VIII Foro Centroamérica Vulnerable, ¡Unida por la Vida! Ciudad de Guatemala, 13 y 14 de Julio 2017
DECLARACIÓN DE MUJERES Reunidos los movimientos sociales, ambientalistas, defensores y defensoras de derechos humanos, colectivos de mujeres, pueblos indígenas entre otras expresiones organizadas participantes del VIII Encuentro Centroamérica Vulnerable “Unidos por la Vida”, en el que hemos tenido la oportunidad de analizar el contexto de deterioro de nuestros recursos naturales en el marco de la Agenda 2030 y la creciente amenaza a nuestros medios de vida en la región, las mujeres en nuestra diversidad nos expresamos preocupadas por: 1. La poca participación de las mujeres en las estructuras políticas de conducción de los Estados y de organizaciones de la sociedad civil. Nuestra participación se observa limitada y aun no llega al 30% en estructuras de dirección afectando las posibilidades de fortalecer la ciudadanía de mujeres urbanas y rurales a nivel comunitario y por ende en los espacios de articulación de los movimientos sociales y ambientales, como por ejemplo, los Foros Centroamérica Vulnerable. 2. Los avances del deterioro ambiental y la creciente pobreza en Centroamérica coloca a poblaciones urbanas y rurales, productoras y no productoras, particularmente mujeres y otras poblaciones en alto riesgo social. 3. Las mujeres somos criminalizadas ante la falta de políticas de atención de la natalidad eficaces y libres de estigmas sexistas y de educación integral en la sexualidad que ubican a las niñas y mujeres en el desconocimiento total de sus cuerpos y falta de autonomía en el control de sus capacidades reproductivas, contribuyendo así al incremento de la presión poblacional y por ende sobre nuestros recursos naturales contribuyendo al cambio climático. 4. El modelo de desarrollo de la región basado en el extractivismo, agricultura de subsistencia, excluyente, dependiente de la agroindustria, así como de la inyección de recursos externos vía remesas; basado en la importación de bienes de consumo y promotor de ciudadanía de mercado afecta particularmente a poblaciones altamente vulnerabilizadas por la contaminación y explotación laboral a las que se ven expuestas, incrementando en las mujeres el tiempo para el cuidado de otras y otros. Ante las situaciones antes descritas demandamos: Construir modelos alternativos de movimientos sociales y ambientales, donde la capacidad de resiliencia de poblaciones indígenas, afrodescendientes, migrantes, con discapacidad y LGTBI alimente nuestros marcos comunes de acción desde los cuales las personas en todo su ciclo de vida y en su diversidad sean igualmente protegidas por los Estados de la región y reconocidas por nuestras agendas de trabajo y reivindicaciones. Trabajar por su empoderamiento e inclusión irrestricta debe constituir una apuesta política prioritaria a atender, visibilizar y organizar por parte de los movimientos ambientales y sociales
Promover activamente la búsqueda de modelos desarrollo en la región donde la autonomía de las personas sobre sus cuerpos y medios de vida sea el paradigma que nos guie, y desde el cual se defienda el derecho a elegir modelos sustentables, basados en la comunidad y que utilicen racionalmente los bienes naturales de nuestros países. Que los Estados y gobiernos centroamericanos terminen con todas las formas de criminalización de la acción ciudadana, incluidas las protestas y que respeten el derecho a defender derechos por la preservación de los territorios, el agua, el bosque, la vida y de nuestros cuerpos. Que los países con inversiones en la región, sean estas públicas o privadas, como por ejemplo la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, China, Rusia actúen respetando los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de Naciones Unidas, sancionando en sus países de origen las violaciones cometidas en los países donde intervienen. Nos pronunciamos porque organizaciones de la sociedad civil, sus espacios de articulación y de la cooperación asuman con coherencia y responsabilidad la búsqueda de estrategias de trabajo que permitan fortalecer la organización y el liderazgo de las mujeres en su diversidad alejadas de prácticas utilitarias. Hacemos un llamado a la cooperación internacional para la dotación de recursos técnicos y financieros manejados por y para las mujeres, que permitan fortalecer su autonomía económica. Finalmente denunciamos la campaña de acoso, difamación, criminalización y judicialización desde los aparatos estatales en contra lideresas defensoras de sus territorios. Condenamos el incremento de los femicidios/feminicidios en Centroamérica que la convierte en una de las regiones más violentas del mundo. Rechazamos los marcos jurídicos basados en el sexismo que limitan los potenciales y autodeterminación de las mujeres sobre sus capacidades reproductivas y que refuerzan los paradigmas patriarcales, misóginos y fundamentalistas.
¡Mujeres unidas por la Vida!
Dado en la ciudad de Guatemala, Guatemala el día 14 de julio del año 2017