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Los besos y los dĂas ~
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Picciola, Natalia Melisa Los besos y los días. - 1a ed. - Sauce Viejo : el autor, 2015. 34 p. ; 17x14 cm. isbn 978-987-33-8274-1
1. Poesía Argentina. I. Título cdd a861
Fecha de catalogación: 22/07/2015 Colección Chicharra • Poesía
Diseño: corteza ediciones | cortezaediciones@hotmail.com Interior: obra 80 gr. | Tapa: cartulina 250 gr. Fuente: Alegreya y Alegreya sans de Juan Pablo del Peral SIL Open Font License, 1.1
isbn 978-987-33-8274-1
Los besos y los días de Natalia Picciola publicado por Corteza ediciones se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-Sin Derivar 4.0 Internacional. Esto significa que no se puede hacer un uso comercial de la obra original ni la generación de obras derivadas.
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Los besos y los dĂas ~ Natalia Picciola
Corteza ediciones
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Al dolor, mi maestro
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Prólogo
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Larisa Cumin
Los días / los besos / los días y los besos otra vez Los días de Natalia y todo eso que pasa durante el temblor de una cotideaneidad desacomodada: el relato, la crónica. Los besos en la boca a esa realidad que se le echa encima: la lengua, la poesía. Natalia problematiza en este libro las escrituras. Las observa, las dice, las cuestiona sosteniendo el lápiz en alto para afirmar el lugar (im)posible de la escritura poética. Escribir con dolor contra el dolor, escribir como una forma de sanar, escribir para marcharse de ciertas esquinas, como estorbo a aquellos discursos que nos relegan a ser un número, una máquina o un pronóstico, escribir con placer; escribir para decirse, más allá de lo probable, escribir como lectura, escribir como acto irreverente, única forma de vivir.
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Perspectiva
Los lugares terribles tienen 1×1 y una silla maltratada, que es lo único que cabe. En los lugares terribles es difícil caminar, porque el suelo está cubierto de revistas viejas y baratas. Nunca las leo, porque pienso que son una trampa: la comida para ratones atrapados en lugares terribles. No tienen ventanas… o no se ven, que es lo mismo. Cuando estoy en uno de esos, hay dos cosas que no puedo evitar: sentarme y leer una y otra vez las marcas de dolor que deja la gente en las paredes de madera ((yo nunca escribí en una de esas, no me sale escribir ahí —pienso)). Sólo a veces, corro la mirada del lugar obligatorio ((mirar para arriba siempre es una opción)). Sólo a veces ((en días de sol, llenos de manos)) me atrevo a pararme. Me apoyo contra una de las paredes de madera, sobre las marcas milvecesleídas. Sólo a veces, descubro ventanas en los lugares terribles: muchas, con cielo. Y casi nunca, del otro lado, hay un cuento. Toda experiencia consta de dos partes: la negación y la aceptación. Memoria y olvido son los mecanismos que la hacen posible. El recuerdo es la estrategia feróz de la identidad.
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«Lo único real es el movimiento»
Severo Sarduy, Escritos sobre un cuerpo.
un suero para conversar el dolor un pájaro para despertar al árbol muerto una sala de espera para imaginar el paraíso un verbo en infinitivo para ganar lo único real es el movimiento
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Dragón a mi tía gemela, Nancy Roselló.
Los días nuevos tienen forma de Dragón. Huelen a ceniza recién muerta, a grieta estallando. Cuelgan de un hilo, pero arden.
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Natalia Picciola Santa Rosa de Calamuchita, 1985
Nació en las sierras de Córdoba en 1985, pero desde muy pequeña creció en las calles de Santoto. Sus primeros pasos en la escritura los dio gracias a su abuela, que tenía muchos libros y le contagió su magia. Hace algunos años trabaja como educadora en ámbitos formales e informales... y aunque es Profesora de Letras hasta ahora no es «la vieja de lengua» en ningún lado. Hace poquito se animó a compartir sus palabras, que siempre la acompañaron. Publicó un libro de escritura colectiva con niños llamado Los Comelibros. Vivió una aventura de varios meses en el sur de México, donde consiguió casi hablar la lengua maya tseltal y leer su extensa narrativa poética, campesina e indígena. También participó de una antología de Escritores Santotomesinos, publicó algunos artículos para la revista digital El Mango del Hacha y Rojo y Negro de la ciudad de Santa Fe y una pequeña llamada Almena con Ediciones La Gota. Si no pueden esperar para leer más y más, tiene un blog —nataliapicciola.wordpress.com— con algunas de sus historias. Recién ahora esta empezando a saber cómo nacen las estrellas, de esas que traen princesas adentro.
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Gracias a los compaĂąeros de Corteza Ediciones por el trabajo, a mis amores eternos y fugaces por los besos, a mi familia y amigos por los dĂas, a la enfermedad por el camino marcado, a la Revuelta por su revoluciĂłn permanente.
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Los besos y los días de Natalia Picciola se diagramó y se comenzó a imprimir en Corteza ediciones
Santo Tomé | A rgentina Agosto 2015
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