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Barattieri mezcla diseño, artesanía y paisaje ibicenco
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De par en par. El salón se abre al jardín por los cuatro costados.
En el porche exterior, dos preciosas butacas gemelas vintage Bonacina, y al borde de la piscina, tumbonas de fibras, de Sika.
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DONDE TODO
FLUYE Entre el cielo y el mar Caribe, esta casa situada en Punta Cana es el paradigma de la felicidad. Bruno Moinard Editions firma un interiorismo exquisito de aire sesentero y con un inconfundible sello francés.
REALIZACIÓN: LORETO LÓPEZ-QUESADA/FOTOS: MONTSE GARRIGA. TEXTO: MÍRIAM ALCAIRE.
Barra de bar con sabor retro. En un extremo de la palapa se ha construido un bar sesentero. Bloques de hormigón y estructura de obra componen el diseño, se acompaña de unos taburetes de caña, de Tinekhome.
Refugio bajo el sol. Rodeada de palmeras y junto a la piscina con el vaso revestido de blanco para evocar las blancas playas cercanas, la palapa de madera y palma se ha convertido en el centro del jardín. Cuenta con varias zonas de estar y es el perfecto chillout tras el baño.
La curva es bella. El orden, la luz y las formas amables hacen híper acogedor el estar, enmarcado por una alfombra de Geoffroy Van Hulle. Los sofás semicirculares Paris Paname abrazan las mesas de centro. Son diseño de Bruno Moinard para Roche Bobois, con tela de Gancedo. Al fondo, en la mesita-velador de la izquierda, jarrones de Gilles Caffier.
Aveces, la realidad supera todas las expectativas. Así ha sido en esta casa, que parece sacada de un catálogo de sueños: rodeada de jardines tropicales, playas de arenas blancas, campos de golf y con unas vistas extraordinarias... Se trata de una mansión familiar, en la que sus propietarios pasan temporadas de cuatro o cinco meses, compartiendo su tiempo con hijos, nietos y amigos.
Construida en 2018 por la empresa DUPLA, según proyecto de los arquitectos Mario & Jeannette Desangles, es un edificio luminoso, revestido de piedra clara. Su planta abierta, con amplias habitaciones dispuestas alrededor de un patio protegido del viento y con galerías a salvo del sol, permite, sin embargo, que la brisa viaje a través de las habitaciones. Todo un lujo en los sofocantes veranos de Punta Cana. El edificio está inmerso en una naturaleza pletórica,
frondosa, que se cuela en el interior por los sucesivos porches y atrios y es una foto fija desde cualquier ámbito privado. Rosangela Bobea es la artífice de ese paisajismo de potencia escénica selvática y desbordada, y en realidad perfectamente ordenado.
Del interiorismo se encargó al equipo de Bruno Moinard Editions, que planteó una decoración exquisita, luminosa y alegre, en simbiosis con el entorno. Presente están en todos sus trabajos el amor por la luz, las líneas simples y fuertes, la transparencia y la esencia de las cosas. Guiado por los materiales dominantes en la vivienda -la piedra Coraline y Kalissa-, se optó por la claridad de un off-white en las paredes interiores para dar continuidad y perspectiva, que la iluminación artificial -realizada por MAVA- refuerza exponencialmente. La sensación de fluidez es formidable: los espacios apenas pesan. Los muebles de madera y fibras vegetales (ratán, caña...), los textiles con estampados botánicos y geométricos, y ese mix de piezas antiguas y actuales, de obras de arte contemporáneo y de artesanía tradicional, envuelven la deco de expresividad y de un mestizaje tan dinámico como refinado. Homenaje especial se rinde al objeto hecho a mano, a la cerámica. En todas las habitaciones puede verse una muestra de ella: mesas con encimeras decoradas, jarrones y cuencos de colores vibrantes formando bodegones artísticos sobre una mesa, una librería o directamente en el suelo. Esta riqueza decorativa, este mix & match tan envolvente hace que las enormes superficies abiertas se tornen en espacios íntimos y muy personales. Minimalismo cálido, sobriedad sin austeridad, elegancia y atemporalidad. Bruno Moinard enumera las reglas estilísticas que se repiten en sus proyectos... Tampoco faltan en esta casa. Pero hay que añadir un plus que la hace muy especial, el ritmo caribeño... •
BRUNO MOINARD
EL CHARME FRANCÉS
Arquitecto, escenógrafo, diseñador, dibujante...
De mirada caleidoscópica, Moinard ha ganado un prestigio respaldado por un currículo impresionante. Ha trabajado para museos, boutiques de lujo, hoteles... En 1995 funda 4BI & Associés, su propia agencia de diseño de interiores, y en 2014 Bruno Moinard Editions (brunomoinardeditions.com ) lanza la primera colección de muebles y abre galería en París. ¿Un sello inconfundible? La sutil, elegante y refinada -pero cálida- integración de la cultura francesa en cada una de sus creaciones.
En una perspectiva sin fin, espacios interiores y exteriores se encadenan de forma natural. En primer término, brillante bodegón de cerámicas vintage, de Accolay, sobre una de las mesas de madera del salón. Se adquirieron en Van Rossum. Al fondo, dos maceteros con pedestal fabricados en ratán dan paso a otra de las salas. Son de Atelier Vime.
Derroche de claridad. La caja de la vivienda refleja y multiplica la luz. En la antesala al salón, una mesa de resina blanca, de Geoffroy Van Hulle, preside el espacio. Sobre ella, objetos cerámicos con formas orgánicas, de la firma Fos Ceramiche, añaden chispazos de color.
Fuentes en forma de acequia y una vegetación desbordante flanquean el paseo hasta la entrada. Dos tipos de piedra, Coraline y Kalissa, revisten los espacios exteriores e interiores de la casa, la fachada, el patio, los pavimentos y los baños.
LA EXUBERANTE VEGETACIÓN COLONIZA CADA ESPACIO DE LA CASA. FORMAS ESCULTÓRICAS Y MIL MATICES DE VERDE REAFIRMAN SU IMPRONTA CARIBEÑA
Alrededor de la mesa. El orden visual es de una armonía exquisita en este comedor al aire libre. El eje central es la mesa rectangular, de Paola Lenti, rodeada de sillas de forja, de la firma Hervé Baume. A los lados, macizos de plantas y palmeras son el contrapunto refrescante.
LA LIGEREZA SE RESPIRA EN EL AMBIENTE. MATERIALES Y COLORES NATURALES CREAN ATMÓSFERAS EN CALMA
La paleta cromática , plena de verdes, azules y maderas, imita a los colores de la naturaleza siempre presente a través de ventanales protegidos por cortinas, de la firma Bruder. Los taburetes de madera petrificada son de Indosign. El arte se integra como un elemento más en esta simbiosis estética. Destacan en la pared del fondo tres cuadros de Benoît Averly. A la derecha, una zona de tertulia equipada con sofás del diseñador Axel Vervoordt y tapicería de Geoffroy Van Hulle. Las mesitas de café con tapas decoradas son de Paola Lenti, y las sillas de ratán, modelos vintag es. Junto a la puerta, librería de Geoffroy Van Hulle.
Piezas de autor. Ilumina la mesa del comedor, de Heerenhuis, una lámpara de papel maché firmada por Isabelle de Borchgrave. Las sillas de los 50, de Geoffroy Van Hulle. El aparadorvintage se compró en un mercado de antigüedades parisino, y sobre la pared, obras de Benoit Averly.
Mix and match. La cocina sigue la misma línea decorativa del resto de la casa. Materiales naturales y una mezcla de muebles contemporáneos y retro, como la isla central que acoge también armarios de almacenaje. Sobre ella, lámparas, de Gervasony, recuerdan medusas flotantes. Los taburetes son de Alki.
ESTAMPADOS VIBRANTES Y PIEZAS RETRO VISTEN EL DORMITORIO: EL LOOK VINTAGE LO LLENA DE ENCANTO
Dormir, leer, trabajar... La cama preside el dormitorio, alfombrado con un modelo de Nani Marquina. A los pies, puf, de Tinekhome, tapizado con tela, de Gancedo, al igual que el sillón, y detrás de éste, espejos, de Atelier Vime. La mini librería y la lámpara de pie se compraron en un mercado parasino. Junto al ventanal, escritorio de Ercol con silla Thonet. La luminaria es de la firma Aromas, y el gueridón, de Geoffroy Van Hulle. El arte lo ponen los cuadros de Marielle Guéguan. El cuarto de baño, con revestimiento continuo en suelo y paredes, sanitarios blancos y cabinas de cristal ofrece un look impecable.