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Sociedad de Beneficencia de Damas Portuguesas llama a los jóvenes a colaborar
SERGIO FERREIRA / CON LUSA
La Sociedad de Beneficencia de Damas Portuguesas hizo un llamado a los luso-descendientes para que se unan a esa institución que atiende a portugueses necesitados que viven en Venezuela, un país donde cada vez más compatriotas suyos necesitan ayuda.
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“Necesitamos nuevas personas para trabajar en la Beneficencia. Llamo la atención de los jóvenes porque necesitamos caras nuevas y los jóvenes están un poco distanciados. Les pido, de corazón, que se unan a nosotros, que trabajen por la Beneficencia, porque es muy bonito hacer el bien a los necesitados”, dijo su presidenta.
Fátima Pita hablaba con la agencia de noticias Lusa durante el Almuerzo de Primavera, el primer evento de recaudación de fon- dos de 2023, que reunió a varios cientos de personas en el Centro Portugués de Caracas.
“Hay que experimentar. Y lo digo por mí, porque cuando empecé en la Beneficencia no tenía ni idea de lo que era trabajar, hacer beneficencia. Y me siento muy bien, muy satisfecha, de poder ayudar a tanta gente que lo necesita. Así es como me siento, hay que estar allí para saber lo bien que te sientes”, subrayó.
Fátima Pita precisó que lleva siete años como presidenta de las Damas, y que ella misma espera que la sustituyan pronto, “porque ya son unos cuantos años y la gente se cansa de ver la misma cara”. También explicó que todos los meses ayudan a 90 familias portuguesas necesitadas -unas 300 personas- con una cesta de diez productos básicos, además de sopa para el grupo familiar.
La ayuda, dijo, también incluye ropa, análisis clínicos y “medicamentos, siempre que las personas presenten una receta o un informe médico”. Las mujeres pasan consulta ginecológica, y pronto los hombres también podrán ir al médico con ayuda de la organización.
“Cada vez llama más gente a nuestra puerta. Son personas mayores que emigraron a este país hace muchos años, con muchas ilusiones”, dijo, y añadió que todos fueron a Venezuela “con la ilusión de progresar en la vida, pero lamentablemente muchas de estas personas no tuvieron ese privilegio de progresar, de destacar”.
Fátima Pita también advirtió que los portugueses que llaman a la puerta de la Beneficencia lo hacen “con mucha tristeza, con mucha vergüenza de pedir”.