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BURSINIA
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Pez, Leonardo Bursinia. - 1a ed. - Santa Fe : el autor, 2014. 44 p. ; 18x15 cm. ISBN 978-987-33-6493-8 1. Poesía Argentina. I. Título CDD A861 Fecha de catalogación: 01/12/2014 Diseño y Maquetación: Corteza ediciones Interior: obra 80 gr. Tapa: cartulina 250 gr. Fuente: Alegreya y Alegreya sans de Juan Pablo del Peral SIL Open Font License, 1.1 Ilustraciones: Leonardo J. Martin Corteza ediciones Editores: Gerardo Ocampo, Martina Ramírez, Carlos Augusto Rozzatti, Sofía Storani y Gonzalo R. Vega. Contacto: cortezaediciones@hotmail.com Bursinia de Leonardo Pez publicado por Corteza ediciones se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional. Esto significa que no se puede hacer un uso comercial de la obra original ni la generación de obras derivadas. Este libro ha sido elaborado con la ayuda financiera del Gobierno de Santa Fe en el marco del Programa Ingenia. Su contenido es responsabilidad exclusiva de Corteza ediciones y en ningún caso se debe considerar que refleja opinión del Gobierno de Santa Fe.
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BURSINIA Leonardo Pez
Corteza ediciones
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Prólogo
~ Alfredo Di Bernardo Los textos que conforman Bursinia, ¿son poemas, son prosas poéticas o son relatos escritos en forma vertical? Los personajes y situaciones que los pueblan, ¿constituyen alegorías o son sólo el fruto de una portentosa y desbordante imaginación? Bursinia es un libro incómodo para quien pretenda hacer pie en él munido de certezas, ya que esquiva jabonosamente varias jaulas conceptuales. De lo que no cabe ninguna duda, es de que en sus páginas fluye la poesía. A golpes de lenguaje, Leonardo Pez abre una brecha en nuestra percepción habitual de las cosas y nos sumerge en un microcosmos singular cargado de melancólicos prodigios. Y aunque las palabras que elige para dibujarlo nos generan cierto grado inicial de extrañeza, una vez inmersos en él empezamos a descubrir que esa aldea imaginaria, aparentemente tan distinta a nuestro mundo cotidiano, no es tan ajena a nosotros como creímos al principio.
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a Agustín y Lucía, fueguitos que colorean el alma
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Bienvenida Heme aquí, notables lectores, mi nombre indecible es, por eso me llaman Conde, Conde de Varulírov. Luego de viajar millas y millas, de atravesar mares, montañas e ideas, he arribado a un pequeño paraíso. Lo llamé Bursinia y decidí que fuera una aldea. Cuando puse mis pies allí, descubrí que podía ser feliz contando historias. Tomen, lectores, estos doce o trece caminos como una ofrenda de amor hacia el universo todo, y hacia Bursinia, capital de mis deseos. conde de varuLÍrov
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0/Refutando a Marosa Dentro de la cama yo ofrezco mi pequeña ostra, pequeña, oval, ribeteada de coral, por donde Juan lleva y hunde su puñal. Que me parte en dos. Después yo lo abrazo. Como si no me hubiera querido matar. Marosa Di Giorgio
No basta con el puñal y la ostra para engendrar una nube. La piel es para quien habita una trinchera de noche. El norte de los deseos no nace de la carne, sino de la leche. El varón y la mujer, cuando aman, producen una leche diferente. Su color no es blanquecino, ni se le parece. El amor, dicen, tiene esas cosas. Pero también tiene de las otras. Y no me refiero a un simple puñal y una simple nube. Estoy hablando, quizá, de la ficción de los amantes. De esa misteriosa ensoñación por la que el hombre se erige en otro hombre, se despega de ese primer hombre como una sombra insurrecta,
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y va en busca del súcubo anhelado desde los albores de su humanidad. Luego del coito, llegará el invierno. No habrá más nubes ni recuerdos.
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1/Casuarina La maquinaria de los presagios estaba activada: encendida: a punto. Luisa, si ése era su verdadero nombre, reciénvenida del parque público. Los gatos en los matorrales desovando la posible emergencia de la noche. Toda una comunidad, enlazada en el mismo suspiro, se disponía ante el evento. Los primeros gemidos, el primer latido, la reincidencia del error. La maquinaria de los presagios estaba activada: encendida: a punto. Pero parece que con eso, simplemente con eso, no bastaba. Los niños y las niñas de Bursinia decidimos dar por terminado el asunto, la jornada. Todos, excepto Luisa, la reciénvenida al viento. —Debemos esperar. Aún no bajó el hijo del hombre. Vendrá volando y lanzará fuego por la boca, como un dragón de dios. —jajaja, respondíamos a coro. Un día o dos más tarde se cumplió la profecía de la niña de algodón. Un joven adusto y afable, de abundante sonrisa, de luz y de sombra. Montado en una nave cobriza, borrosa, con dos ojos atrapasueños, y el nombre de una patria adormecida, lejanísima. —Ven, niña, ¿qué esperas? Y Luisa se aprontó a subir en el lomo de ese hombre de miel. Antes de llegar a destino, él logró bautizarla con un poco de crin del dragón —a cada paso más equinoforme—.
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—Serás ungida bajo el nombre de Casuarina. En adelante, esa será tu túnica y tu infancia. Habrás nacido de mí y de la historia. Entonces sí: Casuarina. La que antes fuera equívocamente glosada Luisa, la reciénvenida, la niña de algodón y de certeza, de la que manarían eternamente los líquidos nupciales de los presagios.
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Leonardo Pez Santa Fe, 1986 Leonardo es un exponente ariano, hijo de madre alemana y padre árabe. Escribe poesía, estudia comunicación, incurre con frecuencia en la radio y en cierta clase de fanatismos tales como la natación, el fútbol (Colón) y el vino blanco. La historia oficial dice que: «Es autor del libro Querés un mate? Diálogos e-pistolares (Ediciones UNL, 2012). Ha obtenido distinciones en certámenes literarios provinciales, nacionales e internacionales. Algunos de sus textos han integrado antologías nacionales e internacionales». Su casilla de e-mail no es nada original: leonardopez@gmail.com
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Bursinia de Leonardo Pez se diagramĂł y se comenzĂł a imprimir en Corteza ediciones
Santo TomĂŠ | A rgentina noviembre
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