Historia del un clásico

Sofá Lota

Diseñado en 1924 por la irlandesa Eileen Gray, este sofá amplio, de dos puestos que invita a la relajación, se convirtió en una obra maestra de la diseñadora y en un clásico del diseño.

Redacción Casas. Retrato: Getty Images

Eileen Gray (1878-1976)

C

onsiderada una de las arquitectas y diseñadoras más importantes de mundo, la irlandesa Eileen Gray fue una revelación para su tiempo. Muchos consideran que no recibió reconocimiento suficiente, considerando su gran trayectoria y aporte, y es probable que tengan razón y que haya sido su género lo que la ha invisibilizado, por decirlo de alguna manera. Sin embargo, la potencia de su obra en cientos de proyectos y en el diseño de mobiliario marcó una estética particular que tiene vigencia hasta hoy. Su obra expresa los ideales modernistas y del estilo art decó y su independencia la posicionó muy alto; la historia le hizo justicia. En 1924 diseñó el sofá Lota, un cómodo mueble de dos puestos amplios, ideal para relajarse y para trabajar. La base y el respaldo están completamente tapizados y descansan sobre patas de madera torneadas. El sofá se caracteriza por sus cojines rellenos de plumas y un colchón de espuma como asiento. El portal arteac.es señala que si hubiera que encontrar la afinidad artística de Eilee con otros, probablemente se encontraría cercana a las concepciones de Le Corbusier, Mes Van Der Rohe o Charlotte Perriand. Su propuesta, revolucionaria para la época, echa mano a las formas geométricas y a materiales industriales como el acero y el vidrio, alejándose así de lo convencional. Eileen, que nació en una familia adinerada de la ciudad de Enniscorthy en Wexford, Irlanda, vivió una infancia muy estimulada desde las artes; su talento fue percibido tempranamente por sus padres, que la inscribieron en la Slade School of Arts de Londres y viajó permanentemente enriqueciendo su visión y su estética. El sofá Lota es solo una de las obras de este emblema del diseño. El sofá Bibendum, la silla Transart, la mesa E1027, la silla Bonaparte o el sofá Piragua hacen parte de una interminable trayectoria de belleza y confort.