisitione pacia, t. III, l. v. p. 4, c. l, 1ndustr1s 2.


L.o\ DISCRECIÓN DE ESPÍRITUS : PRELIMINARES

131

amor de s u S eflor, sea po r dolor d e sus pecados, o de l a Pasión de Cristo nuestro Señor. e)

Llamo consolación todo aumento de esperanza, fe y caridad, ale­ gria Interna, que llama y atrae a las cosas celestiales y a la pro­ pia salud de su alma, qutetándola y pacUlcándola en su Criador y Señor.

a. - Delinición de la d esolación

Llamo desolación todo lo contrario : oscuridad del alma , turbación en ella, moción a cosas baj as y terrenas : Inquietud de varias agitacio­ nes y tentaciones, que la mueven a desconfianza : sin esperanza, sin amor, h allándose toda perezosa, tibia, triste, y como separada de su Criador y Seflor.

9.

-

E l a l cance de estas d efi n i ciones

Comprenden las consolaciones-desolaciones a)

SENSIBLES : sus efectos se establecen en la parte sen sible o Imaginativa del alma. De allí redundan luego a la parte más espiritual del alma.

b)

ESPIRITUALES : sus efectos se establecen ya desde el princi­ pio en las dlsposlclones de las partes más espirituales del

alma : son los actos indeliberados del entendimiento y de la voluntad. 10.

-

Las causas d e estas cosas

1 .0

SON tres grupos : ya los estudiaron en su tiempo los Padres : •Dios: ángeles buenos y ángeles malos : naturaleza humana.> Como <naturaleza humana> se entiende : <indole de cada uno, lnftuJ o de otros hombres, lnftuJo de adjuntos naturaleS>.

2.0

Otras causas como ce! mundo>, «la carne> ya se hallan en algu­ no de esos tres grupos. a)

b)

EL MUNDO -espíritu humano-, conjunto de J uicios prác­ ticos sobre las cosas de este mundo, que guían a los hom­ bres, que no quieren saber nada de lo sobrenatural. Estos J uicios Insinúan determinaciones que son contra­ rias al esplritu de fe.

LA CARNE es nuestra <naturaleza> en cuanto que desor­

apetece lo sensible de este mundo ; y as! de nuestras mociones claslflcables en el grupo •naturaleza humana>.

de nadamente es fuente


LECCIÓN 1 9

13�

11.

-

C O m !J rObació n

F e y e x p e ri e n c i a

A)

La fe y la experiencia n o s están enseñando TR.ES HECHOS :

l.'

Naturalmente se suceden en nosotros csltuaclones• de euforia y dep!"es!On. Esas

ción:

al

situaciones

responden

l a clav e :

Consolación-desola­

Principalmente se dan en muchos, que sin padecer pro­ piamente

de pslcastenla,

lógi c a «Ciclotímica>.

b)

a

poseen una constitución psico­

También se dan en muchos que tienen el sistema nervioso completamente

sano.

Las determi nan la fatiga,

y las malas digestiones o

enfermedades estomacales : bilis a deshora.

2.'

Naturalmente se produce en nuestra mente, después de un largo trabaj o psicológico subconsciente, cierta luz Interior esplendente : un impulso vehemente. Estos pensamientos-mociones pueden nacer

a>

I> )

3."

de actos y raciocinios antertores en l a propia alma ; de algo que se ve o se oye en el extertor.

Naturalmente, en muchos estados más o menos pslcopatológlcos, se dan visiones

de objetos sensibles y locuciones percibidas por

halucinaclón.

1 2.

-

C o m p robación

B)

Fe y razó n . Acción de Dios

L a fe y l a razón nos están ensef'.lando que Dios puede obrar inmedia­ tamente en nuestras facultades

l.' 2. 0

para Infundir en ellas cespecles• Intelectuales o Imaginativ as ; p ar a

suscitar

movimientos de

la

voluntad

o

del

apetito

sen­

sitivo ;

3.º

para cambiar el estado e n el cual naturalmente estaban los ór­

ganos del cuerpo. De eso nace

a)

o u n estado «nuevo» general ya flslco, ya psicológico : e. d. imágenes o conocimientos nuevos ;

b) 13.

-

un estado muevo•

C o m probación

C)

Fe y

af ec t1vo

razó n.

del alma.

Angeles buenos

L a re y Ja razón nos están enseñando que la «acción de Dios• puede ser

med1 ata :

se v ale de dngeles buenos.


LA DISCRECIÓN DE ESPÍRITUS : PRELU4INAF.ES !.º

1 33

LOS ANGELES BUENOS -con permiso de Dios-

a)

pueden obrar en la parte

•Sensible• del hombre :

cuerpo,

imaginación ;

no pueden •11or si mismos como causa principal> con sus

b)

propias fuerzas, obrar

en el entendimiento

y en la volun­

tad ; lo pueden •como instrumentos de Dios •.

2.'

LOS ANGELES BUENOS no obran en e l hombre sino siempre para el bien del mismo hombre, según la Providencia divina.

3. '

Con i g u al seguridad se pueden recibir por el hombre las mociones, que haya producido Dios Inmediatamente o las que produzca por medio de ios ángeles.

14.

-

1 .0

D)

C o m p robación

La fe. A n geles m a l os

Es cierto por la fe que los Angeles malos pueden Influir en nues­ tro cuerpo, e n la ir.taginaclón y en los sentidos.

2.º

Los ángeles malos no pueden tocar directamente n uestro enten­ dimiento ni nuestra voluntad.

3.'

Esta doctrina

es consecuencia de l a doctrina católica sobre la

tentación diabólica.

4.'

La ten tación diabólica no ha sido definida como de fe ; enseña

pem se

claramente e n toda la tradición y de modo especial on

la liturgia.

5.'

La acción del diablo e n el hombre es sólo para m al espiritual

del hombre, al menos en cu anto estorba un bien superior.

6.•

LOS MEDIOS de que se vale el demonio pueden ser buenos ;

y

asi puede incitar a una acción buena y aun meritoria, con tal de que luego venga el mal ; v. gr.,

Induce

a obras de devoción que

impidan las obllgatortas.

15.

-

l.

E l c o n c u rso h u mano.

NOSOTROS

podemos

concurrir

simultáneamente

con

el

Influ j o

del ángel bueno o del Angel m a l o a la m i s m a acción.

2.

3.

Ellos pueden también influir simultáneamente en la misma acción del hombre. Cuando Dios o el

lingel b u eno producen una

acción-moción no

se sigue necesariamente que todo sea de Dios o del ángel. Natu­ ralmente, pueden continuar influyendo otros ag<·ntes naturales ; y aun después e n trar también el demonio. San Ignacio manda examinar ese tiempo posterior a la mo­ ción de Dios.

4.

Cuando hay una moción a una cosa cuya e j e cución es imposible, no se sigue que esa moción no haya venido de Dios. Tal vez Dios se

haya

de eso.

querido

contentar

con

arrancar

del

alma

EL

DESEO


2 0

L E C C I O N

DEL D ISCERN l !lf I ENTO : 2.0 : !\IODOS l GUlBERT : 1 57-1 70.) St::'tlAIUO ; l. Espec i a l para las i nspiraciones. - 1 . Doctrina t radici onal. 2. El m é t o d o carismático, - 3. El m étodo de las regl as : su d i fi c u l t ad. Una l i m itación p r u d e n te. - 5.

4.

les principales. - 7. como seña l . - 1 1 .

IV.

clas6

De las i l usiones. - 1 7.

LECTU RA complementari a :

l. 1.

-

l\lodo En

-

general. - 1 3 .

Lo

re,·elaciones. - 1 6.

La obediencia

Especial para c on ­

peculiar

1 o que d e b e insisti rse. - 111.

de

Seña ..

El obje t o de los pensa­

La a fi c i ó n a l o ext raord i n a rlo. - 11.

lación-desolación. - 1 4 . Dos

nota del Cardenal Bona. - 6.

La paz i n terior como señal. - 1 0.

solaci ón-desolación. - 1 2. ciones, - 15.

Una

La s a n t i d a d c o m o señal . - 8.

m i e n t os c o m o s e ñ al . - 9.

Papel

de

la

conso­

De l a s rr,·el a­

del

Di rector. -

Su existencia, causas, remed i os.

Pax ,·o bis, 11, 303.

ESPECIAL PARA LA S I N S P I R A CIONES

Doctrina trad lclonal

El discernimiento puede efectuarse de d o s maneras :

a) b)

2.

-

El

a) bl e)

Por un ccarlsma de discreción>, dado gratis. Por aplicación de Reglas empleadas con prudencia sobrenatural.

método carismático El carisma consiste en que uno. por un Instinto Infuso, distingue qué pensamientos o impulsos vienen de Dios, y cuáles no . Lo recuerda San Pablo en I C or. 1 2 , 1 0. El Santo Vianney parece

haberlo poseldo y practicado.

Este don supone en el poseyente una santidad eximia, unida a una

profunda humildad y obediencia;

si no,

el don es sospe­

choso.

d) e)

El don n o hace infall ble al poseedor :

puede errar al usarlo

Y

sacar consecuencias de lo que percibe baj o esa luz. Es rarisirna la concesión de este don carismático

•en su integri­

dad>. Es más frecuente la concesión de algunas luces, que com­

pletan la discreción y enjuiciamiento adquirido por la prudencia sobrenatural al aplicar las Reglas.


DEL DISCERNIMIENTO :

2.0: MODOS

135

3. - E l m é t o d o de las reglas: su d i fi c u l tad l.

Se aplica a seleccionar los movimientos buenos y malos.

2.

Es d1ficll saber si u n movimiento determinado viene de la natu­

3.

Los sintomas, que p ro p onian algunos, v. g r . , Gagllard1 C l ) , se pue­

ralez a o de u na causa sobrenatural.

den h allar también en los naturales,

a)

si no s fij amos en el trabaj o subconsciente que s e d a en

nosotros ;

b)

si recordamos que no tenemos dominio de muchos actos sometidos al determinismo de nuestra parte se nsi tiv a .

4.

San Ignacio establece una Regla ( n . 330> que dice : •SOio es de Dios

nuestro

Sefior dar consolac!On al alma sin

causa precedente .>

a) b)

T e ó ric amen te esta doctrina es verdadera.

En la práctica, apenas habrá caso en que pueda asegurarse con certeza que no ha precedido ninguna causa para esa

el

c on sola ción : existirá conscientemente

o i nco nsc ientem e n te .

En la Contemplación infusa, por la misma naturaleza de la consolación ya está c ons tand o que es Dios quien la da,

e n cuanto que, el experimentado, por los frutos exlmios d e la santidad, discernirá por su experiencia aquellas gra­

cias de los otros movimientos Internos. 4. - U na l i m i tación prudente

l.

Prácticamente : basta saber que el movimiento viene de Dios ; no

conviene proseguir Investigando si lo es inmediatamente o me­ diatamente. 2.

SI algún movimiento se ve que tiende a causar daño espiritual, prácticamente serli lo mismo que venga del demonio o de la na­ turaleza.

3.

Es mucho mej o r que el alma se contente con esta soluc!On prác­

tica. Generalmente habrá peligro , si con anxledad o vana curiosidad se

inquiere d emasiado en el origen p reciso de tal movlmlento.

s. - Una nota del Cardenal Bona ( 2 ) E l Cardenal B o n a dic e : « N O puede Inventarse R e g l a ninguna, q u e , en un caso particular, no pueda fallar, y asi

nos engañe o

pueda enga­

ñarnos.•

Commentarium in E:rercitia. spiT1tualia, Brugts, 1882, p. 12. De discretione .rpirituum, Roma, 1672, c. 4, n. 1 1 .

(1)

GAGLJARDI,

f2)

CARD. BoNA,


LECCIÓN 20

136

1 .0

Ni n gu n a Regl a puede darnos un criterio absol uto para cada caso :

nos dará un •argumento> más o menos probable de la bondad o de la m al i ci a . . . 2.0

E l uso debe ser complexlvo y convergente de todas l as Reglas s obre el caso presentado. Los diversos Indicios nos llevarán a una

3.1'

certeza moral del valor de los movimientos estu diad os.

La prudencia pide que se busque el parecer de un varón experto en

la

apl icació n

de las Reglas a la vida espiritual propia de

cada uno. Es l a experiencia quien tie ne más ventaj as, por l a Intuición de mu­ chas circunstancias, que hay que tener en c u e nta ;

y no l a aplicación

me ramente material d e las Regl as.

6. - Señales p ri n ci p ales Las exponen varios autores. San Ignacio en e l Libro de los Ejercicios, n. 314 y s lg ts. ; Scaramelll en Discernimiento, c . 6-9. < Véase de Gulbert,

Lecciones

de

T. E.,

pág.

327.

E.

Hernández,

Guiones,

1 954,

cap.

28,

pág. 264 . . . )

7. - La s antid a d como señal l."

2.0

Las ilustraciones o impulsos, de suyo, pueden ser falsos.

Dios puede comunicarse más frecuentemente a las almas s an tas,

porque, por ser Interiores, son más aptas p ara •Oir la vo•• de Dios.

3.0

El aumento

d e s an tid ad-pe r f ección , que siga a esas I lu s tracio ­

n e s es argumento fuerte para J u zgar de la bondad : v. gr., el modo

de orar . . .

a . - El objeto d e l<>S p e n sam i e ntos con10 señal l.

Un pensamiento contra la doctrina de l a Iglesia, que lleve a h ac er

algo contra esa doctrina, no puede ser de Dios. La ortodoxia es seii.al.

2.

Un a Inspiración contra el cumplimiento del debe r. No puede ser de Dios.

3.

Una Inspiración hace muy dificil el cumplimiento de un deber. Requiere para ser seguida tanto mayores pruebas de ser voluntad

de Dios, cuanto más dificulte el cumplimiento ; v. gr., quien tu­

4.

viera que abandonar un nlfio pequeflo para hacerse religiosa. Una cosa es la inspiración que pueda pegarle ñ arse .

de Di os y otra las concomitancias,

el sujeto. H ay que separarlo para no enga­


DEL DISCERNIMIENTO : 2. 0 : MODOS 5.

!..os

pensamientos c u y o objeto no

sea

137

m alo, no p o r e s o ha d e

afirmarse que viene de Dios.

9. - L a p a z i n te r i o r como señ a l al

En

gene ral :

La p a z v i e n e de Dios ;

la turbación v i e n e d e l de-

1nonlo. Es buena señal para el discernimiento.

b)

E n parti cular :

San Ignacio advierte que el espí ritu bueno y el

malo suelen seguir táctica opuesta segQn el estado del alma

la que Influyen C n. 3 1 4 ) .

en

Al pecador le da el demonio u n a falsa paz ; en cambio Dios l e an gustia c o n remordimientos.

e)

Aun entonces vale el principio general : diversa de la paz de Dios verdadera :

La paz del demonio es

ésta sigue inquebrantable

en lo ad verso y siempre se disgusta de lo terreno. La

turbación

interior,

nada

de

mé.'!

Dios que

se

despierta siente

el

cierto deseo

sentimiento de

seguir

de

la

paz

inspi­

ración . 1 0 . - La o b e d i e n c i a c o m o s e ñ a l

l.

Es u n a condición indispensable p a r a q u e la inspiración sea del buen espirito.

2.

Puede ser que los Superiores rechacen una inspiración venida de Dios. Entonces el alma quedará en su humildad y docllldad abra­ zando los preceptos de la obediencia, aunque haya que n o hacer caso de la inspiración.

3.

Una es la dificultad de manifestar a los Superiores una Inspira­ ción por timidez o por repugnancia a que se11n conocidas las rela­ ciones intimas con Dios y otra es la dificultad de abrirse n acida de soberbia y para escapar a la dirección de l a Autoridad.

1 1 . - La a fi c ' ó n a lo e x traord i n a r i o Si s o n novedades vanas, es s e ñ a l d e l mal espirito. Y sobre todo cuan­ do aparece m ezclada con desganas hacia los oficios del propio estado, y a los más humildes. Pero no debe rechazarse una inspiración por el mero hecho de que mueva a algo extraordinario o nuevo. Deben, si, bltScarse

señales

que

demuestrrn cuál es la voluntad de Dios, por ser proporcionadas a la cosa de que se trata.


JI. 1 2.

-

l.

ESPEC I A L PA R A CO'S'SOLA CION-DESOLACIOX

-

M od o general Lo

dicho para

las

Inspiraciones,

vale

también

para

la

conso­

l ación . . .

2.

S an Ignacio completa esas Reglas, añadiendo algo mas sobre el estado general de consolación-desolación.

3.

Sobre lo que pertenece a la ORACION se dej a para mas tarde.

4.

Lo que se dice aqui se v a a referir a esos estados «Consolación­ desolación>

en cuanto Influyen e n todo el conjunto de l a vida

espiritual.

1 3.

-

l.

Lo pec:lliar de la consolaoió n ·desolación Las consolaciones y las desolaciones pueden ser en si •señales> de la voluntad de Dios, si con un modo peculiar de orar, de obrar, .se siente

a)

consolación, y caracteres de buen espirltu ;

b)

desolación, y caracteres del mal espirltu ; o al revés.

1) 2) 2.

Dios nos aparta con desolaciones. El demonio nos Impele al mal con consolaciones.

Prll.ctlcamente se que

vea

los

requiere la Intervención de un varón experto,

elementos

psicológicos

naturales

y

aun

los

fisio­

lógicos.

3.

Hay mayor dificultad de ver claro e n estos estados lo que es de Dios y del diablo o de causas naturales, porque esto es mas com­ ple j o que las inspiraciones.

14.

-

En l o que debe i n sistirse

Con San

Ignacio

<n.

3 1 8) hay que Insistir más en la manera de

portarse uno en estos estados.

i.•

Ante todo no olvidarse que consolación y desolación andan al­ ternando en mayor o menor tlempQ. NI desesperar en la desola­ ción, ni presumir de las propias fuerzas en l a consolación.

2.•

En la desolación no cambiar nuestro modo d e proceder, ni hacer propósitos, para no hallarse burlado si l a desolación venía del mal

espirltu o si

de causas

no se deba a una depresión.

naturales,

para que

nuestro

obrar


DEL

DJSCt:RNIMIENTO : 2.0 : MODOS

I I I . - DE 1 5 . - D o s cla s e s de

!.

2.

1 39

LAS RE\'ELACIOXES

r e v e l a c i o n es

Unas se dirigen a procurar la santidad del que las recibe. Otras piden ciertas obras externas :

hay mensajes para otros :

V. gr. una nueva devoción a introducir.

a1

Sobre las primeras será Inútil la Investigación sobre su origen sobrenatural : si son buenas, eso basta ; si son ma­ las, hay que abandonarlas . . . (Véase Lec. 18, n. 13.l

bl

Sobre las segundas, si la obra externa sobrepasa la capa­ cidad del que h a de ejecutarla, la revelación se toma como ocasión para examinar si será oportuna tal obra : si fuese

oportuna podrá intentarse.

e)

SI l a obra fuese extraordinaria por superar e l estado o el cargo de uno, hay que Insistir en que las seftales de origen

di vino queden fuera de toda duda. 1 6. - P a p e l d e l D i rector l.

El Di re c tor espiritual no se apoye en la revalaclón para Juzgar

de la santid ad, ni se de pris a ; más bien retarde el J uicio lo más posible, y ex!J a pruebas.

2.

S i la revelación es de Dios, esta conducta del Director no estro­

3.

Aborrezca el ser dirigido él mismo por revelaciones de aquel a

4.

quien está él dirigiendo. No manifieste admiración ni desprecio, ni dureza. Ore y examine

5.

SI ha y algo Importante, no lo manifieste en público sin haberlo

peará ningún plan.

prudentemente. tr a tad o con las Autoridades eclesiásticas.

IV. - DE

LAS ILCSIONES

1 1. - S u e x i ste n c i a : causas: r e m e d ios l.

Pueden

darse Ilusiones

espirituales,

lo mismo cuando uno

se

siente movido al bien, que cuando se siente movido al mal . 2.

Sus causas son Idénticas a las de la tentación. Por eso pueden caer en ilusiones los justos y santos. Serán : negligencias en las cosas espirituales : falta de buena

Intención ; prec ipitaci ón y defecto de consejo, etc . . . 3.

LOS REMEDIOS : Cándida apertura d e conciencia, humilde sumi­ sión, oración, espíritu de fe, desconfianza de si.


2 1

L E C C I O N

EL A MBIENTE SOBR ENATURA L : SU A Y U D A m as p ect o s del a m b l e n t e . Modal i d ad dP la e In ación. - 7. C a rac­ tedi,tica de e:1;te d o g m a . - 8, La i n corporación a Crtsto. - 9. R e a l i za c i ó n de b. i n c o r p o r H i ó n , - ! O . I n c o r p orac ió n en l a tierra. - 1 1 . Los del t n . ft e r n o. - 1 2. Alc an c e real del m e d i o. - 1 3 . Los a u x i l i os. - U. Condición d e e s t o s auxilios. - 1 5 . La "·erdad de estos a u x Uios. - 1 6. Desigual per­ cepc i ó n de auxilios. - ] 7, Respon s a b i l i d ades. S u sujeto. - 1 8. El 1·erda­ dero :ser de l a sanU6cación p r o p i a . - t �. La Igl e s i a c o m o a t.! x i l i o.

S U M AIUO :

3.

5,

1.

I>ios

Uo;;

El

ambiente

como

auxmo. - 2,

y la i n fluencia dPI a m b iente. - ..i.

Uos

La C o m u n i ó n de l o s S a n t o s .

dogmas e x p re s i v o s . - 6.

co m p l e m e n t a d a : La Comuni6n de los So. n t os , 11, 385. - E l m isterio de la Iglesia, 1, 661. - Reglas p a ra i;entir con l a Iglesia. lnic, 370.

LECTURA

1 . ::.... E l a m b i ente aomo au x i lio

l.

Entre las circunstancias de l a vida sobrenatural debe tenerse en cuenta el ambiente en que se opera l a santidad.

2.

Toda la vida humana, y la moral principalmente, depende mucho del amb!ente en que se desarrolla ; v. gr., vida religiosa.

3.

El estudio

del

ambiente

preponderante,

ya que

es

el

de

importancia :

trabajo

personal

y

pero la

no

único

gracia

ni

ocupan

el primer lugar.

2. - Dos aspectos d e l a m b i e nte

l.

MEDIO SOBRENATURAL :

Sólo nqs proporcionará, de suyo, au-

xlllos. DE SUYO :

2.

porque suele mezclarse mucho elemento humano.

MEDIO HUMANO : Como todo lo natural acarrea a la vez ayudas y obstáculos. Ejemplo

especll!co

es el

MUNDO :

al

que

se

dedica

la Lec­

ción 23.

3. - Dios y la i n fl u e n c i a del a m b i e nte

a)

Dios no sólo permite, sino - que QUIERE el Influjo del ambiente en l a santificación d e las almas.

b)

Dios lo quiere como caracterlstlca de esta Providencia, en que la Bondad de Dios ha elevado al hombre a la vida sobrenatural.

(1)

Esta.

Lección y la. siguiente faltan en el texto latln::>, - Vén.se Lección 12, nota.


EL AMBIENTE SOBRENATURAL :

4.

-

141

SU AYUDA

M odalidad d a l a elevación

l.

La elevación del hombre a l o r d e n sobrenatural p u d o haberse rea­ lizado en un plan meramente Individual. De hecho, la elevación tom a l a forma de «incorporación>

2.

a un

TODO sobrenatural, en el cual Cristo-Redentor es la Cabeza. Ese TODO es el Cuerpo Mistico, esplrltaal, visible en l a socie­ dad humana de la Iglesia.

3.

Dios distribuye sus gracias, de modo ordinario, con depende ncia a las formas sociales de la vida cristiana, en l a cu al hay l a zos lnvlslbles entre todas las almas de la gran ramilla humana.

5.

-

Dos d ogm as

ex presivos

Dos dogmas de nuestra santa fe sintetizan y dan a co!1ocer !'ls ele­ mentos Invisibles y visibles del MEDIO en que nos santificamos.

&.

l.

La Comunión de los Santos :

2.

La Iglesia de Cristo :

-

para los Invisibles.

para los visibles.

la C o m u n i ón d e los Santos

Lo que es :

al

Negativamente : No es lo mismo el dogma de l a Comunión de los Santos y el dogma de l a Incorporación

b)

almas

J u st as

a Cristo de las

que se convierten en MIEMBROS suyos.

Positivamente : La Comunión de los Santos es «el l azo de u nión>

que

Junta entre si

a

los lleles

vivos y difuntos en

unidad

del «Cuerpo Místico>, cuya cabeza es Cristo.

7.

-

Característica de este dogma

l ."

Lo es la «comunidad• y la «comunicación> de bienes sobrena­ turales.

2.•

Lo es •cierta solidaridad• en la adquisición y posesión de esos

bienes.

LA SOLIDARIDAD existe

a) b)

en pleno sentido, entre las almas de los tustos «bav. tlzactos> pertenecientes a l a verdadera Iglesia de Cristo : m:is mitigada, entre otras almas, que la participan, pero en un grado Inferior ; a saber :

1)

menos estrictamente : ven

en

gracia

entre los bautizados que vi­

FUERA DE

LA

IGLESIA

VERDA-


LECCIÓN 21

1 42

Protestantes; - entre las almas Justifica­

DERA :

das SIN BAUTISMO :

Pagano s ;

Imperfectamente : entre l a s almas bautizadas, pero

2)

privadas de Ja gracia y de Ja vida sobrenatural por el pecado perso nal ;

3)

rem!samente entre el resto de las almas de la tierra SIN FE, sin

gra ci a santificante:

pero llamadas a

una y a otra por gracias actuales.

Las obras

pued en

de Jos JUSTOS

hacer que

esas gracias actuales

sean más abundantes para esas almas alejadas.

B. - La i n corporación a C risto l.

Es l a misteriosa UNION de las almas con el Verbo Encarnado por

Ja gracia santificante, por la filiación adoptiva y por la particip a­ ción en l a visión beatifica de Ja ESENCIA DIVINA en el cielo.

2.

EFECTOS : La unión nos h a ce partes componentes de un TODO : miembros

de

un

Cuerpo,

en

el

la

cual

Humanidad

Santa

de

Cristo, unida al Verbo. es la Cabeza, el Jefe ; asi formamos UNA SOLA cosa con El (Lec. 8 , n . 7).

9. - R e alización de la i n corporación l.

Es desigual, por p art e de l as almas, hasta que no llegue la consu­ mación final de todas las cosas. LA PLENITUD del Cuerpo Mlstico no será completa hasta des­ pués de la resurrección d e Jos cuerpos.

2.

Es total esa Incorporación y a desde ahora. en la Santísima Vir­ gen

y

en

los

Santos

que

estén

ya

en

11

cuerpo

alma

en

el

cielo.

3.

Es parcial :

l.'

En las almas de los bienaventurados del cielo. Están defi­ nitivamente

Incorporados

a

C risto :

participan

del acto

ESENCIAL d e todo el Cuer po Mlstico, que es la •Visión de 2.•

Dios> ; pero les falta el cuerpo. LAS

ALMAS

unidas

con

DEL

PURGATORIO :

Cristo - Cabeza ;

están

definitivamente

pero impedidas

de

p articipar

con Cristo en la contemplación beatifica de la Esencia. 10. - I n corporación e n l a t i e rra

1)

Las almas bautizadas y en estado de gracia: son miembros

v1 vos

de Cristo, Incorporados a El. Con El y por El pueden merecer

sobrenaturalmente :

poseen Jos elementos esenciales de su vida.


EL AMBIENTE

SOBRENATURAL ;

143

SU A YUDA

Nada de esto es a ú n DEFINITIVO : corren peligro de s e r apar­ tadas de El. 2)

LAS

3)

núembros de Cristo por la fe y el carácter bautismal, pero secos. HAY OTRAS almas, que pertenecen al cuerpo visible de la Igle­

4)

5)

ALMAS

BAUTIZADAS

pero

EN

PECADO :

siguen

siendo

sia, porque han recibido el bautismo vl\lldo ; pero tienen con Cristo csolamente> ese lazo, que es EXTERNO. HAY OTRAS almas, que no tienen ese lazo EXTERNO, pero les une a Cristo LA CARIDAD. Los que carecen del carl\cter bautismal y ademl\s estl\n en pe­

cado, por ser miembros del llnaj e HUMANO a quien Jesús redi­ mió, son cen capacidad• miembros de Cristo, en cu anto pueden

llegar a ser miembros vivos. 1 1 . - Los del I nfierno l.

Esos son •REPROBOS• : son los «condenados» en la terminologia teológica. Estl\n privados para siempre de l a visión divina.

2.

No son núembros de Cristo e n ningún sentido : ya no pueden ser Incorporados a El por la justificación.

3.

LOS DEL LIMBO también son llamados •condenados», teológica­ mente : también estl\n privados para siempre de la visión divi­ na, etc.

12. - A l cance real del

medio a m b i ente

El medio en que las almas se santifican, comprende en su realidad invisibl e . a)

A los Santos del cielo.

e)

A los viandantes de este mundo : tiempo de prueba. Todos los

b)

A las almas del Purgatorio. que pretenden llegar a la santidad, hallan en este medio un auxilio oportuno, pero también materia de grave responsabllldad.

1 3 . - Los a u x i l ios l.

2.

Son esa comunicación de bienes espirituales, significados por la Comunión de los Santos. El Justo en estado de gracia, que trabaje por su perfección, tiene a su disposición aJ

b)

Las oraciones hechas expresamente por él. Los méritos de los dem'8 miembros vivos de la Iglesia nú­ lltante, purgante y triunfante.

c)

Los méritos de Jesús Cabeza.


144

LECCIÓN 21

1 4 . - C o n d i c i ó n de estos a u x i lios l.

Ni l o s méritos de Jesucristo, ni l o s méritos de l o s miembros pue­ den

santificarnos, nl h ac !? r crecer nuestra santidad sin nuestra

cooperación ; e. d . : Indepen di entemente de nuestros propios actos meritorios.

2.

Ambas c l a ses

de

méritos

hacen

tanto

más

agradables

a Di o s

nuestras buen as acciones, cuanto más vayan éstas unidas con las del

3.

Cuerpo Místico.

Este es

el

sentido

del

Canon

de

la

Misa

llamado

cCommunl­

cantes». En él ofrecemos l a Misa en unión con todos los Santos. 1 5. - La

l.

verdad de

estos a u x i l i os

Los caminos por donde vienen a anudarse los lazos de la •solida­ ridad> espiritual d e l as almas

2.

J ustas

son muy reales y dilata­

dos, pero misteriosos.

Es Ilusión peligrosa no pensar a l a continua en cuán numerosos y poderosos son nuestros auxiliadores invisibles, y en las responsa­ b!lldades que esto nos Impone.

•Responsabilid ades> :

porque dan derecho a los demlls hombres-her­

manos a aprovecharse también de nuestras oraciones y progreso espi­ ritual.

18. - D esigual

l. 2.

percepción de a u x i lios

H ay desigualdad en recibir de Dios los auxilios exteriores de sal­ vación y santificación.

L a s gracias interiores, que dan eficacia a estos exteriores, tam­ poco se reciben Igualmente por todas las almas.

al

Lo primero es evidente : lo prueban tantos millones de hom­ bre s , a quienes no les h a llegado el conocimiento de Cristo

ni de la Iglesia.

b)

Lo

segundo

es

cierto :

basta

ver

las

dlscuclones

de

los

teólogos sobre el misterio de la Predestinación.

3.

Dios ha dispuesto esto asi precisamente para hacer más intimas los lazos que unen a los hombres, y asociarlos entre si en la obra mutua d e la salvación.

1 1. - R t sponsa b i l l d ad es. S u sujeto

a)

Son sujeto de responsabilidades particularmente las almas tas

llamadas por la graci a a gran perfección.

J u s-


145

EL AMBIENTE SOBRENATURAL: SU AYUDA

b) e1 d)

Por s e r más ravorecldas por Dios tienen obligación d e ayudar a

los que han recibido

mcnos.

El mo do de ayudar es precisamente por un mayor adelanto en l a vi r tu d . Los progr esos de las almas Justas producen una subida d e nivel

en l a vida cri s ti a n a : mayor abundancia de auxilios para las otras alr.ias que esperan su Incorporación

efectiva a Cristo.

1 8 . - E l v e r d a d e ro ser d e la sa n t i fi c a c i ó n p r o p ! a a)

Es la c ontri bu ción mú o m e n o s a bun d an te y e fi ca z que se puede hacer para el crecimiento general del Cuerpo d e Cristo, para la mayor g lori a d e Dios.

b)

Los d escui d os en aprovechar la gracia son como despilfarros del rico que pudo socorrer hambres de pobres .

1 ; . - la I g l esia como a u x i l i o

La Iglesia del Verbo En c a rn a d o contribuye

a nuestra santificación

con los S ac r a m en �os , con la Autori dad, que sostiene el am bi e nte so ci al

y c a tóll c c .

a1

Los actos emanados de la plenitud de

la potestad a postól i c a ,

como definiciones dogmáticas, ordenaciones generales . . . están pre­ servadas d e error. Son por eso un auxilio i n me n so p ar a n u estr a sa n t i fic a ción .

b)

Las enseñanzas menos solemnes y particulares, a u n que no gozan

de esa Inmunidad, y alguna vez hubo algunas equivocaciones, l levan la garantia de

la

pru den c ia y de l a sabiduría de los que

gobiernan l a Iglesia. Son auxilios preciosos también.

ci

Eso s on los ejemplos de los Santos ; las Reglas de l os reli­ g!osos. El

m e di o c atólico,

propiamente

dicho, ofrece

una cuestión

d e­

li c ada :

l. 2.

Ayuda grandemente a llevar vida perfecta, el hecho de crecer y vivir en un medio rico d e tradición cristi an a.

Hay dificultad entre el abismo de lo que d e bie r a ser y lo que es �n real!dad e l ambiente ca tólico. Está de por medio el

3. 4.

<in f!u J o del m u n d o • .

La vid a parroquial bien llevad a, es claro que a y u d a. . . , pero

mal lle vad a es rui.na para muchisimas almas.

Ningún c a tó lico se l ibr a d e esa responsabilidad e n los cre­ cientes y m en gu an tes del cristianismo.

Es Inmenso e l bien que hacen las almas buenas.


L E C C I O N

2 2

A UX I L I O DE M A R I A S A N T I S I J\I A � L' l\I.\ U O : que

15,

l.

Doctrina de l a Iglesia. - 2.

a d m ite n

D o s aspectos f u n d a m e n t a l n . -

l o s t e ólogos. - 4 .

t o d o!:!

Dh·erge n ct as

3.

Lo

entre l o s teólogos. -

Dlfkultades. M a ria s upl e e n el C a l v a r i o p a ra l a ofrenda 'al g é n e ro h u m a ·

no. la

la

- 6, ln ter\•ención d e María en l a apl icación. - 7. Lo característico de mediación. - 8. Prerrogativas especial es de M a ria . - 9 . La eil!enc:ia de I n t erv e n c i ó n .

m o delo. - 1 2 .

-

10.

Unas

c o nsecuenciae

Nuest ra i mi t a d ó n de Maria.

teológicas. - 1 1.

- 1 3.

)larra

como

Loli Sanlo!!I c o m o m o d e l o .

LECTURA c o m p l e m e n t a ria : La Santís i m a Vi rgen Me d i ad o ra de toda11 l a 11 g r a ­ t"ias, lntc. 330. - EI .A 1 · e 1\laria : A n u n c t a c l ó n , I, 363. - Los � antos �· C r i s · to, 1, 3 6 3 .

1. - Doct r i n a d e l a I glesia sobre el auxilio d e Maria

l.

La obra entera de la santificación del hombre es fruto de l a me­ diación redentora de Cristo.

2.

Maria está asociada de una manera Cristo :

por

eso

tiene

intervención

UNICA a l a mediación

también

en

nuestra

de

santifi­

cación.

3.

Hay dificultades teológicas al querer •concretar> en qué consiste esta Intervención de Maria Santísima.

2. - Dos aspectos fundamentales En la Redención hay dos aspectos fundamentales :

1 .•

EL OBJETIVO :

Es la

da objetivamente ;

cooperación

a la Redención, considera­

al acto redentor e n •si mismo> :

el sacrificio

por el cual Cristo rescató al género humano : por el que mereció a una todas las gracias de salvación y santificación.

2.0

EL SUJETIVO : su j e tl vam e n te .

Es l a cooperación a l a redención considerada

Es la aplicación de los frutos del acto redentor a cada alma

en particular.

Es l a distribución de l as gracias merecidas por Cristo para

nosotros :

l as que nos

capaces de merecer.

santifican

«de hecho>; las que nos hacen


AUXILIO DE MARÍA SANTÍSD4A

147

J. - Lo q u e a d m iten t o d o s l o s t e ó l ogos Es verdad cierta que Maria tuvo cooperación

1 .0

re a1

y Unica en

el acto redentor de Cristo, al menos Indirectamente ; cooperó de este modo :

a1

Dio su asentimiento para ser Madre del Redentor. Ese

asentimiento

a la

Encarnación

del

Verbo,

fue

una

CONDICION ESENCIAL para que pudiese haber «SACRI­

FICIO REDENTOR•.

Estm•o presente con Cristo en el Calvario. Alli Maria puso dos actos magnificas e influyentes :

1)

Consintió en el sacrificio de su Hijo.

2>

Juntó su ofrenda personal d e

este

sacrificio

a

OFRENDA de Cristo.

la

Con todo : este doble consentimiento de Maria fueron actos cex­

2.°

trinsecos» al csacrificio redentor> , e n si mismo considerado. Son

actos

•distintos•

del

cacto esencial>

realiza l a redención. Formaron, si, una

cooperación

ción obj etiva.

4.

-

cfndlrecta

de

y

Cristo,

mediata>

por

el

que

se

a l a Reden­

D i v erge n c i as e n t re teólogos

1.

Algunos teólogos atribuyen ADEMAS a Maria OTRA COOPERA­

CION

• d1recta•

derada en si misma.

e

•in m e d1 a t a >

Cooperación

a l a redención consi­

que, de existir, tiene que ser,

por supuesto,

al

Secundarla y subordinada a la de Cristo : porque el acto de Cristo fue Infinito, suficlentislmo

de por si, sin poder

recibir añadiduras de fuera.

bJ

D ecret a da por Dios como parte integrante del plan

de

salvación libremente escogido por Dios. Esta

cooperación

haría

de

Maria

•CORREDENTORA•

en sentido estricto.

2.

OTROS teólogos no admiten esa cooperación, porque las pruebas no son convincentes y suscita dificultades graves contra l a cunl­ cldad y l a eficacia• del acto de Jesús.

5.

-

D i fi cul tade s

t.•

M aria Santísima fue Ella mism a REDIMIDA : pues fue «Preser­ vada> del pecado original : y lo fue como dice Pio IX .en aten­ ción de los méritos de Cristo>.


LECCIÓN 22

1 48 al

Se d a

esta solución :

Maria no cooperó a su propia re­

dención :

pero

Inmediatamente

pacitada

para

Intervenir e n l a redención

DESPUES,

ya

estaba ca­

de los

d e más

h ombres . Esta solución no s ati sf ace a todos : ell a misma crea nuevas

bl

e)

dlflcultades.

Se

i n te nt a

otra solución :

acudiendo directamente

a

Ja

t r adi ción cristiana : Se aduce el texto de San Irene o ( s. nl que ll ama a Maria la «Nueva Eva» : Virgen que nos re­

genera.

Pero tampoco esta solución s atis f ac e :

Eso n i Implic a

cooperación •directa• . como tampoco la sugestión de Ev a

a su e s p os o Adá:l constituye una participación directa en el

«pecado

de

A d �n >

en

cuanto

pecado

de

«cabeza del

género hu m a no».

2. •

S!

M aria

hubiese cooperado <Inmediatamente•

a l a redención

OBJETIVA, no Mio h u b i era sido MEDIA DORA entre el MEDIA­ DOR y DIOS, lo cu al está admitido, sino también entre Dios y LOS HOMBRES.

Esto parece co n tra de cir al dogma d e qu e Cristo es el UNICO MEDIA­

DOR e n tre Di os y los hombres, sin poslb!Hdad de otro Mediador aunque «subordinado�. No se halla n in gun a solución p len am ente con vlncente.

Por e so, ültimamente se ha Id o a buscar la In te rve nción d e M ari a d e m o d o que d e j e claramente incólume toda la eficacia y t o d a la unicida d ,

q u e se le d e b e a Cristo. Se propone as! l a Intervención : «En todo sacrificio debe haber Ja "OFRENDA" no sólo del Sacerdote

sacrificador. sino de la persona que QUIERE para si e l S ac rifi c io , para su p ropi a utilidad o santificación.•

Aquí era el género humano quien reclbla l a UTILIDAD. Luego era

q uien debla ofrecer, a una con el Sacerdote, Ja vic tim a.

Maria en el Calvario estab a r e presen t and o a toda la Humanidad re­

cipiente : ofreció en su lugar la Victima di vina . Esa ofrenda fue cooperación INTERIOR - DIRECTA - INM!i:DIATA.

Puso lo que debla poner la Humanidad : no derogó para nada a l a de C risto , q u e como Sacerd otal fue UNICA y EFICACISIMA.

Con todo, no faltan teólogos que niegan la ne c esid a d de la oblación

por parte del

género humano, y por consigu iente, esa Inte rv enc ión de

Maria. < Vé ase A. MrcHEL, L'Ami au Clergé, 1 9 59, n. 20) ( 1 ) .

U>

A. MlcHEL, Marte n•a-t-elle pas erercé u n e corred�mption obiective di.recte? ( "L'Am! du Clergé"', 1959, n. 20, pig. 3 1 1>.


AUXILIO DE MARÍA SANTÍSIMA

&.

-

149

1 n t e r v e n c i ó n de '"aria e n la a p l i cación

l.

Eso es lo que constituye el OBJETO propio de la fiesta de Maria Mediadora.

En su esencia es universalmente admitida.

2.

Co ns i st e en l a aplicación de los frutos de la Redención. por la

3.

dlstr!buclón de las gracias merecidas por el sacrificio redentor.

4.

Se basa

al

en la colab o raci ón •Indirecta» al menos, en el acto Re­

dentor ; bl 7.

-

en Ja dignidad de Madre de Jesús y Madre de los hombres.

Lo c aracteristico de la med iación

1 .0

2.° 3.0 4.0

Su titulo de Intervención cerca del Redentor es único.

Col oc a a Maria por encima de cuantos pueden Intervenir :

án­

geles, santos.

Est á en haber aceptado libremente Ja Encarnación como Madre. Es de tant a Importancia, que aunque eso no da a Maria verda­ dera AUTORIDAD sobr e Jesús -ya que aun como Hombre es Rey

de ángeles, hombres y de todo lo creado-, le otorga CIERTOS DERECHOS, por la •deferencia> que todo Rey guarda a su madre.

8. - Prerrogativas especiales d e M a r i a 1 .0

Su

OMNIPOTENCIA

SUPLICANTE :

se

la

reconocen todos los

teólogos.

2.0

La participación activa, que se le debe por J a Comunión d e Jos

Santos, es en Maria

al

MUCHO

MAYOR

que

la

de los Santos

y de todos Jos

dem ás . San

Bernardo

la

compara

al

<euello•

humano :

paso

necesario de la comunicación de la Cabeza con los miem­ bros .

bl

ES UNIVERSAL :

Cada vez es

mayor la coi nci den ci a de

Jos teólogos en afirmar que •n i n g u n a gracia se concede a Jos hombres• sin l a intervención de Maria.

No que Maria obre COMO LOS SACRAMENTOS. sien d o causa siquiera MORAL de la

cproducclón• y de la lnfU­

slón de la gracia, sino por obtención para nosotros gracias cactu ales >.

de


150

LECCIÓN 22 1)

Esas gracias nos disponen a recibir mejor los Sa­ cramentos, con más fervor, y un aumento de gracia santificante.

2l

También nos disponen a ej ecutar buenas obras con más Intensa caridad, y asl son más meritorias.

9.

-

La esencia de la i n t e r v e n c i ó n

La Intervención de M a r i a tiene una carácter doble :

de oración ;

de

mérito :

1.0

RUEGA por nosotros :

Conoce las necesidades de cada

alma en

la visión Intuitiva de Dios.

2.0

LOS MERITOS de Maria están unidos a los Infinitos de Cristo,

Y asl obtienen una aplicación más abundante en favor de todos sus hiios, como nos declaró Cristo.

3.0

Esta continua asistencia

a los

hombres es la que constituye la

esencia de l a MEDIACION UNIVERSAL DE MARIA, para la sal­ vación y para todo progreso de santificación.

10.

-

l .•

U n a s consecu e n c i a s teol ógicas SI la «causalidad

fís1 ca•

de los Sacramentos n o tiene base

sólida en Teología y por eso la mayoría actual de los teólogos va tras l a •causalidad moral> , la Intervención de Maria, como «ca usa f!slca• está más radicalmente sln base.

2.•

La práctica recomendada por algu nos, de l a «presencia de Ma­ ria•, al fallar la base de una «influencla flslc a > , de Maria, no puede asimilarse, sin grave peligro para las almas, a la presencia

rea1

y

f 1 s 1 c a de l a Humanidad de Cristo en l a Eucarlstia,

y de Dios en todo lugar.

3.'

El csentfdo moral> de l a MEDIACION de Maria <n. 7-8-9) pone,

sin fingimiento ninguno, al servicio de la piedad de los fieles una solicitud d e la Madre de Dios y de los hombres

al b1 e) d)

más continua, m ás profunda, más poderosa, más

perseverante

al

acompañarles

desde

los

primeros

pasos de la vida espiritual hasta las clmas más elevadas, a que puede lev antar la gracia de Cristo. 11.

-

l.º

M aria como m o d e l o Maria es e l modelo de santidad sobrenatural m á s sublime Y per­ fecto. No es, con todo, de las mismas cualidades que el modelo de Jesús.


AUXILIO DE

2.0

i 51

llllA RÍA SAN'l'ÍSIMA

Las cualidades son

al

En Cristo :

1l

No puede

haber

aumento de santidad :

porque

la

suya es substancial, la misma del Verbo.

2l

No hay posibilidad de obrar en una circunstancia dada, con mayor perfección.

b>

En Maria :

1l

Su pureza de alma consistió en haber sido preser­ vada de la culpa original ;

en haber sido librada

de la concupiscencia, desórdenes, y en no haber co­ m e tido

personalmente

ni

la mll.s leve sombra d e

pecado.

2)

Pero la intensidad de su caridad , creció durante toda la vida y podria haber crecido mll.s de haberse alargado más su vid a de la tierra.

3l

Sus actos pudieron haber sido puestos con mayor inte nsidad de amor que con el que de hecho fue­ ron

puestos :

e.

d.,

al crecer

en edad l a Virgen,

crec!an en I nte nsidad d e amor sus actos.

1 2.

-

1)

N uestra i m itación d e Maria María en punto a perfecclón es modelo magnifico, si bien Impo­ sible de Igualar ; pues ella no tiene ni l a más ligera falta. Eso nos dice que si nos esforzamos en Imitarla en todos sus e j e mplos, no nos equivocaremos J amás.

2l

Los pocos rasgos de las virtudes de Maria que nos ha dej ado el Evangelio meditados con amor son de una fecundidad extraor­ dinaria.

3)

La doctrina cristiana de la virginidad,

arranca su valor y pri­

vilegios y se desarrolla principalmente sobre los d e Maria.

4)

La contemplación de los misterios de Maria :

aleg rí as , dolores,

glorias simultáneas de los misterios de Cristo, los recoge todos el Santo Rosario.

5l

Un rico tesoro de luz que refuerza y complementa la que nos viene de Cristo emana de las enseñanzas de l a Teolog!a sobre los pri vileglos de María.

6)

Por esta circunstancia, l a Imitación de Maria, su cooperación a l a formación de las almas perfectas ocupa un lugar eminente al lado de Cristo, en forma peculiarmente suya.


LECCIÓN 22

152 1 3. - Los Santos como modelo 1)

los ml!.s destacad os como San José, el Bautista, los Após­

Aun toles,

21

no

nos

presentan

un

modelo

tan

acabado

como

el

de

Maria.

Son muy dignos de nuestra Imitación y ha sta nos allentan al ver

sus

dificultades

análogas

a

las

nuestras,

con

alternativas

de e n e r g! a y de depresión, y tal vez caldas como las nuestras.

3)

4)

Los Santos como modelo nos acercan a Cristo : son preciosos auxi­

llares en l a conquista de la perfección.

San Agustln resume su lnftu j o en estas reftex!ones : tú lo que pudieron estos hombres y mujeres?>

c¿No podrás


23

L E C C I O N

EL M U N D O COJHO O BS1'ACULO SL'!\l.\ R l O : l. Ob 1it6 c u lo to i n d h " l d uales.-2. Obstáculos colecth os.-3. E l m u n ­ d o . - .a . El s e n t i d o d e l n1 u n d o . - 5. i'i o ta d o m i n a n te. - 6. S e n t i d o m á s h o n d o d e l m u n d o . - 7. El m u n d o t-n l a As('l-Hca. - - S. Actual i d a d d e ctota c o n ce p c i ó n . - 9. Loli p a r t i d a rios de esta� o p c io n rs . - 1 0. R a zó n f u n d a ­ m e n t a l de l o s pel t g- ros d e l m u n d o. - 1 1 . S ( ntesls de las doctrinas del m u n do. - 1:?. Doctri n a to opUt'Mlas de- C r i s to . - U. Lo G. Ue agra,· a el Pt>ª l i gl"o, - U . La m a l icta del espíritu de l m u n do, - 15. Una l u ch a eficaz contra

mundo. - 1 6..

el

El

respeto i1u m a n o pelilrro cspecial. - 1 7. Daii.o - 1 8. Re m ed ios c o n t ra el respeto h u mano.

es pecifico dei respeto h u m a n o. LECTUR.\ c o m p l e m f' n taria :

1.

Dos B a n d e ras :

Babil o n ia y Jerusalén, I n k . 1 86.

- O bstácu los i n d i viduales 1J

2>

3)

Hay cierta oposición entre la naturaleza humana y la gracia

(1).

L a oposición viene d e estar viciada l a naturaleza por el pecado, por las herencias m alsan as, m alas costumbres . . . Concupiscencia y carne combaten contra e l espirltu y se hacen auxiliares del mayor enemigo de la salvación :

el demonio.

2. - O bstacuros colectivos La oposición a toda la vida de la comunidad cristiana y de ahi a la del Individuo, está concretada como oposición al mismo Cristo, tanto por San Juan como por San Pablo en la palabra

3. - E I

a)

«mu ndo

> •

m u n d o Resume el medio natural y humano en cuanto se opone radical­ mente a la obra sobrenatural de Cristo en las almas.

b)

Ese es el mundo maldecido por Cristo.

4 . - E l s e n t i d o del m u n d o 1)

T. designa p o r «mundo> u n a serie de sentidos m u y di­

E l N. versos :

!.

2. (1)

Es el «universo. : la tierra, los hombres que la habitan. Es la vida presente : lo que vemos y tocamos : contraste de

la vida futura.

KEMPIS, Imitación de Cristo, ]. III, c. 53.


1 54

LECCIÓN 23 3.

Es el mundo de los escándalo s : no tiene espíritu de Dios.

4.

Es el mundo d e la vana sabiduría : no recibe l a sabiduría

de Dios.

S.

Es el mundo que odia a Cristo y a sus discípulos:

el de­

monio es príncipe. 6.

Es el mundo donde no está Cristo : Cristo no quiso orar por él

no conoce al Padre :

5. - Nota d e n o m i nante El mundo es el conjunto

l.

de los que se oponen a la obra de Cristo,

2.

de los que profesan máximas contrarias a las de Cristo,

3.

de los que persi gu en un obj etivo Irreconciliable con la vida de Cristo : l a que El vino a Imponer.

Resulta

como

nota

genérica

que

e l mundo

es

Cristo.

irreconciliable

con

6. - S e n t i d o más hondo del m u ndo l.

Mundo son los hombres, que rech azando lo sobrenatural, cifran

2.

M un do son concretamente aquellos J udíos, que

sus esperanzas, aun las religiosas, en la vida p r e sen te . buscaban

el ME­

SIANISMO del •reino t empor al > ; mientras Cristo estaba procla­ mando que e l reino d e Dios, su REINO, no era de este mundo.

7. - M u n d o e n l a Ascét i c a M u n d o en el diccionario tradicional de espiritualidad 1 .0

se

aplica

1) 2)

a los hombres que rehusan el mensaje sobrenatural de Cristo ; a las Ideas -lllo so!la

práctica

de

la

vida- de

esos

hombres ;

3) 2.0

a la atmóSfera saturada de fllosofla terre n a ;

e s la fuerza contra la q u e h a n de defender s u f e , s u adhesión

a Cristo, sus esperanzas cristianas y la primada de lo sobre­ natural, todos los de Cristo.

a. - A c t u a l i dad de esta c o n cepción l.

La oposición entre Cristo y el mundo sigue siendo fundamental

en la vida de las almas.


EL MUNDO COJl.O OBSTÁCULO

2.

155

Eso f un d a la doble selección de almas : la doble opción ;

a)

b)

las que ponen e l polo de la existencia en el más allá, las

que

cifran sus

aspiraciones

en

esta vida sin espe­

rar m:is.

�-

-

L os part i darios de estas opciones

l.

Los clnllexlbles• : son pocos. Santos por u n lado : ateos absolutos por otro.

2.

Los •acomodaticios• muy numerosos :

a)

Cristianos

sinceros

y

fervorosos,

tod o prejuicio mundano ;

con el

alma

libre s u espíritu de

limpia

de

fe de todo

elemento extrafto, no puede allrmarse ser muchos.

bl

Incrédulos netamente, cuyo corazón y cuya mente no man­ tenga muchedumbre de pensamientos y de sentimientos de origen

cristiano,

total

contrasentido

a

su Ideal

terreno,

tampoco se puede allrmar sean muchos.

10.

-

!.º

Razón fu n d a m e n ta l d e los pel igros m u n danos Es esa contradicción esencial entre el mundo y Cristo ; entre l a sabiduría de l mundo y l a de Cri sto.

2.0

Eso explica por qué

a)

bl

Cristo maldijo con tanta severidad al mundo, el espíritu del mundo levanta tantas preocupaciones en los Santos y en sus doctrinas.

1 1.

-

1)

Sintesis de las doctri nas del m u n d o Todo lo q u e h a y en el mundo es concupiscencia de la carne. d e l o s ojos : es orgullo de la v i d a ( 1 Joan. 2 , 1 5- 27).

2)

Concretame nte : Placer, curiosidad, amor al dinero. deseo de es­ timación.

3l

Es antítesis absoluta de la prudencia cristiana. Más claro : Libertinaje de l a carne y del espíritu : sed in saciab le

d e ganancias sin limites.

4)

M:is

retinado :

Comodid ad

a

todo

trance :

todo

por

evitar l a

pobreza ; todo por defender l a propia dignidad , etc.

1 2.

-

D octri nas opuestas d e C risto

Bienaventurados los pobres, los que sufren, los que lloran. los per­ seguidos.

Desgraciados los ricos. Niégate a ti mismo. Servir a los demás, etc.


LZCCIÓN 23

1 56

13.

-

Lo que agrava el pel igro

Hace más perniciosos los principios de la sabldurla mundana una doble circunstanci a :

l .' 2.•

La complicidad que h alla e n nosotros e l mun do. La obligación de velar sobre unas verdades y bienes, de los cua­ les ellos son una deformación y abuso.

Al

La complicidad : La hay en nuestra naturaleza sensible

a)

lo que halaga a los sentidos, nos seduce ; Sólo una enérgica reacción

contra las tenden­

cias naturales consigue aficionarnos a los bienes so­ brenatul'ales. b)

lo que se opane a cuanto está fuera de esta vida presente, tiene una Influencia Inmensa en nosotros, parque halla favorable acogida en las tendencias que dentro de nosotros quieren Ir por ese camino.

Bl

Ve rdades a medias y su exageración : Hay bienes, que dentro de sus j ustos limites, es bueno apetecerlos. Su exageración está

a)

en concederles variar absoluto y primordial ;

b)

en erigir en principios universales Intangibles de acción normas, que sólo sirven en ciertos casos y condiciones. Se dice : •No hay por qué molestarse.> - Es cier­ to que sufrir no e s un bien en sl mismo.

Ejemplo l .º

Molestarse, po r e l placer de molestarse, no es razonable. Molestarse por un bien superior, v. gr., por asegurar la libertad interior del alma, para obtener mayor pleni­ tud de vida eterna, es c osa muy digna.

Ej emplo 2. º

Nuestro estado podrá obligarnos a procuramos dinero, a

autoridad ;

pero

hay que convencerse que tienen un doble efecto :

defender

nuestro honor, a

adquirir

ade­

más del bueno, que nos Interesa, hay otro que para el alm a es un riesgo

permanente

de desviación y de pe­

cado.

14.

-

1)

La malicia d el espíritu del m u n d o E s m ás dañina q u e l a s tentaciones claras de pureza.

cólera o de Im­


EL MUNDO COMO OBSTÁCULO 21

3)

157

Con tribu y e a re t e n er a mu c h a s almas en la m e d i an í a ;

el n!an de p le ni t ud de amor de Di os ;

paraliza

y agu d iz a el afán por el

amor pr o pio.

P r o v oc a la seve ri dad de Cristo contra el m un d o .

Sabia el Señor que aquí está el gran obstaculo de la forma­ ción espiritual, l a causa. de que muchas almas se estanquen en la

v!da es p iri t u al en u n nivel por debajo de lo media no : porque no

llegan a la total abnegación de si mis mos.

1 5. - U na l u c h a efioaz contra el m u n d o

Al

Dos med i os fundamentales :

l.

La

fuerza pri mord ia l :

espíritu

de

fe

extraordinario :

el

csensus Chrlstb diametralmente opuesto al del mundo.

El espirltu de fe supone totalidad e I n tegridad de e n ­

2.

B)

treg a y de primacía a lo sobrenatural . La mortificación y abnegación : Desarraigan las compllca­

clones de nu es tr a con c u piscen cia c on e l m un d o.

Otros med ios m:is

1.0

2.• 3 .0

exteriores

y c ir c u n s t anc iales

ele cción de vida r e lig ios a , sol ed ad interior reanimada por el silencio : arranca pr eo­

cu p aciones ;

r e g ul ari z ación

almas las

de lecturas

y

espectáculos.

Para

muchas

d iv ers iones modernas no son peligro prOAimo

d e tentaciones contra l a pureza o la fe ; pero siempre de­

l an un ambiente saturado de espíritu mundano que In­ fluye en hacer bajar el fervor.

1 6 . - El r e s p e l o h u m a n o peiigro especial l. 0

Respeto humano e s una preocupación. un temor exagerado a l as

o¡:inlones y de obrar.

2.0

J u i c io s

de los hombres sobre uno mismo y su modo

Eso nos Impid e o nos obllga a proceder contra lo que n os exige la

conc ien c ia :

arrastra al

pecado

mortal

a u nos ;

al venial

a

otros ; y en todos paraliza la buena voluntad de santificación.

3.0

Su form a ml\s s en c! l l a : se da en dos circunstancias

! .•

El alma vive en un medio poco fervoroso: por eso no se atreve a practicar lo que desearia en servicio de Dios. La prudencia aconse j a ciertas restricciones : el respeto

humano impone otras més.


LECCIÓN 23

1 58

2.•

El alma vive e n una comunidad religiosa : a vista de al gu ­ nas negllgenclas, Irre gul a ri dad e s , manifestaciones de

es­

píritu menos rellgloso, se empieza por di si mu lar , callar. Se tennlna por complacer a l os me nos f e r voros os . Pero la verdadera I nd epend encia espiritual es cosa muy di stin t a . 4.•

Su forma

a)

b1

e>

de hl p oc re sl a : En los medios más fervorosos

Consis t e en

practicar actos de virtud o pie dad, para no

parecer menos que los demás. Es una expresión de sentimi en tos , que en realidad no se t i e n en . Es u n a afectación d e Ideas mlis el e v a d as y e xqui si t as que las de otros.

d) 5.0

Su

Se

extiende hasta el

mimetismo

espi ri tual .

forma terrible :

a)

Se

h alla cuando se mezcla en la dire cció n espiritual falta con los Superiores religiosos o eclesiásticos

de si nc e rid ad

por miedo de ser menos apreciado.

b)

Su

peligro extremo se hallarla en las c on f e si o n es ; si por

ese miedo s e llegan a hacer sacrilegamente.

6.º

excéntrica : Actitud de alma prisionera : no se atreve a una determinación a causa del «qué dirán•: no se ami­ nora l a austeridad, que está dañando ; no se c umple n los pro­ pósitos de una buena re fo rma : se aparenta no tener respeto h um ano y pa ra eso se cae en ridi c uleces. Su forma

cambiar

1 7 . - Daño espec ifico d e l respeto h u m a n o a>

Todas estas formas causan un

b)

Ese daño es

1)

2> e)

daño espiritual grande.

a c ost u mb rar al alma a vivir sin sinceridad, p araliza r todo impetu espont lin eo, generoso . . .

Tiene por ralz e l am or propio y l a v ani d ad :

deseo d e ap a re n tar ;

miedo a la corrección.

1 8. - R e me d i os contra el

l.º

respeto h um a n o

L a humil d ad :

a)

b)

aceptación del desprecio que otros le hacen ;

amor a la p artici p ac ión de lo s oprobios d e Cristo. Esto hace a uno santamente Inde pe n dien te .


EL MUNDO COMO OBSTÁCULO 2.'

1 59

El espiritu de f e : reduce a su verdadero valor los fantasmas del respeto humano.

3.0

El amor a Cristo : nos hace Indiferentes a cuanto no sea el mayor servicio de Dios.

4.'

El esfuerzo positivo de la recta Intención

al b) 5.'

sobrenaturaliza nuestras Intenciones, nos aficiona más a Jesuc risto.

Pu esto eso de

nuestra parte, Jesucristo mismo será quien nos

libre m áS eficazmente de trabas tan penosas :

a)

Más se consigue así que con andar persiguiendo ansiosa­

mente las mínimas complacencias y preocupaciones del res­ peto humano.

b)

Lo esencial no es no sentir respetos humanos, sino el no

hacer u omitir algo por el respeto humano.


L E C C I O N

2 4

COOPEHACION N U ESTRA : ACTIV IUAD

Y P A SI V I D A D

( 0UIBERT : 1 7 1 - 1 82.)

Sl')L\ lUO :

1. rn p r i n c i p i o u n h·ersal d e Teolos;:ía. - 2. E rrort"s sobre la coope­ r a c i ó n . - 3. O t ras exageradones. - (, El n u d o de e��ta cuestión. S. O t ros as pe c l o .!:S df!'I nudo. - 6. La i n t roducdón de los m e todos. - 7. La :i. p licaci ó n del método. - 8. H i storicidad del mét o d o . - 9; La util idad del mHodo. � 1 0. Bu scan do una sol u c i ón . Falsa soludóJJ. - 1 1 . U n c a s o d e u t i l i da d . -- · 1 2 . Ut! l i d a d gen e r a l d e los métodos. - 1 3. La ,-a r t 'l? d a d e n e l ui;o d e l o .s m ! Ho d o s. - 1 4. Los pel i g ro,¡¡ de los m é t o d os.

1. - U n p r i n c i p i o u n i versal d e Teología

e)

b)

En toda obra saludable, el comienzo se debe a Dios, que mueve por l a gracia y continúa ayudando con la gracia. El hombre tiene que cooperar poniendo lo suyo. Dios es quien por especial favor conduce a un alma a l a per­ fección ; pero también supone Dios la cooperación del alma a su perfección.

2. - Errores sobre la cooperación

Al

PELAOIO : Era un monje y director esplrlt1Jal a quien le gus­ taban los principios de Moral establecidos por los Estoicos ; ple­ na confianza en la suficiencia del propio esfuerzo. Quiso animar a las almas, sacudiéndolas de l a pereza. Esto le llevó a exagerar la ACCION DEL HOMBRE para con­ seguir su perfección y a disminuir la ACCION DE LA GRACIA, cayendo en errores caracterlstlcos.

B>

SEMIPELAGIANOS : 1)

21

3 ¡.

El Abad CASIANO : en Marsella, con otros monjes fran­ ceses y africanos creyeron que San Agustin, al combatir a Pelagio, habia exagerado e n contra, haciendo Inútiles los esfuerzos humanos. Muchos HUMANISTAS del s. xv y XVI resucitaron el pen­ samiento de Caslano.

Rousscau -de fuera de la Iglesia y sin fe cristiana­ con los filósofos del s. xvm, daba demasiada Importancia al poder humano.


COOPERACIÓN NUESTRA : ACTIVIDAD Y P.\SIVIDAD

C)

161

E L QUIETISMO

l.

Tenla por malo el esfuerzo humano para rechazar las ten ­ taciones, para corregir los defectos, para adquirir las vir­ tudes, para entregarse a la oración.

2.

Era

eso,

malo

o

hombre l a acción

menos

bueno,

de l a gracia

porque y el

lmpedla

verdadero

en

el

progreso

espiritual. 3.

La posición del hombre debe ser rieiarse guiar: en plena pasividad.

4.

De ahl sus teorlas errón eas sobre la contemplación, sobre

la manera de resistir a las tentaciones ; sobre el eje �clclo de l a perfección cristiana, y sobre

el uso de los Sacra­

mentos.

5.

Sus defensores fueron :

Los Hermanos del Espirltu Libre ( 1 ) e n la Edad Media y

los Beguardos condenados e n el Concilio de Viena, 1 3 1 1 .

Los Alumbrados españole s : s . xvr ( 2) , condenados por

l a Inquisición. Miguel Molinos ciones condenadas.

3.

-

y

secuaces : s. xvu ( 3) , varias proposi­

O t ras exagera c i o n es

Son a veces los Directores quienes incurren en práctico. 1 .0

UNOS

promueven demasiado

er.ageraclonEs de o rd en

la •actividad•

propia :

Con

estos

Inconvenientes : a)

demasiada confianza en l a buena voluntad

propia : hay

presunción y al surgir las primeras d!ftcultades hay

de­

caimiento de ánimos ;

b)

defecto de verdadero recogimiento, de docllldad a la gra­

cia :

2.0

OTROS, todo lo contrario: estrechan y aun hacen desaparecer en

la

pr:ictlca toda actividad propia. Con estos inconvenientes :

a)

bl

(1)

C2l

(3)

rigidez material, sin suavidad al obrar.

Se abandona la corrección de los defectos. Se d a p:ibulo a la pereza y al sentimentalismo.

Hermanos

del Espfritu y BECtl'ARDOS, Concilio de Viena, Denz. B. 4 7 1 . LLORCA, La in qui.Sicián española y los Alll"nbrados, Br.r­

Alum brados. V é a se

l!n, 1934.

!11! 1cm:L MoLINOs,

Pro�sicion�s cond enadas.

Denz. B. 1 2 2 1 .


LECCIÓN 24

1 62

S e confunde una veleidad afectiva -Ineficaz- con la ver­

e)

dadera caridad, que es afectiva y efectiva.

d)

4.

Se para en presunción con m u chas Ilusiones.

El n u d o d e esta cuestión

-

l.

El nudo está en cómo se une en la vida espiritual,

a)

b>

la pasividad, en cuanto es la gracia la que obra ; - modo mlstlco ;

la actividad , en cuanto es el hombre el que coopera : - mo­ do ascético.

2.

Hay un doble hecho teológico :

a)

que no existe

nlnglin acto bueno sobrenatural, que no se

produzca bajo el lnllujo de la graci a :

=

pasivamente ;

que no exista gracia alguna que obtenga su efecto v. gr., ac­

b)

to meritorio sin

alguna

cooperación

del

hombre,

que

se

dej a manej ar por la gracia.

5.

-

l.

Otros aspectos d el n u d o M á s activamente tiende e l cristiano a la perfección, cuando supo­ niendo la Iluminación de la !e y el movimiento de la gracia, pero sin caer en la cuenta de ello, es él quien elige los diversos ejer­ cicios

2.

y

determina hacer los que

Más pasivamente tiende el cristiano a la perfección, cuando sen­ cillamente se

deja guiar de la gracia y conducir por los movi­

mie ntos Interiores, que siente ;

3.

le parecen útiles, regido por

lo que él sabe y cree.

y por las circunstancias externas

que le muestran e l beneplá.clto de Dios. DE AH! NACE esta pregunt a :

¿cómo deben mezclarse estos dos

procedimientos <de hallar y escoger los medios• de la perfección

-segun la voluntad de Dios-?

4.

El primer procedimiento se llama Ascético, por muchos.

5.

AMBOS procedimientos pu eden darse ya se trate de reformar la

El segundo procedimiento se llama Místico, por muchos. vida, ya de ejercitar la caridad y el celo, ya también de hacer oración.

6.

-

l.

La i n troducción d e los métodos En el procedimiento ACTIVO, los ejercicios se hacen

a)

sin orden predeterminado, según la oportunidad de cada person a ;


COOPERACIÓN NUESTRA :

b)

con

orden

ACTIVIDAD

predeterminado,

Y PASIVIDAD

guiándose

1 63

uno

por

un

ME­

TODO.

2.

7.

-

El método consta esencialmente de tres elementos :

1.0

una pauta determinada de obrar ;

2.0

una aptitud grande para cierto fin ;

3.0

una

poslbllldad

de poderse

aplicar

a una serie de casos.

La apli cación del método

a)

Directamente :

Un Director, por su experiencia, o por l a tradi­

ción

dispone

recibida,

v. gr., a los Novicios.

de

ciertos principios,

con

que

formar,

Así va empleando cierto orden de e jercicios y probaciones qu e sabe s e r eficaces. - Tiene m é t od o directo solame nte . No

ha

reducido a una

•fórmula general> e s a manera suya

peculiar.

b)

Reflexivamente : Otro Director, reflexionando sobre una serie de ejercicios, los encuadra expresamente en una fórmula metódica, que queda estereotipada, para que otros J a puedan seguir ;

1)

sea que

lo haga de un

modo empirlco,

riencias ;

2)

a

base de

expe­

sea que lo haga d e un modo clentiftco, a base de princi­ pios teológicos o de otras ramas clentlficas.

8.

-

Historicidad del m étodo

l.

La Ll turgla religiosa : Dios :

2.

verdadero método de orar y de adorar

a

está propuesto auténticamente por Ja Iglesia.

Los Fundadores del monacato

antiguo. con sus métodos priva­

dos, directos o reflexivos ; con las Reglas monásticas de Pacomio y Basilio, etc . . . . alabadas por la Iglesia.

La floración de la Edad Media : Gu!gon el C artujo con su Scala

3.

Claustralium ;

San

Buenaventura

con

sus

tres

vías ;

Ralmundo

Lulio con su A rs contemplattonis. Los métodos intrincados en Ja escuela de la Devoción moderna; Garcia de Ctsneros con su Ejer­ cita to r!o , etc., son testigos de Ja historicidad de los métodos.

9.

-

La u t i l i d ad del método

1)

Muchos son Jos que en Jos métodos ven m u y poca u tllld a d ,

y

desean que en la vida espiritual tengan solo una mínima parte.


lG !

LECCIÓN 24

2)

Les hallan además estos Inconvenientes:

l.

Impiden Ja libre acción de la gracia en e l alma ;

2.

impelen al hombre a que confíe más en sus industrias que

3.

vuelven ansiosas las almas y demasiado Invertidas en si ;

4.

en la gracia ; substituyen prácticas manuales por los grandes pensamien­ tos de la fe y los afectos de la caridad ;

5.

los métodos deben relegarse a los principiantes, en

todo

caso.

10.

-

J.•

Buscando u"a solución.

La

Falsa solución

Iglesia ha condenado el ERROR de los Quietistas

cque

el

hombre no debe hacer nada, sino cuando y en cuanto experi­ menta verse movido por una inspiración del Esplrltu Santo>.

al

Como herético ha sido condenado ese principio, e n cuan­ to afirmaba que esa posición debla tenerse también res­ pecto de los <ACTOS MANDADOS> bajo precepto de Dios y de la Iglesia. Con

b)

otras

principio

callficaclones

en

cuanto

menores ha sido

afirmaba

condenado

que esa posición

ese

debla te­

nerse sólo en Jos actos no mandados. Su falsedad estriba e n atribuir a una gracia determinada y conscien­ te que no siempre se da, Jo que sólo es cierto de Ja gracia en general, a la cu al el hombre tiene obllgaclón d e seguir. Promueve esa doctrina el peligro de ociosidad y contradice l a tradición. 1 1 . - Un caso d e u t i l idad

a)

Cuando el alm a experimenta Ilustraciones y mociones, que, según las Reglas de Discreción, se j uzgan ser buenas y venidas de Dios mediata

bl

o

inmediatamente,

le

es

expediente

al

alma

que

las

siga, dej ado el propio Juicio y los propios propósitos. Pero eso nunca en contra de la obediencia de la legitima auto­ ridad,

o en

contra

de

contra d e las

Ja

voluntad

de

o1Jligaclones

Dios,

del propio

manifestada

por

estado, l as

o en

circuns­

tancias.

1)

La razón os que la gracia de Dios es la causa principal de la perfección. Cuando esta clara la acción de la gracia, hay que seguirla fielmente.

2)

Ese es el sentido de la Regla de San Ignacio, San Francis­ co de Sales, etc. < E J . n . 14).

•En el punto en el cual hallare lo que quiero, ah! me

reposaré, sin tener ansia de pasar adelante, hasta que me satisfaga.•


COOPERACIÓN NUESTRA : ACTIVIDAD Y PASIVIDAD 3)

1 65

Una e x c e p ción : Puede ser que Dios mueva a un alma con

el d es e o, v. gr., de una obra de celo, y se vea Impedido a h ac e rl a por la autoridad de los Superiores o por las cir­

c unstancias.

a)

Hay que someterse plenamente a las disposiciones

de la Prov i dencia , que lo estorb a, aunq u e aq ue l lo

era buena. b)

Lo que Dios quiere absolutamente del alma e s que

se santifique por l a abnegación y no por a q uell a obra

de

celo.

1 2. - U t i l i dad general de los m é t odos Hay verdadera y general utilidad en usar algunos métodos e n la vida

espiritual.

1 .0

2.0

De emplear medios, son mej ores los que están metodizados : As! se apr ovech a uno de la larga experiencia de los otros.

La g ra ci a d e Dios oculta m uch a s veces su acción en l a vida espi­

ritual : entonces el alma no tiene m lls remedio que elegir y usar los métodos y a establecidos. Lo contrario serla todo m u y casual

y muy a ciegas.

3.0

Los métodos privados deben mirarse como medios, y n o como fines. Se emplearán tanto-cuanto lleven al fin.

4.0

, Los métodos publicas de la Iglesia para l a oración publ!ca o en

l a profesión pú b lica de l a pe r f e cci ón ( Reglas de los Religiosos,

pre cep tos de Clé ri gos, etc.) est án Impuestos de obl!gaclOn a causa

del bien común, y deben observarse. 5. •

Las dificultades puestas contra los métodos no tienen razOn de

ser: no se hace l a elección del método si n la In tervenci ón de la gracia de Dios.

1 3 . - La variedad en al uso d e los m é t odos Al usar los métodos hay que atender a c uat ro c osas :

l .'

A la indole del sujeto : A los nerviosos les es I nsop or t able todo lo

que sea estreche z : pierden la paz d e l alma. 2.•

3.•

A l a vocación :

Los que sirven a Dios en la vida ac tiv a , ven en

l os métodos un socorro providencial.

A los caminos por donde v a el alma : A unas almas Dios mismo

las lleva con sus dones : a otras las d e j a más a solas.

4.•

Al

ti e mpo actual :

les ayude n :

Los principiantes necesitan

d e métodos

que

tienen mucho que hacer en formarse para los ejer­

cicios, corregir defectos : les falta experienci a : no están acostum­ brados a perci bir las Inspir a cion es d e Dios.


LECCIÓN 24

166

14.

-

l.

Los peligros de los m étodos Lo m as peligroso en los métodos es olvidar la gran variedad de almas y de caminos hacia Dios.

2.

El otro peligro es el fiarse demasiado de ellos : creer que se consi­ gue todo con ellos : se pasa a olvidarse de la gracia.

3.

4.

Peligro de rigidez en el uso : con lo cual se descarte la acclOn de la gracia. Peligro de que se ponga l a perfecciOn precisamente en ser fiel al método y a su empleo material.

5.

Peligro de dej ar demasiado alma

pronto el método. antes de que el

esté pslcolOgicamente madura con principios sólidos. Dios

n o suele luego suplir eso. 6.

Peligro

7.

Peligro de creer que siempre obraremos lOglcamente amando

de dej ar el método

precisamente por ser costoso, poco

agradable. a

Dios sinceramente, y rechazaremos lo que sea contrario al amor de Dios.

8.

Peligro de olvidar que nuestros defectos y las virtudes tienen un substrato flslco, que no se obtiene sino por largos conatos y por la repetición metódica de los actos.


2 5

LE C C I O N

LA D I RECCION ESPI RITUAL. - J . ( 0UIBERT ; ! 83-1 93.) S U i\t,\IUO :

t.

l.a

P ro "·i d en c l a

actu a l . - 2.

La

PRll'\ CIPIOS

d i reedón

es p i r i t u al . -

3.

R e do

concl•pto dt•l Di r<"ctor. - 4 . Di ferencia en tre D i rector y C o n fe so r, y S u pe .. rior F.cleosi8stico, y Superior Religioso. - 5. La M u m i s i ó n al 1l i rt"c t o r . -

6. Ser; u n d o aserto : sobre l a su misión. - 7. E n se i\a n z a s drl v o l u n t a d de Dios. - 8. Sacerdocio y d i recció n.- 9. Di recci ón c i a a l o s S u p e rio r es. - 10. Director y elección dl' estado. - 1 1 . obc.• d i e ncia al D i rector.

D i rector y y obed i t- n ­

El v o t o de

Dirección en todo tiem po : 1-:1 D i re c t o r y l a d i rec·

LECTURA complementarl a :

ción, I n k. 307, - Dirección d e a l m a s principian tes, I, 2 1 0 . - Di rKdón de a l m a s contemplativas, 11, 2MO. - C u e n ta de concit" ncia c o m o m fil l o d e d i rec­ ci ó n, 1, 2 0 1 .

1 . - La Providencia actual

al bl

En la Iglesia de Cristo, para que un hombre llegue a alcanzar la fe, es Indispensable la ayuda de otro hombre. Para alcanzar l a perfección ese es también el camino ordinari o : e l hombre debe dejar guiarse po r l a dirección d e otro hombre.

2. - L a d i re c c i ó n espi ritual !.

Es para ayudar a las almas a conseguir la perfecció n : la mayor.

2.

Se distingue de la dirección

a) b>

Sacramental : en l a confesión. Su fin es que la confesió n

se haga con verdad y con fruto. Pastoral. Esa la d a e l Pastor de almas, con exhortaciones en

común

para que l a p a rroquia,

u otra asociación sea

fervorosa.

c)

SI se hiciese a los particul ares podria coincidir la direc­ ción espiritual y l a pastoral.

3.

- Recto

a>

concepto del D i rector

El Director o Maestro espiritual es aquel a quien uno se entrega abriéndole l a conciencia. para que habitualmente le dirij a por el camino de la perfección.

b)

El fin Inmediato d e la dirección es el bien alma.

Individua!

de esta


LECCIÓN 25

1 68

el

En el camino de la perfección no se pretende obtener una vida cristiana buena solamente. La entrega, de modo ordinario no viene impuesta autoritaria­

d)

mente,

sino

que

cada

uno

la

hace

de

su

propia

voluntad

y

elección. La dirección Instruye y mueve : ensefla los principios de la vida

el

espiritual En concreto, por aplicación a cada c aso en particular.

4.

-

D i ferencia entre D i rector y

l.

Confesor: Este es JUEZ, con potestad de Jurisdicción en el fuero interno ; puesto para eso por la Iglesia.

Dentro de esa esfera. puede obligar en sentido estricto con

s u sentencia. El Director no recibe de la Iglesia ninguna potestad.

Sup e rior eclesiástico: Este viene constituido por la Iglesia e n el

2.

fuero externo ; y en él debe procurar el bien sobrenatural de la comu nidad. 3.

Sttpertor reltgtoso: Este dirige una comunidad de personas, que tienden a la perfección.

La Iglesia lo establece

con

autoridad para

proveer

al bien

común, y por medios externos, al menos principalmente. El Director no recibe particular

de

este

autoridad de la Iglesia :

individuo :

se

le

puede

busca el bien

elegir o

de j ar libre­

mente.

5.

-

La sumisión al Di rector

A)

SENTENCIAS EXAGERADAS:

l.

A firman unos que toda la doctrina de la obediencia se aplica al Director. Nada puede hacerse ni contra, ni fuera de

su

autoridad.

Asi

Boccardo

(!):

menos

rígidamente

Tanquerey ( 2l y otros muchos.

2.

Otros afirman que el Director se reduce a ser un consej ero o amigo, .cuya

mero

sentencia puede uno oir, y J uz ­

garla Ubremente.

B)

SEN TENCIA RECTA : La exponen los dos asertos siguie ntes ;

l.º

El Director espiritual, en cuanto tal, en lo que pertenece a esta rama de su oficio, no tiene autoridad en sentido estricto, a

la cual responda en

el dirigido una obliga­

ción de estricta obediencia.

(1) (2)

BoccAr.DO, Co11.fessione et direzione I, 3 ed., 1922, p. 321 ;

TANQUEREY, n. 555.

II. p. 639, 641.


L.\

DIRECCIÓN ESPIRITUAL.

-

l.

169

PRINCIPIOS

SE PRUEBA : l.'

Porque no hay título para esa autoridad :

a) b)

e)

El

dirigido no es lo que el hijo al padre, lo que el

ciudadano a la sociedad. El Director no es •superior• Dios y de la Iglesia. No

hay

entre dirigido

y

por

ordenación

Director la

de

dependen­

cia de esposa a marido, nacida del contrato ma­ matrimonlal, sino que se ellge al Director y se le puede dejar.

d)

No hay en Teologla ningún fundamento que de­ fina esa sociedad y unión

que

la Iglesi a

«Director-dirigido>. ya

sólo tiene la au torldad de magis­

terio y de j u risdicció n , enc au zad a para el fuero e xterno , en la Penitencia p a r a el fuero interno.

en la Jerarqula

2.0

Porqu e ninguna autoridad de teólogo la Impone. a)

Algunos se refieren a unas palabras de San Fran­ cisco de Sales < 3l. Pero las enseñanzas de este santo

b)

se explican bien con una obediencia en senti­ do lato. Las demás autoridades aducidas, son oscuras ; se refieren al Director como Confesor o lo mezclan todo.

8. -

-

Segu n d o aserto sobre la s u m i s i ó n

a)

El Director no es Simplemente un IGUAL o un amigo del diri­

b)

la estrecha relación de caridad que supone la dirección. En su oficio hay verdadera superioridad : como la del educador

gido : al menos con la amistad que hace Iguales : aunque, si, por

e)

d)

o maestro. A esa superioridad responde en e l dirigido «Cierta sumisión>.

Es a sumisión es más bie n un acto de prudencia y humildad, que de ob e diencia . PRUEBA : 1.0

z.• ( 3)

Por el modo de hablar de los grandes Maestros al incul­ car <obediencia> al Director, deducida de los nombres que dan al Director cpadre, señor, maestro>. Por la naturaleza de este cargo. Ya que el cargo de dirigir

SAN FR. DE SALES. Véase VINCENT, San Fr. de Sales. DirecteU1' d"d:mes. 1 9 2 3 , págs. 408-438. Cartas, tomo XIII : carta del 1 1 feb. 1 807 ; tomo XII, carta del 24 Jun. 1804.


LECCIÓN 2 5

170

a conseguir l a perfección es semejante a l cargo de maes­ tro , que ensefia artes o ciencias. El mero he c h o d e busca rse u n maestro, Indica volun­ tad de sumlslón a sus Instrucciones. Con est a diferenci a : que aun en el caso en que e l Di­

rector viene nombrado por l a autoridad ecl esl astlca , v. gr. : el

P.

de

Espiritual

estricta

la

un

sumisión

Seminario,

del

dirigido

no

llega

como

la

a

del

ser

tan

nlfio

al

maestro. El Maestro se Impone por los padres y lleva su repre­ sentación.

El Director se propone, pero no tiene l a re pre se ntación

del Obispo.

:1.0

P or la economla general de la vida espiritual :

a)

b>

Dios quiere que el hombre dirija a los hombres.

Cristo borró la In obe dien c ia de Adán por su p ropi a sumisión bros.

e)

y

así deben c re c er sus miem­

humildad :

Este carácter de «pr uden c ia > y humildad es lo que mejor cuad ra a la sumisión hacia el Dir e ctor y no

tanto el de obedienc i a .

7. - E n s e ñ anzas d e l D i rector y volu ntad de D ios No puede afirmarse absolu t amente que cuanto diga e l P . Espiri tual es clertislma manifestación del beneplácito divino sobre circunstan ci as concretas e individuales de nue stra vida.

l.

Es divers a la posi ción del Director eclesiástico. Este

estli

Impuesto

y

l a del Superior religioso o

o designado por Dios

por

medio

de

la

Iglesia. Eso nos d a certeza que Dios quiere que yo h ag a ahora lo que ellos me manden. No existe esa a utén tic a d e signación respecto del Director . 2.

El Director

a) bl e)

á)

no

puede,

segun

eso,

imponer

un

precepto

propiamen­

te tal ; podrá poner esta condición : cSI no haces esto, no seguiré

dirigiéndote mlis tlemp 0» ;

podrá declarar que en tales adjuntos se da una voluntad

manifiesta de Dios :

A ese Juicio debe someterse . . .

para e l escrupuloso, l a p ru denc i a l e está diciendo que debe resignar su propio pensar sencillamente en m anos de aqu e l


LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL.

-

J.

PRINCIPIOS

171

hombre docto, q u e e s su Director, como medio único de sanar.

a.

S a c e r d o c i o y d i rección

-

l .0

El Director conviene s e a sacerdote. E s t a es la doctrina que hoy

se sostiene por los autores ; v. gr. : Guilloré < 4), Naval ( 5 ) , Boccar­ do ! 6 ) , Royo Marln < 7 J .

2.0

El Código d e l Derecho exige eso, para q u e los súbditos RELIGIO­ SOS

expongan

sus

ansied ades

de

conciencia

al Superior

<Ca­

non 350).

3.0

Hay hechos históricos, reales, de dirección llevada por no sacer­ dotes.

4. 0

Pide qu e el Director sea sacerdote

a) bl e) et)

la economla del orden sobrenatural : el sacerdote es maes­ tro espiritual ; la conexión de l a

dirección

con la

confesión,

no

pocas

veces ; la mejor preparación del sacerdote ; la experiencia, que hace que a la Iglesia no le guste ni favorezca la dirección en quien no es sacerdote.

5.0

Una ley absoluta, que reserve exclusivamente a los sacerdotes la dirección, excepto la restricción del canon 350, no parece que pue­ da probarse.

9.

-

D i re c c i ó n y obediencia a los Su periores

1)

L a sumisión al Director y la obediencia a los Superiores eclesiás­ ticos o religiosos puede tener sus conlllctos.

2)

La concordancia entre la sumis!ón y la obediencia ha dado lugar

3)

D e esa condenación se deduce que la autoridad eclesiástica tiene

a errores : los de Molinos, condenados por la Iglesia. derecho a Inquirir y Juzgar del modo cómo uno dirige a las almas ;

4l

pero respetando el cslgllo• y las leyes del secreto. En el conftlcto entre u n precepto de la autoridad y el J uicio del Director pueden seguirse estas observaciones. El Director

al

puede

declarar que un precepto determinado, según

los

principios generales de l a Moral, cesa en su obligación ;

bJ (4)

(5) (6) ( 7)

o puede decir que aún queda alguna obligación, si la auto-

GUlLLOHt, Secrets de Zcz vie spirituelle, I, l. e. c. 2 -3 . �!AVAL Fil A:-iC:Isco, C. :\1: . F., C2�rso de Teo!ogia 111i$CiCa, Martettl, n. 23. Eoc:cAHDO, ibid., I. p. 1 4 5 . ROYO 4\.lAJlJN, Teología C e !a per/ección, B. A. C .• n . 502.


LECCIÓN 25

172

rldad exonera de toda obligación al dirigido : v. gr. : SI la au toridad dej a a uno llbre para ordenarse o no, el Direc­

tor podré. urgir alguna obllgaclón, que conozca en el diri­

c) d)

gido . . . y sigue obllgando ; de ningún modo

puede

eximir al dirigido de un vinculo

que de Ius tertlo; es decir : al Superio r :

e l Director conoce m:!.s lntlmamente a l dirigido . e n l o que es de perfección> : pero el Superior puede conocer alguna circunstancia desconocida del Director por sólo lo que sabe dicho por el dirigido, y que cambiarian el j uicio del Di­ rector . . .

e)

entre l os religiosos, los Superiores conocen mejor que un Director, que no es religioso, o de tal Instituto, la vida reli­ giosa y sus perfiles.

5)

El esc:!.ndalo, admiración, discordia . . .

son posibles en este con­

filcto. a)

La Providencia permite que el Superior dé

unos avisos,

Imponga unos preceptos que atormentan y turban a las almas. Son pruebas del

b)

alma y deben

aumentar la ca­

ridad. El Director e n estos casos sea prudente y no se precipite a dar al dirigido el consejo de que abandone tal regla, que no siga tal dirección concreta, que le Impone la auto­ ridad eclesl:!.stlca, cambio del Director que

esté. por re­

gla, etc.

e)

En l o dudoso persuada al dirigido que se abra con el Supe­

rior, para que éste le dispense de la regla, l e permita el cambio del Director . . . 1 0. - D i rector y elección de estado

l.

Los que quieren verdadera obediencia al Director, la urgen sobre todo al tratarse de la vocaclón a un estado u a otro.

2.

Afirman

a)

b)

la solución definitiva depende del juicio del Director : que el

dirigido sólo debe

proponer

al

Director

el pro o

e l contra de la elección.

3.

Hay confusión en esas dos afirmaciones : a)

El Director podré. prudentemente advertir al diri gi do

1. 2.

que puede entrar en l a vida rellg!osa,

que la vida rellglosa será para él m:!.s apta Y segura,

3.

que no puede, sin pecar, meterse a religioso,

4.

que no le parece apto para l a vida religiosa.


LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL. -

b)

I.

173

PRINCIPIOS

E l Director podrá ayudar en l a misma elección a l dirigido

l.

a d vi r tiéndole que los motivo s son buenos, sobrena­ turales . . . débiles, Insuficientes ;

ayudándole en la manera de hacer l a ele cci ón ; des­

2.

cubriendo sefiales de l a voluntad de Dlos ; su girién­ dole aspectos que no conocía, e tc.

e)

El Director termina AHI : Es el dirigido quien debe tomar

su determinación conforme a su propio juicio. Asi se e vi­ tarán

futuras

por otro . . .

d)

caso

En

de

tentaciones un

alma

contra

indecisa.

una

el

vocación

Director

Impuesta

podra

ani­

marla . . . Tal vez será mej or q ue l a disuada si s e trata del sacer­ docio o vlda religiosa :

esas vacilaciones serán señ ales de

que la vocación no es de Dios. 1 1 . - El voto d e obed i e n c i a al D i rector

1)

Hay almas que hacen voto de obedecer en TODO a su Director :

2)

La Iglesia nunca ha condenado esta pr!\ctlca.

3) 4)

buscan con eso mayor seguridad y mayor mérito. El Director J amáS debe proponer tal voto hecho a sí mismo : Abu­ so de autoridad.

Si se trata de un escrupuloso p0dn!. el Di rector proponerle e Im­ una

ponerle

perfecta obediencia

en

lo de

su

conciencia ;

pero

SIN VOTO.

5)

SI

espontáneamente

pidiese

el

dirigido

el

permiso

para

hacer

ese voto

al

bl

e)

no debe concederlo en seguida,

deben marcarse bien los llm1 tes y definirlos bien , habrá Imprudencia, con frecuencia, en asumir el Director la resp0nsabllldad de las acciones del dirigido.

6)

A un hecho ya el voto, no hay propiamente verdadera OBEDIEN­ CIA al Di re ctor, sino SUMISION humilde

y prudente, corrobo­

rada por l a obllgaclón d e la virtud de la re ligión.


2 6

L E C C I O N

LA

D IRECCION ESP I R I T U A L. - 1 1.

S U M A RI O :

2. -1 .

l\IODO Y DOTES

( GUIBEBT : 1 94-209.)

Modo

A)

Otras

fuentes

de

d i rigir.

de

- l.

Lo

que

C' o n o c l rn l <" n to. - 3.

rscrlbl r. - !; ,

Lo

q u e ha Ce

debe

Abrir

con ocer los

ojos

el al

Di rector. d i rigido. -

La buena v o l u n .. t a d , - 7. D i recc i ó n y h i e n �s t � m po ra l es . - 8) Dotes d�I D i re ctor. R. Cuatro absolutas. - 9. El;perienclas e s pH i a l e s. - 1 0. La ca re nc i a de O i re c t o re R . - 1 1 . La n ec e�i d a d de la d i re cc ió n . - U. Trlpl e as.erto, sobre l a dlreccl6n. - 1 3. La prueba d el tri ple aRerto. - 1-1. Diversi d a d de d i ­ !\'Ia n d a r

em1eñ arse. - 6.

rección.

D i rección e n Las 20 Anotadones. D i recc ión , I n h:,

LECT U R A c o m p l e m it n t a r i a :

A)

MODO

los 3.

DE

Ejerch:h.111 de S a n

Jgnacio, l n i c .

9. ­

DIRIGIR

t . - L o q u e d e b e conocer e l D i rector l.

Como condición necesaria está que el Director conozca a su d!rl­ gldo :

lndole, dones, defectos naturales, hábitos adquiridos, pro­

greso, pecados, atracciones, fobias. . .

2.

Ahl se llega por l a fiel apertura d e l a concien cia , d e mayor am­

3.

Pero no es fácil e sa apertura

plitud que la de la c onfesión .

a)

unos no se conocen bien a si mismos ; otros son

timidos:

dicen

poco :

o son

muy charlatane s ;

lo embarullan todo.

4.

5.

El Director

a)

debe ayudar preguntando sobre lo mb caracterist!co.

b) e)

debe hacer pruebas con Ideas, con lecturas, métodos.

debe observar al dirigido y a su modo de obrar ;

Hasta Ir conociendo al alma. haya prudenci a : no imponga cam­ bios, ni contradiga la dirección anterior.

2. - Otras fuentes d e conoci m i e nt o l. 2.

A q u l no es como en l a confesión. En

la

confesión Juzga e l confesor como JUEZ, e. d. por las ale­

gaciones del testigo, que es el mismo penitente.


LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL. 3.

-

U.

MODO Y DOTES

175

A l penitente se le d e b e creer tanto a l acusarse c o m o a l excu­

sarse. Al dirigido se le puede J uzgar par otras noticias seguras ; pero siempre Imperando la prudencia y l a caridad. 4.

Podrá el Director aprovecharse de subsidios psicológicos y aun valerse de la grafología ; pero sin hacerse molesto ni odioso ru h acer perder la confianza.

3.

-

A b r i r los olos a l dirigido

Podrá suceder que el Director conozca cosas del dirigido, que éste no sospecha de si. La actitud del Director es : l.

Q u e no calle todo :

Un a de las utilidades de la dire cción es que

el dirigido llega a conocerse mejor por el Director, y así evitar Ilusiones. 2.

Que no diga todo: al

Muchas cosas le serian perjudiciales al dirigido saberlas : v. gr., todos los defectos a u n a : todo el porvenir doloroso a una : desánimo.

b)

Cuando hay gran progreso, dones d e Dios Insignes, el ma­ nlfestárselos puede serle causa de inllación . Es mejor diri­

e) 4.

-

girle según lo que el Director conoce, que dárselo a cono­ cer a él. Decir sólo lo que sabe va a aprovechar.

M a n d a r escr i b i r

A)

Que el Director mande escribir al dirigido el estado d e l alma y los favores recibidos de Dios, l.

Tiene sus ventaj as : más precisión : más reposo : atención al releerlas . . .

2.

Bl

Tiene sus desventaj as : peligro del secreto : de sí . . .

apegamiento

EN LO EXTRAORDINARIO : l.

2.

Si es de origen natural, el escribirlo es peor.

Lo otro sea sólo para bien del alma y no para andar con

experiencias psicológicas, con paca reverencia para Dios. a)

b)

No le toca al Director trasmitir eso al futuro : Dios tiene otros medios. D e haber utilidad en escribir, que no conserve lo

escrito el Director : se devuelva al dejar de ser útil.


17G

5.

LECCIÓN 2 6 LG q u e ha d e e n señarse

-

No teóricam ente, sino en concreto debe enseiiar el Director,

L

Los

principios

generales

de

la

vida

espiritual

adaptados

a

la

en

el

necesidad del alma.

a)

Hágase

ver

que los consejos prácticos se

fundan

Dogma ; en la experiencia. El alma se hará capaz de dl­

b)

rl:;irsc No se

a si. mezclo

la

dlrecclón

con

controversias

especula­

tivas.

Dígase lo cierto, como cierto ; y lo no tan cierto, como no tan cierto. Que se sepa que además de l a opinión esco­ gida, hay otras que siguen los católicos. Enseiie también a cada dirigido a aplicarse las conclusiones na­

2:

cidas de los principios. Un doble exceso hay que evitar al enseiiar cosas elevadas :

3.

a)

b) s.

dejar de animar a lo arduo y a lo mejor ;

proponer lo arduo demasiado pronto e indiscretamente.

La b u e n a voluntad

-

Debe fomentarse la buena voluntad de modo que se faclllte la ejecu­ ción de los propósitos.

a)

Son muchos aun entre los aprovechados, quienes necesitan esos alientos.

El

Director n o sólo

s!no que es educador :

b)

está

para

solucionar

positivamente debe

dificultades,

ayudar a la forma­

ción. Estos alientos deben I r acoplados a la acción de la graci a : sin anteponerse a la graci a ;

sin Impedir la suma libertad de Dios

de conducir al alma por los caminos que m quiere.

e)

Dios al enviar una prueba al alma, le da gracia para vencer : el Director no dispone de esa gracia. Por eso debe ser parqulslmo en tentar con humillaciones y asperezas a las almas.

1.

-

D i rección y b i e n e s temporales

Hay tantos peligros en que el Director sea consejero sobre los bie­ nes temporales, aunque sea para ayuda de lo espiritual, que el prudente Director ni

dará

esos consejos, ni se

meterá

bienes. Habrá, sin embargo, alguna excepción.

él a gesUonar con esos


LA DIRECCIÓN ESPIRlruAL. - II.

BJ

MODO Y DOTES

177

DOTES DEL DI RECTOR

8. - C uatro absolutas

J.A CIENCIA :

Teológic a : conocimiento de las escuelas espirituales :

su llteratura. Pslcologla : Pslcopatla. Sin esto todo será emplrlco y sin entender gran cosa.

2.• 3.•

recto juicio : más nacido que adquirido : sin prisa

PRUDENCIA :

para J uzgar ; refiexlón sobre los consejos dados, etc. EXPERIENCIA : por la práctica personal, por la propia dirección recibida ; por l a dirección dada por él a otros.

4.•

SANTIDAD :

Cuan to

más

sujeto

al

dominio

de

la

c aridad

y

más unido con Dios sea el Director, si no faltan las otras dotes, será más eficaz su dirección ; merecerá más luces para sus diri­ gidos ;

no habrá los defectos que tanto Impiden el aprovecha­

miento de los dirigidos. El sacerdote tibio, derramado al exterior, es incapaz de dar una buena dirección.

9. - E: x p eriencias especiales

! .º

Es muy útil que e l Director haya pasado por los estados en que se halla el alma a quien dirige : o por semejantes. V. gr. Un religioso dirige más fácilmente a otro religioso.

2.'·

Para dirigir a un alma que posea dones «INF USOS> a)

el mejor será el Director, que además de buenas dotes, haya

conseguido también

la

experiencia

de

graci as ex­

traordinarias ;

b)

bueno será el Director, que sin esas experiencias especia­ les, la tiene de la vida Interior y suple con estudio y expe­ riencia d e la dirección de las almas parecidas la Inexpe­ riencia suya ;

e)

el peor será el que teniendo experiencia personal, no tiene ciencia.

3.°

Cuando no andan j u n tas santid ad y ciencia, ¿cuál es la prefe­ rible? Santa Teresa prefiere la ciencia a la sola santidad, con tal que el clentlt!co sea hombre de vida Interior.


LECCIÓN 26

1 78

1 0.

-

1l

La car e n c i a d e d i rectores

Proviene principalmente del defecto de las dotes : a)

Hay dos extremos :

l. 2.

b)

2)

Directores eximios : no hay dote que no tengan en sumo grado. Directores peligrosos : no hay dote que no les falte.

Entre estos extremos estl!.n : l.

Los buenos : con dotes en grado suficiente.

2.

Los mediocre s : les falta alguna que otra. Valdrán para la dirección de cierta clase de almas.

Proviene de no estimar la importancia, que para cada sacerdote tiene ser Director. En todas partes hay almas capaces d e elevarse a la mayor perfección. En todas partes es muy Importante que haya un grupito de almas, que sirvan de fermento para el bien de otras.

3)

Proviene de erróneos conceptos sobre la dirección : l.

Muchas almas no saben buscar directores. Pasivamente es­ peran la dirección.

2.

Muchos sacerdotes por timidez y desconfianza rehuyen di­ rigir a otros, a quienes darían una Iniciación muy útil.

11.

-

l.

La n ecesi dad d e la d i rección

Hay muchos que juzgan que el uso de la dirección es necesario para TODOS, mientras no sea Imposible.

2.

Hay otros que afirman que la dirección ascética generalmente no

3.

Otros distinguen :

es necesaria para todos : para otros e s útil pero con peligros.

a)

Los sencillos, gente del campo : van a la santidad por ca­ minos llanos : ni piensan siquiera en echarse un director ; ni tendrán comúnmente de quien echar mano. Pero si tuvieran Director no hay duda de que obtendrían grandes ventajas.

b)

Las almas de vida Interior complicada sea por su índole, por su educación , por su vocación. Aunque Imperfectas ya tienen cierta aptitud para ser dirigidas. A éstas compren­ de el siguiente


LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL.

12.

-

l.

2.

-

11.

MODO Y DOTES

179

Triple aserto sobre la d i rección La dirección espiritual es l a vla ordinaria y normal, p o r la c u a l Dios dirige las almas a l a santidad. Cuando puede obtenerse, n o sin temeridad ni sin daño se prescin­ dirá de ese auxlllo ;

principalmente tratándose de prin cipiante s,

aunque sean doctos y y a de edad.

3. 1 3.

-

1 .0

El uso de la dlrecclón no debe ser el mismo en unos y en otros.

La prueba dal tri p l e aserto Por autoridad de la Iglesia

León XIlI l al Card. Gibbo ns - Americanismo) ( 1 ) afirma este

principio : cAsi como Dios tiene decretado que los hombres se sal­

ven comúnmente por otros hombres, así tambié n determinó que

aquellos que El llama a un grado más excelente de santidad, se an

conducidos a El por otros.>

2.0

Por l a autoridad de los Padres :

al b)

e) 3.0

En general afirman los Padres la necesidad : Asi San Ba­

si lio , San Gregorio Magno.

Para principiantes, San Gregario Nacianceno, San Juan Cll­

maco . . . S an Be rnardo.

Para ap rov ec h ados , Caslano y San Bernardo. P. La Puen­ te

< 2>.

Razón teológica :

a)

A

ejemplo

de Jesucristo,

se tiende a la perfección por

hu m i lde y espontánea sumisión. Esta se ejercita en l a di­ rección sometiendo el propio Juicio al de otro.

b)

Todos deben guardarse de las Ilusiones aun los aprove­

chados. Todos

e)

tienen

a

veces necesidad

de

fortalecer

l a vo­

luntad. Los principiantes tienen mayor pel!gro de Ilusiones ; f ácil , segura y

p ront am ente

más

conseguirán la doctrina sin

el peligro de los autodidactas.

4.0

Por solución de dificultades :

l.'

2.• (1) (2)

Se dice :

no se compagina •necesidad• y tanta dificultad

e n h allar directores. Se responde :

Es cierto que son raros los Directo res PER­

FECTO S ; pero no son pocos los que tienen dotes suflclen-

LEóN XIII. Carta al Card. Gibbons, 22 enero 1899, Doc. 568. Li:IS DE LA PUEN'I'E, Guia c.tpiritual, IV, c. 2 , n. 2 .


LECCIÓN 26

180

tes para ayudar positivamente. Cuando faltan los Direc­

tores aptos lo que sucede es que a algunos les falta un

medio

necesario

La Pro vid e n cia

para divin a

a

MEJOR

tender

no

o bligada

está

la a

perfección. dar

siem pre

!o mejor.

u.

-

D i versidad de d i re c c i ó n

O t r a d e b e s e r la manera

de Instruir, formar a l o s principiantes

y

otra a los aprovechad os. A

los principiantes habrá que soltarles muchas dudas ;

moderarles

afanes Impetuosos, o excitarlos a más . . .

A los aprovechados con menos entrevistas s e arreglarán. Les será necesaria mayor dirección en algunos adjuntos de proba­ ciones narias.

especiales ;

al

experimentar

nuevas

gracias

de

Dios

extraordi­


L E C C I O N

LA

D I R E C C I O S E S P I R ITUAL. - J J J .

CARTAS

2 7

P E L I GROS - E L E C C J O N -

( 0UIBERT : 2 1 0-222.) A) Pelig ros. - ] . En d i r iJ::: i d os y D i reclor. - 2. Causa d e l os d e­ fectos. - 3. Los fines <"Onc retos d e l a d i recd ó n . - 8 ) E l ec c i ó n d e D i rec­ tor. - 4. C u á n d o s e ellK"e. - 5. Cómo s e el ige. - 6. Del c a m h ! o de d i ­ rector. - 7. Con fesor-Di rector. - 8, C o n ft's i ó n - d i rección a u n t i e m p o . 9. Muchos o po co s di rectores. - C ) Di rección por e a r t a s . - 1 0. El es­ t ad o de la r u e8t i ó n . - 1 1 . Resul t a d o. - Di recdón oral. - 12. Resultado. Por cartas. - l :J . Consejos esp i r i t uales e n cartas. - H. Cómo se ha de hacer.

SU)fARIO :

A)

PELIGROS

1 . - E n d i ri g i d o y D i rector

a)

En el dirigido :

l a pusilanimidad y el temor a la responsabllldad,

2.

la falsa seguridad de que el Director se lo harli todo,

3.

la pereza para determinarse a ej ecutar,

4.

5.

b)

Puede con la dirección crecer

l.

la vanagloria y amor propio en hablar de si, un demasiado narcisismo,

6.

el respeto humano o garrulidad Indiscreta,

7.

una afectuosidad excesiva hacia el Director.

En el Director: l.

Puede, con la dirección, darse

despotismo en mantener las almas siempre en estado de nlfl.ez,

2.

Imposición de las propias Ideas y caminos, sin discreción,

3.

Incompetencia al ponerse a di rigir a ciertas almas sin pre ­

a todos,

4.

paración . . . vanagloria y complacencia por e l número y calidad d e los dlrlgos,

5.

respeto humano en el modo de dirigir,

6.

Iluminismo :

dirigiendo las almas por ciertas luces, que él

piensa tener como agradables a Dios, y que han de reci­ birse a ciegas por el dirigido.


LECCIÓN 27

1 82

2.

-

Causas de los d efectos

l.

Un concepto erróneo de la dirección ( Lec. 25, n . 3) ; como si el Director

debiera suplir el Juicio y la voluntad de los otros, con­

tentlmdose con algunos buenos efectos Inmediatos, o con evitar 2.

algunos errores presentes. Eso no serla educar. Abuso de los principios : exclusJVlsmo empirlco :

3.

creer que cualquiera es apto para dirigir a toda clase de almas. Cierto naturalismo : ambos conflan en l as dotes, en los medios, en las industrias naturales :

presunción

en

no se le deja a la gracia su parte

principal. Principalmente los defectos naturales del mismo Director.: él no

4.

los conoce bien, ni se esfuerza por corregirlos. Hacen más dificil la dirección, la esperanza y el celo tibio. Hacen menos fructuosa la dirección el afecto grande, la afa­ bilidad excesiva y la firmeza en el mandar.

3.

-

Los fi nes concretos d e l a d i rección

a)

Es erróneo pensar, aun tratlmdose de principiantes, l.

que tanto mejor va en l a dirección, cuanto el dirigido mts dependa del Director e n todas y e n cada una de l as cosas ;

2.

que nada han de hacer, sino bajo el Impulso y el mandato del Director.

As! únicamente se logra que las almas sean siempre

unos menores. b) el

El fin a donde debe tender el Director es que el dirigido pueda carecer de su ayuda, al menos en los casos ordinarios. La dirección no es una eme ta> : este fin

único :

es un puro instrumento para

aumentar l a caridad hacia Dios para serVlrle

mejor.

H) 4.

-

ELECCION DE DIR ECTOR

C u a n d o se e lige

a)

A muchos se encarga la Providencia de darles Director : el pt­ rroco . . .

bl

Entonces l a presunción estll a favor del Director asi propuesto. Parece que existe cgrac!a especial» para estos casos. De n o haber razones en contra mejor es aceptar ese Di­ rector.


LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL. - III.

e)

PELIGROS - E LECCIÓN - CARTAS

183

Podrá suceder que alguno, antes de toda experiencia, ya razona­

blemente conoce que el Director no le viene bien. Y con mrui razón d espué s de experimentarlo . . .

d)

P a ra otros muchos, n o hay Director especialmente propuesto. Po­ drán acudir a muchos con Igual titulo . . .

s . - C6mo se e lige l.

Unas veces es Dios quien revela el Director.

2.

En lo s siglos XVII y XVIII se daba inmensa impartancia a esta elec­

ción y se recurrla a «presentimientos e lnclinacloneS> sobrena­ turales.

3.

Esas mociones no son despreciables : pero aconse j a San Francisco

4.

Prll.cticamente, habrll. que ponderar las dotes del Director y las

de Sales < l l que vayan acompañadas de refiexlón y de consultas.

circu nst an ci a s particulares que habrá de tratar con é l ; su carác­ t er. Que no lnfiuya la slmpatla natural, sino la luz de la fe.

No pueden faltar los consejos de los prudentes. Son motivos paco seguros : l a edad, l a ciencia, el número de gente que va con él.

6. - Del cambio de Di rector 1.

Es a veces l a Providencia quien impane el cambio. Entonces es mejor no continuar la dirección por cartas, sino buscarse otro

Director. Acéptese el cambio como dispuesto por Dios, que suplirá eso . . . 2.

Pueden presentarse otras causas de cambio :

1.•

Uno experimenta una dificultad en abrirse, que está bien fundada en la naturaleza de las cosas. No es ni tentación, ni c onsecu enc i a de la timidez, que se tendrla con cualquier otro Director.

2.•

Se ve la Ineficacia del Director ac tu al , y tal vez algunos errores

graves,

Por

no

e ntender

la

disposición

del

di­

rigido. Fn estos dos casos e s mejor cambiar,

pero prudente­

mente.

7. - C o nfesor. - Di rector l.

Hay sus ventaj as en que sea uno mismo el Confesor y el Director.

a)

Ciertas cuestiones se tratan mejor de una vez en la con­ fesión.

(1)

S!t.N FR. DE SALES,

Carta 234, 14 octubre 1604, tomo 12, p. 353.


LECCIÓN 27

184

b) ·Mayor unidad : rección. 2.

apenas

habrá contestón sin algo de di­

Podrá haber razones para separarlas : a)

L os que se confiesan con frecuencia, lo hacen con confe­ sores ordinarios ; no siempre hay entre ellos D i r ec tor e s

aptos. EL APTO tal vez sea uno a quien no es fácil acudir con frecuencia para confesarse con él.

b)

Eso es Importante, si el caso de la dir e cc ión es compli­ cado.

8. - C o n fesión. - D i rección a un t i e m p o

Suponiendo que el Director es el Confesor, se pregunta cómo es mejor la dirección : ¿en la confesión o fuera de ella?

a) b) e) d)

Es evidente que trata.ndose de mujeres, también la dirección se da ordinariamente en el confesionario. El tiempo : Ser:!. mejor que primero se haga l a confesión, y luego se hable de l a dirección. A las alm as ya hechas a la vida espiritual, las charlas de direc­

ción deben ser poco frecuentes, pero algo exte nsas. Esto, asl en general. H abr:i circunstancias que aconsejen hacer otra cosa.

s. - M u c h os o pocos d i rectores l. 2.

Santa Teresa tuvo varios Directores.

Hay desventajas y peligros en la pluralidad. La Santa misma experimentó sus dificultades sobre todo al prtnclpto.

3.

El VERDADERO Director no puede ser sino b e r tad para pedir consejo a otros.

4.

Esa libertad l a bendice la Iglesia. Las almas piadosas y más las e s crupulosas sean prudentes en usar de esa libertad ; porque su abuso les ser!!. muy perjudicial.

Cl 10. -

A)

El

UNO ;

pero con li­

D I R ECCION POR CA RTAS

estado d e l a cuestión Deben distinguirse varios matices :

1 .°

Consultas sobre cosas espirituales, que no habitualmen­ te, sino alguna que otra vez, se hacen por carta.


LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL. - III.

2.•

Se tiene un Director : escribe

a

OTRO sobre

PELIGROS - ELECCIÓN - CARTAS

185

pero c o n bastante regularidad s e cosas

espirituales

y

sobre

otras

c uestiones .

H abr á peligro de que haya oposición entre la direc ción y la respuesta del otro.

3.•

La correspondencia se tiene con el único direc tor de una manera

B)

ll

regular .

De este tercer aspecto hay que decir que tiene muchos peli­ gros y dificultades.

a) a) e) d) el

No se sabe el estado del alma al momento de recibir la carta : No

hay

tal vez llegue en momento poco o portuno. modo

de

corregir

una

Interpretación

mal

dada a la carta ; hablando, más fácilmente se entien­ de uno. Habrá muchas cosas útiles, que no habrá poslbllidad de decirlas en una carta. Tal vez, quien recibe l a carta se la enseñe a otras personas, a quienes haga daño. Mucho

tiempo

perdido

con

relación

al

fruto

ver­

dadero .

2)

ESO

NO

OBSTANTE,

algunos Santo s ,

como

San Francisco

de Sales y San Pablo de la Cruz adoptaron el sistema de di­ rigir por cartas.

11.

-

l. 2.

R esu ltado : D i rección oral La manera ordinaria de la dirección sea siempre la oral : de no haber grave ra zón en contra.

No es razón grave, la necesidad de volverse a abrir ante un nuevo

Director : al menos ordinariamente.

3.

A pen as si será útil la d i rección por cartas, cuando no se tiene

conocimiento directo de la pe rsona .

El Director, sólo por cartas, no podrá formarse Idea cabal del

di rigid o .

Sl sólo hubiese consultas teóricas, a eso es más fácil respond e r ,

aunque c o n cautela :

po d r á s e r que se busque escapatorias, que

oponer al Director propio.

4.

R arí s l mamente será útil la dirección espiritual por cartas entre

personas que sólo se conocen ocasionalmente. A no ser para deci­ dir lo que entonces se comenzó : v. gr., sobre l a vocación.


LECCIÓN 27

1 86

1 2.

-

al

Resultad o : D i rección por cartas Se trata de Director y dirigido, que por mucho tiempo se han tratado oralmente.

b)

el d)

Ese largo e íntimo conocimiento dio por resultado una dirección muy apta a j uzgar p or los fr ut os .

Ahora

viene

un caso delicado. . .

el Direcoor nuevo no es m u y

allá . . . ni hay otro a quien el dirigido pueda presentarse. En este. caso está muy bien Indicada la d ire cci ó n por carta. No sea el Dir e ctor quien proponga ese medio, para que no apa­ rezca que lo impone.

1 3,

-

C o nsejos espirituales en cartas

l.

Sí se dan con prudencia, remitiéndose siempre al parecer del

2.

Más que ponerse a dirigir l a vi d a o a solucionar dificultades, dése

propio Director, podrán ser muy útiles ; v. gr., tratándose de her­ manos, amigos, conocidos. . . ánimo, excítese el fervor, incúlquense íntimamente los pri ncip ios de una vida Interior sólida, profunda.

14.

-

l.

Cómo se ha d e hacer

P rinci pi os . El fundamental es que no se escriba nada que, el que recibe la carta, no pueda mostrársela a otro. Gravedad, omisión de todo, lo que aun siendo bueno, puede ser mal Interpretado.

2.

Cada carta s e a completa en si. De suponer algo, dicho en otras. dese una pequefia Indicación.

3.

Se Inculque que Ja direcci ó n es unipersonal :

que

no

se

ande

comunicando a otros lo e s cr ito. 4.

5.

6.

Brevedad en las cartas , cuanto sea p os ible . Dese

a li n mayor

libertad para

que

el diri g i d o pueda consultar

con otros lo qu e le parezca, pues habrá dificultades para el diri ­ gido Imposi bles de ponerlas por escrito. Nada de cla ndest i nidad . El religioso o religiosa obtengan los per­

misos d ebid os . La e s po s a tenga avisado al marido . . . No hay ventaj a ninguna que compense los peligros de la clan­

desti ni dad.


28

L E C C I O N

LA A M ISTAD ESPIRITUAL ( GUlBERT : 223-230.)

l.

SUMARIO : 3.

EJ4." m p l o s

�\ l g u n o s

tad. - ,\ )

de a m is t a d . - 2.

p renotandm;. - 4 .

dos dt." a m istad,-6,

Razón

Elementos

de

de

la

tratar

A m iMlad e n t re iguales - 8.

l i g ros po1d bleM. - 1 0.

d4."

la

a m i stad. - 5.

Intervención de los m o t iv os . - 7.

El

a m ista d . \'a r! o s mo­

s u j eto de l a a m is­

Posición d e l os a!!lci-tkol'I. -

Una a m i stad a l a b a d a . - 1 1 .

Cómo desc u b r i r

9. la

Pt!'­

bue­

a mistad. - l2. l\lás d e t a l l es y otros aspectos. - 1 3. Señales d e m a l a amist a d . - 8 ) A m i st ad e n t re D i rtt"tor y di rigido. - U. Sus ca u sas. 15. S u s peligros. - 1 6. Los casos d e a m is t ade s santa.s.. - 1 7. N o r m a s para na

caso� posibles.

LECTURA co m plementari a :

1. -

Amor

y

a m istad. 11,

406.

E j e m p los de amistad

l.

Es conocida la amistad que mantuvieron entre si, con gran fruto en e l camino de la perfección

a) b)

los

Santos

Basilio y Gregario Nacianceno ;

Antonino de

Florencia y Juan Dómlnl : los Santos y Santas San Francisco de Sales y Santa Juana Fremiot de Chanta!, Santa Catalina de Sena y el Beato Raimundo de CapUa.

e) 2.

Los Santos d e que nos habla Gar-Mar C D .

Es conocido también e l número de casos lamentables :

principio

fervorosas,

cayeron

p o r ocasión

de

almas, a l

amistades

espiri­

tuales. Hubo sinceridad y buena Intención al principio : poca prudencia.

3.

Es cierto que se dan amistades naturales más o menos sensibles ;

a) b)

tal vez n o sean peligro próximo de pecado ; sin duda que Impiden la verdadera perfección espiritu al ; porque habré.

pecados veniales ; resistencia a las Inspira­

ciones. Pueden nacer con ocasión de la dirección espiritual, por otra causa.

(1)

OAR-MAR, Ccn.stcla.ciones de Santos, en 11Sugerencias", &.• edic.

FAX,

o

Madrid.


LECCI6N 28

188

2. - Raz6n de t ratar de la a m i stad al

En MORAL se estudian las amistades, en cuanto pueden ser oca­ sión de pecar.

b)

Aqul, en cuanto l a amistad puede ayudar o perfección , y a se trate de

dañar al af llll de

amistad entre Director y dirigido, o

de amistad entre Iguales.

3. - Algunos prenotando& La

am1s tad

debe distinguirse

! .'

Del amor general de caridad a nuestros prójimos.

2.0

Del afecto especial a ciertas personas

a)

a

titulo

de

consanguinidad :

padres,

hermanos,

pa­

rtentes ;

bl e)

a titulo de gratitud : bienhechor, maestro . . . a titulo d e una circunstancia especlal.

4. - E l e m e n to• d e la amistad a)

La amistad supone cierta elección y cierta semej anza : e. d. afi­ nidad y comunión de J uicio y afectos.

b)

El afecto ya exlstia o nació con la amistad : crece entre los ami­

e)

Por eso que añade, ya n o es, como la caridad,

gos y añade reciprocidad con cierta comunicación. «medida de per­

fección•, sino un med io : de é l habrá que usar tanto-cuanto ayude a la perfección de la vida cristiana.

5. - Varios modos de amistad a)

Algún autor, como David de Augusta ( 2), distingue estas varias clases :

bl

1.

amor carnal,

2.

amor de concupiscencia,

3. 4. 5.

amor natural,

Será

amor social, amor esp!r!tual. mejor

hacer

estas otras distinciones, fijándose

en el mo­

tivo :

(2)

DAVID DE AUGUSTA ( 1 271), Formula noviliornm. D� 'interiaris et exterioris hominis re/onnatiane, 111, pro. 6, c. 34, n . 21 ; Quaracchi, 1889. De septem orationfs <ed. Heer lnkx en RAM, 1933).

gradibus


LA AMISTAD ESPIRITUAL l. 2.

1 89

por motivo sobrenatural : caridad, celo ; natural

legitimo :

inclinaciones Iguales ;

bene­

ficios mutuos ; natural Ilegitimo:

3.

1) 2)

inclinación sexu al entre los no casados ; deseo

de emplear al

amigo a fines

de

ambición.

e)

As! resultan tres clases de amistades:

sobrenaturales, naturales,

carnales.

&. - 1 n t e r v e n c i ó n d o los motivos Los motivos podrán combinarse distintamente : unas veces un mismo motivo prevalec e ; otras veces es secundarlo o accesorio, y otras veces me­ ramente concomitante. Por eso

l.

en la amistad sobrenatural podrán !nfiuir motivos naturales legitimas

y

simultáneamente

concurrir otros malos

Impulsos

contra la amistad, que no los acepta la voluntad y hasta los rechaza ;

2.

sucederá que, además de la primera intención del amigo, las mismas relaciones de amistad Irán aumentando las fuerzas de aquellos motivos antes rechazados.

Entonces esos motivos !nfiuirán

consciente

o

inconscientemente

en

el 'llma del amigo y lo van l levando a cosas, que al principio ni se so­ ñaban.

7. - r;; 1 sujeto d e la a mistad La amistad, aqul considerada, puede tenerse entre personas de diver­ sas clases. Dos clases consideramos ahora.

1.•

Amistad entre iguales : v. gr., compaileros del Seminario ; sacer­ dotes del mismo ministerio : entre religiosos.

2.•

Amistad entre el Director y el dirigido.


LECCIÓN 28

190

A) a.

-

A�l l STAD ENTRE IGUALES

Posició n d e los asc éti cos

Los

autores

ascéticos

juzgan

severamente

las

amistades

parUcu­

lares. l .º

Porque se dirigen a los religiosos ; y en las comunidades facll­ mente crean peligros esas amistades entre algunos miembros.

2.0

Porque, en

general, de

cualquier amistad

particular se pueden

temer grandes daños o peligros. 9. - Pe l igros posi b l es a)

Entre j óvenes

l.

contra la castidad. No hay que exagerarlos, pero tampoco despreciarlos ;

2.

aumento de la afectividad sensible : eso disminuye la aus­ tera virilidad, que pide la perfección ;

3.

baj a el gusto de lo espiritual : el alma ya no esta libre de las criaturas : no sube el Criador.

bJ

Entre los de edad : la amistad podra convertirse en medio de sa­ tisfacer los deseos de la ambición.

el

En las comunidades :

contra la caridad fraterna por exclusivis­

mos, por formación de cotos cerrados, por falta de cooperación a las obras comunes.

e)

Entre cualesquier a : el peligro sera que el menos fervoroso entibie al más fervoroso.

1 0.

-

Una amistad alabada

Ha sido alabada, aun por los Ascetas. porque tiene ventajas para la pe rfec ci ón y e l servicio de Dios l a AMISTAD SOBRENATURAL. Podra ser poderoso auxlllo de santificación personal por la familiar

y libre entrad a ; l a cual da lugar a comunicarse los buenos deseos . . . y

aun a la corrección de defectos.

a)

Su campo de acción mejor es el de los fervorosos ; o si muchos, llenos de buenos deseos, traban amistad con los tibios o menos fervorosos.

b)

Esa amistad puede aprovechar mucho, como se ha comprobado en la historia de las reformas o fundaciones. Con tal que se logre evitar e l fariseismo.


191

LA AMISTAD ESPIRITUAL

- Cómo d escubrir la buena amistad

Habrá que examinar en cada caso 1.

si la amistad es y persevera •espiritual> :

2.

si hay peligro próximo de que se vuelva en natural o camal ;

3.

si no hay tal peligro, sino de ese modo general y remoto que

4.

si las ventajas sobresalen mucho sobre las desventaj as ;

5.

si las desventaj as son de esas que fácil y eficazmente se curan.

se da en toda amistad human a ;

- M ás detalles y otros aspectos

a)

H ay que cerciorarse 1.

de cu:!.! de los dos amigos Influye prevalentemente en el otro ;

2.

de si más fácilmente le comunicará sus cualidades o sus defectos ;

3.

de si empiezan a aparecer señales de deteriorlzaclón en la amistad buena.

b) e)

d)

e)

Hay que fomentar una caridad amplla hacia los otros : una recta Intención, espíritu de fe. Hay que evitar las envidias, el esplritu farisaico. Hay que timas.

templar

las

manifestaciones

externas,

aunque

legi­

En las comunidades hay que subordinar la amistad a los requi­ sitos de la vida común : evitar toda separación con los demás.

- Señales de la mala ami stad l. 2.

El exclusl vismo: los amigos se disgustan de que un tercero se entrometa en sus conversaciones, que no son secretas. El pensamiento continuo del amigo, aun en las ocupaciones Im­ portantes.

3.

Inquietud del

corazón cuando el amigo está ausente :

charlas . . . 4.

Regalillos frecuentes : dados y aceptados.

5.

Disimulo de los defectos : e indulgencia para excusarlos.

Inútiles


LECCIÓN 28

192

B)

AMISTA D ENTR E D I R ECTOR

Y

D I R IGIDO

1 4 . - S u s Eausas t)

Causas generales son las mismas que provocan las dema.s amista­ des : Inclinación sensual, dones naturales, circunstancias diversas. Causa particular : la misma dirección.

2)

a)

Esta

dirección

fácilmente

hace

brotar

cierto

afecto de

paternidad : tanto mayor, cuanto más se haya ayudado a un alma . . .

b)

E n e l dirigido brota también un •afecto filial> por grati­ tud, por confianza, por sentido de la propia debilidad.

cJ

SI el dirigido es mujer el afecto nace de su propia índole, al encontrar ayuda en el Director a quien libremente pue­ de acudir para abrir su alma y en quien apoyarse en las dlficul tades.

15.

-

Sus p e l igros

El peligro salta c u ando el dirigido es

cmuj er• :

en l a dirección ha

de hablarse de tentaciones, tal vez de caldas . . . NI l a edad, ni e l tempe­ ramento flsico resguardan contra ese peligro.

El peligro de degenerar en amistad natural y sensible. Suelen brotar pronto

pecados veniales. . .

pérdida

El peligro de deteriorarse que

no hay

libertad,

de

tiempo. . .

l a dirección :

ni autoridad :

escándalo para

otros.

se hace menos eficaz, por­

el respeto

humano se apodera de

ambos.

1 6.

-

Los casos de a m i stad es santas

l.

Prueban poco. Puede ser cposible• la amistad entre Director y

2.

Históricamente consta que las amistades entre los Santos empe­

el dirigido : puede llevar fruto de mayor santidad . . . Pero nada ma.s. zaron

ya

cuando

por

ambas

partes

estaba

muy

avanzada

la

santidad, o al menos, cuando una de ellas era ya de una santi­ dad eximia.

3.

Esas amistades

fueron

cun exquisito fruto de santidad• :

medio para conseguir la santidad.

1 7. - Normas para casos posi b l es l.

El afecto es natural y sensible : ambos se dan c u enta. La dirección ya no será serla ni eficaz.

no un


LA AMIS'!AD ESPIHITUAL

1 93

Hay que cortar esa dirección con ftrmeza, pero con delicadeza.

a)

b)

Si degenera en carnal la amistad, e l corte sea Inme diato.

SI permanece espiritual y sobre n atural, h abria que traba­

l ar

y

tal vez

sin fruto, para que los moti vos no vayan

haciéndose n aturales. No habr� aun asl, seguridad si no hay gran santidad : pero de ella no son buenos Jueces ni el Director ni el di­

rigido.

2.

S1 el Director siente ese afecto natural -sensible h aci a el diri gido

a)

nunca se lo diga al dirigi do ;

b)

si eso le estorba una dirección eficaz, aconseje al dirigido, con cualquier pretexto, que se vaya con otro Director.

3.

SI el Director ve que cla dirigida> le tiene carill.o

a)

si hay afecto carnal, aunque no se de pellgro para el Di­ rector, córtese la dirección :

b)

si se trat a d e

una enferma, a quien le pasar� lo mismo

con cualquier otro Director,

tr�tesela como enferma,

torbando que saque d e la dirección ocasión

e)

es­

de fomentar

tal afecto : si el afecto es sólo sensibl e , si lo es h acia

este

Director

determinado, e s meJor cortar. SI lo es h acia cualquier Di­ rector habr� que trabajar en no permitirse famtll a_T'f. dades. y no recibir regallllos ningunos de e lla.



lll SEGUNDA PARTE

:\1 E D I O S

DE

PERFECCION



L E C C I O N

29

ALGUXOS l\ I E D í O S D E P E R FECCIO N : S A C R A ME:\TOS SV:\L\ RI O : ! . Cuatro c l ases d e m e d i os . ,\ ) LOS S ..\ C J\ .\:\rEXTOS. - 2. Sa­ cramento!; en ge n e ral . - a. E l Sacramento d e l a Pe n iten c i a. - - 4. La Euca­ r i • t í a . - 5. La Santa lllsa. - B ) E.I ERCICIOS ESPIH llTALF:S. - 6. Loo d e San Ignacio. - 7. Lecturas pi a d o s a s. - 8. El examen de c o n c i e n c i a. . CJ �HH l T I F I C A C IO :\ . - 9, La m o rt ificación de los s e n l i d og. - D) � I E­ lJlOS m: l ' :> l O :> l l lH EC T A A D IO S . - 1 0. La oración. L E C T L H.A c c m p l e m e n tu r i a : .A ) La l\lln : a) e n su c o n t e n i d o, II, 1E5; b ) en su l i t u rgia, 111 1 8 1 ; d e n s u c el e b r ac ió n, II, 1 8 8 . - B ) E u ca.rh1t ía : a ) centro

de piecl. a d , II, 2 1 9 ; b) una Hora S a n t a , 11, 17, - C ) La C o n fesi ó n d e Ejer­ cicios, I, UU . - D ) Ejercicios espirituales de San Ignacio : a) para b u scar a D ios, ] , 9; b ) c ó d i Jt o de p e r fecc i ó n , ] n lc. 4 5 ; e ) y l a \." i d a i n terior, U , 3 35.­

E)

Exa m e n general de la conciencia. Jn i c. 55.

1 . - Cuatro clases d e m e d i os l.

UNOS MEDIOS producen en el alma la gracia santlftcante y dan

2.

Otros medios mantienen l a tendenci a : Son los Ejercicios llamados

derecho a gracias actuales : Son los Sacramentos y la Santa Misa. espirituales ; se hacen durante un mes alguna vez en la vida, o durante unos dias cada año. Renuevan su fervor los retiros men­

3.

suales, las lecturas espirituales y l as exhortaciones. Otros medios ayudan a quitar defectos e Implantar virtudes : Son los exámenes de conciencia, la mortificación de los sentidos y el perfeccionamiento metódico de las obras ordinarias.

4.

Otros medios unen directamente con Dios : Son la Oración, la Pre­ sencia de Dios. l a conformidad con su santa voluntad y la pureza de Intención < Lec. 30-36>.

A)

SACHA:\IENTOS

2. - Los Sacra m e n tos en general

1.

Son fuentes de

gracia :

nos aplican ministerialmente la

que Jesucristo nos mereció con su vida, pasión y muerte . . .

2.

se Royo Marln ( ! l , E. Hemández

(2l.]

gracia [ Véa­

Producen en nosotros la gracia de d o s maneras :

! .•

EX OPERE OPERA TO : por su propia virtud lntrinseca con­ ferida por Cristo, Independientemente de las disposiciones

(1) (2)

ROYO M'ARiN, Parte .sacramental en su Teología de la perfección, BAC, Ma­ drid, 1948. Ec'SEBIO HzRNANDEZ, Gufone.s para un cur&illo, Comillas, 1954, c. DC, pági­ nas 51-59.


198

LECCIÓN 2 9

d e l sujeto, pero c o n t a l q u e el sujeto se acerque c o n las CONDICIONES exigidas para el valor del Sacramento. A)

LAS CONDICIONES son :

1.

Intención de recibir el Sacramento.

2.

Estado de gracia para los Sacramentos que caumentan•

la. gracia :

e. d.

•Sacramentos

de VIVOS>.

3.

Dolor de los pecados, atrición al menos, para los Sacramentos que conceden la «primera• graci a : •Sacramentos de muertos».

B)

SON CAUSAS de la gracia los Sacramentos ; pero solamente de un modo moral. Dios, movido por la. presencia de un Sacramento, en cuanto es Acción de Cristo y en virtud de la Institución de Cristo, produce la gracia propia de aquel •Signo > , o aumen­ ta la gracia que había ya en el alma. La teoría de que los Sacramentos son •causa fl­

slca• de la gracia, como Instrumentos en la mano de

Dios, no tiene sóli d a base teológica, aunque tiene algunos partidarios entre teólogos. Comúnmente los teólogos se contentan con la teorla d e la causalidad moral, explicada de varias maneras : eso basta para el Dogma. 2.•

EX OPERE OPERANTIS: Si el que recibe los Sacramentos,

además de las condiciones mlnimas indispensables, se acer­ ca a los Sacramentos con buenas disposiciones personales, los Sacramentos dan más . a)

Los bu e nos actos de la preparación logran, pero sin ser ellos causa, mayor cantidad de gracia sacra­ mental, porque el vaso de nuestra alma se ensancha con la intensidad del fervor y de la devoción, de la humildad, de la fe, del espíritu de compunción, etc . . .

b)

J.

-

l.

E n l a práctica e s de suma Importancia esa cu1dadosa preparación, que admite grados varladis!mos.

E l Sacramento d e la Penitencia SUS EFECTOS Sacramentales son estos varios : a)

Borra por la absolución los pecados mortales todos y ade­ más los veniales que se acusan.


ALGUNOS

b)

MEDIOS DE PERFECCIÓN ;

SACRAME..'"'l'TOS

199

Da l a gracia santificante ; quita l a p e n a eterna de l o s mor­ tales perdonados y

disminuye

al menos las penas tem­

porales.

e) d1

SI sólo hay pecados veniales acusados, los perdona y aumen­

ta la gracia santificante, y disminuye las penas temporales. No es sólo una magnifica disposición previa para recibir la Eucaristía, sino que independien temente de los otros Sa­ cramentos tiene una eficacia extraordinaria en el desarro­ llo de la vid a c r!S tl ana .

2.

LAS DISPOSICIONES;

1. •

Son magnificas las que coincidan con los actos de virtudes teologales :

a)

Actos de fe creyendo que uno se acerca al tribunal de Cristo.

b)

Actos de confianza, esperando perdón en el tribunal

de la misericordia.

e)

Actos de amor, que excluya el afecto a todo pecado

y ponga dolor universal de todos, y a poder ser, por

motivos de verdadera contrición, aunque bastan los de atrición.

2.•

Son provechosfsimas las que destru yen toda crutlna• y li­ gereza, haciendo que l a confesión sea clara, sincera, In­ tegra.

4. - La Eucarist ía a)

Su NATURALEZA Y EXIGENCIAS. Es por excelencia el Sacra­ mento de la perfección por su eficacia santificadora. Requiere que nos a ce rquem os a ella en estado de gracia:

l.

El que haya perdido l a gracia debe recuperarla antes de recibir la Eucarlstla. y precisamente por medio de la

Confesión, sin que baste el que s e haya recuperado la

gracia por un acto de perfecta con tric ión.

2.

En casos excepcionales, si el celebrante o comulgante tuviese una gran necesidad moral de celebrar o de co­

mulgar, y ya no le fuere posible la confesión sacramental,

por es a vez estarla bien dispuesto si recuperara la gracia

po r un acto de contrición.

b)

SUS EFECTOS : La Comunión al darnos a Cristo pone a nuestra d!Sposlclón todos los tesoros de santidad encerrados en El. Juntamente con el Verbo E n c arn ado -Y cuerpo y alma y divi­ nidad de Cris to- vienen a nuestra alma e l Padre y el Esplrltu


200

LECCIÓN 29

Santo ; de modo que qued amos asociados a la vida Intima de la Trinidad. Mientras duran las especies de pan y vino, la Santa Humani· dad de Cristo está en contacto directo con nuestra alma por su presencia fisica. Este contacto d a al alma una situación excepcional para que l a Santa Humanidad obre en el alma con la misma eficacia con que sanaba

los enfermos,

daba vida

a los

muertos,

enrlquecia

de

dones a todos los que se llegaban a Cristo en su vida.

el

N U E S T R A ACTITUD EUCARJSTICA : Sea de f e :

no mirar sólo la Eucarlstia como cosa sagrada:

Veamos en e lla a Jesucristo e n pe rsona físicamente, realmente presente ; con conciencia de lo que es El y de lo que somos nos· otros. Sea de adoración : rendimiento y reverencia a la maj estad In· finita de Dios. La Eucaristia tiene u n Hn LATREUTICO : es ella

adoración. Sea de humildad confiada con agradecimiento personal afiad!· do a su Hn obj etivo, que es ser «acción de gracias>. Sea de amor d e unión y trasformación en Cristo, que sin con· fundir nuestras personalidades ni nuestras acciones, nos haga Jo más parecido posible a Cristo. Sea de cvictima>, de sacrificios personales unidos a la «victima

divina>, para que se apliquen a más almas y en mayor cantidad los méritos de la Cruz. Sea de frecuente encuentro con Jesús en la Comunión y en las visitas al tabernáculo.

5.

-

l.

E l Santo Sacri ficio de la M i sa La Misa es con pequeñas diferencias

(-con derramamiento de

sangre, sin derramamiento d e sangre-) el mismo Sacrificio que Jesús ofreció por el género humano en la Cruz siendo El Sacerdote

y Victima.

2.

La Santa Misa tiene un valor Infinito de santificación, considerado en si mismo.

a)

bl e) 11)

Es una adoración Infinita a Dios. Es una acción de gracias, la más digna que puede darse a Dios. Es una reparación absoluta de las ofensas hechas contra Dios. Es una petición de dones Invenciblemente Infalible.


ALGUNOS MEDIOS DE PERFECCIÓN : SACRAMENTOS

3.

201

Respect o de nosotros, sus efectos no se nos aplican en toda su

amplitud, sino en proporción a nuestras disposiciones personales , y a los que Dios tie n e determinados para cada M isa.

4.

EL APRECIO que debemos tener d e la Santa Misa debe ser in­ menso : sea el centro de nuestra vida, la fuente m ás asidua de nu estra espiri tu alida d .

5.

Nuestra prepa ración a la Misa debe abarcar nuestro exteri or e

interior : al

E n lo exterior con el perfecto cumpllmlento de las rúbricas

y ceremonias

bl

que

ex ige la Iglesi a :

Con respeto, silencio,

modestia, atención. En el Interior con una identificación tan grande con Cristo

como sea posible, con Inmolación personal a Dios. 1l

O freci én dose al Padre por El, con El y en El.

2l

Unión íntima con Mar ia al ple de la Cruz ; con el

3l

Sacerdote celebrante . . . Unión a todas las Misas que s e celebran e n el mundo entero.

La Santa Misa ce le brada y olda con estas disposiciones es un Instru­ mento de santificación de primerísima categoría.

B)

EJ ERCICIOS ESP I R I T U A LES

&. - Los E j e rc i c i os Espirituales Nos referimos principalmente a los de San Ignacio de Loyola, tan conocidos en la Iglesia. Su eficacia santificadora:

al

San Ignacio afirma que sus Ejercicios «es todo lo mejor que yo en esta vida puedo pensar, sentir y entender así para el

hombre poderse aprovechar a si mismo, como para poder fruc­ tificar, ayUdar y aprovechar a otros muchos> ( Carta a Mlonal. bl

PAULO 111 dice de ellos :

cEstán llenos de piedad, y santidad :

son muy útiles y saludables para la e dlJlc ac lón y p rov ech o es­ piritual de los fieles : los aprobamos, los alabamos y los de­ fendemos.• c)

Pio XII en su enclcllca Mediator Del, hace estas recomen­ dacione s : t.•

Trabaj ad para que no sólo las personas del clero, sino también los seglares sean mu chos los que participen de los retiros mensuales, y de aquellas prácticas pia-


LECCIÓN 29

202

dosas, que s e toman durante varios dlas para renovar el fervor .

2.•

P o r lo que toca a la manera, todo el mundo tiene bien sabido que en la Iglesia hay muchas mansiones ; la As­ cética no puede regularse por el parecer de uno solo . . .

3.•

Esta libertad sea algo sacrosanto . . .

Hay u n a cosa bien conocida de todos , que los Ejercicios

espiritual es que se hacen según J a norma y la m a n e r a de S an Ignacio, a causa de su eficacia maravillosa, han sido aprobados y recomendados por nuestros Predece­

sores plena y

calurosamente.

- Nos,

Jos hemo s

apro­

bado y recomendado y al presente con sumo g u st o re­ novamos esa aprobación y recomendación . . .

d)

El De re ch o Canónico manda que lo s sacerdotes hagan Ejerci­ cios cada 3 año s por unos dlas, y los rellglosos cada año por B dias. Esta práctica e s cada vez de m ayor actualidad. Son muchos

los sacerdotes dioce sanos y l os religiosos y aun seglares que

h ac e n Ejercicios por u n mes ; y muchos más los que cada año

e .1

los prac tic a n por B días.

LOS PADRES GENERALES de l a Compaña de Jesús ve l a n por­

que los Ej e rcicio s se h ag a n e n toda su pureza, aun en la ma­ n e ra compendiosa de los 8 dlas.

El P. Juan Bauttsta Jansens Inculca que se d e n siempre las medita­

ciones p1·oplas de la l.• Semana, con la del Infierno ; y co n las de la Vida de

Cristo se mezclen l a del Reino, l a de Dos

B ande ra s

y l a de

Tres Binarios. Además, mostrando gran estima por otros métodos, como

cursillo s de Cristiandad, EJerc!taclones . . . afirma que para co nse guir sin

ilusión la más sólida p e rfe c ción , el camino más seguro y más apto a Ja mayorla de Jos hombres son los Ejercicios de San Ignacio.

7.

- Lecturas

espiri tuales

l.

Es me dio ant!qutslmo y d e uso continuo entre personas espiritua­

2.

Las l e ct ur as deben ser adaptadas y acomodadas a las n ece sid a de s

les : gran pro veedor de

i d e as

y de afectos.

y a las disposiciones de c a da u no.

3.

El libro de lectura por excelencia es l a S ag rad a Biblia. SI e st á en

lengua vulgar debe tener

algunas notas acl arator ias.

debe l ee rse u olr leer al gu na part e .

Cada

dia

El llbro de l Kempls es clásico por su doctrina s olldislma.

Hay libros en

lo s

cuales metódicamente se expone todo el camino de

l a perfección : el del P. Rodrlguez está recome nd ado por el Papa Plo XI.


ALGUNOS MEDIOS DE PERFSCCIÓN : SACRAMENTOS

203

a. - El e x a m e n de l a c o n c i e n cia

l.

Es l a mirada atenta al Interior de nosotros para c o no ce r sincera­

2.

Es el g ran medio para conocer nuestras culpas, defectos, tenden­

mente la situaclOn re al de nuestra alma y acudir a proveerla.

cias, hábitos ya f o rma do s o en formaclOn ; el Influjo del ambiente, t en t a cio n es y sus raices ; g ra c ia s de Dio s : nuestro modo de reac­ c io n a r .

3.

EL GENERAL mira diariamente al conjunto del alma y va más a l os

actos: faltas : ejercicio de

Virtudes.

El de San Ignacio está metodizado en cinco apartados : Presen­

cia de Di o s : gracias y peUción de luz ; examen ; dolor ; propósito de

la e nmi e nd a. 4.

EL PARTICULAR se fij a en un punto de terminado ; va por grados

desterrando un vicio o lmplatando u n a virt u d . Sus modalidades más especificas se hallan en el de San Igna­ cio, en el de San Llgorlo y e n el S u lpiciano. 5.

< Vé ase E. Hernández : Guiones, 1 954, pág. 61.) EL PRACTICO : semanalmente, el dla de retiro mensual . .. atiende

más a las gracias recibidas y a su fruto ; est u di a el por qué d e la s

las f al t a s, el efecto de los medios empleados . . . 6.

EL EMPLEO del examen está recomendado a toda cl ase d e perso­ nas ; pero a veces puede tener una contraindicación para las almas escrupulosas o m etic u lo s as.

<Véase A Valensln : Ejercicios de mes: En las fuentes de la vida espiritual. •Sal Terrae> : EXAMEN, Inic. 55.)

C1

).!ORTIFICACIO:'\

9. - M or t i fi c a c i ó n d e l o s sentidos Sobre este medio de tendencia a la perfección, quitando defectos, etc.,

vé a nse las Lecciones 37 y 38 sobre el afán especifico d e Prin cipian tes y Profi c ie n t e s.

D)

.MEDIOS QUE UNEN DIRECTAMENTE CON DIOS

1 0 . - La oració n Este y los demás medios que unen di rec t a m en t e con Dios se e s tu dia n

en las l ecci ones siguien tes : 30-36.


L E C C IO N

LA

3 0

O RACION : SU NATURALEZA : SUS MODOS ( GUIBERT : 231 -237.)

SUMA R I O : l. NATU R A LEZA. - t . E l e m e n t os : dt>fi.nició n.-2. Espede:; de n ra­ dón. - 3. :M a n e r a s de- tenrrla. - 4.. Se n t id o s de la oración : genera l ; particulal".-5. U n a o b j eción del Abate Dre mond . - 6.. S o l ución a esa obje­ r i ó n . - 1 1. M O l>OS, - 7. Las for m :i s prim ith-as. - 8. Las fo r m a s e \·olu­ cionél d a s. - 9, Las f o r m a s actnal c s : Mental discursiva : a í f' d i \•a ; rontrm· p l a t l v a sea a d q uirida, sea i n f u s a . LEC TU U A c o m pl e m e n t aria :

J. -

Tres

modos de oro r . [ ni<:. 75.

NATUR ALEZA DE L.\ ORACION

1 . - E l e m entos : D efi n ición D es d e los tiempos primitivos son TRES lo s elementos de definición en la <oración> : petición - elevación hacia Dios - conversación con Dios.

a)

San Juan Damasceno pone dos elementos : •Elevación del enten­ dimiento a Dios• ; «Petición de lo que nos conviene>.

b)

San Agustin pone el elemento c--locución-> : cLa oración es tu locución con Dios. Cuando lees, te habla Dios. cuando oras, hablas

e)

tú a Dios.> San Basilio, imitando a San Pablo, añade otros elemento s : •acción de gracias• ; •adoración - alabanza..

Pe d1r

ya es hablar con Dios ;

pero hay otros modos de hablar­

le SIN PEDm. H ablar

ya es elevar a Dios la mente ; pero hay modos de elevar la

mente SIN HABLAR ; v. gr., admirando, reverenciando. E1e v arse

a Dios no siempre es acto <rellglos0>. Entonces no es

oración. Por eso hoy se añade el cpor qué> d e elevarse a Dios, y asi decimos :

ORACION es «la devota y

humilde

elevación del

alma a Dios, para manifestar en su presencia nuestros sentimien­ tos y nuestros deseos..

2. - Especies de oración 1.

LA VOCAL : Se da, cuando los actos internos del entendimiento

y voluntad se J untan a una expresión externa de locución.


LA ORACIÓN : SU NATURALEZA : SUS MODOS

Co nsta

LA MENTAL :

2.

voluntad.

s6lo de actos cintemos> :

205

Entendimiento y

Prácticamente es meJor esta otra claslllcaci6n :

3.

VERBAL : Se da

al

cu ando

se recitan salmos, himnos, fórmu­

las ya co mp ues tas ; v. gr. El Padrenuestro. El Ave Maria. La Salve. Letanlas.

El al m a, callada la boca, abre Inte­

MENTAL : Interior:

b)

riormente sus deseos a Dios.

vocallzada : E l a lm a, por medio de palabras i m ­ provisadas,

o

adaptadas

de

a lgú n

libro . . . al afecto, que entonces tie­ ne,

conversa con Dios, exponiendo

sus deseos In te rnos. Luego, toda oraci6n e n la que no se empleen «fórmulas> ya compues­

tas, de mera re c i tación , se llama MENTAL, aunque haya uso de pa­

l abras.

3.

-

Maneras de t e n e r oració n

Entendiendo p o r oracl6n MENTAL l a q u e n o emplea «fórmulas>, se puede tener de muchas maneras. CSuúez.)

1 .0 Po r 2. 0 3.0

Regla : s e dedica cierto Uempo d el día a los .actos Interio­

res>, vocal i zad os o no.

Oc asion almente :

se desprende uno de las ocupaciones exteriores

por un rato, para elevarse a Dios, dolerse de sus pecados . . . , e tc .

H abit u alme nte : El alma, sin dejar lo ex terior, un i da con el pensamiento a Dios, a quien ama . . . ESTA HABITUAL se Uene

a) b)

Cuando h ay " cd0n

tivo de

tliiióh

fnfll so•

ni el trabajo, está

Oración d 1 f u s a.

d e Dios en el estado contempla­

t'rahsfomtante : Matrimonio Espiritual.

En al ma s' �reeogfdll!l•.''qúe sln ese don, no se les pasa Uem­

po alguno sin

renovár sii

afecto a Dios, no dejando apa­

garse nunca el pensamiento de Dios.

C)

Cu ando

expresament�. . �ntre el trabajo material se fomenta

el pensamiento de

4.

-

tifos ·:y 'sú

a mor de caridad.

Sentidos d e l a oración mental

A)

SENTIDO GENERAL : Es

a) b)

e)

i od o

oración ' mental

en sentido general

acto In te rno d e fe, de esperanza, de caridad ;

todo p ensa mi en to de Dios ordenado a servirle, a fomentar

l a caridad o las otras virtu de s ;

to do afecto de alabanza, de acelón de gracias, de p enl te n­

ela, y de adoración.


206

LECCIÓN 3 0

CON ESTA CONDICION : que estos actos sean indepen­ dientes de toda •fórmula• no adaptada : y asi sean espon­ táneos y libres.

B)

SENTIDO PARTICULAR : Como ejercicio determinado de la vida espiritual, •es oración m ental los actos que el hombre tiene a ciertos tiempos. reservados para esos actos, en los cuales se de­ dica a Dios, no por preces de pura recitación vocal, sino por actos internos, aunque se vocalicen>.

5. - una objeción

l.

del Abate B remond 1 1 )

Piensa e l Abate Bremond que l a definición -•Oración e s la ELE­ VACION del alma a Dios para reverenciarle, exponerle nuestras

necesidades y pedirle gracias•- aunque emp!rlcamente buena, no es filosófica. 2.

Busca en qué poner la ESENCIA metafísica de la oración, y res­ ponde distinguiendo dos clases de oración:

a)

b)

1a

p u ra :

adhesión del alma, en su parte mtis intima,

a la operación de la Divinidad, que se verifica en el alma ;

la vivi ente : el bloque o conjunto de actos, que cooperan al nacimiento o progreso de aquella «oración ¡¡ u r a • ; y son

meditación, afectos, peticiones, propósitos . . . ARGUYE él : l.

Este conjunto se puede dar FUERA de la oración ;

luego no constituye su esencia. 2.

Este conl ul).tg-_,rip r@.ITT!l l>[O es posible al hombre : j>le en aquella adhesión la oraclón.,es- ��.WP.I:• ,

Intima; l�!!llO. . e§\j\�Jll.unto no es esencial, y la adhesión &. - S o l u c i ó n a la

j!). '!1!0 " r l ! 1 " l

!Ü3

rr -:; 1 ;11.-; <. CT 'l q I �

objeción de ii'rbiii on'.!' º'""' t:t:. \ ;-: ¡� j �1 5j)

Su obj eción va contra la tradlcción. La tradlcclón pone como actos ctt¡¡leoS> la cpetlclón• -cclón de gré.cias, etc.- con San Pablo. Según Bremond esos actos no serian oración sino al coincidir con la ni r adhesión. Ahora bien : l.

Esa adhesión profun da

<u

H. Bm::1.10ND, en Histoire litt. el.u Seutiment Religieuse; en Metaphysique de Saints, VII y VIII, Parfs, 1928 ; en lntrod.uction a la Philmophie de la Priere, Paris, 1929.

puede

darse en cualquier acto nuestro


LA ORACIÓN ; SU NATURALEZA : SUS MODOS

207

de la Vida sobrenatural ; pues en estos actos hay cconsent1mlento> de la voluntad

2.

p rofun da

al movlmlento de la gTacfa.

Esa adhesión se da de un modo formaJ lo mismo en una peti­

ción hecha a D ios , que en un acto cualquiera de mortificación, con el cual e l hombre desea, movido p or la gracia, dar una repa­

ración a Dios por los pe ca d os : e l d e s e o y e l acto de mortlficact.ón

es ya adhesión «en lo más Intimo del alma .. Luego,

la

adhesión profunda

tampoco seria

algo

«típico•

y

exclusiv o de la oración.

3.

La definición tradi cion al conviene mucho mejor a la oración de los TRES elementos : porque a)

la Adhesión profunda siempre se r!!. oración en sentido ge­

neral, pero p

b)

ltcita

;

tam blén

se d a oración SIN es a Adhesión

ex -

toda oración es forzosamente y expresamente un a celeva­

ción• del alma a Dio s ; y <tod a • elevación para adorar a

Dios y para que e l hombre sea me;or es forzosamente y

expresamente oración .

II. - ALGUNOS MODOS 7. - Las formas primitiva s 1.

En San Pablo h a y cobsecraclón, oración, petición, acción de gra­

2.

E n Casiano, San Bernardo, Santo Tomll.s <2> y en Sull.rez ( 3 ) , hay

3.

E n el Pseudo- Dionlslo (4) se h alla un triple movtmlento :

cias• ; o sea : •Oración vocal social• las expuestas.

circular y oblicuo. Esto lo aplica a la contemplación asi :

a)

recto,

Recto : ce! al m a conoce lo Invisible de Dios por las cosas que son visibles en sb.

b)

O blicuo : el alma ve a Dios por Iluminaciones

r e cibid as

de

Di os, pero envueltas y tapadas en figuras sensibles. d)

Circular : el alma considera a Dios csobre todas las cosas> y «sobre el alma misma.. se nsible.

(2)

Con eso se aparta de

SANTO 'l'oMÁS, De verítate, q. 8, a. 1 5 ad 3 ( JI,&...I I,ae, q. 180).

(3)

SU4 R E Z , De Dratione,

(4)

PsEuoo-DloNISIO, De

JI, c. 3, 3-8, etc. divfnts nominibus, 4, n. 8-9 CP. G., 1 , '104).

todo lo


20íl

8.

LECCIÓN 30

Las formas evolucionadas

-

1 .•

La de Gurao el Cartujo ( 5). En la Edad Media se hizo clá.sica esta enumeración : «Lección, Meditación, Oración, Contemplación>. Pero esto m á.s que formas dlstlntas de Oración, son una enume­ ración de partes de la Oración.

2.•

La de RICARDO DE SAN VfCTOR ( 6 ) . •Pensamiento. Meditación. Con­ templación• . En la Contemplación pone seis modos . . .

3.•

La d e ALVAnEZ D E PAZ (7) : dlsüngue l a INTELECTIVA, l a AFEC­ TIVA. Estas formas han sido admitidas por todos.

4.'

La de los CARMELITAS ( 8) : éstos principalmente distinguen la Con­ templación INFUSA y la Contemplación ADQUIRIDA ; l a Oración de simplicidad y la Oración de «simple mirada•.

9.

-

Las formas actuales

l.

Oración discursiva : A esa se la llama también

«

Me d1tac1ón • .

Entran muchos actos del entendimiento y de la voluntad ; racio­ cinios, conceptos, comparaciones, afectos, propósitos, coloquios. 2.

Oración afectiva: El entendimiento no hace casi nada : unas ml­

raditas . . . los afectos lo son casi todo, en cantidad, en tiempo,

todo él. . . 3.

Oración contemplativa: Simple ojeada de las cosas sobrenaturales ; un •simple afecto p r o 1 o n g a d o , con descanso del alma en

Dios•. LA CONTEMPLATIVA puede considerarse a)

b1furcada

es adquirida (al menos en parte ) , si la csenclllez de la oj eada> y la csenclllez del afecto "único">. se ha pro­

ducido no tanto por una gracia especial -aunque siem­ pre la gracia seri la causa primaria-, sino por el In­ flujo positivo de las acciones precedentes de las anterio­ res oraciones discursivas, que se han Ido teniendo en la vid a ;

b)

(5)

(6)

(7)

(8)

e s infusa s i la csenclllez d e la mirada y d e l afecto único• es debida a un don gratuito, lnfundl o por

184, 475). Maior, I, 3 (P. L. 196. 66). s. l., De Inquisitione paci:r, l, p. 3. c . 6. carmelitas ; v . gr., GABRIEL DE SANTA M . MAGD, en Mística rencia, 1934. pág. 90 s . . . GUIGO EL C A RTUSO, Scal.a Claustralium (P. L.

RICARDO

DE

SAN V1CTOR, Beniamin

ALVAREZ DE PAZ,

teresiana,

Flo­


LA ORACIÓN :

Dios :

ca

la

SU NATORALBZA : SUS MODOS gracJa

especial>, que

se

209 llama

•Don

de

oración>.

A ese cDon de oración» no puede el hombre prepa­ rarse, sino 1)

n ega t1v am en t

e

:

2)

e. d.

el hombre puede quitar los obstáculos, que estor­ ban su concesión por Dios ;

el

hombre no puede con su

quirirlo :

no

puede

obligar

ac ti vid ad a Dios a que

ad­ se

lo

conceda ; 3)

e s un

b e n e f 1c io

totalmente gratuito, que le

hace Dios. Estas nociones las emplean todos los autores; pero no hay concordia entre ellos en si existe o no la Contemplación adquirida, descrita por estas nociones.

En la Lección 31 se exponen las razones de unos y de otros para ad­

mitirla o rechazarla.


L E C C I O N

3 1

ORACION DISCURSIVA, AFECTIVA, CONTEl\IPLATIV A,

DE Sll\IPLICIDAD (GUIBERT : 238-251.l

S U M A RI O : 2.

D I S C U R S I V A . - M F.I>ITAC ION.-1. Elementos de l a Med i l a c i ó n .¿ La l\f oditación es O ra ción !-4 . El propósito de San

Al

\'ariH formas.-3.

ORAC.ION AFECTI\' A.-5. Ez:plicaci6n pslco16.e:lca. p e c u l i a r ? - 7. La a rccth·a p u r a . - 8. Afecto de J..A CO:'\TEMPl.. A TJVA. - 9 . Definiciones. - 1 0. Existencia de l a contc-mplaclón. - 1 1 . De la exl stt'ncia d e la c o n t � m pb. c i ó n a d q u i ­ ri d a. - ] 2, C o n c r e t a n d o e n l a ADQUIRID.A. - l !i. R a z o n e s p a ra d ud a r. 1 4. Pruebas pa ra a d m itirla. - De a u t o r j d a d . - U. P ru e b a s teológicas. 16. Refutaelón de d i fi c u l t a d e s . - 0 ) 1.A O. DE S IM PLICID.\ D. - 1 7. � u

Francisco de Sales.-B)

6.

¡ �erá

,· i rtudes.

una

- C)

form a

orige n ; s u n a t u raleza.

LECTU H.A c o rn p l f' m e n t a rl a :

¿A

quién

n . 4 4 7.

o ra r ? - E n

e1

u m b ral

d e l P a d r e : lnic.

ORACION DISCPRSIVA. - 'fF:DITACIO'.\'

A)

1. - E l e m e ntos d e la medltaclon

1 .0

LO CARACTERISTICO es l.

El discurrir mentalmente ; análisis de conceptos ; consecuen­

2.

Variedad d e afectos nacidos d e esos actos ; d e propósitos a

cias ;

aplicaciones ; propósitos. . .

los cuales se a braza la voluntad.

2.0

EL OBJETO : la Vida

Misterios de la fe ; verdades religiosas ; hechos de

d e Jesucristo, d e

los Santos ;

Sagradas Escrituras, Li­

turgia.

3.0

EL FRUTO : El alma comprende me)or todo eso ; lo abraza con más persuasión personal ; se aficiona a ello ; se lo aplic a ; reforma su vida.

2. - Varias formas d e meditacion

l .ª

Meditación propiamente dich a : v. gr. . las que propone el P. Gra­ nada ( 1 ) , San Ignacio, San Francisco de Sales, y aun San Ber­ nardo.

(l)

FR. Lt7lS DE GRANADA, El Hbro de la oración, ticzna, II, tr. 6.

p. I :

Memorial de la vtda

c1i8-


ORACIÓN DISCURSIVA, AFECTIVA, CONTEMPLATIVA, DE SIMPLICIDAD

2.•

Consideración Imaginativa:

21 1

versa sobre los misterios de Cristo,

al modo de las que se atribuyen a San Buenaventura, y como las que San Ignacio llama Contemplación en la Segunda Semana . . . 3.ª

Lectura meditativa : va ponderando palabra por palabra las de algún pasaje d e la Sagrada Escritura, o de otro libro ; v. gr., las que sobre el «Padre nuestro• escribió Santa Teresa ; segundo modo

4.'

de San Ignacio.

Coloquio meditativo : se habla con Dios, con los Santos. Así van

saliendo como conversación con Dios los raciocinios, los análi­ sis, etc. Son buenos ejemplos las Meditaciones de Alvarez de Paz (2) y muchos capítulos de las Confesiones de San Agustln. 3.

-

La meditación es verdadera oración

El Abate Henry Bremond (3) suscitó la cuestión de si la Meditación discursiva es

a)

ve rd ad er a

Oración, o no.

Razones que él aduce para negar que lo s e a : l.'

La Meditación n o se adapta a la «Oración pura• (Lec . 3 0 , n. 5) . Los actos de l a Meditación l o s h a c e cualquiera que «estudia>.

2.•

El

ej ercicio

ascético

puede

emprenderlo

un

mero lllósofo. La oración debe ser siempre posible ;

la Meditación no

siempre lo es, a causa de ocupaciones, de cansancios, etc . . . 3.ª

Hasta e l siglo XVI n o apareció tal form a d e Meditación y fue por exceso de barroquismo ascético.

b)

Razones para allrmar que lo es : l .'

Debe mantenerse que la elevación del alma a Dios es ver­ dadera oración. Esa «elevación• se da en la Oración dis­

2.•

cursiva <Lec. 30, n. 6). Hay gran diferencia entre el que medita y el que estudia; es diverso el «lln> de ambos : religioso en uno, especulativo en el otro.

3 .'

Es el común sentir de los Santos que no son los actos del entendimiento, sino los d e la voluntad, la parte principal de la Meditación ; que hay que Insistir más en los afectos que en los pensamientos.

4.•

La Meditación redne en uno toda la diversidad de actos, por los actos de la

e

petición>, de cacclón de gracias>. de

efe>, etc . . . (2)

<3)

A L V A R E Z D E L A PAZ, D e inquisitione pacit, llI. p . 2 . H . BREMOND, Introductton a la Philosophie d e Ja

Priére, París,

1929, p . 1 1 1 .


212

LECCIÓN 3 1

5.•

E s falso que la Meditación sea un legado del siglo XVI ; la conocieron y la apreciaron los Padres Antiguos.

4. - El p ropósito de San Franci sco de Sales ( 4 ) Aconse j a el Santo que toda Meditación se

termine con u n «propó­

sito>. Pero a no todos les parece que sea necesario particularizar tanto.

a)

Y a hay utilldad en la Meditación sin el

cpropóslto>,

en ese más

intimo conocimiento de las verdades religiosas y dogmáticas. A los principiantes, sin embargo, les está bien h acer apl!cacio­

b)

nes prácticas con «Propósitos determinados>.

B) (V. 5.

-

L.\ AFECTIVA Lec. 35, n.

1 2.l

E x p l i cación psicológica

l.

Cuando uno ha meditado varias veces un misterio determinado, luego, con un simple recuerdo, brotan muchos afectos.

2.

Aquella verdad o hecho pasa a ser más real, más intima, afec­ ti va . . .

3.

Entonces los conceptos enriquecidos con los frutos d e tantas me­ ditaciones, desembocan en afectos. Eso h ace

4.

que

en

una

meditación

predominen

los afecto s :

es

afectiva.

6.

-

¿ Seré forma peculiar?

l.

Dicen unos :

«Se multlpl!can los afectos : luego aún hay pensa­

mientos : es en si

d i s c u rsiva . >

2.

Dicen otros : •Ya no hay casi raciocinio ninguno : luego es contem­

3.

Se dice comúnmente : «Es form a Independiente : esos dos aspectos

4.

plativa.> lo autorizan.• Debe notarse : Al gún autor, con e l nombre de afectiva, está en­ tendiendo la •Contemplativa> y aun a veces l a infusa.

7. - La afect i va p u r a . Se pregunta si podrá darse una oración «puramente afectiv a > , sin acto ninguno del entendimiento.

(4)

SAN F·n. DE SALES, lntroducctdn

a

la vida devota.


ORACIÓN DISCURSIVA, AFECTIVA, CONTEMPLATIVA, DE SIMPLICIDAD

213

La respuesta es : puede suceder que el acto del entendimiento, que precede al cafecto> sea tan breve que apenas se le advierta ; Y así la intensidad del afecto supere, con mucho, lo que de suyo produciría el acto del entendimiento. Pero : un acto del entendimiento siempre tiene que preceder al acto de la voluntad naturalmente. B.

-

A fectos d e v i rtudes

se discute si habrá utilidad en fomentar afectos de vi rtudes par­ ticulares.

al

b)

Dicen unos : •Otro es el ejercicio que se hace fuera de toda oca­ slOn, y otro el ejercicio r e a 1 que se tiene, v. gr., al aceptar una humillación. En éste hay mérito ; en el anterior hay facilidad, pero poca utilidad.• Dicen otros : <Esos actos Internos de deseo, v. gr., de humillacio­ nes ya son meritorios también, si se hacen sobrenaturalmente, v. gr., aceptaclOn de la muerte para la hora y el modo como Dios quiera.> 1l

2)

Con esos actos se prepara el ahna, para que al llegar la ocas!On ejercite realmente esas virtudes. Pero puede haber nimiedades : v. gr., fingiendo casos qui­ méricos, con los que se alborote la Imaginación ; y tam­ bién cuando todo se va en el sentimiento y no en la vo­ luntad.

C)

LA CONTEM PLATIVA (V. Lec. 30, 11.)

9.

-

D e fi n i c i o n e s

l.

2.

3.

4.

La contemplaclOn, dice Santo Tomás (5) pertenece a la simple Intuición de la verdad. San Bernardo : Es una verdadera y cierta Intuición del alma en una cosa cualquiera = cAprehenslón no dudosa>. La consideración es, al contrario, un Intenso pensar para In­ vesti gar. La contemplaclOn es una gozosa admiración de una verdad cla­ rislma. CONSECUENCIAS : l.•

(5)

La contemplación en sentido propio pertenece al cENTEN­ DIMIENTO• : u n simple acto de una Intuición Intelectual,

SANTO TOMÁS, II.ª-n.ae, q, 180, a. 3

ad 1.


LECCIÓN 31

214

aunque vaya acompallado de elementos afectivos, Imagina­ tivos y discursivos ! Gabriel de la Magdalena> ( 6).

2.•

En sentido especial es oración contemplativa aquella en la cual prevalecen no sólo la Intuición Intelectual, sino afectos de la voluntad.

3.•

En general : Oración contemplativa es la elevación del alma

a Dios por Intuición del entendimiento y adhesión de la voluntad, simples, sosegadas, sin esfuerzos

ni prorrumpir en afectos. 10.

por discurrir

E x l s t e t1 c i a d e l a contemplativa

Todos los teólogos admiten la existencia de la contemplativa ; al

bl

se verifica su definición en muchas oraciones de Santa Teresa ; es evidente que Dios concede ese don gratuito a quien quiere y como quiere, sin que el hombre pueda prepararse a él, sino nega­ tivamente, en cuanto remueve los obst4culos.

1 1 . - De la e x i s t e n c i a de la contemplación adqu i r i d a

l.

Se

disputa s i adem t!.s

de la contemplación

cINFUNDIDA

POR

DIOS> se da otra oración contemplativa, no Infundida por Dios

de un modo pasivo para el alma, sino que, parte al menos, sea fruto de actos precedentes del hombre. De modo que el hombre,

con una preparación adecuada y el auxilio de la gracia ordinaria, pueda ejercitarla cuando quiera.

2. • A esa oración ADQUIRIDA. se la llama también oración •AC­ TIVA>. 3 . NIEGAN la existencia de esta oración Arlntero, O. P. <7> ; Sau­ dreau ! 8) , y otros. 4. LA ADMITEN : Meynard, O. P. ( 9) ; Maumlgny C l Ol , Selsdedos ( 1 1), l o s Carmelitas (12) como escuela, el P. J osé de Gulbert ( 1 3) Y e l P. Eusebio Hemt!.ndez, s. l. ( 1 4). FR. GABRIEL DE L A MACDALEllilA, c. o .. V i e spirituelle, 1 923, suppl. 27 7 . Verdadera mística tradicional, Salamanca, 1 9 23 , p. 306. A . . Etat mystique, Angers. 1 9 2 1 , (' , 1 1 . 1 0 1 . (9) MEY N U D . O . P., Vie interioure, 3 ed., Parí s . 1899 ; l. n. 200. ( 1 0) MAUMIGNY. s. I .. Pratique de l'Oratson. 9 ed., Paris, 1 01 1 : II, c. 1 1 , p. 54. ( 1 1 ) J. SEISDEDOS, S. l., P rin c ip i o s /undamentales de la mística, Madrid, 1 9 1 3 . ( 1 2) Carmelitas : a ) O. DE L A M A G D.. M íst ica. teresiana. 85 ; La contempla3ione acquisita, Fl'Jrencta.. 1938. - b) CRISÓGONO DE J. SACRAM., Suma de Ascética y Mistica, Turln. 1936. p. 1 5 1 . (6)

<7>

P, A RINTERO,

(8)

SAUD R E AU,

( 13)

( 14)

J. DE OUIBERT, Theologia Spiritualis. n. 246. EusE&IO HERNÁNDEZ.

S. I .• Guiones para un cursillo práctico de dirección es­ c. 14, p. 1 0 1 .

piritual, Ed. Miscelánea de Comillas, 1964.


215

ORACIÓN DISCURSIVA, AFECTIVA, CONTEMPLATIVA, DE SIMPLICIDAD

1 2.

-

l.

Concretando e n l a adqui rida Toda oración contemplativa es <activa y pasiva> .

a) b)

Activa : se d a n actos de l a s cfacultades d e l hombre>. Pasiva : lnfiuye

la

•graci a

preveniente• y aun l a

gracia

confortante :

d.

hay Inspiraciones del Esp!rltu

Santo,

e.

cuya aceptación ha sido preparada por los Dones del Espí­ ritu Santo.

2.

La Importancia de esta investigación es ésta :

a)

SI se da la contemplación ADQUIRIDA, ésta

1)

no es un mero DON, que únicamente se puede espe­ rar con humildad ;

es un ejercicio al cual podemos los hombres empe­

2)

ñarnos en habilitarnos con

afanes propios:

l a gra­

cia de Dios está siempre asegurada a nuestra dis­ posición.

b)

Todos

admiten que de la contemplación se obtienen In­

mensos frutos. Lu ego es Interesante saber si podremos no­ sotros

esforzarnos

EFICAZMENTE

a

conseguirlos

con

la

c o n t e m plación adquirida, o hay que d e j a r que únicamente los reciban aquellos a quienes Dios se los da

g ratuito

en la i n fusa.

por regalo

1 3. - Razones para dudar l.

Antes del siglo xvn no suena ese nombre. Parece desconocida a

2.

En el siglo XVII parece haber sido condenada en una proposición

toda la Ed ad Media y a los Padres. de las de Molinos :

parece que preparó el ERROR de los Quie­

tistas.

3.

Para la contemplación parece ser necesario un nuevo hábito. (Véa­ se, n . 16, 3.•, 4.•)

Pues consta que no todos los que tienen el hábito de la fe pueden tener contemplación, y sin embargo todos pueden tener

4.

meditación. Hablar

de

la contemplación adquirida

seria SOio transitoriamente ;

parece

inútil ;

de

darse ,

vendría Inmediatamente la INFUSA

concedida por Dios.

14.

-

l.•

Pruebas de la e x iste n c i a : de autoridad Se concede que expltcltamente no apareció l a distinción «Infusa­ adquirida> hasta el siglo XVII. Entonces fueron muchos los libros


LECCIÓN 3 1

216

en español y latín que la divulgan, sobresaliendo e l carmelita Tomás de Jesús. a) b)

R e ci bieron

esa nomenclatura generalmente los au t or es :

entre ellos muchos pre cl aros Dominic os.

Eso prueba, que al condenar Inocenclo XI algunas propo­ siciones de Molinos, aunque en ella exlstla la palabra ccon­

templación adquirida> no fue eso l o qu e se con de nó , ni por eso. En otras proposiciones condenadas sale la palabra <ab­

negación > , etc . No se condenó lo que habla de orto doxo . Está. esto claro, porque los mismos Impugnadores de Molinos USABAN y siguieron usando la palabra ccontem­ placlón adquirida•. 2.•

ESTA DOCTRINA no fue d e s a r r o 1 1 o clentlllco. a)

b) e)

d)

1 5.

-

negación

de lo antiguo: sino su

La palabra ccontemplaclón> no fue e xc lu siv a nunca para la Infusa. La r e a 1 1 d a d fue conocida de autores antiguos: entre ellos Gumo EL CARTUJO y Ricardo Vlctorlno y Gerson. Santa Teresa supone

existir

una oración no

discursiva,

que las almas aprovechadas pueden emplear cuando gus t en .

San Juan de la Cruz no emplea la palabra •adquirida> : pero describe esa oración y la llama •contemplación> , y la admite : aunque algunas al!rmaclones suyas dieron ple a que se le tuviese por adversario.

Pruebas teológi cas

En la sim ple Intuición natural de l a verdad, hay actos de contempla­ ción y de qu ietud.

Que eso pase también en la Intuición sobre n atu r al , se deduce a pr!ori,

y por l a exp e rien cia .

a)

A priori : Porque

1)

las op eracio n es de la gracia no destruyen la actividad na­

2)

A los procesos naturales de lo discursivo, l es sucede una

tural nuestr a : l a pe rf ec cion an .

activid ad natural mlis quieta y sintética sobre lo que se conoce bien. Seria antinatural que eso no pasase en e l proceso so­ brenatural ; luego naturalmente debe llegarse de ese modo a la adqulr!da.


oaACIÓN DISC\iRSIVA, AFECTIVA, CONTEMPLATIVA, ])E SIMPLICil>A])

b)

21":

La experiencia da que estas verdades religiosas son mucho mtis o:sequibles al entendimiento que las metafislcas.

e)

Y tanto más que el amor lo anda inflamando todo y facilitan­ do todo.

1 6.

-

Refu tación de d l fl cultades

Dificultad

! . • : Es

imposible que

el alma esté l argo tiempo en un

•afecto» sin especial gracia «Infusa>. Resf)uest a : Sin especial gracia , si, es Imposible ; pero NO se prueba qu e esa gracia especial

haya de ser precisamente la de l a ora­ ción contemplativa Infusa. Dificultad 2.• :

La adquirida serla transitoria. Resf)uesta : 1.•

Luego se concede ya que ha habido afanes, que han llegado a tener la obtención de l a cadqulrlda• por algo de tiempo.

2.•

Es gratuito afirmar que Dios Inme­ diatamente les darla l a Infusa. La

Infusa la da Dios a quien quiere y cuando quiere. Dificultad 3.• : NUEVO HABITO además del de la fe. Resf)uesta : Para la cadqulrida> basta el hábito de la fe. No todos, a pesar del hábito de la fe, obtienen la adquirida, porque care­ cen de otras condiciones : actos hechos precedentemente. Dificultad 4.• :

La contemplación versa sobre lo cvlsto• : la fe sobre «lo que no se puede ver. : luego . . . Respuesta : Pero e n .sentido lato• ; l a Intuición se opone a lo discursivo: y as! se extiende a cosas que nos ense1!a la fe.


LECCIÓN 31

218

D)

LA ORACION DE SIM PLICIDAD

1 7 . - S u orige n : natu raleza

Debe el nombre a un opilsculo atribuido a Bossuet, sin que su auten­ ticidad sea cierta.

l.

Se identifica comilnmente

con la contemplación

adquirida, por

los que adml ten la adquirida.

2.

La constituyen una atención general y confusa a Dios presente, con un afecto grande y general de amor y adoración, sin actos distintos d e las virtudes.

3.

Algunos l a rechazan aunque admiten la adquirid a : v. gr. Maumlgny. Algunos la rechazan y niegan también la adqUlrida : v. gr. Sau­ dreau.

4.

Parece que realmente existe y que no se identifica con la adqui­ rida, ya que consta de més elementos.


L E C C I O N

ORACION

!llEXTA L :

3 2

:SECESID A D : D ISTRACCIONES :

RECOGIJ\llENTO

( GUIBBRT : 252-262.)

SCl\l.\RIO : tal y

l.

XECESIDAD. - 1.

perfección. - 3,

O ra c i ó n

mental

y sahac:ió n.-2.

Las razones q u e niegan l a neces l d a d .

Oración

- 4.

m e n ...

El sentir

de l a I g l esia. - S . Aserto sobre l a necesidad. - 6. Pruebas de esta necHl­ dad. - Razón teológica . - ':'. El t i e m po de cada d í a . - 1 1 . DISTRACCIO­

XES. - 8.

no

Lo · q a. e

depen dientes

son

las

d i s t racdones. -

d e l a ,- o l u n t a d . -

J I.

9.

Sus

e f ed o s . - 1 0.

Causas dependien tes

de

C a usas

la ,· ol u n ­ llefi n i ·

t a d . - 1 2. Remedios. - 111. RECOGl)llID;TO H .\ BITL\L. - 1 3 . clón. - 1 4 . Sus d t rerencias. - 1 5 . B i e n e s d e l recogi m i ento.

LECTURA

c o m plemen t a rl a 1

El mejor Maestro d e Oración, l. 98.

! . - NECESIDAD 1 . - O ración m e ntal y sa l vación

a)

No se trata aqui de averiguar si la oración mental es tan nece­ saria que llegue a ser cmedio necesario> para la csalvaclón• : o al menos, si es necesaria para Ja salvación ccomo precepto general>, de modo que si uno voluntariamente lo dej e , peque y no se salve.

b)

Es cierto que la oración mental no esti baj o ninguna de estas dos necesidades.

c)

Fue error de Alumbrados y Quietistas defender que la Oración mental era necesaria por precepto divino.

2. - Oración m e n t al y perfección

Otra cuestión : ¿Es necesaria la oración mental para llevar una vida cristiana de perfección?

a)

La oración mental <difusa• o discreta, como la llama Suárez ( l ) < Le c . 3 0 , n . 3, 3.0) y

la

unión d e afectos Internos a l a oración vocal.

es necesaria para l a perfección. Sin esa mA.s intima unión con Dios no existe una vida perfecta.

b)

Dar cierto espacio de tiempo determinado a hacer oración mental de un modo continuo y exclusivo, cada dla y e l mismo tiempo siempre, son sólo adjuntos para mejor y m:l.s seguramente hacer oración.

Cl)

SOÁREZ, De Orati.one, II, c. 4, D. 4.


LECCIÓN 32

220 e)

Luego la cuestión queda reducida a esto, en general : si ser a ne­ cesario algún uso de la oración mental para la perfecclón.

3. - Las razo n e s que n i egan la n ecesidad

Negaron e s a necesidad modernamente Antolne de Sérent, O. M . ( 2)

y R . Cath al a, O. P. < 3 > . 1 .0

P orq ue ese u s o d e dedicar un rato c a d a d í a a la or a ci ón mental

fue desconocido de los antiguos . Existía la coraclón litúrgica> : lo restante del dla bastaba l a unión con Di os.

2."

3. •

Hoy hay muchas almas santas que no saben de oración men­ tal, pero viven unidas con Dios habitualmente : andan en el pen­ samiento y presencla d e Dios. Nace el

peligro de que

dedicado

ese

tiempo

a la o r ación ,

ya

parezca bastante hacer y s e pase disipado lo restante del dla.

Asl sólo se daría a Dio s una m lnlm a parte de l a vida. 4 . - El s e n t i r de la I glesia

l.

El canon 1 25'2 dice : •Debe procurarse que los clérigos dediquen

cada día algún tiempo a l a oración m en tal . > 2.

El c an on 1 367 pr esc r ibe eso mismo para los seminaristas.

3.

El canon 595'2 lo prescribe para los religiosos : •Procuren los Su­ periores que todos los religiosos -todos los dlas- tengan oración

4.

San Plo X ( 4), en su exhortación al clero, dice :

m ental . > e

Lo princ ip al en

esto es que c a da dia den cierto espacio de tiempo a la medita­ ción de las cosas eternas.>

5.

San Bernardo ( 5) le dice a Eugenio III : «Roba algo de tiempo y

de l corazón para la consideración.> 6.

Santo Tom as ( 6 ) dice : •La causa lntrinseca del fervor de l a caridad

( devoción) conviene sea la m editación y con te m placi ón.

Lo mismo inculcan Santa Teresa ( 7 ) y S an Francisco de Sa­

les ( 8 ) .

(2) (3)

C4> (5) (6)

(7)

ANTOINE D E S E R E N T , o. M., La spiritualité chrétienne d1apres l a liturgie, lntrod.uction. R. CATHALA, o. P.• L'Oraiaon dominlcale in V s. 1 9 2 1 , tom. 2, p. 396. SAN P ío X, Haerent animo, 4 agosto 1908, n . 6-7. SAN BERNA RDO, De constderatfone, l. 7 (P. L. 182, 73'1). SANTO ToMAs, lI.•-II.•c, q. 82, a . 3. SANTA TERESA, Autobiograf!a., c. 8, n. 4-9 : Ca.mino . . . • c . 16, n. 3 ; c. 18, n. 4 ; París. 1932.

c. 23, n. 2.

(8)

SAN F R . DE SALES, Introducción a la vida devota.


ORACIÓN MENTAL : NECESIDAD ;

DISTRACCIONES : RECOGIMIENTO

221

5 - Aserto sobre l a n ecesidad

l. 2.

•De un modo general es necesario para conseguir la perfección q ue se de cierto tiempo, de un modo regular, a la oración mental.> La

manera

de

hacer

la

oración

mental

cualquiera de las especies ( Lec. 30, n. 2-3)

puede =

aj ustarse

a

recitación de fór­

mulas, lectu ra m e ditada, mezcla de medi tación y rezos ; rezo del Rosario con pensamiento en los misterios, etc. Pero con prevalen­

3.

4.

cia de la oración formalmente mental. Ni esta ne cesidad es tan absoluta que no pue da suplirse . Es medio normal, que no pue de abandonarse por el que pueda usarlo, sin grave detrimento de su propia perfección.

&. - P ruebas de esta n ecesidad : !.•

1 .0

R azó n teológica

La que aduce San Pío X: vale n o sólo para los sacerdotes, sino para todas las almas plas. <Exhortación al Clero : Haerent animo

4 Ag.

2.'

1908.)

La autoridad de la Iglesia: SI propone a sacerdotes, seminaristas y religiosos el uso coti­ diano de la oración mental, es porque piensa que es medio or­ dinario por el que Dios conduce a las almas a la vida Interior, que les es necesaria.

3 .•

No es USO NUEVO :

a)

Ya Casiano trata de la oración mental privada para des­ pués de l a salmodia nocturna ( 9 ) .

b)

e) a)

S a n Benito e n la Regla menciona muchas veces e l e j e r­ cicio de la meditación. Los consej os de Ou!go el Cartujo, d e Hugo Vlctorlno, etc., suponen el uso de la oración mental. Los Dominicos tuvieron oración mental desde sus comien­ zos : son célebres las palabras de Fray L. de Granad a : •El que no se d a al ejercicio de l a meditación siquiera una vez al dla, no merece el nombre de religioso o de

persona

espiritual> ( 1 0) .

4.•

La dlllcultad d e l n . • 3'3.• supone erróneamente que a l determinar el tiempo de l a oración mental es para que luego durante el dia se prescinda ya de la unión con Dios.

a)

La determinación del tiempo significa que entonces se hace l a oración de un modo mlis profundo, Interno y Ubre.

b)

Esa determinación es menos oportuna para los que llevan

vida contemplativa

(9)

( 10)

pura.

CASIANO, In&titut., II. 12, 15 (P. L. 49, 102). FR. LUIS DE O R .\NADA, Mem.oricl de t:id!l. cristiana.


LECCIÓN 32

222 el

Por eso la determinación arraigó desde que empezaron las rellgtones dedicadas a ministerios apostólicos.

1.

-

El tiempo d e cada dla

al

Para los seminaristas y rellgtosos lo Impone el Código.

b)

Para otros serla Imposibilitar hacer oración poner inllexlblemen­ te un tiempo del dia determinado.

el

dl

Se aconseja atenerse a un tiempo ftJo. En las coyunturas que sean las mejores para que el recogimiento sea profundo y verdadero.

11. a.

-

-

DISTRACCIONES

Lo que son las d i stracci o n es

l.

Divagación de la Imaginación : El entendimiento está pensando en Dios con ayuda ele algunas i m égenes de la imaginación. Entonces la Imaginación le presenta otras Imágenes desconec­ tadas, que arrastran el entendimiento y hacen mé.s trabajoso el seguir pensando en Dios.

2.

Divagación del entendimiento : El entendimiento, arrastrado por l as Imágenes de la fantasia, deja ele pensar en Dios y piensa en el objeto que le presenta l a fantasla.

9.

-

Sus efectos

al

bl

Si sólo hay divagación ele la fantasía, la oración mental prosi­ gue, aunque m é.s trabajosamente y menos profundamente. SI hay divagaciones del entendimiento

1.0 2.0

La oración VOCAL puede subsistir, mientras haya •aten­ ción semiconsciente> e .intención habitual>. .La oración mental

a)

bl

entencllcla formalmente, no existe ya en sentido lato no cesa ele! todo, porque permanece l a voluntad habitual de hacer oración ; y aún caigo virtual • , cuando apenas se da uno cuenta ele las dis­ tracciones y y a se vuelve a Dios.


ORACIÓN MENTAL : NECESIDAD : DISTRACCIONES : R ECOGIMIENTO

223

1 0. - Cau•as n o dependi entes d e la voluntad

l.•

2.• 3.•

4.•

INDOLE Y TEMPERAMENTO : La Imaginación es viva e Inesta­ ble : efusión a lo exterior : Incapacidad de fijar en nada la aten­ ción, de emitir afectos. Pasiones vivas y mal refrenadas arrastran la mente a pensar de lo que gusta, de lo que disgusta, de lo que se aborrece . . . MALA SALUD : Grande fati g a : hace m ás dificil e l estar atento y prescindir de las circunstancias. DIRECCION no tan buena del P. Espiritual : Quiere Imponer sus Ideas artificialmente. EL DEMONIO ya directamente ya valiéndose de otras causas para

turbar. EL ESPffiITU SANTO tal vez permita a algunas causas que ellas perturben y asi purificará El al alma. N'o parece pueda admitirse que El directamente •distraiga> para pu­ rificar. Defiende lo contrario Faber ( 1 1). 5.'

1 1 . - Causas d e p e n d i e ntes d e l a vol u n tad l.

Defecto de preparación oportuna : falta del debido recoglmlento : pasar de grandes ocupaciones a la oración, sin preceder algo de presencia de Dios para obtener la paz del alma. ( S an Ign aci o , EJ . .

2.

n. 75.) Defecto de preparación

re mot a :

sin recogimiento habitual ;

con tibieza general y múltiples culpas veniale s : curiosid ad : avi­ dez por todo. 1 2. - R e m ed i os l.

No tener ninguna distracción sólo por favor especial de Dios se

2.

El esfuerzo por dlmlnulrlas es laudable para Que no roben el ver­ dadero fruto de la oración.

3.

logrará o sólo en los grados más altos de la contemplación.

Los remedios podrán ser estos :

a) b)

c)

dl

Eliminar las causas que dependen de la voluntad. TrabaJar en la oración para que la distracción no se haga voluntaria. El principal remedio es el recoglmlento. Pod emos amenguar las causas que no dependen de la vo­ luntad :

v . gr.,

adaptando mejor nuestro modo de orar:

echando mano de la lectura . . .

e) <11)

A l advertir la distracción, humlllarse, pero sin Impacien­ tarse.

PAnER, Growth in HolineBB, 1854, c. 24.


LECCIÓN 3 2

224

III. - RECOGIMIENTO HABITUAL 1 3. - D e fi n i c i ó n l.

Recogimiento espiritual es la atención lij ada e n las cosas espi­

2.

ACTUAL: se piensa de Dios, de la vida sobrenatural,

rituales. permanece atenta a esos obj etos espirituales.

3.

y

l a mente

HABITUAL : frecuente pensar de las cosas Interiores con atención

y afecto. Su fruto es que después de ocupado uno en las cosas exteriores tiene facilidad para reconcentrarse Interiormente.

14. - sus difere n c i as

1)

Difiere del examen de conciencia,

2)

de la atención a nuestra conducta exterior e Interior.

3)

El recogimiento fij a la atención mé.s bien en Dios que en nos­ otros.

4)

No se confunde c on la total o demasiada abstracción de la vida real.

a>

bl

N ada más real que las cosas de la vida sobrenatural. El recoglmlento

l. 2.

no está en que no pensemos de la vida presente ; está en que de ella pensemos con lumbre de fe.

1 5 . - B i enes d e l recogi m i ento l.

Prácticamente el recogimiento se ldentlllca con l a unión con Dios

2.

Se

! Lec. a.•) Identifica

también con

aquellos hábitos del al m a , que tanto

aprecian los Maestros de la vida espiritual y llaman

3.

1)

espíritu Interior ;

2)

espíritu sobrenatural ;

3)

espíritu de oración.

Esos hábitos son : suma estima de las cosas eaplrttuales - afecto Intenso por ellas - y como consecuencia, el dominio de l a caridad en el alma.

4.

Su fuente e s la gracia : con las debidas condiciones psicológicas.

a)

Guardarse de l a no necesaria multiplicación de Imágenes externas.

b)

Asociar a esa clase de !mil.genes otras de la fe.


L E C C I O N

EL SI LEl\CIO : LA

3 3 A R I D EZ

( GUIBERT : 263-271.)

l. S I L l-:� C I O. - 1 . l � a s e n n t e z del s i l e n c i o . - 2. ('ón10 g u a rd a r rl silrncio. · - 3 . Reco m e n dación d e l s i l t> n c i o. - 4. La c u r i osi d a d ''ª º ª · S. La g ua r d a de los sentidos. - 6. Rt>fr e n o d e- la i magi n ac i ó n . - II. A R l ­ OEZ. - ;. S u n a t u raleza. - S. Su definición. - 9. S us causas l'xll"rnas. J O. Sus causas i n ternas. - 1 1 . La p r ue-ba d i v i n a como causa. - 1 :?. ;. C u á n ­

SU)I A R l O :

d o es

prue b a ? - 1 3.

LECTURA complemt"ntaria :

Remedios c o n t r a l a a r i dez. La tibieza, U, $6,

! . - SI LENCIO 1 . - La sensatez del silencio

al

bl

Al hablar

1)

el alma se desparrama ;

2)

los pensamientos se robustecen con las palabras ;

3) 4)

hay dallo con conversaciones vanas e lnutlles.

hay fruto con las buenas conversaciones ;

El callar ayud a

1)

a acuciar l a atención ;

2l

a penetrar més lntlmamente los buenos pensamientos.

2. - Cómo guardar e l sllencio

1)

El m o d o no es para todos Igual : hay v i d a montistica, contempla tiva, apostólica, familiar.

2l

Cuantos deseen tener

a)

ve rdadero recogimiento del alma,

b)

esplrltu d e oración . . . deberé.n

l.

callar gustosamente cuando puedan callar ;

2.

hablar sin caer e n garrull dad, ni efusión ;

3.

no hablar porque si, y sin dominio ponderado de lo

4.

guardar

que se dice ; tas :

silencio

en algunas circunstancias estric­

tiempo d e retiros, antes de la oración, de la

Misa, por la noche y las mañanitas en comunidades religiosas.


226

LECCIÓN 33

3. - R ecomendación del s i l e n c i o 1)

2) 3l

D ios recomlenda e l si lenc io , e n c uanto s u s obras m ayores : en­ carnación y santificación d e las almas . . . suele hacerlas en si­ l e ncio . C ri s to nos dio ejemplo de s!lencio en su vida de la tierra. La tradición espiritual integra, aun l a actual, en su doc trina es­ piritual recomienda el silencio.

4. - La c u r i osidad vana

a) b) e)

Es bueno el deseo de conocer la verdad, como el deseo de comer. Puede desorbitarse : entonces se desordena, se hace vicio de cu­

riosid ad .

El vicio de curiosidad

1)

de conocer siempre más y más,

2)

de olr vanidades,

3)

de verlo to do,

a)

Im pi d e el recogimiento interior.

b)

produce otros d años , 1)

2) d) e)

porque m u l ti plica las distracciones,

porque encierra afecto d esorde n a d o.

La buena curiosidad de saber cosas de su oficio es laudable ; debe

fomentarse, por lo mucho q u e ayu da .

Pero aun ésta hace más dificil el recogimiento y es fuente de

ari deces y divagaciones: ése es el caso tiplco de los que estudian .

De ahi la importancia de purlftcar la in tención en los estudios y

dirigirlos a su propio fin : la gloria de Dios.

s. - La guarda de los sentidos

1.

Debe p ro porcion arse al estado de vida :

p l ativo . . .

de religioso, de contem­

2.

Cierto recreo es un necesario descanso del alma.

3.

Todos deben guardarse a)

no sólo de las sensaciones peligrosas, pues darian oc asi ó n

b)

a tentación, sino de las. s en sacion es , que hagan más dificil el recogi­ miento.

4.

Todos deben afanarse para que el entendimiento y la voluntad no pierdan el dominio de los sentidos, si los dejan sin freno Ir tras cualquier obj eto.


EL SILENCIO : LA ARIDEZ

227

5.

Para el descanso del alma, seleccionar lo que menos aparte de

6.

A eso tiende la Regla de los rellglosos, que manda no abandonar

Dios. l a prqpfa habitación sin necesidad.

- Refreno d e la i maginación l.

El dejarse llevar de l o s sueños es dej ar q u e la imaginación

a) bl 2.

vaguee por donde la llevan sus propias imágenes, se pierda por donde la llevan las fantasias que inventamos.

Nuestro afecto, el sensible sobre todo, extravia a nuestro corazón

a) b)

por los objetos que fabrica la Imaginación sofiadora : por otros objetos que se le proponen al perseguir movi­ mientos nacidos espontáneamente en el alma, Inútiles, des­ ordenados.

3.

Sucede eso en la ociosidad voluntaria o forzosa.

4.

EFECTOS DAlilINOS en todo esto son

5.

a)

tentaciones de v arias clases,

b) e) d)

abarrotamiento del alma con fruslerlas,

debllltaclón del entendimiento para entender, pérdida del dominio sobre lo sensible para la voluntad.

LUEGO : hay que dlsclpl1nar esa actividad soñadora, hay que ensefiorearse de l a Imaginación sin violencias,

pero con constancia y con fiel cooperación a la gracia.

11. - DE LA A RIDEZ - Su naturaleza

1.0

Es dificil distinguirla de la desolación.

a)

Dice Godlnez

(1) :

«Cierto tedio interior,

abatimiento del

alma, que impide discurrir y la afición a lo piadoso.•

b)

Dice Maum1gny ( 2) : <Defecto de

1uz

en el entendimiento

y de fervor en la voluntad.>

Palabras é stas tomadas de San Ignacio al describir la desolación (Ej., n. 317).

(1)

GoDfNEZ, PrdeUca de la Teología mfstica.

(2)

MAUMIGNY. Pratique de l'Oraison. I. p.

4, c. 2.


LECCIÓN 33

228 2.'

Parece que aridez y desolación no es lo mismo. aJ

b) e)

En la desolación hay tristeza, tedlo, ansiedad ; en la aridez no hay eso. La desolación Influye en toda la vida espiritual ; la aridez ocurre solamente en la oración. La aridez puede convivir 1)

con el gusto por lo espiritual, con una facllldad para pensar de Dios fuera de la oración.

2J

8.

S u d e fi n i c i ó n .

-

«La aridez es cierta Impotencia para emitir en la oración, pensamien­ tos o afectos sobre cosas espirituales.> Esta definición e s de Alvarez de Paz ( 3), a quien siguen muchos. 1J

Impotenci a : campo árido no puede llevar fruto ; a)

b)

2)

Pensamientos : a) b)

3)

b) e) d) -

Actos : puede convivir con cierta luz de lo que hay que hacer y con voluntad de servicio. Afectos : hay carencia total. No estaría en aridez, quien incapaz de hacer propósitos o de multiplicar afectos, pu­ diese descansar en un pensamiento simple o en un afecto amoroso.

HAY ESTAS CLASES : a)

9.

nunca habrá TOTAL Incapacidad : el alma podrá decir a Dios : •Sefior, misericordia : hágase vuestra voluntad• ; consiste en no poderse entregar al objeto que uno qui­ siera.

Aridez Aridez Aridez Aridez

ABSOLUTA : Incapacidad de entrar en la oración. relativa : gran dificultad de actuar en la oración. Intermitente : alternativa de bien y de mal. continua : va durando por mucho tiempo.

Sus causas ex ternas

l.

2. 3. 4.

Mal estado psicológico : que estorba e l uso de l as potencias. Molestas tentaciones : que agotan las fuerzas espirituales. Montón de negocios : Intenso trabajo de estudio. Mala formación para orar, o con método no apropiado.

6.

Alguna infidelidad más notable. Resistencia a las inspiraciones de la gracia.

(3)

ALVAREZ DE PAZ, !Il, l. 2,

5.

p, 3,

C.

6-8.


229

EL SILENCIO : LA ARIDEZ De estas causas suele nacer la ARIDEZ TRANSITORIA :

la relativa.

LA NEURASTENIA puede producir completa incapacidad de orar men­ talmente : y aun a veces, oralmente,

1 0.

-

L

Sus causas i n ternas LA TIBIEZA : los pecados vernales plenamente deliberados se co­ meten habitualmente, la resistencia a las sugestiones de la gracia es continua. Dios retrae la gracia de la devoción.

El tibio, poco aficionado ya a lo espiritual, no tendrá en la cabeza m ás que muy d é biles, muy superficiales pensamientos de lo espiritual : de ahí su Incapacidad para orar.

2.

LA SENSUALIDAD: lnmerge al alma e n l a materia ; de ahi tibie­ za : aridez.

J.

11.

-

LA VANA CURIOSIDAD : al disipar l a mente, l a hace tibi a : aridez,

P rueba d i v i n a como causa

Dios, aun a las almas fervorosas, suele privar a veces, de la devoción sensibl e : no de l a devoción substancial.

a)

Asi el Espí ritu Santo purifica las almas : las hace expiar sus cul­ pas ; con la privación de cosas que no son la misma voluntad de Dios, las acostumbra

ll

21 3l b!

a unirse a solo Dios,

a descansar solo en Dios, a confiar solo en Dios.

As! las hace humildes :

experimentan

que todo era de Dios :

su

devoción y facllldad para orar ven que venia de Dios. e)

Asi l as hace crecer en méritos : las dificultades que l a abrum an, encienden una más Intensa caridad : augurios de yores gracias.

1 2.

-

riuevas

y ma­

¿ C uando es prueba ?

Se puede llegar a conocerlo,

L

2.

J. 4.

Por l a fidelidad a la oración y a los deberes del propio estado. Por la aversión al mundo y separación práctica de consolaciones humanas, a pesar de atracciones y tentaciones. Por el Intenso deseo de servir a Dios y de unirse a El. Por la permanencia de la Incapacidad para discurrir en lo espi­ ritu al . . .


LECCIÓN 33

230

1 3. - R e m edios contra la aridez Al

Bl

C>

2.0

Q u it ar en cuanto esté en nuestra mano «sus causas• : e. d. hacer desaparecer la tibieza y Ja negligencia, procurando sanar Ja enfermedad que deblllta el estado fisi­

3.°

co : ayudando a mejorarse. Corrigiendo el defecto de Ja mala formación espiritual.

1 .0

4.0

Escogiendo un método de orar que se adapte m é.s a uno. Cuando las causas n o hay posibilidad de quitarlas : v. gr., mejo­ rar l a salud . . . busqu es e un modo de orar, del cual resulte una

unión con Dios sunclente, y que se avenga a los adjuntos del en fermo . . . Cuando l a aridez vi ene como PRUEBA d e Dios l.

2.

3. 4.

el alma coopere a esta acción divina pur!Hcante ; conforme su voluntad con los consejos de la Providencia ; arranque su afecto d e todas l as cosas, menos d e Dios y de Jo que Dios quiere que amemos ; con profunda humildad y plena resignación y suma Hde­ l!dad, persevere ante Dios emitiendo aquellos pocos actos que podrá, v. gr. Fiat : ten misericordia de mi, Sefior.

Esos actos podrán tal vez hacerse y son preciosa oración para esas circunstancias.


L E C C I O N

LA

DEVOCIO N :

LA

3 4

COMPUNCION :

LA R U T I N A

( GUIBERT : 272-281 .)

S U l\l .\ltl O ; l. L.·\ DE\'O C l O X . - 1 . La doct r i n a de San F r a n c i sco df' Salr� . 2. D o c t r i n a dr o t ros a u t o res, - 3 . De\·oclón e se n c i a l , Substancial, - t . La d n o c i ó n ac c i d e n t a l . - 5 . C a u s a s de l a accidental. - 6. S i debe procurarse la accid e n t al . - 7. C o m p ro b ac i ó n de a u t o r i d a d . - S. O t ras p ruebas. -

9. M o d o d e b u scarla. - 1 0 , Respuesta Pl'�'CIO'.'\' DEL C. O H .\ 7. 0 � . - 1 1. E n ]I[. L A Rt..: T IX A. - 13. Expllcación y oración. - 15. Cómo co nocer l a ca l i d a d

LECTUllA

c o m p l e m e n taria :

Pa ra ser u n 1 1 , 227.

l. - LA

las d ificu l tad e s . - 11 . LA C O � l ­ g e n e ral. - 1 2. En pa rt i c u l a r. U n t r o p iezo en la de l a oración.

a

re m ed i o.. - 1 4 .

alma

DF.VOCION

1. - La doctrina de San Fran c i sco d e Sales

a)

L i>. verdadera devoción presupone

b)

Es un amor

c)

Es el

d)

verdadero

grado

bien ;

Cervorosa, JI, 2 1 . - L a L i t u rgia,

(1)

a m o r d e Dios•.

de Dio s : pero no cualquier

amor.

de amor de Dios con el cual no sólo obramos

�lno cuidadosamente, frecuentemente , prontamente> .

Puede definirse : <La c eleridad y el ardor espirituales, c on l os c u a­ l es la caridad produce s u s actos en nosotros prontamente y con aftclón.•

2. - D oc t ri na d e otros autores l.

Para Santo Tomás ( 2)

a)

Es devoción la •Voluntad de entregarse prontamente a lo que pertenece al servicio de DIOS> en ejercicio.

b)

Es un acto de la virtud de la

c)

Su relación a l a caridad es ésta : «Pertenece a la caridad

Rellglón.

que el hombre se entregue a Dios, adhiriéndose a El con

cierta unión : pero que se entregue a Dios

c¡¡ara obras

del

culto divino> , esto Inmediatamente es de la Rellg!ón ; me­ diatamente es de la caridad , como principio de la Re­ llg!ón. (1)

( 2)

SAN FR. DE SALES, Vida devota, I, 1. SANTO ToMA.s, II.&.-11.a.e, q. 82.


LECCIÓN 34

232

2.

Para Hugo de San Víctor < 3) : La compunción produce la devoción. La devoción es un piadoso y ducido por la compunción.

humilde

afecto hacia Dios pro-

<H!lmilde• por la conciencia de su ftaqueza.

•Piadoso• por la consideración de la divina clemencia. Contiene en sf tres virtudes : la fe, la esperanza, la caridad. 3. - D e v o c i ó n esen cial : substancial

Es esa de que hablan las precedentes referencias y apreciaciones.

l.

al bl

Es extensiva, cuando la prontitud de la voluntad abarca todo el servicio de Dios. Es restringida, cuando se ciñe la prontitud o a dar culto a Dios, o a hacer oración.

La devoción esencial

2.

al

b1

está unida a la gracia de Dios siempre, Puede ser «intelectual> o «afectiva• : pero principalmente

se d a en el

4.

-

•afecto

deliberado> de la voluntad.

La devoción a cc i d e n tal En realidad es lo mismo que la cconsolaclón> que se siente en la

l.

oración ( Lec. 19, n.• 6-10). al

Más sensible, por sentirse en la parte sensible e imagina­ tiva del alma, con. redundancia a las demás partes espi­

rituales. bl

Más espiritual, porque brota de las disposiciones mismas de la parte más intima del alma -actos del entendimiento y de l a voluntad- con redundancia mayor o menor a la

parte sensible.

s.

-

C ausas de la accidental

LA

ESPIRITUAL existe

cuando el

alma experimenta una

fe viva

( I ntelectual ) , un amor ardiente, sentimiento de paz Interior, de intima compunción. LA SENSIBLE n ace de una causa sensible, v. gr., una imagen piadosa vista ; una música delicada oída : contemplación del cielo gustada. Puede nacer también de una causa ESPIRITUAL : como es vehemente, se desparrama por las potencias sensibles del alm a : suspiros, lágrimas, cantos, ardor de corazón. Puede ser como consecuencia de un organismo en estado eufórico : facilidad y suavidad a l orar. '3)

Huoo DE SAN VfCTOR, De modo orandi, 1 (P. L. 176 , 978).


LA DEVOCIÓN :

6.

-

LA COMPUNCIÓN :

233

LA RUTINA

Si debe procurarse l a accidental

a> !>)

LA

SUBSTANCIAL es cierto que

debe procurarse

siempre :

su

ausencia supone ausencia de la gracia. Sobre st h a de procurarse también la ACCIDENTAL. ha habido divergencia : El Kempls y otros autores dicen que entonces aparece bien

l ."

el

amor de

Dios, cuando

uno,

sin

Ja recompensa de Ja

consolación, ama a Dios < L . 11, c . 9 y 1 1 ; llI, 6).

Esto parece I n dicar que el deseo de J a devoción ACCI­

DENTAL envuelve imperfección, como seflal de un amor

2.•

no puro, sino mercenario. Por otro lado h a sido condenada esta proposición de Mo­ linos : •Quien desea y acoge la devoción SENSIBLE, no desea ni acoge a Dios, sino a si mismo : obra mal al desearlo y

al afanarse por tenerla. ( 4 ) < Prop. 27>. 3.•

Nuestra sentencia va en este doble aserto :

l .'

LA DEVOCION ACCIDENTAL e s p 1 r 1 t u a l . y aun

la sensible , es

a) !> >

buena, ayuda al verdadero aprovechamiento espiritual, puede,

y

aun

debe

procurársela

para

ese

aprovechamiento, como los deml\s auxilios y medios.

2.0

NO ES SIEMPRE NECESARIA para el aprovecha­ miento ; puede suplirse con otros medios de la gra­ cia ; puede uno estar privado de ella sin detrimento espiritual.

LUEGO al buscarla, haya discreción y resignación ; por u n bien mayor

podrá y aun deberá el hombre estar privado de ella a veces, y aun poner medios para carecer de ella.

7.

-

l. 2.

Comprobac i ó n d e autoridad Hay la condenación de Molinos.

Hay la Liturgia con tantos medios para fomentar la devoción, y

oraciones para pedir lágrimas de devoción. En Ja Liturgia la Iglesia busca

a)

!> )

(4)

l\lou:sos,

dar a Dios gran honra por la belleza y el arte, promover Ja piedad de los fieles, por la aptitud de la Liturgia.

Proposición 27 (30 y 33), O. B. 1 24 7 .


LECCIÓN 34

234 3.

Hay costumbre de peregrinaciones a lugares santos : fomento de cristiana piedad.

4.

Y esto para los sencillos y los aprovechados : las leyes litúrgicas

5.

Hay la recomendación de los Santos (el Abad Casiano, San Gre­

obligan a todos. gorlo Magno, San Ignacio) , Incitando a pedir lágrimas de devo­ ción . . .

s . - O tras pruebas t. · La Sagrada Escritura : En los Salmos, en San Pablo, etc . , hay ala­ banzas para el gozo, la consolación, el gusto de las cosas divinas : eso que es correspondiente a la consolación accidental.

2.

Experiencia y razón, como dice Suárez, nos confirman que este género de consolación y gozo vale mucho para obrar prontamente :

gran facilidad hay en lo que se hace con gusto y suavidad. ( D e Ora­

tione, II, 6.)

La devoción accidental es útll, ayuda a la misma devoción esencial, redunda en ella. LUEGO : debe desearse y procurarse, aun la accidental sensible.

9.

-

M odo de b u scarla

l.

Con discreción y resignación : No se trata de un

fin :

es sólo

MEDIO

a)

Secundarlo : no necesario: puede suplirse con la gracia de Dios.

b)

e)

1 o.

-

l .ª

Ese medio en gran parte no depende de nosotros, sino de la gracia y de muchos auxlllos externos e internos.

Ese medio deberá ceder su puesto cuando haya que hacer

obras de caridad, o trabaj ar en negocios especiales.

Resp uesta a las d i fi c u ltades LA DEL MERITO :

Se dice :

Es mayor mérito servir a Dios sln retribución nin­

guna de consolación. Respuesta : Es lndiscu tlble que hay mérito al servir a Dios en la aridez, de Igual modo que cuando se sirve a Dios con conso­ lación. Pero no lo es que pueda uno trabajar d e igual manera con de­ voción que sin ella. No se trata de buscar un premio: sino un medio para servir meJor.


LA DEVOCIÓN ; LA COMPUNCIÓN ; LA RUTINA 2.•

235

Lo que reprenden los autores es pi ri t uales no es que se desee la devoción :

sino el

desorden que puede haber en

el dese arla y

buscarla. El m l s m o Kempls trae una fórmula para pedir la devoción

C IIl, 3 ) . 3.•

La doctrina de San J u a n de l a C r u z ll am an do pellgrosa e Inútil a la devoción, por ser como una gula espiritual, se refiere evi­ dentemente a la desordenada.

Aunque la devoción

es ci ert o que la ayu da .

sen s1b1e

no hace la u n ión c on Dios ,

1 1 . - LA Cü:\I PL''.'ICION DEL CORAZON 11. - E n general

l.

2.

Se une íntimamente a l a devoción.

La estimaban gr an dem ente , Junto con las l ág rim a s , los Pa dre s del Yermo y los Maestros de la Edad Media.

3.

4.

A veces se Identifica prác tic am e nte con l a devoción : con un sentir

I nt e rn amen te las verdades, los bienes y males sobrenaturales. O t r as

veces

no

es m ás qu e

el

dolor de los pecados propios o

aj enos.

2. - En part i c u l a r l.

San G re go rio la define :

eUn in timo y agudo sentimiento de las

miserias de esta vida con u n deseo de los bienes eternos, lleno

de una ardiente y !lila! confianza.>

2.

Una

de

las

e x pr e siones

de l a compunción más lo grad a s es

la

Salve Regina, compuesta por San Pedro Mezonzo, Obispo de San­ tiago de Compostela, cuando Almanzor destruyó la ciudad.

Hay s e nti m ien to por las miserias de este valle de lágrimas de

los desterrados y por el deseo de la patrla e te rn a ( 5) . 3.

Es muy Importante

al b)

para la vida espiritual : pues opone su espirltu al espíritu

del mu n d o ;

para la or ac ión : pues el alma se ayuda de la compunción

para acudir a Dios.

( 5)

DR. JAVIER VALES FAILDE, en "EstuCUo acerca del autor de la Salve" ; en la Vidal Rodríguez. Santiago, 1923.

obra : La Salve explicada por el Dr. Manuel


LECCIÓN 34

236

I I I. 1 3.

-

l.

-

LA R U T I N A

E x p l i cación y r e m e d i o La rutina puede abartlrse sobre la oración, no sólo vocal, sino mental.

2.

Aparece cuando por haber meditado ya muchas veces los miste­ rios, y a no nos mueven tanto.

3.

Puede ser su causa el enfriamiento del primitivo fervor :

preva­

lece la tibieza.

4.

Puede ser que sólo se deba a la «Costumbre> :

Lo nuevo siempre suele mover m ás.

a) b)

La graci a suele a los comienzos ayudar sensiblemente, para que se superen más fácilmente las dificultades de la vida espiritual : luego tal vez se retraiga.

5.

SI uno ha dej ado de ser nlfio, pero no ha aprovechado debida­

mente, se encuentra sin las gracias primerizas, y sin poder gustar aun los misterios como •adulto>.

6.

REMEDIOS :

H ay

uno

solo :

aumentar

más

el

espíritu interior,

las verdades y misterios y sentimientos más fundamentales, esen­ ciales y sólidos, Que antes daban Jugo al alma.

14.

-

Un tropi ezo en la oración

Lo es l a l.

actividad

Nacerá

exagerada y dem asiado natural.

de una garrulidad Interior :

mucho hablar, mucho dis­

currir, mucho actuarse. No se le deja al alma tiempo para reposarse, para reponerse.

2.

Nacerá de

la

curiosid ad :

buscar

conceptos

raros, J uegos de

la

Imaginación, altas especulaciones, etc. El alma se apega a lo que es medio : sin poder tender sus alas arriba.

3.

SU REMEDIO :

a>

b) e>

una humilde y sencilla desconfianza en si mismo, gran docllldad a los movimientos de la gracia, silencio del alma en la oración, para que hable Dios.


237

L� DEVOCIÓN : LA COMPUNCIÓN : LA RUTINA 15.

-

Como conocer la cal idad d e la oración

Para juzgar si l a oración es verdaderamente

A)

buena

No se ha de acudir l.

2. 3.

a si hubo devoción sensible o espiritual accidental, a si se han multiplicado los actos,

a si se han apllcado los métodos exactamente ,

a)

b) e)

todo

eso

no

es

más

que

medio :

no

son

medios

necesarios para el fruto ;

todo eso puede haberlo suplido Dios con su gracia

y más eficazmente ; puede uno, por querer tercamente emplear esos me­ dios, haber usado mal de la devoción dada por Dios, por haberse apegado al método contra el impulso de la gracia, o por motivos humanos de propia com­ placencia ;

d)

puede haber sido magnifica una oración árida, de­ solada.

B)

ES MEJOR la regla dada por Santa Teresa (6) :

<Juzgar por los

frutos de l a oración.•

a)

b)

SI con ella el alma s e encuen tra más unida a Dios. Si se ha vuelto m ás humllde, más fiel a las obligaciones de su estado.

c)

( 6)

SI, al menos, trabaj a por lograrlo.

SANTA TERESA, Carta al t. 7, 326).

P.

J. Gractán, 23 octubre 1576 Ced. Silverio, n. 122,


L E C C I O N

3 5

LOS METODOS PARA LA ORACION < GUIBERT : 282-301 .)

l. M EDITACI0:'\ . - 1. Cue11t t i ó n previa. - 2 . Pr..paración p a r a l a La c om p o s i c i ó n de l ugar. - .C. Pedir u na gracia determina· dolor : lágri m as : conod m i e n to. - S. La ce n cl usló n de la oración. ­ &. Ter minar con un p r op ós i t o determinado. - 7. E x a m e n y n o ta s. 8 . D el cuerpo de l a o raci ón . - 9. D u raclón d e l a oración. - 1 0. Tiempo de la o ración. - 1 1. L u ca r. - 11. l. ..\ .Af'ECTIV ..\ . - - 1 2. El palio a l a afec­ tiva. - 1 3. Otras circunstanciaii. - H . Los peligros. - 1 5 . Medios pa r a

SUMARIO :

o ración. - 3.

da :

frutos plenos.

LECTUR.\ com plementarla :

1)

Los Ej e rc i c i os escuela L a s adiciont"s, l n ie. 85.

de oración. Mi-todos, l n i c.

3.U.

:'IIEDITACION - A DI C IONES

1 . - Cuest i ó n p r e v i a

aJ

Inculcan

el

uso del

método

para

hacer

oración

mental

dis­

cursiva,

1) 2)

Dos Doctores de la Iglesi a : san Francisco de Sales y San · Alfonso Maria de Llgorlo. Un libro, los Ejercicios de San Ignacio, especialmente apro­ bado por la Iglesia.

b)

El uso del método no va contra la doctrina de los Santos, de que el cúnlco verdadero maestro de la oración es el Esplrltu Santo>. Pues :

I .0

Tanto la elección del

método

como su uso, suponen un

Influj o de la gracia.

2. 0

El método propone y se usa, como simple medio y auxilio, que se deja desde el momento que no es útll.

e)

Es muy útil el uso del método, al comienzo, cuando las verdades religiosas aún no han echado ralees profundas.

d) e)

También es útil siempre, cuando el alma es dificil en recogerse a la oración, y estaria ociosa, sin ayuda de un buen método. Quien teniendo a mano u n buen método, sólo por pereza, no lo emplea, y por eso no saca fruto de la oración, está acarreándose graves daflos espirituales.


LOS MÉTODOS PARA LA ORACIÓN

239

2. - Preparaci ó n d e la oración Todos urgen l a necesidad de la prepa rac ión.

l.

La remota : condiciones necesarias para que la oración mental pue­ da ser fructuosa : recogimiento : devoción . . . ( véase L. de Orandmal­

son : Ecrits spirituels, P arls , 1 933 : Tom. I , pp. 1 23-161). La próxim a :

2.

A ntes d e em peza r : Elegir la materia : lectura, como conocimien­

Al

to previo.

a) b)

San Ignacio la recomienda expresamente y es uso vulgar.

Sus v entaias : Mayor reverencia a Dios, no yendo al azar a tratar con El.

Mayor rec ogimiento :

e)

SI se trata de la oración ma­

tutina, las Ideas han reposado en la subconsciencia.

Cómo elegir: Es mejor la elección individual, que la co­

l ec tlv a. En ésta no se puede tener en cuenta la necesi­

dad de cada uno. La m a n e ra de distribución de l a ma­

teria en los libros vari a : por semanas (Granada) ; por

los misterios de Cristo (La Puente) ; para cada dia del afio ; para los ciclos litúrgicos. . .

Bl

A l oomie nzo d e l a orac i ó n .

a)

b) e)

A c t o de fe y recogimiento, por la presencia de Dios. Adoración humilde con alguna sefial externa, como de

besar e l cruclll J o. Pedir gracia para orar bien.

3. - La com posi c i ó n d e lugar a)

bl e) d) e)

La desea San Ignacio para toda clase de meditaciones. La

persuaden

San

Buenaventura,

etc.,

para los

misterios

de

Cristo.

San Francisco de Sales pone re stricciones , si se trata de algo

I nvisibl e .

Los Carmelitas temen m:is bien por los peligros de ella.

No puede establecerse u n a norma general : los peligros dependen

generalmente de la lndo l e d e c ad a u no.

4. - Pedir una gracia determ i n ada (dolor : ligrlmas : conocimiento) a)

S a n Ignacio lo manda expresamente y sefiala l a gracia. En lo s

Ejercicios esti muy bien ;

pues el fruto está escalonado por se-


LECCION 35

240 manas

b)

y

meditaciones,

y

se

obtiene

excitando

determinados

afectos. En la oración cotidiana también es útil una petlc!On determina­ da : as! se excita más el alma sobre un objeto concreto ; se conce n ­ tran l o s esfuerzos; p e r o no es necesaria siempre.

5.

La c o n c l us i ó n de la oracion

-

a)

b) e) dl

San Ignacio propone u n coloquio fervoroso : s e obtiene el fruto en tero de la oración. Otros autores ponen diversos actos :

acc!On de gracias : propOsl­

tos, petlciOn de u n auxlllo divino. San Francisco de Sales quiere se haga un «ramillete espiritual> : e. d. un pensamiento o afecto especial < I J . Todos convienen e n q u e ha de concluirse la oraclOn c o n actos afectivos, dirigidos más directamente a Dios. En la oración de cada dla, todos piden que se termine con algo que la una con la actividad de aquel dta.

B.

-

T e r m i n a r con un proposito determ i nado (2)

al bi

el

Lo indica S a n Francisco de Sales. El

Santo

habla

de

los principiantes ;

así

el

fruto

no quedará

aéreo. Siempre son útiles tales propósitos ; pero no es necesario para todos. Ya es buen fruto de la oraciOn que el alma se vaya aficio­ nando más a Dios y que v aya profundizando más y más en las verdades con crecimiento de fe (Lec. 31 , n. 4).

7.

-

Examen y anotaciones

1)

El examen de

después de la oración es un consejo de San Ig­

nacio ( n. 77).

al b) 2l

Es sumamente lltll, de poder hacerse, para los principian­ tes: les forma mejor para orar bien. Después de una oración trabajosa o fervorosa será mejor

echar una ojeada tranqulla al fruto.

Las anotaciones escritas.

a)

se aconsejan en Ejercicios, Retiros, o en adjuntos par­ ticulares:

pero hechos con brevedad para utilidad propia

y no como preparación para sermones ( Gulbert : n. 294, r>· ( l)

(2)

SAN FR. DE SALES, Introducción, 11. 2-7 <I. S-.lBl. Véase VINCENT, s. Fr. Sales, Directeur d'dme.s, Parfs, 1923, c. 5. SAN F R . DE SALES, Introd.ucciOn, 11, '7.

de


241

LOS MfTODOS PARA LA ORACIÓN b)

En la de cada dia, haya d iscreción . Como general, no pa­

rece oportuno andar escribiendo.

8.

D e l c u erpo de la oración

-

H a y conse j os de varios Maest ros espi ri tu al es.

{) b)

e) d)

el /) 9.

-

Al s e n U r gracia de devoción en un punto, pararse sin ansias de pasar a otro, h asta que el alma esté satisfecha ( Ejercicios, n. 76). Hay que dar más Importancia a los afectos que a l as considera­ ciones.

Si n por eso dej ar las consideraciones demasiado pronto cuando la devoción aún es llama tenue que se ap agará . No se obtie ne la de voción dando pufietazos.

En la arictez y desolación haya pe rs e v er anc i a del tiempo deter­ minado , pero sin a l a rg arlo tampo co .

T e rmi n a d a

la

oración,

no

se

empiecen

Inmedi atamente

D u ración de l a oración

a)

bl

Granada y Alcántara pide n dos horas para que l a oración llegue a ser buena.

San Ignacio para los Ej e rci cios pide una h ora por meditación : para los religiosos estudiantes se contentaba con

c)

d)

e)

tra­

bajos com p1etam e nte heterogéneos.

media

hora

o

menos.

San F. de Sales a Fllotea le recomienda una hora para la diaria. Los antiguos que rlan ratos breves, pero de Intimidad.

Como conclus ión : Cada uno debe atender a su vocación, estado . pasiones, mortificaciones.

Generalmente,

debe darse

siquiera

media

hora

por

los

que

andan muy ocupados ; una hora por los que, queriendo d e veras la perfección, fuera de la oración, no pueden recogerse más.

1 0. - Ti e m p o d e la oracion al

SUÁREZ (3) e xpl an a las ventaj as < D e Oratione, II, c . 5, n. 7> d e l tie m p o mafi anero : a l m a m ás libre s i n e mpezar los negocios : mayor continuidad

con

la

preparación

del

dla

anterior :

experiencia

fructuosa de rellglosos y sacerdotes.

b) e)

M uc h os hom bres se sien te n tarde.

a esas hor as y aun más

Otros com o los sacerdotes, es entonces cuando están m ás ata­ read os .

(3)

más cansactos

SUÁ REZ, De Oratione, II, c. 5, n. 7.


LECCIÓN 35

242 dl

Como conclusión : El tiempo matutino en cuanto se pued a ; pero elijase siempre el tiempo en que para cada uno haya más tran­ qullldad,

recogimiento

más

y de la experiencia, que es el que

m ejor se puede contar con él.

1 1 . - Lugar a)

Se aconseja la Iglesia, la capilla, la habltaeión ; al aire libre, en lugar solitario. Sea lugar apto para el recogimiento y la de voción

libre de Interrupciones y obsté.culos -Y convenga a los miste­

bl el

rio&- m ateria de la oración. Haya reverencia debida a Dios sobre todo al dirigirse a El di­ rectamente. La posición sea la que mé.s conduzca a esa reverencia ; no pre­

cisamente la que m é.S mortifique.

11)

LA A FECTI VA

( Véase Lee . 30- 31.l

1 2.

-

a)

E l paso a l a afectiva Suele ser gradual y no absolutamente. Sin caer en l a cuenta, los raciocinios se acortan ; de una ojeada se ve todo lo que se bus­ caba :

bl

brotan

afectos.

Los afectos mueven

más profundamente ;

dura cada uno más : se llega a la contemplación a dqu irida. E sta posición no exime del discurso : hay aún Ilaciones sencillas. De vez en cuando se vuelve a la plena discursiva.

e)

San Juan de la Cruz da las seflales para ver cué.ndo cada alma, debe tender a pasar a la afectiva ; a saber : ya no acierta a dlscu­ currlr o dlficllmen te lo hace ; no recibe gusto de otras cosas vo­ luntariamente :

el alma en u n a amorosa atención a Dios saca

verdadero fruto espiritual :

según l a Regla de Santa Teresa al

P. Graclé.n ( 5).

1 3.

-

al

Otras circu nstanc i as Hay almas que van mé.s d e pris a ; otras más despacio. Hay lndoles tan afectivas e Intuitivas, que desde el principio oran por afectos y por contemplación.

(4)

(�)

SAN JtJAN DE LA Cauz. Subida al Monte Carme:lo, II, c. 13·14. SANTA TERESA, Carta al P . GTacián, 23 octubre 1576 (ed. Silverio, n. 122, t. 7 , 326).


LOS MÉTODOS PARA LA ORACIÓN

243

Deben ayudarse estas almas con sólidos fundamentos, ya que los fundamentos de la vida espiritual no se suplen ordinaria­ mente por la gracia. b)

N I más pronto ni más tarde.

No pronto: para que no falte solidez de doctrina. No tarde:

el 1 4.

-

para que el alma no se haya hastiado, por no haber hallado por largo tiempo entrada por Impo­ sibilidad de discurrir.

El director acomódese a cada alma : y no corte u n traj e o etapas iguales para todas. Los p e l i gros d e l a afect i v a

Empefio Violento por los afectos. Gula espiritual, que se va tras esos afectos. Presunción de haber aprovechado mucho. Ganas de más y más, cuando se le antoja al alma que está ociosa en esa oración. 1 5. - M ed ios para frutos p l e n o s

Foméntense los afectos más sólidos y fundamentales. Mayor recogimiento aún que antes, con medios apropiados. Examen de conciencia mej or hecho, para mayor pureza de alma. Diligencia para seguir las Invitaciones de l a gracia. La preparación de la meditación y lectura debe seguir haciéndose de una manera sencilla. Eso lo pide la reverencia por Dios y l a prudencia ; no sea que dejada a si el alma, se encuentre que no puede hacer nada.


L E C C I O N

3 6

O R A C I O N M ENTAL SIN INT E R R V P C I O N (0UIBERT : 302-313.)

Sl:M.\IUO : 1 . La oración vi r t u a l. - 2. l.os actos pusili'rns. - A ) J A C L1 L.\TO­ H I A S . - 3. 1..a.s j a c u l atorias ; t .n S u fundamento. - 2.0 S u forma. 3.<> S u fi n . - .(,0 S u n o m b re. - 4 . L a i m portancia. - - 5 . S u práctica. 8) P H E S E:"\ C I A DE l>J OS. - 6. Su s l g n i fi cado. - í. Lrón XIII y l a pre­ !!encia. - ft. l'na ex p l lcación df' la l n h a b i t a d On . - 9 . M odos de hacerse p r e s e n t e a Ulos : t.o l ' resencla corporal. - 2.C1 P resencia t m a g i n a t h·a. 3." Presf' n c i a i n telectiva. - 4.0 Prr�e n c i a a fecth·a. - 5.0 J u i c i o dt." esos m o d os. - 1 0. S u valor usual. - 1 1 . Cómo .l!lt" log ra la c h a h i t ual».-12. F r e .. c a e n t a d ó n d e sus actos . . . C) Pe l lEl A DE l :\ T E � C IOX. - 1 3. Su re­ no,·ación. l�Ee T U R A

c o m p l e m e n tarla :

l'rt"sencla d e

Vlos. 1, 390.

1. - La oración v i rtual ( 1 ) 1l

Consiste

a)

en ponerse en la presencia de Dios,

e)

en escoger los planes divinos y no los humanos,

bl dl

2) 3)

Es

en preferir los Intereses apostólicos sobre los egolstas, en amar el espirito de Cristo y no el del mundo.

oración

porque nos une a Dios.

Es oración VIRTUAL : (la

formal

es, cuando se hace en un tiempo

exclusivamente dedicado a Dios).

a)

b) e)

Porque comprende cierto número de actos positivos. Continúa largo tiempo después de esos actos. Informa la vida entera fuera del tiempo consagrado a esos actos. Asi la define

el P .

de Grandmaison,

Ecrits spiritu els,

I, 161.

2. - L o s actos positi vos 1)

Son aspiraciones, oraciones Jaculatorias: Dios,

2l (l)

actos de

presencia de

de conformarse con su voluntad, renovación de la Inten­

ción, etc. Su esencia esté. en que son cada uno muy breve, Y se repiten

L.

DE

GRANDMAISON, Ecríts spirituels, I, 161 ( 1 92).


ORACIÓN

MENTAL SIN

INTERRUPCIÓN

245

con frecuencia sin Interrumpir lo que se esti!. haciendo ( trabaJo­ estudlo).

3) 4l

Causan en el alma sentimientos habituales y afectos sobrena­ turales. Completan la oración formal, guardando y aumentando sus fru­ tos y aun supliéndola.

Al

J.-\Cl'LATOHIAS

3. - L a s jacu latorias

ll

El

fundamento

fue la frase e v angélic a : cEs preciso orar en todo

tiempo y no desfallecer> < Luc. 1 8 , 1 ) , explicad a por San Pablo : «Orad

sin Inte rmisión>

(1 Thes.

5,

17) y por el ej emplo de los

Apóstoles. «Estaban dados a la oración• ( Act. 1, 1 4 ; 2, 42).

2)

Su

form a :

Caslano propuso l a fórmula

tida sin Interrupción.

3)

Su fin :

Deus

In adiutorlum, repe­

Como hay dificultad de tener l a atención siempre fij a

en Dios, debe frecuentemente, pero brevemente orar el monje, para que el enemigo no sea capaz de i n yectar lo malo en su corazón .

4l

Su nombre: a) b) e)

San Agustin les puso éste : coratio iaculata>. En l a Edad Media se las llama •aspiraciones•. Asl Ballna, Gulgo y Dlonlslo e l Cartujo.

San Francisco de Sales (2l. Las conoce por aspiraciones,

J aculatorias, buenos pensamientos, presencia de Dios, si­ lencios, etc. 4. - La i m p o rtancia

al

Nos J a da su empleo tradicional.

bl

La resume San Francisco de Sales : cEn este asunto consiste uno

e) d)

de los medios m:!.s seguros del progreso espiritual.> Desde

Balma,

muchos, en tre ellos los místicos Ingleses, vieron

en estas aspiraciones y movtmlentos anagóglcos, un camino mls­ tlco para llegar a una peculiar unión con Dios. Es el camino natural para que l a oración formal esté continua­ mente y mé.s intlmamente enlazada con nuestros actos. Asl los Juicios d e la fe y los afectos sobrenaturales Informan nuestra mentalidad y todo nues tro sistema de J uzgar.

(2)

SAN FR.

DE

SALES. Introducción, II, 12.


LECCii>N 36

246

e)

Es más fácil la Intensidad en estas breves aspiraciones ; que aun e n tiempo de aridez y desolación pueden tenerse. Es modo que siempre está a mano contra tentaciones y dificul­

f)

tades.

s.

-

Su practica

ll

Salgan del corazón, no de la boca solamente ;

aunque no se dé

fervor accidental.

2)

NI son necesarias palabras. Basta que l a voluntad en su Intima

profundidad se adhiera al sentido de la J aculatori a ;

v. gr., un

acto de conformidad a Dios.

3)

4)

Salgan

sfn violencia ni del alma ni del cuerpo : si simultánea­

mente

aftuyen

las

lágrimas,

está

bien ;

gracias

a

Dios

por

ellas. Salgan con gran paz interior, sin inquietudes, sin afanes de mul­ tlpllcarlas, ni de sobrepasar las de algún santo. El caso del P. Doyle

(3) parece debe explicarse por un don

mlstlco especial.

B)

PRESENCIA

DE

DIOS

6. - Su significado

1) 2)

Es una de las principales de estas fórmulas breves de oración.

Se distingue de l don estrictamente lntuso, de presencia habitual de Dios cde la unión transformante•, que de una manera conti­ nua se tiene en medio de los negocios.

3)

La presencia frecuente -oración esfuerzos con l a gracia :

breve- es fruto de nuestros

para llegar a ser habitual se requiere

una gracia peculiar de Dios.

7 . - L eó n X I I I y la presencia Expuso l a doctrina de la cpresencla> en la Encicllca Divinum Espirito Santo :

( Del

9 mayo 1899). Esta es l a sinopsi s : H ay triple presencia:

De Inmensidad, de tnhabltacl6n, de Eucaristía. l."

A causa de la inmensidad Dios se nos hace presente.

a) b) e)

Por potencia

=

Por presencia Por esencia

todo le está suJ eto y subordinado.

=

=

todo está visible y patente a Dios.

todo esta en sus manos. como

causa

de

su ser. <3)

DoYLE. Su vida. escrita por O'Rahilly, traducida al castellano por el P. Aure­ lio Ubierna,

s. I., Apost. de la Prensa, Valladolid, 1929.


247

ORACIÓN MENTAL SIN INTERRUPCIÓN

2.•

En el alma del justo esté. Dios presente por inhabitación: Es presencia especial en el alma de l a s Tres Personas divinas. El Espíritu Santo tiene preponderancia

aJ

b)

según unos, <por sólo apropiación• o atribución ; según

otros,

«Por

especial

unión

propia

suya

j usto>, así como ei Verbo tiene especial unlOn

con

el

con la

humanidad de Cristo.

3.'

Presencia eucaristica: Por este titulo especial esté. Dios presente. donde hay reserva de la Sagrada Eucaristía. Se

debe

a la unión hlposté.tlca de la humantdad de Cristo

con el Verbo.

B.

-

Una e x p l i ca c i ó n d e l a i n habitación (Véase Lec. 8.'. n. 3 )

a)

Hay u n a presencia d e Dios en e l alma justa, e n cuanto ésta co­ noce a Dios y le ama : esa no es inhabitación: los niños después del

bautismo

tienen

«inhabitación>; y no conocen

ni

aman

a

Dios.

b)

Por el modo de la justificación. Dos asertos : 1 .•

Dios, esplrltu puro. donde obra algo. esté. «presente».

2.0

Dios, esp!rltu puro, donde obra algo <especlalislmo>, estfL pre sen te de modo especlalísimo.

A hora bien : Al justificar Dios al alma, hace en ella •esto• cpecu­ liarísimo>. a)

Esto 1)

Imprime en el alma su propia Imagen,

2)

la asimila al consorcio de la naturaleza divina,

3)

le Infunde la gracia santificante, los dones, y ias virtudes.

bl

Peculiaristmo: es operación distinta de la acción creado­ ra y de la acción conservativ a ; pues la acción •creativa> no puede establecer un

ente creado en el estado de la

vida sobrenatural. La conservativa no difiere de la crea­ tiva. Luego, esa operación peculiar produce una cpresencla de Dios pecu­ liar>, distinta de la que se da por acción creativa y conservativa.


LECCIÓN 36

248

E•a es la inhabitación amigable de Dios; por la c u al las Tres Divinas Personas se entregan al alma para ser amadas y aperc i bi das con aquel

modo sobrenatural que aqul en la tierra es de fe y en el cielo es de vi­ sión i11 t u i tiva.

9. - Modos d e hacerse a D ios presente 1)

Presencia corporal: Se mira algo sensible; v. g r. , astros, flores, mar, luz ; el entendimiento se eleva a Dios, pres ente en eso, por

presenci a, potencia, esencia.

2)

Presencia imaginativa : S e finge una imagen de Dio s ;

v. gr., ce!

viejo de la barba florid a » , o se mira un a pintu ra : ayudado de esa Imagen. me Imagino que no es una Imagen, sino Dios presente. 3>

Presencia int electiva: La fe y l a razón me hacen pensar a Dios

pr es e n te por su Inmensidad, por gracia : no hay im agen ningu­ na, sólo mi pensamiento.

4>

Presencia afe ctiva : Prod u zco un acto de am o r , o de c on fi an za o

de adoración h aci a Dios presente en mi ;

le dirijo una pal a bra

de conversación amorosa.

5)

Juicio d e ellas:

- La I n tel e c ti v a y a fe c ti v a , siempre van j u ntas. - La Intelectiva serla estéril sin un afecto s iquiera .

- La afectiva no m i en t o .

puede

producirse sin

preceder e l p en s a -

- L a cor por al e imaginativa son medios p a r a llegar a la inte­ lectiva-afectiva.

10.

-

a)

b)

Su valor u sual El imaginativo es m odo poco recomendabl e : puede traer peligros. El corporal:

1l

2) 3)

Se apo y a en un f u n d am en to real. Muchos Santos lo usaron : San Francisco, San Ignacio. Con vie rt e a las criaturas en el gran medio para Ir a Dios.

Su fuerza to tal está en la evocación de Dios, y en ser medio para fomentar afectos pro fundos.

Requiere un alma ya despoj ada del afecto desordenado de las c ri atur as ; muy aprovechada en su propia abnegación.

cJ

El i n t elect ivo-afectivo es un modo esencial.

De él se ob tien en los frutos de la presencia de Dios.


ORACIÓN MENTAL SIN INTERRUpCIÓN

249

1 1 . - C ó m o se l ogra l a habitual

Su dificultad: El alma tiene que pensar s i mult á nea m e n te en dos ob­ jetos : de Dios y del negocio que hace : ¿ e s eso posible? 1 .0

re spon den : Hay rápida sucesión d e objetos : el negocio, e tc . Lindworsky < 4) pi en sa que no hay dlficultad : el alma puede a u n tiempo tener presentes dos objetos : uno ocupa claramente el cam­ po de la conciencia , objeto primario, de la a t e n ci ón en este mo­ mento ; el otro simultáneamente está menos c la ro , Influye tam­ b ién continu amente en nu e st ra manera de hacer. Unos

Dios,

2. 0

3.0

Luego :

1)

Sin

don especial extraordinario p u e d e obtenerse l a pre­

sen ci a de Dios h a bi tu al .

2)

Se re q ui e re auxilio de una graci a esp e ci al ; y e so no por sino para mortlflca­ clOn de los afectos desordenados y para una suma Hdell­ dad a los movimientos de la gracia. dificultad de esa facultad anímica ;

12. - Frecuentación d e sus actos 1l 2)

La Importancia de los actos fre cuente s es consecuencia de lo n. 6-1 1 . S e recomienda esta práctica, entre las otras oraciones breves.

expuesto en l a Lee. 1 0,

a) b> e) 3)

Por su excelencia : camino d e a mo r p urislmo . Por su f act l bllld a d en cu al qu i e r estado del alm a , arid e z , desol a ción . Porque libra del amor propio ; de afectos de s ord e n a d os .

No de be ser meramente pasiva, sino

nacer de un Intenso amoz

de l a voluntad.

C)

PUREZA DE INTENCIO:>I

1 3. - Su renovac i ó n

l)

Se logra : a)

al remover de la volu n ta d las intenciones n aturales o des­ viadas ;

b) (4)

al proponer una Intención sobrenatural cu an to más p e r­ fecta mej or.

LINDWORSKY, Ps11chologie der Anese, Fretburg. 1 9 2 7 .


LECCIÓN 36

250

21

No exige que obremos thücamente por el motivo perfectisimo de la pura

caridad.

Los motivos sobrenaturales estos : de las penas, no

deseos del cielo ;

el temor

deben descartarse, sino complem entarlos con

otros m ás perfectos.

3)

La Importancia de la renovación está en que el mérito de las acciones crece, y as! se aumenta la gloria de Dios al ser mas ferviente el acto actual de l a Intención y mas perfecto, por Ir con más caridad.

4)

Para

nosotros

los mejores

motivos sobrenaturales son

más nos muevan : se Irán perfeccionando.

los que


IV TERCERA PARTE

G RAD OS DE LA

YIDA ESP I R I TUAL



L E C C I O N

EL

G R A D O DE

3 7

PRl!IOC I PIANTJ.:S

( GUIBERT : 314-339.) S t:' J\t .-\ RJO :

l . De loi; q u e ti en d en a l a perfección. - 2. La ascens i ó n a la p e r ­ - 3. Los grados clásicos. - 4 . Caracte ristlcas d e l a s V I A S . .AH'rto católico, - 6, PRL"EB.\S del aserto : t.a Doc u ­

fec c i ó n .

5.

A d \•ersa r l o s :

2.1.

m e ntof;l eclesiát;tl cos.-7.

Lo rozón.-8.

3.ª

La t radición. P r l n c l p i a n t irs.

9, Q u l t> n e s son p r i n d pia ntes.-1 0. Práctica m ente lo son ta m biP n.- 1 1 . O t r a s p r i n c i p i a n tes. - t z. El afán de los p r i n c ip i a nte s, - 1 3. D e s e o d e m a y o r perfección. - 1 -t . I n trod ucc i ó n a l a v i d a m á s i n tensa. - 15. P u r i fi ­

a l m os

cación

del

a l ma. - Có m o

LECTU R A c o m p l e m e n t a r i a :

se

hace l a

Di ret'c l ó n

de

purificación.

almaH

pri n c i p i a n tes,

J,

2 1 0. - L l a m a ­

m i e n t o s a la penitencia, l , 1 7 1 . - G uiones d e refo r m a , l nic. 1 y 2 1 3 .

1 . - D e los q u e t i e n d e n a la perfección

a) bl

Los que s e dedican a l a perfección se distinguen p o r s u s diver­ sidades. Esto obliga a que los medios de l a perfección no se apliquen a todos de Igual modo.

el

Las

diversidades nacen :

1l

Del carácter e índole de cada cual :

2)

Del estado de vida exterior que cada uno lleva.

3l

dotes, temperamento.

Del diverso modo que tiene l a gracia de mover, aun a los del mismo estado.

el l

Esto

exige un estudio especi al, para aptar a cada variedad de

suj etos, los principios generales de l a espiritualidad.

2. - La asce nsión a la perfección Partiendo

del hecho

de

la

dlversl dad entre

los

que

aspiran

a

la

perfección se Intenta Investigar, sl l a ascensión mi s m a , en cuan­ to camino, es en si diversa, por tener como tramos diversos, entre

si Irreductibles, por los cuales suceslvamente deban Ir pasando todos.


LECCIÓN 31

254

3.

-

Los grados clásicos

1)

Desde los Padres se viene hablando de Tres Grados de la vida espiritual.

2)

Unos mirando al camino establecen la vla purgativa, Iluminativa, unitiva.

3)

Otros mirando a los su1etos, distinguen principiantes, proficien­ tes, perfectos

<=

grados).

Alvarez de Paz mirando al fru to prefiere la vida activa, contem­

4)

plativa y mixta.

4.

-

Característi cas de las vías

1)

Vla

=

e s lo mismo que afdn peculiar, en cada grado.

Los principiantes

tienen por

afán

peculiar la purificación

alma ; pero la purificación trasciende ese tam blén en los otros dos.

grado

del

y debe darse

Los proficientes tienen por afán peculiar la adqulslclón y pro­ greso en la virtu d : pero adquirir y progresar deben también hacerlo los principiantes y lo s perfectos. Los perfectos tienen por afán peculiar la unión con Dios ; pero ya la unión esencial d e la gracia se ha obtenido por los principiantes, etc. a)

La Introdujo en la vida cristiana el Pseudo-Dlonlslo C s. V) purificándola del sentido dado en los misterios

paganos y en los escritos de los filósofos. b)

Las tres vias se acomodaron en el s. xru al sentido·

dado a los tres grados.

2)

Los tres grados de signan a principiantes, proficientes y perfectos. Son grados propiamente tales , porqu e :

a>

Los d e arriba pueden y a hacer algo que n o pueden los principiantes.

b) e) 3)

Hay algo necesario para los que comienzan, que ya no lo es a los de más arriba.

A cada grado suele darse un grupo de gracla.S espe­ ciales para él.

A estos TRES GRADOS se clfie la doctrina que exponemos.


EL G R A DO

DE LOS PRINCIPIANTES

255

5. - A d v e rsari os : as ert o cató lico .1)

Molinos

negó

esta distinción

de grados en

la vida espiritual

(Lec. 35, n. 1 ) . Esta negación es la fuente del Error del Quietism o,

de querer aplicar a toaos lo que es peculiar de unos pocos, Y no

siempre y absolutamente bueno. 2)

Entre los católicos, hay fórmulas diversas, pero conformidad con la substancia de admitir gradas.

3)

Es doctrina católica, y al menos, «cierta• la doctrina de este aserto : •Dios suele conducir los hombres gradualmente a la perfec­ ción cristiana.» •Por eso, los principiantes, proficientes y perfectos deben ser dirigidos según diversas reglas.>

6.

-

P r u e bas del asert o :

a)

1 .•

Doeume ntos e c l esiásticos

Condenación de esta propaslclón de Molinos ( 1 ) : Las tres vlas, purgativa, iluminativa y unitiva, son el absurdo mayor que se ha establecido en la mlstlca: ya que no hay m ás que un c amino, el interno.•

bl

En la Enclclica Mens n0.9tra de Pio XI, se supone que el alma sube a la perfección consumada .por grados> ( 20 dic. 1 929).

7. - Prue bas.

al

2.•

R azón y e x p e ri enc ia

La razón : En la perfección de la vida espiritual influyen muchas causas naturales : lndole, hábitos adquiridos, que ayudan o Im­

piden el dominio de la caridad. Todo eso no se puede cambiar de

repente sin milagro de Dios, y como Dios no cambia nuestra na­

turaleza, sino que la ayuda y eleva, mientras no conste de una in­ tervención especial de Dios, hay que decir que la transformación del carácter, hiibltos, etc., se va haciendo paulatinamente. b)

Enseña la experiencia que se producen graves desventajas cuan­ do principiantes y aprovechados quieren )l()rtarse igual. 1)

Hay Ilusiones y pel!gros si los principiantes echan ya por el método de oración que para los otros es magn!fico.

2)

Los aprovechados quedarán atados, s1 se los detiene en

los e) erclclos de los primeros.

(1)

MOLINOS, Praposición, 26.


LECCIÓN 37

256

s. - Pru ebas.

3.'

La trad i c i ó n

El conjunto de l a tradición siempre ha seguido el aserto en su doble aspecto. Los te xtos de la Escritura Que emplean algunos autores son solamente a d a p taciones, no prueban l a existencia d e los grados ; pero nos hacen ver qué pe nsaban los autores que los emplean. a)

b) e)

d)

Los

Alejandrinos :

Clemente

distingue :

n i ño,

varón,

gnóstico.

Origenes : simples, teorizantes, prácticos. Los Latinos: Ambrosio :

sombras del Verbo , olores sin sombras ;

descanso en el Verbo. Los Griego s : San Juan Cllmaco pone 30 grados en 3 serles. Los Africa nos : Caslano :

temor de siervos, esperanza de merce­

narios, c aridad de h!Jos. San Agustín : cu atro grados e n la caridad. Desde San Gregario Magno, en l a Edad Media con San Bernardo y Santo Tomás ( 2), San Buenaventura < 3 ) , ya esta doctrina tiene perfecta su evolución.

Los modernos, nos hablan d e las v!as y de los grados. Suarez ( 4) acomoda los grados a las vlas y recíprocamente. San Juan de l a Cruz ( 5) refiere l o s grados a la contemplación Infusa. Los modernistmos aceptan los grados y vlas y cada uno Ingenia u n acoplamiento diverso. Sobresale Saudreau con esta clasi fi­ cación (6) :

1)

Vía purgativa :

almas creyentes - almas buenas.

2)

Vía Iluminativa :

3)

Vla uniti v a : almas perfectas - almas heroicas. Santos.

almas piadosas - almas fervorosas.

LOS PRINCIPIANTES 9. - Q u i é n es son pri nci piantes

1)

Lo son, quienes viviendo vida espiritual mantienen integras los Impe dimentos de la caridad.

a) b> (2) (3)

(4) (51 <61

Todavla no conocen los ejercicios de l a vida Interior ; e stá.n sin uso ni experiencia de esa vida.

Los Impedimentos nacidos de su índole, o de otras cau sas todavla no han empezado seriamente a quitarlos.

S A N TO ToMAs, In 111 Sent., d. 29, a. 8; q. l. SAN BUENAVENTURA, De triplicf via. Quaracchi. VIII, 3.

l . 1 , c. 1 3 : tr. IV, l. 2. c . 11. LA CRUZ, Noche 08CUra, I, c . 1 , n. l. SAUDREAU, Degrés de l4 vie spirituelle, 6 ed., París, 1935.

SUÁ.REZ, De Religione, tr. VII, SAN JUAN DE


EL GRADO J>E LOS PRINCIPIAN'XES

257

2)

No lo son los pecadores habitualmente en mortal : no tienen vida

3)

Pueden serlo los que casualmente cayeron e n mortal:

alguna. arrepentido por la penitencia, ya empezada

y se han

l a vida d e perfec­

ción.

10.

-

1)

Practlcame nte l o so n Los niños Inocentes: aunque ni empezaron a corregirse, ni saben de vida espiritual. Se les equiparan

las almas simples, buenas, que

jamá.s han

pensado en m á.s que en sus obligaciones familiares y en los man­ damientos d e Dios.

2)

Los recién convertidos del pecado: sus

pasiones

está.n

Indómitas,

y

desean hacer son

gran des

vida cristian a :

las

tentaciones ;

pero existe firme resolución de servir a Dios. Se les equiparan, en parte, los que vienen del paganismo o la hereJia. Tal vez hayan vivido ya haciendo vida Interior ferviente. Les falla la acomodación a la vida espiritual católica.

11.

-

!)

Otras almas p ri n c i p iantes

Las

q u e nunca han aprovechado espiri tualmen te ; siempre en el

primer eslabón por pereza ;

por creer que la

perfección

n o e�

para ellos.

2)

Las que

tienen

falso concepto

de

la

perfección,

y

andan

por

malos caminos. Piensan que han adelantado, pero está.n sin cambiar en sus defectos.

3)

Los que se han entibiado, habiendo sido fervorosos viven habi­ tualmente en lo venial. Aunque no carecen d e formación, perdieron el uso de l a vi d a espiritual.

12. - E l afan de los p ri ncipia ntes Tres metas que se Imponen :

a) b)

c)

Deseo de mayor perfección. Introducción para una vida má.s Interna. Purgación de todo lo que estorba a la caridad.


258

1 3.

LECCIÓN 37

-

a)

b) el

1 4.

-

a)

b)

n eseo de mayor perfección N ac e de varios adjuntos : exhortación, lectura piadosa, ejemplos de santos. Ejercicios espirituales. Proce de de motivos diversos : mayor luz para ver la lógica cris­ tiana : gratitud a Dios, celo al ver tanta necesidad en las almas. Los sacerdotes deben fomentar este deseo en todos, ya que a todos se les propone en el Evangelio la perfección de la vi d a c risti an a. I ntroducción a la vida más i nterna Primer paso: Conocimiento mejor de las cosas de la vida espiri­ tual ; misterios de la fe, sobre la perfección : lo que más agrada a Dio s ; lo que es más seguro. Esto puede Dios suplirlo y lo suple no pocas veces. Pero es mu y útil sacarlo del estudio y de la dirección. El Director tiene por oficio explicar lo que no entienden, re­ solver dificultades : enseñar lo más esencial ; ir poco a poco pro­ poniendo lo dificil. Segundo paso: Conocimiento propio; empezar p or los defectos : propia índole : pasión dominante hasta ir llegando a un conoci­ miento más intimo de las buenas cualidades, que serán auxilio para la perfección.

!)

2)

3)

Los medios: Examen de conciencia cada dia ; extraordina­

rio en los retiros. Avisos del Director : lecturas espiri­ tuales. Introducción al recogimiento y práctica de l a oración men­ tal : Esta será más bien discursiva ; no especulativa, sino afectiva, y sobre la vida de Cristo, principalmente. Del Director es encauzar los principiantes hacia el recogi­ miento, Instruir bien en qué consiste la oración ; soltar di­ ficultades, etc.

15.

-

P u ri fi cación del a l m a

¡)

Abarca tres cosas principales: Pecados, inclinaciones desordena­

2)

das, espirltu del mundo. SE HACE LA PURIFICACION con estos medios: a)

b)

Confesión frecuente, mortificación, exámenes en general. Purificación activa: 1)

Negándose ; evitando actos malos o Imperfectos; resistiendo a las Inclinaciones desordenadas.


EL 2)

GRADO

259

DE LOS PRINCIPIANTES

Posltlvamente haciendo contra las lncl!naclones y el espíritu mundano.

3)

Directamente oponiéndose a los defectos.

4)

Indirectam ente con virtudes opuestas. Siempre con la ayuda d e la gracia.

e)

Purificación

pasiva: Dios elige los medio s :

permite

que

algunas cosas nos fastidien ; obra directamente en el alma.

Externamente pobreza, calumnias, trio, etc. Internamente

d)

aridez, desolación.

Frutos: Ternura.


38

L E C C I O N

EL GRADO DE PROFICIENTES ( GUD!ERT: 340-353.) S U M A IUO :

l.

Q u i énes

proficien tes. - 2.

son

Sus

clasH :

J,o

Almas

pías. -

A l m a s f'en-orosas. - 3. D e los pocos que n o se estancan. - 4. Afán refo rma y d e m ortificaclón . - 5. A íá n de con fo r marse a C risto. ­

2.ª de

fi.

Afán

d"

r.cogi m iento : G u a r d a del roraz6n . - 7,

m i e n to-guarda. - 8. d e l a UeoliA"ión. ]],

Neces i d a d del

El a fán de l a v i rt u d de l a Reli�ión. - 9. Afán de pe rfecta abnegación y d e

JO.

recogi­

D e los actos h u m ildad, -

La d l' fi n ición de l a h u m i ldad. - 1 2. f..a h u m i l d a d e n s i : 1.0 Sus dos 2.0 Sus d o s actos. - 1 3. La a b n ega c i ó n . - U. I mportancia d e

nsputos, -

y de l a h u m i l d a d . - 1 5. La r a z ó n teol ógica de la I m po r t a n ­ La experiencia l o c o n fi r m a . - 1 7. C o n secuencias. - 1 8. C o n d u c ­

l a a b n egación cia. - 1 6.

ta d e algunos San tos.

LF.CTU R .\ c o m p l ementa rla :

La h u m ildad en acctón, 1, 598. - Vida orde n a da . Ca­

ridad, Li m osnas, I n i c . 2S5.

1. - Q u l é n & s son los proficie ntes

a)

Lo son quienes tienen domadas las pasiones ; los que ordinaria­ mente están fuera del peligro del pecado mortal

b) el

d)

el

( si bien no

absolutamente).

Lo son los que resisten bien a las tentaciones ordinarias.

Lo son los que procuran cuidadosamente evitar los veniales de­ liberados. Lo son los qu e «Se conocen• bastante bien a si mismos.

·

Lo son los que estén ya hechos a los ejercicios de la vida espi­ ritual, y los cumplen exactamente.

f)

Lo son Jos que tienen un conocimiento des

fundamentales

de

la

vida

hondo

espiritual,

y

su

de las verda­ persuasión es

firme.

2. - Sus c lases

1.

Almas pias :

a)

Vida rectamente ordenada, principalmente en lo externo.

b)

El Interior con defectos aún, porque no Jos extirpan seria­

e) á)

mente ; v. gr., hay gula, vanidad, curiosidad. Pecados veniales e Imperfecciones no raras. Estén poco convencidos de la abnegación evangélica.


EL GRADO DE PROFICIENTES

2.

261

Almas : ervoros a s :

a¡ bl

E n t ien d en ya mejor la abnegación y con sinceridad van p ra c tic ándol a. El inte ri o r bien atendido : g ran

recogimiento, silencio en gran

estima, Imbuidos en v e rd a der o espirltu de oración.

3. - D e los pocos que n o se estancan

l.

Es u n hecho que l a mayoria de los hombres permanecen •Proficien­

tes• toda l a vida sin llegar a •Perfectos•. Sin ser tibios, son me­

diocres.

2.

F alt a una voluntad serta y eficaz d e ap ro vechar :

al

bl

e>

Infiuye e n ello l a edad al apagarse el ardor Juvenil. Hay

cansancio

por l a monotonla de

la

vida espiritual :

muchos esfuerzos sin grandes frutos.

M alo gro de progreso por cantidad de negocios op rlmente s , aun de la gloria !!e Dios.

d1 el

Reacción cont ra In discreci one s n atura l es. Pa r al i zaci ó n del deseo de progresa r : es l a Inercia espi­ ritual.

3.

Los m éri t os, aun as! , crecen porque cada dí a son muchas l as o b ra s

4.

La vida interior está mutilad a :

so br e n atura l es q u e se hac en .

a)

b1

E n los ac ti vos h a y prevalencia d e l a s o b ras de celo exter­

nas ; medios hum a n os .

El recogimiento se pierde y sob r e v i ene la disipación. En los contemplativos hay superficialidad Interior : un pen­

s amientll lo de D i o s :

una oración l i túrgi ca con deficiencia

de Intimo y fuerte sentido de las cosas divinas; que s on , re­ co gimien t o ,

guarda

de

los

se nti d os, espiritu

de

oración,

unión con Dios por e l en t e n di miento y la voluntad.

Cuando estas cosas divinas l l am e an , ellas m i sm as avi­

van el fervor de l a caridad. Hay c in co afanes .

4. - Afán de reforma y de m o r t i fi c a c i ó n Es un querer c ont in u ar en la purificación del alma.

l.

La purificación está en ahondar más en lo Interior para oponer s e

2.

Purificación •activa• aún, y p ositiva ; porque va directamente a

a los afectos desordenados.

las Vi rtude s co n su a vid a d y amor.

3.

Pu ri fic aci ón es responder con cooperación a l a obra de Dios . que dará arideces internas, y aun permitirá que el alma se vea Im­

potente para corregir ciertos defectos.


LECCIÓN 38

262 4.

Purificación es perseverar activamente. Creer que ya se puede pres­ cindir de ese ejercicio a c t 1 v o , es exponerse a no progresar.

5. - E l afán d e conformarse a C r i sto positivamente l.

Este afán abraza principalmente tres cosas : al

bl e) 2.

Conocer más lntlmamente a Jesucristo, sus ejemplos, su mentalidad, su Corazón, su doctrina, su manera de obrar, etcétera. Aflcicnarse más a Cristo, Cabeza, Rey, maestro, hermano. Este amor a Cristo-Hombre es gran Incentivo del fervor. Imitar los ejemplos de Cristo y parecerse a El.

Debe ser integral; afán de Imitar todas las virtudes ; amar toda

la doctrina. Su práctica sea selectiva : el conato se pone en algunas virtudes es­ peciales, de cuya adquisición depende el p rogreso espiritual: l a humil­ d ad en general ; y otras, conforme a la vocación y adjuntos y solicitacio­ nes de l a gracia. 6. - R ecogi m i e n to : G uarda del corazón a)

El recogim iento es freno al apetito de quererlo conocer todo; cosas sensibles, humanas, y de gozar en ellas.

PODA : 1l 2)

3)

b)

Todo lo que no sea sobrenaturalmente útil. Su fomento con conversaciones lnütlles. Su exaltación con Imaginaciones y sueños tontos.

La guarda del corazón, destierra además de lo desordenado en las Inclinaciones, <los apetitos naturales>, poniéndolos bajo el dominio de la razón, Iluminada por la fe. La guarda va de la mano con el recogimiento. SI el alma se ocupa de lo terreno, experimenta movimientos naturales. El corazón mal guardado queda absorbido por la curiosi dad : la cual se robustece por lo que ve y se oye.

7. - Necesidad del recogi m i e n to

1) 2)

Es Imprescindible para que el hombre haga progresos notables, se conforme a Cristo, sea dócil habitualmente a la gracia. La raZón es, que siendo las cosas sobrenaturales sólo conocidas por la fe, no tangibles, son menos proporcionadas a nuestro en-


EL GRADO DE PROFICIENTES

263

tender natural : si el alma está ocupada por falta de rec ogim i e n to­ guarda, h alla dificultad mayor en moverse por lo sobren atural : no podrá darse a Dios Intensamente.

3)

Los maestros dan sum a Importancia a los medios con que obte­

ner recogtmien to-guarda: e.silencio y modestia"».

a)

El silencio. 1)

Exteriormente ha de guardarse •absolutamente> a tiempos ; crelatlvamente• en los otros, sin Inmode­ raciones, ni efusiones.

2)

Interiormente huyendo de los pensamientos vanos e Inútiles.

bl

La m o d e stia : es guarda de los ojos, y del uso de los otros sentidos : afectos,

reprime la movilidad de la mente y de los y la actividad natural, que v a contra la serla

dirección de la fe.

8. - E l afán de la v i rtud de l a re ligió" ( 1 ) 1)

L a religión e s cparte p ote n cial de l a Justicia>. Por ella damos a Dios, primer principio y gobernador, el culto y honor que le de­ bemos.

2l

Sus actos principales son : cio .

3)

devoción,

oración, adoración ,

sacrifi­

ofrenda interio r , voto, J u ramento, etc.

Además de su lntrlnseco valor, es Importante esta virtud para promover el recogimiento y la unión Interna con Dios.

a

1

bl

e)

Sus actos principales

no

pueden

ponerse

sin

emitir

al

mismo tiempo actos de las virtudes teologales. Ordena las relaciones de las creaturas al Criador, da a toda la vida un carácter de profunda reverencia a Dios. La religión en su acto más grande de «adoración y alaban ­ za• permanecerá con la caridad en el cielo.

9. - De

al

b)

los actos

de la re l igión

Sirven para expresar nuestra sujeción a Dios y mostrarle la reve­ rencia debida por nuestra esencial relación a Dios. La caridad debe Informarlos: a.si se avienen muy bien entre nues­ tra humilde reverencia como s i e rv os y nuestro amor como llfíos y amigos.

e)

La religiosidad debe Invadir nuestra vida Integra, como la piedad

(1)

SUA REz, De. Virtute et statu religionis.

filial Invade nuestro modo de hacer con nuestros padres.


LECCIÓN 38

264 d)

La f ue nt e d e la religiosidad es el espirltu de fe, que nos hace

sentir Internamente lo que somos delante de Dios.

e)

Es to vale de un modo más estricto para los sacerdotes, destina­ dos por oficio al cul t o divino.

10.

-

a)

b)

La perfecta abn egació n y la h u m i ldad ( 2 ) H ay u n an i m i d ad d e pareceres entre los m aes t ros , para decirnos

que l a humildad y abnegación es el fundamento de la perfección y c on d ición del v e r d ad e ro progreso.

Son eslabones de la t radi c ión p rl m l tl v a

1l

Caslano ( 3 ) : •Se demuestra evidentemente que nadie pue­ de llegar al fin de la perfección y de la pureza, a no ser por l a hu mildad . >

2)

S an

León

San

G re ga rio M.

( 4) :

«Toda la dlsclpllna de la sablduria cris­

tiana consiste en la verdadera y vol unt aria humildad.>

3)

(5) :

<La

humildad

es

la

maestra de

todas las demá.s virtudes.•

San Cl lm aco ( 6) : Llam a a la humildad cpuerta real».

4> c)

Las m e di ta cion es claves en los EJ e r clc lo s de San Ignacio : Reino de Cristo, Do s Banderas. Tr es m aneras de hu mild ad , se enfocan

a la hu mi ld a d , de la cual se h ace depender todo el negocio de l a s a ntidad

y

del

servicio

cualificado

compe n d ia en este principio:

a

Cristo.

Esa

doctrina

se

•Piense cada un o quo t an t o apro­

vechará en todas cosas espirituales cuanto s alier e de ser su pro­ pio amor querer e i n te rés• ( n. 1 89).

1 1 . - La d e fi n i c i ó n de la h u m i ldad

1)

San Bernardo < 7) dice de la humildad : cEs la virtud por l a cual

el hombre con u n conocimiento de si verdaderisimo, "sibi ipsi vi­

lescit

2l

=

se

parece vil a

si

mismo".>

S ant o Tomás ( 8 ) : «Virtud que atem pe r a y re fren a al a l m a para que no tienda lnmoderamente a lo alto.>

3)

La R e gu e r a (9) añade a la de Santo Tom ás : «Sino más bien s e mantenga en lo b a j o , s e g il. n la suj eción del hombre a Dios . •

(2)

S A N F R . DE SALES, Entretiens. 8, 1 4 ;

(3)

ÚASIANO,

(4)

(5)

C6l (7l (8)

( 9)

lntroc!uccidn, III, 4·7.

lnstit., XII, 23 (P. L. 4 9 , 460). Scrmo 37-3 ( P. L . 76, 443).

SAN LEÓN,

L. 76. 265). G. 88, t620l.

SAN GRECiOR[Q MAGNO, Morales, xxnr, 1 3 ( P .

s.... N S.\N

JoAN CLfMACO, Scala, grad. 2 S CP.

BERNARDO, De gradi.bus humilitatis, 1-2 <P. L. 182, 949).

q. 161, a. l. lib. IV, n. 697.

SANTO TOMÁS, IJ.•·ll.&C!, LA REGUERA, I,


EL G R A DO DE PROJo'ICIENTES

265

1 2. - La h u m i l dad en si 1)

Sils dos asp e ct o s : a1

Qu ie re ccontener> el ape ti to y amor d e Ja propia excelen­ cia,

ol

contra

la

soberbia

desordenada.

La

propone

S an to

Tom á s . Quiere

quitar de ralz la soberbia

por el •Vilipendio pro­

pio>. Esta es más p er f ec ta . y es la que p ropo n e S an Be r ­

n ardo . 21

Sus d o s a1

actos:

R especto d e Dios:

ll

2)

reconoce el hombre ser criatura ;

•nada > , respecto de Dio s ; re con oc e ser pecado r : «menos que nada• respecto de Dios. Es decir :

bl

Se tie ne por lo q u e e s .

Respecto del hombre :

1)

reconoce no tener nada bueno suyo ;

2)

q ue no de be anteponerse a nadie ;

3l

que es mejor qu e se tenga por menos que los otros.

1 3. - La a b n egación

1l

No es virtud simplemente. Es u n chéblto general> de la voluntad por el c u al el hombre, contra la Inclinación del amor propio, su bor­ dina todas las

comodidades de esta vida al fin de procurar la

gloria de Dios.

2) 3)

El acto de la abnegación e s aquel con el cual hacemos renu nci a de la propia comodidad de una manera más ple na y más grave. Ese puede ser el modo sl gnlflcado por Cristo, al hablar de abne­

garse < Mt. 16, 24) ; lo. 9, 23 ; Me. 8, 34, etc.

1 4. - I m po r t a n c i a d e la a b neg ació n y h u m i l dad a) b)

No e s t á en su lntrlnseca dignidad : a ven t a j a n .

muchas o t r as virtudes

Je

Esté en se r condición esencial y piedra de toque en· la vida es-

piritual.

11

sin ella es Impasible una perfección elevada ;

2l

con ella, fécllmente se obtiene todo lo demás ;

31

es norma : si se la tiene, o si se la abandona se puede J uz­

ga r de

un alma

más alta.

que

ha llegado o

no

a

esa

perfección


266

LECCIÓN 38

1 5. - La razón teológica d e l a i m porta n c i a La caridad -medida de la perfección- t i e n e como I mpedi me n t o má­ ximo al camor propio• : el bien propio desordenado.

a)

La abnegación se opone directamente al amor propio.

b)

La humil dad se opone directamente al bien propio. Luego sin estos obstáculos el hombre por la caridad amará el bien divino :

porque los progresos de la caridad no se Impiden

por ninguna dificultad Intrínseca, sino por esos extrínsecos.

16. - La e x p e r i e n c i a lo confirma Las almas bien dotadas que han conseguido gran perfección, donde sienten m:l.S dificultad e s e n su cpotente personalidad•, y «soberbia• mas

o menos consc i ente . Ast se explican muchas caldas históricas.

1 7. - C o nsenuen cias 1)

La abnegación

y humildad no son una pereza intelec tual ni una

timidez pasiva, ni un abatimiento del alma.

2)

Es necesaria la acción de la humildad respecto de Dios y de los hombres. La primera es más esencial : pero no se r á sincera si no se ej er­ cita respecto de los hombres.

3l

4)

Las humillaciones exteriores tienen esta Importancia de ser un criterio para la humildad verdadera y sincera.

A ceptar las humillaciones es bueno, pero seria hipocresía sin la

humildad Interna.

18. - A l g u n os Santos se tuvieron por peores que todos los hombres, y no lo eran .

Parece que para salvar su verdad, hay que recurrir a una luz especial de Dios.


L E C C I O N

3 9

DEL GRADO DE PERFECTOS ( 01JIBERT ; 354-367.)

SUlHARIO :

t . Doctrina d e ,·arios h e re j PS . - 2. D o c t r i n a ieomún d e l o s t l"ólo­ St>n t i d o pos i t ivo de E>Steo e-rado. - .f. Doble �rado de prríectos : C a r i d a d heroica. - 2.° Caridad consumada. - 5. Existencia d.- l a h2roi­ ca. - 6. Existencia de l a consumada. - 7. Un anál h l l s más pred s o. 8. El don d e la contt"mplación i nfusa no t'S Ht"ncial. - 9. Est ad o de per­ fett i ó n y estado «mistiieo». - 10 . Cómo saber si se h a l l egad o a e111 te esta­ do. - 11. La caridad de lo!il. perf Pctos. - 1 2. Doc t r i n a d e l o s teólogos. 1 3. Din• r ge nc ia s entre los te<ilogos. - U. La suma pureza del a m o r. R'o.s.

1 .°

- J.

LECTURA c o m ple mentaria :

Familiaridad ieon

c i d a d reli1riosa, 11, 4 1 3.

Di o s , 1, 4 36. - L la n Ha y s i m p l i ­

1. - Doctrina h e r é t i c a sobre la perfecció n Varios herejes convienen en esto :

1)

El

hom bre

se pone en el estado de los

por una I nici a ció n , o por algún

de alguna verdad , o

uni ve rsalm e nte .

por

aon

perfectos,

o por un rito o

de Dios, o por conocimiento

u n camino breve y sencillo pero encaz

La perfección se obtiene, pronta y seguramente, sin

un es­

fuerzo personal largo.

2)

El alma, en ese estado, se une a Dios de modo que ya no hay acti­ vidad prO'J)la. El alma se vuelve feliz, Impecable.

a>

bl 3)

Sus actos materiales son Indiferentes.

Son lndt!les los actos comunes de piedad y hasta noci­ vos porque le apartarían de la unión con Di os .

Estos perf ec tos estarlan sobre la Jerarquía. Como la Igl esi a en su me di o c ri dad sólo j uzga de lo externo,

ri an su j e tos .

en lo interno

no le esta­

2. - La doctri n a c o m ú n de loe te61ogos

1)

La caridad, con que el hombre es perfecto e n esta vida puede siempre perderse de suyo. El privilegio de estar con firm ado en gracia consiste en una promesa de auxilios extrinsecos. que cier­

tamente impedlrll.n el pecado, pero sin quitar la posibilidad ln ­ trlnseca de pecar.


268

LECCIÓN 39

2)

Nadie que no esté confirmado en gracia, puede evitar todos los

pecados veniales de pura fra gilid ad .

El privil e gio de evitar todo pecado aun los de f r a gi lld ad , sólo

3)

se concedió de cierto a la Santísima Virgen .

41

No pueden disminuir los méritos ni el grado de gracia santifi­

cante ; pero puede disminuir el fervor de l a caridad y su dominio

en los actos del h ombre .

5)

Todos, Incluso la Santislma Virgen , pueden crecer en gracia du­

rante el curso de la vida. Luego, siempre en esta vida se puede

se r más perfecto.

G)

No hay esta do alguno de perfección en el cual el alma

a) b) cl

esté por encima de los preceptos de la Iglesia, y del ej er ­

cicio de las virtudes y del cul to exte ri or ;

esté exenta de la autoridad de la Jerarqu ia ;

se halle puramente pasivo, b aj o la acción divina ( aunque

es verdad que el a lma , e n la c ont empl a c ión infusa mien­ tras l a esté gozando, no puede emitir actos de virtudes, o de culto exterior) o que solamente emita esos actos bajo

el Imperio de la caridad, pero no se excluyen esos actos del estado habitual del alma ;

ni dejan de ser actos de

virtudes particulares.

3. - S e n t i do positivo d e este estado

al

Existe cierto e stado de « perf e ctos• qu e c on tien e

1l

2) b1 cl

4.

-

cierta establlldad de obrar, dentro de la perfección ;

c i ertos caracteres de la vi d a espiritual .

Dicese grado, porque es m ás e l evado que el prec e den t e .

Dlcese vta porque el alma no para, progre sa y de m o do distinto al de los o tro s c aminos .

D o b l e grado de o p erfectosn

1)

La caridad heroica. al

La exige l a Iglesia para la Beatificación de los Siervos de Dios.

b)

La define Benedicto XIV. cEs l a Virtud Cristiana que logra

que el que la posee obre expeditivamente, prontamente y

gustosamente sobre la manera común por el fin sobrena­

tural, sin raci ocinio humano, con abnegación y sujeción de

los afectos• ( 1 ).

(u

BENEDICTO XIV, De Servorum Dei beatificatione. Ill, c. 22. n. l .


DEL GRADO DE PERFECTOS 2)

269

Candad consumada : menos perfecta y re s pl an de ciente ; pero con tal grado de abnegación y recogimiento que

a)

b)

es

habitual

Santo ;

la

docllldad

a las I ns pi r aciones del Espíritu

es universal el dominio de l a caridad en toda la vida, con l as excepciones de ciertas Infidelidades por fragilidad.

s. - E x istencia d e la h e roica ll

Se d e d uce del modo con que canoniza la Iglesia a algunos de Jos Siervos de Dio s.

a)

b)

Desde

Urbano

VIII

debe

hacerse

un

proce so

minucioso

sobre el ej ercicio de las virtudes e n grado heroico. si se trata de los Siervos de Dios no mártires.

Los Beatos se proponen no sólo como dignos del culto po r estar en el cielo, sino además como modelos de una ver­ dadera vida cristiana perfecta.

2)

La tradición

católica

reconoció

expresamente

a

mu ch os santos

como perfectos amigos de Dios ; el Magisterio eclesiástico no es­

casea en documentos con los que se proponen esos santos a la

3l

Imitación, aceptados as! por los teólogos y el pueblo cristiano.

La I gl esi a Católica es Santa, no sólo por su doctrina y leyes, sino

por !as costumbres ; luego debe haber quien represente esta faceta en grado heroico.

&. - E x istencia d a la consumada

1)

Se da el consentimiento los Doctores Espirituales : distinguen ese grado y dan Instrucciones peculiares para su dirección.

2)

La experiencia nos muestra a muchos, que sin ser heroicos, llevan

una vida santa en unión con Dios, abnegación y perfecto cum­ plimiento de las obligaciones de su estado.

1. - Un a n á l l a l s más preciso Supone que los frutos conseguidos en los estados anteriores, se han consolidado. Por eso

a)

la purgación de pecados y afectos desordenados está adel antad a ; quedan siempre algunos rastros, vestiglos y faltlllas q u e s e es­

bl

e)

d)

capan ; el ejercicio de las virtudes es sumamente ex pe d i to ; la abnegación es habitual

y en lo

repentino no hay sorpresas ;

el recogimiento Interior es profundo, aun en la acción de lo que

se hace por Dios ;


270

LECCIÓN 39

e) f)

prevalece el afán de unión con Dios y seguir sus Inspiraciones ;

fe , esperanza y caridad libremente enseñoreadas de las acciones del alm a ;

g)

los Dones del Espirltu Santo s e explayan sin Impe diment os nota­ bles, con doclllda:I grande y habitual a sus direcciones.

a. - El don de la i n fusa n o es esencial a)

Quieren Saudreau y Arlntero que la Con te mplaci ón Infusa, sea uno de los constitu ti vo s esenciales de este grado : cno se puede ser perfecto sin la Infusa•, dicen ellos.

b)

Debe negarse : una cosa es que la

p or

contemplación infusa sea tenida

medio necesario, para llegar a ese grado , y otra cosa, que

sea un elemento esencial constituyente.

1.0

2.0

Aun los que defienden que es medio, conceden, como Garrl ­ gou - Lag range , que de un modo e x trao rdin ario se llega a la perfección, sin ese medi o ; seria medio normal . La Iglesia en el proceso de las virtudes heroicas no se fij a si ha tenido el Don d e la in:usa.

9.

-

Estado de perfectos y estado mistico

H a y divergenci a en l a significación de estado mlstico. a)

SI se toma es tric t ame nte para designar al que goza de 1 cDon de

la Infusa•, los perfectos de por sí no son mlstlcos esencialmente.

b)

Si se tom a más extensamente por el estado del alma que obra habitualmente bajo el lnfiujo de los Dones del Espíritu Santo, es estado mlstico, de suyo.

e)

SI

el estado

mlstlco se

Identifica, como quieren algunos,

ccon

la vla unitiva>, el estado de los perfectos y el estado místico es

evidentemente lo mismo.

10.

-

1)

2)

C ó m o se sabe si se ha ll egado a este estado La I mportan ci a de este conocimiento viene de que no se deben

dirigir Igualmente lo s pe rfectos y los princi pi an tes y proficientes. Su dificultad está en que el dominio de la caridad y la doci­ lidad a las Inspiraciones no son cosas tangibles.

3)

El m ás seguro camino es atender a las victorias contra los afec­ tos desordenados, al ejercicio de l as virtudes dlflclles y más que nada a la abnegación que debe ser total y a l a humildad que debe ser fuerte.


271

DEL G RADO DE PERFECTOS

1 1 . - El afán

de los perfectos

Según Santo Tom :is (2) lo c ar acte rí stico de Jos perfectos es que «Deo

lnhaereat et eo fru atur• = la uni ón y el goce de Dios. Aunque avancen

en la caridad, su af á n es la unión, si n otros cuidados como a f án pec u­

li ar y principal . La u nión la logra l a caridad que domina toda la vida.

La pureza de la caridad, proviene de estar libre de tOdo m-0 tivo inte­

resado, y de la extensión de su dominio a todos los ac tos : y eso e s lo

que debe I n ve stigarse para conocer si u n o es perfecto o no. 12. - Doctrii:ia d e los teólogos para esta i n v est igación

a)

La caridad es cierta amistad del hombre con Dios :

se le ama

s obre todas las cosas, por si mismo : no por los beneficios recibi­ dos o a recibir.

b) e)

d)

La esperanza que espera poseer a Dios en l a visión in t u it iv a es

buen a y neces ari a en todo estado. Es cierto que no

hay un es t ado de amor puro, sin mezcla de

algún motivo Interesado de t emor o esperanza.

También es cierto, contra Bolgenl ( 3 ) , que existen actos de amor

de pura benevolencia para con Dios, sin que el hombre entonces piense, que eso le es bueno para si.

e)

El acto por el cu al el hombre apetece su propia fel!cldad en la v i sión Intuitiva, es un acto bueno sobrenaturalmente, pero no es

un acto de caridad. Se le llama a c to de •amor de concup iscen c ia para con Dios•. 1 3. - Diverg e n cias d e los teólogos El deseo de unión con Dios, como bien propio.

a)

Le l l am an algunos c amor de co n cupis cen ci a amigable•. No se dis ­ tin gu e , según otros, cdel amor de concupiscencia>, pues es cacto

Interesado> : «deseo a Dios para mio.

b)

O t ro s lo distin guen : Dicen que el alma se mueve por l a bondad

intrinseca

de Dios ;

de donde brota el deseo de unión con el

amigo.

1.0

2. •

Es acto de caridad ; pues Dios se ama •de por si•. Es triple el acto de caridad : 1) 2)

(2) (3)

amor de pura bene vol e ncia ; deseo d e unión con Dios bien lnftnlto, como acto

SANTO TOMÁS, 11.Ln.ae, q. 24, a. 9 (a. 3 ) . BOLCEN'l, Dtlla. caritá, t. n, c. e.e.


2'i2

LECCIÓN 39 secundarlo :

C Santo Tomés

C4l

dice que es propio

de l a caridad unirse a Dios, lln 1l.ltlmo1 ;

3)

amor con el que deseamos para el prójimo también

esa unión.

n.

-

Al

La suma pureza del am o r Encuadrándole en esta 1l.ltlma concepción q u e e s la més proba­ ble se tiene esta doctrin a :

1)

El triple acto de caridad es esencial de esa virtud y per­ manecerá en el cielo.

21

Se emitirá por los bienaventurados, como si fuese un solo acto porque su capacidad ha llegado al colmo, pero según el orden de los tres objetos, Dios, nosotros, prójimo.

31

En la tie rra por la Imperfección de las potencias l a Inten­ sidad actual de l a complacencia pura en Dios no se aviene en el mismo acto con el deseo Intenso actual d e unión con Dios ;

pero si, con una

tendencia habitual a ambos

objetos con plena subordinación de uno al otro.

Bl

Los perfectos, debilidades,

como tienen más encendida la volunt a d , menos

y m ás docllidatl al Espíritu Santo se acercan más

en su caridad a la tle los cielos. Pues amor c a si y al prójimo• se sintetizan en cierto modo con el amor tle pura benevolencia hacia Dios.

(4)

SANTO

ToM.4.s,

v.

gr .. II.•-II.ar, q. 17, a. 6 ; q. 26,

a. 1

ad l .


L E C C I O N

LA VIDA ACTIVA

Y

4 0

CONTE.M PLATI V A

( GUIBER T : 368-380.) !'= l" )J . \ IUO : l . Pren ota n d os h i s t ó r i c o ¡¡ : 1) Filósofo!j a n t i g u o s . - 11 ) Los t" r i s ­ t i an o s. - lll) Pad rci ) " tcólo¡ros. - 2. S e ntldos d e la ,·ida adi\"a. 2. S e n t i d o s d e la co n t (" m pl a t h: a . - 4. El r('parto <> n l rP a c t h· a J' t'onte m­ p l a t h· a : J .:i. Es \' i d a acth·a. - 2.• Es \' ida c o n t e m p l a th· a . - 5. Dln•rsos estados d e \"ida : 1) Xo puramente conte m plativa. - ! ) X o puramentll" adirn. - 6. La ,- i d a mixta. - 7. Cómo e n t e n d e -r l a s u 1W rioridad d e l a c o n t e m p l a ti\·a. - 8.

como LECTL' IL\

fi n. - 1 0.

Explkación

c u m p l e m e n l a ria. - 9.

D I R n ldad de los t'stados

c c m p l f' m c n t a r Z a :

ciel o : c o n te m p lat' ió n ,

Xue1i1tra \' i d a

n. 436.

de

,· i d a . - 1 1 .

La

conlrm placlón

Con cl u sló11.

c o n t e m p l a t i v a , JI, HJ. - P r i m ldas

del

1. - Prenota n d o s h i stóri cos FILÓSOFOS ANTIGUOS

l) al

Aristóteles pisando sobre disquisiciones de Platón y de Plt.i.goras distinguió tres vidas :

1)

b)

La voluptuaria : propia de los brutos.

2l

La actuosa : propia de los hombres.

3)

La contemplativa : sobrehumana.

Plutarco y Séneca, Insisten en las tres vidas. aunque alteran su orden.

e)

Cicerón corta la controversia sobre l a preferencia adhiriéndose tanto a los que prefieren l a práctica como la contemplati va. en­ tregl\ndose unas veces a la práctica cpolítica. negocios públicos> y otras a la contemplativa. •estudio sobre todo d e la l!losofia..

II)

Los CRISTIANOS

Los Alejandrinos. Para San Clemente hay dos vidas : obras y co.noc!mlento. Para Origenes, dos : para las que aplica las figuras de Marta y Maria. Evargto pone «la pr'1.ct!ca• y da contemplativa• : ésta subdividida en f isica y teológica.


274

LECCIÓN 40

IID

PADRES y TEÓLOGOS

san Agust!n :

1)

a)

Admite que l a triple

vida de los filósofos se

puede

apli­

car a la vida cristiana, pero la corrobora con la Escritura

Y se va por Marta y Maria, por Lia y Raquel.

b)

La contemplativa en la tierra sólo se da lncoativamente, su perfección se halla en el cielo.

Caslano va con los orientales y sus tendencias prefieren l a ceno­

2)

bltlca

3)

=

activ a ; y l a anacorética

=

contemplativa.

San Gregario: Desarrolla la doctrina de l a doble vida, y es fuente para la Edad Media.

4)

Pedro Lombardo especifica que los dones de sabiduría y ciencia son dones propios de la contemplativa, el de la ciencia es propio de l a vida activa. De ahí los comentarlos de los posteriores.

5)

Santo Tomás comenta ampliamente al Maestro de las Sentencias y a Aristóteles, en la II-II propone lntegramente toda su doc­ trina.

6)

Su árez < l l explaya la distinción al hablar de la variedad de las Ordenes

religiosas.

Aparece l a •Vida mixta• en

concordancia con Santo Tomás,

pero con vocabulario distinto.

2.

-

Sentidos d e fa a c t i v a

La activa, en S a n t o Tomás ! 2 > y l a Tradición, tiene dos sentidos. 1 ) Compone y ordena las pasiones Interiores del alma ; 2)

regulariza la Inquietud y el ejercicio de las acciones

a)

El

primer

ejercicio

sentido

abarca

la

Ascética :

la

exteriores.

actividad

del

de las virtudes, la fatiga de la meditación, las

obras extern as. Se contrapone a la quietud de l a contem­ plación, pero l a prepara : por eso l a precede.

b)

El segundo sentido se enfila al bien del próJ lmo corporal y espiritual.

No excluye ser preparación la contemplación ; porque esas obras de beneficencia son fruto de la caridad concebida e lnllamada en la con­ templación, por la cual el hombre se mueve a ayudar al prójimo por amor de Dios.

Cl)

(2)

SUÁ.REZ, De Religione, tr. IX, l. l, c . S..7 . SANTO Tord.s, II.a..I t,•e, q. 182, a. 3 : q. 181 a. 1 ad 3.


LA VIDA ACfIVA Y CONTEMPLATIVA

3.

275

S e r. t l dos de l a contemplativa

-

La vida contemplativa también es de dobl e s en tid o .

1)

Según

el

t ra d ic ion a l de la Filosofía. es el «afán de la ve rd a d • .

En el cristi an i smo ti e n e preferencia l a «v e rd a d revelada>. Es la esp ecu lació n teológica.

2)

Seg ú n el ac t u al de las autores: a1

b1

Es el afan de la oración, am p li ame nte considerada. Es el bullir de l a vida Interior, de los actos que directamente van a amar y reverenciar a Dios. Es. a veces, lo mis m o que •oración contemplativa. en sen­ tido es tri c to ( Lec. 31 ) .

4.

-

,;; ; re parto e ntre activa y contemp lativa

Al ritual

11

c onsiderar

todos y c a d a uno de los actos de nuestra vida espi­

Es vida activa al

la

eficiencia que tienda

a

nuestra perfección por el ejer­

cici o de las vi r tu d es morales, por la re moción de obstácu­ los a Ja caridad, por la ordenación de los actos, en caridad

b)

al fin tlltlmo ;

el desbordamiento ex terior de la caridad por el ej er c icio

de l a c aridad efectiva

< Lec. 7.'l ;

l as obras son para

bien espiritual o cor­

l.

cierto, si

2.

poral del prójimo. probablemente, si l as obras son gidas a la gloria de Dio s.

e x tern as,

pero diri­

En el cielo no se da esa vida activa.

2)

Es vida conUm plativa al

b)

el

ej erc ici o de la caridad afectiva que nos une a Dios ;

afecto de las virtudes que dir ec t ame n te van a Dios < adoración, acción de gracias, rep ar aciónl . En el cielo es to es tot almente perfecto en propo r ción. En la tierra, esto es parcialmente perfecto, como In­ coación. el


276

LECCIÓN 40

s. - D i v ersos estados de vida La v i d a religiosa se diversifica en multitud de géneros. De todos ellos en conj unto, hay que afirmar, que ninguno es puramente contemplativo, ni

puramente

activo.

Necesariamente

en

cualquiera

de

ellos,

se

dan

actos de la vida activa y contemplativa.

1)

No p u ram ente contemplativa : La contemplación continua, aún

en los anacoretas, se hace Imposible a causa de las necesidades humanas ; ade m á s , siempre la concupiscencia exige «la actividad• de su represión.

No puramente activa : Porque como advierte Santo Tomás ( 3) , todo cristiano que se halla en estado d e salvación, debe participar de la contemplación ya que está mandada a todos. Prevalecerá una de las dos facetas, pero sin destruirse.

&. - La v i d a m i xta Tiene un sentido verdadero y otro falso, otro admitido.

a)

b1

El falso, que en el con j u nto d e los actos, que componen la vida

espiritual, haya actos

«mezcla> d e vid a activa y contemplativa. Es verdadero, que en todo el conjunto de l a vid a espiritual de

cada hombre h ay algo d e vida activa, y de vida contemplativa. Según

lo

te mplativ a ;

el

que

prevalezca

o mejor :

más,

se

la

llama

activa

o

con­

se gún que el fin principal de la vida sea

la acción o l a contemplación.

Es admitido el llamar vida mixt a a la vida de las Ordenes reli­ giosas que j u ntan con la oración los ministerios apostólicos para bien d e las almas. Asi como se llama cvlda contemplativa> a la d e los que sólo se dan a la contemplación, aunque accidentalmente tengan algún ministerio ; y •activa• a l a d e los que más principalmente se en­ tregan a obras de misericordia corporales,

7. - Oomo e n t e n d e r la superiori dad de la contem plativa

1)

La Tradición católica, desde Origenes, ha dado siempre el pri­ mer lugar a l a contemplativa.

a)

A la contemplativa se le

vienen

aplicando las palabras

de Cristo : celigió la mrjor parte>.

b)

Santo Tomás < 4) explana B razones escripturistlcas para

persuadirnos que la contemplativa es mejor que l a activa. Y añade esta novena : que l a contemplativa no faltará en

en el ci el o , como Cristo se lo aseguró a Marta.

(3)

( ·1>

SANTO TOMÁS, lti III Serit., D. 36. q. l, a. 3 ad 5. SANTO TOltÁS, II.1·II"'�, q. 182, a . l .


LA \'I D \ AIJTIVA Y CONTEMPLATIVA

277

En favor de la activa dice que n o es raro el que h a y a q u e elegirla en un caso concreto como algo entonces mejor, por la necesidad del prójimo.

2)

Cierta preeminencia de la contemplativa proviene de que su lln

fin

es la «contemplación de la verdad > , que es

de toda la vida

humana. Por eso a la activa, no le queda más que ser medio.

B. - E x p l i cación compleme ntaria 1)

Entre los actos de l a vida espiritual cristiana los más excelentes son

los

que

pertenecen

a

la

vida

contemplativa

< unión

con

Dios).

ai

Es

decir, que e s m ás e xcelente

en

la vid a espiritual

la

parte contemplativa, que la parte activa.

Se ha dicho ( Lec. 6.•) que la perfección de la vida espi­

ritual depende primariamente y esencialmente de l a cari­

dad afectiva: que los demás actos son o disposiciones para el

ejercicio

Ahora

c)

bien :

afectivo aquel

de

la

caridad o

ejercicio

afectivo

sus es

consecuencias. el

constitutivo

Por su género, pu es, la vida contemplativa :

«adhesión a

esencial de la vida contemplativa. Dios> , es m ás perfecta y más meritoria y más lucrativ a de gracias para bien del prójimo.

2)

Son más excelentes los actos de la contemplativa, porque perma­ necen en el cielo. Los de l a activa cesan porqu e eran medios ; los

de la contemplativa, que versan sobre el fin,

cesan al pose er el lln.

•Dios> , no

En la tierra l a contemplación es incoación de la contempla­ ción del cielo ; por eso, parte óptima, considerada en si misma.

Lo cual no quita que alguna vez no sea más meritorio el entre­ garse a los e j ercicios de la vida activa, a causa de las necesida­ des de los prójimos. 9. - La co n t e m p lac i ó n como fin. Recto s e n t i d o

1)

No h a y duda, según s e expresan Santo Tomás, y Suárez ( 5 ) con

S an Agustín, que la contemplación. que tiene razón de fin, es la

del cielo. 2)

( 5)

El

cielo es verdaderamente ce! fin último del hombre».

hombre da gloria a Dios y es feliz. SVÁ REZ, D e

.Religione, tr. IV, l . 2, c . 9, n. 13.

Asi el


LECCIÓN 40

278 3)

En esta vida el fin esencial es que el hombre se conserve y crezca siempre en da gracia santificante y e n la caridad•. Así se hace

capaz de dar a Dios mayor gloria con un grado mayor d e visión beatifica .

Todo lo demás es medio.

41

La contemplación entendida como oración, como ej ercicio de la

vida Inte rior, no es fin : es u n m e di o para fomentar la caridad y aumentarla.

51

No se identifica

con l a contemplación un

cacto cualquiera de

caridad interi or> : l a acción hecha por caridad sirve para inten­

stficar más esa caridad Interior.

61

Sólo por arbitrariedad se dice que esos actos pertenecen

a la

contemplación.

10.

D i g n idad de los estados d e vida

-

En

la

ecuación

«Vida

contemplativa• Igual

a

•Estado

general

de

vida> ; e. d. a •Forma de vida religiosa>, hay dos géneros de vida activa.

l .º

El que se deriva de l a plenitud de la contemplación ; v. gr., doc­ trina, predicación. Este es de mayor preferencia que la simple con­

2.0

templación. Es el •Contemplata allls tradere > . El

que

b> e) 11.

-

l .º

consiste

totalmente

en

ocupaciones

exteriores.

En

las

religiones. lleva el primer puesto <lo que se ordena a enseñar y pre­

dicar> ; porque esto se asemej a a l a <perfección episcopal> ;

lleva e ! segundo puesto lo que se ordena a la contempla­ ción en si sola ; lleva el tercer puesto lo meramente exterior.

Concl usión. Considerando ! a dignidad de cada vid a :

a1

como es mejor el acto de contemplar que el obrar exter­ namente, es de mayor dignidad la vida, que tenga más

b)

actos de contemplar, como es meJor hacer participar a otros de lo contemplado, es de mayor dignidad l a vida o estado, cuyo fin es no sólo contemplar, sino el hacer participar a otros de lo contem­ plado. Hoy eso se llama Vlda Mixta.

2. •

Mirando a la m a yor gloria de Dios, ningún estado puede J actarse de tener l a palma. Cada hombre segulrll. éste o aquél, según le sea conocida la voluntad de Dios.


L E C C I O N

LA

4 1

CONTEMPL\CION INFUSA : GEN ERALIDA DES C GUIBER T : 3 8 1 - 389.)

De s c r i p d ó n general de l a c o n t e m plación in­ de Dios ; b ) S i m pl icida d ¡ e) Pasivldad.-3. Otros b) F. s i l u m i naci ó n ; e ) Es deliciosa ; d ) Es i ntensa ¡ e ) Es fre c u • n te ; f ) F.s de a l m a s p e r feoeta s ¡ Jit) Es e P. t i m a b i ­ li.iil ma. - 4 . Constitución d e la i n fusa. - 5 . 1Jna d i fi c u l t a d del P. Fo n c k . 6. La resput>�ta del P. G u i be rt. - 7. I.op. dns ca m i n os de- i n \'f'stigad ó n : A. P r i m l'l' c a m i n o . - B. S e g u n d o c a m i n o . - R . Crít ica del p r h n f' r ca m i ­ no. - 9. C r itica d e l segu n d o ca mi n o . - 1 0. Pro,·echo del s e g u n d o ca m i n o . 1 1 . ExpHcadón ps icoló.-ica y a pologética.

S U M A RI O :

fusa :

1.

P re n o t a n dos. - 2.

a)

E x p e r l f' n c i a

caracte res :

a)

Es; i n e fa b l e ;

LECTURA c o m p l e- m e- n t a ri a :

El don de oración,

11, 1 1 6.

1. - P r e n ota ndos

l.

Es doctrina común desde los orígenes crtstlanos que h ay una oración, que es «contemplativa• : csimple intuición• de las cosas divinas, con admiración, con amor.

2.

Desde antiguo se han distinguido en l a contemplación varías for­ mas-grados.

3.

En e l siglo XVI se propuso la distinción cexplicita» de contem pla­

ción adqulrtda ( Lec. 31) y de contemplación 4.

lnfusa.

Santa Teresa y San Juan de l a Cruz nos han dejado matizadas descrtpciones de la «contemplación infusa> . A esa nos referimos.

2. - Descripción general de la i n fusa

Todos los autores convienen que se dan estos rasgos : «experiencia -

slmpiicldad - paslvldad•.

l.

Experienci a :

Es de Dios ;

el alma siente experimentalmente

que

Dios le está presente. Antes conocia el hombre la dnhabltación

y acción de Dios en el alma>

Indirectamente por el testimonio

de l a fe ; ahora tiene cierta percepción de la presencia divina.

2.

Slmpllcldad :

al

La experiencia del entendimiento es funda,

intensa

y

rica,

pero

confusa

una

Intuición

y general ;

no

pro­

trae

conocimientos nuevos.

b)

La atracción de la voluntad s e verifica no por varios afec­

tos distintos, sino por el arrebatamiento de u n solo af ect o. acto senclllo, pero de total adhesión a Dios.


LECCIÓN 41

280 3.

Pasividad : obtiene el alma todo eso

p asi vamente • ;

e. d.

No hay conato humano que pueda conseguirlo. No hay previsión humana posible sobre el momento en

que

vendrá. No

hay

agarradero

de

confianza

para

retenerlo

cuando

se

tiene. No hay modo de echarlo cuando ya se ha pegado al alma. Durante

él,

experimenta

el

alma que Dios la atrae, la mueve, Ja

lleva. sin poder dudarlo. - La duda podrll. venir despu és de cesar el acto I n tuitivo.

3.

-

Otros caracteres

1.0

Es «inefable> la e xpe ri e n cia. A los que no la han sentido, no hay palabras que se l a expl1quen. Sólo analógicamente, por metáforas, se dice que es «Cierto gusto> - ccierto

2.'

taeto

espiritual>.

Es <Iluminación» de l a mente : es •afecto• de la voluntad. La pre­ valencla de aqu élla o de ésta da la «querúbica• o la •seráfica> .

3.'

Es «deliciosa• o es cdolorosa>. A l l i h a y suavidad, aquí h a y tor­ mento de hambre y sed por poseer mejor al Sumo Bien : hay pe­ netración de la propia miseria ante Dios Santísimo presente.

4."

Es «Intensa•. El alma, aunque quiera, no puede atender a otras cosas ; se ve privada del uso de los sentidos.

5.0

Es «frecuente», o es a ratos raros; es transitoria, o es continua aun en medio de las ocupaciones externas.

6.0

Es de •almas perfectas>, aunque no a todas es cierto que se con­ ceda. Pero •aun a Imperfectas> puede ser concedida, si estll.n en gracia. Ordinariamente no se concede sino a almas •Purificadas>, unidas a Dios, extraordinariamente fervorosas.

7.•

Es «estimabilísim a• :

puede desearse como gran gracia ; pues es

poderosa para aumentar l a caridad ;

lleva inmensos fruto� de

santidad.

4.

-

Constitu ción

al

de la i nfusa

El elemento

«esencial> constitutivo de la Infusa es únicamente

aquel po r el cual el alma «experimenta a Dios presente• con adhe­ sión y amor.

b)

Todo lo demll.s, que acompaña a eso, - éxtasis - visiones - lo­ cuciones - no pertenecen a su constitución, aunque algunos auto­

cJ

res hablen mezclll.ndolos. Hoy todos distinguen uno de otro. Intrínsecamente es «gracia que hace grato•, y no «gracia gratis dada> ; es decl r : Prlmarlamente y de por si se le da al alma para


LA CONTEMPLACIÓN INFUSA : GENERALIDADES

281

su propio provecho espiritual, y no para el bien común d e los demás. Pero se la puede llamar c gratls dada> en cu anto que, como pi ensan algunos, no es necesaria para la santificación propia. En c ambio, las visiones, profecias, etc. , son d e l a categoria de gracias gratis dadas, es d e cir, para e l bien de otros, no para la santificación del alma que las recibe.

5.

-

Una dificu ltad del P. A. Fonck ( ! )

A l tratar d e averiguar l a naturaleza intima d e l a Infusa, e l P . Fonck

r art. Mystique en DTC l O, 2661) llama «problema falso• al problema d e la esencia d e los «estados mlstlcos>.

Para él, es mlstlco el hecho •Psicológico• por el cual el hombre piensa que esté. tocando a Dios directa e inmediatamente : que experimenta a Dios,

Activame n t e : por conatos personales para hallar a Dios. Pasivament e : por dignación de Dios que nos toca, para que sinta­ mos su presencia. Aun e n el caso de pasividad, dice el P. Fonck, sólo hay un conjunto

d e estados diversos en el alma, en los cuales se verifica la definición áe experiencia, pero sin que sea posible defini rlos por una esencia co­ mún: así son :

l)

8.

-

La Intuición de Dios y cosas divinas,

2l

el conocimiento experimental de Dios y cosas diversas.

3)

el sentimiento de l a presencia de Dios, las palabras Internas a las visiones,

4l 5l

los gustos

6)

el amor Infundido pasivamente, etc.

y

consolaciones,

La respuesta del P. De Gul bert C 2 )

l)

N o hablamos de l a esencia de los estados mlstlcos en senti do ge­

2)

Buscar la esencia de l a contemplación

neral (Lección ! .•, n . 8, 2 al.

infusa sobrenatural,

de

un modo teológico, es problema real, no es falso. Se funda ese problema en estas razones :

a)

Es cierto que desde los Padres, la tradición h abla de una <forma de orar• llamada contemplación y tenida por un singular don de Dios.

e 1l (2)

Th. Cathollque". Gu1aE RT1 s. I., en "Theologja SpirituaUs", n. 385.

P. A. PoNcX, en "Dictionalre de

Josi: DE


LECCIÓN 41

282 b)

Es cierto,

que graduahnente se h a Ido concretando más

este concepto de contemplación infusa, como distinto de otros más o menos conexos con él y en particular de los fenómenos que

hoy

se contraponen

a la

contemplación

Infusa.

3)

Con derecho y con fruto se pone la cuestión de la naturaleza intima de esa contemplación en la cual plenamente, claramente sin controversia todos ven se verifica su descripción general (n. 2). Solucionada esta cuestión queda abierto el camino para nuevas investigaciones sobre las especies de otras oraciones similares.

7.

-

Los dos c a m i nos d e i n vestigación

al

Se supone en ambas

1) 2l

que todos admiten l a descripción general n. 2 ; todo lo que l a teologla ensena sobre la gracia, virtudes, dones infusos, etc.

b)

Se busca únicamente cuál es la naturaleza intim a de esa ora­ ción especial. Al

Primer camino: Deductivo y a priori. Lo emplean Garrlgou-Lagrange, Arlntero, Krebs . . .

a)

Examina cuanto l a teología dogmática sistemátl · camente Viene enseñando desde la Edad Media, so­ bre la contemplación, Dones del Esplritu Santo, la conexión de l a contemplación y los Dones (Enten­

b)

dimiento y Sabldurlal.

Deduce la naturaleza de la contemplación de que goza el hombre cpor los dones>.

Aplica las conclusiones a explicar y a Interpretar los hechos descritos por los mlsticos.

A. Stol2 (3) cree ver en e ste camino una estre­ chez : «haber sido estudiados únicamente los Esco­ láStlcos de la Edad Media y haber sido barajados linlcamente sus conceptos>.

Por eso él quiere ensancharlo acudiendo tam­

bién a la Escritura del Nuevo Testamento ( r astros de San Pablo y Carismas) y a los Padres.

Bl

Segundo camino: Inductivo y a posterior!. 1)

Se fiJa en los hechos, en las propiedades de la In­ fusa que constan con certeza por la descripción de los mlstlcos.

(3)

A . STOLZ, Theologie der ll'll&hk, p. 1 1 .


LA CONTEMPLACIÓN INFUSA ; GENERALIDADES

2l

283

Propone una explicación de estos hechos, que de

razón de las propiedades.

3)

Hace ver que todo eso se conforma con los docu­ mentos ciertos de la revelación de la teología y con toda la doctrina de la santificación del hombre.

a.

Critica del p r i m e r camino

-

Tiene algunas dificultades insolubles.

1)

Es poco lo que dogmáticamente se sabe d e los Dones del Espíritu

2)

Santo. < Lec. 16.) No hay certeza de su distinción real con las virtudes infusas.

3)

Tampoco hay certeza de que cada Don sea una entidad distinta de los otros ; y no sólo modalidades diversas de l a misma entidad en los siete.

4)

Lo que de común acuerdo enseñan los teólogos sobre los Dones, se refiere a su Oficio en general en la vida cristiana.

5)

Lo que Santo Tomás particulariza para el Don de Sabiduría no

influye en l a contemplación, sino en la profecla.

6)

Lo enseñado sobre la contemplación en la Edad Media, es muy general ; se d a ese nombre mezcl adamente a muchos fenómenos,

7l

que hoy no se los tiene por contemplación.

Lo.• Padres tampoco especifican lo que es meramente filosófico y lo que es teológico en sus asertos sobre la infusa. No hay deduc­ ción posible.

8)

Desde el siglo

XVI

no hay doctrina aceptada por todos, sobre la

naturaleza Intim a : Imposible toda deducción.

9)

No es cienttfico establecer a priori, y que se acepte sin demos­ tración que l a contemplación infusa no contiene ningún elemen­ to, específicamente diverso, de los que son comunes a la vida

10) 11)

cristiana en su integridad. En los documentos eclesltstlcos que condenan errores sobre la contemplación no hay casi nada posltl vo para deducir su intima

naturaleza. La Sagrada Escritura habla de los dones gratis dados < revela­ ciones, carismas) y de l a vida sobrenatural en general, sin posi­ ble encuadramiento en la contemplación.

9.

-

Critica del segundo cami n o

También tiene dificultades :

pero resulta aprovechable. Los adversa­

rios dicen :

1)

No es método teológico, sino emplrlco : saca conclusiones útiles y psicológicamente clentlftcas, pero que no valen para el estudio de la doctrina teológica.


LECCIÓN 41

284 2l

El fundamento, que es la descripción de los místicos, es de poca

y exactitu d. Modos de hablar Impropios,

certeza

metafóricos

y

poéticos, sin rigor teológico. Apoy an la e xpli cación de hechos experimentales, en doctrinas teológicas personales. Nos dicen que

no pue den comunicarnos exactamente lo que

les pasa.

10.

-

P r o v e c h o del segundo cam i n o

SI n o h a y a busos, y n o se queda e n meras descripciones, es aprove­

chable el seg undo camino. 1 ) Por los Inconvenientes 2)

del

primero, que

clentiflcamente.

No es cierto que no sea método mente

no pueden soslayarse

teoló gico.

No es estudio mera­

experimental. Se puede llegar a conclusiones verdadera­

mente teológicas, como en otros tratados de Teología se usa.

3)

Los místicos nos dan base para deducir elementos ciertos, aunque el lenguaje

sea Impropio ;

pues refieren lo que han experimen­

tado.

11.

-

E x p l i cación psicológica y a p ologét i c a

A d e m á s d e l estudio teológico, p u e d e estudiarse e s t o balo el aspecto apologético y psicológico.

APOLOGETICO: l.

SI lo descrito por los mlstlcos puede explicarse m e nt e

,

por las leyes generales

n atura1-

de la Psicología, normal

o

patológica, sin necesidad de una Intervención especial de Dios.

2.

Si lo que sucede a los místicos católicos, es de Igual o de di­ versa naturaleza que los fenómenos de contemplación m!stlc a , que se dan frecuentemente en otras religiones ;

H i ndu i smo.

v. gr. :

Islam,

PSICOLOGICO:

Cómo la acción de la gracia divina Interfiere con los fenó­

menos de nuestra vida psicológica natural ; es decir : qué ele­ mentos naturales emplea la gracia, y qué elementos cnuevos> y propios nacen exclusivamente

fuso•.

en este

estado de

«don in­


LECCION

4 2

D I FERENCIA El'liTRE CONTEi\I PLACIO:>;

l !ló FlºSA

( GUIBERT : 3 9 0 - 3 9 6 , 406-410)

Y

OTRAS

�UllARIO : l . El est a d o d e l a cuest i ó n . - 2. El d o b l e m o d o d 1• d i fe re n c i a . 3. La n p i n i ó n de G a r r iJrou-Lagrange y o t ros pocoK. - 4. La o p i n i ó n Pou­ l a l n -S e i s d e d o s y otros. - $. La d is t i n c ión «=-ra d ual» no b a s t a . Prueba ne­ gath·a. - 6. La distinción «especifica» se i m pone. Prueba poslth.-a. - - 1. La l' Uestión de l a ,· i i d ó n d e Dios. - 8. El esta d o de grada t" n l a i n f u s a . 9. raga n i s m o y c o n t e m plación. I . E C T U R .\ c o m p l e m (" n t a r i a :

1.

-

l.

«El

Eco

C r u n , 11,

del C á n t i c o l" s p i ritual de Sa n J u a n de la 4 1 1.

El estado d e la cuestión No se duda de que la Infusa

a)

se

diferencia

de

calgún

modo•

de

las

otras

clases

de

oración :

b) e)

2.

tiene algunos caracteres propios suyos : experiencia de Dios, simplicidad, pasividad C L e c . 41 ) ; e n g endra •de algún modo• nu evos efectos en el alma.

No se duda tampoco de que la •U nión con Dios>, que se produce

en el alma no es diversa de l a que produce la c gr acia santificante•

y la caridad, por la qu e se incoa aqui abajo lo que en el cielo se

3.

perfecciona con la visión beatifica. Pero esto supuesto quiere averiguarse, si aún hay algún otro modo más radical, que distinga la oración infusa de las otras clases de oración.

2.

-

l.

Un doble modo de d i ferencia El primer modo seria cuna m anera de obrar• distinta p o r los e l e ­ men tos que s e dan ya en t od a s las a l m a s , en las cu ale s hay Vida espiritual ; v. gr. :

a)

que los Do nes del

Esp irltu

Santo obren en la infusa de

un modo pecullarlslmo ;

b)

que la cpasivldad> respecto d e la acción de la gracia sea algo muy peculiar.

Hace pensar que sólo hay esto : es decir : cierta <variación pecu­

liar en los elementos ya existentes:., el que en las cosas naturales,


LECCIÓN 42

286

por sólo diferencia de grados de calor o de presión, se obtienen efectos

nu e vos .

De sólo haber esa •Variación» debida a <grados diversos•, la

diferencia

entre

la

infusa

y

las

otras

clases

de

oración,

sólo

seria cgradual>.

2.

El segundo modo serla una caparlclón• de un celemento entera­ mente nuevo para la Infusa•, que antes no exlstla en la vida espi­ ritual

de aquella alma, ni

especies

intelectuales,

Inicialmente

Infundidas

siquier a ;

entonces

v.

gr.,

nuevas

inmediatamente

por

Dios en el alma SI existiese

ceste nuevo elemento• especifico de la Infusa, se

engendrarla una diferencia especifica entre la Infusa y las otras clases de oración.

3. - La o p i n i ón d e Carrigou-Lagra nge y otros pocos Hay algunos pocos autores que sólo admiten •diversidad gradual>.

l.

2.

Dicen : la contemplación Infusa procede llnicamente

al

cuanto a •SU substancia•, de la fe Infusa ;

b)

cuanto

Explican

la

a csu modo sobrehumano>, del Don de Sablduria. <Variación•

Garrlgou-Lagrange

(1),

el

P.

Arlnte-

ro ( 2), as! :

a) b)

e)

Hay un modo de obrar cen las virtudes•, que es a lo humana. Hay otro modo de obrar «de los Dones•, que es sobrehumana. Hay una Regla para los Dones. Esa Regla

1) 2)

No es la razón humana iluminada por la fe. Es el «Instinto divino•, que Inmediatamente mueve al hombre.

el)

Ese

modo sobrehumano preexiste en el alma desde todo

comienzo de l a vida espiritual, pero de una manera coculta>. Llega un momento en que ESE MODO produce una reac­ ción

n ue va ,

se actualiza con Intensidad y frecuencia,

se exterioriza: estamos en la infusa

3.

Explican la manera :

La

«Variación>

Saudreau

<p as1 v id ad >

( 3) y Zahn

( 4) de esta otra

de toda oración llega a un mo­

mento en que se hace e v o 1 u m 1 n o s a • :

mayor conocimiento

de Dios ; mucho m ás grande amor. Asi nace la Infusa ;

( l}

(2) (3)

(4)

GARRIGOV-LAGRANoE.

Per/ection

et

Contemplation,

A RINTE RO, Cuestiones misticas, 2.ª ed., 1920, p. 522.

SAUDREAU,

Etat m11stique, 2

ed., 1 92 1 , n. 69.

I, 4 1 1 .

ZAHN, ChrisUiChe M71stik, 3-5 ed., 1 922, párr. 23, n, 1 4 1 .

no tiene


DIFERENCIA ENTRE CONTEMPLACIÓN INFUSA Y OTRAS

287

diferencia ninguna específtca con las otras clases d e oración. por­ quE todos los eleme ntos son Idénticos y sólo varia Ja volumlno­ si dad.

4. - La opi n i ó n d e l e l e me n to nuevo Explica la •variación• d ici en do que Dios infunde otro elemento :

a)

NUEVO enter am e nt e , como quieren Poulaln-Selsdedos.

Ese .ele m e n to• Introduce una diferencia •especifica• e nt re Ja

In f us a y las otras clases de oración.

b)

NUEVO sólo en parte, como quieren G ar dell (5) y Picard ( 6) . E s e elemento existe en parte en la oración ordinaria ; v . gr., cier­ ta oscura Intuición d e Dios ; pero ahora se complementa con otra parte NUEVA. Asi la Infusa conserva cierta continuación con las demás cla­

ses de oración.

5.

-

La distinción ugraduala n o basta : Prueba n e gativ a :

Las dlftcultades que oponen los de la distinción cgraduab a los que admiten la distinción especiftca por un elemento NUEVO no son serias. Di cen :

l.•

L o s documentos de la Iglesia y d e la Fe, no dan fun da m en to a

poner diversidad específica.

Resp u es t a : Aunque no den fundamento positivo, no se oponen a que los hechos experimentales, se expliquen asi. No se va con tra los documentos, sino que se Jos sobrepasa, según la analogfa de la fe.

2. •

La contemplación i11fusa brota del Don de Sabiduría. Los D one s se especiftcan por el objeto formal d e los actos para Jos cuales se nos Infunden los Dones.

LUEGO, si en la oración In fusa y en Ja común hay actos es­ p ectflcamente distintos , deberá haber en cada J usto Dones de sa­ bidu ría especiftcamente dis ti n tos . Respu esta: No se sabe si Jos Dones son siete hábitos coperati­

vos>, que se distinguen entre si, y cad a u no por

su objeto formal. (Lec. 13, n. 7.) a)

(5) (6)

SI se deftende esa doctrina, no hay Inconveniente en

admitir que el •Don de la oración común>, es distinto

GARDEIL, La .structure de l'dme

et

l'e:rpertence mystlque, París, 1927,

t. 2.

G. PicARD, La sat.sie inmediate de Dieu dans les fftats mu.tiques, RAM. 1923, p.

162.


LECCIÓN 42

288

del <Don de la oración infusa • . No se podrla probar que tenla que ser el mismo.

b)

Si con Santo Tomás C al parecer > . n o son más que ht!bi­

tos dispositivos para recibir diversas m ocion es , nada hay que se oponga a que el mismo Don de Sabiduría , dis­ ponga para mociones específicamente diversas. Lo I n si­

cJ

núa Santo Tomás y lo admite Blllot.

Sobre el modo cómo se distingu en los Dones, no hay nada cierto : sólo opiniones teológicas inseguras. Sobre ellas no puede fundamentarse nada serlo.

3.'

De. haber diversidad especifica ese rompe• la u nidad de la vida es­ piritual y su progresiva continuidad hasta la plenitud de la patria. R espuesta: H a y unidad y continuidad esencial : l a de la ca­ ridad. Que Dios emplee medios di versos, aun In ter­ n os , para promover el progreso de l a caridad, no Importa.

El acto libre de l a caridad sigue siendo

idéntico, que proceda de este auxtllo, o del otr o.

4.'

De haber diversidad especifica, la infusa

aparece como algo mi­

lagroso, extraordinario, anormal, contra el sentido común. Respuesta: La

Tradición

dice

que

los

contemplativos no

se

salen de lo n ormal ni van contra las ley.es ordina­

rias de la espiritualidad ; esto es cierto : pero tam­

bién lo es, que la Tradición ensefla clara y común­ mente que l a infusa es u n «don • . que Dios concede cuando quiere y a quien quiere, aun de

aquellos

que ya tienen vida espiritual.

6.- La disti n c i ó n específica se I m p o n e : Hay l.'

2.•

Prueba positiva :

varias razones positivas que exigen distinció n especifica. El modo de exponerla los mistlcos.

Los efectos, que describen los qué los experimentan, no se expli

·

ca n con solo diversidad gradual en los elementos causativos.

3.ª

Jamás suponen los místicos qu e los fenómenos. que experimentan,

son de la mism a especie ; Insinúan bastante que no lo son ; v. gr. :

l.

La B. Angela de Foll.gno habla de que hay caigo nuevo> diverso de todas las o tras gracias y consolaciones ; que es dificil de manifestarlo a los que no lo hayan experimentado.

2.

(7)

Santa Teresa

< 7) habla de que directamente y de modo

S.4.NTA TERESA, Morada3, V-1, VI-2. rez, n. 21.

n.

l. Relación

2.:t al P. R'.Xlrigo Alva­


DIFERENCIA ENTRE CONTEMPI.ACIÓN INFUSA Y OTiiAS

289

experimental conoce cosas, que f'1era de al l l sólo por ra­ ciocinio se alcanzan. Así l a presencia de Dios en nosotros

p or <I n m en s id a d • y la «inhabitación» por gracia, etc.

3.

Santa

Teresa

habla

de

que

«sobrenatural• por especial titulo:

«la

contemplación•.

4.

esfuerzos no valen

nuestros

nada para obtener esa oración, que p or eso la ll a!n a ella

i n d ol e

misma de la

Los efectos son tan enormes que por muchos af\os no se ol vi d a la m e m oria de el los.

La d i f e renc i a de solos grados no explica bien esos efectos.

7. - La ouestión de la visión de Dios ( Gu lber t : 406-410) 1.

Se Investiga aqul s i es posible, durante la vida en la tie rr a, que

el alm a teng a «Vista intuitiva

de Dios• : la misma que tienen los

bi en a ve ntura dos y es su felicidad.

2.

Como privilegio conceden l a posibilidad de que el hombre en la tierra tenga visión Intuitiva.

a)

San

Agustín :

lo a firm a claramente

de Moisés y de San

Pablo. (Carta 147 ; P. L. 33.)

b)

Santo Tomás principalmente e n l a II.•-II." , 9 , 175: el rapto.

Sobre

No parece que haya razones que obliguen a negar la

posibilidad. 3.

Se pregunta si de hecho ha si d o concedido ese privilegio a alguna p ersona .

al bl

Se afi r m a de Moisés y S an Pablo : comünmente. Ruusbroeck cree saber que se le ha concedido también a

algunos contemplativos en

cl <!1

el

sumo-ápice de la contem­

plación.

Otros mistlcos, como la Beata Angel a de Fol!gno, dec l a ran que eso no se le concede a nadie.

San J uan de la Cruz, admitiendo lo de Moisés y San Pablo,

afirma que

en

la contemplación

nunca

d esa p a r ece n los

velos, que nos esc o nd en la cara de Dios.

e)

Fuer a del caso de l a I nmacu lad a , cuya vida est&bs. fuPra

del orden de los v l a d ore s , no parece que p '.l e d3. tra�rse

caso alguno, ni siquiera el de Moisés y San Pablo. en el c u a l , con cer t eza, se pueda afirmar l a ex!stencla e. n la

tierra d e esa visión Intuitiva y directa d e Dios. - El Pa dre

E. Hernández afirm a , que por i n st a n tes r apldos y aisl a dos , algunos místicos la han teni do, pero que es f avor rarislmo

( Guiones, p. 1 94). "'


LE.:CiÓN -!2

290

s. - E l estado de gracia e n l a i nfusa

al b)

el

Es sentencia común que Dios no concede la contemplación In­ fusa a un alma, que entonces mismo esté en pecado mortal. La razón es que esa contemplación lleva consiga u n amor intenso de Dios, L'ltl!?la unlón del hombre con Dios.

La necesidad de la presencia de la gracia es de todo pu nto esen­

cial, al menos, en la hipótesis, que pene la naturaleza especifica de la infusa, en la conciencia Inmediata de los Dones sobrena­ turales ( Lec. 43).

La con dencia inmediata de actos de fe y esperanza sobrenaturales

de que es capaz el pecador, todavla no seria verdadera la contemplación

infusa parque iría sin el sentimiento de la presencia y unión con Dios (Lec. 43) .

9. - Paganismo y contem plación I n fusa ll

2)

En el paganismo puede haber almas en gracia de Dios. Esas almas se justificaron par u n acto de caridad con voto im­

plícito de recibir el Bautismo y entrar en la sociedad visible de J a Iglesia católica.

3)

Lu ego puede d arse •fuera de la Iglesia visible> almas j ustas, a

quienes Dios conceda el don de la contemplación Infusa, para

mayor santificación de esas almas. 4)

Debe distinguirse entre la contemplación natural mlstlea en los paganos y nuestra contemplación sobrenatural infusa, que Dios conceda a almas j u stas del paganismo.


4 3

L E C C I O N

CONTEMPLACION INFUSA : LO QUE ES ESPECIFICO ( GUIBERT : 397-405.)

1 . Las h i pótesis sobre c l o n uevo especi fico». - 2. H i pótPsis d P la visión : A) Exposldón, - B ) Crítica, - 3, Hi p ótt'sis d(" las t"spceies in· t cl ed ual es : A) Exposh:: l ón. - 8 ) Crítica. - 4 . H i pótesis d e l a intros­ pecdón : ,\ ) Exposición. - 8 ) Crítica. - 5. li nos p reno tan d os teo!ói:tl· cos. - 6. El hecho de l a conci e ncia d irecta. - 7. El objeto d e l a conciencia direda. - 8. El Influjo en s i m i s mo. - 9. El concurso d P 'º" d o n .-s. 10. La. ex p l icació n d e fi n i t h•a, - 1 1 . Lo l n t"fabll' d e esta t"XfK"riencia. 1 2. Gracia .,;rato-facicnte». - 1 3. La o bjeción 1nás serla.

SUi\IA RIO :

LECTURA complemt'ntarla :

Pax vobls, 11, 303. - A lt"�ña p asc ual , I n ic. :n i .

1 . - Las h i pótesis sobre lo u n u evo-especificon a)

Se presentan varlas hipótesis, que admitiendo darse u n elemento espectftcamente nuevo en la contemplación Infusa quieren con­ cordar l as experlenclas místicas con las conclusiones de l a Teo­

bJ

logía. Estas

hipótesis

se

mueven

en

el

campo

de

lo

probable

sola­

mente.

2. - La h i pótesis d e la visión

A)

Expostcfón: Felipe de la Santislma Trinidad ( 1 ) y otros piensan que, al m enos en los grados-cumbres de l a unión, se da una in­

tuición Inmediata de Dios oscura; y no como l a visión beatifica

que es clara.

1)

Eso se logra a)

por una luz

infusa,

como

en

«especies

infusas>,

seg11n un os :

b)

o mejor, que el

la

luz esa superior, de la misma clase

<lumen gloriae>, d!spone al entendimiento

para que Dios se le una Inmediatamente e n razón de especie inteligible y en si mismo.

2l

La manera es con deficiencias: ni clara, ni perfectamen ­

te : porque l a luz, ni dispone ni muestra •tanto• como Ja del cielo.

(])

FELIPE DE LA SANTfSIMA TRINIDAD, Summa Theologiae mysticac, Lyón, 1958, IIl, • tr. l, dlse. 2·1.


LECCIÓN 43

292 J. Maréchal

(2) piensa, como m ás probable, que en el

ápice sumo d e la contemplación, se <la en algunos pocos

Intuición de la esencia divina.

a; b)

Se distingue de l a beatifica, por ser transitoria. Eso da l a <definición de la infusa• porque es su fruto más

precioso,

al que esencialmente tiende,

aunque no siempre se logre .

m

Critica: Esta hipótesis n o s e admite, debe rechazarse : parece, si,

qu e no se puede demostrar a priori ser imposible una Intuición inmediata de la esencia divina oscura, distinta de la visión bea­ tifica, que es clara.

PERO los «dichos> de los mistlcos sobre la presencia de Dios,

que han experimentado, no requiere una gracia d e esa enverga­ dura para su expllcaclón : basta algo m ás sencillo. S1

a a l g ll n místico en particular, se le concede alguna vez

esa Intuición oscur a podrli discutirse :

e G u i ones, p. 1 94.)

E. Hern'1ndez la admite

3. - La h ! póteais d e las uesciecies intelectualea». A>

Exposición: Farges ( 3) defiende que la contemplación infusa su­

pone •Unas especies Intelectuales, Impresas por Dios en el alma>.

En ellas se conocerían las cosas divinas, de un modo semejante al conocimiento angélico. Siguen a Farges otros autores.

Su doctrina está recogida por Fr. Crlsógono de Jeslls Sacra­ mentado e 4).

Sl

Critica : J UICIO DE ESTA HIPOTESIS. a)

No se niega la posibilidad de la <infusión de las especies

intelectuales>. b)

e)

NI a priori se n!ega que alguna vez se d é esa I nf u si ón en

Ja mente del contemplativo.

Pero no parece puede probarse que precisamente en esa «infusión» haya de Ir a buscarse « e l elemento esencial>, que espe ci fic a a la Infusa, al menos en los grados más

altos. d)

Ef e ctiv amente :

Sin

necesidad,

no

debe

suponerse

esa

acción de Dios. Los hechos místicos pueden explicarse bien sin la infusión. Los mlstlcos ni lnsimlan siquiera la Infu­ sión de esas especies intelectuales.

< 2l

C 3)

( 4l

J. MARECHl\L, F:tudes

des .Vyatiques, II, Paris, ! 9 37, p. 1 9 . ed. 2, París, 1 923, I , p á g . 8 1 . Asceticae et Mysticae Summa, Turin, 1 9 3 6 , I I I , '"e. I, a. 2, p. 1 87. sur la psycholcgic

F A R G E S , Phénomenes mystiq'bes,


CONTEMPLACIÓN INFUSA : LO QUE ES ESPECÍFICO Al contrario : siempre

oscura y

293

El se n t i m ie nt o de la presencia de Dios

confusa,

no deberla ser as!, de existir

una especie I n telectual infundida por Dios ; más bien seria

visión, 4.

-

y no un «tacto> , un «gusto• .

La h i pótesis de la i n tros p e c c i ó n

Al

E.Tposició n :

Mau ricio de l a

Taille

( 5) , c o n algunos antiguos y

muchos modernos, creen ver la esencia de l a contemplación infusa e n que

l .ª

el alma se que tiene ;

2.ª

hace consciente

de los dones sobrenaturales

en esos dones alcanza a Dios presente y operante en el

alma. No es una intuición inmediata de Dios, es una mirada en el espejo. Visión en un «medio objetivo• ; no por especies infusas nuevas. Hay introspección del alm a al alma.

Bl

Ju i ci o

de esta

hipótesis.

Teológicamente es más probable.

5.

-

Unos r>renotandos teológicos

1l

Los actos saludables de la fe y d e l a caridad con los cuales el cristiano tiende a Dios a)

bl 2)

La

son entltatlvamente sobrenaturales ;

son en su realidad fisica distintos de los actos natur a les.

gracia santificante, que

adorna al alma

del Justo, y que le

h&.ce participante de la naturaleza divina, Imagen deiforme de la Trinidad, es un don sobrenatu ral, In herente en el alma.

3)

L os h á b i tos infusos que acompai\an a la gracia son dones sobre­ n a turales Infusos.

al bl

S abemos, por la doc trin a revelada de la fe, que nos entra

de fu era todo eso que hay en el alma del justo.

Conjeturamos que cada uno de nosotros tenemos todo eso, por haber hecho un acto de perfecta caridad, o por haber recibido

la

absolución

sacramental

con

buenas

disposi­

ciones.

(5)

M . oE 1.A TAtLLE, Théorie8 my.sUques, en ''Recherches Se, Relig.", 1928. pág. 303.


LECCIÓN 43

294 c>

Estamos convencidos por la fe, que nuestros actos saluda­

d>

bles se h acen baj o una moción especial de Dios, diversa del concurso divino natural, que se da en todo acto. Por eso, en cada acto saludable hay cierta •pasividad»

el

t>

o.

-

peculiar. Esa pasividad la podemos conjeturar cada uno para nues­ tros actos, o experimentarla indirectamente por sus efec­ tos (Lec. 1 5> al vernos Iluminados o fortalecidos de una manera que parezca l'eclamar una acción singular de Dios. No tenemos conciencia <directa e inmediata• de estas rea­ lidades sobrenaturales en si, en nuestra vida espiritual ordinaria.

E l hecho de la conciencia d i recta

Al llegar a la •contemplación Infusa• esa conciencia directa e Inme­ diata comienza a darse. Explicación : Hay un especial Influjo de Dios : con él, el alma llega a la conciencia directa e Inmediata a)

bl

c}

de los Dones presentes e n ella ; de la pasividad de esos actos suyos sobrenaturales ; de que son diversos de los actos naturales <Gulbert, n. 401> C c fr. 5, l , b).

Influjo, pero no por Infusión de «especies Intelectuales>, que no son necesarias, porque es la realidad misma de la conciencia la que está presente con los dones recibidos. El alma, recibida la luz de la contemplación Infusa ya logra ver, lo que tenía ante los ojos sin verlo ; a)

b)

algo así como presente, pero algo asi como nera nueva de

con el lumen glorlae se logra ver a Dios, antes invisible ; en el Purgatorio, habrá para el alma una ma­ creer y amar.

En brev e : El alma por la Infusa, empieza a conocer de manera como sí no estuviera unida al cuerpo, sino como los esplrltus separados.

7. - E l o bjeto de la conciencia d i recta a)

b) c)

Son los Dones y Dios. Los Dones hacen de espejo, e n el cual se ve a Dios. Dios se ve de modo intuitivo ; no por proceso dialéctico, por raciocinio. La atención no se detiene en el espej o : se clava en Dios-Obj eto.


CONTEMPLACIÓN

d)

INFUS A :

LO

QUE

ES

295

ESPECÍFICO

La mente , l a voluntad van a Dios mismo, sin que l a atención ni la complacencia se detengan en los Dones, que únicamente son medio en l a contemplación.

a.

-

E l i n fl u j o e n si m i smo

al

b) e) d)

El influj o especial de la Infusa es una

«1U2>.

La entidad de esa lU2, es algo nuevo, lmprecedente. No es h e terogénea, sino muy conforme al modo natural por el cual el hombre es consciente de sus actos. Intima

a la conciencia,

como auxilio sobrenatural, ya el

puede como tocar a aquel objeto

=

alma

Dios, al cual, por su natu­

ral Introspección, no llegarla nunca directamente. e)

Al concebir asi la contemplación Infusa, se comprenden estupen­ damente las semej anzas, que existen entre ella y la contempla­ ción natural de que hablan los ftlósofos y los paganos que por purificaciones y esfuerzos logran fij ar Za m e nt e en D ios ,

se adentran hasta el centro o fondo del alma.

9.

-

y

el los

El con curso de los D o n e s

En la contemplación Infusa, el p a p e l de l o s Dones, según el sentir

común de los teólogos, se reduce a esto e Lec. 1 7 ) . al

Los Dones disponen al alma para recibir estos auxilios especiales de Dios.

b)

Los Dones, mas que SIETE ENTIDADES, distintas entre si, son probablemente SIETE GENEROS especiales d e mociones del Es­

e)

píritu Santo, recibidas e n el alma por un

hábito In/uso.

La luz dada en l a contemplación Infusa, es una de las princi­ pales

ayudas

con qu e Dios

fomenta el ejercicio de la candad .

Eso es lo que se llama •Don de Sabldurla•.

1 0.

-

1)

La e x p l i cac i ón defi nitiva Al recibir el alma «la 1U2• que la «hace consciente d e los Dones• -auXlllo generalmente transeúnte- se esclarece una vez éste , otra vez aquél de los Dones : asi el alma es consciente de él, o de la pasividad, o de la sobrenaturalldad, o de la unión, o de l a parti­ cipación de l a n atu raleza divina, etc.

2)

Los mlsttcos hablaban ya d e visión Inmediata de Dios, o de la Trinidad : Es que notan la unión de

su

alma con la Trinidad.

No ven a la misma Trini dad l n/i n i t a, sino la

la gracia santificante concedida e n la vida.

3)

unión

finita, como

El sentimiento de l a presencia de Dios, caracteristlco d e l a con­ templación es la conciencia expe11mental d e la

con Dios, y de la operación de Dios en ella.

uni ón

del alma


LEC ::: I ÓN 43

296

No es ni una actividad sobrenatural, ni una entidad delfor­ mada : es Dios reflej ado en ese espejo, en esa Im agen del Don :

al bl

es

Dios hecho

presente,

a quien

el alm a

llega

dlrecta­

m ente por Inmediata experiencia en tal medio. 1 1 . - Lo

i nefable de esta

experie ncia

INEFABLE p o r INEXPLICABLE. L o s mistlcos s o n como ciegos

a)

d e nacimiento, que al recobrar repentinamente la vista frente al

m ar, no aciertan a expresar la diferencia de lo que ven y de lo qu e habían I m a gi na do .

No ha habtdo uso de con ce p t os ; por eso, ni palabras hay para ex­

b) e)

plicar los conceptos.

La inl!!ición sólo se hace entender por analogias. Aqui j uegan

papel decisivo las analogías del tacto 11 del gusto, y n o ta nto las del oido y vista. Eso si gn i fi ca que la conciencia directa de los Dones so bre n a ­ turales es diferente de

este

usual

modo

de

conocer

por con­

ceptos.

1 2. -

C racia

g rato

faciente

LA CONTEMPLACION INFUSA es sin duda D o n de Dios estupendi­ s!mo, gratui to :

pero es un modo m lls a l to de gra cia santificante ; una

posesión m'8 olenP. de gracia.

Es verdadero anticipo de la bie nav en tura n za .

El

alm a goza y a un

poqultln d e los efectos de l a unión frultlva de Dios.

1 3 . - La Hay bie n :

cbjeclón

más seria

co n te mpl aci ón

Infusa

«árida

y

desolad a :

l a s noches>. Ahora

d a conciencia dfrecta de los Dones>, sólo puede dar consolación.

Luego . . . RESPUES TA :

l.'

El sentido experimental d e Dios presente

< conciencia de los

Dones) es esencial en la infusa: d ebe darse «de hecho> siem­

pre. SI hay •estados en que f alta•, esos estados :;.un no son contemplación INFUSA, sino sólo por cierta exigenci a , reduc­ tlvamente, en c uanto son

2.•

pre parac ión . por haber pasividad.

En las noches, se da •conciencia Inmediata de hecho• :

pero

con suspensión de sus consecuencias, como la consolación, etc .. algo asi como en el Purgatorio.


L E C C I O N

DE

LOS GRA UOS

EN

4 4

LA CONTEi\IPL.\CION

( GVIBERT : 41 1 -422.)

I N FUSA

S L Ul.\lUO :

l . Estado d e putlda. - 2. D l s t l n c i ó n e n l a h i s t o r i a. . ·- - 3. La d oc: .. de Santo Tere¡o¡a, - 4. D o c t ri n a de Sun J ua n de la C r u z . - 5. La de los m o d e r no�. - 6, Lo111 tru grados p r i n cl pale� de S a n t a T@­ resa.- i. Co ncurdancia : AJ En l a • c o n c i e n c i a d e los d o n es». G ra d o i m · p e r Cecto. - h. C o n c o r d a nc i a : U) U n i ó n p l e na-t ran�itoria. - 9. Concor­ d a nc i a : CI {;nión t ra n111 f or m a n te. - l O. ¿ Dó 1 1 d e poner l a. H n oc h es '! 1 1 . C o n c o r d a n c i a e n t r e San J uan de l a C r u z y · ot ros m í stlcos. - 1 2. La u n i ó n tran111 for m a n t e c o m o s u p r e m a HCPn s i ó n . - 13. E l c o m i e n zo de la I n fusa. trina

d ot' l ri n a

1. - Estado d e part i d a

1)

Los caracteres principales de l a contemplación infusa : dad, Intuición

simple, presencia experimental de

«pasivi­

Dios> , pueden

en un mlstlco presentarse con más inlensldad, que e n otro.

2)

Los escritores mlstlcos o sus biógrafos, tienden a poner estados

sucesivos de ascensión, como en serle, por donde s e va pasando al avanzar.

Eso, aunque lo empleen aun teólogos o psicólogos, no hay que tomarlo muy al ple de la letra.

Toda vida espiritual e s variada esencialmente. Depende de la

libre

voluntad de Dios conceder las gracias cómo y cuando le

plazca.

3l

Esos esquemas valen para conocer cómo s u ele poco más o menos, llevar Dios a l as almas ; v. gr. , periodos de probación o noches.

2. - D i sti nción en l a H i storia l)

La de Ricardo Vlctorino ( 1 ) : No hay discriminación entre grados adquiridos e Infusos. Son tiplcos sus seis grados. En

ellos

parece

darse los cuatro

de la infusa que señala Santa Teresa para la caridad : Insupera­ ble, Inseparable, singular, insaciable.

2) C1>

<2)

La de San Buenaventura ( 2 l :

6 < P . L . 1 98-70). mentis ad Deum, Quaracchi V, 295.

R1c,\ R D O V:cTORINO, Beniarnin .n.raioT, I,

SA" B:n:N .i.\'EN l' t' R >.,

ltineratio


LECCIÓN 44

298 Se

funda en l as huellas de Dios en el Universo :

natural

de

Dios ;

a> imagen

b) imagen de Dios arreglada por dones gra­

tuitos ; el nombre primario de l a divinidad = Ser ; et> nombre de

l a Santisima Trinidad

=

Bueno ;

el entendimiento, y es descanso ; Dios.

e) l a abundancia mística en

/)

abundancia de afecto hacia

La cte Ructolfo de Biberach < 3) con siete caminos: recta Intención,

3)

meditación,

contemplación,

caridad

afectiva,

revelación ,

gusto

experimental, operación deiforme.

La del opúsculo De VII Gracttbus contemplatlonis

41

a

San

Buenaventura

y

que

parece

ser

< 4l , atribuido

de Tomfls Varcelense :

escuela franciscana. Fuego, unción, éxtasis, especulación, contem­ plación, gusto, descanso y gloria < del cielo).

5)

La de la Beata Angelc de Fo lig no < 5) : Pone 20 Pasos de peniten­

cia ; y luego 7 pasos de contemplación Infusa.

3.

-

La doctri na de Santa Teresa Su distinción de grados es substancialmente admitida por todos.

1) 2)

Habla de ella en su Vida <c. 14-2l l ; en la Relación II al P. Alvarez ; en las Moradas. En ellas al\ade

en la VII, la unión transformante : matrimonio espiritual ; en la IV, el recogimiento infuso ; l a oración d e unción ; en la V, en la VI,

la llaga de amor y la unión hlspostátlca.

3)

Alvarez d e Paz < 6) añade a esta de Santa Teresa varias gracias

41

Scaramelll < 7> distingue con cuidado l a contemplación de las re ­

místicas.

4.

-

velaciones : y sel\ala hasta 1 2 grados.

Doctrina de San Juan de la C ruz

a)

En l a Noche oscura describe dos grados de purificación pasiva del sentido y del esplrltu.

b)

En la Llama cte a m o r pone el grado del

•matrimonio espiritual

con plena unión Infusa>.

c1 <3> (4)

( 5l (6) (7)

En el Ctintico Espiritual no es tan claro qué grados pone. Hay RuDOLFO DE BIBERACH, turae).

De

VII ltineribua aeteniitatis

IDEM, V. Opúsculo de VII Gradibus: Cominent. VII, 213. B. A . DE FoLIGNO, L t ber , e d . Doncoeur, Paris, 1925. ALVAREZ DE PAZ, D e Inquisitione pacis. l. 5, p. 3. SCARAM:ELLI, Directorio mtstico, lll, c. 1-24.

in

(Opuscula S. Bonaven­ Luc., n .

4. Quaracchi


299

DE LOS GRADOS EN LA CONTBMPLACIÓN INFUSA

disputa sobre la segunda redacción ( B> con 40 estrofas, en lu gar

de las 39 de l a primera redacci ón , y es diversa la disposición de alguna.

No existe discrepancia esencial entre Santa Teresa y San Juan : éste

se fija más en l a purificación ; aquélla habla con mayor precisión psl­ coióglca.

s.

La doctri n a d e l os modernos.

-

San unión

6.

Ugorlo

(8)

Purgación

pon e :

espiritual,

simple, desposorios, unión consumada,

recogimiento,

o matrimonio

quietud,

espiritual.

Los tres grados principales de S a n ta Teresa

-

Hay tres grados, con variedades reductibles :

1)

Recogimiento pasivo y quietud :

pertenecen a la contemplación

Infusa imperfecta aun.

2> 3l

Unión simple, unión estática no son sino dos grados desiguales de la unión plena, pero trans-itoria.

El matrimonio espiritual es l a unión pl e n a y permanente. Es decir : El don constitutivo de l a contemplación Infusa lo

comunica Dios de tres maneras :

7.

-

l.•

Im pe rfecta m ente.

2.'

Plenamente como transitoria.

3.0

Plenamen te como permanente.

C o n corda n c i a :

A)

En

GRADO IMPERFECTO a)

La luz

=

la uconcie n c i a d e los D o n es »

Recogimiento y descanso .

infusa enfoca sólo el carácter sobrenatural de los actos

de re, y de caridad ; éstos sobre todo. b)

e)

El alma nota q u e la volu ntad está fiia pasivam e n t e en

pero el entendimiento aun tiene divagaciones.

Dios ;

El alma t rabaia por extirpar esas divagaciones Intelectuales Ima­ ginativas, que l e son fatales.

d)

El modo

de la concesión es que al principio «la luz• viene como

con ciertos tactos, no fácilmente distinguibles de las luces or­ dinarias.

Despues son más prolongados : se van haciendo «habituales > . Este grado trae a veces suavidad, a veces aridez. Es que

(8)

L1co:t10, Prnxi& Q:)::jessarii. Apéndice, n. 127.


LECCIÓN 44

300 l."

en el acto de fe s o b ren atu r al hay

a)

posesión

sólo en

parte de la verdad s o b rena­

tural ;

bl

oscuridad,

pues no alcanzamos toda la verdad

en si, y de un modo saclatlvo ;

2."

en el acto de caridad hay verdadera unión con Dios, que ya es amistad,

a)

pero

I m po s ib il id a d de adherirse per fec ta men t e al bien

b)

8. - Concordancia: 1l

Esta

In fin ito.

B)

U n i ó n p l e n a transitoria en

<11 n lón simple> consl•te

que Dios ocupa

pasivamente

todas las potencias del alm a : ya no diva gu e a el entendimiento : persevera la unión sin trabajar p ara ell o .

2)

3)

Del Influjo de la

acción

divina dependerá el que haga uso de

los sentidos, externos, capacidad d e moverse, d i ficul tad mayor o menor, o priv a ci ón total

< éxt asis) .

El éxtasis, si lo hay, es sólo una consecuencia de la redund ancia d e la unión y del temperamento del que l a goza. No todos los del

grado B lo ti en en , aunqu e posean el grado plenamente.

4)

La conciencia e s ya de la misma gracia santificante. De ahi

al

bl cl

esa Integra posesión de toda la actividad espiritual ; la magnitud d e los efectos del alma, aunque e l disfrute

de l a conciencia d e l a gracia sea br e visimo ;

los éxtasis, cuando la conciencia es más profunda, por es e nuevo modo de conocer a Dios en el es11eio de l a gracia,

y de unirse a El en la misma substancia del alma.

9. - C o n cordancia:

1)

C)

U n i ó n transformante

=

Matri m o n i o espiritual

El M atrim onio espiritual consiste en que el alma d e modo habi­ tual experimenta a Dios presente y obrando en ella.

2)

La claridad de esa experiencia es Intermitente : pero siempre se

da la conciencia d e que las di vi n as Personas están presentes, y

casi de continuo hay el favor d e gozar de su sociedad.

3)

Hay «recuerdos• ( 9) que el Hij o de Dios despierta, y manifiestan

más la presencia < Llama, IV-4).

4)

Permanente conciencia d el alma sobre su defformidad Y p a rtic i­

pación de la vida divina ( propisimo d e

5) (9)

este

=

Tran s form ació n que es el elemento

grado).

La explicación de esto es que d e modo habitual existe la conSAN JUAN DE LA C RUZ,

Llama, IV, n. 4.


DE LOS GR 4.00S EN LA CONTEMPLACIÓN I'XFUSA

301

ciencia del estado de gracia, a u nqu e con dlverSidad en Ja inte n ­ sidad de la luz. 10. - D ó n d e poner las •dos nooh es•

a) b)

No c h e es «estado de pu ri fic ación> para v en i r a la unión.

La hay activa : mor t i fi c aci ón de lo s e n si ble y de lo e spi ri t u al por

ejereiclo de las v ir t u d es .

Hay acción también de D i os ; pe r o que d a todo fuern de !a conte m pl a c i ón infusa. Es tam bi é n trabajo de principiantes. y en el estadio de la

medltaelón.

c)

La hay pasiva: Estados en que Dios pone a l alma. En sent id o lat o : probacio nes ex ternas por en fem1ed ad e , , e tc. En sentido estrict o : par pe n as internas enviadas poSit!vamon­ te par Dios, o permit i d as providenclalment� = tent acion e s del diablo.

l.' 2.•

Dios pone al alma en la noche del �e11tido cuando l a l l e v a del estado de principiantes al de proficientes. Dios pone al alma en la noche del espiritn en u n pe r io d o de probaciones (San J uan ) ( 1 0) o durante todo lo que pre­ ce de al Matrimonio espiritual C Poulain) ( 1 1 ) .

1 1 . - Conoordanola entre S a n J u a n y otros m l stl cos

1.0

Sin alguna purificación previa, no hay procesión de grac:ias mís­ ticas frecuentes. Nlngll.n alma llega a un grado alto de perfección, aun fuera

de los estados mistlcos, si n purificación pasiva venida de la mano de Dios.

2.0

3.0

Hay dos noches : par una el alma es lle v ad a a la c o nte mp l ación Infusa ; par la otr a, se purific a mas all.n antes de llegar al Ma­ trimonio es pi ritual. Aun después del Matrimonio podrá haber noches d e l espiritu : 1) 2)

( 1 0)

(lll

( 12)

Ejemplo típico es Maria de la Encarnación (siglo xvn>. El t e xt o de San Ju an de l a Cru•, que afirma cesa toda noche después del Mat rimonio , no es seguro por pertenecer a la segunda redacción del Cántico, o no h ay que en t en ­ derlo de un modo absoluto. Asi San Pablo de la Cruz, siglo xvm, d e spu é s de :ecibir la gracia del matrimonio, pasó 45 años all.n en continua desolación, hasta pocos años de morir ( 1 2).

SAN JUAN DE LA CRUZ, Noche, II. c. 1, n. l . Pooum, Des grii.ces d'Oraison, c. X V , n . 4 0 . GAETAN Dtr s. NOM DE M:AKIE, Orats<m et ascension. m.ystique ele s. Pa u l de la Croi.r, Louvatn, 19!0, p. 85.


LECCIÓN 44

302 12.

-

La u n ión transformante como suprema ascensión

Afirman Santa Teresa de Jeslls y San Juan de la Cruz que l a unión transformante es el grado supremo. La Venerable Maria de l a Encamación pone alln otros 5 estados, como verdaderas ascensiones e n l a unión.

a)

Esa oPoslción se debe a que las experiencias de los mlstlcos no siempre coinciden. Cada uno describe la vía por donde él h a ido.

b)

En la misma linea de la unión mas intima, aunque no se dé un género superior, puede darse mayor progreso e n la gracia santi­ ficante y caridad, ascensiones nuevas, pasivas especificaciones en apostolado,

e)

A

reparación,

conformidad con tal o tal misterio, etc.

esas especificaciones pueden preceder cnoches

especiales>.

Hay Itinerarios místicos, que sin asimilarse a l a unión transfor­ mante,

crean

gracias

eminentes

de

contemplación

Infusa.

San

Ignacio de Loyola, recibió esas gracias eminentes de servicio a la Trinidad, con Cristo mediador. 1 3. - EI c o m i e n z o d e la i nfusa

1l

No estll.n concordes los autores en decimos cuál es l a primera forma de oración mental, que ya es Infusa.

al bl

Entra como causa las opiniones entre l a infusa y l a ad­ quirida. Hay otras apreciacione s : Para De Maum!gny ( 1 3) es la coraclón de slmpl!c!dad>.

Para el P. A . de la Presentación ( 1 4) es la oración cde

unión• ; porque l a oración cde reposo> no es enteramente pasiva.

c)

Intluyen las opiniones sobre el auxilio especial de Dios :

auxilio, que ni puede merecerse de condigno, n1 Dios se lo

da a todos, ni a todas horas, cuando lo da.

2)

Comúnmente se toma como punto de partida, l a oración de reco­

gimiento ( 11.rlda, suave). La expone Santa Teresa en las Moradas, IV : y expresamente

la llama «Primera oración sobrenatural>. Antecedentemente y a hay momentos de oración mlstlca, tactos; pero entonces no se distinguen de las consolaciones. Otras veces el trll.nslto es repentino.

(131 f ! 4)

:\IJ Jl.tr.\'!::: c: NY, Oraison mentale, I, cd. l l . 10 1 6 ; III, c. 6, p . 226. / 'ITONI0 DE LA 'PRESENTACIÓN, Etude sur le chliteau hzterieur, pág. &9.

Parfs,

1922,


4 5

L E C C I O N

CO'.'ITE�I PLACION INFL"SA Y PERFECCION ( 0UIBERT : 423-436.) SU!\11\ R I O :

l . Di,·crflol'! a s p e ct o s de esta cuestión. - Z. Llamamiento a l a I n ­ f usa : El próx l m o. - 3. Lla rn a m i P nto UEMOTO a l a i n íUH, - - 4 . El as ­ pecto de 1 a neces idad : Cuatro té rmi nos e x plic a d o s . - 5. Lo que hoy a d ­ m i t e n todos. - 6. Consecueoncia'S de e s t a s Yerdades. - 7. O p i n ionPs recien­ tes sobre la nttes ldad de l a i n fu1:1a. - R. La re!'l puesta del P. de { ; ui bert. 9. La p rueb a de esta rHpuesta. - 1 0 . N o r m a l o ext raord i n a ria.

1. - D i v ersos aspectos d e esta cuest i ó n

1 .0 2.0

¿Es necesaria la Infusa para la perfección o santidad? ¿Todas las almas son llamadas, al menos remotamente, a la con­ templación Infusa?

3.0 4.0

¿La contemplación Infusa es v!a NORMAL para l a perfección o es EXTRAORDINARIA? ¿Hay una vía UNICA para la santi dad, o l a hay DOBLE ? - ¿ cual­ quiera de las dos es Igualmente NORMAL?

2. - Lla mami ento a la i n fusa : el pró x i mo

El aspecto del llamamiento

«Próximo>

es muy delicado :

Implica la

cuestión de la vocación REMOTA de cada cristiano a la santidad ele­ vada.

1.0

Es CIERTO Al

Bl

que todo hombre esté. llamado a alcanzar

1)

l a bienaventuranza en el cielo ;

2)

l a gracia santificante como medio esencial de eso ;

que todo adulto tiene a su disposición todos los medios necesarios para salvarse, obteniendo l a justificación ;

Cl

que ningún adulto seré. privado de l a blenaventuranz . a no ser

a

causa

de

una

culpa

p ersonal

g rav e :

p ecado

mortal.

2.0

Para que un hombre no sólo obtenga l a bienaventuranza, sino además llegue a «elevada santidad> , se requieren auxilios más po­ derosos.


LECCIÓN 45

:: o -i 3."

4.°

NO CONSTA que esos auxilios más fuertes sea la voluntad de Dios d á rsel o s a todos y cada u no de los hombres, para una san­ t iclad elevada. CONSECUENCIA : Aun suponiendo que la c on templac ió n sea ne­

cesaria p ara la santidad elevada, no se sigue que todos y c ad a uno los cristianos están llamados a ella, ya que no c o n sta que todos y cada uno estén l l ama dos a da santidad elevada>. de

3. - Llamam.• o n l o re m o t o a la i n fusa LA VOCACION REMOTA a !a infusa consistiría en que todo cristia­

no, qu e fielmente coopere a las gracias, que Dios le d a para la salvación, <

ci e rto >

ll e gará a obte ne r la «gracia

de

la infu sa> .

Má..:; es sumamente di f íci l , o imposible, precisar, aun teóricamente,

qué g r a d o

1)

de

f i d e lida d se requiere y basta.

No pu ede afirmarse que obaste• l a fidelidad «de evitar los mor­ tales > .

2)

3l

Es cierto qu e n adie puede evitar todos l os veniales, y mucho menos, «to d as las Imperfecciones>.

Es ta:nblén d\flcll el d e t e rmi n a r •el c u á nd o> de esa fidelida d : ¿al pri n cipio de todo? - ¿ desde l a co n ve rsió n a

una vida mejor ?

Lo ú ni co que se saca es q!le NADIE está excluido de la Infusa

a priori.

4. - E x a m e n de la neco.si d a d : cuatro t é r m i nos o x !) l i c a d os 1 .0

S.4NTID A D : a)

Se trata de l a heroic a :

la q u e exige l a Iglesia p a r a la

beatificación o canonización.

b)

Se trata, al menos, de aquella perfección espiritual que pa ne a u no en el gmdo de p erfec t os < Lec. 39, n .

2.0

4).

NECESIDAD: No es u na necesidad físic a : ¿será nec esi d ad moral ? a)

No f!sica :

Unos pocos con el P. A rlnte ro ( ! ) la defienden

diciendo que existe cierto grado de aumento en los Don es

del Espirltu Santo, en el cual, y e n virtud de aumento, se llega a

cierta cmadurez> espiritual,

ese

mismo

de la cual

necesariamente se sigue la contemplación infusa.

1)

Asi la contemplación Infusa SE MERECERIA «de condigno>. Dios estarla obligado a darla.

2)

D e hecho , antes de llegar a la madurez, Dios ya l a

concede ; p orq u e en e s e periodo hay merecimiento

de congruo. Esta doctri na no p arece a dmisible.

n)

A R I NU RO, Cue8tiones misticas, 2 ed., 1 920.


CONTEMPLACIÓN INFUSA i PERFECCJ0N b)

305

¿ S er á moral?

1)

D E DERECHO la defienden u nos : La Infusa serla MEDIO, un auxilio sin el cual el hombre, por su

debilidad, no podrla llegar a la santidad elevada

a> bl

absol u t am e n t e ;

porque NINGUN otro

auxilio podria suplirl a ; r e 1 a ti v a m e n t e :

en cuanto q u e seria

que

de

auxlllo de por si «normal> y <ordinario• ; au n ­

Dios

serla

capaz

suplirlo

de

otra

manera.

2)

DE HECHO, la defienden otros : en cuanto que otros medios bastarlan ;

pero D i os

« S

ie m pre •

s u e le

conceder ese de la Infusa a los Santos ; de modo que ninguno llegue realmente a la santidad elevada sin

el

auxilio

«ese•

de

l a Infusa. Habria excep­

ciones . . .

3.'

INF USA : En s e n ti d o estricto ( Lec. 4 1 , n. 1 - 4) ; v . gr. : La oración de unJ.On ; tal vez la de reposo ; pero prescindiendo de las opiniones sobre .Ja naturaleza• de la infusa. SI ex is tiese una oración, que, de h ec ho, se obtuviera por espe­

ci al e DON DE DIOS• ; p er o que también potlrla obte ne rse

e

SIN

ESE DON>, porc¡ue de su naturaleza NO lo extoe, de esa oración no hablamos aqu i . . .

4.'

PARA TODOS: p e ro en sentido general. No se habla d e l a nece­

sidad para «Un hombre determinado>, a quien l a Infusa le fuese imprescindible a causa precisamente de l a cualidad de una voca­

ción pe c ullar suya; v. gr., en una Orden contemplativa.

s. - Lo que a d m i t e n hoy todos como n ecesari o a)

b1

Para la csantldad• no son necesarias las •visiones> , clos éxtasis > .

d o s raptos > , ni otros chechos extraordinarios > . qu e a veces se dan en l a I nf u s a : pero que se distinguen bien de ella.

LA INFUSA se concede

l) 2)

de por si, para la santificación del que secundariamente, para q u e los otros que

la obtiene ; la vean , se exciten

a amar a Dios a causa de esta familiaridad tan e xquisi­ ta. ( Le c . 41, 4 ) .

el

Di os otorga l a Infusa ccuando quiere , y como quiere• . - General­

ll'ente lo hace 9. almas, que ya están cpurlficadas>.


LECCIÓN 45

306 Se

flia

generalmente en la índole, vocación, dirección recibi­

cdon

da, etc., a lo cual Dios acomoda, más o menos, su

especial> . P o r eso, las circunstancias pueden favorecer o entorpecer la obtención de la Infusa.

Pero D io s es libérrimo de sus dones, y también los d a en cir­ cunstancias,

que

m ás

bien

parecerlan

obstar :

v.

gr.,

al

director de un Banco. dl

N a d ie llega a elevada san tidad sin ser ayudado de gracias espe­

ciales, Inspiraciones, mociones, Dones del Espíritu Santo < Lec. 1 7 , n. 1 1 ) ; u n a s veces la conciencia l as percibe, otras no. Pero no se sigue que cslempre> tienen esos Dones la parte de

la

vida

espiritual, ni que es

ya

•habitual»

la

mayor

conducencia

de esa alma por el Espíritu Santo. :ll adie lle ga a <SANTO>. sin que de alguna manera

m ente

y se aperciba de esas mociones, suaves o

con eso tendrá alguna

e x p e r i­

áridas . . . Ya

•conciencia> o ex¡;¡eriencia de ccosas di­

vinas» . Nadie

e)

se

hace

«perfecto » , sin que Dios le h a ya hecho pasar

por una •PUrlficación Interna»

p as 1va

C Lec. 44, n. ! ! ) .

Es necesaria para l a csantidad• cuna habitual unión d e la m ente

y del corazón con Dios» : es decir, es necesario que haya

1)

l a costumbre de pensar amorosamente de Dios y d e l as

2l

el espíritu sobrenatural ; in tima penetración de las verda­

cosas divinas, aun entre los negocios ; des de la fe.

ASI, toda la vida espiritual será más sim¡;¡le, más una, más profunda.

6.

-

Consecuencias d e estas verdades

i .•

SI las palabras cvla mlstlca>, «dones místicos>, «gracias místicas• , cunión mística> - Y otras semejantes- se entienden como cne­ cesldad de

gracias

e s ¡¡ e c i a l e s

o de «unión habitual>. ya

no hay controversia posible.

ES CIERTO, en este sentido, que cno hay ni puede haber SAN­

TIDAD fuera de la cvla mlStlc a • , sin «gracias místicas». e. d.

2.•

es ¡;¡ e c i a l e s . Nuestra cuestión de cla necesidad• se pone omitiendo l a palabra e m ls t1 c a

>

para no dar lugar a confusiones. Concretamos la

cuestión únicamente a la ORACION INFUSA, propiamente dicha :

a esa <modalidad de gracia> que Santa Teresa llama •ORACION de UNION».


CONTEMPLACIÓN INFUSA Y PERFECCIÓN

7.

-

301

Opi niones recientes sobre la necesidad de la i n fusa

l.

La infus a

l >

Es vla EXTRAORDINARIA :

Poulaln, S. I.

( 2). Sin ella se

llega a la san ti dad ;

21

r equiere esp ecial

vocación :

Meynard ,

hay S antos ;

3) 4•

no es camino patente a •todos• :

O.

P.

( 3 ) . Sin ella

Farges ( 4), Hay dos ca­

minos ;

no es medio «único• ; pide vocación : M aum i gn y ( 5 ) . No son

muchos los llamado s ;

5i 2.

o la Ascética : h a y dos caminos :

Crisógono d e l S . Sacra­

mento ( 6 ) .

La Infusa es v l a NORMAL : UNICA, a)

porque es medio cnecesarlo•, que sólo «extraordin ariamen­ te • se suple. Dios la concede de hecho a todas las almas que cooperan fielmente a las gracias. Asi Saudreau (7). Loulsmet sostiene lo mi smo , pero tomando en sentido lato

«la

vida

mlstica> y

la

«contemplación > ,

incluyendo

en ellas toda l a m anera de ser de l a vida cristiana ( 8) ;

b)

po r q ue se da una «vocación remota> a todos, para que .sean fervorosos ;

e.

d.:

una vocación a la conte m plación •mls­

tlca• como •via norm al > . La

contemplación viene

Dones,

sobre

las vi rtudes ;

a s e r la •Prevalencia• d e los con los Dones s e

obra

«a

lo

divino». La contemplación Interviene en las purificaciones «Pa­ sivas>, que de hecho son necesarias para l a san tidad. Por eso, de no obstar el alma, más tarde o m ás tempra­ no tiene que ir a desembocar en la contemplación Infu sa .

Oa rrl gou - La grang e ( 9 ) ; c1

porque es vla « ú ni ca • a todos los que pasitivamente no la

rechacen : La contemplación ADQUIRIDA no existe. Arln­ tero ( 1 0 ) :

(2) (3)

(4) 1 51 . (6) 17) ( 8) ( 9) <

10)

POULAIX, ibidem,

c.

28, n . 7.

M E Y N A R D , Vie interieur, ed. 3 , 1899 ; ll, 62. FARGES, Phénotn��8 mystiqu.es. ed. 2 , Pal'fS, 1923 ; I, p. 269. 356. :.1A'T.dIGNY, Ora:ison mentale, Il, ed. 9. 1 9 1 1 . p. 5, c. 1-2. P. C RISÓCONO, Asc.!tica 'V Mistica, I, c. 3. a . 3, Tul'in, 1936, p. 46. SAVDREAU, Vte d'union a Dieu, ed. 3 , 1 92 1 , n . 1 2 , p. 248. Lor1SMET, Divine coiitemplation /or all, London. 1 920. G A R R mou�LAC: R A N C: E , Per/ection et Contemplation, 1923 : II. c. S, p. 4 19.

A RI S T E RO� Cuestiones místicas, c . 2 .


30S

LECCIÓN 45

d)

po rq ue

<hay un punto-término en l a Vida es pi ri tu al :

partir de esa

sin

la

a

meta, el alma ya no puede «ascender m:l.s>

contemplación

Infusa.

Así

Mauricio

de

Tal­

la

lle, S. I. ( 1 1 ) .

3.

L a conciliatoria : H a y parte de verdad e n estas opiniones expues­ tas : S e puede l le gar a un a conciliación de este modo : 1 .0

A dmi t a se la co ntempl ac ió n ADQUIRIDA :

y además «dos

sentidos> en la Infusa.

a)

b)

111/usa «l a t o

sensu•:

c uan do el enten di m i ento guar­

da aún su modo de orar natural : a lo h11 mano.

Infusa •Stricto sensu • : cu a ndo el entend i mi e nto ya

no obra a lo humano, sino a lo divino. Para la primera están llamados TODOS :

no se

requiere especial vocación.

La segunda <no es necesaria> para la santidad.

Así concil i a Waffelaert C 1 2l .

2.0

Dlstlngase :

a) bl

Vida mlstlca : o se a , •Prevalencia de Dones> . . . Contemplación INFUSA.

Todas las almas santas viven •vida mistica•.

No todas l a s almas santas llegan a l ejercicio e s ­ pecial. d e l D o n de «Sablduria> y «entendimiento>,

que es quien constituye como « p ro pi o » a l a contem­

pla cl 6n Infusa .

En las almas que no lle ga n a la Infusa prevale­ ce, si son santas, el Don de Consej o, el de Fortale­ za, etc.

Así conc i li an Maritain C 1 3l y Grandm alson C 1 4l.

3.0

Dlstinganse : a)

Tactos breves: rá pid a s comunicaciones del Don mis­ m o «peculiar> de la Infusa.

b)

ESTADO de con te m pl aci ón Infusa, por l a comuni­

cación permanente del Don pecu li a r de la infusa ; cuando ya es t alm ent e .

Todas

01)

(12)

(13\

( 1 4)

l as almas, que

se

« h abi tu al> ese •modo de orar m en ­

dis po n gan generosamente, lle g an a

:111 A unxcro nz LA Tnr.Lr. Oraison cont.em.plative, 1 9 2 1 . p. 34. WAPFEL-'ERT, RAM, 1923, p. 32. MARITAIN, De la v�e d'Oraison, París. 1933. P. Lr.ONCIO DE GUNDMAtSON, Religion personelle.

b eber


CONTEMPLACIÓN INFUSA Y PERFECCIÓN

309

unos traguitos, al menos, •de la fuente de agua viva• ; pero no todas

llegan, aun las santas, a la hartura de la <oración infusa•. Balnvel C l 5l.

8. - La respuesta d e l P. d e G u i bert 1)

Las almas generosas, de ordinario, llegan a la perf�cción por par­

tlclpaclones •breves. d e las gracias, que constituyen <lo p ro pio• de la contem plación INFUSA estrictamente. Sin eso, no hay san­ tidad.

PEro, tal vez no haya conciencia de ello. En la vida interior

toda su transformación se debe a solas las Inspiraciones y gra­ cias ordinarias.

2)

LA INFUSA HABITUAL o estado de contemplación Infusa. no es la única vla

n o rm a1

para la perfección de la caridad.

Sin la Infusa habitual puede darse renovación de toda Ja vida interior ; puede haber «conciencia d e

la

p

asividad>

;

hasta

necesidad de nueva dirección. Se llega a la santidad sin la trans­ for mación

propia

de

la infusa,

y sin h aber

tenido

conciencia

del Don peculiar de la Infusa.

3)

Pueden, pues, las almas ascender a cualquier grado de santidad • h abitu a1m e n te•

sin que

vayan por el camino de l a in­

fusa habitual, perfecta y permanente. < Lec. 44, n. 9.l 9. - La p r ueba d e esta respuesta

l)

21

No hay documentos del Magi sterio Ecleslástlco «valederos• ni en

pro nl en contra. Tampoco •a priori• puede aducirse «razón teológlca» ninguna : Pues

al bl

que se requieren cgraclas potentes• para Ja santidad es ccierto> ; que

no

hay mé.s e gracias poten tes>

Infusa>, no es c)

que el

«Don

de

la

cierto ;

tampoco es cierto que las «gracias potentes> de la santi­ dad, deban ser cconsc!entes> por e l hecho de ser •Po­

dl

e)

tentes• ;

no se prueba que cuna oración con gran influjo de Dones

del Espirltu Santo• ya es INFUSA ; aunque Ja vida de santidad es incoación de Ja vida del

cielo, y en el estado

de unión transformante

muy allegado a lo del c i elo, no se prueba

l.

que ESO, sólo se d a en la INFUSA;

2.

que las cpurificaclones» sólo se dan e n la infusa :

3.

que se concede la infusa a los que tienen en grado eximio la caridad.

< 1 5)

BAINVEL.

ya hay algo

Edición 10 de Poulain. p. 176. Introducción.


LECCIÓN 4 5

310 3)

L a tradición. Hay colecciones d e texto s : los citan Saudreau, Arln­ tero y Garrlgou-Lagrange. De todos esos textos dice Pourrat ( 1 6) : «Es cierto que muchos escritores espirituales enseñan ser uni ­

versal l a vocación a la "mistlca" o contemplación Infusa ; pero, testigo

l a historia, son

més numerosos los que

no

admiten

la

universalidad d e esa vocaclón.> LA ESCUELA CARMELITANA en bloque defiende que l a co n­ templación mFUSA es camin o :

pero

«Peculi ar» ;

ni normal

ni

extraordinario. Por ese camino no van todas las almas SANTAS ; aunque

alguna

parUclpaclón

conceda

Dios

a

algunas

algunas

veces.

BENEDICTO XIV < 17) afirma haber h abido canonizaciones, sln

que en l os procesos se demostrase existir contemplación In fusa.

4)

San Pablo de la Cruz y San Alfonso tampoco ven l a necesldad. Que l as gracias de los .tactos> se dan en todos los Santos es una afirmación general ;

pero es Imposible con firmarla por l a •expe­

riencia> ; pues ni los mismos Santos caen en l a cuenta de ellos : las toman por •consolaciones>. Tampoco puede negarse.

10. - Normal o e x trao r d i naria Estas dos palabras se toman en sentido diverso.

a)

Normal : se dice de lo que no es «Un privilegio• : de lo que no es una «excepción». Ser llamado a l a contemplación Infusa puede entenderse asi : Ninguno .a priori> queda excluido de ella. - Algo asi como cuan­ do se dice que «todos son llamados a la vida religiosa>, ya que de u n modo general esa vida se le propone a todos en la Iglesla.

b)

Extraordinaria : en cuanto que de hecho SON PO COS los que van por ella. Luz, que hace consciente al alma, no está sobre el orden acostumbrado, en la vida sobrenatural.

( 1 6l ( 1 7)

PoUHl!. !!.T, La spiritualitP chrf'tienn.e, t. lV, 1 928, pág. 650. De 8.:?atiff.catione, III, c. 26, n. a.

BENEDICTO XIV,


L EC C I O N

4 6

I N FFSA Y H E C H O S E S P E C I A L E S

CO:XTE'.\I PL.-\CION

( GUIBERT ; 437-442.)

S t; l\lAlll O !

3.

t.

La e x p e riencia

K l l" m l• n tos

- fi. ,·isiones. - �. 0

efec t o .

del

@u

en

lo�

i-xtasis. - 4 .

fe n ó m enos. N a t u raleza

y la e x p l kaclón. - · 9.

La�

'" i s i o n e H

- 2.

del

Sociones

éxtasis. - 5 .

c o n l � m plación.

- 7.

Liga d u ra,

del

éxtasis. -

C o n s e c u e n cia

Exislt-ncia

d t-

las

1. - La e x p e r i e n c i a e n l os fe nó menos

a) I:>) e1

Consta que en la vida d e muchos. que tuvieron contemplación Infusa, se dieron estos otros fenómenos : éxtasis, visiones, revela­ ciones, estigmas, etc. Consta que muchos de estos fenómenos estaban materialmente relacionados con el ac tua l ej erciclo de la contemplación Infusa. ¿ H abrá alguna otra relación más !ntrlnseca?

dJ

Se circunscribe la cuestión solamente a «los éxtasis y visiones•.

e)

Se d a por sabido qu e los «estigmas• y los cvuelos del espirltu> no

tienen

fusa.

ningun

vínculo intrinseco con l a contemplación in­

2. - Nociones del éxtasis

l)

Sentido lato: El estado del que sale de si mismo; v. gr. . sallrse

del amor propio para abnegarse por otro.

2)

Sentido estricto ; No en lo moral, sino en lo flslco. Es la suspen­

sión más o menos completa de la actividad sensible. Rapto, lo llaman algunos.

3)

Sentido

más propio : Estado e n el cual las fuerzas espirituales

del alma se clavan

tan

profunda y poderosamente en u n ob­

j eto, que el alma se vuelve Incapaz

< más o menos) de recibir

y de sentir las excitaciones de los agentes externos sensibles.

3. - Elem entos del éxtasi s : Extensión. Causa

a>

El positivo: La .conce11t raclón espiritual > . sobre un obj eto: Por

eso, no son éxtasis ni l a embriaguez, ni la pérdida de sentidos

por anestésicos, los hechos hipnóticos y los histéricos. No existe concentración.

b)

El negativo : Consecuencia del positivo. Suspensión de la activi­

dad sensible.


312

LECCIÓN 46

Podr:!. ser m:!.s o menos completo. Eso depende 1l 2J el

de Ja Intensidad de Ja concentración ; de la debllldad de la parte sensible.

La e:rtens!ón : 1) 2)

d ·1

A veces, hasta las sensaciones Internas cesan : ninguna fatiga. A veces, nl las externas cesan del todo, son m:!.s débiles, se perciben con m:!.s dificultad. As! en la •ligadura>.

Ccusa : Prescindimos de la poslbllldad del éxtasis natural. Habla­ mos del éxtasis religioso, cuya causa es siempre una acción divina especial.

4. - Natural eza del é x tasis al b) cl

al

No es parte esencial ni Integrante de la contemplación Infusa. No es un don peculiar, que realce el precio de otros dones. Es ima consecuencia de la debllldad del organismo humano, vuel­ to Incapaz de ejercer acciones psicológicas inferiores, o de hacer­ las bien. Luego : 1) 2l

s.

-

Cuando hay éxtasis, no se puede decir que la acción di­ vina ha sido m :!.s enérgica. Parece cierto, que en Ja unión transfonnante los éxtasis o cesan del todo, o son m:!.s raros y suaves. Se diría que e l organismo se ha habituado a llevar el choque de la acción di vlna.

¿ C o nsecuencia o efecto ?

1)

2l 3)

(1)

(2)

Poulaln U) dice que, de ley ordinaria, el éxtasis es consecuencia necesaria y universal de l a contemplación Infusa. Es deci r : Hay un grado tal en la contemplación Infusa que necesariamente lleva consigo el que haya éxtasis. Por eso se llama <grado de unión extátlca>. Poulaln apela a l a autoridad de Santa Teresa ( Vida. c. 20-24 ; Moradas, VI, c. 4-7). Niega Saudreau < 2) : Para él el éxtasis no es consecuencia. sino efecto peculiar de la acción divina, que abstrae al hombre de sus sentidos. Pm11.,o. 1 N ,

s gr.:icea d.'oraium, cap. 18. Etat mystir¡:te, cd. 2, 1921, n. 206.

D:

SAUD R E. A t: ,


CONTEMPLACIÓN DE LA INFUSA Y HECHOS ESPECIALES 4)

313

Segun Saudreau debe tenerse el éxtasis como u n o. •operac!On ex­ traordinaria>, independiente del don de l a contemplación. pero concedido precisamente en la contemplación para que

el

alma

más integramente se anegue e n l a acción divina.

5)

Otros, Joret < 3) , ponen una distinción. a> b)

E; éxtasis subsecuente, es efecto de la contemplación. El éxtasis antecedente es preparación para el don de la contemplación : viene de repente.

6)

Suárez ( 4) había dicho : «S upuesta la gracia d e l a contemplación perfecta» , el éxtasis puede seguir naturalmente al menos en l a suspensión d e los sentidos externos.

7)

No puede afirmarse ni negarse por falta d e documentaciones si

siempre se da, lo que a veces parece se da, e n los grados supe­ riores : algo de suspensión en ciertos momentos.

&.

-

Las visi o n es y la contemp lación

1)

Visión de lo corpóreo : Ha.y verdadera percepción de los sentidos externos.

a>

Lo que se ve ( oye) está realmente presente en su ser real corporal.

b)

Lo que se ve

< oye) tiene cuerpo aparente de fol'maclón

actual.

c)

El rai•o luminoso sufre cambios al momento de obrar so­ bre el ojo.

O la vibración aclistlca sufre cambios al Ir a obrar en e l oldo.

2>

Visión de lo imaginativo: No hay percepción en e l sentido e xte­ rior, sino que la acción de Dios obra e n l a Imaginación. o sentidos internos, excitando o

3 .1

conectando especies sensibles ya

tenidas

( visuales o auditivas).

Visión d e lo Intelectual: La acción divina va derecha al enten­ dimiento :

a\

Usa especies Intelectuales ya tenid as :

Entonces la visión

o locución va acompaflada de un fantasma. Se distinguen estas visiones intelectual es precisamen­

te por los fantasmas acompaflantes.

b)

Infunde nue vas especies intelectuales. El modo de cono­ cer es enteramente sobrenatural, angélico. La distinción entre visual y auditiva sólo se da por cierta analagia.

(3) (4)

JORET, Contemplation mystique. ed. 2, 1927. c . 7, p. 290. SUÁREZ, De .R.eligione, tr. IV, P. 2 , c. 15. n. 5.


LECCIÓN 46

314 7. - Ex istencia de l as visiones

1)

La

experiencia

da

que

se

pueden

tener

visiones

(locuciones)

cor])Orales o imaginativas, sin que uno esté en el estado de con­ templación Infusa.

2)

Las visiones Intelectuales. Las hay de esas que San Juan de la Cruz describe «por mejor decir, noticias de

verdades desnudas,

sobre Dios mismo> . Esas, según el Santo, no se pueden

tener sino por un alma

que ha ll egado a la u n i ón con Dlos, «ellas mismas son la mis­ m a unión » .

Luego : s o n inseparables de la contemplación infus a : se iden­

tifican con los grados mé.s altos de l a infusa. Esta

doctrina

de

San

Juan

la

comparten los

demé.s

mistlcos.

La alta contemplación casi siempre In duce a visiones Intelectuales sobre la Santlslma Trin id a d o sobre los atributos divin os.

1. - su e x p l icación Echamos mano de la opinión probable <Lecciones 43-Bl, de lo espe­

c ifi c o de la Infusa, para explicar las visiones.

al

Cuando el alma, por conciencia

directa, en los altos grados de

la Infusa, percibe o Intuye la transformación propia, el ser deifor­

m e por l a gracia santificante, ya ve en si misma. cómo en un espejo la im agen de Dlos-Trino puramente Intel ectual.

b) e)

d)

Esa Intuición parece satisfacer a lo que dicen los místicos •de los conocimientos d esnudos de todo elemento sensible•. Esos conocimientos nunca versan sobre algo peculiar. En esos conocimientos no se tiene clara manifestación de Dlos,

como en la gloria ; sino un alto tacto de conocimiento y de sabor, que penetra l a substancia del alma.

9. - « L i gadura» Es la suspensión de las potencias. - Hay gran

dificultad

para ma­

nej arlas a voluntad, por que se siente uno más o menos atado para todo acto añadido por propia Inicia ti va. Suele darse, mientras dura el Influjo místico, que lij a las potencias en un objeto m ás e leva do que e l suyo natural de ell as . n án dez, S. J., Guiones, cap. 2 1 . J

(Véase E. Her­


L E C C I O N

DE LA

DESEO

I N FUSA :

D I RECCION D E CONT E M PLATIVOS

( GUIBERT :

SUMARIO :

A)

El.. DESE0. - 1 .

Casos p r á dicos. - 4 .

3.

los

tuna. - 8. YOS. - 9.

11.

El

ma<"slros. - 6.

nictám <"nes Almas

4 7

l�os

La

443-457.)

p a rt e

d f' la

b u f' n a . - 2.

ntÍslic�. - 5 .

<"HCritos

camino

prudencia. - 7.

pr,clicos. - 8)

próxima11

a

l>HU:CCIOX

ent rar. - 1 0.

Almas

La

parte

e s p i n o sa. -

Consejos e x t r e m o s dt> Un.:1:

DE

que

d i d i n cl ó n

o por­

CO:\TE'.\IPLATl­ ya

c =a m i n a n . -

N o r mas particulares.

EL

A)

DESEO DE

LA

CONTEM PLACION INFUS,\

1. - La parte buena

a)

La

contemplación

Infusa

es

un

a u xi l i o

poderoso,

eflcacislmo

para p ro gres ar e n la caridad y santidad : e s en si un don exce­

b) e)

lente. Luego :

de suyo es deseable a un alma f e rvoro sa y celosa de la

gloria de Dios.

Los autores comúnmente alaban que se desee la con te m plac ión :

1)

Se aduce el testimonio de Santa Teresa ( Moradas, IV, c. 2 , n. 8) : «Deseáis obtenerlo para poseer esta or a c ión y hacéis

2)

bi e n . >

Alvarez de Paz ( 1 ) dice : •La contemplación es medio efl­ cacislmo

de obtener la perfección :

si podemos desear la

perfección, ¿por qué no poder desear su medio m ej o r?

2. - La parte espinosa

a)

El deseo de perfección puede convertirse y de hecho se ha con­ vertido varias veces en d al!o s o para algunas almas. < Lección 1 1 , n.

b) e)

13) :

Con

mucha m á s razón

podrá conv ertirs e e n dañoso el

deseo de la co n t e mplación infusa.

Hay peligro de qu erer convertir l a contemplación infusa en fin : y sólo es medio. Es medio, y no llnico. Aun los que defienden que es nec ep aria, deben

conceder que Dios la da cuando quiere, y que se puede

suplir, al menos extraordinariamente, por Dios.

d) (1)

Es medio, que parece cómodo, a aquellos que la miran de lejos.

ALV/.E\E2 DE PA!, De inquilitio1ie pacis, t. Ill,

l. 5,

p. 2, c. 13.


LECCIÓN 47

316 e)

Es m e dio más elevado y más estimable, Porque se sabe e s propio de almas selectas. Por eso tal vez se ape tezca Por motivos no puramente sobre ­ natur:lles.

f)

Podrá ción

haber

I n fusa,

indiscreción en con

desprecio

el modo de

de los

me dios

desear la contempla­ más

laboriosos, que están m ás al alcance, etc., et c.

Por

e so,

S ca ram e lI !

inferiores,

más

l2) y San A l fonso ( 3) sólo permiten ese

deseo de un modo restringido.

3. - Casos prácticos o modo restri ngido

1l

El alma, que ya reci bi ó muchas gracla.s de contemplación infu­ sa, parece que Dios quiere llevarla por ahí. Con

resignación

humildad,

y gran fervor puede desear pro­

gresar por ese camino.

2)

Hay a l m a s que aún no han e n trado Por esa vía, pero dan señales

de que lle garán.

Las sei'lales son : oración muy simpllflcada ; algunos momentos

de Intenso recogimiento ;

aridez con gran fe rvor, etc.

Esas almas que se an imen a tener gran pureza de corazón . . . , a una generosa fidelidad a las gracias.

El Director parece mejor que no Incite a pedir o desear la

contemploción infusa a los que no piensen en ello. SI

preguntan

si les es licito

desearla,

respQnda

el

Director

que si ; y al mismo tiempo exhórtelas a que fomenten ese deseo con humildad y resignación, con confi anza, con amor a las obli­ gaciones presentes.

3)

Alm as que o no dan señales de ser lla m adas a la contemplac!ón

o que Por su d isi pación y tibieza, o por sus oficios, están dando señales de todo lo contrario. No es oportuno excitar e n e l l as ese deseo.

Habrá siempre otros caminos y motivos para excitar en ellas el amor de Dios, la generosidad. Generalmente de tal modo h abrá que dirigir y formar a las almas en el amor de la oración , docilid ad a la gracia, abnegación plena, que estén de suyo dispuestas a cooperar al llamamiento de Dios a l a infusa, si se digna hacerlo. No debe

h aber impedimento alguno contra la infusa nacido

, de prejuicios erróneos sobre el uso de los métodos y l a actividad en el servicio de Dios.

(2l

(3)

SCARAMELLI, Directorio miatico, m, C . 32, 2 8 1 . SAN ALFONSO DE LIGORIO, Pra.:r.is ConJesaarii, Appendix l, n. 2 3 .


DESEO DE LA INFUSA : DIRECCIÓN DE CONTEMPLATIVOS

4. -

Los escritos

1l

místi cos

En general : l o son todos los escrltos que tratan del aspecto de la vida espiritual que p ue d e denominarse

21

5. -

317

cmistica•.

Especificame nte : lo son los escritos que tratan de l a contempla­

c ió n i n fusa, y d e los dones que con ella tienen conexión.

C a nseJos

e x t r e m os de los m a e stros para la l ectura

Los 1?J aestros d e la vida espi ri tu a l n o van concordes en sus consejos sobre la lectura d e los escritos mlstlcos.

al

Unos opinan que n o se debe aconsejar a todas las almas piado­ sas, ni permitir l a lectura d e cualquiera de estos escritos < verbi­

b'

gracia, Maumlgny). Otros creen que a todo el mundo le ralmente

tal

lectura,

porque

es

gran

es muy provechoso gene­

I nc entivo

de

la

genero­

sidad .

6. - E l cam i n o de la p r u d e n c i a

a) b)

peculiar

Se trata a q u í de un c a s o

la l ectu ra de libros espiri tu al es. No

basta

que

un

libro

haya

de nt ro de la g r a n cuestión de

sido

escrito

por un

santo

varón

o que contenga muy buena do ctrina y conse jos prudentes para que ya se pueda poner en manos d e todos.

1l

La doctrina buena

puede

entenderse mal por mentali da­

des no preparadas.

2)

Los c o n se l os, magníficos para el momento en que se escri ­

bió

el

libro,

se

vuelven

Inútiles,

dañosos

para

otros

tiempos. 3)

La doctrina y afectos propuestos suponen ya grandes pro­ gresos en la abnegación y esplr!tu sobrenatural, y los lec­ tores carecen d e él.

el

E s a es la conducta de la Iglesla con la l e c tu ra de los mismos libros inspirados por el Espíritu Santo : No la permite a cualquie­

ra sin alg u n as declaraciones. Y sus ra zones cuadran perfecta­ mente

para los libros de

los místicos, no inspirados y escritos

en tiempos y re g l ones tan deseme j antes a los nuestros.

7.

-

U n a disti nción oportuna

Deben distinguirse tanto los libros q u e tratan d e l a contemplación

Infusa como los lec to r es de esos libros.


LECCIÓN 47

318

ll

Hay libros que al tratar de la vida de algún Santo o Siervo de Dios o de una

parte de la doctrina espiritual, hablan

también

de la contemplación Infusa.

2)

Otros llbros casi exclusivamente tratan de estos Dones, de cier­ tos Diarios o Relaciones espirituales o de vidas contemplativas ; v. gr. : Santa Catalina de Génova ; Santa Angela de Follgno.

3)

Algunos libros se ocupan de las cuestiones científicas que sus­ citan la contemplación y lo hacen teológicamente o psicológica­ mente.

4)

Los lectores suelen ser o almas que ya gozan de la contempla­ ción Infusa ; o que parecen estar próximos a tenerla.

5)

Otros lectores no dan señales de una disposición próxima, ni de vocación ninguna a eso.

6)

Pueden ser Directores de almas, Confesores, Superiores Ecleslts­ tlcos, o Rellglosos . . .

7)

También la indole d e los lectores variará : sosegados, prudentes,

8)

Los hay d e tendencia a l «mimetismo• :

Ingeniosos,

experimentados, humildes, o lodo lo contrario . . . Imitan consciente o In­

conscientemente cu anto ven u oyen de otros.

1.

-

D i ctámenes prácti cos

1)

Los llbros sobre cuestiones teológicas o psicológicas acerca de la Infusa son Indispensables para los Directores de almas.

A medias palabras entenderl!.n lo que los dirigidos están pa­ sando.

2)

Los teólogos y filósofos y los Intelectuales harán bien en ver esa clase de llbros.

3)

Las almas que ya están algo Iniciadas por experiencia, en las noches de purificación principalmente

a)

Cierto que se consolarl!.n viendo que eso tan penoso de ellas, es común a muchos.

b) e>

Cierto

que

entenderán

mejor

al Director al

explicarles

su situación.

Pero es m ts seguro, y mts eficaz el cirio de labios del

Director, que se acomodará mejor a las necesidades del dirigido.

4)

Es

mejor

leer los libros escritos directamente por los mlstlcos,

que no los técnicos, especulativos y sistemáticos. Estos últimos crean el peligro en las almas de

a)

mezclar con la docilidad a la gracia la solicitud huma­ n a sobre cuestiones o nociones disputada s :


DESEO DE LA INFUSA : DIRECCIÓN DE CONTEMPLATIVOS b)

r eve rs i ón

sobre

mismas

si

con

ex ámenes

319 sobre

sus

propias e xperie ncias, qu e fomentan la v a n a complacen­ cia y la sugestión de mimetismo.

R) 9.

-

I > I RECCIOX DE COXTDI PL\Tl\'OS

Almas pró x i mas a entrar

a)

En l a Subida al Mont e Carmelo se dan las se ñ al e s , por l a s cua­

les el alma prudentemente puede pasar ya de la meditación a la

forma contemplativa UI, c. 1 3 - 1 4).

b)

En l a Noche oscu ra se ponen las señales que Indican que el alma

ya h a si do introducida por Dios ción infusa < I , c. 9).

pasivamente

en la contempla­

Estas son :

!) 2)

3l

e)

aridez en lo di vino, con tedio por lo terreno ;

s olic itu d ansiosa d e servir mejor a Dios, con fortaleza

de pers e vera nci a en la oración ;

In c ap acidad de meditar , y ca d a d!a, m:is grande.

No es necesario meterse a I ndag ar si hay •tactos infusos•. Haya Inmensa

gratitud si

e spon táne ame nt e

hay

concienci a

Afanarse por sacar de ellos el mayor f ru to posible.

1 0.

-

1)

de

ellas.

A t m u que ya c a m i n a n Su esta do s e conoce por l o s caracteres experimentales propios d e e s a contemplación (Lección 41 . n. 3 ) .

a)

SI el a l m a s ól o propone l a oración que tiene, pero no pre gunt a más, el Director no hable de l a Infusa, e xh orte a

bJ

la confianza, conformidad con la voluntad de Dios, etc.

SI e l alma pregunta de la naturaleza de l a i n f us a , es

m:ís dificil e l caso, si se h a leido mucho de esas ma te ri a s . Pues es sabido que las lecturas Influyen e n las re s pu e s tas

que ella dé, y pueden desfigurar lo que realmente hay. El fruto sacado de la oración será la base m ejor para dirigir

a esas almas.

cJ

SI hu bie ra Ilusión de buena fe en el alma.

l.

SI se

espera que

s an ará, tra bájese c o n prud e nci a

pa r a d es i lu sion a rla.

incurable,

2.

SI

3.

El Director siga la dirección de la gr a ci a ; dé

se

present a

co n e sa Ilu sión .

ridad

a ylid esela

a santificarse

segu­

sobre el camino e indique las vicisitudes que


LECC:XÓN 47

320

se presentar:Ul ; suelte l a s dudas pr:\cticas y exhorte a confianza en D io s y humlldad.

11.

-

11

No rmas particu lares No hace r m(\s preguntas, que las que convenga. Esas almas no

2J

deben

Por p arte del Director.

ser objeto

de curiosas Investigaciones

Las relaciones escritas, sólo en cuanto valgan para dirigir; para anotar «luces especiales » , deben permitirse.

31

R elaciones largas para edificación del p rój i mo no es pru de n te pe­

4)

El Direc tor no e s t á , para

dirlas ni aceptarlas. cios, etc. Pe ro

est(\ y

probar con sus re pr en si on es , despre­ saber espera1· para conceder peni­

d eb e

tencias, valerse de las ocasiones para que perseveren en humll­ dad. etc.


V Ct.:ARTA PARTE

DIVERSOS

GRADOS

DEL HOM B R E

Y L A PERFECCJ O X



L E C C I O N

4 8

REALIDAD D E V A R I O S ESTAD OS : LOS S E L ECTOS SU)L.\.RI O : t. La doct ri na del ca non 1 0 7. - 2. La const i t u c i ó n de la l2'.lC'11oJa. · 3 . El fin de la lglesia. - .t . Consecuencias de ese ftn. - 5. Institución de los selectos. - 6. Eleeclón de los selecto11. - ;, Esos lil"IC'ctos son para los fieles. - 8. La Jerarq u í a en l a Iglesia. - 9. Organl.z:ación de l a .h.•1·ar­ q u ia. - J O. Esos selectos y la perfecci ón. - 1 1 . Selttclón no j r rarquiza· da : Las santas mujeores. - 1 2. Los orígenes d e l a ,· i d a pt.• ríecta. -- l � . J .011 caracteres de esa ,· ida. - 1 t. Otros 11a mamientoto. LECTURA complementarla : fl:Un m i e m bro de l a .Acción Católica : S u apostolado», 11, 379. 1. - La d octrina del canon 1 0 7

Por Institución divina h a :v en l a Iglesia CLERIGOS distintos de los LAICOS ; aunque no todos los clérigos sean d e Institución divina. - Mas

clérigos y Jaleos pueden ser RELIGIOSOS. 2. - La constitución de la I glesia Cristo Instituyó l a Iglesia como Sociedad

p erf ee ta .

El cuerpo d e

la Iglesia se compone de dos clases :

l.• 2.•

LOS

CLERIGOS :

reciben

al

menos

ctonsura

clerical>.

Tienen

a su cargo la santlflcaclón y régimen de los otros miembros. LAICOS :

LOS

para

su

no

reciben

ni

siquiera tonsura

clerical.

santificación y régimen bajo l a dirección

Están,

de los clé­

rigos.

3. - E l nn de la 1 glesla

a) b) e)

Es la santificación d e las almas en orden a la felicidad eterna : máxima gloria de Dios. La

santificación

se logra

por la

gracia,

como

medio

necesario

en si e Insustituible. «grac 1a •

La l.

2.

se adquiere

Ex op e r e operato : obra de los Sacram entos. Ex opere operantis: obra de la actividad humana.

4. - Consecuencias d e ese fi n Este l!n de l a Iglesia exige que haya clérigos que deberán tener u n

triple

pod e r :


32 !

LECCIÓN 48

------- ----·---- ---- ---

1.0

2.0 3.•

El

de

•i urisdlcclón• :

preceptos disciplinares, de los ñeles.

es de régimen ;

Impone

obl!gatoriament.e

que re g ula n la actlv!dad moral-meritoria

El de <magisterio• : es de ense ñ a n za ; propone la doctrina reve­ lada, que po r su i ntr íns e ca autoridad -l a de DIOS- se hace obli­ gatoria y e s fuente de actividad moral-meritoria para los fieles.

El de

Orden :

es sac rame nt al ; carácter Indeleble para l a c on­

fe c ci ó n y admi nist r ac ión de los Sacramentos.

El USO del poder de Orden se v e a veces ligado por el poder

de j urisdicción :

a)

Para la validez en el Sacramento de la Pen itenc i a ; que

por t.ener •forma de Juicio>, requiere esencialmente J uris­ dicció n : s1l.bdltos. En el M atr imo ni o no hay interferencia con e l

poder

de Orden.

b)

Para la licitud en l os otros Sacramentos, que se adminis­ tran en forma de beneficio para los fiel es.

5.

-

I ns t i t u c i ó n de selectos

Es evidente en el Evangelio la distinción buscada por Cristo entre

clos fieles•, que le seguian y un grupo que El separó de entre los fieles

para que

estuviesen

más intlm amente con El.

Esos son los selectos :

Apóstoles. Santas Mujeres, 72 Dlscipulos.

&. - Selección d e los sel ectos

a)

En el discurso de la Montaña l.

San Mateo pone las Bienaventuranzas como dirigidas a las

2.

San Lucas

turbas, a todos los dlscipulos de Cristo.

disti n gue,

entre la turba, al grupo ele lo s Doc e,

ya separado por cristo ; y po ne las Bienaventuranzas en f orm a concreta,

dirigidas

singularmente a ellos. -«Bien­

aventurados vosotros, q ue sois pobre s ; porque vosotros con­ seguiréis el Reino de los Cielos.>

b)

San Mat.eo (VI- 1 9) exho rt a a todos al despego de las riquezas.

San Lucas C XII- 33) ac on sej a el abandono de las riquezas a los

dlsclpulos predilectos, y selectos.

e)

Desde e n tonces ya vemos que se va f orma ndo entre los di sc íp ul os de Cristo esta .selección> qu e más y más se va distinguiendo de l a turba, y va recibiendo de Cristo ensellanzas reservadas y po­ deres privil e g iados. < Véase Me. IV, 1 0-1 2.)


325

ñEA.LIDAD DE VA RIOS ESTADOS : LOS SELECTOS

d)

La crisis de Galilea acentúa l a distinción. Jesús, echado de Oali­ lea, se retira a la costa ( reglón de Tiro y Sldón). Las turbas de judios no le siguen, pero los Apóstoles no le abandonan. E s en­ tonces cuando reciben las grandes revelaciones :

l .•

Cesarea de Fllipo :

Confesión d e San Pedro, Iglesia , Pri­

mado ;

2.• e¡

Tabor, manifestación de gloria, reservada a solos tres.

El plan divino se delinea m ll.S y mlis. cAl que pose a , se le dará m ll.S ; al que no posea, ae le quitará aun lo poco que tenga.> Es decir, que en el Reino de Dios espiritual, a ejemplo del orden na­

tural, las primeras gracias de Dios dócilmente acogidas, llaman nuevas gracias. La vida se hace así m lis pujante.

Es la ley de la vida, pero es sobre todo la voluntad del Padre ; pues

recibe más complacencia en la heroica santidad de uno de sus servidores,

que no displicencia

en

l a mediocridad

de

un gran

numero.

7.

-

Esos selectos son para los fi e l es

!.

La preferencia concedida por Cristo a los selectos no le hace olvi­ darse de

las turbas ;

los

testigos

prl v!leglados sólo

reciben

las

confidencias de Cristo para que ellos se las expliquen luego a todos < M arc. IV, 21 -22).

a)

En el Evangelio no existen doctrinas exotéricas, secretas, que Sólo son para algunos Iniciados.

b)

Los que han recibido más son solamente unos depositarlos ; deben retrasm1tlr al pueblo los tesoros.

2.

Dios no quiere Ir aeparadamente a cada hombre : quiere hacerlo en el Cuerpo organizado y jerárqu ico de la Iglesia. - Dios con­ vierte a los hombres, los !lumlna, los santifica a los unos por los otros.

3.

Así l a santidad de un miembro no es gloria solamente para él ; es la gloria y la fuerza de toda la Iglesia.

8.

-

La Je rarquia de la I g l esia

1.

Es consecuencia de esta voluntad d e Dios.

3.

Los grados :

2.

Jerarquía significa «Principado sagrado>. Es el poder sagrado com­

partido por los selectos en grados subordinados.

a)

Atendiendo al sacramento del Orden son tres : de Obispo, de Presbltero, de Ministro.


LECCIÓN 48

32G

Atendiendo a la «Jurisdicción> de derecho divino son dos :

b)

El de Vicario de Cristo : grado supremo. El del Episcopado : grado subordinado.

4.

El Vicario de Cristo tiene poder, y lo h a usado, para establecer otros grados.

a)

En la Jerarquia del Orden fundó Subdlé.conos y Minoristas.

bl

En la Jerarqula de Jurisdicción fundó Cardenales, Patriar­ cas, Metropolitanos, etc . . .

9.

-

O rga n i iación d e l a J erarqula

l.

Sólo pueden Ingresar en los grados de Jurisdicción. los que hayan

2.

Al Orden se ingresa por este conjunto cerrad o : vocación, llama­

ingresado en los grados del Orden.

miento del Obispo ; recepción de tonsura y de Ordenes . . . menores, mayores.

3.

A

la

J u risdicción

se

Ingresa.

supuesta

la

ordenación.

de

estos

modos :

a) bl

Al Supremo Pontificado por derecho habido

divino desde que ha

legitima elección de la persona

y aceptación

de

ésta. A los demé.s grados, supuesta la ordenación, desde que ha habido «misión canónica• : concesión d e la potestad hecha por la debida autoridad eclesié.stica.

10.

-

al bl el

Los sel ectos y la p e rfección El grupo de apóstoles, que constituyó la primera Jerarquia, obtu­ vo de Cristo la promesa de desempefiar un papel de primer plan : el establecimiento y la propagación del Reino de Dios. En

cambio,

Cristo

exigió

de

ellos.

y

exige

de

sus

sucesores,

una p e rfección, que no Impone a todos los demé.s hombres. Este

llamamiento

a

un p apel privilegiado y a una

perfección

mé.s alta, es evidente en la vocación de los Doce, y en otro grado,

di

e n la vocación de los 72 Dlsclpulos.

cuando Jesús les dijo a orillas del lago : •venid , seguidme , que os

voy a hacer pescadores de hombres>, dio a l a vida humana un

e)

impulso sin precedentes. Aquellos hombres fueron los primeros Obispos, los primeros Sacer­ dotes, que se consagraron sin reserva, integralmente, al servicio de Cristo.

f)

Se Inicia as! una raza santa, que J amé.s desapareceré. de la tierra, para perpetuar el Sacrificio de la Cruz y propagar la doctrina del Maestro.


327

REALIDAD DE VARIOS ESTADOS : LOS SELECTOS

11.

-

S e l e c c i ó n n o j e rarquizad a : Las sa ntas m u j eres

Al lado de los apóstoles y dlscipulos, aparece en vida de Cristo y en los origenes de la Iglesia, otro grupo de selectos : ¡ Mujere s !

m:!.s aún

a) bJ el

d) e) /l

Hubo

unas mujeres en el Evangelio, q u e siguen a Jesús desde

muy a los comienzos, y perseveran hasta el Calvario ( Luc. VIII, l, 2: Marc. XV, 41>. Reaparecen en el Cenáculo con Maria l a Madre de Jesús ( Actos

I, 14). Cuando S a n Pablo pasó p o r Cesarea, recibió hospitalidad en casa

de F!llpo, uno de los 7 diáconos. San Lucas hace notar ( A ctos XXI, 9) que Fll!po tenia 4 hij as, consagradas a la virginidad, y

con el

carisma de la profec!a.

Esta consagración de la virginidad se encargó San recomendarla mucho ; pero no l a impuso a nadie.

Pablo de

De ahl brotó, desde los primeros alias de la Iglesia esta «práctica

de vida perfecta » , recomendada por la Iglesia, pero j amás im­ puesta. Respecto de la pobreza efectiva, la actltud de la Iglesia ha sido la misma : alaba la pobreza efectiva : no se la Impone a nadie. En el libro Pastor, de Hermas, la recomendación a la prlictlca de obras supererogatorias se hace con gran Insistencia ; pero se ve la distinción entre los preceptos y los consejos.

1 2.

-

a)

!>)

Las a r igG n es de ta v i d a perfe cta

Conviene ver en el Evangelio los orlgenes de esta vida perfecta, tal como Cristo la concibió, y tal como la Iglesia continúa pre­ sentindola a sus hijos. En la historia de los Apóstoles es donde mejor se comprende 1)

la voluntad del Sefior ; la misericordia gratuita de su llamamiento ;

3) 4)

la larga paciencia de la sabidurla divina en la formación ;

2l

1 3.

-

l.

2.

el amor paternal en esa formación de los selectos. Les fue llevando poco a poco a eso, que sobrepasaba tan altamente todas las ambiciones y todas las fuerzas de aquellos hom­ bres.

Las c a racteres d e esa v i d a

La iniciativa s a l e de Cristo. •Llamó a los que El quiso• ( Me. I I I , 1 3). Ni su origen, ni su formación primera recomendaba que Jesús los eligiese (Marc. XV, 1 6).


LECCIÓN 48

328

Más de la mitad eran pescadores del lago. Mateo era alcabal ero : cobrador de contribuciones e Impuestos. De los otros no conocemos sus precedentes. No vemos a ninguno q u e

se distinguiese por su

por su f ortu n a , por su educación.

n ac i mie nto.

Esto enseña l a preferencia de Jesús hacia los pequefiuelos, los ·

humildes. 3.

Una

nota

simpática :

dlsclpulos de San

Cinco de los Doce. al menos,

habían sido

Juan Bautista.

Esa decisión atestiguaba el afán de su alma : el deseo del don

4.

e ntero de sí mismos al Reino de Dios. Esa generosidad, ese d on sin reservas es la disposición indispen­ sable que Jesús requiere de quien va a seguirle.

Véase : en S. Mateo el discurso a los Apóstoles ( Mt. X, 37-39) ; en S. Mateo la exhortación de Cesarea ( Mt. XVI, 24-26) ;

e n S. Juan el coloquio del dia de Ramos ( loan. XII, 24-26).

1 4.

-

Otros llamam i e ntos

Estos caracteres de vida perfecta en los Apóstoles reciben

más luz

c on otros llamamientos del Evan gelio, principalmente San Lucas : com­

pre ndemos mejor las exigencias de Cristo y las diversas respuestas de los hombres.

1l

Luc. IX, 57-62 ; Mt. VIII, 1 9-22.

a) b) e¡

Lo que Jesús pide es un don total de si hecho por el hom­ bre a la causa que quiere servir: al Reino de Dios.

Esta entrega es tan grave que no debe tomarse a la ligera. sino con madura reflexión (Le. XIV, 26-33) .

Esta advertencia va a toda la muchedumbre : la fidelidad que se pide a todo cristiano exige en ciertas clrcunstan­

clas un herolsmo muy templado ;

pe ro al q u e quiere ser

perfecto Jesús pide aún m ás. 2)

Esto se ve claro en el caso del J oven rico < Me . X, 1 7 - 2 2 ; Mt. XIX. 1 6-22 ; Le. XVIII, 1 8 -23).


L E C C I O N

4 9

LOS SE L ECTOS Y SU V I D A E S P I R I T U A L S l: l l .\ R I O :

J . Los m ó,·i l r s de J os selectos. F i n : :\loth·os. - 2. F r u t o s d e esos moth·os. 3. l as q u e p o d rá h a ber. - -1 . ..\ l g u n aM se'ñales de decai­ miento. 3. Los r e m e d i o�. 6. Recompc-nsa magníftc:a. - 7. El objeto de las f( r il n d e s gracias. - S. La o b l igación d e l a g rat i t u d . 9. Es p e c i fi c a c i ó n de los s e l e c t o s .

1.

- Los Al

-

F aq�ez

-

-

móviles de loa selectos < l l

Como

f1n ,

e s preferir todo lo que el Salvador h a preferido ;

particularmente da pobreza y la humillación>.

B>

Como

1 .0

mot1v o

tienen,

EL HONOR de ser como Jesús. En Cristo reside la pleni­ tud de la c cllv!nl dad•, omnlesclencla y omnipotencia ; no hay honor mas grande que cpensar y obran como El, me­ recer las mismas aficiones y los m!Smos odios ; pasar por El las mismas contradicciones, buscadas para El Padre, que tanto se complacia en El.

2.0

Rendir homenaie

norma

de

personales,

p or

su

pe rf e cto al Salvador ; tomarlo a El por

conducta ,

ren u nc i an do

para adoptar en

a

l as

I d ea s

todo l a manera de

propias ver de

Jesucristo. Anonadarse asl delante d e El es proclamar a la faz del mundo, que se le tiene por IDEAL VIVO d e Perfección. Asi se corresponde al plan del Padre Eterno, que ha

hecho de J e suc rl sto «nuestra sablduria> U Cor. 1 -30) ; es decir :

•modelo• que basta con copiar. aun cuando no se

conozcan los motivos de su conducta.

3.0

Tener certeza Como

con Eb

de estarle unido :

Santo

(l oan .

Tomas XI, 8,

se

dice :

•Vayamos

y

muramos

16).

Como San Pedro se dice :

•Con Vos estoy presto a Ir

a la prisión y a la muerte• ( Luc. XXII. 33). Unir su suerte a l a del Maestro, además d e un gran homenaj e , es fuente de consolación :

¡ es estar con El !

Es volunt ad de l Pa dre que Jesús s ig a siendo el Pobre, el

lncom¡;; r endldo, el Perseguido. Lo más seguro es que se le h allará en l a pobreza, en l a humillación. en las con­

trad icciones.

<l)

H. P1s.11. RD DE L.t BoULLAYE, S. I., E:rl'Tcices spirituels: Retraites et Triduums. tom. rn, Beauchesne, Parfs, 1948, p. 142.


LECCIÓN

330

4.•

49

Dar al Salvador abnegación por su abnegación. El prefirió pobreza, humillación, sufrimientos, que no eran Indispensables para nuestro

rescate.

Siendo Dios, el

menor de sus actos tenia valer Infinito. Pero quiso

a) b>

enseñarnos el camino más seguro para ahorrarnos cavllacione s ;

hacernos v e r q u e e r a capaz de sufrir p o r amor

nuestro ;

c)

que

el

deseo

de

testimoniarle

nuestro

agradeci­

miento, nos decidiese a los sacrificio s : lo único que nos arranca de l a mediocridad.

2.

-

Frutos d e estos m o t i v os

l.

Comuelan al Corazón de Cristo, que goza con toda prueba de adhe­ sión a El, que se ve compensado asi con l a dulzura de un afecto por las afrentas sufridas. Asi consolaron a Jesús en el Calvario la fidelidad de San Juan,

de Maria Santislma y de las Santas Muj eres.

2.

Son los privilegiados de Jesús: Hay Inmensa diferencia entre los que se presentan a JesUs y dicen :

grave;

pero . . . >,

y estos otros :

«Jamás cometeré u:ia

•Quiero evitar

toda

ofensa.

ofensa

aun

leve . . . , pero de ahí para arriba . . . > , y estos otros : «Por Vos quiero sufrirlo todo, y con Vos>. Hay una promesa de Cristo : «Al que me ama, Yo le amaré y

me manifestaré a éb ( loan. XIV, 2 l l ; es decir : ele haré uer lo que

soy Yo: cómo sé amar Yo•. 3.

Son bendectdos entre todos :

a)

Bendiciones de escoger Jesús

para ellos las misiones más

exquisitas ; las que tiene para su •alter-ego>. En la Iglesia todas las grandes ln!c!atlvas de evangeli­

zación y de reforma de vida religiosa han sido confiadas a estos selectos. Su éxito se debe a que tenían a flor de labios a Jesús,

b)

e)

d)

sus sufrimientos, su amor, con convencimiento sin igual. Bendición de tener certeza que consuelan el Corazón de Dios. Bendición de obtener una afición a Jesús incomparable. Bendición de sentirse excepcionalmente asistidos Por Je­ sús ; sobre todo al contacto con las grandes dll!culta des.

3.

-

l.

Flaquezas que podrá haber El apóstol Santo Tomás, San Pedro y, en su tanto, todos los de­ más, abandonaron a Jesús, aunque sólo fue momentjlneamente.


LOS SELECTOS Y SU VlDA ESPIRITUAL

331

2.

Los selectos podrán tener desfallecimientos análogos : volver a bus­

3.

Jesú.s permite esas flaquezas para que conozcan e l verdadero fondo

car la vanidad, lnmortlficaclones pasajeras . . . de su

naturaleza,

se

humllle n , no dejen de luchar. Jesús sigue

prodigándoles su predilección.

4.

Algunas s e ñ a l e s d e d ecai m i e nto

-

l.

Incomprehenslón

del IDEAL primero :

ya no se

•hermoso> que es Imitar a Jesús «lo más posible> .

ve

tan bien lo

-

Empieza uno

a perderse para el gran «ARTE de la Intimidad divina y de la perfección > . Mañas para escabullirse d e los sacrificios ; s e evitan ocupaciones

2.

humildes,

penosas ;

se

buscan

satisfacciones

de

bienestar ;

de

amor propio. Ya no es aquel : «Puedo yo dejar este placer.> Sino l a excusa : .¿Estli acaso esto prohibido?>

3.

Quejas : ya no es el «gOZO> o la resignación ante l as cruces ; e s l a amargura contra los Superiores o Iguales, porque p rivan de algu­ nas comodidades, o Imponen algunas cargas. Hay y a recriminaciones y aun

5.

-

algunas venganclllas.

Los remed ios

1 .0

Volver a l a consideración asidua de las locuras de Jesús. SI El sufrió por mostramos amor, no h ay corazón delicado que pueda dejar las mejores ocasiones de pagarle en retorno.

2.0

La conslderaclón frecuente de la hermosura del estado d e «Se­ lectos>, para preferir lo que Jesús prefirió. Querer parecerse a J esús «lo mlis posible• sólo por voluntad de llevar el amor de Jesús tan allli como sea posible.

3.0

La petición

constante e Instante

de

humlllaclones y de gracias

proporcionadas. La cpetlción> retiene a uno en el fervor y me­ rece el auxilio de la asistencia dlvlna.

s.

-

R ecom p en sa magnifica

La asegura la parábola de los Servidores ( Lucas XII, 43-44) :

•A su

vuelta, e l Maestro pondrli al servidor fiel al frente de todos sus bienes.•

Esta fórmula expresa las «grandes graclaS> que concede Dios a l as

almas :

!.' 2.•

una Inteligencia mlis

viva

de la dignidad

em!nentlslma

de la misión d e Cristo ; una experiencia sensible de los atractivos del Señor.


LECCIÓN 49

332 LA MISION

A)

a) b> e>

La proclamó San Pedro en Cesare a :

La palparon los Tres el dla de la Transfiguración. El Padre Eterno la sella : l.

Este es mi Hijo amadlslmo : Dignidad de soberano.

2.

En El

están

tlslma.

d)

cEres Cristo, Hij o

de Dios.•

ini s

Jesucristo la reafirm a :

complacenci a :

Santidad

perfec­

en la tarde de la Cena :

•Soy el

camino, la verdad, la vid a : si no es por Mi>

nadie puede venir al Padre,

( loan. XIV, 6).

Como cESTO• e s lo que ha dispuesto el Padre sobre

Jesús,

toda luz que venga a acrecer el conocimiento de

estn verdad, e s una cgracia insigne » . BJ

EXPERIENCIA. A l o s Apóstoles se les d i o e s t e conocimiento d e Cristo p o r medio d e

una experiencia sensible:

f u e la cglorla» de

la Transfiguración con gran atracción hacia Cristo y gran dis­ gusto de l as criaturas. cHagamos aquí tres tabernáculos.• 1.

-

El

l.

objeto de las grandes gracias Las grandes gracias tienen por objeto preparar a los selectos para las pruebas : sufrimientos, contradicciones, persecuciones. Toda consolación Intensa despierta deseo de su prolongación. Pero son sólo u n preliminar para esforzamos a sufrir mej or.

2.

Tienen también por objeto preparar a los Apóstoles al apostolado. Toda predicación suena a huero, cuando no se apoya en las rea­ lidades de la fe, en los encantos de Jesús, en l a fuerza que El

3.

otorga . . . San Ju an, convencido d e que e s u n Predilecto, nos define a Dios llamándole «AMOR>. «Dios es caridad.>

Esto es fruto de su experiencia sensibl e : cHemos visto su gloria:

gloria de Hijo Unigénito del Padre.> - Lo que hemos

4.

nuestros ojos eso es lo que os anunciamos (1 loan., !).

visto por

San Pedro, por su experiencia sensible pudo decir : «No son fábu­ las Ingeniosas lo que os proponemos . . . Con nuestros propios ojos hemos contemplado su majestad.>

5.

San Pablo llama a su experiencia sensible .Aparición de bondad y de amor». Ya no podrá redactar una página de sus Cartas sin que se les escape a la continua el nombre de Jesús. Esto es natural :

predicar no es discurrir, disertar, declamar ;

es hacer ver y hacer gustar d e Aquel que h a entusiasmado el co­ razón de los Apóstoles y e l mismo corazón del Padre . cEn El ten­ go mis complacencias.•


LOS SELECTOS Y SU VIDA ESPlRlTU{l.L

333

8. - La obligaci6n d e gratitud a)

En la paré.bola de los Servidores, los capataces se nos represen­ tan como má.s obligados a l a gratitud hacia el amo , que les mues­ tra su conllanza ; les guarda para ellos un cargo de honor y les

b)

remunera esplé ndidamente.

Asi

es para todos los que el Salvador asocia a su o br a de manera

m á.s Intima. Esta elección tan gloriosa, arras de una recompensa m á.s llbe­

beral, es puramente gratuita. cNo sois vosotros quie ne s me habéis el egido ; sino Yo a vosotros. ( loan. XV, 1 6).

1)

Los hombres somos servidores de Dios «Inútiles• : e. d. •sin de re cho a recompensa» ; - por nacimiento estamos obli­

gados a obedecer a Dios, sin que Dios tenga obligación de damos nada como recompensa.

2)

Aquellos a quie n es el Señor se ha dignado llamar por su libre voluntad, a un servicio má.s especializado, no quedan exonerados

de

aquella obligación

de

obediencia ;

se

les

acrece, al contrario, un motivo má.s para obedecer mejor : la gratitud a esa bondad de elección.

3)

Lógicamente no puede brotar vanidad ninguna e n los se­ lectos a causa de e s t a preferencia p o r parte de Jesús : contrario, J o s que p o r e s ta posición tienen

má.s

al

conoci­

miento de Cristo, es J usto que sean má.s rigurosos e n juz­ gar sus propias quiebras :

guardan Ja severidad no para

otros, sino para si mismos.

9. - Especificaci6n d e los selectos Consideramos TRES ESPECIES DE SELECTOS :

l. 2.

Los l l amados a la vida sacerdotal.

3.

Los llamados para q u e en el mundo alcancen una gran perfección,

Los llamados a la vida religiosa y estados de perfección en el siglo.

a) b)

se a por medio del celibato ; sea por medio del sacramento del matrimonio.


5 0

L E C C I O :-J

EL ESTADO SACERDOTAL

Y

SU P ERFECCION

SUMARIO ; l . Noción g�neral d e- l:i v o c a c i ó n sact'rdotaJ . - 2. Elemento.s d e la \'e>caclón. - 3 . Relación e n t r e a m bos e l e m e ntos. - 4. O b J l gación de segui r la

vocaci ó n . - 5.

cast i d a d . - 8. de

las

11. LECTURA

reda

La

i n t c n c i ú n . - 6.

La

idoneidad.

- 7.

Oblica ci ó n d e n o m :i 1 0 1 ra r l a s \'O c a c l ones. - 9.

vocac i o n es.

- 1 0.

Ideal

de

perr... cción

t.-xigido

por

la

-

la

vocac i ó n . -

E l rezo del O fi c i o d h ' i n o : c a n o n 1 35 . c o m p l e m e n t a rl a :

La

Yocaclón,

1 - 700. - La

Castidad,

Oficio d h· ino, J n i c. 263.

1.

S o b re

El ío mento

JI,

2 4 1 . - El

Noció n general d e la vocación sacerdotal

Llámase evocación sacerdotal> al cacto de la voluntad de Dios, que, dando disposiciones internas a un cristiano, hace que sea llamado por el Ordinario a recibir las Sagradas Ordenes•

Mentt nostrae,

( Pio XII :

2 . sept. 1950).

2.

-

Eleme ntos d e la vocación

1 .0

Una parte material: Es dispositiva; y se considera de parte de Dios y de parte del hombre :

A>

Respecto de Dtos : a)

Es el acto de la divina Providencia que al cristiano le llama, le invita, le prepara al sacerdocio.

b)

Se conoce :

1)

Por un modo ordinario: Hay una Inclina­ ción constante al sacerdocio. La conciencia halla que esa inclinación proviene de Dios, por e l examen de las razones.

2)

Por un modo especial: Hay una moción cla­

ra en la voluntad, que impele a escoger e 1 sacerdocio.

La

conciencia

experimenta

la

moción en las diversas fases de la consola­ ción espiritual.

3)

Por un modo extraordinario: Hay una Ilu­ minación singular, que hace desaparecer to­ da duda, e Imprime una firme determina­ ción de escoger el sacerdocio.

<S. Ignacio : Efercicios, 2.• Semana, n. 1 75.)


EL ESTADO SACERDOTAL Y SU PERFECCIÓN B)

335

Respecto del hombre: En el hombre es su erecta lntenclón y su Idoneidad•. LA IDONEIDAD la constituyen ciertas dotes de gracia y naturaleza, que dan esperanza de que el

«llamado• podré. llenar las obligaciones y oficios propios

del sacerdocio.

El conjunto de este doble respecto se llam a evocación Interna•.

2.0

Una parte formal :

=

ef ect1 va :

=

Canónica. Es el acto ofi­

cial del Ordinario, que admite a uno a las Ordenes sagradas. Se llama «Vocación externa>. (Véase : Dict io nnair e de Theolog.

Cathol. Vocation.l

3. - R e lación e n t re am bos elementos

La relación entre la parte material y la formal es sumamente «intima>. 1.0

LA MATERAL: o Interna : es

a)

Un prerrequislto : Plo XI dice : «En los Seminarios no se

admita a quien no sienta alguna propensión de la volun­ tad al sacerdocio.• «Hay que Investigar con

diligente cuidado qué

son llamados a recibir el sacerdocio•

omnium, agosto 1 922 ; bl

niños

( Carta Officiorum

Enciclica Ad Cathollci, 20 diciem­

bre 1 9 33>.

Una con dició n por parte del ordenando, que debe ser aten­ dida por el Ordinario <Respuesta Comls. Caxdenales 1 9 1 2).

c)

Sin d erecho alguno a la ordenación. De suyo el Ordin ario tan sólo puede conferir órdenes a los que sepa son necesarios o útiles paxa las Iglesias de su diócesis según su propio Juicio ( c anon 969).

d)

Con alguna exig encia a la ordenación, ya que es tllclto

<=

n efasl apartar del estado clerical a uno que sea Idó­

neo canónicamente ( c anon 971l.

2.0

LA FORMAL : o Extern a : es

a)

Un Juicio clegitlmo• de la vocación Interna ( canon 968).

El Concilio Tridentino afirma : <Se dice que son llama­

dos al sacerdocio e por Dios• . aquellos que son llamados por los ministros degitlmos•

<De Ordinibus, 3).

c. - O b l iga ción d e seguir la vocació n La obligación puede ser diversa, según que la vocación se a preceptiva o no sea preceptiva.


LECCIÓN 50

336

AJ

LA NO PRECEPTIVA: Se llama así porque, o no se Ja conoce cla­ ramente, o se Ja conoce por el modo ordinario-especial.

1 .0

SI no hay claro conocimiento, es nula la obligación de seguir Ja vocación. Habrá, al contrario, a veces, ocasiones de obligación de abstenerse de aspirar al sacerdocio. Canon 973'3.

2.0

Si hay claro conocimiento, pero por el modo ordinario o el especial,

a)

b)

la vocación sigue siendo de Consej o : don de libre aceptación. la no aceptación de la vocación no Implica pecado alguno,

a

motivo

e)

no

ser

que ha¡¡a

desprecio, o

que

el

sea desordenado : v. gr., para darse más

al goce de los sentidos ; la caridad ni obliga a escoger <lo mej or•, ni a pre­ ferir la cserle de gracias• del estado clerical : por­ que ciertamente que también existen gracias sufi­

d) B)

cientes para e l estado laica! ; el desechar Ja vocación no es de por si un peligro de perversión.

LA PRECEP TIVA : Se llama asl a)

la que se conoce por el modo extraordinario ;

b)

la que por sus circunstancias, si es rechazada crea un peligro cierto de perversión. SU AraPTACION obliga bajo pecado -grave o Jeve­ segün sea la imposición del modo extraordinario, o segün sea de grande el peligro de perversión, que crea.

5.

-

La r e c t a i n tención

l.

Existe cuando l o s motivos son sobrenaturales : v . gr., para asegu­ rar más Ja salvación propia ; para ayudar al prój imo con auxilios espirituales ; por generoso amor a Cristo, haciéndose otro Cristo. La falta de la recta intención no es un pecado grave , si por lo

2.

demás las costumbres son

buenas

y h ay ánimo sincero res­

pecto de Las obllgaclones, que deben cumplirse en el estado cle­ rical.

6.

-

La i d o n eidad

a>

Negativamente es la carencia de toda Irregularidad e Impedi­ mento canónico ; o si existe Irregularidad-Impedimento, hay espe­ ranza de obtener dispensa. Canon 983, canon 991.


EL ESTADO SACERDOTAL y se PERFECCIÓN

bJ

337

Pos! tlvam ente e s

lJ

l a inclinación atractiva a lo

• r e ligioso»

con volun­

tad constan te ; 21

3) 4)

cualidad e s d e c ue rp o y al m a que disponen al oficio sacer­

d otal :

un a piedad sóli d a : devoción a la Sant ísim a Virg e n y amor a l a castid ad ;

d e se o d e aprender, con c ap a ci d ad intelectual . . . (Pio XI, Ad

Catholici, AAS 28, pág. 40). 7. - Sobre la castidad l.

La castidad es una virtud marca damente sacerdotal : Pio XI dice :

cQué magnifico espectáculo v er a tántos J óvenes que, aun antes de entre gars e completamente al servicio di vino y al c ulto de Dios, están

demostrando

d e una

man e ra

espo n tanea

y ge ne rosa que

han de dar de mano a los goces y deleites, que en otro género de vida podrian gozar licitamente.> ( lbidem.)

2.

El deíecto de !a castidad aJ

b¡ e1

estorba a los c andi datos para recibir las Sagradas Ordenes, a no ser qu e s e In te rp on gan pruebas y se ve a corrección ;

urge a Jos candidatos para examinar seriamente si en rea­ lidad e s seria una voluntad que no sa b e guardarse de pe­ cados externos soli tario s o con o tros ;

imp one al confesor la obligación de instru ir a los candi­ d atos para que se corr!jan a tiempo o

abandonen e l Se­

min ario :

d1

est a blece p ara los Superiores del Se mina rio la gra vi sl ma

obligación d e expulsar In me di atame nte a aque llos que saben han faltado e xte rnamen te.

a. - O t l igac i ó n de no ma lograr las vocaciones l.

;;o es llcito apartar del estado clerical a n adie , d e cualquier ma­

nera que s e a , y por c u alqu ier razón, si es c an < m! camente Idóneo.

Canon 971.

2.

Quien con violen ci a , dolo, fraude o miedo grave, trabaja por Im­ pedir la vo c ación de otros, les hacen una Inj u sti cia y pecan gra­ vemente, aunque los que obren así sean sus padres.

3.

Q·J!en

con consejos, súplicas o p rom esa s, sin alguna serla razón

trabaj a por apartar a o tros de la vocación, peca, al menos venial­

mente , contra l a p ie dad y la caridad. Muchas veces el pecado llega a mortal.


LECCIÓN 50

338

9.

-

El fomer:to d e las vocaciones

l.

Todos, pastores y fieles, clérigos y laicos, tienen obligación al

b)

e)

2.

1 0.

-

l.

2.

Los sacerdotes y de modo especial los párrocos están mll.s apre­ miados por esta obligación (canon 1 3 53). I d eal d e perfecció n ex igido por la vocac i ó n

El Código de Derecho Canónico encabeza los cánones, que dan medios a los clérigos para obtener la perfección suJetlva, Impo­ niéndoles un IDEAL : «Los clérigos deben llevar una vida Interior y exterior MAS SANTA que los laicos, y sobresalir como modelos de virtud y buenas obras> ( c anon 1 24). MAS SANTA : 1l 2)

3l

3.

4.

de caridad paia con Dios ; de piedad para con la Iglesi a ; d e amor a las almas, de excitar, fomentar y cultivar voca­ ciones al sacerdocio.

Según las virtudes que San Pablo requerla de Tito y Timo­ teo < Epist. a Tito, I, 7; 111, 4; 2 Tlm. 1\1). Según los deseos de los Romanos Pontlfices : . Pio X: Exhortatio ad clerum, 4 agosto 1 907. Pio XI : A d Catholici, 20 diciembre 1 930. Plo XII : M entt nostrae, septiembre 1 950. Según las exigencias del estado clerical : Los clérigos están destinados a ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa de un modo santísimo, pues son : •Otro-Cristo> ; cLuz del mundo> . «Asi resplandezca VUESTRA LUZ, que los hombres glorifi­ quen a Dios.

VIDA INTERIOR : Para conseguir ser hombres de «Vida Interior> el canon 126 les d a a los sacerdotes el medio de los Ejercicios Es­ pirituale s : «'rodas los sacerdotes seculares deben cada tres años durante el tiempo que el propio Ordinario determinare, en al­ guna casa piadosa o religiosa designada por él mismo, hacer Ejer­ cicios Espirituales.• VIDA EXTERIOR : La vida exterior santa se muestra en la ejecu­ ción perfecta de las obras externas de piedad. El canon 1 2 5 les dice a los Ordinarios procuren a)

b)

que todos los clérigos purifiquen frecuentemente la con­ ciencia con el Sacramento de la penitencia ; que dediquen cada dla algún tiempo a la «Oración mental > ,


EL

visiten

ESTADO

el

S:\CER.DOTAL Y SU PERFECCIÓN

Santislmo

339

Sacramento, recen el Santo Rosarln

y h ag an examen de conciencia.

1)

Aqui la Iglesia da a en t en d er a los clérigos cu á l es su mente respec to de estas practicas de piedad.

2)

La confesión se considera cfrecuente• si se hace se­ manalmente, por analogla a lo que se les pre scri be

3)

a los crellgiosos• y semin a ri s t as . c110 se impon en>, sin em­

Aunque estas prácticas

ba rg o, su om i sión habitual Indicarla una negl! g en­

cia cul pable , dado que e s as prácticas deben ser ma­

nifestaclones de una vida i n te rior m ás d esarrollad a que l a de los l ai c os , y por ser medios necesarios en ge­ neral para la perfección y s antida d .

1 1 . - E I rezo d e l O fi c i o d i vi n o : c a n o n 1 3 5 al 17)

E• u n con j u nt o de oración v ocal y lec tu r a espi ri tual . La

oraclón

vocal

es una

recitación de

S al mos

e

himnos

reli ­

giosos.

Se hace en nombre de la Iglesia para alabanza pública

e)

de

Dios. La lectura espiritual versa sobre trozos de la S agra da Escritura, Vidas de S antos y esc ritos de los Santos Padres y Doc tores de la Iglesia.


L E C C I O N

5 1

ll!EDIOS CANONICOS DE PERFECCION SACERDOTAL l . La ,· l rtud de l a obe d le n ela : c a n o n 1 2 7. - 2. Obed i e n c i a . Rne­ ren(' l a . - S. O b ed i e n c i a - S u m i s i ó n . - 4. Extensi6n de l a o b e d i e n c i a . S. C o n d ic i o ne s de la obedienl'ia. - 6. S a n c i ó n pC'nal. - 7. La '' irtud de la casUda d . - 8. C as t i d a d de los clérigos d:S SACRl�fa. - 9. Consecuencias r<"f''P�cto df'l m ü t r i m o n i o «si::;ulcnt c». - 1 0. ConMPCUPndas res p e c t o ti e l m a ­ tri m o n i o tc p r<"cedente». - JI. Obl h taclón d e hacer v o t o d e casti d a d , -

S U M ARIO :

1 2.

14. 16.

1. -

La

a1 b)

Frutos del LoM

La

voto d e ca st i d a d . - 1 3 .

lakos

po b reza ,

r

CB!Jados

- 1 7.

las

Los clé riJ"OS d e ó r denes

ó r d e n es. -- 1 5.

D1• f e n H

de

la

m 1f' n o re1:1. -

C B !'l t l d a d . -

O tras ,· i rt u d e s ,

virtud de la o b e d i e n c i a : canon 1 2 7 La obediencia canónica d e l o s clérigos es u n a sujeción especial, que los clértgos deben a sus Ordlnartos. En esta dependencia especial del sacerdote al Obispo en el ré­ gimen

ministerial

y sacramental ven

algunos

autores

la

ralz

auténtica de l a perfección OBJETIVA ; como si colab oraci ón In­

tima fuese para el sacerdote •Participación• de l a perfección del

e)

Obispo. La

obediencia

se

considera como

reverencia

y como

sumisión.

2, - La obediencia - R everencia 1.

Es la expresión del HONOR, que se l e debe a los Ordinarios por

2.

Directamente va a l a persona del Ordinario.

su dignidad de régimen. Indirectamente v a a todo lo que el Ordinario hace.

3.

Siempre debe existir csln limites• e n cuanto a l a •persona».

3. - La obediencia - Sumisión

a) b)

SE DEBE entre

los fines-limites

de l a potestad del Ordl narto,

según las normas del Derecho. ABARCA cuatro grados :

PRIMER grado : Canon 94 : Es el común de todos los otros fieles, por ser súbdito por domicilio. La regula el 4.0 precepto de

la Ley d e Dios.

SEGUNDO GRADO : canon 127.

Es la obediencia especial determinada por el


JD:DIOS CANÓNICOS DE PERFECCIÓN SACERDOTAL

341

TERCER grado : al b1 el al

Es peculiar obediencia propia de los presbíteros. Proviene de la fidelidad emanada de la promesa hecha el dia de la ordenación sacerdotal. PROMESA y no Voto : porque se hace al Obispo como hombre : no a Dios. porque

FIDELIDA D :

no es voto.

Obligaría

no por

obliga

por

religión,

rellglón,

ya

que

si se añade j ura­

mento. CUARTO grado :

al

b1

Es la especlalislma modalidad de los que se ordenan a titulo de «Servicio de la diócesis>. Obliga por J ustlcla en fuerza del

p ac to

jurado de

servir a la diócesis bajo la autoridad del Ordinario pro­ pio. Canon 891 .

4.

-

E x tensión de la obediencia

l.

El ámbito de la obediencia, p o r razón de la materia es el mismo

2.

La materia de la obediencia

en el 2.•, 3.0 y 4.0 grados.

a) bl

en general, es cuanto el Ordinario puede mandar «legíti­ mamente. para

b1 e n

de l a diócesis ;

en particular

l.

la aceptación del cargo, aun de párroco, que el Or­

2.

El fiel cumplimiento del cargo que le haya sido con­

dinario confiera a los clérigos ;

ferido por el Ordinario y ya aceptado.

s.

-

l.

Condi ciones de la o b e d i e n ci a Q u e la Imposición de tal cargo venga exigida p o r una necesidad notable de la diócesis : sobre t.odo el de párroco.

2.

De la

necesidad

es el Obispo quien Juzga.

Que no haya Impedimento : v. gr. , enfermedad u otro oficio lncompa

·

tibie, que legltlmamente excuse de aceptar.

8.

-

Sanción penal

El Ordinario podrá obligar, adn con penas, a los sacerdotes Idóneos, para que acepten e l cargo de párroco u otro. La desobediencia puede ser castigada hasta con censuras C AAS II, 9 1 0 .

Canon 2 2 3 1 .


LECCIÓN 51

342

1 . - La virtud d e la castidad

l.

En la lección anterior se consideró esta virtud como señal de idoneidad en el candidato, para conocer su vocación. Aquí se considera como MEDIO para obtener Ja perfección que

que la Iglesia desea en sus sacerdotes de rito latino.

2.

La impone el canon 1 32 y se especifican TRES suj etos : 1l

Los cléri gos en Ordenes mayores.

2l 3i

Los laicos casados, que aspiren al sacerdocio.

Los clérigos en Ordenes menores.

a. - La c ast i d a d de los clérigos «in sa crisu, l.

Son los que han recibido ORDENES MAYORES a partir del sub­ diaconado, libremente ;

o

e n caso de ordenación

•POT miedo•.

hayan ratificado esa ordenación, quitando el miedo que les llevó a ella y queriendo ya someterse a las obligaciones clericales que Imponen los cánones.

2.

Estos ordenandos tienen la prohibición de contraer matrimonio : hay Imposición de celibato o solter!a :

y ademé.a tienen prohibi­

ción de USAR del matrimonio, que tal vez haya precedido a la ordenación.

9. - Consecuencias respecto del matrimonio s i gu i ente l.'

ES INVALIDO el matrimonio celebrado después del subdlaconado, si se celebra sin dispensa. Porque las Ordenes Sagradas, aun prescindiendo del voto de castidad, son de por si IMPEDIMENTO DIRIMENTE para el ma­ trimonio.

2.•

Aun los que ATENTAN matrimonio meramente civil, se vuelven

a)

Irregulares por delicto. Canon 985, 3.0•

b)

Excomulgados por excomunión Latae Sententiae reserva­

c)

da simplemente a l a Santa Sede. Canon 2388. Degradandos, si no se arrepienten después del AVISO ca­ nónico. Canon 2388.

d)

Despedidos, por sólo eso, de la religión si son religiosos. Canon 646.

e)

Pierden los otlclos ecleslé.sticos de derecho. Canon 2388.


MEDIOS CANÓNICOS DE PERFECCIÓN SACERDOTAL

10.

-

Co nsecue n c i a s del

343

matri m o n i o precede n t e

El celibato Impone obligación de guardar c as tidad perfecta. Luego

1.0

SI h a precedido un matrimonio a J a ordenación MAYOR. a)

El

ordenado n o puede licltamente US A R ese tal matri­

monio.

bl 2.'

SI el o r d ena do USA de ese matrimonio pr e ce d ent e . Jos hijos que nazcan de ese USO. son ILEGITIMOS. C a n on

1 l l4.

E s ta l e y d e la castid ad, Independientemente d e l voto d e casti­ dad , hace que los actos CONTRARIOS a la castidad sean sa­ crilegos :

e;:)

CIERTO, sin son actos EXTERNOS.

b)

Probablemente también los actos Internos : ya que la «P er ­ son a• se hace sagrada por la ordenación. As!, en cierto modo, los actos Internos son MIXTOS y

regulables por eso por la ley eclesiástica. 1 1 . - G b ! i g a c i ó n de hacer voto d e casti dad.

l. 2.

La Iglesia Imp o n e a Jos ordenados I N SACR I S obligación de hacer voto de castidad perfecta.

E l canon 1 32 no menciona expresamente el «VOTO DE CASTI­ DAD• ; pe ro contiene l a doctrina antigua, que sigue en vigor, según el parecer común de teólogos y canonistas

3.

Ese

voto

l o hace

lmpllcltamente

el

(1).

SUBDIACONO e n el mo­

mento d e ser llamado a acercarse a recibir su ORDEN, y al res­ ponder allrmatlvamente.

LUEGO : El ordenando d e subdiaconadO no puede tener una Intención contraria al vo to de castidad :

a)

SI

expresamente

NO opone

una

Intención

contraria

al

voto. ya el VOTO em pi e za a existir desde la respuesta afir­

mativa. b)

81 expresamente opone una Intención contraria al voto,

el VOTO NO nace ; pero subsiste Ja obligación de quitar esa Intención contraria al voto.

el

En el entretanto, Jos ACTOS INTERNOS contra Ja casti­ dad Y A SON probablemente SACRILEGOS por Ja sola l e y de la castidad y ord e n a c ió n sin el voto.

eU

NARCISO JUBA:CY A !t N AD. ObisPo. El voto de castidad grada, Barcelona. 1952.

en

la Ordenación Sa­


LECCIÓN 51

344

1 2. - Frutos d e l voto d e cast idad

1.

El voto de castidad del subdiácono robustece el Impedimento DI­ RIMENTE producido por la Ordenación Sagrada, pero NO lo mul­ tiplica. SOio hay UN Impedimento dirimente para el matrimonio.

2.

El voto de castidad SOLEMNE de un religioso, que recibe el sub­ diRconado

multlpllca e l Impedimento dirimente

para e l matri­

monio :

1l

Uno proviene de la orden sagrada ;

2)

otro proviene de l a profesión solemne. SI la profesión ha sido SIMPLE, el voto sélo crea un Impedimento IMPEDIENTE, de no darse prlvlleg!o que lo haga dirimente.

1 3. - Los c l é rigos d e órdenes menores

1.

Pueden contraer matrimonio : A lo más habrá Impedimento Impe­ diente ;

pero por el Derecho mismo quedarían ya «reducidos» al

estado laica!. 2.

SI pecan contra la castidad, en ciertas circunstancias, pueden ser castigados

imponiéndoles

el

que

abandonen

el

estado

clerical.

Canon 2358. 1 4 . - Los laicos casados y las O r d enes

Son los que actualmente están viviendo en matrimonio. Se les prohibe que reciban ordenación alguna. Canon 987, 2.0• Si han recibido, aun de buena fe, pero sin l icencia

1)

Ordenes m ayores, les queda prohibido el USO d e l as órdenes.

2)

Ordenes menores, probablemente NO son clérigos.

1 5. - Defensas d e la castidad : c anon 1 3 3 ; canon 1 34 Al

El canon 1 33 :

1.

Prohibe que los clérigos habiten con mujeres sospechosas ;

2.

Permite la cohabitación con muj eres de próximo paren­

visiten a mujeres sospechosas. tesco :

Madre, hermana, tia ; o de edad provecta, para el

servicio. 3.

Manda que

los Ordinarios j uz guen si e n al gún

caso la

cohabitación, aun con provectas, es peligro de Incontinen­ cia o escándalo. En ese caso podrían prohibir l a cohabitación o l as vi­ sitas.


MEDIOS CANÓNICOS DE PERFECCIÓN SACERDOTAL 4.

345

P resume qu e los con t umaces son concublnarlos y los cas­

tiga por los cánones 2358, 2 359. El

Bl

canon 1 34 dice :

•Es de

alabar y acon sejar la vida común

entre los clérigo s ; y donde esté en uso, se ha de conservar en cuan to sea posible :

a)

VIDA la

COM UN : Se entiende por ella la cohabitación en

misma

casa,

con

la

misma

mesa

comunitaria ;

pero

sin vinculo ninguno J u l'idlco entre los miembros, sino la voluntad de vivir asi.

A veces se añade e l compromiso de rezar a una el Bre­ viario y algunas preces.

b)

LA CONVIVENCIA, en particular, del párroco y su vicario parroquial , se recomienda en el canon 476, 5.• ;

a sabe r :

e l Ordinario procure con prudencia q u e e l Vicario habite en la misma casa parroquial.

1 6.

-

La pob reza

a)

El Derecho Canónico en esta materia de POBREZA se contenta con legislar y regularizar

1.

Los esti pen di os de Misas, para quitar toda ocasión de ambi ­ ción de riquezas.

2.

Las formalidades de alienación de bienes eclesiásticos.

3.

Los deberes sobre los bienes pertenecientes a plas funda­ ciones.

IJ)

Respecto de los bienes patri moni ales o cuasi- patrimoniales, desea la Iglesia que los sacerdotes no ej erciten con ellos el comercio, seglln l as normas de los cán ones 1 42 y del Decreto de la Sagrada Congregación del Conclllo 22 marzo 1950, que Impone la pena de excomunión reservada a la Santa Sede de un modo especial y

el

amenaza con la degradación en c asos e xcepcionales.

Protege también la pobreza sacerdotal l a disposición del canon 1 37, prohibiendo a los clérigos salir fiadores aun con sus propios bie ­ nes, y la disposición del canon 1 39 prohibiéndoles la aceptación

y e j ercicio de la medicina y de cargos que entrañen la obligación de rendir cuen tas, etc. 1 1.

-

O t ras virtudes

Su ejercicio v i e n e m arc ado en l as obligaciones positiv as y negativas que Impone el Código. Canon 143. S o b r e l a obligación del sacerdote de aspirar a l a perfección puede verse Tanquerey p :!. g . 256).

< Compendio de Ascética

y

Mística,

Cap.

IV, A r t . 111,


L E C C I O N

5 2

LOS ESTADOS DE PERFECCI0'.11 Los it r a d o s d e la perfecc i ó n . - 3. L o s consejos Hl ad o JURIDICO d e i a p .. rfección. - 5. �lo d a l i d a d e s - 6. Los e l c m t-ntos del estado j u rídico de perfec­ ción.-;. El €-stado U E LIG IOSO.-S. L o s .. temenlos d e l estado RELI G I O S O. 9. Origen d el e s t a d o religiolio. - 1 0. Las relaciones de-1 t"stado re l lgio­ tto. - 1 1 . Honorabil i d a d del esta d o reU1:ioso. - 1 2 . Errores sobn:- el esta­

S C: M .\ R I O :

l.

P e rfección. - 2.

4.

evangélicm;.

·-

de

j u rí d icos.

estados

El

d o rel i g i oso.

1. - La perfección

a)

Se t o m a aquí

«perfección•

c o m o u n grado eminente de la cari­

dad : el má.s elevado que puede adquirir la creatura racional

1.0

por remoción de los Impedimentos del amor de Dios ;

2.0

por una consagración total de si mismos a Dios.

Esos Impedimentos son los pecados y las Imperfecciones.

b) c) d)

En el orden «Ontológico > , la perfección consiste en un estado de

unión con Dios, !In ultimo sobrenatural por el estado de gracia santificante. En el orden moral l a perfección consiste en el •dominio de la caridad• por la cual el hombre se une a Dios. Por eso e s más perfecto el hombre, que con mayor facilidad e

Intensidad ejercita la caridad y pone má.s actos de las otras vir­ tudes bajo el Imperio de la caridad.

2. - Los grados de l a perfección

a)

b)

Se toman de la manifestación de la caridad. Jurídicamente se consideran dos aspectos :

1 .0

El hombre ejercita habitualment e la caridad sólo dentro del ámbito de los Mandamientos de Dios y de la Iglesia o de los virtudes. Si atiende a los consejos, lo hace en su propio nom­

bre y privadam ente : e. d. sin que su observancia cree en la Iglesia un derecho para una tercera persona. 2.•

El hombre ejercita habitualmente la caridad cademás> en el ámbito de los consejos, en cuanto propuestos pübllca­ mente por la Iglesia y aceptados por Ella como medios especiales de perfección.


LOS ESTADOS DE PERFECCIÓN

347

3. - Los consejos eva ngél i cos l.

Largamente : Actos de Virtudes cno preceptuados». pero propuestos por Cristo en el Evangelio como efectos d e una exub er an ci a de la gr ac ia y de u n eJerclclo de la caridad más pleno : V. gr. : Un beneficio especial otorgado a un en e mi go .

2.

La li m osn a dada a un pobre. Estrictamente :

Los medios gene rales que

Cristo aconse j a a los

fieles para que, por la re nuncia AFECTIVA, re gu le n la propensión desordenada

ai

a procurar y aum e n tar los bienes temporales,

e)

a la Independencia y excelencia de l a propia persona.

b1

3.

a los goces sensibles,

Estrlctislmamente : TRES CONSEJOS determinados que e xi g e n la renunci a EFE C TIVA por el ejercicio d e l a p o bre z a, de l a castidad perfecta y de la obediencia en unión con Cristo-Redentor.

4. - E l estado jurí d i co d e perfección Es el modo de vida exterior, firm e , estable, reconocido por la Iglesia,

en el c ual los fieles, además de los preceptos comunes, se obligan a prac­ ticar •Públicamente• los consejos como MEDIOS d e c on se gu i r la per­

f e c c ión . 5. - M o d a l i d a d e s de estados j u r í d i cos

Hoy propone la Iglesia TRES modalidades: l .•

2.•

La de los Institutos seculares. Sus mi e mbros viven en el mundo, . sin Vid a común. NO son religiosos.

La de las Asociaciones de l a vida común, sin vo tos públicos. Sus miembros son a d Instar religiosos.

3.•

La de l as asociaciones de vida co mún y votos pú b l ico s. Sus miem­

bros son plen a mente r e l i gi osos. Consecuenci a :

perfección

El estado •clerical» como tal no es

J u rid l c o :

estado

de

La Iglesia no lo propone asi.

&. - Lo• e l e m e ntos del estado juríd i co de perfeccion a)

EL FORMAL : Decreto de erección canónica d ado por la Iglesia

con

el fin de consti tuir una persona moral de

tendencia a la

perfección.

b)

EL MATERIAL: La estabilidad de la persona moral y el afán de p erf ección .


343

LECCIÓN 52 l .'

A FA N de perJecclón :

a)

Donde h a y VOTOS PUBLICOS e l af:!.n de perfec ­ ción radica en Ja obllgaclón EXPLICITA del voto d e pobreza, ca s tidad y o be die nci a, nacida de J o s mis­

b)

mos adj untos de la vida comll.n. Donde hay sólo vida

común

e l af:!.n radica en otro

vinculo moral, que une los miembros a la sociedad con el modo particular de la vida común y con la observancia de vados.

e)

los

tres votos, al menos como pri­

En los Institutos seculares radica en el vinculo mo­ ral con el cual Jos mie mbros ple n ame n te y por toda

l a vida se consagran a Dios con dependencia del Instituto, pero sin vida común.

2.•

La ESTABILIDAD: Se logra por e l •vínculo moral» (voto, promesa, Jura­

mento) de dependencia con l a Asociación, que a seg ura la definitiva entrega a Dios como algo esencial del

afán

de

la perfección.

7 . - El estado religi oso

Es un modo estable de vivir en comll.n, en el cual los fieles , adem&s

de comprometerse a guardar los mandamientos, se comprometen tam­ bién a g ua rd ar los Consejos Evangéllcos de pobreza, castidad y obedien­ cia por votos p\l.bllcos,

perpetuos o renovables, con pertenencia a una

Asoci ación aprobada por l a autoridad legítima d e l a Iglesia.

s. - Los e l e m entos del estadci religioso 1.

Tres materiales :

al

e l afán d e l a perfección po r J a prof es ió n p\l.bllca d e los

tres votos substanciales ;

b)

la estabilidad de este modo de vid a : se deduce d e la esta­ bilidad in trinseca de Jos votos ;

e)

l a vida común :

es l a fórmula de l a pertenencia del r ell­

gloso a l a As ociación y reciprocidad de l a Asociación a Jos miembros.

2.

U no

form a1 :

Es la aprobación eclesiástica. Con ella Ja ren­

glón queda canónicamente constituida.


LOS ESTñDOS DE PERFECCIÓN

349

9. - Origen del estada religioso a> b'

Se f u nd a en la voluntad de Cristo al decir: •Si Qui e res ser perfec­

to, vep v e n de , C:a, ven, sígueme> ( Mat. XIX, 1 2 > .

Se d e s a rr ol la p o r voluntad d e l a Iglesia. Ella, próvida Madre ,

hace

11

Que sus h ii os predilectos se conserven dignos de su voca­

ción an gellca y d e su c e l e sti al propósito, proponlen d oles frecuentes documentos de los Romanos Pontiflces, de los

21

Con cilios , de los Padres ; ord e na sabiamente su manera de vivl r < Pío XII, Pro vida

llfater, 11 febrero 1 947).

10. - Las relaai o n es del estado reli gioso l.'

A la Iglesia : El est ado rellg!oso

a) bi

es un estado canónico -reglamentado por el Derecho del

Código- pa r a l a perfección co m pl eta. Canon 487 ;

exhibe p úblicame n te l. 2.

los medios que l a Iglesia ofrece •oficialmente• a sus

3.

la cpiedra angular• por la cual laicos y clérigos se

el fin esencial de la Iglesia : santificación . . . mie mbros para la obtención de ese fin :

2.0

La

aúnan para conseguir el fin < Provida llfaterl.

perfección sacerdotal :

l.

La perfección sacerdotal se de fine por la unión del sacerdo­

2.

El motivo o titulo supera por su dignidad ob j et iva cual­

te a Cristo y a la Iglesia por medlo de la ordenación. quier otro motivo de perfección.

Pero eso no constituye al estado clerical en un estado jurídico de perfección, ya que no obliga a la observancia •Pública• de los Consejos Evangélicos. Así lo afirma Pío XII

<8 de diciembre 1950 ; AAS 43, 26). Subjetivamente l a perfección objetiva sacerdotal puede completarse

m ás :

ser heroica, ser la del Evangelio, pero

sin ser estado de perfección jurldico. 3.

S u MEDIO peculiar de completarse es l a c a rid ad espiritual

con el prójimo : ya que el sacerdocio es función social y e l sacerdote no vive ni se afana para si, sino para el pró­

4.

jimo.

Pueden, dlce Plo XII, l os sacerdotes diocesanos ascrlblrse

a algún Instituto secular, y entonces ya estin en estado


LECCIÓN 52

350

de perfección, como miembros d e ese Instituto ( 8 diciem­ bre 1950). 3.0

A

los Instit u t os seculares :

Los Institutos seculares son también estados canónicos de per­ fección por Institución de Pio XII. Los Institutos seculares exhiben un estado d e perfección como e l rellgioso : Por eso

l.

en cuanto abrazan los consejos y la consagración total

2.

en cu anto carecen de vida comlln y profesan un cmodo

a I:'ios, substancialmente son un estado religioso ; peculiar» de estar en el mundo, sus núembros no se lla­ man creligtosos». No les obl!ga la legislación para rellgiosos, que

se

h alla en el Código. ( Véase Motu proprio Primo Felici­ ter.

1 948 ;

y la Instrucción d e la S. C. de Religiosos,

12 marzo 1 948).

1 1 . - H onora b i l i d a d del estado rel igioso

Todos los fieles deben respetar y honrar el estado rellgtoso a)

por la excelencia que en si encierra,

e) d)

por el provecho que redunda a la Iglesia y a la sociedad civil,

I>)

por las recomendaciones y estima d e l a Iglesia, por las persecuciones de que es objeto por parte de los en emigos de l a Iglesia.

1 2.

-

Errores sobre el esta do re l igios o

Los refuta e l Papa Plo XII en una Carta al Cardenal Micar a : 12 no­ viembre 1 950, y en el Discurso 8 de diciembre 1 950.

1 .0

S e equivocan los que afirman que el modo peculiar de s�r del clero diocesano, en cuanto tal, fue instituido por Cris to ; y que la forma del clero regular, e n cuanto tal, e s secundaria y auxiliar de Ja primera. Por «instltucl6n de Cristo> ninguna d e las dos formas es de Derecho divino : nl prefiere un a a la otra, ni las excluye.

2.0

La exención de l as Ordenes religiosas, ni se opone a los prin­ cipios de Ja constitución d e la Iglesia, ni repugna a la ley de que

el sacerdote debe obedecer al Obispo. De sobra cumplen con la

ley divina de obediencia al Obispo los sacerdotes regulares. 3.'l

Es f alsa e injusta la doctrina que dice que el estado religioso de su propla n aturaleza no es m és que un refugio para los timidos


LOS ESTADOS DE PERP'ECCIÓN

351

y los angustiados, que por no atreverse a resistir a las tempestades del mundo, dejan el siglo por pura cobardía, que por eso a tales hombres deberia excitárseles a la confianza en Dios y en si,

4."

para que arrojen del alma esa propensión todos aquellos que bus­ can esa tranquilidad ociosa en el estado religioso. No se puede poner como mejor norma de perfección la que se expone en esta fórmula : «Refrénese la libertad sólo en lo necesa­ rio ;

pero en lo demás dénsele riendas sueltas en todo lo po­

sible.• Al contrario es excelente norma la abnegación de l a libertad por amor de Dios, de Cristo, cual la Inculcan los Consejos Evan­ géllcos de la obediencia religiosa. Al que se sienta llamado por Dios a l a cumbre de la perfec­ ción, se le proponga la inmolación de la libertad por el voto de obediencia en l a religión.


L E C C I O N

EL INGRESO s nt.\11 1 0 :

5 3

EN E L ESTADO

RELIGIOSO

l . Y O CACIOX A L ES'f.\DO RELIG IOSO. l . Doctrina del ca­ non 107. 2. Vocación a l eRtado religioso. 3. La ,·ocaci ó n e n general. ­ '"ocac i ú n .i u r i d ica. - 5. Condkiunes j u rí d icas, canon 538. - 6. V a l o r de la vocación J u r(dka. - 7. Vocac i ó n p rson a l. - ti:, \"ocaclón y obl lgación.9. '"oca c i ó n y obediencia a los pad res. - 1 0. Vocación y piedad filial. 1 1 . Y ucaciún y l i bertad. - 11 . LA A ll M I S I O X AL �;ST.\DO RELIGIO­ SO. - 1 2. l...a a d m lsión. - 1 3. Th:-recho d e a d m i t i r. - 1 4 . El sujeto de la a d m i sión a l nol·lclado. - 1 5. La profesión rellglosa . - 16. El s ujeto. Una c uestión espi nosa. - 1 7. Apto j u rídicamente. - t s. Efectos j u rídicos d e la profesión. - J P . Sanación de una profesi6n inválida. ·1 .

-

-

-

e

l.

- VOCACION AL

ESTADO R E LI G I OSO

1. - Doctrina del ca n o n 107 l.

Los clérigos y los laicos pueden ser religiosos.

2.

El religioso e s un cristiano especialmente destinado al servicio de Dios, por e l culto divino y po r el apostolado, por vocación . . .

2.

- Vocación

a l estado r el i gi oso

La consideramos bajo un triple aspecto :

a)

l> l e) 3.

general. juridlco , personal.

- La v o cac ió n a)

l>)

gen eral

Es la Invitación de Cristo, dirigida a todos los fieles, para que Je sig an por el camino d e Jos Consejos. Esta sola invitación no parece bastar para que cada Individuo se lance a abrazar el estado religioso. Porque el estado religioso aftade a los Consejos Jos votos reli­ giosos, que son EFECTIVIDAD de Jos Consejos.

4. - V o c ac i ó n

a)

ju r ldic a

Es la realización en una persona determinada de todas las con­ diciones del Fuero Eclesiástico, propuestas por el canon 538.


353

EL INGRESO EN EL ESTADO RELIGIOSO

b)

Esas condiciones concretan más a esa persona la vocación ge­ neral.

5. - C o n d i ciones Juridioas : canon 538 l.ª

Fe católica : manifestada por la recepción del Bautismo y el ejer­ cicio de la vida cristiana.

2.•

Inmunidad

de

Impedimentos,

que

harlan

Inválido

o

ilicito

el

noviciado. Pecaría levemente quien entrase en el noviciado con un im­ pedimento pequeñito. . . de lllcltud.

3.•

La recta Intención : que es el •deseo de la perfección cristiana> por la observancia de los votos y reglas de cada Instituto deter­ minado.

4. •

Idoneidad de alma y de cuerpo para llevar las cargas del Ins­ tituto.

a. - Valor de la vocació n j urídica

a)

Esta vocación Jurldlca basta 1.

para que los Superiores puedan con tranquila conciencia recibir al candidato ;

2.

para que el candidato esté objetivamente «Seguro• de tener vocación.

b)

Esta vocación J uridlca no suele bastar para asegurar con firmeza la

pe rse v eranc1 a

del candidato.

Por eso obrará con alguna «temeridad • el que con sola esa vocación Jurldica entrare e n e l noviciado.

7. - Vocación personal

a)

Es la Invitación de Dios hecha especialmente a una persona. ade­ m ás de concederle las condiciones J uridicas. para que abrace el estado religioso.

b)

Es gracia de Dios «Interna> que mueve a abrazar el estado reli­ gioso con promesa de auxlllos adecuados.

c)

Las señales de esta voc ación personal son :

l .ª 2.•

pose sión de las condiciones Jurídic as ; propensión serla al estado religioso, aunque esté mezclada con repu gnanci as ;

3.•

gozo espiritual a l solo pensar q u e u n o logrará el estado de perfección.

12


LECCIÓN 53

354

d)

Eficacia de estas señales : Estas señales hacen que el juicio suJetivo sobre la vocación la tome como verda­

!.º

dera y se robustezca ;

2.0

la perseverancia del candidato aparezca como más pro­ bable ;

3.0

el dl c t am en del Director espiritual empu j e más prudente­

mente.

s.

Vocac i ó n y o b l igac i ó n

-

1.

De suyo no peca quien rechace l a vocación, a u n la personal, aunque a uno le parezca -imoralm.ente cierta>.

2.

Accidentalmente :

al

Venialmente pecaría quien rechazase su vocación personal por un motivo pecaminoso ;

b)

v.

gr.,

por pereza,

por sen­

sualidad.

Gravemente pecaría quien, entendiendo que de no seguir la vocación se hallaría en u n peligro grave de perder Ja salvación e terna, sin embargo rechazase Ja vocación. Raras veces se hall ará ese peligro.

9.

-

Vocación y obed i e n c i a a l os pad res

La vocación religiosa está fuera de la esfera de las materias en las cu ales los hijos deben obediencia a sus p a dres . LUEGO :

l.

LOS HIJOS pueden seguir la vocación aunque los padres no sepan nada, o aunque se opongan a ella.

a)

b) e)

La reverencia impone que se pida el consentimiento de Jos padres, cuando no se

teme dificultad alguna por

parte de los padres. Es fácilmente más prudente desistir de seguir Ja voca­

ción, cuando los padres se oponen seriamente a ella.

Es más lau dable abrazar la vocación sin permiso de los p adres , cuando de pedir el consentimiento se teme que va a haber un vej amen Inj usto.

2.

LOS PADRES

a)

pecarlan gravemente contra la j u stici a , si par viole nci a , fraude o miedo grave, apartan a sus hijos de seguir la

b)

vocación reJlglosa ; contra la caridad y la piedad pecarían gravemente si con súplicas muy Importunas destruyen sin causa razona-


EL INGRESO EN EL ESTADO RELIGIOSO

355

moralmente cierta

o la exponen a los

ble una vocación

peligros del mundo por via de experimento. Un experimento razonable pueden los padres emplear­ lo, cuando dudan razonablemente de la vocación de sus hijos.

1 0.

-

a)

Vocac ión y pi edad fi l ial

La

religiosa

vocación l.

es de más peso que la necesidad ORDINARIA de los padres, que la necesidad GRAVE de los hermanos ;

2.

es de menos peso que la necesidad GRAVE de los padres, que l a necesidad EXTREMA de los hermanos.

b)

LUEGO

1)

puede preferirse la vocación cuando los padres están en ORDINARIA necesidad, cuando los hermanos están en ORA VE necesidad ;

2)

debe preferirse la piedad, cuando los padres están en GRAVE necesid ad, cuando los hermanos en EXTREMA necesidad ; si el LLAMADO es el único medio de remediarla . . .

( Ca­

non 542, 2.0).

11.

-

Vocación y l i b ertad

Todos los fieles tienen derecho estricto

1.

A que nadie les estorbe el seguir su vocación.

a)

b)

Contra la justicia pecaria

1)

el que por violencia, fraude o miedo estorbase ;

2)

el confesor que no da un conse j o fiel .

Contra la caridad, al menos, pecaría quien sin J usta causa estorbe eficazmente a otro el seguir la vocación.

2.

A que nadie les coaccione a entrar en Religión ;

a) b)

peca

gravemente quien coacciona a otro a entrar en Re­

ligión ; con excomunión a nadie reservada son castigados los que hicieren esa coacción. Canon 2352.


LECCIÓN 53

356

II. - LA

ADMISION AL ESTADO RELIGIOSO

1 2 . - La a d m isión 0 Existe una doble «admisión> :

l. 2.

A la Probación.

A la Profesión.

1)

La Probación en su estadio remoto: es el Postulantado ; e n su estadio prOXlmo : e s e l Noviciado.

2)

La Profesión, como Temporal, al 1ln del Novlado ; como Perpetua, después de algunos años de la Tem­ poral.

1 3 . - Derec h o d e admiti r Al Postulantado y al Noviciado sólo tienen derecho de admitir vallda­ mente el Superior MAYOR con voto del Consejo o Capitulo, se gún las Constituciones.

1 4 . - E l sujeto de la admisión a l noviciado l.

UN CATOLICO con vocación y las aptitudes Jurídicas puede ser

2.

LAS APTITUDES j u ridlcas son :

admitido al noviciado.

a)

bl

3.

carencia de los Impedimentos del canon 542 ; verificación de los prerrequisltos.

LOS PRERREQUISITOS vienen dados por los canones 544 y 546.

1 5. - La p rofesió n rel igi osa La profesión religiosa es u n

contrato por el cual el candidato se

entrega a la Religión, y por el cual la Religión lo recibe como a miembro por la emisión de los votos públicos subStanclales.

a)

LA TEMPORAL es de votos simples que tienen fuerza por un tiempo determinado por el Código o por privilegios especiales.

bl

LA PERPETUA es de votos que tienen fuerza de suyo para toda l a vida.


EL INGRESO EN EL ESTADO RELIGIOSO

357

LOS VOTOS

1)

Son simples :

Los actos

contrarios a ellos son lllcltos,

pero de suyo no son Inválidos.

2)

Son solemnes : Los actos contrarios a ellos son de suyo In válidos si pueden irritarse.

1 6 . - El

sujeto

de la

p rofesión

El s uj e to es solamente e l novicio, q u e a l cumpllr el término de su

noviciado, es digno y apto jurídicamente : Al

DIGNO lo es moralmente el novicio que, alcanzada la meta del novici a do

al bl e)

está bien Informado en el estudio de la Regla,

de la

meditació n y de las oracion e s ; sabe bien l o que t oc a a los votos y a las virtudes ; está e j ercit ado en

l.

extirpar de raiz los vicios y sus semillas ;

2.

regular los movimientos de su alma ;

3.

adquirir las virtudes.

UNA CUES TION ESPINOSA : El habi tu ado en impurezas :

a)

Al admitir al noviciado, de suyo no hay que exigir una vida Inmaculada. Sin embargo :

HOY

las religiones de ministerios

apostólicos DEBEN mostrarse más bien «severas>. Es esto recomendaciOn de Pío XI (Carta a los Pa­ d r es Generales, 19 marzo 1 924.)

b)

Al adm i tir a l a profesión

H OY

deb e haber mayor

cseveridad> que la que exlgla Lugo para su tiempo.

l.

Gravemente pecaria el que que habiendo pecado con frecuencia gravemente en el noviciado con actos contrarios a Ja castidad

INTENTA hacer

profesión.

2.

E l confesor regularmente pued e obligar a ese no­ vicio o a que l e diga fuera de confesión al Supe­ rior su situación. o si no, deberá n egarle la abso­ lución.

3.

Encarecidamente debe acon8"jársele al novicio a que salga del noviciado -Y aun al profeso, si v a a recibir Ordenes Sagradas-- s i por vicios violen­ tos de la carne se prevé que su vida religiosa va a ser le molestisima.

Con mayor razón si se

teme escándalo con

tercero < Instr. C. de Rel i giosos, 1 dic . 1 93 1 ) .


358

LECCIÓN 53

1 7. - B)

APTO J URIDICAMENTE : Lo es el novicio, que cumple con todos los requisitos de dere­ cho para el valor y

al

la

licitud en cada clase d e p rofe sió n .

PARA EL VALO R : Edad, admisión, emisión de votos. LA EMISION debe

ser libre , e x p re sa y re cibi d a por

el legitimo Su pe ri o r -o S u p e ri ora- se gú n las Constitu­ ciones.

Hay requisitos especiales para l a profesión perpetua

b)

relacionad os co n la temporal. PARA LA LICITUD

el

rito de la profesión debe ser

el designado por las Constituciones.

18. - Efectos j u r i d i cos d e la profesión : canon 488 l.

Se crea un vinculo Jurldlco con la Religión. El profeso es d e dere­ cho miembro y públicamente queda c onstituid o en el ESTADO de

2.

adquirir la perfección.

C es a l a patria potestad :

aunque no todas las leyes civiles reco­

nozcan este efecto civilmente.

El Superior puede Irritar todos los votos hechos después de la

profesión :

3. 4.

los anteriores están suspendldos.

Se obtiene Indulgencia plenaria el mismo dla de la profesión.

Hay otros e f ectos, que se re fieren a be n e fici os eclesiásticos, a la

pérdida de la diócesis, exclusión de Ordenes Terceras y prohlbic!On de ser pad rinos , a no ser e n caso de necesidad y con pe rmi so .

1 9. - Sanación de una p rofesión i n válida l.

Por Impedimento EXTERNO: Puede s an arla el Romano Pontifice : y si no, hay que hacer NUEVA profesión.

2.

Po r defecto de c o n se nti mien t o : Se pone un acto NUEVO de con­

sentimiento. 3.

En caso de duda : Se renueva la profesión o se acude al Papa.


L E C C I O N

OBLIG ..\CIO.'.\'ES l.

!i U l ! A RI O :

EX E L ESTADO R E L I G IOSO

LA «TEX O E X C I A • A El defecto de la t e n d r nc i a . - 4.

O b l lgacio nos. - 1 .

8.

2.

Te n d e n c i a . -

S.

Con!jecuenclas

,·erar. -

C •.\XONICAS

5 4

LA PERFECCIOX. O b l i gac i ó n dt" perse­

0 [ ! S E l1 \ ' .� X C I A DE LAS R E G l.AS . - 5. Regl as. - 6. Obl iga­ ción de lati Rrg!ns. - 7. El D oc t o r Edmio y l a n a t u raleza d e 1 11.ti Reglas. -

1 1 1.

11.

de

est a

LOS \' O TO S . - 10.

doctrina. - 9.

Rrlajación

de

la

d i s c i p l i na. -

El l' o t o de po b re z a . - U. La l i cencia de l Supe­ La l'iolaclón. - 1 3. El \'Oto de c a s t i d a d . - U. V o t o dt' obedien­

rior. - U.

El p o d P r d e los S u periores.

cia. - 15.

1. - O bl i g a c i o n e s Los religiosos, para adquirir l a perfección al

b)

Deben emplear los mismos medios y tienen las mismas obliga­ ciones comunes que los clérigos. Además para si tienen obl!gaclones especiales que les imponen

1. 2. 3. 4.

Cierta TENDENCIA a la perfección, La observancia de las Reglas, La guarda de los votos, Ciertas defensas de la vida interior.

l. -

LA TE:s'DENCIA

A

LA PERFECCIO.'.\'

2. - T e n d e n c i a a)

Es el procurar efectivamente la perfección propia de c a d a reli­

gioso. A ella están obligados todos los religiosos en virtud de la

bl

profesión en un estado de perfección. ( Véase Lec. 56, n. 2.J La obligación de esa tendencia es grave para cada religioso y tiene DOS ASPECTOS : 1.0

obligación de procurarl a ;

2.0

obligación d e permanecer en e l estado d e perfección.

3. - El d efecto d e la tendencia al

El defecto de tendencia pone al religioso en un estado habitual

de pecado : l.

GRAVE : l)

si el rel!g!oso desprecia formalmente la perfección ;

2)

si el religioso rechaza positivamente la perfección ;


LECCIÓN 54

360 3l

si el religioso abandona habitualmente los medios substanciales ;

4) 2.

si el religioso se expone a sabiendas al peligro de expulsión por sus negligencias.

VENIA L :

1)

s i es m u y negligente respecto de los veniales, aunque habitualmente evite los mortales y seriamente tra­ baje por evitarlos ;

2)

si solamente se propone observar Jo que es gravemen­ te obligatorio.

bl

No puede decirse que falta totalmente Ja tendencia a Ja perfección en el religioso l.

que

quebranta

gravemente

los votos substanciales, Si

es

sólo rara vez ;

2.

que comete otros pecados mortales, si es sólo rara vez.

4. - O b l igación d e perseverar La obligación de la perseverancia comprende a todo religioso PROFESO,

1l

que viva en Ja religión,

21

exclau strado.

3l

expulsado sin dispensa de votos. Luego

l.

Canon 639 ;

al religioso exclaustrado y al expulsado Sin dispensarle los votos ; ( al religioso apóstata y al fugitivo, les urge la obligación de enmendarse y de volver a la Religión) :

2.

al religioso

SECULARIZADO

ya no le obliga el re­

greso a la Religión, a no ser que se trate de la

secularización

nueva, que empezó a concederse por la Congregación de Religiosos desde el afio 1953.

II. 5.

-

l.

-

OBSEHVANCIA DE LAS REGLAS

Las R eglas

En general : Son las Leyes d e Derecho Común de Religiosos. Unas están en el Libro II de la 2.• Parte del Código. otras están esparcidas en todo el Código. V. gr. Censura y prohibición de libros.

2.

Estrictamente :

Son las Constituciones, Ordenaciones Y Costum­

bres de la Religión legítimamente establecidas.


OBLIGACIONES CANÓNICAS EN EL ESrADO RELIGIOSO

361

6. - O b l l ga c l ó n d e las R eglas La obli g a ción que Impone la Re gla es diversa según que sea el aspecto de l a Regla misma : LAS REGLA.3 :

l.

Expo ne n materia d e voto s : obligan c u anto obliga esta materia : baj o pecado.

2.

Exponen materia de los Mandamientos de Dios o de J a Iglesia ;

3.

Imponen baj o pecado alguna obli g ació n : J a I n f r a cc i ón es pe­

obligan cuanto esa misma m a teria.

cado.

4.

En c u a nto Reglas,

al

consideradas como un

•conjunto•

de medios para Ja

perfección, obligan con pecado ;

b)

con si der ad a s una a una, es via b l e esta magnifica doc­

trina del Doctor Eximio Suárez. 7. - E l D octoc E x i m i o y la natucal eza d e las Reglas l.

Las R egl as tomadas una a una obligan ciertamente en conciencia, pero o para s u observancia, o a sufrir J a pena, en caso de no ob­

servancia.

2.

El Superior 1l

puede urgir la pen a que la misma Regla Indique como san­ ción por quebr antarl a ;

21

pue d e Imponer, como sanción, otra pena ; porque Ja Regla radicalmente Ja exige.

3.

El sübdito esU obligado en c o ncie nc i a a cumplir l a pen a ; no puede

resistir con vi olenci a al Superior, que Impone Ja pena.

4.

La viol aci ón de la Regla es u n a Imperfección : además verifica la

5.

condición p a r a dar derecho a Imponer una sanción. La Regla difiere del Consej o precisamente p o r esta exigencia de sanción.

8 . - C o nsecue n c i as de esta d o c t r i na l .•

De suyo. la violación de l as Reglas, aun sin causa justificada , no

es p ecad o en si. 2.•

Por el motivo a1

bl

l a violación por un fi n bueno es acto bueno; pero menos perfecto que la observ ación misma ; l a violación por un fin malo adquiere la malicia de ese fin o motivo.


LECCIÓN 54

362

Frecuentemente hay culpa venial en la violación ; parque rara vez suceder:i que el religioso tenga un fin bueno para quebrantar la Regla : sera por pereza, por sensualidad. 3.•

SI hay desprecio formal d e J a Regla como tal, la violación es pecado grave. NO ES desprecio formal

a) b) 4.•

reconocer que Ja Regla es de poca Importancia en com­ paración con otros medios ; pensar que tal Regla no se aviene al tlempa pre­ sente.

Por Ja costumbre en l a trasgresión, la violación puede ser un peca­ do grave ; por el peligro que crea de dimisión, de e sc án d alo , o

por otros dafios espirituales. 9.

-

R elaJac!ón de la d i s c i p l i n a

l.

L o s Superiores al

b) 2.

están obligados a promover la observancia de las Reglas y la ejecución de los Decretos de la Santa Sede para los religiosos ; pue de n pecar gravemente si permiten quedar Impunes vio­ laciones ! re cue ntes.

Los religiosos están obligados a no relajar Ja dlsclpllna : pecarían

gravemente los que a sabiendas promoviesen la relajación.

lll. - LOS VOTOS 10.

-

l.

E l voto d e pob reza SU ESENCIA est:i en que los ACTOS de dominio o del uso de los b ienes temporales se pongan por el religioso bajo la dependencia

del Superior. 2.

SU OBJETO lo son únicamente las CO SAS MATERIALES computa­ bles par precio.

a)

Los manuscritos

1) 2)

que cada religioso hace para su uso personal, no son obj eto del voto ; que prepara culdaclosamente al b)

es cierto que el rel1gloso no puede alienarlos ; es probable que pueda destruirlos, a no ser


OBLIGACIONES CANÓNICAS EN EL ESTADO RELIGIOSO

363

que los haya hecho de oficio y a expensas de la Religión.

b)

e)

Un

depósito,

que se recibe como tal no es contra el voto.

No hay uso ni dominio.

Limosnas para distribuir a pobres ; recibirlas no es contra

el voto, si el donante designa a los pobres. Uso ¡¡asivo de las cosa s no es contra el voto : v. gr., acep­

d)

tar el Ir en automóvil, comer por Invitación.

1 1 . - La l i ce n c i a del S u p erior

a)

Debe ser expresa. También vale la tácita, y aun la presunta que sea ra zon able.

b)

Tratándose de cos es preciosas la licencia que diese el Superior

no excusa de violación del voto.

1 2. - La v i o lación l.

Puede ser sólo contra la virtud d e la Religión ; o también contra

2.

La cantidad para que haya injusticia grave, es la misma que serla

la virtud de la Justicia. materia grave en el hurto. Un Instituto religioso se considera como

dueño rico. 3.

L a cantidad para que haya pecado grave contra la Religión, pare­ ce debe calcularse por la condición de la pobreza en cada Re­ l!gtón. En unas, se considera el religioso como mendigo. En otras se considera el religioso como clérigo honesto.

4.

Si se hace USO de l a cosa sin destruirla, se requiere mayor can­ tidad para que el pecado sea grave.

1 3. - El voto d e cast i d a d

l.

SU ESENCIA e s t á e n que obliga p o r la virtud de la Religión a abste­ nerse d e todo acto, aun INTERNO, contra el sexto y nono Manda­ mientos, aun de lo que seria licito en el matrimonio.

2.

SU OBJETO se

extiende a

todo lo que

castidad. EL VOTO añade

a)

mérito en la observancia :

b)

malicia de sacrilegio en la falta.

abarca la virtud

de

la


LECCIÓN 54

364

3.

VIOLACION : en general encierra dos pecados :

a)

b)

uno contra la castid ad ; otro contra la Religión (virtud)

=

sac rile gi o.

Pero Si algún casado hiciese VOTO público como religio­

so y usase del matrimonio antiguo, sólo pecarla contra la virtud de la Religión, y no contra l a castidad. 4.

P E N AS EN LA VIOLACION;

Al

SI se celebra matrimonio o hay atentación de él, aun por lo civil.

1.

Los profesos de votos solemnes contraen irregula­ ridad e incurren en excomunión reservada simple­ mente a la Santa Sede.

2.

Los profesos de votos simples

a)

perpetuos, contraen Irregularidad e Incurren en excomunión reservada al Ordinario

(Re­

li gioso) ; b)

temporales, Incurren en Irregularidad sola­ mente.

BJ

Si hay otros pecados, tal vez se incurran las penas del ca ­ non 2359.

14.

-

l.

Voto d e obediencia LA MATERIA DEL VOTO :

a)

b)

remota :

es

cuanto

el

Superior

quiera

mandar

según

la

Regla en actos EXTERNOS ; próxima :

es el precepto de la potestad dominativa, im­

puesto en •fuerza del voto> por la fórmula : •En virtud d e

Santa Obe diencia • ; o cen nombre de Cristo>.

2.

LA MATERIA DE LA VIRTUD se extiende a los consejos y deseos del Superior, a la prontitud de l a voluntad y a la sujeción del Juicio.

3.

OBLIGACION DE OBEDIENCIA : A)

Proviene

a)

b)

de la virtud de la obediencia; de l a virtud de la religión.

l.

Es grave, generalmente , cuando en materia grave el Superior manda en fuerza del voto.


OBLIGACIONES CANÓNICAS EN EL ESTADO RELIGIOSO 2.

365

Es leve , cuando el Superior m a n d a s i n pre­ cepto en fuerza del voto.

B)

En fuerza del voto Pueden manda r :

a)

l.

Los

Superiores

Oficiales 2.

3.

15.

-

mayores

y

locales :

no

los

Ministros . . .

El Romano Pontiflce y Congregación d e Re­ ligioso s :

No la Curia Roman a.

El Ordinario del

lugar a los

exclaustrados.

No suele mandarse asi, sino en caso extraordinario

b)

e)

=

y en materia grave.

Se cumple con esa obediencia con la mera e j ecu­ ción externa de lo mandado.

El poder d e los S u p e riores

En

una

religión

clerical

EXENTA, e l Superior goza de

una

triple

potestad. l.'

LA DOMINATIVA: Nace de la profesión religiosa, según Suirez. Nace del voto religioso, según otros. Nace de la !ndole social del Instituto y del voto, según Ver­ meersch. Se ejercita en nombre de Dios y de l a O rde n .

2.'

LA DOMESTICA : El Superior es como un

3.•

p adre

de famWa en su casa.

Se extiende aun a los novicios y empleados.

L A DE JURISDICCION ; Para ambos fueros. Se e j e rcita en determinados casos.


L E C C I O N

D E FENSAS CANONICAS SUMARIO :

1.

Las

defensas :

cánones

5 5

D E L ESTADO RELIGIOSO 594-612. - 2.

Vida

común. - 3.

Los

ejercicios de piedad : can o n 59.t. - 4. El hábito religioso, - 5. La clau­ sura religiosa : canon 597, - 6. Fuerza de l a clausura. A. Monaterios

,·a ro ne s. Especial para los colegi os. - 7. B. Mona9terios mujeres. 8. La ley de c l a u s u ra c nna:!o· o r». - 9. La ley d e l a clausura « m e n o n . 10. La clausura material. - 1 1. Penas. - 1 2. Clausura de las Congrega­ ciones. - 1 3. Las cartas. - 14. El Oficio dh· i n o. - 1 5 . Los m i n i sterios. 1 . - Las defensas

Se da ese nombre de •defensas• de la vida común, a los ejercicios de piedad, al hábito religioso, a la clausura, a la regulación de las cartas, al Oficio divino y al amor al estudio.

2. - La v i d a com li n : canon 594 a)

b)

•Vida comlin> es la uniformidad en la participación de los bienes de la religión : sobre todo, en la comida, en el vestido, en el ajuar . . . S u naturaleza e s ésta : La vida comlin !.

2. 3.

4.

No excluye algunas diferencias por razón del oficio o de enfermedad con tal que sean comunes a todos los religiosos en las mismas circunstancias. Excluye la.9 singularidades que coloquen a un religioso en situación distinta de la de los demás. Excluye un ajuar que desdiga de la pobreza profesada. Se viola por el «peculio> poseído y usado Independiente­ mente de los Superiores.

3. - Los e J e r c i cios d e p iedad : canon 5 9 5

Los Superiores deben cuidar que todos los religiosos no Impedidos l. 2. 3.

4.

5.

Hagan cada año Ejercicios espirituales, Oig an misa cada dla, Vaquen a la oración mental diariamente, Tomen de VP.ras el cumplir con otros oficios piadosos, Impuestos por la Regla, C ad a semana, al menos, hagan confesión sacramental.


DEFENSAS CANÓNICAS DEL ESTADO RELIGIOSO 6.

367

Ten g an por recomendada la Comunión fre cu e n te ,

Sepan que la Comunión

d 1 a r1 a

es l aud able y lib re.

Si la Regla marca algunos d ías de Comunión, eso se tome como norma minlma. El Su peri o r podrá. prohibir la Comunión a aqu el religioso, que

después d e l a última co nf esió n haya d ado un escá.ndalo grave a la comunidad o haya cometido una c ulpa grave exte rn amente.

7.

El S u pe ri o r tiene obligación d e que e n las Casas d e Estud ios, estos

ejercicios piadosos se hagan con mayor exactitud. Canon 588.

4. - E l hábito rel igioso

a) b)

Los religiosos deben vestir el hábito propio tanto en c as a como fuera de ella.

Un a causa grave, a juicio del Superior mayor, o una n e ce sidad

urgente a juicio del Superior l ocal , excusa de llevar el hábito.

El ejercicio del deporte Impone para sus actos el uso de ves­ timenta adecuada, y de f á.cll limpieza : por eso para el deporte

debe dej arse el há.bito r e lig ioso .

e)

PROPIO : 1) 2)

es el que sea d i s ti n t i v o de la Religión ; es el t raj e ecleslá.stlco, si en la R e li gi ón no hay h ábi to como d is ti nti v o es peci al.

s. - La clausura rel igi osa : canon 597 l.

SU FIN :

Es ser g uard i ana de la castidad : evitar escá.ndalos y

co ntri bu i r a l a paz, a la d evo ció n y al provecho espiritual de los religiosos.

2.

SU SENTIDO :

a)

Material : cEI lugar reservado para habitación y uso de los religiosos.•

b) 3.

Form al : «La LEY que prohibe a ciertas personas entrar .:>

sal ir de ese recinto material reservado.•

SUS ESPECIES :

a)

P ap al : Obliga en las casas de las Ordenes r e ligio sas, mo­ nacales y regulares.

Impone penas por el Derecho comlln.

b)

No

papal :

Obl i g a en

las

casas

de

las

Carece de penas por Derecho comll n.

Con gre g acione s.


LECCIÓN 55

368

4.

SU AMBITO :

a)

La papal abarca « toda l a casa>, aunque no sea FORMADA, por la comunidad religiosa, con su JARDIN o

ocupada

HUERTA.

Se exceptúa : E l templo y sacrlstia.

l.

Las monjas pueden alcanzar del Papa ser ellas

quienes a rr egl e n Ja iglesia, a puerta cerrada.

b)

2.

La hospedería, d ond e e xi sta.

3.

La sala de visitas.

La no-papal: Abarca una parte de la casa :

Ja que determinen las

Reglas o los Superiores. 5.

SU DETERMINACION: Fijar detalladamente o mudar la ya determinada, por Justa causa. aunque sea transitoriamente, pertenece :

a1

b) 6.

Al Superior mayor o al Capitulo General según las Cons­ tituciones. Al Obispo del lugar si se trata de monasterios de monjas.

SU INDICACION :

Un cartel debe Indicar claramente el recinto

.reservado>. &. - Fuerza de la c l ausura A)

CASAS DE RELIGIOSOS MONACALES-REGULARES: Canon 598. La Ley prohibe

l.

La entrada dentro de la clausura a cualquier mujer. Se exceptúa Za esposa del supremo Jefe de l a Nación o Estado

federal, y de su acompañamiento

(C. I. 26 mar­

zo 1 952). 2.

La salida de Jos monjes o regulares a fu era de la clausura,

según las Constituciones. ESPECIAL PARA LOS COLEGIOS : En los colegios de religiosos debe haber separación cde la parte destinada a los al u mnos > . La entrada de personas de otro se:ro a la parte de los alum­

nos esta. permitida, si hay causa para ello. PENAS : canon 2342. El quebrantar la clausura de estas casas monacales-regulares

lleva consigo ciertas p enas.


DEFENSAS CANÓNICAS DEL ESTADO RELIGIOSO

369

Las mujeres que penetrasen en Ja clausura . . . y los religiosos que las Introduzcan . . .

Incurren en excomunión

reservada

sim­

plemente a la Santa Sede. Los religiosos, además. quedan privados de oficio y de voz acti­ va y pasiva.

7. - Fuerza de la c rausura Bl

E N LOS MONASTERIOS DE MUJERE S :

L a Ley vigente del Código esté. reorganizada por l a Instruc­ ción de la C. de Religiosos dnter cetera• 25 marzo 1956 ; AAS

23 julio 1 956. a)

LA MAYOR :

Protege todo monasterio en que las monjas emitan votos solemnes y se profese habitualmente Ja vida contempla­ tiva, aunque tal vez unas pocas monjas ejerciten transi­ toriamente el apostolado en una parte reducida de la casa.

bl

LA MENOR : E s para monasterios de vida contemplativa, pero cuan­

do las monj as sólo hacen votos simples, o cuando la ma­ yor!a

de

l as

monj as

ejercitan

el

apostolado

legítima­

mente y con empleo de gran parte de Ja casa para ese !In,

y con acceso a ella de las monjas y d e las alumnas-edu­ candas.

a. - Ley d e clausura mayor Prohibe

L

La

entrada

de cualquier persona

< uno u otro sexol sin licencia

de la Santa Sede. EXCEPCIONES : EL

VISITADOR

ordinario,

o la

persona

delegada por él,

puede entrar en Inspección de locales, pero acompañado de un clérigo o religioso de edad madura. EL CONFESOR o substituto para administrar los Sacramen­

tos, asistir a moribundas, para presidir con los debidos

ministros los entierros, si hay costumbre o da permiso el Ordinario del lugar. EL JEFE DEL ESTADO, aun d e los federales, su esposa y

el séquito respectivo. LOS C ARDENALE S con algún eclesl:!.stlco o familiar laico que ellos quieran.


LECCIÓN 55

370

LOS MEDICOS cirujanos, arquitectos. obreros. . . cuyo s ervi­

cio, a Juicio de la Superiora que d a el permiso, sea ne­ cesario. El permiso de la Superiora requiere previa auto­

rización otorgada por el Ordinario del lugar : en necesidad urgente se presume. La salida d e las monjas del recinto claustral, aun por breve tiem­

2.

po Y bajo cualquier pretexto, sin indulto especial de la Santa Sede.

SE EXCEPTUA : El caso en que urja un grav1S1mo peligro o necesidad.

1l

Eso debe reconocerlo por escrito el Ordinario del lugar, si el tiempo lo permite. El caso que esté autorizado por los Estatutos de l a Fe­

2)

deración para el traslado de un monasterio a otro. EJEMPLOS :

De peltg,.o : Ri es go de muerte u otro dall.o muy grave,

a)

por incendio, I n undaci ó n , terremoto, invasión

bl

De necesidad :

milit ar .

Intervención mé dico-quirúrgica grave r:!.pida, enfermedad gravemente contagiosa, necesidad de atender a una Hermana ex te rn a ; ( padrlan salir para asi stirla l a Superiora o delega-

da, con otra monja) ; obllgación de ejercitar deberes cívicos, a juicio del

Ordinario del lugar.

9.

-

Ley de la c lausura menor

Proh ibe

a)

La entrada de cualquier p e rs ona en el recinto reservado a solas

monj as, como en la Mayor.

b)

L a entrada en el reeinto destinado a las obras apostólicas

1)

de monjas no d e sti n ad as al apostolado por los Estatutos o

por la Superiora, aun ad casu m ;

2)

de seglares, q u e n i directa ni Indirectamente pertenezcan al apostolado.

e)

La salida al exterior de las monj as. aun de las destinadas al apastolado, a no ser que se hallen autorizadas para ello.

1.

PERTENECEN al apostolado las mu j e re s , muchachas, p:!.r ­ vulos con quienes se t rabaj a. Sus profesoras, enfermeras,

empleadas. Todas podré.n habitar allí aun como internas.


DEFENSAS CANÓNICAS DEL ESTADO RELIGIOSO

371

Indirectamente pertenecen los familiares, bienhechores y otras personas

2.

a

quienes

convenga

admitir ocasional­

mente. LA SALIDA puede ser autorizada por la Superiora por tres motivos :

a) b) c)

necesidad del ministerio mismo ; preparación para los diversos ministerios ; asuntos o co rúll. ctos referentes a las obras.

El Ordinario podrá autoriz ar las salidas e n otros casos.

1 0.

-

La clausura material

En l a MAYOR protéjase de modo que ni desde fuera pueda observarse lo de dentro, ni desde dentro lo de fuera. En la MENOR la parte del

monasterio

dedicada

a obras esté tan

Incomunicado con el EXTERIOR. como la parte dedicada a la contem­ plación. Ambas partes comuniquen entre si por una puerta. E n general, quedan tuera de esta clausura l a Igles!a y los Sitios ad­ yacentes, si no están dedicados habitualmente a la obra. Transitoriamente, con permiso del Ordinario, pueden ponerse en esos sitios sin clausura parte de las obras.

1 1 . - P e n as Los que violen l a clausura papal de las monjas contraen excomunión reservada simplemente a la Santa Sede. LA VIOLAN los que entran o admiten a entrar. Las monjas que salen, si han hecho profesión, al menos temporal.

1 2. - C l ausura de las C o ngregaciones

a)

Se prohibe en estas casas 1)

2>

la entrada de personas d e otro sexo ; La salida de los religiosos no conforme

a

las

Constitu­

ciones. Para las salidas procuren los Superiores se guarden las Constituciones y lo mismo para recibir cextraños•

en la

comunidad. No permitan los Superiores que los súbditos vivan fue­ ra de casa de l a religión propia, si no por grave causa y por poco tiempo. Para una ausencia de 6 meses,

si

no se trata de estudios,

se requiere permiso de la Santa Sede.


372

1 3.

LECCIÓN 55

-

l.

Las cartas Los Superiores tienen derecho a leer las cartas que escriben Jos sllbdltos. No deben leerse las cartas para l a Santa Sede, para su Legado,

el Cardenal Protector, Superiores Mayores o de l a propia casa, y para el Ordinario del lugar, si estan a él sujetos : y viceversa.

2.

Las cartas de conciencia sean rarislmas. SI consta que son de conciencia no puede leerlas el Superior. El Superior puede no dar esas cartas y destruirlas, si se escriben sin permiso.

1 4 . - E l Oficio d i v i n o EL CORO, cuando lo exigen las Constituciones, obliga a los profesos: ellos y ellas.

l.

Si están j untos cuatro de los obligados, ya deben Ir al coro.

2.

Los profesos perpetuos, si no han rezado en el coro, deben rezar el Oficio en particular, exceptos solos los conversos.

3.

El

4.

La Misa correspondiente al Oficio del dia debe oirse diariamente

Superior

puede

dispensar

a cada

uno ;

pero no

a la comu­

nidad. po r los varone s : y aun por las monj as en cuanto se a posible.

15.

-

Los m i nisterios

Los religiosos muéstrense alegres e n acudir en ayuda de los Párrocos. Los Párrocos empleen los ministerios de los religiosos.


L E C C I O N

56

DOCTHl:\"A DE PIO X I I SOBRE PERFECC IO'.li

Y

ESTADOS

( Discurso a los súbditos, 7 dic. 1957. - Ecclesia, 21 dic.) S L" ft.I A RJ O : A> PERFEC:CIO�. - t . 3. La perfección c ristiana. -

N o ci o nes. - 2. Te nde nc i a a la perfecc16n.E l objeto d e la pe r fecci ón . - 5. [ n ,· ita ..

-1 .

c l ó n a la perfC?cclón. - 6. P e rfecc ió n y \"Ida moderna. - B ) DE PER FECC I O X . - j, Los m ie m b ro s y la perfección. - 8.

y l a adaptación. - 9.

LOS ESTADOS Los miembros

y los i n d hr i d u o s. Lo c a racterís t i co. 10. Ob:;táculos contra l a o b e d ie ncia.. - 1 1 . Pri nci pi o c e n e ral de solución. 12. Ref u t ac i ó n particular de la pri m e ra obj eci ón . - 1 3. Re futación de la seg u n d a o bj eció n . - U. Refutació n de la tercera objeción. - C) CO�n ; �J­ D ..\ D Y C O ll l � X l D A D E S . - 1 5. C o m u n i d a des entre sí. - 16, Los estado!i d e perfección ,. la 8anta S e de . Las c o m u n i d a de s

A)

PERFECCIOX

1 . - Nociones a)

El concepto de «perfección• no se Identifica con el de .estado de perfección> : lo desborda ampliamente.

b)

Se puede encontrar la perfección cristiana

h ero1 ca ,

la del

Evangelio, la de l a Cruz, fuera de todo cestado de perfección>.

2. - Tendencia a la perfección Es un a disposición habitual del alma cristiana, por la cual, ademlis d e cumpllr lo que le obliga bajo pecado, se entrega a Dios enteramente para amarle y servirle ; e Igualmente, al amor y al servicio del prójimo.

3. - La p e rfección cristiana a)

Consiste en la adhesión voluntaria del alma a Dios.

b)

Es obligatoria en cuanto se deriva de la condición misma d e la

criatura. Hay que tender a la perfección para no faltar a algo cesen­

clab del fin llltlmo. c)

Se verifica en la unión con Dios obtenida por la caridad la caridad.

y en


374

LECCIÓN 56

4. - El objeto d e la perfecció n L a perfección cristiana, como ideal de vida, a)

b)

se nutre en l as ensefianzas de Cristo, y en particular e n los Con­ sejos Evangélicos, en su vida, pasión y muerte . . . s e proyecta a l servicio d e l a Iglesia por amor d e Dios, según la función, que, como miembro, tenga cada uno en el Cuerpo Mlstlco.

5. - I nvitación a l a perfecc i ó n l.

Todo cristiano está Invitado a tender c o n tocias s u s fuerzas a este

2.

No tocios están Invitados a la perfección, que se realiza precisa­

ideal de vida cristiana.

mente de una manera absoluta y más segura en los TRES esta­ dos de perfección.

3.

De hecho, «Prov!da Mater> abre el acceso a uno de esos estados

4.

Las Asociaciones que no satisfagan a las normas prescritas para

al mayor número posible ele almas. su erección en Instituto secular, no constituyen «estado de per­ fección > , pero puede haber en ellas una verdadera tendencia a la perfección.

5.

Son muchos los que hoy, fuera de los estados d e perfección, a)

asumen profesiones y tareas por amor de Dios y servicio del próJlmo, las cuales consagran sus personas y actividad

b)

a Dios ;

se entregan a la práctica de los Consejos Evangélicos por

votos privados y se dejan guiar por personas, a quienes la Iglesia ha iuzgado aptas y les ha confiado la tarea de dirigir a otros por el camino de la perfección.

6. - Perfección y v i d a moderna a)

La perfección cristiana en sus •elementos esenciales de su defi­ nición>

(

=

unión a Dios) y de su realización ( = en la caridad

y por l a caridad), es inmutable : ni se renu eva ni se adapta; pero es aplicable.

b)

e) d)

L a man era de aplicarse a la vida moder'l!a

(de tan profundos

cambios) exige profundas modificaciones. Las modificaciones afectan a los que están en los cestados de perfección> y a los que están cfuera de ellos.. Esos sujetos se ven constrei'rldos

l.

a rodearse d e un cierto aparato de comodidades,

2.

a participar en fiestas oficiales,

3.

a utilizar modos d e viajar costosos.


DOCTRINA DE PÍO XII SOBRE PERFECCIÓN Y ESTADOS

375

Esto parece Irreconciliable con el anhelo constante de mortificarse, de Imitar a Cristo pobre y humilde . En re alidad, eso

dej a Intacta la

•consagración• de

s!

mismos a Dios ; porque esos sujetos no cesan, aun as!, de ofrecer al Sefior un holocausto sin reservas.

e)

Esto es obra de la gracia, Cristo : (Luc.

que obra en el hombre lo que dijo

•Lo que es Imposible a los hombres, es posible a Dios•

18-27). Bl

LO S ESTADOS DE PEHFECCIOX

1. - Los m i e m b ros y la perfección

a)

Lo que se dice de todos los fieles en general sobre la perfección cristiana, se aplica a los miembros de los <tres estados de per­ fección>.

b)

El primer

deber de todos,

inferiores o superiores, su más esen-

cial deber es

1.

unirse a Dios por la caridad ;

2.

ofrecerse a Dios en holocausto ;

3.

Imitar y seguir a Cristo : su doctrina, vida, Cruz . . . ;

4.

consagrarse a la obra de Cristo, l a Igles!a, como miembros elegidos y activos del CuerPo de Cristo.

B. - Los m i e m b ros y la adaptac ión Establecida l a obligación •esencial>, no les está prohibido a los miem­ bros de los estados.

1 .0 2.'

pensar en la renovación ; pensar en la adaptación de los medios : pero con esta triple con­ dición :

t .•

no se falte al respeto debido a la tradición ;

2.•

no se deroguen las prescripciones que las Constituciones consideran

3.•

como inviolables.

No dejen los inferiores de observar la disciplina

a) bl

que les prohibe arrogarse l a competencia de los Su · perlares ; que les prohibe emprender por propia Iniciativa cre­ form as•, sin su autorización.


LECCIÓN 56

376

9. - Las c o m u n i d ades y los i ndvi duos : Lo carac terístico

l.

Cada Sociedad tiende naturalmente a conservar su espíritu carac­ terístico y su fisonomia típica. La Iglesia al aprobar un determinado género de vida, pretende que se conserve en toda su pureza.

2.

Los Superiores mayores tienen DERECHO de decir a los Inferiores cuál es el espirltu característico de su comunid ad. Pero los Superiores mayores no pueden decidir según o su impresión, aun con toda J a buena fe y since ridad.

su gusto

3.

SI el Superior mayor es FUNDADOR, con aprobación de Ja Iglesia,

4.

SI el Superior mayor no es Fundador, debe remitirse a las cldeas

le es licito implantar sus <ideas personales• como norma de per­ fección.

del Fundador>, expresadas en las Constituciones aprobadas por l a Iglesia.

5.

Al derecho del Superior responde en los súbdftos la obligación en

6.

La Iglesia quiere defender ese derecho y urgir esa obligación.

conciencia de obedecerle. La Iglesia no quiere sallrse de Jos justos limites, para no exas­ perar a nadie y conservar l a paz.

1 0. - O bstáculos h o y contra la o bedienci a l.

El deseo de adaptación ha provocado cierta tensión.

a)

b)

No es que falte el deseo sincero de tender a la perfección por la obediencia. Pero se nota en la práctica de la obediencia Ja acentua­ ción de ciertas reservas ; hasta religiosos serlos y de con­ ciencia, creen que debiera corregirse la manera de la obe­ diencia.

2.

Se acusa a la obediencia de tres imperfecciones :

J.•

que pone en pellgro la dignidad de la persona humana del religioso ;

2.•

3.•

que Impide la m adurez de la personalidad ; que falsea la orientación del religioso

hacia Dios.

1 1 . - Principio g e n e ral d e solución l.

Este es un sentimiento de tristeza y nace

a)

b)

de una Interpretación errónea de los principios, que go­ biernan la vida religiosa ; de errores prácticos en la aplicación de esos principios.


DOCTRINA DE Pio XII SOBRE PERFECCIÓN Y ESTADOS 2.

377

Para disipar esa tristeza hay que tener presente estas palabras de Cristo : «Venid a Mi todos los que estáis fatigados y c argados : Yo os aliviaré.» «Aprended de Mí, porc¡ue soy manso y humilde de corazón : hallaréis descanso para vuestras almas• CMt. 1 1 , 29).

3.

Si Jesús exhorta a los hombres a cargar con su yugo, es para ense­ ñ arles que por encima de la observancia legal, fácilmente one­

rosa y dura de soportar, han de descubrir el sentido de l a ver­ dadera sumisión y de la humildad cristiana.

1 2.

-

Refuta c i ó n part i c u la r d e la primera objeció n

La sumisión a Jesucristo y la humildad cristiana

1.0 2.0

Liberan interiormente ; Representan la sujeción de una si mismo en manos de Dios.

e n

trega

volu ntar1a

de

¡ No representan una obligación impuesta desde fuera! 3.•

La voluntad de Dios se manifiesta por la autoridad visible de los que tienen la misión de mandar en nombre de Dios.

4.0

El Superior está gravemente obligado a ejercitar sus poderes en este espiri tu evangélico : cEI más grande de vosotros se comporte como el menor ; el que manda, como el que sirviere» ( Luc. 22, 26). La firmeza del Superior debe ir acompañada con un profundo respeto

1 3.

-

al súbdito y con delicadeza de corazón paternal.

R efuta ción d e la segu nda objeción

El estado religioso no l l e v a al infantlllsmo ; no Impide la evolución armoniosa de l a personalidad humana :

l.

Basta observar, sin prejuicios, el comportamiento de los religio­ sos, v arones y mujeres. Nadie dirá que la

« m a 11 o r f a»

padece

de infantilismo o d e desequilibrio en su vida intelectual, en su vida activa, en su vida de acción apostólica.

2.

Nadie les obliga a adoptar maneras de pensar y obrar, que no re­ flejen la doctrina d e San Pablo, al fijar a todos los fieles el obj e­ tivo de una vida ordenada según l a fe ; a saber : El Apóstol invita a crecer en la edificación del Cuerpo de Cristo hasta constituir el «hombre perfecto> a la medid a de la plenitud de Cristo>. As! y a no seremos

«niños• ,

que fluctúan y se dejan llevar

de todo viento de doctrina ( Efes. 12, 1 3).

3.

Pero, aunque hubiera cierta disminución del •Valor personal• Y •soci a l>, eso se compensarla con el aumento de los valores Y de la

dignidad, que provienen de cla consagración a Dios• y del mismo estado religioso.


378

14.

LECCIÓN 56

-

l.

R efutac i ó n

de

la tercera objeción

La Iglesia no defiende que e l Superior tiene sobre la conciencia de los súbditos un •dominio directo y supre m o > . Eso es propio de sólo Dios.

2.

La Iglesia sólo mira la obediencia como

«me d1o

para llevar el

hombre a Dios>.

3.

El motivo de la obedie ncia es el de la unión con Dios : y está or­ denado al crecimiento de la caridad.

4.

5.

El Superior

1) 2)

no es obsttculo Interpuesto entre Dios y el Inferio r ;

3)

no puede mandar mts que en el nombre de Dios.

no aplica a s u provecho el homenaje debido a Dios ;

El Inferior

1)

no debe obedecer mts que por amor a Cristo ;

2)

no debe obedecer por motivos humanos de utilidad ;

3)

en la sumisión,

ratifica su .entrega a Dios•, la donación

total de s i mismo al único Maestro.

C) 1 5.

-

COMUNinA D Y COMU'.'llDADES

C o m u n i dad es e n t r e si

l.

Existen y deben existir «diversidades• en l o s Institutos religiosos.

2.

Debe tenderse con sinceridad y benevolencia a l a mutua unión y colaboración.

3.

El «bien común> de todos los Institutos exige que cada uno esté pronto a tener cuenta de los otros ; a adaptarse a las exigencias de coordinación.

4.

Se aplica a los Institutos en el Cuerpo de la Iglesia lo que San Pablo

expone

sobre

( 1 Cort. 12, 12- 27).

las

relaciones

de

los

miembros

entre

si

Cada miembro del cuerpo merece el auxilio de la colaboración de todos los otros con miras al

•bien

común> único :

el de la

Iglesia.

1 6. - Los estados d e p e r fección y la Santa Sede l.

Las prerrogativas seculares de la Santa Sede deben permanecer

2.

Los miembros de los estados de perfección están aún más obll-

Inquebrantables y sagradas.


DOCTRINA DE PÍO XII SOBRE PERFECCIÓN Y ESTADOS

379

i:ados que los simples fieles a respetar las decisiones de la Santa Sede y a conformarse con ellas.

3.

Hay que mantener el contacto entre la Santa Sede y .tos esta­ dos de perfección>.

4.

En la H1tmanl Generis subraya Pío XII que la voluntad de evitar

el contacto y de mantenerse a distancia es causa de Importantes errores y desviaciones.

5.

El contacto debe estar lleno de confianza, sinceridad y doc!lidad : asi serl!. eficaz.

CPlo XII :

Discurso al 11 Congreso de estados d e perfección,

Roma, 7 de diciembre 1 957. Véase Ecclesia, 21 dic.>


L E C C IO N

5 7

PIO X I I : R ECTOS PRINCIPIOS SOBRE PERFECCIOS Y

ESTADOS

< Discurso a los PP. General es, 1 1 f ebr ero 1 9 58 ; Ecclesia, 1 5 marzo 1 958.) SUl\t.\ RJO : l . La l&Jlesia y los estado& d e perfección. - 2. Delegación de la Igle­ s i a en los Superiores. - 3. A n t e •I p P l i g ro existendal ista. - 4. P r i n c ip i o s de j uzgar i dea s y d oct r in as , - :S. El l-"alor en los S u pe rio re s . - 6. PeUgros ('ft l a Ascét lca. - 7. P ru d en c ia del Superior. - 8. P r o v i d enc i a de Dios y «formas n uc.• van . - 9. «Lo COl\1UN». que permanect"". - 1 0, Los p rin c i p ios de" con d uda en los S u pe ri o res . - 1 1 . Esos p ri n ci p i os y los s ú b d it os. 12. Los princlpioi;. para e l Apostolado.. - 1 3. La Rrgla. - U. Incumben .. cia de fi rmeza en Ja I g l es i a . - U. E xt en s i ó n de l a '· jgilancla. - 16. U n i ó n de fu("r zas 4;'-D lo s estados. - 1 7. Extrida obediencia a l a Santa S e d e. 1 8. I m p or t a la ca l l d a d d e loii a d m i t i dos.

1. - La I g l esia � los estados de perfec c i ó n l. 2.

El estado d e vida religiosa d e b e su ra26n de ser y su valor a su

estrecha co hesión con el fin de la Iglesia.

El fin de l a Iglesia es dirigir los hombres a a d q uirir l a perfección cristiana.

3.

La Iglesia no respondería pl enamen te a lo s deseos de Cristo, como Esposa ni los hombres elevarían sus ojos ansiosos de esperanza

hacia Ella, si no encontraran en su seno •hombres, que brillan con esplendor evangélico po r el ejemplo de su vida>. 2. - D e l egación de l a Iglesia e n los Su peri ores l.

El Papa delega en los S up erio res algo de la suprema j urlsdlcc!ón :

a) b) 2. 3.

directamente po r el Código ;

por la aprobación d e las Reglas del Instituto.

LAS REGLAS est ablecen las ba s es de la autoridad •dominativa•.

Los Superiores particip an así de la resp on sa bllld ad del

P A P A.

Por eso importa que los S up eri ores ejerciten su autorldad en armonía de e sp i ri tu con el Papa y la Iglesl a.

3 . - Ante e l pel igro existen cialista

l.

Los mi e mbro s d e los estados de perfección no deben dejarse lle­ var por el espíritu de la filosofía «existencialista>, con detrimento de l a Vida e t erna.


PÍO Xll : RECTOS PRJNCIPJOS SOBRE PERFECCJÓN Y ESTADOS

2.

381

Los Superiores deben conducir con la mayor seguridad posible a la vida eterna a sus súbditos

a)

con mano firme y fuerte, si ello es necesario ;

b) e)

siguiendo vías seguras, sin Inclinarse ni a la derecha ni a

con espíritu iluminado ;

la Izquierda.

4. - P r i n c i p i o s de juzgar i d eas y d oc tr i n as a)

NO SON

1.

2.

el que lo dicen

m u chos ;

lo que se presenta como novedad; rechazando los comenta­ rlos de los padres antiguos ;

3.

b)

lo que parece más conveniente para la gente del mundo.

LO SON l.

2.

la pura fuente de la verdad revelada ; La disciplina

del Magisterio eclesiástico.

5. - El v a l o r de los S u p e r i o res «va1or•

!.

Es necesario

2.

SI el Superior no se opone a lo que

para oponerse a lo que viene a agradar

a l a mayorla.

algunos pretenden ser un

•atraso> , no podrán conservar intacta la verdad de Cristo, siempre nueva y siempre antigua.

6. - Pel igros en la A scética a)

A propósito de las reglas que deben dirigir la ciencia de la 'lscétlca y de la vida de los estados de perfección, algunos

l.

se aficionan más de lo necesario a las «novedades> ;

2.

se esfuerzan por sustraerse a la dirección del Magisterio ;

3.

se encuentran en peligro de alej arse de las ve rdades reve­ ladas y de inducir a otros al error.

b)

Es menos grave errar en las cuestiones de costumbres que en los problemas de la fe :

e)

pero uno y otro error nos lleva a nuestra

pe rdición o retrasa l a consecución del soberano Bien. Los Superiores se atengan firmemente a la doctrina de una As­ cesis

l.

bien equilibrada y sólida ;

2.

legada por los Fundadores ;

3.

aprobada por la Iglesia.


LECCIÓN 57

382

7. - Prudencia del Superior

al

El Superior PRUDENTE

pide y escucha gozoso un buen número de consej os ; re!lexiona mucho sobre las advertencias de personas prudentes y doctas ; 3. no se fla nunca de si solo ; 4. Implora largamente el Espíritu de consej o ; 5 . toma después una determinación segura y terminante. l.

2.

b) e)

Ese Superior no tema luego imponer esa resolución con humllde y paternal firmeza.

El deber del Superior es conducir firmemente a sus súbditos con toda humlldad, con la caridad de Cristo. En el Juicio d e Dios se le pedirá cuenta también d e las almas de aquellos que le fueron confiados a él.

1. - Provi d e n cia de D i os y formas n u e vas l.

2.

Las nuevas formas d e perfección fueron naciendo en la Iglesia bajo la guia del Esplrltu Santo, a medida que naclan nuevas ne­ cesidades. Cada una de ellas tiene exigencias diferentes según sus miembros. No se exige lo mismo 1l

2)

a los monjes y a los regulares ;

a los religiosos y a los Institutos seculares.

9 . - Lo c o m ú n que permanece

l.

2.

Quienquiera que busca la perfección evangélica debe necesaria­ mente apartarse y retirarse de ceste mundo• , sln reserva : pero según lo demanda su propia vocación. MUNDO : Es el que entendía a> bl e)

Cristo, cuando d ecia a sus discípulos :

del mundo> (loan. XV . . . ) .

•Vosotros no sois

San Juan, cuando decía también : cEI mundo entero está bajo el Maligno> (1 loan. 5, 1 ) . San Pablo, cuando d e c í a a su v e z : • E l mundo está cruci­ ficado para mi, y Yo para el mundo• ( Gál. 6, 1 4).

3.

AL MAESTRO no se le sirve •Perfectamente•, si no se le sirve

4.

QUIEN NO ha purificado su corazón y no lo conserva puro, incon­

«A EL SOLO>.

taminado del orgullo del mundo y de su múltiple concupiscencia,


PÍO Xll : RECTOS PRINCIPIOS SOBRE PERFECCIÓN Y ESTADOS

383

no puede elevarse con las alas de un libre amor hasta Dios y vivir en unión con

5. NINGUN

El.

hombre podrá guardar su c orazón completamente «des­

prendido> de las

ccosas de la tierra>, si

de algún modo no se aparta

lo m ás posible de ella y no se abstiene v alientemente de las cosas

6.

terrenas. NADIE, sin perder algo de su espir!tu de fe y de su caridad hacia

Dios

a1 b) e)

7.

g oza de las comodidades de este mundo, toma parte en los placeres de los sentidos,

se recrea en los goces que el mundo ofrece a sus adeptos.

EL QUE SE dejare llevar de esa laxitud •de una manera dura­ ble•, se !ria alejando Insensiblemente de su propósito de santidad y se expondria al peligro de que el fervor de l a caridad y aun

la luz de la fe se le debiliten hasta el punto d e caer del estado de perfección.

10.

-

l.

P r i n c i pios de c o n ducta en los Superio res.

También deben ser diferentes de los del mundo <la conducta• y los esfuerzos de los Superiores para ej ercer una influencia en

los demás hombres.

2.

El Superior tiene que buscar en el Evangelio y en l a doctrina de l a Iglesia los principios del juici o y v aloración :

a) b)

e) 11.

-

l. 2.

porque «la sabldurla de este mundo, es locura ante Dios•

U Cor. 1 , 21).

porque •predicamos a Cristo crucificado• C I Cor. 1. 23).

Esos p r i n c i pios y los súbditos

Esas normas, o principios de acción, deben ser guardados también

por los súbditos. No pueden aspirar los religiosos

ai

b)

3.

porque cplugo a Dios salvar a los creyentes por la locura

de su mensaje> (1 Cor. l, 2 1 l ;

a lo que les plazca, o les sea grato ; ni a sus comodidades.

Sólo deben aspirar los religiosos a Dios, al que solamente encon­ trarán por medio de una mortitlcación ardua de sus sentidos y

4.

de su voluntad. La voluntad se mortitlca por l a humildad y la sumisión de la obediencia.


LECCIÓN 57

384

5. 6.

L os sentidos se mortifican por la austeridad de vida , por el sufri­ miento corporal voluntariamente aceptado.

Sin estos medios serla vano que el alma cristiana tratara de ele­ varse al amor de Dios y del prójimo por amor de Dios.

12. - Los pri ncipios para el A postolado l.

El Apostolado descansa en la necesidad de la gracia preveniente y adyuvante.

2.

Los cam inos de Dios no son nuestros camino s : no siempre se en­

3.

No es por medio de esos procedimientos nuevos por los que se

cuentran <en los discursos persuasivos de la sablduria humana> ( l Cor. 2, 4). conduce al hombre hacia el bien : sino que el poder Invisible de la g rac i a y de los Sacramentos ; sobre todo de l a Penitenci a y de la Eucaristía.

4.

Quien no se re ti re del mundo, al menos algún tiempo, a meditar

estas cosas en una atmósfera serena de piadosa Intimidad con Dios, el Esplrltu de Sabldurla se vera Invadido por la fiebre In­ quieta y estéril de la

«acclón

,

m as brillante que eficaz .

1 3. - La R egla

!.

LOS FUNDADORES la dieron, lnsplrandose en la tradici ón de la Iglesia, para que los religiosos puedan vi vlr en paz y serenidad de esplrltu, para apreciar en su J usto valor las cosas divinas.

2.

DIFERENTE según los diversos fines, debe ser observad a !ntegra­ mente.

4.

SU NECESIDAD nace de la debilidad de la naturaleza humana . SU EFICACIA para alcanzar la perfección está atestiguada por

5.

A LA NATURALEZA humana no le es grata su observancia y

6.

El acomodarla en las cosas no esenciales a las fuerzas actuales

3.

una larga experiencia. menos a los contemporáneos, habituados a una vida más libre. de los miembros no autoriza a despreciarla ni a abandonarla to­ talmente.

14. - I nc u m be n c i a d e firmeza e n la I g l esia a)

Es deber de los Superiores ayudar a los súbditos con una firmeza paternal a mantenerse en el recto camino de las Reglas.

b) e)

Los medios son : exhortaciones, advertencias, reprensiones, Y aun

castigos, si es necesario llegar a eso. A ningún Superior le es llclto ante u n súbdito negligente o cu! -


PÍO Xll : RECTOS PRINCIPIOS SOBRE P ERFECCIÓN Y ESTADOS pable rechazar el peso de su cargo con estas excusas :

385 «Ya tiene

edad, vea él lo que hace . >

dl

La caridad paternal no se manifiesta solamente c o n dellcadezas, sino también con dirigir y castigar.

e)

Esta firmeza no debe ser nunca dura, nunca Irritada, nunca Im­ prudente. Sea siempre leal, comedida, llena de dulzura y de misericordia,

pronta a perdonar y ayudar a que se esfuercen a volve r del error o de la falta. Sea siempre vigilante, Incansable.

1 5. - Extensión de la vigilancia l.

La dirección y Ja vtgllancla de los Superiores se apllca no sólo a la vida llamada •regular>, que trascurre en Ja casa religiosa, sino a toda actividad de los miembros en la vlfla del Seflor.

2.

Esa vigilancia está Impuesta por los Superiores eclesiásticos a fin de que los religiosos no se permitan n ada que pueda dañar a su alma, al honor o al bien d e la Iglesia o de las almas.

1&.

-

a)

U n i ó n d e fue rzao e n loa estados Existe la Asamblea de Superiores Generales de Religiosos apro­ bada por la Santa Sede como Institución permanente y erigida en persona moral.

b)

Eso reclama de los Superiores Generales una voluntad cada vez más dispuesta a prestar concurso a todas las tareas en que la Iglesia desea utilizarla.

e) d)

Todos los estados de

perfección

forman

un e j é rcito e n e l que

todos combaten la misma •causa buena>. Frente al enemigo de Cristo e s necesario unirse todas las fuerzas en su puesto y rango para lograr unidos la victoria general.

e)

La unión, a pesar de las dificultades, florecerá en los corazones de todos, si en ellos arraiga la verdadera caridad de Cristo, que haré. compaginar el amor que cada uno debe tener a su Instituto, con la entrega e n un solo corazón al servicio de la Iglesia, esposa de un mismo Señor, Dios y Salvador nuestro.

17.

-

l.

E xtricta o b e d i e n c i a a la Santa Sede La obediencia al Vicario de Cristo, común a todos los fieles, debe ser p racticada de forma muy especial por los que se esfuerzan en tender a la perfección.


38G

LECCIÓN 57

2.

El Papa

1) 2)

3l

sabe que los religiosos son verdaderamente obedlentes ; esté. seguro que los religiosos serl!.n fieles

heraldos

de

doctrina de

Cátedra

Apos­

la verdad,

que

emana

de

la

la

tólica ; espera que los religiosos serl!.n modelos y defensores d e la disciplina ecleslé.stlca, agrupados en torno al Papa.

1 8. - I m porta la cal idad d e loa a d m iti dos No admitir m ás que a jóvenes bien dispuestos y dotados : sean elegidos por sus virtudes, por su in tellgencla y cualidades, sln preocuparse de reunir muchedumbre.


5 8

L E C C I O N

PERFECC ION t.

S U M A RI O :

E

INSTITUTOS

Ll a mamie nto de Cristo. - !.

Los

SECULARES sel�ctos entre los seglares. - -

3, Los Institu tos seculares de perfección. - .( , E r"cci. ó n canónico d e I Dll Institu tos. - 5 . Definición d e Institutos seculares. - 6. Relac ión a o tros

estados de p e rfHclón. - 7. Efectos d e l a pro fest ó n perpetua.. - S. La vio­ l ación de Jos votos. - 9. Profesión y m a r t i r i o místico. � 10. I n s t i tutos y bautismo mistico, - 1 1 . El l n ft u j o de la profesión E'h c u a n t o acto d e l a Iglesia. - 12. El I n fl u j o d e la p ro fe s i ón en c u a n t o a c t o del consagrado. 1. - El llamamiento d e C risto

a)

Las palabras de Jesucristo en San Mateo (V, 48) : •Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto>,

!. 2.

van dirigidas a todos los cristianos,

son l a conclusión d el Sermón d e la Mon t aña, Carta Magna

del Cristianismo. b)

Cualquiera que sea la situación e n que se hallen los cristianos, todos deben tender a la perfección, viviendo en

1.

el espirito del Evangelio ;

2.

el espirito de los consejos ;

3.

y no exclusivamente en cla fidelidad a los preceptos•.

2. - Loe selectos entre los seglares Hay cristianos a quienes Dios en su misericordia

a)

bl

ll am a a una perfección más elevada que la de sus hermanos, pero

permaneciendo con ellos en el siglo ;

pide que dediquen toda su vi d a y toda su actividad al servicio de

Dios y del prójimo.

3. - Los 1 n stitutos seculares d e perfección

al

Unos cristianos responden al llamamiento de Dios, p e r o de ntro

de los limites que les permiten moverse sus ocupaciones famllla­ res y sus quehaceres sociales. Son los que se santifican con los medios •Privados> de per­

b)

fección. Otros cristianos pueden responder al llamamiento de Dios, dejan­

do su s ocupaciones familiares, pero no sus quehaceres sociales : dentro del mundo.


388

LECCIÓN 58

e)

P a r a facilitar a e s t e segundo grupo la respuesta a l llamamiento de Cristo, la Iglesia ha organizado «oficialmente>, ccanónlcamen­ te• unas asociaciones especiales. A estas Asoclaclones

l.

por acoger a esos seglares, que permanecen en el mundo,

se las da e l nombre g eneral de Insti tutos seculares d e uer­

fección ; 2.

son verdaderos cestados canónicos de perfecclón•, como el estado religioso ;

3.

Jos que quieren pertenecer a ellos

a)

se consagran por entero a Dios ;

b)

se obligan a una vida interior y exterior santa ;

e)

profesan practicar la Virtud ;

d)

se comprometen a los tres votos de pobreza, castidad y obediencia.

4.

-

Erec c i ó n canónica de los I nstitutos

Después de una larga evolución, la Constitución Apostólica «Provida

Mater. C 2 febrero 1 947) ha dado carácter de clegitlmas• a esas aspira­ ciones, ponlendo en Igual plano de Estados canónlcos de perfección a los Institutos seculares con los que ya lo eran por el Código ; a saber,

s.

a)

Las religiones de votos públicos

bl

Las sociedades de vida común sin votos públicos.

-

D e fi nición d e I nstitutos s e c u lares

a)

Pio XII dice : «Se da el nombre de Instit u tos seculares a las So­ cledades de clérigos o laicos, cuyos miembros, para tender a la perfecclón, se entregan al apostolado totalmente y hacen profe­ sión de practicar en el mundo los Consejos Evangélicos.• (Proozda Mater, Leyes, art. l . )

b)

Son, pues,

l. 2.

Sociedades de clérigos o laicos,

cuyo fin es tender a la perfección y entregarse al apos­

tolado ;

3.

por «medio• de los Consejos Evangélicos : hacen profesión de practicarlos ;

4.

pero sin cesar d e Vivir en el mundo.


PERFECCIÓN E INSTITUTOS SECULARES 6. - R e lació n a otros estados

a)

389

d e perfección

Tienen de común :

1.0

EL FIN : la perfección c ri sti ana. Los Institutos añaden además el «Apostol ado• : que no

es <lin propio directo> en todas las re llgl one s , ni d e todas

las Asociaciones de vida c om ú n .

2.0

LOS MEDIOS esenciales : prac tica de los Conse j o s Evan­

gélicos, castidad perfecta, pobreza y obe die ncia, adaptados por l as Constitu ci ones para el género de vid a propio.

b)

Se distinguen de l as religiones,

propiamente

dichas, en que

el

lazo que liga a los miembros con e l Instituto no se hace por v otos

<propiamente públicos•, aunq u e si aceptados por la Iglesia ( D e ­ c l a ra ci ón d e l 1 9 mayo 1 9 48) ; e . d .

1) 2J

l a obligación se funda en la vi rtu d de la religión ; p e ro

l o s votos no s o n estrictamente <privados>, p u e s l a Iglesia los reconoce y los acepta ;

3)

lo s votos no son estrictamente públicos, porqu e no impo­

nen un a •consagración p ú blica de la persona• (R. G. R . , sept.-oct. 1950).

e)

S e distinguen de las Sociedades de vtda común en que los miem­

bros de los Institutos seculares siguen viviendo e n el mundo, ais­ ladam ente , y no en comunidad. Sin

embargo,

casas comunes ;

los Institutos seculares deben poseer algunas las que exij an l a administración, la formación

espiritual, el retiro d e algunos miembros ( art. m, párrafo 4 ) .

7. - E fectos d e l a p rofesión p e r p e t u a 1.

La p rofe si ón perpetua tamblén es aqul u n a verdadera consagra­

2.

Las obli gac i one s que d i man an de ella son GRAVES p or naturaleza

3.

La naturaleza del «compromiso> toma en cada Instituto un a lc an ­

ción, una verdadera obligación de c on c ie n ci a : un compromiso. C S . C on g re gación de Re li gi os os 1 9 mayo 1 948).

ce determinado :

d e justicia,

de fidelidad, de religión en é sta o

a qu ell a forma, según las Constituciones. 4.

La e fic a ci a práctica de los votos no es menor que en las re li gio -

nes o e n las Sociedades de vida común. Es decir, 1.

·

neutralizan la triple c on cu pi scenci a ;

2.

ale j an el obj e to e xte rior, ocasión de preocupaciones ;

3.

c la v an la voluntad en el bien.


LECCIÓN 5 8

390 8.

- La

violación de l os votos

La Sagrada Congregación de Religiosos ha dado esta doctrina:

1.0

La violación de los votos de los Institutos no reviste la malicia del

csac rlleglo• . La razón es que se llam a «sacrilegio• l a profanación de una

persona, cosa o lugar csagractos públicamente•. •PUBLICAMENTE• es lo dedicado a Dios por la autoridad de Dios o de la Iglesia con este Intento <de ser público> .

LOS VOTOS de los Institutos consagran a Dios. pero no pú­ blicamente, por voluntad expresa de la Iglesia. Luego su violación no constituye un sacrilegio.

2.0

Hay evidentemente «falta> contra la religión, contra la fidelidad debida a Dios por el voto. Estas obligaciones se consideran •graves> por su naturaleza.

3.0

En los Institutos cuyos votos sean estrictamente

•Públicos•. su

violación constituye «sacrilegio>.

9.

l.

¿Es mart i r i o m ístico la vida de estados de perfecci ó n !

En la profesión y vida estric tamente religiosa hay cierta analogía entre la profesión y el martirio : pero no debe exagerarse la com­ paración C P . Cote!, Prtncipes de vie religteuse, 79).

2.

En los Institu tos seculares también tiene cierto parecido con el mar­ tirio la

vida,

ya que es a manera de la de los religiosos y es

consecuencia de la profesión. Por su duración en la sujeción en los estados de perfección se compensa lo que falta de violencia.

a)

El martirio es en si el más grande acto de caridad. El sacrificio de la vida religiosa multiplica de tal manera los

ac t os

de caridad, que su conjunto pueden sobrepasar

el mérito merecido por la efusión de la sangre.

b)

Mártir es

«testi go > , testimonio de la verdad cristian a :

y

eso mismo es l a vida religios a : por la castidad. por la po­ breza, por la obediencia.

c)

El sacrificio de l a vida religiosa se parece al sacrificio de la crucifixión :

los religiosos profesan ser

•hombres como

Jesucristo, crucificados al mundo> . Aunque los Institutos seculares no obligan a la práctica «Integral> de la pobreza ni de la obediencia. con todo, con lo que tienen de efectivo esas dos virtudes y sobre todo la castidad perfecta, l a vida de los Institutos tiene, como la religiosa, preciosas analoglas con el

ma rtir1o.


PERFECCIÓN E INSTITUTOS SECULARES 3.

391

El acto mismo de la profesión es u n magnifico «acto de caridad > : es un buen testimonio dado a Dios, una verdadera cruclllxión no sólo en las Congregaciones rellgiosas, sino también en los Institu­ tos seculaies de perfección.

1 0.

-

¿ E s bautismo m istico la vida d e estados d e

perfecció n ?

Sólo consideramos l a analogía del acto d e l a profesión con e l acto del Bautismo.

Al

EL BAUTISMO : es un sacramento : una acción de Cristo

l.

eficaz cex opere operato•. O, lo que es lo mismo, •ex opere

2.

produce el cardcter

3.

da l a gracia santificante con la remisión total de las penas

operantls Chrlstl• :

4.

por los méritos de Cristo ;

de cristiano;

Incurridas por los pecados antes de la recepción ; la valldez y el carl1cter

estl1n

asegurados siempre que la

materia y la forma hayan estado bien con Intención en el bautizan te y en el bautizad o ;

5.

Los frutos d e gracia, etc., estll.n condicionados a las dispo­ siciones del que recibe

este sacramento.

V. gr. SI no hay dolor de los pecados, no pueden perdo­ narse

y por eso

no puede Infundirse la <gracia santifi­

cante». Bl

LA PROFESION RELIGIOSA y la de los Institutos seculares no es u n sacramento.

l.

Puede

ser

un

sacramental, si sus ritos est11n

paia eso por la Iglesia

!Jombait, Rev. des

aprobados

Com. Rellg.,

nov.-dic. 1 953).

2.

La profesión no es solamente u n acto del que ese consa­ gra>, sino también un acto cde la Iglesia>.

11.

-

a)

El

i nHujo de la profesión en cuanto

acto

de la Iglesia

Este acto de la Iglesia, por la dignidad de la Iglesi a :

cex opere

operantis Eccleslae>, obtiene cgracias actuales• y la remisión de pecados veniales y de penas temporales. También esta eficacia estl1 condicionada a las disposiciones del

b) e)

que recibe .este sacramental». Esta Intervención de

la Iglesia no es uniformemente Igual

en

todas las profesiones ; v. gr., es ml1s Intensa en la •consagración de las vírgenes», que en l a consagración de las otras profesiones. No parece que hay diferencia especial en la acción de l a Iglesia cuando se

trata

de

cprofesión

religiosa>

y

de

la

profesión

de

los clnstltutos seculares>. De haberla, dependerl1 de la liturgia . . .


LECCI6N 58

392

1 2 . - E l i nflujo d e la p rofesión e n cuanto acto del consagrado l.

La profesi6n quita las penas de los pecados

ya perdonados cuanto

a l a culpa.

2.

Si una culpa leve no se borra por no haber dolor de ella, la pro­ fesión no suprime la pena, que se le deba a esa culpa. Pero es dificil que un religioso, o un miembro del Instituto sec u­ lar, que se ofrece en holocausto -su profesión-, no tenga en ese momento un grande amor de Dios.

El amor de Dios ya contiene lmplicltamente l a detestación y dolor de esas pequef\as faltas.


L E C C I O N

LOS Selt..\ R I O : los

l.

El

s i m ple¡.,

LA ICOS OE ESTADO CELIBATA RIO Cl ases d e l a kos. - 3. El � u e ,· o T e s t a m e n t o y EST ..\ 00 C E L I B .\TA R I0 . - 4. C r i s t o y el estado y el e s t a d o t' e l i h a t a r l o. - 6. S n l t e riu e n el m u n ­ l a s ,·oca d o n es. - 8. Na t u r al e z a y s o l t e r ía. - 9. Es ..

l a i t' a d o . - 2. fieles. - 1 .

t' e l i b a t a rio. do. - ;,

5 9

5.

S a n Pa b l o

J na rq u i a d e

t a d o psicol ógico d e l a solte ría. - 1 0.

Sus ,·entajas. - 1 1 .

e:d g 1: . - 12. Las que q u e d a n sol t e ras para a y u d a r soltera en l a ,-i da profesional. - 14. Concl usión.

La ,- igllancia q u e

a s u s pad ref>. - 13.

La

1. - E l laicado

En el sentido del canon 107, el !aleado está c onst ituido por l a parte de los fieles, que no re cib en Ordenes en l a Iglesia.

�. - C l ases d e lai cos Lo s Jaleos pue d e n s er

a)

RELIGIOSOS : entonces se hallan en cestado de perfección».

b)

SEGLARES: éstos a su ve z pueden vivir 1.

ag re g ados a Institutos seculares y entonces se hallan tam­ bién en estado de perfe cc lOn ;

2.

como simples fieles :

entonces no se hallan en estado de

pe rfe cción , pero son llamados por Dios a la perfección cris­

tiana, al menos con l a Invitación general de Cristo : cSed perfectos como vuestro Pad re c el esti al . >

3. - El N u e v o Testa m e n to y los s i m p l es fieles La d oc trin a del Nuevo Testamento su po n e que en la Iglesia de Cristo

han de haber dos situaciones distintas para las personas seglares : 1.

Las que !levan vida de solteros.

2.

L as que escogen abrazar el matrimonio.

Y e sta s dos situaciones están aprobadas por Cristo y por San Pablo.


LECCIÓN 59

394

!. - ESTA DO CELIBATA HIO ( 1 ) 4 . - C r i sto y e l esta do celi batario Jesucristo , d espu é s de explicar la <indlsolubilldad• del m at ri monio

que El robusteció con su au to ri d ad divina, reveló su ulterior Intención a los discípulos .

a)

L os dlsclpulos le hablan preguntado si se permitía el di v orci o o

no, y al oí r la solución NEGATIVA dada por Cristo, le replic aron :

e Si esa es l a condición del hombre con su esposa, "es mejor no

casarse".,. Je s ú s aprueba l a conclusión, pero no el motivo de ella. Dij o : • N O t odos comprenden eso, sino aquellos a quienes Dios s e l o

da a e n te nd e r.» - •Habrá eunucos voluntarios ( e . d. "solteros") por amor al Rein o de Dios• < Mt. 19, 10-12).

As! es pe r fec t amente exacto que «es mejor no casarse>.

5. - San Pablo y e l estado celi bata rio

a)

S an P a b l o e s t á netamente en Ja l ln e a de la d o c t rina d e Cristo cu an d o él responde a una consulta que le hicieran los de Corinto sobre el matrimonio .

b)

l.' Carta.

Dedica a esa respuesta el c api t u lo 7 de la

El Apóstol distingue nltldamente lo que es precepto de Dios y Jo que es consejo solamente .

1 .0

COMO PRECEPTO la dndfsolublltdad• del matrimonio : «la mujer no se separe de su marido• ; •el m ari do no repudie a su muj er> ; es! hay separación d e hecho, que ninguno d e Jos sepa­ rados contraiga nuevo matrimonio: t rabaj en por re­

conclll a rse•. 2.°

COMO CONSEJO :

la virginidad o solterta.

cPor lo que toca a las vlrgenes, no tengo precepto del

Señor ; pero yo doy este consejo de hombre. que por

la

misericordia

de

Dios,

es

digno

de

confianza. -

Juzgo qu e en r azón de lo pres e nt e , el de virginidad

es un estado que cont>iene.>

«Os digo esto, para c on du ciros a lo que es "digno" ;

a

lo que "une más" al Señor sin particiones.»

(1)

M. A.

OENEVors. O. P., Le mariage selon le dessein de Dieu, Editlons du

Cerf, Parls, 1957.


395

LOS LAICOS DE ESTADO CELIBATARIO

Por eso : el que casa a su hlJa, hace bien ; el que no la casa, hace mejor.

6. - Solteria en el m u n d o a)

La vocación a la vida religiosa para permanecer «Célibe>, está en general rodeada de cierta veneración por los fieles, aunque no dejen de lamentarse de algunas rarezas, que no dej a de haber en

b .l

las Congregaciones religiosas, como en todo lo humano.

La vocación a permanecer célibe en el mundo, no es tan apreciada ahora por los fieles. l.

Muchas veces esa soltería no h a sido del todo voluntaria ; se ha hecho de la necesidad virtud. La espera ha sido pro­ longada ; la esperanza ha tardado en morir ; por regla ge­ neral, la esperanza muere sólo después de un drama intimo.

2.

SI se llama

evocación divina» la vo lu ntad divina concreta

acerca de tal persona determinada, no hay por qué no apreciar estas vocaciones tanto como las vocaciones reli­ giosas. Si resulta de ahl <gloria• para Dios , es buena, es exce­ lente ; y para esa persona determin ada, es la mejor Indu­ dablemente. 7. - Jerarquia d e las vocaciones l.

Objetivamente, según San Pablo, parece debe decirse que a)

lo m ás excelente es «la virginidad consagrada•

=

vida re-

11glosa o Instituto secular ;

2.

b)

después viene como más excelente el matrimonio:

cl

en tercer lugar, la vida cellbatarla Independiente.

Personalmente, puede ser lo más superior una vocación en si menos noble , cuando uno es plenamente f 1 e 1 a ella. Así : esposas y madres plenamente tales son m ás santas que muchas religiosas m ediocres. Sólo l a santidad nos clasifica en la verdad. Pero, a Igual supremacia.

fidelidad ,

la jerarquía objetiva recobra su

Así : a Igual generosidad, una religiosa se santifica más que una

madre de f amill a.


396

LECCIÓN 59

8. - Naturaleza y solteria El celibato no amortigua la valoración plena de las cualidades y de las v entaj as, que el Criador ha unido a la psicología del sexo.

al

El mlnlsterlo sacerdotal, su apostolado, su paternidad espiritual gan an por el car{lcter Integralmente viril del sacerdote.

b)

La virgen cometerla un contrasentido trágico si rebajase en si esos elementos de humanidad, que están determinados, pero no agotados, por su ordenación natural a la maternidad y a la res­ ponsabilidad. La Esposa de Cristo es con máS verdad .esposa• que la esposa d e un hombre.

9. - Estado psicológico d e la solteria Las dificultades y los sacrificios reales de l a vida ccéllbe• son ocasio­ nes de m u chas virtudes.

1.

Tener que v ivir entre peligros, dispone al herolsmo.

2.

El •egoísmo» es el gran peligro d e la soltería, porque l e falta el ej ercicio cotidiano de la afectividad oblativa, que es el amor. Pero, conocer el peligro hace que uno se garantice contra él , mucho más eficazmente, que si se le Ignora por ser lejano o estar latente.

3.

La castidad tiene sus dificultade s :

a)

Pero tal v e z no sean m enores las q u e existen en el mismo matrimonio. San Pablo ha dicho : «LOS casados tienen que habérselas

con pruebas en su carne• C I Cor. 7, 28).

b)

Es más fácil imponer al apetito la «abstinencia total• que l a moderación. Porque el Instinto sexual se desarrolla más con el uso

el

legitimo y natural.

Los Sacramentos permiten afrontar victoriosamente l a ba­

tall a : Se gana en poder, cuando se dispone para l a lucha de las «más altas eneTglas• de la vida.

1 0. - Las v entajas de la solteria 1 .'

UBERTAD DE ESPIRIT U : Es la que propugna San Pablo : El co­

razón no está dividido : puede entregarse a Dios e n Integridad. 2.•

A ella se une otra doble libertad de tiempo 11 de medios.

a)

Estos elementos, si se emplean normalmente para el des­ arrollo de l a vida contemplativa, o activa del apostolado,


LOS LAICOS DE ESTADO CELIBATARIO

397

permiten utilizar a fondo los instrumentos de santifica­

b) e)

ción propia y aj ena : sacramentos : obras de caridad.

Permiten también ate sorar valores de cultura y de promo­

ción simplemente humanos, pero ma gnific a s.

La Acción Católica puede hallar aqui colaboradores estu­ pendos. Muchos padres y madres de famllla tienen que

cohibir su celo , porque las horas que deberian dar a la oración, a la lectu ra, a la acción ser

con el prójimo, deben

por obll¡:aclOn, empleadas en los debe res I nmediatos

de su estado .

Eso, sin embargo, no

disminuye su mérito, porque es

dejar a Dios por Dios.

d)

En general el celibato permite a muchas alm a s una Inten­ sificación de vida In te rior y de sentido social m as extraor­ dinario. Son

muchos

los

que

después

de

varios

tanteos

han

hallado alli el desarrollo to tal d e su pe rs on a .en ese unlco

necesari o> (Le. 10, 42).

1 1 . - La v i g i l a n c i a que e x ige

l.

Vi gil ancia para que la psicología natural no se estropee.

Los sol te ros y solteras mal humorados, lo son por h aber capi­

tulado delante de los Imperativos de la vlt1lldad o femlnldad. 2.

La mujer, sobre todo, debe estar vigilante c ont r a las asechanzas del .egolsmo• : la edad fomenta dramáticamente ese encerramien­

to en si 3.

El remedio

vigilante

desarrolla sanamente todas las virtualidades,

que la naturaleza ha depositado en germen para una maternidad eventual,

pero que

tiene maravi lloso empleo en

el

«don de si•

en la maternidad moral. Hay mu c hos sectores sociales que tienen necesidad de corazones maternales. 12. - Las que q uedan solteras para a r u d a r a sus padres

a) b)

Su m ét1to puede ser muy grande. También hay maternidad moral en esa consagración al cuidado

de los padres ancianos o enfermos. e)

d)

La virtud de la gratitud por la vida y otros beneficios recibidos

de los padres, se d esarrolla en total y hace ganar mucho más qu e lo qu e parecla hacer perder. Esa ayuda requiere

maestria

de si, para no caer en la ten­

tación fácil de conside rar a los padres como a nl.i\ os y perderles as! el respeto y demás conveniencias filiales. Nuestros padres son padres siempre : nosotros somos sus hijos eternamente.


LECCIÓN 59

398

e)

Una delicada dosis de respeto y de autoridad, de concesiones y d e responsabilidades, de relaciones antiguas que hay que echar a un lado y de nuevas que hay que emplear con gran tacto, hacen n acer una forma original de ternura, que es ya del orden de la

maternida d a pesar de las apariencias. 13.

-

l.

La soltera en la vida profesi onal Es hoy una prudencia elemental en los padres el enseñar a sus hijas el que ellas mismas aprendan a ganarse la vida.

2.

Una orientación profesional discreta, para el tiempo anterior al matrimonio o para una viudez eventual, sólo pueden traer bienes. Eso es hoy Indispensable.

3.

Habrá que echar mano, en cuanto se pueda, d e carreras o empleos en los cuales las cualidades maternales no se estropeen.

14.

-

Conclusión

El éxito de una existencia consiste en perfeccionar el parecido de un alma con Dios. El esplendor de cada vocación humana está en que en esa linea coope­ re a dar un pleno consentimiento de la voluntad del hombre a lo que de él quiere la voluntad divina.


L E C C I O N

6 0

LOS LAICOS DE ESTADO M A T R l lUON I A L SC.MAR I O : l. FA p i r i t u a l i dad con y u gal. - %. l.ím i tes de esta t"spiritual i d a d . 3. La \' al oración j u sta d e la es p i r i t u a l i d a d n1a t r i m o n i al . - 4 . La CARIDAD c o m o l n1puesta p o r el matri m o n t o . - 5..

6.

Deber es

que i m p on e la caridad

Ejercicio d e l a caridad co n yugal. -

con y u ga l . - La

P'ACIEJl\ CIA

e n el m a t r i ­

m o n i o . - 8. Las cualida des de l a pacien cia c r i sti a n a . - 9. La CASTIDAD en l a ,·ida conyugal. - 1 0. Au t o r i d a d .- O b e d iencia - H u m i l d a d . - 1 1 . Lo. FE en l a \'ida con,.·ugal. - 1 2. La ESPERASZA rn la ,- i d a c o n y u ga l. -

13.

Concl usión.

1 . - Espiritualidad conyugal

l.

Nadie puede negar que el estado matrimonial

a)

b) e) 2.

necesita muy especialmente ciertas virtudes, da ocasión a ellas, atrae de Dios gracias para practicarlas.

Las virtudes morales estll.n al servicio de las teologales, y son dis­ posiciones para obtenerlas y ejercitarlas mej or.

3.

Las virtudes

teologales -fe,

esperanza y caridad- son las tres

grandes modalidades de nuestra unión con Dios. O mejor : l a fe, la esperanza, estll.n a disposición de la única modal!dad de unión ;

4.

la que verifica la caridad.

LP. vida conyugal es u n cuadro particular donde florecen las vir­ tudes teologales con matices caracterlstlcos. El ambiente especia! del matrimonio pane una impronta en los actos que se verifican en él.

m matrimonio es una m anera especia! de obtener la perfec­

ción cristiana.

Esto quiere declr que hay una espiritualidad mat rimonial.

2. - L i m i tes d e esta espiritualidad l.

La v i d a conyugal aporta como fruto la vida famlllar : l o s hilos

2.

La esplrltual!dad matrimonia! termina por ser espiritualidad fa­

son la corona de los padres. miliar. 3.

Sin embargo, no se pretende detallar aqui los aspectos que vienen

de la vida famlllar como tal, aunque tampoco se excluyen. . .


400

3.

LECCIÓN 60

-

La valoración justa

l.

de

la

e s r, i ritualidad matri m o n i a l

No debe de t a l f o rm a canonizarse el estado conyugal y el uso

del matrlmon!o, como si fuese <el medio más apto en sf para unir con Dios las almas de los esposos por lazos de caridad>.

2.

Pio XII ha condenado exageraciones ( 25 marzo 1 9 54) en su Enci­

3.

De hecho, el matrimonio es para los ya esposos el medio •provi­

clica sobre ia virginidad. dencial>, cespeclab . que sin excluir ni menospreciar los otros, les conduce a unir sus almas a Dios.

4. 4.

-

Esta unión con Dios tiene :m matiz característico : es su valor.

La

caridad

como

i m p u esta por e l matri m o n i o

E n el Nuevo Testamento, caridad es amor. El matrlmoruo es el sacramento del amor conyugal. La gracia específica de este sacramento es la caridad conyugal.

5.

-

E j e r c i c i o d e la caridad conyugal

La caridad es una virtud única. SU OBJETO

al

b1

primero y principal es Dios ; extensivo, ama,

son

todas

las

Imágenes

de Dios,

a quienes Dios

como en la Trinidad el Padre ama al Hijo su imagen

substancial.

l.

Seria mentirosa la caridad que pretendiese amar a Dios sin amar a las imágenes de Dio s : al hombre.

2.

El amor conyugal es la primera caridad hacia el pró­ Jlmo :

nada hay tan prójimo como el cesposo para la

esposa> y viceversa.

3.

Como en e l matrimonio debe el amor estar en continuo crecimiento, la caridad

conyugal debe ser también de

crecimiento continuo.

&.

-

l.

D e b eres qu e i m pon e la caridad conyugal UNO POSITIVO : Tener conciencia del motivo de la caridad : cpor amor de Dios>. Cuanto más vea e l esposo en la esposa al «hijo de Dios>, a la <imagen de Dios • , más verá a Dios en ella, y ella en el : más se amarán mutuamente •Por amor de Dios>.

2.

OTRO NEGATIVO: Evitar fijarse y pararse e n los defectos mutuos: en lo que •no es Dios>.


401

LOS LAICOS DE ESTADO MATRIMONIAL

Son dichosos los esposos, que evitando las sombras, buscan el uno en el otro da semejanza de Dios>, del Padre del cielo. 3.

OTRO EXTENSIVO : Animar y vivificar la caridad, y con la cari­ dad toda la conducta moral. H ay varias virtudes, que en el matrimonio están ordenadas por la c aridad : Paciencia, Castidad, Obediencia, etc.

7. - La p a c i e n c i a e n e l m a t r i m o n i o Es un Imperativo de l a c aridad : l.

Cuando San Pablo Invita a los Efesios y a los Colosenses a la ca­ ridad, los rasgos elementales de que la reviste son la •Paciencia», el conllevarse bien, y el perdón mutuo < Col. 3, 1 2-1 3 ; Efes. 4, 2-3).

2.

En el matrimonio hace f:icll el amor el redondear las aristas del car:icter : lo cual es Inmensamente necesario.

3.

Las diferencias psicológicas de temperamentos, de educación ;

el

choque de defectos encontrados. son una Invitación constante al sacrificio, a esfuerzos.

El saberse ligados e l uno al otro p ara toda la vida da valentía para ya desde el principio combatir con entusiasmo.

B. - Las c u a l i d ad es de la p a c i e n c i a c r i s t i a na l.' 2.•

La paciencia no es un fatalismo. La paciencia lleva el fardo de los defectos del uno y del otro para mutuo alivio, para eliminarlos en lo posible, para redimirlos en unión con Cristo por el sufrimiento expiatorio.

3.•

La consolación puede ser amarga ; pero hace real el decir, que como el Cordero de Dios, asl también el que se sacrifica por la paciencia toma sobre si la pena, y l a reparación del mal come­ tido, y asi, el alma del amado queda purificada.

9. - La cast i d a d en l a vida c o n y ugal l. 2.

La castidad es virtud, que no sólo los solteros, sino también los

casados, aunque con modalldades diferentes, tienen que guardar. La temperancia es virtud : la moderación y la maestría de los sen­ tidos son tan necesarios o mlls en la vida conyugal.

3.

El placer, que debe buscar el consorte, es principalmente el del otro consorte más que el suyo propio.

4.

El placer no lo es todo en el matrimonio : hay llmltaclones, cuya

5.

Circunstancias de urgencia dram:itlca Imponen a veces una con­

trasgresión

acarrearla

una sanción

Inmanente

por

la

desobe­

diencia a las leyes naturales. tinencia, con l a que no se contaba.


402

LECCIÓN 60

6.

No hay vida cristiana sin victoria del espiritu sobre l a carne y

7.

En la sintesls conyugal d e l a vida cristiana, la castidad es de un

la sangre. valor absolutamente fundamental. 10.

-

A u toridad : o be d i e n c ia , h u m i l d a d

l.

No puede haber sociedad conyugal sin un principio d e autoridad.

2.

Toda vida en común Impone limites a la Independencia indivi­

dual : la libertad de uno se detiene en el punto donde comienza a ser una molestia para otros ; y eso es cierto también del matri­

monio.

3.

Eso matiza también la vida cristiana d e los esposos.

4.

La

esposa

es

Indispensable

en

particular para

su

debe

comprender que la humildad

unión

con

Dios

en

la

sumiS!ón

le al

marido : a)

MISA DE VELACIONES, al rendir a la esposa tantos

LA

homenajes y echarle tantas

bendiciones,

le ha recordado

los términos expreS!vos de la Carta de San Pablo a los

bl

Efesios, sobre la sumisión de la esposa al m arid o.

La vida conyugal se encarga de ir haciéndole conocer en concreto

en

cua.ntas ocasiones

y de cué.ntas maneras la

voluntad d el marido se da a conocer, sin mlis remedio que obedecerla. Sin esa obediencia, no hay más que mera reS!gnaclón : el amor tarde o temprano sufrirá horriblemente. SI en esas circunstancias la esposa levanta el corazon a Dios y acepta esa ley, que viene de la Providencia, la ca­ ridad crece. Al contrario, está. perdida la esposa que se haga tirana, déspota, totalitaria.

5.

El marido t ambién tiene su obligación de obediencia :

se la debe

a Cristo ; se la debe a la Iglesia. Esta obediencia a Dios h ace de la vida conyugal una perfecta educación. Esposo y esposa aprenden a someterse amorosamente por en­ cima del orden familiar a la m ajestad del orden divino, que es la voluntad de Dios.

1 1.

-

a)

La fe en la v i d a cony ugal

La virtud teologal d e l a fe tiene un papel lmportant!Simo en el hoga r :

La f e es nuestro conocimiento terrestre de Dios en la plenitud

de su misterio : Dios «Trinidad>.


LOS LAICOS DE ESTADO MATRIMONIAL La fe no es una visión directa :

b)

403

creemos por l a palabra de

Aquel •que ha visto•. La familia humana es una semej anza de la familia dlVlna. Cuan­ do se vive la unión Ideal del amor conyugal eso nos da el sentido de la unidad de Dios en la plu ralidad de personas. Cristo oró por los miembros de su Cuerpa Mistico. E.«a peti­ ción cae de lleno sobre los que esUn formando en el hogar la

e)

•unidad• en que se funde la caridad conyugal.

La colaboración de los padres en la formación del c uerpo del hijo, es colaboración inmediata con Dios para que El cree el alma del hijo. Después todo se desarrolla majestuosamente. Ni la conciencia ni l a voluntad de los padres pueden hacer otra cosa que quedar

mara villa dos ante la obra de Dios en l a naturaleza.

d)

El Espíritu Santo es vivificador y santific a dor : su acción silencio­ sa , pero cierta y eficaz en la vida conyugal, reflej a en el hogar las delicias del AMOR SUBSTANCIAL, y hace que el amor de los padres sea el reflejo sobre los hijos de ese amor divino.

1 2. - L 2 espe ranza e n la v i d a con yugal

l.

2.

El matrimonio multiplica las ocasiones de los actos de esperanza. El matrimonio con l a gracia dlVlna hace enraizar el alma en la esperanza, virtud teologal importantísima.

a)

El matrimonio es como un cheque a largo plazo : se cuenta con la permanencia de los propios sentimientos igu ales ; se cuenta con l a permanencia de los sentimientos de la otra parte. Al mismo tlempa que se sabe que la vida tiene unos cambios lnverosimlles. Sólo contando con Dios dej a de ser temerario ese salto

b)

en lo desconocido. Pero hay razón para tener confianza en la ayuda dlVln a :

1) 2l

e l amor e s u n don q u e Dios d a ; la fuerza de l a gracia n o sólo gu arda, sino que le ayuda a florecer, dando amor y dándose a si mismo :

3)

la firmeza de la esperanza va más allá : en todo y y para todo puede uno apayarse en Dios.

e) d)

La esperanza tiene una voz : es la oración.

El amor conyugal obliga a orar mucho : por si, par el cónyuge, Por los hijos, por el hogar, por el amor . . . L a esperanza tiene u n alimento: e s la oración.

La oración es Imposible sin la esperanza :

y la espe­

ranza es imposible sin el sustento de l a oración : la recuer­ da, es su ejercicio.


LECCIÓN 60

404 e)

El matrimonio es una ocasión continua de ftarse de Dios. Algunas

tribulaciones exigen

un verdadero

herolsmo

de

confian za en Dios. Dios da siempre mucho más d e l o que pide.

13. - C o n c l usión El

amor conyugal vivido plenamente con la gracia del sacramento

lmpllca una

espiritualidad

singular.

Es un magn ifico

camino

de san­

tidad.

No que las formas d e pi ed a d en el esposo y en la esposa sean Idénticas ;

pero la piedad es sólo uno de los caminos que llevan a Dios. Ayudándose, los esposos cristianos llegan a Dios

y

Juntos se unen a Dios.


B I B LI O G HA F I A E :\' AAS :

DE

T E O L O G L\

L O S NOl\I B R ES

E S P I H IT L \ L

CITADOS

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39 estrof as: es ciertamente de San Juan.

B.

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cia en admitir como auténtica esta redacción.

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et

Contemplation

selon

S. Jean ae la Croix, 2 vol., s. Maxlmln, 1923.

S.

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410

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3.

4.

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7.

Fu ndaciones, 1 5 73 - 1 582. Relaciones al P. Rod rigo Alvarez, 1 5 7 6 . Castillo I nterior o Moradas, 1 577.

9.

Constituciones. Cartas.

5.

6. 8.

L. 32;

34 ; 3 5 ; 42.

SA>iTO ToM..\s DE AQUINO, O. P. : 1225-1 274.

l. 2. 3.

4. 5.

Opúsculos <D e Periculis novissimorum temporum> de la contraversia con Guillermos de S. Amor. Contra impugnantes Del cultum et reltglonem.

De perfectione vitae spiritualiis. Quodl m, IV, V et ln Il-Il. En la Summa, I-II, II-II De Donls et Vlrtutibus. Commentarium in Epist. Pauli, etc.

L. 30; 31 ; 32 ; 34 ; 37 ; 38; 39 ; 40.

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ZAM

=

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INDICE

DE

MATERIAS



I :N D I C E

DE

:\I A T E R I A S AlfBIENTE

ABNEGACION Afán de proficientes :

Su definición ACATOLICOS

y contemplación In!.

y perfec ción

L. 38. n . 10

L.

38, n . 13

Ai\.IISTAD espiritual

L. 37. n. 4

ACTIVA vida :

ACTIVIDAD n a t ura l

de en te nd im.ien to

y vo-

luntad ante la gracia

diarios

y automáticos

ADHESION a los estados

de cristo

AFECTIVA caridad oración

en la oración :

AMORFOS

L.

12,

n.

11

L.

36. n. 4

ANGELES

movimientos

acción en e! h::lmbre

: ANGELICOS actos contemplat.

L. 1 2 L. 12. n.

L. L.

7

9 . n. 1 2

6. n. 9

SO, n. 9 L. 3 1 , n . 5

L. 12. n. 1 1

APATIA estoica

L. 12,

Sumo d el

L. 30. n. 9

alma

ARIDEZ

8

n.

árida conte mplaciCn ARTE :

8'4

Teol. Espir i tual

ALlllA parte inferior

ASCETICA L. 12, n . 1 7

ALMAS bautir.adas

L. 21, n. a s.

n.

!

n. ! 5

L. 1�. n . 1 7

d e perfección

L. 3 1 . n .

L . 44,

ANORMALIDADES

APICE

L. 6

L. 43. n . ¡; L. i.;,

APASIONADO

L.

L. 1 9 . n . 1 3

ANO:.iALIAS

A PAT ICOS

L. 35. n . 12

e incorporación a Cristo

i

L. 24. n. 4

L . 35. n . 8

parte superior

n.

ANAGOGI::os

L. 35. n. 12

AFECTOS

H

L. • • 1 1 .

L . 40

L . 34, n . 1 4

ACTOS

n.

A�.OR PURO

entre director-dirigido

L. 41. n . 1 1 L. 42. n. 9

L. : ! . . L. 28 L. 23.

L.

12. n. 1 !.

L . 4 3 , n. 2 L. 1 0. n . �-2

i:. 3 3 , L. :!' 5 , L. 43, L.

2.

n.

7

n. 8,e r..

13

!l.

6

l . L . 24. n . 4

1

mundo en la

peligros en

L. 23. L. 57,

r. .

'i

n.

6


INDICE DE MATERIAS

420 ASCETISMO

barroquismo ascético

L. 31. n. 3'3

L. 38, n. 2

ASPIRACIONES

L. 36. n. 5,4

multiplicadas ATRmUTOS de

L. 24, n. 6'4

Dios

AUTOMATISMO AUTORIDAD

ma trimon ial

L.

9, n. 4

L. 12, n.

7

L. 80, n. 10

AUXILIOS comunión Santos m!stlco - profesión

L. 58, n. 1 0 L.

5, n. 8'2

L.

2 , n. 1 1 ' 2

sacramental de la infusa CARACTERIOLOGIA CARIDAD

L. 1 3 L.

8, n. 9

L. 4 1, n. 3

L.

6, n. 5

L.

8, n. 9

L.

6, n. 15

D io s : al prójimo

perfecta conyugal

L. 60,

n. 6

CARISMAS L.

6, n. 3

n. 13

de dirección

L. 27,

de religiosos

L. 55, n. 13

del sacerdote

7 L. 5 1 , n. 7

del religioso

L. 53, n. 16

e idoneidad

L. 50, n.

L. 54. n. 13 conyugal

L.

60, n. 9

CATOLICO

y fenómenos prctern.

L. 18, n. 8

CELmATARIO su perfección

L.

4 , n. 1 s. 4, n. 6

CLAUSURA religiosa

L. 55, n. 5 ss.

COLERICO carácter

L. 12, n. 1 1

oración mental

L. 59,

n.

L . 36, n . 6

COMIENZO de l a infusa

de lugar

L. 44, n. 13

L. 35 , n. 3

COMPUNCION L. 34, n. 1 1

L. 58, n. 1 6

COMUNION de los Santos

L. 2 1 , n. 6

' CONCIENCIA de las inspiraciones de

los dones de la inf.

CONCLUSION de la oración mental

CARTAS

CASTIDAD

L. 42, n. 4

L. 28, n. 8

comunidades religiosas

L. 1 1

dones cari.-mté.ttcos

1

del Director

COMUNIDAD y

L.

a

1

L. 1 4 , n. 5

L.

del corazón

L. 13

y perfección

a.fectiva : efectiva

1

de lo espiritual

COMPOSICION

actual

: habitual

1

y perfección CIENCIA

COLOQUIO

de agua

CARACTER

I

CICLOIDES

L. 21, n. 13

BAUTISMO

CANONIZACION

!

L. 15, n. 10 L. 43, n. 6 s. L. 44,

n. 7

L. 35 , n. S s.

CONDENACION su aceptación CONFESOR

y director

L. 10, n. 10

L. 25, n. 4 L. 27, n. 8

CONFORMIDAD con la voluntad de Dios

L. 10, n. 6

CONGREGACION religiosa 2, n. 9

fuente de espiritualidad

L.

estado de perfección

L. 53

CONNATURALIDAD con Dios por caridad

L.

7, n. 3'3


fNDICE DE MATERIAS CONOCIMIENTO de los bljos espirituales

L. 26. n. 1

de

L. 37. n. 14

si mismo

de la doctrina espirlt.

L.

4

L. 3 7, n. 5 37, n. 1 4 L. 18. n. 6

L.

L.

2, n. 8

evangélicos

L.

7 , n.

y caridad

L.

7 , n.

CONSEJOS

r estados jw1dfcos

12 13

L. 52. n. 3

CONSOLACION

L. 19, n. 7

¿desearla?

L. 34. n . 6

CONTEMPLACION

y ft n del hombre

L. 3 0 , n . 9 L. 3 1 , n . 9 L. 40, n. 7

la adquirida

L. 31, n. 1 1

la infusa

L. 4 1 . n . 11

la natural CONT. INFUSA

L. 43, n. 8'e L. 42, n. 8

fuera de la I glesia

L. 42,

la infusa

CONTEMPLATIVA

L. 47

n. 9

L. l.", n. 6

vida

L. 40

L . 37, n. 3

de la vida espiritual CONVERTIDOS COOPERACION del hombre a la gracia

n. 10·4

L. 19. n. 1 4 L. 20, n. 9

DEPRESIVO

-

esta.do

L. 14, n. 5

DESEO piadoso

L. 24, n.

l O'b

7, n. 1 1

de Dios

L.

de contemplación inf.

L. 47

del cielo

L . 1 1 , n . 7'8

de l a perfecclón

L. 1 1

de la devoción DESOLACION

L. 34 L.

19, n. 8

DESORDEN

de

las pasiones

L . 37. n.

en Tipología DEVOCION

L. 12. n .

l l'c

L. 3 4

DIFICULTAD

y mérito

10

L. 3 7 , n . 1 6

DESVIACIONES

L. 10, n.

3

L. 1 5 , n. 15

espiritu al

L. 25-27

L. 3'1, n. 1 0

fuente de experiencia

L. 24

de contemJ)lativos

L. 8·9 L . 8·9

CRUZ

L. 1 0 L.

8, n . 1 1

L. 2 1 , n. 5'b L.

5, n. 13'2

CUESTIONARIOS prefabricados

mal espfritu

de1 Espíritu Santo

CRISTO

CUERPO MISTICO

L. 32.

L. 42, n. 4

L. 38, n. 6

y perfección

L.

DEMONIO

DIRECCION

C OR AZON : guarda

Huma.nidad · Imitación

6 , n. 1 0

DELmERADOS . actos :

deseo de la . . .

via

CONTINUIDAD

CUSTODIA

L . 41-45

en los pecadores deseo de

L. 33. n. 4 L. 33, n. 10 L. 33 L. 38. n. 6

CURIOSIDAD

del coruón

L. 26

de los corazones

421

L. 12, n. 1 6

por cartas

para discernir espir.

DIRECTOR

autorldad : dotes

L. 47

L. 25-27

capacidad : elección cambio : pluralidad DISCERNIMIENTO de esplrltus

por carismas

L . 19

L. 20

DISCURSOS de Pio XII

sobre estados relig. DISTRACCIONES

L. 56-67

L. 32, n. 8


ÍNDICE DE MATERIAS

422

1

DOCIBILIDAD

y docilidad

al

E. S.

L. 15

I

DOCTRINAS d e l mundo

y perfección de Cristo:>

del canon 1 0 7

L. 22, n . 1 1

22, n. 1 2 L. 4 8 , n. l

L.

I

i

DOGMAS (dos)

Comunión de los SS. incorporación a Cr.

d

E.

C.

Infusa

DON de oración DONES

el

S.

2 1 , n. 5·

L. 30, n.

9

L. 1 6

en la vida espiritual

L. 1 8, n . 1 3

en la

L . 46, n . 4

en la nústlca

L. 18, n. 15

EDUCAClON

del automatismo

L.

12, n.

9

EFECTOS

de

la gracia

en el alma. EJERCICIOS esp!rltuBles

la vida conyugBI

L . 29

de esta.do el Director

L. 25, n . 1 1

confirmación de Dios

L . 1 6, n . 1 7

sobrenatural

L . 21 ,

del ho!llbre

L.

n. 4

5, n. 6

EMOTIVIDAD

ESPIRITU

bueno y malo

L. 1 7

intervención diabólica.

L. 1 7

discreción de

L. 1 9-20

L. 23. n . 1 5 L.

1

1, 1

del mundo

En ia Infusa

L.

ESCRUPULOS ESENCIA DIVINA

Intuición - visión de

y purificación de

: ¡�:d=�ón las almas

L.

1 6 , n. 9

L. 1 6 , n. 1 4

L.

3, n.

l ss.

L. 14, n . 9 s. L.

5, n . 6

L. 43, n.

ESPECIES INTELECTUALES

la contemplación

3

8

L. 1 5

L. 3 3 , n. il

ESPIRITUALIDAD

4 , n. 6 l. n . 8 3, n. 1

afectiva

L.

y Teol. esplrituBI

L.

Escuelas de

L.

matrimonial

L. 60

ESPOSOS

y perfección

y perfección

ESTADOS de cristo

adhesión

6

L. 42, n . 7

en

7 , n.

2 3 , n. 14

L. 1 6

L. 12, n. 1 1

ESCUELAS de

espiritualidad

L.

ESPIRITO SANTO

ESTADO

Don de.

7, n. l ss.

L. 60, n. 1 2

L. 60

ESQUIZOIDES

ELEVACION

ENTENDIMIENTO

L.

ESPECULATIVA L. 12, n . 5,

ELECCION

carácter

en

ESPIRITU de fe

L. 21, n . 5

L.

ESPERANZA

L. 43, n.

3

sacerdotal

su ideal de perfección medios canónicos

astrezaad

obediencia c

id

pob

otras virtudes ESTADOS JURIDICOS

de perfección

y vida religiosa su origen

L. 14, n. 6

L.

9, n. 1 2

L. 50

L. 50,

n. 1 0

L. 5 1 , n . 1

ss

L. 5 1 L. 6 1 , n. 7 ss . L. 5 1 , n, 1 8

L. 5 1 , n . 1 7

L. 5 2 , n. 4. ss. L. 52, n . 7 L. 52, n. 9

errores sobre el estado l"ellgloso

L. 52, n. 1 2


ÍNDICE DE MATERIAS FIDELIDAD a las

ESTADO DE PERFECCION L. 6

y los varios estados

L. 37-38·39

gi·acia.s

en los Con�regactones

L.

a la gracia infusa

en los Institutos

L. 58

:sec.

en la Cont. INFUSA

ESTIGMAS estigmatizac ión

48,

423

n.

L.

45-47

L.

�s.

n.

60

FIN Ultimo del hombre

y

l

pecado venial

L. 15. n. 12 L. 45, n . 3 L. 15, n . 5

L.

5. n. 1 2

L.

7, n. 6

L . 18, n. 6'2 FINA PUNTA

ESTUDIO de la Teolg. eb'l>iritual

L.

del

4

EUCARISTIA

L. 29, n .

L.

4

8, n . 9'3

L. 36, n . 7'3 actitud eucaristica E

V A NGELI O y

estudio de perfección

y intervención del D. E

X A MEN

L. 29,

n.

4'c

L.

L . 1 7,

n. 2

L. 29, n.

L . 35, n . 7

particular : peligros

L. 1 1 , n ,

en

la dirección

en la INFUSA

de

los selectos

de

mociones de la gracia

FERVOROSOS

L.

sus exigencias

L.

5. n. 5

18 1 1 , n. 4 5, n.

1 ss. 1 ss. 8, n. 3 1 5 , n. 1 6

L. 12, n . L . 1 5 , n. L. L.

Dones de

L. 2 0 , n . 2

3, n. 1 4

L. 4 1 .

L. 4 1

n. 2

y n atural eza

L. 49, n. 6'B

GRACIAS (grandes)

L. 1 5 , n . 17

de los selectos

GRADOS en la vida espiritual

L. 4 5 , n . 5

L . 45,

n. 5 n. 1 1

7,

L.

7 . n. 3

L. 60,

L.

n. 1 1

18

L . 38 ,

n . 2'2

L. 43-45

L. 12,

n. l SS.

L. 49,

n. 7

L . 37. n. l ss.

n. 2

e n la contem. INFUSA

L. 44.

supremo en la mistica

L. 44, n. 12

, GRAFOLOGIA uso en !a dirección

n. 1

L.

FENOMENOS preternaturales

L.

la mayor

gratis dada

L.

L. 4 6

vjda conyugal

3. n. 8

2, n . 1 1

L. 20,

la

2, n . 7

L.

3, n. 13

L. 41, n. 4

en

L.

L.

en la contemplación

espíritu de Fe

teológicas

L.

en las i n spiracio ne s

virtud de

8

FUENTES

actual

L. 4 6

FE :

L. 30. n. 9

habitual

EXTRAORDINARIOS en la vida espiritual

actuales

GRACIA

14

EXPER!MENTACION

EXTASIS

L. 30, n . 7 L . 30. n .

GLORIA de Dios

8

después d e la oración

pers�nal

i

de oración

9, n . 1 3

L. 37. n . 1 1

fuente de Teol. espir.

L. 1 2 , n. 17

evolucionadas

experimentales

de conciencia

EXPERIENCIA

alma

FORMAS primitivas

L. 47

L. 26, n. 2'4

GRATITUD de selectos

:'

HABITACION

1

HABITO ADO en in1pureza

¡

del religioso

y profesión relig.

L . 49, n. 8

L. 33, n. 5'6

L. 53, n .

16


ÍNDICE DE MATERIAS

424 HER OICI DAD virtud heroica

IMPECABILIDAD L . 39, n. 5

morales positivas

HISTERIA

y perfección

L. 14, n. 2''·º

reftextón sobre

HUMILDAD y

direcc ión

y perfección

L.

8, n. 8

L. 2 5 .

principiantes

n. 7

de la vida

espiritual

de perfección sacerd.

a Cristo

L. 5 0 ,

con Cristo

L.

8 . n. 1 4

IDONEIDAD

sacerdocio

L . 50. n .

'

p erfecc ión

sal vaci ó n 1

L. 21, n. 1 9 como auxilio

L. 21, n. 19

su

L. 48, n. 3

fin

ILUMINATIVA v!a ILUSIONES

sobre la infusa

L. 37,

n.

3

L. 20, n. 17

L.

47,

n.

10

ILUSTRACION

de la mente

IMAGENES invasoras IMAGINACION

6, n. 10

L . 1 1 , n. 2 L . 10, n. 10

INDOLE y

carácter

L . 32, n. 1 0 L. 4'1, n.

L.

8

L. 2 1 , n. 5

L.

INDIFERENCIA

INEFABLE

experiencia misttca INFIERNO almas del

L.

43, n. 11

L . 2 1 , n. 1 1

INFUSA contemplación

L . 40-47

INHABITACION SS. Trlnldad

L.

5, n . 6'5

L. 15. n. 3

L.

8, n, 3

L. 12, n. 16

L . 36,

L. 33, n. 8

metódicas : encuestas

L.

3. n. 14

L. 32, n. 8

guarda de la

L. 33, n. 6

INSENSIBILIDAD

L. 36, n . 9'2

INSPIRACIONES

del Espíritu Santo

L. 15

L. 12, n. 1 1

INSTITUTOS seculares

L . 58,

IMBECILES

y perfeccl6n

su profesión

IMITACION

de Dios de Cristo

L . 18, n. 8

al fuego

IMAGINATIVA

L.

9,

L.

9,

L. 38,

D.

3

n. 8 n. 5

n. 8

INQUISICIONES

sus divaga.clones

presencia de Dios

'1

37. n. 9 ' 1

L. 1 3 , n.

IGLESIA

de Cristo

L . 37

L . 1 3 , n. 7

n. 1 0

IDENTIFICAClON

n. 1 1

L. 21. n. 8

INDELIBERADOS actos

L . 60, n. 1 0

L . 12, n. 1 3

L. 12,

INCORPORACION

L. 38, n. 5'b L. 3 8 , n . 1 4

IDEAL

7, n . 1 1

INCIPIENTF.s

L. 38, n. 1 2

en el matrimonio

L.

I MP ULSOS

HUMANIDAD de Cristo y perfección

L . 39. n. l " 2

IMPERFECCIONES

INTENCION

pureza de

recta . . .

<vocación)

n.

L . 58, n. 7

L. 36,

D.

13

L. 50, n . 5


ÍNDICE DE MATERIAS sus prerrogativas

INTERVENCION L. 1 7 , n. 1

diabólica.

como Modelo

místicos d e la

L. 12, n. 16

hipótesis de Ja

L. 43, n. 4

mlstlco

L . 22, n. 8

L. 22, n. 1 1 L. 10, n. 1

MARTIRIO

INTROSPECCION

y profesión

L.

71 n. 1 1

L. 58, n. 9

MATRIMONIO

INTUICION L. 43, n. 2

en la Infusa

L. 12, n. 15

del carácter

JACULATORIAS

L. 36

L . 39, n . 1 ' 2

JESUCRISTO Redención unión a identificación

a.

imitación de

5. n. 8

L.

8, n. 8

L.

8, n. 14

L.

9, n. 6

L. 34.

LAGRIMAS

n. 7'5

LAICO

y estado en la Iglesia

L. 48, n. 1

director espiritual

L. 25, n. 9

sUjeto de

L. 59-60

est. de perf.

L. 47, n. 4 SS.

autores misticos

LEY del automatismo de la rivalidad de los móviles

LIGADURA LITURGIA

L.

6, n. 7

L.

7, n. 5

L.

5, n. 12

fas yirtudes moral.

METO DO L. 2

en la oración

L. 35

en la Infusa

L. 41, n. 7

MIMETISMO espiritual

L. 47, n. 7-8

MINISTERIOS de religiosos vigilancia de Jos

L. 55, n. 15 L. 57, n. 15

de la vida de Cristo el misterio de

cristo

L. 12, n. 7

MISTICA

9 . n. 1 4

L. 35. n. 2

L.

L. 40, n. 6 L. 40,

L. 17, n . 9

MAGISTERIO eclesilistico

L. 15, n. 5

L.

2, n. 9

MARIA

n. n. 3

en la santificación

L. 22,

en la Redención objet.

L. 22,

en la Redención subjet.

L. 22, n. 6

1-1 6

L. 45 . . .

MIXTA vida

L. 24, n. 8

9 , n. 1 3

L.

L. 24-39

L. 12, n. 12

L. 46, n. 9

L.

n.

11

MOCION

en la voluntad

MODESTIA

L. 15 L. 38,

LOCUCIONES p2labras internas

y 4

en Teol. Espiritual

materia de oración

LIBERTAD

y tentación

en Ja caridad en

MISTERIOS

LECTURA espiritual d e

L. 38, n. 3

tiempo de merecer

L.

L. 60

MEDIOCRIDAD

MERITO

JERARQUIA

y. . .

L . 44, n. 3-9

espiritual

L. 48

!Iglesia)

L. 30, n. 3

espiritual espiritualidad del . . .

INVESTIGACION

perfectos

425

' MODO

n. 7

a lo humano

L.

a lo divino

L. 42, n. 3

, MORALISMO

L.

1, n . 6

9 , n. 14

MORTIFICACION de los sentidos

L. 29, n. 9


ÍNDICE DE MATERIAS

426

OBJECIONES -errores

MOTIVOS del deseo de perf. 1\-:0VILES

del

en te nd i m i en to

de la voluntad

de

los selectos

L. 12,

MUDANZA (cambio)

L. 12, n . 14

L. 49, n . 1

L.

L. 25-26

L. 23

n. l'd

NATURALEZA

y p erfecc ión

L.

4, n.

L. 12,

7

SS.

y

oración

L. 1 8 , n. 1 3

L . 50.

L.

opera.tum

ORACION

L. 30, L. 3 1 , L. 30,

pura continua

n.

10

n. 14 n. 2

n. 5 n.

7

n. 3

L . 3 1 , n. 13

L. 36, L. 30,

v irtu al nec esidad

L. 32,

n.

l

n. 2 n.

L . 32, n.

l 7

L. 35, n . 1 0

L . 33, n . 9

NOCHES

5. n . 1 0

L. 9 , L. 29,

o peran ti s

tiempo

L. 37,

n. 1 1

L . 55, n . 1 4

mental n. 1 1

NEURASTENIA

NIROS y perfecci ón

L. 14, n. 4

diabólica

OPUS

!O

L. 12, n. 1

n. 1 1

por contraste

reli g iosos

L. 37, n . 15 L. 36,

L . 56, n . 10

L. 56,

OBSESION

OFICIO divino

3, n . 5

L. 19, n.

NERVIOSOS

religiosos

sacerdotes

de director

y gracia

I

1

L. 30, n . 7

en la escuela espir,

MUNDO

. Jos

soluciones de Pío XII

n. 12

MOVIMIENTO del alma recto-oblicuo circular

contra la o bedi enc i a de

L . 1 1 , n. 1 2

ORACION mental materia de la . . .

L. 34 , L. 3 5 ,

L. 35, n. 9

cuA.ndo bien hech:l

n . 15 n. 2

místicas

L. 44, n. 10

duración

en la unión tra.sf.

L. 44, n . 11

lugar

L.

discursiva

L . 3 0 , n. 9

NORMAL

�-

con t emp . INFUSA

L. 45, n . 1 L. 45. n. 1 0

NOTAS espirituales

L. 3 5 , n. 7 L. 4 7 , n . 1 1

in g reso

OBEDIENCIA al director a

las inspiraciones

L. 5 3 , n. 1 2

L. L.

25, n . 5 15, n . 1 2

ID

en el matrimonio

L. 6 0 , n.

voto de obedecer al Dir.

L. 25, n . 1 2

del sacerdote

L. 5 1 , n .

del religioso

L. 54, n . 1 4

objeciones contra . . •

L . 56, n . 10

a

L. 20, n .

las

inspiraciones

!. . .

!O

ll 17

de simplicidad

L. 31, n.

v o c a l

L . 30, n . 2

L.

ORDENES religiosas

44,

n. 1 3

escuelas espirituales

L. L.

estado de perfección

L. 58, n .

8

L. 20,

8

aprobacl6n

NOVICIADO

35, n .

L. 3 1 , n . 1 1

y

fuentes

2. n . 9 3, n. 4

ORTODOXIA en las revelaciones

n.

PACIENCIA e n el matrimonio

cri stian a

PADRES de la Iglesia

e in tervención diabOl.

L. 60, n. 7 L. 60, n . 8 L.

2, n. 1 0

L. 17, n. 2


427

ÍNDICE DE MATERIAS PIEDAD filial

PASIVIDAD

L. 24. n. 4 L. 4 1 . n. 5

L.

43, n. 5

PAZ

y vocat:ión

POSESION diabólica

L. 53. n . 10

L. 1 8 ,

n. 13

PRECEPTOS

interior

L. 17, n. 17

en discreción de esp.

L. 20,

n.

9

y perfección

L.

7. n.

11

L.

4,

n.

10

PRELECCIONES PEGADO

L.

de Adán

y confol'midad

con Dios

L.

5. n. 7

1 0.

L. 10,

y consejos

venial. . . inevitable

L.

n.

10

7 , n. 1 1

L. 39, n. 2 L.

PECADORES

n. 6

1, n. 5

y dones L. 1 5 , n . 1 1 y contemplación INFUSA L. 42, n. 8

de Teol. espiritual

PRELUDIOS (oración>

L. 3 5 , n. 3

PREPARACION (oración)

L . 35, n.

PRESENCIA

de Dios

L.

de Cristo hombre

L. 8. n. 8

d e Mal'ia de la Infusa

en la Ascética

L . 57, n. 6

existencialista

L . 57,

L. 4 1 , n. 4

n. 3

PROFESION

religiosa en los

PENITENCIA

Sacramento de PERFECCION

L. 2 9 , n. 3 L. 5 . . .

c onc e p to

L. 52, n. 1

ab..o;oluta

L.

5. n . 1 6

relativa

L.

5, n. 16

medida de la

L.

6, n. 2'c

errores sobre deft nic t ón

n. 6

L. 22, n. 10 L. 43, n . 1 1

PELIGROS

obligación de

36,

2

L.

tender

perfección heroica estados juridicos de

L.

L.

6,

n.

3

6, n . 16

7 , n. 14

L. 49, n. 5 L. 52, n. 4

l. seculares

L. 5 3 , n. 1 5 L.

58,

n. 7

PROF· IOIENTES

L. 38-37

PR OGR E S O

L.

5, n.

17 f)b

espiritual

L. 38, n.

conocimiento del

L. 1 1 . n . 1 4

deseo del pasibilidad de

L. 1 1 . n. 1 4 3 9 , n. 1-3

L.

PRUEBAS

puestas por el Director

L. 47, n. 1 1

P S!COL OG I A

religiosa

L.

3 , n. 1 0

en Institutos seculares

L. 52, n. 7

de fenómenos crist.

L.

3 , n. 1 1

en el sacerdocio

L. 52, n. 10

anormal

L. 14, n. 1

y vid2. moderna

L. 56, n. 6

PERFE C TOS

conocimiento de llegar

y Don

de la Infusa.

fuente de espiritualidad L . 39, n. 10

L. 39,

n. 8

la v!da religiosa

L. 54, n . 3

L.

2, n. 9

L.

1 4 . n. 3

de int.ención

L. 36, n . 1 3

PURGACION

PETICION

en la oración mental

L. 35, n. 4

�u fruto

L. 49, n . 5

PIADOSAS almas

PSICOPATOLOGICOS PUR E Z A

PERSEVERANCIA en

PS IC OPATOLOGIC A

L. 38, n. 2

purtncactón de principiantes

L . 37,

n.

12

L. 47, n . 6"b L. 21. n . 9,3


ÍNDICE DE :MATERIAS

428 PURGATIVA

v!a

PURGATORIO PURIFICACION del alma

pasiva.

QUIETUD <reposo) (oración infusa)

SACERDOTE

L. 31. n. 3

su perfección

L. 43, n. 13

L. 37, n . 15 L. 37. n . 15 44, n . 5-6 L. 44, n. 1 3

SACRIFICIO de la Misa

L . 35, n. 5.

como fuente

L. 44, n. 13

REFORMA

proficientes REGLAS

de d i screc ión

de las religiones

L . 37, n . 15

L. 38, n . 4.

L. 20, n . 3 L. 54, n. 5

de lo espiritual

L. L.

L. 47, n. � - 1 1

REL IGION virtud de la RELIGIONES

y estado de perfección

RESPETO humano RESPONSABILIDADES en la perfección

REVELACIONES

L.

5. n . 16

L. 38, n. 8 . . . L . 5 2, n .

L . 57 . . . L.

23, n. 1 6

L. 2 1 , n . 1 7 L. 1 9 , n.

5

L. 15, n. 5

L. 20. n . 15 L. 46, n. 1 aprobación de la lgl.

del Evangelio

L.

2, n. 1 1

en Ja infusa

20. n . 7 L. 26, n . 8

L.

en discreción en el D ire c tor medida d e la

L.

propia

L. 21, n . 1 8

SANTOS

aprobación en la como modelo

L. L. cano niz . L. L.

Padres

SELECTOS 1

p erf ecc ión

y vida espiritual

' SENTIDOS guarda de

L. 1 6 . . .

L . 4 2 , n. 3

6, n . 6'a

2, n. 11 2 , n . 12 2, n. 9

22, n. 1 3

L . 18. n. 1 6

L. 17, n.

2

L. 48 . . . L. 49

L.

33, n. 5

L. 37, n . 14

SEj¡"ALES

de pasar a la contempl.

L. 35,

n.

12

d e prueba e n l a aridez

L. 33, n. 1 1 L. 3 3 , n. 12

de decainUent.o

L . 49, n . 4

de la contemplativa

L. 47, n . 9 . . .

SEPTENARIO en los Dones

SABIDURIA don de

L. 56, n. 1 6

L. 4 8 , n . 1 1

SANTIDAD

y obsesión errónea.

RELATIVIDAD

en la perfección

y estado de perfección

SANTAS Mujeres

3, n. 1 4

25, n. 4

2. n. 8

L. 19, n. 1

SANTA SEDE 1

sus escritos

RELACIONES escritas

L.

y esplritus

L. 33, n . 4

L. 38, n. 7

principian tes

L . 29, n. 5

SAGRADA ESCRITURA

L. 37, n. 14

infuso

L. 29. n. 2 L. 5, n. 9 L . 8. n. 1 0

L.

RECOGIMIENTO

de la mente

L. 52, n . 10 L. 25, n . 9

SACRAMENTOS

RAMILLETE espiritual

en la oración

L. 50, n.

su vocación como Director

SILENCIO

L. 16, n.

L. 42, n. 5 L. 33, n. 1 L. 38, n . 7'3


429

ÍNDICE DE MATERIAS

TRINIDAD Onhabitaciónl

SOLIDARIDAD de bJenes sobrenat.

L. 21, n. 7

en

la Infusa.

L. 43, n. 10 L. 44,

SOLTERIA

imitación de la

en el mundo SUJETO de la

perfec.

L. 1 2 ,

UNION

n.

con

L . 25, n. 5

al Director

L. 25,

SUPERIORES

y dirección

n. 4

espir.

L. 25, n. 10

rellglo......, bligac.

L . 57, n. 10

su conducta

L. 57, n. 10

Dios

L.

8, n.

c o n Cristo

L.

8 . n.

oración de . . .

L . 45, n . 5 ' d

extática

L. 44,

trasformante de co n tem. INFUSA UNITIVA

Vla

L. 45, n. 9'4 L. 47, n. 9

cicloide

L.

8. n . 7

n.

3

VARIEDADES

VENIALES pecados

L. 37, n. 1 L. 37, n. 1 1 L. 39,

inevitables

TEMPERAMENTO

n. 8

L. 44, n. 9

L. 37,

en la vida espiritual

TACTOS

místic os

2

9 , n. 3 ' 2

L. 59 . . .

L. 14, n . SUMISION

n.

L.

L. 14, n. 5

n.

2

L.

7, n. 6'd

L.

5, n. 8

VERBO DIVINO

y Redención

TENDENCIA a la perfección

L.

7 , n . 18

L. 54, TENTACION

n.

L. 17, n . 6

TEOLOOIA a scéti ca

y nústica

2

L.

moral

1 , n.

l.•.

pastoral

VIA

espiritual

L.

co ntemplat h·a

L.

45, n .

L . 47, VIADOR

n.

l

3

8

L.

6, n.

l, n . 4

VIDA

espiritual

5, n. 1 1

L . 3 7 , n . 3-4

sobrenatural

L.

L.

L.

interior

L. 38, n.

divi sión necesidad

L.

triple vida

L. 37, n . 3

conyugal

L. 60, n. 1 1

de estados de perfec.

L. 58. n . 9

ciencia Arte

esp iritual

TEST

pera

el carlcter

TIBIEZA

TIEMPO (oración)

L. 1 3 , n. 15

L. 33, n. 10

perfecta-or1genes

L.

COMUN -sacerdotal

L . 5 1 , n.

L. 37. n. 1 1

religiosa

L. 38, n. 3

en Ins. Sec ul . L.

L. 32, n. 7 VIDAS

TIPOLOGIA moderna carácter

15

L. 55, n. 2

L.

58. n.

4

2 , n. 12

fuentes d e espiritual. L. 12, n. 10

TRADICION

contemplativos

L. 47, n. 7

VIRTUDES

te ológica

experimental

de Santos

48, n . 12

L.

3 , n . 12

teol ó gicas

L.

7, n . 2

morales

L.

7 , n. 4


ÍNDICE DE MATERIAS

430

VIS!ON de Dios

en la

vía

VISIONES intelectuales

VOCACION a la. JJerfección

L. 42. n. 7 L. 43. n.

L. 2 1 . n. 9·3

L. 19, n. 6 L. 46, n. 6

L . 10, n . 1 1

a ser Director

L. 25, n.

a la contemplación.

L. 45

al sa.cerdoclo a

la vida religiosa

su examen médico

6

L.

1

1

1

1 1

VOLUNTAD divina.

beneplácito -signo L.

manifestada por Direc.

L. 25, n. 8

VOTO de obedecer al Direct. castidad en religiosos

L. 53 L. 14, n . 8

A.

M.

d Subdiá.

L. 25 .

n. 1 2

L. 50, n. 7 . . . L.

54, n. 10

VUELOS del espíritu

SO

!O, n . 6

permitente

D.

G.

L 46, n.

1


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