DENIS ARCE MORALES: EL DIPUTADO DEL PUEBLO LA VOZ DE LOS QUE NO TIENE VOZ Soy un hombre de familia que desde niño mi MADRE, que fue mi ángel protector, me enseñó a ser solidario con el prójimo y desde muy joven me he dedicado a servir a los demás y dejar en alto a mi comunidad, mi provincia y mí país. Desde temprana edad me di cuenta que en nuestra sociedad habían personas indefensas, vulnerables, frente al Estado y otros sectores de la sociedad, que no podían hacer sentir sus necesidades y opiniones y este fue el motivo que me impulsó a convertirme en LA VOZ DE LOS QUE NO TIENEN VOZ. Como educador he tenido la oportunidad de orientar, por el camino del bien, a muchas generaciones de jóvenes. A inculcarles principios y valores, como son: La honestidad, la responsabilidad, el respeto, el amor a los padres y a la familia, el trabajo, el deporte, la vida sana, pero sobre todo el amor a DIOS. Como hombre público, en mi condición de director de instituciones públicas como el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA); Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA); Dirección Regional de Educación; y como Director del Centro Regional Universitario, he tenido la oportunidad de tocar, para bien, muchas vidas. Como diputado, siempre he estado al servicio de mi comunidad y de los mejores intereses de mi provincia y de la patria. Soy un convencido de que sin democracia
no hay progreso y que el progreso solamente es real si contribuye al bienestar de los más necesitados. Parafraseando al papa Francisco: “Hay que preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente, por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles”. Con este pensamiento de solidaridad con el prójimo y amor a DIOS, hemos conducido nuestra vida y es lo que le hemos inculcado a nuestros hijos: humildad y amor al prójimo. Nuestra prioridad han sido los niños y los jóvenes. Hoy día vivimos en un mundo convulsionado donde nuestra juventud requiere ser educada con la fuerza del ejemplo. Ejemplo que deben dar los padres, líderes religiosos, empresariales, comunitarios y políticos. Siempre a nuestra juventud y a nuestra comunidad le estaremos ofreciendo más deporte, más salud, más educación, más vivienda y más recreación. Y seremos implacables contra la corrupción, el vicio y los antivalores. Nuestra niñez y juventud merecen algo mejor. Mi rol como diputado es crear condiciones para que David siga siendo una sociedad sana, trabajadora y próspera, al servicio de los más necesitados, donde podamos decir, con orgullo, como el insigne poeta Santiago Anguizola Delgado: “Mi gloria mayor es ser chiricano, meto”.
“POR UN PANAMÁ MEJOR, JUAN CARLOS NAVARRO, PRESIDENTE”