Historia de vida
Nombre estudiante Olga Faustina Quej Bin
Programa educativo Me Educo
Etapa Primera Etapa Primaria Acelerada
Comunidad Aldea Mocohan
Municipio Purulhá
Departamento Baja Verapaz
Historia:
Olga Faustina Quej Bien nació el 23 de agosto de 1970, tiene 54 años, reside en Aldea Mocohan, municipio de Purulhá. Su infancia estuvo marcada por la tristeza y la injusticia. Su padre, con ideas tradicionales y limitantes, le negó la oportunidad de estudiar simplemente por ser mujer. Le dijo a su madre que Olga no necesitaba educación, sino aprender las tareas domésticas: tortear, lavar, cocinar y limpiar la casa. También debía llevar comida a los trabajadores y aprender a tejer para ayudar económicamente a su futuro esposo. Estas palabras resonaron dolorosamente en el corazón de Olga durante años, privándola de sus sueños y aspiraciones.
Con el paso del tiempo, experimentó las dificultades al no saber leer ni escribir. Sufrió engaños y estafas que la lastimaron profundamente, pero que también encendieron en ella una chispa de determinación, decidió que era el momento de cambiar su destino. Con valentía y esperanza, Olga tomó la decisión de volver a estudiar, su deseo de aprender a leer y escribir, de conocer las letras y los números, se convirtió en su fuerza motriz. Quería protegerse y empoderarse, asegurándose de que nadie más pudiera aprovecharse de ella.
Hoy, Olga rebosa de alegría y orgullo. Ha logrado aprender a leer y escribir, aunque aún le cuesta un poco. También está familiarizándose con los números. Su corazón se llena de emoción al ver suprogreso.Graciasalprograma recibiólosútiles escolaresnecesariossintenerquegastardinero, lo que le permite seguir apoyando los estudios de su hijo. La historia de Olga es un testimonio de superación y esperanza. A pesar de los obstáculos y las limitaciones impuestas por su entorno, encontró la fuerza para perseguir sus sueños de educación. Ahora, con cada letra que escribe y cada número que aprende, Olga no solo está cambiando su vida, sino también inspirando a otros a luchar por sus propios sueños, sin importar la edad o las circunstancias. Su gratitud hacia Fundación Ramiro Castillo Love es inmensa, pues le ha dado las herramientas para construir un futuro más brillante para ella y su familia.