Revista Especializada Concertando Edición #8

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CONCERTANDO REVISTA ESPECIALIZADA DE LA CRGR

Sociedad Civil en el marco de

VI PLATAFORMA RRD EN LAS AMÉRICAS EDICIÓN 08 • JULIO 2018


CRÉDITOS EDICIÓN 08 • JULIO 2018

STAFF DE ESCRITORES/AS COCIGER-GUATEMALA MPGR- EL SALVADOR

Wendy Ávila / Guido Calderón Breny Herrera

MNIGR- HONDURAS

Juan Gabriel Mendoza

MNGR- NICARAGUA

Denis H. Meléndez

CRGR- CENTROAMÉRICA

Magdalena Cortez Wilson Galo Flor del Carmen Gámez Rodrigo Escobar Graciela Colunga

INVITADOS/AS ESPECIALES Fundación Bill & Melinda Gates - Pilar Pacheco Crescendo International - Enrique García DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN CRGR CENTROAMÉRICA - Zaira Catota CORRECCIÓN , REDACCIÓN Y ESTILO CRGR CENTROAMÉRICA - Zaira Catota FOTOGRAFÍAS CRGR CENTROAMÉRICA, Mesas Nacionales. REVISIÓN CRGR CENTROAMÉRICA, Flor del Carmen Gámez


CONTENIDO

04 Editorial 05 Un mensaje desde la zona 21 07 Impacto de la sequía en la vida de las mujeres rurales 09 Centroamérica antes y después del Huracán Mitch 11 Todas las personas tenemos derechos humanitarios 13 El papel de la Sociedad Civil en la PR18 15 Resiliencia Comunitaria 17 El gran reto de la PR18 18 Mujeres alzan su voz 19 La tarea de fortalecer el liderazgo humanitario local 22 Fortalecimiento de redes para la GRD en LAC

CRGR Copy 2018 www.crgrcentroamerica.org


Editorial La Concertación Regional para la Gestión de Riesgos -CRGR- en Centroamérica, visualiza las plataformas globales y regionales como un espacio importante para incidencia y cabildeo de las propuestas que emanan de las comunidades. Es importante destacar que cada vez es más frecuente hacer escuchar la voz de la sociedad civil en estos espacios, con diferentes matices, límites y hasta obstáculos, pero también es importante señalar que cada evento son más liderazgos que se han sumado a los eventos oficiales o paralelos para posicionar el tema y destacar a Centroamérica como una región vulnerable, pero resiliente y con capacidad acumulada para responder ante situaciones adversas de carácter meteorológico y social. Para la CRGR, es satisfactorio haber participado en la VI Plataforma Regional para la Reducción de Riesgos a Desastres en Cartagena, espacio que sirvió para expresar la opinión y la experiencia de las comunidades y destacar cualidades de liderazgos empoderados en el tema de la resiliencia comunitaria y la influencia hacia gobiernos locales y nacionales. Las reuniones de alto nivel, se vuelven en adelante para la CRGR, un reto para el posicionamiento de los temas de las comunidades en mayores condiciones de vulnerabilidad pero que han construido resiliencia. MAGDALENA CORTEZ SECRETARIA EJECUTIVA CRGR

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Desde las Mesas Nacionales

Un mensaje desde la zona 21 para las Américas E S C R I T O P O R : W E N D Y C O C I G E R - G U A T E M A L A

A V I L A / G U I D O

La participación de Guatemala en la VI Plataforma Regional de Cartagena – PR18 ha sido numerosa, con base a una buena coordinación con la mesa nacional de reducción de riesgos de desastres, presidida por el personal técnico de la dirección de Gestión de Riesgos de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres – CONRED-, en dicha delegación han participado representantes del sistema de Naciones Unidas, ONG´s internacionales y nacionales, y como invitadas particulares dos lideresas de comunidades de los municipios de Guatemala y Zacapa.

Dentro de las organizaciones que participaron en la delegación de Guatemala, se encuentran algunos aliados de la Convergencia Ciudadana para la Gestión de Riesgos COCIGER-, como los miembros de la Alianza por la Resiliencia (CARE, Cruz Roja, WETLANDS, Caritas Zacapa) y algunas ONG Internacionales como Save The Children, Acción contra el Hambre, pero también organizaciones nacionales como la Fundación Guatemala.

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C A L D E R O N

La PR18 que ha contado con la participación de 43 países, desde sus inicios y con base a sus objetivos, se ha planteado como una buena estrategia, para revisar avances

con respecto a los compromisos establecidos por los gobiernos, en el Acuerdo Global para la Reducción de Riesgos convocado por el Sistema de Naciones Unidas, denominado “Marco de Sendai para la Reducción de Riesgos de Desastres” (Japón, 2015), que a su vez, ha sido ratificado y con establecimiento de compromisos de implementación por 23 países participantes en la V Plataforma Regional de Montreal, Canadá – PR17 (marzo 2017) y los 180 países de la Plataforma Global para la Reducción de Riesgos a Desastres de Cancún, México (mayo, 2017), todo con la coordinación y compromiso de la Estrategia


Internacional de RRD – UNISDR, en coordinación con las plataformas gubernamentales subregionales de CEPRADE, CEDEMA y CEPREDENAC. Durante el evento, se compartieron discursos bien preparados, experiencias exitosas, eventos paralelos y plenarios de alto nivel, que reflejan el accionar de los gobiernos en las Américas, de sociedad civil organizada y comprometida con la reducción de riesgos. Cabe mencionar que cada uno de los gobiernos ha llevado a la mesa sus presentaciones de los principales avances en la aplicación de las 4 prioridades y las metas del Marco de Sendai. Lastimosamente, no se ha podido ver reflejada las dificultades y necesidades priorizadas para poder alcanzar los compromisos, que deja un vacío significativo, ya que organizaciones como las nuestras desde la sociedad civil, podrían haber salido del evento con mayor claridad para seguir apoyando en la búsqueda conjunta de alcanzar una mejor forma, las metas y prioridades. Hemos sido testigos, en la VI Plataforma Regional de Cartagena, que con la participación de lideresas de Guatemala, Perú, República Dominicana, junto a un líder de Chile, nos ha puesto los pies sobre la tierra, ya que con base al compartimiento de sus experiencias desde lo local, ha llegado a iluminar este tipo de foros, que con muchos discursos políticos y productos comunicacionales mediadores, hace llegar a conclusiones, en oportunidades erróneas y desviados de la realidad; esto no ha ocurrido ahora, ya que los liderazgos comunitarios han provocado la reflexión y el entendimiento de que si se puede alcanzar buenos resultados, principalmente cuando la institucionalidad de los estados, se acerca y tiene voluntad política para escuchar la sapiencia y sabiduría desde las comunidades con alta vulnerabilidad y expuestas a los altos riesgos.

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Cartagena por consiguiente, es un ejemplo metodológico para futuras cumbres y plataformas, de igual forma, la preparación que el gobierno de Guatemala ha realizado y promovido en su participación, debería ser parte de las lecciones aprendidas, ya que el país ha tenido una de las delegaciones más grandes y coordinadas, pero debe hacerse notar, que para futuras oportunidades los discursos bonitos y bien preparados a base de logros, no permiten dimensionar la verdadera realidad de los contextos país, porque dejan una errada impresión que no hace falta nada y que todo está resuelto. Por último, desde la COCIGER, queremos hacer un reconocimiento a nuestra representante Zoila Lima Barrios, de la Comunidad Cerro Gordo de la zona 21, del municipio de Guatemala, por su valentía, pro actividad y responsabilidad para aprender siempre y enseñar a muchas y muchos, “gracias por su grandeza”, solo nos queda mencionar algo que vale mucho, lo que ha sido su despedida de Cartagena, que se resumen en estas palabras: “Agradezco la oportunidad que me han dado, por tomarnos en cuenta, porque es primera vez que me subo a un avión y llego a estos eventos tan grandes, aunque es de mucho miedo y nervios, pero ha valido la pena, porque me pudieron escuchar, he podido contar mi experiencia, todo lo que hacemos en mi comunidad, he compartido con muchas personas, establecido muchas relaciones y amistades, pero sobre todo, he podido aprender para poder ir a compartir en mi comunidad”. Zoila Lima.


Impacto de la sequía

EN LA VIDA DE LAS MUJERES RURALES Escrito por: Breny Herrera MPGR-El Salvador

Para hablar del impacto de la sequía en la vida de las mujeres rurales, es necesario tomar en cuenta varias premisas: De acuerdo a la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples, del año 2011, la población total en nuestro país asciende a 6. 2 millones de habitantes, de los cuales el 52% son mujeres; de la población rural (2.3 millones) el 51% son mujeres y 49% son hombres. La FAO informa que, en el mundo, el 50% de la producción mundial de alimentos son producidos por mujeres, y entre el 60% y 80% en los países de la periferia; sin embargo, el trabajo de las mujeres es invisibilizado ya que en nuestro país sólo al 32% de las mujeres rurales se les considera parte de la Población Económicamente Activa y al 68% restante como Población Económicamente Inactiva. De acuerdo a los datos de la DIGESTYC indican que, en El Salvador, en el año 2016, las mujeres representaban únicamente el 12% del total de la población propietaria de tierras. PÁG. 7

Para este mismo periodo, ellas continuaban presentándose en desventaja con una brecha salarial entre el 8 y 39 por ciento, siendo superior para los hombres, en la mayoría de actividades económicas de país. Muchas mujeres rurales se ven obligadas a alquilar tierras para poder realizar su producción de subsistencia. Es importante señalar también que únicamente el 10% de las mujeres rurales tiene acceso a créditos agrícolas.


Estas desigualdades en el

convirtiéndolas en un

acceso y control de los

grupo vulnerable y que por

recursos económicos y

lo tanto hay que prestar

productivos significan, para

más atención desde las

las mujeres rurales, mayores

acciones de prevención,

niveles de pobreza y esto a

mitigación y respuesta ante

su vez de una menor

las crisis y desastres, tanto

autonomía económica.

en términos sociales como ambientales y productivos.

Según ONU Mujeres “cuando se produce una crisis, la vida

La CRGR sostiene que “las

de las personas cambia

mujeres suelen ser las que

rápidamente, debido a

primero responden en una

muerte, heridas,

crisis y son las que reciben

desplazamientos y

la mayoría de impacto del

destrucción de

evento, ya que

infraestructuras, medios de

desempeñan un papel

vida, que afectan a

fundamental en la

comunidades enteras”.

supervivencia y resistencia

También menciona que

de familias y comunidades”.

“estás crisis afectan a las

Formas de violencia de

mujeres, las niñas, los niños y

género contra las mujeres y

los hombres de todas las

niñas alcanzan su punto

edades de manera diferente,

máximo en caso de

por lo tanto, sus necesidades

desastre o conflicto” y por

e intereses varían, al igual

lo tanto, saber atender las

que sus recursos, sus

necesidades de forma

capacidades y sus estrategias

diferenciada de acuerdo a

de superación”.

cada grupo poblacional, se estará contribuyendo a la

Las mujeres rurales, al ser el

disminución del impacto

52%, reciben un mayor

negativo hacia las mujeres,

impacto negativo ante

especialmente las rurales y

cualquier situación climática

campesinas..

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C E N T R O A M É R I C A A N T E S Y D E S P U É S D E L H U R A C Á N M I T C H ESCRITO POR: JUAN GABRIEL MENDOZA MNIGR- HONDURAS

El año de 1998 dejó a su paso una estela de destrucción por toda Centroamérica, lo que marcó una referencia sobre el "antes y después" de esta región para la reducción del riesgo de desastres. La tormenta, que alcanzó una categoría de Huracán de nivel 5, ocasionó más de 11.000 muertes, de las cuales más de 7.000 ocurrieron en Honduras. Este ha sido el huracán más mortal en Centroamérica desde el paso del huracán Fifí, el cual cobró la vida de muchas personas en el año 1974. En su presentación el doctor Carlos Cordero, Subcomisionado de la Comisión Permanente de Contingencias de Honduras (COPECO), aseguró que "Lo importantes es ver que tenemos, que somos, que tuvimos, y que perdimos con el Mitch, es ese momento llegamos como una estructura robusta, ahora tenemos la capacidad y estamos listos para salvar vidas.” PÁG. 9

La mitigación del impacto de los huracanes es uno de los temas principales, como países centroamericanos en estos momentos se han preparado para la temporada de huracanes del 2018, a pesar de que aún siguen vivos los recuerdos de los huracanes y tormentas del año pasado, y todos los eventos adversos en los cuales se vieron afectados. Representantes de los países Centroamericanos explicaron detalladamente una serie de políticas y medidas adoptadas para mejorar la preparación y las respuestas en caso de desastres, como resultado del huracán Mitch, así como los pasos que todavía deben tomarse. Todos los países han creado entidades a cargo de la gestión del riesgo de desastres, como apoyo a la implementación de leyes y políticas de sus programas nacionales. Asimismo, estos países han ideado formas de medir el riesgo y evaluar


el impacto de los desastres, y han instituido mecanismos de ayuda mutua entre ellos. La región también ha asumido el reto de armonizar sus políticas sobre la gestión del riesgo con el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, aprobado en el 2015. Sin embargo, algunas políticas para la reducción del riesgo pueden dar origen a problemas políticos y sociales muy difíciles; es preferible instar a la gente a abandonar áreas con un alto grado de exposición a desastres que simplemente reparar los daños cuando surja un evento, aunque no es nada fácil. Según el Sr. Jorge Meléndez, Secretario Presidencial para Asuntos de Vulnerabilidad y Director General de Protección Civil, de El Salvador manofestó que "si las personas tuvieran mejores perspectivas económicas, vivirían en casas mejores y más seguras. Los problemas sobre la gestión del riesgo están relacionados con el desarrollo", lo cual conlleva a un matiz social. Llegando a acuerdos que después del Huracán Mitch Centroamérica aprendió y sufrió mucho y que en la actualidad se está mejorando en la implementación de técnicas para la reducción de riesgos a desastres a nivel de cada país, los procesos para el manejo de eventualidad adversas serán mejores.


¡TODAS LAS PERSONAS TENEMOS DERECHOS HUMANITARIOS! ESCRITO POR: DENIS H. MELÉNDEZ Un examen exhaustivo de la situación en evolución que vive Nicaragua durante las últimas semanas, entre el 18 de abril y el 13 de julio de 2018 indica la gravedad de los hechos, particularmente por las pérdidas de vidas humanas y de sus medios de vida. Desde la perspectiva de la labor humanitaria sobre la base de los Principios y Derechos humanitarios resulta incipiente, lejos de la respuesta esperada. Nicaragua vive bajo múltiples escenarios de riesgo social. Éstos se derivan de la crisis socio – económica, ambiental y política que enfrenta profundamente el país. Como consecuencia adversa, directa, y con efecto de cascada, el país enfrenta dramáticamente los efectos diferentes que son característicos de una emergencia pública y compleja. La Comisión Interamericana para los Derechos Humanos (CIDH / OEA) como resultado del trabajo desarrollado por el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (MESENI) el pasado 11 de julio de 2018 advirtió sobre la gravedad del escenario socio – económico y el deterioro acelerado de los

Derechos Humanos en este país. Expresa la preocupación particular por la situación de los niños, niñas y adolescentes. Según información allegada a la CIDH, hasta el 6 de julio, se registrarían 25 niños, niñas y adolescentes asesinados, 8 adolescentes estarían detenidos y 4 judicializados; y 44 niños, niñas y adolescentes habrían perdido a sus padres o madres. Este es un ejemplo de las condiciones precarias y características que son propias de una emergencia pública y compleja. Entre otras afectaciones adversas que se registran, y con tendencia acelerada a crecimiento –en esencia es un impacto negativo en la calidad de vida de la población-, además de las anteriores registradas, se destacan: pérdida de empleos, menos circulante en manos de la población, migración por razones laborales que comunitariamente significa el riesgo de la desintegración familiar, y la descomposición social. Así mismo, incremento del precio de la canasta básica y escases de productos para la alimentación, la sombra de la inseguridad alimentaria está presente.


En este mismo orden, se registra: disminución del servicio de transporte colectivo y selectivo tanto el nacional como el internacional, dificultades para el traslado de los productos alimenticios y bienes en general hacia los mercados populares y establecimientos comerciales, tensión y alteración de la salud de las personas más expuestas, y en diferentes momentos sin posibilidad de acceder a los servicios básicos de salud, entre otros episodios que están afectando la vida de los seres humanos. Además del desarrollo de los eventos complejos anteriormente registrados, se debe tener presente la lista de amenazas y los riesgos con que convive la nación nicaragüense. Nicaragua, como la región Centroamericana, presenta escenarios que en momentos diferentes –y en otros durante un mismo período de tiempoconstituyen multi - amenazas. La crisis socio – económica, ambiental y política contribuyen (negativamente) a la calidad de vida de la población. En consecuencia, urge la comprensión de esta realidad y la búsqueda y adopción de acciones desde el enfoque de la labor humanitaria.

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Las organizaciones sin ánimo de lucro, el movimiento social nicaragüense, y el liderazgo comunitario –en diferentes momentos de la historia del país- han contribuido a través del desarrollo de procesos y acciones orientados a la labor humanitaria. Han trabajado a favor del Derecho a la vida con dignidad. Han acumulado experiencias comunitarias muy valiosas en la atención de emergencias. Las diferentes expresiones de organización social tienen Derecho legítimo de realización de las gestiones para la obtención y canalización de los recursos necesarios ante escenarios de desastres y emergencias públicas y complejas. En este mismo orden, las comunidades que pudieran ser afectadas por desastres o emergencias públicas y complejas son libres de solicitar y obtener ayuda humanitaria. Debemos reafirmar que todas las personas independientemente del credo político y religioso de su preferencia, o no creyente- tienen derecho legítimo a la asistencia y ayuda humanitaria ante el desarrollo de acciones adversas que disminuyen la calidad de vida de la población expuesta. En esencia: ¡Todas las personas tenemos Derechos humanitarios!


Desde la CRGR

La sociedad civil en toda la región de Latinoamérica y el Caribe, y particularmente en

El Papel de la sociedad civil en la VI Plataforma de RRD Las Américas.

Centroamérica, ha experimentado grandes

POR: WILSON GALO ASESOR CRGR - CENTROAMÉRICA

Hoy en día, la sociedad civil realiza un papel

desafíos que al superarlos le han posicionado como un actor relevante en materia de gestión de riesgos. Hoy en día las Mesas Nacionales de Gestión de Riesgos y la CRGR, son reconocidas por su participación en las diferentes plataformas de UNISDR, como la recién pasada en la VI Plataforma de RRD Las Américas.

más preponderante; ya que ha logrado elevar la voz de las comunidades en los diferentes espacios de participación; tanto en sesiones paralelas, reuniones bilaterales, sesiones de trabajo y-o en diferentes paneles

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con instancias intergubernamentales como; el


Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres en América Central (CEPREDENAC), además de ser el interlocutor válido de la sociedad civil organizada, con los sistemas nacionales de protección civil, las agencias humanitarias internacionales y la empresa privada que está comprometida social y ambientalmente, para reducir el riesgo de desastre; vemos en este contexto la gran oportunidad se seguir fortaleciendo el rol que debe jugar la sociedad civil a nivel global y particularmente en nuestra región. En el nuevo contexto que deja la VI Plataforma especialmente los proceso que se gestan con los diferentes marcos globales y regionales como la Agenda 2030, acuerdo de Sendai para la RRD, el acuerdo de París para el cambio climático, la agenda Humanitaria global, y la agenda urbana, hace que la sociedad civil organizada en todas las latitudes aglutinadas en la GNDR, y a nivel subregional en Centroamérica, a través de la CRGR y esta a su vez en las Mesas Nacionales de Gestión del Riesgo de cada país; demandaron a los gobiernos en la VI Plataforma “Aumentar los esfuerzos para conectar agendas y sectores en los niveles nacionales y subnacionales”, ya que los eventos adversos que provocan desastres están aumentando día con día en la región LAC, tal como lo menciona el informe de OCHA (2017); sobre el aumento de la recurrencia eventos hidrometeorológicos relacionados al cambio climático. Es por ello que urge se desarrollen los mecanismos en donde los gobiernos, la sociedad civil y la empresa privada fortalezcan un trabajo más intencionado para salvaguardar el derecho al desarrollo resiliente de los pueblos, poniendo en práctica la implementación del Plan de Acción de las Américas, con la participación de todos los sectores a todo nivel, asegurando con ello unos

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desastres, que por lo general retrasan el acceso al desarrollo resiliente de las poblaciones más vulnerables y empobrecidas de nuestra región. Por último, se ve con mucho optimismo que la declaración de Cartagena en su ítems #7; insta a considerar las demandas de la sociedad civil vertidas en su declaración oficial, las mismas deben ser parte de la agenda de los gobiernos de la región por ello es pertinente desde ya iniciar un trabajo de articulación de la agenda sub regional en Centroamérica en materia del RRD y ACC, vinculadas a las agenda 2030, atreves del trabajo multidisciplinario entre la sociedad civil, con las instancias del sub sector ambiental del SICA (CEPREDENAC, CCAD, CAC, CRRH, entro Otros) con la participación de los gobiernos y la empresa privada que propicia principios de responsabilidad ambiental y socialmente, como una alternativa para lograr un desarrollo resiliente. Para poder asegura el cumplimiento de los acuerdos a los que los gobiernos se comprometen, es necesario que los actores sociales que participamos en la VI Plataforma Regional regresemos a nuestros territorios y compartamos con los personas que están en la primera línea y que son afectados por los desastres, ¿cuáles fueron esos compromisos adquiridos por cada gobierno?, para que sean ellos mismos como actores locales los garantes sobre los avances o no en materia de RRD Y resiliencia en su comunidad y-o país.


RESILIENCIA COMUNITARIA ESCRITO POR: FLOR DEL CARMEN GÁMEZ CRGR - CENTROAMÉRICA

Para los y las centroamericanas, la resiliencia comunitaria no es un concepto nuevo. Se viene aplicando desde hace algunos años, especialmente en el marco de la Visión de Primera Línea. Por supuesto, entre algunos elementos de lo que formalmente se presentó en la pasada VI Plataforma Regional de RRD en las Américas y lo que particularmente se considera como Resiliencia Comunitaria, hay algunas diferencias. También se tienen algunas disensiones entre lo que se considera Gestión de Riesgos para la Reducción de Desastres y lo que particularmente se considera más actualizado: la Gestión Integral de Riesgos.

Pero bueno, no se entrará en polémica, si hay que considerar que como resiliencia comunitaria hay muchas definiciones y prácticas en el mundo. Según un compañero de la Concertación Regional para la Gestión del Riesgos (CRGR), existen aproximadamente 80 conceptos. No es este momento para definir y despejar dudas respecto al concepto aquí se asume el de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres de las Naciones Unidas: “… la habilidad de un sistema, comunidad, o sociedad expuestas a amenazas; de poder resistir, absorber, acomodar y recuperarse de los efectos de una amenaza de forma rápida eficiente


incluyendo la preservación y restauración de sus estructuras básicas esenciales, así como las funciones que estas desempeñan”. En el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres se dice al respecto de la resiliencia comunitaria: “Si bien la función propiciadora, de orientación y de coordinación de los gobiernos nacionales y federales sigue siendo esencial, es necesario empoderar a las autoridades y las comunidades locales para reducir el riesgo de desastres, incluso mediante recursos, incentivos y responsabilidades por la toma de decisiones como corresponda”. Así en la VI Plataforma Regional, se buscó reconocer, resaltar y fortalecer el rol y liderazgo de las redes comunitarias, el voluntariado, la sociedad civil, la academia y la comunidad científica, las mujeres, las personas con discapacidad, poblaciones indígenas y grupos viviendo en condiciones de alta vulnerabilidad como agentes de cambio en la reducción del riesgo de desastres y el fortalecimiento de la resiliencia en toda la región de las Américas. En el evento central coordinado por Marco España facilitador delegado por UNISDR, se resaltaron los esfuerzos por la reducción del riesgo de desastres y la construcción de resiliencia por el bienestar de las personas, la promoción de la responsabilidad compartida por toda la sociedad, resaltando el rol, empoderamiento y liderazgo de las redes comunitarias. En las sesiones paralelas de esta prioridad, resaltaron los temas de género, empoderamiento, mujeres, obras para mitigar condiciones de riesgo; el liderazgo social, con enfoque inclusivo y participativo en el que las mujeres y niñas tengan acceso a la información y los y los datos del riesgo. También se dio importancia a poner en práctica políticas, planes y programas de reducción de riesgos con perspectiva de género. PÁG. 16

Como parte de la CRGR, aunque de manera personal, se considera que la Resiliencia Comunitaria es uno de los elementos claves para transformar las causas que generan vulnerabilidades y por ende permitirían la reducción de los desastres. La transformación territorial para mejorar la vida de la población se da también construyendo resiliencia comunitaria. La gente de las comunidades, especialmente las mujeres, son las primeras en dar respuesta a los desastres, se hacen responsables del cuido de su comunidad y de la reconstrucción de la misma. Por supuesto, aquí tiene que ver los roles asignados a ellas por la sociedad. Hay una conciencia que las comunidades resilientes de manera organizada y fortalecidas en el conocimiento de su realidad, asumen de manera reflexiva las transformaciones necesarias para disminuir o eliminar las desigualdades e inequidades, que en muchas de sus consecuencias traen o generan o permiten desastres de diferente tipo. La existencia de vulnerabilidades da paso a la exposición de la población a las amenazas existentes, sin generación o disminución o eliminación de vulnerabilidades difícilmente impactan o se concretan los desastres. Por supuesto, las vulnerabilidades están ligadas a los sistemas de desarrollo, mientras más desigualdad e inequidad generan, más vulnerabilidades existen. Comunidades resilientes, organizadas, unidas, empoderadas, con conciencia de su realidad inequitativa y con conocimiento de las causas básicas de su desigualdad, en su mayoría, pueden pautar las transformaciones de los sistemas de desarrollo generadores de vulnerabilidades, por eso deben ser una de las apuestas de este tipo de eventos como el de Cartagena y de las instituciones u organizaciones que trabajan la gestión integral de riesgos.


EL GRAN RETO DE LA VI PLATAFORMA REGIONAL PARA LA RRD DE LAS AMÉRICAS. ESCRITO POR: RODRIGO ESCOBAR CRGR CENTROAMÉRICA

Recién se realizó la VI Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres de las Américas (PR18) llevada a cabo en la ciudad de Cartagena, Colombia los días 20, 21 y 22 de junio de 2018, el escenario no pudo haber sido el mejor tomando como base que es el país a nivel mundial con la mayor cifra de desplazados internos (7,2 millones informe del Observatorio de Desplazamiento Interno del Consejo Noruego para los Refugiados y del Observatorio de Desplazamiento Interno) el cual, cuenta con "la más grave y prolongada" crisis humanitaria de Latinoamérica, agravada además por su fragilidad ante los desastres naturales, (ONU), producto del conflicto internos colombiano. En este evento los representantes de los gobiernos del continente que participaron llegaron a un acuerdo plasmado en la “Declaración de Cartagena” documento que, hay que mencionarlo, ya que impulsará la cultura de prevención en la región. De acuerdo a esta Declaración, las partes firmantes deberán: fortalecer las alianzas regionales, promover las agendas de desarrollo, impulsar lo acordado en Sendai e incluir al sector

privado en estas acciones. Sin embargo no deja de tener su talón de Aquiles, como ser un mecanismo coercitivo que obligue a los gobiernos a implementarla, tampoco se establecen horizontes de tiempo para su ejecución; por lo que como red de sociedad civil debería de preocuparnos, ya que no hay garantía de que se cumpla lo establecido, y debemos retomar acciones de influencia para que los gobiernos de la región retomen lo acordado en dicha declaración e inclusive ir más allá, asegurarnos de que se incluyan tópicos que están ausente como el conocimiento ancestral de nuestros pueblos originarios, la corrupción galopante en la región que facilita la construcción social del riesgo, los eventos subyacentes como la violencia que se cobran mas vidas que los eventos mas tradicionales en la gestión del riesgo. Por lo tanto, es un reto enorme para la sociedad de civil apoyar e impulsar esta declaración y asegurar su cumplimiento por parte de los gobiernos firmantes.


Testimonio

¡Mujeres alzan su voz! ESCRITO POR: GRACIELA COLUNGA CRGR - CENTROAMÉRICA

Estaba ahí, una mujer originaria procedente de Guatemala de nombre Zoila Lima, con sus manos enlazadas, muy nerviosa, esperando el turno de hablar ante los cientos de personas espectadoras, cuando la anunciaron e inició su testimonio, se transformó y con voz segura nos compartió su experiencia describiendo como el conocimiento y la organización comunitaria, sobre todo de las mujeres, ¡salvan vidas!, gran testimonio que nos marcó a la audiencia. Por la tarde se presentó un Teatro denominado: “Radio Tormenta”, ¡qué manera de decirse las mujeres actrices!, una mujer no vidente, la otra con discapacidad para caminar, que dignidad y firmeza cuando exponen las necesidades especiales de las personas viviendo con discapacidad, las políticas y leyes que demandan, la visibilidad social exigida, la demanda solidaria de un mundo individualista que nos obliga a comprometernos en serio con las personas viviendo con discapacidad: ¡nada sin nosotras, nada sin nosotros! Nos dirigimos al Salón Pegasus del Centro de Convenciones, siendo anfitriona La Fundación Bill y Melinda Gates, con representación de Valerie Bemo y Pilar Pacheco, nuestra Secretaria Ejecutiva, Magdalena Cortez llevó la voz de la Concertación Regional para la Gestión de Riesgos (CRGR) compartiendo la experiencia del proceso de construcción de esta red Centroamericana, con sus logros, dificultades, proyecciones y demandando la visibilización de las mujeres en la construcción de políticas públicas de gestión de riesgos, que garanticen el derecho a la vida más allá de la actuación en un desastre; a la orilla de la mesa, en el panel, se encontraba OXFAM representada por su Director Humanitario, Carlos Mejía, aliado, hermano y militante por la inclusión. “Planes y obras para mitigar condiciones de riesgo” … fue el tema de la sesión, en el panel, solo una mujer, Valerie Bemo de la Fundación Bill y Melinda Gates, los hombres discursaron ejemplos interesantes; pero fue la voz de la Doctora Bemo, que trajo a la audiencia la experiencia, la convicción y la visión holística necesaria para la Gestión de Riesgos. Esta jornada cargada de conocimientos y experiencias, cerró con un conversatorio entre personas comprometidas por la dignidad de la población vulnerable, convencidos, convencidas que la actuación en red nos permite salvar vidas, incidir en políticas públicas y que la unidad en la diversidad nos hace más fuertes. Un ejemplo vivo son las Ruinas Copán, la lección que nuestros ancestros hacen de la comunidad. ¡Nuevos retos se nos abren y nuevas posibilidades de avanzar a la construcción social de la justicia!


Dado el aumento en frecuencia de intensidad de desastres y la complejidad de las crisis humanitarias en el mundo, es primordial invertir seriamente en el desarrollo de capacidades y liderazgo humanitario en actores locales. A pesar de los desafíos de esta tarea, los beneficios son mayores para las comunidades locales y el sector humanitario, en general. En América Latina, algunos de esos esfuerzos se han convertido en referentes a nivel mundial.

donantes y las principales Agencias de Cooperación Internacional, delinea una serie de compromisos y propuestas enmarcadas en 10 áreas de trabajo para mejorar la eficiencia y efectividad de la ayuda para la acción humanitaria, priorizando el fortalecimiento del liderazgo de los actores humanitarios locales.

actores locales, sean éstos instituciones de gobierno u organizaciones de la Sociedad Civil. De igual forma, algunas de las importantes Organizaciones No-Gubernamentales (ONGs) internacionales, como Oxfam y Christian Relief Services, intentan diversificar su rol y trabajan para desarrollar capacidades en los actores locales. No obstante, si bien se entiende que las organizaciones locales están, muchas veces, mejor posicionadas para liderar acciones de respuesta y de reducción de riesgos de desastres, también es cierto que existen una serie de desafíos y tensiones que dificultan enfocar la mirada en los beneficios del liderazgo local por el bien de las comunidades más vulnerables.

A raíz de el Gran Acuerdo, la comunidad internacional del sector humanitario ha realizado esfuerzos, aunque aún no los suficientes, por hacer una mejor distribución de recursos para que éstos lleguen a manos de los

El Profesor Daniel Maxwell, en sus múltiples investigación y citando distintos autores, plantea que los actores locales tienen mayor conocimiento y

LA TAREA DE FORTALECER EL LIDERAZGO HUMANITARIO LOCAL ESCRITO POR PILAR PACHECO

En mayo del 2016, se celebró en Estambul, Turquía, la primera Cumbre Humanitaria Mundial, organizada por las Naciones Unidas, la cual contó con alrededor de 8000 asistentes. El resultado concreto de esta cumbre fue la firma del documento conocido como el “Gran Acuerdo”. Este acuerdo, firmado por 30 firmantes, entre países

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entendimiento del contexto, geografía, historia, cultura, tejido social, políticas, necesidades y fortalezas de la población que actores externos, y, por ende, están mejor posicionadas para liderar la acción humanitaria en comunidades en situación de desastre o emergencia. Además, según Maxwell, las poblaciones locales tienen sus propios medios para acceder a apoyo a través de redes sociales, negocios comunitarios locales, y la diáspora global. Si a esto le sumamos el conocimiento ancestral de las comunidades en gestión de riesgos, y de lenguas indígenas y tradiciones, como lo es en el caso de América Latina, se puede generar un trabajo en mayor armonía, respetando el contexto y dignificando el liderazgo local. A pesar de estos beneficios, existen aún tensiones entre las ONG internacionales y los actores locales; por ello, tanto las ONG internacionales como los donantes deben identificar espacios de acuerdos y ceder beneficios para continuar avanzando.

La supuesta falta de capacidades organizacionales y de gestión de los actores locales suele ser la gran barrera que emerge al hablar del liderazgo humanitario local. En este sentido, es importante que los donantes entiendan que la inversión no solo es necesaria durante la respuesta, sino que debe apoyar el enfoque integral de la acción humanitaria. Y, sobre todo, entender que éstos son cambios sistémicos que toman tiempo y requieren de estrategias de incidencia y acciones coordinadas entre múltiples sectores. El programa de Acción ante Casos de Emergencia de la Fundación Bill & Melinda Gates, tiene como uno de los pilares centrales de su estrategia el fortalecimiento de las capacidades organizacionales e institucionales de actores locales. Esta iniciativa, además, apunta a generar evidencia y datos que demuestren y justifiquen la importancia de invertir en los actores locales, ya que existe una carencia de evidencia al respecto. Nuestra apuesta es que en la medida que las inversiones que estamos realizando en actores

locales, ya sea de forma individual como, por ejemplo, como gobiernos locales en la India o algunos países africanos; o a través de distintos modelos de redes como en Asia y Centroamérica, logren generar evidencia demostrable de su éxito, tendremos datos suficientes para movilizar recursos e influenciar en la generación de políticas públicas que apoyen la localización. La estrategia del programa de Emergencias de la Fundación Gates, también prioriza destinar recursos para respuesta inmediata hacia actores locales. Sin embargo, a pesar de que existen ONGs que tienen las capacidades para elaborar proyectos y las capacidades para administrar recursos de forma eficiente, muchos donantes enfrentamos obstáculos administrativos para financiar directamente a ONGs locales. Esto responde, ya sea a leyes nacionales o políticas internas poco flexibles, o por falta de personal suficiente para administrar un alto número de procesos de financiamiento de montos bajos.


CREEMOS FIRMEMENTE EN QUE LOS ESFUERZOS UNIFICADOS TIENEN MAYOR FUERZA DE INCIDENCIA ANTE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL En respuesta a este desafío, los donantes como la Fundación Gates, prefieren invertir en redes nacionales, regionales, o internacionales, ya que éstas tienen como misión desarrollar capacidades en sus miembros; y tiene mecanismos de contabilidad que aseguran que el financiamiento llegue directamente a los actores locales. En el caso de América Latina, la Fundación Gates está priorizando la inversión en redes nacionales y regionales porque creemos firmemente en que los esfuerzos unificados tienen mayor fuerza de incidencia ante la comunidad internacional. En América del sur, la fundación formó parte de un financiamiento inicial compartido para formar una red compuesta de ONGs internacionales con fuerte presencia local. Este es el caso del Consorcio de Agencias Humanitarias de Bolivia, con 10 años de existencia, que tiene como misión fortalecerse como red, desarrollar capacidades tanto en el personal local como en otros actores locales, y que hoy está en proceso de reinventarse y sistematizar su experiencia. En Centroamérica, está la Concertación Regional de Gestión de Riesgos (CRGR), la cual se PÁG. 21

compone de las Mesas Nacionales de cuatro países centroamericanos: El Salvador, Guatemala, Honduras, y Nicaragua; y que ha sido financiada por la Fundación Gates desde sus inicios en el 2012. Con el tiempo, esta red ha ido consolidando su modelo de gobernanza, se ha posicionado a nivel regional e internacional como un caso exitoso, y está evolucionando para asumir mayores desafíos, responsabilidades y procesos, estableciendo sistemas de monitoreo y evaluación que generen datos y evidencia, y que logren capturar las valiosas lecciones que ayuden a demostrar la necesidad de invertir en actores locales. El continente americano en toda su extensión desde el norte ártico de Canadá hasta las costas de la Patagonia en el sur, pasando por el mar Caribe, es rico en experiencias exitosas las cuales deben ser sistematizadas y compartidas, para otros puedan adoptarlas y adaptarlas a sus contextos. De esta forma lograremos generar mayor impacto y posicionarnos como referentes mundiales de liderazgo humanitario por el bien de aquellos que más nos necesitan.


FORTALE C IMIENTO DE REDES PARA LA GESTI Ó N DEL RIESGO DE DESASTRES EN LATINO AM É RI C A Y EL C ARIBE ESCRITO POR: ENRIQUE GARCÍA

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l trabajo en redes tiene mucha importancia para el conocimiento y la aplicación de la gestión del riesgo de desastres.

Entre las distintas redes que existen a nivel regional, se encuentran las de carácter intergubernamental y las redes de sociedad civil quienes deben conocer y comprender su estructura y dinámica de trabajo para interactuar, colaborar e incidir a fin de alcanzar sus objetivos enfocados hacia las comunidades más vulnerables. En la región son conocidos tres organismos intergubernamentales para trabajar la Gestión de Riesgo de Desastres -GRD-. Por un lado, está CDEMA, que es el organismo regional de los países de la Comunidad del Caribe –CARICOM- (Caribbean Disaster Emergency Management Agency). Surgió en 1991 y en 1999 toma el nombre actual. En él participan 18 países y tiene su sede en la isla de Barbados. En Centroamérica se encuentra CEPREDENAC -Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central-, un organismo regional de carácter intergubernamental, perteneciente al Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) como Secretaría Especializada. Allí participan los seis países de Centroamérica y en abril del presente año se adhirió oficialmente República Dominicana.


CAPRADE, Comité Andino para la Prevención y Atención de Desastres. Instancia creada por la Comunidad Andina de Naciones en el año 2002. Ante el incremento de desastres en la subregión andina, los Países Miembros de la Comunidad Andina de Naciones Bolivia, Colombia, Ecuador y Bolivia, crearon el Comité Andino para la Prevención y Atención de Desastres (CAPRADE el 7 de julio del año 2002), que tiene por objeto y competencia contribuir a la reducción del riesgo y del impacto de los desastres naturales y antrópicos que puedan producirse en el territorio de la subregión andina, a través de la coordinación y promoción de políticas, estrategias y planes, y la promoción de actividades en la prevención, mitigación, preparación, atención de desastres, rehabilitación y reconstrucción, así como mediante la cooperación y asistencia mutuas y el intercambio de experiencias en la materia. Dentro de su Estrategia Andina para la Gestión del Riesgo a Desastres, el análisis de contexto frente a los desastres, destaca la recurrencia de los mismos por fenómenos de origen natural y socio-natural, tales como sismos, tsunamis, inundaciones, erupciones volcánicas, sequías y movimientos en masa. Estos desastres afectan el desarrollo de los territorios impactados, e impiden o retrasan el logro de las metas de bienestar social trazadas por los gobiernos y las agencias de cooperación al desarrollo.

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CAPRADE tiene su sede en el seno de la CAN –Comunidad Andina de Naciones-, con oficinas en la ciudad de Lima, Perú.

Funciona a través del SAI – Sistema Andino de Integración-, y como organismo regional cuenta con los siguientes mecanismos de gobernanza: a. Consejo Presidencial Andino, conformado por los presidentes de los 4 países. b. Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores. c. La Comisión, conformada por delegados plenipotenciarios. d. Secretaría General, que administra y coordina el proceso de integración. e. Tribunal Andino de Justicia f. Parlamento Andinog. Instancias consultivas de la Sociedad Civil h. Universidad Andina Simón Bolívar i. Corporación Andina de Fomento y el Fondo Latinoamericano de Reservas. La Estrategia Andina para la Gestión del Riesgo de Desastres ha sido actualizada a la luz del Marco de Sendai (2017-2030). El tema de la Gestión del Riesgo de Desastres abordado por la sociedad civil en esta región que es diversa en geografía, pueblos e historias. En países como Bolivia y Perú está más coordinada la sociedad civil. Para la sociedad civil existe el reto de generar rutas y mecanismos que les permita involucrarse en forma más organizada y coordinada con este organismo regional, conociendo y utilizando de buena forma la institucionalidad construida durante años.


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